Marco Teorico
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Marco Teorico
Chile tiene una Reforma Educativa marcada por dos procesos claramente
distintos y opuestos en muchos de sus principios. El primero de ellos se
produce bajo el Régimen Militar. El segundo comienza con el retorno a la
democracia y las políticas promovidas por los gobiernos de la Concertación.
-Mejoras en infraestructura
-Prácticas bonificadas
-Superintendencia de educación
1.2 Definición
La Reforma Educacional es el proyecto modernizador de la educación chilena.
Proyecto que responde a una serie de demandas que existen en nuestra
sociedad y que al no ser resueltas dificultarían el desarrollo pleno del país. Los
gobiernos de la Concertación se han preocupado de dar respuesta a las
exigencias de la sociedad civil en lo que respecta a la formación de los
educandos.
En este sentido, las principales demandas apuntan a fomentar una política de
equidad que permitan igualdad de oportunidades en cuanto al acceso y calidad
de la educación, una formación que privilegie la entrega de nuevas
competencias a los estudiantes para una sociedad cambiante y, finalmente,
una formación ética que potencie la enseñanza de ciudadanía para la
democracia.
Los supuestos que derivan de estas necesidades son que la educación debe
contribuir a la formación valorice de los ciudadanos para convivir en una
sociedad democrática con respeto a las legítimas diferencias, sustentada en
una conciencia ética de valores universales y en sentimientos de pertenencia y
de identidad nacional. Una educación relevante y pertinente a los
requerimientos de la sociedad actual, a juicio de las autoridades, debe ofrecer a
la población las condiciones para el aprendizaje creativo, la resolución de
problemas y aprender a aprender, así como las competencias personales y
sociales que permitan a los niños y jóvenes a auto valorarse, a ser
responsables con ellos mismos, con los otros y con su entorno.
Desde esta perspectiva, “el sistema educacional chileno debe ser un
instrumento que garantice la igualdad de oportunidades. Al invertir en las
personas y en su educación se aumenta la competitividad del país permitiendo
ampliar el rango de oportunidades para todos”.
Como respuesta a las exigencias que imponen la nueva realidad social, las
políticas educacionales, que se han implementado durante estos últimos años,
han sido reorientadas a las nuevas concepciones imperantes, tanto en el
ámbito nacional como internacional. En este sentido, la educación es entendida
como función pública, integral, para el aprendizaje, la vida, la ciudadanía y la
justicia social: principios reguladores de las trasformaciones de las que está
siendo objeto el sistema educativo nacional.
El proceso de reforma presenta una serie de características que son
importantes de describir para poder comprender a cabalidad de qué manera se
concretara la modernización del sistema. La reforma se caracteriza por ser
gradual, incremental y producida desde la base del sistema, es decir, desde las
escuelas y liceos. Se aparta de la idea de una reforma diseñada desde arriba
hacia abajo.
Todo esto implica una nueva concepción de cómo deben funcionar los
sistemas educativos para adecuarse a las cambiantes condiciones de la
sociedad. Esta es la razón por la cual es imprescindible construir sistemas
educativos descentralizados capaces de una adaptación incremental y
continua, abiertos a la sociedad y con múltiples puntos de contacto con ella, y a
la vez flexible para ajustarse a los cambios.
Para lograr tales metas, el diseño de la reforma es sistémico. Es decir, no
concibe la posibilidad de hacerse cargo de una parte sin hacerse cargo del
todo, afectando paulatinamente todas las dimensiones del sistema, aunque no
necesariamente a todas a la vez. En segundo lugar, es un proceso amplio y de
largo plazo que recién se inicia y que se prolongará durante más de una
década e intenta ser un puente entre los dos siglos. Consecuentemente, los
efectos y resultados de la puesta en marcha de la reforma sólo van a ser
apreciados en justicia por generaciones futuras. “Es una empresa histórica que
para desplegarse en el tiempo necesita sostenerse como un proyecto de todos
y como una tarea del Estado, y no sólo de un gobierno.
La reforma responde a los principios de las políticas educacionales de los
noventa, políticas centradas en la equidad como provisión de una educación
que se hace cargo de las diferencias y que discrimina a favor de los grupos
más vulnerables, en la calidad, que implica un paso desde el foco en los
insumos de la educación al foco en los procesos y resultados del aprendizaje,
potenciando instituciones abiertas a las demandas de la sociedad,
interconectadas entre ellas y con otros ámbitos o campos institucionales y por
último, prestando un mayor énfasis a regulaciones por incentivos, información y
evaluación, que a regulaciones exclusivamente burocrático-administrativas
referidas prioritariamente a su auto sustentación y controladas por sus
practicantes y burocracia.
1.3 Objetivos
En cuanto a los objetivos de la Reforma Educacional Chilena, se puede
señalar, cómo se ha dicho anteriormente, todo se centra en la calidad y
equidad, sobre esto, García-Huidobro señala: “El propósito central de
la actual política educacional es contribuir a mejorar en forma
sustantiva la calidad de los aprendizajes de los alumnos y alumnas que
asisten a la educación escolar y la equidad de su distribución,
ampliando las oportunidades educativas de los niños y jóvenes de los
grupos más pobres. Analizando esta idea, se puede afirmar que a nivel pre-
básico se busca ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la educación de
los niños menores de seis años, en la educación básica la meta es mejorar la
calidad y equidad de la educación, el centro es entregar un servicio de más
calidad que asegure aprendizajes reales y relevantes a todos, en este sentido,
lo principal es llegar a los sectores más pobres, para la educación media la
meta es instalar un proceso global de mejoramiento e incluir en la reforma
curricular contenidos culturales.
2.1 Definición
2.2 Objetivos
• Grupos pequeños: Para brindar una calidad del proceso educativo debe ser
conformado por pocos participantes, lo cual, es una característica que ha
perdurado desde la Edad Media. Dicho número “no debe exceder de 20 a
máximo 25. Desde luego si el taller tienen que ver con fabricación de objetos y
por lo tanto manejo de equipos o herramientas, el número puede ser menor”