SOCIOTERAPIA (Artículos Múltiples)
SOCIOTERAPIA (Artículos Múltiples)
SOCIOTERAPIA (Artículos Múltiples)
EN QUE CONSISTE?
Consiste en una estrategia socio-pedagógica para el cambio [Estrategia; como arte de coordinar las acciones y de
obrar para alcanzar un objtetivo], de carácter promocional, preventivo y asistencial. Mediante esta estrategia logramos
en el destinatario concretar cambios cognocitivos puntuales y brindarle una adecuada capacitación social que le
posibilite una saludable evolución personal y social.
EL SOCIOTERAPEUTA, CURA?
No. Capacita. (instruye, adiestra, ilustra, enseña, forma, informa, prepara) En síntesis, desarrolla la aptitud para
evolucionar.
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primeros y modificando o cambiando los segundos. Para el TS se trata de una intervención personalizada y focalizada,
ya que las historias como sus protagonistas son todas diferentes y particulares.
La Historia Familiar esta construida por historias personales relacionadas y amalgamadas por el sentimiento. Ambas
historias constituyen la fuente principal de información requerida para diagramar un eficaz Programa de Cambio.
Programa de Cambio.
Diagrama de Acción – Evaluación.
Diagrama de Evolución.
SOCIATRIA
Terapia Social y Salud
Por: José Luis Zamora * (Datos sobre el autor)
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Muchas veces he sido consultado desde la interdisciplina que me rodea en el ámbito académico universitario, por
profesionales provenientes de distintas ciencias, sobre el para qué de la Terapia Social.
La generalidad indica que: el término “terapia” es relacionado mental y directamente con “enfermedad”, por tanto,
una persona que hace terapia es una persona enferma, “es un paciente”. El tipo de enfermedad que padece definirá la
modalidad terapéutica que le será aplicada; de ahí que existan las quimioterapias, psicoterapias, rayoterapias,
floresterapias, etc. Pero otra connotación del término terapia lo relaciona directamente con lo que significa, que es
“tratamiento” como acción y efecto de tratar. En nuestro caso específico, en “terapia social” lo empleamos para definir
al conjunto de medios que se emplean para restablecer una situación social alterada en su orden natural.
Siendo efectivamente el ámbito de la salud, donde más se emplea este término y por tanto, al ser anexado a lo social
y aplicado por el servicio social, pareciera que la cuestión necesita aclaraciones y explicaciones que de manera muy
gustosa, suelo dar, porque es así como vamos asentando nuestra base en un territorio plagado de intereses sectoriales
con muy poco espacio reservado para la interdisciplina y mucho menos lugar, para la transdisciplina. Quiero decir, que
no es sencillo navegar por estas aguas, donde siempre imperó tradicionalmente la medicina, luego la psiquiatría y por
último, la psicología.
La Constitución de la OMS define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Nuestra activa intervención, desde el servicio social, refiere a las
cuestionesinterpersonales y transpersonales, y no intraindividuales. Mientras las ciencias que atienden lo físico y lo
mental asisten a entidades individuales, el servicio social asiste a entidades sociales. De esta manera ya estamos
marcando una gran diferencia entre los campos de acción profesional. Nos resta poder definir el aspecto social de la
salud para que exista claridad y comprensión entre las áreas que integran el concepto global de salud y para que
finalmente, en la interdisciplina el servicio social sea considerado como lo que es y no como lo que cada uno cree que
es – ¿se entiende la diferencia?.
Me ocupo de dejar bien aclarado, cada vez que puedo; que el bienestar físico, mental y social es completo y en esa
totalidad, cada uno de los aspectos que presenta son equitativos, en orden de importancia. Lo que quiere decir que el
bienestar físico no es más importante que los otros estados, por la simple razón de que estamos hablando del estado en
que un ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones. Y en este sentido, cualquier alteración social o enfermedad
orgánica afecta y tiene repercusiones en la totalidad a la que el hombre pertenece, más allá de su propio individualismo.
Si se trata de una enfermedad de origen congénito afectará su ambiente social y si el origen es una alteración social,
también repercutirá en el estado de bienestar físico o mental.
Lo que cuesta entender a las ciencias médicas, inclusive a quienes practican la psicología, es que en el estado social,
el individuo humano es parte integrante de una unidad social, más compleja que el simple cuerpo humano. Es
comprensible que por su formación académica limitada a lo biológico, estas disciplinas se encuentren con un umbral
difícil de trascender, pero no por ello se debe subestimar los aportes científicos que tratan de una dimensión superior
cualitativamente a la naturaleza humana y que corresponde a la naturaleza social.
El estado de naturaleza social está compuesto de unidades sociales de diversos grados de complejidad estructural y
funcional. Cada unidad opera como una entidad, cuyos miembros son personas que conviven entre otras personas, que
tienen a su vez, diversas funciones, en distintas unidades sociales. Así, para la ciencia del servicio social en general y de
la sociatría en particular; la familia es una entidad natural de origen social y emocionalmente significativa para las
personas que la integran. Las situaciones adversas que sufra cualquiera de sus miembros, además de las repercusiones
orgánicas a nivel individual, conllevará otras de grado social que afectarán de manera directa en la familia y en otras
unidades sociales constitutivas.
Claro está, que así como la familia, otras entidades de igual significación afectiva como pueden ser los amigos y
otras de significación económica, como el grupo laboral, son partícipes del grado de influencia social que deben ser
tenidos en cuenta a la hora de referirnos al aspecto social de la salud.
Entonces, si el aspecto físico y mental de la salud se corresponden con el estado de bienestar psico-somático del
individuo, la salud social referirá a la mejor calidad de vida de la Unidad Social que éste integra, conforme a las pautas
naturales que imperan en su ecosistema social.
Las Unidades Sociales se consolidan en función de los propósitos sociales y carecen de salud social, cuando por
diversas causas y/o motivos, presentan en su dinámica grados de alteración o disfunción, que se manifiestan operacional
y escaladamente; en la discordia, el conflicto, la anomia, luego la desorganización del núcleo, posteriormente la
disociación de algunos de sus miembros y finalmente la desintegración social de la Unidad.
Desde la Sociatría me resulta mucho más práctico y claro referirme a este tema en la mesa interdisciplinaria, porque
me brinda todos los fundamentos necesarios para dejar bien sentado que el servicio social cumple todos los requisitos
como ciencia para intervenir y tratar las cuestiones de índole social que inciden en el estado de completo bienestar de
una persona.
Y hago observar, en toda oportunidad que dispongo, la necesidad de que profesionales de la salud física y los de la
salud mental, incorporen a su rutina la derivación al servicio social, de los casos que atienden, a fin de que también sea
debidamente tratada la salud social.
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Esta misma observación hago hoy, por este medio, a todos los colegas de trabajo social o servicio social de habla
hispana. Tenemos que habituarnos, desde nuestro rol en las instituciones públicas y privadas, a confiar en la derivación
a otro colega que esté ejerciendo de manera autónoma el trabajo social, de todos aquellos casos donde se vea afectada la
salud social.
Muchas enfermedades físicas y mentales pueden ser evitadas, atenuadas o menos sufribles, si una Unidad Social
cuenta con la asistencia, orientación y capacitación social adecuada. Es el trabajo social la disciplina que debe
responsabilizarse de la Salud Social. Para ello debe adoptar protagonismo en la materia, claro, que no es simple cuestión
de quererlo, ni tampoco de improvisación profesional. Se trata de prepararse apropiadamente para ejercer con idoneidad
y responsabilidad este; su rol de Terapeuta Social.
Desde nuestra Cátedra de Sociatría, espacio académico que nos fue confiado por la ON¨G “HACER”, convocamos a
los colegas de trabajo social para su capacitación como Socioterapéutas, de manera que el Siglo XXI sea la oportunidad
para cristalizar un cambio de actitud a favor del Trabajo Social Autónomo.
Socioterapia Gestáltica
Una propuesta de abordaje profesional orientada al Trabajo Social del Nuevo Milenio
Por: Liliana Calvo * (Datos sobre la autora)
En la década del 70 , De Oliveira Lima, nos define a la socioterapia, como una nueva visión del Trabajo Social.
Zamora retoma el término y en un artículo publicado por la Revista Margen en su página web , define el término
como un nuevo paradigma de intervención profesional y una pronta salida hacia el Libre Ejercicio Profesional.
La socioterapia como modalidad de abordaje profesional autónomo del Trabajo Social, dirige su atención a
personas, familias, grupos y comunidades que presentan conflictos en sus vínculos interpersonales en sus familias, en
ámbitos escolares, laborales o en diferentes grupos donde se participa.
Hoy atravesando los primeros años del nuevo milenio, transitando el Siglo XXI los Trabajadores Sociales de la
Argentina avalados por la Ley de Libre Ejercicio Profesional ( Ley Profesional 23.377-86) tienen la posibilidad de
ejercer la profesión de manera privada, creando su propio espacio laboral.
Este artículo que les presento intenta suscitar la socioterapia realizada con modalidad gestáltica. La misma consiste
en un proceso de acompañamiento promocional socio educativo experiencial, integrativo y holístico.
Es holístico puesto que se orienta a tener una comprensión total de la persona que abarca su cuerpo, sus
pensamientos, sentimientos, su cultura, sus vivencias y expresiones sociales.
Es experiencial, se fundamenta en la vivencia, “ no es pensar acerca de, sino es estar conectado con lo que se ve, se
siente y se hace, en un todo integrado en este momento presente.( Reynoso y Calvo)
Es Integrativo, promueve la integración entre lo que se piensa , lo que se siente y lo que se hace.
Sus funciones son preventivas , asistenciales y de tratamiento social .
Múltiples situaciones problemáticas se reciben en la consulta profesional. A continuación mencionaré alguna de
ellas:
Conflictos en sus relaciones familiares, con vecinos, amistades, compañeros de trabajo.
Personas con problemas con su Autoestima, desconocimiento de sus habilidades y recursos personales.
Mujeres madres de familia sostenedoras del hogar.
Parejas atravesando situaciones conflictivas, separadas o divorciadas con dificultades en la tenencia de los
hijos, en el acceso a la cuota de alimento para ellos.
Conflictos intergeneracionales, hijos con padres mayores. Padres con hijos
adolescentes.
Personas con problemas de adicción.
Padres Adoptantes urgidos de lograr su necesidad.
Personas con necesidades especiales realizando la búsquedas de escuelas especiales, de Institutos, de hogares
de día.
Dificultades laborales. Problemas en el ámbito laboral. Búsqueda de empleo. Desocupación.
Hombres y mujeres solos y aislados, con escasa o nula participación social . Sin espacios de apoyo y de sostén.
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Personas que padecen violencia familiar o social.
Conflictos dentro del ámbito educativo. Entre alumnos y docentes. Relaciones dificultosas entre docentes y
padres.
El proceso socioterapéutico gestáltico comienza en el presente, en el aquí y ahora de la primera entrevista.
Su desarrollo es en fases sucesivas, que surgen a partir del momento en que el profesional y la persona logran
establecer el primer encuentro. A través del diálogo se le facilita la posibilidad de una más amplia conexión con si
mismo, con “lo que es”y con lo que logra a partir de sus darse cuenta
Esta posibilidad de descubrimiento promueve el cambio, el modificar-se, el aprender, a partir de la aceptación de “
lo que es”.
El socioterapeuta gestáltico intenta que el consultante resuelva por si mismo sus propios problemas.
En la relación horizontal que se establece, el profesional se transforma en un facilitador, que acompaña la
experiencia, de esta forma se hacen posibles los darse cuenta.
La persona participa, se hace responsable de su propio proceso, de sus elecciones y aprende que cosas puede realizar
por si sólo y que recursos externos le son de su utilidad.
Al definirlo como socio-educativo, lo relaciono con la pedagogía de lo social. Del educar para” mostrar lo que es
posible”,( Perls), para descubrir lo que es evidente, para que las personas tomen en cuenta los recursos con que cuentan
en sí mismos, todo su potencial.
También es importante que la persona reciba la orientación sobre los recursos que la comunidad le brinda.
El socioterapeuta le permite conocer esta información, sobre cuales son los recursos que la sociedad le brinda,
debido a que es parte de su oficio, de la tarea profesional del Trabajador social, la realiza a diario
Del mismo modo la persona puede descubrir los recursos dentro de su familia, en sus relaciones, en su ámbito
laboral, en los distintos ámbitos de la comunidad, donde él participa.
Las personas muchas veces consultan debido a que no logran descubrir sus verdaderas necesidades o su modo de
satisfacerlas.
En otros casos expresan dificultades para establecer relaciones satisfactorias en sus parejas, en sus familias, en sus
trabajos, en ocasiones sufren situaciones crisis o de violencia.
Algunas personas nos manifiestan sus deseos de “ sentirse incluidos”, poder sostener y sentirse sostenido por otros.
Tratan de evitar el aislamiento que los hace sentir tan solos y excluidos, y no saben cómo lograrlo.
En ocasiones se acercan porque atraviesan conflictos por la tenencia de sus hijos.
Otros problemas están relacionados al ámbito laboral. Quieren incluirse en un trabajo que cubra sus necesidades,
desean cambiar el que tienen por otro mejor.
Es importante que las personas alcancen pasar del mal-estar al “bien-estar”, para que de este modo su calidad de
vida se amplíe y mejore.
En los encuentros, en el transcurrir del proceso tienen la posibilidad de vivenciar distintas modalidades que los
lleven incrementar sus darse cuenta .
Para que amplíen sus conocimientos y discriminen a través del aprendizaje social “lo que les es posible”. Y puedan
así vivenciar como es la forma de relacionarse consigo mismo y como con las otras personas.
En los conflictos de la convivencia pueden darse cuenta como se comunican con los otros y vivenciar el modo en
que se relacionan.
El percibir lo obvio y darse cuenta de sus imaginarios, les permite despejar los malos-entendidos y revisar las
inadecuados modalidades de vincularse.
El Socioterapeuta Gestáltico se vale de diversos recursos:
Entrevistas.
Visitas, al Domicilio, a Escuelas, Centros de Salud.
Biografía personal.
Genosociograma. La historia familiar. Las redes familiares.
Sociograma en relación a los vínculos grupales.
El experimento como posibilidad del darse cuenta.
Técnicas orientadas a descubrir las necesidades humanas.
Esquema para registrar soportes internos y externos.
Técnicas facilitadoras de la integración y la comunicación con otros.
La modalidad de abordaje se proyecta en encuentros semanales, de una o dos horas de duración, con una frecuencia
semanal, durante algunos meses.
En el caso de trabajos grupales, los encuentros son semanales de dos horas de duración por el término de cuatro
meses. Una vez concluido se cierra el ciclo y se abre otro donde se integraran las personas que lo deseen, que quieran
continuar, previa evaluación con el coordinador socioterapeuta.
Para realizar su trabajo profesional el socioterapeuta gestaltico necesita de su título de grado en Trabajo Social y de
una completa formación en Seminarios o Escuelas de Especialización de Post Grado que incluyan el aprendizaje de la
Teoría y Técnica de la Gestalt .
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Textos Bibliográficos y páginas de la web sugeridas
(1) De Oliveira Lima Costa Lucimar, Socioterapia, Edit Humanitas, 1976.
Zamora José Luis, Socioterapia, artículo de la Revista Margen de Trabajo Social. www.margen.org
En la Teoría del Campo el término fluidez(fluidity) designa la facilidad de comunicación o conexión entre los
sistemas del campo) .Deutsch y Krauss. Teorías en Psicología Social. Edit Paidos, 1970 Argentina
Fagan y Shepard, Teoría y Técnica de la Psicoterapia Gestáltica, Las cuatro conferencias de Fritz Perls. Edit.
Amorrortu,1989.
Fagan y Shepard, Teoría y Técnica de la psicoterapia Gestáltica, Arnold Beisser, La teoría Paradójica del Cambio.
Edit Amorrortu, 1989
Polster I. Y M .Terapia Gestáltica, Edit. Amorrortu, Buenos Aires 1985.
Armas, M y Kirchner de Mercado, A. Intuición y Razón en Trabajo Social. Edit. Humanitas 1994, Argentina
Bianchi, E. El Servicio Social como proceso de ayuda. Edit. Paidos. 1994, Barcelona España.
Biestek Felix, Las relaciones del Casewok. Edit. Aguilar, Madrid 1966.
Reynoso,L y Calvo, L. Trabajo Social y Enfoque Gestáltico. Edit Espacio. 2003 Argentina
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Este tipo de abordaje también lo realiza el Trabajador social cuando recibe el pedido de su intervención por parte
de alguno de los profesionales que asisten al cliente, ya sea el psiquiatra o psicólogo que lo atiende, o el médico de su
sistema de salud, o el abogado que le lleva a delante sus asuntos jurídicos.
El socioterapeuta parte de lo que detecta como elemento más soportativo para la persona, la persona o elemento que
hace" figura" en ese momento de su red, y luego va ampliando y extendiendo ese espacio a medida que descubre e
integra también a otras posibles personas, grupos o instituciones sostenedoras para la misma.
Para ejemplificar comentaré un caso, la socioterapeuta recibe la derivación del médico psiquiatra que atiende a la
cliente, ella es una mujer viuda, sin hijos, de 58 años, que ha padecido un accidente cerebrovascular y que a partir de
esta situación ha quedado con una discapacidad que no le permite volver a su espacio laboral que es donde tenía las
mayores vinculaciones con otras personas.
Es una persona que hace años vive sóla en un barrio que es el mismo donde ha nacido, es decir que aún conserva
relación con alguno de sus vecinos que la conocen desde la infancia, su padre una persona muy mayor vive sólo y sólo
lo ve en ocasión de alguna festividad familiar, al igual que a su hermana que está casada y tiene varios hijos, sobrinos
de la cliente. Parte de su familia está en el exterior del país, se comunica vía telefónica con ella, un hermano que está
viviendo en Europa , que es con quien mantiene mayor contacto a pesar de la distancia y quien le ofrece ayuda
económica dada la situación por la que atraviesa la cliente, todavía está en trámite su haber jubilatorio.
En una de las primeras entrevista menciona a Laura una vecina de la cúal es amiga desde la infancia de ambas y
comenta que ella en forma reiterada la viene a buscar para invitarla a su casa ( la cliente sabe tocar el piano y a su amiga
le gusta mucho la música clásica) también se ofrece para salir a escuchar conciertos juntas, o para acompañarla en las
citas a los controles médicos. Cabe aclarar que la cliente tiene un problema en una de sus piernas y está en tratamiento
de rehabilitación por lo que le cuesta viajar a lugares alejados del propio.
En este momento del proceso, la socioterapeuta registra a esa amiga de la infancia como a una de las
relaciones más soportativas para la cliente , también su hermano es parte de la red de sostén , a pesar de estár en el
exterior desde allí se comunica semanalmente y le ofrece ayudarla desde lo económico.
A partir de aquí el profesional focaliza en los vínculos y en las relaciones que ha establecido la cliente, intenta
descubrir cómo son los mismos, si se dan fluidamente, si están obturados, obstaculizados. Luego necesita saber si la
persona tiene en cuenta esos recursos , si toma "contacto"con ellos, si recurre a ellos habitualmente.
En este caso mencionado la cliente acepta las invitaciones y los ofrecimientos de su amiga, la relación entre ellas es
fluída, la cliente siente que da y que recibe en este vínculo y eso es muy importante dada su situación.
También el contacto con el hermano que vive en el exterior le es soportativo, el vínculo entre ellos es saludable. Ella
acepta éstos recursos que él le ofrece, los tiene en cuenta, en su juventud ella lo ayudó mucho para que él terminara su
carrera universitaria.
En el encuentro profesional es necesario ver la modalidad de relacionarse en el aquí y ahora de la cliente con ella, a
partir de este encuentro , también la socioterapeuta pasa a formar parte de su red de apoyo y sostén, junto a todos los
profesionales que la atienden.
Así la acompaña en el proceso, se transforma en una facilitadora que intenta que ella logre una “convivencia más
saludable" con las diversas partes de su entorno” para arribar a tener una mejor calidad de vida.
El Trabajador Social como socioterapeuta trabaja en función de lo que percibe como más soportativo, integra a las
relaciones más significativas de la persona, para luego ir ampliando hacia círculos más externos, incluyendo también a
las redes institucionales, para ello recurre a los grupos de autoayuda, a los centros de capacitación, a los centros
vecinales y culturales, a los servicios sociales de los barrios, a los grupos de autoestima, sitios todos donde la persona
puede llegar a participar y así ir ampliando su red de soportes.
Trata de ser un intercomunicador entre las distintas partes de la red, intenta organizar y establecer nexos de
comunicación. Para él hacen más "figura" las relaciones que las personas, les otorga más lugar. Observa cuando están
presentes o ausentes los vínculos, detecta cuales son las personas que están más cerca también incluye el descubrir y
tomar en cuenta que apertura tienen cada una de ellas.
Al iniciar su abordaje parte de la familia del cliente, si ellos no están disponibles, toma en cuenta también a la
familia ampliada, a sus amigos, a sus vecinos, a compañeros de su grupo de trabajo, e integra y amplia la red realizando
un trabajo articulado con las diferentes redes institucionales que puedan brindarle un sostén y apoyo fortalecedor.
Todo esto forma parte del Proceso Socio-educativo que se desarrolla, por momentos se transforma en un mediador
que aclara, promueve actitudes de colaboración, cooperación y también de diálogo. Trabaja en post de que se
produzcan acuerdos en todos los niveles de la red, facilita los intercambios desde una "perspectiva social integrada e
integral".
Bibliografía sugerida
Chadi, Mónica “ Integración del Servicio Social y el Enfoque Sistémico Relacional. Edit. Espacio 1997.
Elkaim, Mony “ Prácticas de la Terapia en Red” Edit. Gedisa
Reynoso L; Calvo, L. “Trabajo social y Enfoque Gestaltico”. Edit. Espacio 2003
Sluzky, C “ La red social: Frontera de la Práctica Sistémica”. Edit. Gedisa. 1996
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* Datos sobre la autora:
* Liliana Calvo
Socioterapeuta Gestáltica y Mediadora Familiar
Directora del Grupo ConVivir donde brinda atención psico-social a personas, parejas y familias
En este artículo les trasmitiré mi experiencia en el abordaje del trabajo social con familias o socioterapia, realizada
con una modalidad experiencial , sistémica y de trabajo en red. Tomando en cuenta la importancia de la autoestima y el
desarrollo de la capacidad resiliente dentro del núcleo familiar.
A partir de la situación que presenta la familia que me consulta, intervengo en principio "aceptando lo que es", sin
modificar nada. Entendiendo que sólo a partir de la "aceptación de lo que es" se pueden producir los cambios.
En la primer entrevista, luego de recibirlos y preguntarles como llegaron a la cita, si les fue sencillo ubicar el lugar,
entre otras cosas, invito a los integrantes de la familia, a que se presenten unos a otros. Ésta modalidad de intervención
realizada a través de una técnica de juego grupal, me permite crear un clima más distendido. Luego los convoco a que
me cuenten que los trae a la entrevista, y para que solicitan la intervención.
Es esencial para mí partir de lo que detecto como elemento más soportativo para las personas, focalizando en los
vínculos y en el modo de relacionarse entre ellos, intentando descubrir cómo son los mismos, si se dan fluidamente, si
están obturados, obstaculizados. A veces en el llamado telefónico, les sugiero que los acompañe alguna persona cercana
y de su confianza, de éste modo integro en las entrevistas a alguno de los tíos o a los abuelos.
Una de las técnicas que utilizo es el genosociograma, que elaboro en forma conjunta con ellos, a partir de la segunda
o tercera entrevista y que posteriormente voy ampliando a medida que obtengo nueva información, donde incluyo la
solicitud de la imagen, a través de fotos que les pido busque cada integrante del grupo familiar.
Éste recurso me permite ver en una forma más amplia a las personas y a sus dinámicas familiares y sociales, es decir
a la familia funcionando como un sistema conformado por lo menos por tres de sus generaciones. Teniendo en cuenta
que “la familia es una familia” y funciona como un sistema, al hablar de sistemas me refiero a “un conjunto de personas
que interactúan como un todo”.
A través de las entrevistas recibo información de cómo son las relaciones horizontales y también como se despliegan
las relaciones verticales.
Todo ello me ayuda a descubrir si hay alianzas y confirma en ocasiones las lealtades familiares. Puedo así conocer
como se contactan cada uno de los integrantes de la familia, cómo reaccionan ante los cambios que se producen en la
vida familiar, que aceptan y que rechazan. Logro esclarecer el modo de vinculación de los padres, la relación que existe
en la constelación fraternal y la presencia de lo transgeneracional, en las creencias, y en los mandatos.
Cuando expresan diferencias en relación a como se ven como familia, les propongo armen en la entrevista, cada uno
la escultura familiar.
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Realizando el trabajo del genosociograma puedo ver cuando están presentes o ausentes los vínculos, e intento
descubrir cuales son las personas que están más cerca, y que apertura tiene cada una de ellas.
Descubro así quienes son las personas más presentes dentro de la dinámica familiar, quienes acompañan de un modo
sostenedor, por ejemplo en un caso de separación conyugal, puedo conocer cómo responden las familias de origen de
los entrevistados a su actual situación. O en el caso de una difícil situación como lo es la muerte de alguno de los
padres, cómo funcionan los vínculos con la familia ampliada.
En ocasión de entrevistar a una familia donde el papá había fallecido hacía unos meses, he visto como el padrino de
uno de los niños, brindó un apoyo contenedor, ante ésta situación de pérdida. Lo llevaba de paseo los fines de semana,
ayudó a organizarle el cumpleaños y en un fin de semana largo, lo invitó junto a su familia a pasar unos días de
vacaciones.
Al comienzo de los encuentros parto de los miembros que están disponibles, luego tomo en cuenta también a la
familia ampliada, a sus amigos, a sus vecinos, todos son parte de una red más amplia que pueden brindarle un sostén
fortalecedor.
Las intervenciones las oriento a distinguir si existen cuestiones pendientes entre ellos, ver su capacidad de atravesar
situaciones adversas (resiliencia), la estimación que sienten hacia sí mismos y hacia los otros miembros de su sistema
familiar (autoestima).
Un tema a tener en cuenta es quien trasmite las normas y de que modo lo hace, si éstas son flexibles o rígidas, si se
cambian con el paso del tiempo.
En una ocasión tuvimos que revisar con una mamá y un papá si los dos podían sostener las normas de convivencia
que establecían con sus hijos, relacionadas al horario en que tenían que regresar en las salidas de fin de semana. Les
pregunté si ambos se ponían de acuerdo antes de trasmitirlas, ya que por lo visto en las entrevistas, cuando uno de ellos
las llevaba adelante, el otro ante el primer pedido de los hijos, las cambiaba.
Es fundamental observar cómo es la comunicación entre ellos y de ellos con el afuera. Por ejemplo si piden ayuda
cuando lo necesitan. Y a quien la solicitan.
Para ver como es la dinámica de la comunicación y como se organizan, con frecuencia les pido armen una fiesta
juntos durante la entrevista. Se colocan en ronda y cada uno de ellos va expresando sus pareceres, ideas respecto al
festejo. Les doy libertad para que decidan para que y para quien hacen la celebración.
Una familia eligió organizar el festejo del menor de sus hijos al que generalmente no le festejaban especialmente ya
que el aniversario coincidía con la Navidad y luego al tiempo me contaron que gracias al trabajo descubrieron otras
modalidades de hacerlo, y luego lo llevaron a cabo tal como lo habían planeado.
La vida laboral y social que se vive en las grandes ciudades, lleva muchas veces a estar poco tiempo juntos, he
escuchado a familias comentarme que comen todos a horas diferentes y cuando uno entra a la casa, el otro sale.
Cuando detecto que les cuesta encontrarse durante la semana, o hay poco espíritu cooperativo y dificultad para
entender al otro, aceptar las diferencias y los tiempos de cada uno. Les propongo tareas para el hogar, que entrego en
tarjetones a cada integrante por separado, con distintas consignas que promueven el encuentro.
Así en el trascurrir de los encuentros voy registrando la modalidad de relacionarse , en el aquí y ahora de las
consultas, de la familia entre sí y de la misma conmigo.
Como socioterapeuta paso a formar parte de la red de apoyo y sostén de la familia. Así acompaño en el proceso, me
transformo en un facilitador que intento que ellos logren una “convivencia más saludable" y una mejor calidad de vida.
El acompañamiento que realizo es promocional y socio-educativo. Se trata de un proceso de aprendizaje psico-social
donde tengo en cuenta a las familias, sus orígenes, sus tradiciones, sus valores, su modo de comunicarse.
El mismo gira alrededor de un eje central relacionado con las necesidades expresadas en la consulta y con los
recursos con que cuentan las familias para la satisfacción de las mismas. Un tema esencial es el modo en que las
familias utilizan o no esos recursos.
Me refiero a los recursos que tienen que ver con el modo de afrontar los problemas que padecen, con la capacidad de
reaccionar frente a los mismos, con el hecho de contactarse y de establecer redes de ayuda y de sostén dentro de sus
familias y con sus relaciones. Y por último cual es el modo en que toman en cuenta y solicitan los recursos que la
comunidad les ofrece para lograr resolverlos.
Al mencionar las necesidades aludo a la totalidad de ellas. Necesidades que tienen que ver con su derecho a trabajar,
a tener una cobertura de salud, una vivienda acorde a sus necesidades, a estudiar, a disfrutar de su tiempo libre.
Necesidad de estimarse, de valorarse, de sostener a otros y de ser sostenido. Necesidades de pertenecer “de sentirse
parte de”, de incluirse, de relacionarse, de lograr vínculos satisfactorios. Necesidades de trascendencia, de lograr su
desarrollo saludable, de crear, de crecer, de tener un proyecto de vida.
Les propongo que tomen contacto con lo que piensan, con sus sentimientos, con sus necesidades, para que luego
logren darse cuenta que hacen con eso que piensan y sienten de forma integrada.
Procuro que a través de los encuentros las familias logren una calidad de vida más satisfactoria, que las lleve a un
mayor bienestar con ellas mismas y con su entorno.
Desde un enfoque fenomenológico experiencial, acompaño a las familias en la expresión de sus necesidades,
despejando malos entendidos, intentando se escuchen mutuamente y se den cuenta que les sucede en el “aquí y ahora
del encuentro”.
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Considero que la intervención del trabajo con familias, es sustancial, acompaña el proceso de cada ser humano,
pudiendo entender muchas veces los cambios realizados; y a su vez las personas logran darse cuenta “ que somos
integrantes de una dinámica familiar, formamos parte de un sistema y eso nos ubica en una cadena transgeneracional”.
Al trabajar en forma interdisciplinaria con psicólogos y psicopedagogos el espacio de trabajo con familias, logra
darle a los papás y mamás un espacio de orientación y de acompañamiento familiar, que resulta altamente beneficioso,
donde podemos atenuar algunos momentos difíciles de sus vidas con el soporte del entorno familiar cuando es posible.
Ésta modalidad de abordaje da a las familias un espacio de vivencia y reflexión, dónde todos los integrantes junto a
la socioterapeuta familiar, pueden “mirarse como familia y redescubrirse”.*
* Material de Familia Resiliencia y red social, editado por Espacio editorial 2009
Artículo publicado en Psicoactualidad.com
Infinitas posibilidades
8 de agosto de 2010 a la(s) 16:08
Las personas frente a un conflicto sienten muchas veces que: "hay pocas posiblidades de resolución", o bien (en el peor
de los casos) que "no hay posibilidad alguna de resolución"...
En Socioterapia, trabajamos las percepciones, los conceptos, con los que transitamos la vida, las relaciones, la salud, la
enfermedad...
Sin lugar a dudas y como ya lo he expresado en otras notas, esos lentes de color que utilizamos para interpretar e
incorporar las cosas de la vida, determinan nuestro modo de funcionar, y nuestra manera de relacionarnos con los demas
asi como también la "relacion que establecemos con el conflicto"...
El mismo problema puede ser visto de muchas maneras diferentes, y como lo concebimos en nuestro interior nos
permitirá crecer y avanzar o puede inmovilizarnos y detenernos...
Aquello a lo que llamo "conflicto", puede ser cualquier situacion desde la mas simple hasta las aparentemente mas
complejas, siempre que sean vivida por la persona como algo problemático, que desee modificar y sienta que no sabe
como hacerlo...
En socioterapia a través de entrevistas, charlas, cuentos y otras tantas herramientas didácticas, se lleva adelante un
proceso socioeducativo a partir del cual se van modificando las percepciones y aparecen numerosas opciones para
transitar los conflictos y lograr de ello un valioso aprendizaje...
Lic. Maria Alejandra Astorga
La importancia de la creación de las redes profesionales en el Trabajo Social Independiente por la Lic. Liliana Calvo
2 de junio de 2013 a la(s) 19:38
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por la Lic. Liliana Calvo
Los que llevamos años de recibidos ejerciendo nuestro trabajo en relación de dependencia, hemos conocimos lo
que es el trabajo en redes casi sin mencionarlo de èste modo. En esos años en nuestra labor cotidiana fuimos tejiendo
en nuestras intervenciones profesionales el entramado interinstitucional necesario detallando cada información
obtenida en nuestra carpeta de recursos de la Comunidad. Dàndole el valor a las Instituciones que brindaban la
necesaria atención de numerosas personas con sus distintas y complejas problemáticas, de salud, psicológicas,
jurídicas, económicas, etc. Conociendo el funcionamiento de cada una de ellas, la asistencia que brindaban, los
programas que llevaban a cabo, los profesionales a cargo de los servicios, todo ello fue agilizando nuestra tarea
concibièndola màs efectiva.
Hasta el año 1986 en la Argentina, nuestro desempeño profesional como trabajadores sociales, contaba como único
espacio disponible el realizar el trabajo en relación de dependencia, hasta que fue legislada la Ley Nacional 23377, que
diò lugar a la creación del Consejo Profesional de Graduados en Servicio Social y Trabajo Social, matriculando a los
trabajadores sociales , haciendo posible entre otras cosas , el desarrollo de la posibilidad del trabajo social en forma
independiente. Modalidad que muchos otros profesionales de otras àreas ya conocían. Por ejemplo a parte de
desempeñarse como mèdico en un Hospital, el mismo también tenía su consulta privada, lo mismo un kinesiólogo, un
abogado, un psicólogo, etc. Siendo ambas actividades compatibles.
El surgimiento del Trabajo Social Independiente ha dado origen a la creaciòn de espacios de
atención con necesidades que fueron surgiendo en la comunidad , dichos espacios coordinados por profesionales
capacitados para llevarlas a cabo. Surgieron asì consultorios de atención familiar, la realización de grupos para
personas desempleadas, talleres para padres con hijos con problemas en la escolaridad, grupos de capacitación para
personas que necesitan una salida laboral, espacios de atención familiar para padres con hijos adolescentes, para
situaciones conflictivas en parejas que se separan, para familias ensambladas, para situaciones de violencia familiar,
etc.
Es lícito a mí entender introducir aquí que, en sus comienzos, el ámbito de la Asistencia Social tenía alcances más
acotados, “una actividad auxiliar de ayuda directa y de protección inmediata. Hoy en día dados los avances en la
formación profesional, con la Ley Profesional que he mencionado anteriormente, la profesión ha conseguido su real
autonomía y ha ampliado muchísimo sus incumbencias de intervención profesional.
Sabemos que “las redes han existido siempre”, la necesidad de relacionarse y pertenecer es una de las màs básicas
de los seres humanos. Al hablar de redes nos referimos a la figura de una trama, de una urdimbre, usándola como
metáfora y como símbolo. Mencionamos habitualmente a la "hebra de un tejido" para referirnos al ser humano como
parte integrante de su red, y a su vez tomamos en cuenta, con un concepto de totalidades y desde una concepción
holista, o sea de evolución, a esa red relacionada con un sistema mayor.Aparecen conceptos relativos a la interrelación,
al entramado, a los nexos, a los modos de vincularse, a los lazos que se crean entre varias personas, en una familia, en
un grupo de trabajo, entre varios profesionales, entre varias instituciones.
¿Y donde està lo valioso de generar èstas redes profesionales entre colegas que lleven a cabo el Trabajo Social en
forma Independiente?, considero que si bien la Ley tiene ya muchos años de existencia, se ha escrito poco sobre el
trabajo Social Independiente en nuestros paìs, no se conocen entre sì muchos de los colegas que lo han realizado, y
muchos de los jóvenes que se están formando en las Universidades y Centros de formación profesional, no saben de
èsta posibilidad, o si saben desconocen la experiencia de los profesionales que hace tiempo lo ejercen.
Sabemos que las redes “mejoran la vida de las personas”, crean lazos de sostén que sirven de apoyo y fortalecen. Al
crearlas se logra una modalidad de interrelación renovada, que con una “ nueva apertura de conciencia” permite
evaluar los logros, compartir los problemas y dificultades, aprender a autogestionar. Juntos los miembros se conocen,
generan proyectos, capacitaciones, se estudian nuevos enfoques, se comparten e intercambian pareceres profesionales,
se conocen las experiencias profesionales de los demás colegas que lo llevan a cabo.
Como dice Saldon “la red mostrarà su singularidad y su potencia en cuanto consiga reincorporar en nuestra pràctica
cotidianas no sòlo un pensamiento sobre como funciona lo social sino también la promoción de acontecimientos que
posibiliten procesos novedosos y consistentes de participación y de ejercicio de la solidaridad”. (1)
Para que sean efectivas èstas redes profesionales es necesario socializarlas, darlas a conocer, para que los Centros
de formación profesional, los Colegios Profesionales, como así mismo los espacios laborales las incluyan en sus
agendas de recursos. Saber lo que cada integrante de la red brinda como recurso, hace màs útil y valiosa la
tarea profesional y permite solucionar las distintas dificultades que se presentan a diario en el trabajo cotidiano.
Por otra parte la creación de las redes profesionales se orientan también a promover un desarrollo más eficiente de
la tarea y a prevenir el desgaste profesional, conocido como Burn Out.
El Burn out es un síndrome que está relacionado con el desgaste físico, mental y emocional que afecta tanto a los
profesionales de la salud como a toda persona que trabaja en contacto directo con otras personas. Se conoce en forma
frecuente como “estar quemado”, agotado, desgastado, exhausto”. Es una posición de riesgo laboral que afecta a varias
profesiones orientadas al trabajo con las personas en diversas áreas. Esta situación que afecta al profesional tiene
también consecuencias en su labor cotidiana. En ocasiones a partir de este desgaste el profesional trabaja mucho más y
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hay menos logros en su desempeño. Estas dificultades se expresan con enfermedades o deseos de no concurrir al
trabajo. Y con escasa creatividad para resolver los problemas que surgen.
La red se constituye por “una figura y un fondo” donde cada parte es integrante valioso de la misma. Donde el
“todo es màs que la suma de las partes”, como dice una apreciada colega “ se trabaja en red y con red”. El entramado
que se crea dentro de la misma y “como “ se realiza la interrelación tienen mucho que ver con los valores y con
las creencias que se sostienen en la convivencia con los distintos miembros . El compromiso, la confianza, el respeto
por el otro colegas son todos valores indispensables para una saludable convivencia de la red. Considero que si el
profesional se valora a sí mismo, valora a los otros integrantes de la red y es también reconocido por ellos, es una
puerta abierta hacia un más óptimo desarrollo de su rol profesional en el desempeño de su Trabajo Social
Independiente y un crecimiento para la Red donde él está inserto.
(1) Pag 207 Redes el lenguaje de los vìnculos, de Dabas y Najmanovich.Editorial Paidos
Lic. Liliana Calvo
Directora del Grupo ConVivir y de la Revista ConViviendo
www,convivirgrupo.com.ar
Blog www.socioterpiagestalt.blogspot.com.ar
Con motivo del trabajo que venimos realizando algunos Trabajadores Sociales en el “Grupo Fundacional de
Trabajadores Sociales Independientes”. Y también después de observar el esfuerzo de muchos de ellos y sumar con
humildad el camino personal, (no siempre fácil) recorrido, me motiva a realizar algunas reflexiones, que se nutren de las
oportunidades de los aprendizajes realizados, no solo a través de la Práctica Social-Asistencial, sino de lo humano que
siempre (aún con las técnicas incorporadas) sobresale en cada una de nuestras intervenciones.
Siempre sostuve que generalmente, las “Carreras Profesionales no hacen a las Personas…Sino por el contrario la
Persona hace a la Profesión”.
De allí surge una “Identidad Profesional” que con los años se comprende que es la “conjunción” entre el “ser” y las
“ciencias” aprendidas. Qué nos lleva entonces a muchos de nosotros a querer innovar, para dar más a aquello que está
establecido? En diferentes especialidades, existen profesionales que se acogen a lo aprendido en la formación
académica de cada una de sus carreras. Por diferentes razones o causas, lo incorporado queda como “estancado”, sin
posibilidades de movilidad y progreso.
Hace poco tiempo escuchaba al escritor uruguayo Eduardo Galeano, manifestar que “lo más negativo que le puede
suceder a una persona es re-encontrarse con compañeros de diferentes etapas de la vida, a los que no se ve desde larga
data y que le trasmitan… Sos él mismo…no cambiaste nada” (refiriéndose, no a lo físico, sino a su identidad y
conducta).
La vida es evolución y lo sagrado de ella (entre muchas otras cuestiones) es el poder “crecer”, no económica o
físicamente, sino en “sabiduría respecto de la existencia”. De allí que las culturas orientales, continúen brindando tanto
respeto y escucha a las personas mayores, ya que precisamente “saben más…por haber vivido más”. Desde ya, que esta
realidad del “crecer” implica más trabajo y compromiso.
Pero uno de los fines que da trascendencia a nuestro existir, es poder “transferir” a las próximas generaciones, “…a
los que nos siguen…” ese conocimiento internalizado a través de las experiencias de cada circunstancia. Sino
“capitalizamos” lo vivido no solo nos genera aquello manifestado en la canción de Elalia Blázquez…”durar y
transcurrir”, sino que nos inhibe de traspasar lo aprehendido (de “tomado”). Y es más, no cumplimos con la “carrera de
postas” como resultado de no participar de ella. Metáfora que nos enseña, la inquietud de pasarle la posibilidad del
juego al que viene. Es decir…” sino le paso el balón al que sigue, nos quedamos todos excluidos de participar de
aquello “lúdico” que muchas veces simboliza la vida”.
Es más, damos como imagen lo “egocéntrico” de llevarnos (entre comillas) lo que humildemente hemos tenido la
suerte de aprender. Resulta significativo aclarar que al hablar de Profesiones, estás se dividen entre las que se basan en
las “ciencias duras”, como las exactas por ejemplo. Y las “ciencias blandas” que comprenden las humanísticas como la
psicología; la sociología; etc. En estas reflexiones nos referimos a las últimas y en consecuencia a los quehaceres de las
personas que se dedican a ellas.
Los profesionales en general y por ser mi compromiso, los Trabajadores Sociales en particular, hemos tenido el
privilegio de acceder a una formación académica en dichas ciencias. Precisamente por ser un “privilegiado” tengo el
deber de “devolver lo que me ha sido dado”.
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Pero la cuestión, es que, dentro de las posibilidades de cada uno, debería, tal vez, que entregarlo ampliado,
renovado, con mayores atributos y creciendo en concordancia con la progresión que exige la actividad, especialmente
por aquellos a quienes va dirigida.
Los profesionales humanistas tenemos la obligación de “una actitud de entrega”.
Dicho sea de paso, podemos sostenernos económicamente con nuestro hacer…pero nunca lucrar. Lo dicho, al estar
en contacto permanente con el dolor humano es una “estafa moral” que poco tiene que ver con la “entrega” de la que
hablamos. Pero la cuestión es más amplia aún…
Es común oír aquello que “lo que es verdad en la ciencia hoy, mañana es modificado o dejó de tener validez”. Y
precisamente es allí donde está el “progreso” que debemos alimentar los operadores que trabajamos con la salud (más
particularmente) física, mental y/o social. De lo contrario, no hay evolución posible. De allí una gran parte del
compromiso del devolver renovado. Sino la “ciencia” se detiene. Y los profesionales funcionan estereotipados,
aplicando soluciones viejas a problemas nuevos.
Por supuesto que lo desarrollado requiere de una capacitación permanente que, nos permita no solo seguir
formándonos, sino investigar seriamente diferentes o nuevos caminos y alternativas para que el ejercicio profesional
esté en permanente evolución y la ciencia crezca en conocimientos y elementos para “dar más y mejor”.
El Trabajo Social es una disciplina que, todavía hoy, es asociada a la “caridad”. Lo dicho es lógico, porque al decir
de Rachelle Dorfman fue una profesión que nació “para asistir a los pobres y desvalidos”. Aunque recientes datos que
conocí a través del colega español Lic. José Manuel Martín, ya Mary Richmond en “What is Social Case
Work?”utilizaba el término “clínico” aplicándolo al Servicio Social”.
Aún con estas antañas implicancias, quedó un “rótulo” que poco ayuda, como definición y figura del accionar
social. Es necesario aclarar que no debe desmerecerse “las acciones de beneficencia”. Y mucho menos renegar que
resulten las raíces de la tarea social. Muy por el contrario, los pioneros del Trabajo Social, buscaron sistematizar y dar
bases técnicas, a lo que se desarrollaba sin ciencia y solo se sustentaba en la capacidad de entrega y servicio, para
mejorar la calidad de vida de los que más lo necesitaban.
Pero de aquellos inicios, mucho se ha recorrido. Y desde un fundamentado conocimiento, sabemos que son medidas
paliativas, para aliviar las crisis. Lo cual hace que estén más ligados a la “Orientación Social” que a la “Terapia Social”;
al “Asistencialismo” que a la “Asistencia”. Cuál es la diferencia entre una y otra?.
La primera es una ayuda transitoria que “alimenta más de lo mismo”. Un pequeño cambio, que nada cambia. Por el
contrario, alimenta la rigidez y la repetición de conductas que, se constituyen en “retroalimentaciones negativas” de lo
que se quiere modificar. En la Teoría Sistémica se denomina “Cambio Uno o Cambio de Primer Orden”. El mismo
promueve tareas de acompañamiento, asesoramiento, de “estable” adaptación, en contextos clasificados como “no
terapéuticos”. No obstante, no podemos negar su peso como aporte de soluciones “transitorias y de emergencia”.
La segunda, es decir la “asistencia” son aquellos haceres que permiten un cambio sólido y que se sostiene en el
tiempo en los grupos humanos, porque se alimenta del conocimiento adquirido, reforzado y fundamentado de un
quehacer científico que fue creciendo y permitiendo fortalecer las alas, no solo de la profesión en sí, sino
primordialmente de aquellos que son los sistemas consultantes. Las modificaciones se gestan porque se acciona en la
“estructura e interacciones”.
Aquí la “flexibilidad” es la condición sin remplazo para generar “retroalimentaciones positivas”. A dicho cambio, se
lo define (también desde lo Sistémico) como “Cambio Dos o Cambio de Segundo Orden” el cual califica a los contextos
como “terapéuticos”.
Si a un niño se le enseña que lo que necesita es siempre dado por sus padres, se coarta el Proceso de Individuación.
Si por el contrario se lo entrena para paulatinamente ser “autoválido”, llegará a ser una persona independiente,
capacitado para su autocuidado y responsablemente libre, frente a si mismo y a la sociedad.
El ejemplo es certero para cuando ejercemos y brindamos “asistencialismo” y/o “asistencia”, respecto de los logros
de quienes nos consultan.
En la actualidad, sabiendo de donde venimos y también hacia donde vamos… Y teniendo claras las convicciones y
conceptos citados es que, “desde un pasado mediato, hacia un futuro renovador”, venimos trabajando en lo que la Lic.
Lili Calvo denomina: “El Trabajo Social que viene…”.
Por formar parte (con mucha sencillez, pero orgullo) de aquellos que desde algunas décadas “nos animamos” a
investigar para el avance y fortalecimiento del “Trabajo Social Terapéutico” como disciplina humanística,” estimo que
“no es solo el que viene, sino el que ya está y al que debemos darle continuidad, para seguir evolucionando”.
De allí que apuntamos a acrecentar el Trabajo Social que facilite cambios en las formas de comunicación en los
sistemas usuarios que, les permitan una mejor calidad en sus lazos, lo cual siembre y se expanda hacia una “SALUD
SOCIAL”.
Dicha tarea, necesita un mejor y mayor conocimiento, ya que requiere aplicar recursos e intervenciones socio-
terapéuticas que, complementen “los Niveles Específicos de Intervención del Trabajo Social” (los cuales de por si
tienen características terapéuticas) como son:
1- Nivel Familiar (o Caso Social Familiar)
2-Nivel Grupal (o Servicio Social de Grupo)
3-Nivel Comunitario (u Organización y Desarrollo Comunitario)
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Lo mencionado apunta a abordajes en “los espacios de conexión” entre las personas. Al decir de Martín Buber: “…
el mal es una enfermedad del “entre”. Las enfermedades del alma son dolencias de relación. Solo se las puede tratar si
se trasciende el paciente y se le agrega el mundo”.
Si la Intervención es a Nivel Individual (el paciente) nos quedamos con su “mundo interno, de vivencias y
percepciones propias”. Lo “intrapsíquico”. Para lo cual, psiquiatras y psicólogos se valen de la denominada
“Psicoterapia”. Modelo de Intervención complementario del Trabajo Social y al cual (entre otros) accedemos cuando
necesitamos de la mirada Interdisciplinaria.
Si se trasciende el mundo, la operacionalidad se focaliza en lo “vincular - contextual”, en el espacio que Buber
señala como el “entre”. Se realiza un pasaje de lo singular, al entorno colectivo de las personas, a sus espacios físicos
con la “entrevista domiciliaria” (elemento científico que solo el Trabajo Social dispone y se capacita para saber
realizarlo), recurso imprescindible del Tratamiento Social-Familiar y/o Comunitario. Sintetizando lo hasta aquí
expuesto, allí estamos aplicando la llamada “Socioterapia”.
Como ya hemos mencionado, muchos son los “operadores” de toda índole que, dedican su ejercicio profesional al
acrecentamiento de sus quehaceres científicos. Es posible que todos tengan en común “el deseo de sembrar, para que
nazcan nuevas y mejores intervenciones que, mejoren la calidad de vida de la gente”. Y para que la “ciencia” en todos
sus ámbitos, evolucione, acorde a un mundo que, cada vez cambia más aceleradamente. Pero fundamentalmente,
supongo que esas ansias de sentar “renovación” tienen que ver con el compromiso no solo profesional que, es como el
Juramento Hipocrático”. Si no con el dejar “un pequeñito granito de arena para pintar el mundo con colores de mayor
humanización. Y de aportar accionares que favorezcan la socialización del ser humano como parte del proceso que
preserve y de continuidad a la vida”.
Y cuando digo “continuidad”, ya no aplico solamente lo que tiene que ver con lo biológico, sino con la complejidad
del compromiso en lo relacional, en que el otro como tal merece mi respeto y me nutre y alimenta con su presencia.
Decía Martín Luther King: “la ausencia de cualquier hombre, me empobrece”. “La mirada del otro, me define”
sostiene un concepto sistémico que promueve aquello que: “soy en función de un otro”. Es decir que con una mirada
pluralista, los “otros” son quienes dan significado a nuestras vidas. En consecuencia, para destrabar los conflictos y
problemáticas es de valor aplicar una visión social y una terapéutica acorde.
Desde el Trabajo Social, los profesionales que se rigen por las detalladas convicciones, lucharon y luchan, no por
“absurdos lugares elitistas, de competitividad y poder”. Ni por ingresar con su tarea a poblaciones de mayores grados
culturales o económicos, aunque el Servicio Social, dejó de ser hace mucho solo para personas de bajos recursos.
Tampoco por espacios privados de accionar profesional, aunque el Trabajo Social Independiente, resulte otro de los
indicadores e incumbencias que, las Leyes de Ejercicio Profesional, en Argentina, respaldan desde hace más de
veinticinco años. Tampoco se niega las circunstancias que se nutrieron y nutren, no solo de una actuación particular y
específica, sino de todos aquellos Trabajadores Sociales que trabajan con seriedad y responsabilidad, aún en
intervenciones calificadas como más tradicionales, conocidas y comunes de la función de lo social.
La “complementariedad” entre los diferentes campos en las tareas que se realizan, sin lugar a dudas, alimenta lo
positivo de la “diversidad”. Privado o público; institucional o independiente, lo trascendente es que no se pierda lo que
sabemos hacer. Y al usar el término “perdida” se incluye todo lo que fue el Trabajo Social, pero muy especialmente
todo lo que es hoy y puede llegar a ser, en sus implicancias y aplicaciones en lo Social, de lo Terapéutico y Clínico.
Es decir el denominado “Trabajo Social Terapéutico” o también correctamente conocido como “Socioterapia”. Los
mencionados “abordajes requieren de mayor complejidad, conocimiento, capacitación y compromiso…” Ya son
muchos los que se animan… Por el bien del Trabajo Social y de a quienes la Profesión va dirigida, que resulten muchos
más… No habremos vivido en vano.
Lic. Mónica Rosa Chadi de Yorio. [email protected]. MN: 1279. Lic. Servicio Social- Socioterapeuta
Sistémica de Familia y Pareja, Especializada en Redes Sociales, Mediación Familiar y Violencia en la Familia.
Creadora, Compaginadora y Autora (Junto a Profesionales Invitados) del Boletín Virtual “APORTES. Una
Propuesta para el Intercambio Profesional”.
Autora de: “Integración del Servicio Social y el Enfoque Sistémico-Relacional”, Espacio Editorial. “Redes Sociales
en el Trabajo Social”, Espacio Editorial. “Familias y Tratamiento Familiar”, Espacio Editorial.
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