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Alas Caídas

El autor describe cómo cayó en la tentación y pecó a pesar de conocer los riesgos. Se sintió culpable y avergonzado. Confesó su pecado a sus líderes y pidió perdón, lo que fue difícil pero lo ayudó a restaurarse. Reconoce que necesita a Dios para evitar el pecado debido a su propia debilidad, y que Jesús es la única forma de acceder al perdón de Dios.

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Ray Rosales
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Alas Caídas

El autor describe cómo cayó en la tentación y pecó a pesar de conocer los riesgos. Se sintió culpable y avergonzado. Confesó su pecado a sus líderes y pidió perdón, lo que fue difícil pero lo ayudó a restaurarse. Reconoce que necesita a Dios para evitar el pecado debido a su propia debilidad, y que Jesús es la única forma de acceder al perdón de Dios.

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ALAS ROTAS

«Y Acán respondió a Josué, y dijo: En verdad he pecado contra el SEÑOR, Dios de Israel, y esto es
lo que he hecho:… Los deseaba tanto que los tomé..» Josué 7:20 (LBLA)

Eran momentos gloriosos mientras cantaba y bailaba en su casa. Las oportunidades de predicar se
habían multiplicado. Sentía que podía tocar el cielo con las manos. Me parecía que tenía alas cómo
un ángel.

La tentación de no caer en una relación ilícita o el solo pensar en salir con alguien no creyente era
inconcebible. Compartía mucho tiempo con mi ahora esposa, Ileana. Teníamos tanto en común:
pasión por la obra, trabajo social, tiempos de oración juntos. Nunca lo vi venir, el ataque del mal
vino en el territorio dónde menos lo esperaba.

Sucumbí ante la tentación y el pecado. Descuidé mantenerme alerta y pensando estar firme caí. La
culpa y la vergüenza se abalanzaron sobre mí y fui presa del dolor. ¡Oh cuánto dolor!

Tenía la estrategia, sabía las cosas a evitar, conocía los riesgos y las consecuencias. ¿Cómo me
pudo pasar? Mi peor error fue pensar que era invencible y comencé a caminar en mis propias
fuerzas, mi mente religiosa, descuidó las medidas y dejé de hacer mi parte. ¿Y ahora qué?

'Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La
oración del justo es poderosa y eficaz. ' Santiago 5:16

Buscamos ayuda y consejo, pero en el fondo no estaba totalmente arrepentido. Venía a mi mente
una cantidad de justificaciones e incluso a los culpables para tan letal golpe. Me tomó un tiempo
tomar la decisión de confesar abiertamente mi falta. Vencer la vergüenza pasando vergüenza.

Retomar la lista de mis debilidades y aquellas áreas en la que me había mostrado vulnerable, fue
una tarea difícil. Más aún lo fue presentarnos ante nuestros líderes y confesar el pecado, sabiendo
que esto nos apartaría del servicio durante un buen tiempo. Admitir la responsabilidad y no
evadirla fue un gran paso para la restauración. Pedir perdón a todos los que ofendimos, es aún
más complejo.
Aunque fue difícil dar el paso, me puso de nuevo en la senda. Los procesos para un creyente son
permanentes, continuos. Pensar que ya lo alcanzamos todo es la ruta a la debacle. Permanecer
firme ante la adversidad con nuestros valores no negociables; no legalismos de leyes rituales, más
bien firmeza de carácter.

'»Yo, el Señor , no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, no han sido exterminados.
Desde la época de sus antepasados se han apartado de mis preceptos y no los han guardado.
Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes —dice el Señor Todopoderoso—. »Pero ustedes
replican: “¿En qué sentido tenemos que volvernos?” ' Malaquías 3:6-7

Los principios en la palabra de Dios son infalibles, si se viven. A lo largo de las escrituras vemos
cómo Dios muestra personajes que se equivocan, fallan, caen, muchos de ellos enlistados cómo
héroes de la fe. Nuestra necesidad de Dios está explícita e implícita en todas esas historias y es
que mientras vivamos en este cuerpo somos proclives al pecado.

'No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque. ' Eclesiastés 7:20

Es una dolorosa verdad que me hace reconocer mi incapacidad de ser justificado por mi mismo o
mis obras. Es acá dónde la gracia de Dios toma un papel preponderante y acceder a ella tiene una
sola ruta y nombre “Jesús”. Su sacrificio en la cruz, resurrección y ascensión son el fundamento
que nos devuelve a Dios como nuestro padre.

'Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y
no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. ' 1 Juan 2:1-2

'que no fue sacerdote según una ley que toma en cuenta elementos puramente humanos, sino
según el poder de una vida indestructible. ' Hebreos 7:16

Que alivio saber que hay un hombre que pudo vivir una vida indestructible por el pecado y ganó el
derecho de pagar por nuestras maldades; el hijo mismo de Dios tomó mi lugar y ahora se para en
la brecha de mi maldad para limpiarme por sus méritos, imputándome gratuitamente su justicia,
por medio del arrepentimiento y la confesión, lo cual debe llevar a dejar de practicar el pecado.

'Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón. ' Proverbios
28:13
ORACIÓN:

Señor, no tengo excusa por mis faltas, aún me equivoco y hago lo malo ante tus ojos, permite que
lo reconozca inmediatamente y busque el camino de vuelta a ti. Tu eres grande en misericordia y
estás comprometido conmigo en este proceso de cambio. No quiero ignorar tu santidad y lo grave
que es ofenderte, pero te doy infinitas gracias por todo el perdón que me has extendido. Necesito
tu mano, soy una persona falible y reconozco mi dependencia de ti para generar los cambios.
Amén.

Ray & Lily

https://www.youtube.com/watch?v=K2bY7T00VFs

*ALAS ROTAS*

*«Y Acán respondió a Josué, y dijo: En verdad he pecado contra el SEÑOR, Dios de Israel, y esto
es lo que he hecho:… Los deseaba tanto que los tomé..» Josué 7:20 (LBLA)*

Eran momentos gloriosos mientras cantaba y bailaba en su casa. Las oportunidades de predicar se
habían multiplicado. Sentía que podía tocar el cielo con las manos. Me parecía que tenía alas cómo
un ángel.

La tentación de no caer en una relación ilícita o el solo pensar en salir con alguien no creyente era
inconcebible. Compartía mucho tiempo con mi ahora esposa, Ileana. Teníamos tanto en común:
pasión por la obra, trabajo social, tiempos de oración juntos. Nunca lo vi venir, el ataque del mal
vino en el territorio dónde menos lo esperaba.

Sucumbí ante la tentación y el pecado. Descuidé mantenerme alerta y pensando estar firme caí. La
culpa y la vergüenza se abalanzaron sobre mí y fui presa del dolor. ¡Oh cuánto dolor!

Tenía la estrategia, sabía las cosas a evitar, conocía los riesgos y las consecuencias. ¿Cómo me
pudo pasar? Mi peor error fue pensar que era invencible y comencé a caminar en mis propias
fuerzas, mi mente religiosa, descuidó las medidas y dejé de hacer mi parte. ¿Y ahora qué?
*Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados.
La oración del justo es poderosa y eficaz. Santiago 5:16*

Buscamos ayuda y consejo, pero en el fondo no estaba totalmente arrepentido. Venía a mi mente
una cantidad de justificaciones e incluso a los culpables para tan letal golpe. Me tomó un tiempo
tomar la decisión de confesar abiertamente mi falta. Vencer la vergüenza pasando vergüenza.

Retomar la lista de mis debilidades y aquellas áreas en la que me había mostrado vulnerable, fue
una tarea difícil. Más aún lo fue presentarnos ante nuestros líderes y confesar el pecado, sabiendo
que esto nos apartaría del servicio durante un buen tiempo. Admitir la responsabilidad y no
evadirla fue un gran paso para la restauración. Pedir perdón a todos los que ofendimos, es aún
más complejo.

Aunque fue difícil dar el paso, me puso de nuevo en la senda. Los procesos para un creyente son
permanentes, continuos. Pensar que ya lo alcanzamos todo es la ruta a la debacle. Permanecer
firme ante la adversidad con nuestros valores no negociables; no legalismos de leyes rituales, más
bien firmeza de carácter.

*Yo, el Señor , no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, no han sido exterminados.
Desde la época de sus antepasados se han apartado de mis preceptos y no los han guardado.
Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes —dice el Señor Todopoderoso—. »Pero ustedes
replican: “¿En qué sentido tenemos que volvernos?” ' Malaquías 3:6-7*

Los principios en la palabra de Dios son infalibles, si se viven. A lo largo de las escrituras vemos
cómo Dios muestra personajes que se equivocan, fallan, caen, muchos de ellos enlistados cómo
héroes de la fe. Nuestra necesidad de Dios está explícita e implícita en todas esas historias y es
que mientras vivamos en este cuerpo somos proclives al pecado.

*No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque. Eclesiastés 7:20*

Es una dolorosa verdad que me hace reconocer mi incapacidad de ser justificado por mi mismo o
mis obras. Es acá dónde la gracia de Dios toma un papel preponderante y acceder a ella tiene una
sola ruta y nombre “Jesús”. Su sacrificio en la cruz, resurrección y ascensión son el fundamento
que nos devuelve a Dios como nuestro padre.
*Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y
no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 1 Juan 2:1-2*

*que no fue sacerdote según una ley que toma en cuenta elementos puramente humanos, sino
según el poder de una vida indestructible. Hebreos 7:16*

Que alivio saber que hay un hombre que pudo vivir una vida indestructible por el pecado y ganó el
derecho de pagar por nuestras maldades; el hijo mismo de Dios tomó mi lugar y ahora se para en
la brecha de mi maldad para limpiarme por sus méritos, imputándome gratuitamente su justicia,
por medio del arrepentimiento y la confesión, lo cual debe llevar a dejar de practicar el pecado.

*Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón. Proverbios
28:13*

*ORACIÓN:*

Señor, no tengo excusa por mis faltas, aún me equivoco y hago lo malo ante tus ojos, permite que
lo reconozca inmediatamente y busque el camino de vuelta a ti. Tu eres grande en misericordia y
estás comprometido conmigo en este proceso de cambio. No quiero ignorar tu santidad y lo grave
que es ofenderte, pero te doy infinitas gracias por todo el perdón que me has extendido. Necesito
tu mano, soy una persona falible y reconozco mi dependencia de ti para generar los cambios.
Amén.

Ray & Lily

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