Yuan Wu Xian

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

Yuan Wu Xian.

¿Qué pasa cuando la desesperación y la desesperanza se unen?


¿Qué sucede cuando todo te es arrebatado de golpe?

Témanle a un hombre que no tienen nada que perder…

Nuestra historia comenzó hace no demasiado tiempo, en lo profundo de un valle entre montañas,
perdido en el oriente de este mundo, un evento sin precedentes estaba sucediendo, en una noche
de luna roja la matriarca ya envejecida de esta tribu estaba por dar a luz un niño, un niño de mal
presagio; una leyenda sin fundamentos y sin edad, un susurro de tiempos antiguos.

“El niño de la mujer primera


nacerá en el mes segundo
con la Tercera Luna Roja del siglo
y en su cuarto trienio la desgracia caerá sobre su pueblo”

Y con esa profecía en mente el pueblo comenzó poco a poco a degenerar, las miradas que entre
todos era de inocencia y hermandad se tornaron hacia el niño en desconfianza y malicia, los gritos
de alegría y jubilo en cuchicheos y murmuros, leyendas y rumores con y sin causa comenzaron a
nacer acerca de él, el desprecio fue tal que al morir su madre después del parto decidieron no
poner nombre a este niño, era un maldito y ese sería su nombre.

Pero hay esperanza, siempre hay un rayo de esperanza, una chispa siempre puede avivar el fuego,
y para nuestro niño esa chispa era un viejo clérigo del pueblo, que sabía no juzgarlo por una
leyenda sin base ni por rumores sencillos.

Con el pasar del tiempo aprendió los oficios propios del clero, adorar a los Dioses, ofrecer tributo,
rezar e incluso hacer milagros menores, aprendió a perdonar y ser bondadoso, ya las miradas
juzgadoras no le parecían una desgracia sino que las tomaba como un acto de penitencia, los
murmuros se volvieron tan habituales que ya era difícil oírlos y ninguno de ellos era importante,
solo importaba lo que el padre Xian pensara; Rei Wu Xian era el nombre del clérigo, el único amigo
que tenía el niño maldito, pero mas que un amigo era un padre, un mentor, todo, no necesita a
nadie más en la vida.

Cuando el tiempo de su doceavo cumpleaños estuvo cerca Rei se acercó al niño y le habló:
-Oye chico ¿Cuántos años tienes?

- Casi 12 señor Rei, cumplo mañana, no ha hecho mas que hablar de eso en el ultimo mes, ¿no me
diga que lo olvidó? – Dijo el Niño haciendo puchero.

-Jajajaja ya veo ya veo, no eres fácil de engañar cierto, sabes, creo que después de tanto tiempo
decirle chico a mi hijo es algo muy impersonal ¿no crees? – Rei Sonrió

-No diga esas cosas maestro, es de mal gusto jugar con los sentimientos de otras personas –

-No es ninguna mentira, te he criado toda la vida, aunque no compartamos sangre somos familia,
y como mi familia te daré mi apellido, te llamaras Yuan Xu Xian, aunque por desgracia es todo lo
que tengo para ofrecerte – Rei alborotó el cabello de su hijo y lo abrazó mientras el intentaba
ocultar su sollozo.

Y en unos pocos días el cumpleaños del recién nombrado Yuan Xu Xian llegó, el sol tardó mas en
salir y un viento como fúnebre se paseaba por todos los rincones del pueblo, el día mas esperado
por todos llegó, nadie quería que llegara sin embargo llegó, y sería un día normal de no ser por
que hay una profecía que dijo lo contrario.

Las mujeres desde temprano temblorosas se dispusieron a alistar a sus maridos al campo excepto
una, que llorando pidió a su marido que no asistiera hoy, el accedió y se quedó en su casa, su
trabajo era el de avisar en caso de que las bestias atacaran, pero nunca nada suele atacar el
pueblo, era un trabajo aburrido así que para que ir, como pequeñas acciones pueden cambiar
completamente el destino de una vida, o muchas en este caso, como el sol tardó mas en salir las
bestias de la noche se descontrolaron y se volvieron mas agresivas atacando el pueblo, que sin un
vigía que alerte los lograron tomar por sorpresa, siendo tan pronto en la mañana los guardias
estaban borrachos o en el cambio de turno, de modo que no se pudo defender bien el pueblo y
muchas vidas de campesinos, guardias y civiles se perdieron, sin embargo esta es una historia con
un final feliz para nuestra esposa y marido, ya que nadie los culpa a ellos del desastre, nadie
piensa que fue la histeria de la esposa o la irresponsabilidad del marido, ¿Cómo podría ser? Al fin y
al cabo, ya todo estaba dicho, todo era culpa del niño maldito.

Y así el pueblo segado por la ira y sedientos de venganza fueron a buscar a su culpable, un
inocente que no tuvo nada que ver, ni siquiera se enteró, un inocente que dormía en el regazo de
su padre tras haber llorado toda la noche, pero ¿A quien le importa eso? El está maldito y nos
maldijo a todos con él.

El clérigo, quien sabe si por impulso divino o porque en ese momento tenía un sueño más ligero
escuchó la turba acercándose, y sabiendo el día que era, imaginó que no serían peregrinos en
busca de conversión.
Tomó su hábitos y menesteres, se colocó sotana, cogió su bastón y símbolo sacro, salió del templo
y se enfrentó a la turba, pensaba que quizá solo con su presencia bastaría para calmarlos, la gente
no suele querer tener problemas con el clero y los respeta al menos un poco, así había logrado
tener a Yuan a salvo.

ALTO EN NOMBRE DE PELOR – Exclamó

APARTATE SACERDOTE, NO TENEMOS PROBLEMAS CONTIGO, SOLO QUEREMOS AL CHICO –


Exclamó el primer hombre de la multitud, era el capitán encargado de la guardia del pueblo, su
respiración y pasos eran pesados, parecía una bestia, sus ojos inyectados en odio se asemejaban a
los de un depredador hambriento de venganza y sedientos de sangre.

¿QUÉ LES HA HECHO ESTE POBRE NIÑO? – preguntó, y las gentes retrocedieron un poco, el
sacerdote tomó aire y prosiguió diciendo – ESTE NIÑO MALDITO COMO LO LLAMAN USTEDES, NO
HA HECHO MAS QUE SUFRIR SUS DESPRECIOS, GOLPES, ESCUPITAJOS, NO HA CONOCIDO EL
AMOR DE SU MADRE Y SU PADRE ES UN DESCONOCIDO ¿ENSERIO VAN A CASTIGARLO MAS?

Las gentes retrocedieron un poco más después de escuchar estas palabras y discutían diciendo:

¿Acaso el sacerdote está en contra del pueblo?

¿Tendrá razón, creo que nunca he visto al niño hacer algo malo, además él lo ha criado?

Demonio, el niño es un demonio, y ha de morir.

SI, SI EL SACERDOTE LO PROTEGE TAMBIEN HA DE MORIR.

La multitud retomó las fuerzas y se abalanzó con el sacerdote, sin embargo, los guardias del
pueblo los retuvieron, y el capitán exclamó una vez más:

OYE SACERDOTE, HAS VIVIDO CON NOSOTROS, COMPARTIDO CON NUESTRAS GENTES, HABITADO
NUESTRAS CASA, TE HEMOS DADO NUESTRAS TIERRAS PARA QUE CONSTRUYERAS UN TEMPLO A
TU DIOS EXTRANJERO, NUNCA TE HA FALTADO COMIDA NI AGUA COMO A NINGUNO DE
NOSOTROS, NOS CONOCES BIEN Y TE CONOCEMOS ¿ACASO NO VALEMOS NOSOTROS MAS QUE
LA VIDA DE ES MALDITO QUE NISIQUIERA ES SANGRE DE TU SANGRE NI CARNE DE TU CARNE?

Rei conocía a esta gente, eran buenas, honestas, trabajadoras, todo lo que había dicho el capitán
era cierto, todo excepto una cosa, puede que Yuan no sea carne de su carne ni sangre de su
sangre, pero compartían un espíritu y un querer, era su hijo por encima de todas las cosas y ¿acaso
eso no valía más? Había decidido adoptarlo y protegerlo ¿Acaso eso no era suficiente?
El general se acercó a Rei aprovechando su conmoción, le puso la palma sobre su hombro, le
susurró – Dales un sacrificio – y se dispuso a entrar a por el niño.

Rei que entendió las palabras del capitán decidió alejarse de todas sus creencias y virtudes, el
castigo celestial era ínfimo comparado al dolor que sería ver morir a su hijo y mientras el capitán
se alejaba exclamó.

SEÑOR PELOR, PERDONAME POR NO PODER SER UN SIERVO FIEL E IR CONTRA LA LEY Y LA
BONDAD, PERO PRESTALE TU PODER UNA VEZ MAS A ESTE SIERVO, DESTROZA A MIS ENEMIGOS Y
LUEGO DESTROZAME A MI EN TU CASTIGO “CRUEL SUN” – y una ráfaga de luz salió de su báculo
haciendo que las heridas del capitán se volvieran mas profundas y callera al suelo.

Y en ese momento el tiempo pareció detenerse, pero solo para el clérigo, la multitud se abalanzó
sobre el y entre gritos y maldiciones lo despojaron de sus vestiduras, rompieron su bastón y sus
huesos, estrujaron su moral y sus extremidades, azotaron su cuerpo contra el suelo y un si fin de
cortes y moretones recorrían su cuerpo, sin embargo, el tiempo del sacerdote se había detenido,
ya no podía sentir ni dolor ni fatiga, bien sea por amor de su dios hacia el o de el hacia su hijo este
dolor no se hacía presente, y solo podía dar gracias a pelor y a su amigo que yacía moribundo en el
suelo por la oportunidad de salvar a su hijo.

Yuan que se encontraba dormido aún en el salón se despertó por el bullicio de la gente en la
puerta, por un momento se le hizo extraño, pero luego lo recordó, hoy era ese día, no podía
esperar menos, buscó a su padre con la vista, pero no lo encontró, y asumiendo que su padre no
estaba decidió salir y enfrentar a la turba furiosa por sí mismo, ¿Qué tan malo podía ser? Pensó el
muchacho, su mente inocente nunca se imaginó lo que estaba a punto de presenciar, abrió la
puerta y su cara de decisión cambió, un horror que nunca había conocido se apoderó de él, ¿Cómo
era posible?, su padre, el clérigo del pueblo un hombre respetado entre todos y querido por
muchos, un hombre tan piadoso que cuidó de el incluso a sabiendas de que podría perjudicar su
reputación, ¿Quién podría hace algo así? ¿Quién sería lo suficientemente horrible para hacerlo?
¿Por qué hay bestias atacando a su padre? ¿Por qué la guardia no hace nada?, en ese momento
Yuan logró observar el cuerpo del capitán en el suelo y lo comprendió, las bestias habían entrado
donde el estaba y su padre y el capitán habían caído en combate protegiéndolo.

Un sentimiento de odio invadió a Yuan, un sentimiento tan grande que logró llamar la atención de
un ser poderoso, alguien lo había escuchado y estaba dispuesto a darle su poder, un poder capaz
de poner a tus pies al mundo entero.
¿Sientes odio? – Susurró una voz en su mente - ¿Quieres venganza?, puedo otorgártela, una
venganza que los haga sufrir incluso después de la muerte, estas bestias no se merecen nada, ni el
perdón ni el descanso eterno, solo dime que lo quieres…

El pequeño lanzó un grito atronador, fuerte y disonante, un ser que ya no tiene nada que perder,
se abalanzó sobre las bestias sin moral que masacraban aún a su padre sin poner atención siquiera
a sus gritos, y al acercarse exclamó palabras en un idioma extraño, sonaba como alaridos y
espantos, unas manos negras salieron del suelo y atraparon a esas bestias cubiertas de la sangre
de su padre, los separó y se acercó a él.

La gente del pueblo gritaba y maldecía al niño maldito, el sin embargo solo escuchaba rugidos y
aullidos, el muchacho tomó el cuerpo de su padre y lloró, lo llevó hacia donde estaba el capitán,
rezó por sus almas, miró a las bestias, tomó la espada del capitán y ejecutó a todas las bestias una
por una, su sangre llenó los vestidos del joven y el suelo que sus pies pisaban, las manos negras se
volvieron rojas y la voz tenebrosa volvió a sonar en su cabeza.

Ahora reza hacia mí, ofrécemelos y te los dejaré usar como marionetas, toma esta flauta y tócala
para controlarlos, y así pasó, tocó y las manos soltaron los cadáveres, tocó otra vez y los muertos
se levantaron, el alma de sus cuerpos se arrancó y sus cadáveres se consumieron en polvo y un
ejercito de espectros se levantó.

Luego de llorar nuevamente la muerte de su padre y del capitán que dieron su vida tratando de
defenderlo los enterró y rezó, pero no a Pelor como su padre les había enseñado, sino que habló
el idioma de los abismos y exclamó

“Tú que, si me protegiste y me diste la fuerza para seguir adelante, tú que de entre todos los
desgraciados de este mundo te fijaste en mí, ahora te debo todo y eres todo lo que tengo, así que
te daré todo lo que tuve, toma a mi padre y al capitán, de ellos cuida y yo te sirvo”.

Los días pasaron y el pueblo se levantó de nuevo, sin embargo, yacía gris en el horizonte, como
visto a través de un filtro, el color del pueblo cambió, los edificios volvieron a sus lugares, las
murallas se levantaron de nuevo y los habitantes a paso lento y torpe recorrían sus calles, pero
todo estaba opaco, el pueblo antes brillante, alegre y desbordante de gozo ahora se podía ver
entero desde la percepción de Yuan
Una nueva necrópolis había nacido en lo profundo de las montañas de oriente, una Necrópolis
gobernada por un joven Yuan, aunque de poco valía porque todo lo que quería y anhelaba ya no
existía, estaba decidido a morir de inanición de ser necesario, pero la voz volvió a presentarse.

Ya has conseguido tu venganza, y ahora los tienes atados a ti para siempre – Sonaba la voz
mientras una sombra aparecía frente a Yuan – ahora has de cumplir tu parte del trato, ahora has
de darme lo que me pertenece, el poder a cambio de la servidumbre fue el trato.

Yuan permaneció en silencio, impasible ante las exclamaciones del ser, su mirada vacía de ya no
importarle nada, era para todos los factores un muerto más de la ciudad, lo único que sus labios
pronunciaban era una canción de cuna, una pequeña oración convertida en canción que su padre
siempre recitaba para él.

“En la primera noche solo estaba Ao, él deseó la vida por eso la creó, Luz y Oscuridad fue lo que de
el surgió, Selune y Shar lo primero que existió, luz y oscuridad lo primero que existió, luz y
oscuridad lo primero que existió.

Selune y Shar se pusieron a crear, planetas y estrellas para el universo llenar, sin embargo,
pelearon con ferocidad, una quería vida la otra oscuridad, Selune ganó y Mistra nació, Selune ganó
y Mistra nació

De la creación de Ao nacen otros más, no quieren compartir ellos quieren reinar, otra guerra
empieza en la creación, son los primordiales contra la fuerza de dios, frio y oscuridad fue lo que
quedó, frio y oscuridad fue lo que quedó

Ao no queriendo ver pelear a su creación, decidió separar el planeta en 2…”

Una sombra se levantó delante de el y extendió su mano, intentando agarrarlo, pero no lo logró, la
mano se desintegró mientras se acercaba y un chillido salió de la sombra cortando la canción del
niño.

Pero la canción siguió en otra voz, una voz que resonó por todo el pueblo y el grisáceo tono que
tenía cambiaba a color a medida que la voz se acercaba.
La sombra maldijo y chilló de nuevo, pero la voz ahogaba sus gritos, todos los muertos que Yuan
creía controlar se abalanzaron contra la voz sin que el lo ordenara, pero todos desaparecieron en
el fulgor del estribillo, unas palabras inentendibles salieron de la boca de un hermoso ser y una luz
salió que salió de su boca iluminó todo.

Se acercó a la sombra, dejó de cantar y dijo.

Deja de atormentar a ese niño, su inocencia lo ha dejado caer en la desesperación y tu lo has


arrastrado al abismo – sacó un laúd y siguió la melodía de la canción – si no lo dejas me verá
obligado a hacerte desaparecer, si vas a usar el nombre de un dios al menos deberías tener un
poco de poder ¿no crees?, impostor de Nerull desaparece.

El bardo tocó su laúd y la sombra desapareció.

Y ahora ¿Qué haré contigo?


Los años pasaron y el mundo se olvidó de aquel pueblo gris y sombrío, de su tristeza y su
amargura, todo el mundo excepto aquellos dos que lo vivieron.

Yuan después de mucho tiempo pudo volver a sonreír, decidió viajar con Yunnan y aprender de él,
hasta que un día llegaron a una aldea, se metieron a una taberna y se sentaron a comer.

Oye Yuan ¿Cuánto tiempo hemos viajado? – le sonrió

9 años señor Yunnan, desde que me rescató de esas bestias – y se acercó a el

Ya veo, oye chico, el mundo está cambiando y necesito reunirme con unos viejos amigos, no te
puedo llevar conmigo – tomó sorbo de su cerveza.

Pero señor Yunna, yo yo he logrado hacer lo que usted hace, he sido fiel a sus enseñanzas, por
favor no me abandones, no quiero estar solo de nuevo, no quiero volver a caer en el abismo… no
de nuevo… - y metió su cabeza entre los brazos de Yunnan llorando.

Toda la taberna se hizo silencio, las miradas se clavaron en ellos un segundo se hizo eterno y todo
el barullo se convirtió en susurros, Yuanan los miró y todos volvieron a lo que estaba haciendo,
tomó la cabeza de Yuan y lo besó en la frente

Nunca te dejaré, siempre que me necesites puedes buscar en tu corazón y en tus recuerdos,
siempre me encontrarás ahí para darte consejo y consuelo – sonrió – además, es momento de que
vivas tus propias aventuras y cantes tus propias canciones, una obra gigantesca protagonizada por
ti y los compañeros que te acompañen, ansió oírla y cuando la oiga espero oír estas palabras en
ella – Y pronunció unas palabras en un lenguaje que no se había pronunciado en muchos siglos, los
que la oyeron lloraron y el corazón se les enterneció.

Yuan lloró y asintió - ¿Me prometes que la escucharás?

Asintió la cabeza, se lo prometo señor Yunan, seré el mejor bardo del mundo, y podré hablar la
lengua que usted usa para sus obras, pero por favor prométame escucharlas, prometo hacer de
mis aventuras una canción con un inicio triste y un final glorioso – Dijo mientras gritaba, pero esta
vez nadie más los oía, parecía que estaban en su propio mundo, un cuadro y perfecto, si el tiempo
se hubiera detenido en ese momento habría sido perfecto, pero son pinturas que quedarán solo
en nuestros recuerdos como lectores.

La noche pasó y Yunan y Yuan bromearon y tomaron, comieron y rieron y cuando fue ya hora de
dormir Yunan bajó con el tabernero y le pagó para que diera comida y techo hasta que el decidiera
irse, también compró una flauta, un estoque y una armadura de cuero para Yaun, junto a una nota
que rezaba:

“Sabes que no soy bueno para las despedidas


te quiero como los pájaros la mañana
como las flores al sol
y porque te quiero tengo que dejarte volar

tienes que volar y si lo impidiera sería como matarte


matar tus ganas y tu ilusión
no me odies por irme así

Pero sabes que no soy bueno con las despedidas


como al aire necesito verte
como al sol te necesito yo
pero ni el aire se captura
ni el sol se posee

del aire se vive


y el sol nos calienta
guarda un dulce recuerdo de mí y recuerda

No soy bueno para las despedidas


así que por favor vuela
vuela alto para que te pueda ver
brilla fuerte para que guíes mi camino

escribe y canta tu historia


vive por ti y tus compañeros
y cuando nos volvamos a ver cántame

Y quizá tu seas mejor que yo en las despedidas.

También podría gustarte