417-432 - TEMA-19 - MOD-10 Psicofarmacos
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RESUMEN
En los últimos años hemos asistido a un aumento claro de los problemas de salud
mental, tanto en niños como en adolescentes (alteraciones del comportamiento,
de las emociones, las relaciones sociales o el neurodesarrollo). Además de la elevada
prevalencia, los avances en la psicofarmacología infantojuvenil han propiciado también
un aumento de los tratamientos farmacológicos disponibles para esta población,
y con ello un incremento de las prescripciones de psicofármacos en los últimos años.
A pesar de la controversia al respecto, los estudios confirman que estos fármacos
desempeñan un papel esencial en algunos cuadros clínicos. El pediatra, ya sea
desde su papel de posible prescriptor o de persona de confianza a la que las familias
van a demandar su opinión experta, debe conocer la evidencia científica de estos
tratamientos y las repercusiones positivas o negativas que pueden tener a corto,
medio y largo plazo, así como la necesidad de mantener controles específicos
de salud en estos pacientes. En este capítulo vamos a revisar desde la práctica
clínica los diferentes psicofármacos comercializados en nuestro país
y el papel que desempeña el pediatra en la prescripción y la supervisión
de estos tratamientos.
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I Curso de psiquiatría del niño y del adolescente para pediatras
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Tema 19. Utilización de psicofármacos en pediatría
Fecha de nacimiento:
Entiendo que la medicación es sólo una parte de su tratamiento, y que además se realizan
intervenciones psicoterapéuticas. El médico me ha dado información sobre los medicamentos,
me ha explicado los riesgos/beneficios de tomarlos o no, los riesgos/beneficios de tratamientos
alternativos y los riesgos/beneficios de no hacer nada. El médico me ha dado la oportunidad de
hacer preguntas y me las ha respondido. Entiendo que debo informar a cualquier médico sobre
los medicamentos que tomo. Entiendo también que puedo retirar mi consentimiento en cualquier
momento, consultando con mi médico.
Firma del paciente (si es mayor de 12 años): Fecha:
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I Curso de psiquiatría del niño y del adolescente para pediatras
cluye un modelo más genérico, que puede utilizarse para las diferentes familias de
psicofármacos.
Una vez elegido el fármaco más indicado (balance entre efecto terapéutico y posi-
bles efectos secundarios), el prescriptor siempre buscará la menor dosis con efecto
terapéutico y evaluará continuamente la eficacia y la tolerancia; por tanto, se hará
una escalada lenta para reducir el riesgo de efectos secundarios y favorecer una bue-
na adherencia (dejando clara la opción de consultar durante este proceso si existe
alguna duda).
En cada visita de seguimiento hay que decidir, en función del grupo farmacológico
descrito, si es necesario realizar o repetir alguna prueba complementaria o valorar
los posibles cambios en alguna de las determinaciones (analítica de control, peso,
frecuencia cardiaca, presión arterial...).
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Tema 19. Utilización de psicofármacos en pediatría
Es importante que en los niños con psicofármacos prescritos durante ≥6 meses se rea-
lice un seguimiento cercano de los aspectos clínicos, como el peso, la talla, la presión
arterial y las variables bioquímicas, como la función hepática (lo recomendable es rea-
lizar una analítica de control al menos 1 vez al año).
Psicoestimulantes
Son la primera línea de tratamiento en el trastorno por déficit de atención e hiperac-
tividad (TDAH), salvo si el niño presenta un nivel de ansiedad elevado, un cuadro de
tics o una epilepsia comórbida, en cuyo caso la primera indicación serían los inhibi-
dores de la recaptación de noradrenalina (atomoxetina), o cuando el perfil de impul-
sividad o de trastorno de conducta sea muy elevado, en cuyo caso los alfa-2 ago-
nistas tendrían un papel claro (guanfacina).
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I Curso de psiquiatría del niño y del adolescente para pediatras
Las dosis iniciales de metilfenidato son de 0,5 mg/kg/día, que se pueden aumentar
hasta 1,2 mg/kg/día en función de la efectividad. Con las presentaciones de libera-
ción rápida se deben administrar 2-3 dosis iguales al día siempre después del desa-
yuno, la comida y la merienda (debido al efecto supresor del apetito). Los de libera-
ción lenta de 12 horas se administran 1 vez al día, y los de 8 horas, aunque son una
buena opción cuando no existe demasiada carga académica, en algunos casos pue-
den administrarse con una segunda dosis a la hora de comer, o complementarse con
una dosis de liberación rápida después de la merienda. La lisdexanfetamina debe in-
gerirse después del desayuno, en una única toma al día, y el comprimido puede di-
solverse en agua.
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Tema 19. Utilización de psicofármacos en pediatría
cefalea y empeoramiento de los tics. Es muy posible que la familia acuda al pediatra
tras la aparición de estos efectos, quien tendrá que valorar la necesidad de intervenir.
Ante la pérdida de peso es mejor reducir la dosis del fármaco o introducir descansos
en el fin de semana que utilizar estimulantes del apetito. En casos de insomnio hay que
intentar utilizar presentaciones que se hayan eliminado por completo antes de conci-
liar el sueño. Para evitar la aparición de cefaleas o abdominalgias se debe hacer una
escalada muy lenta de la dosis. En los niños con TDAH y epilepsia se recomienda el
tratamiento con psicoestimulantes cuando no presentan crisis y se mantiene un trata-
miento anticonvulsivante de base. En los niños con TDAH y tics, el uso de psicoesti-
mulantes es controvertido y hay estudios que sugieren que en dosis altas o con pre-
sentaciones de liberación lenta se produce un mejor control de los tics.
En los niños con TDAH y trastornos del desarrollo del espectro autista, este trata-
miento se debe emplear con precaución, ya que en ocasiones puede provocar una
agitación psicomotriz, por lo que se recomienda introducir la pauta lentamente y man-
tenerla en dosis bajas. De todas formas, en algunos casos mejora la concentración
y reduce la hiperactividad y los movimientos estereotipados.
La tarea del pediatra de atención primaria con este grupo de fármacos es implicarse
en el seguimiento y supervisar los posibles efectos secundarios. En el subgrupo de
niños que presentan un TDAH puro, también sería posible manejar los psicoestimu-
lantes desde atención primaria (al parecer, en algunas regiones de nuestro país esta
práctica es habitual).
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I Curso de psiquiatría del niño y del adolescente para pediatras
En todos los niños antes de la prescripción es necesario realizar una exploración car-
diovascular desde atención primaria. La realización de pruebas más exhaustivas, co-
mo un electrocardiograma o un ecocardiograma, sólo será necesaria en caso de que
haya alguna patología cardiaca o una historia familiar de problemas cardiovascula-
res de relevancia. Se recomienda medir la presión arterial, el pulso, la talla y el peso,
al menos, cada 3 meses, y realizar una analítica de control (hemograma, bioquímica
y función hepática), como mínimo, 1 vez al año.
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Tema 19. Utilización de psicofármacos en pediatría
Los estudios muestran que tiene un perfil más específico cuando el adolescente pre-
senta un nivel elevado de ansiedad comórbida o un trastorno por tics. De igual ma-
nera, hay que considerarla como una buena opción terapéutica si el niño presenta
epilepsia de forma comórbida.
Alfa-2 agonistas
Desde 2017 disponemos como nueva indicación para el TDAH de un alfa-2 agonis-
ta, la guanfacina (que ya venía utilizándose junto con la clonidina en otros países).
Los estudios demuestran un nivel de eficacia elevado con este fármaco, especial-
mente si existe un perfil de gran impulsividad en el paciente.
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I Curso de psiquiatría del niño y del adolescente para pediatras
Antidepresivos
Aunque no están exentos de controversias, está claro que los antidepresivos se utili-
zan en los niños en diagnósticos muy variados y pueden mejorar, entre otros, los
siguientes síntomas: tristeza, ansiedad, síntomas obsesivo-compulsivos, labilidad emo-
cional y fobia social. Los diagnósticos clínicos en que están indicados los antidepresi-
vos son: episodios depresivos, trastornos de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo
y enuresis nocturna. La edad a partir de la cual se pueden prescribir varía, pero en su
mayoría a partir de los 10 años.
Las dosis que se utilizan son las mismas recomendadas en los adultos. Por lo gene-
ral, son bien tolerados (los efectos secundarios más frecuentes son los síntomas gas-
trointestinales). Se aconseja mantenerlos, al menos, entre 3 y 6 meses después de
la mejoría. Es importante vigilar en el adolescente la aparición de síntomas hipoma-
niacos y retirar el fármaco si éstos aparecen.
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Tema 19. Utilización de psicofármacos en pediatría
Existe un área de controversia clara con esta familia de fármacos: el posible aumen-
to de la ideación suicida y, por tanto, los aspectos legales derivados de su utilización.
A pesar de que inicialmente se generó una alerta farmacológica por este riesgo, ac-
tualmente la indicación se mantiene tanto para los niños como para los adolescen-
tes, y existen recomendaciones claras sobre su utilización.
Cada vez más profesionales de salud mental y algunos pediatras de atención prima-
ria utilizan esta familia de psicofármacos, sobre todo en los adolescentes, y espe-
cialmente en los niños y adolescentes con una sintomatología psicosomática grave
o cuadros de fobia escolar o social.
Antidepresivos tricíclicos
Debido a la tasa alta de efectos secundarios (cardiotoxicidad y sedación) y de toxi-
cidad en caso de sobredosis, estos fármacos no están indicados en la infancia y la
adolescencia como primera línea de antidepresivos, a pesar de tener una eficacia
clara. Los antidepresivos tríciclicos se utilizan también para el trastorno obsesivo-
compulsivo, y en dosis bajas para mejorar la enuresis nocturna en los casos en que
no haya funcionado la desmopresina. Los más utilizados en niños y adolescentes
son: imipramina, clomipramina amitriptilina y desipramina. Se recomienda utilizar do-
sis bajas y vigilar de cerca los efectos secundarios, sobre todo cardiacos.
Neurolépticos/antipsicóticos
Aunque los neurolépticos tienen como principal indicación el tratamiento de los tras-
tornos psicóticos, en la infancia y la adolescencia se utilizan de forma muy frecuen-
te para controlar los síntomas que se enmarcan dentro de las conductas disruptivas
y la agresividad (impulsividad, irritabilidad, baja tolerancia a la frustración...). También
tienen una efectividad clara en los trastornos por tics complejos y el síndrome de
Tourette (ST).
Los neurolépticos atípicos más utilizados en este grupo de edad son: risperidona,
olanzapina, paliperidona, aripiprazol, ziprasidona, amisulprida y quetiapina. Muchos
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I Curso de psiquiatría del niño y del adolescente para pediatras
estudios han confirmado una clara eficacia de risperidona para la irritabilidad, la agre-
sividad y la agitación en niños y adolescentes con trastornos del espectro autista y
con problemas de conducta asociadas a otras patologías (como el TDAH o el tras-
torno negativista desafiante).
Para los cuadros de tics complejos o el diagnóstico de ST, está indicado el tratamien-
to con haloperidol (antipsicótico convencional) en dosis de 0,5-3 mg/día, o los anti-
psicóticos atípicos, como el aripiprazol o la quetiapina.
La dosis de estos fármacos no depende del peso, por lo que siempre hay que em-
pezar con la dosis mínima y hacer una escalada gradual en las siguientes semanas,
hasta alcanzar la eficacia junto con una buena tolerancia. La mayoría de ellos ofre-
cen la posibilidad de administración en jarabe, gotas o comprimidos dispersables, lo
que facilita en ciertos casos la administración y la adherencia al tratamiento en algu-
nos niños. Respecto a las pruebas complementarias, es recomendable realizar una
analítica de control cada 6 meses y determinar los niveles de prolactina, ya que ésta
puede aumentar.
Aunque en la mayoría de los casos van a utilizarse desde los dispositivos de salud
mental, de forma puntual, en casos de elevada agresividad o irritabilidad, pueden uti-
lizarse en atención primaria, siempre como parte de un plan de intervención y co-
menzando por unas dosis bajas.
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Tema 19. Utilización de psicofármacos en pediatría
Benzodiacepinas
La utilización de las benzodiacepinas en niños y adolescentes debe limitarse a ca-
sos graves y a periodos muy breves (menos de 4 semanas). Su principal indicación
son los trastornos de ansiedad. Algunos de ellos, como el clorazepato, cuentan con
una presentación pediátrica, lo que hace posible ajustar la dosis en los niños de for-
ma adecuada. En los adolescentes es mejor utilizar diazepam o lorazepam, ya que
permiten un mejor ajuste de la dosis.
Si existe un trastorno del sueño en el adolescente, hay que intentar utilizar medidas
higiénicas inicialmente. Se puede administrar melatonina durante unas semanas pa-
ra establecer un patrón de sueño saludable.
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I Curso de psiquiatría del niño y del adolescente para pediatras
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Psicofármacos disponibles en España
Trastorno por déficit de Depresión Trastorno Autismo con trastorno Trastorno Ansiedad Tics complejos
atención e hiperactividad de conducta de conducta obsesivo-compulsivo
Fármacos •M etilfenidato • Fluoxetina •R isperidona • Risperidona • Fluvoxamina • F luoxetina •H aloperidol
• L isdexanfetamina • Sertralina • Aripiprazol • Aripiprazol • Sertralina • P aroxetina • P imozida
• Atomoxetina • Escitalopram •O xcarbazepina • Guanfacina • Amitriptilina •C lorazepato
•G uanfacina • Topiramato • Atomoxetina • Clomipramina •D iazepam
• Metilfenidato • L orazepam
Dosis •M etilfenidato 0,5-1,5 mg/kg/día, • Fluoxetina •R isperidona • Dosis más bajas • Fluvoxamina • F luoxetina •H aloperidol
en 1, 2 o 3 tomas en función de • Sertralina 0,5-3 mg/día de las indicadas en 50-150 mg • P aroxetina 20 mg 0,5-2,5 mg/día
la presentación (mejor escalar 50-100 mg •O xcarbazepina niños sin autismo • Sertralina •C lorazepato • P imozida
lentamente) • Escitalopram 300-1.200 mg/día (siempre realizar 50-150 mg 2,5-10 mg 1-3 mg/día
• L isdexanfetamina 30, 50 o 70 mg/ 20 mg • Topiramato escaladas lentas y • Amitriptilina •D iazepam
día (según respuesta individual) • Comenzar 50-300 mg/día mantener dosis más • Clomipramina 2,5-5 mg
• A tomoxetina 0,5 mg/kg/día la con ½ dosis bajas) 10-150 mg • L orazepam
1.ª semana, después 1,2 mg/kg/ la 1.ª semana 1-3 mg
día, 1 x día por la mañana o por
la noche
•G uanfacina 1-4 mg/día en 1 única
toma (mañana o noche)
Duración del • Individualizar (la mayoría hasta • Entre 3 y • Al menos 2 meses • Variable, reducir • Entre 3 y 6 meses • F luoxetina, • 3 meses
tratamiento el final de la escolarización) 6 meses después de mejoría gradualmente después de la paroxetina: 3 meses a partir de la
después de clínica después de 2 meses mejoría después de la mejoría en casos
la mejoría de mejora mejoría leves
•C lorazepato, • 6 meses a
diazepam, partir de la
lorazepam: no más mejoría en casos
de 4 semanas moderados
Efectos •M etilfenidato: pérdida de apetito, • Náuseas, •R isperidona, • Risperidona, • Náuseas, cefaleas •N áuseas, cansancio, • D istonía,
secundarios insomnio cefaleas aripiprazol: aripiprazol: aumento (1.ª semana) embotamiento síntomas
más • L isdexanfetamina: similares (1.ª semana) aumento de de apetito y cognitivo extrapiramidales
frecuentes al metilfenidato apetito, distonía cansancio
•G uanfacina: cansancio • Topiramato: pérdida • Metilfenidato:
de apetito pérdida de apetito
y posible agitación
Controles • P eso, talla, exploración física • No necesarios • E xamen físico, peso • Examen físico • ECG con amitriptilina • N
o necesarios • E xamen físico,
médicos • Tensión arterial y pulso y posible ECG y posible ECG y clomipramina peso y posible
(posible ECG) (antes y durante ECG
el tratamiento)
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