Reseñas
Reseñas
La mujer vampiro
María Teresa Andruetto
Ilustraciones de Lucas Nine.
Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2001. Colección Cuentamérica.
"Viejas como el miedo, las ficciones fantásticas son anteriores a las letras."
Adolfo Bioy Casares (1)
Los cuentos de miedo ocupan una buena parte de los relatos tradicionales en todas las culturas. Quizás, como señala
el prólogo de La mujer vampiro, porque "las historias de miedo nacen de la necesidad de hablar de esos miedos, de
enfrentarlos a través de las palabras".
Los cuentos de La mujer vampiro construyen para el lector un mundo cercano, identificable en la "realidad" (2),
poblado de elementos familiares. En ese mundo cotidiano irrumpen seres sobrenaturales o fenómenos inexplicables, en
muchos casos originarios del relato de la tradición oral, como sucede con El Miquilo en "Tatita, córteme las uñas". Éste
y "Un viaje en taxi" tienen a Felipe por narrador. El lector se familiariza con el niño hincha de Belgrano que acompaña a
su tío Manolo en el taxi, transitando lugares representativos de la ciudad de Córdoba. El tío Manolo puede predecir el
destino de cada viaje, conoce su profesión y su ciudad. Pero aún en la ciudad conocida hay avenidas desiertas, y una
extraña mujer vestida de blanco con un ramo de flores rojas como una mancha de sangre. En un mundo doméstico y
creíble sucede un hecho increíble, irrumpe lo inexplicable, el fantasma.
"Tatita córteme las uñas" es una recreación de relatos populares con El Miquilo, un diablo autóctono de las sierras
cordobesas, como personaje. Esta segunda historia de Felipe derrumba las certezas del padre escéptico que no creía
en "cosas raras".
En "El guante de encaje", también basado en un cuento popular y ambientado en el paisaje de la llanura cordobesa, el
fantasma de una joven deja constancia de su paso por el mundo de los vivos a través del objeto olvidado. A la inversa,
en "La mujer vampiro" una persona común es confundida con un ser sobrenatural, y en torno al mito surge la leyenda
popular. Se desdibujan así las diferencias entre lo real y lo imaginario.
Con el personaje de Doña Rosa la Lonera, en "Los sueños de José" ingresa la locura como otro elemento habitual del
relato fantástico que nos arrastra fuera de los límites de la racionalidad. En este cuento se transgreden las fronteras
entre el sueño y la vigilia a través de las marcas que los diabólicos latigazos dados en sueños, dejan en el cuerpo del
niño.
También en "Una sombra negra" el sueño será el espacio del mundo fantástico. En la pesadilla que se repite cada
noche, un niño al que se le ha muerto recientemente su madre, se ve atraído por una enorme sombra que no llega a
revelar su identidad. La voz de su madre en el teléfono previniéndolo de las consecuencias fatales del sueño, provoca
la coexistencia de planos habitualmente irreconciliables: sueño-vigilia, vida-muerte.
En "Albóndigas de pescado", el último cuento del libro, el pícaro resulta burlado por el propio fantasma. Se reúnen de
este modo el humor y lo sobrenatural.
Enmarcados en la colección "Cuentamérica", en los cuentos de La mujer vampiro hallamos elementos del relato
tradicional, en sus personajes sobrenaturales, en la recreación del cuento popular... Junto a estos elementos de la
tradición oral el lector descubre nombres, personajes, lugares geográficos, objetos identificables con su realidad
cotidiana. La irrupción de lo extraño o sobrenatural en el mundo conocido produce el efecto propio del género
fantástico: la desarticulación de las seguridades a partir de las cuales percibimos la realidad. En la coexistencia de
mundos irreconciliables, lo conocido, lo rutinario revela roturas y brechas por las que asoma lo desconocido, lo
inquietante, lo siniestro. Los lectores se adentran así en las características propias de un género en el que el miedo no
se limita a la enunciación de personajes, acciones o lugares del terror.
En palabras de Ana María Barrenechea, en el relato fantástico "se postula la realidad de lo que creíamos imaginario y
por lo tanto la irrealidad de lo que creemos real. Por deducción lógica o por contagio del mundo del misterio se llega a
dudar de nuestra propia consistencia". (3)
Recomendado a partir de los 10 años.
Marcela Carranza
Notas
(1) Adolfo Bioy Casares. "Prólogo" en Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo, Antología de la
literatura fantástica (1940), Bs. As., Sudamericana. 1996.
(2) Los cuentos de La mujer vampiro tienen por escenario explícito la ciudad capital, otros paisajes y localidades de la
provincia de Córdoba.
(3) "Ensayo de una tipología de la literatura fantástica", en Revista Iberoamericana 38, N° 80, julio-setiembre 1972,
pags. 391-403.
Marcela Carranza es maestra y Licenciada en Letras Modernas de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).
Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) participó en el programa
de bibliotecas ambulantes "Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y en el equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección
de Libros. Forma parte del grupo de estudio La Nuez, en el área de la literatura infantil y juvenil.
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N° 97 | RESEÑAS DE LIBROS | 5 de marzo de 2003
Nota
(1) Orgambide, Pedro. Horacio Quiroga. Una biografía. Buenos Aires, Planeta, 1994.
(Reseña extraída de la revista Educación y Biblioteca, N° 123; Madrid, mayo/junio de 2001, con autorización de la
autora y los editores.)
Ana Garralón ([email protected]) es diplomada en Magisterio, ensayista y crítica de
literatura infantil y juvenil. Sus artículos se publican en diversas y prestigiosas revistas literarias y
tiene a su cargo la sección de Literatura Infantil de la revista española Educación y Biblioteca.
Tradujo al castellano el libro La poesía en la escuela. Hacia una escuela de la poesía, de
Georges Jean (Madrid, Ediciones de la Torre, 1996). Junto con Verónica Uribe, preparó la
selección de poemas Oda a la bella desnuda y otros escritos de amor, de Pablo Neruda
(Caracas, Ediciones Ekaré, 1998). Realizó la antología de poesía infantil hispanoamericana Si
ves un monte de espumas y otros poemas (Madrid, Anaya, 2000). Es autora de Historia portátil
de la literatura infantil (Madrid, Anaya, 2001).
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Historias de miedo
Angela Sommer-Bodenburg
Ilustraciones de Helga Spiess.
Traducción de Azucena Viloria Serrano.
Barcelona, Círculo de Lectores, 1994.
Florián es un niño a quien una herida inflamada en su pierna obliga a guardar reposo en la cama.
Florián es aficionado a las historias de miedo y el mejor remedio contra el aburrimiento es lograr
que cualquier adulto cercano le cuente alguna. Así, su madre, su padre, su abuela, la joven que lo
cuida mientras los padres no están, y hasta el médico que lo atiende, se convertirán en narradores
ocasionales. Incluso él mismo se animará a escribir sus propias historias de miedo y fascinará a
los suyos con un par de ellas. Florián será entonces el hilo conductor de esas historias que
conformarán el contenido central del libro.
Conviene aclarar en este punto que el libro Si quieres pasar miedo (Espasa-Calpe) contiene cinco cuentos, mientras
que la edición del Círculo de Lectores, Historias de miedo, incluye estos cinco y agrega cinco más.
Las historias de Angela Sommer-Bodenburg resultarán inquietantes para el joven lector. Extrañas apariciones y
premoniciones en algunas, posibles casos de vampirismo y licantropía en otras; todas crearán un clima sobrenatural
que estremecerá al lector, sin recurrir al golpe bajo o a la truculencia. Un detalle a destacar es la ambigua resolución de
las historias, que siempre dejará con la duda a Florián (y al lector): los hechos narrados, ¿ocurrieron o no realmente?
Todo puede ser posible en la dimensión desconocida...
Angela Sommer-Bodenburg aborda en estas historias de miedo una faceta narrativa distinta al humor y a la aventura,
que caracterizaron a las novelas de la saga iniciada con El pequeño vampiro. Y, a juzgar por los resultados, el intento
valió la pena.