Ser Hijo de Pastor Es Una Enorme Bendición y Un Gran Privilegio
Ser Hijo de Pastor Es Una Enorme Bendición y Un Gran Privilegio
Ser Hijo de Pastor Es Una Enorme Bendición y Un Gran Privilegio
porque nos permite tener una relación más cercana con la iglesia y,
en muchos casos, vivimos más entregados a Dios por medio de
nuestra familia. Aprendes a entender mejor a la congregación, y a
madurar espiritualmente, además, conoces a fondo el trabajo
pastoral. Pero este privilegio no es fácil de vivir, es una experiencia
en la que pasas de todo, tristeza, enojo, desesperación, crisis, alegría,
etc. Muchas veces vamos a estar expuestos a ser criticados y juzgados
por nuestros errores. Llega el punto en el que te desesperas y
preferirías no formar parte de la familia pastoral, entras en un
momento de crisis y hasta juzgas a la iglesia.