Art. 04 - Patologia de La Edificacion

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TEMA 38:

PATOLOGÍA DE LA EDIFICACIÓN

I. PATOLOGÍA Y LESIONES EN LAS EDIFICACIONES Y


CONSTRUCCIONES

1. INTRODUCCIÓN.

Las lesiones que pueden producirse en las edificaciones y construcciones pueden


ser debidas a diferentes y muy diversas causas, las cuales dependen del tipo de
estructura que ha sido utilizada para construirla. No es adecuado, por lo general, intentar
asociar una lesión producida en una edificación a una única causa, ya que normalmente
suele deberse a un conjunto de causas u orígenes. Sin embargo, la realización de
estudios de los diferentes tipos de lesiones que pueden aparecer e intentar asociarlos a
sus posibles orígenes o causas, nos proporciona información valida para poder tomar
decisiones que pueden prevenir o evitar la perdida de vidas humanas y materiales. Por
ello podemos definir dos campos que estan muy relacionados:

· PATOLOGIA.- En el ámbito de la construcción, se define como el estudio de las


diversas lesiones que se pueden manifestar en todo tipo de construcciones.
· SINTOMATOLOGIA.- Es aquella parte de la arquitectura que se ocupa del
estudio de los signos o fenómenos reveladores de las lesiones o desordenes que
puedan tener las edificaciones o las construcciones.

2. SINTOMATOLOGÍA.

De acuerdo a ello, podemos decir que las diferentes lesiones o desordenes que
puedan aparecer en las edificaciones, se van a manifestar a través de una serie de
señales o signos más o menos visibles. Entre los principales aspectos sintomatológicos
podemos destacar :

- Deformaciones.

- Disgregaciones.

- Desagregaciones.

- Hinchazones.

- Cambios de coloración.

- Desplomes, pandeos y torsiones.

- Agrietamientos y fisuraciones.

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En las construcciones, todos cuantos defectos se originen en el cálculo o
proyecto, en la ejecución, la mala calidad de los materiales, en el mal uso o
explotación, mala conservación o en acciones no previstas o accidentales, se
suelen manifestar por medio de alguno de los signos o señales anteriormente
mencionados. Por ello vamos a ver de que se trata cada uno de ellos :

2.1. DEFORMACIONES: Son normalmente aquellas desviaciones o cambios de forma


que se suelen presentar en prácticamente todos los elementos estructurales al tener
aplicada un esfuerzo o conjunto de ellos, por ello si dichas deformaciones son
excesivas nos indicarán que en ese elemento se estan produciendo cargas o
dilataciones (acción del calor) no previstas, que pueden dar lugar a desordenes o
lesiones que afecten seriamente a la edificación o construcción. Son típicas las
deformaciones o dilataciones que se producen en las estructuras de acero y más
concretamente en los elementos de tipo horizontal como las vigas y los forjados o en
las cerchas y pórticos.

2.2. DISGREGACIONES: Es una lesión típica de los hormigones armados y sin armar
que se manifiesta por el desprendimiento del mismo en trozos más o menos sanos.
Por lo general tiene su origen o causa en esfuerzos internos que dan lugar a fuertes
tracciones que dicho elemento no es capaz de soportar. Entre las causas que pueden
producir dicho fenómeno se encuentra la corrosión de las armaduras, congelaciones
del agua interna, cargas excesivas, etc.

2.3. DESAGREGACIONES: Es también una típica lesión de los hormigones y donde se


produce una perdida de cohesión de los materiales que lo componen de forma que se
desmenuzan y pierde su capacidad de resistencia para el cual fue diseñado. Entre las
causas principales tenemos los ataques químicos de sustancias (sulfatos, cloratos,
etc.), cargas muy excesivas, mala calidad de los materiales, vejez de la obra, etc.
2.4. HINCHAZONES: Estos síntomas suelen aparecer en las estructuras de madera y de
hormigón, ya sea por una excesiva humedad, ataque de algunos productos químicos,
deformaciones de las armaduras en el hormigón armado, etc. Estos síntomas son por
lo general difíciles de diagnosticar y pueden ir acompañados por disgregaciones o
desagregaciones.
2.5. CAMBIOS DE COLORACION.

Este fenómeno puede presentarse en la mayoría de los elementos estructurales y que


pueden ser motivados por la acción de agentes químicos, la humedad, la acción del
calor o incendios, presencia de sales solubles (eflorescencias y criptoflorescencias),
etc.

2.6. DESPLOMES, PANDEOS Y TORSIONES: Aunque en definitiva no son más que


caídas o deformaciones producidas en algún elemento estructural, han sido tratados a
parte por presentarse generalmente en elementos que estan soportando cargas
excesivas o de forma progresiva, produciéndose en ellos normalmente empujes, giros
y rotaciones, que combinados hacen perder la posición del elemento diseñado,
separándose de sus adyacentes, deformarse apreciablemente e incluso pudiendo
peligrar su estabilidad y con ello produciéndose su desplome.
2.7. GRIETAS Y FISURAS: Aunque en toda lesión puede aparecer alguna de las
manifestaciones anteriores, por lo general estas irán siempre acompañadas por la

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aparición, mas o menos visible, de grietas o fisuras. Es decir, la fisuración es el
síntoma patológico por excelencia. Estas manifestaciones pueden ser o no
importantes para el comportamiento posterior de la estructura, ya que la existencia de
un fenómeno de desorden en evolución, pueden indicarnos al efecto que éste pueda
causar en el comportamiento de la misma. Las grietas y fisuras que se originan o
manifiestan en las Estructuras de hormigón armado son las más comunes y por
sus semejanzas pueden ser trasladadas en muchos de los casos, a las originadas en
otro tipo de estructuras. Pudiendo por consiguiente distinguir entre :
Fisuras que no afectan a la resistencia: Son aquellas fisuras o grietas que no
afectan a la capacidad resistente de la edificación, siendo por lo general
superficiales y poco profundas. Por ello, generalmente el único peligro que
existirá cuando se produzcan, será la posible destrucción con el tiempo de las
armaduras por los agentes atmosféricos, humos, vapores o sustancia nocivas en
contacto con el hormigón. Las causas que pueden dar origen a este tipo de fisuras,
suelen ser entre otras:
* Afogarado (secado superficial).

* Retracción hidráulica o térmica del hormigón.

* Curado deficiente.

* Recubrimientos insuficientes.

* Dilataciones o entumecimiento del hormigón.

* Defectuosa calidad del cemento

* Mala dosificación (ya sea por un exceso del cemento o de agua).

* Acción de las bajas temperaturas durante el comienzo del fraguado.

* Temperaturas elevadas que produzcan desecación rápida del hormigón.

* Flechas excesivas.

Grietas que afectan a la resistencia: Este tipo de grietas son mas profundas
que las anteriores e incluso seccionar a los elementos estructurales, suponiendo un
riesgo en la estabilidad de la estructura ya que son el reflejo de que existe una
anomalía debida al fallo de alguno de los elementos o a la existencia de
sobrecargas excesivas. Aunque las causas que pueden originarlas son múltiples
(corrosiones, punzonamientos, torsiones, tracciones, compresiones, flexiones,
esfuerzos cortantes, sismos, inundaciones o humedades excesivas, incendios, etc.),
nos vamos a referir solamente a aquellas fisuras que aparecen por efecto
mecánico, dividiéndolas en seis grandes grupos (ver figuras en los anexos) :
* Grietas originadas por flexión. Son generalmente las más habituales y
conocidas, pudiéndose producir tanto por flexiones simples como por
compuestas. Estas se suelen manifestar en las vigas y forjados, produciéndose
por lo general por :

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- Insuficiencia en la sección metálica.- Estas grietas se manifiestan
siempre en los bordes de las piezas sometidos a tracción,
localizándose en general en las zonas de máximo momento flector, es
decir, en el centro de las vigas apoyadas y, en los apoyos y centro de
las vigas continuas o empotradas así como en el apoyo de las vigas
voladizo (figuras 1, 2 y 3).
- Insuficiencia en su sección de hormigón.- En este caso las grietas se
manifiestan en las partes comprimidas, produciéndose un desconchado
del hormigón localizándose en las zonas de momento máximo, es
decir, en el centro de las piezas apoyadas y en los arranques y en el
centro de las vigas continuas o empotradas y en el apoyo de las vigas
en voladizo (figuras 4, 5 y 6 ).
* Grietas originadas por asiento de apoyos. Las deformaciones producidas
por el descenso de un apoyo es igual a la que se obtendría por la acción de un
momento positivo en el apoyo que cede y de otro negativo en el apoyo
opuesto (figura 7). En este caso las grietas se producirán entonces por :
- Insuficiencia en la sección metálica.- Grietas en la parte inferior del
apoyo que cede y en la parte superior al apoyo opuesto.
- Insuficiencia en la sección de hormigón.- Grietas en la parte superior
del apoyo que cede y en la parte inferior del apoyo opuesto.
* Grietas originadas por el esfuerzo cortante. Estas grietas son siempre
perpendiculares a las tensiones de tracción que se originan normalmente en
las almas de las vigas y que progresan hacia las armaduras hasta llegar a los
puntos de aplicación de las cargas (ejemplo de ello son las grietas aparecen en
los apoyos, inclinadas 45º, con un sentido ascendente hacia el centro de la
viga). Estas fisuras (son muy peligrosas y que se generan de forma rápida) se
deben siempre a insuficiencia de la sección del acero, por defectuosa
disposición de las barras inclinadas, cercos y estribos, o porque su sección sea
inferior a la necesaria para recibir las tensiones a 45º, que origina el esfuerzo
cortante. Para que estas grietas no se produzcan es necesario efectuar
cuidadosamente la distribución de las barras inclinadas y de los estribos o
cercos. En la figura 8, pueden apreciarse las grietas debidas a una mala
distribución de las barras inclinadas indicándose, en el lado izquierdo, un
levantamiento de barras que no cubre la zona de apoyo, donde se produce la
grieta y, representándose en el lado derecho el caso de barras inclinadas muy
juntas en el apoyo que dejan sin cubrir una zona donde se agrieta el
hormigón.

* Grietas originadas por esfuerzos de compresión. Este tipo de grietas se


suele dar en elementos verticales o pilares, de forma que aparecen paralelas a
la dirección del esfuerzo axil; este tipo de grietas o fisuras suelen ser muy
finas y peligrosas, indicando cuando se localizan en dichos pilares un
hundimiento de la zona afectada. La separación de las mismas es muy
variable y su trazado irregular debido a la heterogeneidad del hormigón, por
ello a veces dejan de ser paralelas cortándose en forma de ángulos agudos. En
el caso de piezas esbeltas las fisuras suelen ser finas y situarse juntas en el
centro de la pieza y en una de sus caras, siendo síntoma de peligrosidad y de
inicio del fenómeno de pandeo.

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* Grietas originadas por esfuerzos de tracción. Este tipo de fisuras suelen
presentar superficies perpendiculares a la dirección del esfuerzo. Son poco
frecuentes ya que son impedidas por las armaduras del hormigón armado y
por consiguiente aparecen cuando hay deficiencia o escasez de estas
armaduras. Estas aparecen de forma súbita y atraviesan generalmente toda la
sección.
* Grietas originadas por esfuerzos de torsión. Estos tipos de esfuerzo
suelen producir fisuras inclinadas a 45º, que aparecen en las caras de las
diferentes piezas. Se suele dar con frecuencia en los bronchales que arriostran
pórticos de luces descompensadas.

3. CONSIDERACIONES PRACTICAS.

Cuando se inspecciona una estructura dañada o lesionada se debe realizar un


examen visual de todas las partes de la edificación y una estimación o cuantificación de
los daños producidos en la misma, para poder tomar decisiones y medidas urgentes para
poder prevenir males mayores. Por ello se deben de identificar las posibles
manifestaciones de las lesiones que hemos mencionado, pudiéndose en general realizar
por medio de :

- Medidas geométricas.

- Observación de la verticalidad de elementos, perdidas de horizontalidad,


excentricidad.

- Manifestación de las fisuras y grietas (trayectoria, forma, anchura).

- Aparición de flechas residuales.

- Evolución de las manifestaciones anteriores.

Normalmente el estudio de las grietas y fisuras suele ser el procedimiento más


empleado para denotar la gravedad y evolución de las lesiones que suelen aparecer en
las edificaciones. Por ello en primer lugar, es importante saber distinguir entre las
grietas superficiales y las profundas. Ello se puede conseguir con un simple rascado de
la superficie. Una vez averiguado que la grieta es profunda, interesa saber si es reciente
o si es antigua; es decir, si esta viva o muerta. Esto se puede deducir de la limpieza o
suciedad de la parte interior de la grieta. Si está mas clara que la superficie externa, es
muy posible que la grieta sea reciente y debemos prestar especial atención a su anchura,
longitud y su evolución o progreso. Si esta oscura y con polvo la grieta es antigua,
denotando que existió una causa que la produjo y está se ha detenido o desaparecido.
Hay veces que en el recorrido de una grieta hay una primera zona mas oscura y una
segunda mas clara; ello puede indicar la existencia de una grieta antigua que se ha
agravado recientemente.

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Por ello, una vez detectada una grieta, para poder comprobar la evolución o
progresión de la misma, existen varias formas de realizar un seguimiento de la misma,
siendo las mas inmediatas las siguientes :

- Colocar un palillo o una piedrecita en el extremo de la grieta; si al cabo de un


tiempo estos elementos se caen, es señal de que se está agravando.

- Hacer una marca con un lápiz o elemento punzante en el extremo final de la


misma; si al cabo de un tiempo la grieta ha rebasado la marca, es señal de que
está evolucionando.

- Realizar una incisión en forma de lazo, tal como indica la figura y colocar un
testigo de yeso; si al cabo de un tiempo se ha roto es señal de que la grieta crece.
Es conveniente marcar sobre el testigo de yeso la fecha y hora de su ejecución
con un elemento punzante.

- Instalación de un calibre o fisurómetro (aparato que consiste en dos plaquitas de


plástico transparente graduadas). Estas se colocan cada una falcada en un
extremo de la fisura y de forma que ajusta el fiel. La evolución de la misma se
puede seguir tanto sí se agranda como si se estrecha, comparando la posición en
cada momento del fiel respecto a la situación inicial.

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En general, y durante la evolución de una emergencia, lo mas aconsejable es
utilizar métodos sencillos (palillo, marca con un punzón, testigos), "oír" la evolución
de la estructura, mediante los crujidos y "sentirla" mediante la caída de polvillo y
"verla" por el color de las grietas y, fundamentalmente averiguando cual es la causa
que la produce y analizando la estructura en su conjunto (desplome de muros,
despegue de forjados, lesiones en la tabiquería, etc.). El conocimiento lo mas exacto
posible de las causas nos permitirá adoptar en cada caso la solución idónea, bien sea
la descarga de un elemento (debida a acumulación excesiva de agua de extinción, a
la acumulación de escombro caído sobre un forjado), bien su apuntalamiento de
urgencia o bien, si fuese preciso, la evacuación del edificio.

4.TIPOS DE LESIONES.

Una vez identificadas las diversas manifestaciones que pueden aparecer en una
edificación así como sus causas, peligros y consideraciones practicas, podemos intentar
relacionar los diferentes tipos de lesiones que se suelen presentar en función de las
causas u orígenes que la determinan, así como los trabajos y medidas correctoras a
desarrollar, según la gravedad del siniestro (Ver diferentes tipos de lesiones en las
figuras y en los Anexos).

4.1. LESIONES POR ADAPTACION O ENCAJE: Se producen cuando hay un aumento


limitado y progresivo de las cargas que soporta el plano de sustentación del edificio.
Provoca por ello una redistribución en las cargas que soporta el apoyo, pudiendo
llegar a romper el límite elástico del terreno. Por lo general produce deformaciones
irreversibles en toda la estructura afectada. Este tipo de lesiones se producen en toda
nueva construcción y prácticamente no revisten gravedad (aparición de leves grietas
o fisuras sin importancia), por lo que no precisan de medidas correctoras o de
urgencia que las subsanen.

4.2. LESIONES POR CEDIMIENTO O ASENTAMIENTO: Se define como el descenso del


plano de apoyo de un edificio, debido a la ruptura del equilibrio entre la compresión
que genera el peso de la obra sobre el terreno y la resistencia que este es capaz de
sustentar.
 Las causas generales suelen ser:
* La falta de resistencia del terreno, que puede atribuirse a diferentes
factores que se hay que tener en cuenta :
- La no adecuación correcta del terreno para poder soportar el peso del
edificio en cuestión.

- Defectos en la consolidación del plano de sustentación o en la


construcción de las fundaciones.

- Infiltraciones en el plano de asiento, ya que una mala distribución o


falta de conservación de los desagües puede determinar fugas que
ejercen una acción erosiva sobre los muros de fundación o empapando

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el suelo del plano de asiento cuya resistencia puede disminuir
provocando los correspondientes cedimientos.

- Descensos de la capa freática, pues la sobrexplotación de los


acuíferos puede producir un descenso del nivel freático de las aguas
(nivel de las aguas subterráneas) lo cual favorecerá el descenso del
terreno de sustentación.

* Otra causa es un aumento de cargas de tipo eventual de forma

considerable. Esto puede suceder cuando el plano de sustentación no puede


equilibrar una presión por encima de la adecuada.
 Los efectos que se produce en los edificios son cedimientos o asientos de las
zapatas o pilares y con ello la aparición de grietas en los parámetros verticales o
fachadas, que tienen su origen generalmente en las esquinas de las aberturas de la
edificación (partes débiles) y ramifican o terminan hacia el lugar o eje donde se ha
producido el cedimiento (dichos efectos se pueden ver las siguientes figuras).

 Las medidas correctoras de urgencia y medidas posteriores son las siguientes :

* Cuando el movimiento tiene lugar de un modo rápido y gradual, de manera


que se vean progresar las lesiones de hora por hora, resulta urgente :
- Proceder a la evacuación del edificio.
- Apuntalar las partes externas en peligro, especialmente en los puntos
que más hayan cedido.
- Apuntalar las escaleras de manera que el peso descargue
verticalmente.
- Descargar por medio de pies derechos, traviesas, etc., los pisos y las
bóvedas que se sostengan sobre los muros que han cedido.
- Reforzar los vanos de puertas y ventanas.
* Una vez determinado el cedimiento de un edificio deberán inquirirse las
causas que lo han provocado, realizando un atento examen de los cimientos.
Así se averiguará si el origen proviene de :
- Aguas surgentes en el plano de asiento; se procederá a su captación,
conducción y alejamiento del lugar.

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- Infiltraciones de aguas residuales. Resultará imprescindible cambiar
la ubicación de las cloacas o impermeabilizarlas.
- Excavaciones contiguas o zonas para cimentaciones de nuevos
edificios. En este caso deberán detenerse estos trabajos hasta la
consolidación del edificio en peligro.
- Fugas o escapes de agua de tuberías a presión, en estos casos
simplemente se cierra la llave de paso hasta que se subsane la avería.
4.3. LESIONES POR APLASTAMIENTO. Este tipo de lesiones consisten o son debidas a
la reducción de los materiales a partes pequeñisimas. Los materiales que se
comprimen se acortan en sentido vertical y se dilatan en el horizontal. Al aumentar la
presión en los materiales pétreos de construcción, se rompen antes de aplastarse,
presentando grietas. Sin embargo los materiales de mucha cohesión se aplastan de
improviso, a menudo sin agrietarse previamente.
 Las causas generales suelen ser:
* Insuficiencia en el espesor de los muros.
* Deficiencia en la edificación debida a baja calidad de los materiales o a
componentes con mezclas inadecuadas.
* Vejez de la obra. La cohesión de los morteros decrece y llega a anularse
con los años, lo que ocasiona la disgregación de la masa.
* Factores climáticos. Pueden aparecer aplastamientos a causa de realizar
levantamientos de muros en épocas de fríos o calores intensos. No es una
causa frecuente pero puede afectar también a construcciones recientes.

 Los efectos que se produce en los edificios son debidos a que la mayoría de las
lesiones de aplastamiento son debidas a vejez de la obra y consecuente
disgregación de los materiales y sus efectos más visibles y evidentes son el
abombamiento de los muros exteriores y las grietas de separación en el interior,
entre forjados y los muros combados (ver la figura siguiente).

 Las medidas correctoras de urgencia a realizar antes de comenzar la ejecución


de una obra de consolidación de muros lesionados por aplastamiento son :

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* Tapiar o rellenar todas las aberturas o huecos que se encuentran en los
muros sujetos a dicho aplastamiento.

* Apuntalar todos los pisos y bóvedas que tengan su apoyo en los muros en
cuestión, con objeto de descargar las sobrecargas.

* Sostener con puntales la zona superior del muro a aquella en que se


produce el aplastamiento.

* En casos graves, embutir el muro que se aplasta entre tablas sujetas


fuertemente por traviesas (apuntalamiento múltiple o encofrado).

 Seguidamente es preciso determinar la magnitud del aplastamiento, el cual puede


ser de tres tipos:
* Aplastamiento leve.- Su origen suele estar en la pérdida de cohesión de los
morteros y está más acentuada y es más peligrosa en la superficie de los
muros que en su interior.

* Aplastamiento grave de carácter parcial.- Suelen resultar afectados los


ángulos y las cruces de los muros. Siendo parcial su aplastamiento no
resulta precisa la reconstrucción total del muro, basta con consolidar
racionalmente las partes dañadas.

* Aplastamiento grave total.- Se precisa siempre la reconstrucción y no


sirven los métodos normales de reparación. Los apuntalamientos se limitan
a prevenir el derrumbe rápido del edificio y es preciso la evacuación de
inquilinos y enseres.

4.4. LESIONES POR ROTACION: La rotación de un muro consiste en su desviación del


plano vertical en que fue construido.Esta desviación se mide por un ángulo denominado
ángulo de rotación ().

 Las causas determinantes de la rotación de un muro son siempre debidas a los


empujes laterales; es decir en general, puede decirse que no existen rotación sin
un empuje. Aunque también puede darse el caso de que un muro se desplome a
causa de un cedimiento del plano de asiento. Los síntomas característicos de la
rotación son los siguientes :
* Desplome del muro más acentuado en la parte superior que en la inferior.

* Despegue de la pared del muro de los pavimentos internos.

* Ruptura de la clave y a veces también en los riñones de los arcos y


bóvedas que han producido la rotación.

 Los efectos que se producen son debidos a que las lesiones más visibles
presentan fisuras en forma de arco parabólico sobre la pared del muro encastrado
al que gira, con la concavidad hacia este (dichas lesiones se pueden apreciar en la
siguiente figura).

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 Las medidas correctoras varían según que las rotaciones sean de pequeña
cuantía y ya en periodo estacionario o bien sean de importancia y continuas. Para
ratificar si el movimiento de rotación avanza o no, deben observarse durante cierto
tiempo los síntomas, dependiendo la duración de observación de la edad del
edificio, la estructura mural, número de pisos y al hecho de estar aislado. Cuando
debido a la anchura de la calle o de que el edificio está aislado y no puede hacerse
el apuntalamiento por fachadas, es preciso apuntalar el muro que gira por medio
de un doble orden de puntales. Conviene en este caso que sean colocados lo más
lejos posible del pie de muro y que estén firmemente sujetos al suelo y muro en
sus extremos (no olvidar que las causas normales son por empujes laterales).

4.5. LESIONES POR MOVIMENTO DEL TERRENO: El corrimiento del plano de


fundación consiste en el deslizamiento del mismo sobre la capa de terreno en la cual
se apoya. Las tierras comprimidas desde largo tiempo son las que mejores
condiciones reúnen para sostener las construcciones. Además si poseen un cierto
grado de humedad la cohesión aumenta. Ahora bien la disminución excesiva o el
anegamiento pueden llegar a anular la cohesión. El plano sobre el que se desliza el
macizo situado bajo del edificio se denomina plano de corrimiento, dicho plano
nunca es superficial y cumple las siguientes condiciones :

- Esta situado por debajo del plano de asiento.

- Tiene una textura pastosa.

- Su posición es por lo general inclinada.

 Las causas reales son debidas a una falta de acondicionamiento idóneo del
terreno, con lo cual se produce un deslizamiento del plano de fundación.
 La manifestación de estas lesiones estan sujetas casi siempre a la llegada de los
periodos de verano, permaneciendo generalmente estacionarias en invierno. Esto
es debido a deshielos y aumentos de las aguas subterraneas que se producen, y
con ello desplazarán o correrán el terreno (dichas lesiones se pueden apreciar en la
figura).

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 Las medidas correctoras en los edificios que presentan dichas lesiones, los
cuales suelen estar situados en lugares montañosos o en la proximidad de
vertientes rápidas con subsuelo arcilloso y suelen resultar siempre los más
castigados por los deslizamientos. Los movimientos pueden ser recientes o
antiguos, estos últimos aunque estén consolidados por la acción del tiempo,
recobran a veces su movimiento a causa de inundaciones. En el caso de que el
deslizamiento afecte solo a un edificio de escasa extensión, se puede excluir la
mayor parte de las veces la acción del plano de corrimiento y admitir una causa
local como aguas freáticas remansadas, infiltraciones de conductos de drenaje,
zanjas que recogen aguas, etc. En estos casos lo principal es la eliminación del
agua excesiva y después la consolidación del terreno de asiento. Una vez
realizado esto debe procederse a la reparación de las partes lesionadas
apuntalando las zonas peligrosas con arreglo a las normas descritas para los
cedimientos y rotaciones.

4.6. LESIONES POR FENOMENOS ENDOGENOS: Son los causados por causas naturales
como terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, etc. Los terremotos bruscos y
violentos provocan el cuarteamiento de los edificios y su derrumbamiento en todos
los sentidos.

 Las causas que las producen son debidas a las sacudidas rápidas y multiformes
de fenómenos sin ley conocida, los cuales son por regla general imprevistos.
 Los efectos generales de estas lesiones son fisuras que se manifiestan o se
producen en sentido perpendicular a los radios sísmicos (estos pueden verse en la

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siguiente figura). En ellos se producen también multitud de lesiones,
derrumbamientos y flexiones de todo tipo.
 Las medidas correctoras dependerán del tipo de daño producido en las
edificaciones. Si este es parcial, se puede devolver la estabilidad primitiva al
edificio, reconstruyendo las partes derruídas y consolidando las lesiones. Si los
daños han sido totales, no queda otra solución que proceder a la reconstrucción
completa del edificio. Las soluciones provisionales consisten en el levantamiento
de tiendas o barracas de madera, y en general casas de varios materiales, pero de
baja altura.

II. ACTUACIONES PREVENTIVAS : APUNTALAMIENTOS, DERRIBOS,


ETC.

1. APEOS Y APUNTALAMIENTOS.

 Apear es sostener provisionalmente con armazones de madera, metálicos,


cerámicos, o mixtos, todo o parte de un edificio, construcción o terreno. La
utilización de los apuntalamientos estará motivada por una reparación, una
demolición, una reforma, una excavación, una construcción, de nueva planta o
cualquier tipo de siniestro o situación que lo aconseje; con lo cual el apuntalamiento,
como elemento auxiliar, tiene vital importancia.
 Apuntalamiento es la acción colocar puntales para sostener, con carácter de
urgencia, provisionalmente el todo o parte de un edificio, construcción o terreno,
para evitar su hundimiento, colapso o derrumbamiento.
Por ello, podemos decir que mientras el apuntalamiento tiene un marcado
carácter de urgencia, el apear no lo tiene y forma normalmente parte de los diferentes
procesos constructivos. Sin embargo, el planteamiento del apeo o apuntalamiento
dependerá en su mayor parte del tiempo durante el que tenga que ejercer su acción y de
la importancia o el riesgo de la misma; es comprensible que la calidad y ordenación de
un apeo o apuntalamiento en una mina en explotación se diferenciará enormemente del

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apeo o apuntalamiento de una viga en un edificio, que libre de riesgos, se va a demoler
de inmediato, e incluso del apuntalamiento de emergencia realizado en el transcurso de
cualquier siniestro que se nos presente.

2. SISTEMAS DE APUNTALAMIENTO.

Tradicionalmente se ha venido utilizando la madera como único material en la


realización de apuntalamientos, dado no sólo por la facilidad de su empleo, sino
también por las posibilidades de adaptación que este material posee. Sin embargo, la
madera presenta cierto tipo de limitaciones, sobre todo en su altura, que sólo otro
material como el acero, ya sea en perfiles o en elementos tubulares, puede salvar. Por
ello, hoy en día el uso del acero se ha generalizado, no solo complementando a la
madera, sino incluso sustituyéndola, gracias a su versatilidad, manejabilidad, economía,
etc. Como podemos ver, existen diferentes clases de apeos y apuntalamientos que nos
podemos encontrar, los cuales principalmente son :

2.1. APUNTALAMIENTOS DE MADERA: Su utilización es general para apuntalamientos


de forjados, jácenas, recercados de huecos, cimbras para arcos y bóvedas, cubiertas y
sujeción de muros de fachada con tornapuntas, con la única limitación de la altura, ya
que una excesiva longitud unida a una pendiente elevada de la tornapunta, hace
prácticamente ineficaz su utilización. Todos los apuntalamientos realizados en
madera, ya sean de disposición de pórticos, en cimbras o en tornapuntas, además de
estar calculados para resistir las cargas que deben soportar, es necesario garantizar su
estabilidad, disponiendo los arriostramientos necesarios. El apuntalamiento en
madera se realiza normalmente con elementos de sección rectangular, tablones
agrupados en dos y tres elementos debidamente embridados, pudiendo utilizar
también los postes o los rollizos con los cuales el agrupamiento es más complejo, ya
que entonces deben zuncharse. Deben disponer parejas de cuñas contrapuestas en los
apoyos de los elementos verticales (postes, rollizos o virotillos) y sobre los
horizontales (sopandas y durmientes), los cuales proporcionarán un acoplamiento
plano y horizontal, y por tanto más estable.

2.2. APUNTALAMIENTOS METÁLICOS: Cuando el apuntalamiento con madera no sea


conveniente por razón de excesivas luces o alturas, cargas o incluso por razones
económicas, se puede utilizar estructura metálica constituida por perfiles adosados e
incluso pareados a ambos lados de la estructura dañada; en cualquier caso aún utilizando
elementos metálicos se emplean sopandas y durmientes de madera que garantizan una
distribución más uniforme de los esfuerzos, para evitar problemas de punzonamiento y
cizallamiento, dadas las características del material empleado. El empleo de perfiles
metálicos, permite las uniones soldadas, por lo que desde el punto de vista estructural su
estabilidad es mucho mayor que en el caso de la madera. Normalmente estos perfiles
estan normalizados y pueden preparase en talleres o incluso en el lugar de la obra. Ni que
decir tiene que tratándose de edificios de estructura metálica, el uso de apuntalamientos
metálicos es el más idóneo toda vez que el comportamiento de ambas estructuras es
idéntico, además de poder hacerlas solidarias, cosa que es imposible cuando los
materiales son distintos. Dentro de este grupo mencionaremos también los cables y
redondos de acero, utilizados como tirantes, que por supuesto son insustituibles, ya que
intercalando tensores, se puede calibrar el esfuerzo de tracción que se desee,
aumentándolo o disminuyéndolo según convenga con el transcurso del tiempo y la
situación.

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2.3. APUNTALAMIENTOS CON ELEMENTOS TUBULARES: Aunque estos apuntalamientos
también son metálicos, merecen una especial atención y por ello son tratados
separadamente. Dichos apuntalamientos constan generalmente de elementos tubulares
metálicos que son unidos con bridas articuladas (Mecanos) o elementos extensibles que
se unen y aprietan por medio de husillos (Puntales telescópicos). Las estructuras
tubulares de tipo Mecano, que inicialmente sólo se utilizaban como estructuras
secundarias para andamiajes y torres auxiliares en la construcción por su rapidez de
montaje, con la ventaja de la recuperación total de todos los elementos utilizados, hoy
día se emplea y cada vez con más frecuencia, en apeos y apuntalamientos exteriores. Es
la solución más adecuada para el aseguramiento de fachadas, así como para acodalar
entre sí muros de medianería, y para sostener éstas, ya que tanto las alturas y las
distancias que se pueden alcanzar con este tipo de estructuras es considerable, con un
peso propio relativamente bajo. En el caso de que se trate de acodalamiento, deben
disponerse husillos a fin de poner en carga la estructura, con las mismas ventajas ya
señaladas al hablar de los tensores. Por otra parte, el empleo de los Puntales telescópicos
de los usados en construcción, en principio debe limitarse tan solo a la ejecución de
apuntalamientos de urgencia por su rapidez de colocación, debiendo de ser sustituidos
por otros más estables y definitivos. La razón es que las cargas que debe soportar un
apuntalamiento del tipo tratado, son generalmente superiores a las que normalmente
soporta para sopandar forjados en construcción, que es para lo que están ideados. Su
resistencia está limitada por la del pasador a cizallamiento, además de su gran esbeltez y
poca estabilidad, y de las dificultades de arriostramiento por no poderlos disponer a
distancias normalizadas como en el caso de una obra en construcción; por lo tanto no
ofrecen una garantía a largo plazo.

3. ELEMENTOS DE UN APUNTALAMIENTO.

En los apuntalamientos se utilizan un gran número de piezas y elementos. La


nomenclatura de los mismos suele variar de unos lugares a otros y también varía según
el sistema y posición del apuntalamiento utilizado. Por ser los apuntalamientos de
madera los de mayor tradición, vamos a utilizar la nomenclatura utilizada para los
mismos que, con ligeras modificaciones, puede hacerse extensiva a los demás sistemas.
Por ello, los vamos a agrupar en base a los distintos esfuerzos que se intenten
contrarrestar y la posición que ocupan, siendo entonces :

3.1. ELEMENTOS VERTICALES:_Son aquellos cuyo objetivo principal es contrarrestar


compresiones verticales (caídas a plomo). La enumeración y descripción de los más
importantes es la siguiente:
 Postes: También llamados de "teléfono". Son elementos que normalmente se
utilizan de forma aislada, extraídos directamente de un fuste de árbol, estando por
ello su mejor cualidad en el gran porte o altura que pueden alcanzar.
 Rollizos: Son, al igual que los anteriores, fustes o partes de fuste de árbol pero
de menor altura que los postes.
 Pies derechos: Son piezas escuadradas, tablones o traviesas, unidas o agrupadas
mediante bridas o tornillos de forma que se asegure su acción conjunta.

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 Virotillos: Son normalmente rollizos de pequeña longitud y diámetro que son
utilizados generalmente en huecos de ventana o huecos reducidos o como
elementos de un apuntalamiento.

 Puntales: Son las piezas que se colocan entre las sopandas y los durmientes,
que generalmente suelen ser de madera y pueden ser postes, rollizos, tablones
embridados o incluso puntales telescópicos.
 Zapatas murales: Son piezas escuadradas, embutidas o adosadas en un muro y
que sirven de elementos de transmisión de carga a piezas inclinadas, de forma que
lo realizan de forma uniforme.
3.2. ELEMENTOS HORIZONTALES: Evitan fundamentalmente el giro de un elemento
que puede volcar. Asimismo colaboran con otras piezas del apuntalamiento en el
proceso de transmisión de cargas. Los más importantes son los siguientes:
 Durmientes: Son piezas escuadradas que, descansando sobre el terreno,
transmiten a este las cargas que reciben de otros elementos del apuntalamiento
verticales o inclinados realizando una función similar a la de las zapatas o
cimentaciones de una estructura.
 Sopandas: Son piezas que recogen las cargas de los elementos horizontales de
la estructura que se está apeando (viguetas, vigas, etc.) para transmitirlas a los
elementos verticales del apuntalamiento.

 Puentes: Son piezas de sección varia y cuya misión principal es la unión,


separación, arriostramiento o conjunción de ellas entre los elementos verticales o
inclinados del apuntalamiento.

 Codales: Son piezas de sección circular, cuadrada o rectangular cuya misión es


mantener el distanciamiento entre dos elementos ya sean del apuntalamiento o de
lo que se está apeando. Suelen colocarse entre zapatas murales para ayudar a
estabilizar.
 Agüjas: Son piezas que atravesando los muros, los sostienen y se apoyan
generalmente en postes, rollizos o pies derechos.

 Muletillas: Son piezas que adosadas o encajadas en los muros sirven para
recibir las cargas de manera uniforme y los transmiten a otros elementos del
apuntalamiento.

3.3. ELEMENTOS INCLINADOS: Se utilizan fundamentalmente para evitar desplomes y


colaboran asimismo con otras piezas del apuntalamiento en el proceso de transmisión
de cargas. Los más importantes son:

 Puntales: Son elementos de sección rectangular, cuadrada o circular que


transmiten el esfuerzo que recibe de la sopanda, solo o en colaboración con otras
piezas, al durmiente. El puntal puede utilizarse también en posición vertical
confundiéndose, normalmente y en una acepción amplia, con lo que se ha descrito
para el rollizo o poste.
 Tornapuntas: Son piezas de sección escuadrada o circular que transmiten las
cargas a otras piezas, horizontales o verticales, que han recibido a su vez de otros

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elementos del apuntalamiento. Normalmente en posición inclinada, sirven para
impedir movimientos.

 Riostras: Son elementos normalmente de sección rectangular, cuya única


misión es el mantenimiento de los elementos del apuntalamiento y formen un
conjunto rígido y estable.

 Jabalcones: Son piezas que transmiten cargas o esfuerzos desde el elemento


apuntalado hasta la zona de apoyo de forma indirecta.

3.4. ELEMENTOS AUXILIARES: Son elementos que colaboran con el resto de las
piezas de apuntalamiento. Los más frecuentemente utilizados en la ejecución de
apuntalamientos son:

 Bridas: Son pletinas o piezas metálicas unidas mediante tornillos,


generalmente, cuya misión es la unión íntima de piezas resistentes.
 Puntas y clavos: Son elementos de acero que sirven para reforzar o fijar las
uniones entre piezas, evitando su desplazamiento.

 Clavos bellotes: Son elementos metálicos que fijan las piezas entre sí o éstas a
los elementos de construcción.

 Cimbras: Son elementos que en forma de armaduras de tipo provisional sirven


para sostener los materiales durante el proceso de construcción hasta que estos se
consolidan.

 Elementos varios: Tales como las cuñas, los ejiones, las ménsulas, etc., cuya
misión principal es la de retacar huecos, enlaces y apoyos, evitar deslizamientos
de unas piezas sobre otras, etc.

3.5. OTROS ELEMENTOS: Además de los elementos de madera descritos y los


auxiliares comentados, existen otros elementos metálicos cuya utilidad puede ser mas
ventajosa según los casos a tratar. Por ello los tratamos a parte y entre ellos cabe
destacar:

 Tubos de acero con uniones articuladas: Los elementos tubulares utilizados para
andamios, también denominados Mecanos, permiten su utilización para
apuntalamientos de lienzos de fachada completos salvando grandes luces, con una
ejecución rápida y utilizando elementos de poco peso.
 Puntales telescópicos: Constituyen un elemento importante para situar las
sopandas en su posición sin tener que cortar o reducir longitudes en los de otro
material. Pueden constituir una buena pieza auxiliar mientras se preparan los
definitivos. El empleo de estos puntales está limitado por su resistencia, que no es la
del puntal en sí sino la de cizallamiento del pasador que fija su altura.

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4. TIPOS DE APUNTALAMIENTO.

La gama o tipos de apuntalamiento posibles o que se nos puede presentar es tan


amplia como el tipo de situaciones o siniestros que se nos pueden plantear. Vamos a
comentar algunos de ellos, no con la intención de realizar una descripción exhaustiva,
sino con el ánimo de que su conocimiento nos pueda ser útil para la aplicación ante los
muchos supuestos que se pueden plantear. Por ello es necesario ver los diferentes tipos
de apuntalamiento de las figuras de los Anexos.

4.1. APUNTALAMIENTOS EN CIMENTACIONES: Cuando es necesario recalzar, sanear o


reparar una zapara, dado que es el elemento al que llegan las cargas para transmitirlas
al terreno, han de desviarse estas cargas liberando así a la zapata quedándose ésta con
las que pudieran corresponderla por su peso propio y el del pilar o muro que sustente.
Para conseguir lo indicado anteriormente, es necesario descargar lar vigas y forjado
correspondientes al nudo en el que se encuentre la zapata. Normalmente se lleva a
cabo mediante, postes, rollizos, puntales o pies derechos como elementos verticales y
durmientes y sopandas como elementos horizontales con sus correspondientes
riostras y tornapuntas, si fueran necesarias, como elementos inclinados. En este tipo
de apuntalamiento ha de tenerse muy en cuenta el posible cambio de la ley de
distribución de momentos ya que si los elementos apeados no están en condiciones
de soportar este cambio, habría que continuar el apuntalamiento hasta la planta
superior (en el caso de un edificio) o reforzar el elemento de forma que el refuerzo
absorba las nuevas tensiones.

4.2. APUNTALAMIENTOS EN PILARES: El pilar es el elemento transmisor de las cargas


que está situado inmediatamente superior a las zapatas o entre plantas de la
edificación. Para liberarlo de cargas es necesario apear las vigas y forjados que le
afectan. Si se trata de un pilar de planta intermedia, será necesario apear las vigas de
pisos superiores e inferiores y, si es de planta baja, las de pisos superiores en
evitación de daños por la modificación de la ley de distribución de momentos. Hay
que tener en cuenta aquí el espacio suficiente para la demolición y/o reparación del
pilar. Su apuntalamiento se puede realizar con puntales o tornapuntas entre sopandas
y durmientes, que pueden ser además acodalados en sus bases.
4.3. APUNTALAMIENTOS EN VIGAS: El sistema tradicional es mediante puntales o pies
derechos con sopandas y durmientes, debiendo tener muy en cuenta la distribución
de cargas. Si hubieran de tenerse presente movimientos laterales, tendría que recurrir
al empleo de tornapuntas. Como en casos anteriores haya que observar la proyección
de los apuntalamientos a otras plantas, en todo caso habría que apear las plantas
inferiores si las hubiera. Si por estar suficientemente dañada la viga objeto del
apuntalamiento, fuera necesaria su demolición y reposición, habrá que apear el
forjado que ella soporta, teniendo en cuenta los espacios para su fácil sustitución y
las posibles variaciones en la ley de distribución de momentos.
4.4. APUNTALAMIENTOS EN FORJADOS: El procedimiento tradicional consiste en el
empleo de puntales, rollizos, pies derechos, etc., con sopandas y durmientes que
estarán dispuestos perpendicularmente a los elementos resistentes (generalmente
viguetas). Los puntos de apuntalamiento deben coincidir con aquellos en los que el
esfuerzo cortante y el momento flector se anulan y que suelen estar próximos a las

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entregas de las viguetas en las vigas. Si la luz de las viguetas fuera grande (> 4 mts.)
deben de disponerse, por precaución, apuntalamientos intermedios. Como siempre ha
de tenerse en cuenta la transmisión de cargas que, en este caso, obligan como
mínimo al apuntalamiento de los forjados inferiores a fin de transmitir las cargas al
terreno directamente.
4.5. APUNTALAMIENTOS DE MUROS: Antes de apear un muro, como cualquier otro
elemento estructural, conviene investigar la causa de su movimiento. Según el
efecto que lo produce (Giro con respecto a un punto. Asentamiento. Giro con
respecto a un eje vertical. Giro con respecto a un eje horizontal. etc.), su situación
con respecto a otros elementos resistentes, el estado del terreno que soporta su
carga, etc. El apuntalamiento de muros es quizás en el que mayor variedad de
posibilidades se nos puede presentar y en consecuencia habremos de disponer el
apuntalamiento mas adecuado para cada uno de los casos. Por todo ello, pueden
existir conjuntamente una gama amplísima de procedimientos y sistemas de
apuntalamientos, de los cuales comentaremos algunos de ellos:

 Tornapuntas simples: Se utilizan cuando se desea evitar el cedimiento o


desplome de un muro, el procedimiento usual es el empleo de tornapuntas,
constituidos por puntales que se acodalan entre el suelo y el muro mediante o a
través de un durmiente y una muletilla. El puntal habrá de formar con el muro un
ángulo de 60 a 75 º y con el durmiente, un ángulo de 85 a 90º. En ocasiones, se
realizarán apuntalamientos con tornapuntas paralelos que estarán dispuestos en un
mismo plano y se encontrarán en el muro a través de una zapata mural.

 Tornapuntas a varias alturas: Este tipo de apuntalamiento, también denominado


en abanico, se utiliza para desplomes de gran importancia. Sin embargo, es mucho
más complejo y requiere un estudio más preciso.

 Apuntalamientos en muros interiores: En el caso de muros interiores, se


apearán las vigas o forjados que apoyan en el mismo, al igual que se hace en el
caso de los pilares ya que se trata de recoger todas las cargas que actuaban sobre
el muro.

 Acodalado de muros: El apuntalamiento de un muro acodalándolo contra otro


muro tiene por objeto evitar el vuelco del muro afectado o del edificio que
sustente utilizándose el de enfrente para contener este movimiento mediante
elementos horizontales que acodalan ambos muros.

 Recercado de huecos adintelados: Los huecos constituyen puntos débiles. Para


mantener la indeformabilidad del conjunto es preciso evitar la pérdida de rigidez
de los huecos para lo que recurrirá al apuntalamiento o recercado de éstos. En
huecos pequeños son suficientes dos virotillos acuñados con durmientes y
sopandas. En huecos grandes o en aquellos en los que se prevean importantes
deformaciones se han de colocar cruces de San Andrés, además del durmiente,
sopandas y pies derechos o puntales.

 Apuntalamientos en muros de contencion: La forma de apuntalamiento de un


muro de contención depende del tipo de lesión que presente, deslizamiento sobre
el plano del asiento o vuelco. En el caso de deslizamiento se apea horizontalmente

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acodalando la base y reforzando el codal con tornapuntas a media altura para
prevenir el subsiguiente desplome. Si la lesión producida es el vuelco, se apea con
tornapuntas en la parte superior del muro.

5. CONDICIONES CONSTRUCTIVAS DE LOS APUNTALAMIENTOS.

La ejecución de un buen apuntalamiento requiere tener presente el correcto


empleo de las piezas que lo componen, debiéndose conseguir una estructura con piezas
sueltas y en casi todos los casos como uniones articuladas. Los detalles más
significativos son:

5.1. EMBRIADO DE TABLONES: Los tornapuntas, codales y pies derechos de madera


nunca deben colocarse solos sino en grupos de dos o tres elementos embridados a fin
de prevenir pandeos anormales de la pieza por nudos, alabeos, etc., que se
producirían trabajando de uno en uno; deben aquí exceptuarse los casos en que las
piezas sean cortas. La unión debe realizarse mediante tres bridas, al menos, una cerca
de cada extremo y otra en el centro.

5.2. ACUÑADO DE DURMIENTES: Para poner en posición los pies derechos o


tornapuntas, se cortan estos ligeramente más cortos que la distancia exacta necesaria.
El pequeño hueco resultante se maciza entre el durmiente y la pieza con parejas de
cuñas enfrentadas.

5.3. SUJECION DE LOS DURMIENTES: Además de buscar un punto apropiado del suelo
para apoyo del apuntalamiento, debe prepararse aquel mediante un cajeado que
impida el posible deslizamiento del durmiente y en caso de apuntalamiento con
tornapuntas, reforzarlo mediante clavos bellotes o perfiles metálicos hincados en el
terreno si no se dispone de un apoyo fijo. Los durmientes situados en pisos
intermedios, a falta de cajeado se acodalarán contra las paredes.

5.4. APLOMADO DE LAS PIEZAS: Todas las piezas del apuntalamiento deben quedar
en su posición correcta, las verticales deberán tener un aplomo perfecto, del mismo
modo los tornapuntas han de quedar colocados dentro de un plano vertical. Cuando
sea necesario colocar varios pies derechos en fila, han de formar o deben estar en un
solo plano vertical y los ordenes de tornapuntas en un solo plano inclinado.

5.5. ARRIOSTRAMIENTO: Los apuntalamientos o sus elementos deben siempre


arriostrarse, triangulando el conjunto de pies derechos o tornapuntas con riostras que
se clavan a las piezas resistentes formando cruces de San Andrés.

6. PRECAUCIONES Y NORMAS GENERALES.

- El diseño de los apuntalamientos deben ser lo más sencillos posibles, teniendo en


cuenta para ello las cargas que deben soportar, la gravedad de las lesiones existentes, el
espacio geométrico y de trabajo que dispongamos, los accesos hasta los lugares donde se
deben realizar y el tiempo disponible para ejecutarlos.

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- Un buen apuntalamiento debe ser "neutro", es decir, no se debe "levantar" el
edificio por un excesivo apriete o acuñado de las piezas ya que pueden originarse lesiones
más graves que las que se intentan corregir, ni tampoco debe quedar "suelto" ya que tal vez
cuando vaya a entrar en carga las deformaciones sean excesivas.

- Los apuntalamientos para transmitir cargas verticales deben guardar un cierto


paralelismo y continuidad entre los diferentes niveles de la edificación hasta llegar hasta la
cimentación o planta baja, para poder guardar una correcta transmisión de cargas y no se
produzcan variaciones imprevistas de esfuerzos y momentos o incluso punzamientos,
cizalladuras o deformaciones en forjados u otros elementos estructurales. Por ello, también
es conveniente de disponer de elementos que faciliten la puesta en carga del conjunto del
sistema de apuntalamiento (sopandas, durmientes, etc.) y su estabilidad, rigidez y
arriostramiento (cruces de San Andrés, codales, etc.).

- Una vez realizado el apuntalamiento, si va a quedar permanentemente, deben


colocarse testigos para averiguar si con posterioridad se ha producido algún tipo de lesión
que requiera tomar nuevas medidas.

- Aunque el apuntalamiento sea de emergencia, hay que estudiar antes su situación y


forma de acometerlo ya que un mal planteamiento inicial puede hacer inútil el trabajo
realizado. Hay que acometer los trabajos con conocimiento de las causas y con un poco de
intuición. La principal distinción entre un apuntalamiento de emergencia y uno normal,
radica en que en el primer caso no se puede estudiar con detenimiento el reparto de cargas
de edificio y proyectar debidamente el apuntalamiento debido a la natural falta de tiempo
disponible para ello. Aún siendo técnicamente iguales las condiciones necesarias para uno y
otro apuntalamiento, en caso de emergencia se debe optar por el procedimiento más sencillo
o rápido, comenzando por lo más fundamental. Posteriormente se podrá mejorar o
completar ese apuntalamiento realizando un estudio más exhaustivo del conjunto y con ello
puede que se amplíe a otras zonas o se disponga finalmente bajo otros criterios.

- Todo apeo o apuntalamiento debe ser revisado periódicamente, para asegurarnos


que las piezas que lo componen estan fijas y estables. Además nos servirá para ver la
evolución de los testigos y las lesiones, así como en la progresión de las mismas y como
pudieran afectar al conjunto de la edificación.

7. DERRIBOS.

Cuando se acomete el derribo total o parcial de un elemento constructivo, deben


analizarse las consecuencias derivadas del mismo ya que, en ocasiones, y si no se toman las
debidas precauciones, el derribo puede pasar de ser controlado a provocar lesiones
indeseables o incluso una auténtica catástrofe. Así como la construcción de un edificio es
fruto de un planteamiento previo y de una ejecución ordenada de un plan, el derribo muchas
veces se convierte en una continua duda entre lo que se supone y la realidad, debido a que
siempre existen una serie de factores imponderables tales como :

- Desconocimiento de los supuestos que se partió a la hora de ejecutar el


edificio.

- Desconocimiento del estado de conservación del elemento a demoler.

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- Desconocimiento de las condiciones estáticas del elemento.

- Desconocimiento del comportamiento de los materiales y elementos al


aliviarlos de cargas y someterlos a esfuerzos para su demolición.

Todo ello nos obliga a tomar una serie de condiciones de seguridad adecuadas y
permanecer siempre atentos a las consecuencias de cada una de las actuaciones llevadas
a cabo durante el proceso de demolición.

8. MÉTODOS DE DEMOLICIÓN.

Existen diversos métodos de demolición utilizados hoy en día, sin embargo el


método que normalmente utilizaremos en los casos ordinarios es el de la demolición
elemento a elemento y en algunos casos el de colapso por empuje o por tracción. No
obstante, en caso de grandes catástrofes (terremotos, corrimientos de tierra, etc.) es muy
posible que tengan que utilizar métodos mas rápidos y expeditivos, siempre que las
circunstancias así lo aconsejen, por ello los métodos que podemos encontrarnos son los
siguientes:

8.1. DEMOLICIÓN ELEMENTO A ELEMENTO: Es el método común, dado que los


edificios suelen estar edificados entre medianeras, lo cual hace difícil utilizar otros
métodos. Es además muchas veces el único método posible cuando hay personas
atrapadas entre los escombros. La demolición se hará de forma gradual, controlando
el ritmo de demolición de manera que no se desplomen materiales o elementos en
grado superior o diferente a lo previsto. Se mantendrá en lo posible el grado de
continuidad en todo el estado del derribo, procurando no dejar elementos o grupos de
elementos inestables. En términos generales, todos los elementos se derribarán de
arriba hacia abajo, sin acumular escombros ni sobrecargar elementos. El ritmo de los
trabajos de demolición debe estar acompasado con los medios disponibles para la
retirada de escombros. Los elementos resistentes se demolerán, en general, en el
orden inverso seguido para su construcción, es decir:
- Descendiendo planta a planta.

- Aligerando las plantas de forma simétrica, evitando las posibles


deformaciones estructurales.

- Aligerando la carga que gravita en los elementos, antes de


demolerlos, si ello no fuese contradictorio.

- Contrarrestando o anulando los posibles empujes horizontales de


la edificación.

- Apuntalando en caso necesario los voladizos.

- Manteniendo o introduciendo los arriostramientos necesarios.

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8.2. DEMOLICIÓN POR COLAPSO MEDIANTE MEDIOS MECÁNICOS: Aunque existen
multitud de métodos, según el tipo de esfuerzo y mecanismo utilizado podemos
destacar entre los más usados los siguientes :

* Demolición por empuje. Consiste en utilizar la acción de empuje de


maquinaria robusta y potente (bulldozer, pala retroescavadora, tractores,
etc.). Este procedimiento queda limitado a demoliciones de elementos de
poca altura, limitado por la altura de las maquinas. El empuje se debe
producir siempre en el cuarto superior de la altura de los elementos
verticales y siempre por encima de su centro de gravedad.

* Demolición por tracción. Es un método que puede resultar muy efectivo si


se cuenta con un espacio suficiente para ejercer las tracciones sobre los
elementos a demoler. Dichos elementos deben ser previamente debilitados
en las zonas oportunas mediante las desmochaduras adecuadas para obtener
mediante la aplicación de las tracciones, el desplome previsto, y dentro de la
zona prevista. La tracción ejercida debe se la adecuada para el desplome
previsto. Si es demasiado brusca, puede provocar una rotura no deseada. Si
es demasiado débil y no llega a derribar el muro, hay que tener previsto el
efecto elástico de rebote que podría incluso llegar a producir el vuelco del
muro en el sentido contrario al deseado.

* Demolición por mecanismo de bola. Es uno de los métodos mecánicos


más rápidos y expeditivos, aunque su utilización no es posible si pueden
verse afectadas edificaciones colindantes, sobre las que no se desea actuar.
Consiste en golpear, por movimiento de caída vertical o por movimiento
pendular, y mediante una bola de acero cuyo peso oscila de 500 a 2.000 Kg
contra los elementos a demoler. Este procedimiento es muy efectivo en
edificaciones con elementos rígidos en los que la acción de la bola afecta en
cadena a un entorno apreciable. Es realmente sorprendente su efectividad en
construcciones metálicas remachadas.
* Demolición mediante lanza térmica. Este procedimiento es muy
adecuado para demoliciones de elementos de hormigón armado. Las
principales ventajas que ofrece son la ausencia de ruidos, golpes y polvo,
así como la rapidez de ejecución. Por contra, presenta los inconvenientes
de producción de chispas y formación de humos. Una lanza térmica
consiste fundamentalmente en un tubo de acero de 1 a 2 cm. de diámetro
que contiene en su interior un haz de tubos de acero comprimidos entre
si. La extremidad de la lanza es puesta al rojo y se envía entonces un
chorro de oxigeno al interior de la lanza. La combustión de la barra
produce entonces óxidos de hierro líquidos a mas de 2.000ºC que
reaccionan con los elementos del hormigón produciendo escorias que son
expulsadas por la presión del oxigeno. Para el corte de una pared de
hormigón, se ejecuta una serie de agujeros por el contorno. Dichos

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agujeros pueden ser secantes entre si o estar separados, siendo el resto de
uniones suprimidas por algún medio mecánico. El número de agujeros
necesarios varia en función de las dimensiones del elemento a demoler.

8.3. DEMOLICIÓN POR VOLADURAS CONTROLADAS: La demolición por voladura


controlada consiste en la destrucción total o parcial, en un orden prefijado, de los
elementos sustentantes de un edificio. Actualmente se ha llegado a obtener un gran
dominio sobre el control de voladuras de edificios. La utilización de subdivisión de
cargas con disparo microretardado hace que caiga en la forma y dirección deseada,
pudiéndose realizar este tipo de voladuras incluso en edificios entre medianeras. Sus
principales ventajas son:

- Plazo muy corto de realización

- Bajo costo.

- Menor índice de riesgo del personal.

- Menos molesto para el entorno que el resto de demoliciones, pues la


producción de polvo y las perturbaciones originadas lo son durante un
tiempo muy limitado.

8.4. CONDICIONES DE SEGURIDAD: Además de las condiciones de estabilidad


mencionadas, también deberán extremarse las medidas de seguridad de todo aquel
personal que interviene en las operaciones. Dichas condiciones pueden resumirse en :

- Utilización de todos los elementos necesarios de protección personal (casco,


cinturón de seguridad, guantes, etc.) y especialmente los recomendados por el
reglamento de seguridad e higiene en el trabajo.

- Evitar en lo posible la estancia de los operarios sobre aquellos elementos que


van a ser objeto de demolición.

- Evitar, asimismo, la estancia de todo personal en las plantas inferiores a la


que se está produciendo las acciones de derribo.

- Mantener un orden estricto en las operaciones de demolición y un control


exhaustivo del personal presente en la actuación.

8.5. MEDIOS Y MAQUINARIA MÁS USUSALES: Cuando se ejecuta una demolición se


suele utilizar una gran variedad e infinidad de materiales y maquinarias, siendo los
más importantes o usados los siguientes:

 Los medios manuales mas comúnmente utilizados hoy en día son:


- Pico, mazos, escoplos y palancas, como elemento totalmente
manuales.

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- Tractel, cables y eslingas de acero y de "trevira".

- Cuña hidráulica.

- Martillo neumático.

- Sopletes, etc.

 Como maquinaria fundamental de apoyo, podemos considerar:

- Bulldozers, retroescavadoras y tractores.

- Cintas transportadoras de escombros.

- Camiones y volquetes.

- Grúas, etc.

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