Cap 1

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Curso práctico de Penología

y Derecho Penitenciario

1
Curso práctico de Penología
y Derecho Penitenciario
Pedro Pablo Hernández

SERIE AUTOAPRENDIZAJE

Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2017


Curso práctico de Penología y Derecho Penitenciario
©Pedro Pablo Hernández

Editor:
Lennys Tejada Betancourt

Corrección y estilo:
Luisa Hernández

Diagramación y diseño:
Francisco Cabrera

Evaluación del contenido:


Martha Toribio Ventura

Evaluación pedagógica:
Úrsula Puentes Puentes

Segunda Edición:
Noviembre de 2017

Al cuidado de Ediciones UAPA.


ISBN: 978-9945-580-43-3

Impreso en los talleres de Reproducciones UAPA


Santiago de los Caballeros, Rep. Dom.

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni
en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en
ninguna forma ni por ningún modo, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia o cualquier otro medio existente o que pueda surgir en el
futuro, sin el permiso previo, por escrito de la Universidad Abierta Para Adultos, UAPA.
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
Competencias específicas de la asignatura

UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

Orientación de la Unidad I
Competencias de la Unidad I
Desarrollo de contenido Unidad I

1.- Diversas concepciones de Penología


2.- Relaciones de la Penología con algunas ramas del derecho.
2.1. La Penología y el Derecho Penal
2.2. La Penología y el Derecho Procesal Penal.
2.3. La Penología y el Derecho Constitucional
2. 4. La Penología y el Derecho Penitenciario
2.5. La Penología y la Criminología
3.-Relaciones de la Penología con otras Ciencias Sociales
3. 1.La Penología y la Sociología del Derecho.
3. 2. La Penología y la Política Criminal
3. 3. La Penología y la Política Penitenciaria
3.4. La Penología y la Antropología Criminal
3. 5. La Penología y la Antropología Penitenciaria
3. 6. La Penología y la Psicología Criminal
3.7. La Penología y La Psicología Forense
3.9. Otra Relación de la Penología
3. 10. Penología y Derechos Humanos.

Resumen Unidad I
Actividades complementarias Unidad I
Ejercicios de autoevaluación Unidad I
Bibliografía Básica Unidad I

UNIDAD II. FUNDAMENTOS DEL DERECHO DEL ESTADO DE


IMPONER PENAS

Orientación de la Unidad II
Objetivo general Unidad II
Objetivos específicos Unidad II
Esquema de contenido Unidad II
Desarrollo de contenido Unidad II

1. Principios generales.
2. Teoría contractual
3. Teoría utilitaria
4. Teoría moral y de la justicia absoluta
5. Teoría ecléctica.
6. La Escuela Clásica
7. La Escuela Neoclásica
8. Escuela Positivista
9. La Escuela de Defensa Social
10. La Nueva Defensa Social.
11. La Escuela Humanitaria de los criminalistas modernos
12. Deslegitimación del Sistema Penal
a) La Mínima intervención penal
b) El abolicionismo penal
13. Reconstrucción del concepto de pena
13.1. Funciones de la pena
13.2 Efectos de la pena
13.3 Eficacia de la pena.
Resumen Unidad II
Actividades Unidad II
Ejercicios de autoevaluación Unidad II
Bibliografía básica Unidad II

UNIDAD NO. III. LA PENA

Orientación de la Unidad III


Competencias Unidad III
Esquema de contenido Unidad III
Desarrollo de contenido Unidad III
1. Evolución de la pena
1.1. Período de la venganza privada
1.2. La Ley del Talión
1.3. La compensación.
2. Periodo teológico-político de la venganza divina y pública y de la intimidación
3. Período humanitario
4. Período científico penitenciario.
5. Diferentes concepciones de la pena
6. Principios que rigen la pena
6.1. Personalidad de las penas
6.2. La personalidad de las penas y las multas fiscales.
6. 3. Principio de legalidad de la pena.
6. 4.Responsabilidad penal de las personas morales
7. Fundamentos de irresponsabilidad penal de las personas morales
8. Posición de la doctrina moderna sobre la responsabilidad penal de las personas
morales
Resumen Unidad III
Actividades Unidad III
Ejercicios de autoevaluación Unidad III
Bibliografía Básica Unidad III

UNIDAD IV. CLASIFICACION DE LAS PENAS.

Orientación de la Unidad IV
Competencias Unidad IV
Esquema de contenido Unidad IV
Desarrollo de contenido Unidad IV

1. Clasificación tripartita de las penas
a) Penas criminales
b) Las penas correccionales
c) Penas contravencionales o de simple policía
2. Penas principales, accesorias y complementarias
2.1. Penas principales
2.2. Penas accesorias
2.3. Penas complementarias
2.3.1. Penas complementarias aplicables a las personas físicas.
A) Por infracciones graves.
B) Por infracciones menos graves.
C) Por infracciones leves o contravencionales.
2.3. 2. Penas complementarias aplicables a las personas morales.
A. Infracciones graves y menos graves.
B. Por infracciones leves o contravencionales.
3. Penas de derecho común y penas políticas
3.1. El destierro
3.2. El confinamiento
4.Penas temporales y perpetuas
5. Distintas categorías de penas
5.1. Penas de intimidación puras
5.2. Penas reformadoras
5.3. Penas eliminatorias
5.4. Clasificación de las penas en el proyecto del Nuevo Código Penal.
5.5. Penas aplicables a las personas físicas.
5.6. Infracciones graves.
5.7. Infracciones menos graves.
5.8. Infracciones leves o contravencionales.
5.9. Penas aplicables a las personas morales.
5.10. Infracciones graves y menos graves.
5.11. Infracciones leves o contravencionales.
6. Acumulación de penas.
Resumen Unidad IV
Actividades Unidad IV
Ejercicios de autoevaluación Unidad IV
Bibliografía Básica Unidad IV

UNIDAD V. LA EJECUCIÓN PENAL.

Orientación de la Unidad V
Competencias de la Unidad V
Esquema de contenido Unidad V
Desarrollo de contenido Unidad V

1. Principios sobre la ejecución penal


2. El Juez de la ejecución penal
3. Restricciones de la sentencia condenatoria
4. Competencia del Juez de la ejecución de la pena
5. Ejecución de las sentencias
5.1. Ejecución de la multa en caso de fallecimiento del imputado o disolución de persona
jurídica
6. Prescripción de las penas
7. Maneras de computar las penas
8. Unificación de penas o condenas
9. Incidentes relativos a la ejecución de las penas
10. Condiciones especiales de ejecución
11. La libertad condicional
11.1. Procedimiento
11.2. Condiciones para obtener la libertad condicional
11.3. Insolvencia del interno o recluso en caso de indemnización
11.4. El apremio corporal en caso de insolvencia
11.5. Duración del apremio corporal
11.6. La libertad condicional ¿es obligatoria o facultativa?
11.7. Rechazo de la libertad condicional
11.8. La libertad condicional en caso de reincidencia
11.9. Revocación de la libertad condicional
11.10. Procedimiento de revocación de la libertad condicional
12. Suspensión condicional del procedimiento
12.1. Condiciones para solicitar la suspensión condicional del procedimiento
12.2. Tribunal competente para conocer la suspensión condicional del procedimiento
12.3. Condiciones a las cuales debe ser sometido el beneficiario de la suspensión
condicional del procedimiento
12.4. Vías de recursos contra la decisión de suspensión de procedimiento
12.5. Revocación de la suspensión de procedimiento
12.6. Efectos de la suspensión condicional del procedimiento
13. Suspensión condicional de la pena
13.1. Requisitos para la suspensión condicional de la pena
14. El Perdón Judicial
Resumen Unidad V
Actividades Unidad V
Ejercicios de autoevaluación Unidad V
Bibliografía Básica Unidad V

UNIDAD VI. ORIGEN DEL SISTEMA PENITENCIARIO

Orientación de la Unidad VI
Competencias Unidad VI
Esquema de contenido Unidad VI
Desarrollo de contenido Unidad VI

1. Evolución arquitectónica penitenciaria


2. Diferentes enfoques sobre la prisión
a) Los reformistas
b) Los reduccioncitas
c) Los abolicionistas:
3. Diferentes procedimientos que se han utilizado para castigar o corregir a los
delincuentes
a) Sistema de comunidad
b) Sistema de clasificación
c) Sistema celular
4. Modelos estructurales
5. El elemento humano de la prisión
6. La prisionalización
a) El rechazo institucional
b) La intransigencia
c) La colonización
d) La conversión
7. La vida institucional
8. La observación de la personalidad como presupuesto necesario para la selección del
tratamiento
9. Necesidad de la observación de la personalidad
10. Tratamiento del recluso en la institución
11. Técnicas y métodos de tratamiento
a) Consejería de grupo
b) Terapia familiar y conyugal
c) La terapia familiar en el ambiente carcelario.
d) Socioterapia y actividad de grupo
12. Diferentes técnicas socio terapéuticas
a) Ergoterapia o terapia laboral
b) Terapia de contacto
c) Terapia social
13. Métodos médicos y quirúrgicos de tratamiento
14. Medidas sustitutivas a la reclusión
15. Medidas de ejecución penal en libertad
a) Medidas sustitutivas
b) Medidas ejecutivas de progresión
15. Ventajas de las medidas de ejecución penal en libertad.
16. La liberación anticipada

Resumen Unidad VI
Actividades Unidad VI
Ejercicios de autoevaluación Unidad VI
Bibliografía básica Unidad VI

UNIDAD VII. EL SISTEMA PENITENCIARIO DOMINICANO. SU


EVOLUCIÓN

Orientación de la Unidad VII


Competencias de la Unidad VII
Esquema de contenido Unidad VII
Desarrollo de contenido Unidad VII
1. Antecedentes históricos
1.2. La intervención norteamericana
1.3. El sistema penitenciario durante la Era de Trujillo
1.3.1. Castigo a los presos durante la tiranía de Trujillo
3. La cárcel de Nigua
4. El Sistema Penitenciario de 1950-1960
5. La cárcel de la Victoria
6. La cárcel La Cuarenta
7. Final de la tiranía Trujillista
8.Ley No. 224 del 26 de Junio del 1984, (G.O. 9640) sobre Régimen Penitenciario
8.1. Establecimientos penitenciarios
8.2. Sanciones por casos de torturas
8.3. Ejecución de las penas. Objetivos
8.4. La Dirección General de Prisiones
8.5. Segregación de los reclusos
9. Sugerencias para el diseño de un Régimen Penitenciario Dominicano Moderno.
10- La comisión penitenciaria
10. 1.Objetivos de la Comisión Penitenciaria
11. Derechos de los reclusos o internos conforme a la Ley 224 sobre el Régimen
Penitenciario en la República Dominicana.
Resumen Unidad VII
Actividades Unidad VII
Ejercicios de autoevaluación Unidad VII
Bibliografía básica Unidad VII

UNIDAD VIII. EL NUEVO MODELO DE GESTIÓN PENITENCIARIA


Orientación de la Unidad VIII
Competencias de la Unidad VIII
Esquema de contenido Unidad VIII
Desarrollo de contenido Unidad VIII

1-El Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.


2. Visión del Nuevo modelo de Gestión Penitenciaria
3. El ingreso al nuevo modelo.
4. Períodos progresivos del régimen penitenciario
4.1. Período de observación
4.2.1.Procedimiento para el cumplimiento de la fase de observación
4.3.2. Protocolo Básico de Observación.
4.4.3. Fases del período de observación.
4. 5.4.Actuación para la Observación.
5. Período de tratamiento
5.1.Actividades y destinos de los internos/as
5.2. Programa Individualizado de Tratamiento
5.3. La Junta de Tratamiento.
5.4. Composición de La Junta de Tratamiento
5.5. Funciones de La Junta de Tratamiento.
6. Período de prueba
7. Comisión de vigilancia, evaluación y sanción
8. Higiene
9. Alojamiento y vestimenta
10. Alimentación y recreo
11. Derecho de petición
12. Visitas y correspondencias
13. Ingreso del recluso al establecimiento penitenciario
14. Egresos del recluso o interno
15. Traslado de los reclusos o internos.
16. Clasificaciones de los reclusos
17. El trabajo
18. Intervención del Estado en los trabajos penitenciarios
19. Remuneraciones
20. Educación
21. Vida religiosa
22. Asistencia social
23. Sistema de salud
24. Inspecciones médicas
25. Mujeres embarazadas
26. Medidas de Sujeción
27. Presos preventivos
28. Asistencia post penitenciaria
29. Personal penitenciario
30. Visitas del Procurador Fiscal
31. Edificaciones carcelarias
32. Disciplina y sanciones
33. Información y derecho de queja de los reclusos
34. Contacto con mundo exterior
35. Reglas aplicables a categorías especiales
36. Prisión preventiva
37. Sentenciados por deudas a prisión civil
28. Organización de los Centros de Corrección y Rehabilitación
39. Actores del Nuevo modelo Penitenciario
40. Escuela Nacional Penitenciaria
41. Sede docente de la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP)
42. Unidad Coordinadora del modelo de Gestión Penitenciaria y la Oficina Coordinadora
de los Centros de Corrección y Rehabilitación (CCR)
43. Centros de Corrección y Rehabilitación (CCR)
44. Las Casas del Redentor
45. Patronato Nacional Penitenciario
46. Personal penitenciario
47. Personal para la puesta en marcha y funcionamiento de un centro
48. Agentes de vigilancia y tratamiento
49. Actividades y destinos de los internos
Resumen Unidad VIII
Actividades Unidad VIII
Ejercicios de autoevaluación Unidad VIII
Bibliografía básica Unidad VIII

BIBLIOGRAFÍA GENERAL
RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
INTRODUCCIÓN
La Penología y el Derecho Penitenciario, tienden a confundirse, y ciertamente tienen
muchas semejanzas, pero también diferencias. Para deslindar sus límites y alcances, en
esta obra se ofrecen algunas definiciones clásicas que han dado connotados autores,
como Cuello Calón, Francis Lieber, Cabanellas, Jiménez de Asúa, Osorio, Goldstein,
Resumil de San Filippo y otros.

También encontrarán amigos lectores, las relaciones de la Penología y el Derecho


Penitenciario con otras ramas afines del derecho, y las diferentes teorías que tratan de
explicar el ius puniendi (derecho de castigar) que ejerce el Estado, cuando una persona
comete una infracción reprimida con penas de prisión o multa, y cómo este derecho
ha ido progresando conforme a los cambios sociales, y a los límites que las leyes y
el derecho trazan, para que la intervención Estatal sea lo menos perniciosa para el
imputado o condenado.

Es evidente que La Penología y el Derecho Penitenciario, están íntimamente vinculados


a la pena, ya que la Penología estudia la parte teleológica de ésta, e interviene en la fase
ejecutiva del Proceso Penal, en todo lo que tiene que ver con las diversas etapas de las
penas privativas o restrictivas de libertad y de derechos del condenado, incluyendo las
medidas preventivas y sustitutivas de la prisión. Le corresponde, entonces a la Ciencia
Penitenciaria, el tratamiento individualizado del condenado acorde con su personalidad.

En esta obra “Curso práctico de Penología y Derecho Penitenciario”, se hace un estudio


pormenorizado de la pena, que abarca las diferentes etapas por las que ha atravesado
hasta los tiempos modernos. Se presta gran atención a la normativa supranacional,
como la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948,
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del 16 de diciembre de 1966,
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, o Pacto de San José del 22 de
noviembre de 1969, las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos, sobre
Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente de 1955.

En lo que respecta a la normativa nacional, se ha tomado en cuenta la Constitución


Dominicana, el Código Penal, el Código Procesal Penal, la Ley No. 278-04 sobre
Implementación del Proceso Penal, instituido por la Ley No. 76-02 del 13 de agosto de
2004, Código Procesal Penal y la Resolución No. 296-2005 sobre Reglamento del Juez
de la Ejecución, la Ley No. 164 del 14 de octubre de 1980 sobre libertad condicional
y la Ley No. 223 del 26 de junio de 1984, sobre Régimen Penitenciario de la República
Dominicana.
Cada unidad contiene una orientación general, las competencias a ser alcanzadas, el
contenido de la unidad, desarrollo, resumen, actividades, ejercicios de autoevaluación,
la bibliografía básica para desarrollar la unidad, y al final aparecen legislación anexa,
bibliografía y las respuestas a los ejercicios de autoevaluación.

En esencia, se trata de que todo el que utilice este curso práctico, pueda auto aprender,
ya que la obra ha sido diseñada con fines didácticos.
COMPETENCIAS ESPECÍFICAS DE LA ASIGNATURA
1-Demuestra dominio del ordenamiento jurídico nacional y de las normas internacionales
y su aplicación en los casos concretos para el asesoramiento de personas físicas y
jurídicas de Derecho Público y Privado.

2-Trabaja en equipos interdisciplinarios contribuyendo de manera efectiva al


cumplimiento de sus tareas y en la toma de decisiones pertinentes.

3- Maneja el funcionamiento y la aplicación del sistema de penas, medidas y otras


consecuencias jurídicas previstas en la legislación penal dominicana desde una
perspectiva jurídica y criminológica para la atención pertinente de los casos que asume
en su quehacer profesional .
nidad
1

LA PENOLOGIA
Penología y Derecho Penitenciario

Orientación de la Unidad I
En la presente unidad se presentan las diferentes definiciones que han dado los autores
más connotados del área. También se enfocan las diferentes ciencias o disciplinas con
las cuales guarda relación la Penología.

Para un mejor aprovechamiento de esta unidad, se incluye: competencias de la unidad,


esquema de contenidos, desarrollo de los contenidos, un resumen de los contenidos,
actividades, ejercicios de autoevaluación y la bibliografía en que el lector o participante
debe apoyarse para el desarrollo de la misma.

Competencias concretas Unidad I


1-Demuestra dominio de la Penología y el Derecho Penitenciario pudiendo establecer
sus campos de aplicación dentro del sistema de justicia penal, aportando soluciones a
casos concretos dentro de su quehacer profesional.

2-Establece las relaciones de la Penología con otras ramas afines del derecho y las aplica
en los casos dados, en la representación de sus clientes ante los tribunales e instancias
administrativas.

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UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

Esquema de contenidos Unidad I

1. Diversas concepciones de Penología


2. Relaciones de la Penología con algunas ramas del derecho.
2.1. La Penología y el Derecho Penal
2.2. La Penología y el Derecho Procesal Penal.
2.3. La Penología y el Derecho Constitucional
2. 4. La Penología y el Derecho Penitenciario
2.5. La Penología y la Criminología
3.-Relaciones de la Penología con otras Ciencias Sociales
3. 1.La Penología y la Sociología del Derecho
3. 2. La Penología y la Política Criminal
3. 3. La Penología y la Política Penitenciaria
3.4. La Penología y la Antropología Criminal
3. 5. La Penología y la Antropología Penitenciaria
3.6. La Penología y la Psicología Criminal
3.7. La Penología y La Psicología Forense
3.9. Otra Relación de la Penología
3.10. Penología y Derechos Humano

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Penología y Derecho Penitenciario

Desarrollo de contenido Unidad I


1.- Diversas concepciones de Penología

Calón citado por Golstein (1993), refiere que la palabra Penología, proviene “del griego
poine, pena, castigo, y logos, tratado). Ciencia que se ocupa del estudio de los diversos
medios de represión y de prevención directa del delito (penas y medidas de seguridad),
y especialmente de su ejecución y de la actuación pospenitenciaria”.

Cabanellas (1981), sostiene que etimológicamente la palabra penología, significa ciencia


de la pena. Estudia las penalidades que debe cumplir y de los medios para su aplicación
más eficaz. A esta voz se le atribuyen otros significados: a) Neologismo por criminología;
b) parte de ésta que estudia la penalidad como fenómeno social; c) Teoría y método
para sancionar el delito. Todo tipo de sanción, pena o medida, de sentido retributivo,
de finalidad reformadora o de aspiración defensiva, caen en el campo de acción de la
Penología.

Resumil (1992), sostiene que la Penología se la ha relacionado con las sanciones


represivas por su vinculación con la concepción de la pena. Su origen no es muy
preciso, aunque se dice que dicho vocablo fue acuñado en los inicios del siglo XIX
por un pensador conocido como Francis Lieber quien la definió como: “la rama de la
ciencia criminal que trata o debe tratar del castigo del delincuente”.

A medida que la Criminología ha ido avanzando, con el intercambio de teorías y ciencias


que la complementan, el concepto de Penología ha ido variando y se dice que tiene
como objeto de estudio la medida de seguridad y otras sanciones tanto de carácter
represivo como de función socializadora. Así, el campo de acción de la Penología
se ha ampliado con el reconocimiento de los postulados de otra ciencia auxiliar al
proceso, como lo es la Victimología, la cual establece mecanismos de protección a la
víctima, que son aplicables en la etapa ejecutiva del proceso, cuya naturaleza y finalidad
es preventiva. La citada pensadora comenta que existen dificultades para establecer la
identidad y autonomía de la Penología, de ahí las diferentes concepciones que existen
sobre la misma. Sutherland citado por Resumil (1992), la concibe como la parte de la
Criminología a la que le corresponde el control del delito. Taft, tiene una concepción
un poco más amplia sobre la Penología cuando la define como:

“Aquella parte de la Criminología que se ocupa del castigo o tratamiento de los


delincuentes y de la prevención del delito de naturaleza puramente práctica, pues se

20
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

trata de la aplicación de los conocimientos de la etiología del delito al tratamiento de los


criminales o la prevención del delito”. pp. 159-160.

Cuello Calón, también citado por Resumil, sostiene en cambio que: “La Penología
no es parte integrante de la Criminología, sino una disciplina autónoma que para la
realización de sus fines toma en cuenta los datos e informes que la ciencia criminológica
le proporciona”. p. 160. El mismo Calón sostiene que la Criminología dirige sus
investigaciones hacia la etiología del delito y las formas en que este aparece como
fenómeno social y natural, en tanto que la Penología persigue un objetivo muy distinto:
“el estudio de los diversos medios de represión y prevención directa del delito (penas y
medidas de seguridad), sus métodos de aplicación y la intervención postpenitenciaria”.
p. 160.

Para la citada criminóloga, la Penología como parte integral de la Criminología, ofrece


postulados para la implementación de lo que tiene que ver con la parte ejecutiva del
proceso penal. Es por ello que algunos pensadores la identifican con la ciencia y la
técnica penitenciaria, en cuanto comprende todas las formas de la sanción y sus métodos
de ejecución, al igual que cualquier incidente post– ejecutivo.

Ossorio (1963), en relación a la Penología refiere que dicho vocablo es de muy discutida
significación, de ahí que no aparezca en la semántica oficial de la Real Academia Española
de la Lengua, y cita que:

“ Los autores no están conforme en cuanto al contenido de la Penología. Para algunos


equivale a ciencia penitenciaría, encaminada primeramente al estudio de los sistemas
penitenciarios y aplicada luego al tratamiento de toda clase de penas y de medidas de
seguridad. Otros autores afirman que la ciencia penitenciaria, va más allá del estudio de la
organización y funcionamiento de las penas orientadas a la corrección del delincuente”.
p. 562

El citado autor refiere, además, que se ha discutido si la Penología puede ser considerada
como ciencia, puesto que carece de contenido propio. Para Jiménez de Asúa, en
cuanto se ocupa de la pena, encaja en sociología criminal o en la sociología penal; en lo
concerniente a la pena como consecuencia del delito, pertenece al Derecho Penal, en lo
relativo a la ejecución de la pena forma parte del Derecho Penitenciario; y en lo relativo
a las exigencias para la reforma del régimen punitivo de un país, caería en el campo de
la llamada Política Criminal.

21
Penología y Derecho Penitenciario

Para Otero (1997), la Penología es parte integral de la Criminología, incluyendo el


proceso penal. Muchos estudiosos la identifican como la ciencia y técnica penitenciaria,
puesto que comprende las modalidades de sanción y sus métodos de ejecución.

Para Fernández (1997), la Penología se ocupa del conocimiento científico de los diversos
medios de represión y de prevención directa del delito. Abarca varias penas y medidas
de seguridad, ejecución y actuación postpenitenciaria.

Aunque la Penología tiende a confundirse con el Derecho Penitenciario y algunos


autores incluso la ubican dentro de éste, y también como una rama de la Criminología,
no tienen en esencia el mismo objeto de estudio, ya que la Penología es más abarcadora
que el Derecho Penitenciario. El último regula las penas privativas de libertad, en cuanto
a su cumplimiento. La Penología por su parte abarca el sentido general, planteando
así mecanismos para la prevención del delito, y busca medidas sustitutivas para la
prisión y toma en consideración el tratamiento post penitenciario. Se puede decir que
la ciencia penitenciaria cae dentro de la Penología, aunque también podría asemejarse
a la Criminología y a la Política Criminal. La Penología más bien tiene que ver con los
medios de represión y el tratamiento de los delincuentes.

2.- Relaciones de la Penología con otras ramas del derecho

La Penología se relaciona con el derecho penal, derecho procesal penal, derecho


constitucional, derecho penitenciario, la criminología, la sociología del derecho, la política
criminal, la política penitenciaria, la antropología criminal, antropología penitenciaria, la
psicología criminal y la psicología forense.

2.1. La Penología y el Derecho Penal

Jimenez de Asúa, citado por Golstein (1993), sostiene que el derecho penal es el
conjunto de normas jurídicas que tiene como tarea principal regular el ejercicio del
poder punitivo y preventivo del Estado , estableciendo a tales fines el concepto del delito
como presupuesto de la acción estatal, así como la responsabilidad del sujeto activo, y
asociando a la infracción de la norma una pena finalista o una medida aseguradora.
Por eso se puede afirmar que La Penología tiene grandes vinculaciones con el derecho
penal, puesto que es éste quien establece las penas a aplicar en ocasión de la comisión
de infracciones que transgredan las disposiciones del Código Penal y leyes especiales.

La existencia de la Penología podría estar vinculada a la existencia del derecho penal, ya


que es a través de esta rama del derecho que el Estado establece las conductas punibles

22
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

y el tipo de sanción o pena que conlleva la transgresión de las disposiciones contenidas


en el Código Penal, y es en la ejecución de las penas y en la forma que los condenados
deben cumplir las sanciones impuestas por los tribunales represivos, donde podría
aparecer la más cercana relación de esta disciplina con el Derecho Penal.

En resumen, sin el derecho penal, no podría existir la Penología, ya que si no hay poder
punitivo tampoco existiría necesidad de aplicar medidas correctivas a los penados.

2.2. La Penología y el Derecho Procesal Penal

El Derecho Penal sustancial o material, es aquel de que se vale el Estado para reglamentar
los delitos y las penas, las cuales sólo pueden existir a partir de que el Código Penal o
leyes especiales los reglamenten de manera clara e inequívoca. De ahí el principio de
legalidad de las penas establecido en el artículo 3 numeral 1 del Código Penal, y que
se resume en la máxima Nallum delitum nulla poena sine lege previa. De la misma
manera dicho principio encuentra su arraigo en el artículo 40, numerales 13 y 15, de la
Constitución dominicana.

El Derecho Procesal Penal corresponde al derecho sancionador. Su diferencia con el


Derecho Penal material, es que éste último, establece a priori, y en abstracto el delito
y la pena imponible, mientras que el Derecho Procesal Penal lo hace a posteriori y
específicamente a un hecho material probado mediante la actividad del proceso. (art. 6
C. Proc. Penal). Para que una persona pueda ser sometida a un proceso, es necesaria la
existencia de una ley previa que sancione el hecho imputado. Este principio rige además
en todo lo concerniente a la ejecución de la pena o medida de seguridad ordenada por
los tribunales.

De nada sirve que exista una norma que sancione con pena y multa al infractor de la ley
penal, si no existe el Derecho Procesal Penal. Este da funcionalidad al primero. Es el
que señala al tribunal competente y el procedimiento que ha de seguirse para ejercer la
acción en justicia y para la correcta aplicación de la pena.

El Derecho Procesal Penal, constituye una garantía para todas las personas, en el
sentido de que a todos se les debe juzgar por igual, es decir, observando las normas
constitucionales y las contenidas en los pactos internacionales de los cuales República
Dominicana es signataria, así como también aquellas establecidas en el Código Procesal
Penal. Es lo que se conoce como el debido proceso de ley. (arts 40, 68 y 69 de la
Constitución dominicana)

23
Penología y Derecho Penitenciario

El artículo 69, numeral 7, de la Constitución dominicana, establece que “Ninguna


persona podrá ser juzgada sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa,
ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formalidades
propias de cada juicio”.

La relación de la Penología con el Derecho Procesal Penal, es tan íntima, que se ha
considerado que sin proceso no puede existir pena, ya que la determinación de la pena
es el aspecto fundamental del juicio, de ahí la máxima “nulla poena sine iuidicio”, o sea
que no hay pena sin juicio. El eje del derecho penal y procesal penal, radica en la pena,
por eso el proceso penal debe estar revestido de las garantías penales necesarias para
asegurar un juicio imparcial, porque de ahí depende la determinación de la pena, la cual
debe estar entrelazada con la fase ejecutiva. Es decir, que al momento del juez establecer
la sanción a los autores y cómplices del acto infraccional, debe tomar en consideración
la personalidad de éstos y las condiciones en que la pena se va cumplir. De no ser así
se desnaturalizaría los fines perseguidos con la imposición de la pena.

Según el artículo 3 del Código Procesal Penal establece que el juicio debe ajustarse a los
principios de oralidad, publicidad, contradicción, inmediación, celeridad y concentración.

2.3. La Penología y el Derecho Constitucional

EL Derecho Constitucional tiene una tarea más amplia que la de organizar los poderes
públicos del Estado. Su más cercana relación con la Penología ha de encontrársela
vinculada a los principios y al sistema de garantías establecidas en la Constitución y los
Pactos Internacionales de Derechos Humanos, particularmente en lo tocante la fase
ejecutiva del control penal.

La Constitución es un pilar del Derecho Constitucional. Debe ser vista no como un


simple documento que organiza los poderes del Estado, sino como un instrumento
de carácter supremo, ya que todos los poderes del Estado deben su existencia a la Ley
Suprema conocida como Constitución. A ella están subordinadas las demás leyes por
las que se han de regir la sociedad. Una muestra de ello lo constituye la disposición del
artículo 6 de la Constitución, la cual prescribe que “Todas las personas y los órganos
que ejercen potestades públicas están sujetos a la Constitución, norma suprema y
fundamento del ordenamiento jurídico del Estado. Son nulos de pleno derecho toda
ley, decreto, resolución, reglamento o acto contrarios a esta Constitución”.

La referida disposición resume el carácter de superioridad de la Constitución, cuando ella


misma se encarga de condicionar la legalidad de las demás leyes, a que no contradigan
ningunas de sus disposiciones.
24
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

En efecto, la Constitución Dominicana contiene muchas disposiciones que tienden


a salvaguardar los derechos individuales de las personas y por ende del justiciable,
normando las pautas que los poderes públicos han de observar siempre que pretendan
cohibir a una persona del bien más preciado que pueda existir en la vida que es la
libertad.

Se puede decir que la vinculación más cercana que pueda tener la Penología con otras
ramas del derecho, ha de buscársela precisamente en el Derecho Constitucional, toda
vez que es ese el instrumento jurídico que legitima el poder punitivo del Estado, creando
para tales fines: el Poder legislativo, que identifica delito y subsecuentemente la pena
con que se debe sancionar al sujeto que violente las acciones criminógenas tuteladas
por la ley penal, especialmente aquéllas que tienden a quebrantar el orden público, las
que transgreden disposiciones penales de interés privado o que tienden a desconocer
el orden constitucional debidamente establecido. La validez de ese acto legislativo, está
subordinado a la promulgación y publicación que debe hacer el Poder Ejecutivo; luego
interviene el Poder Judicial, quien tiene la facultad jurisdiccional de dirimir los conflictos
que se susciten entre los particulares y entre estos y el Estado. Lo que más interesa de
todo esto es la competencia de los tribunales represivos, que son los encargados de
juzgar la conducta punible y aplicar la sanción penal correspondiente dentro de los
límites que el mismo legislador ha trazado. Luego interviene el juez de la ejecución penal,
(art. 437 C. Proc. Penal) el cual controla el cumplimiento adecuado de las sentencias
condenatorias y todos los asuntos que intervengan en durante la ejecución.

El juez de la materia penal, al momento de juzgar, absolver o condenar al imputado debe


hacerlo con estricto apego a los principios constitucionales. Incluso cuando el tribunal
represivo se encuentra apoderado de un hecho punible, se puede plantear de manera
incidental la inconstitucionalidad de la ley por el control difuso de la Constitución, ya que
los jueces del orden judicial están en el deber de inaplicar las normas que contravengan
el espíritu de la Constitución.

Según el artículo 1 del nuevo Código Procesal Penal y el 6 de la Constitución dominicana,


establece que los tribunales al aplicar la ley deben garantizar la vigencia efectiva de la
Constitución y los tratados internacionales, cuyas normas y principios son de aplicación
directa e inmediata en los casos sometidos los tribunales, y siempre tendrán supremacía
sobre la ley.

Las normas y principios consagrados en los tratados internacionales tienen rango


constitucional, aunque no hayan sido ratificados por los poderes públicos. (arts. 74
Constitución Dominicana) De conformidad con la cláusula Self executing, sobre los

25
Penología y Derecho Penitenciario

derechos de los tratados, los Pactos o convenciones que reconocen derechos humanos,
se hacen exigibles desde el momento de la firma, sin que el Congreso los haya ratificado.
La disposición del artículo 74 de la Constitución, no deja ninguna duda al respecto.
Señala que la interpretación y reglamentación de los derechos y garantías fundamentales,
reconocidos en la presente Constitución, se rigen por los principios siguientes:

1) No tienen carácter limitativo y, por consiguiente, no excluyen otros derechos y


garantías de igual naturaleza.

2) Sólo por ley, en los casos permitidos por esta Constitución, podrá regularse el
ejercicio de los derechos y garantías fundamentales, respetando su contenido esencial y
el principio de razonabilidad.

3) Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y


ratificados por el Estado dominicano, tienen jerarquía constitucional y son de aplicación
directa e inmediata por los tribunales y demás órganos del Estado.

4) Los poderes públicos interpretan y aplican las normas relativas a los derechos
fundamentales y sus garantías, en el sentido más favorable a la persona titular de los
mismos y, en caso de conflicto entre derechos fundamentales, procurarán armonizar los
bienes e intereses protegidos por esta Constitución”.

De lo anteriormente expresado, se colige que cualquier Declaración o Pacto, que


contenga derechos relativos a la protección de la persona humana, aunque no estén
establecidos en el decálogo de los derechos individuales de la Constitución son derechos
humanos, y por tanto tienen rango constitucional.

Por todo lo dicho anteriormente, se puede decir, que la Penología tiene fuertes vínculos
con el Derecho Constitucional, porque toda pena que se dicta, sin observar los preceptos
constitucionales, es ilegal, arbitraria y atentatoria a los principios de derechos humanos,
por lo tanto puede ser revisada en cualquier momento.

La Constitución del año 1844 y sus reformas no dejan la menor duda sobre lo dicho
anteriormente. La misma contiene un conjunto de normas y principios, dictados con
el ánimo de que a todo ciudadano se les respeten las garantías constitucionales. Es
finalidad del Estado garantizar la protección efectiva de los derechos de las personas
y facilitar los medios que le permitan desarrollarse dentro de un orden de libertad
individual y de justicia social. (art. 8 Constitución).

26
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

El Estado se fundamenta en el respeto a la dignidad de la persona y se organiza para


la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes.
La dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección
constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos. (Arts. 6 y 38 de la
Constitución Dominicana).

A) La inviolabilidad de la vida. Conforme al artículo 37 de la Constitución dominicana,


la vida es inviolable, lo cual es un principio absoluto, que no amerita mucha explicación.
Según dicho principio “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la
muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de
muerte”.

Está prohibido en la República Dominicana, la aplicación de la pena de muerte,


las torturas, cualquier pena o procedimiento vejatorio o que implique la pérdida o
disminución de la integridad física o de la salud de los individuos.

Esto quiere decir que ningún tribunal, ni ningún otro órgano del Estado, puede
pronunciar la pena de muerte en contra de una persona, sea ésta dominicana o extranjera.
Según el principio enunciado la vida es inviolable, por lo que también es extensivo
a las ejecuciones extrajudiciales, lo que sería hacerse justicia por sus propias manos.
La facultad de resolver conflictos está reservada según el artículo 149 párrafo I de la
Constitución dominicana, al Poder Judicial, y en artículo 4 de la misma Constitución
establece que los Poderes del Estado son indelegables.

El artículo 2 y 4 del Código Procesal Penal, prevé los tribunales procuran resolver
el conflicto surgido a consecuencia del hecho punible, para contribuir a restaurar la
armonía social. En todo caso, al proceso penal se le reconoce el carácter de medida
extrema de la política criminal.

Casi todas las penas que se aplican en República Dominicana contravienen el principio
establecido en el artículo 8 numeral 1 de la Constitución, en razón de que la mayoría de
las penas son vejatorias, denigrantes y atentan contra la dignidad humana. La dignidad
humana es el centro de los derechos humanos, por ello todas las constituciones
democráticas deben garantizar la dignidad de los hombres y mujeres, sin tomar en
cuenta su condición social o de extranjería, porque los derechos fundamentales son
universales, indisponibles e imprescriptibles.

El artículo 5 de nuestra carta Magna, establece que la Constitución se fundamenta en


el respeto a la dignidad humana. El artículo 38 de la citada Constitución, prescribe

27
Penología y Derecho Penitenciario

que “El Estado se fundamenta en el respeto a la dignidad de la persona y se organiza


para la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes.
La dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección
constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos”.

Las torturas físicas y psicológicas aún se aplican en algunos cuarteles y centros carcelarios
del país. No obstante, esto ha mejorado mucho después de la entrada en vigencia
del Código Procesal Penal, y con la implementación del Nuevo Modelo de Gestión
Penitenciaria.

Una muestra de la inobservancia del principio del derecho a la vida establecido en


la Constitución, lo constituye el hecho de las ejecuciones extrajudiciales que a veces
ocurren en nuestro país.

La mayoría de las personas que van a la cárcel del viejo modelo tradicional, salen
enfermos, solo aptas para ir a parar a un hospital o al cementerio, porque no se aplica
ningún tratamiento y por el hacinamiento en que se encuentran las personas privadas de
libertad. Por eso se dice que las penas se cumplen en condiciones que atentan contra
la dignidad humana.

En este aspecto es importante destacar que en los centros de corrección que funcionan
conforme al nuevo modelo penitenciario, las penas se cumplen en condiciones humanas,
bajo un régimen de disciplina y educación, que permite que el interno salga preparado
para respetar la libertad de los demás, observando las normas legales y de convivencia
social.

B) Prohibición del apremio corporal por deudas civiles

La constitución en su artículo 40-10 prohíbe cohibir a una persona de su libertad por el


incumplimiento de deudas que no provengan de infracciones a la ley penal. Esto quiere
decir que por deudas civiles no se puede apresar a nadie. Significa que si Juan debe una
suma de dinero a José y esa deuda no provino de una infracción penal, no se puede
reducir a Juan a prisión por no haber cumplido con sus obligaciones civiles. El cobro de
esa suma de dinero debe perseguirse por ante los tribunales civiles y no penales.

Haciendo una buena interpretación de esa disposición constitucional, se puede colegir


que cuando se lleva la acción civil accesoriamente a la acción penal y el juez condena
al imputado a pagar una indemnización por ejemplo de RD$100,000 pesos a favor de
la víctima y lo condena también al pago de las costas civiles y penales, si el condenado

28
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

adquiere la libertad por cualquier vía y no ha cumplido con la deuda, parece ser que en
este caso se puede establecer el apremio corporal de esa persona. Lo mismo sucedería
si a consecuencia de una infracción penal, se condena al imputado al pago de las costas.
En la práctica no es muy común que se reduzca a una persona a prisión por tener
deudas de esa naturaleza.

C) Formalidades para reducir una persona a prisión

Para que una persona sea reducida a prisión, se debe contar con una orden motivada
y escrita de juez competente, salvo el caso de flagrante delito, tal como lo establece el
artículo 40-11 de nuestra constitución dominicana. Este Juez, se refiere al Juez de la
Instrucción (Art. 73 Cód. Proc. Penal.

Cuando no se observan las formalidades establecidas por la ley, el detenido puede


solicitar por sí mismo que se le ponga en libertad, lo mismo puede ser solicitado por
cualquier otra persona, tal como lo disponen el artículo 40 numeral 6 de la Constitución
Dominicana, y los artículos 381 y siguientes del Código Procesal Penal.

D) Plazo para someter al detenido a la Justicia.

El legislador ha querido que todo detenido, sea sometido a la justicia en un plazo breve,
con lo cual se persigue preservar el derecho que tiene la persona de que su caso sea
ventilado con celeridad, y se determine si existen las condiciones para recobrar su
estado natural de libertad. Al respecto la Constitución en su artículo 40 numeral 5,
prescribe que: “Toda persona privada de su libertad será sometida a la autoridad judicial
competente dentro de las cuarenta y ocho horas de su detención o puesta en libertad.
La autoridad judicial competente notificará al interesado, dentro del mismo plazo, la
decisión que al efecto se dicta”. En el Nuevo Código Procesal Penal, este plazo es
abreviado a 24 horas (Art. 277 y 284 del Nuevo Código Procesal Penal).

E) Prohibición de trasladar cualquier detenido de un establecimiento carcelario a otro


sin orden escrita y motivada.

Ha sido interés del legislador que al momento de trasladar a un detenido de un


establecimiento a otro, se cuente con la autorización escrita y motivada de la autoridad
judicial competente. (Art. 40-12 Constitución dominicana). Conforme a las normas del
Código Procesal Penal, el traslado del condenado debe solicitarse al juez de la ejecución,
pero este traslado nunca debe ser un castigo, sino una manera de asegurar mejor el
cumplimiento de la pena.

29
Penología y Derecho Penitenciario

Con esto se pretende evitar los traslados arbitrarios e injustificados, lo que constituye
una práctica rutinaria en República Dominicana; se traslada a los internos, sin que los
familiares sepan su paradero, lo cual puede ser aprovechado para justificar su desaparición
física o para tratar de obtener la libertad por medios fraudulentos. En ciertos casos los
traslados se emplean como una manera de castigar a los presos, cuando quienes dirigen
el penal entienden que no observan buen comportamiento.

F) Nadie podrá ser juzgado dos veces por la misma causa.

Con ese principio se quiere evitar que un imputado sea juzgado dos veces por el mismo
hecho delictuoso. (Art. 69 numeral 5 de la Constitución, art. 9 Cód. Proc. Penal).
Además de eso, el legislador ha querido evitar contradicciones de sentencias. Para que
este principio constitucional tenga aplicación es necesario que haya habido una sentencia
con autoridad de cosa juzgada.

G) Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo.

Como toda persona se le presume inocente hasta que se demuestre lo contrario,


corresponde al investigador o al juzgador demostrar la culpabilidad del justiciable. La
Constitución prohíbe que una persona sea obligada a declarar contra sí mismo. (Art. 69
de la Constitución Dominicana). En caso de ocurrir, no sería suficiente para producir
una condena, puesto que se ha obtenido la confesión del hecho delictuoso violentando
la Constitución.

El Código Procesal Penal, además de prohibir la auto incriminación, establece que todo
imputado tiene derecho a guardar silencio, y el ejercicio de ese derecho no podrá ser
utilizado en su contra, ni retenerse como indicio de culpabilidad, ya que en la aplicación
de la ley penal son inadmisibles las presunciones de culpabilidad. (Arts. 13 y 14 del
Código Procesal Penal).

La citada prohibición constitucional, en ocasiones es violentada, por parte de algunos


agentes de organismos policiales y militares, ya que a veces se presiona a las personas
que están siendo investigadas para que se responsabilicen de hechos que ellos no han
cometido. Aún en los casos en que hayan cometido la infracción no se les puede obligar
para que declaren en su contra.

H) Nadie podrá ser juzgado sin haber sido oído o debidamente citado

30
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

El artículo 69 numeral 7 del ordenamiento supremo de la República Dominicana


consagra que “Ninguna persona podrá ser juzgada sino conforme a leyes preexistentes
al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud
de las formalidades propias de cada juicio”.

Lo previsto por el citado texto constitucional, impone al juez penal la obligación de


verificar si quien está siendo juzgado, se le citó correctamente, indicándole los plazos
y haciéndole una descripción clara de los hechos que se le imputan, ya que no basta
que se le indique que está acusado de violentar tal artículo, sino que es necesario que se
precise en qué consisten los hechos delictivos. De de no ser así, se le impediría que se
defendiera de la acusación que pesa en su contra.

El artículo 19 del Código Procesal Penal, establece que desde el momento en que una
persona se le señala como posible autor o cómplice de una infracción tiene derecho a
ser informada previa y detalladamente de los cargos que se les imputan.

También se exige para condenar o absorber a una persona que haya sido oído en un
juicio oral, público y contradictorio, con lo cual se quiere garantizar el principio de
contradictoriedad del proceso penal y el ejercicio del derecho de defensa.

En todo proceso se debe observar el procedimiento previamente establecido, lo cual es


un mandato de la Constitución, lo que impone al juez la obligación de examinar si en el
proceso que conoce se han observado esas normas. Estas no pueden ser desconocidas,
ya que las normas de procedimiento son de orden público.

El proceso penal acusatorio, es esencialmente oral. Esto implica que no es necesario un


legajo de papeles para conocer una audiencia a un imputado. Conforme al principio de
inmediatez se debe presentar las pruebas en el mismo juicio, observando las formalidades
establecidas en el Nuevo Código Procesal Penal.

2. 4. La Penología y el Derecho Penitenciario

Antes de establecer los nexos que puedan existir entre la Penología y el Derecho
Penitenciario, sería conveniente esbozar algunas ideas de éste último, el cual ha sido
definido como:

“el conjunto de normas que regulan el cumplimiento de las penas privativas de libertad.
Aunque indiscutiblemente, forman parte del derecho penal (recordemos que el estudio
de la pena es un pilar básico del derecho penal, junto con el estudio del delito y el

31
Penología y Derecho Penitenciario

delincuente), contiene aspectos que son objeto de estudio en el derecho administrativo


(tales como autorizaciones y permisos de salida; facultades sancionadoras de la
administración penitenciaria, junta de régimen de la prisión, creación y modificación
de establecimientos carcelarios, Dirección General de Instituciones Penitenciarias y
Comunidades Autónomas, etc.), lo que confiere al derecho penitenciario una cierta
entidad y mínima independencia. (Diccionario Jurídico Espasa, Edit. Espasa Calpe, S.
A. , Madrid, 1993; p. 327).

El Derecho Penitenciario, también ha sido definido “como el complejo de las normas


jurídicas que tratan de la ejecución de las penas y de las medidas de seguridad desde el
momento en que se convirtió en ejecutivo el título que legitima la ejecución”. (Novelli,
Giovanni, citado por Golstein, Raul, Op. Cit., pp. 347-348).

Entre el Derecho Penitenciario y la Penología existen vínculos muy estrechos, de


hecho en las escuelas de derecho se usa como materia indistintamente la Penología y el
Derecho Penitenciario. Algunos penólogos ubican a la Penología dentro de la ciencia
penitenciaria, aunque debe ser al revés, es decir, el derecho penitenciario encaja dentro
de la Penología. Esta no sólo se refiere a la ejecución de las penas privativas de libertad,
sino también al estudio de la pena en todo el proceso penal y también post penitenciario,
en tanto que el derecho de penitenciario sólo interviene en la ejecución de la pena.

2.5. La Penología y la Criminología

La Criminología es una ciencia causal explicativa, que trata de averiguar, cuáles son
las causas que hacen que una persona se convierta en infractor. Estudia la figura del
delincuente y las consecuencias sociales de la conducta punible. La Penología, se encarga
de diseñar políticas idóneas para la aplicación de la pena; por lo que su relación con la
Criminología es muy cercana. Para diseñar una política penológica adecuada, se requiere
conocer las causas de la criminalidad, para determinar si procede una pena privativa de
libertad o restrictiva de libertad, o si procede susituir la pena de prisión por trabajos
comunitarios o por multas, según las circunstancias de cada caso.

La Criminología, también puede ofrecer informaciones al legislador, que conlleve a que


se legisle para abolir penas, modificar o crear otras.

3.-Relaciones de la Penología con otras Ciencias Sociales

3. 1.La Penología y la Sociología del Derecho.

32
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

La Sociología del Derecho y la Penología se relacionan en el sentido de que la sociología


se interesa, e interviene, en los aspectos sociológicos de la pena. Estudia básicamente las
causas y consecuencias sociales de la misma, y las repercusiones sociales que conlleva
su aplicación y ejecución. La Sociología del Derecho, se interesa también por el estudio
sociológico del sistema penitenciario, ya que la prisión no debe ser estudiada de manera
aislada. Hay que tomar en cuenta cuáles son los beneficios de la misma, tanto para el
condenado, como para la sociedad, de ahí su vinculación con la Penología.

3. 2. La Penología y la Política Criminal

Para hablar de relación de la Penología con la política criminal, conviene primero decir
que la Política Criminal es la ciencia de la lucha contra el delito, es la que sugiere al
Estado cuál es la actividad idónea para prevenir y reprimir la criminalidad. Se hace
política criminal cada vez que se redactan códigos, se crean nuevas sanciones, se
eliminan otras, se crean nuevas figuras jurídicas y se definen políticas para mejorar
las condiciones carcelarias. Así que la Penología y la Política Criminal guardan mucha
afinidad. La primera se ocupa del estudio de la pena en toda su amplitud, su creación
ejecución y también estudia al delincuente aún después que haya salido de la prisión,
estableciendo mecanismos para que éste vuelva a su estado natural de libertad como
un ente sano y capaz de respetar las normas morales y legales, con lo cual se asemeja
mucho a la Política Criminal. Incluso algunos autores concuerdan que la Penología cae
en el campo de dicha ciencia. Así, la política criminal podría contribuir a la prevención
de la delincuencia que está carcomiendo a la sociedad dominicana y a casi el mundo
entero, sugiriendo estrategias a tales fines.

Una correcta política criminal puede prevenir las acciones delictivas y puede lograr una
mejor ejecución de la pena. Si las instituciones del Estado que tienen a cargo dicha
tarea (la Procuraduría General de la República, El Ministerio de Interior y Policía, La
Policía Nacional, el Ministerio Público de los distintos Distritos Judiciales, la Dirección
General de Migración, los Organismos de Seguridad del Estado, los diversos cuerpos
investigativos de las Fuerzas armadas, la Suprema Corte de Justicia, el Poder Legislativo
y el Poder Ejecutivo) coordinaran una política criminal eficaz, se podría determinar la
cifra de la criminalidad y cuáles son las clases de delitos que se comenten más a menudo
por regiones. Ello podría ayudar a buscar estrategias para prevenir la criminalidad.

Con la existencia de una política criminal bien coordinada, se podría mejorar el sistema
de justicia penal, porque se buscarían medidas sustitutivas para la prisión y se mejoraría
el sistema penitenciario, es decir, cambiaría el sistema de imponer penas, porque estos
tendrían otra función. En la medida en que las penas tengan un carácter de reeducación

33
Penología y Derecho Penitenciario

y reformación, para prevenir la criminalidad, los condenados no saldrían tan pervertidos


como para continuar el camino de la delincuencia, y así la cantidad de personas que
ingresarían a las cárceles sería menos y el Estado resolvería un problema. Para eso
hace falta voluntad política. Algunas autoridades dominicanas tienen una idea errada del
sistema de penalización. De nada sirve que existan penas severas, si ellas no conllevan a
la reeducación, de modo que se deberá tomar en cuenta la naturaleza de la infracción y
la personalidad del imputado.

En el sistema de justicia penal dominicano la aplicación de la pena propicia la posibilidad


de que el condenado vuelva a delinquir, cuando la política criminal debe proporcionar
a la sociedad seguridad social, en tanto que el condenado salga en condiciones óptimas
para la reinserción social.

Moreno, en relación a la política criminal, apunta que todo Estado debe tomar en
cuenta lo que sigue para la ejecución de una política criminal:

1. La ley penal, que abarca tanto el derecho sustancial como procesal.

2. El aparato judicial, que comprende tanto a las autoridades encargadas de perseguir


las infracciones a la ley penal como a los jueces, siendo estos últimos los facultados para
establecer las sanciones en los casos en que así procede; y

3. El sistema penitenciario, en su doble misión de ejecutar la pena y de resocializar al


condenado.

La política criminal del Estado dominicano, está más bien dirigida a la represión del
delito, a pesar de la cantidad de crímenes que se quedan impunes. Se sostiene que “las
sanciones están muy centradas en la privación de libertad, y entre más prolongadas
mejor, ignorando el efecto que para determinados delitos podrían tener penas cortas o
pecuniarias o de trabajo en la comunidad.” (Moreno, 1998)

Matos (1998), sostiene que en el sistema de justicia penal dominicano, permanecen


infracciones arcaicas, que no tienen razón de ser y se hace necesario introducir otras que
si tienen razón de ser. Ahora habría que plantear la interrogante de ¿Cuál es la política
criminal que debe seguir un Estado moderno? Un informe presentado en la conferencia
Europea de Direcciones de Institutos de Investigaciones Criminológicas, 1968 se indica
que un Estado moderno debe tomar las siguientes vías de política criminal:

1. La acción por medidas preventivas, sobre los factores sociales y económicos de la


criminalidad;
34
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

La supresión del procedimiento penal para las infracciones a las reglamentaciones, sobre
todo para las infracciones de carretera, que acaparan actualmente el 50 por ciento de la
actividad de los tribunales de un Estado moderno;
El reemplazo, en la medida posible, para la criminalidad individual, de la pena de prisión
a menudo ineficaz y costosa para la sociedad, por diversas medidas menos disocializantes
para el delincuente;

10. El fortalecimiento de la represión de la criminalidad organizada

Refiriéndose a la prevención de la criminalidad, Matos pone como ejemplo el caso


del dicho popular, que dice que es mejor prevenir que curar. Aduce el jurista que el
problema de la disciplina escolar, es un ejemplo muy palpable de lo que es la prevención,
ya que hace mucho los castigos corporales eran muy usados en las escuelas, sin embargo
el desorden seguía reinando; y se ha logrado una mejor disciplina pero no es aplicando
castigos más fuertes, sino aumentando la capacidad de los maestros y maestras para
manejar las diversas conductas.

Lo mismo puede decirse de la política criminal. Hace falta que los organismos del
Estado planifiquen estrategias para prevenir la delincuencia, antes de que se llegue a la
cárcel y desde ella misma prevenir los actos delincuenciales, para que las cárceles no se
conviertan en un laboratorio de delincuentes.

3. 3. La Penología y la Política Penitenciaria

Como se verá, la Política Penitenciaria y la Penología andan de las manos, por lo que
la relación de ambas se explica sin entrar en muchos detalles. La política penitenciaria
deberá preocuparse fundamentalmente por formular explícitamente los grandes objetos
del sistema penitenciario y deberá establecer además como funcionará ese sistema para
lograrlo.

Al ser la política penitenciaria, una política Estatal responde a sus postulados filosóficos
doctrinales. De donde se colige que preguntas como los fines de la pena, cómo se
definirá el tratamiento penitenciario, quiénes serán las personas encargadas de ejecutar
la pena, etc., deben ser respondidas por el Estado a través de los diversos órganos
especializados.

Es por ello que una política penitenciaria debe necesariamente ser coherente con las
políticas del Estado con relación a otras áreas afines del quehacer público, como es
el caso de la política criminal. Si el Estado a través de uno de los poderes decide

35
Penología y Derecho Penitenciario

enfrentar el aumento de la criminalidad por la vía de imposición de penas de mayor


duración para quienes delinquen, deberá de esperar un aumento de la población penal.
Por consiguiente,3 se haría necesario la construcción de cárceles y la formación de más
personal y la asignación de un mayor presupuesto a la Dirección General de Prisiones.

Prado (1999), señala que además de la coherencia con políticas afines, la política
penitenciaria debe necesariamente tomar en consideración los postulados y el accionar
del Estado en otros ámbitos, que aparentemente no tienen nada que ver con lo criminal
y lo penitenciario, pero que de alguna manera repercuten en su quehacer. Es por ello,
que si en un estudio diagnóstico de la población penal se demuestra que la mayor
parte de los que están en la prisión, tienen sólo 2 o 3 años de enseñanza primaria o
básica, es evidente que el sistema de educación debe revisarse, ya que una mejor política
educacional podría contribuir a disminuir la criminalidad.

Si se hiciera un estudio de las personas que guardan prisión preventiva o los que están
cumpliendo condena, es posible que arrojara datos que indicaran que la mayoría de ellos
tienen una escolaridad muy baja.

3.4. La Penología y la Antropología Criminal

La Antropología es la ciencia que estudia al ser humano, en sus caracteres físicos y


psíquicos, en su poder de idealización y de sentimiento, de ahí su utilidad para las ciencias
penales y especialmente para aquella parte que, bajo el nombre antropología y sociología
criminal, investiga los límites de la normalidad y la anormalidad individual. Esta ciencia
tuvo su nacimiento con Lombroso, quien efectuaba sus investigaciones antropológico-
criminales teniendo como presupuesto el atavismo en el delincuente. Además intentó
establecer cuál era el tipo criminal, mediante la búsqueda de ciertos rasgos fisonómicos.
Sus aportes más valiosos fueron sus investigaciones sobre la herencia como causa directa
de la delincuencia.

Los antropólogos criminalistas, también llamados positivistas, consideran que el


delincuente es fruto de un retorno atávico, degenerado por herencia, variedad bien
definida de la especie humana. Otro aporte importante de dicha escuela fue haber
atraído la atención hacia el estudio del delito en sí y como consecuencia, haber provocado
la adecuación y humanización de las sanciones. (Goldstein, 1993)

Si la antropología criminal se interesa por el estudio del delito y el delincuente, muy


particularmente en lo referente a los rasgos biológicos y hereditarios, es obvio que tenga
cierta vinculación con la Penología, en el sentido de que en la aplicación y ejecución de

36
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

la pena, ha de tomarse muy en consideración la personalidad del delincuente, puesto que


permite al juez conocer las causas que han motivado al justiciable a cometer los hechos
de los cuales se les acusa. Además de eso, para la ejecución de la pena es importante que
se conozca la personalidad del delincuente, porque permitiría aplicar un tratamiento que
se corresponda con su personalidad.

3. 5. La Penología y la Antropología Penitenciaria

La Antropología Penitenciaria tiene por objeto de estudio las particularidades de los


reclusos, a fin de clasificarlos y en establecimientos e instituciones especiales someterlos
a un tratamiento curativo, correctivo o pedagógico. Mientras la Antropología Criminal,
trató en un tiempo de establecer tipos delincuentes, la Antropología Penitenciaria quiere
establecer tipos de presos, a fin de definir el estado antropológico en que se encuentra
el preso. De ahí sus lazos estrechos con la Penología.

3. 6. La Penología y la Psicología Criminal

La Psicología Criminal puede ser definida como una parte de la psicología general que
tiene por objeto de estudio al individuo delincuente dentro del sistema de las ciencias de
la criminalidad. Esta disciplina, constituye un capítulo fundamental de la Criminología y
sus investigaciones están estrictamente vinculadas con aspectos de derecho penal.

La relación de la Psicología Criminal con la Penología es evidente. La primera sirve de


auxiliar al juez en el proceso penal. En ocasiones, para determinar la responsabilidad
penal del imputado, y tomar una decisión con equidad es necesario auxiliarse de la
Psicología Criminal. Como ya se ha dicho la Penología tiene como eje fundamental el
estudio de la pena, por eso en la medida que el Psicólogo Criminal oriente al juez en la
conducta del imputado, podría conducir al Magistrado a adoptar la decisión más justa.

3.7. La Penología y La Psicología Forense

Mora (1998), define la psicología forense como la ciencia que asiste al proceso judicial
en la fase del interrogatorio. A través de ese método como se puede apreciar la verdad
o los errores del acusado o del testigo. Así, la psicología forense abarca todo lo que
concierne a los derechos del justiciable y a la justicia, en lo relativo a las cualidades o
características psicológicas de los implicados en el proceso penal, los vicios o alcance
de sus testimonios.

37
Penología y Derecho Penitenciario

El citado psicólogo critica el Derecho Penal dominicano en el sentido de que éste se


ha convertido en un derecho de culpabilidad. Es por ello que el psicológico forense
quisiera dejar claro que existen características en el procesado, en los testigos, que los
hacen merecedor de una mejor reacción penal. A veces hay penas excesivas para casos
que no la merecen; en ocasiones los jueces condenan a un inocente y ponen en libertad
a un culpable. Eso se debe a que el sistema de justicia penal carece de peritos clínicos
forenses. A veces hay casos de demencia y hay que determinar en responsabilidad penal,
y la justicia no puede hacerlo. Es obvio que algunas personas padecen enfermedades
que los lleva a cometer errores que la justicia va a sancionar.

Hay que subrayar que la psicología forense tiene su radio de acción únicamente en el
proceso penal, de ahí que ha sido llamada con propiedad la ciencia del testimonio. Su
valor reside en asistir al juez en el arte más importante que existe en la justicia que es el
interrogatorio.

La psicología forense es diferente a la psicología jurídica y criminal. La psicología jurídica


alcanza a todos los individuos cuyas cualidades psicológicas van a ser examinadas por la
justicia, no importa de qué derecho se trate. La psicología criminal además de estudiar
la personalidad del infractor debe incluir a las víctimas. ´

Apunta Mora, que una debilidad del sistema de justicia penal dominicano, es que cuando
declara irresponsable penalmente a una persona, el juez no decide nada sobre su estado
de salud, es decir, no se le envía a un lugar donde se le pueda tratar. Generalmente,
quien es declarado irresponsable por padecer de enfermedades mentales, puede poner
en peligro otra vez la vida de los ciudadanos.

3. 9. Penología y Derechos Humanos

Pocos años después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1955,


el Primer Congreso de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito, celebrado
en Ginebra, aprueba las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos, cuerpo
normativo que regula la interacción entre los agentes del Estado encargados de operar
la ejecución de penas y quienes deben estar recluidos por orden de un tribunal. Este
cuerpo normativo recoge no sólo los principios de esa Declaración sobre los derechos,
sino también mucho de su articulado, y se ha ido transformando con el correr del
tiempo en un modelo de sistema penitenciario al cual la gran mayoría de los países en
proceso de modernización aspira.

38
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

No es el caso analizar en detalle esas Reglas Mínimas, basta indicar que se refieren a
cuestiones aparentemente tan disímiles o inconexas como la formación, remuneraciones
y condiciones de vida del personal penitenciario, la presunción de inocencia de las
personas afectadas por detención preventiva o las características que debe reunir el
diseño arquitectónico. De todos ellos cuales es posible detectar la lógica y el espíritu de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual contiene muchas disposiciones
que tienden a proteger al justiciable y al condenado, y están contenidas en casi todas
las constituciones del mundo. Es una manera de los Estados garantizar el respeto a la
personalidad humana y evitar las injusticias que se puedan cometer contra cualquier
persona, sin distinción de raza, nacionalidad, religión o credo político.

Entre los principios que recoge la declaración universal de los Derechos Humanos y
que guardan una estricta vinculación con la justicia penal, y por ende con la Penología,
se pueden mencionar algunos desde del artículo 3 al 11:

a) El derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

b) Ninguna persona podrá ser sometida a torturas ni a penas o tratos crueles,


inhumanos o degradantes

c) Todos los individuos son iguales ante la ley y se le debe proteger por igual.

d) Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

e)Toda persona tiene derecho en igualdad de condiciones, a ser oída públicamente y


con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación que se formule
en su perjuicio en materia penal.

f) Toda persona acusada de la comisión de una infracción penal, tiene derecho a que
se le presuma inocente, hasta que la autoridad competente determine su culpabilidad,
en juicio, oral, público y contradictorio, donde se le hayan asegurado todas las garantías
necesarias para su defensa.

g) Ninguna persona podrá ser condenada por actos y omisiones que en el momento
de cometerse no constituían infracciones penales. Tampoco se podrá aplicar una pena
mayor que la establecida, al momento de la comisión de la acción delictuosa.

39
Penología y Derecho Penitenciario

Las supraindicadas disposiciones han sido concebidas con el animo de preservar los
derechos del justiciable y del condenado. Sin embargo, a más de cincuenta años de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en República Dominicana, se
violentan a cada instante. Lo más triste de todo esto es que las personas llamadas a
proteger y a luchar para que todos los individuos sean iguales ante la ley y para que a
todo ciudadano se le garanticen sus derechos, son los primeros en irrespetar la ley.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del 16 de diciembre de 1966 y


ratificado por el Congreso Nacional de la República Dominicana, mediante Resolución
No. 684 del 27 de octubre de 1977, G.O. No. 9541 del 12 de noviembre del mismo
año, en consonancia con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, consagra
algunas disposiciones en los artículos 9-10, tendentes a proteger a los ciudadanos, entre
las que se encuentran :

1-Toda persona detenida será informada en el momento de su detención, de las razones


de la misma, y notificada sin demora, de la acusación formulada contra ella.

2-Toda persona detenida o presa a causa de una infracción penal, será llevada sin demora
ante un juez o u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y
tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La
prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general,
pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del
acusado en el acto del juicio, o en cualquier momento de las diligencias procesales y, en
su caso, para la ejecución del fallo.

3-Toda persona privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá derecho a


recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible, la legalidad de
su prisión y ordene su libertad si ésta fuere ilegal.

4-Toda persona ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho efectivo a obtener


reparación.

5) Toda persona privada de su libertad será tratada humanamente y con respeto debido
a la dignidad inherente al ser humano.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos “Pacto San José de Costa Rica”
del 22 de noviembre de 1969 y ratificada por el Congreso Nacional de la República
Dominicana, mediante Resolución No. 739 del 25 de diciembre de 1977, G. O. No. 9461,
del 18 de febrero de 1978, en sus artículos 8-10, consagran las mismas disposiciones

40
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

antes enunciadas y se establece además que toda persona tiene:

1. Derecho a no ser obligada a declarar contra sí misma ni a declararse culpable.

2. La declaración del inculpado solo es válida si es hecha sin coacción de ninguna


naturaleza.

3. Toda persona tiene derecho a hacer indemnizada conforme a la ley en caso de haber
sido condenada por sentencia firme por error judicial.

De las disposiciones citadas se puede inferir, que los Derechos Humanos, tienden a
establecer las garantías mínimas que debe tener todo justiciable o condenado. Se
trata de disposiciones que obligan a las autoridades a respetar la dignidad humana de
las personas, respetando en consecuencia los derechos consagrados en su favor sin
renunciar a sancionar las acciones que contravengan las disposiciones penales, y que
pongan en peligro la seguridad de la sociedad.

Además de los Documentos Internacionales antes mencionados, también la Convención


Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, en sus artículos 4, 5 y 10, contiene
disposiciones tendientes a garantizar los derechos de los detenidos y los condenados, y
define la tortura como: “todo acto realizado intencionalmente por el cual se inflijan a
una persona penas o sufrimiento físicos o mentales, con fines de investigación Criminal,
como castigo personal, como medida preventiva, como pena o cualquier otro fin”.

La citada Convención, además prescribe que el hecho de que el agente policial o militar,
actúe por mandato superior, no exime de responsabilidad penal al agente actuante.
Tampoco se puede invocar para justificar la tortura la peligrosidad del detenido o la
poca seguridad del establecimiento carcelario.

Esas prohibiciones se violentan a cada instante en República Dominicana, donde los


recintos carcelarios, más que centros de reeducación son centros de torturas, y las
autoridades del Ministerio Público, conociendo de tal situación no ponen en movimiento
la acción pública en contra de esas personas, que valiéndose de su autoridad humillan y
someten a los condenados a todo tipo de vejámenes.

Otro asunto más penoso aún es que una gran parte de los jueces penales admiten
como medios probatorios en el proceso, declaraciones que se obtuvieron por medio
de torturas, contraviniendo así la citada Declaración, cuando expresa que: “ninguna

41
Penología y Derecho Penitenciario

declaración que se compruebe haber sido obtenida mediante tortura podrá ser admitida
como medio de prueba en un proceso, salvo en el que se siga contra la persona o
personas acusadas de haberla obtenido mediante actos de tortura y únicamente como
prueba de que por ese medio el acusado obtuvo tal declaración”.

La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 9 de diciembre de 1975, una


Declaración condenando la Tortura como “una ofensa a la dignidad humana”. En tal
virtud los gobiernos del mundo, sin excepciones, han acordado un conjunto de medidas
destinadas a impedir la tortura. Esta Declaración tiene un alcance mayor que la citada
con anterioridad, y en consecuencia define la tortura como: “Todo acto por el cual un
funcionario público, u otra persona a instigación suya, inflija intencionalmente a una
persona penas o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener
de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya
cometido o se sospeche que ha cometido, o de intimidar a esa persona o otras..”.

Toda persona que manifieste haber sido torturado o sometido a penas crueles, inhumanas
o degradantes, por un funcionario público, o a instigación del mismo, tendrá derecho
a que su caso sea examinado de manera imparcial por las autoridades competentes del
Estado interesado. Si tal práctica se comprueba, se concederá a la víctima reparación e
indemnización conforme a la legislación vigente.

El artículo 28 del Código Procesal Penal, al establecer el principio de legalidad de


las prueba, plantea que las pruebas sólo tienen valor, si son incorporadas al proceso
conforme a los principios y normas previstos en dicho Código; y el incumplimiento de
esas formalidades pueden ser propuestas en cualquier estado de causa, provocando la
nulidad del acto y sus consecuencias.

42
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

Resumen de la Unidad I.
La Penología es la ciencia que estudia los diversos mecanismos de sanciones del acto
infraccional, y aunque se la tiende a confundir con el Derecho Penitenciario y algunos
autores incluso la ubican dentro de éste, y también como una rama de la Criminología,
no tienen en esencia el mismo objeto de estudio, ya que la Penología es más abarcadora
que el Derecho Penitenciario. El último regula las penas privativas de libertad, en cuanto
a su cumplimiento. La Penología por su parte abarca el sentido general, planteando así
mecanismos para la prevención del delito, busca medidas sustitutivas para la prisión y
toma en consideración el tratamiento post penitenciario, por lo que se puede decir que
la ciencia penitenciaria cae dentro de la Penología, aunque también podría asemejarse
a la Criminología y a la Política Criminal. La Penología más bien tiene que ver con los
medios de represión y el tratamiento de los delincuentes.

La Penología guarda una estrecha relación con el Derecho Constitucional, Derecho


Penal y Derecho Procesal Penal, debido a que la Constitución establece el principio de
legalidad de los delitos de las penas, el Derecho Penal reglamenta el delito y las penas, y
el Derecho Procesal Penal, tiene por finalidad la determinación de la pena a través del
juicio.

La Penología también se relaciona con la Criminología, la Política Criminal, Política


Penitenciaria, Derecho Penitenciario, Psicología Forense, Criminal y Antropología
Criminal.

RESUMEN

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Penología y Derecho Penitenciario

Actividades Unidad I.
Responde lo que se le indica a continuación. Señale textos legales en los casos que sea
necesario.

1) Busca una sentencia emitida por un tribunal penal e identifica la aplicación de los
principios que rigen la pena.

2) Asiste a una audiencia del Tribunal de la Ejecución de la Pena, y observa el desarrollo
de la audiencia, y verifica el cumplimiento de la norma constitucional y otras leyes
adjetivas.

44
UNIDAD I. LA PENOLOGÍA

Ejercicios de autoevaluación Unidad I


Completa los espacios en blanco con la palabra que mejor complete el sentido
de la oración.

1) _____________________________,es aquella que se encarga del castigo o


tratamiento a los delincuentes y de la prevención del delito de naturaleza puramente
práctica.

2) ______________________, es el conjunto de normas jurídicas que tiene por


finalidad regular el ejercicio del poder punitivo del Estado, estableciendo los delitos y
las penas a aplicar.

3) ______________________________, constituye el aspecto fundamental del juicio.

4) ___________________________, es la ciencia de la lucha contra el delito, y sugiere


al Estado cuál es la actividad idónea para prevenir y reprimir la criminalidad.

5) ___________________________, tiene por finalidad el estudio de las particularidades


de los internos, a los fines de que estos sean sometidos a establecimientos e instituciones
especiales a un tratamiento correctivo pedagógico.

Marca V o F, según que el enunciado sea verdadero o falso.

1) V. F. La penología tiene su fundamento en la Constitución dominicana.

2) V. F. El derecho penitenciario se ocupa de la determinación de la pena en el juicio


penal.

3) V. F. La pena siempre debe estar sometida al principio de legalidad.

4) V. F. El estudio de la Penología es propio del Derecho Procesal Penal.

5) V. F. La política penitenciaria debe preocuparse de formular explícitamente los


objetivos del sistema penitenciario.

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Penología y Derecho Penitenciario

Bibliografía Básica Unidad I


Cabanellas, Gillermo, 1981.Diccionario enciclopédico de derecho usual, 20a ed., Tomo
VI, Edit. Heliasta S. R. L., Buenos Aires, República de Argentina.

Constitución República Dominicana, 2015.

Código Procesal Penal.

Goldstein, Raúl, 1993. Diccionario de Derecho Penal y Criminología, Edit. Astrea,


Buenos Aires.

Prado, Francisco O. 1999.“Cinco principios de la política penitenciaria”, Novedades


de la Reforma Judicial, Boletín No. 11 (mayo, 1999), p. 20-24, Santo Domingo, D. N.,

Ramos, Leoncio, 1986. Notas de Derecho Penal Dominicano, 2da. Edición, Editora
Tiempo, S. A., Santo Domingo, D. N.

Resumil de Sanfilippo, Olga E., 1992. Criminología General, 2da., Edición Editora
de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico.

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