Derecho Mercantil III Unidad 2

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UNIDAD II

LOS CONTRATOS MERCANTILES EN GENERAL

En este apartado es importante que el estudiante conozca los lineamientos específicos que en materia de contratos
se regulan en el derecho mercantil.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

Después de haber realizado la lectura de la unidad:


− Liste las palabras de su desconocimiento y elabore un glosario.
− Explique la relación entre la unidad anterior con los primeros temas de ésta unidad.
− Realiza un mapa conceptual con los elementos más relevantes de un contrato mercantil.
− Contraste los siguientes términos: Mancomunidad y solidaridad - Consensualismo y formulismo.
− Construya o mencione un caso con los siguientes puntos de la unidad: 2.9., 2.10. y 2.11. (puede abarcar más elementos
si lo desea).
− Defina ampliamente el término Mora en materia mercantil.
− Describa la importancia del estudio de los contratos mercantiles celebrados en materia extranjera, mencionando los
artículos 80., 90., 40. y 50. de la Ley Monetaria de los Estado Unidos Mexicanos.
− Exponga en que consiste la prescripción en materia de contratos mercantiles.

OBJETIVO PARTICULAR

Precisar los principios fundamentales, así como los lineamientos generales que la ley establece para los contratos
mercantiles.

CONTENIDOS

2.1. La naturaleza jurídica de los contratos mercantiles.


2.2. Marco jurídico.
2.3. Supletoriedad en los contratos mercantiles.
2.4. El plazo.
2.5. Mancomunidad y solidaridad en materia mercantil
2.6. Las obligaciones entre ausentes.
2.7. Consensualismo y formulismo.
2.8. La lesión en los contratos.
2.9. El pacto comisorio.
2.10. La ausencia en los términos de gracia: su excepción
2.11. Lugar del cumplimiento de los contratos.
2.12. La mora.
2.12.1. El interés ordinario y moratorio en los contratos mercantiles.
2.12.2. La cláusula penal en los contratos mercantiles.
2.13. Contratos mercantiles celebrados en moneda extranjera.
2.13.1. Estudio de los artículos 8º, 9º,4º y 5º, de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos.
2.14. La prescripción en materia de contratos mercantiles.

Fichas bibliográficas de los documentos.

Documento Ficha
2.A. VÁSQUEZ del Mercado, Óscar,
Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 150 – 160, 208.
2.B. DÍAZ Bravo, Arturo,
Contratos Mercantiles,
6ª Edición, México, Harla, 1997,
Págs. 46-47.

1
2.C. CASTRILLÓN y Luna, Victor M.,
Contratos Mercantiles,
2ª Edición, México, Porrúa, 2003,
Págs. 69-70.
2.D. DÍAZ Bravo, Arturo,
Contratos Mercantiles,
6ª Edición, México, Harla, 1997,
Págs. 44.
2.E. VÁSQUEZ del Mercado, Óscar,
Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 155, 156.
2.F. DÍAZ Bravo, Arturo,
Contratos Mercantiles,
6ª Edición, México, Harla, 1997,
Págs. 51-52.
2.G. VÁZQUEZ del Mercado, Óscar,
Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 153 – 154, 161 y 162.
2.H. Ley Monetaria
Agenda Financiera 2003,
Ediciones Fiscales Isef,
Pags. 2 y 3.
2.I. VÁZQUEZ del Mercado, Óscar,
Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Pág. 162.

2.1. La naturaleza jurídica de los contratos mercantiles.

NOTA: Remitirse al Tema 1.4. de esta antología.

2.2. Marco Jurídico.


2.3. Supletoriedad en los contratos mercantiles
2.4. El plazo.
2.5. Mancomunidad y solidaridad en materia mercantil.
2.6. Las obligaciones entre ausentes.
2.7. Consentimiento y formulismo.
2.8. La lesión en los contratos.

2.A. VÁSQUEZ del Mercado, Óscar,


Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 150 – 160, 208.

5. REGLAS PARTICULARES

[…] Las normas del derecho mercantil cambian en parte las normas del derecho común, para adaptarse a las
exigencias de la actividad mercantil sin embargo, no existe un sistema de derecho de las obligaciones mercantiles diverso al
sistema de las obligaciones civiles.

Existe, como se ha dicho, solamente normas relativas a las obligaciones mercantiles, no se diferencian de las normas
relativas a algunas de ellas, las cuales modifican o completan las normas del derecho civil sobre obligaciones. Estas últimas
también se aplican en materia mercantil, si la materia no está reglamentada de manera especial por las leyes comerciales o
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por los usos mercantiles.

6 Vittorio Salandra, Curso de derecho mercantil, México, 1949, p. 9.

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Como las normas que disciplinan las obligaciones mercantiles no se diferencian de las normas relativas a los contratos,
en nuestro Código de Comercio no hay separación entre disposiciones sobre obligaciones y sobre contrato o convenio. Los
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artículos 77 a 88 del Código de Comercio se refieren indistintamente a convenios obligaciones y contratos.
Es frecuente, en el campo mercantil, el recurso a las normas del Derecho civil, a ellas remiten los artículos 2º y 81 del
Código de Comercio.

En relación a la formación de los contratos mercantiles, se aplican las mismas normas generales de la materia civil y
que forman parte del derecho general de las obligaciones, Así sucede por lo que se refiere a los elementos esenciales del
contrato: la capacidad, el consentimiento, el objeto, la causa.

Si bien la ley y los usos mercantiles regulan solamente parte de los problemas que ofrecen las obligaciones
mercantiles, al mismo tiempo que la formación de los contratos mercantiles, su estudio presenta algunas particularidades que
dan lugar a principios generales que se imponen en toda la materia de las obligaciones mercantiles, a los cuales se recurre
con exclusión de las normas del derecho civil y que se consideran y son estudiados como parte del derecho mercantil.

Aunque en forma sucinta, es conveniente referirse a los principios propios de las obligaciones y contratos
mercantiles.[…]

6. SOLIDARIDAD

[…] En el Derecho Mercantil se presume la solidaridad en las obligaciones. En el Derecho Civil, cuando los deudores de
una obligación son más de uno, cada cual, salvo algunas excepciones, quedan obligados hasta un límite, que es su cuota. Si
un deudor es insolvente, el acreedor no puede exigir la cuota respectiva a otro deudor y por lo tanto, deja de obtener el monto
total de su crédito.

Es diverso en el Derecho Mercantil. Los codeudores de una obligación quedan, porque así se presume, obligados
solidariamente, al grado que el acreedor puede exigir de cada deudor el pago total del crédito, salvo pacto en contrario.

La razón de esta presunción se debe a que se considera que en el campo del comercio hay una mayor seguridad para
el acreedor, de poder recuperar su crédito, dado que si un deudor no paga, puede lograr el pago con el otro deudor.

Debe señalarse, sin embargo, que la solidaridad se presume cuando la obligación es mercantil para los codeudores,
pues en el caso de un acto de comercio unilateral no existe tal presunción,

El artículo 1050 del Código de Comercio, establece que cuando de las dos partes que intervienen en un acto, para una
éste tenga naturaleza mercantil y para la otra, civil ese acto diese lugar a un litigio, la contienda se seguirá conforme a las
prescripciones de las leyes mercantiles.
El Código de Comercio no contiene una declaración general acerca de la solidaridad en las obligaciones mercantiles,
como el Código Civil la contiene al contrario, el artículo 1988 de este ordenamiento, señala que la soIidaridad no se presume,
resulta de la ley o voluntad. Sin embargo, aún cuando en el Código de Comercio no hay un precepto similar, en algunas
disposiciones de carácter mercantil se encuentran declaraciones que establecen la solidaridad. Así por ejemplo, en la Ley de
Títulos y Operaciones de Crédito el artículo 4º, dice que en las operaciones que la ley reglamenta se presume la solidaridad;
en e] artículo 154, señala que el aceptante, girador, avalista, endosante, se presumen solidariamente obligados; por su parte,
8
el artículo 159 menciona que todos los que aparezcan en la letra se presumen obligados solidariamente.

En igual forma, la Ley General de Sociedades mercantiles, el artículo 7º indica que las personas que realicen actos en
nombre de la sociedad, antes del registro de ésta, responderán solidariamente por dichas operaciones; el artículo 21, señala
la responsabilidad solidaria del administrador por no separar de las utilidades el monto debido para formar el fondo de
reserva; los socios colectivos y comanditados son solidariamente responsables de las obligaciones sociales, según los
artículos 25, 51 Y 207, y así otras más disposiciones.9

A pesar de no existir una declaración expresa, la solidaridad en las obligaciones mercantiles debe siempre presumirse,
salvo prueba en contrario. La norma de solidaridad en las obligaciones mercantiles en la legislación, doctrina y jurisprudencia

7 Rafael de Pina Vara, Elementos de derecho mercantil mexicano, México, 1979, p. 185, señala que en el Código de Comercio y demás leyes mercantiles, escasos preceptos encontramos
sobre las obligaciones y contratos mercantiles en general; Tullio Ascarelli, op. cit., p, 233, notas de Joaquín Rodríguez Rodríguez.
8 Para un estudio de los títulos de crédito consúltese Tullio Ascarelli, Teoría general de los títulos de crédito, México, 1947; Vittorio Salandra, op. cit., Alberto Asquini Titoli di credito, Padova,
1966; Francesco Carnelutti, Teoría della circolazione, Padova 1933; Giuseppe Ferri, I titoli di credito, Torino, 1965; Antonio Brunetti, I titoli di credito nel diritto italiano, Francesco Messineo, I
titolí di credito, Padova, 1964; Joaquín Garrigues, op. cit., Joaquín Rodríguez Rodríguez, op. cit.
9 Remitimos al lector a nuestro trabajo Asambleas, fusión y liquidación de sociedades mercantiles, México, 1980, para una guía de las obras para el estudio de sociedades que en especial
el libro de Joaquín Rodríguez Rodríguez, Tratado de sociedades mercantiles México.

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de los países cuyas disposiciones legales fueron base para dictar las nuestras (Francia, España, Italia), ha sido transmitida a
10
nosotros pese a que no se encuentra establecida expresamente en un única disposición. […]
9. TÉRMINOS Y M0RA

[…] En el cumplimiento de las obligaciones mercantiles, el término es un elemento básico, sobre todo cuando las partes
han considerado útil una prestación, cuando ésta se cumple en un determinado término. En la actividad del comercio se
impone una rapidez en la ejecución de las obligaciones, de ahí que los términos dilatorios de la ejecución, aceptable en el
Derecho Civil, no son compatibles con la celeridad y la escrupulosa consideración del tiempo, propios de la contratación
moderna.

La exigencia de rapidez en el planteamiento y liquidación de las relaciones obligatorias del Derecho Mercantil, ha
determinado la disposición que fija el término de cumplimiento de las obligaciones en el Derecho Mercantil.

A diferencia con el Derecho Civil, si la obligación Mercantil no se cumple, no cabe la posibilidad de conceder ningún
plazo, de ahí que la ley establezca que en los contratos mercantiles no se conceden términos de gracia o cortesía y en todos
los cómputos de días, meses y años, se entenderán los días de 24 horas, los meses según estén designados en el calendario
y los años de 365 días, artículo 84 del Código de Comercio.

Es una norma que garantiza la rapidez y seguridad de las relaciones mercantiles, puesto que el comercio no permite,
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como dijimos, la dilatación en el cumplimiento de las obligaciones.

En el artículo 83 del Código de Comercio, se establece que las obligaciones que no tuviesen término prefijado por las
partes o por las disposiciones de este código, serán exigibles diez días después de contraídas, si sólo produjesen acción
ordinaria, y al día inmediato si llevasen aparejada, ejecución, salvo en el préstamo, artículo 360.

Esta norma, que fija el término de cumplimiento de las obligaciones mercantiles, se justifica por la exigencia de la
rapidez en el planteamiento y liquidación de las relaciones mercantiles.

Mora. La mora, en términos generales es el retardo en el cumplimiento de una obligación, esto es, cuando se debe una
prestación y no se efectúa oportunamente por el deudor. Hay también mora del acreedor, cuando la falta de la prestación no
es imputable al deudor, si éste ha ofrecido el cumplimiento, y el acreedor no ha querido aceptarlo, se constituye en mora.

La mora es siempre imputable al que cae en ella, es la violación a un deber, el deber de cumplir. Existe siempre, sin
embargo, la posibilidad de probar que la falta o retardo de la prestación debida es imputable a causas ajenas al deudor,
porque nadie está obligado al caso fortuito, dice el artículo 2111 del Código Civil.
Cuando hay imputabilidad de la mora, la consecuencia es la de imponer la obligación de indemnizar por los daños y
perjuicios ocasionados, así lo establece el artículo 2104 del Código Civil

En las obligaciones de naturaleza civil, los requisitos de la mora son, el vencimiento de la obligación, la falta de la
prestación por el deudor, e interpelación del acreedor al deudor.

En Derecho Mercantil no es requisito de mora la interpelación del acreedor, respecto de los contratos que tuvieren día
señalado para su cumplimiento por voluntad de las partes o de la ley. En este caso, los efectos de la morosidad comienzan al
día siguiente del vencimiento del plazo. Principio que obedece a la idea de que en el comercio, el comerciante no puede tener
improductivo su dinero, no es compatible con las exigencias de la vida comercial y, en consecuencia, la mora implica pago de
intereses.

El pago de intereses responde únicamente a la idea de que el deudor de una suma de dinero, por el hecho de no
entregarla a su acreedor en el momento previsto, se beneficia de los productos de un capital que no le corresponde a él, sino
al acreedor y por ello debe compensar a éste abonándole el fruto del dinero, El interés representa, por tanto, una pura
compensación por falta de disponibilidad del capital, con independencia de la causa, por la cual se ha producido esa falta de
disponibilidad (culpa, dolo, imposibilidad material, etc,).

Se entra en mora sin necesidad de requerimiento judicial y el artículo 85 del Código de Comercio marca los efectos de
la morosidad. Los efectos de la morosidad en el cumplimiento de las obligaciones mercantiles, comenzarán en los contratos

10 Respecto a la solidaridad véase Ascarelli, op. cit., p. 212; Leone Bolaffio, Delle obligación commerciali in generale, Torino, 1937, p. 237; Doménico Rubino, Comentario del codice civile,
Bologna, 1968, p. 130; George Ripert, op. cit., p. 238, quien dice que la regla de solidaridad se inspira en la interpretación de las voluntades. Los codeudores tratando para un mismo acto, se
consideran que tienen un interés común; Joaquín Garrigues, op. cit., II, p. 5.
13 Consúltese, Felipe J. Tena, op. cit., Rodrigo Uria, p. 462; Joaquín Garrigues op. cit. p. 5: Vittorio Salandra, op. cit., p. 89; Fernando Sánchez Calero, op. ci" p. 409.

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que tuvieren día señalado para su cumplimiento, por voluntad de las partes o por la ley, al día siguiente: de su vencimiento y
en los que no lo tengan, desde el día en que el t acreedor le reclame al deudor, judicial o extrajudicialmente, ante el escribano
o testigos.

Consecuencia de lo anterior es que si la obligación es a plazo, cuando éste se vence, el deudor no puede retardar ni un
día más el cumplimiento de la misma, bajo pena de incurrir en mora. El solo vencimiento del plazo implica la mora si el deudor
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no cumple en los términos convenidos en el contrato. […]

[…] Si la oferta se hace sin plazo a una persona ausente, el proponente queda obligado a sostenerla durante tres días,
más el tiempo necesario para ida y vuelta por correo de la propuesta y la aceptación, señala el artículo 1806 del Código Civil.
Los medios actuales de comunicación han hecho olvidar esta regla que, sin embargo, sigue vigente.

Los contratos celebrados por correspondencia, quedan perfeccionados desde que se conteste aceptando la propuesta,
si se trata de contratos mercantiles, según establece el artículo 80 del Código de Comercio. En el artículo 56 de la Ley
Federal de Protección al Consumidor, se establece que las ventas a domicilio se perfeccionan 5 días a partir de la firma, entre
tanto el contrato puede revocarse. […]

15. FORMA

[…] Se entiende por forma de un negocio jurídico, el medio exigido por la ley para la manifestación de voluntad de las
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partes. Es principio propio de los contratos mercantiles, la libertad de las formas. Las partes pueden manifestar su
consentimiento en la forma que más oportuno les parezca. La forma es libre y no impuesta.

Hay sin embargo, algunos negocios jurídicos, respecto de los cuales la misma ley exige una forma determinada, como
por ejemplo, la escritura, para la validez del negocio. La voluntad de las partes pues, debe manifestarse de una determinada
manera, para que produzca los efectos que el derecho le atribuye.

El principio de libertad de forma está considerado en el artículo 78 del Código de Comercio; y la excepción en el
artículo 79.

La actividad mercantil es una actividad que debe realizarse con la rapidez necesaria de los negocios, de tal suerte que
ello justifica la libertad de forma para contratar. Asimismo, por el contrario, otras veces, -es la forma del negocio lo que
permite la rapidez en su ejecución, aunque si bien la forma mira a la protección del negocio mismo y de los terceros, como es
el caso del contrato de sociedad que exige la escritura pública o en materia de títulos de crédito, documentos que deben
contener por escrito ciertos elementos.

Respecto de la forma, es preciso distinguir este elemento del de la prueba. La forma se refiere a la creación del
negocio, porque la ley la requiere para su validez, en cambio, la ley cuando requiere la forma., para prueba, no le da la calidad
de elemento de validez, como es el caso de la póliza en el seguro, la exige para la prueba, no para la validez del contrato,
como se observa del artículo 19 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, o 25 de la Ley General de Organizaciones y
Actividades Auxiliares de Crédito.[…]
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[…] En la compraventa mercantil no implica rescisión del contrato que haya una causa de lesión, esto es, cuando hay
una desproporción considerable en las prestaciones. En la compraventa civil, sí es causa, artículo 17 código civil. El artículo
385 del Código de Comercio, establece que las ventas mercantiles no se rescindirán por causa de lesión, pero el perjudicado,
además de la acción criminal que le competa, le asistirá la de daños y perjuicios contra el contratante que hubiere procedido
con dolo o malicia en el contrato o en su cumplimiento.

La razón para que el legislador no considerara inválido el contrato susceptible de rescisión, fue sin duda, como se ha
querido explicar, que en el comercio no es adecuado crear inseguridad para los derechos, porque se entorpece y perturba la
rapidez de la actividades y al originar la ineficacia de una operación realizada, trastorna o impide el encadenamiento

14 Véanse los autores citados en la nota anterior; así mismo Doménico Barbero, Sistema del derecho privado, Buenos Aires, 1967, III, p. 67; Vittorio Polacco, or. cit., p. 279; F. Clemente de
Diego, op. cit, p. 21; Manuel Borja Soriano, op. cit., No. 944; Francesco Messineo, Manuale, vol. II, p, 335.
19 Vittorio Salandra, op. cit., p. 37: Georges Lutzesco, Teoría y práctica de las nulidades, México, 1945, p. 212, dice en relación a la falta de forma del acto jurídico que la teoría de la nada no
tendrá ninguna dificultad en introducirse, cuando el acto de voluntad no se haya expresado, por razones de la más diversa índole, en la forma establecida por la ley. Ramón Sánchez Medal, De
los contratos civiles, México, 1978, p. 48: Alberto Ravazzoni, op. cit., p. 383: Joaquín Garrigues, op. cit., p. 20, dice que la forma es el modo de presentarse el negocio frente a los demás en la
vida de relación, su forma externo; Fernando Sánchez Calero, op. cit., p. 42: Alberto Trabucchi, op. cit., p. 167.
20
Para el estudio de la lesión, véase Ramón Sánchez Medal, op. cit., p. 43; Raúl Ortiz Urquidi, Derecho civil, México, 1977, p. 386; acudir a la bibliografa que este autor cita; Alberto
Trabucchi, op. cit., p. 209.

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económico de las operaciones sucesivas.

En el derecho civil, la lesión produce la nulidad relativa del contrato, establece el artículo 2228 del código relativo, en
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consecuencia debe entenderse que existe la posibilidad de ratificarlo. Lesión debe entenderse abuso por necesidad al
celebrarse el contrato. […]

2.9. El pacto comisorio

2.B. DÍAZ Bravo, Arturo,


Contratos Mercantiles,
6ª Edición, México, Harla, 1997,
Págs. 46-47.

[…] De más trascendencia práctica es el aspecto relativo al pacto comisorio, esto es, a la cláusula, tácita o expresa,
que permite a cualquiera de las partes en un contrato, frente a la conducta morosa de la otra, considerarlo y declararlo
resuelto, de su propia autoridad. Ante la falta de un claro texto permisivo en algunas legislaciones, una tal cláusula expresa se
ha considerado lícita con apoyo en el principio de la libertad contractual y, añadiría yo, el de la economía procesal. Otras
legislaciones, en cambio, proclaman esta cláusula como implícita en todos los contratos en los que se pactan prestaciones
recíprocas; así, nuestro C. Civ. (art. 1949): "La facultad de resolver las obligaciones se entiende implícita en las recíprocas,
para el caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le incumbe. El perjudicado podrá escoger entre exigir el
cumplimiento o la resolución de la obligación, con el resarcimiento de daños y perjuicios en ambos casos. También podrá
pedir la resolución aun después de haber optado por el cumplimiento, cuando éste resultare imposible"; y aunque tal
posibilidad, superficialmente examinada, parece plantear un mecanismo de autojusticia, constitucionalmente prohibido,
analizada la cuestión más a fondo resulta que no es así, pues lo que realmente ocurre es que la morosa conducta del
incumplido, salvo que resulte de caso fortuito o de fuerza mayor, da lugar a la presunción de que no desea cumplir o llevar
adelante el cumplimiento del contrato, y con ello faculta a su contraparte para que, igualmente, lo considere resuelto, pero
también para exigirle el coactivo cumplimiento, ambas acciones como medio, precisamente, de evitar que sea la parte
incumplida la que se haga justicia --tal vez sería mejor decir injusticia-- por propia mano. En resumen: su ilícita conducta
enerva al moroso cualquier acción de pago o cumplimiento en contra de la parte cumplida, y ello resulta de una irreprochable
lógica jurídica. Con referencia al derecho argentino, Miquel42 se expresa así: "El nuevo artículo, injerto italiano en cepa
francesa, y más aún, la derogación realizada, llevan implícita una evidente limitación al excesivo rigor del principio “pacta sunt
Servando” ... Puede decirse ahora que los efectos de las obligaciones, respecto del acreedor, son los siguientes: a) darle
derecho para emplear los medios legales a fin de que el deudor le procure aquello a que se ha obligado; b) darle derecho
para procurárselo por otro a costa del obligado; c) darle derecho para obtener la extinción del vínculo, por su propia autoridad
o por vía judicial, y d) darle derecho para obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes".

Cuanto a la ratio legis de los respectivos preceptos legales, o al fundamento de equidad del pacto comisorio expreso,
se ha dicho que "Hoy, entonces, no parece ya discutirse en la doctrina y jurisprudencia tanto nacional como extranjera, la
existencia de una obligación de seguridad de naturaleza contractual, aunque, tal como lo veremos infra, limitada a ciertos
tipos negociales específicos. . . Por ende, las obligaciones contractuales no sólo se originan en lo específicamente estipulado
por las partes, sino que este tipo de deberes puede tener nacimiento en la aplicación imperativa o supletoria de las
disposiciones legales que contemplen la especie de negocio en cuestión. .. Consecuentemente, en consonancia con lo ya
expuesto, podríamos definirla (la obligación de seguridad) como la obligación expresa o tácita, anexa e independiente del
deber principal, existente en todo tipo de contrato, por la cual el deudor garantiza objetivamente al acreedor que, durante el
desarrollo efectivo de la prestación planificada, no le será causado daño en otros bienes diferentes de aquel que ha sido
específicamente concebido como objeto del negocio jurídico.43 Cabe, ahora, formular algunas reflexiones ajustadas al
derecho mexicano de lege lata. Ante todo, en los términos del transcrito art. 1949, C. Civ., el pacto comisorio configura una
cláusula implícita en todos los contratos que supongan obligaciones recíprocas, lo cual, por supuesto, no impide su adopción
expresa y su complemento con otras consecuencias; pero además, nuestra legislación proclama numerosos casos en los que
opera la tácita cláusula de pacto comisario, todos ellos previstos en el C. Civ.: "Si la cosa se pierde por culpa del deudor y la
elección es del acreedor, éste podrá exigir el precio de la cosa, la prestación del hecho o la rescisión del contrato." (Art. 1979);
"Si la cosa se deteriora por culpa del deudor, el acreedor puede optar por la rescisión del contrato y el pago de daños y
perjuicios, o recibir la cosa en el estado que se encuentre y exigir la reducción de precio y el pago de daños y perjuicios." (Art.
2017-II); un interesante caso de extinción de obligaciones ope legis es el que resulta del régimen legal de la compensación:

21 Emilio Langle y Rubio, op. cit., p. 169; Ramón Sánchez Medal, op. cit., p. 46.
22 Estudio muy completo y básico acerca de la ratificaci6n Ludovico Barassi, Teoría della ratifica del contratto annulabile, Milano, 1898; Alberto Trabucchi, op. cit., p. 209; Andrea Torrente,
op. cit., p. 429 con respecto a la rescisión por lesión; Alberto Trabucchi, op. cit., p. 29; Ramón Sánchez Medal, opa cit., p. 45.
42 MIQUEL, Juan Luis, Resolución de los contratos por incumplimiento, 2a. ed., Depalma, Buenos Aires, 1986, p. 14.
43 AGOGLIA, María M., BORAGINA, Juan C. y MEZA, Jorge A., Responsabilidad por incumplimiento contractual, Hammurabi, Buenos Aires, 1993, p.p. 150-162.

6
"El efecto de la compensación es extinguir por ministerio de la ley dos deudas, hasta la cantidad que importe la menor. La
compensación, desde el momento en que es hecha legalmente produce sus efectos de pleno derecho y extingue todas las
obligaciones correlativas." (Arts. 2186 y 2194).

Finalmente, en lo que se refiere a la necesidad de que los contratantes se suministren recíprocas garantías de
seguridad y, en el cumplimiento del contrato, se ajusten a estrictas normas de buena fe, el arto 1796 es concluyente: "Los
contratos. . . Desde que se perfeccionan, obligan a los contratantes no sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino
también a las consecuencias que, según su naturaleza, son conforme a la buena fe, al uso o a la ley." […]

2.10. La ausencia en los términos de gracia: su excepción.

2.C. CASTRILLÓN y Luna, Victor M.,


Contratos Mercantiles,
2ª Edición, México, Porrúa, 2003,
Págs. 69-70.

[…] Por otro lado, y de acuerdo con el artículo 83 del Código de Comercio las obligaciones mercantiles deberían
cumplirse en la fecha establecida, y en caso de que no se hubiese señalado, se harán exigibles diez días después de
contraídas si solo dan lugar a acción ordinaria y al día inmediato posterior, si se hubiese documentado en títulos ejecutivos.

Art. 83. Las obligaciones que no tuvieren término prefijado por las partes o por las disposiciones de este Código,
serán exigibles a los diez días después de contraídas, si sólo produjeren acción ordinaria, y al día inmediato si llevaren
aparejada ejecución.
Art. 84. En los contratos mercantiles no se reconocerán términos de gracia o cortesía, y en todos los cómputos
de días, meses y años, se entenderán: el día, de veinticuatro horas; los meses, según están designados en el
calendario gregoriano; y el año, de trescientos sesenta y cinco días.

"El precepto está copiado del artículo 61 del Código Civil español, que con un texto más explicito señala como
excepción los plazos que puedan pactar las partes o los que la ley expresamente conceda y se dictó con el objeto de evitar
102
todas las dilaciones extracontractuales que en España permitían las Ordenanzas de Bilbao".

Así, si la obligación no se cumple en la época establecida, el deudor incurrirá en mora, debiendo cubrir los intereses
pactados para tal supuesto o bien los establecidos por la ley, que equivalen al 6 % anual.
103
Recuerda, no obstante DÍAZ BRAVO que de acuerdo con el artículo 2117 del Código Civil, los daños y perjuicios que
se causen por el incumplimiento de una obligación consistente en el pago de dinero, no pueden exceder del interés legal,
salvo que se pacte otra cosa, lo cual ocurre en el común de las operaciones mercantiles, haciendo inaplicable dicho precepto.
104
Señala VÁZQUEZ DEL MERCADO que el pago de los intereses responde a la idea de que el deudor de una suma
de dinero, con su incumplimiento se beneficia de los productos de un capital que no le corresponde a él, sino al acreedor y por
ello debe compensar a éste, abonándole el fruto del dinero.

Dice asimismo que en el cumplimiento de las obligaciones mercantiles, el término es un elemento básico sobre todo
cuando las partes han considerado útil una prestación, cuando esta se cumple en determinado tiempo y si no se cumple, no
105
cabe la posibilidad de conceder términos de gracia o cortesía. […]

2.11. Lugar del cumplimiento de los contratos.

2.D. DÍAZ Bravo, Arturo,


Contratos Mercantiles,
6ª Edición, México, Harla, 1997,
Págs. 44

CUMPLIMIENTO: LUGAR

102 ARCE GARGOLLO, Javier, op. cit., p. 16.


103 Cfr. DiAZ BRAVO, Arturo, op. cit., p. 45.
104 VÁZQUEZ DEL MERCADO, Oscar., op. cit., p. 110
105 Ibid., pp. 108 y 109.

7
[…] Leve es la diferencia entre el C. Civ., y el C. Com. en cuanto a la regulación del lugar en que deben cumplirse las
obligaciones (arts. 2082, C. Civ. y 86, C. Com.), y puede expresarse así: ambos disponen que las obligaciones deben
cumplirse en el lugar convenido; si no mediare pacto sobre ello, en el domicilio del deudor, según el C. Civ., y en el lugar que
según la naturaleza del negocio o la intención de las partes deba considerarse adecuado, por consentimiento de las partes o
por arbitrio judicial, conforme al C. Com.; sin embargo, a falta de pacto, las obligaciones civiles no se cumplirán en el domicilio
del deudor cuando así se desprenda de las circunstancias, de la naturaleza de la obligación o de la ley. [...]

2.12. La mora.

2.E. VÁSQUEZ del Mercado, Óscar,


Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 155, 156.

[…] Mora. La mora en términos generales es el retardo en el cumplimiento de una obligación, esto es, cuando se debe
una prestación y no se efectúa oportunamente por el deudor. Hay también mora del acreedor, cuando la falta de la prestación
no es imputable al deudor, si éste ha ofrecido el cumplimiento, y el acreedor no ha querido aceptarlo, se constituye en mora.

La mora es siempre imputable al que cae en ella, es la violación a un deber, el deber de cumplir. Existe, siempre, sin
embargo, la posibilidad de probar que la falta o retardo de la prestación debida es imputable a causas ajenas al deudor,
porque nadie está obligado al caso fortuito, dice el artículo 2111 del Código Civil.

Cuando hay imputabilidad de la mora, la consecuencia es la de imponer la obligación de indemnizar por los daños y
perjuicios ocasionados, así lo establece el artículo 2104 del Código Civil.

En las obligaciones de naturaleza civil, los requisitos de la mora son, el vencimiento de la obligación, la falta de la
prestación por el deudor, e interpelación del acreedor al deudor.

En Derecho Mercantil no es requisito de mora la interpelación del acreedor, respecto de los contratos que tuvieren día
señalado para su cumplimiento por voluntad de las partes o de la ley. En este caso, los efectos de la morosidad comienzan al
día siguiente del vencimiento del plazo. Principio que obedece a la idea de que en el comercio, el comerciante no puede tener
improductivo su dinero, no es compatible con las exigencias de la vida comercial y, en consecuencia, la mora implica pago de
intereses.

El pago de intereses responde únicamente a la idea de que el deudor de una suma de dinero, por el hecho de no
entregada a su acreedor en el momento previsto, se beneficia de los productos de un capital que no le corresponde a él, sino
al acreedor y por ello debe compensar a éste abonándole el fruto del dinero. El interés representa, por tanto, una pura
compensación por falta de disponibilidad del capital, con independencia de la causa, por la cual se ha producido esa falta de
disponibilidad (culpa, dolo, imposibilidad material, etc.).

Se entra en mora sin necesidad de requerimiento judicial y el artículo 85 del Código de Comercio marca los efectos de
la morosidad. Los efectos de la morosidad en el cumplimiento de las obligaciones mercantiles, comenzarán en los contratos
que tuvieren día señalado para su cumplimiento, por voluntad de las partes o por la ley, al día siguiente de su vencimiento y
en los que no lo tengan, desde el día en que e] acreedor le reclame al deudor, judicial o extrajudicialmente, ante el escribano
o testigos.

Consecuencia de lo anterior es que si la obligación es a plazo, cuando éste se vence, el deudor no puede retardar ni un
día más el cumplimiento de la misma, bajo pena de incurrir en mora. El solo vencimiento del plazo implica la mora si el deudor
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no cumple en los términos convenidos en el contrato. […]

2.12.1. El interés ordinario y moratorio en los contratos mercantiles.

2.F. DÍAZ Bravo, Arturo,


Contratos Mercantiles,
6ª Edición, México, Harla, 1997,
Págs. 51-52.

14 Véanse los autores citados en la nota anterior; así mismo Doménico Barbero, Sistema del derecho privado, Buenos Aires, 1967, lII, p. 67; Vittorio Polacco, op. cit., p, 279; F. Clemente de
Diego, op. cit, p. 21; Manuel Borja Soriano, op. cit., No. 944; Francesco Messineo, Manuale, vol. II, p. 335.

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INTERÉS LEGAL MERCANTIL
[…] Sin mayores reparos --salvo el relativo a su reducida cuantía-- se ha venido sosteniendo, desde hace muchos años,
que el interés legal mercantil es del seis por ciento anual. Empero, cabe dudar de que tal afirmación tenga un verdadero
51
fundamento legal, por cuanto se sustenta en un solo precepto, el 362, C. Com., que ciertamente lo proclama, pero sólo para
el contrato de préstamo mercantil, pues está colocado en el Titulo y Capítulo que regulan tal contrato, y dentro de un contexto
del que no puede inferirse pretensión alguna de generalidad, ya que en su redacción se emplea dos veces el vocablo
préstamo.

Existe, pues, un interés legal mercantil, pero sólo para el aludido contrato; ninguna ley proclama el interés legal
mercantil, con pretensiones de generalidad. De esta suerte, el reiterado criterio doctrinal y la sostenida 'práctica, en favor del
seis por ciento como interés legal, no pueden invocar, en su apoyo, más que un criterio de analogía.

Séame permitida la expresión de mi parecer sobre este punto.

Existen suficientes elementos legales, además de los arriba expuestos, para que la SCJN, y con ella los tribunales y
jueces, resuelvan que el interés legal es muy superior al ridículamente bajo sostenido hasta hoy: el art. 14 de nuestro máximo
ordenamiento legal-la CPEUM- dispone que "en los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra
o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará en los principios generales del derecho"; ahora bien, si,
como se vio, la letra del art. 302, C. Com., está referida sólo al contrato de préstamo mercantil, pero no existe una disposición
aplicable a todos los actos de comercio; si nada hay que obligue a entender que tal precepto debe conducir a una
interpretación genérica; si uno de los principios generales del derecho es la equidad, entendida como una de las
manifestaciones de la justicia, no puede por menos que concluirse que sería justa, por equitativa, una resolución en el sentido
de que es legal el interés que rija en el mercado de dinero, tal vez el bancario, por ser los bancos la más usual fuente de los
créditos dinerarios.

Pero tal criterio de equidad tendría, en este caso, otros dos rodrigones: los arts. 1796 y 1882, C. Civ.; el primero por
cuanto obliga a los contratantes a arrostrar las consecuencias propias de la buena fe, por lo que en modo alguno es protegible
la conducta de quien pretendiera la equidad actual de un interés del seis por ciento anual; el segundo, en cuanto confiere la
acción de enriquecimiento a todo aquel que se empobrezca en beneficio de otro, sin que medie causa para ello. Y ninguna
duda puede caber sobre que tales supuestos operan en el caso de cualquier obligación mercantil no cumplida oportunamente,
si a falta de estipulación de intereses moratorios se pretendiera aplicar el llamado interés legal.

Los anteriores argumentos, que durante varios años puse verbalmente de manifiesto, y también en conferencias y
cursos académicos, han venido a ser compartidos, casi en su totalidad, por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito al confirmar, el día 9 de enero de 1992, en el expediente RA-2673/91, el amparo
previamente concedido por el Juez Quinto de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal, en el juicio de amparo
392/90 promovido por Eric Paul Witschey Niemann. […]

2.12.2. La cláusula penal en los contratos mercantiles.


2.13. Contratos mercantiles celebrados en moneda extranjera.

2.G. VÁZQUEZ del Mercado, Óscar,


Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 153 – 154, 161 y 162.

18. CLÁUSULA PENAL

[…] En los contratos mercantiles, nos encontramos una regla propia cuando las partes quieren aplicarla, en caso de
incumplimiento de una de ellas y que se ha identificado como la cláusula penal.

El incumplimiento de las obligaciones mercantiles, encuentra su reglamentación en las disposiciones de derecho


común. En el artículo 1949 del Código Civil, se establece que la facultad de resolver las obligaciones se entiende implícita en
las recíprocas, para el caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le incumbe.

El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución de la obligación, con el resarcimiento de

51 GUTIÉRREZ y GONZÁLEZ, Ernesto, Derecho…, op. cit., p. 505, en nota al pie; GONZÁLEZ BUSTAMANTE, Daniel, Diccionario Jurídico Mexicano, voz: intereses, 2a. ed., Porrúa-UNAM,
México, 1988, p. 1781.

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daños y perjuicio en ambos casos. También podría pedir la resolución, aun después de haber optado por el cumplimiento
cuando éste resultase imposible.

El Código de Comercio agrega a esta regla, aquélla que arriba apuntamos y establece que en los contratos n1ercantiles
en que se fije una pena de indemnización a quien no cumpliere, la parte perjudicada podrá exigir el cumplimiento del contrato
o la pena prescrita, pero utilizando una de estas dos acciones quedará extinguida la otra, artículo 88 del Código de
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Comercio.

Se distingue de la norma del Derecho Civil, que también establece una pena en el artículo 1846, porque en este caso
puede ejercitarse Ia acción para exigir el cumplimiento de la obligación o el pago de la pena cuando así se haya estipulado, o
la obligación no se preste de la manera convenida, pero no ambos, a menos que se haya estipulado la pena por el simple
retardo en el cumplimiento de la obligación. […]

8. MONEDA DE PAGO

[…] Una porción muy grande las deudas mercantiles tiene por objeto sumas de dinero, de ahí que sea importante
determinar cuál es la moneda con la cual se debe cumplir el pago, aunque si bien, dada la libertad de contratación y el
principio de que el contrato es ley entre las partes, nada impide que se estipule al arbitrio de las partes la moneda de pago; la
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forma y la manera en que se hubiese pactado el pago, dice el artículo 2078 del Código Civil, determina cómo debe hacerse.
La prestación ha de ser la misma que fue objeto del compromiso, en la inteligencia que la deuda se entiende pagada cuando
se cumple con la prestación en esos términos.

La moneda, en sentido económico, indica un medio de cambio; en el sentido jurídico, un medio para extinguir
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obligaciones.
El artículo 635 del Código de Comercio, declara que la moneda mercantil es el peso mexicano y sobre esa base, se
harán todas las operaciones de comercio y los cambios sobre el extranjero; por su parte, la Ley Monetaria en el artículo 7º,
dice que las obligaciones de pagar cualquier suma en moneda nacional, se solventarán entregando billetes del Banco de
México o monedas metálicas de curso legal.

La Ley del Impuesto Sobre la Renta, para efecto de impuesto, señala reglas para registrar percepciones en moneda
extranjera, indicando que cuando el contribuyente no perciba el ingreso en efectivo, sino en otros bienes, considerará el valor
de éstos en moneda nacional a la fecha de la percepción, según las cotizaciones o valores en el mercado.

Conforme a la Ley la moneda extranjera no tiene curso legal en la República, por lo que las obligaciones de pago en
moneda extranjera contratadas dentro o fuera de la República, para ser cumplida en ésta, se solventarán entregando el
equivalente en moneda nacional al tipo de cambio que rija al momento del pago; dice el artículo 8º de la Ley Monetaria y, por
su parte, el Código de Comercio, artículo 638, dice que nadie puede ser obligado a recibir moneda extranjera. Cuando los
bancos reciben por contrato de depósito de dinero, moneda extranjera, deben restituir la suma depositada en la misma
especie, dice el artículo 267 de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, por lo que el artículo 8º de la Ley Monetaria no es
aplicable. N o puede obligar al depositante a recibir moneda mexicana. En las obligaciones pecuniarias, esto es, que tienen
por objeto una suma de dinero, se cumplen pagando la cantidad estipulada en el contrato respectivo, en la forma y términos
del mismo.

Las partes son libres para fijar la moneda en que se comprometen.[…]

2.13.1. Estudio de los artículos 8º., 9º., 4º. y 5º., de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos.

2.H. Ley Monetaria


Agenda Financiera 2003,
Ediciones Fiscales Isef,
Pags. 2 y 3.

22 Felipe de J. Tena, or. cit., p. 281; Rafael de Pina Vara, op. cit., p. 189; Tullio Ascarelli, op. cit., p. 230; Doménico Barbero, op. cit., III. p. 101, dice que las reglas respecto de los daños, han
sido superadas, hasta cierto punto, cuando el daño se liquida mediante la introducción de la cláusula penal, que no es, precisamente, más que una liquidación preventiva, convencional y
aforfait de los daños de incumplimiento o de la mora en él; Manual Borja Soriano, op. cit., No. 962; Ernesto Gutiérrez y González, op. cit., p. 442; Andrea Magazzú, Enciclopedia del diritto,
Varese, 1960, p. 186; Fernando Sánchez Calero, op. cit., p. 415.
11 Véase Ernesto Gutiérrez y González, op. cit., p. 656; Clemente De Diego, op. cit., II, p. 14; Manuel Borja Soriano, op. cit., p. 72.
12 H. M. Scott, Curso elemental de economía, México, p. 94, dice que la importancia del dinero se encuentra, en primer lugar, en su función como medio de cambio, de tal suerte que la gente
no se especializaría si no sabe que puede cambiar, sin incurrir en demasiadas molestias, las cosas que ha hecho por otras que tenga necesidad, vendiendo unas y comprando otras por el
medio, dinero. Véase Richard V. Strigl, Curso medio de economía, México, p. 152; Miguel A. Quintana, Economía social, México, 1937, p. 401; lIugo Rangel Cauto, La teoría económica y el
derecho, México, 1977, p. 131; Alberto Trabucchi, Istituzioni, p. 553; Aurelio Candian, Instituciones, p. 472.

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[…] ARTICULO 4o. Los billetes del Banco de México tendrán poder liberatorio ilimitado.

ARTICULO 5o. Las monedas metálicas a que se refieren los incisos b) y siguientes del artículo 2o. de esta Ley,
tendrán poder liberatorio limitado al valor de cien piezas de cada denominación en un mismo pago.
ARTICULO 8o. La moneda extranjera no tendrá curso legal en la República, salvo en los casos en que la Ley
expresamente determine otra cosa. Las obligaciones de pago en moneda extranjera contraídas dentro o fuera de la República
para ser cumplidas en ésta, se solventarán entregando el equivalente en moneda nacional, al tipo de cambio que rija en el
lugar y fecha en que se haga el pago.

Este tipo de cambio se determinará conforme a las disposiciones que para esos efectos expida el Banco de México en
los términos de su Ley Orgánica.

Los pagos en moneda extranjera originados en situaciones o transferencias de fondos desde el exterior, que se lleven a
cabo a través del Banco de México o de Instituciones de Crédito, deberán ser cumplidos entregando la moneda, objeto de
dicha transferencia o situación. Ello sin perjuicio del cumplimiento de las obligaciones que imponga el régimen de control de
cambios en vigor.

Las obligaciones a que se refiere el primer párrafo de este artículo, originadas en depósitos bancarios irregulares
constituidos en moneda extranjera, se solventarán conforme a lo previsto en dicho párrafo, a menos que el deudor se haya
obligado en forma expresa a efectuar el pago precisamente en moneda extranjera, en cuyo caso deberá entregar esta
moneda. Esta última forma de pago solo podrá establecerse en los casos en que las autoridades bancarias competentes lo
autoricen, mediante reglas de carácter general que deberán publicarse en el Diario Oficial de la Federación; ello sin perjuicio
del cumplimiento de las obligaciones que imponga el régimen de control de cambios en vigor.

ARTICULO 9o. Las prevenciones de los dos artículos anteriores no son renunciables y toda estipulación en contrario
será nula. […]

2.14. La prescripción en materia de contratos mercantiles.

2.I. VÁZQUEZ del Mercado, Óscar,


Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Pág. 162.

19. PRESCRIPCIÓN

[…] En los contratos mercantiles la falta de acción por el titular de los derechos que de ellos surgen, dentro del término
que en los propios contratos se fija, provoca que se extingan tales derechos, por ello, de acuerdo al Código de Comercio,
artículo 1038, cuando ha de ejercitarse una acción que derive de actos mercantiles, debe hacerse en los términos fijados para
su ejercicio, puesto que el artículo 1039 del mismo Código de Comercio, establece que los términos serán fatales. Los
términos o plazos se establecen a favor del deudor, según se desprende del artículo 1040, que al referirse a la prescripción
negativa señala que los plazos comenzarán a contarse desde el día en que la acción pudo ser legalmente ejercitada en juicio.

La prescripción se interrumpe cuando se presenta la demanda por cualquier interpelación judicial al deudor, amén del
reconocimiento de las obligaciones por el propio deudor, artículo 1041 del Código de Comercio.

Interrumpida la prescripción, dice el artículo 1042 del propio Código, empezará a contarse nuevo término después de
los actos que la interrumpieron.

Las acciones prescriben en un año, en tres, en cinco y en diez años según sea el caso, conforme al Código de
Comercio, artículos 1043, 1044, 1045 Y 1047. Las diversas leyes mercantiles, además del Código, también se refieren a la
prescripción de las acciones, como por ejemplo, la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, artículo 165; Ley Sobre el
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Contrato de Seguros, artículo 81; Ley Federal de Instituciones de Finanzas, artículo 120, etc. […]

23 Véanse, Rodrigo Uria, op. cit., p. 38; Fernando Sánchez Clero, op. cit., p. 410, no opera en forma automática sino como excepción que ha de alegarse por el deudor.

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GUIA DE AUTOEVALUACIÓN

Instrucciones: Contesta brevemente lo que se te pide a continuación.

I. PREGUNTAS ABIERTAS

1.- ¿Qué se entiende por aplicación supletoria en el derecho mercantil?


2.- Explica los artículos 2 y 81 del código de comercio.
3.- ¿Qué elementos del contrato forman la parte del derecho general de las obligaciones?
4.- ¿Qué principio consagra el código de comercio respecto a la formalidad de contratar?
5.- Explica el pacto comisorio y sus efectos en el derecho mercantil.
6.- Si la oferta se hace sin plazo a una persona ausente, el proponente ¿cuánto tiempo está obligado a sostenerla?
7.- Explica el artículo 1048 del código de comercio y sus efectos en la actualidad.
8.- Enumera los plazos que el código de comercio establece en materia de prescripciones.
9.- Anota el poder liberatorio de las monedas fraccionarias mexicanas conforme a la ley monetaria.

II. ESCRIBE SOBRE LA LÍNEA UNA “V” SI CONSIDERAS VERDADERA LA ORACIÓN Y UNA “F” SI LA CONSIDERAS
FALSA.

_________ La solidaridad en materia mercantil se presume.


_________ La solidaridad tiene doble aspecto, activo y pasivo.
_________ En los contratos mercantiles se conceden términos de gracia y de cortesía.
_________ Las partes son libres par fijar la moneda en que se comprometen.
_________ Las compraventas mercantiles se rescinden por causa de lesión.
________ Sino se precisa la calidad de las
mercancías a entregar se exige al deudor las entregue de calidad media.

III. COMPLETA LOS SIGUIENTES PLANTEAMIENTOS

1.- Si en una obligación mercantil no se señala fecha para cumplirse ¿cuándo será exigible?
______________________________________________
2.- Los efectos de la morosidad en materia de comercio comenzarán:
______________________________________________
3.- Cuando en un contrato mercantil se fija cláusula penal, la parte perjudicada podrá exigir:
______________________________________________
4.- Si no se índica el lugar para el cumplimiento de una obligación mercantil ¿dónde se exigirá su
cumplimiento? ______________________________________________
5.- Indica el monto del interés legal en materia mercantil:
______________________________________________
6.- A partir de que memento el deudor incurre en mora en las obligaciones mercantiles:
______________________________________________

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

ASCARELLI, Tullio, Derecho Mercantil. México 1940.


BARRERA Graf Jorge, Instituciones de Derecho Mercantil. Editorial Porrúa, México 1997.

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