Sekai Saikou No Ansatsusha, Isekai Kizoku Ni Tensei Suru v05 - (Scarlet Aria Translations)

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Sekai Saikou no
Isekai
ni Tensei Suru
Volumen 05

El asesino trae a casa una invitada

Habíamos derrotado al Demonio Liogel y nos separamos de Naoise, que


había sido corrompido por la oscuridad. Aunque las cosas parecían sombrías,
confiaba en que me reconciliaría con Naoise, y estaba decidido a salvarle del
camino que había iniciado.
Después, redacté unos documentos que resumían lo esencial de nuestra
victoria sobre Liogel, excluyendo la participación de Naoise, y se los confié
a los subordinados de Nevan. Los sirvientes eran extremadamente hábiles, y
sabía que serían capaces de manejarlo. Esperaba que pudieran complementar
el informe donde fuera necesario antes de presentarlo al reino.
“¡Wow, qué bien sienta el viento!” Exclamó Dia, con ojos brillantes mientras
sujetaba su revoloteante cabello.
Estábamos planeando por el cielo en un ala delta01 que había fabricado con
magia de tierra, y yo utilizaba magia de viento para corregir el rumbo y
acelerar. Nuestro destino era el territorio Tuatha Dé.
Este ala delta tenía capacidad para dos personas. Yo lo pilotaba, y Dia era mi
pasajero firmemente asegurado. Disfrutábamos mucho de nuestro viaje por
el aire.
El ala delta era un método eficaz de viaje que no consumía mucho mana.

01. El ala delta es un aparato construido para planear y realizar vuelos sin motor. El despegue y aterrizaje se efectúan a baja
velocidad, por lo que es posible realizarlos a pie.

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Previamente, había considerado conjurar un vehículo similar a un automóvil
o una motocicleta. Dados mis conocimientos y capacidades mágicas, debería
haber sido factible.
El problema era la falta de caminos pavimentados por los que conducir
cómodamente, lo que significaba que sería incapaz de darles el mejor uso.
Por lo tanto, opté por un ala delta.
No sólo era conveniente, también se sentía fantástico volar en el ala delta.
<<Oh, estoy tan celosa. Me hubiera gustado viajar con Sir Lugh
también>>
<<Nevan-sama, por favor no me lo recuerde. Hace que me ponga triste>>
Oí las voces de Nevan y Tarte a través del dispositivo de comunicación que
llevaba adherido a mi oreja.
Había fabricado dos alas delta. Tarte pilotaba el otro, y Nevan era su
acompañante. Un ala delta para cuatro personas habría sido enorme y menos
aerodinámica, así que había optado por hacer un par de alas para dos
personas.
Podría haber creado un gigantesco parapente para llevar a cuatro personas,
como hice el otro día, pero ese método de viaje consumía demasiado mana
y no era apto para vuelos de larga distancia.
Tarte y yo éramos los usuarios de magia de viento del grupo, así que yo
controlaba uno y ella el otro. Tomé a Dia como pasajera, y ella llevaba a
Nevan.
“Me impresiona que hayas dominado el vuelo tan rápidamente, Tarte”.
Observé.
<<¡Es sorprendentemente fácil!>> Contestó ella.
<<A mí también me encantaría intentar pilotarlo>> Añadió Nevan.
“¿En serio? Puedes intentarlo cuando volvamos a Tuatha Dé. No puedes
volar sin la magia de viento, pero podrías disfrutar planeando”.
<<¡Eso suena maravilloso!>>
“Oye, no te olvides de mí. ¡Yo también quiero volar uno! Debe haber alguna
forma de ganar velocidad sin viento. Todo lo que necesitas es propulsión”.
Dijo Dia.
“Dia, realmente espero que no estés pensando en usar un hechizo explosivo”.
Comenté.

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Las dos afinidades elementales de Dia eran la tierra y el fuego, así que la
forma más fácil para ella de conseguir propulsión sería mediante algún tipo
de estallido. La fuerza sería suficiente para volar, pero el ala delta en sí no
sobreviviría.
“Ah, ha, ha, ha... por supuesto que no. Tengo una idea mejor”.
“Asegúrate de contármelo antes. Me estás asustando un poco”.
“Entendido, Lugh. Mi idea involucra la ciencia y la física, así que de todas
formas me sentiría incómoda sin consultarte”.
Dia era un genio. Conociéndola, sería capaz de usar la magia para crear algo
parecido a un motor a reacción.
“Esto no es bueno. El tiempo se está tornando agitado”. Observé.
Mi ala delta comenzó a balancearse. El viento era cada vez más turbulento y
su dirección se volvía errática.
“¿Estás bien, Tarte?” Le pregunté.
<<Sí. Es un poco aterrador, pero puedo arreglármelas. Pediré ayuda si
pasa algo>> Contestó.
“Por favor, hazlo”.
Un vuelo recto era una cosa, pero me preocupaba la idea de que tuviera que
volar en medio de las inclemencias del tiempo.
<<Estos dispositivos de comunicación son muy útiles, Sir Lugh. ¿También
los hiciste con magia?>> Preguntó Nevan.
Pudimos hablar a pesar de la distancia entre nuestras alas delta gracias a unos
audífonos de comunicación por radio que había construido. Sin ellos no
habríamos sido capaces de comunicarnos mientras surcábamos el cielo.
“Aunque utilizan magia, son un producto de la ciencia”.
Todo lo que necesitabas para desarrollar un dispositivo de
radiocomunicación era un conocimiento de física de nivel básico. Si además
pudieras utilizar la magia de tierra para producir materiales y fabricarlos con
un alto grado de precisión como yo, resultarían sencillos de hacer.
Sin embargo, los radios no estaban exentos de algunas limitaciones. Debido
a su tamaño portátil, su rango de comunicación era sólo de unos cien metros.
Tendría que hacer mejoras más adelante.
A pesar de los problemas actuales, los dispositivos ya serían enormemente
ventajosos en este mundo, el cual todavía se basaba en métodos primitivos
de comunicación.
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La entrega rápida de información era difícil aquí. Consideremos el ejército,
por ejemplo. Utilizaba mensajeros para dirigir y transmitir cosas durante las
operaciones. La precisión de los informes era a menudo escasa debido al
juego telefónico que realizaban los distintos destinatarios. Además, había un
retraso antes de que llegaran las noticias, y la situación podía cambiar por
completo mientras tanto. No había ninguna garantía de que el mensajero
pudiera llegar sano y salvo, y un enemigo podía robar la información.
En comparación, la comunicación por radio era enormemente ventajosa. Las
órdenes y las actualizaciones se podían transmitir de forma segura y en
tiempo real. La diferencia de velocidad y precisión permitiría a cualquier
ejército superar una enorme desventaja de fuerza.
La comunicación por radio prometía cambiar la guerra para siempre.
<<La ciencia es realmente asombrosa. Cada vez me arrepiento más de mi
promesa. Sólo esto permitiría a la humanidad dar otro paso adelante>>
Tal y como esperaba, Nevan se interesó mucho por la transmisión
inalámbrica.
Nevan había prometido no apropiarse de los conocimientos y la tecnología
que había adquirido al viajar conmigo. Comprendía el valor que tendría la
comunicación por radio tanto en los asuntos militares como en los
mercantiles. Sabía que podría alterar el equilibrio actual del mundo, y eso
debía resultarle exasperante.
“No puedo permitir que esto se revele al público... Lo comparto contigo
porque confío en ti. Me gustaría que no lo olvidaras”. Le advertí.
<<No temas. Todavía quiero pasar mi vida contigo, Sir Lugh. Nunca haría
nada que te molestara>> Me aseguró Nevan.
Oírla decir cosas así era tan embarazoso como aterrador. Sin embargo,
confiaba en ella hasta cierto punto. De lo contrario, no le habría revelado la
comunicación por radio en un escenario que no fuera de emergencia.
“Tarte, cuidado. Viento fuerte en camino”.
<<Entendido. Whoa, es muy fuerte>>
Una enorme ráfaga nos azotó desde un lado. Las alas de mi ala delta crujieron
y luego perdieron el equilibrio, provocando que cayéramos en picada. Sabía
que las alas no se iban a romper porque las había construido para que se
doblaran y disiparan la fuerza en una situación como ésta.
Sin embargo, eso fue lo que nos hizo caer en picada.
“¡AAAAAH!” Gritó Dia.

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Era evidente que esto era aterrador para ella.
Lo peor de la caída en picada era el pánico que provocaba no saber qué
camino era el de la subida. Dado que estábamos a una altitud razonable, mi
mejor opción era esperar a que el viento se calmara y restablecer el equilibrio
una vez que tuviera controlada la situación. Cualquier persona en su sano
juicio se daría cuenta de ello.
Sin embargo, la angustia hace que uno actúe sin pensar.
Una vez que conseguí controlar nuestra caída, comprobé lo que había por
encima y por debajo. Orienté el ala delta adecuadamente y empecé a planear
de nuevo.
Busqué a Tarte y la encontré delante de nosotros. Había hecho todos los
movimientos correctos sin ponerse nerviosa.
“Impresionante”.
Me sorprendió la tranquilidad con la que manejó el incidente a pesar de ser
su primer vuelo.
Tarte compensaba su falta de inteligencia natural con trabajo duro. No le
importaba tomar medidas por adelantado para todas las situaciones
imaginables, lo que la hacía muy fiable.
Sin embargo, su capacidad de adaptación era pobre. No era rápida cuando se
enfrentaba a lo inesperado. Era una de sus debilidades.
A pesar de ello, Tarte se había desenvuelto espléndidamente ante una
dificultad repentina. Todo su trabajo duro probablemente había construido
una base sólida dentro de ella. Había perseverado en su entrenamiento para
adquirir un gran número de habilidades, y eso había aumentado su fuerza
subyacente.
Había crecido de verdad. Decidí que confiaría más en ella a partir de ahora.
Tarte y yo utilizamos la magia de viento para elevarnos rápidamente de
nuestra baja altitud.
“Lo has manejado bien”.
<<¡Todo fue gracias a su entrenamiento, Lugh-sama!>>
Escuchar eso me hizo feliz.
“A este ritmo, llegaremos a Tuatha Dé en poco tiempo. Aguanta”.
<<Sí, Lugh-sama>>

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Supuse que ya había tenido suficiente práctica. Utilicé magia de viento para
adelantarla y le hice una señal para que me siguiera. Nos movíamos
significativamente más rápido que antes.
Esta era una evaluación práctica para Tarte. Sin embargo, dada su habilidad
actual, estaba seguro de que podría manejar esta velocidad sin problemas.

Aterrizamos las dos alas delta en el patio de la mansión.


“¡Volar por el cielo se siente realmente increíble! Podría volverme adicta a
eso”. Dijo Dia.
“Estoy un poco cansada, pero ha sido divertido”. Tarte estuvo de acuerdo.
“Las alas delta son un invento increíble. Son tan rápidas, y pueden elevarse
por encima de los enemigos... Se me ocurren tantas aplicaciones para ellas.
Y eso sin mencionar la radio. Oh, cómo me gustaría poder utilizar todos estos
tesoros frente a mis ojos”.
Fingí no notar el refunfuño de Nevan mientras me estiraba para relajar mi
cuerpo rígido, y luego entré en la mansión. Oí unos pasos que se dirigían
hacia nosotros.
“¡Bienvenido a casa, mi adorable Lugh! He estado esperando a que
volvieras. No podemos hacer la fiesta sin ti”.
“Hola, madre”.
A pesar de rondar los cuarenta años, parecía tan joven que podría haber
pasado por una adolescente.
Mi madre me abrazó, y sus ojos se abrieron de par en par cuando vio a las
chicas detrás de mí.
“Vaya, has traído a casa otra esposa, Lugh”.
“Dia y Tarte no son mis esposas, y no tengo ese tipo de relación con Nevan”.
Repliqué.
“¿De verdad?” Preguntó mi madre, ladeando la cabeza.

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Nevan se acercó a ella.
“Es un placer conocerla. Soy Nevan Romalung. Pienso casarme con Lugh y
traerlo a mi casa algún día. Estoy deseando conocerla, madre”.
Nevan hizo una elegante reverencia al estilo noble. Fue tan grácil que me
sentí incómodo.
Dia y Tarte se pusieron rígidas ante su atrevida declaración.
Mi madre parecía inusualmente seria.
“¿Te refieres a los Romalung?” Preguntó.
“Sí, los Romalung”. Respondió Nevan.
Mi madre evitaba ir a las reuniones aristocráticas, pero era la esposa de un
Barón. La Casa Tuatha Dé y la Casa Romalung tenían una relación
inseparable. Como tal, reconocía el nombre, así como la verdadera
naturaleza de la familia y su papel secreto en el reino.
“Esto es una sorpresa. Lo tienes difícil, Lugh. Ser tan popular no debe ser
fácil. Pero no puedo aprobar que te cases con su familia. No puedes dejarme.
Lloraré si te marchas”.
“No tengo planes de casarme con Nevan, y mucho menos de mudarme a la
Casa Romalung”. Dije, pero de alguna manera, parecía que ninguna de las
dos me había escuchado.
“Si no soporta estar separada de él, es bienvenida a mudarse también, Esri-
sama. Le prometo que conocerá nuestra mejor hospitalidad”.
“Hmm, hmm, esa no es una opción. Soy una mujer Tuatha Dé”.
Mi madre y Nevan se rieron. Algo me decía que tenía que hacer algo para
suavizar la tensión.
“En fin, he traído a Nevan aquí como invitada. ¿Qué era eso de una fiesta,
madre?” Pregunté.
Decidí que lo mejor sería cambiar de tema. No era una solución permanente,
pero me daría tiempo para pensar en algo.
“Ah, he tenido muchas ganas de decírtelo. Vas a ser hermano mayor, Lugh”.
“... ¿Estás diciendo que estás embarazada?”
“¡Sí! Tengo la sensación de que es una hermanita. Mis instintos suelen ser
correctos. Me gustaría que me dieras un nombre para ella, Lugh”.
“D-De acuerdo, lo pensaré”.

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“Hmm, hmm, no tienes que preocuparte mucho por ello. Lo que elijas estará
bien”.
Me sorprendió este hecho repentino. No sabía si debía sentirme feliz o
preocupado.
“Tarte, Dia, si tienen hijos, los criaré junto a mi hija. ¿No sería maravilloso
que la hermana menor de Lugh y sus hijos crecieran como hermanos?” Dijo
mi madre.
“Eso suena bien. De todos modos, me pone nerviosa criar a mi primogénito”.
Respondió Dia.
“U-Um, yo tuve muchos hermanos, ¡así que puedo ayudar!” Ofreció Tarte.
Mi madre había bromeado, pero Dia y Tarte estaban totalmente de acuerdo
con la idea. Observé con incredulidad cómo la idea iba tomando forma.
Además, era evidente que mi madre se negaba a llamar a Nevan por su
nombre. Debía odiar enormemente la idea de que me casaran.
Nevan hinchaba sus mejillas con frustración, pero sabía que era un acto para
llamar la atención.
“No tengo intención de tener hijos en este momento”. Afirmé.
Era habitual en este mundo que los nobles de mi edad tuvieran descendencia.
Sin embargo, no quería hacer nada que disminuyera mi fuerza de combate
hasta que se resolviera el problema del héroe, y esperaba disfrutar de un
tiempo más de citas antes de ser padre.
“Es una pena. De todos modos, pasen. Seguramente todos están cansados,
así que prepararé algo bueno para la digestión. Considérenlo un aperitivo
para el festín que estoy preparando para la celebración de mañana. Lugh,
Tarte, agradecería que me ayudaran con eso”. Mi madre nos sonrió a los dos.
Le hice un gesto con la cabeza. “Por mí está bien. Me encargaré de la caza.
Hace mucho tiempo que no cazo conejo alvanés”.
“Yo también”. Añadió Tarte. “Ayudaré con la comida”.
Me esperaba una gran sorpresa, pero de todas formas era agradable estar en
casa. Tenía ganas de descansar un poco y de celebrar al nuevo miembro de
la familia.
Era hora de ir al bosque y conseguir comida para el banquete.

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El asesino prueba un hechizo mejorado

No mucho después de regresar a casa, salí a cazar. Acechaba en lo más


profundo del bosque para no perturbar el coto de caza que frecuentaban los
ciudadanos del territorio.
“Una hermanita... Ganar un nuevo miembro de la familia no suena tan mal”.
Al principio me sorprendí, pero eso dio paso a la emoción.
También significaba que no podía permitirme morir. Mientras fuera un
Tuatha Dé, mi hermana podría vivir como una noble típica. Sin embargo, si
yo moría, ella heredaría el clan, lo que significaría que tendría que
convertirse en la espada del reino.
No quería que eso sucediera. Quería que mi hermana viviera una vida
normal.
En eso pensaba mientras cazaba.
También estaba probando una versión remodelada de mi magia de sondeo de
viento.
“Encontré uno. Esta nueva versión es útil. Puedo decir que el bosque es
especialmente exuberante y fértil este año. Dia se alegrará de tener conejo
alvanés”.
Tenía afición por el hechizo que me permitía buscar en mi entorno
fusionando mi conciencia con el viento para ampliar mi área de percepción.
Lo utilizaba con bastante frecuencia.
Esta era una versión mejorada del mismo. Hasta ahora, la variante que había
empleado se expandía hacia el exterior como un círculo en el que yo era el
punto de partida. A medida que el alcance se ampliaba, se hacía más pesado
de mantener.
Es fácil de entender si se imagina un círculo. Supongamos que amplío el área
de mi búsqueda a un metro. El alcance de un círculo con un radio de un metro
es de unos tres metros cuadrados, y el de uno con un radio de dos metros es
de unos doce metros cuadrados. Eso es sólo un aumento de nueve metros
cuadrados.
Sin embargo, si ampliara mi área de búsqueda de un círculo con un radio de
100 metros a un círculo con un radio de 101 metros, el campo aumentaría en
631 metros cuadrados. Este problema limitaba la cobertura de mi búsqueda.
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Por lo tanto, diseñé una versión mejorada con una nueva fórmula.
Esta nueva versión no escaneaba todo el círculo a la vez, sino que se extendía
un largo rectángulo de varias decenas de centímetros de ancho delante de mí.
Sólo podía ver lo que estaba delante, pero si giraba el rectángulo a mi
alrededor, podía mapear todo en todas las direcciones. Detectaba todo a una
fracción del coste, y la carga no crecía exponencialmente cada vez que
aumentaba el alcance.
Por naturaleza, era bastante similar al radar, y era muy eficaz.
(Sin embargo, hay una gran desventaja).
Dado que rotaba un rectángulo, no percibía la totalidad de la zona en todo
momento como lo hacía antes. El tiempo necesario para trazar un círculo
completo en la zona de exploración era inferior a 0,1 segundos, pero todavía
podían producirse errores. Normalmente, eso no sería un problema, pero
podría resultar fatal en un escenario de gran movilidad o de combate cuerpo
a cuerpo.
Por ese motivo, tenía que cambiar el método seleccionado dependiendo de
la situación. Utilizaría la versión circular cuando 0,1 segundos pudieran
resultar fatales y el rectangular en todas las demás ocasiones.
(Muy bien, es hora de empezar a cazar).
Saqué una ballesta de la [Leather Crane Bag]02 que utilizaba para guardar
objetos en un espacio alterno. Las pistolas tenían mayor alcance y potencia,
pero demasiada fuerza dañaría la carne. Una ballesta tenía más sentido si el
objetivo era conseguir la caza intacta.
Quité los pernos cargados en el arma y los sustituí por otros nuevos. Llevaba
una ballesta porque era práctica en varias situaciones. No hacían ningún
ruido, lo que las hacía superiores a las armas de fuego para algunos
asesinatos.
Tomé posición y disparé. Fiel a mi objetivo, el proyectil atravesó los árboles
y perforó la cabeza del conejo alvanés.
“Ese es uno”.
Los conejos alvaneses rivalizaban en tamaño con los perros grandes y
constituían una comida considerable. Sin embargo, esperaba que todos
comieran mucho, así que quería conseguir uno más.

02. Bolsa de cuero de la grulla.

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Terminé de cazar y descendí por la montaña. Había abatido con éxito dos
conejos alvaneses y un jabalí. Además, había llenado una cesta con hongos
y plantas comestibles.
(La Leather Crane Bag es un regalo del cielo).
Tener que cargar con todo eso sin ella habría sido una molestia.
Iba a compartir la carne con los plebeyos después de descuartizar los
animales. No íbamos a ser capaces de consumir una cantidad tan grande por
nuestra cuenta.
El otoño se acercaba rápidamente y ya era hora de empezar a pensar en el
invierno. Sin duda, esta partida ayudaría a los ciudadanos del territorio.

Cuando terminé de descuartizar los conejos y el jabalí, entregué las pieles de


los primeros y algo de carne del segundo a un hombre influyente de la villa
y le pedí que lo compartiera con todos.
El jabalí llenaba, y si se curaba en sal, podía ayudar a pasar el invierno. Las
pieles de conejo alvanés se cotizaban a un precio elevado, así que el hombre
se alegró de tenerlas.
Me dio verduras frescas como regalo de agradecimiento. Decidí que las
utilizaría para el banquete de mañana.
Al volver a casa me dirigí a la cocina. Mañana celebrábamos el banquete,
pero los preparativos debían hacerse ahora.
Tenía que condimentar las carnes con especias para ocultar su fuerte olor y
dejarlas reposar toda la noche para que se asentaran.

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Eso haría que la comida supiera aún mejor.
Ya había algunas personas en la cocina.
“Estoy de vuelta. No me sorprende verte trabajando duro con mi madre,
Tarte, pero no esperaba que Dia se uniera a ustedes”. Comenté.
“Hey, eso duele. He estado pensando que también debería aprender a
cocinar”. Respondió Dia, hinchando las mejillas.
Siempre consideré a Dia más como una gastrónoma que como una chef. Era
raro que echara una mano con la comida. Sin embargo, no estaba seguro de
cómo ayudaba en realidad.
“Ah, bienvenido de nuevo. Has hecho un trabajo espléndido como siempre,
Lugh. No sé cómo encuentras siempre tanta carne deliciosa en tan poco
tiempo”. Dijo mi madre.
“Tanto el conejo alvanés como el jabalí se ven deliciosos”. Comentó Tarte.
“¡¿Has dicho conejo alvanés?! Por favor, ¡hazlo guisado y gratinado! ¡Ese
ha sido mi favorito desde que me lo serviste hace tantos años!” A Dia
prácticamente se le hacía agua la boca.
“Eso es lo que estoy planeando hacer con el conejo. Voy a hacer tataki con
el jabalí”. Respondí.
En primer lugar, había buscado el conejo alvanés para preparar el guiso de
crema y el gratinado favorito de Dia, así que esa era ya mi intención.
Pretendía preparar tataki03 con el jabalí porque quería probar otro nuevo
hechizo mientras cocinaba.
“Lugh, ¿qué es tataki? Nunca he oído hablar de él”. Dijo mi madre.
“Eso será una sorpresa para mañana. ¿Están trabajando en el runamass
fermentado?” Pregunté.
“Así es. Sé lo mucho que les gusta a ti y a Cian”. Contestó mi madre.
Ella y Tarte estaban preparando pescado. Tuatha Dé tenía un gran lago, y
como tal, sus ciudadanos comían mucho a base de pescado. El runamass, un
tipo de trucha era un sabor característico de nuestro territorio.
En Tuatha Dé existían desde hace mucho tiempo restricciones a la pesca para
proteger las bondades de la naturaleza, y se prohibía rotundamente durante
la época de reproducción. Así, el pueblo desarrolló un método de
conservación del pescado para comerlo durante ese periodo.

03. El Tataki, denominado también tosa-mi, es una forma de preparar el pescado o la carne en la cocina japonesa. La carne o el
pescado se cocinan brevemente en una llama o sartén. Las piezas se marinan ligeramente en vinagre y jengibre. Por último, las piezas
son fileteadas.

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Al principio, la intención era sólo la conservación, pero una vez que el
territorio de los Tuatha Dé se enriqueció en la época de la generación de mi
abuelo, algunos empezaron a pensar en utilizar este método para crear
comidas deliciosas.
Los platillos secos de runamass elaborados en Tuatha Dé tardaban mucho
tiempo en prepararse con métodos razonables y tenían un sabor bastante
marcado. Eran tan buenos que estaba seguro de que se venderían incluso en
la ciudad comercial de Milteu.
Mi madre y Tarte estaban preparando runamass fermentado. Era un platillo
regional de Tuatha Dé que se elaboraba fermentando el pescado en salvado
de arroz hecho con trigo. De esta forma se conservaba la carne y se
intensificaba el sabor.
El runamass fermentado era delicioso al vapor, y era costumbre comerlo así
en ocasiones especiales.
A uno le puede parecer extraña la idea de fermentar el pescado en salvado
de arroz, pero en mi mundo anterior no era tan raro que la gente lo hiciera.
En principio, no se diferenciaba mucho de la malta de arroz salada.
“Wow, esto es realmente un buen runamass. Es grande y pesado”. Observé.
Se trataba de un ejemplar excepcional. No se veía uno tan bueno muy a
menudo.
“Hans nos lo dio como regalo de celebración. Con un runamass como éste,
sólo hay que salarlo durante la noche y cocinarlo al vapor”. Respondió mi
madre.
“Estoy seguro de que quedará estupendo. Aunque... a la gente de otros
territorios no les suele gustar cuando se cocina así. ¿No deberíamos freírlo
ya que Nevan y Dia están aquí?” Pregunté.
En mi opinión, el salado y la cocción al vapor sólo hacían que el runamass
fuera más delicioso. Desgraciadamente, los platillos fermentados siempre
iban acompañados de un olor peculiar que muchos no soportaban. Había
incluso algunos en el territorio de los Tuatha Dé que no podían soportarlo.
Enmascarar ese olor era imposible, desde luego.
Dia y Nevan nunca habían oído hablar del salvado de arroz, así que calculé
que había entre un 80 y un 90% de posibilidades de que reaccionaran
negativamente. Teniendo en cuenta eso, me pareció mejor freír el runamass
con muchas especias. Sin embargo, hay que admitir que me parecía un
desperdicio.

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“Hmm, hmm, hmm, eso no servirá. Estoy decidida a cocinarlo al vapor. No
puedes convertirte en una mujer Tuatha Dé si no te familiarizas con este
sabor. Estoy preparando tu plato favorito y el de tu padre, ¡y no puedes
convencerme de lo contrario!” Proclamó, señalando con un dedo el runamass
en fermentación con gran vigor.
Ella tenía razón, pero pensé que sería mejor para facilitar a Dia y Nevan este
platillo.
Eso me dio una idea.
“Madre, ¿puedes dejarme el pescado al vapor a mí?”
“... Definitivamente estás tramando algo”.
“No, en absoluto. He aprendido una forma deliciosa de cocinar el marisco al
vapor durante mi estancia en Milteu, y quiero que la pruebes. Hace que el
pescado permanezca húmedo sin perder nada de sabor. Estaba tan bueno que
me hizo cuestionar todas las comidas al vapor que había comido en mi vida.
Creo que el runamass fermentado sería increíble preparado de esa manera”.
“Urgh, no puedo evitar que eso me interese. Bien. Pero prométeme esto...
que harás pescado al vapor”.
“Sí, no hay problema”. Acepté con una sonrisa.

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Decir que aprendí este método en Milteu era una mentira. En realidad, era
una habilidad que había adquirido en mi vida anterior. Era el mejor método
que conocía para cocinar al vapor. Estaba seguro de que haría feliz a mi
madre y permitiría que Dia y Nevan disfrutaran también del runamass.
Originalmente había aprendido a cocinar para disfrazarme de chef y
acercarme a mis objetivos de asesinato. Era una sensación extraña saber que
esa habilidad ahora daría alegría a mi madre, mi novia y mis amigas.
En mi primera vida, vivía como una herramienta. Pero podía decir con
orgullo que no había sido un desperdicio. La gran variedad de técnicas que
adquirí entonces me permitió poner sonrisas en los rostros de mis seres
queridos.

Por fin llegó la hora de comer. Madre, padre, Tarte, Dia y Nevan estaban en
la mesa.
Todavía de pie, Tarte preguntó: “Um, ¿está bien que me siente a la mesa?”
“Es una ocasión especial. Estamos de celebración. Ya eres una amante
oficial, así que nadie se quejará si recibes un trato especial. De hecho, me
gustaría que te sentaras con nosotros a partir de ahora”. Respondió mi madre.
Tarte se sentó y se encogió en su silla. Estaba acostumbrada a situarse detrás
de mí como mi asistente.
“Um, ¿cuándo se me ha reconocido oficialmente?” Preguntó tímidamente.
Mi madre se rió. “Oh, Tarte, sé lo que has estado haciendo. Me sorprende
que hayas pensado que podías ocultarme un comportamiento tan audaz”.
Tarte se sonrojó. Era fácil burlarse de ella tratándose de alguien tan tímida.
“Madre, por favor, deja las burlas para más tarde. La comida se va a enfriar”.
Le dije.
“Tienes razón. Vamos a comer”.
Todos brindamos con el alcohol local de Tuatha Dé.
“¡Felicidades por el embarazo!”
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Después de compartir nuestras palabras de felicitación, empezamos a comer.
“¡Lugh, mentiste! No hay ningún gratinado”. Dia se enfadó.
“Pensé que sería un platillo de más. Mañana haré gratinado”. Le aseguré.
Como esperaba, Dia hinchó las mejillas con rabia. Sin embargo, cuando
probó el tataki de jabalí, su humor mejoró al instante.
“¡Esto es increíble! Creo que nunca he comido una carne tan suave y dulce”.
Después de ver la reacción de Dia, Nevan también cogió un trozo de tataki.
“Yo también tomaré un poco. Dios mío, está delicioso. Esto es incluso más
tierno que la ternera de la capital. ¿Es realmente jabalí?” Preguntó.
La carne de la capital a la que se refería era un alimento de lujo procedente
de vacas criadas específicamente para el consumo. La mayoría de la carne
de vacuno procedía de vacas que ya no podían trabajar, lo que daba lugar a
una carne dura y maloliente. Las de la capital, sin embargo, llevaban una
vida fácil para que no desarrollaran músculo extra, y sólo se les daba comida
que les diera mejor sabor.
“Todo depende de la técnica de cocción. Incluso el jabalí puede quedar
delicioso si se le dedica suficiente tiempo y esfuerzo”. Les expliqué.
Si eliges una parte adecuada del jabalí y dedicas mucho esfuerzo a prepararla,
podrías hacerla incluso mejor que la carne de vacuno... Sin embargo, no
tendría ninguna posibilidad si se dedicara el mismo esfuerzo a la carne de
vacuno de calidad.
Quería encontrar la manera de conseguir una vaca de la capital. Maha
probablemente sería capaz de arreglarlo para mí, pero no quería aumentar su
carga de trabajo por un capricho innecesario.
“¿Estaría fuera de lugar que preguntara en qué consiste exactamente ese
tiempo y esfuerzo?” Preguntó Nevan.
“No me importa compartir un método de cocción, y tampoco tienes que
guardar silencio al respecto. Te escribiré la receta más tarde”. Le dije.
No podía dejar que viera mi olla de cocción lenta porque hacía uso de una
técnica que había aprendido al analizar un tesoro divino, y no quería que esa
información se difundiera, pero contarle el método de preparación a baja
temperatura no parecía problemático. Dada la riqueza de la Casa Romalung,
probablemente podrían contratar a chefs para que trabajaran en la cocina a
baja temperatura a tiempo completo.
“Me entristece que no haya gratinado, pero tu guiso está tan bueno como
siempre”. Dia alabó.
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“La sopa de Lugh ya es una especialidad del territorio Tuatha Dé, y la gente
incluso viaja desde otras partes del país para comerla”. Dijo mi madre con
evidente orgullo.
El tataki de jabalí y el guiso de crema fueron bien recibidos.
El siguiente platillo, el runamass fermentado al vapor, era el que me ponía
nervioso.
Mi madre entrecerró los ojos. “Hmm, hmm, hmm, veo que aún no has tocado
el pescado, Nevan. Cualquier chica que no esté familiarizada con este sabor
no es apta para casarse con un Tuatha Dé”.
No me gustó la sonrisa de su cara. Mi madre se había mostrado cautelosa con
Nevan desde que la chica declaró ayer que me casaría con su familia.
“Me encantaría probar un poco”. Respondió Nevan.
“Un momento, ¡eso también se aplica a mí! No puedo entender por qué
alguien fermentaría pescado en salvado de arroz”. Dijo Dia, alarmada.
Parecía más asustada que Nevan, a pesar de contar ya con la aprobación de
mi madre.
“Dijiste que apestaría, pero en realidad esto huele muy bien. El aroma sólo
hace que me entusiasme más probarlo”. Comentó Nevan.
Dia lanzó una mirada de sorpresa. “¿Este es el pescado que se supone que
apesta? Estaba segura de que aún no lo habían puesto en la mesa”.
“¿Huh? Ahora que lo mencionas, algo huele muy bien... Lugh, ¿hiciste
runamass normal en vez de fermentarlo? ¡Cómo pudiste!” Acusó mi madre.
“Te garantizo que es runamass fermentado. Pruébalo y te quedará claro”. Le
aseguré.
El pescado fermentado era conocido por su horrible olor, pero tenía un sabor
más rico que el crudo, así que lo entendería una vez que probara un poco.
Ninguna magia culinaria podría hacer que un plato crudo supiera así.
Nevan, Dia y mi madre cogieron trozos y probaron mi trabajo.
“¡Está delicioso! Este es sin duda el mejor pescado al vapor del mundo”.
Declaró Nevan.
“Sí, es increíble. Nunca había comido un pescado que oliera tan bien.
Además, está delicioso”. Coincidió Dia.
Mi madre estaba asintiendo. “Esto es inconfundiblemente runamass
fermentado. Está delicioso. Esto estropea completamente mi prueba, pero me
conmueve que hayas hecho una comida tan maravillosa para mí, Lugh.

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Puedo sentir que el bebé en mi vientre también está feliz”.
Después de escuchar sus opiniones, decidí probarlo yo mismo. Tal y como
quería, la piel estaba crujiente, el exterior era suave y el interior estaba
húmedo. El sabor también era perfecto. Dudaba que se pudiera encontrar
pescado al vapor tan bueno incluso en la capital.
Tarte también lo elogió después de comer un poco más tarde.
Sin embargo, una persona de la mesa parecía insatisfecha.
“¿No te gusta, padre?”
“Es ciertamente bueno, pero... Me gusta el olor del salvado de arroz, así que
no me parece del todo bien”.
Eso fue inesperado. Cocinar es un arte complicado. Pensaba que el olor del
salvado de arroz era un inconveniente, pero al parecer, había gente a la que
le gustaba.
Esperaba impresionar a mi padre tanto como a mi madre... Tendría que
aprender de este fracaso y hacerlo bien la próxima vez.

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El asesino prepara una deliciosa comida

Estaba en la cocina la noche anterior, preparando un festín para celebrar el


crecimiento de nuestra familia.
“Lugh-sama. Por favor, pruebe el guiso”.
“Añade un poco más de sal”,
“Sí, Lugh-sama”.
Dejé los últimos retoques del guiso y la ensalada a Tarte, liberándome así
para trabajar en el jabalí y el runamass.
Puse el jabalí en jugo de frutas con especias para contrarrestar el olor y
enzimas a fin de ablandar la carne. Desde el mediodía, había estado inmerso
en un tipo de cocina especial.
Utilizaba el solomillo del jabalí porque tenía poca grasa y había eliminado
completamente el músculo.
Dado que estaba alimentando a una mujer embarazada, presté especial
atención a la higiene. Limpié minuciosamente la carne, la esterilicé a alta
presión con magia de viento y la congelé para matar los parásitos usando
magia de fuego. La magia de fuego manipulaba cantidades de calor, lo que
significaba que también podía utilizarse para congelar.
Ayer había anunciado que iba a hacer tataki, pero no iba a servirles carne
cruda.
Estaba probando un nuevo utensilio de cocina. Tarte se asomó con gran
interés.
“Esa es una olla extraña”.
“Es llamada olla de cocción lenta. Es muy práctica”.
El utensilio había sido un instrumento de cocina de última generación en mi
vida anterior. Estaba demostrado científicamente que sesenta grados
centígrados era la temperatura ideal para cocinar la carne y así aumentar su
sabor y evitar que se pusiera dura.
El único problema era que exigía una cantidad increíble de tiempo y
paciencia. Necesitaba calentar la carne de jabalí durante cinco horas.

25 |
(También hay que vigilar la olla durante las cinco horas... Pero tengo un
truco para evitarlo).
La olla de cocción lenta tenía un cierto algo incorporado, que había creado
utilizando la tecnología obtenida del análisis de mi Tesoro Divino. Había
grabado una fórmula en la olla e insertado piedras Fahr en ella para que el
hechizo se lanzara repetidamente.
Esta sesión de cocción era una prueba de resistencia para las herramientas
mágicas, para ver si podían invocar la magia repetidamente durante un largo
periodo.
Extraje la carne de jabalí envasada al vacío del agua de la olla de cocción
lenta. Había vertido condimentos líquidos y especias en el sello al vacío junto
con la carne. Cinco horas en esa bolsa habían hecho que los sabores se
impregnaran en el jabalí.
“Se ve muy bien. He aprendido que el uso prolongado durante un largo
período no tiene ningún efecto negativo en la precisión de una herramienta
mágica. Es hora de terminar”.
Cogí una pequeña parrilla de carbón que había hecho una vez por diversión.
Las brasas estaban encendidas y la rejilla se había calentado.
Coloqué el jabalí en la parrilla. Antes había cortado la carne en forma de
cilindro, lo que me permitía hacerla rodar para chamuscar toda la superficie.
La carne ya se había cocinado lo suficiente, pero lo hice por el aroma
adicional.
Una vez que terminé con eso, corté el jabalí en rodajas gruesas. Tenía esa
ternura característica que sólo se consigue cocinando la carne a baja
temperatura, además de que había sido encurtida en enzimas de frutas
durante la noche. Sería fácil de masticar, incluso en rodajas gruesas.
“Wow, qué bonito color rosa claro. Se ve deliciosa”. Dijo Tarte.
“Es exquisita. Toma, coge un trozo”. Le ofrecí.
Excluyendo la piel de la parrilla, las rodajas de carne de jabalí eran
totalmente del color rosa del más jugoso y tierno roast beef. Eso era lo que
se podía conseguir con una olla de cocción lenta.
“No puedo creer lo suave y delicada que es. El tataki de jabalí es increíble”.
“Sí. La cantidad de tiempo que requiere me impide hacerlo a menudo, pero
el sabor merece el esfuerzo. ¿Puedes terminar las cosas aquí por mí?”
“¡Sí, Lugh-sama!”

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Tarte colocó las rodajas cortadas sobre una ensalada y aplicó una salsa ponzu
especial como toque final. El ponzu era ligero e iba bien con el tataki.
Finalmente llegó el momento de empezar con el plato principal del día.
“Sí, los recién llegados no van a tomar bien este aroma”.
Saqué el runamass del salvado de arroz. Naturalmente, apestaba de esa
manera fermentada. A la larga te acostumbras al olor, pero sería duro para
quien lo comiera por primera vez.
Lavé bien el runamass para quitarle el salvado de arroz, lo abrí para
recubrirlo de sal, lo envolví en papel de pergamino que había humedecido
con hierbas y lo puse en la olla de vapor.
Tarte me observó con evidente confusión. “¿Por qué lo ha envuelto en papel
antes de cocerlo al vapor?”
“Envolver el pescado en papel lo mantiene húmedo y evita que el extracto
de pescado se escape, y es una buena forma de transmitir un aroma de hierbas
que sirve para eliminar el olor. También hace que el pescado se cocine de
manera uniforme. Hay muchas ventajas en este método”. Le expliqué.
“Parece que así se eliminará el olor del salvado de arroz”.
“Todavía hay que hacer algo más en ese sentido”.
La cocción al vapor del pescado envuelto en papel era una técnica culinaria
japonesa llamada hosho-yaki. Sin embargo, esto era sólo el principio. Estaba
haciendo este pescado al vapor al estilo chino.
Saqué a propósito el runamass de la olla antes de que estuviera terminado, y
lo pasé a otro plato. Esparcí abundantes tiras de cebolla verde por encima y
vertí un bálsamo calentado.
Un olor fragante emanaba de las cebollas verdes carbonizadas que crepitaban
con fuerza. Ese aroma se mezcló con el bálsamo que había creado y el olor
del runamass fermentado, eliminando así el olor a salvado de arroz.
Había hecho el pescado al vapor un poco dulce porque pensaba cocinarlo
con aceite como último paso.
Este era un método chino conocido como qīng zhēng, y era una de las formas
más deliciosas de preparar el pescado.
Por último, añadí salsa y espolvoreé cilantro por encima.
“¡El olor a cebolla carbonizada me hace agua la boca!” Exclamó Tarte.
“El sabor es tan bueno como el olor. El aceite hace que la piel sea crujiente
y el exterior suave y escamoso, pero el centro está húmedo”. Afirmé.
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“Wow, no puedo esperar a probarlo. ¿Puedo probarlo ahora?”
“No. Quiero conservar la visión del pescado lleno de vapor”.
“Aw”.
El pescado desprendía un apetitoso aroma y presentaba los mejores puntos
tanto de la comida al vapor como de la frita. Tal era el atractivo del qīng
zhēng.
Con esto, mi festín estaba completo.
Le había prometido a Dia que haría gratinado, pero eso supondría demasiada
comida. Decidí que usaría las sobras del guiso para hacer gratinado al día
siguiente.

De postre, serví una tarta de frutas. Había utilizado una gran cantidad de
productos de temporada.
“Whew, estaba deliciosa. ¡Eres el mejor cocinero del mundo, Lugh!”
Exclamó mi madre.
“Seguramente eso es una exageración. Eres demasiado parcial como su
madre, Esri”. Argumentó mi padre.
“No estoy de acuerdo, padre. Como alguien que ha comido comida gourmet
de todo el mundo, te aseguro que es lo mejor que hay. Hay más en Sir Lugh
que sólo la fuerza. Mi deseo por él es cada vez más fuerte”. Dijo Nevan.
Un escalofrío me recorrió la espalda.
Mi padre me dedicó una sonrisa tensa y una mirada de ánimo. “Eres
demasiado hábil, Lugh. Esa es mi mayor preocupación... Cuanto más capaz
seas, menos probable será que el país te deje en paz. Al menos deberías
tomarte un tiempo para descansar mientras estés en la mansión”. Instó.
“Eso no es una opción. Necesito utilizar este tiempo libre para prepararme.
Tal y como estoy ahora, es sólo cuestión de tiempo que fracase y muera”.

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Por eso había convertido la cocina de hoy en una prueba de resistencia para
las herramientas mágicas y la sesión de caza en una prueba para mi nuevo
hechizo de sondeo.
“Um, Lugh-sama. Ya hemos matado a tres demonios. Creo que los últimos
cinco serán fáciles para nosotros”. Afirmó Tarte.
“Te equivocas en eso. A partir de ahora sólo será más difícil”. Afirmé.
No era el miedo el que hablaba... Lo creía firmemente.
“Oh, querido. ¿Te importaría compartir por qué lo crees?” Presionó Nevan.
Tenía la sensación de que ya tenía una respuesta en mente y estaba
comprobando si mi pensamiento coincidía con el suyo.
“Los demonios son inteligentes. Han estado actuando individualmente hasta
ahora sólo porque compiten entre sí. Esa rivalidad también les ha hecho
actuar precipitadamente en sus asaltos. Pero ahora, tres demonios... el Orco,
el Escarabajo y el León... han muerto sucesivamente. Suponiendo que no
sean unos completos idiotas, los demonios deben estar ideando un plan para
enfrentarse a nosotros”. Expliqué.
Si esto fuera sólo un juego y los demonios fueran las piezas, probablemente
seguirían atacando sin mucha consideración. Sin embargo, no eran tan
estúpidos. Sus métodos no habían funcionado, así que estaban obligados a
cambiar su estrategia.
“¿Qué crees que harán, Lugh?”. Preguntó Dia.
“Que dos demonios nos ataquen a la vez sería la solución más sencilla.
¿Crees que podríamos haber ganado la última batalla si hubiera habido un
par de ellos?” pregunté.
Dia frunció el ceño. “... Me temo que no habríamos tenido ninguna
oportunidad”.
“Así es. Ahora mismo, podemos derrotar a un demonio actuando solos si
tenemos tiempo para prepararnos a fondo, y, aun así, sigue siendo un
combate reñido. Sinceramente, llevo tiempo preocupado por la posibilidad
de que ataquen varios demonios. Por eso he ideado la versión de Gungnir
que hace volar a los enemigos”.
Esa era una habilidad que había preparado inicialmente para separar a
múltiples enemigos.
“Ya son capaces de crear situaciones que no puedo manejar. Enviar una
horda de monstruos para atacar Tuatha Dé, por ejemplo. Si un demonio
intentara eso, no sería capaz de abandonar mi casa para localizarlo. Para
cuando termináramos de eliminar a los monstruos, el demonio ya habría
29 |
cumplido su objetivo y escapado. Más sencillo aún, podrían atacar un lugar
demasiado lejano para que pudiéramos llegar a tiempo”.
Podía viajar a gran velocidad con mi ala delta. Sin embargo, antes tendríamos
que ser informados de la aparición de un demonio, y el mensajero no se
movería tan rápido como nosotros. Mina ya me había dado información
sobre los demonios, pero no había garantía de que volviera a hacerlo.
“Parece que muchas cosas podrían salir mal”. Dijo Dia.
“Por eso no puedo ser negligente. Tengo que mantener la concentración”.
Respondí.
Siempre me esforzaba por ser más fuerte y mejorar mi red de información.
Actualmente, estaba construyendo un sistema de comunicación de alta
velocidad que compartía base con la red de información de Natural You que
había construido con la ayuda de Maha.
Hasta ahora, había dependido de las palomas mensajeras, que se
consideraban el método más rápido de este mundo. Ahora era capaz de algo
que superaba con creces a las aves tanto en velocidad como en fiabilidad.
La transmisión en tiempo real sería enormemente poderosa en este mundo,
donde la principal forma de conversación a larga distancia era el envío de
cartas. Eso no sólo servía para oponerse a los demonios; también me serviría
en mis futuros negocios.
“¡Nunca deja de sorprender, Lugh-sama!” Tarte me felicitó.
“Aprecio el sentimiento, pero quiero que tú también te fortalezcas, Tarte”.
Dije.
“¡Me someteré a cualquier entrenamiento por usted, sin importar lo duro que
sea!” Respondió emocionada.
“Yo también voy a trabajar duro. Seguiré con mi desarrollo mágico”. Añadió
Dia.
“Pues entonces, contribuiré con mis fondos e influencia”. Comentó Nevan.
Sonreí. Harían posible muchas cosas que yo no podría hacer solo.
Ahora que lo pensaba, se acercaba el momento de algo que había estado
anticipando. Tenía que prepararme.

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El experimento secreto del asesino

Tuve una mañana relajante y reparadora.


Después de ducharme, cogí una cesta de la cocina. Iba a salir esta mañana,
así que preparé el almuerzo con antelación.
Cuando salí, encontré a todas esperando con ropa cómoda.
“No puedo esperar a que empiece el picnic”. Dijo Tarte.
Dia asintió con la cabeza. “Y vamos a volar”.
“Estoy interesada en ver la otra cosa que dijiste que habías planeado”.
Afirmó Nevan.
Hoy había dos objetivos.
El primero era cumplir la promesa que había hecho cuando volvimos a
Tuatha Dé, que consistía en enseñar a Dia y a Nevan a pilotar un ala delta.
Había una pequeña colina en la montaña detrás de la mansión desde la que
podrían planear cómodamente.
Mi segundo objetivo era realizar cierto experimento. No se trataba de una
prueba a pequeña escala, como probar un hechizo modificado o comprobar
la resistencia de las herramientas mágicas... era una prueba de algo que
podría cambiar el mundo para siempre.
“No tenemos mucho tiempo, así que vamos. Está corriendo un buen viento”.
Insté.
La dirección y la fuerza del viento hoy eran perfectas para volar. Estaba
seguro de que serían capaces de planear sin problemas.

31 |
Produje dos alas delta con magia y les expliqué cómo pilotarlas.
“Muy bien, a volar”.
“¡¿Huh?! ¿De verdad esperas que las usemos justo después de esa
explicación?” Preguntó Dia con incredulidad.
“Quiere que aprendamos con la práctica en lugar de con el estudio. Me
parece bastante sencillo”. Dijo Nevan.
“Les daré indicaciones desde el suelo, así que no se preocupen”. Afirmé.
Sería difícil, pero esta era la forma más rápida para que la pareja se diera
cuenta.
Sólo pude utilizar este método porque Dia y Nevan eran mis estudiantes. Una
persona normal probablemente habría chocado y se habría lesionado
gravemente o incluso habría muerto. Pero Dia y Nevan podían fortalecerse
con mana si encontraban alguna dificultad, e incluso si se lastimaban, yo
podría curarlas.
Por eso podía permitirme ser tan duro con ellas.
“Asegúrense de ponerse los dispositivos de comunicación por radio”.
“D-De acuerdo. Son nuestra red de seguridad, supongo”. Respondió Dia.
“... De verdad que me gustaría poder llevarme esta tecnología a casa y
extenderla por todo el mundo”. Se lamentó Nevan con un suspiro.
Ambas se pusieron los auriculares. Llevarlos puestos me permitiría
aconsejarles desde el suelo.
“Ah, por cierto, recuerdo que dijiste que sólo eran eficaces a menos de cien
metros”. Recordó Nevan.
“Eso sólo se aplica si quieres mantener la portabilidad y la comunicación
bidireccional. Estoy haciendo de esta montaña el lugar de mi experimento
para un prototipo que estoy probando”.
Extraje un objeto del suelo. Era una gran herramienta mágica de acero con
forma rectangular tan alta como yo.
“Con este tamaño, el dispositivo es capaz de amplificar la señal de audio.
Puede alcanzar más de dos kilómetros, veinte veces más lejos que la versión
portátil”. Le expliqué.
Como lo único que podía hacer era reforzar la frecuencia que transmitía, una
vez que Dia y Nevan volaran más allá de los cien metros, ya no podría recibir
las transmisiones de sus dispositivos.

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Tendríamos comunicación bidireccional dentro de los cien metros, pero sería
unilateral una vez superada esa distancia.
Sin embargo, ser capaz de aconsejarles seguía siendo útil.
“¡¿Puede llegar tan lejos?! Esto haría a cualquiera imbatible en la guerra.
Permitiría la transmisión instantánea de información a todo un ejército a la
vez. Esto es más valioso que diez mil soldados”. Dijo Nevan, asombrada.
Incluso un ejército de ese tamaño podría actuar con perfecta unidad con esto.
Tal desarrollo reforzaría la fuerza de combate de cualquier ejercito por una
docena de veces, tal vez incluso más.
“Como te he dicho, no he hecho esto para la guerra. Si los nobles de este país
obtuvieran esta tecnología, tardarían dos segundos en ponerla en práctica
invadiendo otras naciones”. Dije.
Había muchos aristócratas de gran ambición en el Reino de Alvan. Era
inevitable que esa gente de sangre caliente lanzara campañas contra otros
territorios si adquirían algo tan poderoso.
Nevan puso mala cara. “¿Cuál es el problema con eso? Conduciría a una
mayor prosperidad para este reino”.
“Ese no es mi estilo. Prefiero traer prosperidad al país mejorando lo que
tenemos que robando a los demás”.
No era un pacifista, pero no quería causar miseria y derramamiento de sangre
innecesarios. Personalmente me conformaba con el territorio de los Tuatha
Dé, y no iba a dejarme arrastrar a una matanza masiva sólo para satisfacer la
codicia de otro.
“Tu falta de ambición puede ser tu única debilidad, Sir Lugh”. Comentó
Nevan.
“No veo eso como un defecto. De todos modos, olvida eso. Vuela antes de
que el viento deje de soplar”. Le indiqué.
“S-Seguro. Ayúdame si lo necesito, ¿de acuerdo?” Pidió Dia.
Luciendo mucho más confiada, Nevan dijo: “Allá voy”.
La pareja despegó desde la cima de la colina. Cabalgaron con el viento y
planearon a lo lejos. Ambas volaban con seguridad y con sólidos
fundamentos.
“Dia y Nevan aprenden rápido. Sabía que estaría bien no ir con ellas”.
Comenté.

33 |
“Estoy de acuerdo. Aprendieron a volar mucho más rápido que yo”.
Coincidió Tarte.
Incluso eran rápidas para corregir cuando se producía un viento cruzado. Su
comprensión de la estructura de las alas delta era lo que les permitía volar
tan bien.
Sin embargo, ambas bajaban constantemente de altura porque no podían
utilizar magia de viento. No había muchas corrientes ascendentes para
recuperar la altura.
Finalmente, tanto Dia como Nevan aterrizaron. Fortalecieron sus cuerpos
con mana y empezaron a correr de vuelta por este camino.
En realidad, Dia tenía claramente otra cosa en mente. No me gustaba la cara
que estaba poniendo.
(Tengo un mal presentimiento).
“¿Qué está haciendo ahora...?”
Mi novia corrió a toda velocidad y luego saltó tan alto como pudo. Desde esa
altura, estaba seguro de que volvería a caer.
Comenzó un encantamiento en el aire.
Bajo circunstancias normales, entonar magia tomaba todo tu mana y
recursos, y hacía que no pudieras mantener el fortalecimiento físico, pero el
uso de [Quick Chant]04, que se derivaba de [Multi-Chant]05, le permitía
hacer ambas cosas a la vez.
Dia no podía usar magia de viento, así que no tenía ni idea de lo que estaba
tramando.
“¡Whoa!”
Una enorme explosión estalló detrás de Dia. Ella aprovechó la explosión para
elevar el ala delta y acelerar.
Activó la detonación a una buena distancia detrás de ella para que no dañara
el ala delta. Además, utilizó [Multi-Chant] para iniciar otro hechizo junto
con la magia explosiva.
La segunda parte de la magia se activó.
“... Está absolutamente loca”.
Llamas salían disparadas de las plantas de sus pies.

04. Canto rápido. / 05. Canto múltiple.

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Técnicamente, no era fuego. Dia reunía aire, lo presurizaba y lo quemaba
para emitir gas caliente y presurizado para el empuje. Su método funcionaba
de forma similar al funcionamiento de un motor a reacción.
Conseguía mayor velocidad que Tarte y yo, que podíamos manipular el
viento.
Me asombró que Dia hubiera ideado semejante hechizo a pesar de que nunca
había oído hablar de un motor a reacción.
“Dia-sama es increíble. Va muy rápido”. Dijo Tarte con asombro.
“Ni se te ocurra imitarla. Eso tiene un alto grado de dificultad y debe ser
sumamente inestable. Perder el control, aunque sea un poco, haría que las
llamas quemaran el ala delta, y entonces estarías en caída libre. El consumo
de mana también debe ser terrible. Cualquiera que no sea Dia o yo se
quedaría sin energía inmediatamente”.
Dado que Dia no podía utilizar magia de viento, tuvo que emplear un hechizo
no elemental para reunir el viento a su alrededor y comprimirlo. Este era un
método extremadamente ineficiente.

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36 |
Tenía muchos defectos, pero dejándolos de lado, era un hechizo muy bueno.
Si lo replicaba, mi capacidad de alterar el aire con la magia eliminaría la
necesidad de reunirlo y comprimirlo.
Tras pasar un rato disfrutando del vuelo, Dia descendió y aterrizó junto a
nosotros.
“Ha, ha, haaaa. ¿Qué piensas de eso? Puedo volar rápido incluso sin magia
de viento”.
“Me has sorprendido. Puede que tenga que hacer un ala delta especial para
ti”.
“Gracias, te lo agradecería”.
“Ni se te ocurra intentar volar a la capital sola”.
“E-Eso sería muy difícil”.
Era una magia terriblemente ineficiente. No duraría lo suficiente.
Nevan regresó poco después, cargando su ala delta.
“Haah... haah... por fin he vuelto. Volar se siente fantástico, pero el viaje de
vuelta es una tortura. Es muy pesado”. Dijo, jadeando. La siempre elegante
Nevan estaba empapada de sudor. “Dia, tengo una petición”. Comenzó ella.
“¿Qué es?” Respondió Dia.
“¿Puedes crear un hechizo de propulsión con magia de luz?”
“Lo siento, no puedo imaginar cómo lo haría”.
La propulsión con luz se veía a menudo en la ciencia ficción, pero nunca
había oído que se hiciera realidad. Técnicamente, una agencia especializada
había anunciado una teoría terminada que demostraba que era posible. Sin
embargo, me parecía que ni siquiera yo tendría la posibilidad de recrearla
con magia.
“Eso es una pena...”
La magia era útil, pero no era todopoderosa. Había cosas de las que no era
capaz.

37 |
Después de disfrutar de nuestra dosis de vuelos, nos sentamos a almorzar.
No era aún el momento para lo que estaba esperando.
“Estoy feliz de que podamos volver a probar tu cocina, Sir Lugh”. Dijo
Nevan.
“Me gustaría que cocinaras todos los días”. Añadió Dia.
Tarte bajó la mirada. “Um, eso me entristecería un poco. Me sentiría
inadecuada como su asistente”.
Expuse los sándwiches de la cesta. Había preparado sándwiches de huevo
normales, hamburguesas de carne de cerdo con carne de jabalí y una sorpresa
especial para hoy.
“Lugh, has vuelto a mentir. Ayer dijiste qué harías gratinado. Urgh, tengo
tantas ganas de comer gratinado...” Se quejó Dia, mirándome con evidente
ira.
“Bueno, no creo que el gratinado funcione en un picnic... No estaría muy
bueno después de que se enfriara”. Afirmó Tarte.
“¿Qué es el gratinado?” Preguntó Nevan.
Dia se encargó de responder con orgullo.
“Es delicioso. Primero se hierven los macarrones a fuego lento en el guiso
de crema que comimos ayer, luego se le añade queso y se cocina en el horno.
Tiene un sabor muy rico y satisfactorio. Es mi comida favorita”.
“Eso sí que suena sabroso”.
“Y, sin embargo, alguien se niega a hacerlo”.
Dia me miró de nuevo.
“Ten un poco de fe en mí, Dia. He hecho algo. Prueba los sándwiches
primero”.
No había mentido. Era el novio de Dia, y quería hacerla feliz. Dicho esto, el
gratinado seguía siendo inadecuado para una comida al aire libre.
Por eso hice un gratinado que sabría bien incluso después de que se enfriara.
“Todo lo que veo son sándwiches”. Protestó Dia.
“¡Empecemos a comer!” Exclamó Tarte.
“Sí, hagámoslo”. Asintió Nevan.
Sonreí y me serví sopa de una cantimplora.

38 |
Nevan dio un bocado. “Wow, este sándwich de huevo tiene un rico sabor.
Está un poco agridulce. Nunca he probado nada igual”.
Lo único que hice fue triturar huevos cocidos y mezclarlos con mayonesa
casera, pero la mayonesa no existía en este mundo. Eso dio un sabor
novedoso que tendría una acogida positiva en cualquier lugar.
“El condimento del filete de cerdo es salado y dulce. Es fantástico”. Observó
Tarte.
Había cocinado el filete al estilo teriyaki, lo que significaba marinarlo en
salsa de soja y asarlo. El teriyaki estaba bueno incluso cuando estaba frío.
Por último, pero no menos importante, era finalmente el momento para el
artículo sorpresa de hoy.
“¡Hey, es gratinado! ¡Realmente has hecho gratinado! Está taaaan rico”. Dia
exclamó como una niña.
La sorpresa especial eran bocadillos de croquetas gratinadas. Había añadido
carne y macarrones a un guiso de crema, y luego lo había utilizado como
ingrediente principal para hacer croquetas fritas. Las croquetas estaban
cubiertas de una espesa salsa de tomate que había hervido lo máximo posible
y luego colocado entre trozos de pan.
El resultado era un sabor fuerte que podía disfrutarse incluso cuando el
sándwich se había enfriado.
“El gratinado es realmente delicioso”. Elogió Nevan.
Dia hinchó el pecho. “No por nada es mi comida favorita”.
“A mí también me gusta”. Tarte coincidió.
Pasta cargada de carbohidratos y salsa blanca cargada de carbohidratos
recubierta de una masa cargada de carbohidratos y frita, y luego metida en
un pan cargado de carbohidratos. Me pareció que podría encontrar una foto
de esta comida en el diccionario junto a carbohidratos.
A pesar de todo eso, estaba realmente delicioso. No tenía sentido. En mi
mundo anterior, incluso podías encontrar hamburguesas en forma de
croquetas gratinadas en un restaurante de hamburguesas masivamente
popular.
“Whew, eso estaba delicioso. Realmente eres el mejor novio del mundo,
Lugh”.
“Me alegro de que te haya gustado”.
Acaricié a Dia después de que me abrazara.

39 |
Verla así de feliz hizo que el esfuerzo que había puesto en la comida valiera
la pena.
“Ah, es verdad, dijiste que estabas realizando otro experimento importante
no relacionado con el ala delta, ¿no?” Preguntó.
“Sí, ya es hora de que me ponga a ello también”. Respondí después de
consultar mi reloj de bolsillo para confirmar que se acercaba la hora señalada.
Un experimento que podría cambiar este mundo para siempre estaba a punto
de comenzar. Esta tecnología me permitiría recibir una notificación en el
momento en que se encontrara un demonio.
El gigantesco dispositivo de comunicación rectangular que había utilizado
para hablar con Dia y Nevan comenzó a vibrar.
<<¿Puedes oírme, Lugh nii-san? Esta es tu hermana menor llamando
desde Milteu con amor>>
La voz de Maha llegó en tiempo real desde unos cuatrocientos kilómetros de
distancia.
“Puedo oírte. El experimento ha sido un éxito”.
<<Hee, hee, me alegro mucho. Ahora podré escuchar tu voz en cualquier
momento>>
El experimento fue un éxito.
Me había propuesto hacer un teléfono. En realidad, este proyecto comenzó
hace dos años, y también en aquel entonces había terminado el prototipo. Sin
embargo, establecer una red de telecomunicaciones adecuada requería
tiempo, dinero y trabajo. Incluso haciendo pleno uso de la influencia y los
fondos de Natural You, se necesitó este tiempo para completarlo.
Las chicas estaban sorprendidas. Transmitir una señal a una distancia de dos
kilómetros era bastante difícil de creer para ellas. Nunca habrían imaginado
cuatrocientos kilómetros.
Esta herramienta sólo podía enviar una señal a dos kilómetros antes, pero
ahora podíamos oír la voz de Maha a cuatrocientos kilómetros de distancia.
Era el momento de explicarles cómo lo había conseguido.

40 |
La red de telecomunicaciones del asesino

Maha siguió hablando a través del voluminoso dispositivo que había creado.
<<Estoy muy emocionada. Después de dos años, nuestro trabajo está
finalmente terminado. Esto no parecía más que una fantasía cuando me
lo contaste por primera vez>>
“Estoy seguro de que así fue. Pero ahora todos los sitios principales están
conectados, y la red de telecomunicaciones está completa”. Dije.
<<Esto hará que Natural You sea imbatible. Utilizaré esto para darte más
apoyo que nunca, Lugh nii-san>>
Construir esto había llevado una parte considerable de tiempo y esfuerzo.
Nos habíamos enfrentado a muchos obstáculos en el camino y los habíamos
resuelto pacientemente uno a uno.
Como parte del experimento, Maha me puso al día sobre el negocio y me
leyó los resultados de una investigación que yo había solicitado. No había
ningún problema con la calidad del sonido.
Si tenía que buscar un mínimo problema, había un pequeño retardo debido a
la distancia de la transmisión.
<<¿Estoy imaginando cosas, o estoy oyendo la voz de una chica que no
conozco detrás de ti? También tengo la sensación de que es encantadora y
que alberga sentimientos especiales por ti... Hee, hee, la idea de que hayas
ido a buscarte una nueva novia mientras yo estaba trabajando casi hasta
la muerte por ti es tan divertida que podría llorar>>
Maha y yo concluimos con una conversación personal antes de terminar la
llamada.
Eso fue aterrador. Lo que realmente me asustó fue que Maha ni siquiera
sonaba enfadada, sólo completamente agotada. Colgó sin siquiera escuchar
mis excusas. Tendría que ir a verla en persona pronto. Le pedía lo irrazonable
cada día. Tenía que asegurarme de cuidarla.
Nevan me acosó en busca de respuestas en cuanto terminó mi conversación
con Maha.
“¿De verdad ha venido eso de Milteu? Está a poco menos de cuatrocientos
kilómetros de aquí. ¿Estás gastándonos una broma? No hay una chica
escondida en esa caja, ¿verdad?”
41 |
“Nunca perdería mi tiempo haciendo algo tan frívolo. Su voz realmente viajó
hasta aquí desde esa distancia”.
Nevan se quedó sin palabras. Ese alcance permitiría mucho más que dar
órdenes a un ejército en un campo de batalla; podría utilizarse para conectar
a la gente en todo el país. No había forma de que no viera las posibilidades.
La información tenía grados de frescura.
Tomemos como ejemplo los negocios. Si se conocieran los precios del
mercado de una ciudad en todo momento, podrías obtener una enorme
riqueza simplemente trasladando las mercancías de un lugar a otro. Sin
embargo, dado que la información necesitaba tiempo para viajar, la gente no
podía hacer eso. En el momento en que adquirías algunos artículos, el precio
del mercado podía haber cambiado ya, o podías acabar compitiendo con
otros que tuvieran la misma idea.
Sin embargo, si dispusieras de una red de telecomunicaciones, serías capaz
de enviar y recibir información de forma instantánea. Eso significaría que
podrías entregar los productos antes de los cambios en el precio del mercado
y antes de que las empresas rivales tuvieran la oportunidad de actuar. Incluso
un mono sería capaz de obtener beneficios.
Las ventajas se extendieron más allá del mundo de los negocios. En todos
los ámbitos, desde la política hasta los asuntos militares, entre otros, la
información instantánea te permitiría ver el mundo de forma más completa
que los que no la tienen.
La capacidad de moverse unos días más rápido que la competencia siempre
te daría una ventaja.
La gente de este mundo no estaba conectada. Las noticias tardaban más en
llegar a los que estaban más lejos de la fuente. Nosotros íbamos a ser los
únicos realmente en contacto con el mundo, lo cual nos otorgaba una
coordinación sin igual.
Era una ventaja más allá de lo que cualquiera en este mundo podía imaginar.
Este invento cambiaría el mundo.
“... Si se utiliza al máximo de su potencial, esto permitiría la dominación del
mundo”. Dijo Nevan.
“Si ese fuera nuestro objetivo, sí. Pero como he explicado antes, no tengo
ningún deseo de hacer algo así. Desarrollé esto sólo como una herramienta
para fortalecer mi red de información”. Respondí.
Aparte de emplearlo para Natural You, no tenía intención de utilizarlo como
algo más que un dispositivo de retransmisión.
42 |
“Um, Lugh-sama. ¿Cómo puede comunicarse a una distancia tan grande?
Dos kilómetros era el límite para esa enorme caja... ¡¿Tiene algo aún más
grande por aquí?!” Preguntó Tarte con incredulidad.
“Ah, también tengo curiosidad al respecto”. Admitió Dia.
Tarte y Dia se recuperaron del shock mucho más rápido que Nevan. No
entendían el valor de este invento como ella.
La pregunta de Tarte debía estar rondando sus mentes.
“Antes utilizaba una versión inalámbrica, pero ésta está cableada. La señal
viaja a través de los cables que conectan los dispositivos. Por eso pueden
transmitir mucho más lejos que la versión inalámbrica”. Expliqué.
Dia miró a su alrededor. “No veo ningún cable por ninguna parte”.
“Eso es porque está bajo tierra”. Respondí.
Esa era la principal razón por la que esto había tardado dos largos años en
completarse.
“¿No le preocupan los cables, Lugh-sama? Si uno fuera cortado en alguna
parte, los dispositivos no funcionarían”. Señaló Tarte.
“Tienes razón en eso. Por eso hice cables que no se rompieran. De esto están
hechos”.
“Es más grueso que mis piernas”. Observó Tarte, asombrada.
“La parte que realmente transmite la señal es delgada, pero está protegida
por un abundante material. Te mostraré lo resistente que es. Intenta cortarlo
con todas tus fuerzas. Incluso puedes fortalecerte con mana”.
“¡B-Bien, lo intentaré!”
Extendí el cable con ambas manos, y Tarte sacó su cuchillo y lo cortó. Su
fuerza potenciada hizo que el impacto fuera poderoso. Su cuchillo era una
hoja mágica fabricada con una aleación especial que yo había creado. El
ataque habría cortado el hierro, pero el cable lo repelió.
Los ojos de Tarte se abrieron de par en par con clara sorpresa. “No puede
ser. No se ha roto”.
“Así de fuerte es. Este cable puede soportar los golpes de Tarte. También es
lo suficientemente suave como para doblarse y no romperse. Y no sólo eso,
los cables están enterrados al menos cinco metros bajo tierra. Son difíciles
de cortar, y he ideado una forma de que los dispositivos funcionen incluso si
uno es cortado”. Expliqué con más detalle.
“¿A qué te refieres con eso?” Presionó Dia.
43 |
“Dos rutas diferentes conectan los sitios importantes. Si una se interrumpe,
la señal viajará por la otra”.
Había designado a Milteu y Tuatha Dé como sitios centrales, así que estaban
conectados por una ruta este y otra oeste.
Dia arqueó una ceja. “Espera, sitios importantes sugiere que hay otros menos
críticos”.
“Por supuesto. Hay un total de veinte emplazamientos dotados de un
dispositivo de comunicación. Ya hay uno instalado en cada una de las
principales ciudades del reino”. Dije.
“¿Significa eso que una voz puede viajar desde uno de los dispositivos a
cualquiera de los otros diecinueve?” Preguntó Dia.
“Así es”.
Cualquier cosa menos y no habría sido una red.
La distancia máxima a la que los dispositivos cableados podían transmitir
una señal era de ochenta kilómetros, lo que significaba que ningún sitio podía
estar más lejos de otro. Una vez que una transmisión llegaba a un dispositivo,
éste podía amplificar la señal y enviarla al siguiente, permitiendo la
comunicación a una distancia de cientos de kilómetros.
La razón por la que había preparado dos rutas no era sólo por si se rompía
un cable, sino también en previsión de la destrucción de un sitio.
“La escala de esto es irreal. Ya veo por qué se necesitaron dos años enteros”.
Dijo Dia.
“Eso fue una parte, pero el hecho de tener que construirlo en secreto hizo que
tardara mucho más de lo que hubiera tardado de otra manera. No podía
contratar a cualquiera para esto. Necesitaba magos que pudieran manejar la
magia de tierra, un número considerable de ellos. Utilicé el cuarenta por
ciento de los activos totales de Natural You para construir esta red de
telecomunicaciones”. Le expliqué.
“U-Um, el cuarenta por ciento de los activos de Natural You podría
comprarte un pequeño castillo, ¿verdad?” Preguntó Tarte.
“Más que eso. El precio fue significativamente mayor de lo que imaginas,
Tarte”. Respondí.
No fue fácil encontrar magos que accedieran a un trabajo tan sucio y se
mantuvieran callados, y los que localicé habían cobrado una suma
exorbitante.

44 |
Había fabricado las líneas telefónicas y el equipo por mi cuenta, pero la
mayor parte del dinero seguía destinándose a los costes de mano de obra y a
sobornar a la gente con poder para que hiciera la vista gorda.
“Whoa, esa es una cantidad absurda de fondos”. Dijo Dia.
“Seguro que lo fue. Pero no me preocupa. Ahora que la red de
telecomunicaciones está completa, puedo recuperarlo en dos meses”.
No era un pensamiento ilusorio. Era la cantidad mínima que esperaba ganar
en ese tiempo. Según mis cálculos, en realidad obtendría incluso más que
eso.
Ese era el tipo de beneficio que podía obtener al dominar a mi competencia
en una guerra de información.
“¿Dos meses? Estás siendo demasiado modesto. Una semana debería ser
suficiente. Me sorprende que hayas decidido compartir esto conmigo. La
Casa Romalung estaría dispuesta a destruir una o dos ciudades por algo así.
En realidad, que sea un país entero”. Afirmó Nevan.
“Sé que no me la quitarás por la fuerza. Crees que mi valor es aún mayor.
¿No quieres ver maravillas aún mayores?”
“Hee, hee, eres como una gallina que pone huevos de oro... Muy bien, me
guardaré esto estrictamente para mí. En verdad, nunca dejas de sorprender”.
Nevan sonrió. Luego empezó a refunfuñar para sí misma sobre la eficacia
con la que utilizaría esta red de telecomunicaciones.
“Hay otra cosa que me gustaría saber. Antes utilizaste una conexión
inalámbrica para aconsejarnos mientras volábamos. ¿Podría esta máquina
tomar una transmisión por cable enviada desde otro sitio y luego enviar esa
señal de forma inalámbrica a un dispositivo móvil?” Preguntó Dia.
“Buena observación. Eso es exactamente correcto. Lo contrario también es
posible. Sólo se puede transmitir a cien metros con un dispositivo móvil,
pero esa información puede ser recogida por uno de los cableados y enviada
a un sitio diferente”. Respondí.
Me impresionó que Dia hubiera deducido eso por su cuenta. Había creado
herramientas de comunicación tanto fijas como móviles específicamente
para ese fin.
Los grandes dispositivos alámbricos podían transmitir a todos los móviles de
la región circundante. Eso significaba que podías recibir transmisiones,
aunque no estuvieras en uno de los centros, y también podías enviar
información a uno de esos sitios a distancia.

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Así funcionaban los teléfonos móviles en mi antiguo mundo. Se instalaban
máquinas de comunicación en cada ciudad para enviar datos a los teléfonos
móviles, y las máquinas estaban conectadas a otros dispositivos mediante
cables.
La conveniencia de ese sistema era una de las razones por las que lo había
establecido así, pero lo más importante era que me permitía no decirles a mis
agentes de inteligencia la ubicación exacta de los grandes dispositivos
estacionarios.
Les había dado a mis agentes teléfonos móviles, pero oculté la existencia de
las unidades base. También les informé que los teléfonos eran Tesoros
Divinos excavados y no mis propias invenciones. Todo lo que sabían era que
el uso de los teléfonos en lugares específicos les permitía transmitir
información a todo el país.
No me importaba especialmente si alguno de ellos me traicionaba, dado que
no me preocupaba que le dijeran a alguien que los teléfonos eran Tesoros
Divinos, ni tampoco me importaba que me los robaran.
Sólo elegía a personas en las que podía confiar para que fueran mis agentes
de inteligencia, pero no había nada de malo en ser precavido.
“Whoa, eso es asombroso”. Dijo Tarte.
“Por eso quiero que tengan estos dispositivos de comunicación con ustedes
en todo momento. Les permitirán ponerse en contacto conmigo desde la
mayoría de las ciudades. Además, incluso si no estoy en ninguno de los sitios
cuando me contacten, puedo escuchar las transmisiones de un día después”.
Expliqué.
“Sí, Lugh-sama. Me encargaré de que así sea”. Respondió Tarte.
“Wow, me aseguraré de no perderlo”. Añadió Dia.
“Nunca lo soltaré”. Prometió Nevan.
Las tres agarraron sus dispositivos móviles de comunicación.
Enseñar a las chicas a utilizarlos podía esperar. Había diferentes canales, y
cada uno servía para un propósito distinto. Había hecho que sus teléfonos
móviles sólo recibieran transmisiones de mis canales privados.
“Muy bien, el experimento está completo. Volvamos”. Declaré.
“Ah, yo volveré con mi ala delta”. Declaró Dia.
“Yo también usaré el mío. Así no tendré que cargar con él”. Nevan dijo.
“Por mi está bien”.

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Evidentemente, les habían gustado mucho las alas delta. Observé cómo se
alejaban.
Sonó mi teléfono personal. El canal que se estaba utilizando era el de mis
agentes de inteligencia en la Capital Real.
Escuché el informe.
Tarte parecía asustada mientras comentaba: “Um, parece que algo le molesta,
Lugh-sama”.
“Lo siento, acabo de recibir una mala noticia. Parece que mi red ya está
resultando útil. Probablemente habría sido demasiado tarde si esta noticia me
hubiera llegado en tres días. Los celos de los nobles son realmente
vergonzosos”.
Recibir información en tiempo real era tan valioso como había previsto. No
me había equivocado al hacer esta inversión.
Planeaba utilizar mi rápido acceso a esta nueva información para tomar
desprevenidos a esos idiotas de la capital. Mi golpe llegaría más rápido de lo
que podían imaginar.

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El asesino prepara un contraataque

Volví a la mansión y me dispuse a trabajar en mis represalias contra los


aristócratas que me habían tendido una trampa.
Si se les dejaba actuar, su estratagema perjudicaría tanto mi posición
individual como la de la Casa Tuatha Dé.
“La construcción de una red de telecomunicaciones con agentes bien
situados me ha dado aún más poder del que esperaba”.
Se trataba de una enorme infraestructura que conectaba veinte grandes
ciudades y permitía la conversación de tú a tú. Había desplegado espías en
cada zona y éstos utilizaban los teléfonos para compartir la información que
recogían. En concreto, había dos tipos de personas que enviaba para el
trabajo.
El primer grupo estaba formado por los más leales de mis empleados de
Natural You. Trabajaban como comerciantes en todas las metrópolis
importantes, y me enviaban principalmente datos relacionados con la
economía y la distribución de bienes. Supervisar el flujo de dinero e
inventario me ayudaba a identificar el inicio de cualquier conspiración.
(Cuanto mayor sea la conspiración, más fondos y bienes se desplazarán.
Puedo usar eso para deducir lo que el planificador está tramando).
Mantener a la gente callada fue fácil en comparación con disimular el cambio
de recursos.
Fue el otro grupo el que resultó útil esta vez.
Mis otros agentes de inteligencia consistían en nobles que me admiraban
como Caballero Sagrado. Casi todos ellos eran magos, y ofrecían
información relativa a la sociedad noble.
Estaban formados por personas que podían contactar con el Caballero
Sagrado, así que eran muy hábiles. Las únicas personas capaces de hacerlo
pertenecían a casas de alto rango o tenían acceso a canales secretos.
Había entrevistado a cada uno de los candidatos individualmente y elegí a
aquellos en los que podía confiar para que se convirtieran en mis agentes.
Utilizarlos fue fácil. Admiraban al Caballero Sagrado como un héroe, y el
hecho de ayudarme les hacía sentirse como héroes. Además, les pagaba
mucho dinero.
48 |
Puede que fueran nobles, pero la mayoría de ellos aún no habían heredado
sus casas y, por lo tanto, nunca habían poseído demasiado dinero para sí
mismos, así que estaban contentos de tener fondos.
También me aseguré su lealtad utilizando técnicas de condicionamiento y
reduje el riesgo de distanciamiento dándoles todo lo que requerían sus
cargos. Así me aseguraba que me darían toda la información que pudiera
desear sobre sus propias casas.
El problema era que, si bien eran hábiles, muchos de ellos eran infantiles.
Todos eran personas que querían jugar a ser héroes, así que esa actitud era
inevitable. Como resultado, invertí mucho esfuerzo en la gestión de riesgos
en caso de que alguno de ellos fuera descubierto.
“Dar prioridad a la observación de la capital real dio sus frutos”.
Había desplegado muchos agentes allí. Era el centro de la política, y los
nobles que valoraban el gobierno central por encima de sus propios
territorios eran extraordinariamente vanidosos y propensos a los ataques de
celos.
Sospechaba que habría muchos en la capital tramando mi caída. Sin duda,
algunos aristócratas estaban celosos de mí.
Según la jerarquía, yo no era más que el hijo mayor de una humilde casa de
barones. Sin embargo, mataba a un demonio tras otro, la Familia Real me
apreciaba, e incluso la Casa Romalung, uno de los Cuatro Ducados Mayores,
empezaba a ser amigable conmigo. Toda esa gloria y ese favor atraían
miradas envidiosas.
Estos nobles temían que la Casa Tuatha Dé ascendiera en el escalafón de la
nobleza y amenazara sus propias posiciones. Si tan sólo supieran que a mi
padre y a mí no nos interesan ese tipo de cosas.
“Si pensaran en esto, aunque fuera un poco, incluso ellos deberían entender
lo que pasaría si sabotearan mi posición”.
Sólo se perjudicarían a sí mismos si se deshicieran de alguien capaz de
derrotar a los demonios. El héroe actualmente no podía salir de la capital, lo
que significaba que los demonios serían libres de arrasar con todo Alvan si
yo no era capaz de enfrentarme a ellos.
Dejar que los demonios hicieran lo que quisieran provocaría la resurrección
del Rey Demonio. Era totalmente posible que ni siquiera el héroe fuera capaz
de derrotar al Rey Demonio, lo que significaría la destrucción del reino.
Esos aristócratas deberían haberme dejado en paz al menos hasta que
desapareciera la amenaza demoníaca.
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A pesar de la gravedad de lo que estaba en juego, justificaron sus salvajes
actos nacidos de los celos y la vanidad con una lógica insondable mientras
tramaban mi caída.
“Había planeado dejar pasar estas cosas si no eran demasiado perjudiciales”.
Este plan en particular era de un carácter especialmente pobre. Tuve que
afrontarlo.
En un principio iba a desafiarlos abiertamente, pero estaba considerando
recurrir a mi profesión principal si era necesario. Así de deplorable era su
trampa.

Al día siguiente, un mensajero de los Romalung llegó a recoger a Nevan.


Como dama de una familia prestigiosa, estaba constantemente ocupada.
Había permanecido con nosotros todo el tiempo que pudo, pero ya era hora
de despedirla.
“He disfrutado mucho mi estancia aquí en Tuatha Dé. Vendré de nuevo.
Gracias por su hospitalidad”. Dijo.
“Lo pasamos muy bien en Romalung, así que no es necesario dar las gracias.
Espero que podamos seguir construyendo una relación favorable”. Respondí.
“Igualmente. La próxima vez que nos encontremos, te trataré como tu
cariñosa senpai06”.
“Y yo me comportaré como tu inocente kohai07”.
Eso me recordó que la reconstrucción de la academia terminaría pronto. Así
que Nevan volvería a ser mi senpai de último curso. La última vez la había
evitado intencionadamente en la academia, pero ya no sería necesario.
“Antes de irme, me he dado cuenta de que algo parece preocuparte, Sir
Lugh”. Comentó Nevan.

06. Honorifico usado para referirse con respeto a una persona mayor o con más experiencia. Es una forma de tratamiento muy común
en las escuelas, asociaciones, trabajos e, inclusive, en los clubes deportivos. / 07. De una manera sencilla, explicamos que senpai se
utiliza para referirse a una persona mayor y con más experiencia, un mentor o un mayor. Kohai, por otro lado, es una persona más
joven, novata o sin experiencia. A nadie le ofende que le llamen Kohai, al contrario, existe una gran relación entre los dos.

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“¿A qué te refieres?” Respondí.
“No creas que puedes engañarme. Nada en tu expresión o tu comportamiento
sugiere que algo haya cambiado, pero algo se siente diferente”.
Me descubrió. Muy pocas personas en esta vida o en la anterior habían visto
a través de mí cuando ocultaba mis sentimientos.
“Surgió un pequeño problema”.
“¿Te presto algo de la fuerza de la Casa Romalung?”
“Puedo manejarlo por mí cuenta”.
Eso no era un alarde. Realmente no necesitaba la ayuda de Nevan, y no
quería terminar en deuda con ella.
No necesitaría la ayuda de la Casa Romalung hasta más adelante.
“Ya veo. Por favor, contáctame si cambias de opinión... Mantendré esto
conmigo en todo momento”. Dijo, agitando su teléfono móvil.
“Cuando llegue el momento, lo haré”. Respondí.
Esta red de telecomunicaciones se instaló en cada una de las principales
ciudades del reino. No hacía falta decir que incluía el territorio Romalung.
Le había enseñado a Nevan la ubicación del gran dispositivo de señal de la
ciudad, y podríamos ponernos en contacto si ella lo utilizaba. Sin embargo,
su teléfono estaba configurado para acceder a un solo canal, lo que le impedía
escuchar a mis agentes de inteligencia.
Nevan hizo una última reverencia y se marchó.
Estar cerca de ella era mentalmente agotador, pero también muy divertido, y
aprendí mucho de ella. Mantener una relación amistosa con Nevan era lo
mejor.

51 |
Cuando Nevan se marchó, volví a mi habitación y utilicé mi teléfono móvil
para conectarme a la red de telecomunicaciones.
Había un gran dispositivo de retransmisión instalado en la mansión de los
Tuatha Dé. Era un poco especial y no estaba presente en los registros. Ni
siquiera Maha lo sabía.
Este dispositivo tenía una función única que los demás no tenían. Su
propósito era localizar a cualquier traidor y mantener el daño que causaba al
mínimo. Por eso mantenía a todos en la oscuridad.
Puse mi teléfono en uno de los canales establecidos para hablar con mis
agentes de inteligencia en lugar del personal para las chicas.
“Aquí Silver, hablando con King...”
Utilizaba nombres reales cuando hablaba en nuestros canales personales,
pero usaba nombres en clave cuando hablaba con mis agentes. Yo era Silver,
y King se refería a mis agentes en la Capital Real.
Emití mis órdenes para empezar a preparar una estratagema para los tontos
que intentaban atraparme.

Al día siguiente preparé alas delta. La primera era para dos personas, para
Dia y para mí, y la otra para Tarte.
“Lo siento por esto. Quería descansar un poco más en casa”. Me disculpé.
“¡No me importa en lo más mínimo! Iré a cualquier sitio si eso significa que
puedo estar con usted, Lugh-sama”. Tarte respondió.
“Esto es realmente terrible. No puedo creer que te llamen criminal”. Dijo
Dia.
“Sí, es despreciable”.
La gente que intentaba hundirme me estaba inculpando de asesinato. No
habían descubierto que yo era un asesino, así que su afirmación era una
completa invención.
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No había mayor vergüenza para alguien de mi profesión que ser descubierto
y capturado. Era tan malo como ser tachado públicamente de inexperto.
Incluso si se trataba de una acusación falsa, todavía me enfurecía.
“Sus métodos son burdos. Mataron a un rival político y se deshicieron del
cadáver en Jombull, y van a hacer que un testigo falso declare que yo maté a
esa persona durante la batalla con el demonio”. Les expliqué.
“Um, ¿realmente sería castigado por eso, Lugh-sama? Creo que es inevitable
que la gente muera durante una pelea con un demonio. Si nos centráramos
en evitar toda pérdida de vidas, no podríamos luchar”. Dijo Tarte.
“No debería ser así. Como Caballero Sagrado, estoy exento de la
responsabilidad de cualquier daño que ocasione durante la batalla”.
Respondí.
Esos derechos no sólo se aplicaban a un Caballero Sagrado, sino también al
héroe y a algunos de los caballeros regulares de mayor rango.
Cuando la gente de gran fuerza luchaba, era inevitable que hubiera una
destrucción considerable. Las personas que ocupaban esas posiciones solían
ser desplegadas para luchar contra enemigos poderosos o para hacer frente a
emergencias extremas. No serían capaces de manejar las situaciones
adecuadamente si se preocuparan por los daños colaterales.
“Eso no tiene sentido, entonces. No debería ser posible imputarles el
crimen”. Razonó Dia.
“No, para ellos es suficiente. La persona que dicen que maté era virtuosa y
popular. Aunque acabar con su vida no sea técnicamente un crimen, me
convertiré en objeto de odio entre los plebeyos y los nobles. Algunos pueden
incluso reclamar venganza. Los aristócratas conspiradores quieren sabotear
mi posición. Incluso están fabricando la discordia entre la familia de la
víctima y la Casa Tuatha Dé para que parezca que lo asesiné a propósito”.
Una muerte puede haber sido aceptada como inevitable debido a mis
derechos como Caballero Sagrado, pero el asesinato intencionado seguiría
siendo juzgado como problemático. Incluso si no se me acusara de un
crimen, no había duda de que muchas casas nobles pondrían diversas
sanciones a la Casa Tuatha Dé.
“Esto es desagradable. Por eso odio la sociedad noble”. Dijo Dia.
La forma más eficaz de avanzar en la aristocracia era arrastrar a los que
estaban por encima de ti.
Era posible que la gente subiera de rango durante una guerra al prestar
servicios distinguidos, pero era mucho más difícil destacar en tiempos de
53 |
paz. Eso significaba que lo más importante para los aristócratas era evitar el
fracaso y hacer que sus rivales por encima de ellos descendieran en la
jerarquía. Los nobles particularmente ambiciosos sobresalían en esa área.
Los que tramaban mi caída eran de esa variedad.
“¿Cómo planea lidiar con ello, Lugh-sama?” Preguntó Tarte.
“He descubierto la identidad del testigo que va a dar falso testimonio. Lo
convenceré para que se ponga de nuestro lado con un poco de convicción.
Cuando llegue el momento de dar a conocer mi crimen a todo el mundo,
testificará en cambio contra la mente maestra que intenta sabotearme”. Le
expliqué.
“¿Va a cambiar de lealtad?” Preguntó Tarte.
“¿Crees que no puedo conseguirlo?”
Tarte parecía sorprendida, pero yo era un maestro de la persuasión.
No habría tenido tiempo para este contraataque sin mi red de
telecomunicaciones debido a cómo funcionaban los juicios en el Reino de
Alvan.
Después de que alguien acusara a otra persona de un crimen, había una
deliberación para determinar si un juicio debía celebrarse. Tras la
aprobación, una paloma mensajera era enviada con una carta, y un
funcionario del gobierno partía en un carruaje al mismo tiempo, llevando una
copia de la misma carta.
Los acusados debían regresar a sus territorios en un plazo de tres días a partir
de la llegada del funcionario del gobierno y luego acompañar al funcionario
a la capital. Luego se celebraba el juicio lo antes posible, teniendo en cuenta
los horarios de los implicados.
Se requería un mínimo de una semana para llegar a Tuatha Dé desde la
capital en carruaje. Una paloma mensajera llegaría en dos o tres días.
De este modo, el funcionario del gobierno llegaría cinco días después del
ave. Posteriormente, el funcionario tendría que esperar tres días, con lo cual
el acusado dispondría de un total de ocho días después de recibir la carta
inicial para volver a su territorio e ir con ella a la capital.
Sin embargo, esta vez parecía que el plan era que la paloma mensajera
tuviera un desafortunado accidente que le impidiera entregar la misiva.
Ignorante de la situación, no volvería al territorio de los Tuatha Dé durante
los tres días que el funcionario estuviera allí. Esto me convertiría en un
fugitivo, y se asumiría automáticamente mi culpabilidad.

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Incluso en el caso de que lo consiguiera, la gente que me llevaba a la corte
había movido algunos hilos para que el juicio tuviera lugar el día posterior a
mi llegada a la capital. Si no hubiera sabido de la conspiración, habría
perdido el caso por incomparecencia o habría tenido que asistir al juicio sin
ninguna posibilidad de preparación.
“Esto no era realmente lo que tenía en mente cuando construí esta red de
telecomunicaciones”. Admití con una risa amarga.
Sin embargo, me había salvado. Aparentemente, el funcionario del gobierno
que llevaba la carta había abandonado la capital esta mañana. Enterarme de
eso ayer me dio un poco de tiempo de preparación.
“Me tranquiliza que parezca que puedes demostrar tu inocencia”. Comentó
Dia.
“A mí también. Pero no pienso terminar las cosas ahí. Van a pagar”.
No sería suficiente con demostrar mi inocencia. Necesitaba dar un ejemplo
a los que conspiraban contra mí para que nadie fuera tan tonto como para
volver a intentar algo así.

55 |
El asesino se disfraza

Volábamos hacia la capital en nuestras alas delta, moviéndonos mucho más


rápido de lo que hubiéramos podido ir por carretera.
Un viaje a la Capital Real en carruaje tomaba días. La información y el
movimiento rápido eran lo que me daba ventaja sobre mis oponentes.
En algún momento, el agradable vuelo comenzó a hacerme sentir un poco
travieso.
“Voy a probar el hechizo que has creado, Dia”. Afirmé.
Su hechizo utilizaba un sistema basado en una sólida lógica que expulsaba
aire a presión calentado por las llamas para conseguir una aceleración
extrema. El hecho de que Dia lo creara sin conocimientos previos sobre la
propulsión a chorro demostraba su increíble sentido de la magia.
Sin embargo, podría sacarle aún más partido.
“Ten cuidado. No me gustó el sonido que hizo el ala delta cuando lo probé.
Puedes usar magia de viento, así que dudo que el ala delta aguante si vas a
toda velocidad”. Dia advirtió.
“Estoy calculando cuidadosamente la intensidad”. Le aseguré.
Había hecho las alas delta lo más ligeras posible para que ofrecieran la menor
resistencia al acelerar con magia de viento. Había un poco de margen, pero
si superaba la velocidad máxima que el ala delta podía soportar, habría riesgo
de daños.
“¿Ya terminaste tu versión del hechizo?” Preguntó Dia.
Asentí con la cabeza. “Sí, antes de partir”.
Parecía que iba a ser útil, así que había hecho una versión modificada de la
fórmula de Dia.
Había hecho dos revisiones. La primera era utilizar la magia de viento para
reunir el aire a mi alrededor de forma más eficiente. La segunda era añadir
un hechizo no elemental para cubrir el ala delta con una capa que la
protegiera de la fuerza de propulsión.
Llamé a la magia revisada [Thruster]08.

08. Impulsor.

56 |
Sería útil tanto para viajar como para combatir. El gas a alta presión que
expulsaba sería extremadamente letal, y me permitiría realizar poderosos
ataques mientras me movía a velocidades muy altas.
Era el momento de probar [Thruster].
Utilicé [Multi-Chant] para combinar el mana de fuego y el de viento, luego
terminé el encantamiento de [Thruster] y activé el hechizo.
Aceleramos a una velocidad asombrosa, con nuestros rostros distorsionados
por la presión del viento. Íbamos ridículamente rápido. Se sentía tan bien que
podía ver cómo me volvía adicto a ello.
Terminé [Thruster] sólo unos segundos después. Un poco más y me
preocupaba que el ala delta se desmoronara.
“Este hechizo es increíble”. Dije.
“¡Ah, ha, ha, ha sido increíble! Eso es lo que pasa cuando combinas mi
trabajo con la magia de viento y tu escandalosa capacidad de mana”. Dia se
alegró.
“Parece que así es... Tendré que rediseñar el ala delta para poder hacer un
uso eficaz de esto”.
Tendría que aumentar su robustez lo suficiente como para soportar la
increíble velocidad, incluso si eso la hacía más pesada. Construir un armazón
para manejar [Thruster] tenía más sentido que contener la fuerza del
hechizo.
“Eso estaría bien, pero no creo que tenga sentido si eres el único que puede
utilizarlo. Mira, ya ni siquiera podemos ver a Tarte”. Dia dijo.
“En eso tienes razón”.
Dejé de usar la magia de viento y pasé a planear sólo para dar tiempo a Tarte
de alcanzarme. Después de una corta espera, escuché su voz en la radio.
<<Le perdí de vista después de que se adelantara... No puedo seguir el
ritmo en absoluto...>>
Parecía que estaba llorando.
Como Dia había afirmado, [Thruster] no tenía sentido si nos separábamos.
(Un momento, estoy haciendo esto de la manera equivocada).
“Bien, ya sé lo que haré. Haré un avión para cuatro personas diseñado con
Thruster en mente”.

57 |
En un principio, había construido alas delta en lugar de un avión porque no
podía conseguir la propulsión necesaria y porque podía moverme más rápido
dando prioridad a la ligereza. Sin embargo, según mis cálculos mentales,
[Thruster] permitiría una velocidad superior incluso si aumentaba el peso
del avión y lo diseñaba para cuatro pasajeros.
“... ¿Qué clase de cosa monstruosa vas a hacer? Me estás asustando un poco”.
Dia comentó.
“Tendrás que esperar y ver”. Respondí.
El producto final ya no sería un ala delta, sino un jet privado.
Tendría que elaborar un diseño.

Aterrizamos en las afueras de la Capital Real. Esta vez no fui el único


disfrazado; Dia y Tarte también lo estaban. Me encargué de maquillarlas y
de elegir su ropa.
Incluso había preparado documentos de identidad falsos. Podríamos haber
entrado en la ciudad usando nuestras identificaciones de la academia, pero
nuestro objetivo con este viaje era ganarnos la confianza del testigo de mis
posibles saboteadores. No podía arriesgarme a que alguien se diera cuenta
de que habíamos visitado la Capital Real.
Frunciendo el ceño, Dia dijo: “No me gusta teñirme el cabello. Espero que
no lo hayas dañado”.
“No te preocupes. Lo he tenido en cuenta. Este es un nuevo producto de
Natural You”. Le aseguré.
Me gustaban mucho los mechones plateados de Dia. Nunca haría nada que
los dañara.
Había desarrollado este tinte como mercancía para mi marca de cosméticos.
Había una demanda de tintes para el cabello entre las personas adineradas,
tanto para ocultar las canas como para conseguir una belleza más atractiva.
El argumento de venta de todos los productos de Natural You era que eran
tan buenos para la salud como para el aspecto.
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Por eso reinaba como la mejor empresa del mercado.
Había diseñado este tinte para que realmente proporcionara cuidado a tu
cabello en lugar de dañarlo, y voló de las estanterías después de que se
corriera la voz sobre él.
“Ese disfraz es increíble. Todo en usted se siente diferente, Dia-sama”.
Observó Tarte.
La propia Tarte tenía una larga y lisa cabellera pelirroja. Había utilizado una
faja para aplanar su pecho y la había maquillado como una dama mimada.
No se parecía en nada a su yo habitual. Su atmósfera de fácil acercamiento
había desaparecido, sustituida por la de una joven de alta alcurnia.
Después de mirar a Tarte, Dia se miró en un espejo.
“... No me preocupa demasiado del cuello para arriba, pero ¿sería malo que
llevara el resto del disfraz todos los días a partir de ahora?” Preguntó.
“Sí. Eso no te daría ninguna satisfacción”. Respondí.
El cabello de Dia era negro y lo llevaba recogido. Utilicé sus cosméticos para
oscurecer intencionadamente su piel clara y darle pecas para darle la
apariencia de una chica de campo. Por el contrario, la vestí con ropa cara y
llamativa.
Cualquiera que la viera pensaría que la chica era una persona del campo que
disfrutaba de un viaje a la capital.
No había ni rastro de su habitual nobleza y belleza de muñeca. La fachada
estropeaba por completo su buen aspecto. El hecho de que siguiera siendo
bonita era un testimonio de su belleza natural.
Sin embargo, Dia no se fijó en absoluto en su rostro. No podía apartar los
ojos de su pecho, el cual yo había acolchado para que pareciera más grande.
“No puedo creer lo real que luce esto. Deberías ofrecer esto en Natural You.
¡Se vendería sin duda! Lo compraría totalmente”.
“... Sí, probablemente lo haga”.
Algunas mujeres de clase alta rellenaban sus pechos, pero siempre era burdo
y fácil de detectar. Podían engañar a la gente hasta cierto punto si llevaban
vestidos gruesos, pero el relleno era demasiado diferente del real. Era
antinatural.
Sin embargo, el forro que había confeccionado, combinado con un sujetador
especial, hacía que el pecho falso pareciera totalmente real. La forma y la
textura eran perfectas.

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Ni siquiera el tacto era suficiente para darse cuenta de que era falso. En un
principio, había creado el busto falso para el asesinato, sin tener en cuenta
las posibles ventas.
“Esto es una maravilla. Son suaves y hasta rebotan. Me gustan mucho. ¡Por
fin puedo decir las cosas que siempre he querido decir! ‘Tener un pecho
grande es muy duro para mis hombros’ ‘Correr hace que reboten, lo que es
doloroso y me hace perder el equilibrio’ ‘Son sólo un estorbo’”.
Dia parecía muy satisfecha de sí misma mientras se quejaba de su nuevo
pecho. A pesar de sus quejas, parecía estar deleitándose con esto.
Por alguna razón, el rostro de Tarte se sonrojó. Entonces me di cuenta de que
Dia estaba imitando la voz de Tarte.
“¡Dia-sama, eso es muy cruel! ¡Esas son todas las cosas que he dicho!”
“Heh, heh, esto es una venganza. ¡Ahora entiendes la rabia y el dolor que
sienten las menos dotadas cuando escuchan esas palabras!”
Dia era un ser humano casi perfecto con una inseguridad: el tamaño de sus
pechos. Decidí que debía dejar que tuviera su momento.
Trabajé en mi disfraz mientras observaba a ambas chicas bromear.
“Muy bien, pongámonos en marcha. Tengan cuidado de no perder su
identificación falsa. No podemos entrar en la capital sin ella”. Anuncié.
Tarte parpadeó un par de veces. “... Um, ¿es realmente usted, Lugh-sama?
No podría parecerse más a una chica. Es más hermosa que yo... Creo que
estoy en shock”.
“Yo también. Nunca he visto a una chica tan hermosa, ni siquiera en las
fiestas de la capital”. Coincidió Dia.
Estaba travestido. Ser mujer se ajustaba mejor a mi plan.
Mi aspecto físico era relativamente andrógino y, con un buen disfraz, podía
conseguir una figura femenina perfecta. También estaba seguro de mi
actuación.
En mi vida anterior, cuando era un chico joven, a veces me vestía de chica
para seducir y matar a mis objetivos.
“Hiciste este pecho falso originalmente para poder parecer una chica, ¿no?”
Preguntó Dia.
“Así es. Me imaginé que sería útil en algún momento. No hay fachada más
efectiva que la que te presenta como un género diferente”. Respondí.

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Había pensado en disfrazar a Tarte y a Dia de chicos, pero por muy
convincente que fuera su apariencia, habría sido imposible que actuaran de
forma masculina. Había muchas posibilidades de que la gente sospechara,
así que había decidido no hacerlo.
Mi comportamiento, por el contrario, era femenino sin esfuerzo.

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“... Lo haces tan perfectamente que me haces preguntarme si esto es un
fetiche tuyo desde hace tiempo”. Dijo Dia.
“Eso me recuerda que Lugh-sama solía llevar ropa de chica todo el tiempo”.
Exclamó Tarte.
“¡Oh, sí, iba vestido de chica cuando nos conocimos!” Recordó Dia.
Las dos me miraron con desconfianza.
“Denme un respiro. Mi madre me obligaba a ponerme esos atuendos”.
Protesté.
“Lo sé, lo sé. Sólo estoy bromeando, Lugh”. Dijo Dia.
“¡Aceptaré cualquier manía suya, Lugh-sama!” Insistió Tarte.
(Me duele la cabeza).
No me estaban dando opción. Una vez que termináramos este trabajo, tendría
que demostrarles lo varonil que era. Necesitaba recuperar mi honor.
En primer lugar, tenía que ocuparme de la amenaza apremiante. Mi plan para
hacerlo ya estaba completo.

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El asesino hace avances románticos

Los tres entramos en la capital. Utilizamos la puerta hecha especialmente


para los nobles.
Aquellos que estaban cerca nos vieron, sin duda, como tres damas nobles
que recorrían la capital y que desconocían por completo las costumbres del
mundo. Nuestras lujosas ropas prácticamente gritaban que nuestras familias
eran acaudaladas con dinero nuevo, pero no llevábamos ni un solo guardia
con nosotros.
La Capital Real podía tener fama de ser segura, pero seguía siendo una
tontería pasearse sin protección de esta manera. También éramos un grupo
de chicas hermosas... destacábamos enormemente.
Normalmente, los asesinos querían evitar llamar la atención, pero esta vez,
destacaba a propósito en aras de mi objetivo.
Después de entrar en la ciudad, almorzamos en un restaurante que atendía a
los nuevos ricos y luego charlamos mientras disfrutábamos de la visita.
“La comida estaba muy buena. Hacía tiempo que no comía en la capital”.
Dijo Dia.
“Estaba delicioso, pero también muy, muy caro. Con el dinero que gastamos
podría hacer la comida de toda una semana”. Respondió Tarte.
Dia había disfrutado de todo sin miramientos, pero Tarte no pudo
sobreponerse al precio y no fue capaz de saborearlo del todo.
Había elegido aquel restaurante intencionadamente para que encajara con
nuestra actuación de tres tontas señoritas aristócratas de familias nobles
emergentes que prosperaban económicamente. Era el tipo de restaurante
conocido por estafar a los turistas. La gente familiarizada con la capital real
nunca comería en este sitio.
Desgraciadamente, Tarte era tan mala actriz como había pensado que sería.
Sus verdaderos sentimientos traspasaban el papel que se suponía que estaba
interpretando.
“Lo disfruté mucho. Sería agotador comer todos los días una comida tan
elegante, pero está bien darse un capricho de vez en cuando”. Afirmé.
Las sonrisas de Tarte y Dia se tensaron un poco. Todavía no estaban
acostumbradas a oírme hablar como una mujer.
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No sólo cambié mi forma de hablar. Para completar mi disfraz, también había
hecho que mi tono de voz, mis gestos y todo lo demás fuera lo más femenino
posible. Oí a Dia susurrar: “Da miedo lo natural que suena”.
Un detalle importante era que mi ropa era notablemente menos costosa que
la de mis compañeras. Había diseñado nuestros personajes para que fueran
amigas íntimas, pero ellas se encontraban en un nivel más adinerado que el
mío. Sin embargo, según nuestras identificaciones falsas, yo pertenecía a la
familia noble de mayor rango de las tres.
Le di a mi personaje esta dificultad para obtener la simpatía de mi objetivo.
Yo tenía rango, pero carecía de fondos. Eso coincidía con el objetivo, que
era de una casa aristócrata, pero tenía dificultades económicas. Darse un
origen similar al del objetivo era un método fundamental para ganarse la
compasión.
“Pensaba que iba a ser difícil entrar en el capital, pero fue muy fácil”.
Comentó Dia.
“Sí, entramos sólo con nuestras identificaciones”. Añadió Tarte.
“¿Tengo que repetirlo? No estamos aquí como simples turistas. Somos de la
nobleza. Actúen como tal”. Ordené.
Las identificaciones que había conseguido en realidad pertenecían a personas
reales. Muchos nobles tenían dificultades económicas y no dudarían en darte
una identificación a cambio de un poco de dinero.
“Además, ¿por qué tenemos que llevar una ropa tan restrictiva? Es difícil
caminar con un vestido”. Se quejó Dia.
“Por el amor de Dios, esta es la capital real. Tenemos que estar bien vestidas,
de lo contrario nadie nos tomará en serio”.
Eran líneas que había escrito de antemano para demostrar la vanidad que
poseía mi personaje a pesar de su apretada billetera. Ni siquiera los
aristócratas se pondrían un atuendo tan elegante y pretencioso para hacer
turismo. Los únicos a los que se les ocurriría vestir así serían los campesinos
que visitan la capital.
“No es la única razón, ¿verdad?”
No pude responder a la pregunta de Tarte sin salirme del personaje. Decidí
utilizar un hechizo de viento llamado [Whisper]09.
Esta magia enviaba palabras en voz baja a los oídos de la persona con la que
hablabas y también te enviaba sus respuestas.

09. Susurro.

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Nos permitía conversar entre nosotros bajo cualquier circunstancia sin ser
escuchados. Además, había entrenado a Dia y a Tarte para que fueran
capaces de hablar moviendo apenas los labios.
Para los demás, sólo parecía que caminábamos en silencio.
“Estoy planeando colarme en una fiesta que está dando el hombre que va a
testificar contra mí. Luego voy a seducirlo para que estemos los dos a solas.
Por eso me hago pasar por una tonta y excitada dama de pueblo”. Le
expliqué.
“... Sabes, me duele un poco que te hayas elegido a ti mismo para hacer el
papel de seductora en vez de una de nosotras. Somos chicas, por si lo has
olvidado”. Refunfuñó Dia.
“Soy el más cualificado. Además, que una de ustedes coquetee con otro
hombre no es algo que quiera ver”. Respondí.
“Ah, ha, ha, eso me hace sentir mejor al respecto”. Dijo Dia.
“Yo también me alegro de oír eso. Pero la idea de que se sacrifique por
nosotras y le haga... eso a un hombre...” Tarte tragó saliva.
“No haré nada de eso. El propósito de este disfraz es conseguir que me lleve
a su habitación”.
“Ah, ha, ha, por supuesto. Qué alivio”.
¿Era mi imaginación o Tarte parecía realmente decepcionada?
Había malogrado la belleza de Dia con su maquillaje y ocultado los grandes
pechos de Tarte para asegurarme de que no recibieran insinuaciones
sexuales. No obstante, se les negaría la entrada a la fiesta si eran claramente
feas.
Sabiendo esto, decidí reducir sus encantos a la mitad, a fin de que fueran lo
suficientemente atractivas como para ser admitidas, pero no tan encantadoras
como para que los chicos se les insinuaran.
Por el contrario, yo me había embellecido al máximo porque estaba jugando
a ser una seductora.
(Me pregunto si debería haber hecho algo más para hacerlas menos
atractivas).
Tarte era encantadora y bonita incluso sin sus pechos, y Dia era hermosa
incluso con la piel oscurecida y las pecas. Me arrepentí de no haber hecho
más para disminuir su aspecto.

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“Las fiestas son costosas. Debe ser un noble sumamente rico para poder
celebrarlas tan a menudo”. Musitó Dia.
“Uno pensaría que sí, pero ese no es su caso. En realidad, celebra estas
reuniones para intentar ganar dinero”. Le dije.
“¿Cómo puede obtener beneficios de las fiestas si son costosas?” Preguntó
Tarte.
Las fiestas eran una fuente de dolores de cabeza para los nobles. Estaban
obligados a celebrarlas con frecuencia, y cualquier signo de tacañería
perjudicaba su reputación y dificultaba su ascenso en la sociedad noble. Era
habitual que los nobles acabaran poniendo en peligro sus territorios en su
afán por presumir ante los demás.
Esto explicaba por qué a Dia y a Tarte les resultaba difícil creer que
organizara fiestas para intentar ganar dinero.
“Para los nobles de menor rango y los mercaderes novatos, asistir a las
fiestas de las familias nobles destacadas es una forma de ganar prestigio.
Muchos de ellos gastan cantidades exorbitantes de dinero para asegurarse
una invitación. Nuestro objetivo es de una famosa familia noble que ha caído
en la ruina. Tiene problemas financieros y está utilizando la gloria pasada
de su casa para obtener beneficios”.
“Wow, no soy partidaria de vender tu prestigio como aristócrata, pero estoy
aún más asombrada de que alguien piense que puede comprar estatus con
dinero”.
Dia había nacido como noble de primera categoría, por lo que detestaba ese
tipo de cosas.
No importaba el tamaño de la fortuna que uno tuviera, no podía comprar la
dignidad y la tradición. Por eso los nuevos pagaban por las conexiones con
las casas notables.
No hacía falta decir que formar un vínculo con una familia noble arruinada
sólo le convertiría a uno en objeto de desprecio en la alta sociedad, pero el
honor no podía importar menos cuando se trataba de la lucha por la
supremacía entre los advenedizos. Les bastaba con el estatus.
“Hay otra cosa que no entiendo. ¿Por qué ser una chica es mejor para este
trabajo?” Preguntó Tarte.
“Al parecer, los ricos que asisten a las fiestas del objetivo le ordenan que
reúna a bellas damas de la nobleza con buenos modales, y a él le cuesta
mucho hacerlo. Se están difundiendo malos rumores sobre él, lo que
significa que la mayoría de los aristócratas no se relacionan con él. Los
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trepadores sociales que asisten a sus eventos creen que todo se puede
comprar con dinero, así que los nobles temen que sus hijas sean tratadas
como prostitutas si asisten. ¿Cómo crees que reaccionará nuestro objetivo
si encuentra a tres hermosas e ignorantes chicas de alta alcurnia que están
aquí para pasearse por la capital?”
“... Querrá engañarnos para que asistamos a la fiesta”. Respondió Dia.
“¿Pero tiene idea de que estamos aquí?” Preguntó Tarte.
“Eso lo tengo cubierto. El espía que puse en la capital y que consiguió esta
información es también un aristócrata. Es un pariente del dueño de la
identificación que estoy usando. Le hice decir a nuestro objetivo que me
escapé de mi casa para visitar la capital con dos amigas. Como era de
esperar, el objetivo mordió el anzuelo. Se supone que nos reuniremos con él
dentro de diez minutos”.
La preparación era la parte más esencial del asesinato. El asesinato duraba
sólo un instante, pero el grado de preparación previo determinaba el éxito o
el fracaso de la misión.
Había investigado a fondo el objetivo e ideado todos los planes imaginables.
Como hacía siempre.

Una fuente en el lado este de la ciudad servía como punto turístico popular.
El espía que había colocado en la capital nos había dicho que esperáramos
allí.
Consulté mi reloj de bolsillo para comprobar que era la hora señalada.
Esperaba que llegara en cualquier momento.
“Ah, hola, Lulu. Has llegado antes que nosotros. ¿Son estas tus amigas?”
Lulú era mi nombre femenino. Un hombre de aspecto agradable con el
cabello rubio y pulcro me saludó y corrió hacia mí.
Su nombre era Robert. Era el segundo hijo de un vizconde. Idolatraba a los
héroes y era un agente completamente devoto a mí. El hombre que estaba
detrás de él era el objetivo.
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Era él quien esperaba engañar a tres ignorantes señoritas de la nobleza para
que asistieran a su fiesta y poder presumir de ellas ante los adinerados
asistentes.
“Ha pasado mucho tiempo, Robert. Lo siento por esto. Sé que estás ocupado
con el trabajo”. Le dije.
“Haría cualquier cosa por ti, prima mía. ¿Son esas dos amigas tuyas?”
Preguntó Robert.
“Sí, ambas querían conocerte. Sus nombres son Torte y Dira”.
“Encantada de conocerlos. Soy Torte. Lulu me ha hablado mucho de ti”.
“Soy Dira. Es un placer conocerte al fin. He estado muy emocionada por
visitar la gran ciudad”.
“¡No todos los días se ven tres chicas tan hermosas en un mismo lugar!”
Tarte y Dia se llamaban Torte y Dira, respectivamente. Esos eran los
nombres que figuraban en los papeles de identificación que había comprado.
Robert y yo hablábamos tan cordialmente como si fuéramos realmente
parientes que no se habían visto en diez años. Parecíamos tan cercanos como
un hermano y una hermana.
Estábamos montando esta farsa para ganarnos la confianza del objetivo.
(Robert es tan útil como esperaba. Su actuación es natural, y es lo
suficientemente inteligente como para percibir mis intenciones y mantener
la conversación).
Decidí que habíamos hecho una buena demostración de estar en términos
cercanos. Era el momento de comenzar mi asalto.
“Robert, ¿este hombre es un conocido tuyo?” Pregunté.
“Ah, lo siento. Es un amigo mío. Es el príncipe que te va a invitar a la alta
sociedad. Eso es lo que siempre has anhelado, ¿verdad?” Dijo Robert.
“¿Alta sociedad? ¡¿En serio?!”
Vi una mirada de alivio en los ojos del objetivo. Había estado buscando una
señorita aristócrata para satisfacer las exigencias de los advenedizos, y por
fin la había encontrado en mí.
Estaba tan encandilado por el cebo que tenía delante que no dudó de nosotros
ni un segundo.
El objetivo abrió la boca para hablar.

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“Me encargaré a partir de aquí. Soy el Conde Grant Frantrude, cabeza de la
Casa Frantrude. Sería un honor para mí contar con su presencia en una fiesta
noble que patrocino esta noche”. Anunció.
En este punto, el trabajo ya estaba completado en un 70%.
(Bien, es hora de actuar como si me engañara).
“¿Eres un conde? ¡Pero si eres muy joven! Eso es increíble. La alta sociedad
en la capital real... ¡Habrá salones con candelabros brillantes, música
hermosa y bailes elegantes! Ah, lo siento. Me dejé llevar. Soy del campo,
donde nada brilla en absoluto. Siempre he fantaseado con ese tipo de cosas”.
Le dije.
“No, no hace falta que te disculpes. Verte así de feliz hace que venir a
invitarte merezca la pena. Mi velada te proporcionará todo lo que buscas y
más… Eres bienvenida a disfrutarla a tu antojo”.
“¡Gracias! ¿Lo ven, Torte y Dira? ¡Sabía que disfrazarme era una buena idea!
¡Un príncipe acaba de enamorarse de mí!” Exclamé.
El Conde Frantrude sonrió. “Soy un hombre afortunado, al poder conocer a
tres hermosas señoritas”.
Recordé la información que había recibido sobre el objetivo.
El conde Grant Frantrude estaba en la mitad de sus veintes, pero como dijo,
ya había heredado su casa. Fue elegido para testificar contra mí porque
casualmente se encontraba en Jombull el día que luché contra el demonio.
No obstante, esa no era la única razón. También era un hombre que haría
cualquier cosa para restaurar su casa a su antigua gloria. Como tal, la mente
maestra lo juzgó como el candidato perfecto que escucharía
incuestionablemente siempre que se le prometiera dinero.
La Casa Frantrude cayó en la ruina por la incompetencia del anterior Conde
Frantrude. Había malgastado una fortuna en su afición de coleccionar obras
de arte y luego había vendido las tierras de su familia para conseguir fondos
rápidamente.
Si se le hubiera permitido continuar, la Casa Frantrude seguramente habría
perecido. Por ello, el actual Conde Frantrude decidió que debía matar a su
padre y tomar el control... y finalmente lo hizo.
Después, intentó restablecer sus finanzas vendiendo las obras de arte que su
padre había acumulado, pero la mayoría de ellas fueron juzgadas como
falsificaciones. El joven conde no pudo ni siquiera pagar los intereses de un
préstamo.

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Entonces puso sus esperanzas en utilizar el nombre de la Casa Frantrude para
ganarse el favor de los advenedizos.
Personalmente, no desprecié sus esfuerzos. Tenía determinación y capacidad
para hacer las cosas, y sus acciones estaban bien fundamentadas.
El método que había elegido era sucio, pero el hombre sabía que era su única
opción. Pero lo más destacable era que el conde Frantrude mantenía su casa
a flote y que había disminuido la deuda. A juzgar por los resultados, estaba
en lo cierto.
“Torte, Dira, por favor, agradézcanle. Ustedes también quieren ir a una fiesta
en la capital, ¿no?” Les insté a que lo hicieran.
“Muchas gracias”. Dijo Tarte.
“Wow, una fiesta en la capital. Estoy muy contenta”. Añadió Dia. Sonaba un
poco forzada, pero no tanto como para arriesgarse a exponernos.
El Conde Frantrude sonrió, sin mostrar ningún signo de sospecha. Vi una
burla inconfundible en sus ojos.
Estas pueblerinas advenedizas no tienen ni idea de que sólo las estoy
utilizando. Probablemente eso era lo que estaba pensando.
Ignoraba por completo lo que estaba ocurriendo en realidad.
El tipo de persona más fácil de engañar era aquella que pensaba que te estaba
engañando. Bajaban la guardia porque se creían superiores.
Comencé a sondear al Conde Frantrude mientras conversábamos. Mientras
lo hacía, noté que le gustaba mucho mi mirada.
Lo miré lascivamente. No era de extrañar que le gustara. Había hecho que
Robert se informara sobre qué tipo de persona era el conde antes de mi
llegada, y había diseñado mi aspecto basándome en esa información. Mi
color y estilo de cabello, la ropa, la forma de hablar, los gestos, el perfume y
los temas de conversación eran de su agrado.
Estaba inseguro por ser un noble de alto rango más pobre que los
advenedizos que asistían a sus fiestas, lo que fomentaba en él una actitud
pretenciosa. Para ganarme su simpatía, saqué a relucir mi origen construido,
que era similar.
Durante nuestra conversación, utilicé la información que obtuve para hacer
pequeños ajustes en mi personaje, cautivando aún más al Conde Frantrude.
(Hablar con él me ha permitido saber exactamente qué tipo de hombre es).

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El Conde Frantrude quería ser respetado. Era ridiculizado por sus
compañeros y visto como un bufón que vendía su orgullo a jóvenes
trepadores de la sociedad a cambio de su dinero.
Se esforzaba al máximo utilizando cualquier medio necesario para salvar su
casa de la devastación, pero incluso sus parientes se sentían defraudados por
sus acciones. Estaba sufriendo solo.
La envidia de una dama noble sin conocimiento del mundo tenía que hacerle
sentir bien. Mis halagos, por sí solos, evidentemente le complacían.
Estaba seguro de que me llevaría a su habitación con un poco más de
palabrería. Una vez allí, le convertiría en mi marioneta.
“Por favor, síganme a mi carruaje, señoritas. Las llevaré a mi mansión.
Ustedes tres están aquí como turistas, ¿correcto? Haré que tomemos la ruta
panorámica”.
“Oh, eso suena maravilloso. Es usted tan considerado. ¿Son todos los
hombres de la capital caballeros como tú? Eres como una especie diferente
en comparación con los de mi tierra”.
“Ha, ha, ha, no puedo decir que todos los hombres de la capital sean como
yo, pero siempre trato a las mujeres con cuidado”.
El conde realmente me estaba cautivando ahora.
(Ya veo: Que le digan que es mejor que los demás le hace más feliz que un
simple elogio).
Probablemente eso era el resultado de su inseguridad. Decidí que le daría lo
que quería oír. “Eres mucho más agraciado que esos humildes advenedizos.
Eres un verdadero noble, no sólo en el título”. Lo elogiaría profusamente
mientras degradaba a las personas que le causaban tanto dolor.
“Conde Frantrude, ¿podría bailar conmigo en la fiesta? Nada me gustaría
más”.
“Es usted una señorita muy asertiva. Lo haría con mucho gusto”.
Fui la única a la que tomó de la mano cuando subimos al carruaje. Dejó las
otras dos a sus subordinados.
El primer paso fue un éxito. Le había causado una excelente primera
impresión, y no se interesó por Tarte y Dia.
Todos subimos al carruaje y nos pusimos en camino.
La situación era interesante.

72 |
Los dos éramos unos mentirosos que pensábamos que estábamos engañando
a la otra persona. No pasaría mucho tiempo hasta que llegáramos a la
conclusión de nuestro mutuo engaño.
Quedaría claro quién de los dos era el mejor mentiroso en menos de medio
día.

73 |
El asesino baila

El Conde Frantrude nos dio un magnífico recorrido por la Capital Real. Tenía
un conocimiento completo de la ciudad, era un buen conversador y estaba
atento. Su comportamiento era refinado. Era un noble en toda regla.
Era el tipo de persona que era popular entre las chicas. Su mayor problema,
sin embargo, era el elitismo que dejaba entrever de vez en cuando. Era un
supremacista de la riqueza, algo que se veía a menudo entre la aristocracia.
Las jóvenes nobles no se acercaban a él por su mala reputación, y su orgullo
le prohibía acercarse a las plebeyas. Eso le dejaba solo y hambriento de
elogios.
En consecuencia, también era fácil de manipular. Tendría un control total
sobre su corazón.
“¿Te gusta la capital real, Lulu?” El Conde Frantrude preguntó.
“Es un lugar maravilloso. Me gustaría vivir aquí algún día”. Respondí.
“Entonces, ¿te gustaría mudarte a mi casa?”
“Vaya, eres un encanto”.
Eludí su pregunta, luego me sonrojé y le miré con ojos de adoración.
Comprendí que este tipo de gestos le tocarían la fibra sensible.
Juntamos nuestras manos y nos miramos.
“Eres una mujer encantadora, Lulu. Era una broma, pero temo que pueda
decirlo en serio”.
“Oh, sabía que no hablabas en serio. Es usted terrible, Conde Frantrude”.
Ambos nos reímos tímidamente. Una atmósfera inocente que recordaba a
una novela romántica para adolescentes inundó el carruaje.
Sentí que las miradas pesaban sobre mí, y me giré para ver a Tarte y a Dia
mirándome fríamente.
(No es que lo haga por diversión. Preferiría que no me miraran así).
El carruaje siguió su camino hacia la mansión del conde Frantrude.

74 |
Me llevé una sorpresa cuando llegamos a la mansión. Supongo que esto era
lo que debía haber esperado de una familia noble antiguamente afamada.
No había muchos aristócratas que pudieran deleitar a sus invitados con una
mansión tan lujosa en la Capital Real. Muchas familias tenían dinero para
gastar, pero este lugar poseía la grandeza de la historia y la tradición.
La estructura era el último patrimonio que le quedaba a la Casa Frantrude.
Si el conde no hubiera matado a su padre y utilizado todos los métodos a su
alcance para restaurar la casa, esta mansión habría caído en otras manos hace
tiempo.
Elogié la mansión profusamente. Este lugar era el orgullo del conde como
Frantrude, así que elogiarlo era tan bueno como felicitarlo directamente.
“Esta mansión es la encarnación misma de la historia de la Casa Frantrude.
Haré lo que sea necesario para protegerla... independientemente de lo que la
gente pueda decir de mí”. Dijo, dejando entrever sus aspiraciones. Debió
emocionarse demasiado al entretenerme.
Era probable que proporcionar un falso testimonio contra mí fuera parte de
sus esfuerzos para proteger este patrimonio.
“¿Lo que sea necesario? Eso suena peligroso. ¿Qué quiere decir?”
“Ha, ha, no quiero aburrirte. De todos modos, la fiesta está a punto de
comenzar. Te prestaré una habitación, así que por favor úsala para descansar
y refrescarte”.
“Así lo haré. Nos vemos en la fiesta”.
Sonreí y me dirigí a la habitación que el conde Frantrude me había
concedido.

75 |
En cuanto entré en la habitación, empecé a examinarla.
Busqué minuciosamente cualquier mecanismo que pudiera captar nuestras
voces y luego golpeé las paredes para verificar su grosor. Una vez que
confirmé que no se escucharía ningún sonido, les di permiso a Dia y a Tarte
para que hablaran como ellas mismas.
Dia habló primero. “No sé ni qué decir de lo que acabo de ver. Lo has tenido
totalmente atrapado en tus manos. Me siento peor como mujer...”
“Cuando actúa así, Lugh-sama, creo que podría conquistar a cualquiera”.
Comentó Tarte.
“... Todo es parte del trabajo”. Insistí.
En realidad, no me habían acusado de nada, pero quería decirlo porque veía
la duda en sus ojos.
“Ya lo sé. Sólo me has asustado un poco. Si fueras capaz de manipular a un
hombre con tanta facilidad, entonces ¿qué pasaría con...?” Dia se
interrumpió. Antes de que se detuviera, iba a acusarme de actuar para que yo
también les gustara.
También tenía la habilidad de seducir a las mujeres. Era mucho más fácil que
travestirse y seducir a un hombre.
“No actúo frente a ustedes. Quiero estar con ambas para siempre, y eso no
tendría sentido si consiguiera gustarles mediante la actuación o algún tipo de
truco. Sería agotador para mí, y no duraría mucho. Ser capaces de amarnos
el uno al otro incluso después de compartir nuestro verdadero yo es lo que
da sentido a esto. Ese es el tipo de relación que tenemos, ¿no creen?”
Si sólo hubiera necesitado su lealtad temporal, habría interpretado una
versión de mí mismo que les hubiera importado aún más. Pero una relación
de ese tipo no era real e inevitablemente se desharía en algún momento.
“Ah, ha, ha, es bueno escuchar eso. Te quiero como eres ahora, Lugh”. Dijo
Dia.
“Yo también lo quiero mucho. Hee, hee, ser fiel a ti mismo porque quieres
estar con alguien para siempre es un sentimiento tan bonito”. Tarte estuvo de
acuerdo.
“Gracias a los dos”.
Dia levantó una ceja. “¿Por qué nos das las gracias?”
“No tenía una razón. Sólo quería decirlo”. Le contesté.
“Es usted muy raro, Lugh-sama”.

76 |
Di mi gratitud porque les gustaba por lo que era... pero me daba demasiada
vergüenza explicar tanto.
“Muy bien, la fiesta está a punto de empezar. Ven aquí para que pueda
arreglar tu maquillaje”. Dije.
“Claro que sí... Lugh, ¿Podrías enseñarme cómo te maquillas alguna vez?”
Me pidió Dia.
“A mí también me gustaría que me enseñara. Incluso es más hábil que
mamá”. Dijo Tarte.
“Claro, no me importa. Es una habilidad útil para disfrazarse”. Respondí.
“¡Sí! ¡Hmm, hmm, hmm, no puedo soportar que seas más guapa que yo!”
Así que esa era la razón. Sin embargo, tal y como yo lo veía, Dia ya era
significativamente más encantadora que mi disfraz de mujer.
De repente, ella olfateó el aire a mi alrededor.
“Me he estado preguntando si ese dulce aroma es un nuevo perfume de
Natural You. No me gusta”.
“También tenía curiosidad sobre eso. Me resulta familiar. Es dulce, como
dijo Dia-sama, pero no me atrae en lo más mínimo. ¿Por qué lo ha elegido?
Todos los perfumes de Natural You son muy agradables”.
Ambas criticaron el aroma con bastante dureza, pero era de esperar. No tenía
ningún efecto en las mujeres, pero sí en los hombres.
“Lo elegí porque es el mejor para el trabajo, por supuesto. ¿Sabes que Tarte
libera feromonas que atraen a los hombres como efecto secundario de
Beastification? Las recolecté para crear este perfume. Es un olor
desagradable para las mujeres, pero despierta la pasión en los hombres”.
Las feromonas que Tarte liberaba al usar [Beastification]10 eran lo
suficientemente intensas como para perturbar la mente de un asesino con
perfecto control de sus facultades mentales. Podría haber empleado una gran
variedad de afrodisíacos y pociones de amor, pero ninguna era tan potente
como ésta. Hace un tiempo, había pensado en conseguir un poco del aroma
de la habilidad [Beastification] de Tarte para usarlo como materia prima,
confiando en que le encontraría un uso más adelante.
“¡Te lo tomas demasiado en serio, Lugh! ¡No puedo creer que vayas tan lejos
para seducir a un hombre!”
“E-Estoy muy avergonzada. Está usando mi olor... Urrrgggh, es usted
terrible, Lugh-sama”.
10. Bestialización.

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Ambas estaban molestas conmigo por razones completamente diferentes.
(Rayos, creo que no debería haber revelado esa información).
“De todos modos, es la hora de la fiesta. Pongámonos en marcha”.
Corté la conversación con una sonrisa incómoda y nos dirigimos al lugar del
evento.

Unas horas más tarde, la fiesta estaba en pleno apogeo.


Estaba exhausto, incluso con [Rapid Recovery]11. Los asistentes eran
horribles. Todos los presentes eran unos advenedizos que pensaban que
podían comprar cualquier cosa bajo el sol con dinero y no hacían ningún
esfuerzo por ocultarlo.
Obviamente, no todas las personas que venían con dinero fresco eran de mal
carácter. Sólo tenía un problema con el tipo que asistía a fiestas como ésta,
pensando que podían comprar el honor y la dignidad.
Probablemente porque sabía que la clientela idiota no conocía nada mejor, el
conde Frantrude se esmeraba recortar los gastos de la fiesta siempre que era
posible. Todo era barato.
Para dar algunos ejemplos, la orquesta que ponía la música de fondo era de
segunda categoría. La comida parecía lujosa, pero nada más. Los huevos de
maroru se hacían pasar por los más decadentes huevos de caspia. Las botellas
de vino parecían de época, pero estaban llenas de alcohol barato. A simple
vista, todo parecía de clase alta, pero sólo era una farsa.
“Urgh, nunca he estado en una fiesta tan horrible”. Se quejó Dia.
Tal vez con la esperanza de consolarla, Tarte dijo: “Ah, ha, ha, bueno, ya
sabíamos lo que nos esperaba”.
Las chicas estaban con el ánimo por los suelos y al límite.

11. Recuperación Rápida.

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Habían estado recibiendo miradas vulgares y comentarios sexualmente
abusivos durante toda la noche, e incluso algunos hombres les habían exigido
que se acostaran con ellos a cambio de dinero.
Les conduje a un rincón del salón para darles un respiro. Luego inspeccioné
el salón y me fijé en el conde Frantrude, que se ocupaba de sus desagradables
clientes. Se dirigió hacia nosotros.
“Siento la espera, Lulu. ¿Qué tal el baile que te prometí?” Preguntó.
“Sería un placer”. Respondí.
Les hice señas con los ojos a Dia y a Tarte para que esperaran allí, tomé la
mano del conde y me dirigí al centro del salón con él.
“Siento mucho lo de esta noche. No podría haber imaginado que se
comportarían de forma tan vulgar. Les he sometido a ti y a tus amigas a una
terrible angustia”.
“No tiene que disculparse, Conde Frantrude. Esos hombres son los culpables.
A diferencia de ellos, usted es un verdadero caballero. Bailar con usted me
hace cantar con el alma”.
“Me tranquiliza oírte decir eso... Esos cerdos advenedizos no tienen remedio.
Soy igual de malo por tener que usarlos... Ha, ha, lo siento. Por alguna razón,
estar cerca de ti hace que se me escapen mis pensamientos y quejas más
íntimas. Nunca había hablado con nadie de estas cosas”.
El Conde Frantrude era un tipo orgulloso y se resistía a mostrar cualquier
vulnerabilidad. Al mismo tiempo, deseaba desesperadamente tener a alguien
con quien compartir sus quejas. Por eso revelaba sus pensamientos más
íntimos casi inmediatamente después de conocer a alguien dispuesto a
aceptarlo.
Mi atractivo perfume, mi aspecto físico diseñado a la medida de sus gustos,
mi tono, mi comportamiento encantador y la droga que había mezclado en
su alcohol se conjugaron para romper la armadura que rodeaba su corazón.
“Es usted una persona muy fuerte”. Comenté.
“... ¿Lo soy? Eres la primera persona que me lo dice”. Admitió.
“Es verdad. Puedo decir que tiene una voluntad poderosa. No me atrevo a
desagradar a alguien así. Puede que se permita un poco de maldad... pero no
es fácil ensuciarse las manos para proteger lo que es importante para uno.
Eso me parece admirable”.
“Podría llorar. Creo que siempre he querido que alguien me diga que no me
equivoco”.

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El conde Frantrude sonrió y seguimos bailando. Cuando nos separamos tras
el final de la canción, él miró con nostalgia mi mano y empezó a decir algo,
pero fue interrumpido cuando uno de los estúpidos invitados corrió hacia
nosotros. El bruto apartó al conde Frantrude de su camino, me agarró la mano
con agresividad y empezó a acariciarla.
“¡Baila conmigo a continuación, chica! Bien hecho, Conde. No creí que un
perdedor sin sentido como tú pudiera atrapar a una tan buena. Su mano es
tan suave. Sabía que las chicas comunes no podían compararse con la
variedad noble. ¡Esto vale todo el dinero que gasté!”
Eso me puso la piel de gallina.
Los aristócratas siempre recibían un trato especial. Poseían mana, lo que
realmente les daba habilidades que superaban a la gente común.
También era cierto que un gran número de nobles eran atractivos. Había una
teoría según la cual algunos creían que el mana, moldeado por los deseos
inconscientes de los aristócratas de ser más fuertes y bellos, lo hacía realidad.
No era de sorprender que unos cuantos plebeyos adinerados sintieran un
placer perverso al hacer que los nobles hicieran lo que deseaban. Gobernar a
los que tenían mana les hacía sentirse superiores. Por eso, estos advenedizos
sin títulos acosaban al conde para que les consiguiera mujeres nobles para la
fiesta.
“Sr. Chartreux, la está incomodando. Por favor, actúe un poco más
caballeresco”. Reprendió el Conde Frantrude.
“¿Está seguro de que debe responderme, Conde?” Gruñó el hombre.
A pesar de que al principio trató de detener al hombre llamado Chartreux
después de ver mi incomodidad, el Conde Frantrude se quedó quieto.
(Este debe ser uno de sus mejores clientes).
Decidí hacer una pequeña actuación. Tenía que asegurarme de que esta
desagradable experiencia acabara valiendo la pena.
Empecé por mirar al Conde Frantrude y suplicarle ayuda en tímido silencio.
Él respondió dirigiéndome su propia mirada suplicante.
Su mensaje era claro: “Por favor, baila con este hombre”. Hice una mirada
momentánea de desesperación, y luego asentí con decisión.
Estaba interpretando a una doncella dispuesta a sacrificarse por su amor.
Comuniqué en silencio el mensaje de que sería difícil, pero que perseveraría
por su bien.
“E-Estaría encantada de concederle esta canción, buen señor”.
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“Incluso tu voz es adorable. Te enseñaré a usar esas manos y caderas tuyas”.
Y así, fui sometido a la danza del infierno. Su cara estaba demasiado cerca
de la mía, era demasiado pegajoso y me apretaba el trasero con frecuencia.
Este fue el baile más incómodo que había experimentado como Lugh. En mi
vida anterior había tenido más experiencias miserables, pero ésta me pareció
tan terrible, probablemente porque ahora vivía como una persona y no como
una herramienta.
Evidentemente, crecer para ser más humano venía con inconvenientes.

Afortunadamente, pasamos la fiesta sin mayores incidentes. Puedo declarar


con seguridad que fue una de las peores que he sufrido.
Después de terminar mi baile con ese cerdo advenedizo, me acosó para que
me convirtiera en su amante. Rechazarlo continuamente resultó agotador.
Lo habría dejado pasar si eso fuera lo único que hubiera hecho. Sin embargo,
también lanzó miradas y palabras sucias a Dia y Tarte.
No podía dejar que se saliera con la suya. Iba a hacérselo pagar.
Él no estaba al tanto, pero yo sabía que era el dueño de una compañía que
servía como uno de los clientes comerciales de Natural You. Su compañía
había estado a punto de quebrar antes de experimentar un crecimiento
repentino gracias a la asociación con mi marca de cosméticos. Casi todos sus
ingresos dependían de su relación con Natural You.
Podía arruinarle cuando quisiera, y Natural You no sufriría ningún daño en
el proceso. Había muchos sustitutos.
Cuando terminó la fiesta, hice que Tarte y Dia fueran a la habitación que nos
prestó el conde Frantrude.
El Conde Frantrude me había invitado a reunirme con él a solas. Los dos
salimos a su balcón y compartimos un brindis.
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“Siento lo de antes. Te hice bailar con un hombre tan terrible para mi propio
beneficio”.
Lo primero que salió de su boca fue una disculpa. Se había enamorado
completamente de mí. Ese último acto mío fue sin duda lo que lo había
confirmado.
“No, decidí no rechazarlo. No quería causarle problemas”.
Lágrimas se formaron en los ojos del conde. “... Me liberaré de esta situación.
Sólo tengo que aguantar un poco más y seré capaz de romper mis lazos con
los de su calaña. Lo que voy a decir es sólo para sus oídos. La Casa Frantrude
está al borde de la quiebra. Por eso tengo que usar a esa gente para recaudar
dinero. Pero no pasará mucho tiempo hasta que tenga suficiente dinero para
pagar la deuda de la que es responsable el imbécil de mi padre. Una vez que
lo consiga, no tendré que volver a atender a esos infelices nunca más”.
Había fuego en la mirada del Conde Frantrude. Estaba embriagado por el
alcohol, por la mujer ideal que yo había creado, por las feromonas de Tarte,
por la droga mezclada en su bebida, por su recién iniciado amor... y, sobre
todo, por mí.
“¡Así que, por favor, quédate conmigo! Te necesito, Lulu. Eres la única
persona que me ha entendido. Te arriesgaste por mí. Quiero que estemos
juntos”.
“E-Esto es tan repentino. No sé qué decir”.
“Yo tampoco sé qué me ha pasado. Pero te quiero más que nada. Cuando
consiga el dinero, podré mantenerte a salvo y hacerte feliz”.
“... Me gustaría una noche para pensar en esto. Tengo mucho que
considerar”.
“Entonces, ¿puedes darme tu respuesta mañana por la mañana? Me pasaré
por tu habitación”.
“Sí, prometo estar lista para entonces. Pero antes quiero decir una cosa”.
Hice una pausa y besé al conde Frantrude en la mejilla. Desconcertado,
presionó su mano contra el lugar.
“Te amo. Lo hago desde el momento en que nos conocimos. Nunca he visto
un hombre más guapo en toda mi vida. Pero a los nobles no se nos permite
vivir por nuestros sentimientos”.
Después de decir eso, salí corriendo, asegurándome de que nunca me
olvidaría. Poner tales obstáculos entre nosotros haría crecer su afecto y su
posesividad.

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Estaba loco por Lulu, lo que significaba que su tiempo había llegado a su fin.
Cuando el conde llamara a Lulu mañana, ella se habría ido, y Lugh Tuatha
Dé estaría esperando para usar su vida como ficha de negociación. Con su
amada Lulu en la línea, el Conde Frantrude definitivamente traicionaría a la
mente maestra.
(Bien, es hora de volver a mi habitación y realizar los últimos retoques).
Mi plan iba a arruinar a quien se atreviera a conspirar contra mí. Iban a pagar
enormemente por hacerme pasar por esta difícil y desagradable experiencia.

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El asesino persuade

El corazón del Conde Frantrude era ahora mío, tal y como había planeado.
Mi yo del pasado probablemente lo habría hecho con facilidad y sin
sentimientos, pero la experiencia me resultó bastante dolorosa.
Estaba contento, por el bien de ambos, de haber tenido éxito. No era lo
suficientemente optimista como para confiar ciegamente en que el cortejo
tenía garantías de funcionar, así que había preparado un plan de respaldo,
uno mucho más cruel que la seducción.
Ahora como Lugh Tuatha Dé, esperaba en la habitación a que llegara el
conde.
La puerta se abrió y el Conde Frantrude entró de golpe. Eran malos modales
para un noble digno. Debía estar deseando escuchar la respuesta de Lulu a
su pregunta.
“¡Lulu! ¿Puedo tener tu respuesta?” Preguntó con las mejillas sonrojadas y
esperanza en su voz. Tenía un hermoso ramo de flores entre sus manos.
“Odio tener que decírtelo, pero la chica de la que te has enamorado no está
aquí”. Dije con frialdad, dándole la mala noticia.
“¡¿Cómo has entrado en mi mansión?!”
“Te recomiendo que te quedes callado.... Cualquier otra cosa podría poner
en peligro su vida”.
Rodeé al estupefacto conde Frantrude, cerré la puerta y le di un codazo en la
espalda. Se tambaleó, tropezó con una silla que yo había preparado y se dejó
caer sobre ella.
“¿Quién demonios eres tú?”
“Huh, estaba seguro de que me conocerías. Soy el hombre al que estás
tratando de incriminar”.
Se quedó mudo de asombro y luego desvió la mirada.
“¿Cómo?”
“¿Cómo, dices? ¿Estás preguntando cómo me enteré de este plan en la capital
real? ¿O cómo estoy aquí cuando se supone que estoy en el lejano territorio
de los Tuatha Dé? ¿O cómo he determinado que eres tú quien está

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proporcionando un falso testimonio contra mí? ¿O tal vez te preguntes cómo
sé que tienes un floreciente romance con una chica llamada Lulu?”
Quería que pensara que lo sabía todo para inclinar la negociación a mi favor.
Obviamente, en realidad lo sabía casi todo.
La cara del Conde Frantrude estaba pálida.
“Vamos a hablar de esto, ¿de acuerdo? Me gustaría ser lo más civilizado
posible. Dicho esto, me has hecho enfadar bastante. Deberías controlar tu
comportamiento, porque no tengo ni idea de lo que podría hacer”.
Le lancé un collar mientras terminaba de hablar. Era uno que había llevado
ayer como Lulu. Le había dicho al conde que la pieza era un recuerdo de mi
madre para asegurarme de que lo recordara.
“E-Esto es de Lulu”. Jadeó.
“Así es. Lo cogí pensando que sería una buena herramienta de negociación”.
Le contesté.
“¡Déjala en paz! Ella no tiene nada que ver con esto”.
“Eso no es del todo cierto, dada su afiliación contigo. Su vida está ahora en
peligro por las acciones de su idiota amante... Pobre chica. Me siento mal
por ella”.
“¡No somos amantes!”
“... Realmente no deberías mentirme. Mis subordinados me dijeron que ella
gritó tu nombre cuando se la llevaron. Su agitación también es evidente”.
“N-No me apartaré de mis ideales por ella. Maté a mi propio padre por la
Casa Frantrude. Estoy dispuesto a dejar de lado a una o dos chicas, por
mucho que las quiera”.
El Conde Frantrude no era estúpido. Lo más efectivo en una situación de
rehenes era hacer creer al captor que su prisionero no valía nada. De lo
contrario, el captor seguiría tratando de aprovechar su seguridad contra ti.
Sólo había un problema... El Conde Frantrude era un terrible actor. No tenía
experiencia en situaciones de alta presión como ésta.
Por otro lado, estaba más que acostumbrado a gente como él. La persuasión
sería pan comido.
“Ya veo. Si así es como quieres jugar, podemos dejarlo aquí por hoy.
Mañana, podría volver con un dedo suyo. Oh, claro, estoy seguro de que te
gustaría una prueba de que ella está a salvo. La haré escribir una carta usando
la sangre que gotea de su dedo perdido. Enviaré una por día hasta que no le

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queden dedos”. Afirmé, susurrando la última parte en su oído. Llené mi voz
de malicia.
Por muy fuerte que fuera el conde, no estaba acostumbrado a tratar con la
muerte. Era la primera vez que experimentaba la frialdad del mundo y la
malicia de un verdadero asesino. Atravesó su fanfarronería como si estuviera
hecha de papel mojado.
“E-Espera. ¿Está Lulú a salvo?”
“Sí. Siempre que no intentes hacer nada, tienes mi palabra de que la trataré
con cuidado”.
“¿Qué es lo que buscas? ¿Qué es lo que quieres que haga?”
“Wow, te das cuenta muy rápido”.
Quería aplaudir al conde. Le castañeteaban los dientes por el miedo, pero
mantenía la cabeza erguida. Podía ver que yo estaba aquí para discutir, no
para matarlo, y entendió que eso significaba que no me interesaba la
venganza.
También hizo bien en no atacarme ni pedir ayuda. Comprendía que era
imposible dominar a un monstruo con un poderío comparable al del héroe.
“Cuando llegue el momento de tu testimonio en el juicio, lee este guion que
he preparado. Hazlo y te devolveré a tu chica”.
Le lancé casualmente una nota al conde Frantrude. La leyó y estalló en un
sudor frío.
“Me estás diciendo que tengo que traicionar al marqués Carnalie. No podría
hacerlo. Le debo todo”.
“... ¿Es así?”
El guión decía que el marqués Carnalie amenazó y sobornó al conde
Frantrude para que cometiera perjurio. El marqués Carnalie era el cerebro
del complot para inculparme.
“Esto es una locura. El marqués Carnalie nunca perdonará semejante
afrenta... Buscará venganza”
“Eso no será un problema. El marqués irá a la cárcel”.
Arrojé otro documento. Contenía información que mostraba dónde había
muerto realmente la víctima del asesinato y pruebas de que el marqués
Carnalie había ordenado a los nobles que le eran leales que transportaran el
cadáver a Jombull.

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Honestamente, el relato sólo era parcialmente cierto. La mayor parte de su
contenido había sido inventado o adornado. Me pareció que la mayor parte
era exacta, pero aún le faltaban algunos detalles necesarios.
Aun así, era suficiente para engañar a un hombre cuya mente estaba nublada
por el miedo. Sería suficiente por el momento.
Mis agentes repartidos por todo el país trabajaban para reunir pruebas y
completar nuestro caso. Para el día del juicio, tendríamos pruebas
irrefutables.
Sin embargo, por muy contundentes que fueran las pruebas que presentara,
no serían suficientes para acorralar al marqués Carnalie. Necesitaba que el
Conde Frantrude me llevara hasta allí.
“¿Qué...? Yo no... Esto es imposible. Sólo han pasado unos días desde que
se puso en marcha el plan. ¿Cómo has reunido todas estas pruebas? ¿Cómo
has llegado a mi mansión? No tiene ningún sentido”.
“¿No eres consciente? Fui elegido por la diosa para ser un Caballero
Sagrado. Ella apareció en mis sueños y me dijo que había gente amenazando
con interferir en mis esfuerzos por salvar el mundo. Cuando desperté, estaba
en la capital”.
Era una mentira tan descarada que resultaba cómica. Sin embargo, por lo que
el conde sabía, la única forma de explicar la rapidez con la que había reunido
información y llegado aquí era decir que era obra de la diosa.
Cuando mi hechizo [Demon Killer]12 se hizo público, había explicado que la
diosa me lo había enseñado. Era bien sabido entre los nobles que Lugh
Tuatha Dé, el Caballero Sagrado, podía oír la voz de la divinidad.
“Esto es lo que dijo la diosa: Aquellos que interfieran con los esfuerzos de
Lugh para salvar el mundo, dejarán de recibir mis bendiciones. ¿Estás
preparado para que tu vida termine?”
“Y-Yo nunca... Nunca pretendí ni por un segundo interferir en la salvación
del mundo... Si hubiera sabido que la diosa me abandonaría, yo...”
“Cualquiera que fueran tus intenciones no significa nada. El hecho es que la
diosa decretó que yo salvaría el mundo, y tú te interpusiste en mi camino”.
El conde Frantrude se deslizó de su silla.
Creo que es suficiente con el palo.
Uno de los fundamentos de la persuasión era el palo y la zanahoria. La
técnica consistía en alternar entre el refuerzo negativo y el positivo para
inducir la respuesta deseada.

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“Mira, hay una manera de que puedas salir de esto... testifica como te diga.
Todavía puedes recuperarte. Si cooperas, en realidad estarás ayudando a
salvar el mundo. La diosa estará complacida contigo. Incluso puede bendecir
el resto de tu vida”.
“¿Ayudaré a salvar el mundo? Pero yo... necesito dinero. Si el marqués
Carnalie es arrestado, mi familia estará arruinada”.
“Si eso es todo lo que necesitas, puedo proporcionártelo. Todo esto es tuyo
si me ayudas”.
Saqué una bolsa llena de monedas de oro de mi [Leather Crane Bag] y la
puse en las manos del hombre.
El Reino de Alvan ya había empezado a utilizar el papel moneda, pero las
piezas de oro seguían en uso cuando se trataba de otros países, y también
eran aceptadas en el ámbito nacional.
Opté por utilizar monedas porque quería obtener un dominio total sobre el
conde Frantrude. La gente se volvía loca por el peso, el sonido y el brillo del
oro. El papel no habría tenido el mismo efecto.
Inmediatamente, los ojos del conde se iluminaron. Abrió la bolsa y miró
dentro.
No era una suma pequeña. Afortunadamente, ahora que había completado la
red de telecomunicaciones, podía ganar todo el dinero que quisiera.
“Esto es demasiado”.
“Esto es el triple de lo que te prometió ese tacaño del marqués Carnalie. Es
suficiente para perdonar la deuda de tu padre. Ya no tienes que atender a esos
advenedizos nunca más”.
El plan del marqués Carnalie tenía algunos agujeros importantes. En su prisa
por avanzar en el plan, había sido descuidado, dejando atrás muchas pruebas.
Sin embargo, su mayor error fue ir barato en el soborno. Pagar a su testigo
más importante con unas miserables mil monedas de oro iba a ser su
perdición.
“Por la diosa...”
Al parecer, la zanahoria fue bastante efectiva. Un empujón más era todo lo
que necesitaría para romper la mente del Conde Frantrude por completo.
Tenía un truco más en la manga.
“Usa ese dinero para comprar tu libertad. Luego véngate del marqués
Carnalie por haberte engañado y explotado”.
12. Asesino de demonios.

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“¿Me ha engañado? ¿Qué quieres decir?”
“¿De verdad no tienes ni idea?”
Me encogí de hombros para fingir incredulidad.
“Parece que estás agradecido con el marqués Carnalie por comprar tus obras
de arte y presentarte a los advenedizos”.
“A-Asi es. Si no hubiera comprado todos esos cuadros y esculturas y me
hubiera presentado a esos plebeyos adinerados, la Casa Frantrude se habría
hundido hace tiempo”.
El conde creía sinceramente que se lo debía todo al marqués Carnalie. Las
cosas no podían ir mejor para mí.
“... Existen cosas como ser demasiado confiado, ¿sabes? Había algunas
falsificaciones entre las piezas que tu padre coleccionaba. Pero el noventa
por ciento de ellas eran auténticas, y el diez por ciento restante eran tan
parecidas a las originales que tenían un valor real”.
“¡Eso es mentira! Contraté a un inspector para confirmar que eran falsas”.
“Ese inspector era un cómplice del marqués Carnalie. Tengo algo que creo
que deberías ver. Elaboré una lista de los clientes a los que el marqués
Carnalie vendía arte. El Collar de Galatea se vendió al barón Dolaira, el
Jarrón de Frattora fue a parar al vizconde Marleeda, el cuadro de paisajes de
Faran Furulu lo compró la Compañía Balor, y la lista sigue. El marqués
Carnalie vendió cada uno de ellos por un alto precio. Si no me crees, puedes
confirmarlo tú mismo. Seguro que tienes uno o dos conocidos en esta lista.
Visita sus mansiones y pide ver las obras de arte que compraron. Estarán
encantados de poder mostrar sus caros tesoros”.
“¿Qué? E-Esto no puede ser...”
“Tu padre era un tonto, pero tenía un verdadero ojo para el arte. Su colección
valía más de lo que gastó para adquirirla. Si todas las obras se hubieran
vendido por el precio adecuado, serías asquerosamente rico”.
El padre del conde Frantrude había amado profundamente el arte, y sólo
compraba piezas de la máxima calidad. Era un desastre como gobernante de
un territorio, pero era un verdadero experto como coleccionista. Incluso las
falsificaciones por las que se dejaba engañar no disminuían su capacidad de
evaluación, ya que todas eran de mayor calidad que las originales. No se
basaba en los conocimientos, sino en su corazón y su ojo para la creatividad
a la hora de elegir las piezas más bellas.
“El marqués Carnalie también recibe una comisión de los advenedizos que
te ha presentado. El hombre te ha tocado como un violín. Ha hecho que la
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Casa Frantrude venda su honor y se ha beneficiado masivamente en el
proceso. ¿Vas a dejar que se salga con la suya?”
Casi me eché a reír al descubrir todo esto. No se veía muy a menudo un caso
de alguien engañado y exprimido hasta ese punto.
El conde Frantrude era un hombre inteligente, pero era ingenuo y estaba
demasiado convencido de la estupidez de su padre. El marqués había
aprovechado eso.
“¿Q-Qué he hecho...? ¡T-Tengo que hacérselo pagar!”
“Esta es tu oportunidad para hacerlo. Como puede ver, tengo pruebas que
señalan al marqués Carnalie como el verdadero criminal. Todo lo que tienes
que hacer es proporcionar un testimonio, y él estará arruinado. Una vez
terminado el juicio, podrás empezar una nueva vida con este dinero. Con
Lulu a tu lado”.
“Puedo vengarme... y no tener que preocuparme nunca más por el dinero. Y
Lulu...”
“No hay duda de que la diosa los bendecirá a ti y a Lulu por ayudar a salvar
el mundo”.
“Puedo estar con Lulu... con la diosa velando por nosotros...”
El Conde Frantrude tragó audiblemente y agarró con fuerza la bolsa de
dinero. Ya no tenía miedo y sus ojos estaban fijos en el futuro.
Había utilizado la zanahoria y el palo, y luego le había llenado de deseos de
venganza. El Conde Frantrude era ahora mi marioneta, y bailaría como yo
quisiera.
Mi trabajo en la Capital Real estaba completo. Era hora de volver a Tuatha
Dé.
Mis agentes en todo el mundo estaban ocupados reuniendo información para
acabar con el marqués Carnalie. Cuando llegara el día del juicio, llevaría un
aspecto inocente mientras derribaba al que intentaba destruirme.
Iba a pasar el resto de su vida en prisión lamentando haber intentado meterse
conmigo.

90 |
El asesino es llevado a la capital

Regresé a Tuatha Dé, tras haber terminado mi trabajo en la Capital.


Aunque estaba en casa, me mantuve ocupado utilizando la red de
telecomunicaciones para recopilar información. Ayer mismo, por fin había
conseguido suficientes pruebas para completar los documentos que
demostraban que el marqués Carnalie era el verdadero criminal.
“Justo a tiempo...”
Disponer de un método de comunicación instantáneo era una ventaja tan
grande que resultaba injusta.
Normalmente, cuando se reunían datos de todas partes, se necesitaban días
para enviar las órdenes a tus agentes in situ, y luego más días para que
llegaran sus informes. Además, las nuevas revelaciones podían dar lugar a
más objetivos que investigar y a más tiempo de espera para que viajaran las
órdenes y las respuestas. Todo esto implicaba muchos retrasos.
La única razón por la que era capaz de reunir estos documentos con tan poco
tiempo de antelación era porque podía dar órdenes rápidamente.
Si uno controlaba la información, controlaba el mundo. No era exagerado
decir que podía conquistar el planeta con esta red de telecomunicaciones si
así lo quisiera.
“¡Voy a entrar, Lugh!”
Dia abrió la puerta y entró en mi habitación. Irrumpir en mi habitación sin
tocar no era un caso de mala educación; tenía un acuerdo con Dia y Tarte de
que, si mi puerta estaba sin llave, eran libres de entrar.
“... Esa mirada en tu cara me dice que has creado otro nuevo hechizo”.
Dia siempre tenía una expresión particular cuando terminaba de desarrollar
una nueva magia.
“¡Así es! Esta me gusta mucho. Toma, escríbelo para mí. No puedo probarlo
hasta que lo hagas”.
Dia explicó con orgullo su nuevo hechizo.
Últimamente había estado demasiado ocupado para ayudar en el desarrollo
de la magia. Por lo tanto, dependía totalmente de ella.

91 |
Anteriormente, le había enseñado a Dia una buena cantidad de
conocimientos de mi mundo anterior que creía que podrían ser útiles para la
magia, y ella estaba haciendo un excelente trabajo al utilizarlos para hacer
hechizos. A veces incluso se le ocurrían ideas que yo no había considerado.
Sin su ayuda, mi magia no sería tan variada.
“Eso es definitivamente interesante”. Dije.
“Tus teléfonos y tus alas delta me hicieron darme cuenta de algo... la magia
es útil para algo más que la batalla. ¿No sería útil este hechizo?” Ella
respondió.
“Sí, es genial”.
Una vez más, tuve que admitir que Dia era un genio. Esta fórmula era algo
que yo nunca habría imaginado.
A juzgar por su función, estaba claro que la había hecho para mí porque
estaba a punto de irme al juicio en la Capital Real. Sin embargo,
probablemente estaba demasiado avergonzada para decirlo en voz alta.
“Ahem, ¿estás preparado para el juicio? Serás tachado de criminal si pierdes.
No puedes dejar que eso ocurra”.
“Estoy lo más preparado posible. Mis pruebas son perfectas. Cómo se
desarrolle el juicio dependerá de cuántas cartas tenga en la manga que yo no
haya previsto”.
“¿Crees que será una pelea difícil?”
“Me las arreglaré. No importa lo que haya preparado, seré capaz de refutar a
fondo sus afirmaciones”.
“Es bueno escuchar eso. Sin embargo, me he sentido muy frustrada. Soy una
inútil en este tipo de situaciones, y tampoco fui muy útil en la capital”.
Dia me miró disculpándose y yo negué con la cabeza.
“Eso no es cierto. Sólo pude escribir la fórmula que utilicé para construir la
red de telecomunicaciones gracias a una regla que descubriste. Fuiste de gran
ayuda en la capital real”.
“No recuerdo haber hecho nada”.
“Se apresuró a conocernos por la posibilidad de invitar a tres damas nobles
a su fiesta. Ustedes dos también hicieron un gran trabajo sirviendo como mis
láminas”.
“¿Qué quieres decir con eso?”

92 |
“¿Sabes que te di ropa y maquillaje para arruinar intencionadamente tu
belleza? También me aseguré de que no encajaras en su gusto por las
mujeres. Lo hice por dos razones: La primera era protegerte, mientras que la
segunda era asegurarme de que mi belleza destacara en comparación.
Además, mostré una constante preocupación y deseo de protegerlas a ambas.
El Conde Frantrude prefiere a las mujeres que cuidan de los demás, así que
eso me hizo ganar su favor. El atractivo de una persona es siempre relativo
y depende de las emociones. Utilizar a otras personas como papel de
aluminio para destacar es una técnica común”.
Había manipulado las apariencias de Dia y Tarte para que no encajaran en
su tipo y las había situado por debajo de mí en la sociedad noble. Esto creaba
un contraste que enfatizaba mi belleza.
“¡No sé si debería alegrarme u odiarte por eso! En cualquier caso, quiero que
sigas confiando en nosotras. Parece que siempre te vas y lo haces todo por
tu cuenta cuando te pierdo de vista”.
“¿De verdad? Siento que me apoyo constantemente en ti”.
“Hazlo aún más. Después de todo, soy tu Onee-chan13”.
“Sin embargo, ahora eres mi hermana menor”.
“Grr...”
Dia hinchó las mejillas. Era tan linda que tuve que sonreír. No tenía ni idea
de la gran ayuda que ya era para mí.
“Ah, parece que han llegado. Cuida las cosas aquí mientras yo no estoy”.
Dije.
Miré afuera y vi un carruaje negro azabache aparcado delante de la mansión.
Ese estilo particular de carruaje sólo lo utilizaban los funcionarios del
gobierno enviados a recoger a los sospechosos y transportarlos a la capital.
“Buena suerte, Lugh”. Deseó Dia.
Iba a la capital solo. Como era el acusado, no se me permitía llevar a nadie
conmigo. De todos modos, Dia y Tarte no podían asistirme en el juicio.
En el momento en que me levanté para ir a reunirme con el funcionario del
gobierno, alguien entró a toda prisa en mi habitación. Era una Tarte sin
aliento.
“¡Lugh-sama! Tengo provisiones para el viaje”. Anunció, poniendo en mis
manos una gran cesta.

13. Onee-chan. Forma informal y casual de llamar a una Hermana Mayor.

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Un dulce aroma emanaba de la comida que contenía.
“¡Esto es pan que se mantendrá fresco durante el viaje! Lo he horneado
porque pensé que allá no tendría una comida adecuada. Buen viaje, Lugh-
sama”.
Mirando en la cesta, vi un tipo de pan de conserva que contenía diferentes
frutas y frutos secos encurtidos. Le había enseñado a Tarte esta receta como
parte del entrenamiento de supervivencia. Evidentemente, no la había
olvidado.
Tal vez eligió hacer esto para mí con la esperanza de que podría ayudarme a
sobrevivir a esta prueba.
“Gracias, Tarte. Lo tomaré con gusto”.
A decir verdad, había olvidado que necesitaría llevar comida.
Me llevaban a la capital como sospechoso. Todavía no había sido condenado,
así que, en circunstancias normales, no habría razón para tratarme mal.
Sin embargo, no había nada normal en esta situación. Dada la trama del
marqués Carnalie para arruinarme, puede que haya sobornado al funcionario
del gobierno para que me acose y me quite la capacidad de decisión.
Atormentar a tu oponente, negarle la comida y mermar su fuerza de voluntad
eran tácticas comunes para dificultar su capacidad de debate en un juicio.
Guardé con gratitud la cesta de Tarte en la [Leather Crane Bag] junto con
los documentos para el juicio. Luego doblé la [Leather Crane Bag], la metí
en un recipiente de plástico que produje con un hechizo original y me la
tragué.
Afortunadamente, pude doblar la [Leather Crane Bag] lo suficientemente
pequeña como para que cupiera en la palma de mi mano. Si hubiera sido más
grande, este truco habría sido mucho más difícil.
“Uh, Lugh, ¡esa bolsa es realmente importante! ¿Por qué demonios te la has
tragado?” Preguntó Dia con incredulidad.
“Me la he tragado porque es importante. Con un poco de práctica, es posible
guardar cosas en el estómago y sacarlas cuando quieras. Podrían confiscar
cualquier pertenencia que llevara encima, así que tengo que esconderla”. Le
expliqué.
“¿Alguna vez se te acaban las sorpresas?”
También podría haber escondido fácilmente la [Leather Crane Bag] en mi
recto.

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Esta era una técnica relativamente popular. Los espías solían ocultar
dispositivos de comunicación entre sus glúteos, y los criminales escondían
drogas en las cavidades corporales para pasar la aduana.
“Es usted increíble, Lugh-sama... Oh no, he vuelto a equivocarme”. Tarte
miró al suelo.
“¿Qué pasa?” Pregunté.
“Me olvidé de su Leather Crane Bag. Debería haber hecho un pan más suave
en su lugar...”
El pánico era evidente en la cara de Tarte. Me había horneado algo parecido
a un pastel de frutas. Era firme y mantenía poca humedad para que se
conservara por un largo período de tiempo.
“Tranquila, esto está bien. Estoy feliz de tenerlo. Volveré dentro de una
semana. Las dos tendrán problemas si no terminan sus tareas para entonces,
¿de acuerdo?” Esperando aliviar la tensión de las chicas, hice una broma.
“¡Ha, ha, la terminaré toda!” Dijo Dia.
“¡La dominaré antes de que vuelva!” Prometió Tarte.
Habría sido un desperdicio que no hicieran nada mientras yo estaba fuera,
así que decidí darles una tarea especial.
Estaba seguro de que ambas crecerían mucho para cuando yo volviera.

El funcionario del gobierno llamó a la puerta con evidente impaciencia.


Normalmente, un sirviente le habría saludado, pero esta vez lo hice yo
mismo.
“¿En qué puedo ayudarle?” Pregunté.
“¿Está Lugh Tuatha Dé aquí?”
El hombre frente a la puerta era de mediana edad y ligeramente más bajo que
yo. Tenía unos modales prepotentes y vulgares.
“Soy Lugh”.

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“Deberías haber recibido una carta hace unos días. Te voy a llevar a la capital
bajo sospecha por el asesinato del Conde Marlentott”.
No se había entregado tal carta, por supuesto. Habían intentado cogerme
desprevenido, organizando un accidente que impidiera que la misiva me
llegara.
Empecé a gritar en respuesta, diciendo que nunca había recibido ese tipo de
carta, que no sabía de qué estaba hablando y que debía tratarse de un error.
Esperé la reacción del hombre mientras realizaba mi actuación.
Si hubiera sido un funcionario del gobierno común y corriente,
probablemente le habría parecido extraño que no hubiera recibido la carta y
me hubiera explicado la situación. Sin embargo, este hombre había sido
indudablemente sobornado...
“¡Te avergüenzas, asesino! ¡Sígueme ahora!” Gritó, amenazándome al
desenvainar la espada que tenía en la cadera. Una sonrisa burlona se dibujó
en su rostro.
Sabía que la carta no había llegado.
“De acuerdo, iré. Puedo demostrar mi inocencia”.
Me dio un puñetazo en la cara en cuanto dije eso. Por el golpe pude saber
que era un mago. Eso tenía sentido... sólo alguien con mana estaría calificado
para tomar a un noble como sospechoso.
Había anticipado el golpe, y la lentitud de su ataque hizo que fuera fácil girar
la cabeza para disminuir el impacto. Parecía un golpe duro, pero apenas me
dolió.
A pesar de ello, me tambaleé y caí de espaldas, luego sujeté mi mejilla
horrorizado.
“¿Te llaman Caballero Sagrado? ¡Qué patético! No me pongas esa mirada
rebelde. ¡No veo ningún remordimiento por lo que has hecho! ¡Te voy a dar
una paliza para cuando lleguemos a la capital!”
Él podría tener su diversión por ahora. Me encargaría de él más tarde.

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Después de subir al carruaje, me ataron las manos y me pusieron una venda
en la cabeza. Incluso me amordazaron para que no pudiera realizar ningún
encantamiento.
Seguidamente, se apoderaron de todas mis pertenencias, tal y como esperaba
que hicieran. Sin embargo, lo único que hicieron fue un ligero chequeo; el
cual difícilmente podría llamarse minucioso.
Dos personas fueron asignadas para vigilarme, y era evidente que ambas
estaban al servicio del marqués Carnalie.
Lo que ocurrió después de que entrara en el carruaje fue cómicamente
predecible. Me bombardearon con insultos, dejaron que mi comida se les
cayera al suelo a la hora de comer y me pisaron con frecuencia.
Los dos funcionarios del gobierno estaban inconscientes. Tenían los ojos
abiertos y sus cuerpos estaban totalmente relajados.
Con ellos en ese estado, deshice las cadenas de hierro que ataban mis manos
y me quité la mordaza.
Saqué mi [Leather Crane Bag] sin dificultad y me comí el pan que me había
preparado Tarte. Estaba duro, pero los abundantes frutos secos le daban un
sabor de lujo.
También agradecí encontrar en la cesta un frasco lleno de sopa caliente. El
caldo calmó mis nervios crispados.
“Estaba delicioso. Tarte se ha vuelto aún más hábil como cocinera”.
Me habría quedado con hambre si no fuera por sus esfuerzos. Ahora que
tenía el estómago lleno, volví a leer los documentos del juicio.
Mientras tanto, los funcionarios del gobierno murmuraban para sí mismos de
forma espeluznante. Estaban inmóviles, salvo por sus dedos temblorosos.
Les había inyectado una droga en el cuello con agujas. Estos tontos no eran
lo suficientemente hábiles como para localizar un arma escondida en el
cuerpo de un asesino.
Además, atarme, vendarme los ojos y amordazarme no fue suficiente para
evitar que golpeara sus órganos vitales.
La droga era un suero de la verdad muy fuerte que había preparado. Les di
una dosis tan fuerte que les dejó inseguros de la frontera entre la fantasía y
la realidad. La cantidad dejaba a una persona soñando con los ojos abiertos,
viendo lo que deseaba.
A juzgar por sus murmullos, parecía que ambos me atormentaban en sus
sueños.
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Yo era un noble rico y el heredero de mi casa. Era bien parecido y alabado
por todos. Por lo tanto, estos dos me despreciaban y se divertían
golpeándome mientras yo era incapaz de defenderme.
La ventaja de este suero era el realismo de los delirios que inducía, el cual
duraba horas. Por eso no utilicé una droga que simplemente los hubiera
noqueado. Sus recuerdos de los delirios permanecerían, y no se darían cuenta
de lo que había hecho incluso después de que volvieran a sus sentidos.
Iba a administrar la droga regularmente hasta que llegáramos a la capital.
Eso los mantendría tranquilos y me serviría más adelante. Las inyecciones
regulares abrían la mente y los hacían susceptibles a la sugestión. Planeaba
darles un tipo de producto químico ligeramente diferente un día antes de que
llegáramos a la capital para ponerlos de mi lado y ganar su cooperación.
“Sin embargo, en realidad nunca quise usar esto con nadie. Los efectos
posteriores son desagradables”.
Si hubieran sido simples funcionarios del gobierno, me habría comportado
durante el viaje. Sin embargo, habían sido sobornados y se divertían
atormentándome. No fui tan amable como para preocuparme por el
sufrimiento de esta gente.
“Bien... He leído los documentos varias veces. Supongo que trabajaré en el
desarrollo de la magia”.
Llevaba tiempo sin tener un momento de tranquilidad como éste. Un poco
de investigación agradable era justo lo que necesitaba.
Saqué una pluma y algo de papel.
Últimamente Dia me había sorprendido con un hechizo tras otro. Necesitaba
hacer algo que la asombrara.
Había una idea que había estado considerando desde hace tiempo. Con
seguridad, Dia estaría encantada cuando se lo mostrara, y luego se basaría en
él para crear más magia nueva.

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El asesino va a juicio

Llegamos a la capital después de varios días de viaje. Les había lavado


totalmente el cerebro a los observadores y los había convertido en mis fieles
servidores.
“No hay nada que informar. Ha permanecido sentado en silencio abatido
todo el tiempo sin oponer resistencia. Sus posesiones han sido confiscadas”.
Eso fue lo que les hice decir.
La sustancia que había utilizado para lavarles el cerebro era muy útil. En este
mundo había plantas a las que se podía alimentar con mana para amplificar
sus efectos medicinales a medida que crecían, lo que significaba que aquí se
podían fabricar drogas mucho más fuertes que en mi mundo anterior.
Aprecié estos productos químicos, pero tuve en cuenta el peligro de que
alguien pudiera utilizarlos también en mí.
Había nobles cuya fortuna se basaba en los productos farmacéuticos. Yo
tenía conocimientos de mi vida anterior y de la Casa Tuatha Dé, la cual era
famosa por sus conocimientos médicos, pero incluso entonces, dudaba que
pudiera rivalizar con los nobles especializados en el tema. No me habría
sorprendido en absoluto que poseyeran drogas más viciosas que las que yo
tenía.
(... Estoy siendo tratado de esta manera incluso después de llegar a la
capital).
Suspiré ante la situación en la que había acabado. Me habían tapado los ojos
y la boca y me habían inmovilizado los brazos y las piernas incluso en mi
celda.
Esto era demasiado para un sospechoso que aún no había sido condenado. El
marqués Carnalie había utilizado su influencia para que me trataran así. Su
plan era aislarme del mundo para que no supiera nada del crimen que me
estaba inculpando y dominarme en el juicio.
Tuve que reconocer su minuciosidad. Aun así, no tenía ni idea de con quién
se estaba metiendo. Ya había utilizado a mis agentes de inteligencia para
sobornar a varios de los guardias de la prisión. Esos guardias me dejaban
hacer lo que quería mientras fuese su turno para vigilarme.

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Uno de los guardias me dijo que el caso era mañana, exactamente como había
dicho mi inteligencia.
Decidí que era el momento de salir un poco de mi celda. Los que me
vigilaban habían sido comprados por mis agentes, así que tenía mucho
tiempo. Volvería después de conseguir un arma final para el juicio de
mañana.

Mi juicio comenzó al día siguiente en un tribunal de la Capital Real.


La audiencia estaba abierta al público, por lo que los nobles y las personas
cualificadas para residir en la capital podían observar desde los asientos de
los espectadores. Esto mantenía en jaque al juez y al demandante, ya que el
hecho de tener testigos les impedía realizar un juicio injusto. Este sistema
recién introducido mantenía bajos los cargos fraudulentos.
El interés por mi juicio era alto dado que era un Caballero Sagrado y ya
había derrotado a dos demonios, por lo que el tribunal estaba lleno.
Vi a Nevan en la audiencia, sonriéndome como si no pasara nada. Debe de
haberse enterado del caso.
(No parece preocupada. Normalmente, la gente está acabada en el momento
en que se les pone en esta situación).
Los juicios no se celebraban en Alvan a menos que hubiera pruebas que
demostraran la culpabilidad como algo seguro. En otras palabras, el
veredicto se decidía en el momento en que se aprobaba un caso.
Por lo general, las pruebas del demandante se leían y se presentaban ante el
acusado, al que se le pedía que confesara. Si lo hacía, se le tachaba
oficialmente de criminal. Pero incluso si no lo hacía, el juez tenía derecho a
declarar válidas las pruebas y condenarlo de todos modos.
El propio marqués Carnalie subió al estrado como demandante y leyó sus
documentos inventados sin vacilar.
Era corpulento, con el rostro coloreado por la codicia, y se comportaba de
forma altiva.
101 |
Encajaba tan perfectamente en el estereotipo de un noble corrupto que casi
me reí.
Esperé a que terminara sin interrumpirlo.
“Estas pruebas demuestran claramente que Lugh Tuatha Dé abusó de sus
privilegios como Caballero Sagrado para matar intencionadamente al conde
Marlentott, que había mantenido una disputa con la Casa Tuatha Dé. ¡Es un
ultraje que tome los derechos que se le otorgaron para proteger la paz del
país y abuse de ellos para su propio beneficio! Merece un castigo severo”.
Proclamó el marqués Carnalie.
Su afirmación fue casi literalmente lo que mi inteligencia dijo que sería.
“El acusado puede hablar ahora”. Anunció el juez.
“Yo no maté al Conde Marlentott, y nunca hubo ninguna disputa entre él y
la Casa Tuatha Dé. Esta acusación es una total mentira. Una investigación
exhaustiva de sus pruebas debería dejarlo claro”. Dije.
“Te deshonras, Lugh Tuatha Dé. Incluso tengo un testigo. El Conde
Frantrude estaba en Jombull en ese momento, y lo vio todo. Lo he convocado
aquí hoy. Su Señoría, pido permiso para que preste testimonio”. El marqués
respondió.
“Concedido. Su testigo puede subir al estrado”.
El conde Frantrude, el hombre que había traído a mi lado al travestirme se
acercó al estrado.
“Estaba en Jombull el día que el demonio atacó, y por casualidad vi a Lugh
Tuatha Dé mientras luchaba. Tenía un aspecto divino mientras luchaba
contra los poderosos monstruos, totalmente desprovisto de miedo. Era
cautivador. Parecía un caballero legendario salido de un cuento de hadas y,
a pesar del peligro que corría mi persona, me quedé inmóvil”.
(Wow, qué sorpresa).
Estaba claro que no mentía. Realmente había presenciado mi lucha contra
Liogel.
“Durante la lucha, algo desvió su atención de los monstruos. Vio al Conde
Marlentott. El conde había sido derribado mientras intentaba huir. Lugh
Tuatha Dé se rió, y luego pateó algunos escombros hacia él. Los escombros
golpearon al Conde Marlentott en la cabeza y lo mataron. Estoy seguro de
que lo hizo a propósito”.
Todos los asistentes comenzaron a hablar a la vez.
“Es horrible”.
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“Pensar que el Caballero Sagrado haría algo así”.
“Claro, es el Caballero Sagrado, pero sigue siendo el hijo de un humilde
barón”.
Escuché muchos comentarios de este tipo entre el alboroto.
“¡Silencio!”
El juez golpeó su podio con el mazo, y el silencio volvió al tribunal.
“¿Está seguro de esto, Conde Frantrude?” Preguntó.
“Sí, es la verdad”.
El marqués Carnalie sonrió para sí mismo cuando el conde Frantrude
terminó. Seguramente pensaba que tenía esto en el bolsillo.
Pero se estaba adelantando a los acontecimientos. Estaba tan empeñado en
tenderme una trampa que no se dio cuenta de que era yo quien le estaba
atrapando.
El Conde Frantrude no había terminado todavía. Respiró profundamente y
volvió a hablar.
“Lo que quiero decir es que es verdad que el marqués Carnalie me amenazó
para que dijera eso. Me chantajeó y sobornó para que diera un falso
testimonio. Dado que me utilizó de esta manera, considero que es probable
que el resto de sus pruebas también sean inventadas. Su Señoría, no estoy
aquí hoy para inculpar a un Caballero Sagrado de un crimen, sino para acusar
al Marqués Carnalie de haberme intimidado para que cometiera perjurio”.
El rostro del marqués Carnalie palideció. Su confianza anterior se había
desvanecido.
El público se hizo aún más ruidoso que antes.
El marqués Carnalie no había esperado ni por un segundo que el conde
Frantrude le traicionara. Había confiado demasiado en la cooperación del
hombre. Yo, en cambio, había sabido de este disgusto.
Era habitual que las cosas salieran mal durante un asesinato o cualquier otra
operación. Los profesionales se aseguraban de preparar un plan B o un plan
C para tales sucesos.
Sólo un aficionado confiaba en que todo saldría bien.
“¡Idiota! ¡¿Has perdido la cabeza?!” Exclamó el marqués Carnalie.
“¡¿Yo soy el que ha perdido la cabeza?! Es usted el que acusa de un delito a
un Caballero Sagrado que arriesga su vida para proteger a este país, es más,

103 |
al mundo. ¿Y por qué? Por unos celos repulsivos. ¡Nunca podría hacer algo
así! Puede tener su dinero de vuelta. Amenáceme todo lo que quiera. He
decidido seguir mi propio sentido de la justicia y exponer su plan por el bien
del reino”.
Mentalmente, estaba aplaudiendo al Conde Frantrude. Estaba haciendo una
actuación convincente, y rápidamente se ganó a toda la audiencia. Yo era el
que había escrito el guion, pero resonó de tal manera gracias a la habilidad
del actor.
Decidí que aumentaría su recompensa.
“Su Señoría, no sé qué le ha pasado a mi testigo. Le pido que invalide su
testimonio”. Solicitó el marqués Carnalie.
“No haré tal cosa. No me parece que esté mintiendo. Si lo que dice es cierto,
marqués Carnalie, usted estará aquí no como demandante sino como
demandado”. El juez declaró.
“Eso es absurdo. Juro por la diosa que no he hecho tal cosa”.
(Realmente no tiene vergüenza).
Discutir no le iba a llevar a ninguna parte en este momento.
El juicio estaba cambiando a mi favor. Era el momento de dar el golpe final.
“Su Señoría, ¿puedo presentar mi argumento? He preparado algunos
documentos relativos a este caso. Contienen pruebas de que el marqués
Carnalie ha estado planeando injustamente mi caída. Por favor, eche primero
un vistazo a este resumen”. Dije.
Había reunido una enorme cantidad de pruebas, y a cualquiera le habría
llevado mucho tiempo leerlas todas. Por esa razón, había redactado un
resumen y preparado muchos documentos para complementarlo.
El juez ordenó a su asistente que recogiera los papeles y se los llevara.
La cara del marqués Carnalie se tiñó de puro asombro. Había ordenado que
se confiscaran mis cosas y que se destruyeran los documentos encontrados.
Además, creía que me habían traído aquí ignorando la situación y sin tiempo
para prepararme.
“Por Dios, esto dice que el conde Marlentott no fue asesinado en Jombull,
sino aquí en la capital, y que el marqués Carnalie ordenó que su cuerpo fuera
transportado a Jombull después del hecho. Eso no es todo... la disputa entre
la Casa Tuatha Dé y el conde Marlentott fue inventada, y en realidad fue el
marqués Carnalie quien tuvo una relación hostil con el difunto conde... Esto
es muy interesante”. Comentó el juez.

104 |
“¡Mentiras! ¡Todo es mentira!” Gritó el marqués.
“Es una posibilidad. Pero este testimonio es mucho más convincente que las
pruebas que usted ha traído hoy aquí. Creo que podríamos utilizarlas para
demostrar su culpabilidad. Al menos, no puedo condenar a Lugh Tuatha Dé
hoy aquí. Su testigo fue la única persona en la escena del supuesto crimen.
Ahora que se ha retractado de su testimonio, no hay ninguna persona que
haya visto a Lugh Tuatha Dé asesinar al Conde Marlentott”.
“Pero... ¡Eso es una prueba circunstancial!”
“Todo indica que usted es más sospechoso que Lugh Tuatha Dé. Marqués
Carnalie, ¿sabe lo que supondrá para usted que se verifiquen los documentos
de Lugh Tuatha Dé?”
Falsificar pruebas en la corte era una ofensa muy seria. Sólo eso podía
acarrear trabajos obligatorios diseñados específicamente para los nobles y la
demolición de su casa.
Para empeorar las cosas, había intentado obstaculizar a la persona encargada
de salvar el país, todo por un rencor personal. Esto era un delito mayor.
Es más, también era culpable de matar a un noble. El marqués Carnalie
estaba arruinado.
“¡Soy inocente! ¿A quién van a creer, a la cabeza de la honorable Casa
Carnalie o al mocoso de un barón?” Gritó.
Qué imbécil. Esa declaración reveló su hostilidad hacia mí para que todos la
vieran.
Le hizo quedar mal a los ojos de la audiencia. Su comportamiento fue
suficiente para convencer a cualquiera de que me inculparía.
El juez entrecerró los ojos como si estuviera pensando lo mismo.
“Para responder a su pregunta, debo creerle a él antes que a usted. Ha
arriesgado su vida en múltiples ocasiones para repeler a los demonios. Sólo
por sus logros, supera incluso al héroe como la mayor esperanza de este país.
He llegado a mi veredicto. Lugh Tuatha Dé es inocente. Por lo tanto, estoy
ordenando una investigación sobre el Marqués Carnalie utilizando estos
documentos como base. Dependiendo de los resultados, se celebrará un
juicio para procesarlo. Puesto que considero que existe un alto riesgo de que
destruya pruebas o huya para protegerse, ejerzo mi autoridad como juez para
arrestar al marqués Carnalie hasta que finalice la inspección”. Anunció el
juez.
La puerta detrás del juez se abrió y los caballeros entraron para retener al
marqués Carnalie.
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“¡No sea absurdo! ¡Soy un marqués! ¡Un Carnalie! ¡¿Por qué no hace lo que
le digo?! ¡S-Soy inocente!”
Pasó junto a mí mientras se lo llevaban. Utilicé un hechizo de viento para
transportar el sonido mientras lo hacía. La magia aseguraba que sólo aquellos
que yo quería escucharan mis palabras.
“No creas que esto ha terminado todavía. He saqueado tu mansión mientras
estabas fuera. Has estado haciendo algunas actividades realmente
deshonestas. Voy a exponerlo todo al público y acabar contigo. No me
detendré ahí, tampoco. Tus socios también caerán. Pasarás el resto de tus
días en la cárcel deseando no haberte metido conmigo”.
Llené mi voz de malicia.
Una mancha se formó en los pantalones del marqués Carnalie. Alguien de la
audiencia se dio cuenta, y los murmullos se extendieron entre la multitud. Al
poco tiempo, la gente empezó a señalarle y a estallar en carcajadas.
El rostro del marqués Carnalie se puso rojo y tembló por la humillación. Para
alguien tan orgulloso como él, no había mayor desgracia.
Se había propuesto satisfacer su deseo de arruinar al insolente hijo de un
barón, pero ahora era él quien estaba arruinado por completo.
“Lugh Tuatha Dé, te extiendo mi más profundo arrepentimiento. Si podemos
corroborar la información contenida en estos documentos, confiscaremos los
fondos privados del marqués Carnalie según las leyes y los utilizaremos para
pagarte las indemnizaciones”. Dijo el juez.
“No es necesario que se disculpe, Su Señoría. Le agradezco que me haya
creído”. Respondí.
Me alegré de tener un juez tan sensato. Mi mayor temor era que el marqués
Carnalie hubiera comprado al juez. Si ese hubiera sido el caso, habría sido
una pelea difícil.
Sin embargo, sobornar a un juez era un delito mayor por sí solo, y habría
sido muy arriesgado.
... Sin embargo, si hubiera tratado de hacer caer a alguien de la forma en que
lo hizo el marqués Carnalie, lo habría hecho. Si utilizara todos los métodos
de persuasión a mi alcance, sería difícil pero posible. Incluso si el soborno
fallara, podría silenciar al juez antes de que pudiera contárselo a alguien.
Al final, la razón por la que perdió fue porque no hizo nada que un villano
insignificante no pudiera hacer. No estaba ni cerca de iniciar una pelea
conmigo.

106 |
(Muy bien, es hora de probar el regalo que me he llevado).
Ayer me escabullí de mi celda para colarme en su mansión. Mi objetivo era
encontrar trapos sucios sobre él para el seguro.
El marqués Carnalie había acumulado una gran colección de bienes valiosos,
todos ellos conseguidos por medios ilícitos, de forma similar a como había
engañado al conde Frantrude. Pensando que podría encontrar algo
interesante, había investigado la mansión a fondo.
Hice bien en hacerlo. Encontré un Tesoro Divino que ni siquiera mis agentes
conocían.
Este era el segundo Tesoro Divino en mi poder. Esperaba estudiarlo para
aprender más sobre el funcionamiento de los Tesoros Divinos de lo que podía
aprender sólo con la [Leather Crane Bag]. Además, sin duda poseía
propiedades útiles propias.
Adquirir un objeto tan valioso hacía que las recientes molestias merecieran
la pena.
Por eso pude encontrar en mi generoso corazón la posibilidad de perdonar al
marqués Carnalie. No me interesaba fijarme en él.
Dicho esto, iba a ser juzgado en los tribunales independientemente de que yo
siguiera involucrado.
Rezaba para que se arrepintiera de sus fechorías. Probablemente moriría o
intentaría suicidarse antes de arrepentirse... pero eso no era de mi interés.

107 |
El asesino prueba un nuevo tesoro divino

Después de absolverme con éxito, fui puesto en libertad tras completar un


poco de papeleo.
La vida en la cárcel era demasiado estrecha para mi gusto. Sin embargo, hay
que admitir que podía entrar y salir de una celda de ese calibre a voluntad, y
era realmente agradable tener tiempo libre para dedicarlo al desarrollo de la
magia.
Pero lo más importante...
“Airgetlam... Ciertamente, nunca esperé que escondiera un tesoro divino”.
Tras cerciorarme de que no había nadie cerca, saqué el Tesoro Divino que
había robado de la bóveda del marqués Carnalie.
Parecía un brazo artificial de plata. Los miembros falsos no eran tan raros,
de hecho. Airgetlam era especial porque contenía un reactor moderno y
perfecto en su interior.
El dispositivo era ideal en todos los sentidos; se podía acoplar al cuerpo de
cualquier persona y funcionar perfectamente como un brazo, sin ninguna
sensación de incomodidad. Reproducía exactamente la misma movilidad,
flexibilidad y sentido del tacto que un brazo de carne y hueso.
También era extremadamente resistente y, según la leyenda, podía incluso
soportar un golpe de Gáe Bolg, la lanza que había empuñado Setanta.
Las ventajas no terminaban ahí. El mana fluía constantemente del núcleo del
reactor. Lo observé atentamente con mis ojos Tuatha Dé y vi que la cantidad
de energía mágica que emitía rivalizaba con la de Dia. En otras palabras,
estaba a la altura de los mejores magos humanos.
También me sorprendió ver que el mana de Airgetlam cambiaba para
coincidir con el de su dueño al entrar en contacto. Eso significaba que su
poder podía usarse como el propio.
Este Tesoro Divino era ridículamente conveniente. Tanto que estuve tentado
a cortar uno de mis propios brazos y colocarlo en su lugar.
“Aunque eso probablemente entristecería a Dia y a Tarte”.
Podría cambiar mi brazo derecho por el Tesoro Divino, pero no tenía
intención de hacerlo por el momento.

108 |
No creía que les hiciera gracia a ninguna de las dos que tuviera una
herramienta mágica por extremidad, aunque me hiciera más fuerte. Además,
quería poder abrazarlas con mis propias manos.
En realidad, espera. No había reglas que dijeran que debía tener sólo dos
brazos o que el brazo artificial tenía que estar pegado a mi cuerpo en todo
momento.
Airgetlam se activaba conectándolo a los nervios. Eso significaba que podía
usarse de formas que iban más allá de un simple reemplazo de brazo.
Esto justificaba una mayor investigación.

Antes de abandonar el juzgado, me colé en una sala privada y cambié


radicalmente mi aspecto utilizando herramientas para el disfraz que llevaba
en mi [Leather Crane Bag].
Este caso había atraído una enorme atención, y me habrían bombardeado con
preguntas si salía del edificio como Lugh Tuatha Dé.
Tal y como esperaba, salí del juzgado y me encontré con una multitud
buscándome. Me abrí paso entre la gente y salí por el otro lado sin que nadie
se diera cuenta de quién era.
Nevan no estaba allí. Me había sonreído y se había ido tan pronto como se
resolvió el juicio. Dudo que haya venido porque estaba preocupada.
Probablemente vino para ver de qué era capaz. Estaba seguro de que mi
actuación la había dejado satisfecha.
Entregué una carta a un agente de inteligencia entre la multitud. El agente
tampoco había visto a través de mi disfraz, pero habíamos acordado un gesto
que podía utilizar para mostrarle que era yo.
El mensaje era para Maha. Lo había escrito para agradecerle toda la ayuda
que me había prestado en este caso y para hacerle una petición adicional.
También decía que tenía la intención de reunirme con ella mañana.
109 |
Ella había asumido mucho por mi bien, y yo no le había dado el debido
agradecimiento. Maha había llevado la mayor carga durante este último reto
y, sin duda, era la que más se había preocupado por mí.
Maha era la encargada de mi red de información y podía ver todo lo que
ocurría con el caso. Por eso no pudo evitar hacer conjeturas.
“Hace mucho viento”. Me dije a mí mismo.
Se acercaba una tormenta. A juzgar por el movimiento de las nubes, la
humedad y la temperatura, llegaría por la tarde y pasaría antes de la mañana.
Volar durante las inclemencias del tiempo sería difícil. No era imposible,
pero sería agotador. No podría utilizar [Windbreak]14 para anular el
vendaval, ya que el ala delta lo necesitaba para volar, y ser bombardeado por
la fuerte lluvia sería terrible.
Decidí que me quedaría en una posada y jugaría con mi nuevo juguete, y
luego me dirigiría a Milteu en cuanto pasara la tormenta.
Por lo tanto, comencé a buscar una posada en la capital.

La lluvia había estado golpeando mi ventana en la posada toda la noche. Tal


y como predije, una tormenta azotaba la capital.
Me alegré de haber decidido esperar. No quería volar en esa tormenta.
“... Funciona tal y como pensaba”.
Analicé Airgetlam, mi nuevo Tesoro Divino, en mi habitación de la posada
y aprendí algunas cosas.
Airgetlam se conectaba al cuerpo físicamente, pero eso era secundario con
respecto a la conexión a través del camino espiritual, el cual tenía que ver
con el reino místico y mágico más que con la ciencia. Teniendo en cuenta
esto, creí que era posible utilizarlo sin cortar un brazo.
Acoplé el brazo a un cuchillo y me lo clavé en el hombro. La hoja se clavó
en mi carne de forma que no pude retirarla, y sentí un tremendo dolor.
14. Rompevientos.

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El poder de Airgetlam curó la herida y la cerró, y entonces el brazo se conectó
a mí físicamente.
Sin embargo, seguía sin moverse. La razón era sencilla... el camino espiritual
que iba desde mi hombro hasta mi mano sólo estaba vinculado a mi brazo.
La conexión de Airgetlam con el camino espiritual estaba bloqueada.
Sin embargo, vi que intentaba conectarse con mis ojos Tuatha Dé. Al
observar el movimiento del mana, hice una estimación aproximada de la
fórmula.
Incluso ahora, Airgetlam estaba buscando una conexión con el camino
espiritual. Eso hizo que fuera extremadamente fácil de analizar.
“Esto parece factible”.
Había encontrado fórmulas similares durante mi tiempo de investigación de
hechizos. Hubo un número sorprendentemente grande de ellos que utilizaban
el camino espiritual. Por ejemplo, uno hacía circular mana de fuego a través
del camino espiritual para cubrir temporalmente el cuerpo en llamas para un
poderoso ataque que ponía en riesgo la vida.
No se podía asegurar una línea al camino espiritual sin cortar un brazo... Pero
podía solucionarlo creando una nueva línea.
Decidí diseñar un hechizo que formara una ramificación a partir del camino
que viajaba desde mi hombro hasta mi brazo. Mientras escribía, no podía
dejar de pensar que la versión de Dia habría sido mucho mejor. Ella era muy
superior a mí en lo que respecta a las complejidades de la magia. Cuando
llegara a casa, tendría que enseñarle esto.
Por ahora, mi objetivo era conseguir que Airgetlam fuera utilizable. Me
sentiría satisfecho si consiguiera que se moviera.
Me dediqué por completo al desarrollo de la magia. Fue difícil, pero sentí
que estaba haciendo progresos graduales.
Cuando terminé el hechizo que deseaba, levanté la cabeza para ver que la
mañana había llegado y la tormenta había pasado. Llevaba horas inmerso en
mi trabajo.
“Bien, seguiré adelante y lo cantaré... Marionette15”.
Ese era el nombre que había elegido para esta nueva magia. El hechizo se
activó, y tal como esperaba, el camino espiritual de mi hombro se ramificó.
Entonces Airgetlam, que seguía incrustado en mi cuerpo, encontró la
conexión que buscaba. Extendí el camino y me conecté a él.

15. Marioneta.

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Por un momento, casi me desmayé.
Un intenso malestar me invadió. La carga de información que Airgetlam
vertía en mí era enorme, y suponía una carga incesante para mi cerebro. Fui
capaz de soportarlo porque empleé la habilidad [Limitless Growth]16 para
aumentar mi capacidad mental, pero habría frito a cualquier otra persona
inmediatamente.
Los brazos contenían una enorme cantidad de información. Un brazo
humano tenía muchas partes móviles, como los dedos, la muñeca, el codo y
el hombro, y también había que controlar cada músculo.
Normalmente, Airgetlam recortaba los recursos que el propietario utilizaba
en su brazo natural amputado, pero como lo había acoplado a la fuerza a mi
hombro, los datos necesarios para mover ese brazo inundaban mi cerebro de
una sola vez.
Los humanos fueron diseñados para funcionar con dos brazos. Controlar tres
no era natural, y era inevitable que hubiera complicaciones cuando mi cuerpo
intentara procesarlo. Me sentí mal e intensamente incómodo.
A pesar de ello, mi fortalecido cerebro se adaptó de algún modo.
“... Está conectado. Hmm, podría acostumbrarme a esto”.
Después de que Airgetlam se conectara al camino espiritual, el mana creado
en el núcleo de su reactor fluyó hacia mí. El brazo también poseía la
capacidad de fortalecer mi autocuración y rejuvenecer mi cuerpo.
Además, percibí que podía utilizar Airgetlam como medio para liberar poder
mágico. Podía combinarlo con el poder que emitía mi cuerpo para duplicar
mi descarga instantánea de mana.
Mi descarga instantánea de mana siempre había sido mi mayor debilidad. A
pesar de que mi capacidad se salía de lo normal, la parte que podía liberar de
una sola vez no superaba lo que un mago ordinario podía conseguir. Esto
ayudaría mucho a superar esa debilidad.
Además...
“Tengo un control perfecto sobre su movimiento”.
Fui capaz de utilizar el brazo artificial para sacar un cuchillo oculto de un
bolsillo interior y blandirlo. El movimiento fue suave y exactamente como
yo quería.
El problema era que no podía mover mi nuevo miembro plateado sin hacer
un esfuerzo consciente.
16. Crecimiento ilimitado.

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Por el momento, no era capaz de influir en él por reflejo.
(Bien, vamos a resolver esto).
Aun así, ya había muchos usos para Airgetlam. Ocultarlo bajo la ropa
holgada lo hacía perfecto para los ataques sorpresa.
Por ejemplo, podía usarlo para atravesar la ropa sin previo aviso durante una
pelea de espadas y blandir una hoja. Nadie sería capaz de reaccionar ante
eso. Después de todo, a nadie se le ocurriría que una persona tuviera un tercer
brazo.
También había muchas otras aplicaciones divertidas. Este nuevo Tesoro
Divino era una gran ventaja que potenciaba significativamente mis
capacidades.
“Es suficiente por ahora”.
Retiré el brazo artificial de mi hombro. La sangre brotó de la profunda herida,
pero fue rápidamente curada por los efectos de [Rapid Recovery].
(Muy bien, conseguí utilizar este tesoro divino).
Más tarde, tenía la intención de estudiarlo más a fondo para deducir cómo
podría utilizar su tecnología. Su control era tan preciso que podía utilizarse
como un brazo. Podía aprender mucho de él.
“Supongo que debería ponerme en marcha. Ya es de día, y estoy seguro de
que Maha está emocionada por verme”.
El sol estaba saliendo, y no había ni una nube en el cielo.
Era el mejor momento para volar.
Estaba seguro de que Maha se enfadaría conmigo al principio por haber
estado tanto tiempo sin visitarla, pero eso se convertiría rápidamente en
alegría al volver a verme.

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La petición de la hermana menor del asesino

Me elevé por los aires y llegué a Milteu. Dado que iba a visitar a Maha, fui
como Illig Balor, no como Lugh Tuatha Dé.
Me acerqué a un lugar donde estaba enterrado uno de los dispositivos de
comunicación, accedí a él con mi teléfono móvil, lo configuré en el canal de
Dia, Tarte y Maha, y lo activé. Quería decirles que estaba a salvo.
“Aquí Lugh. El juicio ha terminado con éxito en mi absolución. El plan es
pasar el día trabajando en Milteu y volver mañana”.
Estaba a punto de terminar la llamada ahí, pero alguien más accedió a la red
de telecomunicaciones y empezaron a llegar voces.
<<¡Gracias a Dios que está a salvo, Lugh-sama! Tendré preparada su
comida favorita cuando vuelva>>
<<¿Por qué demonios has tardado tanto en contactarnos? Estábamos muy
preocupadas>>
<<Tarte, Dia. Ayer les dije a ambas que él estaba a salvo>>
<<Pero no podía estar tranquila hasta que no escuchara directamente la
voz de Lugh-sama>>
<<Lo mismo digo. Estuve toda la noche esperándote, Lugh. He estado
demasiado preocupada incluso para trabajar en los hechizos>>
Eran Tarte, Dia y Maha.
Maha tenía un dispositivo de comunicación en su habitación, pero Dia y
Tarte no podían recibir transmisiones con sus teléfonos a menos que fueran
a la montaña detrás de la finca. Debieron de estar tan preocupadas por mí
que fueron allí ayer y se quedaron hasta tener noticias mías. Le había
enseñado a Tarte técnicas de supervivencia, así que probablemente habían
montado una tienda de campaña.
“Siento haberte preocupado. Tengo regalos para las dos cuando vuelva.
Maha, nos vemos en dos o tres horas”.
<<Estoy lista para recibirte. He ajustado mi horario de trabajo para tener
tiempo después del juicio. Tengo todo el tiempo del mundo para ti hoy,
Lugh nii-san>>

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<<Ooh, estoy tan celosa. Yo también quiero tener una cita con Lugh>>
Dijo Dia.
<<Eso es gracioso viniendo de alguien que vive con él>> Maha respondió.
<<Tienes razón. Lo siento, Maha. Oye, ¿quieres que nos veamos alguna
vez? Es raro que no nos hayamos visto nunca>>
<<Sí, lo es. Haré un hueco en mi agenda para ti. Tengo muchas cosas de
las que me gustaría hablar contigo. Deberíamos elegir un punto de
encuentro>>
<<Deberíamos hacer esto sin Lugh, ¿verdad?>>
<<Sí, por supuesto>>
“¿Quiero saber de qué se trata...?” Pregunté.
Precisamente, ¿de qué pensaban hablar en mi ausencia?
<<Hay algunas cosas de las que no se puede hablar con un chico
presente>>
<<No hay nada que temer, Lugh nii-san. No quiero pelearme con ella ni
nada parecido. Nunca haría nada que te molestara>>
<<Sí, sólo quiero hacer amigos. Hablar así ya hace mucho por
acercarnos>>
Parecía que no había nada de qué preocuparse. Fue un alivio. Decidí que les
daría su espacio para su charla de chicas.
“Voy a colgar. Una cosa antes de irme... todo lo que se diga en esta
transmisión queda grabado en el registro, así que ténganlo en cuenta”.
Anuncié.
Todas parecían estar de buen humor, así que pensé que debía advertirles. No
creía que ninguna de ellas fuera a decir cosas problemáticas, pero existía la
posibilidad de que se les escapara algo que me resultara embarazoso
escuchar.
<<Sí, Lugh-sama. Me siento tan avergonzada que no me di cuenta de que
podía hablar con Maha cuando quisiera>>
<<No has cambiado nada, Tarte... Pero es agradable escuchar tu voz>>
<<¡Ah, deberías venir conmigo, Tarte! Tener una amiga en común
facilitará la conversación>>
<<No sé si seré de mucha ayuda, ¡pero haré todo lo posible para ayudarles
a conectar!>>

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Eso alivió un poco mi miedo. La presencia de Tarte evitaría que las cosas se
volvieran demasiado raras.

Mientras caminaba por Milteu, recordé lo encantador que era el lugar. La


ciudad tenía el honor de ser el mayor puerto del Reino de Alvan. Aquí se
podía encontrar casi de todo.
Elegí un regalo para Maha mientras reúnía algunas cosas que necesitaba. Le
había comprado unas galletas que le gustaban mientras estaba en la capital,
pero decidí que también le compraría un ramo de flores. Sus flores violetas
favoritas estaban en temporada.
A Tarte y a Dia no les gustaban mucho las flores. Tarte prefería la comida, y
a Dia le gustaba recibir libros. Maha tenía los gustos más tradicionalmente
femeninos de las tres.
Cuando terminé de comprar, me dirigí a la tienda principal de Natural You.
Una amable recepcionista me saludó, y me dirigí a la habitación donde me
esperaba Maha.

Cuando entré, Maha levantó tranquilamente su rostro de unos documentos


que había estado leyendo atentamente.
Ese comportamiento relajado era muy propio de ella. Dia y Tarte se habrían
abalanzado sobre mí de inmediato.
“Hace tiempo que no te veo, Maha”.
“Sí, ha pasado mucho tiempo. Me sentía muy sola sin ti”.

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Maha me dedicó una sonrisa tensa y se puso de pie. Había preparado té para
nosotros, como siempre hacía. Las infusiones de hierbas eran deliciosas y
relajantes.
“¿Puedes hacer el mío fuerte esta vez, por favor? Te he traído un regalo de
la capital. Son galletas de uva pasa de Marlana. Dijiste que te gustaban,
¿verdad?”
“Gracias. Son mis favoritas. Antes solía pensar que los productos de la
capital eran demasiado caros, aunque fueran de alta calidad, pero ahora sé
que los precios valen la pena”.
Puse las flores que había comprado en un jarrón mientras Maha preparaba el
té.
“¿También flores de Meluna? No sé cómo reaccionar ante toda esta
atención”. Comentó, sonriendo a su pesar.
Me sentí aliviado de que mis regalos la hicieran feliz.
“Quería agradecerte por el arduo trabajo que has hecho por mí”.
“Me... Me alegra saber qué piensas en mí de esa manera. En realidad, es el
momento perfecto. Quiero preguntarte algo”.
Maha cogió la tetera y se sentó frente a mí.
“Si puedo ayudarte, lo haré. Pregúntame”.
“Eres el único que puede hacer esto por mí, pero discutámoslo después de
terminar los dulces”.
“Me parece bien. Sería un desperdicio dejar que tu té de hierbas se enfríe”.
Maha prestó mucha atención a cada paso de la preparación. Se preocupaba
mucho por la temperatura, el tiempo de remojo, la cantidad de hojas de té y
la calidad del agua.
No podía haber muchas otras personas que modificaran el agua en función
de las hojas de té que utilizaban. En este mundo no existía el concepto de
agua dura o suave, y yo tampoco le había enseñado nada al respecto. Ella
había descubierto todo esto por su cuenta.
Su té daba en el clavo. Era justo lo que mi cuerpo cansado necesitaba.
Rompí el sello de las galletas de uva pasa que había traído, y el aroma
recorrió el aire. Los dulces eran de un tipo suave de alta calidad. Las pasas...
el ingrediente clave... habían sido encurtidas en brandy de primera calidad,
y las especias introducidas en la masa resaltaban su sabor.
Eran un lujo con un sabor intrincado. Maha estaba encantada de tenerlas.
118 |
“Estas galletas son realmente deliciosas. Me pregunto si podríamos hacerlas
nosotros también”. Comentó.
“Eso sería difícil. Por lo que he oído, hacen el aguardiente exclusivamente
para encurtir las pasas. Sería muy caro y requeriría una cantidad importante
de pruebas y errores. Para averiguar todo eso se necesita mucho tiempo”. Le
expliqué.
“Tienes razón. Ese tipo de inversión va en contra de nuestras prácticas
comerciales”.
“Solemos dominar el mercado con ideas novedosas, aprovechando nuestra
ventaja tecnológica y monetaria, o utilizando nuestra red de distribución
independiente. No tenemos mucho historial de tomar productos comunes
como las galletas y perfeccionarlos meticulosamente, ni tenemos la mano de
obra para ello. No creo que sea el camino adecuado para nosotros”.
En los negocios, siempre había cosas que estaban más allá de tu capacidad.
Era importante centrarse en lo que podías hacer y utilizarlo para triunfar.
“Eso es cierto... Pero quiero probar este tipo de cosas alguna vez como
hobby”.
“Natural You se ha hecho lo suficientemente grande. Si creciera más, eso
nos daría menos libertad. Ir a lo seguro y abrir una tienda sólo por diversión
podría ser una buena idea”.
Natural You seguía expandiéndose, y necesitábamos urgentemente más
instalaciones y personal para mantener el ritmo de crecimiento. Estábamos a
punto de hacernos tan grandes que seríamos incapaces de controlar cada
rincón de la empresa incluso con la gestión más eficiente.
Eso conllevaba peligros. Podríamos acabar perdiendo el control de las partes
de la empresa que no se controlaran.
El negocio requería el valor y la voluntad para pisar el freno.
“Estoy de acuerdo contigo. Quería consultártelo, pero te has adelantado”.
“Me sorprende oírte decir eso”.
“No me insultes. ¿Te das cuenta del tiempo que ha pasado desde que me
confiaste la compañía, Illig nii-san? Apuesto a que te he superado en cuanto
a habilidad en los negocios”.
“Puede que tengas razón”.
Realmente no era más que un asesor en este momento. Natural You había
crecido hasta este tamaño gracias a la habilidad de Maha.

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Disfrutamos de las galletas de uva pasa y del té de hierbas mientras
hablábamos de la compañía y, antes de darnos cuenta, nos habíamos quedado
sin ambos.
Maha empezó entonces a inquietarse. Dijo que quería pedirme algo una vez
que hubiéramos terminado de comer.
(¿Es realmente tan embarazosa su petición?)
Maha se aclaró la garganta.
“Sabes... no hace mucho tiempo, me di cuenta de que algo había cambiado
en Tarte. Me di cuenta por sus cartas que parecía feliz y que había ganado
algo de confianza. Antes era siempre tan tímida”.
“Huh. Ahora que lo pienso, tienes razón”.
A Tarte siempre le había faltado confianza en sí misma, y eso seguía siendo
así incluso después de haberse convertido en una de las personas más fuertes
de Alvan.
Pero su comportamiento había sido un poco diferente últimamente. Se
mostraba más segura de sí misma. Eso era evidente en la conversación
telefónica de antes. No hace mucho tiempo, Tarte nunca habría hablado de
esa manera.
“Le pregunté por qué... y me dijo que ustedes dos... uh... lo hicieron. Desde
entonces, no he podido dejar de pensar en cosas desagradables, como lo
injusto que es que ella lo haya conseguido y yo no... Así que, Illig nii-san,
¿podría pedirte que lo hagas conmigo también? Te amo, Illig. Sé que me
consideras una hermana menor, y eso me hace feliz. Sin embargo, eso no es
suficiente para mí. Me temo que no te importo tanto como Dia y Tarte y que
soy la chica en la que menos piensas. Soy la única que no tiene una relación
contigo, y eso me duele”.
Maha me miró, con la cara roja y los ojos húmedos.
Se veía tan linda e inocente.

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“... Oh, Maha. ¿De verdad estás bien conmigo? El heredero de la Compañía
Balor te propuso matrimonio... Es un desperdicio”.
Lo dije en broma, pero Maha hinchó las mejillas en respuesta. Era raro verla
hacer algo tan infantil.
“El poder de la Compañía Balor es ciertamente atractivo, pero no tanto como
el tuyo... Además, podríamos hacer crecer a Natural You incluso más que la
Compañía Balor si quisiéramos”.
Esbocé una sonrisa incómoda. Si cualquier otro comerciante la hubiera oído
decir eso, se habría reído en su cara. Pero confiaba en que Maha y yo
estábamos a la altura.
“Tienes razón en eso... Debo advertirte que no puedo prometer amar a nadie
más que a ti”.
“Lo sé. Estoy de acuerdo con ello”.
Maha se levantó y se sentó a mi lado. Entonces me miró fijamente.
(Creo que sé lo que quiere...)
Así que se lo di.
“Ngh... Haah. Hee, hee, ese beso fue mucho más atrevido que el anterior”.
“Eso es porque siempre te vi como familia”.
“No tienes que dejar de verme así. Pero yo también quiero ser tu novia”.
Maha me besó a continuación.
Primero Tarte y ahora Maha. Había terminado en relaciones con ambas.
Había utilizado técnicas de mi mundo anterior para ganarme sus corazones
y condicionarlos para que nunca me traicionaran. Sin embargo, eso sólo
afectaba a su lealtad, y no a los sentimientos románticos.
No utilicé el amor como parte de la modificación de su comportamiento
porque era voluble e inadecuado para crear un vínculo duradero. Eso
significaba que mi apego a Tarte y Maha, y su afecto por mí, nacían de algo
ajeno a mi diseño.
Desconfiaba de cualquier cosa que desafiara una explicación razonable, pero
el misterio que suponía me llenaba de alegría.
“¿Llevamos esto a otro sitio?” Pregunté.
“Sí, ya tengo un lugar preparado”. Respondió Maha.
“Siempre estás pendiente de todo”.

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“Soy comerciante hasta la médula”.
No había ninguna duda al respecto.
Nos preparamos para salir de la tienda. Maha sonrió mientras me llevaba de
la mano.
Me quedé prendado de ella. Se había vuelto realmente hermosa.
Quería hacerla feliz. Al principio, había comprado a Maha porque la
necesitaba como herramienta. Ahora, sin embargo, la amaba como un
precioso miembro de mi familia.

123 |
El asesino abraza

Nos disfrazamos y salimos de la tienda principal por separado. Luego esperé


a Maha en la posada en la que había hecho la reservación.
El lugar que había elegido Maha era extravagante. El mobiliario era muy
bonito, y el establecimiento parecía enfatizar el anonimato por encima de
todo. Esta posada protegía la privacidad de sus clientes.
Tanto Maha como yo éramos relativamente famosos, así que debíamos tomar
precauciones. El representante y la apoderada de Natural You llamaban más
la atención que algunos nobles de menor rango. Podíamos aparentar que
paseábamos juntos porque era necesario para el trabajo, pero no podíamos
dejar que se corriera la voz de que teníamos una relación romántica.
Nuestra habitación tenía una ducha, aunque primitiva. Funcionaba utilizando
una bomba de pie para presurizar un tanque de agua caliente conectado al
caño superior. Era sencilla, pero aun así me alegraba de tenerla.
Me duché primero y ahora esperaba a que saliera Maha.
A petición suya, iba a dormir con ella como Lugh y no como Illig. Dijo que
quería estar con mi verdadero yo.
Maha no intentó apresurarse. Se estaba tomando su preparación muy en
serio.
Mi corazón palpitaba. Esta lujosa posada era frecuentada por parejas, y sus
habitaciones tenían una cierta atmósfera. Sobre todo, era Maha con quien iba
a acostarme.
“No puedo tranquilizarme...”
Al igual que Tarte se había vuelto más adorable con el paso del tiempo, Maha
se había vuelto más hermosa, más de lo que jamás imaginé cuando nos
conocimos.
Eso también era cierto en el caso de Tarte. Las chicas se convirtieron en
mujeres antes de darse cuenta.
(Mi falta de compostura pondrá nerviosa a Maha. Tengo que calmarme).
Poco después, Maha salió de la ducha. Mis ojos se fijaron en su piel, que
estaba enrojecida por el agua caliente.
No fue lo único que me llamó la atención.
124 |
“¿Cómo me veo?”
“Te sienta de maravilla”.
Maha llevaba una lencería azul oscuro que hacía juego con su cabello. Su
seductor diseño encajaba muy bien con la personalidad madura de Maha y
resaltaba su atractivo.
Mi reacción inicial fue de alivio más que de excitación. Esto era tan propio
de ella que me daban ganas de reír. Era agradable saber que incluso en esta
situación, Maha seguía siendo Maha.
“Ven aquí”. Le indiqué.
“D-De acuerdo”. Respondió vacilante.
“No pareces tú misma”.
“Sí, eso fue algo así como Tarte... Estoy muy nerviosa”.
Maha intentó sentarse a mi lado en la cama, pero decidió no hacerlo y se
sentó entre mis piernas, apoyando su cuerpo contra el mío.
“Hueles muy bien”.
“He adquirido un perfume especial a base de aceite y me he cubierto con él
después de ducharme. Sé que te gusta este tipo de fragancia, y hace que mi
piel sea bonita y suave”.
“¿Lencería y aceite perfumado? Has puesto mucho empeño en esto”.
Las preparaciones minuciosas eran la manera de Maha de hacer las cosas.
“No soy tan encantadora como Dia o Tarte, así que tengo que esforzarme
para estar presentable delante de ti”.
“Eso no es cierto. Las dos son atractivas, pero tú eres tan guapa como ellas”.
“No, no lo soy. Incluso si tienes razón, no puedo relajarme si no me arreglo.
Quiero hacer todo lo posible para estar linda para ti, Lugh nii-san”.
Su lencería estaba a la vanguardia de la moda. Los nobles solían tener este
tipo de ropa interior hecha a medida por diseñadores famosos. No debió
haber sido fácil para Maha conseguirla. El aceite perfumado también era muy
valioso.
Era halagador que se hubiera tomado tantas molestias por mí. Sobrecogido
por su dulzura, la abracé por detrás.
Podía oír los latidos de su corazón. En realidad, también podía oír los míos.
Ba-dum, ba-dum. Ba-dum, ba-dum. El sonido era la prueba de nuestra
pasión.
125 |
“Esto es muy bonito”. Dije.
“Sí. Tengo un consejo: no deberías decirle cosas así a una chica”.
“Vuelves a ser tú misma”.
Ese tipo de réplicas eran la especialidad de Maha.
“Sí, ahora me siento menos nerviosa. Sentir tu piel sobre la mía me
tranquiliza. Siempre me he sentido más cómoda a tu lado... Oye, ¿recuerdas
que solías dormir conmigo cada vez que te decía que me sentía sola?”
“Sí, lo recuerdo”.
Tarte y Maha sufrían el trauma de la pérdida de sus familias cuando eran
jóvenes. Deseaban el consuelo de los parientes consanguíneos, y yo hacía
todo lo posible por desempeñar ese papel para ellas. Así, en las noches en
que se sentían solas, las dejaba dormir en mi cama.
“Nunca habría podido admitirlo entonces, pero hubo momentos en los que
fingí estar triste sólo porque quería estar cerca de ti. Creo que Tarte también
lo hizo... Ambas te hemos visto como un hombre durante mucho, mucho más
tiempo del que crees. ¿Te has dado cuenta de eso?”
“No me di cuenta. O, mejor dicho, no quise”.
Había habido muchas señales. Sin embargo, las había pasado por alto porque
estaba decidido a pensar en Tarte y Maha como familia.
“Tarte lo disimulaba mucho peor que yo. A menudo se daba placer mientras
estaba en la cama contigo”.
“Tú también lo hacías, Maha”.
“Tarte era una mala influe... Espera, ¿lo sabías?” Exclamó Maha, dándose la
vuelta para mirarme.
Tarte había sido tan obvia que no estaba seguro de si había intentado
ocultarlo, pero Maha había intentado moderar su voz. Maha empezó a
hacerlo unas noches después de que lo hiciera Tarte, así que probablemente
pensó que, si yo no me había fijado en Tarte, ella también podía salirse con
la suya.
“Soy un asesino. Siempre estoy sondeando mis alrededores, incluso mientras
duermo. ¿Quieres que te dé el número de veces que lo has hecho y las fechas
exactas? Tengo muy buena memoria”.
La cara de Maha se sonrojó aún más, y luego volvió a girarse hacia delante
como si no pudiera seguir mirándome.

126 |
“No tenías que decirme eso. Quiero morir. ¿Qué clase de persona sádica se
da cuenta de eso y lo ignora?”
“Sabía que estabas en edad de tener un deseo sexual incontrolable, así que te
dejé hacer lo que quisieras. De todos modos, no es algo tan extraño. No
estaba seguro de qué pensar acerca de que usaras mi brazo sin permiso,
pero... la acción en sí es buena para aliviar el estrés. Y, por cierto, creo que
te mereces parte de la culpa por hacer que me preocupe hasta el punto de
dejarte dormir en mi cama”.
“... No lo hiciste por amabilidad. Urgh, quiero morir”.
No pude ver la cara de Maha, pero sus orejas estaban escarlatas.
“Pensé que estaría bien decirte esto ahora, pero supongo que no debería
haberlo hecho”.
“No. No quiero ser la única que sienta esta vergüenza, así que le diré a Tarte
que lo sabías después”.
Maha, que normalmente era tan sensata, estaba realmente conmocionada por
esto. Sólo podía imaginar cómo sería el pánico de Tarte.
“Había oído que a las chicas no les gusta hablar de otras chicas mientras
están en la cama, pero tú pareces estar bien hablando de Tarte”.
“Eso es porque es Tarte. Siempre ha sido de la familia, y eso no va a cambiar.
Además...”
Maha se giró y me inmovilizó en la cama. Resistirse hubiera sido fácil, pero
la dejé hacer lo que quería.
“Sólo estoy empezando con mis esfuerzos para que te obsesiones conmigo.
Siempre se me ha dado bien estudiar para un examen. He leído muchos libros
y he utilizado herramientas para practicar. Todo con el objetivo de hacerte
feliz, Lugh nii-san”.
“Eres una estudiante modelo, Maha”.
“Sí. Eso es lo que deseabas, así que en eso me convertí. Deja todo en mis
manos esta noche... Me aseguraré de que nunca me saques de tu cabeza”.
Maha sonrió y me besó. Luego se inclinó sobre mí y me susurró al oído que
me amaba.
(Bien, es hora de comprobar los resultados del estudio de Maha).
Su inexperiencia se hizo notar. La investigación sólo podía llevarte hasta
cierto punto, y ella no entendía que había muchas cosas que sólo se podían
aprender haciéndolo de verdad.

127 |
Maha se convirtió en mi novia hoy, pero quería que siguiera siendo su
hermano y su maestro también. Yo la instruiría en las cosas que necesitaba
saber.
Sabía que iba a ser una noche larga.

128 |
El asesino se reúne con quien empezó todo

Estaba soñando.
Estaba despierto, pero sabía que estaba soñando.
Habían pasado catorce años desde la última vez que vi este lugar, formado
por un escenario que no podía existir en la realidad. Era la habitación blanca
a la que la diosa me había llamado cuando morí.
“¡Felicidadeeeeees! Has acumulado suficientes puntos de logro para
concederme más recursos para interferir con el destino. No querrás perderte
el próximo episodio de la maravillosa benevolencia de la diosa”.
Naturalmente, la dueña del reino, la diosa, estaba aquí.
“No has cambiado en catorce años”. Comenté.
“En realidad, eres tú el que no ha cambiado. Esta personalidad y esta forma
de hablar fueron calculadas sólo para ti. Eres el único que tiene el privilegio
de verme así, tee-hee”.
Parecía que había elegido esta personalidad porque era la mejor para
comunicarse conmigo.

129 |
130 |
Me pregunté por qué había elegido este temperamento para mí. Era sólo una
suposición, pero podría haber estado actuando de forma descaradamente
sospechosa para que yo pudiera discernir sus verdaderos motivos. Ser capaz
de entender fácilmente lo que quería me tranquilizó.
“Más recursos para interferir con el destino... Ya veo. Mis encuentros con
Dia, Tarte y Maha fueron demasiada coincidencia. Había estado buscando
aliados útiles, pero encontrar una persona tras otra que se ajustara a mis
criterios era extraño. ¿Estás diciendo que eres capaz de manipular los
acontecimientos como lo hiciste al presentarme a esas tres?”
“Ah, ¿te diste cuenta de eso? Así es. Soy tan buena influyendo en los hilos
del destino que podría hacerlo mientras duermo. Esas tres te han ayudado
mucho, ¿verdad? Incluso te han servido... en la cama. ¡Eres un verdadero
asesino de señoritas!”
“... No me siento bien sabiendo que eres responsable de mis relaciones con
ellas”.
“Oh, tienes una idea equivocada. Se necesita una cantidad insana de recursos
para ejercer control sobre los sentimientos o las acciones de alguien.
Francamente, sería como clavar gelatina a un árbol. Todo lo que hice fue
cambiar el curso del destino ligeramente para ponerte en contacto con el
personal que deseabas. Organizar la reunión es todo lo que puedo hacer, y
no tengo conocimiento de lo que sucederá después. Deberías estar orgulloso.
Tú eres el responsable de violar a esas tres personas de la forma en que lo
has hecho. Oh, no, ¿vas a asaltarme ahora?”
Eso fue un gran alivio. Me habría sentido vacío por dentro si sus sentimientos
hubieran sido manipulados por la diosa.
“Bien... Eso es bueno”.
“Por cierto, hoy era el día de la muerte de Maha en la línea temporal original.
Me alegro por ti. Has evitado todas sus muertes”.
“¿Estás insinuando que todas ellas deberían haber muerto ya?”
“Así es. Veamos, ¿dónde puse los Registros Akáshicos...? Ah, aquí están”.
La diosa hizo un espectáculo al sacar un libro muy grueso de la nada.
Registros Akáshicos estaba escrito en letra sencilla en la portada.
“Según el flujo original de las cosas, Tarte fue la primera en morir. Fue
abandonada en una montaña nevada para que su aldea tuviera menos bocas
que alimentar, y pereció de frío e inanición mientras se dirigía a Tuatha Dé.
Dia fue la siguiente. Viekone fue derrotado en la guerra, y ella fue comprada
por un noble pervertido que se interesó por su capacidad mágica superior. Él
131 |
quería engendrar un heredero con ella, pero... Oh, eso es repugnante. Los
humanos son tan estúpidos. ¿Cómo podía esperar que ella tuviera hijos
después de hacerle eso? Se deshizo de ella después de romperla
completamente. Whew, pobre chica”.
No era difícil imaginar que eso les pasara a esas dos si no hubiera existido.
“Maha es la última. Era linda, así que el malvado director del orfanato la
vendió a un noble pedófilo. Pero ya sabes lo dura que es. Se ganó su simpatía
y se convirtió en su amante. Ella lo tenía envuelto alrededor de su dedo.
Entonces, justo cuando estaba a punto de abrir su propia tienda con su apoyo,
¡un gran mal le ocurrió! Enloquecida por los celos, la esposa del pedófilo
arregló que Maha fuera secuestrada por ladrones y... no. No voy a leer eso.
Eso destruiría mi imagen prístina. Ella iba a morir hoy”.
“No puedes haber elegido a tres personas que habrían muerto si no me
hubieran conocido por casualidad”.
Tenía que haber alguna razón para ello. Estaba claro que había un significado
detrás de todo lo que hacía la diosa.
“Tienes razón. Ciertos factores dificultan la intromisión en el destino. Entre
ellos, la capacidad y el ingenio de un individuo y la influencia que tendrá en
el futuro. Cuanto más grande es la persona, más desafiante es manipularla.
Sin embargo, los niños que mueren jóvenes tienen poco impacto en el
destino. Eso significa que mientras esas tres personas sean hábiles, sus
destinos son fáciles de alterar. Hablando de sacar provecho de su valor”.
“Hablas como si pensaras en nosotros como piezas en un tablero de ajedrez”.
“Por supuesto que lo hago. Para ser justos, yo misma soy menos que una
pieza... un simple accesorio. Como dije, es muy poco lo que puedo hacer”.
Sus limitaciones eran evidentes. Todo lo que había hecho en los últimos
catorce años era presentarme a tres chicas que deberían haber encontrado su
fin.
“Eso no puede ser el motivo por el que me has llamado para hablar... Tengo
algunas cosas que quiero preguntarte. Hay demasiadas cosas que desconozco
de este mundo. Si realmente quieres que lo salve, dame información”.
Me sentía así desde que conocí a Mina, la Demonio Serpiente. Era demasiado
ignorante de este mundo. No había forma de que pudiera ganar el juego sin
conocer las reglas.
“Oh, vamos, lo que dices es mezquino. Lo dices para hacerme daño. Haría
falta una tonelada de recursos para enseñarlo todo. No sería capaz de hacer
más cosas”.
132 |
“¿Pero no hubo problema con que me hablaras de las chicas?”
“Sí, no hubo problema. Es decir, seguramente tú mismo ya habías razonado
todo eso. Por eso no costó nada”.
Los ojos de la diosa me atravesaron, desprovistos de emociones al igual que
el apoyo que afirmaba ser.
Tenía razón. Había deducido que la diosa había organizado nuestros
encuentros y que habrían muerto si no nos hubiéramos encontrado.
“Entonces deja de perder el tiempo y dime lo que puedas. Seguramente
cuesta algo llamarme aquí. Si eres una especie de mecanismo, nunca habrías
hecho eso sin una razón”.
“¡Ding, ding, ding! ¡Correcto! Tus logros han convencido a los altos mandos
de que el mundo puede salvarse, y han decidido proporcionar una ayuda muy
necesaria. Han aumentado mi presupuesto, el cual utilizaré para concederte
una recompensa en un futuro próximo. Por eso te he llamado aquí”.
“... No puedes decirme lo que es porque eso requeriría recursos. Así que me
has llamado porque esta bendición es algo que me habría perdido si no me
lo hubieras contado”.
La diosa sonrió. Evidentemente, tenía razón. Debía ser una recompensa
bastante grande si quería asegurarse de que la recibiera.
“De acuerdo. Estaré atento... Yo también quiero salvar este mundo”.
Amaba todo lo que había ganado viviendo como Lugh Tuatha Dé desde el
fondo de mi corazón. Tenía mucha gente importante en mi vida, incluidos
mis padres, que me habían criado con tanto cariño, y Dia, Tarte y Maha, que
habían llegado a quererme. No quería perderlos.
“Entonces te deseo buena suerte. Eres la única esperanza que nos queda”.
“Eso suena a información importante. Será mejor que no hayas
desperdiciado recursos diciendo eso”.
La diosa acababa de insinuar que había enviado a otras personas a este
mundo además de a mí, y que habían muerto. Me pregunté si me había
mentido en el momento de mi reencarnación acerca de que yo era la única
alma reencarnada o si simplemente había sido la primera.
“Está bien. Sabía que ya te habías dado cuenta. Todos esos idiotas destacaban
porque querían hacer trampa en sus vidas y mostrar a los demás lo poderosos
que eran gracias a sus conocimientos de su mundo anterior. Pero eso sólo
consiguió pintarles dianas en la espalda para que otros humanos los mataran.
Qué desperdicio fueron. Al menos murieron, para que sus almas pudieran

133 |
volver a mí. Aun así, siempre he pensado que es mejor diversificar la
inversión en lugar de poner todos los huevos en la misma cesta”.
Tal y como dijo, conocí a algunas personas que parecían haberse reencarnado
como yo. Cada uno de ellos tenía la costumbre de destacar, y la red de
información de Natural You los había encontrado fácilmente. Incluso me
había reunido con algunos de ellos directamente para pedirles su
colaboración, pero curiosamente todos me rechazaron, deseando trabajar
solos.
También era consciente de que habían perecido. Todas las personas que la
diosa reencarnó eran muy capaces y tenían mucho talento. Pero las
limitaciones humanas les retenían, lo que significaba que podían morir al
menor descuido.
“Bien, hemos llegado al final del sueño. Asegúrate de darle a la adorable
Maha una buena mañana. Bien, ¡esto marca el final del mensaje divino de la
diosa! Estoy agotada. Ya he terminado con el trabajo por hoy, así que creo
que me iré al spa y luego me relajaré con un drama televisivo y una copa”.
La sala blanca empezó a distorsionarse.
¿Cuál era la recompensa de la diosa? Tenía que investigar. No podía
arriesgarme a perdérmela.

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El asesino lo rompe

Me desperté y encontré a Maha durmiendo a mi lado. No había visto su rostro


tan relajado desde que vivíamos juntos. Normalmente mantenía su aspecto
afilado y nunca mostraba ninguna vulnerabilidad, así que era agradable verla
así.
“... Tarte, Dia y Maha habrían muerto si no me hubieran conocido. Puede
que ya lo supiera, pero eso no me preparó para escucharlo directamente”.
Era fácil llamar a eso destino, pero yo ya no era una marioneta que se
conformaba con dejar las cosas en manos del destino. Me trajeron a este
mundo para evitar que Epona se volviera loca. Sin embargo, al mirar el rostro
durmiente de Maha, no pude evitar sentir que me había reencarnado para
salvar a esas tres.
“Buenos días, Lugh nii-san”.
Maha se despertó, frotándose los ojos con sueño. Debía sentirse realmente
cansada.
Ayer, la había dejado hacer lo que quería al principio, pero luego tomé la
iniciativa. Tal y como esperaba, el estudio sólo puede enseñarte hasta cierto
punto, y Maha se sentía frustrada por su incapacidad. Siendo la mala
perdedora que era, había estudiado mis acciones fervientemente para poder
seguir el ritmo. Era divertido verlo.
“Buenos días, Maha. ¿Te sientes mejor?” Pregunté.
“No, no me siento bien... Eres muy malo, Lugh”. Respondió, mirándome
fijamente.
Había sido bastante brusco para nuestra primera vez. Ella era demasiado
encantadora, y mi pasión sacó lo mejor de mí.
“Lo siento. Prepararé el té”.
“No, yo lo haré. Darte el té siempre fue mi trabajo más importante”.
“Oh, es verdad. Supongo que lo era”.
Tarte era la sirvienta y hacía la mayoría de las tareas cuando los tres vivíamos
juntos, pero Maha siempre se encargaba del té.
Maha se levantó y se dirigió a la cocina mientras se ponía una cómoda ropa
de descanso. En esta posada en particular, las cocinas de las habitaciones
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eran un atractivo. Un hotel normal nunca habría tenido una en cada
habitación.
Un agradable aroma comenzó a llenar el ambiente en poco tiempo.
Oí que llamaban desde fuera y que introducían una cesta por una abertura en
la parte inferior de la puerta. Era el servicio de desayuno de la posada. Buena
sincronización.
Fui a recogerla cuando Maha trajo el té.
“Vamos a desayunar”. Dijo.
“Sí, tengo hambre después de todo el ejercicio de anoche”. Respondí.
“Oh, Lugh, normalmente eres muy frío, pero a veces tienes la costumbre de
sonar como un viejo. Eso es acoso sexual”.
(Un viejo, ¿eh? Eso duele un poco).
“Intentaré tenerlo en cuenta”.
“Sí, por favor, hazlo. Quiero que seas la persona más genial que conozco”.
Maha sonrió y yo le devolví la sonrisa.
Tomé un sorbo del té. Era muy relajante. Como de costumbre, Maha había
puesto mucho cuidado en todos los aspectos de su preparación.
Seguidamente comimos los sándwiches. Me sorprendieron. No tenía grandes
expectativas, pero estaban muy buenos.
“Esto es pan de Mareuil”. Comenté.
“Bien visto. Los ingredientes también son de primera categoría. Esta posada
atiende a la clase alta”. Explicó Maha.
Mareuil era una de las mejores panaderías de Milteu, y yo había frecuentado
el establecimiento cuando vivía aquí. Incluso parecía que el pan había sido
hecho y entregado esta mañana. Podía ver por qué Maha había elegido esta
posada. Necesitaba recordarlo.
“Whew, estoy llena. Voy a volver al trabajo... Sin embargo, antes de hacerlo,
tengo que decirte algo”. Dijo Maha.
Me pasó un sobre con unos documentos. Los hojeé rápidamente.
“Esto parece sospechoso”.
“Sí, mucho. Ordenaré a los agentes de inteligencia del lugar que realicen una
investigación adicional”.

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Los documentos que me dio Maha detallaban algunos sucesos extraños en la
ciudad particularmente grande de Bilnore, situada al norte de Milteu. La zona
se había visto afectada por frecuentes terremotos y decenas de personas
habían desaparecido en el último mes.
Y eso no era todo. Un cable de mi red de telecomunicaciones había sido
cortado... el mismo tipo de cable que Tarte no había podido ni siquiera arañar
después de blandir uno de mis cuchillos con toda la fuerza posible mientras
estaba fortalecida por el mana.
Esa parte de la red de telecomunicaciones estaba construida en forma de
anillo, lo que significaba que, si el cable era cortado en un lado, la
transmisión podía viajar en la dirección opuesta, así que eso en sí mismo no
era un gran problema. Pero cualquier cosa lo suficientemente poderosa como
para cortarlo era preocupante.
Combinando eso con las desapariciones, estaba claro que algo estaba
pasando.
“Probablemente sea un demonio, y uno inteligente, además”. Teoricé.
“¿Qué crees que está haciendo?” Preguntó Maha.
“Acabamos de matar a dos demonios muy fuertes de forma consecutiva, el
Escarabajo y el León. Predije que los demonios podrían tener cuidado esta
vez e intentar cogernos desprevenidos. Por lo que sabemos, creo que el que
está detrás de esto podría estar preparando en secreto una masacre que acabe
con toda una ciudad de una vez. Luego intentará producir un Fruto de la Vida
y huirá antes de que llegue alguien a interponerse en su camino”. Planteé.
Hasta que no tuviéramos más información, sólo podía hacer conjeturas, pero
imaginé que el demonio planeaba ahuecar el suelo bajo la ciudad para hundir
a toda la población de una vez. Eso provocaría frecuentes terremotos y
explicaría lo ocurrido con el cable. Un plan así mataría a todos los habitantes
del pueblo simultáneamente.
Maha asintió. “Puede que tengas razón. A juzgar por el caso del Demonio
Escarabajo, toma unos días después de que todos mueran para que el Fruto
de la Vida se manifieste. Probablemente piense que, matando a todos en el
pueblo a la vez, tendrá tiempo suficiente para acabar con todo antes de que
nos enteremos del incidente”.
Después de un incidente típico, habría una investigación. Luego se contacta
con las personas que pueden ocuparse del asunto y se les envía al lugar del
problema. A pesar de los esfuerzos de todos, cada uno de esos pasos llevaría
inevitablemente varios días.

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Si mi teoría era correcta, sería imposible impedir que el demonio obtuviera
el Fruto de la Vida y escapara... Imposible para cualquiera que no fuera yo,
claro.
“Cada día me impresiona más la red de telecomunicaciones”. Comentó
Maha.
Sólo yo podía desafiar los métodos convencionales. Si ocurría algo en el
Reino de Alvan, me enteraba inmediatamente por teléfono y volaba hasta allí
ese mismo día.
Ni siquiera los demonios debían tener idea de que yo era capaz de eso. Eso
fue lo que me permitió atraparlos.
“Hay una cosa que no entiendo”. Dijo Maha.
“¿Qué es?” Pregunté.
“¿Por qué los demonios sólo aparecen en Alvan? Si quieren evitar un
combate, ¿no sería mucho más seguro para ellos atacar un país en el que no
estés tú ni el héroe? El Orco, el Escarabajo y el León atacaron aquí. Si un
demonio está realmente detrás de esto, serán cuatro seguidos”.
“Yo también he sospechado de eso. Al principio pensé que los demonios
tenían como objetivo este país para atraer y matar al héroe. El Demonio Orco
incluso dijo claramente que matar al héroe era su objetivo. Esta vez, sin
embargo, el demonio parece estar usando tácticas para evitar alertar al héroe
y a mí. No tiene sentido que ataque otro lugar del reino”.
Por lo que había leído en la literatura antigua de este mundo, los demonios
nunca habían atacado un país de forma continuada como este. Por eso las
naciones vecinas intentaban conseguir acuerdos para pedir prestado al héroe
en caso de emergencia.
La aparición de los demonios y del Rey Demonio era una catástrofe que
ocurría cada pocos siglos, por lo que muchos países habían acumulado
conocimientos sobre cómo afrontarla. Cada uno tenía un plan en caso de un
ataque demoníaco, por lo que no debería haber habido ninguna diferencia en
cuanto a la nación a la que apuntaban los demonios.
Sin embargo, siempre atacaban aquí. Algo tiene que haber cambiado. Debía
haber una razón por la que los demonios sólo podían atacar al Reino de
Alvan.
“Todavía no tenemos suficiente información para seguir adelante.
Deberíamos investigar más y ocuparnos de los problemas inmediatos...
Gracias. Puedo usar estos documentos para poner un plan en acción”.

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La forma más rápida de aprender sobre los demonios era preguntar a un
demonio. Afortunadamente, yo conocía a uno.
“Es bueno escuchar eso. Voy a ducharme y volver a Natural You. Tengo una
reunión importante a mediodía”.
“Estás muy ocupada”.
“Sí, lo estoy. Ese es mi papel. Es muy difícil, pero estoy orgullosa de que
pueda ser de tanta ayuda para ustedes”. Contestó Maha antes de entrar en la
habitación de la ducha.
Esta visita me había hecho darme cuenta de nuevo de la gran chica que era.
Ya era hora de que yo también volviera al trabajo.

Volví a Tuatha Dé tras dejar Milteu.


Hice que mis agentes de inteligencia iniciaran una investigación sobre la
ciudad afectada por los terremotos e intenté contactar con Mina, la Demonio
Serpiente.
También me ocupé de otros asuntos.
“Hola, Lugh-sama. Ha estado trabajando muy duro”. Dijo Tarte.
“No has tardado en encerrarte de nuevo”. Observó Dia.
“Parece que las dos han terminado con el entrenamiento de hoy”. Dije.
Tarte y Dia asintieron. Estaban haciendo los últimos ajustes en los deberes
que les di cuando me había ido.
“¿Qué estás haciendo, Lugh?” Preguntó Dia.
“Estoy haciendo un seguimiento del Conde Frantrude. Fue de gran ayuda
durante el juicio”.
“Ah, me lo había preguntado. Se enamoró de la chica que estaba en la fiesta.
¿Qué harás al respecto?”

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“Le voy a enviar una carta como Lulu. Le escribí que había regresado sana
y salva a su territorio y que quería verle. También le dije que ella irá a la
capital dentro de dos meses y que podrán reunirse entonces”.
Escribí la carta con letra femenina. Esa era otra de mis habilidades como
asesino.
“Eso es solo un engaño”.
“Se hará el trabajo. Intercambiaremos muchas cartas durante los próximos
dos meses. En ellas, cambiaré sutilmente su comportamiento, sus gustos y
sus hábitos para que se aleje de la mujer ideal que el Conde Frantrude tiene
en su cabeza. Es una apuesta un poco arriesgada, pero estoy seguro de que
su amor por ella se desvanecerá en poco tiempo. Entonces me encontraré con
él en persona y montaré un espectáculo para acabar con su romance de forma
definitiva”.
El Conde Frantrude probablemente caería en la desesperación si Lulu lo
dejara abruptamente. Por eso quería retrasar nuestro encuentro y mancillar
poco a poco su afecto por ella. Al final, me aseguraría de que la dejara.
“Eso suena a mucho esfuerzo”. Comentó Dia.
“Me ha servido mucho. Quiero agradecérselo dándole el final más limpio
posible a esta relación. Quiero que esté en paz con la ruptura y que no le
queden rencores”.
El corazón humano es voluble. El amor entre Lulu y el conde Frantrude fue
dramático y apasionado, pero finalmente fugaz. Él sabía muy poco de ella y,
al saber más, se daría cuenta de que no era su pareja ideal y perdería el
interés.
“Eso es aterrador, Lugh-sama... Le seguiría amando por siempre, sin
importar la frialdad con la que me tratara”. Afirmó Tarte.
Dia soltó una carcajada. “Te preocupas demasiado, Tarte. Tu mente ha ido
directamente a la idea de que te haga eso”.
“Um, bueno, no creo que Lugh-sama me abandone. Sólo me asusté un poco”.
“Está bien que te sientas así, Tarte. Es perfectamente natural tener miedo de
alguien que es capaz de jugar con el corazón humano como yo... Sólo
comparto esto con ustedes porque confío en ambas. Creo que aceptarán esta
faceta mía”.
Si sólo me preocupara por asegurarme de que les gustara, no les mostraría
las cosas más desagradables que hacía como asesino. Revelé este tipo de
cosas a Dia y Tarte porque tenían mi confianza. Además, sabía que estaban
preocupadas por el asunto de Lulu, y esto ayudaría a tranquilizarlas.
140 |
“¡Está bien! Puede confiar en mí, Lugh-sama”.
“Si algo como eso fuera a alejarme, nunca me habrías gustado en primer
lugar”.
“¿De verdad?”
Esbocé una sonrisa incómoda y terminé de escribir la carta. Luego la até a la
pata de una paloma mensajera.
Esta paloma mensajera no pertenecía a Tuatha Dé... era una que el conde
Frantrude había dirigido a Lulu. No tenía ni idea de que el pájaro que
utilizaba para enviar regalos de amor acabaría provocando su ruptura.
La pequeña paloma batió sus alas y emprendió el vuelo. Había terminado
con el asunto del Conde Frantrude por ahora.
Me aclaré la garganta. “Tarte, Dia, ambas me presentarán sus tareas mañana.
Por favor, estén preparadas”.
Ahora tocaba verificar cuánto se habían fortalecido durante mi ausencia.

141 |
Me puse ropa cómoda y llevé a Dia y a Tarte a la montaña que hay detrás de
la mansión de los Tuatha Dé.
Normalmente utilizábamos el patio o los terrenos de entrenamiento para la
práctica de combate, pero cuando necesitábamos un espacio amplio o
esperábamos que se produjeran daños importantes en los alrededores,
elegíamos este lugar. Era perfecto para probar nuevas magias, y nuestras
numerosas sesiones habían convertido el que fuera un espeso bosque en un
páramo.
“¿Han terminado sus tareas?” Pregunté.
“¡He trabajado muy duro para poder sorprenderle, Lugh-sama!” Exclamó
Tarte.
“La he superado”. Respondió Dia.
La confianza irradiaba en ambas.
A Tarte y a Dia realmente les gustaba que las elogiaran. Curiosamente,
parecía hacerlas más felices cuando lo hacía como si fueran niñas. Que te
hablen así debería resultar embarazoso cuando llegas a cierta edad... pero no
parecía ser el caso de ellas.
“Bien, ¿puedes ir tú primero, Tarte?”
“Sí, Lugh-sama”.
Tarte apretó los puños y se concentró hasta que sus esponjosas orejas y cola
de zorro salieron.
Como siempre, sus rasgos de zorro la hacían lucir adorable. Sin embargo,
bajo esa adorable apariencia, había una palpable sed de sangre como la de
un carnívoro salvaje.
Esta era su habilidad [Beastification]. La había obtenido de la habilidad del
héroe [My Loyal Knights]17, y luego se la pasé a Tarte. Era la carta del triunfo
de Tarte, ya que le daba una fuerza física explosiva y unos sentidos muy
agudizados. El inconveniente era que su comportamiento se veía afectado
por el instinto animal que había adquirido.
Tarte siempre había sido incapaz de negar esos impulsos. Pero ahora...
“Puedo verlo en tus ojos. Has mantenido tu inteligencia”. Observé.
17. Mis leales caballeros.

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Desprendía un aura agresiva, pero sus ojos seguían siendo los de Tarte.
“Sí, Lugh-sama. Tal y como me dijo, utilicé Beastification todo lo que pude
y luché por calmarme en todo momento. No funcionó al principio, pero fui
mejorando poco a poco”. Dijo.
“Vamos a probarlo, entonces. Usa tu mejor hechizo, Wind Shield”.
[Wind Shield]18 cubría el cuerpo con una armadura hecha de aire.
Proporcionaba defensa, y también podía ser utilizado para ganar aceleración,
lo que significaba que también tenía usos ofensivos. Yo mismo lo empleaba
a menudo por su gran utilidad. También era un hechizo original y bastante
difícil.
“Mire esto. ¡Wind Shield!”
El encantamiento de Tarte era fluido, debido a lo mucho que había utilizado
la magia, y el hechizo se activó al instante. El viento se levantó alrededor de
Tarte y la envolvió.
“Perfecto... Si puedes usar magia compleja como esa durante Beastification,
deberías ser capaz de usar la mayoría de los hechizos”.
“Lo he comprobado mientras no estaba. De todos los hechizos que me ha
enseñado, sólo hay dos que no puedo usar”.
Sabía cuáles eran sin preguntar. De todos los hechizos originales que le había
dado a Tarte, un par de ellos destacaban como especialmente desafiantes.
Incluso en su forma normal, Tarte sólo podía lanzarlos con éxito un tercio de
las veces. No ser capaz de usarlos correctamente tenía más que ver con su
habilidad [Beastification].
“Buen trabajo, Tarte. Ha sido una tarea dura”.
La abracé, y ella liberó su armadura de viento y apoyó su cuerpo en el mío.
Le di una palmadita en la cabeza.
“Hee, hee, fue difícil, pero perseveré al pensar en cuánto le ayudaría, Lugh-
sama”.
La tarea que le había asignado a Tarte estaba destinada a fortalecer su control
sobre [Beastification]. Hasta ahora, cada vez que la usaba, se dejaba llevar
por sus impulsos bestiales y se lanzaba a ciegas. Su visión se reducía, atacaba
imprudentemente y sólo podía utilizar los hechizos más simples. La
habilidad contribuyó a disminuir lo que se le daba bien.
[Beastification] aumentaba enormemente su fuerza, así que incluso con esas
debilidades, era lo suficientemente poderosa.
18. Armadura de viento.

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Pero en una batalla con un oponente realmente poderoso, esas deficiencias
eran un riesgo.
Atacar salvajemente no era suficiente. Tarte también necesitaba la
conciencia para defenderse, engañar a su oponente y huir si era necesario.
Cuanto más fuerte era el oponente, más importante era la estrategia. Tener
múltiples opciones era esencial para formar una estrategia de batalla variada.
Tarte tenía muchas formas de atacar y defenderse, incluyendo su lanza, su
pistola oculta y los muchos hechizos que Dia y yo le habíamos dado. Sin su
fuerza bruta y su ingenio, eventualmente se encontraría con un enemigo que
no podría derrotar.
Por eso la había instruido para que lanzara un hechizo avanzado durante
[Beastification] como punto de referencia.
Lograr eso sólo era posible si ella mantenía la conciencia. Era una prueba de
que tenía la capacidad de razonar incluso después de la activación de
[Beastification].
“Has aprobado. Te daré la recompensa que te prometí más tarde”. Dije,
separándome de nuestro abrazo y colocando mis manos en sus hombros.
“¡No puedo esperar!”
La recompensa que Tarte había pedido era un poco inesperada, pero sus ojos
brillaban con expectación, así que no iba a reprenderla por ello.
Tarte disipó [Beastification] y dio un paso atrás. Dia se adelantó en su lugar.
“Es mi turno. Es hora de desvelar los frutos de mi investigación”.
Se mostraba aún más presumida que de costumbre. Aunque en su caso, su
expresión pomposa la hacía parecer increíblemente adorable.
“¿No me digas que realmente lo hiciste? Pensé que estaba pidiendo lo
imposible”.
“¡¿De verdad?! Tenía un presentimiento. Era ridículamente difícil”.
Dia hinchó las mejillas. Eso también se veía lindo, haciéndola parecer más
graciosa que aterradora.
“Lo siento por eso. Realmente eres increíble, Dia”.
“Eso es porque soy tu Onee-chan. Esta es la bala mágica mejorada”.
Era el tipo de proyectil que usábamos en nuestras pistolas. Al realizar el
hechizo [Gun Strike]19, creábamos las balas dentro del cañón y luego
utilizábamos un hechizo explosivo para dispararlas.
19. Ataque de Pistola.

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Para nuestras pistolas, sin embargo, preparamos las balas de antemano.
La bala que me dio Dia tenía grabadas runas mágicas. Era una herramienta
mágica elaborada con la información que había obtenido al analizar la
[Leather Crane Bag].
El pequeño objeto estaba imbuido de magia.
“Wow, has hecho muchos cambios en el prototipo”. Comenté.
“Eso es porque te equivocaste en varias cosas. Era superdifícil sin la cosa
real”. Respondió.
Antes de irme, le había dado a Dia un prototipo de bala, un documento que
resumía los resultados de mi investigación y los registros de mis pruebas con
el prototipo. Como ella dijo, habría sido mejor darle el objetivo de mi
análisis, que era la [Leather Crane Bag], pero no habría podido ganar el
juicio sin ella.
Inspeccioné detenidamente el proyectil mejorado y me di cuenta de que mi
teoría durante mi intento de construirlo había sido incorrecta.
(Geez, eso significa que nunca habría podido terminarlo).
“Tengo una pregunta. ¿Cómo te diste cuenta de que mi método era incorrecto
sin tener siquiera la Leather Crane Bag?” Pregunté.
Encontrar errores en mi tesis sin el objeto de estudio debería haber sido
imposible.
“Eso fue fácil. Algunas partes me parecieron erróneas. El resto tenía sentido,
pero esas partes parecían estar fuera de lugar. ¿Cómo puedo explicarlo...?
Era como si dejara de sonar como música. Simplemente ajusté las cosas para
que fluyeran correctamente”. Explicó.
“Eres un genio...”
Creía saber cuán inteligente era Dia, pero aun así se las arreglaba para
sorprenderme. Siempre había sido mejor que yo para descubrir las reglas de
la magia y desarrollar fórmulas. Yo conocía el concepto de programación y
había sido un hacker a nivel de mago en mi vida anterior, pero ella seguía
notando cosas que yo no. Su conciencia siempre había sido mucho mayor
que la mía.
Era posible que lo que yo veía como caracteres, ella lo percibiera de forma
similar a como se percibe el sonido. Tenía un don innato que ningún esfuerzo
podría conseguir.
“¿Te importa si lo pruebo?” Le pregunté.

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“¡Adelante! No puedo esperar a ver tu reacción”. Contestó.
Asentí con la cabeza, luego agarré la bala con fuerza y recité un hechizo.
Finalmente, la cargué en mi pistola y disparé. Impacté con éxito en un gran
peñasco situado a unos doscientos metros de distancia. Unos segundos más
tarde, una explosión en el interior de la roca la hizo volar en pedazos.
“Perfecto... El hechizo imbuido en la bala se activó”.
“Por supuesto que lo hizo. Es increíble, ¿verdad?”
“Asombroso no empieza a explicarlo”.
Dia había tomado algo con lo que había estado en un impasse total y lo
completó en sólo una semana.
Rondas como está con seguridad serán increíblemente útiles.
La mayor debilidad de la magia era su alcance. Los hechizos explosivos sólo
podían alcanzar unas decenas de metros de distancia. Si se prescindía por
completo de la precisión, podían alcanzar cien metros en el mejor de los
casos.
Sin embargo, impregnar un hechizo en un proyectil nos permitía disparar con
precisión a cientos de metros de distancia. Ser capaz de provocar una
explosión mágica desde el interior de algo, como había hecho con la roca,
era una gran ventaja.
Esta bala nos serviría mucho.
“¿Te ha impresionado tu Onee-chan?”
“Por supuesto”.
“¿Lo dices en serio?”
Dia se adelantó y me miró con una bonita sonrisa. Sonreí con incomodidad,
luego la abracé y le di unas palmaditas en la cabeza como había hecho con
Tarte.
“Realmente disfrutas de este tipo de cosas para alguien a quien le gusta
llamarse mi Onee-chan”.
“Esto es totalmente diferente. Quiero que me respeten y confíen en mí como
una hermana mayor, pero también quiero ser mimada como tu novia”.
“Ya veo. Entonces haré precisamente eso”.

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Respetaba a Dia y también disfrutaba mimándola. La oferta y la demanda
estaban sincronizadas.
“Y no olvides mi recompensa. Trabajé toda la noche para eso”.
“Trabajaste muy duro...”
“¡Tú fuiste quien me dio la tarea que lo exigía!”
“Es cierto”.
Estaba realmente sorprendido de que lo hubiera conseguido.
(Ambas son increíbles).
Tarte y Dia habían triunfado sobre los enormes obstáculos que les había
puesto delante y habían adquirido nuevas fortalezas en el proceso. Tenía que
recompensarlas por su duro trabajo.
Yo también necesitaba seguir creciendo. Quería seguir haciendo que se
sintieran orgullosas.

148 |
El asesino y la ciudad colapsada

Algo había sucedido en Bilnore y debíamos apresurarnos a llegar.


“Han dejado de llegar informes”.
Había dado órdenes a mis agentes de inteligencia en la ciudad, la cual
experimentaba frecuentes terremotos, de que se pusieran en contacto
conmigo regularmente. Les había ordenado que lo hicieran porque sabía que,
si el contacto cesaba, significaría algo grande
“Desearía que hubiera tiempo para reunir más información, sin embargo...”
Lamenté especialmente no haber podido obtener la ayuda de Mina. Sin
embargo, tenía la mínima información que nos había proporcionado Alam
Karla durante nuestra visita al Santuario. Ella había revelado que había ocho
demonios, y yo sabía que eso significaba que cuatro estaban aún por
descubrir.
Había poco para avanzar, pero aún podía deducir lo que estaba sucediendo
hasta cierto punto. El problema era que toda mi información era vaga y de
segunda mano... Mina habría podido darme detalles concretos.
No sabía si era simple casualidad que Mina se hubiera desvanecido o si me
estaba evadiendo intencionalmente.
“... Eso me da dos opciones”.
La primera era seguir observando y no actuar hasta estar seguro de que
podíamos ganar. La segunda era acudir ahora a Bilnore y buscar al demonio.
Ambas tenían sus pros y sus contras. Si mantenía la distancia y reunía datos,
podía aumentar nuestras posibilidades de victoria. Sin embargo, si el
demonio completaba el Fruto de la Vida antes de que yo estuviera listo,
huiría. La ventaja de ir a Bilnore inmediatamente era que garantizaba la
posibilidad de detener la finalización del Fruto de la Vida, pero desafiar a un
enemigo a ciegas era peligroso.
“Tengo que llegar a un acuerdo”.
Finalmente, decidí dirigirme a Bilnore. Sin embargo, no tenía intención de
enfrentarme al demonio de inmediato. Mi plan era estudiar la situación.
Pensé que era el mejor curso de acción.

149 |
En cuanto terminamos de desayunar, ordené a Tarte y a Dia que se
prepararan para viajar. Ambas parecían sorprendidas, pero asintieron y
comenzaron con sus preparativos.
Tarte llevaba una lanza mágica que yo había hecho en lugar de su habitual
lanza plegable, y Dia llevaba una pistola para estar segura. En cuanto
estuvimos listos, despegamos hacia el cielo con nuestras alas delta.
“No sabemos qué clase de demonio es, ¿verdad?” Preguntó Dia.
“Sí, por eso voy a explorar primero. Quiero que ambas se escondan en algún
lugar fuera de la vista”. Respondí.
<<Sí, Lugh-sama. Esa es su área de especialización. Espero que el
demonio sea débil esta vez>>
Tarte volvía a utilizar su propia ala delta, por lo que hablábamos a través de
dispositivos de comunicación.
Iba a investigar solo porque era la mejor manera de evitar ser detectado, y
facilitaría la huida en caso de emergencia. No iba a luchar necesariamente
contra el demonio si me encontraba; tenía en mente la opción de huir si no
veía ninguna posibilidad de ganar.
“En realidad, no sabemos si es un demonio todavía... Sería bueno que esto
resultara ser nada”.
A decir verdad, estaba deseando eso desde el fondo de mi corazón.
Pensé en el Demonio León con el que habíamos luchado recientemente. Si
hubiéramos luchado contra él sin ningún conocimiento previo, quizá no
hubiéramos sido capaces de ganar. Sólo nuestra cuidadosa preparación nos
permitió vencerlo. Mina había dicho que Liogel era el más fuerte de todos
los demonios, pero eso no significaba que los demás fueran débiles.
“Hmm, ya casi llegamos. Acabamos de pasar por encima del pueblo de
Baruya”. Dijo Dia.
“Sí, nuestro destino debería aparecer a la vista en cualquier momento”.
Asentí.
Concentré mana en mis ojos Tuatha Dé para fortalecer mi visión. Me
sorprendió lo que vi.
Sí que vi Bilnore... pero no había forma de que pudiera seguir llamándose
ciudad.
<<Eso es horrible. ¿Cómo pudo alguien hacer esto...?>>
“Esto es increíble. Todo el lugar está bajo tierra”.

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Tal y como dijo Dia, Bilnore se había hundido claramente bajo tierra. Un
gran asentamiento con una población de varios miles de personas había sido
tragado por completo. Era una tragedia.
El agujero era muy, muy profundo. Ni siquiera los edificios más altos de
Bilnore emergían por encima de la tierra. Por lo que pude ver desde arriba,
tenía más de cien metros de profundidad.
Por el estado de sus estructuras, comprendí que la ciudad había caído en un
instante. Probablemente, toda la población había muerto inmediatamente.
(Qué crueldad).
“Si me hubiera enterado antes, habría podido evitarlo”. Me lamenté.
“No sirve de nada insistir en eso. No pudiste evitarlo, pero al menos
agradezcamos que estamos aquí ahora”. Me consoló Dia.
“Sí, tienes razón”.
Sólo me di cuenta de lo que había pasado gracias a mi red de
telecomunicaciones y a que había ordenado a mis agentes que me enviaran
actualizaciones periódicas. De no ser por mí, nadie se habría enterado hasta
mucho después.
Gracias a eso, habíamos evitado el peor de los escenarios.

Aterrizamos con nuestras alas delta y me dirigí a la montaña de escombros


que había sido Bilnore en solitario. Utilicé magia de viento para descender
lentamente hacia el gigantesco agujero.
Olía fatal. Todavía no habían empezado a descomponerse, pero los restos de
los ciudadanos aplastados estaban esparcidos por todas partes. La única
gracia salvadora para la gente era que sus muertes habían sido rápidas.
Hice lo mejor que pude para ocultar mi presencia y caminé sin hacer ruido.
Aun así, las probabilidades de ser descubierto eran muy altas.
La mayoría de las criaturas que vivían bajo la tierra eran excelentes para
percibir las vibraciones.
151 |
Podía evitar hacer ruido, pero era imposible que caminara por el suelo y no
causara alguna fluctuación, y temía que esos temblores me delataran. Estaba
siendo cuidadoso usando magia de viento para amortiguar mis pies, pero eso
era en última instancia sólo para hacerme sentir mejor.
“Así que esto es lo que implica hacer un Fruto de la Vida... Las propias almas
están siendo devoradas. Esto es ridículo”.
Si aumentaba el poder de mis ojos Tuatha Dé hasta su límite, podía ver las
almas.
Normalmente, cuando una persona moría, su espíritu regresaba a los cielos.
Luego, como decía la diosa, eran blanqueadas y colocadas en un nuevo
recipiente. Cuando me reencarné, el paso de blanqueo se saltó
intencionadamente, dejándome con mis conocimientos y experiencia.
Sin embargo, estas almas estaban siendo atadas aquí, y en lugar de regresar
a los cielos, se disolvían constantemente y eran absorbidas por algo.
“Tuve una idea equivocada cuando luché contra el Demonio Escarabajo”.
Por aquel entonces, pensaba que el Demonio Escarabajo estaba absorbiendo
los nutrientes y el mana de los cuerpos humanos de la ciudad para fabricar
un Fruto de la Vida. Lo más probable es que siguiera buscando un Fruto de
la Vida, pero no estaba absorbiendo los nutrientes y el mana con ese fin. Las
almas se utilizaban para hacer Frutos de la Vida, y él sólo había estado
reciclando los restos de los ciudadanos para crear más monstruos arbóreos.
Esto hizo que me diera cuenta de nuevo de lo mucho que los demonios eran
una presencia dañina para los humanos. Mejor dicho, para el mundo. Las
almas solían regresar a los cielos tras la muerte, lo que significaba que su
número no disminuía.
Sin embargo, aquellos espíritus disueltos y procesados así no podrían
reencarnarse nunca más, haciendo que el número existente disminuyera
gradualmente. La diosa y quienquiera que estuviera a cargo probablemente
se tomaban la molestia de reutilizar las almas porque producir otras nuevas
era difícil.
“Por eso los Frutos de la Vida son necesarios para el renacimiento del Rey
Demonio”. Razoné.
El mana era un poder que producían las almas, pero sólo era parcialmente
tan fuerte como la propia alma. La fuerza creada al agotar y condensar miles
de almas sería inimaginablemente enorme. Esa debía ser la razón de la fuerza
omnipotente del Rey Demonio.
(Ah, ya veo. Eso tiene sentido).
152 |
Todo este pensamiento me llevó a una hipótesis sobre la verdadera
naturaleza del poder del héroe. Los demonios que había conocido habían
dejado caer algunas pequeñas pistas.
Es imposible que el héroe sea humano.
La propia existencia del héroe es diferente.
Luchar contra un monstruo así no es posible.
Incluso los demonios veían al héroe como algo extraño, y eso no se debía
sólo a la fuerza del héroe. Era la diferencia en sus fundamentos existenciales.
En otras palabras, los humanos y los demonios eran criaturas con una sola
alma, pero el héroe había nacido con miles de almas comprimidas, lo que le
hacía intrínsecamente igual al Rey Demonio. Si eso era cierto, explicaba por
qué la diosa y sus superiores sólo podían producir un héroe por era. Hacer
varios agotaría su suministro de almas.
Todo estaba conectado en mi cabeza. Cuanto más pensaba en ello, más
correcta parecía mi hipótesis.
“¡Hyuk-hyuk-hyuk-hyuk-hyuk-hyuk-hyuk-hyuk!”
Una risa aguda interrumpió mis pensamientos. Era un sonido desagradable.
(¿Qué es eso?)
“Un ser vivo en mi nido, en mi nido. Extraño, extraño. Estás vivo, pero no
te alejas, te alejas”.
Percibí el poderoso mana desbordante y el miasma exclusivo de los
demonios.
Innumerables tentáculos rosados y viscosos surgieron del suelo. Cada uno de
ellos era más grueso que yo. Los tentáculos abrieron glándulas sudoríparas
y escupieron niebla rosa, que comenzó a llenar gradualmente el agujero.
Esto era malo. Respirar este vapor me mataría al instante.
“Necesito salir a la superficie de inmediato”.
La exploración era importante, pero mi supervivencia era la máxima
prioridad.

153 |
El asesino huye del dragón de tierra

Estaba rodeado por innumerables tentáculos cubiertos de mucosidad, cada


uno de los cuales se asemejaba a una lombriz gigante.
La niebla rosa que liberaban era peligrosa. Estaba disolviendo los cadáveres
cercanos y los edificios de piedra de la ciudad en ruinas. El vapor debía ser
más pesado que el aire, ya que llenaba constantemente el agujero y
bloqueaba mis vías de escape.
Había ingerido numerosos venenos desde joven para crear inmunidades
como parte de mi entrenamiento como asesino, pero no podía imaginar que
fuera seguro para mí inhalar la toxina de un demonio.
Comencé un encantamiento, luego invoqué viento y lo utilicé para soplar la
niebla rosa.
“¡Eso nunca funcionará, nunca funcionará! No tiene sentido, no tiene sentido
resistirse a mí. Te estoy observando”.
Los tentáculos se abalanzaron sobre mí mientras la voz hablaba. Eran
rápidos.
Cada uno se movía como un látigo blandido por un maestro experto en
armas. La punta de un látigo podía superar la velocidad del sonido, y cada
uno de los miembros se movía más rápido que eso mientras atacaban con
movimientos complejos y coordinados.
Su masa era abrumadora, y seguir sus trayectorias curvas era difícil.
Pero no toda la esperanza estaba perdida.
“Encontraré una forma de salir de esto”.
Vertí mana en mis ojos Tuatha Dé y utilicé magia de viento así como
habilidades de artes marciales defensivas para evitar ser golpeado. Debí
parecer un acróbata mientras esquivaba los golpes que me llegaban.
Lancé un cuchillo y se hundió en uno de los tentáculos. La cosa era más
gruesa que mi cuerpo, así que atravesarla con un cuchillo no iba a causar
ningún tipo de dolor.
Sin embargo, este no era un cuchillo normal. Una explosión cortó el
tentáculo por completo y lo hizo volar.

154 |
El cuchillo era una versión renovada de un cuchillo WASP que yo había
creado. El arma en sí no estalló. En cambio, la punta de la hoja inyectaba gas
en el tentáculo, lo que provocaba una rápida expansión dentro del objetivo.
Era extremadamente eficaz contra los organismos vivos. Lo había
desarrollado como un juguete simplemente para matar el tiempo, pero resultó
muy útil contra este oponente.
(Espero que sintiera al menos un poco de dolor...)
“Sí, ya me lo esperaba”.
El demonio no gritó ni vaciló, y los tentáculos restantes me atacaron uno tras
otro. Naturalmente, el que había destruido se regeneró rápidamente.
Chasqueé la lengua con frustración y utilicé un hechizo de viento para
elevarme en el aire.
Para decirlo sin rodeos, no había nada que pudiera hacer. No iba a aprender
nada útil estando aquí... Tenía que retirarme.
Salté alto y utilicé la magia para seguir subiendo. Este demonio no podía ser
un rival peor para nosotros. Sería significativamente más difícil de manejar
que Liogel.
Finalmente me elevé fuera del alcance de los tentáculos, pero sabía que no
podía bajar la guardia. No me iba a dejar escapar tan fácilmente.
“¡Hyuk-hyuk-hyuk-hyuk-hyuk-hyuk-hyuk!”
El suelo tembló mientras sonaba su peculiar risa aguda. El suelo empezó a
temblar violentamente, lo suficiente como para hacer que los edificios se
desmoronaran.
Entonces apareció el demonio. Era enorme y espeluznante y se parecía a una
oruga de color marrón rojizo. Su longitud superaba fácilmente los cien
metros.
Los tentáculos rosas que me habían perseguido se retorcían en sus fauces. La
monstruosa criatura saltó hacia mí con una fuerza increíble, a pesar de su
enorme estructura. Era tan grande como un rascacielos y, sin embargo, no
dejaba de acercarse a mí.
(¿Debería usar una Piedra Fahr para contrarrestarlo? No, está demasiado
cerca. Quedaría atrapado en la explosión).
Me pareció un desperdicio, pero decidí usar uno de mis ataques más
poderosos.
“¡Cannon Volley!20”

155 |
Rápidamente saqué docenas de cañones de artillería de mi [Leather Crane
Bag] y los disparé simultáneamente. Normalmente, clavaba los cañones en
el suelo para evitar que fueran derribados por el retroceso. Esta vez utilicé el
magnetismo para intentar mantenerlos en su sitio, pero mi mana fue incapaz
de anular por completo el retroceso de tantos disparos pesados a la vez.
El retroceso hizo que los cañones salieran disparados por el aire, pero los
disparos siguieron volando en la dirección deseada. Ciertamente, había
disparado con una precisión mínima, pero el enorme tamaño del demonio
significaba que sólo tenía que apuntar hacia abajo.
Las balas de cañón llovieron sobre el demonio, y cada una de ellas atravesó
su cuerpo.
“Hyuk-hyuk-hyuk-hyuk”.
Continuó su carga sin inmutarse. Sus heridas se retorcían y de cada una
crecían tentáculos como los de la boca del demonio. Era un espectáculo
repulsivo.
Mi ataque no causó ningún daño, pero su poderosa energía cinética ralentizó
a mi enemigo. Pensé que eso sería suficiente para escapar.
Sin embargo, los tentáculos más lejanos engendraron otros más finos que
llegaron hacia arriba y envolvieron mis piernas. Los tentáculos goteaban
mucosidad, e incluso mi ropa especial de combate hecha con membranas de
monstruos empezó a derretirse. Si hubiera llevado ropa normal, se habría
disuelto inmediatamente y mis piernas se habrían derretido hasta los huesos.
Disipé la armadura de viento que rodeaba mi cuerpo y la utilicé para salir
disparado hacia arriba. La aceleración explosiva arrancó los tentáculos del
demonio que me sujetaban las piernas.
Finalmente, conseguí salir del agujero y llegar a la superficie. Volví a mirar
hacia el cráter justo a tiempo para ver cómo la oruga marrón salía disparada
y se lanzaba al aire. Parecía una ballena que saltaba antes de volver a caer.
“Hyuk-hyuk-hyuk-hyuk-hyuk. Qué lástima, qué lástima. Por favor, vuelve
otra vez. Tengo que volver, volver”.
Unos segundos más tarde, el gigantesco demonio chocó con el suelo,
causando que la tierra llorara y temblara.
Entonces, se hizo un silencio estremecedor. Al parecer, el demonio mató a
todos los que entraron en su guarida, pero dejó en paz a los que estaban más
allá.
20. Cañón de volea.

156 |
Me asomé a la oscuridad de abajo y vi que ya había desaparecido bajo tierra.
“Esto es realmente malo. Tengo una gran desventaja contra este demonio”.
Eso era ser amable. No se me ocurría ninguna forma de derrotarlo con mis
capacidades actuales.
Desenredé con cuidado los finos tentáculos que envolvían mis piernas y los
embotellé. Había una buena posibilidad de que al estudiarlos se descubriera
algo útil.

Decidí no volver a entrar en el agujero y en su lugar me reuní con Tarte y


Dia. Me habrían descubierto inmediatamente si iba tras el demonio, y de
todos modos no tenía sentido intentar luchar contra él ahora mismo. No
podría derrotarlo, y el enfrentamiento no me enseñaría nada más, tampoco.
“He vuelto”. Anuncié.
“Esa cosa es increíblemente grande. Podíamos verla desde aquí”. Dijo Dia.
Tarte me ofreció un vaso. “Bienvenido, Lugh-sama. Aquí tiene un poco de
limonada”.
“Gracias”.
Cogí la limonada y sacié mi sed.
La combinación de dulce y ácido me gustó mucho.
“¿Cómo te fue? ¿Descubriste una forma de derrotarlo?” Preguntó Dia.
“En realidad... estoy un poco perdido”. Admití.
Hasta ahora había sido capaz de idear una estrategia decente para cada uno
de los demonios, pero estaba en blanco en este.
“Sí, yo también... Quiero decir, es gigantesco. Demon Killer nunca
funcionaría”.
“Tienes razón. Mide más de cien metros, mientras que el alcance de Demon
Killer es de unos pocos metros en el mejor de los casos. Tenemos que

157 |
encontrar el Corazón Carmesí, y si resulta que está en medio de su cuerpo,
nunca lo alcanzaremos”.
Los demonios eran difíciles de matar porque se curaban repetidamente si no
utilizábamos el hechizo [Demon Killer] para materializar sus Corazones
Carmesí, los cuales albergaban su poder de existencia, y luego aplastarlos.
Pero dado el enorme tamaño de la oruga, había una gran posibilidad de que
no pudiéramos alcanzar el Corazón Carmesí.
“Tampoco podemos seguirlo bajo tierra”. Dijo Tarte.
“Sí, puede escapar cuando quiera excavando en la tierra. Y es demasiado
grande para mantenerlo en su sitio”. Estuve de acuerdo.
El hecho de enterrarse le daba una gran ventaja. En el momento en que lo
acorraláramos, el demonio podía cavar y reagruparse. También funcionaba
como una gran defensa. Por ejemplo, consideré la posibilidad de ahumarlo
usando explosiones de Piedra Fahr, como hicimos con el Demonio
Escarabajo, pero eso no tendría mucho efecto si estaba en las profundidades
de la superficie. Eso descartó también a [Gungnir].
También me preocupó que no me persiguiera muy lejos después de salir del
agujero. Eso era una prueba de que priorizaba completar el Fruto de la Vida
antes que matarme. Sin duda, huiría a la primera señal de peligro.
“Oh sí, me pregunto qué demonio será”. Dijo Dia.
“Sólo puede ser uno de los cuatro demonios restantes. Parece una oruga, pero
debe ser el dragón”. Respondí.
“Pensé que los dragones debían ser más geniales que eso”. Dijo Tarte.
“... Claro, pero sólo un dragón podría ser tan grande”.
Había leyendas de algo llamado Dragón de Tierra. Al parecer, uno se había
tragado una vez un pueblo entero desde abajo.
“Hmm, ¿hay algo en la leyenda que diga cómo los héroes del pasado lograron
vencerlo? Es imposible que no hayan luchado también contra el Dragón de
Tierra. ¿No pudieron hacer nada para evitar que se escondiera bajo tierra?”
Comentó Dia.
“Una historia dice que el Dragón de Tierra se comió al héroe y regresó bajo
tierra, pero el héroe lo mató desde su estómago”. Le expliqué.
“Probablemente podamos replicar eso. Una vez dentro de su cuerpo, no
importaría que se metiera bajo tierra, y seríamos capaces de llegar al Corazón
Carmesí”.

158 |
“Sí... El problema es que arroja un gas venenoso que puede derretir la piedra.
Realmente preferiría no ser tragado”.
“Maldición, nos fundiríamos en un instante”.
Necesitábamos encontrar una ventaja. Esperaba que buscar pistas en la
leyenda pudiera revelar algo. Al menos sabíamos que se trataba de un
Dragón de Tierra.
Ahora que lo pensaba, recordaba haber leído que un héroe anterior había
tenido un duro combate y estaba dispuesto a aceptar la derrota cuando una
tormenta barrió repentinamente la zona y frenó el movimiento del Dragón de
Tierra. Quizás había algo en eso.
“... Bien podría probarlo”.
“¿Qué haces con esas Piedras Fahr, Lugh?” Preguntó Dia.
“Pensé en acosar un poco a nuestro oponente antes de rendirme”. Respondí.
Esto era sólo una idea, pero valía la pena el intento. Podría utilizar los
tentáculos embotellados para realizar una prueba.
Retirarse sería la opción más inteligente en lugar de correr riesgos. Era poco
probable que Epona llegara a tiempo, pero retirarse nos permitiría al menos
solicitar su ayuda. Esperaba que ella fuera capaz de vencer a este demonio.
Sin embargo, no quería apostar por ello. Si no deteníamos al demonio aquí,
no sólo el Rey Demonio estaría mucho más cerca de revivir, sino que otra
ciudad probablemente sufriría el mismo destino que ésta.
Siempre existía la posibilidad de que Tuatha Dé, Milteu u otro lugar con
gente importante para mí fuera el siguiente. Por eso iba a hacer todo lo
posible para detener esto. No se trataba de hacer justicia... Simplemente
quería proteger a los que me importaban.

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El asesino busca un método de victoria

Mi primer encuentro con el Dragón de Tierra fue bastante duro. No pude


encontrar nada que me diera ventaja.
Sin embargo, no fue del todo infructuoso. En primer lugar, había descubierto
que el enemigo era el Dragón de Tierra de la leyenda. Sabiendo esto, estaba
relativamente seguro de que poseía otras habilidades que aún no había
presenciado pero que se describían en las historias.
En segundo lugar, había recogido algunos de sus tentáculos cortados, que
actualmente se retorcían dentro de mi botella especial. Más concretamente,
eran los que habían brotado de otros tentáculos.
Esas dos cosas por sí solas no garantizaban la victoria, pero era un comienzo.
“Um, ¿por qué está llenando esas Piedras Fahr con mana? Ya tiene muchas
preparadas”. Dijo Tarte, pareciendo confundida.
“Estoy poniendo diferentes combinaciones de elementos en ellas. He traído
piedras Fahr llenas de mana no elemental para usarlas como baterías
recargables y otras llenas de una mezcla de mana de fuego, tierra y viento
para bombardear. Estas piedras van a servir para un propósito diferente”.
En una Piedra Fahr se podía verter una gran cantidad de poder mágico, y al
cambiar la composición de su interior se alteraba la naturaleza de la Piedra
Fahr.
“Oh, ya veo. Vas a provocar una tormenta”. Observó Dia.
“Así es. Utilizar el mana de viento y agua de trescientos magos me permitirá
provocar una tormenta, que reducirá directamente la fuerza del Dragón de
Tierra. Nunca lo he intentado, pero la leyenda dice que la lluvia ralentiza a
este demonio, así que vale la pena intentarlo”. Expliqué, mientras seguía
llenando de mana las Piedras Fahr.
“Oye, es una idea interesante. Pero ni siquiera tú puedes cargar todas esas
Piedras Fahr en tan poco tiempo”. Dijo Dia.
Eso habría sido cierto con los métodos normales. Mi habilidad [Rapid
Recovery] sólo multiplicaba mi recuperación de mana por un poco más de
cien. Si vertía poder mágico en las Piedras Fahr con todas mis fuerzas, me
agotaría antes de terminar.

160 |
“Por eso estoy agarrando las Piedras Fahr llenas de mana no elemental en mi
mano derecha para extraer el poder de ellas, y luego convertirlo dentro de mi
cuerpo y canalizarlo hacia las Piedras Fahr vacías. Eso me permite llenarlas
sin agotar mi fuerza. Quiero al menos cinco Piedras Fahr capaces de
convocar una tormenta”.
“Nunca se me había ocurrido hacer eso... pero debería funcionar. ¿Quieres
ayuda?” Ofreció Dia.
“No, estoy bien. Esto sólo funciona porque el mana de estas Piedras Fahr es
mío. Tu control sobre la magia es de élite, pero sería difícil incluso para ti
convertir el mana de alguien más”.
“Eso es cierto... Podría hacerlo, pero me costaría mucho. Lo siento”.
No tenía ni idea de lo descabellado que resultaba incluso la idea de ser capaz
de hacer eso.
“Tengo algo más que quiero pedirte. Voy a explicarte mi plan, así que
escucha. Tú también, Tarte”.
Ambas se acercaron a mí y se sentaron. No había forma de que pudiera llevar
a cabo esto solo. Las necesitaba a las dos.
Después de ordenar mis pensamientos, comencé a hablar.
“Noté una serie de cosas extrañas cuando me encontré con el Dragón de
Tierra. Ambas vieron los tentáculos con forma de gusano que se extendían
desde su cuerpo gigante y su boca, ¿verdad?”. Pregunté.
“Sí, eran lo suficientemente grandes como para que los viéramos desde
aquí”. Respondió Dia.
“Corté uno de ellos usando un cuchillo WASP21, pero se regeneró
inmediatamente”.
“No hay nada extraño en eso. Los demonios siempre reviven infinitamente a
menos que rompas el Corazón Carmesí”. Me recordó Dia.
“Sí, por eso derrotarlos ha sido tan difícil”. Coincidió Tarte.
“Tienes razón, pero parecía diferente. Mientras la parte cortada del tentáculo
seguía en el aire, la parte restante que seguía unida a su cuerpo se hinchó
hasta que el tentáculo volvió a su longitud original. Es más, el tentáculo
cortado seguía entero”.
Dia pareció entenderlo, pero Tarte parecía confundida.

21. Los cuchillos balísticos fueron diseñados para emplearse como armas ocultas cuando no es adecuado emplear un arma de fuego.
La hoja puede quedarse acoplada al mango y ser empleado como un típico cuchillo con hoja fija, o ser lanzada como un proyectil al
retirar un pasador y presionar un botón.

161 |
“Ah, ya entiendo... Eso no es muy propio de un demonio”.
“Lo siento, no lo entiendo”.
“La regeneración de un demonio se asemeja a retroceder en el tiempo. Todo
vuelve a su estado original. No es así como el Dragón de Tierra se recuperó.
Su carne se abultó y volvió a crecer para crear un nuevo miembro, mientras
que la carne cortada permaneció separada de su cuerpo”.
El absurdo poder de curación de los demonios era su mayor arma. Todos los
demonios que había derrotado anteriormente... el Orco, el Escarabajo y el
León... habían vuelto a su estado original al ser heridos, y cualquier miembro
amputado desaparecía casi inmediatamente. La regeneración del Dragón de
Tierra funcionaba de forma diferente, asemejándose a algo que se encuentra
en las criaturas naturales.
“Entonces, ¿estás diciendo que no es un demonio?” Preguntó Dia.
“No, estaba haciendo un Fruto de la Vida. Sólo un demonio puede profanar
almas de esa manera. Eso significa que es un demonio. Pero puede que no
todo sea un demonio”.
“... Ah, crees que el exterior y el interior son seres diferentes”.
“Sí, esa es la única manera de explicarlo. El demonio está probablemente en
el vientre de esa bestia. Eso concuerda con la leyenda. La creencia de que el
héroe mató al demonio desde dentro es sólo una verdad a medias. Es
probable que el héroe se encontrara con el demonio real mientras estaba
dentro del Dragón de Tierra... Aquí, tengo pruebas. No me di cuenta durante
el combate, pero embotellar una parte del cuerpo de un demonio como ésta
y llevártela contigo debería ser imposible”.
Señalé los tentáculos de la botella, que seguían saltando enérgicamente. Si
el dragón de tierra fuera un demonio, los tentáculos cortados habrían
desaparecido.
Las cosas se movían con rapidez cuando corté el tentáculo con el cuchillo
WASP, y era posible que hubiera pasado algo por alto. Sin embargo, esto era
una prueba definitiva de que la criatura gigante no era un demonio.
Todavía no podía decidir con seguridad que el interior y el exterior eran
entidades separadas, pero si mi teoría era correcta, teníamos una oportunidad
de ganar.
“Dijiste que tenías algo que pedirnos”. Dijo Dia.
“Así es. Si el exterior no es un demonio, no debería ser capaz de resistir si le
infligimos suficiente daño. A diferencia del héroe, yo no puedo enfrentarme
a la mucosidad y buscar en el interior del Dragón de Tierra con seguridad.
162 |
Por eso vamos a matar a la bestia externa para sacar al demonio. Entonces
deberíamos ser capaces de matar al demonio. Esto es lo que quiero de ustedes
dos. Cuando obligue al Dragón de Tierra a salir de su madriguera, abrúmenlo
con potencia de fuego y mátenlo de una vez. Usen esto para hacerlo”.
Les di a Tarte y a Dia casi todas las piedras Fahr que tenía llenas de mana de
tierra, fuego y viento para que las usaran como bombas.
Eso me dejó dos grandes cartas para jugar.
“Mi trabajo será sacar al Dragón de Tierra de su madriguera. Ninguna
cantidad de fuerza bruta lo matará si se sumerge bajo tierra. Una vez que
salga del agujero, usen todas estas para golpearlo con la mayor explosión
posible”. Le dije.
Dia frunció el ceño. “Hmm, ¿cómo vas a sacar esa cosa gigante del agujero?”
“Voy a utilizar las Piedras Fahr que estoy llenando ahora para eso”.
Esta estrategia me pondría en un peligro mortal, pero ya me había enfrentado
al Dragón de Tierra una vez, y mi instinto me decía que podía lograrlo.
“Entonces Dia-sama y yo... Ah, entiendo”. Dijo Tarte.
“Yo también. Llenaré las Piedras Fahr más allá de su capacidad y calcularé
cómo posicionarlas para que el bombardeo sea más efectivo, y Tarte utilizará
el viento para situar las piedras como yo le ordene”. Razonó Dia.
“Exactamente”.
Las explosiones de Piedra Fahr eran fuertes, pero la forma de conseguir el
mayor efecto de ellas era inundar y aplastar el objetivo.
La fuerza de las explosiones viajaba hacia fuera de forma radial. Si
utilizamos las Piedras Fahr sin pensar en su colocación, la mayor parte de la
energía se alejaría del objetivo. Podríamos prevenir eso rodeando el objetivo
con Piedras Fahr y desencadenando múltiples explosiones a la vez. Toda la
fuerza se desplazaría hacia el interior, sin dejar espacio para escapar.
Determinar el despliegue más eficaz de las piedras Fahr, llenarlas
rápidamente hasta superar su capacidad y programar las explosiones a la vez
no debería ser humanamente posible. Sin embargo, dada la inteligencia y el
sentido de la magia de Dia, sabía que estaba a la altura de la tarea. El
problema era que Dia no sería capaz de lanzar las piedras donde tenían que
dirigirse.
Ahí es donde entraba Tarte. Había entrenado muy duro con su magia de
viento, y su control era extremadamente preciso. Estaba seguro de que sería
capaz de llevar las Piedras Fahr a las posiciones exactas que Dia le indicara.

163 |
“Eso va a ser muy difícil. Tendré que hacer cálculos tridimensionales en el
momento en que salga del agujero”. Dijo Dia.
Tarte asintió. “Eso suena realmente difícil”.
“Sólo tendrás unos segundos, y luego Tarte tendrá que colocar esas piedras
inmediatamente... Esto es lo más difícil que les he pedido a ambas”.
Tarte y Dia intercambiaron una mirada. Comprendí que lo que pedía no era
razonable. Tampoco sería capaz de apoyarlas, dado que mandar a volar al
Dragón de Tierra iba a requerir toda mi atención.
“Lo haré”. Afirmó Dia.
“... Yo también. Um, Lugh-sama, ¿cree que podemos hacerlo?” Preguntó
Tarte.
“Sí, por supuesto. He decidido que sus capacidades actuales son suficientes”.
Respondí afirmativamente.
“¡Entonces definitivamente lo conseguiré!”
Esa respuesta era muy propia de Tarte.
Todavía no estaba listo. Necesitaba prepararme para esta operación y pensar
en una estrategia de respaldo en caso de que fallara.
Mi plan estaba construido sobre una serie de suposiciones. Debía tener en
cuenta la posibilidad de que no funcionara.

Unas horas más tarde, tenía listas todas las Piedras Fahr que había preparado
para esta misión. Las cogí, salté al agujero y utilicé magia de viento para
mantener mi altitud hasta cierto punto.
Antes del descenso, había realizado una prueba con los tentáculos cortados
para determinar por qué las tormentas afectaban al Dragón de Tierra en las
leyendas. El resultado demostró ser muy sencillo: la criatura tenía problemas
con el agua. Su piel marrón rojiza repelía el líquido, pero la mucosidad de
los tentáculos se lavaba cuando se limpiaba.

164 |
La mucosidad era muy importante para el Dragón de Tierra. Todo lo que las
secreciones tocaban se derretía y luego se evaporaba en la niebla rosada, y
también tenía fines defensivos, ya que era lo suficientemente resbaladiza
como para que las cuchillas se deslizaran sin cortar su carne.
La criatura también tenía la costumbre de expulsar mucosidad de sus
entrañas cuando se le limpiaba el pelaje externo, lo que sugería que inundar
al Dragón de Tierra con agua haría que se secara y se debilitara.
Comprender eso me dejó con un curso de acción.
Las Piedras Fahr que estaba sosteniendo no eran las que estaban llenas de
mana de viento y agua; en cambio, contenían 100% mana de agua. Llené dos
de las pequeñas y peligrosas esferas más allá de su capacidad y las arrojé al
agujero.
¿Qué pasaría si una Piedra Fahr llena con el mana de agua de trescientos
magos explotara? La respuesta resultó ser bastante sencilla.
Observé el resultado frente a mí. Una increíble cascada surgió en el agujero,
llenándolo de agua violentamente turbulenta.
El drenaje del cráter debía ser deficiente; el nivel del agua subió rápidamente.
Era como si el líquido se hubiera topado con una presa.
Si mi hipótesis era incorrecta y todo el Dragón de Tierra era el demonio,
debería haberse conformado con quedarse abajo. Si muriera, reviviría
inmediatamente. Nada le impedía esperar a que el agua disminuyera
lentamente.
Sin embargo, si el exterior no era un demonio sino un monstruo nacido de
un demonio tendría que salir a la superficie. Una criatura normal no podría
volver de la muerte. No sabía si moriría por perder toda su mucosa o por
asfixia, pero acabaría pereciendo.
El Dragón de Tierra no podía tomar la tercera opción de irse. Según Mina,
una vez que un demonio empezaba a fabricar un Fruto de la Vida, se rompía
si se abandonaba el lugar durante demasiado tiempo.
Seguramente el demonio no querría que todo su duro trabajo se
desperdiciara. Eso significaba que sólo tenía una opción.
“¡Te odio, te odio, te odio! Me estás haciendo enojar, enojar mucho”.
La gigantesca figura del Dragón de Tierra saltó fuera del agujero, que se
había convertido por completo en una piscina.
A diferencia de la última vez, había salido a matar, no a jugar. Podía sentir
su sed de sangre. Inundar su guarida debe haberle molestado.

165 |
Mi hipótesis era correcta. Ahora teníamos una oportunidad de ganar.
Era el momento de quitarle su ridícula armadura y echar un vistazo al
verdadero demonio.

166 |
El asesino arranca la armadura del enemigo

Había utilizado Piedras Fahr repletas de mana de agua para sumergir la


ciudad hundida bajo un lago, e incapaz de soportar el asalto del agua, el
Dragón de Tierra saltó del agujero.
“¡Odio el agua, odio el agua, la odio, la odio, la odioooooo! Lo pagarás, lo
pagarás, lo pagarás”.
Ser perseguido por una figura montañosa como este Dragón de Tierra no era
nada si no aterrador. Pero no iba a mirar hacia otro lado.
Los asesinos nunca descuidaban la información más trivial. Comprendían
que los datos lo eran todo para asegurar el éxito y la supervivencia.
Utilicé la visión mejorada de mis ojos Tuatha Dé para observarlo con
atención.
(Lo sabía.)
Las heridas de [Cannon Volley] ya se habían curado. Sin embargo, el
Dragón de Tierra no tenía el mismo aspecto que antes del ataque. Cuando
rompí su caparazón marrón rojizo, su carne interior se había hinchado para
cerrar las heridas, pero el caparazón no se volvió a formar.
Todavía podía ver el tejido rosado agrandado que cerraba las heridas. Le
dimos todo ese tiempo, pero aún no se había curado del todo. Cada vez
resultaba más evidente que la enorme bestia oruga no era un demonio.
“El agua debe haber agitado sus heridas”.
“¡Te odio, te odio, te odio, te odio!”
Inundar el cráter había funcionado precisamente porque el Dragón de Tierra
estaba herido. Si no lo hubiera estado, probablemente habría mantenido sus
tentáculos dentro de su boca y se habría enroscado para que el agua fuera
repelida por su caparazón. No le habría molestado en absoluto el ataque.
Sin embargo, mi [Cannon Volley] le arrancó una gran parte de su caparazón.
Eso permitió que una gran cantidad de agua se filtrara a través de sus heridas
hasta su interior, lavando su mucosa y causando un gran dolor. No era ésa
mi intención al usarlo, pero [Cannon Volley] no resultó ser un desperdicio.
El enfurecido Dragón de Tierra se estaba acercando. Sus ocho ojos llenos de
malicia sólo me miraban a mí. Era una buena señal.

167 |
Había estado a gusto durante mi primer encuentro con él, tanto que había
estado jugando conmigo. Era extremadamente difícil predecir el siguiente
movimiento de un oponente en ese estado de ánimo.
Ahora que estaba furioso y decidido a matarme, sería mucho más fácil tratar
con él. La ira reducía la visión de uno, y la intención de matar limitaba las
opciones.
Cuando el Dragón de Tierra cargó, extendió sus tentáculos en forma de lanza
para bloquear todas las vías de escape. Usando métodos normales de evasión,
esquivar habría sido imposible.
“Vamos a jugar”. Dije.
Lancé una Piedra Fahr. Ésta estaba llena de un 70% de viento y un 30% de
agua. En lugar de otra cascada, desató una tormenta que contenía una fuerte
lluvia y un vendaval explosivo.
El Dragón de Tierra volaba a una velocidad inimaginable para su gigantesca
estructura, pero sólo saltaba, lo que significaba que trabajaba contra la
gravedad. Como resultado, el vendaval lo ralentizó visiblemente. Eso no era
todo... el agua se estaba filtrando en sus entrañas, lavando la mucosidad de
sus tentáculos, y entorpeciendo su movimiento.
“Estoy mojado, estoy mojado, estoy mojadoooooo. Nooooooo, ¡se está
escapando!”
Estaba nadando a través del viento, una hazaña posible porque estaba usando
mi cuerpo para manipular la resistencia del aire. Yo mismo había creado la
tormenta, así que conocía los cambios de la brisa. La utilicé para acelerar y
esquivar al Dragón de Tierra y sus ataques, y luego para deslizarme por
debajo de él.
La tormenta se disipó, y entonces activé cuatro Piedras Fahr más.
“¡Toma esto!”
Las últimas Piedras Fahr estaban llenas de un 70% de viento y un 30% de
fuego, una proporción especializada en poder explosivo. Formaron un
estallido direccional que hizo volar al gigantesco Dragón de Tierra.
Normalmente mezclaba mana de tierra para maximizar la destrucción, pero
esta vez lo había omitido. Esto era lo mejor si lo único que quería era alejar
al objetivo.
Naturalmente, emplear un arma tan poderosa en el aire me hizo salir
disparado hacia el suelo. Liberé toda mi armadura de viento para
ralentizarme tanto como fuera posible, pero aun así estaba seguro de que
moriría instantáneamente si golpeaba el suelo.
168 |
Sabía que esto ocurriría, así que había ideado un plan de antemano. Me puse
una máscara para proteger mis ojos, oídos y boca, ajusté mi postura en el aire
y cubrí mi cuerpo con mana. Seguidamente aterricé en el agua, generando
un gran chapoteo.
Había sumergido la ciudad principalmente para fastidiar al Dragón de Tierra;
sin embargo, también lo había hecho para utilizar el agua como
amortiguador.
El impacto contra el agua fue descomunal, y a pesar de usar mana para
defenderme y de llevar mi ropa especial de asesino hecha para resistir
impactos, me rompí varios huesos.
Acabé cayendo hasta el fondo del cráter, pero no sufrí ninguna lesión de
importancia. Pateé el suelo y subí a la superficie.
“...Bueno, todavía estoy vivo”.
Miré al cielo mientras pisaba la superficie y me quité la máscara.
Sentía un hormigueo en la piel debido a la mucosidad disuelta en el agua.
Seguía siendo dañina incluso después de haberse diluido hasta este punto.
Vi quince brillantes Piedras Fahr volar hacia el Dragón de Tierra, que había
sido lanzado a lo alto del cielo. Las pequeñas piedras trazaron extrañas
trayectorias mientras el viento de Tarte las guiaba para que la fuerza de su
ruptura se dirigiera hacia el interior. Ya estaban listas para estallar.
Tan pronto como las Piedras Fahr alcanzaron las coordenadas de su objetivo,
explotaron.
“Bien hecho, Dia. Ha sido un posicionamiento y sincronización perfectos”.
Una vez más, me cubrí con mana para defenderme y me sumergí en el agua.
La explosión había procedido de quince Piedras Fahr; incluso en las
profundidades del agujero, corría el riesgo de morir.
Las Piedras Fahr también contenían mana de tierra, y esparcieron
innumerables restos de hierro mortales.
El estallido y la sacudida de la detonación llegaron hasta el fondo del agua.
La superficie del líquido se evaporó y todo el lago se calentó. Los trozos de
hierro llovieron, levantando columnas de agua.
(Eso es lo que ocurre cuando se desencadenan quince explosiones, cada una
de las cuales contiene el mana de trescientos magos, a la vez. Es absurdo).
Jadeé cuando salí a respirar.

169 |
Agudizando la vista, busqué al Dragón de Tierra. Parecía que las enormes
explosiones lo habían hecho desaparecer sin dejar rastro.
Si estaba en lo cierto, y efectivamente no era un demonio, no se regeneraría,
dejando sólo al verdadero demonio. Cualquier cosa que no fuera un demonio
no habría sobrevivido.
Observé atentamente. Si el Dragón de Tierra volvía, no tendríamos más
remedio que huir.
Vertí mana en mis ojos Tuatha Dé para asegurarme de que no pasaba nada
por alto y también utilicé un hechizo para sondear el viento.
Algo comenzó a suceder. Parecía que estaba viendo una mala película al
revés. Aparecieron trozos de carne chamuscados en el aire y se juntaron para
formar una figura humana, mientras las quemaduras desaparecían en el
proceso.
Cuando la regeneración terminó, una criatura humanoide de piel blanca y
brillante quedó suspendida en el aire. Su aspecto era extraño, ya que no
poseía imperfecciones ni orificios. Esto hacía que pareciera un maniquí.
“¿Se ha ido? ¡Se ha idoooooo! ¡Mi armadura, mi armadura!
¡WAAAAAAAAAA!”
El grito del demonio parecía más un llanto que un grito de rabia. Había
pensado que sonaba como un niño pequeño, y parecía que tenía razón.
Estaba claro que era mentalmente inmaduro. De su piel de alabastro se
extendieron unos tentáculos en forma de látigo que rodearon una pared.
Luego se tiró al suelo con ellos. Probablemente estaba pensando en huir.
La armadura protectora del demonio se había ido. Ahora podía matarlo. Sentí
que emanaba mucho menos mana y miasma de su cuerpo que de Liogel.
“Es hora de mi profesión principal”.
Sin desaprovechar la más mínima oportunidad, me preparé para asesinar al
demonio. También me aseguré de estar listo para apoyar a Tarte y a Dia si lo
necesitaban.
El demonio había estado totalmente seguro dentro de su armadura
invencible, pero habíamos nivelado el campo de juego. Se había divertido
masacrando a este pueblo, pero yo le enseñaría lo que era luchar de verdad
hasta la muerte.

170 |
El asesino termina el trabajo

Había eliminado la armadura del Dragón de Tierra y forzado la salida del


cuerpo real del demonio.
Los documentos del Santuario sobre cada demonio solían ser más detallados
mientras más difíciles eran de derrotar para los héroes del pasado. La
armadura del Dragón de Tierra había sido descrita con gran detalle, pero no
había nada sobre el verdadero demonio, excepto que fue asesinado dentro
del Dragón de Tierra.
Sospeché que eso significaba que no era muy fuerte. Por eso decidí luchar
contra él usando nuestras tácticas normales: Tarte confinaría al demonio, Dia
le dispararía con [Demon Killer] y yo asestaría el golpe final.
Cuando se realiza un ataque por sorpresa, lo mejor es estar fuera de la vista.
El agujero que el demonio había perforado en el suelo era perfecto para eso.
“¡Freeze!22”
Enfrié la superficie del agua para poder pararme sobre ella. Eso era todo lo
que necesitaba para disparar con precisión. Incluso podía dar a mi objetivo
desde el interior del cráter. Dada la extrema potencia de fuego de
[Railgun]23, disparar a través del suelo y atravesar al demonio iba a ser pan
comido.
Saqué mi [Railgun] de la [Leather Crane Bag] y utilicé un hechizo para
sondear el viento a fin de vincular el aire y mi visión. La nueva versión de
mi hechizo de sondeo me permitió apuntar y disparar con [Railgun] desde
las profundidades.
Mi función en este asesinato era acabar con el demonio disparándole y
ayudar a Tarte y a Dia a luchar en caso de que el demonio fuera demasiado
para ellas.

22. Congelación o Congelar. / 23. Cañón de Riel.

171 |
~ Punto de vista de Dia y Tarte ~

Dia y Tarte asomaron la cabeza desde una zanja que habían cavado para
protegerse de la explosión y los fragmentos de hierro. Tan pronto como Tarte
lanzó las Piedras Fahr, la pareja se agachó en la zanja, y Dia formó una fuerte
barrera mágica como cubierta. Lugh le había ordenado a Dia que lo hiciera
porque de lo contrario habrían muerto.
“Así que... ¿está muerto el Dragón de Tierra?” Se preguntó Dia.
“Sí, esa gigantesca y asquerosa criatura se ha ido. Parece que lo único que
queda es un pequeño humano de piel blanca y brillante”. Respondió Tarte.
“Entonces Lugh tenía razón”.
Tarte también podía utilizar el hechizo especial de sondeo del viento de
Lugh, lo que le permitía observar la situación con detenimiento mientras
permanecía a salvo en la trinchera. Sin embargo, debido a que la habilidad
mágica y las capacidades de cálculo de la chica eran significativamente
inferiores a las de Lugh, el alcance de su escaneo era limitado, y la
información que recogía tenía que ser simplificada para que pudiera
procesarla.
“Tu papel en el plan de Lugh es mantener al demonio en su sitio”. Instruyó
Dia.
“Sí, Dia-sama”. Respondió Tarte.
“Además, no olvides que te ha dicho que huyas si las cosas se ponen
mínimamente complicadas para ti”.
“Estaré bien. He aprendido a mantener la calma sin importar la situación”.
Tarte agarró su lanza mágica, Dia sacó su pistola y ambas saltaron fuera de
la trinchera.
Tarte se inyectó una droga en el cuello. Sólo funcionaba durante un tiempo
limitado, pero eliminaba el limitador del cerebro e incrementaba las
habilidades físicas y la producción de mana. La sustancia también aumentaba
su concentración.
172 |
Lugh le había ordenado que apuntara a un combate breve. Todavía no
conocían las habilidades de este demonio, así que sería un suicidio no ir con
todo.
Tarte agarró con fuerza su lanza, y Dia añadió algunas piezas nuevas al cañón
de la pistola que había sacado de la funda de su muslo.
Dia empuñaba una versión remodelada de su arma de fuego. Era de un
tamaño mayor y podía convertirse en una bayoneta añadiendo piezas al
cañón. Había runas mágicas grabadas en la hoja.
“Esto se siente muy bien. Me hará aún más fuerte”.
La bayoneta se había añadido parcialmente para darle una opción de combate
cuerpo a cuerpo, pero lo más importante era que el arma servía como varita
mágica. Le daba dirección a los hechizos y contribuía a reunir mana. Dia
podía lanzar hechizos sin la varita, pero tenerla aumentaba su precisión y su
poder.
El inconveniente de usar una varita era que no podría usar la pistola para
defenderse de los asaltantes cercanos. Por eso, Lugh había diseñado una
herramienta combinada que podía servir para ambas cosas. El peso añadido
empujaba el centro de gravedad de la pistola hacia la parte delantera del
cañón, lo que la hacía más difícil de manejar, pero sus ventajas superaban
ampliamente sus defectos.
“¡Iré tras él!” Dijo Tarte.
El demonio sin rostro intentaba huir. Había decidido abandonar la
finalización del Fruto de la Vida y priorizar la supervivencia.
No podían permitirse dejarle escapar. No había garantía de que no pudiera
recrear su armadura de Dragón de Tierra de nuevo. Y si lo hacía, otro pueblo
podría caer presa de él. Tarte no tenía ni un momento que perder.
Activó su habilidad más poderosa, [Beastification], y sus orejas y cola de
zorro emergieron. Un brillo hostil y carnívoro llenó sus ojos. También
realizó el encantamiento para [Wind Shield], cubriendo su cuerpo con una
armadura hecha de aire que podía ser utilizada para defenderse y aumentar
la velocidad.
“Mis deberes están dando resultado”.
No hace mucho tiempo, Tarte no habría sido capaz de suprimir sus instintos
de [Beastification], dificultando su capacidad de lanzar hechizos. Sin
embargo, gracias a su entrenamiento diario y a los deberes que Lugh le había
asignado, ahora podía lanzar hechizos tan difíciles como [Wind Shield] sin
problemas.
173 |
“Peligro, peligro, peligro, debo matarla”.
El demonio sin rostro carecía de ojos, orejas y nariz, pero aun así se volvió
hacia Tarte y extendió su mano derecha. Sus afilados dedos se endurecieron
y se extendieron hacia ella con la velocidad de las balas. Tarte se apoyó en
los sentidos propios de los animales y en los reflejos sobrehumanos de
[Beastification] mientras liberaba viento para acelerar, esquivaba el ataque
y se dirigía a toda velocidad hacia su presa.
Los dedos que esquivó se clavaron en la tierra, y la tierra bajo cada dedo se
transformó en un gólem gigante. Todos ellos persiguieron a Tarte.
Tenía que ser alguna versión de la misma habilidad que el demonio había
empleado para crear el Dragón de Tierra. Si Tarte hubiera sido golpeada,
podría haberse convertido en su marioneta.
“¡Demasiado lento!”
Tarte ignoró a los golems que la perseguían y se apresuró hacia adelante.
Liberó el resto de su viento para moverse aún más rápido, dejando a los
gólems en el polvo.
“Tan rápida, tan rápida”.
El demonio sin rostro extendió su mano izquierda. Incluso con
[Beastification], Tarte sería incapaz de evadir a esta distancia. Habría sido
físicamente imposible, sin importar sus reflejos y agilidad.
Así que Tarte decidió no esquivarlo.
“¡Eres mía!”
La chica no titubeó en ningún momento, y consiguió apuñalar al demonio
sin rostro antes de que fuera capaz de terminar de levantar su mano izquierda.
Si hubiera dudado siquiera un segundo, habría sido demasiado lenta.
El demonio quedó inmovilizado en el suelo por la lanza. Tarte la había
clavado en diagonal para atravesar al demonio y atraparlo, y corrió junto a él
después de que el arma de asta abandonara su mano.
Sin embargo, ese no fue el final. Se dio la vuelta y comenzó a recitar un
hechizo de rayo que Dia y Lugh habían desarrollado.
El hechizo se llamaba [Mighty Storm]24.
Como su nombre indicaba, producía una nube de truenos y hacía caer un
rayo. El uso de una nube en lugar de producir electricidad directamente
permitía un ataque de relámpagos más fuerte para la cantidad de mana
gastada.
24. Gran tormenta.

174 |
El hechizo tenía algunos problemas. Por ejemplo, el rayo tardaba en caer y,
como era de esperar de un rayo que venía de arriba, era bastante impreciso.
Sin embargo, con el demonio inmovilizado en el suelo y la lanza de Tarte
actuando como pararrayos, nada de eso sería un problema.
Los cinco gólems finalmente alcanzaron a Tarte e intentaron interrumpir su
encantamiento. Sin embargo, un agujero de bala apareció en cada uno de
ellos antes de que tuvieran la oportunidad.
Los gólems eran tan grandes que una mísera bala no debería haber sido capaz
de detenerlos. Sin embargo, el mana que había sido imbuido en las balas se
expandió, solidificando sus articulaciones y dejándolos completamente
inmóviles.
Los disparos habían sido potenciados con mana de tierra.
“Te recomiendo que no te olvides de mí”. Declaró Dia antes de iniciar una
nueva entonación.
Tarte le dirigió una mirada de agradecimiento, y finalmente completó su
propia magia.
“¡Mighty Storm!”
Apareció una violenta tormenta, y un rayo cayó. El rayo fue absorbido por
la lanza que inmovilizaba al demonio. La electricidad recorrió el cuerpo de
la criatura, que parecía un maniquí, y acabó quemando sus entrañas.
Ahora se había detenido por completo. Dia terminó su hechizo en ese
momento. Sólo había un hechizo que podía utilizar en un momento así.
“¡Demon Killer!”
Era la única cosa en el mundo que permitía a una persona normal matar a un
demonio. Era tan difícil que Lugh y Dia eran los únicos en el mundo que
podían lanzarlo, pero Dia realizó el encantamiento sin esfuerzo.
Disparó una bala roja de mana comprimido desde la punta de la bayoneta
que le servía de varita. Golpeó al demonio sin rostro, un campo se expandió
y un corazón brillante mezclado con joyas carmesí apareció en su abdomen.
Ese era el núcleo del demonio. Hasta que se destruyera, los demonios no sólo
se regeneraban de las heridas, sino que revivían infinitamente. En otras
palabras, destruir el núcleo permitía matar a los demonios que normalmente
eran inmortales.
“Mi corazón es tan hermoso...” Murmuró el demonio, embelesado, mientras
su piel carbonizada se restablecía. No parecía pensar que estuviera en
peligro.

175 |
Sólo el héroe podía destruir el Corazón Carmesí sin la ayuda de [Demon
Killer], e incluso una vez materializado, su dureza superaba la de todos los
metales del mundo. Se requería un enorme poder para aplastarlo y, además,
[Demon Killer] sólo duraba unos segundos.
El demonio entendía todo eso, y por eso se sentía tranquilo. Lo que el
demonio no sabía era que un ataque capaz de acabar con él se acercaba en
ese mismo momento.

176 |
177 |
Un segundo después, una bala que viajaba diez veces más rápido que la
velocidad del sonido salió disparada del suelo y atravesó el Corazón Carmesí
del demonio. Tras un leve retraso, su cuerpo cayó en pedazos y desapareció.
El demonio no volvió a regenerarse. Probablemente ni siquiera tuvo tiempo
de procesar que estaba muriendo.
La absurda velocidad y fuerza de [Railgun] llevó el combate a una
conclusión anticlimática. Otro demonio estaba muerto.
“Lugh-sama es increíble. Nunca falla”. Dijo Tarte.
“Dice que puede ver enlazándose con el viento, pero no usó sus ojos para
nada. Lugh es un monstruo”. Coincidió Dia.
Tarte disipó su [Beastification], y sus orejas y cola de zorro desaparecieron.
Dia retiró la hoja de su bayoneta y regresó el arma a su funda.
A continuación, ambas se chocaron los cinco.
“Me alegro de que hayamos ganado... Ha sido el demonio más débil que
hemos encontrado hasta ahora”. Comentó Tarte.
“Probablemente había invertido la mayor parte de su poder en ese bicho
gigante y asqueroso. Normalmente, eso lo habría hecho invencible. No
habríamos tenido ninguna oportunidad contra él. Además, la forma en que
podía huir bajo tierra era totalmente injusta”. Dijo Dia.
Tarte asintió. “Sí, Lugh-sama es realmente un genio por haber ideado un plan
para matar a esa cosa”.
“Esa no fue la única razón por la que triunfamos. Esa pelea te pareció fácil
porque te has vuelto muy fuerte. Ahora puedes luchar contra un demonio de
igual a igual”.
“Todo eso se lo debo a haber pasado tanto tiempo al lado de Lugh-sama.
Siento que, si estoy con él, no hay límite en lo fuerte que puedo llegar a ser.
Usted también se está volviendo muy poderosa, Dia-sama”.
Tal y como había dicho Maha, Tarte había cambiado. No hacía mucho
tiempo que hubiera despreciado modestamente el cumplido de Dia. Era una
evolución positiva.
“Es probable que tengas razón. De todos modos, vamos a reunirnos con
Lugh”.
“¡Está bien! No puedo esperar a que me elogie”.
Las dos chicas sonrieron y corrieron hacia el agujero donde había estado
Bilnore. Para ellas, la alegría de derrotar al demonio era significativamente

178 |
mayor que la de ser alabadas, acariciadas y abrazadas por la persona que
amaban.

179 |
El asesino acepta una invitación

Utilicé magia de viento para observar el estado de las cosas en la superficie.


No me cabía duda de que [Railgun] había destruido el corazón del Demonio
Sin Rostro, pero eso no significaba que pudiera relajarme todavía.
Utilicé un hechizo de sondeo de tierra, además del de viento, y escaneé a
fondo la zona.
“... Todo parece estar bien”.
Ahora que estaba seguro de que el demonio había desaparecido, exhalé y
liberé mi concentración.
Para asegurarme, tendría que comprobar si la luz de la estatua del demonio
en el Santuario cambiaba a rojo, al igual que con el Demonio León. Éste
había arrastrado a toda una ciudad bajo tierra... Tenía que estar seguro de que
no se había escapado, por muy improbable que fuera.
Sólo había un problema.
(Siento un poder que se eleva desde abajo... Parece que fue completado).
Sentí una tremenda fuerza bajo la superficie helada del agua. Había un objeto
que brillaba de color verde jade.
Se había formado justo antes de que disparara [Railgun], y vi cómo todas las
almas que quedaban en la zona eran absorbidas hacia él en ese momento.
Incluso sentí que yo mismo estaba en peligro. Si no hubiera estado protegido
por el mana, mi espíritu podría haber sido robado también.
Sólo había una cosa que el objeto podía ser. Era el objeto que los demonios
creaban utilizando diez mil almas humanas para utilizarlo como catalizador
para revivir al Rey Demonio, un Fruto de la Vida.
Después de que la armadura del Dragón de Tierra del Demonio Sin Rostro
fuera destruida, abandonó el Fruto de la Vida y trató de huir. Sin embargo,
nosotros habíamos ayudado involuntariamente a completarlo al detenerlo.
“Todo gracias a mi red de información. De lo contrario, no habríamos
llegado hasta aquí para luchar”.
Sin mis agentes y nuestras alas delta remodeladas, el Fruto de la Vida se
habría formado mucho antes de que llegáramos, y el Dragón de Tierra habría
desaparecido en algún lugar.

180 |
Por muy fuerte que me hiciera, no tendría mucho sentido sin los medios para
localizar al enemigo y la velocidad para llegar a él a tiempo. No era difícil
imaginar un escenario en el que nunca alcanzara a este Demonio Maniquí y
lograra revivir al Rey Demonio.
“Ahora, ¿qué debería hacer con el Fruto de la Vida...?”
Rompí el hielo y luego utilicé un hechizo de viento para levantar el Fruto de
la Vida del agua y llevarlo al aire. Parecía una joya verde, pero latía como
un organismo vivo. Era hermoso y espeluznante al mismo tiempo.
Sin embargo, un fuerte impulso superó todos los demás pensamientos al
respecto.
(Parece delicioso).
Empecé a babear. Nunca había sentido tanta hambre en mi vida. La
anticipación de los festines e incluso la inanición palidecían ante ella. Cada
célula de mi cuerpo me pedía a gritos que me lo comiera.
Hice acopio de toda mi fuerza de voluntad para resistirme. El mero hecho de
tocarlo sería peligroso, por no hablar de consumirlo. Sin embargo, había algo
en este objeto que me hacía perder la cabeza, a pesar de todas mis técnicas
de asesino para controlar mis emociones y actuar con lógica.
Mi mano rechazó la razón y buscó el Fruto de la Vida. Respondí sacando un
cuchillo y clavándomelo en el muslo. La sangre brotó de la herida y el intenso
dolor me distrajo un poco de la joya. Sin embargo, sabía que eso no duraría.
Utilicé mana de tierra en el flotante Fruto de la Vida para encerrarlo dentro
de una aleación de aluminio. Extrañamente, una barrera de aluminio
mezclada con plata atrapaba el mana. Normalmente, lo utilizaba cuando
cargaba herramientas mágicas.
Después de rodearlo con la gruesa aleación, mi hambre disminuyó
significativamente. Entonces lo guardé en mi [Leather Crane Bag], y la
tentación que sentía por el Fruto de la Vida finalmente desapareció.
“Eso estuvo cerca. Un error y habría estado en mi vientre”.
Si hubiera comido un objeto hecho para la resurrección del Rey Demonio
que contenía diez mil almas humanas, probablemente habría explotado o me
habría convertido en un monstruo.
Sin embargo, no estaba seguro de ello. Los instintos humanos eran muy
fiables. Dejando de lado la ética, seguir tus instintos casi siempre resultaba
en la decisión correcta. Podías comer la mayoría de las cosas que deseabas.
Después de todo, uno naturalmente tiene hambre de lo que su cuerpo anhela.

181 |
Si mis instintos me decían que comiera el Fruto de la Vida, había una
posibilidad de que fuera bueno para mí. Sin embargo, no quería apostar por
ello. Perder podría significar morir o convertirse en un monstruo.
Era demasiado arriesgado.
Realizar experimentos con humanos también resultaría difícil. Mi sujeto
podría convertirse en una criatura terriblemente poderosa en el momento en
que le diera el fruto.
No obstante, podía concebir otros usos. Estudiar el Fruto de la Vida podría
revelar más sobre el Rey Demonio. También podría usarlo como una ficha
de negociación con Mina.
Destruirlo también era una opción.
En todo caso, lo mejor era llevarlo conmigo en lugar de tomar una decisión
precipitada. Sin embargo, eso sólo retrasó el asunto.
“Supongo que debería volver a la superficie”.
Percibí con el viento que Tarte y Dia corrían hacia el agujero. Por ahora,
podía concentrarme en celebrar nuestra victoria con ellas.
El Fruto de la Vida estaba a salvo en la [Leather Crane Bag].

Dia y Tarte volaron a mis brazos en cuanto me elevé sobre la tierra. Esperaba
este comportamiento de Dia, pero Tarte solía ser demasiado tímida. Debían
de ser los efectos secundarios de [Beastification].
Me alivió ver que ambas estaban ilesas.
“Ha estado genial, Lugh-sama”. Dijo Tarte.
“Tu plan no pudo ser mejor esta vez”. Coincidió Dia.
“Todo el mundo desempeñó su papel a la perfección. Esta fue una victoria
de equipo”. Respondí.
Si alguno de nosotros hubiera fallado, la misión se habría venido abajo.
Realmente éramos el mejor equipo.

182 |
Nos abrazamos para compartir la alegría de que todos estábamos a salvo, y
luego nos separamos.
Dia me miró entrecerrando los ojos.
“Algo se siente mal. Hay un mana extraño a tu alrededor”.
“Sobre eso... El Fruto de la Vida terminó de formarse. Me expuse a él cuando
lo guardé”.
Aunque me había resistido a consumirlo, las ondas que desprendía me habían
bañado.
No se había filtrado energía de la [Leather Crane Bag] después de que
pusiera el Fruto de la Vida en ella, pero me preocupaban los otros objetos
que había dentro. Sabía que meter el Fruto era un riesgo, pero no había forma
de dejarlo atrás, y llevarlo en la mano tampoco era una opción.
“¿Vas a estar bien?” Preguntó Dia.
“No estuve expuesto demasiado tiempo. La energía debería dispersarse por
sí sola eventualmente... Sin embargo, no puedo permitir que les pase algo a
ustedes dos. Deberían mantenerse alejadas de mí por un tiempo. Tarte, lleva
a Dia en tu ala delta y vuelve a casa primero”. Le ordené.
Ninguno de las dos se movió.
“Si te pasa algo, necesitarás a alguien cerca para que se ocupe de ello. No
hay forma de que te abandonemos”. Insistió Dia.
“Yo también me quedaré a su lado. Si dice que estará bien, Lugh-sama, le
creeré”. Añadió Tarte.
“... Gracias”.
Ahora todos estábamos en el mismo barco. No podía llamarlo lógico, pero
estaba seguro de que los tres lo superaríamos sin problemas.
“Tarte, Dia, retrocedan”. Ordené, poniéndolas a mi espalda para protegerlas.
Al sondear el viento, había detectado una presencia cercana. Enfrentándome
a ella, desenfundé mi arma oculta.
“Después de insistir en sólo observar todo este tiempo, ahora decides
mostrarte... Naoise”.
El hombre que teníamos delante era mi amigo, que había sido manipulado
por la Demonio Serpiente Mina para que abandonara su humanidad y se
hiciera más fuerte.

183 |
Evidentemente, se había hecho aún más poderoso desde la última vez que
nos vimos. Eso seguramente significaba que había ido aún más allá del punto
de no retorno.
“Yo también quería luchar, pero Mina-sama me ordenó que no lo hiciera”.
(Dijo Mina-sama, ¿verdad?)
La última vez que lo vi, Naoise y Mina eran iguales en su relación. Ahora él
se refería a ella como superior.
Ella lo tenía envuelto alrededor de su dedo. Al menos Naoise todavía quería
luchar por la humanidad. De lo contrario, no habría querido luchar contra un
demonio.
“Ya veo. Vayamos al grano. Has esperado todo este tiempo para mostrarte.
Supongo que tienes algo que decirnos”.
“Quiero que me sigan. Mina-sama los está esperando”.
Naoise señaló al suelo, y una serpiente gigante emergió de ese lugar. Se subió
encima de su cabeza y nos hizo una señal para que nos uniéramos a él. La
serpiente era enorme, así que había mucho espacio.
“¿Qué pasa si me niego?”
“Tendría que luchar contra ti”.
Naoise sacó su espada mágica.
Pese a que era más capaz que la última vez, aun así, le ganaría. Por desgracia,
era lo suficientemente fuerte como para que no pudiera arriesgarme a
contenerme, así que me vería obligado a matarlo.
Pensaba en Naoise como un amigo, así que quería evitarlo. Además, quería
hablar con Mina de todos modos.
“Entendido. Vayamos. Nunca he viajado en serpiente antes... Tarte, Dia,
quédense cerca de mí”.
“Confía en mí, lo haré. Odio las serpientes”. Dijo Dia.
Nerviosa, Tarte comentó: “... Esto da un poco de miedo”.
Ambas se aferraron a mi cuello y subimos juntos a la cabeza de la serpiente.
Esperaba que las escamas fueran resbaladizas, pero la cabeza de la criatura
ofrecía un apoyo sorprendentemente sólido, y tenía varios cuernos a los que
podías agarrarte para mantener el equilibrio.
Una vez montados, Naoise pronunció palabras que claramente no estaban en
un idioma humano.

184 |
La serpiente respondió arrancando a una velocidad que superaba la de un
carruaje de caballos.
Indudablemente, nos dirigíamos al escondite secreto de los demonios de
Mina. No había forma de que nos dejara montar una serpiente gigante en una
ciudad donde ella operaba como humana.
(Mina sabía absolutamente lo que el Dragón de Tierra... ese Demonio Sin
Rostro... estaba haciendo).
A pesar de eso, ella eligió no darme ninguna información. Quería saber por
qué. Dependiendo de cómo fuera esto, mi alianza con Mina podría colapsar.
Si eso ocurriera, salir vivo de su guarida sería difícil. Necesitaba hacer
preparativos antes de llegar.
Supuse lo peor, porque eso es lo que hacen los asesinos.

185 |
Palabras del autor

Muchas gracias por leer: El mejor asesino del mundo consigue


reencarnarse en otro mundo como un aristócrata, Vol. 5.
Soy Tsukiyo Rui, el autor.
Me alegro mucho de que hayas elegido leer el volumen 5.
Apuesto a que algunos lectores se sorprendieron por cómo actuó la diosa esta
vez.
El inevitable regreso del Rey Demonio y la terrible metedura de pata del
héroe se acercan rápidamente. Por favor, ¡espera el próximo libro!

Promoción

El segundo volumen del manga, dibujado por Sumeragi Hamao, sale en julio.
Por favor, échale un vistazo.
La adaptación al anime de mi otra serie, Redo of Healer, también publicada
por Kadokawa Sneaker Bunko, avanza sin problemas, y su calendario de
emisión debería anunciarse pronto. (Es una historia de venganza bastante
lasciva).
No falta mucho para que se emita. Por favor, échale un vistazo también.

Agradecimientos

A Reia, gracias por proporcionar maravillosas ilustraciones para este


volumen también.
A Miyagawa, mi editor en jefe, gracias por darme siempre respuestas tan
rápidas y sinceras.
Al equipo de edición, a todos los implicados en Kadokawa Sneaker Bunko,
al diseñador principal, Takahisa Atsuji, y a todas las personas que han leído
hasta aquí, ¡muchas gracias!

186 |
Palabras del traductor ING-ESP

Saludos, lectores. Aquí Kurogane…


Nos volvemos a encontrar con un nuevo volumen. Ya el 5to de esta novela
que he trabajado en solitario. Cada día me acostumbro mas al trabajo
individual en la traducción ING-ESP de Light Novels.
Después de derrotar a Liogel, Lugh y compañía regresan a casa y pasan un
tiempo de relajación en la mansión Tuatha Dé.
Lugh nuevamente les muestra a las chicas sus nuevos inventos. Las alas delta
y los teléfonos, además de su red de telecomunicaciones la cual juega un
papel fundamental en este volumen.
Hemos observado a lo largo de la historia como los sentimientos y manera
de pensar del asesino van cambiando, para así dejar poco a poco su idea de
ser una herramienta. Tras la enterarse que su madre está embarazada, Lugh
sabe que no puede permitirse morir, ya que su hermanita sería quien herede
la espada del reino. Recuerden que Esri ya tuvo antes un hijo el cual murió
y le dejo una profunda tristeza.
Saben, me gusta la relación que tiene Nevan con Lugh. Es una donde ambos
al ser bastante inteligentes, se dan cuanta de las preocupaciones del otro y
contantemente se ponen a prueba entre ellos. La vimos muy poco en este
volumen y en varias ocasiones se vio tentada a difundir los conocimientos e
inventos de Lugh. Pero sabe que Lugh tiene mas maravillas para mostrarle y
eso la detiene. Que lo ame aun no estamos seguros, solo el tiempo lo dirá.
Por otro lado, como ya nos tiene acostumbrados el autor de Kaifuku, Tsukiyo
Rui, una vez mas nos muestra a otro personaje travestido.
Así es, estoy hablando de Lugh, quien tras ser acusado de un delito que no
cometió por un noble celoso de sus logros, hace hasta lo que un hombre no
haría en su sano juicio… enamorar a otro hombre. Las miradas frías de Dia
y Tarte lo decían todo. La actuación de Lugh era bastante natural y siempre
tuvo al conde Frantrude en la palma de su mano. La mayor parte de la trama
se centro esta vez en la conspiración para tratar de hacer caer a Lugh. Al final
termino como esperábamos. Absolución completa para nuestro asesino.
Airgetlam es el nuevo Tesoro Divino de Lugh. Espero en el siguiente
volumen veamos como lo usara. Al menos le ayudara a eliminar una de sus

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debilidades y lo que lo acomplejaba desde su reencarnación. Su descarga
instantánea de mana.
Oh, es verdad. Recuerdan cuando les mencionaba que este era el volumen de
Maha, pues si que lo fue. Ha sido tan valiente y persevero hasta el final hasta
lograr su cometido. Si tengo que destacar algo de la relación de Maha y Lugh,
es como hablan entre ellos antes de hacerlo con una profunda madurez, tal
cual lo haría una pareja de recién casados. Maha desea que Lugh se obsesione
con ella para que nunca la deje, por ello estudio mucho para darle placer en
la cama, pero su inexperiencia y falta de practica en la realidad la llevaron a
sentirse decepcionada de su desempeño. No te preocupes Maha, sabemos
que lo lograras en un futuro.
Tarte y Dia siguen volviéndose fuertes y junto a Lugh son un trio muy
poderoso frente a los demonios. El trabajo en equipo siempre es esencial. La
forma en que abordan las debilidades e idean planes para afrontar cada
situación hacen de la historia bastante entretenida.
Un nuevo demonio ha caído el cual sin su Dragon de Tierra fue presa fácil
para el grupo.
¿Qué será del Fruto de la Vida que Lugh ahora tiene en su poder? ¿Qué
querrá Mina con la invitación que le extendió a Lugh? Bueno, lo sabremos
en diciembre cuando publique mi versión del volumen 06.
Espero hayan disfrutado su lectura.

Un cierto día de Julio del 2022.


Kurogane

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