Mark David Chapman
Mark David Chapman
Mark David Chapman
INVESTIGACIÓN
22 DE ABRIL DE 2020
VICTOR JESUS CUENCA ABARCA
Psicólogo en formación
PSIQUIATRIA FORENSE
INSTITUTO DE MONTSERRAT
EL ASESINO DE JOHN LENNON
Este es un trabajo de investigación de carácter académico, el cual servirá como
evaluación para la asignatura de Psiquiatría Forense. El trabajo consiste en hacer
una investigación acerca del personaje Mark David Chapman, donde se
profundizará en cuestiones específicas como ¿El sujeto tiene personalidad o
rasgos psicóticos? ¿cuál fue el preparante, determinante y desencadenante del
acto cometido? ¿cuál es su estructura clínica y por qué? ¿algún tipo de adicción a
drogas? ¿qué tipo de trastorno de la personalidad tiene o padecía según el DSM
5? ¿trauma psicológico, neurológico o psiquiátrico que tenía el sujeto? ¿realizaba
conductas antisociales antes de los 15 años, sí cuáles, no por qué? y al final hacer
una conclusión propia en base a los datos recabados de la investigación.
Por si no bastaran los problemas en casa, también su infancia estuvo marcada por
el bulling al que le sometían sus compañeros de clase debido a su sobrepeso. A
los 16 años ya consumía todo tipo de drogas. Por todos los problemas que vivía
dentro y fuera de su casa se refugió en las drogas y en la música. Su grupo
favorito eran “The Beatles”. La letra de sus canciones hablaba de un mundo mejor
y Mark llegó creer que el cuarteto de Liverpool le hablaba directamente a él. En
esos años también descubrió un libro que sería vital en su historia: “El guardián
entre el centeno” de J. D. Salinger. La novela de Salinger es un relato en primera
persona de un cínico joven desencantado con la vida. Es considerada un clásico
del realismo sucio americano. Ha sido una obra tan inspirada como polémica.
A los 18 años la religión entró con una fuerza inusitada en su vida: se convierte al
protestantismo, se matricula en una universidad presbiteriana y se une al famoso
grupo YMCA (Young Men Cristians of America), a los que en los setenta Village
People dedicó una canción llena de sobreentendidos. A mediados de los 70 se
centró en ayudar a niños y a refugiados vietnamitas, algo habitual en asociaciones
cristianas en los Estados Unidos. Por esta labor llegó a ser recibido por el
presidente de los Estados Unidos, Gerald Ford. Todo en su vida parecía estable,
pero recibió un duro revés. La chica con la que había iniciado una relación, lo
abandonó. Mark David Chapman cayó en una profunda depresión que le llevaría a
intentar quitarse la vida en 1977 inhalando monóxido de carbono en su coche,
conectó un tubo de aspiradora al escape de su coche y puso el otro extremo
dentro, pero la manguera se derritió en el tubo de escape y el intento fracasó.
Esos años son los más oscuros de su vida. Comienza a oír voces en su cabeza y
llega a firmar cartas a una amiga como Guardián Entre el Centeno. Un psiquiatra
lo admitió en el Castle Memorial Hospital por depresión. Tras salir de allí, el
hospital lo contrató a tiempo parcial. Tocaba la guitarra para los pacientes y les
aconsejaba. Se mudó a vivir con un ministro presbiteriano. Sus padres
comenzaron los procesos de divorcio, y su madre se fue a vivir con Mark, para
después estos mudarse a Hawái.
Nadie puede estar completamente seguro de lo que pasó por la cabeza de Mark
David Chapman el 8 de diciembre de 1980. Aquel día, un texano de 25 años
disparó sobre John Lennon en el exterior de su domicilio neoyorquino y
conmocionó al mundo. En 1992, el propio Chapman lo recordó así en una
entrevista televisada en directo con el periodista Larry King: “Antes de apretar el
gatillo, yo estaba calmado y preparado para que sucediese. Mi propia voz decía
desde dentro: 'Hazlo'. Pero, después de disparar, me sentí como si la cinta de la
película se hubiese roto. Estaba conmocionado. Me quedé de pie, con el arma en
la mano. Vino José, el portero del edificio, y sacudió mi brazo hasta que el arma
cayó (...). Yo estaba aturdido. Saqué El guardián entre el centeno [la novela de
J.D. Salinger] del bolsillo, intenté leer... Deseaba que la policía llegara de una vez.
Estaba destrozado”.
Tras el asesinato de Lennon, Mark David Chapman, hoy 65 años, tuvo muchas
entrevistas con una docena de especialistas en salud mental. De los seis que
trabajaban en su defensa, cinco concluyeron que tenía una esquizofrenia
paranoide y uno dijo que era maníaco depresivo. Todo parecía encaminado al
ingreso del homicida en un sanatorio, pero Chapman no quería ser diagnosticado
como “loco”, así que alteró las reglas del juego: él mismo boicoteó su defensa y
pidió que se retirara, confesándose culpable y diciendo que "ese era el deseo de
Dios".
En este caso, el juez aceptó la confesión. Sentenció al acusado a un mínimo de 20
años de cárcel y un máximo de cadena perpetua, con compromiso de terapia
psiquiátrica. Así ha estado Chapman desde entonces; primero en régimen de
máxima seguridad y luego en aislamiento voluntario, recibiendo visitas anuales de
curas, amigos y también de su mujer, Gloria, que estaba al corriente de sus
macabras intenciones aquel diciembre de 1980 y, sin embargo, salió sin cargos.
Cumplidos con creces los veinte años de pena mínima, el convicto ha venido
solicitando bianualmente la libertad condicional, que le ha sido denegada hasta
diez veces
Cuarenta después de acribillar a John Lennon por la espalda, Chapman se
manifiesta arrepentido y ha perdido perdón por su crimen, pero los tribunales han
rechazado sus sucesivas peticiones aludiendo a diversas razones;
fundamentalmente, la preservación del orden público en un sentido u otro: temen
por la integridad de otras personas o la del propio Chapman. . En 2018 se le
denegó, por décima vez, la libertad condicional a Mark David Chapman. A finales
de 2020, año en que se cumple los cuarenta aniversarios del asesinato de
Lennon, probablemente Chapman tendrá la oportunidad de tener una nueva vista
para revisar su caso.
¿Estaría el propio Chapman preparado para salir a la calle de nuevo y encontrarse
con el reverso negativo de aquella fama que tanto ansiaba? ¿Cómo puede afectar
la reclusión tan prolongada a una persona que, sentencia judicial aparte,
manifiesta evidentes problemas de salud mental? “En general”, contesta el
catedrático Bobes, “el impacto a la salida de prisión depende no solo del trastorno
mental que presente el recluso, sino también del entorno y soporte familiar. La
segregación y el aislamiento social suelen constituir factores negativos para
conseguir un buen estado de salud mental. Sin embargo, los centros
penitenciarios suelen ser instituciones muy estructuradas y jerarquizadas que
facilitan a los enfermos un clima de seguridad y consiguen un buen nivel de
adherencia a los tratamientos. Por otra parte, el traslado al sistema social suele
prepararse con varios meses de antelación, al objeto de conseguir una mejor
incorporación sociofamiliar”.
CONCLUCIÓN
La conclusión personal que tengo sobre este caso en particular, es que los
factores predisponentes como lo son el abuso físico y sexual durante la infancia de
Mark, así como el bulling sufrido, produjeron un trauma psicológico donde la
autoestima de Mark se vio severamente golpeada y posiblemente desde ese
momento presentara una tristeza, muy cercana a la depresión, sin embargo, no
llego a ese extremo y tampoco hubo durante ese periodo de edad signos o
síntomas de esta tristeza, para que hubiera un tratamiento desde ese momento.
Esta situación da lugar a un factor que en lo particular es determinante, el
consumo de drogas, este factor en particular para mi es el que desencadena en
gran parte la patología del sujeto, ya que antes de los 15 años consumía drogas,
situación que científicamente está comprobado que el consumo de drogas
disminuye la cantidad de neuronas y también se ve afectado el sentido de la
percepción, resultado de esto es que Mark escuchara voces y percibiera que las
canciones de los Beatles, iban dirigidas hacia él, acuñado a esta situación están
los factores como el hecho de tener una conducta confrontativa con la
autoridad ,evasión de responsabilidades, que son importantes pero no tienen un
grado tan determinante, inclusive podrían entrar como predisponentes. Como
factor desencadenante tenemos el hecho de que su pareja lo dejara y provocara
que Mark cayera finalmente en depresión, esta situación desencadena finalmente
la patología psicótica, afirmando que este sujeto tiene una personalidad psicótica
(producto de la depresión y consumo de drogas), y una estructura clínica
disruptiva psicótica, debido a que presenta una disrupción del yo, donde el
superyó se fracturo, siendo las drogas un factor importante para esta disrupción,
siendo que no hay una estructura sólida para que el ello pueda reprimirse o
sublimarse. Para finalizar pienso que aun y con la rehabilitación que ha llevado
desde el suceso y que se han presentado mejorías, inclusive donde Mark D.
Chapman, se dirige hacia sí mismo como avergonzado, pienso que su estructura
clínica es muy vulnerable y que sigue estando en estado psicótico pero de alguna
manera controlado y pienso que la reintegración a la sociedad sería muy
complicado porque se necesitan de muchos factores que se vean inmersos para
que se logre una “buena” reinserción social.