Delitos Contra La Seguridad Jurídica de Los Medios Electronicos en Panamá (Regulaciones)

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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD JURÍDICA DE LOS MEDIOS

ELECTRONICOS EN PANAMÁ

REGULACIONES

Los grandes avances tecnológicos, la característica intrínseca del Internet,


(inexistencia de fronteras), y el aumento de usuarios inexpertos, se han convertido
en el principal campo de acción de cibercriminales que están al asecho para crear
novedosas y complejas formas de infringir la ley. A su vez, estos adelantos, que
han contribuido a lo que hoy conocemos como “Globalización” han jugado un
papel trascendental en el crecimiento económico del mundo, ya que conllevan un
sinnúmero de ventajas y desventajas, que han sido de provecho a usuarios y
organizaciones. Su creciente vínculo, traspasa las fronteras de los países creando
espacios suficientes a diferentes ámbitos de la vida, sociedad, negocios diversos,
entre otros. Por otro lado, la mencionada inexistencia de fronteras, ofrece un
mayor número de oportunidades a cibercriminales de perpetrar diferentes actos o
comportamientos antisociales, principalmente agresiones mal intencionadas a
sistemas de información. Estos hechos han motivado a los gobiernos, a hacer
frente a tales circunstancias aportando respuestas expeditas que faciliten la
protección de los usuarios, tanto empresas como particulares, a través de
regulaciones las cuales desde hace mucho tiempo se han tratado de unificar para
que exista una misma normativa a todos los países.

Regulaciones en el plano nacional, Panamá y su problemática. Nuestro país no


escapa de la realidad mundial de la globalización y mucho menos de la disparidad
del gobierno en cuanto a la atención que debe prestarse a este fenómeno, cada
día 124 aumentan más los avances tecnológicos y por ende la comisión de nuevas
conductas delictivas, las cuales no pueden ser atendidas por la carencia de leyes
acordes a estas, por lo que se hace necesario, de manera expedita, un cambio de
perspectiva, una ruptura a esa burocracia que logra es entorpecer el desarrollo de
herramientas que ayuden a encausar estos.

Factores como las categorías inadecuadas de los tipos penales que van de la
mano con las exigencias de la gran demanda de nuevas conductas que no se
encuentran reglamentadas, traen como consecuencia que no se puede cumplir
con el desarrollo de investigaciones dentro de procesos penales, y el logro de
imposiciones acordes a dicha conducta, por falta de acciones correctivas, que
condenen luego de una investigación. Todavía cabe señalar, los inconvenientes al
solicitar colaboración a otros países, debido a que, en las legislaciones de estos,
no se encuentren regulados estos tipos penales. Dicho lo anterior, presentamos
una cronología de las regulaciones de nuestro país en su esfuerzo de controlar y
dar solución a este fenómeno.

Panamá, da sus primeros pasos en la búsqueda de mitigar los delitos informáticos,


bajo la estructura de la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental, del
Ministerio de la Presidencia,

 Se aprueba el Decreto Ejecutivo No.709 de2011, con el que crea el


Computer Security Incident Response Team, (CSIRT), con el propósito de
prevenir e identificar ataques e incidentes de seguridad a los sistemas
informáticos de la infraestructura crítica del país.

 Por otro lado, en marzo de 2013, fue aprobado la denominada Estrategia


Nacional de Seguridad Cibernética y Protección de Infraestructuras Críticas,
(por esta misma entidad), la cual establece una serie de acciones para
mejorar la ciberseguridad y brindar protección a infraestructuras vitales del
país, sin resultados positivos, ya que, la falta de voluntad política, una vez
más, obstaculiza su implementación y desarrollo por parte de las entidades
encargadas.
 Además, en materia internacional, Panamá se adhiere y ratifica al Convenio
sobre la Ciberdelincuencia, denominado también como Convenio de
Budapest, a través de la Ley 79 del 22 de octubre de 2013, aprobada por la
Asamblea Nacional de Panamá, y publicada en la Gaceta Oficial en octubre
de ese mismo año, el cual convierte a nuestro país en el segundo en
Latinoamérica en estar adherido a este. En particular, lo que llama a la
atención, es que su texto, el cual fue aprobado sin restricciones ni
modificaciones y consignado ante la Secretaría de dicho Consejo Europeo,
sin embargo, se han presentado tres iniciativas, a la Asamblea Nacional
desde la fecha de su ratificación,(2013, 2014 y la más reciente en 2017)
con el fin de adaptar la reglamentación legal vigente en materia penal a lo
ordenado por dicho convenio, sin resultados satisfactorios, 126 lo que deja
a nuestro país sin cumplir con el compromiso internacional para el cual se
adjuntó, ya que como señalamos con anterioridad, nuestro Código Penal
vigente solo tipifica dos conductas como delitos informáticos, que no
incluyen los que se realicen por medios electrónicos, por lo que se crea un
vacío y aumenta la importancia de adecuar la normativa penal interna a lo
concertado a este convenio.

En términos generales, la problemática radica en que, los tres proyectos de Ley


presentados hasta el momento, sólo se enfocan en la modificación de la
legislación penal sustantiva, orientadas, en ampliar la comisión de las conductas
delictivas por medio de las nuevas tecnologías, en algunos casos agregan otras
circunstancias agravantes e incorporan nuevos tipos penales, y han dejado atrás,
las reformas en materia procesal; con excepción de una que 127 si hace
referencia a la evidencia digital; esto causa grandes dificultades, pues no
proporciona una senda para el uso de herramientas, que, a nivel nacional e
internacional, ayuden a una investigación ciberdelictual, ni el debido proceso de
las personas implicadas en este tipo de crímenes. Dicho lo anterior, urge la
necesaria aprobación de un marco regulatorio en la materia, que permita una
mejor precisión de los bienes jurídicos que se deben proteger ante los vastos
tentáculos del fenómeno de la ciberdelincuencia.

Panamá no poseía un marco jurídico de protección de datos personales, por lo


cual se presentó en febrero de 2017 el Proyecto de Ley No. 463 de Protección de
Datos de Carácter Personal ante la Asamblea Nacional, el cual fue aprobado
mediante la Ley 81, denominada, Ley Sobre Protección de Datos personales, del
26 de marzo de 2019 y publicada el 29 de marzo de este mismo año en la Gaceta
Oficial N°28743-A.

En síntesis, la legislación panameña, necesita una urgente reforma del


Código Penal, al igual que el Código Procesal Penal, para que se estos se puedan
adaptar al Convenio de Budapest; teniendo en cuenta que, una adecuada
implementación de estos (enfatizando más en el Código Procesal Penal),
facultaría a los mecanismos para la investigación, asegurando la correcta guía y
salvaguarda de los Derechos Humanos y las garantías procesales reconocidas por
tratados internacionales y la Constitución. Además de lo antes mencionadas, se
presentan también las Leyes y decretos creados en la República de Panamá que
se enmarcan en delitos que guardan relación con nuestro objeto de investigación y
conexos, las que referimos a continuación:

 Asamblea Nacional de Panamá. Proyecto de Ley No.558. (27 de


septiembre de 2017). Que modifica y adiciona artículos al código penal,
relacionados con el cibercrimen.
 La Ley 15 de 8 de agosto de 1994 y su Decreto No. 261 de 3 de octubre de
1995, los cuales regulan los derechos de autor y derechos conexos, en su
capítulo II, intitulado Programas de Ordenador.
 Ley 43 del 31 de julio de 2001donde se regula lo concerniente a la firma
electrónica y los negocios electrónicos.
 Decreto ejecutivo 101 del 17 de mayo de 2005, por el cual se prohíbe el
acceso a personas menores de edad a sitios web de contenido
pornográfico.
 Ley 14 de 18 de mayo de 2007. Por el que se adiciona artículos al Código
Penal relacionados al cibercrimen.
 Ley 51 de 18 de noviembre de 2009, que dicta normas para la
conservación, protección, suministro de datos de usuarios de los servicios
de telecomunicaciones y su proyecto de Ley 327 de marzo de 2011, que
realiza modificaciones y adiciona artículos a la Ley 51 de 2009.

CONCLUSIÓN

Como señalamos con antelación, en nuestro país, se hace de carácter urgente


una adecuada reforma a la legislación, en lo que respecta al Código Penal, y al
Código Procesal Penal, para que se estos se puedan adecuar al Convenio de
Budapest; partiendo del hecho que, de esto (enfatizando más en el Código
Procesal Penal), facultaría adecuados mecanismos para la investigación,
asegurando la correcta guía y salvaguarda de los Derechos Humanos y las
debidas garantías procesales, constitucionales y reconocidas en tratados
internacionales.

Por otro lado, urge también, la necesidad de capacitar a los entes policiales
encargados de llevar las investigaciones, toda vez que estos puedan cubrir de
forma adecuada, las exigencias técnicas, operativas y logísticas para combatir los
delitos informáticos, ya que factores como la supranacionalidad, hace que las
fuerzas de seguridad de cada país se encuentren limitadas por sus fronteras lo
que dificulta la aplicación de la ley en concreto.

Otro factor de mucha importancia, del cual Panamá no escapa, es que cada país
trabaja por separado y sin revelar datos que puedan servir a una investigación en
contra de los ciberdelincuentes, los que se colaboran mutuamente para lograr su
objetivo, toda vez que, al momento de iniciar una investigación se encuentran
dificultades para indagarles, recabar pruebas, retrasos en la negociación de la
jurisdicción entre las agencias de investigación, entre otros. Además se debe tener
presente que para los que perpetran este tipo de delitos, no es de mucha
importancia una legislación que los condene, toda vez que su alto conocimiento
relativo a la tecnología les permite realizar los crimines desde cualquier parte del
mundo sin dejar rastro alguno. Por lo anterior, se hace imprescindible una
adecuada comunicación y colaboración entre países, toda vez que los delitos de
este orden van en aumento, la información relacionada a estas investigaciones se
encuentra fragmentada, y las cifras indican que, aunque contemos con un
instrumento jurídico internacional que nos sirva como modelo o guía a los países
para legislar en materia de ciberdelincuencia, encontramos que las leyes no son
capaces de mitigar las cifras de estos.

Y es que los países, en su intento de regular estos, describen específicamente un


delito informático, lo cual hace que la norma prontamente quede desfasada, por lo
que, para evitar sucumbir en estas situaciones, es imprescindible que se realicen
las investigaciones que contribuyan a profundizar en la naturaleza del problema y
con la característica transnacional del mismo. Por lo que, sin lugar a duda, se da la
urgente necesidad, en nuestro país y el mundo, de una solución integral, seria,
armónica entre los distintos países, que asegure la cooperación internacional,
como arma para combatir la delincuencia informática.

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