La Adiccion de La Tecnologia

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LA ADICCION DE LA TECNOLOGIA

Hola, soy Leonora Roberts, tengo 15 años y vivo en Inglaterra.

Les voy a contar una experiencia aterradora que viví a los 13 años. Todo comenzó cuando
desperté en el día de mi cumpleaños donde oí a mi mamá llamarme desde la sala de estar, al
bajar las escaleras, observé una caja pequeña envuelta en regalo sobre el sillón, supuse que
era algo curioso por el tamaño de la caja. Al momento de abrirla, observe una pequeña y
delgada pantalla, se parecía mucho a un televisor pequeño, y mis padres me dijeron que era
un teléfono móvil, algo sorprendente porque nunca había tenido uno.

Al encenderlo me pareció muy bonito y fácil de utilizarlo por su pantalla táctil y algo de miedo
porque pensaba que era algo muy frágil y temía que se rompiera.

En 2 semanas pude explorar y averiguar muchas cosas interesantes de mi nuevo móvil y cierto
día, descubrí el wifi, pude apreciar lo magnifico que era la tecnología en estos aparatos
electrónicos. Halle las redes sociales como: WhatsApp, Facebook, Instagram, etc… y
videojuegos como: roblox, fornite, fre fire , ect…

Al regresar a clases, pude observar que los adolescentes de mi edad tenían un teléfono móvil y
pasaban mucho tiempo en él, que olvidaban sus obligaciones, como prestar atención o
practicar algún deporte.

Después de unos días fui observando, escuchando en las noticias que constantemente varios
adolescentes de mi edad desaparecían, me sentía muy triste y asustada al no saber el
motivo.

En lo profundo del bosque de Inglaterra habitaba una vieja bruja hambrienta de carne humana
joven para tener como resultado una hermosa piel. Experimento con diversas pociones y
descubrió el wifi más rápido y potente que el que utilizaban las personas. Lo expandió por toda
la zona

Los jóvenes de temprana edad llegaron a volverse adictos a estas apps, lo que no sabían era
que este wifi absorbía la energía de cada joven, volviéndose esta cada vez más jóvenes, estos
casos surgieron en todo lugar y para los adultos ya era sospechoso.

Estaba en mi habitación cuando en mi casa llego un nuevo wifi, decidí abrirlo y descubrí que
era más rápido al que tenía antes.

Llego al punto en el que se empezaba a enviciarme, pero me di cuenta muy rápido al ver que
cada día no tenía energía para realizar las actividades y dejé de utilizar por un tiempo el
teléfono móvil.

Los casos siguieron aumentando cuando descubrí que todos los niños estaban perdiendo su
energía como en mi caso, por esa misma razón decidí organizar charlas y orientaciones
reflexivas para guiar nuestro comportamientos y hábitos para darle un buen uso a la
tecnología.

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