Carreteras Sostenibles

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CARRETERAS SOSTENIBLES

Teniendo en cuenta que la construcción de carreteras consideradas


sostenibles "implica un cambio en la concepción de las prioridades y los
criterios para definir rutas y especificaciones, así como una
participación interinstitucional y multidisciplinaria dentro de una
política de planeación en los niveles de gobierno que competa" [15],

diferentes organizaciones internacionales han desarrollado importantes


investigaciones que han llevado a definir los conceptos y criterios para
considerar que una carretera es sostenible; algunos de los más
importantes son expuestos a continuación:

 La Federación Europea de Carreteras (ERF) define las carreteras


sostenibles como aquellas que son eficaces y eficientemente
planeadas, diseñadas, construidas, modernizadas y conservadas
mediante políticas integradas con respeto al medio ambiente, y
que conservan el beneficio socioeconómico esperado en términos
de movilidad y seguridad [16].

 La Administración Federal de Carreteras (FHWA) en Estados
Unidos, define una carretera sostenible como la que satisface los
requisitos funcionales del ciclo de vida del desarrollo social y el
crecimiento económico, mientras se esfuerza por mejorar el
entorno natural y reducir el consumo de recursos naturales desde
su concepción hasta la construcción, operación y mantenimiento
[17].
 El Sistema de carreteras verdes (Greenroads) define un proyecto
vial sostenible o verde como aquel que ha sido diseñado y
construido a un nivel de sostenibilidad, que es sustancialmente
más alto que la práctica común actual, es decir, contiene los
elementos clave de la ecología, la equidad y la economía,
favoreciendo el aprovechamiento mesurado de los recursos
naturales renovables y no renovables a lo largo de la vida útil, el
bienestar de la sociedad y rentabilidad económica [18].

QUÉ REQUISITOS TIENE QUE CUMPLIR UNA CARRETERA PARA


SER SOSTENIBLE

SON NECESARIAS LAS CARRTERAS SOSTENIBLES

23 septiembre 2021 - Laura López

Las carreteras son una pieza clave para que la movilidad sea cada
vez má s sostenible. Está n llamadas a abandonar su papel pasivo
como estructura del trá fico para convertirse en un elemento
inteligente, con vida propia, capaz de interactuar con el entorno,
reducir las emisiones, generar energía o, incluso, ocuparse de su
propio mantenimiento.

En los ú ltimos añ os, la necesidad de llevar a cabo una


transformació n sostenible ha quedado clara.

Conceptos como la huella de carbono, las energías renovables y la


sostenibilidad han conquistado la esfera pú blica.
Lo han hecho conforme se acumulaba la evidencia de que los
efectos de la actividad humana sobre el equilibrio medioambiental
del planeta tenían el potencial de ser muy negativos.

Frente a esta realidad, los compromisos políticos con la bú squeda


de la sostenibilidad han sido suscritos por la inmensa mayoría de
los países del mundo y ha llegado el momento de buscar las
estrategias para hacerlos realidad.

Para poder cumplir ese objetivo, muchas de las tecnologías y


sistemas que hacen posible la vida diaria de las personas deben
experimentar una total deconstrucció n. Porque en sectores como
el transporte, o la industria, es imprescindible dar con alternativas
que no contaminen o, al menos, que contaminen lo menos posible.

En la actualidad, casi el 30% de las emisiones de gases de efecto


invernadero de los países de la Unió n Europea puede atribuirse a
los sistemas de transporte. Por ello, la bú squeda de sistemas
alternativos y má s sostenibles es una absoluta prioridad dentro de
las estrategias de adaptació n de las economías a
modelos sostenibles.

La mayor parte del tiempo, cuando se habla del transporte en


términos de sostenibilidad, todos los dedos apuntan a los
vehículos y sus emisiones. Pero lo cierto es que el margen de
mejora es amplio en casi todos los componentes de los sistemas
de transporte.

En los vehículos, por supuesto, pero también en las


infraestructuras y las tecnologías que las complementan.

¿Qué es una carretera sostenible?


No solo los motores alimentados por combustibles fó siles resultan
contaminantes. También lo son las propias infraestructuras. De
acuerdo con la revista Science, las carreteras también contribuyen
a la contaminació n del aire. Por ello, un enfoque integrado de la
sostenibilidad en el transporte debe apalancarse sobre un
proyecto de carreteras sostenibles. Porque toda cuenta.

Así, el desarrollo de una infraestructura sostenible, del tipo que


sea, debería ser un proceso que englobe todas las fases del
proyecto, desde la planificació n a la ejecució n.

Ademá s, debería llevarse a cabo siempre prestando atenció n a que


el producto resultante tenga el menor impacto posible en el medio
ambiente.

De acuerdo con la Escuela de Organizació n Industrial (EOI), para


que un proyecto de carretera sea sostenible debe ofrecer una serie
de beneficios. Entre ellos, debe buscar la reducció n del gasto de
combustibles, debe limitar en todo lo posible las necesidades de
mantenimiento, así como el impacto ambiental.

Debe, también, garantizar una vida ú til lo má s larga posible para la


infraestructura e, incluso después de esta, favorecer que los
desechos que produzca sean reciclables o reutilizables. Y, sobre
todo, debe cumplir toda una serie de criterios que aseguren que
reduce en todo lo posible el gasto energético asociado a su uso.

Tecnologías que apuntan maneras


Uno de los elementos que ofrece mayores posibilidades a la hora
de “sostenibilizar” las carreteras son los materiales que se utilizan
para su construcció n. El asfalto, material nú mero uno en la
construcció n de carreteras, a pesar de las cualidades que lo hacen
idó neo para soportar el trá fico rodado, no es precisamente
ecoló gico ni sostenible.

Sin embargo, ya hay materiales que ofrecen un potencial


importante a la hora de sustituir al asfalto. El grafeno, por
ejemplo, má s fuerte que el acero, má s ligero que el aluminio y
completamente ecoló gico (está compuesto al 100% de carbono)
es uno de los principales candidatos (ya está en uso en varios
proyectos piloto) para sustituir al asfalto. Ademá s, se está n
investigando otros materiales que podrían servir para producir
pavimentos ecoló gicos que contribuirían a reducir la
contaminació n.

Otras tecnologías que podrían hacer que las carreteras fuesen má s


sostenibles son aquellas que ayudan a reducir el gasto de energía,
especialmente de la proveniente de combustibles fó siles. Así,
proyectos como los de las autopistas inteligentes, capaces de
transmitir informació n e incluso de ayudar a recargar vehículos
eléctricos, ocupan un lugar predominante en los desarrollos
dirigidos a hacer infraestructuras sostenibles. Dentro de estas
tecnologías, destacan las que permiten que las propias carreteras
actú en como generadores de electricidad, ya sea a través de
energía cinética o de placas solares integradas.

El uso de este tipo de tecnologías de generació n de energía junto a


las que permiten la carga inalá mbrica de baterías podría servir
para que, en unos añ os, los vehículos eléctricos puedan recargarse
sobre la marcha.

Carreteras más sostenibles hoy


En la actualidad, ya hay proyectos en marcha para testar si
determinadas tecnologías aplicadas a la construcció n de
carreteras podrían servir para que sean má s sostenibles.
Proyectos como el que se encuentra en un tramo de la N401 en
Holanda, que reemplaza parte del asfalto de la carretera por
paneles solares para producir energía; o como el proyecto en
Rosmalen, también en Holanda, que produce electricidad a través
de células fotovoltaicas colocadas en una barrera acú stica.

El uso de grafeno como sustituto del asfalto también se está


poniendo a prueba en la actualidad. Hay proyectos que utilizan el
grafeno como material en la construcció n de carreteras en países
como Reino Unido (A1 en Northumberland) e Italia (La Strada
Provinciale Ardeatina en Roma).

INTRODUCCIÓN

El subsector vial es considerado uno de los pilares de crecimiento


económico más importantes desde los inicios de la sociedad, por
permitir la conectividad entre diferentes regiones de un territorio y
el intercambio comercial y cultural; sin embargo, representa una
de las actividades de mayor impacto negativo sobre el ambiente,

puesto que se requieren de la extracción de grandes cantidades


de recursos naturales, modificación del uso del suelo, cambios
drásticos en el paisaje y hábitats, “efectos y presiones sobre el
patrimonio cultural, incluyendo sitios de interés arqueológico,
caminos históricos o tradicionales” [1],

el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, hoy


Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS),
en conjunto con el Instituto Nacional de Vías (Invías), elaboraron
la Guía Ambiental para proyectos de Infraestructura, subsector
vial versión 2011, instrumento técnico de autorregulación que
busca promover la sostenibilidad en el subsector vial.

En la Guía se describen los diferentes aspectos legales, técnicos


y socioambientales que se deben cumplir en la ejecución de un
proyecto vial no licenciado, además se propone una lista de
indicadores generales, denominados indicadores de éxito, que
permiten a la interventoría realizar un seguimiento al
cumplimiento de los programas socioambientales establecidos y,
finalmente, evaluar el desempeño del contratista;

sin embargo, es necesario adaptar y elaborar nuevos indicadores


de acuerdo con las condiciones propias del proyecto vial “que
permitan establecer los aportes positivos y negativos en cuanto la
calidad ambiental al área de influencia de cada proyecto y en
general del sector vial” [2]. No obstante, el acceso a información
sobre aplicación de indicadores de sostenibilidad específicos en
el subsector vial dificulta este proceso. Es así como el objetivo de
esta revisión es exponer diferentes guías, sistemas e indicadores
de sostenibilidad del sector transporte y subsector vial
reconocidos en el ámbito internacional, que aporten al programa
de seguimiento de proyectos de infraestructura vial en Colombia.

DESARROLLO SOSTENIBLE

En la actualidad promover y alcanzar un desarrollo sostenible,


más que un compromiso político de los países industrializados
desde una perspectiva local es un deber de conciencia mundial
con el fin de minimizar los graves daños causados al ambiente
desde el surgimiento de la revolución industrial, la cual se
expandió al mundo como “el primer ejemplo moderno de
crecimiento económico (…)” [3],

un crecimiento basado en la alta producción de bienes, la


innovación en los diferentes medios de transporte y el desarrollo
de las principales ramas científicas, por citar algunos beneficios
atribuibles a este sistema de desarrollo; sin embargo, el uso de
tecnologías altamente contaminantes y el ineficiente manejo de
los recursos naturales, trajo consecuencias como la pérdida de
grandes volúmenes de bosques, la sobreexplotación de suelos,
contaminación del agua, emisión de gases causantes del
calentamiento global, desigualdad social, como lo menciona
Robert M. MacIver en el libro The Great Transformation, de Karl
Polanyi, “Los logros industriales estupendos de la economía de
mercado se habían comprado al precio de un gran daño a la
sustancia de la sociedad” [4], desequilibrando así la relación
hombre naturaleza.

En Colombia, de acuerdo con lo definido en el Art. 3 de la Ley 99


de 1993, el desarrollo sostenible es aquel “que conduzca al
crecimiento económico, a la elevación de la calidad de vida y al
bienestar social, sin agotar la base de recursos naturales
renovables en que se sustenta, ni deteriorar el medio ambiente o
el derecho de las generaciones futuras a utilizarlo para la
satisfacción de sus propias necesidades” [8];

por su parte, el documento Índice de Sustentabilidad Urbana en


Bogotá, lo define como “la ineludible necesidad de considerar la
justa proporción, la mesura y en definitiva comprender y atender
las implicaciones ecosistémicas inherentes a la producción y
consumo de bienes y servicios, cuando se trata de satisfacer lo
necesario” [9]. De acuerdo con lo anterior, es preciso mencionar
que la sostenibilidad “es una relación entre los sistemas humano
y ecológico que permite mejorar y desarrollar la calidad de vida,
manteniendo, al mismo tiempo, la estructura, las funciones y la
diversidad de los sistemas que sustentan la vida” [10], bajo este
precepto la sostenibilidad se puede aterrizar en las siguientes
dimensiones:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=91142868005

https://www.ontheroadtrends.com/requisitos-tiene-cumplir-una-carretera-sostenible/

https://revistas.unimilitar.edu.co/index.php/rcin/article/view/1433/1799

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