La Segunda Revolución Industrial

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La Segunda revolución industrial

La segunda etapa de la Revolución industrial se extendió por diversos países y dio


lugar a la aparición de grandes potencias industriales y económicas como
Alemania, Francia, Estados Unidos y Japón.

Estas potencias aplicaron los nuevos procesos de industrialización, producción,


crecimiento económico, avances tecnológicos y científicos, así como el uso de
fuentes de energía naturales, entre otros.

Cabe destacar que no existió como tal una división de etapas de la Revolución
industrial, no obstante, sí se hace énfasis en que hubo un segundo momento de
crecimiento acelerado de la producción a partir de los avances tecnológicos y
científicos.

Fue en esta etapa que surgieron las siderúrgicas, se desarrolló aún más la
industria automotriz y de transporte, y se crearon las nuevas industrias petroleras,
químicas y eléctricas.

Esto desembocó en la competitividad industrial, de mercados y entre países,


generando nuevos modelos económicos y de mercado que forman parte del
proceso inicial de globalización.

Causas de la segunda revolución industrial


Las causas de esta segunda etapa de la Revolución industrial derivan del continuo
desarrollo tecnológico y científico iniciado en la primera etapa de esta revolución.
Crecimiento demográfico
Durante esta etapa la población mundial comenzó a crecer de manera acelerada,
además vino acompañada con una decreciente tasa de mortalidad debido al
control de las epidemias y diversas enfermedades.
Revolución agraria
Aunque la producción agraria aumentó, muchos campesinos se mudaron para las
grandes ciudades en la búsqueda de mejores trabajos y calidad de vida, lo que
generó mayor desempleo y la reorganización de las urbes.
Industria
A medida que se fueron descubriendo nuevas fuentes de energía y su utilidad,
como el petróleo, el gas y la electricidad, también surgieron nuevos tipos de
industrias. Incluso, se desarrolló la industria química destinada a las aleaciones
que permitieron el uso del aluminio, el acero, el níquel, entre otros.
Economía
El desarrollo industrial fue rápido y generó nuevos modelos de trabajo,
económicos y de mercado a fin de obtener mayores riquezas y control comercial.
Sin embargo, esta situación provocó la creación de monopolios, el descontento de
los obreros, tomó fuerza el concepto de capitalismo y, por consiguiente, iniciaron
diversas luchas de carácter social y laboral.
Consolidación de la clase burguesa
Durante esta época la clase burguesa estaba en crecimiento y apoyó en gran
medida la creación de nuevas leyes y reglamentos económicos y políticos para
incentivar la producción industrial.

Consecuencias
Las consecuencias de este proceso industrial fueron tanto de tipo positivas como
negativas y repercutieron en la vida de los ciudadanos en general, a continuación
se presentan las más importantes.

De orden social
Hubo un importante crecimiento demográfico, los campesinos se trasladaron a las
grandes ciudades y crecieron las urbes, en especial aquellas donde había mayor
posibilidad de conseguir trabajo, de allí que se hable de un éxodo social.

En consecuencia, surgió la clase obrera o proletariado, que propició la creación de


las organizaciones sindicales que dieron inicio a las luchas sociales en la
búsqueda de una mejoría laboral y social de los empleados. Para entonces,
existían marcadas diferencias entre las clases sociales.

Por otra parte, la mujer comenzó a realizar trabajos fuera del hogar y a reclamar la
igualdad de derechos con el hombre.

De orden económico
Se estableció un nuevo orden industrial que implementó la producción en serie, de
allí que los procesos industriales eran más rápidos y a menor costo que la mano
obrera, por tanto conllevó al despido de gran cantidad de empleados. La
producción en serie generó el aumento de las ganancias económicas.

De orden político
Se estableció un nuevo orden político para crear leyes en función de los nuevos
sistemas industrializados, mecanismos comerciales, el nuevo orden social y los
derechos de los trabajadores.
En este sentido, la clase burguesa dominó buena parte de la actividad política y se
tuvo que enfrentar al descontento de la clase obrera que vivía en condiciones de
pobreza. También aparecieron los primeros ideales socialistas que proclamaban
mejoras laborales y de condiciones de vida.

Alteraciones en la organización del trabajo

Frederick Taylor (1856-1915) crea una teoría de la gerencia del trabajo que
procura potenciar los rendimientos y las ganancias empresariales. La división de
las tareas productivas aumenta y el rol del obrero decae al cumplir con tareas
cortas y
repetitivas que lo especializan en un solo quehacer.

El taylorismo intensifica la estandarización de los productos y en la fábrica separa


la labor manual de la intelectual.

Estas prácticas se acentúan con el fordismo. Henry Ford (1863- 1947) creó la
cadena de montaje y la aplicó en las fábricas de automóviles. La compañía Ford
desde 1908 fue capaz de producir numerosos automóviles en poco tiempo. Al
bajar los precios de los autos gracias a ese método, más personas de la clase
media pudieron adquirirlos.

Características de la Segunda revolución


industrial
Entre las principales características de la Segunda revolución industrial se pueden
mencionar las siguientes:

 Como tal no hubo una ruptura o división de etapas de la Revolución


industrial, sin embargo, se habla de una segunda parte dado que este
proceso industrial, económico y social se expandió de manera acelerada
por diversos países y conllevó a múltiples cambios a nivel mundial.
 Los estudios e investigaciones científicas se comenzaron a aplicar en las
industrias.
 Surgieron importantes avances en el área automotriz y de las
comunicaciones.
 Fueron realizados importantes avances científicos como la Teoría de
Darwin y diversos avances médicos.
 Se comenzaron a utilizar nuevas fuentes de energía a partir de la
electricidad, el gas y los derivados del petróleo.
 Se comenzó a hacer uso de recursos y aleaciones como el acero, el carbón
o el aluminio.
 Aparecieron las máquinas automatizadas utilizadas en las grandes
industrias.
 Aumentó el porcentaje del desempleo.
 Se aplicó la producción en serie como sistema de trabajo.
 Surgieron de nuevos modelos económicos.
 Expansión de los mercados.
 Surgieron nuevas potencias económicas e industriales que rivalizaban por
tener el mayor control de los mercados, por ejemplo, Alemania, Estados
Unidos y Japón.

Potencias de la 2da Revolución Industrial

La segunda etapa de la Revolución industrial se extendió por diversos países y dio


lugar a la aparición de grandes potencias industriales y económicas como
Alemania, Francia, Estados Unidos y Japón.

Estas potencias aplicaron los nuevos procesos de industrialización, producción,


crecimiento económico, avances tecnológicos y científicos, así como el uso de
fuentes de energía naturales, entre otros.

Desde la perspectiva de las relaciones internacionales, con la II Revolución


Industrial se consolidaron nuevas potencias mundiales. Alemania, Estado Unidos y
Japón se convirtieron en actores internacionales de primer orden. El éxito de estas
nuevas potencias se podía observar en diferentes aspectos. Alemania mostró su
poderío en la guerra franco-prusiana, en la cual se impuso a Francia. Estados
Unidos potenciaba su expansión hacia el oeste buscando nuevas tierras para
colonizar. Japón, con la restauración Meiji, que condujo a la modernización del
país, salió de su tradicional.

De forma paralela se consolidó una nuevo modo de capitalismo, que tendía hacia
un carácter monopolista. Por otra parte, la necesidad de buscar nuevos mercados
llevó a una aceleración de proyectos imperialistas. Esta nueva situación, en las
cuales las potencias industriales rivalizaban por conquistar nuevos territorios y
ampliar sus mercados llevó a episodios de franca tensión, e incluso a conflictos
bélicos. El culmen de esta situación fue, en última instancia, el estallido de la I
Guerra Mundial.
Si bien, en la Primera Revolución Industrial, Inglaterra se convirtió en la primera
potencia económica, durante la Segunda Revolución Industrial esta situación
cambió radicalmente con la emergencia de nuevas potencias: Alemania, que a
partir de su unificación tuvo un destacado desarrollo económico e industrial, así
como los Estados Unidos y Japón. Por otra parte, Japón a partir de la segunda
mitad del siglo xix, comenzó a seguir un proceso de modernización. La
restauración Meiji emprendió una serie de reformas que tenían como propósito
romper el aislamiento en que había permanecido el país y eliminar los obstáculos
al crecimiento económico impuestos por el régimen de gobierno antecesor,
tomando como modelos de referencia a los países occidentales, principalmente
los Estados Unidos, que habían ingresado en su territorio. De esta manera, el
gobierno Meiji promovió la creación de fuentes para la industria pesada con
tecnología importada desde Europa, así como la expansión del poderío militar.
Para principios del siglo xx, Japón había logrado consolidar un importante
crecimiento industrial y despuntado como potencia económica. 8
Los principales factores del establecimiento de nuevas potencias:
Alemania
● Comenzó su proceso industrial en 1840, y en 1914 se convierte en la
principal potencia industrial.
● Fue la principal potencia gracias a sus avances tecnológicos y el buen
uso de la economía.
● Pervivencia de rasgos feudales que limitan la movilización geográfica,
desalientan innovaciones y la iniciativa personal. Todos estos rasgos
feudales desaparecen con la invasión (1810).
● Influye el modelo ruso. Hace frente a la competitividad de los productos
ingleses que empobrecen los mercados internos.
● Sector punta: industria siderúrgica, química y eléctrica.
● Importante el papel educativo: promoción de la educación profesional,
científica y técnica.
● Papel fundamental de la liberalización de la estructura económica social
heredada del antiguo régimen; modernización de los sistemas de
comunicación; política proteccionista que impulsa el proceso
industrializador.
● Importancia del crédito bancario y la gran empresa, caracterizada por
una tendencia a la expansión e integración vertical.
Estados Unidos
● Disponibilidad de recursos naturales (algodón, petróleo, oro, minerales,
cuero, etc).
● Evolución demográfica.
El proceso demográfico de Estados Unidos tuvo tres rasgos esenciales que lo
caracterizaron. En cuanto a la población, este país no superaba los cuatro
millones de habitantes en el primer período; sin embargo la misma se fue
duplicando cada 23 años, hasta que en vísperas de la Guerra de Secesión logró
alcanzar los 32 millones. No obstante, en el último tercio del siglo xix se
evidenciaría un relativo descenso en dicho crecimiento.

Avances científicos y tecnológicos de la


Segunda Revolución Industrial

En la química

Hubo importantes estudios y experimentos científicos que tuvieron aplicación


práctica y mejoraron la elaboración de tintes, colorantes y fibras artificiales.

Se perfeccionó la producción de abonos minerales como el fosfato, el ácido


fosfórico y la potasa. Con estos abonos se incrementó en gran medida la
producción agrícola.

En 1861, el químico belga Ernest Solvay creó un método que permitió reducir el
costo y hacer más eficiente la producción de jabón, cristal y papel.

El científico francés Louis Pasteur descubrió en


1864 un proceso térmico (la pasteurización) que permitía reducir la presencia de
agentes patógenos en los líquidos. Esto permitió conservar los alimentos en buen
estado sin alterarlos.

Entre los avances más importantes destaca el surgimiento de la industria


petroquímica. La inmensa fuente de energía obtenida de los derivados del petróleo
ha permitido alimentar los motores de combustión interna desde finales del siglo
XIX hasta hoy.

En la industria metalúrgica

El hierro continuó siendo importante, no obstante, otros metales como el acero, el


aluminio, el cobre, el zinc, el cromo y el níquel demostraron que podían ser usados
de muchas formas.

El acero se convirtió en el material más empleado en la segunda fase de la


revolución industrial. La aparición del convertidor Bessemer (1855) y el horno de
Martin-Siemens (1867) hicieron posible la reducción de los costos en la aleación
del hierro con el carbono. A partir de entonces se pudieron
producir toneladas de acero para uso industrial.

El acero es un material duro, resistente y más elástico que otros metales. Por eso
se utilizó para construir puentes y en la fabricación de máquinas. Sin embargo, al
principio fue sobre todo utilizado en la industria armamentística, en la construcción
de barcos acorazados, submarinos, etc.

En la medicina

Entre los principales progresos médicos hallamos:

Ÿ El desarrollo de la vacuna antirrábica.

Ÿ El descubrimiento del bacilo de la tuberculosis.

Ÿ La aparición de anestesias.

Ÿ La aplicación de los rayos X para el estudio de enfermedades.

Ÿ La sintetización en laboratorio del ácido acetilsalicílico (aspirina), utilizado para el


tratamiento de diversos males.

Nuevas fuentes de energía

En la primera revolución industrial las máquinas obtenían energía principalmente


del carbón y del vapor. Aunque estas fuentes continuaron siendo utilizadas, poco a
poco el petróleo y la electricidad tomarían más relevancia durante la segunda
revolución industrial.

La electricidad mejoró la iluminación doméstica y pública. Además, se aplicó en


las telecomunicaciones. Como la electricidad se podía transportar sin tantos
inconvenientes, pronto sería usada por las industrias alejadas de los grandes
yacimientos de carbón.

Revolución de los transportes y


comunicaciones
La revolución de los transportes se había iniciado con la aplicación de la máquina
de vapor al transporte marítimo (barco de vapor, 1807) y terrestre (ferrocarril,
1825). Durante la segunda mitad del siglo XIX recibieron un impulso fundamental
que los extendió por todo el planeta.

El ferrocarril.

En 1850 apenas había 38.000 km de vías férreas en el mundo; en 1913, eran


1.110.000 km. La mejores redes ferroviarias se encontraban en Gran Bretaña,
Alemania, Bélgica, Francia y Estados Unidos.

La sustitución del hierro por el acero mejoró la resistencia de los raíles y, por tanto,
la velocidad, la seguridad y la capacidad de carga de los vagones. Los costes se
abarataron y el ferrocarril se convirtió en el sistema de transporte de personas y
mercancías más utilizado.

El barco a vapor.

Los buques a vapor sustituyeron a los veleros (\textit{clippers}) desde 1865. La


sustitución de los cascos de madera por los de hierro y acero y de las palas por
las hélices disminuyeron los costes de mantenimiento, aumentaron el espacio
disponible para pasajeros y mercancías.

La apertura de los canales de Suez (1869) y de Panamá (1914) acortó las


distancias en la navegación marítima y redujo los costes de transporte. El canal de
Suez redujo el tiempo y la distancia entre Europa y la India, sin necesidad ahora
de circunnavegar África; el de Panamá acortó el viaje entre la costa Atlántica y
Pacífica de América al no ser necesario desplazarse hasta el estrello de
Magallanes en el extremo meridional de América.

La invención de las cámaras frigoríficas permitió el transporte de carne y otros


productos refrigerados o congelados desde América a Europa en las bodegas de
los barcos movidos por potentes motores a vapor.

El automóvil y la aviación.

El nacimiento del automóvil fue posible gracias a la aplicación de dos inventos: el


motor de explosión y el neumático. En Francia, Armand Renault, fabricó en 1903
el primer automóvil que incorporó el volante de dirección y el motor en la parte
frontal del vehículo (modelo «Renault Type A»). Pero fue el norteamericano Henry
Ford quien, desde 1910, extendió el uso de este medio de locomoción terrestre
cuando aplicó la cadena de montaje en la fabricación de coches (el modelo «Ford
T» fue el primero).
A la expansión del automóvil le siguió pronto la industria aeronáutica desde que,
en 1890, los hermanos Wright consiguieron realizar el primer vuelo de un avión.
Su desarrollo se produjo a partir de la Primera Guerra Mundial cuando las
necesidades militares impulsaron las innovaciones técnicas y la construcción de
aparatos con mayor seguridad y autonomía de vuelo.

El telégrafo.

Fue construido en 1837 por Samuel Morse, denominado “código morse”. El


artefacto permitía una comunicación al instante mediante un idioma de puntos y
líneas. Alcanzó una gran repercusión en las principales ciudades del mundo,
donde se tendieron extensos cableados, en un principio, para el uso de los
ferrocarriles.

El teléfono.

En 1876 Antonio Meucci inventó un dispositivo de telecomunicación diseñado para


transmitir conversaciones por medio de señales eléctricas. Alexander Graham Bell
fue el primero en patentar este invento por lo que, en ocasiones, se lo confunde
con su inventor.

El cine.

En 1895 los hermanos Lumiere crearon el primer cinematógrafo que transmitía


imagen sin sonido. La primera película que emitieron se llamó “Salida de los
obreros de la fábrica Lumière”. El cine resultó un medio de expresión y de
comunicación de gran influencia.

El capitalismo en la segunda revolución


industrial
En el último tercio del siglo XIX se produjo una aceleración del crecimiento
económico, con la aparición de novedosas técnicas y nuevos sectores
productivos, lo cual generó nuevos modelos de trabajo, económicos y de mercado
a fin de obtener mayores riquezas y control comercial. El desarrollo del capitalismo
monopolista, basado en las grandes empresas y en el poder de los grandes
bancos, dominó la economía, que adquirió un carácter mundial.
De este modo, el capital se centralizó y la producción se concentró al formarse el
monopolio con el acuerdo y unión de capitalistas. Así, los monopolios lograron
determinar las condiciones de venta de gran parte de los productos, fijando los
precios y obteniendo por ende mayores ganancias. Sin embargo, los monopolios,
si bien tendieron a lograr un mayor o mejor control de los mercados, no eliminaron
por completo la lucha por la competencia, la cual ocurrió tanto entre las mismas
corporaciones monopolistas como entre las empresas que se mantuvieron al
margen de los carteles y de los trusts. Por el contrario, la hicieron más violenta
tanto a nivel de los mercados internos como de los internacionales. En este
escenario, los bancos jugaron un nuevo papel decisivo para la transformación del
capitalismo en un fenómeno que caracterizaría a la segunda parte del siglo XIX,
así como a la primera del siglo XX: el imperialismo (es decir, los intentos de
establecer o mantener una soberanía formal de una potencia determinada sobre
otras sociedades subordinadas a esta).
La fase del capitalismo durante la etapa de la segunda revolución industrial se
caracteriza por:
El enorme aumento del tamaño de las empresas, en términos de capacidad
productiva, instalaciones y mano de obra.
 La aparición de nuevos sectores productivos: acero, química, petróleo,
electricidad.
 La necesidad de inversiones cada vez mayores en las empresas,
constituidas como sociedades anónimas (por acciones pertenecientes a
muchos propietarios).
 La participación directa de los bancos en el capital de las empresas.
 La formación de grandes asociaciones de empresas, trust, holdings y
cárteles, que llegan a controlar sectores productivos completos, a veces en
régimen de monopolio (lo que sustituye la libre competencia del primer
capitalismo industrial).
 La creación de un mercado mundial, en el que las potencias europeas,
Estados Unidos y Japón producen los artículos industriales y el resto del
mundo los consume y aporta las materias primas para su fabricación.

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