Derechos de La Mujer

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 37

DERECHOS HUMANOS DE LA

MUJER
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE
LOS DERECHOS HUMANOS DE LA MUJER

En el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos nos establece


que:

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Artículo 1,
Declaración Universal de los Derechos Humanos, 10 de diciembre de 1948

Hace 70 años, las naciones del mundo adoptaron el compromiso de fomentar los
derechos humanos y libertades sin distinción de sexo, raza, idioma y religión. Desde
entonces se han puesto en marcha numerosos mecanismos y leyes, a nivel
internacional, regional y nacional, para asegurar que dichos derechos y libertades
llegan de manera efectiva a esa mitad de la población, las mujeres.

 En 1979 se aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas


de Discriminación contra la Mujer, instrumento clave de Naciones Unidas en
la protección de los derechos de las mujeres.

 Desde 2000 se han aprobado ocho resoluciones del Consejo de Seguridad


de la ONU sobre el impacto desproporcionado de los conflictos en las
mujeres y las niñas y que promueven su participación en el mantenimiento
de la paz.

 En 2010 se creó ONU Mujeres, organismo de Naciones Unidas centrado en


impulsar la igualdad de género en el mundo.

 En 2011 se aprobó el Convenio de Estambul, con el objetivo de abordar todas


las formas de violencia hacia las mujeres en Europa.

 En 2015 se aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que incluyó


la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres dentro de sus
Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 En 2018 el Foro Económico Mundial hizo un llamamiento para que ese año
fuera “el año en que las mujeres prosperen”, dando luz a otro ámbito, el
laborar y económico en el que también son discriminadas.

 En 2018 la Comisión Europea puso en marcha la plataforma “European


Network for Women in Digital” Para reducir la brecha de género digital en la
UE.
 En 2018 el Consejo de Europa publicó su segunda Estrategia de Igualdad de
Género que busca la igualdad de hombres y mujeres en todos los niveles.
En numerosos lugares del mundo a las mujeres se les niega la igualdad de
derechos, lo que limita su autonomía y poder de decisión, su acceso a la justicia, a
la educación, a la salud y a los recursos económicos, en un intento de convertirlas
en ciudadanas de segunda. También son perseguidas por exigir sus derechos y
alzar la voz contra la injusticia, por difundir información e ideas o, incluso, por su
forma de vestir.

La falta de acceso en igualdad a la participación en la vida pública y política hace


más difícil que las voces de las mujeres sean escuchadas, y cuando se atreven a
defender sus derechos son perseguidas, amenazadas, agredidas e incluso pagan
con su vida. Además, se les dificulta el acceso a cuestiones tan vitales como la tierra
y la propiedad, lo que les sume en la pobreza.

Según la ONU se estima que el 35 por ciento de las mujeres de todo el mundo ha
sufrido violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental o violencia
sexual por parte de otra persona distinta a su compañero sentimental (en estas
cifras no se incluyen el acoso sexual) en algún momento de sus vidas.

GUATEMALA SITUACIÓN ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LA


MUJER

En la época prehistórica el rol del hombre en la sociedad ha sido activo desde el


comienzo, puesto que era él quien se encargaba de conseguir el alimento a través
de la agricultura y la caza, limitándose la actividad de la mujer a la crianza y cuidando
de los hijos y del hogar. En ese sentido la mujer estaba excluida totalmentede la vida
social, económica y política dentro de la sociedad, la totalidad de las leyes eran
elaboradas por hombres y por consiguiente el reconocimiento de derechos se
circunscribía al género masculino.

La desigualdad era tan evidente en la sociedad, quienes organizadas en movimiento


feministas fueron incorporándose paulatinamente en la vida económica social y
política del país.

En Guatemala la violencia física, sexual, verbal, económica y psicológica. Ana Pérez


del Campo Noriega “la violencia masculina contra las mujeres es un crimen, un
delito histórico y universal. Comienza en los albores de las civilización, y subsiste
hasta nuestros días”
En Guatemala pese a ser generalizado este problema había permanecido oculto
durante mucho tiempo, llegando a constituirse en una violación de sus derechos
totalmente normalizada y aprobada socialmente, que se reproduce en los patrones
de convivencia familiares, institucionales y sociales en general; alguno ejemplo
pueden ser los matrimonios arreglados que estos eran un convenio previamente
aprobado por los padres, eran convenidos en base a intereses económicos, no
tomando en cuenta la opinión de las mujeres.

En las negociaciones de la Paz en los años 1990-1996 grupos de mujeres


participaron activamente en el seguimiento a este proceso, en donde se logró que
el Gobierno prestara mayor importancia en incluir medidas a favor de los derechos
de las mujeres en los diversos acuerdos firmados, uno de ellos es la participación
de la mujer en: El fortalecimiento de la sociedad civil. El desarrollo económico y
social. El Estado de Guatemala asume en cuanto a revisar y eliminar de la
legislación nacional existente todo aquello que implique discriminación de las
mujeres en el ámbito económico, social, cultural y político. Derechos de la mujer
indígena, protección de las familias encabezadas por mujeres.

Reconocimiento de los derechos de las mujeres como derechos humanos en la II


conferencia Mundial de Derechos Humanos realizada por la ONU en 1993

En Guatemala los derechos humanos de las mujeres han sido reconocidos en


nuestra Constitución Política, como en las leyes especializadas en la materia; la
creación de 1996 la

Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, en el año 1999


se emitió la Ley de Dignificación y Promoción Integral de la Mujer, en el año 2008
se creó la Ley Contra el Otras Formas de Violencia contra la Mujer.

Situación actual de los DDHH de la mujer.

Los derechos de las mujeres y las niñas son derechos humanos. Abarcan todos los
aspectos de la vida: la salud, la educación, la participación política, el bienestar
económico, el no ser objeto de violencia, así como muchos más. Las mujeres y las
niñas tienen derecho al disfrute pleno y en condiciones de igualdad de todos sus
derechos humanos y a vivir libres de todas las formas de discriminación: esto es
fundamental para el logro de los derechos humanos, la paz y la seguridad, y el
desarrollo sostenible.
La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing confirma que la protección y
promoción de los derechos humanos es la primera responsabilidad de los gobiernos
y está en el centro del trabajo de las Naciones Unidas. La Plataforma de Acción
apoya la consecución de la igualdad de género en el marco de derechos humanos
y formula una declaración explícita sobre la responsabilidad de los Estados de
cumplir los compromisos asumidos.

La Carta de las Naciones Unidas garantiza la igualdad de derechos de mujeres y


hombres. Todos los principales instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos estipulan que se debe poner fin a la discriminación por razones
de sexo. Casi todos los países han ratificado la Convención sobre la eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW). Sin embargo, en la
actualidad todavía existen importantes brechas y violaciones de derechos en todas
las regiones del mundo.

Por otra parte, el progreso ha sido demasiado lento, especialmente para las mujeres
y las niñas más marginadas. En muchos países sigue habiendo discriminación en
las leyes. Las mujeres no participan en la política en las mismas condiciones que
los hombres. Enfrentan una discriminación flagrante en los mercados de trabajo y
en el acceso a los bienes económicos. Las muchas formas de violencia dirigidas
explícitamente hacia las mujeres y las niñas les niegan sus derechos y, con
frecuencia, ponen en peligro sus vidas. En algunas regiones sigue habiendo niveles
demasiado altos de mortalidad materna. Las cargas de trabajo de cuidados no
remunerado que soportan las mujeres siguen representando una limitación al
disfrute de sus derechos.

La protección de los derechos de las mujeres y las niñas debe estar consagrada en
leyes y políticas nacionales firmemente arraigadas en las normas internacionales
de derechos humanos. Igualmente importante es la aplicación de las leyes en
aspectos tales como la facilidad de acceso a los juzgados y la expectativa de un
proceso imparcial. Las mujeres y las niñas deben conocer sus derechos y tener la
capacidad de reivindicarlos. Es preciso desafiar y cambiar las actitudes sociales y
los estereotipos que socavan la igualdad de género.

A través de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, 189 Estados miembros


de las Naciones Unidas se comprometieron a tomar medidas en estas áreas. La
Declaración contiene un fuerte compromiso para defender la igualdad de derechos
de la mujer y poner fin a la discriminación. La Plataforma de Acción incluye los
derechos humanos de la mujer como una de las 12 esferas de especial
preocupación. Indica medidas para lograr una aplicación plena de todos los
instrumentos de derechos humanos, especialmente la Convención CEDAW, de
modo de garantizar la igualdad y la no discriminación en las leyes y en la práctica,
y para mejorar los conocimientos básicos de derecho. La realización de los
derechos humanos de la mujer es fundamental para lograr avances en todas las
esferas de preocupación de la Plataforma de Acción.

Casi 20 años después, estas promesas han sido cumplidas sólo en parte. En la
actualidad se comprenden y defienden mejor los derechos humanos de las mujeres
y las niñas, pero todavía es necesario que estos se vuelvan una realidad para todas
las mujeres y todas las niñas. Sin discriminación. Sin violaciones. Sin excepciones.

Participación de la mujer en la sociedad como indispensable para el


desarrollo.

Participación de las mujeres en la toma de decisiones

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD brinda apoyo a sus
aliados para desarrollar e implementar políticas, actividades de promoción y
reformas legales, para acelerar la participación equitativa de las mujeres en la toma
de decisiones, desde el hogar hasta la comunidad, a los parlamentos nacionales,
procesos de paz y foros mundiales. La estrategia comprende promover la
participación de las mujeres como votantes y candidatas en los procesos electorales
y apoyar la representación de las mujeres en las instituciones de gobernanza,
incluidos los comités constitucionales, los parlamentos, las administraciones
públicas y la judicatura.

Asimismo, el PNUD promueve el liderazgo y la participación de las mujeres a nivel


local y mundial en la toma de decisiones relativas a la mitigación y adaptación al
cambio climático, la reducción del riesgo de desastres, la mitigación de conflictos,
la mediación y la consolidación de la paz. El objetivo es fomentar las capacidades
de negociación de las mujeres; fortalecer las redes de mujeres; y apoyar a los
aliados para que apliquen las resoluciones del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas sobre las mujeres, la paz y la seguridad.

El liderazgo y la participación política de las mujeres están en peligro, tanto en el


ámbito local como mundial. Las mujeres tienen poca representación no sólo como
votantes, también en los puestos directivos, ya sea en cargos electos, en la
administración pública, el sector privado o el mundo académico. Esta realidad
contrasta con su indudable capacidad como líderes y agentes de cambio, y su
derecho a participar por igual en la gobernanza democrática.

Las mujeres se enfrentan a dos tipos de obstáculos a la hora de participar en la vida


política. Las barreras estructurales creadas por leyes e instituciones discriminatorias
siguen limitando las opciones que tienen las mujeres para votar o presentarse a
elecciones. Las brechas relativas a las capacidades implican que las mujeres tienen
menor probabilidad que los hombres de contar con la educación, los contactos y los
recursos necesarios para convertirse en líderes eficaces.

Como señala la resolución sobre la participación de la mujer en la política aprobada


por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011, “las mujeres siguen
estando marginadas en gran medida de la esfera política en todo el mundo, a
menudo como resultado de leyes, prácticas, actitudes y estereotipos de género
discriminatorios, bajos niveles de educación, falta de acceso a servicios de atención
sanitaria, y debido a que la pobreza las afecta de manera desproporcionada”.

Algunas mujeres han conseguido superar estos obstáculos, y han sido muy
elogiadas por ello, a menudo influyendo positivamente en la sociedad en su
conjunto. No obstante, en términos generales, hay que seguir trabajando para lograr
la igualdad de oportunidades para todas y todos.

SOLUCIONES

Los programas de ONU Mujeres sobre liderazgo y participación se basan en un


amplio historial de compromisos sobre la representación de las mujeres en
instrumentos internacionales. La Convención sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer defiende el derecho de las mujeres a
participar en la vida pública, mientras que la Plataforma de Acción de Beijing insta
a eliminar los obstáculos para la participación igualitaria. Los Objetivos de Desarrollo
del Milenio miden los avances hacia la igualdad de género; uno de los indicadores
que utilizan para ello es el porcentaje de mujeres que ocupan escaños
parlamentarios.
Para alcanzar estos fines, ofrecemos capacitación para ayudar a las candidatas
políticas a desarrollar sus capacidades, e impartimos formación cívica y electoral
relacionada con la igualdad de género. Respaldamos a los defensores de laigualdad
de género en sus llamados a los partidos políticos, los gobiernos y otros actores
para que cumplan con sus obligaciones de fomentar el empoderamiento de las
mujeres. Otras iniciativas alientan a los hombres y las mujeres jóvenes a participar
en actividades de promoción para lograr que los responsables de formularpolíticas
públicas den la máxima prioridad a las medidas de igualdad de género.

ONU Mujeres promueve la adopción de nuevas leyes y la introducción de reformas


constitucionales para garantizar un acceso equitativo de las mujeres a las esferas
políticas, como votantes, candidatas, representantes electas y funcionarias
públicas. Colaboramos con los equipos de las Naciones Unidas en los países y
trabajamos con la sociedad civil en programas de gestión electoral para impulsar
que en las elecciones se respeten los derechos de las mujeres, incluido el derecho
a votar y a defender sus candidaturas electorales sin sufrir violencia.

ventajas de la participación de las mujeres en la planificación urbana

Ciudades más diversas e inclusivas: Estudios demuestran que las mujeres líderes
tienden a demostrar mayor compasión y empatía, y a tener un estilo de negociación
y liderazgo más inclusivo y menos jerárquico que sus homólogos masculinos.
Además, las mujeres sienten un mayor compromiso por promover soluciones a los
problemas que enfrentan otras mujeres y los niños. De acuerdo con la OCDE, las
mujeres tienden a invertir una mayor proporción de sus ingresos en sus familias y
comunidades que los hombres.” En este sentido, la presencia femenina en
gobiernos locales favorece la incorporación de nuevos temas y actores que muchas
veces no son priorizados en agendas locales.

Ciudades más seguras: Las amenazas de crímenes y violencia afectan


particularmente a las mujeres. Planificar y diseñar espacios públicos más seguros
para todos los grupos sociales requiere no solo elementos de hardware (iluminación,
paisajismo, mobiliario urbano, señalización, entre otros), sino también elementos de
software o políticas públicas que tomen en consideración las necesidades y
preocupaciones de las mujeres. Para ello, resulta indispensable tomar en cuenta la
visión femenina dentro del proceso de planificación urbana.

Ciudades más humanas: Históricamente, las mujeres han estado ligadas a avances
en campos tales como la educación, la infraestructura y la salud a nivel local. Esto
podría traducirse en mayores niveles de desarrollo humano y calidad de vida en
nuestras ciudades.

Además de estas ventajas, el liderazgo femenino ayuda a derribar barreras


culturales y estructurales que existen alrededor de quién puede gobernar, y cuáles
son las cualidades necesarias para hacerlo. Lograr una mayor participación de
mujeres en el gobierno de nuestras ciudades y en la política en general no es algo
que se logre de la noche a la mañana. Requiere de iniciativas—tanto públicas como
privadas—que empoderen y promuevan el liderazgo de las mujeres, y que cambien
la percepción—a veces negativa—de las mujeres en la política.

Organismos internacionales de protección de los derechos humanos de la


mujer

Las Naciones Unidas han apoyado los derechos de las mujeres ya desde la adopción
de su Carta fundacional. Entre sus propósitos, la ONU declaró en el artículo 1 de su
Carta “Realizar la cooperación internacional [...] en el desarrollo y estímulo del respeto
a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción
por motivos de raza, sexo, idioma o religión”.

Durante el primer año de vida de las Naciones Unidas, el Consejo Económico y Social
fundó la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, como el principal
organismo internacional para la creación de políticas dedicadas exclusivamente a la
promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Entre sus
primeros logros, asegurar el uso neutro de la lengua en cuanto al género en la redacción
de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Los derechos de la mujer son derechos humanos

La igualdad de género se incorporó a las Normas Internacionales de los derechos


humanos mediante la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la
Asamblea General el 10 de diciembre de 1948. Ese documento que marca un hito en la
historia de los derechos humanos reconoció que “Todos los seres humanos nacen libres
e iguales en dignidad y derechos” y que “toda persona tiene todos los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo,
idioma, religión, [...] nacimiento o cualquier otra condición.”
Gracias a que el movimiento feminista internacional comenzó a ganar fuerza durante
los años 70, la Asamblea General declaró 1975 como el Año Internacional de la Mujer
y organizó la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar en Ciudad de
México. A instancias de esta Conferencia, se declaró posteriormente el Decenio de las
Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985) y se creó el Fondo de Contribuciones
Voluntarias para el Decenio.

En 1979, la Asamblea General aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas


las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) que a menudo se describe
como una Carta Internacional de Derechos Humanos para las mujeres. En sus 30
artículos, esta Convención define explícitamente la discriminación contra las mujeres y
establece una hoja de ruta de acción nacional para poner fin a tal forma de
discriminación. Esta Convención se centra en la cultura y la tradición como fuerzas
influyentes que dan forma a los roles de género y a las relaciones familiares. Además,
es el primer tratado de derechos humanos que ratifica los derechos reproductivos de las
mujeres.

En 1980, cinco años después de la conferencia de Ciudad de México, se celebró una


Segunda Conferencia Mundial sobre la Mujer en Copenhague. El Programa de Acción
resultante requería la adopción de medidas nacionales más rigurosas para asegurar
que las mujeres tuvieran la posesión y el control de la propiedad, así como mejoras en
los derechos de estas con respecto a la herencia, la custodia de los hijos y la pérdida
de la nacionalidad.

El nacimiento del feminismo mundial

En 1985, tuvo lugar en Nairobi la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación


de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y
Paz. Un evento que se convocó en un momento en el que el movimiento por la igualdad
de género finalmente había ganado verdadero reconocimiento mundial; al mismo
tiempo, 15.000 representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG)
participaron en un Foro de ONG.

El acontecimiento fue descrito por muchos como «el nacimiento del feminismo a nivel
mundial». Al darse cuenta de que los objetivos de la Conferencia de Ciudad de México
no se habían alcanzado adecuadamente, los 157 gobiernos participantes aprobaron las
Estrategias de Nairobi Orientadas hacia el Futuro para el año 2000. El documento sentó
nuevas bases al declarar que todos los asuntos afectaban a las mujeres.

Conferencia de Beijing sobre la mujer

La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, fue más
allá que la de Nairobi. La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing reivindicó los
derechos de la mujer como derechos humanos y se comprometió a llevar a cabo
acciones específicas para asegurar el respeto de estos derechos.
Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer

La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) es el principal órgano


internacional intergubernamental dedicado exclusivamente a la promoción de la
igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Esta Comisión desempeña una
labor crucial en la promoción de los derechos de la mujer. Por ejemplo, documenta la
realidad que viven las mujeres en todo el mundo y elabora normas internacionales en
materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.

Una organización para las mujeres

El 2 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó unánimemente


la creación de un único organismo de la ONU encargado de acelerar el progreso sobre
la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. La nueva entidad de las
Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, ONU
Mujeres, fusionó cuatro instituciones y organismos internacionales: el Fondo de
Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), la División para el Adelanto
de la Mujer (DAM), la Oficina del Asesor Especial en Cuestiones de Género y el Instituto
Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer.

Una alianza de alto nivel para avanzar junto a las mujeres rurales

La campaña busca visibilizar a las mujeres como guardianas e impulsoras del


desarrollo sostenible, en línea con la Agenda 2030 para no dejar a nadie atrás.

Asimismo, busca sumar esfuerzos y continuar avanzando en la implementación


de políticas y programas públicos y privados intersectoriales que reconozcan y
actúen sobre los desafíos que enfrentan las mujeres rurales, indígenas y
afrodescendientes, colocándolas al centro de las estrategias de desarrollo
sostenible.

Las instituciones que organizan la quinta edición de la campaña son:

1. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura


– FAO
2. Alianza de Cónyuges de jefes de Estado y Representantes – ALMA
3. Banco Mundial
4. Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural – RIMISP
5. Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL
6. Consejo Indígena de Centro América – CICA
7. Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas – ECMIA
8. Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola – FIDA
9. Fundación Microfinanzas BBVA
10. Fundación Promoción y Desarrollo de la Mujer de Chile – PRODEMU
11. Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura – IICA
12. Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias –
IFPRI
13. Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas de México
14. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina
15. Ministerio de Ganadería, Pesca y Agricultura de Uruguay
16. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos – ACNUDH
17. ONU Mujeres
18. Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial –
ONUDI
19. Organización Internacional para las Migraciones – OIM
20. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD
21. Programa Mundial de Alimentos – WFP
22. Reunión Especializada de Agricultura Familiar del Mercosur – REAF
Mercosur
23. Secretaria de Agricultura Familiar y Cooperativismo de Brasil
24. Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile
25. Sistema de la Integración Centroamericana – SICA

Instrumentos Internacionales en materia de Derechos Humanos


Y Protección de la Mujer

Uno de los grandes logros de la Organización de las Naciones Unidas ha sido la


creación de un amplio sistema de leyes de derechos humanos que, por primera vez
en la historia, nos dotan de un código de derechos fundamentales, universales e
internacionalmente protegidos al que pueden adherirse todas las naciones.

En total, la ONU ha ayudado a negociar más de 80 convenciones y declaraciones


de derechos humanos, entre los que se incluyen los derechos de las mujeres y de
los niños, entre otros.

Este conjunto de normas está basado en la Carta de las Naciones Unidas y en la


Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobadas por la Asamblea
General en 1948. Los acuerdos mencionados han ayudado a crear una « cultura
de derechos humanos » en el mundo entero y son un poderoso instrumento para
poner freno a las violaciones de estos derechos.

La Organización de los Estados Americanos OEA también está comprometida a


trabajar para asegurar iguales derechos sociales, económicos y políticos para todos
en el hemisferio, indiferente al género, y ha tomado una posición de liderazgo en el
apoyo a movimientos en defensa de la mujer en las Américas. La Comisión
Interamericana de Mujeres (CIM) es un órgano especializado a cargo de guiar el
trabajo de la Organización en sus esfuerzos de promover la equidad de género en
la región.

Por lo tanto con el paso del tiempo se han ido incrementando los Derechos
Humanos en favor de las mujeres.

A continuación se presentan algunos Instrumentos Internacionales en materia de


Derechos Humanos y Protección de la Mujer

Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Convenciones:

 Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la


Prostitución Ajena Asamblea General (ONU). (1949)
"Considerando que la prostitución y el mal que la acompaña, la trata de
personas para fines de prostitución, son incompatibles con la dignidad y el valor
de la persona humana y ponen en peligro el bienestar del individuo, de la familia
y de la comunidad"

 Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer (ONU) (1959).


Primer tratado mundial sobre la mujer, promueve el derecho al sufragio, a ser
elegibles en organismos públicos y también a optar por cargos públicos. (Arts.
I, II y III)

 Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada (Asamblea General)


(1957)
La celebración ni disolución de un matrimonio afectaran automáticamente la
nacionalidad de la esposa. (Artículo I)

 Convención sobre el Consentimiento para el Matrimonio (Asamblea General),


(1962).
Los Estados Partes deben contar con el consentimiento de la mujer para
casarse, además de establecer una edad mínima para contraer matrimonio y
los matrimonios deberán ser inscritos por la autoridad competente en un
registro oficial destinado al efecto. (Artículos 1, 2 y 3)

 Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra


la Mujer (1981).
Deberán de adoptarse las medidas apropiadas a fin de abolir las leyes,
costumbres, reglamentos y prácticas existentes que constituyan la
discriminación en contra de la mujer, y asegurar la protección jurídica de la
igualdad de derechos. (Art. 2, f)

 Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la enseñanza


(UNESCO) (1960).
Intenta eliminar cualquiera discriminación en la enseñanza, así como impulsar
las medidas legislativas y prácticas para combatir dicha discriminación.

Protocolos

 Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de Todas las


Formas de Discriminación contra las Mujeres. Asamblea General (ONU)
(1999).
Es un protocolo que establece los mecanismos de denuncia e investigación de
la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (CEDAW).

 Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas,


Especialmente Mujeres y Niños, que Complementa la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. 2000
Su finalidad es: Prevenir y combatir la trata de personas, prestando especial
atención a las mujeres y los niños; Proteger y ayudar a las víctimas de dicha
trata, respetando plenamente sus derechos humanos; y Promover la
cooperación entre los Estados Parte para lograr esos fines. (Art. 2 a, b y c)

Declaraciones

 Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer Asamblea


General (ONU) (1967).
La Declaración fue un importante precursor de la Convención jurídicamente
vinculante llamada Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer. En ella se establece que acciones deben
tomarse para acabar con la discriminación a la mujer.

 Declaración sobre la Protección de la Mujer y el Niño en Estados de


Emergencia o de Conflicto Armado. (1974).
Prohíbe la persecución, tortura, medidas punitivas, trato degradante, violencia,
dirigida contra mujeres y niños.

 Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (DEVAW) la


Asamblea General de la ONU en su resolución 48/104 del 20 de diciembre de
1993.
Los Estados deben condenar la violencia contra la mujer y no invocar ninguna
costumbre, tradición o consideración religiosa para eludir su obligación de
procurar eliminarla. Los Estados deben aplicar por todos los medios apropiados
y sin demora una política encaminada a eliminar la violencia contrala mujer.
(Art. 4).

 Declaración de Beijing (IV Conferencia Mundial sobre la Mujer). (1995).


Garantizar la plena aplicación de los Derechos Humanos de las mujeres y las
niñas como parte inalienable, integral e indivisible de todos los Derechos
Humanos y libertades fundamentales. (Art. 9)

 Declaración del Milenio Declaración Acordada por Jefes de Estado y de


Gobierno (2000).
Entre sus objetivos están; Promover la igualdad entre los géneros y la
autonomía de la mujer; Reducir la mortalidad infantil; Mejorar la salud materna.
(Obj.. 3, 4 y 5)

Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Convenios

Los Convenios de la OIT son un conjunto de normas internacionales de trabajo que


imponen obligaciones a los Estados y cuya finalidad es mejorar las condiciones de
empleo en todo el mundo. Los Convenios deben ser ratificados por los Miembros
de la OIT. De ahí que se les denomine Convenios fundamentales de la OIT.

 Convenio 100 Relativo a la Igualdad de Remuneración entre la Mano de Obra


Masculina y Femenina por un Trabajo de Igual Valor. (OIT) (1951)
Este Convenio fue creado para garantizar y promover el principio de la igualdad
de remuneración del salario entre hombres y mujeres cuando realizan un
trabajo de igual valor. Uno de sus artículo establece que todo miembro deberá
ser empleando por medios adaptados a los métodos vigentes de fijación de
tasas de remuneración, promover y, en la medida que sea compatible con
dichos métodos, garantizar la aplicación a todos los trabajadores del principio
de igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de
obra femenina, por un trabajo de igual valor.

 Convenio 111 Relativo a la Discriminación en Materia de Empleo y Ocupación


(OIT). (1962).
También conocido como Convenio sobre la Discriminación (Empleo y
Ocupación) es un convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
contra la discriminación.

 Convenio sobre la igualdad de oportunidades y trato entre trabajadores y


trabajadoras. (OIT) (1983).
Dirigido a los trabajadores con responsabilidades familiares. Fue por medio de
este Convenio que la mujer ha logrado la instalación de servicios de guarderías.

Organización de los Estados Americanos (OEA)

Convenciones

 Convención sobre nacionalidad de la mujer (1933)


No se hará distinción alguna, basada en el sexo, en materia de nacionalidad,
ni en la legislación ni en la práctica. (Art. 1)

 Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Civiles a la Mujer


(1948).
Los Estados Americanos convienen en otorgar a la mujer los mismos derechos
civiles de que goza el hombre. (Art. 1)

 Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Políticos de la


Mujer (1948).
Las Altas Partes Contratantes convienen en que el derecho al voto y a ser
elegido para un cargo nacional no deberá negarse o restringirse por razones
de sexo. (Art. 1)

 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia


contra la Mujer (Convención de Belém do Pará) (1994)
Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y
convienen en adoptar políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar
dicha violencia y abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra
la mujer y velar por que las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes
e instituciones se comporten de conformidad con esta obligación. (Capítulo
3, art. 7).
Otros

 Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1975 – 1985) (ONU) (1975)
Se elaboraron las estrategias para la igualdad de la mujer hasta el año 2000

 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional


Incluye a los actos de violación y otras formas de violencia sexual entre los
“crímenes de lesa humanidad” cuando se cometan como parte de un ataque
generalizado o sistemático, ya sea en momentos de conflicto armado o no (Art.
7 g)

 Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos relativo


a los derechos de la mujer en África (2003)
Los Estados partes deberán promulgar y aplicar leyes que prohíban toda forma
de violencia contra la mujer. (Art. 4.2)

Sentencias de la Corte IDH sobre violaciones a DDHH de la mujer.

Caso María Isabel Veliz Franco y otros Vs Guatemala

El caso se refiere a la falta de diligencia debida por parte del Estado de Guatemala
en la investigación de la desaparición y posterior muerte de la menor María Isabel
Veliz Franco, así como la vulneración del derecho al debido proceso por la demora
injustificada en el seguimiento del caso. Los hechos, además, se desarrollan en un
contexto estructural de violencia de género e impunidad, donde se manifiesta
además una fuerte discriminación hacia la mujer que posee repercusiones en el
proceso penal sobre el homicidio de la víctima.

Hechos

Los hechos del caso - María Isabel Veliz Franco nació en Guatemala el 13 de enero
de 1986 y tenía 15 años al momento de su muerte. Vivía con su madre, RosaElvira
Franco Sandoval, sus hermanos, Leonel Enrique Veliz Franco y José RobertoFranco,
y con sus abuelos maternos, Cruz Elvira Sandoval y Roberto Franco Pérez. Era
estudiante y, encontrándose en el período de vacaciones escolares, trabajaba como
dependiente temporal en “Almacén Taxi”.

- El 17 de diciembre de 2001, la madre de la víctima se presentó ante el Servicio


de Investigación Criminal de la Policía Nacional Civil de Guatemala denunciando la
desaparición de su hija el 16 de diciembre. La madre de la víctima informó a las
autoridades que el día 16 de diciembre su hija había salido con dirección a su centro
laboral como habitualmente acostumbraba hacer pero que no había vuelto a la hora
del almuerzo, por ello la madre la había ido a buscar y allí la víctima le había indicado
que en la noche la pasaría a recogerla un amigo. Esa noche, su hija no volvió a la
casa, por lo tanto, al día siguiente (17 de diciembre) la madre se había dirigido a
“Almacén Taxi” y allí le habían referido que el día anterior, aproximadamente a las
19:00 horas, un muchacho se presentó buscando a María Isabel y que los dos
jóvenes se habían ido juntos. En posteriores declaraciones, la madre de la víctima
indicó que el joven podía ser o el novio de su hija o un hombre que había estado
acosando a su hija durante el último año. Finalmente, en la audiencia pública ante
la Corte, la madre de María Isabel indicó que un empleado del almacén había
afirmado haber visto como subían a la fuerza a su hija a un vehículo y se la llevaban.

- El 18 de diciembre de 2001 se recibió una llamada anónima que indicó la


presencia de un cadáver y a las 14:00 horas la policía encontró el cuerpo de una
mujer entre la maleza de un predio baldío. Cabe indicar que entre la denuncia de la
madre de la víctima y la aparición del cadáver no hay pruebas de acción alguna por
parte de las instituciones estatales responsables de la investigación de la
desaparición.

- Una vez que la noticia se difundió en los medios de comunicación, la madre de


María Isabel se aproximó a la morgue e identificó el cuerpo de su hija. Después de
la aparición del cadáver, la policía realizó entrevistas a testigos, un análisis del lugar
donde se encontró el cadáver (aunque este resultó contaminado), un estudio de
llamadas del celular de la víctima, análisis de vehículos, de la ropa de la víctima y
de los demás indicios encontrados en el lugar donde se halló el cadáver, entre otras
pericias. Sin embargo, ninguna actuación dio resultados positivos y al momento de
emitirse la sentencia de la Corte IDH, el caso de María Isabel se encontraba aún en
etapa preparatoria o de investigación. Asimismo, la Corte IDH tomó conocimiento
del extravío de distintas piezas probatorias que aún no han sido encontradas al
momento de emitir sentencia.

- Además, al inicio del proceso existió un conflicto de competencia entre el


Juzgado Octavo de Guatemala, juzgado del lugar donde se realizó la denuncia de
desaparición, y el Juzgado Primero de Mixco, juzgado del lugar donde se encontró
el cadáver. El 21 de noviembre de 2002, la Cámara Penal de la Corte Suprema de
Justicia determinó que el juez competente era el Juzgado Primero de Mixco.

- El 31 de enero de 2003, al no existir resultados del procedimiento de


investigación, la madre de la víctima presentó una denuncia ante el Procurador de
los Derechos Humanos de Guatemala por vulneración del derecho al debido
proceso. El Procurador, el 2 de noviembre de 2004, emitió una resolución señalando
que había existido violación del derecho puesto que el Ministerio Público no había
actuado dentro de los plazos previstos por ley y que el trámite de la inhibitoria de
competencia de los respectivos juzgados procuró una dilación indebida. La
resolución recomendó al Fiscal General de la República y al Jefe del Ministerio
Público ejercer mayor control sobre las instituciones para que el proceso pueda
desarrollarse de forma ágil y eficiente.

- La madre de la víctima también alegó que había existido discriminación durante


la investigación del caso. De este modo, los técnicos en investigaciones
criminalísticas encargados del caso habían apodado a su hija como “La Loca”
debido a su forma de vestir, su vida social y nocturna y sus creencias religiosas,
señalando como móvil del delito la posible infidelidad de María Isabel hacia su novio.
Por otro lado, se emitió un informe para el Auxiliar Fiscal de la Agencia N° 5 de
Mixco donde se recomendó citar a la madre de la víctima a fin de interrogarla sobre
los hábitos nocturnos de la hija, su relación con mareros, posible adicción a las
drogas, entre otras. Asimismo, cuando la madre acudió a la Fiscalía para conocer
de los avances del caso de su hija, le indicaron que la habían asesinado por
prostituta y se burlaron del caso.

- Finalmente, cuando la Corte IDH emitió sentencia, aun no habían resultados


positivos de las investigaciones y más bien esta había sido declarada, el 21 de
octubre de 2009, en “estado de investigación ante la Corte IDH” por el Auxiliar Fiscal.
El 16 de mayo de 2012, la Fiscalía Municipal de Mixco solicitó al Ministerio Público
la asignación de nuevos investigadores puesto que no poseían ninguno queestuviera
llevando el caso. El 27 de setiembre de 2012, en el proceso interno, se realizó una
audiencia oral de acto conclusivo donde se indicó que fecha deaudiencia para acto
conclusivo del proceso el 3 de diciembre de 2012.

Procedimiento ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Fecha de presentación de la petición (12.578): 26 de enero de 2004

- Fechas de informes de admisibilidad (92/06): 21 de octubre de 2006

- Fecha de informe de fondo (170/11): 03 de noviembre de 2011

Procedimiento ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Fecha de remisión del caso a la Corte IDH: 03 de mayo de 2012

- Petitorio de la CIDH: La CIDH solicitó a la Corte IDH que declare la


responsabilidad internacional del Estado por la violación de los derechos
consagrados en los artículos 4 (Derecho a la vida), 5 (Derecho a la integridad
personal), 19 (Derechos del Niño), 24 (Igualdad ante la ley) de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y el artículo 7 de la Convención de Belém do
Pará, todos ellos en relación con el artículo 1.1 (Obligación de respetar los
derechos) de la Convención Americana de Derechos Humanos, en perjuicio de
María Isabel Veliz Franco. Además solicitó que se declare la violación del artículo
5.1 (Derecho a la integridad personal), 8 (Garantías judiciales) y 25 (Protección
judicial) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con los
artículos 24 (Igualdad ante la ley) y 1.1 (Obligación de respetar los derechos) del
mismo tratado, en perjuicio de la madre, hermanos y abuelos de María Isabel.
Finalmente, finalmente solicitó a la Corte IDH que ordenara diversas medidas de
reparación.

- Petitorio del representante de la víctima: Los representantes de las víctimas


indicaron que compartían lo alegado por la CIDH y además agregaron que el Estado
faltó a su deber de prevención del artículo 7 (Derecho a la Libertad Personal) y
alegaron el incumplimiento del artículo 2 (Deber de Adoptar Disposiciones de
Derecho Interno) de la Convención Americana de Derechos Humanos. La madre y
los hermanos de María Isabel presentaron una solicitud para el Fondo de Asistencia
Legal de Víctimas de la Corte, solicitud que les fue concedida a través de una
resolución del Presidente de la Corte IDH del 08 de enero de 2013.

- Fecha de audiencia ante la Corte IDH: 15 de mayo de 2013

Competencia y admisibilidad

Competencia

32. La Corte Interamericana es competente, en los términos del artículo 62.3 de la


Convención Americana, para conocer el presente caso, debido a que Guatemala es
Estado Parte de la Convención Americana desde el 25 de mayo de 1978 y reconoció
la competencia contenciosa de la Corte el 9 de marzo de 1987. Además, Guatemala
es parte de la Convención de Belém do Pará desde el 4 de abril de 1995.

II. Excepciones Preliminares

A. excepción preliminar de falta de competencia material sobre el artículo 7 d


la Convención de Belém do Pará.

33. El Estado afirmó que “tomando en consideración las reservas que hizo
[Guatemala] al momento de […] acep[tar] […] la jurisdicción contenciosa” de la
Corte, ésta es competente para conocer el caso por las “presuntas violaciones
alegadas […] a los derechos protegidos por la Convención Americana”. “Sin
embargo […] no reconoce la competencia” del Tribunal “para conocer de la supuesta
violación del artículo 7 de la Convención [de] Belém do Pará” (…) indicó que “[s]i
bien […] el artículo 12 de la ‘Convención [de] Belém do Pará’” señala la posibilidad
de que “se present[en] a la C[omisión Interamericana] peticiones que contengan
denuncias o quejas de violación del artículo 7 de dicha Convención”, ello no implica
que la Corte “tenga competencia ratione materiae para conocer […] denuncias
basadas en [ese tratado]” pues “no basta la buena fe de los Estados, ni el justificable
objeto y fin de las múltiples Convenciones […] para delegar competencia de manera
tácita y automática a la Corte”.

36. El Estado ratificó la Convención de Belém do Pará el 4 de abril de 1995 sin


reservas o limitaciones (…). El artículo 12 de ese tratado indica la posibilidad de la
presentación de “peticiones” ante la Comisión referidas a “denuncias o quejas de
violación de [su] artículo 7” (…). Como ha indicado este Tribunal en el caso
González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México, “parece claro que el tenor literal
del artículo 12 de la Convención de Belém do Pará concede competencia a la Corte,
al no exceptuar de su aplicación ninguna de las normas y requisitos de
procedimiento para las comunicaciones individuales” (…) en otros casos
contenciosos contra Guatemala este Tribunal declaró la responsabilidad por la
violación del artículo 7 de la Convención de Belém do Pará e incluso el Estado
reconoció su responsabilidad por la violación del precepto en cuestión sin que
cuestionara la competencia de la Corte (…).

37. Además (…) coadyuva a lo afirmado sobre la competencia de la Corte, lo


referido (…) en relación al principio pro persona: el sistema de protección
internacional debe ser entendido como una integralidad [conforme al] principio
recogido en el artículo 29 de la Convención Americana, el cual impone un marco de
protección que siempre da preferencia a la interpretación o a la norma que más
favorezca los derechos de la persona humana, objetivo angular de protección de
todo el Sistema Interamericano. En este sentido, la adopción de una interpretación
restrictiva en cuanto al alcance de la competencia de este Tribunal no sólo iría
contra el objeto y fin de la Convención [Americana], sino que además afectaría el
efecto útil del tratado mismo y de la garantía de protección que establece.

38. Por lo tanto, este Tribunal desestima la excepción preliminar de falta de


competencia de la Corte para conocer sobre el artículo 7 de la Convención de Belém
do Pará respecto al presente caso contencioso.

B. Excepción preliminar de no de agotamiento de recursos internos

39. El Estado indicó que, a su entender, los “recursos internos […] aún no se han
agotado”, en tanto que “el proceso penal […] aún se encuentra activo”. Explicó que
(…) en Guatemala existen leyes internas por las cuales se contempla el proceso
legal para proteger los derechos violados” (…) en ningún momento se le negó el
acceso a los familiares de la víctima para que pudieran accionar ante las instancias
internas”, y (…) no hubo retardo injustificado, ya que “por no haber prisión preventiva
o medidas sustitutivas durante esta etapa de investigación la misma no tiene plazo”.
Además, señaló que “se han desarrollado múltiples diligencias en cuanto al
esclarecimiento de los hechos”, y (…) Por último, afirmó que de haber retardo
injustificado, existen vías previstas legalmente para que “las víctimas […] ataquen
dicha circunstancia”, que no fueron utilizadas.

42. La Convención Americana prevé (…) [que] uno de los requisitos “[p]ara que una
petición o comunicación […] sea admitida por la Comisión”, consistente en que “se
hayan interpuesto y agotado los recursos de jurisdicción interna (…)”. Una de las
excepciones a ese requisito (…) se presenta cuando “haya retardo injustificado en
la decisión sobre los mencionados recursos”.

44. (…) Dado lo expuesto y considerando que en esas fechas, así como al
presentarse la petición inicial y al dictarse el Informe de Admisibilidad, la
investigación de los hechos permanecía en su fase inicial, no se hace evidente un
error en lo determinado por la Comisión (…).

45. En consecuencia, se desestima la excepción preliminar de falta de agotamiento


de recursos internos interpuesta por Guatemala.

Análisis de fondo

Derecho a la vida, a la integridad personal y a la libertad personal, en relación


con los derechos del niño, y las obligaciones de respetar y garantizar los
derechos sin discriminación, y prevenir la violencia contra la mujer

132. La Corte nota que la representante adujo […] la inobservancia del artículo 2 de
la Convención American. Dicha norma no fue señalada como violada por la
Comisión Interamericana en su escrito de sometimiento ni en el Informe de Fondo.
Al respecto, la Corte reitera que “las presuntas víctimas o sus representantes
pueden invocar derechos distintos de los comprendidos por la Comisión, sobre la
base de los hechos presentados por ésta”. Por otra parte, la representante alegó la
vulneración de los derechos a la integridad y libertad personales […] en perjuicio de
María Isabel Veliz Franco. La Corte advierte que la petición inicial presentada ante
la Comisión, en lo atinente a la aducida violación de ambas normas en perjuicio de
la niña, habían sido declaradas inadmisibles en el Informe de Admisibilidad del caso.
No obstante, dicha inadmisión se hizo sobre la base de una apreciación prima facie
de los hechos por parte de la Comisión. Luego, en el Informe de Fondo, aunque no
se consideró vulnerado el citado artículo 7 […], sí se concluyó que ella fue víctima
de la transgresión del referido artículo 5. En el presente caso […] es procedente que
la Corte analice la alegada inobservancia de las normas indicadas. Al respecto, la
Corte estima pertinente realizar un análisis conjunto de las alegadas violaciones a
los derechos a la vida, integridad personal y libertad personal, en relación con los
derechos del niño, el derecho a la igual protección de la ley, y las obligaciones de
garantizar los derechos sin discriminación, adoptar disposiciones de derecho interno
y prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Ello, en razón de que
las circunstancias propias de los hechos ocurridos en este caso evidencian la
interrelación de las aducidas afectaciones a diversos derechos y obligaciones,
haciendo conveniente un examen conjunto.

133. […] debe señalarse que, en relación con niñas, los derechos y obligaciones
antedichos deben observarse en el marco del acatamiento del artículo 19 de la
Convención Americana y, siendo pertinente, atendiendo a lo dispuesto en la
Convención de Belém do Pará. El artículo 19 de la Convención establece […] el
derecho de “[l]os niños y las niñas a […] medidas especiales de protección [que]
deben ser definidas según las circunstancias particulares de cada caso concreto”
[…] “[l]a adopción de [tales] medidas […] corresponde tanto al Estado como a la
familia, la comunidad y la sociedad a la que [el niño o la niña] pertenece”. Además,
la Corte ha “reiterado que revisten especial gravedad los casos en los cuales las
víctimas de violaciones a derechos humanos son niñas y niños”, quienes, “[e]n razón
de su nivel de desarrollo y vulnerabilidad, requieren protección que garantice el
ejercicio de sus derechos dentro de la familia, de la sociedad y con respecto al
Estado”. En ese sentido, “han de ceñirse [al criterio del interés superior del niño] las
acciones del Estado y de la sociedad en lo que respecta a la protección de los niños
y a la promoción y preservación de sus derechos”. Por otra parte, el artículo 7 de la
a Convención de Belém do Pará, sobre el que el Tribunal es competente, instituye
deberes estatales para “prevenir, sancionar y erradicar [la] violencia [contra la
mujer]” que especifican y complementan las obligaciones que tiene el Estado
respecto al cumplimiento de los derechos consagrados en la Convención
Americana, tales como los establecidos en los artículos 4, 5 y 7.

134. De lo anterior se colige que […] en relación con la violencia contra la mujer, el
deber de garantía adquiere especial intensidad en relación con niñas. Esto es así
debido a que la vulnerabilidad consustancial a la niñez puede verse enmarcada y
potenciada debido a la condición de ser mujer. En ese sentido, debe advertirse
especial intensidad mencionada se traduce en el deber estatal de actuar con la
mayor y más estricta diligencia para proteger y asegurar el ejercicio y goce de los
derechos de las niñas frente al hecho o mera posibilidad de su vulneración por actos
que, en forma actual o potencial implicaren violencia por razones de género o
pudieren derivar en tal violencia.

135. Una manifestación del deber de garantía es el deber de prevención que, como
la Corte ha afirmado: “(…) abarca todas aquellas medidas de carácter jurídico,
político, administrativo y cultural que promuevan la salvaguarda de los derechos
humanos y que aseguren que las eventuales violaciones a los mismos sean
efectivamente consideradas y tratadas como un hecho ilícito que, como tal, es
susceptible de acarrear sanciones para quien las cometa, así como la obligación de
indemnizar a las víctimas por sus consecuencias perjudiciales. Es claro, a su vez,
que la obligación de prevenir es de medio o comportamiento y no se demuestra su
incumplimiento por el mero hecho de que un derecho haya sido violado” […].

138. En el presente caso, existen dos momentos claves en los que el deber de
prevención debe ser analizado. El primero es antes de la desaparición de la
presunta víctima y el segundo antes de la localización de su cuerpo sin vida.

139. Sobre el primer momento […] la Corte […] considera que la eventual falta de
prevención de la desaparición no conlleva per se la responsabilidad internacional
del Estado porque, a pesar de que éste conocía o debía conocer una situación de
incremento de actos violentos que involucraba actos cometidos contra mujeres,
inclusive niñas, no ha sido establecido que tenía conocimiento de un riesgo real e
inmediato para la víctima de este caso. Aunque el contexto en este caso y las
“obligaciones internacionales le imponen al Estado una responsabilidad reforzada
con respecto a la protección de mujeres”, en especial las niñas, que incluye el deber
de prevención, no le imponen una responsabilidad ilimitada frente a cualquier hecho
ilícitoen contra de ellas […].

141. En cuanto [al segundo] momento –antes del hallazgo del cuerpo- corresponde
dilucidar si, dadas las circunstancias particulares del caso y el contexto en que se
inserta, el Estado tuvo conocimiento de que existía un riesgo real e inmediato de
que María Isabel fuera agredida y si, dado lo anterior, surgió un deber de debida
diligencia que al ser más estricta, exige la realización exhaustiva de actividades de
búsqueda. En particular, es imprescindible la actuación pronta e inmediata de las
autoridades policiales, fiscales y judiciales ordenando medidas oportunas y
necesarias dirigidas a la determinación del paradero de la víctima. Deben existir
procedimientos adecuados para las denuncias y que éstas conlleven una
investigación efectiva desde las primeras horas. Las autoridades deben presumir
que la persona desaparecida sigue con vida hasta que se ponga fin a la
incertidumbre sobre la suerte que ha corrido.

142. Por lo expuesto, a fin de dilucidar la existencia de responsabilidad internacional


estatal, debe determinarse si, en el caso concreto, existía una situación de riesgo
atinente a la niña y si, respecto de la misma, el Estado pudo adoptar, en el marco
de sus atribuciones, medidas tendientes a prevenirla o evitarla y que
razonablemente juzgadas, fueran susceptibles de lograr su cometido. A tal efecto,
es necesario evaluar si: a) el Estado tuvo oportunamente, o debió tener,
conocimiento de la situación de riesgo real e inmediato en que se encontraba a
María Isabel Veliz Franco; b) si, en su caso, tuvo posibilidades razonables de
prevenir o evitar la consumación y, de ser así, c) si concretó la diligencia debida con
medidas o acciones para evitar la lesión de los derechos de la niña nombrada.

143. […] Por otra parte […] para establecer que se ha producido una violación de
los derechos consagrados en la Convención no es necesario que se pruebe la
responsabilidad del Estado más allá de toda duda razonable ni que se identifique
individualmente a los agentes a los cuales se atribuyen los hechos violatorios, sino
que es suficiente demostrar que se han verificado acciones u omisiones que hayan
permitido la perpetración de esas violaciones o que, en relación con estas, exista
una obligación del Estado que haya sido incumplida.

144. Sentado lo anterior, debe resaltarse que corresponde asumir como una
posibilidad cierta que cuándo el Estado tomó conocimiento de la desaparición de
María Isabel Veliz Franco, ella se encontraba viva y en una situación de grave
peligro. En tal sentido, no surge del acervo probatorio que en el curso de la
investigación se determinara el momento de la muerte de la niña, y los únicos
señalamientos que constan al respecto indican que no habría muerto antes de las
16:00 horas del 17 de diciembre de 2001 […].

145. Por otra parte, puede asumirse, dadas las características de los hechos y las
circunstancias en que se encontró el cadáver, que María Isabel Veliz Franco
padeció vejámenes antes de sufrir una muerte violenta. Por el contrario, no existen
indicios concluyentes de que permaneciera privada de la libertad con antelación al
momento en que sufrió los hechos que derivaron en su muerte. Por lo tanto, la Corte
no encuentra elementos que justifiquen la aducida vinculación de acciones u
omisiones estatales con la alegada vulneración del derecho a la libertad personal
de la niña, tutelado por el artículo 7 de la Convención Americana.

147. Teniendo en cuenta lo narrado en la denuncia presentada por la señora Franco


Sandoval, considerando también que María Isabel era una niña y que, como fue
señalado, el momento de los hechos se insertaba en un lapso en que la evolución
de la violencia homicida por año crecía en Guatemala en forma superior al
crecimiento poblacional, la Corte colige que las autoridades estatales debieron tener
lo denunciado […] como una indicación de la probable vulneración de los derechos
de la niña. Si bien la citada denuncia no indicó explícitamente que María Isabel había
sido víctima de un acto ilícito, resultaba razonable desprender que seencontraba en
riesgo. Este Tribunal entiende que, en el marco de la debidadiligencia estricta que
debe observar el Estado en la garantía de los derechos a la vida e integridad
personal de las niñas, en las circunstancias del caso, los señalamientos efectuados
por Rosa Elvira Franco debían tomarse en cuenta, a efectos de la realización de
acciones de prevención, como una noticia de laposibilidad cierta de que María
Isabel sufriera atentados en su contra […].

150. Ahora bien, se ha afirmado […] la insuficiencia de la información estadística en


relación con la violencia contra las mujeres. De ello no se deriva necesariamente el
desconocimiento del Estado de dicho contexto para diciembre de 2001 […].
Además, el Estado había adoptado, antes de 2001, medidas relativas a la situación
y discriminación contra la mujer […] [y] ha reportado contar con organismos, creados
antes de diciembre de 2001, entre cuyas funciones se encuentran el “seguimiento
de la implementación” de la Convención de Belém do Pará.

151. En forma adicional, debe señalarse que el Estado tiene, desde antes de
diciembre de 2001, un deber de adoptar las medidas necesarias para contar con
información suficiente sobre la situación de los derechos de las niñas en Guatemala,
al menos en el nivel mínimo necesario para poder cumplir de manera adecuada […]
con las obligaciones previstas en los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana
[para ello] los Estados deben procurarse la información pertinente sobre la situación
de los derechos convencionales, ya que ello es necesario para poder evaluar las
medidas o acciones que es preciso adoptar […]. También corresponde a las
“medidas de protección” que el artículo 19 manda adoptar respecto a niños y niñas.
[…] el deber referido es también evidente en el ámbito de la aplicación de la
Convención de Belém do Pará […] resulta necesario para la implementación de las
medidas y “políticas” a que se refiere el artículo 7 de ese tratado. Por otra parte, el
deber mencionado también surge de las estipulaciones existentes en los tratados
respectivos sobre los sistemas internacionales de monitoreo de la situación de los
derechos. De este modo, la Convención Americana y la Convención de Belém do
Pará, en forma independiente al sistema de peticiones individuales, prevén […] la
presentación de informes por parte de los Estados a organismos internacionales. Lo
mismo hacen otros tratados internacionales en vigor de los que Guatemala es parte,
como la Convención sobre los Derechos del Niño […] la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer […] o el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 40.

152. Desde luego, no corresponde a la Corte evaluar si Guatemala recabó o


sistematizó información en relación con la situación de los derechos de las niñas, ni
tampoco si la información con que cuenta el Estado resulta suficiente o idónea para
cumplir sus obligaciones. En lo que compete al Tribunal y es pertinente para el
análisis del caso sub examine, basta constatar que el Estado tiene el deber de
recabar la información básica que sea necesaria para cumplir sus obligaciones
convencionales en relación con los derechos de las niñas, respecto de cuya garantía
tiene un deber de actuar con la mayor y más estricta diligencia. Por ello, frente a
indicaciones claras sobre la existencia del contexto referido y su conocimiento por
parte del Estado, la eventual insuficiencia de la información estatal no podría obrar
en detrimento de la exigibilidad de la observancia debida del aludido deber de
garantía […].

153. El contexto señalado, además, no puede desvincularse, al menos en sus


aspectos generales, de la impunidad generalizada existente en el país. Por ende, la
existencia de tal situación obra como un factor adicional que coadyuva al
conocimiento estatal sobre una situación de riesgo […].

155. Aunado a lo expuesto, ha quedado establecida la posibilidad cierta de que


María Isabel Veliz Franco estuviera viva cuando su madre denunció su desaparición
a las autoridades […] Luego de recibida tal denuncia, y hasta el hallazgo del cuerpo,
el Estado no siguió ninguna acción sustantiva tendiente a investigar lo sucedido o
evitar eventuales vulneraciones de derechos de la niña. Dada la incertidumbre
existente en ese momento sobre la situación en que se encontraba María Isabel
Veliz Franco, y dado el riesgo que corría la niña, resultaba imperioso obrar diligente
para garantizar sus derechos […].

158. Por lo expuesto, la Corte Interamericana concluye que Guatemala violó su


deber de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos a la vida e integridad
personal, reconocidos en los artículos 4.1 y 5.1 de la Convención Americana, en
relación con los derechos del niño consagrados en el artículo 19 de la Convención
y con la obligación general de garantizar los derechos sin discriminación,
contemplada en el artículo 1.1 del mismo tratado, así como con las obligaciones
contempladas en el artículo 7.b) de la Convención de Belém do Pará, en perjuicio
de María Isabel Veliz Franco.

Garantías judiciales, igualdad ante la ley y protección judicial, en relación con


las obligaciones generales de respetar y garantizar los derechos y adoptar
disposiciones de derecho interno y con el deber de prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer

178. Este Tribunal ya ha determinado que si bien no puede aseverarse que todos
los homicidios de mujeres sucedidos en la época de los hechos fueran por razones
de género, resulta verosímil que el de María Isabel si lo fuera, de acuerdo a cómo
se encontró el cuerpo de la niña. En efecto, se ha indicado que las mujeres víctimas
de homicidios por razones de género con frecuencia presentaban signos de
brutalidad en la violencia ejercida contra ellas, así como signos de violencia sexual
o la mutilación de los cuerpos. De forma acorde a tales características, el cadáver
de María Isabel fue encontrado con evidentes signos de violencia, inclusive señales
de ahorcamiento, una herida en el cráneo, una cortadura en la oreja y mordiscos en
las extremidades superiores; su cabeza estaba envuelta por toallas y una bolsa, y
tenía alimentos en su boca y su nariz, además, la blusa y el blúmer que llevaba
estaban rotos en la parte inferior. Ello resulta relevante y suficiente a los efectos de
la aplicación al caso del artículo 7 de la Convención de Belém do Pará […].

179. También la Corte considera relevante recordar su jurisprudencia respecto a los


criterios aplicables a la valoración de la prueba en un caso. Este Tribunal ha
señalado desde su primer caso contencioso que para un tribunal internacional los
criterios de valoración de la prueba son menos rígidos que en los sistemas legales
internos y ha sostenido que puede evaluar libremente las pruebas. La Corte debe
aplicar una valoración de la prueba que tenga en cuenta la gravedad de la atribución
de responsabilidad internacional a un Estado y que, sin perjuicio de ello, sea capaz
de crear la convicción de la verdad de los hechos alegados.

180. En cuanto a los alegados impedimentos para realizar determinadas diligencias


adecuadamente al momento de los hechos, la Corte recuerda que es un principio
básico del Derecho Internacional, respaldado por la jurisprudencia internacional,
que los Estados deben acatar sus obligaciones convencionales de buena fe (pacta
sunt servanda) y, como ya ha señalado este Tribunal y lo dispone el artículo 27 de
la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, aquellos no
pueden por razones de orden interno dejar de cumplirla. Por lo que el Estado no
puede excusar el incumplimiento de su obligación de investigar con la debida
diligencia porque al momento de los hechos no existía normativa, procedimientos o
medidas para realizar las diligencias investigativas iniciales adecuadamente de
acuerdo a los estándares de derecho internacional que se desprenden de tratados
aplicables y en vigor al momento de los hechos […].

186. La Corte también ha señalado que el deber de investigar efectivamente tiene


alcances adicionales cuando se trata de una mujer que sufre una muerte, maltrato
o afectación a su libertad personal en el marco de un contexto general de violencia
contra las mujeres.

187. […] A menudo es difícil probar en la práctica que un homicidio o acto de


agresión violenta contra una mujer ha sido perpetrado por razón de género. Dicha
imposibilidad a veces deriva de la ausencia de una investigación profunda y efectiva
por parte de las autoridades sobre el incidente violento y sus causas. Es por ello
que las autoridades estatales tienen la obligación de investigar ex officio las posibles
connotaciones discriminatorias por razón de género en un acto de violencia
perpetrado contra una mujer, especialmente cuando existen indicios concretos de
violencia sexual de algún tipo o evidencias de ensañamiento contra el cuerpo de la
mujer (por ejemplo, mutilaciones), o bien cuando dicho acto se enmarca dentro de
un contexto de violencia contra la mujer que se da en un país o región determinada.

188. Asimismo, la Corte ha establecido que en casos de sospecha de homicidio por


razón de género, la obligación estatal de investigar con la debida diligencia incluye
el deber de ordenar de oficio los exámenes y pericias correspondientes tendientes
a verificar si el homicidio tuvo un móvil sexual o si se produjo algún tipo de violencia
sexual. En este sentido, la investigación sobre un supuesto homicidio por razón de
género no debe limitarse a la muerte de la víctima, sino que debe abarcar otras
afectaciones específicas contra la integridad personal, tales como torturas y actos
de violencia sexual. […]. En ese tenor, las primeras fases de la investigación pueden
ser especialmente cruciales en casos de homicidio contra la mujer por razón de
género, ya que las fallas que se puedan producir en diligencias tales como las
autopsias y en la recolección y conservación de evidencias físicas pueden llegar a
impedir u obstaculizar la prueba de aspectos relevantes, como por ejemplo, la
violencia sexual. En cuanto a la realización de autopsias en un contexto dehomicidio
por razón de género, la Corte ha especificado que se debe examinar
cuidadosamente las áreas genital y para-genital en búsqueda de señales de abuso
sexual, así como preservar líquido oral, vaginal y rectal, y vello externo y púbico de
la víctima. Asimismo, en casos de supuestos actos de violencia contra la mujer, la
investigación penal debe incluir una perspectiva de género y realizarse por
funcionarios capacitados en casos similares y en atención a víctimas de
discriminación y violencia por razón de género […].

Irregularidades a partir del hallazgo del cuerpo de María Isabel, y posteriores


actuaciones de los funcionarios estatales (resguardo del lugar del hallazgo,
inspección ocular, acta de levantamiento de cadáver, cadena de custodia de
las evidencias, autopsia, y peritajes)

191. En otras oportunidades esta Corte ha establecido que la eficiente


determinación de la verdad en el marco de la obligación de investigar una muerte,
debe mostrarse desde las primeras diligencias con toda acuciosidad. En este
sentido, este Tribunal ha especificado los principios rectores que es preciso
observar en una investigación cuando se está frente a una muerte violenta. Las
autoridades estatales que conducen una investigación de este tipo deben intentar,
como mínimo, inter alia: i) identificar a la víctima; ii) recuperar y preservar el material
probatorio relacionado con la muerte, con el fin de ayudar en cualquier potencial
investigación penal de los responsables; iii) identificar posibles testigos y obtener
sus declaraciones en relación con la muerte que se investiga; iv) determinar la
causa, forma, lugar y momento de la muerte, así como cualquier patrón o práctica
que pueda haber causado la muerte, y v) distinguir entre muerte natural, muerte
accidental, suicidio y homicidio. Además, es necesario investigar exhaustivamente
la escena del crimen, se deben realizar autopsias y análisis de restos humanos, en
forma rigurosa, por profesionales competentes y empleando los procedimientos más
apropiados. Este Tribunal ha establecido que la falta de protección adecuada de la
escena del crimen puede afectar la investigación, por tratarse de un elemento
fundamental para su buen curso.

192. Además, los estándares internacionales señalan que, en relación con la escena
del crimen, los investigadores deben, como mínimo, fotografiar dicha escena,
cualquier otra evidencia física y el cuerpo como se encontró y después de moverlo;
todas las muestras de sangre, cabello, fibras, hilos u otras pistas deben ser
recogidas y conservadas; examinar el área en busca de huellas de zapatos o
cualquier otra que tenga naturaleza de evidencia, y hacer un informe detallando
cualquier observación de la escena, las acciones de los investigadores y la
disposición de toda la evidencia coleccionada. Una de las acciones en el sitio del
hallazgo de mayor riesgo es la manipulación del cadáver, el cual no debe ser
manipulado sin la presencia de profesionales, quienes deben examinarlo y
movilizarlo adecuadamente según la condición del cuerpo. El Protocolo de
Minnesota establece […] que al investigar una escena del crimen se debe cerrar la
zona contigua al cadáver, y prohibir, salvo para el investigador y su equipo, el
ingreso a la misma. Mientras ello no suceda debe evitarse cualquier contaminación
de la misma y mantenerla bajo custodia permanente. Además es fundamental […]
que “los funcionarios encargados del cumplimiento de la ley y otros investigadores
no médicos […] coordinen sus actividades […en el lugar con el] personal médico”.

193. Además, la debida diligencia en una investigación médico-legal de una muerte


exige el mantenimiento de la cadena de custodia de todo elemento de prueba
forense. Ello consiste en llevar un registro escrito preciso, complementado, según
corresponda, por fotografías y demás elementos gráficos para documentar lahistoria
del elemento de prueba a medida que pasa por las manos de diversos
investigadores encargados del caso.

194. En cuanto a las autopsias, como lo ha señalado la Corte, tienen como objetivo
recolectar […] información para identificar a la persona muerta, la hora, la fecha,
causa y forma de muerte. Éstas deben respetar ciertas formalidades básicas, como
indicar la fecha y hora de inicio y finalización, así como el lugar donde se realiza y
el nombre del funcionario que la ejecuta. Asimismo, se debe […] fotografiar
adecuadamente el cuerpo; tomar radiografías del cadáver, de su bolsa o envoltorio
y después de desvestirlo, documentar toda lesión. Se debe documentar la ausencia,
soltura o daño de los dientes, así como cualquier trabajo dental, y examinar
cuidadosamente las áreas genital y para-genital en búsqueda de señales de abuso
sexual. Asimismo, el Manual de Naciones Unidas indica que en los protocolos de
autopsia se debe anotar la posición del cuerpo y sus condiciones, incluyendo si está
tibio o frío, ligero o rígido; proteger las manos del cadáver, registrar la temperatura
del ambiente y recoger cualquier insecto […].

300. Respecto [al examen de ADN], el Estado alegó que “si bien aceptó su
responsabilidad de no haber practicado todas las pruebas al cadáver, lo hizo a la
luz de las que puede practicar a partir de 2007, cuando ya se había establecido el
[INACIF], [p]or lo que la aceptación del Estado no debe interpretarse por no haber
realizado las pruebas que tenía a su disposición en el momento de los hechos” […]
No obstante, si bien el Estado no contaba con dicha prueba, como mínimo debió
observar los estándares mínimos internacionales para la recolección y preservación
de las evidencias. […] Claramente no se siguieron los debidos protocolos de
acuerdo a los estándares fijados por este Tribunal a la luz de diversos instrumentos
internacionales para asegurar la cadena de custodia de las evidencias y
preservarlas para posteriores exámenes, lo que repercutió en los análisis periciales.
La pérdida de evidencia podría impedir identificar al verdadero responsable de los
hechos.

198. De todo lo expuesto se desprende que el Estado no realizó las diligencias


indispensables a partir del hallazgo […] del cuerpo de María Isabel. En esta primera
etapa se presentaron diversas irregularidades que han repercutido en la
investigación y que difícilmente podrían ser subsanadas por tardías diligencias […].

203. El Estado aceptó su responsabilidad [por no haberse] aplicad[o] al sospechoso


[con quien la víctima parecía mantener una relación sentimental] medida cautelar
alguna [ante el peligro de fuga existente] y cuando se pretendió ubicar de nuevo su
paradero, cuatro años después, no fue posible localizarlo. La Corte, teniendo en
cuenta el reconocimiento estatal, considera que el Estado no dio el debido
seguimiento a los indicios o circunstancias del sospechoso que podrían haber
fundado la necesidad de la adopción de una medida cautelar. Dicha circunstancia
impidió una debida investigación del sospechoso, afectando la investigación.
Discriminación y falta de investigación con perspectiva de género

204. El Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que el artículo 1.1 de la


Convención es una norma de carácter general, cuyo contenido se extiende a todas
las disposiciones del tratado, ya que dispone la obligación de los Estados Partes de
respetar y garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos y libertades allí
reconocidos “sin discriminación alguna”. Es decir, cualquiera sea el origen o la forma
que asuma, todo tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio respecto
del ejercicio de cualquiera de los derechos garantizados en la Convención es per
se incompatible con la misma. El incumplimiento por el Estado, mediante cualquier
tratamiento discriminatorio, de la obligación general de respetar y garantizar los
derechos humanos, le genera responsabilidad internacional. Es por ello que existe
un vínculo indisoluble entre la obligación de respetar y garantizar los derechos
humanos y el principio de igualdad y no discriminación.

205. El principio de la protección igualitaria y efectiva de la ley y de la no


discriminación constituye un dato sobresaliente en el sistema tutelar de los derechos
humanos consagrado en numerosos instrumentos internacionales y desarrollado
por la doctrina y jurisprudencia. En la actual etapa de la evolución del derecho
internacional, el principio fundamental de igualdad y no discriminación ha ingresado
en el dominio del jus cogens. Sobre él descansa el andamiaje jurídico del orden
público nacional e internacional y permean todo el ordenamiento jurídico […].

207. La Corte estima que la violencia basada en el género, es decir la violencia


dirigida contra una mujer por ser mujer o la violencia que afecta a la mujer de manera
desproporcionada, es una forma de discriminación en contra de la mujer, tal como
han señalado otros organismos internacionales de protección de derechos
humanos, como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el CEDAW […].

208. La Corte reitera que la ineficacia judicial frente a casos individuales de violencia
contra las mujeres propicia un ambiente de impunidad que facilita y promueve la
repetición de los hechos de violencia en general y envía un mensaje según el cual
la violencia contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que favorece su
perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de
inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de estas en el
sistema de administración de justicia. Dicha ineficacia o indiferencia constituye en
sí misma una discriminación [de la mujer] en el acceso a la justicia […].

209. Según determinadas pautas internacionales en materia de violencia contra la


mujer y violencia sexual, las pruebas relativas a los antecedentes sexuales de la
víctima son en principio inadmisibles, por lo que la apertura de líneas de
investigación sobre el comportamiento social o sexual previo de las víctimas en
casos de violencia de género no es más que la manifestación de políticas o actitudes
basadas en estereotipos de género […].

212. Este incumplimiento del deber de no discriminación [dado por la falta de


investigación debido a la ausencia de la normativa estatal pertinente] se vio
agravado en el presente caso por el hecho de que algunos funcionarios a cargo de
la investigación del caso efectuaron declaraciones que denotan la existencia de
prejuicios y estereotipos sobre el rol social de las mujeres […] el hecho de que se
diera relevancia en los interrogatorios y en los informes a ciertos aspectos de la vida
privada y del comportamiento previo de María Isabel demuestra la existencia de
estereotipos de género […].

214. La Corte, refiriéndose a los artículos 1.1 y 24 de la Convención, ha indicado


que “la diferencia entre los dos artículos radica en que la obligación general del
artículo 1.1 se refiere al deber del Estado de respetar y garantizar ‘sin
discriminación’ los derechos contenidos en la Convención Americana. [E]n otras
palabras, si un Estado discrimina en el respeto o garantía de un derecho
convencional, violaría el artículo 1.1 y el derecho sustantivo en cuestión. Si por el
contrario la discriminación se refiere a una protección desigual de la ley interna o su
aplicación, el hecho debe analizarse a la luz del artículo 24”.

216. En consecuencia, la Corte estima que la investigación del homicidio de María


Isabel no ha sido conducida con una perspectiva de género de acuerdo a las
obligaciones especiales impuestas por la Convención de Belém do Pará. Por ello,
en el marco de la investigación, en el presente caso el Estado violó el derecho a la
igual protección de la ley […] de la Convención Americana, en relación con el deber
de no discriminación […].

Plazo razonable

217. […] para que la investigación sea conducida de manera seria, imparcial y como
un deber jurídico propio, el derecho de acceso a la justicia requiere que se haga
efectiva la determinación de los hechos que se investigan en tiempo razonable. Este
Tribunal ha señalado que el “plazo razonable” […] se debe apreciar en relación con
la duración total del procedimiento que se desarrolla hasta que se dicta la sentencia
definitiva. La Corte considera que una demora prolongada, como la que se ha dado
en este caso, constituye en principio, por sí misma, una violación a las garantías
judiciales.
218. En el presente caso, la Corte resalta que en fase inicial durante el conflicto de
competencia […] hubo un atraso en la investigación […] de por lo menos ocho
meses. Cabe señalar que si bien es posible plantear una duda de competencia […]
también es fundamental que dicho conflicto se resuelva con prontitud, para evitar
dilaciones en la investigación o en el procedimiento penal […].

225. Por lo expuesto, la Corte colige que pese a indicios de que el homicidio de
María Isabel podría haberse cometido por razones de género, la investigación no
fue conducida con una perspectiva de género y se demostró que hubo faltas a la
debida diligencia y actos de sesgo discriminatorio en la misma. La investigación, ha
sobrepasado excesivamente el plazo razonable y aún continúa en su fase
investigativa inicial […]. Por todo lo dicho, esta Corte concluye que la investigación
abierta a nivel interno no ha garantizado el acceso a la justicia de los familiares de
María Isabel Veliz Franco, lo cual constituye una violación de los derechos a las
garantías judiciales y a la protección judicial […] y el derecho a la igualdad ante ley
[…], en relación con las obligaciones generales contenidas en los artículos 1.1 y 2
de la Convención Americana, y con los artículos 7.b y 7.c de la Convención de
Belém do Pará, en perjuicio [de los familiares de la víctima].

Derecho a la integridad personal de los familiares, en relación con las


obligaciones de respetar y garantizar los derechos

233. La Corte ha considerado en numerosos casos que los familiares de las víctimas
de violaciones de los derechos humanos pueden ser, a su vez, víctimas. En este
punto, la Corte ha entendido violado el derecho a la integridad psíquica y moral de
algunos familiares de las víctimas con motivo del sufrimiento adicional que estos
han padecido como producto de las circunstancias particulares de las violaciones
perpetradas contra sus seres queridos y a causa de las posteriores actuaciones u
omisiones de las autoridades estatales frente a los hechos […].

239. […] la Corte considera que la falta de prevención en el caso, así como la falta
de una actuación diligente de las autoridades estatales en la investigación del
homicidio de María Isabel y la impunidad en que permanecen los hechos y la
investigación, generó un sufrimiento a la señora Rosa Elvira Franco Sandoval.
Además está demostrado que durante la investigación la señora Franco Sandoval
fue objeto de tratos despectivos e irrespetuosos por parte de agentes estatales,
referidos a ella y respecto a su hija María Isabel, por lo que produjo a la señora
Franco una afectación adicional a su integridad personal.

240. En lo que se refiere a Leonel Enrique Veliz Franco, José Roberto Franco, Cruz
Elvira Sandoval Polanco de Franco y Roberto Franco Pérez, la Corte no encuentra
elementos suficientes para demostrar una afectación a su integridad personal
derivada del incumplimiento del deber de prevención, de la falta de la debida
diligencia y demora en las investigaciones que actualmente cursan en la jurisdicción
interna […].

242. Consecuentemente, la Corte considera que el Estado es responsable de la


violación del derecho a la integridad personal, consagrado en el artículo 5.1 de la
Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de
Rosa Elvira Franco Sandoval.

Reparaciones

La Corte dispone que:

- Esta Sentencia constituye per se una forma de reparación.

- El Estado deberá conducir eficazmente la investigación y (…) abrir el proceso


penal correspondiente, y de ser pertinente, otros que correspondieren para
identificar, procesar y, en su caso, sancionar a los responsables de los
vejámenes y privación de la vida de la niña María Isabel Veliz Franco (…).

- El Estado deberá, en el plazo de seis meses a partir de la notificación de la


presente Sentencia, publicar en el Diario Oficial de Guatemala y en un diario de
amplia circulación nacional, por una sola vez el resumen oficial de la presente
Sentencia. Adicionalmente, el Estado deberá, dentro del mismo plazo, publicar
la presente Sentencia íntegramente en sitios web oficiales del Poder Judicial, del
Ministerio Público y de la Policía Nacional Civil del Estado durante el período de
un año (…).

- El Estado deberá, en el plazo de un año a partir de la notificación de esta


Sentencia, realizar un acto de disculpas públicas (…).

- El Estado deberá, en un plazo razonable, elaborar un plan de fortalecimiento


calendarizado del INACIF, que incluya una asignación adecuada de recursos
para ampliar sus actividades en el territorio nacional y el cumplimiento de sus
funciones (…).
- El Estado deberá, en un plazo razonable, implementar el funcionamiento de
los “órganos jurisdiccionales especializados” y de la fiscalía especializada (…).

- El Estado deberá, en un plazo razonable, implementar programas y cursos


para funcionarios públicos pertenecientes al Poder Judicial, Ministerio Público y
Policía Nacional Civil que estén vinculados a la investigación de actos de
homicidio de mujeres sobre estándares en materia de prevención, eventual
sanción y erradicación de homicidios de mujeres y capacitarlos sobre la debida
aplicación de la normativa pertinente en la materia (…).

- El Estado debe brindar atención médica o psicológica gratuita, de forma


inmediata, adecuada y efectiva, a través de instituciones estatales de salud
especializadas, a Rosa Elvira Franco Sandoval, si ella así lo desea (…).

- El Estado deberá, dentro del plazo de un año a partir de la notificación de


esta Sentencia, pagar las cantidades fijadas (…) por concepto de
indemnizaciones por daños materiales e inmateriales [esto es, la suma total de
US$220,000.00], el reintegro de costas y gastos (…) [por la suma de
US$10,000.00], así como reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas la
cantidad establecida [de US$2,117.99] (…).

- El Estado debe, dentro del plazo de un año contado a partir de la notificación


de la presente Sentencia, rendir al Tribunal un informe sobre las medidas
adoptadas para cumplir con la misma.

- La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio


de sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, y dará por concluido el presente caso una
vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.

Puntos resolutivos

La Corte decide:

- Desestimar la excepción preliminar interpuesta por el Estado relativa a la falta


de competencia material de la Corte (…) para conocer sobre el artículo 7 de la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (…).
- Desestimar la excepción preliminar interpuesta por el Estado sobre la falta de
agotamiento de recursos internos (…).

La Corte declara que:

- El Estado violó su deber de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos


a la vida e integridad personal (…), en relación con los derechos del niño (…), y
con la obligación general de garantizar los derechos sin discriminación (…), así
como las obligaciones contempladas en el artículo 7.b) de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer,
en perjuicio de María Isabel Veliz Franco (…).

- El Estado violó los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial


(…), y el derecho a la igualdad ante la ley (…), en relación con las obligaciones
generales contenidas en los artículos 1.1 y 2 (…), y con los artículos 7.b) y 7.c)
de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer, en perjuicio de Rosa Elvira Franco Sandoval, Leonel
Enrique Veliz Franco, José Roberto Franco, Cruz Elvira Sandoval Polanco y
Roberto Pérez (…).

- El Estado violó el derecho a la integridad personal (…), en relación con el


artículo 1.1 (…), en perjuicio de Rosa Elvira Franco Sandoval (…).

- No procede pronunciarse sobre la alegada violación del derecho a la libertad


personal (…).

- No procede pronunciarse sobre la alegada violación de los derechos del niño


(…), en relación con el desarrollo de la investigación posterior al hallazgo del
cadáver de María Isabel Veliz Franco (…).

También podría gustarte