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Este documento describe el proceso de investigación del autor sobre el arte mudéjar en España entre 1975-1984. Explica cómo su interés inicial en el tema para su tesis doctoral disminuyó después de enfrentar críticas, pero fue invitado a participar en un simposio en 1975 que lo llevó a reexaminar el tema con una nueva perspectiva. Analizó las teorías de otros historiadores y criticó especialmente a Lampérez, proponiendo en cambio que el arte mudéjar reflejaba la pervivencia de la tradición artíst
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Este documento describe el proceso de investigación del autor sobre el arte mudéjar en España entre 1975-1984. Explica cómo su interés inicial en el tema para su tesis doctoral disminuyó después de enfrentar críticas, pero fue invitado a participar en un simposio en 1975 que lo llevó a reexaminar el tema con una nueva perspectiva. Analizó las teorías de otros historiadores y criticó especialmente a Lampérez, proponiendo en cambio que el arte mudéjar reflejaba la pervivencia de la tradición artíst
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DOI: http://dx.doi.org/10.15304/qui.17.

5603

GÉNESIS DE LA DEFINICIÓN CULTURAL DEL ARTE


MUDÉJAR: LOS AÑOS CRUCIALES, 1975-1984

Gonzalo M. Borrás Gualis


Universidad de Zaragoza

RESUMEN
Testimonio personal del autor, a modo de autobiografía intelectual, en el que se analiza el proceso
historiográfico sobre su concepto del arte mudéjar, hasta culminar con la propuesta de una definición
cultural que lo considera como un sistema de trabajo alternativo al del arte occidental cristiano europeo
y como pervivencia de la tradición artística andalusí en la España cristiana tanto en las estructuras como
decoración arquitectónicas, con un papel primordial de los maestros de obras moros.
Palabras clave: arte mudéjar, arte andalusí

ABSTRACT
A personal account by the author, by way of an academic autobiography, in which the historiogra-
phical process is analysed in relation to his concept of Mudéjar art, leading to the proposal of a cultural
definition that regards it as an alternative system of work to western European Christian art and as
the continuation of the Andalusian artistic tradition in Christian Spain, both in terms of structures and
architectural decoration, with Moorish master builders playing an essential role.
Keywords: Mudéjar art, Andalusian art

Desde hace tiempo he venido acariciando la Para acometer la realización de la tesis doctoral
idea de exponer para la comunidad científica me trasladé durante el curso siguiente, 1967-68,
de historiadores del arte el personal proceso de del que ahora se cumplen cincuenta años3, desde
investigación sobre el arte mudéjar1, es decir, el Zaragoza al Instituto de Enseñanza Media “Primo
relato de los años cruciales y de las aportaciones de Rivera” de Calatayud, como profesor interino
decisivas, que me llevaron a definirlo culturalmen- de Geografía e Historia. Esta estancia bilbilitana
te como la pervivencia de la tradición artística an- me facilitó estudiar detenidamente “in situ” los
dalusí en la cultura española, y deseaba adscribir monumentos mudéjares de la comunidad de Ca-
esta exposición al género historiográfico de las latayud así como exhumar los ricos fondos do-
autobiografías intelectuales2. cumentales del Archivo de Protocolos Notariales
El tema de mi tesis doctoral “Mudéjar en los de Calatayud, ambos fundamentos básicos de mi
valles del Jalón-Jiloca” fue fruto de una decisión tesis doctoral, cuyos tres volúmenes (texto, ma-
colectiva, tomada durante curso 1966-67 en una pas y planos, y fotografías, respectivamente) hube
de las frecuentes sesiones de seminario dirigidas de depositar apresuradamente en diciembre de
por mi maestro don Francisco Abbad, un cate- 1970, ante las previsiones médicas de un fatal
drático liberal en la estela de la Institución Libre desenlace de la leucemia de mi maestro Francisco
de Enseñanza, que no siempre tenían lugar en el Abbad, como así sucedió en enero de 1972.
edificio de la Facultad, ya que en ocasiones, como En la defensa de la tesis, realizada en marzo
en aquella nos trasladábamos a una de las míticas de 1971, la acritud manifestada por uno de los
cafeterías de Zaragoza. miembros del tribunal me cerró el deseado paso a

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la calificación de “cum laude”, con las posteriores teórica, ya que me dediqué básicamente al aná-
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secuelas curriculares, por lo que tomé entonces lisis y valoración de los puntos de vista sobre el
la firme decisión de olvidarme para siempre del mudéjar de José Amador de los Ríos, de Vicente
arte mudéjar. Podría decirse, parafraseando a mi Lampérez, del marqués de Lozoya, de Leopoldo
admirado Francisco de Goya, que “acordándome Torres Balbás y de Fernando Chueca. Aunque es
de Zaragoza y de mudéjar, me quemo vivo”. obvio que en mi crítica del concepto del mudé-
jar defendido por estos historiadores subyace un
Tal era mi estado de ánimo en relación con el punto de vista personal, que se podría considerar
arte mudéjar cuando en el emblemático año de como una nueva propuesta teórica.
1975 recibí la indeclinable invitación por parte de
mi entrañable colega y amigo, el profesor San- De todos los citados, el historiador que resulta
tiago Sebastián4, para participar como ponente peor parado en mi análisis crítico es el arquitecto
en el I Simposio Internacional de Mudejarismo, Vicente Lampérez y Romea, cuya obra6 por otra
parte era la que mayor impacto y recepción te-
que se iba a celebrar en Teruel del 15 al 17 de
nía en los manuales universitarios de historia del
septiembre, y del que eran máximos responsables
arte, gracias a su sólida sistematización por focos
académicos él mismo y el profesor medievalista
regionales y por evolución histórica, que siempre
Emilio Sáez.
le he reconocido.
De nuevo un estímulo externo me devolvía al
Sin embargo en la obra de Lampérez se contie-
tema ya olvidado; pero a pesar de que tan sólo
nen los puntos de vista más distorsionantes sobre
habían transcurrido cuatro años, quien regresaba
la arquitectura mudéjar, entre los que destaca su
a él era una persona bien distinta, que había rea-
tesis de que la estructura, que es lo decisivo, es
lizado, siempre con esfuerzo y escasos recursos,
siempre de origen occidental cristiano, románica
un largo recorrido como historiador del arte, con
o gótica, mientras que la decoración, que es lo
una formación en gran parte autodidacta, y con
secundario, es el único elemento de origen is-
un interés muy marcado por los aspectos teóricos
lámico, y de ahí su propuesta terminológica de
y muy influido por los estudios de Juan Antonio
“románico-mudéjar” y “gótico-mudéjar”, un
Gaya Nuño y de Enrique Lafuente Ferrari, entre término compuesto intencionadamente de sus-
los historiadores del arte españoles, y por los de tantivo y adjetivo, y que llevado al extremo ha
Pierre Francastel y de Giulio Carlo Argan, entre derivado en el de “arquitectura románica y gótica
los extranjeros. Y por qué no decirlo, con la con- de ladrillo”.
ciencia personal de ser una “rara avis” dentro de
la profesión, pero al fin consolidado como profe- Esta tesis errónea de Lampérez me ha llevado
sor del nuevo cuerpo de profesores adjuntos en forzadamente a lo largo de mis investigaciones
la Universidad de Zaragoza, un empleo del que posteriores a poner el foco de atención en el aná-
había tomado posesión el 1 de septiembre de lisis de las estructuras arquitectónicas mudéjares,
ese mismo año 1975, poco antes de cumplir los tanto sobre las de origen occidental cristiano,
treinta y cinco años. que resultan transformadas en su adaptación al
sistema mudéjar, como sobre las estructuras de
origen andalusí, ignoradas por Lampérez, y tan
El mudéjar como constante artística (1975) evidentes en iglesias con tipología de mezquita
Así mismo era bien consciente de que en 1975 en los focos regionales toledano y sevillano, y en
nos hallábamos ante una coyuntura oportuna torres-campanario con tipología de alminar en
para plantear con carácter general un problema todo el ámbito peninsular. Y ello a pesar de que
de historiografía artística, que diera un giro co- la estructura siempre tienen un interés secundario
pernicano a la definición del arte mudéjar. Y para en la arquitectura mudéjar, como sucede asimis-
ello propuse para mi ponencia el título de “El mo en la islámica y en la andalusí, unas manifes-
mudéjar como constante artística”5. taciones artísticas que se definen esencialmente
por la decoración como factor principal.
Vuelto a leer con una perspectiva de más de
cuatro décadas encuentro que aquel texto tiene Sin embargo, mi interés primordial en esta po-
más de crítica historiográfica que de propuesta nencia de 1975 era recuperar los planteamientos

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Génesis de la definición cultural del arte mudéjar: Los años cruciales, 1975-1984 17

del texto fundacional de José Amador de los Ríos con la herramienta tradicional de una definición

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en su discurso de ingreso en la Real Academia de carácter formal, teniendo en cuenta los “mu-
de Bellas Artes de San Fernando en 1859, El chos estilos mudéjares” y a la vez la crisis de las
estilo mudéjar en arquitectura, que había sido categorías estilísticas. Como punto de partida
objeto de una reciente edición crítica por René había, pues, que retener el término de mudéjar
Guenoun7, y de los que tanto se habían alejado y utilizarlo como categoría de periodización, sin
las tesis de Lampérez, a la sazón en vigor en las renunciar a una definición posterior, que ya no
aulas universitarias españolas. podría ser meramente formal, pero que en todo
Pero la parte más endeble del texto de Amador caso tampoco podría obviar los rasgos formales.
de los Ríos era la categoría de estilo aplicada al Era un primer paso hacia la definición cultural.
mudéjar, una formulación explicable en el con- Por ello, y obviando la sugerente y brillante
texto historiográfico del siglo XIX, en el que la terminología de Chueca, desde el concepto de
historia del arte era concebida como una historia “metaestilo” hasta el de “invariante”, me de-
de los estilos artísticos. Ya Fernando Chueca Goi- canté provisionalmente por una propuesta en la
tia en su monumental Historia de la arquitectura que se integraba tanto la dimensión temporal
española, aparecida en 19658, había desechado (que considera el mudéjar como “un fenóme-
con rotundidad la categoría de estilo aplicada al no de larga duración”, desde el siglo XI hasta el
mudéjar: “el mudéjar no es un estilo propiamente siglo XVI, que sobrenada a los estilos artísticos
dicho, si como tal se entiende un conjunto de occidentales), y que denominé con el término de
características comunes que prevalecen en una “constante”, como la dimensión artística ( la per-
serie de obras de arte durante un periodo dado vivencia del arte andalusí en la España cristiana,
y que desde sí mismas evolucionan, transformán- una vez desaparecido el poder político del Islam),
dose gradualmente, pero sin rupturas violentas”. o sea, el mudéjar como “constante artística”.
Y en lugar de la categoría de estilo propone lo
siguiente: El concepto de espacio interior en el mu-
El mudejarismo es una actitud de la sociedad déjar aragonés (1978)
hispánica que se traduce en el arte… Existen muchos
Aunque la ponencia sobre “El mudéjar como
estilos mudéjares, aunque sólo existe una actitud
constante artística” no verá la luz hasta la edi-
mudéjar, un metaestilo mudéjar. Esto es lo único
ción de las Actas en el año 1981, y por tanto no
que nos autoriza a tratar de arte mudéjar como un
tendrá otra recepción que la de los asistentes en
todo: pero un todo más intencional que formal…
Teruel al I Simposio de Mudejarismo, personal-
Su espíritu perdura, ya con carácter de invariante,
mente constituyó un decisivo punto de inflexión
en la sensibilidad del pueblo español.
en mi actitud investigadora y abrió el camino a
A lo dicho por Chueca se añadía la crisis del la primera contribución de alcance que con el
concepto de estilo artístico en sus manifestacio- título de Arte mudéjar aragonés9 publiqué tres
nes concretas, con la consiguiente quiebra de años más tarde, en 1978. Así se pretende expre-
la pretendida unidad formal de cada estilo, que sar en la dedicatoria del libro: “A Santiago Sebas-
llevaba a los historiadores del arte a analizar la tián, en recuerdo del I Simposio Internacional de
variedad de los lenguajes románicos, góticos, ba- Mudejarismo (Teruel, septiembre de 1975), con
rrocos, de manera que la terminología estilística admiración y afecto”.
se iba descargando paulatinamente de sus rasgos Como se habrá apreciado en las tres palabras
formales para adoptar la nueva función de “cate- del título se recurre al término de arte en lugar
goría de periodización”: la época del románico, de arquitectura, a diferencia de la formulación
del gótico o del barroco, una periodización de más acotada de Amador de los Ríos, se opta por
carácter general, aceptada con frecuencia por los el término único de mudéjar, frente a la termino-
propios historiadores. logía compuesta de Lampérez, y se defiende la
Mi primera percepción, deudora del pensa- singularidad de lo aragonés, si bien en el contexto
miento de Chueca Goitia, fue advertir la dificul- del mudéjar hispánico. A partir de este libro todas
tad de aproximarse al concepto de arte mudéjar mis aportaciones al tema se harán bajo el marbe-

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18 Génesis de la definición cultural del arte mudéjar: Los años cruciales, 1975-1984

te de arte mudéjar o de arte mudéjar aragonés, del cromatismo ornamental y del atectonismo
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según el ámbito territorial abordado. general, el resultado es en todo bien diferente y


Sin menoscabo del interés que tienen desde el nuevo. Es una genuina creación de la arquitectura
punto de vista de la caracterización artística las mudéjar aragonesa”.
páginas dedicadas dedicadas a la tipología arqui-
tectónica de las iglesias-fortaleza o a las torres- Los factores de unidad del arte mudéjar
campanario con estructura de alminar, frente a (1981)
las tesis de Lampérez, estimo que tal vez las pá- Ha quedado ya suficientemente señalada la
ginas más novedosas son las que se dedican a la trascendencia de los Simposios Internacionales de
valoración del espacio interior en la arquitectura Mudejarismo de Teruel en mi trayectoria investi-
mudéjar, muy influidas por el pensamiento del gadora sobre el tema. Sin embargo todo estuvo a
arquitecto, crítico e historiador de la arquitectura punto de naufragar a causa de una incidencia en
Bruno Zevi (Roma. 1918-2000) en su obra Saber su gestión. Se había establecido que la periodici-
ver la arquitectura10, en la que se define el es- dad de los Simposios fuese trienal, de modo que
pacio interior como el elemento esencial de la el segundo Simposio debería haberse celebrado
arquitectura. en septiembre del año 1978, pero no se había
Se daba la feliz circunstancia de que una serie logrado editar las Actas del primero, tarea a car-
de iglesias mudéjares de la comunidad de Cala- go de don Emilio Sáez y algunos nos opusimos
tayud (en las localidades de Tobed, Maluenda, con contundencia a retomarlo sin la publicación
Torralba de Ribota y Cervera de la Cañada), nú- de las Actas, decisión que se reveló trascenden-
cleo de mi tesis doctoral, habían conservado la tal para el futuro de los Simposios. Hubieron de
decoración interior mudéjar original, gracias al transcurrir otros tres años hasta que en noviem-
sistema de trabajo del enlucido en yeso y agra- bre de 1981, con el requisito imprescindible de la
milado a punzón de los motivos decorativos, que edición ya cumplido, pudo abrirse el II Simposio,
permiten la pervivencia de la decoración pintada. dedicado monográficamente al Arte.
Se trata de un caso muy poco frecuente en la his- La primera sección del Simposio, por iniciati-
toria de los interiores arquitectónicos medievales, va personal, se dedicó a profundizar en los fac-
tanto religiosos como civiles, que han sido modi- tores de unidad del arte mudéjar. Afirmaba en
ficados profundamente, cuando no totalmente el arranque de mi ponencia sobre los “Factores
destruidos a lo largo del tiempo y los cambios de unidad en el arte mudéjar aragonés”11 que la
del gusto artístico. historiografía del arte mudéjar durante la última
Este carácter singular del espacio interior mu- década, desarrollando la sistematización regio-
déjar viene además corroborado por los testimo- nal de los focos artísticos propuesta por Vicente
nios documentales de los contratos notariales y Lampérez, había incidido tanto en la aportación
de alguna importante relación de trabajos mu- de datos inéditos cuanto en la valoración de los
déjares, donde se diferencian claramente las tres rasgos singulares y propios de cada foco, desta-
etapas constructivas de la arquitectura mudéjar cando los estudios de Basilio Pavón Maldonado
aragonesa: abrir fundamentos, la obra de ladrillo y de Balbina Martínez Caviró para el mudéjar
o “rejola”, y el enlucido interior de “aljez” apli- toledano, los de Manuel Valdés Fernández y Pe-
cado a planeta, agramilado y pintado. dro J. Lavado Paradinas para el mudéjar leonés
A partir de estas premisas puse el acento en y castellanoviejo, los de Carmen Fraga González
la caracterización de los interiores mudéjares ara- para el mudéjar canario, los de María Dolores
goneses y de sus diferencias con respecto a los Aguilar García para el mudéjar malagueño, y los
interiores góticos levantinos, concluyendo que de Pilar Mogollón Cano-Cortes, para el mudéjar
“la deuda que este “unicum” espacial tiene con extremeño, entre los más sobresalientes.
el gótico levantino es evidente e innegable, en A mi entender era necesario y urgente introdu-
cuanto a una consideración abstracta del espacio cir una pausa en los estudios de la diversidad para
interior sin tener en cuenta la conformación mu- abordar los factores de unidad del arte mudéjar,
ral. Pero al añadirse la función [intimista de la luz, que en mi caso enfocaba desde la perspectiva

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del arte mudéjar aragonés. Poner el acento en Consciente de la dificultad del encargo del

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los factores de unidad del arte mudéjar ha cons- profesor Bonet Correa, que requería una revisión
tituido desde este momento uno de mis objetivos del arte mudéjar de los diferentes focos regio-
prioritarios de carácter teórico, para lo que había nales hispánicos, para la que por el momento
que superar los ámbitos de estudio regionales, carecía de tiempo y de recursos económicos, de-
provinciales, comarcales y locales. Los Simposios cidí ir desgranando y dando a conocer algunos
de Mudejarismo debían cumplir esta función al de los textos de carácter teórico, redactados en
reunir a los “mudejaristas” expertos en los di- principio para dicho manual.
versos focos regionales. Frente a los factores de
Y el texto básico, en el que había formula-
diversidad formal y cronológica había que poner
do una síntesis de mi pensamiento “Sobre el
sobre la mesa los factores de unidad cultural en
concepto de arte mudéjar”, lo di a conocer a
sentido amplio y ofrecer nuevas propuestas de
comienzos de octubre del año 1983 en el Home-
definición.
naje a don Federico Torralba12. La lectura de este
Con este objetivo planteé en mi ponencia la artículo, treinta y cinco años después, todavía me
revisión crítica de algunos factores de diversidad, sorprende porque, salvo algunas actualizaciones
desde la cronología a los precedentes islámicos terminológicas consolidadas en estas décadas,
locales, para atenuar su trascendencia historio- conceptualmente constituye el núcleo básico
gráfica y por el contrario ahondar en la búsqueda para mi definición cultural del arte mudéjar.
de nuevos factores de unidad, en particular en
Se inicia el texto señalando la radical diferen-
la relación entre arte mudéjar y y mano de obra
cia entre el significado del término “mudéjar”,
mudéjar así como en la competencia entre los
utilizado por los historiadores del arte como una
dos sistemas de trabajo, el occidental europeo
categoría de periodización artística para referirse
y el mudéjar, siguiendo la sugerencia de Manuel
a la pervivencia del arte andalusí en la España cris-
Gómez Moreno.
tiana, y el término “mudéjares”, utilizado por los
Mi impresión personal fue que quedaba mu- historiadores para referirse a los moros o sarra-
cho trecho por recorrer en este sentido y que ins, que en el proceso de la reconquista cristiana
había que dar con una sólida clave de definición habían sido autorizados a quedarse en territorio
artística del fenómeno mudéjar, que sin dejar cristiano pagando impuestos y manteniendo la
de tener en cuenta las epidérmicas diferencias lengua árabe, la religión musulmana y un esta-
formales de los focos regionales hispánicos, las tuto de autogobierno en la aljama, una situación
superase con una percepción unitaria. social que concluyó con su conversión forzosa al
cristianismo llevada a cabo en 1501 en la Corona
Sobre el concepto del arte mudéjar (1983) de Castilla y en 1526 en la Corona de Aragón,
siendo denominados a partir de entonces “mo-
La inmediata publicación de las Actas del II
riscos” o cristianos nuevos. El termino mudéjar
Simposio Internacional de Mudejarismo en el año
referido al arte tiene otra duración temporal, más
1982, en las que mi ponencia sobre los factores
larga, y, lo que es más decisivo, otro significado
de unidad del arte mudéjar no pasó inadvertida
desprovisto de ganga étnica.
al profesor Antonio Bonet Correa, a la sazón res-
ponsable de la ediciones sobre arte en Editorial Tras esta diferencia de significado entre arte
Cátedra, probablemente le movió a proponerme mudéjar y mudéjares, se profundiza en el proceso
la redacción de un Manual de Arte Cátedra sobre histórico cultural de formación del arte mudéjar
el mudéjar, encargo que nunca llevé a buen tér- y en los factores de su desarrollo. En diferentes
mino, pero a cuya tarea me puse de inmediato, momentos del texto se subraya que el arte mu-
redactando varios capítulos de carácter general, y déjar es una consecuencia de las condiciones de
en especial una síntesis de mi pensamiento sobre convivencia de la España cristiana medieval, fun-
el concepto del arte mudéjar, que a la altura del damento para una definición cultural que tenga
año 1983 había alcanzado ya una formulación en cuenta, además de los artísticos, los factores
definitiva. políticos, sociales y económicos.

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Se adelanta asimismo la idea angular de “sis- la carpintería (Carmen Fraga) y la cerámica (Mª
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tema de trabajo mudéjar”, como alternativo al Isabel Álvaro).


del arte occidental europeo, en el que “son las Desde un primer momento fui consciente de
técnicas mudéjares del trabajo arquitectónico, de que si se pretendía ahondar en los factores de
tradición andalusí, las que se convierten en un unidad del arte mudéjar, era necesario integrar
vehículo de transmisión de las formas y estructu- en un todo los diversos materiales utilizados y sus
ras islámicas”, aspecto que se desarrollará al año técnicas de trabajo, ya que, además, los materia-
siguiente en la ponencia general al III Simposio les y sus técnicas constituyen tan sólo el primer
de Mudejarismo de 1984. nivel en el análisis de un lenguaje artístico. Por
Otra idea esencial es la diferencia de valora- ello titulé mi ponencia general de la segunda sec-
ción crítica de las estructuras y de la decoración ción dedicada al Arte “Los materiales, las técnicas
en el arte occidental europeo, por un lado, y en artísticas y el sistema de trabajo, como criterios
el arte islámico, andalusí y mudéjar, por otro. Se para la definición del arte mudéjar”13.
establece que la decoración constituye el elemen- La tesis de esta ponencia global era que tanto
to esencial del arte islámico, del andalusí y del los materiales utilizados en el arte mudéjar, como
mudéjar, y aunque éste último desarrolla asimis- sus diferentes técnicas de trabajo, no pueden ser
mo sus estructuras propias, muchas de origen analizados de forma aislada, ya que todos ellos
andalusí, estas carecen de interés estético ya que se hallan integrados en un sistema, en un conjun-
la decoración se impone a la estructura. to superior, que aquí se define como el sistema
En suma, en este texto de 1983 se contiene ya de trabajo mudéjar (en negritas en el original)
“in nuce”, plenamente formado y explicitado, mi y que constituye el verdadero criterio, desde un
concepto sobre el arte mudéjar desarrollado con punto de vista formal, para caracterizar una obra
posterioridad. Puede considerarse como mi texto de arte mudéjar.
fundacional sobre el nuevo concepto de arte mu- En los contratos de obra con los maestros
déjar, que he defendido insistentemente en todos moros aragoneses se utiliza un término, el de
mis trabajos, sean de enfoque global o parcial. “manobra”, con el que se alude de forma global
no sólo a todos los materiales necesarios para la
El mudéjar como un sistema de trabajo realización de una obra mudéjar, sino asimismo
alternativo al arte occidental cristiano (1984) a la mano de obra, es decir, a los maestros re-
queridos para su realización. Con el término de
Visto desde la perspectiva actual la ponencia “manobra” se alude, pues, a todo el sistema de
general que presenté al III Simposio Internacional trabajo mudéjar, tanto a los materiales y sus téc-
de Mudejarismo, celebrado en Teruel del 20 al 22 nicas de trabajo como a los artífices. Y el maestro
de septiembre de 1984, me parece otra aporta- de obras moro es el auténtico soporte del sistema
ción decisiva en mi trayectoria hacia la definición de trabajo mudéjar.
cultural del arte mudéjar, ya que se trataba de
Todos los materiales y técnicas artísticas han de
establecidos los criterios de una definición artís-
ser considerados conjuntamente y enmarcarse en
tica previa.
el contexto de su origen andalusí, del que cons-
Tras el II Simposio de Mudejarismo de 1981, tituyen una pervivencia. Además de los propios
dedicado monográficamente al arte mudéjar, monumentos andalusíes, que se han conservado
como se ha dicho, se establecen en éste de 1984 hasta la actualidad, el legado más destacado de
dos grandes secciones, que van a perpetuarse en la cultura andalusí en la España cristiana es el
el futuro, la de los historiadores y la de los histo- arte mudéjar, que se define como la pervivencia
riadores del arte. Los últimos habíamos decidido y desarrollo del arte andalusí tras la reconquista
dedicar este Simposio al análisis de los materiales cristiana de Alandalús, de acuerdo con su propio
y de sus técnicas de trabajo en el arte mudé- sistema de trabajo, que se caracteriza por su efi-
jar, encargando ponencias particulares sobre el cacia constructiva como un sistema alternativo al
ladrillo (Basilio Pavón), el yeso (Pedro Lavado), del arte occidental europeo.

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Mi aportación sobre el sistema de trabajo mu- Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Aragón,

Gonzalo M. Borrás Gualis


déjar encontró en este mismo año de 1984 un que, además, becó a cinco jóvenes aparejadores
apoyo decisivo en la transcripción y edición por para que bajo mi dirección se dedicasen durante
parte de Ovidio Cuella de un largo documento de dos anualidades a recoger la planimetría existente
102 folios, recto y verso, conteniendo las cuentas y a realizar las nuevas planimetrías necesarias,
de las obras encargadas por el Papa Luna, y rea- un soporte técnico que permitió una entera de-
lizadas entre 1412 y 1414, bajo la dirección del dicación a la redacción del texto. El libro se en-
maestro Mahoma Rami, consistentes en la am- riqueció, además, con las fotografías de Jarke.
pliación de la desaparecida iglesia de dominicos Nunca he dispuesto de mayor empatía y de más
de San Pedro Mártir de Calatayud14. Se trata de generosos apoyos económicos. Y creo que esta
un documento trascendental, que analicé dete- obra no defraudó a sus promotores.
nidamente en la presentación al libro de Ovidio
Cuella, y cuyo contenido permitió restituir todo No ocurrió lo mismo con el arte mudéjar en Es-
el sistema de trabajo de una obra mudéjar a paña y el encargo de Bonet Correa para Manua-
comienzos del siglo XV en Aragón en un relato les Arte Cátedra se malogró. No obstante, pude
día a día, en el que el maestro Mahoma Rami “salvar parte de los muebles” de dicho naufragio
se configura como el espejo de los maestros de gracias a la comprensión del Instituto de Estudios
obras moros. Turolenses, del que a la sazón era director, y que
aceptó la edición de mi monografía de carácter
Con ello se daba una nueva vuelta de tuerca general sobre El arte mudéjar en el año 199017,
al concepto de arte mudéjar, ya que una vez de- que se convirtió en una obrita de referencia teó-
finido formalmente el sistema de trabajo mudé- rica hasta la edición en el año 2000 del excelente
jar como pervivencia del andalusí, y plenamente Manual de Arte Cátedra de mi buen amigo el
deslindado su significado de cualquier connota-
profesor Rafael López Guzmán18.
ción étnica, al menos en Aragón quedaba rotun-
damente documentado a lo largo del periodo No querría cerrar estas notas autobiográficas
medieval que dicho sistema de trabajo era una antiguas, sin dejar testimonio de la doble satis-
praxis dominada por completo por los maestros facción más reciente que, en el año 2010, me
de obras moros aragoneses15. produjeron dos encargos académicos de alcance,
relacionados con el tema del arte mudéjar: una
conferencia marco en el XVIII Congreso Nacional
Coda: los dos libros clásicos de 1985 y
del CEHA, organizado por la Universidad de San-
1990
tiago de Compostela19, que me permitió exponer
Tras esta década (1975-1984) de fuerte dis- una síntesis actualizada de mi concepto sobre el
cusión teórica para una nueva definición cultural arte mudéjar, y el comisariado y coordinación del
del arte mudéjar, se hacía necesario rubricar la Catálogo de la Exposición Mudéjar, en la Univer-
propuesta con monografías de conjunto sobre el sidad de Zaragoza20, que me permitió invitar a
tema, tanto sobre el arte mudéjar aragonés como colaborar al más amplio equipo interdisciplinar
sobre el arte mudéjar en España, que estuviesen sobre el tema, que jamás hubiese soñado. Ambos
estructuradas de acuerdo con el nuevo concepto. encargos y sus correspondientes textos, con moti-
Para el Arte mudéjar aragonés la obra de vo de mi setenta cumpleaños, los he agradecido
conjunto se logró en el año 198516, gracias a la siempre como un reconocimiento de la comuni-
promoción cultural y al soporte económico que dad académica al esfuerzo que realicé durante
el proyecto tuvo por parte del Colegio Oficial de aquellos años pioneros aquí relatados.

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22 Génesis de la definición cultural del arte mudéjar: Los años cruciales, 1975-1984

NOTAS que en ambos casos todavía siguen ce- Instituto de Estudios Turolenses, Teruel,
Gonzalo M. Borrás Gualis

lebrándose. 1982, pp. 39-49.


1
Agradezco la invitación de la re- 5
Cfr. Gonzalo M. Borrás Gualis, 12
Cfr. Gonzalo M. Borrás Gualis,
vista Quintana y de su actual director, “El mudéjar como constante artística”, “Sobre el concepto de arte mudéjar”,
mi entrañable amigo el profesor Alfre- en Actas del I Simposio Internacional de en Homenaje a don Federico Torralba
do Vigo Trasancos, para participar en la Mudejarismo (15-17 Septiembre 1975), en su jubilación del profesorado, Depar-
misma con este tema del arte mudéjar, Diputación Provincial de Teruel, Consejo tamento de Historia del Arte, Facultad
así como la libertad de planteamiento Superior de Investigaciones artísticas, de Filosofía y Letras, Universidad de Za-
concedida expresamente para esta co- Madrid- Teruel, 1981, pp. 29-40. Para ragoza, 1983, pp. 115-128.
laboración, que agradezco a la vez que toda la bibliografía relacionada con 13
Cfr. Gonzalo M. Borrás Gualis,
espero no defraude en demasía a las el arte mudéjar debe recurrirse a Ana “Los materiales, las técnicas artísticas
previsiones de la revista. En el momento Reyes Pacios Lozano, Bibliografía de y el sistema de trabajo, como criterios
actual nos hallamos culturalmente in- arquitectura y techumbres mudéjares, para la definición del arte mudéjar”,
mersos en “el relato del yo”, tanto en la 1857-1991, Serie Estudios Mudéjares, en Actas del III Simposio Internacional
literatura de ficción como de no ficción, Instituto de Estudios Turolenses, Teruel, de Mudejarismo, Teruel, 20-22 de sep-
y me ha parecido un momento oportu- 1993, y Bibliografía de arte mudéjar. tiembre de 1984, Instituto de Estudios
no para este escarceo. Addenda, 1992-2002, Serie Estudios Turolenses, Teruel, 1986, pp. 317-325.
2
Siempre he sentido una mani- Mudéjares, Centro de Estudios Mudé- 14
Cfr. Ovidio Cuella Esteban, Apor-
fiesta admiración por el género de las jares, Instituto de Estudios Turolenses,
taciones culturales y artísticas del papa
autobiografías intelectuales desde que Teruel, 2002; en prensa la siguiente
Luna (1394-1423) a la ciudad de Cala-
la revista Anthropos dedicó dos núme- Addenda. Remito al lector interesado
tayud, Prólogo de Gonzalo M. Borrás,
a este repertorio historiográfico, por lo
ros monográficos a los historiadores Institución “Fernando el Católico”, Za-
que aquí se reducen al mínimo las citas
del Arte Alfonso Emilio Pérez Sánchez ragoza, 1984, doc. 3, pp. 75-193.
bibliográficas.
(nº 19, noviembre 1982) y José Joaquín 15
La abrumadora nómina de los
Yarza Luaces (nº 43, 1984). Pero no
6
Me refiero a su monumental
maestros de obras moros aragoneses
llegué a percatarme de la auténtica ne- Historia de la arquitectura cristiana es-
siempre ha admirado a los estudiosos
cesidad y trascendencia de este género pañola en la edad media, 2ª edición,
de otros focos mudéjares regionales, y
para la comunidad académica hasta leer Espasa Calpe, 1930, vol. II, pp. 380 y
es bien conocida de la historiografía. Tal
el texto de la luminosa conferencia del ss.; y vol. III, pp. 479 y ss.
vez por esa razón no pensé que fuera
llorado Juan Antonio Ramírez (1948- 7
Cfr. José Amador de los Ríos, El necesario insistir sobre la misma en los
2009), que con el título “Los poderes estilo mudéjar en arquitectura, Intro-
años cruciales de discusión conceptualy
de la imagen: para una iconología social ducción, edición y notas de René Gue-
por ello mis aportaciones más señaladas
(Esbozo de autobiografía intelectual)” noun, Centre de Recherches de l´Institut
a este tema han sido más tardías; cfr.
pronunció en el Instituto de Historia del d´Etudes Hispaniques, Paris, 1965.
Gonzalo M. Borrás Gualis, “El artesano
CSIC el 19 de junio de 2008, a los se- 8
Cfr. Fernando Chueca Goitia, mudéjar en Aragón”, en L´artista-artesà
senta años, uno antes de su prematuro Historia de la arquitectura española. medieval a la Corona d´Aragó, Lleida,
fallecimiento, y cuyo texto me anticipó Edad Antigua y Edad Media, Ed. Dos- 14, 15 i 16 de gener de 1998, Universi-
generosamente su autor por correo sat, Madrid, 1965, cap. XIV, Mudéjar, tat de Lleida, Institut d´ Estudis Ilerdencs,
electrónico. pp. 465-512, y cap. XV, “Arquitectura Lleida, 1999, pp. 59-75; “Sobre la con-
3
Los integrantes de mi genera- mudéjar civil y militar”, pp.513-541. dición social de los maestros de obras
ción, con diez años más que los estu- 9
Cfr. Gonzalo M. Borrás Gualis, moros aragoneses”, en Homenaje al
diantes de mayo del 68 en Paris, aun- Arte mudéjar aragonés, Dibujos de Vi- profesor Julián Gállego, Anales de His-
que atentos a las conmociones sociales, cente González Hernández, Colección toria del Arte, Volumen extraordinario,
teníamos por aquel entonces otros afa- básica aragonesa, 4/5, Guara editorial, 2008, pp. 89-102; y “Los artífices del
nes y urgencias, como la de consolidar Zaragoza, 1978, 237 págs. Existe, ade- mudéjar: maestros moros y moriscos”,
nuestro futuro profesional. más, una reimpresión fraudulenta del en Actas, XIII Simposio Internacional de
4
Tanto personal como colectiva- año 1987, hecha por el editor José Ma- Mudejarismo, Teruel, 4-5 de septiembre
mente quienes pertenecemos a la lla- ría Pisa sin autorización del autor. de 2014, Centro de Estudios Mudéjares,
mada en la historiografía artística “es- 10
Cfr. Bruno Zevi, Saber ver la ar- Teruel, 2017, pp. 19-30.
cuela de Zaragoza” hemos contraído quitectura, Ensayo sobre la interpreta- 16
Cfr. Gonzalo M. Borrás Gualis,
una inmensa deuda con las múltiples ción espacial de la arquitectura, Editorial Arte mudéjar aragonés, equipo técnico:
empresas académicas impulsadas por Poseidón, Buenos Aires, 1951. Lucía Sancho Navarro, María Luisa San-
el profesor Santiago Sebastián, entre 11
Cfr. Gonzalo M. Borrás Gualis, tos Rubio, Eliseo Pradas Zorraquino, Va-
las que quiero destacar tanto los Sim- “Factores de unidad en el arte mudé- lentín Isiegas Muñoz, y Miguel Herranz
posios Internacionales de Mudejarismo, jar aragonés”, en Actas del II Simposio Alonso, prólogo de Fernando Chueca
iniciados en 1975, como los Coloquios Internacional de Mudejarismo: Arte, Goitia, Colegio Oficial de Aparejadores
de Arte Aragonés, iniciados en 1978, Teruel, 19-21 de noviembre de 1981, y Arquitectos Técnicos de Aragón, Caja

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Génesis de la definición cultural del arte mudéjar: Los años cruciales, 1975-1984 23

de Ahorros y Monte de Piedad de Zara- 19


Cfr. Gonzalo M. Borrás Gualis, a tan excelentes amigos y colegas, haya

Gonzalo M. Borrás Gualis


goza, Aragón y Rioja, Zaragoza, 1985, 2 “A propósito del arte mudéjar: una re- hecho posible esta remembranza.
tomos de texto y una carpeta de planos. flexión sobre el legado andalusí en la 20
Cfr. Mudéjar / el legado anda-
17
Cfr. Gonzalo M. Borrás Gualis, El cultura española”, en Mirando a Clío, El lusí en la cultura española, Paraninfo/
arte mudéjar, Serie Estudios Mudéjares, arte español espejo de su historia, Actas Universidad de Zaragoza, del 6 de oc-
Instituto de Estudios Turolenses, Teruel, del XVIII Congreso CEHA, Santiago de tubre de 2010 al 9 de enero de 2011,
1990. Compostela 20-24 de septiembre de Catálogo de la exposición. Universidad
2010, Publicaciones de la Universidad de Zaragoza, 2010.
18
Cfr. Rafael López Guzmán, Ar-
quitectura mudéjar. Del sincretismo me- de Santiago de Compostela, 2012, vol.
dieval a las alternativas hispanoameri- I., pp. 32-57. Es bien significativo que la
canas, Manuales Arte Cátedra, Madrid, actual invitación de la revista Quintana,
2000. de esta misma Universidad, que acoge

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REFERENCIAS de Lleida, Institut d´ Estudis Ilerdencs, Lleida,


Gonzalo M. Borrás Gualis

Amador de los Ríos, José. 1965. El estilo mudéjar 1999.


en arquitectura, edited by René Guenoun. Pa- Borrás Gualis, Gonzalo M. 2008. “Sobre la con-
ris: Centre de Recherches de l´Institut d´Etudes dición social de los maestros de obras moros
Hispaniques. aragoneses.” In Homenaje al profesor Julián
Borrás Gualis, Gonzalo M. 1978. Arte mudéjar Gállego. Anales de Historia del Arte. Volumen
aragonés. Dibujos de Vicente González Her- extraordinario, 89-102
nández. Colección básica aragonesa, 4/5. Za- Borrás Gualis, Gonzalo M. A. 2012. “A propósito
ragoza: Guara editorial. del arte mudéjar: una reflexión sobre el legado
Borrás Gualis, Gonzalo M. 1981. “El mudéjar andalusí en la cultura española.” In Mirando
como constante artística.” In Actas del I Sim- a Clío. El arte español espejo de su historia.
posio Internacional de Mudejarismo (Teruel, Actas del XVIII Congreso CEHA (Santiago de
15-17 Septiembre 1975), 29-40. Madrid: Di- Compostela, 20-24 de septiembre de 2010),
putación Provincial de Teruel, Consejo Supe- vol. I., 32-57. Santiago de Compostela: Pu-
rior de Investigaciones Artísticas. blicaciones de la Universidad de Santiago de
Compostela.
Borrás Gualis, Gonzalo M. 1982. “Factores de
unidad en el arte mudéjar aragonés.” In Actas Borrás Gualis, Gonzalo M. 2017. “Los artífices
del II Simposio Internacional de Mudejarismo: del mudéjar: maestros moros y moriscos.” In
Arte (Teruel, 19-21 de noviembre de 1981), Actas, XIII Simposio Internacional de Mude-
39-49. Teruel: Instituto de Estudios Turolenses. jarismo (Teruel, 4-5 de septiembre de 2014),
Borrás Gualis, Gonzalo M. 1983. “Sobre el con- 19-30. Teruel: Centro de Estudios Mudéjares.
cepto de arte mudéjar.” In Homenaje a don Chueca Goitia, Fernando. 1965. Historia de la
Federico Torralba en su jubilación del profe- arquitectura española. Edad Antigua y Edad
sorado. Departamento de Historia del Arte, Media. Madrid: Dossat.
Facultad de Filosofía y Letras, 115-128. Zara-
Lampérez y Romea, Vicente. 1930. Historia de
goza: Universidad de Zaragoza.
la arquitectura cristiana española en la edad
Borrás Gualis, Gonzalo M. 1985. Arte mudéjar media, 2ª edición. Madrid: Espasa Calpe.
aragonés. Prólogo de Fernando Chueca Goi-
tia. Zaragoza: Colegio Oficial de Aparejado- López Guzmán, Rafael. 2000. Arquitectura mu-
res y Arquitectos Técnicos de Aragón, Caja déjar. Del sincretismo medieval a las alternati-
de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, vas hispanoamericanas. Manuales Arte Cáte-
Aragón y Rioja. dra. Madrid: Cátedra.

Borrás Gualis, Gonzalo M. 1986. “Los materiales, Mudéjar / el legado andalusí en la cultura espa-
las técnicas artísticas y el sistema de trabajo, ñola. 2010. Catálogo de la exposición, Para-
como criterios para la definición del arte mu- ninfo/Universidad de Zaragoza, 6 de octubre
déjar.” In Actas del III Simposio Internacional de 2010 al 9 de enero de 2011. Zaragoza:
de Mudejarismo (Teruel, 20-22 de septiembre Universidad de Zaragoza.
de 1984), 317-325. Teruel: Instituto de Estu- Ovidio Cuella, Esteban. 1984. Aportaciones cul-
dios Turolenses. turales y artísticas del papa Luna (1394-1423)
Borrás Gualis, Gonzalo M. 1990. El arte mudéjar. a la ciudad de Calatayud. Prólogo de Gonzalo
Serie Estudios Mudéjares. Teruel: Instituto de M. Borrás. Zaragoza: Institución “Fernando el
Estudios Turolenses. Católico”.
Borrás Gualis, Gonzalo M. 1999. “El artesano Pacios Lozano, Ana Reyes. 1993. Bibliografía de
mudéjar en Aragón.” In L´artista-artesà me- arquitectura y techumbres mudéjares, 1857-
dieval a la Corona d´Aragó ( Lleida, 14, 15 i 16 1991. Serie Estudios Mudéjares. Teruel: Insti-
de gener de 1998), 59-75. Lleida: Universitat tuto de Estudios Turolenses

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Génesis de la definición cultural del arte mudéjar: Los años cruciales, 1975-1984 25

Pacios Lozano, Ana Reyes. 2002. Bibliografía de de autobiografía intelectual).” Conferencia sin

Gonzalo M. Borrás Gualis


arte mudéjar. Addenda, 1992-2002. Serie Es- publicar, pronunciada en Instituto de Historia
tudios Mudéjares. Teruel: Centro de Estudios del CSIC, 19 de junio de 2008.
Mudéjares, Instituto de Estudios Turolenses. Zevi, Bruno. 1951. Saber ver la arquitectura.
Ramírez, Juan Antonio. 2008. “Los poderes de Ensayo sobre la interpretación espacial de la
la imagen: para una iconología social (Esbozo arquitectura. Buenos Aires: Poseidón.

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