Escribir La Pasion El Fiscal de Augusto Roa Bastos
Escribir La Pasion El Fiscal de Augusto Roa Bastos
Escribir La Pasion El Fiscal de Augusto Roa Bastos
con el propio Borges sobre la constatación de que casi todo lo que el escritor
argentino escribió está basado en una trama elemental que consistiria buscar
ai otro para desafiarlo y morir de manera heroica. En la trama borgiana por
excelencia, un hombre, cualquier hombre, se acerca a otro - desconocido,
impenetrable - , lo desafia y se sacrifica voluntariamente. Va a morir de
cualquier modo. En la trama de Roa Bastos, (,para qué repetirlo?, un hombre,
otro hombre, desafia la fuerza deI poder establecido, se sacrifica y va a morir.
Esas son, para mi, algunas de las tramas de lo performático, en términos
de Bhabha, de la literatura latinoamericana. Lo pedagógico, también según
Bhabha, para no decir lo oficial o lo hegemónico, elabora otro esquema: un
hombre (muchos hombres, pero vale el singular porque son desconocidos,
hablan otras lenguas, tienen otras historias, son el malón en Argentina, los
mensús en la selva, los indios y los negros, los pobres y desvalidos de manera
general) perteneciente a la babel murmurante y bulliciosa que no sabe escribir
su historia, es cazado y sacrificado por quien tiene el poder de Estado, el
apoyo de los ciudadanos, y es en su nombre, en el de la sociedad que sostiene
el poder deI poder, que se mata a ese hombre, sin desafio de por media. Lo que
sustituye aI coraje es la ciencia de la guerra, la maquinaria siernpre actualizada,
losdispositivos de la muerte. Matar aI otro para establecer un espacio propicio
para fundar un modo de vida. Digo fundar, siempre fundar, ya que no se trata
nunca de preservar algo porque ese algo parece nunca haber existido (no hay
ni hubo comunidad modema amenazada en América Latina, hay apenas el
deseo de serlo, la creencia y la fanática - y fantástica - afinnación de serlo
y, más aún, de haberlo sido). Sacrificarse a si mismo en un acto de coraje es
un tipo de acto; sacrificar aI otro usando la máquina de guerra es radicalmente
diferente.
Repitiendo ciertas matrices bíblicas - como la de Abraham decidido
a sacrificar a un inocente, su propio hijo - , los Estados envían a sus jóvenes
a luchar por territorio y poder, y esa infancia expuesta y desprotegida en las
guerras es representada en la literatura, en muchos casos, mediante la imagen
de los ninas armados, soldados: los misrnos infantes guerreros de El Fiscal,
los jóvenes de las guerras - individuales y colectivas - que Borges evoca;
los jóvenes de La virgen de los sicarios, deI escritor colombiano Fernando
Vallejo y todos los demás, representaciones que los inscriben en la historia.
En otra trama, esta vez de Juan José Saer, El entenado, un nifíito - huérfano
CALIGRAMA, Belo Horizonte, 11:101-109, dezembro de
102
ra
y margin al - sale, sin saberlo, en busca de Améri ca y de una escritu
la histori a, y la va a escribi r en forma de autoficción: su muerte
ra
para los valore s dei conqui stador se transfo rmará en una escritu
''''''~H~'''''';
aunque firme, contan do la histori a del pasado constru ido como
autosa crificio y muerte del otro por el otro-. Ese nino, ya ancian o, no
su novela con la gramá tica de la barbar ie o de lo salvaje, sino con el
encont radã
conoci miento que da el ser-de-ahí, el-habe r-estad o-allí, el haber
ocurrió ai n-rllm"" fd
una perten encia que lo justific a como ser humano. Eso le
de El entenado y le pasa ai narrad or de Roa Bastos.
Elfisca l trae interes antes consid eracion es acerca de las relacio nes
a
legalid ad y moral y entre respon sabilid ad y sacrificio. En la primer
que transcu rre en Europa y termin a con el episodio de la muerte dei
H"v~U.'
el perro sacrifi cado como ensayo dei magnic idio que el exiliad o Félix
escritu ra en
planea comete r, las imágen es de exiliad os surgen en una
dos a
de diarios. Los Papeles póstumos de alguien que todavia vive, dedica
dei
compa fíera Jimena tienen el objetiv o de contarl e a su amada hechos
fJ"""UV
en
y otros que no sé han produc ido todavía, inminentes, pero que contien
EI narrad or,
germe n de la profec ia; tienen y expres an la memor ia dei futuro.
r arr'ogan1rê;
embar go, dice desdefiar el género autobiográfico -. por el carácte
ografía s
que le adjudi ca y, sobre todo, porque en su opinió n las autobi
habitu alment e una falsa moral y un cinism o insopo rtable,
ión o
que no pueden atenua rse con la simula ción de modes tia, discrec
el de
autocr ítico. Digam os lo obvio: que el modelo de este texto no es
n oC(;ld,en tRU
confesiones de San Agustín, que autoriz ó el género en su versió
or de
durant e mucho tiempo. "Todo lo que cuenta n", dice el narrad
cuenta n;
refiriéndose a los autobió grafos, "está desme ntido por lo que no
estos,
doble engaííi fa resulta a su vez desme ntida por los hechos reales, y
fJV.'W H~""U
la infinita y esenci al irrealid ad del mundo " (p. 25). La única
'''~'F.U''I''''
hacer viable un proyec to autobiográfico seria el de la creació n de un
r de
propio , no literario, que pudies e revelar las podred umbre s del interio
hombr es, que actuas e como revelac ión hasta para sí mismo . EI espejo
que se debe mirar el sujeto que quiere escribi r su vida - para si
HHQH.'V
2 (AGNO LIN, 2002) Tomando-se rito expiatório por excelência nos politeísmos
o sacrificio, que envolve os deuses na ação humana,fimda uma cultura.
RA VETTI, Gracie]a. Escribir la Pasiôn: El fiscal, de Augusto Roa Bastos 103
para los demás - es el dei odio dei otro,ese odio que es lo único capaz de
devolverle a uno de forma implacable lo que uno es. Claro que se trata de
un adio desinteresado y honesto, difícil de encontrar en este mundo, un adio
que se elabora como contracara dei amor extremado, dei quiero morir por ti
y en ti dei amante incondicional. El odio es, entonces, la primera pasión que
atropella el discurso de Elfiscal cuya imagen emblemática es, tal vez, la de un
poeta "senil y profético" de los "que abundan en las tierras nuevas todavía sin
una gran tradición literaria; que únicamente poseen una literatura sin pasado
y acaso sin futuro" (p. 27).
Ese diario, también llamado por e! narrador "carta póstuma", tiene como
lema expresarse con franqueza y lealtad, mientras vive el tiempo de! exílio
pel1nanente ("Ningún hijo pródigo o impródigo ha regres ado jamás ai solar
patemo") en un sofiar despierto donde e! tiempo permanece ínmóvil mientras
bul1en las pasiones. Ese argumento y ese escrito enfatizan las ligazones entre
lo humano existencial general (la raza humana) con las historias individuales
y su inserción en la Historia. El exilio, el destierro, dio por tierra con todas
las ilusiones de fuhlro, incluso con las ambiciones de cineasta que el narrador
alimentó en su juventud, ya que el filme que realizó (inconc1uso), trataba de
Solano López y Madama Elisa Lynch, tema que integra el gran poema épico
sobre el Paraguay que siempre alguien escribe o cuenta en la narrativa de Roa
Bastos. Y los materiales que el narrador menciona para su épica son: los mitos
de una raza, la sangre y el sacrificio de un pueblo mártir.
La figura de Solano López se va consolidando, en la narrativa, como la
de un coloso, un semidiós, que lucha contra los límites humanos para "evitar
su caída en la degradación extrema de la cobardía o el miedo" (p. 29) Ese héroe
será - real o legendariamente - crucificado por las "huestes brasilefias" y se
transforma en la figura a partir de la cual se reflexiona, en esta novela, sobre la
moral y la barbarie versus el heroísmo, adjetivado como singular y victorioso.
Será también la figura que suspende la posibilidad de anagnorisis en la historia,
de reconocimiento final y solución dei enigma, de llegar a saber y conocer el
sentido completo de la historia. No, nunca sabremos si la crucifixión de Solano
existió hístóricamente, como una reprise farsesca dei martirologio cristiano
por excelencia (la crucifixión de Cristo), ni tendremos ninguna evidencia de la
existencia dei pintor paraguayo que, como el mítico Aleijadinho, de la Minas
Gerais dei siglo XVIII, prosigue su obra en cuanto va perdiendo, poco a poco
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s; tampg~~
pero fatalm ente, el cuerpo , que se le destruy e y se le cae a pedazo
dei otro, el Cálldi~~
sabrem os si ese pintor paragu ayo, homón imo y doble
os ha~~;~
López argenti no, existió efectiv amente ; así como tampo co sabrem
se conser va en parte et1!('.~l
cuándo el pintor históri co (1840- 1902), cuya obra
amenteii~Dl
Museo Nacion al de Bellas Artes en Bueno s Aires, estuvo efectiv
cado en una suputl.~;~.a
Paraguay. Ese Cristo Paragu ayo va a termin ar crucifi
alizadaW~r
escena en el terreno de lo real consta table que ya había sido inmort
Cristo de Cerro- Corá, alg~~
el retablo de Grüne wald en el Renaci miento , el
ológig ,
el narrad or apostro fa y lanza anatem as. En un movim iento epistem
nO~~Dá
insólito, el cuadro de Grünewald, pintad o cuatro cientos afios antes,
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nunca, en la novela , discuti do como matriz o influen cia u origen . No.
e1 esp~~~o
consid erado una profec ía, un ícono despla zado en el tiempo 'Y en
fundadgt~.s
cuya existen cia históri ca apunta a darle un momen to y una image n
ay c()@;+a
a los nuevos y tenebr osos tiempo s que se inaugu ran para el Paragu
pintado:pgr
crucifi xión real de Solano López y su perma nencia como cuadro
Cándid o López.
,
Dei libreto de la películ a sólo resta el furor, a pesar de que esa histQ~~a
narrClit'.~n
como todas las dei honor, era, y el autor lo sabia desde el comien zo,
ra de di~~io
ningún lengua je. El pasar, sin solució n elecon tinuida d, de la escritu
ilid~~(?e
a carta póstum a y luego a libreto de cine es significativo de la imposib
coment~D;io
estabil izar un lengua je adecua do, como también es sintom ático el
de la dificul tad de represe ntar el dolor y la ignom inia. La profus a
y con()gida
literatu ra sobre el tema dispen sa comen tarias más detalla dos.
Decidi do ai sacrifício, Félix Moral cornie nza su narración c()~1i;~1l
recClNçlar
resurre cción, hecho que estimu la su memor ia. Él es capaz de
vida. La memor i')."la
episod ios de un pasado muy lejano y de su propia
sq!~la
pasión y la histori a serán el tema central de gran parte de la novela ; no
e por siglos, sino tamp~é n
histori a dei Paragu ay y de la guerra que se extiend
una n~~ela
la dei anillo de prosap ia secula r y aristoc rática que, como en
realiza r el magnic i4íCl; el
gótica, será utiliza do para inocul ar el veneno para
tirall().wEse
anillo facilita rá el pasaje a través ele la fortaleza que proteg e ai
iencia alitl~,~da
hombr e, cuyo apellid o es Moral, pasa de una especi e de inconc
y sufrida a la con(s) ciencia dei desper tar elel eleseo homici da.
De su mJ+jer,
Esa fuerte~?ura
ele linaje europeo, obtendrá el anillo, el arma/i nstrum ento.
discur~9, la
femen ina - que na es latinoa merica na - es la destina taria ele su
RAVETTI, Graciela. ~scribir la Pasiân: Elfiscal, de Augusto Roa Bastos 105
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
FOUCAULT, Michel. "Des espaces autres" ln: Dits e Écrits, tome 2: 1976-
1988. Paris: Gallimard, 2001.