Analisís Literario Única Mirando Al Mar

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Única mirando al mar

Argumento

La novela comienza con Mondolfo Moya Garro (Momboñombo Moñagallo), un hombre de


edad madura deprimido por sus circunstancias adversas, que decide terminar con su
sufrimiento lanzándose al camión de la basura, el cual va a dar al botadero de Río Azul. Allí,
Única Oconitrillo, una maestra la cual la despidieron lo rescata y le permite vivir en su casa,
la cual es un asentamiento informal de entre los cientos que existen allí, en un lugar donde
las condiciones para la vida son precarias.

Allí, internado, elevaras, y adaptando el estilo de vida de aquel lugar, Momboñombo crea
vínculos sociales fuertes con Única, su hijo adoptivo El Bacán, y otros de los "buzos" que se
ganan la vida consumiendo o vendiendo los desperdicios capitalinos que llegan a parar allá.
El posible cierre del botadero de Río Azul, es el que marca el punto inicial hacia el clímax de
la novela.

Temática

Aunque "Única mirando al mar" no es una novela estrictamente de ecología, si está


plasmada en ella una fuerte denuncia al mal manejo de la basura en América Latina. Desde
la perspectiva de su autor, Fernando Contreras Castro, la basura realmente no es un
problema puesto que la basura no existe; todos nuestros desechos son o reutilizables o
biodegradables.

La novela busca dar dignidad al ser humano al que la sociedad se la ha quitado. Pone
sentimientos de superación, de amor y de alegría en personas que habitan en un basurero, y
por lo tanto son tratadas como basura. Los fuertes lazos que surgen entre los buzos son
ejemplo de que el término familia no siempre tiene que ver con consanguinidad.2

RESUMEN
La novela comienza cuando Única, una maestra desempleada encuentra a un hombre entre
la basura y lo rescata. Él es Mondolfo Moya Garro (Momboñombo Moñagallo), un hombre de
edad madura es despedido de su trabajo por denunciar una corrupción, y discriminado por su
edad, no puede conseguir trabajo, y aunque le faltan pocas cuotas, no recibe una pensión
por lo que cae en bancarrota; deprimido y considerándose que la sociedad lo trata como un
ser inservible, decide tirarse a la basura, y es así como llega al botadero de Río Azul. Única
Oconitrillo, le permite vivir en su casa, donde vive con su hijo El Bacán; un joven aniñado que
Única también rescató de la basura cuando tenía dos años. Momboñombo adopta la vida de
los buzos; una vida reciclada, en un lugar donde las condiciones para la vida son precarias y
crea vínculos sociales fuertes con Única, su hijo adoptivo El Bacán, y otros de los "buzos"
que se ganan la vida consumiendo o vendiendo los desperdicios capitalinos que vienen a
parar allí. Pero primero tiene que vencer el asco y los prejuicios sociales de una sociedad
convencionalista, para poder vivir en ese submundo del que ahora es parte. Ahí comienzan a
desfilar personajes como Llorona, historia que conmueve a nuestro protagonista y el Oso
Carmuco, porque el basurero tiene a su propio sacerdote reciclado, quienes se vuelven parte
de su familia. En ese submundo ellos tienen una vida similar a la de arriba, donde celebran
cumpleaños y navidad, solo que, de manera reciclada, a partir de los deshechos que llegan
al botadero. Única y Momboñombo terminan casándose en una vida presidida por el Oso,
una boda reciclada; pero que le da sentido a esos dos viejos desechados por la sociedad.
Pero cuando ya Momboñombo había encontrado un lugar en su vida, llegan noticias al
botadero, de los periódicos viejos, acerca del inminente cierre del botadero. Y el único que
parece darse cuenta es precisamente el viejo; quien trata de concientizar a todos del
problema tan serio, que para ellos significará que les quiten su hogar, y su modus vivendi. De
este modo nuestro protagonista empieza a tomar medidas, primero escribe una carta, que
lleva personalmente a Casa Presidencial, y aunque se le la entrega a un guarda, pues
evidentemente no lo dejan pasar, esta nunca llega a las manos del destinatario. Y como no
recibe respuesta, decide hacer una marcha a Casa Presidencial para que los buzos se
conviertan en gente y sean visualizadas por la sociedad, que prefiere ignorarlos. Al principio
no se interesan, pero Momboñombo los convence, y deciden ir, más como una aventura y
para apoyar a su amigo, que por convicción; para el Bacán es un paseo divertido. Pero unas
cuadras antes de llegar a su destino los detienen las autoridades con un camión 77 cisterna y
los baña; al punto de botarlos, por la fuerza del agua. El Bacán lo toma a juego; pero termina
muy enfermo. El asma y las condiciones insalubres del botadero complica la enfermedad del
Bacán; Única se esmera en sus cuidados y Momboñombo no deja de culparse. Al final
decide ir a llamar un médico, y con el poco dinero que tiene y logra juntar, pagarle la
consulta; pero ninguno llega, todos al saber que es en el botadero, lo toman como una broma
de mal gusto, y el bacán termina muriendo. “Y luego de una noche en vela, hacia el
amanecer, muy temprano aun, llevaron el cuerpo de El Bacán al centro del basurero y lo
tendieron ahí, siguiendo las indicaciones que Única daba sin hablar. Todos juntos alrededor
rezaron por el alma del niño dirigidos por el Oso Carmuco quien, a duras penas, alcanzo a
confortarlo con los Santos Sacramentos. Rezaron y rezaron y lloraron y callaron con la vista
fija en el cuerpo, cuya cara había sido rasurada y sonrosada con colorete. Con la vista fija en
el cuerpo del niño, todos vieron sin asombro como el basurero se lo había empezado a
tragar. El cadáver se hundía suavemente entre la tierra y la basura como en arena movediza.
Poco a poco se iba cubriendo solo, hasta que quedo fuera únicamente un mechón de
cabello... unos instantes, y desapareció luego entre las fauces de la tierra.” Desde ese
momento Única entra en una especie de estado catatónico. No habla y no vuelve a hacer
nada. Momboñombo se dedica a cuidarla, pero al ver que no reacciona, decide llevársela del
botadero, convencido de que un cambio de ambiente le ayudará a olvidar y mejorar. Todos
ayudan a juntar dinero para los pasajes y algo de pan para los viajeros, que deciden ir a
Puntarenas. Después de una triste despedida, llegan al Puerto, ahí Momboñombo la sienta
en un pollo viendo hacia el mar, mientras él bucea y busca cosas que pueda vender, para
poner alimentarse. Cuando llueve o por las noches se resguardan bajo algún techo de alguna
oficina. Cada tarde, Momboñombo le llevaba a su mujer una flor, y la llevaba al mar para que
fuera desprendiendo uno o a uno sus pétalos, era el único instante en que parecía volver a
él. Pero, aunque el viejo creyó que la había sacado del basurero, cuando Única miraba el
mar, las olas le recordaban las olas de basura que hacían los tractores al remover los
deshechos; y las gaviotas, los zopilotes que se consumían en la basura.

Personajes: Características. Relación entre ellos.

Mondolfo Moya Garro: Llamado también Momboñombo Moñagallo, es un hombre de edad


madura, guardia de seguridad de buena parte de su vida, y despedido de su trabajo por
denunciar el mal manejo de documentos históricos en la Biblioteca. Producto de esto, entra
en depresión, e imposibilitado para encontrar un nuevo trabajo, decide lanzarse al basurero.
Despierta en el botadero de Río Azul rescatado por Única. Allí, su estilo de vida cambia, y
aunque le es difícil el proceso de adaptación, junto con Única y el Bacán consigue nuevos
propósitos para vivir. Lidera el movimiento en contra del cierre de Río Azul.

Única Oconitrillo: Maestra pensionada que aprendió a vivir de lo que el basurero le


proveyera. Es capaz de encontrarle siempre el lado positivo a cualquier cosa, tiene una
colección de 78 perfumes mezclados en una botella, siembra rosa, y en general, trata de
emular todo lo que en la "vida normal" se puede dar. Por ejemplo, tiene una antena
parabólica situada en el techo de su casa, pero no tiene televisión ni electricidad. Representa
la parte más espiritual en el basurero. Adopta a El Bacán cuando es un niño, y luego recibe a
Mondolfo cuando estuvo a
punto de morir.

Personajes secundarios

El Bacán: Hombre de unos 20 años que cree tener siete. Fue adoptado por Única desde
pequeño, viviendo ya en el basurero, y lo crio como hijo desde entonces. Los gases tóxicos
del basurero han dejado huella en su salud, especialmente en sus pulmones.

Oso Carmuco: Viejo buzo habitante del basurero, quien contó con la suerte de encontrarse
una sotana de sacerdote católico dentro de los desperdicios. Desde entonces se convirtió en
el cura no oficial del botadero, oficiando misas y hasta matrimonios. Sin mayor conocimiento
teológico, lo único que tiene es un libro de rezos, y los disparates que pueda decir de su
propia
inspiración. A pesar de aparentar ser un sacerdote, el voto de castidad es siempre
irrespetado
con La Llorona.

La llorona: Esta mujer perdió a su hijo en el basurero, y desde entonces lo busca y lo llora.

Los novios: Una pareja de recién casados que, aceptando su incapacidad de pagar deudas,
se interna voluntariamente al basurero.
Don Retana: Un viejo ex marino, que cree que lo ha visto todo. Ayuda a Única con su rancho
y con los preparativos de la boda.

Otros personajes son José María Caldagueres, los guardas y otros buzos

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