Piomiositis

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Resumen medico de paciente con piomiositis- Cirugía general

Se trata de paciente de sexo masculino de 60 años de edad que acude al servicio de


urgencias de este hospital, el día 16 de abril de 2020.
FI: Es originario y residente de Querétaro, de religión católica, estado civil casado, de
ocupación campesino, escolaridad primaria completa.
AHF: Carga genética para DM ll por rama materna
APNP: Vivienda con servicios básicos: agua, luz y drenaje. Niega tabaquismo, niega
consumo de bebidas alcohólicas, COMBE negativo
APP: Crónico degenerativos refiere padecer DM ll de 1 año de evolución, actualmente con
mal apego al tratamiento de la misma. Niega transfusiones, fracturas, cirugías y
hospitalizaciones previas.
PA: Refiere iniciar su padecimiento hace 1 mes, con la presencia de edema en
extremidad pélvica izquierda a nivel del tobillo, el cual fue en aumento con cambios de
coloración y aumento de temperatura por lo que decide acudir al servicio de urgencias.
EF: Actualmente con salida de material purulento y fétido del tercio distal del miembro
pélvico izquierdo por lo que se decide su ingreso. Cuenta con un USG de miembro pélvico
el cual reporta piomiositis.
Enfermería reporta los siguientes signos vitales: FC 150 lpm, Temp 35°, TA 102/73, FR
22, satO2 93%, ECG 15, DxTx 156 mg/dl.
Cuenta con una BH realizada a nivel particular un día antes de su ingreso la cual reporta:

Hb 14.5 Neutr 87.5


Leuc 11.6 Linf 7.3
Hto 45.1 Mono 4.5
Plaq 112.0 Neutr abs
10.15

Se realiza drenaje de absceso, el cual se realiza en curaciones y se solicita interconsulta


por el servicio de Cirugía general, quien decide ingreso a piso.
Se inicia manejo con:
 Ceftriaxona 1 gr IV cada 12 hrs
 Clindamicina 600 mg IV cada 8 hrs.
 Paracetamol 1 gr IV cada 8 hrs alternado con Metamizol 1 gr IV cada 8 hrs
 Omeprazol 40 mg IV cada 24 hrs
 Curaciones cada 8 hrs.
En su segundo DEH (17.04.20), ya a cargo del servicio de Cirugía general, el paciente
refiere dolor en miembro pélvico izquierdo y se reporta afebril. El MPI con presencia de
edema y eritema que abarca toda la extremidad, así como salida de material purulento a
nivel del tercio distal, al paciente actualmente se te le realizan curaciones cada 8 horas,
se recomienda aseo quirúrgico de la lesión, y se espera pasar a quirófano cuando se
solicite. Continua con el mismo manejo. Se realiza aseo quirúrgico y debridación de
herida, no se reportan complicaciones trans ni post operatorias, en hallazgos se reporta
salida de aproximadamente 500cc de material purulento, tejido necrótico de piel y
vascular, sangrado de 20 ml y se dejan 5 gasas con Isodine dentro de la herida.
Pronóstico reservado a evolución, no exento de complicaciones.
Laboratorios prequirúrgicos:

Coagulación BH QS PFH
TP 19.9 Hb 13.4 Gluc 111 DL 240
INR 1.78 Hto 41.1 Bun 40 BT 3.52
TPT 32.7 Plaq 138 Urea 85.6 BD 2.89
Leuc 17.01 Creat 1.14 BI 0.63
Neut% 86.6 TGP 20
Neut# 14.74 TGO 23

El día 18.04.2020 ya en su 3er DEH, PO de aseo quirúrgico y debridación de herida, se


reporta afebril, con dolor leve a nivel de herida quirúrgica, con bordes libres y sin datos de
una posible infección. Continua con curaciones cada 8hrs y con el siguiente manejo
farmacológico:
 Ketorolaco 30 mg IV cada 8 hrs alternar con Metamizol 1 gr IV cada 8 hrs
 Metoclopramida 10 mg IV cada 8 hrs
 Omeprazol 40 mg IV cada 24 hrs
 Ceftriaxona 1 gr IV cada 12 hrs
 Metronidazol 500 mg IV cada 8 hrs
 Curaciones cada 12 hrs

Se realiza otro aseo quirúrgico, sin complicaciones trans ni post operatorias. Sangrado
150cc.
Se repite el perfil de coagulación:
Coagulación:
TP 18:6
INR 1.66
TPT 28.9
19.04.2020 cursa su 4º DEH, se refiere afebril, MPI con presencia de drenaje en herida quirúrgica,
continua con curaciones, se indica el baño y deambulación asistida por familiar , curaciones cada
12 hrs y se cambia el metronidazol por clindamicina 600 mg IV cada 8 hrs, resto del manejo
farmacológico continua igual.

Se realizan laboratorios de control postquirúrgicos:

BH ESC QS PFH
Hb 9.4 Na 138 Ac Ur 10.5 DL 219
Hto 30.7 K 3.70 Gluc 100 BT 0.88
Plaq 83 Cl 110 Urea 96.3 BD 0.63
Leuc 7.35 Mg 1.93 Bun 45 BI 0.25
Neutr% 78.6 Ca 7.70 Creat 1.27 TGP 18
Colest 107 TGO 31
Triglic 163 PT 5.4
Alb 2.1

El día 20.04.2020 en su 5º DEH, se reporta afebril con dolor leve a nivel de herida quirúrgica con
presencia de anuria, tolerando vía oral, con administración de oxigeno suplementario con puntas
nasales, MPI con herida quirúrgica de bordes libres, con gasto de material seroso, no fétido,
continua con curaciones cada 12 hrs. Se solicita tele de tórax. Continua con mismo manejo
farmacológico.

En su 6º DEH (21.04.2020) continua afebril, ya presenta uresis, MPI con presencia de herida
quirúrgica la cual se encuentra limpia sin datos de infección, pero la cual no se logra avance para el
cierre de dicha herida, por lo que se recomienda la colocación de VAC y se solicita el material para
su colocación. Ese mismo día por la tarde se realiza la colocación del sistema VAC sin
complicaciones.

22.04.2020 con 7 DEH, se sigue reportando afebril, asintomático con presencia de sistema VAC en
MPI el cual reporta un gasto de 5cc de características serosas, se realiza recolocación de sistema
VAC ya que se encontraba disfuncional. En la tele de tórax que se solicitó el día 20.04.2020 se
observa un derrame pleural, por lo que se solicita IC a inhalo terapia. El paciente continua con el
mismo manejo farmacológico.
Piomiositis
Se trata de una infección aguda bacteriana que afecta al músculo estriado, generalmente
causada por Staphylococcus aureus, que suele acompañarse de la formación de un
absceso en el músculo.
Fue descrita por primera vez en 1885 por Scriba como enfermedad endémica en los
trópicos.
Aunque el término PM se utiliza habitualmente para describir la infección piógena
primaria, desde el punto de vista conceptual podemos hablar de PM secundaria cuando la
infección muscular se origina a partir de heridas penetrantes, úlceras de decúbito,
extensión de infecciones desde tejidos vecinos o por una bacteriemia en el contexto de
otro foco infeccioso.
Epidemiología:
Es más frecuente en varones sanos y, aunque aparece en todos los grupos de edad,
aumenta de los 2 a los 5 años y entre los 35 y 40.
Las áreas comprometidas con mayor frecuencia son los grandes músculos de las
extremidades inferiores (especialmente el cuádriceps femoral y los glúteos) y los
músculos del tronco (generalmente el psoas-ilíaco).
Fisiopatología:
Se piensa que la infección del músculo se produce en el transcurso de una bacteriemia,
generalmente asintomática. La rareza de esta infección se atribuye a que el músculo
esquelético es muy resistente y difícilmente se coloniza por gérmenes a no ser que esté
dañado.
Miyake realizó un estudio experimental en el que inyectaba, de forma intravenosa, dosis
subletales de S. aureus a animales; sólo se produjeron abscesos musculares en aquellos
cuyos músculos habían sido traumatizados previamente mediante pinchazos,
electroshock o isquemia. Cuando los pacientes tienen historia de traumatismo previo (en
un 20 a un 50% de los casos), normalmente es un golpe directo sobre el músculo que
días o semanas después desarrolla el absceso. Sin embargo, aunque los traumatismos
musculares en las extremidades inferiores son muy frecuentes, la PM es rara, por lo tanto,
el traumatismo debe de ser un factor contribuyente pero no suficiente para el desarrollo de
la infección.
Por lo tanto, el germen coloniza el músculo si está previamente lesionado o bien si los
mecanismos de defensa del huésped se encuentran comprometidos para impedir la
colonización. Por ejemplo, la diabetes mellitus produce un defecto en la circulación del
músculo que aumenta el riesgo de infección. Por otro lado, la insuficiencia renal, la
granulocitopenia, la glucocorticoterapia, la leucemia, entre otros trastornos, producen una
alteración en el número de los leucocitos o en su funcionamiento, como anormalidades en
la quimiotaxis, ingestión y actividad bactericida.
Etiología:
S. aureus es la causa del 90% de los casos de PM primaria en los trópicos y de un 70%
de los casos en áreas no tropicales. Los estreptococos del grupo A explican del 1 al 5%
de los casos..
Otros microorganismos grampositivos que pueden provocar piomiositis con menor
frecuencia incluyen diversos grupos de estreptococos (B, C y G), Streptococcus
pneumoniae y Streptococcus anginosus.
Manifestaciones clínicas:
Clásicamente, el cuadro clínico se divide en 3 estadios:

Inicio subagudo, con fiebre variable, escasa tumefacción local con eritema o
1er estadio sin él, dolor leve e hipersensibilidad mínima a la palpación.
Este estadio suele pasar inadvertido. Si se intenta aspirar la lesión, no se
o invasor obtendrá pus. En esta fase se encuentra un 2% de los pacientes cuando
consultan.

Tiene lugar entre 10 y 21 días más tarde. El 90% de los pacientes se


2o estadio o encuentra en este estadio.
Suele existir leucocitosis elevada y, en las PM tropicales, es la fase en la que

supurativo aparece la eosinofilia. El paciente se encuentra febril, son mayores la


tumefacción y la hipersensibilidad locales. Si se intenta aspirar la lesión,
probablemente se obtendrá pus.

En el que se observan manifestaciones sistémicas de sepsis, eritema, dolor


3er estadio intenso a la palpación y fluctuación.
Las complicaciones de la bacteriemia por S. aureus incluyen endocarditis,
o séptico abscesos cerebrales, neumonía, pericarditis, shock, artritis séptica y fallo
renal agudo.

Las escasas manifestaciones clínicas locales al inicio de la PM pueden explicarse porque


los abscesos musculares están contenidos por la fascia suprayacente, así que el eritema
y el calor local son poco intensos hasta que el proceso se extiende a través de los tejidos
subcutáneos. No se observan adenitis regional ni adenopatías.
Aunque es infrecuente, si se trata de una PM estreptocócica, el curso clínico puede ser
rápidamente progresivo con necrosis muscular difusa en lugar de absceso, dolor intenso y
fiebre alta, debido a la agresividad inherente de esta bacteria.
Merece atención especial la PM en el paciente inmunodeprimido. En este grupo de
pacientes las manifestaciones clínicas pueden ser diferentes, en el sentido de tener más
riesgo de afectación multifocal, presentaciones atípicas o síntomas mínimos.
Merece una atención especial el absceso de psoas, pues produce un síndrome clínico
diferente. Cursa de forma insidiosa en su presentación y la clínica refleja su localización
retroperitoneal y su proximidad a estructuras abdominales, al nervio femoral y a la
articulación de la cadera. El paciente refiere fiebre y puede asociar otros síntomas como
dolor abdominal (si es en el cuadrante inferior derecho puede confundirse con una
apendicitis, o con una diverticulitis si es en el izquierdo), impotencia funcional de la
extremidad inferior del mismo lado o dolor a la movilización de la cadera ipsolateral
(confusión con artritis).
Diagnóstico:
a) El cuadro clínico
b) Los hallazgos de laboratorio son inespecíficos y no permiten distinguir la infección
muscular de otros procesos infecciosos. Suele haber leucocitosis con desviación
izquierda, aumento de la velocidad de sedimentación globular, de la proteína C reactiva, y
datos de inflamación subaguda como anemia normocítica normocrómica,
hipoalbuminemia y elevación del fibrinógeno.
c) El estudio microbiológico del material obtenido del absceso y los hemocultivos facilitan
el diagnóstico etiológico.
d) TAC muestra un aumento de volumen de los músculos, con áreas de hipoatenuación,
de contornos regulares o irregulares que tras la administración de contraste intravenoso
se realzan en la periferia (captación en «anillo»). La TC permite confirmar el origen
muscular de la lesión, evaluar los tejidos circundantes y, además, sirve como guía para la
obtención de muestras por punción aspiración y colocación de drenajes.
Tratamiento:
Tratamiento quirúrgico: Colocación de un catéter percutáneo dirigido por ecografía o
TC.
Tratamiento antibiótico: El tratamiento antibiótico debe basarse en el resultado de la
tinción de Gram del contenido del absceso y en el resultado de los hemocultivos,
siguiendo el antibiograma.
S. aureus es la causa del 95% de los casos, el antibiótico de elección es la
cloxacilina. En pacientes alérgicos a penicilina se usaría la vancomicina.
En la PM primaria en paciente séptico o imunodeprimido se han de cubrir, además
de S. aureus, gérmenes anaerobios y gramnegativos: cloxacilina más
gentamicina y clindamicina.
Respecto a la duración del tratamiento, podrían usarse los antibóticos durante una o 2
semanas por vía intravenosa y, si el estado general del paciente lo permite, continuar por
vía oral hasta completar otras 2 semanas.

También podría gustarte