Corretaje de Bienes Muebles y Semovientes

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Corretaje de bienes muebles y semovientes

Exponer los aspectos a considerar en el corretaje de bienes muebles y semovientes significa evidenciar la manera en que se presentan,
o ponen a la vista, las cosas; esto nos orientará a la eficaz intermediación.

Corretaje de bienes muebles y semovientes

Aspectos generales para la intermediación de bienes muebles

Consideraciones especiales para la intermediación de semovientes

Referencias

Revisión del módulo


LECCIÓN 1 de 5

Corretaje de bienes muebles y semovientes

Mediante el estudio de este módulo desarrollaremos la importancia de la administración inmobiliaria con respecto a
bienes muebles y semovientes. Abordar la organización profesional sobre la base de los aspectos generales de la
intermediación nos indicará el camino a seguir con la claridad del estado y condición de los sujetos, bienes y
mercado.

Para ello, en la presente lectura, nos centraremos en el siguiente relato:

Lucas, profesional martillero corredor público y corredor inmobiliario, se ha desempeñado siempre en la venta y
administración de bienes inmuebles. Su decisión de incorporar la intermediación en la venta de bienes muebles y
semovientes, es un campo nuevo de acción. No obstante, Lucas sabe perfectamente que debe interiorizarse sobre
su actuación o gestión como profesional. Al recibir las primeras consultas, observa que la gente que se aproxima a
su inmobiliaria le presenta la particularidad de estos bienes: guía de hacienda, libreta sanitaria, marca del ganado y
demás. Todo esto lo motiva, a los fines de asesorar correctamente a su posible cliente, a solicitar toda información
pertinente, para su posterior autorización. Su primera acción al respecto es la de llegarse, acompañado de un dueño
de hacienda, y observar distintos animales: caprinos, ovinos, porcinos y ganado vacuno. Con la información brindada
por el dueño de hacienda, Lucas comienza a estudiar y consultar a colegas sobre cómo llevar adelante esta nueva
gestión.

Ahora bien, habiendo leído el relato anterior es bueno introducirnos al concepto corretaje de bienes muebles y
semovientes, y a la organización profesional a estos fines. ¿Qué deberá solicitar Lucas de sus comitentes? ¿Qué
deberá tener en cuenta, Lucas, en virtud del pedido de intermediación para la venta? 

Para poder responder a todos esos interrogantes es necesario, en primer lugar, tener en claro que la base de acción
profesional se sustenta necesariamente sobre tres aspectos de influencia sobre los bienes, a saber: jurídico,
económico y técnico. 

Hemos observado que los tres aspectos mencionados con anterioridad se deben tener cuenta para el bien, es decir,
el objeto del negocio inmobiliario, ya que se evidencian como ejes para la gestión profesional del corredor. Por tal
motivo, en la presente temática abordaremos y profundizaremos los elementos pertinentes ante un eventual
negocio de bienes muebles y semovientes.  

Jurídico: aquí sabemos que “implica el análisis de toda la situación legal que se presenta sobre la cosa, objeto de la
intermediación para la venta, como así también todo aquello relativo a las leyes que regulan sobre las personas,
entre sí y sus cosas” (Ibañez, 2014, p. 97). 

El corredor público antes de conformar la respectiva autorización para la intermediación, deberá tomar
conocimiento sobre la condición del bien mueble y su propietario; es decir, verificará que el dueño de la
cosa no se encuentre inhibido para disponer de sus bienes, como así también cuál es el estado o
realidad jurídica que lo caracteriza ante la misma. (Ibañez, 2014, p. 98)

Esto es, si es propietario o poseedor, tenedor en guarda, depositario, etcétera, es decir, qué calidad reviste su estado

jurídico; y en cuanto a la cosa: si no se encuentra prendada, si está comprendida dentro de la Ley 118671, si existe
un contrato de leasing sobre la misma, si su procedencia es lícita, si es registrable o no, si posee gravamen,
etcétera.

[1] Ley 11867. Transmisión de establecimientos comerciales e industriales. (1934). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37WoBgk

Observar todas las facetas legales de incidencia sobre el propietario y la cosa es el puntapié inicial para que
asumamos como corresponde la labor ante una autorización, y para cumplir efectivamente nuestro rol en la
intermediación.

Económico:

El profesional martillero y corredor público debe tener un conocimiento amplio de las tendencias del
mercado local, como así también del nacional e internacional, pues todo tendrá relación directa con el
tipo de bien por el que se esté intermediando. Esta visión le permitirá distinguir claramente los cambios
económicos en el escenario, como así también el movimiento de sus actores en cuanto al poder
adquisitivo, y podrá identificar la situación comercial del momento, por ejemplo: del mercado de
automotores usados, de la plaza ciudad de Córdoba, informe mes de agosto de 2013. Es decir, será
necesario saber sobre la cuestión a fin de poder asumir el rol y operar competentemente durante la
intermediación. (Ibañez, 2014, p. 104) 

Esto evidencia que, al momento de abordar la temática económica, inciden directamente sobre este aspecto dos
elementos: lugar (plaza) y tiempo (periodos de movimientos económicos).
Técnico:

Podemos decir que en este aspecto el profesional debe considerar necesario conocer y aplicar la
información adquirida tanto en relación con el sujeto dueño de la cosa como en relación con la cosa en
sí misma, dentro de su ámbito jurídico y económico, a los efectos de instrumentar el camino adecuado.
(Ibañez, 2014, p. 106) 

Aquí hay una doble tarea técnica organizativa: identificar el bien, por un lado, y planificar la publicidad de venta, por
el otro. Por ejemplo, para la venta de un automóvil, el corredor deberá observar a fondo todas las partes que lo
componen, comenzando por aquellas que hacen a la situación jurídica según título. Si se tratase, en cambio, de una
obra de arte por la cual se requiere la intermediación para la venta, el corredor deberá contar con una amplia
información sobre la historia del arte, en un sentido general. En el tecnicismo de la intermediación, el corredor
público identificará al sujeto y caracterizará el objeto. Su organización para la venta dependerá del tipo de bien que
ofrezca. Una vez identificadas sus características y estado de conservación, procederá a conformar la estrategia de
publicidad del mismo, juntamente con las condiciones económicas de compra. Cabe recordar que, a los efectos de
una correcta intermediación, convergen los aspectos anteriormente nombrados: jurídico, económico y técnico
(Ibañez, 2014).

Para el caso de semovientes, este tipo de bien es un objeto material susceptible de poseer un valor económico, y se
encuentra dentro del mercado pues registra un precio, cotización, cargas, etcétera, que lo hacen incurrir en el
ámbito económico. Este bien se presenta en distintas especies conforme el uso y destino dentro de las distintas
actividades productivas agropecuarias. 

Los bienes semovientes poseen registros tanto para lo “operacional” en la producción y transmisión –venta– del
mismo (registro de marca, autorización de traslados, etc.) como para registrar su aspecto sanitario (control de
vacunas, asistencias veterinarias, etc.), los que se constituyen como registros en obligaciones de orden legal.   

“El punto de partida que debe observar el profesional corredor público es aquel que indica que antes de suscribir la
respectiva autorización para la intermediación, tiene que estar debidamente informado sobre los aspectos de
influencia del objeto a comercializar” (Ibañez, 2014, p. 125 ).  

Por lo tanto, el profesional deberá observar:

La propiedad y sanidad 
Es de suma importancia en la labor profesional considerar sus normativas (por ej.: Ley 229392), ya
que conciernen a la propiedad del bien; no obstante, también se debe observar el aspecto sanitario
del animal, ya que es un elemento referencial en el historial, lo que se conoce como la trazabilidad
(Ibañez, 2014). Los sistemas de identificación se comprenden por: la marca a fuego, caravana,
tatuaje, marcas en orejas o señal y sistemas eléctricos o de radiofrecuencia. En este ámbito también
corresponde observar lo que el Código unificado en su art. 19473 enumera en los modos especiales
de adquisición del dominio.

[2] Ley 22939. Ganadería (1983) Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2E8HlzG.

[3] Art. 1947, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014) Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/31SNpEM

Lo económico y técnico 

Desde este punto de vista, para el profesional, hablar de lo técnico es hablar de la base de
organización para alcanzar los objetivos de comercialización del producto con su cliente; por lo tanto,
debe considerar las nuevas alternativas existentes para la negociación de ganado en pie. 

Actualmente las tecnologías modernas brindan la posibilidad de comunicación inmediata en bastas


distancias, lo que permite una certera exhibición y promoción del producto sin la necesidad de
trasladar semovientes para concretar la transacción, lo que resulta en una disminución considerable
de los costos de traslados, e incrementa, a su vez, el bienestar animal. 

Pautas a considerar: 

Evidenciar conocimiento preciso de la evolución de los precios en el mercado, conforme el tipo y


destino de la hacienda. 

Ser referente informativo en contenidos económicos, jurídicos y técnicos para con el comitente
productor agropecuario. 

Estar informado acerca de las normativas que inciden sobre este tipo de bien (por ej.: SENASA).

Tener conocimiento de los estados sanitarios, por medio del profesional adecuado (Ibañez, 2014,
p. 143).

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LECCIÓN 2 de 5

Aspectos generales para la intermediación de bienes muebles

Exponer los aspectos a considerar en este tipo de operación significa evidenciar la manera en que se presentan o
ponen a la vista las cosas, lo que nos orientará a una eficaz intermediación; pues esa manera de concebir la
información necesaria indicará las distintas clases de acciones a seguir, ya sean en el ámbito jurídico, económico o
técnico, y nos otorgará una perspectiva puntual que coadyuvará en una certera tarea.

Abordar la organización profesional sobre la base de los aspectos generales de la intermediación nos
indicará al camino a seguir con la claridad del estado y condición de los sujetos, bienes y mercado.

En el ámbito jurídico, para las cosas muebles no registrables, la posesión de buena fe crea a favor del poseedor la
presunción de tener la propiedad de ella y el poder de repeler cualquier acción de reivindicación si la cosa no hubiese
sido robada o perdida. Cabe señalar al respecto que aquí la posesión no necesariamente vale por el título; por ese
motivo, con mayor razón, si no existe una acreditación (como por ejemplo: factura de compra, detalle de inventario
de muebles provenientes de una sucesión, acta de adquisición por remate, donación, etc.), el corredor deberá contar
con la manifestación expresa del poseedor en donde haga constar que son de su propiedad, presuponiendo
solvencia moral por la procedencia lícita de la misma. 

En cuanto a la verificación de inhibiciones que apliquen sobre el sujeto para disponer de sus bienes, implica tener
conocimiento sobre él y su capacidad legal de transmitir; en caso contrario, es decir, que exista una inhibición se
debe conocer la (causa) imposibilidad (ya sea que se deba a que entró en cesación de pagos estando pendiente el
decreto de quiebra, por motivos penales o planteos judiciales, por pedido de incapacidad, etc.). Estas situaciones
suelen ser un tanto difíciles de comprobar (salvo que se solicite un informe al Registro de la Propiedad, en el primer
caso); por esa razón se debe destinar una cláusula en la autorización que precise estas posibles situaciones, en
donde se exprese el comitente y quede evidenciado que nada de lo que se manifestó anteriormente le comprende,
a fin de deslindar responsabilidades al profesional ante un posible reclamo de bienes muebles afectados por

quiebra, por ejemplo, o que provengan de un fondo de comercio (Ley 118674) o sean de procedencia ilícita. 

[4] Ley 11867. Transmisión de establecimientos comerciales e industriales. (1934). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37WoBgk

Debemos confirmar que el objeto de intermediación no se encuentre prendado, para lo cual será conveniente librar
el respectivo pedido de informe al Registro Nacional de Créditos Prendarios, de modo de tener conocimiento
efectivo de si está o no comprendido bajo este derecho real de garantía. En caso de estarlo, se debe publicitar su
estado fáctico y garantizar la cancelación del gravamen al efectivizar la venta, o bien, si el acreedor autoriza, el
cambio por el nuevo propietario que la constituirá a su cargo. 

En cuanto a la situación de embargo u otro gravamen sobre el bien mueble, el corredor deberá contar con la
manifestación expresa, por parte del propietario, de que no posee tal medida; en caso de reconocer alguna cautelar
de este tipo, deberá informarse en el tribunal y los autos caratulados en donde consta la orden, a fin de requerirle al
comitente resolver la situación judicial planteada, de manera previa a cualquier acto de intermediación particular
que se solicite y decida realizar. 

Si se tratase de un bien registrable, como un automóvil o una motocicleta, se confeccionarán los respectivos
formularios para ser remitidos al Registro del Automotor, pues allí se contará con el informe de lo que efectivamente
consta en el título, es decir, su situación registral; también se deberá generar el bloqueo de dominio respectivo
(mediante el formulario 08), pues la certificación brinda seguridad por un plazo determinado, el cual es renovable
mientras dure la intermediación y hasta efectivizar la venta (la mayoría no ejecuta este paso para evitar gastos,
pero ello dependerá del criterio del profesional). Aquí también será de importancia poseer la verificación del vehículo
(formulario 12) necesaria para la transferencia, pero, más aún, para contar de antemano con el conocimiento
jurídico del bien. No obstante, ante este tipo de requerimiento de intermediación, si es un automóvil, el profesional
también debe tomar los recaudos necesarios a fin de contar con el “libre deuda” por contribución municipal u otra ley
que demande pago alguno en forma circunstancial y deberá considerar, además, la necesidad de verificar la
existencia de deuda por multas impagas en virtud de infracciones de tránsito, todo a los efectos de dar debido
cumplimiento con lo exigido y seguridad al futuro propietario. Es menester agregar que la función de gestoría del
automotor no es de competencia del corredor, no obstante, así como comprende esta profesión la intermediación
para la comercialización, también el profesional debe conocer los aspectos atinentes a la tramitación para el cambio
de titularidad registral del vehículo. 

En el ámbito de la comercialización, puede ocurrir que llegue a nuestras manos algún pedido de intermediación para
la venta de maquinarias, herramientas o cualquier otro tipo de objeto que se encuentre en alguna línea de
producción o uso; entonces, será necesario:

Tomar conocimiento si el propietario de la cosa ha efectuado algún contrato de alquiler o leasing,


cuyo compromiso le genere obligaciones con los locatarios, las que en primera medida se deben
subsanar, ya sea porque estos acepten hacer uso del derecho que le asiste en el contrato (por
ejemplo: prioridad de compra del bien) o decidan dejar sin efecto o concluir la relación contractual
ante la posibilidad de cambio de propietario.

Publicitar la intermediación para la venta del bien en el estado fáctico que le correspondería asumir al
interesado en caso de comprar, cuyo bien no sería para su uso personal, sino para cumplimentar en el
tiempo un contrato fruto del cual obtendría un ingreso económico conforme a las obligaciones
contraídas por el anterior propietario, existiendo posibilidades de renovación con nuevas condiciones,
por lo cual todo debe ser consentido previamente a fin de evitar perjuicios.
Cabe recordar que el profesional posee una fianza que garantiza el ejercicio de su actividad, la que responderá
económicamente ante algún inconveniente o perjuicio provocado, ya sea por inobservancia o desconocimiento de la
ley, por lo que no podrá alegar inocencia a su favor por ser un profesional universitario, en consecuencia, en el
sentido profesional es necesario excluir de este comentario al dolo y lo ilícito, ya que en el ámbito penal las
normativas son más que manifiestas al respecto. 

Al momento de abordar la temática económica inciden directamente sobre este aspecto dos elementos: lugar
(plaza) y tiempo (periodos de movimientos económicos). Se deberá observar que, una vez otorgada la autorización
para la venta, el profesional ya tiene un previo análisis situacional del mercado, sabe perfectamente cómo se
presentan las condiciones y puede decir que la plaza de comercialización está deprimida, recesiva o progresiva.
Identificar las características le permitirá anticiparse y planificar una organizada y pensada intermediación, a fin de
conducir específicamente sus esfuerzos al éxito y evitar un desgaste en tiempo y dinero de publicidad para la
venta. 

El corredor abordará técnicamente al objeto de intermediación, conocerá a fondo su conformación (materiales,


diseño, finalidad de uso y empleo, estado de conservación, nuevo u obsoleto, rezagos, etc.), pero también debe
observar las estrategias de difusión, exhibición y venta; es decir que, dentro del aspecto técnico hay una doble tarea
técnica organizativa: identificar el bien, por un lado, y planificar la publicidad de venta, por el otro lado. 

Para que el profesional efectúe una intermediación efectiva, por ejemplo, para la venta de un automóvil, deberá
observar a fondo todas las partes que lo componen, comenzando por aquellas que hacen a la situación jurídica
según título (n.° de chasis y motor), ya que de ello dependerá su concreta transferencia de dominio; después
considerará todos los otros aspectos conformantes y los accesorios que la marca original del vehículo ofrece, con
los demás detalles de confort que se pudieren haber introducido. Quizás la parte mecánica del automotor puede
resultarle difícil de corroborar, puesto que requiere de un conocimiento específico por las distintas clases de motor
que hoy existen; será conveniente, entonces, requerir información técnica al respeto al referente en la materia
(fabricante, concesionarios, mecánico del automotor, etc.). 

Si se tratase, en cambio, de una obra de arte por la cual se requiere la intermediación para la venta, el corredor
deberá contar con una amplia información sobre la historia del arte para saber indicar la época de pertenencia,
además de conocer la clasificación de las representaciones artísticas (pintura, escultura, etc.) y la composición de
sus materiales (pinturas: oleos, acuarelas, acrílicos, etc.; esculturas: tipo de piedra empleada, pulida o rústica,
metales y aleaciones posibles, maderas, materiales reconstituidos, etc.), como así también deberá saber si son
producciones en serie o piezas únicas y exclusivas, y corroborar si se encuentran catalogadas o enumeradas, entre
otros. En una segunda instancia, el corredor deberá tomar conocimiento preciso del creador de la cosa, en cuanto a
su currículum y desempeño artístico, el que se verá reflejado en los reconocimientos en premios, menciones
especiales y, obviamente, en la demanda para la compra de sus producciones, precios y formas de pago.
En un sentido general, en el tecnicismo de la intermediación, el corredor público identificará al sujeto y
caracterizará el objeto. Su organización para la venta dependerá del tipo de bien que ofrezca. Una vez
identificadas sus características y estado de conservación, procederá a conformar la estrategia de
publicidad del mismo, juntamente con las condiciones económicas de compra. Cabe recordar que a los
efectos de una correcta intermediación convergen los aspectos anteriormente nombrados: jurídico,
económico y técnico.

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LECCIÓN 3 de 5

Consideraciones especiales para la intermediación de semovientes

Antes de abordar la temática específica, es oportuno efectuar la aclaratio terminis. Etimológicamente, el vocablo
semovientes proviene del latín se movens, lo que significa que se mueve a sí mismo. Por su parte, la Real Academia
Española manifiesta, en una de sus acepciones sobre la palabra, lo siguiente: “animal de granja” (RAE, 2012,
https://bit.ly/3e2cZwX). Cabe agregar que, 

desde el punto de vista jurídico, el término se refiere de modo exclusivo a los animales en general y,
dentro de ellos, tanto el ganado como las caballerizas, en especial aquellos de mayor utilidad para el
servicio del hombre, pero se admiten además, en dicho concepto, a los animales que poseen pedigrí.
(Ibañez, 2014, p. 181)

Este tipo de bien es un objeto material susceptible de poseer un valor económico, y se encuentra dentro del
mercado, pues registra un precio, cotización, cargas, etcétera, que lo hacen incurrir en el ámbito económico; este
bien se presenta en distintas especies conforme el uso y destino dentro de las distintas actividades productivas
agropecuarias. 

Para este ámbito de la función es de común empleo el contrato de consignación, más que el contrato de mandato,
pues lo es en virtud de los usos y costumbres establecidos para la venta del ganado, los que concluyen el negocio
en pública subasta. No obstante, puede ocurrir que se le solicite la venta en forma directa y privada, a través de una
intermediación personal a los efectos de comercializar semovientes en particular (por ej.: un caballo sangre pura de
carrera, un bovino de cabaña reproductor, un lote de invernada, un rebaño pequeño, etc.); es en este tipo de
gestiones cuando con mayor razón, dado que es una modalidad realizada con menor frecuencia, el corredor debe
estar debidamente informado al respecto. Por lo tanto, el profesional deberá corroborar los respectivos registros de
los bienes semovientes, aquellos que indican la marca y aspecto sanitario.

La trazabilidad posee la aptitud de reconstruir la historia del bien semoviente, uso o localización de un producto por
medio de identificaciones registradas; en este sentido, dicho término puede referirse a: el origen de los animales, la
historia de los procesos aplicados a los animales y, la distribución y ubicación de los productos en los lugares de
venta (Ibañez, 2011). 
La trazabilidad del ganado y de sus derivados (cueros, carnes) es una herramienta que permite demostrar las
etapas de los procesos del animal en documentos que acompañan a los cortes o piezas de carnes exportadas, tales
como certificado sanitario y de autenticidad; y que se asocian de manera indubitable al producto. 

En dicha documentación se hace referencia a que las carnes provienen de animales que cumplen con determinadas
condiciones, por lo que el sistema permite trazar hacia atrás el historial del producto a fin de identificar los sucesos
que intervinieron en el proceso evolutivo y de producción de un determinado animal. Este sistema se autoevalúa
constantemente, se identifican debilidades y se proponen ajustes necesarios para actualizarlo y dotarlo de eficacia
y credibilidad para los fines buscados.

Tabla 1: Tipos de identificación animal 

Distintos tipos de identificación animal. Ley 22939

Grupales Individuales

Se emplea para identificar a los animales de un


mismo productor agropecuario en un establecimiento,
Cada animal posee una clave que representa la
u otra alternativa es cuando se trata de un grupo de
identificación del establecimiento (productor
animales que, aun dentro de un establecimiento, está
agropecuario) y un número o clave (alfa numérica) de
agrupado por haber recibido un mismo tratamiento
cada animal en cuestión, como elemento mínimo de
sanitario o crianza distinta. En este sistema se
identificación.
emplea la marca a fuego, el sistema de caravanas,
etc.

Fuente: Gelderen, 2001, https://bit.ly/2Twsd3L

Tal como mencionamos con anterioridad, los sistemas de identificación comprenden: la marca a fuego, caravana,
tatuaje, marcas en orejas o señal y sistemas eléctricos o de radiofrecuencia. 

La marca a fuego es el sistema que hoy existe en Argentina y en la mayoría de los países ganaderos; es quizás unos
de los sistemas más antiguos conocidos. Es obligatorio para el ganado. El diseño de la marca a fuego debe estar
registrado, es irrepetible y remite al establecimiento de origen. Las contramarcas se realizan cuando ingresan a un
nuevo establecimiento. Se requiere permiso de marcación o reducción de marcas de animales comprados (boleto
de marca: provincial; registro de marca: municipal). 

Las caravanas son adminículos de plástico o goma resistente que se insertan con un trocar y grampa en el pabellón
auricular del animal. Poseen forma de tarjeta y en ella pueden grabarse números, claves, códigos de barras e
insertarse microchips. Se utilizan para sistemas grupales o individuales. También se pueden presentar como cintas
que se enroscan sobre sí mismas en el rabo del animal. 
Los tatuajes se emplean para marcar animales de las especies porcina y ovina y, al igual que la marca a fuego,
existe un registro. 

Las marcas de orejas o señal son también para identificar animales de las especies porcina y ovina, y deben
registrarse. 

Cabe agregar que existen sistemas basados en tecnología láser, esto es: caravanas con códigos de barras que
permiten la lectura automatizada de los datos incorporados. 

Los sistemas electrónicos o de radiofrecuencia han surgido con un gran impulso en los últimos años y se aplican
para la identificación de animales. Hoy en etapa de experimentación en los principales países ganaderos, estos
consisten en: transponer microchips, implantes subcutáneos, bolos intraruminales, etcétera. 

Constituye una obligación, por parte del corredor público, formarse e informarse en el ámbito jurídico de lo
agropecuario en relación con todo aquello atinente a las normativas que regulan sobre los bienes semovientes,
basado en los principios fundamentales que se deben observar: propiedad y sanidad del animal, expuestos en los
párrafos anteriores. 

En este ámbito también corresponde observar lo que el Código unificado en su art. 19475 enumera en los modos
especiales de adquisición del dominio, y un modo es la apropiación, por lo que cabe agregar en este aspecto jurídico,
que para el caso de la apropiación de animales, se dispone específicamente en los arts. 1947,1948, 1949 y 1950 del

Código Civil y Comercial6 por lo que se destaca lo siguiente: 

[5] Art. 1947. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014) Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/31SNpEM

[6] Arts. 1947-1950, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014) Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/31SNpEM

son susceptibles de apropiación: a) las cosas abandonadas b) los animales que son objeto de caza y
pesca. No son susceptibles de apropiación: (…) b) los animales domésticos, aunque escapen e ingresen
a un inmueble ajeno, c) los animales domesticados, mientras el dueño desista de perseguirlos. Si
emigran y se habitúan a vivir en otro inmueble, pertenecen al dueño de este, si no empleó artificios para

atraerlos.7

[7] Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014) Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/31SNpEM

Es decir que ante este supuesto legal podemos tener lo siguiente: a) animales salvajes: los que viven naturalmente
libres, con independencia del hombre, son los únicos susceptibles de apropiación, salvo alguna normativa específica
de prohibición por preservación de especie; b) animales domésticos: perteneciente a aquellas especies que
generalmente viven en compañía del hombre, a estos se le aplica el régimen, y no son susceptibles de apropiación;
c) animales domesticados, que son aquellos que provienen de un estado salvaje y que se han subyugado a la
dependencia del hombre. 

Estas consideraciones, constituyen también un elemento de utilidad para el profesional, ya que deberán tenerse
presentes sus contenidos ante un supuesto de intermediación sobre un semoviente de las características
enunciadas. También se debe comprender la directiva que se aplica en el comercio de animales de pura raza, en
cuanto a la comercialización de espermas, óvulos y embriones que correspondan a las especies: bovina, porcina,
ovina, caprina y, sobre todo, equina; ya que en la actualidad no se restringe o prohíbe por razones zootécnicas o
genealógicas. Las normas específicas regulan al respecto y el intermediario es un profesional que está
debidamente informado y autorizado, que cumple con las normativas y resguardos sanitarios. 

Tabla 2: Normativa y regulaciones 

Mercado interno –
Reseña histórica normativa
Regulaciones
Mercado interno –
Reseña histórica normativa
Regulaciones

1936 – Inseminación artificial llega a Argentina. El Dr. Enrique García Mata SEMEN- Ley 20425/73 y
Decreto 
realiza primer ensayo transporte transcontinental de material seminal. 
Regulatorio N.° 4678/73 

1956 – Se publican los primeros resultados de inseminación artificial con


CIIA: 40 registrados - SENASA -
semen congelado
2008 

1962 – Se realiza la primera Convención Nacional de Centros de IA en


Bancos de semen: 29 -
Venado Tuerto organizada por INTA y Asesoría Nacional de Ind. Lechera
SENASA - 2008 
(SAyG) 

EMBRIONES Resolución N.°


1965 – SRA crea un reglamento de inseminación artificial para sus registros
304/88 SEAyG 
genealógicos 

CTE: 45 registrados – SENASA


1973 – Dicta Ley 20425 - Ley de inseminación artificial
2008

1978– CADIA – Cámara Argentina de Inseminación Artificial 

1987 - CABIA 

1980 - Transferencias embrionarias 

1988 – SAyG–Resolución N.° 304. Reglamenta actividades de transferencia


de embriones 

IATF 

Semen Sexado 

Clonación

Fuente: elaboración propia.

Está de más aclarar que el profesional corredor público en materia de intermediación de semovientes tendrá
presente todas las regulaciones pertinentes al caso y se abstendrá de intermediar con especies que correspondan a
la “fauna protegida” por las normativas nacionales o restricciones locales. Se expresa lo presente en la plena
convicción de que el martillero y corredor público cumplirá con las regulaciones vigentes.
Nuevas alternativas para la negociación de ganado en pie

Desde este punto de vista, para el profesional hablar de lo técnico es hablar de la base de organización para
alcanzar los objetivos de comercialización del producto con su cliente; por lo tanto, debe considerar las nuevas
alternativas existentes para la negociación de ganado en pie.

A modo de ilustración de este tema, le recomendamos visualizar el video incluido en el próximo módulo
(módulo 3), referido a la agroferia.

Las prácticas profesionales, en el caso de comercialización de hacienda, comúnmente evidencian una rutina en la
organización de un remate feria, en donde la exhibición del animal y del estado sanitario es ratificada jurídicamente
con la presencia del productor; sintetizan tiempos; y fraternizan las relaciones personales. Pero la acelerada
consolidación de las tecnologías en las gestiones profesionales nos presenta otras técnicas eficientes para la
intermediación, ya que estos elementos también contribuyen en la economía y logran exitosos resultados. 

Por lo general, el corredor efectúa operaciones de intermediación en casos especiales o puntuales, ya sea porque el
o los semovientes revisten características particulares que los hacen distintivos (por ejemplo: un animal de cabaña,
con pedigrí, ganador de premios en exposición, con destino reproductor), o bien porque sencillamente un productor
que cambió la explotación agropecuaria de su campo y posee un lote muy pequeño de hacienda para invernada
decide encargar la intermediación directa para la venta de la misma.

Cualquiera sea la motivación por la cual el corredor deba efectuar la intermediación, tendrá que tener claro
conocimiento del mercado, plaza de comercialización del producto encargado y organizarse para una efectiva
intermediación privada, en la búsqueda de afianzar las interrelaciones personales y avanzar sobre nuevos nichos
aprovechando el empleo de las actuales tecnologías en comunicación, a los efectos de posicionarse
competentemente y cumplir con sus clientes, ya sea que intermedie para vender o comprar.

El corredor debe efectuar con certeza la intermediación, en la plena convicción de poseer la verdad sobre
el producto en que se está trabajando, de ello dependerá el crecimiento en la confianza de sus clientes
hacia él y la garantía de una segura transacción comercial que conforma a todos. 

C O NT I NU A R
LECCIÓN 4 de 5

Referencias

Geldener, C. V. (2001). Trazabilidad. Recuperado de


http://www.produccionanimal.com.ar/produccion_organica_y_trazabilidad/18-trazabilidad.pdf 

Ibañez, M. A. (2014). Manual del Corredor Público Inmobiliario. Alveroni. Córdoba. 

Ibañez, M.A. (2011) Elementos de la tasación. (3.ra.ed.). Córdoba, Argentina: Alveroni. 

Ley 11867. Transmisión de establecimientos comerciales e industriales. (1934). Congreso de la Nación Argentina.


Recuperado de -http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/25000-29999/25829/norma.htm

Ley 22939. Ganadería. Régimen de marcas y señales, certificados y guías. (1983). Poder Ejecutivo Nacional.
Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=56748

Ley 26994.  Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=235975

C O NT I NU A R
LECCIÓN 5 de 5

Revisión del módulo

Hasta acá aprendimos

La gestión profesional

Hablar de gestión es referirse a la realización del conjunto de acciones que serán conducentes a lograr o alcanzar una idea pensada. Desde la perspectiva de nuestra actividad,
podemos indicar que es el conjunto de diligencias o actividades encaminadas sobre acciones planeadas, a los fines de hacer posible la realización de una operación comercial
correspondiente a las funciones profesionales.

Mercadotecnia

El futuro profesional deberá observar, sobre la aplicación de la mercadotecnia, que en la actualidad hay plazas de comercialización que demuestran una fuerte expansión del
negocio inmobiliario, por lo que se impone la necesidad de replantear permanentemente las acciones a los efectos de que sean adecuadas las estrategias para cumplir con los
requerimientos de sus clientes.

Administración inmobiliaria

Hablar en un sentido preciso o estricto de la función implica que el profesional debe administrar efectivamente los ingresos que produce el bien inmueble, para lo cual debe llevar
un control periódico, conforme lo acordado, y verificar la correcta liquidación del canon locativo a su propietario –comitente–  tras la deducción de honorarios, gastos y/o servicios
que se encuentren evidenciados y justificados, indicados previamente a los fines del descuento.

Corretaje de bienes muebles y semovientes



En el tecnicismo de la intermediación, el corredor público identificará al sujeto y caracterizará el objeto. Para el caso de semovientes, estos bienes poseen registros tanto para lo
“operacional” en la producción y transmisión –venta– de este (registro de marca, autorización de traslados, etc.), como así también, para registrar su aspecto sanitario (control de
vacunas, asistencias veterinarias, etc.), los que se constituyen registros en obligaciones de orden legal.

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