Salud 3er Parcial

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

Material del 3er parcial

SALUD PÚBLICA

EDUCACIÓN PARA LA SALUD

La educación para la salud es un proceso mediante el cual individuos y grupos de personas


aprenden a comportarse de una manera que favorece la promoción, el mantenimiento o la
restauración de la salud (Park K., 2000)

Educar para la salud implica dos actores fundamentales: la persona que educa y la persona
que aprende, esta última, en condiciones ideales, también se convertirá en un agente
activo de la educación para la salud.

Pero para educar en clave de salud hay que llegar a ese individuo o grupo que queremos
alcanzar, y es ahí donde entran a escena los métodos de la educación para a salud.

 ¿Qué son los métodos de educación para la salud?

Son técnicas y procesos que permiten llevar el mensaje a las personas que constituyen
nuestra población diana.

 Tipos de métodos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define dos tipos de métodos fundamentales:

 Los directos o bidireccionales, que implican una cercanía espacial entre el educador


y la persona que se está educando. Se desarrolla fundamentalmente mediante la
palabra hablada

Descarga nuestra guía gratuita: Tecnología y salud. Las 10 tendencias que definirán el
futuro del sector sanitario

 Los indirectos o unidireccionales, en los que el mensaje llega al sujeto o población


mediante medios técnicos como un ordenador o la televisión.

 Métodos directos de educación para la salud

Clase

Dirigida a un grupo y más orientada a trasmitir conocimientos que a cambiar conductas, la


clase se desarrolla por lo general en entornos educativos formales.

Discusión en grupo

1
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

Se da en grupos relativamente pequeños y el protagonismo lo tienen sus propios


integrantes, que realizan el debate moderados por el educador.

Diálogo

Generalmente va dirigido a una sola persona y adopta la forma de entrevista y consejo


sanitario.

Se suele desarrollar de forma natural en consultas de atención primaria o en la interacción


con el farmacéutico.

Charla

También dirigida a grupos, es semejante a la conferencia, aunque más informal y sin


abarcar temas que requieran de conocimientos específicos previos en la materia.

 Métodos indirectos de educación para la salud

En esta tipología de métodos podemos hablar de tres grupos:

 Los medios visuales


 Los medios sonoros
 Los medios mixtos audiovisuales

Los medios visuales

El mensaje se transmite fundamentalmente a través de la imagen. Se aconseja no trasmitir


más de una sola unidad de información e incitar a la acción.

Sin embargo, los medios visuales, y los indirectos en general, tienen la desventaja de no
incidir mucho sobre el cambio de conducta, sino que se limitan a informar.

Entre sus ventajas se señala que llegan a un mayor número de personas que los medios
directos.

Entre los medios visuales podemos mencionar los folletos y carteles, tan comunes en los
centros de salud, los periódicos y muchos de los recursos que encontramos en Internet
(convertido en uno de los principales proveedores de información sobre la salud), como las
famosas infografías.

 Los medios sonoros

2
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

Aquí el mensaje se trasmite a través del sonido y el ejemplo clásico es la radio, aunque en
la actualidad podemos hablar del podcast y de diversas aplicaciones que pueden usar
primariamente los sonidos para la promoción de la salud.

Medios mixtos

Utilizan tanto la imagen como el sonido para llevar el mensaje. Tradicionalmente asociados
a la televisión y al cine, en la actualidad Internet es un actor clave en la educación para la
salud.

FOMENTO DE LA SALUD EN MÉXICO

Entendemos el fomento de la salud como bien público y meritorio, que favorece al


desarrollo económico y a la lucha contra la pobreza, propicia la igualdad y la búsqueda en
la equidad de oportunidades que implican el desarrollo humano

La salud es un objetivo esencial para el desarrollo económico y social de nuestro país que
contribuye a la equidad y a la reducción de la pobreza, y las políticas de salud deben incluir
por lo menos las siguientes áreas:

 Infraestructura y tecnología subyacentes de salud


 Condiciones ecológicas y sociales, incluyendo educación y equidad de género
 Globalización (la cual ofrece beneficios y amenazas potenciales a la salud en el
mundo)

El establecimiento de una política en salud requiere la responsabilidad del Estado, la


exigencia de una amplia participación social, comunitaria e individual y un entendimiento
profundo de las condiciones sociales, económica, demográfica y políticas, ya que todas
ellas, afectan a la salud y, necesariamente, deberán ser abordadas en una estrategia de salud
pública.

Las metas de salud acordadas para el año 2015 incluían, entre otras:

 Reducir (tomando como base los niveles de 1990) en dos terceras partes de la
mortalidad infantil
 Reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes
 Detener el incremento de la elevación del VIH/sida

3
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

 Continuar y sostener los apoyos a otras iniciativas internacionales crecientes, como el


combate a la malaria y la tuberculosis

EL AMBIENTE Y LA SALUD PÚBLICA

 La salud es el “estado de completo bienestar físico, mental y social”. Es decir, no solo la


ausencia de afecciones o enfermedades.

Por su parte, la Asociación Médica Mundial (WMA por sus siglas en inglés) define a
la salud pública como “el cuidado y la promoción de la salud aplicados a toda la
población o a un grupo preciso de la población”.

Una mención importante que hacen desde su Web es que si bien en el pasado la salud
pública se ocupaba principalmente de enfermedades contagiosas y de sanidad, hoy en día se
analiza una gama mucho más amplia de determinantes sanitarios. Aquí podemos hacer
referencia a la influencia del medio ambiente.

Aunque suele tener diversas definiciones, entenderemos al medio ambiente – o, mejor


dicho, ambiente – como el conjunto de elementos naturales y sociales que se
interrelacionan y dan como resultado el espacio donde vivimos.

Salud pública y medio ambiente, ¿en qué se relacionan?

Las primeras preocupaciones nacieron de la mano de la industrialización y la urbanización.

Las personas, como su salud, están mediatizadas. Esto significa que existe un cúmulo de
factores culturales, sociales y ambientales que nos rodean y que afectan de manera positiva
o negativa en nuestra salud.

En este sentido, la OMS subraya que en medio ambiente y salud están incluidos los “efectos
patológicos directos de las sustancias químicas, la radiación y algunos agentes biológicos,
como los efectos —con frecuencia indirectos— en la salud y el bienestar derivados del
medio físico, psicológico, social y estético en general, comprendida la vivienda, el
desarrollo urbano, el uso del terreno y el transporte».

Por eso, la relación entre la salud pública y el medio ambiente requiere especial atención a
nivel global y local. Es decir, fomentar un contexto más saludable intensificando la

4
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

prevención, así como también adoptar políticas en todos los sectores para revisar las
amenazas medioambientales a la salud.

Políticas y Estrategias

A modo de ejemplo, la OMS tiene un Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y


Determinantes Sociales. Aquí formulan y promueven intervenciones preventivas asociadas
a la salud pública y el medio ambiente.

El departamento calcula que el 23% de la carga mundial de mortalidad y el 24% de la


morbilidad – personas que enferman – se debe a factores ambientales.

PROBLEMAS EMERGENTES

Las enfermedades infecciosas constituyen la primera causa de muerte en el mundo, tanto en


adultos como en niños. Más de 13 millones de personas mueren anualmente por
enfermedades infecciosas emergentes3 y reemergentes,4 tales como la malaria, la
tuberculosis, el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (sida), la fiebre hemorrágica
producida por el virus Ébola, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), la infección por
el virus del Nilo occidental y el dengue (1). Solo tres de estas infecciones (el sida, la
tuberculosis y la malaria) cobraron 5,7 millones de vidas durante el año 2001, la mayor
parte de ellas en países en desarrollo (1). A pesar de que la infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) han
estado presentes desde hace más de 20 años, aún se incluyen en la mayoría de los análisis
nacionales y regionales relacionados con las enfermedades emergentes debido a su elevado
costo social y sanitario.

En la Región de las Américas, las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes que


tuvieron una mayor repercusión sobre la salud de la población por su incidencia y por el
número de muertes ocasionadas durante el quinquenio de 19992003 fueron: la malaria, la
fiebre amarilla, el dengue hemorrágico, el sida, el carbunco y el SARS, así como la
infección por hantavirus y por el virus del Nilo occidental (2, 3). Algunas de estas
enfermedades, como el SARS, presentan una distribución geográfica focal, mientras que
otras, como el dengue, se dispersan ampliamente y se han convertido en un problema
mundial (2).

La aparición de enfermedades emergentes y reemergentes se asocia con factores de diversa


índole. Si bien el origen y la evolución de los agentes etiológicos han sido suficientemente
documentados en la mayoría de los casos, la aparición de estas enfermedades depende de
una compleja interacción de distintos factores, tanto biológicos —la variabilidad y
5
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

adaptabilidad genética de los microorganismos causantes— como sociales —el auge del
comercio internacional y de los movimientos poblacionales por razones turísticas o
migratorias, el hacinamiento, la inadecuada manipulación de los alimentos y el
analfabetismo, entre otros— y económicos —la ausencia de servicios básicos de
saneamiento ambiental, la desnutrición, la falta de agua y de sistemas de alcantarillado (3).
Todos estos factores crean, además, las condiciones propicias para la propagación de estas
infecciones y facilitan la circulación de los agentes patógenos y la transmisión de las
infecciones y epidemias entre los diversos países y regiones, situación agravada por las
ineficiencias de los sistemas de salud pública, entre ellas una vigilancia epidemiológica
deficiente, un número insuficiente de laboratorios de salud pública para la detección y el
diagnóstico de las enfermedades, y mecanismos de prevención y de control inadecuados.

La experiencia acumulada demuestra que una gran parte de las muertes que se producen
debido a las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes podrían evitarse
mediante la elaboración y puesta en marcha de estrategias preventivas y terapéuticas
eficaces (4).

Para poder evitar o mitigar los graves efectos de estas epidemias, los países deberán darle
un lugar prioritario en la agenda nacional a la vigilancia de las enfermedades emergentes y
reemergentes y poner en marcha un conjunto de medidas para combatirlas. Entre las
medidas destinadas a prevenir y mitigar las epidemias deberán figurar las siguientes: a)
establecer una estrategia basada en mecanismos de alerta temprana y de respuesta rápida
que cuente con recursos humanos, laboratorios, redes de comunicación entre los
laboratorios y servicios de salud, y que esté respaldada por una prioridad financiera y
política adecuada; b) fortalecer la capacidad nacional de adoptar estrategias para la
prevención y el control de las enfermedades emergentes y reemergentes; c) promover la
investigación aplicada al diagnóstico rápido y tratamiento de las enfermedades emergentes
y reemergentes y a la prevención de sus factores de riesgo; d) fortalecer la red de
comunicaciones entre los laboratorios y servicios de salud para mejorar la vigilancia de los
agentes infecciosos; e) mantener la vigilancia sistemática de los vectores y reservorios de
las enfermedades emergentes y reemergentes; f) sistematizar la vigilancia de los factores de
riesgo y elementos ambientales y climáticos que favorecen la aparición de epidemias; y g)
crear una estructura para la vigilancia integral de los agentes causales y factores de riesgo
que permita analizar la información de forma rápida y eficaz a fin de tomar decisiones
oportunas con la mayor celeridad posible.

La prevención de epidemias, epizootias y plagas, así como la toma de medidas adecuadas


para mitigarlas, no es solo responsabilidad de los organismos profesionales que
normalmente se encargan de estas actividades en los diferentes países. Por tratarse de
situaciones de desastre es necesario que la participación sea multisectorial, conforme a la

6
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

magnitud del impacto de estas enfermedades sobre la población y la economía,


especialmente en los países pobres.

En resumen, el elemento básico de cualquier estrategia de lucha contra las enfermedades


emergentes y reemergentes y las epidemias que estas pueden causar es el establecimiento
de un sistema de vigilancia orientado a detectar la presencia de esas enfermedades a tiempo
para tomar medidas de control adecuadas.

El tema de las enfermedades emergentes y reemergentes se debatió extensamente en el VI


Congreso Internacional sobre Desastres y en el II Seminario Internacional de
Administración de Riesgos, que se celebraron conjuntamente en La Habana del 25 al 28 de
noviembre de 2003. Los expertos que asistieron a estas reuniones, convencidos de la
necesidad de ampliar el enfoque multisectorial en los debates acerca de la lucha contra las
enfermedades emergentes y reemergentes, hicieron un llamado a la creación de
mecanismos eficaces y eficientes para ampliar la colaboración en este sentido con la ayuda
de las organizaciones internacionales interesadas en el tema. Los expertos también
coincidieron en la necesidad de convocar, con el auspicio de organizaciones internacionales
que intervienen en situaciones catastróficas, un encuentro entre especialistas para debatir
con mayor amplitud y profundidad las experiencias nacionales y los aspectos
metodológicos y técnicos del asunto, especialmente los relacionados con los estudios sobre
los factores de riesgo de desastres.

CONDICIONES SOCIOECONÓMICAS Y SALUD


Introducción

En los últimos años, los entornos socioambientales están cada vez más afectados. Es común
observar, incluso se ha normalizado en el imaginario social, la presencia de situaciones de
contaminación en agua, suelo y atmósfera, así como limitadas condiciones de
infraestructura y de servicios. La situación es preocupante, entre otras razones, por el
impacto de estos problemas en la salud humana.

Tal es el caso de la problemática ambiental, correspondiente a contaminación por


agroquímicos; ésta se asocia con enfermedades que van desde problemas reproductivos
(Mahalingaiah et al., 2012), hasta el desarrollo de obesidad, dislipidemia, resistencia a la insulina ( Lee et
al., 2011
), leucemia, cáncer cervicouterino, de próstata, de páncreas, cerebro, hígado (Zahm y Devesa,
;  ;  ; 
1995 Tabrez et al., 2014 Polanco et al., 2017 Kim et al., 2017
), incluso con problemas respiratorios y los
padecimientos de Parkinson y Alzheimer (Kim et al., 2017). Ahora bien, las enfermedades y
riesgos de salud varían según sea la toxicidad de los ingredientes activos de la sustancia
química, así como del nivel, grado, tiempo y circunstancias de exposición de la población
al contaminante; son más sensibles las mujeres embarazadas, los adultos mayores y los
niños/as (Kim et al., 2017).
7
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

En la región noroeste de México, la presencia de agroquímicos deriva del uso de un paquete


agrotecnológico que, desde mediados del siglo pasado, privilegió el uso de compuestos
químicos en las prácticas de producción, cosecha y manejo agrícolas con el fin de
incrementar la productividad y rendimientos del sector, sin considerar los efectos del uso de
agroquímicos en el ambiente y la salud (Martínez et al. 2017; Leyva et al., 2017; García et al., 2017).

En el estado de Sonora, el uso de agroquímicos en el sector agrícola se elevó a partir de la


década de los cincuenta y, debido a que las plagas fueron adquiriendo resistencia a tales
productos, empezaron a usarse mezclas de diversos compuestos (DDT más toxafeno y
azufre) (Mendoza, 2006). Al parecer, al observarse el deterioro de los ecosistemas asociado a tales
sustancias, se impulsó el uso de plaguicidas organofosforados; no obstante, algunos de los
primeros continuaron utilizándose, incluso los prohibidos en países desarrollados
(Bejarano, 2017). A la fecha, se sabe que, como parte de las prácticas de manejo agrícola
para lograr mejores niveles de producción y cosecha, han sido utilizados productos
organoclorados, organofosforados, carbamatos, piretroides, fungicidas, fertilizantes y
herbicidas, principalmente. Por tanto, no sorprenden los resultados de investigaciones que
han probado la presencia de tales sustancias químicas en muestras de suelo, alimentos y
agua; pero sí llama la atención, lo escaso de tales monitoreos y la poca atención brindada a
la problemática de salud humana asociada a la exposición a agroquímicos.

Los estudios realizados en Sonora, a través de diversas matrices (ambientales, alimentos y


las biológicas), han probado la presencia de sustancias químicas en distintas matrices de
alimentos, marinos, hortofrutícolas y granos (Burgos, 2005; Valenzuela et al., 2008; Aldana et al., 2011); en
matrices ambientales como agua, suelo, sedimento y organismos ( García et al., 2006; Cantú et al.,
;  ; 
2011 Moreno et al., 2012 Leal et al., 2014
); e incluso en muestras biológicas humanas como sangre, orina,
semen, leche materna ( ;  ;  ;  ; 
Valenzuela et al., 2008 Silveira et al., 2011 Gutiérrez et al., 2012 Meza et al., 2013 Limón et al., 2017
).

Cabe señalar que la leche materna es la mejor alternativa para alimentar a los infantes los
primeros seis meses de vida (WHO, 2016; Limón et al., 2017). Sin embargo, no hay que perder de vista
que gran parte de los contaminantes son transferidos durante la lactancia, lo que resulta en
una transferencia transgeneracional de contaminantes (Waliszewski et al., 2001; Muñoz-Toro et al., 2016). De
ahí el interés por abordar las condiciones socioeconómicas y de salud que presenta la
población infantil en desventaja social que vive en localidades rurales con alta vocación
agrícola en el estado de Sonora, México.

El objetivo general del estudio es identificar los grupos de población infantil en situación de
mayor vulnerabilidad (socioeconómica y de salud) que residen en sitios con probada
presencia de agroquímicos tomando en cuenta su lugar de residencia (tipo de localidad y
zona agrícola) y origen indígena (o no). Asociados a tal objetivo, derivan los siguientes
particulares: 1) identificar la distribución de la población por localidad y zona agrícola de
residencia, 2) describir las condiciones socioeconómicas de tal población (ingresos,

8
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

infraestructura de vivienda y servicios), 3) comparar tales condiciones socioeconómicas por


tipo de localidad (rural y urbana), por zona agrícola (norte, centro y sur), y por pertenencia
(o no) a un grupo indígena, particularmente si presentan diferencias significativas, 4)
describir las condiciones de salud que presenta la población infantil participante
(enfermedades, riesgos de salud y desarrollo cognitivo), 5) comparar tales condiciones de
salud por tipo de localidad (rural o urbana -grupo control-), por zona agrícola, y por
pertenencia (o no) a un grupo indígena, particularmente si presentan diferencias
significativas.

La investigación pretende generar información sobre las condiciones de vulnerabilidad que


presenta la población rural y evidenciar la concentración de las cargas sociales y
ambientales en los grupos de población en mayor desventaja social (trabajadores agrícolas e
indígenas). Se sustenta con tales datos la necesidad de emprender acciones de política
diferenciadas por grupo social, para mejorar sus condiciones de vida y evitar costos sociales
más elevados en el futuro (Fordham, 2007. La información se ofrece a los tomadores de
decisiones en materia de política pública interesados en lograr una distribución más
equitativa de los recursos, en beneficiar a la población más vulnerable y en evitar la
reproducción de procesos de exclusión social (Ramírez et al., 2015).

Condiciones de salud y desarrollo cognitivo

El concepto de salud más ampliamente difundido y concerniente a un ámbito global, refiere


a un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo a ausencia de
enfermedades (OMS, 1948). En ese sentido, las nociones salud y enfermedad se ubican dentro
de una escala gradual, apareciendo el calificativo sano o enfermo para un individuo o
grupo, con fines prácticos, ante una determinada situación social (Alcántara, 2008).

En esta investigación al referirse a “condiciones de salud”, el énfasis se coloca en el


conjunto de problemas de salud identificados, explicados y jerarquizados, que han sido
influenciados por las condiciones socioeconómicas, políticas y culturales ( Castellanos, 1998). Se
coincide con Bressan (2010), respecto a que las enfermedades tienen etiología multicausal, con
efectos variables y evoluciones imprecisas que necesitan ser estudiadas, monitoreadas y
estandarizadas. Por ello se aboga por impulsar investigaciones en materia de salud de
manera permanente, tanto por parte de las instituciones oficiales como por los centros de
educación superior e investigación, sean públicos o privados. Se trata de aprovechar el
impulso que ha cobrado el desarrollo de políticas públicas para mejorar la calidad de vida
de las familias identificadas con algún grado de vulnerabilidad social, económica o de
oportunidades (Camberos et al., 2012). El fin es generar información por localidad y grupo de
población, respecto a esos factores sociales vinculados con la pobreza (ingresos,
infraestructura, servicios, salud, contaminación, entre otros), que permita bosquejar

9
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

modelos explicativos de tales condiciones y diseñar, además, escenarios alternativos de


mejora, en atención a la población más vulnerables (niños/as, mujeres, ancianos).

En el caso de interés, se sabe que la población-sujeto de estudio reside en una zona árida en
la cual predominan suelos altamente susceptibles a procesos de degradación y emisión de
polvo (López, 2001); son los de uso agrícola más propensos a la acumulación de
plaguicidas organoclorados debido a procesos de absorción de materia orgánica y retención
en agua (Buol et al., 1990; Leal et al., 2014). De manera que la contaminación de suelos
representa una importante fuente de emisiones a la atmósfera, a la vez que un medio de
exposición para los humanos, incluyendo la población infantil que es más propensa a los
efectos adversos de la ingesta de suelo (García-Rico et al., 2016).

Los niños/as son más sensibles a la exposición a sustancias químicas, por el simple hecho
de encontrarse en la fase temprana del desarrollo. El riesgo radica en que es en esta etapa
cuando los sistemas nervioso e inmunológico se desarrollan más rápidamente (estructuras y
conexiones vitales); de manera que si en esos primeros años de vida, el sujeto está expuesto
a agroquímicos, se pueden destruir sus células cerebrales y/o alterarse la modulación de
células gliales, situación que le puede llevar a presentar disfunciones permanentes e
irreversibles y expresarse ello en disminución de la inteligencia y/o trastornos del
comportamiento (Slotkin et al., 2007; Vester y Caudle, 2016). A esto se suma que, en esa fase temprana del
desarrollo, el individuo tiene menos habilidad destoxificante y mayor contacto con el suelo
(gatea, juega, consume tierra) y, en proporción a su tamaño corporal, inhala más polvo que
un adulto; tampoco discierne cuándo está en peligro ni está capacitado para evitarlo (Tellerías y

París, 2008 Zeliger, 2011
).

Tales son las razones que justifican explorar el desarrollo cognitivo de la población infantil,
utilizando para ello el Test de Matrices Progresivas de Raven (TMPR). A pesar de toda la
controversia y críticas a las que están expuestos los test psicológicos y, en especial, los de
inteligencia, son utilizados para complementar la evaluación de los programas educativos y
apoyar la consulta psicológica en los casos de dificultades de aprendizaje y de orientación
vocacional (Valdés y Vera, 2012). Su uso proviene de la fuerte asociación entre cognición y
aprendizaje, es decir, entre aptitudes cognitivas y rendimiento escolar, ayudan en la
consecución de objetivos de diagnóstico y de pronóstico de las potencialidades y
dificultades de los estudiantes en sus aprendizajes y desempeños académicos. El TMPR es
de fácil aplicación y presenta las siguientes características: a) es lacunario (matrices
inconclusas, incompletas); b) no verbal (se aplica a cualquier persona independientemente
de su idioma, educación y capacidad verbal; incluso analfabetas y sordomudos); c) no
manual (puede ser aplicado a cualquier persona sin importar su estado o capacidad motora);
y d) no cultural (no intervienen los conocimientos adquiridos, el grado de escolaridad ni la
raza o etnia de origen). Además, puede ser autoadministrado o bien de administración

10
Material del 3er parcial
SALUD PÚBLICA

individual o colectiva, su tiempo de aplicación varía entre 30 y 60 minutos (regularmente se


contesta en 45 minutos).

El test mide la capacidad intelectual general mediante la comparación de formas y el


razonamiento por analogías, independiente de la cultura o conocimientos adquiridos a
través de ésta. Distingue cinco niveles generales de capacidad intelectual que van del
“sobresaliente” al “deficiente” según sea el percentil, respuestas y edad del sujeto.

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-
45572018000100012

Indicadores de salud

https://www3.paho.org/hq/index.php?
option=com_content&view=article&id=14405:health-indicators-
conceptual-and-operational-considerations&Itemid=0&lang=es

11

También podría gustarte