1.2.5. Manual Atención Personas LGBTI
1.2.5. Manual Atención Personas LGBTI
1.2.5. Manual Atención Personas LGBTI
Manual
2016
Primera edición
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Ficha catalográfica
Ministerio de Salud Pública del Ecuador. Atención en salud a personas lesbianas, gays,
bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI).Manual. Quito: Ministerio de Salud Pública,
Subsecretaría Nacional de Gobernanza de la Salud Pública, Dirección Nacional de
Normatización-MSP, 2016, 40 p.; tabs: gra: 18x25 cm.
El presente Manual “Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex
(LGBTI)”
Ministerio de Salud Pública. Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero
e intersex (LGBTI). Manual. Primera edición. Quito: Dirección Nacional de Normatización, Dirección
Nacional de Derechos Humanos Género e Inclusión-MSP. Quito. 2015. Disponible en: http://salud.
gob.ec.
Impreso por:
Corrección de estilo:
Hecho en Ecuador:
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Contenido
1. Presentación......................................................................................................................... 06
2. Introducción.......................................................................................................................... 07
3. Objetivos............................................................................................................................... 07
4. Alcance................................................................................................................................. 08
5. Glosario de términos académico-científicos......................................................................... 08
6. Atención en salud a personas LGBTI................................................................................... 13
6.1 Principios de la atención en salud a personas LGBTI................................................... 13
6.2 Servicios de salud para atención a personas LGBTI..................................................... 13
6.3 Efectos de la homofobia y heterosexismo en los servicios de salud............................. 14
6.4 Relación sanitaria.......................................................................................................... 14
6.5 Recolección de la anamnesis y el examen físico.......................................................... 15
6.6 Confidencialidad............................................................................................................ 15
6.7 Recomendaciones para la atención en salud................................................................ 16
6.8 Factores de riesgo......................................................................................................... 17
6.9 Cuidado de la salud sexual............................................................................................ 20
6.10 Cuidado de salud de las personas trans..................................................................... 22
6.11 Cuidado de salud de las personas Intersex/desorden del desarrollo sexual............... 27
6.12 Cuidado de salud en mujeres lesbianas, bisexuales y trans masculinos (LBT).......... 29
6.13 Cuidado de salud mental............................................................................................. 31
6.14 Asesoría a un padre/madre cuyo hijo/a se encuentra en proceso
de reconocimiento como persona LGBTI....................................................................... 32
7. Abreviaturas, signos y símbolos usados en este manual..................................................... 36
8. Referencias........................................................................................................................... 37
9. Autoridades, equipo de trabajo y validación......................................................................... 40
10. Anexos................................................................................................................................. 41
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
1. Presentación
La Constitución Ecuatoriana reconoce y garantiza que todas las personas son iguales y gozan de
los mismos derechos, deberes y oportunidades, enfatizando que nadie podrá ser discriminado por
razones de identidad de género u orientación sexual. Dentro de los derechos establecidos en nuestra
Constitución, está el derecho a la salud, la cual debe ser garantizada por el Estado, a través del acceso
permanente, oportuno y sin exclusión a programas, acciones y servicios de promoción y atención
integral de salud, salud sexual y salud reproductiva.
El Ministerio de Salud Pública tiene como objetivo de su gestión mejorar el acceso, la disponibilidad,
la aceptabilidad y la atención en servicios de salud para todas las personas. En este contexto, el
presente Manual “Atención en Salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex
(LGBTI)”, es un instrumento que tiene por finalidad garantizar el derecho a la atención de salud y al
buen trato a este grupo de personas.
Con la publicación e implementación del Manual “Atención en Salud a personas lesbianas, gays,
bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)”, el Ministerio de Salud Pública aspira a contribuir al
mejoramiento de la atención en salud, a la disminución de las barreras para dicha atención y a la
prestación de un servicio de atención integral y de calidad para personas LGBTI.
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
2. Introducción
El Manual del Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS) se caracteriza por situar al ser humano en
el centro de los servicios de salud, generando y potenciando así las oportunidades y las capacidades
de todas las personas, con el fin de incrementar y fortalecer las condiciones de bienestar de la
población. En este marco, el MAIS incorpora varios enfoques: derechos, género, participación,
interculturalidad, salud y ambiente; con el objetivo de construir políticas públicas que respondan a las
realidades, vivencias, necesidades y condiciones específicas de las poblaciones diversas, incluida
la población LGBTI.
Las personas LGBTI tienden a utilizar menos los servicios de salud por temor a encontrarse con un
escenario de estigmatización generalizada, desconocimiento sobre diversidades sexuales y actitudes
homofóbicas por parte del personal de la salud. El “Estudio sobre condiciones de vida, inclusión social
y cumplimiento de derechos humanos de la población LGBTI en el Ecuador” del Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INEC) del año 2013, muestra que el 58% del total de personas encuestadas
no tiene ningún tipo de seguro de salud, mientras que el 33,7% ha experimentado discriminación en
el ámbito de salud y el 18,7% ha vivido experiencias de exclusión. (2) Todo este contexto afecta a la
salud de la población LGBTI y tiene impacto directo en su calidad de vida.
Esta realidad plantea un desafío a los profesionales de la salud: responder de manera acertada
y asertiva a las necesidades de salud de la población LGBTI y erradicar de los servicios de salud
los prejuicios y mitos en relación con la diversidad sexual. Esto es posible mediante el manejo de
información adecuada y el desarrollo del conocimiento, que favorezca la creación de ambientes
clínicos que permitan el mejorar el acceso y la permanencia de este grupo de personas en los servicios
de salud.
Este Manual se presenta como una herramienta dirigida a las y los profesionales de la salud y a
los estudiantes de las ciencias de la salud, con el objetivo de promocionar la comprensión de las
necesidades de salud específicas y las barreras que pueden afrontar para el acceso a los servicios de
salud las personas LGBTI.
3. Objetivos
Objetivo general
Proveer a los profesionales de la salud del material, herramientas y las mejores recomendaciones para
la atención en salud a la población LGBTI, respetando e incluyendo el enfoque de derechos, género,
interculturalidad e intergeneracionalidad, que permita mejorar el nivel de la calidad de la atención de
salud de dicho grupo de personas y reducir las barreras de acceso a los servicios de salud.
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Objetivos específicos
a) Brindar herramientas que permitan una comunicación asertiva para evitar la
discriminación y violencia hacia lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersex en los
servicios de salud.
b) Determinar los lineamientos que permitan reconocer y prevenir factores de riesgo en
salud a los que pueden estar expuestas las personas LGBTI.
c) Establecer criterios para la referencia oportuna de aquellas situaciones o condiciones
de salud que ameriten clínicamente la atención y resolución por otros niveles de
atención.
4. Alcance
El presente Manual es de cumplimiento obligatorio para todos los profesionales de la salud de los
establecimientos de salud del Sistema Nacional de Salud que brindan atención integral a personas
LGBTI.
Atención integral e integrada: características de la atención de salud en una doble dimensión: por
un lado, el reconocimiento del carácter multidimensional de la salud individual y colectiva, es decir
el reconocimiento que la salud es el producto de las condiciones económicas, sociales, culturales,
ambientales, y biológicas; y, por el otro lado, la provisión de servicios integrados de promoción,
prevención de la enfermedad, recuperación de la salud, rehabilitación cuidados paliativos. (3)
Bisexualidad: “mujeres u hombres que sienten atracción física, emocional y sexual por personas de
ambos sexos.” (4)
Diversidad sexual: “…se refiere a las identidades sexuales. Reivindica la aceptación de cualquier
comportamiento sexual, con iguales derechos, libertades y oportunidades, como prácticas amparadas
por los derechos humanos. Es la pluralidad de opciones sexuales y manifestaciones de la identidad
de género, que no se limitan a la heterosexualidad como norma ni se circunscriben a lo masculino y
femenino como exclusivo de hombres y mujeres, respectivamente.” (7)
Enfoque de género: “categoría de análisis que nos permite entender las relaciones de poder existentes
entre los sexos y la construcción sociocultural de las identidades de género, y como las mismas se
estructuran en un sistema social que jerarquiza a las personas según sus marcas corporales, creando
condiciones de desigualdad, inequidad, discriminación y marginación de tipo socio-económico, étnico,
sexo-genérico y generacional.”(8)
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Enfoque de género en salud pública: “parte del reconocimiento de las diferencias entre hombres
y mujeres y sirve para determinar cómo difieren los resultados, experiencias, riesgos sanitarios y
factores sociales, culturales y biológicos entre hombres y mujeres, niños y niñas, y para actuar en
consecuencia mejorando la eficiencia, cobertura y equidad en la gestión en salud. En la mayoría de
las sociedades existen entre hombres y mujeres relaciones de poder desiguales. El enfoque de género
en salud pública ha servido para comprender mejor los problemas sanitarios de las mujeres durante su
ciclo de vida y determinar formas de abordarlos.” (8)
Gays: “término para identificar a hombres que asumen de manera abierta su atracción física, emocional
y sexual por otros hombres.” (5)
Género: “…es la suma de valores, actitudes, papeles, prácticas o características culturales basadas
en el sexo. El género, tal como ha existido de manera histórica, transculturalmente, y en las sociedades
contemporáneas, refleja y perpetúa las relaciones particulares de poder entre el hombre y la mujer.” (4)
En tanto categoría de análisis, permite conocer cómo se construye lo femenino y lo masculino y cómo
estas identidades se valoran, se organizan y se relacionan en una determinada sociedad. Además,
el género como categoría “…permite una mejor compresión de las condiciones que implican mayor
vulnerabilidad al mostrar que el binario masculino-femenino y las condiciones históricas jerárquicas
entre hombres, mujeres, adolescentes y adultos, entre otros, inciden en las relaciones de atender la
sexualidad y la salud, según sea la edad, la etnia, orientación sexual, la condición de salud, el lugar
de residencia, el nivel educativo y las condiciones socioeconómicas.” (9) Todas estas condiciones “…
influyen en la generación de una doble o triple situación de exclusión social y discriminación…” (9)
Hombres que tienen sexo con hombres: categoría epidemiológica “que permite tomar en cuenta
a los distintos subgrupos de hombres que tienen actividades sexuales de índole homosexual
independientemente de su orientación sexual.” (10) Se debe considerar que las identidades, así como
la sexualidad y sus expresiones, son procesos dinámicos y pueden manifestarse de diversas maneras
en una misma persona y en diversos momentos de la vida. (10)
Homofobia: “…es el odio hacia las personas homosexuales, así como a sus estilos de vida o cultura y
puede manifestarse de diferentes formas: homofobia cultural, institucional, internalizada, interpersonal
y la personal.” (12)
Homofobia institucional: “…se entiende a las muchas formas por las que los gobiernos, las industrias,
las iglesias, la familia y demás instituciones ejercen el odio y la opresión hacia personas homosexuales
y mantienen reglas implícitas por las que las personas se deben adecuar...” (12)
Homofobia internalizada: “…se produce cuando una persona homosexual asimila los prejuicios
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
sociales sobre la homosexualidad creando un repudio hacia sí misma e incluso hacia otras personas
homosexuales. En cambio, la homofobia interpersonal, se produce por parte de otros/as hacia las
personas homosexuales, en su intento por romper y evitar relaciones afectivas con estas.” (12)
Homosexual: “…hace referencia a la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción
emocional, afectiva y sexual por personas de un mismo género y a la capacidad para mantener
relaciones íntimas y sexuales con estas personas. De la información recibida por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se observa una tendencia en el movimiento LGBTI
a reivindicar el uso y referencia a los términos lesbiana (para hacer referencia a la homosexualidad
femenina) y gay (para hacer referencia a la homosexualidad masculina o femenina).” (13)
Lesbofobia: “…término específico con el que se conoce el miedo o rechazo a las lesbianas.” (2) “Se
expresa en discriminación, ridiculización y otras formas de violencia”. (5)
Intersex/personas con desórdenes del desarrollo sexual: “…personas que nacen con características
biológicas de ambos sexos. En algunos casos los intersexuales presentan combinaciones en sus
cromosomas y genitales. No se ubican dentro del binarismo sexual hombre/mujer.” (5)
Identidad sexual: es una de las variables que construyen la personalidad de cada ser humano. Es la
identidad sexual y con ésta se hace referencia a lo que permite a un individuo formular un concepto
de sí mismo sobre la base de su sexo, género y orientación sexual, y desenvolverse socialmente
conforme a la percepción que tiene de sus capacidades sexuales. (4) La identidad sexual abarca una
constelación de posibilidades, por ejemplo: mujer trans homosexual, hombre cis (es decir, no-trans)
heterosexual, hombre trans heterosexual, etc.
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Lesbiana: “mujeres que sienten atracción física, emocional y sexual por otras mujeres. Es un término
político que proviene históricamente de la Isla de Lesbos en la Grecia antigua, donde la poetisa Safo
congregaba a las mujeres para exponer sus poemas de amor.” (5)
Orientación sexual: “organización específica del erotismo y/o el vínculo emocional de un individuo
en relación al género de la pareja involucrada en la actividad sexual. La orientación sexual puede
manifestarse en forma de comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales, o en una
combinación de estos elementos.” (2) Es decir, la orientación sexual hace referencia a la atracción
física, romántica, y/o emocional permanente de una persona por otra. La orientación sexual representa
una característica personal que es independiente a la identidad y expresión de género.
Prácticas sexuales: “las prácticas sexuales son patrones de actividad sexual presentados por
individuos o comunidades con suficiente consistencia como para ser predecibles.” (4) Por ejemplo,
son aquellas manifestaciones de contacto físico que por amor, gusto o placer una persona puede
realizar con su cuerpo en contacto con sí mismo o el cuerpo de otra persona.
Salud sexual: “…es un proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado
con la sexualidad. La salud sexual se evidencia en las expresiones libres y responsables de
capacidades sexuales que conducen al bienestar personal y social, enriqueciendo la vida individual y
social. No es simplemente la ausencia de disfunciones, enfermedad o malestar. Para poder conseguir
y mantener la salud sexual es necesario que se reconozcan y defiendan los derechos sexuales de
todas las personas.” (16)
Sexualidad: aspecto central del ser humano a lo largo de su vida. “Abarca al sexo, las identidades
y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.
Se vivencia y se expresa mediante pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores,
conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales.” (17) La sexualidad puede incluir todas
estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se logran vivenciar o se expresan siempre. La
sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos,
políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. (5)
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Sexo: “…es una característica netamente biológica que clasifica a los individuos en dos grupos
(machos y hembras) portadores de espermatozoides u óvulos. Sin embargo, ser hombre no se
circunscribe únicamente a la posibilidad de proveer un espermatozoide como tampoco el ser mujer es
el ofrecer un óvulo.” (6) Según Butler el sexo va más allá de designar únicamente las características
biológicas y anatómicas de una persona al momento de nacer, constituye un elemento discursivo que
imprime significado a los cuerpos de mujeres y hombres.
Sexo asignado al nacer: “…por lo general, el sexo se asigna al nacer como hombre o mujer, basado
en la apariencia de los genitales externos. Cuando los genitales externos son ambiguos, otros
componentes del sexo (genitales internos, sexo cromosómico y hormonal) se consideran con el fin de
asignar el sexo.” (18) “Para la mayor parte de las personas, la identidad y expresión de género son
consistentes con su sexo asignado al nacer; para los individuos transexuales, transgénero, y con no
conformidad de género, la identidad o la expresión de género es diferente del sexo asignado al nacer.”
(18)
Transgénero: persona que vive con un sexo/género que no es el que le fue asignado al nacer, pero
que no ha pasado por cirugía de reasignación de sexo. (4)
Transgénero femenina: “…persona que nace con una biología de varón y que construye un género
femenino. Las transgéneros femeninas se expresan mediante el comportamiento, habla y estética de
las mujeres.” (2)
Transgénero masculino: “…persona que nace con una biología de hembra y que construye un
género masculino. Las personas transmasculinas modifican su comportamiento, habla y estética para
corresponderse con lo que ha sido socialmente asignado a los hombres.” (2)
Travesti: son aquellas personas que expresan su identidad de género ya sea de manera permanente
o transitoria, mediante la utilización de prendas de vestir y actitudes del género opuesto que social y
culturalmente se asigna a su sexo biológico. Ello puede incluir la modificación o no de su cuerpo.(2)
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
En caso de duda (In dubio pro hominem) En caso de duda sobre el alcance de las disposiciones
legales, éstas se aplicarán en el sentido más favorable y
progresivo a la protección del o la usuaria.
Elaboración propia. Tomado de: Ministerio de Salud Pública del Ecuador (2014)
Conforme al Manual del Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS), la atención en salud debe tener
un enfoque integral (biopsicosocial y familiar), con énfasis en la promoción de la salud y prevención de
la enfermedad; reconociendo las necesidades particulares de la población LGBTI y, al mismo tiempo,
brindando servicios integrales como a cualquier otro u otra usuaria del Sistema Nacional de Salud
(SNS). (9)
Además, la consulta médica debe reconocer las distintas variables que influyen en las personas LGBTI
al momento de acceder a los servicios de salud, por ejemplo: género, etnia, religión, edad, estado
socioeconómico, estado migratorio, trabajo, familia, comunidad, nivel de educación, entre otras.
Con el objetivo de conocer la situación de discriminación que enfrentan las poblaciones LGBTI en el
acceso al sistema de salud, el Ministerio de Salud Pública levantó una línea base para identificar las
barreras socioculturales en salud en poblaciones diversas con énfasis en diversidad sexual, culturas
urbanas y movilidad. Este estudio visibilizó las barreras en salud que las personas LGBTI tienen para
acceder de manera adecuada y oportuna a sus servicios. Los hallazgos más destacados fueron:
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
del resto de la población. Así por ejemplo, el personal de ginecología asume que todas
las mujeres y hombres que acuden a consulta son heterosexuales, y realizan la atención
partiendo de ese supuesto, lo cual puede conllevar a sugerir procedimientos inadecuados
o negación a aplicar tratamientos.
• Los servicios de salud deben brindar orientación psicológica sensible a la sexualidad a
las personas LGBTI a través de su personal, orientada a dar soporte para enfrentar el
proceso de consolidación de la identidad sexual, de género y para fortalecer relaciones
con el entorno social.
El Ministerio de Salud Pública, como una de las estrategias de políticas públicas para atender las
necesidades de la población LGBTI en salud, incluyó en el Registro Diario Automatizado de
Consultas y Atenciones Ambulatorias (RDACCA) la orientación sexual, la identidad de género
y la variable intersex a fin de contar con información de las condiciones de salud de personas
LGBTI.
Al registrar la orientación sexual e identidad de género se puede contar con información estadística
de forma ágil, oportuna y eficiente, para alimentar la evidencia de la situación de salud de la
población LGBTI, lo cual permitirá construir propuestas de políticas públicas de acuerdo a los perfiles
epidemiológicos e incidir en la reducción de barreras, lo que a su vez permita promover la igualdad de
género, la igualdad de derechos y la equidad.
Para que la/el usuaria/o LGBTI se sienta atendida/o con aceptación y respeto, los profesionales de la
salud deben mantener una actitud abierta hacia la comprensión de las diversidades sexo-genéricas
y centrarse en la respuesta a las necesidades de salud y desarrollo integral de estas personas. (19)
El entorno homofóbico (de rechazo a las personas LGBTI) afecta su salud, causando el llamado
“estrés de minorías sexuales” (Anexo 7). (18) Este escenario se complejiza al evidenciar las actitudes
hacia las personas LGBTI por parte de algunos profesionales de la salud que replican estos patrones.
Existen experiencias que demuestran poca comprensión y sensibilidad por parte del personal de salud
haca este grupo de personas, lo que a menudo resulta en una atención de menor calidad.
Las actitudes homofóbicas, lesbofóbicas o transfóbicas que puede tener el personal de la salud
pueden ocasionar que las personas LGBTI se muestren reacias a revelar su orientación sexual, lo cual
reforzaría la sensación de estar aislados/as de los servicios de salud y dificultaría recibir una atención
de calidad. Esta dificultad para comunicarse con el personal de la salud, se describe como una barrera
para obtener información en la atención médica, lo cual impide lograr un diagnóstico acertado para
entender una enfermedad, lograr adherencia a un tratamiento, conocer comportamientos relevantes y
brindar educación en salud de manera apropiada.
La relación sanitaria debe reformularse pasando desde una relación “profesional de la salud–paciente”,
a una relación de “profesionales de la salud–usuarios”, centrada en las demandas y necesidades
de las personas y en la necesidad de potenciar su capacidad para tomar decisiones informadas y
autónomas sobre su vida y su salud.
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
En este sentido, centrar el interrogatorio en temas como estado civil con las categorías habituales
“unión de hecho”, “casado/a”, “soltero/a”, “divorciado/a”, o “ viudo/a”, suponen la existencia de
una pareja del otro sexo, de una relación monogámica o que todos los hijos son biológicos, son
abordajes inadecuados que no permiten tener la información necesaria para garantizar la satisfacción
de las demandas de salud de las personas LGBTI. Adicionalmente, estas suposiciones ponen a los
profesionales de la salud en una situación inadecuada, lo que lleva a no tener acceso a información
precisa por parte de sus pacientes y consecuentemente puede originar errores clínicos y técnicos en
el abordaje de su salud.
Es muy importante ser lo más sensible posible. A menudo las preguntas estándar no son adecuadas.
En el ámbito clínico, los profesionales de la salud tienen el control sobre qué preguntas hacer y no
hacer. Hay que tener en cuenta: la terminología a utilizar (según el género), la manera de gestionar
la situación y si él o la usuaria está incómodo/a. El profesional de la salud en consulta debe pensar
cuidadosamente acerca de qué información es relevante y asegurarse que las preguntas iníciales
sean lo suficientemente abiertas para que el paciente/usuario/a responda con sinceridad, apertura y
sin tener que corregirlo/a. Para ver ejemplos de preguntas (abiertas) referirse al anexo 1 y al anexo
6. Es importante el registro de la orientación sexual e identidad de género y variable intersex en el
Registro Diario Automatizado de Consultas y Atenciones Ambulatorias (RDACAA).
6.6 Confidencialidad
Todas las prestaciones en salud deben garantizar el cumplimiento de la obligación profesional del
secreto médico y el derecho a la confidencialidad que tienen hacia las y los pacientes/usuarias/os. Los
motivos fundamentales para esta condición son (20):
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
4. Asegurar la intimidad para que todos los pacientes puedan decir la verdad sin miedo a que esa
información trascienda a otros actores y pongan en riesgo su intimidad.
5. La necesidad de respeto a la libertad de los individuos en cuanto a sus elecciones personales y
sus derechos individuales (autonomía). En este contexto, la privacidad es una condición básica
que debe estar incluida en todas las etapas de atención integral en salud. Los profesionales de la
salud deben cumplir con el deber del secreto médico, para generar condiciones de confianza en
la relación con los pacientes/usuarios y así garantizar el derecho a la intimidad. El secreto médico
es extensible a toda la cadena sanitaria asistencial.
6. Evitar la vulneración de los derechos del o la paciente, revelando información referente al ejercicio
de su vida o su sexualidad.
Se debe poner especial énfasis en el correcto llenado de la historia clínica de acuerdo al instructivo y
formatos con los que para el efecto cuenta el Ministerio de Salud Pública. La información constante
en la historia clínica es sensible, por lo que los profesionales de la salud que tengan acceso a la
misma tienen la obligación de preservar la confidencialidad. Ésta debe contener toda la información
que pudiera ser relevante para la salud del o la usuaria/paciente, asegurando el cumplimiento y la
obligación de preservar la confidencialidad sobre la misma. (20)
Evite bromas o insinuaciones maliciosas acerca de las personas LGBTI. Los y las médicas, pueden dar el ejemplo para el
resto de profesionales de los servicios de salud.
Facilite profesionalmente que la persona LGBTI se sienta lo más cómoda en el establecimiento de salud, así aumenta la
posibilidad de obtener información importante, para la atención eficaz en salud.
Sea inclusivo/a en el registro de información en la consulta LGBTI, incluyendo términos de género neutro (consulte sobre la
pareja, no sobre el esposo o esposa) e incluya preguntas sobre la conformación familiar alternativa (no asumir conformación
familia tradicional nuclear).
No haga suposiciones. Cualquier persona que accede a la consulta podría auto-identificarse como LGBTI y/o tener un
historial de relaciones con personas del mismo sexo. Del mismo modo, no asuma el sexo biológico de la persona.
Ofrezca disculpas en caso de que un o una usuaria/paciente parezca ofendida, dando una breve explicación de por qué
es necesaria la información solicitada, o preguntando acerca de la terminología que prefiere (ej. Si usted usa la palabra
“compañero/a” y la persona parece ofendida, pregunte como él o ella suele llamar a su pareja).
Preséntese completamente cómodo/a hablando de sexualidad (coloquial y técnicamente). La práctica de entrevistas con
amigos/as puede ayudar a desarrollar esta habilidad.
No emita juicios de valor pues no es útil. Los profesionales de la salud tienen derecho a su propia moral y creencias en su
vida personal, pero esto no debe interferir con la entrega de la asistencia necesaria. Respete los derechos de las personas.
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Explique cómo se protegerá la confidencialidad del expediente, que la misma no puede revelarse sin consentimiento del
usuario/paciente. Aclare quién tendrá acceso a la información.
Reconozca y no reproduzca los prejuicios personales e institucionales que refuerzan la homofobia, transfobia, bifobia,
lesbofobia y el heterosexismo que existen a nivel individual, grupal e institucional.
Evalúe cómo sus prejuicios afectan la manera de comunicarse con sus usuarios/pacientes y la forma de interpretar los
síntomas y reformule su intervención.
Propicie un ambiente seguro, para facilitar la entrevista médica. Elimine las barreras sexistas en su lenguaje.
No dé por sentado que todas y todos los pacientes son heterosexuales, que si están casados, son heterosexuales o
monógamos o que tienen un grupo restringido de prácticas sexuales.
Incluya en las salas de espera, revistas, periódicos, folletos que sean inclusivos y específicos para las personas LGBTI.
La salud y bienestar, así como el acceso y utilización de los servicios de salud no pueden entenderse sin tener en cuenta el
contexto sociocultural en el que viven las personas LGBTI. Indague sobre este aspecto.
Elimine plantear la heterosexualidad como única opción posible o la homosexualidad femenina y masculina como
la alternativa minoritaria y anormal o patológica. Por tanto, la sexualidad debe verse, sentirse y vivirse desde varias
posibilidades de conducta sexual la heterosexualidad, homosexualidad y la intersexualidad.
Eduque a las/los pacientes que la homosexualidad, al igual que la heterosexualidad, supone un tipo de orientación del
deseo sexual, unos estímulos hacia los que se siente atracción sexual, hacia los que se dirige el deseo y con los que la
persona tendrá o deseará tener conductas sexuales. No interiorice ninguna conducta sexual.
Tenga presente que la homosexualidad no puede entenderse como una simple elección, pues numerosos estudios
confirman que asumir la propia homosexualidad no es nada fácil, no se trata, por tanto, de algo que pueda ser modificable.
Valore las condiciones de violencia y discriminación a las que están expuestas las personas LGBTI, realice tamizaje y
asesoría de acuerdo a la normativa de atención de violencia de género y otras del Ministerio de Salud Pública.
Las personas LGBTI enfrentan los riesgos de la violencia homofóbica a todo nivel, incluso en el
entorno familiar, de hecho, en la primera investigación (estudio de caso) sobre Condiciones de Vida,
Inclusión Social y Derechos Humanos de la población LGBTI en Ecuador, realizado por el Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) y la Consejo de Transición para la Igualdad de Género
(CTIG) (2013), del total de la población LGBTI entrevistada (2 805 casos), el 70,9% reportó que han
vivido alguna experiencia de discriminación en su entorno familiar; de los cuales el 72,1% sufrió algún
tipo de experiencia de control, el 74,1% experimentó algún tipo de imposición, el 65,9% sufrió rechazo
y el 61,4% violencia. (2)
El mismo estudio señala que la población LGBTI sufre discriminación en espacios privados en un
50,5% y en públicos en un 55,8%. Además, se muestran en las cifras de exclusión que en espacios
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Hay que reconocer que los índices de violencia y discriminación contra la población LGBTI son altos,
por ello los profesionales de la salud deberán indagar también sobre violencia sexual, psicológica y
física que pueden estar sufriendo en el ámbito intrafamiliar. Según la Norma Técnica de Atención
Integral en Violencia de Género, “todos los/las pacientes deberán ser tamizados para violencia de
género como parte de la historia clínica. Tome en cuenta que la identificación de los casos de violencia
de género puede darse por tres vías distintas” (8):
• Demanda manifiesta de atención en violencia de género por parte del usuario del servicio de
salud.
• Transferencia del caso desde el sistema de justicia a otras instituciones.
• Detección del caso de violencia de género desde el tamizaje por indicadores de sospecha.
Cabe recalcar que hasta antes de 1990, dentro del ámbito médico nacional, la homosexualidad era
considerada como enfermedad y tratada como delito. Estas ideas aún persisten y dan lugar a la
discriminación estructural, es decir, la discriminación contra algunos grupos y personas como las
LGBTI están fuertemente arraigadas en los comportamientos sociales, lesionando básicamente los
derechos humanos. Aquí resulta útil el concepto de violencia contra las personas LGBTI que según la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos: “es el resultado de percepciones negativas basadas
en generalizaciones falsas, así como en reacciones negativas a situaciones que son ajenas a las
nuestras.”
El conocimiento de esta realidad por parte de los profesionales de la salud permitirá evaluar el impacto
que tiene en la salud de las personas LGBTI. En relación a los procesos específicos que sustentan
el derecho a la salud, los Principios de Yogyakarta enfatizan en el acceso sin discriminación por
motivos de orientación sexual o identidad de género a establecimientos, productos y servicios de
salud, incluidos los relacionados con la salud sexual y reproductiva, así como a sus propias historias
clínicas. Los programas y servicios de salud, educación, prevención, atención y tratamiento en materia
sexual y reproductiva deberán por tanto respetar la diversidad de orientaciones sexuales e identidades
de género”. (25)
Los profesionales de la salud pueden incidir y cambiar directamente las dinámicas de exclusión y
homofobia, mediante el examen de sus propios prejuicios, y educar a las/los usuarios/pacientes en
general sobre los riesgos de la discriminación y de la violencia (sea sexual, física o psicológica). En
casos de violencia de género, el médico debe brindar atención en salud a la población LGBTI como
en todos los casos de violencia ( en personas heterosexuales), ya que la dinámica de la violencia
18
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
intrafamiliar en personas LGBTI tiene los mismos parámetros que se consideran en la valoración de
violencia intrafamiliar y de violencia de la pareja heterosexual.(8)
Es importante que los profesionales de la salud conozcan que el comportamiento sexual de las/os
usuarios/as/pacientes, ya sea LGBTI o heterosexual, no responde necesariamente a los prejuicios
socialmente generados sobre sus prácticas sexuales. Así por ejemplo, el riesgo de una infección
de trasmisión sexual aumenta al exponerse a prácticas sexuales inseguras sea heterosexual u
homosexual, pues esto no está condicionado a la orientación sexual. Por tanto, los riesgos variarán
de acuerdo a un sinnúmero de condiciones en las que se realiza una práctica sexual específica. Los
profesionales de la salud deben conocer la gama de prácticas sexuales con el fin de brindar asesoría y
atención apropiada a el/la paciente, y con ello generar condiciones para que las mismas sean seguras,
más no con el objetivo de lograr que las personas dejen de tener una práctica sexual específica (ver
anexo 1).
Algunas investigaciones sobre comportamientos relacionados con la salud entre las personas
LGBTI han demostrado niveles elevados de tabaquismo, consumo de alcohol y el uso de drogas en
comparación con sus pares heterosexuales, lo que parece estar determinado por la discriminación y los
niveles de estrés más elevados en la población LGBTI por el entorno homofóbico y de discriminación.
Ya sea que consuman para relajarse o para facilitar las relaciones sociales, la consecuencia suele ser
la adicción, la misma que está asociada con unas mayores tasas de cáncer, cardiopatía y enfisema.
(26)
También hay evidencia que indica que mujeres lesbianas pueden tener un mayor riesgo de obesidad
que sus pares heterosexuales. Existen pocos datos para describir por qué existen estos niveles
elevados, pero esta información es útil para que las y los profesionales de la salud lo investiguen en
su consulta. (26)
La salud física y mental son condiciones básicas para la búsqueda y el desarrollo de estos deseos y
capacidades, y son fundamentales para la capacidad de una persona para llevar una vida acorde con
la dignidad humana.
Pregunte acerca de las prácticas sexuales para evaluar los riesgos de salud, pero recuerde indagar también la orientación
sexual e identidad de género de la persona.
Trate de familiarizarse tanto con la jerga y términos técnicos empleados para definir las prácticas sexuales.
Desarrolle conocimiento acerca de las prácticas sexuales en correlación a los riesgos evitables, que pueden ser discutidos
durante la consulta.
Consulte sobre el consentimiento de una práctica sexual y luego asesore acerca de relaciones abusivas, violentas, ante una
persona que ha sido herida durante la actividad sexual.
Desarrolle conocimiento sobre los patrones de consumo de alcohol, drogas y asesore a los y las pacientes que lo ameriten.
Personas LGBTI pueden tener un mayor riesgo de abuso de sustancias.
19
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Evalúe los programas de recuperación por abuso de drogas y alcohol, para saber si es adecuado para personas LGBTI,
sobre todo si tienen afiliación religiosa, para asegurar un abordaje integral.
Infórmese lo más posible sobre el argot popular y técnico sobre las drogas.
Evalúe el abuso de tabaco. Se han encontrado niveles elevados de consumo de tabaco entre las personas LGBTI en
comparación con heterosexuales.
Evalúe el abuso de alcohol. Se han encontrado niveles elevados de consumo de alcohol entre las personas LGBTI en
comparación con heterosexuales (ver anexo 5).
Evalúe el abuso de drogas. Se han encontrado niveles elevados de consumo de drogas entre las personas LGBTI en
comparación con heterosexuales.
Evalué el IMC en mujeres lesbianas. Se ha encontrado un riesgo elevado de obesidad entre mujeres lesbianas en
comparación con heterosexuales.
La mayoría de personas LGBTI que acceden a los servicios médicos, lo hacen con la gama habitual
de problemas de salud observados en general. Sin embargo, hay determinados temas de salud
sexual que se debe considerar para garantizar una atención integral acorde a las necesidades de
cada usuario/a/paciente.
Algunas personas se rehúsan a revelar su orientación sexual a los profesionales de la salud y/o
discutir sus prácticas sexuales por miedo al rechazo, lo que puede afectar el control de su salud sexual
y tratamiento. Al hablar de la salud sexual de los hombres homosexuales y bisexuales, es importante
tener en cuenta a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), pero que no se
identifican como homosexuales o bisexuales. HSH es un término epidemiológico que abarca a todos
los hombres en este grupo.
Todas las personas, entre las que se encuentran las poblaciones LGBTI, requieren de prevención de
infecciones de transmisión sexual (ITS) y virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Prácticamente
todas las prácticas sexuales pueden conllevar en menor o mayor medida la posibilidad de contraer
ITS y VIH. Tome en cuenta los principios de la consejería que se encuentran en la Guía de VIH/SIDA
y enfermedades de transmisión sexual en Ecuador del Ministerio de Salud Pública. (6)
Tome en cuenta que los HSH se constituyen en un porcentaje alto de personas diagnosticadas con el
VIH en Ecuador. Un escenario similar más complejo tienen las mujeres trans que llegan a presentar
niveles de incidencia de VIH incluso más alto.(22)
Hay que puntualizar que las mujeres lesbianas y bisexuales han sido percibidas como un grupo de
bajo riesgo por los profesionales de la salud. Como resultado las mujeres lesbianas y bisexuales
pueden correr peligro en términos de las infecciones de transmisión sexual y el menor uso de píldoras
anticonceptivas, por ello actualmente se recomienda que deben ser tamizadas al igual que las mujeres
heterosexuales.(22)
20
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
deslegitimando sus prácticas sexuales, fortaleciendo la arcaica concepción del sexo solo ligado a lo
genital (pene/vagina) y reiterando la heterosexualización generalizada.
Esta concepción, a más de ser discriminatoria y excluyente, ocasiona que muchas de las necesidades
y riesgos en salud sexual no reciban atención médica. Las mujeres lesbianas y bisexuales requieren
los mismos controles ginecológicos de rutina estipulados para las mujeres heterosexuales. Se debe
incluir la realización de colposcopía y del Papanicolaou. (27)
Una situación recurrente e incómoda para varias mujeres lesbianas cuando son visibles en las
consultas es la presunción de la imposibilidad o la falta de deseo reproductivo. Esto responde a una
creencia errónea de que las mujeres lesbianas no desean, no pueden o no deben ser madres. Por otro
lado “las mujeres trans que se hayan realizado vaginoplastías y los hombres trans también requieren
controles ginecológicos que dependerán de cada situación en particular”. (18).
Tome en cuenta que las personas trans se enfrentan a altos niveles de transfobia en la forma de
discriminación, estigmatización, violencia, enjuiciamiento e, incluso, extorsión. Esta situación
contribuye de forma directa y significativa a su vulnerabilidad, y crea obstáculos al acceso a los
servicios de salud.
Por tanto, no se trata de atribuir prácticas sexuales a un determinado grupo, sino orientar para que
éstas sean seguras. Es necesario tener en cuenta que todas/todos tenemos derecho a la libertad
sexual, autonomía, a la integridad, a la seguridad sexual del cuerpo, a la equidad y al placer sexual. Se
debe romper la idea de que los derechos sexuales están asociados solo a la sexualidad heterosexual.
“Cuando se refiere a derechos sexuales de las personas LGBT parta del reconocimiento de una
diversidad de prácticas, experiencias y representaciones, independientes del modelo heterosexual”.
(19)
Las/los profesionales de salud tienen la obligación de brindar atención tomando en cuenta las prácticas
sexuales y ofrecer información apropiada para cada una de las necesidades de la población LGBTI.
Asesoren para la toma de decisiones a las/los pacientes informando sobre los aumentos recientes de
infecciones de transmisión sexual entre los HSH, personas trans, gays u otras poblaciones, explicando
la sinergia entre la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, además de ayudar
a entender cómo las ITS son transmitidas y cómo pueden prevenirse. Adecúe la prevención en cada
situación en particular, por ejemplo la penetración anal o vaginal (la prevención de prácticas con
penetración se basa en uso correcto del preservativo y lubricantes hidrosolubles) (ver anexo 2).
Incluya a las mujeres lesbianas, bisexuales y personas trans masculinos, en las recomendaciones de cuidado de salud
sexual y salud reproductiva.
Esfuércese por desarrollar comodidad y confianza al realizar la historia sexual, pues es fundamental para una evaluación
completa de los riesgos.
Brinde atención inmediata, la identificación y el tratamiento de infecciones de transmisión sexual, pueden tener un efecto
positivo en la supervivencia a largo plazo y en las tasas de transmisión.
21
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Fomente la realización de pruebas diagnósticas de ITS y VIH, la detección de enfermedades de transmisión sexual es tan
importante como la detección de VIH. Preste especial atención a la sífilis.
Asesore acerca de la notificación a las parejas sexuales actuales y anteriores, en el caso de que se den resultados positivos
en una ITS.
Ofrezca a los hombres homosexuales y bisexuales, así como trans femeninas, examinarse para la hepatitis A, B y C.
Ofrezca vacuna de hepatitis A o B, si los resultados indican que no hay infección o inmunidad previa. La prevención de la
hepatitis C debe ser alentada.
Discuta sobre el riesgo de transmisión a otras personas en casos de que una o un usuario tenga hepatitis B o C crónica o
aguda, y como evitar esta trasmisión.
Asesore sobre el comportamiento de riesgo sexual y estrategias de reducción del riesgo para todas las enfermedades de
transmisión sexual. Las consultas de atención primaria son una importante oportunidad para la educación sobre prácticas
sexuales más seguras.
Preste atención a los lugares menos comunes de presentación de ITS en hombres homosexuales, bisexuales, HSH y trans
femeninas, como la faringe o el ano. Las verrugas anales y displasia tienen una incidencia mucho más alta entre los HSH y
trans femeninas, que en los hombres que tienen sexo con mujeres.
Examine a personas varones homosexuales o bisexuales y trans femeninas sexualmente activas, dependiendo de sus
prácticas sexuales, sobre todo las respectivas zonas (genital, cavidad oral, recto), para detectar ITS.
Considere la "prueba de Papanicolaou anal" para evaluar las verrugas anales y/o carcinoma anal y la realización de la
citología cervical de rutina.
De charlas sobre sexualidad y protección durante la relación sexual; esto aumenta la aplicación de medidas preventivas.
Las personas trans se enfrentan a numerosos problemas médicos, psicológicos y sociales complejos,
los cuales incluyen un largo proceso de entender su identidad, su género y orientación sexual. A
menudo estos problemas se complican porque deben lidiar con la discriminación, desconocimiento,
estereotipos, violencia, lo cual genera la negación del acceso a los sistemas de apoyo social y de
salud, todo esto deteriora su calidad de vida.
Para que la atención en salud a las personas trans sea acertada, es indispensable partir de la
compresión del significado de la palabra y conocer qué tipos de identidades trans existe. La palabra
trans es un término que se usa para referirse a las “personas cuya identidad y/o expresión de género
no se corresponde con las normas y expectativas sociales tradicionalmente asociadas con el sexo
asignado al nacer”. (28)
Los conceptos más utilizados para abarcar a las identidades trans son: transgénero, travesti y
transexual.
22
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
se concibe como femenino. Muchas de ellas recurren a tratamientos hormonales a base de estrógenos
para modificar su cuerpo, aunque no necesariamente quieren llegar a una cirugía de reasignación
genital.
El travesti o travestido se refiere “a aquellas personas que esporádicamente se visten y actúan con
los códigos del género opuesto, aunque en su vida social y cotidiana se identifiquen con el género
que les fue atribuido al nacer”. (29) Las y los travestis generalmente se sienten cómodos con su
sexo asignado y no desean cambiarlo. El travestismo no indica la orientación sexual. Transexual “es
aquella persona que quiere someterse a una reasignación genital y modificar su cuerpo para vivir en el
género que siente como propio. Como bien dice la palabra, es una transición en el sexo biológico”. (29)
A menudo la transición corporal de personas transexuales se rige desde un paradigma médico que
establece los parámetros para alcanzar los cambios anatómicos deseados a través de procedimientos
hormonales y quirúrgicos. En el caso de las transiciones de hombre a mujer (transexuales femeninas
o mujeres transexuales) se realizan implantes de senos, terapias hormonales con estrógenos,
depilaciones del vello facial y corporal, operaciones para definir rasgos faciales femeninos y la
cirugía de reasignación genital (vaginoplastia). En el caso de las transiciones corporales de mujer
a hombre (transexuales masculinos u hombres transexuales) se realizan extirpaciones de los senos
(mastectomías), terapias hormonales con testosterona, histerectomías (extirpación del útero y los
ovarios) y la faloplastia.
Las personas trans utilizan los medios que les permitan coincidir en el mayor grado posible con sus
identidades de género. Este proceso de transición a través de intervenciones médicas generalmente es
conocido como reasignación de sexo o género, pero más recientemente también se lo ha denominado
afirmación de género.
Los profesionales de la salud deben saber que las personas trans experimentan su identidad
transgénero de diversas maneras y pueden llegar a tomar conciencia de su identidad a cualquier
edad. Algunas personas pueden rastrear sus identidades y sentimientos transgénero desde que tienen
memoria. Hay que entender que la sexualidad humana es una realidad que se puede modificar y que
no todos nos definimos como heterosexuales.
Precisamente las identidades trans subvierten las normas binarias del género y la sexualidad. “Por
ejemplo, una persona puede adoptar una identidad de género femenina aunque biológicamente
haya nacido hombre, o a su vez puede identificarse en masculino aunque haya nacido mujer”. (29).
Es importante entender que las identidades trans mutan y cambian continuamente. El cuestionar
y rechazar la ‘patologización’ de las mismas es una tarea del sistema de salud, entendiendo que
es un derecho que tienen las personas a auto determinarse de acuerdo a su género, por tanto los
profesionales de la salud deben brindar la atención en salud tomando en cuenta las necesidades,
particularidades de la población trans, para que tanto el diagnóstico como el plan de tratamiento a ser
brindado sea el más acertado.
A pesar de las luchas por el reconocimiento de los derechos de las personas trans, aún persiste la
discriminación, violencia y exclusión. Según el estudio de “Situación de los derechos humanos de las
personas Trans en el Ecuador” realizado por el Consejo Nacional para la Igualdad de Género en el
2015, (28) evidencia que 7 de cada 10 personas trans han vivido alguna forma de discriminación en
el ámbito familiar.
23
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Obligación a vestirse de acuerdo a su sexo biológico 346 69,5 % 152 30,5 % 498
Prohibiciones de salir con otras personas 319 64,1 % 179 35,9 % 498
Prohibición de asistir a actividades propuestas por grupos GLBTI 237 47,6 % 261 52,4 % 498
Este mismo estudio muestra cuáles son las formas de imposición que la población trans ha vivido en
el ámbito familiar. A continuación aquellas experiencias de imposición (tabla 3).
Le hacen sentir que debe ser más masculina o femenina 287 62,1 % 175 37,9 % 462
Imposición de un novio/a para que cambie 170 36,8 % 292 63,2 % 462
24
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
y transexuales que van desde tener que vestirse de acuerdo a su sexo biológico, pasando por la
imposición de un novio o novia, como el que deben acudir a un psicólogo o un psiquiatra para ser
“curado”. Todo esto demuestra que las identidades trans no son respetadas, y por el contrario se
impone sobre sus cuerpos y comportamientos la lógica del binario hombre-mujer. Prácticas que
promueven distintas formas de violencia (física, psicológica y sexual) al interior del entorno familiar y
se exacerban también fuera, dan lugar a la transfobia. Como toda forma de discriminación, ésta se
manifiesta en distintos ámbitos de la vida social: familia, educación, campo laboral, sistema de salud,
servicios públicos, política, actividades culturales y en el sistema jurídico.
Según la encuesta del Instituto Nacional de estadísticas y Censos (INEC) sobre Condiciones de vida la
población LGBTI, de 479 personas trans encuestadas, el 45% ha vivido violencia; el 82,3% ha recibido
gritos, insultos, amenazas o burlas por parte de sus familiares; el 15,7% ha sido acosada sexualmente
y el 84,8% ha sido obligada a tener relaciones sexuales por parte de sus familiares. (2)
En el ámbito de salud, el estudio sobre la “Situación de los derechos humanos de las personas Trans
en el Ecuador” realizado por el Consejo Nacional para la Igualdad de Género (2016), muestra que,
según los 875 casos encuestados: el 56% ha solicitado atención por salud en los últimos 3 meses, un
18,1% refiere haber requerido atención en los últimos 6 meses y un considerable 15,1% informa no
haber solicitado atención por salud hace más de un año o nunca. (28)
El mismo estudio “indagó sobre los motivos por los cuales las personas trans no acuden a los servicios
de salud, la razón más frecuente está relacionada con la atención o el trato; es decir, por no sentirse
cómodos/as en la atención de salud, por no considerar la atención de los centros de salud cordial,
sensible y amable; o por haber tenido malas experiencias con los profesionales de medicina”. (28)
Estas estadísticas muestran la necesidad de las personas trans, por recibir atención adecuada, de ahí
la importancia de que los profesionales de la salud estén bien informados y capacitados, para superar
tanto los vacíos, como los prejuicios que tengan frente a esta identidad sexual. Los profesionales de
la salud tienen que tomar en cuenta que en ocasiones, sus cuerpos no coinciden con su identidad o
expresión de género, pueden o no haber pasado (o desean pasar) por los tratamientos médicos de
modificación del cuerpo para afirmar sus géneros.
No se debe tratar a la persona trans como si sólo fuera un cuerpo. El cuerpo de una persona trans
puede tener elementos, rasgos o características que no se ajustan a la identidad de género. Por
tanto, es importante señalar que para las personas trans, su anatomía no necesariamente las define,
aunque esa anatomía puede requerir tratamientos que típicamente suelen otorgarse a las personas
del otro sexo. El profesional de salud debe respetar la identidad de género de la persona que consulta,
independientemente de su apariencia física. Para proveer el cuidado de una persona trans debe
hacerlo de modo sensible, respetuoso de manera que reconoce y respete la auto-descripción o la
auto-identificación de género del usuario. (23)
Es importante mencionar que las personas trans pueden tener prácticas sexuales diversas. “Es clave
que el profesional de salud no haga suposiciones, sino que reconozca que la identidad de género y la
orientación sexual son categorías distintas. Por ejemplo, muchas mujeres trans (transfemeninas) que
tienen sexo con hombres son versátiles, es decir, no siempre adoptan una posición pasiva (receptiva)
durante el sexo anal”. (19)
25
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Las personas trans deben ser valoradas en relación a sus necesidades de salud inmediatas, sus
problemas de salud o enfermedades deben ser atendidos según sea necesario: “Compruebe si hay
alergias, antecedentes médicos, especialistas que hayan consultado, uso de medicación crónica y
episódica, incluyendo cualquier medicamento hormonal del otro sexo y su fuente: receta médica,
vendedores ambulantes, medicamentos compartidos con otras personas, así como la duración del
uso y/o cualquier complicación”. (19)
“Algunas mujeres transexuales pueden haberse aplicado hormonas, inyecciones de aceite de silicona
de grado médico o industrial, aceites lubricantes, selladores de masilla, aceite de bebé y una variedad
de otras sustancias en sus caderas, nalgas, muslos, mamas, los labios o la cara. Estas inyecciones
pueden haberse administrado ellas mismas, o por sus compañeras, médicos sin escrúpulo. Explique
y valore los riesgos asociados con estos procedimientos, ya que muchas veces incluyen infecciones
locales y sistémicas, la formación de émbolos, la formación dolorosa de granulomas, y un síndrome
inflamatorio sistémico que puede ser fatal.” (18)
En el caso de las personas trasmasculinas evalúe y prevenga el cáncer de cuello de útero y mamas. Si
bien es cierto que su identidad no está definida por sus características biológicas, requieren cuidados
ginecológicos y los profesionales de la salud tienen la responsabilidad de garantizar el derecho a la
salud integral de las personas trans.
Debe explorarse el riesgo actual o futuro de las mujeres trans para inyecciones de relleno de tejidos
blandos, y se les debe asesorar adecuadamente. (18)
Diríjase a la personas trans con el nombre y género que deseen utilizar. Respete la identidad de género preferida.
Familiarícese con las distintas variables anatómicas, psicológicas y sociales alrededor de la orientación sexual y la
identidad de género, reconocer que él o la usuaria pueden estar en desacuerdo con uno o más de estos factores.
Proporcione un ambiente seguro y sin prejuicios a las personas trans. Reconozca sus sentimientos personales y/o
prejuicios sobre las variantes de género, motivaciones individuales de la persona trans o estado mental. Exprese como su
principal interés el bienestar de su usuario/a trans, como lo haría con cualquier otra persona en consulta.
Consulte a la persona si usted duda de su identidad de género, o solicite su auto-identificación por medio de preguntas
orientadoras y no sesgadas.
Sea consciente de los sentimientos de angustia que él o la usuaria trans puede experimentar durante la consulta acerca
de su cuerpo o historia de vida. Las personas trans pueden ser particularmente sensibles en el examen físico (ej.
desvestirse para el examen físico).
Reconozca que algunas personas trans pueden tener características físicas modificadas por tratamiento hormonal o
cirugía anterior. Pregunte las características de estos tratamientos, de ser necesario.
Evite hacer suposiciones basadas en la identidad o expresión de género, acerca de la orientación sexual de una o un
paciente, así como su estado relacional (soltero/a, en relación, etc.), paternidad o maternidad.
26
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Realice todos los exámenes necesarios en personas trans masculinas y trans femeninas (Anexo 4) que han sido
reasignadas sexualmente, reconociendo que no todos los órganos sexuales natales pueden haber sido extirpados
quirúrgicamente. Por ejemplo, llevar a cabo exámenes de próstata para trans femeninas y exámenes de mama, útero
para trans masculinos como parte del diagnóstico integral.
Para todo hombre trans con cérvix, realice Papanicolaou y otros estudios de acuerdo a los estándares nacionales.
Valore las condiciones de violencia y discriminación a las que están expuestas las personas trans, realice tamizaje y
asesoría de acuerdo a la normativa de atención de violencia de género y otras del Ministerio de Salud Pública.
Brinde a las personas trans atención integral apropiada y entregue información en relación a prevención del uso de
terapias hormonales y quirúrgicas.
Oriente y asesore qué hay que hacer para evitar las infecciones de transmisión sexual, capaces de pasar de una persona
a otra, aún cuando mantengan relaciones sexuales sin penetración en el caso de los varones transmasculinos.
Explore si la persona transmasculina se ha realizado la histerectomía, anexectomía o técnicas quirúrgicas mediante las
cuales se proceda a la extirpación de la matriz y los ovarios. Estas intervenciones suponen la base de la cirugía posterior
de reasignación de género. Refiera recomendaciones.
Brinde a las personas trans atención integral apropiada y entregue información en relación a prevención del uso de
terapias hormonales y quirúrgicas.
La intersexualidad forma parte de la variación sexual biológica del sistema reproductivo y sexual de
los cuerpos. Las personas intersexuales nacen con “cromosomas sexuales”, genitales externos, y/o
sistemas reproductivos internos que no son considerados exclusivamente masculinos o femeninos.
También se conoce como “genitales ambiguos” o trastorno del desarrollo sexual.
Por lo referido, en el presente Manual utilizaremos la palabra desorden. Las personas con desorden
en el desarrollo sexual (DSD) experimentan angustia y sufrimiento como resultado de las cirugías
de asignación de sexo, a menudo realizadas sin el consentimiento de la persona poco después del
nacimiento. Esto puede llevar a la creación de una apariencia física con la que la persona no se
identifica. (18)
27
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
“Los profesionales de la salud que atienden a personas que presentan desorden en el desarrollo
sexual (DSD) tienen que ser conscientes de que el contexto médico en el que estas personas han
crecido suele ser muy diferente a la de las personas sin DSD. Los historiales médicos relacionados
con el género de las personas con DSD son a menudo complejos. Sus historias pueden incluir una
gran variedad de elementos atípicos innatos de orden genético, endocrino y somático, y también
pueden haber sido sujetos de diversos tratamientos médicos hormonales, quirúrgicos y de otra índole.
Por esta razón, muchas cuestiones adicionales deben ser consideradas en la atención psicosocial y
médica de estas personas”. (18)
Existen varias condiciones hereditarias que pueden causar esta presentación en el nacimiento: el
síndrome de insensibilidad a los andrógenos, síndrome de Klinefelter, hiperplasia congénita adrenal,
agenesia vaginal, la deficiencia de 5-alfa reductasa y la disgenesia gonadal. En muchos casos, el niño
o niña presenta un agrandamiento del clítoris o un pene muy pequeño con una vagina inadecuada o
testículos subdesarrollados. Se estima conservadoramente que uno de cada 2.000 recién nacidos tiene
características de genitales ambiguos, y que entre 100 y 200 reasignaciones quirúrgicas pediátricas se
realizan en los Estados Unidos cada año. (30)
Como una cuestión cambiante en el ámbito de la medicina y de la ética médica, ésta es un área donde
los profesionales de la salud deben abogar por la intervención clínica de las personas con desorden en
el desarrollo sexual basada en la evidencia en los resultados y la eficacia del tratamiento, para lo cual
las investigaciones y propuestas de política de salud (en la atención, asesoramiento y seguimiento)
deben recoger experiencias basadas en evidencia y buenas prácticas. Para el manejo de personas
con desorden en el desarrollo sexual, la o el profesional de la salud, deberá remitirse a la norma que
la Autoridad Sanitaria emitirá para el efecto.
Reconozca los aspectos éticos específicos sobre el cuidado de los bebés con desorden en el desarrollo sexual (DSD).
Reconozca las posibilidades que la unidad de salud a la que pertenece tiene para solventar las necesidades de atención de
las personas con DSD. La respuesta a las necesidades requiere un abordaje multidisciplinario (endocrinología, pediatría,
urología, nefrología, genética, psicología, enfermería, trabajo social, y psiquiatría en algunos casos).
Remita a unidades de salud especializadas con capacidad resolutiva para estos casos.
Conozca acerca de los recursos biopsicosociales disponibles para ayudar en la toma de decisiones y la atención de estas
personas.
El consentimiento previo, libre y completamente informado de la persona con DSD es un requisito que se debe garantizar
en todos los protocolos y prácticas médicas.
Comprenda las implicaciones respecto al cuidado de personas con DSD que han tenido cirugías previas para reasignar el
sexo.
Tome en cuenta que el intervenir quirúrgicamente a una persona con DSD debe darse solo cuando las condiciones y
características intersexuales les genere deterioro en su salud física, psíquica y emocional.
Proporcione información para las familias y los/as niños/as, adolescentes, para que comprendan sus condiciones en cada
etapa de desarrollo.
28
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Conozca acerca de equipos de referencia, que incluyan la salud mental y proporcionen apoyo a los padres que tienen niños/
as intersexuales, a fin de que consideren cuidadosamente las opciones.
Cree y facilite contextos de contención para las personas con DSD, sus familias y quienes las y los rodean.
La situacion se complica aún más cuando las mujeres lesbianas, bisexuales y trans (LBT) provienen
de minorías sociales, culturales, religiosas o étnicas. La salud es el resultado de la confluencia de
diversos factores que convergen y determinan los perfiles de salud/enfermedad. De ahí que los
aspectos socioculturales pueden ser determinantes positivos u obstáculos para alcanzar la salud,
puesto que la salud implica que todas las necesidades fundamentales de las personas estén cubiertas,
sean éstas: afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales y culturales.
Hay que cerciorarse de que el sistema de salud garantice la atención a las personas LBT y tome en
cuenta su realidad y necesidades específicas. Los profesionales de la salud deben evitar concepciones
sobre la salud e imaginarios sociales que generen barreras para que las poblaciones diversas puedan
acceder a servicios de salud de calidad.
Según varias investigaciones, las personas LBT son menos propensas que las mujeres heterosexuales
a realizarse frotis cervical, citologías y mamografía (espontaneo o referido), así como examinar sus
propios senos. (22). Los profesionales de la salud deberán alentar a las mujeres lesbianas y bisexuales
a realizarse exámenes regulares de frotis cervical y llevar a cabo regularmente auto examen de mama.
(22). Es importante que el profesional de la salud tenga información sobre la historia sexual de la
paciente, lo cual se puede obtener mediante algunas preguntas básicas (ver anexo 6).
29
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
La evidencia epidemiológica sugiere que las lesbianas podrían estar en riesgo de padecer cáncer
de mama debido a tener menos embarazos, tener niños a avanzada edad, consumir alcohol, tener
mayor índice de masa corporal y tener menor acceso a los servicios de salud. Puede haber el error
de asumir que las mujeres lesbianas y bisexuales tienen un riesgo bajo de cáncer cervical, pero hay
que considerar que se han identificado lesiones intraepiteliales escamosas en mujeres lesbianas que
nunca han tenido relaciones sexuales con hombres. (22)
Comprenda las razones de la reticencia de muchas mujeres lesbianas y mujeres bisexuales a buscar atención, y sea
consciente de los posibles efectos negativos de la homofobia en su cuidado.
Evite hacer suposiciones heterosexuales cuando recoja información social y médica sobre las mujeres a las que atiende.
Ejemplo: no asuma que si tiene hijos por ende tiene una pareja masculina.
Evalúe a mujeres lesbianas y bisexuales en base a los mismos criterios que se utilizan para la mujer heterosexual. El sexo
lésbico puede transmitir enfermedades de transmisión sexual.
Realice el tamizaje en salud necesario, cuando amerite, considerando que mujeres lesbianas son más propensas que las
mujeres heterosexuales a tener cáncer de ovario.
Anime a todas sus pacientes de sexo femenino a hacerse exámenes regulares y mamografías de acuerdo a las guías
clínicas. Considere que las mujeres lesbianas pueden ser más propensas que las mujeres heterosexuales a tener cáncer
de mama, pero tienen menos probabilidades de acceder a los servicios de salud.
Las mujeres bisexuales pueden quedar embarazadas si practican penetración vaginal receptiva. Oriente sobre el embarazo
no deseado y su prevención con el uso de anticonceptivos o preservativos.
Las mujeres lesbianas y bisexuales requieren los mismos controles ginecológicos anuales de rutina estipulados para todas
las mujeres. Esto incluye la realización del tamizaje por citología cervical de acuerdo a las guías clínicas nacionales.
Enseñe a las mujeres lesbianas en consulta a realizarse la autoexploración de mamas para detección oportuna del cáncer
de mama (DOC)
Realice tamizaje para cáncer de mama como en la población general de acuerdo a los lineamientos del MSP. (32) Exámenes
adicionales como ecografía deben reservarse a criterio del especialista. Si hubiera factores de riesgo para cáncer de mama
(familiar, genético, exposición a radicación en tórax, etc.) se puede iniciar el tamizaje de manera temprana según criterio del
especialista. Dichos factores de riesgo deberían discutirse desde la primera consulta.
30
Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Brinde a las personas transmasculinas atención integral apropiada y entregue información en relación a prevención del uso
de terapias hormonales y quirúrgicas.
Si bien no es el caso de que todas las personas LGBTI están en riesgo elevado de un deterioro de la
salud mental como consecuencia de estrés de minorías sexuales, la evidencia científica indica altos
niveles de suicidio entre los y las personas LGBTI de manera consistente. Adicionalmente, dicha
evidencia indica elevados niveles de factores de riesgo para la salud mental (depresión, aislamiento y
mal uso de sustancias como alcohol, tabaco o drogas, entre otros) de las personas LGBTI. (18)
Otro de los riesgos para la salud mental de las personas LGBTI son los internamientos involuntarios
o forzados a los cuales son sometidos/as con el afán de “curar la homosexualidad”. El Ministerio de
Salud Pública realiza controles periódicos y operativos a los Centros de Recuperación de Adicciones
a fin de evitar la vulneración de los derechos humanos de las personas que se encuentran en estos
Centros. Cualquier información o denuncia debe ser canalizada a los comisarios de salud o a la
autoridad sanitaria local.
Los resultados de los mencionados operativos reflejan la discriminación y violencia contra las personas
LGBTI, donde se han identificado prácticas que vulneran derechos humanos, tales como:
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Aunque las actitudes sociales hacia las mujeres lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex han
cambiado notablemente en los últimos años, aún las personas LGBTI pueden experimentar la
discriminación, la exclusión, el acoso; y en el caso de las/los jóvenes en particular, pueden verse
afectados por el ‘bullying’ homofóbico, ocasionando trastornos psicológicos y sentimientos de
aislamiento. Esto es particularmente cierto para las personas que se reconocen como LGBTI siendo
jóvenes. Influye también la respuesta de sus familias y el lugar de residencia, lo que hace que
tengan que luchar contra los prejuicios y la desinformación acerca de su orientación sexual. A menudo
temen ser rechazados por la familia y amigos si revelan su orientación sexual. Esto puede verse
agravado por el aislamiento rural para los que viven fuera de las zonas urbanas.
Hoy en día, las “terapias de cambio de orientación sexual” no tienen ningún rigor científico y son dañinas
para sus potenciales “pacientes”, además de estar totalmente desacreditadas en el mundo científico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace mucho tiempo que descatalogó la homosexualidad
como enfermedad mental y recomendó que no se siguieran practicando las “terapias” encaminadas a
cambiar la orientación sexual de las personas. Aun así, todavía hay psiquiatras y clínicas que ofertan
la “curación de la homosexualidad”. Las víctimas de estas terapias suelen ser menores de edad a los
cuales no se toma en cuenta su derecho de decisión, ya que éste lo detentan sus padres, para quienes
la homosexualidad sigue siendo motivo de vergüenza o entendida como una enfermedad. (35)
Las/los profesionales de la salud pueden proporcionar a estos pacientes la oportunidad de discutir las
experiencias que afectan su salud mental y en su caso los pacientes LGBTI evaluar la salud mental
y el riesgo de suicidio, así como trastornos psicológicos (incluidos depresión, ansiedad, abuso de
sustancias) y la falta de apoyo social.
Las investigaciones también han encontrado que la ‘salida del armario’ y la aceptación de la orientación
sexual están fuertemente relacionadas con el buen ajuste psicológico, es decir, la percepción más
positiva de la identidad sexual mejora la salud mental y la autoestima. La recomendación o referencia a
los servicios de salud mental y otros servicios de apoyo, tales como el asesoramiento y la psicoterapia,
debe ser considerado en estos casos. Los pacientes también pueden beneficiarse de la remisión a las
organizaciones LGBTI locales.
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
reaccionar con sorpresa. La tarea de los profesionales de la salud consistirá en brindar información
adecuada para que los padres puedan conocer sobre la diversidad sexual, orientación e identidad de
género, reduciendo de esta forma los riesgos que se podrían desprender de esta situación. No hay
ninguna razón que justifique que el adolescente gay, trans o la adolescente lesbiana tenga que vivir
su homosexualidad como un problema, como un proceso traumático, que le marque negativamente
en su desarrollo personal.
Si los padres y las madres no asumen la homosexualidad de sus hijos igual que se asume cualquier
otra de sus particularidades o cualidades, (como el gusto por unos deportes en lugar de otros), si no
aprenden a quererlos simplemente porque son hijos suyos, si no expresan el apoyo y comprensión
hacia el hijo gay o la hija lesbiana o hijo trans sin avergonzarse, sin tratar de esconderlo, sin lamentar
su homosexualidad, están contribuyendo a que su hijo o hija interiorice el prejuicio anti homosexual.
El/la adolescente vivirá su homosexualidad como un problema, no podrá desarrollarse como persona,
lo cual le causará mucha insatisfacción e infelicidad.
“La educación sexual es, antes de nada, la promoción de nuevas actitudes y formas de ser, el hecho
básico de ser sexuado con sus implicaciones. Las personas todas diferentes, plurales y diversas,
vivimos el hecho de ser sexuados de diferente manera. La sexualidad, por lo tanto, hace referencia al
modo propio de verse, sentirse y vivirse hombre o mujer, y de entenderse desde dos posibilidades de
conducta sexual: la heterosexualidad y la homosexualidad. Si esto es así, llegamos a la conclusión
de que en principio no existe ni la sexualidad normal ni la anormal, y que estamos en el camino de
nombrar las sexualidades en plural, ya que, cada persona experimenta su sexualidad de una forma
individual que no tiene por qué coincidir con una norma establecida o con una presunta normalidad
decretada por apriorismos.” (35)
“Si entendemos que toda persona es sexuada y que la sexualidad es una dimensión básica que
tiene diferentes formas de concreción, no podemos discutir, prohibir ni mucho menos “permitir” las
conductas homosexuales, ya que es un hecho que debe ser admitido. Convertirlo además en un
aspecto susceptible de ser planteado en el terreno de la salud, supone ‘despatologizarlo’ y solucionar
en gran medida los conflictos y creencias negativas que surgen de la/el usuario/paciente que vive su
deseo respecto a personas de su mismo sexo.” (35)
Tome en cuenta que aunque el/la adolescente pueda reconocer su propia homosexualidad, los
modelos sociales a su alcance son heterosexuales. “Como consecuencia de todo ello, el proceso
de formación de la identidad homosexual es especialmente doloroso y conflictivo, no por razones
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
inherentes a la homosexualidad, sino por su valoración social. El hecho de vivir una orientación
sexual u otra no tendría, por sí mismo, que implicar procesos diferentes de vivir la propia sexualidad. A
pesar de que los inicios están dificultados socialmente, una vez concluido este proceso, la orientación
homosexual se vive por lo general de un modo satisfactorio e integrado.” (35)
Se trata, por tanto, de humanizar la sexualidad y sus formas para no relegar a muchas personas con
formas diversas de expresión de sus deseos. La tarea del sistema de salud es la de desmontar los
estereotipos, fomentar una actitud de conocimiento y comprensión de la homosexualidad e incidir en
que todos los matices puedan ser vividos sin tensiones ni miedos. Diferenciar bien que el problema no
es la homosexualidad sino la homofobia, el odio a las personas homosexuales o a ser homosexual es
fundamental. Se recomienda consultar la Guía de Supervisión “Salud de Adolescentes” emitida por el
Ministerio de Salud Pública con Acuerdo Ministerial No. 00004863 publicado en la Edición Especial del
Registro Oficial No. 308 de 24 de julio de 2015.
Reconozca que la homosexualidad NO requiere de tratamiento, no es una enfermedad. Las “Terapias reparadoras" son
dañinas.
Identifique el estrés de minorías sexuales (anexo 7), que conduce a niveles elevados de comportamiento suicida y
autolesiones entre las personas LGBTI.
Evalúe el riesgo de trastornos psicológicos en personas LGBTI, pues se evidencia un mayor riesgo, como resultado de
estrés de minorías sexuales
Evalúe, en caso de ameritar, la presencia de trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad y/o trastornos por uso
de sustancias.
Reconozca que la falta de apoyo durante la “salida del armario”, puede incrementar el riesgo de comportamiento suicida
entre las personas LGBTI. Brinde la asesoría a su alcance.
Brinde una atención sin prejuicios a las personas que viven con VIH/SIDA. Se puede solicitar una evaluación psicosocial.
Incluya a la pareja del mismo sexo en las decisiones de atención de salud cuando sea necesario y su paciente lo desee.
Evalúe el uso de alcohol y drogas, así como las conductas sexuales en pacientes LGBTI de edad avanzada.
Preste atención a la detección de la violencia basada en género e intrafamiliar entre personas LGBTI, así como entre
heterosexuales. Actúe de acuerdo a las normas y protocolos de Atención de Violencia de Género.
Pregunte a las/los pacientes acerca de los antecedentes personales de los eventos de odio/violencia (crímenes). Las
víctimas de la violencia tienen un mayor riesgo de trastorno de estrés post- traumático.
Maneje con suficiencia las temáticas de orientación sexual e identidad de género, así como las técnicas de entrevista sin
prejuicios.
Sea consciente que a menudo, un profesional de la salud puede ser la única persona con quien el/la adolescente va a
compartir su orientación sexual.
Conozca y reconozca recursos disponibles para adolescentes LGBTI, como los servicios de asesoramiento, grupos de
pares para los padres, apoyo que brindan organizaciones, redes locales, etc.
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Sea consciente de los factores de riesgo de los adolescentes LGBTI: ideación suicida, un mayor riesgo de enfermedades
de transmisión sexual y el abuso de sustancias (como el tabaco y el alcohol).
Evalúe y haga las referencias necesarias, si identifica riesgo suicida en adolescentes LGBTI.
Las/los adolescentes experimentan cambios físicos, emocionales y sociales que influyen en su sexualidad, por tanto, tome
en cuenta las condiciones de vulnerabilidad que pueden tener, además de considerar que sus necesidades e intereses son
múltiples.
Sea respetuoso frente a las opiniones, posiciones, experiencias, vivencias y reconocimiento del ejercicio de la sexualidad
de las/los adolescentes.
Reconozca prácticas de riesgo de las/los adolescentes que acuden a la consulta y facilite información suficiente para
generar actitudes reflexivas y de auto cuidado.
No se base en supuestos, muchas veces la apariencia física, actitudes o lenguaje corporal son solo una pose para auto
protegerse del entorno, por esto, es primordial escuchar activamente.
Facilite a los padres/madres del adolescente el acceso a información adecuada y objetiva, sin falsas creencias ni
estereotipos sobre la homosexualidad.
Oriente a los padre/madres que la homosexualidad no es una elección simple o fácil, y que por tanto no se trata de algo
que pueda ser modificable.
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% Porcentaje
APS Atención primaria en salud
CNIG Consejo Nacional de Igualdad de Género
CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos
HC Historia clínica
HSH Hombres que tienen sexo con hombres
DDS Desorden del desarrollo sexual
DOC Detección oportuna del cáncer
DUDH Declaración Universal de los Derechos Humanos
ITS Infección de transmisión sexual
INEC Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
LGBTI Lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersex
LB Lesbianas, bisexuales
LBT Lesbianas, bisexuales, trangénero
MAIS Modelo de Atención Integral en Salud
MSP Ministerio de Salud Pública
OMS Organización Mundial de la Salud
ONU Organización de las Naciones Unidas
OPS Organización Panamericana de la Salud
RDACCA Registro Diario Automatizado de Consultas y Atenciones Ambulatorias
SIDA Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirido
SNS Sistema Nacional de Salud
TDS Trastorno de desarrollo sexual
VIH Virus de inmunodeficiencia adquirida
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
8. Referencias
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
18. Organización Panamericana de la Salud. Por la salud de las personas trans: Elementos para el
desarrollo de la atención integral de personas trans y sus comunidades en Latinoamérica y el
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19. Gemetro F, Bacin G. Guía para Personal de Salud sobre Salud Sexual y Reproductiva y
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KAISER PERMANENTE; 2004.
25. Alston Philip, Anmeghichean Maxim, Cabral Mauro, Cameron Edwin, Onufer Sonia, Ertürk Yakin,
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28. Consejo Nacional para la Igualdad de Género (CNIG). Situación de los derechos humanos de las
personas trans [Internet]. 2016. Available from: https://www.google.com/search?q=Situaci%C3%
B3n+de+los+derechos+humanos+de+las+personas+trans+cnig&ie=utf-8&oe=utf-8
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30. Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica, Sección de la Asociación Española de Pediatría.
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31. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Guidelines for women’s health
care: a resource manual. 3rd ed. Washington D.C; 2007.
32. Ministerio de Salud Pública. Protocolo para la detección oportuna del Cáncer de Mama. Quito,
Ecuador; 2015.
33. Quinn GP, Sanchez JA, Sutton SK, Vadaparampil ST, Nguyen GT, Green BL, et al. Cancer and
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Autoridades
Dra. Margarita Guevara, Ministra de Salud Pública
Dra. Verónica Espinosa, Viceministra de Gobernanza y Vigilancia de la Salud
Dra. Jakeline Calle, Subsecretaria Nacional de Gobernanza de la Salud
Lcda. Consuelo Santamaría, Subsecretaria Nacional de Promoción de la Salud e Igualdad
Dra. Martha Gordon, Directora Nacional de Normatización
Equipo de trabajo
Dr. Edgar Zúñiga Salazar, Mgtr. Consultor.
Dra. Susana Guijarro, Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Lcda. Consuelo Santamaría, Subsecretaria Nacional de Promoción de la Salud e Igualdad.
Mgs. Patricio Aguirre, Director Nacional de Derechos Humanos Género e Inclusión.
Mgs. Ludi Quintana, Especialista de Institucionalización de Enfoques de Género Igualdad y Derechos
Humanos en Salud.
Dra. Ximena Raza, analista, Dirección Nacional de Normatización
Equipo de validación
Dr. Juan Panchi Médico Familiar
Dr. Jonatan Ávila Médico
Dra. Analía Bravo Médica
Dra. Lucía Ruano Médica
Psi. Cl. Camila Báez Psicóloga
Psi. Cl. María José Jiménez Psicóloga
Lic. Guido Cisneros Consejero VIH/SIDA
Lcdo. Fausto Cadena Consultor experto en Guías de Práctica Clínica
Md. Esteban Bonilla Dirección Nacional de Normatización
Sr. Fernando Sancho Especialista de Institucionalización MSP
Sra. Soledad Guayasamín Fondo de Población de las Naciones Unidas - UNFPA
Sra. Karen Barba Fundación Causana
Sra. Lía Burbano Mujer & Mujer
Sra. Sandra Álvarez Organización Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas
Sra. Rashell Erazo Asociación Alfil
Sra. Diane Rodríguez Silueta X
Sra. Laury Saltos Fundación Acción Preventiva
Sra. Elizabeth Vásquez Proyecto Transgénero
Sra. Mabell García FUTPEN
Sr. Gabrielle Esteban Colectivo Sentimos Diverso
Sr. Orlando Montoya Fundación Equidad
Sr. Efraín Soria Fundación Equidad
Sr. León Sierra Corporación Kimirina
Sr. Gerald Brito Silueta X Cuenca
Sr. Jhonatán Ávila Cuenca Inclusiva
Sr. Jorge Betancourt Verde Equilibrante
Sr. Humberto Mata Fundación VIHDA
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
10. Anexos
Anexo 1
Sugerencias para la entrevista médica a personas LGBTI
Evite hacer suposiciones acerca de la orientación sexual o identidad de género. Haga las preguntas de acuerdo a las
siguientes sugerencias
Utilice un lenguaje de género neutro. Ejemplo “¿Tiene pareja?”.
Concéntrese en el comportamiento sexual. Haga preguntas abiertas y una historia clínica sexual completa a todos sus
pacientes, esto le dará la información que necesita para proporcionar una atención de calidad.
Observe el comportamiento sexual continuamente. Por ejemplo, pida que califiquen su atracción sexual a persona de su
mismo sexo y del sexo opuesto en una escala de 1 a 10, siendo 1 el nivel más bajo de atracción y 10 siendo el más alto.
Esto le dará una mejor idea de su comportamiento sexual probable. Cuando la respuesta es 1 o 10, la orientación sexual
es clara. Cuando está en el rango de 5 o 6, el/la profesional de salud puede discutir un posible comportamiento sexual sin
etiquetar al paciente como heterosexual o gay.
Pregunte de forma abierta e inclusiva. Incluya todas las posibilidades. Por ejemplo: “¿Es usted sexualmente activo/a?
¿Con hombres, mujeres o ambos?”.
No juzgue. Su nerviosismo o malestar puede hacer que el paciente se sienta incómodo y puede ser una barrera para
abrir la comunicación.
Discúlpese si utilizó un término o hizo una suposición ofensiva. Pregunte a los y las pacientes cómo les gustaría ser
tratados o tratadas y cómo les gustaría que se refieran a sus parejas.
Cómo preguntar sobre la Orientación sexual e Identidad de género (Llene la variable Sexo-
Género en el RDACCA)
¿Por qué el Ministerio de Salud Pública registra la variable sexo-género? Para conocer las necesidades
de la población LGBTI y poder responder de forma acertada a ellas, y así mejorar la calidad de la
atención y los servicios.
No olvide realizar el registro de acuerdo al Instructivo para el llenado detallado en el RDACCA, y utilice
las definiciones constantes en el mismo.
Registrar la identidad de género de la ¿Usted se define como una persona “trans”? Si se autodefine como
persona. “trans” se le debe preguntar si es transfemenina o transmasculino.
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Anexo 2
Prácticas sexuales y su riesgo asociado
Práctica sexual
Definición Factores de riesgo para VIH y Prevención
“Expresión
otras ITS
coloquial”
Beso profundo de
Inserción de la lengua mientras Lesiones abiertas en boca tales como Evitar el cepillado dental o uso de hilo
lengua
se besa. herpes labial y/u oral. dental antes del contacto sexual.
“Beso francés”
Cunnilingus Sexo oral en los genitales Menstruación en la receptora, lesiones Recomendado el uso de barreras de
“Cevichazo” externos femeninos. abiertas como el herpes. látex.
Fisting Inserción del puño en vagina o Laceraciones o abrasiones en la piel Recomendado el uso de guantes de
recto. o mucosas. látex y lubricantes a base de agua.
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Anexo 3
Protocolo de atención en población trans
Consejería y
prueba voluntaria
Exploración
- Necesidades urgentes
- Motivo de la consulta
- Historia clínica, incluyendo modificaciones
Historia y oferta corporales auto administradas
de vacunas - Uso de medicamentos y substancias
- Evidencia de lesiones, violencia
Primer encuentro
- Historia clínica sexual y de género
- Exploración física completa
Navegación de la salud
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Anexo 4
Cuidados generales en personas trans
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Anexo 5
Herramienta breve de evaluación de consumo riesgoso de alcohol (AUDIT-C)
El contenido de alcohol de una bebida depende de los grados de ésta y del volumen del envase. Es
necesario adaptar los tamaños de las bebidas a lo más habitual a nivel local.
En el cálculo de la cantidad de gramos de alcohol en una unidad de bebida estándar se utiliza un factor
de conversión de 0,79. Esto permite convertir cualquier volumen de alcohol a gramos.
Por ejemplo:
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Anexo 6
Modelo para el abordaje de problemas de salud sexual (PILSETI)
Permiso: pida permiso para discutir sobre salud sexual y sexualidad con la persona en consulta, en la
actualidad o en el futuro.
Información limitada: provea información objetiva de forma limitada. Aclare información errónea,
rompa mitos.
Sugerencias específicas: provea sugerencias específicas directamente relacionadas con el problema.
Tratamiento intensivo: provea terapia altamente individualizada en temas más complejos.
NO
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Atención en salud a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI)
Se pueden incluir preguntas sobre sexualidad integral con el objeto de explorar bienestar en
temas de identidad sexual, de género, y relaciones o riesgos de violencia basada en género.
¿Cómo se protege para evitar la infección por VIH y otras enfermedades de transmisión sexual?
¿Se ha realizado la prueba de VIH? ¿Le gustaría hacerla?
¿Utiliza algún método para prevenir un embarazo? ¿Está satisfecho/a con ese método?
¿Alguna vez se ha vacunado contra hepatitis, virus del papiloma? ¿Le gustaría vacunarse?
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Anexo 7
Protocolo de manejo clínico de Estrés de Minorías Sexuales
Hay agitación?
SI NO
SI NO
¿Persiste la ansiedad?
Considerar
SI NO Medicacion
Servicios de
Apoyo legal Apoyo emocional protección social
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