Profeta Menores
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Profeta Menores
COMENTARIO
EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE
LA BIBLIA
TOMO I: EL ANTIGUO TESTAMENTO
POR Roberto
Jamieson A. R.
Fausset David Brown
Falconeris.blogspot.com : LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: PROFETAS MENORES
Cristo era la única fuente de la profecía (1 Pedro 1:11; Apocalipsis 19:10; también Hechos 16:7, la lección más
antigua decía “Espíritu de Jesús”), y declaraba la voluntad de Dios a los hombres por medio de su Santo Espíritu que
obraba en las mentes de los profetas. Así la historia de la iglesia es la historia de la revelación que Dios hacía de sí
mismo a los hombres en su Hijo. Las tres divisiones de esta historia, la Dispensación Patriarcal, la Mosaica y la
Cristiana, se caracterizan cada una por un modo distinto de las manifestaciones de Dios—es decir, por una forma
distinta del don profético. El modo teofánico caracteriza a la dispensación patriarcal: Dios se revela a sí mismo en
apariencias visibles, o teofanías. El modo teopnéustico, la mosaica: Dios se revela por medio de hombres divinamente
inspirados. El modo teológico, la cristiana: Dios se revela a sí mismo, no meramente a intervalos, sino permanentemente,
por escritos inspirados (“los oráculos de Dios,” 1 Pedro 4:11).
En la primera o edad patriarcal, los hombres no obran milagros, a diferencia de todas las demás historias primitivas,
que abundan en milagros obrados por los hombres, como prueba de la autenticidad. Todos los milagros son obrados
por Dios, sin la intervención de hombres; y las comunicaciones divinas son generalmente expresiones directas, de
suerte que el don profético es raro, pues en esta dispensación sólo excepcionalmente Dios emplea la agencia profética
de hombres; sólo en Génesis 20:7, se halla el término “profeta”. En la segunda, o dispensación mosaica, Dios se aleja más
de las comunicaciones directas con la humanidad, y se manifiesta por medio de instrumentos humanos. En vez de
obrar Dios milagros directamente, Moisés, Josué, etc., son sus agentes. Así también en sus comunicaciones él habla no
directamente, sino por medio de Moisés y sus sucesores. La teocracia necesitaba una nueva forma del don profético:
Hombres divinamente inspirados (teopnéusticos) tienen que obrar y hablar por Dios, Cabeza de la teocracia, como
administradores de él; el don profético, pues, ahora se une con el cargo profético. De consiguiente, estos profetas son
profetas que obran, no escriben. Estos sólo aparecen en las edades posteriores de esta segunda dispensación. Moisés
obraba como legislador; Josué, los jueces y Samuel como profetas ejecutivos; David y Salomón como profetas
devocionales. Aun en caso de los profetas escritores de la última mitad de la dispensación mosaica, su deber primario
era el de hablar y obrar. Sus escritos tenían referenecia más al uso de la dispensación del Nuevo Testamento que a la
suya propia (1 Pedro 1:12). De modo que aun en el caso de ellos, el carácter de la dispensación mosaica era
teopnéustico; antes que teológico. La tercera, o dispensación cristiana, es teológica, es decir, una revelación de Dios por
medio de escritos inspirados; 1 Pedro 4:11; 2 Pedro 1:16–21, donde hace contraste entre “los tiempos pasados” cuando
“los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo”, con los tiempos nuestros, cuando
“tenemos la palabra profética más permanente”. De modo que Dios ahora revela su voluntad, no por teofanías directas
como en la primera dispensación ni por hombres inspirados, como en la segunda, sino por la palabra escrita, que vive y
permanece para siempre (en contraste [PAG. 18] con las inconstantes manifestaciones de Dios, y con la descontinuación
en la vida de los profetas, bajo las dos dispensaciones anteriores respectivamente, 1 Pedro 1:23; 2 Pedro 3:2, 16). La
forma próxima futura será el retorno de las manifestaciones teofánicas sobre la tierra, en una forma más perfecta y
permanente que en la edad primera (Apocalipsis 21:3).
La historia del cargo profético bajo la dispensación mosaica cae dentro de tres divisiones. La primera termina con
la edad de Samuel, y no tiene una sucesión regular de profetas, no haciendo falta éstos, mientras Dios mismo
gobernaba al pueblo sin ejecutivo hereditario. El segundo período se extiende desde Samuel hasta Uzzías, 800 A. de
C., y es la edad de los profetas de acción. Samuel reunía en sí los tres elementos de la teocracia, siendo juez, sacerdote
y profeta. La creación de un rey humano hizo que el cargo formal de profeta fuese más necesario como un contrapeso
al rey. De modo que la edad de los reyes es también la edad de los profetas. Pero a esta altura ellos eran profetas de
acción antes que escribas. Hacia el final de este segundo período, las profecías devocionales y mesiánicas de David y
Salomón prepararon el camino para el tercer período (de 800 A. de C. a 400 A. de C.), que empezó bajo Uzzías, y que
era la edad de la profecía escrita. En este tercer período los profetas se vuelven del tiempo presente al futuro, y así el
elemento mesiánico llega a ser más distinto. De modo que en estos tres períodos más cortos, los grandes rasgos de las
tres grandes dispensaciones vuelven a aparecer. El primero es teofánico; el segundo, teopnéustico, y el tercero, teológico.
De la misma manera las grandes leyes orgánicas del mundo reaparecen en departamentos más pequeños: la ley del
árbol se desarrolla en formas diminutas en la estructura de la hoja, y la curva de la órbita del planeta reaparece en la
línea trazada por la bala de cañón que ha sido proyectada. (Moore.)
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Samuel probablemente estableció reglas que daban forma permanente al orden profético; por lo menos en su
tiempo ocurre la primera mención de “escuelas de los profetas”. Estas estaban todas cerca una de otra, y en la tribu de
Benjamín, en Beth‐el, Gilgal, Rama y Jericó. Si hubiese sido el profeta un mero relator de acontecimientos futuros, tales
escuelas habrían sido inútiles. Pero él era también el representante de Dios para asegurar la debida ejecución del ritual
mosaico en su pureza; de ahí surgió la necesidad de escuelas en donde se estudiara aquella institución divinamente
ordenada. Las más veces Dios elegía sus profetas de entre los educados en estas escuelas, aunque no siempre; como lo
prueban los casos de Amós (Amós 7:14) y Eliseo (1 Reyes 19:9). El hecho de que los hombres más humildes pudieran
ser llamados al cargo profético, obraba como obstáculo al poder hereditario de los reyes, y como estímulo para que se
buscaran las cualidades necesarias para tan exaltado cargo. Los Salmos mesiánicos, hacia el fin del segundo período,
forman la transición entre los profetas de acción y los profetas de la palabra, entre los hombres que se ocupaban sólo
con el tiempo presente y los que miraban desde el presente al porvenir glorioso.
El tercer período, el de Uzzías hasta Malaquías, incluye tres clases de profetas: 1. Los de las diez tribus; 2. Los de
los gentiles; 3. Los de Judá. Naturalmente ellos se juntaban alrededor de la sede de la teocracia en Judá. Por este
motivo los de las diez tribus eran las más veces profetas de acción. En la segunda clase están Jonás, Nahum y Abdías,
los cuales eran testigos de la autoridad de Dios sobre el mundo gentil, como otros testificaban de la misma cosa en la
teocracia. La tercera clase, los de Judá, tienen más amplitud de vista y un tono más lleno de esperanza y gozo. Estas
caen bajo cinco divisiones: 1. Los que moraban en Judá en el punto culminante de su grandeza durante su estado de
separación de Israel; es decir, el siglo entre Uzzías y Ezequías, años 800 a 700 A. de C., los profetas Isaías, Joel y
Miqueas. 2. El período de decadencia de Judá, desde Manasés a Sedecías; los profetas Sofonías y Habacuc. 3. La
cautividad: profeta Jeremías. 4. El exilio, cuando el porvenir era la única esperanza que podía avistarse; profetas
Ezequiel y Daniel, que son principalmente profetas del porvenir. 5. La restauración; período al cual pertenecen los
últimos profetas escritores del Antiguo Testamento: Hageo, Zacarías y Malaquías. Juan el Bautista mucho después,
pertenecía a la misma dispensación, pero no escribió nada (Mateo 11:9–11); como Elías, Juan era profeta de acción y
predicación, preparando el camino para los profetas de la palabra, como Juan lo preparó para la Palabra Encarnada.
Para entender el espíritu de la enseñanza de cada profeta hay que considerar su posición histórica y las
circunstancias del tiempo. El cautiverio tenía por propósito extirpar la tendencia de los judíos hacia la idolatría, y
restaurar el espíritu teocrático que reconocía a Dios como gobernante único, y las instituciones mosaicas como su ley
establecida por un tiempo, hasta que viniera el Mesías. De modo que los profetas de la restauración son mejor
ilustrados mediante [PAG. 19] una comparación con las historias de Esdras y Nehemías, contemporáneos de
Malaquías.
De los tres profetas de la restauración, dos, Hageo y Zacarías, están en el principio del período, y el otro,
Malaquías, a su final. El exilio no fué una sola deportación del pueblo, sino una serie de deportaciones que se
extendieron por un siglo y medio. Igualmente la restauración no fué completada de una vez sino en regresos
sucesivos extendidos por un siglo. Por esto se nota una diferencia de tono entre Hageo y Zacarías en el principio y de
Malaquías al final. El primer regreso se efectuó en el primer año de Ciro, año 536 A. de C.; 42,360 personas regresaron
bajo Sesbassar o Zorobabel y Jesuá (Esdras 2:64). Ellos edificaron un altar, y echaron los cimientos del templo. Fueron
interrumpidos por las falsas representaciones de los samaritanos, y la obra fué suspendida durante catorce años. La
muerte de Esmerdis dió oportunidad para renovar la obra, setenta años después de la destrucción del primer templo.
Este fué el tiempo cuando se levantaron Hageo y Zacarías. Aquél para animar a la inmediata reedificación del templo
y la restauración del ritual mosaico, y éste para ayudar en la obra y revelar el gran porvenir de la teocracia como un
aliciente a la obra presente. La imposibilidad de observar el ritual mosaico en el destierro, generó una indiferencia
antiteocrática a ella entre los jóvenes quienes eran extraños al culto de Jerusalén, del cual la nación había sido
separada por más de medio siglo. Además, la vistosa pompa de Babilonia tendía a hacer que ellos despreciaran los
humildes ritos del culto a Jehová en aquel tiempo. Por este motivo hacían falta un Hageo y un Zacarías para que
corrigiesen estos sentimientos manifestando la verdadera gloria de las instituciones teocráticas.
La siguiente gran época dé la restauración fué el regreso de Esdras, en el año 458 A. de C., ochenta años después
de la primera expedición bajo Zorobabel. Trece años más tarde, en el año 445 A. de C., vino Nehemías para ayudar a
Esdras en la gran obra. Ahora fué cuando se levantó Malaquías para secundar estas obras, tres cuartos de siglo
después de Hageo y Zacarías. Como la obra de ellos era la de restauradores, la de él fué la de un reformador. Las
propiedades de muchos habían quedado hipotecadas, y la depresión de las circunstancias llevó a muchos a un
espíritu escéptico en cuanto al servicio de Dios. No sólo dejaron el culto del templo, mas tomaron esposas paganas,
para perjuicio de sus esposas judías y deshonra de Dios. Por esta razón, además de la corrección de los abusos civiles y
la reedificación del muro, efectuada por los esfuerzos de Nehemías, hacía falta un reformador religioso tal como lo era
Esdras, quien reformó los abusos eclesiásticos, estableció sinagogas, donde una enseñanza regular de la ley pudiera
ser recibida; restableció la observancia del sábado y la Pascua y la dignidad del sacerdocio, y generó una reverencia
por la ley escrita, que más tarde llegó a ser una superstición. Malaquías ayudó en esta buena obra, dándole su
autoridad profética. Cuán cabalmente fué efectuada la obra, se prueba por el cambio completo en el carácter nacional.
Antes siempre propensos a la idolatría, desde el cautiverio en adelante la aborrecieron. Antes amantes del gobierno
monárquico, ahora llegaron a ser sumisos al gobierno sacerdotal. Antes negligentes de la Palabra escrita, ahora la
miraban con una reverencia que a veces lindaba con la superstición. Antes amantes de las alianzas extranjeras,
después se apartaban con horror de todos los extranjeros. Una vez amantes de la agricultura, ahora vinieron a ser un
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pueblo de comerciantes. De pueblo voluble antes, ahora llegaron a ser fanáticos y nacionalmente intolerantes. De esta
manera la restauración de Babilonia moldeó el carácter nacional más que ningún acontecimiento desde el éxodo de
Egipto.
Ahora desaparece la distinción entre Judá y las diez tribus. Así en el Nuevo Testamento se menciona a las diez
tribus (Hechos 26:7; Santiago 1:1). El sentimiento teocrático generado en la restauración atrajo a toda la nación
escogida alrededor del asiento de la teocracia, metrópoli de la verdadera religión, Jerusalén. Malaquías tendía a
fomentar este sentimiento; así su profecía, aunque dirigida al pueblo de Jerusalén, se llama “la palabra de Jehová a
Israel”.
El largo silencio de profetas desde Malaquías hasta el tiempo del Mesías, era lo que se necesitaba para despertar
en la mente judía el deseo más ardiente por Aquel que había de sobrepasar infinitamente en palabra y en obras a
todos los profetas, precursores de él. Los tres profetas de la restauración, siendo los últimos del Antiguo Testamento,
son especialmente claros en señalarlo a él, quien, como el gran tema del Nuevo Testamento, había de cumplir todo el
Antiguo Testamento.
EL LIBRO DE OSEAS
INTRODUCCION
El primero de los doce profetas menores en el orden del canon (llamados “menores”, no como menores desde el
punto de vista de la autoridad de su inspiración, sino simplemente por la extensión de sus escritos). Los doce son
mencionados primeramente por Jesús, el hijo de Sirac (Eclesiástico 49:10). San Esteban, en Hechos 7:42 (con referencia
a Amós 5:27), los cita como que formaban un cuerpo colectivo de escrituras, “el libro de los profetas”. Asimismo
Jerónimo, y Melito, el primer padre griego que nos ha dejado un catálogo de estos libros. La colección de los libros
sagrados se atribuye por tradición judía, a la gran sinagoga de sabios escribas formada por Esdras. Muchos piensan
que Nehemías completó esta colección, agregando a los libros ya en el canon, aquellos de su propio tiempo.
Malaquías, el último de la serie, probablemente, le ayudó a determinar con autoridad infalible, sobre qué libros tenían
título para ser colocados en el inspirado canon. El orden cronológico difiere del canónico: Joel, cerca del año 810 a. de
J. C.; Jonás, cerca de 810 (o según otros, fué el primero, año 862); Amós cerca del 790; Oseas, cerca del 784, a. de J. C.
Oseas, el contemporáneo de Isaías, Miqueas y Amós, parece haber entrado en su oficio profético en los últimos años
de Jeroboam (contemporáneo en parte de Uzías), y haberlo terminado en el principio del reinado de Ezequías, año 722
a. de J. C., es decir cerca de 60 años en total, desde el año 784 hasta el 722. Sin embargo, los profetas no estuvieron
obligados a profetizar continuamente. Intervalos considerables hubo, aunque, como divinamente comisionados para
ser maestros del pueblo, su oficio nunca fué totalmente puesto a un lado. El libro de Oseas que tenemos, constituye
solamente aquella parte de sus enseñanzas públicas que al Espíritu Santo plugo reservar para beneficio de la iglesia.
El motivo de hallarlo colocado como el primero de los doce fué, probablemente, la extensión, el celo ardiente, y el
patriotismo de sus profecías; así como también su estrecha semejanza con aquella de los profetas más grandes. Su
estilo es abrupto, conciso y sin rodeos; las partículas de enlace son pocas; hay cambios de persona, y anomalías de
género, número y construcción. Su nombre significa Salvación. Fué hijo de Beeri, de la tribu de Isacar, nacido en
Betsemes. (Jerónimo.) La mención que en el principio del libro hace de Ozías, Joatán, Acaz, y Ezequías, reyes de Judá,
no es prueba [PAG. 856] de que él perteneciera a Judá; porque los profetas de Israel consideraban su separación de
Judá, tanto civil como religiosamente, como una apostasía de Dios, quien prometió el dominio de la teocracia a la
línea de David. Por esto Elías en Israel, tomó doce piedras para representar a Judáa como a Israel (1 Reyes 18:31). Por
lo mismo, Oseas data desde los reyes de Judá, tanto como desde Jeroboam de Israel, aunque él pertenecía a Israel, y se
ocupa principalmente de sus pecados y destino. El, sin embargo, hace referencias incidentales a Judá. Su primera
profecía predice la destrucción de la casa de Jehú, cumplida a la muerte de Jeroboam, biznieto de Jehú (2 Reyes 15:12),
en Zacarías, hijo de Jeroboam, el cuarto y último desde Jehúa, contra quien conspiró Sallum. Esta primer predicción
fué sin duda en vida de Jeroboam, como Zacarías, su hijo, reinó solamente seis meses; de este modo la introducción es
verificada que “la palabra del Señor vino a él en los días de Jeroboam.” Otra vez, en el cap. 10:14, se hace referencia a
la expedición de Salmanasar, como evento del pasado, eso es, la primera incursión contra el rey Oseas, quien empezó
a reinar en el décimosegundo año de Acaz; así que como el reinado de Acaz duró dieciséis años, la profecía parece
haber sido dada cerca del principio del reinado de Ezequías. Así la introducción está confirmada, como que el ejercicio
de sus funciones proféticas, fué de una duración tan prolongada.
La profecía de Oseas (11:1) es citada por Mateo 2:15; también 6:6 por Mateo 9:13; 12:7; véase Romanos 9:25, 26, que
cita 1:10; 2:1, 23; 1 Corintios 15:55, que cita 13:14; 1 Pedro 2:10, que cita 1:9, 10; 2:23. Las referencias mesiánicas no son
frecuentes; pero las predicciones de la futura conversión de Israel al Señor, su Dios, y a David su rey, y del
cumplimiento de la promesa hecha a Abrahán de que su simiente espiritual sería como la arena de la mar (1:10; 3:5),
claramente se refieren a la dispensación del Nuevo Testamento.
CAPITULO 1
EL ENCABEZAMIENTO. La fornicación espiritual de Israel, descrita por medio de actos simbólicos; Gomer
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tomada por esposa por mandato de Dios; Jezreel, Loruhama y Loammi, los hijos. Con todo, una promesa de la
restauración de Judá e Israel. 1. Véase la Introducción. Jeroboam—el segundo; quien murió en el décimoquinto año de
Uzzías, habiendo reinado cuarenta y un años. Desde su tiempo, todos los reyes de Israel públicamente adoraron a
dioses falsos: Zacarías (2 Reyes 15:9), Manahem (2 Reyes 15:18), Pecaía (2 Reyes 15:24), Peca (2 Reyes 15:28), Oseas (2
Reyes 17:2). Como Israel prosperó más externamente bajo Jeroboam II, quien recuperó las posesiones capturadas por
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Siria, las profecías de Oseas referentes a su caída fué tanto más sorprendente, cuanto menos pudiera haber sido
provista por la mera sagacidad humana. Jonás el profeta había prometido éxito a Jeroboam II, de parte de Dios, no por
el mérito del rey, sino por la misericordia de Dios a Israel; así la costa de Israel fué restituída por Jeroboam II, desde la
entrada de Amat, hasta el mar de la llanura (2 Reyes 14:23–27). 2. El principio—no de las predicciones generalmente
dadas por el profeta, sino de aquellas habladas por Dios con Oseas. tómate una mujer fornicaria—no de acción
externa, sino internamente y en visión, como una ilustración pictórica de la infidelidad de Israel. (Hengstenberg.)
Véase Ezequiel 16:8, 15, etc. Además de lo repugnante de tal unión matrimonial, si fué un hecho externo, habrá
requerido años para el nacimiento de los tres hijos, lo cual habría debilitado el simbolismo (Véase Ezequiel 4:4).
Henderson objeta que no hay insinuación de que la transacción fuese un acto ficticio: Gomer cayó en la depravación
después de su unión con Oseas, no antes; porque de este modo solamente fué ella un símbolo apropiado de Israel,
quien cayó en fornicación espiritual después de su unión contraída con Dios sobre el Sinaí, y hecha aun antes en
ocasión del llamamiento de los patriarcas de Israel. Gomer es llamada “una mujer fornicaria,” anticipadamente. hijos
de fornicaciones—El reino colectivamente se mira como una madre; individualmente, los súbditos se consideran como
hijos de ella. “Toma” por tener aplicación a él y a ellos, da a entender que se refiere a la misma cosa, vista bajo
diferentes aspectos. Los “hijos” no fueron propios del profeta, sino nacidos de adulterio, y presentados a él como
suyos. (Kitto, Enciclopedia Bíblica). Más bien, “hijos de fornicaciones” significa que los hijos, como su madre, cayeron
en fornicación espiritual. “Le parió un hijo” (véase 2:4, 5). Siendo hijos de una adúltera espiritual, ellos naturalmente
cayeron en los caminos adúlteros de ella. 3. Gomer hija de Diblaim—nombres simbólicos: literalmente,
“cumplimiento,” hija de “Pasteles de uvas;” dualidad que indica la doble capa de lo cocido al horno. Así, una persona
completamente abandonada a la sensualidad. Maurer explica “Gomer,” lit. “una brasa ardiendo.” Véase Proverbios 6:27, 29,
en cuanto a una adúltera; Job 31:9, 12. 4. Jezreel—Es decir, Dios esparcirá (véase Zacarías 10:9). Era la ciudad real de
Acab y sus sucesores en la tribu de Isacar. Aquí Jehú realizó sus más grandes crueldades (2 Reyes 9:16, 25, 33; 10:11,
14, 17). Hay en el nombre una alusión a “Israel” por el juego de letras y sonidos. 5. arco—la valentía (Jeremías 49:35;
véase Génesis 49:24). el valle de Jezreel—más tarde llamado Esdraelón, que se extendía dieciséis kilómetros a lo
ancho, y en longitud desde el Jordán hasta el Mediterráneo cerca del Monte Carmelo, el gran campo de batalla de
Palestina (Jueces 6:33; 1 Samuel 29:1). 6. Lo‐ruhama—No un objeto de compasión ni de favor de gracia. los quitaré del
todo—Israel como reino, nunca fué restaurado desde el cautiverio en Asiria, como lo fué Judá desde Babilonia,
después de los setenta años. Maurer traduce de acuerdo [PAG. 857] con el primer significado: “No más tendré
misericordia de la casa de Israel, a fin de perdonarlos.” 7. Judá se menciona sólo accidentalmente, para formar un
contraste con Israel. en Jehová su Dios—más enfático que “en (o por) mí;” por aquel Jehová (mí) a quien ellos adoran
como Dios suyo, mientras que vosotros lo despreciáis a él. no … con arco—en el cual vosotros los israelitas confiáis (v.
5, “el arco de Israel”); Jeroboam II fué famoso como guerrero (2 Reyes 14:25). Sin embargo, no por el poder guerrero
de él. Jehová salvaría a Judá (1 Samuel 17:47; Salmo 20:7). La liberación de Jerusalén del poder de Senaquerib (2 Reyes
19:35), y el retorno desde Babilonia, se predicen aquí. 8. destetado—dicho para completar el cuadro simbólico, sin
tener ningún significado especial para Israel. (Hengstenberg.) Israel fué privado de todos sus privilegios, los cuales le
eran tan necesarios como la leche a los recién nacidos (Salmo 131:2; 1 Pedro 2:2). (Vatablo.) Israel no fué arrojado
repentinamente, sino en forma gradual; Dios trató con ellos con longanimidad, hasta que se pusieron incurables.
(Calvino.) Pero como no era Dios, sino Gomer, quien destetaba a Loruhama, el destetamiento puede que indique la
lujuria de Gomer, quien apenas hubo destetado cuando se halló otra vez en cinta. (Manger.) 9. Lo‐ammi—una vez “mi
pueblo,” pero en adelante no lo seréis (Ezequiel 16:8). Los intervalos entre el casamiento y los sucesivos nacimientos
de los tres hijos sugieren que se entiende tres generaciones sucesivas. Jezreel, el hijo primero, representa la dinastía de
Jeroboam I, y sus sucesores, que terminó con el derramamiento de la sangre de la línea de Jeroboam por Jehú en
Jezreel; fué allí donde Jezabel fué muerta, en venganza por la sangre de Nabot, que fué derramada en el mismo Jezreel
(1 Reyes 16:1; 2 Reyes 9:21, 30). Las escenas de Jezreel fueron repetidas sobre la raza degenerada de Jehú. En Jezreel,
Asiria derrotó a Israel. (Jerónimo.) El nombre del niño está asociado con los pecados pasados, los castigos intermedios,
y el derrocamiento final Loruhama (la no compadecida), la segunda criatura, es una hija, que representa el período
afeminado que siguió a la destrucción de la primera dinastía, cuando Israel fué a la vez despreciable e irreligioso.
Loammi (no mi pueblo), el tercer nacido, hijo varón, representa a la dinastía vigorosa (2 Reyes 14:25) de Jeroboam II;
pero como esta prosperidad no trajo consigo un avivamiento de la piedad, todavía fueron considerados como “no el
pueblo de Dios.” 10. Profecía cumplida, en parte, con el retorno de Babilonia, cuando muchos israelitas se unieron con
Judá; espiritualmente, la simiente creyente de Jacob (o Israel), gentiles así como judíos, numerosos “como la arena”
(Génesis 32:12); los gentiles, una vez considerados “no pueblo de Dios,” llegan a ser “hijos” suyos (Juan 1:12; Romanos
9:25, 26; 1 Pedro 2:10; 1 Juan 3:1). A ser cumplida en su plenitud literal en el futuro, en la restauración de Israel
(Romanos 11:26). del Dios viviente—lo opuesto de los ídolos muertos. 11. de Judá y de Israel serán congregados—
(Isaías 11:12, 13; Jeremías 3:18; Ezequiel 34:23; 37:16–24). una cabeza—típicamente, Zorobabel; antitípicamente, Cristo,
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bajo quien solamente son unidos Israel y Judá. La “Cabeza” de la iglesia (Efesios 1:22; 5:23), y del futuro reino de Judá
e Israel (Jeremías 36:5, 6; Ezequiel 34:23). Aunque “nombrado” por el Padre (Salmo 2:6), Cristo es en otro sentido
“nombrado” como Cabeza por su pueblo, cuando éste lo acepta y lo abraza como tal. subirán de la tierra—de los
gentiles, entre los cuales residían. el día de Jezreel—“El día de” uno es el tiempo de la visitación especial de Dios al
mismo, ya sea en ira, ya en misericordia. Aquí “Jezreel” está en un sentido diferente del sentido dado en el v. 4: “Dios
sembrará;” no “Dios esparcirá;” ellos serán “la simiente de Dios”, plantados nuevamente por Dios en su propia tierra
(Jeremías 24:6; 31:28; 32:41; Amós 9:15).
CAPITULO 2
LA APLICACION DE LOS SIMBOLOS DEL CAPITULO ANTERIOR. La infidelidad espiritual de Israel y las
amenazas de castigo: con todo, una promesa del favor restaurado de Dios, cuando los castigos hayan producido el
efecto esperado. 1. Decid a vuestros hermanos, Ammi … Ruhama—Cuando la predicción (1:11) sea efectuada,
entonces os llamaréis unos a otros, como hermanos y hermanas de la familia de Dios, Ammi y Ruhama 2. Pleitead—
Reprochad. Madre—o sea, la nación colectivamente. Se dirige la palabra a “sus hijos,” a saber, a los ciudadanos
individuales del estado (véase Isaías 50:1). porque ella no es mi mujer—Ella se ha privado de su alto privilegio por su
adulterio espiritua. quite … de su rostro—Su misma fisonomía sin rubor traicionó su lujuria, como lo hicieron
también sus “pechos” descubiertos. 3. como el día en que nació—(Ezequiel 16:4; 23:25, 26, 28, 29). El día de su
“nacimiento” político, fué cuando Dios los libró de la esclavitud de Egipto, y estableció la teocracia. como un
desierto—(Jeremías 6:8; Sofonías 2:13.) Tradúzcase: “como el desierto”, a saber, aquel en el cual ella pasó cuarenta
años en su camino hacia la buena posesión de Canaán. Con esto concuerda la mención de “sed” (véase Jeremías 2:6).
4. sus hijos—Tampoco sus miembros como individuos escaparán a la sentencia de la nación como colectividad,
porque ellos son individualmente culpables. 5. iré tras …—El hebreo expresa “determinación fija.” amantes—Los
ídolos que Israel en su imaginación y fantasía creyó eran dadores de todos sus bienes, siendo que Dios era quien se los
daba (vv. 8–13; véase Jeremías 44:17–19). mi pan y mi agua—lo necesario de alimentos para la vida. mi lana y mi
lino—vestimentas. mi aceite y mi bebida—ungüento perfumado y bebidas agradables al paladar; las cosas lujosas de
la vida hebrea. 6, 7. espinas … seto—(Job 19:8; Lamentaciones 3:7, 9). Los obstáculos que la cautividad interpuso entre
Israel y sus ídolos. Como ella atribuye todas sus bendiciones temporales a los ídolos, yo la reduciré a estrecho
encierro, en el cual, cuando haya buscado en vano ayuda de parte de sus dioses falsos, me buscará al fin a mí como su
único Dios y Marido, como en el principio (Isaías 54:5; Jeremías 3:14; Ezequiel 16:8). Entonces—antes de la apostasía
de Israel, bajo Jeroboam. El camino del deber está protegido con setos de espinas; es el camino de pecado que está
cerrado por los setos de espinas. Las cruces del camino malo son los setos de Dios que nos desvían de aquél. Gracia y
providencias restrictivas (aun las enfermedades y pruebas) son grandes bendiciones, cuando nos detienen en el
camino del pecado. Véase Lucas 15:14–18: “Me levantaré e iré a mi padre,” como aqui: “Iré y volveréme …” Las
cruces en ambos casos son medios bendecidos para producir [PAG. 858] este efecto. 8. ella no reconoció que yo—no
los ídolos, como ella creía: los “amantes” a que se alude en el v. 5. con que hicieron a Baal—del cual ellos hicieron
imágenes de Baal, o por lo menos la plata con la cual las cubrieron (8:4). Baal era el dios fenicio del sol: en oposición a
la femenina Astarte, la divinidad lunar. El nombre del ídolo se halla en los nombres fenicios Aníbal, Asdrúbal. Israel
lo tomó de los tirios. 9. mi trigo … mi lana … mi lino—contrastando con “mi pan … mi lana … mi lino,” etc. del v. 5.
Véase también los vv. 21–23, con Dios como la gran Primer Causa que da estas cosas, por medio de instrumentos
secundarios en la naturaleza. “Volveré y tomaré,” es equivalente a; “Les quitaré otra vez;” eso es, con enviarles la
tormenta, la langosta, al enemigo asirio, etc. “Por tanto,”, por cuanto ella no me reconoció como el Dador. a su
tiempo—al tiempo de la cosecha. 10. su locura—Más bien, “la vergüenza de su desnudez”; dejando de lado la figura:
“La expondré en su condición de privada de todo lo necesario, delante de sus amantes,” o sea: los ídolos
(personificándolos, como si ellos pudieran ver), quienes, sin embargo, no podrán darle ayuda. “Descubrir” es
expresivo del despojamiento de la vanagloria de su hipocresía. 11. sus fiestas—días festivos ordenados por Jeroboam,
distintos de las fiestas mosaicas (1 Reyes 12:32). Sin embargo, las más de aquéllas, “las nuevas lunas” y “los sábados”
a Jehová permanecieron, pero para el Israel degenerado, la adoración era cansadora; en las fiestas solamente cuidaban
de satisfacer las indulgencias de su propia carnalidad (Amós 8:5). 12. Mi salario—como de una ramera (Isaías 23:17,
18). mis amantes—los ídolos. haré talar sus vides … matorral—(Isaías 5:6; 7:23, 24.) Cumplido en el derrocamiento de
Israel por Asiria (9:4, 5). tiempos de los Baales—los días consagrados a los Baales, o a las varias imágenes de Baal de
distintas ciudades; de donde los términos, Baalgad; Baalhermón, etc. adornábase de sus zarcillos—más bien, de aros en
la nariz (Isaías 3:21; Ezequiel 16:12), con los cuales las rameras se adornaban para atraer admiradores;
correspondiendo a los ornamentos con que se adornaban los israelitas en las fiestas idolátricas. olvidada de mí—peor
que las naciones que nunca habian conocido a Dios. 14. Empero—“Sin embargo.” A pesar de ello (Henderson.) La
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Versión Inglesa, “por lo tanto,” da una idea más amable de Dios. Aquello que podría provocar a todos los demás a una
ira vengadora, la perversidad de Israel y su consecuente castigo, se convierte en un motivo para que Dios deba al fin
tenerle misericordia. Como el “por tanto” (v. 9) expresa el castigo de Israel como consecuencia de su culpa, así el “por
lo tanto” aquí, como en el v. 6, expresa que cuando aquel castigo haya terminado su efecto correctivo, poniéndole el
seto de espinas a su comino, de modo que se vuelva a Dios, su primer amor, la consecuencia en la maravillosa gracia de
Dios es: que le habla al corazón, es decir, cariñosamente; véase Jueces 19:3 Rut 2:13. Tan obstinada es ella, que Dios tiene
que “halagarla,” eso es, moderando así el juicio con gracia inesperada como para ganarla y volverla a sus caminos.
Para este propósito fué necesario “llevarla al desierto” (es decir, sujetarla a necesidades y pruebas temporales)
primeramente, para hacer que le fuese aborrecible el pecado, por sus frutos amargos, y que le fuese tanto más preciosa
la subsecuente gracia de Dios por el contraste con el “desierto.” Jerónimo hace del “llevarla al desierto” más bien un
libramiento de sus enemigos, así como el antiguo Israel fué llevado al desierto desde el cautiverio de Egipto; a esto alude
la frase aquí (véase v. 15). El morar en el desierto, sin embargo, no es literal, sino en sentido moral; mientras todavía se
hallen en el país de sus enemigos localmente, por la discíplina de la prueba, que les ha de hacer dulce la palabra de
Dios, van a ser llevados moralmente al desierto, es decir, a un estado de preparación para retornar a sus privilegios
espirituales y temporales en su propia tierra; así como el desierto literal preparó a sus padres para entrar en Canaán,
de modo que el llevarlos el desierto es virtualmente librarlos de sus enemigos. 15. daréle … desde allí—cuando vuelvan
del desierto. Dios da a Israel una nueva concesión de Canaán, la que ella había perdido; así de sus viñas, etc. (vv. 9,
12). Achor—o sea, Turbación. Como anteriormente, después de la tediosa marcha a través del desierto, se encontró
con la turbación resultante del delito de Acán en este valle, a la misma entrada de Canaán, y con todo aquella
turbación se volvión en gozo por la gran victoria de Hai, la cual puso todo Canaán en las manos de ellos (Josué 7:8): así
la misma turbación de estar Israel en el desierto (moralmentesut esta vez) será la “puerta de esperanza,” que les
ofrecerá a ellos días mejores. El valle de Achor, cerca de Jericó, era especialmente fructífero (Isaías 65:10); así
“turbación” y “esperanza” son correctamente mezcladas en esta conexión. allí cantará como … juventud … subida …
de Egipto—Será el canto de un segundo éxodo, tal como Israel cantó después de su liberación en el Mar Rojo (Exodo
15; véase Isaías 11:15, 16); y el canto de Moisés Apocalipsis 15:2, 3) cantado por aquellos que por medio del Cordero
vencieron a la bestia, y así permanecen sobre el mar de vidrio mezclado con fuego, emblema de la ardiente prueba, tal
como aquella de Israel en el Mar Rojo. 16. Marido mío … nunca más … Baali—“Mi marido nunca más mi Señor.” El
atecto es a idea prominente en la palabra “marido; ” la autoridad, en el vocablo “señor,” La razón principal para sustituir
“marido” con “mi Señor.” aparece en el v. siguiente, a saber: Baali, la forma hebrea que significa “mi Señor,” había
sido convertida para expresar las imágenes de Baal, cuyo nombre no debía ser pronunciado por los labios de ellos
(Exodo 23:13; Zacarías 13:2). 17. Baales—“Baalim”: en plural, indicando las varias imágenes de Baal, las que de
acuerdo con el lugar de su erección, recibían los varios nombres de Baalgad, Baalamón, etc. 18. por ellos—para el
beneficio de ellos. concierto … con las bestias—para que no los dañen (Job 5:23). Ellas cumplirán la ley original de su
creación sujetándose al hombre, cuando el hombre cumpla la ley de su existir, sujetándose a Dios, lo cual en tiempos
del milenio será plenamente realizado (Isaías 11:6–9). quebraré arco … de la tierra—más bien, “fuera del país,” es
decir, quebraré el arco y quitaré la guerra de la tierra (Salmo 46:9), y “fuera del país” de Israel primeramente (Isaías 2:4;
Ezequiel 39:9, 10; Zacarías 9:9, 10). harélos dormir—o “recostarse:” la postura reclinada es lo usual en los orientales
cuando no están trabajando. seguros—(Jeremías 23:6) 19, 20. te desposaré conmigo—se repite tres veces, lo que indica
el intenso amor de Dios por su pueblo; o quizá, también, las tres personas [PAG. 859] del Trino Dios, las que se
empeñan en hacer perfecto el desposorio. El compromiso matrimonial será, como si fuera, renovado desde el
principio en una base distinta, no para un tiempo solamente, como antes a causa de la apostasía del pueblo, sino “para
siempre jamás” por la gracia de Dios, que escribe la ley en el corazón de ellos por el Espíritu del Mesías (Jeremías
31:31–37). en justicia, y juicio—en rectitud y verdad. misericordia, y miseraciones—de este modo Dios asegura a
Israel, quien acaso dudaría de la posibilidad de su restauración al favor de Dios: bajo, degradado, y desacreditado
como eres, yo te restableceré a ti, en razón de mi misericordia, no por tus merecimientos. 20. en fe—mejor, “en
fidelidad” a mi nuevo pacto de gracia contigo (1 Tesalonicenses 5:24; Hebreos 10:23). 21. en aquel tiempo—de gracia
para Israel. responderé a los cielos … tierra—personificación. Por muchos que sean los instrumentos intermedios,
Dios es la gran Primera Causa de todo el fenómeno de la naturaleza. Dios había amenazado (v. 9) con quitarles “mi
trigo … mi lana y mi lino.” Aquí, por el contrario, Dios promete “escuchar a los cielos,” como si ellos estuvieran
suplicándole que los llenara de lluvia para derramarla sobre la tierra; y promete que los cielos escucharían a la tierra
en su súplica par la provisión de la lluvia necesaria; y otra vez, que la tierra daría oídos al trigo, al vino, y al aceite,
que le pidieran a ella produjera con creces; y que éstos, a su vez, escucharían la petición de Jezreel, es decir, que serían
cumplidas las oraciones de Israel por la provisión de los mismos. Ahora Israel no es más “Jezreel” en el sentido de que
Dios los ESPARCIRA (1:4), sino en el sentido de que “Dios los PLANTARA (1:11). 23. Sembraréla—refiriéndose al
significado de Jezreel (v. 22).
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CAPITULO 3
CAPITULO 4
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distinción con “rameras.”) Véase Números 25:1–3; y la prohibición, Deuteronomio 23:18. sin entendimiento—(Isaías
44:18; 45:20.) 15. Anuque las diez tribus de Israel cometen el adulterio espiritual, tú al menos, oh Judá, que posees el
sacerdocio legal, y los ritos del templo, y la ciudad de Jerusalén, no sigas el mal ejemplo de aquéllas. Gilgal—situado
entre el Jordán y Jericó, en los confines de Samaria, lugar una vez sagrado para Jehová (Josué 5:10–15; 1 Samuel 10:8;
15:21); más tarde profanado por la idolatría (9:15; 12:11; Amós 4:4; 5:5; Jueces 3:19). Beth‐aven—eso es, “la casa de
vanidad,” o de ídolos: nombre sustituído con desdén por Beth‐el, “la casa de Dios, ” antes sagrado a Jehová (Génesis
28:17, 19; 35:7), pero hecho por Jeroboam el asiento del culto de los becerros (1 Reyes 12:28–33; 13:1; Jeremías 48:13;
Amós 3:14; 7:13). El “subas” se refiere al hecho de que Beth‐el estaba sobre una colina (Josué 16:1). ni juréis, Vive
Jehová—Esta fórmula de juramento fué dispuesta por Dios mismo (Deuteronomio 6:13; 10:20; Jeremías 4:2); es por lo
tanto prohibido aquí, no en absoluto, sino en relación con la idolatría y la falsedad (Isaías 48:1; Ezequiel 20:39;
Sofonías 1:5. 16. becerra cerrera—Tradúzcase: “Israel es terco, como una becerra cerrera,” que se libra del yugo. Israel
había representado a Dios bajo la forma de becerros (1 Reyes 12:28); pero el pueblo mismo es un becerro. a carneros
en anchura—no en el sentido bueno, como en Isaías 30:23. Aquí se dice con ironía: a los corderos les gusta pacer a sus
anchas; pero no les es tan seguro como un campo pequeño, cercado y protegido de las fieras. Dios los “apacentará,”
pero será con “la vara” (Miqueas 7:14). Ya no será en el angosto territorio de Israel, sino “en anchura,” a saber, serán
esparcidos en el destierro por el ancho reino de Asiria, presa de sus enemigos cual corderos, los que son tímidos,
gregales y no solitarios, y fácil presa de las fieras cuando se hallan esparcidos. 17. Ephraim—las diez tribus. Judá en
este tiempo no estaba tan dado a la idolatría como más tarde. dado a ídolos—íntima y voluntariamente apegados a
los ídolos, identificándose como el fornicario se hace una carne con la ramera (Números 25:3; 1 Corintios 6:16, 17).
“Idolos” en el hebreo significa también aflicción, dolor, penosos frutos que la idolatría da a sus devotos. déjalo—Que
coseche los frutos de su propia elección perverse: su caso es desesperado: no tengas nada que ver con él (véase
Jeremías 7:16). El v. 15 demuestra que el profeta aquí se dirige a Judá, para que evite el contagio del mal ejemplo de
Israel. Este porfía para su ruina; déjalo a su destino, no sea que en vez de salvarlo a él, caigas también tú (Isaías 48:20;
Jeremías 50:8; 51:6, 45; 2 Corintios 6:17). 18. Su bebida se corrompió—o “se agrió:” metáfora que expresa la total
degeneración de principios (Isaías 1:22). O la licencia desenfrenada; no meramente el pecado ordinario, sino como los
que se abandonan a la borrachera, y vomitan y exhalan el olor agrio de sus bebidas. (Calvino.) Maurer no traduce tan
bien: “Terminado el beberaje, fornican,” eso es, en honor de Astarte (v. 13, 14). sus príncipes—los de Israel; lit., “sus
escudos” (véase Salmo 47:9). amaron las dádivas, afrenta—(Proverbios 30:15.) No hay remedio eficaz para la
corrupción de ellos, puesto que los mismos gobernantes vendían la justicia por dádivas. (Calvino.) Maurer traduce:
“Los gobernantes se enamoraron maravillosamente de la vergüenza”. (La Revised Standard Version, 1952, vierte así:
“Banda de ebrios, se entregan a la fornicación; aman la vergüenza más que a su propia gloria;” y su nota marginal:
“Véase el griego; el hebreo aquí es incierto.—Trad.) 19. Israel será barrido de su tierra (v. 16) repentinamente y con
violencia, como si por “las alas del viento” (Salmo 18:10; 104:3; Jeremías 4:11, 12). avergonzados—desilusionados de
su vergüenza esperan el socorro por medio de sus sacrificios a los ídolos.
CAPITULO 5
LOS JUICIOS DE DIOS SOBRE LOS SACERDOTES, PUEBLO Y PRINCIPES DE ISRAEL A CAUSA DE SUS
PECADOS. Judá también culpable, será castigado; tampoco lo salvarán los asirios, cuyo socorro buscaron ambos: los
juicios, cuando menos, los llevarán al arrepentimiento. 1. del rey—probablemente Peca, contemporáneo de Acaz, rey
de Judá, quien permitió que la primera idolatría en Judá llegara hasta el punto de requerir el juicio de la invasión
conjunta de Siria e Israel, así como también la de Asiria. a vosotros es el juicio—es decir, que os amenaza de parte de
Jehová. lazo en Mizpa, y red … Tabor—Como los cazadores tienden sus redes y trampas sobre los Montes Mizpa y
Tabor, así habéis enredado al pueblo en la idolatría, y lo habéis hecho presa vuestra mediante la injusticia. Como
Mizpa y Tabor significan torre de atalaya y lugar elevado, escenario propio de cazadores, el profeta haciendo juego de
palabras, quiere decir: en el lugar alto donde os he puesto, mientras que debierais haber sido atalayas del pueblo,
evitándoles el mal, habéis estado cual cazadores enlazándolos en el mal. (Jerónimo.) Se especifican estos dos lugares,
Mizpa en el este y Tabor en el oeste, para comprender todos los lugares altos de todo el reino, donde los gobernantes
de Israel habían eregido altares idolátricos. 2. hasta el profundo—bien arraigados (Calvino) y hundidos hasta lo más
bajo, excesivos en la idolatría (9:9; Isaías 31:6). [Henderson.] Por la antítesis (v. 3), “no me es desconocido,” prefiero
explicar: profundamente artificiosos en su idolatría. Jeroboam creía que era una política profunda levantar los becerros
de oro que representasen a Dios en Dan y Bethel, a fin de evitar que el corazón del pueblo volviese a David, subiendo
a Jerusalén para adorar. Asimismo, la subsecuente idolatría de Israel, la basaban los jefes en varios alegatos de la
conveniencia del estado (véase Isaías 29:15). víctimas—no dice “para sacrificar,” pues sus sacrificios así llamados eran
más bien carnicerías, ya que no había nada sagrado en ellos, ofrecidos como eran a ídolos y no al Dios santo. por
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tanto—Maurer traduce: “Y (a pesar de su esperanza de seguridad en las victimas ofrecidas a los ídolos) yo seré castigo
para todos ellos.” Es bueno el sentido de la Versión Inglesa: La rebeldía de ellos es profunda, a pesar de todas mis
amonestaciones proféticas. (La R. S. V. traduce: “Han ahondado [PAG. 862] la fosa de Sitim, pero yo los castigaré a
todos.” Trad.) 3. Ephraim—La tribu de este nombre, distinguiéndose de “Israel” aquí, las otras nueve tribus. Ella era la
principal de las tribus del reino septentrional. Ella, por 400 años de la historia temprana, con Manasés y Benjamín, dos
tribus dependientes de ella, mantuvo la preeminencia de toda la nación. Se le dirige a Efraín aquí, como la primera en
la idolatría. conozco … desconocido—a pesar de su supuesto artificio profundo (v. 2; Apocalipsis 2:2, 9, 13, 19).
ahora—“Aunque yo he sido un corrector de todos ellos” (v. 2), se han obstinado en su idolatría hasta el punto de
contaminar las demás tribus. 4. No pondrán—ellos: dejando de dirigirse directamente a Efraín, ahora usa la tercera
persona del plural para caracterizar al pueblo en general. El hebreo no permite la traducción marginal: “Sus hechos no
los dejarán volver …” por no ser usual la omisión del pronombre después del verbo en el hebreo. El sentido es, que
son incurables, porque no querrán permitir que sus hechos sean encaminados de modo de tornarlos a Dios. Esto indica
que resisten al espíritu de Dios, no permitiéndole que los renueve; antes se entregan al “espíritu de fornicaciones” (en
antítesis al “Espíritu de Dios” sugerida por el “no pondrán sus pensamientos …”) (4:14; Isaías 63:10; Ezequiel 16:43;
Hechos 7:51). 5. la soberbia de Israel—con que rechazan las advertencias de los profetas de Dios (v. 2), y prefieren sus
ídolos a Dios (7:10; Jeremías 13:17). le desmentirá en su cara—abiertamente a la cara será redargüido de su soberbia,
que en él está tan patente. O bien, “en su cara,” como en Isaías 3:9. tropezará también Judá con ellos—Esta profecía es
posterior a la del cap. 4:15, cuando Judá aun no se había apegado tanto a la idolatría; pero ahora la emulación del mal
ejemplo de Israel, provoca la amenaza de ser condenada a sufrir el castigo de las demás tribus. 6. Con sus ovejas …
vacas—para hacer propicio a Jehová (Isaías 1:11–15). buscando … no le hallarán—porque es el miedo servil lo que los
lleva a buscarlo; y porque entonces será demasiado tarde (Proverbios 1:28; Juan 7:34). 7. prevaricaron—violaron el
convenio matrimonial (Jeremías 3:20). hijos extraños—alusión a los “hijos de fornicación” (1:2; 2:4). “Extraños”
sugiere que su idolatría había sido importada desde el exterior. (Henderson.) O más bien: “tenidos por extraños por
Dios, no suyos” pues fueron criados en la idolatría. El caso es desesperado, cuando no sólo la generación actual, sino
también la naciente se cría en la apostasía. un mes—un muy breve espacio de tiempo transurrirá, y luego el castigo les
sobrevendrá (Zacarías 11:8). Parece que la alusión se hace a préstamos de dinero, los que eran mensuales, y no por
año como entre nosotros. No podréis postergarlo; el tiempo de vuestra destrucción es inminente y repentino, la que os
sobreviene, así como el deudor debe cumplir la demanda del acreedor a la expiración del mes. La predicción es la
invasión de Tiglatpileser, quien transportó a Rubén, a Gad, a Neftalí, y a la media tribu de Manasés. heredades—Sus
recursos y sus guarniciones no bastarán para salvarlos. Henderson explica, por Isaías 57:6, que es trata de los ídolos de
ellos. El contexto favorece esta idea, por cuanto Jehová, la verdadera “heredad de su pueblo” (Deuteronomio 32:9),
está en antítesis a “sus heredades,” o sea, sus ídolos. 8. La llegada del enemigo se anuncia en forma de un mandato de
sonar la alarma. bocina … trompeta—Aquélla se hacía del cuerno curvo de animales, y era usada por los pastores; la
trompeta era de bronce o de plata, de forma derecha y se usaba en la guerra y en ocasiones de solemnidades. El hebreo
es hatzotzerah, el sonido que imita la nota de trompeta (8:1; Números 10:2; Jeremías 4:5; Joel 2:1). Gabaa … Ramá—
Ambas en Benjamín (Isaías 10:29). Beth‐aven—En Benjamín: como en 4:15, no es Beth‐el, sino un pueblo al este de la
misma (Josué 7:2). sonad tambor—eso es, para dar alarma. “Benjamín” se dice para comprender todo el reino
meridional de Judá (véase v. 5), como éste era el primero en hacer frente al enemigo, el que avanzaba desde el norte.
“Tras ti, oh Benjamín,” señala la posición de Betaven, detrás de Benjamín, en los confines de Efraín. Cuando el
enemigo está en Betaven, está a la retaguardia de él: “tras ti, oh Benjamín” (Jueces 5:14). 9, 10. Se refiere a Israel en el
v. 9; a Judá en el v. 10. día del castigo—cuando te castigaré. en (entre) las tribus de Israel hice conocer—lo que
prueba que el escenario de las labores de Oseas fué entre las diez tribus. verdad—a saber, la certeza del inminente
juicio predicho. Ya no es un decreto condicional, que permita la esperanza del perdón a condición del
arrepentimiento; es absoluto, porque Efraín es desesperadamente impenitente. traspasan mojones—(Deuteronomio
19:14; 27:17; Job 24:2 Proverbios 22:28; 23:10); expresión proverbial del rechazo temerario de las leyes ancestrales, que
a los hombres los conservan fieles al deber. Acaz y sus cortesanos (“los príncipes de Judá”), despreciando las antiguas
ordenanzas de Dios, mudaron los límites de “las basas,” “las fuentes” y “la mar,” e introdujeron desde Damasco un
altar idolátrico (2 Reyes 16:10–18); también quemó a sus hijos en el valle de Hinom, según las abominaciones de los
paganos (2 Crónicas 28:3). 11. quebrantado en juicio—es decir, el “juicio” de Dios está encima de él (v. 1). en pos de
mandamientos—de los de Jeroboam, de adorar a los becerros (2 Reyes 10:28–33). Véase Miqueas 6:16: “los
mandamientos de Omri,” o sea, estatutos idolátricos. Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5:29).
Jerónimo traduce: “en pos de inmundicia.” La Versión de los Setenta da el sentido, mas no la traducción literal: “tras las
vanidades.” 12. como polilla—que cosume la ropa (Job 13:28; Salmo 39:11; Isaías 50:9). carcoma … Judá—Efraín, o sea,
las diez tribus, son como una prenda comida de polilla; Judá, el cuerpo mismo que la lleva, consumido de
pudredumbre (Proverbios 12:4). Tal vez se alude a la superioridad de Judá, por tener ella la casa de David, y el
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templo, y el centro religioso de la nación (Grocio.) Como en los vv. 13, 14, la violencia de la calamidad está
prefigurada por la “herida” que inflige un león, asi también aquí su larga duración; la certeza y totalidad de su
destrucción, desde los pequeños comienzos imprevistos, bajo la figura de la polilla y la carcoma, que lenta e
inevitablemente consumen. 13. llaga—lit., “vendaje;” así pues, una herida vendada (Isaías 1:6; Jeremías 30:12). “Verá,” o
“vió,” eso es, sintió su condición políticamente debilitada, y los peligros que la amenazaban. Agrava la perversidad de
ellos el que, pese a su conocimiento del estado precario y calamitoso de cosas, no inquirieron la causa, ni buscaron el
debido remedio. irá … al Assur—“al asirio,” primero Menahén (2 Reyes 15:19) [PAG. 863] recurrió a Paul; otra vez, el
rey Oseas, a Salmanasar (2 Reyes 17:3). enviará al rey Jareb—Entendido, que es Judá quien enviará, o envió. Así que
si seguimos los paralelos, Efraín vió su enfermeded y recurrió a Asiria; Judá vió su llaga y recurrió al rey Jareb.
“Jareb” debiera ser traducido más bien: “sudefensor.” o “su vengador” literalemente. (Jerónimo.) El “rey” asirio,
siempre dispuesto a mezclarse en los asuntos de los estados vecinos para su propio engrandecimiento, fingió hacer
suya la causa de Israle y de Judá; en Jueces 6:32, el vocablo Jerub, en Jerub‐baal, está así usado: a saber, “defender uno
su causa.” Judá, bajo Acaz, acudió a Tiglatpileser por socorro en contra de Siria e Israel (2 Reyes 16:7, 8; 2 Crónicas
28:16–21); el asirio “redujo a estrechez, y no lo fortificó,” en cumplimiento de esta profecía, “no os podrá sanar, ni os
curará la llaga.” 14. león—El león negro y el cachorro de león son emblemas de fuerza y ferocidad (Salmo 91:13). yo, yo—
Enfático; cuando yo, si yo, el Dios irresistible, os desgarre, no podrá salvar el poderío de Asiria. andaré—como se
marcha lentamente con la presa de vuelta a su guarida el león. 15. tornaré a mi lugar—es decir, retiraré mis favores.
hasta que conozcan su pecado—el hebreo dice: “hasta que hayan sufrido la pena de su culpabilidad.” Probablemente:
“acepten el castigo de su delito” (véase Zacarías 11:5) se incluye en la idea, como la Versión Inglesa traduce. Véase
Levítico 26:40, 41; Jeremías 29:12, 13; Ezequiel 6:9; 20:43; 36:31. busquen mi rostro—eso es, busquen mi favor
(Proverbios 29:26). En su angustia madrugarán a mí—eso es, me buscarán con diligencia: madrugando (Salmo
119:147 con Salmo 78:34).
CAPITULO 6
SE EXHORTAN LOS ISRAELITAS UNOS A OTROS A BUSCAR AL SEÑOR. Con el v. 4 empieza un nuevo
discurso de queja contra ellos, porque los vv. 1–3 evidentemente pertenecen al v. 15 del cap. 5, y representan la feliz
terminación del castigo de Israel; en primer orden, el retorno de Babilonia, y por fin el regreso de su larga dispersión
actual. El v. 8 acaso se refiere al asesinato de Pecaías; el discurso no puede ser posterior al reinado de Peca, porque fué
llevado cautivo (2 Reyes 15:29). 1. volvámonos—a fin de que Dios, que “ha vuelto a su lugar,” se vuelva a nosotros
(5:15). arrebató, y nos curará—Deuteronomio 32:39; Jeremías 30:17). Atribuyen su castigo, no a la fortuna ni al
hombre, sino a Dios, y reconoce que ninguno (ni el asirio, como una vez vanamente creían, 5:13) salvo Dios solo,
puede curarles la herida. Están al mismo tiempo persuadidos de la misericordia de Dios, lo cual es el punto de partida
del arrepentimiento verdadero, condición sin la cual los hombres no buscarían a Dios, sino que al contrario,
aborreciéndole, huirían de él. Por grave que sea nuestra herida, no está perdida la esperanza de la cura; hay lugar
para la gracia y una esperanza de perdón. Nos ha herido, pero no tan gravemente que no nos pueda curar (Salmo
130:4). 2. En primer término, en figura, el avivamiento nacional de Israel, en un período corto (como “dos o tres”
denota unos pocos días, Isaías 17:6; Lucas 13:32, 33); antitipicamente el lenguaje está encuadrado de modo que sólo
puede referirse en su plena exactitud al Mesías, el Israel ideal (Isaías 49:3; véase Mateo 2:15 con Oseas 11:1), resucitado
al tercer día (Juan 2:19; 1 Corintios 15:4; véase Isaías 53:10). “Vivirá por largos días.” Véase el uso similar de la
resurrección politica de Israle como el tipo de la resurrección general de la que “Cristo es las primicias” (Isaías 26:19;
Ezequiel 37:1–14; Daniel 12:2). viviremos delante de él—gozaremos su favor y la luz de su rostro que nos
resplandecerá, como de antiguo; en contraste con el 5:6, 15; “apartóse de ellos.” 3. Conoceremos, y proseguiremos en
conocer a Jehová—El resultado de su favor re cobrado (v. 2) será el crecimiento continuo en el conocimiento salvador
de Dios, como el fruto de la perseverancia en seguir en pos de él (Salmo 63:8; Isaías 54:13). Como la falta del
“conocimiento de Dios” ha sido la fuente de todas los males (4:1; 5:4), así el conocimiento de él traerá juntamente
todas las bendiciones; en verdad, es la misma “vida” (Juan 17:3). Este conocimiento es práctico, no meramente teórico
(Jeremías 22:15, 16). La teología es vida, no ciencia; realidades, no palabras. Este desarrollo progresivo está ilustrado
por la luz del “alba,” que va creciendo más y más, que “va en aumento hasta que el día es perfecto” (Proverbios 4:18).
aparejada—Está segura su venida, lit., fijada, ordenada en sus eternos propósitos de amor para con el pueblo de su
pacto; “aparejado de Dios” (Génesis 41:32; Apocalipsis 12:6). Jehová vendrá por ciertó en socorro de su pueblo,
después de su oscura noche de calamidades. como el alba—(2 Samuel 23:4.) como la lluvia tardía y temprana—(Job
29:23; Joel 2:23.) Primero se menciona “la lluvia” en general; luego las dos lluvias (Deuteronomio 11:14) que obraban
la fertilidad de Palestina, la ausencia de las cuales se tenia por la más grande calamidad; “la lluvia tardía,” que cae en
la última mitad de febrero y durante marzo y abrill, justamente antes de la cosecha (lo cual le da su nombre, de la raíz
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que significa “juntar”); y “la lluvia temprana”, lit., la saltante, desde mediados de octubre a mediados de diciembre.
Como la lluvia fertiliza la tierra que sin ella es estéril, así el favor de Dios restaurará la nacionalidad de Israel por largo
tiempo muerta. 4. ¿Qué haré a ti—para volverte a la piedad. ¿Qué más pudiera hacerse que yo no haya hecho, tanto
de misericordias como de castigos (Isaías 5:4)? En este versículo comienza un nuevo discurso, que reasume las
amenazas (5:14). Véase la introducción a este capítulo. piedad … como la nube de la mañana—disipada pronoto por el
sol (13:3). Hay aquí un contraste tácito con la promesa de la futura gracia de Dios a Israel, del v. 3. Su salida es “como
la mañana,” que alumbra más y más hasta que el día es perfecto; vuestra piedad es “como una nube matutina,” que
pronto se disipa. Su venida a su pueblo es “como las (fertilizantes) lluvias tardía y temprana;” vuestra venida a él, a
“como el rocío temprano que se desvanece.”. 5. corté con los profetas—es decir, anuncié por los profetas que serían
cortados en pedazos, como los árboles del bosque. Dios identifica su obra con la de los profetas, la palabra siendo su
instrumento para ejecutar su voluntad (Jeremías 1:10; Ezequiel 43:3). con las palabras de mi boca—(Isaías 11:4;
Jeremías 23:29; Hebreos 4:12). tus juicios—los juicios que infligiré a tí, Efraín y Judá (v. 4). Asi “tus juicios,” es decir,
los en ti infligidos (Sofonías 3:15). serán como luz que sale—como la luz, patente a todos los ojos, como venida de
Dios, el que castiga al pecado. Henderson traduce: “relámpago” [PAG. 864] (véase Job 37:3, 15). 6. misericordia—
puesta por “piedad” en general, de la cual la misericordia o la caridad es una rama. y no sacrificio—es decir, “antes que
el sacrificio.” Así el no es meramente un comparativo (Exodo 16:8; Joel 2:13; Juan 6:27; 1 Timoteo 2:14). Como Dios
mismo instituyó los sacrificios, no puede significar que no los deseara en absoluto, sino que aun en el Antiguo
Testamento él avaluaba la obediencia moral como la única finalidad para la que fueron instituídas las ordenanzas
positivas, tales como los sacrificios: de mucho más ímportancía que la mera obediencia ritualista externa (1 Samuel
15:22; Salmo 50:8, 9; 51:16; Isaías 1:11, 12; Miqueas 6:6–8; Mateo 9:13; 12:7). conocimiento de Dios—experimental y
práctico, no meramente teórico (v. 3; Jeremías 22:16; 1 Juan 2:3, 4). “Mísericordia” se refiere a la segunda tabla de la ley,
nuestro deber para con el prójimo, “el conocimiento de Dios,” a la prímera, nuestro deber para con Dios, inclusive el
intimo culto espiritual. La segunda tabla se mencíona primero, no como superior en dignidad (pues es secundaria),
sino en el orden de nuestro entendimiento. cual Adam—La lección preferible es, “cual los hombres,” eso es, la clase
común de los hombres (Salmo 82:7). La expresión “el pacto” no se halla en otra parte aplicada a la relación de Adán con
Dios, aunque la cosa parece estar implícita (Romanos 5:12–19). Israel “transgredía el pacto” de Dios tan ligeramente,
como todos los días los hombres quebrantan los conveníos hechos con el prójimo. allí prevaricaron—en el reino del
norte, O sea, Israel. 8. Galaad, ciudad—Probablemente Ramot de Galaad, la metrópoli de la región serrana más allá del
Jordán, al sur del arroyo de Jaboc, conocida como “Galaad” (1 Reyes 4:13; Véase Génesis 31:21–25). obradores de
iniquidad—(12:11.) ensuciada de sangre—“marcada con huellas de sangre.” (Maurer.) Se refiere a la complicidad de
Galaad en la conspiración regicida de Peca contra Pecaías (2 Reyes 15:25). Véase nota, v. 1. Había allí muchos
homicidas, porque había en aquel lado del Jordán más ciudades de refugio en proporción a la extensión territorial,
que en la parte occidental (Números 35:14; Deuteronomio 4:41–43; Josué 20:8). Ramot de Galaad era una de ellas. 9.
Junta—asociación o gremio de sacerdotes. mancomunadamente mata—lit., de un hombro (véase Sofonías 3:9). La
figura se toma de los bueyes, que ponen sus hombros para tirar del mismo yugo. (Rivetus.) Maurer traduce: “en el
camino hacia Siquem.” Esta era ciudad de refugio entre Ebal y Gerizim. sobre el monte Efraín, (Josué 20:7; 21:21),
largo tiempo capital civil de Efraín, como Silo fué la religiosa; ahora llamada Nablus; una vez fué la residencia de
Jeroboam (1 Reyes 12:25). Los sacerdotes de allí se corrompieron de tal manera que asechaban y mataban a los que
huían hacia la ciudad de refugio (Henderson); la santidad del lugar aumentaba la culpabilidad de los sacerdotes, que
abusaban de sus privilegios sacerdotales y del derecho de asilo, para perpetrar homicidios ellos mísmos, o para
ocultar los que otros cometían. (Maurer.) ponen en efecto la abominación—el crimen deliberado, maldad presuntuosa,
de una raíz arábiga que significa: tomar una resolución deliberada. 10. suciedad—la Versión Inglesa: “cosa horrible”
(Jeremías 5:30; 18:13; 23:14). fornicó—practicó la idolatría. 11. Judá puso … planta—Mejor: “Para ti. oh Judá, esta
puesta una planta (cosecha),” es decir, de juicios, como en Jeremías 51:33; Joel 3:13; Apocalipsis 14:15. Llamada
“siega”, porque es el fruto de la semilla que Judá misma había sembrado (8:7; 10:12; Job 4:8; Proverbios 22:8). Judá,
bajo Acaz, perdió 120.000 hombres “muertos en un día (por Israel bajo Peca), porque habían dejado a Jehová el Dios
de sus padres.”—habiendo yo vuelto la cautividad de mi pueblo—por medio de Obed mi profeta, haciendo retornar
del cautiverio israelita 200.000 mujeres, niños y niñas de Judá (2 Crónicas 28:6–15). Esta profecía fué dada en tiempo
de Peca. (Ludovico de Dios.) Maurer explica: Cuando Israel, desterrado a causa de sus pecados, haya sido luego
restaurado por mí, tú, Judá, también serás desterrado por los tuyos. Pero por cuanto el castigo de Judá no se efectuó
cuando Dios restauró a Israel, la explicación de Ludovico debe ser aceptada. Grocio traduce: “Cuando yo haya vuelto
para hacer cautivo (es decír, cuando haya vuelto a hacer cautivo) a mi pueblo.” La primera cautividad de Israel, bajo
Tiglatpileser, fué seguida por una segunda bajo Salmanasar. Después se efectuó el sítio de Jerusalén y la captura de las
cíudades amuralladas de Judá por Sennaquerib, el precursor de otros ataques que terminaron en la cautividad de
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Judá. Pero el hebreo se emplea en otras partes para denotar restauración, y no castigo renovado (Deuteronomío 30:3;
Salmo 14:7.)
CAPITULO 7
REPRENSION DE ISRAEL. Probablemente dada en el interregno y guerra civil a la muerte de Peca, porque
“cayeron todos sus reyes” (v. 7), se refiere al asesinato de Zacarías, Sallum, Manahén, Pecaías y Peca; la referencia del
v. 8 parece que es al pago por Menahén de tributo a Pul (para asegurarseel trono usurpado), también a la alianza de
Peca con Rezin de Siria, y a la relación de Oseas con Asiria durante el interregno a la muerte de Peca. (Maurer.) 1.
Estando yo curando a Israel—O bien, “estando por curar …”, o “queriendo curar.” La restauración de Israel de los
200.000 cautivos judíos al mandato de Dios (2 Crónicas 28:8–15), daba esperanza de la reformación de Israel.
(Henderson.) Quiere decir la curación política tanto como la moral. Cuando yo hubiera sanado a Israel de su
condición calamitosa, entonces se descubrió que su iniquidad era tan grande que excluía toda esperanza de
recuperación. Luego enumera las maldades de Judá: “Viene el ladrón (entrando sigilosamente adentro), y la tropa de
bandidos despoja de fuera” (con abierta violencia). 2. No dicen (consideran) en su corazón—(Salmo 14:1) los
rodearán sus obras—como tantos testigos en su contra (Salmo 9:16, Proverbios 5:22). delante de mí—(Salmo 90:8.) 3.
Sus príncipes, en vez de restringírlos, tienen agrado en los que hacen tales crímenes (Romanos 1:32). 4. cesará de
avivar—más bien, “de calentar,” de la raíz arábiga “estar caliente.” Así la Versión de los Setenta. Se inflama su codicia
adulterina e idolátrica como el horno del panadero, quien lo tiene tan calentado que deja de atizarlo solamente desde
el tiempo de amasar hasta que la masa está leudada; solamente requiere no alimentar el fuego durante el corto
período de la fermentación del pan. Véase 2 Pedro 2:14: “No saben cesar de pecar.” (Henderson.) 5. El día de nuestro
rey—Su natalicio, o aniversario de su inauguración lo hicieron enfermar—Maurer traduce: “se hicieron enfermos.”
[PAG. 865] con vasos—antes “botellas,” no meramente con beber vasos, sino botellas. Maurer traduce: “debido al calor
del vino.” extendió su mano con los escarnecedores—El gesto de los borrachos al levantar y sostener la copa, y al
beber a la salud el uno del otro. Los buraladores eran alegres compañeros del rey. 6. aplicaron su corazón—más bien:
“Sehan acercado el carazón”, es decir al rey suyo, a beber con él. semejante a un horno—siguiendo a la figura del v. 4.
Como cubre toda la noche el fuego encendido, mientras el panadero duerme, pero a la mañana arde a viva llama, así
ellos cobijan la malicia en el corazón, mientras que queda adormecída la conciencia, y sus perversos designios sólo
esperan la ocasión propicia para llevarse a cabo. (Horsley.) Su corazón es el horno, su panadero el caudillo del
complot. En el v. 7 aparecen sus conspiraciones, a saber: los disturbios internos y el asesinato de un rey tras otro,
después de Jeroboam II. 7. Todos ellos arden—en su afán de causar disturbio universal (2 Reyes 15). devoraron a sus
jueces—magistrados; como el fuego del horno devora la leña. cayeron todos sus reyes—Véase notas al principio del
capítulo. no hay … quien a mí clame—Tal es la perversidad de ellos en medio de todas estas calamidades nacionales,
que nadie busca socorro de parte mía. (Isaías 9:13; 64:7). 8. Ephraim se envolvió—por medio de ligas con los idólatras
y la adopción de prácticas idolátricas (vv. 9, 11; Salmo 106:35). Ephraim … torta no vuelta—una torta quemada por
un lado y cruda por el otro, y así no comestible; una figura de la indignidad de Efraín. Los orientales cocen el pan sobre
el suelo, cubriéndolo con rescoldo (1 Reyes 19:6), y dándole vuelta cada diez minutos, para hacerlo cocer por completo
sin quemarlo. 9. extraños—Extranjeros: los sirios y los asirios (2 Reyes 13:7; 15:19, 20; 17:3–6). vejez—lit., “las canas;”
es decir, síntomas de que se aproximaba la disolución nacional. esparcido por él—lit., rociado sobre él (canas entre el
cabello). no lo supo—aunque la vejez debiera traer consigo la sabiduría, ni sabe de su decadencia seníl, ni tiene el
verdadero conocimiento, que lleva a una reformación. 10. La repetición del 5:5. no se tornaron … con todo esto—a
pesar de todas sus calamidades (Isaías 9:13). 11. como paloma incauta—pájaro de simplicidad proverbial: fácilmente
engañada. llamarán a Egipto—Israel sito entre los dos grandes imperios rivales, Egipto y Asiria, pidió a cada uno por
turno auxilio en contra del otro, Como esta profecía fué escrita en el reinado de Oseas, la alusión es probablemente a
la alianza con So o Sabaco II (del cual ha sido hallado un dato en los sellos cilíndricos de arcilla, en Koyunjik), alianza
que terminó con la derrota de Oseas y la deportación de Israel (2 Reyes 17:3–6). Como la paloma deja ver su
simplicídad, volando alarmada del nido solamente para caer en la red del cazador, así Israel, amonestado como fué de
que las alianzas con los extraños podrían ser su ruina, se precipitó para hacerla. 12. Cuando fueren—a buscar socorro
a éste o a aquel estado extrajero. extenderé sobre ellos mi red—como sobre pájaros cazados sobre el suelo (Ezequiel
12:13), en contraste con “hacerlos caer … del cielo,” es decir por el uso de proyectiles. conforme a lo … oído …
congregaciones—es decir, por voz de mis profetas, por los cuales amenacé con “castigarlos” (5:9; 2 Reyes 17:13–18).
13. se apartaron de mí—huyendo como pájoros del nido (Proverbios 27:8; Isaías 16:2). de mí—quien quería y podría
haberlos sanado (v. 1), siempre que me hubiesen pedido. los redimí—de Egipto y de los demás enemigos de ellos
(Miqueas 6:4). mentiras—(Salmo 78:36; Jeremías 3:10.) Fingiendo ser mis adoradores, cuando todo el tiempo adoraban
ídolos (v. 14; 12:1); también me negaban la gloria de haberlos liberado, atribuyéndolo, así como sus demás
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bendiciones, a los ídolos. (Calvino.) 14. no clamaron a mí—sino a otros dioses (Maurer) (Job 35:9, 10). O bien,
clamaron a mí, pero no “con todo su corazón:” lo que corresponde a “mentiras” del v. 13 (véase la nota allí). cuando
aullaron sobre sus camas—desvelados por la ansiedad. Figura de aflicción grande. Su clamor es denominado aullido,
como clamor de congoja y angustia, pero no el clamor de arrepentimiento y de fe. para el trigo … se congregaron—es
decir, en los templos de los ídolos, para reclamar de ellos buena cosecha y vendimia, en lugar de venir a mí, el
verdadero Dador de estas cosas (véase 2:5, 8, 12), lo que comprueba que su clamor a Dios “no era de todo su corazón.”
rebeláronse contra mí—lit., “retiráronse contra mí;” eso es, no sólo se retiraron de mi, sino que se rebelaron contro mi.
15. Y yo los ceñi—cuando ví sus brazos debilitados por los varios desastres, los ceñí, como para fortalecer sus
músculos y sus nervios: figura de la cirugía. (Calvino.) Maurer traduce: “Yo los ínstruí” para la guerra (Salmo 18:34;
144:1), a saber, bajo Jeroboam II (2 Reyes 14:25). Grocio explica: “Fuera que los castigara yo, o que les fortaleciera los
brazos, se imaginaban maldad contra mí.” Mejor es traducir: “Aunque yo les ceñí y les fortalecí los brazos, con todo
pensaron mal contra mí.” 16. Tornáronse, mas no al Altísimo—o bien, a uno que no es el Altísimo, a uno bien distinto
de él, a palo o a piedra. Así la Versión de los Setenta. arco engañoso—(Salmo 78:57.) Un arco que debido a su
construcción defectuosa, tira desviado del blanco. Así pretende Israel buscar a Dios, pero se vuelve a los ídolos. por la
soberbia de su lengua—su jactancia de la seguridad por parte de Egipto, y sus “mentiras” (v. 13), por las que fingían
servir a Dios, en tanto que adoraban a los ídolos; también su perversa defensa de sus idolatrías y sus blasfemías contra
Dios y sus profetas (Salmo 73:9; 120:2, 3). su escarnio en … Egipto—su “caída” será objeto de risa y “escarnio” a
Egipto, al que habían recurrido por ayuda (9:3, 6; 2 Reyes 17:4).
CAPITULO 8
que no hay contentamiento—(Salmo 41:12: Jeremías 22:28; 48:38.) 9. subieron a Assur—a Asiria, refiriéndose a la
solicitud de Manahén por la ayuda de Pul para establecerse en el trono (véase 5:13; 7:11). El nombre de Manahén se
halla en las inscripciones en el palacio sudoccidental de Nimrod, como tributario al rey asirio en su octavo año. La
dinastía de Pul, o sea, Faluca, fue suplantada en Nínive por la de Tiglatpileser, por el año 768 (ó 760) a. de J. C.
Semíramis parece que fué la esposa de Pul, la cual se retiró a Babilonia en el año 768; y su hijó, Nabonasar, tomando el
trono tras un período de confusión, dió origen a “la era de Nabonasar,” año 747. (G. V. Smith.) Comúnmente se decía
que los extranjeros que iban a la tierra de Israel “subían;” aquí el sentido es lo opuesto, para intimar la declinación y
ruina de Israel y la superioridad de Asiria. asno montés—una figura de la obstinada perversidad de Israel en seguir
su inclinación mala (Jeremías 2:24). para sí solo—“que vaga solo” (Versión Revisada Standard). Característica de Israel
en todas las edades: “He aquí, el pueblo habitará solo” (Números 23:9; Job 39:5–8). alquiló amantes—al través de la
costumbre corriente: es decir, que los amantes deberían alquilarla a ella (Ezequiel 16:33, 34). 10. las juntaré—es decir,
las naciones (Asiria, etc.) contra Israel, en vez de ayudarla como ella había deseado (Ezequiel 16:37). un poco
afligidos—“Dentro de poco.” (Henderson.) Pero nuestra versión es buena; sufrirán un poco por la imposición del
tributo; pues Dios postergó todavía el juicio grande, a saber, su deportación por los asirios. por la carga del rey y de
los príncipes—el tributo impuesto a Israel (bajo Manahén) por el rey asirio (Pul, 2 Reyes 15:19–22), quien tenía
muchos príncipes bajo su dominio (Isaías 10:8). 11. Dios en justa retribución los abandona al propio camino de ellos; el
pecado se convierte en castigo para ellos (Proverbios 1:31). multiplicó … altares—en oposición a la ley de Dios
(Deuteronomio 12:5, 6, 13, 14). para pecar … para pecar—sus altares, que eran “pecado” (sean cuales fuesen las
intenciones religiosas que alegasen), deben ser tratados como tal y ser el origen del castigo de ellos (1 Reyes 12:30;
13:34). 12. las grandezas de mi ley—(Deuteronomio 4:6, 8; Salmo 19:8; 119:18, 72; 147:19, 20.) Maurer no tan bien
traduce: “las muchas cosas de mi ley.” mi ley—como opuesto a sus invenciones. Esta referencia de Oseas al Pentateuco
sólo es contra la teoría de que algunas de las primitivas profecías escritas no han llegado hasta nosotros. cosas
ajenas—como si nada tuvieran que ver con ellas. 13. sacrificios de mis dones—que me ofrecen a mí. comieron—el
objecto que buscan es su propia satisfación carnal, no el honor mío. ahora—eso es, rápidamente. se tornarán a Egipto—
(9:3, 6; 11:11.) La misma amenaza como en Deuteronomio 28:68. Huyeron allá para escaparse de los asirios (véase en
cuanto a Judá, Jeremís caps. 42:44), cuando éstos les hubieron destruído la nación. Pero véase nota, 9:3. 14. olvidó … a
su Hacedor—(Deuteronomio 32:18.) templos—a los ídolos. Judá multiplicó ciudades fuertes—Judá, aunque fué
menos idólatra que Israel, dejó ver su falta de fe en Jehová, por confiar en sus ciudades amuralladas más que en el; en
vez de hacer las paces con Dios, Judá multiplicó las defensas humanas (Isaías 22:8; Jeremías 5:17; Miqueas 5:10, 11).
meteré fuego en sus ciudades—Senaquerib quemó todas las ciudades fuertes de Judá expecto Jerusalén (2 Reyes
18:13). sus palacios—o fortalezas, de la tierra de ellos. Véase en cuanto a Jerusalén, Jeremías 17:27.
CAPITULO 9
AMONESTACION CONTRA LA ALEGRIA DE ISRAEL POR EL ALIVIO PARCIAL DE SUS DISTURBIOS: SUS
COSECHAS FALTARAN, [PAG. 867] Y EL PUEBLO DEJARA LA TIERRA DEL SEÑOR PARA EGIPTO Y ASIRIA,
DONDE NO PODRAN, AUNQUE LO QUIERAN, SERVIR A DIOS SEGUN EL RITUAL ANTIGUO: LA
INSENSATEZ DE LOS PROFETAS FALSOS. 1. No te alegres … hasta saltar de gozo—lit., “hasta la exultación.” Tu
grande alegría por la alianza con Pul, por la cual la paz parece asegurada, está fuera de lugar: puesto que tu idolatría
traerá ruina sobre ti. como los pueblos—los asirios por ejemplo, los que, diferentemente de ti, están en la cima de la
prosperidad. amaste salario por todas las eras de trigo—deseaste, como recompensa por tu homenaje a los ídolos,
abundancia de trigo en cada era (2:12). 2. (2:9, 12.) fallará el mosto—su esperanza será defraudada. 3. volverá … a
Egipto—Véase nota, 8:13. Como en el cap. 11:5, se dice: “No tornará a … Egipto.” Fairbairn piensa que no se quiere
decir el país mismo, sino la esclavitud, con la cual, por la experiencia del pasado, Egipto era identificado en sus mentes.
Asiria iba a ser un segundo Egipto para ellos. Deuteronomio 28:68, si bien amenaza con un retorno a Egipto, habla (v.
36) de que serían llevados a una nación que ni ellos ni sus padres habían conocido, lo que demuestra que no se trata de un
Egipto positivo, sino de una segunda esclavitud como la egipcia, con la que se les amenaza. comerán vianda
inmunda—reducidos por la necesidad a comer alimentos declarados inmundos por la ley de Moisés (Ezequiel 4:13).
Véase 2 Reyes 17:6. 4. derramarán vino—en libación (Exodo 30:9; Levítico 23:13). ni él tomará contento—porque son
ofrecidos en suelo profano. sacrificios; como pan de enlutados—el cual era inmundo (Dueteronomio 26:14; Jeremías
16:7; Ezequiel 24:17). pan de ellos para sí mismos—su ofernda para la expiación de su alma [Calvino] (Levítico 17:11).
Más bien, “su pan para su sustento” “alma” se usa a menudo para denotar la vida animal, (Génesis 14:21) no entrará
en la casa de Jehová;” tal pan servirá solamente para la necesidad de ellos, no para mi adoración. 5. (Véase 2:11.) 6. a
causa de la destrucción—para escapar de la devastación de su país. Egipto los recogerá—eso es, en sus sepulcros
(Jeremías 8:2; Ezequiel 29:5). En lugar de volver a Palestina, morirían en Egipto. Memphis—célebre como una
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necrópolis. lo deseable de su plata—eso es, sus tesoros deseados para su dinero. O bien, “todo cosa valerosa de plata
que tengan.” (Maurer.) ortiga—la señal de la desolación (Isaías 34:13). 7. visitación—venganza; castigo (Isaías 10:3).
conocerálo Israel—a su costo experimental (Isaías 9:9). necio el profeta—el falso profeta que predijo la prosperidad
para la nación, será convicto de su insensatez por el acontecimiento. el varón de espíritu—hombre que pretende ser
inspirado (Lamentaciones 2:14; Ezequiel 13:3; Miqueas 3:11; Sofonías 3:4). a causa de la multitud de tu maldad—
Relaciónense estas palabras con “los días de la visitación vinieron, vendrán, o han venido;” “necio … espíritu,” están
entre paréntesis. grande odio—o bien, “la gran provocación” (Henderson);*
o (tu) “gran apostasía.” (Maurer.) Nuestra versión quiere decir el “odio” de Israel a los profetas de Dios y a la ley.
8. Atalaya … con mi Dios: el profeta—los atalayas espiritules, los profetas verdaderos, anteriormente consultaban a
mi Dios (Jeremías 31:6; Habacuc 2:1); pero su así llamado profeta es un lazo para Israel, que lo enreda en la idolatría.
odio—más bien: (a causa de) “la apostasía” (véase v. 7). (Maurer.) la casa de su Dios—eso es, el estado de Efraín,
como en el cap. 8:1. (Maurer.) O bien, “la casa de su (falso) diós”, los becerros. (Calvino.) Jehová, “mi Dios,” parece
contrastar con “su Dios de él”. El parecer de Calvino es por tanto preferible. 9. como en los días de Gabaa—como en
el día cuando se perpetró la atrocidad de Gabaa, narrada en Jueces 19:16–22, etc. 10. Como el viajero en el desierto se
deleita en encontrar uvas para mitigar la sed, o las brevas (estimadas con gran delica en el oriente, Isaías 28:4; Jeremías
24:2; Miqueas 7:1), así fué mi delica escoger a vuestros padres en Egipto como pueblo peculiar mío (2:15). en su
principio—cuando maduran los primeros frutos del árbol. entraron a Baalpeor—(Números 25:3): el ídolo moabita, en
cuyo culto las mujeres jóvenes se prostituían: el mismo pecado del que fué culpable Israel posteriormente. se
apartaron—consagráronse a sí mismos. para vergüenza—se consagraron a aquel ídolo vergonzoso e inmundo
(Jeremías 11:13). hiciéronse abominables como aquello que amaron—Así la Vulgata (Deuteronomio 7:26; Salmo
115:8). La Versión Inglesa da buen sentido: “ellos seguían en pos de sus abominables ídolos, según sus concupiscencias
los impulsaran” (Amós 4:5). 11. volará su gloria—justa retribución a aquellos que “se apartaron para (aquella)
vergüenza” (v. 10). Los hijos eran contados como la gloria de los padres; la esterilidad, como un reproche. “Efraín”
significa “fructífero” (Génesis 41:52); este su nombre dejará de ser su característica. desde el nacimiento … vientre …
concepción—Los hijos de Efraín perecerán en una triple graduación: (1) Desde el nacimiento; (2) Desde el tiempo de
la preñez; (3) Desde el tiempo de su primera concepción. 12. Aun cuando críen a sus hijos, con todo yo los despojaré (a
los efraimitas) de sus hijos (Job 27:14). ¡ay de ellos … me apartare!—todavía los impíos en su locura desean que Dios
se aparte de ellos (Job 21:14; 22:17; Mateo 8:34). Al fin se dan cuenta, con gran pérdida suya, cuán terrible cosa es
cuando Dios se ha apartado (Deuteronomio 31:17; 1 Samuel 28:15, 16; v. 11 y 1 Samuel 4:21). 13. Ephraim, según veo
… delicioso—es decir: mirando hacia Tiro (en cuya frontera Efraín está situado), ví a Efraín en su situación hermosa
como aquél (Ezequiel 26, 27 y 28.) asentada—Más bien, “plantada,” como árbol fructífero: figura sugerida por el
significado de la palabra “Efrain” (v. 11). sacará sus hijos al matador—(v. 16; 13:16). Con toda su fecundidad, sus
hijos serán criados para la matanza. 14. Léase: “Dales, oh Jehová.” ¿Qué les has de dar? Como si abrumado por su
sensibilidad, deliberara con Dios acerca de lo que será más deseable. Dales … matriz … pechos—de dos males escoge
el menor. Tan grande será la calamidad que la esterilidad será una bendición, aunque comúnmente era tenido por
desgracia grande. (Job 3:3; Jeremías 20:14; Lucas 23:29). [PAG. 868] 15. Gilgal—(Véase nota, 4:15.) Este fué el escenario
de su primera contumacia, de rechazar a Dios y elegir un rey (1 Samuel 11:14, 15; 1 Samuel 8:7), y de su idolatría
subsiguiente. Toda la maldad—eso es, su principal delito. allí, pues, les tomé aversión—no por el apasionamiento
humano, sino con santo aborrecimiento de su pecado, el que requería que les fuese aplicado el castigo (véase
Malaquías 1:3). echarélos de mi casa—como en el 8:1; fuera de la tierra que me es santa. O, como el “amor” se
menciona inmediatamente después, puede ser que se refiera a la manera hebrea del divorcio, en el esposa (Dios)
aparece echando a la esposa (Israel) de la casa. príncipes … desleales—“Sarim … Sorerim”; (hebreo), un juego de
sonidos similares. 16. Las figuras de “cepa” y “fruto” son sugeridas por la palabra “Efrain,” es decir, “fructífero”
(notas, vv. 11, 12). “Herido,” a saber, con el tizón, enfermedad del trigo (Salmo 102:4). 17. Mi Dios—“El Dios mio” en
contraste con “ellos”, es decir, el pueblo, del cual Jehová ya no es más su Dios. También Oseas apela a Dios, como
quien apoya la autoridad del profeta en contra de todo el pueblo. errantes entre las gentes—(2 Reyes 15:29; 1 Crónicas
5:26.)
CAPITULO 10
*
2. Nota: Repetidas veces divergen la Versión de Valera y las inglesas en la traducción de los tiempos
gramaticales. El profeta usa el pretérito en sus predicciones, como si el futuro predicho ya se hubiese
realizado. Puede ser que de Valera use el futuro a sabiendas en tales casos. Es imposible que el
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requería que trillasen sin bozal (Deuteronomio 25:4), de modo que engordaban en el trabajo. Una figura de la libertad,
prosperidad, e indulgencia de Israel de antes. Pero ahora Dios le impondrá el yugo asirio, en lugar de la libertad,
poniéndola a un trabajo servil. pasaré … cerviz—poniéndole un yugo. haré llevar—no un “yugo”, sino a Efrain, como
en Job 30:22; eso es, lo apresuraré a región distante. (Calvino.) Lyra traduce: “Haré al asirio cabalgar sobre Efrain.”
Maurer: “Haré que Efraín lleve”, eso es, como un carretero. sus terrones—los que están delante de él. 12.
Continuación de la figura del v. 11 (Proverbios 11:18). Obrad rectamente, y segaréis la recompensa: recompensa no
por deuda, sino por gracia. segad … en misericordia—según la medida de la “misericordia” divina, la cual retribuye
con creces la bondad, o “misericordia” que nosotros mostramos para con nuestro prójimo (Lucas 6:38). arad …
barbecho—Quitad vuestras supersticiones y vicios, y renovaos. buscar a Jehová, hasta que venga—Aunque no
responda de inmediato, perseverad sin cesar “hasta que venga.” enseñe—más bien: “llueva,” copiosamente.
justicia—eso es, la recompensa de la justicia o de la rectitud, o sea, la salvación, la temporal y la espiritual (1 Samuel
26:23; Joel 2:23). 13. segasteis iniquidad—eso es, el fruto de la iniquidad, así como “la justicia” (v. 12) es el fruto de la
justicia (Job 4:8; Proverbios 22:8; Gálatas 6:7, 8). fruto de mentira—falsa y espúrea adoración. confiaste en tu
camino—tu perverso camino (Isaías 57:10; Jeremías 2:23), tu adoración a dioses falsos. Esto era su salvaguardia
interna, y su externa era “la multitud de tus (hombres) fuertes.” 14. alboroto—una guerra tumultuosa. en (entre) tus
pueblos—la guerra se extenderá al pueblo entero, por todas las tribus de Israel y sus aliados. Salmán a Beth‐arbel—o
sea, Salmanasar, un nombre compuesto, del cual se omite la parte común con los nombres de otros tres reyes asirios:
Tiglatpileser Esarhadón, Sareser. Así Jeconías es abreviado a Conías. Arbel estaba situada en Neftalí, en Galilea, sobre la
frontera más cercana a Asiria; contra ella Salmanasar, en su primera invasión a Israel (2 Reyes 17:3), derramó su
mayor furia. Dios amenaza a las fortalezas de Israel con la misma suerte que sufrió Arbel “en el día (en la ocasión) de
la batalla,” entonces bien conocida, aunque no se menciona en otra parte (véase 2 Reyes 18:34). Esta circunstancia, un
poco antes del reinado de Ezequías, muestra que el encabezamiento (1:1) es correcto. 15. Así hará a vosotros Beth‐el—
Vuestro idolátrico becerro en Betel será la causa de una calamidad similar que os sucederá. maldad de … maldad—
vuestra grande maldad. en la mañana—eso es, apresuradamente, tan ligero como el alba es puesta en fuga por la
salida del sol (6:4; 13:3; Salmo 30:5). el rey—Oseas.
CAPITULO 11
tornará a … Egipto—eso es, para pedir auxilio contra Asiria (véase 7:11), como Israel hacía poco había hecho (2 Reyes
17:4), luego de haberse rebelado contra el asirio, al que habían sido tributarios desde los tiempos de Manahén (2 Reyes
15:19). En sentido figurativo “volverá a Egipto” (9:3), eso es, a una esclavitud parecida a la egipcia; también muchos
judíos fugitivos habían literalmente de volver a Egipto, cuando la Tierra Santa estuviese por caer en manos de los
asirios y caldeos. el mismo Assur (asirio) será su rey—en lugar de tener reyes propios y a Egipto por auxiliar de ellos.
porque no se quisieron convertir—Se negaron a “tornar” (espiritualmente), por lo tanto, en justa retribución, no
volverían (corporalmente) a Egipto, el objeto de su deseo. 6. sus aldeas—Grocio traduce: “sus cerrojos (así
Lamentaciones 2:9), eso es, los guerreros, que eran los baluartes del estado. Véase el 4:18: escudos por “príncipes”
(Salmo 47:9). a causa de sus consejos—al adorar a los ídolos y confiar en Egipto (véase 10:6). 7. adherido a la
rebelión—No solamente se rebelan, apartándose de mi, el “sumo bien” de ellos, sino que porfían en su apostasía.
Aunque (los profetas) los llaman (a los israelitas) a dejar sus ídolos y a volverse al Altísimo, “ninguno en absoluto
quiso ensalzarle.” Para honrar a Dios, deben abandonar su adherencia, su inclinación apóstata, deben elevarse hacia
Dios. 8. como Adma … Zeboim—de aquellas ciudades, inclusive Sodoma y Gomorra, irreparablemente destruídas
(Deuteronomio 29:23). Mi corazón se revuelve dentro de mí—con la más profunda compasión, como para no llevar a
cabo mi amenaza (Lamentaciones 1:20; véanse Génesis 43:30; 1 Reyes 3:26). Así la frase se usa para indicar un nuevo
cambio del sentimiento (Salmo 105:25). conmiseraciones—Dios habla de conformidad con los modos humanos de
pensamientos (Números 23:19). El aparente cambio de Dios (quien no puede arrepentirse) está de acuerdo con su
eterno propósito secreto de amor a su pueblo, para magnificar su gracia, después de la desesperada rebelión de ellos.
9. no volveré para destruir a Ephraim—eso es, no lo haré, como en tiempos pasados. La destrucción indicada en
primer orden fué, probablemente, aquella llevada a cabo por Tiglatpilneser, el que, como aliado del rey judío Acaz
contra Peca de Israel y contra Rezin de Egipto, despojó a Israel de Galaad, Galilea y Neftalí (2 Reyes 15:29). La
referencia ulterior es a la larga dispersión aún futura, que tendrá su fin con la restauración de su pueblo por el Dios de
la misericordia pactada, no por los méritos de ellos sino por su propia gracia divina. porque Dios soy, y no hombre—
que no trato como el hombre haría, con implacable ira, bajo terrible provocación (Isaías 55:7–9; Malaquías 3:6). Yo no
cambio, como el hombre, una vez que he hecho un pacto de amor eterno, como el hecho con Israel (Números 23:19).
Nosotros medimos a Dios por medida humana, y por tanto somos lentos para creer plenamente sus promesas; éstas,
sin embargo, pertenecen al residuo fiel, no al impenitente obstinado. en medio de ti—como tu Dios peculiar (Exodo
19:5, 6). no entraré en la ciudad—como un enemigo; como entré en Adma, Zeboim, y Sodoma, destruyéndolas
totalmente, mientras que no te destruiré a ti totalmente. De modo similar Jerónimo: “Yo no soy uno tal como los
moradores humanos en una ciudad, que se vengan cruelmente; salvo a los que corrijo.” De este modo, “no soy hombre,” y
”en medio de ti,” son paralelos con “dentro de la ciudad.” Aunque estoy en medio de ti, no soy como el hombre que
entra en una ciudad rebelde para destruirla toda. Maurer inútilmente traduce: “Yo no vendré en ira.” 10. él bramará
como león—con los terribles juicios sobre los enemigos de ellos (Isaías 31:4; Jeremías 25:26–30; Joel 3:16), llamando a
sus dispersos “hijos” desde los varios países de su dispersión. se moverán azorados—formarán grupos en ansiosa
agitación de apresuramiento. del occidente—(Zacarías 8:7.) Lit., desde el mar. Probablemente desde el Mediterráneo,
inclusive sus “islas del mar,” y la costa marítima. Como el v. 11 especifica las regiones de Africa y Asia, así aquí,
Europa. Isaías 11:11–16 es texto paralelo y se refiere a las mismas regiones. Sobre “hijos,” véase nota, 1:10. 11. como
paloma—ya no “la paloma incauta” (7:11), sino como palomas “que vuelan … a sus ventanas” (Isaías 60:8). en sus
casas—(Ezequiel 28:26.) Lit., encima, porque los orientales viven casi tanto sobre sus tejados planos como dentro de sus
casas.
CAPITULO 12
3. Nota del TRAD.—El v. 1 de nuestra versión forma un v. 12o. en la Inglesa, de modo que el capítulo once tiene
un versículo menos y el doce un versículo más que los mismos en la Versión Inglesa. De ahí pues el comentario del v. 1,
antes del encabezamiento.
11:12 (1). Maurer une este versículo al capítulo doce; pero como este versículo alaba a Judá, mientras que el 12:3 lo
censura, debe pertenecer más bien al capítulo once, y una nueva profecía empieza con el 12:2. Para evitar esto Maurer
traduce este versículo como una censura: “Judá vaga con Dios,” eso es, si bien tiene al Dios verdadero, vaga tras dioses
falsos. domina con Dios—servir a Dios es reinar. Efraín deseaba reinar sin Dios (véase 1 Corintios 4:8); no sólo esto,
sino que con el objeto de dominar, repudiaron el culto a Dios. (Rivetus.) En Judá estaba la sucesión legítima de reyes y
sacerdotes. con los santos—los santos sacerdotes y levitas. (Rivetus.) Con los padres y los profetas que transmitieron
fielmente el verdadero culto de Dios. La apostasía de Israel es tanto más culpable, por cuanto tenía delante de sí el
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buen ejemplo de Judá, ejemplo que en nada estimó. El paralelismo “con Dios” favorece la lección marginal (inglesa)
de, “con el Santísimo.”
REPRENSION DE EFRAIN Y JUDA: SU PADRE JACOB DEBIERA HABERLES SIDO POR MODELO. Esta
profecía posiblemente fué dada en el tiempo cuando Israel buscó la ayuda del rey egipcio So, en violación de su pacto
con Asiria (véase el v. 1). Los exhorta a seguir a su padre Jacob que perseveraba en la oración, lo que le consiguió el
favor de Dios. Como Dios es inmutable, ha de mostrar a la posteridad de Jacob el mismo favor que mostró a éste. 1. se
apacienta del viento—(Proverbios 15:14; Isaías 44:20.) Sigue tras objetos vanos, tales como las alianzas con los
idólatras, y tras sus ídolos (véase 8:7). al solano—el Simún, viento abrasador que sopla del lado este del desierto de
Palestina, el que no sólo no beneficia, sino que perjudica. Israel sigue no solamente cosas vanas, sino cosas perniciosas
(véase Job 15:2). mentira … aumenta—acumula mentira sobre mentira; eso es, imposturas [PAG. 871] con las que se
engaña a sí mismo, dejando la verdad de Dios. y destrucción—las opresiones violentas practicadas por Israel.
(Maurer.) Hechos que probarían cuál fué la causa de la propia desolación de Israel. (Calvino.) alianza con los Asirios—
(5:13; 7:11.) aceite se lleva a Egipto—como un regalo de parte de Israel para asegurar la alianza egipcia (Isaías 30:6;
57:9; véase 2 Reyes 17:4). Palestina era famosa por su aceite (Ezequiel 27:17). 2. Pleito … con Judá—(4:1; Miqueas 6:2),
Judá, bajo Acaz, había caído en la idolatría (2 Reyes 16:3, etc.). Jacob—eso es, las diez tribus. Si Judá, la parte
favorecida de la nación, no ha de ser perdonada, mucho menos la degenerada nación de Israel. 3. Tomó—Jacob,
contrastado con sus degenerados descendientes, llamados por el nombre de él. Jacob (v. 3; véase Miqueas 2:7). El “en
el vientre tomó por el calcañar a su hermano,” para obtener, si fuera posible los privilegios del primogénito (Génesis
25:22–26), por lo cual recibió su nombre (Jacob, que significa suplantador); y otra vez, por su fuerza, prevaleció
luchando con Dios para obtener una bendición (Génesis 32:24–29); mientras que vosotros menospreciáis mis
promesas, y ponéis vuestra confianza en los ídolos y en las alianzas extranjeras. El luchó con Dios y venció, vosotros os
dejáis esclavizar por los ídolos. Con sólo tener a Dios por vuestro lado, sois más fuertes que Edom, y hasta que Asiria.
Así pues el Israel espiritual se hace del talón de Jesús “el primogénito de muchos hermanos,” renacidos del Espíritu
Santo. No teniendo derechos por sí solos a la herencia, se hacen del talón herido, la humanidad de Cristo crucificado,
y no dejan de afirmarse de aquel que no es, cual Esaú, una maldición (Hebreos 12:16, 17), sino que, hecho maldición a
favor nuestro, nos es una bendición grande. venció al ángel—“Tuvo poder con Dios” (Versión Inglesa). Se refiere a su
nombre, “Israel,” príncipe de Dios, adquirido en aquella ocasión (Mateo 11:12). Así como la Canaán prometida había de
ser conquistada por Israel por la fuerza, asimismo el cielo, por los fieles (Apocalipsis 3:21; Lucas 13:24). “Porfiad a
entrar,” lit., “como en la agonía de una contienda.” Así la canaanita (Mateo 15:22). con su fortaleza—que estribaba en
su consciente debilidad, por lo tanto, cuando Dios le descoyuntó la cadera, se asió de él tenazmente. Buscar fuerza fué
el objeto de Jecob; concedérsela, el de Dios. Sin embargo, fué extraño el proceder de Dios. En forma humana parece
que trata de hacer caer a Jacob. Cuando el simple luchar no bastó, hace lo que parece seguro para que caiga Jacob,
dislocándole la juntura del muslo, de modo que no pudiese estar más tiempo de pie. No obstante, fué entonces
cuando Jacob prevaleció. De este modo Dios nos enseña el poder irresistible de nuestra consciente debilidad. Porque
cuando reconocemos nuestra debilidad, somos fuertes en la fortaleza que el Señor nos inspira (Job 23:6; Isaías 27:5; 2
Corintios 12:9, 10). 4. al angel—El increado Angel del Pacto, como Dios el Hijo aparece en el Antiguo Testamento
(Malaquías 3:1). rogóle—Génesis 32:26: “No te dejaré, si no me bendices.” le halló—él ángel halló a Jacob, cuando iba
huyendo de Esaú a Siria; el Señor se le apareció “en Betal” (Génesis 28:11–19; 35:1). ¡Qué contraste triste, el que en esta
misma Betel, Israel ahora adora los becerros de ora! allí habló con nosotros—“con nosotros,” como que estábamos en
los lomos de nuestro progenitor Jacob (Véase Salmo 66:6, “ellos … nosotros;” (Hebreos 7:9, 10). Lo que Dios allí habló
a Jacob también nos pertenece a nosotros. Las promesas que Dios le hizo pertenecen a toda su posteridad que siga en
los pasos de su fe y oración. 5. Jehová—nombre que denota su inmutable constancia respecto a sus promesas: de la raíz
hebrea que significa existencia. “El que es, fué, y será”, siempre el mismo (Hebreos 13:8; Apocalipsis 1:4, 8; Exodo 3:14,
15; 6:3). Como fué inmutable en su favor para con Jacob, así lo será a su creyente posteridad. de los ejércitos—a los
que Israel neciamente adoraba. Jehová tiene todos los ejércitos (Saba) o potestades del cielo y de la tierra a su orden,
de modo que es todopoderoso, así como es fiel, para cumplir sus promesas (Salmo 135:6; Amós 5:27). memorial—el
nombre expresivo del carácter en el cual Dios había de ser siempre recordado (Salmo 135:13). 6. Tú pues—quien
deseas ser un verdadero descendiente de Jacob. a tu Dios—el cual por lo tanto está obligado por el pacto a escuchar
tus ruegos. guarda misericordia y juicio—(Miqueas 6:8.) Estos dos comprenden la segunda tabla de los
mandamientos, los deberes hacia el prójimo, la más visible prueba de la sinceridad del arrepentimiento de uno. en tu
Dios espera—en él solamente, no en los ídolos: lo que comprende todas los deberes de la primer tabla (Salmo 37:3, 5,
7; 40:1). 7. mercader—un juego en el doble sentido del hebreo, “Canaán,” eso es, un cananeo, y también un
“mercader.” Ezequiel 16:3: “Tu habitación y tu raza de … Canaán.” Naturalmente descendientes del piadoso Jacob,
habían venido a ser virtualmente cananeos, los que fueron proverbialmente famosos como comerciantes tramposos
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(véase Isaías 23:11). Esta fué una reprensión máxima para Israel, por cuanto despreciaba a Canaán. Los fenicios se
llamaban cananitas o mercaderes (Isaías 23:8). Opresión—abierta violencia: como “peso falso” sugiere el fraude. 8. Y
dijo—No obstante lo del v. 7. he enriquecido—es decir, no me importa lo que dicen los profetas: estoy contento con
mi estado, pues soy rico (Apocalipsis 3:17.) Por lo tando, en justa retribución, éste es el mismo lenguaje del enemigo
que se hace el instrumento del castigo de Israel. Zacarías 11:5: “El que las vendía decía … he enriquecido.” Mucho mejor
la pobreza con honestidad, que las riquezas adquiridas por medio del pecado. mis trabajos—las ganancias de mis
trabajos. iniquidad … pecado—iniquidad que traiga sobre mí la penalidad del pecado. Arguye Efraín: Mi éxito en mis
labores prueba que no soy culpable de pecado, como los profetas afirman. De este modo los pecadores pervierten la
paciencia y bondad de Dios (Mateo 5:45) para una justificación de su impenitencia (véase Ecclesiastés 8:11–13). 9.
Empero—a pesar de todo esto. Aunque Israel merece ser desechado para siempre, no obstante, yo sigo siendo aún lo
que fuí desde el tiempo cuando los saqué de Egipto, a saber, el Dios del pacto de ellos; por lo tanto, “aun te haré
morar en tiendas,” eso es, guardar la fiesta de cabañas otra vez en memoria de una nueva liberación de esclavitud.
Profecía cumplida en primer lugar al volver de Babilonia (Nehemías 8:17): a ser cumplida plena y típicamente en la
restauración final de la dispersión actual (Zacarías 14:16; Levítico 23:42, 43). 10. a los profetas—lit., sobre los profetas;
es decir con mi espíritu sobre ellos. Deposité en ellos mis instrucciones, las que debieran [PAG. 872] de haberte traído
al buen camino. Vuestra culpa está agravada, por cuanto no fué en ignorancia que erraste, sino desafiando a Dios y a
sus profetas. (Calvino.) Ahías el silonita, Semaías, Ido, Azarias, Hanani, Jehú, Elías, Eliseo, Miqueas, Joel y Amós eran
“los profetas” antes de Oseas. profecía (o visiones) … semejanzas—Adopté tales modos de comunicación adaptados
a las capacidades del hombre, como los calculados para llamar la atención; no dejé ningún medio sin probar para
encaminarte. El cap. 1:2, 3 tiene ejemplos de estas “semejanzas.” 11. ¿Es Galaad iniquidad?—Hace la pregunta, no
como si la respuesta fuera dudosa, sino para fortalecer la afirmación: “Ciertamente vanidad han sido;” o como Maurer
traduce: “Ellos no son sino iniquidad.” Iniquidad, especialmente idolatría, en la Escritura a menudo se denomina
“vanidad.” Proverbios 13:11; “Riqueza adquirida por vanidad,” es decir, por iniquidad. Isaías 41:29: “Son todos vanidad
… imágenes”. “Galaad” se refiere a Mizpa de Galaad, ciudad que representaba la región más allá del Jordán (6:8;
Jueces 11:29); así como Gilgal, la región occidental del Jordán (4:15). altares como montones en los surcos—eso es, tan
numerosos como tales montones; a saber, los montones de piedras limpiadas de los campos pedregosos. Una figura
apropiada, por cuanto a la distancia parecen altares (véase 10:1, 4; 8:11). Como el tercer miembro del paralelismo
corresponde al primero. Gilgal a Galaad, así el cuarto al segundo: “altares” a “vanidad.” La palabra “montones,”
significando montones de piedras, alude al nombre de Gilgal. El mismo escenario de la circuncisión del pueblo, y de la
solemne pascua celebrada después de cruzar el Jordán, es ahora la plaza fuerte de la idolatría de Israel. 12. Jacob huyó
… sirvió—Aunque os enorgullecéis del gran nombre de “Israel,” no olvidéis que vuestro progenitor era el mismo
Jacob que fué fugitivo y que sirvió por Raquel catorce años. El no se olvidó de mí, quien lo libré cuando huía de Esaú,
y cuando fué oprimido por Labán (Génesis 28:5; 29:20, 28; Deuteronomio 26:5). Vosotros, si bien librados de Egipto (v.
12), y colmados de mis favores, con todo no queréis volver a mí. tierra de Aram—la región de las campañas en Siria,
eso es: la parte situada entre el Tigris y el Eufrates, llamada por eso Mesopotamia. Padanaram significa lo mismo, o
sea, la Baja Siria, como opuesta a Aramea (que significa la tierra alta) o Siria (Génesis 48:7). 13. por profeta—Moisés
(Números 12:6–8; Deuteronomio 18:15, 18). fué guardado—Hay alusión a la misma palabra hebrea en el v. 12, “fué
pastor” (guardó ovejas) (Salmo 80:1; Isaías 63:11). 14. sus sangres … sobre él—No será quitada la culpa y el castigo de
la sangre inocente derramada por Efraín en general, y en honor de Moloc en particular. le pagará su oprobio—el
deshonrar a Dios por parte de Efraín al adorar a ídolos, Dios se lo retribuirá. El que Dios es “su Señor” por el derecho
de la redención y de la revelación especial a Efraín dada, solamente agrava su culpa, lejos de darle esperanza de
escapar. Dios no renuncia a su derecho a ellos como propiedad de él. por más que ellos desconozcan su dominio.
CAPITULO 13
Se representa similarmente a Israel políticamente muerto en Ezequiel 37. 2. según su entendimiento—eso es, según su
invención arbitraria. Véase “culto voluntario,” Colosenses 2:23. Los hombres no han de ser “sabios más allá de lo que
está escrito”, ni seguir su propio entendimiento, sino lo que Dios ordena en el culto. que besen los becerros—acto de
adoración a los becerros de oro (véase 1 Reyes 19:18; Job 31:27; Salmo 2:12). 3. Serán como la niebla de la mañana—
(6:4.) Por cuanto su “bondad” pronto desapareció como la niebla y el rocío de la mañana; en la misma forma ellos
perecerán. la era—generalmente en un lugar abierto, en una altura, expuesto a los vientos. chimenea—comúnmente
en el oriente un orificio en la pared, que a la vez daba entrada a la luz y salida al humo. 4. (12:9; Isaías 43:11.) ni otro
Salvador—temporal ni tampoco espiritual—sino a mí—(Isaías 45:21.) 5. Yo te conocí—eso es, te conocí como mío, y
así cuidé de ti (Salmo 144:3; Amós 3:2). Como yo te conoci a ti como mío, así no debías de conocer a dioses fuera de mí
(v. 4). en tierra seca—(Deuteronomio 8:15.) 6. Figura del ganado que se harta en abundantes pastos (véase 2:5, 8;
Deuteronomio 32:13–15). A la medida en que los alimenté hasta hartarlos, estuvieron tan saciados que “se les
ensoberbeció el corazón;” un contraste triste con aquel tiempo cuando, por la bendición de Dios, Efrain de veras “se
enalteció en Israel” (v. 1). por esta causa se olvidaron de mí—la misma razón por la cual los hombres debieran
acordarse de Dios, o sea, la prosperidad, la cual viene de Dios, es a menudo la causa de su olvido de Dios. Dios les
había advertido este peligro (Deuteronomio 6:11, 12). 7. (5:14; Lamentaciones 3:10.) leopardo—el hebreo viene de una
raíz que significa “manchado” (véase Jeremías 13:23). Los leopardos acechan en las malezas, y desde allí saltan sobre
sus víctimas. los espiaré—como en emboscada. Varios MSS, la Versión de los Setenta, la Vulgata, la Siríaca y la Arábiga,
por un ligero cambio de los puntos vocálicos del hebreo, dicen: “por el camino de Asiria”, región donde abundaban
leones y leopardos. Nuestra versión es mejor. 8. “Los escritores sobre la naturaleza de las fieras dicen que ninguna es
más salvaje que la osa cuando se la ha quitado su cría.” (Jerónimo.) las telas de su corazón—la membrana que lo
rodea: el pericardio. allí—“en el camino” (v. 7). [PAG. 873] 9. Te … en mí—un punto de contraste. Te perdiste—es
decir, tu destrucción está en ti mismo (Proverbios 6:32; 8:36). en mí está tu ayuda—(Véase Deuteronomio 33:26.) Si
hubieras puesto tu esperanza en mí, yo hubiera estado siempre a mano pronto a socorrerte. (Grocio.) 10. ¿Dónde
(pues) está tu rey …?—Así la Versión de los Setenta, la Siríaca, la Vulgata. (Maurer.) La Versión Inglesa: “Oh Israel, yo seré
tu Rey,” se apoya en el hebreo, en la antítesis entre los tiránicos reyes perecederos de Israel y el Rey permanente de Israel
(Véase 3:4, 5). dónde … dijiste: Dame rey—¿Dónde, entonces, está el rey a quien sustituísteis en mi lugar? Ni Saúl, el
que fué pedido por toda la nación, no contenta conmigo, su verdadero Rey (1 Samuel 8:5, 7, 19, 20; 10:19), ni
Jeroboam, a quien subsecuentemente las diez tribus eligieron en lugar de la dinastía de David mi ungido, te puede
salvar ahora. Habían esperado de sus reyes lo que es prerrogativa de Dios solamente, a saber, el poder de salvarlos.
jueces—inclusive toda autoridad civil bajo los reyes (véase Amós 2:3). 11. Díte rey en mi furor … ira—fué en efecto,
tanto respecto a Saúl (1 Samuel 15:22, 23; 16:1), como a la línea de Jeroboam (2 Reyes 15:30). Peca fué depuesto por
medio del rey Oseas, como aquél mismo había depuesto a Pecaías, y como Oseas también había de ser luego llevado
por el rey asirio. 12. Atada … guardado—los tesoros, que son para guardar, se envuelven en un lío y se esconden; vale
decir: no os ilusionéis vosotros, por la demora, de que yo haya olvidado vuestro pecado. Al contrario (9:9), la
iniquidad de Efraín está guardada, como si estuviese sellada y asegurada, hasta que se cumpla el tiempo debido para
manifestarla y castigarla (Deuteronomio 32:34; Job 14:17; 21:19; véase Romanos 2:5). Lo opuesto de “raer la cédula …
contraria” al pecador (Colosenses 2:14). 13. Dolores de mujer de parto—calamidades repentinas y angustiosas
(Jeremías 30:6). ignorante—en no prever la amenaza de juicio e impedirlo por el arrepentimiento (Proverbios 22:3). no
estuviera tanto tiempo en el rompimiento de los hijos—Cuando Israel pudiera haberse librado de la calamidad
mediante la angustia del arrepentimiento, resulta que se ve perdido por haber aplazado, por tanto tiempo, un nuevo
nacimiento para arrepentimiento, como el caso de una criatura cuya madre no tiene fuerza para darlo a luz, el cual
por eso queda tanto tiempo en la salida de la matriz, que corre peligro de muerte (2 Reyes 19:3; Isaías 37:3; 66:9). 14. Se
aplica en primer orden a la restauración de Israel por Dios, del poder de Asiria en parte, y en tiempos aún futuros,
plenamente, de todas las tierras de su presente y tan prolongada dispersión, y de la muerte política (véase 6:2; Isaías
25:8; 26:19; Ezequiel 37:12). Como la historia de Israel, pasada y futura, tiene un carácter representativo en relación a la
iglesia, este versículo está expresado en lenguaje que alude al Mesías (quien es el Israel ideal) y a su gran victoria
sobre la tumba y la muerte, las primicias de su propia resurrección (debiendo venir la cosecha completa con la
resurrección general); de ahí la similitud entre este versículo y el lenguaje de Pablo en cuanto a ésta (1 Corintios 15:55).
Esta similitud viene a ser anu más evidente, si se traduce como la Versión de los Setenta, versión que Pablo
evidentemente cita; y como la misma palabra hebrea se traduce en el v. 10: “Oh muerte, ¿dónde están tus plagas
(parafraseado en la Versión de los Setenta por “tu victoria”)? Oh sepulcro, ¿donde está tu destrucción (vertida por la
Versión de los Setenta, “tu aguijón”)? Lo que se trata es de uno que triunfa sobre un enemigo, una vez tirano cruel, pero
ahora despojado de todo poder para dañar. arrepentimiento será escondido de mis ojos—eso es, no cambiaré mi
propósito de cumplir mi promesa de librar a Israel, a condición de su retorno a mí (véase 14:2–8; Números 23:19;
Romanos 11:29). 15. fructificará—referencia al significado de “Efraín,” de una raíz hebrea: “ser fructífero” (Génesis
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41:52). Ella fué por largo tiempo la más numerosa y floreciente de las tribus (Génesis 48:19). viento de Jehová—eso es,
enviado por el Señor (véase Isaías 40:7), que tiene siempre listos sus instrumentos de castigo. Lo que se quiere decir es
el asirio Salmanasar y otros. (Jeremías 4:11; 18:17; Ezequiel 19:12). del desierto—la parte desértica de Siria (1 Reyes
19:15), el camino desde Asiria para Israel. él saqueará—el invasor asirio. Salmanasar empezó el asedio de Samaria en
el año 723 a. de J. C. Se terminó en el 721, el primer año de Sargón, el cual parece haber usurpado el trono de Asiria,
mientras Salmanasar estaba en el sitio de Samaria. Así se explica que mientras en 2 Reyes 17:6 se declara que “el rey de
Asiria tomó a Samaria,” 2 Reyes 18:10 dice: “Al fin de tres años ellos la tomaron”. En el magnífico palacio de Sargón en
Khorsabad, hay inscripciones que mencionan el número (27.800) de israelitas que fueron llevados cautivos por el
fundador del palacio, desde Samaria y otros lugares de Israel. (G. V. Smith.) 16. Este y el v. 15 predicen las
calamidades que están por sobrevenir a Israel antes de su restauración (v. 14), por causa de su impenitencia. su
Dios—El mayor agravio de su rebelión fué el que era en contra del Dios de Efraín (v. 4). niños estrellados—(2 Reyes
8:12; 15:16; Amós 1:13).
CAPITULO 14
El lirio común es blanco, y consiste en seis hojas que se abren como campanas. El lirio real crece a la altura de un
metro o más. Mateo 6:29 alude a la belleza de sus flores. raíces como el Líbano—eso es, como los árboles del Líbano
(en especial, los cedros), que entierran sus raíces tanto como elevan sus ramas, de modo que son inmovibles
[Jerónimo] (Isaías 10:34). El crecimiento espiritual consiste más en el crecimiento de la raíz, la parte invisible. 6.
ramos—brotes o vástagos. gloria como … oliva—que nunca pierde su verdor. Una sola planta no es suficiente para
expresar las gracias del pueblo electo de Dios. El lirio describe su hermoso crecer; pero como requiere duración y
firmeza, se agrega el cuadro de los profundamente arraigados cedros del Líbano; “estos, sin embargo, no dan fruto:
por tanto se pone la simbólica oliva, fructífera, pacífica, fragante, siempre verde. olerá como el Líbano—que exhala la
fragancia de sus árboles y flores olorosas. Así el nombre de Israel será de buen sabor y perfume (Génesis 27:27;
Cantares 4:11). 7. Los que solían morar bajo la sombra de Israel (pero que han sido obligados a dejarla), volverán; eso es,
serán restaurados (Ezequiel 35:9). Otros entienden que “su sombra” significa la sombra de Jehová (véase Salmo 17:8;
91:1; Isaías 4:6, cuyos versículos 1, 2 (“vuelve a Jehová”) favorecen la idea. Pero el posesivo (“su sombra”) se refiere a
Israel, y por tanto aquí debe referirse al mismo. serán vivificados como trigo—como el grano tras larga espera en la
tierra seca, al fin brota y da buena cosecha, así ellos revivirán de sus calamidades con un aumento grande de
descendencia (véase Juan 12:24). su olor—es decir, la fama de Israel. Véase el v. 6: “su olor como el Líbano;” Cantares
1:3: “Ungüento derramado es tu nombre.” La Versión de los Setenta favorece la lección marginal de “memorial.” como
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de vino del Líbano—muy celebrado por su aroma, sabor, y propiedades medicinales restaurativas. 8. Ephraim dirá—
conducido ya al arrepentimiento por la bondad de Dios, y confesando y aborreciendo sus locuras pasadas. yo lo oiré,
y miraré—Yo Jehová le he respondido y mirado con Favor; lo opuesto de “esconder Dios su rostro” de uno
(Deuteronomio 31:17). Es la experiencia del favor de Dios pues, en contraste con la ira de Dios en otro tiempo, lo que
lleva a Efraín a detestar su idolatría pasada. Jehová oyó, y respondió; mientras que los ídolos, como ahora se da cuenta
Efraín, no pudieron oír, mucho menos responder. yo … como la haya verde—o el ciprés; siempre verde, de invierno y
de verano lo mismo; sus hojas nunca caen en invierno. de mí será hallado tu fruto—“de parte de mí” como la raíz. No
hacía falta que pasase más allá de mí, por la provisión de todas tus necesidades; no sólo por la protección, figurada por
la sombra de la haya, sino también por lo que la haya no tiene, a saber, el fruto: todas las bendiciones espirituales y
temporales. Puede estar también implícito que cuantas gracias espirituales Efraín busque o que pueda tener, no son
de él mismo, sino de Dios (Salmo 1:3; Juan 15:4; 5:8; Santiago 1:17). Las promesas de Dios a nosotros son de más
seguridad, que nuestras promesas a Dios de la remisión del pecado (Isaías 27:9). 9. EPILOGO, que resume toda la
enseñanza previa. Aquí solamente emplea Oseas el término “justos,” tan raros eran tales caracteres en el día de él.
Hay en la palabra de Dios bastante de la clara verdad salvadora, para guiar a aquellos que humildemente buscan la
salvación, y bastante de dificultades, para confundir a los que, por curiosidad, tratan de desenredarlas, en vez de
buscar prácticamente la salvación. los rebeldes … caerán—tropezarán, se escandalizan por las dificultades que se
oponen a sus prejuicios y codicias, y sobre todo, a su imaginada comprensión propia (véase Proverbios 10:29; Miqueas
2:7; Mateo 11:19; Lucas 2:34; Juan 7:17; 1 Pedro 2:7, 8). A aquel que sinceramente busca la agenda (el hacer). Dios le
manifestará la credenda (el creer). Cristo para los unos es la piedra fundamental para los otros, piedra de tropiezo y
roca de ofensa. El mismo sol ablanda la cera y endurece la arcilla. Pero lo más fatal es la caída de los que caen en los
caminos de Dios, quebrantados sobre la Roca de los siglos, y que chupan veneno del mismo Bálsamo de Galaad.
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LIBRO DE JOEL
INTRODUCCION
JOEL (que significa “uno para quien Jehová es Dios,” o sea, adorador de Jehová) parece haber pertenecido a la tribu
de Judá, pues no hace referencia alguna a Israel, mientras que habla de Jerusalén, del templo, de los sacerdotes y de
las ceremonias, como si los conociera íntimamente (véase 1:14; 2:1, 15, 32; 3:1, 2, 6, 16, 17, 20, 21). Sus predicciones
fueron dadas probablemente en los primeros [PAG. 875] días de Joas, años 870–865 a. de J. C. Porque ninguna
referencia se hace en ellas a los Babilonios y Asirios ni tampoco a la invasión asiria, y los únicos enemigos
mencionados son los filisteos, los fenicios, los edomitas y los egipcios (3:4, 19). Si él hubiese vivido después de Joas,
con toda seguridad hubiera mencionado a los sirios entre los enemigos que enumera, puesto que los sirios tomaron a
Jerusalén y se llevaron para Damasco inmenso botín (2 Crónicas 24:23, 24). No se menciona idolatría alguna; y los
servicios del templo, el sacerdocio y las otras instituciones de la teocracia son representados como florescientes. Todo
esto corresponde al estado de cosas bajo el sumo sacerdocio de Joiada, por medio de quien Joas había sido puesto en
el trono, y quien vivió en los primeros años de Joas (2 Reyes 11:17, 18; 12:2–16; 2 Crónicas 24:4–14). Fué hijo de Petuel.
El primer capítulo describe la desolación causada por una incursión de langostas—uno de los instrumentos del
juicio divino mencionados por Moisés (Deuteronomio 28:38, 39) y por Salomón (1 Reyes 8:37). El segundo capítulo
(vv. 1–11), la aparición de ellas, bajo la figura de un ejército hostil, lo que sugiere que las langostas eran símbolos y
presagios de un azote más terrible, es decir, enemigos extranjeros que consumirían todo lo que hallaran a su paso. (La
ausencia de mención de perjuicio personal a los habitantes, no es objeción válida para la interpretación figurativa,
porque la figura es consecuente en todo, al atribuir a la langosta únicamente el perjuicio hecho en la vegetación,
haciendo daño así indirectamente al hombre y al animal.) 2:12–17, exhortación al arrepentimiento, cuyo resultado será
que Dios librará a su pueblo; retornarán las lluvias tempranas y tardias a fertilizar sus desoladas tierras, y será la
garantía de un derramamiento espiritual de gracia, que empezará con Judá y de allí se extenderá a “toda carne.” 2:18–
3:21. Los juicios de Dios sobre los enemigos de Judá, en tanto que Judá será restablecido para siempre.
El estilo de Joel es preeminentemente puro. Se caracteriza por su suavidad y fluidez en los ritmos, la redondez de
las oraciones, y la regularidad en los paralelismos. Con la fuerza de Miqueas, su estilo se combina con la ternura de
Jeremías, la vivacidad de Nahum, y la sublimidad de Isaías. Como una muestra de su estilo, tómese el capítulo dos, en
donde el terrible aspecto de las langostas, su rapidez, su irresistible progreso, su estrépito ensordecedor, y su poder
instintivo de ordenar sus fuerzas para la carrera de devastación, están pintados con gráfica realidad.
CAPITULO 1
primera especie a Asiria y Babilonia; la segunda, a Medopersia; la tercera, a Grecomacedonia y Antíoco Epífanes; la
cuarta, a los romanos. Aunque la primera referencia es a langostas literales, el Espíritu Santo indudablemente tenía en
vista los imperios sucesivos que atacaron a Judea, cada uno peor que su antecesor, siendo Roma el clímax. 5.
Despertad—de vuestro habitual estado de borracho estupor, para daros cuenta de la privación de vuestra bebida
favorita. Hasta los borrachines (la raíz hebrea significa cualquier bebida fuerte) serán forzados a “aullar,” aun cuando
comúnmente se ríen en medio de las más grandes calamidades, tan palpable y universalmente afectará la calamidad a
todos. vino … mosto—Como el castellano, el hebreo significa el jugo de uva no fermentado y por lo tanto,
inintoxicante, el jugo dulce extraído por la opresión de las uvas o de otra fruta, como las granadas (Cantares 8:2). El vino
se produce de la uva [PAG. 876] solamente, y es intoxicante (véase nota v. 10). 6. gente subió—se aplica a las
langostas más bien que a gentes (Proverbios 30:25, 26), para indicar no solamente sus números, sino también su “feroz
hostilidad;” y también para preparar la mente del oyente para la transición a las langostas figurativas del capítulo dos;
a saber: la “nación” o enemigo gentil que venía contra Judea (2:2). a mi tierra—eso es, la de Jehová; la que nunca
hubiera sido devastada, si a mí no me hubiese placido infligir el castigo (2:18; Isaías 14:25; Jeremías 16:18; Ezequiel
36:5; 38:16). fuerte—como llevando irresistiblemente por delante con su compacto cuerpo, todos los frutos de la
industria de los hombres. y sin número—Así Jueces 6:5; 7:12: “como langostas por multitud” (Jeremías 46:23; Nahum
3:15). dientes de león—es decir, las langostas son tan destructivas como un león; no hay vegetación que pueda resistir
su mordedura. (Véase Apocalipsis 9:8). Plinio dice: “Roen hasta las puertas de las casas.” 7. descortezó—Bochart, con
la Versión de los Setenta y Siríaca, traduce, de una raíz arábiga: “ha roto,” es decir, los brotes superiores de los que
mayormente se alimentan las langostas. Calvino secunda la versión nuestra. mi vid … mi higuera—pues están en “mi
tierra,” o sea, de Jehová (v. 6). En cuanto a la fecundidad de las vides de la antigua Palestina; véase Números 13:23, 24.
ramas … blancas—tanto por estar despojadas de la corteza (Génesis 30:37) como por haberse secado desde el tronco,
ramas y tronco comidos desde abajo, por las langostas. 8. Llora—Oh “tierra mía.” (v. 6; Isaías 24:4). moza … por el
marido—Una virgen desposada era considerada como mujer ya casada (Deuteronomio 22:23; Mateo 1:19). El hebreo
“marido es señor o dueño; en el oriente el marido es tenido por amo de la esposa. de su juventud—cuando los afectos
son más fuertes, y cuando el dolor en la aflicción es por consiguiente el más agudo. Lo que sugiere el pensamiento es
lo que debía ser el dolor de Sión por su separación de Jehová, el marido desposado de ella en sus primeros días
(Jeremías 2:2; Ezequiel 16:8; Oseas 2:7; Proverbios 2:17; Jeremías 3:4). 9. La tristeza más grande para la mente de un
judío religioso, y lo que debiera impresionar a toda la nación en el sentido del desagrado de Dios, es la cesación del
acostumbrado culto del templo. el presente—en el hebreo, “mincha;” no de carne, sino la ofrenda incruenta hecha de
harina, aceite e incienso. Como ésta y la ofrenda de bebida, o libación derramada acompañaban a todo sacrificio de
carne, éste se incluye, si bien no es especificado, en lo que “pereció”, por causa de no haber ya alimento para hombre
ni bestia. los sacerdotes … luto—no por su propia pérdida de lo que percibían de los sacrificios (Números 18:8–15),
sino porque ya no pueden presentar las ofrendas ordenadas a Jehová, a quien ministraban. 10. El campo … la tierra—
difiriendo en que “campo” significa la campiña libre y sin cercar: “tierra” el rico suelo rojo del campo (de una raíz:
“ser rojo”). adaptada para el cultivo. Así pues, un hombre “del campo,” en el hebreo, es cazador; uno de la tierra, o del
suelo, es labrador o agricultor (Génesis 25:27). Campo y tierra aquí están personificados. el mosto—de una raíz hebrea
que da a entender que toma posesión del cerebro, de modo que uno no es dueño de sí. Asimismo el término arábigo
viene de una raíz que indica guardar cautivo. Es vino ya fermentado, y por lo tanto embriagante, y es diferente del
“mosto” del v. 5, también llamado vino nuevo, otro término hebreo diferente. Este y “el aceite” denotan la vid y el olivo,
de los cuales se obtienen el vino y el aceite (v. 12). se secó—en el sentido literal, no de “avergonzóse,” de la lección
marginal, como lo prueba su paralelismo con “perdióse”, o sea “languideció.” 11. Confundíos—quiere decir: Vosotros
seréis avergonzados por el chasco de la fracasada cosecha de “trigo” y de “cebada.” aullad, viñeros—Debe seguir en
punto doble: puesto que son los labradores los que se avergonzarán por el trigo; y los viñeros deberán aullar porque
“secóse la vid” (v. 12). 12. el granado—árbol derecho de tronco, que crece hasta siete metros; su fruta es del tamaño de
una naranja, con pulpa de un color rojo‐sangre. la palma—la datilera. Los dátiles de Palestina eran famosos. La palma
es el símbolo de Judea en las monedas acuñadas bajo el emperador Vespesiano. A menudo crece hasta treinta metros
de alto. el manzano—en hebreo es un término genérico, que incluye el naranjo, el limonero y el peral. se secó el
gozo—tal gozo como el que se siente en la cosecha y en la vendimia (Salmo 4:7; Isaías 9:3). 13. Ceñíos—es decir, de
saco (de cilicio); como en Isaías 32:11, la elipsis es suplida (véase Jeremías 4:8). lamentad, sacerdotes—puesto que es
vuestro deber dar el ejemplo a otros; y por ser mayor la culpa y más grande el escándalo de vuestros pecados contra la
causa de Dios. venid—Versión de los Setenta: “entrad” en la casa de Dios (Véase v. 14). dormid en sacos—como Acab (1
Reyes 21:27). ministros de mi Dios—(1 Corintios 9:13.) Joel afirma la autoridad que tiene para su enseñanza; es en el
nombre de Dios y por comisión suya que yo os hablo. 14. Pregonad ayuno—solemne. llamad a congregación—a
asamblea solemne; lit., un día de restricción o cese de trabajo, a fin de que todos se entreguen a la súplica (2:15, 16; 1
Samuel 7:5, 6; 2 Crónicas 20:3–13). ancianos—lo opuesto de “niños” (2:16) requiere que se entienda la edad de
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ancianos aquí, aun cuando se incluye también a los “ancianos” de oficio. Habiendo sido guías del pueblo en la culpa,
deberían ser también sus guías en el arrepentimiento. 15. el día de Jehová—(2:1, 11); es decir, el día de su ira (Isaías
13:9; Abdías 15; Sofonías 1:7, 15). Será un anticipo del día del Señor que viene, como Juez de todos los hombres, de
donde el día recibe su mismo nombre. Aquí empieza la transición desde la plaga de langostas hasta calamidades
peores (2:1–11) por parte de ejércitos invasores que están por sobrevenir a Judea, de los que las langostas eran
preludio. 16. Véase el v. 9 y la última parte del v. 12. la alegría—que prevalecía en las fiestas anuales, como también
en las ordinarias ofrendas de sacrificio, de las cuales los ofrendantes comían delante del Señor con alegría y
hacimientos de gracias (Deuteronomio 12:6, 7, 12; 16:11, 14, 15). 17. El grano se pudrió—“está seco,” “se desvanece,”
de una raíz arábiga. (Maurer.) La sequía hace que el grano sembrado pierda su vitalidad. los bastimentos—los
graneros; generalmente subterráneos, y divididos en compartimiertos para las diferentes clases de granos. 18. Bestias
… turbados … bueyes—denotando los gestos inquietos de los animales mudos en su incapacidad de hallar alimento.
Hay un contraste tácito entre el sentido de la creación animal y la insensibilidad del pueblo. también … las ovejas—
aun las ovejas, por lo común contentas con pastos [PAG. 877] menos ricos, no hallan pastos tampoco. fueron
asolados—lit. sufren castigo. La inocente bestia comparte el castigo del hombre culpable (Exodo 12:29; Jonás 3:7; 4:11).
19. A ti … clamaré—Joel aquí interpone: Como este pueblo es insensible a la vergüenza y al temor, lo dejaré para
dirigirme a ti directamente (véase Isaías 15:5; Jeremías 23:9). fuego—eso es, el calor abrasador. los pastos—los lugares
de pastos; de una raíz hebrea por “ser placentero.” Tales lugares se escogerían para “viviendas,” según una lección
marginal de la inglesa; pero mejor es la traducción de “pastos.” 20. Las bestias … bramarán … a ti—eso es, mirarán
hacia el cielo, levantadas las cabezas, como si fuera de Dios su única esperanza (Job 38:41; Salmo 104:21; 145:15; 147:9;
véase Salmo 42:1). Tácitamente censuran la insensibilidad de los judíos en no invocar a Dios ni aún ahora.
CAPITULO 2
traduce: “retirarán su brillo,” eso es, palidecerán (véase el v. 10 y 3:15). 7–9. Describen el regular orden militar de su
avance. “Una langosta no se desvía ni el ancho de una uña de su propio lugar en la marcha.” (Jerónimo.) Véase
Proverbios 30:27: “Las langostas no tienen rey, y salen todas acuadrilladas.” 8. ninguno apretará a su compañero—
como suele acontecer en una multitud de gente. cayendo sobre la espada—lanzándose por entre los proyectiles. no se
herirán—porque están protegidos por las armaduras. (Grocio.) Maurer traduce: “Sus filas (de las langostas) no son
quebrantadas, cuando corren entre los proyectiles” (véase Daniel 11:22). 9. Irán por la ciudad—de una parte a otra,
buscando vorazmente lo que puedan devorar. por el muro—que cercaba cada casa de los edificios orientales. entrarán
por las ventanas—aunque estén atrancadas. a manera de ladrones—(Juan 10:1; véase Jeremías 9:21.) 10. Delante de él
temblará la tierra—es decir, los habitantes de la tierra temblarán por temor de ellas. los cielos—o sea, los poderes de
los cielos (Mateo 24:29); sus poderes de iluminación son trastornados por las langostas, que interceptan la luz del sol,
con sus densos enjambres volantes. Estas, sin embargo, no son sino figuras de revoluciones de estados, causadas por
enemigos como los que estaban por invadir a Judea. 11. Jehová … su ejército—Así entre los mahometanos: “Señor de
las langostas” es un título de Dios. su voz—su palabra de mando a las langostas, y a los antitípicos enemigos
humanos de Judea, “ejército suyo.” fuertes, que ponen en efecto …—Más bien: “Es fuerte el que pone en efecto”
(Jehová) (Apocalipsis 18:8). 12. Con tales juicios pendientes sobre los judíos. Jehová mismo los insta al
arrepentimiento. pues ahora—aun ahora, lo que nadie hubiera podido esperar ni creer posible. Dios todavía los invita
a la esperanza de la salvación. con ayuno y lloro y llanto—por ser el pecado de ellos en extremo nefando, requiere
profunda humillación. Las señales exteriores del arrepentimiento han de expresar la intensidad del dolor por el
pecado. 13. Que haya dolor interno de corazón, y no las meras manifestaciones [PAG. 878] exteriores del mismo, con
el “desgarro del vestido” (Josué 7:6). del castigo—la calamidad con que había amenazado a los impenitentes. 14.
dejará bendición … presente … libación—eso es, dará abundantes cosechas, de las primicias de las cuales podamos
darle las ofrendas de carne y libaciones, ahora imposibles a causa de la sequía (1:9, 13, 16). dejará … tras de él—como
Dios al visitar a su pueblo, ahora ha dejado tras de sí una maldición, así al volverlos a visitar, dejará tras de sí una
bendición. 15. Tocad trompeta—para conocer al pueblo (Números 10:3 véase 1:14). La nación era culpable, y por tanto
debía haber una humillación nacional. Véase los procedimientos de Ezequías antes de la invasión de Senaquerib, 2
Crónicas 30. 16. santificad la reunión—es decir, por los ritos expiatorios y la purificación con agua (Calvino) (Exodo
19:10, 22). Maurer traduce: “ordenar solemne asamblea,” lo que sería una repetición inútil (tautología) del v. 15. viejos
… niños—ninguna edad debía ser exceptuada (2 Crónicas 20:13). novio … novia—aquél ordinariamente excento de
deberes públicos (Deuteronomio 24:5; véase 1 Corintios 7:5, 29). tálamo—lecho de los desposados, de una raíz hebrea,
por cubrir, por referencia al dosel sobre el mismo. 17. Entre la entrada y el altar—Entrada era el pórtico de Salomón
frente al este. El altar de las ofrendas quemadas en el atrio de los sacerdotes, delante del pórtico (2 Crónicas 8:12;
Ezequiel 8:16; Mateo 23:35). Los suplicantes así habían de estar de pie, con sus espaldas hacia el altar, sobre el cual
nada tenían para ofrecer, sus rostros hacia el lugar de la presencia del Shekinah. gentes se enseñoreen de ella—esto
prueba que se trata de enemigos humanos, no de langostas. ¿Por qué han de decir … dónde … Dios?—es decir: “Por
causa de tu propio honor, no permitas que el pagano menosprecie al Dios de Israel, como que no pudiese salvar a su
pueblo” (Salmo 79:10; 115:2). celará su tierra—Cuando vea penitente a su pueblo: como el marido celoso de algún
deshonor hecho a la esposa amada, como si fuera hecho a él mismo. El hebreo viene de una raíz árabe por abochornarse
de indignación. 19. pan, y mosto, y aceite—más bien, como el hebreo, “el pan, y el mosto, y el aceite,” a saber, que las
langostas han destruído. (Henderson.) Maurer no tan bien explica: “el trigo …, necesario para vuestro sustento.”
“Responderá Jehová,” a saber, a las oraciones de su pueblo, de sus sacerdotes y profetas. Véase el caso de Senaquerib,
2 Reyes 19:20, 21. 20. al del aquilón—El hebreo expresa que el norte con relación a Israel, no es solamente la región de
donde viene el invasor, sino que es el país natal de él, “el norteño;” es decir, el asirio, o el babilonio (véase Jeremías
1:14, 15; Sofonías 2:13). La tierra nativa de la langosta no es el norte, sino el sur, los desiertos de Arabia, de Egipto y de
Libia. Asiria y Babilonia son tipo y precursor de todos los enemigos de Israel, Roma, y el Anticristo final, de quien
Dios al final librará a su pueblo, así como lo hizo de Senaquerib (2 Reyes 19:35). su faz … su fin—más aplicables a la
vanguardia y retaguardia de un ejército humano que a langostas. Los invasores del norte han de ser dispersados en toda
dirección menos aquella de donde habían venido: “a una tierra seca y desierta” (Arabia Desértica); “hacia el mar
oriental” (el mar Muerto); “al mar occidental” (el Mediterráneo); “faz” y “fin” significan este y oeste, lo que señala las
direcciones en relación a ellos: daban cara al este, y por tanto el oriente estaba “en frente” de ellos; el oeste estaba
detrás de ellos; el sur a su derecha y el norte a su izquierda. hedor—metáfora de las langostas, que llevadas por una
tormenta a la mar o al desierto, perecen y emiten de sus cuerpos putrefactos tal hediondez, que a menudo produce
pestilencias. porque hizo grandes cosas—eso es, porque el invasor se ha magnificado arrogantemente en sus hechos.
Véase en cuanto a Senaquerib, 2 Reyes 19:11–13, 22, 28. Esto es completamente inaplicable a las langostas, las cuales
solamente buscan alimento al invadir una tierra, no la gloria propia. 21–23. En orden ascendiente; la tierra, destruída
por el enemigo; los animales del campo; y los hijos de Sión: a éstos, los habitantes se dirige la palabra; a aquéllos dos, por
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personificación. Jehová … grandes cosas—en contraste con las “grandes cosas” hechas por el arrogante enemigo (v.
20) para el daño de Judá, están las “grandes cosas” que Jehová hará en beneficio de Judá (véase Salmo 126:2, 3). 22.
(Zacarías 8:12.) Como antes (1:18, 20) representó a las bestias gimiendo y bramando por falta de pastos, así ahora los
asegura por la promesa de “prados reverdecientes.” 23. gozaos en Jehová—no meramente en los pastos reverdecientes,
como las bestias brutas, que no pueden elevar sus pensamientos más que eso (Isaías 61:10; Habacuc 3:18). primera
lluvia, etc.—la otoñal, o “anterior,” desde mediados de octubre hasta mediados de diciembre, se menciona primero,
por cuanto Joel profetiza en el verano, cuando se verificó la invasión de las langostas, y por lo tanto mira hacia el
tiempo de la siembra temprana de otoño, cuando se requería indispensablemente la lluvia otoñal. Luego, “la lluvia,”
genéricamente; lit., los aguaceros, chaparrones fuertes. Y entonces, dos clases de la posterior, la “lluvia temprana” y la
“tardía” (en marzo y abril). La repetición de la “primera lluvia (o temprana)” da a entender que la dará, no tan sólo
para la exigencia de aquella estación particular cuando habló Joel, sino también para el futuro, en el curso normal de
la naturaleza, la del otoño y la de la primavera: se nombra aquélla primero en orden natural, por ser necesaria para la
siembra en el otoño, como ésta se requiere en la primavera para la maduración de la próxima cosecha.
arregladamente—es decir, “en medida conveniente;” lit., “según lo justo,” tanta cuanta la tierra necesita, ni de sobra,
ni demasiado poca, pues cualquiera de los dos extremos dañaría la cosecha (Véase Deuteronomio 11:14; Proverbios
16:15; Jeremías 5:24; Nota, Oseas 6:3). La frase “arregladamente” es paralelo a “al principio,” de la última (eso es, en el
mes cuando principia a hacer falta; cada lluvia viene en su debida estación). Hasta aquí el justo o recto orden de la
naturaleza, ha sido interrumpido por vuestro pecado; ahora Dios la va a restablecer. 24. El efecto de las lluvias
estacionales será la abundancia de toda clase de alimentos. 25. oruga … langosta … pulgón … revoltón—en el orden
inverso del cap. 1:4, donde (véase nota) Dios no sólo restaurará lo que se ha perdido por la plenamente desarrollada
langosta consumidora, sino también lo que se ha perdido por las no tan destructivas chupadoras, trepadoras, y roedoras. 26.
nunca jamás será … avergonzado—ya no sufrirá más el “reproche de los gentiles” (v. 17) (Maurer); o más bien, “no
llevará más la vergüenza [PAG. 879] de las esperanzas frustradas,” como pasó a los labradores previamente (1:11).
Asimismo espiritualmente, esperando en Dios, su pueblo no tendrá que sufrir la vergüenza de ver frustrada la
esperanza que ha puesto en él (Romanos 9:33). 27. conoceréis que en medio de Israel estoy yo—como en la
dispensación del Antiguo Testamento, Dios estuvo presente por el Shekinah, así en el Nuevo Testamento primero, por
un breve tiempo, por el Verbo hecho carne, el que habitó entre nosotros (Juan 1:14), y hasta el fin de esta dispensación
por el Espíritu Santo en la iglesia (Mateo 28:20), y probablemente de una manera más sensible, con Israel una vez
restaurado (Ezequiel 37:26–28). jamás será avergonzado—no es una repetición sin significado del v. 26; la doble
aserción de esta verdad da fuerza, a su infalible certeza. Como la “vergüenza” del v. 26 se refiere a bendiciones
temporales, así se refiere a las bendiciones espirituales, que correrán como un río de la presencia de Dios con su
pueblo (Jeremías 3:16, 17; Apocalipsis 21:3). 28. después de esto—“en los últimos días” (Isaías 2:2) bajo el Mesías
después de la invasión y la liberación de Israel del ejército del norte. Habiendo declarado hasta aquí las bendiciones
temporales, ahora les levanta la mente hacia la expectación de bendiciones espirituales extraordinarias, las que
constituyen la verdadera restauración del pueblo de Dios (Isaías 44:3). Cumplida en realidad (Hechos 2:17) en
Pentecostés; entre los judíos y la subsecuente elección de un pueblo de entre los gentiles; en el futuro más
cumplidamente en la restauración de Israel (Isaías 54:13; Jeremías 31:9, 34; Ezequiel 39:29; Zacarías 12:10), y en la
consecuente conversión del mundo entero (Isaías 2:2; 11:9; 66:18–23; Miqueas 5:7; Romanos 11:12, 15). Como los judíos
han sido los sembradores de la electa iglesia juntada de entre judíos y gentiles, siendo los primeros predicadores del
Evangelio, judíos de Jerusalén, igualmente judíos serán los segadores de la venidera iglesia mundial, que se
establecerá con la aparición del Mesías. Que la promesa no está restringida al primer Pentecostés se deduce de las
mismas palabras de Pedro: “La promesa es (no solamente) a vosotros y a vuestros hijos, (sino también) a todos los que
están lejos (tanto en distancia como en tiempo), y a tantos cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:39). Así
aquí “sobre toda carne.” Derramaré—bajo el nuevo pacto; no meramente dejaré caer gotas, como bajo el Antiguo
Testamento (Juan 7:39). mi Espíritu—el Espíritu “que procede del Padre y del Hijo,” y al mismo tiempo, Uno con el
Padre y con el Hijo (véase Isaías 11:2). hijos … hijas … viejos … mancebos—no meramente sobre unos cuantos
privilegiados (Números 11:29) como los profetas del Antiguo Testamento, sino sobre hombres de toda edad y de
todos los rangos. Véase Hechos 21:9, y 1 Corintios 11:5, cuanto a hijas, o sea, mujeres que profetizaban. sueños …
visiones—(Hechos 9:10; 16:9). Los “sueños” se atribuyen a los “viejos”, como más de acuerdo con sus años; “visiones”
a los “mancebos,” adaptadas así a las mentes más vívidas. Los tres modos por los que Dios revelaba su voluntad bajo
el Antiguo Testamento (Números 12:6), “profecía, sueños y visiones,” resultan aquí simbólicos de su plena
manifestación a su pueblo, no solamente en dones milagrosos a algunos, sino también por su Espíritu inminente en
todos, según el Nuevo Testamento (Juan 14:21, 23; 15:15). En Hechos 16:9 y 18:9, el término que se usa es visión;
aunque fué de noche, no fué un sueño. No se menciona otro sueño en el Nuevo Testamento, sino aquellos dados a José
en el mismo principio del Nuevo Testamento, antes que el evangelio pleno hubiese venido; y a la esposa de Pilato,
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mujer gentil (Mateo 1:20; 2:13; 27:19). El término “profetas”, se aplicaba en el Nuevo Testamento a todos los que
hablaban bajo la inspiración del Espíritu, los cuales no meramente pronosticaban eventos futuros. Todos los
verdaderos cristianos son “sacerdotes” y “ministros” de nuestro Dios (Isaías 61:6), y tienen al Espíritu (Ezequiel 36:26,
27). Además de esto, probablemente, ha de ser dado un don especial de profecía y de obrar milagros con la segunda
venida del Mesías, o bien, antes de la misma. 29. Y aun también—Los mismos esclavos, por ser ya los siervos del
Señor, son los libertos de él (1 Corintios 7:22; Gálatas 3:28; Colosenses 3:11; Filemón 16). Por lo tanto en Hechos 2:18
está citado: “mis siervos” (gr., “esclavas”) y “mis siervas” (gr., “esclavas”), ya que solamente por llegar a ser siervos del
Señor, pueden ser libres espiritualmente, y participar del mismo espíritu con los demás miembros de la iglesia. 30, 31.
Como la manifestación del Mesías es de pleno gozo para los creyentes, así también tiene un aspecto de ira para los
incrédulos, lo cual se representa aquí. Así que por cuanto los judíos no lo recibieron en su venida de gracia, él vino en
juicio sobre Jerusalén. Prodigios físicos, masacres, y conflagraciones, precedieron su destrucción (Josefo G. J.). A estas
cosas puede que aluda el lenguaje aquí; pero las figuras principalmente simbolizan revoluciones políticas y cambios
de los gobernantes del mundo, pronosticados por desastres previos (Amós 8:9; Mateo 24:29; Lucas 21:25–27), y
convulsiones tales como las que precedieron el derrocamiento político de los judíos. Algo semejante probablemente
ocurrirá en grado más espantoso antes de la destrucción final del mundo impío (“el día de Jehová grande y terrible;”
véase Malaquías 4:5). de lo cual la destrucción de Jerusalén es el tipo y la garantía. 32. que invocare el nombre de
Jehová—Aplicado a Jesús en Romanos 10:13 (véase Hechos 9:14; 1 Corintios 1:2). Por lo tanto, Jesús es Jehová; y la
frase significa: “invocare al Mesías en sus atributos divinos.” será salvo—como lo fueron los cristianos justamente
antes de la destrucción de Jerusalén, por retirarse a Pella, advertidos por el Salvador (Mateo 24:16); un tipo de la
salvación espiritual de todos los creyentes, y de la postrera salvación del electo “residuo” de Israel, del asalto final del
Anticristo. “En Sión y en Jerusalén” apareció primero el Salvador, y allí aparecerá otra vez como el Libertador (Zacarías
14:1–5). como Jehová ha dicho—Joel aquí se refiere, no a los otros profetas, sino a sus propias palabras anteriores.
habrá llamado—metáfora de la invitación a una fiesta, la cual es un acto de pura bondad (Lucas 14:16). Asimismo. es
el remanente llamado y salvado está de acuerdo con la elección de gracia, y no por méritos, poder ni esfuerzos del
hombre (Romanos 11:5).
CAPITULO 3
vuestra propia moneda, y eso rápida y reciamente. 5. mi plata … mi oro—eso es, el oro y la plata de mi pueblo. Los
filisteos y los árabes se habían llevado todos los tesoros de la casa del rey Joram (2 Crónicas 21:16, 17). Véase también
1 Reyes 15:18; 2 Reyes 12:18; 14:14, sobre el saqueo de los tesoros del templo y del palacio del rey de Judá, por Siria.
Era costumbre entre los paganos colgar en los templos de sus ídolos, parte del botín de guerra como presente a sus
dioses. 6. Griegos—lit., javanitas, es decir, los jonios, una colonia griega sobre la costa de Asia Menor, los cuales eran
los primeros griegos conocidos por los judíos. Los griegos mismos, sin embargo, en su descendencia original provienen
de Javán (Génesis 10:2, 4). Probablemente el germen de la civilización griega vino en parte por medio de los judíos
esclavos llevados a Grecia desde Fenicia por los traficantes. Ezequiel 27:13 menciona a Javán como quienes
comerciaban con las personas. de sus términos—lejos de Judea; de modo que los cautivos judíos perdiesen toda
esperanza de retorno. 7. los levantaré—eso es, los despertaré. Ni el mar ni la distancia me impedirá de traerlos de
vuelta. Alejandro, y sus sucesores restauraron a la libertad muchos judíos cautivos en Grecia (Josefo 13:5; Guerras
Judaicas 3:9, 2). 8. los venderán a los Sabeos—los persas Artajerjes Mnemón y Darío Oco, y principalmente Alejandro
el Grande, redujeron el poder de los fenicios y filisteos. Treinta mil tirios, después de la captura de Tiro por el último
conquistador, y multitudes de los filisteos en la toma de Gaza, fueron vendidos como esclavos. Aquí se dice que los
judíos hacen lo que el Dios de Judá hace en vindicación de su agravio; a saber: venden a los fenicios, que los habían
vendido a ellos, a un pueblo “lejano,” como lo estaba Grecia, a donde los judíos habían sido vendidos. Se refiere a los
sabeos, que ocupaban el más lejano extremo de la Arabia Feliz (Véase Jeremías 6:20; Mateo 12:42). 9. Las naciones
hostiles a Israel son emplazadas por Jehová a “subir” (por cuanto Jerusalén es taba sobre una colina) contra Jerusalén,
no para destruirla, sino para ser destruídas en ella por el Señor (Ezequiel 38:7–23; Zacarías 12:2–9; 14:2, 3). proclamad
guerra—lit., santificad guerra: porque los paganos siempre empezaban las guerras con ceremonias religiosas. La
misma frase usada en los preparativos de Babilonia contra Jerusalén (Jeremías 6:4), se usa ahora acerca de los últimos
enemigos de Jerusalem. Como Dios quiso entonces que Babilonia avanzara contra ella para su propia destrucción, así
también ahora desea que todos los enemigos de ella, de los cuales Babilonia era el tipo, avancen contra ella para su
propia destrucción. 10. Haced espadas de vuestros azadones—Como se desea que los enemigos “forjen las rejas de arado
en espadas y sus hoces en lanzas,” de modo que perezcan en inicuo ataque contra Judá y Jerusalén, así en forma inversa,
éstos y las naciones por ellos convertidas a Dios, después de la derrota de la confederación anticristiana, “volverán sus
espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces” (Isaías 2:4; Oseas 2:18; Miqueas 4:3). diga el flaco: Fuerte soy—tan
universal será la furia de los enemigos de Israel para invadirlo, que hasta los débiles de entre ellos se creerán lo
bastante fuertes como para participar con las fuerzas invasoras. La edad y la enfermedad comúnmente eran excusas
válidas para la eximición del servicio militar, pero tan loca será la furia del mundo contra el pueblo de Dios, que hasta
los enfermizos no desearán ser exceptuados de prestar servicio (véase Salmo 2:1–3). 11. Juntaos—“Apresuraos.”
(Maurer.) allí—al valle de Josafat. tus fuertes—los guerreros, que se imaginan muy “valientes,” pero que en aquel
mismo lugar han de ser derrotados por Jehová. (Maurer.) Véase “los valientes,” v. 9. Más bien, Joel habla de los [PAG.
881] verdaderos “valientes” de Dios en contraste con los que a sí mismos se titulan “valientes” (v. 9; Salmo 103:20;
Isaías 13:3; véase Daniel 10:13). Auberlen observa: Un profeta suplementa al otro, porque todos ellos profetizaban sólo
“en parte.” Lo que era obscuro al uno era revelado al otro; lo que es brevemente descrito por el uno, lo es en forma
más amplia por el otro. Daniel llama anticristo a un rey, y se explaya sobre sus conquistas mundiales; Juan contempla
más la tiranía espiritual de aquél, por lo cual añade una segunda bestia, que lleva la apariencia de la espiritualidad. El
anticristo mismo es descrito por Daniel. Isaías (29), Joel (3) y Zacarías (12, 13, y 14), describen el ejército de sus
seguidores que suben contra Jerusalén, pero no al anticristo mismo. 12. Véase el v. 2. juzgar todas las gentes de
alrededor—es decir, todas las naciones de todas partes de la tierra que han maltratado a Israel, no meramente, como
supone Henderson, las naciones de alrededor de Jerusalén (véase Salmo 110:6; Isaías 2:4; Miqueas 4:3, 11, 12, 13;
Sofonías 3:15–19; Zacarías 12:9; 14:3–11; Malaquías 4:1–3). 13. Mandatos a los ministros de venganza de ejecutar la ira
de Dios, por cuanto la iniquidad del enemigo ha llegado a su plena madurez. Dios no quita al inicuo de inmediato,
sino que espera hasta que su pecado llega a su colmo (así en cuanto a la iniquidad de los amorreos, Génesis 15:16),
para manifestar su propia longanimidad y lo justo de la condenación de aquellos que tanto abusaron de su paciencia
(Mateo 13:27–30, 38, 40; Apocalipsis 14:15–19). Sobre la figura de la siega y la trilla, véase Jeremías 51:33; y del lagar,
Isaías 63:3; Lamentaciones 1:15. 14. El profeta viendo en visión la formación de naciones que se congregan, exclama:
“multitudes, multitudes,” que es un hebraísmo por “muchos pueblos,” o multitudes. valle de la decisión—es decir, el
valle en el cual ellos van a encontrar su predeterminada condenación. Es el mismo como el “valle de Josafat,” o sea, “el
valle de juicio” (Nota, v. 2). Véase el v. 12: “allí me sentaré para juzgar,” lo cual confirma la Versión Inglesa. en
oposición a la lección marginal de “trillar.” La repetición de “valle de la decisión” realza el efecto, y pronuncia la
terrible certeza de la destrucción de ellos. 15. (Notas 2:10, 31.) 16. (Véase Ezequiel 38:18–22.) Las victorias de los judíos
sobre su cruel enemigo Antíoco, bajo los macabeos, pueden ser una referencia de esta profecía; pero la referencia
fundamental es al último anticristo del que Antíoco era el tipo. Siendo Jerusalén el asiento central de la teocracia
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(Salmo 132:13), es desde allí que Jehová perturbará al enemigo. bramará—“rugirá,” como un león (Jeremías 25:30;
Amós 1:2; 3:8). Véase cuanto al tronar de la voz de Jehová. Salmo 18:13; Habacuc 3:10, 11. Jehová … la esperanza de
su pueblo—o su refugio (Salmo 46:1). 17. Y conoceréis—experimentalmente, por las pruebas de favores que os
concederé. Así “conocerás” (Isaías 60:16). que habito en Sión—de modo peculiar como vuestro Dios. santa … extraños
no pasarán más por ella—para atacar, ni para profanar a la santa ciudad (Isaías 35:8; 52:1; Zacarías 14:21). Vendrán a
Jerusalén extranjeros, o sea, gentiles, pero con el fin de adorar en ella a Jehová (Zacarías 14:16). 18. los montes
destilarán mosto—figura de la abundancia de vidas, las que cultivaban en terraplenes entre las rocas en las faldas de las
montañas de Palestina (Amós 9:13). collados fluirán leche—eso es, abundarán en manadas y rebaños que producirán
leche en abundancia, gracias a la riqueza de sus pastos. aguas—el gran desiderátum para la fertilidad en el este
abrasador (Isaías 30:25). fuente … de Jehová … regará el valle de Sittim—las bendiciones, temporales y espirituales,
que saldrán de la casa de Jehová en Jerusalén, se extenderán aun a Sitim, sobre la frontera entre Moab e Israel, más
allá del Jordán (Números 25:1; 33:49; Josué 2:1; Miqueas 6:5). Sitim significa acacias, árbol que crece solamente en
regiones áridas; lo que significa que hasta el árido desierto será fertilizado por la bendición procedente de Jerusalén. Así
Ezequiel 47:1–12 describe las aguas que salen desde el umbral de la casa que corren para el Mar Muerto y lo purifican.
Asimismo en Zacarías 14:8, las aguas fluyen del un lado para el Mediterráneo y del otro para el Mar Muerto, cerca del
cual estaba el valle de Sitim (Véase Salmo 46:4; Apocalipsis 22:1). 19. Edom—éste fué sojuzgado por David, pero se
rebeló en el reinado de Joram (2 Crónicas 21:8–10); y en toda oportunidad subsecuente trató de perjudicar y agraviar a
Judá. Egipto bajo Sisac, despojó a Jerusalén bajo Roboam, de los tesoros del templo y de la casa del rey; y
subsecuentemente a la cautividad, Egipto bajo los Tolomeos infligió varios perjuicios a Judea. Antíoco despojó a
Egipto (Daniel 11:40–43). Edom fué hecho “desolado” bajo los Macabeos (Josefo, 12:11, 1–2). La condición ruín de
estos dos países durante años, comprueba la verdad de la predicción (véase Isaías 19:1, etc. Jeremías 49:17; Abdías 10).
Lo mismo pasará a todos los enemigos de Israel, tipificados por estos dos (Isaías 63:1, etc.). 20. Judá para siempre será
habitada—(Amós 9:15), eso es, será establecido como estado floreciente. 21. limpiaré la sangre … que no limpié—
Quitaré de Judá su enorme culpa representada por la sangre, derramada, como el colmo de su pecado (Isaías 1:15), la
cual por largo tiempo estuvo sin expurgar, y por tanto visitada con juicios (Isaías 4:4). El Mesías salva de la culpa, para
salvar también del castigo (Mateo 1:21).
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LIBRO DE AMOS
INTRODUCCION
AMOS (que significa en hebreo “una carga”) (1:1) fué un pastor de Tecoa, pueblo de Judá, que está como a diez
kilómetros al sudeste de Belén y diecinueve de Jerusalén, sobre los límites del gran desierto (2 Crónicas 20:20; véase
ibid 11:6). Siendo arenosa la región, se prestaba mejor para el pastoreo que para los [PAG. 882] fines de la agricultura.
Amós pues fué dueño de rebaños, y hacía el trabajo de pastor, y fué cosechador de cabrahigos (higos de sicómoro); no
que aquél fuese oficio humilde, porque ha habido hasta reyes, como Mesa de Moab (2 Reyes 3:4) que lo ejercieron.
Amós, sin embargo (según el cap. 7:14, 15), parece haber sido de condición humilde. Aunque pertenecía a Judá, fué
comisionado por Dios para ejercer su función profética en Israel, como en este reino abundaban impostores, y los
profetas de Dios, por lo general, huían a Judá por temor a los reyes de Israel, hacía mucha falta allí que un verdadero
profeta fuera desde Judá. Su nombre no debe ser confundido con el del padre de Isaías, Amoz.
El tiempo de su ministerio profético fué durante los reinados de Uzías de Judea y de Jeroboam II de Israel (1:1), es
decir una parte del tiempo cuando estos dos reyes eran contemporáneos: probablemente en los últimos años de
Jeroboam, después que este monarca hubo recuperado de Siria “los términos de Israel desde la entrada de Amat hasta
la mar de la llanura” (2 Reyes 14:25–27); porque Amós predice que estos mismos términos, “desde la entrada de Amat
hasta el río del desierto,” serían el escenario donde Israel había de ser oprimido (6:14); asimismo, sus referencias al
estado de lujuriosa seguridad entonces existente (6:1, 4, 13), y a la rápida terminación del mismo por el enemigo asirio
(1:5; 3:12, 15; 5:27; 8:2), indican la última parte del reinado de Jeroboam, que terminó en el año 784 a. de J. C. en el
vigésimo séptimo año del reinado de Uzías, el cual continuó hasta el año 759.
Fué contemporáneo con Oseas, solamente que éste continuó profetizando en los reinados subsecuentes a Uzías
(Oseas 1:1), mientras que Amós cesó de profetizar en el reinado de dicho monarca. El escenario de su ministerio fué
Betel, donde se había establecido el culto idolátrico a los becerros (7:10–13). Allí sus profecías llevaron al sacerdote del
ídolo, Amasías, a acusarlo de conspiración, y a tratar de hacerlo retornar a Judá.
Los primeros seis capítulos están sin figuras; los últimos tres son simbólicos, pero con la explicación añadida.
Amós denuncia primero a los pueblos vecinos, luego a los judíos, y entonces a Israel (desde el cap. tres hasta el fin) y
termina con la promesa de restauración bajo el Mesías (9:11–15). Su estilo lo consideró Jerónimo como revelador de su
origen humilde; pero aunque no es sublime, es regular, claro y enérgico; sus imágenes se sacan de las escenas de la
naturaleza, con la cual Amós estaba familiarizado; sus ritmos son fluyentes; sus paralelismos exactos, y sus
descripciones, minuciosas y gráficas. Ocurren algunas expresiones raras, como: “la limpieza de dientes,” eso es: falta
de pan (4:6); “la grandeza de Jacob” (6:8; 8:7); “los altares de Isaac” (7:9); “la casa de Isaac” (7:16); “el que cría el viento”
(4:13).
Hengstenberg saca un poderoso argumento para la autenticidad de los registros mosaicos, de la evidencia en el
libro de Amós de que las instituciones entonces existentes en Israel tanto como en Judá (salvo los becerros de
Jeroboam) estaban formadas de acuerdo con las reglas del Pentateuco.
Dos citas de Amós se mencionan en el Nuevo Testamento (véase Hechos 7:42, 43, con el 5:25, 26; y Hechos 15:16,
17, con el 9:11).
Filón, Josefo, Melito (Catálogo) Jerónimo, Justino Mártir (sección 22, que cita Amós 5 y 6, como “uno de los doce
profetas menores”), y el 60o. canon del concilio de Laodicea, apoyan la canonicidad del libro de Amós.
CAPITULO 1
LOS JUICIOS DE DIOS SOBRE SIRIA, FILISTIA, TIRO, EDOM Y AMON. 1. Las palabras de Amós—eso es, las
comunicaciones oraculares de Amós. Encabezamiento que se halla solamente aquí y en Jeremías 1:1. entre los pastores—
dueños tanto como cuidadores de ovejas: de una raíz árabe por: marcar con punzones, es decir, para seleccionar lo mejor
entre una especie de ovejas y cabras mal formadas y de patas cortas (como otros explican el nombre, de una raíz árabe),
pero que se distinguían por la lana. (Maurer.) Dios escoge “lo flaco del mundo para confundir lo fuerte,” y hace que
un humilde pastor reprenda la arrogancia de Israel y su rey motivada por la prosperidad (véase 1 Samuel 17:40). las
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cuales vió—en visión sobrenatural (Isaías 1:1). dos años antes del terremoto—mencionado en Zacarías 14:5. El
terremoto ocurrió durante el reinado de Uzías, en el tiempo cuando fué herido de lepra por haber usurpado las
funciones de sacerdote. (Josefo, Antigüedades 9. 10. 4.) Esta frase debió ser insertada por Esdras y los compiladores
judíos. 2. bramará—“rugirá,” como un león (Joel 3:16). Mientras que allí se representa a Jehová como rugiendo en
defensa de Israel, aquí él ruge en contra de la misma (véase Salmo 18:13; Jeremías 25:30). desde Sión … Jerusalem—
desde el asiento de la teocracia, contra la cual os habéis rebelado; no desde Dan y Betel, sede de vuestra idolátrica
adoración de becerros. las estancias.. se enlutarán—personificación poética. Sus habitantes lamentarán, impartiendo
atmósfera de tristeza a sus mismas habitaciones. Carmelo—promontorio montañoso al norte de Israel, en Aser, que
abundaba en ricos pastos, olivos y viñas. El nombre es símbolo de fertilidad. Cuando el Carmelo mismo “se seca,”
¡cuán completa es la desolación! (Cantares 7:5; Isaías 33:9; 35:2; Jeremías 50:19; Nahum 1:4). 3. Aquí comienza una
serie de amenazas contra otros seis estados, seguida por una contra Judá, y que termina con una [PAG. 883] contra
Israel; y con Israel se ocupa el resto de la profecía. Las ocho predicciones están en estrofas simétricas prefaciada cada
una con: “Así ha dicho Jehová.” Habiendo empezado con el pecado de pueblos extraños, el que Israel estaría
dispuesto a reconocer, procede a demostrar a Israel su propio pecado. Israel no debe pensar en adelante por cuanto ve
visitados a otros con juicios similares a los sufridos por él, que tales juicios sean cosas de la casualidad; de ningún
modo, éstos están divinamente previstos y predeterminados, y son confirmaciones de la verdad de que Dios no
justifica al culpable. Si Dios no perdona a las naciones que no conocen la verdad, ¡cuánto menos a Israel, que peca
voluntariosamente (Lucas 12:47, 48; Santiago 4:17)! Por tres pecados … y por el cuarto—Si Damasco hubiera pecado
solamente una vez o dos, yo los hubiera perdonado; pero por cuanto, después de haber sido muchas veces
perdonados, todavía perseveran tan continuamente en pecar, ya no “desviaré” más su castigo. El hebreo es
simplemente: “no lo revocaré,” es decir: la sentencia de castigo sigue en pie; la expresión negativa infiere más de lo
que expresa, esoes: “Tengo de ejecutarlo sin falta.” El cumplimiento por Dios de sus amenazas es más terrible de lo
que el lenguaje humano puede expresar. “Tres y cuatro ” indica pecado multiplicado por pecado. Véase Exodo 20:5;
Proverbios 30:15, 18, 21; “seis y siete,” Job 15:19; “una y dos veces,” Job 33:14; “dos y tres veces” (“a menudo,” en la
Versión Inglesa), Job 33:29; “siete y también ocho,” Ecclesiastés 11:2. Puede ser también una referencia a siete, la suma
de tres y cuarto; siete expresa la plena consumación de la medida de la culpa (Levítico 26:18, 21, 24; véase Mateo 23:32).
trillaron—el mismo término usado de la opresión de Israel por el rey de Asiria, Hazael, cuando estaba Israel bajo Jehú
y Joacaz (2 Reyes 10:32, 33; 13:7). Las víctimas fueron arrojadas delante de rastras trilladoras, cuyos dientes les
desgarraron los cuerpos. Así hizo David a Amón (2 Samuel 12:31; véase Isaías 28:27). 4. Hazael … Benhadad—En un
obelisco de mármol negro halloda en el palacio central de Nimrod, que se halla ahora en el Museo Británico, están
inscritos los nombres de Hazael y Benhadad de Siria, así como el de Jehú de Israel, mencionados como tributarios de
“Salmanubar,” rey de Asiria. La clase de tributo pagado por Jehú se menciona como de oro, perlas, aceite precioso,
etc. (G. V. Smith.) El Benhadad mencionado aquí es el hijo de Hazael (2 Reyes 13:3), no el Benhadad suplantado y
muerto por Hazael (2 Reyes 8:7, 15). La frase: “Yo enviaré un fuego” (eso es, la llama de la guerra, Salmo 78:63), ocurre
también en los vv. 7, 10, 12, 14, y 2:2, 5; Jeremías 49:27; Oseas 8:14. 5. barra de Damasco—eso es, la barra de sus
puertas (véase Jeremías 51:30). los moradores—lit., “el morador;” el singular con sentido de plural. Henderson, a
causa del paralelo, “aquel que empuña el cetro” (que de Valera vierte por “gobernadores”), traduce “el gobernador,”
en vez de “el morador.” Pero el paralelismo es de una cláusula que complementa la otra: “el morador,” el sujeto de la
primera corresponde a “el gobernador” de la segunda; el gobernador así como el gobernado, son igualmente cortados.
Bicath‐aven—“la llanura de Aven;” lo mismo como Oon, o Un, un valle delicioso, a cuatro horas de viaje desde
Damasco, hacia el desierto. Proverbial en el oriente como lugar delicioso. (Josefo Abassus.) Está aquí paralelo con
Beth‐eden (“casa de placer”), de significado similar de agradabilidad; situado en el Líbano. Como Josefo Abassus es una
autoridad dudosa, tal vez la referencia sea más bien al valle entre el Líbano y el Anti‐Líbano, llamado El Bakaa, donde
están las ruinas del templo Baalbek del sol; así la Versión de los Setenta lo vierte On, el mismo nombre que lleva la
ciudad de Egipto, dedicada al culto del sol (Génesis 41:45; Ezequiel 30:17, lección marginal de la Inglesa, Heliópolis, “la
ciudad del sol”). Amós lo llama “el valle de Aven,” o vanidad, por la adoración de los ídolos allí. Chir—una región
sujeta a Asiria (Isaías 22:6) en Iberia, la misma que se llama ahora en el armenio, Kur, situado junto al río Ciro, el cual
desagua en el Mar Caspio. Tiglatpileser cumplió esta profecía cuando Acaz le pidió que le ayudara contra Rezín rey
de Siria, y el rey asirio tomó a Damasco, mató a Rezín, y se llevó cautivo a su pueblo a Kir. 6. Gaza—la más
meridional de las cinco capitales de las cinco divisiones de Filistia, y la llave de Palestina en el sur. Por eso está puesta
por toda la nación filistea. Uzías comenzó el cumplimento de esta profecía (véase 2 Crónicas 26:6). porque llevó
cautiva toda la cautividad—eso es, no dejaron a ninguno. Véase con esta frase, Jeremías 13:19: “Toda Judá fué
trasportada, trasportada fué toda ella.” En el reinado de Joram ya habían llevado los filisteos todos los bienes del rey
de Judá, a sus viudas y a sus hijos, “de modo que no fué dejado ni un solo hijo sino Joas;” y después del tiempo de
Amós (si la referencia incluye el futuro, el cual al ojo del profeta está como ya realizado), bajo Acaz (2 Crónicas 28:18),
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se apoderaron de todas las ciudades y aldeas de la baja región sur de Judá. para entregarlos a Edom—el enemigo más
encarnizado de Judá; como esclavos (v. 9); véase Joel 3:1, 3, 6). Grocio se refiere al hecho (Isaías 16:4) de que en la
invasión de Judá por Senaquerib, muchos huyeron para refugiarse en los países vecinos; pero los filisteos, en vez de
amparar hospitalariamente a los refugiados, los vendieron, como si fueran cautivos de guerra, a sus enemigos, los
idumeos. 7. fuego—o sea, la llama de la guerra (Números 21:28; Isaías 26:11). Ezequías cumplió la profecía hiriendo a
los filisteos hasta Gaza (2 Reyes 18:8). Predicha también por Isaías (14:29, 31). 8. Azoto—Gath es la única de las cinco
principales ciudades que no se menciona. Había sido ya sojuzgada por David; y tanto ella como Asdod fueron
tomadas por Uzías (2 Crónicas 26:6), Gath quizá había perdido su posición como una de las principales ciudades,
antes que Amós pronunciara esta profecía, lo cual explica su omisión. Así Sofonías 2:4, 5; véase Jeremías 47:4, 5;
Ezequiel 25:16. Subsecuentemente a la subyugación de los filisteos por Uzías, y después por Ezequías, fueron
reducidos sucesivamente por Psametico de Egipto, por Nabucodonosor, por los persas, por Alejandro, y finalmente
por los asmoneos. 9. Tiro … entregaron la cautividad … a Edom—el mismo cargo como contra los filisteos (V. 6). no
se acordaron del concierto de hermanos—la liga de Hiram de Tiro con David y Salomón, de que aquél proveyera los
cedros para la edificación del templo y la casa del rey, a trueque de aceite y trigo (2 Samuel 5:11; 1 Reyes 5:2–6; 9:11–
14, 27; 10:22; 1 Crónicas 14:1; 2 Crónicas 8:18; 9:10). 10. fuego—(Véase vv. 4, 7; notas, Isaías 23; Ezequiel 26, 27, y 28).
Muchos lugares de Tiro fueron incendiados por los [PAG. 884] proyectiles fogosos de los caldeos bajo
Nabucodonosor. Alejandro de Macedonia subsecuentemente la derribó. 11. Edom … persiguió … a su hermano—
(Isaías 34:5). El principal agravante de la violencia de Edom contra Israel, era el que ambos descendían de los mismos
padres, Isaac y Rebeca (véase Génesis 25:24–26; Deuteronomio 23:7, 8; Abdías 10, 12; Malaquías 1:2). rompió sus
conmiseraciones—suprimió todos los naturales sentimientos afectivos de piedad para un hermano en desgracia.
perpetuamente guardado el enojo—como Esaú guardó su rencor contra Jacob, por haberlo suplantado dos veces; es
decir, privándolo de la primogenitura y de la bendición (Génesis 27:41), así la posteridad de Esaú lo guardó contra
Israel (Números 20:14, 21). Edom mostró primero su mala voluntad al no dejar pasar a Israel por sus fronteras cuando
venía del desierto, pues lo amenazó con “salir contra él con la espada;” después, cuando los sirios atacaron a Jerusalén
bajo Acaz (véase 2 Crónicas 28:17, con 2 Reyes 16:5); luego, cuando Nabucodonosor asaltó a Jerusalén (Salmo 137:7, 8).
En cada caso Edom escogió el día de la calamidad de Israel, para expresar su rencor. Este es el punto de delito de
Edom tratado en Abdías 10–13. Dios castiga a los hijos, no por el pecado de sus padres, sino por el suyo propio, que
colma la medida del delito de sus padres, ya que los hijos generalmente siguen en los pasos de sus padres, y hasta
exceden el pecado de ellos (véase Exodo 20:5). 12. Temán—ciudad de Edom (Idumea), que llevaba el nombre de un
nieto de Esaú (Génesis 36:11, 15; Abdías 8, 9). Situada a ocho kilómetros de Petra; al sur del actual wady (quebrado)
de Musa. Sus habitantes eran famosos por su sabiduría (Jeremías 49:7). Bosra—ciudad de Edom (Isaías 63:1). Sela, o
Petra, no se menciona, ya que había sido destruída por Amasías (2 Reyes 14:7). 13. Los amonitas bajo Naas atacaron a
Jabes de Galaad, y rehusaron la petición de perdonarlos, a menos que los galaaditas todos se sacasen el ojo derecho (1
Samuel 11:1, etc.) Saúl libró a Jabes de Galaad. Los amonitas se unieron a los caldeos en su invasión de Judea por amor
al despojo. abrieron las preñadas—como Hazael de Siria también había hecho (2 Reyes 8:12; véase Oseas 13:16). El
objeto de Amón en este acto cruel era de dejar a Israel sin “heredero,” para apoderarse así de la herencia de Israel
(Jeremías 49:1). 14. Rabba—la capital de Amón: que significa “la Grande.” Distinta de la Raba de Moab. Llamada
después Filadelfia, de Ptolomeo Filadelfo. tempestad—es decir, una embestida veloz, repentina e irresistible, como un
huracán. día tempestuoso—paraleo a “el día de la batalla;” significa por lo tanto “el día del tumultuoso asalto del
enemigo.” 15. su rey … príncipes—o bien, “su Moloc (el ídolo de Amón) y sus sacerdotes.” (Grocio y la Versión de los
Setenta.) Isaías 43:28 asimismo emplea “príncipes” por sacerdotes. También el 5:26, “vuestro Moloc;” y Jeremías 49:3,
donde acaso es preferible la lección de “príncipes y sacerdotes;” pero véase las notas allí.
CAPITULO 2
CARGAS CONTRA MOAB, JUDA, Y ULTIMAMENTE ISRAEL: ISRAEL EL TEMA PRINCIPAL DE LAS
PROFECIAS DE AMOS. 1. quemó los huesos del rey de Idumea hasta tornarlos en cal—Cuando Joram de Israel,
Josafat de Judá, y el rey de Edom se combinaron contra Mesa rey de Moab, fracasando éste en la batalla empeñado en
abrirse paso hasta el rey de Edom, tomó a su hijo mayor y lo ofreció en holocausto sobre el muro (2 Reyes 3:27).
(Michaelis). De este modo “el rey de Idumea” se entiende por el heredero al trono de Edom. Pero “su hijo” es más bien el
propio hijo del rey de moab, a quien el padre ofreció a Moloc (Josefo, Antigüedades 9:3). De modo que la referencia aquí en
Amós no es aquel hecho, sino a la venganza que probablemente el rey de Moab tomara sobre el rey de Edom, cuando
las fuerzas de Israel y Judá se hubieron retirado, después de la feliz campaña contra Moab, y dejado a Edom sin
aliados. La tradición hebrea indica que Moab en venganza sacó del sepulcro y quemó los huesos del rey de Edom, el
aliado de Joram y Josafat. Tal vez la “quema de los huesos” significa que él quemó vivo al rey de Edom, reduciendo los
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mismos huesos a cal. (Maurer.) 2. Cherioth—la ciudad principal de Moab, llamada también Kirmoab (Isaías 15:1); la
forma es plural aquí, como si incluyera la acrópolís así como el pueblo mismo (véase Jeremías 48:24, 41). morirá Moab
en alboroto—es decir, en el tumulto de la batalla (Oseas 10:14). 3. el juez—el magistrado principal, la suprema fuente
de justicia. Como no se dice “rey,” parece probable que un cambio de gobierno, hubiese sustituído a los reyes por
jueces supremos. 4. De los reinos extranjeros el profeta pasa a Judá e Israel, para que no se dijera que él era riguroso en
denunciar los pecados del exterior, pero que disimulaba aquéllos de su propia nación. La culpa de Judá difiere de la
de todas las otras, en que era directamente contra Dios, no meramente contra el hombre. También porque el pecado
de Judá fué temerario y a sabiendas, contra la luz y el conocimiento. ley—el código mosaico en general. ordenanzas—
o estatutos, las ceremoniás y leyes civiles. sus mentiras—sus ídolos mentirosos (Salmo 40:4; Jeremías 16:19), de los
cuales sacaban falsas esperanzas. Debemos notar el orden: Los judíos primeramente rechazaron la ley divina; después
cayeron en errores mentirosos; Dios por esto los visitó con una justa retribución (Romanos 1:25, 26, 28; 2 Tesalonicenses
2:11, 12). El pretexto de una buena intención es por este medio refutado: las “mentiras,” que los extraviaron, son “sus
(propias) mentiras.” (Calvino.) en pos de las cuales anduvieron sus padres—No debemos seguir a los padres en el
error, sino que debemos seguir la palabra de Dios solamente. Más aún, fué un agravante del pecado de los judíos el
que no se limitaba a las generaciones precedentes: pues los hijos emulaban los pecados de sus padres (Mateo 23:32;
Hechos 7:51). (Calvino.) 5. fuego—Nabucodonosor. 6. Israel—las diez tribus, el tema principal de las profecías de
Amós. vendieron … al justo—Los jueces de Israel por soborno, son inducidos a condenar en el juicio al que tiene una
causa justa: en violación de Deuteronomio 16:19. al pobre por un par de zapatos—literalmente, sandalias de madera,
aseguradas al pie por correas de cuero; de menos valor que los zapatos. Véase la misma frase, para significar el más
ínfimo cohecho, 8:6; Ezequiel 13:19; Joel 3:3; ellos no eran forzados a tal pecado por la pobreza; empezando por dejarse
tentar por un soborno grande, al fin se ponen tan sin vergüenza como para prostituir la justicia por la más mera
bagatela. Amós los condena [PAG. 885] de injusticia, la impureza incestuosa y la opresión, primeramente, pues éstas
eran tan notorias que no las podían negar; y luego procede a reprocharles el desprecio que tienen a Dios, cosa que
hubieran negado en base a que lo adoraran en la forma de becerros. 7. anhelan … pobres—Tienen insaciable sed de
oprimir y postrar a los pobres hasta que se arrojen sobre sí el polvo de aflicción (véase 2 Samuel 1:2; Job 2:12; Ezequiel
27:30). (5) tuercen el camino de los humildes—pervierten la causa de los mismos. (Véase 5:12; Job 24:4 (Grocio); Isaías
10:2). el hombre y su padre—crimen “que ni aun se menciona entre los gentiles” (1 Corintios 5:1). Cuando el pueblo
de Dios peca en plena luz del día, a menudo caen más bajo que aquellos que no conocen a Dios, entraron a la misma
moza—Por el v. 8 parece probable que la moza indicada sea una de las prostitutas adjuntas al ídolo del templo de
Astarte: la prostitución era parte de su inmunda adoración. profanando mi santo nombre—Israel en tales
abominaciones obraba como si intencionalmente buscara insultar a Dios. 8. sobre las ropas empeñadas se acuestan—el
vestido exterior, el cual, en Exodo 22:25–27 se ordena devolver al hombre pobre antes de la puesta del sol, por ser su
único cobertor. Agravaba este crimen, el que se acostaban sobre estas ropas en el templo idolátrico. a cualquier altar—
en una postura recostada, participaban de sus fiestas idolátricas, aunque los antiguos tenían el hábito de reclinarse
cuerpo tendido, al comer, descansando la parte superior del cuerpo sobre el codo izquierdo, y no sentados como
acostumbramos nosotros. vino de los penados beben—eso es, vino comprado con el dinero de aquellos a quienes
injustamente multaban. 9. y—ilativo: “y con todo;” mis beneficios de antaño realzan vuestra ingratitud. al
Amorrheo—la más poderosa de todas las naciones cananeas, y por tanto puesta aquí por todas ellas (Génesis 15:16;
48:22; Deuteronomio 1:20; Josué 7:7), cuya altura … como … cedros—(Números 13:32, 33). destruí su fruto arriba, sus
raíces abajo—es decir, lo destruí completamente (Job 18:16; Ezequiel 17:9; Malaquías 4:1). 10. os hice … subir de …
Egipto—“hice subir” es la frase, por cuanto Egipto era bajo y plano, y Canaán montañoso. para que poseyeseis la
tierra del Amorrheo—Los amorreos estrictamente ocupaban ambos lados del Jordán y las montañas que más tarde
eran de Judá; Pero aquí como en el v. 9, comprenden todos los cananeos. Dios guardó a Israel cuarenta años en el
desierto, lo que propendía a disciplinarlos en sus estatutos, de modo que estuviesen mejor adaptados para entrar en la
posesión de Canaán. 11. Obligaciones adicionales bajo las que Israel se hallaba para con Dios; los profetas y los
nazareos, designados por Dios, para dar instrucción religiosa y ejemplos de santa abnegación. de vuestros mancebos—
Era una muestra del favorecido estado de Israel que de la clase más adicta a los placeres, Dios escogiera a aquellos
que, por voto solemne, se obligaban a la abstinencia de todo producto de la vid, y de toda contaminación moral y
ceremonial. El nazareo no debía afeitarse (Números 6:2, etc.) Dios no dejó nada sin hacer para asegurar la pureza del
culto y la fidelidad a lo ordenado (Lamentaciones 4:7). El nombre vino de una raíz herbrea, Nazar, “poner aparte.”
Samsón, Samuel, y Juan el Bautista eran nazareos. ¿no es esto así?—¿Osará alguno de vosotros negar que esto es así?
12. Tanto despreciasteis estos mis favores como para tentar al nazareo a quebrantar su voto, y prohibir a los profetas
5
(Nota del Traductor) La Versión Revisada Standard traduce: “Pisotean la cabeza de los pobres en el polvo
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de la tierra.”
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profetizar (Isaías 30:10). Así Amasías prohibió a Amós mismo (7:12, 13, 14). 13. yo os apretaré en vuestro lugar—La
Versión Inglesa: “Yo estoy oprimido debajo de vosotros.” Así Calvino (véase Isaías 1:14); pero la marginal vierte en voz
activa: “Yo reduciré vuestro lugar,” eso es: yo lo haré angosto: metáfora, por afligir a un pueblo; lo opuesto de engrandecer;
o sea, aliviar (Salmo 4:1; Proverbios 4:12). Maurer traduce: “Yo os prensaré abajo.” y no “a vuestro lugar;” así el hebreo,
Job 40:12). Amós, como era pastor, apropiadamente bosquejosas similes, o figuras, de escenas rústicas. 14. la huída
perecerá del ligero—ni aun los ligeros serán capaces de escapar. el fuerte no esforzará su fuerza—eso es: no será
capaz de usar su fuerza. 16. huirá desnudo—si alguno escapare, deberá ser con la pérdida del equipo, y todo lo que
impediría la fuga rápida. Deberán contentarse con salvar siquiera la vida.
CAPITULO 3
notorio el propósito de él (es decir: el de juicio contra Israel) (Jeremías 20:9; Ezequiel 9:11). Por lo tanto la queja que los
impíos hacen contra ellos, es infundada (1 Reyes 18:17). Agrava el pecado de Israel el que Dios no va a infligirles
castigo, sin antes haber prevenido ampliamente al pueblo, por si acaso ellos se arrepienten. 8. Como cuando “el león
ruge” (véase 1:2, y 3:4), uno no puede menos que “temer,” así también cuando Jehová comunica su terrible mensaje, el
profeta no puede sino profetizar. No os quejéis pues de mí, porque profetizo, puesto que yo debo obedecer a Dios. En
un sentido más amplio esto se aplica a todos los creyentes (Hechos 4:20; 5:29). 9. Haced pregonar sobre los palacios—
por ser lugares de la mayor concurrencia (véase Mateo 10:27); como que es también el pecado de los principes el que él
denuncia, apela a los príncipes (ocupantes de los palacios) para que sean los testigos. Azoto—dicha para comprender
toda la Filistia. Convoca a los magnates filisteos y egipcios, de la mano de los cuales varias veces he rescatado a Israel.
(La fórmula opuesta a “no lo digáis en Gath,” es decir, no fuera que los gentiles se gloriasen sobre Israel.) Hasta estos
idólatras, al ver vuestras enormidades, os condenarán: ¿cuánto más lo hará el santo Dios? sobre los montes de
Samaria—sobre las colinas de alrededor, que forman el panorama de Samaria, la metrópoli de las diez tribus, la cual
estaba sobre una colina más baja (véase 4:1; 1 Reyes 16:24). Las montañas han de ser el tribunal sobre el cual los
filisteos y los egipcios van a sentarse en alto para examinar vuestros crímenes, para poder testificar de la justicia de
vuestro castigo (v. 13). ved (las) muchas opresiones—lit., “tumultos;” causados por la violencia de los príncipes de
Israel en “opresión” de los pobres (Job 35:9; Ecclesiastés 4:1). 10. no saben hacer lo recto—su corrupción ciega su
poder de discernimiento, de modo que no pueden hacer lo recto (Jeremías 4:22). No es simple ignorancia intelectual;
el defecto se halla en el corazón y la voluntad. atesorando rapiñas y despojos—es decir, tesoros obtenidos por
“violencia y robo” (Proverbios 10:2). 11. Tradúzcase: “¡Un adversario (la brusquedad produce un efecto de espanto)! y
para peor, en todas partes del país.” Así en el cumplimiento, 2 Reyes 17:5: “El rey de Asiria (Salmanasar) partió contra
todo el país, y subió contra Samaria, y estuvo sobre ella (en sitio) tres años.” derribará de ti tu fortaleza—eso es, te hará
descender de tu fuerza (de la cual tanto te jactaste): de todos tus recursos (Proverbios 10:15). tus palacios serán
saqueados—una justa retribución en especie (v. 10). Los palacios en donde se atesoraban los despojos, “serán
despojados.” 12. el pastor—una imagen o figura pastoral, propiamente usada por Amós, siendo él mismo un pastor.
dos piernas … punta de una oreja—llevadas por el pastor al dueño de la oveja, para no tener que pagar la pérdida
(Génesis 31:39; Exodo 22:13). Así que, si algo de Israel escapa, será un milagro de la bondad de Dios. No será sino un
residuo escaso. Hay en el oriente una clase de cabras cuyas orejas tienen un pie de largo y proporcionadamente
anchas. Tal vez se refiere aquí a ésta. Véase sobre esta figura, 1 Samuel 17:34, 35; 2 Timoteo 4:17. que moran en
Samaria en el rincón de la cama—eso es, que viven lujosamente en Samaria (véase 6:1, 4). “Una cama” aquí significa
el diván oriental, una parte elevada de la habitación cubierta de almohadas. y al canto del lecho—Reza la Versión
Inglesa: “y en Damasco en un lecho.” Jeroboam hacía poco había restaurado Damasco a Israel (2 Reyes 14:25, 28). Se
representa a los israelitas no meramente como en “el rincón de una cama,” en Samaria, sino también “en un lecho
(entero) en Damasco, viviendo en lujoso reposo. De éstos, ahora tan lujosos, pronto será dejado [PAG. 887] por el
enemigo solamente un residuo. La destrucción de Damasco y la de Samaria será conjuntamente: como que aquí se
combinan sus vidas lujuriosas y, más tarde, las incursiones bajo Peca y Rezín contra Judá (Isaías 7:1–8; 8:4, 9; 17:3). El
paralelismo de “Samaria” y “Damasco” favorece la Versión Inglesa, más bien que a Gesenius, quien traduce: “sobre un
lecho adamascado”. La puntuación hebrea, aunque generalmente denota “damasceno,” puede expresar la ciudad misma.
Muchos MSS lo puntúan así. Véase sobre el derrocamiento de Israel, 2 Reyes 17:5, 6; 18:9–12. 13. protestad en la casa,
etc.—Es decir, contra la casa de Jacob. Dios convoca a las mismas personas como en el v. 9, o sea, los gentiles de
Filistia y Egipto para que sean testigos oculares de la corrupción de Samaria arriba descrita, de modo que ninguno sea
capaz de negar la justicia del castigo de Samaria. (Maurer.) Dios de los ejércitos—que tiene a sus órdenes todos los
poderes del cielo y de la tierra, y por tanto puede causar terror en los corazones de los culpables que amenaza. 14.
Que—“porque,” o “puesto que.” Este versículo no expresa la cosa que debe ser oída y protestada, sino la razón por la
cual Dios llama a los gentiles a presenciar la culpabilidad de Samaria; es decir, a fin de justificar el castigo que Dios
declara le infligirá. visitaré también … Beth‐el—los becerros de oro, que fueron la causa de todas “las transgresiones
de Israel” (1 Reyes 12:32; 13:2; 2 Reyes 23:15, 16), aun cuando Israel pensaba que por medio de aquéllos se expiaban
sus transgresiones y se les aseguraba el favor de Dios. cuernos del altar—que solían rociar con la sangre de las
víctimas. Los tales eran las puntas de los antiguos altares, que se proyectaban en forma de cuernos. El singular, “altar,”
se refiere al gran altar erigido por Jeroboam a los becerros. Los “altares,” en plural, se refieren a los menores, hechos
en imitación del grande (2 Crónicas 34:5; véase con 1 Reyes 13:2; Oseas 8:11; 10:1). 15. la casa del invierno … verano—
(Jueces 3:20; Jeremías 36:22). Las casas de los grandes estaban en posiciones resguardadas dando cara al sur para
lograr todo el sol posible; las de verano, en bosques y sobre las colinas, frente al este y norte. casas de marfil—tenían
las paredes, puertas y cielo rasos incrustados de marfil. Tal era la casa de Acab (1 Reyes 22:39; Salmo 45:8).
CAPITULO 4
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también las langostas a Judea [Bochart] (Exodo 10:13). 10. mortandad al modo que en Egipto—tal como la que envié
antes sobre los egipcios (Exodo 9:3, etc., 8, etc.; 12:29; Deuteronomio 28:27, 60). Véase la misma frase en Isaías 10:24.
con cautiverio de vuestros caballos—lit., “mancebos acompañados con el cautiverio …:” yo he entregado a vuestros
mancebos para ser muertos y vuestros caballos para ser llevados por el enemigo (véase 2 Reyes 13:7). el hedor de
vuestros reales—o sea, de vuestros hombres muertos sobre el campo (véase Isaías 34:3; Joel 2:20). subir … hasta
vuestras narices—El hebreo es muy enfático: “hice subir, y eso hasta vuestras fosas nasales.” 11. Trastornéos—a
vosotros: es decir, algunas partes de vuestro territorio. como cuando Dios trastornó a Sodoma—(Deuteronomio 29:23;
Isaías 13:19; Jeremías 49:18; 50:40; 2 Pedro 2:6; Judas 7). “Dios” se repite muchas veces en el hebreo en lugar de “yo.” El
terremoto aludido aquí, aparentemente no es aquel que se verificó en el reinado de Uzías, el que ocurrió “dos años”
más tarde (1:1). Rastros de terremotos y de acción volcánica abundan en Palestina: a algunos de los efectos de ésos en
tiempos pasados se hace alusión aquí. Véase la profecía, (Deuteronomio 28:15–68, con 6:11 aquí. como tizón escapado
del fuego—(Véase Isaías 7:4; Zacarías 3:2.) La frase es proverbial por salvarse apenas de la total extinción. Aunque
Israel revivió como nación bajo Jeroboam II, lo fué solamente por un tiempo, y eso después de una casi total
destrucción previamente (2 Reyes 14:26). 12. Por tanto—Por cuanto los castigos han fracasado para haceros “tornaros
a mí.” de esta manera haré a ti—así como te he amenazado (vv. 2, 3). aparéjate para venir al encuentro a tu Dios—
Dios está casi por infligirte el último y peor juicio, la misma extinción de tu nacionalidad; considera, pues, qué
preparación puedes tú hacer para encontrarte con él como enemigo tuyo (Jeremías 46:14; Lucas 14:31, 32). Pero como
seria locura pensar en tal cosa (Isaías 27:4; Ezequiel 22:14; Hebreos 10:31), mira qué se puede hacer por medio del
arrepentimiento para mitigar la severidad del inminente juicio (Isaías 27:5; 1 Corintios 11:31). Esta última exhortación
es continuada en el 5:4, 6, 8, 14, 15. 13. El Dios con quien Israel ha de “aparejarse para encontrarse” (v. 12), está
descrito aquí en términos sublimes. cría el viento—No “espíritu,” como la lección marginal de la Inglesa. El Dios con
quien tú tienes que verte, es el Omnipotente Hacedor de las cosas visibles, tales como las estupendas montañas, y de
cosas demasiado sutiles para ser vistas, aunque sean de poderosa acción, como el “viento,” denuncia al hombre su
pensamiento—(Salmo 139:2). Vosotros pensáis que vuestros pensamientos escapan a mi conocimiento, pero yo soy el
que escudriña los corazones. hace a las tinieblas mañana—(5:8; 8:9.) Tanto literalmente, volviendo la luz del sol, en
tinieblas, como figurativamente, volviendo la prosperidad de los impíos en adversidad repentina (Salmo 73:12, 18, 19;
véase Jeremías 13:16). pasa sobre las alturas—Dios aplasta a los soberbios de la tierra. Sujeta a sí todas las cosas, por
muy altas que estén (Miqueas 1:3). Véase Deuteronomio 32:13; 33:29, donde la misma frase se usa referente al pueblo
de Dios, elevado por Dios por encima de toda otra altura humana.
CAPITULO 5
Lamentaciones 2:3). la casa de José—el reino de Israel, del cual la tribu de Efraín, hijo de José, era la principal (véase
Ezequiel 37:16). sin haber en Beth‐el quien lo apague—Ninguno de los ídolos de Betel, en los cuales Israel tanto
confiaba, será capaz de quitar los juicios divinos. 7. convierten en ajenjo el juicio—eso es, lo pervierten hasta para la
más amarga injusticia. Como la justicia es dulce, así la injusticia es amarga a los perjudicados. Ajenjo viene de una raíz
hebrea, execrar, a causa de sus cualidades nocivas y amargas. Dejan en tierra la justicia—Maurer traduce: “arrojan la
justicia al suelo,” como en Isaías 28:2; Daniel 8:12. 8. que hace el Arcturo—lit., el grupo o constelación de siete estrellas
mayores y otras más pequeñas (Job 9:9; 38:31). Todo el pasaje de Job 9:9 parece haber estado en la mente de Amós. El
nombra a las estrellas bien conocidas de los pastores (gremio al cual pertenecía Amós): Orión como el precursor de las
tempestades, y las pléyades como quien anuncia la primavera. tinieblas—lit., “sombra de muerte,” hebraísmo por las
más densas tinieblas. llama a las aguas de la mar—tanto para enviar las inundaciones en juicio, como la lluvia ordinaria
en misericordia (1 Reyes 18:44). 9. da esfuerzo al despojador—lit., despojo o devastación: por tanto, la persona despojada
Winer, Maurer y los mejores críticos modernos traducen: “Hace salir repentinamente la devastación (o destrucción).”
lit., la hace resplandecer como el alba. Versiones antiguas apoyan a la Inglesa. El hebreo se usa en otras partes para
expresar: hacer, brillar, alegrar, y como la lección inglesa aquí “recobrar fuerza” (Salmo 39:13). el despojador venga—“la
destrucción (o devastación) vendrá sobre vosotros” [Maurer.] El sentido de nuestra versión es que, por más fuerte que
Israel se imagine ser por los éxitos de Jeroboam II (2 Reyes 14:25), Dios puede hacer que hasta el más débil prevalezca
contra el fuerte. 10. en la puerta—de la ciudad, el lugar de los tribunales. (Isaías 29:21). al reprensor—el juez, que
condena la iniquidad de ellos. al que hablaba lo recto abominaron—al profeta, que les dice la desagradable verdad:
corresponde en el paralelismo al “reprensor en la puerta” (véase 1 Reyes 22:8; Proverbios 9:8; 12:1; Jeremías 36:23). 11.
carga de trigo—oneroso impuesto exigido en especie del trigo de los menesterosos, para regalar las codicias de los
grandes. (Henderson.) Trigo adelantado en tiempo de escasez, y reclamado de nuevo con un interés pavoroso.
(Rabino Salomón.) edificasteis casas … mas no las habitaréis … viñas … no beberéis—de conformidad con la
profecía original de Moisés (Deuteronomio 28:30, 38, 39). Lo opuesto será el caso en el Israel restaurado (9:14; Isaías
65:21, 22). 12. que afligen … y reciben—Más bien: “Los que (de vosotros) afligen al justo, reciben cohecho:” el precio
con que se libra de vuestra sentencia al que tiene una causa injusta (1 Samuel 12:3; Proverbios 6:35). a los pobres en la
puerta—negándoles lo que es su derecho en el tribunal (2:7; Isaías 29:21). 13. el prudente—el que es espiritualmente
sabio. calla—no solamente guardará silencio de lengua, sino que el prudente se guardará a sí mismo de tomar parte
alguna en asuntos públicos y privados que pueda evitar: porque “los tiempos son malos”, cuando se burla de todas
las leyes. Efesios 5:16 se refiere a esta condición. En vez de agitarse impacientemente contra los males irremediables, el
sabio piadoso no echará las perlas delante de los puercos (los cuales las pisotearían y despedazarían a los ofrendantes,
Mateo 7:6), sino que con paciencia y en sumisión silenciosa esperará hasta el tiempo de la liberación de Dios (Salmo
39:9). 14. porque así—a condición de si “busquéis lo bueno.” será con vosotros, como decís—como os habéis jactado,
a saber, de que Dios está con vosotros, y que sois el pueblo suyo (Miqueas 3:11). 15. Aborreced el mal, y amad el
bien—(Isaías 1:16, 17; Romanos 12:9.) juicio en la puerta—la justicia en el lugar donde se juzgan las causas. quizá
Jehová … tendrá piedad—así, “por ventura” (Exodo 32:30). No que los hombres hayan de acudir a Dios con
incertidumbre en cuanto a si obrará con gracia o no: la expresión solamente indica la dificultad que hay en el camino, a
causa de la falta de arrepentimiento verdadero de parte de los hombres, para avivar en ellos aquella sinceridad y celo
de creyentes que buscan a Dios (véase Génesis 16:2; Joel 2:14; Hechos 8:22). del remanente de José—(Véase el v. 6)
Israel (representado por “Efraín”, la tribu principal, y descendiente de José) era ahora un residuo, en comparación con
lo que una vez fué, habiendo Hazael de Siria herido todos los términos desde el Jordán hacia el este, Galaad y Basán,
Rubén, y Manasés (2 Reyes 10:32, 33). (Henderson.) Más bien: “el remanente que habrá sido dejado después que los
inicuos hayan sido destruídos.” (Maurer.) 16. Por tanto—resumiendo desde el v. 13. Dios prevé que no han de
obedecer a la exhortación (vv. 14, 15); sino que perseverarán en la injusticia censurada (vv. 7, 10, 12). Jehová Dios de
los ejércitos, el Señor—una acumulación de títulos, de los cuales su señorío es la culminación sobre todas las cosas,
para señalar que de su juicio no hay apelación. las plazas … calles—los anchos espacios abiertos, y las calles angostas
comunes en el oriente. al labrador llamarán a lloro—los ciudadanos llamarán a los inexpertos labradores, para que
hagan el papel comúnmente hecho por los llorones profesionales, ya que no habrá número suficiente de éstos para el
llanto general que se requiere. los [PAG. 890] que endechar supieren—Lamentadores o llorones profesionales
pagados para guiar las lamentaciones por los muertos; se alude a éstos en Ecclesiastés 12:5; generalmente mujeres
(Jeremías 9:17–19). 17. En todas las viñas habrá llanto—donde solían oírse los cantos de alegría. pasaré por medio de
ti—tomando venganza (Exodo 12:12, 23; Nahum 1:12). “Pasar sobre,” y “pasar por,” de la otra mano, son términos
que expresan el perdón de Dios (Exodo 12:23; Miqueas 7:18; 7:8). 18. ¡Ay de vosotros, que no tenéis escrúpulo en decir
con ironía: “Deseamos que venga el día de Jehová”! Eso es, ¡ay de vosotros, que lo tratáis como si fuera un mero sueño
de los profetas! (Isaías 5:19; Jeremías 17:15; Ezequiel 12:22). ¿Para qué queréis este día—Amós toma las palabras
irónicas de ellos en serio: porque Dios a menudo prende al blasfemo en su propia palabra, en justa retribución,
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haciendo de la chanza del burlón, una terrible realidad contra él mismo. Tenéis poca razón para desear el día del
Señor, porque será para vosotros dia de calamidad, y no de gozo. 19. Como el que huye de delante del león, y se topa
con el oso—tratando él de escapar de una calamidad, cae en otra. Esto quizá indica que en el versículo 18, su irónico
deseo por el día de Jehová sería como si fuese un escape de las calamidades existentes. La venida del día de Jehová si
fuera cierta, sería de buenas nuevas para nosotros; porque nosotros hemos servido a Dios (esto es, a los becerros de
oro). Así se lisonjean los hipócritas, en cuanto a la muerte y al juicio, como si éstos fuesen un alivio de los males de
esta vida presente. El león puede ser que generosamente perdone al que está postrado; pero el oso no perdona a nadie
(véase Job 20:24; Isaías 24:18). arrimare su mano a la pared—para sostenerse por no caer. Las culebras a menudo se
ocultan en las grietas de las paredes. Los que no se corrigen por los juicios de Dios, serán perseguidos por los mismos.
Si logran escapar de un castigo, otro está preparado para venirles encima. 21. Aborreci, abominé—Los dos verbos
unidos sin una conjunción expresan el fuerte aborrecimiento de Dios. vuestras solemnidades—las vuestras, no las
mías: yo no las reconozco: diferentes de las de Judá, las vuestras son de institución humana, no divina. no me darán
buen olor—es decir, no tomaré contentamiento en los sacrificios ofrecidos (Génesis 8:21; Levítico 26:31). vuestras
asambleas—lit., dias de restricción. Isaías 1:10–15 es paralelo. Isaías es más amplio, Amós más condensado. Amós
condena a Israel, no solamente en razón de su pensamiento de satisfacer a Dios por medio de sacrificios sin
obediencia—acusación que Isaías hizo contra los judíos—,sino también porque hasta el ritual externo era una mera
corrupción, y no tenía la autorización de Dios. 22. vuestros presentes—de harina, etc. Ofrendas incruentas. los
pacíficos—sacrificios para obtener de Dios la paz y prosperidad; en el hebreo: ofrendas de gracias. 23. Quita de mí—lit.,
“quita de encima de mí;” la idea es de una carga que pesa sobre el portador. Así Isaías 1:14: “Me son gravosas (lit., una
carga sobre mi): cansado estoy de llevarlas.” la multitud (el ruido) de tus cantares—los himnos y la música
instrumental en ocasiones de fiestas sagradas no son para mí sino un sonido desagradable. no escucharé—Isaías
sustituye “oraciones” (Isaías 1:15) por los “cantares” y “salmodias” aquí; pero, como Amós, termina con “no
escucharé”. 24. Juicio—justicia. corra—lit., ruede, o sea, fluya abundantemente (Isaías 48:18). Si no hay deseo de
cumplir la justicia en el que ofrece, el sacrificio es aborrecible a Dios (1 Samuel 15:22; Salmo 66:18; Oseas 6:6; Miqueas
6:8). 25, 26. ¿Habéisme ofreceido …?—Sí; lo habéis hecho. “Pero (siempre con una inconsecuencia inexplicable) habéis
llevado (al alto, en solemne pompa) el tabernáculo (o sea, un templete portátil, un modelo de tabernáculo: bastante
pequeño para que no fuera descubierto por Moisés; véase Hechos 19:24) de vuestro Moloc” (ese ídolo de “vuestro”
dios; yo no lo soy, pese a que continuéis la forma de presentarme a mí las ofrendas). La pregunta: “¿Habéisme
ofrecido …?” no es una negación (porque habían ofrecido a Jehová en el desierto, sacrificios del ganado que llevaban
consigo en su vida nómada allí Exodo 24:4; Números 7 y 9:1, etc.) sino una fuerte afirmación (véase 1 Samuel 2:27, 28;
Jeremías 31:20; Ezequiel 20:4). El pecado de Israel en el tiempo de Amós es el mismo pecado de sus antepasados, el de
mofarse de Dios con la adoración, mientras adoraban al mismo tiempo a los ídolos (véase Ezequiel 20:39). Esto ocurría
clandestinamente en el tiempo de Moisés, de otro modo él lo hubiera suprimido; él estaba por lo general enterado de
la infidelidad de ellos, aun cuando ignoraba los pormenores (Deuteronomio 31:21, 27). Moloch y Chiún—Moloc
significa rey; corresponde al dios Marte (Bengel); el Sol (Jablonsky); Saturno, lo mismo que “Chiún.” (Maurer.) La Versión
de los Setenta traduce: “Chiún” en Remfán así como lo cita Esteban (Hechos 7:42, 43). El mismo dios a menudo llevaba
diversos nombres. Moloc es el nombre amonita; Chiún, el nombre árabe y pérsico, también escrito Chevan. En el léxico
árabe, chiún significa austreo; por eso los astrólogos representaban a Salomón como planeta funesto en su influencia.
Por tal motivo los fenicios le ofrecían sacrificios humanos, especialmente a los niños; igualmente hizo Israel. Rimmón
fué el nombre sirio (2 Reyes 5:18); pronunciado Remvan, o “Remfan,” así como Chiún se decía también Chevan. Moloc
tenía la forma de un rey; Chevan, o Chiún, de una estrella. (Grocio.) Remfan era el nombre egipcio de Saturno: de ahí
que el traductor de Amós en la Versión de los Setenta dió el nombre egipcio en lugar del hebreo, por ser él egipcio.
(Hodius II: Bibl 4:115.) Lo mismo en cuanto al río Nilo, del cual los egipcios hicieron representante a la estrella
Saturno. (Harenberg.) Bengel opina que Remfan o Refan son palabras afines con Terafin y Remfis, el nombre de un rey
de Egipto. Los hebreos se contagiaron con el sabeísmo, la forma más antigua de idolatria el culto al Saba, las huestes
estelares cuando estuvieron en el desierto de Arabia, donde Job notó el predominio del mismo (Job 31:26); en
oposición, en el v. 27, Jehová se declara “el Dios de los ejércitos” (“Sabaoth”). la estrella de vuestros dioses—La
Versión Inglesa: “vuestro dios;” R. Isaac Caro dice que todas los astrólogos representaban a Saturno como la estrella de
Israel. Probablamente había una figura de estrella en la cabeza del ídolo, para representar al planeta Saturno; de ahí
que “idolos” (imágenes) corresponde a “estrella” de la cláusula paralela. Una estrella en los jeroglíficos representa a
Dios (Números 24:17). Idolos o es un hebraísmo por una imagen, o se refiere a las muchas imágenes hechas para
representar a Chiún 27. más allá de Damasco—en Hechos 7:43 se dice “más [PAG. 891] allá de Babilonia,” lo cual
incluye el más allá de Damasco. En tiempo de Amós, Damasco era el objeto del temor de Israel a causa de las guerras
sirias. Babilonia no se nombraba aún como el lugar del cautiverio. Esteban agrega este nombre. El lugar del destierro
fué en realidad, como él lo sitúa, “más allá de Babilonia,” en Hala y Habor, junto al río de Gozán, y en las ciudades de
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los medos (2 Reyes 17:6; véase aquí 1:5; 4:3; 6:14). El camino para Asiria pasaba a través de “Damasco.” Está por lo
tanto especificado, que no solamente serían llevados a Damasco, como lo fueron por los reyes de Siria (2 Reyes 10:32,
33; 13:7), sino aun más allá, hasta una región desde donde el retorna no era tan posible como desde Damasco. Fueron
llevados cautivos por Satanás a la idolotría; por lo tanto Dios los hizo llevar cautivos entre idólatras. Véase 2 Reyes
15:29; 16:9; Isaías 8:4, por los cuales textos parece que Tiglatpileser atacó a Israel y la Damasco al mismo tiempo, a
ruego de Acaz (Amós 3:11).
CAPITULO 6
concomitante usual de la guerra en el oriente (Jeremías 24:10; 44:13; Ezequiel 6:11). 10. su tío—el pariente más cercano
tenía el deber de enterrar al muerto (Génesis 25:9; 35:29; Jueces 16:31). En este caso, el más cercano vivo es un tío. y
quemarále—El entierro era el modo hebreo común de disponer de los muertos, pero se practicaba la cremación en
casos de necesidad, como cuando los hombres de Jabes de Galaad quitaron los cuerpos de Saúl y [PAG. 892] sus tres
hijos de los muros de Bestan y los quemaron para salvarlos d la profanación de los filisteos. Así en este caso, para
evitar el contagio. los huesos—eso es, el cadáver (Génesis 50:25). Quizá hay aquí en la frase una alusión a la condición
extenuada del cuerpo, quedándole poco más que piel y huesos. dirá al que estará en … la casa—o sea, a aquel que
quedó de los diez dentro de la casa (Maurer.) (Véase nota, Isaías 14:13). Calla … no … hacer mención del nombre de
Jehová—Después de recibir la respuesta de que no quedaba sino el interpelado solo, el “tio” se imagina que aquel
sobreviviente está al punto de expresar su profunda gratitud a Dios por haberlo salvado, y le anticipa con la
interrupción: ¡Calla! porque no hay motivo por qué mencionar con alabanza (Josué 23:7) el nombre de Jehová, porque
tú también debes morir, así como han de morir los diez hasta el último hombre (v. 9; 8:3). Antes os gloriabais en el
nombre de Jehová, como si fuerais su pueblo peculiar; mas ahora callaréis y temblaréis a su nombre, porque os está en
contra, como uno de quien deseáis ocultaros (Apocalipsis 6:16). (Calvino.) 11. Jehová mandará, y herirá—Su palabra
de mando, una vez pronunciada, no puede sino ser cumplida (Isaías 55:11). Su sola palabra es bastante para herir con
la destrucción. casa mayor … casa menor—No perdonará a ninguno, grande ni pequeño (3:15). Jerónimo interpreta la
casa mayor como Israel, la casa menor como Judá; la primera quedando reducida a ramas o ruinas (lit., a gotos); a ésta, si
bien dañada con grietas o rajaduras, y en peligro de desplomarse, se le permite permanecer en pie. 12. Al tornar el
juicio (la justicia) en veneno, y la rectitud en ajenjo (cicuta, amargo y nocivo), habéis obrado tan perversamente como
aquel que hiciera correr los caballos sobre una roca o arara en la misma con bueyes. (Maurer.) Como los caballos y
bueyes son inútiles sobre la roca, así sois vosotros incapaces de cumplir justicia. (Grocio.) Vosotros impedíais el curso
de los beneficios de Dios, porque sois como la dura peña sobre la cual su favor no puede correr. “Aquellos que no
quieren ser labrados como campos, serán abandonados como rocas.” (Calvino.) 13. os alegráis en nada—en lo que no
es de valor alguno; a saber, en vuestras vanas y efímeras riquezas. potencia—poder tal como para vencer a nuestros
vecinos (2 Reyes 14:25): lit., “cuernos;” el símbolo hebreo de poder, por ser el instrumento de fuerza o vigor en muchos
animales (Salmo 75:10). 14. desde la entrada de Hamath—el punto de entrada para un ejército invasor (como el asirio)
hacia el interior de Israel desde el norte; especificada aquí, por cuanto Hamat acababa de ser subyugada por Jeroboam
II (v. 2). No os gloriéis en vuestra recién adquirida ciudad, porque ella ha de ser el punto de partida para el enemigo
que os ha de castigar. ¡Cuán triste el contraste con la fiesta de Salomón a la que concurrió una congregación desde esta
misma Hamat, el término más septentrional de Israel. hasta el Nilo, el río de Egipto, el término más meridional! hasta el
arroyo del desierto—o sea, el Cedrón, el cual desemboca en la bahía norte del Mar Muerto, al sur de la
desembocadura del Jordán (2 Crónicas 28:15), el límite sur de las diez tribus (2 Reyes 14:25: “desde la entrada de
Hamat hasta el mar de la llanura”). (Maurer.) Hasta el río Nilo, que costea el desierto árabe, y separa Egipto de Canaán.
(Grocio.) Si este versículo incluye a Judá tanto como Israel (véase el v. 1: Sión y Samaria), el punto de vista de Grocio es
correcto, y concuerda con 1 Reyes 8:65.
CAPITULO 7
Los capítulos 7, 8 y 9 se componen de VISIONES CON SUS EXPLICACIONES. El capítulo 7 consiste en dos
partes: La primera (vv. 1–9), PROFECIAS ILUSTRADAS POR TRES SIMBOLOS: (1) Una visión de saltamontes, o
langostas jóvenes, las cuales devoraban la hierba, pero son quitadas a ruego de Amós; (2) Fuego, que consumía hasta
el abismo y devoraba parte de la tierra, pero es quitado, a ruego de Amós; (3) Una plomada, que indicara los edificios
que eran para la destrucción. La segunda parte (vv. 10–17), LA NARRACION DE LA INTERRUPCION DE AMOS
POR AMASIAS, POR CAUSA DE ESTAS PROFECIAS, Y LA PREDICCION DE LA SENTENCIA A MUERTE DE EL.
1. me ha mostrado … he aquí—Esta misma fórmula encabeza las tres visiones de este capítulo, y la cuarta en el 8:1.
langostas—en el estado de oruga, de una raíz hebrea que significa trepar hacia adelante; en el otoño los huevos son
depositados en la tierra; en la primavera sale la cría. (Maurer.) el heno tardío—la brotación de la hierba o pasto
después de la primera siega. En el oriente no hacen el heno, sino que cortan el pasto a la medida que lo necesitan para
el ganado. las siegas del rey—las primicias del pasto segado, tiránicamente exigidas al pueblo por el rey. Las
langostas literales, como en Joel, es probable que sean símbolos de enemigos humanos: en tal caso, “el heno tardío
después de las siegas del rey” significa el reavivamiento político de Israel bajo Jeroboam II (2 Reyes 14:25), después de
haber sido segado, por decirlo así, por Hazael y Benhadad de Siria (2 Reyes 13:3). (Grocio.) ¿quién levantará a
Jacob?—Si tú, oh Dios, en gracia no salvas, ¿cómo puede Jacob mantener su tierra, reducido como él está por los
repetidos ataques de los asirios, y estando por ser invadido dentro de poco por el asirio Pul (2 Reyes 15:19, 20)? Véase
Isaías 51:19. Hace mención de Jacob como un ruego por que Dios “se acuerde de su pacto a favor de ellos” con su
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padre, el patriarca Jacob (Salmo 106:45). es pequeño—reducido en números y en poder. 3. Arrepintióse … de esto—
El cambio no fué en la mente Dios (Números 2:19; Santiago 1:17), sino en el efecto exterior. Dios invariablemente hace
lo que es justo; es justo que él escuche la oración intercesora (Santiago 5:16–18), como hubiera sido justo que él
permitiera que la justicia siguiera su curso, de golpe, sobre la nación culpable, si no fuera por la oración de uno o dos
hombres justos de la misma (Véase Génesis 18:23–33; 1 Samuel 15:11; Jeremías 42:10). El arrepentimiento del pecador
y la consideración de Dios a sus propios atributos de misericordia y pacto de amor, también llevan a Dios a tratarle
exteriormente como si él mismo se arrepintiera (Jonás 3:10), mientras que el cambio en el trato exterior, está en la más
estricta armonía con la propia inmutabilidad de Dios. No será—hecho el total derrumbamiento de Israel ahora. Dios
influyó en Pul para que aceptara el dinero y se retirara de Israel. 4. llamaba para juzgar—Convocaba a Israel
judicialmente (Job 9:3; Isaías 66:16; Ezequiel 38:22). Llamaba venir la aflicción de castigo por fuego sobre Israel, [PAG.
893] es decir, por la seca (4:6–11). (Maurer.) Más bien, la guerra (Números 21:28), a saber, Tiglatpileser. (Grocio.)
consumió un gran abismo—eso es, una gran parte de Israel, a los que se llevó. Aguas es el símbolo de muchas gentes
(Apocalipsis 17:15). consumió una parte de la tierra—es decir, todo el país (véase 4:7) de Israel al este del Jordán (1
Crónicas 5:26; Isaías 9:1). Este fué un juicio peor que el anterior: las langostas se comieron la hierba: el fuego no
solamente afecta la superficie del suelo, sino que quema las mismas raíces. 7. muro hecho a plomo—es decir,
perpendicular. 8. pongo plomada … en medio de … Israel—Ya no se expresan los símbolos en forma general, como
en los dos primeros; éste se aplica expresamente a Israel. La longanimidad de Dios se agota por la perversidad de
Israel; por tanto Amós deja de interceder (véase Génesis 18:33). La plomada se usaba no solamente para edificar casas,
sino también para destruirlas (2 Reyes 21:13; Isaías 28:17; 34:11; Lamentaciones 2:8). Significa que los juicios de Dios se
determinan por las más exactas reglas de la justicia. Aquí está metida la plomada en media de Israel: es decir, el juicio,
o castigo, no ha de ser limitado a una parte externa de Israel, como lo fué por Tiglatpileser; ha de alcanzar hasta el
mismo centro. Esto se cumplió cuando Salmanasar, después de un sitio de Samaria de tres años, la tomó, y finalmente
llevó cautivo a Israel a Asiria (2 Reyes 17:3, 5, 6, 23). no le pasaré más—no perdonaré ya más a Israel (8:2; Proverbios
19:11; Miqueas 7:18). 9. los altares—lit., “los altos,” dedicados a los ídolos. de Isaac—se jactaban de seguir el ejemplo
de su antepasado Isaac, que edificó altares en Beerseba (5:5; véase Génesis 26:23, 24; 46:1); pero él y Abrahán
levantaron éstos antes que el templo fuera ordenado en Jerusalén, y para Dios; mientras que ellos lo hicieron después
que el templo hubo sido señalado, como el único lugar para sacrificios, y lo hicieron para los ídolos, no para Dios. En
el hebreo aquí Isaac está escrito con s en vez de la usual ts; ambas formas significan risa; el cambio de letras tal vez
exprese la idea de que bien pueden sus altares ser llamados “altares de Isaac,” pero no en el sentido en que ellos
querían decir por el nombre de él, puesto que ellos no merecen sino que se ría de ellos con escarnio. Pero
probablemente la mención de “Isaac” e “Israel” simplemente quiere decir que esos nombres, de los cuales su
degenerada posteridad se jactaba como si garantizaran la seguridad de ellos, no los salvarían ni a ellos ni a sus
“santuarios” idolátricos en que tanto confiaban (véase 8:14). con espada sobre la casa de Jeroboam—cumplido con la
extinción de Zacarías, hijo de Jeroboam II, el último de los descendientes de Jeroboam I, quien había originado la
inicua idolatría de los becerros (2 Reyes 15:8–10).
CARGO DE AMASIAS CONTRA AMOS: SU SENTENCIA PREDICHA. 10. sacerdote de Beth‐el—el sumo
sacerdote del santuario real en Betel dedicado a los becerros. Estos siendo un instrumento político del estado para
tener a Israel separado de Judá, Amasías interpreta como traición las palabras de Amós contra aquéllos. Lo mismo fué
en el caso de Elías y de Jeremías (1 Reyes 18:17; Jeremías 37:13, 14). De lo mismo fué acusado el antitipo Jesús (Juan
19:12): pretexto político que se ha hecho en todas las edades para deshonrar a Dios y para perseguir a sus siervos
(Juan 11:48–50). Igualmente en el caso de Pablo (Hechos 17:6, 7; 24:5). en medio de la casa de Israel—Amasías acaso
alude a las mismas palabras de Amós (v. 8), que predicen el derrocamiento del estado hasta el mismo centro. No
secretamente, ni en un rincón, sino en el mismo centro del estado, así como para trastornarlo todo completamente. la
tierra no puede sufrir todas sus palabras—Estas son tantas y tan intolerables. El resultado será una sedición. El que
se le nombre como “sacerdote de Betel,” da a entender que se interesaba por su propia ganancia sacerdotal, y no por
el rey ni el estado. 11. Jeroboam morirá, etc.—Amós no había dicho esto, sino que “la casa de Jeroboam” caería “con la
espada” (v. 9). Pero Amasías exagera el cargo, para incitar a Jeroboam en contra de él. El rey, no obstante, no dió oídos
a Amasías, probablemente por algún temor religioso del profeta de Jehová. 12. Y—además de informar al rey contra
Amós, por miedo de que la marcha de los sucesos fallase, como falló, Amasías pretendiendo aconsejarle
amistosamente, insta al importuno profeta a volverse a su propia tierra de Judá. Vidente—dicho desdeñosamente con
referencia a las visiones precedentes de Amós. come allá tu pan—puedes ganarte la vida, mientras que si quedas acá
serás arruinado. El juzga a Amós por su propio egoísmo, como si el mirar por la propia seguridad y subsistencia,
fueran las supremas consideraciones. Asimismo los falsos profetas (Ezequiel 13:19) estaban dispuestos a decir todo
cuanto agradara a sus oyentes, por más falso que fuese. “por (unos) puñados de cebada y pedazos de pan.” 13. no
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profetices más—(2:12.) en Beth‐el—Amasías quiere que se le deje en paz siquiera en su propia residencia. santuario
del rey—Betel fué preferido por el rey a Dan, que era el otro centro del culto del becerro, por estar aquélla más cerca
de Samaria, la capital, y ser santificado de antiguo por Jacob (Génesis 28:16, 19; 35:6, 7). Argumenta por inferencia
contra la presunción de Amós, como que él, un particular, hablara contra el culto sancionado por el rey, y en el mismo
lugar consagrado al culto para las propias devociones del rey. cabecera del reino—eso es, su residencia, el asiento del
imperio, donde el rey reúne la corte, la cual tú debías de reverenciar. Samaria era la residencia usual del rey; pero por
la facilidad de asistir al culto del becerro, había también en Betel un palacio real. 14. No soy profeta—en respuesta a la
insinuación de Amasías (v. 12) de que desempeñaba el oficio profético para ganarse el “pan” (como los profetas
mercenarios de Israel.) Lejos de ser recompensados, los profetas de Jehová habían de esperar la encarcelación y aun la
muerte, como resultado de su misión de profetizar en Samaria o Israel: mientras que los profetas de Baal eran
mantenidos a expensas del rey (véase 1 Reyes 18:19). Yo no era, dice Amós, de la orden de los profetas, ni fuí
preparado en las escuelas de ellos, ni recibía una subsistencia del ejercicio de las funciones públicas de profeta. Soy
boyero (véase el v. 15, “ganado:” el término hebreo para boyero, o vaquero, incluye el significado de pastor), de posición
humilde, que ni aun pensaba en profetizar entre vosotros, hasta que un llamamiento divino me impulsó a hacerlo.
hijo de profeta—es decir, un discípulo. Las escuelas de profetas se mencionan primeramente en 1 Samuel; en ellas se
preparaban jóvenes para servir en la teocracia como instructores [PAG. 894] públicos. Unicamente en el reino de las
diez tribus se menciona la continuación de las escuelas de los profetas. Eran puestos misioneros cerca de los asientos
principales de la superstición de Israel, y asociaciones dotadas del Espíritu de Dios; no se admitían sino solamente
aquellos a los cuales previamente había sido impartido el Espíritu. Sus padres espirituales viajaban para visitar estas
escuelas de preparación, y cuidaban de los miembros y hasta de las viudas de ellos (2 Reyes 4:1, 2). Los alumnos
tenían su mesa común en las escuelas, y aun después de salir de ellas, seguían siendo miembros. Las ofrendas que en
Judá daban los piadosos para los levitas, en Israel se daban para las escuelas de los profetas (2 Reyes 4:42). La profecía
(v. g., Elías y Eliseo) en Israel se relacionaba con los eventos extraordinarios más que en Judá, puesto que, en la
ausencia de la jerarquía legal de ésta, necesitaba tanto más tener una palpable sanción divina. cabrahigos—
abundantes en Palestina. El fruto era parecido al higo, pero inferior; según Plinio, una especie de compuesto, como el
nombre expresa, de higo y de mora. Era un alimento utilizado solamente por los más pobres (véase 1 Reyes 10:27).
cogedor—una persona ocupada en su cultivo. (Maurer.) El modo de cultivarlo era haciendo una incisión en la fruta
cuando alcanzaba un cierto tamaño; y se maduraba luego al cuarto día (Plinio, H. N. 13:7, 14). Grocio cita a Jerónimo,
diciendo que si no se arrancaba y se guardaba (lo cual favorece la Versión Inglesa) la fruta era dañada por los insectos
(jejenes). 15. me tomó de tras el ganado—así como David fué tomado de entre el rebaño (2 Samuel 7:8; Salmo 78:70,
71). El Mesías es el Pastor antitípico (Salmo 23; Juan 10). a mi pueblo—contra mi pueblo (Maurer); así en el v. 16, Jehová
todavía los reclama como suyos por derecho, aunque ellos menosprecian su autoridad. Dios los quisiera recuperar
para su servicio por el ministerio del profeta. 16. ni hables—“no dejes caer” (Versión Inglesa): destilando cual gotas
refrescantes de la lluvia (Deuteronomio 32:2; Ezequiel 21:2; véase Miqueas 2:6, 11). 17. Tu mujer fornicará en la
ciudad—eso es, será forzada por el enemigo, mientras tú estés contemplándolo, sin evitar su deshonor (Isaías 13:16;
Lamentaciones 5:11). Las palabras, “ha dicho Jehová,” están en notable oposición a “tu dices” (v. 16). tierra … partida
por suertes—entre el enemigo. tierra inmunda—Israel consideraba a toda tierra extranjera como lo que era en
realidad la suya propia ahora, “inmunda” (Isaías 24:5; Jeremías 2:7).
CAPITULO 8
reprensión. tragáis a los menesterosos—eso es, que suspiráis por los bienes de ellos; así se usa la palabra en Job 7:2
(“anhela”). arruináis los pobres—mejor: “extermináis …”; “¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?” (Isaías
5:8). 5. Son tan avarientos de ganancias injustas que no pueden escatimar ni un solo día, aunque sea día sagrado, sin
dedicarse a ello. Son extraños para Dios y enemigos para sí mismos, que aman los días de comercio más que los
sábados; y los que han perdido la piedad, no han de retener por mucho tiempo la honradez. La nueva luna (Números
10:10) y el sábado habían de ser guardados sin trabajar ni comerciar (Nehemías 10:31). abriremos los alfolíes—los
depósitos de trigo para venta al público. la medida—el efa, en que cabían tres satos, o sea unos 24 litros.
achicaremos—haciendo la medida menos que el peso justo para los compradores. engrandeceremos el precio—lit.,
“el siclo:” sacando a los compradores peso de dinero más grande que lo debido. Solían pesar los siclos al hacer los
pagos (Génesis 23:16). De este modo cometían un doble fraude contra la ley (Deuteronomio 25:13, 14). 6. Para comprar
los pobres por dinero … zapatos—es decir, para poder obligar a los menesterosos, por dinero u otra cosa cualquiera
de valor insignificante, que se vendan a vosotros como esclavos, en abierta violación de Levítico 25:39; la misma cosa
que hace descender el juicio de Dios (2:6). venderemos las aechaduras del trigo?—que no tienen substancias
nutritivas, las que comían los pobres a bajo precio, no pudiendo pagar el precio de la harina. 7. Jehová juró por la
gloria de Jacob—eso es, por sí mismo, aquel en quien se gloría la simiente de Jacob. (Maurer.) Más bien, por los
privilegios espirituales de Israel, la adopción como el pueblo peculiar de Dios (Calvino.), el templo y el Shekinah,
glorioso símbolo de su presencia. Véase 6:8, donde significa el templo de Jehová (véase 4:2). no me olvidaré—no pasaré
de largo sin castigar (v. 2; Oseas 8:13; 9:9). 8. la tierra … subirá toda como un río—la tierra será convertida, como si
fuera, del todo en un río desbordante (siendo diluvio la figura de una calamidad abrumadora, Daniel 9:26). arrojada,
y hundiráse—arrastrada lejos y abrumada, como pasa a la tierra contigua al río Nilo cuando se desborda y causa
inundaciones (9:5). El Nilo sube generalmente unos veinte pies. Entonces sus aguas arrojan cieno y lodo (Isaías 57:20).
9. Las “tinieblas” levantadas “a mediodía” es emblema de grandes calamidades (Jeremías 15:9; Ezequiel 32:7–10). 10.
peladura—una señal de duelo (Isaías 15:2; [PAG. 895] Jeremías 48:37; Ezequiel 7:18). tornaréla como en llanto de
unigénito—eso es, a la tierra (v. 9). La reduciré a tal estado que habrá el mismo motivo para llorar como los padres
lloran la muerte de un hijo único (Jeremías 6:26; Zacarías 12:10). 11. hambre … de oir palabra de Jehová—una justa
retribución sobre aquellos que ahora no quieren oír a los profetas de Jehová, que, al contrario, los tratan de ahuyentar,
como hizo Amasías (7:12); buscarán, en vano, en su angustia, el consejo divino, tal como ofrecen ahora los profetas
(Ezequiel 7:26; Miqueas 3:7). Véase en cuanto al rechazo del Mesías por los judíos y el consiguiente rechazo de ellos
por él (Mateo 21:43); y su deseo de buscar al Mesías cuando sea ya demasiado tarde (Lucas 17:22; Juan 7:34; 8:21).
Igualmente el hijo pródigo, cuando hubo estado un tiempo en la “provincia apartada” comenzó a sentir necesidad, en
la “grande hambre” que hubo (Lucas 15:14; véase 1 Samuel 3:1; 7:2). Es notable que la religión de los judíos es casi la
única que podía ser abolida contra la voluntad del pueblo mismo, a causa de que ella dependía de un lugar particular,
a saber, el templo. Cuando éste fué destruído, el ritual mosaico, que no podía existir sin el templo, forzosamente dejó
de existir. La Providencia determinó que, como la ley dió lugar al evangelio, así todos los hombres supiesen que era
verdad, a pesar del obstinado rechazo del evangelio por los judíos. 12. irán errantes de mar a mar—es decir, del Mar
Muerto al Mediterráneo, del este al oeste. desde el norte hasta el oriente—donde podríamos esperar “del norte al
sur.” Pero tan distanciado estaba Israel de Judá que ningún israelita ni pensaría siquiera en acudir hacia el sur, es
decir, a Jerusalén en busca de información religiosa. El circuito está trazado como en Números 34:3, etc., salvo que se
omite “el sur.” La búsqueda de la palabra de Dios no sería motivada por un sincero deseo de obedecer a Dios, sino por
hallarse bajo la presión del castigo. 13. desmayarán de sed—es decir, sed de oír las palabras del Señor, hallándose
privados de toda otra consolación. Si aun los jóvenes y los fuertes desmayan, ¡cuánto más los enfermos (Isaías 40:30,
31)! 14. juran por el pecado de Samaria—a saber, por los becerros (Deuteronomio 9:21; Oseas 4:15). “Jurar por”
significa adorar (Salmo 63:11). el camino de Beer‐seba—(Salmo 139:24; Hechos 9:2), el modo de adorar. tu Dios de (que
está en) Dan—el otro becerro de oro estaba en Dan (1 Reyes 22:26–30). vive … vive—mejor decho: “Viva tu dios …
viva el camino;” o bien: “Por tu Dios, oh Dan (tan seguramente como que vive tu Dios).” “Oh Dan:” así vierte la
Versión Inglesa. Tal es la fórmula de ellos cuando juran; no el ¡viva Jehová! ni “como vive Jehová!”
CAPITULO 9
LA QUINTA Y ULTIMA VISION. Ninguno puede escapar al juicio que se acerca, en escondite alguno: porque
Dios es omnipresente e irresistible (vv. 1–6). Como reino Israel perecerá como si nunca hubiera estado en pacto con
Dios: pero como individuos la casa de Jacob no perecerá totalmente; de ningún modo, ni uno de los más pequeños de
los justos caerá, sino solamente todos los pecadores (vv. 7–10). La restauración de los judíos a su propia tierra
finalmente, después del restablecimiento del tabernáculo caído de David; la consecuente conversión de todos los
gentiles (vv. 11–15). 1. al Señor … sobre el altar—es decir: en el templo idolátrico de Betel: los becerros de los que
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hablaba en el capítulo anterior. Acá habían de huir buscando protección de los asirios, y perecerían en las ruinas, junto
con los objetos de su vana confianza. (Henderson.) Jehová toma esta posición para dirigir la destrucción del ídolo de
ellos, y la idólatra nación. El exige muchas víctimas, pero han de ser víctimas humanas. Calvino y Fairbairn, etc.,
entienden que se trata del templo de Jerusalén. El juicio había de caer sobre Israel tanto como sobre Judá. Como los
servicios de ambas naciones debían de celebrarse ante el altar del templo de Jerusalén, es allí donde Jehová
idealmente se coloca, como si todo el pueblo estuviese reunido allí, con sus abominaciones expuestas a la vista, sin
estar perdonadas, las que clamarán por venganza, aun cuando fuesen cometidas en otras partes cualesquiera (Véase
Ezequiel 8:1–18). En este punto de vista, la similitud de la visión de Amós concuerda con la de Isaías 6, en Jerusalén.
También armoniza con la parte final de este capítulo (vv. 11–15), que se aplica tanto a Judá como a Israel: “el
tabernáculo de David,” es decir, en Jerusalén. Su actitud de estar de pie sobre el altar, denota firmeza de propósito.
umbral—más bien, el esférico capitel de la columna. (Maurer.) puertas—más bien, los umbrales, como en Isaías 6:4
(“quiciales”). El templo ha de ser golpeado tanto abajo como arriba, para asegurar su total destrucción. córtales … la
cabeza—es decir, con los fragmentos de los capiteles y columnas (véase Salmo 68:21; Habacuc 3:13). el postrero de
ellos—su posteridad. (Henderson.) Los sobrevivientes. (Maurer.) Las órdenes de Jehová son dirigidas a sus ángeles,
ministros de juicio (véase Ezequiel 9). no habrá … quien se fugue … escape—“el que se fugue no huirá lejos; el que se
escape no será librado” (Versión Inglesa.) El que se imagina estar a salvo y fuera del alcance del enemigo, será
igualmente tomado (2:14). 2. Aunque cavasen hasta el infierno—aunque se oculten lo más profundamente en la
tierra (Salmo 139:8). subieron hasta el cielo—aun cuando ascendieran hasta las mayores alturas (Job 20:6, 7; Jeremías
51:53; Abdías 4). 3. Carmelo—donde los bosques y, sobre la falda oeste, las cavernas, ofrecían escondites (1:2; Jueces
6:2; 1 Samuel 13:6). la mar—el Mediterráneo, que fluye al pie del Monte Carmelo, y forma para él una fuerte antítesis.
mandaré a la culebra—la serpiente de mar, término para expresar cualquier gran monstruo marino (Isaías 27:1). El
símbolo de reyes crueles y opresores (Salmo 74:13, 14). 4. si fueren en cautiverio—esperando salvarse la vida con
entregarse voluntariamente al enemigo. 5. Así como Amós había amonestado que en ninguna parte se salvarían los
israelitas de los juicios divinos, aquí enseña la omnipotente facultad de Dios para ejecutar sus amenazas. Como en el
caso de la amenaza del 8:8, aquí declara que él es la primera causa del luto de todos los que moran en la tierra, y el que
hace que la tierra suba como una inundación y que se baje hasta anegarse como en los desbordamientos del río de Egipto.
6. sus gradas—lit., “ascensos,” eso es, los pisos superiores, hasta los cuales el ascenso es por gradas o escalera
(Maurer); se refiere evidentemente a las palabras del Salmo 104:13. Grocio lo explica, el trono real de Dios, expresado en
lenguaje deducido del trono de Salomón, al cual se ascendía por escalones (véase 1 Reyes 10:18, 19). [PAG. 896]
establecido su expansión—es decir, todos los seres animados, los cuales son su “ejército” (Versión Inglesa) (Génesis
2:1), que hacen su voluntad (Salmo 103:20, 21; Joel 2:11). Maurer traduce: “su bóveda”; o sea, el cielo abovedado, el que
parece descansar sobre la tierra sostenido por el horizonte. 7. ¿no me sois … como … Etíopes?—por lo grandes que os
parezcáis a vosotros mismos. No confiéis en los privilegios pasados, ni en el hecho de haberos yo librado de Egipto,
como si por eso yo nunca os sacaría de Canaán. Yo no hago ya más cuenta de vosotros que de “los etíopes” (véase
Jeremías 13:23). Yo que os saqué de la tierra de Egipto, ¿no he hecho otro tanto para otros pueblos? Por ejemplo: “¿No
hice subir a los filisteos de Caftor (Isaías 14:29, etc., véase Deuteronomio 2:23; Nota, Jeremías 47:4), donde habían sido
esclavos, y a los sirios de Quir?” Es propio que, así como los sirios que emigraron a Siria desde Quir (véase Isaías
22:6), fuesen llevados de vuelta cautivos a la misma tierra (Nota 1:5; 2 Reyes 16:9), lo mismo que en otra parte se le
amenaza a Israel con hacerlo volver a Egipto, de donde una vez fueron libertados. Los “etíopes” (en el hebreo, cusitas)
eran originalmente consanguíneos con la raza que fundó a Babilonia; las inscripciones cuneiformes halladas en ésta
confirman independientemente el relato de la Escritura (Génesis 10:6, 8, 10). 8. los ojos … contra el reino pecador—
eso es: Estoy vigilando todo su proceder pecaminoso a fin de castigarlo (véase el v. 4; Salmo 34:15, 16). no destruiré
del todo la casa de Jacob—Aunque ahora como un “reino” la nación va a perecer completamente, un residuo ha de
ser conservado por amor a Jacob el padre de ellos (véase Jeremías 30:11); para cumplir el pacto, que determinaba que
“la simiente de Israel” ha de ser en el porvenir “una nación para siempre” (Jeremías 31:36). 9. sea zarandeada—Haré
que los israelitas sean echados de acá para allá entre todas las naciones, como se sacude el grano en la zanda, pero lo
haré de tal manera que mientras el tamo o la broza (los inicuos) pasen por el cernidor (perezcan), todos los granos
sanos (los piadosos elegidos) permanezcan (sean salvos) (Romanos 11:26; véase Nota, Jeremías 3:14). Así la seguridad
final del Israel espiritual queda afianzada (Lucas 22:32; Juan 10:28; 6:39). 10. todos los pecadores—que corresponden a
la broza de la figura (v. 9), que cae a tierra, en contraste con “el grano”, que no cae. ni nos alcanzará—No nos tomará
de sorpresa desde atrás. (Maurer.) 11. En aquel día—Citado por Jacobo (Hechos 15:16, 17): “Después de esto,” es
decir, en la dispensación del Mesías (Génesis 49:10; Oseas 3:4, 5; Joel 2:28; 3:1). el tabernáculo de David—no “la casa
de David,” término usado tocante a los asuntos de David mientras prosperaba (2 Samuel 3:1), sino la tienda o casilla,
en expresión de la baja condición en que su reino y su familia habían caído en tiempos de Amós y posteriormente, con
el cautiverio babilónico, antes de la restauración; y en sentido secundario, en los últimos días en vísperas de la
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restauración de Israel bajo el Mesías, el antitipo de David (Salmo 102:13, 14; Nota, Isaías 12:1; Jeremías 30:9; Ezequiel
34:24; 37:24). El tipo se saca de la arquitectura (Efesios 2:20). La restauración bajo Zorobabel puede que sea solamente
un cumplimiento parcial y temporario, porque no incluyó a Israel, nación que es el tema principal de las profecías de
Amós, sino solamente a Judá; además el reino de Zorobabel no fué independiente ni establecido en orden; también
todos los profetas terminan sus profecías con el Mesías, cuyo advenimiento ha de ser la rectificación de todos los
desórdenes provios. “Tabernáculo” es término propio para él, por ser su naturaleza humana el tabernáculo, o morada
provisoria que se tomó al convertirse en Emmanuel, “Dios con nosotros” (Juan 1:14). “Habitó,” lit., “tabernaculó”
“entre nosotros” (véase Apocalipsis 21:3). Algunos entienden que “el tabernáculo de David” es aquel que instaló
David para el arca en Sión, después de traerla de la casa de Obedom. Este permaneció allí todo su reinado, por treinta
años, y hasta que fué edificado el templo de Salomón, mientras que el “tabernáculo de la congregación” permanecía
en Gabaón (2 Crónicas 1:3), donde los sacerdotes ministraban en los sacrificios (1 Crónicas 16:39). De cantos y
alabanzas era el culto de los servidores de David delante del arca (Asaf, etc.): un tipo de la separación evangélica entre
el servicio de los sacrificios (el sacerdocio del Mesías ahora en el cielo) y el acceso de los creyentes en la tierra a la
presencia de Dios, aparte de aquél (véase 2 Samuel 6:12–17; 1 Crónicas 16:37–39; 2 Crónicas 1:3). cerraré sus
portillos—Antes, “las brechas de ellos,” de toda la nación, de Israel tanto como de Judá. como en el tiempo pasado—
como anteriormente en los días de David y Salomón, cuando el reino estaba en su plena extensión e indiviso. 12. para
que … posean el resto de Idumea, y a todas las naciones (gentílicas)—Idumea, enemiga acérrima, aunque era nación
hermana de Israel; por tanto será castigada (véase 1:11, 12). Israel será señor del “remanente” de Idumea dejado
después del castigo posterior. Santiago lo cita: “Que el resto de los hombres busquen al Señor, y todos los gentiles …”
Porque “todos los gentiles” están sobre la misma base como Edom (Idumea): que es representante aquí de todos ellos.
El residuo, o remanente, en ambos casos expresa aquellos dejados después de las grandes calamidades anteriores
(Romanos 9:27; Zacarías 14:16). Aquí la conversión de “todas las naciones” (de la que fué dada la prenda de tiempos
de Jacobo) está representada como que únicamente será realizada con el restablecimiento de la teocracia bajo el
Mesías, el Heredero del trono de David (v. 11). La posesión de las naciones gentiles por Israel ha de ser espiritual,
siendo éstos los ministros de aquéllos para su conversión al Mesías, el Rey de los judíos, así como las primeras
conversiones de gentiles fueron por medio de los apóstoles, quienes eran judíos. Véase Isaías 54:3: “Tu simiente
heredará a los gentiles” (véase Isaías 49:8; Romanos 4:13). Un remanente de Idumea se hizo judío bajo Juan Hircano, y
los demás se amalgamaron con los árabes que subsecuentemente se volvieron cristianos. sobre los cuales es llamado
mi nombre—es decir, los que me pertenecen a mí; a los que reclamo como míos (Salmo 2:8); en los propósitos de la
elección de gracia, Dios los denomina ya los llamados por mi nombre. Véase el título, “los hijos,” aplicado por
anticipado, Hebreos 2:14. Por tanto, como un acto de gracia soberana, del que cumple su promesa, esto está dicho por
Dios. Hágase notorio su título de soberano: “Jehová que hace esto” (“todas estas cosas,” Hechos 15:17; es decir, éstos y
tales actos semejantes de su soberano amor). 13. vienen días—en la futura restauración de los judíos a su propia
tierra. el que ara alcanzará al segador [PAG. 897] —cumpliendo Levítico 26:5. Tal será la abundancia que la cosecha y
la vendimia apenas podrán ser recogidas antes que llegue el tiempo para preparar la tierra para la próxima siembra.
En vez de gastar la mayor parte del año en guerra, todo el tiempo será dedicado a sembrar y a recoger los frutos de la
tíerra. Véase Isaías 65:21–23, tocante al mismo período. que lleva la simiente—lit., el que la saca; eso es, del saco para
sembrarla. los montes destilarán mosto—una imagen apropiada, por cuanto las vides en Palestina las hacían crecer
en terrazas en las faldas de las colinas. 14. edificarán ellos las ciudades asoladas—(Isaías 61:4; Ezequiel 36:33–36). 15. los
plantaré… nunca más serán arrancados—(Jeremías 32:41.) Dios tuyo—de Israel; tal es la base de su restauración: la
original elección de ellos por Dios como suyos propios.
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EL LIBRO DE ABDIAS
INTRODUCCION
Este es el libro más corto del Antiguo Testamento. El nombre significa: “Siervo de Jehová.” Abdías está colocado
como el cuarto de los profetas menores según el orden hebreo del canon, y el quinto según el griego. Algunos
consideran que él es el mismo Abdías que dirigió la restauración del templo en tiempo de Josías, año 627 a. de J. C. (2
Crónicas 34:12). Pero los vv. 11–16, 20 indican que Jerusalén estaba por aquel entonces derrotada por los caldeos, y
que él se refiere a la crueldad de Edom (Idumea) hacia los judíos en aquella ocasión, a la cual se hace referencia
también en Lamentaciones 4:21, 22; Ezequiel 25:12–14, 35; Salmo 137:7. De la comparación del v. 5 con Jeremías 49:9;
del v. 6 con Jeremías 49:10; del v. 8 con Jeremías 49:7, parece que Jeremías incluye en sus profecías partes de las
profecías de Abdías, como lo había hecho en el caso de otras profecías también (véase Isaías 15 y 16 con Jeremías 48).
La razón de la presente posición de Abdías con respecto a otros de los profetas menores anteriores a él en cuanto a
fechas, es porque Amós al término de sus profecías, predice la subyugación de Edom por los judíos en el futuro; el
que ordenó en un volumen los profetas menores, por lo tanto, colocó a Abdías después de Amós por ser una
exposición más amplia, y como si fuera un comentario sobre la breve profecía precedente de Amós, tocante a Edom
(Maurer) (véase Amós 1:11). La fecha de las profecías de Abdías fué quizás inmediatamente después de la toma de
Jerusalén por Nabucodonosor, en el año 588 a. de J.C. Cino años después (en 583) Edom fué conquistado por
Nabucodonosor. Jeremías debe haber incorporado parte de las profecías de Abdías con las suyas inmediatamente
después que éstas fueron pronunciadas, sellando de este modo su canonicidad.
Jerónimo lo hace contemporáneo con Oseas, Joel y Amós. Es un argumento en favor de este punto de vista el que
Jeremías más probablemente hubiera insertado en sus profecías una parte de un profeta anterior que de uno
contemporáneo. Si es así, la alusión de los vv. 11–14 será a alguna de las anteriores capturas de Jerusalén; por los
egipcios en tiempo de Roboam (1 Reyes 14:25, 26; 2 Crónicas 12:2, etc.), o por los filisteos y árabes en el reinado de
Joram (2 Crónicas 21:16, 17); o por Joas, rey de Israel, en el reinado de Amasías (2 Crónicas 25:22, 23); o aquella en el
reinado de Joacim (2 Reyes 24:1, etc.); o aquella en el reinado de Joaquín (2 Reyes 24:8–16). En todas las ocasiones los
idumeos fueron hostiles a los judíos; y los términos que caracterizan aquella enemistad no son mas fuertes en Abdías
que en Joel 3:19 (véase Abdías 10), y en Amós 1:11, 12. La probable captura de Jerusalén a que alude Abdías es aquella
por Joas y los israelitas en el reinado de Amasías. Pues así como un poco antes, en el reinado del mismo Amasías, los
judíos habían tratado ásperamente a los edomitas, después de conquistarlos en batalla (2 Crónicas 25:11–23), es
probable que los edomitas, en venganza, se unieran a los israelitas en el ataque a Jerusalén. (Jager.)
Este libro puede ser dividido en dos partes: (1) Vv. 1–16, que expone la violencia de Edom hacia su hermano Israel
en el día de la desgracia de éste, y su próxima destrucción con el resto de los enemigos de Judá; (2) Vv. 17–21, el
próximo restablecimiento de los judíos en sus propias posesiones, a las que serán añadidas aquellas de los pueblos
vecinos, y especialmente aquellas de Edom.
causan en la viña los vendimiadores, porque éstos al cosechar la mayor parte de las uvas, dejan rebuscos tras sí: sino
que será por completo, así como para no dejarte nada. La exclamación: “¡Como has sido destruído!” paréntesis que
irrumpe en medio de las palabras de la figura, denotan fortísima emoción. Es sorprendente el contraste entre Edom,
donde no serán dejados ni rebuscos, e Israel, donde en las peores circunstancias se deja un residuo (Isaías 17:6; 24:13).
6. ¡Cómo fueron escudriñadas las cosas de Esaú!—por los soldados hostiles que buscaban botín. Véase con los vv. 5, 6
aquí, Jeremías 49:9, 10. sus cosas escondidas—o “lugares.” Edom abundaba en tales escondrijos, como cavernas,
hendiduras en la roca, etc. Ninguno de éstos sería dejado sin revisar por el enemigo. 7. Hasta el término te hicieron
llegar—Es decir, cuando los embajadores idumeos vayan a los estados confederados buscando ayuda, éstos los
conduducirán con la debida ceremonia hasta la frontera, dándoles vanos cumplimientos, pero no la ayuda requerida.
(Drusius.) Este punto de vista concuerda con el contexto, el cual habla de los falsos amigos que engañaron a Edom: eso
es, fallando en darle ayuda en su necesidad (véase Job 6:14, 15). Calvino traduce: “te han corrido,” o sea, te correrán;
ayudarán a correrte hasta la frontera en el camino de tu cautividad en tierras extranjeras. tus pacíficos—lit., los
hombres de tu paz. Véase Salmo 41:9; Jeremías 38:22, donde ocurre la misma fórmula, “prevalecieron contra ti.” los que
comían tu pan—Las más pobres tribus del desierto, que subsistían por la generosidad de Edom. Véase otra vez, el
Salmo 41:9, el cual parece haber estado en la mente de Abdías, como las palabras de él estuvieron antes en la mente de
Jeremías. pusieron el lazo debajo de ti—Parece que aprovecharon la intimidad para “tender” una trampa, con el fin
de herir; estos huéspedes edomitas, en vez de las almohadas que se colocaban comúnmente para los convidados en la
mesa, tendieron lazos para hacer daño; es decir, tuvieron entendimiento secreto con los enemigos de Edom para aquel
propósito. Maurer traduce: “lazo”. La Versión Inglesa dice: “tendieron una herida”, lo que concuerda con el hebreo; vale
decir: “la venda para una herida.” no hay en él entendimiento—nada de sabiduría, astucia, por la cual Edom era
famoso (véase el v. 8) para desenredarse de su peligrosa posición. “En él”, en lugar de en tí.” El cambio denota el
alejamiento de Edom de parte de Dios: Edom se ha apartado tanto de Dios, que Dios ahora habla de él, no a él. 8.
(Isaías 49:7; Job 5:12, 13; Isaías 19:3; Jeremías 19:7.) perezcan … los sabios de Edom—hasta ahora Idumea, por medio
de su intercambio con Babilonia y Egipto, y por sus medios de información por la ida y venida de sus muchas
caravanas entre Europa y la India, ha sido famosa por su conocimiento; pero en aquel día, por fin, destruiré a los
sabios suyos. Monte de Esaú—es decir, Idumea, la que era región montañosa. 9. será talado … por el estrago—
Maurer traduce: “a causa de la matanza,” es decir, la que fué hecha a Judea por Edom (véase el v. 14).’ La Versión de los
Setenta, la Siríaca y la Vulgata conexionan estas palabras con el v. 10, “por la injuria (de la cual tú eres culpable) contra
tu hermano Jacob …” La Versión Inglesa: “cortado por el degüello” (eso es, un corte total), corresponde bien a “talado
para siempre” (v. 10). Sin embargo, el arreglo de la Versión de los Setenta da mejor un paralelismo cuádruple en el v. 10.
La frase, “por el estrago” (1), está balanceada, en justa retribución, por “talado para siempre” (4); así como “por la
injuria (hecha a) Jacob” (2) está balanceada por “te cubrirá vergüenza” (3). La vergüenza y la extinción retribuirán por
la violencia y la matanza respectivamente (Mateo 26:52; Apocalipsis 13:10). En cuanto a la injuria, y violencia, de
Edom, véase Salmo 137:7; Ezequiel 25:12; Amós 1:11. 10. de tu hermano—Lo que agrava el pecado de Esaú es que lo
hizo contra aquel que era su hermano por nacimiento y por la circuncisión. La posteridad de Esaú por la violencia
contra la simiente de Jacob, siguió los pasos de odio su padre (Génesis 27:41). Jacob—no meramente su propio
hermano, sino su hermano mellizo mismo; por tanto el nombre de Jacob está puesto aquí enfáticamente, y no Israel,
Véase Deuteronomio 23:7, en cuanto al sentimiento diferente que se manda a la simiente de Jacob que tuviese para
con la de Edom. te cubrirá vergüenza—Salmo 35:26; 69:7.) para siempre—(Isaías 34:10; Ezequiel 35:9; Malaquías 1:4.)
Idumea, como nación, había de ser “cortada para siempre,” aun cuando su tierra había de ser otra vez habitada. 11.
estando tú delante—en actitud de hostilidad, más bien que de simpatía, propia de hermano, gozándose tus ojos
(véase el v. 12) de la miseria de Jacob, y ansiosamente esperando la destrucción de él. Así el Mesías, antitipo de
Jerusalén, abandonado por sus parientes (Salmo 38:11). extraños—los filisteos, árabes, en el reinado de Joram, etc. (2
Crónicas 21:16); los sirios en el reinado de Joas de Judá (2 Crónicas 24:24); los caldeos (2 Crónicas 36.) llevaban …
cautivo su ejército—(v. 20), la multitud de los habitantes de Jerusalén. echaban suertes sobre Jerusalem—(Joel 3:3.)
Así al Mesías, antitipo de Jerusalén, le quitaron su única posesión terrenal y sobre ella echaron suertes (Salmo 22:18).
12. no debiste tú estar mirando—con placer maligno, y brutal descaro. Así miraron los antitipos, los enemigos del
Mesías (Salmo 22:17). Maurer traduce, como [PAG. 899] la marginal inglesa: “tú no debes de mirar” más. Nuestra
lección concuerda mejor con el contexto. el día de tu hermano—su día de calamidad. fué extrañado—es decir, fué
desterrado, como un extraño, de su propia tierra. Dios envía duras calamidades sobre aquellos que se regocijan de las
calamidades de sus enemigos (Proverbios 17:5; 24:17, 18). Contrástese la otra conducta de David y de su divino Hijo,
en un caso semejante (Salmo 35:13–15.) ni habías de ensanchar tu boca—orgullosamente, insultando al caído
(Ezequiel 35:13; véase 1 Samuel 2:3; Apocalipsis 13:6) 13. sus bienes—traducido “su ejército” en el v. 11. 14. parado en
las encrucijadas, para matar los que de ellos escapasen—Los judíos, naturalmente, huyeron por las encrucijadas
(Maurer traduce: “pasos angostos de montaña”) por ellos bien conocidas, para escapar al desierto, y a través de Edom
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hasta Egipto; pero los edomitas se plantaron listos para interceptar el paso a los fugitivos, y para matarlos, o bien,
entregarlos al enemigo. 15. Porque—reasume la conexión con el v. 10, en donde Edom fué amenazado con ser talado
para siempre. el día de Jehová—el día en el cual se manifestará como el justo Castigador de los pueblos impíos (Joel
3:14). El “todas” demuestra que el cumplimiento no está agotado con el castigo infligido por Nabucodonosor a las
naciones circunvecinas; sino que, como en Joel 3:14 y Zacarías 12:3, a lo que se refiere, es al último juicio que ha de
venir sobre las naciones confederadas contra Jerusalén. como tú hiciste se hará contigo—el justo principio de la
retribución en la misma especie (Levitico 24:17; Mateo 7:2; véase Jueces 1:6, 7; 8:19; Ester 7:10). tu galardón—el premio
de tus hechos (véase Isaías 3:9–11). 16. bebisteis en mi santo monte—es decir, la copa de ira, siendo despojados de
vuestros bienes y lugares como nación, por Edom y todos los gentiles; así también beberán todos los gentiles (incluso
Edom) la misma copa (Salmo 60:3; Isaías 51:17; 22; Jeremías 13:12, 13; 25:15–33; 49:12; 51:7; Lamentaciones 4:21, 22;
Nahum 3:11; Habacuc 2:16). vosotros … en mi santo monte—una paráfrasis por “vosotros los judíos” (Maurer), a
quienes ahora Abdías se dirige por un repentino apóstrofe. La frase “sobre mi santo monte,” expresa la razón de la
venganza que será tomada en los enemigos de Judá, a saber: que Jerusalén está en el monte santo de Dios, el asiento
de su templo, y Judá es el pueblo de su pacto. Jeremías 49:12, texto de Abdías copiado, establece este punto de vista
(véase 1 Pedro 4:17). de continuo—mientras que la calamidad de Judá será temporaria (v. 17). Los enemigos de Judá
nunca recobrarán su primera posición (vv. 18, 19). engullirán—como para no dejar nada en la copa de calamidad; no
meramente la “beberán” (Salmo 75:8). serán como si no hubieran sido—no será dejada ni una traza de su existencia
nacional (Job 10:19; Salmo 37:36; Ezequiel 26:21). 17. Mas en el monte de Sión habrá salvamento—en el sentido literal
tanto como en el espiritual (Joel 2:32; Isaías 46:16; 59:20; Romanos 11:26). Maurer lo explica: “habrá un remanente que
escapará.” Véase Isaías 37:32; a la liberación por Senaquerib allí descrita, piensa Grocio que Abdías se refiere aquí.
“Jerusalén no será tomada, y muchos de los pueblos vecinos también hallarán en ella liberación.” Distintamente de los
enemigos de Judá, de los cuales no escapará ni un remanente (vv. 9, 16), un residuo de los judíos escapará cuando el
resto de la nación haya perecido, el que recuperará sus antiguas “posesiones.” y será [habrá] santidad—eso es, Sión
será sacrosanta e inviolable: no será más violada por invasores extraños (Isaías 42:1; Joel 3:17). 18. fuego—véase la
mísma figura en Números 21:28; Isaías 5:24; 10:17). casa de Jacob … José—o sea, los dos reinos, Judá y Efraín, o Israel.
(Jerónimo.) Los dos formarán un solo reino, dejando de lado su anterior enemistad (Isaías 11:12, 13; 37:22–28; Jeremías
3:18; Oseas 1:11). Los judíos retornarán bajo Hircano con algunos de los israelitas desde Babilonia y de tal modo
sojuzgarán a los idumeos, obligándolos a circuncidarse e incorporándolos consigo, que llegarán a formar parte de la
nación. (Josefo, 13:17, y 12:11.) Esto no fué sino señal de la futura unión de Israel y Judá como un reino en la posesión
de la tierra agrandada (Ezequiel 37:16, etc.). estopa—(Mala‐Edom. los llanos de los Palestinos—los judíos que en el
futuro van a ocupar el sur de Judea poseerán, en adición a su propio territorio, la contigua región montañosa de Edom.
los llanos de los palestinos—los judíos que ocuparán los llanos a lo largo del Mediterráneo, al sur y sudoeste de
Palestina poseerán, en adición a su propio territorio, la tierra de “los filisteos,” la cual corre como una larga faja entre
las colinas y la mar. poseerán también los campos de Ephraim—eso es, serán restaurados los legítimos dueños, los
efraimitas a los campos de Efraín. Benjamín a Galaad—es decir, la región al este del Jordán, ocupada antiguamente
por Rubén, Gad, y la media tribu de Manasés. Benjamín poseerá además de su propio territorio, el territorio contiguo
en dirección al este, mientras que las dos tribus y media, ocuparán, en la redistribución, el territorio lindero de Moab y
Amón. 20. los cautivos de aqueste ejército—o sea, los cautivos de esta multitud de israelitas. poseerán lo de los
Cananeos—Maurer traduce: “los cautivos … que los cananeos (llevaron cautivos a Fenicia) aún hasta Sarepta …
poseerán las ciudades del mediodía,” es decir, a Idumea así como el sur (v. 19). Henderson, similarmente: “los
cautivos que están entre los cananeos …” Pero las cláusulas correspondientes del paralelismo están mejor balanceadas
en nuestra versión: “las diez tribus de Israel poseerán el territorio de los cananeos” (es decir, Palestina occidental y
Fenicia, Jueces 3:3); y “los cautivos de Jerusalén (y Judá) poseerán las ciudades del sur,” es decir, a Edom, etc. Cada
uno tiene respectivamente asignada la región contigua: Israel tiene la región cananea occidental; Judá, la parte
meridional. hasta Sarepta—cerca de Sidón; asíé llamada Serapta en Lucas 4:26. El nombre denota que era lugar de
fundición de metales. De esta región vino la “mujer de Canaán” (Mateo 15:21, 22). Los cautivos judíos habían sido
llevados a las costas de Palestina, o sea, Canaán, cerca de Tiro y Sidón (Joel 3:3, 4; Amós 1:9). Los judíos, cuando sean
restaurados poseerán el territorio de sus antiguos opresores. en Sepharad—es decir, en el Bósforo. (Jerónimo, de su
instructor hebreo.) Sefar, según otros (Génesis 10:30). La paleografía confirma a Jerónimo. En la inscripción cuneiforme
que lleva una lista de las tribus de Persia (Niebuhr, Tab. 31:1), antes de Jonia y Grecia y después de Capadocia,
aparece el nombre (síc) CPaRaD. Era, pues, un distrito de Asia Menor Occidental, cerca de Lidia, y cerca del Bósforo.
Maurer lo entiende por [PAG. 900] apelativo. “Los cautivos jerosolimitanos de la dispersión” (véase Santiago 1:1),
dondequiera que estén dispersados, retornarán y poseerán las ciudades del sur. Sefarad, aunque sea literalmente el
distrito cerca del Bósforo, representa en la dispersión universal a los judíos. Jerónimo dice que el nombre significa en
el asirio un limite o término; vale decir, “los judíos esparcidos en todas las fronteras y regiones.” 21. salvadores—en el
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reino por venir no habrá un rey, sino un príncipe; el período sabático de los jueces retornará (véase la frase tan
frecuente en Jueces, hallada una sola vez en tiempos de los reyes, 2 Crónicas 14:1, “tuvo sosiego el país”), cuando no
había rey visible, sino que Dios reinaba en la teocracia. Los israelitas, no extraños, administrarán justicia a un pueblo
temeroso de Dios (Isaías 1:26; Ezequiel 45). Los jueces no fueron tanta carga para el pueblo como resultaron ser los
reyes después (1 Samuel 8:11–20). El pueblo más fácilmente se arrepentía en tiempos de los Jueces que bajo los reyes
(véase 2 Crónicas 15:17). (Roos.) Los jueces eran de tiempo en tiempo, levantados como salvadores o libertadores de
Israel de la opresión del enemigo. Estos, y libertadores similares en la larga era subsecuente de Antíoco, los Macabeos,
que vencieron a los idumeos (tal cual se predice aquí; véase 2 Macabeos 10:15, 23), eran tipos del pacífico período aun
por venir a Israel. para juzgar al monte de Esaú—para castigar (así significa “juzgar,” 1 Samuel 3:13) a Edom (véase
los vv. 1–9, 15–19). Edom es el tipo de los últimos enemigos de Israel y de Dios (Isaías 63:1–4). y el reino será de
Jehová—bajo el Mesías (Daniel 2:44; 7:14, 27; Zacarías 14:9; Lucas 1:33; Apocalipsis 11:15; 19:6).
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LIBRO DE JONAS
INTRODUCCION
JONAS fué hijo de Amital, de Gath–hefer en Zabulón (llamada Gith–hefer en Josué 19:10–13), de modo que
pertenecía a las diez tribus, no a Judá. Su fecha debe ser tomada de 2 Reyes 14:25–27: “El (Jeroboam II) restituyó los
términos de Israel desde la entrada de Hamat, hasta la mar de la llanura, conforme a la palabra de Jehová Dios de
Israel, la cual había él hablado por su siervo Jonás, hijo de Amitai, profeta que fué de Gath‐hefer. Por cuanto Jehová
miró la muy amarga aflicción de Israel: que no había guardado, ni desamparado, ni quien diese ayuda a Israel; y
Jehová no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo; por tanto, los salvó por mano de Jeroboam
hijo de Joas.” Ahora, como esta profecía de Jonás fué dada en el tiempo cuando Israel estaba en el más bajo punto de
depresión, “cuando no había guardado ni desamparado”, es decir, preso (o esclavo) ni libre, ninguno que actuara como
ayudador para Israel, no es posible que fuese dada durante el reinado de Jeroboam II, el cual se caracterizaba por la
prosperidad, porque en dicho reinado Siria fué vencida en cumplimiento de la profecía, e Israel se levantó a su
grandeza de antes. Debió ser, por lo tanto, en la primera parte del reinado de Joas, padre de Jeroboam, quien había
hallado a Israel sujeta a Siria, pero la había levantado por las victorias que supo aprovechar después su hijo Jeroboam
tan felizmente. De modo que Jonás fué el más primitivo de los profetas, cerca del tiempo de Eliseo, quien murió en el
reinado de Joas, habiendo dado un poco antes de su muerte una señal profética de la triple derrota de Siria (2 Reyes
13:14–21). Oseas y Amós también profetizaron en el reinado de Jeroboam II, pero en la parte final de su largo reinado
de 41 años. Las transacciones del libro de Jonás probablemente ocurrieron en la última parte de su vida; si es así, el
libro no es mucho más antiguo que partes de los escritos de Oseas y de Amós. El uso de la tercera persona no es
argumento alguno en contra de la idea de que Jonás mismo fuese el autor del libro; porque los escritores sagrados al
nombrarse a sí mismos lo hacen en la tercera persona (véase Juan 19:26). No es el uso del tiempo pretérito (3:3: “Ya
Nínive era una ciudad sumamente grande”) una prueba de que la grandeza de Nínive ya fuese antigua cuando se
escribía el libro; se emplea simplemente para continuar la relación uniformemente: “la palabra de Jehová vino a
Jonás—Jonás se levantó—y era Nínive grande” La mención de su grandeza prueba más bien que el libro fué escrito en
una fecha temprana, antes de que los israelitas tuvieran aquél íntimo conocimiento de ella, que debieron tener
después por las frecuentes incursiones asirias.
Tan temprano como Juliano y Porfirio, los paganos ridiculizaban la credulidad de los cristianos de creer el
salvamento de Jonás por medio de un pez. Algunos ateos lo hacen derivar de la fábula pagana de la salvación de
Andrómeda por Perseo de un monstruo marino (Apolodoro 2:4, 3); o de la de Arión, el músico arrojado a la mar por
los marineros y llevado salvo a la orilla por un delfín (Heródoto, 1:24); o de la de Hércules, quien cuando se puso a
salvar a Hesíone, saltó dentro de las mandíbulas de un monstruo marino, y estuvo tres días en su [PAG. 901] vientre
(Diódoro Sículo, 4:42; La Ilíada, 20:145; 21:442). Probablemente las fábulas paganas son vice versa, corrupciones de la
sagrada narración, sí es que haya alguna conexión. Jerónimo afirma que cerca de Jafa había rocas señaladas como
aquella a la cual fué atada Andrómeda, cuando fué expuesta al monstruo marino. Esta fábula sugiere la probabilidad,
de que la historia de Jonás fuera transmitida a Grecia en una forma corrompida. Que la narración es historia, y no
parábola, como lo representan los recionalistas, surge de la referencia a la misma por nuestro Señor, en la cual la
existencia personal, el suceso milagroso, y el oficio profético de Jonás, se declaran implícitamente: “Señal no les será dada,
sino la señal de Jonás profeta: porque, como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, asi estará el
Hijo del hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra.” El Señor reconoce la estada de Jonás en el vientre
del pez como una “señal,” eso es, un milagro real, típico de un evento similar en su propia historia; y da por sentada
la ejecución de la comisión del profeta a Nínive; “Los hombres de Ninive … se arrepintieron a la predicación de Jonás;
y he aquí, uno más grande que Jonás está aquí” (Mateo 12:39–41).
Le parece extraño a Kimch, siendo él mismo judío, que el libro de Jonás esté entre las Escrituras, como si la única
profecía en ellas que concierne a Nínive, ciudad pagana, y que no hace mención de Israel, a la que hace referencia
todo profeta. La razon de ello es dar una reprensión tácita para Israel: un pueblo pagano se dispuso a arrepentirse a la
primera predicación de un profeta, para ellos extranjero; pero Israel, que se jactaba de ser el pueblo electo de Dios, no
se arrepentía, aun cuando era amonestado por sus propios profetas en todas las épocas. Esto fué un rayo de luz
anticipador del pleno amanecer de la “luz que alumbrará a los gentiles.” Jonás es él mismo una extraña paradoja: un
profeta de Dios, y con todo un fugitivo de Dios; un hombre ahogado y sin embargo vivo: un predicador del
arrepentimiento, y no obstante uno que se queja del arrepentimiento. Pero Jonás, salvado de las garras de la muerte, al
arrepentirse, fué el más apropiado para dar una esperanza a Nínive, condenada como ella estaba, de un compasivo
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aplazamiento del castigo, a condición de su arrepentimiento. La paciencia y misericordia de Dios, están en notable
contraste con el egoísmo y la dureza del corazón del hombre.
Nínive en particular fué escogida para enseñar a Israel estas lecciones, a causa de ser ella la capital del entonces
reino mundial, y porque estaba empezando a hacer sentir su poder sobre Israel. Nuestro Señor (Mateo 12:41) hace del
arrepentimiento de Nínive un reproche para la impenitencia de los judíos de su día, lo mismo que Jonás provocó a
celos a Israel (Deuteronomio 32:21) por el mismo ejemplo. La misión de Jonás a Nínive enseñaba que una ciudad
pagana proporcionaba tan legítimo campo para las labores del profeta, como Israel, y campo que diera mucho más
éxito (véase Amós 9:7).
El libro es una narración en prosa desde el principio hasta el fin, con excepción de la oración de acción de gracias
del capítulo dos. Los caldeísmos en el original no prueban que sea espureo, ni que fuera de una época posterior, sino
que eran naturales en el lenguaje de uno que vivía en Zabulón, sobre los limites del norte, de donde las peculiaridades
aramaicas fácilmente surgirían; además, su mensaje a Nínive descuenta su conocimiento del asirio. Viviendo como
vivía Jonás en una parte de Israel expuesta a las invasiones asirias probablemente estaba en la misma relación con
Asiria, como Elías y Eliseo habían estado con Siria. La pureza del lenguaje denota la antigüedad del libro, y la
probabilidad de ser escritura propia de Jonás. Ciertamente, ninguno sino Jonás pudo haber escrito o dictado detalles
tan peculiares, conocidos solamente por él mismo.
La tradición que coloca la tumba de Jonás frente a Mosul, y la llama “Nebbi Junus” (eso es, profeta Jonás), originóse
probablemente por haber sído ocupado por una iglesia cristiana o convento dedicado a él. (Layard.) Una tradición
más antigua, del tiempo de Jerónimo, situó la tumba de Jonás en la villa nativa de él, en Gath‐hefer.
CAPITULO 1
extremo. cada uno llamaba a su dios—los ídolos resultaron incapaces de salvarlos, aunque cada uno, según la
costumbre fenicia, invocó a su dios tutelar. Pero Jehová se demostró capaz; y los marineros así lo reconocieron al fin al
ofrecerle sacrificio (v. 16). a los lados—los rincones interiores (véase 1 Samuel 24:3; Isaías 14:13, 15). Aquellos que son
conscientes de la culpa evaden la presencia de sus compañeros buscando escondrijos. a dormir—dormir no es
necesariamente prueba de inocencia; puede ser fruto de una seguridad carnal y de una conciencia cauterizada. ¡Cuán
diferente fué el dormir de Jesús sobre el Mar de Galilea! (Marcos 4:37–39). La culpable indiferencia de Jonás respecto
al temor contrasta con la inofensiva alarma de los marineros. El original por tanto está en el nominativo absoluto:
“Pero cuanto a Jonás, él …” Véase espiritualmente, Efesios 5:14. 6. clama a tu Dios—Los paganos antiguos en peligro,
clamaban a los dioses extraños, además de los de su nación (véase Salmo 107:28). Maurer traduce: la frase precedente:
“¿Cuál es la razón por qué duermes?” quizá él tendrá compasión—(Véase Génesis 8:1; Exodo 2:25; 3:7, 9; Salmo
40:17). 7. echaron suertes—Dios sancionó algunas veces esta manera de decidir casos dificultosos. Véase el caso
similar de Acán, cuya culpa motivó el sufrimiento de Israel, hasta que Dios reveló al ofensor, probablemente por
medio de echar suertes (Proverbios 16:33; Hechos 1:26). La tradición primitiva y la conciencia natural, llevaron a creer
aun a los paganos, que un hombre culpable envuelve a todos los que están asociados con él—aunque sean inocentes—
en el castigo. Así Cicerón (Nat. Deorum, 3:37) menciona que los marineros que navegaban con Diágoras, un ateo,
atribuyeron una tormenta que los tomó, a la presencia de él en el barco (véase Horacio, Odas 3. 2. 26). 8. Siendo
descubierto el individuo culpable, es interrogado como para hacerle confesar plenamente, con su propia boca. Así
también en el case de Acán (Josué 7:19). 9. Hebreo soy—no dice “israelita:” porque ésta era el nombre usado entre
ellos, pero “hebreo” entre los extranjeros (Génesis 40:15; Exodo 3:18). y temo a Jehová—Así profesaba; su práctica
desmentía su profesión: su profesión agravaba su culpa. Dios … que hizo la mar—apropiadamente expresado, como
responsable por la tempestad enviada sobre la mar. Los paganos tenían dioses distintos para “el cielo,” “la mar,” y “la
tierra .” Jehová es el único Dios verdadero sobre todo esto. Jonás al fin es despertado violentamente de su letargo.
Jonás no era sino el reflejo de la apostasía de Israel para con Dios, y así debió llevar el justo castigo, como en el caso de
Moisés (Deuteronomio 4:21). Esto es lo que hace que Jonás sea un tipo adecuado del Mesías, quien llevó el pecado
imputado del pueblo. 10. “Los hombres temieron sobremanera,” cuando se enteraron de la ira de tan poderoso Dios
por la huída de Jonás. ¿Por qué has hecho esto?—Si los que profesan la religión obran mal, oirán hablar de ello a los
que no hacen tal profesión. 11. ¿Qué te haremos?—Hacen esta pregunta, ya que Jonás mismo debe saber mejor que
ellos cómo su Dios puede ser aplacado. “Nosotros gustosamente te salvaríamos, si nos fuese posible, y también a
nosotros mismos” (vv. 13, 14). 12. echadme a la mar—En esto Jonás es un tipo del Mesías, el único hombre que se
ofreciera a sí mismo para morir, a fin de apaciguar la tormentosa inundación de la ira de Dios (véase Salmo 69:1, 2, en
cuanto al Mesías), la que de otra manera hubiera debido anegar a todos los demás hombres. Así Caifás por el Espíritu
declaró que convenía que un hombre muriera y no que pereciera toda la nación (Juan 11:50). Jonás es aquí una
muestra del verdadero arrepentimiento, el cual guía al penitente a “aceptar el castigo de su iniquidad” (Levítico 26:41,
43), y a estar más indignado por su pecado que por su sufrimiento. 13. no pudieron—(Proverbios 21:30.) El viento y la
corriente—desagrado y el consejo de Dios—estaban en contra de ellos . 14. por la vida de aqueste hombre—o sea, por
tomar la vida de este hombre. la sangre inocente—no nos castigues a nosotros como castigarías a los que derraman
sangre inocente (véase Deuteronomio 21:8). En el caso del antitipo, Poncio Pilato se lavó las manos y confesó la
inocencia de Cristo: “Yo soy inocente de la sangre de este justo.” Pero mientras que Jonás, la víctima, era culpable y los
marineros inocentes, Cristo, nuestra víctima propiciatoria, era inocente, y Poncio Pilato y nosotros los hombres todos
éramos culpables. Pero por la imputación de [PAG. 903] nuestra culpa a él, y de la justicia de él a nosotras. el
inmarcesible Antitipo corresponde exactamente al tipo culpable. Tú, Jehová, has hecho como has querido—a saber,
que Jonás se haya embarcado en esta nave; que la tempestad se haya levantado; que él haya sido descubierto por la
echada de suertes; que él haya pasado sentencia contra sí mismo: todo es obra tuya. A nosotros nos repugna tener que
enviarlo a la muerte, pero es la voluntad tuya que se haga así. 15. la mar se quietó de su furia—como a la palabra del
Señor Jesús (Lucas 8:24). Dios hace gracia al arrepentido que pide: una verdad ilustrada ahora en el caso de los
marineros, luego en el caso de Jonás, y en tercer lugar, en el de Nínive. 16. ofrecieron sacrificio—Ofrecieron algún
sacrificio de acción de gracias inmediatamente, e hicieron votos de hacer más cuando desembarcasen. Glassius piensa
que ello significa solamente que “prometieron ofrecer un sacrificio.” 17. (2:1). había prevenido un gran pez—no lo
creó particularmente para este propósito, sino que así ordenó en su providencia, a la cual toda la creación está
subordinada. El pez, a causa de una traducción errónea de Mateo 12:40, se supuso anteriormente que era ballena; allí
como aquí, el original significa “un gran pez.” El cuello de la ballena es demasiado angosto para recibir un hombre.
Bochart piensa que era una especie de tiburón chico, el estómago del cual es tan grande, que una vez fué hallado en él,
el cuerpo de un hombre con armadura. (Hierozo. 2. 5. 12). Otros, que fué tiburón. (Jebb.) La cavidad de la garganta de
ballena es bastante grande, según el Capitán Scoresby, para que quepa enella un esquife lleno de hombres. Fué un
milagro desde todo punto de vista, y no tenemos datos para especular más allá. Una “señal,” o milagro, es
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expresamente llamado por nuestro Señor en Mateo 12. La respiración en una posición tal podría ser únicamente por
milagro. La interposición milagrosa no se hizo sin una razón suficiente; el propósito fué para afectar no solamente a
Jonás, sino también a Nínive y a Israel. Muchas veces la vida de un profeta se distinguía por las experiencias que, por
medio de la simpatía, lo hacian más apto para desempeñar la función profética ante sus oyentes y su pueblo. Los
infinitos recursos de Dios, en misericordia tanto como en juicio, están prefigurados en el devorador pez transformado
en preservador de Jonás. La condición de Jonás bajo el castigo, excluído del mundo exterior, llegó a ser la más perfecta
figura posible de la muerte, un tipo presente para Nínive e Israel, de la muerte en el pecado, como su liberación lo era
de la resurrección espiritual con el arrepentimiento; como también era un tipo futuro de la muerte literal de Jesús por
el pecado, y la resurrección por el Espíritu de Dios. tres días y tres noches—Probablemente—como el Antitipo,
Cristo—Jonás fue despedido en tierra en el tercer día (Mateo 12:40); los hebreos contaban partes del primero y del
último día, como días enteros de veinticuatro horas.
CAPITULO 2
LA ORACION DE FE Y EL LIBRAMIENTO DE JONAS. 1. su Dios—el suyo todavía, aunque Jonás había huído de
él. La fe ahora hace capaz a Jonás para sentir esto; así como el hijo pródigo, ya arrepentido, dice del Padre, de quien se
había apartado: “Me levantaré e iré a mi Padre” (Lucas 15:18). desde de el vientre del pez—cualquier lugar puede
servir de oratorio. Ningún lugar es impropio para la oración. Otros traducen: “Cuando fué librado del vientre del pez.”
Nuestra traducción es la mejor. 2. Su oración es, en parte descriptiva y deprecatoria, y en parte, eucarística. Jonás
incorpora con su propio lenguaje inspirado expresiones hacía mucho conocidas a la iglesia: en el v. 2, Salmo 120:1; en
el v. 2, Salmo 42:7; en el v. 3, Salmo 31:22; en el v. 4, Salmo 69:1; en el v. 6, Salmo 142:3; 18:6; en el v. 7, Salmo 31:6; en el
v. 8, Salmo 116:17, 18 y 3:8. Jonás, hombre inspirado, así atestigua tanto la antigüedad como la inspiración de los
Salmos. Señala el espíritu de la fe, el que Jonás se identifica con los santos de la antigüedad, apropiándose de las
experiencias de ellos como están escritas en la palabra de Dios (Salmo 119:50). La aflicción descubre la mina de la
Escritura, antes vista solamente sobre la superficie. del vientre del sepulcro—Sheol, el mundo invisible, el que se
asemejaba al vientre del pez. 3. Echásteme en el profundo … mares—Jonás reconoce la fuente de donde vinieron sus
sufrimientos. No fué una mera casualidad, sino la mano de Dios que los envió. Véase el reconocimiento similar de Job
de la mano de Dios en las calamidades (Job 1:21; 2:10); y el de David (2 Samuel 16:5–11). 4. Echado soy de delante de
tus ojos—Es decir: de tu mirada favorable. Una justa retribución por haber huído “de la presencia del Señor” (1:3). La
presencia de Dios, que una vez la tenía por carga, de la que deseaba escapar, ahora que ha logrado su deseo, siente
que el ser privado de la misma es la más amarga experiencia. El había vuelto las espaldas a Dios, y asimismo Dios le
volvió las espaldas a él, haciendo de su pecado su propio castigo. veré tu santo templo—en la confianza de la fe, él
anticipa ver aún el templo en Jerusalén, el lugar designado para la adoración (1 Reyes 8:38), y ofrecer en él acciones de
gracia. (Henderson.) Más bien, pienso: “Aunque estoy echado de tu vista, aun con el ojo de la fe una vez más, miraré en
oración hacia tu templo de Jerusalén, adonde como un trono terrenal, tú has deseado que tus adoradores dirijan sus
oraciones.” 5. hasta el alma—eso es, amenazando con extinguir la vida animal. La ova—marina: se sentía como si le
envolvieran la cabeza las algas marinas, por entre las cuales fué arrastrado. 6. a las raíces de los montes—sus
extremidades, donde terminan en las ocultas profundidades de la mar. Véase Salmo 18:7; “los fundamentos de los
montes” (Salmo 18:15). La tierra echó sus cerraduras sobre mí—la tierra la de los vivientas, está (la tácita, en vez de
“echó”) cerrada en contra de mí. para siempre—por lo que toque a todo esfuerzo mío que pueda librarme. Mas tú
sacaste mi vida de la sepultura—Más bien: “Tú sacas del hoyo (abismo)” (Maurer.) Como en las cláusulas previas
expresa la falta de esperanza de su condición, así en ésta, expresa su segura esperanza de ser librado por medio de los
infinitos recursos de Jehová. “El cree en esperanza contra esperanza,” y habla como si la liberación estuviese
cumpliéndose ya en efecto. Ezequías parece haber incorporado las mismas palabras de Jonás en su oración (Isaías
38:17), así como Jonás se apropiaba del lenguaje de los Salmos. 7. mi alma desfallecía … acordéme de Jehová—
hermoso ejemplo del triunfo del espíritu sobre la carne, de la fe sobre el sentido [PAG. 904] (Salmo 73:26; 42:6). Por un
tiempo las dificultades excluían la esperanza; pero la fe revivió cuando Jonás “se acordó de Jehová,” de que él es Dios
de gracia y de cómo aun ahora le preserva la vida y el conocimiento en su obscuro encierro. en tu santo templo—el
templo de Jerusalén (v. 3). Como allí mira en oración de fe hacia el templo, así aquí considera su oración como ya
oída. 8. Los que guardan las vanidades ilusorias—veneran o reverencian los ídolos, que son impotentes para salvar
(Salmo 31:6). Su misericordia abandonan—Abandonan a Jehová: la misma idea de quien se identifica ahora en la
mente de Jonás con la misericordia y la longanimidad. Como el Salmista (144:2) lo llama “misericordia mía y mi
refugio,” Dios, quien es para mí todos los beneficios. Véase Salmo 59:17: “el Dios de toda misericordia,” lit., “mi
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bondadoso Dios.” Jonás había “abandonado su propia misericordia,” o sea, a Dios, para huir a los paises paganos,
donde se adoraban “vanidades ilusorias” (ídolos vanos). Pero ahora, enseñado por su propio resguardo con vida
consciente en el vientre del pez, y por la incapacidad de los ídolos para calmar la tempestad (1:5), el alejamiento de
Dios parece ser el alejamiento de su propia felicidad (Jeremías 2:13; 17:13). La oración había sido suprimida en el caso
de Jonás hasta aquí, de modo que “se quedó dormido” en medio del peligro; pero ahora la oración es la señal segura
de su vuelta a Dios. 9. sacrificaré; Pagaré lo que prometí—En la anticipación de la fe, por la seguridad de la
liberación, Jonás ofrece acciones de gracias. Así como Josafat (2 Crónicas 20:21) ordenó que los cantores alabasen al
Señor delante del ejército antes de la batalla con Moab y Amón, como si la victoria estuviera ya ganada. Dios honra tal
confianza en él. Hay también en esto una señal de la aflicción santificada, por cuanto promete enmienda y agradecida
obediencia (Salmo 119:67). 10. en tierra—probablemente sobre la costa de Palestina.
CAPITULO 3
describen a Nínive como de 480 estadios de circuito (Diodoro Siciliano, 2:3). Heródoto define que un día de viaje eran
150 estadios, así pues tres días de viaje serían muy por debajo de lo estimado por Diodoro. El paralelogramo de la
Asiria Central, cubierto de ruinas de edificios, tiene a Khorsabad al nordeste; a Koyunjik y Nebby Yunus cerca del
Tigris al noroeste; a Nimrod, entre el Tigris y el Zab, al sudoeste; y a Karamless, a una distancia de Zab hacia el
interior, al sudeste. Desde Koyunjik hasta Nimrod hay cerca de 27 kilómetros; de Khorsabad a Karamless, lo mismo;
de Koyunjik a Khorsabad como 21 kilómetros; de Nimrod a Karamless como 22 kilómetros. La longitud de este modo
era más grande que la anchura; Véase el v. 4, “un día de camino,” lo cual es confirmado por escritores paganos y por
narraciones modernas. Los muros tenian 29 metros de altura, y eran bastante anchos como para permitir que tres
carruajes anduviesen de frente, y tenían además 1,500 torres elevadísimas. En el espacio que había entre los muros,
tenía Nínive casas en su amplia extensión, inclusive grandes parques y tierra cultivable. Los palacios más antiguos
están en Nimrod, que fué probablemente el sitio original. Layard recientemente ha pensado que el nombre Nínive
pertenecía originalmente a Koyunjik, más bien que a Nimrod. Jonás (4:11) menciona a los niños como en número de
120,000, lo cual daría como un millón el número de toda la población. Las ruinas existentes indican que Nínive
adquirió su más grande extensión bajo los reyes de la segunda dinastía, eso es, los reyes mencionados en la Escritura;
fué entonces cuando Jonás la visitó, y cuando los informes de su magnificencia fueron llevados al oeste. (Layard.) 4.
camino de un día—no yendo en línea recta hacia delante sin detenerse; porque la ciudad tenía 28 kilómetros de
longitud; sino que se detenía de tiempo en tiempo para anunciar el mensaje a las multitudes que se reunían en su
alrededor. De aquí a cuarenta días Nínive será destruída—La comisión dada en forma indefinida a su partìda, asume
ahora a su llegada una forma definida, y más severa que antes. No es más un pregón contra los pecados de Nínive,
sino un anuncio de su ruina dentro de cuarenta días. Este número es en las Escrituras frecuentemente asociado con la
humillación. Fueron cuarenta los días que ayunaron Moisés, Elías, y Cristo. Cuarenta años transcurrieron desde el
principio del ministerio de Cristo (antitipo del de Jonás) hasta la destrucción de Jerusalén. La forma más definida de la
denuncia indica que Nínive tenía ahora casi colmada la medida de su pecado. Este cambio de la forma, que llegarían a
saber los ninivitas al preguntar ansiosamente a Jonás sobre su historia, los alarmaría tanto más cuanto significaba la
inminente proximidad y certeza de la sentencia de ellos, y al mismo tiempo, reprocharía a Jonás su previa
culpabilidad de demorar en advertirla a ellos. La misma soledad del único mensaje anunciado, con más pavor los
impresionaría. Al saber de él, que lejos de profetizar contra ellos un mal liviano, se había negado anteriormente a
anunciar una condena menos severa, y que por haberlo hecho, había sido arrojado a la mar y fué salvado únicamente
por un milagro, percibieron cuán inminente era su peligro, amenazados como estaban ahora por un profeta cuya
suerte estaba tan estrechamente ligada a la de ellos. En los días de Noé se dió 120 años de amonestación a los
hombres, y con todo no se arrepintieron hasta que el diluvio vino, y ya les era demasiado tarde. Pero en el caso de
Nínive, Dios concedió una doble misericordia, a saber: que el pueblo se arrepintiese inmediatamente después de la
amonestación; y que el perdón siguiese inmediatamente a su arrepentimiento. 5. creyeron a Dios—dieron crédito al
mensaje de Jonás de parte de Dios, reconociendo así a Jehová como el Dios verdadero. ayuno … sacos—en el oriente
las acciones exteriores se observan a menudo como expresiones simbólicas de sentimientos interiores. Así el ayunar y
vestirse saco se acostumbraba en la humillación. Véase el caso de Acab, paralelo al de Nínive, recibiendo ambos una
prórroga al arrepentirse (1 Reyes 21:27; 20:31, 32; Joel 1:13). desde el mayor … hasta el menor—el arrepentimiento no
fué parcial, sino que penetró todas las clases sociales. 6. sobre ceniza—emblema de la más profunda humillación (Job
2:8; Ezequiel 27:30). 7. Hombres y animales … no gusten cosa—las criaturas brutas participan de los malos efectos del
pecado del hombre (4:11; Romanos 8:20, 22); por tanto aquí, según la costumbre oriental, se les hace participar en las
muestras exteriores de humillación del hombre. “Cuando el general persa Masistias fué muerto, los caballos y mulas
de los persas fueron trasquilados así como ellos mismos.” (Newcome, cita de Plutarco; tambien Heródoto, 9:24). 8.
clamen … conviértase—la oración sin reformación es mofarse de Dios (Salmo 66:18; Isaías 58:6). La oración, de la otra
mano, debe preceder a la reformación verdadera, puesto que nosotros no podemos volvernos a Dios de nuestro mal
camino a menos que Dios primeramente nos vuelva (Jeremías 31:18, 19). 9. ¿quién sabe—(Véase Joel 2:14.) El proceder
de ellos en base a una vaga posibilidad de la misericordia de Dios, sin ningún fundamento especial de estímulo, es un
ejemplo de fe más notable cuanto que tuvieron que romper con prejuicios profundamente arraigados, y renunciar a
los ídolos, para poder siquiera buscar a Jehová. El único fundamento en que descansaba la diligente fe de ellos, fué el
hecho de que Dios enviara quien los previniese, en vez de destruirlos de una vez; esto sugirió el pensamiento de una
posibilidad de perdón. Por esta razón Cristo los cita, como aquellos que con más luz y más privilegios están para ser
condenados en el juicio porque no se arrepintieron (Mateo 12:41). 10. Dios … arrepintióse del mal—cuando el
mensaje les fué enviado, ya estaban tan maduros para el juicio, que el propósito de una destrucción a efectuarse a los
cuarenta días, era la única palabra tocante a ellos que el justo aborrecimiento del pecado por Dios permitía. Pero
cuando se arrepintieron, se alteró la posición en que quedaban hacia la justicia de Dios. De consiguiente, debió alterar
Dios el modo de tratarlos si Dios no ha de ser inconsecuente con su propio carácter inmutable, al tratar con los
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hombres según las obras y el estado de su corazón, tomando venganza al fin sobre los impenitentes endurecidos, y
deleitándose en mostrar misericordia a los arrepentidos. Véase el razonamiento de Abrahán, Génesis 18:25; Ezequiel
18:21–25; Jeremías 18:7–10. Lo que fué en realidad un cambio en ellos y en el correspondiente proceder [PAG. 906] de
Dios, se representa en la condescendencia a los conceptos humanos, como un cambio en Dios (véase Exodo 32:14),
quien, en su esencial justicia y misericordia, no cambia (Números 23:19; 1 Samuel 15:29; Malaquías 3:6; Santiago 1:17).
La razón por la cual el anuncio de la destrucción fué hecho en términos absolutos, y no dependiente de la continuada
impenitencia de Nínive, fué que esta forma era la única calculada para despertarlos; y al mismo tiempo era una
representación verosímil del propósito de Dios hacia Nínive bajo el estado existente entonces y del merecimiento de
dicha ciudad. Cuando aquel estado cesó, se verificó una nueva relación de Nínive para con Dios no contemplada en el
mensaje, y se hizo lugar para que tuviera efecto la palabra: “La maldición sin causa no vendrá.” (Fairbairn.) La
profecía no es meramente para el objeto de probar la omnisciencia de Dios mediante la verificación de predicciones
del futuro, sino que su finalidad primordial es para vindicar la justicia y la misericordia de Dios, al proceder él con el
impenitente y con el arrepentido respectivamente (Romanos 11:22). La Biblia siempre asigna el primer lugar a los
eternos principios de la justicia, arraigados en el carácter de Dios, subordinado a ellos todas las disposiciones divinas.
El que Dios salvara a Nínive, cuando estaba ya en las garras de la destrucción, con las primeras señales de su
arrepentimiento, alienta al penitente tímido, y enseña de antemano que la sentencia de Israel, efectuada poco después,
ha de atribuirse, no a la falta de voluntad para perdonar de parte de Dios, sino a la propia obstinada impenitencia de
ellos.
CAPITULO 4
historia. Una lección para nosotros es que, si nosotros pudiéramos alterar en algun particular el plan de la
providencia, no sería para lo mejor, sino para lo peor. (Fairbairn.) 2. lo que yo decía—mi pensamiento o sentimiento.
me precaví huyendo—Yo prevenía el chasco con huir de mi propósito por causa de tu longanimidad y misericordia.
Jonás aquí tiene ante la mente a Exodo 34:6; como Joel (2:13) a su vez cita lo de Jonás. 3. La impaciencia de Jonás de
vivir bajo las frustradas esperanzas de la reformación de Israel por medio de la destrucción de Nínive, es parecida a la
que tuvo Elías por el fracaso de su plan de reformar a Israel (1 Reyes 18), causado por Jezabel (1 Reyes 19:4). 4. ¿Haces
tú bien en enojarte tanto?—o entristecerte; más bien, como la Versión Inglesa marginal; “¿Estás tú muy enojado,” o
“desagradado?” (Fairbairn, con la Versión de los Setenta y Siríaca.) Pero nuestra lección viene bien con el espíritu del
pasaje, y es bien defensible en el hebreo. (Gesenius.) 5. hízose allí una choza—un reparo temporario de ramas y hojas
ligeramente formada como para estar abierto al viento y al calor del sol. ver qué [PAG. 907] sería de la ciudad—el
término de los cuarenta días no había aún transcurrido, y Jonás no sabía que le había sido otorgada a Nínive alguna
cosa más que una suspensión, o mitigación, del juicio. Por lo tanto, no de mal humor, sino para presenciar el evento
desde una estación cercana, se albergó en la choza. Lo que sí sabía, como extranjero, era la profundidad del
arrepentimiento de Nínive; además, desde el punto de vista del Antiguo Testamento, sabía que muchas veces
sucedian juicios disciplinarios, como en el caso de David (2 Samuel 12:10–12, 14), aun en los casos de efectuarse el
arrepentimiento del pecado. Para mostrarle lo que no sabía, o sea, la grandeza y la entereza de la misericordia de Dios
hacia la penitente Nínive, y la racionalidad de ella, Dios hizo de la choza una escuela de disciplina para darle puntos
de vista más ilustrados. 6. calabacera—en el hebreo, kikaion; el kiki egipcio, el “ricino,” o planta del aceite castor,
comúnmente llamada palmacristi. Crece de tres a cuatro metros de altura. Una hoja sola crece en cada rama, pero como
esa hoja tiene a menudo más de un pie de ancho, el conjunto de hojas da buen refugio del calor. Crece muy rápido, e
igualmente se marchita de repente cuando se le perjudica. le defendiese de su mal—Fué pues un pesar, no un enojo
egoísta, lo que sentía Jonás (Nota, v. 1). A veces alguna comodidad externa lleva la mente lejos de su propensión a la
aflicción. 7. un gusano—de una clase particular, mortal para la calabacera. Un gusanito en la raíz destruye una
calabacera grande. Poco se necesita para hacer marchitar nuestras comodidades materiales. Debiera acallar el
descontento, recordar que cuando se nos va nuestra calabacera, no es que Dios se nos vaya. día siguiente—después
que Jonás “se alegró grandemente …” (véase Salmo 30:7). 8. recio viento—más bien, “agostador;” la lección marginal:
“silencioso,” que expresa el silencio sofocante, no vehemente o recio. 9. (Nota, v. 4.) Mucho me enojo, hasta la muerte—
“Estoy muy entristecido, aun a muerte.” (Fairbairn.) Así el Antitipo (Mateo 26:38). 10, 11. La principal lección del
libro. Si Jonás tanto se compadece por una planta que no le costó esfuerzo alguno, y que es de tan corta vida y de tan
poco valor, mucho más debe Jehová apiadarse de aquellos cientos de miles de hombres y mujeres inmortales de la
gran Nínive—que él ha hecho con una tal manifestación de poder creador—, máxime ya que muchos de ellos se
arrepienten, y que ve que, si todo lo que hay en ella fuera destruído, serían envueltos también en la destrucción
común “más de ciento veinte mil” niños inofensivos, así como también “muchos animales”. Véase el mismo argumento
deducido de la justicia y la misericordia en Génesis 18:23–33. Una ilustración similar de la insignificancia de una
planta, que hoy es y mañana es echada al horno, y a pesar de ello, es vestida por Dios con superior belleza, Cristo la da
para probar que Dios cuidará por los infinitamente más preciados cuerpos y almas de los hombres que van a vivir
para siempre (Mateo 6:28–30). Un alma es de más valor que el mundo entero; seguramente, entonces, un alma es de
más valor que muchísimas calabaceras. Espiritualmente el punto de comparación es: la necesidad que Jonás tenía para
entonces del follaje de la calabacera—por poca que fuese la falta de ella en otros tiempos—ahora era imprescindible
para su comodidiad, y casi para su vida. Asimismo, ya que Nínive, como ciudad, teme a Dios y se vuelve a él, la causa
de Dios necesita de Nínive, y sufriría por la destrucción de ella, así como el bienestar material de Jonás adolecía
porque se marchitó la planta. Si hubiera alguna esperanza de que Israel fuera despertado por la destrucción de
Nínive, para cumplir su alto destino de ser luz al paganismo circundante, entonces no hubiera habido la misma
necesidad para la causa de Dios de la preservación de Nínive (aunque siempre ha habido la necesidad de salvar a los
arrepentidos). Pero por cuanto Israel, habiendo sufrido los juicios, con el retorno de la prosperidad vuelve a la
apostasía, el medio necesario para vindicar la causa de Dios y provocar a Israel a celos, si fuere posible, es el ejemplo
del arrepentimiento repentino de la gran capital del paganismo a la primera amonestación, y del consiguiente perdón
de la misma. De esta manera Israel vería transplantado el reino de los cielos desde su antiguo asiento a otro que
voluntariamente diese sus frutos espirituales. Las noticias que Jonás llevó de regreso a sus compatriotas, del
arrepentimiento y salvación de Nínive, de ser entendidas con fe, serían mucho más capaces para hacer volver a Israel
al servicio de Dios que las noticias de la destrucción de ella. Israel fracasó en aprender la lección, y así fué arrojado de
su tierra. Pero ni esto fué un mal sin mitigar. Jonás fué un tipo así de Cristo, como también de Israel. Jonás a pesar de
ser un desechado, en Nínive fué altamente honrado por Dios; del mismo modo la condición de Israel de desechado no
resultaría un impedimento para servir todavía a la causa de Dios, siempre que le fuera fiel a él. Lo fueron así en
Babilonia Ezequiel y Daniel; y los judíos esparcidos en todos los países como testigos del único Dios verdadero,
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abrieron el camino para el cristianismo, en tal forma que éste se difundió con una repidez que de otra manera no
hubiera sido probable. (Fairbairn.) que no conocen su mano derecha ni su mano izquierda—niños de menos de tres o
cuatro años de edad (Deuteronomio 1:39). Ciento veinte mil de éstos darían, si se calcula que eran un quinto del total,
una población total de 600.000. muchos animales—Dios cuida también de las bestias brutas, de lo cual el hombre
toma poca cuenta. Estos en sus maravillosos poderes y utilidad, están muy por encima de la planta por la que Jonás
tanto se preocupaba. Sin embargo, nada le importa la destrucción de ellas, ni la de los niños inocentes. Lo abrupto de
la clausura del libro es más notablemente sugestivo que si el pensamiento hubiese seguido en detalle.
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LIBRO DE MIQUEAS
INTRODUCCION
MIQUEAS fué nativo de Moreseth, que no es lo mismo que Maresah en el cap. 1:15, sino el pueblo llamado
Moreseth‐Gath (1:14), que estaba situado cerca de Eleuterópolis, al oeste de Jerusalén sobre la frontera de Filistea;
llamado así para distinguirlo de Moresheth de Judá. El nombre completo es Micaías (no aquel mencionado en 1 Reyes
22:8, el hijo de Imla), y significa “¿quién es como Jehová?” El tiempo de su profecía está establecido en el
encabezamiento, como pertenecía a los reinados de Jotam, Acaz y Ezequías, o sea, entre los años 757 y 699 a. de J. C.
Jeremías (26:18) cita el 3:12, como dicho en el reinado de Ezequías. Así que fué contemporáneo con Isaías y Oseas. Las
idolatrías practicadas en el reinado de Acaz concuerdan con los males groseros, denunciados por Miqueas, y
confirman la verdad del tiempo asignado en el cap. 1:1. Como Samaria, la metrópoli de Israel, fué tomada primero, y
Jerusalén capital de Judá, subsecuentemente, en el encabezamiento (1:1), Samaria está puesta en primer término, y
luego Jerusalén. El predice la captura de las dos: la cautividad y la restauración de los judíos; y la venida y el reino del
Mesías. Su estilo es amplio, cabal, y claro, su dicción pura, y sus paralelismos regulares. Su descripción de Jehová
(7:18, 19) no es sobrepasada por ninguno de otra parte de la Escritura. La correspondencia entre Isaías y Miqueas en
algunos pasajes (véase 4:1–3, con Isaías 2:2–4) se explican por haber sido contemporáneos ellos, conocedor cada uno
de los escritos inspirados del otro, y por tener ambos los mismos asuntos como tema. Hengstenberg sostiene que el
pasaje en Miqueas es el original. Isaías fué algo mayor de edad, por ser profeta en el reinado de Uzías, el predecesor
de Jotam, en tanto que Miqueas empezó su misión bajo Jotam. El libro consta de dos partes: (I), 1–5; (II) 6, 7, en forma
de diálogo, o contestación, entre Jehová y su pueblo, en el cual él los reprocha por su conducta contra la naturaleza y
su ingratitud, y les amenaza con juicios por sus corrupciones, pero los consuela con la promesa de la restauración de
la cautividad.
Miqueas es el sexto en el orden de los profetas menores en el canon hebreo, y el tercero en el de la Versión de los
Setenta.
CAPITULO 1
LA IRA DE DIOS CONTRA SAMARIA Y JUDA; LA PRIMERA SERA DESTRUIDA; TALES JUICIOS
INMINENTES LLAMAN A DUELO. 2. todo lo que en ella hay—en el hebreo, todo lo que la llena. Micaías, hijo de Imla,
homónimo de nuestro profeta, comienza su profecía en forma similar: “Oíd, oh pueblos, cada uno de vosotros.”
Miqueas intencionalmente usa el mismo prefacio, significando que su ministerio es una continuación del de su
predecesor del mismo nombre. Ambos probablemente tuvieron ante la mente la confirmación similar de Moisés en un
caso parecido sobre los cielos y la tierra. (Deuteronomio 31:28; 32:1; véase Isaías 1:2). Jehová … sea testigo contra
vosotros—es decir, que ninguno de vosotros pueda decir, cuando venga el tiempo de vuestro castigo, que no fuisteis
advertidos. El castigo denunciado se declara en el v. 3. desde su santo templo—o sea, los cielos (1 Reyes 8:30; Salmo
11:4; Jonás 2:7; véase Romanos 1:18). 3. hollará sobre las alturas de la tierra—Destruirá las alturas fortificadas (véase
Deuteronomio 32:13; 32:29). (Grocio.) 4. Lenguaje figurativo de los terremotos e influencias volcánicas, para describir
los terrores que acompañarán a la venida de Jehová en juicio (véase Jueces 5:5). Ni los hombres de alto grado, como
las montañas, no los de bajo grado, como los valles, pueden protegerse a sí mismos, ni a su tierra, de los juicios de
Dios. como la cera—(Salmo 97:5; véase Isaías 64:1–3). La tercera cláusula, “como la cera,” corresponde a la primera en
el paralelismo, “se derretirán los montes;” la cuarta, “como las aguas …” a la segunda, “los valles se hendirán.” Como
la cera se derrite por el fuego, así las montañas delante de Dios, a su acercamiento; y como aguas derramadas en una
pendiente no pueden detenerse, sino que se desparraman, así los valles serán hendidos delante de Jehová. 5. Todo
esto por la rebelión de Jacob—Todos estos terrores que acompañarán a la venida de Jehová, son causados por los
pecados de Jacob o Israel, eso es, del pueblo entero. ¿Cuál es la rebelión de Jacob?—o “transgresión:” repitiendo la
pregunta que está frecuentemente en la boca de la gente cuando se le reprocha “¿cuál es nuestra transgresión?” (véase
Malaquías 1:6, 7), el profeta contesta: ¿No es Samaria? ¿No es aquella ciudad (asiento del culto del becerro) la causa de
la apostasía de Jacob (1 Reyes 14:16; 15:26, 34; 16:13, 19, 25, 30)? ¿Y cuáles son los excelsos de Judá?—¿Cuál ciudad es
la causa de las idolatrías en los lugares altos (“excelsos”) de Judá? ¿No es Jerusalén (véase 2 Reyes 18:4)? 6. El castigo
de Samaria se menciona primero, por cuanto había de caer antes que Jerusalén. en majanos de heredad—(3:12.) Un
montón de piedras y escombros que se junta en los campos para limpiarlos (Oseas 12:11). Palestina es un terreno que
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abunda en piedras, las que son juntadas y amontonadas, antes de plantarse las vides. Las viñas eran cultivadas sobre
los lados de las colinas expuestos al sol (Isaías 5:2). La colina donde Samaria fué edificada por Omri sin duda había
sido plantada originalmente con vides; ahora ha de ser reducida otra vez a su estado original (1 Reyes 16:24).
derramaré—Esparciré las piedras de la ciudad allá [PAG. 909] en el valle abajo. Un cuadro gráfico de la presente
apariencia de las ruinas, las cuales están como si “los edificios de la antigua ciudad hubiesen sido arrojados abajo
desde la cumbre del monte.” (Misión Escocesa de Investigaciones págs. 293, 294). descubriré sus fundamentos—la
destruiré tan completamente como para poner al descubierto sus cimientos (Ezequiel 13:14). Samaria fué destruída
por Salmanasar. 7. todos sus dones—la riqueza de la que Israel se jactaba de haber recibido de sus ídolos como
“premios” o paga por haberlos adorado (Oseas 2:5, 12). asolaré todos sus ídolos—es decir, los entregaré al enemigo
para que los despoje de la plata y del oro con que están cubiertos. de dones de rameras los juntó, y a dones de
rameras volverán—Israel juntó (se hizo) los ídolos del oro y la plata recibidos de los dioses falsos—así pensaba—
como paga por su adoración; y ellos volverán a ser otra vez lo que habían sido antes, la paga del adulterio espiritual,
eso es, la prosperidad del enemigo, que siendo también adoradores de ídolos, atribuirán la adquisición a los ídolos
suyos. (Maurer). Grocio lo explica así: las ofrendas enviadas para el templo de Israel por los asirios, cuya idolatría Israel
adoptó, volverán a los asirios, que les enseñaron la idolatría, como paga por habérsela enseñado. La figura de los dones
(paga) de rameras, como el supuesto premio temporal de la fornicación espiritual, es común en la Escritura (Oseas
9:1). 8. Por tanto lamentaré—El profeta demuestra primero cómo el próximo juicio lo afecta a él mismo, a fin de influir
en la mente de sus conciudadanos en forma similar. andaré despojado—eso es, de zapatos, o de sandalias, como
traduce la Versión de los Setenta; de otro modo “desnudo” sería una repetición. “Desnudo” significa despojado de las
prendas de vestir exteriores (Isaías 20:2). “Desnudo” y “descalzo”, la señal de duelo (2 Samuel 15:30). La ropa exterior
del profeta era usualmente áspera y de pelo ordinario (2 Reyes 1:8; Zacarías 13:4). como de chacales—La Versión
Inglesa y Jerónimo: “como de dragones.” Son “los perros salvajes,” o lobos, que lloran o gimen en un tono como de
párvulo cuando están solos o en apuros. (Maurer.) Véase Nota, Job 30:29. avestruces—más bien que la Versión Inglesa,
“lechuzas:” los que dan un grito agudo y prolongado, parecido a un suspiro, especialmente en la noche. 9. su llaga es
dolorosa—o mejor: “incurable” (Versión Inglesa): su caso, política y moralmente es desesperado (Jeremías 8:22). llegó
… hasta Jerusalem—el mal ya no está limitado a Israel. El profeta prevé a Senaquerib, que venía aun hasta la puerta
de la ciudad principal. El sujeto es ambiguo: “lallaga,” o sea, la calamidad, es lo que “llegó a Judá,” muchos de cuyos
habitantes sufrieron, pero no alcanzó a los ciudadanos de Jerusalén, a “la puerta” a la cual llegó el enemigo, mas no
entró (Isaías 36:1; 37:33–37). 10. No lo digáis en Gath—en los límites de Judea, una de las cinco ciudades de los
filisteos, que se alegrarían de la calamidad de los hebreos (2 Samuel 1:20). No déis el gusto a los que se regocijan de las
caídas del Israel de Dios. ni lloréis mucho—no descubráis vuestra pena interior con el lloro exterior, al alcance del
conocimiento de los enemigos, no sea que ellos se alegren por ello. Reland traduce: “No lloréis en Acco,” es decir, en
Tolemaida, ahora Santa Juana de Arco, cerca del pie del monte Carmelo, adjudicada a Aser, pero nunca ocupada por
dicha tribu (Jueces 1:31); los habitantes de Acco, se regocijarían del desastre de Israel. De esta manera el paralelismo se
cumple mejor en los tres versos de la estrofa (versículo), y hay un juego de sonidos similares en cada verso; en el
hebreo Hat se asemeja en sonido al hebreo por “digáis;” Acco se parece al hebreo por “lloréis;” y “Afra” (de Beth‐le‐
aphrah) significa polvo. Mientras que los hebreos no habían de exponer su duelo a los extranjeros, debían lamentarse
en sus propias ciudades, por ejemplo, en Afra u Ofra (Josué 18:23; 1 Samuel 13:17), de la tribu de Benjamín; “en la casa
de Afra” habían de “revolcarse en el polvo:” en señal de profundo dolor (Jeremías 6:26; Ezequiel 27:30). 11. Pásate—eso
es, tú irás en cautividad. moradora de Saphir—una aldea en medio de las montañas de Judá, entre Eleuterópolis y
Ascalón, así llamada de la palabra hebrea por “belleza.” Aunque tu nombre sea belleza, característica de ti hasta ahora,
tu “desnudez” ha de ser tu “vergüenza.” Esta ciudad será desmantelada de sus murallas, así como si fueran las ropas
de las ciudades; sus ciudadanos también serán corridos a la cautividad, con el cuerpo descubierto (Isaías 47:3;
Ezequiel 16:37; Oseas 2:10), la moradora de Saanán no salió—sus habitantes no salieron para consolar al pueblo de
Beth–esel en su dolor, porque la calamidad fué universal, ninguno fue eximido de ella (véase Jeremías 6:25). Saanán es
la misma que Senán, en Judá (Josué 15:37), y significa el lugar de los rebaños. La forma del nombre usado está hecha de
modo parecido al hebreo por “salir.” Aunque en nombre la apariencia insinúa que tú sales, “no saliste.” Beth–esel—
quizá Hasal (Zacarías 14:5), cerca de Jerusalén. Quiere decir una casa al lado, o cercana. Por cercana que estuviere—
como el nombre infiere—de Sanaán, Betsel no recibe ningún socorro ni simpatía de Saanán. tomará de vosotros su
tardanza—El enemigo os quitará a vosotros su estada, o sea, su mantenimiento. (Piscator.) O “sufrirá una demora a
causa de ti, Saanán.” Se le hará un atraso por un tiempo en su asedio a vosotros; por eso se acaba de decir que
“Saanán no salió;” es decir, se encerró tras sus muros para resistir el sitio. Pero fué sólo por un tiempo, pues ella
también cayó, como Betesel primero. (Vatablus,) Maurer interpreta de este modo: “La moradora de Saanán no salió; el
duelo de Betesel te quita el abrigo de ella.” Aunque Betesel está a tu lado (eso es, cerca), de conformidad con su
nombre, por cuanto ella gime también bajo la opresión del enemigo, no te puede dar albergue, ni estar a tu lado (como
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esperarías, en atención al nombre de ella), para socorrerte, si tú sales y el enemigo te intercepta tu retorno a Saanán.
12. Maroth—posiblemente lo mismo como Maarath (Josué 15:59). Quizá un pueblo diferente, situado entre los
pueblos ya mencionados y la capital, y uno de aquellos saqueados por Rabsaces en su camino hacia ella. tuvo dolor
por el bien—eso es, anhelaba mejor fortuna, pero en vano. (Calvino.) Gesenius traduce: “está afligida por sus bienes,”
que le fueron quitados. Esto concuerda con el significado de Maroth, “amargura,” a la que alude la palabra “dolor”.
Pero la antítesis favorece la Versión Inglesa: “aguardó con ansia el bien; pero bajó el mal”. de Jehová—y no por la
casualidad. hasta la puerta de Jerusalem—caídas ya las demás ciudades de Judá. 13. (corcel veloz), a fin de que, con una
fuga rápida, se escape del enemigo invasor. Véase Nota Isaías 36:2, tocante a [PAG. 910] Lachis, donde Senaquerib
estableció su cuartel general 2 Reyes 18:14, 17; Jeremías 34:7). principio de pecado a … Sión—Lachis fué la primera de
las ciudades de Judá, según este pasaje, que introdujo el culto de dioses falsos, imitando lo que Jeroboam había hecho
en Israel. Como estaba situada cerca del límite del reino norte, Lachis fué la primera en infectarse con la idolatría de él
que desde allí se extendió hasta Jerusalén. 14. tú darás dones a Moreseth‐gath—para que sus habitantes te envíen
socorros. Maurer lo explica así “tu darás una escritura a Moreseth‐gath,” es decir, tú renunciarás todo derecho a ella,
siendo compelido a entregarla al enemigo. “Tú,” eso es, Judá. “Israel” en este versículo se usa para denotar a Judá, que
era el representativo principal de Israel. Moreseth de Gat se llama así, porque había caído por un tiempo bajo el poder
de los filisteos vecinos de Gat. Era el pueblo nativo de Miqueas (v. 1). Achzib—que significa “mentiroso.” Como su
nombre insinúa, Achzib resultará “una mentira” para Israel; es decir, defraudará las esperanzas de Israel de recibir
socorros de ella (véase Job 6:15–20; Jeremías 15:18). Achzib estaba en Judá entre Ceila y Maresa (Josué 15:44). Tal vez
la misma que Chezib (Génesis 38:5). 15. Aun te traeré heredero—mejor “el heredero.” Como tú estás ahora ocupada
por poseedores que expulsaron a los primeros habitantes, así yo traeré “aún” otra vez el nuevo poseedor, a saber, el
asirio. Otros herederos nos suplantarán en toda herencia, salvo aquella del cielo. Hay un juego de palabras por el
significado de Maresa, una herencia; vendrá el nuevo heredero de la herencia, la gloria de Israel vendrá hasta
Adullam—“El (heredero) vendrá a Adullam, la gloria de Israel” (Versión Inglesa): así llamada por estar en situación
superior; cuando ésta y las ciudades vecinas cayeron, pasó la gloria de Israel. Maurer traduce: “La gloria de Israel (sus
ciudadanos principales: que corresponde a “los hijos de tus delicias,” v. 16) vendrá huyendo hasta Adullam.” La
Versión Inglesa conserva mejor el paralelismo: “el heredero” de la primera cláusula corresponde a “él” de la segunda.
16. Mésate—Arráncate la barba: en señal de profundo duelo (Esdras 9:3; Job 1:20). Llora, oh patria, por tus hijos
queridos. ensancha tu calva—laméntate lastimeramente. Se compara la tierra de ellos, a una madre que llora a sus
hijos. como águila—el águila calva, o buitre de alas obscuras. Durante la muda, todas las águilas quedan
relativamente peladas (véase Salmo 103:5).
CAPITULO 2
repartido entre ellos nuestros campos. Calvino explica: “En vez de restaurar nuestro territorio, ha dividido nuestros
campos entre nuestros enemigos, cada uno de los cuales de aquí en adelante, tendrá un interés en guardar lo que ha
conseguido; de modo que nosotros estamos completamente privados de la esperanza de restauración.” Maurer traduce
como sustantivo: “El ha dividido nuestros campos a un rebelde,” eso es, al enemigo que es rebelde contra el Dios
verdadero, y un adorador de ídolos. Por tanto un apóstata, reincidente (Jeremías 49:4). 5. Por tanto—resumido del v. 3:
a causa de vuestros crímenes (de los vv. 1, 2). “(tú) no tendrás:” el individuo ideal (véase “me quitó,” v. 4, Versión
Inglesa); que determina las personas culpables en cuyo nombre hablaba. quien eche cordel para suerte—nadie que
haya de tener alguna propiedad medida. en la congregación de Jehová—entre el pueblo consagrado de Jehová. Por la
codicia y la violencia (v. 2), habían perdido “la porción del pueblo de Jehová.” Esta es la respuesta implícita de Dios a
la acusación de injusticia de ellos (v. 4). 6. No profeticéis, dicen—Los israelitas lo dicen a los profetas verdaderos,
cuando anuncian verdades desagradables. Por tanto Dios judicialmente los abandona a sus propios caminos: “Los
profetas, por cuyo ministerio ellos hubieran podido ser salvados de la vergüenza (la ignominiosa cautividad), no
profetizarán (ya más) para ellos (Isaías 30:10; Amós 2:12; 7:16). Maurer traduce la última cláusula: “Ellos no
profetizarán de tales cosas (como en los vv. 3–5, siendo éstas las palabras del rebelde Israel); “que no profeticen ellos;”
“nunca dejan de [PAG. 911] insultar” (de profetizar insulto a nosotros). La Versión Inglesa es sostenida por el
paralelismo, en el que la similaridad de sonido y de palabra, demuestra cuán exactamente Dios hace corresponder el
castigo al pecado de ellos, y los prende en la propia palabra de ellos, “Profetizar,” lit., gotear (Deuteronomio 32:2;
Ezequiel 21:2). 7. La que te dices casa de Jacob—jactándote del nombre, sin tener nada del espíritu de tu progenitor.
Que también llevas el nombre que debiera recordarte los favores de Dios, que te están concedidos a causa de su pacto
con Jacob. ¿hase acortado el espíritu de Jehová?—¿Está su compasión contraída dentro de límites más estrechos
ahora que antes, de modo que él se complazca en vuestra destrucción (véase Salmo 77:7–9; Isaías 59:1, 2)? ¿son éstas
sus obras?—Eso es, ¿Son tales amenazas el deleite de él? Os disgustan las amonestaciones de los profetas (v. 6): pero
¿quién tiene la culpa? No Dios, porque él se deleita en bendecir, antes que en amenazar; es que sois vosotros mismos
(v. 8) los que provocáis sus amenazas. (Grocio.) Calvino traduce: “¿Son vuestras obras tales como las prescritas por él?
Vosotros os vanagloriáis de ser el pueblo escogido de Dios: ¿conformáis pues vuestras vidas a la ley de Dios?” ¿Mis
palabras no hacen bien al que camina derechamente?—¿No son mis palabras buenas al recto? Si vuestros caminos
fueran rectos, mis palabras no serían amenazadoras. (véase Salmo 18:26; Mateo 11:19; Juan 7:17). 8. Vuestros caminos
no son tales que me permitan tratar con vosotros como trataría al recto. El que ayer era mi pueblo—“hace mucho”; el
hebreo: ayer; “ya de tiempo” (Isaías 30:33); “desde ayer” (Josué 3:4). se ha levantado como enemigo—eso es, se ha
rebelado contra mis preceptos; también se ha hecho enemigo a los inofensivos transeúntes. vestiduras … capas—no
contentos con las “vestiduras” exteriores, ávidamente les robáis la capa, la túnica ornamental, que se ajustaba al
cuerpo y caía ondeando hasta los pies. (Ludovico de Dios) (Mateo 5:40). como los que vuelven de la guerra—“como
hombres contrarios a la guerra” (versión Inglesa), en antítesis a (mi pueblo) “como enemigo”. A los inocentes
paseantes, “contrarios (como son) a la guerra,” Israel los trata “como un enemigo” trataría a los cautivos en su poder,
despojándolos de sus vestuarios como botín lícito. Grocio traduce: “como los que vuelven de la guerra,” es decir, como
cautivos, sobre los que el derecho de la guerra da a los vencedores un poder absoluto. La Versión Inglesa es apoyada
por la antítesis. 9. A las mujeres de mi pueblo—es decir, a las viudas de los hombres muertos por vosotros (v. 2) las
echasteis de sus casas, qué eran “sus delicias,” y las ocupasteis vosotros mismos. a sus niños—a los huérfanos de estas
viudas. quitasteis mi … alabanza—a saber, su alimento y su ropa, cosas que, siendo el fruto de la bendición de Dios
sobre los niños, reflejan la gloria, “la alabanza,” de Dios. De esta manera el crimen de Israel no fué meramente robo,
sino sacrilegio. Su sexo no salvó de la violencia a las mujeres, ni su edad a los niños. perpetua—Versión Inglesa:
“quitasteis mi gloria para siempre:” no hubo arrepentimiento; perseveraron en el pecado. La ropa empeñada debía ser
devuelta al pobre antes de la puesta del sol (Exodo 22:26, 27); pero éstos nunca devolvieron su ilícito botín. 10.
Levantaos, y andad—no es una exhortación a los hijos de Dios a que salgan del mundo perverso, como muchas veces
se interpreta, aunque aquel sentimiento está en la Escritura. Este mundo indudablemente no es nuestro “reposo,”
(“holganza”), por estar contaminado del pecado: es nuestro pasaje, no nuestra porción; nuestra mira, mas no nuestra
morada (2 Corintios 6:17; Hebreos 13:14). Los imperativos expresan la certidumbre del futuro evento predicho. Puesto
que vuestras obras son tales (véase los vv. 7, 8), mi sentencia en vuestra contra es irrevocable (vv. 4, 5), por
desagradable que sea para vosotros (v. 6); vosotros, los que habeis echado a otros de sus hogares y posesiones (vv. 2, 8,
9) debéis levantaros, partir, y ser echados fuera de lo vuestro (vv. 4, 5); porque éste no es vuestro reposo (Números 10:33;
Deuteronomio 12:9; Salmo 95:11). Canaán fué designado para ser un reposo para ya no va a serlo más. De esta manera
Dios refuta la confianza egoísta del pueblo, como si Dios estuviera atado a ellos inseparablemente. La promesa (Salmo
132:14) es bastante consecuente con el retiro temporario de Dios a causa del pecado de Israel. corrompióse …—La
tierra contaminada “(os) destruirá, y de gran destrucción” (Versión Inglesa; os arrojará fuera, a causa de las
profanaciones con que la contaminasteis (Levítico 18:25, 28; Jeremías 3:2; Ezequiel 36:12–14). 11. que ande con el
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viento—o “en el espíritu,” como significa además el hebreo. “Si algún hombre profesa tener el espíritu de inspiración
(Ezequiel 13:3; así “el hombre de espíritu,” es decir, uno que se dice tener la inspiración, Oseas 9:7), pero en efecto
anda en el viento (profecía, falta de alimento para el alma, y ficticia como el viento) y en falsedad, miente, diciendo (lo
que os agrada oír) “profetizaré …”, aun éste msimo, puesto que adula vuestros deseos, será vuestro profeta por falsas
que sean sus profecías (véase v. 6; Jeremías 5:31). de vino y de sidra—eso es, de una abundancia de vino. 12. Una
repentína transición de las amenazas a la promesa de una gloriosa restauración. Véase una similar en Oseas 1:9, 10.
Jehová, también, profetiza cosas buenas que vendrán, pero no como los profetas falsos “de vino y de sidra” (v. 11).
Depués de haberos enviado al cautiverio, como acabo de amonestar, de allí os congregaré de nuevo (4:6, 7). te reuniré
todo—La restauración de Babilonia fué parcial. Por tanto lo que aquí se indica debe ser todavía futuro, cuando “todo
Israel será salvo” (Romanos 11:26). La restauración de “Babilonia” (especificada en el cap. 4:10) es el tipo de otra
futura. Jacob … Israel—el reino de las diez tribus (Oseas 12:2) y Judá (2 Crónicas 19:8; 21:2, 4). el resto—el remanente
electo, que sobrevivirá a las calamidades previas de Judá, del cual la nación ha de surgir en vida nueva (Isaías 6:13;
10:20–22). como ovejas de Bosra—región afamada por sus ricos pastos (véase 2 Reyes 3:4). Gesenius por Bosra traduce:
“aprisco.” Pero de este modo habrá una repetición, a menos que la frase que sigue se traduzca “en medio de sus
pastos.” El hebreo favorece nuestra lección. 13. rompedor—El Mesías de Jehová, que se abre paso a través de todo
obstáculo en el camino de la restauración de ellos, no como la irrupción anterior para destruirlos a causa de las
transgresiones (Exodo 19:22; Jueces 21:15), sino abriéndoles camino en medio de sus enemigos. romperán y pasarán—
los israelitas y judíos que retornen. la puerta—de la ciudad del enemigo, donde estuvieron cautivos. Así la [PAG. 912]
figura de la resurrección (Oseas 13:14) representa la restauración de Israel. su rey—“el Rompedor,” en forma peculiar
“su rey de ellos” (Oseas 3:5; Mateo 27:37). pasará delante de ellos—tal cual lo hizo cuando subieron de Egipto (Exodo
13:21; Deuteronomio 1:30, 33). a la cabeza de ellos Jehová—(Isaías 52:12.) Se entiende que se trata del Mesías, la
segunda persona (véase Exodo 23:20; 33:14; Isaías 63:9).
CAPITULO 3
coloca como distanciados de él. Es lit., “todo el que edifique,” en el singular. a Sión con sangre—Edifican en el Monte
Sión imponentes mansiones con la riqueza obtenida por la condenación y asesinato de los inocentes (Jeremías 22:13;
Ezequiel 22:27; Habacuc 2:10). 11. Sus cabezas—los príncipes de Jerusalén. juzgan por cohecho—se dejan sobornar
como jueces (7:3). sus sacedotes enseñan por precio—era deber de ellos enseñar la ley y decidir las controversias
gratuitamente (Levítico 10:11; Deuteronomio 17:11; Malaquías 2:7; véase Jeremías 6:13; Judas 11). adivinan por
dinero—es decir, los profetas falsos. ¿No está Jehová entre nosotros?—a saber, en el templo (Isaías 48:2; Jeremías 7:4,
8–11). 12. Este versículo lo cita Jeremías (26:18). El Talmud y Maimónides relatan que en la destrucción de Jerusalén
por los romanos bajo Tito, Terencio Rufo, a quien se confió el comando del ejército, con una reja de arado desarraigó
los cimientos del templo. el monte de la casa—la altura sobre la cual está el templo. como cumbres de breñal—se
tornará como cualquier colina cubierta de arbustos silvestres y breñal.
CAPITULO 4
TRANSICION A LA GLORIA, PAZ, REINO, Y VICTORIA DE SION. 1–3. Casi idénticos con Isaías 2:2–4. el monte
de la casa de Jehová—que acababa de ser (3:12) condenado a ser cumbre de breñal. Bajo el Mesías, su elevación no ha de
ser la de situación, sino de dignidad moral, como el asiento del imperio universal de Dios. correrán a él pueblos—En
Isaías se dice “todas las naciones:” una profecía universal. 3. corregirá—“reprenderá,” redargüirá de pecado (Juan
16:8, 9); y someterá con juicios (Salmos 2:5, 9; 110:5, 6; Apocalipsis 2:27; 12:5). muchos pueblos … fuertes gentes hasta
muy lejos—como en Isaías 2:4, se dice “las naciones … muchos pueblos.” 4. cada uno se sentará de bajo de su vid
…—es decir, gozará la tranquilidad más próspera (1 Reyes 4:25; Zacarías 3:10). La parra y la higuera se mencionan más
bien que la casa, para significar que no habrá necesidad de un refugio; los hombres estarán seguros hasta en los
campos y al aire libre. Jehová de los ejércitos lo ha hablado—por lo tanto ha de efectuarse, por muy improbable que
ahora parezca. 5. Bien que—Aunque todos los pueblos siguiesen a sus respectivos dioses, nosotros (los judíos de la
dispersión) andaremos en el nombre de Jehová. La resolución de los judíos desterrados es que: Por cuanto Jehová nos
da esperanza de tan gloriosa restauración, a pesar de la destrucción del templo y de la nación, nosotros debemos tener
sincera confianza en su promesa y perseverar en el verdadero culto a él, anden como anduvieren tras sus dioses las
naciones circundantes, superiores a nosotros ahora en poder y en nú [PAG. 913] mero (Rosenmuller.) Como los judíos
fueron totalmente curados de su idolatría porla cautividad babilónica, así serán completamente librados de su
incredulidad por su larga dispersión actual. (Zacarías 10:8–12). 6. juntaré la coja—el femenino por el neutro, según el
idiotismo hebreo: “todo lo que cojea:” metáfora por ovejas cansadas del viaje: todos los sufrimientos del Israel
desterrado (Ezequiel 34:16; Sofonías 3:19). la amontada—o “expulsada:” todos los desechados de Israel. Llamados “el
rebaño de Jehová” (Jeremías 13:17; Ezequiel 34:13: 37:21). 7. pondré a la coja para sucesión—Haré que quede un
residuo que no perecerá. Jehová reinará … en … Sión—El reino de David será restaurado en la persona del Mesías,
quien es la simiente de David y al mismo tiempo Jehová (Isaías 24:23). para siempre—(Isaías 9:6, 7: Daniel 7:14, 27;
Lucas 1:33; Apocalipsis 11:15). 8. torre del rebaño—siguiendo la metáfora de la oveja (Nota, v. 6). Jerusalén se llama la
“torre”, desde donde el Rey y Pastor vigila a su rebaño; tanto la Jerusalén espiritual, la iglesia ahora, cuya elevación es
la de doctrina y práctica (Cantares 4:4: “Tu cuello es como la torre de David”), como la literal en el porvenir (Jeremías
3:17). En los grandes apacentaderos solían erigir una alta torre de madera, para vigilar el rebaño. Jerónimo entiende
que la palabra hebrea por rebaño, Eder, o Edar, es nombre propio, a saber, una aldea cerca de Belén, nombre que se
emplea por Belén, por ser ésta representativa del linaje real de David (5:2; Génesis 35:21). Pero las palabras explicativas,
“la fortaleza de la hija de Sión,” confirman nuestra versión. fortaleza—en el hebreo: “Ofel:” una altura inexpugnable
sobre el Monte Sión (2 Crónicas 27:3; 33:14; Nehemías 3:26, 27). vendrá hasta ti … el señorío primero—es decir, el
dominio anteriormente ejercido por ti volverá a ti. el reino vendrá a la hija de Jerusalem—más bien, “el reino de la
hija de Jerusalén volverá de nuevo:” tal como estaba bajo David, antes de ser debilitado por la separación de las diez
tribus. 9. Dirigido a la hija de Sión, consternada ella por el acercamiento de los caldeos. ¿No hay rey en ti?—se le
pregunta sarcásticamente. Hay un rey en ella; pero es lo mismo como si no lo hubiera, pues impotentes son él y sus
consejeros para proyectar medios de escape. (Maurer.) O bien, los dolores de Sión se deben a que su rey le ha sido
quitado (Jeremías 52:9; Lamentaciones 4:20; Ezequiel 12:13). (Calvino.) La primera interpretación es acaso la preferible
(véase Jeremías 49:7). La segunda, sin embargo, describe mejor el estado de Sión sin rey durante su larga dispersión
(Oseas 3:4, 5). 10. Duélete y gime—siguiendo la metáfora de una mujer preñada. Has de sufrir amargas penas antes
que venga tu liberación. No te prohibo que llores, pero te traigo consuelo. Aunque Dios cuida de sus hijos, con todo
ellos no deben esperar ser eximidos de los pesares, sino que deben prepararse para los mismos. saldrás de la ciudad—
cuando la ciudad sea tomada. Así “sal de ella” se dice en 2 Reyes 24:12; Isaías 36:16. morarás en el campo—es decir,
en la campiña abierta, sin defensa, en vez de en la ciudad fortificada. Al lado del río Chebar (Salmo 137:1; Ezequiel
3:15). hasta Babilonia—Como Isaías, Miqueas mira más allá de la entonces dinastía asiria a la babilónica, y a la
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cautividad de judá bajo la misma, y a la restauración (Isaías 39:7; 43:14; 48:20). Si hubiesen sido meramente políticos
sagaces, como representan los racionalistas, hubieran imitado sus profecías a la esfera de la dinastía asiria existente.
Pero el que miraran al lejano futuro de la subsecuente supremacía de Babilonia, y la relación de Judá con ella, prueba
que son profetas inspirados. allí … allí—repetición enfática. El mismo escenario de tus calamidades ha de ser el
escenario de tu liberación. En medio de los enemigos, donde toda esperanza parece cortada, allí se aparecerá Ciro, el
libertador (véase Jueces 14:14). Siendo Ciro otra vez el tipo de Libertador más grande, que finalmente ha de restaurar
a Israel. 11. muchas gentes—los pueblos sojuzgados que compondrán los ejércitos de Babilonia; y también Edom,
Amón, etc., que festejaron la caída de Judá (Lamentaciones 2:16; Abdías 11–13). sea profanada—metáfora de una
virgen. Sea profanada (eso es, humillada por la violencia y la matanza), y miren nuestros ojos con insultos su
vergüenza y su dolor (7:10). Los enemigos de ella desean halagar sus ojos con su calamidad. 12. los pensamientos de
Jehová—la inescrutable sabiduría de ellos, que convierte el desastre aparente en el bien final de su pueblo, es la
misma base en que descansa la restauración de Israel en el porvenir (de la cual la restauración de Babilonia es un
tipo), en Isaías 55:8. Véase con los vv. 3, 12, 13, que prueban que Israel, no solamente la Iglesia Cristiana, es el último
tema de la profecía; también en Romanos 11:13. El propósito de Dios es disciplinar a su pueblo por un tiempo con el
enemigo por azote; y luego destruir al enemigo a manos de su pueblo. los juntó como gavillas—a aquellos que se
juntaron para la destrucción de Sión (v. 11) el Señor los juntará, para destrucción por Sión (v. 13), como gavillas
juntadas para la trilla (véase Isaías 21:10; Jeremías 51:33). El hebreo está en el singular: “gavilla.” Por grandes que sean
los números del enemigo, no son sino como una sola gavilla lista para ser trillada. (Calvino.) Se hacía la trilla pisando
con los pies: de ahí lo apropiado de la figura de hollar al enemigo bajo los pies, desmenuzándolo. 13. trilla—destruye
a tus enemigos “juntados” cual “gavillas” por Jehová (Isaías 41:15, 16). tu cuerno—Sión se compara al buey que trilla
el grano y como la fuerza del buey reside en los cuernos, se sobreentiende que la fuerza de ella consiste en darle un
cuerno de hierro (véase 1 Reyes 22:11). desmenuzarás muchos—(Daniel 2:44.) consagrarás a Jehová sus robos—
“consagraré” (Versión Inglesa). Dios somete las naciones a Sión, no para el propio engrandecimiento egoísta de ella,
sino para su gloria de él (Isaías 60:6, 9; Zacarías 14:20, con los que véase Isaías 23:18) y para el bien final de ellos; por lo
tanto aquí se le llama no meramente el Dios de Israel, sino “el Señor de toda la tierra.”
CAPITULO 5
David, y del divino Hijo de David. Moisés dividió al pueblo en millares, centenas, cincuentenas, y decenas con sus
respectivos gobernantes (Exodo 18:25; véase 1 Samuel 10:19). me saldrá—a Dios el Padre (Lucas 1:32): para cumplir la
eterna voluntad y el propósito del Padre. Así lo declara el Hijo (Salmo 2:7; 40:7, 8; Juan 4:34): y el Padre lo confirma
(en Mateo 3:17; 12:18 véase con Isaías 42:1). La gloria de Dios es hecha de este modo la finalidad de la redención.
Señor en Israel—El “Silo,” “Príncipe de paz.” “sobre cuyos hombros está puesto el gobierno” (Génesis 49:10; Isaías
9:6). En 2 Samuel 23:3: “El señoreador de los hombres será justo,” se emplea el mismo vocablo hebreo; el Mesías solo
realiza el ideal de gobernante de David. También en Jeremías 30:21: “de en medio de él saldrá su enseñoreador,”
corresponde estrechamente aquí a “de ti saldrá el que será Señor …” (véase Isaías 11:1–4). sus solidas … desde …
siglo—la clara antítesis de esta cláusula al “de ti (Beth‐lehem) saldrá,” demuestra que se entiende aquí la generación
eterna del Hijo. Los términos expresan la más fuerte aseveración de infinita duración de que el idioma hebreo es capaz
(véase Salmo 90:2; Proverbios 8:22, 23; Juan 1:1). Como quien sale para hacer la voluntad de Dios en la tierra la
generación del Mesías es de Beth‐lehem; pero como Hijo de Dios sus salidas son desde la eternidad. La promesa del
Redentor al principio fué vagamente general (Génesis 3:15). Luego se declara que la división semítica de la
humanidad es la procedencia de donde será esperado (Génesis 9:26, 27); después la promesa crece en claridad,
definiendo la raza y nación de donde el Libertador vendría, a saber, de la simiente de Abrahán, los judíos (Génesis
12:3); luego la tribu particular, judá (Génesis 49:10), luego la famila, la de David (Salmo 89:19, 20); finalmente, aquí, la
misma aldea de su nacimiento. Y cuando se aproximaba su venida, el mismo nacimiento (Mateo 1; Lucas 1 y 2); y
ahora, todos los esparcidos rayos de la profecía se reconcentrarán en Jesús como su foco (Hebreos 1:1, 2). 3. Empero—
más bien, “por lo tanto (a causa de su plan determinado.) Dios los dejará (a su pueblo) en manos de sus enemigos
hasta que …” para la que ha de parir—a saber, “la virgen” madre, mencionada por el contemporáneo de Miqueas,
Isaías 7:14. Sión “en dolores de parto” (4:9, 10) corresponde a la virgen en dolores de parto del Mesías. La liberación de
Israel de sus prolongados dolores de desgracias, sincronízará con la aparición del Mesías como Redentor suyo
(Romanos 11:26) en los postreros días, como la liberación espiritual de la iglesia sincronizó con su nacimiento de la
virgen en su primer advenimiento. La espera del Mesías cual largas preñeces dolorosas de la antigua iglesia está
figurada por los dolores de la virgen. Por tanto, puede que ambas cosas se entiendan. No puede ser limitado a la
virgen María, porque Israel está todavía “dejado”, aun cuando el Mesías ya hace diecinueve siglos que nació (fué
parido). Pero se incluyen también los dolores de la iglesia, los que no terminarán mientras el Cristo, habiendo sido
predicado para testimonio a todas las naciones, no aparezca al fin como Libertador de Jacob, y mientras no estén
cumplidos los tiempos de los gentiles, e Israel nazca de nuevo como nación en un día (Isaías 66:7–11; Luc. 21:24; Apoc.
12:1, 2, 4; véase Rom. 8:22). el resto de sus hermanos se tornará con los hijos de Israel—véase 4:7.) El residuo de los
israelitas dispersos en países extranjeros volverán a juntarse con sus compatriotas en Canaán. El hebreo por “con” aquí
es lit., “sobre,” y significa sobreañadidura a los ya juntados. 4. Y estará—en pie; eso es, perseverará: significa la
duración de su reino. (Calvino.) Más bien, su asiduo cuidado y circunspección pastoral, como el pastor que de pie
vigila a todos lados por su rebaño (Isaías 61:5). (Maurer). apacentará—vale decir, “regirá:” como la palabra griega en
forma similar en Mateo 2:6 quiere decir tanto apacentar como regir (Is. 40:11; 49:10; Ezeq. 34:23; cf. 2 Sam. 5:2; 7:8). con
[la] grandeza del nombre de Jehová—poseyendo la majestad de todos los atributos revelados (el “nombre”) de Jehová
(Isaías 11:2; Filipenses 2:6, 9; Hebreos 2:7–9). su Dios—Dios es “el Dios suyo” en una unidad de relación distinta del
sentido en que Dios es el Dios nuestro [PAG. 915] (Juan 20:17). asentarán—los israelitas (“ellos”, a saber, el remanente
que retorna y los “hijos de Israel” que ya estaban en Canaán) habitarán en permanente seguridad (4:4; Isaías 14:30). hasta
los fines de la tierra—(4:1; Salmo 72:8; Zacarías 9:10). 5. Este—El que se acaba de mencionar: él, y él solamente.
Expresión enfática por el Mesías (Véase Génesis 5:29). será nuestra paz—la fuente de la paz entre Dios y los hombres,
entre Israel y el justamente ofendido Dios de Israel (Génesis 49:10; Isaías 9:6; Efesios 2:14, 17; Colosenses 1:20), y de
consiguiente la fuente de “paz en la tierra”, donde hasta ahora todo es contienda (4:3; Oseas 2:18; Zacarías 9:10; Lucas
2:14). Assur—“el asirio:” siendo el enemigo más poderoso de Israel en aquel tiempo, hace que Asiria sea
representante de todos los enemigos de Israel en todas las edades, los que recibirán su destrucción final con la
aparición del Mesías (Ezequiel 38). siete pastores—número que expresa la perfección: siete y ocho es un modismo que
indica un número pleno y suficiente (Job 5:19; Proverbios 6:16; Ecclesiastés. 11:2). hombres principales—lit., hombres
ungidos (humildes) (Salmo 62:9), tales como eran los apóstoles. Su unción, o consagración, y capacidad para oficiar,
eran por el Espíritu Santo (Calvino) (1 Juan 2:20, 27). Los “príncipes” eran ungidos, y se mencionan como bajo el
Mesías (Isaías 32:1). Nuestra versión por tanto da el sentido probable. 6. comerán—siguiendo la metáfora de los
pastores (véase Números 22:4; Jeremías 6:3). tierra de Nimrod—Babilonia (4:10; Génesis 10:10)); o bien, inclusive
también Asiria, a la que Nimrod extendió sus fronteras (Génesis 10:11). con sus espadas—“en las entradas de ella”
(Versión Inglesa): los pasos hacia el interior de Asiria (2 Reyes 3:21). Jerónimo, equivocado por la atención innecesaria
al paralelísmo, “a cuchillo,” traduce: “con sus propias espadas desnudas,” como se traduce el hebreo en el Salmo 55:21.
Pero “en sus entradas” de Asiria, corresponde con “nuestros términos.” Como los asirios invaden nuestras fronteras,
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así sus propios límites o “entradas” serán invadidos. nos librará—el Mesías; cuando viniere—el asirio. 7. el residuo
de Jacob—ya mencionado en el v. 3. Este en su comparativa pequeñez está en antítesis con los “muchos pueblos.”
Aunque sea Israel un residuo en medio de muchas naciones después de su restauración, con todo ejercitará la misma
bendita influencia en vivificarlas a aquéllas espiritualmente como ejerce al refrescar la hierba el poco rocío
imperceptible (Deuteronomio 32:2; Salmo 72:6; 110:3). La influencia de los judíos al volver de Babilonia en hacer
prosélitos a muchos gentiles es señal de un efecto futuro similar más grande (Isaías 66:19; Zacarías 8:13). de Jehová—
la restauración de Israel y la consecuente conversión de los gentiles, son solamente de gracia. no esperan varón—del
todo la obra de Dios, independientemente del ingenio humano, así como el rocío y la lluvia que fertilizan el suelo. 8.
como el león—En el v. 7 se deseribe la benéfica influencia de Israel sobre las naciones; pero aquí, su venganza sobre
las huestes infieles que lo asaltan (Isaías 66:15, 16, 19, 24; Zacarías 12:3, 6, 8, 9; 14:17, 18). Judá será “como un león,” no
con respecto a su crueldad, sino en su poder de infundir el terror a todos sus contrarios. Bajo los macabeos, los judíos
adquirieron a Idumea. Samaria, y partes del territorio de Amón y Moab. (Grocio.) Pero esto no era sino arras de su
futura gloria en su restauración futura. 9. Tu mano se alzará—En Isaías 26:11 la que se alzará es la mano de Jehová;
aquí es la de Israel, como indica el v. 8, así como a Sión se le manda que “desmenuce a muchos pueblos” (4:13; véase
Isaías 54:15, 17). Porque los enemigos de Israel son enemigos de Jehová. Cuando se dice que se alza la mano de Israel,
es la mano de Jehová que hiere al enemigo por Israel (véase Exodo 13:9 con Exodo 14:8). 10. haré matar tus caballos—
“cortar” (Versión Inglesa): es decir, aquellos que son usados para la guerra. A Israel se le había prohibido usar la
caballería, y buscar caballos en Egipto (Deuteronomio 17:16), no fuera que se confiasen en fuerzas humanas, antes que
en Dios (salmo 20:7). Salomón había hecho caso omiso de este mandamiento (1 Reyes 10:26, 28). En lo futuro, dice
Dios, quitaré estos impedimentos para el libre curso de mi gracia: caballos, carros, etc., en los cuales confiáis. La
iglesia nunca estará segura, mientras no esté despojada de toda confianza en cosas materiales y sólo confíe en Jehová.
(Calvino.) La paz universal que Dios dará hará innecesarios los instrumentos bélicos. Los apartará (“cortará,” no
“matará”) de Israel (Zacarías 9:10); como los apartará de Babilonia, representante de las naciones (Jeremías 50:37;
51:21). 11. haré … destruir las ciudades … fortalezas—fortificadas para la guerra. En aquel tiempo de paz, los
hombres vivirán en aldeas sin muros (Ezequiel 38:11; véase Jeremías 23:6; 49:31; Zacarías 2:8). 12. las hechicerías—eso
es, las que ahora practicas. 13. tus esculturas—(Véase Isaías 2:8, 18:21; 30:22; Zacarías 13:2.) imágenes—estatuas. 14.
bosques … ciudades—Los “bosques” son símbolos idolátricos de Astarte (Deuteronomio 16:21; 2 Reyes 21:7).
“Ciudades” en el paralelo con “bosques,” debe denotar las ciudades que existían cerca de los tales bosques idolátricos.
Véase “ciudad de la casa de Baal” (2 Reyes 10:25), eso es, una porción de la ciudad consagrada a Baal. 15. venganza …
que no escucharon—o como el orden hebreo favorece “las naciones que no obedecieron mis amonestaciones”. Así la
Versión de los Setenta. (Salmo 149:7).
CAPITULO 6
se aplica solamente a Balaam. “Acuérdate” de la bondad de Dios “desde Sittim,” el escenario donde el perverso
consejo de Balaam tuvo lugar en el pecado de Israel, por lo cual Israel hubiera merecido la total destrucción, de no
haber mediado la misericordia perdonadora de Dios—“hasta Gilgal,” el lugar del primer campamento de Israel en la
tierra prometida entre Jericó y el Jordán, donde Dios renovó el pacto con Israel por la circuncisión (Josué 5:2–11). que
conozcas las justicias—que te des cuenta de que, lejos de haberte Dios tratado con dureza (v. 3), sus tratos han sido la
misma bondad (véase “las justicias,” por obras de gracia, Jueces 5:11; Salmo 24:5; 112:9). 6. ¿Con qué prevendré a
Jehová—El de Jehová, pregunta, como si no supiese (véase v. 8), qué requiere de ellos Jehová para aplacarlo,
agregando que están prontos, a ofrecer un inmenso montón de sacrificios, y de los más costosos, hasta del fruto de su
propio cuerpo. holocaustos—(Levítico 1.) becerros de un año—que solían ofrecer mediante el sacerdote (Levítico 9:2,
3). 7. ¿.. arroyos de aceite?—usado en los sacrificios (Levítico 2:1, 15). ¿Será propiciado Dios por mi ofrenda de tanto
aceite que haya de correr en millares de torrentes? mi primogénito—(2 Reyes 3:27), como hizo el rey de Moab. el
fruto de mi vientre—mis hijos, como un sacrificio expiatorio (Salmo 132:11). Los judíos ofrecieron sacrificios humanos
en el valle de Hinom (Jeremías 19:5; 32:35; Ezequiel 23:27). 8. El—Jehová. te ha declarado—largo tiempo ha, de modo
que no necesitas hacer la pregunta, como si nunca hubieses sabido (v. 6; Deuteronomio 10:12; 30:11–14). qué sea lo
bueno—“los bienes venideros” bajo el Mesías, de los que “la ley tenía la sombra.” Los sacrificios mosaicos no eran
sino símbolos precursores de su mejor sacrificio (Hebreos 9:23; 10:1). El tener “declarado lo bueno” o revelado por el
Espíritu, es el único fundamento para la sobreestructura de los requerimientos due siguen. De esta manera se preparó
el camino para el evangelio. El destierro de los judíos de Palestina tiene por propósito, excluir la posibilidad de que
ellos esperen procurar la redención por medio de los ritos mosaicos, y los encierra para el Mesías. hacer juicio …
amar misericordia—Preferido por Dios a los sacrificios. Porque éstos, siendo ordenanzas positivas, no son sino medios
por los cuales alcanzar aquello, que siendo deberes morales, son finalidades, y son de obligación eterna (1 Samuel 15:22;
Oseas 6:6; 12:6; Amós 5:22, 24). Se especifican los deberes para con el hombre: la justicia, la estricta equidad; y la
misericordia o una bondadosa supresión de lo que pudiéramos demandar con justicia y un cordial deseo de hacer el
bien a otros, y humillarte para andar con tu Dios—la obediencia pasiva y activa para con Dios. Estos tres deberes
morales están resumidos por el Señor (Mateo 23:23) “juicio, misericordia y fe” (en Lucas 11:42, “el amor de Dios”).
Véase Santiago 1:27. Andar con Dios envuelve constante oración, y vigilancia, comunión íntima pero humilde con Dios
(Génesis 5:24; 17:1). 9. clama a la ciudad—Jerusalén. el sabio—El hebreo; “el hombre de sabiduría;” y en Proverbios
13:6, el hebreo, se emplea “pecado” por “un hombre de pecado,” y en el Salmo 109:4, “oración” por “un hombre de
oración;” así aquí “sabiduría” por el hombre de sabiduría (“el sabio”). mirará a [verá] tu nombre—te considerará a ti,
en tus revelaciones de ti mismo. Véase 2:7, fin. El nombre de Dios expresa la suma total de sus atributos revelados.
Contrástese éste con Isaías 26:10: “no mirará a la majestad de Jehová.” Otra traducción es dada por la Versión de los
Setenta, Siríaca y Vulgata: “Hay liberación para los que temen tu nombre.” La Versión Inglesa está mejor adaptada a esta
conexión; y la rareza de la expresión hebrea, en comparación, con la frecuencia de la otra lección, hace menos probable
que sea una interpolación. Oid la vara—oíd qué castigo (véase el v. 13; Isaías 9:3; 10:5, 24) os espera, y de parte de
quién. Yo no soy sino hombre; y bien me podéis desoír; pero daos cuenta de que el mensaje no es mío, sino de Dios.
Oíd la vara cuando venga y sintáis su escozor. Oíd qué consejos, qué advertencias habla ella. la establece—(Jeremías
47:7.) 10. ¿Hay aún—a pesar de todas mis amonestaciones. ¿No ha de haber fin de adquirir riquezas por medio de la
iniquidad? Está hablando Jehová (v. 9). medida escasa que es detestable—(Proverbios 11:1; Amós 8:5.) 11. ¿Seré
limpio con peso falso?—Con los puros Dios se muestra puro; pero con los indómitos, Dios se muestra indómito, (Salmo
18:26). Los hombres muchas veces son volubles en sus juicios. Pero Dios, en el caso de los impuros que emplean
“pesas engañosas”, no puede ser puro, es decir, tratarlos commo trataría a los puros. Vatablo y Henderson hacen que
el “yo” sea impersonal: “¿Se puede ser limpio (inocente) con peso falso?” Pero por cuanto el “yo” del v. 13 se refiere a
Jehová, debe referirse a él también aquí. bolsa—en la que se llevaban las pesas así como el dinero (Deuteronomio
25:13; Proverbios 16:11). 12. Con lo cual—más bien, “por cuanto sus ricos …” corresponde a la conclusión, “por eso
(por tanto)” del v. 13. sus ricos—los de Jerusalén. 13. te enflaqueceré—(Levítico 26:16, al que acaso se hace alusión
aquí, como en el v. 14; Salmo 107:17, 18; Jeremías 13:13.) 14. comerás, y no te hartarás—cumpliéndose la amenaza de
Levítico 26:26. tu abatimiento será en medio de ti—tú serás abatido, no solamente en tus fronteras, sino también en
medio de ti, serán derruídos tu metrópoli y tu templo (Tirino.) Aunque no hubiesea enemigo, con todo [PAG. 917]
serás consumido de males internos. (Calvino.) Maurer traduce, como de una raíz arábiga: “Habrá vacío en tu vientre.”
Similarmente Grocio: “Habrá hundimiento en tu vientre (antes lleno de alimento), por causa de hambre.” Esto viene
bien a la primera cláusula. Pero nuestra versión cumple suficientemente el paralelismo. El abatimiento en la invasión,
inclusive la falta de alimento, correspondiendo así a “comerás, pero no te saciarás.” cogerás, mas no salvarás—
echarás manos (a tus armas), para salvar (Calvino) a tus mujeres, hijos y bienes. Maurer, de una raíz diferente, traduce:
“tú los removerás, a fin de salvarlos del enemigo. Pero fracasarás en el intento de salvarlos” (Jeremías (50:37). lo que
salvares—si acaso algo rescatares, será por un tiempo no más; se lo entregaré a la espada del enemigo. 15. sembrarás,
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mas no segarás—en cumplimiento de la amonestación (Levítico 26:16; Deuteronomio 28:38–40; Amós 5:11). 16.
mandamiento de Omri—el fundador de Samaria y de la inicua casa de Acab; y sostenedor de las supersticiones de
Jeroboam (1 Reyes 16:16–28). Este versículo es una recapitulación de lo que antes fué expuesto más plenamente: el
pecado de Judá y el consiguiente castigo. Judá, aunque estuvo en desacuerdo con Israel en muchas otras cosas, imitó
su impiedad. toda obra de … Achab—(1 Reyes 21:25, 26.) en los consejos de ellos anduvisteis—Aunque estas
supersticiones eran el fruto de los “consejos” del rey, como un golpe maestro de la política del estado, no obstante,
estos pretextos no eran excusas de haber desechado los consejos y la voluntad de Dios. que yo te diese en
asolamiento—tu conducta está formada como si fuera tu propósito fijo “que yo hiciese de ti una desolación.” tus
moradores—antes: “sus moradores”: “de ella.” de Jerusalén. silbados—o “silbidos,” objetos de desprecio
(Lamentaciones 2:15). el oprobio de mi pueblo—la misma cosa de que os jactáis, es decir, que sois “mi pueblo,” no
hará sino acrecentar la severidad de vuestro castigo. Cuanto mayor fuera mi gracia para con vosotros, tanto mayor
será vuestro castigo por haberia despreciado. El ser vosotros de nombre pueblo de Dios era un honor, mientras
caminabais en su amor; pero ahora el nombre, sin la realidad, os es solamente un “oprobio.”
CAPITULO 7
a sus enemigos humanos, son inocentes e inmerecedores de sus perjuicios. él me sacará a luz—a la redención
temporal y espiritual. veré su justicia—Su bondadosa fidelidad a sus promesas (Salmo 103:17). 10. la cubrirá
vergüenza—al ver cuán completamente equivocada estaba ella al suponer que yo estaba totalmente arruinado.
¿Dónde está… tu Dios?—(Salmo 42:3, 10.) Si él es “tu Dios,” como tú dices, venga él ahora y te libre. Como dijeron
también al representante de Israel, el Mesías (Mateo 27:43). Mis ojos la verán—justa retribución en la misma especie
sobre el enemigo (enemiga) que había dicho: “Mire nuestro ojo a Sión.” Sión mirará a su enemiga postrada, no con el
gozo carnal de la venganza, sino con el gozo espiritual, al vindicar Dios su propia justicia (Isaías 66:24; Apocalipsis
16:5–7). será hollada—ella misma, la que me había hollado a mí. 11. se edificarán tus muros—bajo Ciro, después de
los setenta años de la cautividad; y otra vez en el futuro, cuando los judíos serán restaurados (Amós 9:11; Zacarías
12:6). será alejado el mandamiento—a saber, tu decreto o tu reinado tiránico de Babilonia, será apartado de ti, “los
estatutos que no eran buenos” (Ezequiel 20:25). (Calvino.) (Salmo 102:13–16; Isaías 9:4.) El hebreo está en contra de la
traducción de Maurer, “el límite de la ciudad será largamente extendido,” para que quepan las gentes de todas las
naciones que se congreguen en ella (v. 12; Isaías 49:20; 54:2). 12. En ese día—Una respuesta a la pregunta supuesta:
¿Cuándo serán edificados mis muros? “Ese día (cuando edifiquen tus muros) es el día cuando vendrán a ti (muchos)
desde Asiria …” (Ludovico de Dios.) Vendrán los asirios (inclusive Babilonia), los que te despojaron. y las ciudades
fuertes—Léase: “Egipto.” Para encuadrarse al paralelismo, léase: “desde Asiria hasta Egipto.” (Matzor puede ser
traducido así.) (Así Asiria y Egipto se contrastan en Isaías 19:23. (Maurer.) Calvino concuerda con la Versión Inglesa:
“él vendrá desde Asiria y las ciudades fuertes.” desde las … fuertes hasta el Río—“de Egipto hasta el río” Eufrates
(corresponde en el paralelismo a “Asiria”). (Maurer.) Véase Isaías 11:15, 16; 19:23–25; 27:13; Oseas 11:11; Zacarías
10:10. 13. Por gloriosa que sea la perspectiva de la restauración, los judíos no han de olvidar la visitación sobre su
“tierra” que han de tener a causa del “fruto (el mal resultante) de sus obras” (véase Proverbios 1:31; Isaías 3:10, 11;
Jeremías 21:14). 14. Apacienta tu pueblo—Oración del profeta a Dios, en nombre de su pueblo, por cuanto Dios
contesta la oración de fe, es profética de lo que Dios haría. Cuando Dios está por libertar a su pueblo, incita a los
amigos de su pueblo a orar por él. apacienta—incluye tanto la idea del gobierno pastoral como de cuidado por ellos
(véase 5:4), considerados como un rebaño (Salmo 80:1; 100:3). Nuestra calamidad debe ser fatal para la nación, a
menos que tú, acordándote del pacto con “tu heredad” por tu inmerecida gracia, (Deuteronomio 4:20; 7:6; 32:9), nos
restaures. con tu cayado—la vara del pastor, con la cual dirige el rebaño (Salmo 23:4). No más ya la vara del castigo
(6:9). que mora solo en la montaña, en … Carmelo—permite que tu pueblo, que mora como si fuera en la soledad de
los bosques (en el mundo, mas no del mundo), esparcido entre las varias naciones, habite en el Carmelo, eso es, donde
haya tierras de frutales y viñas. (Calvino.) Más bien: “Pueblo … que está por morar (eso es, para que more) separado
en el bosque, en … Carmelo” (Maurer), que ya no ha de estar mezclado con los paganos, sino que ha de morar como
pueblo distinto en su propia tierra. Miqueas aquí en vista la profecía de Balaam (véase 6:5, donde también se refiere a
Balaam). “He aquí el pueblo habitará solo” (Números 23:9; véase Deuteronomio 33:28). “Apacentar … en la montaña
en … Carmelo,” es apacentar en los ricos pastos de los bosques del Carmelo. “Dormir en los bosques” (Ezequiel
34:25), es la figura de la más perfecta seguridad. Así que la seguridad de los judíos tanto como su distinta nacionalidad,
están aquí predichas. También en Jeremías 49:31. pazcan en Basán—famoso por su ganado (Salmo 22:12; Amós 4:1).
Jeremías 50:19 es paralelo a este pasaje. Basán y Galaad, al este del Jordán, fueron escogidas por Rubén, Gad, y la
media tribu de Manasés, por ser abundantes en pastos adaptados para sus muchos ganados (Números 32;
Deuteronomio 3:12–17). 15. les … saliste (tu)—ambos pronombres se refieren a Israel. Igualmente en el v. 19 la
persona se cambia de la primera a la tercera: “nosotros,” “nuestras,” “sus pecados” (según la Versión Inglesa). Jehová
aquí constesta la oración de Miqueas del v. 14, asegurándole que, como había librado a su pueblo de Egipto por poder
milagroso, así otra vez en favor de ellos lo dejaría ver. (Jeremías 16:14, 15). 16. se avergonzarán de todas sus
valentías—de su poderío, que tan súbitamente resultó ineficaz: ese poder con el cual habían pensado que no había
nada que no pudiesen hacer contra el pueblo de Dios. pondrán la mano sobre su boca—el gesto de silencio (Job 21:5;
40:4; Salmo 107:42; Isaías 52:15). Se enmudecerán ante la maravillosa liberación de Israel, y ya no se jactarán de que el
pueblo de Dios esté destruído. ensordecerán sus oídos—quedarán tan aturdidos que no oirán lo que se les diga.
(Grocio.) Hubo tiempo cuando ansiosamente escuchaban todos los rumores, como si fuesen otros tantos avisos de
victorias; pero ahora tendrán miedo de escucharlos, porque de continuo temen nuevos desastres, cuando vean que el
Dios de Israel es tan poderoso. (Calvino.) Se taparán los oídos, como para no tener que oír de los éxitos de Israel. 17.
Lamerán el polvo—en abyecta postración como suplicantes (Isaías 72:9; véase Isaías 49:23; 65:25). como las serpientes
de la tierra—Como reptiles desde sus cuevas, ellos saldrán de sus escondrijos o fortalezas (Salmo 18:45), para entregarse
a los conquistadores. Más lit., “temblarán desde.” es decir, saldrán temblando de sus refugios. como las serpientes—
(Deuteronomio 32:24.) despavorirse han de Jehová—o bien, en su temor se volverán apresuradamente a Jehová. De este
modo se patentiza la antítesis: Ellos temblarán saliendo de sus cuevas: en azoramiento se volverán a Jehová, por la
salvación (véase Nota. Oseas 3:5, y Jeremías 33:9). temerán de ti—de ti, Jehová (y también a Israel, por estar él bajo tu
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protección). Hay aqui un cambio: de hablar de Dios, para hablar a Dios. (Maurer.) O más bien: “Temerán de ti, Israel.”
(Henderson.) 18. Agradecido por tan inesperada gracia prometida a Israel, Miqueas prorrumpe en alabanzas a Jehová.
olvidas el pecado—no en connivencia con él, sino perdonándolo; dejándolo sin castigar, como el viajero que pasa por
alto aquello que opta por no escudriñar (Proverbios 19:11). Contrástese Amós 7:8, “mirares [PAG. 919] a los pecados,”
Salmo 130:3. del resto—el remanente, el cual le será permitido sobrevivir al juicio previo: el electo residuo de gracia
(4:7; 5:3, 7, 8). no retuvo … su enojo—(Salmo 103:9.) amador de misericordia—el perdón de Dios está basado en su
naturaleza, la cual se deleita en favores y misericordia, y es adverso a la ira. 19. El tornará—a nosotros, por haberse
alejado de nosotros. sujetará nuestras iniquidades—lit., las hollará bajo los pies, por sernos hostiles y mortales. Sin la
subyugación de nuestras malas propensiones, ni el perdón nos podría dar paz. Cuando Dios nos quita la culpa del
pecado, de modo que ya no nos condene, también quita el poder del pecado, para que no se enseñoree de nosotros.
echará en los profundos de la mar—para nunca más surgir a la vista, sepultados de la vista en el eterno olvido: no
simplemente a la ribera, de donde puedan levantarse de nuevo. nuestras iniquidades … sus (Versión Inglesa)
pecados—cambio de personas. Miqueas en el primer caso se identifica con su pueblo y sus pecados. 20. Otorgarás …
la verdad—cumplirás la promesa fiel. A Jacob … a Abraham—La promesa hecha a los patriarcas, tú la cumplirás a la
posteridad de ellos. Las promesas de Dios se llaman “misericordia,” porque fluyen lentamente de la gracia; y
“verdad,” porque infaliblemente se verificarán (Lucas 1:72, 73; 1 Tesalonicenses 5:24). juraste a nuestros padres—
Salmo 105:9, 10.) La promesa a Abrahán está en Génesis 12:2 a Isaac, en Génesis 26:24; a Jacob, Génesis 28:13. Esta
inmutable promesa indica el convenio de que la simiente de los patriarcas nunca deberá perecer, y que debe ser
restaurada a su heredad tantas veces cuantas se tornen a Dios de todo corazón (Deuteronomio 30:1, 2).
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LIBRO DE NAHUM
INTRODUCCION
NAHUM significa consolación y venganza, simbolizando la “consolación” en el libro, para el pueblo de Dios, y la
“venganza” venidera para sus enemigos. En el primer capítulo los dos temas alternan; pero a medida que el profeta
adelanta, el asunto predominante es la venganza sobre la capital del enemigo asirio. A él se le llama el elcosita (1:1): de
Elkosh, o Elkesi, aldea de Galilea, señalada por Jerónimo (Prefacio de Nahum) como lugar de renombre entre los judíos,
habiendo allí rastros de antiguos edificios. Capernaum, o sea, “aldea de Nahum,” parece tomar su nombre de Nahum
por haber residido éste allí, aunque naciera en las cercanías de Elkosh. Hay otra Elkozh al este del Tigris, y al norte de
Mosul, y los judíos peregrinos creen que es el lugar del nacimiento y del sepulcro del profeta. Pero el libro de Nahum
en sus alusiones muestra un particular conocimiento de Palestina (1:4), y solamente un conocimiento general en
cuanto a Nínive (2:4–6; 3:2, 3).
Su descripción gráfica de Senaquerib y su ejército (1:9–12) hace probable que él estuviera en Jerusalén o cerca de la
misma, en ese tiempo; de ahí pues el número de frases que corresponden con las de Isaías (véase 1:8, 9, con Isaías 8:8;
10:23; 2:10 con Isaías 24:1 y 21:3: el 1:15 con Isaías 52:7). La profecía del 1:14 probablemente se refiere al asesinato de
Senaquerib veinte años después de su retorno de Palestina (Isaías 37:38). De este modo, la fecha de sus profecías
parece que fué alrededor de los primeros años de Ezequías. Así lo piensa Jerónimo. Es patente que él escribió mientras
el poder asirio estaba aún invicto (1:12; 2:11–13; 3:15–17). La correspondencia entre los sentimientos de Nahum y los
de Isaías y Ezequías, tal como está en 2 Reyes e Isaías, prueban la probabilidad de que las profecías de Nahum
pertenezcan al tiempo cuando Senaquerib estaba exigiendo la rendición de Jerusalén, y cuando el asedio aún no había
sido levantado (véase 1:2 con 2 Reyes 19:14, 15; 1:7 con 2 Reyes 18:22; 19:19, 31; 2 Crónicas 32:7, 8; 1:9, 11, con 2 Reyes
19:22, 27, 28; 1:14, con 2 Reyes 19:6, 7; 1:15 y 2:1, 2 con 19:32, 33; 2:13, con 2 Reyes 19:22, 23). Los datos históricos del
mismo libro son de la humillación de Israel y Judá por Asiria (2:2); la invasión de Judá (1:9, 11); y la conquista de No‐
amón, o Tebas, en el alto Egipto (3:8–10). Tiglatpileser y Salmanasar habían transportado a Israel. Los judíos estaban
acosados por los sirios, y empobrecidos por los tributos pagados por Acaz a Tiglatpileser (2 Crónicas 28; Isaías 7:9).
Sargón, el sucesor de Salmanasar, después de la reducción de Fenicia por éste, temiendo que Egipto se aliase con
Palestina contra él, emprendió una expedición a Africa (Isaías 20), y tomó a Tebas; este último hecho lo conocemos
solamente por Nahum, pero el éxito de la expedición, en general, es corroborado en Isaías 20. Senaquerib, el sucesor
de Sargón, hizo el último ataque asirio contra Judea, que terminó con la destrucción de su ejército, en el año catorce de
Ezequías (713–710 a de J. C.) Como Nahum se refiere a esto, en parte proféticamente, y en parte como asunto de
historia (1:9–13; 2:13), él debe haber vivido alrededor de los años 720–714 a. de J. C., o sea, casi cien años antes del
evento predicho, es decir, la destrucción de Nínive por las fuerzas unidas [PAG. 920] de Ciaxares y Nabopolasar en el
reinado de Quiniladano, año 625, o bien 603 a. de J. C.
La profecía es notable por su unidad de propósito. El objeto de Nahum fué inspirar a sus compatriotas, los judíos,
con la seguridad de que, por alarmante que su posición pareciera, expuestos como estaban a los ataques del poderoso
asirio, que ya había llevado cautivas las diez tribus—con todo, no solamente fracasaría el asirio (Senaquerib) en su
ataque a Jerusalén, sino que Nínive su propia capital sería tomada, y su imperio destruído; y esto, no por un ejercicio
arbitrario del poder de Jehová, sino a causa de las iniquidades de la ciudad y su pueblo.
Su posición en el canon es el séptimo de los profetas menores, tanto en el arreglo hebreo como en el griego. Y es el
séptimo en cuestión de fecha.
Su estilo es claro, elegante, y enérgico. Su característica más sorprendente es su poder de representar varias fases
de una idea, en las más concisas sentencias, como en la majestuosa descripción de Dios en el principio, la conquista de
Nínive, y la destrucción de No‐amón. (Eichorn.) De Wette llama la atención a su variedad de maneras de presentar
ideas, como marcando un gran talento poético. “Aquí hay algo sonoro en su lenguaje, hay algo que murmura; y en
ambas cosas alterna algo que es suave, delicado, y enternecedor, según el tema lo requiera.” Con la excepción de dos
palabras asirias alegadas (3:17), Versión Inglesa: “coronados,” por príncipes, y Versión Inglesa: “capitanes,” por sátrapas
(usada por Jeremías 51:27), el lenguaje es puro. Estas dos palabras, indudablemente, llegaron a ser conocidas en Judea
por medio de la intercomunicación con Asiria, en los siglos ocho y siete a. de J. C.
CAPITULO 1
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LOS ATRIBUTOS DE JEHOVA COMO JUEZ CELOSO DEL PECADO, PERO MISERICORDIOSO A SU PUEBLO
CREYENTE, DEBIERA INSPIRARLES LA CONFIANZA. NO PERMITIRA QUE LOS ASIRIOS LOS ATAQUEN
OTRA VEZ. SINO QUE DESTRUIRA AL ENEMIGO. 1. Carga de Nínive—La condenación profética de Nínive. Nahum
profetizó contra aquella ciudad 150 años después de Jonás. 2. celoso—en esta palabra hay severidad. y no obstante,
tierno afecto. Nosotros somos celosos solamente de los que amamos: el marido de la esposa; un rey, de la lealtad de
sus súbditos. Dios es celoso de los hombres, porque los ama. Díos no va a permitir un rival en lo que demanda de los
hombres. Su ardiente celo por su propio honor herido y por el amor de ellos, tanto como por su justicia, explican
todos sus temibles juicios: el diluvio, la destrucción de Jerusalén, y la de Nínive. Su celo no admitirá que sus amigos
sean oprimidos, ni que los enemigos de ellos prosperen (véase Exodo 20:5; 1 Corintios 16:22; 2 Corintios 11:2). El celo
(entusiasmo) ardiente entra en la idea de la palabra “celo” aquí (véase Números 25:11, 13; 1 Reyes 19:10). vengador es
Jehová … vengador—la repetición del incomunicable nombre JEHOVA, y de su venganza, da una terrible solemnidad
a la introducción. Señor de ira—similarmente, señor de la lengua; o sea elocuente. “Uno que puede, si quiere, dar efecto
lo más pronto a su furia.” (Grocio.) Nahum tiene en mente la provocación de Dios a la ira por los asirios, después que
hubieron llevado cautivas a las diez tribus, y cuando ya proceden a invadir a Judea en el reino de Ezequías. guarda
enojo para sus enemigos—la reserva para el tiempo por él señalado (2 Pedro 2:9). Después de mucho esperar en vano
el arrepentimiento de ellos, castigándolos finalmente. Se forma una opinión errónea de Jehová porque suspende el
castigo; no es que él sea insensible ni dilatorio, sino que guarda la ira para su propio tiempo conveniente. En el caso
del arrepentido, él no guarda ni retiene su enojo (Salmo 103:9; Jeremías 3:5, 12; Miqueas 7:18). 3. tardo para la ira, y
grande en poder—eso es, “tardo … pero grande en poder,” como para ser capaz en un momento, si quiere, destruir a
los malos. Su longanimidad no es por falta de poder para castigar (Exodo 34:6, 7). marcha entre la tempestad y
turbión—Desde éste hasta el v. 5, inclusive, es una descripción del poder de Dios exhibido en los fenómenos de la
naturaleza, especialmente cuando está airado. Su venganza barrerá al enemigo asirio como un torbellino (Proverbios
10:25). las nubes son el polvo de sus pies—grandes como son, él anda sobre ellas, como un hombre pisaría el polvo
menudo; es el Señor de las nubes, y hace uso de ellas como le plazca. 4. amenaza a la mar—como la increpó Jesús
(Mateo 8:26), probando que él mismo es Dios (véase Isaías 50:2). Basán fué destruído—“Basán languidece” (Versión
Inglesa), por causa de la sequía; comúnmente era región famosa por sus ricos pastos (véase Joel 1:10). la flor del
Líbano—su belleza floral; todo lo que florece tan exuberantemente en el Líbano (Oseas 14:7). Así como Basán era
famosa por sus pastos, Carmelo por sus trigales y viñas, así lo era el Líbano por sus bosques (Isaías 33:9). No hay nada
en el mundo tan floreciente, que Dios no pueda cambiar cuando está airado. 5. la tierra se abrasa—Así Grocio. Mas
bien, “se levanta,” eso es, “se alza trabajosamente (Maurer): como se traduce el hebreo en el Salmo 89:9; Oseas 13:1; 2
Samuel 5:21. 6. Su ira se derrama como fuego—como el fuego líquido derramado por todos lados por los volcanes
(véase Jeremías 7:20). se hienden las peñas—o “se hacen pedazos;” el efecto usual del fuego volcánico (Jeremías 51:25,
56). Como Aníbal hizo volar por fuego las rocas alpinas, para abrir paso para su ejército. (Grocio.) 7. En éste Nahum
entra en su tema especial, para lo cual los versículos anteriores han preparado el camino, es decir, para asegurar a su
pueblo que en Jehová estaban a salvo bajo el inminente ataque de Senaquerib (v. 7), y para anunciar la condena de
Nínive, capital del enemigo asirio (V. 8). El contraste de los vv. 7 y 8 realza la fuerza de los mismos. conoce—[PAG.
921] a los suyos propios (Oseas 13:5; Amós 3:2); y así los cuida y los guarda (Salmo 1:6; 2 Timoteo 2:19). 8. con
inundación impetuosa—es decir, con irresistible poder, que como torrente lleva por delante toda barrera. Esta figura
se aplica muchas veces a los irresistibles ejércitos invasores. También es imagen de calamidad en general (Salmo 32:6;
42:7; 90:5). Hay, quizás, una alusión especial al modo en que Nínive fué capturada por el ejército de los
medobabilonios, a saber, por una creciente del río que derribó veinte estadios del muro (véase Nota 2:6; Isaías 8:8;
Daniel 9:26; 11:10, 22, 40). hará consumación de su lugar—“lugar de ella”; se personifica a Nínive, como una reina; su
residencia, la ciudad misma (2:8). (Maurer.) O bien, El destruirá tan completamente a Nínive, que su lugar no podrá ser
hallado; esto lo confirma el 3:17 (véase Salmo 37:36; Daniel 2:35; Apocalipsis 12:8; 20:11). tinieblas—las más severas
calamidades. 9. ¿Qué pensáis contra Jehová?—Se dirige abruptamente a los asirios. ¡Cuán alocado es vuestro intento,
oh asirios, de resistir a un Dios tan poderoso! ¿Qué podéis hacer vosotros contra un adversario tal, aun cuando hayáis
salido tan airosos contra todos los demás adversarios? Os imagináis que tenéis que veros meramente con seres
mortales y con pueblo débil, y que ganaréis tan fácilmente la victoria; pero tenéis que encontraros con Dios, el
protector de su pueblo. Paralelo a Isaías 37:23–29; véase Salmo 1:1. El hará consumación—El completo derrocamiento
de las huestes de Senaquerib, que pronto se efectuaría, es una prenda del “fin total” de Nínive misma. la tribulación
no se levantará dos veces—La “tribulación” de Judá causada por la invasión no se repetirá jamás. Así el V. 12. Pero
Calvino entiende que la “tribulación” es la de Asiria: que “no habrá necesidad de que Dios os inflija un segundo golpe:
él hará una consumación de vosotros una vez por todas” (1 Samuel 3:12; 26:8; 2 Samuel 20:10). De ser así, este v., en
contraste con el v. 12, expresará: La tribulación no visitará a los asirios más, en un sentido muy diferente de aquel en
que Dios no afligirá más a Judá: El golpe será fatalmente final, en el caso de los asirios, en cuanto a Judá, Dios hará
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que la felicidad duradera suceda al castigo temporario. Pero parece más lógico hacer referir “la tribulación” aquí,
como del v. 12, a Judá; en efecto, la destrucción, y más bien que la tribulación, se aplica a los asirios. 10. como espinas
entretegidas—lit., “al mismo grado como espinas” (véase 1 Crónicas 4:27). Como los espinos tan entrelazados y
enredados que con mucha dificultad pueden ser desprendidos, los labradores los arrojan al fuego en un montón, así
los asirios serán dados todos juntos a la destrucción. Véase 2 Samuel 23:6, 7, donde también “espinas” es figura de los
inicuos. Como esta imagen representa la rapidez de la destrucción de ellos en montón, así también la de los
“borrachos,” como si fuera espontáneamente, que se precipitan al fuego; porque los borrachos caen sin que nadie los
empuje. (Kimchi.) Calvino explica: Aunque seáis peligrosos para tocar (eso es, llenos de furia y violencia), sin embargo, el
Señor fácilmente os puede consumir. Pero “aunque” (que sustituye a mientras: “mientras estén entretegidos,” Versión
Inglesa) apenas puede aplicarse a la frase que sigue, “mientras se embriaguen.” La Versión Inglesa y Kimchi han de ser
preferidas. La comparación de los borrachos es apropiada. Porque los borrachos, aunque alegres y atrevidos, son
débiles y fácilmente derribados. Así la insolente confianza en sí mismos de los asirios, precipitará su destrucción por
Dios. El hebreo es “remojados,” o “embriagados con su propio vino.” Acaso se alude a sus orgías durante las cuales
(según Diodoro Sic., 2.) el enemigo irrumpió en la ciudad de ellos, y Sardanápolo quemó su palacio, aunque la
principal y última destrucción de Nínive a que se refiere Nahum, fué muy posterior a aquella ocurrida bajo
Sardanápolo. 11. La causa de la caída de Nínive; el complot de Senaquerib contra Judá. De ti salió—Oh, Nínive. De ti
misma se originará la causa de tu propia ruina, la culpa de ella la tendrás tú sola. el que pensó mal—Senaquerib llevó
a cabo las imaginaciones de sus conciudadanos (v . 9) contra el Señor y su pueblo (2 Reyes 19:22, 23). un consultor
impío—lit., “un consejero de Belial.” Belial significa sin provecho, inútil, y por tanto, malo (1 Samuel 25:25; 2 Corintios
6:15). 12–14. Las mismas verdades se repiten como de los vv. 9–11; Jehová es quien habla aquí. Se dirige a Judá,
profetizándole bien a él, y mal para el asirio. Aunque reposo tengan—eso es, sin temor, y tranquilamente seguros. Así
Chaldea y Calvino. O bien, entero, completo; “Aunque el poder de ellos se halle entero o intacto. (Maurer.), y aunque
sean tantos, aun así serán cortados” (lit., rasurados; como el cabello afeitado por la navaja, Isaías 7:20. Como el asirio fué
navaja que afeitara a otros, así será él mismo afeitado. La retribución en la misma moneda). En el colmo de su orgullo
y poder, serán cortados en limpio. La misma expresión hebrea se usa por “igualmente” y “con todo así.” Cuantos son
ellos, tantos perecerán, y él pasará—hasta su fin (morirá); él, “el consultor impío” (v. 11), Senaquerib. El cambio de
número para el singular lo distingue a él de su hueste. Estos serán talados, él pasará para su casa (2 Reyes 19:35, 36).
Henderson. La Versión Inglesa es mejor: “Serán talados, cuando él (Jehová) pasare por medio,” destruyendo de un solo
golpe a la hueste asiria. Esto da la razón por qué ellos con todo su número y poder, han de ser tan completamente
destruídos. Véase “pasar por medio,” es decir, en poder destructor (Ezequiel 12:12, 13; Isaías 8:8; Daniel 11:10 Bien
que te he afligido—a Judá. “No te afligiré más” (Isaías 40:1, 2; 52:1, 2). El contraste es entre “ellos,” los asirios, y “ti,”
Judá. El castigo de ellos es fatal y final. El de Judá fué temporario y correctivo. 13. quebraré su yugo—el yugo asirio,
es decir, el tributo impuesto por Senaquerib a Ezequías (2 Reyes 18:14). de sobre ti—Oh Judá (Isaías 10:27). 14. que
nunca más sea sembrado alguno de tu nombre—que no nazca hijo que lleve tu nombre, como rey de Nínive; que tu
dinastía se extinga: a saber con la destrucción de Nínive aquí predicha. Se dirige al rey de Asiria. talaré escultura y
estatua de fundición—los medos bajo Ciaxares, los codestructores de Nínive, con los babilónicos, aborrecían la
idolatría, y se deleitarían en destruir los ídolos de aquella ciudad. Como los asirios hayan tratado los dioses de otras
naciones, así serán tratados los dioses suyos (2 Reyes 19:18). Los palacios asirios presentaban un carácter sagrado
(Layard); de modo que “la casa de tus dioses” puede que se refiera al palacio. En Khorsabad aun queda una
representación de hombre que hace pedazos a un ídolo. haréla tu sepulcro—“Haré de la casa de tus dioses (a saber:
Nisroch) tu sepulcro” (2 Reyes 19:37; Isaías 37:38). Así que, por [PAG. 922] ser muerto en ella Senaquerib, la casa de
Nisroch debía ser profanada. Ni tus dioses, ni tu templo, te salvarán; pero tu templo será tu sepulcro. porque fuiste
vil—o bien, fuiste hallado falto, pesas menos de lo debido (Daniel 5:27; Job 31:6). 15. Este v. en el texto hebreo está
unido al capítulo dos. Es casi lo mismo que Isaías 52:7, que se refiere a una liberación similar de Babilonia. que trae
buenas nuevas—anunciando la destrucción de Senaquerib y la liberación de Jerusalén. Los “montes” son aquellos
que rodean a Jerusalén, donde el ejército de Senaquerib había acampado recientemente, impidiendo a Judá guardar
sus “fiestas,” pero por donde ahora los mensajeros corren a Jerusalén, publicando con voz fuerte la destrucción de
aquél, donde hacía poco no se atrevían a abrir la boca. Un tipo de la mucho más gloriosa liberación espiritual del
pueblo de Dios por el Mesías, del poder de Satán, proclamada por los ministros del evangelio (Romanos 10:15).
cumple tus votos—los que prometiste, si Dios te librara del asirio. el malvado—lit., Belial; el mismo como “el
consejero de Belial” (1:11), a saber, Senaquerib.
CAPITULO 2
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EL AVANCE DE LAS FUERZAS DESTRUCTORAS CONTRA NINIVE, DESPUES QUE ESTA HUBO SIDO
USADA POR UN TIEMPO COMO LA VARA DE DIOS PARA CASTIGAR A SU PUEBLO: LA CAPTURA DE
AQUELLA MORADA DE LEONES, DE ACUERDO CON LA SEGURA PALABRA DE JEHOVA. 1. Subió
destruidor—“el que desmenuza:” “el hacha guerrera” de Dios, con la cual “desmenuzará” a sus enemigos. Jeremías
51:20 aplica el mismo término hebreo a Nabucodonosor (véase Proverbios 25:18; Jeremías 50:23, “el martillo de toda la
tierra”). Aquí está indicado proféticamente el ejército medobabilónico bajo Ciaxares y Nabopolasar, que destruyó a
Nínive. contra ti—“delante de tu rostro” (Versión Inglesa); ante Nínive. Abiertamente, de modo que la obra de Dios sea
manifiesta. mira el camino—por el cual el enemigo atacará, a fin de estar pronta para enfrentarlo. Aviso irónico;
equivalente a una profecía: Tendrás necesidad de usar todos los medios posibles de defensa; pero por muchos que
ellos fueren, todo será en vano. fortifica los lomos—los lomos son el asiento de la fuerza; ceñírselos es preparar toda
la fuerza de uno para la lucha (Job 40:7). También cíñete tu espada (2 Samuel 20:8; 2 Reyes 4:29). 2. Porque Jehová
restituirá la gloria de Jacob—es decir, El tiempo para la destrucción de Nínive está maduro, porque Jacob (Judá) e
Israel (las diez tribus) han sido suficientemente castigadas. La vara asiria de castigo habiendo consumado su obra, ha
de ser arrojada al fuego. Si Dios castigó a Jacob e Israel con toda su “gloria” (Jerusalén, y el templo, que era la
preeminente excelencia de ellos en los ojos de Dios entre las naciones, Salmo 47:4; 87:2; Ezequiel 24:21; Nota, Amós
6:8), ¿cuánto más castigará fatalmente a Nínive, ciudad que le es ajena e idólatra? Maurer, no tan bien, traduce:
“restaura,” o “restaurará, la gloria de Jacob …” vaciadores—los saqueadores asirios. los vaciaron—saquearon a los
israelitas y judíos (Oseas 10:1). Véase Salmo 80:8–16, sobre los mugrones (vástagos de la vid), aplicados a Israel. 3. sus
valientes—los guerreros del general medobabilónico que atacan a Nínive. será bermejo—los antiguos teñían de rojo
sus escudos de cuero de toro, en parte para aterrar al enemigo, pero principalmente para que la sangre de las heridas
recibidas no fuese vista por él y le diese confianza (Calvino.) G. V. Smith conjetura que la referencia es al reflejo rojizo
del sol en los escudos de bronce o cobre, como aquellos hallados entre los escombros asirios. vestidos de grana—el
carmesí de las túnicas militares (véase Mateo 27:28). Jenofonte menciona que los medos eran aficionados a este color.
Los lidios y tirios extraían la tinta de un gusano particular. el carro como fuego de hachas—eso es, los carros serán
como antorchas encendidas, sus ruedas en su rotación con la rapidez de relámpago, encendiendo luz y despidiendo
rayos de las piedras pisadas (véase Isaías 5:28). La Versión Inglesa supone una transposición de las letras hebreas. Es
mejor traducir el hebreo como está “los carros (serán equipados) con guadañas que echan fuego” (lit., con el fuego, o
resplandor, de armas de hierro). Fijaban guadañas de hierro a los ejes del carro guerrero, en ángulo recto con la punta
hacia abajo, o bien, paralelas al eje, las insertaban en las pinas de las ruedas. Los medos, tal vez, tenían tales carros,
aunque no se hallan restos de ellos en las ruinas asirias. En razón de este hecho, puede ser mejor traducir: “los carros
(vendrán) con el resplandor de armas de acero.”—(Maurer y G. V. Smith.) el día en que se aparejará—Jehová (Isaías
13:3). O bien: “se aparejará el comandante medobabilónico para el ataque” (v. 1). Esto lo confirma el uso de los
pronombres en este v. temblarán las hayas—“Se blandirán las lanzas de haya (o de abeto), como para infundir terror. O
bien, “serán trémulas con el blandirse.” (Maurer.) 4. se precipitarán—se dirigen con furioso apresuramiento (Jeremías
46:9). discurrirán—“correrán de acá para allá.” (Maurer.) por las calles—Grandes espacios abiertos en los suburbios
de Nínive. su aspecto como hachas encendidas—lit: “la apariencia de ellas (femenino en el hebreo), o sea de las
“calles” (plazas, lit., lugares anchos) es como la de antorchas, por el número de carros que en ellos brillan al sol
(Proverbios 8:26). correrán como relámpagos—con rápida violencia (Mateo 24:27; Lucas 10:18). 5. Los preparativos
asirios para la defensa. Acordaráse él (el rey asirio) de sus valientes—(3:18). Repasar, o recontar en su mente a sus
nobles, escogiendo a los más valientes que corran a las murallas y repelan el ataque. Pero en vano: porque “en su
avance tropezarán”, por causa del temor y la prisa. la cubierta se aparejará—más bien, la máquina cubridora usada por
los sitiadores para protegerse al avanzar hacia el muro. Tales transiciones repentinas, como aquí de sitiados a
sitiadores, son frecuentes (véase Ezequiel 4:2). (Maurer.) O bien, usada por los asirios sitiados. (Calvino.) 6. Las
puertas de los ríos se abrirán—El muro del río sobre el Tigris (que era la defensa de Nínive por el oeste) era de 4.103
metros de largo. Por los lados norte, sur y este había grandes fosos, que fácilmente podían ser llenados de agua del
Khosru. Todavía se ven allí represas (“puertas,” o compuertas) con que se regulaba el abastecimiento, así que a la
ciudad entera se la podía rodear con una barrera de agua (v. 8). Además, sobre el este, el lado más débil, era protegida
todavía por un altísimo terraplén doble con un foso de 58 metros de ancho entre las dos partes, excavado en el suelo
rocoso. Los fosos o canales, inundados por los ninivitas antes del asedio para repeler al enemigo, éste los volvió [PAG.
923] un lecho seco para marchar sobre la ciudad, desviando las aguas hacia otro canal diferente; como hizo Ciro en el
sitio de Babilonia. (Maurer.) En la anterior captura de Nínive por Arbaces el medo y Belesis el babilonio, Diodoro Sic.,
L. 2:80, manifiesta que había una antigua profecía de que ella no sería tomada mientras el río no se le volviese
enemigo. Así que en el tercer año del sitio, el río por un desbordamiento derribó las murallas en unos veinte estadios
(como 2.500 metros); y por lo tanto el rey a sí mismo se prendió fuego, a sus palacios, a todas sus concubinas y
riquezas juntamente, y el enemigo entró por la brecha en el muro. El fuego y el agua fueron sin duda los medios de la
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segunda destrucción predicha aquí, así como de la primera. palacio … destruído—por la inundación. (Henderson.) O
bien, los que estén en el palacio se derretirán (Versión Inglesa), serán consumidos por el temor, a saber, el rey y sus
nobles. (Grocio.) 7. la reina—“Huzab” (Versión Inglesa): el nombre de la reina de Nínive, de una raíz que indica que
ella estaba al lado del rey (Salmo 45:9). (Vatablo). Más bien, a Nínive se le personifica como reina. La que hacía tiempo
estaba en la más suprema prosperidad. Así Calvino. Maurer cree que no es un nombre, y traduce: “está establecido,” o
“determinado (véase Génesis 41:32). La Versión Inglesa se apoya más por el paralelismo. fué cautiva—El hebreo
requiere más bien: “ella queda desnudada: “la sacan de los apartamientos donde las mujeres orientales permanecían
recluídas, y las despojan de sus atavíos ornamentales. Véase Isaías 47:2, 3, donde se usa la misma figura de una mujer
con la cara y piernas expuestas, como de una ciudad cautiva y desmantelada (véase 3:5). (Maurer.) que suba—al
pueblo de ella se le hará subir a Babilonia. Véase el uso de “subir” para decir “mudarse de un lugar,” Jeremías 21:2. sus
criadas … gimiendo como palomas—Como Nínive se compara a una reina destronada y deshonrada, así ella tenía
asignadas en la figura criadas que la atendían con quejidos como de palomas (Isaías 38:14; 59:11. La figura significa
desamparo y aflicción silenciosos, con quejidos audibles de vez en cuando. Puede ser que signifique las ciudades
menores y dependencias de Nínive, o bien, las mujeres cautivas de ella. (Jerónimo.) Grocio y Maurer traducen: por “la
llevarán,” “se quejan,” o “suspiran”. batiendo sus pechos—como sobre una pandereta. 8. Y fué Nínive—“Aunque
fué.” (G. V. Smith.) de … antiguo—más bien, “desde los días que ella ha existido”: desde el más temprano período de
su existencia. Aludiendo a la antigüedad de Nínive (Génesis 10:11). “Aunque Nínive desde antiguo ha sido defendida
por el agua que la rodea, con todo, sus habitantes huirán.” Grocio, como es menos probable (véase 3:8–12), interpreta:
las “aguas” de su numerosa población (Isaías 8:7; Jeremías 51:13; Apocalipsis 17:15). Parad, parad—gritarán, eso es, los
pocos ciudadanos patrióticos gritarán a sus compatriotas que huyan; “pero ninguno mira atrás,” mucho menos se
detienen en su huída, tan sobrecogidos están de terror. 9. Saquead plata … ore—se llama a los conquistadores para
que despojen a la ciudad. Las riquezas de Nínive surgieron del tributo anual pagado por tantos estados sometidos,
como de su extenso comercio (3:16; Ezequiel 27:23, 24). riquezas—acumuladas por el despojo de naciones sometidas.
En las ruinas de Nínive se hallan pequeños artículos de valor (bronce incrustado de oro, joyas, sellos, y vasos de
alabastro), mientras que no hay ninguno de oro y plata. Estas, como aquí se predice, fueron “saqueadas” antes que los
palacios fueran incendiados. suntuosidad de todo ajuar de codicia—“Hay abundancia de preciosos vasos de toda
especie.” (Maurer.) 10. Lit., vacuidad, despojamiento, y devastación. La acumulación de sustantivos sin un verbo (como en
el 3:2), derivados de la misma raíz los dos primeros, y de sonidos parecidos, y aumentándose en el número de sílabas
hasta una especie de clímax, intensifica la lóbrega efectividad de la expresión. En el hebreo: Bukah, Mebukah, Mebullakah
(véase Isaias 24:1, 3, 4; Sofonías 1:15). los rostros de todos tomarán negrura—(Nota, Joel 2:6.) Calvino traduce: “retiran
(lit., recogen) su brillo,” o rubor; es decir, palidecen. Esta es probablemente la mejor interpretación. Así Maurer. 11.
morada de los leones—Nínive, el asiento del imperio de rapaces guerreros destructores de varios grados, tipificados
por los “leones,” “leoncillos,” y “león viejo” (o leonesa: Maurer), “el cachorro de león.” La figura es peculiarmente
apropiada, ya que leones de todas formas, alados, y a veces con cabeza de hombre, se encuentran frecuentemente en
los sepulcros asirios. Estaba tan llena de los despojos de todas las naciones, como la guarida del león. de los restos de
su presa. La pregunta, “¿dónde …?” denota que Jehová “haría consumación de su lugar, ” de suerte que su misma
ubicación no pudiera ser hallada (1:8). Es una pregunta que expresa sorpresa, tan increíble cosa parecía entonces. 12.
presa … robo—diferentes clases de botín. Véase Isaías 3:1: “el sostén y el sustento,” etc. 13. Encenderé … a humo—
“reduciré,” es táctico: vale decir: “serán enteramente consumidos por el fuego”. (Maurer) (Salmo 37:20; 46:9). Calvino,
como la Versión Inglesa, explica: En cuanto la llama prenda, y el fuego eche humo, quemaré sus carros. raeré de la
tierra tu robo—ya no te llevarás más despojos de las naciones de la tierra. nunca más se oirá voz de tus
embajadores—jamás se oirán más tus emisarios por todas las provincias, transmitiendo las órdenes de tu rey, y
exigiendo tributo a las naciones sojuzgadas.
CAPITULO 3
(Ewald.) Gesenius traduce: “levanta (lit., hace ascender) a su caballo”. Similarmente [PAG. 924] Maurer: “hace a su
caballo erguirse sobre las patas traseras.” La Vulgata traduce: “ascendiendo,” eso es, haciendo avanzar su caballo para
el asalto. Esta acaso es mejor que la Versión Inglesa. resplandor de espada, y resplandor de lanza—Concuerda bien
con “caballero inhiesto” (o “caballería avanzando”), en la representación gráfica del escenario de batalla. en sus
cadáveres tropezarán—el enemigo medobabilonio tropieza en los cadáveres asirios. 4. A causa de … las
fornicaciones—esto indica la razón de la destrucción de Nínive. de la ramera de hermosa gala—Como Asiria no era
adoradora del verdadero Dios, sus “fornicaciones” no pueden significar como en el caso de Israel, la apostasía al culto
de dioses falsos; sino sus artificios prostitucionales con que seducía los estados vecinos para subyugarlos a sí. Como los
incautos son atraídos por la apariencia de “la ramera de hermosa gala”, así Israel, y Judá (v. g., bajo Acaz, que
llamando en su socorro a Tiglatpileser, fué hecho por él tributario, 2 Reyes 16:7–10), y otras naciones fueron tentadas
por las declaraciones plausibles de Asiria, y por el cebo del comercio (Apocalipsis 18:2, 3), a confiar en ella. vende las
gentes—las priva de la libertad; como se solía vender a los esclavos; y en otras propiedades también la venta era el
modo usual de transferir. Maurer entiende que es la privación de su libertad a las naciones y la venta literal de ellas a
pueblos distantes como esclavos, (Joel 3:2, 3, 6–8). Pero no hay en otra parte evidencia de que los asirios hiciesen esto.
hechizos—(Isaías 47:9, 12.) Aludiendo a los encantamientos amorosos con que las rameras tratan de enloquecer y
engañar a los jóvenes; lo que corresponde a las sutiles maquinaciones por las cuales los asirios atraían hacia sí a las
naciones. 5. descubriré tus faldas en tu cara—es decir, descubriré tu desnudez, con alzar tus faldas hasta tu cara (el
insulto más grande posible), levantándotelas arriba de la cabeza (Jeremías 13:22; Ezequiel 16:37–41). Yo te trataré a ti,
no como a una dama, sino como a una ramera, cuya vergüenza está exhibida; despojada de sus ostentosos atavíos
(Isaías 47:2, 3). Así Nínive será despojada de toda la gloria y defensas de las que se enorgullecía. 6. echaré sobre ti
suciedades—como solían tratar a las infames rameras. como estiércol—Versión Inglesa: “como un hazmereír,” un
espectáculo; expuesta a la ignominia pública como una amonestación para otros (Ezequiel 28:17). 7. todos los que te
vieren—cuando estés ya hecha un espectáculo tal. se apartarán de ti—como de una cosa horrible de mirar. Véase
“estando lejos,” Apocalipsis 18:10. ¿dónde te buscaré consoladores?—véase Isaías 51:19, texto que Nahum tenia ante
la mente. 8. No‐amón—el nombre egipcio de Tebas, en el Alto Egipto; quiere decir porción, o posesión de Amon, el
Jupiter egipcio (por eso los egipcios llamaban Dióspolis a la cíudad), el que era especialmente adorado allí. Las
inscripciones egipcias lo llaman el dios Amón‐re, o sea, Amón el Sol; está representado como figura humana con
cabeza de carnero, sentado sobre una silla (Jeremías 46:25; Ezequiel 30:14–16). El golpe infligido sobre No‐amón,
descrito en el v. 10, fué ejecutado probablemente por el asirio Sargón (véase notas, Isaías caps. 18 y 20). Como Tebas,
con todos sus recursos, fué sojuzgada por Asiria, así la Nínive asiria, no obstante su poderío, será subyugada a su vez
por Babilonia. asentada entre ríos—probablemente los canales deltaicos del Nilo (véase Isaías 19:6–8). Tebas estaba
situada sobre ambos lados del río. Era famosa en el tiempo de Homero por sus cien puertas (La lliada, 9:381). Sus
ruinas aun describen un circuito de 47 kilómetros. De ellas las más famosas son los templos de Luxor y Carnac, al este
del río. La columnata del primero y el gran salón del segundo, son de dimensiones estupendas. Un muro todavía
representa la expedición de Sisac contra Jerusalén en el reinado de Roboam (1 Reyes 14:25; 2 Crónicas 12:2–9). del mar
su muralla?—eso es, levantada “desde la mar” Maurer traduce: “cuya muralla consistía en la mar.” Pero eso sería una
repetición de la frase anterior. Se llama mar al Nilo, por su apariencia en la creciente anual (Isaías 19:5). 9. Etíopia—el
hebreo: Cush. Se cree que Etiopía era en aquel entonces dueña del Alto Egipto. su fortaleza—su salvaguardia (o
defensor) como aliado. Egipto—El Bajo Egipto. sin límite—los recursos de éstos, sus aliados, eran ilímites. Put—o
bien, Phut (Fut) (Génesis 10:6). Descendió de Cam (Ezequiel 27:10). De una raíz que significa arco; pues eran famosos
como arqueros. (Gesenius.) Probablemente al oeste del Bajo Egipto. Josefo (en sus Antigüedades, 1, 6, 2) lo identifica
con Mauritania (véase Jeremías 46:9; Ezequiel 38:5). Libia—Versión Inglesa: “Lubim:” los libios, cuya capital era Cirene;
se extendía a lo largo de la costa del Mediterráneo, al oeste de Egipto (2 Crónicas 12:3; 16:8; Hechos 2:10). Pero, como
los lubims están siempre relacionados con los egipcios y los etíopes, tal vez son distintos de los libios. Los lubims
probablemente eran al principio tribus errantes, que después se establecieron bajo Cartago en la región de Cirene, con
el nombre de libios. en tu ayuda—entre tus auxiliadores, es decir. los de No‐amón. 10. A pesar de todo su poderío,
ella fué vencida. sobre sus varones echaron suertes—los repartieron por suertes entre sí para esclavos (Joel 3:3). 11.
embriagada—Se le hará beber de la copa de la ira de Jehová (Isaías 51:17, 21; Jeremías 25:15). encerrada—cubierta de
la vista: una predicación notable, Verificada en el estado en que se encontraron las ruinas de Nínive. (G. V. Smith.)
Pero como “encerrada” precede a “buscarás fortaleza …” se refiere más bien al estado de Nínive cuando fué atacada
por el enemigo: “Tú que tanto te vanaglorias de ti misma, serás compelida a buscar dónde refugiarte del enemigo”
(Calvino); o bien, serás abandonada y serás despreciada por todos. (Maurer.) buscarás fortaleza a causa del
enemigo—tú también, como Tebas (v. 9), tendrás que recurrir a otras naciones por ayuda contra tu enemigo
medobabilónico. 12. tus fortalezas—en los límites de Asiria, que protegían los accesos a Nínive: “las puertas de tu
tierra” (v. 13). cual higueras con brevas—expresando la rapidez y facilidad de la captura de Nínive (Véase Isaías 28:4;
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Apocalipsis 6:13). 13. tu pueblo—tus soldados. como mujeres—impotentes para pelear por ti (Isaias 19:16; Jeremías
50:37; 51:30). puertas de tu tierra—los pasos fortificados o entradas a la región de Nínive (véase Jeremías 15:7). Al
nordeste de Nínive había colinas que proporcionaban una barrera natural contra el invasor; los pasos guardados a
través de éstos, son probablemente “las puertas de la tierra” indicadas. fuego consumirá tus barras—las “barras” de
las fortalezas en los pasos hacia Asiria. Así en las ruinas asirias las representaciones de los mismos asirios en el acto de
prender a las puertas de una ciudad (Bonomi, Nínive 194, 197). 14. Irónica exhortación [PAG. 925] a Nínive para que
se defienda. Provéete de agua—a fin de no estar sin agua para beber, en el evento de ser cortadas tus fuentes por los
sitiadores. fortifica el horno—o bien, “repáralo” (Maurer); a fin de tener una provisión de ladrillos formados de
arcilla cocida (en horno), para reparar brechas de las murallas, o para construir nuevas fortificaciones interiores,
cuando las exteriores sean tomadas por el enemigo. 15. Allí—en el mismo escenario de tus grandes preparativos para
la defensa; y donde tú estás ahora tan segura. fuego—también como en la primera destrucción; Sardanápolo (Pul?)
pereció con toda su casa, en la conflagración de su palacio, habiéndole prendido fuego en su desesperación, los restos
del cual todavía permanecen. pulgón—“la langosta devoradora.” (Henderson.) multiplícate como langosta—“las
langostas en mangas o invasoras” (Henderson); eso es, por “muchas” que sean tus fuerzas; como las de “las langostas
invasoras,” o de las “langostas devoradoras,” con todo, el enemigo te consumirá a ti, como las “langostas
devoradoras” devoran todo lo que encuentran. 16. Multiplicaste tus mercaderes—(Ezequiel 27:23, 24.) Nínive, por
grandes canales, tenía fácil acceso a Babilonia; y era una de las grandes rutas para la gente del oeste y noroeste hacia
aquella ciudad; situada sobre el Tigris ésta tenía acceso a la mar. Los fenicios llevaban las mercaderías de ella por
todas partes. Por tanto se ha hablado mucho de sus mercaderías. El pulgón hizo presa, y voló—eso es, despojaron a
tus mercaderes. El pulgón, o las langostas devoradoras, corresponde a los invasores medobabilonios de Nínive. (G. V.
Smith.) La explicación de calvino es menos probable: “Tus mercaderes despojaron muchas regiones; pero lo mismo les
sucederá a ellos que a las langostas: de un momento serán esparcidos y se volarán.” Maurer, algo similarmente: “La
langosta devoradora se desviste (arroja de sí la envoltura en que estaban plegadas sus alas) y se va (2:9; Joel 1:4). El
hebreo tiene diez nombres diferentes para la langosta, tan destructora era ella. 17. tus príncipes—lit., “tus coronados”
(Apocalipsis 9:7). Los nobles del rey y oficiales usaban la tiara, tanto como el rey; por eso es que se llamaban “los
coronados.” serán como langostas—en números: como las de manga, o invasoras. tus grandes—Tifsar, una palabra
asiria; hallada también en Jeremías 51:27, y significa sátrapas (Michaelis); o más bien, “jefes militares.” (Maurer.) La
última sílaba, sar, significa príncipe, y se halla en Belsasar; Nabopolasar, Nabucodonosar. como langostas de langostas—
eso es, las langostas más grandes. Maurer traduce: “tantos como langostas sobre langostas,” eso es, enjambres o
mangas de langostas. El lenguaje hebreo favorece la Versión Inglesa, “como grandes saltamontes.” en vallados en día de
frío—el frío priva a la langosta del poder de volar; así se posan en tiempo de frío y de noche, pero cuando las calienta
el sol, se van “volando.” Así las multitudes asirias repentinamente desaparecerán, no dejando ní una huella tras de sí
(véase Plinio, Hist. Nat. 11:29). 18. tus pastores—o sea, tus líderes. durmieron—Están descuidadamente tranquilos.
(Maurer.) Más bien, “tendidos en el sueño de la muerte,” muertos en batalla (Jerónimo) (Exodo 15:16; Salmo 76:6).
reposaron (en el polvo, tácitas) tus valientes—(Salmo 7:5; 94:17.) tu pueblo se derramó—la consecuencia necesaria por
haber sido abatidos sus jefes (1 Reyes 22:17). 19. tu fama—la noticia acerca de ti. batirán las manos—de gozo por tu
caída. Los únicos descendientes de los antiguos asirios y babilonios en todo el país, son los cristianos nestorianos,
quienes hablan una lengua caldea. (Layard.) ¿sobre quién no pasó … tu malicia?—sobreentendiéndose la larga
paciencia de Dios, y la consecuente enormidad de la culpa de Asiria, lo que hacía que su caso ya no admitiera
esperanza alguna de restauración.
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LIBRO DE HABACUC
INTRODUCCION
HABACUC, de una raíz hebrea que significa abrazar, denota “favorito” (es decir, de Dios) y “luchador” (para el
bien de su país). Algunos autores antiguos lo representan como perteneciente a la tribu de Leví; otros (Seudo
Epifanio), a la de Simeón. La inscripción a Bel y el Dragón en la Versión de los Setenta afirma aquello; y el 3:19 de
Habacuc tal vez favorece la segunda idea. Eusebio expresa que en su tiempo la tumba de Habacuc era señalada en
Celia, en la Palestina.
El tiempo parece haber sido cerca del año 610 a. de J. C. Los caldeos atacaron a Jerusalén en el noveno mes del año
quinto de Joacim, 605 a. de J. C. (2 Reyes 24:1; 2 Crónicas 36:6; Jeremías 46:2; 36:9). Y Habacuc (1:5, 6, etc.) indica que
los caldeos estaban a punto de invadir a Judá, sin haberlo emprendido en efecto. En el capítulo dos él procede a
consolar a su pueblo al predecir la humillación de sus conquistadores y el pronto cumplimiento de la visión. En el
tres, el profeta en una oda sublime celebra las liberaciones obradas por Jehová a favor de su pueblo en tiempos
pasados, como la base de su seguridad de que los librará otra vez, a pesar de todas las calamidades existentes; y el v.
16 muestra que el invasor solamente está acercándose, y que no ha llegado aún; así que en suma se refiere a la
invasión del tiempo de Joacim, no a la del tiempo de Joaquín y Sedecías. El apéndice apócrifo al libro de Daniel
manifiesta que él vivió para ver el exilio babilónico (588 a. de J. C.), lo cual concuerda con la noción de que profetizara
en la primera parte del reinado de Joacim, alrededor del año 610. El orden del libro, después de Nahum es apropiado;
por cuanto Nahum trató acerca de [PAG. 926] los juicios del Señor contra Asiria, por su violencia contra Israel,
Habacuc trató cosas similares respecto a los caldeos, por la misma razón.
El estilo es poético y sublime; los paralelismos generalmente regulares. Ocurren ideas sugeridas por otras citas
(véase 3:19, con Salmo 18:33; 2:6, con Isaías 14:4; 2:14, con Isaías 11:9).
Los catálogos antiguos denotan que su libro es parte del canon de la Escritura. En el Nuevo Testamento, Romanos
1:17 cita (pero sin nombrarlo) el texto 2:4; véase también Gálatas 3:11; Hebreos 10:38; Hechos 13:40, 41, citan Habacuc
1:5. Se mencionan varias palabras hebreas peculiares a Habacuc (en 1:9; 2:6, 16).
CAPITULO 1
manos de aquella nación. Así en forma análoga, en los días de San Pablo, los judíos no querían creer el juicio que se
aproximaba sobre ellos de parte de los romanos, ni la salvación proclamada por medio de Jesús. De esta manera la
misma Escritura es aplicada a ambos grupos. aun cuando se os contare, no la creeréis—es decir, no lo creeréis, ya que
os lo predigo. 6. yo levanto—no se refiere al hecho de que Dios sacara a los caldeos de sus lugares originales a Babilonia
(Nota, Isaías 23:13); porque ya hacía más de veinte años (desde la era de Nabopolasar) que estaban en el poder
político allí; sino que Dios está ahora por levantarlos como los instrumentos de su “obra” de juicio sobre los judíos (2
Crónicas 36:6). El hebreo es futuro, “yo levantaré.” gente amarga—eso es, cruel (Jeremías 50:42; véase Jueces 18:25; 2
Samuel 17:8). presurosa—“impetuosa.” 7. de ella misma saldrá su derecho y su grandeza—es decir, no reconocen
juez alguno sino a sí mismos, y logran para sí su propia dignidad y la guardan, sin necesitar la ayuda de otros. Será
inútil que los judíos se quejen de los juicios tiránicos de los caldeos; porque éstos, decreten lo que decretaren, obrarán
de acuerdo con su propia voluntad, y no tolerarán a nadie que íntente interponerse. 8. más ligeros que tigres—“que
leopardos” (Versión Inglesa). Opiano, La Caza, 3:76, dice del leopardo: “Este corre lo más veloz en línea recta, tanto que
uno se imaginaría que estaría volando por el aire.” más agudos—lit., “más afilados.” que lobos de tarde—lobos
hambrientos habiendo pasado el día sin comer y así más agudos para atacar el rebaño a cubierto de la noche que se
aproxima (Jeremías 5:6; Sofonías 3:3; véase Génesis 49:27). Así es que el árabe y el persa al “crepúsculo” se la llama la
cola del lobo, y en francés, entre chien et loup. sus jinetes se multiplicarán—o se despliegan, orgullosamente; como en
Jeremías 50:11 y Malaquías 4:2, ello denota fuerza y vigo. Asimismo la palabra arábiga análoga. (Maurer.) vendrán de
lejos—y sin embargo no estarán fatigados por el largo viaje. 9. Toda ella (gente, v. 6) vendrá a la presa—el único
objeto de ellos, no es establecer derechos justos, sino apoderarse de todo lo que puedan por la violencia. sus caras
viento solano—se tragarán como si fuera todo lo que esté delante; como el caballo se dice en Job 39:24, que “escarba la
tierra confuria y rabia.” Maurer entiende que es de una raíz arábiga, “el deseo de sus rostros,” eso es, el vivo deseo
expresado por sus rostros. Henderson, con Símaco y la Siríaca, traduce “el aspecto.” viento solano—el simún, que
esparce la devastación por dondequiera que pasa (Isaías 27:8). La interpretación propuesta de hacia el este, como si se
refiriese al retorno de los caldeos a su lugar hacia el este desde Judea, cargados con el despojo, es improbable. El que
junta en arena, concuerda con la idea de que se trata del simún, pues éste se lleva remolinos de arena levantada del
desierto. 10. escarnecerá de los reyes—que son incapaces de resistirlos. amontonará polvo, y la tomará—harán
montones de tierra afuera, y así “tomarán toda fortaleza” (véase 2 Samuel 20:15; 2 Reyes 19:32). (Grocio.) [PAG. 927] 11.
Luego—engreídos por sus éxitos. mudará espíritu—con la soberbia, perderá todo lo que hubiese en él de razón o
moderación. pasará adelante—por todos los límites y restricciones: su soberbia preparará el camino seguro para su
destrucción (Proverbios 16:18). El lenguaje es muy similar a aquel que describe el “cambio” de Nabucodonosor del
corazón (entendimiento) de hombre al de bestia, a causa de la soberbia (Daniel 4:16, 30–34; véase Notas allí). Una
coincidencia impensada entre dos libros sagrados escritos independientemente. atribuyendo esta su potencia a su
dios—(Daniel 5:4). Arrogancia sacrílega, al atribuir a su ídolo Bel la gloria que pertenecía a Dios. (Calvino.) Grocio
explica: “(diciendo que) su poder (potencia) es suyo propio como quien es dios para sí mismo” (véase v. 16; Daniel 3).
Así Maurer: “El ofenderá como uno para quien su poder es su dios” (Job 12:6; Nota, Miqueas 2:1). 12. En oposición a
la impía deificación del poder de los caldeos como su dios (según Maurer, o según la Versión Inglesa, el atribuir ellos
sus éxitos a sus ídolos), con palabras apasionadas dirigidas a Jehová, vindica la existenica de Dios, “desde el
principio,” contrastándolo con el así llamado dios caldeo.” Dios mío, Santo mío?—Habacuc habla en nombre de su
pueblo. Dios era “el Santo de Israel, ” contra quien se levantaba el caldeo (Isaías 37:23). No moriremos—Tú, que eres
nuestro Dios, no permitirás que los caldeso nos destruyan completamente. Esta lección es una de las dieciocho
llamadas, por los hebreos, “la ordenación de los escribas;” los rabíes creen que Esdras y sus colegas corrigieron la
antigua lección: “no morirás.” para juicio lo [los] pusiste—Los ordenaste para que ejecutasen tus juicios. lo [los]
fundaste para castigar—a los transgresores (Isaías 10:5–7). Pero no para que deificasen su propio poder (v. 11, porque
la potencia de ellos viene de ti, y viene solamente por tiempo limitado); no para que ellos destruyan completamente a
tu pueblo. El hebreo por “Dios poderoso” es Roca (Deuteronomio 32:4). Por mucho que el mundo se ha sacudido, o la
fe del hombre vacile, Dios permanece inconmovible como la Roca de la Eternidad (Isaías 26:4). 13. limpio eres … para
ver el mal—sin que te desagrade. ni puedes ver el agravio—los perjuicios injustos hechos a tu pueblo. El profeta se
refrena de dejarse llevar demasiado lejos en su reconvención y queja, de poner ante sí los honorables sentimientos de
Dios. los menospreciadores—“los traicioneros:” los caldeos, una vez aliados con los judíos, pero ahora sus violentos
opresores. Véase “prevaricadores,” Isaías 21:2; 24:16. Lejos de hablar mal contra Dios, Habacuc va a Dios mismo a
buscar el remedio para su perplejidad (Salmo 73:11–17). destruye … al más justo que él—el caldeo oprime al judío,
que, con todas sus faltas, es mejor que su opresor (véase Ezequiel 16:51, 52). 14. Y—vale decir: “Y así …” por dejar a
los opresores sin castigar, “haces que los hombres sean como los peces … que no tienen señor;” o sea, que no tienen
defensor. Todos pueden pescar en la mar con impunidad; asimismo los caldeos con impunidad afligen a tu pueblo
como si éstos ya no tuviesen más al Dios de la teocracia, su Rey que los defendiese. Tú reduces los hombres a un
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estado tal de anarquía, con dejar de castigar el mal, como si no hubiera Dios. Compara el mundo con la mar; a los
hombres con los peces: Nabucodonosor con un pescador (vv. 15–17). 15. Sacará a todos—todas clases de peces, o sea,
de hombres como cautivos, y toda la presa que encuentre a su paso. con anzuelo … red—A algunos los prende con el
gancho, uno por uno; a otros, en bancos, con la “red” o “el aljerífe.” por lo cual—a causa de sus éxitos—se holgará—
se gloriarán en sus crímenes porque les acompaña el éxito (véase v. 11). 16. hará sacrificios a su red—eso es, a sus
armas, poderío, y destreza militar, con los cuales ganaron sus victorias; en lugar de hacerlos a Dios. Véase el v. 11, la
interpretación de Maurer. Hacen ídolos de sí mismos a causa de su propio poder y destreza (Deuteronomio 8:17;
Isaías 10:13; 37:24, 25) con ellos—con su red y con su aljerife. su porción—figurativamente de un banquete; la presa
que ellos han logrado. 17. ¿Vaciará por eso su red—¿Le será permitido gozarse sin interrupción de los frutos de su
violencia? por eso—visto que se atribuyen todos sus éxitos a sí mismos, y no a ti. La respuesta a la pregunta del
profeta la da él mismo por inspiración en el capítulo dos.
CAPITULO 2
asegurar la permanencia de la prosperidad; por tanto, aunque por un tiempo ejecute los juicios de Dios, al fin se
“enorgullece” como para atribuir a su propio poder lo que es la obra de Dios, y en este sentido “se retira” (Hebreos
10:38), convirtiéndose así en un tipo de los apóstatas, que con eso incurren en el desagrado de Dios. Los acentos
hebreos inducen a Bengel a traducir: “Aquel que por su fe es justo vivirá.” Otros MSS leen los acentos como la Versión
Inglesa, la cual concuerda mejor con la sintaxis hebrea. 5. Y también, por cuanto—razón adicional por que los judíos
pueden esperar que Dios castigará al enemigo caldeo, es decir, a causa de que es un hombre soberbio—más bien, esta
cláusula continúa la razón por qué esperasen los judíos el castigo de los caldeos: “Por cuanto peca por el vino (un
pecado habitual de Babilonia, véase Daniel 5, y Curtius, 5:1), siendo un hombre soberbio”. El amor al vino a menudo
produce un orgullo que desprecia las cosas divinas, como en el caso de Belsasar, el cual fué la causa inmediata de la
caída de Babilonia (Daniel 5:2–4, 30; véase Proverbios 20:1; 30:9; 31:5). su alma—O “su deseo.” Los caldeos bajo
Nabucodonosor estaban llenos de un deseo insaciable de conquista. Otra razón para su castigo. 6. todos estos—las
“naciones” y “gentes” (v. 5) “amontonados” a sí por el caldeo. parábola—un canto sarcástico. Habacuc sigue a Isaías
(14:4) y a Miqueas (2:4) en la fraseología. sobre él—cuando sea desalojado de su anterior eminencia. ¡Ay!—el “canto
sarcástico” empieza aquí, y continúa hasta el fin del capitulo. Este es un todo simétrico compuesto de cinco estrofas,
de tres versos las tres primeras, de cuatro versos la cuarta, y de dos la última. Cada estrofa tiene su tema propio, y
todas excepto la última empiezan con el “¡Ay!” Y todas tienen el verso final encabezado con “a causa de,” “porque”,
“mas.” ¿… hasta cuándo—¿Hasta cuándo está destinado a retener sus mal habidas ganancias? No más que por un
tiempo corto, como su caída ahora lo comprueba. (Maurer.) “La avaricia es la calamidad más grande para los
hombres. Porque quienes invaden los bienes de otros, a menudo pierden hasta los propios.” (Meandro.) Calvino hace
que “hasta cuándo” sea el clamor de aquellos que gimen bajo la opresión caldea, entre tanto que la misma dura:
¿Hasta cuándo se permitirá que semejante opresión continúe? Pero esto es claramente una parte de la “parábola” (el
canto sarcástico), después que la tiranía caldea hubo pasado. amontonar sobre sí espeso lodo?—es decir, el oro y la
plata extraídos del “lodo” o arcilla, de la que son parte. El hombre avaro, al juntarlos, no hace sino amontonar sobre sí
una carga arcillosa, puesto que no se atreve a disfrutarlos, y siempre se acongoja por no perderlos. Lee y Fuller
traducen el hebreo como un sustantivo en singular reduplicado, y no dos palabras, “una acumulación de prendas”
(Deuteronomio 24:10–13). El caldeo es comparado a un usurero duro, y sus mal habidos tesoros a montones de
prendas en las manos de un usurero 7. de repente—la contestación a la pregunta, “¿hasta cuándo …?” (v. 6).
morder—usado frecuentemente por usura; favoreciendo así la interpretación de Lee (v. 6). Así como el caldeo cual
usurero oprimió a otros, así las otras naciones, como usureros, le tomarán prendas a él, eso es, lo despojarán a él. 8. los
otros pueblos—aquellos que queden de los por ti despojados, a pesar de no ser sino un residuo, serán suficientes para
vengarse de ti. robos de la tierra … ciudades—es decir, a causa de tu violenta opresión de las tierras y ciudades del país
(Grocio) (Véase los vv. 5, 6, 12.). La misma frase ocurre en el v. 17, donde la “tierra y ciudad” son Judea y Jerusalén. 9.
codicia maligna codicia—eso es, una codicia tan sobremanera mala como para ser fatal a él mismo. para su casa—
arrebatando vorazmente enormes riquezas, no meramente para sí mismo, sino para su familia, a la cual están
destinadas a serle fatales. La misma “codicia” que fué la causa de que el rey Joacim fuera entregado al opresor caldeo
(Jeremías 22:13) será la causa de la destrucción del caldeo mismo. poner en alto su nido—(Números 24:21; Jeremías
49:16; Abdías 4.) La figura se saca del águila (Job 39:27). Es a la ciudadela real que se hace alusión. El caldeo edificó
torres altas, como los fundadores de Babel, para “estar libres del poder del mal” (Génesis 11:4). 10. Tomaste consejo
vergonzoso … asolaste muchos—Maurer más lit., “Tú has consultado a la vergüenza … para destruir a muchos,” eso
es, al consultar (resolverse a) destruir a muchos, han consultado vergüenza [PAG. 929] para tu casa. has pecado
contra tu vida—Lit., “tu alma:” o sea, contra ti mismo; tú eres la causa culpable de tu propia ruina (Proverbios 8:36;
20:2). Aquellos que perjudican a sus prójimos, hacen perjuicio mucho más grande a sus própias almas. 11. la piedra
clamará—Personificación. Las mismas piedras de tu palacio edificado por medio de la rapiña testificarán contra ti
(Lucas 19:40). la tabla del enmaderado—la viga cruzada o cabrio principal que une las maderas en las paredes. le
responderá—es decir, a la piedra. La piedra empezará, y la viga cruzada continuará el clamor contra la rapiña. 12.
edifica la ciudad con sangres—es decir, Babilonia reedificada y ensanchada por medio de despojos adquiridos con
sangre (véase Daniel 4:30). 13. ¿No es esto de Jehová de los ejércitos?—JEHOVA, quien tiene a su mando todas las
huestes del cielo y de la tierra, es el justo autor de la destrucción de Babilonia. “¿No tendrá Dios su turno, cuando los
hombres rapaces y crueles hayan triunfado por tanto tiempo, aunque parece ahora estar callado?” (Calvino.)
trabajarán para el fuego … en vano—Los caldeos trabajan en lo que ha de ser alimento para el fuego, es decir, su
ciudad y fortalezas, que serán quemadas. Jeremías 51:58 adopta la misma fraseología para expresar la vanidad de la
labor de los caldeos en Babilonia, como sentenciada a las llamas. 14. Adoptado de Isaías 11:9. Aquí el sentido es: “Los
judíos serán restaurados, y el templo será reedificado, de modo que la gloria de Dios al salvar a su pueblo, y al
castigar a su enemigo caldeo, será manifestada por todo el mundo,” del cual el imperio babilónico formaba la mayor
parte; un tipo de Israel y su iglesia, y la destrucción de todos sus enemigos. las aguas cubren la mar—es decir, el
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fondo de la mar; o el lecho. 15. da de beber a sus compañeros, que les acercas tu hiel—lit., “cuero:” pues los orientales
usaban odres (“botellas”, Versión Inglesa, de cuero) para el vino. Maurer, de una raíz hebrea diferente, traduce: “que
derramas en tu ira.” La Versión Inglesa mantiene mejor la metáfora. No es bastante para ti estar “embriagado” tú
mismo, si no puedes llevar a otros al mismo estado. La cosa aludida es que el rey caldeo, con sus insaciables deseos
(una especie de borrachera) seducía los estados vecinos atrayéndolos a la misma sed de guerra para obtener botín, y
luego al fin exponerlos a pérdida y a vergüenza (véase Isaías 51:17; Abdías 16). Una figura apropiada de Babilonia, la
cual al fin cayó durante una jarana de borrachos (Daniel 5). para mirar sus desnudeces—ha descubierto, como en el
caso de Cam (Génesis 9:22). 16. Haste llenado—ahora que has caído. “Estás llena,” a la verdad (aunque tan
insaciable), pero lo estás “de vergüenza.” más que de honra—en lugar de tu gloria anterior (Oseas 4:7) bebe tú
también—La copa de amargura, que te toca en turno a ti (Jeremías 25:15–17; Lamentaciones 4:21). serás descubierto—
el hebreo expresa el sentimiento del más completo desprecio. Así el caso de Goliat (1 Samuel 17:36). No sólo se le
descubre la “desnudez” sino hasta la evidencia de su pagana incircuncisión, y de su separación de Dios. Lo que hiciste
a otros, lo mismo te será hecho a ti, y peores cosas aún. el cáliz … volverá sobre ti—desde las naciones a las que
hiciste tú beber. “Tú la beberás toda, de modo que sea devuelta ya apurada.” (Grocio.) vómito de afrenta—a saber, el
del rey de Babilonia, compelido a “devolver” los despojos que se había “tragado.” Expresa algo del estado
ignominioso de Babilonia en su calamidad (Jeremías 25:27). “Embriagaos, vomitad, caed.” Menos apropiadamente se
explica el vomitar el enemigo a la cara del rey de Babilonia. 17. la rapiña del Líbano—tu “violencia” contra “Líbano,” o
sea, contra Jerusalén (Isaías 37:24; Jeremías 22:23; Ezequiel 17:3, 12; porque usaron los cedros de Líbano para edificar
el templo y casas de Jerusalén: y su belleza los hizo un símbolo adecuado de la metrópoli) caerá sobre tu propia
cabeza. caerá sobre ti—completamente derrotado. la destrucción de las fieras lo quebrantará—Maurer explica: “el
despojamiento hecho a las bestias del Libano (es decir al pueblo de Jerusalén, de la cual ciudad el Líbano es tipo), que los
aterrorizó (“quebrantó”). Pero parece inapropiado comparar el pueblo elegido a “bestias.” Por tanto prefiero
explicarlo así: “el despojamiento (Versión Inglesa) de fieras” es como aquel que se hace a las bestias cogidas en la red, y
que las atemoriza (“quebranta”) (“caerá sobre ti”). De esta manera a los babilonios los compara a bestias salvajes en su
terror repentino al ser atrapadas. En su cruel rapacidad se parecían a las fieras. Los antiguos leen: “el despojamiento
de las fieras te atemorizará.” O si no, explíquese: “la rapiña de las fieras (los medos y los persas), la que (hecha por ti)
los atemorizó (a su vez caerá sobre ti—volverá sobre ti de parte de ellos.) Esto concuerda mejor con el paralelismo, “la
rapiña del Líbano,” eso es, la violencia hecha por ti al Líbano. Como cazaste a hombres como fieras, asimismo serás
cazado cual fiera, a la que te asemejas de crueldad. a causa de las sangres humanas—vertidas por ti; repetido del v. 8.
Pero aquí la “tierra” y “ciudad” denotan Judea y Jerusalén; no la tierra y ciudades en general, como en el v. 8. del robo
(“violencia”) de la tierra—infligido a la tierra por ti. 18. La impotencia de los ídolos para salvar a Babilonia de su
sentencia es una introducción adecuada a la última estrofa (v. 19), la que, como las cuatro anteriores, empieza con un
“¡Ay!” que enseña mentira—Sus sacerdotes y profetas pronuncian oráculos mentirosos, como de parte del ídolo.
imágenes mudas—aun cuando los hombres pueden hacer ídolos, no los pueden hacer hablar. 19. Despiértate—
Levántate para ayudarme. ¿Podrá él enseñar?—más bien, una exclamación del profeta, indicando una pregunta
irónica, a la que se debe dar una respuesta negativa. ¡Qué! ¡Este, ecseñar! Por supuesto que no. (Maurer.) O bien: “El
(ídolo mismo) ha de (debe) enseñarte que es mudo, y por tanto no es Dios.” (Calvino.) Véase: “Ellos mismos para su
confusión son testigos” (Isaías 44:9). He aquí—El hebreo es nominativo: “Allí está.” (Henderson.) cubierto de oro y
plata—De fuera hay algo de esplendor, de dentro nada. 20. Mas Jehová—en notable contraste con los ídolos. en su
santo templo—“Su lugar” (Isaías 26:21); el cielo (Salmo 11:4; Jonás 2:7; Miqueas 1:2). De él es tipo el templo de
Jerusalén, y allí Dios ha de ser adorado. El no yace oculto bajo el oro y la plata, como los idolos de Babilonia, sino que
reina en el cielo y llena los cielos, y desde allí socorre a su puebo. calle delante de él—en señal de sumisión reverente
y sujeción a sus juicios (Job 40:4; Salmo 76:8; sofonías 1:7; Zacarías 2:13).
CAPITULO 3
llamadas son las del v. 2. Pero todas las expresiones devocionales dirigidas a Dios se las llama “oraciones” (Salmo
72:20). el término hebreo viene de una raíz que significa: “dirigirse a un juez solicitando una decisión favorable.” Las
oraciones en las cuales las alabanzas a Dios por su liberación presuponían la absoluta confianza de la fe, se calcula que
alistarán a Dios al lado de su pueblo (2 Crónicas 20:22–22, 26). sobre Sigionoth—una frase musical, “según la manera
de las elegías,” u oda triste, de una raíz arábiga (según Lee); la frase es singular en el título del Salmo 7. Más
sencillamente, de una raíz hebrea errar, “a causa de los pecados de ignorancia.” “Habacuc de este modo enseña a sus
compatriotas a confesar no solamente sus pecados más graves, sino también sus erroes y negligencias, en los cuales
estarían especialmente propensos a caer cuando estaban en el destierro lejos de la Tirra Santa.” (Calvino.) Así la
Vulgata, Aquila y Símaso. “Para transgresores voluntarios.” (Jerónimo.) Probablemente el tema regularía la clase de la
música. Delitzsch y Henderson traducen: “Con música triunfal,” de la misma raíz, errar, que sugiere su entusiasta
irregularidad. 2. oído he tu palabra—tu revelación a mí tocante al inminente castigo de los judíos (Calvino), y la
destrucción de sus opresores. Esta es la respuesta de Habacuc a la comunicación de Dios. (Grocio.) Maurer traduce: “el
informe de tu venida;” lit., tu informe. y temí—el temor reverencial de los juicios de Dios (v. 16). aviva tu obra—
perfecciona la obra de libertar a tu pueblo, y no dejes que tu promesa quede como si estuviese muerta, sino dale nueva
vida llevándolo a cabo. (Menochus.) Calvino explica “tu obra” como que es Israel; llamado “la obra de mis manos”
(Isaías 45:11). El pueblo elegido de Dios es peculiarmente su obra (Isaías 43:1), lo que ilustra preeminentemente su
poder, sabiduría, y bondad. Aunque parecemos muertos, como si fuera como nación, avívanos (Salmo 85:6). Sin
embargo, el Salmo 64:9, donde la “obra de Dios” se refiere a su juicio sobre sus enemigos, favorece la interpretación
anterior (salmo 90:16, 17; Isaías 51:9, 10). en medio de los tiempos—es decir, de calamidad, en la que vivimos. Ahora
que nuestras calamidades están en su colmo; durante nuestros setenta años de cautividad. Calvino lo explica más
imaginativamente: en medio de los años de tu pueblo, que se extiende desde Abrahán hasta el Mesías, sì ellos fuesen
cortados antes de la venida del Mesías, serían cortados como si fuera en medio de sus años (tiempos), es decir, antes de
alcanzar su madurez. Asimismo Bengel hace que el medio de los años sea el punto medio de los años del mundo. Hay
una frase notablemente similar (en Daniel 9:27): “En medio de la semana.” La frase paralela, “en la ira” (en medio de la
ira), sin embargo, muestra que “en medio de los años” significa “en los años de nuestro presente exilio y calamidad.”
hazla conocer—haz que sea conocida tu obra por prueba experimental; demuestra por hecho real que ésta es tu obra.
3. Dios—número singular en el hebreo, “Eloah,” en vez de “Elohim,” el plural que comúnmente se emplea. Este
singular no se halla en ningún otro de los profetas menores, ni en Jeremías ni en Ezequiel; pero está en Isaías, Daniel
Job y Deuteronomio. vendrá de Temán—la región al sur de Judea y cerca de Edom, país en donde estaba el Monte
Parán. (Henderson.) “Parán es la región desierta que se extiende desde el sur de Judá hasta el Sinaí. Seír. Sinaí y Parán
están adyacentes unos a otros, y por eso se asocian juntos con respecto a la dación de la ley de Dios (Deuteronomio
33:2). Temán está tan identificado con Seír, o Edom, que aquí se sustituye por ella. Habacuc apela a las gloriosas
manifestaciones de Dios a su pueblo en Sinaí, como la base para pedir que Dios “avive su obra” (v. 2) ahora. Porque él
es el mismo Dios ahora como siempre. Selah—un signo musical, puesto al fin de secciones y de estrofas, con cuatro
excepciones, a saber, aquí, en el v. 9; Salmo 55:19, y 57:3; donde, sin embargo, cierra el hemistiquio. Señala un cambio
de la modulación. Viene de una raíz, por silencio, o pausa (Gesenius); denota una cesura del canto, durante el
interludio instrumental. La pausa solemne aquí prepara la mente para contermplar la gloriosa descripción de la
manifestación de Jehová que sigue. la tierra se llenó de su alabanza—es decir, de sus glorias, las que son dignas de
evocar la alabanza universal; el paralelismo con “gloria” prueba que tal es el sentido. 4. como la luz—es decir, la del
sol (Job 37:21; Proverbios 4:18). Rayos brillantes—“cuernos” (Versión Inglesa): emblema del poder manejado por “su
mano”. (Ludovico de Dios.) “Rayos” que emanan de “su mano,” comparados por los árabes a los cuernos de la gacela
(véase “cierva del alba,” Salmo 22, Nota, título). El verbo hebreo que dice “emitir rayos,” viene de una raíz que significa
“cuernos” (Exodo 34:29. 30, 35). (Grocio.) Los rayos son sus relámpagos (Salmo 18:8). (Maurer.) allí—en aquel
“esplendor.” En él, a pesar de su brillantez, no había sino el velo (ocultación) de su poder. La misma “luz,” la
“vestidura” de Dios, encubre, en vez de revelar pleanamente, su excelente gloria (Salmo 104:2). (Henderson.) O bien,
“allí,” sobre el Monte Sinaí. (Drusio.) (Véase Exodo 24:17.) La Versión de los Setenta y la Versión Siríaca dicen por “allí
estaba,” “El hizo ocultación …” Se encubrió en las nubes. La Versión Inglesa es mejor, la cual Calvino explica: se dice
que había “un encubrimiento del poder de Dios,” porque Dios no lo reveló indistintamente a todos, sino
especialmente a su pueblo (Salmo 31:20). Me parece que el contraste está entre los “cuernos,” o emanaciones exteriores
de su poder (“su mano”) y ese “poder” mismo. Este estuvo escondido, mientras que tan sólo los “cuernos,” o
emanaciones, fueron manifestados. Si el mero centelleo era tan terriblemente abrumador, ¡cuánto más lo será aquel
mismo poder oculto! Esto fué especialmente el efecto de su manifestación en Sinaí (Salmo 18:11; véase Isaías 45:15, 17).
5. mortandad—para destruir [PAG. 931] a los enemigos de su pueblo (1 Samuel 5:9, 11). Así como el advenimiento de
Jehová es glorioso para su pueblo, igualmente es terrible para sus enemigos. carbones encendidos—el Salmo 18:8
favorece nuestra versión, pero el paralelismo la requiere como la Versión Inglesa marginal: “plaga ardiente” (véase
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Deuteronomio 32:24; Salmo 91:6). a sus pies salían—eso es, detrás de él, como sus servidores (Jueces 4:10). 6. Paróse, y
midió la tierra—A Jehová se le representa, en su avance, como deteniéndose repentinamente, y midiendo la tierra con
su mirada, que todo love, a causa de lo cual hay consternación universal. Maurer de una raíz diferente, traduce:
“Meció la tierra.” montes antiguos—“eternos:” en los que siempre se ha pensado como reteniendo la misma forma y
el mismo lugar desde la fundación del mundo. se humillaron—como estando en reverente sumisión. Sus caminos
son eternos—Sus maravillosos caminos (maneras) de obrar para la salvación de su pueblo señala su carácter eterno:
tal como él fué en su obrar por ellos antiguamente, así será ahora. 7. las tiendas—eso es, los habitantes. Cushán—lo
mismo que Cush; cambiado en Cush‐án para armonizar con Madián en la cláusula paralela. Así se halla Lotán en el
hebreo de Génesis por Lot. Bochart por lo tanto lo considera equivalente a Madián, o sea, una parte de Arabia. Lo
mismo en Números 12:1, a la esposa madianita de Moisés se la llama etíope (en el hebreo, cusita). Maurer cree que
denota los habitantes sobre ambas márgenes del golfo de Arabia, o Mar Rojo; porque en el versículo precedente se
mencionan los eternos o antiguos caminos de Dios para librar a su pueblo; y en el versículo siguiente, el apartamiento
por los mismos de las aguas del Mar Rojo. Véase el canto de María acerca del temor de los enemigos de Israel cercanos
y lejanos causado por aquello (Exodo 15:14–16). Los expositores hebreos lo refieren a Cushanrishathaim, rey de
Mesopotamia, o sea, de Siria, el primer opresor de Israel (Jueces 3:8, 10), de quien Otoniel los libró. Así esta segunda
parte del v. se referirá al libramiento de Israel de Madián por Gedeón (Jueces 6 y 7), hecho al que es claro se refiere el
v. 11. Cualquiera de estos puntos de vista es correcto: la referencia general es a las intervenciones de Dios contra los
antiguos enemigos de Israel. en aflicción—más bien, “bajo aflicción,” (recordada) como una pesada carga. lit., vanidad
o iniquidad: por tanto el castigo de la misma (véase Números 25:17, 18). tiendas—“cortinas:” las cubiertas de sus
tiendas; las habitaciones movibles de las tibus nómadas, semejantes a los modernos beduinos. temblaron—eso es, a la
terrible interposición de Jehová por Israel contra ellos. 8. ¿Airóse Jehová contra los ríos? “¿Fué su enojo contra estas
aguas la causa por qué él apartara las aguas del Mar Rojo y del Jordán?” La respuesta a esto está envuelta tácitamente
en “tus carros de salud.” “No; no fué desagrado contra las aguas. sino su agrado de interponerse para la salvación de
su pueblo” (véase el v. 10). tus carros—en antítesis a tus enemigos, los “carros”, de Faraón, los cuales, pese a su poder
y número, fueron anegados en las aguas de destrucción. Dios puede hacer que obren para la salvación de su pueblo los
medios más inapropiados (Exodo 14:7, 9, 23, 25–28; 15:3–8, 19). Los carros de Jehová son los ángeles (Salmo 68:17), o
los querubines sobre el arca (Josué 3:13 y 4:7; Véase Cantares 1:9). 9. Descubrióse… tu arco—eso es, fué sacado de la
aljaba, en que usualmente se guardaban los arcos cuando no estaban en uso. Isaías 22:6, “Chir (Quir) descubrió el
escudo.” (Según) Los juramentos a las tríbus, palabra—es decir, tus juramentos de promesa a las tribus de Israel
(Salmo 77:8; Lucas 1:73, 74). Habacuc demuestra que las milagrosas interposiciones de Dios por su pueblo no estaban
limitadas a un tiempo, sino que los juramentos de Dios a su pueblo son segura base para que ellos esperen siempre en
las mismas. La mención de las tribus, más bien que de Abrahán o Moisés, tiene por fin que ellos no duden que a ellos
les pertenece esta gracia de la cual Abrahán fué el deposítario. (Calvino y Jerónimo.) Maurer traduce: “Las lanzas
fueron saciadas con sangre, ¡el canto triunfal!” eso es, no bien hubo Jehová empezado la batalla desnudando su arco,
cuando las lanzas fueron saciadas con sangre y resonara el canto triunfal. Hendiste la tierra con ríos—el resultado del
terremoto causado por la proximidad de Dios (Maurer.) Grocio lo refiere al hacer salir agua de la roca (Exodo 17:6;
Números 20:10, 11; Salmo 78:15, 16; 105:41). Pero el contexto no sugiere el dar agua de beber a su pueblo, sino los
terribles fenómenos físicos resultantes del ataque de Jehová sobre los enemigos de Israel. 10. los montes—la
repetición, con énfasis aumentada, de algunos de los tremendos fenómenos mencionados en el v. 6. Pasó la
inundación de las aguas—es decir, del Mar Rojo; y otra vez, del Jordán. Dios manifestó su favor a su pueblo en todos
los elementos, haciendo desaparecer todo obstáculo, ya fueran montañas o aguas, que impidiera su progreso.
(Calvino.) Maurer, no tan bien, traduce: “torrentes (lluvias) de agua se desencadenaron.” El abismo dió su voz, la
hondura alzó sus manos—Así la Versión Inglesa. Es decir, sus olas levantadas en alto por la tempested.
Personificación. Como los hombres significan por la voz o por ademanes de la mano que harán lo que se les manda, así
estas partes de la naturaleza testifican su obediencia a la voluntad de Dios (Exodo 14:22; Josué 3:16; Salmo 77:17, 18;
114:4). 11. El sol y la luna se pararon—al mandato de Josué (Josué 10:12, 13). Maurer erróneamente traduce: “se
pararón” retirados, o escondidos de la vista, por las nubes que cubrían el cielo, mientras tronaba. luz de tus saetas—el
granizo mezclado con los relámpagos (Josué 10:10, 11). anduvieron—el sol y la luna “anduvieron,” no como siempre
hasta. aquí, sino conforme a la luz o dirección de las saetas de Jehová, es decir, sus relámpagos lanzados en defensa de
su pueblo; asombrados ante esto, se detuvieron. (Calvino.) Maurer traduce: “A la luz de tus saetas (que) anduvieron,”
o volaron. 12. hollaste—sugiere el majestuoso e irresistible progreso de Jehová delante de su pueblo (Jueces 5:4; Salmo
68:7). Israel no se hubiera atrevido a atacar las naciones, a menos que Jehová hubiera ído delante. trillaste—(Miqueas
4:13.) 13. con tu ungido—con el Mesías, de quien Moisés, Josué, y David, ungidos por Dios como dirigentes de Israel,
eran tipos (Salmo 89:19, 20, 38). Dios desde el principio libertaba a su pueblo personalmente, o por la mano de algún
mediador (Isaías 63:11). De esta manera Habacuc confirma a los creyentes en la esperanza de la liberación, tanto
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porque Dios es siempre el mismo, como porque el mismo Mediador ungido está pronto ahora para cumplir la
voluntad del Dios e interponerse por Israel, como antiguamente. (Calvino.) Maurer traduce, para adaptarlo [PAG. 932]
al paralelismo: “para salvación a tu ungido,” es decir: el rey de Israel en abstracto, correspondiendo a el “pueblo” en la
primera cláusula (véase Salmo 28:8; Lamentaciones 4:20). O se alude a Israel, el ungido, eso es, el pueblo consagrado de
Jehová (Salmo 105:15). Traspasaste la cabeza de la casa del impío—probablemente una alusión al Salmo 68:21. Cada
persona principal perteneciente a la casa de los impíos enemigos de Israel: tales como Jabín, cuya ciudad Hazor era “la
cabeza de todos los reinos” de Canaán (Josué 11:10; véase Jueces 4:2, 3, 13). Desnudando el cimiento—tú destruiste
arriba y abajo. Como la cabeza de la casa indica el príncipe, así el “cimiento” significa el ejercito general del enemigo.
hasta el cuello—figura de una inundación que alcanza hasta el cuello (Isaías 8:8; 30:28). Así Dios, por su ira que
anegaba al enemigo, hizo que los cuellos de sus príncipes fuesen hollados por los jefes de Israel (Josué 10:24; 11:8, 12).
14. Horadaste con sus báculos—con la “impía” espada del enemigo mismo (Maurer traduce: “lanzas”), (Jueces 7:22).
las cabezas de sus villas—no solamente fueron destruídos reyes por la mano de Dios, sino que su venganza pasó a
través de las villas y dependencias de los enemigos. Una justa retribución, por cuanto el enemigo había hecho cesar a
“los habitantes de las villas de Israel” (Jueces 5:7). Grocio traduce: “de sus guerreros;” Gesenius: “el jefe de sus
capitanes,” para derramarme—a mí, Israel, con quien Habacuc se identifica a sí mismo (véase 1:12). como para
devorar al pobre encubiertamente—“el pobre” signífica los israelítas, a quienes en su estado desvalido el enemigo
acecha desde su cueva, como una fiera, para dar el zarpazo y devorar (Salmo 10:9; 17:12). 15. Hiciste camino en la mar a
tus caballos—(v. 8.) Ningún obstáculo pudo impedir tu progreso, cuando íbas guiando a tu pueblo en seguridad
hacia su heredad, ya fuera el Mar Rojo, o el Jordán, o las aguas figurativas del enemigo que rugían contra Israel
(Salmo 65:7; 77:19). 16. Oí … tembló—es decir, por los juicios que Dios había declarado (cap. 1) que iban a caer sobre
Judea por mano de los caldeos. vientre—Las entrañas las consideraban los hebreos como el asiento de ardiente
compasión (Jeremías 31:20). O puede ser que el “oí” se refiera al v. 2: “Cuando yo oí que la venida de Jehová para
interponerse por Israel contra los caldeos, estaba todavía a alguna distancía” (2:3); así también “la voz.” (Maurer.) A la
voz—de las amenazas divinas (1:6). El fiel tiembla a la voz sola de Dios sin que él inflija el castigo. Habacuc habla en la
persona de todos los creyentes de Israel. en mi asiento me estremecí—vale decir: temblé en todo mí cuerpo. (Grocio.)
Si bien estaré quieto en el día de la angustia—el único camino verdadero para estar quieto, tranquilo, es por medio de
tal temor. Quienquiera que está tranquilamente aletargado y endurecido hacia Dios, será tumultuosamente agitado en
el día de la aflicción, y así traerá sobre sí una destrucción peor; pero el que a tiempo se encuentre con la ìra de Dios y
tiemble a sus amenazas, prepara para sí la mejor quietud, es decir, tranquilidad, para el día de la aflicción. (Calvino.)
Henderson traduce: “Con todo yo tendré descanso.” Habacuc, consolando de esta manera su mente, dice: Aunque
tiemblo por la calamidad que viene, con todo tendré reposo en Dios (Isaías 26:3). Pero ese sentimiento no parece ser
directamente afirmado sino luego en el v. 17, como las palabras que siguen al fin de este versículo dan a entender.
Cuando suba al pueblo el que lo invadirá—más bien, conectándose con la cláusula precedente, “estaré quieto …
cuando (el enemigo caldeo) suba al pueblo (los judíos), para que los destruya.” (Calvino.) La palabra hebreo por
“invadir” significa acometer o atacar y destruir con tropas congregadas. 17. Destrúyanse las “viñas” y las “higueras” del
corazón carnal, y su alegría cesa. Pero aquellos que estando llenos se gozaron de Dios en todo, cuando estén vacíos
podrán gozarse del todo en Dios. Podrán sentarse sobre el montón de las comodidades humanas arruinadas, y
regocijarse en él como el “Dios de su salvación.” Corriendo la carrera de sus mandamientos, la ganamos sobre
nuestras tribulaciones. Así Habacuc empieza su oración con temblor, pero la termina con un canto de triunfo (Job
13:15; Salmo 4:7; 43:3, 5). Mentirá—o bien, “aunque mienta …;” es decir, defraude la esperanza (Isaías 58:11).
labrados—de una raíz hebrea que significa “estar amarillo;” tal como se ven los campos en tiempo de la cosecha. obra
de la oliva—el fruto esperado de la oliva. 18. Con todo, yo me alegraré—el profeta habla en nombre de su pueblo. 19.
pies como de ciervas, Y me hará andar sobre mis alturas—Habacuc tiene ante su mente el Salmo 18:33, 34;
Deuteronomío 32:13. “Pies de ciervas (o gacelas)” expresa velocidad, con la cual Dios capacita (al profeta y a su pueblo)
para escapar de sus enemigos, y retornar a su país natal. Las alturas son llamadas “mías,” para significar que Israel
será restaurado a su propia tierra de collados, que son lugares de segurídad y de eminencia (véase Génesis 19:17, y
Mateo 24:16). Probablemente no sólo la seguridad, sino también la elevación moral de Israel sobre todos los países de la
tíerra es lo que se quiere indicar (Deuteronomio 33:29). sobre mis instrumentos de cuerdas—neginoth. Esta es la
dirección del profeta al chantre (“jefe cantor”) de cómo la oda precedente (capítulo 3) debe ser ejecutada (véase títulos,
Salmos 4 y 6.) El profeta indicaba cierto tipo de instrumento de cuerdas adaptado a ciertos números y metros. Esta
fórmula al final de la oda, que da indicación sobre la clase de instrumento a usarse, concuerda con aquella del
principio de la misma que indica la clase de la melodía (véase Isaías 38:20).
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LIBRO DE SOFONIAS
INTRODUCCION
SOFONIAS, el noveno en el orden de los profetas menores, profetizó “en los días de Josías (1:1), eso es, entre los
años 642 y 611 a. de J. C. El nombre significa “Jehová ha guardado,” lit., escondido (Salmo 27:5; 83:3). El hecho de que
en el encabezamiento introductorio se especifique, no solamente a su padre, sino [PAG. 933] también a su abuelo, a su
bisabuelo, y a su tatarabuelo, denota que éstos fueron personas de renombre, o bien, la intención fué para distinguirlo
de otro Sofonías notable del tiempo de la cautividad. La suposición de los judíos, de que las personas inscritas como
antecesores de un profeta eran también dotadas del espíritu profético, no parece tener fundamento. Sin embargo no
existe la imposibilidad de que el tatarabuelo de Sofonías, fuese el rey Ezequías, por el número de generaciones;
porque el reinado de Ezequías de veintinueve años y el de su sucesor de cincuenta y cinco años, admiten entre ellos la
interposición de cuatro generaciones. Con todo, la omisión de la designación, “rey de Judá,” es fatal a tal teoría (véase
Proverbios 25:1; Isaías 38:9).
El debe haber actuado en la primera parte del reinado de Josías. En el 2:13–15 él predice la destrucción de Nínive,
la cual ocurrió en el año 625 a. de J. C.; y en el 1:4 denuncia las varias formas de idolatría, especialmente la de Baal.
Ahora la reforma de Josías empezó en el año duodécimo de su reinado y se completó en el décimoctavo. Sofonías, por
lo tanto, al denunciar la adoración de Baal, cooperó con aquel buen rey en sus esfuerzos, y así debe haber profetizado
en alguna parte del período indicado entre los años 12 y 18 de dicho reinado. El silencio de los libros históricos no es
argumento contra esto, así como el mismo podría aplicarse igualmente al mismo tiempo contra la existencia profética
de Jeremías. La tradición judía dice que Sofonías tuvo por colegas suyos a Jeremías, cuya esfera de labor fué las vías
públicas y los mercados, y a Hulda la profetisa, quien ejerció su vocación en el colegio de Jerusalén.
La profecía empieza con el pecado de la nación y la terrible retribución del castigo que venía por manos de los
caldeos. Estos no son mencionados por nombre, como en Jeremías; porque las profecías de éste, estando cerca de su
cumplimiento, se vuelven más explícitas que aquéllas, de una fecha más antigua. El segundo capítulo condena a los
estados perseguidores de las cercanías tanto como a Judea misma. El tercer capítulo denuncia a Jerusalén, pero
concluye con la promesa de su gozoso restablecimiento en la teocracia.
El estilo, aunque no generalmente sublime, es gráfico y vívido en detalles (véase 1:4–12). El lenguaje es puro, y
libre de arameísmos. Hay coincidencias ocasionales con profetas anteriores (véase 2:14, con Isaías 34:11; 2:15, con
Isaías 47:8; 3:10, con Isaías 18:1; 2:8, con Isaías 16:6; también 1:5, con Jeremías 8:2; 1:12, con Jeremías 48:11). Tales
coincidencias en parte surgen de la fraseología de la poesía profética hebrea, que era el lenguaje común de la
inspirada hermandad. El Nuevo Testamento, en Romanos 15:6, parece referirse a Sofonías 3:9.
CAPITULO 1
EL SEVERO JUICIO DE DIOS SOBRE JUDA POR SU IDOLATRIA Y POR SU ABANDONO DE DIOS: LA
RAPIDA APROXIMACION DEL JUICIO, Y LA IMPOSIBILIDAD DE ESCAPAR. 1. días de Josías—Si se hubiesen
efectuado sus idolatrías bajo reyes anteriores, podrían haber dicho: Nuestros reyes nos han forzado a hacer esto y
aquello. Pero bajo Josías, quien hizo todo lo que estaba en su poder para reformarlos, no tienen tal excusa. hijo de
Amón—el idólatra, cuyas malas prácticas los judíos retenían, antes que el buen ejemplo de Josías su hijo, tan
incorregibles eran en su pecado. Judá—las diez tribus de Israel antes de ahora habían ido en cautiverio. 2. Destruiré
del todo—de una raíz que significa barrer lejos, o raer completamente. Véase Jeremías 8:13, marginal Versión Inglesa, y
aquí. de sobre la haz de la tierra—de Judá. 3. Enumeración de los detalles de “todas las cosas” (v. 2; Jeremías 9:10;
Oseas 4:3). las piedras de tropiezo—los idolos, que fueron en Judá la causa de pecado y tropiezo (Ezequiel 14:3, 4, 7).
con los impíos—los ídolos junto con sus adoradores serán envueltos en una destrucción común. 4. extenderé mi
mano—indicando alguna obra notable de venganza (Isaías 5:25; 9:12, 17, 21). Judá—incluye a Benjamín. Han de sufrir
estas dos tribus, que se creían estar perpetuamente seguras, porque escaparon de la cautividad que había tocado a las
diez tribus. Jerusalem—la fuente y cabeza del mal. Dios comienza con su santuario (Ezequiel 9:6) y los que están cerca
de Dios (Levítico 10:3). el remanente de Baal—los restos del culto de Baal, que hasta ahora Josías fué incapaz de
destruir en los lugares apartados. Ball era el dios tutelar fenicio. Desde el tiempo de los jueces (Jueces 2:13) Israel venía
cayendo en la idolatría; Manasés últimamente había colocado este ídolo dentro del mismo templo de Jehová (2 Reyes
21:3, 5, 7). Josías empezó su reforma en el año duodécimo de su reinado (2 Crónicas 34:4, 8), y en el 18 lo había
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completado tanto como le fué posible. los Chemarim—“los camareos:” sacerdotes del ídolo, que aun no habían
alcanzado la edad de la pubertad; significa “ministros de los dioses” (Servio, sobre Eneida, 11), el mismo nombre como
camilli en el idioma tirio, siendo intercambiables la “r” y la “l”. (Oseas 10:5). De Josías se dice expresamente (2 Reyes
23:5) que “quitó a los camareos.” La raíz hebrea significa negro, por la ropa negra que llevaban, o por las señales que
llevaban estampadas en la frente; o significa celosos, por su idólatra fanastismo. El “nombre” tanto como ellos mismos,
serán olvidados. los sacerdotes—los de Jehová, de descendencia aarónica, quienes debieran haber usado todo su
poder para destruir la idolatría, pero que secretamente la instigaban (véase 3:4; Ezequiel 8:22, 26; 44:10). De los
sacerdotes, Sofonías pasa al pueblo. 5. se inclinan … al ejército del cielo—Saba: de ahí que, en contraste con el sabeísmo,
Jehová se llama Señor de Sabaoth (el plural de Saba). sobre los terrados—por ser planos (2 Reyes 23:5, 6, 12; Jeremías
19:13; 32:29). jurando [PAG. 934] por Jehová—más bien, “juran a JEHOVA” (2 Crónicas 15:14); dedicándose
solemnemente a él (véase Isaías 48:1; Oseas 4:15). Y—“y con todo”, (con extraña inconsecuencia, 1 Reyes 18:21;
Ezequiel 20:39; Mateo 6:24; “juran por Malcham,” o sea, por el rey de ellos (Maurer); el mismo que Moloc (Nota, Amós
5:26), y que “Milcom (Quemós) el dios de Amón” (1 Reyes 11:33). Si Satanás tiene la mitad del corazón de uno, lo ha
de tener todo; si el Señor tiene ofrecida solamente la mitad, él no querrá tener nada. 6.Este versículo describe más
comprensivamente a aquellos culpables de abandono de Jehová en alguna forma (Jeremías 2:13, 17). 7. Calla en la
presencia del Señor Jehová—(Habacuc 2:20.) Calle la tierra, cuando él se acerque. (Maurer.) O bien, “Tú, quienquiera
que solieses hablar contra Dios, como si él no tuviera cuidado de los asuntos terrenos, cesa tus murmuraciones y
justificaciones de ti mismo; sométete a Dios, y arrepiéntete a tiempo.” (Calvino.) Jehová ha aparejado sacrificio—es
decir, una matanza de judíos culpables, las víctimas debidas a la justicia de él (Isaías 34:6; Jeremías 46:10; Ezequiel
39:17). prevenido ha sus convidados—lit., ha santificado a sus llamados (véase Isaías 13:3). Aumenta la amargura del
juicio el que los paganos caldeos sean santificados, o consagrados por Dios como si fueran sacerdotes suyos, y sean
llamados para comer la carne del pueblo elegido. En los días festivos acostumbraban los sacerdotes hacer fiesta entre sí,
comiendo los restos de los sacrificios. (Calvino.) La Versión Inglesa no los tiene por sacerdotes, sino por los llamados
convidados, los que también tenían que “santificarse,” o purificarse, antes de ir a la fiesta de los sacrificios (1 Samuel
9:13, 22; 16:5). A Nabucodonosor se le mandó venir para tomar venganza sobre la culpable Jerusalén (Jeremías 25:9). 8.
los príncipes—que debieran haber sido un ejemplo de bien para los otros, se hicieron cabecillas en toda maldad. los
hijos del rey—castigo cumplido (Jeremías 39:6) en los hijos de Sedecías; y previamente en Joacaz y Eliacim, los hijos
de Josías (2 Reyes 23:31, 36; 2 Crónicas 36:6; véase también 2 Reyes 20:18; 21:13). Hulda la profetisa (2 Reyes 22:20)
insinuó lo que Sofonías ahora más expresamente predice. todos los que visten vestido etranjero—los príncipes o
cortesanos que se ataviaban de ropas costosas importadas del extranjero; en parte para fines de lujo, y en parte para
congraciarse con las grandes naciones extranjeras, cuya indumentaria imitaban, tanto como sus idolatrías (Calvino);
mientras que en trajes tanto como en otros respectos, Dios quería que se apartasen de las demás naciones. Grocio se
refiere al “vestido extranjero” como ropas prohibidas por la ley, por ejemplo, ropas de hombre usadas por mujeres, y
viceversa, una costumbre pagana en el culto a Marte y a Venus (Deuteronomio 22:5). 9. los que saltan la puerta—los
servidores de los príncipes, que, después de haber logrado ellos la presa, para sus amos, como sabuesos, saltan de
regocijo sobre el umbral; o bien, sobre la entrada de las casas por ellos forzadas. (Calvino.) Jerónimo lo explica de
aquellos que suben las gradas del santuario con arrogancia. Rosenmuller traduce: “Salvan el umbral saltando;” es decir,
imitando a los filisteos en su costumbre de no pisar sobre el umbral, lo que se originó en el hecho de que la cabeza y
las manos del dios Dagón fueron cortados sobre el umbral delante del arca (1 Samuel 5:5). Véase Isaías 2:6, “tu pueblo
… son adivinos como los filisteos.” El punto de vista de Calvino concuerda mejor con la cláusula posterior del versículo.
hinchen de robo … las casas de sus señores—es decir, con bienes obtenidos por la violencia, etc. 10. la puerta del
pescado—(2 Crónicas 33:14; Nehemías 3:3; 12:39). Situada sobre el este de la baja ciudad, al norte de la puerta de las
ovejas (Maurer): cerca de la fortaleza de David en Milo, entre Sión y la baja ciudad, hacia el oeste (Jerónimo.) Este
versículo describe el estado de la ciudad mientras era asediada por Nabucodonosor. Fué por la puerta del pescado
donde él entró en la ciudad. Esta puerta recibió su nombre del mercado de pescado, que estuvo situado cerca de ella.
Por ella pasaban los que acostumbraban traer pescado desde el lago de Tiberias y del Jordán. Ella corresponde a la
que ahora se llama la puerta de Damasco. (Henderson.) la segunda—es decir, la puerta que era segunda en dignidad.
(Calvino.) O bien, la segunda, o la parte inferior de la ciudad. La puerta del pescado, o el extremo final de la baja
Ciudad, es donde resuenan los gritos de los ciudadanos al aproximarse el enemigo; entonces conforme avanza más,
aquella parte de la ciudad, la baja, da voces; finalmente, cuando el enemigo realmente ha llegado, y ha hecho
irrupción en ella, en los collados, especialmente en los montes altos de Sión y Moria, donde la alta Ciudad y el templo
estaban edificados. (Maurer.) La segunda, o la baja ciudad, corresponde a Acra, al norte de Sión, separada de éste por
el valle de Tiropoeon, que descendía hasta el estanque de Siloé. (Henderson.) El término hebreo es traducido “colegio”
en 2 Reyes 22:14; así Vatablo quiere traducirlo aquí. collados—no se refiere aquí a los de afuera, sino a los de los
muros de adentro, Sión, Moria, y Ofel. 11. Mactes—más bien, “el mortero,” nombre aplicado al valle de Siloé por su
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forma hueca. (Jerónimo.) El valle entre el Monte Sión y el Monte Oliveto, en el extremo oriental del Monte Moria,
donde vivían los comerciantes. Zacarías 14:21, “el cananeo,” es decir, el mercader. (Versión Caldea.) El valle Tiropoeon,
(es decir, fabricantes de queso), al pie del Monte Acra. (Rosenmuller.). Mejor, Jerusalén misma, así llamada por estar
situada en el medio de collados (Isaías 22:1; Jeremías 21:13), y como condenada a ser el escenario donde su pueblo
sería destruído como el grano o las drogas machacados en un mortero (Proverbios 27:22). (Maurer.) Véase la imagen
similar de una “olla” (Ezequiel 24:3, 6). La razón de la destrucción está adjuntada a la avaricia de sus comerciantes.
todo el pueblo mercader—lit., el pueblo cananeo: ironía: todos los comerciantes de Jerusalén son muy cananeos en la
codicia por la ganancia y en las idolatrías (Nota, Oseas 12:7). todos los que traían dinero—cargándose de aquello que
no resultará sino una carga (Habacuc 2:6). 12. escudriñaré … con candiles—o lámparas; así como para no dejar rincón
obscuro en ella, en donde el pecado pueda eludir el castigo, del cual los caldeos son mis instrumentos (véase v. 13;
Lucas 15:8). sentados sobre sus heces—endurecidos, o encostrados. Figura tomada de la costra formada en el fondo
de los odres cuando se deja el vino mucho tiempo sin agitar (Jeremías 48:11). El efecto de la abundancia en la
imperturbada tranquilidad (“heces”) sobre los impíos es endurecedor: ellos en su estupidez se creen seguros (véase
Salmo 55:19; Amós 6:1). Jehová ni hará bien ni mal—ellos niegan que Dios se acuerde de los asuntos humanos, o
[PAG. 935] que vuelva bien por el bien, o mal por el mal, sino que todas las cosas ocurren, dicen, por la casualidad
(Salmo 10:4; Malaquías 2:17). 13. Cumplimiento de la profecía. Deuteronomio 28:30, 39 (véase Amós 5:11). 14. voz
amarga del día de Jehová—eso es, Jehová, que inaugura aquel día con un rugido de venganza contra los culpables
(Jeremías 25:30; Amós 1:2). Los que no quieren escuchar ahora (v. 12) su voz por medio de sus profetas, tendrán que
escucharla cuando resuene proferida por el enemigo vengador. gritará allí el valiente—desesperadamente; la valentía
de que Jerusalén ahora se jacta, entonces caerá totalmente. 15. alboroto … asolamiento—los terminos hebreos por su
similitud de sonidos, Shoah Umeshoah, expresan la melancólica monotonía de la desolación (véase Nota, Nahum 2:10).
16. trompeta—es decir, del asalto del enemigo, (Amós 2:2). algazara—el grito de guerra. (Maurer.) torres—lit.,
“ángulos;” porque los muros de la ciudad se acostumbraba edificarlos, no en línea recta, sino con sinuosas curvas y
ángulos, de modo que los sitiadores al acercarse podían ser atacados no solamente de frente, sino por ambos lados, y
atrapados como si fuera en un “cul de sac;” las torres eran edificadas especialmente sobre los ángulos. Así describe
Tacito los muros de Jerusalén, Hist. 5, 11, 7. 17. como ciegos—incapaces de ver a qué parte volverse, para hallar un
escape de los males existentes. carne—en el hebreo, pan; así el término árabe que significa pan, se usa para indicar la
carne (Mateo 26:26). 18. Ni su plata ni su oro podrá librarlos—(Proverbios 11:4.) fuego de su celo—(Ezequiel 38:19.)
Su ira celosa por su honor que consumirá a los culpables como fuego. consumación apresurada hará con todos—una
destrucción completa; “fin acabado” (Jeremías 46:28; Ezequiel 11:13), del todo repentino. (Maurer.) “Una extinción y
ésa apresurada …” (Calvino.)
CAPITULO 2
EXHORTACION A ARREPENTIRSE ANTES QUE LOS INVASORES CALDEOS VENGAN. CONDENA A LOS
ENEMIGOS DE JUDA, LOS FILISTEOS, MOAB, AMON, CON SUS IDOLOS, Y ETIOPIA Y ASIRIA. 1. Congregaos—
para una asamblea religiosa, para desviar el juicio, por las oraciones (Joel 2:16). (Grocio.) O bien, para no ser disipados
“como el tamo” (v. 2). El hebreo es semejante a una raíz que significa desperdicio. Se les exhorta a “congregarse,”
apartándose de los males de la confianza en sí mismos y de los deseos corruptivos. (Calvino.) De otra manera el
enemigo. como el viento, os dispersará “como el tamo.” Lo que significa el congregarse es el arrepentimiento. gente
no amable—(Véase 2 Crónicas 21:20): indigna de la gracia y favor de Dios; y con todo Dios sigue magnificando
aquella su gracia tanto como para estar solícito por la seguridad de ellos, aun cuando se habían destruído y perdido
así todo derecho a su gracia. (Calvino.) La lección marginal de una Versión Caldea tiene: “gente no deseosa;” es decir, de
volverse a Dios. Maurer y Gesenius traducen: “gente que no palidece:” es decir, de vergüenza. Mejor es la Versión
Inglesa: “gente no deseada.” 2. Antes que pára el decreto—eso es, antes que se cumpla el decreto de Dios en contra de
vosotros, anunciado por mí (1:1). Como el embrión yace oculto en el vientre, y después sale a la luz en su propio y
debido tiempo, así también Dios, aunque por un tiempo oculta su venganza, la “hace nacer” en el tiempo debido. el
día se pase como el tamo—eso es, antes que pase el día para el arrepentimiento, y con él desaparezcáis vosotros
impíos como el tamo (Job 21:18; Salmo 1:4). Maurer lo pone entre paréntesis: “el día (o sea, el tiempo) pase como el
tamo” (es decir, rapidísimamente). Calvino: “Antes que sea dado a luz el decreto (la venganza predicha), (entonces) el
tamo (los judíos) pasará en un día, eso es, en un momento, aunque ellos pensaban que pasaría mucho tiempo antes de
ser ellos destruídos. Mejor es nuestra versión, siendo la segunda cláusula explicativa de la primera. 3. Como en el v. 1
(véase Nota, 1:12) había amonestado a los endurecidos de entre el pueblo a humillarse, así advierte “a los mansos”
para que sigan en su camino recto, para que escapen de la calamidad general (Salmo 76:9). Los humildes se inclinan
bajo los castigos de Dios y se someten a la voluntad de Dios, mientras que los impíos solamente se endurecen más, a
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causa de los mismos. Buscad a Jehová—en contraste con aquellos que “no buscaron a Jehová” (1:6). Los humildes no
han de mirar primero qué hará la multitud, sino que buscarán a Dios de inmediato. su juicio—eso es, su ley. El
verdadero camino de “buscar al Señor” es con “obrar juicio,” no meramente con ser celosos por las ceremonias
externas. buscad mansedumbre—no murmurando perversamente contra los tratos de Dios, sino sometiéndoos
pacientemente a los mismos y esperando serenamente la liberación. quizás seréis guardados—(Isaías 26:20; Amós
5:6.) Esta frase no indica duda de la liberación de los justos, sino que expresa la dificultad de la misma, tanto para que
los impíos vean la certeza de su condena, como para que los justos aprecien más la gracia de Dios en su caso (1 Pedro
4:17–19). (Calvino.) Véase 2 Reyes 25:12. 12. 4. Porque—Sofonías hace del castigo que espera a los estados vecinos un
argumento de por qué los impíos deben de arrepentirse (v. 1) y los piadosos deben perseverar, a saber, para que
escapen de la calamidad general. Gaza será desamparada—En hebreo hay un juego de sonidos, Gaza, Gazuba; Gaza
será abandonada, como su nombre sugiere. Así el hebreo de la siguiente cláusula, Ecrón, teeakeer. en el medio día—“al
mediodía:” cuando a causa del calor los orientales duermen y se suspenden las operaciones militares (2 Samuel 4:5,
etc.). Por tanto, un ataque a mediodía significa uno repentino e inesperado (Jeremías 6:4, 5; 15:8). Ecrón—Cuatro
ciudades de los filisteos se mencionan, mientras que cinco era el número normal de sus principales ciudades. Gat está
omitida, por estar en este tiempo bajo el dominio de los judíos. David la había subyugado (1 Crónicas 18:1). En
tiempos de Joram los filisteos casi la recuperaron (2 Crónicas 21:16), pero Uzías (2 Crónicas 26:6) y Ezequías (2 Reyes
18:8) los vencieron y la ciudad quedó bajo los judíos. Similarmente Amós 1:6, etc.; Zacarías 9:5, 6; Jeremías 25:20. sólo
mencionan cuatro ciudades de los filisteos. 5. los que moran a la parte de la mar—los filisteos habitaban la franja de la
costa de la mar al sudoeste de Canaán. Lit., el cordón o linea de la mar (véase Jeremías 47:7; Ezequiel 25:16). gente de
Cheretim—los cretenses, nombre aplicado a los filisteos como provenientes de Creta (Deuteronomio 2:23; Jeremías
47:4; Amós 9:7). Filisteo quiere decir “inmigrante.” Canaán, tierra de Palestinos—o sea, los filisteos: ocupaban el
sudoeste de Canaán (Josué 13:2, 3); nombre [PAG. 936] que insinúa que ellos están destinados para la misma
destrucción que los primitivos ocupantes de la misma tierra. 6. moradas de cabañas de pastores—más bien, moradas
con cisternas (aljibes cavados en la tierra) para pastores. En lugar de la densa población y la labranza, la región se
convertirá en campos de pastoreo para los rebaños de los pastores nómadas. El hebreo por cisternas cavadas, Ceroth,
parece un juego de sonidos, que alude al nombre de ellos, Queretitas, o Cereteos (v. 5). Su tierra se convertirá en lo que
significa su nombre nacional, en una tierra de aljibes. Maurer traduce: “fiestas para pastores (rebaños),” eso es, amplio
pasto. 7. resto de la casa de Judá—aquellos judíos que queden después de la calamidad cercana y los que retornen del
destierro. allí apacentarán—a saber, en los campos de pastoreo en aquella región costanera (v. 6). los visitará—en
misericordia (Exodo 4:31). 8. Yo he oído—Una consolación oportuna para Judá desenfrenada e impunemente asaltada
por Moab y Amón. Dios dice: “Yo lo he oído todo, aun cuando pareciera a los hombres que no hubiese observado
nada, por cuanto no obré en seguida para ejecutar el castigo”. se engrandecieron—obraron arrogantemente, invadiendo
el territorio de Judá (Jeremías 48:29; 49:1; v. 10; Salmo 35:26: Abdías 12). 9. campo de ortigas—o desparramamiento de
ortigas, eso es, un lugar cubierto de ellas. mina de sal—como las halladas al sur del Mar Muerto. El agua las inunda
en primavera, y se deja la sal por la evaporación. La tierra de sal es estéril (Jueces 9:45; Salmo 107:34). el resto … los
heredará—los campos de ellos; en retribución por haber ocupado ellos la tierra de Judá. 10. (Véase v. 8.) por su
soberbia—en antítesis a los humildes (v. 3). 11. enervará—humillará, quitando a los ídolos su fama de antes; como
mueren los animales cuando se les quita el alimento. También con destruir los reinos que están bajo la tutela de los
ídolos (Salmo 96:4; Isaías 46:1). dioses de la tierra—los que tienen su existencia solamente sobre la tierra, no en los
cielos como el Dios verdadero. cada uno desde su lugar—cada uno en su hogar gentil, enseñado por los judíos en la
religión verdadera: no solamente en Jerusalén los hombres adorarán a Dios, sino en todas partes (Salmo 68:29, 30;
Malaquías 1:11; Juan 4:21; 1 Corintios 1:2; 1 Timoteo 2:8). No quiere decir, como en Isaías 2:2; Miqueas 4:1, 2; Zacarías
8:22; 14:16, que hayan de venir desde sus respectivos lugares para adorar en Jerusalén. (Maurer.) todas las islas de las
gentes—es decir, todas las regiones marítimas, especialmente del oeste, profecía que se está cumpliendo ahora con el
acercamiento de los gentiles al Mesías. 12. Cumplida cuando Nabucodonosor (la espada de Dios, Isaías 10:5) conquistó a
Egipto, con el cual Etiopía estaba estrechamente vinculada como aliada (Jeremías 46:2–9; Ezequiel 30:5–9). Vosotros—
lit., Ellos. La tercera persona expresa extrañeza; aunque son condenados ante el tribunal de Dios nombrados en la
segunda persona, se habla de ellos en la tercera persona como ajenos de Dios. 13. Aquí el profeta pasa repentinamente
al norte. Nínive fué destruída por Ciaxares y Nabopolasar en el año 625 a. de J. C. Las hordas escitas, por una
incursión en Media y de allí al sudoeste de Asia (creídas por muchos ser las fuerzas descritas por Sofonías, como los
invasores de Judea, más bien que los caldeos), por un tiempo interrumpieron las operaciones de Ciaxares; pero éste
finalmente tuvo éxito. Arbaces y Belesis previamente alborotaron al imperio asirio bajo Sardanápolo (eso es, Pul?), año
877 a. de J. C. 14. rebaños—de ovejas; correspondiendo a “bestias” de la línea paralela. Pastoreos anchos y guaridas
para las fieras habrá, donde una vez había numerosas gentes (véase v. 6). Maurer, innecesariamente para el
paralelismo, lo hace “rebaños de animales salvajes.” bestias de las gentes—es decir, bestias de la tierra (Génesis 1:24).
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No como Rosenmuller: “todas clases de bestias que forman una nación,” eso es, bestias gregarias (Proverbios 30:25,
26). el onocrótalo—más bien, el pelícano (así el Salmo 102:6; Isaías 34:11). el erizo—(Isaías 14:23.) Así Maurer;
Henderson: “el puerco espín”. en sus umbrales—más bien, “los capiteles de sus columnas,” a saber en sus templos y
palacios. (Maurer.) O bien, “sobre los florones como granadas en la parte superior de las casas.” (Grocio.) su voz
cantará en las ventanas—“la voz en las ventanas” de las aves del desierto da a entender que la desolación impera en
las partes superiores de los palacios, lo que corresponde con “asolación en las puertas,” es decir en las partes
inferiores, cedro será descubierto—dejando expuestos al viento y la lluvia al maderamen o frisco de cedro sobre las
paredes, el techado desgarrado, y las ventanas y puertas deshechas. Todo esto tiene por fin la consolación de los
judíos, para que soporten sus alamidades con paciencia, sabiendo que Dios vengará. 15. Nada entonces parecía más
improbable como que aquella capital de un imperio tan vasto, ciudad de un perímetro de unos 112 kilómetros, con
murallas de 29 metros de altura y de anchura tal que tres carros de guerra podían ir de frente sobre ellas, y con 1.500
torres, sería tan totalmente destruída, que en el día de hoy apenas se puede encontrar su sitio. Sin embargo, es así
como predijo el profeta. Yo, y no más—Esta frase peculiar, expresión de uno que se congratula a sí mismo, como si
fuera sin par, es claro que está adoptada de Isaías 47:8. Los últimos profetas, estando ya en el tiempo cuando el
espíritu de la profecía estaba a punto de irse, se apoyaban más en las predicciones de sus predecesores. silbará—
asombrado por una desolación tan grande y repentina (1 Reyes 9:8); también de escarnio. (Job 27:23; Lamentaciones
2:15; Ezequiel 27:36).
CAPITULO 3
anterior. 7. Dije: Ciertamente …—Dios habla de la manera de los hombres, en condescendencia a la flaqueza del
hombre; no como si Dios fuera ignorante de las contingencias futuras, sino en el sentido de ellos: Por cierto uno podría
haber esperado que bajo semejantes circunstancias os hubierais arrepentido: pero ¡no! me temerás—al menos tú, ¡oh
Jerusalén! Véase “¡Oh si también tú conocieses, a lo menos en este tu día …!” Lucas 19:42. su habitación—de ellos: el
santuario. (Buxtorf.) O bien, la ciudad. Véanse las palabras de Jesús (Lucas 13:35): “He aquí, vuestra casa os es dejada
desierta” (Levítico 26:31. 32; Salmo 69:25); y dichas con respecto al templo (en Miqueas 3:12). “Su casa” se dice en lugar
de “tu”, en señal de que Dios los coloca a mayor distancia de sí. por todo aquello sobre que los visité—Por mucho
que los hubiera castigado, yo no habría cortado su habitación. Calvino: “Como quiera que los hubiera señalado para
visitación” a causa de las provocaciones de ellos, con todo, aun cuando se hubiesen arrepentido, enseñados por mis
correcciones, yo los hubiera perdonado” Maurer: “Muy de conformidad con lo que hacía, mucho decreté tocante a
vosotros” (Deuteronomio 28:1–14, y de la otra mano, 15:68; 27:15–26). se levantaron de mañana, y corrompieron …—
temprano de mañana es el mejor tiempo en el oriente para la transacción de asuntos serios, antes del enervador calor
del medio día. Quiere decir pues: Con la mayor seriedad ellos se ponen a “corromper todas sus obras” (Génsis 6:12;
Isaías 5:11; Jeremías 11:7; 25:3). 8. esperadme—aquí Jehová vuelve a dirigirse a los judíos piadosos. En medio de todos
estos juicios sobre la nación judía, esperad el glorioso tiempo de la restauración que ha de ser introducido por el
precioso derramamiento de la ira de Dios sobre todas las naciones (Isaías 30:18–33; donde la misma frase,
“bienaventurados los que le esperan,” se usa tocante al mismo gran evento). Calvino erróneamente hace dirigirse
estas palabras a los impíos; y así Maurer: “No tendréis que esperarme en vano;” que pronto vendré armado de
indignación: ya no contenderé con vosotros por medio de mis profetas”. al día—eso es, “esperad el día cuando …”
(Habacuc 2:3). me levantaré al despojo—como la fiera que se levanta de su guarida ávida de presa (véase Mateo
24:28). O más bien, como un guerrero que guía a Israel a victoria segura, la que se denota por presa, o botín, el premio de
la victoria. La Versión de los Setenta y la Siríaca vierten el hebreo: “Me levanto como testigo” (Véase Job 16:8; Malaquías
3:5). Siendo Jehová, según esta interpretación, testigo, acusador y juez. Es mejor la Versión Inglesa: “Me levantaré a la
presa.” reunir las gentes—contra Jerusalén (Zacarías 14:2) para derramar su indignación sobre ellas allí (Joel 3:2;
Zacarías 12:2, 3). 9. Por entonces—Las benditas cosas prometidas en éste y el v. 10, son los resultados inmediatos del
castigo infligido a las naciones, mencionadas en el v. 8 (véase v. 19). volveré yo a los pueblos el labio limpio—En
lugar de su lenguaje impuro, les daré de nuevo un lenguaje puro. Véase esta expresión hebraica, 1 Samuel 10:9. La
confusión de lenguas fué la pena de pecado, probablemente de la idolatría en Babel (véase Génesis 11:1–6, donde
“labio” también expresa lenguaje, probablemente religión; v. 4, “una torre, cuya cúspide llegue hasta el cielo.” O más
bien, que señala al cielo, dedicada a los cielos idolatrados, o a Bel); castigo, por cierto, de la rebelión contra la voluntad
de Dios. Una garantía de la supresión de este castigo fué el don de lenguas en Pentecostés (Hechos 2); la restauración
plena de la unidad de lengua y de adoración en la tierra, es todavía futura, y está vinculada con la restauración de los
judíos, para ser seguida por la conversión del mundo. Véase Isaías 19:18; Zacarías 14:9; Romanos 15:6, “para que
concordes, a una boca glorifiquen al Dios …” Los labios de los gentiles fueron hechos impuros por ser instrumentos
para [PAG. 938] invocar a los ídolos y deshonrar a Dios (véase Salmo 16:4; Oseas 2:17). Ya sea que el hebreo sea un
lenguaje universal o no, el Dios de los hebreos será el único objeto de adoración. Mientras el Espíritu Santo no
purifique los labios, no podremos invocar a Dios en forma debida (Isaías 6:5–7). para que de un consentimiento le
sirvan—lit., de hombro y espalda; metáfora del yugo, o carga llevado entre dos (Números 13:23); ayudando el uno al otro
con esfuerzo unido. Si afloja uno de los dos que llevan la carga puesta en ambos conjuntamente, la carga caerá a tierra
(Mateo 11:30; Hechos 15:28; Apocalipsis 2:24; véase 2 Corintios 6:14, sobre la misma figura). 10. De esa parte de …
Etiopía, mis suplicantes—lit., mis quemadores de incienso (véase Salmo 141:2; Apocalipsis 5:8; 8:3, 4). Se trata de los
israelitas, llamados “la hija de mis esparcidos,” término hebreo para indicar mi pueblo disperso. “Los ríos de Etiopía”
son aquellos que la circundan en el norte. Al oeste de Abisinia existe hace muchísimo un pueblo llamado Falashas, o
“emigrantes” (afín del sinónimo filisteos). Estos trazan su origen a Palestina, y profesan la religión judía. En los rasgos
físicos se asemejan a los árabes. Cuando Bruce, viajero escocés, estuvo allí, tenían un rey judío llamado Gedeón y su
reina, Judit. Es probable que los cristianos abisinios fueran originalmente, en parte judíos convertidos. En este texto
aparecen como representantes de todo Israel que ha de ser restaurado. me traerán ofrenda—eso es, la ofrenda que me
es debida, que es mi derecho. Yo prefiero con Dewette y la Versión Caldea, hacer de “suplicantes” el acusativo y no
nominativo: Los pueblos (vv. 8, 9) llevados a temerme mediante mis juicios, “traerán como mi ofrenda a mis suplicantes
(término apropiado para los judíos, sobre quienes iba a ser derramado espíritu de oración, Zacarías 12:10), la hija de
mis esparcidos.” Véase el punto de vista de Horsley sobre Isaías 18:1, 2, 7. Según éste, puede ser que Inglaterra sea el
poder naval que restituya Israel a Palestina (Isaías 60:9). El término hebreo por Etiopía es Cush, que puede incluir no
solamente a Etiopía. sino también la región del Tigris y Babilonia, donde Nimrod, el hijo de Cush (Génesis 10:8–12).
edificó a Nínive y adquirió a Babilonia, rogión por donde se dice fueron esparcidas las diez tribus (1 Pedro 1:1; 5:13;
véase Isaías 11:11). La restauración bajo Ciro, de los judíos transportados por el Faraón Necao a Egipto y Etiopía, fué
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una señal de la restauración futura bajo Cristo. 11. no serás avergonzada—No tendrás entonces motivo por qué estar
avergonzada, porque en aquel tiempo habré quitado de en medio de ti a aquellos que por sus pecados te fueron causa de
vergüenza (v. 7). los que se alegran en tu soberbia—los que se enorgullecen de aquello en que tú te glorías, a saber,
en tu templo (“mi santo monte”), en tu elección como pueblo de Dios, etc.; lo hacen en el espíritu farisaico (Jeremías
7:4; Miqueas 3:11; Mateo 3:9). Véase Jeremías 13:17: “Llorará mi alma a causa de vuestra soberbia.” El remanente
convertido será de un espíritu humilde (v. 12; Isaías 66:2, 10). 12. pueblo humilde … esperarán en … Jehová—el
bendito efecto de la aflicción santificada sobre el remanente judío. No puede haber confianza completa en el Señor
sino donde esté quitada toda causa de jactancia y orgullo (Isaías 14:32; Zacarías 11:11). 13. ni dirá mentira—adorará a
Dios en verdad, y tendrá hacia el hombre el amor sin disimulación. La característica de los 144.000 sellados de Israel. no
habrá quien los espante—ni enemigo extranjero, ni príncipe injusto (v. 3), profeta ni sacerdote (v. 4). 14. El profeta en
visión mental ve como presente el día gozoso de Sión, y proclama el regocijo consiguiente de ella. 15. El motivo del
gran gozo. “Jehová ha apartado de ti tus juicios,” es decir, los castigos que envió sobre ti. Después de la quita del
pecado (v. 13), sigue la remoción de la tribulación. Quitada la causa, cesa el efecto. Por la senda de santidad camina la
felicidad Jehová es … en medio de ti—aunque pareció haberte abandonado por un tiempo, ahora está presente como
tu slavaguardia (v. 17). nunca más verás mal—no lo experimentarás (Jeremías 5:12; 44:17). 16. no se debiliten tus
manos—(Hebreos 12:12.) Que no desmayen en la obra del Señor. 17. callará de amor—Así Maurer: cuanto a tus faltas,
no imputándolas (Isaías 62:5; 65:19; Salmo 32:2; Ezequiel 33:16). Versión Inglesa: “Descansará en su amor:” contento con
él como su suprema delicia (véase Lucas 15:7–10). (Calvino.) Yo prefiero explicarlo como aquel calmoso gozo silencioso
que hay en la posesión del objeto del amor de uno, que es demasiado grande para que lo puedan expresar las
palabras; así como Dios después de los seis días de la creación reposó con satisfacción silenciosa en su obra, porque “he
aquí que era buena en gran manera” (Génesis 1:31; 2:2). Así la cláusula paralela, por contraste, expresa el gozo, no
callado como en ésta, sino “con cantar” a viva voz. 18. Reuniré (para solemne convocación) a los fastidiados—que
ardientemente anhelan la asamblea solemne que no pueden celebrar en el destierro (Lamentaciones 1:4; 2:6). tuyos
fueron—o son: “tus ciudadanos verdaderos; a los cuales por tanto he de restaurar.” para quienes el oprobio de ella
era una carga—es decir, a quienes tu oprobio (“el oprobio de mi pueblo”, Miqueas 6:16; su ignominiosa cautividad)
era una carga. “De ella” está puesta en lugar de “de ti”, como muchas veces se cambia la persona. Los que participaban
de la pesada carga del oprobio que cayó sobre mi pueblo. Véase Isaías 25:8: “Y quitará la afrenta de su pueblo de toda
la tierra.” 19. apremiaré—“Desharé” (Versión Inglesa). Maurer traduce: “Trataré con …” tal cual merecen. Véase
Ezequiel 23:25, donde se traduce el hebreo de manera similar. La destrucción de los enemigos de Israel precede a la
restauración de Israel (Isaías 66:15, 16). la coja—a todos los desvalidos. La debilidad de ellos no será obstáculo para mí
en su restauración. Así en el Salmo 35:15, donde “la cojera” se traduce adversidad. Asimismo Ezequiel 34:16; Miqueas
4:6, 7. confusión—(Ezequiel 34:29.) 20. os daré por renombre y por alabanza—os haré célebres y alabados. tornaré
vuestros cautivos—Así Maurer. La Versión Inglesa: “vuestra cautividad.” El hebreo es plural: “cautividades;” para
expresar las cautividades de diferentes épocas de la historia de ellos, así como la diversidad de lugares, donde fueron
y están dispersos. delante de vuestros ojos—increíble como el evento pueda parecer, vuestros propios ojos con delicia lo
contemplarán. Vosotros apenas lo creeréis por el gozo, pero el testimonio de vuestros propios ojos os convencerá de la
deliciosa realidad (véase Lucas 24:41).
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INTRODUCCION
El nombre Hageo significa mi fiesta; dádole, según Cocceius, en anticipación lel gozoso retorno del destierro. El
probablemente fué uno de los judíos desterados (de las tribus de Judá, Benjamín y Leví) que volvieron bajo Zorobabel,
la abeza civil del pueblo, y Jesuá, el sumo sacerdote, en el año 536 a. de J. C., uando Ciro (movido por las notables
profecías respecto a sí mismo, Isaías 44:28; 5:1) les concedió la libertad y les proporcionó lo necesario para restaurar el
emplo (2 Crónicas 36:23; Esdras 1:1; 2:2). La obra de reedificación fué adelante bajo Ciro y su sucesor Cambises
(llamado Asuero, Esdras 4:6) a pesar de la opoición de los samaritanos, quienes, cuando su ofrecimiento de ayudar fué
rehuado, empezaron a tratar de impedir la obra. Estos al fin obtuvieron una prohibición del usurpador Esmerdis el
Mago (llamado Artajerjes, Esdras 4:7–23), cuya desconfianza fué fácil de inspirar, y los judíos por lo tanto se volvieron
tan inliferentes para la obra que, cuando Darío llegó al trono (en el año 521 a. de J. C.), hecho que virtualmente
anulaba las prohibiciones de usurpador, en vez de recomenzar sus labores, prentendieron que como la profecía de los
setenta años se aplicaba tanto al templo como a la cautividad en Babilonia (1:2), estaban solamente en el sexagésimo
octavo año de ésta (Henderson); de modo que, no habiendo llegado aún el tiempo debido, podían dedicarse a edificar
espléndidas mansiones para sí mismos. Hageo y Zacarías fueron comisionados por Jehová 1:1) en el segundo año de
Darío (Histaspes), año 520, dieciséis años después del etorno de Zorobabel, para despertarlos de su egoísmo a
reanudar la obra, la cual hacía catorce años estaba suspendida. Hageo precedió a Zacarías en la obra por dos meses.
Las fechas de sus cuatro distintas profecías son dadas con exactitud: (I.) La primera (1:1), en el primer día del
sexto mes del segundo año de Darío (año 520 a. de J. C.), reprendió al pueblo por su apatía en permitir que el templo
yaciera en ruinas, y les advirtió que les iba mal en todas las cosas porque no honcaban a Dios en cuanto a su casa. El
resultado fué que veinticuatro días después comenzaron a edificar bajo Zorobabel (1:12–15). (II.) La segunda, en el
vigésimo primer día del séptimo mes (2:1–9), predice que la gloria del nuevo templo sería más grande que la del de
Salomón, de modo que el pueblo no debía desalentarse por la inferioridad del esplendor externo del nuevo templo, en
comparación con el antiguo, lo cual había hecho llorar a los ancianos, que recordaban el antiguo. (Esdras 3:12, 13).
Isaías, Jeremías y Ezequiel habían sentido la misma predicción, por lo que algunos habían dudado de si ellos debían
proseguir con una edificación tan inferior a la anterior; pero Hageo demuestra en qué consistiría la gloria superior del
nuevo, a saber, en la presencia de aquel que es “el Deseado de todas las naciones” (v. 7). (III.) La tercera, en el
vigésimo cuarto día del noveno mes (2:10–19), se refiere a un período cuando los materiales para la construcción
habían sido reunidos y los obreros habían empezado a colocarlos juntos, tiempo desde el cual, en adelante, Dios
promete su bendición; ésta empieza por quitar sus pasados errores referentes a la eficacia de las meras observancias
exteriores, para limpiarse del mal de la desobediencia que habían cometido al no reedificar el templo. (IV.) La cuarta
(2:20–23), en el mismo día de la precedente, fué dirigida a Zorobabel, como el representante del pueblo teocrático, y
como quien había preguntado acerca de las revoluciones nacionales referidas en la segunda profecía (2:7).
Las profecías son todas breves como para sugerir la suposición de que son solamente un resumen de los discursos
originales. El espacio de tiempo ocupado, no era sino de tres meses desde la primera hasta la última.
Los adversarios de los judíos, al reanudarse la obra bajo Zorobabel, Hageo y Zacarías, trataron de indisponer a
Darío en contra de ellos; pero aquel monarca confirmó el decreto de Ciro, y ordenó que fuese dada toda la ayuda
necesaria para la edificación del templo (Esdras 5:3, etc.; 6:1, etc.) Así es que el templo fué acabado en el sexto año del
reinado de Darío, año 516–515 a. de J. C. (Esdras 6:14).
El estilo de Hageo está en consonancia con sus mensajes: patético en la exhortación, vehemente en las
reprensiones, elevado en la contemplación del futuro glorioso. La repetición de las mismas frases (v. gr., dice Jehová, o
Jehová de los ejércitos, 1:2, 5, 7; y tres veces en un solo versículo, 2:4; así “el espíritu,” tres veces en un versículo, 1:14) da
una seriedad sencilla a su estilo, calculada para despertar la seria atención del pueblo, y para despertarlos de su
apatía, a lo cual también tendía la forma interrogativa especialmente, forma a menudo [PAG. 940] adoptada. Ocurren
caldeísmos (2:3; 2:6; 2:16), como había de esperarse de un escritor que estuvo tanto tiempo en Caldea. Algunas partes
son puramente prosa histórica; el resto es algo rítmico, y observa el paralelismo poético.
Referencia a Hageo se hace en Esdras 5:1; 6:14; y en el Nuevo Testamento en Hebreos 12:26; véase 2:6, 7, 22.
1073
CAPITULO 1
1–9. LA SEGUNDA PROFECIA. Al pueblo, desalentado por la inferioridad de este templo con relación al de Salomón, se le
anima a pesar de esto a perseverar, porque Dios está con ellos, y esta casa por su conexión con el reino del Mesías tendrá una
gloria superior a la de oro y plata. 1. el mes séptimo—el año hebreo; el segundo año del reinado de Darío (1:1) un poco
menos de un mes después que hubieron empezado la obra (1:15). Esta profecía fué dada muy poco antes [PAG. 942]
que la de Zacarías. 3. ¿Quién ha quedado … que haya visto … su primera gloria—Muchos ancianos presentes al acto
de echar los cimientos del segundo templo que habían visto el primero (Esdras 3:12, 13) en toda su gloria, lloraron por
el contraste presentado por la tosca y poco prometedora apariencia del segundo en sus comienzos. Desde la
destrucción del primer templo hasta el segundo año de Darío Histaspes, fecha de la profecía de Hageo, hubo un
espacio de setenta años (Zacarías 1:12); y hasta el primer año de Ciro, o sea, el fin de la cautividad, cincuenta y dos
años; de modo que los ancianos podían fácilmente recordar el primer templo. Los judíos notan cinco puntos de
inferioridad: la ausencia en el segundo templo de (1) el fuego sagrado; (2) el Shekinah; (3) el arca y los querubines; (4)
el Urim y Tumim; (5) el espíritu de profecía. La conexión del segundo templo con el Mesías compensa en mucho más
todos estos puntos mencionados; porque él es el antitipo de los cinco (v. 9). cual ahora la véis—La estimación de Dios
respecto a las cosas es muy diferente de la del hombre (Zacarías 8:6; 1 Samuel 16:7). Por muy baja que sea la
estimación de ellos del presente templo (“cual lo ven”) por su inferioridad exterior, Dios lo juzga superior (Zacarías
4:10; 1 Corintios 1:27, 28). 4. esfuérzate … porque yo soy con vosotros—La mayor fuerza es tener a Jehová con nosotros
por nuestra fuerza. No en el poder del hombre, sino en el del Espíritu de Dios (Zacarías 4:6). 5. Según el pacto que
concerté—Lit., “(Yo soy con vosotros) la palabra que pacté;” eso es, Yo soy con vosotros como lo pacté con vosotros
cuando salisteis de Egipto (Exodo 19:5, 6; 34:10, 11). El pacto de la promesa de Dios al pueblo elegido en Sinaí es un
motivo adicional para que ellos perseveren. El término hebreo por “pactar,” es lit., cortar, que alude a las víctimas de
los sacrificios partidas en la ratificación de un pacto. así—o bien, “y” en consecuencia. mi espíritu estará en medio de
vosotros—para fortaleceros para la obra (1:14; Zacarías 4:6). La inspiración de Hageo y Zacarías en este tiempo fué un
ejemplo de la presencia del Espíritu de Dios que permanecía aún con su pueblo, como él había estado con Moisés e
Israel antiguamente (Esdras 5:1; Isaías 63:11). 6. De aquí a poco aun [otra vez] haré yo temblar—o bien, “Hay aún un
poco de tiempo.” O “Hay ya solamente un corto plazo;” lit., un poco, es decir, un solo espacio breve hasta cuando ha
de comenzar una serie de movimientos, o sea, los sacudimientos de las naciones pronto a empezar, que han de
terminar en el advenimiento del Mesías, “el Deseado de todas las naciones.” (Moore.) El sacudimiento de las naciones
indica juicios de ira sobre los enemigos del pueblo de Dios, que precederán al reino del príncipe de paz (Isaías 13:13).
Los reinos del mundo no son sino el andamiaje para el templo espiritual de Dios, que ha de ser derribado cuando
haya cumplido su propósito. Lo transitorio de todo lo que es terrenal debiera conducir a los hombres a buscar la
“paz” en el reino eterno del Mesías (v. 9; Hebreos 12:27, 28). (Moore.) Los judíos en el tiempo de Hageo vacilaron
respecto de ir adelante con la obra, por causa del temor al poder mundial medopersa, influídos por la astucia de los
samaritanos. El profeta les asegura que éste y todos los demás imperios mundiales han de caer ante el Mesías, quien
ha de estar asociado con este templo; por lo tanto no necesitan temer nada. Así Hebreos 12:26, que cita este pasaje: el
apóstol compara el castigo más pesado que espera a los desobedientes bajo el Nuevo Testamento con aquel que tocaba
a los tales bajo el Antiguo Testamento. Al ser establecido el pacto sinaítico, solamente la tierra fué conmovida para
inaugurarlo, pero ahora cielo y tierra y todas las cosas han de ser sacudidas, eso es, juntamente con prodigios en el
mundo de la naturaleza, todos los reinos que se opongan a la marcha del reino del Mesías—“el cual no puede ser
conmovido”—han de ser trastornados (Daniel 2:35, 44; Mateo 21:44). Hebreos 12:27: “Aun una vez más,” favorece la
Versión Inglesa. San Pablo condensa juntos los dos versículos de Hageo (vv. 6, 7, y 21, 22), indicando que fué una y la
misma conmoción, de la cual los primeros versículos de Hageo denotan ser el principio, los últimos, el final. El
sacudimiento empezó como introducción al primer advenimiento, y será terminada con el segundo advenimiento.
Concerniente al último, véase Mateo 24; Apocalipsis 16:20; 18:20; 20:11; tocante al primero, véase Mateo 3:17; 27:51;
28:2; Hechos 2:2; 4:31. (Bengel.) Apenas hay una profecía del Mesías en el Antiguo Testamento que, en alguna
extensión por lo menos, no se refiera a su segunda venida. (Isaac Newton.) El Salmo 68:8 menciona la destilación de
los cielos cerca del monte (Sinaí); pero Hageo habla de la totalidad de los cielos creados: “Esperad solamente un poco de
tiempo, aun cuando el prometido evento no está manifiesto aún, porque pronto Dios cambiará las cosas para mejor: no
os detengáis con estos preludios para fijar los ojos en el estado presente del templo.” (Calvino.) Dios conmovió el cielo
por los relámpagos en Sinaí; la tierra, para que diera aguas; la mar, para que fuera dividida en dos. En el tiempo de
Cristo, Dios conmovió el cielo, cuando habló desde allí; la tierra, cuando ésta tembló; la mar, cuando mandó a las olas y
los vientos. (Grocio.) Cicerón registra el silencio de los oráculos paganos en el tiempo de Cristo; y Dio la caída de los
ídolos en el Capitolio Romano. 7. haré temblar—no convertir; sino causar aquella agitación que ha de preceder la
venida del Mesías como el Sanador de las agitaciones de las naciones. El sacudimiento previo causará el ardiente
1076
“deseo” por el Príncipe de paz. Moore, y otros, traducen: “la hermosura,” o “las cosas deseables (las dádivas preciadas)
de todas las naciones vendrá” (Isaías 60:5, 11; 61:6). El presenta estas objeciones a que se refiera al Mesías la frase “El
Deseado de las naciones”: (1) El hebreo quiere decir la calidad, y no la causa deseada, es decir, su calidad de deseable o
su belleza. Pero, ocurre que a menudo se pone lo abstracto por lo concreto. Así “un hombre de deseos”; esto es, “un
hombre deseado, o deseable”. (Daniel 9:23; 10:3, 11). (2) El Mesías no fué deseado por todas las naciones, sino “una raíz
de tierra seca,” que “no tenía hermosura para que le deseemos” (Isaías 53:2). Pero lo implícito no es que las naciones
definitivamente lo deseasen, sino que él era el único que satisfaría el ardiente deseo que todas inconscientemente
sentían de un Salvador, manifestado en sus ritos penosos y sangrientos sacrificios. Además, mientras que los judíos
como nación no lo desearon (pueblo a que Isaías 53:2 se refiere), los gentiles que claramente están indicados en la
frase, “todas las naciones,” lo aceptaron; y así para ellos, él era peculiarmente deseable. (3) El verbo “vendrá,” es
plural, lo que requiere que se [PAG. 943] entienda que el nominativo sea plural, mientras que si se refiere al Mesías, el
nombre es singular. Pero cuando dos sustantivos están juntos, regido el uno por el otro, el verbo concuerda a veces en
número con el último, aun cuando tiene el otro en realidad como su nominativo; es decir, en el hebreo “vendrán” se le
hace concordar con “naciones,” aunque realmente concuerda con “deseado.” Además, el Mesías puede ser descrito
como realizando en sí mismo, en su venida “los deseos” (nombre que expresa colectivamente el plural) de todas las
naciones; por consiguiente el verbo es plural. Así en Cantares (5:16), “y todo él codiciable” (“deseable”), en el hebreo
es la misma palabra como aquí, “todos los deseos,” eso es, del todo deseable, o el objeto de los deseos. (4) El v. 8: “Mía
es la plata..,” concuerda con la traducción: “las cosas escogidas de las naciones” serán presentadas. Pero el v. 8
armoniza enteramente bien con la Versión Inglesa del v. 7, como lo mostrará la nota sobre el v. 8. (5) La Versión de los
Setenta y la Siríaca concuerdan con la traducción de Moore. Pero la Vulgata confirma la Versión Inglesa. Así los
primitivos rabinos judíos del tiempo de Jerónimo. Platón, en Alcibíades 2, manifiesta el anhelo de los gentiles por un
libertador espiritual: “Es por lo tanto necesario—dice Alcibíades sobre el tema del culto aceptable—esperar hasta que
alguien nos enseñe cómo debemos conducirnos para con los dioses y los hombres.” Alcibíades responde: “¿Cuándo
llegará aquel tiempo, y quién será aquel maestro? Porque yo estaría contentísimo de ver a tal hombre.” Las “buenas
nuevas de gran gozo” eran “para todos los pueblos” (Lucas 2:10). Los judíos, y aquellos de las naciones contiguas por
ellos instruídos, esperaban la venida de Silo, a quien se congregarían los pueblos, según la profecía de Jacob (Génesis
49:10). Los primitivos patriarcas, Job (Job 19:25–27; 33:23–26) y Abraham (Juan 8:56), lo deseaban. henchiré esta casa
de gloria—(v. 9) Como el primer templo se llenaba de la nube de gloria, símbolo de Dios (1 Reyes 8:11; 2 Crónicas
5:14, así este segundo templo fué lleno de la “gloria” de Dios (Juan 1:14) velada en la carne (como si estuviera en la
nube) en la primer venida de Cristo, cuando él entró en él y obró milagros (Mateo 21:12–14); pero aquella “gloria” ha
de ser revelada en su segunda venida, como esta profecía en su última referencia lo predica (Malaquías 3:1). Antes de
la destrucción de Jerusalén todos los judíos esperaban que el Mesías apareciera en el segundo templo. Desde aquel
tiempo han inventado varias interpretaciones forzadas y falsas de tan sencillas profecías mesiánicas. 8. Mía es la
plata—(Job 41:11; Salmo 50:12.) Vosotros estáis desilusionados por la ausencia de estos preciosos metales en el adorno
de este templo, en comparación con el primero; si yo lo deseara, podría adornar este templo con aquellas cosas, pero
yo lo adornaré con una “gloria” (vv. 7, 9) mucho más preciosa, es decir, con la presencia de mi divino Hijo, en su
velada gloria primero, y en su segunda venida con su gloria revelada, acompañada con el adorno exterior de oro y
plata, del cual es el tipo el revestimiento dorado por dentro y por fuera puesto por Herodes. Entonces traerán las
naciones ofrendas de aquellos preciosos metales que vosotros ahora tanto echáis de menos (Isaías 2:3; 60:3, 6, 7;
Ezequiel 43:2, 4, 5; 44:4). La Jerusalén celestial será adornada similarmente, pero no necesitará de “templo”
(Apocalipsis 21:10–22). Véase 1 Corintios 3:12, donde el oro y la plata representan las cosas más preciadas (Zacarías
2:5). La gloria interior de la redención del Nuevo Testamento sobrepasa en mucho a la gloria exterior de la
dispensación del Antiguo Testamento. Así, en el cao individual del creyente pobre, Dios, si le pluguiese, podría
otorgarle oro y plata, pero él concede tesoros mucho mejores, la posesión de los cuales podría peligrar por la posesión
de aquéllos (Santiago 2:5). 9. La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera—es decir, por medio
de la presencia del Mesías, en cuya faz es dada la luz del conocimiento de la gloria de Dios (2 Corintios 4:6; véase Hebreos
1:2), y quien dijo de sí mismo, “en este lugar hay uno mayor que el templo” (Mateo 12:6), y quien “se sentaba
diariamente enseñando en él” (Mateo 26:55). Aunque el templo de Zorobabel fué derribado hasta los cimientos
cuando Herodes reedificó el templo, éste era considerado, desde el punto de vista religioso, no como un tercer templo,
sino virtualmente el segundo templo. daré paz en este lugar—es decir, en Jerusalén, la metrópoli del reino de Dios,
cuyo asiento era el templo: donde el Mesías “hizo la paz por la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20). De esta manera la
“gloria” consiste en esta “paz.” Esta paz empieza quitando las dificultades del camino del aceptamiento del culpable
por el justo Dios (Salmo 85:8, 10; Isaías 9:6, 7; 53:5; Zacarías 6:13; 2 Corintios 5:18, 19); luego ella crea la paz en el
propio corazón del pecador (Isaías 57:19; Hechos 10:36; Romanos 5:1; 14:17; Efesios 2:13–17; Filipenses 4:7); luego la
paz en toda la tierra (Miqueas 5:5; Lucas 2:14). Primero la paz entre Dios y el hombre, después entre el hombre y Dios,
1077
y luego entre el hombre y el hombre (Isaías 2:4; Oseas 2:18; Zacarías 9:10). Como Silo (Génesis 49:10) significa paz, este
versículo confirma la noción de que el versículo 7, “el Deseado de todas las naciones,” se refiere a Silo, o sea, el
Mesías, predicho en Génesis 49:10.
2:10–19. LA TERCERA PROFECIA. Los sacrificios sin obediencia (respecto del mandato de Dios de edificar el templo) no
podían santificar. Ahora que ellos son obedientes, Dios los bendecirá, aunque no se vea aún señal alguna de fertilidad. 10. A
veinticuatro del noveno mes—tres días más de dos meses desde la segunda profecía (v. 1); en el mes de Chisleu, el
mes que corresponde poco más o menos a nuestro diciembre. Los judíos parecen haber hecho considerable progreso
en la obra en el intervalo (vv. 15–18). 11. Pregunta ahora a los sacerdotes—Propónles tú esta cuestión sobre la ley. Los
sacerdotes eran los expositores autorizados de la ley (Levítico 10:11; Deuteronomio 33:10; Ezequiel 44:23; Malaquías
2:7). 12. “Carnes sagradas” (la carne de un sacrificio, Jeremías 11:15), a la verdad, hace santa la “falda” en la que se
lleva; pero esa falda no puede impartir su santidad a cosa alguna fuera de sí, como al “pan,” etc. (Levítico 6:27). Esto
se cita para ilustrar el principio de que un sacrificio, santo, por cuanto envuelve cosas divinas (lo mismo que la “falda”
es “santa” cuando envuelve la “carne sagrada”), no puede por su eficacia inherente u opus operatum hacer santa a una
persona cuya desobediencia—como la de los judíos al descuidar la casa de Dios—la hace profana o impía. 13. Por otra
parte, una persona “inmunda” según la ley imparte su impureza [PAG. 944] a cualquier cosa, mientras que una cosa
santa segun la ley, no puede conferir su santidad a una persona “inmunda” (Números 19:11, 13, 22). La santidad
según la ley no se comunica tan pronto como la impureza legal. Así que las sendas hacia el pecado son múltiples; la
senda para la santidad es una, y es camino de dificultoso acceso. (Grocio.) Una gota de sucidad contaminará un vaso
de agua; pero muchas gotas de agua clara no purificarán la inmundicia a un vaso de agua. (Moore.) 14. Y respondió
Hageo—más bien, “Entonces Hageo respondió (en réplica a la respuesta de los sacerdotes) y dijo.” (Maurer.) Así es
este pueblo—Hasta aquí, no está en tal estado mental de obediencia, como para merecer ser llamado “mi pueblo”
(Tito 1:15). Aquí aplica Hageo los dos casos que acaba de expresar. Por el primer caso, “este pueblo” no es hecho
“santo” por lo que ofrecen “aquí” (es decir, sobre el altar levantado al aire libre, bajo Ciro, Esdras 3:3); aunque el
sacrificio ritual por lo general puede santificar exteriormente tanto cuanto alcance (Hebreos 9:13), como la “carne
sagrada” que santificaba a la “falda”, no puede hacer aceptables a Dios a los ofrendantes sus personas y todas sus
obras, porque les falta el espíritu de obediencia (1 Samuel 15:22) mientras tanto descuidaban la edificación de la casa
del Señor. Por el contrario, en el segundo caso ellos hacían “impuras” sus mismas ofrendas por hallarse impuros por
causa de las “obras de muerte” (la desobediencia), lo mismo que la persona impura por el contacto con un cuerpo
muerto impartía su impureza a cuanto tocara (véase Hebreos 9:14). Todo esto se les aplica por lo que ellos habían sido,
no por lo que son ahora, ya que habían empezado a obedecer; el propósito es para preservarlos de que no apostataran
de nuevo. El “aquí” señala el altar, que probablemente estaba a la vista del auditorio del profeta. 15. poned vuestro
corazón—Ponderad vuestras experiencias “desde aquí” en adelante (“para arriba,” Versión Inglesa): más bien, “desde
entonces hasta aquí”, comparando cuantos males os sobrevinieron antes que emprendierais esta obra, con el tiempo
presente cuando la comenzasteis nuevamente, y cuando en consecuencia ahora yo os prometo “bendeciros.” Así
podréis percibir los males de la desobediencia y las bendiciones de la obediencia. 16. Antes que fuesen estas cosas—o
bien, “estos días:” aquellos días de vuestro descuido de la obra del templo. venían al montón de veinte hanegas—eso
es, al montón de trigo del cual se esperarían veinte medidas de grano, y no hubo más que diez. cincuenta cántaros del
lagar—Así traduce Maurer “purahs, ” o medidas de vino (que no está en el original). La Versión de los Setenta traduce
“medidas,” y la Vulgata, “frascos.” (La Versión Inglesa entiende prensa de oliva, en lugar de lagar. Traductor). 17.
Apropiado de Amós 4:9, cuya canonicidad está de este modo sellada por la inspirada autoridad de Hageo; en la
última cláusula, “convertisteis” tiene que ser suplida; su omisión se marca por la brusquedad elíptica (“con todo,
vosotros no a mí”), el desagrado de Dios, Véase Exodo 32:26; “(Júntese) conmigo,” donde Moisés en su excitación
omite las palabras parentéticas. “Viento solano” (“marchitamiento:” Versión Inglesa, el efecto por la causa. Trad.) es el
resultado de la excesiva sequía; “el tizoncillo,” de la excesiva humedad. 18. Resumido del v. 15, después de los vv. 16,
17, para que la bendición del v. 19 aparezca en el más marcado contraste con la maldición de los vv. 16, 17. La aflicción
endurecerá al corazón, si no se relaciona con Dios como autor de ella. (Moore.) desde el día que se echó el cimiento al
templo—El primer cimiento bajo tierra, hacía mucho fué echado, en el segundo año de Ciro, 535 a. de J. C. (Esdras
3:10, 11); el cimiento echado ahora, fué el secundario, el que de tierra para arriba se asentó sobre el trabajo previo.
(Tirinus.) O bien, tradúzcase: “Desde este día cuando se empieza el templo,” es decir, sobre los cimientos hace tiempo
echados. (Grocio.) Maurer traduce: “Considerad … desde el día veinticuatro del mes noveno (el tiempo que ha
transcurrido), desde el día que se echó el cimiento …” El hebreo apoya la Versión Inglesa. 19. ¿Aun no está la simiente
en el granero?—expresión que denota que no lo está. Ha sido sembrada ya en este mes, y no hay más señales ahora de
que lleve una buena cosecha, ni mucho menos de que sea felizmente guardada en los alfolíes, que las que hubo en la
estación pasada, cuando hubo tamaño fracaso; con todo, yo os prometo desde este día (haciendo hincapié por la
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repetición en la conexión de la bendición con el día de la obediencia de ellos) la bendición de una cosecha abundante.
Así también la vid, etc., la cual hasta ahora ha producido poco o nada, será bendecida con fecundidad. De este modo
sepondrá en evidencia que la bendición es debida a mí, y no a la naturaleza. Podemos creer en la promesa que Dios
nos ha dado de bendecirnos, aun cuando no veamos señales visibles de su cumplimiento (Habacuc 2:3).
2:20–23. LA CUARTA PROFECIA. La promesa de Dios por medio de Zorobabel a Israel, de seguridad en las conmociones
que vienen. 20. del mismo mes—el noveno mes, en el segundo año de Darío. La misma fecha de la tercer profecía (v.
10). 21. a Zorobabel—Tal vez Zorobabel había preguntado respecto de las convulsiones predichas (vv. 6, 7). Esta es la
respuesta: Los judíos habían sido inducidos a temer que estas convulsiones destruirían su existencia nacional. A
Zorobabel, por lo tanto, se dirige como jefe civil y representante de ellos, y no a Josué, su jefe religioso. El Mesías es el
Zorobabel antitípico, su Representante y Rey nacional, con quien Dios el Padre hace el pacto, en el cual a ellos, como
identificados con él, se les asegura la protección del amor electivo de Dios (véase el v. 23: “ponerte he como anillo de
sellar:” “Yo te escogí”). Yo haré temblar los cielos—(Nota, vv. 6, 7.) Las violentas convulsiones políticas acompañadas
con prodigios físicos (Mateo 24:7, 29). 22. Los demás reinos mundiales han de ser derribados para dar lugar al reino
universal de Cristo (Daniel 2:44). Los carros de guerra darán lugar a su reino de paz (Miqueas 5:10; Zacarías 9:10). 23.
te tomaré—bajo mi protección, y para promoverte a honor a ti y a tu pueblo (Salmo 78:70). anillo de sellar—(Cantares
8:6; Jeremías 22:24), el símbolo legal del dueño; generalmente hecho de piedras preciosas y oro, etc., y muy avaluado.
Llevado en el dedo, era objeto de constante estimación. En todos estos respectos, Dios considera al pueblo teocrático, y
a su representante, Zorobabel el tipo, y al Mesías su descendiente, el antitipo. La seguridad y protección de Israel
hasta el fin están garantizadas en el Mesías, en quien Dios los ha escogido como propiedad suya (Isaías 42:1; 43:10;
44:1; 49:3). Así el Israel espiritual [PAG. 945] está sellado en la cabeza del pacto por el Espíritu (2 Corintios 1:20, 22;
Efesios 1:4, 13, 14). Todo esto se atribuye, no a los méritos de Zorobabel, sino a la elección de gracia de Dios. Cristo es el
“sello” en la mano de Dios: siempre en la presencia del Padre, siempre agradable a los ojos de él. El sello de un
monarca oriental era el signo de su autoridad delegada; así Cristo (Mateo 28:18; Juan 5:22, 23).
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LIBRO DE ZACARIAS
INTRODUCCION
El nombre Zacarías significa uno a quien Jehová recuerda: un hombre común. En el Antiguo Testamento se
mencionan otros cuatro hombres del mismo nombre. Como Jeremías, y Ezequiel, él fué sacerdote tanto como profeta,
lo cual lo hace idóneo para el carácter sacerdotal de algunas de sus profecías (6:13). Se llama “hijo de Berequías hijo de
Ido” (1:1), y simplemente “hijo de Ido,” (Esdras 5:1; 6:14). Es probable que su padre muriera cuando él era aún joven,
y que por tanto, como ocurre a veces en la genealogía judaica, se le llama “el hijo de Ido,” su abuelo. Este era uno de
los sacerdotes que volvieron a Zorobabel y Josué desde Babilonia (Nehemías 12:4).
Zacarías entró tempranamente en sus funciones proféticas (2:4), solamente dos meses más tarde que Hageo, en el
segundo año del reinado de Darío, año 520 a. de J. C. El propósito de ambos profetas fué para alentar al pueblo y a sus
jefes civiles y religiosos, Josué y Zorobabel, en la obra de reedificación del templo, después de la interrupción causada
por los samaritanos (véase la Introducción de Hageo). Esto lo hace Zacarías especialmente desenvolviendo en detalle
el futuro glorioso, en conexión con la presente apariencia deprimida de la teocracia, y de su símbolo visible, el templo.
El debe haber sido muy joven al dejar a Babilonia, donde nació. El Zacarías, hijo de Berequías, mencionado por
nuestro Señor (Mateo 23:35) como muerto entre el templo y el altar, debe haber sido aquel llamado el hijo de Joiada en
2 Crónicas 24:21, que así pereció; la misma persona a menudo tenía dos nombres; y nuestro Señor, al referirse a la
Biblia Hebrea, de la cual 2 Crónicas es el último libro, naturalmente mencionaría al último mártir en el orden hebreo
del canon, así como había mencionado a Abel como el primero. Por cuanto Mateo 27:9 cita Zacarías 11:12, 13 como
palabras de Jeremías, Mede duda de la autenticidad de los capítulos 9 al 14, y los atribuye a Jeremías: piensa que estos
capítulos no fueron hallados sino después del retorno de la cautividad, y siendo aprobados por Zacarías, fueron
añadidos a sus profecías, así como los proverbios de Agur fueron agregados a los de Salomón. Todas las antiguas
autoridades, menos dos MSS, de la antigua Versión Italiana o Prevulgata, dicen “Jeremías” en Mateo 27:9. Esta cita no es
copia literal de Zacarías: puede ser que Jeremías 18:1, 2; 32:6–12, estuviesen en la mente de Mateo, y quizás en la
mente de Zacarías, razón por la cual Mateo se refiere a Jeremías. Hengstenberg similarmente piensa que Mateo nombra
a Jeremías más bien que a Zacarías, para llamar la atención al hecho de que la profecía de Zacarías no es sino una
reiteración del terrible oráculo de Jeremías 18 y 19, a ser cumplido en la destrucción de la nación judía. Jeremías, por la
figura del vaso del alfarero, ya habia descrito la ruina de ellos en la invasión de Nabucodonosor; y Zacarías repite
virtualmente esta amenaza, como que será otra vez infligida bajo el Mesías por el rechazo nacional de él, San Mateo,
virtualmente, con mencionar a Jeremías, da a entender que “el campo de sangre,” comprado ahora por “la recompensa
de la iniquidad” en el valle de Hinom, fué desde hacía mucho tiempo, un lugar de sentencia profética en el cual un
terrible desastre había sido simbólicamente predicho; que la presente compra de ese campo con el precio de la
traición, renovó la profecía y revivió la maldición—maldición pronunciada ya de antiguo por Jeremías, y una vez
cumplida en el sitio a Babilonia—maldición reiterada por Zacarías, y otra vez a ser verificada en la desolación romana.
Lightfoot (refiriéndose a B. Bathra y a Kimchi), menos probablemente, cree que la tercera división de la Escritura, los
profetas, empieza con Jeremías, y que todo el cuerpo de los profetas se cita de este modo por el nombre de “Jeremías.”
La mención de “Efraín” e “Israel” en estos capítulos como distintos de Judá, no prueba que la profecía fuese escrita
mientras las diez tribus existían como reino separado. Enseña más bien que en lo futuro no sólo Judá, sino también las
diez tribus, serían restauradas, señal de lo cual fué dada en los números de personas de las diez tribus que volvieron
con sus hermanos los judíos, de la cautividad, bajo Ciro. No hay nada en estos caracteres que insinúe que un rey
reinara en Judá [PAG. 946] en aquel tiempo. El editor del canon hebreo unió estos capitulos a Zacarías, y no a
Jeremías: hecho confirmado por la Versión de los Setenta 300 años a. de J. C.
La profecía consiste en cuatro partes: (I) Introductoria, 1:1–6; (II) Simbólica, 1:7 al 6:15, que tiene nueve visiones;
todas estas fueron concedidas en una noche, y son de un carácter simbólico. (III) Didáctica 7:1 al 8:23, una respuesta a
la pregunta de los betelitas concerniente a cierta fiesta. (IV) Profética, 9:1; al 14:21. Estos últimos seis capítulos
predicen la expedición de Alejandro a lo largo de la costa oeste de Palestina hasta Egipto; la protección de Dios a los
judíos, tanto en aquel tiempo como bajo los Macabeos; el advenimiento, sufrimientos y reinado del Mesías; la
destrucción de Jerusalén por Roma, y la disolución de la política judía; la conversión y la restauración de los judíos; la
derrota de la impía confederación que los asaltó en Canaán; y la unión de los gentiles en el culto santo de ellos.
(Henderson.) La diferencia del estilo entre los primeros y los últimos capítulos es debida a la diferencia de tema; los
seis primeros capítulos son de un carácter simbólico y peculiar, mientras que el estilo poético de los capítulos finales
se adapta admirablemente a los temas tratados. Los títulos (9:1; 12:1) concuerdan con los asuntos proféticos que
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siguen; no es necesario para la unidad de la paternidad literaria que las formulas introductorias que ocurren en los
primeros ocho capítulos apareciesen también en los seis últimos. La no referencia en los seis últimos capítulos a la
terminación del templo, y de la restauración de los judíos después de la cautividad, es justamente lo que debiéramos
esperar, si, como parece probable, estos capítulos fueron escritos mucho después de la terminación del templo y de la
constitución política de los judíos, después de la cautividad, en circunstancias diferentes de aquellas que preocupaban
al profeta cuando escrìbió los capítulos anteriores.
El estilo varía con el tema: unas veces es del tipo de conversación, otras del tipo poético. Sus símbolos son
enigmáticos, y por eso están acompañados de explicaciones. Su prosa es semejante a la de Ezequiel, difusa, uniforme,
y reiterativa. El ritmo es algo desigual, y los paralelismos no son del todo simétricos. No obstante, se encuentra a
menudo mucho de la elevación que se halla en los profetas anteriores, y una congruencia general entre el estilo y los
temas. La vivacidad gráfica es su mérito peculiar. Ocasionalmente aparecen caldeísmos. Otra característica especial de
Zacarías es la introducción de seres espirituales en sus escenas proféticas.
CAPITULO 1
18–21. LA SEGUNDA VISION. El poder de los enemigos de Judá será disipado. 18. cuatro cuernos—Para un pueblo
pastoril como los judíos, los cuernos del más fuerte del rebaño sugerían, naturalmente, un símbolo de poder y de orgullo
de fuerza consciente; y así como los poderosos imperios del mundo (Apocalipsis 17:3, 12). El número cuatro en el
tiempo de Zacarías se refiere a los cuatro puntos cardinales del horizonte. A dondequiera que se volvía el pueblo de
Dios, allá habían de encontrar enemigos (Nehemías 4:7); el asirio, el caldeo y el samaritano en el norte; Egipto y
Arabia hacia el sur; los filisteos en el oeste; Amón y Moab en el este. Pero el Espíritu en el profeta miraba más
adelante, es decir, hacia los cuatro poderes mundiales, los únicos que habían o han de levantarse mientras el reinado
del Mesías, el quinto, no derrote a todos los otros, y los absorba a su dominio universal. Sólo Babilonia y Medopersia
se habían levantado hasta entonces. Pero pronto el reino grecomacedonio había de sucederle (como el 9:13 lo perdice),
debiendo seguir el romano, el cuarto y último, bajo el cual nosotros vivimos (Daniel 2 y 7). El hecho de que se hable
aquí de la reparación de los males causados a Judá y a Israel por los cuatro reinos, prueba que su cumplimiento cabal
es aún futuro, y que solamente se da una señal de ello en la destrucción de los dos poderes mundiales que en el
tiempo de Zacarías habían “dispersado” a Judá (Jeremías 51:2; Ezequiel 5:10, 12). Que solamente dos de los cuatro se
habían levantado hasta entonces, es un argumento que no tiene peso para nosotros, ya que creemos que el Espíritu de
Dios en los profetas miraba el futuro como presente: nosotros por lo tanto, no hemos de dejarnos guiar por los
racionalistas que sobre tales bases niegan que la referencia aquí y en el 6:1 sea a los cuatro reinos mundiales. 19. Judá,
a Israel—aunque algunos de las diez tribus de Israel volvieron de Babilonia con Judá, el retorno completo de aquéllas
con esta tribu, está predicho, y debe ser aún futuro. 20. cuatro carpinteros—o mejor, “artífices.” De este modo se
denomina a las varias instrumentalidades empleadas, o a ser empleadas, para quebrantar a los poderes “gentiles” que
“dispersaron” a Judá. Porque para cada uno de los cuatro cuernos había un artífice hendidor para derribarlo. Para
todo enemigo del pueblo de Dios, ha provisto Dios un poder neutralizador adecuado para destruirlo. 21. Estos son
…—Más bien, “aquéllos son los cuernos que aventaron …” Se distinguen los cuernos de “los carpinteros,” u obreros
destructores (hábiles para destruir, Exodo 21:31), designados como “éstos” en la pregunta. ninguno alzó su cabeza—
tan deprimidos estaban ellos con una pesada carga de males (Job 10:15). para hacerlos temblar—para infundir el terror
en ellos (Ezequiel 30:9). alzaron el cuerno—en la arrogancia del poder consciente (Salmo 75:4, 5), tiranizando sobre
Judá (Ezequiel 34:21).
CAPITULO 2
LA TERCERA VISION. El hombre con el cordel de medir. La ciudad será plenamente restaurada y agrandada (vv. 2–
5). Los desterrados llamados (vv. 6, 7). Jehová protegerá a su pueblo y hará de sus enemigos un despojo para ellos (vv.
8, 9). Las naciones serán convertidas a Jehová, como resultado de su morada manifiesta entre su pueblo (vv. 10–13). 1.
un varón … cordel de medir—la misma figura para representar el mismo hecho futuro como en Ezequiel 40:3; 41:42.
“El varón” es el Mesías (Nota, 1:8), quien al medir a Jerusalén, se hace representar como el Autor de su futura
restauración. 2. A medir a Jerusalem—(Véase Apocalipsis 11:1; 21:15, 16). para ver cuánta es us anchura … su
longitud—más bien, cuánta ha de ser su debida anchura y longitud. 3. salía—es decir, de conmigo (Zacarías). aquel
ángel que hablaba conmigo … otro ángel—va al encuentro del ángel intérprete, otro ángel enviado por el divino
ángel medidor, para correr hasta Zacarías (v. 4). Aquellos que ejecutan la voluntad de Dios no deben caminar
lentamente, sino correr con presteza: le salió al encuentro—salió con el ángel medidor. 4. a este mozo—Así se habla
de Zacarías como si fuera todavía un joven, cuando estaba proféticamente inspirado. (Grocio.) O bien, así se le llama
con respecto a su ministerio o servicio (véase Números 11:27; Josué 1:1). (Vatablo.) Naturalmente el “ángel que hablaba
con” Zacarías deseaba decirle las demás comunicaciones que venían de parte de Ser Divino. Sin muros … de la
multitud … bestias—Tantos serán los habitantes de Jerusalén que no cabrán todos dentro de sus murallas, sino que se
esparcirán al campo abierto alrededor (Ester 9:19); y tan seguros estarán como para no necesitar protegerse a sí
mismos ni a su ganado detrás de murallas. Así en el futuro, Judea ha de ser “la tierra de las aldeas sin murallas”
(Ezequiel 38:11). Espiritualmente, ahora la Iglesia se ha extendido más allá de las murallas (Efesios 2:14, 15) de los
ritos mosaicos, y se ha esparcido de las ciudades a las aideas campestres, de las cuales se les de el nombre latino a los
paganos (o sea, “campesinos”), por ser ellos los últimos en separarse del gentilismo. 5. Yo seré … muro de fuego en
derredor—Véase el v. 4. Con todo, como una ciudad necesita algún muro, YO JEHOVA actuaré como un muro de
fuego al cual ninguno osa aproximarse (9:8; Isaías 26:1). seré por gloria—no solamente una defensa de los enemigos
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de afuera, sino una gloria adentro (Isaías 60:19; Apocalipsis 21:23). La misma combinación de “gloria y defensa” se
halla en Isaías 4:5, aludiendo a la columna de nube y fuego [PAG. 949] que defendió e iluminó a Israel en el desierto.
Véase Eliseo en Dotán, 2 Reyes 6:17. Como Dios va a ser la “gloria” de la ciudad, así ella será “su gloria” de él (Isaías
62:3). 6. huid de la tierra del aquilón—a saber, de Babilonia: tipo de los varios paises gentiles, desde los cuales los
judíos han de ser vueltos en lo futuro; por tanto, se especifica “los cuatro vientos del cielo,” dando a entender que han
de retornar desde todas partes (Deuteronomio 28:64; Jeremías 16:15; Ezequiel 17:21). La razón por la cual deberían
huir de Babilonia es: (1) A causa de las bendiciones prometidas al pueblo de Dios en su propia tierra; (2) A causa de
los males que estaban próximos a caer sobre sus enemigos (vv. 7–9). Babilonia pronto había de caer ante Darío, y sus
habitantes habían de sufrir terribles calamidades (Isaías 48:20; Jeremías 50:8; 51:6, 45). Muchos de los judíos en tiempo
de Zacarías aún no habían retornado a Judea. Su tardanza se debió (1) a la incredulidad, (2) su tierra hacía mucho se
hallaba en abandono y ruina, y estaba rodeada de crueles enemigos; (3) Dudaban de la libertad que les dieron Ciro y
Darío, de volver allá, como si estos monarcas pensaran quebrantarlos repentinamente; (4) La prolongada estancia de
ellos en Babilonia había borrado el recuerdo de su propia tierra; (5) La abundancia y la seguridad de allí, contrastadas
con Judea, donde su templo y ciudad estaban en ruinas. Todo esto reveló vil ingratitud y desprecio del extraordinario
favor de Dios, el que es infinitamente más preferible que todos los bienes del mundo. (Calvino y Pembellus.) pues …
os esparcí—El razonamiento es: “Yo que os dispersé de vuestra tierra a todos partes, puedo también recogeros otra
vez allá”. 7. Oh Sión … hija de Babilonia—Tú, cuya única habitación segura es “Sión,” inseparablemente vinculada
con el templo, estás enteramente fuera du tu lugar al “morar con la hija de Babilonia” (a saber, Babilonia y su pueblo,
Salmo 137:8; Isaías 1:8). 8. Después de la gloria—Después de restaurar la “gloria” (v. 5; Isaías 4:5; Romanos 9:4) de la
presencia de Jehová en Jerusalén, él (Dios el Padre) me ha comisionado a mí (Dios el Hijo, Isaías 48:16, el Angel
divino: siendo Dios a la vez El QUE ENVIA y el ENVIADO) para visitar con ira a “las naciones que os despojaron.”
Dos aspectos del oficio del Mesías recibido del Padre son: (1) para glorificar a su Iglesia; (2) para castigar a los
enemigos de ella (2 Tesalonicenses 1:7–10). Ambos oficios manifiestan su gloria (Proverbios 16:4). toca … la niña de su
ojo—es decir, del ojo de Jehová (Deuteronomio 32:10; Salmo 17:8; Proverbios 7:2). La pupila, o abertura, por medio de
la cual los rayos pasan a la retina, es la parte más delicada del ojo: el órgano que protegemos lo más celosamente, por
ser el más preciado de nuestros miembros: el que siente lo más agudamente el más ligero perjuicio, y la pérdida del
cual es irreparable. 9. alzo mi mano—un mero ademán de la mano de Dios puede postrar a todos sus enemigos (véase
Rut 1:13; Job 31:21; Isaías 11:15; 19:16; Hechos 13:11). despojo a sus siervos—a los judíos, a quienes aquéllos tenían
una vez por esclavos suyos (véase Isaías 14:2). Como la condición de los judíos entre el retorno de Babilonia y la
venida de Cristo se caracterizaba por mucha adversidad, esta profecía solamente puede tener su cumplimiento bajo
Cristo. me envió—(Isaías 48:16; 61:1; Juan 10:36) 10. moraré en medio de ti—en primer lugar, en el primer
advenimiento del Mesías (Salmo 40:7; Juan 1:14; Colosenses 2:9; 1 Timoteo 3:16); y más completamente en su segunda
venida (Isaías 40:10). Así el 9:9, donde véase la Nota (Isaías 12:6; Ezequiel 37:27; Sofonías 3:14). Entretanto Dios mora
espiritualmente en su pueblo (2 Corintios 6:16). 11. Y uniránse muchas gentes a Jehová en aquel día—El resultado
del destierro de los judíos fué que, en su subsecuente retorno, por medio de la difusión del conocimiento de su
religión, muchos gentiles vinieron a ser prosélitos, y adoraban en el patio de los gentiles (1 Reyes 8:41). Ciro, Darío,
Alejandro, Tolomeo, Filadelfo, Augusto y Tiberio, tributaron homenaje al templo al enviar ofrendas. (Grocio.) Pero
todo esto no es sino una sombra de la futura conversión de los gentiles, que será el resultado de la morada de Jehová
en Jerusalén (Salmo 102:15, 16; Filipenses 2:10, 11). me ha enviado a ti—“a ti” se añade aquí a la misma fórmula del v.
9. Sión primeramente “sabrá (generalmente) que Jehová de los ejércitos ha enviado”, al Mesías, por los juicios
infligidos por él sobre los enemigos de ella. Subsecuentemente, ella conocerá el envio particular del Mesías a ella.
Jehová dice aquí: “Yo moraré,” y luego, que Jehová de los ejércitos le ha enviado a él; por lo tanto, Jehová el que envía,
y Jehová el enviado deben ser uno solo. 12. Judá su heredad en la tierra santa—Para que la unión de las “muchas
gentes” paganas a Jehová (v. 11) no llevase a los judíos a temer que cesara su relación peculiar con él como su heredad
(Deuteronomio 4:20; 9:29; 32:9), se agrega este versículo para asegurarles que otra vez en adelante los tendrá en la
misma relación. escogerá aún—(“otra vez”) a Jerusalem—El curso de la gracia de Dios fué interrumpido por un
tiempo, pero su pacto no fué dejado a un lado (Romanos 11:28, 29); la elección fué hecha una vez por todas, y por lo
tanto, está confirmado para siempre. 13. Calle toda carne—(Habacuc 2:20.) “¡Aguarden todos en silencioso temor y
reverentemente la venida del Señor para interponerse en favor de su pueblo!” La palabra se dirige tanto a los
enemigos gentiles, que se jactaban de su poder como si fuera irresistible, como a los judíos incrédulos, que
desconfiaban de las promesas de Dios como increíbles. Hay tres razones implícitas por qué ellos debían estar callados:
(1) No son sino “carne,” débiles e ignorantes; (2) El es JEHOVA, sapientísimo y todopoderoso; (3) El ya “se ha
despertado” de su morada, y ¿quién podrá estar de pie delante de él (Pembellus.) (Salmo 76:8, 9). se ha despertado de
su santa morada—eso es, de los cielos (Deuteronomio 26:15; 2 Crónicas 30:27; Isaías 63:15), para juzgar y vengar a su
pueblo (Isaías 26:21). O bien, “de su santo” templo, despreciable e incompleto como se veía entonces, cuando Zacarías
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los urgía a reedificarlo. (Calvino.) Pero el llamamiento a todos a “callar” será más bien cuando haya salido de los
cielos, donde tanto tiempo ha morado invisible, y esté al punto de infligir venganza sobre el enemigo, antes de ocupar
su morada en Sión y en el templo. Sin embargo, el Salmo 50:1–4 “… vendré de Sión” (véase Habacuc 2:3), favorece el
punto de vista de Calvino. Dios ahora está “callado,” mientras que el enemigo gentil habla arrogancias contra su
pueblo; pero “nuestro Dios vendrá, y no callará más;” entonces, a su vez, deberá toda carne “callar” delante de él.
LA CUARTA VISION. Josué el sumo sacerdote ante el ángel de Jehová; acusado por Satanás, pero justificado por Jehová por
medio del Mesías, el Pimpollo que viene. 1. Josué como gran sacerdote (Hageo 1:1) representa a “Jerusalén” (v. 2), o al
pueblo elegido; es enjuiciado, y “arrebatado” a duras penas “del incendio.” Su actitud, “de pie delante del Señor,” es
la de un sumo sacerdote que ministra ante el altar, erigido éste previamente a la edificación del templo (Esdras 3:2, 3,
6; Salmo 135:2). No obstante, él está representado como en un enjuiciamiento de sí mismo y de su pueblo (Números
35:12). Y mostróme—el ángel intérprete. Las “vestimentas viles” (“sucias”) de Jerusalén (de Josué: v. 3) son sus pecados,
los que hasta ahora habían motivado los juicios de Dios. El cambio de “vestimentas” denota su restauración al favor
de Dios. Satanás sugirió a los judíos que un sacerdocio y un pueblo tan conscientemente contaminados, no podían
ofrecer un sacrificio aceptable a Dios, y que por tanto, ellos harían bien en desistir de la edificación del templo.
Zacarías los alienta, enseñándoles que el desmerecimiento de ellos no los descalifica para la obra, ya que están aceptos
en la justicia de otro, su gran Sumo sacerdote, el Pimpollo (v. 8), un Vástago descendiente de su propia línea real
davídica (Isaías 11:1). La plena consumación de la justificación de Israel, y de la reprobación final de Satanás el
acusador, es todavía futura (Apocalipsis 12:10). Véase Apocalipsis 11:8, en donde “Jerusalén”, como aquí, se indica
principalmente, aunque se incluye toda la iglesia en general (véase Job 1:9). Satán—el término hebreo significa
“adversario” en el tribunal: como Diablo es el término griego que significa Acusador. Mesías, por el otro lado, es
“Abogado” por su pueblo en el tribunal de justicia celestial (1 Juan 2:1). Satán estaba a su mano derecha—la posición
usual de un fiscal o acusador en el tribunal, así como la mano izquierda era la posición del defensor (Salmo 109:6). El
“ángel de Jehová” tomó la misma posición justamente delante de otro sumo sacerdote, quien estaba casi por
engendrar al precursor del Mesías (Lucas 1:11), y quien desaloja a Satanás de su lugar de acusador. De aquí que
algunos explican Judas 9, como que se refiere a este pasaje: siendo “el cuerpo de Moisés” de esta manera la Iglesia
Judía, la cual Satanás reclama como suya por razón de los pecados de ella—así como “el cuerpo de Cristo” es la Iglesia
Cristiana. Sin embargo Judas 9 habla claramente del cuerpo literal de Moisés, a la resurrección del cual en la
transfiguración Satanás parece haberse opuesto en base al error de Moisés en Meriba; la misma reprensión divina, “el
Señor (Jehová) te reprenda,” le refrenó a Satanás al reclamar judicialmente el cuerpo de Moisés, como lo reprimió
cuando demandó juicio contra la Iglesia Judía, a la cual corresponde el cuerpo de Moisés. 2. Y dijo Jehová—de este
modo se le identifica con el, “ángel de Jehová” (v. 1). te reprenda—dos veces lo repite para expresar la certeza de que
las acusaciones de Satanás y sus maquinaciones contra Jerusalén son frustradas. En lugar de prolongado argumento.
Jehová silencia a Satanás por el solo alegato, a saber, la elección de Dios. ha escogido a Jerusalem—(Romanos 9:16;
11:5) La respuesta conclusiva. Si la decisión dependiera del mérito o demérito de Jerusalén, la condenación debería ser
la recompensa; pero la “eleción” de Jehová (Juan 15:16) refuta el cargo de Satanás contra Jerusalén (1:17; 2:1–6;
Romanos 8:33, 34, 37), representada por Josué (véase la gran expiación, Levítico 16:6–20, etc.), no para que ella
continúe en pecado, sino para que sea libre de él (v. 7). tizón arrebatado del incendio—(Amós 4:11; 1 Pedro 4:18;
Judas 23.) Con esto Dios quiere decir que la absolución de Jerusalén no es que él no reconozca el pecado de ella (vv. 3,
4, 9), sino que habiendo castigado a su pueblo por el pecado con un cautiverio de setenta años, él en base a su elección
de amor, la ha librado de la prueba tan feroz; y que cuando una vez él haya empezado una liberación, como en este
caso, la perfeccionará (Salmo 89:30–35; Filipenses 1:6). 3. vestimentas viles—símbolo del pecado (Proverbios 30:12;
Isaías 4:4; 64:6). Probando que no es en base a la rectitud de su pueblo que él los acepta. Aqui principalmente las
“ropas sucias” representan el abyecto estado temporal del sacerdocio y del pueblo, a su retorno de Babilonia. Con
todo, el sacerdote estaba “delante del ángel.” Abyecto como estaba, ante el ojo de Jehová estaba, quien bondadosamente
acepta los servicios de su pueblo, aunque están mezclados con el pecado y la flaqueza. 4. los que estaban delante de
sí—los ángeles administradores (véase la frase en 1 Reyes 10:8; Daniel 1:5). Quitadle esas vestimentas viles—en el v.
9 es: “quitaré el pecado de la tierra”; por lo tanto, Josué representa la tierra. Quitadle:” lit., de sobre él, lo que le oprimía
como una carga abrumadora. ropas de gala—ropaje de fiesta del sumo sacerdote, lo más costoso y vistoso; símbolo de
la justicia imputada del Mesías (Mateo 22:11). La restauración de la gloria del sacerdocio está implícita: primero,
parcialmente, en la terminación del segundo templo; realizada plenamente en el gran sumo sacerdote Jesús, cuyo
nombre es idéntico con Josué (Hebreos 4:8), el representante de Israel, “reino de sacerdotes” (Exodo 19:6); una vez
cubierto con las ropas sucias de nuestra vileza, pero siendo el escogido del Padre (Isaías 42:1; 44:1; 49:1–3) él, por la
1085
muerte, cesó del pecado”; y con ropaje de gloria entró en el lugar santo del cielo como nuestro Sumo sacerdote
(Hebreos 8:1; 9:24). Entonces, como consecuencia (1 Pedro 2:5), es realizada la restauración gloriosa en la iglesia de
modo general (Lucas 15:22; Apocalipsis 19:8), y en Israel en particular (Isaías 61:10; véase 3:6; 66:21). 5. Después
dijo—“Y yo dije” (Versión Inglesa). Aquí el profeta regocijándose por el cambio de vestimentas hecho hasta aquí, se
interpone para pedir la óptima aseguración de que el sacerdocio sería plenamente restaurado, a saber, la puesta de la
mitra o turbante sacerdotal, sobre Josué: cuyo hermoso color simboliza la pureza oficial de la orden restaurada. El no
ordena, sino que suplica; no dice: Poned, sino: Que pongan. Las Versiones Vulgata y Siríaca lo dicen así: “El entonces
dijo,” la cual hace la lección más fácil; pero la misma dificultad de la presente lección del texto hebreo, hace menos
probable que venga de un corrector de texto moderno. ángel de Jehová estaba en pie—El Angel divino había estado
sentado (la postura de un juez, Daniel 7:9); ahora él “se pone en pie” para ver que la súplica de Zacarías sea ejecutada,
y luego para dar el cargo (vv. 6, 7). 6. protestó—procedió solemnemente a declarar. Un término forense para una
afirmación juramentada (Hebreos 6:17, 18). Dios de este modo solemnemente [PAG. 951] declara el fin para el cual el
sacerdocio es restaurado al pueblo, su propia gloria en la obediencia de ellos y la pureza de culto, y su consecuente
promoción al honor celestial. 7. La elección por Dios de Jerusalén (v. 2) estaba unida a su santificación (Juan 15:16;
Romanos 8:29); por eso el orden que conecta la bendición prometida con la obediencia. mi ordenanza—las
ordenanzas, rituales y morales (Números 3:28, 31, 32, 38; Josué 1:7–9; 1 Reyes 2:3; Ezequiel 44:16). gobernarás mi
casa—tú por largo tiempo presidirás sobre las ceremonias del templo como sumo sacerdote (Levítico 10:10; Ezequiel
44:23; Malaquías 2:7). (Grocio.) O bien, gobernarás sobre mi casa, o sea, mi pueblo (Maurer) (Números 12:7; Oseas 8:1).
Sabemos por Deuteronomio 17:9 que el sacerdote juzgaba los casos judiciales. No solamente había de obedecer el
mismo a la institución mosaica, sino también ver que fuera obedecida por los demás. El pueblo de Dios similarmente
ha de ejercer el juicio en lo futuro, como el premio de su presente fidelidad (Daniel 7:18, 22; Lucas 19:17; 1 Corintios
6:2); en virtud de su real sacerdocio (Apocalipsis 1:6). guardarás mis atrios—guardarás mi casa de la profanación. te
daré plaza—libre entrada y salida (1 Samuel 18:16; 1 Reyes 3:7; 15:17), de modo que puedas ir por entre estos ángeles
ministradores que están cerca de Jehová (4:14; 6:5; 2 Reyes 23:19) hasta la misma presencia de Dios, desempeñando tu
función sacerdotal. En Ezequiel 42:4 la misma palabra hebrea se usa con respecto al caminar delante de las cámaras de
los sacerdotes en el futuro templo. Zacarías probablemente se refiere aquí a tal caminar o camino: Tú no meramente
caminarás entre sacerdotes como tú, sobre las calzadas del antiguo templo, sino entre los mismos ángeles como tus
asociados. Hengstenberg traduce: “Yo te daré guías (de) entre éstos …” Pero no hay tal “de” en el hebreo. La Versión
Inglesa es por lo tanto mejor. Los sacerdotes son llamados ángeles, o “mensajeros” (Malaquías 2:7); por eso son tenidos
por dignos de ser asociados con los ángeles celestiales. Así éstos están presentes en las asambleas de los verdaderos
adoradores cristianos (1 Corintios 11:10; Ecclesiastés 5:6; Efesios 3:10; Apocalipsis 22:9). 8. Escucha pues—A causa de
la magnitud de lo que está por decir, sin demora, demanda solemne atención. Tus amigos que se sientan delante de
ti—tus colegas subordinados en el sacerdocio; no que estuviesen en efecto sentados delante de él entonces; sino que la
postura usual de ellos en las deliberaciones era de estar en sillas o bancos delante de él, mientras que él se sentaba en
un asiento elevado como presidente. porque son …—De hablar con Josué, pasa a hablar de él y de ellos, en la tercera
persona, dirigiéndose a los ángeles servidores (véase el v. 9). son varones simbólicos—En el hebreo, “varones de
maravilla:” es decir, que tienen un carácter típico (Isaías 8:18; 20:3; Ezequiel 12:11; 24:24). Josué el sumo sacerdote
tipifica al Mesías, así que los colegas de Josué tipifican a los creyentes, a quienes el Mesías admite para compartir el
sacerdocio (1 Pedro 2:5; Apocalipsis 5:10). Este, su carácter típico, entonces, es una garantía para asegurar a los judíos
desalentados, que el sacerdocio será preservado hasta que venga el gran Antitipo. Puede haber también una
reprobación indirecta de la incredulidad de la multitud, que “se admira” incrédulamente de los siervos de Dios y
hasta del Hijo de Dios (Salmo 71:7; Isaías 8:18; 53:1, etc.). He aquí—señalando la grandeza de lo que sigue. mi
Sierve—el título característico del Mesías (Isaías 42:1; 49:3; 50:10; 52:13; 53:11; Ezequiel 34:23, 24). el Pimpollo—el
Mesías, un vástago o renuevo tierno, de la casi extinguida línea real de David (6:12; Isaías 4:2; 11:1; Jeremías 23:5;
33:15). En Lucas 1:78, donde por “Oriente” (“la aurora,” Versión Inglesa), puede ser sustituído (Malaquías 4:2, sin
embargo, favorece la Versión Inglesa). La referencia no puede ser a Zorobabel (como piensa Grocio), porque él estaba
entonces en pleno desempeño de su oficio, mientras que “el Vástago” aquí es considerado como futuro. 9. Porque—
expresando la razón para alentar a los judíos a edificar el templo: Yo (Jehová) he puesto la piedra (fundamental) como
el perito arquitecto, delante (en la presencia) de Josué, por “la mano de Zorobabel” (4:10; Esdras 3:8–13), para que
vuestra labor al edificar no sea en vano. Antitípicamente, la piedra (fundamental) aludida es Cristo, llamado antes “el
Pimpollo” (“Vástago”). Para que no pensaran algunos por ese término que su reino fuese débil, lo llama ahora “la
piedra,” a causa de su solidez y firmeza, como el fundamento que ha de ser de la iglesia, firmeza con la cual
quebrantará todos los reinos del mundo (Salmo 118:22; véase Isaías 28:16; Daniel 2:45; Mateo 21:42; 1 Corintios 3:11; 1
Pedro 2:6, 7). El ángel, señalando a la piedra principal echada delante de sí, da a entender que está simbolizando un
misterio más profundo que el templo material. Moore piensa que la “piedra” es la Iglesia Judía, a la cual Jehová se
1086
compromete celosamente a guardar. El templo más bien, lo es simbólicamente. Pero el antitipo de la piedra
fundamental es el Mesías. sobre esta (“sobre una”) piedra hay siete ojos—o sea, los “ojos” vigilantes del cuidado de
Jehová siempre fijos “en” ella (4:10). (Maurer.) El ojo es el símbolo de la Providencia: “siete,” de la perfección
(Apocalipsis 5:6; 2 Crónicas 16:9; Salmo 32:8). Antitípicamente, “los siete ojos sobre la piedra” son los ojos de todos los
ángeles (1 Timoteo 3:16), y de todos los santos (Juan 3:14, 15; 12:32), y de los patriarcas y profetas (Juan 8:56; 1 Pedro
1:10, 11), fijos en Cristo; sobre todo, los ojos del Padre que siempre reposan con agrado sobre el Hijo. Calvino (quizás
mejor) considera que los siete ojos están esculpidos en la piedra, eso es, no los ojos del Padre, ni de los ángeles, ni de los
santos, siempre fijos en él, sino en su propia séptupla (perfecta) plenitud de gracia y de los dones del Espíritu (Isaías
11:2, 3; Juan 1:16; 3:34; Colosenses 1:19; 2:9), y su vigilante providencia ahora para con los judíos en la edificación del
templo, y siempre para su iglesia, su templo espiritual. Así la “piedra” no es como otras piedras insensibles, sino
viviente y llena de ojos de perfecta inteligencia (1 Pedro 2:4, “piedra viva”), que no solamente atrae los ojos (Juan 12:32)
de su pueblo, sino que emite iluminación a fin de dirigirlos hacia sí. grabaré su escultura—sugiriendo la
extraordinaria belleza y preciosidad del Mesías: aludiendo a las lustradas piedras del templo: Cristo las superó a
aquéllas, tanto como Dios, que “aparejó el cuerpo” (Hebreos 10:5; Juan 2:21) es superior a todos los edificadores
humanos. quitaré el pecado de la tierra en un día—es decir, la iniquidad y sus consecuencias, o sea, el castigo, al cual
los judíos hasta ahora estaban expuestos (Hageo 1:6, 9–11). La remisión del pecado es la fuente de todas las
bendiciones. El “un día” de “quitar” [PAG. 952] (el pecado) es en primer orden el día de la expiación nacional,
celebrado después de la terminación del templo (Levítico 23:27) en el día décimo del séptimo mes. Antitípicamente, la
expiación hecha por el Mesías para con todos los hombres, una vez por todas (“un día”) ofrecida que no necesita
repetición como los sacrificios mosaicos (Hebreos 10:10, 12, 14) 10. debajo de la vid … higuera—emblema de
tranquila prosperidad (1 Reyes 4:25). Tipo de la paz espiritual con Dios por medio de Cristo (Romanos 5:1); y de la
felicidad milenial (Miqueas 4:4).
CAPITULO 4
LA QUINTA VISION. El candelero de oro y los dos olivos. El templo será terminado con la ayuda del Espíritu de Dios. 1.
volvió … y despertóme—El profeta estaba en un estado de adormecimiento extático con el asombro de la visión
previa. “Volvió … y despertóme,” no quiere decir que el ángel se hubiese ido y vuelto, sino que es un modismo para
decir “despertóme otra vez.” 2. candelero—que simboliza la teocracia judía; y finalmente a la iglesia de la cual la parte
judía ha de ser la cabeza: el portador de luz (significado del original de “luces,” Mateo 5:14, 16; Filipenses 2:15) para el
mundo. todo de oro—purísima en doctrina y práctica, preciosa e indestructible; tal es el verdadero ideal de la iglesia;
y tal será ella (Salmo 45:13). su vaso sobre su cabeza—Tocante al candelero del tabernáculo se usa el plural, “copas”
(Exodo 25:31). El hebreo da a entender que era la fuente o depósito de aceite para las lámparas. Cristo “sobre la cabeza”
de la iglesia es la verdadera fuente, de cuya plenitud del Espíritu todos nosotros recibimos gracia (Juan 1:16). sus siete
lámparas—unidas en un solo tronco; así en Exodo 25:32. Pero en Apocalipsis 1:12 los siete candeleros están separados.
Las iglesias gentiles no realizarán su unidad, hasta que la Iglesia Judía, una como el tronco, todas las lámparas en un
solo candelero (Romanos 11:16–24). Las “siete lámparas,” en Apocailpsis 4:5, son “los siete espíritus de Dios.” siete
canales—tubos alimentadores, siete para cada lámpara desde el depósito. (Maurer y Calvino.): lit. siete y siete; cuarenta
y nueve en total. Cuanto más grande el número de tubos alimentadores de aceite, más brillante la luz de las lámparas.
La explicación del v. 6 es: que por el poder del hombre no puede ni retardar ni adelantar la obra de Dios, y que el
motivo real de poder es el Espíritu de Dios. Las siete veces siete, denota los múltiples modos por los cuales la gracia
del Espíritu es impartida a la iglesia en su múltiple obra de iluminar al mundo. 3. dos olivas—Más bien, “olivos:” que
suministraban el aceite al vaso. El Espíritu Santo, que llena con su plenitud al Mesías (el ungido: el “vaso”), del que
mana abundancia de gracia a la iglesia. sobre él—Es decir, crecido de modo de excederlo algo en altura. Para la
explicación de los “dos,” véanse los vv. 12, 14, 4. Al profeta se le instruye en las verdades expresadas, para que
podamos leerlas con la mayor reverencia y atención. (Calvino.) 5. ¿No sabes …—No un reproche de su ignorancia,
sino un estímulo para reflexionar sobre el misterio. No, Señor mío—confesión ingeniosa de ignorancia; como un
niñito, se echa a los pies del Señor, para recibir instrucción. 6. No con ejército (“poder,” Versión Inglesa) … sino con mi
espíritu—Como las lámparas ardían continuamente, provistas de aceite desde un origen (los olivos vivientes) que el
hombre no hizo, así Zorobabel no debe desanimarse a causa de su debilidad, porque como la obra es una que debe ser
efectuada por el Espíritu viviente (véase Hageo 2:5) de Dios, la debilidad del hombre no es obstáculo, porque el poder
de Dios, de la flaqueza perfecciona la fuerza (Oseas 1:7; 2 Corintios 12:10; Hebreos 11:34). “Poder” y “fuerza” expresan
la fuerza humana de toda descripción, física, mental, o moral. O bien, “el poder” es la fuerza de muchos (lit., “ejército”);
“la fuerza,” el de un hombre solo. (Pembellus.) Dios puede salvar, “ya sea con muchos, ya con aquellos que no tienen
poder” (2 Crónicas 14:11; véase 1 Samuel 14:6). Así en la conversión de los pecadores (1 Corintios 3:6; 2 Corintios 10:4).
1087
Se dirige la palabra a “Zorobabel” como la principal autoridad civil para dirigir la obra. 7. Todos los gigantescos
obstáculos (Isaías 40:4; 49:11) en el camino de Zorobabel serán quitados, de modo que la piedra superior del ángulo
será colocada, y la terminación de la obra será reconocida como enteramente de “gracia.” Antitípicamente, el último
enemigo anticristiano de Israel, el obstáculo que impidiera su establecimiento en Palestina, pronto ha de ser
quebrantado delante del Mesías, es probablemente lo que se quiere decir (Jeremías 51:25; Daniel 2:34, 44; Mateo 21:44).
sacará la primera piedra—en primer lugar, la sacará del lugar donde fué labrada, y la dará a los trabajadores que la
coloquen en la parte superior del edificio. Era costumbre que los magistrados principales pusieran la piedra
fundamental, y la piedra de la coronación de la obra (véase Esdras 3:10). Antitípicamente, la referencia es al tiempo
cuando el número completo de la iglesia espiritual será integrado, y también cuando “todo Israel será salvo” (véase
Romanos 11:26; Hebreos 11:40; 12:22, 23; Apocalipsis 7:4–9). Gracia, gracia—La repetición expresa: la gracia desde el
principio hasta el fin (Isaías 26:3; 66:19). De este modo se insta a los judíos a orar perseverante y encarecidamente, que
la misma gracia que completó la obra, siempre la preserve. “Aclamaciones” acompañaron la colocación del
fundamento del templo literal (Esdras 3:11, 13). Así también las aclamaciones de “¡hosana!” saludaron al Salvador al
entrar en Jerusalén (Mateo 21:9), cuando estaba por completar la compra de la salvación por su muerte: siendo su
cuerpo el segundo templo, o sea, lugar de la morada de Dios (Juan 2:20, 21). Así, cuando el número de los santos y de
Israel esté completo, y diga Dios: “Consumado es,” entonces será oída “una gran voz de grande compañía en el cielo”
que atribuirá todo a la “gracia” de Dios, diciendo: “¡Aleluya! Salvación, y gloria, y honor, y poder, sean al Señor
nuestro Dios” (Apocalipsis 19:1, 6). El Salmo 118:22 lo considera como “la piedra de cabeza de esquina,” eso es, la
piedra fundamental. Véase las aclamaciones de los ángeles en su nacimiento, Lucas 2:14. Aquí es la piedra de cabeza. El
Mesías es, no solamente el “Autor,” sino también el Consumador (Hebreos 12:2). La “Gracia” es atribuída a “ella,” o
sea, a la piedra, el Mesías. De aquí que empieza la bendición: “Que la gracia del Señor Jesucristo …” (2 Corintios
13:14). 9. Zorobabel … sus manos la acabarán—(Esdras 6:15), en el sexto año del reinado de Darío. Jehová … me
envió a vosotros—(2:9.) El Angel divino anuncia que, en lo que ha hablado, él ha sido comisionado por el Padre. 10.
Los que menospreciaron … las pequeñeces—Les [PAG. 953] censura la ingrata incredulidad que tuvieron a causa del
humilde comienzo, comparado con la magnitud de la empresa; y los anima con la seguridad de que su progreso en la
obra, aunque poco, era garantía del gran éxito final, porque el ojo de Jehová está sobre Zorobabel y sobre la obra, para
sostenerlo con su favor. Contrástese: “grande es el día de Jezreel” (Oseas 1:11) con “el día de las pequeñeces” aquí,
alegrarán … Aquellos siete … los ojos de Jehová—“Porque ¿quiénes menospreciaron el día de cosas pequeñas?
porque ellos se alegrarán con aquellos siete; ellos son los ojos …” Más bien, “aquellos siete ojos de Jehová (véase 3:9),
que recorren … se regocijarán y verán (es decir, verán con regocijo) la plomada (lit., la piedra de estaño) en la mano de
Zorobabel” (Moore): la plomada en su mano indica que la obra va adelante hasta su terminación. La puntuación
hebrea, sin embargo, favorece la Versión Inglesa, en la cual el sentido es: Los que “despreciaron” tales principios
“pequeños” de la obra, como ahora están hechos, verán con gozo que va adelante a su terminación bajo zorobabel,
“con (la ayuda de) aquellos siete,” es decir, los “siete ojos sobre una piedra” (3:9): que se explica son “los ojos de
Jehová que recorren toda la tierra.” (Pembellus.) Así, miran diferentemente los hombres y Jehová los “pequeños”
comienzos de la obra de Dios (Esdras 3:12; Hageo 2:3). Los hembres “menospreciaron” la obra en sus primeras fases:
Dios la mira con regocijo, y seguirá haciéndolo así. recorren por toda la tierra—Nada escapa al ojo de Jehová en toda
la tierra, así que él puede detener todo peligro de su pueblo, venga de donde viniere, al proseguir su obra (Proverbios
15:3; 1 Corintios 16:9). 11, 12. Zacarías tres veces (vv. 4, 11, 12) pregunta qué son los dos olivos, antes de recibir una
respuesta: la pregunta se vuelve minuciosa cada vez. Lo que al principio llama “dos olivos,” después lo llama
“ramas”, mientras que mirando más de cerca, observa que las “ramas” de los árboles (olívos) son canales, a través de
los cuales un continuo chorro de aceite caía dentro del depósito de las lámparas (v. 2), y que esto es el propósito para
el cual estaban los dos olivos al lado del candelero. En primer lugar, los “dos” se refieren a Josué y Zorobabel. Dios—
dice Auberlen—en cada uno de los períodos de transición de la historia del mundo, ha enviado grandes hombres para
guiar a la iglesia. Así los dos testigos aparecerán antes de la destrucción del Anticristo. Antitípicamente, “los dos
ungidos” (v. 14) son el doble apoyo de la iglesia: el poder civil (correspondiente a Zorobabel) y el eclesiástico (que
corresponde a Josué, el sumo sacerdote) los cuales en el restaurado gobierno político judío y el templo “están delante
del Señor,” eso es, administran “al Señor de toda la tíerra,” como se le llamará el día que él establezca sutrono en
Jerusalén (14:9; Daniel 2:44; Apocalipsis 11:15). Véase la descripción de los oficios de los “sacerdotes” y del “príncipe”
(Isaías 39:23 y Ezequiel 44, 45, y 46.) Como en Apocalipsis 11:3, 4, los “dos testigos”, son identificados con los dos
olivos y los dos candeleros. Wordsworth los explica como que significan la Ley y el Evangello: los dos Testamentos
que en la iglesia atestiguan la verdad de Dios. Pero esto está en desacuerdo con el sentido aquí, el cual requiere que
Josué y Zorobabel sean los indicados en primer término. Así como Moisés (el profeta y legislador de la Ley) y Aarón
(el sumo sacerdote) ministraron al Señor, entre el pueblo del pacto en el éxodo; Ezequiel (el sacerdote) y Daniel (un
gobernador), en la cautivídad babilóníca; así será en el Israel restaurado. Algunos creen que Elías aparecerá otra vez
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(véase la transfiguración, Mateo 17:3, 11, con Malaquías 4:4, 5; Juan 1:21) con Moisés. Favorece esta opinión
Apocalipsis 11:6, el cual menciona los mismos milagros ejecutados por Elías y Moisés (que cerró el cielo el primero,
para que no lloviera, y convirtió el agua en sangre el segundo) (véase Exodo 7:19; 1 Reyes 17:1; Lucas 4:25; Santiago
5:16, 17). El período es el mismo, los “tres años y seis meses;” el escenario también está en Israel (Apocalipsis 11:8),
“donde nuestro Señor fué crucificado.” Se supone que en los primeros tres años y medio de la semana (Hebdómada,
Daniel 9). Dios será adorado en el templo; en los últimos tres años y medio, el Anticristo romperá el pacto (Daniel
9:27), y se establecerá en el templo para ser adorado como Dios (2 Tesalonicenses 2:4). Los dos testigos profetizan
durante la primera mitad, mientras prevalecen las corrupciones y escasea la fe (Lucas 18:8); luego son muertos, y
permanecen muertos tres años y medio. Probablemente, además de testigos individuales y años literales, hay un
cumplimiento en largos períodos y testigos generales, tales como la iglesia y la Palabra, los poderes civiles y religiosos
hasta donde los mismos hayan testificado por Dios. Así “la bestia” de Apocalipsís corresponde al poder civil de la
apostasía; “el falso profeta,” al poder espiritual. El hombre necesita al Sacerdote que expíe la culpa, y al profeta real que
enseñe la santidad con autoridad de rey. Estos dos típicamente unidos en Melquisedec fueron divididos entre dos
hasta que se encuentren en el Mesías, el Antitipo. Zacarías 6:11–13 concuerda con esto. El Espíritu Santo en este su
doble poder de aplicar al hombre la gracia de la expiación y la de la santificación, debe, en un punto de vista, ser
representado por los dos olivos que dan el aceite al depósito en la cabeza, del candelero (eso es, el Mesías a la cabeza
de la iglesia); porque es él quien llenó a Jesús de toda la plenitud de su unción (Juan 3:34). Pero esto no excluye la
aplicación principal a Josué y Zorobabel, “ungidos” (o “hijos de aceite,” v. 14) de la gracia para ministrar a la Iglesia
Judía: y así es aplicable a los sostenedores dobles de la Iglesia Judía, que están ungidos del Espíritu, o sea, el príncipe y el
sacerdote, o ministro. por medio de—lit., por la mano de, es decir, por la agencia de … ramas—lit., espigas; así se llaman
las ramas del olivo, porque como las espigas están llenas de grano, así las ramas de olivo están llenas de aceitunas.
vierten de sí—Las ordenanzas y los ministros son canales, o conductos, de las bendiciones de la gracia, pero no son la
gracia misma. El suministro viene, no de un depósito muerto de aceite, sino a través de olivos vivientes (Salmo 52:8;
Romanos 12:1) alimentados por Dios. aceite como oro—lit., líquido dorado. 13. ¿No sabes qué es esto?—. Dios quisiera
despertar en su pueblo el celo de aprender su verdad. 14. Estos dos hijos de aceite—es decir, los “ungidos” Josué el
sumo sacerdote, y Zorobabel el gobernador civil. Debieron ser ungidos primero de la gracia ellos mismos, para poder
ser los instrumentos de suministrarla a otros (véase 1 Juan 2:20, 27).
1–4. LA SEXTA VISION. EL ROLLO QUE VOLABA. Los transgresores fraudulentos y perjuros de la ley serán
extirpados de Judea. 1. rollo que volaba—de papiro, o cueros preparados, usados allá para escribir en ellos cuando el
papel era desconocido. Estaba escrito con las palabras de la maldición (Deuteronomio 27:15–26; 28:15–68). El que
estaba escrito, denota que su contenido estaba fuera de toda evasiva o derogación (Ezequiel 2:9). El que “volaba,”
demuestra que sus maldiciones estaban para caer rápidamente sobre los transgresores. Estaba desenrollado, pues de
otra manera, sus dimensiones no podrían haber sido visibles (v. 2). Estando abierto para todos, ninguno podría decir
como excusa que no sabía la ley y las maldiciones de la desobediencia. Como las visiones previas insinuaban el favor
de Dios en restaurar el estado judío, así esta visión denuncia juicio, insinuando que Dios, no obstante su favor, no
aprobaba los pecados de ellos. El que estaba escrito en ambos lados, “de la una … otra parte” (v. 3) (Vatablo), lo
conecta con las dos tablas de la Ley (Exodo 32:15), e indica su alcance y comprensión. El un lado denunciaba “al que
juraba falsamente (v. 4) por el nombre de Dios,” conforme al tercer mandamiento de la primera tabla: deberes para con
Dios; el otro denunciaba el hurto, conforme al octavo mandamiento, el cual está en la segunda tabla; deberes para con el
prójimo. 2. veinte codos de largo, y diez codos de ancho—unos diez metros por cinco, eran las dimensiones del
pórtico del templo (1 Reyes 6:3), donde solía leerse la ley, lo que demuestra que ello estaba autorizado divinamente en
la teocracia. Su grande tamaño denota el gran número de maldiciones contenidas. El término hebreo por “rollo,”
“volumen,” se usaba en cuanto a la ley (Salmo 40:7). 3. maldición … tierra—(Malaquías 4:6.) Los gentiles están sujetos
a la maldición de la ley, porque ellos tienen la sustancia de ella, escrita en sus corazones, hasta donde no tengan
cauterizada y corrompida la conciencia (Romanos 2:15). será destruído—“cortado:” lit., barrido. como está de la una
… otra parte—ambos lados del rollo. (Vatablo.) La frase repetida dos veces, como “la casa” es repetida en el v. 4
(Maurer): así se usa “de aquí” en Génesis 37:17, o “por éste y por aquel lado,” eso es, por cada lado. (Henderson.)
Ninguno puede escapar, peque donde pecare, porque Dios del un lado al otro, llamará a juicio a todos sin excepción.
(Calvino.) Dios no perdonará ni aun “este lugar,” Jerusalén, cuando peque. (Pembellus.) La Versión Inglesa parece
tomar el punto de vista de Vatablo. como está …—conforme a lo que está escrito. 4. El “hurto” inmediatamente
aludido es un sacrilegio similar a aquel de que se queja en Nehemías 13:10; Malaquías 3:8. Ellos robaron a Dios con
dejar de darle lo que le debían para la edificación del templo, mientras que se edificaban casas propias, abjurando de
1089
sus obligaciones para con él; por tanto, las “casas” que se edifiquen serán “consumidas” con la “maldición” de Dios.
Probablemente el hurto y el perjurio literales acompañaron el hurto y perjurio virtuales de ellos tocante al templo de
Dios (Malaquías 3:5). El robo y el perjurio van juntos; porque el codicioso y el fraudulento se perjuran por el nombre
de Dios sin escrúpulo (véase Proverbios 30:9). vendrá a la casa—En vano se guardan y se encierran los que incurren
en maldición; ésta inevitablemente entrará allá, aun cuando piensen estar lo más seguros. consumirála …
enmaderamientos … piedras—sin dejar ni vestigio de la casa. Así como las “piedras” y el “maderaje” de la casa de un
leproso (tipo del pecador) debían ser completamente quitados (Levitico 14:45; 1 Reyes 18:38).
5–11. LA SEPTIMA VISION. LA MUJER EN EL EFA. La iniquidad y la idolatría removidas desde la Tierra Santa hasta
Babilonia, para mezclarse allí con sus elementos congéneres. El efa era medida hebrea para áridos, en que cabían unos
treinta y seis litros. Aludiendo a la visión previa en cuanto al hurto y perjurio; el efa que, por falsificación de la
medida, ellos hicieron el instrumento de defraudación, será hecho el instrumento de su castigo (Grocio.) Véase “esto
es el ojo de ellos” (v. 6), o sea, una representación de lo que han hecho los judíos, y de lo que ellos sufrirán. Su total
dispersión, (“la tierra de Sinar” siendo figura de las diversas tierras gentílicas de su presente dispersión) está aquí
predicha, cuando la medida (a la que el efa alude) de sus pecados estaría llena. La anterior visión denuncia juicio sobre
los individuos; esta otra, sobre todo el estado: pero enigmáticamente, para no desanimar su presente edificación.
(Pembellus.) Más bien, la visión es consoladora, después de la precedente. (Calvino.) La idolatría y sus pecados
conexos, la codicia y el fraude (denunciados en la visión del rollo), serán removidos y llevados lejos de la Tierra Santa,
a su propio suelo para nunca retornar (así 3:9; Isaías 27:9; 52:1; 60:21; Jeremías 50:20; Sofonías 3:13). Hace más de dos
mil años, desde el destierro babilónico, los judíos están libres de la idolatría; pero la plena consumación de la profecía
es aún futura, cuando todos los pecados serán expurgados a Israel, con su vuelta a Palestina y su conversión a Cristo.
5. salió—el ángel intérprete se había retirado después de la visión del rollo, para recibir del Angel divino nueva
revelación que comunicarle al profeta. 6. Este es el ojo de ellos—vale decir: “su semejanza” véase Ezequiel 1:4, 5, 16).
Hengstenberg traduce: “Su ojo (del pueblo) estaba dirigido todo hacia el mal.” Pero la Versión Inglesa es mejor. “Esta es
la apariencia (una imagen) de los judíos en todo el país (no “en toda la tierra:” Versión Inglesa), de los judíos inicuos.
Este—Lit., “esto”; aquí se reficre a lo que estaba dentro del efa, no al efa mismo. 7. traían—Más bien: “se levantó:” la
tapa del efa para permitir al profeta ver adentro la personificación femenina de la “maldad” próxima a ser quitada de
Judea. El que sea de plomo la tapa, infiere que la “mujer” no puede escapar de la pesada carga que la tiene aplastada.
talento—lit., una pieza redonda; de aquí, un talento, una pesa (de unos 46 kilos). mujer—Véase en cuanto a la
comparación de la “maldad” a una “mujer,” Proverbios 2:16; 5:3, 4. Al personificar términos abstractos, se usa el
femenino, pues la idea de dar nacimiento a la vida está asociada con la mujer. 8. Maldad—lit., la maldad;
sobreentendiéndose en su desarrollo peculiar. Véase “el hombre de pecado,” 2 Tesalonicenses 2:3. echóla—es decir, a
la Maldad simbólica, que se estaba moviendo más libremente, mientras la pesada tapa estaba parcialmente levantada.
masa—lit., piedra, eso es, la masa redonda. 9. Los agentes que lleven lejos a la “mujer”, consecuentes con el símbolo,
son “mujeres.” A los malos Dios [PAG. 955] los hace agentes de su castigo y de la remoción de la maldad. “Dos” son
las mujeres empleadas, ya que una no es bastante para llevar una carga tal. (Maurer.) O bien, los asirios y los
babilonios, que llevaron lejos la idolatría en las personas, de Israel y de Judá respectivamente. (Henderson.) Así como
dos “ungidos” (4:14, “hijos de aceite”) están con el Señor como sus ministros, así dos mujeres aladas ejecutan sus
propósitos aquí de quitar la personificación de la “maldad:” lo que corresponde al “misterio de la iniquidad” (La
Versión de los Setenta aquí en Zacarías emplea las mismas palabras que San Pablo, y el “hombre de pecado,” a quien el
Señor destruirá con el espíritu de su boca y el resplandor de su venida, 2 Tesalonicenses 2:3, 7, 8). Las “alas” de ellas
expresan velocidad. La “cigüeña” tiene alas largas y anchas, y por esta razón está especificada; también es un ave
migratoria. El “Viento” ayuda al rápido movimiento de las alas. Que es “levantada entre el cielo y la tierra” denota
una ejecución de juicio ante los ojos de todos. Así como la “mujer” aquí es quitada y llevada a Babilonia como su
morada idónea, así también la mujer del Apocalipsis de San Juan es la Babilonia (Apocalipsis 17:3–5). 11. le sea
edificada casa en … Shinar—Babilonia (Génesis 10:10), la capital de los imperios impíos, la cual representa así en
general el asiento de la irreligión. Así como la “edificación de casas” en Babilonia (Jeremías 29:5, 28) por los judíos
mismos indicaba su largo exilio allí, así la edificación de una casa para la “Maldad” denota allí su estancia
permanente. puesto allá sobre su asiento—fijado allí como su lugar idóneo. Siendo la “Maldad” echada fuera de
Judá, morará para siempre con los apóstatas anticristianos (de los que Babilonia es el tipo), los cuales cosecharán el
fruto de ella, lo que merecen.
CAPITULO 6
1090
1–8. LA OCTAVA VISION. LOS CUATRO CARROS. 1. cuatro carros—simbolizan las varias dispensaciones de la
Providencia hacia aquellas naciones gentílicas que han estado más o menos en relación con Judea; especialmente en el
castigo de Babilonia. Véase v. 8 (“la tierra del aquilón.” o sea, Babilonia); 1:15; 2:6. El número “cuatro” está
especificado no meramente en referencia a los cuatro puntos del horizonte (indicando juicios universales), sino en
alusión a los cuatro reinos mundiales del libro de Daniel. de entre dos montes—el valle de Josafat, entre Moria y el
Monte Olivete (Moore); o el valle entre Sión y Moria, donde el Señor está (2:10), y desde donde él envía a sus
ministros de juicio sobre los paganos. (Maurer.) El templo sobre el monte Moria es el símbolo de la teocracia; por eso,
el más cercano lugar accesible a los carros en el valle abajo, es el más apropiado para una visión que afecta a Judá en
relación con los poderes mundiales gentílicos. de metal—Lit., “bronce:” metal que entre los antiguos representaba la
dura solidez; como la firmeza inmovible e irresistible del pueblo de Dios (véase Jeremías 1:18). Calvino explica los
“dos montes” de esta manera: El propósito secreto de Dios desde la eternidad no sale a la vista antes de la ejecución,
sino que está oculto e irresistiblemente reservado hasta el debido tiempo, como si estuviera entre altísimas montañas;
los carros son los varios cambios obrados en las naciones, los que, cual veloces heraldos, nos anuncian lo que antes no
sabíamos. Los “dos” montes pueden, de este modo, corresponder al número de los “olivos” (4:3); la alusión a los “dos
montes” cerca del templo no está necesariamente excluída de este punto de vista. Henderson explica que ellos son el
reino medopersa, representado por los “dos cuernos” (Daniel 8:3, 4), empleados ahora para ejecutar el propósito de
Dios de castigar a las naciones: pero la profecía alcanza mucho más allá de aquellos tiempos. 2. bermejos—lo que
significa matanza. negros—representan duelo; y también el hambre (Apocalipsis 6:5, 6; 1:8). 3. blancos—significan
alegría y victoria. (Calvino.) overos—tordos, pintados (de varios colores). Quiere expresar una disposición mixta, en
parte de prosperidad, y en parte de adversidad. Las cuatro dispensaciones, aunque diferentes en carácter respecto a
las naciones gentiles, presagiaron igualmente bien al pueblo de Dios. ruciorodados—“bayos:” o bien, “fuertes,” o
“feroces;” así la Vulgata. (Gesenius.) Los caballos todos tienen este mismo epíteto: cuya obligación era de “recorrer
toda la tierra” (v. 7). Sin embargo, la Versión de los Setenta y la caldea concuerdan con la Versión Inglesa al atribuir el
término hebreo al color, no a la fuerza. 4. El profeta, dócil y humildemente busca instrucción de parte de Dios, y por
tanto no busca en vano. 5. cuatro vientos—más bien, “espíritus celestiales, los que están delante de Jehová” para
recibir los mandatos de Dios (véase 4:14; 1 Reyes 22:19; Job 2:1; Lucas 1:19) en el cielo (del cual Sión es la contraparte
en la tierra. Nota, v. 1), y marchan con carro veloz (2 Reyes 6:17; Salmo 68:17) para ejecutarlos sobre la tierra en sus
cuatro varias regiones (Salmo 104:4; Hebreos 1:7, 14). (Pembellus.) O bien, los secretos impulsos de Dios que emanan
de su consejo y providencia; el profeta quiere decir que todas las revoluciones del mundo, son del Espíritu de Dios
como si fueran sus mensajeros o espíritus. (Calvino.) 6. tierra del aquilón—Babilonia (Nota, Jeremías 1:14). El norte es
la región especificada en particular, desde donde Judá e Israel, en lo futuro, han de volver a su propia tierra (2:6;
Jeremías 3:18). “Los caballos negros” van a Babilonia, principalmente para representar la terrible desolación con que
Darío la visitó en el quinto año de su reinado (dos años después de esta profecía), por rebelarse. (Henderson.) Los
“blancos” van detrás de los caballos “negros” al mismo país; los dos “carros” son enviados allá a causa de su mayor
crueldad y culpa respecto de Judea. Los blancos representan la triunfante subyugación de ella por Darío. (Moore.)
Mas bien, pienso yo, los blancos son enviados para sojuzgar victoriosamente a Medopersia, el segundo imperio
mundial, situado en la misma región que Babilonia, es decir, al norte. los overos … hacia … mediodía—es decir, hacia
Egipto, el otro gran enemigo del pueblo de Dios. Siendo éste una parte del reino grecomacedonio, representa al
mismo, el tercer reino mundial. 7. los rucios—más bien, “los veloces,” o “fuertes,” Como los “bermejos” (o rojos) de
otra manera no se mencionan, el epíteto “veloces” (como el término hebreo correspondiente debe ser traducido) en el v.
3 parece aplicarse a los cuatro grupos, y aquí especialmente a los “rojos.” Su oficio es para completar en adelante la
obra ya ejecutada en parte por los tres anteriores, los cuales han derrotado a Babilonia, a Medopersia, [PAG. 956] y a
Grecomacedonia: a saber, para castigar finalmente al último enemigo de Israel, la forma final asumida por Roma el
cuarto reino mundial. Por tanto ellos “recorren toda la tierra,” contrarrestando “los rodeos y las andanzas” de Satanás
(Job 1:7; 2 Tesalonicenses 2:8, 9; 1 Timoteo 4:1), en conexión con el último terrible desarrollo del cuarto reino mundial.
Su “rapidez” se necesita para contrarrestar la incesante actividad de él; su rojo color insinúa la gran matanza final
(Ezequiel 39; Apocalipsis 19:17, 18, 21). 8. aquilón hicieron reposar mi espiritu—es decir, “hicieron reposar mi enojo”
(Jueces 8:3; Ecclesiastés 10:4. Ezequiel 5:13; 16:42). Solamente Babilonia, de los cuatro grandes reinos mundiales, había
sido finalmente castigada en el tiempo de Zacarías; por tanto, solamente en este caso dice ahora Dios que su cólera
está satisfecha; los otros tenian todavia que expiar su pecado; Roma, el cuarto, tiene todavia que hacerlo.
9–15. LA NOVENA VISION. LA CORONACION DS JOSUE. La doble corona es puesta en la cabeza de Josué,
simbolizando que el sacerdocio y el reino verdaderos serán conferidos al unisolo Mesías. Véase Hebreos 6:20; 7:1–21,
tocante a Melquisedec, quien similarmente como tipo del Mesías, combinó en si mismo el reino y el sacerdocio. 10.
Toma de los del cautiverio—Toma de ellos la plata y el oro (v. 11). Los tres nombrados vienen desde Babilonia (donde
1091
aún quedaban algunas de los judíos desterrados) para presentar dones de plata y oro, para la edificación del templo.
Pero en los vv. 11, 14 se manda que se hagan “coronas” de aquellos dones para ser después colocadas sobre la cabeza
de Josué, y para ser depositadas luego en el templo como un memorial de los donantes, hasta la aparición del Mesias.
Heldai—que significa robusto. Llamado Helem más abajo. Tobías—cso es, la bondad de Dios. Jedaía—o sea, Dios conoce.
los cuales volvieron de Babilonia—Esta cláusula en el hebreo viene después de “Josías hijo de Sefanias.” Por lo tanto,
Moore piensa que Josías. “vino de Babilonia,” tanto como los otros tres. Pero como él tiene una “casa” en Jerusalén. es
evidentemente un residente, no un visitante. Por tanto está bien la Versión Inglesa. O bien, Maurer: “Josías hijo de
Sefanías (o Sofonias), a quien ellos habían venido (como huéspedes) desde Babilonia. en aquel día—No había tiempo
que perder para señalar el significado de su venida desde lejos para ofrecer dones para el templo, tipificando, en la
doble corona hecha de sus donaciones y puesta en la cabeza de Josué, la futura asamblea de desterrados de Israel con
el Mesías, quien será entonces reconocido como el verdadero rey y sacerdote. 11. El sumo sacerdote solía llevar una
corona encima de la mitra (3:5; Levítico 8:9). El Mesías llevará muchas coronas, una puesta sobre otra (Apocalipsis
19:12). Era cosa antes desconocida en el sacerdocio levítico que la misma persona llevara a la vez la corona de rey y la
del sumo sacerdote (Salmo 110:4; Hebreos 5:10). El Mesías será revelado plenamente en esta doble dignidad, cuando
haya “restaurado el reino a Israel” (Hechos 1:6). 12. He aquí el varón—que se levantará. Pilato, inconscientemente,
expresó la voluntad de Dios tocante a él cuando dijo: “He aquí el hombre” (Juan 19:5). El sentido aquí es: “He aquí en
Josué una notable prefiguración del Mesías.” No es por su propia causa, ni por él mismo, que la corona le sea puesta,
sino como tipo del Mesías, que está por ser a la vez rey y sacerdote. Josué, individualmente, no podía ser coronado
rey, no siendo de la línea real de David, sino únicamente en su carácter representativo. Pimpollo—vástago, o renuevo,
(Véase Nota, 3:8; Isaías 4:2; Jeremías 23:5; 33:15). germinará de su lugar—conservando la figura de un “renuevo;” él
brotará desde su lugar, es decir, del lugar idóneo a él: no meramente de Belén o Nazaret, sino por su propio poder, sin
ayuda del hombre, en su milagrosa concepción (Henderson); un sentido sacado a luz en el original, “de debajo de sí
mismo,” o “desde (de) él mismo.” (Calvino.) Moore lo hace referirse a su humilde crecimiento en su lugar de
oscuridad, “cual renuevo y raíz de tierra seca” (Isaías 53:2), por treinta años desconocido, salvo como el hijo de un
carpintero. (Maurer traduce: “Bajo él habrá un crecimiento (en la iglesia).” La Versión Inglesa concuerda mejor con el
hebreo (véase Exodo 10:23). La idea de un renuevo está en que la gloria de Cristo está creciendo, no manifestado
todavía como árbol plenamente desarrollado. Es por eso que los hombres lo rechazan ahora. edificará el templo—La
promesa de la futura edificación verdadera del templo espiritual por el Mesías (Mateo 16:18; 1 Corintios 3:17; 2
Corintios 6:16; Efesios 2:20–22; Hebreos 3:3) es una garantía para asegurar a los judíos que el templo material será
edificado por Josué y Zorobabel, a despecho de todos los obstáculos aparentes. También les eleva los pensamientos
más allá del templo material, al templo espiritual, y también al futuro templo glorioso, a ser erigido en Israel bajo la
dirección del Mesías (Ezequiel 40:1 al 43:27). La repetición de la misma cláusula (v. 13) da énfasis a la declaración
tocante a la obra del Mesías. 13. llevará gloria—es decir, llevará la insignia de la regia gloria, “las coronas” (Salmo
21:5; 102:16; Isaías 52:13). El mismo llevará la gloria, no tú, Josué, aunque estás llevando las coronas. La dignidad de la
iglesia está en su únlca cabeza, Cristo. Así Eliacim, tipo del Mesías, había de tener “toda la gloria de la casa de su
padre colgada de sí” (Isaías 22:24). y se sentará—lo que infiere seguridad y permanencia. sacerdote en su solio—
(Génesis 14:18; Salmo 110:4; Hebreos 5:6, 10: 6:20; 7.) consejo de paz será entre ambos a dos—Josué y Zorobabel, las
autoridades religiosa y civil, cooperando en el templo, tipifican la paz, o la unión armoniosa entre ambos oficios, el real
y el sacerdotal. La regia majestad no humillará la dignidad sacerdotal, ni la dignidad sacerdotal a la majestad real.
(Jerónimo.) La paz de la iglesia, buscada en tiempos pasados en los “consejos” mutuos de los reyes y los sacerdotes,
dos oficios siempre distintos, será perfectamente asegurada por la realización de los dos oficios en el único Mesías,
quien la adquiere por su sacerdocio mediador y la mantiene por su gobierno real. Vitringa entiende que “su trono” es
el de Dios el Padre. De esta manera será: “Habrá paz entre el Renuevo y Jehová.” (Ludovico de Dios.) Es mejor la otra
interpretación, a saber: “el trono del Mesías.” Como Sacerdote él expía el pecado; como Rey, lo extirpa. “Consejo de
paz,” infiere que es el plan de infinita “sabiduría, por lo cual al Mesías se le llama “Consejero” (Isaías 9:6; Efesios 1:8,
11; Hebreos 6:17). La paz entre los atributos reales y sacerdotales del Mesías sugiere la reconciliación de las demandas
antagónicas de la justicia de [PAG. 957] Dios como Rey y su amor como de un Padre y Sacerdote. De este modo se
produce la paz para el hombre (Lucas 2:14; Hechos 10:36: Efesios 2:13–17). Es solamente por haber sido perdonados
por medio de su expiación y ser gobernados por sus leyes, que podemos hallar “paz.” El “trono” real siempre estuvo
relacionado con el “templo,” como lo está en el caso del Apocalipsis (Apocalipsis 7:15), porque Cristo ha de ser
Sacerdote y Rey en su trono, porque el pueblo, cuyo “Rey” es el Señor, no puede acudir a él sino por mediación
sacerdotal. (Roos.) Jesús vendrá para efectuar, por su presencia (Isaías 11:4; Daniel 7:17), aquello que en su ausencia es
buscado en vano por otros medios. El ejercitará su poder mediador como sacerdote sobre su trono (v. 13); por eso su
reinado es para un período limitado, cosa que no pudiera ser, si fuera un estado de gloria final y eterno. Pero siendo
por un propósito especial, para reconciliar todas las cosas en este mundo, ahora desordenadas o desarregladas por el
1092
pecado, y para presentarlas así a Dios el Padre, para que éste pueda otra vez—por vez primera desde la caída de
Adán—entrar ea relación directa con sus criaturas; por eso el período es limitado, constituyendo la dispensación en la
plenitud de los tiempos (Efesios 1:10), cuando Dios reunirá todas las cosas en Cristo, la consumación de la cual será:
“Dios el todo en todos” (1 Corintios 15:24–24). 14. tendrán [las] ceronas por memorial en el templo—depositadas en
el templo en honor a los donantes; un memorial, además, de la coronación de Josué, para recordar a todos al Mesías,
el prometido Rey y Sacerdote antitipico, presto a venir. Helem, el mismo como Heldai del v. 10. Similarmente, Hen,
(eso es, favor) es otro nombre por Josías (quiere decir: Dios funda), del mismo v. 10. La misma persona frecuentemente
tenía dos nombres. 15. los que están lejos … edificarán—La razón por qué las coronas fueron hechas del oro recibido
de lejos, a saber, de los judíos de Babilonia, era para tipificar la conversión de los gentiles al Mesías, Rey de Israel. Esto
también estaba incluído en la “paz” de que se habla en el v. 13 (Hechos 2:39; Efesios 2:12–17). En primer lugar, sin
embargo, el retorno de los israelitas dispersos desde “lejos” (Isaías 60:9) al rey de los judíos en Jerusalén es de lo que
se habla, y ha de ser seguido, en segundo término, por la conversión de los gentiles “lejanos” (2:11; 8:22, 23; Isaías
60:10; 57:19). edificarán en el templo—“Cristo edifica el templo” (vv. 12, 13; Hebreos 3:3, 4); sn pueblo “edifica en el
templo.” Véase 3:2; “Moisés en su casa …” conoceréis … cuando el evento corresponda a la predicción (2:9; 4:9). Y
será esto, si oyereis obedientes—A los judíos de los días de Zacarías es dado un estímulo para la diligente prosecución
de la edificación del templo, obra que era el deber de ellos cumplir entretanto, contando con la esperanza de que el
Mesías iría después para glorificarlo. La terminación del templo “será,” se verificará, siempre que vosotros de vuestra
parte diligentemente “obedezcáis a Jehová.” No se quiere decir que la incredulidad de ellos pudiese frustrar el
propósito de gracia de Dios respecto a la venida del Mesías. Pero si significa, de modo secundario, que la gloria del
Mesías como rey sacerdotal de Israel no será manifestada a los judíos mientras no se vuelvan a él con obediente
arrepentimiento. Ellos son, entretanto, “ramas” cortadas, hasta que vuelvan a ser “injertados” de nuevo en el Renuevo
(Pimpollo) y su propio olivo (3:8; 12:10–12; Mateo 23:39; Romanos 11:16–24).
CAPITULO 7
II. LA PARTE DIDACTICA, 7:1 al 8:23. ANTES QUE EL SACRIFICIO, SE ORDENA LA OBEDIENCIA; SU
RECOMPENSA. 1. año cuarto del rey Darío—dos años después de las profecías anteriores (1:1, etc.). Chisleu—que
significa adormecimiento, el estado en que se halla Natura en noviembre, correspondiente a dicho mes otoñal. 2.
enviado a la casa de Dios—Los judíos de la campifia enviaron a la casa de Dios, o sea, a la congregación en Jerusalén.
El altar estaba levantado ya hacía mucho tiempo (Esdras 3:3), aunque el templo no fué completado sino dos años
después (Esdras 6:15), El deber de los sacerdotes era dar los fallos sobre puntos de la ley (Deuteronomio 17:9; Mateo
2:4). Beth‐el se usa aquí en vez de Beth‐Jehová, porque se indican a las autoridades religiosas más bien que la casa
misma (llamada la Beth‐Jehová en el v. 3). La antigua Betel hacía muchísimo dejó de ser el asiento del culto al ídolo,
habiendo perdido por tanto su significado de oprobio. “La casa de Jehová” es la expresión usada para determinar la
congregación de adoradores encabezada por sus sacerdotes (3:7; Oseas 8:1). Así Maurer traduce: “fué enviada la casa
…” Y Henderson, “fué enviada Betel.” Saraser—un nombre asirio, que significa prefecto de la tesorería. Regem‐
melech—que significa, el oficial del rey. Estos nombres acaso insinúan el carácter semipagano de los inquisidores,
implícito también tal vez en el nombre Betel (casa de Dios, en el hebreo), tan notoria una vez por el culto al becerro. Ellos
enviaron a la casa de Jehová, como sus antepasados enviaban a la antigua Betel, no en el espíritu de la verdadera
obediencia. a implorar el favor de Jehová—lit., para implorar el rostro, es decir, para ofrecer los sacrificios que
acompañaban a las oraciones, para conciliar el favor de Dios (1 Samuel 13:12). 3. ¿Lloraremos en el mes quinto?—
Quiere decir, el pueblo de Diós (8:21). Esto favorecerá algo la noción de Maurer, de que “la casa de Dios,” la
congregación, es nominativo, y rige el verbo “envió.” Su hipocresía se hizo aparente porque demostraron más
preocupación por una ceremonia de institución humana (no impropia en sí) que por la obediencia moral. Si también
hubieran confiado en la promesa de Dios en cuanto a la restauración de la Iglesia y el Estado, el ayuno hubiera dado
lugar ahora a gozo, del cual había más motivo que de duelo. (Pembellus.) a los profetas—Hageo y Zacarías
especialmente. El día diez del quinto mes se hacía ayuno, siendo el aniversario de la destrucción de Jerusalén (Jeremias
52:12–14). Preguntaron si debían continuarlo, ya que el templo y la ciudad se restauraban. haremos abstinencia—
santificándonos por la separación, no solamente absteniéndonos del alimento, sino de toda contaminación (véase Joel
2:16), como era costumbre en un ayuno solemne. 5. Habla a todo el pueblo—La pregunta había sido hecha en el
nombre del pueblo en general por Saraser y Regemmelech. Estaban cansados del ayuno impuesto por ellos mismos,
no habiéndolo observado en el espíritu de la verdadera religión. séptimo mes—Este ayuno se hacía en memoria del
asesinato de Gedalías y de los que estaban con él en Mizpa. el que resultó en la dispersión de los judíos (2 Reyes 25:25,
1093
[PAG. 958] 26; Jeremías 41:1–3). ¿habéis ayunado para mí?—No; fué para complaceros a vosotros con el hipócrita
culto a tu voluntad. Si hubiese sido “para mí,” no sólo os hubiérais abstenido de alimento, sino también de vuestros
pecados (Isaías 58:3–7). Ellos falsamente hicieron del ayuno un fin intrínsicamente meritorio en sí, no un medio para
la gloria de Dios en la santificación de ellos. Les faltaba el verdadero principio de la piedad: hacerlo con referencia a
Dios; de ahí la repetición enfática de “para mí.” Antes de resolver cuestiones en cuanto a las formas exteriores de la
piedad (por propio que sea hacerlo, como en este caso), el asunto de importancia era en cuanto a la piedad misma;
resuelto éste, todas sus observancias exteriores quedan santificadas, por ser “para el Señor” (Romanos 14:6). 6. ¿no
coméis y bebéis para vosotros?—lit., ¿No sois vosotros los que coméis …?” Eso no es para mí y mi gloria. Como no
propende a mi gloria vuestro ayuno, menos vuestros banqueteos. 7. ¿No son estas las palabras …?—El sentido es: No
son ayunos lo que Jehová requiere de vosotros, sino que guardéis los preceptos que os fueron dados cuando Jerusalén
estaba en su integridad. Si lo hubierais hecho entonces, no habríais tenido ocasión de instituir ayunos para
conmemorar su destrucción, porque no habría sido nunca destruída (vv. 9–14). (Maurer). O bien, ¿“no son éstas las
palabras” de los profetas anteriores (Isaías 58:3; Jeremías 14:12), los cuales denunciaron una maldición para la
desobediencia, la cual el evento ha confirmado en manera tan terrible? Si seguís a vuestros padres en el pecado,
tendréis que seguirlos también en el padecimiento. La Versión Inglesa dice: “¿No debierais oír (u obedecer) las
palabras?” y da buen sentido: vosotros inquirís ansiosamente acerca de los ayunos, mientras que debéis estar ansiosos
en cuanto a oír la lección enseñada por los antiguos profetas y verificada en el castigo de la nación; se requiere el
arrepentimiento y la obediencia, más bien que los ayunos. la campiña—“la llanura:” al sudoeste de Jerusalén.
Habitaban entonces tranquilamente la región más indefensa. 9. Así habló—más bien: “Así habla:” lo que indica que
estos preceptos dirigidos a sus antepasados eran requisitos de Jehová no sólo para entonces, sino también para ahora.
Debemos no solamente no hacer mal a nuestros prójimos, sino también ayudarlos. Dios se agrada de tal obediencia
ansiosa, más bien que de ceremonias vacías. 10. ni ninguno piense mal en su corazón—que no invente mal. La
Versión de los Setenta entiende: “No abriguéis el deseo de venganza” (Levítico 19:18). Más sencillo es (Salmo 36:4;
Miqueas 2:1): “No proyectéis mal uno contra otro.” 11. dieron hombro rebelado—Lit., “presentaron un hombro
refractario;” una figura tomada de las bestias que rehusan llevar el yugo (Nehemías 9:29). agravaron sus oídos—
(Isaías 6:10; Jeremías 7:26; Hechos 7:57.) 12. corazón como diamante—(Ezequiel 3:9; 11:19.) enviaba por su espíritu,
por … profetas—por los antiguos profetas inspirados con su Espíritu. fué, por tanto, hecho grande castigo—(2 Crónicas
36:16.) Como ellos echaron de sí el yugo de la obediencia, Dios echó sobre ellos el yugo de la opresión. Como ellos
endurecieron el corazón como diamante, Dios quebrantó sus corazones con el castigo. Los corazones duros deben
esperar tratamiento duro. Cuanto más dura la piedra, más fuerte el golpe de martillo para romperla. 13. él clamó—
por medio de sus profetas. ellos clamaron—en sus calamidades. yo no escuché—retribución en especie (Proverbios
1:24–26; Isaías 1:15; Miqueas 3:4). 14. torbellino—de ira (Nahum 1:3). gentes que ellos no conocían—extranjeros y
bárbaros. desolada tras de ellos—después de su expulsión y exilio. Fué notablemente ordenado por la providencia de
Dios que ningún ocupante tomara posesión de la tierra, sino que durante la ausencia de los judíos, ésta fué reservada
para ellos, lista para su retorno después de setenta años. tornaron en asolamiento—Los judíos lo hicieron por sus
pecados. La culpa de su destrucción era de ellos mismos, más bien que de los babilonios (2 Crónicas 36:21). el país
deseable—Canaán. Lit., la tierra de deseos (Jeremías 3:19).
CAPITULO 8
CONTINUACION DEL TEMA DEL CAPITULO ANTERIOR. Después de instarlos a la obediencia, citando el ejemplo
de sus padres, los insta a la misma por las promesas de prosperidad venidera. 2. he celado a Sión—(1:14.) con grande ira—
contra los opresores de ella. 3. he restituído a Sión—“he retornado a Sión” (Versión Inglesa): eso es, estoy resuelto a
volver. Mi decreto para ese efecto ha salido. Jerusalem … Ciudad de Verdad—es decir, fiel a Dios, quien es el Dios de
verdad (Isaías 1:21, 26; Juan 17:17). Nunca cumplido plenamente todavía; por lo tanto aún ha de serlo. monte de
Jehová—(Isaías 2:2, 3.) Monte de Santidad—(Jeremías 31:23.) 4. Tan tranquila y próspera será la nación que las
guerras ya no destruirán prematuramente al pueblo; los hombres y las mujeres alcanzarán edades avanazdas. La
promesa de larga vida era estimada como una de las más grandes bendiciones en la teocracia judía, con sus
recompensas temporales de la obediencia (Exodo 20:12; Deuteronomio 4:40). De ahí que ésta es una característica
sobresaliente de la bienaventuranza milenial (Isaías 65:20, 22). 5. muchachos y muchachas, que jugarán—lo que
indica la seguridad y una numerosa prole, contada como una bendición principal entre los judíos. Contrástese
Jeremías 6:11; 9:21. 6. Por imposibles que os parezcan a vosotros estas cosas que os acabo de prometer, no lo son para
Dios. El “resto” que había vuelto de la cautividad, viendo desolada a la ciudad, y en ruinas los muros y casas,
difícilmente podían creer lo que Dios prometió. La expresión “resto” disimulaba la ingratitud de ellos, al estimar tan
bajo el poder de Dios, aun cuando lo habían experimentado tan “maravillosamente” desplegado en su restauración.
1094
Una gran fuente de incredulidad está en que los hombres “limitan” el poder de Dios según el suyo propio (Salmo
78:19, 20, 41). aquellos días—“estos días” (Versión Inglesa): “de las pequeñas cosas” (4:10), cuando tan grandes cosas
prometidas parecían increíbles. Maurer, después de Jerónimo, traduce: “en aquellos días;” eso es, si la cosa que yo
prometí hacer en “aquellos días” parece “maravillosa …” 7. salvo mi pueblo … oriente … pone el sol—desde todas
las regiones (véase Salmo 50:1), por donde estén esparcidos; ahora se hallan especialmente en países al oeste de
Jerusalén. La dispersión bajo Nabucodonosor fué únicamente hacia el este, es decir, hacia Babilonia. La restauración,
inclusive su retorno espiritual a Dios (v. 8), aquí predicha, debe por tanto ser todavía futura (Isaías 11:11, [PAG. 959]
12; 43:5, 6; Ezequiel 37:21; Amós 9:14, 15; también 13:9; Jeremías 30:22; 31:1, 33). 8. con verdad—en buena fe; tanto por
la parte de ellos, como por la mía: ya que Dios es fiel a su pacto eterno, y los capacita por su Espíritu para ser fieles a
él. 9–13. Todas las adversidades anteriores los siguieron a ellos cuando descuidaban la edificación del templo: pero
ahora Dios promete todas las bendiciones, como un estimulante para hacer la obra con más energía. Esfuércense
vuestras manos—sed de una mente animosa y valiente (2 Samuel 16:21), no meramente al edificar, sino en general,
por cuanto tenéis perspectivas tan brillantes (v. 13, etc.). estos días—el tiempo que había transcurrido entre el día
cuando habló el profeta “estas palabras,” y el tiempo (v. 10; Hageo 2:15–19) cuando ellos se dedicaron seriamente a
restaurar el templo. los profetas—Hageo y Zacarías mismo (Esdras 5:1, 2). Los mismos profetas que prometieron la
prosperidad al ser colocado el cimiento del templo, ahora prometen aun mayores bendiciones en adelante. 10. antes
de estos días—antes del tiempo cuando de nuevo proseguisteis con la edificación del templo (v. 9), es decir, en el
tiempo mientras el templo quedaba abandonado. paga de hombre … bestia—eso es, no había producto del campo
con que recompensar la labor del hombre ni de la bestia (Hageo 1:6, 9, 10; 2:16). ni hubo paz alguna para entrante …
saliente—(2 Crónicas 15:5.) Ninguno podía con seguridad hacer sus negocios ni en casa ni fuera de casa, ni en la
ciudad, ni en la campiña, ni saliendo ni regresando. a causa del enemigo—Así traduce Maurer (Esdras 4:1). “A causa
de la aflicción” (Versión Inglesa); tan penosamente oprimidos estaban afuera por el enemigo. cada cual contra su
compañero—había discordia interna, tanto como enemigos de afuera. 11. “Pero ahora que el templo está reedificado,
no haré como hice anteriormente a aquellos que volvieron de Babilonia.” (Jerónimo.) En adelante os bendeciré. 12.
simiente de paz—eso es, no dejará de producir abundantemente (Oseas 2:21, 22; Hageo 2:19). Contrástese con este
versículo, Hageo 1:6, 9–12; 2:16. rocío—especialmente benéfico en países cálidos, donde la lluvia es rara. 13.
maldición—Como los paganos han hecho de vosotros un apodo de maldición, con que maldecir a sus enemigos con
una mala suerte como la vuestra (Jeremías 24:9; 29:18), así de lo contrario, vuestro nombre será una fórmula de
bendición, de modo que los hombres dirán a sus amigos: Que tu suerte sea tan feliz como la de Judá (Génesis 48:20).
Inclúyese también la idea de que los judíos son una fuente de bendición a las naciones gentiles (Miqueas 5:7; Sofonías
3:20). La distinta mención de “Judá” e “Israel” prueba que la profecía no ha tenido aún su plena realización, pues
Israel (las diez tribus) nunca fué restaurado, pero ciertos israelitas volvieron con Judá. 14. pensé—“resolví.”
vuestros—eso es, vuestros padres, que son uno con vosotros, la Iglesia Judía de todas las edades, siendo considerada
como un todo orgánico (véase Hageo 2:5; Mateo 23:31, 32). no me arrepentí—Yo no cambié mi propósito porque ellos
cambiaran su mente (2 Crónicas 36:16). Con los indómitos, Dios se muestra indómito (Salmo 18:26). Si el castigo
prometido ha sido tan invariablemente infligido, mucho más seguramente dará Dios la bendición prometida, lo que es
tanto más en consonancia con su naturaleza (Jeremías 31:28). 16, 17. Las bendiciones prometidas están vinculadas con
la obediencia. La gracia de pacto de Dios guiará a aquellos verdaderamente bendecidos por ella hacia la santidad, no a
la Iujuria. verdad … con su prójimo—no que no se deba hablar la verdad también a los extranjeros, sino que agravaba
el pecado de ellos el que no dejaban de ofender ni aun a sus hermanos. Además, y por encima de todas las ordenanzas
exteriores (7:3), Dios requiere la verdad y la justicia. puertas—el lugar donde se celebraban en el oriente las cortes de
justicia. juicio de paz—Las decisiones equitativas tienden a apaciguar contiendas y enemistades, y producen paz. 17.
todas estas son cosas que aborrezco—por lo tanto vosotros también debéis aborrecerlas. La religión consiste en la
conformidad a la naturaleza de Dios: que amemos lo que Dios ama, y aborrezcamos lo que Dios odia. 18, 19. El
profeta contesta a la pregunta (7:3) en cuanto al ayuno del quinto mes, con una réplica que se aplica a todos los
ayunos de ellos: que han de ser convertidos en días de regocijo. Así contestó Jesús a sus discípulos cuando de manera
similar lo consultaron respecto del por qué él no impuso el ayuno, como lo impuso Juan el Bautista. Cuando el Sol de
la justicia brilla, las lágrimas son enjugadas (Mateo 9:15). Así en el más allá (Isaías 35:10). Ayuno del cuarto mes—En
el cuarto mes del undécimo año del reinado de Sedequías, en el día noveno, Jerusalén fué tomada (Jeremías 39:2; 52:6,
7). Por eso se hizo día de ayuno. quinto—Véanse notas 7:3–5. décimo—en el décimo mes y el día décimo, en el año
noveno de Sedequías, comenzó el asedio de Jerusalén (Jeremías 52:4). Amad pues verdad y paz—La bendición de
Dios prometida a Israel, debía seguir como la consecuencia de las promesas de gracia de parte de Dios (vv. 16, 17; 7:9,
10). Dios bendecirá, pero no a aquellos que se endurecen en el pecado. 20. (Isaías 2:3; Miqueas 4:2). Así ha dicho
Jehová de los ejércitos—Un prefacio necesario para asegurar a los judíos, ahora desalentados por los peligros que los
rodeaban, y por el humilde aspecto del templo. “Por más improbables que os parezcan a vosotros, Jehová de los
1095
ejércitos, ilimitado en recursos, lo dice; por tanto así será.” Un poco antes de la venida de Cristo, un sentimiento se
desarrolló entre los paganos de lo insatisfactorio de sus sistemas de religión y filosofía; esto los dispuso
favorablemente hacia la religión del judío, de suerte que muchos de varias, partes de Asia se hicieron prosélitos del
culto de Jehová, y éstos estaban nuevamente predispuestos a abrazar el cristianismo, cuando les fué predicado
(Hechos 2:9–12, 41). Pero la plena consumación de la conversión de los gentiles predicha aquí, está reservada hasta
que “Jerusalén” (v. 22) venga a ser el centro del judaísmo cristianizado (Romanos 11:12, 15). 21. Vamos … también
iré—manifestando celo y amor; convertidos ellos mismos, buscan la conversión de otros (Cantares 1:4). A la
exhortación en general (“vamos”), agregan un ejemplo individual (“yo iré”). O bien, el cambio del plural al singular
denota que el consentimiento general en la sinceridad religiosa, guía a cada individuo a decidirse por Dios. La Versión
Inglesa dice: “Vamos a priesa:” lo que daría a entender intensa seriedad. implorar el favor—en el hebreo, “suplicar el
rostro” (7:2). 22. muchos … fuertes naciones … en Jerusalem—en contraste con [PAG. 960] los pocos y débiles judíos
que ahora edifican el templo y la ciudad, entonces será tal la influencia de ellos que muchas naciones fuertes vendrán
para adorar a Jehová, el Dios de ellos en Jerusalén (Isaías 60:3; 66:23). 23. diez hombres—un número determinativo
por una cantidad indefinida. Así como en Levítico 22:26; Números 14:22. de todas las lenguas de las gentes—eso es,
de naciones de todas las lenguas (véase Isaías 66:18; Apocalipsis 7:9). trabarán de la falda—un gesto de suplicante
ruego, como a un superior. Véase Isaías 3:6; 4:1, sobre una ocasión diferente. Los gentiles ansiosamente buscarán
participar de los privilegios religiosos del judío. La falda que llevaba un fleco y una cinta azul (Números 15:38;
Deuteronomio 22:12) era un distintivo de los judíos. Dios está con vosotros—el efecto producido en los incrédulos al
entrar en las asambleas de la iglesia (1 Corintios 14:25). Pero de primera aplicación, el producido en las naciones al
presenciar la liberación de los judíos por Ciro. Finalmente, el que va a ser producido en las naciones por la futura gran
interposición del Mesías en favor de su pueblo.
CAPITULO 9
LA PARTE PROFETICA: 9:1 al 14:21. Escrita mucho después de las partes anteriores del libro, de donde surgen
los varios aspectos que han sido motivos básicos para atacar su autenticidad, a pesar del testimonio en su favor de la
Versión de los Setenta y de los compiladores del canon judío. Véase la Introduccion.
LA CONQUISTA DE ALEJANDRO EN SIRIA (vv. 1–8); EL PUEBLO DE DIOS A SALVO, PORQUE VIENE SU
REY HUMILDE PERO SALVADOR (vv. 9, 10); LA LIBERACION MACABEA, TIPO DE DICHA VENIDA (vv. 11–17).
1. contra … Hadrach—(Véase Isaías 21:13.) “Carga” significa una profecía cargada de ira contra el culpable. Maurer no lo
explica tan bien: Lo tratado y pronunciado, una solemne declaración. Hadrach—una parte de Siria, cerca de Damasco.
Como el nombre no se halla en la historia antigua, probablemente era el nombre menos usado de una región que tenía
dos nombres (Hadrac y Bikathaven), y por tanto pasó al olvido. Un árabe, José Abassi, también en 1768, declaró a
Michaelis que había entonces un pueblo de ese nombre, y que era capital de la región de Hadrac. El nombre significa
en el sirio encerrado, eso es, la parte interior oeste de Siria, encerrada por colinas, la “Celisiria” de Estrabón. (Maurer.)
Jerónimo considera que Hadrac era la metrópoli de Celisiria, como Damasco lo era de la región cercana de dicha
ciudad. Hengstenberg cree que Hadrac era un nombre simbólico de Persia, a la que Zacarías evita designar por su
propio nombre, por no ofender al gobierno bajo el cual él vivía. Pero el contexto parece referirse a la región siria.
Gesenius piensa que el nombre es el de un rey sirio, el cual podía más fácilmente pasar al olvido que el de una región.
Véase la similar “tierra de Sehón”, etc., Nehemías 9:22. Damasco su reposo—es decir, el lugar donde la “carga” de la
ira del Señor irá a posar (caer). Será puesto permanentemente sobre ella, hasta que Siria esté completamente postrada.
Cumplido bajo Alejandro el Grande, quien subyugó a Siria. (Curtius.) a Jehová … vueltos los ojos—los ojos de los
hombres en general, y de todo Israel en particular, por causa de la consternación ante el victorioso progreso de
Alejandro, serán dirigidos a Jehová. Los judíos oraron encarecidamente al Señor cuando fueron amenazados por
Alejandro a causa de que el sumo sacerdote Jaddua se negó jurarle fidelidad, y así fueron librados (2 Crónicas 20:12;
Salmo 23:2). Tipo del efecto de los juicios de Dios en el futuro sobra todos los hombres, y especialmente sobra los
judíos, al volverse ellos a Dios. Maurer, Pembellus, etc., menos probablemente traducen: “Los ojos de Jehová están
sobra los hombres, como están sobre todo Israel,” eso es, para castigar al impío y proteger a su pueblo. El que ha
castigado a su propio pueblo no dejará de castigar severamente a los hombres por sus pecados. El “todo” pienso que
denota que mientras que la atención general de los hombres (la idea expresada en “el hombre:” así vertida en la
Versión Inglesa) estaba dirigida a los juicios de Jehová, todo Israel en especial mira hacia él. 2. Hamath—un reino sirio
con capital del mismo nombre, al norte de Damasco. tendrá término en ella—será unida a Damasco en el tratamiento,
como lo está en ubicación; compartirá con la carga de ira que caerá en Damasco. Maurer entiende: “Hamat, que linda
con Damasco, también será el lugar de reposo de la ira de Jehová” (Véase el v. 1). En Hamat estaba Ribla, el escenario de
1096
los padecimientos de los judíos a manos de sus enemigos: por tanto sufrirá (2 Reyes 23:33; 25:6, 7, 20, 21). Tiro …
Sidón—situadas en el camino del conquistador en su marcha hacia Egipto a lo largo del Mediterráneo (véase Isaías
23). Sidón, la más antigua de las dos ciudades, se entregó, y Abdolonimo fué hecho virrey de ella. muy sabia—en sus
propios ojos. Refiriéndose a Tiro: el v. 3 demuestra en qué consistió su sabiduría, a saber, en edificar una plaza fuerte y
amontonar oro y plata (Ezequiel 28:3–5, 12, 17). Al expresar Alejandro su deseo de sacrificar en el templo de Hércules en
la Nueva Tiro, sobre la isla, ella demostró su sabiduría al enviarle una corona de oro, contestándole que el verdadero
templo antiguo de Hércules, estaba sobre el continente en la Antigua Tiro. Con toda su sabiduría ella no puede evitar
su destino. 3. El historiador pagano, Diodoro Sículo (17:40), confirma esto: “Tiro tenía la mayor confianza debido a su
posición insular y sus fortificaciones y los abundantes almacenes de provisiones que había preparado.” La Nueva Tiro
estaba sobre una isla a 700 pasos de la orilla. Como las profecías de Isaías y Ezequiel fueron dirigidas contra la
Antigua Tiro sobre el continente, y fueron cumplidas por Nabucodonosor, así las de Zacarías son contra la Nueva
Tiro, la que se había hecho aparentemente inexpugnable, por una doble muralla de cincuenta metros de altura, por
todos lados así como por el mar. 4. (Ezequiel 26:4, 12, 14; 27:27.) la empobrecerá—la desposeerá, arrojará a sus
habitantes al destierro. (Grocio.) Alejandro, aunque sin navíos por medio de la increíble labor construyó un muelle de
las ruinas de la antigua ciudad (cumpliendo Ezequiel 26:4–12, etc., “Raeré de ella su polvo,” y “pondrán tus piedras, y
tu madera, y tu polvo en medio de las aguas”), desde la orilla hasta la isla, y, después de un sitio de siete meses, tomó
la ciudad por asalto, mató con la espada a unos 8.000, esclavizó a 13.000, crucificó a 2.000, y puso “fuego” a la ciudad,
[PAG. 961] como está predicho aquí. (Curtius, L. 4). herirá en la mar su fortaleza—aunque está situada en la mar, y
así aparentemente inexpugnable (véase Ezequiel 28:2: “En la silla de Dios estoy sentada en medio de mares”). Su
poder incluía no solamente sus fortificaciones, sino también su flota, toda la cual Alejandro hundió en la mar delante
de sus mismas murallas. (Curtius, L. 4.) Ezequiel 26:17 corresponde: “¡Cómo pereciste tú, ciudad que fué fuerte en la
mar!” 5. Ascalón, etc.—Gat solamente está omitida, quizá por estar muy al interior, y así fuera de la ruta del
conquistador en su avance. Ecrón … su esperanza será confundida—Ecrón, la más alejada hacia el norte de las
ciudades filisteas, había esperado que Tiro resistiera a Alejandro, y así detendría su progreso hacia el sur por medio
de Filistea hacia Egipto. Esta esperanza siendo confundida (“avergonzada”), Ecrón “temerá.” De Gaza perecerá el
rey—su gobierno será derrocado. En cumplimiento literal de esta profecía, después de un asedio de dos meses, Gaza
fué tomada por Alejandro, 10.000 de sus habitantes muertos, y los demás vendidos como esclavos. Betis, el sátrapa, o
reicillo, fué atado a un carro con correas pasadas por las plantas de sus pies, y arrastrado por la ciudad. 6. un
extranjero—“un bastardo” (Versión Inglesa): hombres viles y bajos, tales como son los bastardos (Deuteronomio 23:2).
(Grocio.) Un extraño; así la Versión de los Setenta, lo que expresa la desolación de la región donde la gente no mora sino
de paso en sus peregrinaciones. (Calvino.) 7. quitaré sus sangres de su boca—La sangre estaba prohibida como
alimento (Génesis 9:4; Levítico 7:26). abominaciones—cosas sacrificadas a los idolos y luego comidas en parte por los
adoradores (Números 25:2; Hechos 15:29). El sentido es: “Yo haré que los filisteos dejen de adorar a los ídolos.”
quedarán ellos también para nuestro Dios—“el que queda, aun él será para nuestro Dios” (Versión Inglesa): “aun él,”
como Hamat, Damasco, Tiro, etc., que como estas palabras sugieren, se convertirán a Dios (Isaías 56:3: “hijo del
extranjero allegado a Jehová”). (Rosenmuller.) El “aun él,” sin embargo, significará que: Además de los hebreos, “hasta”
los filisteos también adorarán a Jehová (así Isaías 56:8). (Maurer.) serán como capitanes en Judá—En la conversión del
príncipe filisteo, él tendrá la misma dignidad que los “capitanes (príncipes) en Judá;” no habrá distinción.
(Henderson.) Los príncipes filisteos con sus respectivos estados pertenecerán igualmente a la comunión de los judios,
como si estuvieran entre los “capitanes” de los estados “en Judá.” (Maurer.) Ecrón como el Jebuseo—Los jebuseos,
habitantes originales de Jerusalén, que cuando fueron subyugados por David, fueron incorporados con los judíos (2
Samuel 24:16, etc.), y gozaron los privilegios de los mismos, pero en una posición civilmente subordinada (1 Reyes 9:20,
21). Como la condición de los jebuseos bajo Salomón era de esclavos y tributarios, Calvino explica diferentemente el
versículo: “Yo rescataré al judío de los dientes del enemigo filisteo (figura de las fieras que despedazan su presa con
los dientes), que lo hubiera devorado, como devoraba la sangre o carne de sus abominables sacrificios idolátricos, y aun
él mismo, el indigno remanente de los judíos, será sagrado a nuestro Dios (consagrado por el favor de Dios); y aunque
por tanto tiempo estuvieron privados de dignidad, yo los haré como gobernadores (“capitanes”) que gobiernan a
otros, y Ecrón será un esclavo tributario como el jebuseo.” De este modo la antítesis es entre el judío que queda (el
remanente electo) y el ecronita. 8. seré real de ejército—(Salmo 34:7) a mi casa—es decir, al pueblo judío (3:7: Oseas
8:1). (Maurer.) O bien, el templo: volviendo a asegurar a los judíos comprometidos en edificar, los que de otra manera
podían temer que su obra sería deshecha por el conquistador. (Moore.) Los judíos, en cumplimiento de esta profecía,
no sufrieron en manos de Alejandro, aunque él castigó a los samaritanos. Típico de la final liberación de ellos, de todo
enemigo. del que va … viene—Alejandro, cuando avanzaba contra Jerusalén, fué impedido por un sueño, de modo
que ni al “pasar para” Egipto, ni “al volver,” dañó a los judíos, sino que les confirió grandes privilegios. no pasará
más sobre ellos angustiador—El profeta pasa desde el futuro inmediato a la liberación final por venir (Isaías 60:18;
1097
Ezequiel 28:24). miré con mis ojos—es decir, cómo Jerusalén ha sido oprimida por sus enemigos (Rosenmuller)
(Exodo 3:7; 2:25). Se dice que Dios ya ha visto, porque ahora empieza a traer a juicio al enemigo, y manifiesta al
mundo su comprensión de los padecimientos de su pueblo. 9. Desde la venida del conquistador griego, Zacarías hace
una transición repentina, por la ley profética de la sugestión, a la venida del Rey Mesías, asunto muy diferente. hija
de Sión—El pueblo teocrático es llamado a “regocijarse” por la venida de su Rey (Salmo 2:11). vendrá a ti—El viene,
no por su propia ganancia o placer, como vienen los reyes terrenales, sino por causa de su iglesia: especialmente por
amor a los judíos, en su segunda venida (Romanos 11:26). justo—recto: atributo constantemente dado al Mesías
(Isaías 45:21; 53:11; Jeremías 23:5, 6) en conexión con la salvación. El no meramente perdona por connivencia con el
pecado, sino que él nos justifica con hacerse a sí mismo el Señor que cumple por nosotros nuestra justicia, de modo
que no sólo la misericordia, sino la justicia también requiere la justificación del pecador, que por la fe llega a ser uno
con Cristo. La justicia de Dios no se hace al lado por la salvación del pecador, sino que es magnificada y hecha
honorable por ella (Isaías 42:1, 21). Se alude especialmente a su futuro reino “en justicia” también (Isaías 32:1). y
salvador—“teniendo salvación” (Versión Inglesa): no pasivamente, como algunos lo interpretan, “salvado,” lo que no
admite el contexto, el que se refiere a un “rey’ que viene para reinar; también las antiguas versiones, la Versión de los
Setenta, las Versiones Siríaca, y Vulgata, dicen Salvador. El hebreo está en sentido reflexivo, “mostrán dose como
Salvador;” “teniendo salvaciór en sí mismo” para nosotros. Dotado de una salvación que él otorga como rey. Véase
Mateo 1:21, en el griego: “El mismo salvará a su pueblo;” eso es, no por medio de algún otro, sino él salvará por sí solo
(Pearson sobre el Credo.) Que tenía “salvación” para otros, manifiesta que tenía en sí mismo aquella justicia que era
indispensable para la justificación de los impíos (1 Corintios 1:30; 2 Corintios 5:21; 1 Juan 2:1). Esto con trasta
hermosamente con el arrogante con quistador griego, que vino para destruirán mientras que el Mesías vino para
salvar. obstante, el Mesías vendrá previamente su reinado de paz para tomar “justa” venganza en sus enemigos.
(Malaquías 4:1, 2) [PAG. 962] humilde—manso: lo que corresponde con el “cabalgar él sobre un asno” (no un animal
despreciado, como entre nosotros, ni un símbolo de humillación, porque los príncipes en el oriente cabalgaban en
asnos, tanto como las personas humildes, Jueces 5:10); eso es, viniendo como “Príncipe de paz” (v. 10; Isaías 9:6); el
“caballo” por el contrario, es el emblema de la guerra, y por tanto será “destruído” (v. 10). Quizás el hebreo incluya tanto
la “humildad” de su estado exterior (que se aplica a su primer venida), como su “mansedumbre” de disposición, como
Mateo 21:5 lo cita (véase Mateo 11:29), que se aplica a las dos venidas. Las dos actitudes son idóneas, para la amante
simpatía que tiene por nosotros los hombres; y al mismo tiempo son el motivo de su próxima exaltación manifestada.
(Juan 5:27; Filipenses 2:7–9). pollino—no domado, “sobre el cual todavía no se sentó hombre” (Lucas 19:30). El
símbolo de un triunfante conquistador y juez (Jueces 5:10; 10:4; 12:14). hijo de asna—lit., de asnos: en el modismo
hebreo, se usa el plural indefinido por el singular (como en Génesis 8:4, “montañas de Ararat” por una de aquellas
montañas). La madre acompañaba al pollino (Mateo 21:2). La entrada de Jesús en Jerusalén en su primera venida, es
una prenda del pleno cumplimiento de esta profecía en su segunda venida. Será “el día de Jehová” (Salmo 118:24),
como lo fué aquel primer domingo de ramos. Los júdíos entonces dirán universalmente (Salmo 118:26) lo que algunos de
ellos dijeron antes: “Bendito el que viene en el nombre del Señor” (véase Mateo 21:9, con el 23:39); también “Hosana,”
o sea, “salva ahora, te ruego.” “Palmas,” emblema de triunfo, estarán tambíén entonces en las manos de su pueblo
(véase Juan 12:13, con Apocalipsis 7:9, 10). Entonces también, como en su primer entrada en Jerusalén, se hará la fiesta
de las cabañas (en la cual acostumbraban sacar agua del Siloé, citando Isaías 12:3). Véase Salmo 118:15, con el 14:16.
10. (Isaías 2:4; Oseas 2:18; Miqueas 5:10.) Ephraim … Jerusalem—las diez tribus, y Judá y Benjamín; ambas divisiones
han de ser asimismo restauradas en el futuro. hablará paz—la impondrá con autoridad. su señorío será de mar …
tierra—cumpliendo Génesis 15:18; Exodo 23:31; y Salmo 72:8. “Mar a mar” son el Mar Rojo y el Mediterráneo. El “río”
es el Eufrates. Jerusalén y la Tierra Santa, extendida hasta los límites prometidos a Abrahán, han de ser el centro de su
futuro dominio; desde donde se extenderá a las más remotas partes de la tierra. 11. Y tú también—o sea, “la hija de
Sión,” o “Jerusalén” (v. 9): la teocracia. El “tú también” a distinción del Mesías, de quien se habló en el v. 10, infiere
que además de quebrar los arcos de guerra y de extender el “dominio del Mesías hasta los fines de la tierra,” Dios
también libertaria para ella a su pueblo desterado de la cautividad extranjera. por la sangre de tu pacto—es decir,
conforme al pacto concedido a ti en Sinaí, y ratificado por la sangre de los sacrificios (Exodo 24:8; Hebreos 9:18–20).
del aljibe en que no hay agua—Los calabozos a menudo eran fosos sin agua, fangosos en el fondo, tales como aquel
en que se hundió Jeremías cuando fué aprisionado (Génesis 37:24; Jeremías 38:6). Figurativo de la miseria de los judíos
desterados en Egipto, Grecia, etc., bajo los suesores de Alejandro, especialmente bajo antíoco Epífanes, quien robó y
profanó el emplo, mató a miles, y esclavizó a más. Dios los libró por medio de los Macabeos. Un tipo de la futura
liberación del último gran perseguidor de ellos en el futuro (Isaías 51:14; 60:1). 12. fortaleza—en contraste con el
“aljibe” (v. 11); lit., “un lugar privado de acceso.” Maurer piensa que “una altura” (Salmo 18:33). Figurativo de la
seguridad que tendrán en el Mesías los judíos que vuelvan (v. 8), acampado cerca de su pueblo (Salmo 46:1, 5; véase
Isaías 49:9; Proverbios 18:10). presos de esperanza—eso es, los que a pesar de las aflicciones (Job 13:15; Salmo 42:5, 11,
1098
conservan la esperanza en el Dios que guarda el pacto; en contraste con los incrédulos, que dicen: “No hay esperanza”
(Jeremías 2:25; 18:12). Especialmente aquellos judíos que creen la palabra de Dios a Israel (Jeremías 31:17): “Esperanza
también hay en tu fin … los hijos volverán a su término,” y no dicen como en Ezequiel 37:11: “Pereció nuestra
esperanza.” En primer orden, a los judíos del tiempo de Zacarías los alienta a no desanimarse en la edificación a causa
de las pruebas, y luego a los judíos de antes de la futura restauración, los anima a esperar al Mesías para su liberación
de sus últimos opresores. hoy también—hoy mismo, cuando vuestras circunstancias parecen dar tan poca esperanza;
en contraste con “el día del Señor,” cuando el Rey de Sión vendrá para su liberación (v. 9). os daré doblados—Grande
como ha sido la adversidad, tu prosperidad será doblemente más grande (Isaías 61:7). 13. entesado he … a Judá—He
hecho de Judá como si fuera mi arco, y lo “llané” “con Efraín,” por mi flecha, con los cuales derrotar al sucesor del
griego Alejandro, Antíoco Epífanes, el opresor de Judá (véase Notas. Daniel 8 y 11:32; 1 Macabeos 1:62; 2:41–43).
Habiendo hablado (vv. 1–8) de las victorias de Alejandro, después del paréntesis (vv. 9, 10) en cuanto al Mesías, el
venidero Rey infinitamente más grande, él pasa a las victorias que Dios permitirá que gane Judá sobre el sucesor de
Alejandro, después de haber sido temporariamente oprimidos por él. oh Sión … oh Grecia—Dios por un lado se
dirige a Sión, por el otro a Grecia, mostrando que él gobierna a todos los pueblos. 14. Otra figura: “Jehová será visto
(manifestando su poder de manera conspicua) sobre ellos” (eso es, en defensa de los judíos y en contra de sus
enemigos), como antiguamente apareció en una nube sobre los israelitas contra los egipcios (Exodo 14:19, 24). su dardo
saldrá como relámpago—despidiendo destrucción instantánea para el enemigo (Salmo 18:14). tocará trompeta—para
convocar e incitar a su pueblo a la batalla para la destrucción del enemigo. irá como torbellinos del austro—eso es,
saldrá en la más furiosa tormenta, tal como las que suelen venir del sur (Isaías 21:1). Aludiendo, tal vez, a los antiguos
milagros de Jehová en Sinaí, cuando venía “desde Temán” (“el sur,” Versión Inglesa marginal). 15. devorarán—la carne
de sus enemigos. beberán—la sangre de sus enemigos; eso es, destruyéndolos completamente. Figura (como en
Jeremías 46:10) tomada de un sacrificio, en el cual parte de la carne era comida, y la sangre derramada en libación
(véase Isaías 63:1, etc.). sujetarán a las piedras de la honda—Más bien, “hollarán bajo los pies las piedras de honda
lanzadas hacia ellos por el enemigo; eso es, pisarán desdeñosamente sobre los hostiles proyectiles que caerán
inofensivos bajo sus pies (véase Job 41:28). Probablemente, además, está implícito que sus enemigos son tan [PAG. 963]
potentes como las piedras comunes usadas para la honda, caídas al suelo; en contraste con el pueblo de Dios (v. 16),
“las piedras (preciosas) de corona” (véase 1 Samuel 25:29). (Maurer.) La Versión Inglesa tiene buen sentido: Los judíos
derrotarán con piedras de honda al enemigo a la primera embestida, con los meros honderos, que solían estar en el
frente de la línea de batalla y empezar el combate. Armados tan solamente con piedras de honda, como David contra
Goliat, someterán al enemigo (Jueces 20:16; 1 Crónicas 12:2). (Grocio.) estrépito—el grito de batalla. como tomados
del vino—(10:7.) El Espíritu de Dios los inflama con la idea del triunfo (Efesios 5:18). se llenarán—con sangre. como
cuenco—los tazones que se usaban para recibir la sangre de los sacrificios. los lados del altar—“cuernos” del altar,
que eran rociados con la sangre de los tazones (Exodo 29:12; Levítico 4:18). 16. los salvará… como a rebaño de su
pueblo—como se debe salvar al rebaño de su pueblo (Salmo 77:20). Aquí la figura de guerra y derramamiento de sangre
(v. 15) se cambia por la del pastor y el rebaño, por cuanto Dios les dará no solamente la victoria sino también después la
segura paz duradera. En contraste con las inservibles piedras de honda holladas bajo el pie, están las preciosas “piedras
de la corona (Isaías 62:3; Malaquías 3:17), levantadas en alto como una bandera”, para que todos se congreguen en la
Iglesia Judía (Isaías 11:10, 12; 62:10). 17. su bondad … su hermosura—la bondad y la belleza que Jehová el Mesías
imparte a su pueblo. No como Maurer piensa: “la bondad … de su tierra, o de su pueblo” (Salmo 31:19; Jeremías
31:12). alegrará …—Lit., hará crecer: el grano, a los mancebos, y el vino, a las doncellas. El grano y el vino abundantes
indican paz y abundancia. El vino nuevo que alegra a las doncellas es peculiar a este pasaje. Refuta a aquellos que
prohiben el uso del vino como alimento. Los judíos, hasta ahora reducidos en provisiones por causa de la presión del
enemigo, ya tendrán abundancia para alegrarse, no meramente los viejos, sino hasta los jóvenes y las doncellas.
(Calvino.)
CAPITULO 10
ORACION Y PROMESA. El llamamiento a orar a Jehová, en contraste con la adoración de ídolos que había traído
juicios sobre los príncipes y el pueblo. Bendiciones prometidas en respuesta a la oración: (1) gobernantes suyos
propios; (2) la conquista de sus enemigos; (3) la restauración y establecimiento tanto de Israel como de Judá en su
propia tierra en duradera paz y piedad. 1. Pedid … lluvia—de la cual depende la abundancia de “grano” prometido
por el Señor (9:17). Solamente Jehová puede darla, y la dará si se le pide (Jeremías 10:13; 14:22). lluvia en la sazón
tardía—eso es, la lluvia tardía en su debido tiempo, a saber, en la primavera, a eso de febrero o marzo (Job 29:23; Joel
2:23). La lluvia tardía maduraba el grano, así como la lluvia temprana en octubre propendía a fructificar la semilla. Se
incluye todas las bendiciones temporales; éstas nuevamente son tipo de las espirituales. Aunque Dios ha empezado a
1099
bendecirnos, no vamos a dejar de dirigirle nuestras oraciones. La primera lluvia de la conversión puede haber sido
dada, pero debemos también pedir la lluvia tardía de la santificación madurada. Aunque en Pentecostés hubo una
lluvia temprana sobre la Iglesia Judía, aún se espera una lluvia tardía, cuando la plena cosecha de la conversión de la
nación será recogida para Dios. El espíritu de oración en la iglesia es un índice a la vez de su piedad, y de las
bendiciones espirituales que ella puede esperar de Dios. Cuando la iglesia se entrega a la oración, Dios derrama sobre
ella una abundante bendición. hará relámpagos—los precursores de la lluvia. (Maurer.) lluvia abundante—lit., lluvia
de lluvia fuerte. (“Lluvias de bendición grandes”—TRAD.) En Job 37:6 las mismas palabras ocurren en orden invertido.
(Henderson.) hierba—un término general, que incluye tanto el grano para los hombres como el pasto para el ganado. 2.
las imágenes—lit., “los terafines,” los dioses domésticos, o tutelares, consultados mediante los adivinos (Nota, Oseas 3:4).
Derivado según Gesenius de una raíz arábiga,” “consuelo,” representado así como dadores de consuelo. O bien, de
una raíz etíope, “reliquias.” En esto Zacarías demuestra que los judíos, por su propia idolatría, habían impedido la
gracia de Dios hasta ahora, la cual de otra manera les habría dado todas aquellas bendiciones temporales y
espirituales, que se les insta a “pedir.” advinos—los que daban respuestas a los que consultaban a los terafines:
contrarios a Jehová y a sus verdaderos profetas. han visto mentira—Pretendiendo haber visto lo que no vieron, al dar
las respuestas. en vano consuelan—lit., “dan vapor,” por consuelo; eso es, dan promesas consoladoras a los
consultantes que de seguro vendrán a la nada (Job 13:4; 16:2; 21:34). por lo cual se fueron—es decir, Israel y Judá
fueron llevados cautivos. como ovejas … pastor—como las ovejas vagan y se exponen a cualquier daño o peligro,
cuando están sin pastor. Así los judíos habían estado mientras estaban sin Jehová, el verdadero Pastor; porque no eran
pastores los falsos profetas en quienes habían confiado (Ezequiel 34:5). Así ahora están dispersos, no conociendo al
Mesías su Pastor; tipificado en el estado de los discípulos, cuando abandonaron a Jesús y huyeron (Mateo 26:56; véase
13:7). contra los pastores—los gobernantes civiles de Israel y Judá, que indujeron a la idolatría. castigaré—más bien,
“castigué: lit., “visité sobre …” La misma palabra “visité” sin “sobre”, se usa un poco más adelante en un buen
sentido para realzar el contraste. machos de cabrío—Como “pastores” describió lo que ellos debieran haber sido, así
“machos de cabrío” describe lo que en efecto fueron, símbolo de la lascivia desenfrenada y la concupiscencia ofensiva
(Isaías 14:9; Ezequiel 34:17; Daniel 8:5; Mateo 25:33). Los machos de cabrío encabezan el rebaño. Los que son los
primeros en el crimen serán los primeros en el castigo. visitará—“ha visitado” (Versión Inglesa): en misericordia (Lucas
1:68). como su caballo de honor—En el 9:13 los representa bajo la figura de arcos y saetas, aquí bajo la de su jefe
comandante, caballo de batalla de Jehová (Cantares 1:9). A su pueblo, aunque sean tímidos como ovejas, Dios los puede
hacer valerosos, como el corcel de batalla. El general cabalgaba en el corcel más hermoso y más ricamente enjaezado, y
lo hacía cuidar con el mayor ahinco. Jehová podría haber desechado a los judíos por su vileza, pero él respeta su
elección o adopción de ellos: por eso es que los llama aquí “su rebaño,” y por lo tanto los salva. 4. De él saldrá—Judá
no ha de estar más sujeto a extranjeros, sino que de él mismo vendrán sus [PAG. 964] gobernantes. el ángulo—piedra
del ángulo, el Mesías (Isaías 28:16). “Angulos” simplemente expresan gobernantes (“principales”, 1 Samuel 14:38;
“príncipes,” Isaías 19:13). Los Macabeos, gobernadores de Judá y libertadores de la opresión de Antíoco, son los
indicados en primer término; pero el Mesías es el antitipo. El Mesías sostiene y unifica a la iglesia, judíos y gentiles. la
clavija—(Jueces 4:21; Isaías 22:23.) La clavija o perno grande dentro de una tienda oriental, sobre la cual se cuelga la
mayor parte de su mobiliario valioso. Del Mesías cuelga toda la gloria y esperanza de su pueblo. arco—(9:13.) Judá no
necesitará soldadesca extranjera. El Mesías será su arco de batalla (Salmo 45:4, 5; Apocalipsis 6:2). todo apremiador—
en un buen sentido, gobernante, como el correspondiente término etíope indica. Como “exactor” en Isaías 60:17, es
decir, uno que impone el tributo de las naciones tributarias a Judá. (Ludovico de Dios.) 5. Los que cabalgan en
caballos—es decir, los jinetes del enemigo. Aunque a los judíos les estaba prohibido por la ley multiplicar caballos en
batalla (Deuteronomio 17:16), ellos son hechos el caballo de guerra de Jehová (v. 3; Salmo 20:7), y como tal pisotean al
enemigo con toda su caballería (Ezequiel 38:4; Daniel 11:40). La caballería era la fuerza principal del ejército sirogreco
(1 Macabeos 3:39). 6. Judá … José—eso es, las diez tribus. La mención distinta tanto de Judá como de Israel demuestra
que hay todavía una restauración más completa que la de Babilonia, cuando solamente Judá y unos pocos israelitas de
las demás tribus volvieron. La liberación macabea está aquí relacionada con ella, así como el pintor agrupa sobre el
mismo lienzo objetos en el primer plano, y colinas en la distante lejanía; o bien, como el planeta comparativamente
cercano y la remota estrella fija, se ven juntos en el firmamento. La profecía siempre se apresura hacia la gloriosa
consumación final bajo el Mesías. harélos volver—es decir, para establecerlos, seguros en su propia tierra. El verbo
hebreo se compone de dos: “haré volver,” y “colocaré” (Jeremías 32:37). Maurer, de una forma diferente, traduce: “Yo
las haré habitar.” 7. como valiente—en la batalla con el enemigo (vv. 3, 5). alegraráse—por la victoria sobre el
enemigo. sus hijos también verán—los que aun no están en la edad para servir. Para enseñar la paciente espera de las
promesas de Dios. Si al presente no véis el cumplimiento, vuestros hijos lo verán, y el gozo de ellos será completo. se
gozará en Jehová—el Dador de tal victoria gloriosa. 8. les silbaré—Los criadores de ovejas por el silbido las llama a
una por una. Así Jehová por una mera palabra de su llamada reunirá en Palestina a su disperso pueblo (v. 10; Isaías
1100
5:26; Ezequiel 36:11). Las multitudes mencionadas por Josefo (v. 3; 3:2), que poblaban a Galilea 200 años después de
este tiempo, eran una señal de un cumplimiento futuro más perfecto de la profecía. porque los he redimido—es decir,
en mi propósito pactado los he “redimido” tanto temporal como espiritualmente. como fueron multiplicados—en
tiempos anteriores. 9. los sembraré entre los pueblos—La dispersión de ellos fué con un designio especial. Como la
simiente sembrada a lo lejos y a lo ancho, una vez vivificados ellos mismos, serán los instrumentos más apropiados
para avivar a otros (Miqueas 5:7). El título precario del suelo que habitaban, así como también el carácter comercial, y
por lo tanto cosmopolita, de sus ocupaciones, les hacían fácil un cambio de residencia, y los adaptaban de modo
peculiar para la obra misionera. (Moore.) La lejana dispersión de los judíos, justamente antes de la venida de Cristo,
preparó el camino similarmente para la predicación de los apóstoles por todo el mundo en las varias sinagogas judías;
en todas partes la semilla del Antiguo Testamento previamente sembrada, estaba pronta para germinar cuando la luz
y el calor neotestamentarios hiciesen con ella contacto por los predicadores del evangelio. De esta manera fué abierto
el camino para la entrada entre los gentiles. “Sembraré” es el futuro del hebreo, dicho de lo hecho, de lo que hace
ahora, y de lo que se haya de hacer después (véase Oseas 2:23). en lejanos países se acordarán de mí—(Deuteronomio
30:1; 2 Crónicas 6:37). Infiere que los judíos volverán simultáneamente a un criterio sano estando entre “todas las
naciones,” donde están esparcidos. Véase Lucas 15:17, 18, con el Salmo 22:27: “Todos los términos de la tierra que se
acuerdan y se vuelven al Señor,” precedidos por la “simiente de … Israel … temiendo y glorificándole.. ;” también el
Salmo 102:13–15). vivirán—en una vida política y espiritual. 10. Egipto … Asiria—Aquel el primero de los opresores
de Israel, Asiria entre los últimos: los que representan a los cuatro grandes reinos mundiales, de lo que Egipto era el
primero: tipos de la presente dispersión universal, estando Egipto al sur, Asiria al norte, términos opuestos de la
brújula. Maurer conjetura que muchos israelitas huyeron a “Egipto” en la invasión de Tiglatpileser. Pero Isaías 11:11 y
este pasaje más bien concuerdan con el punto de vista de la futura restauración. Galaad … Líbano—la totalidad de la
Tierra Santa está descrita por dos de sus límites: el oriental (“Galaad” más allá del Jordán) y el norte (“Líbano”). no les
bastará—eso es, no habrá lugar bastante para ellos a causa de sus números (Isaías 49:20; 54:3). 11. la tribulación
pasará por la mar—Personificación de la “mar,” es decir, hará que deje de ser un obstáculo para el retorno de Israel a
Palestina (Isaías 11:15, 16). La Vulgata traduce: “La estrechez de la mar.” Maurer: “El abrirá y herirá …” Es mejor la
Versión Inglesa (Salmo 114:3): “El pasará por la mar con tribulación.” Como Jehová hirió el Mar Rojo para hacer un
pasaje para su pueblo. (Exodo 14:16, 21), así en el futuro hará un camino a través de todo obstáculo que se oponga a la
restauración de Israel. del río—el Nilo (Amós 8:8; 9:5), o el Eufrates. De este modo el Mar Rojo y el Eufrates en la
primera parte del versículo corresponde a “Asiria” y “Egipto” en la última. se perderá el cetro de Egipto—(Ezequiel
30:13.) 12. Yo los fortificaré en Jehová—(Oseas 1:7.) Yo, el Padre, los fortaleceré en el nombre, eso es. en el poder
manifiesto del Señor, el Mesías, el Hijo de Dios. caminarán en su nombre—eso es, vivirán en todas partes y
continuamente bajo su protección, y conforme a su voluntad (Génesis 5:22; Salmo 20:1, 7; Miqueas 4:5).
CAPITULO 11
LA DESTRUCCION DEL SEGUNDO TEMPLO Y DEL GOBIERNO POLITICO JUDIO A CAUSA DEL
RECHAZAMIENTO DEL MESIAS. 1. Oh Líbano, abre tus puertas—es decir, el templo así llamado por estar [PAG.
965] construído de cedros del Líbano, o por estar elevado y conspícuo como aquel monte (véase Ezequiel 17:3;
Habacuc 2:17). Cuarenta años antes de la destrucción del templo, el tratado llamado “Massecheth Joma” declara que
las puertas del templo se abrieron de suyo, y el rabino Johanan, alarmado, dijo: “Yo sé que tu desolación es inminente
conforme a la profecía de Zacarías.” Calvino supone que Líbano se refiere a Judea, descrita por su límite norte:
“Líbano,” la ruta por la cual los romanos, de acuerdo con Josefo, gradualmente avanzaron hacia Jerusalén. Moore, de
Hengstenberg, asigna el pasaje a la guerra civil, que fué la causa de la llamada de los romanos, quienes barriendo
como una tempestad la tierra de un lado al otro desde el Líbano, despojaron a Judea de su posesión. De esta manera el
pasaje forma una introducción apropiada a la predicción en cuanto al Mesías nacido cuando Judea vino a ser una
provincia romana. Pero el peso de la autoridad está por el punto de vista anterior. 2. haya … cedro—Si no se perdona
los cedros (el árbol más alto del país), ¡cuánto menos los abetos (el más bajo)! el fuerte monte es derribado—“el monte
de la vendimia” (Versión Inglesa): como las viñas son despojadas de sus uvas en la vendimia (véase Joel 3:13), así el
bosque del Líbano “es derribado,” despojado de toda su belleza. Más bien: “el bosque fortificado inaccesible (Maurer); a
saber, Jerusalén, repleta de casas como un bosque espeso lo está de árboles, y “fortificada” con un muro alrededor.
Véase Miqueas 3:12, donde su desolado estado se describe como un bosque. 3. pastores—los gobernantes judíos. su
magnificencia es asolada—su riqueza y gloria; o la del templo, “su gloria” (Marcos 13:1; Lucas 21:5). cachorros de
leones—los príncipes, así descritos a causa de su cruel rapacidad. soberbia del Jordán—sus márgenes de espesura
boscosa, la guarida de “leones” (Jeremías 12:5; 40:19). Figura de la Judea “despojada de la magnificencia de sus
gobernantes (los cachorros).” El valle del Jordán forma una incisión más profunda que todo otro de la tierra. La tierra
1101
del Lago Merom está sobre el nivel del Mar Mediterráneo; en el Mar de Tiberias cae 217 metros bajo aquel nivel y al
doble de aquella depresión en el Mar Muerto, o sea, en total, 650 metros bajo el nivel del Mediterráneo; en el intervalo
de unos 32 kilómetros hay una caída de mil a 1.300 metros. 4. El profeta aquí procede a mostrar la causa de la
destrucción recién predicha, a saber, el rechazo del Mesías. ovejas de la matanza—(Salmo 44:22). El pueblo de Dios
condenado a ser muerto por los romanos. Zacarías representa aquí típicamente al Mesías, y realiza en visión las
acciones ordenadas: por eso el lenguaje es, en parte, apropiado para él, pero principalmente para el Antitipo, el
Mesías. Un millón y medio perecieron en la guerra judía, y un millón cien mil en la caída de Jerusalén. “Apacienta”
denota que los judíos no podían excusarse alegando la ignorancia de la voluntad de Dios para ejecutar su pecado.
Zacarías y los otros profetas, por mandato de Dios, los habían “apacentado” (Hechos 20:28) con la palabra de Dios,
enseñándoles y amonestándoles que huyesen de la ira venidera, por medio del arrepentimiento: el tipo del Mesías, el
Pastor Jefe, que recibe la comisión del Padre, con quien él es uno (v. 4); y él mismo dice (v. 7): “Yo apacentaré el
rebaño de la matanza.” Zacarías no vivió para “apacentar” literalmente a aquellos que, por causa de rechazarlo,
fueron condenados a la matanza. Jehová el Mesías, es el que habla. Es él quien amenaza con infligir el castigo (vv. 6,
8). El típico rompimiento del cayado, realizado en visión por Zacarías (v. 10), es cumplido en su rompimiento del
pacto con Judá. El es quien fué vendido por treinta piezas de plata (vv. 12, 13). 5. compradores—Son sus opresores
romanos, contrastados con “el que vendía hombres.” Los instrumentos del justo juicio de Dios, y por lo tanto “no se
tenían por culpables a sí mismos” (Jeremías 50:7). Quiere decir que podían usar esta disculpa, no que en efecto lo
hiciesen. Los adversarios de Judá no sintieron escrúpulo al destruirlos; y Dios lo permitió en justa ira contra Judá. el
que las vendía—“Los que los venden” (Versión Inglesa): los gobernantes de Judá, que por su avariciosa rapacidad y
egoísmo (Juan 11:48, 56) virtualmente vendieron su país a Roma. El clímax de esto fué la venta del inocente Mesías
por treinta piezas de plata. Ellos creían que Jesús fué vendido de esta manera y que quedaba asegurado el interés
egoísta de ellos por su entrega a los romanos para la crucifixión; pero fueron ellos mismos y su país los que así
vendieron a los “compradores” romanos. he enriquecido—por vender la oveja (Deuteronomio 29:19; Oseas 12:8). En
su miope egoísmo pensaron haber ganado su objetivo, el codicioso engrandecimiento propio (Lucas 16:14); e
hipócritamente “agradecieron” a Dios su perversa ganancia (véase Lucas 18:11). decía … piedad—Cada uno de
aquellos que los vendían dice: Ni uno de sus propios pastores se apiada de ellos. Un modo enfático de expresión por el
cual cada individuo es representado como haciendo, o no haciendo, la acción del verbo. (Henderson.) Hengstenberg
asigna los verbos singulares a JEHOVA, el verdadero actor; siendo los perversos pastores sus inconscientes
instrumentos. Véase el v. 6: “Por tanto, no más tendrá piedad,” con el hebreo “no se apiadan” aquí. 6. Jehová, en
venganza por haber rechazado ellos al Mesías, diólos a contiendas intestinas y al gobierno romano. Los zelotes y otros
facciosos judíos expulsaron y mataron unos a otros por turnos en la última invasión romana. su rey—Vespaciano, o
Tito; ellos mismos (Juan 19:15) habían dicho, poniendo inconscientemente por obra las palabras de Zacarías,
identificando el rey de Roma con el rey de Judá (“su rey”): “Nosotros no tenemos rey sino a Cesar.” Conforme a esta
palabra Dios los trató, y diólos al rey romano, quien “quebrantó” (lit., “rompió en pedazos”) la tierra, destruyendo el
estado político, cuando ellos rechazaron al verdadero Rey, quien los hubiera salvado. 7. Apacenté—Así Calvino: la
Versión Inglesa: “Apacentaré.” Viene a ser la misma cosa puesto que el tiempo pasado debe haber sido asignado en
tiempo de Zacarías al evento del advenimiento del Mesías, entonces futuro; los profetas muchas veces hablaron en
visión del futuro como ya presente. pues—eso es, de consiguiente, indicando la causa motriz que llevó al Mesías a
asumir el oficio, a saber, la voluntad del Padre (vv. 4, 5), quien se apiadó de las ovejas que estaban sin pastor
verdadero. No fué mi culpa, Jehová quiere decir, si estas ovejas no fueron apacentadas; la culpa queda únicamente
con vosotras, porque vosotros desechasteis la gracia de Dios. (Calvino.) los pobres del rebaño—Es por causa del
remanente creyente que el Mesías se encargó del rebaño, aunque hubiera salvado a todos, si hubiesen [PAG. 966]
acudido a él. No quisieron acudir; por tanto, como nación, son “el rebaño de (eso es, condenado a) la matanza.” me
tomé dos cayados—(Salmo 23:4.) Lo que simboliza su asunción del oficio de pastor. Suavidad—“Hermosura” (Versión
Inglesa) La peculiar excelencia de los judíos por encima de otras naciones (Deuteronomio 4:7), la manifestación especial
de Dios a ellos (Salmo 147:19, 20), la gloria del templo (“la hermosura de la santidad”, Salmo 29:2; Salmo 27:4; y 90:17:
“luz,” hermosura; 2 Crónicas 20:21), la “agradabilidad” de la tierra de ellos (Génesis 49:15; Daniel 8:9; 11:16), “la tierra
gloriosa.” Ataduras—lazos de atar, que representa el vínculo de “hermandad” entre Judá e Israel. “Ataduras” en el
Salmo 119:61, son “compañías” confederadas. Los orientales, al hacer una confederación, muchas veces atan un
cordón o lazo como símbolo de la misma, y la desatan al disolverla. (Ludovico de Dios.) El Mesías hubiera juntado a
Judá e Israel en los lazos de una fe común y leyes comunes (v. 14), pero ellos no quisieron; por tanto en justa
retribución deshizo “su pacto que había concertado con todo el pueblo.” Alejandro, Antíoco Epífanes, y Pompeyo
fueron todos guardados de estropear completamente la distintiva “hermosura” y “hermandad” de Judá e Israel, las
que subsistieron más o menos mientras quedaba en pie el templo. Pero cuando Jehová quebró los cayados, ni aun Tito
pudo salvar el templo de su propia tropa romana, ni fué Juliano capaz de restaurarlo. 8. E hice matar tres pastores—
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lit., hice desaparecer: destruí como para no dejar vestigio de ellos. Los tres pastores que el Mesías quita son Juan, Simón,
y Eleazar, tres caudillos de facciones en la guerra judía. (Drusio.) O bien, así como el Mesías, el Antitipo, era a la vez
profeta, sacerdote y rey, así él por la destrucción de la vida política judía, destruyó estas tres órdenes por la incredulidad
tanto de los gobernantes como del pueblo. (Moore.) Si hubiesen aceptado al Mesías, habrían tenido en él las tres
órdenes combinadas y habrían sido ellos mismos espiritualmente, profetas, sacerdotes y reyes para Dios.
Rechazándolo, perdieron las mismas en todo sentido. en un mes—un breve espacio de tiempo fijo (Oseas 5:7).
Aludiendo probablemente al último período del sitio de Jerusalén, cuando toda autoridad dentro de la ciudad estaba
por acabar. (Henderson.) se angustió por ellos—lit., se estrechó para con ellos; en vez de ensancharse hacia ellos en
amor (2 Corintios 6:11, 12). El mismo hebreo que en Números 21:4. No fué dejado por ellos lugar para la gracia de Dios,
ya que sus favores fueron rechazados. (Calvino.) Está implícita una mutua aversión entre el santo Mesías y los
culpables judíos. 9. Y dije—al fin, cuando se hubieron utilizado en vano todos los medios para salvar a la nación (Juan
8:24). No os apacentaré—es decir, “ya más.” Aquí se predice el último rechazo de los judíos, del cual el primero bajo
Nabucodonosor, similarmente descrito, era el tipo (Jeremías 15:1–3; 34:17; 43:11; Ezequiel 6:12). ¡Perezcan aquellos que
están condenados a perecer, puesto que rechazan a aquél que los habría salvado! ¡Que se precipiten a su propia ruina,
puesto que así lo quieren! coma la carne de su compañera—¡Que se maten locamente por medio de sus mutuas
discordias! Josefo atestigua el cumplimiento de esta profecía de triple calamidad: la pestilencia y hambre (“muera”), la
guerra (“que perezca”), y la discordia intestina (“cada uno coma … compañero”). 10. mi pacto que concerté con todos
los pueblos—El pacto hecho con la nación entera no estará en vigor más, sino para el electo residuo. Tal es la fuerza de
la frase; no como traducen Maurer y otros: “El pacto que hice con todas las naciones para que no dañaran a mi pueblo
elegido” (Oseas 2:18). Sino que el hebreo es el término por el pueblo elegido (Ammim), no aquel usado para designar las
naciones gentiles (Goiim). El plural del hebreo expresaba antiguamente los grandes números del pueblo israelita (1
Reyes 4:20). El artículo expresa, en el hebreo todos los (o aquellos) pueblos. El quebrar el cayado “Suavidad,” denota la
disolución de los símbolos exteriores de la distintiva excelencia de los judíos sobre los gentiles (Nota, v. 7), como el
propio pueblo de Dios. 11. conocieron los pobres—El humilde remanente piadoso se dió cuenta, por el evento, de la
verdad de la predicción y de la misión del Mesías. Treinta y siete años antes de la caída de Jerusalén, el Señor había
prevenido a sus discípulos que cuando vieran la ciudad cercada de ejércitos, “huyeran a las montañas.” De
consiguiente Cestio Gallo, cuando avanzaba sobre Jerusalén, inexplicablemente se retiró por un breve espacio, dando
a los cristianos la oportunidad de obedecer las palabras de Cristo, huyendo a Pela. que miran a mí—que miran a la
mano de Dios en todas estas calamidades, no cerrando ciegamente los ojos a la verdadera causa de la visitación, como
los más de la nación hacen todavía, en vez de asignarla a su propio rechazo del Mesías. Isaías 30:18–21 se refiere
similarmente a la vuelta del Señor en misericordia al remanente que “le espera a él” y “clama” a él (Sofonías 3:12, 13).
12. Y díjeles—El profeta, aquí, representa a la persona de Jehová el Mesías. Si os parece bien—Lit., “Si es bueno en
vuestros ojos.” Mirando aquella arrogante soberbia de no dignarse darle lo que merecía de amor y de obediencia el
gran o amor condescendiente de Cristo al venir a la tierra. “Mi salario:” mi recompensa por el cuidado pastoral, tanto
durante toda la historia de Israel desde el Exodo, como en especial en los tres años y medio del ministerio del Mesías.
El habla como el “siervo” de ellos, y lo fué para ellos, a fin de cumplir la voluntad del Padre (Filipenses 2:7). y si no,
dejadlo—Ellos le rehusaron aquello que él pidió como su única recompensa, el amor de ellos; con todo, no lo quiere
forzar, sino que deja su causa en las manos de Dios (Isaías 49:4, 5). Véase el tipo, Jacob defraudado en sus pagas por
Labán, que con todo deja su causa en las manos de Dios (Génesis 31:41, 42). pesaron … treinta piezas de plata—
treinta siclos. No solamente rehusaron darle lo debido, sino que colmaron la injuria al dar por él el precio de un esclavo
herrado (Exodo 21:32; Mateo 26:15). Un hombre libre era tasado en el doble de aquella suma. 13. Echalo al tesorero—
“al alfarero” (Versión Inglesa): proverbial: “Echalo al alfarero del templo”, la persona más indicada a quien tirar la
despreciable suma, como quien ejercía su oficio en el profanado valle (2 Reyes 23:10) de Hinom, por cuanto éste
proporcionaba el barro más apropiado. Este mismo valle y el taller del alfarero fueron el escenario de acciones
simbólicas de Jeremías (Jeremías 18 y 19), cuando profetizó de este mismo período de la historia judía. Zacarías
conecta aquí su profecía con la otra más antigua de Jeremías, y enseña la aplicación adicional de la misma amenaza
divina, [PAG. 967] vina, contra su pueblo infiel en la destrucción de ellos bajo Roma, como la ocurrida antes bajo
Nabucodonosor. Es por eso que Mateo 27:9 (según las autoridades más antiguas) cita las palabras de Zacarías como si
fueran de Jeremías, siendo éste el autor original de quien Zacarías derivó el fundamento de la profecía. Véase el caso
paralelo de Marcos 1:2, 3, en los MSS más antiguos, que cita las palabras de Malaquías como si fueran las de “Isaías,”
fuente original de la profecía. Véase mi Introducción a Zacarías. El “alfarero” es significativo del poder absoluto de
Dios sobre el barro formado por sus propias manos (Isaías 45:9; Jeremías 18:6; Romanos 9:20, 21). en la casa de Jehová
al tesorero (al alfarero)—Las treinta piezas de plata son arrojadas en el templo, como la casa de Jehová, el lugar idóneo
donde depositar el dinero de Jehová Mesías, en la tesorería, y el mismo lugar donde Judas “las arrojó.” Las treinta
piezas echadas “al alfarero,” porque era a él a quien estaba ordenado por el Señor que fuesen finalmente destinadas,
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como precio ínfimo. Por “tomé”, y “eché,” aquí, Mateo tiene “tomaron” y “dieron;” porque el acto de ellos (los judíos
y de Judas) todo fué la “ordenación” divina (la cual Mateo expresa también), y por lo tanto aquí se le atribuye al Señor
(véase Hechos 2:23; 4:28). Es curioso que algunos antiguos traductores traducen, en lugar de “al alfarero,” “al tesorero”
(así Maurer), de acuerdo con Mateo 27:6. Pero la Versión Inglesa concuerda mejor con el hebreo y con Mateo 27:10. 14.
La ruptura del laza de unión entre Judá y las diez tribus bajo Roboam, es aquí la figura usada para representar la
discordia fratricida de las facciones que enardecían dentro de Jerusalén en la víspera de su caída, mientras los romanos
afuera atronaban a sus puertas. Véase Josefo, Guerras Judías. Nótese también la continuada separación de las diez
tribus hasta su futura reunión (Romanos 11:15). 15. Toma aún—“toma otra vez:” como en el v. 7 previamente había
tomado otros implementos. el hato—el apero, instrumentos, del oficio: el cayado, el báculo, y la alforja, etc. Asume tú
el carácter de un pastor malo (“necio” en la Escritura es sinónimo con “inicuo,” Salmo 14:1), así como antes asumiste
el de pastor bueno. Por cuanto los judíos no quisieron al Mesías, “el buen Pastor” (Juan 10:11), fueron entregados a
Roma, la pagana y la papal, perseguidora aquélla así como ésta, especialmente la segunda, y a su vez, serán
entregados al anticristo, el “hombre de pecado,” el instrumento de juicio por permisión de Cristo. El anticristo
primeramente hará un pacto con ellos como su gobernante, pero después lo quebrantará, y ellos sentirán el yugo de
hierro de su tiranía como el falso Mesías, por causa de que ellos rechazaron el liviano yugo del verdadero Mesías
(Daniel 11:35–38; 12:1; 9:27; 2 Tesalonicenses 2:3–12). Pero al fin él ha de perecer completamente, y el electo remanente
de Judá e Israel ha de ser gloriosamente salvado. en la tierra—El anticristo probablemente será un judío, o por lo
menos lo será en Judea. no visitará las perdidas … romperá sus uñas—Véase el lenguaje similar en cuanto a los
pastores infieles de Israel, en Ezequiel 34:2–4. Esto indica que a ellos les será pagado con la misma moneda. Un pastor
semejante del tipo peor los “romperá” por un tiempo limitado. las perdidas—“las que perecen” (Versión de los Setenta),
es decir, las enfermas de muerte, como si ya estuviesen “cortadas.” la pequeña—El uso hebreo es siempre como de
jóvenes humanos, a quienes en realidad se aludió bajo la imagen de animalitos del rebaño. Antiguos expositores
(Versión Caldea, Jerónimo, etc.) traducen “la descarriada,” “la dispersada:” así Gesenius. perniquebrada—la herida, o
lastimada. la cansada—desfallecida, rezagada. romperá sus uñas—expresa la crueldad voraz de arrancarles las
pezuñas (véase Exodo 10:26), lo que de agudísimo dolor, y la incapacita para ir en busca de pasto. 16. el pastor de
nada—“el pastor ídolo” (Versión Inglesa); La expresión hebrea expresa tanto la vanidad como un ídolo. Véase Isaías 14:13;
Daniel 11:36; 2 Tesalonicenses 2:4; Apocalipsis 13:5, 6, en cuanto a las pretensiones idólatras y blasfemas del anticristo.
El “pastor idólatra que deja el rebaño” no puede aplicarse a Roma, sino a algún gobernante de entre los judíos mismos,
que al principio los adula, y después “los deja,” y hasta los destruye (Daniel 9:27; 11:30–38). La espada de Dios
descenderá “sobre el brazo” de aquel, el instrumento de su tiranía contra los ovejas (2 Tesalonicenses 2:8); y “sobre su
ojo derecho,” con el cual debía de haber vigilado a las ovejas (Juan 10:12, 13). Sin embargo, el anticristo destruirá, más
bien que “dejar el rebaño.” Por lo tanto, quizás, la referencia es a los pastores que dejaron el rebaño a la rapacidad del
antícristo, y que, en justa retribución, sentirán la “espada” de aquél en el “brazo,” que debía de haber protegido el
rebaño, pero no lo hizo, y en el “ojo”, que había dejado de cuidar debidamente a las ovejas.
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
LA ULTIMA LUCHA CON LOS IMPERIOS HOSTILES: EL MESIAS JEHOVA SALVA A JERUSALEN Y
DESTRUYE AL ENEMIGO, DEL CUAL VUELVE EL REMANENTE AL SEÑOR, QUIEN REINA EN JERUSALEN. 1.
día de Jehová—en el cual él vindicará su justicia castigando a los inicuos y salvando luego a su pueblo elegido (Joel
2:31; 3:14; Malaquías 4:1, 5). tus despojos serán repartidos en medio de ti—por el enemigo; seguros de la victoria,
ellos no repartirán el despojo quitado a ti en su campamento afuera, sino “en medio” de la misma ciudad. 2. reuniré
todas las gentes, etc.—La profecía parece ser literal (véase Joel 3:2). Si el anticristo fuere el jefe de las naciones, ello
parece incompatible con la declaración de que él estará en este tiempo sentado como Dios, en el templo, en Jerusalén
(2 Tesalonicenses 2:4); de lo contrario, el anticristo de afuera estaría asediando al anticristo dentro de la ciudad. Pero
las dificultades no hacen a un lado las revelaciones; el acontecimiento aclarará las aparentes dificultades. Véase los
complicados movimientos de Daniel 11. mitad … mas el resto—En el 13:8, 9, las “dos tercios” que perecen, y el “un
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tercio” que escapa. Allí, sin embargo, es “en toda la tierra;” aquí es “la mitad de la ciudad.” Dos tercios de todo el pueblo
perecen, un tercio sobrevive. Una mitad de los ciudadanos son llevados cautivos, pero el resto de los de la ciudad no
son talados. Quizá, también, no debemos traducir “el resto,” sino “un resto.” 3. Después—en el apuro de Jerusalén.
como peleó el día de la batalla—como cuando Jehová peleó por Israel contra los egipcios en el Mar Rojo (Exodo
14:14; 15:3). Como entonces hizo un camino por medio del mar dividido, así dividirá ahora en dos “el monte de las
olivas” (v. 4). 4. El objeto de partir el monte en dos por medio de una fisura o valle (una prolongación del valle de
Josafat, que se extenderá desde Jerusalén al oeste hasta el Jordán en el este), es para abrir un camino de escape a los
sitiados (véase Joel 3:12, 14). La mitad del monte dividido es así forzada hacia el norte, la mitad hacia el sur, corriendo
el valle por medio. Su lugar de partida en su ascensión será el lugar de su retorno; y “la manera” de su vuelta será
similar a la de su ida (Hechos 1:11). El probablemente “vendrá desde el este” (Mateo 24:27). Así hizo su entrada
triunfal en la ciudad desde el monte de las Olivas desde el este (Mateo 21:1–10). Este fué el escenario de su agonía; así
será el escenario de su gloria. Véase Ezequiel 11:23, con 43:2, “de hacia el oriente.” 5. Y huiréis al valle—más bien, “a
través del valle,” como en 2 Samuel 2:29. El valle formado por la hendidura del Monte de los Olivos (v. 4) está
destinado para que les sea un camino de escape, no un lugar de refugio. (Maurer.) Jerónimo concuerda con nuestra
versión. De traducirse así, significa: Vosotros huiréis al valle, no para ocultaros allí, sino por ser el valle un pasaje que
haga posible el escape. El mismo terremoto por Dios enviado que traga al enemigo, abre un [PAG. 971] camino de
escape para el pueblo de Dios. El terremoto en los días de Uzías se menciona (Amós 1:1) como una época reconocida
en la historia judía. Véase también Isaías 6:1; quizá el mismo año que Jehová celebró su consejo celestial y dió la
comisión a Isaías para los judíos; un terremoto en el mundo físico, como ocurre a menudo (Mateo 24:7), señalaba
movimientos importantes del invisible mundo espiritual. de los montes—más bien, “de mis montañas,” es decir, Sión
y Moria, peculiarmente sagrados para Jehová. (Moore.) O bien, las montañas formadas por mi acto de partir el monte
Olivete en dos. (Maurer.) Hasal—el nombre de un lugar cercano a una puerta oriental de la ciudad. En el hebreo
significa contiguo. (Henderson.) Otros dan el significado de ido, o cesado. El valle alcanza a las puertas de la ciudad,
para facilitar a los ciudadanos que huyan a trasladarse al mismo inmediatamente al dejar la ciudad. vendrá Jehová …
y con él todos los santos—“y todos los santos contigo” (Versión Inglesa). La mención de “Jehová mi Dios” lleva al
profeta súbitamente a dirigirse a Jehová de una manera directa. Es como si “levantando la cabeza” (Lucas 21:28)
repentinamente viera en visión al Señor que viene, y gozosamente exclamara: “¡Todos los santos contigo!” Así Isaías
25:9. santos—santos ángeles, que escoltan al Rey que retorna (Mateo 24:30, 31; Judas 14); y con los hombres redimidos
(1 Corintios 15:23; 1 Tesalonicenses 3:13; 4:14). Véase la mención similar de “santos” y “ángeles” en su venida en Sinaí
(Deuteronomio 32:2, 3; Hechos 7:53; Gálatas 3:19; Hebreos 2:2). Phillips cree que Hasal es Ascalón sobre el
Mediterráneo. Un terremoto bajo el paso del Mesías, dividirá a Siria, haciendo un valle desde Jerusalén hasta Azal, el
cual admitirá el paso de las aguas del océano, desde el oeste hasta el Mar Muerto. Las aguas descenderán al valle de
Araba, el antiguo lecho del Jordán, llevarán la arena amontonada de 4.000 años, y harán que se concentre el comercio
de Petra y Tiro en la santa ciudad. El Mar Muerto saldrá de sus bordes e inundará el valle de Edom, completando los
estrechos de Hasal dentro del Mar Rojo. De este modo será formada la gran laguna de Jerusalén (véase el v. 8;
Ezequiel 47:1, etc.; Joel 3:18). El Eufrates será el límite al norte, y el Mar Rojo el límite sur. Cuarenta kilómetros al norte
de Jerusalén y cuarenta kilómetros al sur formará un lado del cuadrado de 80 kilómetros de la Santa Oblación del
Señor (Ezequiel 48:12). Hay siete espacios de 80 kilómetros cada uno desde Jerusalén hacia el norte hasta el Eufrates, y
cinco espacios de 80 kilómetros cada uno hacia el sur hasta el Mar Rojo. De modo que hay trece distancias iguales
sobre la anchura de la futura tierra prometida, para una oblación u ofrenda y doce para las doce tribus, según
Ezequiel 48. Que el Eufrates al norte, el Mediterráneo al oeste, el Nilo y el Mar Rojo al sur, han de ser los límites
futuros de la tierra santa, los cuales incluirán a Siria y Arabia, parece probable según Génesis 15:18; Exodo 23:31;
Deuteronomio 11:24; Josué 1:4; 1 Reyes 4:21; 2 Crónicas 9:26; Isaías 27:12; todo lo cual fué parcialmente realizado en el
reinado de Salomón, y lo será antitípicamente en el futuro. La teoría, si es verdadera, quitará muchas dificultades del
camino de la interpretación literal de este capítulo y de Ezequiel 48: 6. no habrá luz clara, ni oscura—Jerónimo,
Versiones Caldea, Siríaca y la Versión de los Setenta, traducen: “No habrá luz, sino frío y hielo;” eso es, un día lleno de
horror (Amós 5:18). Pero el término hebreo por “claro” no significa frío, sino precioso, espléndido (véase Job 31:26).
Calvino traduce: “La luz no será clara, sino oscura” (lit., condensación, eso es, espesa niebla); como un día oscuro en el
cual apenas se puede distinguir entre el día y la noche. Nuestra versión concuerda con el v. 7: “día … que ni será día
ni noche;” ni del todo claro, ni del todo oscuro, sino una condición intermedia en la cual los pesares estarán mezclados
con las alegrías. 7. un día—un día enteramente único, diferente de todos los demás. (Maurer.) Véase ”un”, eso es,
único, Cantares 6:9; Jeremías 30:7. No como Henderson la explica: “Un continuo día, sin noche” (Apocalipsis 22:5, 25);
el período milenial (Apocalipsis 20:3–7). conocido de Jehová—Esta verdad frena la curiosidad del hombre, y nos
enseña a esperar el propio tiempo del Señor (Mateo 24:36). ni … día ni noche—correspondiendo a “ni … claro ni …
oscuro” (v. 6); ni enteramente la luz del día, y no obstante ni enteramente la obscuridad de noche. al tiempo de la
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tarde habrá luz—hacia el cierre de este tiempo crepuscular de calamidad aparecerá “luz” (Salmo 97:11; 112:4; Isaías
30:26; 60:19, 20). 8. aguas vivas—(Ezequiel 47:1; Joel 3:18.) la mar oriental—Lit., El mar de en frente; el este, hacia
donde los orientales miran al tomar los puntos de la brújula; el Mar Muerto. la mar occidental—el de atrás, del oeste,
o sea, el Mediterráneo. verano y en invierno—ni se seca por el calor, ni se congela por el frío; siempre fluye. 9. rey
sobre toda la tierra—Isaías 54:5 sugiere que esto ha de ser la consecuencia de que Israel sea otra vez reconocido por
Dios como su propio pueblo (Daniel 2:44; Apocalipsis 11:15). Jehová será uno, y uno su nombre—No que él no lo sea
ya, sino que será entonces reconocido por todos unánimemente como “Uno.” Ahora hay “muchos dioses y muchos
señores.” Entonces solamente Jehová será adorado. La manifestación de la unidad de la Divinidad será también
simultánea con la unidad de la iglesia. Los creyentes ya son uno en espíritu, así como Dios es uno (Efesios 4:3–6). Pero
externamente hay tristes divisiones. Sólo cuando éstas hayan desaparecido será que Dios revelará plenamente su
unidad al mundo (Juan 17:21, 23). Entonces habrá “un lenguaje limpio, para que todos puedan invocar el nombre del
Señor de un mismo consentimiento” (Sofonías 3:9). El Hijo también al fin entregará su reino mediador al Padre,
cuando se hayan realizado los propósitos para los cuales fué establecido, “para que Dios sea el todo en todos” (1
Corintios 15:24). 10. se tornará—o bien, “será cambiado por los alrededores:” lit., hará un circuito. Toda la tierra
montañosa alrededor de Jerusalén, que impediría el libre paso de las aguas vivas, será cambiada para que sea “como una
(o la) llanura” (Isaías 40:4). desde Gabaa hasta Rimmón—Gabaa (2 Reyes 23:8) en Benjamín, el límite norte de Judá.
Rimón, en Simeón (Josué 15:32), el límite sur de Judá; no el Rimón al nordeste de Micmas. “La llanura desde Gabaa
hasta Rimón (o sea, desde un límite hasta el otro) es la Araba o planicie del Jordán, que se extendía desde el Mar de
Tiberias hasta el Golfo Elanítico del Mar Rojo. ésta será enaltecida—es decir, Jerusalén será exaltada, por cuanto las
colinas en todo su derredor serán todas bajadas (Miqueas 4:1). habitarse ha en su lugar—(12:6.) desde la puerta de
Benjamín[PAG. 972] —quedaba hacia el territorio de Benjamín. Similarmente la puerta de Efraín, al término norte de
la ciudad (2 Reyes 14:13). la puerta primera—al oeste de la ciudad. (Grocio.) “El lugar de” ella infiere que la misma
puerta no existía entonces. “La antigua puerta” (Nehemías 3:6). la puerta de los rincones—“de la esquina” (Versión
Inglesa), al este de la ciudad. (Grocio.) O bien, la esquina que unía las partes norte y oeste del muro. (Villalpando.)
Grocio cree que “rincones” se refiere a las torres allí edificadas (véase Sofonías 3:6). torre de Hananeel—al sur de la
ciudad, cerca de las puertas de las ovejas (Nehemías 3:1; 12:39; Jeremías 31:38). (Grocio.) lagares del rey—(Cantares de
Salomón 8:11.) En el interior de la ciudad, en Sión. (Grocio.) 11. nunca más será anatema—(Jeremías 31:40.) O sea,
“maldición” (Apocalipsis 22:3; véase Malaquías 4:6), porgue no habrá más pecado. Las bendiciones temporales y la
prosperidad espiritual en el milenio irán juntas: la larga vida (Isaías 65:20–22), la paz (Isaías 2:4), el honor (Isaías
60:14–16), gobierno justo (Isaías 54:14; 60:18). El juicio, como es usual, empieza en la casa de Dios, pero después cae
fatalmente sobre el anticristo, sobre el cual la iglesia obtiene perfecta libertad. El último día pondrá fin a toda cosa
mala (Romanos 8:21). (Auberlen.) 12. El castigo sobre el enemigo, la última confederación anticristiana (Isaías 59:18;
66:24; Ezequiel 38 y 39; Apocalipsis 19:17–21). Una muerte viviente: la corrupción (Gálatas 6:8) de la muerte combinada
en horrible unión con la consciente sensibilidad de vida. El pecado será sentido por el pecador en toda su calidad de
repugnante, inseparablemente adherido a él como un supurante cuerpo pútrico. 13. quebrantamiento—consternación
(12:4; 1 Samuel 14:15, 20). trabará cada uno de la mano de su compañero—instintivamente asiéndola, como para estar
más a salvo, pero en vano. (Menochius.) Más bien, a fin de atacar a “su compañero” (Calvino) (Ezequiel 38:21). El
pecado es la causa de todas las querellas sobre la tierra, y causará interminables reyertas en el infierno (Santiago 3:15,
16). 14. Judá … peleará en Jerusalem—es decir, contra el enemigo, no contra Jerusalén, como traduce Maurer
contrariamente al contexto. En cuanto al despojo quitado al enemigo, véase Ezequiel 39:10, 17, 15. La plaga afectará
hasta a los animales que pertenecen al enemigo. Un presagio típico de todo esto les tocó a Antíoco Epífanes y su
ejército en Jerusalén (1 Macabeos 13:49; 2 Macabeos 9:5). 16. todos los que quedaren—(Isaías 66:19, 23.) Dios
conquistará a todos los enemigos de la iglesia. A algunos destruirá, y otros los traerá a sujeción voluntaria. de año en
año—lit., “de la suficiencia de un año en un año.” fiesta de las Cabañas—Las otras dos grandes fiestas del año, la
pascua y pentecostés, no son especificadas, porque, habiendo venido ya sus Antitipos, los tipos o figuras quedan
suprimidos. Pero la fiesta de las Cabañas será conmemorativa de la permanencia de los judíos, no meramente de
cuarenta años en el desierto, sino de los 2.000 años de su dispersión. Así ésta fué celebrada a su retorno de la
dispersión babilónica (Nehemías 8:14–17). Fué ésta la fiesta cuando Jesús hizo su entrada triunfal en Jerusalén (Mateo
21:8); una prenda, señal de su retorno a su capital para reinar (véase Levítico 23:34, 39, 40, 42; Apocalipsis 7:9; 21:3).
Una fiesta de gozo peculiar (Salmo 118:15; Oseas 12:9). La fiesta en la cual Jesús hizo la invitación a las aguas vivas de
la salvación (“Hosanna,” sálvanos ahora, fué el clamor, Mateo 21:9; Salmo 118:25, 26; Juan 7:2, 37). Para los gentiles,
también tendrá el significado de la salvación perfeccionada después de las peregrinaciones en un desierto moral, así
como originalmente ella conmemoraba la recolección de la cosecha. El tiempo de sembrar con lágrimas entonces habrá
terminado en la cosecha de regocijo. (Moore.) “Todas las naciones” posiblemente no podrían subir en persona a la
fiesta, pero pueden hacerlo por medio de representantes. 17. no vendrá … lluvia—pero habrá todas las calamidades
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que en el oriente usualmente siguen a la falta de lluvia, como es la escasez de provisiones, hambres, pestilencia, etc. La
lluvia también es el símbolo del favor de Dios (Oseas 6:3). Que habrá hombres inconversos en el milenio se desprende
del estallido de Gog y Magog al fin de él (Apocalipsis 20:7–9); pero ellos, como Satanás, amo de ellos, serán
reprimidos durante los mil años. Nótese además, que según este versículo los gentiles subirán a Jerusalén, más bien
de que los judíos vayan como misioneros a los gentiles (Isaías 2:2; Miqueas 5:7). Sin embargo, puede que Isaías 66:19
sugiera lo contrario. 18. si … Egipto no subiere—especificado como antiguo enemigo de Israel. Si Egipto no sube, y
así no hay lluvia sobre ellos (un juicio que Egipto mismo condenaría puesto que el país depende del desbordamiento
del Nilo, no de la lluvia), habrá luego la plaga, etc. Por cuanto los culpables no fueron afectados por un juicio, no
piensen en escapar, porque Dios tiene otros juicios que los plagarán. Maurer traduce: “Si Egipto no sube, tampoco
sobre ellos habrá nada” (de lluvia). El Salmo 105:32 menciona la “lluvia” en Egipto. Pero no es su principal fuente de
fertilidad. 19. la pena del pecado—lit., “el pecado:” sobreentendido, la pena, o sea, el castigo por el pecado. 20. sobre
las campanillas—es decir, la inscripción, “Santidad a Jehová,” la misma que estaba inscrita en la mitra del sumo
sacerdote (Exodo 28:36). Esto denota que todas las cosas hasta las más comunes, serán consagradas a Jehová, y no
meramente las cosas que bajo la ley tenían unida a sí, santidad especial. Las “campanillas” eran láminas de metal que
pendían del cuello de los caballos y callos como ornamentos, las cuales retiñian (como la raíz hebrea indica) al chocarse
la una contra la otra. Se han hallado campanillas representadas sober las paredes del palacio de Sennaquerib en
Koyunjik, enganchadas a los caballos. ollas … como los tazones … del altar—las vasijas usadas para cocer, para
recibir las cenizas, etc., serán tan santas como los tazones usados para recoger la sangre de las víctimas sacrificadas
(Nota, 9:15; 1 Samuel 2:14). El sacerdocio de Cristo será explicado más plenamente, tanto por los tipos mosaicos como
por el Nuevo Testamento, en aquel templo del cual habla Ezequiel. Entonces, los Cantares de Salomón, ahora oscuros,
serán entendidos, porque las bodas del Cordero serán celebradas en el cielo (Apocalipsis 19), y en la tierra será un
período salomónico, pacífico, glorioso, y nupcial. No habrá rey; sino un príncipe; el período sabático de los jueces
volverá, pero no con la gloria del Antiguo Testamento, sino con la gloria del Nuevo Testamento (Isaías 1:26; Ezequiel
45). (Roos.) 21. toda olla—tanto de las casas privadas como del templo, serán consideradas santas, tan universal será
la consagración [PAG. 973] a Jehová de todas las cosas y personas. tomarán de ellas—tan libremente como tomarían
de las ollas del templo, todas cuantas necesitaran para el sacrificio. no habrá más Cananeo—ninguna persona
inmunda ni impía (Isaías 35:8; 52:1; Joel 3:17). Véase en cuanto al estado final subsecuente al milenio, Apocalipsis
21:27; 22:15. Maurer no tan bien traduce: “comerciante” aquí, como en Proverbios 31:24. Si alguno quiere tener los
comienzos del cielo, deberá ser por la consagración a Dios de todo lo de la tierra. Sea su vida una liturgia, un santo
servicio de adoración representada.
1110
LIBRO DE MALAQUIAS
INTRODUCCION
MALAQUIAS forma el eslabón de transición entre las dos dispensaciones, la Antigua y la Nueva, “la orilla y
límite del cristianismo” (Tertuliano), motivo acaso al que se debe el precipitado celo que caracteriza sus profecías. Su
mismo nombre es algo oscuro. Malaquias es el nombre de un oficial, más bien que de una persona, “mi mensajero, ” y
como tal se halla en el 3:1. La Versión de los Setenta favorece este punto de vista en el 1:1, donde traduce no “por
Malaquías,” sino “por la mano de su mensajero” (véase Hageo 1:13). Malaquías es el último mensajero inspirado del
Antiguo Testamento, y anuncia el advenimiento del Gran Mensajero del Nuevo Testamento. La paráfrasis caldea lo
identifica con Esdras equivocadamente, ya que Esdras nunca es llamado profeta sino escriba, y Malaquías nunca
escriba sino profeta. Con todo parece que Malaquías no era reconocido por su nombre propio por algunas autoridades
antiguas. La analogía de los encabezamientos de otros profetas, sin embargo, favorecen el punto de vista común, de
que Malaquías es un nombre propio. Como Hageo y Zacarías, profetas contemporáneos, sostuvieron a Josué y a
Zorobabel en la edificación del templo, así él en el período subsecuente sostuvo a Esdras y al gobernador Nehemías.
Como aquel gobernante, él presupone que el templo ya había sido casi edificado (1:10; 3:1–10). Ambos igualmente
censuran los abusos sin reformarse aún (Nehemías 13:5, 15–22, 23–30), el carácter profano y mercenario de los
sacerdotes, los casamientos contraídos con extranjeros, la retensión de los diezmos, y la falta de simpatía hacia los
pobres de parte de los ricos. Nehemías 6:7 infiere que este profeta era apoyado por los profetas en su obra de
reformación. La fecha, pues, será alrededor del año 420 a. de J. C., o más tarde. Ambos períodos después de la
cautividad (el de Hageo y Zacarías, y el de Malaquías) fueron notables por hombres reales, sacerdotales, y proféticos a
la cabeza del pueblo de Dios. El período anterior fué el de edificar el templo; el posterior, el de la restauración del
pueblo y la reedificación de la ciudad. Es característico del pueblo de Dios que el primer período después de la
restauración fué exclusivamente dedicado a la reedificación del templo; la restauración política fué de orden
secundario. Solamente una colonia de 50.000 se estableció con Josué y Zorobabel en Palestina (Esdras 2:64). Aun éstos
se entremezclaron con los paganos de alrededor durante los sesenta años pasados en silencio por Esdras (Esdras 9:6–
15; Nehemías 1:3). Es por esto que una segunda restauración fué necesaria para moldear la vida nacional en una forma
judía, restableciendo la santa ley y la santa ciudad—obra efectuada por Esdras y Nehemías, con la ayuda de
Malaquías, en un período de casi media centuria, que terminó con la muerte de Malaquías y Nehemías en los últimos
diez años de la quinta centuria antes de Cristo, eso es, en las “siete semanas” (Daniel 9:25) puestas por ellos mismos en
el principio de las “setenta”, para señalar la diferencia fundamental entre ellas, el último período de la revelación del
Antiguo Testamento, y el período que siguió sin ninguna revelación (las setenta y dos semanas), que precedían a la
semana final destacándose con dignidad sin rival por sí misma como el tiempo del aparecimiento del Mesías. Las
setenta semanas, siendo así, empiezan con el séptimo año de Artajerjes, quien permitió a Esdras ir a Jerusalén, año
457, de acuerdo con el mandamiento que salió entonces de parte de Dios. Esdras el sacerdote, ejecutó la obra interior
de purificar la nación de elementos paganos y reintroducir la ley; mientras que Nehemías hizo la obra esterior de
reedificar la ciudad y restaurar el gobierno nacional. (Auberlen.) Vitringa pone la fecha de las profecías de Malaquías
cerca de la segunda vuelta de Nehemías de Persia, no posterior al año 424, fecha de la muerte de Artajerjes (Nehemías
13:6). Alrededor de este tiempo Sócrates estaba enseñado le que más se aproximaba a una moral pura que la corrupta
Atenas jamás conoció. Moore distingue seis divisiones: (1) La acusación contra Israel por la insensibilidad al amor de
Dios, el cual distinguió a Israel por sobre Edom (1:1–5). (2) Los sacerdotes son reprobados por la negligencia y
profanación (1:6; [PAG. 974] al 2:9). (3) La censura de los casamientos mixtos e injusticias hechas a las esposas (2:10–
16). (4) La venida del Mesías y sus precursores (2:17 al 3:6). (5) La reprensión por los diezmos retenidos (3:7–12). (6)
Contraste entre los piadosos y los impíos en el tiempo presente y en el juicio futuro: la exhortación, por tanto, a
retornar a la ley (3:13 al 4:6).
El estilo es animado, pero menos grandioso, y el ritmo menos marcado que en algunos de los profetas antiguos.
La canonicidad del libro está establecida por las referencias a él en el Nuevo Testamento (Mateo 11:10; 17:12;
Marcos 1:2; 9:11, 12; Lucas 1:17; Romanos 9:13).
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CENSURA A LOS SACERDOTES POR VIOLAR EL PACTO; Y AL PUEBLO TAMBIEN POR LOS
CASAMIENTOS MIXTOS Y LA INFIDELIDAD. 1. a vosotros—Los sacerdotes en particular son reprochados, ya que
su parte era haber guiado al pueblo rectamente, y reprobado el pecado, mientras que los habían alentado y llevado al
pueblo al pecado. Los ministros no pueden pecar solos ni sufrir solos; si ellos caen arrastran a otros consigo hacia
abajo. (Moore.) 2. ponéis en vuestro corazón—mis mandamientos. enviaré maldición—más bien, como el hebreo, “la
maldición;” es decir, aquella denunciada en Deuteronomio 27:15–28; 28:15–68. maldeciré vuestras bendiciones—
volviendo las bendiciones que gozáis en maldiciones (Salmo 106:15). las he maldecido—Según el hebreo,
separadamente; es decir, ya he maldecido cada una de vuestras bendiciones. 3. os daño la sementera, etc.—lit.,
“reprenderé” (futuro), correspondiendo a la profecía opuesta de bendición (3:11): “Yo increparé al devorador.”
Reprender a la semilla es prohibir su crecimiento. estiércol de vuestras solemnidades—El que estaba en el cuajar de
las víctimas sacrificadas en las festividades; el cuajar era parte de la porción para los sacerdotes (Deuteronomio 18:3),
lo cual da a esta amenaza una aplicación especial. Vosotros tendréis el estiércol del cuajar como vuestra porción, en
lugar del cuajar mismo. con él seréis removidos—o “llevados:” se os pegará dondequiera que vayáis. (Moore.) Os los
echarán a la cara, y seréis llevados tal cual estéis todos enlodados (1 Reyes 14:10; véase Jeremías 16:4; 22:19). 4. Y
sabréis—por la amarga experiencia de las consecuencias que fué con este propósito que os amonesté, a fin de “que mi
pacto con Leví fuese” mantenido; es decir, que era para vuestro propio bien, (el cual hubiera sido [PAG. 976]
1113
asegurado por el cumplimiento del mandamiento levítico) que os amonesté, para que volvierais a vuestro deber
(Maurer) (véase los vv. 5, 6). La función de Malaquías fué la de un reformador, que guiara a sacerdotes y a pueblo a
volver a la ley (4:4). 5–9. El describe las promesas, y también las condiciones, del pacto; la observancia de las
condiciones y la recompensa de Leví (véase Números 25:11–13, el celo de Finees); y de la otra mano, la violación de las
condiciones y el consecuente castigo de los sacerdotes existentes. “Vida” aquí incluye la perpetuidad implícita en
Números 25:13, “sacerdocio perpetuo.” “Paz” está especificada tanto aquí como allí. Maurer lo explica de este manera:
el hebreo es lit.: “Mi pacto con él era vida y paz (a serle dadas por mi parte), y se las dí: (y por su parte) temor (o sea, la
reverencia), y él me temió …” La primera parte del versículo expresa la promesa y el cumplimiento de ella, por parte
de Jehová; la otra parte, la condición y la fidelidad de Leví a ella (Deuteronomio 33:8, 9). Los sacerdotes judíos,
engañándose a sí mismos, clamaron por los privilegios del pacto, mientras descuidaban las condiciones del mismo,
como si Dios estuviera obligado por el pacto a bendecirlos, mientras que ellos estuviesen libres de todas las
obligaciones que el pacto les imponía de servirle a Dios. No se dice meramente que el pacto sea “de vida y paz,” sino
que es “vida y paz;” porque el guardar la ley de Dios es su propia recompensa (Salmo 19:11). 6. La ley de verdad
estuvo en su boca—Enseñó al pueblo las verdades de la ley en toda su plenitud (Deuteronomio 33:10). El sacerdote
era el que corrientemente exponía la ley; los profetas lo eran solamente en ocasiones especiales. iniquidad no fué
hallada—no hubo injusticia en sus funciones judiciales (Deuteronomio 17:8, 9; 19:17). anduvo conmigo—por fe y
obediencia. en paz—es decir, la “paz” que era el fruto de la obediencia al pacto (v. 5). Paz con Dios, con el hombre, y
con la propia conciencia, es el resultado de “andar con Dios” (véase Job 22:21; Isaías 27:5; Santiago 3:18). a muchos
hizo apartar de la iniquidad—en ambos modos, por el precepto positivo y por el ejemplo tácito de “caminar con
Dios” (Jeremías 23:22; Daniel 12:3; Santiago 5:20). 7. Al hacerlo (v. 6) él cumplió su deber como sacerdote, “porque …”
la sabiduría—más bien “el conocimiento:” de la ley y de sus doctrinas, y de los preceptos positivos y negativos
(Levítico 10:10, 11; Deuteronomio 24:8; Jeremías 18:18; Hageo 2:11). la ley—eso es, su sentido verdadero. mensajero es
de Jehová—el intérprete de su voluntad: véase respecto de los profetas, Hageo 1:13. Así como los ministros son
llamados “embajadores de Cristo” (2 Corintios 5:20); y los obispos de las siete iglesias del Apocalipsis, “ángeles” o
mensajeros (véase Gálatas 4:14). 8. apartado del camino—eso es, apartado del pacto. hecho tropezar a muchos—por
el ejemplo escandaloso, tanto peor cuanto que el pueblo os estima como ministros de la religión (1 Samuel 2:17;
Jeremías 18:15; Mateo 18:6; Lucas 17:1). en la ley—eso es, respecto de las observancias de la ley. habéis corrompido el
pacto—haberlo hecho de ningún efecto, por el no cumplir sus condiciones, y por perder así sus promesas (Zacarías
11:10; Nehemías 13:29). 9. Porque vosotros no cumplís la condición del pacto, yo no cumpliré la promesa. tenéis
acepción de personas—teniendo respeto a personas más bien que a la verdad en la interpretación de la ley (Levítico
19:15). 10–16. La censura a aquellos que contrajeron matrimonio con extranjeras y repudiaron a sus esposas judías. 10.
¿No tenemos todos un mismo Padre?—¿Por qué, viendo que todos tenemos el mismo origen común, “tratamos
traidoramente uno al otro” (“su hermano” es una expresión general que denota que todos son “hermanos” y hermanas
por ser hijos del mismo Padre del cielo, 1 Tesalonicenses 4:6, y que incluye así a las esposas tan injuriadas)? Es decir,
por repudiar a vuestras esposas judías y tomar mujeres extranjeras para esposas (véase el v. 14 y el v. 11; Esdras 9:1–
9), y violar así “el pacto” hecho por Jehová con “nuestros padres,” por el cual fué ordenado que fuéramos un pueblo
separado de los otros pueblos del mundo (Exodo 19:5; Levítico 20:24, 26; Deuteronomio 7:3). Casarse con los paganos
frustraría este propósito de Jehová; quien era el Padre común de los israelitas en un sentido peculiar, en el cual él no
era Padre de los paganos. El “un Padre” es Jehová (Job 31:15; 1 Corintios 8:6; Efesios 4:6). “Nos ha creado:” no
meramente la creación física, sino “nos creó a nosotros” para ser su pueblo peculiar y escogido (Salmo 102:18; Isaías
43:1; 45:8; 60:21; Efesios 2:10). [Calvino.] ¡Cuán marcado es el contraste entre el honor dado aquí al sexo femenino, y la
degradación a la cual las mujeres del oriente son generalmente sujetadas! 11. Prevaricó Judá—Obró traicioneramente,
con respecto a las esposas judías que fueron divorciadas (v. 14; también los vv. 10, 15 y 16). ha profanado la santidad
de Jehová—por el mal trato a israelitas (es decir, a las esposas), quienes fueron apartados como un pueblo santo a
Jehová; “la simiente santa” (Esdras 9:2; Jeremías 2:3). O bien, “la santidad de Jehová” quiere decir su santa ordenanza y
el santo pacto (Deuteronomio 7:3). Pero “que él amó,” parece referirse al pueblo santo, Israel, a quien Dios tan de gracia
amó (1:2), sin méritos de parte de ellos (Salmo 47:4). casádose …—(Esdras 9:1, 2; 10:2; Nehemías 13:23, etc.) con hija
de dios extraño—mujeres que adoraban ídolos; ya que el adorador en la Escritura es considerado en la relación de
hijo a padre (Jeremías 2:27). 12. al que vela, y al que responde—al maestro, y al alumno. Así “despertar” tiene
referencia al “enseñador” (Isaías 50:4); los maestros son vigilantes que velan por los discípulos. La referencia es a los
sacerdotes, que debían haber enseñado la piedad al pueblo, pero que los habían llevado al mal. “El que responde” es
el discípulo, que tiene que responder a las preguntas de su maestro (Lucas 2:47). (Grocio.) Los árabes tienen un
proverbio que dice: “Ninguno llama y ninguno responde,” es decir, no hay ninguno vivo. Así lo explica Gesenius de
los guardias levitas en el templo (Salmo 134:1), el un guardia llama y el otro responde. Pero el discípulo es, más bien,
el pueblo, discípulos de los sacerdotes “que hicieron esto,” a saber, formar uniones con esposas extranjeras. “De las
1114
tiendas de Jacob” prueba que no son solamente los sacerdotes. Dios no perdonará ni a los sacerdotes ni al pueblo que
obren así. el que ofrece—Sus ofrendas no servirán para protegerlo de la pena del pecado de repudiar a su esposa
judía y tomar una extranjera. 13. esta otra vez—“una segunda vez;” un agravante de vuestra ofensa (Nehemías 13:23–
31), en que es una reincidencia en el pecado registrado ya una vez bajo Esdras (Esdras 9:10). (Henderson.) O bien, “la
segunda vez” significa esto: Vuestro primer pecado fué vuestras [PAG. 977] ofrendas defectuosas para el Señor; ahora
“otra vez” se añade vuestro pecado contra vuestras esposas. (Calvino.) haréis cubrir el altar … de lágrimas—
derramadas por vuestras inocentes esposas, repudiadas por vosotros para poder tomar esposas extranjeras. Calvino
hace que las “lágrimas” sean las de todo el pueblo al percibir que sus sacrificios son severamente desechados por
Dios. 14. ¿Por qué?—¿Por qué rechanza Dios nuestras ofrendas? Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer—(Así
Génesis 31:49, 50.) de tu mocedad—Los judíos todavía se casan muy jóvenes, frecuentemente el esposo no tiene más
de trece años de edad, y la esposa menos (Proverbios 5:18; Isaías 54:6). mujer de tu pacto—no meramente unida a ti
por el pacto general del casamiento, sino por el pacto entre Dios e Israel, el pueblo del pacto, por el cual un pecado
contra una esposa, hija de Israel, es un pecado contra Dios. (Moore.) El casamiento también es llamado “el pacto de
Dios” (Proverbios 2:17), y a ello puede que sea la referencia (Génesis 2:24; Mateo 19:6; 1 Corintios 7:10). 15. Maurer y
Hengstenberg explican el versículo de este modo: Los judíos habían defendido su conducta por el precedente de
Abrahán, quien había tomado a Agar en perjuicio de Sara, su esposa legítima; a esto dice ahora Malaquías: “Jamás
hizo tal cosa ninguno en quien hubiese abundancia de espíritu (“residuo de espíritu,” Versión Inglesa), o inteligencia (que
discerniese entre el bien y el mal); y ¿qué hizo aquel uno solo (Abrahán, a quien invocáis en vuestra apoyo), buscando
una descendencia piadosa? Su objeto (a saber, no para gratificar la pasión, sino para obtener la simiente prometida
por Díos) hace enteramente inaplicable el caso para defender vuestra posición. Moore (de Fairbairn) lo explica mejor,
de acuerdo con el v. 10: ¿“No nos hizo uno (a nosotros los israelitas)? Con todo, tenía él el residuo de espíritu (eso es,
que él nos apartara de otras naciones no fué porque no hubiese Espíritu de sobra para el resto del mundo). ¿Y por qué
el uno? A fin de que buscara una piadosa simiente, o generación;” eso es, que tuviera “una simiente de Dios,” una
nación depositaria del pacto, y el linaje del Mesías, y el testigo del unico Dios entre los politeísmos de alrededor.
Calvino piensa que “el uno” se refiere al un cuerpo conyugal formado por la pareja original (Génesis 2). Dios podría
haber unido muchas esposas como unió a una con el un marido, porque él no tenía conciencia del ser espiritual que
impartir a otras además de Eva; el propósito de la restricción fué para asegurar una piadosa descendencia: pero véase
Nota, v. 10. Un objeto de la relación conyugal es para levantar una simiente para Dios y para la eternidad. 16. que sea
repudiada—Dios aborrece el divorcio. cubra la iniquidad con su vestido—Maurer traduce: “Y (Jehová aborrece a
aquel que) cubra su vestido (es decir, a su esposa, en el lenguaje árabe: véase Génesis 20:16: El te es por velo de ojos; el
esposo lo es para la esposa, y la esposa para el marido; también Deuteronomio 22:30; Rut 3:9; Ezequiel 16:8) con
perjuicio.” El hebreo favorece a “vestido,” que es acusativo de la cosa cubierta. Véase con la Versión Inglesa, el Salmo
73:6: “cúbranse de vestido de violencia.” La “violencia” de ellos es el repudio de sus esposas; el “vestido” con el cual
tratan de cubrirla es el pretexto del permiso de Moisés (Deuteronomio 24:1; Mateo 19:6–9). 17. cansar a Johová—
(Isaías 43:24). Este versículo forma la transición al 3:1, etc. Los judíos escépticos de aquel día dijeron virtualmente que
Dios se deleitaba en los malhechores (infiriendo esto de la prosperidad de los paganos de alrededor, mientras que
ellos, los judíos, comparativamente no eran prósperos; olvidando que su atención a los deberes menores y externos no
compensaban su descuido de los deberes más graves de la ley; por ejemplo, la obligación que tenían hacia sus
esposas, tratada arriba; o si no se deleita Dios así. ¿dónde está (la prueba de que él sea) el Dios de juicio? A esto la
respuesta (3:1) es: “El Señor a quien vosotros buscáis, y quien como mensajero del pacto (o sea, el divino ratificador
del pacto de Dios con Israel) a quien vosotros deseáis (pensando que él restaurará a Israel a su propio lugar como la
primera de las naciones), repentinamente vendrá,” no como restaurador temporal de Israel, sino como un Juez
consumidor contra Jerusalén (Amós 5:18, 19, 20). La expresión “repentinamente” (“luego” en nuestra Versión Española)
sugiere la falta de preparación de parte de los judíos, quienes, hasta el fin del sitio, esperaban aún libertador temporal,
mientras que un juicio destructor iba a talarlos. Así será el escepticismo reinante antes de la segunda venida de Cristo.
El entonces vendrá repentina e inesperadamente, también como Juez consumidor para los incrédulos (2 Pedro 3:3, 4)
Entonces, también, ellos fingirán buscar su venida, mientras que en realidad lo negarán (Isaías 5:19; Jeremías 17:15;
Ezequiel 12:22, 27).
CAPITULO 3
LA VENIDA DEL MESIAS, PRECEDIDA POR SU PRECURSOR, PARA CASTIGAR AL CULPABLE POR LOS
VARIOS PECADOS, Y RECOMPENSAR A LOS QUE TEMEN A DIOS. 1. He aquí—llamando especialmente la
atención a las importantes verdades que siguen. Vosotros incrédulamente preguntáis: ¿Dónde está el Dios de juicio
(2:17)? “He aquí—por tanto—yo envío mi mensajero …” Vuestra incredulidad no evitará que yo guarde mi pacto, y
1115
lleve a cabo en debido tiempo aquello que vosotros decís que nunca será cumplido. yo envío … y luego vendrá—El
Padre envía al Hijo; y el Hijo viene. Probando la distinción de personalidad entre el Padre y el Hijo. mi mensajero—
Juan el Bautista; como lo prueban Mateo 3:3; 11:10; Marcos 1:2, 3; Lucas 1:76; 3:4; 7:26, 27; Juan 1:23. Esta pasaje de
Malaquías evidentemente descansa en el de Isaías su predecesor (Isaías 40:3–5). Quizá también, como Hengstenberg
piensa, “mensajero” incluye la larga línea de profetas encabezada por Elías (por lo que su nombre está puesto en el 4:5
como un nombre representativo), y terminando en Juan, el último y el más grande de los profetas (Mateo 11:9–11).
Juan como el profeta representativo (el precursor del Mesías, el representativo hombre divino), que reúne en sí mísmo
todos los lineamientos esparcidos de las profecías anteriores (de ahí que Cristo lo llama “mucho más que un profeta,”
Lucas 7:26), y que reproduce todas las terribles y no obstante inspiradoras declaraciones de aquéllas: su aspecto tosco,
como el de los antiguos profetas, siendo una exhortación visible al arrepentimiento; la soledad en la cual predicó, la
cual simbolizaba el estado inanimado y estéril política y espiritualmente de los judíos de aquel entonces; sus temas, el
pecado, el arrepentimiento, [PAG. 978] y la salvación, que presentaban por última vez el candensado epítome de
todas las previas enseñanzas de Dios por sus profetas; de modo que él es llamado preeminentemente el “mensajero”
de Dios. Por esto es que la más antigua y la verdadera lección de Marcos 1:2 reza: “como está escrito en Isaías el
profeta;” la dificultad de la cual es: ¿cómo puede la profecía de Malaquías atribuirse a Isaías? La explicación es: que el
pasaje de Malaquías se apoya en el de Isaías 40:3, y por tanto se refiere a la fuente original de la profecía a fin de señalar
esta dependencia y conexión. el Señor—Ha‐Adon en el hebreo. El artículo (“ha”) señala que es JEHOVA (Exodo 23:17;
34:23; véase Josué 3:11, 13). Véase Daniel 9:17, donde el divino Hijo está indicado por “por amor del Señor.” Dios, el
que habla hace que “el Señor” sea el “mensajero del pacto,” uno consigo mismo, cuando dice: “envió mi mensajero …
delante de mí,” y agrega: “vendrá … el Señor”; así que el Señor debe ser uno con el “mí,” es decir, él debe ser el DIOS,
“delante” del cual Juan fué enviado. Como la divinidad del Hijo y su unidad con el Padre son de esta manera
probadas, así la distinción de personalidad es probada por el “Yo envió” y “él vendrá,” como para distinguirlos uno
de otro. El también viene al templo como “su templo:” señalando su divino señorío sobre él, como contrastándolo con
todas las criaturas, que no son sino “siervos en” él (Hageo 2:7; Hebreos 3:2, 5, 6). a quien vosotros buscáis … a quien
deseáis—(Véase Nota, 2:17.) En su primera venida ellos “buscaron” y “se deleitaron” en la esperanza de un Salvador
temporal; no en lo que él era entonces. En el caso de aquellos a quienes Malaquías se dirige en su tiempo, las palabras,
“a quien vosotros buscáis … a quien deseáis,” son irónicas. En su incredulidad habían preguntado: ¿Cuándo vendrá él
al fin? 2:17: ¿Dónde está el Dios de juicio? (Isaías 5:19: Amós 5:18; 2 Pedro 3:3, 4). En el caso de los piadosos, el deseo
por el Mesías era sincero (Lucas 2:25–28). El es llamado “Angel de la presencia de Dios” (Isaías 63:9), también el Angel
de Jehová. Véase sus apariciones a Abrahán (Génesis 18:1, 2, 17, 33), a Jacob (Génesis 31:11; 48:15, 16), a Moisés en la
zarza (Exodo 3:2–6); él fué delante de Israel como el Shekinah (Exodo 14:19), y entregó la ley en Sinaí (Hechos 7:38).
luego vendrá—“de repente” (Versión Inglesa). Este epíteto señala la segunda venida, más bien que la primera; la señal
de aquella inesperada venida (Lucas 12:38–46; Apocalipsis 16:15) para juicio fueron dadas en la expulsión judicial de
los cambístas profanadores del templo, por el Mesías (Mateo 21:12, 13), donde también como aquí, él llama al templo
su templo. También en la destrucción de Jerusalén, casi inesperada por los judíos, los que hasta el fin se engañaban con
la expectación de que el Mesías aparecería como un Salvador temporsal. Véase el uso de “súbitamente” (“luego” en
nuestra versión) en Números 12:4–10, donde Dios apareció en ira. ángel del pacto—es decir, del antiguo pacto con
Israel (Isaías 63:9) y Abrahán, en el cual la promesa a los gentiles se incluye finalmente (Gálatas 4:16, 17). El evangelio
en sus primera venida empieza con Israel, después abraza al mundo gentil; así también será en la segunda venida.
Todas las manifestaciones de Dios en el Antiguo Testamento, el Shekinah y las apariciones humanas, fueron hechas en
la persona del Hijo divino (Exodo 23:20, 21; Hebreos 11:26; 12:26). El era el mensajero del antiguo pacto, tanto como
del nuevo. 2. (4:1; Apocalipsis 6:16, 17.) El Mesías vendría, no como ellos esperaban, para lisonjear o favorecer los
prejuicios de la nación teocrática, sino para someter los principios de ellos a la ardiente prueba de su verdad, que
escudriña el corazón (Mateo 3:10–12), y para destruir a Jerusalén y a la teocracia, después que ellos lo hubieran
desechado a él. Su misión se considera aquí como un todo desde la primera venida hasta la segunda; el proceso de
definir y separar a los píos de los impíos, comenzado durante la permanencia de Cristo sobre la tierra, va adelante
desde entonces, y continuará hasta la separación final (Mateo 25:31–46). El proceso de refinamiento, por medio del
cual un tercio de los judíos son purificados, como la plata de su escoria, mientras los dos tercios perezcan, se describe
en Zacarías 13:8, 9 (véase Isaías 1:25). 3. Y sentarse ha—El purificador se sienta delante del crisol, fijando su ojo sobre
el metal, y teniendo cuidado de que el fuego no sea demasiado fuerte, y manteniendo en él el metal solamente hasta
que sabe que la escoria está completamente eliminada, porque ve su propia imagen reflejada (Romanos 8:29) en la
masa incandescente. Así el Señor en el caso de sus elegidos (Job 23:10; Salmo 66:10; Proverbios 17:3; Isaías 48:10;
Hebreos 12:10; 1 Pedro 1:7). El se sentará para la obra no para llenar las apariencias, sino con paciente amor y resuelta
justicia. Como el Angel del Pacto, cuando llevó a su pueblo fuera de Egipto por la columna de nube y fuego, tiene un
aspecto de terror para sus enemigos, y de amor para sus amigos. El mismo proceso de terror va adelante en el mundo,
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como en cada cristiano. Cuando los piadosos estén completamente separados de los impíos, el mundo terminará.
Cuando la escoria esté quitada del oro del cristiano, él será librado para siempre del horno de la prueba. Cuanto más
puro el oro, tanto más fuerte el fuego; cuánto más blanco el vestido, tanto más recio el lavado. (Moore.) limpiará los
hijos de Leví—de los pecados especificados arriba. Los levitas mismos, los ministros de Dios entonces, necesitaban
ser purificados, tan universal estaba la depravación. ofrecerán … ofrenda con justicia—como originalmente (2:6), no
como últimamente (1:7–14). Así los creyentes, el sacerdocio espiritual (1 Pedro 2:5). 4. como en los días pasados—
(1:11; 2:5, 6.) La “ofrenda” (“mincha” en el hebreo) no es expiatoria, sino oración, acciones de gracias, y la consagración
personal al Señor (Romanos 12:1; Hebreos 13:15; 1 Pedro 2:5). 5. llegarme he … a juicio—Yo, a quien vosotros
desafiáis diciendo: “¿Dónde está el Dios de juicio (2:17)?” Yo, de quien vosotros pensáis que estoy lejos, y que soy
lento en el juicio, estoy “cerca,” y vendré como un “pronto testigo;” no solamente como juez, sino también como
testigo ocular contra los hechiceros; porque mis ojos ven todo pecado, aunque pensáis vosotros que no presto atención.
Los jueces terrenales necesitan testigos para capacitarlos en decidir rectamente: yo sólo no necesito ninguno (Salmo
10:11; 73:11; 94:7, etc.) hechiceros—pecado al cual los judíos fueron llevados en unión con sus idólatras esposas
extranjeras. Los judíos del tiempo de Cristo también practicaban la hechicería (Hechos 8:9; 13:6; Gálatas 5:20. Josefo,
Antigüedades, 20:6; Guerras Judías, 2; 12:23). Será una característica de la última confederación anticristiana que ha de
ser consumida [PAG. 979] por el resplandor de la venida de Cristo (Mateo 24:24; 2 Tesalonicenses 2:9; Apocalipsis
13:13, 14; 16:13, 14; también 9:21; 18:23; 21:8; 22:15). El romanismo la ha practicado; una orden de exorcistas existe en
aquella iglesia. adúlteros—(2:15, 16.) no teniendo temor de mí—lo cual es origen de todos los pecados. 6. Jehová—
nombre que denota su inmutable fidelidad en cumplir sus promesas; el nombre que en el pacto Dios dió a los judíos
(Exodo 6:3), llamados aquí “los hijos de Jacob,” en referencia al pacto que Dios hízo con aquel patriarca. no me
mudo—Vosotros estáis equivocados al inferir que, porque todavía no he ejecutado juicio sobre los inicuos, be
cambiado de lo que una vez fuí, es decir, el Dios de juicio. y así … no habéis sido consumidos—Vosotros mismos, al
“no ser consumidos,” como desde hace mucho tiempo merecéis, sois una prueba notable de mi inmutabilidad.
Romanos 11:29: todo el capítulo, en el cual la misericordia de Dios guardada para Israel se hace fluir enteramente de
la inmutable fidelidad de Dios a su propio pacto de amor. Así aquí, como está significado por la frase “hijos de Jacob”
(Génesis 28:13; 35:12). Ellos están perdonados porque yo soy JEHOVA, y ellos hijos de Jacob; aunque yo los perdono,
también los castigo; y aun cuando los castigo, no los consumiré del todo. La inmutabilidad de Dios es el ancla de la
esperanza de la iglesia. La perseverancia de los santos está garantizada, no por el inmutable amor de ellos a Dios, sino
por el inmutable amor de Dios a ellos, y por su eterno propósito y promesa en Cristo Jesús. (Moore.) El los reconviene
por su ingratitud, que han convertido su misma benignidad (Lamentaciones 3:22) en un motivo de la negación
escéptica de la venida de él como Juez a todos (Salmo 50:1, 3, 4, 21; Ecclesiastés 8:11, 12; Isaías 57:11; Romanos 2:4–10).
7–12. La reprobación por la falta del pago de los diezmos y las ofrendas, la cual es la causa de las calamidades
nacionales de ellos; y a promesa de prosperidad si los pagan. 7. Desde los días de vuestros padres—Vosotros vivís
como vuestros padres vivían, cuando trajeron sobre sí mismos la cautividad babilónica, y vosotros deseáis seguir en
sus pasos. Esto muestra que no fué sino la inmutable benignidad de Dios lo que había impedido que mucho antes
fuerais “consumidos” (v. 6). Tornaos a mí—en arrepentimiento. y me tornaré a vosotros—en bendiciones. ¿En qué
…?—(v. 16.) La misma insensibilidad de su culpa continúa; hablan en un tono de inocencia perjudicada, como si Dios
los calumniara. 8. ¿Robará …?—lit., “encubrirá;” por tanto, defraudará. ¿Decís acaso que el defraudar a Dios no es
pecado, del cual se deba apartar (“volverse”, v. 7)? Sin embargo, vosotros lo habéis hecho conmigo respecto de los
diezmos que se me deben, es decir, la décima parte de todo lo que sobra después de pagarse las primicias (los
primeros frutos), el cual diezmo se pagaba a los levitas para su sostén (Levítico 27:30–33). un diezmo pagado por los
levitas a los sacerdotes (Números 18:26–28); un segundo diezmo pagado por el pueblo para la manutención de los
levitas y sus familias, en el tabernáculo (Deuteronomio 12:18); otro diezmo cada tercer año para los pobres, etc.
(Deuteronomio 14:28, 29). las primicias—los primeros frutos: no menos que una sexagésima parte del trigo, vino y
aceite (Deuteronomio 18:4; Nehemías 13:10, 12). Los sacerdotes gozaban también este privilegio, el diezmo de los
diezmos que eran el subsidio de los levitas. Pero aquéllos se tomaban todos los diezmos, robando a los levitas sus
debidas nueve décimas; como también lo hacían, según Josefo, antes de la destrucción de Jerusalén por Tito. De esta
manera Dios era doblemente defraudado, por cuanto los sacerdotes no desempeñaban rectamente sus funciones
sacerdotales, y robaban a Dios los servicios de los levitas, quienes se alejaban a causa de la miseria. (Grocio.) 9.
Malditos—(2:2.) Como vosotros me despojáis a mí, yo os despojo a vosotros, como os amenacé que lo haría, si
continuarais despreciándome. Al tratar de defraudar a Dios, solamente nos defraudamos a nosotros mismos. El águila
que robó al altar puso fuego a su nido por el carbón encendido que se adhirió a la carne robada. Así los hombres que
retienen para sí el dinero de Dios en sus tesoros, hallarán que es una posesión que se pierde. Jamás perdió nada
hombre alguno por servir a Dios con todo el corazón; ni ganó nada con servirle con la mitad del corazón. Nosotros
podemos transigir con la conciencia por la mitad del precio, pero Dios no endosará el arreglo; y, como Ananías y
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Safira, nosotros perderemos, no solamente lo que pensamos haber comprado a tan bajo precio, sino también el precio
que por ello pagamos. Si queremos que Dios “abra” su tesoro, debemos abrir los nuestros. Una de las causas de la
infecundidad de la Iglesia es la mezquindad de sus miembros. (Moore.) 10. (Proverbios 3:9, 10.) al alfolí—(2 Crónicas
31:11, 12; 1 Crónicas 26:20; Nehemías 10:38; 13:5, 12). probadme ahora en esto—con hacerlo. Probadme, si yo cumpliré
o no mi promesa de bendeciros, a condición de que vosotros hagáis vuestra parte (2 Crónicas 31:10). ventanas de los
cielos—(2 Reyes 2:7.) vaciaré—figura tomada de una vasija completamente vaciada de su contenido; ninguna
bendición queda retenida. hasta que sobreabunde—“de modo que no cabrá” (Versión Inglesa). Lit., hasta que no haya
suficiencia. O bien, hasta que haya “no meramente” “suficiencia,” sino superabundancia. (Jerónimo, Maurer.) Gesenius,
no tan bien, traduce: “Hasta para una falta de suficiencia,” cosa que con Dios nunca ocurre, y por tanto significa para
siempre, perpetuamente; así el Salmo 72:5, “mientras duren el sol y la luna;” lit., hasta una falta (no existencia) del sol o la
luna, lo cual nunca será; y por tanto significa “para siempre.” 11. Increparé—(nota, 2:3.) Ya no “increparé (dañaré)
más la sementera;” antes bien, increparé todo agente que pudiera dañarla (Amós 4:9). 12. Cumpliendo la bendición
(Deuteronomio 33:29; Zacarías 8:13). tierra deseable—(Daniel 8:9.) 13–18. El toma nota de la queja de los judíos de que
no es provechoso servir a Jehová, porque los impíos orgullosos son felices; y declara que él pronto traerá el día
cuando será sabido que él pone una distinción eterna entre los piadosos y los impíos. han prevalecido—Lit., “vuestras
palabras fueron duras contra mí,” como “todas las cosas duras que los pecadores impíos hablaron contra él” (Judas
15). (Henderson.). ¿Qué hemos hablado?—El hebreo expresa al mismo tiempo la asiduidad de ellos y su hábito de hablar
contra Dios. (Vatablo.) La forma del verbo denota que estas cosas fueron dichas, no directamente a Dios, sino acerca de
Dios, por el uno al otro (Ezequiel 33:20). (Moore.) 14. qué aprovecha que guardemos su ley …?—(Nota 2:17.) Ellos
aquí resumen la misma murmuración contra Dios. Job. 21:14, 15; 22:17 describe un grado más del mismo espíritu
[PAG. 980] escéptico, cuando el escéptico ha cesado en efecto de observar el culto de Dios. Salmo 73:1–14 describe la
tentación de un sentimiento parecido en el santo, cuando éste ve la realidad de que el piadoso sufre y que el impío
prospera ahora en bienes terrenales. Los judíos aquí se equivocan completamente respecto de la naturaleza del
servicio de Dios, convirtiéndolo en un negocio mercenario; ellos cumplían las observancias exteriores, no por amor a
Dios, sino en la esperanza de ser bien pagados en la prosperidad material; cuando ésta les fué vedada, acusaron a
Dios de ser injusto, olvidando igualmente que Dios requiere que motivos muy diferentes de parte de ellos acompañen
a las observancias exteriores, y que Dios recompensa aun al verdadero adorador, no tanto en esta vida, como en la
vida venidera. su ley—lit., lo que él requiere que sea guardado, “sus observancias.” que andemos tristes—en vestidura de
tristeza, el saco y ceniza, emblemas de la penitencia; se olvidaron de Isaías 58:3–8, donde Dios, enseñándoles cuál es el
verdadero ayuno, en forma similar reprende a aquellos que también dijeron: ¿Por qué hemos ayunado y tú no miraste
…? Ellos confundieron la manifestación exterior con la verdadera humillación. 15. pues ahora—Puesto que no
prosperamos los que servimos a Jehová, y que “los soberbios” paganos florecen en su prosperidad, debemos declarar
que los tales son los favoritos de Dios (2:17; Salmo 73:12). los prosperados—lit., los edificados: metáfora tomada de la
arquitectura (Proverbios 24:3: véase lección marginal inglesa, Génesis 16:2; 30:3). tentaron a Dios—desafiaron a Dios a
castigarlos por violar sus leyes (Salmo 95:9). 16. “Entonces,” cuando los impíos pronuncian tales blasfemias contra
Dios, los piadosos conversan entre sí, defendiendo los procedimientos justos de Dios contra aquellos blasfemos
(Hebreos 3:13). Siempre hubo en los tiempos más obscuros un remanente que temía a Dios (1 Reyes 19:18; Romanos
11:4). temen a Jehová—temor amante y reverencial, no el terror servil. Cuando el fuego de la religión arde
débilmente, los verdaderos creyentes debieran acercarse cada vez más en unión estrecha, para guardar viva la santa
llama. Las brasas separadas pronto se apagan. libro de memoria … para—en ventaja de ellos, para el día cuando los
que sean hallados fieles entre los infieles, recibirán su recompensa final. Los reyes de Persia guardaban un registro de
aquellos que habían prestado servicios al rey, para que fuesen debidamente recompensados (Esther 6:1, 2; Esther 2:23;
Esdras 4:15; Salmo 56:8; Isaías 65:8; Daniel 7:10; Apocalipsis 20:12). Calvino hace que los temerosos de Dios sean
aquellos despertados de entre la multitud de los impíos (descritos anteriormente) para el verdadero arrepentimiento;
la escritura del libro, de esta manera, significará que algunos entre los blasfemos podrían arrepentirse, y que los
piadosos podrían estar seguros que, aunque no hubiese esperanza aparente, habría una puerta de penitencia abierta
para ellos delante de Dios. Pero nada hay en el contexto que sostenga este punto de vista. 17. especial tesoro—(Isaías
62:3; Exodo 19:5; Deuteromomio 7:6; 14:2; 26:18; Salmo 135:4; 1 Pedro 2:9; Ecclesiastés 2:8.) día que yo tengo de
hacer—eso es, de cumplir mi propósito de reunir mi iglesia completa; o bíen, “hacer” que sucedan las cosas predichas
en el v. 5 (Grocio); así en el 4:3 “hacer” se usa en forma absoluta, “en el día que yo haré esto.” Maurer, no tan bien
traduce: “en el día que yo haré”, eso es, designaré, como el Salmo 118:24. como el hombre que perdona a su hijo—
(Salmo 103:18.) 18. os tornaréis—volveréis a un mejor estado de mente sobre este punto de vista. Entonces … echaréis
de ver—Entonces veréis la falsedad de vuestra calumnia contra el gobierno de Dios (v. 15), de que “los soberbios” y
los impíos prosperen. No juzguéis antes del tiempo cuando toda mi obra esté completa. Es, en parte, para probar
vuestra disposición de confiar en Dios a pesar de las apariencias confusas, y para hacer menos mercenario vuestro
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servicio que se permite al presente estado de cosas; pero al fin todos vosotros (tanto los piadosos como los impíos)
veréis la eterna diferencia que realmente hay “entre los que sirven a Dios y los que no le sirven” (Salmo 58:11).
CAPITULO 4
juicios, en las cuestiones civiles a resolverse. “La ley” se refiere a lo moral y lo religioso. 5. yo os
envío a Elías—como un medio por el que os acordéis de la ley (v. 4). el profeta—enfático; no “el
tisbita”; porque es en su capacidad oficial, no su personal, que se predice aquí su venida. En este
sentido, Juan el Bautista fué un Elías en espíritu (Lucas 1:16, 17), pero no el literal Elías; por eso,
cuando le preguntaron: “¿Eres tú Elías” (Juan 1:21)? él contestó: “No soy.” “¿Eres tú el profeta?”
“No.” Esto da a entender que Juan, aunque conocía por el anuncio del ángel a su padre que
se hacía referencia a él en Malaquías 4:5 (Lucas 1:17), razón por la que usaba la indumentaria de
Elías, no obstante, supo por inspiración que él no llenaba cabalmente todo lo que estaba envuelto
en esta profecía; y que hay un cumplimiento más amplio (véase nota 3:1). Así como Moisés en el
v. 4 representa la ley, así Elías representa a los profetas. Los judíos siempre lo entendieron del
literal Elías. El dicho de ellos es: “El Mesías deberá ser ungido por Elías.” Como habrá otro
advenimiento final, del Mesías, así también de su precursor Elías; quizás en persona, como
en la transfiguración (Mateo 17:3; 17:11). El, en su aparición en la transfiguración en aquel
cuerpo sobre el cual la muerte nunca pasó, es el precursor de los santos que serán hallados
vivos, en la segunda venida del Señor. Apocalipsis 11:3 puede que se refiera a los mismos
testigos como en la transfiguración, Moisés y Elías. Apocalipsis 11:6 identifica a Elías (véase 1
Reyes 17:1; s antiago 5:17). También después de la transfiguración, Jesús habla (Mateo 17:11)
de la venida de Elías “para restaurar todas las cosas” como todavía futura, aunque agrega que
Elías (en la persona de Juan el Bautista) ya había venido en un sentido (véase Hechos 3:21). Sin
embargo, el futuro precursor del Mesías en su segunda venida, puede ser un profeta o un
número de profetas revestidos con el poder de Elías, los cuales, como defensores celosos de “la
ley” evestidos con el espíritu de “Moisés,” pueden ser los anunciadores a quienes se alude aquí, y
en pocalipsis
11:2–12. Las palabras “antes que venga el día … terrible de Jehová,” muestran que Juan no
puede ser el único indicado; porque él vino antes del día de la venida de Cristo en gracia, no
antes de su venida en terror, de la cual, la destrucción de Jerusalén fué la prenda o garantía (v. 1;
Joel 2:31). 6. convertirá el corazón de los padres a los hijos— Como algunos han explicado la
predicación de Juan restauraría la armonía en las familias. Pero Lucas 1:16, 17 substituye por
“el corazón de los hijos a los padres,” “los rebeldes a la prudencia de los justos,” lo que da a
entender que la reconciliación a efectuarse, era aquella entre descendientes desobedientes e
incrédulos y los susodichos antepasados, Jacob, Leví, “Moisés,” y “Elías” (véase 1:2; 2:4, 6; 3:3,
4). La amenaza aquí es que, si esta restauración no fuera efectuada, la venida del Mesías
r esultaría “una maldición” para “la tierra”, eso es, la tierra de Judea, cuando rechazaron al
Mesías en su primer advenimiento, aunque él trajo bendiciones (Génesis 12:3) a los que le
aceptaron (Juan 1:11–13). Muchos fueron librados de la destrucción común de la nación, por
medio de la predicación de Juan el Bautista (Romanos 9:29; 11:5). Resultará así para los
desobedientes en su segunda venida, aun cuando él viene para ser glorificado en sus santos
(2 Tesalonicenses 1:6–10). destrucción—en el hebreo, Cherem, “un entredicho (o anatema);”
el terrible término aplicado por los judíos a los culpables cananeos. Bajo esta maldición
Judea hace muchísimo está postrada. Similar [PAG. 982] es la terrible maldición sobre todas las
iglesias de los gentiles que ahora no aman al Señor Jesús (1 Corintios 16:22). Porque si Dios no
perdonó a las ramas naturales, los judíos, mucho menos perdonará a los incrédulos cristianos
nominales entre los gentiles (Romanos 11:20, 21). Es profundamente sugestivo que la última
declaración del cielo de hacía 400 años antes de la venida del Mesías, fué la terrible palabra
“maldición” (Versión Inglesa). La primera palabra del Mesías sobre el monte fué
bienaventurados” (Mateo 5:3). La ley habla de la ira; el evangelio, de la bendición. Judea está
ahora bajo la “maldición,” porque rechazó al Mesías; cuando el espíritu de Elías, o un Elías
literal, vuelva nuevamente a los hijos judíos la Esperanza de sus “padres,” las bendiciones
volverán a ser de ellos, mientras que la “tierra” apóstata será “herida con destrucción (“de
maldición,” Versión Inglesa),” previamente a la futura restauracion de todas las cosas (Zacarías
12:13, 14.) ¡Que el escritor de este Comentario y sus lectores tengan la gracia para estar
atentos a “la palabra profética permanente, como a una antorcha que alumbra en lugar obscuro
hasta que el día esclarezca.” ¡Al trino Dios Jehová sea toda la gloria para siempre! Y el autor de
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