Ciclos Hidrologicos
Ciclos Hidrologicos
Ciclos Hidrologicos
VALLE
ICI-3094 – Hidrología
Ciclo Hidrológico
Objetivos Específicos
Dentro de los principales componentes que gobiernan el ciclo hidrológico tenemos los
siguientes:
El ciclo del agua se compone de cuatro etapas principales que se dan de forma sucesiva:
Evaporación:
El ciclo del agua comienza con la evaporación del agua desde la superficie hacia la
atmosfera. El agua líquida de los océanos y otros cuerpos de agua se evapora y pasa
de estado líquido a gaseoso, por la acción de la luz solar y el calentamiento de la
tierra. Los seres vivos también contribuyen al proceso de evaporación, a través de la
transpiración (en el caso de las plantas) y de la sudoración (en el caso de los
animales).
Condensación:
El agua en la atmosfera se desplaza, por acción del viento, en distintas direcciones.
Cuando el vapor de agua llega a altitudes mayores, las bajas temperaturas le
permiten condensarse, es decir, recuperar su forma líquida y formar gotas de agua
que se acumulan en las nubes. Las nubes se vuelven oscuras a medida que contienen
mayor cantidad de gotas de agua.
Precipitación:
Cuando las gotas de agua contenidas en las nubes son grandes y pesadas, rompen su
estado de equilibrio y se producen las lluvias o precipitaciones. Por lo general, el
agua cae en forma líquida, pero, en ciertas regiones donde las temperaturas son
menores, puede hacerlo en forma más o menos sólida, como nieve, escarcha o
granizo.
Recolección:
Del agua que llega a la superficie terrestre, una parte alimenta los océanos y otros
cuerpos de agua y otra es directamente aprovechada por los seres vivos. Una tercera
fracción del agua que precipita se filtra a través del suelo y se acumula formando
acuíferos o capas de agua subterránea. Esta agua, eventualmente, puede volver a
emerger en forma de fuentes o formando parte de distintos cuerpos de agua (como
arroyos o ríos) o volver al océano a través del flujo subterráneo.
Solidificación:
Consiste en el pasaje del agua desde el estado líquido al sólido y ocurre cuando la
temperatura es menos a 0°C. El proceso de solidificación puede generarse en las
nubes, dando lugar a la formación de nieve o granizo, y también sobre las
superficies de lagos y ríos, cuando las temperaturas son lo suficiente bajas.