2.1 Y Siguientes Resumen (Bueno)

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BLOQUE 2.

La Edad Media: Tres culturas y un mapa político en constante cambio


(711-1474)

2.1. Al Ándalus: la conquista musulmana de la Península Ibérica. Emirato y


califato de Córdoba.

La llegada de los musulmanes a la Península se enmarca dentro del proceso de


expansión del Islam. La crisis de la monarquía visigoda y sus luchas facilitaron el
desembarco en Gibraltar en el año 711 de un ejército dirigido por Tarik y Muza que, tras
derrotar a Don Rodrigo, último rey visigodo en la batalla de Guadalete, ocuparon casi toda la
Península en 4 años ya que no hubo apenas resistencia. Tras la conquista, el territorio, que
pasó a llamarse Al-Ándalus se convirtió en una provincia o emirato dependiente del
imperio islámico de los Omeyas con capital en Damasco. La derrota ante los francos en
Poitiers en el año 736 frenó la expansión musulmana por Europa Occidental.
En el año 756, un miembro de esta familia, Abd-al-Rahmán, expulsada del califato
por los Abbasíes, llegó a Al Ándalus y lo convirtió en Emirato independiente políticamente
de Bagdad. Fue una etapa de consolidación del estado, aunque los conflictos entre las
distintas etnias musulmanas y las revueltas de la población mozárabe y muladí fueron
frecuentes. En el año 929, Abd-al-Rahmán III se autoproclamó califa, uniendo a la
independencia política la religiosa, y fundó el Califato de Córdoba, la época de mayor
esplendor político y cultural de Al-Ándalus. En torno al año 1.000 destaca la figura del
caudillo Almanzor, que frenó la expansión de los reinos cristianos. A su muerte, el califato se
fue debilitando por luchas internas y desapareció en el año 1031, dividiéndose en
numerosos reinos de Taifas.

2.2. Al Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí.

Tras la desaparición del Califato de Córdoba, en el 1031, el territorio de Al-Ándalus


quedó dividido en numerosos reinos de Taifas cuyo número fue variando. Económica y
culturalmente prósperas, pagaban tributos a los reinos cristianos que tenían una clara
superioridad militar.
A finales del s. XI, ante el avance territorial de los reinos cristianos, que, en 1085,
conquistan Toledo, piden ayuda a los almorávides, guerreros norteafricanos que detienen
el avance cristiano tras vencer en la batalla de Sagrajas a Alfonso VI y reunifican el territorio
andalusí, convirtiéndolo en una provincia de su imperio. A mitad del s XII los almohades,
un nuevo imperio formado en el norte de África, sustituyen a los almorávides, frenando la
expansión castellana en la batalla de Alarcos. En el año 1212, son derrotados por una
coalición de reinos cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa y los territorios
andalusíes van cayendo progresivamente en manos de los reinos cristianos.
Desde mediados del s. XIII solo sobrevive el reino nazarí de Granada,
gobernado por la dinastía de los BanuNasr o nazaríes y que dominaba un territorio que
abarcaba Almería, Granada y Málaga. Su supervivencia fue posible por el pago de fuertes
impuestos a Castilla, la compleja topografía del reino que facilitaba su defensa y, sobre todo,
por los problemas internos de los reinos cristianos. Su periodo de máximo esplendor fue el
siglo XIV, momento en el que se construyó la Alhambra. Las crisis políticas fueron
aprovechadas por los Reyes Católicos para conquistarlo en 1492.

2.3. Al Ándalus: economía, sociedad y cultura.

Al Ándalus tuvo un desarrollo económico muy superior al de los reinos cristianos. La


base económica era la agricultura, donde se perfeccionaron las técnicas de regadío y se
introdujeron cultivos como el algodón, el arroz, los cítricos o el azafrán. Las ciudades eran
los centros de una importante producción artesanal (textil, seda, orfebrería, cuero, cerámica,
etc.). Existía un activo comercio tanto interior como exterior, se exportaban productos
agrícolas y se importaban especias y productos de lujo, el uso de la moneda (dinar de oro y
dírham de plata) estaba generalizado.
La estructura social estaba determinada por criterios de carácter religioso que
establecían una división entre musulmanes y no musulmanes. Dentro de los musulmanes
existían diferencias de tipo étnico entre los árabes y sirios que controlaban los cargos
políticos, los bereberes, norteafricanos convertidos al Islam y los muladíes o hispano-
visigodos convertidos al Islam. Las minorías no musulmanas como judíos y mozárabes
pudieron mantener sus leyes y autoridades a cambio del pago de tributos.

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En al-Ándalus existió un elevado desarrollo cultural y trasmitirá a la Europa
medieval muchos conocimientos científicos y técnicos. Las matemáticas, la astronomía y la
medicina tuvieron un gran desarrollo y destacaron figuras como Ibn Hazm, Averroes o
Maimónides. Uno de sus legados más importantes es el arte: la mezquita de Córdoba, el
alminar de la mezquita de Sevilla (Giralda), el palacio de la Aljafería o el de la Alhambra
son algunos ejemplos.

2.4. Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas de la


Reconquista. Modelos de repoblación.

Las zonas montañosas del norte peninsular que habían quedado al margen de la
ocupación musulmana. En la zona cantábrica, tras la derrota de los musulmanes por D.
Pelayo en la batalla de Covadonga, 722, surgirá el reino de Asturias, que en el s. X pasa a
denominarse reino de León, y uno de sus condados, Castilla, que se hará independiente en
el s. X. En los Pirineos, los distintos condados que se van independizando del dominio
carolingio, darán lugar al reino de Navarra, el reino de Aragón, y los Condados
Catalanes.
La Reconquista o proceso de avance militar de los reinos cristianos sobre los
territorios sometidos a los musulmanes, fue acompañada de la repoblación o puesta en
explotación de los nuevos territorios. Este proceso pasó por una serie de etapas:
1. Del s. VIII al X los reinos cristianos que se limitaron a ocupar territorios casi
despoblados como la cuenca del Duero. Para repoblar el territorio, se utilizó el
procedimiento de presura, los que cultivaban la tierra se convertían en propietarios.
2. Del s. XI a la 1ª mitad del s. XII. los reinos cristianos toman la iniciativa militar con la
fragmentación de Al Ándalus. Alfonso VI conquista en 1085 Toledo. Los reinos
occidentales (León, Castilla y Portugal) llegan hasta el río Tajo y los orientales se
extienden hasta el valle del Ebro. En esta etapa predominó la repoblación concejil. Se
formaron villas y ciudades que recibían fueros o cartas pueblas con privilegios y
libertades para atraer a nuevos pobladores.
3. En la segunda mitad del s. XII, la llegada de los almohades y las disputas entre los
reinos cristianos frenan el avance conquistador que se limitó a los cursos altos de los
ríos Turia, Júcar y Guadiana. Eran zonas extensas, poco pobladas y peligrosas y la
repoblación se encomendó a las Órdenes Militares.
4. S. XIII: la victoria frente a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa
(1212) posibilitó un gran avance: Aragón, con Jaime I el conquistador se anexiona
Baleares y el reino de Valencia, y Castilla culminó con Alfonso X el sabio la conquista de
Andalucía y se incorporó el reino de Murcia. En estas zonas, los reyes otorgaron
repartimientos a los habían participado en las campañas militares en función de su
posición social. Sólo quedó el reino nazarí de Granada que se conquistaría en 1492.

2. 5. Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, régimen señorial


y sociedad estamental.

En los reinos hispanos medievales el rey ocupaba la cima del poder feudal, le
asesoraba la corte o Curia Regia (reunión de los magnates del clero y la nobleza). La
entrada en la Curia real de los representantes de las ciudades o burgueses, a partir del s.
XIII, dará lugar a la aparición de las Cortes cuya función era asesorar al rey y votar
impuestos extraordinarios. Mientras que en Castilla tuvieron siempre carácter consultivo, en
la corona de Aragón, tenían función legislativa.
El régimen señorial es consecuencia de una organización política basada en
relaciones personales de ayuda a cambio de beneficios. Los señoríos eran territorios dados
por el rey a particulares o instituciones, fueron evolucionando. Hasta el s. XII eran señoríos
territoriales o solariegos, se entregaba la propiedad de la tierra. Desde el s. XII los reyes
les otorgan el privilegio de inmunidad convirtiéndose en señoríos jurisdiccionales en los
que el señor asumía las funciones propias del monarca (justicia, impuestos, gobierno) sobre
los pobladores de la zona. El régimen señorial supuso el debilitamiento del poder monárquico
y el fortalecimiento de la nobleza laica y eclesial.
La sociedad feudal estaba dividida en estamentos a los que se accedía por
nacimiento con una estructura piramidal. En la cúspide estaba el Rey, a continuación los
grupos privilegiados (nobleza y clero), exentos del pago de impuestos y con leyes propias.
En la base se encontraba el estado llano, un grupo heterogéneo (campesinos, artesanos,
burgueses) que no tenía privilegios, pagaban impuestos y cuyo trabajo mantenía a los otros
estamentos.

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2. 6. Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del
Reino de Navarra al final de la Edad Media.

La Corona de Castilla (surgida tras la unión definitiva del reino de Castilla y el de


León con Fernando III en 1230) era un estado unitario, el poder del rey se consideraba de
origen divino y su autoridad se fue consolidando. Las Cortes, eran consultivas y su principal
función era aprobar nuevos impuestos. Otras instituciones eran el Consejo Real (asesoraba al
monarca), la Audiencia (impartía justicia) y Hacienda. Los municipios o concejos eran
controlados a través de regimientos y corregidores.
La Corona de Aragón era una confederación de reinos en la que cada uno tenía
leyes e instituciones propias pero que compartían un mismo rey. Se trataba además de una
monarquía pactista, el rey tenía limitado su poder por unas normas, derechos y costumbres
de cada reino que debía respetar. Cada uno de los reinos tenía sus propias Cortes, que eran
organismos de control de la Corona, existía además una comisión permanente (Diputación en
Aragón y Generalitat en Cataluña y Valencia) que supervisaba el cumplimiento de los
acuerdos. En cada reino el rey estaba representado por un gobernador o virrey. Existían
además cargos específicos como el Justicia Mayor de Aragón que juzgaba las disputas entre
los nobles y el rey. Había instituciones centrales como el Consejo Real y la Cancillería.
Por su parte, en el Reino de Navarra (bajo influencia francesa hasta el s. XIV)
como en la Corona de Aragón, prevaleció la doctrina pactista, y las prerrogativas de las
Cortes impidieron el fortalecimiento del poder de la monarquía. Había un Consejo Real y
unas Cortes, ante las cuales el rey debía jurar los fueros del reino y en cuyas reuniones se
promulgaban leyes.

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