Jean Chezard de Matel Resumen
Jean Chezard de Matel Resumen
Jean Chezard de Matel Resumen
Después de esto, Jeanne vio con claridad cuál era el llamado único de
Dios para ella. Nos dice en su Autobiografía que, en una experiencia
extraordinaria de oración, entendió que Dios le decía: “Te gusta el
recogimiento, pero mi Sabiduría desea algo diferente. Te he destinado para
que instituyas una Orden en Mi Nombre, que honre el hecho de que Mi
Persona se encarnara por amor a los seres humanos”. Para 1625, Jeanne veía
con mayor claridad el llamado de Dios, y entendió que Dios quería que ella
fundara una nueva congregación religiosa.
Los extensos escritos de Jeanne muestran que ella era una mujer
profunda y apasionadamente enamorada de Dios. En todas las cosas, ella
estaba a la escucha de la Voluntad de Dios. La Sagrada Escritura, el ritmo del
año litúrgico, y las vidas de los santos nutrieron constantemente la
espiritualidad de Jeanne. El Sermón de la Montaña, y en especial las
Bienaventuranzas, caracterizaron con toda claridad el espíritu de Jeanne y el
de la Orden. La vida, la oración y los escritos de Jeanne se enriquecieron en
gran medida con las imágenes de la Sagrada Escritura, la naturaleza y la
vida… imágenes a través de las cuales ella siempre trató de expresar el
misterio de la “presencia de Dios” en medio de nosotros, que es algo
imposible de expresar. Jeanne ha inspirado a hombres y mujeres a lo largo
de cuatrocientos años a centrar su vida en la Persona de Jesús, el Verbo
Encarnado, a siendo evangelizadores de la gracia del Evangelio del Amor y la
Bondad, en la tradición de María Magdalena, la Samaritana y otros
discípulos del Señor.
Fuente: Convento del Verbo Encarnado y el Santísimo Sacramento, 6618
Pearl Road Parma Heights, Ohio 44130-3808 | Ph: 440.88
LA ESPIRITUALIDAD DE JEANNE
La vida de Jeanne se centró en la Persona de Jesús, el Verbo que se
hizo carne por amor a nosotros. Ella veía a Jesús como la puerta a través de
la cual llegamos al Padre y después a nuestro prójimo. El Espíritu prepara
nuestro corazón para recibir en él a Dios. Toda la vida de Jeanne fue un
esfuerzo por responder al amor que Dios derramaba en ella.
A través de la Eucaristía, Jeanne experimentó el amor íntimo del
Verbo Encarnado. Ella anhelaba ser esa presencia para otros permitiendo
que Dios hiciera de su vida una palabra y un sacramento de amor.