La autora se presenta y cuenta detalles sobre su vida, incluyendo que nació en Perú, le gusta cantar, bailar y pintar, y quiere estudiar odontología. Tuvo un nacimiento difícil que requirió una semana de hospitalización, pero se recuperó por las oraciones de su familia. Asistió a varios jardines de infantes y ahora estudia en el colegio adventista John Andrews, donde ha hecho dos buenas amigas a pesar de inicialmente no llevarse bien con una de ellas.
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La autora se presenta y cuenta detalles sobre su vida, incluyendo que nació en Perú, le gusta cantar, bailar y pintar, y quiere estudiar odontología. Tuvo un nacimiento difícil que requirió una semana de hospitalización, pero se recuperó por las oraciones de su familia. Asistió a varios jardines de infantes y ahora estudia en el colegio adventista John Andrews, donde ha hecho dos buenas amigas a pesar de inicialmente no llevarse bien con una de ellas.
La autora se presenta y cuenta detalles sobre su vida, incluyendo que nació en Perú, le gusta cantar, bailar y pintar, y quiere estudiar odontología. Tuvo un nacimiento difícil que requirió una semana de hospitalización, pero se recuperó por las oraciones de su familia. Asistió a varios jardines de infantes y ahora estudia en el colegio adventista John Andrews, donde ha hecho dos buenas amigas a pesar de inicialmente no llevarse bien con una de ellas.
La autora se presenta y cuenta detalles sobre su vida, incluyendo que nació en Perú, le gusta cantar, bailar y pintar, y quiere estudiar odontología. Tuvo un nacimiento difícil que requirió una semana de hospitalización, pero se recuperó por las oraciones de su familia. Asistió a varios jardines de infantes y ahora estudia en el colegio adventista John Andrews, donde ha hecho dos buenas amigas a pesar de inicialmente no llevarse bien con una de ellas.
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INTRODUCCIÓN
Me llamo Ana Estrella de Belén Fernández Mejía tengo 15 años y nací
en Cajamarca – Perú el 09 de octubre del 2007 mido 1.58 vivo con mis padres y mis dos hermanos, estudio en el colegio adventista John Andrews. Me gusta cantar, bailar y pintar también me gustaría estudiar la carrera de odontología, mis colores favoritos son el negro, el blanco y el rojo, mis clases favoritas son inglés y comunicación y mis animales favoritos son los hámsteres y los perros, me gustaría viajar a Argentina, Estados Unidos e Inglaterra, tengo algunos amigos, pero en especial tengo dos mejores amigas. Me hace muy feliz ayudar a los demás también me hace feliz pintar, tengo algunos defectos como ser tímida y me enojo rápido pero también tengo virtudes como ser responsable y respetuosa. Me gusta comer hamburguesa y pizza, aunque también me gusta comer tallarines, pero no me gusta el pescado. Mis cantantes favoritos son The Weeknd y Drake y mis actores favoritos son Andrew Garfield y Timothée Chalamet. Escucho canciones de todo tipo, pero los que más me gustan son las canciones en inglés. Cuando sea grande quiero trabajar a parte de estudiar para así conseguir un poco de dinero para pagar mis estudios, además que quiero empezar a especializarme en la pintura y a bailar mejor, me gustan las películas de Disney. Yo y solo yo soy capaz de recordar que es lo que pasó en mi vida y contar mi historia a través de un libro. La mayoría llega a este mundo sin saber porque, pero yo se porque vine a este mundo, quiero ser algo en algo en la vida, alguien importante y saben que lo voy a lograr. Comenzaré por el principio, en Perú en el departamento de Cajamarca había una familia de tres, un hombre llamado Steeve Martín Fernández Pérez con 36 años, una mujer llamada Rosario Verónica Mejía Crespín con 34 años y su hijo de apenas solo 5 años llamado Steeve de Jesús Fernández Mejía. Esa pequeña familia nuclear estaba esperando una hija, en el año 2007 esa mujer dio a luz a la hora 11 de mañana del 9 octubre de ese año nació una pequeña bebita. Pero mi nacimiento no fue nada sencillo, desde el primer momento fue una prueba tanto para mis padres como para mí. Mis padres se fueron a ver al ginecólogo en la clínica San Francisco, pero se llevaron una gran sorpresa, él no se encontraba. Al nacer no lloraba como cualquier bebé normal lo haría, luego me dieron de alta y me llevaron a mi casa. Ese día me empezó a dar fiebre alta por eso mis papás me llevaron a la clínica, el pediatra me examino y me internaron. En la noche mis papás y mi abuela se pusieron a orar, después de una semana el doctor les dio un examen de la enfermedad que me habían detectado la cual era meninges y cuanto había afectado a mi cerebro. Por las oraciones de mis padres y mi abuela que siempre me a acompañado, me sané por la gracia de Dios. Después de tres años entre al jardín I.E.P. “Los Angelitos” y estuve dos años, luego me cambiaron de jardín, estuve en I.E.P. “La Católica” y ahí me quedé hasta terminar mi primaria, luego me cambié a la institución adventista John Andrews. Conocí a mi primera amiga en el jardín, asistí a una reunión de padres y encontré a mis compañeras para jugar, decidimos jugar a las chapadas y cuando estaba corriendo me choqué con una compañera y me sangró la nariz, entré al salón donde estaban todos los padres reunidos y llamó a mi mamá, ella sale apurada y ve que mi nariz sangraba, ella me preguntó que fue lo que sucedió y yo le conté que fue lo que pasó. En eso la compañera con la que me había topado se acercó a mí, me pidió disculpas y me abrazó. Desde ese día fuimos mejores amigas, pero luego todo cambió. Ella se mudó a Lima y nos comunicamos por unos años, de ahí no la he vuelto a hablar ni a saber nada de ella. En sexto grado de primaria tenia una mejor amiga llamada Mitchell, yo tenia varios amigos, en eso una ex compañera viene al salón y no le hablé por que me caía mal. Pasan los días y veía que hablaban con ella y yo seguía sin hablarle, luego me dije porque me caía mal si no tenía ningún motivo. Pasaron algunos días y ella me empezó a hablar y nos volvimos más cercanas y junto con mi mejor amiga Mitchell. Al siguiente año nos empezamos a hablar más y nos volvimos mejores amigas. Este año en el colegio John Andrews no conocía a nadie excepto dos personas que estudiaron conmigo el año pasado, cuando pasaron los días empecé a hablar con una compañera que se llamaba Jasmin, unas semanas después llegó al salón una compañera llamada Melina en seguida me volví amiga de ella, al principio Jamin y Melina no se hablaban y como yo era amiga de las dos, tenía que estar con las dos por separado. Después de unos meses vi que ellas se empezaron a hablar y desde ese día fuimos mejores amigas.