Interpretaciones y Transformaciones Tecnológicas en El Proceso de Globalización
Interpretaciones y Transformaciones Tecnológicas en El Proceso de Globalización
Interpretaciones y Transformaciones Tecnológicas en El Proceso de Globalización
globalización
Resumen:
Artículo de reflexión sobre las diferentes interpretaciones que variados autores han hecho del
proceso de la globalización, unas a favor, otras en contra; unas totalizantes, otras enfocadas a
alguna de sus dimensiones, y la relación directa de su ocurrencia con la aparición de profundos
cambios tecnológicos que ocasionaron modificaciones de tal importancia en el
comportamiento de la humanidad que difícilmente se podrían echar atrás, con lo cual se
maneja la hipótesis de que la globalización constituye un proceso histórico, de carácter
multidimensional, con contenidos estructurales y de sistematicidad difícilmente reversible
ante los profundos cambios y transformaciones tecnológicas producidas, especialmente en
comunicaciones y transporte, que han permitido interconectar el planeta en tiempo real,
poniendo en interacción a los diferentes actores del sistema internacional.
Introducción
Para Braudel, hay tres tiempos en la consideración de la historia: “el tiempo largo o la ‘la
historia casi inmóvil’, la historia lenta peculiar a la economía y a la sociedad y finalmente el
tiempo corto, inherente a las transformaciones que se producen en la vida pública”. (Braudel,
1966, p.16).
Sobre la globalización se han adoptado posiciones extremas entre globalistas y escépticos, así
como posiciones intermedias, como la de los transformacionalistas1 . Esta diferencia de
posiciones se debe, en parte, a los resultados inequitativos en los beneficios de la globalización
y a interpretaciones distintas de lo que viene siendo la evolución del capitalismo. Esta brecha
es recogida por los británicos David Held y Anthony McGrew, al considerar que: “Dado que una
proporción sustancial de la población mundial está ampliamente excluida de los beneficios de
la globalización, esta resulta ser un proceso profundamente divisivo y, en consecuencia,
vigorosamente disputado. La irregularidad de la globalización impide que sea un proceso
universal que se experimenta de forma uniforme en todo el planeta” (Held y McGrew, 2003, p.
13).
• O que, en el siglo XIX, se hubiese seguido dependiendo del viento, cuando la navegación a
vapor liberaba de esa dependencia, o dejado de aprovechar un medio de transporte como el
ferrocarril, que rompía los límites de velocidad imperantes desde comienzos de la humanidad
Las transformaciones y cambios tecnológicos aportados por los periodos de globalización son
de tal importancia y alcance que la humanidad ha ido ingresando en nuevos contextos de
estilos de vida prácticamente irreversibles, pero no imposibles de ajustar y mejorar en aquellos
resultados negativos de pobreza y distribución inequitativa del ingreso, de marginamiento de
ciertas poblaciones del aprovechamiento de los cambios tecnológicos y de efectos
desestabilizadores por las reiteradas crisis financieras características del proceso cíclico del
capitalismo.
Interpretaciones de la globalización
Las interpretaciones de la globalización son muy variadas y dispersas. Lo sostienen
entre otros, los británicos David Held y Anthony McGrew, que sobresalen entre los
autores más dedicados al estudio de estos procesos: “No ha existido ninguna
interpretación concreta de la globalización que haya alcanzado la condición de
ortodoxia en los círculos académicos. Al contrario, hay teorías contrapuestas que
pugnan por la supremacía” (Held 2003, p. 14).
Analizar o interpretar la globalización no es, entonces, una labor fácil. Lo establece
Bob Jessop al afirmar que “la globalización es un resultado complejo y caótico de
series de procesos de escalas múltiples, plazos temporales múltiples y centros
neurálgicos también múltiples que operan en contextos estructurales concretos” (2000,
p. 95). Como tampoco es fácil construir una teoría de la globalización, como lo
sostiene el investigador Néstor García Canclini: “Si no contamos con una teoría no es
solo por deficiencias en el estado actual del conocimiento sino también porque lo
fragmentario es un rasgo estructural de los procesos globalizadores” (1999, p. 49). Y
porque, además de fragmentario, no tiene permanencia y continuidad en el tiempo,
como lo plantea Hugo Fazio: “La globalización no es un proceso lineal, sino que está
sacudido por momentos de intensificación y otros de desaceleración de las tendencias
globalizadoras” (2002, p.42).
La estructuración de un primer orden económico mundial en el siglo xv es corroborada
por el argentino Aldo Ferrer, quien afirma: “Tiene exactamente una antigüedad de
cinco siglos. Comienza en la última década del siglo xv. Entonces, por primera vez en
la historia, se verificaron simultáneamente dos condiciones: el aumento de la
productividad del trabajo y un orden mundial global” (1996, p. 1). Para quienes ubican
un primer periodo de la globalización en la segunda mitad del siglo xix, interrumpido
por el estallido de la primera guerra mundial (1870-1913), después de la segunda
guerra mundial se presenta un segundo y un tercer periodo entre 1945 y 1973 y de
1973 a nuestros días4 . Hablar de globalización es hablar de la evolución del
capitalismo en diferentes épocas de la historia, bajo miradas interpretativas propias de
defensores y detractores. En interpretaciones críticas como la marxista, se incorpora el
componente de universalización del proceso, como se observa en estos extractos del
Manifiesto comunista promulgado en 1848 por Carlos Marx, en asocio con Federico
Engels
Para la Organización Internacional del Trabajo, OIT, la globalización significó, en sus
comienzos, “una ola de liberalización de los intercambios, las inversiones y los flujos
de capitales, así como la importancia creciente de todos estos flujos y de la
competencia internacional en la economía mundial” (1996, p. 1)
Esta interpretación contextualiza cuatro campos de transformaciones fundamentales
de la globalización: el económico, el político, el tecnológico y el cultural. Una definición
más envolvente que reafirme el carácter multidimensional es la del historiador Fernand
Braudel, para quien cualquier fenómeno social se debe analizar desde cuatro ejes:
espacio, tiempo, órdenes sociales y jerarquía. El académico canadiense Eric Helleiner
recoge sus planteamientos afirmando que “Desde una perspectiva braudeliana, la
globalización económica es una intensificación de relaciones económicas mundiales
que es posible considerar como un proceso económico, político, social y cultural que
ocurre a varias velocidades históricas e involucra una contracción de espacio, tiempo y
jerarquía” (2000, p. 14)
Con relación a los cuatro órdenes sociales señalados por Braudel, el económico se
caracteriza por la universalización de los intercambios comerciales; el político, por la
proliferación de regímenes e instituciones globales; el social, por élites empresariales
globales, funcionarios de organizaciones internacionales y elementos de burocracias
estatales, acompañados del desarrollo de una amplia sociedad civil global, y el
cultural, por la expansión de la modernidad y un movimiento cultural postmoderno, así
como el resurgimiento de identificaciones localistas y microrregionales e intensificación
de encuentros interculturales (Helleiner, 2000, pp. 9-11)
la universalización y globalización de la sociedad internacional, a través de un proceso
mediante el cual se ha pasado de un mundo de sociedades internacionales
particulares o regionales, más o menos aisladas o en contacto entre sí, a un mundo en
el que se puede afirmar la existencia, por primera vez en la historia, de una sociedad
internacional universal o planetaria” (del Arenal, 1994, p. 16).
La aparición del Estado en el siglo xvii, con base en los tratados de Westfalia de 1648, permitió
desarrollar una lógica estatal soportada en tres componentes: territorialidad, soberanía y
población, en donde el componente territorial tendría efectos importantes en la delimitación
de espacios nacionales, sobre los cuales los Estados ejercerían la soberanía política, económica
y comercial, antesala del desarrollo de transacciones comerciales entre unidades políticas
debidamente conformadas que consolidarían fases de globalización.
Entre los inventos que facilitaron la segunda ola de globalización, sobresale la generalización
de la navegación a vapor, que permitió navegar sin depender más del viento, complementada
con desplazamientos a velocidades mayores del recién inventado ferrocarril, así como las
primeras conexiones transoceánicas mediante el telégrafo y loscables submarinos y las
facilidades de información y de comunicación brindadas por la radio y el teléfono y la amplia
difusión de la imprenta, que condujo a la publicación de los primeros diarios modernos y el
surgimiento del concepto de noticia. Estas transformaciones tecnológicas influyeron no solo en
la producción industrial sino en la forma de vida del ciudadano, gracias a la invención de
nuevos objetos que le cambiaron el entorno al que estaba acostumbrado y modificaron las
nociones de espacio y tiempo, tal como lo detalla Hugo Fazio: “Fue en el último tercio del siglo
xix cuando apareció una serie de objetos sin los cuales sería difícil imaginar las sociedades del
siglo xix: el motor de combustión interna, el teléfono, el gramófono, la lámpara eléctrica, la
bicicleta, la máquina de escribir, las fibras sintéticas y ramas industriales que convulsionarían la
historia en las décadas siguientes, como la microbiología, la bioquímica, la física subatómica y
la bacteriología” (2008, p. 73). Las innovaciones tecnológicas que impulsaron la comunicación
y una mayor interacción ciudadanas a finales del siglo xix fueron muchas más. Recordar,
además de la radio y el teléfono, la reproducción sonora de grabaciones analógicas en 1885, la
proyección cinematográfica de los hermanos Lumière en París en 1895, las ondas hertzianas de
Marconi para la telegrafía sin hilo en 1899 y la generalización de la electricidad con la
invención de los generadores y los dínamos. En el campo de la información escrita, en 1888,
salió en Londres el primer ejemplar del Financial Times y, al año siguiente, en Nueva York, el
primer número del Wall Street Journal
Las avanzadas investigaciones de laboratorio han permitido conocer el ADN como molécula
determinante de los procesos de vida y construir el genoma humano, con implicaciones
importantes en la lucha contra diversas enfermedades. A esto se, agregan las perspectivas de
la biogenética, que junto con la miniaturización alcanzada en la nanomedicina, prometen
soluciones para muchos de los males de la humanidad y el aumento en las perspectivas de una
mayor longevidad en mejores condiciones de vida. Nanomedicina, que con la nanoelectrónica,
la nanotecnología molecular, la nanobiotecnología o la nanoingeniería, componentes todas de
la nanotecnología, serán ramas de la ciencia que revolucionarán profundamente las
condiciones de trabajo, habitabilidad y salud del ser humano en el presente siglo. Los niveles
de miniaturización comenzaron con el micrón, equivalente a una milésima de la milésima parte
de un metro, en la que se trabajó en la producción de memorias y circuitos de computación y,
en 1995, el tamaño se había reducido a un tercio de micrón. Hasta llegar al nanómetro, que
viene a ser la milésima de una millonésima de metro, o una milmillonésima de metro o
millonésima de un milímetro (0,000000001). En él, caben entre tres y cinco átomos, lo cual da
una idea de la pequeñez a la que se ha llegado (Carletti, 2002). La nanotecnología permite
trabajar y manipular las estructuras moleculares y sus átomos y llevará a una nueva Revolución
Industrial en el siglo xxi. En el transporte marítimo, las innovaciones tecnológicas comenzaron
luego de la Segunda Guerra Mundial, con la aparición de formas de movilizar cargas con mayor
eficiencia y la fabricación de buques especializados, contribuyendo al incremento del comercio
exterior. Se inició con el manejo y estiba de la carga en procesos de unitarización, al encontrar
que “en lugar de manipular con diversos medios mecánicos un sinnúmero de cargas
diferentes, era mejor manipular en bloque con un solo medio mecánico cargas cuyos envases
sean idénticos, o sea en unidades bajo las diversas formas que ellas revisten” (Cepal, 1976, p.
3). Esto condujo a la normalización de pallets y containers. Fue un avance importante terminar
la movilización de bultos o cajas sueltas en hombros de porteadores realizada durante miles de
años, para pasar a la consolidación de cajas o bultos en paletas o pallets20. Y de movilizar
pallets, fue fácil pasar a mediados
Conclusión
Ciudadanos del mundo, sociedad civil interconectada y participativa, expansión planetaria del
conocimiento, movilización y transporte universal de bienes y servicios y revolución en
tecnologías de punta son características de la globalización contemporánea soportada en
transformaciones tecnológicas de tal magnitud y profundidad que hacen difícilmente
reversible el proceso, al igual que las transformaciones tecnológicas desarrolladas en periodos
anteriores de la globalización.
Referencias bibliográficas
Arenal, C. del (1994). Introducción a las relaciones internacionales. Madrid: Editorial Tecnos.
Badie, B. y M. C. Smouts. (1999). Le retournement du monde. Sociologie de la scène
internationale. Paris: Presses de Science Po et Dalloz. Banco Mundial (2011). 2011 World Bank
Strategy Sector Information & Communication Technologies Approach Paper. Recuperado de
http://siteresources.worldbank. org/INTICSTRATEGY/Resources/2010-11-
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