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FILOSOFÍA EVAU 2021

DOS TIPOS DE CONOCIMIENTO Y DOS TIPOS DE


REALIDAD
Platón es un filósofo ateniense del siglo IV a.C., discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles,
impartió sus enseñanzas en la Academia. La filosofía platónica se ve influenciada fundamentalmente por
Sócrates, y en menor medida por los pitagóricos. Sus obras están escritas en forma de diálogo, siendo
algunas de las más importantes La República, Apología de Sócrates y El Banquete.

Mediante la teoría de las ideas, Platón intenta responder a la pregunta por la realidad, en este
sentido uno de los principios fundamentales de la filosofía de Platón es el dualismo ontológico. Para
Platón La esencia, (lo que hace que un objeto sea ese y no otro) no se encuentra en este mundo físico sino
en el mundo de las ideas o esencias, por lo tanto realiza una división de la realidad en dos mundos: el
sensible y el de las ideas y separa la realidad en dos ámbitos, uno físico y otro inteligible.

Las ideas se caracterizan por ser eternas (sin principio ni fin), inmutables (no pueden cambiar),
universales o únicas, inmateriales por tanto inteligibles, perfectas y son la causa o modelo del mundo
sensible.

Por otro lado, el mundo sensible aparece con características opuestas: temporal, mutable, particular
(todos los objetos son diferentes), material por tanto cognoscible por los sentidos, imperfecto y una copia
del mundo de las ideas.

La relación entre el mundo sensible y el de las ideas es de imitación y participación, esto es, la
esencia es el modelo de lo excelente, y los objetos son copias imperfectas sometidas al cambio de este
modelo, en este sentido, los objetos del mundo sensible participan de esta perfección aunque no sean
perfectos .

El mundo de las ideas está organizado jerárquicamente, englobando cada idea en otra más general, siendo
su cúspide la idea de Bien o perfección. Los objetos del mundo sensible poseen una relación de imitación
y participación con su esencia, que a su vez participa directamente de la idea de Bien o perfección, por lo
que todo en el mundo de las ideas es perfecto, y lo que existe en el mundo sensible posee cierto grado de
perfección en función de
la participación con la idea que le corresponde. Platón además intenta explicar el origen de la realidad
mediante su teoría de las ideas: el arjé del mundo sensible es el mundo de las ideas, que no tiene origen
porque es inmutable y eterno, aunque se podría englobar dentro de la idea de bien, que unifica toda la
realidad.
Posteriormente, Platón introduce la figura del Demiurgo, que no es un dios creador, sino una
inteligencia ordenadora, conociendo la perfección del mundo de las ideas y utilizando materia, realiza las
copias del mundo de las ideas en el sensible.
Para desarrollar esta teoría, Platón se basa en las de otros filósofos como Sócrates (existe un
sentido universal e inmutable de las virtudes), los pitagóricos (origen abstracto e inmaterial de la realidad)
y Heráclito y Parménides que según Platón ambos están en lo cierto ya que el mundo sensible está en
cambio constante como establecía Heráclito pero las ideas son inmutables y podemos conocerlas gracias a
la razón como decía Parménides.
Para conocer el mundo de las ideas, debemos poder llegar hasta el conocimiento de la idea de Bien
o perfección, que es la cúspide del mismo. Ese recorrido que nos permite alcanzar el conocimiento del
Bien es la dialéctica, y puede tener dos sentidos: ascendente, que consiste en alcanzar la idea de bien; y
descendente, “volver” al mundo sensible siendo capaz de explicar qué es cada cosa y porqué. Aquel que
recorre estos dos sentidos de la dialéctica puede ser considerado como sabio o filósofo.

La dialéctica tiene una serie de pasos o niveles que culminan con la idea de bien, los grados de
conocimiento (en sentido ascendente):
▪ Conocimiento del mundo sensible u opinión: es el conocimiento que podemos llegar a alcanzar de
los objetos del mundo sensible mediante los sentidos, y se divide en: ° Imaginación: es un
conocimiento indirecto de los objetos del mundo sensible.
° Creencia: es el conocimiento directo a través de los sentidos que podemos tener de los objetos
del mundo sensible.
▪ Conocimiento del mundo de las ideas o conocimiento propiamente dicho: Es el conocimiento del
mundo de las ideas mediante la razón, y se divide en: ° Pensamiento: es el conocimiento racional
que podemos alcanzar de las ideas más particulares. Genera el conocimiento matemático lógico.
° Ciencia o sabiduría: es el conocimiento de las ideas supremas, y de la idea de Bien. El sabio es
el que alcanza este nivel del conocimiento.
Platón plantea además la teoría de la reminiscencia o de la anámnesis, que afirma que conocer es
recordar lo que el alma ya sabía, es decir, el alma, al ser encerrada en el mundo sensible, olvida
parcialmente qué era y de dónde venía. Al ver los objetos del mundo sensible, el alma recuerda parte de lo
que conocía del mundo de las ideas.
PLATÓN: ÉTICA Y POLÍTICA
Platón es un filósofo ateniense del siglo IV a.C., discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles,
impartió sus enseñanzas en la Academia. La filosofía platónica se ve influenciada fundamentalmente por
Sócrates, y en menor medida por los pitagóricos. Sus obras están escritas en forma de diálogo.
Para explicar la ética y la política de platón es necesario explicar el dualismo antropológico de
Platón, donde se describe al hombre como un ser compuesto: un alma y un cuerpo unidos temporal y
accidentalmente
Mediante el dualismo antropológico, Platón describe al hombre como un ser compuesto de
cuerpo y alma. El alma o el yo es lo esencial de cada persona, que ha sido castigada, a permanecer
encerrada dentro de un cuerpo en el mundo sensible. Esta es una unión accidental, porque su naturaleza
no es estar juntos; a esto se le llama dualismo antropológico. Cuando el cuerpo muere, si el alma se ha
purificado, vuelve al mundo de las ideas. Por el contrario, si el alma no se ha purificado, volverá a
reencarnarse en el mundo sensible.
Según Platón, el alma es tripartita, es decir, consta de tres partes donde cada una de ellas se
encargan de una función determinada:
o Concupiscible: se ocupa de las pasiones más bajas, de la búsqueda del placer temporal y se encuentra
del vientre.
o Irascible: es también pasional, pero se ocupa de los impulsos más elevados y nobles como la
valentía, el coraje … Se sitúa en el pecho.
o Racional: se ocupa del pensamiento, el razonamiento y el conocimiento intelectual. Se sitúa en la
cabeza y debe controlar a las otras dos partes del alma.
Este dualismo antropológico es explicado por Platón mediante el mito del carro alado. Según este, el alma
es como un carro tirado por dos caballos; uno de ellos simboliza las inclinaciones o impulsos nobles,
representa a la parte irascible del alma, mientras que el otro se refiere a los apetitos y deseos propios de la
parte concupiscible; el auriga o conductor representa la parte racional, que debe dirigir a ambos hacia el
destino del alma que consiste en alcanzar y contemplar nuevamente el mundo de las ideas. Para alcanzar la
felicidad, fundamento de la ética platónica, debe haber un dominio de la razón sobre las otras dos partes del
alma. Platón identifica la felicidad con la contemplación del mundo de las ideas y en concreto de la idea de
Bien. La única forma que tenemos de aproximarnos a este mundo es mediante el conocimiento y a través del
recorrido de la dialéctica. Para conseguir que la razón alcance el conocimiento supremo, y que por tanto el
hombre se aproxime a la felicidad, debemos ayudarnos de la virtud, Platón identifica la virtud con el saber,
con la purificación del alma (para volver al mundo de las ideas) y con el dominio de la razón sobre las otras
dos partes del alma. El hombre ideal, al que Platón asocia con la imagen del auriga que gobierna a los dos
caballos, se consigue si cada una de las partes del alma realiza su actividad conforme a una virtud
característica propia. Platón propone cuatro tipos de virtudes:
• Moderación o templanza: es la virtud correspondiente con el alma concupiscible y consiste en la
moderación en los placeres y pasiones.
• Fortaleza o valentía: ser tenaz y constante en los propósitos. Es la virtud correspondiente al
alma irascible.
• Sabiduría práctica o prudencia: saber lo que hay que hacer en cada momento o afrontar una
circunstancia de la mejor manera posible.
Una vez que cada parte del alma realiza su actividad acorde con la virtud que lo caracteriza, el ser
humano está en equilibrio. Platón identifica este equilibrio con una cuarta virtud, la justicia.
En este sentido, la política platónica explica cómo se debe organizar la sociedad. Platón distingue tres
grupos sociales en base a las tres partes del alma, por tanto, para Platón, la estructura social debe ser un
reflejo de cómo es la persona. En función de esto, Platón divide la sociedad en tres grupos sociales:
• Productores: es el grupo más numeroso, y en él predomina el alma concupiscible. Estos se
dedican a producir, y deben realizar su actividad con moderación o templanza.
• Guardianes: es un grupo menos numeroso, y se dedican a proteger a la sociedad de los enemigos.
Predomina en este grupo el alma irascible, y debe realizar su actividad con valentía o fortaleza.
• Gobernantes: es el grupo menos numeroso, que gobierna la polis y guía al pueblo. Predomina en
este grupo el alma racional, deben realizar su labor con prudencia o sabiduría práctica.
Los sabios deben gobernar, según Platón, porque han alcanzado el conocimiento de la idea de bien, y por
tanto pueden hacer leyes justas y que busquen el bien común, llevando a la sociedad hacia el bien para
evitar injusticias, como la de su maestro Sócrates. Este sistema político es el gobierno de los sabios o los
filósofos.
Texto de Ev.A.U. de Platón:
“Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho,
comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión, y la luz del fuego que hay en ella
con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma
hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios
sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al
final, y con dificultad, es la idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas
y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y
productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en
lo privado como en lo público”
Platón, “La República”, Libro VII
CUESTIÓN: Con respecto al texto: (1) sitúa al autor en su momento histórico, (2) indica las ideas principales,
(3) explícalas y (4) contesta razonadamente a la siguiente cuestión: ….

-. Sitúa al autor en su momento histórico.


Platón es un filósofo del siglo IV a. C. y fue el discípulo más destacado de Sócrates. Después de
varios viajes, fundó una escuela llamada Academia, en la que estudiaría Aristóteles, que se convertiría en el
mejor de los discípulos de Platón.
-. Indica las ideas principales.
- La caverna representa el mundo sensible, que es aquello que conocemos por los sentidos; la luz del
fuego significa el gran poder de iluminar que posee las Ideas sobre este mundo.
- El conocimiento que posee el alma acerca de las Ideas es un proceso ascendente, denominado
dialéctica, que culmina con el conocimiento de la idea de Bien.
- El sol representa la idea del Bien. Ésta es la Idea más importante, puesto que es la causa de todo lo
bello, lo justo y lo verdadero que existe.
- El que alcanza el conocimiento de la idea Bien es el sabio, en la vida particular alcanza la plenitud, y
en la política se ocupa del gobierno.
-. Explícalas.
En este texto Platón aborda cuál es el fundamento metafísico de la Realidad, pero también trata sobre
cómo el hombre puede llegar a conocer ese fundamento.
Es muy claro el dualismo ontológico defendido por Platón: el mundo sensible, por un lado, y, por
otro, el mundo de lo inteligible o de las Ideas. Platón establece que al mundo sensible (el interior de la cueva)
le corresponde el movimiento, la apariencia y las meras opiniones subjetivas. Es un mundo de sombras,
donde es muy difícil “ver” la verdad de las cosas. El mundo de las Ideas (el mundo de lo inteligible) es
inmutable, eterno y verdadero; en él, las esencias son las que explican el significado de los fenómenos. La
Idea del Bien (el sol en el mito) ocupa el lugar más alto e importante.
La división ontológica anterior exige a Platón preguntarse por el conocimiento de las Ideas. En la
alegoría, el prisionero sube con dificultad hasta la entrada de la cueva y, después de un tiempo de adaptación
a la luz, llega a ver directamente el sol. Quien conoce realmente es el alma del hombre; sin embargo, el
conocimiento de las Ideas es muy difícil, pues el alma humana tiene que partir de sus apegos materiales y de
sus opiniones falsas para ir ascendiendo hasta la contemplación de la Idea del Bien.
Son muy pocos los que alcanzan el final del proceso. Después de realizar el recorrido de la
dialéctica, puede contemplar la Idea del Bien. Quienes así lo consiguen son los sabios o filósofos. El filósofo
conoce que toda la verdad, la justicia y la belleza que existe en el ámbito material o sensible procede de las
Ideas. Por ello, la tendencia natural del filósofo es la contemplación de las Ideas, en especial de la idea del
Bien.
El carácter práctico del conocimiento de la Idea del Bien está en que el filósofo debe regir o gobernar
la sociedad, de modo que él pudiera iluminar a quienes están en las sombras del mundo. La mejor sociedad
sería la que estuviera gobernada por los filósofos, los cuales asumirían el gobierno por responsabilidad u
obligación y no por gusto.
-. Contesta con razones a una pregunta de reflexión sobre la vigencia actual del texto.
ARISTÓTELES: NATURALEZA, HILEMORFISMO Y
TELEOLOGÍA
Aristóteles nació en Estagira, (Tracia) del siglo IV a.C. Discípulo de Platón, abandonó la Academia
tras la muerte de éste, fundando su propia escuela, el Liceo. Fue tutor de Alejandro Magno, y entre sus
obras destaca la Metafísica, la Física o la Ética a Nicómaco.

Tras salir de la Academia platónica, la filosofía de Aristóteles se va alejando cada vez más de la de su
maestro, adquiriendo una entidad propia y original. Una de las dimensiones de la filosofía aristotélica
es la respuesta a la pregunta sobre la realidad, argumentada mediante la teoría hilemórfica, que divide
la sustancia en: materia (hilé) y forma (morfé).

Aristóteles, a diferencia de su maestro, sitúa la esencia en el objeto, por lo tanto, sólo hay una
realidad, que es un conjunto de sustancias, compuestas cada una de ellas por dos partes: materia, que
es el sustrato físico del que se compone la sustancia; y forma, la esencia que configura que ese objeto
sea ése y no otro.

Toda sustancia también, tiene algo en potencia y algo en acto. El acto es lo que es una sustancia en el
momento presente, y la potencia es lo que una sustancia no es en el presente, pero puede llegar a ser en
el futuro. Por ejemplo, una semilla es en acto, una semilla, y en potencia un árbol. Para Aristóteles, el
movimiento es el paso de la potencia al acto, o la actualización de la potencia.

Para que se produzca el movimiento, se tienen que dar cuatro causas:


° Causa material: es la materia en la que se produce el cambio.
° Causa formal: es la forma en la que se va a producir o la que va a adquirir tras el cambio.
° Causa eficiente: es el agente externo que impulsa o que genera el cambio.
° Causa final: es el término o finalidad por el que se produce el cambio.

La causa final de los movimientos que se producen en los seres naturales es el sentido teleológico o
teleología significa que cada sustancia tiende a alcanzar la perfección que le es propia, porque para
Aristóteles el bien o perfección es algo inmanente a la sustancia, es decir, que a cada sustancia le
pertenece un bien, por lo tanto, cada sustancia tiene un bien que desarrollar. El bien para Aristóteles es,
por tanto, propio de cada sustancia, y cada sustancia tiene el suyo.

Teniendo en cuenta que cada sustancia tiende a alcanzar el bien que le es propio, entonces la naturaleza
se define como principio interno de movimiento, es decir cada sustancia tiene un principio de
movimiento que le impulsa a alcanzar el bien que le es propio. Según esto, Aristóteles diferencia:

° Seres naturales: son aquellos que, por el hecho de ser lo que son tienen principio interno de
movimiento.
° Seres artificiales: son aquellos que, por el hecho de ser lo que son no tienen principio interno de
movimiento, sólo tienen movimiento en función de lo que tienen de natural.

Para Aristóteles el ser humano es un elemento más de la naturaleza, una sustancia. Al igual que
Aristóteles dividía la sustancia entre forma y materia, el hombre también queda dividido en alma, la
forma y cuerpo, la materia.

El alma es el principio vital, lo que da vida al cuerpo, por lo que todos los seres vivos tienen alma, pero
existen tres tipos de alma distintos que diferencian a unos seres vivos de otros:

➔ Alma vegetativa: se encarga de todas las funciones vitales del crecimiento, desarrollo y
reproducción… Pertenece a las plantas, los animales y a los seres humanos.
➔ Alma sensitiva: se encarga de las emociones básicas (dolor y placer), de los sentidos y del
movimiento local. Pertenece a los animales y a los seres humanos
➔ Alma racional: se encarga del conocimiento intelectual, del razonamiento y de los sentimientos
más profundos: libertad, moral, … Es lo que define al hombre, lo que le diferencia de los demás
seres vivos.

Para Aristóteles, cuando una persona muere, en principio muere el cuerpo y el alma, puesto que ambas
están unidas sustancialmente, sin embargo, el alma racional, propio de la actividad intelectiva, no
muere, es inmortal, ya que se ocupa de dimensiones más elevadas, y es más independiente del cuerpo
que las almas vegetativa y sensitiva.
ARISTÓTELES: ÉTICA Y POLÍTICA
Aristóteles nació en Estagira, (Tracia) del siglo IV a.C. Discípulo de Platón, abandonó la Academia tras la
muerte de éste, fundando su propia escuela, el Liceo. Fue tutor de Alejandro Magno, y entre sus obras
destaca la Metafísica, la Física o la Ética a Nicómaco.
Tras salir de la Academia platónica, la filosofía de Aristóteles se va alejando cada vez más de la de su
maestro, adquiriendo una entidad propia y original. Una de las dimensiones de la filosofía aristotélica más
relevante son la ética y la política.
Aristóteles desarrolla una ética eudemonista; la finalidad del ser humano es alcanzar la felicidad.
Aristóteles lo explica mediante el sentido teleológico, que cada sustancia tiende a alcanzar la perfección
que le es propia, y el sentido teleológico del hombre, su perfección, es la felicidad, es decir, todo lo que
hacemos tiene como finalidad alcanzar la perfección propia del ser humano, la felicidad.
Para alcanzar la felicidad el hombre debe desarrollar su propia naturaleza. El ser humano es una sustancia
con materia, el cuerpo, y forma, el alma. El alma es el principio vital, lo que da vida al cuerpo, por lo que
todos los seres vivos tenemos alma. Sin embargo, Aristóteles diferencia tres niveles distintos que nos
diferencian de las plantas y los animales:
° Alma vegetativa: se encarga de todas las funciones vitales, del crecimiento, desarrollo, reproducción…
es propia de las plantas, los animales y a los seres humanos. ° Alma sensitiva: se encarga de las emociones
básicas (dolor y placer), de los sentidos y del movimiento local. Propia de los animales y los seres
humanos.
° Alma racional: se encarga del conocimiento intelectual, razonamiento, los sentimientos más complejos y
el sentido ético. Es propia exclusivamente de los seres humanos. En función de esto, lo que nos define a
los seres humanos es el alma racional, por tanto para alcanzar nuestra perfección propia, debemos
desarrollar nuestra naturaleza, así pues, el hombre debe mantener una actividad contemplativa, reflexiva o
intelectual, propia del alma racional. Como no podemos mantener constantemente esta actividad, sólo
podremos alcanzar una cierta felicidad. Esta felicidad relativa se puede obtener mediante el equilibrio entre
la consecución de los bienes materiales, y la actividad contemplativa. Para alcanzar este equilibrio tenemos
que ayudarnos de la virtud. La virtud es un hábito adquirido operativo y voluntario. En este sentido
Aristóteles clasifica las virtudes en dos tipos:
° Virtudes éticas: son aquellas que nos ayudan a la obtención de los bienes materiales de la mejor manera
posible. Destacamos como ejemplo la justicia.
° Virtudes dianoéticas: son aquellas que nos ayudan a mejorar la parte intelectual, la acción
contemplativa. Destacamos como ejemplo la prudencia.
Para alcanzar el equilibrio entre la producción de bienes materiales y la actividad contemplativa, los
seres humanos no somos autosuficientes, necesitamos la ayuda del resto de la sociedad, por eso vivimos en
comunidad o sociedad. En este sentido cobra especial importancia la política aristotélica.
Para Aristóteles, el hombre sólo podrá desarrollarse y alcanzar la perfección que le es
propia, es decir, la felicidad; mediante la vida social en la polis o ciudad estado. El hombre es, por tanto, un
ser social por naturaleza. Aristóteles presenta varios argumentos que a su juicio demuestran la sociabilidad
del ser humano:
° Desde el punto de vista biológico, el hombre nace en un entorno social mínimo o básico, que es la
familia de la cual depende para su desarrollo.
° El hombre nace con unas cualidades que únicamente tienen sentido para la vida en sociedad, como el
lenguaje.
° El hombre es el único ser que tiene sentido ético, es decir, que distingue entre el bien y el mal, lo justo y
lo injusto; que son imprescindibles para la vida en sociedad.
° El ser humano es un ser intermedio entre los animales y los dioses. Por un lado, los animales no
necesitan vivir en sociedad, porque no buscan la felicidad, sino satisfacer sus instintos. Por otro lado, los
dioses no necesitan vivir en sociedad, ya que son autosuficientes.
Si el hombre es social por naturaleza, los diferentes modelos sociales también se definen por
naturaleza. Aristóteles diferencia tres modelos sociales: la familia es el modelo social básico, que se
concreta por naturaleza. No es autosuficiente, es decir, por sí sola no permite que todos sus miembros
alcancen la felicidad. Muchas familias se unen formando una aldea, como un pueblo o una ciudad
pequeña. Como tampoco es autosuficiente, se une a otras aldeas formando una polis, que sí es el modelo
social perfecto, ya que por su estructura permite a los miembros que la componen alcanzar la perfección
que les es propia, la felicidad, que es el bien común, es decir, un bien que todos tenemos en común. La
familia tiende como modelo social a ser una polis, que es la perfección que le es propia. Esto es el sentido
teleológico de los modelos sociales.
La polis debe gobernarse de la mehor forma posible para permitir que cada persona pueda alcanzar el
bien común, la felicidad. Aristóteles Aristóteles propone tres sistemas de gobierno posibles, el mejor
sistema puede ser cualquiera de los tres, siempre y cuando el gobernante o los gobernantes busquen el bien
común para la sociedad, pero también estos sistemas se pueden corromper o pervertir cuando el gobierno
busca su propio beneficio. Los tres tipos de sistemas de gobierno son:

° Monarquía: el gobierno recae sobre una única persona. Si este gobierno es corrompido se le denomina
tiranía.
° Aristocracia: el gobierno está formado por un pequeño grupo de personas preparadas para este. Si este
gobierno llega a corromperse hablamos de oligarquía.
° Democracia (Politeia): se trata del gobierno de todos. En este tipo de gobierno todos formamos parte, de
una manera u otra, del gobierno, lo que hace que sea más difícil su corrupción. Aun así, cuando esto
sucede, se convierte en una demagogia.
Texto de Ev.A.U. de Aristóteles:

“El hombre es, por naturaleza, un animal cívico […] La razón de que el hombre sea un ser social, más que
cualquier abeja y que cualquier otro animal gregario, es clara. La naturaleza, pues, como decimos, no hace nada en
vano. Sólo el hombre, entre los animales, posee la palabra. La voz es una indicación del dolor y del placer; por eso la
tienen también los otros animales. (Ya que su naturaleza ha alcanzado hasta tener sensación del dolor y del placer e
indicarse esas sensaciones unos a otros). En cambio, la palabra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino, así
como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio de los humanos frente a los demás animales: poseer, de modo exclusivo,
el sentido de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, y las demás apreciaciones. La participación comunitaria en éstas
funda la casa familiar y la ciudad.” Aristóteles: “La Política”.

-. Sitúa al autor en su momento histórico.


Aristóteles es un filósofo del siglo IV a. C. se formó en la Academia de Platón convirtiéndose en
su mejor discípulo. Fue preceptor de Alejandro Magno. De regreso a Atenas fundó su propia escuela a la
que llamó Liceo
-. Indica las ideas principales.
- El hombre es un ser social por naturaleza. (Sentido teleológico)
- Una de las razones de la sociabilidad del hombre, es que posee el lenguaje (la palabra) a diferencia
de los animales, que sólo tienen voz.
- El sentido ético, conocer lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, es otra razón de esta sociabilidad. -
Termina el texto afirmando que el hecho de que el hombre sea social, “funda” los diferentes modelos
sociales, la familia y la Polis.
-. Explícalas.
El texto pertenece a uno de los puntos fundamentales de la filosofía aristotélica, la política.
Aristóteles afirma que el hombre es social por naturaleza, animal cívico. La naturaleza no hace nada en
vano, afirma Aristóteles, porque la finalidad última y necesaria de la naturaleza del hombre es una vida
guiada por la razón (sentido teleológico).
La capacidad del lenguaje, es uno de los argumentos que demuestran la sociabilidad humana. Está
basado en una comparación entre el ser humano y el resto de los animales (“abeja y cualquier otro animal
gregario”). Los animales tienen voz, es decir, emiten sonidos que informan sobre dolor o placer (alma
sensitiva), pero nada más. Los hombres poseen lenguaje y razonamiento abstracto; esto define al hombre,
lo distingue del resto de los animales y demuestra su sociabilidad.
El desarrollo del sentido ético es otra de las características humanas que nos hacen sociales, y
volviendo a la comparación con los animales, Aristóteles afirma que la razón humana logra lo que los
animales no pueden: conocer lo conveniente y lo inconveniente, lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo.
Dicho de otro modo: con la razón conseguimos dar una orientación o sentido a la existencia.
Por tanto, el hombre no puede desarrollarse como tal al margen de la sociedad, Aristóteles afirma
que, frente a los animales o los dioses, el hombre tiende naturalmente a la vida en sociedad. El hombre está
por encima del sentido gregario de los animales, pero necesita de la sociedad puesto que no alcanza la
autosuficiencia de los dioses.
Como aparece reflejado en el texto, el hombre es un ser social por naturaleza y esto origina los
diferentes tipos de sociedad. La Polis es el entorno social más perfecto donde el hombre puede alcanzar el
fin que le es propio. La primera forma social es la familia; la unión de varias familias da lugar a la aldea; y
por último la unión de varias aldeas da lugar a la Polis o estado, que se convierte en el modelo social
perfecto, es la forma superior de sociedad y tiene como finalidad procurar el mayor bien para cada uno de
los ciudadanos, es decir, una vida conforme a la virtud.
El estado, la ciudad, debe asegurar las condiciones para que sus miembros alcancen la felicidad y
la perfección que les son propias. En este sentido el estado debe favorecer el desarrollo del equilibrio entre
las virtudes morales o éticas, e intelectuales o dianoéticas, ya que, en su conjunto, son la base de la
felicidad. Esta finalidad del estado se pone de manifiesto en las formas de gobierno, que deben ser justas, y
no orientarse al beneficio particular de los gobernantes, en tal caso estaríamos hablando de formas injustas
de gobierno.
SANTO TOMÁS DE AQUINO: RAZÓN Y FE
Santo Tomás de Aquino vivió durante el siglo XIII, profesor en la universidad de París, es uno de
los representantes más importantes de la escolástica medieval, destaca por su síntesis entre el pensamiento
aristotélico y el cristianismo.
Tomás de Aquino desarrolla su propia teoría del problema razón y fe a raíz del conflicto con los
averroístas latinos en la Universidad de París. Los averroístas latinos desarrollaron la teoría de la doble
verdad, afirmaban que, sobre ciertas cuestiones existían dos verdades, una a la que se llegaba por la razón
y otra a la que se llegaba por
la fe, que podían ser incluso contradictorias. Santo Tomás de Aquino cree necesario un desarrollo más en
profundidad el tema de las relaciones entre razón y fe.
Santo Tomás, siguiendo la influencia aristotélica, afirma que el conocimiento de razón se
fundamenta y tiene su límite en la experiencia sensible y lo que de ella se puede deducir. En lo que se
refiere al conocimiento de Dios que se puede alcanzar mediante la razón, este a de ser un conocimiento
indirecto o analógico, es decir, partiendo de algo que está en la experiencia sensible, se deduce algún
conocimiento de aquello de lo que no tenemos experiencia sensible.
En este sentido, también podemos alcanzar conocimiento sobre Dios por medio de la fe, y este
conocimiento de fe, amplía lo que de Dios puede conocer la razón.
Por tanto, razón y fe son dos ámbitos de conocimiento independientes. El conocimiento racional
tiene sus temas de estudio, y por su parte, la fe genera otros conocimientos propios y exclusivos. En
consecuencia, razón y fe tienen dos ámbitos de conocimiento exclusivos para cada uno. Pero también
razón y fe tienen temas comunes a ambas, que pueden ser estudiadas tanto desde la razón como desde la
fe.
De estos temas, Santo Tomás nombra tres como ejemplos: la creación del mundo, la existencia de
Dios y la inmortalidad del alma. Para Santo Tomás es bueno que existan temas comunes a la razón y a la
fe por los siguientes motivos:
∙ Por razones de carácter circunstancial: si sólo hubiera un camino, o bien la razón o bien la fe, habría
mucha gente que por circunstancias se quedaría sin conocer esas verdades, al haber dos caminos, hay
más posibilidades de alcanzar el conocimiento de esas verdades. Y también por razones de carácter
estructural: el ser humano, como ser limitado e imperfecto, puede cometer errores al conocer. El hecho
de que haya dos caminos para conocer la misma verdad evita la posibilidad de error.
∙ La teología toma sus contenidos de la fe, mientras que la filosofía lo hace de la razón. Así podemos
entender que la diferencia entre razón (filosofía) y fe (teología) no reside en los temas que estudia sino
en la forma de estudiar dichos temas.

Al existir temas comunes a la razón y la fe, se puede dar una colaboración entre ambas, la
colaboración entre razón y fe se produce de la siguiente manera:
La razón colabora con la fe en cuestiones metodológicas: los procesos de ordenación científica,
para organizar los estudios de la teología; en las armas dialécticas, para defender y exponer sus temas; y
los datos científicos, que puedan servir para esclarecer o corroborar diversas cuestiones de fe.
La fe colabora con la razón como criterio negativo y extrínseco, es negativo porque no se puede
usar positivamente y es extrínseco, desde fuera, porque se trata de una fuente de conocimiento distinta.
Por tanto como conclusión podemos decir que, a diferencia de San Agustín, Santo Tomás establece
que razón y fe son conocimientos independientes, aunque ambas poseen temas comunes. Estos temas
pueden ser conocidos independientemente tanto por la razón como por la fe, pero a diferencia de lo que
defendían los averroístas latinos, para Santo Tomás afirma que no puede darse contradicción entre ellas,
porque las dos, siguiendo su camino, deben llegar a la misma conclusión. Si no lo hacen, se debe a un
error, bien en el conocimiento racional, o bien a una mala interpretación de los datos de fe.
Texto de Ev.A.U. de Santo Tomás de Aquino:

“Para la salvación humana fue necesario que, además de las materias filosóficas, cuyo campo analiza
la razón humana, hubiera alguna ciencia cuyo criterio fuera lo divino. Y esto es así porque Dios, como fin al
que se dirige el hombre, excede la comprensión a la que puede llegar sólo la razón. Dice Isaías 64,4: ¡Dios!
Nadie ha visto lo que tienes preparado para los que te aman. Sólo Tú. El fin tiene que ser conocido por el
hombre para que hacia Él pueda dirigir su pensar y su obrar. Por eso fue necesario que el hombre, para su
salvación, conociera por revelación divina lo que no podía alcanzar por su exclusiva razón humana. Más aún.
Lo que de Dios puede comprender la sola razón humana, también precisa la revelación divina, ya que, con la
sola razón humana, la verdad de Dios sería conocida por pocos, después de muchos análisis y con resultados
plagados de errores. Y, sin embargo, del exacto conocimiento de la verdad de Dios depende la total salvación
del hombre, pues en Dios está la salvación. Así, pues, para que la salvación llegara a los hombres de forma
más fácil y segura, fue necesario que los hombres fueran instruidos acerca de lo divino, por revelación divina.
Por todo ello se deduce la necesidad de que, además de las materias filosóficas, resultado de la razón, hubiera
una doctrina sagrada, resultado de la revelación.”
Santo Tomás de Aquino, “Suma de Teología”, I, c. 1, art. 1.

-. Sitúa al autor en su momento histórico.


Santo Tomás de Aquino vivió durante el siglo XIII, profesor en la universidad de Paris, es uno de los
representantes más importantes de la escolástica medieval, destaca por su síntesis entre el pensamiento
aristotélico y el cristianismo.

-. Indica las ideas principales.


- El texto comienza afirmando la tesis principal, donde se indica que es necesario una ciencia de lo divino,
teología basada en la revelación; además de la filosofía, fundamentada en la razón. - Esto es así porque Dios
excede de la comprensión de la sola razón.
- Además, es necesario el conocimiento de fe, puesto que sólo con la razón, pocos llegarían al conocimiento
de Dios, sólo después de muchos análisis y con errores
- Por último como conclusión, se afirma de nuevo la tesis argumentada, que para el conocimiento de Dios,
además de la razón es necesario el conocimiento de fe.

-. Explícalas.
En este texto de Santo Tomás de Aquino se afirma que para el conocimiento de Dios es necesario que,
además del conocimiento natural o racional del hombre, se necesita el conocimiento de fe; y esto es así puesto
que el conocimiento natural (racional) del hombre tiene como punto de partida la experiencia sensible. Por tanto
la noticia que sea posible alcanzar acerca de Dios ha de ser por fuerza imperfecta y analógica; es decir, basada
en la analogía que quepa establecer entre las realidades limitadas e imperfectas que nos son conocidas y su
causa, infinita, cuyo ser es en sí mismo inaccesible a la razón humana.
El conocimiento natural de Dios, del hombre y del universo tiene, pues unos límites dentro de los cuales
la razón puede moverse con mayor o menor acierto. En lo referente a Dios, fe cristiana proporciona noticias más
allá de esos límites.
En este sentido el autor explica que es convenirte que además de la razón podamos tener la fe, en lo que
se refiere al conocimiento de Dios, por razones de carácter circunstancial, ya que de no ser por la fe, no les sería
posible acceder al conocimiento de las mismas, y de carácter estructural, dada la posibilidad de error de la razón
humana.
En este sentido, a diferencia de la teoría averroísta de la doble verdad, el autor defiende autonomía de la
razón como fuente de conocimiento e imposibilidad de un conflicto real, entre razón y fe. Todo conflicto
aparente entre ambas procederá, bien de errores de la razón, o bien de una deficiente interpretación de los
contenidos de la fe religiosa. .
Descartes. Racionalismo y método.
Filósofo francés del siglo XVII, es uno de los grandes autores de la Edad Moderna y el iniciador y máximo
representante de la corriente filosófica del Racionalismo. Sus obras más importantes son el “Discurso del
método” y “Las meditaciones metafísicas”.

El racionalismo es una corriente filosófica que se desarrolla en el siglo XVII de la que el iniciador y autor
más relevante es Descartes. Otros autores racionalistas son Spinoza y Leibniz. Para los autores de esta
corriente la única fuente de conocimiento es la razón humana, por lo tanto se va a convertir en el criterio de
conocimiento, es decir, para los racionalistas las verdades que se pueden demostrar racionalmente serán
válidas y las que no, no se van a considerar conocimiento. Características:
- Confianza absoluta en la razón humana. Es la única fuente válida del conocimiento y es independiente
de la experiencia.
- La afirmación de la existencia de las ideas innatas, una serie de principios que nacemos con ellos. A
partir de estas ideas se pueden deducir otras verdades.
- Búsqueda de una ciencia universal única. Está basada en las matemáticas.
- La propuesta de una moral apoyada en la razón humana, sin recurrir a la tradición o religión.

El método: Descartes va a diseñar un método para la filosofía que tratará de evitar que el racionalismo caiga
en el escepticismo y para ello, querrá conseguir un comportamiento de la filosofía similar al de las ciencias.
Lo diseña para que siguiendo este método, se puedan alcanzar verdades absolutas a partir de las cuales se
puedan deducir otras. Este método tiene dos características:
- Es un método inspirado en las matemáticas.
- Es un método que utiliza la intuición y la deducción.
La intuición, la razón reconoce una verdad sin necesidad de recurrir a la experiencia.
La deducción, la afirmación de una verdad en base a una anterior que ya sabíamos con
certeza. El método tiene 4 reglas:
1.- Regla de la evidencia. A la hora de conocer un tema, tendremos que no dar nunca nada como verdadero a
no ser que se nos presente de forma clara y distinta, es decir, que ni tan siquiera se pueda llegar a dudar de
ella. Esta duda se refiere a una duda metódica, que consiste en introducir la posibilidad de duda en un
conocimiento que tenemos por verdadero. Con esto se pretende llegar a la verdad absoluta.
2.- Regla del análisis. A la hora de estudiar un tema, habrá que dividirlo en cuantas partes sea posible para
reducir lo complejo a sus partes más simples.
3.- Regla de la síntesis o del orden. A la hora de estudiar un tema hay que seguir un orden, empezando por
las partes más sencillas hasta llegar a las partes más complejas.
4.- Regla del recuento o revisión. Una vez que hayamos terminado un estudio, habrá que revisar cada uno de
los pocos que hayamos ido dando, para comprobar que no nos hemos equivocado.
Descartes. Duda metódica y Cogito ergo sum.
Filósofo francés del siglo XVII, es uno de los grandes autores de la Edad Moderna y el iniciador y máximo
representante de la corriente filosófica del Racionalismo. Sus obras más importantes son el “Discurso del
método” y “Las meditaciones metafísicas”.
La duda metódica es introducir la posibilidad de la duda en un conocimiento que damos por válido, por
verdadero. Por eso es una duda provisional, es decir, introducimos esa duda para conseguir una verdad
absoluta. Esta duda es universal (que afecta a todo el conocimiento) y voluntaria (que nosotros buscamos a
ver si es posible que se dude de esa afirmación).
Descartes aplicará la duda metódica en 3 niveles:
1. Muchas cosas las hemos conocido a través de los sentidos pero Descartes dice que los sentidos a
veces me engañan e incluso podría ser que me engañen de forma permanente por lo tanto el
conocimiento sensible no es claro y distinto, sino confuso y engañoso.
2. Delante de mí hay una realidad pero Descartes dice que no es posible distinguir con absoluta certeza
entre la vigilia y el sueño, podría ser que estuviésemos soñando cuando creemos estar despiertos y
estar despiertos cuando soñamos. Nada es real.
3. Hay algo que nunca cambia aunque estemos soñando que son las matemáticas. Las verdades
matemáticas no se pueden cambiar. Descartes dice que pudiera existir un “genio maligno” que me
hubiera creado programado para hacerme creer verdades matemáticas son verdades absolutas de las
que no se puede dudar. Por lo tanto, también se puede dudar de las matemáticas.
No se puede conocer nada, de lo único que no puedo dudar es que si pienso, existo ya que para llegar a ello
se ha dudado anteriormente.

Pienso luego existo (Cogito ergo sum).


Es la primera verdad que cumple la primera regla del método ya que es una idea clara y distinta de las
que es imposible dudar porque la propia duda la hace más evidente. Sin duda, pienso y si pienso,
existo. Esta verdad se va a convertir en el modelo o prototipo de verdad. A partir de ahora buscará
verdades que se presenten con la misma claridad y distinción.
Además, a partir de esta verdad, Descartes va a ir deduciendo otras verdades que van a tener su base en
esta. Si esta es verdad, las siguientes también lo serán.
Descartes piensa que soy una sustancia pensante y lo que pienso son ideas. Se distinguen tres tipos:
● Ideas adventicias. Son aquellas que parecen proceder del exterior. Son imágenes de objetos reales.
(caballo)
● Ideas facticias. Son ideas que yo he fabricado a partir de otras. Son fruto de la imaginación. (centauro)
● Ideas innatas. Hay ideas que ni parecen proceder del exterior ni las he fabricado yo, no sé dónde salen así
que he debido nacer con ellas. (la idea del infinito)
A partir de estas ideas innatas, Descartes va a demostrar la idea de Dios ya que no puede ser una idea
adventicia ni facticia, y para ello va a dar tres argumentos.
1. Tengo la idea innata de infinito y alguien ha debido de ponerla en mi cabeza. El único que puede
haberla puesto es Dios ya que es infinito.
2. Todos conocemos la idea de infinito, luego entonces, yo no me he concedido la existencia a mí
mismo porque me hubiera hecho infinito y no lo soy así que alguien ha tenido que darme la
existencia, Dios ya que es el único ser capaz de generar la existencia a partir de la nada.
3. Utiliza el argumento ontológico de San Anselmo. Tengo la idea de un ser infinito, por lo tanto tiene
que existir ya que si no existiese, no sería infinito.
A partir de la existencia de Dios, Descartes va a desmontar las dudas que planteaba anteriormente. Dios se
va a convertir en la “clave de arco” de la filosofía, es decir, es el que sujeta. Para Descartes es el garante de
la certeza de verdad, es el que garantiza que mis conocimientos son ciertos y verdaderos.
Texto de Ev.A.U. de Descartes:

“Así, a causa de que nuestros sentidos nos engañan algunas veces, quise suponer que no había ninguna cosa
que fuera como las imágenes que ellos nos transmiten de esa cosa. Y como hay hombres que se equivocan al razonar,
incluso en cuanto a las cuestiones más simples de la geometría y cometen en ellas razonamientos falsos, juzgando que
yo estaba expuesto a equivocarme como cualquier otro, rechacé como falsas todas las razones que había tomado antes
por demostradas. En fin, considerando que todos los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos nos
pueden venir también cuando dormimos, sin que haya ninguno que, por tanto, sea verdadero, resolví fingir que todas las
percepciones que hasta entonces habían entrado en mi mente no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños.
Pero enseguida me di cuenta de que, mientras quería pensar así que todo era falso, era necesario que yo, que lo
pensaba, fuese algo. Y notando que esta verdad pienso luego existo era tan firme y tan segura que hasta las más
extravagantes suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacer tambalear, juzgué que la podía recibir sin
escrúpulo como el primer principio de la filosofía que buscaba.”
René Descartes, “Discurso del método”, Parte IV.

-. Sitúa al autor en su momento histórico.


René Descartes vivió durante el siglo XVII, es el máximo representante e iniciador del racionalismo,
una de las corrientes filosóficas de la época moderna; Con su confianza en las matemáticas y la implantación
de un método basado en ellas, trató de llegar a certezas indudables, basando el fundamento del conocimiento
en la razón.
-. Indica las ideas principales.
- Descartes duda del conocimiento sensible porque en ocasiones puede ser engañoso. - También duda de
nuestros razonamientos de carácter matemático, puesto que es un conocimiento que también nos puede
conducir a error.
- Descartes duda de la realidad exterior por la dificultad de discernir entre la vigilia y el sueño. - El texto
concluye afirmando que hay una certeza absolutamente indudable: el “pienso luego existo” es la primera
verdad a la que llega descartes después de la duda metódica.
-. Explícalas.
Después de enunciar las llamadas “Reglas del Método” (regla de la evidencia, del análisis, de
la síntesis, y del repaso) Descartes desarrolla la duda metódica. En este texto se explica con brevedad como,
aplicando la duda, se puede llegar a una primera verdad que resulte indubitable.
La duda cartesiana no es una duda escéptica, sino metódica y provisional. Se considera como
condición necesaria del filosofar, poner a prueba los enunciados objeto de demostración con intención de
asentarlos sobre bases exclusivamente racionales. Al mismo tiempo, esta duda es universal y voluntaria.
En el texto Descartes, comienza explicando la duda de los sentidos, puesto que proporcionan a veces
un conocimiento confuso y engañoso; inducen, por lo tanto, al error.
También nos explica que no es posible distinguir, con absoluta certeza, entre la vigilia y el sueño,
pues podría ocurrir que estuviésemos soñando cuando nos creemos despiertos, y despiertos cuando soñamos.
Sin embargo, las verdades matemáticas, de la geometría, no se verían afectadas por estas dudas.
Pero Descartes introducirá la hipótesis del “genio maligno” que nos induce a creer que estamos en lo
cierto siempre que erramos, y de que nos equivocamos siempre que conocemos la verdad. En este caso,
podrían ser erróneos, como dice el texto, incluso nuestros razonamientos geométricos o matemáticos.
Llegados a este punto, en el texto se nos explica que al dudar de todo, surge una verdad de la que es
imposible dudar: la existencia de un yo que duda. Podría dudar de la existencia del mundo que me rodea,
pero es incuestionable que existe un “yo” que piensa y que duda; Descartes lo expresa con su famoso
“pienso, luego existo”. Para Descartes, es una primera idea clara y distinta, que expresa la unidad inseparable
entre pensamiento y existencia. No es que yo exista porque piense, sino que estoy seguro de que existo en la
medida en que pienso; y esto, como dice el texto, aunque todos mis pensamientos fuesen falsos.
KANT: ÉTICA

Immanuel Kant es un filósofo prusiano del siglo XVIII, gran representante de la Ilustración en
Alemania. La filosofía kantiana es conocida como el idealismo trascendental. Entre sus obras destacan
Crítica de la razón pura y Crítica de la razón práctica.
Kant llegó a la conclusión de que la metafísica no es una ciencia porque no podía utilizar juicios
sintéticos a priori. Además afirmó que la metafísica estaba por encima del conocimiento científico ya que
estudiaba los noúmenos. Para poder estudiar los temas que analiza la metafísica: alma, mundo y Dios;
Kant plantea otro camino. Anteriormente, el filósofo prusiano había afirmado que existen dos usos de la
razón: en su uso teórico, basado en el espacio, el tiempo y las categorías, que genera el conocimiento
científico; y en su uso práctico, que generaba la ética o moral. Kant analiza entonces este otro uso de la
razón para ver si a través él se puede alcanzar conocimiento de los temas de la metafísica.
Kant comienza su estudio del uso práctico de la razón analizando los mecanismos que ésta utiliza
cuando examina el valor moral de las acciones. Kant establece los dos elementos que constituyen todas las
acciones: materia y forma. La materia de una acción es la acción en sí misma, lo que sucede de forma
objetiva; mientras que la forma son los motivos que llevan a la realización de la acción.
Kant defiende que el valor moral de una acción reside sólo en la forma. Por tanto, una misma acción
puede ser moralmente buena o mala según su forma. Para él, una acción en sí misma, es decir, su materia,
no tiene valor moral.
En consecuencia, la ética kantiana es una ética formal, porque fundamenta el valor moral de una acción
en la forma, además, Kant dice que las éticas anteriores son éticas materiales, porque lo que se recomienda
hacer o no hacer, una acción determinada. Kant afirma también que su ética es además a priori porque,
antes de que suceda la acción, nuestra razón en su uso práctico, ya sabe si es buena o si es mala, en
función de los motivos que me lleven a realizarla, sin importar las consecuencias.
Kant añade que, si el valor moral de una acción reside en el motivo, la facultad humana que decide
realizar una acción por un motivo o por otro es la voluntad. Para Kant, una voluntad es moralmente
buena cuando obra por deber, es decir, cuando el motivo que le lleva a realizar una acción es
únicamente el cumplimiento del deber. Teniendo en cuenta esto, Kant diferencia entre:
− Obrar únicamente por deber: siempre son moralmente buenas.
− Obrar conforme al deber pero por otros motivos: pueden ser correctas pero nunca moralmente buenas.
El deber para Kant es la necesidad de una acción por respeto a la ley moral. Las leyes morales son
normas de comportamiento de carácter universal. Para saber qué normas de comportamiento son leyes y
cuáles no, Kant hace una clasificación de todas las normas morales:
− Máximas: normas morales de carácter subjetivo, es decir, es una norma que el sujeto de forma individual
se autoimpone, por tanto es temporal y contingente (puede ir cambiando).
− Leyes morales: es una norma moral de carácter objetivo y universal, es decir, válido para todo hombre
en todo momento y en todo lugar. Siempre tienen forma de mandato, por lo cual Kant las llama
imperativos, porque imperan o mandan sobre la voluntad. Hay dos tipos de imperativos:
o Imperativos hipotéticos: recomiendan la realización de una acción para conseguir un fin u
objetivo concreto. Se dividen en dos:
° Imperativos hipotéticos problemáticos: el fin para el que se recomienda la acción es
algo que no todo el mundo quiere.
° Imperativos hipotéticos asertóricos: el fin para el que se recomienda la acción es algo
que todo el mundo quiere por naturaleza. (la felicidad)
o El imperativo categórico: es el fundamento de todas las leyes y normas morales, y por tanto,
del deber; es decir, es el criterio general de toda la moralidad en el ser humano, el criterio que
la razón utiliza aunque no seamos conscientes de él para indicar te en cada momento lo que
está bien y lo que está mal. No tiene materia, sino que es la forma de la moralidad. Kant
plantea varios enunciados, el primer enunciado es el siguiente: obra siempre de tal manera
que puedas querer que la máxima de tu acción se convierta en ley universal.
Un segundo enunciado del imperativo categórico que es el siguiente: “obra de tal modo que uses
la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro siempre a la vez como un
fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio”.
En esta segunda formulación, presenta al ser humano como un fin en sí mismo, es cierto que, en
muchas ocasiones, necesitamos el servicio y la ayuda de los demás, tratamos a los otros como medios
para nuestros fines, pero no podemos utilizarlos solo como medio, sino que siempre hemos de
considerarlos y respetarlos como algo que posee un valor intrínseco. Por este motivo, las acciones que
atentan contra la dignidad del ser humano como, por ejemplo, la esclavitud o la violencia, son siempre
moralmente malas.
La ética formal termina con tres postulados, que para Kant son tres principios que necesariamente
tienen que darse para que se dé la ética, y que son la libertad del ser humano, la inmortalidad del alma
y la existencia de Dios.
KANT: TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

Immanuel Kant es un filósofo prusiano del siglo XVIII, gran representante de la Ilustración en
Alemania. La filosofía kantiana es conocida como el idealismo trascendental. Entre sus obras destacan
Crítica de la razón pura y Crítica de la razón práctica.
Kant, que quería hacer de la filosofía un conocimiento sólido y seguro que vaya desarrollándose como
lo hace una ciencia, empieza su estudio de la razón en su uso teórico planteando la pregunta ¿es posible
que la metafísica (filosofía) pueda llegar a ser una ciencia? Para contestar a esta pregunta, Kant propone la
pregunta ¿qué es una ciencia?
Una ciencia es una disciplina que descubre y estudia leyes, afirmaciones verdaderas o juicios que deben
ser universales y necesarios. Para saber qué tiene que tener un juicio para ser científico, Kant realiza una
clasificación de los distintos tipos de juicios, para lo cual establece qué compone un juicio: sujeto y
predicado. La clasificación que realiza Kant se compone de:
Juicios analíticos: Juicios en los que el predicado viene contenido en el concepto del sujeto.
Juicios sintéticos: Juicios en los que el predicado no está contenido en el concepto del sujeto.
Para Kant los juicios de la ciencia deben ser sintéticos a priori . Una ciencia es, por tanto, un tipo de
conocimiento que utiliza juicios sintéticos a priori .
Kant se plantea a continuación la siguiente pregunta: ¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori
en las matemáticas?, cuya respuesta se conoce como estética trascendental. Kant desglosa esta pregunta en
dos: ¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la geometría? sabiendo que la base de la
geometría es el espacio, el siguiente paso será preguntarse qué es el espacio. Según Kant, el espacio es
una intuición pura, es decir, una forma a priori de mi sensibilidad. Como la geometría estudia el
espacio puro, sin objetos; sus juicios serán a priori.
La segunda pregunta de las matemáticas es ¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la
aritmética? La aritmética estudia operaciones con números, por lo que su base serán estos últimos. Los
números son una sucesión, y la sucesión por excelencia es el tiempo, por lo cual los números están
basados en el tiempo, que es una intuición pura. Por lo tanto, el espacio y el tiempo son condiciones de
posibilidad de la experiencia sensible.
Después de las matemáticas, Kant se plantea ¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la
física?, cuyo estudio recibe el nombre de analítica trascendental. Las leyes de la física son a priori, y para
contestar a la pregunta, Kant analiza las leyes físicas. En estas leyes aparecen los conceptos a priori como
el de causalidad, universalidad, afirmación, existencia y necesidad... Estos son los que hacen posible las
leyes de la física, por lo que estas leyes se basan en los conceptos a priori, que Kant denomina categorías,
y que define como conceptos puros del entendimiento. Estas categorías, que son a priori, son la base
de las leyes de la física, luego los juicios de la física deben ser a priori o puros.
En conclusión, para Kant la condición de posibilidad de tener experiencia sensible es el espacio, el
tiempo y las categorías. Si quitamos esos tres elementos, que cada persona añade a un objeto para
percibirlo, nos queda el noúmeno, que no podemos conocer, y que para Kant es lo que es ese objeto en sí
mismo. El fenómeno será aquello que se me da bajo las condiciones de espacio, tiempo y categorías, y
que es lo único que podemos conocer de la realidad.
Por último, Kant volverá a la pregunta de ¿si la metafísica puede llegar a ser una ciencia?, este
apartado es la dialéctica trascendental. Para que la metafísica pueda ser una ciencia, deberá utilizar juicios
sintéticos a priori, que se basan en el espacio, el tiempo y las categorías. Para Kant la metafísica estudia
tres temas: el alma (ser humano), el mundo (La realidad); y la posibilidad de que exista, Dios. Para que la
metafísica pueda ser una ciencia, deberá poder aplicar juicios sintéticos a priori a estos tres temas. Kant
llama a estos tres temas ideas de la razón pura, y dice que son noúmenos puros, por tanto no se les puede
aplicar el espacio, el tiempo, y las categorías; y en consecuencia no se puede hacer juicios sintéticos a
priori, por tanto, la metafísica ni es ni podrá ser nunca una ciencia.
En conclusión, para Kant las ciencias estudian lo que tiene la realidad de espacial, de temporal, y las
categorías; que no forman parte de la misma porque son lo que yo le pongo a la realidad para conocerla,
por lo que las ciencias estudian solamente fenómenos, mientras que la metafísica pretende estudiar
noúmenos, es decir, lo que son realmente las cosas. Por tanto, Kant sitúa a la metafísica por encima del
conocimiento científico.
Texto de Ev.A.U.de Kant
“Ahora yo digo: el hombre, y en general todo ser racional, existe como fin en sí mismo, no sólo como
medio para usos cualesquiera de esta o aquella voluntad; debe en todas sus acciones, no sólo las dirigidas
a sí mismo, sino las dirigidas a los demás seres racionales, ser considerado siempre al mismo tiempo como
fin. Todos los objetos de las inclinaciones tienen sólo un valor condicionado, pues si no hubiera inclinaciones
y necesidades fundadas sobre las inclinaciones, su objeto carecería de valor. Pero las inclinaciones mismas,
como fuentes de las necesidades, están tan lejos de tener un valor absoluto para desearlas, que más bien
deba ser el deseo general de todo ser racional el librarse enteramente de ellas. Así pues, el valor de todos
los objetos que podemos obtener por medio de nuestras acciones es siempre condicionado. Los seres cuya
existencia no descansa en nuestra voluntad, sino en la naturaleza, tienen, empero, si son seres irracionales,
un valor meramente relativo, como medios, y por eso se llaman cosas; en cambio los seres racionales
llámense personas porque su naturaleza los distingue ya como fines en sí mismos, esto es, como algo que
no puede ser usado meramente como medio, y, por tanto, limita en ese sentido todo capricho (y es un objeto
de respeto)”
I. KANT, “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”.

-. Sitúa al autor en su momento histórico.


Immanuel Kant es un filósofo del siglo XVIII, uno de los máximos representantes de la ilustración
europea; tanto a nivel de teoría del conocimiento como a nivel ético, lleva a cabo una dura crítica a la
metafísica como saber científico, estableciendo los límites del conocimiento científico, y realizando una
crítica a las éticas materiales del pasado, planteando una ética formal, necesaria y universal.
-. Indica las ideas principales.
- La primera idea es la de que todo ser racional es un fin en sí mismo y no sólo un medio para conseguir otra
cosa, por lo que en lo que haga, debe considerarse a sí mismo y a los demás como fin
- El valor de lo que podemos obtener mediante nuestro deseo o inclinaciones, es sólo un valor relativo o
condicionado, tienen valor dependiendo que se las desee.
- Por cosas se entiende seres irracionales, cuyo valor es relativo, depende de lo deseadas que sean, por
tanto son tratadas sólo como medios.
- Por personas se entiende seres racionales, de valor absoluto, que deben ser tratadas como fines en sí
mismos y no utilizables sólo como medio

-. Explícalas.
La ética de Kant, fundamenta el valor moral de la voluntad en el cumplimiento del imperativo
categórico, el cual la determina sin condición alguna, porque la obligación querida es un fin en sí misma. Por
este motivo, su validez es universal.
En este texto, Kant hace referencia a un segundo enunciado del imperativo categórico que es el
siguiente: “obra de tal modo que uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier
otro siempre a la vez como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio”.
En esta segunda formulación, a la que hace referencia el texto, además de la universalidad y
formalidad de la obligación moral, recoge también la idea de causa final, porque presenta al ser humano
como un fin en sí mismo. Es cierto que, en muchas ocasiones, necesitamos el servicio y la ayuda de los
demás, tratamos a los otros como medios para nuestros fines, pero no podemos utilizarlos solo como
medio, sino que siempre hemos de considerarlos y respetarlos como algo que posee un valor intrínseco. Por
este motivo, las acciones que atentan contra la dignidad del ser humano como, por ejemplo, la esclavitud o
la violencia, son siempre moralmente malas.
Con estas ideas, que se recogen en el texto, Kant planteó una ética del máximo respeto a la persona
humana, que posee dignidad por ser un fin en sí misma. Sin embargo, para Kant, el fundamento de esta
dignidad no es trascendente, sino que proviene del carácter racional del sujeto, que le convierte en
legislador universal de sí mismo. El sujeto moral se reconoce como digno de respeto porque libremente
sigue los dictados de la razón práctica, es decir, hace lo que debe y esa virtud le lleva a verse a sí mismo
como merecedor de una felicidad que muy posiblemente en medio de un mundo injusto no obtenga.
La moralidad y la obligación del deber kantianas adquieren su significación completa en esta
dimensión: hay que hacer que la humanidad sea un reino de fines, donde las únicas leyes son establecidas
por la voluntad racional autónoma, que superan así la ley de la necesidad natural.

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