El SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874)
El SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874)
El SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874)
(1868-1874)
1.3 LA I REPUBLICA
2. RESTAURACION
3. DOCUMENTO
INTRODUCCION
A pesar de las reformas el incremento de los gastos por las guerras (Cuba y
Carlista) no se consiguió solucionar el problema de deuda pública.
2. RESTAURACION
“Dos años largos ha que ciño la Corona de España, y la España vive en constante lucha,
viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si
fuesen extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan
valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada,
con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles,
todos invocan el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien, y entre el
fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre
tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la
verdadera (…) nadie achacará a flaqueza de mi ánimo esta resolución. No habría peligro
que me moviera a desceñirme la corona si creyera que la llevaba en mis sienes para bien
de los españoles (…).
Estas son, Sres. Diputados, las razones que me mueven a devolver a la Nación, y en su
nombre a vosotros, la Corona que me ofreció el voto nacional, haciendo de ella renuncia por
mí, por mis hijos y sucesores. ”
El rey Amadeo I, tras dos años en el trono de España “Dos años ha que ciño la
corona de España” decidió abdicar voluntariamente porque no se veía con
capacidad ni tenía los apoyos suficientes para poder resolver los problemas
del país y llevarlo a un período de paz lo que le parecía imposible dado a una
división interna del liberalismo “España vive en constante lucha” que se puede
caracterizar con los problemas políticos: guerra en Cuba y carlistas y levantamiento
republicano, división de uno de los partidos gubernamentales .
Cree el rey que los principales enemigos de España no están en el extranjero sino
que son españoles. Reconoce su impotencia contra esos “males de la Nación” que
lucha tanto “con la espada” puede referirse a los carlistas o los cubanos , como “con
la pluma” con la oposición republicana en los periódicos o también “con la palabra”
y renuncia a tomar las armas contra esos enemigos internos.
Se queja el monarca también de la falta de apoyo entre los grupos políticos que son
divididos «el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos»,
Al final se refiere a la “Nación" o "voto nacional", que se relaciona a la
representación del pueblo español y por primera vez al sufragio universal masculino.