Practica Resistencia Escolar
Practica Resistencia Escolar
Practica Resistencia Escolar
ROBERTA VENTURA
El rechazo a la escuela puede definirse como una condición emocional caracterizada por
una resistencia a la realidad escolar, cuya oposición se manifiesta a menudo en la
evitación de la escuela o en el deseo de no querer permanecer en ella todo el día
(Kearney y Silverman, 1996). Hoy en día, es justo reconocer que el sistema escolar tiene
grandes deficiencias. Hay que entender que el aula, al ser una realidad social dinámica y
en constante evolución, tiene en su seno alumnos que experimentan problemas de todo
tipo, empezando por los relativos a la aceptación, la estima mutua o la autoestima.
La forma en que los estudiantes se acercan a los profesores está influenciada por los
sentimientos que han desarrollado hacia sus padres dentro de su unidad familiar, en
consecuencia, trasladan las emociones, los sentimientos y los sentimientos a la relación
que luego tendrán con los profesores. De este modo, se crea una relación diferente, pero
que sigue estando influenciada por la percepción del respeto y las expectativas que
tenemos de nuestros padres.
Lo que puede ocurrir durante los años escolares es que, dadas las expectativas que los
demás tienen de nosotros o que nosotros tenemos de nosotros mismos, es que puede
surgir un sentimiento de ansiedad, que con los años desemboca en el miedo. La
organización del sistema escolar a menudo no ha tenido en cuenta las oportunidades
dedicadas a prestar atención a las dinámicas conductuales y cognitivas específicas que
caracterizan la ansiedad de cada alumno.
Esta falta de interés en muchos casos ha dado lugar a un círculo disfuncional que
consolida en el niño y posteriormente en el adolescente la condición emocional ligada a la
ansiedad, los pensamientos de autoevaluación y la vergüenza que pueden generar
inhibición y aislamiento. Estos factores pueden afectar a las habilidades sociocognitivas y
a la capacidad de mantener relaciones sociales saludables.
Creo que es importante que padres y profesores colaboren para captar las señales y
evitar acusar a los niños de no querer ir a la escuela. Ignorar estas señales sería
alimentar el problema, que puede convertirse en una fobia escolar en toda regla. Aunque
todavía no está reconocido en los sistemas de diagnóstico, se considera discapacitante.
Entre los miedos que se manifiestan en el ámbito escolar, los más comunes son la
ansiedad de rendimiento, la ansiedad social y el rechazo escolar.
Para el adolescente, el entorno escolar puede convertirse en un lugar donde sólo tiene
que aprender nuevas nociones, nociones que a veces no considera útiles para su
educación individual. Es importante tener en cuenta sus objetivos, intereses, situación
personal y posibles dificultades.
El contexto social también puede influir en los posibles problemas de rechazo escolar, que
pueden estar provocados por el miedo a ser rechazado por el grupo o a tener un bajo
rendimiento académico.
En estas condiciones, faltar a clase puede generar un verdadero refuerzo para las
ausencias posteriores. La situación también genera miedo a volver a clase por temor a no
poder ponerse al día. Es importante formar a los psicólogos escolares y a los profesores,
ya que, debido a los preocupantes datos sobre el rechazo y el abandono escolar, cada
vez es más necesario conocer mejor el trastorno.
En la agenda de Europa 2020, el tema del abandono escolar se encuentra entre los
puntos clave: se menciona el compromiso de cada país miembro de informar sobre el
porcentaje de los que no terminan la escolaridad obligatoria. El objetivo fijado por la Unión
Europea es del 10%. Italia registró una tasa de abandono escolar del 13,1% en 2020.
La principal causa de abandono escolar tiene que ver con los altos índices de pobreza,
pero la situación familiar y los problemas relacionados con la escuela (acoso escolar,
mala relación con los profesores) también influyen en la decisión de abandonar los
estudios.
Creo que la estrategia más eficaz para disminuir la tasa de abandono es establecer
proyectos específicos con el objetivo preciso de aprender habilidades útiles para el mundo
laboral y la vida cotidiana, en lugar de favorecer un proceso de enseñanza-aprendizaje
frontal, ineficaz y con poca interacción (por parte de los estudiantes).
Italia quería proponer soluciones destinadas a ofrecer otras oportunidades más allá de la
transmisión de meras nociones. La reforma de la "Buona Scuola" aprobada por el
Parlamento ha ofrecido un programa de alternancia escuela-trabajo, este programa
pretende dar a los estudiantes la oportunidad de relacionarse con el mundo del trabajo,
los estudiantes descubren así las dificultades, pero sobre todo las posibilidades que la
educación puede ofrecer en ese ámbito.
Por otro lado, en lo que respecta al sistema escolar alemán, se ha ideado un aprendizaje
asalariado con el objetivo de combatir el abandono escolar. Esta propuesta hizo que
alrededor del 40% de los ingresos que normalmente proporciona el contrato de trabajo de
un adulto recayera en los bolsillos del joven estudiante. Se trata de un incentivo en
metálico que podría conseguir erradicar la mayor parte del abandono escolar.
Si un plan similar fuera posible en países como Italia o España, el dinero tendría que ser
pagado directamente por los empresarios. Esta iniciativa permitiría a los estudiantes
aprender habilidades importantes durante sus prácticas y ser útiles para la empresa de
acogida.
"Valorar la contribución activa que los alumnos pueden hacer a la gestión del aula y
permitirles realizar actividades en las que puedan poner a prueba gradualmente su deseo
de experimentación y exploración es una de las formas concretas de fomentar el
desarrollo de una imagen positiva de sí mismos." 1
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Rossanese, V., (2019) Il clima di classe affettivo. Counseling e scuola (counselingescuola.it)