Banderasyestandartesdel Museode Invlidossuhistoriaydescripcin
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BANDERAS Y ESTANDARTES
DEL
USEO DE INVALIDO
SU HISTORIA Y DESCRIPCIÓN
por el comandante de Infantería
DON F R A N C I S C O B A R A D O Y F O N T
Comandante de Infantería y Académico numerario
de la primera citada Corporación.
MADRID
ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO « SUCESORES D E RIVADENEYRA »
I m p r e s o r e s d e la Real C a s a
20 - PASEO D E SAN V I C E N T E - 2 0 J
1 e o 8 I
BANDERAS Y ESTANDARTES
MUSEO DE INVÁLIDOS
BANDERAS Y ESTANDARTES
DEL
MUSEO DE INVÁLIDOS
SU HISTORIA Y DESCRIPCIÓN
por el comaMaiite 4e infantería
DE
DON F R A N C I S C O BARADO Y F O N T
Comandante de Infantería y Académico numerario
de la primera citada Corporación.
MADRID
ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO « SUCESORES D E RIVADENEYRA »
I m p r e s o r e s d e la R e a l C a s a ,
20 —PASEO DE SAN V I C E N T E — 2 O
1 9 O 9
Gsta obra es propiedad def Cuerpo de Onváíidos; guedan cumpfídos
íos regwsitos gue marca fa fey.
P^ÓliOGO
goza. Y no menos notables, las páginas que consagra á las banderas y es-
tandartes, ganadas á los marroquíes en la guerra de África; porque, aunque
parezca extraño, las citadas banderas no estaban descritas, ni habían tenido
hasta aquí quien ilustrara debidamente su descripción; la crítica de la que
perteneció al batallón de Caballeros Cadetes durante la guerra de la Inde-
pendencia y de las que ostentaron los Cuerpos levantados en Badajoz
en 1810. Baste lo dicho, para no alargarme con otras citas de no menos in-
terés. Las curiosas notas que acompañan al texto, justificarán, por otra parte,
la minuciosa labor del Sr. González Simancas, quien, favorecido por la ín-
dole de trabajos á que consagra su actividad, ha podido hallar en los ar-
chivos públicos, y más particularmente en los militares, una suma de curiosas
noticias que enriquecen considerablemente la respectiva descripción.
Inútil es decir, que para cuantos aman estas gloriosas reliquias de nues-
tro pasado, la obra que hoy ve la luz merece el más entusiasta aplauso.
Después de los interesantes trabajos de Cánovas, Arteche y Fernán-
dez Duro, y del no menos erudito y recientísimo del señor general Suárez
Inclán, tocante á banderas y estandartes, viene á enriquecer el caudal de
esta clase de monografías, no muy copioso por cierto en nuestra Patria. Es,
por otra parte, manifestación brillante del amor que los Inválidos profesan
al tesoro que se confió á su tutela y del vivo interés con que atiende á su
conservación el actual ilustrado director del Cuerpo, Excmo. Sr. D. Agus-
tín de Luque.
Si la Historia refresca en la memoria de los vivos los hazañosos hechos
de los que nos precedieron en la carrera del honor, las banderas y estan-
dartes, bajo las cuales marcharon al combate y realizaron aquellas proezas,
y á cuya sombra vivieron y murieron; esas rotas y venerables enseñas, lle-
van al espíritu los alientos de una vida más excelsa, algo cuya raíz está en
lo más hondo del suelo y en lo más hondo del espíritu, la vida de genera-
ciones y generaciones, cadena misteriosa de que somos un pequeño esla-
bón. Pocos y muy desgraciados serán los que no sientan esto. Sin ir más
lejos, recuerdo perfectamente el día en que se conmemoró el centenario del
levantamiento de 1808. Salieron á la luz del sol los viejos tafetanes, con sus
cruces rojas, con sus tejidos deshechos por el tiempo, destrozados por el
hierro; y al contemplar sus gloriosos jirones, bañados por la luz de Mayo,
acariciados por el viento, aclamados por la multitud, honda, vivísima emo-
ción llenó mi pecho, y un grito jubiloso de amor y de entusiasmo se escapó
de mis labios: el grito mágico de / Viva España! cien veces lanzado por los
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que cayeron bajo sus pliegues. Y ése..., ése era el grito que, involuntaria-
mente, se escapaba de todos los pechos, el sublime clamoreo con que salu-
daba el pueblo español á sus penates. Quiera el Cielo, que si éstos se con-
servan venerados bajo las bóvedas del Cuartel de Inválidos, los que hoy
lucen nuestros regimientos hallen, en su día, igual albergue é iguales ho-
nores, unos y otros obtenidos en lides no menos gloriosas.
¿Francisco parado.
Desde tiempos remotísimos fué práctica seguida por Monarcas y caudillos cristianos
la de ofrendar á las imágenes de Cristo y de la Virgen, su Madre, y en particular á esta
última, con la advocación de Santa María ó de la Asunción, las enseñas personales, guión
de sus huestes victoriosas, ó las ganadas al enemigo en sangrientos combates y tenaces
campañas.
Estandartes y banderas, vivos testimonios de la reconquista de nuestra Patria en la
Edad Media y de triunfos inolvidables, como el de Lepanto, yacen casi en olvido, reti-
rados muchos de ellos de los altares donde los colocó la piedad de bravos é ilustres
guerreros. El tiempo y la desatención los destruye lentamente, almacenados, ya en los
archivos y guardarropas de catedrales ó de modestas iglesias, ya dentro de clausura en
los conventos; y cuando en algún caso se siguió conducta diferente, llevaron su celo,
mal dirigido, á restaurar preciosas insignias mutilando la tela de modo irreparable (1).
El regio santuario de la capital de España, que en documento apostólico de 16 de
Abril de 1148 nombraba Eugenio III Ecclesiam Sancta de Antochio (2), vio confirmada
esa tradicional costumbre, según refiere el P. Fr. Gabriel Cepeda, desde los tiempos
en que Alfonso VI reconquistó á Madrid. Entonces, si hemos de creer lo que aquel his-
toriador de la basílica escribió en el siglo XVII, el Rey castellano, «con su gran devoción
mandó poner su pendón Real, con el que la ganó, y el de los moros, en la ermita de
Nuestra Señora de Atocha; y en nuestros tiempos», añade, «los conocimos colgados en
su capilla, y en el estandarte del Rey estaba una imagen de Nuestra Señora, y sembra-
dos por él castillos y leones» (3).
(1) Enseñas militares de la Reconquista, por D. Rodrigo Amador de los Ríos.—Enseña personal
llamada vulgarmente «Pendón de las Navas», página 63 y siguientes.
(2) Bulas inéditas, por D. Fidel Fita; Boletín de la Real Academia de la Historia, t. IV.
(3) Historia de ta milagrosa y venerada imagen de Nuestra Señora de Atocha, Patrona de Madrid
por el P. Fr. Gabriel Cepeda. Madrid, 1670.
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Á ese templo, después de su importante reedificación en el siglo XVI, hizo llevar Fe-
lipe II «una de las banderas de inmortal renombre», que «se conservó hasta la época de la
guerra de la Independencia española» ó fué retirada «al blanquearla nave principal en
el reinado de Carlos IV» (1). De allí mandó sacar elgeneral inglés lord Stanhope, el 1710,
después de la rota de Zaragoza, todas las banderas y estandartes que recordaban triun-
fos de las Armas, españolas, si bien luego fueron reconquistadas en Brihuega por las tro-
pas de Felipe V (2); en la tribuna ó baranda de la capilla de la Virgen se encontraban,
á principios del último tercio de la decimoctava centuria, según refiere el erudito Ponz,
las enseñas tomadas por nuestro Ejército en distintas batallas (3); y cuando las tropas
de la división Villatte saquearon y profanaron la iglesia de los hijos de Santo Domingo,
la noche del 3 al 4 de Diciembre de 1808, convirtiéndola en cuartel de Caballería (4) «se
contaban aún», según los datos consignados en un manuscrito citado por el historiador
de Atocha D. José J. Jiménez Benítez ( 5 ) , «diferentes banderas y estandartes tomados á
los llamados Rústicos de Alemania, seducidos por Lutero..., algunos guiones del rebelde
Duque de Orange», y también insignias francesas ganadas en Pavía; otras procedentes
de la conquista de Oran, austríacas, lusitanas, y las cogidas en Almansa, que el Conde
de Pinto fué comisionado en 1707 para entregarlas en el histórico santuario (6). Á fines
del siglo XVIII, y probablemente hasta el día en que las huestes de Napoleón entraron
con violencia en el templo de Atocha, estuvieron colocadas á los lados del altar de la
Virgen las bandas y banderas tomadas á los franceses en 1793, como lo prueba el an-
tiguo grabado reproducido en la lámina 1. , raro y curioso ejemplar que hoy viene á
a
(1) Atocha. Ensayos históricos, por el Dr. José J. Jiménez Benítez, 1.1, pág. 297.
(2) Ibídem, tomo citado, pág. 481.
(3) Viaje de España, t. V, pág. 26.
(4) Atocha, etc., 1.1, pág. 647 y siguientes.
(5) El Sr. Jiménez Benítez, nuestro bondadoso amigo, nos ha manifestado de palabra que, al exa-
minar toda la documentación del archivo de Atocha y los dos libros becerros, no encontró más datos
referentes á banderas que los consignados en su obra, por lo que no cree s e llevaran anotaciones e s -
peciales respecto á ellas por la comunidad de Dominicos.
(6) Esta noticia de las banderas que en 1808 existían en la iglesia de la Patrona de Madrid, la tomó
el Sr. J. Jiménez «de la Historia ms. del P. Maestro Fr. Manuel Herrero, contemporáneo de los dolo-
rosos sucesos...»—Atocha, etc., 1.1, páginas 649 y 650.
En cuanto á la entrega de los trofeos conquistados en la batalla de Almansa, la noticia está toma-
da por el historiador de Atocha, aunque no lo expresa, de la Historia general de España, escrita por
D. Modesto Lafuente, t. III de la edición de 1872, pág. 508.
(7) Ese grabado rarísimo que publicamos, pertenece á la colección de nuestro amigo D. Juan P é -
rez de Guzmán, duque de T'Serclaes, á quien agradecemos el favor que bondadoso nos ha prestado
permitiendo su publicación.
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Napoleón, fechada en 9 de Marzo de 1809 (1), quedó sin culto su templo, hasta que en
él se hicieron las obras de reconstrucción necesarias y fué restituida la santa escultura
en 20 de Junio de 1819 (2). Desde esta última fecha pudieron verse otra vez engalana-
dos los muros de aquel santuario con trofeos militares, cual en lo antiguo sucedía; pero
si esto ocurrió así, según parece indicarlo un documento oficial conservado én el Archivo
de Inválidos (3), en el que consta la existencia de banderas depositadas en Atocha antes
de tomar el Cuerpo posesión del edificio en 1838, posible es, y muchos son los datos
que lo hacen sospechar, que esas enseñas fueran las que el ejército francés tomó al
nuestro en la guerra de la Independencia y en la campaña de 1823, y devolvió ese mismo
año á la Regencia del Reino el Duque de Angulema, en nombre de Luis XVIII (4), puesto
que, como veremos más adelante, ninguna de aquéllas citadas por el Sr. Jiménez Benítez
se encontró pendiente de las paredes de la Real basílica, cuando por una ley pasó á
ser capilla de los beneméritos Inválidos (5).
Inaugurado el cuartel con toda solemnidad el 19 de Noviembre de 1838, «se hizo
un inventario general de cuantos trofeos existían en depósito» y habían sido colocados
de un modo artístico en las cornisas y pilastras de la iglesia. Aquel instrumento escrito,
que puede ser uno que carece de fecha y se publica como segundo de los Apéndices,
«sirvió de base para formar los catálogos sucesivos» (6), en los que, á pesar del buen
deseo de sus autores, quedó sin determinar la procedencia de la mayor parte de las en-
señas y los Cuerpos que las habían usado, por lo que su clasificación ofreció en ade-
lante cada vez mayores dificultades, hasta resultar dificilísima, cuando al trasladar
las banderas de Atocha al local donde ahora existen, no sólo se dejó de consignar
el sitio que cada una ocupó anteriormente en las paredes del templo, si no que también,
y este fué el mayor inconveniente, se les dio distinta numeración y se quitaron las mar-
cas que muchas tenían, correspondientes al orden seguido en aquellos primeros inventa-
rios (7). Por estas causas, sin duda, el Catálogo impreso en 1900 no adelantó cosa alguna
(1) Esa orden curiosísima, que firma, como ministro de Estado, D. Mariano Luis de Urquijo, está
redactada en estos términos: «Don José Napoleón, por la gracia de Dios y de la Constitución del Esta-
do Rey de España y de las Indias: Para que la imagen de Nuestra Señora, con el título de Atocha,
que con gran devoción de esta Corte se veneraba en el convento de Padres Dominicos del mismo nom-
bre no carezca de los cultos que los fieles quieren tributarle, hemos decretado y decretamos que sea
trasladada á la iglesia de Santo Tomás, perteneciente también á Padres Dominicos, donde sea colo-
cada con toda la decencia que corresponde y deseamos.»—Atocha, etc., 1.1, pág. 659.
(2) Atocha, t. II, pág. 31.
(3) En la carpeta de Asuntos generales, 2 . s e a , 3 . div., exp. núm. 1. (Véase Apéndice n. I.)
a a
que corresponden á los que tienen señalados en los inventarios más antiguos, según hemos podido
comprobar; y en cuanto á los «restos de papel, adheridos á algunas de las banderas, en los que apa-
recen un número de orden y una letra», que hicieron suponer al señor general Rendos, autor del Ca-
tálogo de 1900, que «por las comunidades religiosas que ocuparon aquel templo (de Atocha), s e lleva-
s e un registro de los trofeos allí depositados», en la actualidad no s e encuentra ninguno, y ya dejamos
dicho, en la nota núm. 5, de la página 10, cuál e s la opinión sobre este particular del historiador de la
Real basílica, Sr. Jiménez Benítez.
(1) Comunicación, fecha 16 de Enero de 1905, dirigida por el Comandante general de Inválidos á
os Jefes y Capitanes designados para formar la Junta.
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merced á la acertada dirección del actual comandante general, D. Agustín Luque, ardiente
defensor de los prestigios del Ejército y honor de su bandera, y á la diligente acción, digna
del mayor encomio, del veterano coronel Jefe del Cuartel, D. José Valdés, quien, sin estar
aún satisfecho con la obra de las suntuosas vitrinas que guardan de manera inusitada
las enseñas nacionales y extranjeras, acaba de llevar á feliz término la de salvar los
maltratados paños, vivos testimonios de acciones gloriosas para la nación y de cruentos
combates sostenidos para defenderla.
Poco hemos de decir de nuestra labor. La paciente búsqueda de documentos en el
Archivo de Inválidos, en el Histórico Nacional, en el Militar de Segovia y en otros de
las diversas poblaciones que con tal motivo visitamos; la consulta de obras históricas,
y periódicos antiguos; el rastreo por museos, iglesias y conventos, en demanda de datos
positivos, y el estudio detenido de los jeroglíficos y lemas bordados en las banderas,
nos han conducido al fin del trabajo, en el que la fortuna, más que la ilustración y com-
petencia, nos ha permitido resolver problemas de tan difícil solución, como los de ave-
riguar sucesos notables y olvidados que explican la presencia en España de las enseñas
rendidas al enemigo en la gloriosa lucha por nuestra independencia; el origen de otras,
que no conservan más divisas en sus telas que las imágenes de santos pintados en ellas,
el esclarecimiento de investigaciones laboriosas hace años emprendidas en busca de
monumentos históricos que se consideraban perdidos para siempre (1). Pero á pesar de
nuestro decidido propósito, que aspiraba á la definitiva clasificación de todas las ense-
ñas depositadas en el Museo de Inválidos, aun quedan cinco de origen incierto, cuya
historia quizá descubra mañana el escrito de un olvidado papel, probando que ellas, como
otras muchas de las conocidas insignias, guardan entre los jirones de sus desgarradas
telas recuerdos de actos heroicos, de días gloriosos y de sufrimiento, memorias de duelo
y de júbilo nacional; porque todo eso nos dicen con elocuente mudo lenguaje, las viejas
banderas, monumentos venerados que simbolizan el ideal y el honor de nuestra amada
Patria.
Todas las enseñas nacionales que los Inválidos conservan en su Cuartel, museo de
gloriosos recuerdos, proceden de los dos últimos siglos. Pertenecieron las más de ellas
á los Cuerpos regulares del Ejército, cuando ya las unidades tácticas habían sido organi-
zadas de un modo semejante al que aun subsiste; otras, en buen número, á las tropas
levantadas por las Juntas provinciales y locales para defensa de la Patria con motivo de
la guerra de la Independencia, ostentando los paños emblemas y leyendas apropiadas
para excitar el entusiasmo popular, aun cuando aplicadas en forma contraria á la unifor-
midad; y algunas, las menos, á los regimientos de Infantería y escuadrones de Caballería
creados por nuestros Virreyes y Gobernadores en las antiguas posesiones de América.
Las banderas carlistas de la primera guerra civil, excepto una de bordados caprichosos,
poco se diferencian de las del Ejército en aquella época. •
Inútil resultaría, por lo tanto, hacer aquí un estudio prolijo de la historia de las ense-
ñas españolas desde los tiempos más antiguos hasta que ellas vinieron á ser insignia
nacional en los comienzos de la decimoctava centuria. Tito Livio nos habla de las ban-
deras tomadas por los romanos á las huestes celtibéricas; de la signa romana en-
contramos abundantes noticias en los textos clásicos, y muy particularmente en los de
Homero, Virgilio, Plinio y Diodoro de Sicilia, y respecto al carácter de las enseñas visi-
godas, pueden consultarse los de San Isidoro (Etimologías; De Signis) y San Julián
(Historia de Wamba). En cuanto se refiere á banderas Reales, de ciudad y personales,
usadas en nuestra nación durante la Edad Media y en los dos primeros siglos de la mo-
derna, existen multitud de antecedentes curiosos en el Código de las Partidas de Alfonso
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el Sabio, donde vemos la primera ordenanza militar; en las Antigüedades de España, del
maestro Berganza, y en otros libros de bien reputados escritores, como Bernardino de
Escalante (Diálogos de Arte Militar), Juan Gregorio Becano (Gigantomachia), Fernando
Mexia (Nobiliario), Diego de Valera (Tratado de los rieptos y desafíos), y otros muchos
más, á los que debe añadirse el nombre ilustre del marino D. Cesáreo Fernández Duro
(Tradiciones infundadas), que supo reunir en un interesante volumen multitud de datos
hasta entonces ignorados que yacían en los legajos de nuestros archivos y en las pági-
nas de olvidados códices.
Reglamentadas por Felipe V á principios del siglo XVIII, la tela, dimensiones y forma
de las banderas y estandartes de los Cuerpos arriba citados, así como también los lemas,
escudos de armas y demás jeroglíficos bordados en las dos faces de esas insignias, úni-
cas usadas desde entonces por el Ejército de tierra, en el que desaparecieron las anti-
guas señeras personales y de localidad, consideramos conveniente reproducir aquí la
parte esencial de cuantas Reales disposiciones y decretos gubernativos se han dictado
con tal propósito á partir de aquel siglo, respecto á las tropas de la Real Casa, á las
Armas combatientes y al Cuerpo de Ingenieros; preceptos reglamentarios que no 'por
haber visto ya la luz muchos de ellos en conocidos textos de tratadistas militares, deja
de ser útil reproducirlos en estas páginas, siquiera sólo sirva su publicación para evitar
consultas en diferentes obras cuando se lean las descripciones de las insignias deposi-
tadas en el Museo de Inválidos.
(1) El docto historiador y pundonoroso militar, que era sin duda uno de nuestros Generales de ma-
yor prestigio, ha muerto, joven aún, cuando este libro está en publicación. Conste aquí nuestro profundo
sentimiento. La muerte del general Suárez Inclán ha destruido una de las más legítimas esperanzas del
Ejército, y á nosotros nos ha privado de sus consejos y bondadosa amistad.
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de esos cuerpos se refieren, mencionan el color y forma de las banderas que llevaban,
con lo cual hay razón para afirmar que en aquellas fechas no se concedía importancia
al asunto, quizá porque en los comienzos de dicha centuria se conservaba el recuerdo
de las múltiples banderas que usaron los tercios, coronelías y regimientos en los
siglos XVI y XVII, sin otra significación que la derivada del blasón de caudillos ó capi-
tanes que mandaban Cuerpos y compañías.»
Á falta de documentos oficiales, el citado General acudió en busca de otro género
de testimonios en los dibujos de la obra inédita titulada Teatro militare de TEuropa, del
Marqués Alfonso Taccoli (1), de donde tomó las siguientes descripciones:
!
"Guardia de Corps—1720.
«Bandera coronela con fondo violeta, flordelisada de oro. Las demás banderas blan-
cas é iguales á las del mismo color ya descritas.»
Don Serafín María de Soto, en su libro Memorias para la Historia de las tropas de la
Casa Real de España, escribía en 1828, sin documentar la noticia, que al Regimiento de
Guardias Españolas, considerado como el primero de los Cuerpos de Infantería, «se le
dio por su primera bandera el pendón morado de Castilla, que debía residir en la Com-
pañía coronela, y á las de Fusileros se les señalaron las ordinarias de los Cuerpos del
Ejército, como mandadas por Coroneles». Respecto á estas últimas enseñas, hablaremos
luego, y en cuanto á la debatida cuestión del color del Pendón de Castilla, minuciosa y
documentalmente tratada por D. Antonio Cánovas del Castillo (1) y D. Cesáreo Fernán-
dez Duro (2), no parece ya ofrecer dudas: el tono carmesí, quizá el indio tan nombrado
en la Edad Media, es el que, confundiéndolo en el lenguaje con el rojo, el púrpura y el
morado, fué el color nacional, y, por tanto, el del guión Real, hasta que Felipe V hizo
prevalecer entre nosotros la divisa blanca de la casa de Borbón (3).
El decreto de 2 de Noviembre de 1821, que ordenó la sustitución de las banderas y
estandartes por la insignia del león de bronce y dos grimpolones de los colores del pa-
bellón nacional (rojo y amarillo), disponía en el art. 6.° que los Cuerpos de la Guardia
Real, «según el Arma á que correspondan», debían usar la misma insignia que los demás
del Ejército, esto es, la insignia del león.
«Restablecido el régimen absoluto, escribe el general Suárez Inclán, se organizó
en 1.° de Mayo de 1824 la Guardia Real, al modo de Cuerpo de Ejército, con tropas de
todas las Armas é Institutos; de estos Cuerpos proceden muchas banderas y estandartes
que hoy se conservan en nuestros museos militares. El decreto no señaló el color de las
enseñas, pero puede afirmarse que las banderas correspondientes á los regimientos de
la División provincial fueron blancas, y aun creo yo, que tuvieron igual color casi
todas las de la División de Granaderos de Infantería. Una excepción, sin embargo, me
interesa señalar: en la Armería Real se custodia una bandera de tinte morado pálido,
que, según parece, debía de estar sembrada de flores de lis bordadas en oro; tiene
en el centro de una de sus caras un castillo rodeado de cinta blanca, en cuyos restos
se lee lo bastante para restituir la siguiente inscripción: «La Reina María Cristina á
»los Granaderos de la Guardia Real de Infantería», y un león en la otra cara. Esta
bandera no figura en el Catálogo de la Armería, ni se sabe cuándo llegó allí ni quién la
entregó.»
La paciente investigación en los documentos del archivo del Cuartel de Inválidos nos
permite afirmar que esa enseña morada es la misma que los antiguos inventarios de las
banderas depositadas en Atocha llaman Pendón de Castilla, y pasó á la Real Armería
en 1893, según consta en testimonios que copiamos en el Apéndice IX, y es la misma
que la citada Reina entregó á los Granaderos el día 10 de Octubre de 1831 (1).
Infantería.
(1) Véase lo que decimos respecto á la entrega de esta enseña al estudiar las Banderas de las tro-
pas de la Casa Real de España, pág. 49.
— 20 —
midad de las esquinas las armas de los reinos y provincias de donde tengan el nombre,
ó las divisas particulares que hubieren tenido ó usado, según su antigüedad». Estos
preceptos se repiten en el art. 7.° de la Declaración de 17 de Marzo de 1734, adición á
la Ordenanza de milicias de 31 de Enero del mismo año, añadiendo, que «en los cuatro
remates de la cruz podrán tener los escudos de las armas de la provincia y el rótulo del
nombre de ella en lo alto de cada una, tendido al ancho de la bandera». Por este tiempo
pretendió usar la bandera morada el Regimiento de Castilla, hoy Regimiento del Rey (1),
y habiéndosele negado la autorización para ello, el Coronel de dicho Cuerpo en 1766,
Conde de Fernán-Núñez, solicitó de S. M. que se le concediera al regimiento la deno-
minación del Rey y la calificación de inmemorial, con el uso de uniforme distinguido y
bandera morada. El Soberano accedió á las primeras peticiones, no otorgando las que
significaban preferencia por ser esto contra Ordenanza. Respecto al color, forma y jero-
glíficos de la discutida y comentada bandera de la Guardia Real creada por el Conde-
Duque de Olivares, origen de aquel Cuerpo, que sólo se conocía por la noticia que de
ella dio el Conde de Clonard en el tomo IX de la Historia orgánica de las Armas de Infan-
tería y Caballería, nuestra afortunada búsqueda (2) permite asegurar que el Sr. Fernán-
dez Duro (3) estaba en lo cierto al calificar de enseña absurda ante las reglas de la herál-
dica la que el dicho historiador dijo tener fondo de color rojo y los bastones de Borgoña
de tono encarnado muy subido.
Por el art. 10 del tratado I, tít. I, de las Ordenanzas generales dadas por Carlos III
en 22 de Octubre de 1768, cada batallón debía tener dos banderas con corbatas encar-
nadas: «La primera bandera será blanca con el escudo de mis armas Reales, y las otras
de cada regimiento blancas con la cruz de Borgoña, y en aquélla y éstas se pondrán á
la extremidad de los cuatro ángulos ó esquinas las armas de los reinos, provincias ó
pueblos de donde toman la denominación sus respectivos cuerpos, y las divisas parti-
culares que hubieren tenido y usado con mi Real aprobación.»
La primera innovación respecto á las enseñas militares en el siglo XIX, fué la del
Reglamento de 26 de Agosto de 1808, en el que se dispuso por el art. 6.° la reducción
de banderas, dejando una en cada batallón. Pero el decreto antes citado referente al uso
de la insignia del león, que ya sabemos quedó sin efecto en 1824, las suprimió todas, y
en cuanto al Regimiento Inmemorial del Rey, el Conde de Clonard afirma que el día 14
de Octubre de 1830 se bendijeron y entregaron en Cádiz al mencionado Cuerpo las ban-
deras de fondo morado (4).
Por Real orden de 6 de Junio de 1842 se dispuso que fuera morada la bandera del
Batallón provincial de Valencia, y que del mismo color pudieran usarla los Cuerpos
provinciales de Castilla.
El decreto del Gobierno provisional del Reino, de 13 de Octubre de 1843, dictó las
reglas que al fin fijaron los colores nacionales en las enseñas del Ejército de tierra. Este
documento interesante dice así:
«Siendo la bandera nacional el verdadero símbolo de la Monarquía española, ha
llamado la atención del Gobierno la diferencia que existe entre aquélla y las particulares
de los Cuerpos del Ejército. Tan notable diferencia trae su origen del que tuvo cada uno
de esos mismos Cuerpos, porque, formados bajo la denominación é influjo de los diver-
sos reinos, provincias ó pueblos en que estaba antiguamente dividida España, cada cual
adoptó los colores ó blasones de aquel que le daba nombre. La unidad de la Monarquía
española y la actual organización del Ejército y demás dependencias del Estado, exigen
imperiosamente que desaparezcan todas las diferencias que hasta ahora han subsistido,
sin otro fundamento que el recuerdo de esa división local, perdida desde bien lejanos
tiempos.
»Por tanto, el Gobierno provisional, en nombre de S. M. la Reina D . Isabel II, ha
a
Caballería.
Las Reales Ordenanzas del Ejército de 12 de Julio de 1728 (art. 5.°, lib. I, tít. III) de-
terminaron lo siguiente, respecto á las enseñas de los Cuerpos montados: «En cada es-
cuadrón de Caballería y Dragones habrá un estandarte, cuya asta será de nueve pies y
once pulgadas, comprendiendo en esta medida el regatón y la moharra; el fondo de dicho
estandarte será encarnado y tendrá por una parte nuestras armas y por la otra un em-
blema de guerra con el nombre del regimiento, que debe ponerse al pie.» Por Real
decreto de 28 de Junio de 1821 se redujo aquel número á un solo estandarte en cada
regimiento de Caballería y Dragones.
El Conde de Clonard (2) y el General Suárez Inclán(3) dicen que Felipe V otorgó
el uso de estandarte azul al Regimiento de Caballería del Príncipe, en conmemoración
de haber salvado este Cuerpo á uno de Valones en la batalla de Zaragoza el 20 de
Agosto de 1710. En la iglesia de Santa María, de Elche, existen otros estandartes del
mismo color que pertenecieron al Regimiento de Caballería de Cartagena (4), y esto
prueba que lo azul de las telas en dichas enseñas no debió ser privativo de aquel Cuerpo
en el siglo XVIII.
(1) Apéndice X.
(2) Historia Orgánica de las Armas de Infantería y Caballería españolas, t. XV¿ pág. 66.
(3) Band. y est, pág. 15.
(4) Véase lo que decimos al estudiar el estandarte núm. 120.
— 23 -
Artillería.
Por las Ordenanzas de 2 de Mayo de 1710 se creó el Regimiento de Real Artillería,
disponiendo el artículo 21 que cada batallón tuviera tres banderas «con alguna divisa de
Artillería que las diferencie de las de los regimientos de Infantería». La regia disposi-
ción no expresa cómo había de ser la seña coronela, y estando por entonces ordenado
que las de los batallones de Infantería ostentaran los colores de las armas de la provincia
ó ciudad de su nombre, posible es que fueran blancas las telas empleadas en las bande-
ras de aquel Cuerpo Real, puesto que blanco es el color de la divisa de la Casa de
Borbón.
El erudito y competente General antes citado escribe al tratar de esta cuestión: «El
rey Felipe V desechó toda idea de diversidad entre los colores de las banderas de Infan-
tería y Artillería; la distinción sólo había de consistir en una divisa que caracterizara la
segunda de estas Armas, y por lo tanto, blanco debió ser el fondo .de las banderas de
Artillería.
»Es por eso muy extraño que algunos escritores sostengan la opinión contraria. Don
Manuel Jiménez González, capitán de Caballería y autor de una obra inédita muy reco-
mendable, que se conserva en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia (1), dice
á propósito de este asunto: «Se marcó en el Reglamento de creación del Regimiento Real
»de Artillería de España, expedido en 1710, y en el de organización de los batallones y
»brigadas de Artillería de Marina, que la bandera coronela de aquel Cuerpo fuese de seda
(1) «Colección de modelos de las armas y de los trajes usados por las tropas de mar y tierra desde
la más remota antigüedad hasta nuestros días: con una breve reseña histórica de las mismas y un apén-
dice sobre los Cuerpos de Ultramar.—Madrid, 1862.»
— 24 —
»azul, con la cruz de Borgoña, coronada en sus extremos, y algún atributo de Artillería,
«corno el que la pusieron, consistente en cuatro escudos pequeños de armas Reales, sos-
tenidos por trofeos colocados en los cuatro extremos del paño.» Probado queda que esta
afirmación no es exacta; pero, corriendo el tiempo, llevó bandera azul algún Cuerpo de
Artillería, como el primer Regimiento á pie, que tenía una de este color en 1862, aun
siendo contra Ordenanza; se conserva en el Museo del Arma y tiene la cruz de Borgoña,
y en dos cintas ó fajas blancas la inscripción «Real Artillería», debiendo acaso esto su
origen á que en el período de 1710 á 1728 las banderas de batallón tuvieran el color
citado, aunque no existe documento oficial que lo justifique.»
Atestiguando que las banderas coronelas de Artillería fueron de tafetán blanco hasta
el decreto de 1843, tenemos la señalada en este catálogo con el número 52; otra del Real
Cuerpo de Artillería de Lima, en el Museo del Arma (1), y la que usan las tropas de la
Comandancia de Barcelona, regalada en 1832 á la «Artillería á pie del Ejército» por la
reina D . María Cristina de Borbón. Desde 1821 hasta 1824 los Cuerpos de Artillería
a
usaron también la insignia del león, disponiéndolo así el art. 6.° del decreto de
aquella fecha.
En cuanto á los Cuerpos montados del Arma, que subsistieron desde 1810, en el Mu-
seo de Artillería está catalogado un estandarte carmesí, que se supone perteneció al Es-
cuadrón de la Guardia Real. Tiene esta enseña en el anverso, además del escudo de las
armas Reales, flores de lis rodeadas de palma y laurel y trofeos artilleros con corona
Real encima, y en el reverso, á más del escudo, las iniciales de los monarcas Fernando
y María Cristina. Esta insignia la considera el general Suárez Inclán análoga en color
y forma «á los estandartes que usaron los regimientos de la División de Caballería de la
Guardia; y no existía razón para otra cosa, puesto que ninguna concesión se había otor-
gado al Arma de Artillería, por lo que atañe al color de sus enseñas, siendo natural, por
lo tanto, que el fondo de los estandartes que usaban sus escuadrones fuese igual al de
los estandartes de los regimientos ligeros de Caballería, á los cuales se identificaron en
organización».
Los regimientos á pie y las unidades montadas, con raras excepciones, tienen en la
actualidad enseñas moradas, contra los preceptos de los decretos de 1843, 1871 y 1875,
no constando la época en que comenzaron á usarse así. La única disposición que se co-
noce es la del art. 11 del Reglamento de uniformidad del Arma de Artillería, publi-
cado en 12 de Julio de 1861, el cual manda que las banderas y estandartes de las seccio-
nes á pie y montadas continúen siendo de color morado.
Como ejemplo de las mudanzas caprichosas que se advierte en colores, dibujos y bor-
(1) Esta bandera, que tiene el número 144, e s de tafetán blanco, con el escudo de las armas Reales
en el centro, y en los ángulos otros con los blasones de Lima (cuando esta ciudad era española), ro-
deados de banderas y cañones, y estos rótulos debajo: Brigada—del Real Cuerpo—Artillería—Lima.
- 25 —
dados de insignias especiales, puede citarse un estandarte de terciopelo negro con las
armas Reales por un lado, y por el otro el de Artillería y debajo el lema Primer Escua-
drón. Esta enseña la catalogó D. Mariano James con el núm. 1.573 entre las pertene-
cientes al Museo militar, que luego se llamó Museo de Artillería (1).
Ingenieros.
La Real Ordenanza de 14 de Octubre de 1803, que confirmó el Reglamento dictado para
la organización del primer Cuerpo especial de tropas de Ingenieros militares, mandaba lo
siguiente en el art. 6.°: «Cada batallón tendrá una bandera igual en sus dimensiones
á las que tienen los regimientos de Infantería: la primera bandera será morada, con el
escudo de mis Reales armas y el lema Real Cuerpo de Zapadores y Minadores; la segunda
ha de ser también morada, con la cruz de Borgoña y el mismo lema; en dos de sus án-
gulos tendrá un castillo y en los otros dos un león.»
En el Museo de Artillería se conserva una bandera catalogada con el núm. 22, que
figura allí como «Pendón de Castilla», procedente de un batallón de Zapadores organi-
zado durante la guerra de la Independencia. Es de tafetán carmesí violáceo, con el es-
cudo Real en el centro del paño y un castillo de plata (blanco) en cada uno de los ángu-
los, color y emblemas que difieren de los reglamentarios en aquella época.
El Regimiento de Zapadores y Minadores usó en 1821 la insignia del león, como los
demás Cuerpos del Ejército (art. 6.° del Reglamento), y en 1843 las banderas de los co-
lores nacionales; pero no satisfecho el Cuerpo de Ingenieros con la desaparición de las
enseñas moradas, solicitó en 1850 que de n,uevo se le permitiera ostentarlas. La petición
fué atendida por Real orden de 15 de Enero del año siguiente, y á pesar de los decretos de
1871 y 1875, el Reglamento de uniformidad, publicado en 9 de Junio de 1886, determinó
que las banderas y estandartes de todas las tropas de Ingenieros fueran de color morado.
(1) «Noticias de las banderas, estandartes y pendones que existen en el santuario de Nuestra S e -
ñora de Atocha del Cuartel de Inválidos de España, Real Armería de Madrid y Museo militar, puesto
á cargo y cuidado del Real Cuerpo de Artillería, formada por el I. de A. D. M. J., y dedicada al
Excmo. Sr. Teniente General D. Rafael de Arístegui, director-comandante general del expresado
Cuerpo y Cuartel de Inválidos.—Madrid, 1865, Imprenta de D. Pedro Montero, Plaza del Carmen, 1.»
- 26 -
«Decreto para que las armas de la corona de España é Indias se dividan en seis
quarteles, sobreponiendo en ellas el Águila.
«Artículo primero. Las armas de la corona en adelante constarán de un escudo di-
vidido en seis quarteles: el primero de los quales será el de Castilla: el segundo el de
León: el tercero el de Aragón: el quarto el de Navarra: el quinto el de Granada, y el
sexto el de Indias, representado éste, según la antigua costumbre, por los dos globos y
dos columnas; y en el centro de todos estos quarteles se sobrepondrá por escudete el
Águila, que distingue á nuestra Imperial y Real Familia» (1).
«Decreto por el qual se fixan el color y armas de las banderas de Infantería de línea
y ligera.
»En nuestro Palacio de Madrid á 24 de Marzo de 1809.
»Don José Napoleón, por la gracia de Dios y por la Constitución del Estado Rey
de las Españas y de las Indias. Visto el informe de nuestro Ministro de la Guerra, he-
mos decretado y decretamos lo que sigue:
«Artículo primero. Todo batallón de Infantería de línea y ligera de nuestros Exér-
citos tendrá una bandera de tafetán blanco con el escudo de nuestras armas bordado en
medio de seda de color; el tafetán deberá tener seis quartas en quadro; las corbatas dos
de largo, y serán encarnadas, y las astas serán de siete pies.
«Art. II. En los quatro ángulos de cada bandera estará igualmente bordado el nú-
mero que designe el regimiento; si éste lo fuere de línea, dicho número estará colocado
dentro de una estrella roxa; y si fuere de Infantería ligera, dentro de una trompa: el todo
conforme á los modelos qne se darán.»
En el Museo Naval se conserva la bandera del 6.° Regimiento de línea hispano-
francés.
Condecoraciones y distintivos.
Una de las disposiciones respecto á banderas, consignada en las Reales Ordenanzas
de 1768, fué, según hemos visto, la referente á poner en la extremidad de los cuatro án-
gulos del paño las divisas particulares que los batallones hubieren obtenido y usado con
Real aprobación, mandato regio en el que nos parece encontrar el origen de las conde-
coraciones y otros distintivos que vemos bordados en algunas de las banderas conser-
vadas en el Cuartel de Inválidos.
Los textos de doctos historiadores, á falta de documentos de carácter oficial, vienen
elevará á este Ministerio con su dictamen para la resolución de S. M. 3.° Que con
objeto de que dicha Comisión pueda llevar á cabo estos trabajos con la mayor suma de
datos posible, se faciliten á la misma, por los archivos y dependencias del Estado,
cuantos documentos oficiales existan en ellos relativos al objeto, consultando asimismo
la obra denominada Historia orgánica de las Armas de Infantería y Caballería, en la que
se hallan deslindados con precisión, claridad y gran copia de datos auténticos los de-
rechos de cada uno de los cuerpos del Ejército. 4 ° No se comprenden en esta medida
los batallones de Milicias provinciales, en atención á que, siendo de nueva creación,
según lo expresamente declarado en Real orden de 1.° de Julio de 1856,. no deben con-
siderarse en manera alguna como reorganización de los antiguos.»
Por otra Real orden de 31 de Agosto de 1866 se pidieron por el Ministro de la Guerra
al Presidente de la Junta Consultiva los expedientes incoados relativos á la concesión
de blasones y corbatas á las insignias, «por no ser ya necesario que la misma informe
respecto de ellos». Así quedó sin efecto aquel intento de restablecer los distintivos hono-
ríficos en las enseñas.
Las Cortes generales de Cádiz crearon en 13 de Agosto de 1811 la Orden militar de
San Fernando, para premiar los servicios de las tropas españolas y extranjeras auxiliares
durante la guerra de la Independencia. Fernando VII la ratificó, con algunas modifica-
ciones, en 10 de Julio de 1815, y según el Reglamento, se concede la corbata de esta
orden, que consiste en una cinta encarnada con filetes de color amarillo, á las banderas
ó estandartes de los Cuerpos del Ejército por hechos de armas heroicos, y en virtud de
juicio contradictorio.
Expuestos los datos que nos ha sido posible adquirir en textos y documentos irrefu-
tables, respecto á las disposiciones dictadas desde el siglo XVIII, en cuanto se relaciona
á banderas y estandartes en los Cuerpos regulares del Ejército de tierra, terminaremos
esta labor, prolija con exceso por la índole del trabajo, publicando aquí una noticia
curiosa: En 1720 se imprimió en Zaragoza (1), un libro en el que su autor, Juan de Al-
bayceta, dio á conocer las reglas que debían seguirse para el corte y hechura de las ban-
deras. El título de la obra es: Geometría y trazos pertenecientes al oficio de sastres, donde
se contiene el modo y orden de cortar todo género de vestidos españoles y algunos ex-
tranjeros.
BANDERA AUSTRIACA
B A M B A S TOMADAS AL ENEMIGO
Banderas austríacas.
N ú m e r o 1 (99 del Catálogo de 1900).—El difícil examen de esta bandera, llevado á
cabo merced á la paciente labor de ir uniendo los menudos fragmentos á que quedó redu-
cida por la acción destructora del tiempo, nos permitió reconstruir el bordado escudo que
ocupaba el centro de la tela, de tafetán blanco, y apreciar el dibujo y color de las armas
que ostentaban sus cuarteles, así como las pintadas siglas del escusón central, ya que las
descripciones de catálogos anteriores ( i ) , no permitían una fácil interpretación.
Como puede verse en la lámina 2, el primer cuartel, en campo azul, con una cruz
patriarcal de plata saliendo de una corona de oro, puesta sobre una terraza de sinople,
corresponde al reino de Hungría; el segundo, león rampante, de plata, membrado de
azul, en campo de gules, por el reino de Bohemia; el tercero, bandado de oro y azul
con bordura de gules, es de Borgoña antiguo; y el cuarto, partido de plata y un águila
de gules, coronada, picada y membrada de oro, corresponde al Tirol; armas que perte-
necieron á María Teresa, emperatriz de Alemania, reina de Hungría y de Bohemia, hija
primogénita de Carlos VI y de Isabel Cristina de Brunswick Wolfenbuttel, coronada
en Presburgo el 25 de Junio de 1741 (2).
Tanto el escudo descrito y la corona que lo ennoblece, como la palma y el laurel
simbólicos que tiene á uno y otro de sus costados, acusan el gusto artístico decadente
de aquella época y ofrecen, en conjunto, un bordado de recortadas piezas, fileteadas de
trencillas, llamado al sobre puesto por los españoles, y que, según el italiano Vasari (3),
fué ideado por el florentino Sandro Boticelli, para construir banderas y estandartes, á los
que, por semejante procedimiento, daba consistencia y duración sin coste exagerado.
(1) Apéndices III, IV, V y VI, números 32, 32 repetido, 111 y 99, respectivamente.
(2) Nouvelle méthode raisonnée du blasón da P. Menestrier, par M. L. (a Lion, 1770).
(3) Le vite de piú escellenti pitíori, etc., por Giorgio Vasari, t. V, pág. 121.
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Contrastando con esas labores, aparecen las pintadas iniciales M. T., que ocupan el
campo del coronado escusón, circunstancia que hace sospechar, con fundado motivo
(pues no se acostumbra emplear en una obra de esta naturaleza los dos procedimientos
decorativos de la pintura y el bordado) si la tira de seda blanca donde aquéllas apa-
recen, sería puesta allí después de coronarse la Emperatriz, sustituyendo con las citadas
letras la cifra de su padre, y como testimonio de sus derechos á la sucesión del trono
alemán. De ocurrir esto, en la forma que hace suponer tan desusado procedimiento
artístico en las representaciones heráldicas, la bandera procede entonces del reinado de
Carlos VI, pretendiente un día á la corona de España, habiendo sido después utilizada
por las tropas de su hija.
Veamos ahora lo que dicen los documentos: En el legajo de Banderas, que guarda en
su archivo el Cuerpo de Inválidos, existen las comunicaciones originales que el Inten-
dente de Palacio dirigió al Director general de aquel Cuerpo y Cuartel, en Diciembre
de 1848 (Apéndice VIII), pidiendo algunos de los estandartes depositados en la iglesia
de Atocha, con objeto de instalarlos en la Real Armería, que por entonces se reorgani-
zaba (1). Efectuada la entrega, según consta por recibo extendido en 9 de Enero de 1849,
con fecha 8 del mismo mes aparece relación detallada de cuatro banderas, que la citada
Armería depositaba en el templo de los Inválidos, sin duda como compensación de las
que ella había recibido. Entre las entregadas (2), figuraba ésta de María Teresa.
El interesante inventario, titulado La Armería Real de Madrid, texto en francés, de
Gaspar Sensi, y dibujos de Achille Jubinal, publicado en París antes de dicha fecha,
menciona cinco banderas de la guerra de sucesión al Imperio austríaco, existentes en aque-
lla Dependencia del Palacio Real, y el Sr. Conde viudo de Valencia de Don Juan, en
el suyo, modelo de obras de este género, dice lo siguiente en la página 379: «M. 67. Ban-
dera austríaca, del siglo XVIII. Es la única respetada por el incendio del 1884, de las cuatro
iguales, procedentes de la emperatriz María Teresa, ganadas en la guerra que contra el
Imperio sostuvieron España, Francia, Prusia, Baviera y Sajonia, después del fallecimiento
del emperador Carlos VI.» Esta diferencia, que aparece entre las cinco banderas cata-
logadas por Sensi y las cuatro que el Conde de Valencia de Don Juan dice existían en
la Armería al ocurrir el terrible siniestro, viene á confirmar de un modo indubitable, ha-
bida cuenta de aquellos otros documentos antes citados, el lugar que hasta mediados del
siglo XIX ocupó la bandera, que desde entonces viene estando custodiada por los In-
válidos.
(1) En el prólogo del Catálogo de la Real Armería de Madrid, escrito por el Conde viudo de Va-
lencia de Don Juan (pág. 7. ), dice su autor: «Restablecida la paz, y con ella la Monarquía legítima,
a
debióse á la reina D . Isabel II la nueva y ordenada instalación (de la Armería), basada en el Catá-
a
Conocida esta parte interesante de su historia, resta solamente averiguar cuándo fué
la dicha enseña ganada al enemigo. La campaña lamentable, que por intereses de fami-
lia sostuvo en Italia la Casa Real de España contra los ejércitos austríacos, puede de-
cirse que comenzó el día 4 de Noviembre de 1741, fecha del embarque en Barcelona del
primer Cuerpo expedicionario, mandado por el infortunado Duque de Montemar, termi-
nando con la inevitable batalla en los campos de Trevia, el 16 de Junio de 1746, ofre-
ciéndose, entre otros hechos de armas en los que la fortuna no estuvo de nuestra parte, uno
memorable, en el cual pese á la ventaja del ejército contrario, mejor atendido y más fuerte,
conquistaron nuestras tropas buen número de cañones y banderas. En esta victoriosa
aunque infructífera jornada, discutido triunfo del general D, Juan de Gages, sucesor
de Montemar, comienza probablemente á ser de glorioso recuerdo para nuestra Patria
la insignia austríaca que nos ocupa.
En esa batalla, que fué la de Campo-Santo, ocurrida el día 8 de Febrero de 1743 (1),
y no en otros hechos de armas anteriores ni posteriores de la misma campaña, hallamos
noticia de haberse tomado estandartes ó banderas al enemigo, razón por la cual los
desechos restos de la que hoy ocupa un lugar distinguido en el Museo de Inválidos (2),
debe ser una de las bravamente apresadas á las huestes de Traun, aquel memorado día,
en el que se llevaron á cabo verdaderos prodigios de valor, que más tarde dieron lugar
á la concesión de un título de Castilla, otorgado al jefe de nuestra Caballería (3). La he-
ráldica, el arte, los documentos y les textos, confirman el origen austríaco de esta enseña,
y la historia militar de la campaña de Italia hace verosímil el supuesto de su procedencia,
permitiendo su clasificación entre otras extranjeras que también recuerdan días de gloria
y de sufrimientos, victorias de las Armas españolas.
N ú m e r o s 2 y 3 (63 y 66 del Catálogo de 1900).—Banderas austríacas también, y
procedentes, como la anterior, de la Real Armería (Apéndice VIII), de donde pasaron al
templo de Atocha en 1849 (4). En los Catálogos anteriores (5) aparecen descritas, co-
(1) El académico D. Antonio Rodríguez Villa, en su documentada obra Patino y Campillo, reseña
histórico-biográfica de estos dos Ministros de Felipe V, dice en la pág. 142: «El Conde de Gages, á quien
se confió el mando del Ejército, dio la batalla de Campo-Santo para borrar el concepto de aquella
campaña y sostener la reputación de las armas del Rey, que, aunque en número muy inferiores á las
de los enemigos, las dejaron vencidas y abandonaron el campo de batalla con mucha gloria de las
nuestras.»
(2) No siendo posible su restauración, sosteniendo en una malla los destrozados restos de esta ban-
dera, s e han colocado en una caja de madera.
(3) En las Memorias Militares del Marqués de la Mina, 1.1, pág. 330, se encuentra la noticia de «que
en la ardiente batalla de Campo-Santo, siete escuadrones derrotaron y persiguieron, con pérdida y es-
trago, diez y nueve alemanes ó piamonteses...»
(4) El documento copiado en el Apéndice VIH prueba el origen de estas banderas, y esto nos in-
duce á creer que solo debían ser dos las enseñas austríacas que se conservaban en la Real Armería
cuando ocurrió el incendio de 1884.
(5) Apéndices III, IV, V y VI, números 27 y 30, 27 y 30, 73, 77 y 63, 66, respectivamente,
— 32 —
piando lo que de ellas dice el más antiguo, excepto el de 1900, en el que ya no se hace
constar su procedencia.
Las dos enseñas son de tafetán de color azul pálido, con remiendos en algunos luga-
res (lámina 3), y cruza el paño en ambas caras el aspa nudosa de Borgoña, hoy de
entonación amarillo-rojizo, y antes probablemente colorada, cual lo demuestra el tejido
por algunas partes. Separándose de la forma con que desde el reinado de D . Juana a
se empleó siempre esa divisa en España, los extremos de ella se ramifican en cinco bra-
zos, unidos y ondeantes, del color de la cruz los exteriores, blancos los intermedios y
azules los centrales.
Las telas de estas banderas son cuadradas, de un metro 95 centímetros de lado;
carece de moharra la núm. 2, habiendo estado dorada á fuego la de la otra, que aun se
conserva; y las dos tuvieron el asta guarnecida de terciopelo carmesí, claveteado con
tachuelas doradas.
N ú m e r o 4 (136 del Catálogo de 1900).—Roja, con las cruces del Yack en uno de sus
ángulos, ha llegado hasta nosotros sólo la mitad superior muy deteriorada, y un poco
más de la tela por el lado inferior de aquel simbólico emblema.
Tuvo entrada en Atocha esta preciada insignia, que en otros tiempos ondeó majes-
tuosa sobre la alta popa de soberbio buque inglés, al remitir la Real Armería tres más,
extranjeras también (Apéndice VIII), en 9 de Enero de 1849, apareciendo por primera
vez catalogada, aunque mal descrita, en el inventario de 1849 (Apéndice III, núm. 62 re-
petido), documento en el que se hacía constar de modo claro y terminante su proce-
dencia. Transcurridos algunos años, y sin que nos haya sido posible averiguar la causa,
esta bandera aparece ya en el Catálogo de 1889 (Apéndice V, núm. 149), como tomada al
enemigo en el combate de Trafalgar, noticia que, á la verdad, nos obligó á rastrear peno-
samente por textos y documentos, hasta adquirir el convencimiento de no ser en dicha
batalla naval, de triste y gloriosa memoria, donde nuestra Armada conquistó proba-
blemente trofeo de tal valía.
Ni en la iglesia mencionada, ni después en el Museo de Inválidos, como acredita el
detenido estudio de su Archivo, entró jamás otra bandera de navio británico que aquella
arriba memorada. Seguros ya de ese dato positivo y conocida, por lo tanto, la proce-
dencia de ella, fácil nos fué después adquirir algunos más referentes á su historia, aun
cuando, desgraciadamente, no lleguen éstos á ser tan precisos como merecían serlo por
LAMINA 3 NUMERO 2
BANDERA AUSTRIACA
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Cuatro son estas banderas, que relacionan, sin describirlas, los Catálogos de 1889
y 1900 (4). Por una Real orden dirigida al Rector de Nuestra Señora de Atocha, fecha 8
de Marzo de 1860, se ordenaba la entrega en el citado templo «de las dos banderas
cogidas á los marroquíes en la acción del día 4 de Febrero próximo pasado» (5), únicas
de las que, según los documentos conservados en el Archivo del Cuartel de Inválidos,
consta el acto de la entrega en su Museo. De las otras dos insignias musulmanas, entre
ellas la que el cabo Pedro Mur ganó de un modo bizarro en los Castillejos el primer día
de Enero de aquel año (6), sólo se sabe oficialmente por los escritos archivándose?) que
(1) La Armería Real de Madrid, texto de M. Gaspard Sensi, y dibujos de M. Achilé jutejnaí; París.
(2) Ob. cit., vol. II, pág. 35. y •[ í, V
* (3) Fernández Duro: Armada española, t. VII, cap. XV, página 281 y siguientes.? •../. "...7
(4) Apéndices V y VI, números 138-141 y 125-128. V ' V ^ . ; ^ '
(5) Un traslado de esta Real orden, dirigido al Director general de Inválidos en la"'fecha arriba
citada, s e encuentra en el Archivo del Cuerpo (Apéndice I, núm. 36).
(6) D. Pedro Mur y Escalona e s en la actualidad Teniente Coronel de Inválidos, Cuerpo al que pasó
con el empleo de Teniente en 1873, por consecuencia de inutilidad.
(7) Orden de S. A. el Regente del Reino y minuta de una comunicación pasada al Director general
de Infantería por el Comandante general de Inválidos. Estos documentos s e conservan en el legajo y
expediente citados en la cuarta de las notas que preceden.
3
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que el Sr. Ibo Alfaro dijo haberse cogido en la torre del fuerte Martín, y cuyo paradero
ignoramos (2), el número de las que el Ejército español nos trajo de África, como testimo-
nio de sus proezas y victorias. Respecto á las primeras, consideramos necesaria su deta-
llada descripción para fijar las varias procedencias que tienen, toda vez que, por ignorarse
esta circunstancia en otro tiempo, se cometió sin duda un error que conviene rectificar,
si bien transcribiendo antes una interesante noticia que el Sr. Alfaro publicó á raíz de la
campaña y á propósito da las banderas tomadas al enemigo (3), expresándose así:
(1) En el Museo de Artillería está catalogado un gran fragmento de esta enseña, el cual se encuen-
tra colocado en un asta á modo de bandera.
Examinando con atención su paño y el de la insignia que hoy posee la Armería Real, también como
procedente de la alcazaba de Tetuán, se v e que, en efecto, son ambas telas exactamente iguales; que
en aquélla resultan sin carácter de autenticidad el asta, la tela supletoria que la ciñe y la moharra
en que termina, cosa que no ocurre en la segunda; y que si se unieran los dos pedazos de tejido rojo,
que ahora figuran como dos banderas distintas, s e vería de modo evidente que en otro tiempo consti-
tuyeron un solo monumento: el que regaló D . Isabel II á Sor Patrocinio en 1860, cuando era esta
a
célebre monja superiora del convento de San Pascual, en Aranjuez, como consta en documento fir-
mado por la Superiora de dicha casa religiosa en 1904, entregado con la bandera susodicha á Su Ma-
jestad D. Alfonso XIII por el entonces capitán de Infantería autor de este trabajo, quien la obtuvo de
aquella comunidad, al mismo tiempo que la de Muley-el-Abbas, por servicios que mucho apreciaron las
religiosas. Así s e exp licaque, siendo una la bandera de la alcazaba de Tetuán, figuren hoy dos con el
mismo nombre: la de la Armería Real y la del Museo de Artillería, la que perdura casi completa y la
que no es más que un pedazo de aquélla, aunque este pedazo tenga el mismo valor histórico y flotara
también sobre la almenada torre de la ciudad marroquí, hasta el día que nuestras tropas entraron en
ella cubiertas de laureles y la arrió un General ilustre y aguerrido, según nos dice un escritor en obra
de la que nos hemos de ocupar más adelante.
(2) La Corona de Laurel, por D. M. Ibo Alfaro, 1862, t. III, pág. 503.
(3) Ob. c i t , t. III, páginas 503 y 504.
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«Según los datos oficiales y las noticias particulares, pero fidedignas y comproba-
das por diferentes testigos, que nosotros hemos adquirido, aparece que las seis bande-
ras se tomaron en esta forma (1): una, en la batalla de los Castillejos, el día 1.° de Enero,
por Pedro Mur; otra, en la batalla del 23, también de Enero, por Pedro Castillo (del
Regimiento Caballería de Farnesio), y otra, en la batalla del 4 de Febrero, ó sea junto
á la Torre Geleli, por Manuel Martos.
«Además, la que había en Fuerte Martín, de la que se apoderó la Marina; otra, que en
la batalla del 4 de Febrero le quitaron á un moro muerto, el cual, á pesar de estar ya
cadáver, aun la tenía apretada entre sus dedos, cuya bandera fué presentada al general
Prim, sin que se haya logrado saber quién la cogió; y, por último, la que tremolaba en
la misteriosa alcazaba de Tetuán, la cual tomó con sus propias manos el distinguido
general Mackenna.
»La que tomó Pedro Mur es amarilla; la de Pedro Castillo, azul; la de Manuel Mar-
tos, azul; la del general Mackenna, roja, y las otras dos, de colores medios, y todas de un
tejido fuerte, pero liso.» Como detalle curioso, que hoy resulta de un subido valor para
fijar con certeza cuál fué la enseña tomada por el cabo de Húsares de la Princesa, dice
aquel escritor que de ella cortó un pedazo, para conservarlo como recuerdo, un cronista
que estaba presente cuando el heroico cabo la mostró á sus compañeros, antes de
entregarla al general O'Donnell.
Conocida la historia de esos trofeos, hoy dignamente guardados en las lujosas vitri-
nas del Cuartel de Inválidos, y sabida la procedencia de los cuatro, veamos ahora, por
sus caracteres, la verdadera clasificación que les corresponde.
N ú m e r o 5 (126 del Catálogo de 1900).—Esta bandera es de damasco amarillo de mala
calidad, formada por dos paños unidos, de los que el inferior aparece cortado en forma
escalonada y desigual. Por todo adorno, puesto que el paño sólo tiene las labores florea-
das del tejido sin ostentar divisa alguna, conserva parte de una flocadura de igual color
que la tela, un grueso cordón de seda y sendas borlas de lo mismo en sus extremos (lá-
mina 4). El asta, la férrea moharra y el regatón,tienen marcado aspecto de autenticidad
y debieron pertenecer á otra de las enseñas marroquíes, puesto que ésta, sin duda la que
cogió Mur en los Castillejos, como atestigua el pedazo de tela que le falta, únicamente
podía conservar el damasco, las borlas y la moharra, toda vez que el bravo húsar tiró el
palo en su retirada por estorbarle para luchar con los enemigos que halló á su paso (2).
La forma de esta bandera, no teniendo en cuenta la parte que le falta (1), es casi
cuadrada, pues tiene un metro de altura por 90 centímetros en la parte más ancha.
N ú m e r o 6 (128 del Catálogo de 1900).—Es de tela amarilla muy fuerte, tejida for-
mando canutillo como la sarga, y la bordea un fleco del mismo color. El cordón y las
borlas, también de seda amarilla, son su único adorno; la moharra es enteramente igual
á la que tiene la bandera antes catalogada, y el asta y regatón acusan ser obra más mo-
derna, por lo que nos inclinamos á creer que estas piezas se trocaron hace algún tiempo
de una á otra enseña (2).
Esta bandera, de color amarillo pajizo y forma rectangular, pudo ser la que el día 4
de Febrero le quitaron de las manos á un moro muerto, y una de las dos que el Sr. Al-
faro dice que eran de colores medios (3).
N ú m e r o 7 (125 del Catálogo de 1900).—De sarga azul, con fleco, cordón y borlas de
seda del mismo color. Es deforma rectangular, más alta que ancha, y la moharra, estuvo de-
corada con arabescos nielados, á juzgar por las labores doradas que aun aparecen en ella.
Esta bandera, por su riqueza, debió pertenecer á un poderoso magnate mahometano,
y pudo ser la que Manuel Marios tomó al enemigo el 4 de Febrero junto á la
Torre Geleli, por más que si nos atenemos á las noticias consignadas en el Apéndice
de El Álbum de las Novedades, citado por el Sr. Alfaro, la que se cogió el 23 de Enero
era también azul. En la duda, nos inclinamos por lo primero, puesto que así lo afirman
los Catálogos anteriores.
N ú m e r o 8 (127 del Catálogo de 1900). — La enseña que lleva este número
es de damasco amarillo con matices verdes y azulados en los dibujos de su tejido
(lámina 5). Es rectangular como la anterior; tiene cordón y borlas de seda, y el paño
inferior parece que forma pabellón, en lo que se aparta del tipo general de las demás.
(1) Según nos manifestó el señor teniente coronel Mur, en la entrevista que con él tuvimos el
honor de celebrar, el pedazo de tela que falta en la bandera lo cortó un sargento de su escuadrón,
cuyo nombre no recuerda.
(2) Cuando se trasladaron las banderas desde el templo de Atocha al Cuartel de Inválidos en
1888, y luego más tarde al disponer su colocación en las vitrinas donde hoy se guardan, se acordó
poner astas y moharras á algunas de las que carecían de ellas, siendo posible que por entonces
tuviera lugar algún cambio, que pasó después inadvertido.
(3) El tantas v e c e s citado Sr. Alfaro, asegura que las banderas tomadas al enemigo fueron: dos
en el m e s de Enero, otras dos el día 4 del m e s siguiente, la del fuerte Martín, y la de la alcazaba de
Tetuán; total, seis. Pero al volverlas á enumerar para decir el color que tenían, cita una amarilla, dos
azules, una roja y d o s de colores medios, de las que, descontando las dos que sirvieron en l o s edifi-
cios fortificados, una cuyo paradero s e ignora y otra en la Armería Real, resultan justamente las cua-
tro que hoy custodia el Cuerpo de Inválidos: tres amarillas y una azul, colores que en realidad tienen
y que aquel escritor equivocó, sin duda, cosa no difícil, pues él mismo afirma que algunos de los datos
los adquirió de noticias particulares tan expuestas á error, como la referente á estar la bandera c o -
gida por Mur en uno de l o s templos de Aranjuez, y la de la alcazaba de Tetuán en poder del general
D. Leopoldo O'Donnell. (Ob. cit., t. III, pág. 504.)
- 38 —
Por las razones expuestas anteriormente, y teniendo en cuenta que el color de esta
bandera no tiene la pureza de entonación que las otras amarillas, creemos sea la tomada
á las huestes marroquíes por Pedro Castillo al cargar sobre ellas con su Regimiento en
la batalla del 23 de Enero de 1860.
Enseño Cochinchina.
N ú m e r o 9 (129 del Catálogo de 1900).—Enseña construida con seda china, de tejido
grueso y resistente. Tiene la forma de un triángulo rectángulo muy alargado; la tela cen-
tral es de color rojo, de tono pálido, orlada de una franja de dos tiras, blanca la interior
y amarilla la externa; y en la parte superior del asta, debajo de la moharra, afianzada
en largo tubo de bronce, completan los elementos de la oriental insignia un penacho de
crines, coloridas por tinta carminosa obscura, y una ancha corbata azul
de mayor longitud que el paño (lámina 6). En la tela de tejido ordinario
A
que envuelve el asta asegurando la insignia, se conserva una inscripción,
en caracteres cochinchinos, escrita con tinta negra del modo que repre-
senta el grabado (1).
La historia de esta enseña valiosísima, la hemos encontrado escrita
afortunadamente, en los documentos del Archivo del Cuartel de Inváli-
dos (2), donde, entre otros manuscritos referentes al mismo asunto, exis-
ten varias disposiciones de carácter oficial, por las que se viene en cono-
cimiento del número y clase de los trofeos tomados al enemigo en la
S campaña de Cochinchina, terminada felizmente, el 5 de Junio de 1862, día
Xfmó en que se firmó el tratado de Saigón. Por el primero de aquellos escritos
I (J?S> (Real orden de 4 de Junio de 1861) consta la remisión al templo de
Nuestra Señora de Atocha de una bandera cogida al enemigo en combate
sostenido por nuestros soldados expedicionarios de Filipinas, comandados por el bizarro
coronel Palanca; y por la orden general del Cuerpo de Inválidos, cuya minuta acompaña
á dicho documento, sabemos que la expresada enseña se colocó en la Real basílica el
día 29 del mismo mes y año.
Las otras soberanas disposiciones están dirigidas al Capitán General de Filipinas,
dando de ellas traslado al Comandante general de Inválidos, y en ellas se ordénalo si-
guiente: en 26 de Diciembre de 1861, que sea remitida á la Península, para su colocación
(1) En el Inventario de 1889 (Apéndice V, números 142-148), e s donde por primera vez se dice que
el soldado Inocencio Villavicencio tomó al enemigo esta bandera de Cochinchina. El que consignó
esa noticia en el citado documento, no debió tener noticia de la Real orden de 26 de Diciembre de 1861,
ni de la colocación en Atocha, en fecha anterior, de la única enseña de dicha procedencia.
(2) La existencia de las enseñas cochinchinas en el Museo de Artillería, nos induce á creer que
debieron ir á dicho centro con las armas conquistadas al mismo tiempo, y cuyo destino al Museo e s -
taba ordenado por la Real orden arriba citada.
(3) Histoire genérale da IVe
siécle á nos jours. Révolutions et guerres nationales 1848-1870, t. Ofli. •
pág. 753.
— 40 -
Banderas filipinas.
El historial de estas insignias, procedentes de nuestras guerras coloniales en el
archipiélago de Magallanes, puede hacerse sin gran esfuerzo copiando los documentos
archivados en el Cuartel de Inválidos (1), los que, además de proporcionar luz clarísima
que guía en la investigación de su origen, descubren una página brillante de la historia
contemporánea, en la que figuran nombres ilustres de imperecedera memoria.
El más antiguo de esos escritos es una comunicación del Rector de la Real iglesia
de Nuestra Señora de Atocha, fecha 10 de Abril de 1862, dirigida al excelentísimo
Sr. Director general de Inválidos, en la que da traslado de otra del Mayordomo
Mayor de S. M., fechada el día anterior y redactada en los términos siguientes: «De
orden de S. M. la Reina (q. D. g.) y con el objeto de que se custodien en ese Santuario
de Nuestra Señora de Atocha, remito á S. E. seis banderas; las cuatro contenidas en un
cajón son las cogidas á los piratas batidos sobre las islas Calabazas y Vnisan por la
goleta Sania Filomena y cañoneras números 10 y 6 de la División de Ilo-Ilo, en los días
21 de Mayo y 16 de Julio de 1861, y las dos que van cerradas en rollos de papel son las
cogidas á los infieles por nuestras fuerzas navales del Sur, en el asalto y toma de la
cotta de Pagalungán, en el Río Grande de Mindanao, que tuvo lugar en 17 de Noviem-
bre de dicho año, según se expresa en la adjunta Memoria, que asimismo acom-
paño á S. E.»
La Memoria citada en el anterior escrito es el segundo de los documentos antes
mencionados, y dice así: «Al asalto y toma de la cotta de Pagalungán, en el Río Grande
de Mindanao, que tuvo lugar el 17 de Noviembre de 1861, concurrió una División man-
dada por el Capitán de fragata D. Casto Méndez Núñez, compuesta de las goletas Cons-
tancia y Valiente y de las cañoneras números 5 , 1 2 , 1 3 y 18, y seis falúas. El Jefe de igual
graduación, D. José Malcampo, desembarcó y atacó con un trozo de marinería, y los
cañoneros 12 y 13 también se acercaron á batir la cotta, seguidos por el 5 y 18, llegando
varias veces hasta tocar las troneras del enemigo. Acto continuo, el referido Méndez
Núñez embistió á la cotta con la goleta Constancia á toda máquina, y á las ocho y
media de la mañana, con el mayor entusiasmo y á los gritos de «¡viva la Reina!», se po-
sesionaron del fuerte.
«Se encontraron 110 cadáveres del enemigo y gran número de heridos, calculándose
en 200 la totalidad. Por nuestra parte, incluso los individuos del Ejército, hubo nueve
Montaña y una sección provisional de obreros», tropas que tuvieron por jefe al de la
expedición, coronel de Estado Mayor D. José Ferrater.
El Catálogo de 1889 es el primero que menciona estas banderas (Apéndice V, núme-
ros 142 al 148), haciéndolo de todas en conjunto, bajo un mismo epígrafe, sin describir
la forma y colores de cada una; dejando de expresar cuáles eran las que procedían del
combate naval de las islas Calabazas, y cuáles las de Mindanao; y, lo que aun es más
de lamentar, incluyendo entre ellas, sin decir el número que le correspondía, la que fué
cogida por nuestras tropas en Cochinchina (núm. 9), si bien á ésta nombrándola en pri-
mer lugar. Catalogadas en esa forma las seis insignias malayas y la anamita, se trató
en 1900 (Apéndice VI, números 129 al 135) de enmendar el error cometido respecto
á la procedencia, señalando á cada bandera la que le correspondía; pero sin tener en
cuenta que la últimamente citada en él ocupaba el primer lugar en el Catálogo antes
mencionado, dando lugar con esto á que haya estado figurando como bandera cochin-
china una enseña que jamás pudo ser tremolada en el continente asiático (2).
Entre las seis, que indudablemente son las filipinas, hay dos, las números 10 y 11,
muy parecidas y con algunos elementos decorativos exactamente iguales á otras del
mismo origen que se conservan en el Museo de Artillería (3). Las cuatro restantes,
(números 12-15) tienen todas dibujos muy semejantes formados de piezas recortadas
de tela blanca y aplicadas en el fondo rojo del paño, figurando, con marcado gusto
oriental, un gallo bicéfalo en parecida disposición artística á la que tenían las águilas
austríacas en nuestros escudos Reales del siglo XVI.
Siendo, pues, éstas las banderas tomadas á los malayos en Filipinas, no parece
aventurado suponer que las primeramente citadas sean las dos que cayeron en poder
(1) Historia de la piratería malayo-mahometana en Mindanao, Joló y Borneo. Madrid, 1888; t. II,
páginas 479 y 486.
(2) Véase Enseña de Cochinchina, núm. 9, que es exactamente igual á las de e s e país conservadas
en el Museo de Artillería.
(3) Son estas banderas las tomadas á los moros de la isla de Pata y á los defensores de la cotta
de Maybung el año 1887, figurando catalogadas en el Museo de Artillería con los números 6.570-6.572.
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de los marinos el 21 de Mayo y 16 de Junio de 1861, y las cuatro últimas, las que recuer-
dan el heroico comportamiento de las tropas de mar y tierra que juntas combatieron y
derramaron su sangre en la conquista de Pagalungán.
*
**
Para evitar confusiones en lo sucesivo, á lo que tanto se prestan estas enseñas por
el carácter de sus divisas y por el procedimiento seguido en su ornamentación, las des-
cribiremos una á una, advirtiendo antes, que todas ellas, menos una, están construidas
con telas de algodón y montadas en astas de madera de forma igual á las que se usan
para las banderas de las embarcaciones.
N ú m e r o 10 (131 del Catálogo de 1900).—El paño central es de color rojo muy vivo,
y el dibujo blanco al sobrepuesto con que aparece decorada, es representación rarísima
parecida á un animal quimérico. Tiras blancas, plegadas á modo de volantes, bordean
tres de sus lados, y por el otro, donde se une al asta, tiene otra tira más ancha, azul,
en la que campean cuatro rosetones polilobulados, de los colores rojo, blanco y azul.
Sus dimensiones son: 3,80 metros de largo, por 2,05 de altura.
N ú m e r o 11 (134 del Catálogo de 1900).—Paño rojo obscuro y divisa blanca al
sobrepuesto, dibujando un extraño objeto, que parece un farol, adornado de serpeantes
vastagos y hojas lanceoladas de curvada figura (lámina 7). En el costado, por donde
se une al asta, tiene dos tiras de igual anchura, blanca una, con cinco rosetones como
los de la bandera anteriormente citada, y azul la otra, que ciñe la madera. Estas tiras
son de algodón, pero la tela roja está labrada con lana ó pelo de cabra, y su tejido
imita la sarga de grueso cordoncillo. Mide de largo 1,95 metros, y de ancho, un metro.
N ú m e r o 12 (130 del Catálogo de 1900).—Ocupando la mitad de la tela roja de que
está formada esta bandera (lámina 8), aparece la complicada divisa del gallo bicéfalo
antes mencionado, el cual, en este ejemplar, tiene á los lados otras figuras semejando
caprichosas columnas, que parecen como querer representar, de manera rarísima, las de
Hércules, adoptadas, desde D. Carlos el Emperador, para el escudo de España. En los
costados del paño, tiene una ancha tira blanca unida á modo de volante.
Un buen trozo de la tela está enrollado y clavado en el asta, por lo que sólo se puede
medir la parte libre, que tiene 2,30 metros de largo, por 1,80 de altura.
N ú m e r o 13 (135 del Catálogo de 1900).—Esta bandera es roja como la anterior, y,
como ella, aunque ornamentada de diferente manera, tiene la divisa del gallo de dos
cabezas, formando un bordado al sobrepuesto de gracioso y fino dibujo en tela blanca
(lámina 9). El tejido es de algodón, como en todas las demás, y sus dimensiones,
aproximadamente las mismas.
LAMINA 8 NUMERO 12
BANDERA MALAGA
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(1) Estos números parecen corresponder á l o s Catálogos de 1889 y 1900, Apéndices V y VI.
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logadas en el Museo de Artillería, también desde aquella fecha (1), suponemos que serán
del mismo origen las del Museo de Inválidos. Aquellas pertenecieron á los batallones
carlistas Voluntarios de Navarra, que en 1839 las entregaron en los campos de
Vergara, «á consecuencia del célebre Convenio que se conoce con el nombre de
aquella villa», y no creemos aventurada la clasificación que de las de Inválidos hacemos
aquí, aun cuando inclinándonos más bien á suponerlas procedentes de la División
navarra que mandaba por entonces el titulado general D. Francisco García (2) y cuyas
armas fueron rendidas en Estella (3) y en Urdax (4), cuando el pretendiente se vio obli-
gado á penetrar en Francia. En Vergara, consta de manera documentada, que sólo
se presentaron las Divisiones carlistas castellana, vizcaína y guipuzcoana (5), no
siendo posible, por lo tanto, la entrega allí de estas banderas de los batallones na-
varros.
(1) En el Archivo del que fué Museo Militar, á cargo del Cuerpo de Artillería, hoy Museo de Arti-
llería, s e guarda una comunicación de su director general, Conde de Almodóvar, fecha 26 de Julio de
1842, disponiendo el ingreso en aquel establecimiento de veinte bandeías que se hallaban en el Archivo
del Ministerio de la Guerra. Entre e s a s enseñas se contaban las de los Regimientos de Voluntarios de
Navarra, que figuraron ya clasificadas como procedentes del ejército carlista en el Catálogo de aquel
Museo, publicado en 1856, y en el que luego escribió, en 1859, D. Mariano James (a).
( 2 ) Don Antonio Pirala, en su Historia de la Guerra Civil (t. IV, pág. 589), dice que «cuando Maroto
tomó el mando del ejército carlista, la División de Navarra, compuesta de ocho batallones, estaba man-
dada por el Excmo. Sr. D. Francisco García».
(3) La rendición de las fuerzas navarras en Estella consta en el siguiente curioso documento que
se halla en el Archivo Histórico Nacional. (Asuntos políticos. Guerra civil. Emigrados, leg. 10), el que,
copiado á la letra en la parte que nos interesa, dice lo siguiente: «Extrait d'une lettre de M le liente-
nant general Conté Hasipe á M. VAmbassadeur de France en date du 23 Septembre 1839.»
<Déjápres de 1.200 Navarrais sont rentrés dans leur pays, s'apprends á súis taid l'arrivée en France
de trois bataillons et un escadron Navarrais par St. Jean pied de port et la saumissión d'Estella.*
(Comunicaciones varias que no pertenecen á ningún despacho en particular).
(4) El Sr. Pirala refiere en su citada obra (t. V., pág. 469) que D. Carlos, después del Convenio de
Vergara, tuvo al fin que retirarse á Francia por la parte de Urdax, «donde estuvo expuesto á caer en
manos del enemigo y donde fueron batidos sus últimos batallones. Grande mortandad hubiera sufrido,
añade ese historiador, si Espartero, al verlos correr y precipitarse á ganar el puente del Bidasoa, estor-
bándose unos á otros el paso, que hacían así más difícil, no hubiera mandado detener el fuego que los
diezmaba, compadecido de aquellos infelices, que sólo pensaban en salvarse... Las armas y caballos de
los carlistas (navarros y alaveses) se entregaron á Espartero á su petición». Con las armas debieron
rendir aquellos batallones las banderas, que luego serían remitidas al Ministerio de la Guerra, de donde
ya hemos visto que procedían las que p o s e e el Museo de Artillería.
(5) El artículo 7.° del Convenio de Vergara está redactado de la manera siguiente: «Si las Divisio-
nes navarra y alavesa se presentasen en la misma forma que las Divisiones castellana, vizcaína y gui-
puzcoana, disfrutarán de las concesiones que se expresan en los artículos precedentes.»
(a) Caí. cit, núm. 2.580, 2.594, 2.627 y 2.643. Entre estas banderas figuran las del 1.° y 8.° batallón,
que son precisamente las que faltan en Inválidos para completar el número de las ocho correspondien-
tes á la División Navarra del ejército de D. Carlos.
LAMINA 10 NUMERO 20
BANDERA CARLI5TA
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ción, al folio cinco, dice guardaba esta muestra militar desde el día 30 de Mayo
de 1840, en el que se la entregó Teresa Umbría, esposa de un Coronel faccioso (que es
el mismo Umbría que consta figuró en la sorpresa)», añadiendo en su declaración que
ignoraba si la bandera perteneció al Batallón del Fijo de Ceuta.
Más adelante, sigue diciendo el Fiscal que los testigos presenciales de la acción no
vieron durante ella ninguna bandera, y hasta uno de ellos llegó á declarar, oyó lamen-
tarse al cabecilla Forcadell, por no haber podido coger los cargamentos, que en el momento
del fuego se retiraron y mucho más la bandera que debía llevar aquella tropa, puesto
que con ella iba la Plana Mayor del batallón.Para terminar su informe el novel Oficial (1),
á quien se encomendó la difícil comisión, escribe lo siguiente: «Mi juicio es creer que
el marido de la Rosa Cervera (que iba de bagajero en el momento del fuego), se retiró
de él y daría la casualidad que sobre su bagaje fuese la bandera, callando la esposa el
suceso durante tantos años, y no queriendo decir después la verdad, por temor á las
responsabilidades que ella creía podían sobrevenirla.»
Este fué el resultado de las investigaciones llevadas á cabo en averiguación de la
procedencia de esta enseña caprichosa que hasta aquí se ha venido considerando como
perdida en lamentable acción de guerra por un Batallón del Regimiento Infantería de
Ceuta, olvidando, sin duda, al sentar semejante afirmación sobre la aventurada hipótesis
del dictamen fiscal, que un Cuerpo organizado militarmente no podía tener ya en aquella
época una bandera tan extraña y distinta á cuanto previenen sobre su forma, colores y
emblemas, los Reglamentos y las Ordenanzas del Ejército en aquel tiempo.
Si además de esa irregularidad en la ornamentación y emblemas, se observa que el
escudo no es el de las quinas portuguesas en campo de plata con bordura de gules y
siete castillos de oro que ostentó siempre por armas el Regimiento de Ceuta, y que esa
insignia rara é inapropiada, tiene un acentuado carácter guerrero-religioso, no resultará
seguramente arriesgado el supuesto de creerla, más que usada por un Cuerpo de Infan-
tería reorganizado en 1827 (2), propia de las fuerzas irregulares que mandaba en el
Maestrazgo hasta 1840 el titulado coronel carlista Umbría, su poseedor, antes de que
en esa fecha viniera á parar en manos de la Rosa Cervera (3). En cuanto al hecho de
(1) En el último párrafo del dictamen fiscal, el Oficial que lo redactó dice que «siendo novel en esta
honrosa carrera, empiezo mis trabajos desenvolviendo un hecho que no me creo capaz de juzgar».
(Sumaria conservada en el legajo núm. 26, Apéndice I.)
(2) Historia orgánica de las Armas de Infantería y Caballería, t. XI, pág. 177.
(3) En la declaración prestada por Rosa Cervera (foí. 5 de la citada sumaria) s e encuentra la tercera
pregunta, y su contestación, redactadas así: «Preguntado, quién le entregó la bandera que ocupó la Guar-
dia Civil en su casa el 9 de Mayo de este presente año; si conocía á la persona que se la entregó, cuándo
se verificó esto, y cuantas noticias sepa referentes á dicha muestra militar que puedan ilustrar este
sumario, dijo habérsela entregado Teresa Umbría; que no sabe si el apellido e s el suyo, pero que así
la nombraban por estar casada con un Coronel que servía en las filas carlistas; que la conocía desde
— 48 -
armas donde se creyó perdida esta bandera por fuerzas del bravo regimiento que en
Segorve derrotó después á Cabrera, quitándole el botín que éste sacara de la ciudad,
el Conde de Clonard lo refiere en su obra, siempre consultada, de modo parecido á las
noticias que el Coronel de Ceuta comunicó en 1867, aun cuando nada dice de la bandera
y de los dos músicos que la salvaron (1). Y D. Antonio Pirala (2), que es indudablemente
el historiador de la guerra civil más acreditado de veraz, explica de este modo aquel
suceso: «Á todos estos encuentros (uno de ellos el de dispersar Forcadell á un destaca-
mento que subía por el barranco de Villabona) superó la emboscada que el 25 de Fe-
brero de 1835, preparó Forcadell en el barranco de Villabona á una partida de 90 sol-
dados de Ceuta, que conducían un convoy, del que se apoderó, causando la pérdida de
50 muertos, á costa de sólo uno de los carlistas.»
Resumiendo este penoso trabajo, se puede afirmar, porque así lo declaran de un
modo terminante ó taxativo los documentos y los textos, que el Regimiento de Ceuta no
perdió ninguna de sus banderas en el combate ó sorpresa arriba mentado, y que la
enseña cogida por la Guardia Civil en Cervera del Maestre, y hoy custodiada por el
Cuerpo de Inválidos, no pudo pertenecer á ningún Cuerpo regular del Ejército, siendo
más posible que sirviera de insignia á una partida ó regimiento carlista de los que ope-
raban por el Maestrazgo el año 35 del siglo pasado, puesto que de haber sido trofeo
conquistado por las huestes del Pretendiente, éstas no la hubieran ocultado, sino más
bien hecho gala de una muestra tal, enviándola á su general Cabrera ó al mismo don
Carlos.
su infancia y que s e trataban con intimidad; que le hizo dicha entrega él día 30 de Mayo de 1840, á con-
secuencia de haber matado á su marido y haber tenido la referida T e r e s a que huir, encargándola que
la conservara; que nada le dijo de la procedencia de dicha bandera ni de la manera que había llegado
á sus manos, bien porque quisiera guardar este secreto, ó bien por la prisa que originaba su preci-
pitada fuga...»
(1) Obra y tomo citados, pág. 191.
(2) Historia de ta Guerra Civil, t. II, pág. 50.
ENSEÑAS BEL EJÉRCITO NACIONAL
tra Señora para entregar á la Guardia Real y á los Voluntarios Realistas unas banderas, en que s e
halla inscrito su augusto nombre (a).
»S. M. las entregó en efecto, y por su propia Real mano, á los Generales de las respectivas Armas
que subieron á la Real cámara con este objeto, tos-que las entregaron en seguida á los Cuerpos de su
mando, y con ellas una proclama elegante y sencilla, en que expresa S. M. que desde el día en que
vio las primeras tropas españolas en la falda del Pirineo tuvo el pensamiento de confiar á su guarda
unas banderas en que estuviese estampado su augusto nombre; que para este objeto había tenido á
bien elegir el día en que celebran el primer aniversario del cumpleaños de su augusta Hija, y que
(a) Las banderas de los voluntarios Realistas mencionadas por El Correo, no debieron ingresar en
Atocha cuando dejaron de existir e s o s Cuerpos, pues no aparecen incluidas en los inventarios, ni cita-
das en los documentos del Archivo de Inválidos.
— 50 —
confiaba en que e s t o s recuerdos inflamarían eternamente la fidelidad y heroico valor que jamás faltó
en los hijos de la patria del Cid.
»Acto continuo subieron los Oficiales á tener el honor de besar las Reales manos y las de la augusta
Princesa. Concluida esta ceremonia, y vueltos á sus respectivos Cuerpos, desfilaron por delante de
los balcones del Real Palacio con las nuevas banderas, en las cuales se leía el siguiente lema: La
Reina Cristina á los Granaderos de la Guardia Real. (Lo mismo decía en las demás banderas, con la
diferencia del nombre de los Cuerpos.)
»SS. MM. y AA. salieron á los balcones mientras desfilaron las tropas, descubriéndose en sus sem-
blantes una alegría propia de la noble satisfacción que les causaba la vista de unos soldados entu-
siasmados y prontos á derramar su sangre y defender los legítimos derechos del Rey Nuestro
Señor...»
(1) Archivo del Cuartel de Inválidos, Apéndice I, números 5 y 6.
(2) Véase lo que decimos al estudiar las banderas números 28 y 29.
(3) Apéndice y núm. ant. cit.
(4) Apéndice I, núm. 13.
(5) Apéndice IX.
LAMINA 12 NUMEROS 24-27
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(1) El Inventario más antiguo (Apéndice II, núm. 8) y todos los demás que lo copiaron, describen
minuciosamente esta enseña.
(2) Don Serafín María de Soto, Memorias para la historia de las tropas de la Casa Real de España.
— 52 -
Proceden todas ellas de la Guardia Real Walona, como puede afirmarse conociendo lo
que escribió, respecto á las enseñas de este Cuerpo, el ilustre general D.Julián Suárez In-
clán, en obra de severo y razonado estudio (1).
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una flor de lis, los escudos acolados de las ciudades correspondientes á las compañías
que sirvieron de base para la organización del Segundo Batallón del Segundo Regimiento
de Granaderos Provinciales de la Guardia Real, según se lee en los márgenes del paño
en letras de buen tamaño bordadas con seda negra (lámina 15).
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VENCER Ó. MORIR.
Uno de los Cuerpos creados en Extremadura al empezar la lucha por nuestra Inde-
pendencia, fué el 4.° Batallón de Reales Guardias Españolas (2), que el mismo año de
1808 luchó heroicamente en la batalla de Burgos (3). En 1810 formaba parte del ejér-
cito del Centro en la División, de gloriosa historia, mandada por D. José Zayas, concu-
rriendo más tarde, á las órdenes de este ilustre y bravo General, á la batalla de Sagunto,
y, por último, á la defensa de Valencia, donde vinieron á sucumbir aquellas Guardias
Españolas, de breve y memorable vida, cuya organización, como antes decimos, tuvo
lugar en época de activas operaciones, y por eso la menos apropiada para que tuvieran
banderas más lujosas: con esas tan modestas, supieron, no obstante, conquistar laureles
y renombre imperecedero.
Estas dos banderas estuvieron colocadas en la iglesia de Atocha, en grupo separado
de las diez de la Guardia Real y Walona, que fueron remitidas á dicho templo en 1842,
circunstancia que, unida á la de saber cuál fué el triste fin de aquel 4,° Batallón, nos
induce á creer en su existencia allí desde el año 1823, por ser quizá de las que habiendo
caído en poder del Ejército francés durante la guerra de la Independencia, devolvió á
España Luis XVIII en aquella fecha (4); supuesto que, como veremos más adelante,
viene á ser un hecho comprobado por la repetición de casos semejantes que no tienen
otra explicación posible.
cruz por el general Prim y una bandera con las armas de la ciudad de Lima, cuyo ingreso
en Atocha no consta en los datos recogidos por nosotros del archivo, aparecen por pri-
mera vez catalogadas en Inválidos en el inventario de 1879 (Apéndice IV, cornisa del
lado del Evangelio), y aun cuando en ese documento y en los de igual clase, escritos con
posterioridad, figuran sus descripciones sin numeración correlativa, no hemos dudado
ahora en dársela, puesto que todas las insignias de que se trata, más otra procedente de
Santiago de Cuba, vinieron del Nuevo Continente por nosotros conquistado para la civi-
lización mundial, y son mudos testimonios en cuyas plegadas telas pueden leerse pági-
nas de gran enseñanza para lo porvenir.
(1) El escudo que campea en los dos frentes de la tela, e s cuartelado de castillos y leones, con la
granada en punta, y en el centro, el escusón de las lises borbónicas, todo bordado con gran relieve en
sedas de colores y plata dorada y en su color.
(2) Nobiliario Vero, escrito por Fernando de Mexía, por los años de 1477 á 1485.
(3) Don Felipe II, en San Lorenzo, á 22 de Julio de 1595, cap. 71, de Instrucción. En Aranjuez, á 20
de Marzo de 1596, cap. Al.—Que los Virreyes no pongan en los guiones más que las armas Reates.
«Mandamos á los Virreyes, que en los guiones no pongan más que nuestras armas Reales, ni usen
de las suyas propias, ni otras ningunas en actos y concursos como Virreyes, Presidentes, Gobernado-
res ó Capitanes Generales.» Las Leyes de Indias con las posteriores á este Código vigente hoy, por
D. Miguel de la Guardia, Madrid, 1889, t. V. tít. XV, ley II.
(4) Apéndice I, núm. 25.
NUMERO 38
LAMINA 19
«Excmo. Sr.: El Ingeniero General (1), en oficio de 12 del actual, me dice lo siguiente:
Noticioso el Coronel Menduiña, Gobernador político y militar de la plaza de Veracruz
durante la permanencia de las tropas españolas en la República Mejicana, de que en
aquella ciudad existía el antiguo Pendón de Castilla, á cuyo pie prestaban juramento de
fidelidad los Virreyes que pasaban á gobernar aquel territorio mientras formó parte de
la Monarquía Española, creyó conveniente adquirir tan precioso recuerdo histórico, y
que esto estaba dentro de los límites de la justicia y dignidad, pues si bien aquella
plaza no se hallaba en nuestro poder por ningún sangriento sitio, lo estaba sí por haber
estipulado su entrega ante las fuerzas que se presentaron.—Movido por su celo llegó á
alcanzar el estandarte de que trato y que me ha remitido recientemente y conservo en
mi poder como General en Jefe que he sido de aquella expedición.—Aun cuando como
trofeo de guerra considero igualmente legítima (la) adquisición de este monumento histó-
rico que recuerda la grandeza de la Patria á que pertenecemos, me apresuro, sin em-
bargo, á dar cuenta á V. E. de lo ocurrido, y á remitirle este antiguo Pendón de Castilla
por si el Gobierno de S. M. fuera de igual opinión á la que dejo indicada, y estimase
conveniente su conservación, depositándolo en el Museo en donde se custodian los
recuerdos de los brillantes hechos de armas en que siempre se ha distinguido el Ejército
Español.»
«De Real orden lo traslado á V. E. (2) para su conocimiento y á fin de que disponga
se dé colocación al citado Pendón de Castilla entre los trofeos militares depositados en
el templo de ese cuartel.»
Las Leyes de Indias, ese notable Código que refleja los aciertos y los errores cometi-
dos en la gobernación de nuestras posesiones de América, contienen Instrucciones Rea-
les que por referirse algunas á la alta representación que allí tenían estas insignias
y al ceremonial que con ellas se observaba en actos públicos, creemos conveniente
publicarlas en este Catálogo, máxime cuando esos curiosos documentos nos permiten
conocer algo de la historia de la que el ilustre general Prim nos trajo de Méjico, como
recuerdo de aquella expedición, en la que supo conquistar tantas simpatías para la nación
española. La Ley LVI del título XV (3), ordena la forma que se ha de emplear en el
acompañamiento del Pendón Real cuando saliere en público, y sus disposiciones son
éstas (4):
(1) Desempeñaba entonces este alto puesto militar el teniente general D. Juan Prim y Prast, mar-
qués de los Castillejos.
(2) La Real orden está dirigida al Comandante general de Inválidos.
(3) Obra y tomo citados.
(4) ídem id. La Ley LVI está encabezada de este modo: «El Emperador D. Carlos y la Emperatriz
Gobernadora, en Madrid, á 28 de M a y o de 1530. Don Felipe II, en Buengrado, á 22 de Mayo de 1565.
Y en Lisboa, á 4 de Junio de 1582. Don Felipe III, en Madrid á 31 de Octubre de 1607. Don Carlos II
y la Reina Gobernadora».
— 60 -
«En las ciudades de las Indias es costumbre usada y guardada, sacar nuestro Pendón
Real vísperas y los días señalados de cada un año, y el de Pascua de Reyes en Lima: el
de San Hipólito, en Méjico, le lleva un regidor por turno, y acompañándole para mayor
honra y veneración, el Virrey. Oidores y Regimiento van á vísperas y misa: en Lima
á la iglesia mayor, y en Méjico á la de San Hipólito. Y porque nuestra voluntad es que
esta costumbre se continúe, mandamos: que los Virreyes, Presidentes y Audiencias de
nuestras Indias en las ciudades principales donde las hubiere, asistan á esta ceremonia
como se hace en Lima y Méjico, y lleve el Pendón el Regidor á quien tocase por turno,
desde el más antiguo donde no hubiere Alférez Real por Nos proveído, cuyo lugar ha de
ser el izquierdo del Virrey ó Presidente, porque al derecho ha de ir el Oidor más anti-
guo; y en las ciudades donde no residiere Audiencia, le acompañe el Gobernador,
Corregidor ó Justicia mayor y regimiento, desde la casa del Regidor ó Alférez mayor que
la lleva, hasta que vuelve á ella; y en cuanto al lugar que ha de tener en la iglesia y
acompañamiento, se guarda la costumbre.»
Esta ley sufrió una modificación votada por las Cortes generales de Cádiz (1), durante
la ausencia y cautividad de Fernando VII, y por ella quedó desde entonces este pendón,
el de Lima y demás ciudades de las que fueron colonias, destinados únicamente, hasta la
independencia de aquellos territorios, para la jura de los Virreyes y para solemnizar la
proclamación de nuevo Monarca, quedando suprimido, por lo tanto, el paseo del estan-
darte Real, que se consideró por la representación nacional como un acto positivo de
inferioridad para los pueblos de Ultramar y monumento del antiguo sistema de con-
quista y de colonias, que debía desaparecer «ante la majestuosa idea de la perfecta
igualdad, del recíproco amor y de la unión de intereses con los de la Península, que tan
solemnemente han proclamado las Cortes». Fernando VII dispuso, con fecha 11 de Febre-
ro de 1815, que se restableciera en Ultramar cuanto disponía, respecto al Pendón Real,
la Ley LVI mencionada (2).
El buen estado de conservación en que se encuentra este pendón, pues sólo presenta
algo desgastadas las sedas de las armerías del escudo, parece indicar su poca antigüedad,
cosa que también afirma el arte decadente de los bordados, los cuales, como dijimos antes,
acusan el mal gusto de los últimos años de la decimoctava centuria, época en Méjico de
gran prosperidad, merced al acertado gobierno de su virrey, D. Juan Vicente de Güemes,
conde de Revillagigedo (1789-1794), en cuyo tiempo, de progreso y buena administra-
ción, no es difícil se llevara á cabo la obra de esta rica enseña. Los períodos calamito-
sos, como lo fueron en aquel país los posteriores á ése, sabido es no son los más apro-
piados para que las autoridades dediquen su cuidado á la construcción de labores artís-
ticas, y menos á una como ésta que no sería de imprescindible necesidad, puesto
que, aunque vieja, existiría antes otra insignia Real dispuesta para utilizarla cuando fuera
menester.
consiste por una de las caras en el escudo Real de España, cuartelando castillos, leones y
granada en punta, con las tres lises de la casa de Borbón en el centro, y alrededor la
banda de Carlos III, teniendo arriba el lema, que dice en letras de oro: VOLVNTARIOS DE
CABALLERÍA DE TRUXILLO. En el otro frente campean bajo la divisa PRO FIDE PATRIA ET
REGE, las armas de la ciudad de Trujillo, algo variadas de como se las concedió Carlos I
en 1537 (1), pues si bien ostenta los blasones desde entonces otorgados de las colum-
nas del Plus Ultra sobre las aguas del mar, la K de Karolvs, los bastones cruzados de
Borgoña, la corona de rey y el grifo negro, del que sólo se conservan los extremos de
las alas y algo de la cabeza, el león, que queda casi oculto detrás del escudo antiguo,
aquí aparece casi por entero en el costado diestro sosteniendo una espada con la garra
derecha. La letra K aparece también en ambas faces de las farpas.
El Regimiento de Trujillo se creó en su provincia, perteneciente al Perú, el año 1740(2),
constando su fuerza de 360 hombres, con los que se formaron dos escuadrones.
ancho, está colocado otro más pequeño (0,47 m. x 0,35) de damasco carmesí, también
rodeado por galón de plata, y en cuyo centro aparece bordado en el mismo metal el
escudo de España flanqueado por las columnas que representan el más allá de nuestros
descubrimientos en Ultramar (lámina 22).
Alrededor de aquellas armas se lee este lema en caracteres mayúsculos algo inco-
rrectos: VOLVNTARIOS DE CABALLERÍA NVEVAMENTE HERIGIDO EN EL PARTIDO DE VILCAS
Á uno de los batallones de este distinguido Cuerpo, que con tanto patriotismo y bra-
vura se batió en América, perteneció, sin duda, esta preciosa bandera.
B a n d e r a n ú m e r o 44 ( 3 3 del Catálogo de 1900).—El lamentable silencio que guarda
la comunicación de la Mayordomía de Palacio, respecto á los escudos que esta enseña
de batallón ostentaba en los extremos de la cruz carmesí de Borgoña, cuando fué remi-
tida á Atocha, y el olvido, no menos sensible, en que incurrieron los encargados de
escribir los Catálogos anteriores, desde el de 1 8 7 9 , imposibilitan en absoluto la clasifi-
cación de esta enseña (lámina 2 3 ) . Procede quizá, como las otras insignias, de uno de
los Cuerpos organizados en el Perú; pero estando desgraciadamente destruidas por la
acción del tiempo las armas que antes ostentó, nos vemos precisados á consignar aquí
su procedencia como único dato positivo.
En el Archivo del Real Palacio, adonde acudimos buscando noticias más completas,
no existen documentos referentes áeste asunto, ni hemos sido más afortunados rastreando
por las páginas de los periódicos que en Madrid se publicaban en 1 8 5 9 , fecha en la que,
como se recordará, entró esta bandera en la que fué iglesia de los Inválidos.
La enseña es de tafetán blanco con la cruz de Borgoña carmesí.
(1) Don Justo Zaragoza, Las insurrecciones en Cuba, Madrid, 1872,1.1, pág. 658.
5 P
— 66 -
de estallar la que por su corta duración se conoció con el nombre de guerra chica
en 1879. Al capitular aquella plaza en 1398, esta bandera no cayó en poder del enemigo,
como no cayó ninguna nacional, entregándola en el Ministerio de la Guerra el jefe de
dicho Cuerpo, D. Emilio O'Sulivan, quien por hecho tan distinguido bien merece que su
nombre quede aquí consignado (1).
(1) D e b e m o s la noticia del nombre de dicho jefe al oficial 3.° del Cuerpo de Oficinas Militares
D. Francisco Rodríguez Cordovés, que conoció en Cuba al Sr. O'Sulivan. En el expediente formado
con motivo de la entrega de la bandera que estudiamos (Archivo del Ministerio de la Guerra, leg. 11-1)
no consta el nombre que nos interesaba conocer, y que difícilmente hubiéramos sabido, de no facili-
tarnos la noticia el mencionado oficial, al que agradecemos el señalado favor.
(2) Ob. cit., núms. 3, 5, 6 y 7.
(3) 15 de Octubre de 1718.
(4) Hist. org., t. XVI, p. 22 y 23.
LAMINA 25 NUMER05 47 - 50
que desde entonces se llamó de Lusitania, el uso de una escarapela amarilla sobre la
grupa de las monturas.
Un hecho digno de consignarse aquí, por referirse á estas enseñas beneméritas,
refiere el Conde de Clonard al relatar en su Historia orgánica la forma en que aquel
regimiento huyó de Madrid la noche del 20 al 21 de Julio de 1808 para incorporarse á
las fuerzas que, por un acto de grandioso patriotismo, se habían sublevado en todas las
provincias españolas. En esa noche, escribe el historiador de nuestras Armas de Infan-
tería y Caballería, «los Capitanes y subalternos D. Bernardo Casamayor, D. Miguel Gar-
cía, D.Juan Sentmanat y D. Pedro Villarreal, se introducen silenciosamente en el Cuar-
tel, y, reanimando la tropa, la hace poner silla y montar dentro del patio, después de
haber tenido la precaución de ganar el santo y la contraseña de los puestos franceses.
Los paños de los guiones se quitaron de las astas y se enrollaron y se guardaron por
los Oficiales», logrando así, con grave riesgo, incorporarse al ejército de Extremadura.
Conocida la historia de este Cuerpo famoso, que un día adquirió, en sangriento
combate, el significativo sobrenombre de Dragones de la Muerte, no cabe la menor duda
de que sus guiones, conservados hoy en Inválidos, son los mismos que tremoló en los
campos de batalla, desde la campaña de Sicilia en 1718, hasta que por los aconteci-
mientos políticos del año 1823 fué disuelto en Cardón de los Condes. Vuelto á organi-
zar en 1842 el nuevo Regimiento del mismo nombre, no pudo usar sus antiguas ense-
ñas, puesto que, como dijimos antes, éstas se hallaban ya por esta fecha colocadas en
el templo de Atocha.
centro de la otra faz lo ocupa todo él el escudo de las barras aragonesas ó catalanas,
timbrado con corona florenzada.
Dudosa la existencia en Aragón de centros docentes de carácter militar que pudieran
ostentar en sus enseñas el escudo de las Barras (1), y sabiendo que tampoco los tuvo
Valencia, en los tres que se establecieron en el Principado catalán durante la decimoc-
tava centuria y en los comienzos de la guerra de la Independencia, hemos de buscar
aquel á quien perteneció el estandarte que conservan los Inválidos en su Museo. El más
antiguo é importante de dichos establecimientos fué, sin duda, el instaurado en 1720 para
instrucción de Oficiales, Cadetes y Caballeros particulares, llamados todos Académicos ó
Academistas, con el nombre de Real Academia Militar de Barcelona, disuelta en 1805,
después de haber alcanzado fama merecida cuando estuvo á cargo del ilustre ingeniero
D. Pedro de Lucuce (2). Siguió en orden cronológico la Escuela de Artillería, de la misma
capital, que compartió su elevada misión con la de Cádiz en 1751, antes decrearseen 1764
el Colegio de Segovia (3), y, por último, la Academia Militar de Tarragona, dirigida por el
teniente coronel de Infantería D. José Cebollino, y en la cual ingresaron en clase de Ca-
detes, en 1810 (4), «80 jóvenes de las más distinguidas familias del Reino de Murcia» (5).
La Real Academia y la Escuela de Artillería, antes mencionadas, se crearon de un modo
permanente en tiempos de vida normal para la Nación, y sus enseñas, por lo tanto, de-
bieron ser las reglamentarias en aquella época, con sus jeroglíficos bordados de igual ó
parecida manera á las de los regimientos ó batallones; pero en el Colegio de Tarrago-
na, fundado cuando más adversa se mostró á nuestra Patria la suerte de las armas en
Gerona, Figueras y Lérida, todo debió ser provisional é improvisado, en armonía con su
situación insegura, y como parece acreditarlo en la descrita enseña la pintura de los
escudos y lema, este último redactado «á propósito para excitar el entusiasmo», tan
necesario en aquellos tiempos de ardiente lucha por nuestra amada independencia.
Esos datos positivos que nos suministra la historia de la enseñanza militar en España,
y el carácter de la insignia, permiten atribuirla al último de los citados centros, si bien
resulta dificilísimo averiguar la fecha en que se colocó la simbólica tela en el templo de
(1) El teniente general D. Pedro de Lucuce, sus obras é influencia que ejerció en la instrucción
militar de España, por el general de División D. Julián Suárez Inclán, de la Real Academia de la His-
toria. Madrid, 1903, pág. 32.
(2) ídem id., página citada y siguientes.
(3) Artilleros y Artillería, por el general D. Adolfo Carrasco. Tirada aparte de las publicaciones
del Memorial de Artillería, 1894, pág. 16.
(4) Fr. Juan Caraballo y Vera, España triunfante de Napoleón la Francia y todos sus enemigos.
Colección General. En el índice de esta notable obra, que s e conserva en la biblioteca del Depósito de
la Guerra, consta que el Colegio Militar de Tarragona lo fundó el general D. Enrique O'Donnell en 1811.
El tomo de dicha obra, donde el autor habla de esa fundación (t. CLXV, fol. 149), falta en la mencio-
nada biblioteca, y no lo hemos podido hallar en otra parte.
(5) Historia orgánica, t. XI, páginas 285 y 299.
— 69 —
Atocha, puesto que ya existía allí cuando se escribió el Inventario más antiguo (Apén-
dice II, números 1 y 2 rep.). Tampoco nos dicen los historiadores del sitio de Tarragona,
y creemos haber consultado todas las obras que se escribieron narrándolo detallada-
mente, si entre las tropas que lucharon y sucumbieron con gloria en la capital catalana,
se hallaban los Cadetes del Colegio Militar creado en ella el año anterior. Posible es
que esas enseñas cayeran allí en poder del enemigo, y luego nos fueran devueltas
en 1823, con las demás entregadas por el Duque de Angulema (1).
Bandera de Artillería.
N ú m e r o 52 (50 del Catálogo de 1900). — Enseña de tamaño algo mayor que el re-
glamentario (2,05 m. x 1,80), cuyo fondo, de tafetán blanco, casi queda cubierto por la
profusión de figuras que el artista empleó para la ornamentación. Ésta representa, por
una y otra faz, en el centro el escudo Real de España, sostenido por leones amarillos, per-
filados con trencillas negras, y en los costados y por bajo de las dichas armas y simbóli-
cos tenantes, banderas azules, cañones y demás atributos artilleros, todo bordado en se-
das de colores al sobrepuesto y dibujado con buen gusto, á pesar de ser una labor tan
recargada (lámina 26). Alrededor del escudo Real tiene los collares de la orden francesa
del Espíritu Santo y la española del Toisón.
Las banderas del Arma de Artillería sólo se diferenciaban de las de Infantería,
durante el siglo XVIII y casi la primera mitad del siguiente, en que, además de lo dis-
puesto para éstas, habían de llevar alguna divisa artillera (2). Así son, con cañones y
demás atributos de esta Arma, la que D. Mariano James describe con el núm. 2.579, del
catálogo del Museo Militar, perteneciente al primer Regimiento de Artillería (3), y la que
ya por ese mismo tiempo, y aun en fecha anterior, se encontraba colocada en Atocha
con el núm. 78 (4), y actualmente en el Cuartel de Inválidos.
No perteneciendo esta bandera al primer Regimiento de Artillería, posible es, y su ca-
rácter ornamental así parece confirmarlo, que proceda de uno de «los otros cuatro regi-
mientos que se crearon por consecuencia del aumento que dio á las tropas del Arma la
Ordenanza de 22 de Julio de 1802» (1). El collar de la preciada orden francesa que os-
tenta bordado esta bandera, lo hemos visto en otras enseñas españolas (2), y no es fácil
poder precisar la época en que le fué concedido, si bien pudo ser en 1823, cuando in-
tervino en nuestra política Luis XVIII.
miento del Rey, y más bien pudiera atribuirse á las usadas en sus enseñas moradas por
el Cuerpo de Ingenieros (1) ó por los de Infantería provinciales de Castilla ( 2 ) , lo cierto
es que, entregada al referido Cuerpo de Ingenieros la única bandera suya que existió en
Atocha (3), la procedencia de ésta en que nos ocupamos queda probada de un modo
evidente con los documentos que se conservan en el Archivo del Cuartel de Inválidos
(Apéndice X).
N ú m e r o 55 (124 del Catálogo de 1900).—Bandera formada por los tres paños de los
colores nacionales (lámina 28), teniendo en el central, bordada en uno de los frentes la
imagen de Jesús crucificado, y en el otro la de Nuestra Señora del Rosario, con estas siglas
enlazadas bajo corona Real: F. M. B., que, de un modo indubitable, representan el nombre
de D. Francisco María de Borbón. Este Monarca fué quien donó dicha enseña conme-
morativa de la guerra de África al Regimiento del Rey (4), cuya patrona es la citada
Virgen, al mismo tiempo que D . Isabel II lo hacía al de la Reina de otra bandera, que
a
sólo se diferencia de la descrita en tener por una faz el escudo Real, y por la otra la ima-
gen de la Purísima con las cifras Y 2 enlazadas, y también con corona Real encima ( 5 ) .
(1) El artículo 6.° del Reglamento de 1802, confirmado por el 5.° de la Real Ordenanza de 1 4 de
Octubre de 1803, dispone, respecto á las enseñas del Cuerpo de Ingenieros, que cada batallón tendrá
una bandera igual en sus dimensiones á la que tienen los Regimientos de Infantería: «La primera ban-
dera será morada, con el escudo de mis Reales armas y el lema R E A L C U E R P O D E Z A P A D O R E S Y M I N A D O -
RES; la segunda ha de ser también morada, con la cruz de Borgoña y el mismo lema; en dos de sus ángu-
los tendrá un castillo, y en los otros dos un león.»
(2) Una Real orden de 6 de Junio de 1842, citada por el ilustre General Suárez Inclán, autorizó el
uso de las banderas moradas en los Regimientos provinciales de Castilla. (Ob. c i t , pág. 38.)
(3) En el expediente número 47 de la carpeta de documentos referentes á banderas que existe en
el Archivo del Cuartel de Inválidos (Apéndice I), consta que las del Cuerpo de Ingenieros, que existían
en Atocha, pasaron al Museo de dicho Cuerpo en virtud de una Real orden de 4 de Febrero de 1875,
que quedó cumplimentada el 22 de dicho mes y año.
(4) En el historial del Cuerpo (t. I, f. 283), que manuscrito s e conserva en la oficina Coronela,
consta que esta Bandera Conmemorativa la recibió en campaña el segundo batallón del Regimiento
Inmemorial del Rey, el día 15 de Diciembre de 1859, estando de servició en el Reducto de Isabel II.
E s e mismo día, según refiere el citado documento, alcanzó dicho batallón un señalado triunfo, cargan-
do á la bayoneta por dos veces sobre el enemigo, llevando la nueva enseña, que flameó victoriosa en
la posición conquistada. La histórica tela no pudo alcanzar un bautizo de sangre ni más solemne ni
más glorioso.
(5) La Bandera Conmemorativa del Regimiento de la Reina, que ingresó en Atochap or disposición
de 4 de Agosto de 1871, y fué devuelta al Cuerpo en 1876, como consta en los documentos del Archivo
de Inválidos, en otra parte indicados (Apéndice I, núm. 23), tiene la forma, color y bordados alegóricos
arriba descritos, como lo prueba la siguiente carta del coronel de aquel Cuerpo, D. Cayetano Alvear,
suscrita en Córdoba á I de Octubre de 1908: «Sr. D . J o s é Valdés, coronel jefe del Cuartel de Inválidos.—
o
Mi distinguido compañero: Contesto su grata fecha de ayer, teniendo el gusto de manifestarle que la
bandera conmemorativa de la guerra de África que tiene este regimiento, e s exactamente igual que la
nacional, sin más diferencia que la de tener sólo por una de sus caras el escudo nacional, y en la otra,
en vez de dicho escudo, tiene bordada en seda una imagen de la Inmaculada, al pie de cuya imagen
está bordada la cifra de Isabel II; e s decir, las iniciales Y. 2, enlazadas bajo corona Real.»
— 72 —
cillas negras. En los ángulos de la tela tiene pequeños escudos de ornamentación idén-
tica á los de otras enseñas pertenecientes á regimientos de línea de principios del
siglo XIX (1), sin más armas que un caballo sable galopando en campo de plata, repre-
sentado pórtela azul (2), y tal como lo reproduce nuestro dibujo.
Difícil nos hubiera sido precisar el Cuerpo que tuvo esta bandera por enseña, si no
se conservara en el Museo de Artillería una allí clasificada que ostenta los mismos bla-
sones, y perteneció sin duda al Regimiento de Infantería de Ñapóles, 2.° de línea, penin-
sular de la isla de Cuba (3). Según el Conde
de Clonard, á este regimiento se le concedie-
ron las armas del antiguo Reino italiano, que
consisten en la cruz de Jerusalén, «entre cu-
yas aspas, y en los ángulos que éstas forman,
aparecen otras más pequeñas, todas ellas
esmaltadas sobre campo de plata» (4). Nos-
otros, en vista de tan patente disparidad, pro-
cedimos á rastrear por el intrincado campo
de la heráldica buscando en ella la explica-
ción de aquellos raros escudos, y sólo hemos
podido hallar dos blasones que se le asemejen:
el de la condecoración extranjera de los Güelfos, y el de uno de las armerías de la
Maestranza de Zaragoza, cuyo caballo, también negro y en la misma actitud, únicamente
se diferencia de los de nuestras banderas en llevar puestos los arneses de la montura,
detalle que pudo quedar olvidado por el artífice bordador. En la historia del regimiento
aquél, creado en 1572 como tercio del mar Océano, y luego, en 1705, perteneciendo á
las tropas de tierra, ya con el nombre de Ñapóles, no encontramos noticia alguna en la
que pueda fundarse siquiera una hipótesis razonada para atribuirle el blasón del caballo:
así lo debemos confesar ingenuamente, por más que entendemos está bien clasificada la
bandera que se conserva en el Museo de Artillería, donde se recibió como procedente
del Regimiento de Ñapóles.
La bandera catalogada hoy en el Museo de Inválidos, y otra exactamente igual que
estuvo colocada en Atocha y pasó en 1848 á la Real Armería (Apéndice VIII), fueron re-
t í ) La bandera del Regimiento de San Fernando (núm. 82), que es igual á esta y á otras varias,
sin duda reglamentarias á principios del siglo XIX, fué seguramente bordada después de 1810, según
probamos en otro lugar.
(2) N o estando admitido en heráldica usar color sobre color, creemos que el azul puede en este
caso representar la plata.
(3) Catálogo del Museo Militar, pub. por James, núm. 105.
(4) Historia orgánica, t. VIII, pág. 156.
— 74 —
N ú m e r o 58 (94 del Catálogo de 1900).—En los extremos del aspa borgoñona car-
mesí, que cruza el paño de esta enseña de tafetán blanco, están bordados los escudos
donde campea la cruz de brazos iguales del Ducado saboyano, dentro de orlas decorati-
vas en las que se lee este lema: S A B O Y A 5.° D LÍNEA. La tela y los escudos se encuen-
tran bastante deteriorados.
El regimiento de este nombre, cuyo origen fué el antiguo Tercio de Lombardía, tuvo
el número 5 en la escala del Arma de Infantería desde 1741 á 1833 (3); pero el arte
empleado para la ornamentación de los escudos de esta bandera proclama el que impe-
raba á principios del siglo XIX, como en tantas otras de las conservadas en el Museo de
Inválidos, y este dato positivo nos induce á creer que la bandera pueda ser de alguno de
los tres Batallones de Saboya, que después de batirse con denuedo en Tarragona, en el
castillo de Sagunto y en el sitio de Valencia, fueron, uno tras otro, cayendo prisioneros al
rendirse esas plazas (4). La presencia de dicha enseña en Atocha cuando se escribió el
inventario más antiguo (Apéndice II, núm. 50), nos hace sospechar si fué llevada allí
con las devueltas por Luis XVIII (5).
(1) El Regimiento de Ñapóles constaba de tres batallones en esa fecha, y de uno solamente cuando
en 1830 se reorganizó para la defensa de las Antillas. Historia orgánica, t. VIII, pág. 155.
(2) Obra y tomo citado, pág. 177.
(3) Historia orgánica, t. IX, páginas 96 y siguientes.
(4) Ibídem, Historial del Regimiento.
(5) Apéndice VII.
LÁMINA 1. A
V Í 5 T J D . L A 3 B A N D A S i . B A N D E R A S QUE H A N COGIDOLO^ E S P A Ñ O L E S
EN L A GUERRA CONTRALOR FRANCESES EL k.B.1733. REYNANDOCARLOSM
L A 5 0UE FUE R O N PU E S T A S EN LA R E A L CAPÍ L L A B . N ^ COMO E5TA A p l / L
/f'l íasía&áas. \UV.°I2 las3aridtmj de¿a ¿¿beHdüóLamuertx. \Jf'3&aridarttdtUbciUeríaconclrrúsrwtttu.fo.[jf4-
Banderas del Regimiento de Infantería de Sevilla.
*
**
La existencia del lema concedido al antiguo Regimiento de Sevilla, escrito en la pri-
mera de estas banderas, así como las empresas y leyendas de la segunda, son datos
ciertos que permiten ver en ellas dos enseñas de aquel Cuerpo y procedentes de fecha
distinta. Una, probablemente, construida después déla rendición de los dos Batallones de
Sevilla en la plaza de Bellegarde, en 1794 (1), con lo que está de acuerdo el estilo artís-
tico de los bordados, igual al de otras muchas de la misma época; y la otra, más sen-
cilla, durante el período de la guerra de la Independencia, puesto que antes de ella sólo
existía un regimiento de este nombre, y, después de terminada aquella prolongada
lucha, encontramos que, al llevarse á cabo, en 1814, el recuento de los Regimientos de
Infantería que había organizados por entonces en la Península, aparecen en el estado ofi-
cial (2) el Regimiento Viejo con 875 plazas, y otro de los que fueron provinciales con 755,
ambos denominados de Sevilla. Probablemente, el último se tituló segundo de línea.
Las dos banderas estaban colocadas en Atocha cuando se escribió el inventario más
antiguo (Apéndice II, números 29 y 23), y quizá fueron allí al disolverse el regimiento
en 1823, ó bien al ser devueltas por Francia las tomadas á nuestro Ejército por el suyo
en la guerra napoleónica, toda vez que en Badajoz cayeron prisioneros, el 10 de Marzo
de 1811, dos batallones del Regimiento de Sevilla (1).
*
**
francés en Larrasoaña y Pamplona cuando la campaña política del año 1823 (1). Disuelto
Vitoria por esta causa, sus banderas, en número de tres, la coronela y dos de batallón,
fueron depositadas en el templo de Atocha antes de escribirse el Inventario más antiguo
(Apéndice II, números 69,38 y 25), sin que puedan atribuirse al regimiento reorganizado
en 1847, que forzosamente debió usar señas reglamentarias de los colores nacionales (2).
N ú m e r o 6 6 (68 del Catálogo de 1900).—Las aspas de oro en campo azur y los bas-
tones de gules aragoneses, son las armas que esta bandera, de tafetán blanco, ostenta
en los]cuatro ángulos del paño, ocupando casi todo el centro un gran escudo Real de
España, rodeado por el Toisón. Los blasones aquéllos están circuidos por ornamentación
de estilojbarroco, formada con piezas de seda amarilla, lo mismo que la corona florenzada
que tiene encima. En los costados completan el adorno unos trofeos militares de ca-
ñones y enseñas blancas, con cruz de Borgoña carmesí, iguales en todo á los de otras
— 80
(1) Entre otros muchos regimientos cuyas banderas tienen esta misma decoración, citaremos
el de San Fernando (núm. 82 de este Catálogo), porque así conviene para conocer la época en que se
pudieron construir. Véase también la descripción de la bandera del Regimiento de Ñapóles (núm. 57).
(2) Historia orgánica, t. XI, páginas 317 y 352.
(3) Obra y tomo citado, pág. 316.
LAMINA 31 NUMERO 67
Bandera del Regimiento Infantería de línea de Almansa, 4.° del Reino de Murcia.
3.° Escudo de la ciudad de Murcia, con siete coronas blancas en campo azur.
4.° Este escudo se encuentra destruido.
Cara posterior:
1.° Otro escudo de Murcia, igual al ya descrito.
2.° Inscripción que dice: R E G . ° YNF. A
D E LIN.A D A L M A N S A , Y 4.° DEE (del) REIN 0
D
MURC. A
4.° Una significativa divisa, muy bien bordada en sedas de colores, representando
la lucha de un león y un águila coronados, en la que, como es natural, la segunda
aparece vencida y la representación de la realeza arrancada con violencia de su cabeza.
El anónimo artista que ideó tan expresivo simbolismo, presintió acertadamente el fin de
la Monarquía napoleónica que se trataba de implantar en España.
Ya en el Catálogo más antiguo aparece mencionada esta bandera (Apéndice II, núme-
ro 12), aun cuando por error se dice allí que perteneció al Regimiento Infantería de Grana-
da, equivocación corregida al fin en el de 1889 (Apéndice V, núm. 89). La historia del
Regimiento de Almansa (1) y las leyendas que arriba dejamos copiadas, nos dicen que
esta enseña no pudo pertenecer al primer Cuerpo que con el nombre de Almansa creó
(1) Historia orgánica de las Armas de Infantería y Caballería, t. XI, pág. 283.
6
— 82 -
Felipe V en 1709 y cuya existencia no duró más que doce años, pues fué disuelto en 15 de
Diciembre de 1721.
Al estallar la grandiosa sublevación de 1808, una de las Juntas provinciales más
activas fué, sin duda, la de Murcia, constituida provisionalmente el día 25 de Mayo, y
con carácter definitivo el 29 del mismo mes (1), la cual procedió inmediatamente á orga-
nizar varios Cuerpos de Infantería, algunos de imperecedera memoria por su bizarro
comportamiento durante el segundo sitio de Zaragoza (2). Uno de los regimientos crea-
dos recibió el nombre de 4.° de Voluntarios de Murcia, y se confió al mando del coro-
nel D. Alejo Molina, vizconde de Huertas, que tuvo por sargento mayor á D. José María
Torrijos, el mismo que siendo ya General, veintitrés años después, adquirió tan triste
celebridad. Aquel mismo año de 1808, por disposición de la Junta general de Valencia
y Real orden de 9 de Octubre, tomó, además del nombre ya dicho, el de Regimiento de
línea de Almansa, siendo entonces,seguramente, cuando tuvo por seña esta bandera; pues
rendido al enemigo en Tarragona, el 28 de Mayo de 1811 (3), al reorganizarse otra vez al
año siguiente pierde la primera denominación, que no vuelve á adquirir en lo sucesivo.
Las banderas de este regimiento heroico debieron caer, con los defensores de la ciu-
dad catalana, en poder del general Suchet, quien las enviaría á París, siguiendo el ejem-
plo de lo observado en otros casos. Y difícilmente nos hubiera sido posible explicar el
por qué de encontrarse colocada esta insignia en Atocha antes de 1842, y la coronela del
Regimiento Infantería de línea de Almansa, 4.° del Reino de Murcia, en el Museo de Arti-
llería (núm. 26 de su Cat), sin nuestro afortunado hallazgo de la curiosa noticia que pu-
blicamos en el Apéndice VIL
(1) La Junta suprema de Murcia, que tuvo por Presidente en la fecha arriba indicada al intendente
corregidor D. Clemente de Campos, la formaron el Sr. Obispo de Cartagena, el Conde de Floridablanca,
el teniente general D. Julián Retamosa y otras prestigiosas personalidades de aquella capital, s e -
gún consta en documentos oficiales conservados en el Archivo Histórico Nacional (leg. 70, E. 102 á 110).
(2) Los Cuerpos murcianos de Infantería que tomaron parte en la defensa de Zaragoza, en la que
perdieron la mayor parte de su fuerza, fueron: los Regimientos de Murcia 1.°, 2°, 3.° y 5.°, los 1.° y 2.°
de Tiradores, y el Provincial del mismo nombre. (Guerra de la Independencia, t. IV, página 577,
Apéndice, núm. 21.)
(3) En la defensa de Tarragona perdieron los tres batallones de este regimiento 700 hombres, de
los 1.100 que concurrieron á ella, y el Conde de Clonard proclama en su citada obra la bravura de los
murcianos, encargados, por último, de defender el paso de la brecha por donde, al fin, entraron en la
plaza las tropas de Suchet.
- 83 —
por grandes leones tenantes, siendo por esto de forma parecida á las de la Guardia Real,
que dejamos ya en otro lugar descritas.En los ángulos del paño se repiten, en igual forma,
bajo corona florenzada y orladas de banderas, cañones, cornetas y cajas de guerra, las
armas del Cuerpo, que usó esta seña: en campo azur estrellado, la figura ecuestre de Alvar
Fáñez de Minaya, correspondientes, según el Conde de Clonard, al Regimiento de Infante-
ría de Guadalajara, organizado por primera vez en pie de tercio el año 1 6 5 7 .
Destruido el antiguo Regimiento de Guadalajara por efecto de la malhadada expe-
dición al Norte en 1 8 0 8 , donde se distinguió este Cuerpo y llegó á querer entregar sus
banderas al Rey de Dinamarca ( 1 ) antes que verlas en poder del enemigo, se reorganizó,
dejó de existir y volvió á crearse en años posteriores, hasta que, por los acontecimien-
tos políticos de Madrid en 1 8 2 3 , y aunque cumplió estrictamente con los deberes de la
más sólida disciplina, el Gobierno de la Regencia decretó su disolución, "mandando que
su nombre fuera borrado perpetuamente de la lista militar del Ejército español (2).
La bandera que conservan los Inválidos en su Museo, la misma que ya existía en
Atocha cuando ese Cuerpo inventarió por primera vez las enseñas que en aquel templo
estaban colocadas (Apéndice II, núm. 5 1 ) , es sin duda la que usó Guadalajara desde 1 8 1 2
á 1 8 2 3 , pues si bien el Regimiento volvió á la vida activa otra vez, la enseña á que nos
venimos refiriendo tiene, como otras ya descritas, el carácter artístico de las bordadas á
principios de la pasada centuria.
(1) Cuando el Sr. Ortego escribió este trabajo, se ignoraba que la mayor parte de nuestras banderas
rendidas al enemigo en la guerra de la Independencia fueron devueltas á España en 1823, como acre-
ditan los documentos que publicamos en el Apéndice VIL—M. G. S.
— 85
en poder de las tropas la única pieza que tenía el enemigo, cogiéndoles sus víveres, que
sirvieron para los ranchos de los que acudieron en auxilio de la plaza; el 4 de Octubre,
en la reñida acción de San Quirse de Bersora, en la que, después de una sangrienta
lucha, derrotan á las numerosas fuerzas enemigas, poniéndolas en desordenada fuga. En
esta acción pereció el jefe de la División carlista Barón de Ortafá.
1837. El 21 de Febrero, en la acción de Hortalets; el 22, en Vidrá; el 16 de Abril, en
San Quirse, donde muere el coronel del regimiento, D. Federico Soller; el 19, en las inme-
diaciones del Esquirol; el 4 de Junio, en el pueblo de Olibany; el 30, en el bloqueo de la
villa de Bagá, que obliga á levantar al enemigo; el 12 de Julio, en el levantamiento del
sitio de la Seo de Urgel; el 26 de Agosto, en la acción sobre San Juan de las Abadesas
y Ridacena, rescatando considerable número de prisioneros; el 2 de Octubre, en la bri-
llante jornada de Mantlleu, y por la bizarría de sus fuerzas es declarado este regimiento
Benemérito de la Patria, y el 28 de Noviembre, al levantamiento del sitio de Puigcerdá
y acción de Dorri.
1838. En los días 3, 4 y 5 de Febrero tiene que sostener continua lucha con el ene-
migo en la conducción de un convoy á Cardona; el 16, derrota completamente al enemigo
en la toma de Ripoll; el 7, 9 y 15 de Abril, en las acciones de San Quirse de Besora,
Saserra y rendición del castillo de Onís; por el arrojo y bizarría desplegados en estas
acciones son felicitados los de América por el general en jefe Barón de Meer; el 20 de
Mayo, en las acciones de Sarria y Cardona, y del 21 al 28, en el sitio y ocupación de
Solsona, y por el heroico comportamiento del regimiento son recompensados varios
individuos sobre el campo de batalla; el 3 y 4 de Agosto, en las acciones de Estany y
Peracamps; el 5 y 6 de Noviembre, en las de Solsona y Bergús.
1839. En los días 11, 12 y 13 de Febrero se encuentra en el sitio y toma de Ager; el
19, en el sitio de Valsareny; el 8 de Julio, en el pueblo de Cervós y Granadella; el 12 de
Septiembre, en la Llacuna, y el 14, 15 y 16 de Noviembre, en las importantes acciones
sobre Peracamps y Hortal del Boix, en que cae gravemente herido su coronel, D. Jaime
Alburnot.
1840. El 20 de Enero, en las acciones sobre las alturas de las Timbas; el 24 de Abril
asiste á la gloriosa batalla de Peracamps, en donde se hallaban reunidas todas las par-
tidas carlistas de Cataluña, siendo derrotadas y dispersadas por las fuerzas de la Reina,
mandadas por el general en jefe D. Antonio Van-Halen, y el 13 de Julio, en Bescanó y
San Granó, continuando en la persecución de las facciones reunidas hasta la entrada del
general Cabrera en Francia.
1841. En Enero marcha el regimiento á las Provincias Vascongadas, y regresado
en Mayo á Cataluña, queda de guarnición en Barcelona y Gerona.
1842. En persecución de partidas latro-facciosas, levantadas en la provincia de
Gerona, hasta su dispersión y captura del cabecilla Felip; del 1.° de Mayo á fin de Julio
- 87 -
DIONISIO ORTEGO.
reciben por tan audaz aventura algunas monedas de oro, con que el general Azpiroz y
otros Jefes premiaron tan singular reto.
Hasta el año 1843, en que fueron reemplazadas sus banderas por las de colores nacio-
nales reglamentarias, ningún suceso ejemplar ofrece la historia de este regimiento, pues
su intervención en los de orden político desarrollados desde 1841, sólo merece olvido, y
en nada aumentó los prestigios del Cuerpo.
ALFREDO MELGAR.
*
**
(1) El Capitán General del Primer Distrito (Madrid), en comunicación de esa fecha, dijo al coman-
dante general de Inválidos, Duque de Zaragoza, que habiendo tenido lugar la bendición de las banderas
del nuevo modelo, pertenecientes al Regimiento de Infantería de la Princesa, «y debiendo ser deposi-
tadas las antiguas en el templo de Atocha», esperaba fueran admitidas con las formalidades acostum-
bradas. (Carpeta de asuntos generales; Apéndice I, núm. 9.)
- 90 -
**
Entre los regimientos de reserva creados en 1776 figuraba el de Ávila (1), que, más
tarde, es uno de los 42 de Milicias provinciales declarados de línea, organización que
todavía conservaba en 1808, fecha en la cual consta formaba parte del ejército de Ara-
gón (2). Durante el segundo sitio de Zaragoza contribuyó á su defensa un destacamento
de Ávila (3), y más tarde, el 25 de Octubre de 1811, los tres batallones de este Cuerpo
concurrieron á la desgraciada batalla de Sagunto, á las órdenes del general D. Carlos
O'Donnell (4); jornada de triste recuerdo, en la que el ejército de Blake perdió cuatro
banderas (5), que no creemos sean éstas, cuyos paños tremolaron en distintas Divisio-
nes aquel infausto día. Las enseñas del Regimiento de Ávila, que estaban colocadas ya
en el templo de Atocha cuando se escribió el Catálogo más antiguo (Apéndice II, núme-
ros 6, 9 y 13), debieron caer en poder del enemigo, entre las 21 que fueron rendidas á
Suchet por la capitulación de Valencia, en 9 de Enero del siguiente año (1): así parece
inducirse, teniendo en cuenta la fecha en que ya las encontramos en aquella Basílica y
la devolución que Francia nos hizo en 1823 de las históricas telas por sus ejércitos
conquistadas en la guerra de la Independencia.
El 16 de Octubre de 1814, terminada la campaña, se dispuso el restablecimiento de
los Batallones provinciales de las antiguas Milicias, «tan luego como los que existían y
estaban declarados de línea (uno de ellos el de Ávila) quedasen refundidos en ella» (2).
Esta organización no tuvo lugar hasta Marzo del año siguiente, en el que, según docu-
mento oficial hallado por nosotros afortunadamente (3), se construyeron las bande-
ras de varios Cuerpos de Infantería, entre las que figuraba una de aquel en que nos
ocupamos, sin duda porque las antiguas habían sufrido la triste suerte de caer en poder
del enemigo. Las enseñas que hoy custodian los Inválidos ofrecen en sus bordados un
carácter artístico que confirma el paleográfico de sus lemas, de acuerdo en todo con lo
dispuesto en el Reglamento orgánico comprendido en la Ordenanza de 22 de Octubre
de 1768 y en el de 26 de Agosto de 1802, no existiendo en ellas detalle alguno por el
que se pueda sospechar que su construcción fué posterior.
res. Bajo cada uno de ellos, la cruz de distinción de la batalla de Tolosa, con inscripcio-
nes conmemorativas en el centro, en que se lee: T O L O S A , 1.° D E A B R I L 1814 (lámina 33).
Aun cuando no existen datos de la procedencia y fecha de entrega de esta bandera,
es de presumir perteneció al Regimiento antiguo de Órdenes militares, pues en el decreto
de organización de este Cuerpo se disponía usase en las aspas de la cruz de sus bande-
ras los escudos de aquéllas. La cruz de distinción, con el lema que encierra, conmemora
la gloriosa batalla de Tolosa, á que, con las tropas de reserva, asistió el regimiento,
aunque sin tomar parte en la acción. Desarmado por los mejicanos en 1822, y prisio-
nero de los franceses en Pamplona en 1823 el de igual nombre peninsular, no es proba-
ble se salvasen sus banderas, por cuya razón la que nos ocupa debió ser alguna de las
sobrantes al reducirse el regimiento á un solo batallón en 1812, después del levanta-
miento del sitio de Cádiz.
El Regimiento de Órdenes militares fué creado por Carlos IV, á fin de aumentar las
tropas destinadas á combatir la revolución francesa, con el concurso y auxilios del Con-
sejo de las Órdenes.
En la campaña del Rosellón inaugura sus fastos militares, y en Truillás, Terrados y
Colliure se conduce con singular arrojo y decisión, combatiendo después en el Norte de
España con igual fortuna, y logrando en Vergara, San Esteban, Puente de Ulibarri y
Miranda de Ebro señalados triunfos.
Rotas las hostilidades con Inglaterra en 1796, asiste al bloqueo de Gibraltar, y tres
años después en Galicia arroja á los invasores de la ensenada de Doninos.
Con el ejército de Andalucía, á las órdenes de Castaños, toma gloriosa parte en la
memorable batalla de Bailen; sus combates en los olivares contra las fuerzas de Dupré,
y el ataque á Zumacar Grande, que despierta el entusiasmo de las tropas, hacían acree-
dor á este Cuerpo á ser citado, por su decisión y arrojo, en el parte de la batalla.
Desorganizado, y casi sin fuerza por las pérdidas sufridas en Cascante y Rubierca,
se bate con valor y disciplina en Uclés, conteniendo el avance de los franceses y prote-
giendo en Saelices la dispersión de nuestras fuerzas; pero estas virtudes, desarrolladas
después en el paso de Matamulas (Sierra Morena) en 1810, no impiden que, entre heri-
dos y prisioneros, quede reducido el regimiento á 30 ó 40 hombres. Aumentada su
fuerza, al siguiente año en la defensa del puente de Sancti-Petri pierde á su Coronel y
varios Oficiales, asiste á la batalla de Chiclana y pasa á Ceuta á reponer sus
pérdidas.
En la desgraciada batalla de Bornos combate en la vanguardia, y al contener con
sus bayonetas la retirada de otras fuerzas, se ve envuelto por la Caballería francesa y
obligado á replegarse sobre la orilla derecha del Guadalete. Se distingue heroicamente
el subteniente Villanueva, que, herido en combate personal por un dragón francés,
defiende con tesón la bandera, que éste intenta arrebatarle.
NUMERO 76
LAMINA 33
ALFREDO MELGAR.
locado en la misma disposición que el Real en la otra haz, con una matrona armada,
símbolo quizá de nuestra Patria, teniendo á su derecha un león pasante y al opuesto
lado un artillero disparando el cañón; todo rodeado por unas letras que dicen: P R E M I O
DE V A L O R Y L E A L T A D - I R Ú N 1.° D E A G O S T O D E 1794.
Si la igualdad del carácter paleográfico en las inscripciones copiadas, principalmente
en la u de una y otra, no fuera tan manifiesto y evidente, pudiera creerse que la primera
leyenda se añadió á una enseña que ya existía desde el reinado de Carlos IV; pero ante
aquel dato tan convincente, lo que de un modo verosímil se puede suponer es que, al
bordar la bandera descrita en los comienzos de la guerra contra las huestes de Na-
poleón (1), no quedó en olvido representar en ella una distinción ganada pocos años an-
tes por los suizos de Kaiser, entonces llamados de Reding (2), en lucha heroica con
el Ejército francés de la República (3).
El Regimiento de Kaiser, después de luchar bravamente en Bailen y en otras acciones
distinguidas, donde vertió su sangre por nuestra independencia, sucumbió como prisio-
nero de guerra en Lérida, el 14 de Mayo de 1810 (4); explicando este suceso lamen-
table, de igual manera que sucede en otros casos semejantes, el por qué de la existencia
de su bandera en Atocha cuando se escribió el inventario más antiguo (Apéndice II),
en el que figura con el núm. 76.
(1) Vencer ó morir por Fernando VII y la nación española, fué el lema adoptado en la guerra de la
Independencia por nuestras tropas, que hasta llegaron á llevarlo puesto en,sus sombreros. (Historia
orgánica, t. XIII, pág. 441.)
(2) Entre los papeles de la Guerra de la Independencia que s e guardan en el Archivo Histórico
Nacional (leg. 44-A. 399), existe una instancia de D. Juan Brosey, ayudante mayor del 2.° Batallón
del Regimiento Suizo de Kaiser, en la que consta haberse llamado antes e s e Cuerpo de Reding. El
documento está fechado en Granada á 26 de Mayo de 1809.
(3) La fecha memorada en esta enseña se refiere sin duda á la difícil y comprometida retirada de
nuestro Ejército hacia Irún antes de posesionarse el francés de Fuenterrabía y San Sebastián; ocasión
en la que los regimientos españoles se portaron con tal denuedo y disciplina, que merecieron «un
escudo de honor, que se aplicó á sus banderas» (Arteche, Historia de España, Reinado de Carlos IV,
página 405).
(4) Arteche, Guerra de la Independencia, t. VIII, pág. 502.
LAMINA 34 NUMERO 78
cruz carmesí de Borgoña, en cuyos extremos tiene bordados, en sedas de colores, otros
escudos timbrados con coronas florenzadas y orlados de banderas y cañones, ostentando
unos en sus campos (á juzgar por los dos que se han conservado mejor) las cifras enla-
zadas FD° (Fernando Deseado), de igual manera que aparecen en diversos objetos del
primer período del reinado de este Monarca, y otros los dos mundos con corona encima,
símbolo heráldico de nuestras antiguas posesiones americanas. Estos escudos, dos de
ellos casi por completo deteriorados, y los otros dos en mediano estado de conservación,
como decimos más arriba, debieron estar colocados, alternando, en los cuatro cabos de
la referida cruz, y son, sin duda, la representación jeroglífica del Cuerpo que usó esta
bandera.
Siete fueron, nada menos, los regimientos de Infantería que con el nombre de
Fernando VII se organizaron en el período de la guerra de la Independencia (1), siendo
uno de éstos tan sólo el creado en Ultramar, y el que, por lo mismo y teniendo en cuenta
la significación de los descritos blasones, debió ser el poseedor de la enseña que,
después de tremolar con varia fortuna, y siempre con gloria para los anales de nuestro
Ejército, en la desventurada lucha separatista, la trajo á la Península cuando regresó de
Nueva España, el 31 de Julio de 1822 (2). La bandera fué colocada en Atocha probable-
mente poco tiempo después, según parece indicar su existencia allí cuando se escribió
el inventario más antiguo (3).
dente que se observa en los descritos exornos, cuyos detalles no parece pudieran ser
dibujados en la primera de las citadas fechas, cuando el llamado estilo Luis XVI con-
servaba aún toda la pureza de sus líneas, y si el manto y la corona en que figuran co-
locados los blasones no fueran símbolos elocuentes de la estirpe regia del personaje
que dio su nombre al último de los mencionados Cuerpos.
Colocada en Atocha esta bandera antes de encargarse de su custodia los Inválidos
(Apéndice II, núm. 30), bien pudo ser una de las que Francia nos devolvió en 1823,
puesto que en 1811 cayeron prisioneros en el castillo de Sagunto dos batallones-del
Infante, y el tercero se rindió en Valencia el 9 de Enero del siguiente año, corriendo sus
enseñas, probablemente, la misma suerte que muchas de las apresadas por Suchet en la
guerra de la Independencia, que luego fueron entregadas de modo solemne en Madrid
por el Duque de Angulema. Esta hipótesis, que ofrece garantías de acierto por la circuns-
tancia de haber existido también en aquella iglesia otras muchas telas gloriosas de la
misma procedencia, perdería, sin embargo, algún valor ante el dato cierto de haber sido
cuatro los regimientos que con el mismo nombre se organizaron á principios del si-
glo XIX; pero habiendo rendido sus armas en América los últimos que se crearon como
expedicionarios (1), la enseña que aquí estudiamos no debe ser otra que la del tercer
batallón que cayó prisionero en la ciudad del Turiá.
y en Tarragona, donde probablemente caerían sus banderas en poder del enemigo (1).
Esta que se conserva en Inválidos, es sin duda una de las que fueron devueltas por
Francia, puesto que ya estaba colocada en Atocha cuando ese templo pasó á ser capilla
del Cuerpo, figurando con el número 74 en el inventario más antiguo (Apéndice II).
(1) Arteche, Guerra de la Independencia, t. VIII, Apéndice 11, pág. 503, y t. X, pág. 224.
(2) La bandera del Regimiento de Infantería de Guadalajara (véase el número 68) también tiene, co-
mo ésta, leones tenantes.
(3) En todos los inventarlos de las banderas depositadas en Atocha, incluso el más antiguo, consta
que esta bandera conservaba los escudos de los ángulos, todos ellos con el mismo blasón.
(4) En el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra del día 7 de Noviembre de 1889 s e encuen-
tra publicada esta Real orden: «En vista del escrito que dirigió á este Ministerio el Capitán General de
Castilla la Nueva y Extremadura en 27 de Septiembre último, acompañando copia de otro del General
Subinspector, como igualmente varias disposiciones referentes al blasón que debe usar en sus bande-
ras el Regimiento Infantería de San Fernando número 11: Considerando que, por orden de la Regen-
cia de 15 de Junio de 1811, se concedió al expresado Cuerpo usar en sus banderas una llave como
recuerdo del glorioso hecho llevado á cabo el 10 de Abril del indicado año, recuperando la plaza de San
Fernando de Figueras: Considerando que por Real orden de 9 de Mayo de 1844 se dispuso que el
Cuerpo de referencia continuase usando el referido blasón en las banderas modificadas por el Real
decreto de 13 de Octubre de 1843, el cual fué confirmado por otro de 19 de Marzo de 1871, el Rey
(Q. D. G.), y en su nombre la Reina Regente del Reino, ha tenido á bien disponer que las nuevas bande-
ras que construya el Regimiento Infantería de San Fernando lleven en cada uno de los cuatro ángulos
la citada llave en la forma siguiente: estarán encerradas en una elipse de 20 por 15 centímetros, for-
mada por una faja de un centímetro de ancho, colocadas en dirección del eje mayor, y tendrá 14 cen-
tímetros de altura, todo ello bordado en seda amarilla. Se colocarán en los ángulos, sobre las fajas
encarnadas de las banderas, y el eje mayor de la elipse en dirección de la bisectriz de aquéllos, pro-
mediando la distancia á la parte superior é inferior de cada una de dichas fajas; las guardas de la llave
estarán en la dirección del centro de la bandera. Es asimismo la voluntad de S. M. que el aumento que
esta adición ocasionare sea incluido en el coste de las citadas banderas.»
- 98 -
no se llegó á organizar como tal regimiento hasta el año siguiente, según consta en su
historial, escrito por el ilustre Conde de Clonard (1).
En 1815 pasaron las fuerzas de San Fernando á constituir el Regimiento de Fernan-
do VII, no renaciendo aquél con su nombre primitivo y glorioso hasta 1825, por lo que, te-
niendo presente el estilo ornamental de los bordados que decoran esta bandera, igual
á los que ostentan otras de principios del siglo pasado, bien puede afirmarse de un modo
terminante que ella fué la tremolada por los conquistadores del castillo de Figueras, en
las comarcas catalanas y aun dentro de territorio francés en la guerra de la Indepen-
dencia, comenzando á usarla poco después de llevada á cabo aquella inolvidable y arries-
gada hazaña.
ALFREDO MELGAR.
es de batallón, careciendo, por lo mismo, del escudo Real, pero ostentando en el paño
iguales jeroglíficos y lemas que la anterior.
Afirma el Conde de Clonard que el regimiento mencionado se creó con el número 42
de Infantería en 2 de Marzo de 1815 (1), fecha que debe estar equivocada, puesto que en
la Gaceta de Madrid del 25 de Mayo de aquel año encontramos la siguiente noticia
refiriendo la visita que el Rey hizo al Regimiento de Trujillo en esta Corte: «Este instante
propicio para el Jefe (de dicho Cuerpo), dice el periódico oficial, le proporcionó la
lisonjera satisfacción de que S. M. le saludara con el dictado de Coronel del Regimiento
de Valencey, que debe formarse sobre el de su cargo de Truxillo...»; añadiendo luego,
que mientras tanto, «subsistió (el Rey) en todos estos actos (de ejercicio) por espacio de
dos horas hasta el fin de la maniobra, en que dejó, poseídos de un placer inexplicable,
á todos los individuos que han logrado el honor de llevar su soberano busto y nombre
en sus banderas».
Las enseñas de Valencay, regimiento del que apenas habla el historiador arriba
citado, se hallaban ya colocadas en Atocha al formarse el inventario más antiguo
(Apéndice II, números 37 y 44), y aun cuando en él se escribió, copiándolo luego James
en 1859, que por ser este Cuerpo de denominación extranjera «fué disuelto con los de-
más que se hallaban en su caso en la época de 1820 á 1823», lo cierto es que, descri-
biendo D. Mariano Torrente la desastrosa batalla de Carabobo, librada en América
el último año citado (2), menciona con justo elogio al primer Batallón del Regimiento
de Valencay, mandado por su bravo coronel D. Tomás García, entre los Cuerpos que, á
las órdenes del general Latorre, se batieron y fueron vencidos por Bolívar en aquella
jornada lamentable. «La gloria de los independientes, dice el cronista de las campañas
americanas, en haber derrotado tan bizarras tropas fué eclipsada, sin embargo, por el
citado primer Batallón de Valencei, el cual salvó con su extraordinario valor i heroísmo
la mengua que recae siempre sobre los vencidos.» La retirada gloriosa á que alude
aquel escritor dejó muy alto el nombre de las Armas españolas en las provincias de Ve-
nezuela, desde entonces separadas del dominio de la nación civilizadora. Los combates
sucesivos en aquel territorio pueden tomarse como ejemplo sublime digno de ser siem-
pre imitado.
(1) Entre otras banderas con el mismo dibujo en los escudos angulares, s e puede citar, por ser de
fecha fija, la del Regimiento de San Fernando, catalogada con el número 82.
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dice: P R I M E R BATALLÓN LIGERO VOLUNTARIOS D E ARAGÓN (lámina 37). Ocupando los án-
gulos, en lugar de escudos provinciales, están alternando las condecoraciones creadas por
Fernando VII para premiar á las tropas que tomaron parte en las batallas de Vitoria y de
Tolosa, y á un costado de las armas nacionales la placa de Isabel la Católica con estos
cuatro nombres de combates sostenidos en América: GUACHI, TANISAGUA, VERDELOMA,
GENOY.
El Cuerpo que tuvo por nombre el expresado en aquel lema se organizó para la gue-
rra contra Inglaterra y Portugal en 1762 (1), y después de batirse en la última de las
naciones citadas, luego frente á Gibraltar (1779-1783), después en el Norte de la Pe-
nínsula (1793) y, por último, durante los años de lucha por nuestra independencia, en
los que por tres veces fué hecho prisionero y otras tantas reorganizado, concurrió á las
postreras operaciones en Álava y el Mediodía de Francia, antes de embarcar para
América, donde alcanzó iguales triunfos que en España. Ni el Conde de Clonard al his-
toriar los sucesos militares en que intervinieron los Voluntarios de Aragón, ni el gene-
ral Gómez de Arteche al relatar las batallas con que finalizó la guerra de la Indepen-
dencia, mencionan á este batallón entre los que contribuyeron á lograr tan señalados
triunfos, acreditados por las condecoraciones que ostenta su bandera: de los de Ultramar
se encuentran noticias interesantes en la Historia de la revolución hispano-americana
que publicó en 1830 D. Mariano Torrente (2).
Disuelto en 1823 el batallón que tan brillante puesto alcanzó entre los de la infante-
ría española en los dos continentes, su insignia pasó á la iglesia de Atocha, donde ya
existía al escribirse el inventario más antiguo (3).
la tela aparece el blasón aragonés, timbrado con corona florenzada, de la que baja por
ambos lados una banda roja, fileteada de negro, que, al juntarse en la punta del escudo,
sujeta una corona de laurel, de donde pende la condecoración otorgada en 23 de Marzo
de 1809 al ejército expedicionario de Dinamarca, placa en cuyo centro se lee este ex-
presivo lema: L A P A T R I A E S MI N O R T E (1).
Dos, únicamente, son los Cuerpos de Infantería Ligera que, pudiendo ostentar las ba-
rras aragonesas en los escudos angulares de sus banderas, pertenecieron á la División
del Norte, mandada por el Marqués de la Romana; el Primero de Cataluña, y el Primero
de Barcelona. La enseña coronela del batallón de Cataluña se encuentra en el Museo
de Artillería desde los tiempos en que ese centro se llamó Museo Militar (2), siendo, por
lo tanto, ésta que conservan los Inválidos (puesto que no podía haber más que una co-
ronela en cada Cuerpo) la perteneciente al bravo Batallón de Barcelona que se distinguió
al salir de Svendborg para prestar el repugnante juramento exigido á nuestras tropas, y
que lo hizo mostrando su sentimiento «al compás de la melodía fúnebre que tocaban las
músicas catalanas en las ocasiones de ejecución de alguno de sus camaradas» (3).
Organizado por segunda vez el Regimiento Ligero de Barcelona en 1793 y 1802 (4),
compuesto de cuatro compañías y luego de seis, por lo que sólo debió tener una ban-
dera, el 10 de Marzo de 1811 después del suceso antes relatado, cae prisionero en la
plaza de Badajoz, y su enseña debió pasar á Francia como trofeo de guerra, explicán-
dose así su existencia en Atocha al escribirse el inventario más antiguo, en el que figura
con el número 42 (5).
(1) La insignia de esta condecoración e s una estrella de siete puntas esmaltadas de blanco, con
otras tantas flores de lis en l o s ángulos exteriores que forman alrededor del centro circular, donde s e
lee en letras doradas sobre fondo azul él lema copiado. El remate lo forma una corona cívica, y la cinta
de que pende, e s carmesí fileteada de negro.
(2) James, Ob. cit., núm. 2.613.
(3) Arteche, Guerra de la Independencia, t. III, pág. 172.
(4) Historia orgánica, t. XI, pág. 6.
(5) Apéndice II.
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ellos, en campo de plata, un castillo de oro bañado por las olas del mar, y otros dos las
encendidas barras aragonesas ó valencianas.
Dos poblaciones únicamente, de las que en la región levantina dieron su nombre á
Cuerpos de Infantería en ellas creados durante la guerra de la Independencia, tienen por
armas de sus escudos aquel castillo: Alicante y Cartagena; y si bien el de la primera
ostenta además en jefe un escudete de Aragón, que no aparece en el de la descrita enseña
en los ángulos de su tela vemos también, quizá por capricho del artista que la pintó, las
armas que D. Jaime II concedió á la antigua ciudad castellana, y cuyas piezas heráldicas
jamás usó la vieja Cartílago Sparfaria desde que fué incorporada al reino murciano en
el siglo XIII.
El Regimiento de Voluntarios de Alicante se organizó en Valencia el 1.° de Junio de
1808 (1), y nada de extraño tendría que allí, donde tantas enseñas se pintaron para los
Cuerpos creados en esa época (2), se hiciera lo mismo con ésta en que nos ocupamos.
Ese dato favorece también nuestra verosímil clasificación, que aun parece confirmar la
circunstancia de haber sido hechos prisioneros en Zaragoza dos de los batallones del
expresado regimiento ( 3 ) , y encontrarse en Atocha una de sus banderas con otras
muchas pertenecientes á las fuerzas rendidas en dicha plaza el 19 de Febrero de 1809 (4).
dose en María el 15 de Junio de 1809, después del sitio memorable (1), por lo que es
verosímil cayeran prisioneros aquellos infantes en Valencia, como parece deducirse de la
fecha en que Clonard fija su disolución (2). La bandera se hallaba en Atocha al escribirse
el inventario más antiguo (Apéndice II), donde figura con el número 54 con otras de las
rendidas en la mencionada plaza.
N ú m e r o 9 2 (89 del Catálogo de 1900).—Es de seda blanca, con esta expresiva alego-
ría pintada al óleo en una de sus caras: Sentada en nube de cárdeno color está una ma-
trona, que de modo convencional simboliza la Justicia, con la balanza en su siniestra mano
y en la derecha la guadaña, atributo de la Muerte, saliendo de los costados de la citada
nube dos serpientes aladas que amenazan terribles á un águila real, apresada por dos
fieros leones que la destrozan. Sobre la expresiva pintura se encuentra este lema en ca-
racteres azules: P R I M E R B A T A L L Ó N D E L O S P A R D O S D E A R A G Ó N , y en los ángulos de la
tela la fecha, 1808 (lámina 39).
El Conde de Clonard incluye entre las fuerzas organizadas en aquel año al 2° de Volun-
tarios de Barbastro, vulgarmente Pardos de Aragón (3), y el general Arteche sólo men-
ciona una compañía, llamada de Pardos de Aragón, en el estado que formó de las tropas
aragonesas creadas en los comienzos de la guerra, con arreglo á los documentos exis-
tentes en el Archivo del Excmo. Sr. Duque de Zaragoza (4). En desacuerdo lo que escri-
bieron esos dos ilustres historiadores con lo que expresa el lema de la bandera conser-
vada en el Museo de Inválidos, acudimos en demanda de noticias más precisas al sabio
General de Artillería é investigador afortunado de los archivos zaragozanos D. Mario de
la Sala, quien, en carta fechada el 25 de Enero de 1908, dice lo siguiente respecto á la crea-
ción y servicios prestados por el Batallón de los Pardos en la guerra de la Independencia;
«Sitiada segunda vez Zaragoza, y bloqueada de modo que no podía recibir auxilios,
comisionó Palafox á D. Pedro Ignacio Jordán de Urries (primogénito del Marqués de
Ayerve) y á D. Juan de Pedrosa para que en Barbastro organizasen un nuevo regi-
miento; y con las compañías que cubrían y guardaban los puertos de Bielsa y Plan y
los pocos jóvenes que quedaban en la ciudad y el partido, se formó un Cuerpo que tomó
el nombre de los Pardos de Aragón, sin duda por el color de su vestuario. En pocos
días se constituyó ese llamado regimiento, y marchando para Zaragoza hizo alto en el
santuario de Liciñena, ocupado con escasas fuerzas por el general D. Francisco de Pala-
fox (hermano de D.José). Pero la división francesa de Mortier, que operaba en la izquier-
da del Ebro, después de batir al brigadier Perena en Zueza, avanzó rápidamente sobre
el santuario de Liciñena y puso en fuga á los Pardos, que se dispersaron, salvándose á
la desbandada en la sierra de Alcubierre, reuniéndose después á sus jefes en Poleñino.
Pero, tomada Zaragoza, se disolvió en seguida el Cuerpo de los Pardos, incorporándose
su contingente á otros del ejército de Cataluña.»
La bandera tenía el número 22 en el inventario más antiguo (Apéndice II), por lo que
se puede afirmar que estaba colocada en Atocha cuando allí figuraban las que Francia
nos devolvió.
lista bandera, cuya custodia puede enorgullecer con razón al Cuerpo de Inválidos,
debiera conservarse eternamente unida á las cuatro de los voluntarios y urbanos de
Ciudad-Rodrigo (números 94-97), ya que juntas también alcanzaron fama y renombre de
invictas en campo franco, sobre los viejos muros y ante la desportillada brecha que en
días aciagos para nuestra Patria abrieron allí los proyectiles franceses.
Cuando se escribió el Catálogo que nosotros, con datos positivos, hemos juzgado
anterior al año de 1842, figuraban ya las cuatro enseñas de que nos vamos á ocupar entre
los trofeos militares del templo de Atocha (Apéndice II, números 10, 36, 70 y 71), y
aun cuando en aquel documento se describen sus jeroglíficos é inscripciones, conside-
ramos conveniente hacerlo aquí también en la forma que sigue:
N ú m e r o 9 4 (60 del Catálogo de 1900).—Bandera de tafetán blanco con cruz de Bor-
goña carmesí, y en los extremos de ella, alternando, los escudos de Ciudad-Rodrigo, que
tienen por armas una columnata con entablamento en campo azul, y otros cuyo blasón
consiste en castillo de una sola torre sobre la cual ondea una bandera, todo en campo
blanco. La ornamentación del paño con estas figuras, de igual manera en ambas caras,
está bordada al sobrepuesto, con poca fortuna desde el punto de vista artístico.
En la parte superior, entre los brazos de la cruz, se lee en grandes caracteres latinos
de seda carmesí la inscripción c . R O D R ( Í ) G O . , faltando un buen pedazo de la tela en el
D
opuesto lado, donde, según los catálogos anteriores, se completaba la leyenda diciendo:
Batallón núm. 2.
Las dimensiones de esta bandera son tan extraordinarias, que á no ser de seda y
constar perteneció á un batallón, se la podía creer más propia de fortaleza que de un
Cuerpo de Infantería. Mide 2,15 metros de alto por 2,35 de largo.
N ú m e r o 9 5 (62 del Catálogo de 1900).—Igual que la anterior, en cuanto á la tela
(restaurada con seda china), al procedimiento artístico seguido para su labor y á la cruz
de Borgoña, si.bien en ésta se observa que el color ha obscurecido algo por una de las
caras, y sólo tiene escudos de Ciudad-Rodrigo en sus extremos.
Carece de inscripciones, y mide 1,40 metros de ancho por 1,58 de largo.
N ú m e r o 9 6 (113 del Catálogo de 1900).—Es de lienzo blanco, ocupando el centro
un gran escudo, pintado, de Ciudad-Rodrigo, con corona florenzada y á los lados bande-
ras rojas y azules. Arriba y debajo del escudo tiene este lema: P O R L A R E L I G I Ó N P O R E L
REY Y POR LA P A T R I A .
LAMINA 41 NUMERO 97
**
Entre los Cuerpos organizados para la defensa de la Patria en 1808, menciona el Con-
de de Clonard tres de Voluntarios de Ciudad-Rodrigo (1) y un batallón más que se for-
mó con los restos de aquéllos (después de su rendición en la ciudad que los creó), y
cuyo fin fué perecer en la plaza de Valencia el 9 de Enero de 1812. El ilustre historia-
dor Gómez de Arteche (2), en su notable obra tantas veces por nosotros citada, publica
un estado que firma el general D. Andrés Herrasti, defensor de Ciudad-Rodrigo, según
el cual, entre la fuerza que componía la guarnición de dicha plaza el 25 de Abril de 1810,
al ser atacada por los franceses, había en ella los tres Batallones de Voluntarios ya
dichos, y uno más de Urbanos; total cuatro batallones, á los que sin duda debieron per-
tenecer estas enseñas, pues no hay noticia de otros Cuerpos que por entonces se crearan
con el nombre de Ciudad-Rodrigo.
Rendidas fueron al enemigo en la heroica ciudad que baña el Águeda, después de su-
frir sus defensores un sitio de los que han procurado mayor honra á ta nacionalidad españo-
la (3), y probablemente pasaron á Francia, como otras en las que ya nos hemos ocupado,
siendo devueltas por Luis XVIII á la Regencia del Reino por el Duque de Angulema.
De la organización de los batallones de Infantería que tan bizarramente se batieron
en Ciudad-Rodrigo, junto á esas telas que la Patria confió luego al Cuerpo de Inválidos,
hemos tenido la suerte de hallar noticias curiosas en un notable impreso que guarda el
Archivo Histórico Nacional (1), escrito por un testigo de lo ocurrido en aquella pobla
ción desde los sucesos políticos del Escorial hasta el l.°de Octubre de 1808. El anónimo
narrador refiere que cuando se tuvo noticia en la ciudad del manifiesto de Móstoles, no
contaba la plaza para su defensa con más tropas que un reducido destacamento de Gra
naderos y las Milicias Urban as desarmadas. Amotinado el pueblo, y después de lamen
tables violencias, procedió á organizar cinco batallones Auxiliares (así los nombra)
de 800 hombres cada uno, con el auxilio de Salamanca, Alba, Alcántara, Torrejoncillo,
Coria, Ledesma, Sierra de Francia y Gata, mostrando en ello desde el primer momento
la diligencia que revelan estas líneas, que por lo bien que retratan esos primeros entu
siasmos de nuestro pueblo, siempre bravo, nos resistimos á dejar de transcribir: «Todo
estaba en actividad y movimiento—dice el buen patriota;—de este Arsenal se veían
salir cureñas, de aquél, cañones, obuses y morteros; aquí se tropezaba con la cabria,
allí impedían el paso la multitud de los que llevaban espeques, palancas y atacadores;
al otro lado se escuchaba la alegre algazara de los que iban cargados con balas, tacos y
metralla, trabajando en tan diversa variedad de operaciones los eclesiásticos secu
lares y regulares, hombres y mujeres de todas clases y hasta los niños. Los artille
ros que estaban de guarnición en esta plaza, llenos también de emulación en la causa
común, sudaron y se afanaron en la colocación de las piezas de artillería en sus respec
tivos destinos: todo, pues, quedó arreglado, y todo se había trasladado á fuerza del
brazo robusto del paisanaje; solamente la porción considerable de quintales de pólvora
que se hallaba en su almacén, tuvo que fiarse al paso del buey, paso tardo y perezoso,
á la verdad, para el ahinco con que se ejecutaban todos los demás trabajos...»
En este apresuramiento de los nobles hijos de CiudadRodrigo para la organización
de las tropas voluntarias, vemos un dato elocuente que explica la obra desigual y pobre
de las banderas que estudiamos, propias más bien para servir de seña en esperados
terribles combates que para ondear gallardas en brillantes formaciones.
(1) Documen tos de la guerra de la In depen den cia—Estado, leg. 65, núm. 264. Folleto impreso de
58 páginas, titulado: «Man ifiesto de las ocurren cias más prin cipales ele la Plaza de Ciudad-Rodrigo,
desde la causa formada ne el Real Sitio del Escorial al Seren ísimo Señor Prin cipe de Asturias, hoy
nuestro amado Soberano, hasta la evacuación de la plaza de Almeyda en el Rein o de Portugal por los
franceses ne el día 1." de Octubre de 1808. Dalo al Público un fiel observador de todo y aman te del
honor y gloria de su patria— Salamanca, en la oficina de la viuda é hijos de Tóxar.»
de Jaén, cuartelado de blanco y gules, sin armerías, y bordura de castillos y leones, pen-
diendo de él la cruz conmemorativa de la última batalla de la guerra de la Independencia,
con esta inscripción en su cinta: B A T A L L A D E T O L O S A . — 1 0 D E A B R I L D E 1814.
El Regimiento de Infantería de Jaén, llamado El Maestro, fué disuelto el 1.° de Mayo
de 1810, y tenía por armas, según el Conde de Clonard, «en campo azur busto de rey en
jefe con palio en púrpura y corona de oro», noticia cierta por la que no es posible
atribuir á dicho Cuerpo la bandera descrita; pero el mismo historiador nos habla de la
creación del Regimiento de Voluntarios de aquella capital en Granada el 11 de Julio
de 1811 (1), y precisamente el 2° de Jaén formaba parte de la primera división del
cuarto Cuerpo de Ejército que operaba en el Norte de la Península en 1813, y concurrió
á la gloriosa jornada de Tolosa en el siguiente año (2).
Los Voluntarios de Jaén se refundieron en el Regimiento de Murcia el año 1815, y su
bandera no es fácil saber cuándo se colocó en Atocha, donde ya figuraba cuando se
escribió el Inventario más antiguo (3).
*
. * *
La Primera Legión Catalana, á la que sin duda pertenecieron estas banderas, como
acreditan los blasones que ostentan en sus ángulos y las inscripciones anteriormente
copiadas, se creó en 7 de Noviembre de 1809 (4), sirviéndole de base para su organiza-
ción los Tercios de Miqueletes, cuyos servicios no satisfacían á la Junta Superior de Cata-
luña, según demuestran documentos oficiales que hemos consultado ( 1 ) .
Rendido en Lérida el primer Batallón de aquel Cuerpo el 14 de Mayo de 1810 (2), y
probablemente el de la Segunda sección en el castillo de Mequinenza el día 8 del siguien-
te mes (3), sus enseñas debieron pasar á Francia, lo mismo que las tropas rendidas en
aquellas plazas, no pudiéndose explicar la presencia de estas telas en el templo de Ato-
cha, cuando se relacionaron en el Catálogo más antiguo (Apéndice II, números 17 y 67)>
sino recordando la devolución del año 1823, tantas veces citada (Apéndice VII).
(1) Archivo Histórico Nacional, papeles de la Junta de Cataluña, legajo 65, números 57 y 58. En
estos manuscritos consta que la Junta Superior de Cataluña proponía en 20 de Junio de 1809 que con
los veinte Tercios de Miqueletes se formaran batallones de línea, por no producir aquéllos todas las
ventajas que debían esperarse.
(2) Gómez de Arteche, Guerra de la Independencia, t. VIII, pág. 504.
(3) En la Gaceta de Madrid de 21 de Noviembre de 1815 se lee este anuncio: «Se desea saber el
paradero de Bautista Sánchez, natural de la villa de Flix, corregimiento de Tortosa, en el principado
de Cataluña, soldado que era del tercer Batallón, segunda sección de la primera Legión catalana; fué
prisionero de guerra en la plaza de Mequinenza en el Reino de Aragón el año 1810...»
(4) Historia orgánica, t. VI, pág. 292.
(5) Bandera núm. 89 de este Catálogo.
(6) Estas noticias históricas referentes al Regimiento Tiradores de Mérida, están tomadas de la
obra del general Arteche, tomos III, V y IX, páginas 307, 301 y 173, respectivamente.
AMINA 4 2 NUMERO 103
y 2.° MUR || CÍANOS II A LA (vid) O R I , que, según los Catálogos anteriores, decían así en
a
V O L U N T A R I O S T I R A D O R E S D E MURCIA.
Ese batallón de historia brillantísima, como todos los que Murcia organizó para
honra y gloria de su provincia al comenzar la guerra de la Independencia, fué cono-
cido también, según el Conde de Clonard, con el sobrenombre ilustre de Floridablanca'
y vino á sucumbir de un modo heroico en la plaza de Zaragoza el 19 de Febrero de 1809.
Su bandera, como todas las demás de los Cuerpos murcianos que hoy se conservan en
el Museo de Inválidos, estaba en Atocha colocada al escribirse el Inventario más antiguo
(Apéndice II, núm. 18).
N ú m e r o 1 0 3 (75 del Catálogo de 1900).—Enseña de batallón, bordada en tafetán
blanco, y cuya cruz de Borgoña tiene, alternando en sus cabos, dos escudos con las
barras aragonesas y otros dos con las siete coronas que los Reyes de Castilla otorgaron
al antiguo Reino murciano; los cuatro timbrados por corona florenzada y orlados de pal-
mas y laureles (lámina 42).
Después de la rendición de Zaragoza, en la que, tras memorable y heroica lucha,
rindieron sus armas siete Cuerpos de Infantería de los creados en la provincia de Murcia,
se reorganizó uno de tiradores del mismo nombre con «los fugados de prisioneros y
hospitales, que pasó á guarnecer el castillo de Garden en la plaza de Lérida, donde
capituló y fué hecho prisionero el 14 de Mayo de 1810». El Conde de Clonard, de quien
tomamos esa interesante noticia (1), nada dice respecto á la provincia ó población en que
tuvo lugar aquella reorganización de los Tiradores de Murcia; pero creemos no aventu-
rado suponer que debió efectuarse, por ser su territorio el más cercano á Francia y á
Zaragoza, en algún pueblo de la región septentrional de la provincia de Huesca ó en la
(1) Historia orgánica, t. VI, páginas 292 y 293, y Guerra de ta Independencia, t. IV, páginas 560 y 578.
8
- 114 —
misma ciudad de Lérida, donde pudo recibir también fuerzas reclutadas en el país, y
donde seguramente se bordaría la nueva bandera, siendo esas las causas de verse en la
misma enseña las armas de dos distintos Reinos.
El nuevo Cuerpo de Tiradores, que llevó el mismo nombre acreditado por su bravura
en la heroica capital del Ebro, ya hemos visto cómo vino más tarde á tener el mismo fin
que su antecesor, y por eso quizá su enseña se encontraba en Atocha, con otras rendidas
en Lérida, al escribirse el Inventario más antiguo, donde figura con el núm. 48.
Voluntarios de Vizcaya.
(1) Este hermoso trabajo, sin duda el último que produjo la brillante pluma del ilustre historiador
de la Guerra de la Independencia y Presidente que fué de la Junta clasificadora de las banderas del
Cuartel de Inválidos, se publica en el Catálogo, avalorando sus páginas, merced á la cariñosa bene-
volencia de su distinguida familia, que al facilitar las cuartillas escritas en los postreros días de su
vida, por aquel sabio General y caballero sin tacha, presta con ello, honrando á l o s Inválidos, un s e -
ñalado servicio, que viene á eternizar en esta obra la memoria de tantos hechos de armas glorio-
s o s como simboliza la bandera del primer Batallón de los Voluntarios de Vizcaya.
(2) Uno de e s o s Oficiales que organizaron el primer Batallón de Vizcaya fué D. José Gómez de Ar-
teche, padre del autor de este escrito, quien con su probada modestia, compañera inseparable del ver-
dadero valer, no quiso consignarlo en su escrito, si bien los que tuvimos el honor de merecer su confian-
za y amistad sabíamos que esa fué la causa de elegir para su estudio y clasificación esta bandera, que
le recordaba, con profundo amor filial, los primeros años de la vida militar de aquel á quien él debía la
suya, y al que, por rara providencial coincidencia, vino á consagrar, sin saberlo, su postumo trabajo.
LAMINA 43 NUMERO 104
hubieron de luchar con gran brío y no poco ingenio para concentrar, en lo posible, á
los, más que voluntarios, voluntariosos adalides de nuestra Independencia en tan fragosa
tierra, y hasta llegaron á combatir con fortuna y gloria á fuerzas bastante numerosas
del Ejército francés. En Tartanga, con efecto, y la Peña de Orduña, se riñó el 15 de
Abril de 1812 una acción que ofreció varios caracteres de una verdaderamente campal.
Y he aquí el origen del primer Batallón de Voluntarios de Vizcaya, uno de los tres
que formaron la entonces llamada Sección Vizcaína, que tantas veces venció á las tropas
napoleónicas en aquel territorio y en los más inmediatos, hasta que, lograda la libera-
ción de la Patria, fué disuelta afínes de 1815.
Esa bandera ondeó no pocas veces con éxito y siempre con gloria ante las gruesas
y numerosas columnas que nos habían arrebatado la por tantos títulos hermosa é inmor-
tal villa del Nervión; y los en un principio y al parecer imbeles voluntarios del primero
de Vizcaya llegaron con el ejemplo de sus bravos caudillos y su patriotismo á disputar
la victoria á Generales que en el mundo militar pasaban por dignos Tenientes del más
poderoso y hábil Capitán de todos los tiempos.
Aun en las postrimerías de aquella gigantesca lucha que tanta importancia propor-
cionó á la nación española, la bandera de los Voluntarios de Vizcaya se hacía distinguir
en el sitio de San Sebastián, en Fuenterrabía y San Marcial, despidiendo con sus bélicos
saludos á quien sólo por traición había escalado el Trono de San Fernando y á sus
orgullosos pero ya vencidos Mariscales.
JOSÉ G Ó M E Z D E ARTECHE.
Esta bandera, como las de la primera Legión Catalana (números 99 y 100 de este
Catálogo), también rendidas en Mequinenza, estaba en la iglesia de Atocha al escribirse
el Inventario más antiguo (Apéndice II, núm. 35), y bien pudo ir allí por las mismas cau-
sas, ya tantas veces explicadas en esta obra.
Aun cuando estas dos banderas pertenecieron á Cuerpos creados en la misma ciudad
y época, su color y jeroglíficos son diferentes, obligándonos esto á describirlas por
separado.
N ú m e r o 108 (8 del Catálogo de 1900).—Es de tafetán blanco, con el escudo Real de
España en el centro, rodeado del Toisón y decorado con trofeos militares de banderas
y estandartes blancos y rojos y fusiles cruzados. En los ángulos del paño campean las
armas de Málaga, orladas de roble y con corona florenzada encima, y en la parte supe-
rior de la tela, en cinta ondeante amarilla, tiene esta inscripción en letras latinas mayús-
culas: R E X . T 0
D MIL. A S
URB. N A S
D MAL .Q A
escritor (1)—salió para Boca del Asno, punto de paso preciso (para el Ejército francés)
en la carretera de Granada, por Antequera, un gran destacamento, compuesto de 50 tira-
dores, 50 urbanos, 60 suizos de Reding con un violento y 20 caballos de la Guardia de
honor» del funesto Abello, osado jefe de las turbas malagueñas, que en aquellos aciagos
días había logrado instituirse suprema autoridad de la población y de las tropas, á las
que, ciegas, arrastró hasta los funestos sucesos del 2 de Febrero, en los que tuvo su natu-
ral desenlace aquella torpe defensa y pretenciosa creación de un ejército ridículo, con
el que sucumbieron todas las huestes organizadas, pasando, sin duda, sus enseñas á
poder de los enemigos.
La bandera de los Tiradores Voluntarios de Málaga no ofrece, pues, otro interés que
el de haber sido probablemente una de las devueltas por Francia en 1823 (Apéndice Vil),
figurando ya bajo la custodia del Cuerpo de Inválidos cuando se escribió el Catálogo
más antiguo (Apéndice II, núm. 95).
de nuestra redención de forma latina en seda carmesí, rodeado de este lema bélico-reli-
gioso: V I V A LA F E Y P O R E L L A M V R A M O S . Por bajo de la misma figura central hay este
epígrafe que revela el nombre del Cuerpo: M V R V I E D R O T E R C I O S A Q V N T I N O (lámina 45).
*
**
N ú m e r o 116 (90 del Catálogo de 1900).—Bandera de tafetán blanco (lámina 46), cuya
tela, por obra de anónimo artista, resulta un hermoso cuadro alegórico pintado al óleo,
orlado por cinta ondeante de fajas azules, blancas y rojas. Representa esta, obra notable
á la Virgen Purísima, con manto azul, que sostienen angelitos desnudos colocados en
graciosas actitudes, y debajo de la nube, sobre la cual se eleva la santa imagen, los escu-
dos acolados de España y de Alejandro VI, fundador de la Universidad de Valencia (1).
Al costado derecho de ese grupo central hay otro, formado por un cañón y pertrechos
artilleros, y al opuesto, las figuras simbólicas de las Ciencias, las Letras y las Artes, te-
niendo sobre todo este jeroglífico, el expresivo lema: CONSPIRAN CON ARDOR A COMPE-
T E N C I A — P O R LA F E , P O R F E R N A N D O Y P O R V A L E N C I A .
» V A L O R , C O N S T A N C I A Y L E A L T A D , R E Y N A E N LA U N I V E R S I D A D .
»Y en torno la siguiente:
Más adelante, después de publicar tres curiosas composiciones poéticas (3), continua
la narración de lo sucedido aquel día en Valencia, expresándose el autor del escrito en
(1) Alejandro VI, que convirtió en Universidad el Estudio general de Valencia, por Bula de 23 de
Enero de 1500, usó escudo partido: «en el primer cuartel, el toro, de Borja; en el segundo, fajas de
sable sobre fondo oro: esta e s la empresa de la familia Doms; Sibila D o m s era abuela del Papa...
Orlaba además el escudo con seis bojas de sinople.» (T. Llórente, Valencia. Sus monumentos y artes.
Su naturaleza é historia, 1.1, p. 659.)
(2) Memoria de lealtaa y amor de los alumnos de la Universidad de Valencia á su amado Monarca
el Sr. D. Fernando VII. — En Valencia, por José Ferrer de Orga, impresor de la U n i v e r s i d a d -
Año 1814.—Debemos el conocimiento de tan interesante impreso á la amabilidad de nuestro ilustrado
y buen amigo D. José Martínez Aloy, cronista de la ciudad de Valencia.
(3) Reveladoras dos de estas composiciones poéticas de las proezas ejecutadas por los estudiantes
artilleros, y de sus sufrimientos por consecuencia del sitio y rendición de la plaza, que contribuyeron á
— 122 —
esta forma: «S. M. se dignó aceptarlos (los versos), les prometió su Real protección,
tanto para el pronto cange de sus hermanos prisioneros, cuanto para el recobro de las
rentas de la Universidad para el adelantamiento de las ciencias, y mandó que la bandera
se colocara en la capilla de San Vicente Ferrer, sostenida por su propia mano, en el
Convento de Predicadores de esta ciudad.»
Cómo y cuándo se efectuó el traslado de esta bandera, desde la capilla de San Vicente
Ferrer, donde Fernando VII dispuso que se colocara, á la iglesia de Atocha en
Madrid ( 1 ) , es un hecho que nos ha sido imposible poder averiguar. Lo que sí pode-
mos añadir al estudio de tan preciosa insignia, hoy conservada gracias al solícito
cuidado de los Inválidos, es que la obra artística se debe probablemente al pintor va-
lenciano de aquella época D. Vicente López, autor de cuadros alusivos á la guerra de la
Independencia y de uno representando á la Purísima en actitud muy semejante á la de
defender, creemos de interés su publicación en este Catálogo, toda v e z que los historiadores más emi-
nentes de la guerra de la Independencia nunca mencionaron un Cuerpo de voluntarios tan bravos y
distinguidos. Los versos á que nos referimos son éstos:
Soneto.
¡Oh, mil veces felices campeones,
Que intrépidos, fogosos y atrevidos,
Morir lograsteis! Viviréis ceñidos
De laureles, trofeos y blasones.
Mas, ¡ay!, nosotros, tristes en prisiones
Por bárbaros guerreros oprimidos,
Á extraños climas somos conducidos,
Ó á la helada región de los Triones.
El fatal hado así lo determina.
¿Cuándo, ¡oh, Patria!, te veremos? ¿Cuándo?
Cuando el Júpiter justo que fulmina
Sus rayos contra el opresor nefando
al vil tirano envuelva en su ruina,
Y en tu seno descanse el rey Fernando.
(1) Apéndice II, núm. 62.
LAMINA 47 NUMERO 117
esta enseña (1), en la que el color, dibujo y manera revelan de un modo cierto, á
falta de firma, la mano maestra que la pintó.
La tela, colocada en asta que no parece fuera la suya primitiva, mide 1,25 metros de
altura por 2,05 de longitud.
(1) Ese cuadro, una de las buenas pinturas de López que s e conservan en Valencia, está catalogado
en el Museo de San Carlos de dicha capital.
(2) Las banderas de San José y San Vicente Ferrer estaban ya citadas en el Inventario más antiguo
(Apéndice II, números 5 y 46), y la de Nuestra Señora de los Desamparados en el de 1879 (Apén-
dice IV), relacionada en último lugar entre las que estuvieron colocadas en la cornisa del lado del Evan-
gelio, desde el altar mayor al coro de la antigua capilla de los Inválidos.
(3) Sucesos de Valencia desde el día 23 de Mayo hasta et 28 de Junio del año 1808. Biblioteca
Nacional. — Raros,
' 7.590
— 124 —
(1) Estos cuatro estandartes, que estuvieron colocados en el templo parroquial de Elche, hasta que
á fines del siglo pasado se reconstruyó la cúpula del crucero, son todos ellos de damasco azul, con
ricos y correctos bordados de seda, oro y plata, representando por un frente el escudo Real y por el
otro diversos emblemas. Tres rematan en puntas (en dos ramos, como dicen las Leyes de partida), con-
servando las astas, moharras y regatones, y el cuarto, del que sólo quedó la tela casi cuadrada, no
ofrece en ella vestigios de haber estado sujeta al asta.
Los emblemas é inscripciones de estas enseñas son:
1.° Bajo corona Real la cruz nudosa de Borgofla, con tres flores de lis en los ángulos inferior y late-
rales de ella.
2.° Sol, asomando detrás de un monte, con aureola y estrellas entre los rayos luminosos. Sobre el
astro hay una filacteria formando graciosas ondas, en la que se lee este lema: N I V E S I N V E C T A E C C E
MICAT LATONIA RIQIS.
3.° Sol, sin montaña delante, y con esta inscripción en la cinta que tiene encima: E N SOL QVi E S T
CVNCTIS L V X CELIA CIVBERE F V L Q E N S .
4.° El escudo Real con leones tenantes, y en los ángulos de la tela dos ees enlazadas bajo
corona florenzada. En el otro frente ocupa el centro la imagen de la Purísima, con esta inscripción:
IN VIRTVTE TVA PROTÉGENOS.
Don Pedro Ibarra, ilustrado investigador ilicitano, conserva entre sus manuscritos algunos intere-
santes datos copiados de la Colección de noticias antiguas y modernas, pertenecientes á la villa de
Elche, tomados de un notable códice que poseía el Ayuntamiento y desapareció no hace muchos años,
quedando, por fortuna, una copia de él. En el folio 350 de dicha copia se lee lo siguiente: «Estan-
darte de Caballería. En el año 1753, por disposición de D. José Caro Maza de Lizana, marqués que
fué de la Romana, coronel del Regimiento de Caballería de Cartagena, natural de esta yiltó:y Vecino
de la de Novelda; sus herederos trajeron los cuatro estandartes que se hallan colocados.én las pilastras
del crucero de la parroquial iglesia de Santa María, como dádiva hecha por dicho Coronel á'lipropia
iglesia...»
— 126 —
algún fundamento serio, se puede suponer que el Regimiento de Caballería del Príncipe,
de tan gloriosa historia, llegó á usar esa preciosa seña, cuya tela y exornos ofrecen
el gusto artístico del primer tercio del siglo XVIII, época precisamente en la que tomó
el nombre que aun conserva aquel Cuerpo.
**
(1) D e esta misma forma son los escudos de las banderas del Regimiento de San Fernando,
Ñapóles y otros ya descritos.
(2) Apéndice II, núm. 16.
(3) El escudo de la ciudad de Santa Fe tiene en el cuartel de punta las letras F. Y., coronadas; pero
como en el escudete central ostenta la granada que hemos visto en la bandera del regimiento de aquel
nombre (núm. 81 de este Catálogo), no creemos que un mismo Cuerpo tuviera enseñas con blasones
diferentes.
El Regimiento de la Reina, creado por Fernando VII, s e organizó en 1815, un año antes del matri-
monio de este Monarca con D . Isabel de Braganza, y, por lo tanto, aquellas siglas no pueden tampoco
a
N u m e r o 122 (44 del Catálogo de 1900).—En esta enseña se cambió el paño primi-
tivo de tafetán blanco por otro de seda china del mismo color, en el que, al efectuarse la
restauración, colocaron, recortándolos previamente, los emblemas bordados en sedas
y piezas de colores aplicadas al sobrepuesto, que decoraban la antigua.
Consisten esas labores, que es de suponer sean las mismas de la insignia restau-
rada, en cuatro escudos, de forma igual á la que fué reglamentaria en Infantería á prin-
cipios del siglo XIX (1), situados en los ángulos de la tela, y en cuyos campos, de color
rojo, aparecen enlazadas estas cuatro iniciales, R Y E N . El escudo délas armas Reales
de España ocupa el .centro, con el collar del Toisón alrededor, y pendiente de esa pre-
ciada condecoración una alegoría, en la cual, bajo cinta arqueada, se lee B A D A J O Z ,
AÑO D 1810, y sobre palmas que completan con su curva inclinación una elipse, se
representan atributos artilleros, apareciendo en medio de ellos, con corona laureada
encima, un león rampante, que sostiene con las garras superiores una espada, una palma
y un fingido medallón, que tiene en el centro las mismas cifras enlazadas que los escu-
dos de los ángulos. (Véanse los grabados.)
La existencia de esas siglas, lo mismo en los citados escudos que en la alegoría arti-
llera, alejan la posibilidad de que ésta sea una condecoración, á pesar de su forma que
así pudiera hacerlo sospechar, y de aquella leyenda, que sin duda memora un aconteci-
miento notable. Creemos que se trata de la divisa propia de las banderas del Arma~de
Artillería, que, según lo dispuesto en Reales Ordenanzas, ya en otro lugar citadas (2),
habían de llevarla como único distintivo diferencial de las de Infantería; y en cuanto á
la inscripción arriba copiada, suponemos que más bien se puede referir al desconocido
y supremo esfuerzo realizado por Badajoz y su Junta en 1810, organizando, casi sin recur-
sos, un ejército de 40.000 hombres (1), que á una batalla ó hecho de armas notable allí
ocurrido, donde los sucesos principales d é l a guerra tuvieron lugar en 1811 y 1812,
cuando la rendición y reconquista de la plaza.
Á nuestro juicio, no es aventurado creer que se trata de la enseña que usó un Cuerpo
de Artillería creado en Badajoz para su defensa, y que las letras enlazadas de los escu-
dos, cuya interpretación nos ha sido imposible hacer, quizá sean las del lema, armas ó
nombre del regimiento.
*
**
(1) En curiosos documentos que guarda el Archivo Histórico Nacional (Papeles de Estado, 67-A,
números 257 y 258) consta que la Junta de Badajoz pidió recursos á la Suprema en 7 de Febrero de 1810
como auxilio para la organización de un ejército de 40.000 hombres por ella levantado. En la contesta-
ción se anuncia el envío de 40.000 fusiles y seis millones.
LAMINA 50 NUMERO 123
- 129 —
pador José Napoleón? (1) Las tres lises de la casa de Borbón que ostenta el escudo na-
cional y las armas de sus cuatro cuarteles se opondrían á una contestación afirmativa (2)
si sus bordados, según hemos explicado antes, no fueran, como son, obra posterior á la
de las siglas mencionadas, que parecen corresponder al nombre del intruso Bonaparte.
*
**
(1) Arteche, Guerra de la Independencia, t. X, pág. 73: «Con esos elementos (los de españoles pri-
sioneros) s e organizaron varios Cuerpos y el de Josef Napoleón que formó en Avignon el general Kin-
delán, segundo de Romana en Dinamarca...»
(2) Véase Ideas generales referentes á banderas y estandartes, pág. 24.
(3) «En l'antigor, esta (bandera del gremio de peleteros) y totes les banderes deis gremis eren
petites; pero Carlos V, para evitar s e utilisaren tan asovint, disposá foren totes de gran tamany.*
Catálogo de la Exposición de Arte retrospectivo celebrada por la Sociedad Lo Rat Penat, de Valencia,
en 1908, pág. 36.
(4) Posesionados los franceses de Barcelona antes del mes de Mayo de 1808, ningún acto solemne
de protesta s e pudo efectuar en esa capital, pero sí en poblaciones importantes de su provincia, libres
aún del dominio extranjero.
(5) Bandera núm. 107 de este Catálogo.
9
— 130 —
ésta, donde esos mismos blasones aparecen cuartelando en íntima fraternal unión, moti-
vada por la lealtad y el amor á la independencia de la Patria grande.
Colocada en el coro de la iglesia de Atocha cuando se escribió el inventario más
antiguo (Apéndice II), posible es que esta insignia, como otras devueltas por Francia,
fuera una de las entregadas por el Duque de Angulema á la Regencia del Reino el
año 1823.
BANDERAS DE LOS COLORES NACIONALES
N ú m e r o 125 (30 del Catálogo de 1900).—Esta insignia fué la que indicaba á las
tropas españolas, en el norte de África, el lugar donde se hallaba situado el Cuartel
general en aquellos campamentos que marcaron las etapas gloriosas de nuestras armas
durante la marcha triunfal seguida desde Ceuta hasta Tetuán y el valle de Vad-Ras; la
misma que, representando allí el legendario poder de nuestra Patria, presenció un día
memorable la demanda de paz que en nombre del Emperador de Marruecos hacía al
general O'Donnell el vencido príncipe Muley-el-Abbas.
La pobreza de esta bandera contrasta con su brillante historia. Está construida con
tela ordinaria, y el escudo que ostenta en el paño central es tan sencillo y extraño, que
bien merece ser aquí descrito detalladamente para evitar el que mañana pudiera consi-
derarse apócrifo lo que de modo indubitable resulta auténtico, según el documento oficial
que más adelante se transcribe. Mide la tela 2,25 metros de largo por 1,80 de ancho, y
está formada por cuatro tiras de los colores nacionales, unidas por los costados en sen-
tido horizontal, y de modo tal dispuestas, que las dos amarillas resultan formando el
centro. El tejido de la tela, labrado formando menudos y paralelos canutillos, parece de
pelo de camello, y en todo es diferente á nuestros productos textiles similares. Su fabri-
cación parece la misma que la de una de las banderas muslimes, procedente de esta
campaña, que guarda en sus vitrinas el Museo de Inválidos.
El escudo, que, como dijimos antes, campea en el centro de la bandera, está pintado
por ambos lados en un trozo de tela gualda, de forma oval, y se encuentra unido á ella
por medio de una costura ordinaria. Es partido, y su primer cuartel tiene castillo de oro
(el color de la tela) en campo gules, ostentando el segundo un león rampante y coronado
— 132 —
del mismo color en campo también de oro, colores heráldicos que jamás se usaron así
en el blasón Real de España, y forma sólo empleada en las enseñas de la Marina de
guerra.
La comunicación de que antes se hace referencia, firmada por el Ministro de la Gue-
rra, que lo era el mismo general O'Donnell, permite apreciar de un modo categórico,
terminante, la razón por qué fué llevada en depósito esta bandera á la Real basílica de
Atocha. Allí, pendiente de la cornisa, en la nave del templo, junto á tantas y tantas telas
gloriosas, conquistadas á fuerza de sangre y de heroísmo y algunas laureadas por la vic-
toria, figuró esta preciosa insignia como piadosa ofrenda puesta por el guerrero ilustre á
los pies de la Santísima Virgen, Madre cariñosísima y amparadora constante de nues-
tros bravos soldados. El escrito, fechado en Madrid á 30 de Julio de 1862, dice así en su
parte dispositiva:
«La Reina (q. D. g.) ha tenido á bien mandar que se remita á V. E. (al Comandante
general de Inválidos), según lo verifico, á fin de que sea colocada entre los trofeos mili-
tares que se hallan depositados en el templo de ese Cuartel, la bandera nacional que
durante la gloriosa campaña de África ondeó en la tienda del Capitán general del Ejér-
cito, General en Jefe de las tropas que tomaron parte en ella.» (Apéndice I, núm. 23.)
N ú m e r o 126 (24 del Catálogo de 1900).—Bandera con los colores nacionales y es-
cudo de armas en el centro, rodeado de la inscripción REGIMIENTO INFANTERÍA D E CÓR-
DOBA N.° 10, l. ER
BATALLÓN.
Para reforzar el Ejército español en Italia fué creado este regimiento en Cartagena
el 27 de Febrero de 1566 con tropas de las provincias meridionales, procediendo su ma-
yor parte de la de Córdoba, motivo por el cual recibió más tarde este nombre. Á su crea-
ción lo fué como Tercio marítimo, bajo la denominación del apellido de su primer maes-
tre de Campo D. Lope de Figueroa; recién constituido, embarcó en Cartagena para su
destino, llegando á la bahía de Ñapóles en los primeros días del mes de Enero
de 1567. Á este Tercio cúpole la honra de contar entre sus individuos al heroico é in-
mortal D. Miguel de Cervantes Saavedra.
Á causa del decreto de 13 de Octubre de 1843 tuvo que ser construida esta bandera,
empezando á prestar sus servicios en la ciudad de Gerona, y siendo los hechos princi-
pales á que ha concurrido los siguientes:
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ma jefe de una devolución, y poniéndose al frente del regimiento y de unos cuantos pai-
sanos, se dirige á guarnecer el puente de piedra, saliendo seguidamente al encuentro del
resto de la guarnición, teniendo lugar éste en la calle del Pilar, donde en las primeras
descargas cae mortalmente herido el valiente Hore, al grito de «¡Viva la libertad!». Des-
alentadas las fuerzas sublevadas con la muerte de su jefe, retíranse hacia Francia. El 27
del mismo expidió el Gobierno un decreto disolviendo este regimiento, pasando sus
banderas al Cuerpo de Inválidos. En 11 de Agosto, y con motivo de haber triunfado las
ideas que sustentó Córdoba, se ordena su constitución, quedando de guarnición en Va-
lencia.
1855. El primer Batallón recorrió el Maestrazgo, quedando acantonado el 15 de Junio
en Castellón de la Plana.
1856. El 6 de Abril se encontró en los sucesos políticos de Valencia, saliendo el
primer Batallón contra las partidas republicanas del Maestrazgo, dispersándolas y regre-
sando á Valencia.
1857. En la conmoción popular ocurrida en dicha capital el 1.° de Enero, desalo-
jando á los amotinados de la plaza del mercado; terminados los sucesos, pasó á cubrir
los destacamentos de Sagunto, Morella, Alicante y Castellón, hasta fin de Diciembre que
pasó el regimiento á Tarragona.
1858. De guarnición en Tarragona todo el año.
1859. Pasó en Abril el Regimiento á Barcelona, embarcando el 9 de Octubre para el
Trocadero, adonde llegó el 14 y marchando seguidamente á Jerez de la Frontera para for-
mar parte clel Ejército expedicionario de África. Embarcó el primer Batallón el 26 de No-
viembre, llegando á Ceuta al siguiente día, acampando en el Otero. Toma Córdoba po-
sición en las líneas avanzadas, ocupando el reducto de Isabel II el día 2 de Diciembre.
El 9, y en ocasión de efectuarse el relevo, avanzan intrépidamente los moros con el fin de
ver de copar las fuerzas de Córdoba, pero cargan éstas con tanta bizarría y denuedo que
rechazan al enemigo, poniéndolo en desordenada fuga; tan brillante carga mereció la
felicitación que en persona les hizo el general en Jefe D. Leopoldo O'Donnell; verificado
el relevo, regresa á su campamento para proteger los trabajos de los reductos, hallán-
dose en los combates de los días 15 y 16, ocupación del boquete de Anghera el día 20 y
en la acción del camino de Tetuán el 22, donde Córdoba da patentes muestras de su
denuedo.
1860. El 1.° de Enero, y racionado por seis días, sale Córdoba, formando parte del
segundo Cuerpo de Ejército, en dirección á los Castillejos; roto el fuego desde el ama-
necer por las avanzadas, se ordena seguidamente pase el regimiento á proteger la posi-
ción más avanzada para reforzar al Regimiento del Príncipe, que ya retrocedía, falto de
municiones y extenuado de fatiga. Córdoba avanza aceleradamente, y para su mayor
rapidez ordena el jefe de su brigada que los soldados se quiten las mochilas y las dejen
— 135 -
(1) La bandera del segundo Batallón del Regimiento de Córdoba, que fué la tremolada por el gene-
ral Prim en la batalla de los Castillejos, estuvo durante mucho tiempo colocada sobre el mausoleo del
ilustre caudillo en el Panteón de españoles ilustres de la basílica de Atocha. T e n e m o s entendido que
e s e trofeo glorioso lo conserva en la actualidad el Duque de Prim, hijo del insigne General.—M. G. S
— 136 -
DIONISIO ORTEGO.
(1) Don Antonio Gil Alvaro, Glorias de la Infantería española, Madrid, 1893, pág. 347.
(2) Apéndice I, núm. 20.
— 139 -
El Batallón Cazadores de África número 1 fué creado por Real orden de 17 de Abril
de 1848, quedando disuelto en 1854, sin que en su corta existencia interviniera en suce-
sos militares de importancia. El de igual nombre, que tomó el número 2, se organizó
poco tiempo después que el anterior, en 31 de Marzo de aquel mismo año, y en el
de 1854 tomó el nombre de Madrid, que aun conserva, y con el que alcanzó laureles para
su historia brillante en las campañas de África (1859-1860), y la última civil en Cata-
luña y Navarra.
En el Catálogo que D. Mariano James escribió en 1859 de las banderas que por enton-
ces estaban colocadas en la iglesia de Atocha,.y se publicó en 1865 (1), aparece minu-
ciosamente descrita esta enseña, sin consignar la fecha de 16 de Agosto de 1847 en
que se creó el Batallón de Reserva, Mallorca, número 34, que la usó hasta su extinción
por el Real decreto de 22 de Octubre de 1849 (2).
N ú m e r o 135 (122 del Catálogo de 1900).—Tiene sus tres paños de los colores nacio-
nales, con el lema y el escudo de forma reglamentaria, si bien en este último la cruz de
Borgoña está formada por piezas de aplicación, como se acostumbró hasta mediados del
siglo XIX, y no bordada con seda carmesí, según se hizo después. La inscripción dice
en mayúsculas latinas: B A T A L L Ó N PROVINCIAL D E MONFORTE. NÚM. 61.
En la bandera ésta quedaron rastros bien patentes que acreditan sus destinos de
otros tiempos, presentando en el paño central amarillo, sobre el escudo de España, y en
el inmediato carmesí, señales evidentes de otros lemas que antes tuvo allí bordados. Uno
de ellos, sin duda el más antiguo porque el Cuerpo que mencionaba fué creado en 1847,
dice en las huellas que dejaron las letras: REGIMIENTO INFANTERÍA DE CANTABRIA,
N.° 39, y el otro, del que luego se conservaron las primeras palabras: B A T A L L Ó N P R O V I N -
CIAL D E T Ú Y , NÚMERO 18.
De estos datos que nos proporciona la misma bandera, se deduce que la enseña os-
tentada últimamente por el Provincial de Monforte perteneció, probablemente, bastantes
años al Regimiento de Cantabria desde su postrer organización, hallándose, por lo tanto,
en toda la campaña de África el año 1860. La bandera del Provincial de Túy consta que
tuvo ingreso en Atocha el 13 de Agosto de 1867 (1), de lo que se deduce dejó de usarla
Cantabria antes de esa fecha, quizá después de aquella guerra, saliendo luego esta insig-
nia de la dicha iglesia al crearse los Batallones de Provinciales durante la última cam-
paña carlista.
Enseña de Cochinctiina.
(Ñola adicional al estudio de esta insignia.) ( 2 )
Impresos ya los primeros pliegos de esta obra, la fortuna pone en nuestras manos la
que con el título de Reseña histórica de la expedición de Cochinchina publicó en 1869 el
mariscal de campo D. Carlos Palanca y Gutiérrez, coronel, comandante en jefe, que
fué de las tropas españolas en aquella campaña, digna de estudio por más de un con-
cepto. Su lectura nos ha permitido conocer las acciones de guerra donde fueron tomadas
todas las enseñas que formaron parte de los trofeos allí conquistados, y deducir, por las
fechas en que tuvieron lugar los hechos de armas, cuál de esas insignias puede ser la
conservada hoy en el Museo de Inválidos.
Las primeras que cayeron en poder de nuestros bravos soldados, fueron, según nos
dicen los partes oficiales: una en la toma del fuerte de Ki-hoa, el 24 de Febrero de 1861,
y otra el 26 de Septiembre del mismo año, con motivo de las operaciones practicadas
para la ocupación de la plaza de Myt-hó, en el valle del Vai-co. Las demás enseñas
annamitas, que luego vinieron á aumentar el número de aquellos testimonios de las vic-
torias del ejército español, las rindió el enemigo mucho tiempo después de haberse colo-
cado en el templo de Atocha el glorioso paño que con el número 9 dejamos en otro lu-
gar catalogado.
En el parte oficial de la mencionada acción del 24 de Febrero, suscrito por el Capitán
graduado D. Enrique Fajardo (3), y dirigido al coronel Palanca, herido en esa fecha,
dice aquel valiente oficial, después de narrar el combate y citar los hechos distinguidos:
«Pero debo recomendar á V. S. con preferencia á todos los soldados que han derra-
mado su sangre al grito de «¡Viva la Reina!», y al soldado de la compañía de Cazadores
del Regimiento Infantería del Rey número 1, Antonio Hernández, que en los momentos
de caer yo herido arrebató una bandera sobre el parapeto al enemigo.» Respecto á la
toma de la segunda enseña, dice el Jefe de las fuerzas expedicionarias, también en parte
oficial (1), que el día arriba memorado, esto es, el 26 de Septiembre, tuvo lugar una em-
peñada lucha al dirigirse el teniente D. José Rodríguez sobre el pueblo de Mi-cui,
siguiendo el río Camboja, y que allí encontró nuestra pequeña columna parapetado al
enemigo «en una imperfecta fortificación cuadrada, de la que fué arrojado á pesar de su
superioridad numérica, distinguiéndose notablemente en este hecho el soldado de la
compañía de Cazadores del Regimiento del Rey número 1, Ignacio Villavicencio, que co-
gió una bandera después de haber dado muerte al que la llevaba».
Tenemos, pues, según estos datos oficiales, que el heroico hecho realizado por el
soldado Villavicencio ocurrió tres meses y veintidós días después de ingresar en la igle-
sia de Atocha la bandera que estudiamos y el llevado á cabo por su compañero Her-
nández, tres meses y ocho días antes de colocarse en la Real Basílica la enviada allí por
Real orden de 4 de Junio de 1861, deduciéndose de dichas noticias veraces, que la insig-
nia conservada hoy en el Museo de Inválidos no puede ser otra que la tomada por el
soldado Antonio Hernández sobre el parapeto del fuerte de Ki-hoa, el día 24 de Febrero
de 1861. Antes de esa fecha no se tomó ninguna enseña al ejército annamita, si hemos
de dar fe á lo escrito por el respetable general Palanca, cuya interesante obra nos ha
permitido completar la historia de esta tela valiosísima y destruir para siempre el error
que la hacía aparecer como trofeo conquistado por el valiente soldado Villavicencio.
F E C H A S
FECHAS
(1) Véase lo que decimos al describir lo que resta de este estandarte núm. 22, y la nota 2, corres-
pondiente á las banderas de las tropas de la Casa Real d e España, pág. 49.
- 149 -
FECHAS
FECHAS
F E C H A S
FECHAS
F E C H A S
F E C H A
F E C H A
Números
de las
banderas.
»Presbiterio.
(1) Este inventario, sin fecha, e s sin duda el más antiguo de los que s e conservan en el archivo del
Cuartel de Inválidos (Apéndice I, núm. 65), como lo prueba el estar incluidas en él todas las enseñas
que existían en el exconvento de Dominicos, las remitidas para la inauguración de la capilla en 19 de
Noviembre de 1838 y las que sucesivamente fueron ingresando hasta el año 1843. Las banderas que tu-
vieron entrada en fecha posterior ya se encuentran catalogadas en el inventario de 1849 (Apéndice III),
entre ellas las de los Regimientos de Infantería de la Princesa y de Navarra, el 29 de Abril y 10 de Di-
ciembre de 1845, según consta en documentos oficiales (Apéndice I, núms. 8 y 9).
— 158 -
Números
de las
banderas.
María Cristina de Borbón, fueron entregados por la propia Señora al primer Regi-
miento de Granaderos de la Guardia Real de Infantería y al primero de Granaderos
de la Provincial, en representación de sus armas respectivas, el día 13 de Octubre
del831 (1). Tanto el pendón como la bandera referidos se hallan adornados conlacruz
y banda de la Orden Nacional de San Fernando, adquiridos en recompensa de los he-
chos de armas heroicos y gloriosos de los dos Regimientos que los tremolaban en sus
filas durante la guerra civil, felizmente terminada en Agosto de 1840. Al remate del re-
ferido grupo de banderas, que forman un vistoso trofeo, se hallan dos escudos enla-
zados, con la inscripción siguiente en letras de oro: G U A R D I A R E A L D E I N F A N T E R Í A Y
PROVINCIAL MILITI INVICTO.
«Encima del descrito grupo se ve'otro compuesto de cinco banderas, que están
distinguidas con los números del margen, y se descifran sus pormenores del modo
siguiente:
41. >La más baja de la derecha, bandera de una tela fuerte, toda blanca, y en su campo,
con letras encarnadas, se lee la inscripción que dice así: P O R E L R E Y F E R N A N D O 7.°
su 4.° B A T A L L Ó N D E R E A L E S G U A R D I A S E S P A Ñ O L A S . D e que se deduce que fué cons-
truida en la guerra de la Independencia; pero se ignora su adquisición.
55. >La otra baja de la izquierda. Es en un todo igual á la anterior y perteneció al
propio Regimiento, y por lo tanto, á la misma época que aquélla.
79. «Encima de la bandera baja de la derecha hay otra coronela sobre fondo blanco
sosteniendo las armas Reales dos leones, de buen tamaño, delineados, así como las
armas, con retales de seda de colores amarillo, azul y encarnado, unidas con cordo-
nes negros. En los cuatro ángulos se halla un escudo, en la misma forma que los del
centro, y una torre en medio. Se ignora el Regimiento á que perteneció, lo mismo que
su adquisición.
68. > Al lado opuesto de la descrita bandera hay otra, también coronela, sobre fondo
blanco, crua de Borgoña, además de las armas Reales, y en los extremos de aquélla
un escudo con las barras de Aragón. Encima de la corona que cubre cada uno de
los escudos se halla un murciélago, en fondo negro, de que se deduce que dicha ban-
dera perteneció á alguno de los Cuerpos del Reino de Valencia, que lo tiene en sus
armas. Se ignora su adquisición.
78. «En el centro de dicho grupo hay otra bandera coronela sobre fondo azul (2) y en-
carnado; armas Reales, sostenidas por dos leones, formado uno y otro con retales de
seda de colores amarillo, azul y encarnado, unidos con seda negra que forma un
cordón de bastante visualidad. No se sabe el Regimiento á que perteneció ni la época
de su adquisición.
(1) Esta fecha queda rectificada documentalmente en la página 4 9 , y en cuanto al dictado de Reina
Gobernadora que se le da en este documento á Doña María Cristina, e s sin duda un error del que e s -
cribió el inventario, puesto que Fernando VII vivía en el citado año de 1831, y su esposa no s e encargó
del Gobierno hasta el 6 de Octubre del siguiente año, por enfermedad del Monarca.
(2) Véase la bandera que describimos con el núm. 52, que sin duda e s la misma aquí relacionada, y
que por error se dice tenía fondo azul. La profusión de banderas y otros trofeos de e s e color que la
decoran, ocupando casi todo el paño, es, seguramente, la causa de tal equivocación.
- 159 -
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
laureles, con fleco de plata, de canelón y de hilillo de más de tres dedos de ancho;
en los cuatro ángulos una flor de lis bordada en oro de canutillo; encima de ésta la
alegoría correspondiente á cada uno de los cuatro Regimientos de Granaderos, C o -
raceros, Lanceros y Cazadores de que se componía la Guardia Real de Caballería. En
el centro las armas Reales, bordadas en relieve todo en oro y plata, y únicamente seda
para distinguir los cuarteles y matizar el campo. En un lazo, que circula dos terceras
partes del escudo, se lee la inscripción siguiente: L A R E I N A C R I S T I N A Á L O S G R A N A D E R O S
D E C A B A L L E R Í A D E L A G U A R D I A R E A L . Este estandarte, bordado por la mano augusta
de la referida Reina, fué entregado al citado Cuerpo en representación de su arma
el día... de... de... Extinguida la Guardia en virtud de decreto del Regente del Reino
Duque de la Victoria, el... de... 1842, fueron entregados los estandartes de la misma
al Inspector general de Caballería del ejército, y reclamados por el Director del
cuartel de Inválidos, obtuvo el que va descrito, por consecuencia de la Real orden
de 28 de Marzo de 1843. Dicho estandarte se halla adornado con dos corba-
tas, blanca la una y encarnada la otra, con flecos de plata y oro en sus extremos y
sembradas ambas con siete flores de lis á cada lado, bordadas de canutillo de oro
á realce, y un cordón de seda encarnada y blanca con dos borlas de plata de gran
tamaño, colocado en su correspondiente asta con regatón y manopla dorada á fuego
y la moharra de acero, teniendo en el medio una corona Real cincelada y sostenida
por dos sables y dos palmas de igual trabajo.
1 y 2. »En el mismo grupo se hallan dos banderas de pequeño tamaño, de tela sobre
fondo encarnado y fleco alrededor; las armas de España pintadas en una cara, en la
otra las de la corona de Aragón y al pie la inscripción siguiente: C A B A L L E R O S C A D E -
T E S Q U E C O N su S O B R E S A L I E N T E A P L I C A C I Ó N A S P I R A N Á SER Ú T I L E S Á L A P A T R I A Y L L E -
GAR Á L A C U M B R E D E L H O N O R . Se ignora quiénes fueron los Cadetes que las usaron y
en qué tiempo, aunque se infiere sería en la guerra de la Independencia, sin que
tampoco se sepa su adquisición.
»Las cinco banderas de Infantería que hacen parte del grupo que se describe
tienen la colocación que se expresa.
24. »Á la derecha: Bandera coronela, sobre fondo blanco, cuatro escudos en los
ángulos y un castillo bordado en cada uno, circundados todos con palma y laurel,
sin inscripción alguna, y por lo tanto, se ignora el Cuerpo á que perteneció, su ori-
gen y procedencia.
17. «Debajo de la descrita bandera se halla otra también Coronela sobre fondo blanco,
en los cuatro ángulos opuestos las barras de Aragón dentro de un escudo con
corona Real, y una inscripción que dice: S E G U N D A S E C C I Ó N , P R I M E R A L E G I Ó N . De lo que
se deduce perteneció á las legiones Catalanas formadas en la guerra de la Indepen-
dencia; pero se ignora los demás pormenores que aclaren su adquisición.
23. »A1 lado izquierdo, la bandera de encima es otra también coronela sobre fondo
blanco; cuatro escudos en los ángulos, figurando el mar y una fortaleza, y un lema
que dice: R E G I M I E N T O D E M I L I C I A S U R B A N A S D E M Á L A G A . Se cree pertenece á la guerra
de la Independencia, y se ignora lo demás.
67. «Debajo de la anterior otra bandera coronela, fondo blanco, escudo de armas, y
— 161 -
Números
de las
banderas.
á su pie, entrelazados, dos fusiles, y en los cuatro ángulos un escudo con las barras de
Aragón. Encima de la corona Real del escudo del centro se halla una inscripción
abreviada que dice: 1 . L E G I Ó N ; de que se deduce perteneció á las que en Cataluña
a
(1) Esta bandera fué la que p a s ó á la Real Armería en 1848 (Apéndice VIII).
n
— 162 —
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
cada uno de sus cuatro ángulos, y en ellos las efigies de los mismos santos que se
ven en los Tercios Saguntinos; pero sin ninguna inscripción que dé á conocer el
Cuerpo á que perteneció, ignorándose también su adquisición y su historia.
6, 7 y 9 »Tres banderas iguales, todas de batallón, con fondo blanco, cruz de Borgoña y
una inscripción que dice: R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A D E L Í N E A D E Á V I L A . En los extremos
de las aspas un escudo figurando un castillo bordado, y aunque se deduce pertene-
cieron á dicha provincia en la época de la guerra de la Independencia, se ignora
su adquisición, con todo lo demás que á ella haga referencia.
13 «Bandera de batallón, fondo blanco y cruz de Borgoña: en los dos ángulos opues-
tos de las aspas un león rampante, y en los otros dos un escudo figurando la portada
de un templo, y encima la estatua de un Rey con una espada levantada y la inscrip-
ción que dice: V O L U N T A R I O S D E ÁVILA. Se presume es de la época de la guerra de la
Independencia, pero se ignora su adquisición.
11 «Bandera coronela, fondo blanco, armas Reales; al extremo de los cuatro ángulos
el lema que dice: R E G I M I E N T O 1.° I N F A N T E R Í A D E L Í N E A D E ÁVILA, bordado en seda
blanca sobre las aspas de la cruz de Borgoña, y un escudo con castillo, también bor-
dado, ignorándose todo lo demás que á su historia pertenezca.
56 «Bandera blanca, con el escudo de armas Reales en el centro; debajo de éste un
león devorando un águila, y encima de la corona Real la inscripción que dice :
tro ángulos un escudo igual figurando un león, que tiene sostenido el emblema de
una cruz con dos zorras al pie de ella. Se cree pertenece á la guerra de la Indepen-
dencia, pero se ignora su adquisición.
21 «Bandera sobre fondo blanco y un escudo en medio con diferentes trofeos; en los
cuatro ángulos un escudo con un árbol bordado y dos zorras al pie de cada uno en
la misma forma. La inscripción que dice: 3 . E R B A T A L L Ó N D E V I Z C A Y A , ignorándose
todo lo demás que á esta bandera haga referencia.
57 «Otra bandera igual á la anterior, con armas Reales, los cuatro escudos en los
ángulos y la inscripción que dice: 2.° B A T A L L Ó N D E V I Z C A Y A , por lo que pertenece á
una misma época y provincia.
29 «Bandera de batallón, fondo blanco; en los cuatro ángulos y al remate de la cruz
de Borgoña cuatro escudos iguales! en el centro la imagen de San Fernando y dos
obispos; alrededor la inscripción que dice: SEVILLA M U R A D A D E T O R R E S Y M U R O S
A L T O S , E L R E Y S A N T O M E G A N Ó C O N QARci-pÉREz D E V A R G A S ; al pie una madeja figu-
rada con el lema á los lados N O - D O , que significa: N O - M A D E J A D O . Por la inscripción
se viene en conocimiento de la época á que perteneció esta bandera; pero se ignora
su adquisición y demás que á ella pertenezca.
23 «Bandera de batallón, fondo blancoj-en los cuatro ángulos un escudo formado con
laurel y palma, encima la corona Real y en el centro, figurada, una madeja con la ins-
cripción á los lados N O - D O ; en el campo las palabras 2.° D E L Í N E A ; de lo que se de-
duce perteneció también á la ciudad ó provincia de Sevilla; pero no se sabe la época
ni demás circunstancias que hagan referencia á esta bandera.
37 • «Bandera coronela, fondo blanco; cuatro escudos en los ángulos con dos cruces
— 164 -
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
cuatro ángulos un escudo con corona y manto Real, dividido en cuatro cuarteles, y
en cada uno de éstos una de las cruces de las cuatro Órdenes militares. No se sabe
su procedencia ni adquisición.
61 «Bandera con fondo blanco, dos corbatas, la una blanca y la otra encarnada; una
cruz, que abraza los cuatro ángulos, de color amarillo y encarnado; en el centro un
escudo que contiene una torre antigua y un barco, un león rampante y una cadena
rota; encima de todo un ramo de laurel y un sable. Se ignora su época y Cuerpo á
que pudo pertenecer, así como su adquisición.
Números
de las
banderas.
66 «Otra bandera igual á la que precede, en los adornos, con la sola diferencia de
(1) El blasón de e s o s escudos e s el arpa de Irlanda, y sin duda por error del escribiente aparece en
el documento la palabra aspa, que dio lugar á la equivocación sufrida en t o d o s los catálogos sucesivos.
— 167
Números
de las
banderas.
A R A G Ó N . Las inscripciones que tiene esta bandera hacen sin duda referencia á los
Números
de las
banderas.
54 «Bandera coronela, fondo blanco, armas Reales entrelazadas con palma y laurel,
teniendo en una faja la inscripción siguiente: B A T A L L Ó N D E I N F A N T E R Í A L I G E R A D E
G A S T A D O R E S D E A R A G Ó N , adornando esta bandera cuatro escudos en los ángulos, con
las barras de aquel reino, que es su divisa; infiriéndose de todo que perteneció á
la guerra de la Independencia.
52. «Bandera de fondo blanco, armas de España bordadas en seda floja; dos corne-
tas en los ángulos y las letras iniciales Y. O. R. E., enlazadas unas con otras, cuyo
significado se ignora, así como su adquisición y Cuerpo á que perteneció.
26 «Bandera de batallón, fondo blanco y en los extremos de las aspas de la cruz de
Borgoña un águila imperial en fondo negro; en el campo la inscripción I M P E R I A L
A L E J A N D R O 2.° B A T A L L Ó N . Fué creado después de la guerra de la Independencia en
obsequio al Emperador de Rusia Alejandro, por haber sido uno de los Batallones
de prisioneros españoles que mandó Napoleón organizar para la guerra de Rusia, y
se pasaron á esta potencia para tomar parte en la común defensa para derrotar
aquel coloso. Dicho Regimiento vino á España mandado por el Coronel D. Alejandro
O'Donnell, cuyo jefe lo organizó en los Depósitos de Prisioneros, en Francia, consi-
guiente á órdenes del nombrado Emperador Napoleón.
38 «Bandera coronela, fondo blanco: en los cuatro ángulos un escudo con castillos
y la inscripción H O C E S T V I C T O R I A Q U E V I N C I T . En el campo el lema R E G I M I E N T O I N F A N -
T E R Í A D E V I T O R I A N Ú M E R O 39. Este Cuerpo fué disuelto, como los demás del Ejér-
cito, en el año de 1823, y probablemente se mandarían depositar sus banderas, aun-
que se ignora la certeza de esta suposición.
16 «Bandera de batallón, fondo blanco; cruz de Borgoña en los dos ángulos opues-
tos, un escudo con una F bordada y una corona Real encima, y en los otros dos
una Y, también bordada, con igual corona. Se ignora el significado de estas letras,
así como la adquisición de la bandera.
43 «Otra bandera de batallón, con cuatro escudos, y en ellos diferentes trofeos mili-
tares, como son espadas, cornetas y otros; en el centro la figura de un copón, sem-
brado de cruces alrededor. Se ignora el significado de estos emblemas, con todo lo
demás que á esta bandera haga referencia.
42 «Bandera coronela, fondo blanco: cuatro escudos en los ángulos con las barras
de Aragón; al extremo una corona de laurel, encima una estrella con flores de lis y
en el centro una inscripción que dice: L A P A T R I A E S M I N O R T E . No se sabe el Cuerpo
á que perteneció esta bandera, como lo demás de su historia.
18 «Bandera fondo blanco, y en vez de las armas Reales un escudo sobre azul, con
siete coronas ducales; alrededor de un corazón las palabras siguientes: E X Á L T A T E
E T A M O R P R I C A S N O V I C I M E , y en el centro del corazón una flor de lis y un león con
corona ducal; cuatro escudos en los extremos de las aspas de la cruz de Borgoña,
y en ellos las inscripciones siguientes: 1. , D E S E O S C O N S A G R A D O S Á L A R E L I G I Ó N , P A T R I A
a
Y F E R N A N D O 7.°; 2. , M U R C I A N O S , Á L A V I C T O R I A ; 3. , L A J U N T A D E M U R C I A ; 4. ,
a a a
l. E R
BATA-
LLÓN VOLUNTARIOS TIRADORES D E MURCIA. De ello se infiere perteneció á la guerra de
la Independencia, aunque se ignora todo lo demás que á esta bandera tenga relación.
22 «Bandera fondo blanco; en el centro el símbolo de la Justicia; debajo dos leones
- 169 -
Numeres
de las
banderas.
Este lema da bien á conocer la época de su formación, así como el Batallón á que
servía de enseña; pero se ignora lo demás que á ella tenga relación.
»Coro.
Números
de las
banderas.
^Presbiterio.
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
armas Reales y varios trofeos militares, bordado todo en oro y plata á realce. Una
inscripción que dice: L E A U N ILLIS A B U A N Z A P O M P A T R I V I P I L I . Se cree perteneciera al
Regimiento de Almansa, pero se ignora su adquisición (1).
2 »Otro estandarte, fondo azul, con las armas Reales bordadas de seda, plata y oro
á realce, lo mismo que diferentes adornos. Fleco de plata alrededor, sin inscripción
alguna. Se ignora el Cuerpo á que perteneció y la fecha de su adquisición.
3 »Otro estandarte de damasco encarnado, con una greca bordada de plata y fleco de
lo mismo todo alrededor; cuatro flores de lis en el campo, bordadas con dho. metal,
y en el centro, por un lado, las armas Reales, también bordadas en plata, seda y oro,
y por el otro, en la misma forma, un escudo con San Miguel en medio, teniendo figu-
rado el diablo á sus pies. No se sabe su procedencia ni el Regimiento á que perteneció.
4 «Otro estandarte de igual tela, fleco y bordados que el anterior; el campo sembrado
de trofeos militares bordados de plata; en el centro las armas Reales por un lado, y
por el otro un escudo con corona Real; en el centro de éste el ave Fénix, con varios
trofeos militares por debajo, y una inscripción latina bastante borrada, que, según
puede comprenderse, decía: P R I U S F L A M I S C O M B U C T A Q U A N T ARMIJO N U M A N C I A Q U E
V E N C I D A P O R A R M A S . De donde se infiere que perteneció al Regimiento de Caballe-
ría de la misma denominación, aunque se ignora la época de su entrega.
5 »Otro estandarte de damasco encarnado, con una greca bordada de plata y fleco de
lo mismo todo alrededor; en el campo cuatro flores de lis bordadas del mismo metal;
en el centro las armas Reales, bordadas en sedas de colores, oro y plata, y en el re-
verso otro escudo de lo mismo representando la efigie de San Miguel, con el diablo
debajo de sus pies; de cuyo estandarte se ignora el origen y época de su adquisición.
6 »E1 estandarte en todo igual al anterior, y del que se ignora del mismo modo su
adquisición.
7 »Otro estandarte lo mismo que los dos precedentes, y de los cuales únicamente por
la antigüedad del dibujo de la flor de lis puede inferirse son de época anterior á la
guerra de la Independencia (2).
8 »En el centro del grupo se halla el estandarte procedente de la extinguida Guardia:
su fondo de damasco encarnado, bordado á realce en plata y oro, igual en ambas
caras; en toda su circunferencia le adorna una cenefa formada por palmas y laureles,
con fleco de plata de canelón y de hilillo de más de tres dedos de ancho; en los
cuatro ángulos una flor de lis bordada en oro de canutillo; encima de ésta la alegoría
correspondiente á cada uno de los cuatro Regimientos de Granaderos, Coraceros,
Lanceros y Cazadores, de que se componía la Guardia Real de Caballería. En el
centro las armas Reales, bordadas en relieve, todo en oro y plata, y únicamente seda
para distinguir los cuarteles y matizar el campo. En un lado, que circula dos terceras
partes del escudo, se lee la inscripción siguiente: LA R E I N A C R I S T I N A Á L O S G R A N A D E -
R O S D E C A B A L L E R Í A D E L A G U A R D I A R E A L . Este estandarte, bordado por la mano
augusta de la referida Reina, fué entregado al citado Cuerpo en representación de su
Números
de las
banderas.
(1) Este estandarte pasó á la Real Armería en 1893. (Apéndice IX, núm. 3, y Apéndice I, núm. 11.)
— 175 —
Numeros
de las
banderas.
(1) Batalla de Arlaban, en la primera guerra civil, y en los sucesos políticos de Madrid, en 1856.
— 176 —
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
57 »Otra bandera igual á la anterior, con armas Reales, los cuatro escudos en los
ángulos y la inscripción que dice: 2." B A T A L L Ó N D E V I Z C A Y A ; por lo que pertenece á
una misma época y provincia.
29 »Bandera de batallón, fondo blanco: en los cuatro ángulos y al remate de la cruz
de Borgoña cuatro escudos iguales y en el centro la imagen de San Fernando y
dos obispos; alrededor la inscripción que dice: SEVILLA M U R A D A D E T O R R E S Y M U R O S
A L T O S , E L R E Y S A N T O M E G A N Ó C O N GARCI P É R E Z D E V A R G A S ; al pie una madeja figu-
sición.
76 «Bandera sobre fondo blanco, cruz de Borgoña y escudo de armas Reales en el
— 179 -
Números
de las
banderas.
centro. En una cara tiene representado un león, un artillero al pie del cañón, haciendo
fuego, y en medio de los dos la efigie de un guerrero, armado con lanza, y un letrero
alrededor, que dice: P R E M I O D E V A L O R Y L E A L T A D , IRÚN 1.° D E A G O S T O D E 1794. En
el lado opuesto á esta inscripción, y en circunferencia del escudo de Armas, se lee la
inscripción siguiente: R E G I M I E N T O S U I Z O D E K A I S E R N Ú M E R O 3.° V E N C E R Ó MORIR P O R
F E R N A N D O 7.° Y LA N A C I Ó N E S P A Ñ O L A . La primera inscripción indica que la entrega de
esta bandera al citado Cuerpo provino de algún hecho de armas en la época de la
república francesa; pero la invocación á Fernando VII en la última la hace creer de
fecha posterior, por lo que no puede fijarse su origen, ni menos se sabe su adqui-
sición.
34 «Bandera de Batallón, fondo blanco: con cuatro escudos iguales, en los extremos
la Cruz de Borgoña, figurando en medio una cara con barbas. Las barras de Aragón,
divididas en cuatro cuarteles, y debajo de la corona Real la inscripción siguiente:
B A R B A S T R E N S E S ; alrededor del escudo un lema en latín que dice así: H A V E M I L I T A R Í A
S I G N A . P R O D E O R E G . E T P A T R I A P U G N A T U R I S U P F E L I C I S I M U S CAROLI IV A U S P I C I S E R E G E R E .
Al final de la bandera, en signos romanos, está bordado el año 1794, ignorándose
su adquisición con lo demás que á ella haga referencia.
64 »Otra bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña encarnada, y en los
cuatro ángulos un escudo con Corona y manto Real, dividido en cuatro cuarteles, y
en cada uno de éstos una de las cruces de las cuatro Órdenes Militares. No se sabe
su procedencia ni adquisición.
61 «Bandera con fondo blanco; dos corbatas, la una blanca y la otra ^encarnada; una
cruz que abraza los cuatro ángulos, de color amarillo y encarnado; en el centro un
escudo que contiene una torre antigua y un barco, un león rampante, una cadena
rota, y encima de todo un ramo de laurel y un sable. Se ignora su época y Cuerpo á
que pertenece, así como su adquisición.
Números
de las
banderas.
iguales con la figura de un santo coronado, parecida al de las armas que tiene la
ciudad de Burgos. Al pie castillos y dos en el campo del mismo escudo. Todo lo
demás que á la historia de esta bandera pertenezca se ignora.
27. «Bandera de tafetán, su fondo azul y la cruz de Borgoña nudosa y amarilla; á los
ángulos de la cruz tiene radios flamantes amarillos, blancos y azules. Es austríaca y
una de las entregadas por la Armería Real en cambio de las que extrajo en virtud de
Real orden de 14 de Diciembre de 1848 (de los pequeños Walones).
4. «Bandera de batallón, fondo blanco, con la cruz de Borgoña, y en un escudo al
extremo de las cuatro aspas se lee: B A T A L L Ó N D E T O L O S A (1), 10 D E A B R I L D E 1814. De
cuya inscripción se infiere que sería entregada á alguno de los Cuerpos que más se
distinguieron en la batalla que se dio cerca de la ciudad del mismo nombre en Fran
cia en la época de la guerra de la Independencia á que se refiere; siendo todo lo que
se puede inferir de su tácito relato.
69 «Bandera coronela, fondo blanco, escudo de armas Reales y alrededor un lema
que dice: R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A D E V I C T O R I A N Ú M E R O 39 D E L Í N E A . En los cuatro
ángulos un escudo con una torre y dos leones en el centro, y alrededor de cada uno
la inscripción siguiente: Н Е С E S T V I C T O R I A Q U A V I N C I T I , alusiva sin duda á la victoria
conseguida por las armas españolas junto á la ciudad del mismo nombre en la pro
vincia de Álava en la guerra de la Independencia, y en cuya conmemoración se
formaría aquel Cuerpo; pero se ignora la adquisición de dicha bandera.
14 «Bandera coronela, fondo blanco, armas Reales, cuatro escudos en los ángulos,
figurando los dos mundos con una corona Real en cima de dos de ellos, y en los
otros dos la cifra abreviada de F . ° 7.°; infiriéndose de aquí que perteneció á la gue
rra de la Independencia, aunque se ignora el Cuerpo que la usaba.
30 «Bandera de tafetán, su fondo azul y la cruz de Borgoña nudosa y amarilla; á los
ángulos de la cruz tiene radios flamantes, amarillos, blancos y azules. Es austríaca
y procede también como la otra igual, descrita en el núm. 27, de la Armería Real, en
cambio de las que extrajo en virtud de Real orden de 14 de Diciembre de 1848.
74 «Bandera coronela, fondo blanco, cruz de Borgoña; en los cuatro extremos de las
aspas un escudo con una granada bordada; en el centro de aquélla la cifra de Fer
nando VII, enlazada y adornada con laureles, teniendo encima de todo la inscrip
ción R E G I M I E N T O D E S A N T A F E ; de que se infiere perteneció al Cuerpo de la misma
denominación creado en la guerra de la Independencia; pero se ignora su adquisi
ción y más que á ella haga referencia.
32 «Bandera coronela, fondo blanco; en los cuatro ángulos un escudo, los dos con
las barras de Aragón y corona Real, y los otros figurando en el centro un aspa; sin
que se sepa su procedencia y origen.
58 «Bandera blanca con las armas Reales pintadas en una cara, y en la opuesta un
escudo con las propias del reino de Navarra, cuyo igual escudo se encuentra en los
cuatro ángulos, y en toda la circunferencia de la bandera la inscripción siguiente:
2.° R E G I M I E N T O D E I N F A N T E R Í A V O L U N T A R I O S D E N A V A R R A ; de lo que se infiere perte
Números
de las
banderas.
65 • «Bandera blanca con las armas Reales pintadas en una cara, y en la otra opuesta
un escudo con las propias de Navarra, contenidas entre dos laureles; en la misma
está pintada la cruz de Borgoña, y en sus cuatro extremos del reverso otro e s
cudo igual al anterior, sin laureles, y en ambas partes la inscripción 5.° R E G I
M I E N T O V O L U N T A R I O S D E N A V A R R A ; por lo que perteneció á la misma provincia y
época citada.
65 »Otra bandera igual á la que precede en los adornos, con sólo la diferencia de
tener en la inscripción 6.° R E G I M I E N T O en vez de 5.°; teniendo, por lo tanto, el mismo
origen que la anterior, aunque se ignora su historia particular.
25 «Bandera de batallón, con cuatro escudos en los extremos de las aspas de la cruz
de Borgoña, y en cada uno de ellos figurada una torre con dos leones al pie, y una
inscripción alrededor que dice: Н Е С E S T V I C T O R I A Q U A V I N C I T ; en el centro el lema
B A T A L L Ó N 2.° D E V I T O R I A N Ú M E R O 39; de lo que se infiere naturalmente perteneció al
Regimiento de la misma denominación creado en la guerra de la Independencia,
ignorándose todo lo demás que á ella haga relación.
48 «Bandera de Batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña, y en los dos ángulos opues
tos un escudo formado con palmas y laureles, y en el centro de él las barras de
Aragón, y en los otros dos siete coronas. No tiene inscripción alguna, y se ignora el
Cuerpo á que perteneció, así como su adquisición.
35 «Otra bandera de batallón: de fondo blanco, cuatro escudos pintados en los ángu
los de la cruz de Borgoña, con un castillo en medio y alrededor la inscripción que
dice: F I D E L Í S I M A Y E J E M P L A R T O R T O S A ; en el campo, con letras de oro, se lee el texto:
V O L U N T A R I O S D E T O R T O S A ; de lo que se deduce perteneció á la guerra de la Indepen
dencia y á alguno de los Cuerpos de su creación, ignorándose lo demás de su his
toria.
63 «Bandera de fondo blanco, con la cruz de Borgoña pintada de encarnado; en los
cuatro extremos de las aspas un escudo con corona Real, las barras de Aragón en
los dos y la torre de Castilla en los opuestos: en el centro el ave Fénix abrasándose
y pendiente del pico un lema que dice: P O R F E R N A N D O 7.°; de que se deduce perte
neció al tiempo de la guerra de la Independencia, aunque se ignora al Cuerpo á que
perteneció y su historia particular.
12 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña, cuatro escudos diferentes
en los extremos de las aspas y una inscripción que dice: R E G I M I E N T O D E I N F A N T E R Í A
D E G R A N A D A (1) Y 4.° D E L R E I N O D E M U R C I A . Se supone de la guerra de la Independen
Números
de las
banderas.
referencia.
49 «Bandera coronela, fondo blanco y cuatro escudos; en el primero se lee la ins-
cripción vascongada IRURAC B A T ; en el opuesto B A T A L L A D E T O L O S A , 10 D E ABRIL
D E 1814, siendo los otros dos iguales á los que preceden. En el campo la gran cruz
de Isabel la Católica, y alrededor las palabras siguientes: G U A C H I V E R D E L O M A T A N I S A -
G U A , G E N O Y , y en un rótulo la inscripción: l .
ER
B A T A L L Ó N LIGERO V O L U N T A R I O S D E A R A -
GÓN. Las inscripciones que contiene esta bandera hacen, sin duda, referencia á los
hechos de armas en que se ha distinguido el Batallón que la tremolaba en sus filas,
así en América como en Europa como en España, sin que pueda, no obstante, ase-
gurarse esta presunción, como se ignora la adquisición de aquélla.
10 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña, cuatro escudos en los
extremos de las aspas de aquélla figurando la portada de un castillo; pero se ignora
el Cuerpo á que perteneció y su historia particular.
54 «Bandera coronela: fondo blanco, armas Reales entrelazadas con palmas y laurel,
teniendo en una faja la inscripción siguiente: B A T A L L Ó N D E I N F A N T E R Í A L I G E R A D E
G A S T A D O R E S D E A R A G Ó N , adornando esta bandera cuatro escudos en los ángulos, con
las barras de aquel reino, que es su divisa; infiriéndose de todo que perteneció á la
guerra de la Independencia.
52 «Bandera de fondo blanco, armas de España bordadas en seda floja; dos cornetas
en los ángulos y las iniciales Y. O . R. E . , enlazadas unas en otras, cuyo significado
se ignora, así como su adquisición y Cuerpo á que perteneció.
26 «Bandera de batallón, fondo blanco y en los extremos de las aspas de la cruz de
Borgoña un águila imperial en fondo negro; en el campo la inscripción I M P E R I A L A L E -
J A N D R O . 2° B A T A L L Ó N . Fué creado después de la guerra de la Independencia en obse-
quio del Emperador de Rusia Alejandro, por haber sido uno de los Batallones de
prisioneros españoles que mandó Napoleón organizar para la guerra de Rusia y se
pasaron á esta potencia para tomar parte en la común defensa para derrocar á
aquel coloso. Dicho Regimiento vino á España mandado por el Coronel D. Alejan-
dro O'Donnell, cuyo Jefe lo organizó en los depósitos de prisioneros en Francia
consiguiente á órdenes del nombrado Emperador Napoleón.
38 «Bandera coronela, fondo blanco; en los cuatro ángulos un escudo con castillo y
la inscripción H O C E S T V I C T O R I A Q U E V I N C I T . En el campo el lema R E G I M I E N T O I N F A N -
T E R Í A D E V I T O R I A N Ú M E R O 39. Este Cuerpo fué disuelto como los demás del Ejército,
Y F E R N A N D O 7.°; 2. , M U R C I A N O S Á L A V I C T O R I A ; 3 . ,
a a
L A J U N T A D E M U R C I A , y 4. , 1 .
a E R
BATA-
LLÓN VOLUNTARIOS TIRADORES D E MURCIA. De ello se infiere perteneció á la guerra de
la Independencia, aunque se ignora todo lo demás que á esta bandera haga relación.
22 «Bandera fondo blanco: en el centro el símbolo de la Justicia; debajo dos leones
desgarrando un águila y la inscripción l . ER
BATALLÓN D E LOS PARDOS D E ARA-
GÓN, 1808. Esta época da bien á conocer el tiempo de su formación, así como el
Batallón á que servía de enseña; pero se ignora lo demás que á ella tenga relación.
«Coro.
62 »Bandera de navio: es de lana, tiene cuatro cuarteles, dos encarnados y dos con
una cruz roja en cada uno con bordes blancos é intermedios ó radios blancos y azu-
les. (De un navio inglés.) Esta bandera es otra de las entregadas por la Armería Real
en cambio de las que extrajo en virtud de Real orden de 14 de Diciembre de 1848.
«Estandarte ó bandera de torre, de gran dimensión, compuesto de los colores en-
carnado y amarillo. En toda su circunferencia se lee esta inscripción: V A L O R I N D E -
P E N D E N C I A , L E A L T A D , V E N G A N Z A . En el centro un escudo dividido en cuatro cuarteles,
barras de Aragón pintadas, un león, un castillo y una cruz encarnada, adornando
dicho escudo hojas de laurel, y en todo alrededor el lema siguiente: L A R E L I G I Ó N ,
E L R E Y Y L A P A T R I A ; coronando el todo una casa á la romana con un murciélago
Número
de las
banderas.
amarillo, unidos con cordón negro, fondo azul, corona Real, dos cañones figurados
al pie, tres pequeñas banderas, también figuradas, en cada uno de los costados, y en
el centro un caballo á escape. Se ignora su procedencia y cuanto á su historia per-
tenezca ( 1 ) .
realce con sedas de diferentes colores. Se halla en muy buen estado, con su asta y
lanza; las dos corbatas correspondientes, encarnada y amarilla, cordón y borla de
seda de los mismos colores en la parte superior.
2 «Otra bandera igual en un todo á la anterior yunainscripción alrededor del escudo
de armas con igual lema, sin más diferencia que la designación de 2.° batallón, en
vez de 1.°
3 «Bandera del tercer batallón del mismo Regimiento, en igual estado que la ante-
rior y la designación de tercer batallón en guarismo. Estas tres banderas fueron con-
ducidas y colocadas con suntuosidad religiosa en la referida iglesia el día 19 de N o -
viembre de 1857, en virtud de Real orden de 29 de Septiembre anterior, á presencia
(1) N o figurando catalogadas en este inventario, ni tampoco en los sucesivos, las banderas del Re-
gimiento de Zamora y Batallones Provinciales de Oviedo, Zamora, Segovia y Gijón, que por Real d e -
creto de 30 de Abril de 1846, debían colocarse «enrolladas y cubiertas con un velo negro» en la iglesia
de Atocha (Apéndice I, núm. 10), sospechamos no llegara á cumplirse en todas sus partes aquel s o b e -
rano mandato en lo que se refiere á dichas enseñas, que, según los documentos conservados en el ar-
chivo del Cuartel de Inválidos, habían de ser depositadas «en la Capilla del Santo Cristo de la Sangre
en la forma prevenida» y «luego que lleguen á esa Corte», como disponía una orden comunicada al C o -
ronel, Comandante del Establecimiento (ms. cit.). En 4 de Octubre de 1854 fueron devueltas á su pro-
vincia las banderas de los Batallones de provinciales de Oviedo y Gijón (Apéndice cit. núm. 17),
probando esto que las insignias ingresaron en Atocha, aunque no s e colocaran en aquella capilla; pero
tic las otras banderas ni existen noticias en el archivo del Cuerpo, ni sus paños s e conservan en el
museo.
(2) Esta adición está escrita con letra diferente y en papel distinto al empleado para la formación
de este Catálogo de 1849, y debió hacerse poco tiempo después de ingresar en Atocha las banderas
del Regimiento de Granaderos, indicándolo así la forma de estar redactada la noticia del ceremonial
realizado con tal motivo.
— 185 —
Números
de las
banderas.
del Cuerpo de Inválidos, formado con todos sus Jefes y Oficiales, asistencia de una
Compañía del Regimiento Infantería del Príncipe, uno de los que componen la guar-
nición de Madrid, con la música del mismo, que tocó himnos religiosos durante la
Misa solemne, que se celebró por el Capellán-Párroco interino del Cuerpo, y la Mar-
cha Real al tiempo de ser conducidas las insignias á los dos lados del altar mayor
por los Sres. Oficiales que las sostuvieron durante los divinos Oficios, juntamente
con las tres banderas que se describirán á continuación.
4 »En el referido día 19, con la solemnidad mencionada, se colocó en otro grupo,
al lado de la Epístola, en la pilastra cerca de la cornisa, una bandera española, casi
nueva, señalada con el número del margen, conteniendo en sus seis cuarteles leones,
torres, tres flores de lis y una granada; cruz de Borgoña, que figura salir por debajo
del escudo, y corona Real encima. En la circunferencia del escudo tiene la inscripción
de B A T A L L Ó N D E C A Z A D O R E S D E Á F R I C A N Ú M . l.° El todo bordado con sedas de colo-
res á realce; las dos corbatas con cordón y borlas de seda al extremo superior del
asta, en la que se le ha puesto una lanza de hoja de lata, por haberse recibido sin
ella. Este Batallón fué reformado por Real decreto de 31 de Octubre de 1854, á causa
de los acontecimientos de Zaragoza, y por el mismo se mandó depositar su bandera
en esta Real iglesia de Atocha.
5 »En el mismo día y acto religioso descrito anteriormente se colocó en el propio
grupo que la precedente otra bandera de la misma tela, formas, escudo, corbatas y
cordón que la anterior, con la inscripción en la circunferencia, que dice: B A T A L L Ó N
D E C A Z A D O R E S N Ú M . 2. Este Batallón tenía la denominación de Tarragona, mandado
disolver por Real orden de 28 de Agosto de 1854, y por la misma se mandó colocar
la indicada bandera en la capilla del Cuartel de Inválidos, donde queda en el grupo
antes indicado, con su asta y lanza.
6 «Formando parte del mencionado grupo se halla otra bandera, colocada en dicho
día 19 con la solemnidad que el acto requería, compuesta de los mismos cuarteles,
escudos y colores que las dos anteriores, solamente que en la circunferencia tiene la
inscripción siguiente: B A T A L L Ó N P R O V I N C I A L D E L A R E S E R V A N.° 34. Este Batallón
tenía además la denominación de Mallorca y, extinguidas las reservas por Real
orden de 1.° de Mayo de 1849, repetida en 4 de Noviembre de 1853, se mandó depo-
sitar en la capilla de este Cuartel de Inválidos con las demás banderas de guerra. Se
halla en el mejor estado, casi nueva, con dos corbatas sin fleco; asta forrada de ter-
ciopelo carmesí, sujeto con un galón de plata en espiral, y asegurada con tachuelas
del mismo metal, del que es igualmente el regatón, remate y lanza de la referida
asta.
- 186 —
Números
de las
banderas.
»En el presbiterio.
«Se encuentra una bandera ó estandarte encarnado, del que no se hace mención
en este inventario, el cual tiene en el centro un escudo bordado en oro y plata; pro-
cedente de Veracruz, y bajo el cual prestaban juramento los Virreyes, y la remitió
el General Prim.
«Tampoco se mencionan otras banderas que existen en los dos lados del altar
mayor, que son en número de nueve, sobre la puerta de la sacristía, y sobre éstas,
por debajo de la cornisa, tres estandartes de Caballería, formando grupo.
«Al lado opuesto, sobre la puerta que da salida al claustro, hay otras ocho ban-
deras, y encima de éstas se ven otras dos, con un estandarte de Caballería en medio
de ambas.
«Falta en este inventario la colocada en último lugar, junto al coro, con el lema
G E N E R A L Í S I M A . La 3 . descrita es la 5 . y viceversa.
a a
10 »La bandera que concuerda con la descripción que se hace en este lugar, es la
designada con el número 29 de colocación en el lado del Evangelio.
(1) Como manifiesta esta fecha, las notas que siguen se añadieron al Catálogo muchos años des-
pués de escrito el de 1849, y antes, sin duda, de hacerse el de 1879 (Apéndice IV).
— 187 —
Número.
«Existe la del segundo Batallón del Regimiento de Córdoba, que es la tremolada por el
General Prim en los Castillejos.»
APÉNDICE IV
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
Guardia Real á caballo. En el centro, las armas Reales bordadas á relieve de oro y
plata, menos los blasones, que son de seda en colores. En un lado, que abraza dos
terceras partes del escudo, se lee la inscripción siguiente: LA R E I N A C R I S T I N A A L O S
G R A N A D E R O S D E C A B A L L E R Í A D E L A G U A R D I A R E A L . Este estandarte, bordado por la
augusta mano de S. M. la Reina madre, fué entregado al citado Cuerpo como una
muestra de su aprecio á toda el arma que representaba aquel Cuerpo. Este estan-
darte está adornado con dos corbatas blancas con fleco de plata, ambas con siete
flores de lis á cada lado, bordadas, á realce de canutillo de oro; tiene además un
cordón rojo y blanco de seda, con borlas de gran tamaño, colocado todo en su
correspondiente asta con regatón y guardamano de metal dorado á fuego y moharra
de acero, con corona Real cincelada en su centro y sostenida por dos sables y dos
palmas de igual trabajo.
«Extinguida la Guardia por un decreto del Regente del Reino en 1842, fueron
entregados los estandartes de la misma al Inspector general de Caballería, al que le
fueron reclamados por el Excmo. Sr. Director del Cuerpo y Cuartel de Inválidos,
obteniendo el que va descrito por Real orden de 8 de Enero de 1843.
9 «Estandarte de damasco carmesí, bordado á realce de oro y plata, con orla y fleco
de este mismo metal; en el centro el escudo de las armas reales con trofeos y debajo
de éstos, en un círculo, el número 4; alrededor la inscripción siguiente: R E G I M I E N T O
C A B A L L E R Í A D E L I G E R O S . Al otro lado la efigie del glorioso mártir San Vicente, con
el 102 (Sol) y la luna á los costados y un lema que dice: R E G I M I E N T O C A B A L L E R Í A 4.°
D E L I G E R O S . F E R N A N D O 7.° l.° D E O C T U B R E D E 1823. Tiene cordón y corbata de la cruz
de San Fernando, y fué entregado por el regimiento Caballería de España número 9,
al Cuerpo de Inválidos en 31 de Octubre de 1848.
"Banderas.
Números
de las
banderas.
«En el centro bandera coronela, fondo blanco, escudo de armas Reales; al costado
de éstas dos leones á realce; cruz de Borgoña, en los cuatro extremos corona impe-
rial. Está bien conservada y no tiene inscripción.
1 y 2 »En el mismo grupo se hallan dos banderas de pequeño tamaño, de tela, sobre
fondo encarnado y fleco alrededor; las armas de España pintadas en una cara; en la
otra las de la corona de Aragón, y al pie la inscripción siguiente: C A B A L L E R O S C A D E -
T E S , QUE CON SU S O B R E S A L I E N T E APLICACIÓN ASPIRAN A SER Ú T I L E S Á LA P A T R I A Y L L E -
GAR A LA C U M B R E D E L HONOR. Se ignora quiénes fueron los cadetes que las usaron
y en qué tiempo, aunque se infiere sería en la guerra de la Indepe r e f r e í r , sin que
tampoco se sepa su adquisición.
«Encima del descrito grupo de banderas y estandartes hay otro, compuesto de
cinco de aquéllas, cuya descripción particular es como sigue:
39 y 40 «Dos banderas, iguales en un todo á las descritas en los números 15 y 31, con
las propias inscripciones, y, por lo tanto, pertenecen á la misma época.
73 «Bandera coronela sobre fondo blanco, escudo de armas Reales y cruz de Bor-
goña, teniendo á los cuatro extremos de sus aspas otro escudo, dividido en cuatro
cuarteles, y en cada uno de éstos la cruz correspondiente á las cuatro Órdenes milita-
res. Pendiente del escudo de armas otra cruz, con cuatro brazos azules, y en el centro
de ella, con orla laureada, la inscripción siguiente: T O L O S A 1.° D E A B R I L D E 1814; de
lo que se infiere que fué regalada esta bandera en conmemoración de la batalla ga-
nada por las armas españolas cerca de la ciudad de aquel nombre en Francia; pero
se ignora el Cuerpo á que perteneció, así como su adquisición.
17 «Bandera coronela sobre fondo blanco; en los cuatro ángulos opuestos las barras
de Aragón, dentro de un escudo con corona Real, y una inscripción que dice: S E -
G U N D A S E C C I Ó N , P R I M E R A L E G I Ó N ; de lo que se deduce perteneció á las legiones cata-
lanas formadas en la guerra de la Independencia; pero se ignoran los demás porme-
nores que aclaren su adquisición.
«En el centro de las cuatro antes descritas, bandera coronela, fondo blanco, con
escudo de armas, con un lema que no puede leerse por estar del revés (1); cruz de Bor-
goña, con dos escudos en cada extremo y corona encima.
«Sobre losgrupos de banderas y estandartes anteriormente descritos hay un estan-
darte encarnado, largo y cortado en puntas, con escudo de armas con corona y collar
del Toisón; á su lado las columnas de Hércules, bordado todo en oro y plata á realce.
Bajo este estandarte prestaban juramento de fidelidad los Virreyes de Méjico, cuando
aquellos dominios pertenecían á España, y fué remitido por el Excmo. Sr. Marqués
de los Castillejos al tomar posesión de Vera-Cruz en 1861, y entregado al Cuerpo
de Inválidos por Real orden de 18 de Noviembre de 1862, y fué colocado en el tem-
plo de Atocha en 29 del mismo mes.
«En la pilastra, y cerca de la cornisa, hay otro grupo de tres banderas, cuya des-
cripción es:
4 «A la izquierda, bandera de tres paños con los colores nacionales de seda, y con
Números
de las
banderas .
13
- 194 -
Números
de las
banderas.
«Por bajo de la anterior, Bandera española, coronela, con escudo y Cruz de Bor-
goña y el lema: R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A D E M U R C I A N Ú M . 37. 3 . B A T A L L Ó N .
E R
«En el costado izquierdo del mismo grupo, Bandera que tremoló en la tienda del
General O'DonelI, en la guerra de África.
>En el mismo lado y sobre el arco de la puerta que da salida al claustro y cerca
de la cornisa, grupo de dos Banderas y un estandarte.
»Á la derecha, Bandera de Batallón, fondo blanco, Cruz de Borgoña color anaran-
jado; en los extremos cuatro escudos bordados en sedas de colores, en fondo azul,
columnas, águilas y tres coronas, y sobre ellas corona Real.
«Á la izquierda del grupo, otra Bandera de Batallón, fondo blanco, cruz de Bor-
goña, con cuatro escudos en los ángulos.
«En el centro, estandarte pequeño, fondo encarnado, fleco y borlas de oro, escudo
de armas reales bordado en oro y plata á realce.
(1) Esta enseña, número 47 del Catálogo de 1900 (Apéndice VI), pasó al Museo de Infantería.
— 195 —
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
de sedas de colores amarillo, azul y encarnado, unidos con seda negra. No se sabe
el regimiento á que perteneció, ni la época de su adquisición.
»En el mismo lado del Evangelio, sobre la pilastra y cerca de la cornisa, se halla
un grupo de dos banderas, señaladas con los números 1 y 2.
»Las dos banderas son de batallón, procedentes del distinguido Regimiento de In-
fantería de Granaderos, reformado por Real decreto de 31 de Octubre de 1854, por
consecuencia de los acontecimientos de Zaragoza, cuya descripción es la siguiente:
^Primera. Bandera española, con tres paños encarnados y uno amarillo en me-
dio: en el centro las armas Reales, en forma circular, divididas en seis cuarteles, en
los que se ven dos torres, dos leones, tres flores de lis y una granada; cruz de Borgo-
ña y encima la corona Real, con una inscripción en la circunferencia que dice así:
REGIMIENTO INFANTERÍA D E GRANADEROS l . B A T A L L Ó N . El todo perfectamente bor-
E R
dado á realce con sedas de diferentes colores. Se halla en buen estado, con su asta,
lanza, las dos corbatas correspondientes encarnada y amarilla, cordón y borla de
seda de los mismos colores en la parte superior.
»Segunda. Bandera igual en un todo á la anterior, sin más diferencia que la desig-
nación de 2.° Batallón en vez de 1.°
»Estas dos banderas fueron conducidas y colocadas con suntuosidad religiosa en
esta iglesia el día 19 de Noviembre de 1857, en virtud de Real orden de 29 de Sep-
tiembre anterior, á presencia del Cuerpo de Inválidos, formado con todos sus Jefes
y Oficiales, asistencia de una Compañía del Regimiento Infantería del Príncipe, uno
de los Cuerpos que componían la guarnición de Madrid, con la música del mismo,
que tocó himnos religiosos durante la misa solemne, que se celebró por el Capellán-
párroco interino del Cuerpo, y la Marcha Real al tiempo de ser conducidas las insig-
nias á los dos lados del altar mayor por los Oficiales que las sostuvieron durante los
divinos Oficios.
»En el mismo lado, en el hueco, y sobre la portada de la sacristía, un grupo de
dos banderas, cuya descripción es la siguiente:
1 »La de la derecha, bandera de batallón, colores nacionales, escudo de armas en
el centro con corona y cruz pequeña de Borgoña, todo bordado en sedas de colores,
y un lema que dice: B A T A L L Ó N C A Z A D O R E S N.° 10. S e recibió esta bandera, bastante
estropeada, en 22 de Noviembre de 1871.
2 »La de la izquierda, bandera coronela, colores nacionales, escudo de armas con
corona y cruz de Borgoña en el centro, bordado en sedas de colores, con el lema:
R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A N.° 40, 2.° B A T A L L Ó N . Perteneció al Regimiento de Málaga, y
se recibió muy estropeada.
»Al costado derecho de este grupo, estandarte ó bandera de torre de gran dimen-
sión, compuesta de los colores encarnado y amarillo: en su circunferencia se lee la
inscripción siguiente: V A L O R , I N D E P E N D E N C I A , L E A L T A D , V E N G A N Z A . En el centro un
escudo, dividido en cuatro cuarteles, con las armas de Aragón pintadas, un león, un
castillo y una cruz encarnada, adornando dicho escudo hojas de laurel y alrededor
el siguiente lema: LA R E L I G I Ó N , E L R E Y Y L A P A T R I A , coronando el todo una casa á la
romana con murciélago encima; de lo que se infiere perteneció á alguno de los
- 197 —
Números
de las
banderas.
«En la cornisa, al lado de la Epístola, desde el altar mayor al coro, existen, por el
orden de numeración del margen, las banderas siguientes:
19 «Bandera de batallón, con cuatro escudos en los extremos de la cruz de Borgoña,
figurando dos castillos y dos portadas, con la inscripción C I U D A D - R O D R I G O , B A T A L L Ó N
N.° 2; ignorándose todo lo demás que á esta bandera haga relación.
46 «Bandera española de tres paños, encarnado, amarillo y blanco; en medio la efigie
de San Vicente Ferrer, con la inscripción T Í M E T E D E U M E T D A T E I L L I . Se ignora su
origen y procedencia, pero por la imagen, que invocan los valencianos, se deja cono-
cer perteneció á alguno de los Cuerpos de aquel reino en la guerra de la Indepen-
dencia.
«Bandera coronela, fondo blanco, cruz de Borgoña, con escudo de armas en el
centro y cuatro escudos en los extremos con coronas.
26 «Bandera de batallón en fondo blanco, y en los extremos de la cruz de Borgoña
un escudo figurando una portada sobre campo azul; ignorándose todo lo demás.
27 «Bandera de tafetán en fondo azul y cruz de Borgoña nudosa y amarilla; en sus
ángulos radios flamantes amarillos, blancos y azules. Esta bandera es austríaca y
una de las entregadas por la Armería Real, en cambio de las que extrajo en virtud
de Real orden de 14 de Diciembre de 1848 (de los pequeños Walones).
4 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña y en un escudo al extremo
de las cuatro aspas el lema: B A T A L L Ó N D E T O L O S A , 10 D E A B R I L D E 1814. De cuya
inscripción se infiere que sería entregada á alguno de los Cuerpos que más se dis-
tinguieron en la batalla que se dio cerca de esa ciudad en Francia, en la época de
la guerra de la Independencia á que se refiere.
— 198
Números
de las
banderas.
60 «Otra iguala las dos que preceden, con la inscripción: 3 . " REGIMIENTO en vez
de 2.°
65 «Bandera blanca, con las armas Reales pintadas en una cara y en la opuesta un
escudo con las de Navarra entre dos laureles; cruz de Borgoña; en sus cuatro extre
mos escudos sin laureles y en ambas partes la inscripción: 5.° R E G I M I E N T O V O L U N
T A R I O S D E N A V A R R A , de la misma época que las anteriores.
Números
de las
banderas.
RÍA N.° 39, de lo que se infiere perteneció á este Cuerpo, creado en la guerra de la
Independencia; ignorándose todo lo demás que á ella haga relación.
48 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña; en dos ángulos un escudo
formado con palmas y laureles y en el centro las barras de Aragón, y en los otros
dos siete coronas. No tiene inscripción alguna y se ignora el Cuerpo á que pertene-
ció, así como su adquisición.
35 «Bandera también de batallón, fondo blanco, cuatro escudos pintados en los
ángulos de la cruz de Borgoña, con un castillo en medio y alrededor la inscripción
F I D E L Í S I M A Y E J E M P L A R T O R T O S A : en el campo, con letras de oro, se lee: V O L U N T A R I O S
D E T O R T O S A ; de lo que se deduce perteneció á la guerra de la Independencia, igno-
rándose su historia.
63 «Bandera de fondo blanco, con la cruz de Borgoña encarnada: en los cuatro extre-
mos de. las aspas un escudo con corona Real, las barras de Aragón en dos y la torre
de Castilla en los opuestos; en el centro el ave Fénix abrasándose y pendiente del pico
el lema: P O R F E R N A N D O 7.°, de que se deduce perteneció al tiempo de la guerra de
la Independencia, aunque se ignora el Cuerpo á que perteneció y su historia.
12 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña, cuatro escudos diferentes
en los extremos de las aspas y la inscripción R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A D E G R A N A D A Y
4.° D E L R E I N O D E M U R C I A . Se supone de la guerra de la Independencia por otro lema
que dice: L O S M U R C I A N O S P O R L A R E L I G I Ó N , P A T R I A Y F . ° 7.°, ignorándose lo demás que á
esta bandera haga referencia.
49 «Bandera coronela, fondo blanco y cuatro escudos; en dos de ellos se lee la ins-
cripción vascongada: I R U R A C - B A T ; en los otros dos, B A T A L L Ó N D E T O L O S A , 10 D E
A B R I L D E 1814. En el campo, la gran cruz de Isabel la Católica y alrededor G U A C H I ,
V E R D E L O M A , T A N I S A G U A , G E N O Y ; en OtlO rótulo l .
ER
B A T A L L Ó N LIGERO V O L U N T A R I O S D E
A R A G Ó N . Las inscripciones que contiene esta bandera hacen sin duda expresión á los
hechos de armas en que se ha distinguido el Batallón que la tremolaba en sus filas,
así en América como en Europa y en particular en España, sin que pueda asegurar-
se esta presunción, como se ignora la adquisición. (Rota.)
10 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña, cuatro escudos en los ex-
tremos de las aspas, figurando la portada de un castillo; pero se ignora el Cuerpo á
que perteneció y su historia particular.
54 «Bandera coronela, fondo blanco, armas Reales entrelazadas con palmas y laurel
teniendo en una faja la inscripción B A T A L L Ó N D E I N F A N T E R Í A L I G E R A D E G A S T A D O R E S
D E A R A G Ó N ; adornando esta bandera cuatro escudos en los ángulos con las armas
de aquel reino; infiriéndose de todo que perteneció á la guerra de la Independencia.
52 «Bandera de fondo blanco, armas de España bordadas en seda floja, dos cornetas
en los ángulos y las iniciales Y. O. R. E., enlazadas unas con otras, cuyo significado se
ignora, así como su adquisición y Cuerpo á que perteneció.
26 «Bandera de batallón, fondo blanco, y en los extremos de las aspas de la cruz de
Borgoña un águila imperial en fondo negro; en el campo la inscripción: I M P E R I A L
A L E J A N D R O , 2.° B A T A L L Ó N . Fué creado después de la guerra de la Independencia, en
obsequio del Emperador de Rusia Alejandro, por haber sido uno de los Batallones
- 200 -
Números
de las
banderas.
N A N D O 7.°; 2. ,
A
M U R C I A N O S , Á L A V I C T O R I A ; 3. , A
L A J U N T A D E M U R C I A , y 4. ,
A
I ER
BATA-
LLÓN VOLUNTARIOS TIRADORES D E MURCIA. De ello se infiere perteneció á la guerra de
la Independencia, ignorándoss todo lo demás que á esta bandera haga relación.
22 «Bandera fondo blanco; en el centro el símbolo de la Justicia, debajo dos leones
desgarrando un águila, y la inscripción, l. B A T A L L Ó N D E L O S P A R D O S D E A R A G Ó N , 1808.
ER
Esta época da bien á conocer el tiempo de su formación, así como el Batallón á que
servía de enseña; pero se ignora lo demás que á esta bandera se refiere.
«En la cornisa, al lado del Evangelio, desde el altar mayor al coro, existen, por el
orden que se expresan, las siguientes:
62 «Bandera de gran dimensión, de gro blanco, pintada en el centro la imagen de la
Virgen, con diferentes trofeos, así militares como artísticos y astronómicos, una
greca alrededor y la inscripción: C O N S P I R A N C O N ARDOR Á C O M P E T E N C I A P O R L A F E ,
P O R F E R N A N D O Y P O R V A L E N C I A . De donde se infiere perteneció á este reino en la
guerra de la Independencia, pero se ignora todo lo demás que á su historia haga
relación.
5 «Bandera de tres paños, encarnado, blanco y azul, en ellos pintada la imagen de
San José con el niño, y un ángel con una sierra; debajo la inscripción V O Y C O N V O S -
O T R O S . Se ignora todo lo demás que á esta bandera se refiere.
- 201 —
Números
de las
banderas.
47 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña y en los extremos de las cua-
tro aspas un escudo figurando las columnas de Hércules y los dos mundos, y la ins-
cripción 2." D E A M É R I C A , I N F A N T E R Í A D E L Í N E A . Se infiere que perteneció á este Cuerpo
en la guerra de la Independencia, pero se ignora su adquisición. Se halla bastante
deteriorada.
3 «Bandera coronela, sin inscripción alguna, fondo blanco, armas Reales y cruz de
Borgoña, y en el remate de las cuatro aspas hay un escudo que figura un puente
doble con una cabeza en el centro: de que se infiere pudo pertenecer á la ciudad
ó provincia de Segovia, que usa estas armas; pero se ignora su adquisición.
28 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña, y en los cuatro ángulos un
escudo con las barras de Aragón, y en el campo la inscripción I N F A N T E R Í A L I G E R A
C A Z A D O R E S D E C A T A L U Ñ A . Esta inscripción marca la provincia á que perteneció el
Batallón que la usaba; pero se ignora su época y adquisición.
50 «Bandera de batallón, fondo blanco; cuatro escudos iguales en los ángulos con
una cruz en el campo y la inscripción S A B O Y A , 5.° D E L Í N E A : ignorándose su adquisi-
ción, con todo lo demás que haga referencia á esta bandera.
53 «Bandera coronela, fondo blanco, armas Reales y una faja figurando lazo, y ej
lema V O L U N T A R I O S D E M Á L A G A . En dos ángulos una imagen con corona y cetro y un
niño rey á los pies, y en los otros dos un escudo con una parte de fortificación anti-
gua á un lado, y en el centro las iniciales T . M. bordadas en seda negra, cuyas letras
pueden significar Tiradores de Málaga; ignorándose todo lo demás que á su his-
toria pueda tener relación.
30 «Bandera de Batallón, fondo blanco cuatro escudos iguales en las aspas de la cruz
de Borgoña, figurando un manto Real coronado, y tres flores de lis bordadas en seda
amarilla en el centro del escudo. Se ignora el Cuerpo á que pudo pertenecer, así
como su adquisición.
51 «Bandera coronela, fondo blanco, con dos leones sosteniendo el escudo de las
armas Reales: en los ángulos otros escudos con Santiago á caballo y una bandera
en la mano; tiene la banda de Carlos III en la circunferencia de la cruz y la inscrip-
ción V I R T U D Y M É R I T O . No se sabe el Cuerpo á que pudo pertenecer ni su época y
adquisición. (Rota.)
8 «Bandera coronela, fondo blanco, con dos leones que sostienen las armas Reales:
en los cuatro ángulos un escudo con una llave bordada en seda blanca y la inscripción
que dice: P E R P E T U A M E M O R I A D E L O S H O M B R E S , C O N Q U I S T A D E S A N F E R N A N D O . N O se
sabe la época á que hace referencia ni lo que á esta bandera se refiera. (Rota.)
32 «Bandera de fondo blanco, con un escudo de armas coronado: tiene las letras M . T.
(María Teresa): las cuatro divisiones que la rodean tienen un león, un águila, una
cruz blanca doble sobre corona dorada en monte verde y, por último, tres barras do-
radas y otras tres azules oblicuas. En un lado del escudo hay una palma, en el
otro un ramo de laurel. Las iniciales M. T . y el escudo de la casa de Austria y de Lo-
rena indican bastante su procedencia. Esta bandera es una de las entregadas por la
Armería Real en cambio de las que extrajo en virtud de Real orden de 1 4 de Diciem-
brede 1848. (Rota.)
- 202 -
Números
de las
banderas.
C A Y A ; sosteniendo este lema dos palmas enlazadas: en los cuatro ángulos un escudo
igual, figurando un león que tiene sostenido el emblema de una cruz, con dos zorras
al pie de ella. Se cree pertenece á la guerra de la Independencia, pero se ignora su
adquisición.
21 «Bandera sobre fondo blanco; un escudo en medio con diferentes trofeos; en los
cuatro ángulos un escudo con un árbol bordado y dos zorras al pie de cada uno y
la inscripción 3 B A T A L L Ó N D E V I Z C A Y A ; ignorándose todo lo demás que á esta ban-
E R
Números
de las
banderas.
las aspas un escudo con una granada bordada; en el centro de ésta la cifra F . 7.°, y
adornada con laureles, teniendo encima de todo la inscripción: R E G I M I E N T O D E S A N T A
FE; de que se infiere perteneció al Cuerpo de la misma denominación creado en la
guerra de la Independencia; pero se ignora su adquisición y más que á ella haga
referencia.
44 «Bandera de batallón, fondo blanco, y en los ángulos de la cruz de Borgoña cuatro
escudos iguales con la inscripción V A L E N Z A I N , 1808. De igual procedencia que la
descrita en el décimo lugar de la Epístola, ignorándose su adquisición.
70 «Bandera de lienzo blanco; en el centro un escudo en campo azul, y en él pintado
un pórtico con tres columnas, cuatro banderas, dos azules y dos encarnadas, que
le sirven de adorno; en una cara la inscripción: P O R L A R E L I G I Ó N , P O R E L R E Y Y P O R L A
P A T R I A ; en la otra: C I U D A D - R O D R I G O ; de que se infiere perteneció á alguno de los
Cuerpos de aquella provincia en la guerra de la Independencia; pero se ignora su
adquisición y demás que le concierna.
71 «Bandera igual á la anterior; advirtiendo que ambas tienen dos corbatas de tela
de cáñamo, blanca y encarnada.
77 «Bandera encarnada, con la cruz de Borgoña en fondo blanco; en el remate de las
cuatro aspas de la cruz un escudo, figurando la mar en su campo, una parte de mu-
ralla con torres y almenas, y alrededor flechas y arcos bordados; en el centro de la
cruz la cifra de F . 7.°, y encima la inscripción R E G I M I E N T O D E M I L I C I A S U R B A N A S D E
M Á L A G A ; sin que otra cosa se sepa de su historia.
Al final de
D E O R E G E T P A T R I A P U G N A T U R I S U P F E L I C I S I M U S CAROLI IV " A U S P I C I S E R E G E R E .
Números
de las
banderas.
una cruz, que abraza los cuatro ángulos, de color amarillo y encarnado; en el centro
un escudo, que contiene una torre antigua, un barco, un león rampante, una cadena
rota, y encima de todo un ramo de laurel y un sable. Se ignora su época y Cuerpo á
que perteneció, así como su adquisición.
«Bandera de tres colores encarnado, blanco y amarillo; tiene una imagen en el
centro y encima el lema G E N E R A L Í S I M A .
»En esta capilla, y bastante estropeada, existe la bandera del segundo Batallón del
Regimiento Infantería de Córdoba, que fué la que en África tremoló el General Prim
en la batalla de los Castillejos. (Se cree existe en el Mausoleo de Prim y haber sido
encerrada al cubrirlo de tablas durante las obras de la iglesia de Atocha) (1).
«Bandera de batallón, fondo azul, cruz de Borgoña encarnada; en un ángulo
escudo con las barras de Aragón y corona Real encima, y en el opuesto otro con las
cifras enlazadas c. v. v. A . y corona Real encima, bordada en plata.
«Bandera nacional con el lema B A T A L L Ó N P R O V I N C I A L D E M O N F O R T E N.° 61.
«Bandera colores nacionales; por un lado, bordada en seda floja la imagen del
Crucificado, y por otro la de la Virgen. No tiene lema alguno» (2).
A ñ o de 1889.—Catálogo de l a s b a n d e r a s , e s t a n d a r t e s y p e n d o n e s q u e e s t u -
v i e r o n d e p o s i t a d o s e n e l s a n t u a r i o de N u e s t r a S e ñ o r a de A t o c h a , á c a r g o
y cuidado del Cuerpo de I n v á l i d o s , c o n u n a b r e v e r e s e ñ a h i s t ó r i c a (1).
Niimeros
de las
batideras.
1 «Estandarte de damasco rojo con fleco de plata alrededor y las armas Reales
rodeadas de trofeos militares, bordado todo de realce en oro y plata, con la inscrip-
ción S E A U N ILLIS A B U A N S A P O M P A T R I V I P I L I . Es presumible que este estandarte
perteneciera al Regimiento de Almansa. (Está en el templo de Nuestra Señora de
Atocha, según consta en la relación adjunta.)
2 «Estandarte fondo azul, bordado á realce, con las armas Reales bordadas en seda,
oro y plata, y sin inscripción que pueda hacer se conozca á qué cuerpo ha perte-
necido.
(1) En el verso de la cubierta se encuentra esta nota, de letra diferente á la del manuscrito: «Por or-
den del Ministerio Regente del Reino de 12 de Enero de 1875 fué devuelto el pendón de Castilla al
Regimiento del Rey núm. 1, recibiéndolo el Capitán de la tercera Compañía del segundo Batallón,
D. Francisco Almicén, en 13 de dicho mes y año.»
Este inventario fué el primero que se formó por el Cuerpo de Inválidos después de establecerse en
su actual cuartel, donde colocó las banderas y estandartes que antes s e hallaban en la Iglesia de
Atocha.
— 206 —
Números
de las
banderas.
3 «Estandarte fondo rojo, con una greca bordada de plata alrededor, con fleco del
mismo metal, con cuatro flores de lis de plata en el campo, y en el centro, por un
lado, las armas Reales bordadas á realce en sedas, oro y plata, y por el otro un
escudo de San Miguel con la efigie de este santo, teniendo á sus pies el ángel malo.
Se ignora su procedencia y el Regimiento á que ha pertenecido.
4 «Estandarte rojo con fleco, bordados y trofeos militares, lo mismo que el anterior;
por un lado, en el centro, las armas Reales, y por el otro un escudo en el que campea
el ave Fénix, encimado con corona Real y rodeado de trofeos militares, teniendo por
bajo una inscripción latina bastante borrada, pero, que sin embargo, puede compren-
derse y dice: P R I U S F L A M E S C O M B U S T A , C U A N A R M I S V I C T A . N U M A N T I A ; de donde puede
inferirse que perteneció al Regimiento Caballería de esta denominación. (Está en el
templo de Atocha.)
5 «Estandarte de damasco rojo con una greca alrededor y fleco de plata; en el
campo cuatro flores de lis bordadas del mismo metal, y en el centro y por un lado
las armas Reales en sedas, oro y plata, y por el otro la efigie de San Miguel y el
ángel malo á sus pies. Se ignora su procedencia.
6 «Estandarte de iguales colores y circunstancias que el anterior.
7 «Estandarte en todo lo mismo que los anteriormente designados con los números
5 y 6, teniendo la única diferencia de ser el dibujo de las flores de lis mucho más
antiguo que el de los anteriores; pudiendo inferirse por esta circunstancia que es de
época anterior á la guerra de la Independencia.
8 «Estandarte procedente de la extinguida Guardia Real, fondo en damasco rojo,
bordado á realce en oro y plata por ambos lados; alrededor le adorna una cenefa de
palmas y laureles, con un fleco de canelón y canutillo de plata de más de tres dedos
de ancho; en cada uno de sus cuatro ángulos una flor de lis bordada en oro mate, y
encima de cada una de ellas la alegoría correspondiente á los Regimientos de Grana-
deros, Coraceros, Lanceros y Cazadores, de que se componía la Brigada de la Guar-
dia Real á caballo. En el centro las armas Reales bordadas á relieve, de oro y plata,
menos los blasones que son de seda de colores. En un lado, que abraza dos terceras
partes del escudo, se lee la inscripción siguiente: L A R E I N A C R I S T I N A Á L O S G R A N A D E -
R O S D E C A B A L L E R Í A D E L A G U A R D I A R E A L . Este estandarte, bordado por la augusta
mano de S. M. la Reina madre, fué entregado al citado Cuerpo como una muestra de
su aprecio á toda el arma que representaba aquél. Este estandarte está adornado
con dos corbatas blancas, con fleco de plata, ambas con siete flores de lis á cada
lado, bordadas á realce, de canutillo de oro; tiene además un cordón rojo y blanco
de seda con borlas de gran tamaño, colocado todo en su correspondiente asta, con
regatón y guardamano de metal dorado á fuego, y moharra de acero con corona
Real, cincelada en su centro y sostenida por dos sables y dos palmas de igual trabajo.
9 «Estandarte de damasco carmesí, bordado á realce de oro y plata, con orla y fleco
de este mismo metal: en el centro el escudo de las armas Reales, con trofeos, y debajo
de éstos, en un círculo el número 4, y alrededor la siguiente inscripción: R E G I M I E N T O
D E C A B A L L E R Í A D E L I G E R O S ; al otro lado la efigie del glorioso mártir San Vicente, con el
sol y la luna á los costados, y un lema que dice: R E G I M I E N T O C A B A L L E R Í A 4.° D E L I G E -
— 207 —
Números
de las
banderas.
ROS. FERNANDO 7.° l.° D E O C T U B R E D E 1823. Tiene cordón y corbata de la cruz de San
Fernando, y fué entregado por el Regimiento Caballería de España número 9. (Está en
el templo de Nuestra Señora de Atocha, según consta en la relación que se adjunta.)
10 «Bandera coronela, fondo blanco, escudo de armas, y á su pie, entrelazados, dos
fusiles, y en los cuatro ángulos un escudo con las barras de Aragón; encima de la
corona Real del escudo del centro se halla una inscripción abreviada que dice 1. L E - a
GIÓN; de que se deduce perteneció á las que en Cataluña se crearon durante la gue-
rra de la Independencia.
11 «Bandera coronela, fondo blanco; cuatro escudos en los ángulos, figurando el mar
y una fortaleza, y un lema que dice: R E G I M I E N T O D E M I L I C I A S U R B A N A S D E M Á L A G A . Se
cree perteneció á la guerra de la Independencia.
12 «Bandera de batallón, fondo blanco; cinco escudos en la cruz de Borgoña, y en el
del centro la imagen de la Virgen; en los ángulos cuatro efigies de santos y en el
campo un lema que dice: M U R V I E D R O . T E R C I O S A G U N T I N O . Otro lema alrededor de una
cruz, con las palabras V I V A L A F E Y P O R E L L A M U R A M O S ; deduciéndose perteneció á la
guerra de la Independencia.
13 «Bandera igual en un todo a l a anterior, y por lo tanto, pertenece a l a misma época.
14 «Bandera coronela, fondo blanco; escudo de armas Reales; al costado de éste dos
leones bordados á realce, cruz de Borgoña, y en los cuatro extremos corona im-
perial.
15 «Bandera de pequeño tamaño, de tela, sobre fondo encarnado y fleco alrededor;
las armas de España pintadas en una cara; en la otra las de la corona de Aragón, y
al pie la inscripción siguiente: C A B A L L E R O S C A D E T E S , Q U E CON S U S O B R E S A L I E N T E A P L I -
C A C I Ó N A S P I R A N Á S E R Ú T I L E S Á L A P A T R I A Y L L E G A R Á L A C U M B R E D E L H O N O R . Se ignora
quiénes fueron los Cadetes que la usaron y en qué tiempo, aunque se infiere sería en
la guerra de la Independencia.
16 «Bandera idéntica en un todo á la anterior.
17 «Bandera en un todo á la descrita en el número 12.
18 «Bandera en un todo á la anterior.
19 «Bandera coronela sobre fondo blanco, escudo de armas Reales y cruz de Bor-
goña, teniendo á l o s cuatro extremos de sus aspas otro escudo, dividido en cuatro
cuarteles, y en cada uno de éstos la cruz correspondiente á las cuatro Órdenes mili-
tares. Pendiente del escudo de armas hay otra cruz con cuatro brazos azules, y en el
centro de ella, con orla laureada, la inscripción siguiente: T O L O S A 1.° D E A B R I L D E 1814;
de lo que se infiere fué regalada esta bandera en conmemoración de la batalla ganada
por las armas españolas cerca de la ciudad de aquel nombre en Francia; pero se
ignora el Cuerpo á que perteneció.
20 «Bandera coronela, fondo blanco; en los cuatro ángulos las barras de Aragón, den-
tro de un escudo con corona Real, y una inscripción que dice: S E G U N D A S E C C I Ó N 1. L E - a
Números
de las
banderas.
Números
de las
banderas.
32. «Bandera pendón de Castilla, que fué regalado al Regimiento Infantería del Rey
en 1831; fondo morado, grande escudo de armas con corona bordada en seda de
colores, cruz de Borgoña, escudo coronado en los extremos y castillos en el centro
de ellos, todo bordado en seda de colores; pendiente de ellos hay una cruz pequeña
y en su centro, en dos de ellos, un lema que dice: P O R F E R N A N D O 7.° y en los otros
dos: P O R T U G A L , 1808. Perteneció al regimiento Infantería del Rey, número 1, primer
Batallón, y fué depositada en el templo de Atocha en Diciembre de 1871. (Está
en el templo de Atocha) (1).
33 «Bandera amarilla, con escudo y lema en seda negra que dice: REGIMIENTO INFAN-
TERÍA DE CEUTA, l. ER
BATALLÓN.
I N F A N T E R Í A D E M U R C I A , N . ° 37 3 . E R
BATALLÓN.
(1) Al margen de esta descripción hay una nota que dice así: «De orden del Ministerio., Regencia
del Reino fué devuelto esté pendón al regimiento infantería del Rey, en 12 de Enero de 1875.»
14
— 210 —
Números
de las
banderas.
un escudo, en la misma forma que los del centro, y una torre en medio. Se ignora el
Regimiento á que perteneció.
57 «Bandera coronela sobre fondo blanco, cruz de Borgoña, además de las armas
Reales, y en los extremos un escudo con las barras de Aragón. Encima de la corona
que cubre cada uno de los escudos se halla un murciélago en fondo negro; de que
se deduce que dicha bandera perteneció á alguno de los Cuerpos del reino de
Valencia, que lo tiene en sus armas.
58 «Bandera coronela, fondo azul y encarnado, armas de España sostenidas por dos
leones, formados una y otros con retales de seda de colores amarillo, azul y encar-
nado, y unidos con seda negra. Se ignora su procedencia. ( S e halla en el templo de
Atocha.)
59 «Bandera española de tres paños, encarnado y amarillo en el centro; las armas
Reales en forma circular, divididas en seis cuarteles, en los que se ven torres, leones,
flores de lis y una granada; cruz de Borgoña y encima la corona Real, con una ins-
cripción que dice: R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A D E G R A N A D E R O S l . B O N . (Se halla en el
ER
templo de Atocha.)
60 «Bandera igual en un todo á la anterior, sin más diferencia que la designación de
ser 2.° Batallón, en vez de 1.° Estas dos banderas de batallón proceden del extin-
guido Regimiento que se expresa, reformado por Real decreto de 31 de Octubre
de 1854 y se hallan en la actualidad en el templo de Atocha.
61 «Bandera de batallón con los colores nacionales, escudo de armas, con corona y
pequeña cruz de Borgoña, todo bordado en seda de colores, y un lema que dice:
B A T A L L Ó N C A Z A D O R E S N . ° 10.
62 «Bandera coronela, colores nacionales, igual á la anterior, con un lema que dice:
REGIMIENTO INFANTERÍA N.° 40-2.° B A T A L L Ó N .
63 «Estandarte ó bandera de torre; es de gran dimensión, de los colores encarnado
y amarillo, en su circunferencia se lee la inscripción siguiente: V A L O R , I N D E P E N D E N -
CIA, L E A L T A D , V E N G A N Z A . En el centro un escudo dividido en cuatro cuarteles, con
las barras de Aragón pintadas, un león, un castillo y una cruz encarnada, adornando
dicho escudo hojas de laurel y alrededor el siguiente lema: L A R E L I G I Ó N , E L R E Y Y L A
P A T R I A ; coronando el todo una casa á la romana con murciélago encima; de lo que se
infiere perteneció á alguno de los batallones creados en el reino de Valencia en la
época de la guerra de la Independencia.
64 «Bandera coronela, fondo blanco; escudo de armas Reales en el centro, bordado
en seda de colores; cruz de Borgoña con corona en los extremos. (Está en el templo
de Nuestra Señora de Atocha, según consta en la relación adjunta.)
65 «Bandera de batallón, con cruz de Borgoña y coronas en los extremos.
66 «Estandarte fondo blanco; en el centro escudo de armas con corona Real bordada
en oro y plata en fondo encarnado; en los extremos dos borlas.
67 «Estandarte encarnado, con escudo de armas Reales, Toisón de oro y banda de
Carlos III; sobre la corona un letrero que dice: V O L U N T A R I O S D E C A B A L L E R Í A D E T R U -
J I L L O . En el lado opuesto las armas de aquella ciudad y el lema P R O F I D E P A T R I A E T
R E G E , y en las dos puntas la letra K.
Números
de las
banderas.
69 «Otro estandarte igual en un todo al anterior, con la sola diferencia de ser las
borlas amarillas.
70 «Bandera de batallón, con cuatro escudos en los extremos de la cruz de Borgoña,
figurando dos castillos y dos portadas, con la inscripción C I U D A D R O D R I G O , B A T A
L L Ó N N.° 2.
Números
de las
banderas.
de 2.°
83 «Bandera blanca, con las armas Reales pintadas en una cara, y en la opuesta un
escudo con las de Navarra entre dos laureles; cruz de Borgoña; en sus cuatro extre-
mos escudos sin laureles, y en ambas partes la inscripción 5.° R E G I M I E N T O V O L U N T A -
RIOS D E N A V A R R A .
Números
de las
banderas.
Virgen con diferentes trofeos militares artísticos y astronómicos. Una greca alrede-
dor, y la inscripción C O N S P I R A N C O N ARDOR Á C O M P E T E N C I A , P O R L A F E , P O R F E R N A N D O
Y P O R V A L E N C I A ; de donde se infiere procede de la guerra de la Independencia.
102 «Bandera de tres paños, encarnado blanco y amarillo; en ellos pintada la imagen
de San José con el niño y un ángel con una sierra; debajo la inscripción VOY CON
V O S O T R O S . Se ignora su procedencia.
103 «Bandera de batallón fondo blanco; cruz de Borgoña, y en los extremos de las
aspas un escudo, figurando las columnas de Hércules y los dos mundos, y la inscrip-
ción 2.° D E A M É R I C A I N F A N T E R Í A D E L Í N E A . Se cree perteneció á este Cuerpo en la gue-
rra de la Independencia.
104 «Bandera coronela sin inscripción alguna, fondo blanco, armas Reales y cruz de
Borgoña, y en el remate de las aspas un escudo, que figura un puente doble, con una
cabeza en el centro, de que se infiere pudo pertenecer á la ciudad ó provincia de
Segovia, ignorándose todo lo demás. (Remitida en 27 de Abril de 1880 al Ministerio
de la Guerra.)
105 «Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña, y en los cuatro ángulos un
escudo con las barras de Aragón, y en el campo la inscripción I N F A N T E R Í A L I G E R A ,
C A Z A D O R E S D E C A T A L U Ñ A . Se ignora su procedencia.
106 «Bandera de batallón, fondo blanco; cuatro escudos iguales en los ángulos con
una cruz en el campo y la inscripción S A B O Y A 5.° D E L Í N E A . Se ignora todo lo refe-
rente á esta bandera.
107 «Bandera coronela, fondo blanco, armas Reales y una faja figurando lazo, y el
lema V O L U N T A R I O S D E M Á L A G A . En dos ángulos una imagen con corona y cetro y un
niño rey á los pies, y á los otros dos un escudo con una parte de fortificación anti-
gua á un lado y en el centro las iniciales T . M., bordadas en seda negra; ignorándose
su procedencia.
108 «Bandera de batallón fondo blanco; cuatro escudos iguales en las aspas de la cruz
de Borgoña, figurando un manto Real coronado, y tres flores de lis bordadas en seda
amarilla en el centro del escudo. Se ignora su procedencia.
109 «Bandera coronela, fondo blanco, con dos leones sosteniendo el escudo de las
armas Reales; en los ángulos otros escudos con Santiago á caballo y una bandera
en la mano; tiene la banda de Carlos III en la circunferencia de la cruz, y la inscrip-
ción V I R T U D Y M É R I T O . Se ignora el Cuerpo á que perteneció.
110 «Bandera coronela, fondo blanco, con dos leones que sostienen las armas Reales;
en los cuatro ángulos un escudo con una llave bordada en seda blanca y la inscrip-
ción P E R P E T U A M E M O R I A D E L O S H O M B R E S C O N Q U I S T A D E S A N F E R N A N D O . Se ignora su
procedencia.
111 «Bandera coronela, fondo blanco, con un escudo de armas coronado; tiene las
letras M. T . (María Teresa); las cuatro divisiones que la rodean tienen un león, un
águila, una cruz blanca doble sobre corona dorada en monte verde, y por último >
tres barras doradas y otras tantas azules oblicuas. En un lado del escudo hay una
palma, en el otro un ramo de laurel. Las iniciales M . T . y el escudo de la Casa de
Austria y de Lorena indican su procedencia. Esta bandera es una de las entregadas
— 215 —
Números
de las
banderas.
por la Armería Real en cambio de las que extrajo, en virtud de Real orden de 14 de
Diciembre de 1848.
112 «Bandera coronela, fondo blanco, y además de las armas Reales urt escudo en cada
uno de sus cuatro ángulos, y en ellos las efigies de los mismos santos que se ven en
los tercios saguntinos; sin inscripción que dé á conocer el Cuerpo á que perteneció.
113, 114 «Tres banderas de batallón iguales, con fondo blanco, cruz de Borgoña y la ins-
y 115 cripción R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A D E L Í N E A D E ÁVILA; en los extremos de las aspas un
escudo, figurando un castillo bordado; se cree pertenecieron á dicha provincia en la
guerra de la Independencia.
116 «Bandera de batallón blanca, cruz de Borgoña; en dos ángulos un escudo figu-
rando la portada de un templo, y encima la estatua de un Rey con una espada levan-
tada, y la inscripción V O L U N T A R I O S D E ÁVILA. Se presume es de la época de la guerra
de la Independencia.
117 «Bandera coronela, fondo blanco, armas Reales; al extremo de los cuatro ángulos
el lema R E G I M I E N T O 1.°, I N F A N T E R Í A D E L Í N E A D E ÁVILA, bordado en seda blanca sobre
las aspas de la cruz de Borgoña, y un escudo con castillo, también bordado. Se
ignora su procedencia.
118 «Bandera blanca, escudo de armas Reales en el centro y debajo un león, devo-
rando un águila, y encima de la corona Real se lee: l . BATALLÓN D E VIZCAYA; s o s -
ER
teniendo este lema dos palmas enlazadas: en los cuatro ángulos un escudo igual, figu-
rando un león, que tiene sostenido el emblema de una cruz con dos zorras al pie. Se
cree perteneció á la guerra de la Independencia.
119 «Bandera blanca; un escudo en medio con diferentes trofeos: en los cuatro ángu-
los un escudo con un árbol bordado y dos zorras al pie de cada uno, y la inscripción
3 . B A T A L L Ó N D E V I Z C A Y A . Se ignora su procedencia.
E R
120 «Bandera igual á la anterior, con armas Reales, los cuatro escudos en los ángulos
y la inscripción 2.° B A T A L L Ó N D E V I Z C A Y A ; ignorándose todo lo demás.
121 «Bandera de batallón, fondo blanco; en los cuatro ángulos y al remate de la cruz
de Borgoña cuatro escudos iguales; en el centro la imagen de San Fernando y dos
Obispos; alrededor la inscripción S E V I L L A , M U R A D A D E T O R R E S Y M U R O S A L T O S , E L R E Y
S A N T O M E G A N Ó C O N C A R C I - P É R E Z D E V A R G A S ; al pie una madeja, figurada, con el lema
á los lados N O - D O , que significa Nomadejado. Por esto se viene en conocimiento de
la época á que perteneció; pero se ignora todo lo demás que á ella se refiera.
122 «Bandera de batallón, fondo blanco; en los cuatro ángulos un escudo formado con
laurel y palmas, encima la corona Real, y en el centro, figurada, una madeja con la
inscripción á los lados N O - D O . En el campo el lema 2.° D E L Í N E A ; de lo que se deduce
perteneció también á la ciudad ó provincia de Sevilla; pero se ignora la época y de-
más circunstancias referentes á ella.
123 «Bandera coronela, fondo blanco; cruz de Borgoña; en los cuatro extremos de las
aspas un escudo con una granada bordada, en el centro de ésta la cifra F . 7.°, ador-
nada con laureles, teniendo encima de todo la inscripción R E G I M I E N T O D E S A N T A F E ;
de que se infiere perteneció al Cuerpo de la misma denominación creado en la gue-
rra de la Independencia.
— 216 —
Números
de las
banderas.
124 «Bandera de batallón fondo blanco, y en los ángulos de la cruz de Borgoña cua-
tro escudos iguales con la inscripción V A L E N C E Y 1808; de igual procedencia que la
descrita con el número 78.
125 «Bandera de lienzo blanco; en el centro un escudo en campo azul, y en él pintado
un pórtico con tres columnas, cuatro banderas, dos azules y dos encarnadas que le
sirven de adorno; en una cara la inscripción P O R L A R E L I G I Ó N , P O R E L R E Y Y P O R L A
P A T R I A ; en lá otra C I U D A D - R O D R I G O ; de que se infiere perteneció áalguno d é l o s Cuer-
pos de aquella provincia en la guerra de la Independencia.
126 «Bandera en un todo igual á la anterior.
127 «Bandera encarnada, con la cruz de Borgoña en fondo blanco; en el remate de las
aspas un escudo, figurando la mar en su campo, una parte de muralla con torres y
almenas, y alrededor flechas y arcos bordados. En el centro de la cruz la cifra
F . 7.°, y encima la inscripción R E G I M I E N T O D E M I L I C I A S U R B A N A S D E M Á L A G A ; sin que se
sepa otra cosa de su historia.
128 «Bandera fondo blanco, cruz de Borgoña y escudo de armas Reales en el centro.
En una cara tiene representado un león, un artillero al pie del cañón haciendo fuego
y en medio de los dos la efigie de un guerrero, armado con lanza, y un letrero alrede-
dor que dice: P R E M I O D E V A L O R Y L E A L T A D . — I R Ú N 1.° D E A G O S T O D E 1794. En el lado
opuesto y en la circunferencia del escudo de armas se lee: R E G I M I E N T O S U I Z O D E
KAISER, N.° 3: V E N C E R Ó MORIR P O R F . 7.° Y L A N A C I Ó N E S P A Ñ O L A . La primera inscrip-
ción indica que la entrega de esta bandera al citado Cuerpo provino de algún hecho
de armas en la época de la república francesa, pero la invocación á Fernando VII en
la última la hace creer de fecha posterior, por lo que no puede fijarse su origen.
129 «Bandera de batallón, fondo blanco; cuatro escudos iguales en los extremos de la
cruz de Borgoña, figurando en medio una cara con barbas, las barras de Aragón di-
vididas en cuatro cuarteles y debajo de la corona Real la inscripción siguiente: B A R -
B A S T R E N S E S ; alrededor del escudo un lema en latín, H A V E M I L I T A R Í A S I G N A P Í O D E O
R E G E P A T R I A P U G N A T U R I S U B F E L I C I S I M U S C A R O L U S A U S P I C I B R É G E R E ; al final de la
bandera en signos romanos está bordado el año 1794; ignorándose todo lo que á su
historia se refiera.
130 «Bandera fondo blanco, cruz de Borgoña encarnada; en los cuatro ángulos un e s -
cudo con corona y manto Real, dividido en cuatro cuarteles, y en cada uno de éstos
una de las cruces de las cuatro Órdenes militares. Se ignora su procedencia.
131 «Bandera en fondo blanco, con corbatas una blanca y otra encarnada, una cruz
que abraza los cuatro ángulos, de color amarillo y encarnado; en el centro un escudo
que contiene una torre antigua, un barco, un león rampante, una cadena rota y encima
de todo una rama de laurel y un sable. Se ignora su época y cuerpo á que perteneció.
132 «Bandera de tres colores, encarnado, blanco y amarillo; tiene una imagen en el
centro y encima el lema G E N E R A L Í S I M A .
133 «Bandera nacional del segundo batallón del Regimiento de Infantería de Córdoba, r
que fué la que en África tremoló el general Prim en la batalla de los Castillejos. (Se
cree existe en el mausoleo de este General, y haber sido encerrada al cubrirlo de ta-
blas durante las obras en la iglesia de Atocha.)
— 217 -
Números
de las
banderas.
134 «Bandera de batallón, fondo azul, cruz de Borgoña encarnada; en un ángulo escu-
dos con las barras de Aragón y corona Real encima, y en el opuesto otros con las
cifras enlazadas c w s y corona Real encima bordada en plata.
135 «Bandera nacional con el lema B A T A L L Ó N P R O V I N C I A L D E M O N F O R T E N.° 61.
136 «Bandera coronela, fondo blanco, cruz de Borgoña y en los extremos corona Real
y escudo de armas de España, Toisón de oro y collar de Carlos III, bordado todo en
seda de colores, á dos caras, y alrededor la inscripción siguiente: E L R E Y F E R N A N D O
A L R E G I M I E N T O D E L A P R I N C E S A , 4.° D E L Í N E A , y en el reverSO, E L R E Y F E R N A N D O A L R E -
G I M I E N T O D E L A P R I N C E S A M A R Í A I S A B E L , 4.° D E L Í N E A .
137 «Bandera de colores nacionales, y por un lado, bordado en seda floja, la imagen
del Crucificado y por otro lado la Virgen. Se ignora su procedencia.
138 «Bandera marroquí, cogida en la batalla del 4 de Febrero de 1860 en Tetuán.
139 «Bandera igual á la anterior.
140 «Bandera igual á las anteriores.
141 «Bandera cogida en la batalla de los Castillejos el 1.° de Enero de 1860 por el
cabo del Regimiento Caballería Húsares de la Princesa D. Pedro Mur, hoy Capitán
del Cuerpo de Inválidos.
142-148 «Siete banderas, entre las cuales se encuentra una cogida en Cochinchina por el
soldado Inocencio Villavicencio en uno de los combates sostenidos por las tropas
españolas que operaban en aquel territorio; cuatro cogidas á los piratas batidos en
las islas Calabazas y Buisan por la goleta Santa Filomena y cañoneros números
10 y 6 de la división de Ilo-ilo en los días 21 de Mayo y 16 de Junio de 1861, y dos
cogidas á los infieles por nuestras fuerzas navales del Sur en el asalto y toma de la
Cotta de Papalugan en el río Grande de Mindanao en 17 de Noviembre de dicho año.
149 «Bandera de navio Inglés, cogida en el combate de Trafalgar.
«Madrid 1.° de Mayo de 1889.
«El Brigadier Secrt.—Firmado: Romualdo Nogués.»
150 (1) «Bandera morada con escudo de las armas Reales bordado en seda de colores y
los lemas L A P R I N C E S A D E A S T U R I A S A L B A T A L L Ó N H O N R A D O S O B R E R O S Y B O M B E R O S D E
S A N T I A G O D E C U B A , A Ñ O D E 1878, y en el reverso otro escudo, bordado igualmente en
, seda de colores, con la efigie de la Virgen del Carmen.
«Esta bandera fué donada por S. A. R. la Infanta D . Isabel en 1878, siendo Prin- a
(1) T o d o lo que sigue, incluso la descripción de la bandera núm. 150, aparece escrito después de
la firma del señor Brigadier Nogués.
— 218 —
«RESUMEN
Banderas.
«Quedan 146
«De las cuales nueve están colocadas al lado de la Virgen de Atocha y otra en el mauso-
leo del General Prim; quedan, por tanto, en este cuartel 136 banderas.»
APÉNDICE VI
C a t á l o g o de l a s b a n d e r a s y e s t a n d a r t e s del Cuartel de I n v á l i d o s .
Año de 1900 (1).
1. Estandarte fondo azul bordado á realce, con las armas reales en seda, oro y plata
y sin inscripción alguna que permita deducir á qué cuerpo perteneció.
2. Estandarte fondo rojo, con greca de plata y fleco del mismo metal. En una de sus
caras las armas reales y cuatro flores de lis, y en la otra un escudo con la imagen de
San Miguel, que tiene á sus pies al ángel malo. Se ignora la procedencia de este trofeo y
el cuerpo que lo usó.
3. Estandarte exactamente igual al anterior y en análogas condiciones de procedencia.
4. Igual á los anteriores.
5. Como los anteriores, con el solo variante de ser mucho más antiguo el dibujo de
las flores de lis. Créese que es de época anterior á la guerra de la independencia.
6. Estandarte procedente de la extinguida Guardia Real. Sólo resta un trapo adherido
al asta. Véase lo que de él se dice en catálogos anteriores. Fondo de damasco rojo, bor-
dado á realce en oro y plata por ambos lados. Rodéalo una cenefa de palmas y laureles
con un fleco de canelón y canutillo de plata de más de tres dedos de ancho; en sus cuatro
ángulos una flor de lis en oro mate y encima de cada una de ellas la alegoría correspon-
diente á los regimientos de granaderos, coraceros, lanceros y cazadores, de que se com-
ponía la brigada de caballería de la Guardia Real. En el centro las armas reales bor-
dadas en oro y plata, menos los cuarteles que son de sedas de colores. En un lado, que
abraza dos terceras partes del escudo, la inscripción siguiente: SRA. R E I N A C R I S T I N A A L O S
(1) Este Catálogo e s copia del que s e publicó, precedido de un extenso estudio referente á enseñas
militares, de orden del Excmo. Sr. Teniente General D. Juan Contreras, Comandante general del
Cuerpo y Cuartel de Inválidos. La obra lleva la firma del segundo Jefe de dicho Cuerpo, General don
José Rendos.
- 220 —
GRANADEROS D E CABALLERÍA D E LA GUARDIA REAL. Está adornado COLL dos CORBATAS blan-
cas, cada una de las cuales tiene siete flores de lis y un cordón rojo y blanco de seda con
borlas de gran tamaño. El regatón del asta y el guardamano está dorado á fuego, y la
moharra es de acero con corona real ciruelada en su centro y sostenida por dos sables
y dos palmas.
Este estandarte, bordado por la augusta mano de S. M. la Reina Doña Cristina, fué
entregado al citado Cuerpo como una muestra de su aprecio á toda el arma que aquél
representaba.
7. Bandera coronela, fondo blanco y escudo en el centro, á cuyo pie hay dos fusiles
cruzados. En la parte superior una inscripción abreviada que dice: 1. LEGIÓN. En los a
ángulos escudos con las barras de Aragón, por lo que se deduce perteneció á un cuerpo
de los que se crearon en Cataluña durante la guerra de la independencia.
8. Bandera coronela, fondo blanco. Cuatro escudos en los ángulos, representando el
mar y una fortaleza. Lleva un lema que dice: R E G I M I E N T O D E MILICIAS U R B A N A S D E
MÁLAGA. Figuró en la guerra contra los franceses.
9. Bandera sencilla de batallón, fondo blanco. Cruz de Borgoña y cinco escudos. En
el del centro la imagen de la Virgen y en los ángulos las de cuatro santos. En el campo
de la bandera hay el siguiente lema: M U R V I E D R O T E R C I O S A G U N T I N O . Y rodeando una cruz
esta inscripción: V I V A L A F E Y P O R E L L A MURAMOS. Perteneció sin duda á uno de los
cuerpos formados en el reino de Valencia cuando la invasión francesa.
10. Bandera igual en un todo á la anterior y, por tanto, de análoga procedencia.
11. Bandera coronela, fondo blanco y escudo de las armas reales; dos leones bor-
dados y cruz de Borgoña. En los cuatro extremos corona imperial. Se ignora su pro-
cedencia.
12. Bandera de pequeño tamaño. Tela encarnada y fleco alrededor. En una cara las
armas de España pintadas y en la otra las de la corona de Aragón. Ostenta la siguiente
inscripción: C A B A L L E R O S C A D E T E S Q U E C O N S U S O B R E S A L I E N T E A P L I C A C I Ó N A S P I R A N A S E R
Ú T I L E S Á LA P A T R I A Y L L E G A R Á L A C U M B R E D E L HONOR. Se ignora quiénes fueron los
cadetes que la usaron y en qué tiempo, aunque se infiere pertenece á la guerra de la
Independencia.
13. Bandera idéntica en un todo á la precedente (1).
14 y 15. Banderas completamente iguales á la que se describe en el número 9 como
perteneciente á Valencia.
16. Bandera coronela. Sobre fondo blanco escudo de armas reales y cruz de Borgoña,
teniendo á los cuatro extremos de sus aspas otro escudo dividido en cuarteles con las
cruces de las cuatro órdenes militares. Pendiente del escudo central hay otra cruz con
39. Trozo de bandera coronela, en el que se aprecia parte del escudo y de la cruz
de San Andrés. Tiene corbatas y borlas de seda.
40. Bandera fondo morado. Escudo con leones y corona encimada sobre cruz de
Borgoña. No tiene inscripción alguna; pero debió pertenecer á los provinciales de la
Guardia Real, como las cinco que preceden, y las siete que se relacionan á continuación.
41. Igual á la anterior, con la diferencia de tener el fondo azul, y borlas de seda al
extremo del asta.
42. Trozo de bandera idéntica á las anteriores.
43. Bandera coronela sobre fondo blanco de seda. Escudo grande en el centro con
toisón de oro, y en los cuatro ángulos escudos con castillos.
44. Bandera coronela de seda sobre blanco, escudo y toisón. Al pie de éste un escu-
dete con un león coronado de laurel y teniendo en las garras una espada y una palma.
Encima esta inscripción: BADAJOZ 1810. Tiene también en los ángulos cuatro escudos
con iniciales.
45. Bandera coronela con escudo central y toisón de oro. En los ángulos el escudo
de diversas provincias.
46. Bandera coronela fondo blanco. Escudo de sedas de colores bordado á realce.
Toisón y gran cruz de Isabel la Católica, bordada en plata, atributos militares, y esta ins-
cripción: LA R E I N A C R I S T I N A Á L O S G R A N A D E R O S P R O V I N C I A L E S D E LA G U A R D I A R E A L . En
los cuatro ángulos por ambas caras, los escudos de Soria, Segovia y otras ciudades.
47. Bandera coronela. Sobre fondo morado escudo de armas y cruz de Borgoña. En
los cuatro extremos escudos con castillos que descansan en banderas y laureles. Lleva
los lemas siguientes: FERNANDO VIL PORTUGAL 1808. (1).
48. Bandera fondo blanco y en su campo, con letras encarnadas, este lema: POR E L
R E Y D. F E R N A N D O V I I , S U 4.° B A T A L L Ó N D E R E A L E S G U A R D I A S E S P A Ñ O L E S , V E N C E R Ó MORIR.
49. Bandera idéntica á la anterior, perteneciente al mismo cuerpo y de la época de la
invasión francesa.
50. Bandera coronela. En el centro las armas reales sostenidas por dos leones. Tanto
éstos como el escudo, están formados con trozos de tela de seda amarilla, azul y encar-
nada, unidos con cordones negros. Se ignora el cuerpo á que perteneció.
51. Bandera fondo blanco, cruz de Borgoña y armas reales en el centro. En los extre-
mos escudos con las barras de Aragón y sobre las coronas un murciélago en fondo
negro. Dedúcese que esta bandera perteneció á algún cuerpo del reino de Valencia.
52. Bandera de batallón con los colores nacionales, escudo de armas con corona y
pequeña cruz de Borgoña. Todo bordado en sedas de colores y una inscripción que dice:
B A T A L L Ó N C A Z A D O R E S N Ú M . 10.
69. Bandera blanca con las armas reales pintadas en una de sus caras, y en la otra
la del reino de Navarra, con la inscripción: 2.° R E G I M I E N T O D E I N F A N T E R Í A V O L U N T A R I O S
D E NAVARRA.
70, 71, 72 y 73. Banderas en un todo iguales á la anterior, variando sólo las inscrip-
ciones que se refieren á los R E G I M I E N T O S 3.°, 5.°, 6.° y 7.° voluntarios de Navarra.
74. Bandera de batallón con cuatro escudos en los extremos de una cruz de Borgoña
representando una torre con dos leones. En el centro esta inscripción: B A T A L L Ó N 2.° D E
VITORIA, NÚM. 39, y alrededor de los escudos esta otra: H A E C V I C T O R I A Q U ^ V I N C I T .
75. Bandera de batallón. Cruz de Borgoña sobre fondo blanco. En los ángulos escu-
dos con siete coronas, palmas y laureles, y en el centro las barras de Aragón. Se ignora
su procedencia.
76. Bandera sencilla de fondo blanco. Cuatro escudos pintados en los extremos de la
cruz de Borgoña con un castillo y este lema: F I D E L Í S I M A Y EJEMPLAR T O R T O S A . En el
campo, con letras de oro, se lee: V O L U N T A R I O S D E T O R T O S A . Esta bandera, al igual de
otras muchas de este catálogo, se remonta á la Guerra de la independencia.
77. Bandera blanca de batallón con cruz encarnada de Borgoña. En las aspas escu-
dos con corona real, castillos y barras de Aragón. En el centro el Ave Fénix, sobre una
hoguera, y en el pico este lema: P O R F E R N A N D O V I L
78. Bandera de batallón con cruz de Borgoña y escudos en los extremos. Lleva estas
inscripciones: R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A D E A L M A N S A Y 4.° D E L R E I N O D E MURCIA, L O S
M U R C I A N O S P O R LA R E L I G I Ó N , P A T R I A Y F E R N A N D O V I L
79. Bandera coronela, fondo blanco y cuatro escudos. En dos de ellos la inscripción
IRURAC-BAC, y en los otros dos: B A T A L L Ó N D E T O L O S A , 10 D E A B R I L D E 1814. En el cen-
tro la gran cruz de Isabel la Católica, y alrededor G U A C H I , V E R D E L O M A , F E M I S A G U A , G E -
NOY. Esta bandera debió figurar en las guerras de América, y de ahí la inscripción que
antecede. También lleva la siguiente: l . ER
BATALLÓN LIGERO VOLUNTARIOS D E ARAGÓN.
80. Bandera de batallón con cruz de Borgoña y cuatro escudos en los extremos figu-
rando castillos, y el lema: S U M I T I T C U I T O T A S U O S H I S P A N I A F A S C E S . Se ignora su pro-
cedencia.
81. Bandera coronela con armas reales entrelazadas con palmas y laureles, teniendo
en una faja esta inscripción: B A T A L L Ó N D E I N F A N T E R Í A L I G E R A D E G A S T A D O R E S D E A R A -
G Ó N . En los ángulos cuatro escudos con las armas de aquel reino.
82. Bandera coronela fondo blanco, armas de España bordadas en seda floja, dos
cornetas en los ángulos y las iniciales enlazadas i. o. R. c , ignorándose el significado y
cuerpo á que perteneció.
83. Bandera de batallón con cruz de Borgoña y en los extremos de las aspas un
águila imperial sobre fondo negro, y en el campo esta inscripción: I M P E R I A L A L E J A N D R O ,
SEGUNDO BATALLÓN.
15
— 22b' —
84. Bandera coronela igual en un todo á la señalada con el número 74. El Regimiento
de Vitoria, á que perteneció fué disuelto en 1823.
85. Bandera de batallón. Sobre fondo blanco cruz de Borgoña y escudo, con las ini-
ciales F. i., y corona real. Se ignora el significado y el cuerpo á que perteneció.
86. Bandera de batallón con cuatro escudos y en ellos diversos trofeos militares. En
el centro un copón y alrededor varias cruces. Desconócese el motivo de estos emblemas
y lo demás que á la bandera se refiere.
87. Bandera coronela con cuatro escudos en los ángulos con las barras de Aragón, co-
rona de laurel y estrella con flores de lis. En el centro este lema: LA P A T R I A E S M I N O R T E .
88. Bandera coronela sobre fondo blanco. Escudo azul con siete coronas ducales y
alrededor de un corazón las palabras E X A L T A T E T AMOR P R I S C A S N O V I S S I M E . En el cen-
tro del corazón una flor de lis y un león con corona ducal. Cuatro escudos en las aspas
de la cruz de Borgoña y en ellos estas inscripciones: D E S E O S C O N S A G R A D O S Á LA R E L I -
G I Ó N . — P A T R I A Y F E R N A N D O V I L — M U R C I A N O S Á LA V I C T O R I A . — L A J U N T A D E M U R C I A . —
PRIMER B A T A L L Ó N V O L U N T A R I O S T I R A D O R E S D E MURCIA.
91. Bandera de tres paños con los colores encarnado, blanco y amarillo. Tiene pin-
tada una imagen de San José con el niño y un ángel con una sierra. Debajo la inscripción:
V O Y C O N VOSOTROS. Se desconoce su procedencia.
^ 92. Bandera de batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña y en los extremos escudos
con los dos mundos y las columnas de Hércules. Tiene esta inscripción: S E G U N D O D E
A M É R I C A , I N F A N T E R Í A D E LÍNEA. Debió pertenecer á dicho cuerpo en la guerra de la inde-
pendencia.
93. Bandera con cruz de Borgoña y escudos con barras. En el campo la inscripción:
INFANTERÍA LIGERA; CAZADORES D E CATALUÑA.
97. Bandera coronela fondo blanco, con dos leones sosteniendo el escudo de las
armas reales. En los ángulos, otros escudos con Santiago á caballo y una bandera en la
mano. Tiene la banda de Carlos III rodeando la cruz y la inscripción V I R T U D Y M É R I T O .
Se ignora su procedencia.
98. Bandera coronela. Escudo Real sostenido por dos leones y en los cuatro ángulos
una llave bordada en seda blanca y el siguiente lema: P E R P E T U A M E M O R I A D E L O S H O M -
B R E S , C O N Q U I S T A D E SAN F E R N A N D O . Se ignora el cuerpo á que perteneció.
99. Bandera coronela fondo blanco, con un escudo de armas coronado. Tiene las ini-
ciales M. T . (María Teresa). Las cuatro divisiones que lo rodean llevan un león, un
águila, una cruz blanca doble sobre corona dorada en monte verde, y por último, tres
barras doradas y otras tantas azules oblicuas. En un lado del escudo hay una palma y en
el otro un ramo de laurel. Las iniciales M. T . y el escudo de las casas de Austria y de
Lorena, indican su procedencia.
100. Bandera coronela y además de las armas reales un escudo en cada uno de sus
cuatro ángulos y en ellos imágenes de santos iguales á los que figuran en la bandera
número 9 de este catálogo, sin inscripción alguna que determine su procedencia.
101. 102 y Í03. Tres banderas de batallón fondo blanco iguales en todo. Cruz de
Borgoña y la inscripción R E G I M I E N T O I N F A N T E R Í A D E L Í N E A D E Á V I L A . En los extremos
de las aspas un escudo figurando un castillo. Se cree pertenecieron á cuerpos formados en
dicha provincia en la guerra de la independencia.
104. Bandera de batallón con cruz de Borgoña. En dos ángulos un león rampante
y en los otros dos, un escudo figurando la portada de un templo sobre la que se destaca
la estatua de un rey con una espada levantada y la inscripción V O L U N T A R I O S D E Á V I L A .
105. Bandera coronela fondo blanco armas reales. Al extremo de los cuatro ángu-
los el lema R E G I M I E N T O 1.° I N F A N T E R Í A D E L Í N E A D E Á V I L A .
106. Bandera blanca con escudo de armas reales en el centro y debajo un león devo-
rando un águila. Encima de la corona se lee l . ER
BATALLÓN DE VIZCAYA. Sostienen este
lema dos palmas enlazadas.
107. Bandera blanca igual á la anterior con la inscripción 3 . ER
BATALLÓN D E VIZCAYA.
108. Bandera igual á la anterior, perteneciente al segundo Batallón de Vizcaya.
109. Bandera de batallón. En los cuatro ángulos y al remate de la cruz de Borgoña,
cuatro escudos iguales. En el centro la imagen de San Fernando y dos obispos. Alrede-
dor la inscripción S E V I L L A , C E R C A D A D E M U R O S Y T O R R E S A L T A S , E L R E Y S A N T O M E G A N Ó
CON GARCI PÉREZ D E VARGAS. Al pie una madeja con el lema N O - D O .
110. Bandera de batallón fondo blanco. En los cuatro ángulos un escudo formado
con laurel y palmas, y encima la corona real. En el centro una madeja con la inscripción
á los lados N O - D O . Tanto esta bandera que lleva el lema 2.° D E LÍNEA, como la anterior,
debieron pertenecer á la ciudad de Sevilla.
— 228 —
111. Bandera coronela, fondo blanco. Cruz de Borgoña, y en los cuatro extremos de
sus aspas, un escudo con una granada y la cifra F. 7.° adornada con laureles. Encima
este lema: R E G I M I E N T O D E S A N T A F E .
112. Bandera de batallón igual á la que se describe en el número 67, y con el mismo
lema: V A L E N C E Y 1808.
113. Bandera blanca de lienzo. En el centro un escudo en campo azul y en él, pin-
tado, un pórtico con tres columnas. En una cara este lema: P O R LA R E L I G I Ó N , P O R E L
R E Y Y POR LA P A T R I A , y en la otra la inscripción: C I U D A D - R O D R I G O .
114. Bandera igual, en todo, á la anterior.
115. Bandera encarnada, con cruz de Borgoña, en fondo blanco. En el remate de las
aspas, escudos que representan el mar y torres almenadas con arcos y flechas. En el cen-
tro de la cruz la cifra F. 7.°, y encima la inscripción: R E G I M I E N T O D E MILICIAS URBANAS
DE MÁLAGA.
116. Bandera fondo blanco, cruz de Borgoña y escudo de armas reales en el centro.
En una cara tiene representado un león, un artillero al pie de un cañón haciendo fuego, y
en medio de los dos la imagen de un guerrero armado con lanza, y un letrero alrededor
que dice: P R E M I O D E V A L O R Y L E A L T A D , IRÚN, 1.° D E A G O S T O D E 1794. En el lado opuesto,
y rodeando el escudo, se lee: R E G I M I E N T O S U I Z O D E C A I S E R , N Ú M . 3. V E N C E R Ó MORIR P O R
F. 7.° Y LA NACIÓN ESPAÑOLA. Parece demostrar la primera inscripción, que la entrega
de esta bandera al citado cuerpo provino de algún hecho de armas en la época de la
república francesa, pero la invocación á Fernando VII la hace creer de fecha posterior
sin que, por tanto, pueda determinarse su origen.
117. Bandera de batallón, fondo blanco. Cuatro escudos iguales en los extremos de
la cruz de Borgoña, representando una cara con barbas, las barras de Aragón, y debajo
de la corona real la inscripción: BARBASTRENSES. Alrededor del escudo, un lema que
dice: H^EG MILITARÍA S I G N A PRO D E O R E G E E T P A T R I A , P U G N A T U R I S U P F E L I C I S I M I S
CAROLI iv A U S P I C I S E R E G E R E . Al final de la bandera, bordada, en signos romanos, la
fecha 1794. Se ignora su procedencia.
118. Bandera fondo blanco con cruz de Borgoña. En los cuatro ángulos, un escudo
con corona y manto real, dividido en cuatro cuarteles, y en cada uno de éstos, una de las
cruces de las ordenes militares. Se desconoce el cuerpo á que perteneció.
119. Bandera de batallón con corbatas blanca y encarnada. Una cruz amarilla y
encarnada, que abraza los cuatro ángulos, y en el centro, un escudo con una torre anti-
gua, un barco, un león rampante, una cadena rota, y encima de todo una rama de laurel
y un sable.
120. Bandera de tres colores, encarnado, blanco y amarillo. Tiene una imagen en el
centro y encima, el lema: GENERALÍSIMA. Se ignora la época y el cuerpo á que perteneció.
121. Bandera de batallón, fondo azul, con cruz de Borgoña encarnada. En un ángulo,
- 229 -
escudo con las barras de Aragón con corona real encima, y en el opuesto, otro escudo
con las cifras enlazadas: c. w. s. y corona real bordada en plata.
122. Bandera nacional, con el lema: B A T A L L Ó N PROVINCIAL D E M O N F O R T E , NÚM. 61.
123. Bandera coronela, fondo blanco, con cruz de Borgoña. En los extremos, corona
real y escudo de armas con toisón y collar de Carlos III. En una cara, esta inscripción:
E L R E Y F E R N A N D O A L R E G I M I E N T O D E LA P R I N C E S A 4.° D E LÍNEA. En el reverso: EL REY
F E R N A N D O A L R E G I M I E N T O D E LA P R I N C E S A MARÍA ISABEL, 4.° D E LÍNEA.
D e v o l u c i ó n de l a s l l a v e s de l a c i u d a d de V a l e n c i a y de Las b a n d e r a s e s p a ñ o
q u e c a y e r o n e n p o d e r d e l ejército f r a n c é s e n la g u e r r a de la I n d e p e n d e n
y e n la c a m p a ñ a de 1823.
Mayor, con la banda de música del mismo Cuerpo. Los vivas y aclamaciones á ambas
Majestades, al Príncipe generalísimo y al Ejército libertador resonaban sin interrupción
por todas partes: un gentío inmenso siguió al acompañamiento hasta el Palacio Real, en
cuyo gran patio formó en cuadro el expresado Cuerpo de Granaderos, teniendo á su
centro las banderas con que fué saludada S. A. S. la Regencia, que se asomó á la gale-
ría, presentando la tropa las armas y dando un paseo con ellas al son de la música y de
los repetidos vivas y aclamaciones del concurso, subieron por la escalera principal; y el
Comisario civil de S. M. Cma. el Excmo. Sr. De Martignac, á nombre de su Rey y
de S. A. R. el Sermo. Sr. Duque de Angulema, hizo entrega solemne á la Regencia del
Reino, quien recibió las banderas y llaves en gran Corte, acompañada de los Generales
y Jefes militares españoles.»
* *
Las cincuenta insignias, recibidas con tanto júbilo por el pueblo madrileño, engañado,
como después probaremos, por las apariencias de un acto que parecía de sublime gene-
rosidad, no debieron ser destinadas á la Real Armería, puesto que en ninguno de sus
antiguos catálogos se encuentran citadas unas banderas que, por su procedencia y des-
cripción, puedan atribuirse á las rendidas por nuestras tropas al Ejército francés en la
guerra de la Independencia. Tampoco creemos pudieran ir al Museo militar, que por
entonces se organizaba en el palacio de Buenavista, donde, según refiere Madoz en su
Diccionario, sólo se iban reuniendo, cuando escribía su obra, modelos y otros varios efec-
tos, entre ellos los pendones de Carlos V y de Hernán Cortés, sin poseer probable-
mente otras enseñas, que, de haber existido allí depositadas, no hubiera dejado de men-
cionar aquel escritor, que tan al detalle enumera cuanto se hallaba reunido en dicho es-
tablecimiento; lo mismo que hizo mucho tiempo después (en 1876) el General D. Adolfo
Carrasco, el cual, historiando lo ocurrido á dicho centro desde su creación (1), nos dice
que en el citado palacio empezaron las obras de reparación para el Museo en el año 1816,
suspendiéndose en 1822 y 1823, cuando el personal nombrado acumulaba libros, má-
quinas é instrumentos, sin nombrar unos trofeos que, de haberse llevado allí, segura-
mente estarían catalogados en el de Artillería, centro que conservó todos los gloriosos
monumentos pertenecientes á las diferentes armas del Ejército, excepto los correspon-
dientes á Ingenieros, cuyo Cuerpo supo mantenerlos en su propio Museo.
Si, como decía la Regencia del Reino en el documento arriba copiado, esperaba que
llegara un día feliz en que S. M. Católica mandase colocar aquellos trofeos militares en
donde sirvieran con mayor gloria, no parece arriesgado suponer que el lugar elegido por
(1) Memoria histérico-descriptiva acerca del Museo de Artillería—Memorial del Arma, t. XIV
- 235 —
Fernando VII, de no ser, como queda probado, los dos anteriormente citados, lo fuera
la Real Basílica de Atocha, en la cual fué desde antiguos tiempos tradicional costumbre la
de ofrendar á la Virgen las banderas de brillante historia, y donde en 1838 encontramos
ya, al inaugurarse el Cuartel de Inválidos y su capilla (1), unas enseñas que, al estudiar
ahora su origen y conocer los cuerpos que las flamearon en sangrientos combates, resul-
tan en gran número, casi el mismo de las entregadas por el Duque de Angulema, las
que sin duda cayeron en poder de las huestes de Napoleón en los memorables sitios de
Ciudad Rodrigo, Badajoz, Zaragoza, Lérida, Tarragona, Sagunto, Valencia y otras ciuda-
des que justamente merecieron el título de heroicas.
Respondiendo á un fin político el regio presente de aquellas banderas, de las que cua-
renta y ocho eran devueltas á España como si fueran todas las adquiridas con sangre
francesa en guerra cruenta, viva aún en la memoria de nuestro pueblo, en realidad aquel
acto, al parecer generoso hasta lo sublime, traía oculto el pensamiento de un canje des-
igual, más que el testimonio de sincera amistad, deseosa de borrar hasta el menor recuerdo
de pasadas luchas. Y que esto fué así, se deduce de lo referido por el Conde de Clo-
nard (2), con motivo de su permanencia en París (1841), cuando tuvo el sentimiento
de ver en la capilla del Palacio de los Inválidos las banderas que pertenecieron á nues-
tro Ejército en la guerra de la Independencia y las tomadas por las armas españolas á
las enemigas en la de Sucesión, «que á instancias del Duque de Angulema cedió S. M. el
Rey D. Fernando VII», para ornar un recinto que guardó «las conquistadas por los Reyes de
Francia, y fueron quemadas por los mismos jranceses antes de la entrada de los aliados
en 1814». También el Museo de Artillería de la citada capital guarda otras ocho banderas
de la misma procedencia (3), entre ellas una con la Virgen del Pilar pintada en la
tela (4), otra de Artillería y algunas, al parecer, pertenecientes á tropas de Infantería, or-
ganizadas en el principado catalán, y que quizá cayeron prisioneras en Gerona, pues ni
una sola enseña de las que fueron rendidas en aquella plaza, tan bravamente defendida
por el General Alvarez, hemos encontrado entre las colocadas en otro tiempo en Atocha.
(1) El mismo escrito dirigido por la Regencia del Reino al Sr. De Martignac, parece confirmar que
ya gestionaba el Consejero de Estado de S. M. Cma. en Junio de 1823 la devolución de las banderas fran-
cesas, puesto que en él se lee el anteúltimo párrafo, que alude sin duda á este asunto, cuando los regen-
tes dicen, no se consideraban autorizados para corresponder con igual magnificencia y franqueza á la
inolvidable muestra de lealtad verdaderamente Real, otorgada por Luis XVIII á la Nación española y
á su Rey Fernando Vil.
(2) Las únicas banderas francesas que sabemos se han conservado en España son: una del Almi-
rante Rossily, jefe de la escuadra francesa rendida en el puerto de Cádiz el 15 de Junio de 1808, y otra
del 6.° Regimiento de Línea Hispano-francés, conquistada en la serranía de Ronda por el jefe de escua-
dra D. José Serrano Valdecebro, que también s e conserva en el Museo Naval.
APÉNDICE Vili
mismo que podrá comisionar persona de su confianza que elija las demás de entre las
que aquí se custodian, pues que no llegan las antiguas al número que se desea, como
podrá enterarse el comisionado á su presentación.»
3.° Acuse del recibo de las banderas entregadas por el Cuerpo de Inválidos. El enca-
bezamiento está impreso y dice así:
«Don José María Marchesi, gran cruz de la real orden americana de Isabel la Cató-
lica, brigadier de caballería, caballero de las órdenes de San Fernando de segunda clase,
por juicio contradictorio, y de primera de la de San Hermenegildo, gentil hombre de
cámara de S. M., con ejercicio, y Director general de Reales caballerizas, etc., etc.
«Certifico: que consiguiente á R. orden de 14 de Diciembre de 1848, y en su cum-
1
estandarte, que entre otras muchas tenía en su Iglesia, colocadas en el Presbiterio, cor-
nisa y coro, cuya descripción es como sigue: Presbiterio, núm. 2, Bandera coronela de
fondo blanco y las inscripciones siguientes: Pro fide, Pro Rege, Pro Patria. Al pie del
asta tiene otro escudo con corona R. y en el centro cinco flechas atadas; encima, un
1
arco tendido y la inscripción que dice Tanto monta, de lo que se infiere procede de la
unión de las coronas de Aragón y Castilla (1), pero se ignora cuanto á ella pertenezca.—
Cornisa, al lado del Evangelio, núm. 11. Bandera coronela de una dimensión extraordi-
naria, fondo blanco, ocupando todo su campo el escudo de las armas R. formado de s
cada uno de los cuatro ángulos un escudo: en dos de ellos las barras de Aragón
con su Águila al pie teniendo una espada en la garra, y á los lados las inicia-
les O. A. En los otros dos ángulos opuestos, y en el centro del escudo, las iniciales bor-
dadas O. D. G., cuyo significado no es fácil de describir ni menos se puede saber su
procedencia y origen (2).—Coro de la Capilla del Santísimo Cristo, núm. 23. Bandera de
Batallón, fondo blanco, cruz de Borgoña, y en el remate de las aspas cuatro escudos
(1) La forma y color de esta bandera demuestran que procedía del siglo XVIII ó principios del
siguiente, y el escudo que se describe parece corresponder al de Málaga ó al de otra de las ciudades
del antiguo reino de Granada, que ostentan en su blasón la divisa de los Reyes Católicos. (Apén-
dice II, número 2.)
(2) Apéndice II, núm. 27.
— 239 -
iguales de poca dimensión, compuestos de retales de tafetán amarillo, unidos con cor-
dón negro, fondo azul, corona Real y dos cañones figurados al pie, tres pequeñas ban-
deras también figuradas en cada uno de los costados, y en el centro un caballo á
escape (1); se ignora su procedencia y cuanto á su historia permanezca.—Coro principal:
Estandarte de damasco encarnado con fleco de seda en toda su circunferencia; en el
centro un Guerrero á Caballo con espada en mano y la cruz de la Orden de Santiago
al pecho, todo ello bordado de seda y plata; debajo de este Guerrero, un escudo de
armas dividido en siete cuarteles, teniendo dos de éstos una Caldera, un León y otros
trofeos, circundados de Castillos, Leones y flores de lis, rematando con corona Real. Al
dorso del citado escudo se encuentra otro igual al anterior, y encima, formando el centro
del estandarte, la imagen de la Virgen teniendo el Niño Jesús en brazos, y otros diferen-
tes atributos, bordado todo ello en seda y oro. Por tradición se dice que este estandarte
es el mismo que tremolaba Don Juan de Austria en su navio Almirante en la memora-
ble batalla naval, titulada de Lepanto, y que el guerrero descrito anteriormente es sim-
bólico al propio Don Juan (2). Fué entregado por el señor Inspector general de Infante-
ría el Mariscal de Campo D. José Fernández á este Establecimiento, en su inauguración,
el diez y nueve de Noviembre de mil ochocientos treinta y ocho. Se halla muy deterio-
rado y con diferent es roturas, ignorándose si producidas por el transcurso del tiempo
ó bien por el hierro ó plomo enemigo. Y para que así conste, lo firmo en Madrid á
nueve de Enero de mil ochocientos cuarenta y nueve. — Firmado. —-José María
Marchesi.»
4.° «Razón de las banderas que con fecha 8 del presente se han entregado en la
iglesia de Atocha, ó sea al Director del Cuartel de Inválidos pertenecientes á la Real
Armería de S. M.
»Núm. 27.—Bandera de tafetán, su fondo azul y la cruz de Borgoña, nudosa y ama-
rilla; á los ángulos de la cruz tiene radios flamantes amarillos, blancos y azules de los
pequeños walones, números 63 y 66 (3).
»Núm. 30.—Igual en un todo á la anterior, ambas Austríacas.
»Núm. 32.—Bandera de fondo blanco; tiene un escudo de armas coronado; el escu-
són, también coronado, tiene las letras M. T., iniciales de María Teresa; las cuatro divi-
siones que la rodean tienen un león, un águila, una cruz blanca doble sobre una corona
(1) Otra bandera igual á esta e s la del Regimiento de Infantería de Ñapóles, catalogada con el
número 57. Fueron estas dos banderas las remitidas al templo de Atocha por el Capitán general de
Granada. (Apéndice I, núm. 4.)
(2) La descripción de este estandarte corresponde al que aún se conserva en la Real Armería y
perteneció al Conde-Duque de Olivares, atribuido á Don Juan de Austria y procedente del Regimiento
Inmemorial del Rey. (Véaso Apéndice X.)
(3) Son las dos banderas austríacas catalogadas con los números 2 y 3 en esta obra.
- 240 -
dorada, puesta en una especie de monte verde, y, por último, tres barras doradas y
otras tantas azules oblicuas. En un lado del esoudo hay una palma, en el otro un ramo
de laurel. Las iniciales de María Teresa y escudo de las casas de Austria y de Lorena
indican bastantemente su procedencia. Segunda guerra de sucesión, año 1740 (1).
»Núm. 62.—Bandera de navio. Es de lana; tiene cuatro cuarteles, dos encarnados y
dos con una cruz roja en cada uno, con bordes blancos é intermedios ó radios blancos
y azules. (De un navio inglés.)»
Añadido con lápiz tiene esta nota: «9 Enero 1849, acuse de recibo de la Armería
Real.»
»9.° Bandera Coronela, fondo blanco, escudo de armas reales en el centro, bordada
en seda de colores; Cruz de Borgoña con coronas en los extremos, marcada también en
el catálogo con el número 1 ( 1 ) .
»Atocha de Madrid á 3 1 de Julio de 1 8 8 8 .
«Joaquín Rizo Asensio.»
Correspondiendo á la llamada del número 2.°, hay escrita al pie de este recibo la si-
guiente nota: «Este estandarte, que dice tener la efigie de San Miguel, debe ser el seña-
lado en el Catálogo general con el número 4, en cuyo centro aparece el Ave Fénix.»
Efectivamente, en el Catálogo de 1 8 7 9 (Apéndice IV), al que sin duda se refiere esta
nota, aparecen con los números 3 , 5, 6 y 7 los cuatro estandartes de San Miguel (Lusi-
tania, números 4 7 - 5 0 de este C A T Á L O G O ) , que aun se conservan en el Museo de Invá-
lidos, siendo, por lo tanto, el que ostentaba el Ave Fénix (número 4 del Catálogo citado
de 1879), el estandarte que quedó en Atocha por aquella fecha, pasando luego á la Real
Armería, según acredita el escrito que copiamos á continuación, archivado en el mismo
egajo que el documento anterior;
«Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha, Madrid.—Excmo. Señor: El Excelen-
lísimo Señor Intendente de la Real Casa y Patrimonio, con fecha 6 del que rige, me dice -
lo siguiente: «Las banderas á que se refiere V. S. en su oficio de 2 5 de Enero último, y
'que dice reclama el Señor Director general del Cuerpo de Inválidos, deben ser seis de
Infantería, tres estandartes de Caballería y un gallardete de Marina ( 2 ) , que figuraban en
el acta levantada en 2 6 de Mayo de 1893, con motivo de la entrega hecha por V. S. á la Ins-
pección de Oficios, de varias ropas y efectos pertenecientes al Real Patronato de Atocha.
«Dichas enseñas militares estaban depositadas en el guarda muebles de Palacio, y aun-
que en él se conservaban con gran esmero, ni era aquel lugar adecuado para su custodia,
ni podía demorarse su restauración, dado el estado de deterioro en que se encontraban.
»Por estas razones se dispuso fueran trasladadas á la Real Armería, como en efecto
tuvo lugar en 2 4 del propio mes.
»Lo que tengo el honor de participar á V. E. para su conocimiento.
»Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid, 6 de Febrero de 1 8 9 5 .
»José J. Jiménez.
(1) Este número debe estar equivocado puesto que los números unos en dicho catálogo (Apéndice II)
corresponden á otras enseñas que en nada s e parecen, por su descripción, á esta que aquí s e relaciona.
(2) El citado gallardete de Marina no figura en el recibo antes copiado, que firmó D. Joaquín Rizo,
y tampoco aparece en los antiguos inventarios de l a s enseñas depositadas en la iglesia de Atocha,
APÉNDICE X
Entre los documentos que guarda el Archivo del Cuartel de Inválidos referentes á las
banderas de su Museo, existen en la carpeta núm. 43, de la 2 . Sección (Apéndice I, nú-
a
mero 43), una Real orden fechada en 12 de Enero de 1875, una carta del General don
D. Eduardo Fernández San Román y la minuta de contestación á ella.
En el primero de dichos documentos se ordena al Director general de Inválidos la
entrega del «Pendón morado de Castilla» al Capitán del Regimiento del Rey D. Fran-
cisco Almicén, constando al margen el recibí firmado por dicho Oficial; y la carta men-
cionada está dirigida al Jefe superior de Inválidos D. Joaquín Bassols. Por la impor-
tancia que tiene ese último escrito para la averiguación de las banderas procedentes
del Regimiento del Rey, que fueron entregadas en Atocha, conviene conocerlo íntegro.
Está redactado en estos términos:
«Mi estimado General y amigo: En 7 de Julio de 1871 se ordenó al Coronel del Regi-
miento Infantería Inmemorial del Rey entregase en el santuario de Atocha las banderas
que usaba, siendo una de ellas el Pendón morado de Castilla, á cuya orden se dio cum-
plimiento: en 1875, al venir una Compañía de este Regimiento acompañando á S. M. el
Rey en su regreso de la campaña del Norte, y debido á no sé qué gestiones, le fué devuelto
el Pendón, y deseando lo sean igualmente las banderas que encierran un timbre de gloria
para aquel Cuerpo, por haberlas ganado en la guerra de África, agradecería á V. me dijera
si aún existen depositadas, para en tal caso, reclamarlas y devolverlas á dicho Regi-
miento.» Su fecha, en Madrid á 28 de Enero de 1876.
En 10 de Febrero siguiente se contestó al General San Román, por entonces Direc-
tor general de Infantería, en estos términos: «En vista y con presencia de antecedentes,
debo manifestarle que en la Basílica de Atocha se encuentra depositada la bandera
- 244 —
del l . er
Batallón del Regimiento Inmemorial del Rey, que perteneció al mismo desde 1830
hasta 1863, que fué reemplazada por otra en Cádiz, y es la que actualmente usa. La ban-
dera de Cruz de Malta (sin duda se refiere á la cruz de Borgoña) de los antiguos tercios
morados que tuvo el 2.° Batallón del mencionado Regimiento al mismo tiempo que la
anterior el 1.°, fué reemplazada á la vez que aquélla. El Pendón de Castilla que existió
en dicha Basílica, lo tiene el Regimiento de referencia desde el 13 de Enero del año an-
terior, cuya entrega se hizo al Capitán D. Francisco Almicén. La bandera conmemora-
tiva de la campaña de África, denominada de la Concepción (debió decir de Nuestra Se-
ñora del Rosario), que usó en la misma el primer Batallón, se halla depositada en la refe-
rida Basílica, así como la de la Concepción que ostentó con gloria el de la Reina, ambos
cuerpos en representación de todo el ejército que operó en la supradicha campaña.»
En el archivo, donde existen documentos en que consta la entrada en Atocha de esas
banderas (Apéndice I, núm 25), no aparece ninguno referente á su salida, lo que parece in-
dicar que la reclamación anunciada en la carta del General San Román se denegó ó no
llegó á hacerse, hipótesis robustecida por la existencia en Inválidos de dos banderas
moradas con los escudos del Regimiento del Rey en los extremos de la cruz de Borgoña,
una mal atribuida á un Cuerpo de Ingenieros (1), y otra con el paño de los colores na-
cionales, que tiene en una faz la imagen del Crucificado y en la otra la de la Virgen del
Rosario, indudablemente la conmemorativa de la guerra de África, auncuando también
aparezca como de procedencia desconocida en el catálogo impreso en 1900. La bandera
que aquel Regimiento usó desde 1830 hasta 1863, preciosamente bordada, fué espontá-
neamente cedida por el Cuerpo de Inválidos al Museo de Infantería, y era la que figu-
raba con el número 47 en dicho catálogo.
*
**
Procedentes también del Regimiento Inmemorial del Rey, fueron enviados al templo
de Atocha en 1838 dos históricos monumentos, de los cuales se hace referencia en otro
apéndice (2), y creemos oportuno tratar aquí con la extensión que merecen por su im-
portancia y por el interés que ofreció su busca hace veinte años, cuando se considera-
ban perdidos para siempre (3).
Por Real decreto de 10 de Septiembre de 1634, en tiempos de adversa fortuna para
la Monarquía española, se creó, con carácter de Guardia Real, bajo severas reglas de
disciplina y colmado de privilegios, un tercio-coronelía, cuyo mando confió Felipe IV al
(1) Todas las banderas del Cuerpo de Ingenieros que existían en Atocha fueron entregadas á su
Museo en 22 de Febrero de 1875 (Apéndice I, núm. 47).
(2) Apéndice I, núm. 1.
(3) Fernández Duro, Tradiciones infundadas, páginas 467-530.
- 245 —
(1) T o d a s estas noticias constan en la historia ms. del Regimiento que s e conserva en las oficinas
del mismo.
- 246 -
En tal estado quedó este interesante asunto desde 1888, en que se publicó, por cuenta
del Estado, la obra de aquel sabio marino y difunto amigo nuestro, que, de vivir ahora,
hubiera tenido seguramente una verdadera satisfacción al ver confirmadas con datos
positivos sus afirmaciones respecto al simulacro y á la insignia del panteón de sus com-
pañeros en la ciudad de San Fernando, y destruida por completo y para siempre la de-
claración de aquel Cura de la Iglesia Mayor de Reus, que tan desfavorable resultaba al
buen nombre del Coronel D. Carlos María de Fanet. Varios documentos interesantísimos,
afortunadamente conservados en el Archivo del Cuartel de Inválidos, fueron en nuestras
manos luz clarísima que iluminó el camino de aquella investigación penosa, que parecía
terminada hace veinte años, y que al proporcionarnos el placer de concluirla, encontran-
do al fin los buscados monumentos, prueban al mismo tiempo el error de la tradición res-
pecto á su origen, que si no tan remoto como suponía el Coronel Hellín, fundado en
los escritos que posee el Regimiento del Rey, no por eso resulta menos interesante el ver-
dadero para la historia de un Cuerpo de ilustre y glorioso abolengo.
En 14 de Noviembre de 1838 decía el Inspector general de Infantería al Director gene-
ral de Inválidos, Duque de Zaragoza, en comunicación número 8.470, que deseando com-
placerle respecto á su petición de insignias y trofeos militares para colocarlos en la igle-
sia de Nuestra Señora de Atocha, en el día anterior fueron entregados al Coronel Coman-
dante de la Casa de Inválidos ocho banderas, un estandarte de D. Juan de Austria y una
Virgen perteneciente á tos tercios morados de Castilla, que existían en la Inspección á su
cargo. Puesto aquel estandarte en el coro de dicho templo, los inventarios antiguos de
las enseñas que por entonces adornaban las paredes del santo recinto lo describen de
un modo incompleto en la siguiente forma:
«Estandarte de damasco encarnado con fleco de seda en toda su circunferencia: en el
centro un Guerrero á Caballo con espada en mano y la cruz de la Orden de Santiago al
pecho, todo ello bordado en seda y plata: debajo de este Guerrero un escudo de armas,
dividido en siete cuarteles, teniendo dos de éstos una Caldera, un León y otros trofeos,
circundado de Castillos, Leones y flores de lis, rematando con corona Real. Al dorso del
citado escudo se encuentra otro igual al anterior, y encima, formando el centro del estan-
darte, la imagen de la Virgen, teniendo el Niño Jesús en brazos y otros diferentes atribu-
tos, bordado todo ello en seda y oro. Por tradición se dice que este estandarte es el
mismo que tremolaba D. Juaa de Austria en su navio Almirante en la memorable batalla
naval titulada de Lepanto, y que el guerrero descrito anteriormente es simbólico al pro-
pio D.Juan. Fué entregado por el Sr. Inspector general de Infantería, el Mariscal de campo
D. José Fernández á este Establecimiento en su inauguración el 19 de Noviembre de 1838.
Se halla muy deteriorado y con diferentes roturas, ignorándose si producidas por el trans-
curso del tiempo ó bien por el hierro ó plomo enemigo.»
Considerando el Intendente general de la Real Casa necesario completar la serie de
— 248 -
La Virgen, representada en la otra faz, tiene al pie los atributos del Santo Rosario, y el Niño
que sostiene en su regazo una rosa en la mano diestra. En cuanto á las piezas heráldicas
de los escudos, que ninguna relación tienen con las armas privativas de D. Juan de Aus-
tria, son efectivamente las calderas en jefe y punta de los Guzmanes con bordura de cas-
tillos y leones (1), no existiendo las flores de lis circundando lo blasonado, y sí los cuatro
extremos de la florenzada cruz de Calatrava, bordados con seda verde, que bien pudieron
parecerles Uses á los autores de los inventarios arriba citados, que en ese caso, y en
otros muchos, demostraron ignorar las reglas más elementales de la ciencia del blasón.
Probada la existencia y señalado el regio lugar donde se encuentra la bandera que,
perteneciendo al Regimiento Inmemorial del Rey, quedó depositada en la iglesia mayor
de Reus el año 1824, veamos lo que fué de la imagen de Nuestra Señora del Rosario,
Patrona de dicho Cuerpo, que sin duda era la misma que, «perteneciente á los Tercios
Morados de Castilla» (2), remitió en 1838 al templo de los Inválidos, con la enseña mal
llamada de D. Juan de Austria, el Inspector general de Infantería.
Ninguno de los mencionados inventarios de las banderas de Atocha, ni el último ca-
tálogo de ellas, escrito y publicado en 1900 (Apéndice VI), cuando las gloriosas insignias
se hallaban colocadas en el Cuartel de Inválidos, hace referencia á la escultura que por
tradición se creía perteneció en el siglo XIII á una de las bandas reconquistadoras de
Sevilla; doctrina sostenida por los que á principios de la decimoctava centuria defendían
la inmemoriabilidad del Regimiento de Castilla, buscando fundamento para ello en una
declaración del Conde Charny, sacada de la Dirección general de Infantería (3). No apa-
reciendo, pues, aquel memorado simulacro entre los objetos históricos que el Cuerpo de
Inválidos retiró de la Real Basílica cuando estableció su cuartel en el local que hoy ocu-
pa, inútilmente lo buscamos en la iglesia del Buen Suceso de esta Corte, donde actual-
mente se venera la antigua Virgen de Antochio, y en las parroquiales de algunos pueblos
de esta provincia, á las que, según noticia que un anciano sacristán nos comunicó, fue-
ron llevadas algunas imágenes de aquella procedencia.
La fel¡z idea de solicitar informes sobre este importante asunto del ilustrado y respe-
tableRector de Atocha, historiador de aquel ex-convento de Dominicos, puso al fin en
nuestras manos el precioso monumento, que, conservado por dicho señor en el oratorio
de su casa, se hallaba bajo tan buena custodia desde que comenzaron las últimas obras
en el aún no terminado Panteón de españoles ilustres.
(1) Nuestro respetable amigo, el académico D. Vicente Vignau, escribió un notable artículo estu-
diando el escudo del Conde-Duque de Olivares, en la Rev. de Arch. Bib. y Mus. ( 3 . ép., t. IV, 1900,
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