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Estrellas variables cataclı́smicas

Diaz Horacio; Flores Ayelén


6 de diciembre de 2021

En este documento, se abordarán contenidos referidos a las estrellas variables cataclı́smicas, ta-
les como, ¿qué son? ¿cuáles son los diferentes tipos? ¿qué caracterı́sticas presentan? El fin de esta
investigación, es recopilar información sobre este particular y fascinante tipo de estrella.

1. Introducción
Las estrellas variables intrı́nsecas, son estrellas donde la variabilidad es causada por cambios en las
propiedades fı́sicas de las estrellas mismas. Esta categorı́a puede dividirse en tres subgrupos: Varia-
bles pulsantes: estrellas cuyo radio tiende a expandirse y contraerse alternativamente como parte de
sus procesos evolutivos naturales de envejecimiento. Variables eruptivas: estrellas que experimentan
erupciones en sus superficies como llamaradas o eyecciones de masa.

1.1. Variables cataclı́smicas o explosivas


Las estrellas variables explosivas son aquellas estrellas que están sometidas a cambios cataclı́smi-
cos en sus propiedades (como por ejemplo el brillo), caracterizándose por tener estallidos violentos
ocasionales debido a procesos termonucleares en sus niveles superficiales o en la profundidad de sus
interiores. La mayorı́a de estas variables son sistemas binarios cercanos, cuyas componentes tienen una
fuerte influencia mutua en su evolución.

2. Tipos de variables cataclı́smicas


A continuación, se describen los distintos tipos de estrellas variables cataclı́smicas.

2.1. Simbiótica
Son sistemas binarios cerrados que consisten en una gigante roja y otra estrella más caliente, en
donde la estrella caliente ioniza y consume una cubierta de gas que procede de la estrella acompañante.
Ambas estrellas están sumergidas en una nebulosidad, la cual se cree que se origina a partir de la gigante
roja, que pierde masa bien a través de un fuerte viento estelar o bien por pulsaciones.
El espectro de estas estrellas sugiere que existen tres zonas que emiten radiación: las dos estrellas
individualmente y la nebulosidad que las rodea. Además, muestran erupciones semiperiódicas similares
a las novas, de hasta tres magnitudes de amplitud.

Figura 1: Representación artı́stica de una estrella simbiótica

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Figura 2: Nebulosa del cangrejo del Sur, formada durante una explosión de una estrella simbiótica

Esta captura de material puede dar lugar a explosiones termonucleares, conocidas como “novas
lentas”. Estas explosiones termonucleares dan lugar a la formación de nebulosas espectaculares como
la conocida Nebulosa del Cangrejo del Sur. La transferencia de gas, no solo afecta a la enana blanca,
sino que afecta también a la evolución de la gigante roja. Por esta razón se habla de simbiosis estelar:
cada una de las estrellas depende e influye en la evolución de la otra.
El comportamiento tı́pico de los binarios simbióticos se puede dividir en dos fases:

Fase en reposo: Cuando los procesos de acreción, pérdida de masa y ionización están en equilibrio
entre las estrellas del sistema, se dice que el sistema está en reposo. En este punto, el sistema
continuará liberando energı́a a una tasa aproximadamente promedio.

Fase activa: Esta fase se muestra a través de un gran cambio en la naturaleza de la radiación del
sistema y un brillo de la emisión óptica en varias magnitudes. Además, al menos en esta fase, se
forma un disco de acreción alrededor de la estrella que está consumiendo material. En general,
las transiciones entre fases no se comprenden bien y actualmente es difı́cil predecir cuándo una
estrella pasará a una fase activa desde la inactividad o viceversa. Aún no se ha observado que
muchos sistemas entren en un estado activo. Aunque hay algunos sistemas, como “AG Draconis”,
que pueden entrar en fases activas de forma periódica y cı́clica.

El sistema Z Andromedae a menudo se considera el prototipo de la clase binaria simbiótica de


estrellas. En dicho sistema, los dos componentes tienen una órbita circular que tarda 759 dı́as en
completarse. La gigante roja tiene alrededor del doble de la masa del Sol, pero su temperatura efectiva
es de solo 2800 K. La enana blanca presenta una temperatura tan alta como 150.000 K cuando está
en reposo, pero cae por debajo de 100.000 K cuando está activo. También gira alrededor de su eje de
rotación cada 1682 segundos y muestra un fuerte campo magnético.

2.2. Supernova
Es un evento astronómico que ocurre durante las últimas etapas evolutivas de una estrella masiva
o cuando una enana blanca se desencadena en una fusión nuclear descontrolada. La estrella, ya sin
energı́a alguna en su núcleo, implosiona según su gravedad, dando como resultado una estrella de
neutrones o un agujero negro. Pero, en general, no todo se destruye en una explosión de supernova,
sino que el núcleo de la estrella permanece.
En el caso de las estrellas masivas, de entre 9 y 25 veces la masa del Sol (a partir de este lı́mite, la
clasificación cambia a “Hipernova”) que se encuentren en el final de sus vidas, se observan aumentos
repentinos, drásticos y finales de 20 magnitudes o más en su brillo (pudiendo incluso, tener un brillo
mayor que el resto de la galaxia en la que se produjeron), debido a dicho evento.
En este punto, es importante resaltar el lı́mite de Chandrasekhar, el cual representa la máxima
masa posible que puede tener una enana blanca (de aproximadamente 1,44 masas solares), si se supera
dicho lı́mite, la estrella colapsa para convertirse en un agujero negro o una estrella de neutrones (la

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Figura 3: Clasificación de las supernovas

mayorı́a de las veces en este último astro). Además, es importante el lı́mite de Tolman-Oppenheimer-
Volkoff (TOV), el cual expresa la masa máxima que puede tener una estrella de neutrones (de entre
2,10 a 2,25 masas solares) antes de colapsar en un agujero negro.
La palabra nova, proviene del latı́n ’nuevo’, ya que estas explosiones gigantescas aparecı́an como
nuevas estrellas en el cielo. La palabra super (que significa “por encima de”) se agrega para indicar
que la explosión de las supernovas es superior a la de las novas comunes, ya que son aproximadamente
100 veces más brillantes.
La primera clave para la clasificación de las supernovas es la presencia o ausencia de hidrógeno.
Si el espectro de una supernova no contiene una lı́nea de hidrógeno es clasificada como tipo I; de lo
contrario, se la clasifica como tipo II. Dentro de estos dos grupos principales hay también subdivisiones
de acuerdo a la presencia de otras lı́neas.

2.2.1. Supernova de tipo I


Estas supernovas, como dijimos anteriormente, son aquellas que no muestran lı́neas de hidrógeno
en sus espectros luminosos. A continuación, analizaremos en detalle los distintos subtipos de esta
categorı́a, es decir, las de tipo Ia, Ib e Ic.

Supernova de tipo Ia Este tipo de supernova, presenta una lı́nea de silicio (a 615,0 nm) en el
espectro. Son el resultado de la relativamente rápida acreción de masa por parte de una enana blanca
desde una estrella compañera, generalmente una gigante roja.
En estos sistemas binarios, ambas estrellas tienen, aproximadamente, la misma edad y se encuentran
muy próximas (de manera que se produzca la acreción). Además, los modelos indican que una de las
estrellas siempre tendrá una masa levemente superior, la cual evolucionará un poco más rápido, y si

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Figura 4: Las dimensiones relativas de IK Pegasi A (izquierda), B (abajo centro) y el Sol (derecha)

las estrellas tienen una masa de hasta 9 veces la del Sol, entonces es muy común que al final de sus
vidas una se encuentre en la fase de enana blanca y la otra en la fase de gigante roja.
La gigante roja tiene sus capas exteriores muy extendidas y débilmente ligadas, además de que
tienden a expandirse. En consecuencia, si estas capas entran en la zona de atracción gravitatoria de la
enana blanca, entonces serán absorbidas por la misma.
El material tiene que depositarse con la suficiente rapidez para que no se encienda la capa su-
perficial de hidrógeno (si esto ocurre, el fenómeno se conoce como nova). Si el ritmo de acreción es el
adecuado, la masa de la enana blanca pronto alcanza el lı́mite de Chandrasekhar y comienza a colapsar
gravitatoriamente.
Durante la detonación se libera una cantidad enorme de energı́a, lo que termina produciendo una
poderosa onda de choque que destruye la estrella, expulsando toda su masa a velocidades de alrededor
de los 10.000 km/s. La energı́a de la explosión también causa un aumento extremo en la luminosidad.
Normalmente no quedan rastros de la estrella que originó el cataclismo, sino solo restos de gas y
polvo sobrecalentados en rápida expansión. La desaparición, por consiguiente, del campo gravitatorio
de la enana blanca, produce un cambio en la trayectoria de la estrella vecina, si esta pudo sobrevivir
a la detonación. Al no verse sometida a la fuerza de atracción de la estrella destruida, la otra saldrá
disparada en la dirección que seguı́a en el momento del estallido. Estas estrellas fugitivas se pueden en
principio detectar ya que deberı́an tener velocidades mucho mayores que las de su entorno.
También puede existir una supernova tipo Ia generada por la fusión de dos enanas blancas del mismo
sistema binario. Puede ocurrir que ninguna de las dos logre por sı́ sola acretar la suficiente masa como
para generar una supernova, pero fusionadas, en cambio, pueden superar la masa de Chandrasekhar.
El sistema IK Pegasi es el candidato más conocido para una supernova tipo Ia en la Vı́a Láctea.
Se encuentra a unos 150 años luz, y sus estrellas componentes estan separadas por 0,21 unidades
astronómicas. Aunque se piensa que aún faltan varios miles de millones de años antes de que la enana
blanca llegue a la masa crı́tica necesaria para producir la supernova.

Supernova de tipo Ib e Ic Los espectros de las supernovas de tipos Ib (lı́nea de Helio a 587,6 nm)
e Ic (sin lı́neas de Helio) no muestran la lı́nea del silicio presente en los espectros de las Ia. Se cree
que se trata de estrellas al final de su vida, pero que perdieron todo su hidrógeno en etapas anteriores,
por lo que las lı́neas de este elemento no aparecen en sus espectros. En particular, se piensa que las
supernovas de tipo Ib resultan del colapso de una estrella de Wolf-Rayet (estrellas masivas, con más de
20-30 masas solares, calientes y evolucionadas que sufren grandes pérdidas de masa debido a intensos
vientos estelares) que ha expulsado toda su envoltura de hidrógeno por medio de los intensos vientos
propios de estas estrellas. Se conocen también varias de estas supernovas en sistemas binarios: en este
caso, la estrella compañera puede ayudar a desligar gravitatoriamente el gas de la envoltura de la otra
estrella, la que no necesita ser tan masiva como una Wolf-Rayet aislada. En casos extremos, cuando
no solo escapa el hidrógeno sino también el helio, puede quedar expuesto el núcleo de carbono, y este
serı́a el escenario de una supernova Ic.
Las supernovas de tipo Ic - BL tienen lı́neas espectrales muy anchas (¡asociadas a que el gas se
está moviendo con velocidades de 20000 km/s!), comparadas con una supernova normal tipo Ic. Como
se podrı́a esperar, estas supernovas tienen, tı́picamente, también mayor energı́a cinética a la de una
supernova normal Ic. No se sabe muy bien por qué existe este exceso de energı́a y se trata de un tema
de discusión actualmente.
Las supernovas GRB-SNe son un subtipo dentro de las supernovas de tipo Ic que proceden del
término GRB, es decir, Gamma Ray Burst (en español, explosión de rayos gama). Por lo tanto, se

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Figura 5: Composición de algunos tipos de estrellas supernovas

trata de las supernovas que emiten un chorro de rayos gamma que apunta hacia nuestra dirección,
cosa que permite detectarlo. Por ello, es posible que todas las supernovas tengan este chorro de rayos
gamma, pero que solo podamos ver aquellos que apuntan justo en nuestra dirección.
Las supernovas SLSN son aquellas superluminosas, las cuales no tienen una explicación fı́sica con-
sensuada, pero se cree que pueden resultar del colapso de estrellas de quarks, las llamadas ”quarknovas”.
Aún no se ha comprobado la existencia de este tipo de estrella, pero presentarı́an una altı́sima densidad
que harı́a que la materia en ellas solo existiera en forma de quarks aislados.

2.2.2. Supernova de tipo II


Una supernova de tipo II se forma a partir del colapso interno y la consiguiente explosión violenta
de una estrella de masa superior a 9 veces la masa del sol (estrella masiva). Las estrellas generan energı́a
a través de la fusión nuclear de hidrógeno en helio en sus núcleos. Sin embargo, a diferencia del Sol, las
estrellas masivas, en una etapa avanzada de su ciclo de vida, no solo funden helio en carbono, sino que
son capaces de fundir y producir elementos cada vez más pesados. El producto final de estos procesos
es el hierro-56, un isótopo de hierro de peso atómico 56 uma que, debido al excesivo gasto energético
necesario para fundirlo, se acumula inerte en el centro de la estrella, junto con algo de nı́quel.
Hasta ahora, la estrella ha podido contrarrestar el colapso gravitatorio debido a la presión de
radiación (producida por la fusión de elementos) y a la presión de degeneración. Esta última presión
se explica en el hecho de que la densidad en estas estrellas es enorme, por lo que los electrones en
su núcleo tienden a ser comprimidos, pero por el principio de exclusión de Pauli, no es posible tener
dos electrones con los mismos números cuánticos en regiones tan pequeñas de espacio, por lo que
aparece una presión de degeneración que se opone a esta compresión. La desestabilización definitiva
de la estrella ocurre cuando la masa del núcleo de hierro alcanza el lı́mite de Chandrasekhar. Es en
ese momento cuando su peso vence a las presiones que la mantenı́an y colapsa, pudiendo alcanzar
temperaturas de hasta tres mil millones de grados.
La primera fase de la supernova es un colapso rápido del núcleo incapaz de sostenerse. Esto conlleva
una fuerte emisión de fotones y neutrones que son absorbidos por las capas interiores frenando, mo-
mentáneamente, su colapso. Simultáneamente un frente de choque de neutrinos (llamado neutrinósfera)
se genera durante la neutronización (proceso en el que los electrones del núcleo, debido a la alta densi-
dad, se fusionan con los protones de los átomos pesados para producir neutrones) del núcleo compacto.
Finalmente, la neutrinósfera choca contra la cubierta y transmite su momento expulsando las capas y
produciendo la explosión de supernova.
Las supernovas de tipo II pueden dividirse en distintos subtipos que analizaremos brevemente a
continuación.

Supernovas tipo II-P y II-L Estos dos tipos de supernovas son aquellos que tienen amplias lı́neas
de hidrógeno. Al parecer, son las supernovas que se forman generalmente tras el colapso gravitatorio
de las estrellas supergigantes rojas, las cuales están rodeadas por una capa de hidrógeno.
• Supernovas tipo II P: Su luminosidad progresa de tal manera que, tras alcanzar su pico, llega a
una especie de meseta en su curva de luz. La “P” viene, de hecho, de “plateau”, que serı́a planicie.

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Figura 6: Etapas de una supernova de tipo II

Figura 7: Comparación de las curvas de luz de las SN II-P y SN II-L

• Supernovas tipo II L: Su luminosidad progresa de tal manera que, tras llegar a su pico, empieza
a descender de forma lineal en su curva de luz. La “L” viene de “linear”.

Supernovas tipo IIn Las supernovas de tipo IIn son aquellas que tienen, en su espectro, unas lı́neas
de hidrógeno muy estrechas (pero tienen hidrógeno, por lo que ya no están dentro del grupo I). Esto
parece indicar que el hidrógeno que detectamos fue expulsado de la estrella antes de que explotara,
algo que solo serı́a posible si, antes de la explosión final en forma de supernova, hubiera explosiones
previas. Esto se ha confirmado con algunas supernovas que hemos observado.

Supernovas de tipo IIb Las supernovas de tipo IIb son, seguramente, las que más quebraderos de
cabeza han causado. Se trata de supernovas que empiezan con unas intensas lı́neas de hidrógeno (que
la hacen estar en el grupo II) para luego perder este hidrógeno y parecerse a las del grupo I. Aun ası́,
por sus caracterı́sticas, constituyen su propio subtipo.

Figura 8: Supernova 2016gkg de tipo IIb, fotografiada, en 2016, por el astrónomo argentino aficionado
Victor Buso

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Figura 9: Diagram of a Nova type star from www.nasa.gov

Nova Una nova (plural novae o novas) es un evento astronómico transitorio que causa la aparición
repentina de una estrella brillante, aparentemente ”nueva”, que se desvanece lentamente durante varias
semanas o muchos meses. Las causas de la aparición dramática de una nova varı́an, dependiendo de
las circunstancias de las dos estrellas progenitoras. Todas las novas observadas involucran una enana
blanca en un sistema binario cercano. Las principales subclases de novas son las novas clásicas, las
novas recurrentes (RNe) y las novas enanas. Todas se consideran estrellas variables cataclı́smicas. En
un sistema binario cercano, formado por una enana blanca y una estrella, se produce transferencia
(acreción) de masa de la compañera a la enana. El material acretado, compuesto principalmente por
hidrógeno y helio, es compactado en la superficie de la enana blanca debido a la intensa fuerza gravita-
toria en la superficie de esta. A medida que se va acumulando más material, se calienta cada vez más,
hasta alcanzar la temperatura crı́tica para la ignición de la fusión nuclear. Entonces se transforman
rápidamente grandes cantidades de hidrógeno y helio en elementos más pesados, en un proceso análogo
al que ocurre en el núcleo de las estrellas de secuencia principal, aunque en estos casos se trata de
procesos estables que duran largos periodos de tiempo; en las novas, en cambio, es un evento violento.
La enorme cantidad de energı́a liberada por este proceso produce un destello de radiación electro-
magnética muy brillante, pero de corta duración. El término “nova” fue usado por primera vez por el
astrónomo Tycho Brahe al observar no una nova sino una supernova, pero no fue hasta tiempo después
cuando se reconocieron las diferencias entre las supernovas y las novas, intrı́nsecamente mucho menos
energéticas.
Una enana blanca puede generar múltiples eventos de nova, mientras siga habiendo masa disponible
en la estrella compañera para la acreción. Progresivamente la estrella donante puede ver agotado su
material, o la enana blanca puede producir una nova lo suficientemente poderosa como para destruir
el sistema por completo. Este último caso es similar al de una supernova tipo Ia. Sin embargo, las
supernovas involucran procesos diferentes y energı́as mucho mayores, del orden de 1044J, mientras
que las explosiones tı́picas de novas pueden liberar unos 1038 o 1039 J, por lo que no deberı́an ser
confundidas.
Las novas contribuyen a la nucleosı́ntesis de algunos elementos que no se producen igual que en los
ciclos habituales. En principio, queman de forma explosiva su hidrógeno a través del ciclo CNO, pero
las mayores energı́as a la que se producen esos estallidos hacen que el ciclo derive en otra reacción
distinta.

Nova enana Una nova enana es un tipo de estrella variable cataclı́smica que aumenta su brillo de
forma abrupta e impredecible en un factor entre 5 y 250 (de 2 a 6 magnitudes). El aumento hasta el
máximo brillo sucede en menos de un dı́a, mientras que la disminución hasta la inactividad tiene lugar
durante varios dı́as o semanas. El arquetipo de este tipo de variables es la estrella U Geminorum.

Caracterı́sticas generales de las novas enanas Consisten en un sistema binario próximo en donde
una de las componentes es una enana blanca que toma materia de su compañera, una subgigante de tipo
espectral K o M. Son similares a las novas clásicas en que la enana blanca sufre estallidos periódicos,
pero el mecanismo es distinto: mientras que en las novas clásicas los estallidos son el resultado de
la fusión y detonación del hidrógeno, la teorı́a actual postula que las novas enanas tienen lugar por
la inestabilidad del disco de acreción, cuando el gas alcanza una temperatura crı́tica que provoca un

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Figura 10: Astrometrı́a de la estrella U Geminorum

cambio en su viscosidad, produciéndose un colapso hacia la enana blanca que libera una gran cantidad
de energı́a potencial gravitatoria. Las novas enanas se distinguen también de las novas clásicas en
que su luminosidad es menor y en que normalmente son recurrentes en un intervalo que va de dı́as a
décadas. La luminosidad del estallido aumenta con el intervalo de recurrencia y con el perı́odo orbital;
recientes estudios con el Telescopio Espacial Hubble sugieren que la última relación puede hacer que
las novas enanas sean útiles como candelas estelares para medir distancias cósmicas.

Clasificación Dentro de las novas enanas se pueden distinguir los siguientes subtipos:
1. Estrellas SS Cygni, experimentan estallidos bien definidos con una amplitud de 2 a 6 magnitudes.
Reciben su nombre por SS Cygni, la primera estrella de este subtipo en ser descubierta.
2. Estrellas SU Ursae Majoris, que además de los estallidos normales, ocasionalmente sufren ”super
estallidos”más brillantes que la media. El prototipo es SU Ursae Majoris.
3. Estrellas Z Camelopardalis, que durante un perı́odo se detienen en un determinado brillo por
debajo de su pico. La estrella prototı́pica es Z Camelopardalis.
U Geminorum es una estrella variable en la constelación de Géminis. Es el arquetipo de un tipo
de variables cataclı́smicas llamadas novas enanas. Descubierta por el astrónomo John Russell Hind en
1855, ha sido observada continuamente desde entonces. Por otro lado, es un sistema binario en donde
la componente primaria es una enana blanca densa y caliente, y la componente secundaria es una frı́a
enana roja de la secuencia principal.
La enana blanca tiene una masa de 1,20 masas solares, mientras que su compañera tiene una masa
equivalente al 42orbital es de sólo 4 horas y 11 minutos. La enana roja está tan próxima a la estrella
principal que pierde materia de su superficie en beneficio de la enana blanca. Este material forma un
disco de acrecimiento en torno a esta última. En intervalos casi periódicos, de unos 100 años, el disco
se desestabiliza y una gran cantidad de materia cae en la enana blanca, que, como consecuencia, sufre
un estallido. Estos estallidos hacen que el brillo de la estrella aumente unas cien veces. Además de los
estallidos, U Geminorum sufre frecuentes eclipses cuando una de las estrellas pasa por delante de la
otra, lo que hace que, en condiciones normales, su magnitud aparente varı́e entre +14,1 y +15,0. La
duración del eclipse es de unos 20-25 minutos. Durante los estallidos su magnitud aumenta.

Referencias
Supernovae - NASA Search Results. (2021). Nasa Research. https://nasasearch.nasa.gov/search?affiliate=nasasortb y =
query = supernovae

Symbiotic star - NASA Search Results. (2021). Nasa Research. https://nasasearch.nasa.gov/search?affiliate=nasasortb y =


query = Symbiotic + starcommit = Search

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Novae - NASA Search Results. (2021). Nasa Research. https://www.nasa.gov/images/content/62486mainM akingaN ova.jpg

Carroll, B. W., Ostlie, D. A. Addison-Wesley, S. F. P. (ed.) (2007). An Introduction to Modern


Astrophysics.

Gray, R. O., Corbally, C. J., Burgasser, A. J. (2009). Stellar spectral classification. Princeton,
N.J: Princeton University Press.

Ritter, Hans Kolb, Ulrich. Catálogo de binarios cataclı́smicos, binarios de rayos X de baja masa y
objetos relacionados (Sexta edición), Astronomy Astrophysics Supplement Series 129, 83 (1998).

Cook, Lewis M. ”La frecuencia del estallido de la enana Nova U Geminorum”. Revista de la
AAVSO Volumen 16, No. 2, 1987.

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