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ECOLOGIA, MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO

(2)

Este texto tiene integradas 7 prácticas. Estas asignaciones


deben ser desarrolladas a lo largo del período y serán
presentadas en un portafolio digital al final del cuatrimestre (la
fecha exacta será comunicada en el curso).

- Energías y aguas (acceso y saneamiento); tierras y


producción de alimentos (revolución verde y
transgénicos).
La energía ha constituido una pieza clave para el desarrollo de la humanidad.
El hombre, desde el principio de su existencia, ha necesitado la energía para
sobrevivir y avanzar. Pero ¿qué es la energía y por qué tiene tanta
importancia?

La energía es la capacidad de los cuerpos para realizar un trabajo y producir


cambios en ellos mismos o en otros cuerpos. Es decir, el concepto de energía
se define como la capacidad de hacer funcionar las cosas.

Vamos a presentar algunos conceptos claves que, aunque pertenezcan al área


de las ciencias naturales (y, en especial, de la física), nos van a permitir
comprender mejor los temas siguientes de nuestras clases.

La unidad de medida que utilizamos para cuantificar la energía es el joule (J),


en honor al físico inglés James Prescott Joule. Un joule corresponde a un
Newton por un metro (J = N * m).

Otras unidades de medición de la energía son:


Caloría. Es la cantidad de energía térmica necesaria para elevar la
temperatura de un gramo de agua de 14,5 a 15,5 grados Celsius. Un julio
equivale aproximadamente 0,24 calorías. La Caloría grande usada en biología,
alimentación y nutrición = 1 Cal = 1 kcal = 1.000 cal. La frigoría es la unidad de
energía utilizada en refrigeración y es equivalente a absorber una caloría.

Kilovatio hora (kWh) usada habitualmente en electricidad. Y sus derivados


MWh, MW•año

Tonelada equivalente de petróleo = 41.840.000.000 julios = 11.622 kWh.

Tonelada equivalente de carbón = 29.300.000.000 julios = 8.138,9 kWh.

Tonelada de refrigeración es la unidad nominal de extracción de carga


térmica (enfriamiento) empleada en algunos países, especialmente de
Norteamérica, para referirse a la capacidad de enfriamiento de las máquinas
frigoríficas y equipos de aire acondicionado. Puede definirse como la cantidad
de calor latente absorbida por la fusión de una tonelada corta de hielo sólido
puro en 24 horas. Una tonelada de refrigeración es igual a 12 000 BTUIT/h.

BTU, British Thermal Unit, 252,2 cal = 1.055 julios

Algunos tipos de energía

La energía se manifiesta de diferentes maneras, recibiendo así diferentes


denominaciones según las acciones y los cambios que puede provocar.

Energía mecánica: es aquella relacionada tanto con la posición como con el


movimiento de los cuerpos y, por tanto, involucra a las distintas energías que
tiene un objetivo en movimiento, como son la energía cinética y la potencial. Su
fórmula es:

Em =Ep+Ec

Donde Em es la energía mecánica (J),

E p la energía potencial (J)

y Ec la energía cinética (J).


La energía potencial (Ep) hace referencia a la posición que ocupa una masa
en el espacio. Su fórmula es:

Ep=m•g•h (J=Kg·m2 /s2 ).

Donde m es la masa (kg),

g la gravedad de la Tierra (9,81 m/s2 ),

h es la altura (m)

La energía cinética (Ec) por su parte se manifiesta cuando los cuerpos se


mueven y está asociada a la velocidad. Se calcula con la fórmula:

Ec= ½ m • v2 (J=Kg·m2 /s2 )

Donde m es la masa (Kg),

v la velocidad (m/s)

Energía interna. La energía interna se manifiesta a partir de la temperatura.


Cuanto más caliente esté un cuerpo, más energía interna tendrá.

Energía eléctrica. Cuando dos puntos tienen una diferencia de potencial y se


conectan a través de un conductor eléctrico se genera lo que conocemos como
energía eléctrica, relacionada con la corriente eléctrica.

Energía térmica. Se asocia con la cantidad de energía que pasa de un cuerpo


caliente a otro más frío manifestándose mediante el calor.

Energía electromagnética. Esta energía se atribuye a la presencia de


un campo electromagnético, generado a partir del movimiento de partículas
eléctricas y magnéticas moviéndose y oscilando a la vez. Son lo que
conocemos como ondas electromagnéticas, que se propagan a través del
espacio y se trasladan a la velocidad de la luz.

El Sol es un ejemplo de ondas electromagnéticas que se pueden manifestar


como luz, radiación infrarroja y también ondas de radio.,
Energía química. Se manifiesta en determinadas reacciones químicas en las
que se forman o rompen enlaces químicos. El carbón, el gas natural o el
funcionamiento de las baterías son algunos ejemplos del uso de esta energía.

La energía nuclear es la que se genera al interactuar los átomos entre sí.


Puede liberarse a través de su rotura, lo que se conoce como fisión, o de su
unión, lo que se denomina fusión.

Propiedades de la energía

La energía tiene 4 propiedades básicas:

 Se transforma. La energía no se crea, sino que se transforma y es


durante esta transformación cuando se manifiestan las diferentes formas
de energía.

 Se conserva. Al final de cualquier proceso de transformación energética


nunca puede haber más o menos energía que la que había al principio,
siempre se mantiene. La energía no se destruye.

 Se transfiere. La energía pasa de un cuerpo a otro en forma de calor,


ondas o trabajo.

 Se degrada. Solo una parte de la energía transformada es capaz de


producir trabajo y la otra se pierde en forma de calor o ruido (vibraciones
mecánicas no deseadas).

Transferencia de energía

Existen tres formas principales de transferir energía de un cuerpo a otro:

Trabajo - Cuando se realiza un trabajo se pasa energía a un cuerpo


que cambia de una posición a otra. Como ocurre, por ejemplo, si empujamos
una caja para desplazarla: estamos realizando un trabajo para que su posición
varíe.

Ondas - Las ondas son la propagación de perturbaciones de ciertas


características, como el campo eléctrico, el magnetismo o la presión. Al
moverse a través del espacio transmiten energía.
Calor - Es un tipo de energía que se manifiesta cuando se transfiere
energía de un cuerpo caliente a otro cuerpo más frío. Esta energía puede
viajar de tres maneras principales:

 Conducción: cuando se calienta un extremo de un material, sus


partículas vibran y chocan con las partículas vecinas,
transmitiéndoles parte de su energía.

 Radiación: el calor se propaga a través de ondas de radiación


infrarroja (ondas que se propagan a través del vacío y a la
velocidad de la luz).

 Convección: que es propia de fluidos (líquidos o gaseosos) en


movimiento.

Siempre tienes que recordar que, aunque la energía puede


cambiar de forma en los procesos de conversión energética, la
cantidad de energía se mantiene constante conforme con el
principio de conservación de la energía que establece que la
energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Por
consiguiente, la energía total de un sistema aislado se
mantiene constante y en el universo no puede existir creación
o desaparición de energía, sino transferencia de un sistema a
otro o transformación de energía de una forma a otra.

La energía es la consecuencia de la actuación mediante


interacciones o intercambios de los cuatro tipos de fuerzas
fundamentales de la naturaleza: gravitatoria, electromagnética,
nuclear fuerte y nuclear débil.
Reflexiona sobre la siguiente imagen: ¿De verdad República
Dominicana es un recurso inagotable? Redacta un breve
ensayo explicando tu posición sobre el tema. (Práctica 01)
Energías renovables Vs combustibles fósiles
¿Qué ventajas
encontramos en las
energías renovables
frente a los
combustibles fósiles?
Desde hace miles de
siglos venimos
empleando en el día a
día de la humanidad combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas
natural. Pero estos recursos son limitados y con ellos contaminamos el medio
ambiente. ¿Son entonces las energías renovables una alternativa viable a su
uso?

Combustibles fósiles

Los combustibles fósiles emiten a la atmósfera ingentes cantidades de CO 2


durante la combustión. Son los principales causantes del calentamiento global
y están provocando serios daños en el medio ambiente. El calentamiento global
es uno de nuestros grandes enemigos, principalmente enemigo del futuro de la
vida en la Tierra.

Hoy en día todavía utilizamos como mayores recursos energéticos aquellos


provenientes de combustibles fósiles. La producción de energía en el mundo
proviene, aproximadamente, en un 86% de combustibles fósiles.
Se estima que los combustibles fósiles se extinguirán aproximadamente dentro
de unos 200 años, aunque es
difícil estimar la fecha real de su
agotamiento.

Numerosos científicos coinciden


en la idea de que tanto el
descubrimiento de nuevos
yacimientos de hidrocarburos
como su extracción obedecen a
una tendencia que muestra la figura a la derecha, conocida como teoría
del Pico de Hubbert, teoría acerca de la tasa de agotamiento a largo plazo
del petróleo, así como de otros combustibles fósiles.

La teoría de Hubbert indica que la producción mundial de petróleo llegará a su


cenit y después declinará tan rápido como creció. Así mismo, señala que el
factor que limita la extracción de petróleo es la energía requerida para extraerlo
y no su coste económico. Es decir, cuando se necesita consumir una energía
equivalente a un barril de petróleo o más para obtener ese mismo barril, la
producción ya no es rentable y el yacimiento en cuestión se abandona.

¿Qué alternativas nos quedan?

Según los expertos, la solución se encuentra en las renovables.

Las energías renovables son fuentes naturales inagotables casi


inagotables, como el viento, el sol y el agua. Por tanto, son mucho más
respetuosas con el medio ambiente. Al contrario que con los combustibles
fósiles, no son contaminantes y representan la alternativa más limpia frente al
uso de ellos. No generan gases de efecto invernadero.

La energía fotovoltaica es una fuente de energía que produce electricidad de


origen renovable. Es la transformación directa de la radiación solar en
electricidad en forma de corriente continua. La radiación solar es captada por
unos dispositivos semiconductores denominados células fotovoltaicas, que
tienen la propiedad de absorber fotones de luz y emitir electrones. Cuando
estos electrones libres son conducidos se obtiene una corriente eléctrica que
se entiende como electricidad. Por lo tanto, la energía fotovoltaica es una
energía renovable porque procede de una fuente inagotable de energía, el
sol. Que además es un recurso limpio, sostenible y gratuito.

La energía eólica se obtiene a partir del viento. Es uno de los recursos más
antiguos que la humanidad ha usado. Mediante la energía eólica conseguimos
convertir la energía que producen las palas de los aerogeneradores gracias a la
fuerza del viento en energía eléctrica, los aerogeneradores transforman la
energía cinética del viento en energía mecánica. Se trata de una fuente
inagotable, que no contamina y que contribuye al desarrollo sostenible.

Otras energías como las mareas, la biomasa, el biogás y los sistemas de


energía termosolar y mini-hidráulica, completan el plantel de fuentes de
energía renovable.

Visiona los siguientes videos para conocer más sobre este tema sumamente
importante para el ser humano y la sobrevivencia de nuestro planeta:

https://www.youtube.com/watch?v=Og6C1HyeaBs
https://www.youtube.com/watch?v=JW8uyjhMFgk

https://www.youtube.com/watch?v=VM95zVmAAYM
Investiga los diferentes tipos de
energías renovables y presenta
un breve informe comparativo
entre las energías renovables y
las no renovables. (Práctica 02)

Lee el siguiente artículo “Las energías renovables generan por


primera vez más electricidad que los combustibles fósiles en
Europa” y reflexiona sobre la importancia de esta noticia.
https://elperiodicodelaenergia.com/las-energias-renovables-
generan-por-primera-vez-mas-electricidad-que-los-
combustibles-fosiles-en-europa/

Aguas (acceso y saneamiento)


El tema del acceso al agua y al saneamiento en el mundo es una problemática
especialmente compleja. Aunque se podría pensar que el “planeta azul” posee
recursos ampliamente suficientes para satisfacer todas las necesidades de
agua, la realidad es sensiblemente diferente. En efecto, entran en competencia
numerosos usos del agua y el hecho de que el uso para satisfacer las
necesidades humanas básicas no sea prioritario sobre los demás usos,
conduce a la situación actual, en la que miles de millones de personas no
tienen acceso al agua potable ni al saneamiento.

a) El agua y la vida en el “planeta azul”

El agua, salada o dulce, representa el 70% de la superficie del globo terrestre,


el agua se encuentra en los océanos, los casquetes glaciares, los icebergs, la
nieve, las aguas subterráneas, los lagos y los ríos y su volumen corresponde
aproximadamente a 1,4 millones de km3

Este impresionante volumen de agua otorga la tonalidad azul a nuestro planeta


y nos hace pensar que la cantidad de agua disponible para las necesidades
humanas, animales y vegetales es casi inagotable. Pero, desgraciadamente no
es así, pues el 97,5% del agua acumulada en la superficie del globo, se
encuentra en los océanos, lo que deja sólo un 2,5% de agua dulce. Además,
sólo podemos utilizar una parte ínfima del agua dulce puesto que el 70% está
congelada en los casquetes glaciares y los icebergs de la Antártida y de
Groenlandia y, del resto, casi el total se encuentra en forma de humedad bajo
el suelo o en los grandes acuíferos de agua fósil, que son demasiado
profundos para ser explotados.

En total, tenemos acceso a 42 700 km3 de agua dulce, lo que corresponde al


0,1% del agua dulce y al 0,003% del agua total del planeta. Esta cantidad final,
que proviene de las precipitaciones, se encuentra en los lagos, ríos y las capas
freáticas. Aunque una parte de esta agua no pueda utilizarse porque debe
correr y transportar las aguas residuales, y otra parte no pueda contenerse en
el momento de las crecidas, la cantidad de agua restante basta ampliamente
para satisfacer las necesidades de agua de seis a diez mil millones de
personas.

Por desgracia, esta constatación global positiva ha de relativizarse según las


regiones. El que el total de agua disponible provenga de las precipitaciones
significa que doce países controlan las tres cuartas partes del agua terrestre
– Brasil ve pasar sobre su territorio 6 260 km3 de agua al año – mientras que
una pequeña decena de pequeños territorios, situados en regiones secas o
desérticas disponen de menos de un km3 al año. Las regiones más afectadas
por la escasez de agua son África septentrional y la península arábiga, donde
casi todos los países tienen menos de 1000 metros cúbicos al año y por
habitante, lo que se considera como el umbral de escasez.

b) Los diferentes usos del agua y la competición actual

La historia del hombre ha estado siempre vinculada a la historia del agua. Las
primeras civilizaciones surgieron desde el 4º milenio A.C. en torno a grandes
ríos: el Tigres y el Éufrates, el Nilo y el Indo. La civilización mesopotámica y la
egipcia utilizaban dichos ríos para regar las tierras y desarrollar la agricultura,
mediante complejos sistemas de diques, canales y presas. También vertían en
ellos los desechos domésticos a través de sistemas de evacuación de las
aguas residuales.

Los griegos fueron los primeros en construir tuberías en largas distancias para
conducir el agua hasta la ciudad y los romanos hicieron lo mismo trayendo el
agua mediante una red de acueductos de una longitud total de 500 km.

Las grandes ciudades (Jericó, Babilonia, Atenas, Cartago, Alejandría y Roma),


consideraban la gestión del agua como una tarea esencial y los ingenieros que
se encargaban de ella ocupaban un lugar destacado en la sociedad. Durante la
Edad Media dejó de darse tal importancia a la gestión del agua y la situación se
degradó con el paso de los siglos, hasta que, a principios del siglo XIX, algunas
ciudades alcanzaron niveles intolerables de contaminación de los ríos debido a
los desechos domésticos. Entonces, surgieron serias reflexiones y, a mediados
del siglo XIX, los científicos demostraron que la cantidad de agua y su
conducción no bastaban para que estuviera limpia y que de la calidad del agua
dependía la salud de la población.

Comenzó entonces la revolución de la higiene en las grandes ciudades


europeas que, al cabo de algunas décadas, llevó agua potable y red de
saneamiento a la población. Esta revolución, basada en un tratamiento de los
desechos y de las aguas residuales, fue el factor esencial del descenso de la
mortalidad en las ciudades europeas de principios del siglo XX.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, se añadieron a la agricultura y a las


necesidades domésticas otros usos del agua, tales como la navegación a
vapor, la producción de energía hidroeléctrica y la producción industrial.

Todos estos usos se multiplicaron en el siglo XX, durante el cual el consumo de


agua se decuplicó. El uso del agua para fines agrícolas se ha más que
sextuplicado, entre 1900 y 2000, pasando de 500 km3/año a más de 3000
km3/año, principalmente para responder al aumento de la población mundial. El
uso del agua para necesidades industriales y domésticas ha aumentado
todavía más rápidamente, para responder, al mismo tiempo, al boom
demográfico y al aumento del consumo individual ligado al proceso de
urbanización y a los nuevos modos de vida; por ejemplo, se necesitan 280 000
litros de agua para producir una tonelada de acero y 700 litros para un kilo de
papel.

En el siglo XX, el paso de una agricultura tradicional a una industrial, que utiliza
masivamente productos tóxicos, añadida al no-tratamiento de los desechos do-
mésticos e industriales, conllevó a la contaminación de la mayoría de los ríos y
capas freáticas, donde el agua ha llegado a ser inutilizable.

En numerosos países, la mala gestión de los recursos del agua también ha


disminuido la cantidad de agua disponible por la sobreexplotación de capas
freáticas. La construcción de reservas y otras grandes obras (presas) ha
causado, no sólo la contaminación del 60% de los 227 ríos más importantes del
planeta, sino también, el desplazamiento de 40 a 80 millones de personas,
desde el año 1950.

A principios del siglo XXI, la agricultura intensiva representa más del 60% del
consumo mundial de agua, las actividades industriales más del 20% y el
consumo doméstico el 10%. A estos usos se añade el de la navegación y la
producción de energía hidroeléctrica. Entre estos diferentes usos, los conflictos
son siempre más severos, a medida que la cantidad de agua disponible por
habitante disminuye.

De todos los conflictos por el uso del agua, el más importante es el conflicto
campo-ciudad.

La urbanización conlleva un aumento exponencial del consumo de agua en las


ciudades, ya que se ha triplicado en menos de veinte años. Esto plantea
enormes problemas a la hora de compartir los recursos con las zonas rurales.
Los nuevos ciudadanos se encuentran generalmente en chabolas o en la
periferia de la ciudad donde los servicios de aprovisionamiento y de
saneamiento son insuficientes. Para responder a estas nuevas necesidades,
hay que buscar agua cada vez más lejos, y es frecuente que sea el agua de los
campos el que se reconduzca a las aglomeraciones. La demanda de
electricidad de las ciudades plantea problemas similares, pues la respuesta es
generalmente la construcción de presas en zonas rurales para producir energía
hidroeléctrica, en detrimento del uso del agua para la agricultura.

El segundo conflicto más importante es el conflicto privado-público/comunitario.


En las zonas rurales, las empresas privadas, sobre todo mineras, amenazan
frecuentemente el acceso al agua de los pueblos. En las zonas urbanas, es la
gestión del agua por las empresas multinacionales la que entra en conflicto con
los objetivos de la gestión pública, como lo pudimos ver hace algunos años
durante “la guerra del agua” en Bolivia. A escala mundial, la mayoría de los
sistemas de saneamiento y de distribución del agua siguen en manos públicas
y, al contrario de algunas ideas preconcebidas, éstas proporcionan aún los
“mejores servicios de abastecimiento en agua y en saneamiento”. Pero en
algunos países como Argentina, Bangladesh, Colombia, Costa de Marfil,
Hungría, Indonesia, Madagascar, México, Marruecos, Nepal, Nigeria, Pakistán,
Filipinas, Senegal, Sri Lanka y Túnez han sido privatizados. Es más, sólo dos
compañías, Veolia Medioambiente y Suez Lionesa de Aguas, controlan la
mayor parte de concesiones privadas en el mundo, con el único objetivo de
obtener beneficios. Al ampliar las redes de agua, las compañías privadas
aumentan también el precio que hay que pagar para tener acceso, y no
siempre invierten en las infraestructuras y en el mantenimiento de los sistemas
de distribución, en detrimento del derecho al agua de los más desfavorecidos.

Si estos conflictos plantean problemas, en términos de decisiones políticas en


cuanto a la gestión del agua en un mismo país, son casi imposibles de
gestionar cuando se trata de compartir el agua entre varios Estados. Ahora
bien, en el planeta, 250 ríos internacionales responden a las necesidades del
40% de la población mundial. Estos ríos son casi todos sobre explotados y su
uso ocasiona numerosos conflictos de repartición entre los Estados ribereños.

c) El acceso al agua y al saneamiento en el mundo

Es poco usual que los Estados den la prioridad a satisfacer las necesidades
primarias de las personas más vulnerables cuando toman decisiones sobre los
diferentes usos del agua. Estas necesidades básicas engloban el acceso al
agua potable, al saneamiento y al agua que se necesita para la agricultura de
subsistencia. En caso de conflicto, los Estados, en general, dan la prioridad a
los intereses económicos e industriales, cuyos representantes tienen mucha
más influencia. Así pues, en casi todos los países, la parte de presupuesto
nacional destinada a las políticas encaminadas a mejorar el acceso al agua y al
saneamiento de los más vulnerables es poco significativa, al igual que sucede
con la ayuda al desarrollo.

Estas decisiones políticas son la


principal causa de que en el mundo
hoy 1,1 mil millones de personas no
tenga acceso al agua potable y 2,6 mil
millones no goce de sistemas de
saneamiento de base. Esta situación
tiene consecuencias dramáticas
puesto que muchas enfermedades están directa o indirectamente vinculadas
con la calidad del agua:

 4 mil millones de casos de diarrea provocan al año 2,2 millones de


muertes y el 10% de la población de los países en vías de desarrollo
sufren infecciones intestinales;

 2 millones de muertes cada año son consecuencia del paludismo,


enfermedad que afecta a cerca de 100 millones de personas;

 6 millones de personas se vuelven ciegas a causa del tracoma,


enfermedad ocular contagiosa;

 200 millones de personas sufren esquistosomiasis, una grave


enfermedad parasitaria.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) describe los


ataques a la dignidad humana que representa esta situación de la siguiente
manera: “Carecer de acceso al agua y saneamiento es un eufemismo
políticamente correcto para hablar de una privación que amenaza la vida,
destruye las oportunidades y socava la dignidad humana. No disponer de
acceso al agua significa que la gente debe recurrir a acequias, ríos y lagos
contaminados con excrementos humanos o animales o utilizar la misma agua
que los animales. También implica no disponer de agua suficiente para cubrir ni
siquiera las necesidades humanas básicas”.

Estas condiciones de vida indignas consolidan la exclusión política, económica


y social de los grupos más vulnerables. Las necesidades humanas básicas
podrían ser satisfechas utilizando una pequeña parte de los recursos de agua
disponibles, pero se les da prioridad a las actividades económicas e
industriales, que no respetan los criterios de desarrollo sostenible, grandes
consumidoras de agua y fuentes de contaminación.

La repartición del agua entre los diferentes usos es, por lo tanto, resultado de
decisiones y de relaciones de poder políticas y económicas. Como lo ha escrito
el PNUD: “la crisis del agua tiene su origen en la pobreza, la desigualdad y
relaciones de poder desiguales, así como en las políticas de gestión del
agua inadecuadas que agravan la escasez de la misma”.

Para tratar de aportar una solución a los conflictos entre los diferentes usos del
agua, los Estados adoptaron en 1997 la Convención de las Naciones Unidas
sobre el derecho de los usos de los cursos de agua internacionales para fines
distintos de la navegación. Esta convención es interesante, en particular,
porque otorga la prioridad al uso de las aguas transfronterizas para satisfacer
las necesidades humanas básicas, incluyendo el abastecimiento de agua
potable y del agua para la agricultura de subsistencia. Desgraciadamente, esta
convención no ha entrado en vigor ya que no se alcanzaron las 35
ratificaciones necesarias.

Para obligar a los gobiernos a ceder la prioridad a las necesidades humanas


esenciales en sus presupuestos y en sus decisiones políticas, se ha puesto
especialmente énfasis, estos últimos años, en la promoción y en la protección
del derecho al agua y del derecho al saneamiento.
El agua afecta todos los aspectos del desarrollo y se relaciona con la
mayoría de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible
(ODS). Además, impulsa el
desarrollo económico,
apoya los ecosistemas
saludables y es
fundamental para la vida.

Unos 2200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso


a servicios de agua potable gestionados de manera segura, 4200 millones no
cuentan con servicios de saneamiento seguros y otros 3000 millones carecen
de instalaciones básicas para lavarse las manos. Las brechas en el acceso a
fuentes de abastecimiento de agua y saneamiento, el crecimiento
demográfico, el uso intensivo de agua, la mayor variabilidad de las
precipitaciones y la contaminación son factores que se conjugan en muchos
lugares transformando al agua en uno de los principales riesgos para el
progreso económico, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible.

En el mundo interconectado y en rápido crecimiento que vemos hoy, las


consecuencias de dichas tensiones son de carácter local, nacional,
transfronterizo, regional y mundial. Las repercusiones afectarán de forma
desproporcionada a los más pobres y los más vulnerables.

El cambio climático se manifiesta a través del agua. Nueve de cada diez


desastres naturales se relacionan con el agua. Los riesgos climáticos
vinculados con el agua se extienden en cascada a través de los sistemas
alimentarios, energéticos, urbanos y ambientales. Si se quieren lograr los
objetivos relacionados con el clima y
el desarrollo, el agua debe estar en
el centro de las estrategias de
adaptación.

Para orientar la eficaz adaptación al


cambio climático, las actividades
deben reflejar la importancia de la gestión hídrica para reducir la vulnerabilidad
y crear resiliencia climática, priorizando las siguientes medidas:

 Ampliar la gestión integrada de los recursos hídricos más allá de los


enfoques tradicionales. Los esfuerzos para reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero también dependen del acceso a fuentes de
agua confiables, ya que todas las acciones de mitigación
requieren agua para dar resultados.

 Promover inversiones y soluciones que incorporen la gestión de


la 'infraestructura natural' —los servicios
ecosistémicos proporcionados por cuencas y litorales saludables— y sus
beneficios en favor de un desarrollo con resiliencia al clima de los
sectores de la energía y de los alimentos.

 Apoyar acciones a escala para generar resiliencia frente al


clima combinando la gestión de cuencas, la infraestructura
sostenible, y el empoderamiento y el aprendizaje a través de
instituciones flexibles.

El crecimiento económico depende del agua. El agua es un factor vital para


la producción, por lo que la reducción de sus existencias puede reflejarse en
una desaceleración
del crecimiento económico. Las tasas
de crecimiento económico de
algunas regiones podrían reducirse
en hasta un 6 % del
PIB en 2050, como consecuencia de
pérdidas vinculadas con el agua en las
esferas de la agricultura, la salud, los ingresos y la propiedad. Asegurar un
suministro suficiente y constante de agua en un contexto de creciente escasez
será esencial para alcanzar objetivos mundiales de alivio de la pobreza.

 Optimizar el uso del agua a través de mejoras en materia de


planificación e incentivos ayudará a mejorar el bienestar y aumentará el
crecimiento económico. Si se implementan y fiscalizan bien instrumentos
económicos como permisos y precios del agua se puede mejorar la
gestión y la protección de los recursos hídricos.

 Por lo tanto, es vital ampliar el suministro y la disponibilidad de agua


donde se pueda y corresponda. Esto incluye inversiones en
almacenamiento, reciclaje y reutilización de agua y, si es viable,
desalinización. Estas intervenciones deben ser acompañadas por
políticas encaminadas a promover la eficiencia hídrica y mejorar
la distribución de agua.

 Otra de las principales prioridades es lograr que las economías sean


"impermeables" para limitar el impacto de los fenómenos
meteorológicos extremos y la incertidumbre. Una mejor planificación
urbana, la ampliación de los programas de seguros de cosechas para
proteger a los agricultores y la participación ciudadana contribuirán a
generar capacidad de adaptación y a reducir los impactos económicos
de acontecimientos adversos.

El agua es crucial para determinar si el mundo alcanza o no los Objetivos de


Desarrollo Sostenible. El mundo requiere un cambio fundamental en la
manera cómo se comprende, valora y gestiona el agua.

 Comprender el agua significa tomar decisiones basadas en pruebas


acerca del agua utilizando datos hídricos consolidados.

 Valorar el agua significa reconocer los valores que la sociedad le asigna


al agua y a sus usos, considerándolos en las decisiones políticas y
comerciales, incluidas aquellas sobre la fijación de
precios adecuados del agua y de los servicios de saneamiento.

 Gestionar el agua significa adoptar enfoques integrados para


la gestión de los recursos hídricos a nivel local, nacional y regional.

Las inversiones inteligentes en agua limpia y saneamiento ayudan a


prevenir muertes innecesarias y transformar vidas. Los niños
más saludables se convierten en adultos más sanos que pueden hacer una
mayor contribución a la economía. Este principio constituye la base del
Proyecto de Capital Humano del Banco Mundial.
El saneamiento es crucial para la salud, el crecimiento económico y el
medioambiente. Las inversiones en saneamiento ayudan a prevenir muertes
innecesarias, invertir en las personas y transformar vidas. Unos 297 000 niños
menores de 5 años mueren debido a enfermedades diarreicas relacionadas
con malos hábitos de higiene. Los servicios deficientes de saneamiento y la
contaminación del agua se vinculan también con la transmisión de
enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis A y el tifus.

Se requiere compromiso político y


liderazgo e innovaciones y
avances tecnológicos en la
prestación de servicios y los
modelos de financiamiento
para ayudar a
los Gobiernos a lograr el
ODS 6.2, es decir para dar acceso equitativo a servicios de saneamiento e
higiene adecuados para todos a más tardar en 2030.

INVESTIGA sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)


y explica la importancia de estos para nuestro país, haciendo
particular énfasis en el Objetivo 6. (Práctica 03)

TIERRAS Y ALIMENTOS
La superficie cultivada en el mundo ha crecido un 12 por ciento en los últimos
50 años. La superficie regada mundial se ha duplicado durante el mismo
período, lo cual representa la mayor parte del incremento neto en las tierras
cultivadas. En el entretanto, la producción agrícola ha crecido entre 2,5 y 3
veces, gracias a un aumento significativo en el rendimiento de los cultivos
principales.

Sin embargo, los logros mundiales de producción en algunas regiones se han


asociado con la degradación de la tierra y los recursos hídricos, y el deterioro
de los bienes y servicios ecosistémicos conexos. Estos incluyen la biomasa, el
almacenamiento de carbono, la salud del suelo, el almacenamiento y el
abastecimiento de agua, la biodiversidad y los servicios sociales y culturales.
La agricultura utiliza actualmente el 11 por ciento de la superficie terrestre del
mundo para la producción de cultivos. También hace uso del 70 por ciento del
agua total extraída de los acuíferos, ríos y lagos. Las políticas agrícolas han
beneficiado principalmente a los agricultores con tierras productivas y acceso al
agua, marginando a la mayoría de los pequeños productores que todavía están
atrapados en la trampa de la pobreza de la alta vulnerabilidad, la degradación
de la tierra y la incertidumbre climática.

Las instituciones dedicadas a la tierra y el agua no han seguido el ritmo de la


creciente intensidad del desarrollo de las cuencas fluviales y el grado cada vez
mayor de interdependencia y competencia por los recursos de tierras y aguas.
Se necesitan instituciones de colaboración mucho más adaptables para
responder con eficacia a la escasez de recursos naturales y las oportunidades
de mercado.

Habida cuenta del aumento de la población y los ingresos, hacia 2050 se


requerirá un incremento en la producción de alimentos del 70 por ciento a nivel
mundial, y hasta un 100 por ciento en los países en desarrollo, en relación con
los niveles de 2009.

Sin embargo, la distribución de los recursos de tierras y aguas no favorece a


los países que necesitan producir más en el futuro: la disponibilidad media de
tierras cultivadas per cápita en países de bajos ingresos es inferior a la mitad
de los países de ingresos altos y la aptitud de las tierras cultivadas es
generalmente más baja. Algunos países con una demanda de alimentos en
rápido crecimiento son también los que se enfrentan a una elevada escasez de
tierras o agua. Es muy probable que la mayor contribución al aumento de la
producción agrícola provenga de la intensificación de la producción en las
tierras agrícolas existentes. Ello requerirá la adopción generalizada de
prácticas sostenibles de ordenación de tierras y una utilización más eficiente
del agua de riego a través de una mayor flexibilidad y previsibilidad, así como el
momento de distribución del agua de riego.
Los modelos actuales de producción agrícola deben ser examinados de forma
crítica. Actualmente, una serie de sistemas de tierras y aguas corren el riesgo
de un deterioro progresivo de su capacidad productiva, en una combinación de
exceso de presión demográfica y prácticas agrícolas insostenibles. Los límites
físicos de la disponibilidad de tierras y agua dentro de estos sistemas pueden
agravarse en distintos lugares por factores externos, que incluyen el cambio
climático, la competencia con otros sectores y los cambios socioeconómicos.
Estos sistemas en peligro son objeto de especial atención con vistas a adoptar
medidas correctivas sencillamente porque no hay sustitutos.

Existe la posibilidad de aumentar la producción de manera eficiente para


afrontar los problemas de la seguridad alimentaria y la pobreza, limitando al
mismo tiempo las repercusiones en otros valores ecosistémicos. Los gobiernos
y el sector privado, incluidos los agricultores, pueden desempeñar una función
más activa a la hora de posibilitar la adopción generalizada de prácticas
sostenibles de ordenación de la tierra y el agua. Estas medidas incluyen no
solo las opciones técnicas para promover la intensificación sostenible y reducir
los riesgos de producción, sino que también comprenden una serie de
condiciones para eliminar los obstáculos y mejorar la flexibilidad. Entre estas
medidas cabe citar las siguientes:

1) la eliminación de las distorsiones en el marco de incentivos;

2) la mejora de la tenencia de la tierra y el acceso a los recursos;

3) el fortalecimiento de instituciones que se ocupan de la tierra y el agua,


fomentando una mayor colaboración;

4) servicios eficientes de apoyo, que incluyen el intercambio de conocimientos,


la investigación adaptativa y las finanzas rurales;

5) un acceso mejor y más seguro a los mercados.

La adopción generalizada de prácticas sostenibles y responsables de


ordenación de la tierra y el agua también requerirá que la comunidad mundial
muestre su voluntad política para prestar apoyo financiero e institucional a
estos efectos. La tendencia negativa en los presupuestos nacionales respecto
a la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) asignada a la tierra y el agua
debe invertirse. Entre las posibles opciones nuevas de financiación cabe citar
los pagos por servicios ambientales (PSA) y el mercado del carbono. Por
último, existe una necesidad de integración mucho más eficaz de las políticas e
iniciativas internacionales que abordan la ordenación de la tierra y el agua.
Únicamente si se introducen estos cambios el mundo podrá alimentar a sus
ciudadanos a través de una agricultura sostenible cuya productividad se
mantenga dentro de los límites del medio ambiente

LA REVOLUCION VERDE Y LOS ALIMENTOS TRANSGÉNICOS

La conjunción de la aplicación de
las leyes de Mendel por hibridación
sexual a la mejora de las plantas
cultivadas y de prácticas agrícolas
basadas en la agroquímica y en la
mecanización, lograron en los años
60 y 70 de este siglo un aumento
espectacular de la productividad agrícola en numerosas zonas del mundo,
principalmente de Asia y de Latinoamérica.

La Revolución Verde se sustentó sobre todo en la mejora de tres cereales


clave en la alimentación humana (cada uno procedente de domesticación en
una de las grandes civilizaciones antiguas): trigo, arroz y maíz.

En 1943, la Fundación Rockefeller y el Ministerio de Agricultura de México


decidieron financiar a Norman Borlaug (procedente de la Universidad de
Minnesota) un programa para la obtención de variedades de trigo de alto
rendimiento capaces de resistir el hongo de la roya de los tallos. Se
establecieron dos estaciones experimentales separadas entre sí 10º de
latitud y con una diferencia de altitud de 2.600 m. El desarrollo simultáneo de
las variedades en estos dos ambientes permitió acortar a la mitad el tiempo
medio de mejora, pero, además, las variedades obtenidas resultaron aptas
para una gran variedad de climas y suelos, algo que hasta entonces se tenía
por imposible. Las primeras variedades del programa eran de hecho tan
productivas que la gran cantidad de grano hacía que el tallo se doblara y
rompiera bajo su peso (fenómeno de "encamado"). Los investigadores
entonces buscaron derivar de éstas otras variedades de tallo más corto, cosa
que lograron tras hibridarlas con una variedad enana japonesa (Norin 10).
Además, los genes de enanismo suministraban un efecto sinérgico adicional
sobre la productividad: incrementan el rendimiento en grano a expensas del
resto de biomasa, y resisten más los daños por viento y lluvia. Se obtuvieron,
pues, variedades resistentes a la roya, de tallo corto, que evitaban el
encamado, y de alto rendimiento bajo condiciones adecuadas de irrigación y
de abonado. En cuanto a rendimientos se había dado un paso de gigante, ya
que se pasó de las previas 0.75 Tm/ha a las 8 Tm/ha. El centro
mexicano fundado por Borlaug (ubicado en el Distrito Federal) se denomina
Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), y a Borlaug
se le concedió el Premio Nobel de la Paz.

Con un objetivo similar, en 1960 se estableció en Los Baños (Filipinas) el


Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz (IRRI), financiado por la
Fundación Rockefeller, la Fundación Ford, la Agencia estadounidense para
el Desarrollo Internacional y el Gobierno filipino. Como dice García
Olmedo (1998), la mejora del arroz era lo más parecido a una carrera de
obstáculos, ya que las variedades de alto rendimiento vienen definidas por
numerosas propiedades al mismo tiempo: ciclo corto (que permita dos
cosechas al año), floración independiente del número de horas de insolación,
talla baja, resistencia a las enfermedades y, por supuesto, buenas cualidades
culinarias. Tras varios años de intensa investigación, con numerosos cruces
entre distintas variedades progenitoras (unas 13, procedentes de seis
países) a finales de la década de los 70 se logró la variedad deseada
(bautizada IR-36), que a su vez sirvió de punto de partida para nuevas
mejoras.

La mejora del maíz había comenzado antes, en los años 20 y 30, por la
empresa Pioneer Hi-Bred (EE.UU.), al facilitar la obtención de maíces
híbridos (dotados del fenómeno de vigor híbrido debido a la heterosis). Los
híbridos dobles (procedentes del cruce de dos híbridos sencillos) y la
esterilidad masculina (que eliminó el engorro de cortar a mano la flor para
evitar la polinización autógama) facilitaron la obtención y abarataron los
costes. Las variedades híbridas son de alto rendimiento, pero tienen la
desventaja de que el agricultor no puede aprovechar los granos de las
sucesivas generaciones, porque el vigor híbrido (y por lo tanto los
rendimientos) se pierde, por lo que hay que comprar granos híbridos en cada
estación de siembra. La estrategia del enanismo no funciona con el maíz,
pero el aumento de productividad vino principalmente de plantas que podían
plantarse de modo más denso.

Recientemente un grupo de investigación del británico Centro John Innes


ha descubierto la base molecular del enanismo de las plantas de la
Revolución Verde (véase Peng et al., 1999, Nature 400: 256 ss). En una
demostración más del poder analítico de la nueva genética, estos
científicos han descubierto que los alelos que confieren el fenotipo del
enanismo en trigo (Rht-B1 y Rht-D1) y en maíz (dwarf-8) son homólogos
del gen GAI de la planta modelo Arabidopsis thaliana, y que todos ellos
determinan una proteína que hace que las plantas sean menos sensibles
a la hormona de crecimiento denominada giberelina. Además, mediante
ingeniería genética transfirieron el gen GAI a plantas de arroz de talla
normal, convirtiéndolas en enanas, con lo cual se abre la posibilidad de
crear cultivos transgénicos con talla reducida que puedan logran
aumentos de productividad en especies en las que las técnicas
tradicionales no han tenido éxito en este objetivo.

La Revolución Verde se debió en buena parte a los 16 centros financiados


mayoritariamente con fondos públicos (agencias del sistema de Naciones
Unidas, y Banco Mundial) que constituyen el CGIAR (Grupo Consultivo sobre
Investigación Agrícola Internacional), y de los que son ejemplos señeros los ya
citados IRRI y CIMMYT. Aparte de suministrar material útil directamente a
campesinos de numerosas zonas del mundo en desarrollo, estos centros
fueron determinantes para la investigación a largo plazo que impulsó los
avances más importantes. Y, sobre todo, fueron los pilares sobre los que los
incrementos de productividad permitieron alimentar a cientos de millones de
personas del Tercer Mundo y conjurar las previsiones pesimistas sobre la
extensión del hambre, especialmente en Asia. El sistema del CGIAR fue el
responsable del aumento por valor de 50.000 millones de dólares de la
producción de arroz y trigo desde los años 60. Repartió más de 750 variedades
de trigo, arroz, maíz, sorgo, mijo, patata, mandioca y frijoles. Entre 20.000 y
45.000 científicos del Tercer Mundo se han formado en sus centros. Y es la
depositaria de casi un millón de muestras de germoplasma que se han
distribuido por todo el mundo.

La introducción de los trigos y arroces de la Revolución Verde fue en buena


parte la responsable de que la producción de grano se incrementara
anualmente una media del 2.1% entre 1950 y 1990, lo que supuso casi triplicar
las cosechas, sin apenas variar la superficie cultivada. En el Tercer Mundo el
impacto de las nuevas variedades (asociado a las correspondientes prácticas
agrícolas) fue enorme, sobre todo en India, Pakistán, China y países de
Latinoamérica. Algunos de estos países pasaron de importadores a
exportadores de grano.

Hay que reconocer que la Revolución Verde ha sido un factor esencial en evitar
hambre en el mundo. Se considera que el aporte energético mínimo por
persona es de 2200 kcal/día. Según la FAO, en los años 60 el 56% de la
población mundial vivía en países con menos de esa cifra, mientras que a
mediados de los 90 ese porcentaje había caído a sólo 10%, y eso a pesar del
aumento demográfico y de los conflictos bélicos en muchos de esos países.
Pero aun así, hoy día la malnutrición afecta a 2000 millones de personas, y hay
800 millones que pasan realmente hambre. Aún quedan amplias zonas,
especialmente en África, en las que el hambre es endémica. Y como hemos
visto, necesitamos enfoques novedosos y políticas renovadas para evitar que la
producción de alimentos no quede a la zaga del aumento demográfico, sin
comprometer más los recursos naturales (biodiversidad) de los que
dependemos.

La tasa de incremento de productividad se ha frenado en los últimos tiempos,


de modo que en el periodo 1989-1990 fue de sólo 0.5% (o de 1.5% si se
descuenta que ese fue un mal año para la entonces convulsa URSS). Se
calcula que para el 2020 la demanda global de arroz, maíz y trigo se
incrementará un 40% (un 1.3% anual). Con los actuales incrementos anuales
se podría en principio satisfacer esa demanda, pero al parecer, esa tasa
interanual no es fácil que se mantenga así demasiado tiempo con las técnicas
actuales. De hecho, los incrementos por hectárea han bajado desde el 2.2%
anual en el periodo 1967-1982 hasta el 1.5% entre 1982 y 1994.

Hay que reconocer un hecho: los actuales rendimientos de las variedades en


uso están cerca del máximo teórico. Para darse cuenta de esto, hay que
pensar que, por meras cuestiones de viabilidad fisiológica, la planta sólo puede
dedicar un porcentaje al producto cosechable (en este caso, el grano). Esto es
lo que mide el índice de cosecha. Las actuales variedades de alto rendimiento
tienen índices en torno al 0.5. Algunos expertos calculan que el límite máximo
debe estar en torno a 0.60 o 0.65, más allá del cual simplemente la planta no
puede vivir.

África es el único continente que aún no se ha beneficiado de la Revolución


Verde, por lo que según Borlaug, habría que hacer esfuerzos allí. En 1972 (con
decenios de retraso respecto de las iniciativas que ya hemos visto) se creó el
ICRISAT (Instituto especializado en cultivos de zonas semiáridas), con sede en
Hyderabad (India) y centros en África. Borlaug y al ex-presidente
norteamericano Jimmy Carter, financiados por el filántropo japonés Ryoichi
Sasakawa pusieron en marcha en 1986 la iniciativa "Sasakawa Global 2000",
que a través de estudios piloto está intentando demostrar la viabilidad del éxito
de estas tecnologías en los países subsaharianos, adaptándolas
principalmente al mijo y sorgo. En 1991 salieron las primeras variedades de
sorgo de mayor rendimiento. Otro problema que se está encarando es el de la
gran pérdida de cosechas debidas a las plantas parásitas del género Striga,
responsable de pérdidas de hasta un 40%. Sin embargo, la inestabilidad
política en numerosos países africanos, junto con las malas infraestructuras de
transporte y comercialización son una limitación que habría que remover
cuanto antes. Desgraciadamente, la mayoría de estos países no pueden hacer
grandes esfuerzos inversores, debido a las políticas restrictivas impuestas por
el FMI.
Más allá de la revolución verde: necesidad de nuevos enfoques
(Los alimentos transgénicos)

La Revolución Verde supuso un


cambio de paradigma en las prácticas
agrícolas de numerosas zonas del
mundo, y que se basa en enfoques
genéticos (nuevas variedades de
ciertas plantas, especialmente
cereales) y de nuevas prácticas
agrícolas. Pero ha mostrado una serie de efectos indeseables:

La disponibilidad de suelo es ya muy escasa. Prácticamente se está arando


toda la tierra adecuada del mundo. El uso de terrenos adicionales no rinde lo
suficiente, y además en muchos casos habría que roturar territorios de alto
valor ecológico que sustentan una biodiversidad de la que la humanidad
podría sacar más provecho mediante usos alternativos y sostenibles.

Hasta 1981, la superficie cultivada de cereales no hizo sino aumentar, a


consecuencia de la tala de bosques y de la irrigación de zonas semiáridas
(p. ej., en el Punjab indio).

En los próximos 50 años es posible que se pongan en cultivo otras zonas,


en muchos casos terrenos marginales cuya fertilidad intrínseca es baja, y
que por lo tanto requerirán esfuerzos especiales:

En África se podrían cultivar las márgenes del río Congo.

En islas de Indonesia.

En el "cerrado" del centro-oriente de Brasil.

En muchas zonas se están perdiendo amplias áreas de cultivo de cereales


debido a la sobreexplotación y a la erosión: Kazajistán (que perdió la mitad
del suelo cultivable entre 1980 y 1989); Norte de África, zonas de los
Andes, Asia Central.

En países con gran aumento demográfico, la superficie cultivada por


persona sufrirá reducciones preocupantes que no es seguro queden
compensadas por incrementos de productividad: Pakistán, Indonesia,
Nigeria, Bangladesh, Etiopía, Irán, etc. (valores de 0.05 a 0.02 ha/persona,
alejados de los actuales valores medios mundiales de 0.12 ha/persona, y
más aún de los 0.23 ha/persona de los años 50).

El acceso al agua es uno de los principales factores limitantes. Las mismas


prácticas agrícolas recientes hacen gran uso de agua. Entre 1961 y 1996 las
zonas irrigadas pasaron de 139 a 263 millones de hectáreas, permitiendo el
cultivo de regiones áridas y las cosechas múltiples en climas monzónicos. En
la actualidad, el 40% de la producción mundial de alimentos procede de
tierras irrigadas.

Los niveles freáticos están disminuyendo en todos lados, principalmente el


medio oeste y suroeste americano, cuenca mediterránea, India y parte de
China. El ritmo de consumo está muy por encima del de recarga de los
acuíferos.

En 2025 podrían ser 3000 millones de personas las que carecieran de agua
para usos esenciales, por lo que es iluso pensar que se puedan seguir
ampliando indefinidamente los regadíos. Además, ya se está utilizando casi
todo el terreno cultivable sometido a régimen de lluvias. La irrigación ha
causado daños ambientales, principalmente por acumulación de sales
tóxicas en terrenos mal drenados. Los futuros proyectos de irrigación serán
cada vez más caros, hasta que sean económicamente inviables, incluso
con financiación pública. Para 2025 casi 40 países (incluyendo India
oriental, Norte de China y casi toda África) tendrán serios problemas de
aprovisionamiento de agua, con el riesgo de que intenten cultivar terrenos
marginales que serán dañados a corto plazo. Algunas innovaciones
técnicas podrían venir en ayuda: mayor uso del riego por goteo, nuevos
dispositivos de liberación controlada de agua, etc. Pero no serán
seguramente suficientes, porque para 2025 habría que duplicar el
rendimiento del uso del agua.

Conforme se intensifique la escasez de agua, se irán acentuando los


problemas de reparto entre distintos sectores (la agricultura consume
actualmente el 70%, la industria 20%, mientras que el 10% restante es para
consumo humano y residencial). Debido al mayor rendimiento económico
del agua de uso industrial, es de prever que habrá un descenso de sus
empleos en irrigación.

Por consiguiente, hay que pasar a una nueva cultura en el uso del agua,
aumentando la racionalidad de los objetivos y la eficiencia en su empleo, y
abandonando políticas de demanda ilimitada. Esto significa introducir
técnicas mejores y elección adecuada de los productos alimenticios más
eficientes respecto del agua, así como políticas de precios del agua que
espoleen a los agricultores a un uso más racional y a la introducción de
técnicas ahorradoras pertinentes.

El abuso de abonos nitrogenados y plaguicidas hace que esta agua quede


contaminada, con los consiguientes perjuicios ambientales y sanitarios. Entre
1950 y 1998 el uso de fertilizantes se multiplicó por nueve (hasta llegar a los
135 millones de Tm). En los países avanzados el uso de fertilizantes se ha
estancado, porque cantidades adicionales no redundan en mayor
productividad. En África (donde apenas se ha aprovechado), América Latina
e India aún caben aumentos locales del empleo de abonos.

Además, los países en desarrollo tuvieron que depender cada vez más de
productos agroquímicos producidos por multinacionales. Por otro lado, se
gasta cada vez más energía, procedente mayoritariamente de los
combustibles fósiles.

La Revolución verde no afectó a numerosas plantas de cultivo de las que


dependen numerosas poblaciones del tercer mundo: plátanos, batatas,
ñame, mandioca, etc., y que constituyen cultivos de subsistencia de pequeña
escala y minifundios. La agricultura de subsistencia, practicada sobre todo
por mujeres, mantiene a unos 1.400 millones de personas pobres, y produce
entre el 15 y el 20% del suministro alimentario global.

Ha habido una acentuada tendencia a la pérdida de biodiversidad de plantas


de cultivo ("erosión genética"). Miles de variedades locales se han visto
desplazadas por unas cuantas variedades de alto rendimiento, pero que a
menudo no rinden en las condiciones de muchas zonas tropicales o
subtropicales.

Algunos técnicos piensan que recurriendo a técnicas de cultivo más precisas se


puede "exprimir" un poco más el potencial de los cultivos actuales. Por ejemplo,
en laboratorio se ha visto que regulando finamente el aporte de nitrógeno a los
arrozales en función de la época se logran incrementos de hasta el 20%, pero
es difícil llevar estas técnicas a los campos de cultivo, por su complejidad.

Así pues, la Revolución Verde, tal como la conocemos, está dando síntomas de
haber llegado al final de su ciclo. Dando por supuesto que no se puede (ni es
conveniente) ampliar la superficie cultivada, dado el problema de la escasez
cada vez mayor de agua, y dado que las variedades de esta revolución están
llegando al límite de su productividad, tendremos que hacer un esfuerzo
sobrehumano para seguir aumentando productividades por otros medios, y
salvaguardando la viabilidad ecológica de los ecosistemas agrarios y silvestres.
La innovación tecnológica será clave en esta tarea, y dentro de ella habría que
lograr una nueva revolución verde, entendiendo por tales nuevas maneras de
aprovechar el potencial de los genomas vegetales (y de otros organismos) para
aumentar la producción de alimentos sin dañar el ambiente:

Nuevas técnicas de cultivo, más eficientes en el uso de agua y de insumos


externos.

Desarrollo de plantas capaces de crecer en suelos ácidos y con metales (por


ejemplo, recientemente se están desarrollando plantas resistentes a
aluminio, metal abundante en suelos tropicales).

Plantas resistentes a sequía, a salinidad, etc.

Plantas resistentes a plagas.

Plantas menos dependientes de aplicación de productos agroquímicos.

Plantas con cualidades nutritivas mejoradas

El problema es cómo lograr estos objetivos sin afectar más a los equilibrios
ecológicos. La agricultura del futuro debe ser compatible con los ideales de la
agricultura ecológicamente sostenible, pero con la idea de que para el año
2030 habrá que alimentar a más de 7000 millones de personas.

Recientemente se están obteniendo variedades de plantas más resistentes a


plagas o capaces de crecer en entornos hostiles (como las plantas tolerantes a
aluminio), aunque con esto en realidad no se incrementa el rendimiento
potencial, sino que se lo está protegiendo. Cada vez es más difícil que las
inversiones en investigación clásica de mejora redunden en un equivalente
incremento de productividad. Actualmente el IRRI lleva varios años implicado
en un laborioso proceso de obtención de nuevas variedades de arroz que se
pretende combinen multitud de rasgos útiles: mayor densidad de panículos
portadores de grano, resistencia al taladro del tallo, etc.

Por ahora, la nueva ingeniería genética agrícola centrada en la transferencia


de uno o dos genes, es un enfoque limitado y a corto plazo, del que se están
beneficiando sobre todo grandes multinacionales, y que ha dado lugar a
un amplio debate social. Está por ver si este enfoque aún reduccionista es
capaz de integrarse en una agricultura al servicio de los más desfavorecidos y
de la sustentabilidad ambiental. (Para profundizar la idea, puedes entrar al
siguiente link: https://www.ugr.es/~eianez/Biotecnologia/igvegetal-1.html).

Sin embargo, la biotecnología moderna es mucho más que las plantas


transgénicas que las multinacionales están poniendo en circulación. Las
técnicas de ADN recombinante y la actual caracterización del genoma de las
plantas cultivadas y de las silvestres constituyen un pilar esencial de los planes
a largo plazo para las mejoras agrícolas del siglo XXI. Para romper el actual
"techo" de productividad habría que "rediseñar" de manera radical las plantas
de cultivo, objetivo que se ve aún lejano.

Por ejemplo, se empieza a encarar la manipulación genética del mecanismo


de apertura y cierre de las estomas. En climas secos, sería conveniente que
las estomas se pudieran cerrar más eficientemente, con objeto de que la
planta perdiera menos agua, y se pudiera incrementar la fotosíntesis. En los
suelos encharcados y climas húmedos, habría que lograr lo contrario,
dejando más tiempo las estomas abiertas. Se están buscando caminos para
ello mediante la manipulación del metabolismo del ácido abscísico, que rige
el cierre de las estomas.

La manipulación directa de la fotosíntesis es una tarea tremendamente difícil,


por la cantidad de genes implicados y su complejo control. No sería extraño
que tal objetivo quedara permanentemente fuera de nuestro alcance. De
todas formas, algo se está intentando centrándose en la ingeniería de la
ribulosabifosfato carboxilasa (RuBisCo), la enzima clave del ciclo de Calvin.

Igualmente compleja es la manipulación de la fijación biológica del nitrógeno.


Como se sabe, este proceso es el principal responsable de la incorporación a
la biosfera del nitrógeno a partir del N2 (nitrógeno molecular atmosférico), y
sólo lo realizan ciertas bacterias, tanto de vida libre como simbióticas con
ciertas plantas. La simbiosis más importante es la que se da entre bacterias
de tipo Rhizobium y plantas leguminosas, que origina unas estructuras
especializadas denominadas nódulos radicales donde se efectúa la
reducción del nitrógeno molecular hasta amonio, que es incorporado al
metabolismo nitrogenado de la planta. Los intentos de expresar
funcionalmente por ingeniería genética los numerosos genes bacterianos de
la fijación del nitrógeno tras su transferencia a plantas se han saldado con
fracasos, aunque se buscan vías alternativas para lograr que p. ej., los
cereales logren un tipo de simbiosis artificial que les haga menos
dependientes de los caros y contaminantes abonos nitrogenados.

Posible papel de la biotecnología en una agricultura sostenible

Independientemente de que aún se pueda exprimir más el potencial de la


revolución verde, o de que se pueda ayudar con ella a las zonas -
especialmente del África subsahariana- donde no llegó, está claro que el
paradigma actual no es sostenible ecológicamente ni garantiza la seguridad
alimentaria para el futuro de la humanidad. No podemos seguir embarcados en
lograr pequeñas ganancias a corto plazo (asociadas a costes ambientales y
socioeconómicos), sino que habría que marchar hacia una agricultura viable
que garantice la seguridad a largo plazo. Aunque este tránsito se prevé duro,
debido a las inercias y grandes intereses comerciales de las multinacionales y
de los países ricos, no se puede ignorar que se habrá de realizar en el contexto
más amplio de un nuevo paradigma económico (economía ecológica). Y junto
con adecuadas políticas fiscales, habrá que ir mentalizando a las poblaciones
de los países ricos para que cambien algunos hábitos de consumo: renunciar a
productos y prácticas que requieran uso excesivo de energía y de materiales,
con objeto de ayudar a salir del escandaloso pozo de miseria en que vive una
masa enorme de la humanidad.

En el caso de la alimentación, en los países más desarrollados que tienen


problemas de sobrenutrición y obesidad, habría que adoptar un clima social
favorable a una alimentación menos basada en grasas y derivados
elaborados y más rica en legumbres, frutas, hortalizas y proteínas "sanas"
que requieran menos uso de recursos.

La zootecnia también tiene planteado el reto de cómo mejorar la conversión


de los cereales en proteínas animales. Un cambio de consumo hacia
productos animales más "rentables" energéticamente (pescado de
piscifactorías, aves de corral) en detrimento de los más derrochadores
(ganado de engorde) sería otra medida recomendable.

Para algunos, habría que ir hacia una agricultura sostenible, distinta a la que
mayoritariamente se practica ahora, y que se basaría en: mayor uso de la
rotación de cosechas, mejora genética tradicional o por Ingeniería Genética,
que permitiera mayor control de plagas y enfermedades, mínimo laboreo y
dejar residuos en el campo una vez realizada la cosecha, mezcla de campos
agrícolas con bosquetes, setos y prados.

Insistimos: hay un papel para la biotecnología en la agricultura y ganadería del


siglo XXI, pero el éxito del desafío depende de los objetivos que nos
propongamos (¿aumentar los beneficios de grandes emporios comerciales o
garantizar la seguridad alimentaria y ecológica a largo plazo?), de la sabia
elección de técnicas que realicemos, y la de la transferencia de tecnología e
inversiones que estemos dispuestos a emprender allí donde más se necesita.
Los principales retos de la biotecnología en una agricultura más sostenible son:
Aumentar la producción por unidad de superficie cultivada, lo que en principio
podría desincentivar la roturación de más tierras marginales y áreas de gran
valor ecológico.

Lograr una menor dependencia de los insumos intensivos en energía y


materiales que hasta ahora ha caracterizado a la Revolución Verde
(combustibles fósiles, pesticidas, fertilizantes).

Permitir prácticas agrícolas menos dañinas, mediante un mejor


aprovechamiento del agua, menores necesidades de laboreo, agricultura de
precisión, etc.

Disminuir las pérdidas postcosecha.

Mejorar la calidad del producto fresco o procesado.

Es posible ir hacia una agricultura sostenible basada en bajos insumos, en la


que la biotecnología puede desempeñar un papel importante. Según Bruno
Sobral, estas son algunas de las biotecnologías que podrían emplearse en esta
tarea:

Caracterización y censo de genomas: Las técnicas moleculares actuales,


desarrolladas principalmente bajo el impulso del proyecto genoma humano,
permiten caracterizar el material genético de los seres vivos y buscar
recursos genéticos valiosos de variedades silvestres o cultivadas que luego
podrían incorporarse a los cultivos mediante cruzamientos tradicionales o
mediante ingeniería genética.

Hay que emprender estudios sistemáticos de caracterización de la


biodiversidad, empezando por la infrautilizada presente en los 1.200
bancos de germoplasma de plantas cultivadas y parientes silvestres. Hoy
es más urgente que nunca la salvaguardia de la biodiversidad, tanto ex
situ (jardines botánicos, bancos de semillas) como in situ (protección de
áreas silvestres con gran diversidad, mantenimiento de eco-sociosistemas
agrarios tradicionales), así como la promoción de los ancestrales
conocimientos que perviven en las comunidades locales y en los diversos
grupos indígenas.
En 1974 se creó el Instituto Internacional de Recursos Genéticos
Vegetales (IPGRI), que organizó la más importante red mundial de
recursos genéticos relacionados con plantas de cultivo (bancos de
germoplasma o "de genes": en realidad bancos de semillas u otro
material capaz de propagarse). Esta red conserva muestras de
prácticamente todas las variedades de algunas especies (maíz, trigo),
pero sigue embarcada en la tarea de adquirir muestras representativas de
toda la variabilidad doméstica y silvestre de plantas de cultivo.
Independientemente de los graves problemas de financiamiento y gestión
de estos "bancos", deberán servir de base en un futuro a la titánica tarea
del censo genético de estos recursos y su puesta a disposición de nuevos
programas de mejora.

Se debe continuar con la declaración de Parques Nacionales, Reservas y


otras medidas que protejan muestras significativas de todos los
ecosistemas de la Tierra. Aparte de los problemas de financiamiento y de
vigilancia de muchos de estos parques (especialmente en el Tercer
Mundo), no se puede olvidar que la gestión de estos territorios debería
permitir los usos tradicionales sostenibles que vienen realizando las
comunidades locales, depositarias a su vez de conocimientos esenciales
para la explotación armónica de estas áreas.

La ciencia genómica, aliada con la agronomía tradicional y sus


correspondientes estudios de campo, puede originar el tipo de información
relativa a la biodiversidad agronómica y silvestre, sobre la cual se puedan
realizar decisiones pertinentes en los programas de mejora. Un punto clave
será comprender mejor la base de los rasgos multigénicos y de los
caracteres cuantitativos, lo que supondrá un enorme esfuerzo de genómica
funcional, rama que en estos momentos empieza a dar sus primeros pasos.
Pero ya se puede decir que la genómica permitirá un mayor poder y
menores costes para los programas de mejora.

Bioindicadores: se ha propuesto diseñar, mediante transgénesis, organismos


que incorporen genes marcadores (o "chivatos") que se induzcan ante
determinados estímulos ambientales importantes para el agricultor. P. ej., se
podrían colocar genes determinantes de color o fluorescencia bajo el control
de secuencias promotoras-reguladoras, de modo que se produjera un "aviso"
cuando las plantas necesiten más agua o determinado tratamiento. De este
modo, ciertas prácticas agrarias se harían más precisas, se ahorrarían
materiales y se ganaría en productividad.

Mejores técnicas de diagnóstico de enfermedades, de modo que se puedan


tomar medidas a tiempo.

Apomixis: la apomixis es un modo de reproducción asexual por el que se


produce progenie del óvulo sin fecundar, generándose clones de la planta
materna (partenogénesis). Esto permitiría a los agricultores aprovechar parte
de los granos de una planta híbrida como simiente para la siguiente siembra.
Por motivos obvios, este no es el tipo de avance que se espera de las
multinacionales, por lo que dependerá de financiación pública (de hecho, se
opone frontalmente a la llamada técnica "Terminator", que una multinacional
está probando, y que inactiva la germinación de las semillas producidas por
el agricultor, dejándolas inservibles como simiente). En el caso de que
finalmente se desarrolle un "cassette genético" para la apomixis, su
introducción en plantas de cultivo permitirá la fijación inmediata de genotipos
heterólogos complejos, facilitando la manera como los agricultores propagan
semillas híbridas.

Plantas de cultivo perennes de alto rendimiento: costaría menos su


producción que las actuales plantas anuales.

Plantas transgénicas: sí, hay un lugar para las denostadas (por ciertos
ecologistas) plantas transgénicas, una vez se aclaren las cuestiones de
bioseguridad y disminuya la demagogia de algunos. El que muchos cultivos
transgénicos actuales se hayan producido por multinacionales y se hayan
centrado en buena parte en introducir genes de resistencia a herbicidas de
las propias empresas no significa que no se puedan realizar manipulaciones
ecológicamente más seguras y que redunden en menores pérdidas de
cosechas, mejora de cualidades nutricionales, etc.
Recuérdese que el reciente aislamiento de los genes responsables del
enanismo de los cereales de la revolución verde abre en principio la
perspectiva de crear en numerosas especies variedades "enanas" de alto
rendimiento.

Actualmente una línea prometedora estudia transferir genes naturales de


resistencia a plagas que poseen ciertas variedades naturales y cultivadas.
La introducción de genes de resistencia a insectos y otras plagas sería
interesante si permitiera un control más eficaz y ambientalmente seguro
que los actuales métodos químicos.

Y como dijimos antes, también serían útiles plantas transgénicas capaces


de resistir frío, sequías, salinidad o estrés hídrico, de crecer en suelos
ácidos o con alto contenido de metales, etc.

También existen oportunidades de mejorar el contenido nutritivo, como en


los siguientes ejemplos actuales:

semillas de soja con niveles superiores de ácidos grasos


monoinsaturados, lo que logra un aceite más sano, que resiste más las
altas temperaturas, y por lo tanto permite más uso para los fritos.

Productos vegetales enriquecidos en macronutrientes y en


micronutrientes (vitaminas, minerales), que podrían mejorar deficiencias
nutritivas especialmente en países pobres cuyas poblaciones tienen poca
variedad de dietas.

Si se avanza en la tecnología de transferir múltiples genes de una vez,


sería posible, p. ej., enriquecer en las semillas el contenido de
aminoácidos esenciales (que nuestros cuerpos no pueden fabricar por sí
mismos).

Puede que igualmente la biotecnología encuentre un lugar cómodo dentro del


control integrado de plagas. Como se sabe, se trata de la combinación de
varios métodos, tanto tradicionales (barbecho y rotación de cultivos, cultivo de
varias especies mezcladas, conservación de estos y otros refugios naturales
para depredadores y controladores de plagas, uso moderado de agroquímicos)
como biológicos. Su objetivo no es eliminar a toda costa el 100% de los
riesgos, sino mantener el control en un nivel que asegure rendimientos sin
destruir la sustentabilidad ambiental a largo plazo del propio agro-ecosistema.

Y no olvidemos que incluso muchos países africanos se están beneficiando de


una biotecnología no genética, limpia, barata y efectiva: los cultivos in vitro de
tejidos y la micropropagación están permitiendo distribuir material de siembra
libre de virus y dotado de resistencias a factores adversos.

Para leer más sobre el tema “Situación y perspectivas generales de la


biotecnología agroalimentaria en el Tercer Mundo”, puedes seguir este link:
https://www.ugr.es/~eianez/Biotecnologia/tercermundo.htm

INVESTIGA, CONTESTA Y APRENDE (Práctica 04):

¿Qué es la Revolución Verde?

¿Qué son los alimentos transgénicos?

Haz algunos ejemplos de alimentos transgénicos presentes en


el mercado dominicano (producidos en el país o importados).

¿Cuáles son los riesgos que el consumo de alimentos


transgénicos puede representar para la salud humana?

POSIBILIDADES Y LÍMITES DE LA ENERGÍA ATÓMICA


La energía nuclear es la energía proveniente de reacciones nucleares o de la
desintegración de los núcleos de algunos átomos. Procede de la liberación de
la energía almacenada en el núcleo de los mismos.

Una central nuclear es una central termoeléctrica, es decir, una instalación que
aprovecha una fuente de calor para convertir en vapor a alta temperatura un
líquido que circula por un conjunto de conductos; y que utiliza dicho vapor para
accionar un grupo turbina-alternador, produciendo así energía eléctrica.
La principal diferencia entre las centrales termoeléctricas convencionales y las
centrales termoeléctricas nucleares es la reacción que libera la energía
necesaria para conseguir la fuente de calor para la producción del vapor. En el
caso de las centrales convencionales, se trata de la reacción de combustión del
carbono (carbón, gas o fuelóleo), en el segundo de la reacción nuclear de
fisión de núcleos de uranio. En este último caso, la energía liberada por
reacción es del orden de millones de veces superior a la del caso primero, lo
que explica el menor consumo de combustible y producción de residuos, éstos
de naturaleza distinta, en una central nuclear en comparación con una central
convencional, a igualdad de potencias de producción.

La fisión es una reacción en la cual un núcleo pesado, al ser bombardeado con


neutrones, se
descompone en dos
núcleos, cuyos tamaños
son del mismo orden de
magnitud, con gran
desprendimiento de
energía y la emisión de
dos o tres neutrones.
Éstos, a su vez, pueden
ocasionar más fisiones al interaccionar con nuevos núcleos fisionables que
emitirán nuevos neutrones y así sucesivamente.

Este efecto multiplicador se conoce con el nombre de reacción en cadena. En


una pequeña fracción de segundo, el número de núcleos que se han fisionado
libera una energía 106 veces mayor que la obtenida al quemar un bloque de
carbón o explotar un cartucho de dinamita de la misma masa. Debido a la
rapidez a la que tiene lugar una reacción nuclear, la energía se desprende
mucho más rápidamente que en una reacción química.
Si por el contrario se logra que sólo uno de los neutrones liberados produzca
una fisión posterior, el número de fisiones que tienen lugar por segundo es
constante y la reacción
está controlada. Este es el
principio del
funcionamiento en el que
están basados los
reactores nucleares, que
son fuentes controlables
de energía nuclear de
fisión.

Las reacciones de fisión fueron descubiertas por Otto Hahn y Fritz Strassman
en 1939, y el artífice encargado de la puesta en práctica de la idea de
desarrollar la reacción en cadena fue Enrico Fermi, que reunía la doble
condición de ser un magnífico teórico y un hábil experimentador. El 2 de
diciembre de 1942 consiguió, con su equipo, la reacción de fisión en cadena
autosostenida en la famosa Chicago Pile 1, construida en una pista de squash
bajo las gradas del estadio de fútbol de la Universidad de Chicago. Se trataba
de un apilamiento de aproximadamente 7m × 7m constituido por bloques de
grafito (moderador de neutrones), atravesado de lado a lado por barras de
uranio natural (combustible nuclear) de una pulgada de diámetro.

Centrales Nucleares

Un reactor nuclear es una


instalación capaz de iniciar,
mantener y controlar las
reacciones de fisión en cadena.
Éstas tienen lugar en el núcleo del
reactor.

Independientemente del tipo de reactor, una Central Nuclear se compone de un


número relativamente pequeño de edificios.
Los edificios principales son:

Recinto de Contención. Es el más característico de la central nuclear. En su


interior está el reactor y, en general, todos aquellos elementos que contiene
material de alto grado de radiactividad. En algunas centrales en el edificio de
contención también está la zona de manejo de combustible.

En general, los recintos de contención acostumbran a ser estructuras de


hormigón totalmente herméticas, sin puertas ni ventanas, de forma esférica o
cilíndrica rematada en cúpula semiesférica o semielíptica. Las paredes
interiores van recubiertas de chapas de acero soldadas (piel de hermeticidad),
que aseguran la más completa estanqueidad.

Este edificio tiene que estar diseñado para cargas normales y para cargas
debidas a potenciales accidentes, tanto
internos como externos, así como las
cargas de servicio (de construcción, de
ensayo, terremoto básico de diseño,
etc.).

Edificio de combustible. En él se
almacenan tanto los elementos de
combustible nuevo como los ya utilizados. Estos últimos se mantienen en una
piscina llena de agua de donde sólo se extraerán llegado el momento de su
gestión final, o para ser almacenados en un ATI (Almacén Temporal
Independiente) como el construido en las centrales de Trillo o Zorita.

Edificio de turbinas. Contiene el grupo o grupos de turbina-alternador y la


mayoría de sistemas auxiliares de éste. En las centrales de gran potencia,
equipadas con varios grupos generadores, éstos se pueden agrupar en un
mismo edificio.

En el caso de que los condensadores de vapor se alimenten a partir de un río


próximo, la toma de agua de refrigeración se hace aguas arriba de la central y
el vertido algunos metros más abajo. Si no existe disponible cerca de la central
ningún curso de agua abundante se pueden utilizar torres de refrigeración,
donde se enfría el agua del condensador antes de devolverla al río.
Edificio de salvaguardias y equipos auxiliares. Estos edificios contienen la
mayoría de los sistemas de emergencia y seguridad para caso de avería en el
reactor, así como los sistemas meramente auxiliares para las operaciones de
recarga, arranque, etc.

Edificio eléctrico. Donde están localizados los sistemas eléctricos, los centros
de control de motores, las cabinas de potencia y la Sala de Control, que es
desde donde se controlan todos los sistemas de la central.

Otros Edificios. Además de los edificios ya mencionados, en la central existen


otras dependencias para tratamiento de agua, almacenamiento de desechos,
oficinas, talleres y laboratorios, así como una zona destinada a parque eléctrico
convencional, transformadores, interruptores, etc.

PARTES DE UN REACTOR

Las principales partes de un reactor son:

Combustible: Una de las razones para explotar la energía nuclear de forma


comercial es la gran abundancia de combustible nuclear en la Naturaleza. Los
combustibles que cumplen este requisito son el uranio y el torio.

El torio es más
abundante que el
uranio, pero al ser el
Th-232 el único
isótopo disponible en
forma natural, su
empleo en reactores
nucleares es muy
limitado, ya que no es directamente fisionable.

El uranio, de número atómico 92, es el combustible nuclear por excelencia. Se


encuentra en la Naturaleza en una proporción del 0,004 por 1000 de la corteza
terrestre y se presenta como mezcla de tres isótopos: U-238 y U-235
principalmente, en las proporciones de 99,28% y 0,71%, respectivamente, y U-
234 a nivel de trazas (0,005%), teniendo el U-235 la propiedad de que puede
fisionarse.
Estas proporciones no son siempre las mismas, ya que van variando con el
tiempo, pero de una forma muy lenta. La razón se encuentra en el hecho de
que tanto el U-238 como el U-235 son radiactivos. El período de
semidesintegración del primero es de 4,5 × 10 9 años, mientras que el del
segundo es de 7,1 × 108 años. Esta
diferencia hace que el U-235
desaparezca por desintegración un
poco más rápidamente que el U-238.
Por tanto, su proporción relativa
disminuye con el tiempo.

Moderador: Los neutrones


producidos en la fisión tienen una
energía, en forma de velocidad,
relativamente alta. Para que se
produzcan nuevos choques con estos
«nuevos» neutrones, conviene
disminuir su velocidad, moderarlos, y así aumentar la probabilidad de que sean
«capturados» por otro átomo fisionable y no se rompa la reacción en cadena.

El papel del moderador es, por tanto, disminuir la energía cinética del neutrón,
mediante choques elásticos con un átomo de un material adecuado (núcleos de
átomos ligeros). Entre los moderadores más utilizados se pueden citar, entre
otros, el agua natural, también llamada ligera, el agua pesada y el carbono
(grafito).

Refrigerante: El calor producido en la reacción de fisión hay que extraerlo


rápidamente del núcleo del reactor por medio del refrigerante. Los más usuales
son fluidos, que pueden ser gases o líquidos.

Para que un fluido sea buen refrigerante debe no ser corrosivo para las vainas
de los elementos combustibles ni para otras partes del reactor con las que esté
en contacto; tener gran capacidad calorífica; y, tener una sección de captura
neutrónica relativamente baja.

Los materiales más utilizados como refrigerantes son el agua ligera, el agua
pesada y el anhídrido carbónico.
Blindaje: Cuando un reactor nuclear está en operación producen todas las
formas de radiación atómica. Los rayos a y b emitidos tienen relativamente
poco poder de penetración y no son causa de grandes problemas. Sin
embargo, los rayos g y los neutrones tienen un poder grande de penetración, y
por esto no es posible trabajar en las proximidades del reactor sin tener
protección adecuada para evitar el riesgo a las radiaciones. Por ello es
necesario el blindaje.

Los materiales más usados para construir un blindaje en un reactor son


hormigón, el agua y el plomo.

Barras de Control: Para controlar que un reactor nuclear funcione a mayor, o


menor, potencia, se puede proceder de varias formas. La introducción de
absorbentes de neutrones en el núcleo por medio de barras llamadas de
control, es un medio rápido y eficaz. Estas barras están fabricadas con material
de carburo de boro o de gran sección eficaz de captura, como metales o
aleaciones de plata, indio y cadmio.

En funcionamiento normal, un reactor nuclear tiene las barras de control en


posición extraída del núcleo, pero el diseño de las centrales nucleares es tal
que un fallo en un sistema de seguridad, siempre actúa en el sentido de
seguridad del reactor. Así, por ejemplo, ante un fallo en el sistema de control
del reactor, las barras de control se introducirían dentro del núcleo, parando el
reactor.

LAS VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA ENERGÍA NUCLEAR

Las ventajas y desventajas de la energía nuclear siempre han generado


controversia.

La tecnología de la energía atómica está presente en muchos sectores. La


mayoría de los elementos expuestos a continuación se refieren a la generación
de energía eléctrica. Sin embargo, existen otros sectores, como la medicina
nuclear y la industria militar, en que estos conceptos varían mucho.
Comprender las ventajas e inconvenientes de la energía nuclear nos permite
sacar conclusiones propias.

Ventajas de la energía nuclear

Las principales ventajas de la energía nuclear son las siguientes:

1. No genera emisión de gases Las plantas nucleares permiten generar


electricidad sin emitir gases de efecto invernadero. En este sentido, no
contribuye al calentamiento global ya que son una alternativa a los
combustibles fósiles. El humo que sale de las chimeneas es vapor de agua.

2. Se obtiene mucha energía con poco combustible Con poca cantidad de


combustible se obtienen grandes cantidades de energía. Esto implica dos
ventajas:

 Ahorro en materia prima.

 Ahorro en transportes, extracción y manipulación de uranio.

El coste del uranio supone el 20% del coste de la energía generada.

3. Es planificable La producción de
energía eléctrica es continua. Una central
nuclear genera energía eléctrica durante
prácticamente un 90% de las horas del
año. Es decir, no depende de aspectos
naturales. Esta continuidad favorece a la
planificación eléctrica. A nivel de coste también es planificable. El uranio no
sufre la volatilidad en los precios que sufren otros combustibles.

5. Coste de funcionamiento bajo Las plantas de energía nuclear son más


baratas de operar que sus rivales de carbón o gas natural. Se ha estimado que
incluso teniendo en cuenta los costos, como la gestión de
combustible radiactivo y la eliminación de plantas nucleares, cuesta:

 Entre el 33 y el 50% de una planta de carbón.

 Entre el 20 al 25% de una planta de ciclo combinado de gas.


La cantidad de energía producida también es superior a la mayoría de las otras
formas.

6. Medicina nuclear La energía nuclear también se utiliza para diagnosticar y


tratar enfermedades. Algunas de las técnicas destacadas en medicina
nuclear son la Radiodiolgía, la Tomografía, los Radiotrazadores y los
Escaneos.

7. Avances tecnológicos La tecnología nuclear sigue evolucionando. El 100%


de los reactores nucleares producen energía mediante la fisión nuclear.
Actualmente se está desarrollando el reactor nuclear de fusión nuclear. Este
reactor solventará gran parte de sus inconvenientes.

Desventajas de la energía nuclear

Las principales desventajas de la energía nuclear son las siguientes.

1. Los accidentes tienen graves


consecuencias. Los sistemas de seguridad de
las centrales nucleares son altísimos. Sin
embargo, el componente humano siempre
tiene cierta repercusión. Ante un imprevisto no
siempre las decisiones tomadas son las
mejores. Tenemos dos buenos ejemplos en Chernobyl y en Fukushima.

2. Gestión de los residuos nucleares Una desventaja importante es la


gestión de los residuos nucleares. Los residuos nucleares tardan muchísimos
años en perder su radioactividad y peligrosidad. Existen soluciones de
confinamiento, pero no se pueden hacer desaparecer.

3. Instalaciones con fecha de caducidad Los reactores nucleares tienen


fecha de caducidad. Después se deben desmantelar. Cada diez años se
deberían construir aproximadamente 80 reactores nucleares nuevos.

4. Inversión inicial muy elevada La inversión inicial de una planta nuclear es


muy elevada. El coste de la inversión hay que recuperarlo durante la corta vida
de la central. Si al coste del kilovatio generado se le suma la parte proporcional
de la inversión se encarece.
5. Recursos limitados A diferencia de otras opciones energéticas, la energía
nuclear no es renovable debido a que el uranio debe extraerse y no se
regenera.

6. Dependencia externa Genera dependencia del exterior. Pocos países


disponen de minas de uranio. Además, no todos los países disponen de
tecnología nuclear. Consecuentemente, tienen que contratar ambas cosas en
el extranjero.

7. Armas nucleares La
tecnología nuclear también puede
crear armas nucleares.
Las bombas atómicas lanzadas
en Japón hicieron desaparecer
las ciudades de Hiroshima y
Nagasaki en pocos segundos. Después de la Segunda Guerra Mundial, varios
países firmaron el Tratado de No Proliferación Nuclear. Sin embargo,
las armas nucleares siguen existiendo. Por lo tanto, el riesgo de un futuro
ataque nuclear es real.

PRÁCTICA 05 - INVESTIGA SOBRE LAS PRUEBAS ATÓMICAS


REALIZADAS POR LAS DIFERENTES SUPERPOTENCIAS EN
NUESTRO PLANETA Y CONSIDERA LOS EFECTOS DE ESTAS
PRUEBAS EN EL MEDIOAMBIENTE Y PARA LA SALUD
HUMANA

- La ONU y las conferencias sobre población,


medioambiente y clima.

La Carta de las Naciones Unidas no hace mención específica sobre


cuestiones del medio ambiente o del desarrollo sostenible, sin embargo, con el
paso de los años las actividades relacionadas con estos temas se han
incrementado considerablemente.

Tanto en la Asamblea General como en el Consejo Económico y Social se


examinan ampliamente las cuestiones ambientales. El Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) es el principal programa
que considera el tema y la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible es el
principal foro donde los Estados Miembros de la ONU pueden discutir
cuestiones relacionadas con el medio ambiente.

En 2014, la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente


(UNEA), sucesor del Consejo de Administración del PNUMA, inició sus
reuniones.

LAS CUMBRES DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE CAMBIO


CLIMÁTICO (Breve historia)

La semilla de estas cumbres sobre el cambio climático la sembró el científico


estadounidense Charles Kelling (1928-2005) quien hizo las primeras
mediciones de dióxido de carbono (CO2) en 1958 en Mauna Loa, Observatorio
Astronómico ubicado en la cima de un volcán inactivo de Hawai.

Las revelaciones de Kelling, hechas en un lugar con la particularidad de tener


un aire especialmente limpio, impactaron en aquella época pues la comunidad
científica de entonces creía que los océanos y la vegetación eran capaces de
absorber todos los gases que se producían en el planeta.

Sus pronósticos se confirmaron en la siguiente década. Los niveles de CO2


estaban en aumento. El mundo empezó a estudiar el tema en diferentes
Cumbres y Conferencias con expertos y científicos. Esta breve cronología
resume los eventos más importantes y sus aportes.

1972 En ese entonces el cambio climático no estaba a


Primera Conferencia de la orden del día. El debate giró en torno a temas
Naciones Unidas sobre como la contaminación química, las pruebas de
el Medio Humano bombas atómicas y la caza de ballenas. Pero es
(conocida también aquí cuando los líderes mundiales deciden
como la Conferencia de reunirse cada diez años para realizar un
Estocolmo) seguimiento del estado medio ambiental y analizar
el impacto que sobre él pueda conllevar el
desarrollo.
1979 Por primera vez se consideró el cambio climático
Primera Conferencia como una amenaza real para el planeta. La
Mundial sobre el Clima Conferencia adoptó una declaración que
en Ginebra exhortaba a los gobiernos a prever y evitar los
posibles cambios en el clima provocados por el
hombre.
1988- IPCC Sólo con medidas fuertes para detener las
Aparece el Grupo emisiones de gases de efecto invernadero, se
Intergubernamental de impediría que el calentamiento global fuera grave.
Expertos sobre el Eso concluyó el Grupo que reunió opiniones de
Cambio Climático 400 científicos. Una respuesta oficial a la amenaza
(IPCC), creado por la del cambio climático comenzó con las
Organización negociaciones en las Naciones Unidas en la
Meteorológica Mundial y década de 1990 en lo que eventualmente se
el Programa de las convertiría en la Convención de Naciones Unidas
Naciones Unidas para sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Hasta la
el Medio Ambiente. fecha este grupo ha presentado cuatro informes de
evaluación sobre cambio climático, que incluyen la
ciencia del fenómeno así como sus posibles
impactos y soluciones. El último y cuarto informe,
correspondiente a 2007, fue elaborado por cerca
de seiscientos autores provenientes de cuarenta
países, y revisado por seiscientos veinte expertos
y representantes de los gobiernos. El trabajo del
IPCC ha sido reconocido como un consenso
científico global por parte de las academias de
ciencias nacionales de diversos países. En 2007
compartió el premio Nobel de la paz con Al Gore.
1992 Los líderes mundiales adoptaron el plan conocido
Conferencia de las como Agenda 21, un ambicioso programa de
Naciones Unidas sobre acción para el desarrollo sostenible global. Sus
el Medio Ambiente y el áreas de actuación eran básicamente la lucha
Desarrollo contra el cambio climático, la protección de la
(popularmente conocida biodiversidad y la eliminación de las sustancias
como la Cumbre de la tóxicas emitidas. Entró en vigor en 1994, después
Tierra) en Río de de haber recibido el número necesario de
Janeiro, Brasil. ratificaciones.
1995 Desde la adopción del Marco de las Naciones
Primera Conferencia de Unidas sobre el Cambio Climático, la Conferencia
las partes Berlín de las Partes (COP), el grupo de naciones que han
firmado la CMNUCC, se ha reunido anualmente.
Es la COP la responsable de mantener el proceso
en su conjunto en marcha.
1997 Es aquí donde los países industrializados
Protocolo de Kioto adquirieron compromisos concretos y un
calendario de actuación. Fue sin duda un gran
avance, pues se logró un acuerdo vinculante a
todos los países firmantes para que durante el
período del 2008 al 2012, se redujeran las
emisiones de los seis gases que más potenciaban
el efecto invernadero en un 5,2% con respecto a
1990.
2002, Johannesburgo Aparece la sociedad civil participando en el tema
2007, Bali Se inició el proceso de negociación para el
segundo periodo de cumplimiento del Protocolo de
Kioto, que tendría vigencia entre 2012 y 2020. La
primera fase de cumplimiento del protocolo fue
previsto para 2008- 2012. Los países
desarrollados debían haber reducido sus
emisiones en 5,2% en relación con 1990 (que no
se logró). Los compromisos de Kioto resultaron
insuficientes. Por lo tanto, en Bali se fijó una hoja
de ruta (Bali Road Map) con el fin de posibilitar la
implementación plena, efectiva y sustentada de la
Convención y trazar los lineamientos hacia un
acuerdo post-2012. La hoja de ruta se centró en
torno a lograr una visión común, mitigación,
adaptación, tecnología y financiamiento. El plan
serviría para lograr un resultado acordado y
adoptar una decisión en la Conferencia de
Copenhague.
2009, Copenhague La Conferencia de Copenhague fue una de las que
más interés atrajo ya que más de 40 mil personas
aplicaron para una acreditación en la misma. En
esta conferencia se firmó el acuerdo de
Copenhague, en el cual se logró fijar la meta de
que el límite máximo para el incremento de la
temperatura media global sea 2ºC. Sin embargo
no se mencionó como se alcanzaría esta meta en
términos prácticos. Adicionalmente en el acuerdo
se hace referencia a mantener el incremento de la
temperatura bajo los 1,5ºC, una demanda clave
hecha por países en desarrollo vulnerables.
2010, Cancún La Conferencia de Cancún fue importante para
asegurar que en las Conferencias de las Partes se
llegue a compromisos políticos para enfrentar el
cambio climático. Dentro de los ejes logrados en
los acuerdos de Cancún resalta la creación del
Fondo Verde para el Clima para proveer
financiamiento a proyectos y actividades en países
en desarrollo. Adicionalmente se acordó en
Cancún la operacionalización hasta el 2012 de un
mecanismo tecnológico para promover la
innovación, desarrollo y difusión de tecnologías
amigables al clima.
2011, Durban Una de las cuestiones sin resolver siguió siendo el
XVII Conferencia sobre futuro del Protocolo de Kioto que pidió a las
el Cambio Climático naciones industrializadas reducir las emisiones. De
acuerdo con la resolución aprobada en Durban, los
principales emisores de gases de efecto
invernadero, como EE.UU. y los países de reciente
industrialización - Brasil, China, India y Sudáfrica-
están dispuestos a iniciar un proceso que se
completará en 2015 y que concluirá con un
acuerdo legalmente vinculante de protección
climática.
Práctica 06 - Investiga sobre los temas tratados en las
Cumbres sobre Cambios Climáticos posteriores al 2012 y
redacta un breve informe.

LOS AVANCES CIENTÍFICO-TECNOLÓGICOS Y EL CAMBIO GLOBAL

Por Joan Grimalt Obrador

La ciencia y la tecnología son ciertamente un bien para todos los países. De


hecho, han transformado la historia humana y el mismo planeta. Y todo ello ha
ocurrido recientemente. Hace varios millones de años que los humanos
habitamos la Tierra. En el pasado descubrimos dos actividades que nos
permitieron trascender nuestra condición de simples componentes de los
ecosistemas en que habitábamos: saber hacer fuego y la agricultura. Sin
embargo, el invento más fundamental ha sido mucho más reciente. Hace
aproximadamente unos doscientos años aprendimos a obtener trabajo a partir
del calor. Este fue un paso esencial porque liberó a muchas personas de la
dependencia del trabajo manual. Este descubrimiento puso en marcha la
revolución industrial.
Disponer de un porcentaje mayor de personas que podían dedicarse a pensar
cambió el mundo. En estos últimos doscientos años se han establecido las
bases científicas de la física, la química, la biología. A nivel tecnológico se han
inventado el motor de vapor y el motor de explosión, se desarrolló la energía
nuclear y se empezó la conquista del espacio. En el ámbito sanitario se
inventaron las vacunas y los antibióticos, y la cirugía ha alcanzado un
desarrollo enorme. Como consecuencia de todo ello, la esperanza media de
vida ha pasado, de alrededor de unos cuarenta años, a situarse en el intervalo
de setenta y cinco u ochenta años.

Todo ello también se ha traducido en un enorme incremento de la población. El


número total de humanos en el planeta estuvo en torno a los 50 millones; en
tiempos de Jesucristo, por ejemplo, entre 100 y 150 millones a lo sumo. Y solo
hubo un crecimiento pequeño hasta que, al llegar al periodo de la Revolución
industrial, aumentó hasta los 6.300 millones de personas que somos ahora.
Ello representa una situación nueva en la historia. Única. Y plantea una serie
de problemas nuevos que habrá que resolver.

Por ejemplo, hoy en día algunos contaminantes, como por ejemplo los
compuestos orgánicos persistentes (policlorobifenilos, DDT,
hexaclorobenzeno), están extendidos por todos los rincones de la Tierra.
Nosotros mismos, los humanos, también llevamos en nuestro cuerpo una carga
de ellos, y muchos se encuentran presentes en todas las etapas del
crecimiento, desde que nos formamos en el vientre materno hasta que
morimos. Por otro lado, estamos cambiando aspectos básicos del planeta,
como la cantidad de gases de efecto invernadero de la atmósfera, con lo que
estamos introduciendo un cambio en la evolución climática. La naturaleza, que
para los antiguos era un medio hostil, ahora se ha convertido en algo
manejable, una especie de jardín grande que tenemos que preservar porque de
él depende nuestra existencia y bienestar.

Otro problema importante es el de la pobreza. Los contrastes entre el mundo


desarrollado y el subdesarrollado son enormes. Es necesario asegurar unas
mínimas condiciones de vida a toda la población.
Estos retos no son solo trascendentes para las ciencias ambientales. Son los
retos de nuestra sociedad y por tanto de toda la actividad científica.
Necesitamos mejoras en materia de tecnología para disponer de bienes cuya
producción requiera el consumo de menos recursos, en economía y urbanismo
para mejorar las condiciones de vida a más gente, y en medicina y,
ciertamente, en ciencias básicas para comprender hacia dónde vamos y
anticipar la resolución de los problemas que nos encontraremos en el futuro.

Si bien el grado de desarrollo e implantación de las disciplinas relacionadas con


esta actividad todavía no está a la altura del nivel correspondiente al desarrollo
económico de nuestro país y a sus necesidades, la mejora experimentada en
los últimos diez años ha sido importante.

Tal como hemos visto, los retos que tiene nuestra civilización son únicos.
Nunca antes los humanos habíamos dispuesto de unas condiciones de vida tan
excelentes ni de una capacidad tecnológica tan avanzada. Hemos pasado de
estar sometidos a la naturaleza a ser los reyes de la misma. Y ello se lo
debemos a la ciencia y la tecnología. Sin embargo, el conocimiento científico
también nos advierte de que estamos explotando el planeta por encima de sus
posibilidades. Ojo que no nos pase como a don Quijote, cuyas andanzas, a
pesar de sus buenas intenciones, fueron de fracaso en fracaso porque sus
fantasías, autosuficiencia y vanidad le hacían incapaz de adaptarse a la
realidad que lo rodeaba.

Ser los reyes de la naturaleza, aunque suena bien, no quiere decir nada si no
somos capaces de alcanzar un desarrollo sostenible. En nuestro planeta se ha
dado un número incontable de casos de reyes destronados.

Práctica 07 - Partiendo del texto de Joan Grimalt Obrador,


explica como la ciencia y la tecnología nos permiten tener un
mejor conocimiento de nuestro planeta. En tu aporte no olvide
considerar la observación por satélites y la exploración del
espacio.

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