abril de 20040

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Arquitectura propia. Cubiertas de ladrillo recargado (1) Alfonso Ramrez Ponce

Alfonso Ramrez Ponce es arquitecto mexicano, profesor, escritor, conferencista, proyectista y constructor de obras de bajo costo, con materias primas como el ladrillo. Asesor de la FPAA (1992-2000) y de la Fundacin Rigoberta Mench. Ganador del Premio Armando Mestre de la Repblica de Cuba. Primer premio del Concurso sobre Transferencia Tecnolgica para el Habitat Popular, organizado por el CYTED Ciencia y Tecnologa para el Desarrollo (leia verso em portugus)

... La continuidad histrica de una sociedad es posible porque posee un ncleo de cultura
propia, ...sin la cultura autnoma ni siquiera sera dable el proceso de apropiacin. Guillermo Bonfil Batalla Se suele hablar indistinta y frecuentemente de la arquitectura propia y apropiada, o en general de lo propio, lo ajeno y lo apropiado, dando por sentado que los propios trminos se explican. Pero resulta que esto no es as, sino que se requiere una argumentacin mucho ms explcita que los defina. Sobre todo, porque los mismos calificativos se aplican no slo a la Arquitectura, sino tambin a sus tcnicas y a lo que se esconde tras el ttulo: tecnologas alternativas, que hemos adoptado acrticamente. Concepto desafortunado que contiene un doble error, porque el construir con diversas materias primeras o primas, en nuestros pases, no es una alternativa o una opcin, sino una necesidad factible y econmica y adems, porque las formas especficas de construir, con adobe o bamb o caa guadua o ladrillo o madera, no son tecnologas (2), no son conjuntos de conocimientos sino tcnicas, es decir, maneras de hacer o de descubrir. Doble error, pues las tecnologas alternativas, no son ni lo uno ni lo otro. Arquitectura autnoma Ocurre, que en muchas ocasiones, los conceptos sobre lo propio y lo apropiado quedan, por decir lo menos, en el campo de la imprecisin y de la ambigedad. En este sentido, nos parece oportuno apoyarnos en la claridad de un antroplogo mexicano, que sobre el tema de la cultura establece lo siguiente:

Los mbitos de la cultura autnoma y la cultura apropiada conforman el universo de la cultura

propia... Cultura propia, entonces es capacidad social de produccin cultural autnoma. Y no hay creacin sin autonoma... en la cultura autnoma, el grupo social tiene el poder de decisin sobre sus propios elementos culturales (3); es capaz de producirlos, usarlos y reproducirlos (4). En nuestro caso, extrapolando lo citado, tanto para la arquitectura como para sus tcnicas-, planteamos como hiptesis de trabajo que, el universo de la arquitectura propia est formado por la suma de la arquitectura autnoma ms la apropiada. Pero ubicando, con un sentido de dominancia, a la primera la arquitectura autnoma-, como la base necesaria para que la apropiacin sea posible. Repitamos, complementando el epgrafe de nuestro texto:

... La continuidad histrica de una sociedad es posible porque posee un ncleo de cultura
propia, en torno al cual se organiza y se reinterpreta el universo de la cultura ajena... sin la cultura autnoma ni siquiera sera dable el proceso de apropiacin (5). De aqu, que los trminos de lo propio, lo apropiado y lo autnomo, no son indistintos, sino desiguales y de diferentes extensiones. Lo propio es el todo y las partes, lo autnomo y lo apropiado. Pero adems, como hemos visto, estas partes son desiguales, existe una mayor y una menor, pues el ncleo bsico de lo propio es lo autnomo, y su existencia es lo que permite que coexista un proceso de apropiacin. En otras palabras, lo necesario es lo autnomo y lo apropiado, lo contingente. Ambos conforman el universo de lo propio. La tcnica Ahora s, con este prembulo necesario, podemos decir que la utilizacin de la tcnica popular de construccin, que hemos llamado del ladrillo recargado no es fortuita ni azarosa. Obedece a la intencin clara y definida de conservar y difundir una de las pocas tradiciones constructivas mexicanas que siguen siendo expresin de nuestra cultura arquitectnica autnoma.

Esta tcnica llamada popularmente, la tcnica de las bvedas del Bajo forma parte y es uno de los pocos ejemplos, de lo que podemos llamar la arquitectura autnoma, la parte medular de nuestra arquitectura propia. Por qu afirmamos lo anterior? Porque el control sobre los elementos culturales, en este caso, los recursos materiales naturales o transformados, como el ladrillo y los recursos de conocimientos, experiencias y tradiciones constructivas, nos siguen perteneciendo, desde el punto de vista cultural e histrico. Abundando sobre lo anterior, podemos citar que esta manera de construir cubiertas, no se realiza en ningn otro pas iberoamericano donde se construya con ladrillo. Hagamos una cita final, antes de abandonar a nuestro autor:

La naturaleza de la sociedad capitalista, acentuada por la industrializacin, implica un proceso

creciente de enajenacin e imposicin cultural sobre el mundo subalterno, al que se quiere ver convertido en consumidor de cultura y no en creador de ella. Las tesis de la propaganda consumista tanto de bienes materiales como de sentimientos e ideologa buscan convencer al hombre del mundo subalterno de que es cada vez menos capaz de pensar, hacer, querer o soar por s mismo; porque otros saben pensar, hacer, querer o soar mejor que l. La afirmacin de la cultura propia es, por eso, un componente central, no slo de cualquier proyecto democrtico, sino de toda accin que descanse en la conviccin de que los hombres lo son, por su capacidad creadora (6). El actual proceso globalizador, precisamente lo que pretende es que no seamos productores sino consumidores de arquitectura. Que nuestra profesin siga siendo una profesin elitista, excluyente, volcada hacia fuera, pendiente de las modas arquitectnicas, negando su propia realidad colmada de necesidades espaciales de los grupos sociales mayoritarios. Esta postura es debida, en gran parte, a la de-formacin acadmica, pues en muchas escuelas, los problemas inmediatos, las obras pequeas, nuestras tradiciones constructivas, no se consideran dignas de ser estudiadas, no son arquitectura. No son merecedoras de la atencin de los inefables arquitectos artistas. Siempre pendientes de lo que sucede allende nuestras fronteras, sobre todo, lo que sucede en los pases primer mundistas. Que sean otros los que piensen e inventen para que nosotros copiemos. All, los hombres, ac los monos. A los monos, los reconocemos por su capacidad de imitacin, ese rapto de lo ajeno siempre a destiempo. Los arquitectos artistas podrn ser, como en realidad algunos lo son, buenos imitadores, su problema es que nunca dejarn de ser monos. La afirmacin de la cultura propia y dentro de ella, la arquitectura, pasa por el conocimiento y reconocimiento de nuestras tradiciones constructivas. Entre ellas, algunas tcnicas que existen para construir cubiertas econmicas de ladrillo sin cimbra. Cubiertas de ladrillo Hemos registrado varias de ellas, localizadas principal aunque no nicamente en pases iberoamericanos y las hemos ubicado en tres grandes grupos; el primero, las formadas por una o dos piezas de barro, que requieren de vigas intermedias divisorias del espacio a cubrir; el segundo, las tabicadas es decir, las hechas en dos o ms capas con una pequea cimbra-, donde los ejemplos ms conspicuos estn en Portugal y Espaa. Aqu hay que mencionar, aunque sea en forma breve las acuciosas investigaciones de Juan Diego Carmona de Badajoz, que muestran la contribucin de los artesanos portugueses a la tradicin constructiva de las bvedas sin cimbra, con ladrillo puesto de cara, en Extremadura. Y en Catalua, mencionar como ejemplo, un edificio de excepcin por varias razones que no podemos relatar aqu. Me refiero al actual Museo de la Ciencia y la Tcnica en Terrassa, Catalua, proyectado y construido por el arquitecto Luis Muncunil i Parellada en 1907. La nave principal tiene 11,088 m2!, con 176 bvedas de 8 x 9m2! cada una. Las bvedas son de hoja doble, fulla doblat pero separadas, por ladrillos puestos de canto sobre la primera capa y cuya funcin es soportar la segunda. Un edificio impresionante, que como corresponde a las buenas obras de arquitectura, a un paso de cumplir su primer centenario ha envejecido dignamente. El tercer grupo lo hemos llamado, las cubiertas recargadas, por ser sta su principal caracterstica. Encontramos en este grupo, las cubiertas construidas en saledizo por los persas sasnidas en arcos de medio punto con el ladrillo puesto de cara superpuesto en sus tres cuartas partes-; las milenarias bvedas nbicas de adobe de canto (7) y por ltimo, las cubiertas mexicanas superficies esferoidales que aqu describiremos sucintamente. El ladrillo recargado Esta tcnica para construir cubiertas econmicas de ladrillo de canto sin cimbra, se utiliza en la zona central y occidental de Mxico en donde aparece, invencin del saber popular en la segunda mitad del siglo XIX, en dos poblaciones que se disputan su origen: San Juan del Ro, Quertaro y Lagos de Moreno, Jalisco.

Expongamos una digresin que nos parece necesaria. Hemos mencionado, en lneas anteriores, al ladrillo colocado de canto. Nuestra clasificacin no es la tradicional, pero nos parece ms clara y sencilla. Si todos los ladrillos comunes tienen tres superficies, de menor a mayor cabeza, canto y cara; la propuesta es que los muros y las cubiertas se denominen segn la posicin del ladrillo. En las bvedas espaolas catalanas y extremeas la parte visible es la cara y se pegan de canto; en el caso de las bvedas mexicanas, es al revs, se pegan de cara y la parte visible es el canto. Las primeras seran bvedas tabicadas con ladrillos de cara y las segundas bvedas recargadas con ladrillos de canto. En la denominacin actual, se dice de las bvedas espaolas, que estn hechas con ladrillos de plano (8) y de las nuestras, con ladrillos a rosca(sic). Extendiendo lo anterior a los muros, diramos en vez de muros a soga, a tizn o de panderete, que son trminos de comprensin no clara en las diversas latitudes de habla hispana-, y basando el nombre en la posicin del ladrillo, tendramos simplemente muros de canto, de cabeza o de cara, ms por supuesto, las combinaciones, de cara y canto, de cabeza y cara y otros ms. Ya no analizamos los aparejos ingls o belga o flamenco o gtico u holands, por no tener nada o casi nada que ver con nuestra realidad latinoamericana. Cerrando la digresin y regresando a nuestra tcnica, si agregamos al material, el elemento constructivo y el procedimiento, entonces tenemos que la nuestra es una tcnica de construccin de cubiertas de ladrillo recargadas sin cimbra. Cules son las opciones constructivas? Las superficies constan de dos elementos bsicos, sus directrices o permetro envolvente y sus generatrices formadas por las distintas hiladas de ladrillo. sta ltimas se mantienen constantes, pero la variacin la podemos encontrar en la geometra de sus directrices. Al iniciar la construccin el primer ladrillo o los primeros segn el caso se recargan sobre una esquina o a un lado del permetro de la cubierta. El inicio por las esquinas es generalmente en bvedas sobre plantas de forma cuadrada o rectangular cuya proporcin no sea mayor a una vez y media la relacin entre sus lados. Un criterio semejante a la clasificacin de las losas de concreto en perimetrales o simplemente apoyadas. sta es una muy inteligente y singular tcnica constructiva de invencin popular. Cada ladrillo de la cubierta est cado o recargado sobre el anterior. Su estabilidad radica en su recueste o recargamiento. A semejanza del llamado efecto domin, cada ficha se sostiene sobre la otra. En vez de enfrentarse y entablar una lucha desigual contra la gravedad, se declara de principio vencida ante ella. A cambio de su derrota, gana su estabilidad, apoyada por otros factores a su favor, entre ellos, su ligereza la de un pequeo ladrillo y la forma abovedada (9) de la cubierta. Aunque el permetro suele ser cuadrado o rectangular, la tcnica constructiva permite que pueda ser poligonal con las irregularidades que el espacio interior determine. Peso y forma (10), dos caractersticas de la estabilidad de las construcciones. "El problema del constructor de edificios es salvar vanos o techar espacios, para lo que tiene que luchar con la gravedad, con el peso, sin embargo, si quiere evitar las tracciones, es el peso del material de su obra, convenientemente dispuesto en el espacio, el que la vuelve apta para resistir las flexiones siempre inevitables" (11). La relacin entre peso y forma al mencionar que el material debe estar "convenientemente dispuesto en el espacio", Dieste alude a la geometra y a la forma de la construccin que define la lucha permanente con la gravedad. La flecha de la cubierta es directamente proporcional a la dimensin menor por cubrir y generalmente se considera del 20% al 25% del claro menor. Por ejemplo, en un espacio de 3x5m, la flecha ser de 60 a 75cm. Otras caractersticas Dentro del procedimiento existen tres principales. Resumiendo, en primer lugar los ladrillos se recargan uno sobre el otro en una continua sucesin. En segundo, el ladrillo para ser soportado necesita ser ligero y pequeo, lo contrario de un ladrillo soportante que requiere ser grande y pesado. Y tercero, el ladrillo necesita pegarse en seco para aumentar su adherencia. El mortero est compuesto por cemento, cal y arena en proporcin 1:1:8. la cantidad de arena vara segn el artesano. Se construyen con un ladrillo comn hecho a mano de 5x10x20cm, comercialmente conocido como ladrillo cua. El espesor de la cubierta es de 10cm, es decir, los ladrillos estn puestos de canto y pegados de cara. La bveda ms sencilla se construye sobre cuatro paredes rectas horizontales en forma cuadrada. Se inicia recargando el ladrillo sobre las cuatro esquinas con una inclinacin de 45 grados para mantenerse dentro de la zona de los esfuerzos de compresin. Las hiladas curvas recostadas son las generatrices de la superficie

y las lneas perimetrales sobre las que se desplanta son sus directrices. Dichas hiladas curvas se asemejan a arcos, no desde el punto de vista estructural, sino geomtrico. Aunque en realidad, lo que forman no son lneas curvas, porque el ladrillo no lo es, sino secciones poligonales cuyo lado es el largo del ladrillo, es decir, 20 cm. La relacin entre la flecha de la bveda y el claro a cubrir se define por la posicin de los puntos de inflexin y porque el ladrillo es un material que trabaja principalmente a compresin. Es decir, los puntos en los que cambia el fenmeno tensional (12), de las compresiones en la parte superior, rea en la que debe mantenerse la bveda a las tracciones de la parte inferior. "En otras palabras, puede considerarse que una cpula de poca altura se comporta como una serie de arcos meridianos, elsticamente apoyados en los paralelos, desarrollando tensiones de compresin (en ambos)... y al menos en teora, es posible construirla con materiales incapaces de desarrollar tensiones de traccin como mampostera o ladrillos" (13). Es decir, en bvedas rebajadas o escarzanas como son la abrumadora mayora de las construidas con esta tcnica, no se presentan esfuerzos de traccin siguiendo la terminologa de Candela-, slo compresiones. Lo que afirma Salvadori de las cpulas rebajadas "en teora", lo podemos hacer extensivo a las bvedas o cubiertas cupuloidales, pero en la prctica. Basta una cadena perimetral de concreto para absorber los posibles empujes laterales. De lo anterior, podemos decir que la seccin de las bvedas puede ir ms all del rea de las compresiones delimitada por los puntos de inflexin. Dichos puntos, algunos especialistas los ubican en la interseccin del arco con un ngulo entre 51 y 52 grados con la vertical. La lgica constructiva de la tcnica le aade una de sus principales caractersticas: su bajo costo. Es decir, es una tcnica que permite "delimitar y envolver el espacio" en palabras de Torroja en forma econmica. Los datos precisos varan segn las regiones y las dimensiones, pero podemos decir que en la Ciudad de Mxico el costo actual de las bvedas por m2 est entre el 50% y el 60% del costo de una losa comn de concreto armado en claros pequeos. En luces de 5m o ms la diferencia de costo se incrementa, pues es sabido que losas de dichas dimensiones necesitan elementos estructurales adicionales. La razn econmica le otorga a la tcnica y al ladrillo su vigencia, su actualidad y la razn de su deseada difusin. Hay que recordar que estamos hablando de una invencin popular. Un sistema no inventado por ningn ingeniero o arquitecto, no reconocido por la academia y por lo tanto, no enseado en la abrumadora mayora por no decir todas las escuelas. La tcnica permite dar una respuesta actual al eterno problema del cubrimiento del espacio. De aqu que afirmemos que el ladrillo es un material milenario y moderno, pues la modernidad no es privilegio de lo nuevo, sino de lo vigente. Por otra parte, la tcnica permite cubrir superficies donde el claro menor puede ser hasta de 10 m sin ningn refuerzo adicional. Esto quiere decir, que los espacios de la mayora de los gneros arquitectnicos en particular el habitacional pueden construirse con sta tcnica. Conclusin preliminar Como hemos visto en un incompleto y rpido recuento, las posibilidades de la tcnica constructiva de cubiertas econmicas de ladrillo "recargado" son innumerables. Y son tan variadas, porque son el resultado y reflejo del anlisis del espacio interior. La apariencia en congruencia con la esencia. Estos espacios o "contenedores" son, a la vez, tan diversos como diversas son las actividades humanas. Las cubiertas no son preconcepciones formales que se impongan sobre los espacios, sino, son consecuencia de las condiciones espaciales internas. Es un sistema que obliga a pensar tridimensionalmente, pues la altura es proporcional a las dimensiones en planta. De nuestra experiencia, se desprende que, a pesar de la aparente complejidad, esta tcnica constructiva es susceptible de ser aprendida, tanto por albailes como por autoconstructores. Esto cierra el crculo. Un conocimiento popular para ser utilizado por todos aquellos necesitados de un techo econmico, til, firme y bello. Notas
1 As hemos llamado a este grupo de cubiertas de ladrillo, por ser el recargue su principal caracterstica. Comnmente, se les ha llamado bvedas del Bajo, por ser sta la regin donde se originan espontneamente, fruto del saber popular. 2 La palabra tecnologa aparece en el siglo XVIII (1765) y deriva del griego tkhne, "arte, industria, habilidad" y de tekhniks, "relativo a un arte". Y de lgos "argumento, discusin, razn"; logiks "relativo al razonamiento"; derivado de lgo, "yo digo". Es decir, la tecnologa en su etims, en su palabra verdadera y en nuestra definicin es el conjunto de conocimientos, argumentos, razones en torno a un arte, a un hacer determinado, cuyo objetivo es satisfacer necesidades humanas. De all, que el trmino "loga" se entienda tambin como ciencia. En otras palabras, la tecno-loga como sustantivo requiere de un adjetivo que lo precise y califique. Si digo tecnologa arquitectnica, me estar refiriendo al conjunto de conocimientos en torno al hacer de la arquitectura. En este sentido, cada disciplina del conocimiento tiene "su" tecnologa. Y as encontramos que se habla de la tecnologa mdica, educativa, qumica, biolgica, entre muchas otras, en otras palabras, se habla de conjuntos de conocimientos en torno a distintos haceres. Para abundar la tecnologa es el conjunto de conocimientos y procedimientos que sirven para producir objetos y procesos, ya sea fsicos o sociales segn la Red CYTED XIV C.; citado en Transferencia tecnolgica para el hbitat popular. Editora Trama. 2002, p. 11. Tambin en consonancia, es el conjunto de conocimientos, habilidades y procedimientos para la fabricacin, el uso y la ejecucin de cosas tiles (R. S. Merrill, 1968), citado en STEWART, Frances.

Tecnologa y subdesarrollo. FCE, 1983. 3 Bonfil Batalla, el autor citado, entiende por elementos culturales, los recursos tanto materiales naturales y elaborados, como conocimientos, experiencias, tipos de organizacin, entre otros. 4 BATALLA, Guillermo Bonfil. Pensar la cultura. Alianza Editorial, 1992, 2 edicin, p. 52. 5 Idem, ibidem, p. 53. 6 Idem, ibidem, p. 56. 7 Ver FATHY, Hassan. Arquitectura para los pobres. Editorial Extemporneos. 1975. (p. 277 a 281). En las llamadas bvedas nbicas de la regin de Nubia al sur de Egipto los ladrillos de barro sin cocer que la conforman se apoyan sobre un muro que se desplanta a mayor altura que los muros laterales de apoyo del cuerpo de la bveda. 8 Como si el ladrillo no tuviera 3 planos,-ancho largo y alto sino slo uno, el de su cara. 9 Si recordamos que la palabra bveda viene del latn volvita, que significa dar vuelta, girar, y que las bvedas, en nuestra definicin, tienen por patrn geomtrico el cilindro; entonces las superficies que se construyen con esta tcnica del ladrillo recargado, no son bvedas en sentido estricto, sino superficies que se asemejan a una esfera, es decir, son esferoides o superficies esferoidales. 10 Eladio Dieste (1917-2000), innovador ingeniero uruguayo, deca que resistir por el peso no es ms que una torpe acumulacin de la materia, en cambio, no hay nada ms noble y elegante que resistir por la forma. En perfecta armona, otro genial constructor Eduardo Torroja (1900-1961) ingeniero espaol, apuntaba la obra mejor es la que se sostiene por su forma y no por la resistencia oculta de su material...(sostenerse por la forma)... tiene la fascinacin de la bsqueda y la satisfaccin del descubrimiento. 11 DIESTE, Eladio. La estructura cermica. Somosur, 1987, p. 31 12 TORROJA, Eduardo. Razn y ser de los tipos estructurales. Editorial Instituto E. Torroja, 1960, p. II-3. El segundo captulo lo titula precisamente as, "El fenmeno tensional" y dice: "El slido se acorta o se alarga proporcionalmente a la tensin, es decir, la traccin y la compresin por unidad de superficie". Flix Candela otro genial constructor prefiere el trmino esfuerzo al de tensin y dice: Permtasenos no emplear como sinnimo de traccin el anglicismo tensin, usual en Mxico, que se presta a confusiones, ya que su verdadera acepcin castellana, es la de esfuerzo, tanto de traccin como de compresin. . Planteamiento con el que coincidimos totalmente. 13 SALVADORI, Mario; y SLLER, R. Structure in architecture (mal traducido como Estructuras para arquitectos). Ediciones La Isla, 1966, p. 330-331.

Del miesmo autor PONCE, Alfonso Ramrez. Curvas de suspiro y barro. El ladrillo recargado: una tcnica milenar y moderna PONCE, Alfonso Ramrez. Pensar e habitar

Casa en Tepoztln, Morelos. Adobe 28x10x40 cm. Arq. A. R. Ponce

Puente peatonal cubierto, 45 m luz. Bogot, Colombia. Estructura de caa guadua y bamb. Arq. Simn Vlez

Puente peatonal cubierto, 45 m luz. Bogot, Colombia. Estructura de caa guadua y bamb. Arq. Simn Vlez

Casa habitacin en Tepoztln, Morelos. Cubiertas de ladrillo recargado. Arq. A. R. Ponce

Casa habitacin en Tepoztln, Morelos. Cubierta de solera de barro rojo recocido (26x52x2 cm) y vigas de madera. Arq. A. R. Ponce

Casas de bamb en Piura, al norte de Per. Arq. Eliseo Guzmn

Tcnica de construccin de cubiertas de ladrillo recargado. Sistema mexicano. Apropiacin del conocimiento prctico, por estudiantes de la U. Central de Venezuela

En el lenguaje popular, lo llaman techo de bveda. Se utilizan viguetas metlicas y ladrillo de barro rojo recocido puesto de canto y pegado de cara

Seccin transversal. Sin escala

Casa en Cuernavaca, Morelos. Arq. A. R. Ponce. Solera de barro rojo recocido sobre vigas de 3x6 de madera

Bveda tabicada en tres capas, en Extremadura, Espaa (Tomado de la revista italiana Costruire en Laterizio No. 82 Septiembre 2001

Museo de la Ciencia y la Tcnica. Terrassa, Espaa (1907). Bvedas tabicadas de doble capa. Arq. Luis Muncunil i Parellada

En nuestra visin, una bveda tiene como elemento geomtrico dominante al cilindro. Por tanto una bveda es una seccin cilndrica o cilindroidal como es el caso de las bvedas nbicas, pues su seccin no es circular sino parablica. Una cpula, en cambio, tiene a la esfera como modelo geomtrico principal. Las bvedas mexicanas son ms bien, segn lo anterior, superficies que se asemejan a una esfera, por tanto, son secciones esferoidales

Classificao do assentamento dos tijolos

Bveda experimental en Ciudad Universitaria. Facultad de Arquitectura, Mxico D.F. 2002. Curso terico prctico Curvas de suspiro y barro. Expositor A. R. Ponce. Artesano Ignacio Dorantes Espino

Normalmente el ngulo de inclinacin en el arranque es de 45 grados. Al avanzar la construccin el ngulo se incrementa

Esquema de bvedas sobre plantas cuadradas, triangulares y trapezoidales, sobre arcos de medio punto como directrices

Iglesia La Atlntida, Uruguay. Ing. Eladio Dieste

Corte

Vista de una bveda cuya base es de forma cuadrada

Casa en la Ciudad de Mxico. Arq. A. R. Ponce. Secciones poligonales formadas por los ladrillos que en hiladas asemejan curvas

Superficies esferoidales. Las bvedas del Bajo se asemejan a secciones esfricas, pero no lo son porque sus permetros son lneas rectas

Clnica Hospital Popular. La Villa, Mxico, D. F. Arq. A. R. Ponce

Clnica Hospital Popular. La Villa, Mxico, D. F. Arq. A. R. Ponce