Caciro Lucía Victoria - Des-Entramando Discursos - Deviniendo Salud. Un Hacer en Musicoterapia

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Universidad Abierta Interamericana

Facultad de Psicología y Relaciones Humanas

Carrera: Licenciatura en Musicoterapia (P 310)

Título a obtener: Licenciado en Musicoterapia

Tesis de grado.

Des- entramando discursos, deviniendo salud.


Un hacer en Musicoterapia.

… Desde los intersticios de la Extensión Universitaria,


una posible intervención en la comunidad.

Caeiro, Lucía Victoria.

Diciembre, 2016. Rosario


Universidad Abierta Interamericana.
Facultad de Psicología y Relaciones Humanas.
Licenciatura en Musicoterapia.

Título a obtener:
Licenciado en Musicoterapia.

Tutor de tesis:
María José Bennardis.

Autor de Tesis:
Lucia Victoria, Caeiro.

2
 Tesis de Grado.

Des- entramando discursos, deviniendo salud.


Un hacer en Musicoterapia.

… Desde los intersticios de la Extensión Universitaria,


una posible intervención en la comunidad.

3
 Resumen.

El siguiente trabajo de Tesis, da cuenta de un análisis, una articulación y un re pensar


sobre lo que acontece con los discursos de la musicoterapia, la comunidad, las
instituciones y la salud.

Posición reflexiva que permite poner en discusión dichos ejes, dar cuenta de cómo los
mismos se entrecruzan y se hacen visibles a partir de la apertura de un espacio, en este
caso, el Taller abierto a la Comunidad. Considerando que ese tránsito y vivencia de
trabajar pensando en la comunidad, desde los intersticios de la extensión universitaria
en una institución privada, también es un devenir en salud, y una huella en las
singularidades que por allí transitaron.

Palabras claves: Discursos – Musicoterapia – Comunidad – Salud – Instituciones

4
❖ Índice.

o Delineando un proyecto.

 Desde los intersticios……………………………………............ Página 7.

 Desde la formación…………………………...,...........................Página 9.

 De la enunciación…

del problema……………………………………………………..Página 11.

de sospechas………………..........................................................Página 12.

de los objetivos y metas………………….………………………..Página 13.

de una fundamentación metodológica…………………………..Pagina 14.

del marco teórico:


- Discursos del campo de la Salud: aspectos legales y políticas económicas
como configuradores……………..………………………….. Página 15
- Discursos institucionales. Nuevas lógicas en Salud…………Pagina 20.
- Entramado discursivo: Musicoterapia y Salud………………Pagina 22.

- Circulación de discursos: jurídicos, sociales, políticos,

históricos y de salud…………………………………………..Pagina 25.

- Los discursos y la Musicoterapia……………………………Pagina 32.

o Des – entramando.

 Territorio:
Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad…….…………. Página 39.

5
 Dimensión de lo Social.
 Huellas en la Comunidad.…………………….………… Página 42.
 Huellas de la Musicoterapia……………………………..... .Página 55.
 Análisis de la Dimensión Social…………………………Pagina 48.

 Dimensión de lo Institucional.
 Delineados institucionales………………………………. Página 50.
 Análisis de la Dimensión Institucional……………………...Pagina 51.

 Dimensión de lo Singular.
 Devenir de un proceso……………………………….. Página 55.
 Análisis de la Dimensión de lo Singular…………….. Página 56.

 Construcciones de sentido.
 Datos relevantes y emergentes, sospechas,
signos y huellas……………………………..………… Página 59.
 Fenomenología de lo acontecido
en el proceso………………………………………..... Página 62.

 Conclusiones............................................................................... Página 65.

 Glosario……………………………………………………….. Página 72.

 Bibliografía………………………………………...……….… Página 80.

6
● Delineando un proyecto.

Todo comienza con una idea…

Un aventurarse con una compañera…

Un interés compartido de indagar en el ámbito de la Musicoterapia…

y su posible inserción en la Comunidad.

7
● Desde los intersticios.

El proceso de construcción de la presente tesis, representa una apertura a indagar ciertos


intersticios, es un habitar múltiples formas que se configuran en el andar de las
experiencias, un transitar por los recorridos que se en-traman en dicho proceso, un
devenir 1 en las vivencias que acontecen.

Indagar desde los intersticios, es por lo tanto, una invitación a inaugurar nuevos andares
que nos incitan a investigar, a escribir, a pensar, a movernos, y a analizar.

Hoy, dichos recorridos se plasman al escribir este trabajo y al comprometernos con un


dar cuenta acerca de:

➢ Por un lado, la experiencia de apertura de un Taller de Musicoterapia abierto a


la Comunidad, propuesto para jóvenes y adultos, que se desarrolló durante el
transcurso del último semestre del 2014 (Junio – Noviembre) desde extensión
universitaria en la sede de la UAI, Pellegrini 1957, en la ciudad de Rosario, los
días viernes de 14.30 a 16 hs.

➢ Por otro lado, cómo fue el proceso de formalizar un espacio auto-gestivo con
perspectivas de trabajo con la comunidad, desde extensión universitaria en una
institución educativa de lógica privada2, y su relación con el momento socio-
histórico que el campo de la salud está transitando.

1
Devenir *: Identidad infinita, que habita esa zona de vecindad donde el sentido emerge como no
fundamento. Deleuze, 2005. (Todos los conceptos continuaran siendo definidos en el anexo: glosario,
pág. 80).
2
Lógica Privada*: Alude a las políticas de salud, económicas y educativas impulsadas por el
neoliberalismo, que sostienen una visión mercantilista… (Tercer Congreso de Atención Primaria de la
Salud. OPS- Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, 2007)

8
De esta manera, exponiendo ambas experiencias, se insistirá en poder articular y re
pensar sobre lo que acontece con los discursos3 de la musicoterapia, la comunidad, las
instituciones y la salud.

Posición reflexiva que permitirá poner en discusión dichos ejes, dar cuenta de cómo los
mismos se entrecruzan y se hacen visibles a partir de la apertura de un espacio, en este
caso, el Taller abierto a la Comunidad; y cómo hizo huella dicha inauguración en las
singularidades de los sujetos que por allí transitaron.

Considerando que ese tránsito y vivencia de trabajar pensando en la comunidad, desde


los intersticios de la extensión universitaria en una institución privada, también es un
devenir en salud.

3
Discurso*: “Configuración espacio-temporal de sentido” (Eliseo Verón.1998), siempre en relación a
otros discursos, como condición necesaria de producción de sentido.

9
● Desde la formación.

“Formarse, deformarse en el proceso de formación,


implica que seamos-siendo, transformándonos, cuestionándonos,
informándonos, problematizándonos, pensándonos en este transitar.
Es este un evento que nos convoca como estudiantes,
una instancia más para problematizar nuestra formación, para
compartir con otros el proceso de formarse,
de estar recorriendo el mismo territorio”

(Jornadas de Estudiantes de Musicoterapia, UAI Rosario, 2014).

Durante el tránsito por la formación en la Licenciatura en Musicoterapia, como


estudiantes hemos podido apropiarnos de experiencias a partir de las Prácticas Pre –
Profesionales desarrolladas en distintos lugares y espacios; por un lado en marcos
institucionales, como Psiquiátricos, Geriátricos, Hospitales Generales, Jardines, Centros
de Acción Familiar, Centros de Día, donde la Musicoterapia es requerida para integrar
sus equipos de profesionales, y trabajar con los usuarios (o como se lo conceptualice
allí, “pacientes” , “ viejos” , “ locos”, “ abuelos”, “ niños” , “ chicos”, etc.) y por otro
lado, insertos en la comunidad de la ciudad de Rosario, como en el Centro Cultural de la
Comunidad Qom o el Centro Cultural La Trinchera.

Dichas experiencias de formación comprendieron todo un recorrido teórico, una


construcción de saberes de la especificidad de la disciplina, como también de un
posicionamiento epistemológico del quehacer como musicoterapeutas y futuros
profesionales de la salud en los enunciados espacios de práctica clínica, como así, en el
territorio4 conformado por la Musicoterapia en los mismos.

Es decir, esto nos permitió dilucidar una idea e interrogarnos acerca de la posibilidad de
trabajar en el ámbito de la comunidad5. Ámbito que posee sus formas de abordarse; un

4
Territorio*: Espacio en el que se producen los movimientos del pensamiento. Soporte formal que
configura el sentido y posibilita el acontecimiento.
5
Comunidad*: “… un grupo social dinámico, histórico y culturalmente constituido y desarrollado…
que comparte intereses, objetivos, necesidades y problemas, en un aspecto y un tiempo determinados y
que genera colectivamente una identidad, así como formas organizativas, desarrollando y empleando
recursos para lograr sus fines” (Montero. 2007).

10
territorio que se encuentra en constante configuración y conformación por los sujetos
que lo constituye, en todos sus distintos estratos sociales como también profesionales;
que posee sus formas de intervenir, desde una lógica más de la promoción de la salud6,
en tanto que se contemplan las problemáticas emergentes de la realidad de los sujetos
que lo habitan. Considerando cómo eso genera malestar, y qué estrategias podemos
pensar los profesionales de la salud para llevar a cabo, interviniendo en pos de mejorar
su calidad de vida.

Situadas en la incertidumbre que nos generaban esos interrogantes, junto a mi


compañera, se nos presenta la posibilidad de concursar en la iniciativa propuesta por
una organización no gubernamental de la ciudad de Bs. As, que invita a los estudiantes
universitarios a involucrarse en la creación e implementación de proyectos sociales en
relación a temáticas en salud, bienestar social, y educación.

Así fue, que con el afán de concursar, nos propusimos idear y proyectar la creación de
un espacio de Musicoterapia abierto a la Comunidad, gestionado y sostenido por
nosotras, aun estudiantes, como coordinadoras del mismo. Una apertura que habilitaría
conformar un vínculo entre la comunidad y la universidad, un sumergirse en el quehacer
musicoterapéutico al transitar y devenir en la propuesta que brindaríamos desde el taller
de Musicoterapia a quienes participaran del mismo. De esta forma, nosotras como
coordinadoras, anhelábamos poder generar un espacio que trabaje en pos de
construcciones de salud.

Ante el hecho de no haber sido seleccionadas, insistimos en llevarlo a cabo,


proponiendo dicho proyecto a la universidad donde realizamos nuestra formación.

El taller se concretó desde extensión universitaria y se realizó en el marco de la


Universidad Abierta Interamericana (UAI) Rosario, que nos brindó sus instalaciones en
la sede Pellegrini, donde se dicta la Licenciatura en Musicoterapia, para poder llevar
acabo nuestro propósito.

6
Promoción de la Salud*: “Promover” tiene el significado de dar impulso a: fomentar, originar, generar
(Ferreira 1986). Promoción de la salud se refiere a medidas que “no se dirigen a una determinada
enfermedad, desorden, pero sirven para aumentar la salud y el bienestar generales” (Leavel & Clarck
1976:19).

11
● De la Enunciación…

● Del problema.

Teniendo en cuenta el campo de la salud, su conformación histórica y su constitución en


Argentina, los paradigmas que lo sostienen, las leyes que han generado aperturas o han
limitado el hacer de los profesionales, la fluctuación entre la inclusión - exclusión al
sistema de salud de los usuarios, la de-construcción – construcción de prácticas
profesionales, y las nuevas disciplinas que se suman a trabajar en salud, podemos
distinguir una experiencia concreta de practica con la comunidad de inserción de la
musicoterapia.

Considerando el trabajo de diversos autores, que dan cuenta desde distintas perspectivas
lo anteriormente detallado a indagar y el análisis de la práctica, podremos exponer una
posible puesta en relación y discusión de los siguientes ejes de análisis:

(Discursos: Musicoterapia – Comunidad - Instituciones – Salud)

Discursos, en tanto se organizan como materia discursiva investida de múltiples


sentidos; que despliegan categorías conceptuales, que tienen implícitos a su vez otros
discursos posibles de ser leídos a través de un posicionamiento analítico- discursivo
que permitirá dar cuenta de cómo los mismos se entraman a partir de la apertura de un
espacio, de una propuesta, en este caso el Taller abierto a la Comunidad, y cómo hizo
huella dicha inauguración en las singularidades de los sujetos que por allí transitaron.
Considerando que ese tránsito y vivencia de trabajar pensando en la comunidad, desde
extensión universitaria en los intersticios de una institución privada, también es salud.

12
● De sospechas.

Podríamos considerar que el transitar por el territorio de la Musicoterapia, y el


encuentro con el lenguaje del arte, genera movimientos que posibilitan vivenciar
instancias saludables en los sujetos, y que los mismos puedan extrapolarlos a otros
espacios y a la comunidad.

Considerando que estamos en instancias de transformación de los paradigmas7 de salud,


especialmente en salud mental, que conllevan momentos de cambios en las legislaciones
en nuestro país, brindándonos un marco y un aval que nos incita a generar otros
pensares y andares como profesionales, inclusive como ciudadanos de una comunidad.
Dicho marco legal y ético otorgaría un respaldo a nuestro quehacer en cuanto que
posibilita transformar la mira y el accionar con el que estamos trabajando en salud con
los sujetos en las instituciones.

Por lo tanto, se podría concebir al territorio de la Musicoterapia, como un espacio que


permitiría generar aperturas, que involucran a las instituciones privadas, a trabajar con
la comunidad; invitando a la deconstrucción / construcción: de territorios a habitar, de
discursos cristalizados y naturalizados como verdades, de lógicas instaladas que
estatizan prácticas, para habilitar movimientos, para re – terrorializar esos territorios
transitados, para percibir otras condiciones de existencia, otras formas posibles de los
sujetos de estar y pararse en el entramado social en el que estamos inmersos.

Por lo cual, se discurre enunciar tres interrogantes que interpelan, teniendo en cuenta
las tres dimensiones: social, institucional y de lo singular, que se enuncia posteriormente
en el desarrollo de la investigación.

o ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad que muestra el abordaje


musicoterapéutico como especificidad para trabajar estratégicamente la
complejidad de la realidad de la comunidad y sus problemáticas emergentes?

o ¿Es posible considerar la apertura y experiencia del Taller de Musicoterapia


abierto a la Comunidad, como espacio auto- gestivo, como una propuesta

7
Paradigma*: “una perspectiva general, un modo de desmenuzar la complejidad del mundo real”
(Patton, en Bottinelli, 2003).

13
que motive a instalar dispositivos desde extensión universitaria para trabajar
con la comunidad teniendo en cuenta las nuevas legislaciones nacionales que
dan soporte a las prácticas profesionales?

o ¿Qué movimientos se despliegan de la experiencia de los sujetos que


participaron en el Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad que
permiten fundamentar este espacio, en tanto iniciativa de salud que se
sostiene desde el nuevo paradigma de salud mental y de la perspectiva de
derechos humanos?

 De objetivos y metas.

La tesis, está pensada con el objeto de delinearse y formalizarse con la idea de plasmar
el siguiente objetivo: investigar diversos autores que trabajen en el campo de la salud,
que permitan pensar, trabajar y relacionar los discursos de Salud – Musicoterapia –
Comunidad - Instituciones.

Dicho objetivo, nos permite la formulación y enunciación de metas en esta


investigación: indagar cuales son las condiciones de posibilidad que tiene el Taller de
Musicoterapia abierto a la Comunidad, como espacio o posible dispositivo universitario,
que genere apertura de las instituciones con la comunidad y sus problemáticas.
Describir la relevancia de la existencia de estos espacios, que habilitan, que inauguran,
que procesos generan, como también analizar el proceso del tránsito de los sujetos
participantes del Taller en tanto devenir en salud.

Estos objetivos y metas fueron organizados, para una mayor claridad, en dos incisos
distintos ya que apuntan a desplegarse en diferentes sentidos, lo que implica cuestiones
de distintos órdenes. Así mismo, pueden ser leídos en el mismo movimiento de
construcción de la tesis, en tanto se configuran cada una de sus partes como necesarias y
relevantes para componer el entramado discursivo que aquí se encuentra plasmado.

El Meta “Objeto” de estudio de dicho proyecto de tesis, es contribuir a la composición


y configuración de discursos (teóricos – prácticos) de nuestra especificidad que
permitan consolidar un soporte bibliográfico de investigación en Musicoterapia.

14
● De la fundamentación metodológica.

El estudio de campo desde donde se soporta esta investigación, es la Práctica Pre -


Profesional en Jóvenes y Adultos, que realizamos en la formación como futura
Licenciada en Musicoterapia, en el último año de cursado, en la Universidad Abierta
Interamericana de Rosario, como coordinadoras del Taller de Musicoterapia Abierto a la
Comunidad.

El mismo se desarrolló en el último semestre del año 2014, entre los meses Junio –
Noviembre, los días viernes de 14.30 a 16 hs.

La estrategia metodológica a utilizar para llevar a cabo presenta un enfoque cualitativo,


con un diseño flexible, en tanto que el fenómeno y el proceso de la investigación están
centrados en la subjetividad de los sujetos participantes.

La metodología cualitativa, en tanto fenomenológica, tendrá su mirada centrada en la


realidad que configuran los sujetos, por lo cual tiene su interés puesto en la
comprensión de lo que emerge como problemática a estudiar. Como también, el
comprender la conducta y el accionar desde el propio marco de referencia que los
sujetos operan y la multiplicidad de sentidos, de significados que le dan a la
experiencia los propios protagonistas insertos en un contexto complejo y específico.

Las técnicas o instrumentos utilizados en la investigación son los siguientes, teniendo en


cuenta dos instancias íntimamente correlacionadas en el desarrollo de la presente tesis:
la recolección de datos y la del análisis.

La vivencia de gestión y planificación de un espacio; la observación con participación;


entrevistas grupales libres, no estructuradas; entrevistas grupales focalizadas y en
profundidad; el dialogo en grupo; las historias de vidas; la dramatización; la
improvisación; la intervención en la comunidad y la devolución verbal y escrita de los
participantes.

Se utilizaran como recursos metodológicos: las grabaciones de los encuentros, las


devoluciones verbales y escritas de su proceso, y registros semanales confeccionados
con mi dupla, y personales ante las lecturas de lo acontecido semana a semana.

15
 Del marco teórico.

Discursos del campo de la Salud: aspectos legales y políticas económicas como


configuradores.

Indagar específicamente en el campo de la salud, implica adentrarnos en un mundo


singular habitado por lógicas y construcciones que le son propias, que lo soportan y lo
cargan de atributos, de sentidos particulares que configuran dicha área y realidad
particular.

Dicho campo 8 de la salud, como enuncia Hugo Spinelli en “Dimensiones de la Salud en


Argentina”, presenta una complejidad que no puede ser abordada ni analizada al margen
de los acontecimientos del ámbito nacional y las implicancias internacionales que
aparecen en ella como contexto. Los hechos, los acontecimientos socio – histórico –
políticos han dejado huellas, han influenciado las concepciones de salud y han
establecido la relación entre el Estado y la sociedad civil.

Es decir, se puede visualizar como históricamente, el Estado intervino en el campo de la


salud, como se comprometió en su responsabilidad con la ciudadanía, y como así
mismo, abordó las problemáticas que allí emergieron.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus innumerables conferencias, ha


considerado siempre a la salud como un eje de suma importancia, porque hace a la
posibilidad, calidad y durabilidad de vida de los ciudadanos. Dicho objetivo, se ve
influenciado indefectiblemente por factores sociales, económicos, políticos y
ambientales determinantes.

El reconocimiento de la salud como prioridad por un lado, y la disparidad con la


realidad por otro, está presente en lo discursivo para los organismos internacionales
(OMS y Organización Panamericana de la Salud). Un ejemplo de ellos, fue el lema de

8
Campo*: …” la convergencia de actores, recursos, problemas e intereses que conforman una red de
relaciones, con autonomía relativa, en el que los diferentes agentes luchan por la consolidación, o por la
apropiación y el predominio de uno o más capitales (económicos, sociales, culturales y simbólico)”
Spinelli, Hugo. Las dimensiones del campo de la salud en Argentina. Salud Colectiva; 2010.

16
“Salud para Todos en el año 2000”, profesado en el año 1978 en la Conferencia
Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Almá-Atá, realizada en Kazajistán.

En sus enunciados se refleja la contrariedad discursiva con lo que acontece en las


comunidades, donde se confirma que no hay una atención adecuada ni accesible para
todos, dejando sus propuestas a concretar como ideales o utópicas.

Emiliano Galende, en su libro “Conocimiento y Prácticas de Salud Mental”, hace


alusión a que el modelo de Estado neoliberal imperante de los últimos años ha dado
lugar a políticas sociales focalizadas y reduccionistas sustentadas en la lógica del
mercado capitalista. Estas emergen como mediadoras de la relación Estado – Salud –
Ciudadanía, en respuesta a las problemáticas sociales.

En su desarrollo, él expone que el sistema y las políticas de salud, actualmente, están


referidas a las gestión de prácticas médicas de forma asistencialista y a la
implementación de programas que disponen un lineamiento en particular de abordaje,
que dan un ordenamiento en común a las instituciones sanitarias y a sus prácticas, que
no responden a las necesidades ni demandas sociales.

Todo ello pone de relieve una serie de cuestiones que se refieren al problema de la
accesibilidad-exclusión de la salud como derecho, tanto en lo factico como en lo
discursivo.

Como resultado de una ardua lucha por parte de los usuarios9 y profesionales del
sistema de salud; de un andar y un atestiguar experiencias indignas de transitar; y de una
de- construcción – construcción del discurso medico hegemónico de la Psiquiatría que
se configuro históricamente como una verdad irrefutable, emerge la Ley Nacional de
Salud Mental en Argentina. Esta irrupción, propicio un cambio importante en los
criterios de las viejas prácticas socio-sanitarias propias del siglo XIX que se
prolongaron y se sostienen incluso hasta nuestros días.

Nuestro país, por su inmensidad geográfica y poblacional, posee diversas realidades


regionales donde se vivencia aun con rigor el viejo paradigma que históricamente
presidió en Salud Mental: la concepción y abordaje del paradigma asilar-tutelar10.

9
Usuarios*: concepto que se refiere a las personas que se encuentran haciendo uso de un servicio de
Salud Mental. (Agrest, 2011).

10
Paradigma asilar-tutelar*: ver rasgos distintivos en anexo: glosario.

17
Paradigma que rige en salud mental, como modelo de atención, cuyas formas y rasgos
originarios han surgido con el nacimiento del manicomio como institución de encierro.

Hoy es indispensable que se refleje y se requiera un operar desde el nuevo marco legal,
a partir de la implementación de políticas públicas como garantes, que protejan y
promuevan la salud mental de todas las personas, que resguarden el pleno goce de los
derechos humanos de aquellas con algún padecimiento y así mismo, que permita
planificar acciones que avalen el cumplimiento de dichas políticas.

Desde el año 2010, Argentina cuenta con la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657,
puntapié que inicia un tránsito hacia el paradigma social – o de derechos humanos,
siendo la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones (DNSMyA) la autoridad de
aplicación de la misma.

En mayo del 2013, se aprueba el Decreto Reglamentario 603/2013, donde se definen, y


describen los contenidos de la mencionada ley. Posteriormente, en enero del 2014, se
sanciona el Plan Nacional de Salud Mental (PNSM) 2013-2018, que propone nuevos
accionares y metas de trabajo que tiendan a la protección de la salud mental de la
comunidad y al pleno goce de los derechos humanos de las usuarios del servicio de
salud.

“La aprobación de la Ley Nº 26.657 y la reciente sanción de su


Decreto Reglamentario Nº 603 del 28 de mayo de 2013 regulan la
protección de los derechos de las personas con padecimiento mental y
se presentan como una innovadora legislación en materia de política
en salud mental. Encuentran sus fundamentos en los estándares
internacionales de derechos humanos en materia de salud mental. Se
plantea un nuevo paradigma diferente al existente, que permite pasar
de un modelo centrado en la exclusión a otro basado en la
integración; del espacio institucional cerrado al espacio comunitario
abierto; del enfoque basado en la enfermedad y la peligrosidad a otro
basado en el concepto de sujeto de derecho en su proceso de
integración social, fundado en el resguardo o la restitución de sus
derechos” (Políticas públicas en salud mental, 2013).

18
El paradigma social o de derechos humanos, surge como propuesta que sustituye en
“modelo tutelar del Código Civil argentino, que ha demostrado que la “tutela” es un
modelo vertical que tiende a silenciar y aislar a quienes más necesitan ser escuchados,
pone en el centro el pleno respeto de la dignidad y de la autonomía de las personas
usuarias de servicios de salud Mental”. (Croxatto, 2012); hace foco en la singularidad
de la persona más allá del tipo de padecer que este transitando.

Este nuevo sistema permite humanizar y brindar dignidad a los usuarios creando
condiciones de atención hospitalaria; permite promover la apertura a otros discursos,
otras miradas y otros aportes, imponiendo la capacitación, y la práctica profesional de
distintos agentes, profesionales y efectores que integran el sistema de salud mental;
“impone una responsabilidad colectiva que implica una participación más activa de
todos los involucrados en la temática –no solo el sector de la salud–, sino las áreas
relacionadas con la vivienda, educación, empleo digno y la accesibilidad” (Políticas
públicas en salud mental, 2013); insiste en la deconstrucción de las barreras
simbólicas, sociales y culturales que impone el lenguaje con sus categorizaciones
“loco”, “discapacitado”, “enfermo”, etc; trabaja en pos de una integración e inclusión de
los usuarios del sistema de salud con la comunidad, conceptualizándolos con sujetos de
derechos.

Es relevante señalar aquí, que el sistema de salud argentino11, tiene la particularidad de


estar fragmentado y desarticulado, en tanto que operan tres subsectores de atención a la
salud: Público, Obras Sociales y Privado; que así mismo, se continúan subdividiendo en
su interior según donde operen: Nación, Provincia o Municipio.

Dicha estructura sanitaria, también vigente en la Provincia de Santa Fe, presenta dentro
del Sistema de Salud, al Estado como prestador de servicios y como regulador de los
otros sistemas (público, privado y obra social).

La Red 12 de Servicios Público- Estatal 13 está conformada por centros de atención


provinciales y por centros dependientes de los municipios (que incluye efectores sin

11
Posgrado en salud social y comunitaria. Programa médicos comunitarios. Ministerio de salud,
Presidencia de la Nación. Módulo 5: Políticas en Salud. Unidad 2, pág. 33.
12
Red*: “El trabajo en red es una estrategia vinculatoria, de articulación e intercambio entre instituciones
y/o personas, que deciden asociar voluntaria y concertadamente sus esfuerzos, experiencias y
conocimientos para el logro de fines comunes. La red es el resultado de esa estrategia y constituye una
modalidad organizativa y de gestión, que adoptan los miembros que deciden esa vinculación, cuyas
características dominantes son: la adaptabilidad, la flexibilidad, la apertura, la horizontalidad, la fluidez y
la espontaneidad de las relaciones.” (Perrone, 2000).
13
Salud: Red de Servicios de Atención. Sitio oficial del Gobierno de la Provincia de Santa Fe.

19
internación, servicios con internación, una red de unidades móviles para atención a las
urgencias y emergencias, y redes de soporte para el proceso de atención).

Este entramado institucional, genera mayor complejidad a la hora de poner en práctica


lo que venimos mencionando desde el orden legal, ya que en la realidad se encuentran
reflejadas ciertas disonancias y resistencias con respecto a la aplicación de las
correspondientes normas y decretos.

Una de las disonancias reflejadas entre muchas, es en la Ley Nacional de Salud Mental,
en su Capítulo V, Artículos 8º y 13º donde plantea como política, la promoción de los
procesos de atención basados en abordajes interdisciplinarios e intersectoriales,
integrados por profesionales, técnicos y otros trabajadores capacitados para la atención
en Salud Mental.

Realidad no solo inexistente para los usuarios que no gozan del derecho de recibir dicha
atención, sino incluso en muchos casos incongruente con los profesionales que no son
integrados ni incluidos como necesarios a la demanda o son precarizados como actores
principales del sistema de salud.

Por lo cual, ante el eminente conglomerado de problemáticas emergentes del campo de


la salud que se visualizan cotidianamente, el Plan Nacional de Salud Mental (2013)
propuso como objetivo promover la salud de todos los habitantes, jerarquizar el campo
de la Salud Mental, integrándolo al campo de las políticas públicas, diseñando
estrategias, planes, proyectos, programas, procedimientos, e intervenciones, posibles de
implementar, monitorear y evaluar. Procurando la adecuación y/o creación de servicios,
dispositivos, espacios, entre otras instancias, para que sean acordes a la política actual
de Salud/Salud Mental.

De esta forma, la comunidad podría tener acceso a la red de servicios de salud mental,
que en la actualidad es inadecuada a la modalidad de abordaje que estipula el nuevo marco
legal. Donde se insiste en la promoción de estrategias de Atención Primaria de la Salud
14
(OPS, 2008), las cuales tienden a la promoción de redes de trabajo, insistiendo a la
construcción social y singular, en lo posible por fuera del ámbito de internación
monovalente (manicomios, colonias, clínicas, psiquiátricos) como estipula el Artículo 8º
de la Ley Nacional de Salud Mental.

14
Atención Primaria de la Salud (APS)*: “…Representa el primer nivel de contacto de los individuos,
la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención de
salud al lugar donde residen y trabajan las personas, y constituye el primer elemento de un proceso
permanente de asistencia sanitaria”. (OMS/UNICEF, 1978)

20
Esto implica, prácticas profesionales que tengan una parada clínico-política, es decir,
desde donde se lean las problemáticas y se intervenga de una forma integral, divisando la
multiplicidad de aspectos y dimensiones que las componen: singulares, sociales,
contextuales, jurídicos y culturales; sin juzgamientos de orden moral: del bien o mal.

Discursos institucionales. Nuevas lógicas en Salud.

Las nuevas legislaciones, como la Ley Nacional Nº 26.657 de Salud Mental y la Ley Nº
26.378: Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, incumben e
involucran a la ciudadanía, a los profesionales y a usuarios de instituciones de Salud a
aggiornarse a nuevas lógicas emergentes. Lógicas que se instalan a partir de las
construcciones sociales, que afloran de otras perspectivas que delinean y trazan
paradigmas, como por ejemplo el paradigma social.

Esas lógicas entran en vigencia, e irrumpen las estructuras cristalizadas habilitando otras
miradas, otras maneras de pensar a los sujetos, contemplando nuevas formas de trabajo,
de relación. Instaurándose diversas formas de apertura de las instituciones a la
comunidad, que generan rupturas de los discursos sociales, de. construcción –
construcción 15 de lo establecido como norma, como verdad, brotando movimientos que
inauguran instancias saludables en los sujetos y propician bienestar en la comunidad.

Dicho impulso, impone el desafío de des- entramar los discursos sociales, históricos,
jurídicos, administrativos y sanitarios consolidados hasta el momento, incorporando el
aporte de otros saberes profesionales y de la experiencia, como nuevo ordenamiento
para construir nuevas formas en Salud.

Este proceso, aún vigente e inacabado, plantea una transformación en la concepción de


los sujetos, usuarios del sistema de salud; y trae consigo una perspectiva que jerarquiza
los derechos humanos como motor y disparador de nuevos accionares.

15
De. construcción – construcción *: “…Hay que entender este término, “deconstrucción”, no en el
sentido de disolver o de destruir, sino en el de analizar las estructuras sedimentadas que forman el
elemento discursivo, la discursividad filosófica en la que pensamos. Este analizar pasa por la lengua, por
la cultura occidental, por el conjunto de lo que define nuestra pertenencia a esta historia de la filosofía.”
(Jacques Derrida, 1992).

21
Es decir, podríamos enunciar que esta irrupción y cambio paradigmático, es un proceso
epidemiológico, en tanto proceso colectivo que aborda los fenómenos que atraviesan el
campo de la salud y distingue sus huellas a nivel poblacional, de la comunidad. La
particularidad específica y propia en el campo de Salud Mental, considero que tiene que
ver con la complejidad en que dichas manifestaciones se vislumbran en las
singularidades.

Por lo que se necesitan nuevas formas de abordaje, que no se restrinjan a acciones


estrictamente asistenciales y de diagnóstico, sino que cobra renovada fuerza la
posibilidad de crear y gestionar proyectos comunitarios en el campo de la Salud Mental.
Propuestas, que como enuncia Galende, insistan en la autonomía de los sujetos y en la
autogestión de las comunidades, delimitando el ejercicio del control social por parte de
los profesionales y de las instituciones de salud.

Como condición de reconocimiento, los profesionales de la salud, tienen el desafío de


involucrarse e incluirse a las nuevas formas, produciendo herramientas que constituyan
una alternativa al consultorio y a la internación (como emblemas del paradigma
asistencial - tutelar), trabajando en equipo, compartiendo saberes que multipliquen los
efectos en la red de contención del usuario, y permitan operar en simultáneo sobre las
problemáticas emergentes.

Esta nueva mirada, admite abrir el espectro y posibilita pensar el campo de la salud
mental desde la interdisciplina, sumando nuevas perspectivas que brinden recursos a los
usuarios otorgándoles mayor capacidad para resolver sus problemáticas teniendo en
cuenta sus propio procesos, su potencia 16, sus estados, contextos culturales y sociales,
más que impuesto desde el afuera por alguna supuesta voz experta en la materia,
propiciándole pautas y soluciones que no pueden ser sostenidas por los mismos.

“Se trata de lograr abordajes que no resulten una constante


marcación de un afuera y un adentro, de inferioridad y subordinación
social” (Pelli, 2007).

16
Potencia*: Lo que alguien puede, sus capacidades de devenir singular.

22
Entramado discursivo: Musicoterapia y Salud.

El hecho de gestionar un espacio de Musicoterapia abierto a la Comunidad, involucra a


la disciplina en un hacer que trae consigo los lineamientos y huellas que plantean las
nuevas formas de abordaje en salud.

La salud, es entendida como un proceso y una construcción social que contempla el


contexto de cada sujeto, es decir, el papel que juega la organización económica,
política, social y cultural, etc., como variables que determinan o se muestran como
condicionantes de posibilidad de instancias saludables. Por lo tanto, podemos considerar
que la salud no es solo el estado completo de bienestar físico, mental y social como
enuncian los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y
Organización Panamericana de la Salud.

El binomio de la salud-enfermedad contemplado desde el arraigado paradigma médico,


se encuentra atravesado transversalmente por una serie de aspectos que configuran la
realidad social como tal, y por lo tanto esta visión, esta forma de conceptualizar a la
salud, no posibilita trascender las lecturas simplistas, reduccionistas, lineales, de corte
asimétrico de los hechos, de los padeceres de los sujetos.

“… Desde sus inicios, el pensamiento médico – social / salud


colectiva latinoamericano problematizó la concepción de salud (y por
ende de enfermedad) inherente a las prácticas hegemónicas.
Comenzó cuestionando las categorías sociales utilizadas hasta el
momento para incorporar “lo social” y, simultáneamente dejó de
considerar la salud-enfermedad como estados antagónicos, para
poner en el centro de la conceptualización el proceso de producción-
reproducción social como matriz del fenómeno, también dinámica y
procesual, de la salud-enfermedad..”

(Alicia Stolkiner y Sara Ardila Gómez. 2012)

Es por lo tanto, interesante considerar la noción de salud de Juan Samaja (2014), donde
se refiere a la salud como un proceso de construcción social. Estableciendo la
posibilidad de contemplar la perspectiva comunitaria, como una mirada más abarcativa,

23
en cuanto percibe y visualiza la complejidad de la realidad a partir del análisis de
múltiples factores: políticos, históricos, económicos, sociales, geográficos, culturales
etc. que intervienen en los procesos de salud –enfermedad.

Estas variables son necesarias e inevitables de tener en cuenta para poder generar
estrategias e intervenciones adecuadas para abordar las problemáticas de la comunidad.
Es decir, la perspectiva que sustenta el paradigma social, propicia que se tenga en
cuenta las múltiples voces de los integrantes de la comunidad en el bosquejo de las
políticas sociales que inciden en su salud.

Estos nuevos horizontes, coinciden e inciden en nuestro concepto de salud, nuestro


concepto de sujeto, y nuestra forma de coordinar la práctica musicoterapeutica.

Considerando a la Musicoterapia, como un abordaje en salud, que sostiene una


construcción de pensamiento que interviene metodológicamente desde el arte.

“La Musicoterapia desarrolla un campo de conocimiento donde se


vincula al Arte y Salud. Concibe al Arte como Discurso que expresa
aspectos de lo humano no expresables verbalmente; priorizando
como material de estos Discursos al sonido, al cuerpo, al movimiento
y sus organizaciones en tanto Discurso” (Bennardis, M. José. 2002)

Por lo que podríamos enunciar que el arte es concebido como aquel encuentro donde
habita la máxima expresión sensible de creación y libertad, donde emerge el juego,
liberado de prejuicios, preconceptos y normas, construyendo en ese acontecer sin
estructuras ni condicionamientos impuestos. El arte como disparador de múltiples
formas y sentidos.

La lógica con la que se planteó el desarrollo del taller, y la metodología con la cual se
llevó a cabo el mismo, tiene que ver con un posicionamiento epistemológico17 de la
Musicoterapia, como disciplina de salud que se vincula con el arte. Como así también
con una impronta que emerge con el nuevo paradigma de salud mental que contempla la

17
Posicionamiento epistemológico*: Como aquel lugar desde donde el investigador se sitúa para
observar y analizar las condiciones de producción de un conocimiento, de un hecho, de un pensamiento, y
su relación con la realidad, parado desde un paradigma y de un sinfín de saberes- conceptos que lo
soportan, poniendo el acento en los procesos mismos, en los sujetos participantes de esos procesos.

24
Ley Nacional Nº 26.657, que plantea una construcción de salud desde el reconocimiento
de derechos. Donde se reconoce en el artículo 3, a la “salud mental como un proceso
determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y
psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción
social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona.
Se debe partir de la presunción de capacidad de todas las personas…”.

Tanto la Ley de Salud Mental (LSM), como la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad (CDPD), insisten en la premisa de que todos somos capaces
jurídicamente. Concepto que se encuentra enmarcado en el Artículo 3 inciso a) de la
CDPD que define como principio: “El respeto de la dignidad inherente, la autonomía
individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de
las personas”.

Estas definiciones contemplan a la salud mental como un proceso, flexible, complejo,


variable, en constante movimiento, que está inserto en una trama compuesta por una
multiplicidad de aspectos que atraviesan y configuran nuestra existencia, nuestro andar,
como así también, al contexto en el que nos desarrollamos y circulamos como
ciudadanos de una comunidad.

Es por eso, que el sostenimiento del taller se fundamentó desde una lógica
interdisciplinaria. A que nos referimos con una lógica interdisciplinaria?

- Al hecho de considerar una multirreferencialidad teórica18, desde donde otras


disciplinas dan cuenta desde donde abordar las problemáticas sociales y así mismo, las
construcciones sociales de discursos.

- A la ruptura con la causalidad disciplinar, y pensar en procesos de salud y no en


estructuras cristalizantes que impiden la multiplicidad.

- A la ruptura de la objetivación del problema, y del sujeto.

- Por la indisciplina de los problemas, característica que enuncia Alicia Stolkiner, para
remitir que la ciencia no puede abordarlo todo.

18
Término empleado por Alicia Stolkiner, tomado de Loreu, para plasmar que no se pueden explicar
problemas complejos unidisciplinariamente. V Congreso “La Salud en el Municipio de Rosario”. Salud:
Construcción Intersectorial. Agosto, 1995.

25
- Y por qué éramos dos alumnas, ejerciendo el rol de coordinadoras de un espacio, en
donde entran en dialogo constante nuestras subjetividades puestas en relación
(intersubjetividad), e intervienen desde una mismo posicionamiento epistemológico y
eso no es interdisciplina19.

Alfredo Carballeda (2010), enuncia que: “la interdisciplina, no es un problema de


encuentros o sumatoria de campos del saber sino la interacción y reciprocidad
simétrica de quienes la llevan a cabo. Para el autor, existe una “complementariedad”,
pensada desde un proceso histórico-social; que genera rupturas o desintegra barreras
desde el propio conocimiento para “entender”, que con “otros”, se pueden resolver
ciertas complejidades que se presentan en las demandas del campo de la salud y de la
realidad”.

El trabajo con lo comunitario tiene innumerables aristas e intersticios, por lo que la tarea
en el territorio suele ser considerablemente compleja de abordar en su totalidad,
teniendo en cuenta su inherente capacidad de “constante transformación”, como enuncia
Maritza Montero.

“… es necesario destacar el aspecto dinámico, en constante


transformación, de las comunidades. Una comunidad, como todo
fenómeno social, no es un ente fijo y estático, dado bajo una forma y
una estructura. Una comunidad es un ente en movimiento, que es
porque está siempre en el proceso de ser, así como ocurre con las
personas que la integran. Lo que permite definirla es la identidad
social y el sentido de comunidad que construyen sus miembros y la
historia social que se va construyendo en ese proceso…”20

De este modo, se delinean, se dibujan como cartografías que muestran puntos de


conexión y de circulación de discursos (jurídicos, sociales, sanitarios, políticos e
históricos) interesantes a indagar, para desentramar la raíz de ciertas cristalizaciones, de
estados de cosas, que se naturalizan como verdades irrefutables en nuestro pensar, decir,
y estar como sociedad.

19
Interdisciplina*: ampliación del concepto en el anexo: Glosario

20 Maritza Montero. Comunidad y sentido de comunidad. Pág. 95

26
Circulación de discursos: jurídicos, sociales, políticos, históricos y de salud.

Repensar las representaciones, prejuicios, pre-conceptos de las supuestas necesidades y


problemáticas de una población, debería ser una tarea prioritaria de los profesionales,
incluyendo a los Musicoterapeutas cuya especificidad es analizar los discursos, en tanto
su organización y sus modos de entramarse en las singularidades.

“…Hablamos de construcciones ideológicas para hacer referencia a


estas formas de estructuración de narrativas y representaciones
sociales, puestas en funcionamiento a través de un conjunto de
discursos y tópicos discursivos dominantes, que tienen como
resultado que las personas representen e interpreten la realidad
social de manera parcial y reproduzcan patrones... Vale la pena
aclarar que hablar de discursos socialmente dominantes (o
hegemónicos) hace referencia a la circulación a nivel social de un
amplio conjunto de significados y representaciones, sin desconocer
que existen otros discursos posibles y efectivamente circulantes”21.

Con el fin de realizar un análisis de los discursos, haremos referencia a construcciones


de sentido discursivas que apuntan, en última instancia y por diversos caminos, a
reproducir diferencias y posibles dicotomías.

Desde el orden de discurso (2013), terminología foucaultiana, es posible analizar


cuestiones de fondo, que hacen que a través de construcciones discursivas se designen y
construyan a los sujetos y los problemas sociales.

Ahondar en estas configuraciones, posibilita permear en el interior de sus propiedades y


discurrir sentidos, direccionalidades y aspectos que permanecen de cierta forma velados.

21
Curso de Violencia Institucional, discursos sociales y derechos humanos. Escuela de Derechos
Humanos, de la Secretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural. Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos de la Nación Argentina.

27
“Un aspecto fundamental a tener en cuenta son las formas en que
estas creaciones discursivas son transmitidas y/o comunicadas. En
tanto, que esas configuraciones discursivas, pueden devenir en un
ordenamiento o disciplinamiento normalizador a partir de cierta
naturalización que suele invisibilizar algunos aspectos de la realidad
social, al mismo tiempo que se develan otros” (Angenot. 2010).

Alcanzar una aproximación a los discursos intervinientes, es indagar en las


profundidades y diferenciar sus condiciones de existencias, de posibilidad, en una
puesta en relación con las problemáticas emergentes, en tanto se instalan como
fundamentos incuestionables, como cristalización de ideas y sentires en las
singularidades de cada sujeto. Es posible, por ejemplo, el visualizar como ciertos
discursos sociales, como el ético – jurídico, es el soporte de muchos pre - conceptos, y
dilemas de orden moral, que habilitan la exclusión de la diversidad como posibilidad de
existencia.

La relevancia que toma la noción del discurso ético - jurídico, es sobrevalorado en el


nuevo marco legal; en el mismo posee suma notoriedad el brindar soporte jurídico a las
voces de los usuarios, quienes históricamente como menciona Foucault en la “Historia
de la Locura en la Época Clásica”, fueron expropiados tanto de sus derechos como
alienados hasta de su propia voz.

“…"lo jurídico" no es, simplemente, una sumatoria de reglas y


normas limitadas que sirven para plantear respuestas legales sino
formas empleadas para definir subjetividades, saberes y, por
consiguiente, relaciones entre las personas y la verdad”22.

Por lo tanto, todo usuario que se acerque a una servicio de salud, espacio, dispositivo
comunitario debe ser reconocido como sujeto de derecho, con plena decisión y
participación en el mismo, sin etiquetas ni clasificaciones que lo anclen en una posición,

22
Curso de Violencia Institucional, discursos sociales y derechos humanos. Escuela de Derechos
Humanos, de la Secretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural. Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos de la Nación Argentina.

28
o en una categoría social como enfermos mentales, incapaces, locos, adictos, anormales,
etc.

Como consecuencia a este nuevo derecho adquirido, podemos ver concatenadamente


una de- construcción – construcción del discurso médico hegemónico, como otro de los
discursos que intenta insoslayablemente sostenerse en estos tiempos de cambio,
impartiendo criterios de verdad y autoridad. Cuando la realidad está en que emergió
como ruptura de lo configurado hasta el día de hoy, otras formas de intervenir, trabajar,
pensar, conceptualizar y discernir en salud.

Esto posibilita que ciertos términos que se desprenden del discurso médico -
psiquiátrico vayan re -conceptualizándose, y empecemos a hablar de alguien que
padece, alguien que posee derechos, fundamentalmente, alguien. Con la derivación
positiva que al transformar ciertos términos discursivos de referencia o conceptuales,
alude Stolkiner en Conceptualizando la Salud Mental en las Practicas (2012), esto
impulsa un inevitable cambio en la práctica y en la formación profesional.

“La producción de nociones, teorías y/o discursos es inherente a las


prácticas sociales y sólo por razones metódicas es disociable de
ellas” (Angenot. 2010)

Estos discursos, que están socialmente instituidos y enarbolados por distintos actores
sociales, sostienen abordajes y tratamientos punitivos basados en el encierro, en el
aislamiento, en la invisibilización de prácticas y exclusión de/ en la comunidad. Esto se
muestra paradójicamente y en contraposición con las normativas vigentes anteriormente
desarrolladas, con relación a la salud mental y los derechos humanos de los ciudadanos.

Sin mencionar, que muchos de los discursos sociales, en general se encuentran


sostenidos y fomentados por los medios de comunicación, generando formación de
opinión como discurso indiscutido, lo que populariza la instalación de los mismos como
verdades a priori, y de carácter “científico” en su fundamentación. La tele lo dice, en el
diario se lee, y las redes sociales lo viralizan.

Estos imaginarios son producidos y cristalizados en el interior de las sociedades, desde


otro instrumento de poder: el discurso disciplinar. Michael Foucault, en su libro el
Orden del Discurso, se centra en el estudio de los discursos disciplinarios como formas

29
de poder dadas en interior de las sociedades. La disciplina constituye un principio de
control de la producción del discurso, estableciendo los límites a través del
delineamiento de una identidad que actualiza permanentemente sus reglas.

“¿Qué es, después de todo, un sistema de enseñanza, sino una


ritualización del habla; sino una cualificación y una fijación de las
funciones para los sujetos que hablan; sino la constitución de un
grupo doctrinal cuando menos difuso; sino una distribución y una
adecuación del discurso con sus poderes y saberes? ¿Qué es la
«escritura» (la de los «escritores») sino un sistema similar de
sumisión, que toma quizás formas un poco diferentes, pero cuyas
grandes escansiones son análogas? ¿Acaso el sistema judicial y el
sistema institucional de la medicina no constituyen también, al menos
en algunos de sus aspectos, similares sistemas de sumisión del
discurso?” (Foucault.1992)

Dichos discursos tienen una estrecha relación con la historia: conformaron los
paradigmas científicos y positivistas, de los cuales hoy vemos vestigios en los
fundamentos teóricos – prácticos de los profesionales de la salud.

“En Vigilar y Castigar, Foucault analiza las tecnologías de poder


que atrapan los cuerpos en las redes de saber- poder, y, entre ellas de
saber-poder médico. Para él, el surgimiento del capitalismo no se
comprende solo desde la acumulación de capital señalada por Marx,
esta acumulación de capital es acompañada por una acumulación de
cuerpos que necesariamente deben docilizarse en función de los
nuevos trabajos que les son impuestos. El paso del trabajador
artesanal y agrícola al obrero industrial se realiza en el marco de un
nuevo diagrama de poder en que los cuerpos, retenidos en
dispositivos como la fábrica, la escuela, el hospital, quedan insertos
en una red de vigilancias múltiples y constantes y de tecnologías
específicas, cuya función esencial será la de corregir, normalizar,
disciplinar, docilizar el cuerpo y el “alma” de los hombres: su tiempo

30
debe ser medido y plenamente utilizado, sus fuerzas deben aplicarse
continuamente al trabajo. Los dispositivos saber- poder son
productivos: producen cuerpos disciplinados, normalizados;
producen saber: un saber tecnológico que surge de la observación de
las microadaptaciones de esos cuerpos a los procesos y condiciones
de la disciplina; un saber científico que surge de la observación de
sus comportamientos en los procesos educativos, penales,
terapéuticos” (Esther Díaz de Kóbila. 2008)

Pequeña trampa en que los profesionales de la salud pueden caer, al pararse desde una
posición asimétrica de poder fundamentada desde su supuesto saber convirtiéndose en
representantes de control social. Un posicionamiento ético es el situarse a analizar los
hechos, y los discursos que nos atraviesan y nos conforman como seres del lenguaje
para comprender la complejidad de lo que acontece.

Es así como por épocas, es posible visualizar determinados discursos o formas de


conceptualización: de la locura, de la capacidad, de los sujetos, de la salud, del bien, del
mal, de la enfermedad, que están relacionados con el paradigma de verdad que se
sustenta en ese momento determinado, a su vez atravesado por lo político, lo social, lo
económico, y demás intereses. Estos paradigmas, que en determinados momentos son
legitimados por la ciencia, van evolucionando, van modificándose, y con ellos, las
nociones que conllevan dentro de las disciplinas.

“La multiplicidad de sentidos con los que el término de salud mental


fue introducido, generó un nuevo foco desde el cual abordar los
problemas, y éste era el de comprender los sufrimientos mentales del
individuo en el conjunto de sus relaciones familiares, grupales y
sociales en un sentido amplio…”

“… el objeto de la salud mental no es de un modo exclusivo


del individuo o los conjuntos sociales, sino las relaciones que
permiten pensar conjuntamente al individuo y a su comunidad”.
(Amati. 1996)

31
Estas nuevas formas de pensar los abordajes, permite intervenir y conocer lo que
emerge como dilema en cada sujeto, y para ellos en la comunidad en la que viven.

Este posicionamiento ético, no considera a la salud mental desde una perspectiva que
patologiza a los individuos, sino desde la consideración y dilucidación de las
condiciones de posibilidad23 como de reconocimiento* socio-históricas del proceso
salud-enfermedad.

“La salud mental de una comunidad está determinada social e


históricamente. Es un proceso resultante de las condiciones de vida,
de la historia y de los proyectos de una sociedad. Cada cultura marca
a sus miembros con el particular significado que le da a la realidad.
Nadie recibe los hechos sin que atraviesen y se tiñan de todos los
símbolos, sentidos y mitos que hacen a la individualidad de esa
cultura.” 24

La Salud Mental hace referencia al proceso salud-enfermedad, como campo complejo,


amplio y multidimensional, que no es patrimonio de ninguna disciplina específicamente.

La definición de enfermedad y de normalidad proviene de un campo del saber que los


conceptualiza en relación al paradigma y a la estructura social, política - económica
vigente. En este punto, se puede pensar como los manuales DSM V o el CIE 10 evalúan,
a qué tipo de intereses responden y desde qué lógica plantean sus clasificaciones y
criterios para definir los trastornos mentales. En este sentido, se puede relacionar y
afirmar, que se rigen con la lógica de mercado que prevalece en este momento histórico,
el neoliberalismo, y lo que esto genera: la mercantilización de la salud, la medicalización
de todas las esferas de la vida de una persona, la influencia de los laboratorios en la
práctica de los profesionales de la salud, la relación entre las obras sociales - prepagas y

23
Condiciones de posibilidad*: Es para mí homologable a pensar este concepto como condiciones de
producción, parafraseando al autor Eliseo Verón, en Semiosis Social. Se definen como las restricciones
que determinaran la generación del discurso a analizar, se describirán como las operaciones que darán una
asignación de sentido.
24
Emiliano Galende, “De un horizonte incierto”. Psicoanálisis y Salud Mental en la sociedad actual. Ed.
Paidós

32
la elaboración de los diagnósticos fijos y determinados por los manuales nombrados,
clasificando y encasillando a los sujetos un estado designado e inamovible.

“La salud es un valor esencialmente ligado a la idea de libertad o


autodeterminación. La “enfermedad” es una limitación, a través de
la cual la libertad debe abrirse nuevamente paso.” (Samaja. 2004)

Es necesario desplegar la idea de que no hay un criterio universal que defina la


enfermedad mental de una vez y para siempre. Su concepción presenta un carácter
relativo; esto quiere decir que su definición depende del paradigma desde donde sea
leído, y del tiempo - espacio en donde este soportado dicha categorización.

Los discursos y la Musicoterapia.

Desde el territorio de la Musicoterapia, y en coherencia con Juan Samaja y Gastão


Wagner de Sousa Campos, sostenemos que el concepto de salud está íntimamente
ligado a la libertad, a la autonomía y a la autodeterminación personal.

“Sospechar sobre el sujeto es convidar a pensar el devenir como


instancia que privilegia al sujeto en su calidad de ser en el instante y
le otorga de esta manera la posibilidad de soportar el estado de las
cosas o renovarlo en sus infinitas posibilidades de operar en cada
actualización.” (Gianoni Daniela. 2002)

Esta sospecha sobre el sujeto, corresponde a una concepción de sujeto sustentada en la


concepción deleuziana del devenir como criterio de salud. Concibiendo al sujeto, como
ser libre, como potencia, con posibilidades de elegir, optar, mutar y transitar espacios a
des-territorializarse y re – territorializarse incesantemente, para generar instancias
saludables.

33
“Promover la salud en musicoterapia significa potencializar rasgos
sanos de un sujeto o grupo de sujetos a través de actividades
expresivas y creativas que colaboren en la toma de conciencia de sus
fortalezas, de sus deseos y de las herramientas con que cuenta para
llevarlos a la realidad solo y con la necesaria ayuda de su entorno.”
(Pellizzari, Patricia C. Rodríguez, Ricardo J. 2005)

La autonomía del sujeto se presenta en un lugar central dentro del Nuevo Código Civil
Argentino y en la Ley Nacional de Salud Mental, como así también en la Convención
para las Personas con Discapacidad, otorgándole a la persona la potencia plena en el
ejercicio, tanto de sus derechos y obligaciones, como de su vida cotidiana.

Es en este punto, que se empieza a diferenciar y vincular también la aplicación de la Ley


Nacional de Salud Mental (LNSM), la Ley de Discapacidad, como el nuevo Código Civil
y Comercial (CCyC). Dentro del Derecho, se encuentran diferentes corrientes de
pensamiento de las que se desprenden las leyes y normativas que figuran en las
legislaciones de nuestro país. Cada modelo de pensamiento acuerda con distintas
concepciones, por ejemplo, acerca de las capacidades, de lo que comprende la categoría
de persona y de discapacidad, entre otras. En el artículo 52 del Código Civil argentino
(CC) se plantea que la capacidad jurídica es uno de los atributos esenciales que, junto al
nombre, el domicilio, el patrimonio y el estado civil, definen a la persona como sujeto de
derechos.

Aquí se puede visualizar el enlace entre el discurso jurídico y el discurso presente dentro
del campo de la salud mental. Es así, como las bases legales propician que en la actualidad
se considere el ser humano como sujeto de derechos. Esto significa que por el mero hecho
de ser persona hay derechos que son inherentes a esta condición.

Teniendo en cuenta lo anterior, queda plasmado el vínculo entre la salud mental y el


discurso jurídico, y dentro de este, los derechos humanos, ya que las legislaciones en
cuestión le otorgan al usuario derechos ineludibles a su carácter de persona como
dignidad, libertad y autonomía.

34
Por lo tanto, podríamos resumir en pequeñas palabras, que somos sujetos de derecho,
sujetos inmersos en el lenguaje, atravesados por un sinfín de discursos, que nos
constituyen, nos soportan.

La singularidad de cada sujeto, deviene con lo que acontece en cada momento y


espacio histórico - social, por lo cual las formas de pensar, percibir, sentir y actuar están
íntimamente vinculados con las relaciones (de poder y de saber) que sostenemos,
experimentamos y luego formalizamos.

Los modos en que formalizamos lo percibido, lo que nos rodea, se halla entramado en
las diferentes dimensiones que habitamos, que hacen que todo el tiempo se de-
construya – construya nuestra existencia como tal.

Pensando desde la disciplina de la Musicoterapia, e interviniendo metodológicamente y


estratégicamente desde el arte, no considero la posibilidad de anclar, ni paralizar al
sujeto a una constitución ni situación que lo determine. Por el motivo de que creo que él
mismo, tiene la potencia de operar sobre la realidad en la que está inmersa para
transformarla, en el continuo devenir posibilitando la aparición de formas y posiciones25
nuevas donde ubicarse en el entramado social, como signo de empoderamiento 26 de sus
capacidades.

La experiencia de la improvisación en Musicoterapia, habilita un espacio de libertad,


posibilidad de movimiento, en tanto no hay determinismo ni a prioris que limiten el
elegir donde situarse. Es un territorio a habitar, a transitar sin jerarquías que nos
determinen y diferencien entre si. Es un espacio de encuentro, con uno, con el otro, con
el arte, habilitando la posibilidad de que emerja allí, la expresión, las formas, los
sentidos, la creación, y los discursos que nos atraviesan.

25
Posición*: Lugar en la textura de una creación colectiva, que se puede crear, ocupar, dejar, habilitar
para que otro lo ocupe, etc. La textura, es la manera en que se combinan los elementos en una
composición, mostrando una forma. Pensando este concepto como abductivo a diferentes ámbitos
(sonoro, social, vincular).
26
Empoderamiento*: Concepto definido por la OMS, como un proceso social multidimensional, a
través del cual los individuos y el colectivo de la comunidad logran un mejor conocimiento y una mayor
capacidad de elección como de decisión sobre sus vidas. Por lo cual, pueden transformar su entorno a
través de la toma consiente de decisiones de orden personal, social y política, y como consecuencia de
ello, mejorar su salud.

35
Es decir, es un territorio, en tanto espacio donde se vivencia la multiplicidad y se
vislumbra la potencia del sujeto, como condiciones de producción y de posibilidad de
creación.

El musicoterapeuta habita ese territorio desde su singularidad, interviniendo en pos de


potenciar la aparición de la multiplicidad como forma, reconociendo la capacidad y la
posibilidad de devenir. Trabajando en el ejercicio espiral del percibir – formalizar27, a
partir de la lectura de los discursos circundantes, y el hacer de los sujetos, como hechos
que acontecen en dicho espacio.

A partir de dichas lecturas, el Musicoterapeuta, invita, acompaña e interviene con


propuestas, consignas verbales y/o musicales, corporales, que apuntan a generar,
reconocer, sostener y expresar discursos. Discursos individuales, colectivos,
entramados, que dan cuenta de otros discursos, de posiciones y de una escucha de lo que
allí se vivencia grupalmente.

La Licenciada Daniela Gianoni, en su Tesis de Grado: De abismos y superficies (2002)


dice: “La improvisación es leída/escuchada como una red que se dibuja en el
entrecruzamiento de discursos, aquellos que se con-forman en la puesta en juego de
una materia sonora, corporal”.

Es allí, en la vivencia y en el transitar por el territorio de la improvisación que propone


la Musicoterapia, que uno puede percibir – formalizar, que puede. Esa capacidad de
poder (potencia), como sinónimo de empoderamiento singular, se refleja en que el
sujeto puede expresarse, que puede vincularse, que puede escuchar y ser escuchado, que
puede construir y componer un discurso, que puede ocupar diferentes posiciones, que
puede reconocerse en ese hacer, que puede concebir al otro como un semejante, que
puede construir algo junto a ese otro, y a muchos otros.

Por lo tanto, la experiencia de la improvisación, invita a trabajar tanto lo singular como


lo grupal, y eso de por si, constituye un movimientos, pequeños movimientos que
generan instancias saludables. Esa construcción hacia la salud, y en salud, permite

27
Percepción-formalización*: “del cómo hacer visible un posible orden de cosas que posibilite
operaciones en la región de los fenómenos por conocer. Un recorte de formas de la experiencia que
permita seguir deconstruyendo-construyendo como proceso de inagotable circularidad en el que esta
forma de la experiencia deviene materia para otra forma de la experiencia.” (Gianoni, 2002)

36
promover nuevas formas y condiciones posibles de ser abducidas por los sujetos a la
comunidad, y a la cotidianeidad propia.

La posibilidad de habitar otras o múltiples posiciones que conllevan esas nuevas formas,
irrumpe propiciando una de construcción – construcción de su realidad, cambios en su
determinismo, en su estructura, en sus representaciones, permitiendo que emerja la
singularidad y el devenir propio.

Sintetizando del alguna forma el marco conceptual y teórico que nos sustenta, y
articulando lo desarrollado hasta aquí, en cuanto los nuevos paradigmas en salud, las
leyes, las normas vigentes, y las inmanentes problemáticas del orden social y de la
salud. Considero que es necesario e importante el trabajo en la comunidad y la creación
de redes, para construir en conjunto desde los intersticios, espacios de salud.

Alicia Stolkiner, fundamenta al trabajo en salud mental, como el lugar en donde la


producción de subjetividades tiene que ver con numerosas dimensiones, que se conjugan
en un tiempo y espacio determinados, configurando construcciones de sentido.

“En todo caso, el trabajo en Salud Mental es siempre un trabajo de


producción de significaciones. De generación de espacios
“imaginantes” en circunstancias en que lo hegemónico es la
standarización de lo subjetivo, de soporte de particularidades. Y ésta
es la vía congruente con el favorecer la rearticulación de redes
sociales y acciones solidaridad”. (Stolkiner. 1994)

37
“…Se puede vivir una larga vida sin aprender nada.

Se puede durar sobre la tierra sin agregar ni cambiar una sola


pincelada del paisaje.

Se puede simplemente no estar muerto sin estar tampoco vivo,

basta con no amar, nunca, a nada ni a nadie; es la única receta


infalible para no sufrir.

Yo aposté mi vida a todo lo contrario,

y definitivamente había dejado de importarme si lo perdido era más


que lo ganado,

creía que ya estábamos a mano el mundo y yo,

ahora que ninguno de los dos respetaba demasiado al otro.

Pero un día descubrí que todavía podía hacer algo para estar
completamente vivo antes de estar definitivamente muerto…

Entonces…

Me puse en movimiento…”

(Monólogo de Héctor Alterio en “Caballos salvajes”)

38
o Des- entramando.

A continuación, para introducirnos en lo anteriormente detallado y esbozado


como marco referencial del desarrollo de la tesis, se bosquejara una especie de
cartografía, que permita situarnos a pensar y leer todo lo que pueda narrarse en
las próximas palabras, oraciones, hojas, y páginas…

En primer instancia diremos que el Territorio dónde vamos a aventurarnos, y


sumergirnos es el del Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad, como un
universo posible a indagar.
Desde allí, distinguiremos como se entrecruzan los ejes:

(Musicoterapia—Salud- Comunidad- Instituciones),

desplegaremos niveles 28, planos 29 y dimensiones 30 de análisis de dichos


discursos, para vislumbrar lo que acontece en dicho espacio, las formas de
organización, las relaciones que se entraman y des-entraman tanto en las
singularidades de los sujetos, en lo grupal, social e institucional, de manera tal
de poder seguir ahondando y abriendo a la multiplicidad de sentidos.

28
Niveles*: Se vislumbran y diferencian como tipos lógicos de una configuración posible, son
componentes en su posible forma de configurarse en un mapa, o territorio a analizar.

29
Plano*: Cuando se habla de plano, nos referimos a niveles que se establecen según relaciones de
figura– fondo. En el caso de esta tesis, se constituyen como niveles que surgen de la articulación de lo que
se muestra en el análisis, con una construcción de sentido por parte de quien escribe. Por ejemplo: La
dimensión institucional es configurada por diversos planos que la constituyen como tal.

30
Dimensión*: Niveles de lectura que se distinguen al indagar, en tanto diferencian y especifican en
categorías posibles, el territorio a analizar o el fenómeno que acontece. Permitiéndonos ampliar los
sentidos a la multiplicidad y a otras perspectivas a tener en cuenta.

39
Territorio: Taller de Musicoterapia Abierto a la Comunidad.

En este pequeño apartado dejaremos plasmado, que el Taller de Musicoterapia abierto a


la Comunidad, se inauguró como posibilidad de viabilizar una apertura para las
personas de la comunidad que querían o solicitaban vivenciar la experiencia de transitar
y habitar un espacio de Musicoterapia.

Invitación que incitaba y promovía por un lado, alcances educativos para nuestra
formación, como profesionales en tanto práctica clínica que articulaba el
establecimiento universitario y la comunidad. Como así también, por otro lado,
alcances sociales, y de salud para los participantes, ya que se proponía un espacio de
encuentro no clínico, fuera de un marco institucional donde rige el diagnóstico como
binomio de salud/ enfermedad, de tratamiento y seguimiento del mismo.

Es decir, que el taller emerge para trabajar desde y con perspectivas que tienen una
impronta auto-gestiva de prevención y promoción de la salud.

Formalmente el taller estaba formulado a implementarse con la idea de: gestionar,


sostener un espacio de Musicoterapia, para y por los estudiantes que posibilite a los
mismos hacer prácticas concretas, donde vivenciar experiencias que les permita
formarse como profesionales de la salud que ingresaran a la vorágine laboral ; de
generar instancias saludables en los sujetos participantes, y por ende, en la comunidad, a
través de un espacio que responda a problemáticas emergentes de la sociedad, propias
del momento histórico-sociocultural ; y de brindar a la comunidad un espacio de
promoción de la salud desde la perspectiva musicoterapéutica.

Es decir, los talleres contemplaban una lógica que tenía en cuenta la singularidad de los
sujetos, en su complejidad real y en el momento histórico- sociocultural que estaban
inmersos. Se insistía en poner en juego las percepciones, las emociones, y la
sensibilidad de cada participante al posibilitar transitar por el territorio del arte,
habilitando así instancias saludables que emerjan de él y en la relación con el otro.

El espacio se organizaba y conformaba a partir de lo que hacía relieve en el proceder de


los talleres, reflexionando sobre diversos emergentes que se manifiestan socialmente en
la cotidianidad, como por ejemplo: discriminación, violencia, intolerancia, adicción,
marginación, enfermedad, salud, entre otros; y como nosotros, como sujetos inmersos
en una comunidad, nos posicionamos para hablar y actuar sobre dichas problemáticas.

40
Proponíamos así mismo, que se trabaje en el pasar de los encuentros, con el des-
entramar y visibilizar cuestiones de índole sociales, que les generaban malestar, al
instaurarse en cada uno, como una creencia, mito, o prejuicio, para trabajar en el
reconocimiento de los mismos, en pos de permitir pensarse y re – pensarse, incluso
interpelarse: ¿Cómo influyen en la singularidades dichas problemáticas emergentes de
la sociedad?

Por lo tanto, el Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad, era un espacio de


encuentro, un territorio a des- territoraliizarse y re- terrotializarse 31 constantemente a
partir de las vivencias, de la reflexión sobre situaciones que generan malestar, tanto en
la cotidianidad propia, como social, e institucional de los participantes.

De esta manera, poder ahondar en instancias de reconocimiento del hacer de cada uno,
posición de reflexión, de pensar y actuar sobre esas situaciones que nos sucumben.
Trabajando en la apropiación de los derechos desde el reconocimiento de los mismos y
en la insistencia de nuestra singularidad como sujetos (de derechos). Des-entramando
problemáticas arraigadas en la sociedad que generan malestar y prejuicios, para
sensibilizar a la comunidad a partir del trabajo y el proceso de de-construir/construir la
entidades del discurso social que son tomadas como propias, generando presupuestos
y creencias que imposibilitan que emerja el discurso propio.

Sensibilizarnos, en la experiencia, o en la vivencia ante la naturalización de estas


cuestiones, permitió pensar estrategias e intervenciones para realizar en conjunto en la
comunidad, ya que el objetivo, era precisamente poder volcarlo a la misma, y que no
quede solo dentro de las paredes de la institución universitaria.

Es por eso, que nos propusimos como coordinadoras planificar en conjunto con el
grupo, en forma de cierre del taller, una intervención social donde ellos puedan plasmar
su proceso, compartir y trasmitir toda la experiencia vivenciada en el taller hacia la
comunidad.

31
Territorio a des- territorializarse y re- territorializarse*: Un territorio que debe ser siempre
territorializado, ocupado, reconstruido y habitado… La des- territorialización puede ser considerada un
movimiento en el cual se abandona el territorio: una operación de líneas de fuga. En dicho movimiento de
des-territoralizacion es posible la creación, y para que se cree algo nuevo es fundamental romper el
territorio existente, creando otro: re- territorialización, un movimiento de construcción del territorio.
(Guattari y Rolnik, 1996).

41
El “Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad”, como territorio a habitar y
transitar, está comprendido por un conjunto de aspectos y formas que hacen relieve en
la superficie del mismo, dando cuenta de lo acontecido en dicho espacio y
permitiéndonos delinear un análisis del mismo.

Quien observe, vislumbrara tramas que se configuran y se entrecruzan constantemente.


Es preciso detenerse a percibir y distinguir a que orden lógico corresponden, para de
esta manera, comprender y visualizar con claridad lo que emergió durante el proceso del
taller como en sus participantes.

El Territorio: Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad, está conformado por tres


dimensiones, que a si mismo están compuesta por otros niveles, o planos que lo
conforman. De manera organizativa, primero se describirá y especificara cada
dimensión, y los niveles constitutivos, para luego plasmar un breve análisis de cada uno.

Dimensiones.

1. DE LO SOCIAL

 Huellas en la Comunidad.
 Huellas de la Musicoterapia.

2. DE LO INSTITUCIONAL.

 Delineados institucionales.

3. DE LO SINGULAR.

 Trazando la lógica del taller.


 Devenir de un proceso.
 Construcciones de sentido.

42
1. DIMENSIÓN DE LO SOCIAL.

Huellas en la Comunidad.

Aquí nos detendremos a pensar desde una perspectiva que nos describirá cuáles son las
condiciones de posibilidad que configuran el contexto actual de la realidad y que dan
cuenta de lo que se vivencia socialmente.

En este plano de la dimensión social, se expondrá cómo las estructuras sociales, las
formas pre- establecidas y cristalizadas, las naturalizaciones y las apropiaciones de las
mismas, son condiciones de posibilidad de situaciones que emergen como
problemáticas en las singularidades o como efectos de superficie en la comunidad.

“No existe una subjetividad que pueda aislarse de la cultura y la


vida social, ni tampoco existe una cultura que pueda aislarse de la
subjetividad que la sostiene.

Esta mutua determinación - en verdad, mutua producción - debe ser


nuestro punto de arranque, ya que la subjetividad es cultura
singularizada tanto como la cultura es subjetividad (objetivizada en
los productos de la cultura, las formas de intercambio y las
relaciones sociales concretas que la sostienen, pero también en las
significaciones y los sentidos que organizan la producción cultural).”
(Galende, 1997)

El indagar en las singularidades de los sujetos implica una interrogación de los sentidos
otorgados, las significaciones, los valores éticos y morales, que se producen en una
determinada cultura en un delimitado territorio; como así también, las formas de
apropiación de lo que acontece, de lo que perciben los sujetos y como desde sus
singularidades lo formalizan y lo reproducen en sus acciones cotidianas.

Como seres del lenguaje, sumergidos en una comunidad (que posee sus rasgos, sus
formas, sus aspectos, sus discursos, etc.), la construcción de un sujeto depende
directamente del contexto y la cultura en la que este inserto. En dicho proceso de
construcción, se verá intervenido y disciplinado por instituciones socio – históricas:

43
como la familia, la escuela, el trabajo, que moldearan su estructura hasta la apropiación
e internalización de la misma, conformando una identidad, una forma de relacionarse
concreta y una singularidad propia de cada uno.

Es decir, que en el mismo devenir sujeto, uno se halla subyugado a una estructura, a un
esquema confeccionado para no salirse y a ser funcional a un sistema social, económico,
etc.

En las últimas décadas, la sociedad en general, ha atravesado una metamorfosis que ha


dejado sus huellas en las singularidades y sus reflejos en lo colectivo, ubicando a las
instituciones mencionadas (familia, escuela, el trabajo, etc), como lugar donde acontece
y emergen las problemáticas y padeceres de los sujetos. Es decir, se presentan como el
ámbito social en el que se gestan y se despliegan, en tanto que las instituciones y los
procesos de producción de subjetividad esta internamente ligados. No hay instituciones
sin sujetos ni viceversa.

Tanto Galende, en su libro “Conocimiento y prácticas de salud mental” (2015), como


Augsburger en “De la epidemiología psiquiátrica a la epidemiología en salud mental: el
sufrimiento psíquico como categoría clave”, desarrollan un análisis de las
transformaciones que hacen relieve en la superficie social, visibilizando las nuevas
formas de los malestares que atraviesan las comunidades. Podríamos enunciar de dicho
análisis, que esas metamorfosis se reflejan en la relación de los sujetos con la familia, la
escuela y el trabajo.

La familia: es el vínculo más íntimo de socialización, sostén y de pertenencia, que le


otorga al sujeto una historia, lo incluye en un entramado genealógico que opera como
soporte de la constitución identitaria singular. En la actualidad, si bien, han germinado
nuevas libertades y nuevas formas a la familia patriarcal clásica, formas que tienden a la
apertura de nuevas relaciones, y al empoderamiento de las mujeres en la trama social,
política y económica; es la relación más vulnerada por las mutaciones sociales,
instituyéndose en un proceso de fragilización del vínculo familiar, generando una
ruptura de la estructura existente.

Las formas tradicionales tienden a alterarse describiendo otras situaciones que muestran
la deconstrucción - construcción del entramado familiar como tal. Por ejemplo, se
observa familias ensambladas, la ausencia de uno de los padres, hijos compartidos en

44
dos hogares, o conviviendo con nuevos cónyuges de sus padres. Como también, se
puede visualizar cada vez más la mujer asumiendo una doble posición: dentro y fuera
del hogar.

La segunda institución nodal para comprender los problemas actuales del campo de la
salud mental de la comunidad: es la escuela. Ella ha sido tradicionalmente, y continúa
siéndolo, un agente privilegiado de socialización. El proceso de socialización 32 es
comprendido como la relación que el sujeto construye y sostiene con la sociedad (en
primera instancia la familia, y luego la escuela). Mediante esa dinámica la realidad es
internalizada, es asimilada por los sujetos, es decir, se vuelve subjetiva.
La escuela así mismo, se basa en el disciplinamiento, conforma valores e impone
hábitos y procedimientos que regulan y contienen las conductas humanas dentro de los
límites de la normalidad.

Otro espacio social donde hacen resonancia los cambios y emergen los efectos de
superficie: es el trabajo. Dicha actividad, propiamente humana, cumple una función
central en las posibilidades de producción y de reproducción social33 . Tanto la
constitución de la identidad como también la construcción de significados sobre la
existencia singular y social, están dadas por medio del quehacer, el trabajo que
desempeñamos.

En las últimas décadas, nuestro país ha estado ha estado marcado por una profunda
crisis del mercado de laboral. Como consecuencia de ello y a pesar del crecimiento, una
proporción cada vez mayor de la población queda excluida a los beneficios de sus
derechos, y quedan postergados en la distribución de las riquezas. Por lo que, como
contraposición al trabajo: el desempleo, la permanente amenaza a la pérdida del trabajo,
la desprotección gremial y laboral del estado, no pueden ser vistos como factores
aleatorios, o solo como circunstancias contextuales, ya que únicamente induce a la
constante ruptura de los vínculos grupales e institucionales. Instalándose otras
problemáticas singulares y colectivas que se despliegan de estos: la exclusión social, la
estigmatización, las adicciones, el analfabetismo, la delincuencia, la violencia social y

32
Augsburger, Ana Cecilia. De la epidemiología psiquiátrica a la epidemiología en salud mental: el
sufrimiento psíquico como categoría clave. Página 10.

33
Augsburger, Ana Cecilia. De la epidemiología psiquiátrica a la epidemiología en salud mental: el
sufrimiento psíquico como categoría clave. Página 8.

45
de género, la vulnerabilizacion de los derechos, la impunidad, la desprotección del
estado, entre otros.

En el municipio de Rosario, la tasa de desocupación desde el año 2000 supera el 18% de


la población económicamente activa y se acentúa en los grupos sociales con menor
nivel educativo. Entre los jóvenes de menos de 25 años alcanza casi al 25%, jóvenes
que probablemente no hayan trabajado nunca y que encuentran severos obstáculos para
insertarse en el mercado laboral. Casi el 50% de los trabajadores asalariados no tiene
cobertura social o la tiene en forma incompleta. El 42,3% de ellos no tiene afiliación
sindical, espacio gremial de pertenencia y un 30% son sobreocupados (personas que
trabajan más de 45 hs.
semanales )34.

Huellas de la Musicoterapia.

Dimensión que nos brindara un mayor conocimiento del territorio a indagar para
propiciarnos un marco que permita esclarecer al lector el momento en que la profesión
se halla y en donde se insertó el Taller. Una breve contextualización macro del mapa
donde se sitúa y como históricamente - socialmente se fue insertando la disciplina de la
Musicoterapia en la Argentina, especialmente en Rosario, Santa Fe.

“… Leer, interpretar y desentrañar los procesos históricos por los


cuales ha transcurrido la musicoterapia y los musicoterapeutas
permite entender cómo se configura en cierta manera en el presente y
avizorar cierto horizonte”.

(Savazzini. 2005)

La musicoterapia como disciplina surge alrededor de 1948 en nuestro país, con la


conformación de un grupo de profesores de Educación Musical que se interesaron en la
aplicación de la música en el tratamiento con niños con discapacidad. Años posteriores,

34
Plan Municipal de igualdad de oportunidades entre varones y mujeres. La situación de la mujer en
Rosario. Período 2000-2004.

46
conjuntamente con otros profesionales del área de la salud, crearon en el año 1966 la
Asociación Argentina de Musicoterapia. Es en ese momento histórico se consolida la
carrera universitaria de Musicoterapia, la misma comienza a dictarse en Buenos Aires,
en el año 1966-67 en la Universidad del Salvador. (Ferraggina, Amelia. 2004)

En la actualidad existen cuatro universidades que otorgan título de grado habilitante


para ejercer la profesión en Musicoterapia:

• Universidad del Salvador (Buenos Aires)


• Universidad Abierta Interamericana
(Buenos Aires - Rosario)
• Universidad de Buenos Aires (Buenos Aires)
• Universidad Maimónides (Buenos Aires)

Cada institución educativa tiene su perfil de formación, y plan de estudios (de 4- 5 años
de duración), en todos se contemplan prácticas pre-profesionales, variando la cantidad
de horas y lugares de acción. Actualmente se llevan a cabo en Hospitales
Neuropsiquiátricos Nacionales, Provinciales, Hospitales Generales y Agudos, Escuelas
de Educación Especial, Centros Educativos Terapéuticos, Centro de Estimulación
Temprana, Centro de Atención Geriátrica, Centro de Acción Familiar, Centros
Culturales, entre otros.

En la ciudad de Buenos Aires y en el sur del país, funcionan programas de concurrencia


y residencias oficiales en Musicoterapia en varios hospitales, lo cual genera distintos
campos de acción de la especificidad como: Salud Mental en Infancia, Adolescencia,
Adultez, Patologías Orgánicas y Funcionales, Bulimia y Anorexia, Trastornos
Generalizados del Desarrollo, Trastornos del Espectro Autista, Adicciones, Atención a
las Problemáticas Socio-comunitarios, entre otros.

Con las nuevas perspectivas interdisciplinarias, la Musicoterapia se ha integrado a


equipos y dispositivos que promueven la prevención - promoción de la salud, por lo
tanto, se ha extendido su área de acción a campos preventivos y comunitarios tanto
como en lo social y educativo. Lo cual genera una expansión en sus incumbencias
proporcionada por los cambios en la formación, que habilita que sus abordajes no sean

47
dirigidos solo hacia la rehabilitación y tratamiento de diagnósticos como era en primera
instancia (Altamiranda, Pedro. 2015).

En la provincia de Santa Fe, dicho transitar histórico de la Musicoterapia se puede


registrar, ya que con el transcurrir de los años, hubo un considerable aumento de
estudiantes interesados en la formación y un incremento de profesionales ejerciendo la
profesión, lo que permite entrever un avance, una consolidación de la misma como
disciplina, que genero una mayor autonomía e integración dentro del ámbito de la
salud.

Así mismo, considero que este progreso tiene que ver con el momento histórico social y
cultural actual, en el cual la perspectiva de salud se ha ampliado debido a las nuevas
demandas y necesidades de la comunidad. Como así también la modificación y la
implementación de nuevas leyes, han posibilitado la inserción de la Musicoterapia en
diversos ámbitos (educación, salud, social, etc.).

El 10 de Junio del año 2015, se aprobó la Ley Nacional Nº 27.153: del Ejercicio
Profesional de la Musicoterapia (aprobada en la ciudad de Buenos Aires y oficializada
en el Boletín el 3 de Julio del corriente año). En el año 2016, el 19 de Abril, se sanciono
la reglamentación de dicha ley, otorgando un marco legal al ejercicio de nuestra
profesión que nos habilita a ser visualizados y jerarquizados dentro de los paradigmas
de salud, como actores del mismo

Estas nuevas configuraciones que se perciben tienen que ver con un cambio de
paradigma, en el que se empieza a considerar como re- elevante el trabajar para la
prevención y promoción de la salud. Tomando a la prevención y la promoción como un
accionar desde un lugar de reconocimiento de las problemáticas actuales que emergen,
pudiendo así identificarlas y re pensarlas en pos de generar instancias saludables a
quienes transitan por espacios de Salud y así mismo, en los espacios propiamente de
Musicoterapia.

48
Análisis de la DIMENSIÓN DE LO SOCIAL.

Los datos que dan cuenta de las huellas de la comunidad, sin mencionar todos los
planos constitutivos del entramado social que podríamos analizar, son elocuentes a la
hora de hacer visible las estructuras que conforman nuestra realidad y las dimensiones
que se despliegan, que van configurando un nuevo mapa35 social donde emergen las
desigualdades en todos sus aspectos. Lo que produce una ruptura de los espacios de
pertenencia, una sensación de no apropiación y representación de lo que uno tiene, ni
como comunidad. Se vulneran los espacios de referencia social y se abniegan la
construcción de nuevos, ya que se sostienen las pautas, las estructuras, las normas, los
limites personales y culturales como únicas condiciones de posibilidad y existencia.

Por lo que deberíamos, ser responsables del tránsito y vivencia de los sujetos por estos
espacios, del recorrido por dichas instituciones sociales. Ya que van dejando huellas,
huellas que dan cuenta de: formas verticales de relacionarse, de estructuras
cristalizadas, de productos y no de procesos, de la no formalización de la percepción
sensible de lo que nos circunda. Configurándose así, sentidos que organizan y
establecen las formas de ser y hacer de los sujetos en una comunidad, sin posibilidad de
dar lugar a la diferencia como posibilidad de configurar nuevas formas donde situarse
en el entramado social.

Teniendo en cuenta, las Huellas de la Musicoterapia, es pertinente enunciar la


importancia que toma la disciplina en cuanto su desarrollo como profesión, y así mismo,
<como posicionamiento epistemológico que aporta al campo de la salud, de lo
educativo y lo social, su mirada de cómo intervenir en la comunidad. Ya que la misma
contempla desde la formación una concepción del sujeto y de salud inserta en una
complejidad real e interviene estratégicamente desde allí.

Por tal motivo, propusimos junto con mi compañera, gestionar un espacio donde se
articule la práctica musicoterapéutica y la salud mental, considerando que dicho taller
con miras a la comunidad, brinda a los sujetos que transiten por él, un lugar donde se
aloja la palabra, el discurso, los discursos, aportando a la re- construcción de la historia,

35
Mapa*: Interpretación del territorio, que sirve para recorrerlo en varios sentidos posibles.

49
a la recuperación de derechos, al restablecimiento del lazo social y a la posibilidad de
sostener un proyecto propio y en común.

Es decir, el taller de musicoterapia se abre al trabajo con la comunidad proporcionando


espacios de encuentro y co-participación en la construcción de nuevos
posicionamientos dentro del mapa de los sujetos que asistan al taller, nuestro territorio.

50
2. DIMENSIÓN DE LO INSTITUCIONAL.

Delineados institucionales.

Esta dimensión da cuenta de una experiencia, una vivencia de gestión, de soporte, de


coordinación, que nos permitió junto con mi compañera (Yohanna Hirtz), circular por
otros lugares y ubicarnos como futuras profesionales dentro de los intersticios de una
institución.

La particularidad de las Prácticas Pre - Profesionales Supervisadas, que se desarrollan


en el quinto año de la Licenciatura en Musicoterapia, tiene que ver con la posibilidad de
llevarlas a cabo durante todo un año lectivo, lo cual, a diferencia de otras prácticas
transcurridas, nos permite a nosotros como coordinadores de ese espacio de
Musicoterapia, sumergirnos en los avatares institucionales, en los procesos de los
sujetos que participan de los talleres e incursionar en el dialogo y encuentro con otros
enriqueciendo nuestra formación.

En este caso, además tuvo el plus, la particularidad de tener la posibilidad de planear y


formalizar una práctica, de darle una impronta auto- gestiva, a partir de la inquietud de
generar la apertura al Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad.

En primera instancia, para a analizar el entramado de la dimensión institucional en el


que nos zambullimos, deberemos generar distinciones de planos y niveles para que
podamos comprender desde donde nos posicionamos nosotras como coordinadoras para
poder gestionar y sostenerlo.

La institución, es forma, que produce, re-produce, y transforma las relaciones sociales,


que en ese movimiento se instrumentalizan en las organizaciones y en las técnicas de los
establecimientos y/o dispositivos, de forma general y natural, en otras relaciones y
prácticas (Conde Rodríguez y L. Batista de Souza.1989).

La institución, así mismo, como desarrolla Lapassade en su libro “Socioanálisis y


Potencial Humano”, aparece como el lugar de articulación de las formas adaptadas por
las relaciones sociales, y es así mismo, paradójicamente el instrumento de análisis de las
contradicciones sociales. Se manifiesta como una especie de inconsciente político y
colectivo que instituye nuevas realidades en un momento dado de su historia.

51
Análisis de la DIMENSIÓN DE LO INSTITUCIONAL.

La dimensión institucional, se conforma por los siguientes niveles de análisis, que nos
permiten distinguir aspectos que dan cuenta del funcionamiento, de sus condiciones de
existencia y de las ideologías que soportan los avatares institucionales en su interior.

a) Su sistema organizacional y formal, donde se establecen las pautas que


marcan los bordes institucionales.

b) El territorio institucional, su ubicación geográfica y contextual, que


define su posición en el mapa social.

c) Sus instalaciones edilicias, como reflejo simbólico del cuerpo


institucional.

d) Su personal, como identidad y personalidad institucional.

a) Su sistema organizacional y formal, donde se establecen las pautas que


marcan los bordes institucionales:

La institución contiene un formalismo en cuanto su organización, y en sus formar de


proceder que indican sus bordes como delimitaciones y alcances posibles. Dentro de
este nivel, en el marco de la Licenciatura en Musicoterapia, en la posición de alumnas,
presentamos a las autoridades de la carrera, el proyecto del taller con la idea de
gestionarlo en las instalaciones de la UAI.

En este caso pertinente, alguna de las pautas y condiciones de existencia que


posibilitaron inmiscuirnos en los intersticios institucionales fueron:

La creación del Proyecto para ONG de la Provincia de Buenos Aires; la presentación de


Proyecto a la dirección de Carrera, posterior presentación a extensión universitaria; la
aceptación institucional del Proyecto; el cumplimiento del reglamento interno de la
UAI; la difusión del taller; la inscripción previa obligatoria de los participantes; la
delimitación del cupo; el registro de asistencias y del taller encuentro por encuentro; la
evaluación del proceso singular, grupal, de la coordinación y del taller en general; la
realización de informes y la supervisión quincenal con profesores a cargo.
52
b) El territorio institucional, su ubicación geográfica y contextual, que
define su posición en el mapa social.

La institución donde realizamos las Prácticas Pre -Profesionales Supervisadas en


adultos, fue en la Universidad Abierta Interamericana (UAI), sede Rosario, donde se
desarrolla la Licenciatura de Musicoterapia en el marco de la Facultad de Psicología y
Relaciones Humanas, ubicada en Av. Pellegrini 1957.

La UAI como institución educativa, tiene sede en Buenos Aires, San Nicolás y en la
ciudad de Rosario. Distinción imprescindible, que debemos tener en cuenta al momento
de analizarla, contemplar los rasgos característicos del lugar donde la institución está
inmersa, su funcionamiento, las demandas del alumnado, los intereses específicos del
cuerpo docente y autoridades de carrera a llevar a cabo, las nuevas tecnologías y saberes
de la especificidad, como también los espacios donde la musicoterapia circula y se
inserta en la provincia, ya sea educación, salud y otras, etc.

La posición geográfica de la institución dentro del mapa social (Rosario), se halla


ubicada en la zona céntrica de la ciudad, lo que nos permitía generar una amplia
convocatoria a la comunidad, y que los participantes pudieran acercarse.

Desde esa posición espacial, consideramos que era necesario desentramar una idea y
afirmar en principio una cuestión: que trabajar con la comunidad no solo es desde
los bordes de los territorios (barrios, ciudades, zonas, etc.).

c) Sus instalaciones edilicias, como reflejo simbólico del cuerpo


institucional.

La UAI se encuentra compartimentada en facultades, es decir, que cada estructura


edilicia, contiene diversas facultades con carreras de grado y posgrado, siendo a
aglomeradas por las disciplinas que desempeñan. Por lo cual, la UAI Rosario, se
encuentra dividida en el edificio de Ov. Lagos, donde se desarrolla todas las disciplinas
de salud; el edificio de Roca, donde se hallan compartiendo la mayoría de las facultades,
tanto la de abogacía, contador, arquitectura, publicidad, etc; y el edificio de Pellegrini
donde, se desarrollan diversas carreras, diplomaturas, y cursos de distintas áreas de
Psicología, Relaciones Humanas, Psicopedagogía, Comercio exterior, Musicoterapia,
entre otras.

53
En dicha institución educativa se genera un entrecruzamiento de personas (estudiantes,
personal de bedelía, cuerpos docentes) constantemente debido a la posibilidad de
circulación de las mismas por todas las instalaciones edilicias pertenecientes a la
institución, en cualquier de sus sedes.

Esta noción, debimos tenerla en cuenta para el planteo del taller, ya que no teníamos
certezas de los participantes que se iban a sumar al taller ni la cantidad, como tampoco
de cómo se iban hallar y sentir dentro de la institución, ni como la misma iba a tomar
sus tránsitos por la misma.

En el comienzo de los talleres, tuvimos que sobrellevar algunos imprevistos que tenían
que ver con la organización del espacio otorgado por la institución para que podamos
dar el taller, y trabajar el encuadre del taller con los participantes para desligar el
sentido que se le adjudicaba a la propuesta, como curso que propiciaba fines
educativos por dictarse en el marco de un establecimiento universitario.

d) Su personal, como identidad y personalidad institucional.

En grandes rasgos, podríamos desplegar dos planos que coexisten y se organizan de


manera individual pero que trabajan en conjunto en la institución en forma de dos
sectores, que se integran conformando uno al otro.

PLANO I: (Sector: UAI) Rosario, Facultad de Psicología y Relaciones Humanas;


conformada por sus propias autoridades (Decano y Directores), un cuerpo de bedeles,
personal administrativo, personal de mantenimiento, cuerpo de docentes y autoridades
de las distintas carreras.

PLANO II: (Sector MT) Licenciatura en Musicoterapia, conformada por director de la


carrera, cuerpo docente, alumnos auxiliares y alumnado.
A dichos planos podríamos ponerlos en relación con el territorio: Taller de
Musicoterapia abierto a la Comunidad, describiendo que con el primer plano (Sector
UAI), se vinculaba mediante cuestiones organizativas y de decisiones de índole
institucional edilicias (cambios de aulas, pedido de instrumentos, asistencias, etc). Con
el segundo plano (Sector MT), se supervisaba nuestra coordinación, nuestras prácticas,
el desarrollo y alcance del taller, su continuidad como espacio universitario de
formación, como también el proceso de los participantes, y del grupo conformado.

54
Ambos planos se conforman como partes constituyentes de la realidad que contextualiza
al territorio: Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad. Siendo esta una posición
que permite tejer lazos tanto con los sectores (planos) mencionados, como también con
la comunidad, y entre ellos a partir de la instauración de dicho espacio

55
3. DIMENSIÓN DE LO SINGULAR.

Devenir de un proceso.

Teniendo en cuenta el recorrido teórico – práctico en estos años, puedo decir, ya en esta
etapa final, que durante los cinco años de formación se han generado rupturas y
aperturas constantemente en lo que respecta a los conocimientos y a las experiencias
adquiridas, que han permitido construir un posicionamiento.

Se preguntaran en cuanto que…? En el poder hacer lectura de la realidad, de los


fenómenos, de las cosas, de un texto desde varias posiciones, desde varios lugares,
desde varias miradas…

Y para qué?… Precisamente para no repetir lo mismo, aquella metodología que se nos
vienen inculcando de pequeños, aprehender el conocimiento de manera fragmentada,
adquirir saberes disciplinarios de manera aislada, sin una puesta en relación con otros
contenidos, saberes, abriendo a la pluralidad y complejidad de la realidad.

Ya no hay miradas lineales, ni discursos desarticulados, si no que me situó sumergida


en los avatares de la realidad, siendo participe de los mismos desde mi singularidad o en
conjunto con un otro.

“Hay que alcanzar esa mirada, que mira a uno como si fuera dos.
Y después mira a dos, como si fueran uno. Y luego mira a uno y a dos,
como si fueran ninguno. Es la mirada que escribe y borra al mismo
tiempo, que dibuja y suspende las líneas, que desvincula y une,
simplemente mirando. La mirada que no es diferente, afuera y
adentro del sueño. La mirada sin zonas intermedias. La mirada que
se crea así misma al mirar”36.

36
Cita del poeta argentino, Juarroz Roberto, en la página 11, en el texto: “Complejidad, educación y
transdisciplinariedad” de Raúl Motta.

56
Es justamente desde aquí, desde este tránsito, que nos pusimos a pensar con mi
compañera, porque no generar un taller abierto a la comunidad que brinde la
posibilidad de vivenciar las experiencias de un espacio donde circulen precisamente
todas estas cuestiones?

Fue fundamental para poder pensarse este taller, instaurar la de- construcción –
construcción de discursos, de aquellos saberes, ponerlos en dialogo, desnaturalizar
prejuicios y creencias, que tan solo hicieron y hacen generar límites, que no permiten
más que construir muros e instaurar ideas como verdades.

Un espacio de encuentros, que contemple una perspectiva que tiene en cuenta las
singularidades en su complejidad real y en el momento histórico- sociocultural en el
que está inmerso, donde se pongan en juego las percepciones, las emociones, y la
sensibilidad de cada participante al transitar por el territorio del arte, habilitando así
instancias saludables que emerjan de él y en él.

El poder desentramar estas cuestiones y llevarlas para trabajar con el grupo, fue
pensando entre nosotras desde la puesta en dialogo, como pares, permitiéndonos
conformar un equipo de trabajo entre ambas, que tenía una impronta y una lógica sin
serlo, “interdisciplinaria”.

El trabajar desde el abordaje interdisciplinario, implica una parada ético - político37 con
el otro, de construcciones horizontales, desde la renuncia de considerar que ciertos
saberes son todopoderosos, reconocer los limites disciplinares y su incompletud para
dar cuenta de un problema y abordarlo por sí solo.

Hoy en día, con el avance de las tecnologías, la bifurcación, transmutación de los


saberes, contamos con nuevas herramientas y otras perspectivas para abordar los
espacios, talleres, para analizar las instituciones y las contradicciones sociales, e
intervenir en nuestra realidad social.

37
Parada ético-político*: Posicionamiento profesional fundamentado en la ética, que da cuenta de un
pensar y accionar desde donde propone, acompaña, y sostiene la práctica clínica.

57
Análisis de la DIMENSION DE LO SINGULAR.

Teniendo en cuenta lo que se dijo anteriormente, podemos enunciar y dejar plasmado


que se esta hablando de una lógica, no un abordaje interdisciplinario, ya que el mismo
implica la conformación de un equipo de diversas disciplinas que intercambian sus
saberes, generando un enriquecimiento mutuo, trabajando en la construcción
conceptual y de estrategias en común, para generar intervenciones conjuntas en una
problemática real teniendo en cuenta su complejidad.

Consideramos que el taller, conformado por ese pequeño grupo, se insertó en una lógica
institucional, pensado desde una “lógica interdisciplinaria” a partir de la puesta en
dialogo de subjetividades, que también incluyo un acercamiento y una construcción
intersectorial. En tanto hubo entrecruzamiento de las dimensiones salud – educación
dentro de los límites de la institución, como también de la dimensión social - salud
cuando para el cierre el taller, se realizó una intervención social en la comunidad de la
ciudad de Rosario.

Además, discurrimos que este entrecruzamiento intersectorial de discursos, permitió el


dialogo entre los sujetos que conforman, transitan y participan en la institución donde
se realizaron las Practicas Pre- Profesionales. Dialogo que implico y comprometió a los
dos sectores enunciados en los niveles del análisis institucional (alumnado, docentes,
administración, bedelía, autoridades, etc.)

Este taller, permitió introducirse en un entramado institucional, que a partir de la


formación, y de las lecturas previas, pudimos estratégicamente sumergirnos en los
intersticios de la misma, para que podamos llevar acabo su sostenimiento, desde la
apertura a seguir generando espacios que vinculen la musicoterapia – la comunidad – y
la universidad como punto de entrecruzamiento.

58
Construcciones de Sentido.

“Hablar de vivencia como investigación es poder pensar en dos


direcciones, hacia el centro y hacia las periferias. Es poder
desmenuzar lo vivido en función de aquello que se está explorando,
buscando una forma de abrir ese acceso, esa interrogación.

Sin embargo esos dos sentidos no alcanzan, es necesario penetrar el


centro, doblegar el plano de expresión, para poder verse-Viendo,
verse investigando mientras estamos siendo, arrojado al estar,
arrojados en el lenguaje.

Aquí no es posible ser, aquí estamos, estamos siendo, no hay otra


manera. Estar, estar ahí, estar aquí. En ningún otro lado sino en el
estar (donde es posible que el lenguaje del arte acontezca). Buscamos
“romper continuidad con el ser”, como también con la pura
abstracción del conocimiento, como si las vidas cotidianas no
tuviesen nada de acceso a esas formas, como si lo cotidiano fuese de
otra naturaleza.

En el estar y en la vida cotidiana acontece nuestra realidad de


transformación, así también nuestra vivencia, fragmento de vida en
devenir. Preferimos hablar solo de lo que hacemos, solo donde
estamos o donde estuvimos haciendo.

Somos donde estamos haciendo, nada más que eso.” (Fregoni. 2015)

Teniendo en cuenta el recorrido del taller, se plasmaran aquellas palabras,


movimientos, situaciones, estados de cosas, que fueron relevantes desde la percepción y
lectura del fenómeno acontecido.

a) Datos relevantes y emergentes, sospechas, signos y huellas.


b) Fenomenología de lo acontecido en el proceso.

59
a) Datos relevantes y emergentes, sospechas, signos y huellas.

Se comenzara introduciendo cómo se fue conformando el espacio como territorio a


transitar por los sujetos participantes del Taller de Musicoterapia Abierto a la
Comunidad.

Los primeros meses del Taller, fueron de constantes fluctuaciones en cuanto a la


participación de las personas interesadas y a nuestra inserción dentro del entramado
institucional.

Por lo cual, se puede decir que las primeras sospechas, pueden visualizarse y
desplegarse en tres niveles que darán cuenta de esa afirmación enunciada:

I. Participante – Taller.

II. Institución – Taller.

III. Coordinación del Taller.

I. Participante – Taller.

La convocatoria que se realizó para invitar a la comunidad a participar del Taller


Abierto a la Comunidad, fue por parte de los comunicados de la UAI como propuesta
institucional, y por la propagación que realizamos nosotras a través de distintas
publicaciones en la web, y folletería repartida en distintos sitios de la ciudad.

Lo cual género que muchas de las personas que asistieron, o se interesaron en participar,
venían con diversas inquietudes sobre lo que era un espacio de Musicoterapia. Algunos
de los motivos que los incitaba a venir eran:

La curiosidad en cuanto lo que es la Musicoterapia; obtener algún saber teórico de como


ejercerla; obtener herramientas para complementar con su profesión (por ejemplo:
psicólogos, músicos, etc.); asistir a un espacio terapéutico; aprender algo de los recursos
del arte; relajarse a través de la sensibilización; participar por otro espacio que brinda

60
otras posibilidades; y participar como estudiante de la carrera de un taller de
Musicoterapia, en tanto interés por una experiencia tangible de práctica.

La vivencia de estar presente en el taller, les permitió experimentar y comprender la


lógica con que deseábamos llevar a cabo los encuentros, es decir, desde la materia
sonido – cuerpo – movimiento, trabajar la sensibilización del cuerpo, la
desnaturalización de discursos sociales que generan malestar, el reconocimiento de
prejuicios y creencias que otorgan significaciones en nuestra cotidianidad , en cómo
nos vinculamos con un otro, para comenzar a vislumbrar nuestros propias percepciones
de la realidad, nuestros sentires, en cómo nos relacionamos, nos posicionamos en un
entramado social, y como nos paramos frente a eso.

De esta manera, y con el encuadre del taller, muchos de los participantes que asistían se
encontraron con que posiblemente no eran las razones que venían a buscar al espacio,
pero a otros precisamente eso es lo que los sedujo a seguir concurriendo.

De a poco, pasadas esas oscilaciones en la concurrencia, se fue delineando la


conformación de un grupo. Los últimos 3 meses, se sostuvo la continuidad de dos
participantes que enunciaremos como J y E.

Con ellos, se trabajó encuentro por encuentro, la apropiación del espacio del taller y el
sumergirse en un proceso vivencial. Donde emergió la multiplicidad de movimientos
singulares como condición de producción de una construcción grupal.

Ingresando en los días de Noviembre se inició a planear el cierre, mediante la forma de


una intervención social, pensada desde la experiencia del tránsito del taller y de lo que
eso había disparado en cada uno.

II. Institución – Taller.

En cuanto a la relación con la institución, se nos brindó la posibilidad de presentar este


proyecto y llevarlo adelante dentro de sus instalaciones. Ese movimiento, ya es
sumamente valedero, ya que es la primera vez que se genera un Taller de Musicoterapia
abierto a la Comunidad en la institución UAI. Es decir, un espacio que es gestionado y
coordinado por estudiantes, vinculando la universidad con la comunidad en la que está
inmersa .

Teniendo en cuenta esta huella, y las características del taller, en sus comienzos se tuvo
que aprender sobre la gestión institucional en cuanto la organización del espacio, de los
61
materiales, de los recursos necesarios para llevar a cabo los encuentros. Como así
también, aprehender a cómo generar lazos de comunicación entre nosotras como
coordinadoras de un espacio y la institución, corriéndonos de la posición de estudiantes;
y apropiándonos de lo que estábamos generando y sosteniendo.

A partir de allí, considerando ambos lados, fue una experiencia en la que se tuvo que
ceder y dar para abrir caminos, apostando a la predisposición de crear, porque el
objetivo estaba puesto en sostener el taller, y que los sujetos participantes puedan tener
una continuidad del espacio y un proceso que vivenciar.

III. Coordinación del Taller.

En este punto solo debemos dejar explicitado, que la coordinación del taller tal como
fue, una dupla, tuvo que ver con un encuentro de inquietudes, de ganas, de interés y de
similitud en cuanto deseo de abrir a más. Es precisamente desde allí, que se formalizó
un equipo de trabajo que contemplaba con respeto, la escucha del otro, de sus ideas, de
sus lecturas, de sus intervenciones, y de sus formas de estar. Esas condiciones de
existencia, habilitaron a que haya una coordinación que a veces no requería de la
palabra para dar cuenta de nuestros pensares y sentires.

En el proceso del transcurrir del taller, encuentro por encuentro, se fue re- pensando esa
posición de coordinadoras, re – preguntando cada pequeño detalle que surgía de las
lecturas puestas en dialogo, y sobre todo analizando una a la otra, el hacer para aprender
de la experiencia.

62
b) Fenomenología de lo acontecido en el proceso.

En este apartado, nos detendremos tan solo a hablar de aquellas particularidades,


movimientos singulares de los dos participantes (J y E), que concurrieron los últimos
tres meses al taller, y que pudieron adentrarse en un proceso de la vivencia de los
encuentros compartidos. Muestra de cómo la gestión de un espacio con perspectivas de
trabajo con la comunidad, es posible de llevarse a cabo aun en los intersticios de una
institución de lógica privada y luego abducirla a otros lares como formas, como posibles
abordajes.

Comenzaremos dando cuenta de cómo J y E se mostraron en el espacio, como eran sus


formas de estar, sus discursos, sus modos de relacionarse con el otro, con la materia y el
material trabajado.

E, se interesó en participar del taller porque quería saber que era la Musicoterapia, y que
era el quehacer musicoterapéutico, debido a que ella estaba en el momento de la
decisión de elegir qué carrera seguir el año entrante al finalizar el colegio.

En los primeros encuentros, E participaba desde la escucha, se ubicaba en un sector del


espacio sin generar movimientos que la llevasen a desplazarse por el mismo o ponerse
en contacto con la materia sonora, y los instrumentos. Así mismo, utilizaba un
vocabulario acotado para dar cuenta de su estar allí o de lo que quisiera opinar al
respecto de lo que estábamos trabajando. Esa forma de estar y de dar cuenta sobre sus
sentires ahí puestos en el taller, nos hizo pensar en primera instancia, que no iba a
volver.

Razón la cual, no fue cierta, pasaron los encuentros y E seguía concurriendo. Poco a
poco, comenzó a encontrar su lugar en el espacio, improvisaba, tomaba un instrumento,
casi siempre de percusión, y lo ejecutaba en una densidad e intensidad baja. Su discurso
sonoro, demostraba una escucha del hacer del otro, lo cual habilitaba a generar
entramados discursivos que la ponían en relación con el grupo, pero siempre desde una
posición de acompañamiento rítmico de la composición sonora colectiva.

Luego comenzó a variar en la elección de instrumentos, pero siempre los buscaba y los
llevaba a su lugar en el espacio, desde allí los ejecutaba y se sumaba a la propuesta que
se estaba generando. Comenzó a enunciar su dificultad para expresarse y dar cuenta de
lo que pensaba, cuando quería decir algo, lo enunciaba en un tono bajo, entre cortado y
terminaba la frase diciendo de forma retorica: ustedes me entienden no? Y sí,

63
entendíamos, precisamente se mostraba que desde su discurso verbal le era dificultoso
expresarse, pero desde su discurso corporal y sonoro estaba enunciando de manera clara
lo que en palabras le era un exponerse ante el otro.

Al pasar los encuentros E, comenzó a desplazarse por el espacio, modifico su


disposición corporal en el espacio, generó una apertura en cuanto a la zona por donde
solo solía moverse, al buscar un instrumento iba y se quedaba en otro lado, y variaba
tanto entre distintos instrumentos como de distintos lugares. Inició a proponer ideas e
iniciativas para trabajar.

Su discurso sonoro, comenzó a tomar otro tono, su intensidad aumentó y su densidad


variaba. Su discurso verbal, tomaba otras formas, hilvanaba oraciones concisas que
daban cuenta de sus formas de estar y sentirse en el espacio de Musicoterapia y así
mismo, lo ponía en relación con su vivencia del hacer cotidiano.

En el último mes, E se mostraba desenvuelta en el espacio, era como si ella hubiese


tomado una apropiación de su posición en el taller. Los textos que traía al espacio tenían
que ver, con ciertas lógicas y discursos que estábamos trabajando en desentramar: como
la automatización, la elección, la relación con el otro.

En cuanto, J, él se asomó por el taller por la curiosidad de transitar por un espacio de


Musicoterapia por el motivo de que su padre había estado concurriendo a un taller
ligado a la Musicoterapia. Entonces tomó la iniciativa, y se anotó.

J desde un principio se mostró con un gran interés a conocer otras cosas, otras
experiencias, otras personas. El primer día, le propusimos generar discursos sonoros
utilizando como material los instrumentos pero no de un modo convencional, si no
invitándolos a la exploración sonora. Desde allí, se mostró captado por la propuesta, con
la curiosidad de generar y estar haciendo algo distinto. Dichas interpretaciones se
podían afirmar con sus decires y sus enunciaciones verbales, J se mostraba muy
reflexivo de su accionar.

Su discurso sonoro, mostraba otras herramientas en cuanto el manejo del hecho musical,
ya que poseía conocimientos musicales adquiridos, pero sin embargo él se dejaba fluir
en la improvisación, generando discursos, proponiendo rítmicas y melodías que se tejían
con la de los otros. Sus operaciones de discurso eran variadas, y se fueron enriqueciendo
al pasar los encuentros.

64
J tiene una facilidad para dar cuenta desde el discurso verbal lo que percibía, lo que
sentía, y pensaba, lo cual era interesante para poder poner en juego el dialogo como
instrumento para la construcción grupal.

Al pasar los meses, J y E habían generado un vínculo, propiciado del compartir las
experiencias del taller, había un sentido de compromiso con el grupo, un intercambio de
ideas, de palabras, de textos, de vivencias que enriquecían el proceso de cada uno como
singularidades, y favorecía al seguir abriendo al trabajo que veníamos realizando.

En algunas ocasiones, ambos traían al espacio situaciones personales, que a través de


ciertas experiencias trabajadas en el taller habían adquirido otros recursos para
manejarse. Es decir, ambos pudieron en el proceso realizar abducciones de las formas
que emergieron en el taller, y pudieron transpolarlas a su cotidianidad, como otra forma
posible, otra perspectiva desde donde abordar las situaciones diarias.

Un indicio de que algo del taller estaba circulando por otros lares, fue cuando J
compartió que su padre tenía ceguera, y que él hasta entonces, no había podido
reconocer la magnitud y el sin fin de cosas que podía a hacer en su condición; o que en
el caso de E, decidió elegir estudiar la carrera de Comunicación Social, luego de haber
reconocido que se expresaba siempre, no solo desde el discurso verbal.

En estas circunstancias, con estos movimientos singulares, llegamos a Noviembre y


debíamos pensar en cómo darle un cierre al taller. Nosotras desde el primer día de los
encuentros, enunciamos que teníamos un gran interés de que lo trabajado en este
espacio pueda ser llevado a otros lugares, abducirlos a la vida cotidiana, y compartirlos
a la comunidad.

Instancia reflexiva, de reconocimiento de las formas, de las potencias de la singularidad


de uno, y del otro, del grupo, que habilitan aperturas, movimientos, permitiendo que se
pueda pensar dichos procesos en otros ámbitos: abducirlos al territorio de la vida
cotidiana.
La Lic. Maldonado (2005) considera: “… a los procesos abductivos como aquellos
movimientos en los que el sujeto a través de su producción muestra una condición de
posibilidad para trasladar las formas que construye y accionarlas sobre cualquier otra
materia, diferente a la sonora.”
Entonces fue así, que se originó la idea de generar una intervención social en la Plaza
Pringles, brindando un vaso de agua, y regalando frases de textos que nos habían hecho
re - pensarnos como singularidades dentro una sociedad. De esta forma, surge además la

65
idea de que quien se animara pudiera invitar a los transeúntes que dejen plasmado en un
cartel que era para uno desestructurar – se y encontrar– se.

Así fue que planearon la intervención, re trabajamos situaciones posibles que nos
podían acontecer al momento de estar allí, organizamos que llevar, como presentarnos,
como identificarnos y abrimos a la posibilidad a que se sume más gente a la propuesta.

Ese día estábamos reunidos en la esquina de la plaza, E, J, dos compañeras de la carrera


que se sumaron y nosotras dos, como coordinadoras del taller, con la intención de llevar
adelante una intervención en la comunidad.

Experiencia que permita mostrar lo que veníamos trabajando en el proceso de los


anteriores meses e invitar a detenerse un segundo, y poder reflexionar, re- pensarse
como sujetos constituyentes de un mismo lugar, de un barrio, de una institución, de una
ciudad. Que esa detención, sea un disparador para abrir otros sentidos posibles.

Al llegar decidimos donde debíamos ubicarnos en el territorio de manera de ser


estratégicos teniendo en cuenta el momento de interpelar a la gente que circulaba.
Comenzamos a intervenir, cada uno tenía una forma de presentarse, un modo de
acercarse al otro, que tenía que ver con sus formas de ser, con su singular forma de
estar y mostrarse en el mundo.

Nos desempeñamos como un grupo que se propuso realizar una intervención con un
objetivo claro... Queríamos cortar con la cotidianidad, romper las estructuras, y que más
simple que el gesto que detenerse a tomar agua?

Creo que esa consigna pensada por ellos, fue tomada de las mismas propuestas
generadas en el taller (tocar de un modo no convencional, explorar), una forma de
abducción, que permite transpolar esa simpleza de pensar otros aspectos de nosotros, de
los otros, de la realidad, que habilita abrir otros sentidos, a múltiples sentidos de
entender nuestras vivencias.

66
 Conclusiones.

En estos últimos párrafos finales, intentaremos dar un cierre a este proceso, a esta
instancia de escritura, de investigación, a ese ahondar por los intersticios, dejando en
relieve todo lo aprehendido, y acontecido en el andar de esta vivencia.

Indagamos en los Discursos, visualizamos como se entramaron los Discursos:


Musicoterapia – Comunidad - Instituciones – Salud, a lo largo del desarrollo de la
tesis, como se organizaron, se desplegaron, se vislumbraron, se relacionaron, y se
mostraron legibles para quien escribe, delineando una fundamentación acerca de lo
dichos ejes.

Nos sumergimos en autores, que nos brindaron sus perspectivas en cuanto al campo de
la salud, las leyes, la complejidad de realidad, los paradigmas que se constituyen y nos
atraviesan. Pudimos comprender, posibles formas en cómo se enlazan las tres
dimensiones: social, institucional y de lo singular que enuncio en la investigación,
poniéndolas en relación desde las preguntas que me interpelaron a pensar esta temática.

Este trabajo de tesis, fue fundado en un análisis y en un recorte metodológico


específico. Dicha parada teórica, permitió seguir profundizando y dilucidando de
manera enriquecedora una posición epistemológica desde donde situarse y ubicarse al
momento de hacer lecturas de lo que acontece en la práctica clínica profesional. O en
esta ocasión, el espacio del taller y los sujetos que por allí transitaron. Como así
también, posible de poder poner en relación y en discusión con otras variables, ejes,
niveles, planos y dimensiones que emergen del territorio de la Musicoterapia que dan
cuenta de la complejidad de la realidad que el sujeto y la comunidad vivencian.

Es decir, que este trabajo intento configurar una articulación teórica – práctica del
quehacer Musicoterapéutico en tanto cartografías, que contemplan una perspectiva
rizomatica desde donde se piensa, analiza e interviene desde la especificidad.

Considerando a dicha perspectiva rizomatica, como una parada epistemológica personal


que remite y da cuenta de una metodología de abordaje de la realidad, fundamentada en
el concepto de rizoma38. Se refiere a la forma desde donde me ubico a pensar, a
relacionar y comprender lo que acontece.

38
Rizoma: Concepto desarrollado por G. Deleuze y F. Guattari, en Mil Mesetas (1988), plasmado como
parte de un método epistemológico que refieren como anti genealogía, en oposición al sistema arbóreo de
pensamiento contemporáneo que da cuenta de una reproducción a sí mismo y a cada una de sus partes
produciendo calcos de su raíz-origen, revalidando la existencia de un origen único.

67
Es decir, esta forma de acercamiento y abordaje de la realidad, de lo que acontece está
ligada y sostenida en la idea de discontinuidad, de no linealidad y origen único
histórico, ni discursivo. Si no más bien, considerando la multiplicidad como posibilidad
de re- configuración, y de deconstrucción – construcción de los hechos, los sentidos y
del saber, dando lugar a que broten otros.

Por lo tanto, podemos enunciar que…

Como primera cuestión…El campo de salud está en instancias de transformación de sus


paradigmas, especialmente en salud mental, lo que ha sido plasmado en las legislaciones
en nuestro país, brindándonos un marco y un aval que nos incita a generar otros
pensares y andares como profesionales, inclusive como ciudadanos de una comunidad.
Dicho marco legal y ético otorga un respaldo a nuestro quehacer en cuanto que
posibilita transformar la mira y el accionar con el que estamos trabajando en salud con
los sujetos en las instituciones.

Eso, propicia inmiscuirnos en un proceso propio, que permite construir un


posicionamiento epistemológico, que soporta el que hacer musicoterapéutico y su
relación con la salud, las instituciones y la comunidad.

Con la ley del ejercicio profesional de la Musicoterapia, como soporte de nuestra


profesión, debemos involucrarnos en las políticas que atañen al campo de la salud, y a la
comunidad. Considerando que las nuevas leyes (Ley Nacional de Salud Mental y Ley nº
27.153) nos dan un marco legal que avala poder trabajar desde allí.

Desde nuestra formación, aprendimos que la especificidad de la Musicoterapia


contempla su quehacer en relación a la comunidad. Por lo tanto, consecuencia inherente
al proceso vivenciado de coordinar un espacio, de gestionarlo y llevarlo a cabo, de estar
allí y ser soporte del acompañamiento de los procesos singulares y grupales de los
participantes del taller, considero sumamente necesario el proponer e incentivar la
inauguración de espacios, dispositivos que generen apertura de las instituciones tanto
educativas como de salud, para trabajar con la comunidad, y sus problemáticas
emergentes.

Debemos considerar generar espacios auto- gestivos, como el Taller de Musicoterapia


abierto a la comunidad, como propuesta que motive a instalar dispositivos desde
extensión universitaria para trabajar con la comunidad, y así mismo, fomente que los

68
estudiantes puedan desde los intersticios promover el ejercicio de los derechos,
poniendo desde su lugar en práctica las nuevas legislaciones nacionales que dan soporte
a las prácticas profesionales.

Este objetivo y meta, se hace tangible en la lectura de esta investigación, como huellas
que se vislumbran tanto en la institución, como en la formación, y sin exclusión alguna,
en quienes transitaron dicho espacio. Es decir, huellas que son las condiciones de
reconocimiento de un hacer, de un proceso que se configuro como posible para
demostrar la importancia de estos espacios, que sirven, que se pueden sostener, que
tienen sentido que existan desde las nuevas lógicas de salud, como así también,
incluyendo e integrando los aportes de la Musicoterapia como construcción de
pensamiento; en tanto disciplina de la salud que interviene metodológicamente desde
una perspectiva del arte, proponiendo otras formas de abordaje y otras miradas
inherentes a su formación que pueden ser enriquecedoras a las construcciones de salud
en su inserción dentro de una institución junto a un equipo de trabajo.

Resumidamente, Hugo Spinelli, en su libro Dimensiones del campo de la salud en


Argentina, logra plasmar la importancia y la relevancia que toma la intervención de
nuevos actores en el campo de la salud, que vinculen las instituciones con los usuarios,
donde se abra la posibilidad de trabajar desde lo profesional, de manera horizontal con
otras disciplinas, saberes, otorgando fructíferos y valiosos intercambios que generen
múltiples visiones desde donde contemplar las problemáticas emergentes de la realidad.

Es necesario romper con la dicotomía de salud – enfermedad, como único binomio


posible que fundamenta y sostiene una estructura de poder, reflejada en diagnósticos,
tratamientos y categorizaciones cristalizantes en los usuarios del sistema de salud.

Como segunda cuestión, podemos enunciar que el taller de Musicoterapia abierto a la


comunidad, se configuro como condición de posibilidad para intervenir desde un
abordaje musicoterapéutico, como un espacio privilegiado de encuentro que permitió
intervenir y conocer lo que emerge como problemático en cada sujeto, y para ellos en la
comunidad en la que viven. Considerando a la salud desde una perspectiva que no
patologiza a los individuos, sino desde la contemplación y dilucidación de las
condiciones de posibilidad, como de reconocimiento socio-históricas del proceso
salud-enfermedad-atención.

69
La Ley 39 se constituyó como el soporte discursivo y como disparador ideológico de las
prácticas, a través del cual se gestionó el taller y se trabajó desde un enfoque de
derechos, propiciando la participación comunitaria (Universidad – Salud – Comunidad)
y estrategias de integración intersectorial (Universidad – Comunidad). Propusimos
implementar un dispositivo, en tanto espacio de escucha, promoción y acción en Salud
Mental, que cuente con dichas características y se desenvuelva en esa dinámica.

Instituyéndose así, la Musicoterapia como una posibilidad de tejer lazos, que no solo
abre a la triangulación de relación entre la Musicoterapia – Comunidad - Salud, sino que
así mismo, introduce a la universidad como institución que nos brinda la matiz
educativa a tener en cuenta como otra de las múltiples variables a relacionar.

Por ello, en articulación con la universidad, como institución educativa que forma a
futuros profesionales de la salud, decidimos junto a mi compañera, trabajar fuera de las
instituciones de encierro, de rehabilitación, de salud, etc., y hacer foco en las cuestiones
que necesitan ser de-construidas para poder aggiornarnos como ciudadanos, y como
semejantes a los padeceres, a los malestares, o al proceso en particular que atraviesa el
otro. Poniendo énfasis en que la dimensión del sujeto sea la que ingrese dentro del
abordaje de la salud, no la enfermedad.

Así, se fueron pensando y delineando los encuentros, tomando como condiciones de


producción; los distintos emergentes sociales, y abordando las problemáticas
individuales que emergieron en los encuentros en relación a estos, como por ejemplo:
violencia, adicciones, discriminación, marginación, analfabetismo, discapacidad, etc. Se
reflexionó sobre las situaciones que nos generan malestar, tanto en la cotidianidad
propia, como social, e institucional. Como por ejemplo la monotonía de la rutina, los
horarios, la naturalización y la automatización del hacer cotidiano, de las acciones, del
cuerpo, la invisibilización del otro, y la objetivización del otro, en el dialogo, en las
palabras, en la comunicación y en los medios.

Tercera cuestión, podemos afirmar que se vislumbraron movimientos que se


desplegaron de la experiencia de los sujetos que participaron en el Taller de
Musicoterapia abierto a la Comunidad. Lo que permite fundamentar este espacio, en
tanto iniciativa de salud que se sostiene desde el nuevo paradigma de salud mental y de
la perspectiva de derechos humanos.

39
La ley como norma que rige y estructura socialmente, tanto a nivel nacional, como provincial, en todos
los órdenes: salud, salud mental, civil, comercial, ejercicio profesional, derechos humanos, etc.

70
Se trabajó con la sensibilización y en la des- naturalización de estas cuestiones para
poder pensar estrategias e intervenciones para realizar uno, y en conjunto en la
comunidad. Lo que derivo a partir de un proceso de reconocimiento de lo propio, en la
construcción de una Intervención Social, que se construyó en el devenir de los
encuentros en conjunto con el grupo del taller, ante la necesidad de trasmitir y/o
compartir con otros ciertos sentires que despertaron a partir de vivencias y experiencias
acontecidas en la vida diaria.

Las propuestas creadas para trabajar en el taller, como así mismo, la intervención en la
comunidad, intentaban a partir de una pequeña acción, simbolizar para nosotros y
generar en los otros, puentes, vínculos, e invitación a re- pensar el desestructurar-se,
encontrar-se, y detener-se en la vida diaria. Visibilizar al otro, crear dialogo y escucha.
Por lo que el Taller de Musicoterapia, se inauguró como una invitación a trabajar en el
reconocimiento del otro como un semejante, desnaturalizando prejuicios y creencias,
posición que habilitó a los participantes configurar otras formas de estar y
relacionarnos, teniendo en cuenta sus singularidades, y la singularidad del otro.

Dichas condiciones de posibilidad, permiten re – conocer a uno y al otro, como


configuradores imprescindibles y pertenecientes de una misma comunidad, en este caso,
de la ciudad de Rosario.

De esta forma se generaron instancias saludables para ambos participantes que


transitaron por el espacio, en tanto posibilidades de libertad, de elección, de vincularse
con el otro, y así poder diseñar estrategias que permitieran resolver avatares de la
complejidad de la realidad en la que están inmersos. Quizás parte de nuestra
planificación de esos encuentros semanales fue pensar en distintos recursos y materias
que nos permitan reflexionar el re-conocimiento del sentido de pertenecía a una
comunidad o a un grupo, en tanto se comparte una forma de vida, se es parte de un
mismo sistema social y cultural.

El taller y la posibilidad de trabajar con la comunidad permitieron que las vivencias


singulares puedan ser abducidas a otros espacios, territorios, ámbitos de la vida
cotidiana, etc.

Las representaciones, significaciones y los discursos que nos atraviesan, son muchas
veces compartidos por la comunidad. Dichos pensamientos y discursos son extrapolados
de otros contextos, pre - formando las maneras de pensar y sentir de las personas de la
comunidad, lo que no permite un re -pensar acerca de las múltiples aristas que

71
componen y determinan las problemáticas; ni contemplar la responsabilidad singular,
social, comunitaria, y familiar en los mismos.

Por lo tanto, nos interpeló nuevamente y digo: ¿Es la deconstrucción- construcción de


los discursos sociales que se muestran cristalizados y naturalizados como propios en los
sujetos que participaron en el Taller de Musicoterapia abierto a la Comunidad, un
movimiento que genera reconocimiento para habilitar otras formas posibles de estar, de
percibir instancias saludables?

Si, lo considero así, ese movimiento genera formalizar e interiorizar como uno percibe,
como uno se relaciona, y eso eludiblemente es una apertura a instancias saludables. Para
alcanzar una aproximación de los discursos intervinientes, fue necesario indagar en las
profundidades y diferenciar sus condiciones de existencias, de posibilidad, en una
puesta en relación con las problemáticas emergentes y como se instalan como
fundamentos incuestionables, en tanto cristalización de ideas y sentires en las
singularidades de cada sujeto.

Lo que permitió emerger, mostrar y vislumbrar distintas expresiones, formas,


sentimientos, sentires, y pensares, que en el proceso convergieron, mutaron generando
otras expresiones, formas, sentimientos, sentires, y pensares, dando lugar a experiencias
diversas desde donde percibirlos.

El transitar por el territorio de la Musicoterapia, y el encuentro con el lenguaje del arte,


genera movimientos que posibilitan vivenciar instancias saludables en los sujetos, y que
los mismos puedan extrapolarlos a otros espacios y a la comunidad.

Por lo tanto, se debe concebir al territorio de la Musicoterapia, como un espacio que


permitiría generar aperturas, que involucran a las instituciones privadas, a trabajar con
la comunidad; invitando a la deconstrucción / construcción: de territorios a habitar, de
discursos cristalizados y naturalizados como verdades, de lógicas instaladas que
estatizan prácticas, para habilitar movimientos, para re – terrorializar esos territorios
transitados, para percibir otras condiciones de existencia, otras formas posibles de los
sujetos de estar y pararse en el entramado social en el que estamos inmersos.

72
 GLOSARIO.

1. Devenir *: Identidad infinita, que habita esa zona de vecindad donde el sentido
emerge como no fundamento. Deleuze alude en Lógica del Sentido, en la primera parte,
al devenir como paradojal, “destruye el sentido común como asignación de identidades
fijas”.
Es un movimiento capaz de esquivar el presente por tender al mismo tiempo hacia el
pasado y el futuro. Se sostiene en la pluralidad, en el cambio, en el rizoma como forma,
oponiéndose a la permanencia, al nombre propio, al estado de cosas, al sentido único.

2. Lógica Privada*: Alude a las políticas de salud, económicas y educativas


impulsadas por el neoliberalismo, que sostienen una visión mercantilista, donde rige la
institución jerarquizada como el Estado, el sujeto es un objeto, y la relación es de
cliente, el acceso no es universal ni gratuito, y se fundamenta su existencia por la
precariedad del sistema público en todos sus sistemas. (Tercer Congreso de Atención
Primaria de la Salud. OPS- Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, 2007).

3. Discurso*: “Configuración espacio-temporal de sentido” (Eliseo Verón.1998),


siempre en relación a otros discursos, como condición necesaria de producción de
sentido.

4. Territorio*: Referido al espacio en el que se producen los movimientos del


pensamiento. Soporte formal que configura el sentido y posibilita el acontecimiento.
Como afirma Guattari en el libro Micropolítica: Cartografías del Deseo: “La noción de
territorio aquí es entendida en sentido muy amplio, que traspasa el uso que hacen de él
la etiología y la etnología. Los seres existentes se organizan según territorios que ellos
delimitan y articulan con otros existentes y con flujos cósmicos. El territorio puede ser
relativo tanto a un espacio vivido como a un sistema percibido dentro del cual un sujeto
se siente ‘una cosa’. El territorio es sinónimo de apropiación, de subjetivación fichada
sobre sí misma. Él es un conjunto de representaciones las cuales van a desembocar,
pragmáticamente, en una serie de comportamientos, inversiones, en tiempos y espacios
sociales, culturales, estéticos, cognitivos”. (Guattari y Rolnik, 1986).

73
Aclaración el término es empleado en la tesis en diferentes niveles de la realidad
investigada: el territorio de lo geográfico, el territorio de la improvisación y el territorio
de la musicoterapia.

5. Comunidad*: “… un grupo social dinámico, histórico y culturalmente constituido y


desarrollado… que comparte intereses, objetivos, necesidades y problemas, en un
aspecto y un tiempo determinados y que genera colectivamente una identidad, así como
formas organizativas, desarrollando y empleando recursos para lograr sus fines”
(Montero. 2007).
“... un grupo en constante transformación y evolución (...) que en interrelación genera
un sentido de pertenencia e identidad social, tomando sus integrantes conciencia de sí
como grupo, fortaleciéndose como unidad y potencialidad social...” (Montero, 2004).
Estas definiciones, permiten contemplar la consideración de que una misma persona
pertenece y conforma varias comunidades, según su lugar de residencia, profesión,
aficiones, etc. Por lo cual, se puede afirmar que no hay conceptualización que abarque
el sentido de comunidad en su totalidad, ya que implica pensarla como homogénea, en
tanto presenta la característica común de los sujetos que la conforman, pero al mismo
tiempo, está compuesta por diversos grados de heterogeneidad precisamente por las
características que diferencian entre sí a los individuos que la componen.

6. Promoción de la Salud*: “Promover” tiene el significado de dar impulso a:


fomentar, originar, generar (Ferreira 1986). Promoción de la salud se define
tradicionalmente, de manera más amplia que prevención, pues se refiere a medidas que
“no se dirigen a una determinada enfermedad, desorden, pero sirven para aumentar la
salud y el bienestar generales” (Leavel & Clarck 1976:19). Las estrategias de
promoción enfatizan la transformación de las condiciones de vida y de trabajo que
conforman la estructura subyacente a los problemas de salud, demandando un
abordaje intersectorial. (Terris, 1990)” (Czeresnia, 2006).
Por lo tanto el concepto de “promoción de la salud” puede entenderse como una
respuesta ética de la cultura de la vida, según la cual “la salud se crea y se vive en el
marco de la vida cotidiana: en los centros de enseñanza, de trabajo y de recreo. La
salud es el resultado de los cuidados que uno se dispone a sí mismo y a los demás, de la
capacidad de tomar decisiones y controlar la vida propia y de asegurar que la sociedad
en que vivimos ofrezca a todos sus miembros las posibilidades de gozar de un buen
estado de salud” (OMS. Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud. 1986).

74
7. Paradigma*: “una perspectiva general, un modo de desmenuzar la complejidad del
mundo real” (Patton, en Bottinelli, 2003).

8. Campo*: Hugo Spinelli, en su libro dimensiones de la Salud en Argentina, lo


conceptualiza como la convergencia de actores, recursos, problemas e intereses que
conforman una red de relaciones, con autonomía relativa, en el que los diferentes
agentes luchan por la consolidación, o por la apropiación y el predominio de uno o más
capitales (económicos, sociales, culturales y simbólico):
Así mismo considera que: “ El campo de la salud –tanto en Argentina como en otros
países–, se caracteriza por la complejidad, producto de la combinación de la alta
concentración de capital económico; los problemas de financiamiento; la corrupción –
macro y micro–; la persistencia de estructuras administrativas arcaicas en el Estado,
que atentan contra quienes intentan dar cuenta de otras institucionalidades; las bajas
capacidades de gobierno/gestión; la falta de regulación en la formación de
profesionales; el significativo número de trabajadores que componen la fuerza de
trabajo; la autonomía de los mismos y el destacado valor social de los temas sobre los
cuales se desarrollan las prácticas”.
“Un campo es el producto de acciones de agentes individuales y/o colectivos dotados
de intereses y capacidades específicas (expertos, profesionales, funcionarios, políticos,
sindicalistas, representantes de la industria, lobbystas, agentes financieros,
corporaciones, organizaciones de la sociedad civil, pacientes, etc.), donde cada
"jugador" realiza su juego en función de incrementar y/o adquirir capitales. Estas
acciones siempre están ligadas a intereses no siempre racionales ni reflexivos. Todos
los juegos se realizan al interior de estructuras, que son estructurantes de los agentes y
a su vez estructuradas por ellos, de acuerdo a sus capacidades de juego, a sus apuestas
y a la fidelidad con las mismas”. (Bourdieu.1997)

En alusión a los cambios en el campo de la salud, sus paradigmas, sus formas y


el quehacer profesional dice que…“Para configurar otras estructuras en el
campo de la salud se necesitan nuevos y más actores de manera de hacer
estructurantes otras lógicas y procesos. No es posible realizar ese cambio
únicamente desde acciones de gobierno, o de gestión. Resulta necesario
pensarlo y, sobre todo, realizarlo desde las singularidades que constituyen los
espacios cotidianos –situación – donde el trabajo y el trabajador tienen un rol
central, como también los usuarios. Esos también son espacios de la
metapolítica, pensados en términos de potencia y no solo de poder; potencia
75
de los trabajadores como de los propios usuarios en función de su control
sobre la institución de salud de manera de asegurar el ejercicio de derechos y
además poner límites...”.

9. Usuarios*: concepto que se refiere a la persona que se encuentra haciendo uso de un


servicio de Salud Mental. Dicho concepto está íntimamente ligado a las siguientes
nociones que contempla:
1-La participación, como la modalidad más general de referirse a las actitudes y
conductas de los usuarios, en relación a sus tratamientos, a los vínculos entre sí y con la
sociedad en su conjunto, a su lugar en los servicios: incluyendo la planificación,
implementación, investigación / evaluación; y la política / jurisprudencia que enmarca la
provisión de los mismos.
2- La perspectiva del usuario, valoración de la mirada o posición que representa a estas
personas, y que muchas veces es distinta (y hasta opuesta) a la de los profesionales.
3- A la identificación de la persona con su diagnóstico (y su consiguiente objetivación)
se le opone la concepción según la cual los problemas de salud serían experiencias
subjetivas y, especialmente en el caso de la recuperación de derechos, potencialmente
subjetivantes y, a la relación de poder (vinculada al saber) que destaca la asimetría entre
profesionales y pacientes se le opone la concepción de una valoración dela voz del
usuario y de su experiencia.
4- La cuestión de llamar a estas personas “usuarias” en vez de pacientes podría tener un
impacto directo en el ejercicio y el uso del poder en el seno de las prestaciones de salud
y en las posibilidades de recuperar derechos por parte de estas personas. Y si de
derechos hablamos, hay que considerar el derecho de ser empoderado (en el uso del
tiempo libre, legal, laboral y económicamente), de ser representado, de acceder a los
registros derivados del tratamiento y de estar libre de etiquetas estigmatizantes.
5-La participación de los usuarios que pone en cuestión la hegemonía del especialista
para nominar, tratar y decidir por las personas con padecimiento mental, intenta hacer
escuchar aquello que éstos tienen para decir en base a su experiencia singular. Esto no
implica que los especialistas deban renunciar a asumir decisiones clínicas
fundamentales ni dejar vacantes las obligaciones sino que se refiere a contemplar esta
perspectiva y comprender los costos (propios y ajenos) de decidir por otros cuando
resulta imprescindible. (Agrest, 2011).

76
10. Paradigma asilar- tutelar: Paradigma que rige en salud mental, como modelo de
atención, cuyas formas y rasgos originarios han surgido con el nacimiento del
manicomio como institución de encierro. Las políticas en salud mental hasta 1966 en
Argentina, estuvieron aplicadas para el sostenimiento del mismo hasta la formulación
del Plan Nacional de Salud Mental.

Los rasgos distintivos de este modelo son:

- Establecimiento de una relación de asistencia en la que el asistido reconoce y se


somete o es sometido al saber y poder de decisión del especialista que lo asiste.

- Supuesto, no siempre explicitado, de la enfermedad como daño biológico individual.

- Concepción positivista, objetivante del asistido, que legitima en el plano de la


práctica profesionalizada su manipulación.

- A-historicidad del trastorno a tratar.

- Estructuración de una actitud pasiva y una participación subordinada en el tratamiento


por parte del asistido.

- Identificación del psiquiatra con el conocimiento, del que se excluye al enfermo, e


identificación ideológica de ese saber con el de la ciencia, para sancionar la exclusión
de otras prácticas terapéuticas no profesionalizadas.

- Identificación de la gravedad del trastorno (medido por pérdida de adecuación o


captación de la realidad consensual) con la irresponsabilidad y peligrosidad social,
legitimando la internación forzada y el control. La internación como posibilidad es
estructural y definitoria del modelo asilar.

- Este modelo de atención es isomórfico, con una estructura de clases sociales basado en
la jerarquía y asimetría del poder socio – económico y cultural. (Galende, Emiliano. II
Jornadas de APS. Pág. 443)

12. Red*: “El trabajo en red es una estrategia vinculatoria, de articulación e


intercambio entre instituciones y/o personas, que deciden asociar voluntaria y
concertadamente sus esfuerzos, experiencias y conocimientos para el logro de fines
comunes. La red es el resultado de esa estrategia y constituye una modalidad
organizativa y de gestión, que adoptan los miembros que deciden esa vinculación,
cuyas características dominantes son: la adaptabilidad, la flexibilidad, la apertura, la
horizontalidad, la fluidez y la espontaneidad de las relaciones.”

77
14. Atención Primaria de la Salud (APS)*: “… La atención primaria forma parte
integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central y el
núcleo principal, como del desarrollo social y económico global de la comunidad.
Representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con
el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención de salud al
lugar donde residen y trabajan las personas, y constituye el primer elemento de un
proceso permanente de asistencia sanitaria”. (OMS/UNICEF, 1978)
La Conferencia de Alma Ata definió la APS como: “la asistencia esencial, basada en
métodos y tecnologías prácticos, científicamente fundados y socialmente aceptables,
puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad mediante su plena
participación, y a un costo que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada
una de las etapas de su desarrollo, con espíritu de auto responsabilidad y
autodeterminación. (OMS. Atención Primaria de Salud. Conferencia Internacional de
Alma-Ata. 1978)

15. De. construcción – construcción *: Movimiento que permite indagar y analizar las
estructuras cristalizadas que constituyen al discurso, tomando en cuenta el lenguaje, la
cultura y la historia.
“…Hay que entender este término, “deconstrucción”, no en el sentido de disolver o de
destruir, sino en el de analizar las estructuras sedimentadas que forman el elemento
discursivo, la discursividad filosófica en la que pensamos. Este analizar pasa por la
lengua, por la cultura occidental, por el conjunto de lo que define nuestra pertenencia a
esta historia de la filosofía.” (Entrevista inédita de junio de 1992, Jacques Derrida,
para Le Monde, 2004).
Desde la Musicoterapia, María José Bennardis habla en su Tesis de grado: De la
Dimensión y la Forma, de De-Construcción / Construcción como: “Concepto que
indica una operación en el movimiento interno o externo de la Forma. Toda De-
Construcción es sí misma una Construcción y a la inversa. El sentido de ésta
terminología es la noción de espiral elíptica que se transforma en soporte de lo posible,
en tanto la existencia de la circularidad Materia-Forma-Sentido y sus niveles lógicos en
una dimensión dada.”
Uno de sus procedimientos necesarios para la deconstrucción –construcción, consiste
en no naturalizar lo que es coartado por la historia, la sociedad, sus modelos, y las
instituciones.

78
“Deconstruir un texto es interrogar los presupuestos que éste encierra, para poder
abrir nuevamente sus significados.”

16. Potencia*: Lo que alguien puede, sus capacidades de devenir singular.


Deleuze dice lo siguiente acerca de la potencia: “El discurso ético nos hablará
permanentemente no de las esencias – no cree en ellas - sino de la potencia, a saber:
las acciones y las pasiones de las que algo es capaz. No lo que la cosa es, sino lo que es
capaz de soportar y capaz de hacer. Y si no hay esencia general es que a ese nivel, al
nivel de la potencia todo es singular”. (Deleuze, 2003).

17. Posicionamiento epistemológico* : La epistemología como ciencia y rama de la


filosofía, se propone estudiar las circunstancias objetivas, históricas y sociales de
producción de distintos tipos de conocimiento que sean considerados científicos, cuáles
son los criterios que se utilizan para considerar algo como científico, y trabaja con
conceptos tales como verdad, justificación, hipótesis, corroboración, etc. En decir, es el
estudio de cómo y bajo qué condiciones se produce el conocimiento científico.
“La epistemología es a la ciencia, lo que la crítica de arte al arte. El artista produce
obra de arte, el crítico la analiza. El científico produce teorías y prácticas científicas, el
epistemólogo reflexiona sobre ellas. La epistemología construye conceptos sobre el
conocimiento, cuyos principales ejemplos son extraídos de la ciencia” (Díaz de Kóbila,
2007).
Así mismo, la epistemología también se encarga del “… análisis de las condiciones de
posibilidad para que una comunidad científica establezca acuerdos sobre problemas,
métodos, simbologías y estados de las cosas. Los acuerdos, según las corrientes que
adhieren a posición heredada, se desprenden del minucioso análisis de los enunciados
científicos y de los procedimientos para la contrastación empírica de esos enunciados,
cuyo mayor mérito es la posibilidad de ser formalizados, garantizando así su validez
universal” (Díaz de Kóbila, 2007).
“La lógica y el método, antes absolutos, ahora son considerados variables y relativos,
dependen de la naturaleza del objeto que se estudia y de la tradición científica desde la
que se lo estudia, mientras que los factores histórico-sociales, lejos de ser secundarios
hacen a la materialidad e historicidad de la razón científica y a la diversidad y
especificidad de las ciencias. No hay una ciencia, ni es legítima una teoría general de
la ciencia, hay múltiples ciencias y de esta diversidad no puede dar cuenta ninguna
epistemología general, unitaria, sino epistemologías “regionales”, específicas,

79
particulares, que solo pueden tener por tarea comprender lo propio de cada una de
ellas” (Díaz de Kóbila, 2008).
“…la epistemología, lejos de ser una lógica de la ciencia, sea una “psicología de la
razón”, y lejos de poner el acento en las teorías científicas como productos de un
proceso que no se toma en consideración, ponga el acento en los procesos mismos y en
el sujeto activo de dichos procesos.” (Díaz de Kóbila, 2008).
Esther Diaz de Kobila, adhiere y propone los conceptos y nociones de la epistemología
para “abordar objetos de estudios que van más allá de la forma de los enunciados o la
racionalidad de los métodos, tales como el análisis del deseo, la relación entre los
cuerpos o, en general, la incidencia de la ciencia no sólo en la cultura sino también en
la naturaleza. En este sentido oriento mi propio análisis desde una mirada filosófica. Es
decir, desde el análisis y la elaboración de conceptos propios de una filosofía de la
ciencia y la cultura que, como tal, se preocupa del núcleo duro de la ciencia, pero sin
aislarlo del entretejido de fuerzas en el que se produce y desarrolla. Me guía la premisa
de que la racionalidad del conocimiento, aun la más estricta y rigurosa, hunde sus
raíces en luchas de poder, factores económicos, connotaciones éticas, afecciones,
pasiones, idearios colectivos, intereses personales, y pluralidad de nutrientes que no
están ausentes, por cierto, en el éxito o el fracaso de las teorías.” (Díaz de Kóbila,
Epistemología Ampliada).
“Para Bachelard, la historia de las ciencias, como historia de construcción de
conceptos-objetos epistémicos, es una historia de “rupturas epistemológicas”, de
“cortes” o “saltos” epistemológicos, de superación o destrucción de obstáculos que
frenan la dinámica del pensamiento científico, el avance y el cambio de dirección de la
investigación. Por ello, toda verdad científica es la rectificación de un error y el error
no es ni una falla, ni un desvío de la recta verdad, sino una necesidad funcional del
pensamiento, un punto de partida para la construcción de verdad y de nuevos
pensamientos.” (Díaz de Kóbila, 2008).
Por lo que podríamos definir a la posición epistemológica como aquel lugar desde
donde el investigador se sitúa para observar y analizar las condiciones de producción de
un conocimiento, de un hecho, de un pensamiento, y su relación con la realidad, parado
desde un paradigma y de un sinfín de saberes- conceptos que lo soportan, poniendo el
acento en los procesos mismos, en los sujetos participantes de esos procesos.

80
19. Interdisciplina. Un abordaje interdisciplinario, implica la conformación de un
equipo de diversas disciplinas que intercambian sus saberes, generando un
enriquecimiento mutuo, trabajando en la construcción conceptual y de estrategias en
común, para generar intervenciones conjuntas en una problemática real teniendo en
cuenta su complejidad.
Alicia Stolkiner (1999) contribuye este pensamiento en que:

“…el cómo se desarrolla lo interdisciplinario es un debate fundamental, e incluye un


nivel referente a lo subjetivo y lo grupal: las disciplinas no existen sino por lo sujetos
que las portan, las reproducen, las transforman y son atravesados por ellas. Resulta
necesario resaltar lo obvio: un equipo interdisciplinario es un grupo. Debe ser pensado
con alguna lógica que contemple lo subjetivo y lo intersubjetivo. Lo primero, y más
evidente, es que un saber disciplinario es una forma de poder, y por ende, las
cuestiones de poder aparecerán necesariamente…”

23. Condiciones de posibilidad*: Es para mí homologable a pensar este concepto


como condiciones de producción, parafraseando al autor Eliseo Verón, en Semiosis
Social. Se definen como las restricciones que determinaran la generación del discurso a
analizar, se describirán como las operaciones que darán una asignación de sentido.
“Hacer un análisis y dar cuenta de sus condiciones de producción, significa relevar e
identificar las marcas que lo constituyen, que son propiedades significantes en la
superficie textual o discursiva, que como tales no están relacionadas unas con otras.
Cuando la relación entre una propiedad significante y sus condiciones se establece,
estas marcas se convierten en huellas de uno u otro conjunto de condiciones”. (Verón,
1993.)

25. Posición*: Lugar en la textura de una creación colectiva, que se puede crear,
ocupar, dejar, habilitar para que otro lo ocupe, etc. “La posición no es identidad, se
constituye como “enrelación-a”, como textura siempre vincular. Puede mantener una
distancia, en determinado tiempo, del punto de definición que el discurso sonoro hace
de sí mismo, configurando, sosteniendo, una posible identidad, si es disciplinada,
modelizada, o puede moverse hacia los bordes, constituyendo puntos soporte de
posibles líneas de fuga de aquel establecimiento idéntico y sustantivo.” (Rodríguez
Espada)

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La textura, es la manera en que se combinan los elementos en una composición,
mostrando una forma. Pensando este concepto como abductivo a diferentes ámbitos
(sonoro, social, vincular). En la tesis de grado del Lic. Iván Fernández, Conversaciones,
Tiempos, Aperturas, en la pág. 54 cita a Saitta refiriéndose a la textura: “…siempre será
la resultante del vínculo que se establece entre los materiales y los criterios
organizativos… a que estos son sometidos”. (Trampolines Musicales. Pag.80)

26. Empoderamiento*: Concepto definido por la OMS, como un proceso social


multidimensional, a través del cual los individuos y el colectivo de la comunidad logran
un mejor conocimiento y una mayor capacidad de elección como de decisión sobre sus
vidas. Por lo cual, pueden transformar su entorno a través de la toma consiente de
decisiones de orden personal, social y política, y como consecuencia de ello, mejorar su
salud.
En salud mental, el concepto de empoderamiento, se refiere al grado de elección,
influencia y control que los usuarios de los servicios de salud mental pueden ejercer en
los acontecimientos que se producen en sus vidas. De esta forma, se hacen visibles y
tangibles cambios en el aspecto biológico, psicológico y social del usuario. Este proceso
está caracterizado por un fomento de la autodeterminación y autonomía personal, un
mayor sentido de apropiación de los vínculos sociales, y una implicación significativa
en la sociedad. (OMS, 2010).

27. Percepción-formalización*: “del cómo hacer visible un posible orden de cosas que
posibilite operaciones en la región de los fenómenos por conocer. Un recorte de formas
de la experiencia que permita seguir deconstruyendo-construyendo como proceso de
inagotable circularidad en el que esta forma de la experiencia deviene materia para otra
forma de la experiencia.” (Gianoni, 2002)

28. Niveles*: Se vislumbran y diferencian como tipos lógicos de una configuración


posible, son componentes en su posible forma de configurarse en un mapa, o territorio a
analizar.

29. Plano*: Cuando se habla de plano, nos referimos a niveles que se establecen según
relaciones de figura– fondo. En el caso de esta tesis, se constituyen como niveles que
surgen de la articulación de lo que se muestra en el análisis, con una construcción de

82
sentido por parte de quien escribe. Por ejemplo: La dimensión institucional es
configurada por diversos planos que la constituyen como tal.

30. Dimensión*: Efecto de la subdivisión de la realidad, operada por el investigador, a


fines de analizar una complejidad. Eje de análisis en tanto diferencia en la organización
de la sociedad.
“… se aplica a diferentes niveles de lectura que se ubican según gradientes de
generalidad… ”

31. Territorio a des- territorializarse y re- territorializarse*: Un territorio que debe


ser siempre territorializado, ocupado, reconstruido y habitado… “El territorio se puede
desterritorializar, esto es, abrirse, en líneas de fuga y así salir de su curso y se
destruye. La especie humana está sumergida en un inmenso movimiento de
desterritorialización, en el sentido de que sus territorios ‘originales’ se rompen
ininterrumpidamente con la división social del trabajo, con la acción de los dioses
universales que ultrapasan las tablas de la tribu y la etnia, con los sistemas maquínicos
que llevan a atravesar, cada vez más rápidamente, las estratificaciones materiales y
mentales” (Guattari y Rolnik, 1996).
De esta manera, se configura la forma de operar de la dinámica: Territorio - Des-
territorialización - Re- territorialización, término que trabaja Herner, (2009). La des-
territorialización puede ser considerada un movimiento en el cual se abandona el
territorio: una operación de líneas de fuga. En dicho movimiento de des-territoralizacion
es posible la creación, y para que se cree algo nuevo es fundamental romper el territorio
existente, creando otro: re- territorialización, un movimiento de construcción del
territorio.

35. Mapa*: Interpretación del territorio, que sirve para recorrerlo en varios sentidos
posibles.
“El mapa no es el territorio, y el nombre no es la cosa nombrada” (G. Bateson)

37. Parada ético-político*: Posicionamiento profesional fundamentado en la ética, que


da cuenta de un pensar y accionar desde donde propone, acompaña, y sostiene la
práctica clínica.
Deleuze en “En Medio de Spinoza” refiere que la ética está íntimamente relacionada
con los modos de ser, diferenciándose por ello del universo de lo moral. Desde el punto

83
de vista de la moral, el sujeto está sujeto a aquello que debe hacer para poder, a decir de
Deleuze, “conducirse de manera razonable” y esto es algo común a todos los hombres.
La ética habilita y posibilita un lugar para la pregunta; a diferencia del universo moral,
ya no se juzga lo que se dice o hace, sino que se pregunta por los modos de existencia
que eso implica: ya no se trata de algo común a todos los hombres, sino de
singularidades. Entrecrucijada donde aparece la potencia, lo que el sujeto puede.

38. Rizoma*: En el mundo de las plantas, se llama rizoma a los tallos subterráneos que
crecen en forma horizontal, indefinidamente, emitiendo de sus nudos raíces y brotes
herbáceos que se van re-produciendo a medida que los viejos brotes desaparecen. El
concepto de “Rizoma”, fue desarrollado por Gilles Deleuze y Félix Guattari, el en el
primer capítulo de Mil Mesetas (1988), es plasmado como parte de un método
epistemológico al que ellos mismos refieren como anti genealogía, en oposición al
sistema arbóreo de pensamiento contemporáneo que da cuenta de una reproducción a sí
mismo y a cada una de sus partes produciendo calcos de su raíz-origen, revalidando la
existencia de un origen único y verdadero al establecer “sistemas jerárquicos que
comprenden centros de significancia y de subjetivación, autómatas centrales como
memorias organizadas”. (Deleuze & Guattari, 2004, pág. 21)
En diferenciación y en oposición al sistema de pensamiento arbóreo, el concepto
filosófico de Rizoma, se halla en concordancia con la idea de multiplicidad de
pensamiento, en tanto que mutan, que generan nuevas conexiones entre sus partes, y que
no responden por lo tanto a un univoco origen. Si no más bien, que se va configurando a
través de líneas de líneas de fuga o de desterritorialización, transformando en el devenir
del tiempo.

“… el rizoma está relacionado con un mapa que debe ser producido,


construido, siempre desmontable, conectable, alterable, modificable,
con múltiples entradas y salidas, con sus líneas de fuga…” (Deleuze
y Guattari, 1997).

El concepto filosófico, propuesto por los autores, presenta seis caracteres características
propias de Rizoma: 1° y 2°- Principio de conexión y heterogeneidad: Cualquier punto
de un rizoma puede ser conectado con otro cualquiera, y debe serlo. No es igual con
respecto al árbol o a la raíz que fijan un punto, un orden. (Deleuze & Guattari, 2004,
pág. 13)

84
3°- Principio de multiplicidad: únicamente si lo multiplica es positivamente tratado
como substantivo, multiplicidad es cuando deja de tener relación alguna con el Uno
como sujeto o como objeto, como realidad natural o espiritual, como imagen y mundo.
Las multiplicidades son rizomáticas, y denuncian las seudomultiplicidades
arborescentes. (Deleuze & Guattari, 2004, págs. 13-14)
4°- Principio de ruptura asignificante: frente a los cortes demasiados significantes,
cortes que separan las estructuras o que atraviesan una. Un rizoma puede ser roto,
quebrado en cualquier parte, vuelve a brotar siguiendo tal o cual de sus líneas (Deleuze
& Guattari, 2004, pág. 15)
5° y 6°- Principio de cartografía y de calcomanía; un rizoma no responde a ningún
modelo estructural o generativo. Es tan ajeno a toda ida de eje genético, como a la
estructura profunda es más bien como una serie de base descomponible en
constituyentes inmediato, mientras que la unidad de producto pasa a otra dimensión
transformacional y subjetiva. (Deleuze & Guattari, 2004, pág. 17).

85
BIBLIOGRAFIA.

● Libros:

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Editorial Siglo XXI. Buenos Aires, 2010.
- Berlinguer Giovanni. La enfermedad. 1994
- Bottinelli M. María y colaboradores. Metodología de la investigación.
Herramientas para un pensamiento científico complejo. Buenos Aires, 2003.
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- Deleuze, Gilles. Lógica del sentido. Editorial Paidós. 2005
- Deleuze, Gilles. Crítica y Clínica. Cap. I: La literatura y la vida. Editorial
Anagrama. 1996
- Deleuze, Gilles. Diferencia y Repetición. Introducción. Cap. I. Editorial
Amourto. 1968
- Deleuze, Gilles y Guattari. Rizoma. Editorial La Piqueta.1996
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y creatividad. Editorial Lugar. 2003
- Verón, Eliseo. Semiosis Social. Fragmentos de una teoría de la discursividad.
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● Tesis de grado: Licenciatura en Musicoterapia.

- Altamiranda, Pedro. Genealogía de la Musicoterapia en Argentina: El devenir de


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- Bennardis, M. José. De la Dimensión y la Forma. La Vivencia Estética y un
posible Reflejo en el Lenguaje Verbal. Universidad Abierta Interamericana,
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- Deu, Soledad. De lo profundo hacia la superficie. La musicoterapia y un
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- Fernández, Iván. Conversaciones, tiempos, aperturas. El juego como forma de
abordaje en la Musicoterapia. Universidad Abierta Interamericana, Rosario,
2008.
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Identidad Profesional en Musicoterapia. UAI. Año 2005, pág. 29
- Trossero, Georgina. Gravitando entre ataduras y libertades. Una experiencia de
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Rosario, 2009

● Proyectos:

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Comunitario”. Construyendo Redes: Abordajes posibles desde una perspectiva
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● Artículos:

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● Conferencias:

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la Escuela. 1° Encuentro Provincial de Equipos Interdisciplinarios Distritales,
19 de mayo del 2005, La Plata. Pcia. de Bs. As.
- Galende, Emiliano El impacto de la cultura en la subjetividad de las personas.
Avcd Argentina.
- Perrone, Néstor. Redes en Salud. Ponencia en el IX Encuentro Presencial de los
programas de educación a distancia “Nuevas formas de organización y
financiación en salud” y “Calidad en sistemas y servicios de salud”. Bs. As.
2000

● Leyes:

- Ley Nº 10.772: Ley de Salud Mental de la Provincia de Santa Fe.


- Ley Nº 12.967: Ley de promoción y protección integral de los derechos
de las niñas, niños y adolescentes.

90
- Ley 26.378: Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
- Ley N° 26.657: Ley Nacional de Salud Mental.
- Ley 26.994: Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
- Ley Nº 27.153: Ley de Ejercicio Profesional Nacional de la Musicoterapia.
- Plan Nacional de Salud Mental. La salud mental es un derecho de todos y todas.
Ley nacional nº 26.657. Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones del
Ministerio de Salud de la Nación. Octubre 2013.

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