Rosario de Sanación Interior 2

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Rosario de Sanación Interior

(Con los misterios luminosos)

Nota: Este Rosario corto de Sanación está basado en el


Rosario del Padre Llamas, pero solamente con los misterios
luminosos. Es bueno que también lo conozca.

¿Qué es el rosario de sanación?

El rosario es una oración que regalamos a María Inmaculada


como si fuera un ramo de rosas. Como las rosas que son
bellas y exhalan una fragancia exquisita, así queremos que
llegue a María, Madre Nuestra, esta oración.

La finalidad es que revivamos, meditemos y oremos los


misterios de la vida de Jesús en unión con la Virgen María.
Lo esencial es la meditación. En las apariciones de la Virgen
de Medjugorje, cuando las personas rezan el Rosario, la
Virgen ora el Padre Nuestro con los videntes y luego
también el Gloria, permaneciendo sonriente cuando se
rezan los Ave María.

Nuestra Madre nos dice que el santo Rosario es el remedio


en toda situación y que no hay problema personal, familiar,
comunitario, y hasta internacional que no se pueda resolver
(es importante rezarlo lento).
Hay sanación interior cuando el Señor toca el mundo
interior (los repliegues, las heridas, los recuerdos, etc.)
que no ha recibido amor y por lo tanto nos llena de
amargura, encierro, enojo o hiperactividad.

Nosotros vamos a ofrecer este Santo Rosario para que la


Virgen pida por nuestra sanación interior, porque cuando
nosotros estamos sanos podemos amar a Dios, a nosotros
mismos y a los demás.

Señal de la Cruz.

Oración de sellamiento

Oración exorcista a la Preciosa Sangre de Cristo

Señor Jesús, en Tu Nombre, y con el poder de Tu Sangre


Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a
través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad
destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la
naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo en el
cual nos moveremos hoy.
Con el poder de la Sangre de Jesús rompemos toda
interferencia y acción del maligno. Te pedimos Jesús que
envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la
Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel,
San Rafael y toda su corte de Santos Angeles. Con el Poder
de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que
la habitan (nombrar a cada una de ellas), las personas que
el Señor enviará a ella, así como los alimentos, y los bienes
que El generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra,
puertas, ventanas, objetos, paredes y pisos, el aire que
respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en
donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o
instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada
una de ellas).
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro
trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra
familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y
cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos, las mentes y los
corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra
Patria a fin de que Tu paz y Tu Corazón al fin reinen en
ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya que
gracias a Ellas hemos sido salvados y somos preservados de
todo lo malo. Amén.

Acto de contrición

Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de


haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por
el cielo que perdí; pero mucho mas me pesa porque pecando
ofendí un Dios tan bueno y tan grande como vos; antes
querría haber muerto que haberlo ofendido, y propongo
firmemente ayudado por tu divina gracia, no pecar mas y
evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén.

Coraza de San Patricio

Me levanto hoy por medio de la poderosa fuerza, la


invocación de la Santísima Trinidad, por medio de la Fe en
sus Tres Personas, por medio de la confesión de la Unidad
del Creador del universo.
Me levanto hoy, por medio de la fuerza del nacimiento de
Cristo y su bautismo, por medio de la fuerza de su
crucifixión y de su sepulcro, por medio de la fuerza de su
resurrección y su asunción, por medio de la fuerza de su
descenso para juzgar el mal.

Me levanto hoy por medio de la fuerza del amor de


Querubines, en obediencia de los Ángeles, en servicio de
Arcángeles, en la esperanza que la resurrección encuentra
recompensa, en las oraciones de los Patriarcas, en las
palabras de los Profetas, en las prédicas de los Apóstoles,
en la inocencia de las Santas Vírgenes, en las obras de
todos los hombres de bien.

Me levanto hoy por medio del poder del cielo: Luz del sol,
Esplendor del fuego, Rapidez del rayo, Ligereza del viento,
Profundidad de los mares, Estabilidad de la tierra, Firmeza
de la roca.

Me levanto hoy por medio de la fuerza de Dios que me


conduce: Poder de Dios que me sostiene, Sabiduría de Dios
que me guía, Mirada de Dios que me vigila, Oído de Dios que
me escucha, Palabra de Dios que habla por mí, Mano de
Dios que me guarda, Sendero de Dios tendido frente a mí,
Escudo de Dios que me protege, Legiones de Dios para
salvarme de trampas del demonio, de tentaciones de vicios,
de cualquiera que me desee mal, lejanos y cercanos, solos o
en multitud.

Yo invoco éste día todos estos poderes entre mí y el


maligno, contra despiadados poderes que se opongan a mi
cuerpo y alma, contra conjuros de falsos profetas, contra
las leyes negras de los paganos, contra las falsas leyes de
los herejes, contra las obras y astucia de la idolatría,
contra los encantamientos de brujas, forjas y hechiceros,
contra cualquier conocimiento corruptor del cuerpo y del
alma.
Cristo, sé mi escudo hoy, contra venenos, contra
quemaduras, contra sofocación, contra heridas, de tal
forma que pueda yo recibir recompensa en abundancia.

Cristo conmigo, Cristo delante mí, Cristo detrás de mí,


Cristo dentro de mí, Cristo debajo mí, Cristo sobre mí,
Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo cuando
me acuesto, Cristo cuando me siento, Cristo cuando me
levanto, Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo
en la altura, Cristo en el corazón de todo hombre que
piensa en mí, Cristo en la boca de todo hombre que hable
de mí, Cristo en los ojos de todos los que me ven, Cristo en
los oídos de todos los que me escuchan.

Me levanto hoy por medio de la poderosa fuerza, la


invocación de la Santísima Trinidad, por medio de la Fe en
sus Tres Personas, por medio de la confesión de la Unidad
del Creador del universo. Amén

Oración al espíritu santo

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre


amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que
penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce
huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y
reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, enriquécenos.
Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el
poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la
tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva
al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
Primer Misterio Luminoso:

El bautismo de Jesús
en el Jordán. Leer la
siguiente cita bíblica:
Mt 3, 13-17 (despacio
e imaginando lo que
lees).

En aquel tiempo, fue


Jesús de Galilea al
Jordán y se presentó
a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba
disuadirlo diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me
bautices, ¿y tú acudes a mí?» Jesús le contestó: «Déjalo
ahora. Está bien que cumplamos así lo que Dios quiere.»
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús,
salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios
bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una
voz del cielo que decía: «Este es mi hijo, el amado, mi
predilecto.» Palabra del Señor

Este primer misterio lo vamos a rezar para que Dios sane


nuestros vínculos familiares.

Jesús fue bautizado por su primo Juan el Bautista, hijo de


Isabel, la prima que María visitó después de la Anunciación.
Vamos a pedir a María como Madre de la Vida Nueva, que
nos dé la gracia de aceptar a nuestra familia….en su
condición social, intelectual, etc.

Aceptar al varón y la mujer que son nuestros padres.

Virgen María, tú conoces a mi mamá y a mi papá. Tú


conoces, Jesús a mis abuelos, etc., dame el aceptarlos.

Dame el aceptar mi condición de hijo único ( o de ser el


menor, el mayor o el del medio).
Dame el aceptar a mis hermanos y primos y de amarlos
como Jesús amó a su primo y a sus padres terrenales.

Sana todo lo que me encierra y me impide relacionarme


sanamente con ellos. Sana todo lo que haya de competencia,
rivalidad, etc. Dame un corazón fraterno.

(Expresa a Nuestro Señor toda dificultad en tus vínculos


familiares….)

Rezar a continuación

1 Padre Nuestro,

10 Ave María y Gloria

Siguiendo las cuentas de tu rosario. Por la meditación del


misterio del Bautismo de Jesús sea liberado y sanado en mi
capacidad de vincularme en mi familia.

Segundo Misterio
Luminoso:

La autorrevelación
de Jesús en las
Bodas de Caná. Lee:
Jn 2,1-10
(Despacio e
imaginando lo que
lees)

1 Al tercer día se
celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre
de Jesús;
y también Jesús fue invitado, con sus discípulos, a la
boda.
Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo<***>: No
tienen vino.
Y Jesús le dijo<***>: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en
esto? Todavía no ha llegado mi hora.
Su madre dijo<***> a los que servían: Haced todo lo que El
os diga.
Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas
en el rito de la purificación de los judíos; en cada una
cabían dos o tres cántaros . Jesús les dijo<***>: Llenad de
agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les
dijo<***>: Sacad ahora un poco y llevadlo al mayordomo. Y
se lo llevaron.
Cuando el mayordomo probó el agua convertida en vino, y
como no sabía de dónde era (pero los que servían, que
habían sacado el agua, lo sabían), el mayordomo llamó<***>
al novio,
y le dijo<***>: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y
cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero
tú has guardado hasta ahora el vino bueno.
Pedimos ahora la sanación de nuestra capacidad hacer
amistades, de alegrarnos, de celebrar la vida. Jesús como
amigo y familiar del novio de las bodas de Caná celebró
este paso en la vida de él.
Virgen de la Vida Nueva, yo te pido que visites con Jesús
mi gestación y los primeros años de mi vida donde puedo
haber sido afectado en mis actitudes.

Si mis padres no me desearon y/o pensaron abortarme y


eso me llenó de negatividad, sea sanado ese trauma.

Si mamá tuvo enfermedades, recibió golpes o angustias o


problemas y eso se grabó en mi inconsciente, en este
momento que me visitas, Virgen Madre, que el Espíritu
Santo sane esos nueve meses de embarazo.

Lo que allí recibí de bueno, sea multiplicado y lo que allí


recibí de trauma, sea sanado. Dame la paz y la alegría
sincera ante los otros y sus realidades.

(Expresa a Nuestro Señor toda dificultad para el trato con


los demás….)

Rezar 1 Padre Nuestro,


10 Ave María y Gloria
siguiendo las cuentas de tu rosario.

Por la meditación del misterio de la autorrevelación de


Jesús en Caná de Galilea sea liberado y sanado en mi
capacidad de hacer amistades y celebrar la vida. Amen

Tercer misterio Luminoso:

El anuncio del reino de


Dios invitando a la
conversión. Lectura: Mc
1,14-15

Después de que Juan


fue entregado, Jesús
se marchó a Galilea a
proclamar el Evangelio
de Dios; decía: «Se ha
cumplido el tiempo y
está cerca el reino de
Dios. Convertíos y creed en el Evangelio»

A Jesús, por medio de tu Madre, queremos pedirte la


gracia de convertirnos a Jesús y aunque nos cueste
sacrificio, hacerlo con amor. También queremos pedirte
que sean vencidas las tentaciones que tenemos.

Virgen Santísima, tú estás viendo las tentaciones


fundamentales que hay en mi vida. Tentaciones que me
llevan a escoger el camino fácil o cómodo, que me lleva al
pecado. Que sea yo protegido bajo tu manto de toda acción
del mal.

Danos, Madre la gracia de renunciar a todo pecado del más


grande al más chico.

Dame la gracia de no justificarme, de no minimizar mis


faltas.

Dame el poder de ir viviendo el mandamiento del amor a


cada minuto de mi vida.
(Expresa a Nuestro Señor toda dificultad o traba en tu
camino de conversión…)

Rezar 1 Padre Nuestro,

10 Ave María y Gloria.

Por la meditación de este misterio, concédenos Virgen


María la gracia de la conversión radical de nuestra vida.
Amen

Cuarto Misterio Luminoso:

La transfiguración de
Jesús. Lectura: Mt 17, 1-
9 (lee contemplando lo
que lees).

Seis días después, Jesús


tomó consigo a Pedro, a
Santiago y a su hermano
Juan, y los llevó aparte a
un monte alto. A la vista
de ellos su aspecto cambió completamente: su cara brillaba
como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz. En
seguida vieron a Moisés y Elías hablando con Jesús. Pedro
tomó la palabra y dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bueno es que
estemos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una
para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Estaba Pedro
todavía hablando cuando una nube luminosa los cubrió con
su sombra y una voz que salía de la nube dijo: "Este es mi
Hijo, el Amado; éste es mi Elegido, ¡escúchenlo!". Al oír la
voz, los discípulos se echaron al suelo, llenos de miedo. Pero
Jesús se acercó, los tocó y les dijo: "Levántense, no tengan
miedo". Ellos levantaron los ojos, pero ya no vieron a nadie
más que a Jesús. Mientras bajaban del monte, Jesús les
ordenó: "No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo
del Hombre haya resucitado de entre los muertos".
Este misterio, que oramos y meditamos con María, lo
ofrecemos para que todos los aspectos que no nos
muestren en nuestra identidad más profunda, sean
sanados.

Toma nuestra naturaleza y devuélvele su condición divina.


Te entregamos por amor nuestra forma de pensar y sentir,
para que la transfigures.

Te entregamos la memoria, la imaginación, los afectos y


sensaciones, nuestros sentidos y cuerpo, nuestra
sexualidad, nuestro consciente e inconsciente, la salud y
enfermedad, el carácter, nuestras modalidades, para que
nos transfigures como Jesús en el Monte Tabor.

Te presentamos vicios, desórdenes, adicciones… para que


nos transfigures. Expresa todo aspecto que necesite ser
sanado en ti.

Rezar 1 Padre Nuestro,

10 Ave María y Gloria.

Queremos adorarte Jesús, Rey de Reyes y Señor de


Señores, junto con los ángeles. Te adoramos glorioso en el
cielo, como lo estuviste frente a Pedro, Santiago y Juan
sabiendo que nos harás semejante a Ti.

Quinto Misterio Luminoso:

La institución de la
Eucaristía. Lectura: Mc
14, 22-2 (lee despacio
contemplando lo que
lees).

Y mientras comían, tomó


pan, y habiéndolo
bendecido lo partió, se lo
dio a ellos, y dijo: Tomad,
esto es mi cuerpo.
Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a
ellos, y todos bebieron de ella.
Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es
derramada por muchos. Para el perdón de pecados.
Queremos en este misterio renovar nuestro amor a la
Eucaristía y ser sanados de toda enfermedad.

Jesús resucitado, adoro Tu presencia en la Hostia


Consagrada, aquí estás por amor a Mí, con un poder infinito
para sanarme. Estoy en compañía de la Madre de la Vida
Nueva recibiendo Tu salvación y tu sanación.

Lo más grande que hiciste, Jesús, fue morir y resucitar por


nosotros y quisiste, dejar ese misterio de Muerte y
Resurrección en un banquete.

Creemos firmemente, Jesús que Tú estás vivo y resucitado


en este Misterio de Pascua.

Por eso hoy, Señor, te adoramos, te alabamos, te


bendecimos. Te amamos Señor.

Te entregamos desde la Comunión nuestra debilidad, a Ti


que eres nuestra Fuerza, nuestro pecado, a Ti que eres
Salvador, nuestras enfermedades, a Ti que eres la Vida,
nuestras tentaciones, a Ti, que venciste al demonio.
Ponemos el vaso de barro ante Ti, que eres el Alfarero.

Dile a Nuestra Madre de qué necesitas ser sanado.

Rezar 1 Padre Nuestro,

10 Ave María y Gloria.

María, Madre de Gracia, que seamos hijos eucarísticos,


muriendo al pecado y la vida vieja y resucitando a la Vida
Nueva y Eterna. Amen

Oración de Sanación interior

Padre de bondad: te bendigo y te alabo y te doy gracias;


porque por tu amor nos diste a tu hijo Jesús.
Gracias, Padre, porque a la luz del Espíritu comprendemos
que Él es la luz, la verdad y el Buen Pastor

que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en


abundancia. Hoy, Padre, me quiero presentar delante de ti,
como tu hijo. Tú me conoces por mi nombre; pon tus ojos de
Padre amoroso en mi vida.

Tu conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia.

Tu conoces todo lo que he querido hacer y no he hecho.

Conoces también lo que hice o me hicieron lastimándome.

Tu conoces mis limitaciones, mis errores y mis pecados.

Conoces los traumas y complejos de mi vida. Hoy, Padre, te


pido que por el amor que le tienes a tu hijo Jesucristo,

derrames tu santo Espíritu sobre mí, para que el calor de


tu amor sanador penetre en lo más íntimo de mi corazón.

Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las


heridas sáname aquí y ahora de mi alma mi mente, mi
memoria y todo mi interior. Entra en mí, Señor Jesús, como
entraste en aquella casa donde estaban tus discípulos
llenos de miedo. Tú que apareciste en medio de ellos y les
dijiste: “paz a vosotros”, entra en mi corazón y dame tu
paz. ¡Lléname de tu amor! Sabemos que el amor hecha fuera
el temor. Pasa por mi vida y sana mi corazón. Sabemos,
Señor Jesús, que tu lo haces siempre que te lo pedimos y
te lo estoy pidiendo con María, mi madre, la que estaba en
las bodas de Caná cuando no había vino y tu respondiste a
su deseo transformando el agua en vino. Cambia mi corazón
y dame un corazón generoso, un corazón afable, un corazón
bondadoso, dame un corazón nuevo. Has brotar en mí los
frutos de tu presencia. Dame el fruto de tu Espíritu que es
amor, paz, alegría. haz que venga sobre mi el Espíritu de las
bienaventuranzas, para que pueda saborear y buscar a Dios
cada día, viviendo sin complejos ni traumas junto a los
demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos. Te doy
gracias, Padre, por lo que estás haciendo hoy en mi vida.

Te doy gracias de todo corazón porque tú me sanas, porque


tú me liberas, porque tu rompes las cadenas y me das la
libertad. Gracias, Señor Jesús, porque soy templo de tu
Espíritu y ese templo no se puede destruir porque es la
casa de Dios. Te doy gracias Espíritu Santo por la fe.

Gracias por el amor que has puesto en mi corazón, ¡Qué


grande eres Señor Dios Trino y Uno! Bendito y alabado
seas, Señor. Amen

La salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura


y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los
desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora
Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos
misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a
Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh
piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Despedida

Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mi no apartes.


Ven conmigo a todas partes y nunca solo me dejes.
Ya que me proteges tanto como verdadera Madre,
Haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Amen

Oración de Limpieza

Señor Jesús: en tu Nombre y con el poder de tu Sangre


preciosa, yo limpio y purifico toda interferencia y toda
acción del maligno, toda contaminación de la fuerza de la
oscuridad del mal, toda presencia directa o indirecta de
satanás que haya quedado contaminando mi vida espiritual,
familiar, física, laboral, material, social, en fin terrenal; y
la envío a los pies de tu Cruz atada y encadenada,
amordazada, enceguecida y ensordecida con la cadena del
Santo Rosario, y que por favor desde el Sagrario mas
cercano, venga rayos eucarísticos con unción y la gracia del
Espíritu Santo, a llenar los vacíos que hayan quedado en
cada una de las área de mi vida, para la gloria tuya y
salvación eterna. Amén

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