Manual de Expresiones Literarias
Manual de Expresiones Literarias
Manual de Expresiones Literarias
LITERARIAS
FUNDAMENTACIÓN ………………………………………………………………… 1
COMPETENCIAS A DESARROLLAR …………………………………………….. 2
UNIDAD DE APRENDIZAJE 1 …………………………………………………….. 3
MARCOS HISTÓRICOS Y LITERARIOS EN LOS QUE SE DESARROLLAN
LOS MOVIMIENTOS ESTÉTICOS: Renacimiento, Barroco, Neoclasicismo,
Romanticismo, Realismo y Naturalismo ………………………………………….. 4
CARACTERÍSTICAS ESTÉTICAS DE LOS MOVIMIENTOS LITERARIOS:
Renacimiento, Barroco, Neoclasicismo, Romanticismo, Realismo y
Naturalismo ………………………………………………………………………….. 23
PRINCIPALES AUTORES Y SUS OBRAS DE CADA UNO DE LOS
MOVIMIENTOS LITERARIOS: Renacimiento, Barroco, Neoclasicismo
Romanticismo, Realismo y Naturalismo ………………………………………….. 39
UNIDAD DE APRENDIZAJE 2 ……………………………………………………. 52
MARCOS HISTÓRICOS Y LITERARIOS EN LOS QUE SE DESARROLLAN
LOS MOVIMIENTOS ESTÉTICOS: - Parnasianismo, - Simbolismo,
- Las vanguardias literarias, - Modernismo, - La generación del 98,
- La generación del 27 ……………………………………………………………… 53
UNIDAD DE APRENDIZAJE 3 …………………………………………………….. 84
MARCO DE LA HISTORIA EN EL QUE SE DESARROLLA LA LITERATURA
DEL SIGLO XX: - La nueva narrativa europea del siglo XX, - Expresiones
Narrativas de James Joyce, Marcel Proust y Franz Kafka, - La generación
perdida y la propuesta narrativa de Norteamérica, - La propuesta narrativa
de la ciencia ficción y literatura del género negro, - Las propuestas del
nuevo teatro ………………………………………………………………………… 85
REFERENCIAS LINKOGRÁFICAS ……………………………………………… 114
FUNDAMENTACIÓN
En el marco del Modelo Educativo Institucional (MEI) y del Modelo Educativo Para
la Educación Obligatoria (MEPEO) 2018, una asignatura que alude a la expresión
literaria del pensamiento mundial es indispensable para generar en los alumnos las
competencias, que involucren la capacidad de reconocer, analizar y valorar un texto
literario, con la finalidad de motivar al goce estético de las obras, así como de
contextualizar el conocimiento del ser humano y del mundo. Los estudiantes del
Centro de Educación Media viven en un momento caracterizado por el predominio
de una cultura hegemonizada por el empleo de las imágenes, las autopistas de
información y los medios de comunicación que recurren a tecnologías sofisticadas.
Los géneros discursivos contemporáneos que les resultan atractivos a los jóvenes
son las redes sociales, el mini texto noticioso y el comentario breve. Frente a esta
idea de postmodernidad al docente de literatura se le presenta el reto de renovar
sus prácticas pedagógicas. El propósito general del curso de Expresiones Literarias
es que los estudiantes comprendan la evolución de las obras literarias a partir de su
contexto, estética, corrientes y tendencias que marcaron cada época, con el fin de
fomentar una reflexión personal y colaborativa, creando un debate objetivo sobre lo
específicamente literario, que provoque un aprendizaje significativo en su contexto
social y emocional. Cabe mencionar que este curso, el cual consta de 80 horas
presenciales, obtiene su pertinencia a partir de los desempeños, competencias y
conocimientos adquiridos en los cursos precedentes de Lengua y Comunicación,
Taller de Lectura y Redacción, así como Modelos Literarios, y está caracterizado
por el segundo nivel de complejidad, ya que los estudiantes mostrarán desempeños
de calidad, a través de acercamientos a los diferentes contextos culturales en que
Código: DO-AE-FO-07 Actualización: 00 Emisión: 12/04/18 Elaborado por: Comité
de Diseño y/o Rediseño. Revisado por: Comité de Diseño y/o Rediseño. Aprobado
por: Comisión Ejecutiva del C. Académico. fueron creadas las obras de la Literatura
Mundial seleccionadas.
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COMPETENCIAS A DESARROLLAR
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UNIDAD DE APRENDIZAJE 1
EXPRESIONES DEL PENSAMIENTO CLÁSICO MODERNO
OCCIDENTAL
Propósito: El estudiante interpreta y aprecia las obras literarias del
pensamiento clásico moderno occidental, a través del conocimiento de
su estética y evolución, generando reflexiones significativas sobre sí
mismo, los otros y el mundo que le rodea.
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1.1 MARCOS HISTÓRICOS Y LITERARIOS EN LOS QUE SE DESARROLLAN
LOS MOVIMIENTOS ESTÉTICOS: RENACIMIENTO, BARROCO,
NEOCLASICISMO, ROMANTICISMO, REALISMO Y NATURALISMO.
RENACIMIENTO
Renacimiento es una palabra que generalmente se entiende, pero poca gente
podría definirla con exactitud. Por lo general se admite que este período se inicia
en Italia antes que, en ningún otro sitio, en el s. XV o en algún momento del s. XIV
quizá tan pronto como con Giotto, (muerto en 1337), y que concluye en el siglo XVI,
entre las muertes de Rafael (1520) y la de Tintoretto (1594). La palabra,
obviamente, significa “nuevo nacimiento”, y no hay duda de que los italianos de
esos siglos consideraron su época como la más preeminente desde la caída del
Imperio Romano, y en esta opinión ha abundado la posteridad. Esta idea de un
nuevo nacimiento de las artes y las letras, tras mil años de letargo, es genuinamente
italiana.
Son tres grandes ejes sobre los que se fundamenta y desarrollará el Renacimiento,
que son: un extraordinario florecimiento cultural; un esfuerzo consciente por
recuperar los valores formales y espirituales de la Antigüedad clásica, aspirando a
una síntesis que re-crease la civilización grecorromana y la civilización cristiana; y
la renovación del pensamiento teológico y filosófico a través del redescubrimiento
de la filosofía de Platón (idealismo platónico) y del Humanismo. Esta nueva "Edad
de Oro" reivindica sus orígenes en otras dos edades ya pasadas (pero que ahora
vuelven): el siglo de oro de la Atenas de Pericles y el siglo de Augusto (s. I) en
el inicio del Imperio Romano.
CONDICIONANTES HISTÓRICOS.
Hay un acontecimiento histórico que marca esta época: la caída de
Constantinopla, la antigua capital bizantina, en manos de los turcos (1453). Este
hecho provoca, a su vez, que se produzca el cierre de las grandes rutas comerciales
que comunicaban a Europa con Oriente a través de Asia, y la llegada a occidente
de pensadores y científicos huidos de Constantinopla. Cerrado el Mediterráneo
oriental por los turcos, los comerciantes y marinos occidentales buscarán una
alternativa marítima; primero intentarán bordear el continente africano para llegar a
las Indias, después Colón, como es sabido, descubrirá en 1492 el continente
americano. Este hecho impulsará definitivamente el empuje económico de
Europa occidental a lo largo de los siglos siguientes. La ampliación del mundo
conocido es el acta de nacimiento de mundo moderno.
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Ya durante la Baja Edad Media es apreciable el proceso de fortalecimiento del
poder real en detrimento de la nobleza; así como el auge político de la burguesía
ciudadana representada en las Cortes.
El poder del príncipe y el fortalecimiento del Estado no perderán su condición
privilegiada. Pero para entonces el Renacimiento ya estaba en marcha en algunas
ciudades italianas. contribuyen al desarrollo de la sociedad civil, aunque la Iglesia y
la religión católica. En Italia las cosas habían sido distintas durante gran parte de la
Edad Media. Ya hemos visto la poca huella que los estilos medievales cristianos
(románico, gótico) habían dejado en su sensibilidad, y cómo se había mantenido un
repertorio de formas cuya raíz evidente era el clasicismo. El Trecento italiano,
con Giotto a la cabeza, supone ya un claro precedente de la renovación artística
que culmina en el Renacimiento. Los caminos que este pintor abre para la pintura
en particular y para el arte, en general, son de una gran trascendencia.
Además, las Repúblicas y Estados italianos ya en el siglo XV, preceden a
Europa en la economía organizada. Sus relaciones mercantiles entre Europa y
oriente, y su banca cada vez mejor estructurada, la hacen alcanzar una modernidad
económica y una estructura social mucho más avanzada y dinámica. La prosperidad
económica y la existencia de una poderosa burguesía repercutirá de forma
significativa en esta expansión artística. Es Italia la que mejor ofrecerá una
alternativa al agotado vocabulario de formas que Europa necesitaba para superar
el vacío del último gótico (flamígero). Europa acogerá, en mayor o menor medida,
el nuevo estilo. Pero nadie discutirá la primacía de Italia en el desarrollo de las Artes.
Y es que el Renacimiento es, ante todo, un movimiento italiano.
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El retorno a la medida humana
Al humanismo emotivo del s. XIII (franciscano) viene a sustituirle
un humanismo racional. En las universidades se leen los clásicos en griego o en
latín, se discuten postulados teológicos y se duda de los dogmas.
La imprenta permite la divulgación de la cultura escrita y la brújula permite la
ampliación de horizontes y la conquista del mundo.
Por primera vez desde la Antigüedad, el hombre se siente centro del Universo
(Antropocentrismo) y reclamará un lenguaje a su medida. En el gótico las
dimensiones del edificio poseen al hombre, lo elevan o lo distienden, pero en el
Renacimiento será el hombre quien domine el edificio, gracias a sus proporciones
creadas por artistas que razonan según métodos y procesos humanos. El equilibrio
entre las dimensiones de la planta y la altura responden a una exigencia humana,
según la cual no deben preponderar las dimensiones verticales sobre las
horizontales. Frente al teocentrismo medieval, se abre paso el antropocentrismo
de raíces clásicas.
El hombre es tridimensional, pero se relaciona con las cosas preferentemente sobre
el plano horizontal. La contemplación del horizonte es afín a la biología humana,
pero la observación de una aguja gótica requiere de un mayor esfuerzo, que se
traduce en desazón. En el primer Renacimiento la arquitectura logra encontrar la
medida del hombre al establecer proporciones sencillas, ceñidas a una geometría
simple y comprensible. Es la misma medida humana que el hombre griego había
sabido encontrar para sus espacios exteriores, pero que ahora encontraremos en
los espacios interiores.
La figura clave para comprender el Renacimiento nos la da el humanista. Este
hombre culto, versado en la Antigüedad, que lee en latín y en griego, que discute
sobre Platón o sobre Aristóteles y que conoce las más avanzadas teorías sobre
Geografía y Cosmología es, además poeta y un gran dilettante. En el siglo XV era
posible reunir en una biblioteca la mayor parte de los libros editados por la imprenta,
que es tanto como decir toda la cultura escrita de su tiempo.
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En las cortes renacentistas, deseosas de abrirse a un mundo nuevo, estos
hombres son reclamados con veneración. Y en manos de ellos está el progreso del
pensamiento y de la cultura y, en cierto modo, del arte. Por vez primera la obra de
arte es analizada desde el punto de vista del espectador. Era lógico. Los pensadores
renacentistas empezaron discutiendo sobre la Idea de la Belleza y acabaron
discutiendo sobre la Belleza misma, sobre la cosa bella. Nace así la crítica de arte.
Sin embargo, el humanismo siente un gran respeto por el artista, y con frecuencia
son amigos, cuando no el mismo artista es un humanista La influencia recíproca es
altamente beneficiosa y uno de los rasgos que mejor definen el Renacimiento. El
artista consulta al humanista sobre mitos o sobre el ideario clásico y el humanista
comprueba visualmente en la obra del artista la validez de sus tesis.
Por otra parte, el trabajo del artista ya no es meramente artesanal, como lo había
sido durante la Edad Media. Su trabajo es, sobre todo, reflexión, estudio y
experimentación en cualquiera de los campos de la expresión artística.
Son intelectuales y hombres libres. El arte dejará, desde ese momento, de ser
algo anónimo y el genio creador, individual, pasará a situarse en el primer plano
de las manifestaciones artísticas.
Pero el Humanismo es también una nueva forma de concebir el mundo y la
religión, que trastoca los fundamentos teocráticos de la sociedad bajomedieval
y conducirá a la reforma y ruptura de la Iglesia Católica.
La renovación intelectual que el movimiento humanista emprende de la mano de
hombres como Erasmo de Roterdam, supone una reacción contra el espíritu
teológico y autoritario medieval, el descubrimiento del hombre en su dimensión
clásica. Este antropocentrismo crítico y de carácter laico, produce la manifestación
de un individualismo libre, crítico y, a menudo, paganizante, que impulsará los
estudios filosóficos y el redescubrimiento de la filosofía de Platón. Las
viejas virtudes clásicas se convierten, de nuevo, en los valores de referencia
para el individuo culto y crítico. El estudio de la literatura, la gramática, los
monumentos y los objetos de la Antigüedad se desarrollan de forma extraordinaria
y, con ellos, la figura del mecenas y el coleccionismo de obras antiguas.
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No se tratará, en cualquier caso, de una simple vuelta a la Antigüedad (cosa harto
difícil, por otra parte), sino del redescubrimiento de sus valores fundamentales como
guía y modelo para el hombre cristiano de la Edad Moderna.
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Nuestro país será un magnífico escenario para el desarrollo de unas formas que,
durante bastante tiempo, convivirán con el último gótico peninsular, el llamado
“Gótico Isabelino”.
Alcanzada la plenitud clasicista que inauguró el Renacimiento, se inicia una época
caracterizada por la diversidad, ya que se pierde el carácter unitario del primer
Renacimiento. Los artistas pugnarán por mostrar su maestría individual, su genio
singular. Querrán diferenciarse mostrándonos su propia “maniera” de hacer las
cosas; de ahí que a esta época se la conozca como “El Manierismo”; expresión
que hemos de utilizar sin ningún tipo de connotación negativa, como fue habitual
hasta hace algún tiempo. Cronologicamente esta etapa se prolonga durante lo que
queda del s. XVI. De entre todos los maestros que trabajaron en diferentes focos
de la geografía italiana, sobresale la figura de un gigante, Miguel Ángel
Buonaroti, arquitecto, escultor, pintor y poeta genial, que dejará su impronta
personal en todo el siglo, y cuya influencia seguirá irradiando muchos siglos más.
Frente a este desarrollo manierista del arte, la Iglesia Católica, muy poderosa en
Italia como podemos suponer, reacciona ante estas formas estableciendo normas
artísticas a partir del Concilio de Trento (1545-1563). Con ello se ponen al servicio
de la Iglesia Católica las conquistas estéticas del Renacimiento. Pero será este
esfuerzo por codificar las normas artísticas para adaptarlas a las nuevas
necesidades propagandísticas de la Iglesia Católica, el que impulse un nuevo
cambio en el Arte. La nueva sensibilidad religiosa que el Papado quiere fomentar
casa mal con el antropocentrismo renacentista; a finales del s. XVI y principios del
s. XVII asistiremos, por tanto, al inicio de un nuevo período en la Historia del Arte,
el Barroco. Pero eso ya es otra historia.
BARROCO
El Barroco es una época contrapuesta al Renacimiento que destaca por un
sentimiento de pesimismo, poca confianza y hasta engaño, pero también por su
búsqueda de lo ideal. Se manifiesta en muchos campos de la cultura, como
la escultura, la arquitectura, el arte y la literatura.
El Barroco tuvo su origen en Italia, pero se expandió por toda Europa fugazmente
e incluso América, décadas después. Se divide en tres etapas principales:
Barroco tardío, entre 1660 y 1725, última fase que dio paso al movimiento
sucesor: el Rococó.
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Sube la inflación, llega menos riqueza de América por agotamiento de las minas y
por el pirateo continuo de los barcos ingleses.
Sin embargo, las tensiones entre potencias producen la Guerra de los Treinta
Años (1618-1648), entre el Sacro Imperio Romano Germánico de
los Habsburgo (que englobaba los estados germánicos, a Austria y al Imperio
español) y Francia, Suecia y otros países. Lo que se disputa es el dominio de
los Países Bajos. La guerra perjudicó aún más a España y terminó en 1648, con la
firma de la Paz de Westfalia (1648), en la que se escenificó la pérdida de poder de
los Habsburgo y el auge de los Borbones franceses. Francia se
anexionó Alsacia y Lorena. Holanda se convierte en una potencia independiente,
con su puerto de Ámsterdam como gran eje comercial, en detrimento de Sevilla.
En 1660, Luis XIV de Francia se casa con María Teresa de Austria, hija de Felipe
IV de España, lo que trae cierta paz entre los dos países. Su nieto, Felipe de
Anjou, sucedería a Carlos II el Hechizado, rey de España, en 1700, con el nombre
de Felipe V. Su coronación dio comienzo a la Guerra de Sucesión Española, que
afectó a toda Europa, ya a comienzos del siglo XVIII.
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En nuestro país, la ciencia se estanca, limitada por la teología, mientras que
en Europa se inicia una gran revolución científica: el italiano Galileo demuestra
el funcionamiento del sistema solar, el alemán Kepler lo confirma
matemáticamente, el inglés Newton formula la ley de la gravedad...
El período de crisis por el que pasó España en el siglo XVII fue uno de los más
duros de nuestra historia, no sólo por la regresión económica, sino por el
enorme descenso demográfico, impactos ambos sufridos principalmente en las
zonas mediterránea y atlántica. La crisis, lamentablemente, pudo haberse evitado
de haber tomado las medidas correctas.
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Durante los reinados de Felipe III y Felipe IV, en el siglo XVII, se produjo la caída
del Imperio español, debido a una crisis económica causada por los gastos
en guerras, la pérdida de territorios conquistados y la disminución de la llegada
de plata y minerales de las Américas por las continuas revueltas de los nativos.
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Esta situación crítica no se solventó ni con el reinado de Felipe III ni con el de Felipe
IV (que gobernó hasta 1665). La sociedad seguía dividida en estamentos:
los privilegiados (los nobles y el clero) y los no privilegiados (campesinos,
trabajadores y burgueses); pero la burguesía era cada vez más influyente, lo que
derivó en el mayor desarrollo de los derechos de los desfavorecidos.
Durante la segunda mitad del siglo XVII, Francia aprovechó la debilidad española
y ejerció una presión expansionista sobre los territorios europeos regidos
por España. Como consecuencia, se perdió buena parte de posesiones y, a
principios del siglo XVIII, no se tenía prácticamente territorios exteriores
en Europa.
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El catolicismo tradicionalista lucha con el luteranismo y el protestantismo y se
producen sangrientas guerras de religión. Se sigue defendiendo el absolutismo
monárquico como forma de gobierno.
NEOCLASICISMO
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3. Por último, la llamada “doble revolución”, es decir, la revolución industrial que
estaba modificando los modos de producción y organización social, y la revolución
francesa, que proclamaba igualdad, libertad y fraternidad.
Hacia finales del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, en Europa dominaba
el arte barroco. En Francia, particularmente, dominaba el rococó en la corte.
Inspirados por los valores de la Ilustración, pronto surgieron detractores de tales
estilos, pues los consideraban excesivos, confusos y recargados, y los relacionaban
al fanatismo religioso y a la corrupción aristocrática respectivamente.
ROMANTICISMO
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La sociedad en el siglo XIX estaba en constante cambio y eso es lo que le dio al
romanticismo la fuerza necesaria para convertirse en una de los movimientos más
importantes que conocemos hasta hoy. Este era el contexto histórico donde
nació el romanticismo:
Revolución Francesa: Europa estaba en crisis con respecto al anterior régimen
debido a la revolución que había ocurrido en Francia. Además, Napoleón había
fracasado en sus proyectos y el pueblo estaba con un cambio constante de
monarcas que le otorgaban una estabilidad social muy preocupante.
La restauración: El exilio de Santa Elena, hizo que subiera al trono Luis XVIII que
intentó borrar desde un principio todas las ideas que había sembrado la revolución
francesa.
Manifestaciones obreras: En esta época se producen las primeras
manifestaciones obreras a cargo de los empleados para luchar por sus condiciones
de trabajo.
Industrialización: Comenzaron las primeras industrias y con ello, toda la sociedad
que vivía fuera de las ciudades, comenzó a movilizarse para encontrar su sitio en
las grandes urbes.
Burguesía: Como las ciudades crecieron tanto a causa de la industrialización, se
hizo más evidente la diferencia entre los ricos y los pobres, por lo tanto, se crearon
las primeras clases burguesas como clase social en ascenso.
Independencia: Comenzaron a haber luchas independentistas en ciertos territorios
que eran gobernados por potencias extranjeras como los países
hispanoamericanos, Italia y Grecia.
El Romanticismo se encontró por lo tanto con una época de constantes
cambios en los que la sociedad comenzó a cambiar su mentalidad y a replantearse
cómo habían vivido hasta ese entonces.
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Contexto social del Romanticismo
El Romanticismo llega en un momento en el que la historia estaba cambiando por
completo. No había nada estable y todas las bases sobre las que habían vivido
hasta ese momento estaban mutando.
En este ambiente chocaban tres ideas principales:
La primera era la ideología absolutista que estaba destinada al fracaso social,
pero que se resistía a desaparecer,
La segunda la Ilustración que apoyaba sus ideas en la Revolución Francesa
Y finalmente el Romanticismo que se encontraba en contra de las dos anteriores.
Es común hablar del Romanticismo solamente en su aspecto artístico, pero no
podemos olvidar que esta corriente que tuvo tanto peso fue consecuencia de
una sociedad desestructurada y perdida que buscaba respuestas y nuevas
formas de vivir.
En ese momento la subjetividad dominaba el ambiente, lo que había sido hasta
ahora ya no lo era más, incluso en cosas tan evidentes como las fronteras de los
países. Se hizo alguna reestructuración de los territorios de los países europeos
que llevaron a la sociedad al individualismo, a pensar en ellos mismos y en su
territorio. Dentro de este individualismo surge una idea paradójicamente opuesta: la
idea del espíritu del pueblo.
Esta idea de la unión del pueblo surge por dos causas principales: la primera es
la lucha de los trabajadores por unas mejores condiciones y la segunda es la lucha
contra la burguesía que se había instalado en las ciudades; hemos mencionado
como surgieron ambas anteriormente. Por lo tanto, la sociedad se encontraba en un
momento de unión y lucha en contra del enemigo común, pero siempre sin
perder el individualismo que hemos mencionado antes.
Además, como todas las bases hasta ahora existentes estaban siendo removidas,
los miembros de la sociedad dejaron de actuar como marionetas y comenzaron
a pararse a pensar en lo que creían y en lo que querían. Comenzaron incluso a
plantearse sus sentimientos como el motor de sus vidas. De allí viene la vertiente
más trágica del romanticismo.
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Dejaron de pensar en la muerte como un hecho puramente cristiano y comenzaron
a ponerle sentimientos y emociones a todas las cosas que les sucedían durante
la vida. Allí nació este subjetivismo tan característico del romanticismo en el que
se permitían discrepar los unos con los otros sin que hubiera una verdad absoluta.
La muerte se convierte por lo tanto en la peor tragedia de la vida.
REALISMO Y NATURALISMO
El Realismo es una corriente estética de las artes que se da en toda Europa en la
2ª mitad del siglo XIX y que tiende a la representación de lo real y lo concreto,
evitando cualquier tratamiento idealizador o subjetivo. Si el Romanticismo buscaba
la fuente de inspiración en el mundo interior (intimismo, subjetividad,
sentimentalismo, evasión...), el Realismo intenta reflejar la realidad externa de forma
objetiva y despersonalizada por medio de la observación y la documentación. Para
ello utiliza como género principal la novela.
Para el triunfo del Realismo tienen importancia fundamental las transformaciones
sociales que se van produciendo a lo largo del siglo XIX y que traen como
consecuencia el ascenso de la burguesía, que se confirma como clase dominante.
La novela realista está vinculada a un público burgués, cansado del sentimentalismo
y del idealismo romántico, demanda temas más cercanos a su entorno inmediato y
personajes con los que pueda identificarse. Los héroes apasionados e idealistas de
la literatura romántica son sustituidos por personajes comunes, de clase media que
viven conflictos propios de su época y con los que el lector se identifica.
El proletariado, clase social que surge con las revoluciones industriales, aparece
esporádicamente; será la novela naturalista la que dé protagonismo a personajes
de la clase obrera y refleje las situaciones de injusticia en las que vive.
Contexto histórico, social y cultural del Realismo.
La época realista en Europa se inicia con la revolución obrera de 1848. A partir de
ese momento, los movimientos revolucionarios van adquiriendo cada vez más
importancia.
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Por otra parte, la burguesía consolida su poder y deriva hacia posturas cada vez
más conservadoras, lo cual provoca la aparición de gobiernos de este mismo signo.
Durante esta época se producen también transformaciones sociales relevantes que
cambian la vida de las personas, pero que crean nuevos problemas: crecimiento de
la población, concentración en núcleos urbanos, desarrollo de la industria, el
comercio, progreso técnico (nuevos inventos: telégrafo, teléfono...) Desde el punto
de vista ideológico, frente al idealismo de la 1ª mitad del siglo, se desarrolla la
filosofía positivista, que defiende que el saber debe basarse en la experiencia y en
los hechos comprobables; con ello se produce un auge de las ciencias: el método
experimental de Claude Bernard aplicado a la medicina, el evolucionismo de las
especies de Darwin y las leyes de la herencia de Mendel.
La literatura realista y naturalista se hace eco de todas estas transformaciones. El
movimiento realista se extiende rápidamente por toda Europa. En Francia: Stendhal,
Balzac y Flaubert. En Rusia: Dostoievski y Tolstoi. En Inglaterra: Dickens. Máximo
representante del Naturalismo: Zola.
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Los artistas del naturalismo suspendían todo tipo de juicio moral respecto a la
realidad representada, como un científico cuando estudia a los animales, y trataron
de aproximarse a los sectores de la sociedad que habían sido dejados de lado por
el realismo. Por eso en sus obras predomina la oralidad, el lenguaje cotidiano y el
uso del narrador omnisciente.
La visión determinista del ser humano fue muy popular a finales del siglo XIX,
como una consecuencia de la aparición de la Teoría evolucionista y del darwinismo,
así como del positivismo de Auguste Comte (1798-1857). Estas doctrinas brindaban
explicaciones laicas y científicas tanto del origen del ser humano, como al
funcionamiento de sus sociedades y de la historia.
Así, el realismo echó mano a la filosofía y a las teorías en boga para afianzar su
visión del mundo, heredada de la Ilustración francesa y del racionalismo, en
contra del idealismo alemán del Romanticismo, cuya propuesta se centraba más en
las emociones y las subjetividades del individuo, y tenía una fuerte influencia
cristiana. El resultado de ello fue el surgimiento del naturalismo, entendido como
una evolución extrema del realismo.
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1.2 CARACTERÍSTICAS ESTÉTICAS DE LOS MOVIMIENTOS LITERARIOS:
RENACIMIENTO, BARROCO, NEOCLASICISMO, ROMANTICISMO, REALISMO
Y NATURALISMO.
RENACIMIENTO
2. Antropocentrismo y humanismo
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3. Revaloración de la Antigüedad Clásica
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Estudio y análisis de la luz diáfana, gracias a lo cual surgió el claroscuro.
Los creadores de las artes plásticas que trabajaron a partir del estudio concienzudo
de la naturaleza, animados por el espíritu de la época entendieron el arte como
forma de conocimiento. Gracias a esto se fue gestando la separación entre el arte
y la artesanía, lo que culminó en la reaparición de la firma del artista, que había
caído en desuso durante la Edad Media.
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10. Práctica del mecenazgo
A imitación de Cayo Mecenas, los sectores seculares del Renacimiento (ya no solo
los monarcas y la Iglesia) se dedicaron a promover todo tipo de artes para honra de
Dios, de la ciudad y de sí mismos, como decía el florentino Rucellai. Con el
mecenazgo renacentista nacía también el arte como inversión económica.
El crecimiento de las ciudades ya había iniciado desde la Baja Edad Media, cuando
el excedente de la producción agrícola, junto a otros factores, estimuló el comercio
y la formación de burgos, donde se establecieron mercados.
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En el Renacimiento, las ciudades alcanzaron mayor auge y se impusieron como
centros de referencia. De hecho, en la península itálica, la organización sociopolítica
se realizó a través de las polis, ciudades-estado que competían entre ellas, tales
como Florencia, Roma y Nápoles.
El Renacimiento fue, ante todo, una época de gran florecimiento cultural bajo
esquemas de mayor libertad compositiva, estética y, sobre todo, temática. A lo largo
de este período, hubo un gran desarrollo de diversas artes como la literatura, la
arquitectura, la escultura y la pintura. Esta última, de hecho, fue particularmente
importante gracias a la aparición de la técnica del óleo, que permitió independizar
la pintura de los soportes fijos (muros), favoreciendo el coleccionismo.
BARROCO
Fue una corriente que afectó todas las artes, por eso, encontramos pintura
barroca, música barroca, arquitectura barroca... Pero en esta lección queremos
centrarnos en las artes literarias y, por eso, aquí te dejamos un repaso a las
características más llamativas.
La literatura barroca se caracteriza por ser un estilo que, apuesta por juegos de
palabras, por crear emociones a los lectores, por ofrecer tramas con enredos y
lenguaje más complejo, etcétera. En general, es un tipo de estilo recargado y que
usa recursos literarios como metáfora, hipérbaton, perífrasis, etc., que pueden
complicar la comprensión del texto para todos los lectores.
Durante el Barroco se cultivaron géneros literarios como poesía, narrativa y teatro;
este último, el teatro barroco fue muy destacado por su escenografía impactante,
por sus puestas en escena sorprendentes y por sus tramas intensas y
profundas. Calderón de la Barca es el máximo exponente del Barroco en España
y, con su muerte, se llegó al final del Siglo de Oro español.
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Características de la literatura barroca
1. Nace como rechazo a la literatura del Renacimiento, por tanto, apuesta por una
ruptura de los principios estéticos precedentes.
2. Recursos literarios abundantes. Para darle una mayor complejidad a la escritura
y un toque más estético y culto, los autores barrocos apostan por el uso constante
de recursos literarios que hacían que la comprensión del texto fuera más compleja.
3. Exageración. Es una de las características de la literatura barroca más llamativas
y definitorias. Y, en el campo de la literatura, esto lo vemos con el abuso de los
recursos literarios y de la adjetivación. El objetivo era recargar el texto y, para ello,
usaban los recursos existentes en la literatura.
4. Visión pesimista de la vida y, por tanto, en los textos abunda la ironía y el
sarcasmo.
5. Apuestan por un tipo de arte sobrecargado y ornamentado. En el campo literario,
esto se pudo ver, sobre todo, en el campo del teatro donde se creaban obras muy
vestidas y espectaculares con respecto a la puesta en escena.
6. Búsqueda de las emociones en los espectadores. El artista barroco quiere que
el público que vea su arte lo experimente de forma interna. Por eso, busca crear
una respuesta emocional en él y no quedarse en el placer más superfluo. Por todo
ello, los temas que se tratan pueden hablar sobre los marginales de la sociedad,
mostrar la maldad humana, el horror de la vida, etc.
7. Influencia de la religión en la literatura barroca debido a la agitación espiritual que
realizó Lutero con su reforma protestante. Los temas religiosos volvieron a ser
uno de los más recurrentes entre los artistas de este momento.
8. Innovaciones literarias. Muchos autores barrocos acogieron las novedades que
sus vecinos europeos empezaban a seguir. Por ello, nos encontramos con
españolizaciones de términos extranjeros, o adaptaciones de formas como el
tercero, el soneto o la redondilla.
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Corrientes de la literatura barroca
Si hablamos de las características de la literatura barroca no debemos dejar de
mencionar las dos corrientes principales que encontramos en los autores en
España:
Culteranismo. También conocido como "gongorismo" en homenaje a Luis de
Góngora, esta corriente era la que defendía que era más importante la forma que
el contenido de la obra. Por ello, estos textos suelen presentar recursos literarios y
cultismos muy elevados que muestran poemas llamativos y bonitos, pero
complejos de comprender.
Conceptismo. Por otro lado, otra de las corrientes de la literatura del Barroco fue
la del conceptismo en la que el contenido y la forma se encuentran en el mismo
nivel de importancia. Quevedo fue el principal defensor de esta corriente y,
precisamente por ello, apareció la rivalidad entre Góngora y Quevedo que es tan
conocida en la historia de la literatura.
NEOCLASICISMO
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Valores
Entre los artistas existía una convicción por crear una estética que le confiriera un
nuevo sentido al paso de la tradición a la modernidad, bajo una escala de valores
que se consideraban racionales y, en esa medida, universales. Entre ellos estaban:
la libertad,
la idea de patria,
el heroísmo y
30
Equilibrio, proporción y simetría fueron entendidos como metáfora formal del
carácter moral, es decir, pretendían simbolizar, por medio de la forma, el código de
valores de la civilización moderna. Este canon se aplicó en las artes plásticas, la
música, la arquitectura y la literatura.
Culto a la razón
Los artistas y escritores neoclásicos veían a la Razón como una diosa garante del
orden civilizatorio. El racionalismo en la composición estética, es decir, la
representación organizada y metódica, así como los temas que resaltaban la
templanza, la virtud y el autodominio, eran una forma de ejercer y difundir el culto a
la razón.
Universalidad
Temas
Los temas del neoclasicismo se vinculan con el compromiso político de sus artistas,
aunque muchas veces fueron instrumentalizados por los gobiernos, lo que conllevó
a la estandarización de los contenidos y a la pérdida de su eficacia revolucionaria.
31
Seguían existiendo igualmente los géneros del retrato individual y colectivo. Junto
a esto, persistían algunos otros temas de menor interés en la escala de valores del
movimiento. Por ejemplo, la pintura religiosa de inspiración cristiana.
ROMANTICISMO
32
El Nacionalismo. El movimiento se caracterizó por la búsqueda de la
identidad, no solo individual, sino a su herencia y sentido de pertenencia. El
concepto de cultura popular estaba muy presente en la literatura y el arte
románticos.
La nostalgia por el pasado. El movimiento se contraponía al progreso
dramático de la Revolución Industrial que amenazaba con romper la unidad
entre el hombre y la naturaleza. Por eso, las obras románticas idealizaban
épocas anteriores y se situaban en escenarios del pasado, especialmente,
en la Edad Media.
El individualismo. El movimiento exaltaba la expresión del yo, en un sentido
de reconocimiento de la identidad individual. Consideraba al sujeto como
único y diferente que, a su vez, formaba parte de un colectivo en el que cada
individuo gozaba del mismo reconocimiento.
El genio incomprendido. El movimiento sostiene la imagen de un genio
romántico que se destaca por su
imaginación, creatividad y vida atormentada, a diferencia del genio del
renacimiento que se destacaba por su impecable manejo de la técnica dentro
del arte.
El carácter onírico. El movimiento expone situaciones
y emociones relativas a los sueños, las pesadillas y las fantasías. Expone
situaciones en las que la imaginación se libera del sentido de la razón,
incluso, a través de temas tabúes, oscuros y satánicos.
La literatura romántica
33
RELISMO Y NATURALISMO
Presentar de forma fiel la realidad: las obras literarias, pinturas y esculturas son
representaciones de lo que el autor ve.
En las obras literarias el lenguaje utilizado es muy variado: puede ser un
lenguaje común o sofisticado, esto depende del personaje.
Una obra realista no cuenta con ningún elemento de fantasía en su contenido:
es decir que es objetiva en sus descripciones.
La exposición hecha en estas obras busca ser verídica y plasmar la realidad tal
como el autor la observa.
Se describen con lujo de detalle todas las características de los personales,
lugares y situaciones que aparecen en la obra.
Son obras que al presentar la sociedad de la época tal y como es, sirven para
realizar una crítica de la misma.
Las obras realistas presentan a los personajes con oficios y trabajos propios de
la época: representando la forma de vida del lugar presentado en ese tiempo.
Estas obras tienen un carácter histórico ya que ubican en un plano social,
político y económico a los personajes que intervienen en éstas.
Su tema fundamental son los problemas que enfrentan las personas en su
existencia: la descripción del carácter, conductas y temperamentos de los
personajes, es una de las características del realismo.
34
* Verosimilitud. Los escritores analizan la realidad con el fin de representar de
forma creíble y objetiva el ambiente social, las relaciones personales y la psicología
de los personajes, todo ello descrito con minucioso detalle.
35
* Tiempo lineal. El tiempo de la novela transcurre linealmente y suele ser
presentado como un caudal que hay que saber aprovechar.
NATURALISMO
Determinismo
Esta filosofía explica que el comportamiento humano está prefijado por una serie
circunstancias sociales e, incluso, por la herencia biológica.
En las obras naturalistas, los protagonistas están marcados por el contexto social y
su propia naturaleza.
Ciencia experimental
36
Es decir, el autor se podría equiparar a un científico que utiliza el método para
obtener nuevos conocimientos a través de la observación y la experimentación.
Materialismo
El Naturalismo en la literatura
El naturalismo nace en Francia para, más tarde, expandirse por diferentes países
europeos e incluso fuera del continente. Asimismo, el naturalismo surge
paralelamente al realismo. Pero, ¿cuáles son sus peculiaridades?
Pretensión de imparcialidad
Para los naturalistas sus obras sirven para retratar las calamidades de los
individuos. Son una fotografía de asuntos como la corrupción, el alcoholismo o las
enfermedades. En definitiva, se trata de historias que carecen de esperanzas
individuales.
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Descripción detallada de ambientes
Si los autores reflejan el lado más cruel de la sociedad mediante individuos que
viven situaciones míseras, también dan importancia a la descripción de ambientes.
Estos son, en su mayoría, entornos sórdidos y deplorables. Para ello, los escritores
dieron gran importancia a la descripción detallada en sus obras.
La observación también tuvo una gran importancia para los realistas. Pero, los
autores naturalistas la llevan al límite y contemplan con hastío la realidad de su
tiempo. Lo hacen mostrando una sociedad descompuesta y, a veces, evidencian a
las instituciones tradicionales.
Para la burguesía, las obras naturalistas se vuelven una opción más evasiva, frente
a las creaciones realistas que denunciaban su propia clase social.
Carencia de lirismo
38
1.3 PRINCIPALES AUTORES Y SUS OBRAS DE CADA UNO DE LOS
MOVIMIENTOS LITERARIOS.
RENACIMIENTO
fue un poeta italiano. Su obra maestra, Divina Comedia, es una de las obras
fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista. Es
considerada la obra maestra de la literatura italiana y una de las cumbres de
la literatura universal. ... Fue un activo defensor de la unidad italiana. La Divina
Comedia relata el viaje de Dante por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, guiado
por el poeta romano Virgilio. ... Dante tiene oportunidad de ver el ascenso del alma
del poeta Estacio hacia el cielo después de haber sido purificado.
Como crítico literario, Boccaccio fue uno de los primeros y más astutos
lectores de Dante, y el autor de su primera importante biografía, estableciendo el
método de lectura de la Comedia (a la cual dio el epíteto de “divina”) empleado aún
hoy por los especialistas dantescos, que consiste en analizar el poema canto por ...
39
Es recordado sobre todo como autor del Decamerón, libro esencial para introducir
en la literatura europea el género de la novela corta o relato, y que utiliza el recurso
técnico de la narración enmarcada. Con él fundó una nutrida escuela de novellieri
que imitaron su obra.
Maquiavelo explica que el príncipe debe conducirse de cierta manera para ser
estimado y admirado por su pueblo, los nobles y el ejército. Para ello, aconseja el
acometimiento de grandes empresas, el manejo adecuado de la política interna y
realizar premiaciones o castigos que sirvan de ejemplo para sus súbditos.
40
8. Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592). Ensayos (1580)
BARROCO
41
3. Luis de Góngora y Argote (1561-1627). Fábula de Polifemo y Galatea (1627)
En Lope está todo: el mundo religioso con relatos del Antiguo y Nuevo Testamento,
vidas de santos y leyendas o tradiciones devotas; los temas pastoriles y
caballerescos.
42
Su producción dramática se distingue, especialmente, por una mayor profundidad
psicológica de los personajes.
NEOCLASICISMO
Corneille es, por excelencia, el autor de la tragedia clásica francesa; creó héroes
admirables tanto por su grandeza moral, como por su afán de gloria, y representó
pasiones extremadamente violentas gracias al vigor inigualable de su estilo.
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Las Fábulas constituyen deliciosas comedias y dramas en miniatura, con
personajes excelentemente caracterizados, escritas en un lenguaje de gran
naturalidad y fluidez expresiva; a través de ellas legó a la posteridad una visión
irónica y un tanto escéptica de la sociedad.
Molière fue despiadado con la pedantería en sus obras, también con la mentira y
con los aires de grandeza en el seno de la sociedad a través de sus satíricos
personajes, exaltando la juventud a la que quería liberar de lo que él consideraba
restricciones absurdas.
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5. Daniel Defoe (1660-1731). Robinson Crusoe (1719)
Fue un escritor satírico irlandés. Su obra más conocida, Los viajes de Gulliver, es
una crítica mordaz de la sociedad humana, en un estilo tan característico que ha
sido denominado "swiftiano".
Afirma que el hombre es libre por naturaleza y que esta libertad no otorga ventajas
o desventajas para que alguien ejerza autoridad sobre otro, que el derecho del más
fuerte es un absurdo, aunque se haya hecho de él un principio.
45
10. Félix María de Samaniego (1745-1801) Fábulas en verso (1781)
ROMANTICISMO
Su novela histórica nace además como expresión artística del nacionalismo propio
de los románticos y de su nostalgia ante los cambios brutales en las costumbres y
los valores que impone la transformación burguesa del mundo y la revolución
industrial. El pasado se configura así para él como una especie de refugio o evasión,
también de lugar para desarrollar la imaginación.
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3. George Gordon Byron (1788-1824). La peregrinación de Childen Harold (1818)
Con toda aquella experiencia Byron escribió, entre 1812 y 1818, La peregrinación
de Childen Harold, tal vez su obra más importante: un poema narrativo en cuatro
cantos, en el que describe los viajes y reflexiones de un joven viajero, desilusionado
y cansado del mundo..
Sus novelas no son simplemente un divertimento: para Hugo el arte debe al mismo
tiempo instruir y gustar la novela casi siempre está al servicio del debate de ideas.
Esta constante marca las novelas abolicionistas de su juventud y prosigue, en su
madurez, a lo largo de sus numerosas digresiones sobre la miseria material y moral
en Los miserables.
Reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, el literato
estadounidense Edgar Allan Poe murió en octubre de 1849 con tan sólo cuarenta
años. Escritor de cuentos, poeta, crítico y editor, Poe es considerado el padre del
cuento de terror psicológico.
47
7. Alfred de Musset (1810-1857). La confesión de un hijo del Siglo (1836)
La poesía de Gustavo Adolfo Bécquer ha sido reconocida como una de las más
representativas en la literatura hispana. Se caracteriza por rimas breves de tono
íntimo, y el contenido por contradicciones y temas que van del sueño, la razón y la
mujer, hasta lo popular y la aristocracia.
Bram Stoker encontró una breve referencia al voivoda Drácula en un libro sobre
Valaquia y Moldavia, en el que su autor decía en un pie de página: «Drácula, en la
lengua nativa de Valaquia, significa 'diablo'». La sonoridad de este nombre le gustó
a Stoker, que había llamado originalmente a su vampiro «conde Wampyr». Decidió
entonces llamarlo «conde Drácula»
48
REALISMO
Novelista ruso del siglo XIX, autor de importantes obras de la literatura universal
como Crimen y castigo o El jugador, que exploran la psicología humana en el
contexto social y moral de su época.
Uno de los mensajes clave de la novela es que «nadie puede construir su felicidad
en el dolor de otro». Se considera a menudo un retrato semi-autobiográfico de las
propias creencias de Tolstoi, luchas, y acontecimientos de su vida.
49
6. Antón Chejov (1860-1904). Vanka (1886)
NATURALISMO
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3. Guy de Maupassant (1850-1893). La belleza inútil (1890)
51
UNIDAD DE APRENDIZAJE 2
52
2.1 MARCOS HISTÓRICOS Y LITERARIOS EN LOS QUE SE DESARROLLAN
LOS MOVIMIENTOS ESTÉTICOS: PARNASIANISMO Y SIMBOLISMO, LAS
VANGUARDIAS LITERARIAS, EL MODERNISMO, LA GENERACIÓN DEL 98, LA
GENERACIÓN DEL 27.
PARNASIANISMO
¿Qué es el parnasianismo?
Fue un movimiento literario que rechazaba a la sociedad que existía durante este
tiempo y que se refugiaban en las cosas antiguas, en lo suntuario, en lo exótico y
lo aristocrático. Se enfocaban también en la mitología griega, la cual era común
observar en sus versos, los jardines franceses y las fuentes de mármol.
53
Fue una corriente que influyó grandemente en el modernismo, principalmente
el hispanoamericano, aunque también dejó profundas huellas en los escritores
españoles de la generación del 98.
Es considerada como
una desviación del romanticismo pintoresco y artificioso que también estuvo
en contra del realismo y del naturalismo, de la manera desordenada y soez en
que las demás escuelas representaban el arte. Fue un movimiento que consistió en
basarse en un reglamento de doctrina que establecía que lo primero era el arte
por el arte y que además buscaban la perfección formas en medio de
los abusos que se hacían a los contenidos.
Características
54
El movimiento rendía culto a la supervisión oficial de los románticos.
Tenía impersonalidad por medio de la negación del sentimiento romántico.
Tenían también una visión del amor carnal diferente a la visión espiritual
que tenían los románticos.
Sus temas eran universales y gozaba de individualismo en oposición a los
novelistas.
Fue un movimiento que se preocupó por representar la realidad exterior con
precisión creando monumentos, frescos, estatuas y ornamentos suntuosos.
Historia
A partir del año 1830 en Francia, había dos tendencias importantes, una era
la intimista y la otra la pintoresca, las dos con tendencias románticas.
55
La libertad que había en el amiente, el derecho a expresar la fantasía, el aumentos
de los recursos para la lengua y la gran cantidad de formas rítmicas que estaban
surgiendo fueron los antecedentes para la creación. El parnasianismo fue una
tendencia efímera cuyas raíces se encontraron en Francia, y que se disolvió con la
aparición de nuevas corrientes artísticas como el simbolismo.
Influencia en el simbolismo
Importancia
56
A pesar de sus orígenes franceses, el parnasianismo no se limitó únicamente a los
autores franceses. Quizás el más idiosincrásico de los parnasianos, Olavo
Bilac, el discípulo de Alberto de Oliveira fue un autor de Brasil que logró elaborar
versos y medidores de manera cuidadosa al mantener un fuerte emocionalismo en
ellos. Entre los parnasianos polacos se encontraban Antoni Lange, Felicjan
Faleński, Cyprian Kamil Norwid y Leopold Staff. Un poeta rumano con
influencias parnasianas fue Alexandru Macedonski.
Obras
Entre las obras más importantes que podemos mencionar del parnasianismo
tenemos las siguientes:
SIMBOLISMO
En historia del arte, el simbolismo fue un movimiento artístico y literario del siglo
XIX europeo, surgido en Francia y Bélgica. Es considerado uno de los más
importantes de su época.
57
En su manifiesto literario de 1886, el poeta griego Jean Moréas (1856-1910) definió
el simbolismo como “…enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa
sensibilidad y la descripción objetiva”. Es decir que aspiraban a hallar las
correspondencias ocultas entre los objetos del mundo sensible. Buscaban una
realidad ajena, misteriosa, oscura.
Sin embargo, recién en 1870 los franceses Stéphane Mallarmé (1842-1898) y Paul
Verlaine (1844-1896) definieron y desarrollaron la estética simbolista. Diez años
después había toda una generación fuertemente adherida al movimiento, no sólo
en Bélgica y Francia sino en muchas otras naciones.
58
En ese sentido, el simbolismo es cercano al parnasianismo, pero surgió como una
división entre sus filas a partir de la llegada de los “poetas malditos”: Arthur
Rimbaud, Charles Baudelaire, Paul Verlaine, Tristan Corbière, Isidore Ducasse,
entre otros, a mediados del siglo XIX.
59
El movimiento está marcado por la búsqueda del hombre y de un sentimiento de
totalidad que hace de la poesía una especie de religión.
60
Isidore Ducasse (1846-1870). Conocido como el Conde de Lautréamont, fue
un poeta franco-uruguayo considerado no sólo simbolista y decadentista,
sino un precursor del surrealismo. Llevó una vida corta y carente de sus
merecidos reconocimientos como poeta, y su principal y más célebre obra
son Los cantos de Maldoror (1869).
Stéphane Mallarmé (1842-1898). Uno de los poetas que mejor representó
la estética simbolista, y que al mismo tiempo condujo a su superación.
Antecesor de las vanguardias del siglo XX, es autor de una obra breve y
ambiciosa que inspiró a poetas posteriores como Rainer María Rilke y Paul
Valéry. Se le atribuye la incorporación del verso libre y la poesía en torno a
un símbolo central, típicas del movimiento y de sus sucesores.
Arthur Rimbaud (1854-1891). Uno de los más precoces poetas franceses
de la historia, desarrolló su obra entera antes de los 19 años, edad a la que
abandonó las letras y se dedicaría a viajar por África y Europa. En alguno de
dichos viajes hallaría la muerte a los 37 años de edad, hay quien afirma que
involucrado en el tráfico de esclavos. Amante de Verlaine, su obra no fue
reconocida en vida, pero influyó la literatura venidera de manera
fundamental, en especial sus poemarios Una temporada en el infierno (1879)
y Las iluminaciones (1886).
Paul Verlaine (1844-1896). Poeta francés central en el movimiento
simbolista, vivió una vida fugaz y signada tanto por la poesía, como su amorío
con Rimbaud, a quien hirió con una pistola en la muñeca en 1873, siendo
condenado a dos años de cárcel. Su fama en el mundo literario coincidió, en
vida, con la más honda de las miserias socioeconómicas, y murió
prematuramente a los 51 años de edad. Elegido en 1894 como “Príncipe de
los poetas”, su obra incluye prosa y poesía, y destaca en ella Antaño y
hogaño de 1884.
61
Paul Valery (1871-1945), escritor, poeta, ensayista y filósofo francés, no sólo
fue simbolista, sino que su obra encarna la llamada “poesía pura” del período
entreguerras del siglo XX. De una extensa obra crítica y poética, en la que
destacan Monsieur Teste (1896) y El cementerio marino (1920), es un poeta
fundamental, comentado ampliamente por Theodor Adorno, Octavio Paz y
Jacques Derrida.
Simbolismo y parnasianismo
62
Sin embargo, la poesía de ambos movimientos presenta elementos comunes,
como el empleo de juegos de palabras, la musicalidad de los versos y el compromiso
con el “arte por el arte”, es decir, por la idea de que el arte no debía ser un medio
de expresión de otra cosa que de sí mismo.
63
Contexto histórico del vanguardismo
El vanguardismo surge a fines del siglo XIX en medio de una crisis religiosa,
filosófica y cultural que desencadenó en una desacreditación y destrucción de
varios signos y valores tradicionales.
A principios del siglo XX las grandes tensiones entre los países de Europa se debían
a la Primera Guerra Mundial (entre 1914 y 1918) y al surgimiento de ideologías
socialistas que dieron origen a la Unión Soviética (1917).
Movimientos Vanguardistas
64
El impresionismo. Se vincula principalmente con la pintura. Se destaca por
su representación de la luz y los colores puros, sin prestar demasiado detalle
a las formas.
Expresionismo. Se vincula con la literatura y la pintura. Se destaca por la
expresión subjetiva que refleja los sentimientos más profundos del ser
humano.
Fauvinismo. Se vincula a la pintura con óleos. Se destaca por el uso de
colores estridentes, contrastantes y trazos agresivos.
Dadaísmo. Se destaca por romper con todos los códigos y sistemas
establecidos en el mundo del arte, en especial, de la pintura y de la escultura.
Ultraísmo. Se destaca por su oposición con el modernismo y la Generación
del 98. Es una reducción literaria a una metáfora, con el uso de nexos y
adjetivos inútiles.
Surrealismo. Se destaca por considerar la existencia de otra realidad y
del pensamiento libre. Plasma en la pintura, un mundo absurdo e ilógico que
mezcla los sueños con la realidad.
Cubismo. Se destaca por el uso de formas geométricas. Rompe con la
perspectiva tradicional e intenta alcanzar una cuarta dimensión.
Futurismo. Se destaca por romper con los valores estéticos del pasado y
por reflejar la modernidad, el dinamismo, las máquinas y la exaltación de la
guerra.
65
“Cesto de manzanas” de Paul Cézanne (impresionista)
“Festival de las flores” de Diego Rivera (impresionista)
“Invasión nocturna” de Roberto Matta (surrealista)
“Rua Ruini” de Xul Solar (surrealista)
Algunas obras y sus autores que resultan representantes de la escultura
vanguardista son:
EL MODERNISMO
66
Sin embargo, no fue un movimiento unificado con programa. Más bien representó
el espíritu de una época que inspiró a muchos escritores de diferentes países
quienes, sin conocerse entre sí, se encontraron en una nueva manera de tratar la
palabra.
El inicio del modernismo se suele ubicar en 1888 con la publicación del poemario
Azul… del poeta nicaragüense Rubén Darío, cuya repercusión en la literatura
hispana fue gigantesco. Inicialmente, el término con que se designó a los seguidores
de esta corriente (“modernistas”) fue empleado peyorativamente, pero a medida que
fue esgrimido con orgullo insolente por estos poetas, terminó convirtiéndose en el
nombre del movimiento. - Fuente: https://concepto.de/modernismo/
67
El vecino del norte despertaba admiración al mismo tiempo que temor. De acuerdo
con Yerko Moretic, aquella generación estaba marcada por la convulsión mundial,
la inestabilidad política de Hispanoamérica y España, la movilidad vertiginosa y la
indefinición ideológica. Si bien se compartían valores anticolonialistas, la
emergencia del imperialismo opacó parcialmente aquella preocupación.
Surgió así un sector de la sociedad que ocupaba los rangos medios, que no se
identificaba con la oligarquía, pero tampoco lograba abrazar las causas populares.
Se trató de una intelectualidad especializada, normalmente ajena a la política (salvo
honrosas excepciones como José Martí).
En 1888 el nicaragüense Rubén Darío usó la palabra modernismo para referir las
nuevas tendencias literarias. Para Octavio Paz, este gesto del escritor pretendía dar
a entender que lo propiamente modernista era salir de casa en busca de otra cosa.
68
Esa búsqueda dio lugar a un tipo de literatura muy particular, signada por algunas
de las siguientes características.
Cosmopolitismo
Carácter aristocrático
Octavio Paz plantea que el modernismo, más que tener una creencia, andaba en
búsqueda de una creencia. En sus palabras leemos:
69
Más adelante señala:
Esta nota no-cristiana, a veces anticristiana, pero teñida de una extraña religiosidad,
era absolutamente nueva en la poesía hispánica.
Por ello no es extraño, según este autor, advertir un cierto ocultismo en las
inquietudes de los escritores modernistas, lo que para Paz es algo muy propio de la
poesía moderna occidental.
Individualismo
Algo del modernismo recuerda al espíritu romántico. Octavio Paz señala que, de
hecho, cumplió una función semejante. A este respecto, sostiene “no fue una
repetición, sino una metáfora: otro romanticismo”.
Sensorialidad y sensualismo
70
Búsqueda de la musicalidad
Es notorio también el gusto por el cuidado de la forma en todos sus detalles, lo que
le da un carácter preciosista.
Aliteración frecuente,
Uso de la sinestesia
Uso de las formas antiguas de la poesía, así como variaciones sobre las mismas
Mitología
71
Gusto por la renovación del lenguaje mediante el uso de expresiones
peculiares
Amor
Erotismo
Asuntos exóticos
Temas hispanos
Temas precolombinos
72
Ricardo Jaimes Freyre. Tacna, 1868-1933. Escritor y diplomático boliviano-
argentino. Sus obras más conocidas son Leyes de la versificación castellana (1907)
y Castalia Bárbara (1920).
Rafael Ángel Troyo. Cartago, Costa Rica, 1870-1910. Poeta, narrador y músico.
Sus obras más conocidas son Corazón joven (1904) y Poemas del alma (1906).
73
Amado Nervo. Tepic, México, 1870-Montevideo, 1919. Poeta, ensayista, novelista,
periodista y diplomático. Entre sus obras más difundidas tenemos Perlas
negras, Místicas (1898), El bachiller (1895), y La amada inmóvil (póstuma, 1922).
LA GENERACIÓN DEL 98
74
Esta generación se vio profundamente afectada por la guerra hispano-
estadounidense, que conllevó la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y por la
lucha entre una España tradicional y una moderna que pugnaba por salir.
Entre 1876 y 1900 España vivió un período en el que convivieron la vieja España
imperial, otra que buscaba la estabilidad política y por último, una que intentó un
ingreso al europeísmo y la modernidad democrática.
75
Esta generación de escritores y académicos se reunió en torno al llamado “Grupo
de los tres”, integrado por Pío Baroja, Azorín y Ramiro de Maeztu, al que se irán
aproximando otros autores en tertulias realizadas en cafés y cervecerías de Madrid.
Innovaciones formales
Los escritores de la generación del 98 intentan renovar los géneros literarios, como
en el caso de Unamuno y la “nivola”, el “esperpento” en el teatro de Valle-Inclán o
Azorín y la novela impresionista.
Los autores de esta generación se interesan por el lenguaje de la calle y por las
palabras tradicionales.
Castilla y el Quijote
Hay un renovado interés por la historia de España, por los pueblos y escenarios de
Castilla, y en especial por la figura del Quijote como símbolo de lo esencial español.
La impresión de vivir entre dos Españas, una sumida en la miseria, inquieta, y otra
oficial, vacua y adormecida, presente en muchos autores de esta generación puede
expresarse con estos versos de Antonio Machado:
76
Ya hay un español que quiere
Influencias filosóficas
En los escritores de esta generación, incluso entre los ensayistas, hay una fuerte
perspectiva subjetiva, y un marcado estilo personal. También predomina una visión
crítica y hasta pesimista de la realidad española.
Publicaciones periódicas
77
Temas frecuentes
Lo existencial
Para los autores de la generación del 98 los temas existenciales cobran especial
relevancia: la existencia de Dios, la soledad del ser humano y el sentido de la vida
son temas recurrentes, teñidos a menudo de pesimismo y melancolía. Destacan en
torno a estos temas las voces de Miguel de Unamuno y Antonio Machado.
Lo social y político
España
Representantes y obras
78
Ramón del Valle-Inclán (Villanueva de Arosa, 1866-Santiago de Compostela,
1936)
Es autor de una extensa obra teatral y novelística que conformó en series, como
las Comedias bárbaras (1906-1922), el Retablo de la avaricia, la lujuria y la
muerte (1927), y Martes de carnaval. Esperpentos (1930).
79
Azorín (Monóvar, 1873-Madrid, 1967)
José Martínez Ruiz, mejor conocido por su seudónimo Azorín, como otros
integrantes de su generación incursionó en varios géneros: la novela, el ensayo, la
crónica periodística, el teatro y la crítica literaria.
Publicó dieciséis novelas, entre las que destacan: Don Juan (1922), Doña
Inés (1925), Superrealismo (1929) y Pueblo (1930).
LA GENERACIÓN DEL 27
80
Contexto histórico de la Generación del 27
81
Este tipo de poesía contenía un lenguaje orientado hacia la intelectualidad y la
belleza, donde se hacían presentes las figuras retóricas como la metáfora, para
expresar temáticas surrealistas. La estructura de los versos era la clásica, como un
soneto, villancico o romance. Además, utilizaban técnicas fueras de a métrica
(conjunto de reglas), como:
82
Gerardo Diego (1896-1987)
Jorge Guillén (1893-1984)
Luis Cernuda (1902-1963)
Manuel Altolaguirre (1905-1959)
Melchor Sánchez Almagro (1893-1966)
Pedro Salinas (1891-1951)
Rafael Alberti (1902-1999)
Vicente Aleixandre (1898-1984)
83
UNIDAD DE APRENDIZAJE 3
84
3.1 MARCO DE LA HISTORIA EN EL QUE SE DESARROLLA LA LITERATURA
DEL SIGLO XX. - LA NUEVA NARRATIVA EUROPEA DEL SIGLO XX. -
EXPRESIONES NARRATIVAS DE JAMES JOYCE, MARCEL PROUST Y FRANZ
KAFKA. - LA GENERACIÓN PERDIDA Y LA PROPUESTA NARRATIVA DE
NORTEAMÉRICA. - LA PROPUESTA NARRATIVA DE LA CIENCIA FICCIÓN Y
LITERATURA DEL GÉNERO NEGRO. - LAS PROPUESTAS DEL NUEVO
TEATRO.
85
Por otro lado, la Teoría de la Relatividad de Einstein había favorecido el
cuestionamiento de los posicionamientos estáticos y absolutos. La nueva
relativización de la realidad está detrás, por ejemplo, de la crisis del narrador
omnisciente característico del realismo decimonónico; del cuestionamiento de la
objetividad a la que aspiraba también el Realismo-Naturalismo; del auge, en
consecuencia, del Subjetivismo y la Fenomenología, es decir, de la focalización en
la percepción interior de la realidad; del multiperspectivismo del Cubismo y de la
técnica del contrapunto de Faulkner o Huxley, etc. Finalmente, no hay que olvidar
la influencia de dos corrientes filosóficas. La primera es el vitalismo y espiritualismo
de Henri Bergson, que cuestionó la frialdad objetivista del Positivismo poniendo el
énfasis en la subjetividad y espiritualidad humana; su idea del élan vital (‘Impulso
vital’) y, sobre todo, su concepción del tiempo (polemizó sobre este aspecto con su
contemporáneo Einstein) como duración fueron muy influyentes.
La durée bergsoniana podemos rastrearla en poetas –Antonio Machado– y
novelistas –Marcel Proust y Thomas Mann, especialmente– de principios de siglo
XX. La segunda corriente filosófica influyente en la novelística de principios (y de
mediados) del siglo XX es el Existencialismo. Recordemos que el germen de esta
corriente de pensamiento, que se remonta a comienzos del siglo XIX, se encuentra
en Sören Kierkegaard, Nietzsche y Schopenhauer, tres pensadores que
influyeron decisivamente en la Generación del 98, especialmente
en Baroja (Camino de perfección, 1902), Azorín (La voluntad, 1902)
y Unamuno (Del sentimiento trágico de la vida). Aunque el Existencialismo no es
una escuela sistematizada –quizá un novelista, Dostoyevski, sea uno de sus
máximos exponentes–, podemos resumir diciendo que esta filosofía se basa en el
análisis de la condición humana, en la propia Existencia. Otros temas sobre los que
los filósofos existencialistas reflexionan recurrentemente son la libertad y la
responsabilidad individual, las emociones, el significado de la vida y la relación del
hombre con Dios. La angustia provocada por la incredulidad, la duda o la ausencia
de Dios podemos rastrearla en muchos poetas (Pessoa), novelistas (Unamuno) o
dramaturgos (Beckett).
86
Después de la Segunda Guerra Mundial, con Europa destrozada y el mundo sumido
en una crisis profunda de valores, el Existencialismo cobrará un nuevo impulso de
la mano de Jean-Paul Sartre (La náusea) y Albert Camus (El extranjero). El
primero proporcionó una de las más célebres máximas del Existencialismo: «la
existencia precede a la esencia».
87
Por otra parte, las fronteras de los géneros se difuminan y es habitual encontrar en
las novelas de principios de siglos componentes líricos (pensemos en algunas
novelas de Valle-Inclán y, sobre todo, en el carácter sinfónico o musical de En busca
del tiempo perdido de Marcel Proust). E incluso se da cabida a elementos no
narrativos, como anuncios publicitarios, informes policiales, artículos periodísticos,
etc. Quizá la obra más revolucionaria en este aspecto fue Manhattan transfer (1925)
de John Dos Passos.
88
Cediendo el protagonismo al personaje, que expresa su punto de vista
mediante el monólogo interior, que puede llegar a ser caótico (fluir de
conciencia) con la voluntad de reproducir fielmente el turbulento mundo
interior: el ejemplo paradigmático es el largo monólogo final de Molly Bloom
en Ulises (1922) de James Joyce.
c) Los personajes.
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En ocasiones la obra comienza in medias res; en otras, se prescinde
de desenlace, dejando abierta la novela, cuyo final debe componer el lector.
Se rompe definitivamente con la estructura tradicional de introducción-nudo-
desenlace.
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En busca del tiempo perdido (una serie novelesca o novela-río que ahonda
en los recovecos de la memoria) o La montaña mágica de Thomas Mann (en
la que el tiempo parece detenerse en el misterioso sanatorio de tuberculosos
aislado en las montañas suizas en el que se ve atrapado –¿atrapado en el
tiempo? – el protagonista Castorp).
h) Los temas. Muchos de ellos giran en torno al mundo interior de los personajes o
se refieren a algunos de los temas clave de la existencia humana: conflictos
internos, crisis religiosa y de valores, relaciones personales, sexualidad, sentido de
la existencia, etc.
91
Los personajes son antihéroes de los que se nos muestra su interior con todo
tipo de procedimientos y técnicas. La indagación en la psicología del
personaje -sensaciones, emociones, recuerdos...- llega hasta el subconsciente
y lo onírico.
La novela se renueva con técnicas narrativas innovadoras y sorprendentes;
monólogo interior, fluir de conciencia, fragmentarismo, superposición temporal,
cambios en el punto de vista del narrador...
El estilo se adapta al tipo de relato, por lo que junto a largas reflexiones se
puede encontrar una prosa lírica y evocadora o fría y sin adornos.
La audacia en el lenguaje parece no tener límites y los autores pueden
transgredir las normas lingüísticas y ortográficas.
Proust quiso reflejar en su obra las teorías de este pensador, sobre todo su concepto
de memoria, una de las características esenciales del ser humano, ya que nos
permite entender la realidad al poner en relación los hechos nuevos con los
pasados. Precisamente su obra magna, En busca del tiempo perdido, pretende fijar
literariamente –mediante el ejercicio de la «memoria involuntaria» del protagonista–
el tiempo pasado, una época y un mundo en vías de extinción: la alta burguesía y
la aristocracia.
92
Es proverbial el pasaje en el que la memoria se pone en funcionamiento de manera
fortuita e imprevista a partir de una sensación gustativa y olfativa: el sabor de una
magdalena impregnada en una taza de té.
La memoria hace revivir el pasado, que creíamos perdido, y así recuperarlo. Este
es el sentido del título genérico de la serie novelesca, que ha sido calificada
como roman fleuve o novela-río: larga serie novelesca que presenta a la sociedad
humana en estado de cambio, cuyo discurrir temporal fluye como un río, una
sinfonía o un poema musical. A este respecto es destacable la magistral adaptación
del lenguaje a los diferentes personajes; y, como ellos, va cambiando con el tiempo.
Además del paso del tiempo (los personajes cambian físicamente, de opiniones,
personalidad y forma de hablar) y la memoria, el otro gran tema de la obra es
la decepción, estudiada en tres planos: a)en el mundo hipócrita, ambicioso y
arribista de la burguesía adinerada y la aristocracia, ejemplificada en la familia
Guermantes; b) en las relaciones amorosas, dominadas por los celos y la
desconfianza; c) al final, el protagonista decide dedicarse a la única actividad que
no puede decepcionarlo (la escritura) y empieza por escribir una novela, que es la
que el lector tiene entre las manos.
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Además, el Retrato del artista adolescente es una novela de formación de tipo
autobiográfico, cuyo protagonista, el adolescente Stephen Dedalus, será uno de los
protagonistas del Ulises. Esta obra maestra, una de las más innovadoras e
influyentes del siglo XX, se publicó en 1922 gracias al esfuerzo e insistencia de su
amiga Sylvia Beach. Narra un día normal en la vida de Leopold Bloom, hombre de
negocios, judío, maduro, de clase media, fracasado y harto de vivir, que deambula
por Dublín. Joyce elige el 16 de junio de 1904 (el conocido
como Bloomsday, deformación de «Dommsday», Día del Juicio Final, en honor del
protagonista Bloom) como día para narrar las peripecias de Leopold porque esa fue
la fecha de la primera cita con la que sería su esposa, Nora Bernacle. Joyce intenta
mostrar el mundo interior del hombre contemporáneo, y para ello se sirve de
algunas técnicas novedosas, como el monólogo interior, las asociaciones de ideas
o las alternancias entre sueño y realidad. La obra consta de 18 capítulos, uno por
cada hora en que transcurre la acción. La estructura puede organizarse en tres
partes, pero no guardan ninguna relación con la clásica división tripartita de la
novela tradicional (introducción-nudo-desenlace), sino que se asocian al recorrido
de los personajes principales: caps. 1-13, caminos separados de Leopold y Stephen
hasta las 13 h.; caps. 14-17, recorrido conjunto de Leopold y Dedalus después de
coincidir en el hospital; cap. 18, largo monólogo interior de Molly Bloom, que
recuerda la aventura erótica que ha tenido en la ausencia de su marido. El título de
la obra nos remite a la Odisea de Homero: el anti-héroe Leopold Bloom representa
un Ulises moderno; el joven Stephen Dedalus, obsesionado por liberarse por las
ataduras de la familia y las tradiciones, su hijo Telémaco, en busca del padre; la
esposa de Leopold, Molly, es el reverso de Penélope (a diferencia de ésta, aquélla
es infiel a su marido).
94
Ulises es una de las novelas más innovadoras del siglo XX: Joyce experimenta con
el punto de vista (variedad de narradores, corriente de conciencia), el lenguaje
(habla coloquial, variedad de registros, juegos de palabras y sonidos, supresión de
signos de puntuación y alteraciones ortográficas, palabras inventadas, chistes…),
el espacio (concentración espacial: calles de Dublín), el tiempo (concentración
temporal: 18 horas) y la intertextualidad (la obra está repleta de referencias
culturales). Finalmente, la publicación de la obra estuvo prohibida por considerarse
obscena en EEUU hasta 1933.
Desde 1913 hasta 1939 Joyce estuvo enfrascado en su última obra, Finnegan’s
Wake, donde lleva al extremo la experimentación lingüística.
Franz Kafka (1883-1924) era de una familia judía de habla alemana de la ciudad
checa (hasta la Primera Guerra Mundial perteneciente al Imperio Austrohúngaro) de
Praga. Su propia historia familiar nos ayuda a entender el sentimiento de desarraigo
que caracteriza la vida y la obra de este autor. La relación con su padre nunca fue
buena (véase la impresionante Carta al padre), ya que Franz no se sentía valorado
ni tenido en cuenta por un padre tiránico, un hombre de negocios (textiles) hecho a
sí mismo que le obligó a estudiar Derecho y ridiculizó su sueño de ser escritor. El
sentimiento de inferioridad provocado por la actitud de su padre acompañó a Franz
toda su vida e impregna toda su obra. Paradójicamente los protagonistas de sus
novelas y relatos son individuos tenaces que intentan encontrar el sentido de un
mundo absurdo.
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La siguiente etapa productiva del autor fue 1914: en unos meses creó su otra obra
más conocida, la inacabada El proceso y el alegórico (y terrorífico) relato En la
colonia penitenciaria. En El proceso se narra la historia de Josef K., detenido en su
casa cuando cumple treinta años, acusado de un delito nunca especificado. El
proceso judicial es largo y enfermizamente confuso. El protagonista, aun sabiendo
que él no ha cometido ningún delito, va desarrollando un sentimiento de culpabilidad
hasta su ejecución. Póstumamente se publicó, gracias a la desobediencia de su
amigo Max Brod, que había prometido a Kafka quemar sus manuscritos, El
castillo (1926) en la que el agrimensor K acude a un laberíntico castillo a realizar un
trabajo, pero nunca encuentra a alguien competente que le proporcione la
información necesaria para llevarlo a cabo.
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LA GENERACIÓN PERDIDA Y LA PROPUESTA NARRATIVA DE
NORTEAMÉRICA
Parece ser que Stein comentó en una ocasión a su amigo y protegido Hemingway:
«You’re all a Lost Generation». El propio Hemmingway popularizó esta expresión
en sus obras Fiesta (1924) y París era una fiesta (1964, póstuma), en la que
recuerda los felices años veinte –días de excesos, experimentación y vida bohemia:
«éramos muy pobres, pero muy felices»– en la ciudad francesa. Hemingway decía
que tal expresión se la había oído Stein a un mecánico al llamar a su aprendiz, el
cual había luchado en la I Guerra Mundial. Ella la trasladó y la aplicó a aquellos
escritores norteamericanos que se congregaron en Paris.
97
Características
El título de la obra de Hemingway –» París era una fiesta»– nos da una idea del
cariz aglutinador y libertario que tenía para toda una generación de escritores e
intelectuales la ciudad del Sena. En ella se refugiaron estos expatriados
supervivientes de la Gran Guerra, al amparo de su culta y abierta anfitriona,
buscando la libertad y vivir la vida al límite, lejos del puritanismo moral y violencia
norteamericanos –recordemos que los años veinte son los años de la Ley Seca, la
prohibición del alcohol, la era de los gánster y el contrabando. El crack de 1929 y la
Gran Depresión de los 30 supuso el fin amargo de estos años «felices». Algunos
expatriados volvieron y sintieron la necesidad de afrontar esta dura nueva realidad:
el mejor testimonio de la Gran Depresión es, sin duda, Las uvas de la ira (1939) de
John Steinbeck.
98
En cuanto al contenido, percibimos en todos ellos una actitud rebelde frente a: 1)
la realidad contemporánea, marcada por la Primera Guerra Mundial; 2) frente a la
sociedad opulenta que se empezó a fraguar después, sobre todo en EEUU, con la
especulación y explosión capitalista de los años 20 (la era de Rockefeller y otros
magnates); 3) frente a los valores tradicionales de la sociedad burguesa.
Autores
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Gatsby es un magnate enriquecido con el contrabando de alcohol durante la Ley
Seca, que se crea a su alrededor una aureola aristocrática mediante derrochadoras
fiestas, mediante las que quiere conseguir a un antiguo amor, ahora casada con un
millonario. La tragedia final ensombrece esta vida basada en el derroche y el
desenfreno, pero el lector no puede evitar empatizar con el ambivalente
protagonista, sin escrúpulos, pero romántico. Fitzgerald consideraba que la
culminación de su obra como novelista era Suave es la noche (1934). Este autor
intentó sobrevivir en Hollywood como guionista de cine, motivo que novelizó en El
último magnate (1941), pero murió alcoholizado en 1940.
100
Como se puede observar, Hemingway era un hombre de acción: aficionado a la
caza (sobrevivió a un accidente de avión en África en 1954) y el boxeo, participó en
la dos Guerras Mundiales y en la Guerra Civil Española (en las que fue herido y
estuvo a punto de morir), viajero incansable (fue uno de los primeros en vivir y
transmitir el riesgo de las Corridas de Toros de San Fermín en Pamplona,
acontecimientos narrados en su obra Fiesta, de 1924). En sus obras se aprecian los
valores que estuvieron ligados a su vida: el aprecio del valor y el riesgo, la violencia
o rudeza de sus personajes y situaciones, caracterizados por la indiferencia moral,
a menudo refugiados en la bebida (como el autor), pero también la solidaridad y
camaradería. No obstante, el pesimismo inunda sus novelas, pues muchas
presentan vidas que acaban en tragedia o fracaso.
Además de las citadas, merece destacarse su novela corta El viejo y el mar (1952),
una joya literaria en la que se narra, como en una epopeya, la perseverancia de un
pobre pescador y se reflexiona sobre el sentido de la vida y la dignidad del ser
humano. En 1954 le concedieron el Premio Nobel de Literatura.
101
En 1925 publicó su obra más célebre: Manhattan Transfer. El verdadero
protagonista de la novela es Nueva York, una ciudad que, como un organismo vivo
y poderoso, engulle a sus habitantes, seres intrascendentes y convencionales
(coristas, obreros, amas de casa, políticos, estafadores o triunfadores). En general,
los seres que habitan la urbe son egoístas e hipócritas, marcados por la codicia y el
materialismo. En este contexto, triunfan los cínicos sin escrúpulos; los débiles son
derrotados por la ciudad… Además del protagonismo colectivo, la obra contiene
otras importantes novedades: a) la inclusión de materiales no narrativos, como
titulares de prensa, carteles publicitarios o canciones; b) La técnica
casi cinematográfica, como si en vez de la conciencia subjetiva del narrador fuera
el ojo objetivo de la cámara el que registrara los acontecimientos, procedimiento
que con acierto se denominó «cámara-ojo «. Las escenas son breves y en
apariencia inconexas, pero mediante el montaje final (como en el cine) se consigue
una impresión de unidad. En cuanto al contenido, la novela supone una crítica a la
deshumanización y alienación que suponen el sistema capitalista y la vida
urbana.
En sus últimas obras (en la trilogía Distrito Columbia) se percibe mayor desencanto
y desconfianza ante las ideologías.
102
Así entró en contacto con los desfavorecidos, que protagonizarían muchas de sus
obras. Su primer gran éxito fue Tortilla Flat (1930) una obra desenfadada que se
centra en un grupo de pícaros vividores y libertarios. Otra novela importante es De
ratones y hombres (1937), una concisa y brutal historia de miseria y amistad.
Sin duda la obra maestra de Steinbeck es Las uvas de la ira (1939), el mejor
testimonio de la Gran Depresión que siguió al Crack de 1929. En ella se narra las
penurias de una familia de granjeros de Oklahoma (oakies) que, despojados de sus
tierras, emprenden un largo viaje camino de California, la «Tierra Prometida», en el
que se ven obligados a malvivir en campamentos, trabajar en condiciones penosas
por salarios miserables y sufrir el rechazo social. Es un gran acierto de Steinbeck
intercalar, junto a los capítulos de ficción centrados en la familia Joad, los
protagonistas, estampas documentales de la vida real, que sirven de anclaje real a
la historia ficticia.
Otras obras de Steinbeck son La perla (1947), una breve «joya» literaria que narra
el destino aciago que abruma a una humilde familia de pescadores indios, y Al este
del Edén (1952).
103
Steinbeck recibió el Premio Nobel de Literatura en 1962.
Una de sus primeras novelas es Sartoris (1929), en la que explica la historia de una
familia en fase de desintegración, pero la que lo hizo famoso fue El ruido y la
furia (1929). Se trata de una de sus obras más vanguardistas: bajo el influjo
del Ulises (1922) de Joyce experimenta con el flujo de conciencia (llevado al
extremo, puesto que se introduce en la mente caótica de un deficiente mental), los
saltos en el tiempo y los diferentes puntos de vista narrativos.
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Como en muchas otras novelas, cuenta una historia como los relatos que él mismo
escuchó en su infancia de boca de los esclavos negros o de sus abuelos: relaciones
familiares enfermizas, racismo…
Santuario (1931) no es tan vanguardista en la forma, pero es una de sus obras más
provocadoras: narra el secuestro y violación de una joven por un grupo de
psicópatas. Absalón, Absalón (1936) es su obra más compleja y experimental, ya
que presenta una historia en trece versiones diferentes.
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LA PROPUESTA NARRATIVA DE LA CIENCIA FICCIÓN Y LITERATURA DEL
GÉNERO NEGRO
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También en el siglo XIX aparecerían Julio Verne y H. G. Wells, ambos
considerados dos maestros del género, si bien el primero se centraba
mayormente en el desarrollo de ingenios e inventos científicos y el segundo en
la crítica social (al imperialismo británico en La guerra de los mundos, o a la
lucha de clases en La máquina del tiempo…).
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En todos los casos, y a lo largo de su historia, la ciencia ficción ha mantenido
siempre la característica principal que la hace tan interesante: la capacidad de
crear escenarios que inspiren debates filosóficos, sociales o científicos sobre la
naturaleza del hombre y de la sociedad, plantear dudas, señalar peligros o
buscar respuestas.
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El criminal es el gran protagonista
En el género negro se produce una ruptura radical frente los parámetros propuestos
en el policíaco o el detectivesco. Aquí el criminal es el gran protagonista. El
crimen deja de ser eje y detonante del relato, y el enigma de su resolución no
es fundamental.
La institución policial sigue siendo no fiable, pero se va más allá, pues tenemos
relatos donde la autoridad es la que comete el crimen o está vinculada a las
estructuras delictivas. Hay una exploración del universo del criminal en la cual
conceptos éticos o morales quedan de lado. Un universo que aquí se revela
complejo y cruel, que vincula al asesino del bajo mundo, que mata a sueldo,
con el político destacado o el empresario reconocido, quien lo contrata. Es
decir, el crimen está incrustado en la sociedad, pero ya no es fruto de decisiones
individuales de sujetos con desequilibrios interiores, sino que forma parte de las
dinámicas sociales, económicas, ideológicas, religiosas y morales, motivado
por la ambición, el afán de dinero y la sed de poder.
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No importa la resolución del enigma o la búsqueda de justicia
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La Renovación Teatral En El Siglo XX
El propio afán del teatro naturalista por reflejar la auténtica realidad acaba
provocando la aparición de elementos simbolistas, como ocurre con las últimas
obras de Ibsen o Strindberg. La «verdad interior» de los personajes no puede ser
representada, ha de ser evocada o sugerida a través de la luz o de la música, como
la poesía simbolista había enseñado.
Teatro de vanguardia
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Entre sus cultivadores destacan el pintor O. Kokoschka (1886-1980), el
politizado Walter Hasenclever (1890-1940; El hijo, 1914; Los hombres, 1918) y,
sobre todo, Georg Kaiser (1878-1954; Los burgueses de Calais, 1917; Gas I y II,
1918-20).
Hay que recordar también a director escénico Max Reinhardt, que empleó todo tipo
de técnicas futuristas (luces, maquinarias) e inauguró la participación del público en
las obras.
Luigi Pirandello
Las novedades aportadas por el italiano Luigi Pirandello afectan sobre todo al
texto dramático. Su trayectoria comienza con piezas naturalistas de denuncia de los
prejuicios burgueses.
Las primeras obras del alemán Bertolt Brecht (1898-1956), que trabajó
con Piscator, se encuadran en el expresionismo. Más tarde desarrolla su teatro
épico, cuyo único tema es despertar las conciencias ante la injusticia social.
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Para que el espectador no se deje arrastrar por la obra, sino que reflexione sobre
ella, utiliza el método del distanciamiento. La acción se articula en breves escenas
interrumpidas por eslóganes, canciones, poesías, bailes, elementos del music-hall,
que remarcan los problemas planteados y fuerzan al espectador a tomar partido.
Fiel a este propósito didáctico, sus obras, ambientadas en el pasado (Madre Coraje
y sus hijos, 1937; Vida de Galileo, 1939), en el presente (El señor Puntila y su criado
Matti, 1940) o en lugares exóticos (La buena persona de Sezuán, 1940), carecen
de solución.
El gran dramaturgo Bertolt Brecht, también notable narrador y poeta, tuvo que
abandonar Alemania tras el triunfo nazi debido a sus ideas comunistas. Vivió en
Europa y Estados Unidos y llegó a trabajar en Hollywood. A su regreso, se instaló
en Alemania Oriental y fundó su propia compañía, el Berliner Ensemble, en 1949.
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REFERENCIAS LINKOGRÁFICAS
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* Generación del 98: contexto histórico, características, autores.
https://www.lidefer.com
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