Losas Postesadas FIUBA
Losas Postesadas FIUBA
Losas Postesadas FIUBA
Preparó: Rev
U.B.A. HORMIGÓN II – 74.05 R.P.
Departamento Construcciones Clase Nº: 14 Fecha: 08/03 0
y Estructuras
1. Generalidades
Hasta ahora hemos trabajado con elementos pretensados lineales, es decir elementos
en donde una dimensión predomina sobre las otras dos. Una barra, o bien según su
denominación técnica más común, una viga. Se trata de un elemento que concentra en
un plano que contiene a su eje, las cargas actuantes, llevándolas a sus extremos, y el
esfuerzo de pretensado longitudinal.
Una placa bajo cargas exteriores normales al plano que la contiene, lo que
denominamos una losa, posee dos dimensiones predominantes respecto de su
espesor. Y también puede pretensarse. Respecto del elemento viga, las principales
diferencias serán la posibilidad de llevar cargas a apoyos según más de una dirección y
el reducido brazo elástico interno. Al igual que con la carga, el esfuerzo de pretensado
se verá repartido en anchos mayores, consecuentemente los elementos tensores
podrán ser más chicos (menor capacidad de carga) en concordancia con la menor
altura disponible para los mismos. Al igual que en las losas de hormigón armado
convencional, en la medida que las cargas actuantes no sean muy elevadas, las
tensiones de corte no son mayormente importantes. Sin embargo, en entrepisos sin
vigas, se deben verificar los esfuerzos de punzonado.
hL av
hV
Av
Fig. 1 Fig.2
Fig. 3 Fig. 4
Foto 1
Foto 2
2. Análisis Estático.
Una losa postesada puede estar formada por un solo elemento losa o por un conjunto
de ellos, conformando todo un entrepiso. En los ejemplos que veremos a continuación,
con el fin de conceptualizar el problema analizaremos un elemento en forma aislada,
pero las conclusiones derivadas de estos análisis son perfectamente válidas para
cualquier entrepiso, formado por varias losas adosadas y continuas entre sí. También
aclaramos que no estudiaremos el caso de losas en una dirección, por cuanto su
análisis es idéntico al de una viga.
Consideremos una placa cuadrada con sus cuatro bordes simplemente apoyados y con
un sistema de cables de pretensado en dos direcciones (Fig. 5). Los apoyos permiten
variaciones de longitud en el plano de la losa en ambas direcciones. (Punto importante:
una eventual restricción de los acortamientos, por ejemplo debido a tabiques o vigas de
borde o columnas muy rígidas, haría infructuoso el pretensado debido al esfuerzo
normal en la losa propiamente dicha restando solamente el debido a flexión por
excentricidad del cable).
Ya hemos visto que podemos tener en cuenta la acción del pretensado aplicando a la
estructura un sistema de cargas equivalentes. Para cada dirección tendremos una
carga distribuida y cargas aplicadas en los apoyos. Consecuentemente tendremos una
carga uniforme total sobre la estructura:
q = qx + qy
pry
pry
lx / ly = 1
prx
ly e
prx
qy
pry
lx
Fig. 5
r máx
-R -R
lx / ly = 1
m máx
-R -R
r máx
r máx = - q x l / 2.19
R = q x l² / 10.80
m máx = q x l² / 22.20
Si adosáramos entre sí varias placas como la del ejemplo del punto anterior,
obtendríamos estructuras continuas en dos direcciones. Las líneas de apoyo interiores
en ambas direcciones podrían representar vigas con suficiente rigidez como para
efectivamente constituir los vínculos del esquema estático previsto, que a su vez
descargarían sobre columnas ubicadas en los cruces de las mismas.
Franja de análisis
g p g: cargas permanentes
p: sobrecargas
H H: cargas horizontales
V: postesado
V
Mg
Mp
MVo
MVh
MH
Mp
Fig. 9
En los reglamentos de uso corriente para este tipo de estructura, por ejemplo el A.C.I.,
no es necesario repartir los momentos calculados entre fajas de columnas y fajas
intermedias, como es habitual en el análisis de entrepisos sin vigas convencionales. Es
así como en definitiva se termina analizando un esfuerzo de pretensado necesario por
ancho unitario de entrepiso.
Foto 3
Como dijimos anteriormente el postesado puede ser con o sin adherencia. En este
último caso, es decir sin inyección de lechada en la vaina, los elementos tensores
vienen armados en vainas plásticas y totalmente embebidos en una grasa que cumple
la doble función de protección contra la corrosión y disminuir la fricción en el interior de
la vaina. Esta alternativa brinda grandes ventajas operativas, al eliminar la necesidad
de inyectar numerosísimos cables, generalmente de considerable longitud. Como
contrapartida, los requerimientos de armadura no tesa serán mayores. También es
mucho más probable la aparición de fisuras de mayor abertura. Es también
imprescindible enfatizar los recaudos para garantizar la durabilidad de estos elementos
tensores sin inyectar. En determinados casos, puede llegar a ser inconveniente el uso
de postesado sin adherencia. (Losas de cubiertas, estructuras expuestas a posibles
ataque químicos, cargas elevadas, etc.)
El esfuerzo de pretensado puede dispersarse sin actuar completamente sobre las losas
si existen elementos que por su gran rigidez impiden el acortamiento de las mismas.
Estos pueden ser tabiques, columnas de grandes dimensiones, o vigas dispuestas en
la dirección del esfuerzo de pretensado.
También existe dispersión localizada en la zona de los anclajes de cables, que debe
ser adecuadamente armada tanto para la correcta introducción del esfuerzo como para
suplir la falta del mismo.
Las deformaciones de las losas por el pretensado pueden introducir daños en otros
elementos, estructurales o no. Por ejemplo, muros de mampostería adheridos, o
columnas en sectores con gran transición de rigidez (torre – basamento).
Por último, debemos tener en cuenta que una estructura postesada ya ejecutada,
requiere un detenido y cuidadoso análisis si se quieren introducir modificaciones a la
misma. Pensemos por ejemplo si quisiéramos ejecutar un pase en una losa. El mismo
razonamiento debe aplicarse si se quisiera demoler una estructura postesada. Es
opinión del que escribe, que muchas estructuras con un diseño comprometido deberían
contar con un manual de procedimientos para su demolición o desmontaje.