Derecho Colectivo de Trabajo Tema I Del Modúlo II

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Bolivariana de Venezuela
P.F.G. Estudios Jurídico, 8vo semestre sección “U”
Unidad Curricular: Derechos Humanos y Mundo Productivo
Estado La Guaira

Módulo II

Facilitadora: Participantes: Luis Hernández V-6465159


Dra. Anggie Murillo Oswaldo Nieves V-6499468
Marlene Guevara V-9855232

Noviembre, 2022
En este trabajo se investigará sobre concepto derecho del trabajo, derecho colectivo del
trabajo, su ámbito, el razonamiento jurídico, los sujetos de derecho del trabajo, el
fenómeno de la sociabilización de las relaciones jurídicas individuales, entre otras
cosas.
Se podría decir, que el nacimiento del Derecho Colectivo del Trabajo, surge de un
fenómeno social, político y económico llamado “Revolución Industrial” a finales del siglo
XVIII; con el cual se manifiestan en efectos positivos: cambios de forma de producir,
facilidad al transporte, entre otros. Y efectos negativos: desplazamiento de mano de
obra, nacimiento de dos clases la burguesía y el proletariado, pobreza y marginación.
Jhon Locke fue el pensador que impulso a la sociedad naciente con su obra “Cartas
sobre la tolerancia y el Gobierno Civil” decía que el hombre nace con tres derechos:
Vida, Libertad y Propiedad, así como que el gobierno tenía que garantizar los
mencionados derechos, siempre haciendo hincapié en que el más importante es la
Propiedad. Surge el concepto “Propiedad Privada” como derecho sagrado y este
concepto impulso al Derecho Colectivo, y en ese tiempo si un trabajador se
inconformaba y presentaba él solo una queja, no sucedía nada, más si se quejaban
varios se consideraba un Delito  en contra de la Propiedad ya que el patrón perdía
patrimonio si muchos dejaban de laborar, cabe destacar el atentado a la propiedad de
este.
El derecho del trabajo se le puede definir como el conjunto de principios y normas
jurídicas que regulan las relaciones pacificas y conflictivas que surgen del hecho social
del trabajo dependiente, y las emanadas de las asociaciones profesionales sindicatos y
cámaras empresariales entre sí y con el Estado.
El fin perseguido es proteger a los trabajadores y dentro de sus elementos principales
están:
a) El trabajo humano libre y personal y personal.
b) La relación de dependencia, caracterizada por la subordinación y el trabajo por
cuenta ajena.
c) El pago de la remuneración como contraprestación.
La unión de trabajadores está en el comienzo del fenómeno laboral y fue la respuesta
natural a la injusticia y a la explotación realizadas por los empresarios. El trabajador
tuvo necesidad de agruparse con otros trabajadores para de esa manera compensar la
inferioridad en que aislado se encontraba frente el empleador e incluso frente a la
legislación existente. Al principio la unión engendró la atención pública sobre el
fenómeno, de la cual derivó la legislación del trabajo.

Por otro lado, el trabajo puede dividirse en cuatro partes bien diferenciadas, tales
como; el derecho individual del trabajo, el derecho colectivo del trabajo, el derecho
internacional del trabo y el derecho administrativo procesal del trabajo:

1.- Derecho individual del trabajo: se ocupa de las relaciones de los sujetos
individualmente considerados, por un lado trabajador y por otro empleador.
2.- Derecho colectivo del trabajo: se ocupa de las relaciones de los sujetos colectivos:
por un lado los sindicatos y por otro las cámaras empresariales (representante de los
empleadores).
3.- Derecho internacional de trabajo; constituido por los tratados internacionales
celebrados entre distintos países y esencialmente por los convenios y recomendaciones
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
4.- Derecho administrativo y procesal del trabajo: se ocupa del procedimiento
administrativo ante el Ministerio de Trabajo.

Según Donald Alemán Mena ( 2005 ), al hablar de lo que es el derecho colectivo del
trabajo, nos indica que este representa la introducción a las relaciones colectivas que
existen entre las distintas organizaciones que representan los derechos de los
trabajadores y patronos con respecto a los beneficios y obligaciones que le designan
las leyes que estos deben cumplir. 
En el Derecho Colectivo del Trabajo, la ley favorece armónicas relaciones colectivas de
trabajo, garantiza a empleadores y trabajadores el derecho de organización y de
negociación colectiva, con expreso reconocimiento del valor normativo de las
convenciones colectivas de trabajo, reconoce el derecho de huelga y el derecho a la
solución pacífica de los conflictos, la cual debe ser facilitada y estimulada por las
autoridades.
Esta fue reconociendo la realidad social y sindical, lo que significó suprimir las trabas
para la unión y en segundo momento, crear estímulos para la unión de trabajadores. En
la medida en que se formaron asociaciones profesionales surgió una nueva forma de
creación del derecho del trabajo: la extraetática, se dice así, que en el derecho del
trabajo hay un punto de partida: la unión de los trabajadores; y un punto de llegada,
el mejoramiento de las condiciones de los trabajadores, siendo derecho individual y
colectivo distintas sendas para llegar a ello.

Esta nueva rama del Derecho que contempla las relaciones colectivas no tiene en
cuenta directamente al trabajador individual sino el interés colectivo, o sea el de una
pluralidad de sujetos hacia un bien apto para satisfacer una necesidad común: no es la
suma de intereses individuales sino su combinación, y es indivisible.

En cualquier país el derecho colectivo del trabajo tiene una estructura triangular que se
asienta en tres institutos fundamentales: el sindicato, la negociación colectiva y la
huelga. Si falta alguno de estos tres, el sistema todo se detiene. Este enfoque
encuentra su correlato en el enfoque anglosajón y más notoriamente en el
norteamericano de las industrial relations.

Desde esta perspectiva todo el sistema se compone de unos determinados actores


(especialmente organizaciones profesionales y el Estado) y de las formas en que estos
se relacionan (especialmente negociación colectiva y huelga): la negociación y el
conflicto son las formas de relación o sea la parte del lado dinámico del sistema, siendo
la fase estática la estructura de los actores.
Por una parte se tienen en cuenta los mecanismos de creación de las normas jurídicas
y de las prácticas a las que se ajustan las relaciones colectivas y por otra parte se
atiende al grado de protagonismo de cada uno de los actores en el conjunto del sistema
de la distribución de poderes entre ellos.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Está consagrada a la promoción de la justicia social, de los derechos humanos y


laborales reconocidos internacionalmente, persiguiendo su misión fundadora: la justicia
social es esencial para la paz universal y permanente, consagrado en varios artículos
de la misma Ley.

En el ámbito de aplicación del Derecho Colectivo del Trabajo: lo podemos en contra en


la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, específicamente en su
artículo 87, constituye el derecho "rector" de todo trabajador, de las relaciones
laborales y todas las cuestiones que se deriven de ellas, éste expresa que:

"Toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de trabajar. El estado


garantizará la adopción de las medidas necesarias a los fines de que toda
persona pueda obtener ocupación productiva, que le proporcione una
existencia digna y decorosa y le garantice el pleno ejercicio de este
derecho. Es fin del Estado fomentar el empleo. La ley adoptará medidas
tendientes a garantizar el ejercicio de los derechos laborales de los
trabajadores y trabajadoras no dependientes. La libertad de trabajo no
será sometida a otras restricciones que las que la ley establezca.
Todo patrono o patrona garantizará a sus trabajadores y trabajadoras
condiciones de seguridad, higiene y ambiente de trabajo adecuados. El
Estado adoptará medidas y creará instituciones que permitan el control y
la promoción de estas condiciones".

De la misma manera, el artículo 89 de la Constitución Nacional estipula que:


"El trabajo es un hecho social y gozará de la protección del Estado. La ley dispondrá lo
necesario para mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales de los
trabajadores y trabajadoras. Para el cumplimiento de esta obligación del Estado se
establecen los siguientes principios:

•    Ninguna ley podrá establecer disposiciones que alteren la intangibilidad y


progresividad de los derechos y beneficios laborales. En las relaciones laborales
prevalece la realidad sobre las formas o apariencias.

•    Los derechos laborales son irrenunciables. Es nula toda acción, acuerdo o convenio
que implique renuncia o menoscabo de estos derechos. Sólo es posible la transacción y
convenimiento al término de la relación laboral, de conformidad con los requisitos que
establezca la ley.

•    Cuando hubiese dudas acerca de la aplicación o concurrencia de varias normas, o


en la interpretación de una determinada norma, se aplicará la más favorable al
trabajador o trabajadora. La norma adoptada se aplicará en su integridad.

•    Toda medida o acto del patrono o patrona contrario a esta Constitución es nulo y no
genera efecto alguno.

•    Se prohíbe todo tipo de discriminación por razones de política, edad, raza, sexo,
credo o por cualquier otra condición.

•    Se prohíbe el trabajo de adolescentes en labores que puedan afectar su desarrollo


integral. El Estado los protegerá contra cualquier explotación económica o social".

El Derecho Colectivo del Trabajo está regulado en el Título VII de la Ley Orgánica del
Trabajo de 1997 y en su Capítulo I recoge las Disposiciones Fundamentales sobre la
materia, plasmando la necesidad de favorecer las relaciones colectivas armónicas entre
trabajadores y patronos, teniendo como objetivo la mejor realización de la persona del
trabajador y el mayor beneficio del mismo y de su familia, al tiempo de considerar que
estas relaciones colectivas del trabajo son un instrumento para el desarrollo económico
y social del país.

Teniendo en mente esta finalidad el legislador consideró necesario que el Estado


asumiera el deber de garantizar a los trabajadores y a los patronos, el derecho a la
negociación colectiva, que a partir de 1999 tiene rango constitucional, como ya indiqué,
y a solucionar pacíficamente sus conflictos, así como el derecho a huelga.

También se consideran esenciales el carácter inviolable del derecho a la organización


sindical de los trabajadores y patronos, así como su autonomía y protección especial
por parte del Estado.

Mención especial merece la condición jurídica que el legislador le reconoce a las


convenciones colectivas de trabajo. Estas prevalecen sobre toda otra norma, contrato o
acuerdo, siempre y cuando beneficien a los trabajadores, y su extensión alcanza a
todos los trabajadores, incluso a los no inscritos en las organizaciones sindicales
signatarias de la convención. Esta disposición se encuentra en perfecta concordancia
con las fuentes del Derecho del Trabajo consagradas en la misma Ley y que establecen
que para la decisión de un caso determinado se aplicarán además de las disposiciones
constitucionales y legales de la materia, en primer lugar, la convención colectiva de
trabajo o el laudo arbitral, si fuere el caso y es también una manifestación del principio
de progresividad de los derechos del trabajo que establece la Constitución de la
República de 1999.

Por otra parte, el legislador ha considerado primordial imponerles a todas las


autoridades, administrativas y judiciales, el deber de facilitar y de estimular la solución
pacífica de los conflictos laborales, el cual se ejerce mediante los mecanismos legales
existentes, tales como: la negociación, la conciliación, la mediación, la consulta y el
arbitraje.
Artículo 472.- (Del Conflicto colectivo). "Si surge alguna diferencia entre una o más
organizaciones sindicales de trabajadores y trabajadoras y uno, uno más patrones o
patronas en cuanto si hay incumplimiento de las convenciones colectivas o alguna
medida que afecte a los trabajadores o trabajadoras, se tramitarán de acuerdo lo
dispuesto por esta ley.

A tales fines, el Estado garantiza a los trabajadores y a los patronos y a las


organizaciones que ellos constituyan, el derecho a negociar colectivamente y a
solucionar pacíficamente los conflictos. Los trabajadores tienen el derecho de huelga y
lo ejercerán en los términos establecidos".

Uno de los aspectos más importantes del Derecho Colectivo del Trabajo en Venezuela,
lo constituyen los conflictos colectivos que son medios para modificar las condiciones
de trabajo, reclamar el cumplimiento de las convenciones colectivas, o para oponerse a
medidas de cualquier índole que puedan perjudicar a los trabajadores, incluyendo las
prácticas antisindicales. La ley establece dos clases de procedimientos de solución de
conflictos colectivos: la autocomposición y la heterocomposición. En la primera
categoría se encuentran: la negociación, la conciliación, la mediación y la consulta.
En tanto que en la segunda se encuentran: el arbitraje y la decisión judicial.

Articulo 489. (Huelga) Tendrán protección al ejercicio a huelga todo trabajador o


trabajadora, en el tiempo de su servicio, no se considerará interrumpido por su ausencia
al trabajo con motivo de la huelga y en un conflicto colectivo, no podrán contratar a
trabajadores y trabajadoras ni trasladar a otros desde otros centros de trabajo para
realizar las labores de estos que participan en la misma.

Artículo 365.- (Sindicatos). "La organización sindical constituye un derecho inviolable


de los trabajadores y patronos. Los sindicatos, federaciones y confederaciones
sindicales, gozarán de autonomía y tendrán la protección especial del Estado para el
cumplimiento de sus fines".
Artículo 431.- (Convenciones colectivas). "Se favorecerán armónicas relaciones
colectivas entre trabajadores y patronos para la mejor realización de la persona del
trabajador y para mayor beneficio del mismo y de su familia, así como para el desarrollo
económico y social de la nación.
En Venezuela, entre el 1º de enero de 1999 y el 31 de diciembre de 2001, se celebraron
las siguientes convenciones colectivas:
 1999 ....... 418
 2000 ....... 630
 2001 ....... 658

Las convenciones colectivas con el sector público están reguladas por las mismas
disposiciones legales que rigen las del sector privado, salvo algunas normas
especiales. Cuando se celebren convenciones colectivas con el sector público, las
obligaciones contraídas deben estar contempladas en el presupuesto vigente.

Los sujetos intervinientes en esta disposición, se encuentran establecidos los en la Ley


Orgánica del Trabajo, Trabajadores y Trabajadoras en los siguientes artículos:

El Art. 35 de la L.O.T.T.T establece el concepto de "trabajador" y se entiende como


aquella persona natural que realiza una labor de cualquier clase, por cuenta ajena y
bajo la dependencia de otra, siendo la prestación de sus servicios remunerada.

De igual manera el Art. 36 de la L.O.T.T.T expresa lo que se considera como


"trabajador no dependiente" que es la persona que vive habitualmente de su trabajo, sin
estar en situación de dependencia respecto de uno o varios patronos, igual pueden
organizarse en sindicatos y celebrar acuerdos similares a convenciones colectivas de
trabajo y si fuere posible serán incorporados al sistema de seguridad social y a las
demás normas de protección de los trabajadores.
El Art. 37 de la L.O.T.T.T, nos define lo que es el "empleado de dirección", que no es
más que el que interviene en la toma de decisiones u orientaciones de la empresa, así
como el que tiene el carácter de representante del patrono frente a otros trabajadores o
terceros y puede sustituirlo, en todo o parte, en sus funciones.

El Art. 38 de la L.O.T.T.T, nos aclara lo que es "obrero", que es el trabajador cuya labor
predomina el esfuerzo manual o material, así como los capataces, vigilantes de obreros
y otros semejantes.

El Art. 39 de la L.O.T.T.T nos estipula lo que significa "obrero calificado", que es el que
requiere de entrenamiento especial o aprendizaje para realizar su labor.
.
Otro sujeto fundamental en la relación de trabajo es el "patrono", el Art. 40 de la
L.O.T.T.T, lo define como la persona natural o jurídica que en nombre propio, ya sea
por cuenta propia o por cuenta ajena, tiene a su cargo una empresa, establecimiento,
faena o explotación, de cualquier naturaleza o importancia, que ocupe trabajadores, sea
cual fuere su número.

El Art. 41 de la L.O.T.T.T nos estipula lo que es el "representante de patrono" que son


todas aquellas personas que ejerzan funciones de dirección o administración, aunque
no tenga mandato expreso, sean directores, gerentes, administradores, jefes, capitanes
de buques, depositarios y muchos más.

Y otro de los sujetos importantes en la convención colectiva son los "sindicatos", que
son agrupaciones formadas por los trabajadores o por los patronos, con el fin de
defender sus intereses económicos, el mejoramiento material de la vida de sus
componentes, su elevación intelectual o moral, la protección contra los infortunios y la
determinación técnica de los trabajos.
Todos estos sujetos antes mencionados forman parte al momento de concretar una
convención colectiva entre todas aquellas personas que laboran en una determinada
empresa o sociedad. Un trabajador es una persona que con la edad legal suficiente, y
de forma voluntaria presta sus servicios retribuidos. Estos servicios pueden ser
prestados dentro del ámbito de una organización y bajo la dirección de otra persona
física o persona moral, denominada empleador o empresario; o bien como trabajador
independiente o autónomo, siendo su propio dueño.

Se considera como tal no solamente al trabajador por cuenta ajena, sino también al
trabajador por cuenta propia o autónoma ya otras personas que realizan actividades
profesionales, por las que están incluidos en la Seguridad Social (artistas, escritores,
toreros, entre otros).

El fenómeno de la sociabilización de las relaciones jurídicas individuales

La consolidación de un Estado democrático de derecho requiere necesariamente de


dos elementos esenciales: un conjunto de leyes e instituciones sólidas y una sociedad
consciente donde el respeto y el cumplimiento de las leyes, tanto de parte de las
autoridades como de los ciudadanos, es una condición fundamental para mantener el
orden y la paz social.

Por eso, para enfrentar problemas como la corrupción e inseguridad pública, no bastan
las reformas a las leyes ni la creación de nuevas instituciones encargadas de aplicarlas,
es necesario también que los individuos las obedezcan, de ahí que, en forma constante
y en diversos espacios académicos en todos sus niveles, gubernamentales, gremios
laborales, gremios empresariales y comunidades organizadas en general, se plantea la
importancia de promover la cultura de la legalidad entre los ciudadanos.

Entre los principales agentes de socialización y por ende, la socialización jurídica se


encuentran la familia, la escuela y los medios de comunicación, sin embargo, el respeto
y la obediencia a la ley y a las autoridades se logran no solo con informar a los
individuos sobre el contenido del ordenamiento jurídico y el funcionamiento de las
instituciones, sino que las autoridades deben de actuar conforme a derecho para que
los ciudadanos puedan percibir la congruencia entre lo establecido en la norma o ley y
el derecho practicado, de tal manera que conciban al derecho como un instrumento
esencial para mantener el orden y la convivencia pacífica y lo conviertan así en el
referente que oriente sus acciones cotidianas. Considerando que la socialización
jurídica se manifiesta en dos ámbitos: Por un lado, la transmisión de conocimientos
sobre el Estado y el derecho en general, y por el otro, la enseñanza de los elementos
propiamente jurídicos.

Conocimiento del derecho

Toda sociedad requiere de un sistema de pautas o patrones de comportamiento que


dirijan la interacción social. Ese es precisamente el papel de las normas sociales, ya
que además de garantizar el funcionamiento racional de una sociedad, aseguran que
los mecanismos que rigen las relaciones entre los individuos no se desintegren en el
desorden y el caos y se mantengan dentro de los límites de la lógica y del sentido
común. Este planteamiento podemos emplearlo para comprender la función de las
normas jurídicas en la sociedad y así considerarlas como el cemento de la sociedad
que define y articula cada uno de los elementos que la integran.

En este sentido, el derecho, como orden normativo del comportamiento social, forma
parte de la vida cotidiana de los individuos, sin embargo, no siempre hay conciencia del
papel de este en la organización de la sociedad. Aun cuando está presente en la mente
de los individuos, la idea del derecho no es solamente reflexiva, por eso, los miembros
de la colectividad, más que conocerlo, sienten el derecho en sus vidas cuando
experimentan la injusticia.

Entendiendo que la justicia es uno de los valores más apreciados por los individuos
que, independientemente del sentido que le otorguen, lo asocian con la autoridad y con
el derecho; La regla de derecho responde a dos necesidades: necesidad de seguridad y
necesidad de justicia.
Para que los individuos puedan concebir al derecho como un referente necesario para
lograr la convivencia social armónica, es preciso que encuentre congruencia entre lo
que se plasma en el documento y sus efectos reales, porque ese es el ingrediente
esencial de la aceptación social del derecho y, por ende, del cumplimiento de las
normas jurídicas.

Socialización jurídica

El respeto a las normas jurídicas requiere de su conocimiento y lo ideal sería que, la


mayoría de los miembros de una comunidad conociera el derecho que los rige. Sin
embargo, por diversas razones, esto no es así, pero tampoco se puede decir que su
desconocimiento genere siempre el incumplimiento generalizado, porque eso se
traduciría en una situación de anarquía.

En realidad, lo que se pretende es que, para que haya un mayor cumplimiento de las
normas jurídicas, los individuos las conozcan y, de esta manera, sea adecuado el
principio de la inexcusabilidad de la ignorancia del derecho, que debe emplearse
siempre y cuando la autoridad haya cumplido antes con su responsabilidad de difundir
las normas jurídicas por los canales adecuados.

Por lo anterior, es necesario que las autoridades generen las condiciones de


comunicación necesarias para que los individuos encuentren en el ordenamiento
jurídico, los mecanismos que aseguran la protección de sus intereses y la satisfacción
de sus necesidades; así como los modos institucionalizados de hacer las cosas que por
sí mismas intervienen en el mantenimiento de la paz y el orden social.

La transmisión de las normas jurídicas, sus alcances, sus límites, las consecuencias
que se derivan de su quebrantamiento, así como las autoridades que crean, interpretan
y aplican las leyes, supone un proceso de socialización jurídica.

Para Urquiza. M (2001), la socialización jurídica es: un proceso de apropiación, es


decir, de asimilación progresiva y reorganización por parte de la persona dentro de su
universo de representaciones y saberes, de los elementos constitutivos del
ordenamiento jurídico vigente en su sociedad: normas jurídicas, instituciones,
relaciones sociales a las que ellas se aplican o en las que intervienen, status de las
personas, así como sus derechos y obligaciones.

Así, la socialización jurídica implica la internalización de conocimientos sobre el sistema


jurídico que rige la sociedad, es decir, el procesamiento de la información relacionada
con el ordenamiento jurídico que los individuos reciben, categorizan, interpretan y
acomodan de acuerdo con las creencias, valores y conocimientos que prevalecen en
determinado contexto social, conformando así la representación social del derecho; de
lo contrario, se corre el riesgo de que el derecho se presente como algo ajeno, extraño
a la realidad social y, por lo tanto, el individuo no percibirá el beneficio práctico que le
representa el derecho. Por eso la socialización tiene la función de acercar y vincular
cada vez más el derecho con la sociedad que ordena.

Los encargados de que la asimilación del derecho se haga efectiva son los llamados
agentes de socialización jurídica, que podemos definir como las instituciones que
transmiten, reelaboran y participan en la configuración de las orientaciones y
representaciones sociales sobre el Estado y el ordenamiento jurídico, contribuyendo a
la formación de la conciencia jurídica en la medida en que proporcionan contenidos
específicos que orientan el comportamiento jurídico.

La familia es el primer agente de socialización, por eso es el principal vehículo de


transmisión de la cultura... Es en el contexto familiar donde se fraguan los cimientos de
nuestro comportamiento.

Otro agente de socialización jurídica es la escuela en sus diferentes niveles,


especialmente en los primeros años de vida escolar donde la socialización se da con
mayor intensidad.

Según Piaget, la socialización está vinculada al desarrollo moral de los individuos que
pasa por dos etapas, en la primera el niño tiene como principal motivación para aceptar
las normas, el respeto hacia los adultos en general y específicamente hacia sus padres,
de tal manera que respetan la norma no por el valor de esta en sí, sino por el origen de
la misma; esta actitud de obediencia y respeto hacia los mayores origina en el niño la
adecuación de su conducta en una forma unilateral a las disposiciones de los adultos.
En la segunda etapa, aparece una motivación distinta al sometimiento de las normas,
originada por la conciencia que van tomando los niños sobre la reciprocidad y la
igualdad, por lo que la obediencia supone una actitud de respeto mutuo entre iguales.

Los agentes de socialización jurídica específica, como la universidad y otras


instituciones de educación universitaria, encargadas de la enseñanza formal del
derecho, transmiten conocimientos propiamente jurídicos, es decir, de carácter
doctrinario, teórico y técnico. En el caso de las escuelas y facultades de derecho,
instituciones donde se forman los futuros operadores jurídicos y otros profesionales del
derecho, resulta importante examinar qué ocurre con la enseñanza formal del derecho.

Cultura de la legalidad

La cultura de la legalidad se integra no solo de los conocimientos sobre las


disposiciones normativas contenidas en el ordenamiento jurídico que rige un Estado,
sino también de creencias, valores, representaciones y opiniones que tienen los
individuos sobre el mismo, así como de la actuación de las autoridades y el
funcionamiento de las instituciones encargadas de crear, interpretar y aplicar el
derecho. Todos estos elementos son aprendidos y aprehendidos en las interacciones
entre los individuos y la sociedad. El proceso de socialización jurídica se convierte así
en el mecanismo fundamental en la construcción de la cultura de la legalidad .
Conclusión

La Constitución garantiza el goce y ejercicio de los derechos humanos y la igualdad


ante la ley, sin discriminación alguna. Sobre el trabajo, específicamente, contiene una
serie de normas detalladas.

En efecto, la Constitución consagra el derecho al trabajo y el deber de trabajar, en un


plano de igualdad entre hombres y mujeres, y asegura que el Estado adoptará medidas
para que toda persona pueda tener ocupación productiva y adaptada a sus condiciones,
en el caso de ancianos y ancianas, así como de personas con discapacidades o
necesidades especiales, y para el ejercicio de los derechos laborales por los
trabajadores no dependientes.

Reconoce el derecho a la capacitación de los jóvenes y su acceso al primer empleo.


Reconoce, asimismo, el trabajo del hogar como actividad económica que crea valor
agregado y produce riqueza y bienestar social, y declara que las amas de casa tendrán
derecho a la seguridad social de conformidad con la ley.

Considera el trabajo como un hecho social, colocado bajo la protección del Estado.
Dispone que la ley mejore las condiciones de los trabajadores, sobre la base de los
principios de intangilidad, progresividad de los derechos y beneficios laborales, primacía
de la realidad, irrenunciabilidad, e interpretación más favorable al trabajador, y prohíbe
la discriminación en el empleo y el trabajo de adolescentes en labores que puedan
afectar su desarrollo integral.
La Constitución consagra, además, el derecho de toda persona al amparo por los
tribunales en el goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de
aquellos inherentes a la persona que no figuren expresamente en dicho texto o en los
instrumentos internacionales sobre derechos humanos. La acción de amparo está
destinada al restablecimiento inmediato de la situación jurídica infringida o la situación
que más se asemeje a ella.

La socialización jurídica es: un proceso de apropiación, es decir, de asimilación


progresiva y reorganización por parte de la persona dentro de su universo de
representaciones y saberes, de los elementos constitutivos del ordenamiento jurídico
vigente en su sociedad: normas jurídicas, instituciones, relaciones sociales a las que
ellas se aplican o en las que intervienen, status de las personas, así como sus derechos
y obligaciones
Bibliografías Consultadas

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1.999)

Donald José Alemán Mena. Derecho colectivo del trabajo: manual teórico/ práctico.

Ehrlich, Eugene (1968), Principios Fundamentales de la Sociología del Derecho,


Cambridge, Harvard University.

Girola, Lidia (2011), “La cultura de la trasgresión. Anomias y culturas del ‘como si’,
en la sociedad mexicana”, Estudios Sociológicos, vol. XXIX.

Laveaga, Gerardo (2006), La cultura de la legalidad, México, UNAM.

Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajador y las Trabajadora (2012).

Ramos Rangel, Yamila (2017), “Un acercamiento a la función educativa de la


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Soriano, Ramón (2000), Sociología del derecho, Barcelona, Ariel.

Urquiza, María Isabel (2001), Conciencia jurídica su formación como función social
del derecho, Argentina, Advocatus.

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