5 PASOS PARA 
CERRAR CICLOS 
   

 
 
 
 

Cómo saber que tienes duelos no resueltos 

 
 
 
Cómo saber​ que tienes duelos no resueltos/no cerrados? 
 
- ¿Te vienen imágenes de tu pasado? 
 
- ¿Siguen los pensamientos repetitivos sobre una situación o persona? 
 
- ¿Te duele el pensar algo que viviste? 
 
- Al recordar a una persona de tu pasado ¿sigues sintiéndote 
incómodo? 
 
- ¿Tienes dificultad para acordarte de alguna época de tu vida? 
 
- ¿Sientes tensión en tu cuerpo al pensar en una situación del 
pasado? 
 
- ¿Se te encoge el pecho al pensar con una persona? 
 
- ¿Tienes sueños inquietos sobre una persona del pasado? 
 
- ¿Tienes pesadillas sobre una situación repetitiva en tu vida? 
 
- ¿CANSADA? 
 

   

 
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Introducción 

Según un viejo refrán: 

 
“ la única constante es el cambio “ 
 
 
La  vida  está  compuesta  por  ciclos,  capítulos  o 
etapas  , y cada una de ellas aporta a nuestro ser 
los aprendizajes necesarios.  
 
La  vida  es  cíclica,  nacemos,  crecemos,  nos 
reproducimos  y  morimos.  Es  la  ley  de  la  vida 
que compartimos con todos los seres vivos.  
Esta  ley  aunque  la  estudiamos  en  primaria,  es 
algo  que  no  aprendemos  a  vivirla,  la 
entendemos  y  conceptualizamos  pero  no  la 
integramos  como  parte  de  nuestra experiencia 
humana.  
 
Cuando  hablamos  de  cerrar  ciclos,  hablamos 
de  concluir  o  terminar  alguna  etapa  de  nuestra  vida  y  esto  puede  incluir  relaciones 
de  pareja,  empleos,  lugar  de  vivienda,  país  de  residencia,  hábitos  de vida o conducta, 
relaciones  de  amistad,  seres  queridos  por  fallecimiento,  situaciones  dolorosas  de 
nuestro pasado, etc. 
 
Nuestra  vida  es  un  continuo  abrir  y  cerrar ciclos. Cuando se abren, significa la llegada 
de  nuevas  personas  y  experiencias  a  nuestra  vida  que  nos  traen  un  sin  fín  de 
aprendizajes  y  cuándo  deben  cerrarse  significa  que  ese  aprendizaje  en  ese  espacio 
del tiempo ha llegado a su fin y dejamos soltar para avanzar.  
 

 
 
Aprender a cerrar ciclos nos permitirá avanzar libremente 
hacia las nuevas oportunidades que la vida nos trae. 
 
 
 
   

 
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Cerrar  ciclos  es un proceso vital de cambios, que implica desprenderse, desapegarse, 
dejar  en  el  pasado  y  continuar,  significa que debes seguir tu intuición o tu camino de 
vida. 

Cuando  hablamos  de  cerrar  ciclos  no  significa  olvidar,  abandonar  o  rendirte.  Se trata 
de  ​entender​,  que  podemos  cambiar  de dirección para ir a mejores lugares a alcanzar 
nuevas y mejores metas.  
 
 
Sin  embargo  por  falta  de  conocimiento  y 
aprendizaje  nos  quedamos  enquistados  en 
una  fase  de  nuestra  vida.  Que  por  mucho 
que  avancemos  nos  persigue y sigue vigente 
en el ​día de hoy​.  
A  veces  por  obstinación,  o  ego  queremos 
quedarnos  en  un  ciclo  que  ya  no  es  para 
nosotros, s​ ufrimos​, luchamos y nos herimos. 
 

Aprender  a  ​cerrar  los  ciclos  nos  da  la 

libertad  de  empezar  nuevos  ciclos,  donde 
podemos  volvernos  más  creativos  y  felices. 
Con  cada  ciclo  que  cerramos  nos  creamos 
nuevamente  y  vamos acumulando sabiduría. 
Nuestra  existencia  cobra  sentido  y 
obtenemos  la  energía  renovadora,  que  nos 
permite sentir la libertad. 
 
 
 
 
 

“La vida es siempre para adelante … Cierra la puerta, da vuelta 

a la hoja, cierra el círculo”. 
Paulo Coelho 
   

 
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Beneficios de cerrar ciclos 
 
 
Si  queremos nuevas experiencias en nuestra vida, debemos hacer espacio para ellas. 
Si  deseamos  comenzar  un  nuevo  capítulo  en  nuestra  vida,  necesitamos  hojas  en 
blanco.  Muchos  de  nosotros  acumulamos  objetos,  sentimientos,  pensamientos, 
recuerdos,  relaciones...  que  nos  amarran  al  pasado,  a  ese capítulo de nuestras vidas o 
a esa situación que deseamos terminar. 

 
La  vida  es  ​dinámica​,  es  decir 
siempre  está  en  movimiento  y 
ese  movimiento  siempre 
implica  cambios,  lo  cual  es 
emocionante¡¡  pues  nos 
permite  conocer  una  infinidad 
de  personas,  situaciones, 
lugares,  experiencias,  incluso 
diferentes  facetas  de  uno 
mismo  durante  todo  el 
transcurso  de  nuestra 
existencia. 
No  es  posible  pretender  que  algo  o  alguien  sea  “  ​PARA  SIEMPRE​”,  pues  iríamos  en 
contra  de  la  misma  dinamicidad  de  la  vida.  Todo  tiene  su  tiempo  perfecto  para  ser y 
suceder  y  cuando  ese  tiempo  termina  es  necesario  desapegarse  y  dejarlo  atrás  para 
poder continuar. 

 
 
Cada  vez  que  se  cierra  un  ciclo,  podemos  avanzar  a  otro  espacio  y  redimensionar  su 
vida,  transformarla  y  probar  nuevas  experiencias.  Aferrarse  a  cosas  o  situaciones  que 
nos  lastiman  no  tiene  sentido,  hay  un  universo  de  posibilidades  que  demandan  ser 
alcanza​das. Claro está requiere sacrificio, arriesgarse, atreverse. Usted decide. 
 
 

“No hay peor ciego que el que ya vio la realidad y decide volver 
a cerrar los ojos” 
 

 
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Fases del Duelo 
 
La palabra “duelo” proviene del término latino”dolos” que significa dolor. Podemos definir 
el duelo como la reacción natural ante la pérdida de un objeto amado, sea éste real o 
imaginario y como el ​proceso necesario​ para superar esa pérdida y aprender a vivir sin 
ese objeto. 

Lo asociamos normalmente a la pérdida de 

un ser querido pero hay más tipos de 
pérdida, puede darse también en la pérdida 
de un empleo, de una relación de pareja, 
pérdida de un objeto valioso, a los cambios 
evolutivos del ser humano (el paso de niño a 
adolescente, de adolescente a adulto), una 
etapa y actitud de vida en nuestro pasado, 
etc.  
Por lo tanto, para cerrar las etapas 
pasaremos por un proceso de duelo ante 
todas y cada una de las pérdidas que vayamos teniendo a lo largo de la vida. Por 
supuesto, hay pérdidas con mayor importancia que otras y que por lo tanto sentiremos su 
duelo con mayor intensidad. 
 
 

En cada ciclo concluido, en cada etapa cerrada hay que adaptarse a un cambio, a otro 
paradigma, a otra viviencia, a otro espacio personal y eso implica un proceso personal, 
emocional, cognitivo y conductual necesario para cerrar una etapa y continuar con su 
vida. 

Hay cinco etapas para cerrar el duelo: ​negación, ira, negociación, depresión y 
aceptación​. 

৩ NEGACIÓN 
৩ IRA 
৩ NEGOCIACIÓN 
৩ DEPRESIÓN 
৩ ACEPTACIÓN 
 
El  duelo  es  un proceso personal que no tiene límite de tiempo, ni una forma «correcta» de 
pasarlo. 
 

 
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NEGACIÓN 
 
Es  la  fase  de  la  Negación,  donde  no  aceptamos  lo  que  ocurrió,  o  lo  que  vivimos,  la 
experiencia o la experiencia vivida. 
 
Es  una  fase  que  cuando  recordamos  la situación o proceso a cerrar sentimos un pequeño 
shack en nuestro corazón.  
 
Hay una resistencia mental a transitar este proceso 
 
Cuando  analizamos  la situación o experiencia que queremos cerrar, en esta fase aparecen 
frases como:  
- Todavía no me creo que eso fuera así 
- No puede ser 
- No entiendo cómo ocurrió 
- No me permito esa idea de mí 
- etc 
 
 

IRA 
 
En  esta  fase  del  cierre  de  las  etapas  de  vida,  la  Ira  es  indispensable.  Es la fuerza que hace 
que las cosas se separen de nuestro campo energético para que se alejen de nosotros.  
En  nuestra  sociedad  la  ira  está  muy mal vista, y es porque no se sabe gestionar ni aceptar 
como parte de vida humana 
El  enfado  es  la  energía  necesaria  para  expulsar  algo  que  me  esta  hiriendo  fuera  de  mi 
campo  personal.  Es  una  fase  necesaria  para  crear espacio y poder seguir sin esa situación 
que se ha terminado. 
 

NEGOCIACIÓN 
 
Aparece  la  necesidad  de  querer  llegar  a  un  acuerdo,  en  la  mayoría  de  las  ocasiones  lo 
hacemos  con  Dios,  para  superar esta desagradable vivencia por la que están atravesando. 
Se  intenta  negociar  con  entidades  divinas  o  sobrenaturales  para  hacer  que  la  muerte  no 
se  produzca  a  cambio  de  cambiar  el  estilo  de  vida  y  "reformarse".  O  se  imagina  que 
hemos retrocedido en el tiempo y que no hay ninguna vida en peligro. 
Esta  etapa  es  breve  porque  tampoco  encaja  con  la  realidad  y,  además,  resulta  agotador 
estar pensando todo el rato en soluciones. 

 
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DEPRESIÓN 
 
Es  donde  todos  los  sentimientos  experimentados  anteriormente  pasan  a  ser  sustituidos 
por una sensación de ​pérdida​. 

Aquí  aparece  una  fuerte  tristeza  que  no  se  puede  mitigar  mediante excusas ni mediante 

la  imaginación,  y  que  nos  lleva  a  entrar  en  una  ​crisis  existencial  al  considerar  la 

irreversibilidad  de  la  muerte  y  la  falta  de  incentivos  para  seguir  viviendo  en  una  realidad 

en  la  que  el  ser  querido  no  está.  Es  decir,  que  no  solo  hay  que  aprender  a  aceptar  que la 

otra  persona  se  ha ido, sino que además hay que empezar a vivir en una realidad que está 

definida por esa ausencia. 

En  esta  etapa  es  normal  que  nos  aislemos  más  y  que  nos  notemos  más  cansados, 

incapaces de concebir la que vayamos a salir de ese estado de tristeza y melancolía. 

 
 

ACEPTACIÓN 
 
Se  termina  de  consolidar  la  aceptación  de  la  realidad,  es  decir,  finalmente  la  persona 

termina aceptando totalmente que su ser querido se ha ido. 

 
 
 
 
Después  de  ver  la  importancia  de  cerrar  ciclos,  porque  es 
importante  cerrarlos,  los  beneficios  y  las  fases  del  duelo,  te 
presento  los   5 pasos donde aprenderàs a cerrar tus ciclos y 
a tomar las riendas de tu vida.  
   

 
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5 PASOS PARA CERRAR CICLOS: 
 

1  -  Tomar  conciencia  de  los  ciclos  no 

cerrados 
Cómo muy bien debes ya saber, para mi el primer paso siempre es cuestionarse y auto 
indagarse. Si no empezamos para ir hacia dentro no habrá una transformación real. Por 
esa razón, lo primero que tengo que hacer es cuestionarme:  

- ¿Qué duelos he pasado? 

- ¿Qué duelos no has cerrado? 
- ¿Qué fases me siguen viniendo a la cabeza? 
- ¿Qué relación persiste incluso después de terminar su fase? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cójete un momento para indagar en ti, coje papel y lapiz y empieza a escribir. De esta 
forma tendrás la posibilidad de ver en perspectiva y empezar a sanar y cerrar.  
 
 
 

 
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2  -  Qué  fases  del  duelo  no  has  transitado  / 
dejarlo sentir 
La emoción es lo que nos ancla la experiencia. Si hay una emoción reprimida, no vivida, no 
expresada, no nos permite avanzar. Para poder cerrar ciclos es imprescindible permitirse 
vivir esa emoción oculta. 

Es el momento de vivir lo no vivido, preparada para sentir que estás viva? Cuestionate: 

- ¿Qué fase del duelo no has transitado? ¿Qué periodo no te has permitido 
transitar? 

Lo ideal es que cojas tiempo para este trabajo interior. Busca un lugar tranquilo y cómodo 
donde puedas volver a revivir ese momento. 

Cierra los ojos y visualízate en ese momento, en ese espacio, en ese lugar, con quién 
estabas, en qué época, como bestias, qué edad tenías. Debes transportarte a ese lugar y 
volver a revivir esa emoción que no te dejaste vivir.  

Es un proceso intenso e incluso doloroso dependiendo del cierre y duelo que se tenga 
que transitar, pero siempre es sanador, liberador y reconstituyente para el alma. Así que 
anímate a abrazar las emociones que aparezcan, el llanto, las sensaciones corporales y 
simplemente dejarlas vivir, deja que se expresen y luego sueltalas. No hay que aferrarse al 
dolor, ni a la sensación. Es un espacio para permitirse sentir lo que reprimimos y soltar, 
dejarlo en esa época y espacio que pertenece.  

Adelante, no estás sola en este proceso.  

Abre tu corazón y permítete sentir. 

 
 
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3 - Cerrar el ciclo / Perdonar 

 

En esta ocasión vamos a tener el recurso de la escritura. Vamos a hacer una carta de 
despedida a este ciclo, a esta fase, a este ser querido, a este lugar, a un miedo… 

Te propongo dos maneras de escribir esta carta 

1.-En esta carta vamos a redactarla con tres pasos 

- Que ha ocurrido, desde una manera objetiva 

- Cómo te ha afectado a ti 
- Cómo quieres vivir a partir de ahora. Cuál ha sido el aprendizaje que vas a instaurar 
en tu vida.  

2.- Escribe una despedida desde lo emocional, dejándote sentir, sin pensar. Ahora bien, no 
caigas en el victimismo, ni en juzgar a nadie. Intenta ver el aprendizaje de esta 
experiencia, de esta fase para poder seguir adelante cerrando con consciencia este 
periodo de tu vida.  

Una vez terminada las cartas se queman. Les damos las gracias y se transforman en luz.  

Si el cierre de ciclo es​ un aborto o un ser querido fallecido​ que no nos hemos podido 
despedir, podemos buscar un mineral (cuarzo rosa, cuarzo blanco…) como símbolo de 
este ser querido. En un lugar elegido con consciencia, nos despedimos de él, le decimos 
todo lo que no hemos dicho, sentimos todo lo que se ha reprimido y una vez expresado 
en voz (debe ser en voz alta) enterramos el mineral con la energía de nuestro ser querido 
en la Tierra, agradeciendo al lugar, a este ser y a la Tierra.  

 
 
 
 

 
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4- Agradecer 
Es muy imprescindible cerrar los ciclos de la mejor manera, agradeciendo por las 
enseñanzas que nos trajo y dejando atrás el dolor, amando cada parte de ti que vivió ese 
momento y bendiciendo lo que haya pasado porque gracias a eso, estás hoy aquí. 
 
Sin aprender la enseñanza del ciclo o fase, sin agradecer lo aprendido no se pueden cerrar 
los ciclos.  
 
Aquí hay un punto de inflexión, si no abres tu mirada o tu corazón a reconocer que 
beneficio te ha aportado, qué enseñanza has tenido, si no agradeces la experiencia es 
difícil que puedas avanzar desde la paz. 
 
Por eso, te animo a que abras tus ojos, tus alas, tu consciencia y te permitas ver más allá 
del conflicto, del dolor, del victimismo y abraces esta experiencia desde el amor. Amate a 
ti misma con este regalo sincero.  
 
Te animo a que escribas un DECRETO de cómo vas a empezar a vivir desde hoy con este 
aprendizaje, que lo escribas o pintes con colores en una cartulina y lo cuelgues en casa 
para que te vaya acompañando todos lo días.  
 
Puedes gritar a los cuatro vientos tu agradecimiento, puedes bailarlo, danzarlo, expresarlo 
como sientas, ábrete a sentir agradecimiento por el proceso, por el aprendizaje vivido, por 
ser ahora la que eres.  
 
 
 
 

 
 

   

 
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5- Avanzar 
 
¡Ahora tienes que dar el primer paso! Ya lo tienes todo para empezar de nuevo, para 
seguir adelante.  
 
Eres consciente, ya has tomado consciencia.  
 
Has sentido, permitido vivir las emociones reprimidas. 
 
Has perdonado, te has puesto en el lugar del otro y has entendido que tu en su misma 
situación hubieras hecho lo mismo. Puedes llegar a entender que cada uno elige su 
manera de vivir y aunque no sea la que tú elijas todas están bien. Perdonar es reconocer 
que tu verdad no es la única y te abres a la verdad de los demás.  
Has agradecido, puedes sentir el agradecimiento hacia ti misma por haber elegido la 
enseñanza en vez del rencor. Te permite abrir el corazón para sentir esa gratitud de la 
vida.  
 
Ahora te toca caminar y este es el mayor paso, el materializar las enseñanzas, tu sabiduría 
en el día a día. Es el momento que pones en práctica este SOLTAR para avanzar, que te 
abres a la incertidumbre, a lo nuevo, a lo desconocido para encontrar una nueva versión 
de ti.  
 
¿Estás preparada?  
¡¡Yo se que sí lo estás!!  
¡¡Adelante guerrera de la Luz!! 

 
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