Capitalismo, Estado y Relaciones de Trabajo
Capitalismo, Estado y Relaciones de Trabajo
Capitalismo, Estado y Relaciones de Trabajo
Participantes:
Carlos Cortesía C.I V-27.877.839
Milagro Mata C.I V- 20.065.134
Eduin Maza C.I.V- 18.417.141
Yibelys Barrios C.IV 17.445.486
Subcapitalismo
Orígenes
Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización,
pero el capitalismo como sistema económico no apareció hasta el siglo XIII en
Europa sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos
siempre han tenido una fuerte tendencia a 'realizar trueques, cambios e
intercambios de unas cosas por otras'. Este impulso natural hacia el comercio y el
intercambio fue acentuado y fomentado por las Cruzadas que se organizaron en
Europa occidental desde el siglo XI hasta el siglo XIII. Las grandes travesías y
expediciones de los siglos XV y XVI reforzaron estas tendencias y fomentaron el
comercio, sobre todo tras el descubrimiento del Nuevo Mundo y la entrada en
Europa de ingentes cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas
tierras. El orden económico resultante de estos acontecimientos fue un sistema en
el que predominaba lo comercial o mercantil, es decir, cuyo objetivo principal
consistía en intercambiar bienes y no en producirlos. La importancia de la
producción no se hizo patente hasta la Revolución industrial que tuvo lugar en el
siglo XIX.
A lo largo de su historia, pero sobre todo durante su auge en la segunda mitad del
siglo XIX, el capitalismo tuvo una serie de características básicas. En primer lugar,
los medios de producción —tierra y capital— son de propiedad privada. En este
contexto el capital se refiere a los edificios, la maquinaria y otras herramientas
utilizadas para producir bienes y servicios destinados al consumo. En segundo
lugar, la actividad económica aparece organizada y coordinada por la interacción
entre compradores y vendedores (o productores) que se produce en los mercados.
En tercer lugar, tanto los propietarios de la tierra y el capital como los trabajadores,
son libres y buscan maximizar su bienestar, por lo que intentan sacar el mayor
partido posible de sus recursos y del trabajo que utilizan para producir; los
consumidores pueden gastar como y cuando quieran sus ingresos para obtener la
mayor satisfacción posible. Este principio, que se denomina soberanía del
consumidor, refleja que, en un sistema capitalista, los productores se verán
obligados, debido a la competencia, a utilizar sus recursos de forma que puedan
satisfacer la demanda de los consumidores; el interés personal y la búsqueda de
beneficios les lleva a seguir esta estrategia.
Mercancía
La Relación de Trabajo
La relación laboral o las relaciones laborales son aquellas que se establecen entre
el trabajo y el capital en el proceso productivo. En esa relación, la persona que
aporta el trabajo se denomina trabajador, en tanto que la que aporta el capital se
denomina empleador, patronal o empresario. El trabajador siempre es una
persona física, en tanto que el empleador puede ser tanto una persona física como
una persona jurídica. En las sociedades modernas la relación laboral se regula por
un contrato de trabajo en el cual ambas partes son formalmente libres. Sin
embargo un trabajador aislado se encuentra en una situación de hecho de
debilidad frente al empleador que le impide establecer una relación libre, por lo
que se entiende que una relación laboral para que sea realmente libre debe
realizarse en forma colectiva, entre los trabajadores organizados sindicalmente y
el empleador.
Producción Mercantil
Haciendo una cronología breve; el artesanado pre-industrial tenía total control del
tiempo sobre su trabajo. Posteriormente, la aparición del reloj y la producción
industrial primitiva configuraron un modelo de producción determinado por
"fechas" en la cual se comienza a promover una visión "productiva" que
incentivaba la cultura capitalista. En ese tiempo, quien no trabajaba era
condenado a muerte. Fue la primera fase de la creación de un ejército de reserva.
Luego, la máquina determinó un "mínimo" productivo más alto el cual se traducía
en control del tiempo del obrero sobre su trabajo; y fue ahí donde Marx denunció
explotación. La producción en cadena definitivamente llevó al proletariado a
convertirse en un engranaje, en un proceso que diferencialmente también
empezaría a comprometer al campesinado y artesanado marginal. La aparición de
una clase media sin inscripción de clase hizo que sólo una fracción privilegiada del
proletariado pudiera negociar un estándar mínimo de vida a través del modelo
económico, que se creó para salvar al capitalismo de su ruina tras la gran crisis de
1929.
La división social del trabajo, así como la división del mismo en una empresa,
implica una especialización profesional de los trabajadores de la producción. El
grado de desarrollo de la división social del trabajo caracteriza el nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas.
La primera gran división social del trabajo fue la separación de las tribus
dedicadas a la ganadería contribuyó a elevar sensiblemente la productividad del
trabajo y creó las premisas materiales para el nacimiento de la propiedad privada,
de la sociedad de clases.
La segunda gran división social del trabajo fue los oficios se separaron de la
agricultura contribuyó a la ulterior elevación de la productividad del trabajo y, junto
a la primera gran división social del trabajo, hizo que se ampliara la producción de
artículos destinados especialmente al cambio y que creciera la producción
mercantil. El desarrollo de la economía mercantil y la ampliación del mercado
condicionaron el surgimiento de;
Valor y Trabajo:
La teoría del valor-trabajo (TVL, también teoría laboral del valor o TLV) es una
teoría que considera que el valor de un bien o servicio depende de la cantidad de
trabajo que lleva incorporado.
Adam Smith consideraba que el trabajo era la unidad de medida exacta para
cuantificar el valor. Para él, el valor era la cantidad de trabajo que uno podía recibir
a cambio de su mercancía. Los bienes podían aumentar de valor, pero lo que
siempre permanece invariable es el trabajo, o sea el desgaste de energía para
producirlos, siendo entonces el trabajo el patrón definitivo e invariable del valor. Se
trata de la teoría del valor comandado o adquirido. Aunque no era el factor
determinante de los precios, estos oscilaban hacia su precio de producción gracias
al juego de la oferta y la demanda.
Trabajo en Derecho:
La tarea regulada por el Derecho del trabajo no es cualquier tarea que puedan
realizar las personas. Las mismas tienen el derecho de usarla y venderla por su
sola voluntad, y apropiarse de los frutos de su trabajo. En un régimen de
esclavitud no hay mercado de trabajo, sino mercado de personas (trata de
personas). A partir del siglo XIX, la esclavitud comienza a dejar de ser la forma
dominante de trabajo, proceso relacionado con el desarrollo del sindicalismo y la
democracia. Sin embargo, contra lo que suele pensarse, la esclavitud no ha
desaparecido y permanece bajo antiguas y nuevas formas de trabajo forzoso en
amplios sectores del mundo del trabajo, incluso en los países más desarrollados.
Plusvalía:
Este concepto y definición fue desarrollado por Karl Marx a partir de la crítica a los
economistas clásicos precedentes que ya la habían enunciado aunque de manera
incompleta como Adam Smith y David Ricardo.
Jornada de Trabajo
Salario en el Capitalismo:
Expresión monetaria del valor (del precio) de la fuerza de trabajo vendida por el
obrero asalariado al capitalista. Es un exponente de las relaciones de explotación
a que los capitalistas someten a los obreros. Después de trabajar cierto tiempo en
una empresa, el obrero recibe del capitalista una determinada suma de dinero en
calidad de salario. Aparentemente, al obrero se le paga todo el trabajo y el salario
es el precio de su trabajo. Pero, como quiera que el trabajo, fuente de todo valor,
no posea valor, tampoco puede tener precio. Lo que se paga en forma de salario
no es toda la jornada, sino únicamente la parte en que se reproduce lo equivalente
al valor de la fuerza de trabajo; durante la otra parte, no pagada, de la jornada de
trabajo, el proletario crea la plusvalía, de la que se apropie el capitalista.
En los casos en que los capitalistas acceden a reducir esta jornada disminuyen
correspondientemente el salario y aumentan la intensidad del trabajo de los
obreros. Con el salario a destajo (por piezas) el valor de la fuerza de trabajo se
paga en dependencia de la cantidad y de la calidad de los artículos elaborados o
de las operaciones de producción ejecutadas. Esta forma de salario disimula en
mayor medida que el salario por tiempo la explotación de los obreros.
Aparentemente, el obrero vende al capitalista los productos de su trabajo. En
realidad, sin embargo, el capitalista se apropia gratuitamente de parte del nuevo
valor, como plusvalía.