Informe Caso Huayanay

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

TÍTULO:

El DERECHO CONSUETUDINARIO EN EL CONFLICTO ENTRE INDIGENAS Y


GAMONALES: CASO HUAYANAY.

AUTORA:

MONTALVAN SERNAQUE RUTH ANABEL

PROFESOR:

CUEVA PALACIOS SEGUNDO NICOLAS

CURSO:

SOCIOLOGIA

CICLO:

II

PIURA-PERÚ

2022
INTRODUCCION

En Perú, el derecho consuetudinario tiene una historia propia, y esta tiene mucho que ver

con el trato estatal a la población rural, específicamente a la población “indígena” y al

campesinado. Si bien el principio de que todos los peruanos son iguales existe desde la declaración

de independencia y en las doce letras de la constitución que tuvo el país, fue recién con la

constitución promulgada en 1920, bajo el gobierno de Leguía, se reconoce formalmente la

existencia de comunidades "indígenas" y campesinas. La Constitución de 1933 declaró el carácter

protector del Estado sobre las "comunidades nativas". En general, la Constitución de 1979 resumió

a grandes rasgos lo expresado en la Constitución de 1933, y reemplazó la frase "indígena" por la

palabra "campesina" por razones de valor nacional.

Comunidades indígenas reconocidas por el artículo 149:

“Artículo 149. - Las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativas, y en su

defecto las Rondas Campesinas, pueden ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito

territorial de conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos

fundamentales de la persona” (Congreso.gob.pe, 2003)

En base a esto, es necesario mencionar el Caso Huayanay, caso que perturbó al Perú en los

años setenta se recuerda aun como un caso paradigmático para el análisis y la reflexión acerca del

gobierno de la justicia comunal y el significado y promoción de los derechos humanos en las

sociedades campesinas.

En el presente informe muestra el contexto histórico de Huayanay, un resumen del caso,

conclusiones, y un comentario a juicio mío, además de la relación entre este y el derecho

consuetudinario, a partir de la cual se construyen, deconstruyen y reconstruyen identidades entre


dos sociedades y dos culturas representadas por el indígena Eustaquio Palomino y el mestizo César

Matías Escobar.

Los materiales experimentales utilizados corresponden a transcripciones registradas en

Bibliografía y película “El caso Huayanay”: testimonio de parte (1981). Dirigida por Federico

García. Como se repetirá, el tema en cuestión fue una sociedad peruana enfadada en los años 70,

La cual ha ganado cierto valor pragmático a lo largo del tiempo, debido a su asociación con los

medios y la complejidad jurídica, social y cultural.


HUAYANAY: HISTORIA Y CONTEXTO HISTORICO

La comunidad de Huayanay, se encuentra ubicada en el distrito de Anta, provincia de

Acobamba - Huancavelica. Actualmente cuenta con 85 comuneros empadronados y una población

aproximada de 432 habitantes, quechuahablantes y pertenecientes a la etnia Chopqa.

Huayanay tiene un territorio alto en la Cordillera de los Andes, lo que permite actividades

agrícolas donde pastan ovejas y demás ganado andino. Cultivan tubérculos de raíces andinas: papa,

oca, orco, mashua. Cultivan avena, cebada, frijoles, guisantes y otros productos. Los trajes son

especiales en comparación con los de sus alrededores, en ellos predominan los tonos brillantes de

como el rojo, el azul, el violeta, el verde y el rosa. Cada uno de estos colores representa un aspecto

diferente de la vida y puede representar la soltería, el estado civil, la viudez y más.

Huayanay mantiene una serie de prácticas tradicionales, incluida la adoración de deidades

andinas con varios rituales. Dioses de la Montaña, Madre Naturaleza, Adoración a los Muertos,

etc. Pero también presentan signos de cristianismo. Huayanay tiene católicos y pentecostales

conviviendo de manera tolerante y respetuosa. Incluso en el caso de las sociedades tradicionales,

la entrada de capital en su forma de mercancía está ligada a las ferias semanales de los viernes que

actúan como bisagras entre la industria y el mundo, y al campo donde los agricultores transfieren

sus excedentes para obtener ganancias de la capital.

No obstante también es muy notoria la débil presencia estatal en Huayanay, el Ministerio de

Educación y Salud están reflejados con un centro de educación primaria y un puesto de salud.

Finalmente, cabe destacar que el paisaje se proyecta como una maravilla propia de nuestro

país. Desde la convivencia de terratenientes e indígenas, la conflictiva relación entre ambos, los

innumerables insultos y vejaciones del primero al segundo, hasta la victimización por asesinato de
Eustaquio Palomino de César Matías Escobar, El silencio de las rocas, son testigos de la injusticia

entre los indígenas. Hasta que deciden aplicar el "santo remedio" y buscar justicia con sus propias

manos para acabar con los abusos de César Matías.


LA BUSQUEDA DE LA JUSTICIA PARA LOS INDIOS: BREVE

RESUMEN DEL CASO HUAYANAY

Huayanay fue afectada por la Ley de la Reforma Agraria del General Juan Velasco

Alvarado revirtiendo las tierras de hacienda a los adjudicatarios, la revolución tenía que empezar

por destruir el latifundio y dar al campesino la tierra que trabaja. Esta situación generó constantes

hostigamientos y asedio por parte del nativo Mescua Chamorro a los indígenas a través de su

mayordomo César Matías Escobar.

En el año 1973, Huayanay ya no era una hacienda, sino una comunidad de agricultores.

Los nativos empiezan a acostumbrarse a ser sus amos. Eran pobres, pero confiaron en el poder de

sus ancestros para tomar el control de esa tierra no muy fértil y lograr el milagro de la producción.

Pero se dieron cuenta de que no sólo con la tierra tenían que luchar.

César Matías Escobar, mayordomo de los Mescua, un hombre maquiavélico y sin

escrúpulos era quien quedo como autoridad al ser el único instruido entre los indígenas, este

aprovechándose de eso y recibiendo órdenes de su patrón los perturbaba y cometía constantemente

una serie de abusos y vejámenes, humillaba a los comuneros, abusó de ellos y cometió una serie

de abusos y humillaciones, insultando a los miembros de la comunidad, quemando cultivos y casas,

robando animales, ultrajando a las mujeres, destruyendo otras propiedades y amenazando a todos

los miembros de la comunidad. El mayordomo hacia cumplir su propia ley en la comunidad: la ley

del hurto.

Eustaquio palomino el teniente de la comunidad, cansado de que Matías Escobar haga sus

fechorías, decidió ir a Huancavelica a denunciar sus numerosos abusos en contra de ellos ante el

juez. El Juzgado de Instrucción Penal de Huancayo condenó a César Matías a dos años de prisión
por sus delitos y una indemnización civil de 60.000 soles. Luego de cumplir dos tercios de su

condena de dos años de prisión, Matías Escobar pidió su liberación.

Al salir en libertad, Matías prometió vengarse de los indígenas y juro quitarle la vida a

Eustaquio Palomino. A los pocos días, cumplió lo prometido con la muerte de Eustaquio cuyo

cuerpo fue encontrado en un solitario lugar de la comunidad. El horror de la comunidad llego a su

punto máximo. Los indígenas enojados denunciaron el hecho. El mayordomo se encontraba fugado

junto con un cómplice.

Las autoridades policiales dan una orden de fuerza, para detener a Escobar, encargándose

a las autoridades y comuneros de Huayanay la captura del delincuente, con la excusa de que ellos

no tenían tiempo para hacerlo. César Matías es vigilado y, finalmente, perseguido por los

indígenas. Él y su cómplice son apresados en la zona de Ancar-Pallca-Huayncón y llevados a

Huayanay.

Los indígenas de la comunidad temerosos porque el ladrón vuelva a salir en libertad y

vuelvan a sufrir los tantos abusos ya mencionados. Llenos de enojo ya no querían volver a vivir

con miedo. Y tomaron una decisión que para ellos acabaría con todo el sufrimiento que vivieron.

Aplicando así “El santo remedio”, y procedieron a dar muerte para Cesar Matías Escobar.

Al enterarse de eso el juez decidió apresar a 216 comuneros, sim embargo solamente se

pudieron capturar a 11. Con Huayanay se inicia una historia de injusticia social.
UNA VISTA DESDE LA PERSPECTIVA DEL DERECHO

Al referirnos al caso Huayanay no podemos quitar la relación que tiene actualmente con el

derecho consuetudinario.

El Derecho consuetudinario es un conjunto de costumbres, prácticas y creencias aceptadas

como normas obligatorias de la conducta de una comunidad. Forma parte intrínseca de los sistemas

sociales y económicos y la forma de vida de los pueblos indígenas y las comunidades locales.

(OMPI, s.f.)

La introducción más importante a la jurisdicción y aplicación del derecho consuetudinario

en el Perú antes del presente art. 149 de la Constitución 1993, es un decreto por ley de la era del

General Velasco Alvarado (1979). Reconociendo la administración Judicial de las Comunidades

Indígenas. En general, la Constitución de 1979 resume efectivamente lo dispuesto en la

Constitución de 1933, reemplazando el término "pueblos indígenas" por "comunidades

campesinas" por razones de fuerza nacional. A diferencia de su antecesora, la Constitución de

1993 introdujo cambios en relación con los campesinos y las comunidades indígenas al permitir el

derecho consuetudinario para el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales en el artículo 149.

Las comunidades campesinas pueden ejercer jurisdicción dentro de su territorio de

conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos humanos

fundamentales. Desde entonces, Bolivia ha seguido esta misma disposición en el artículo 171 de

su Constitución de 1994, Ecuador en el Capítulo VIII - Principios Generales de su 1998

Constitución, y Venezuela en el artículo 260 de su Constitución de 1999. Hoy, todos los países de

la Commonwealth han integrado el pluralismo legal en su jurisprudencia. Del contenido del

artículo 149 de la Constitución vigente, podemos identificar tres elementos que debe tener el
ordenamiento jurídico. En segundo lugar, las "normas sustantivas" que permiten la aplicación del

derecho consuetudinario en la solución de controversias. Y, en tercer lugar, los procedimientos o

"normas adjetivas" siempre que reconozcan la jurisdicción territorial y respeten derechos

fundamentales como la limitación de la jurisdicción. El artículo 149 de la constitución reconoce el

derecho de los campesinos y las comunidades indígenas a tener autonomía y resolver conflictos a

través de su propio sistema de gobierno. Pero el reconocimiento de estos derechos implica también

un mayor sometimiento a la justicia formal u oficial a través de una serie de relaciones que deben

establecerse con el gobierno a través de concesiones legales.

Por otro lado, cabe mencionar dos de sus características limitantes más importantes deben

enfatizarse en este artículo. Primero, porque es un atributo más que un criterio obligatorio, es de

naturaleza voluntaria o voluntario. En segundo lugar, el alcance es interno. Es decir, se aplica

únicamente a los territorios de los pueblos indígenas y comunidades campesinas que decidan

implementarlo. La primera de estas características sugiere que los campesinos y las comunidades

indígenas están facultados para hacer justicia sin motivos suficientes para hacerlo. Las funciones

y limitaciones establecidas en el artículo 149 son consistentes con el derecho internacional

consuetudinario y el Convenio No. 169 de la OIT sobre pueblos y tribus indígenas responsables

de su implementación. Es incompatible con los derechos humanos fundamentales reconocidos en

la legislación nacional y los derechos reconocidos internacionalmente. El artículo 8 del Convenio

núm. 169 “reconoce el derecho de los pueblos indígenas a mantener sus costumbres e instituciones

y establece la obligación de tener en cuenta el derecho consuetudinario al aplicar la legislación

nacional”. Y su artículo 9 establece la obligación de “respetar los métodos tradicionalmente

utilizados por los pueblos indígenas para reprimir los delitos cometidos por sus miembros y tener

en cuenta las costumbres de los pueblos indígenas”.


COMENTARIO PERSONAL

Primeramente, quiero sincerarme al dar mi comentario acerca del caso Huayanay. Desde

el primer momento no tenía conocimiento en lo absoluto sobre este caso que evidentemente es

parte de la historia de nuestro Perú, así que decidí empezar a investigar. Lo primero que vi fue una

película que fue creada por los mismos pobladores de Huayanay, al terminar de verla, tuve otro

punto de vista acerca de nuestra realidad social, además de encontrar muchas respuestas y conocer

algo que no imagine que hubiera pasado, esta historia que narraba además del sufrimiento vivido

por los indígenas, represento también la máxima expresión de la cultura, costumbres y tradiciones

de un pueblo que vivió por muchos años la injusticia y el dolor en carne propia.

Para Huayanay, el proceso de construcción, destrucción y reconstrucción de la identidad y

el cambio étnico estuvo marcado por relaciones tensas y conflictivas entre indígenas y

terratenientes.

Eustaquio simboliza indígena, indígena, quechua, pobre, honrado, trabajador, honesto,

bondadoso, partisano activo, grupal, subordinado, dominante. César Matías, por su parte,

representa los límites entre nativo y extranjero, mestizos, ricos, mentirosos, vagos, ladrones,

hegemonía y dominación. Este proceso de identificación también puede diferenciarse porque se

caracteriza por la dualidad de víctimas y victimarios, vidas positivas y negativas, explotados y

explotadores.

Además del poco nivel de profesionalismo de la justicia en ese momento, todo esto explica

por qué la propia administración de justicia y el mérito de la justicia pueden convertirse en una

batalla para construir sociedades históricamente relevantes.


CONCLUSIONES

 Si bien nuestros gobernantes y funcionarios no han tomado acciones concretas para

ejercer este derecho, nuestra Constitución reconoce la vigencia de leyes

consuetudinarias que afectan a casi un tercio de nuestra población.

 En el Perú, su aplicación también es reconocida por las autoridades competentes de

las comunidades campesinas e indígenas y rondas campesinas.

 El derecho consuetudinario requiere investigación y consulta con juristas

nacionales.

 Practicar la justicia requiere de una autoridad que busque reconocer la dignidad de

las personas al igual que reintegrar sus derechos vulnerados sabiendo aun que los

daños son irreparables, nos hace pensar que la justicia está para quien mantiene

maquiavélicamente los mejores medios para sus fines personales. De esta manera

los derechos, que son principios universales y públicos, son limitados debido a

intereses privados, inclusive en nombre de «fines» nacionales o públicos.


BIBLIOGRAFÍA

Películas, F. [@ficopilpeliculas3822]. (2016, septiembre 23). Huayanay. Youtube.

https://www.youtube.com/watch?v=UtNADvNSzHM

Congreso.gob.pe. (4 de Diciembre de 2003). Obtenido de

https://www2.congreso.gob.pe/sicr/tradocestproc/clproley2001.nsf/pley/230716C2E89EB

A4B05256DF7007E3566?opendocument

OMPI. (s.f.). Obtenido de https://www.wipo.int/tk/es/indigenous/customary_law/index.html

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