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El pasado sábado dimos continuidad al estudio de la unidad numero 5 y comenzamos con

el estudio de la unidad número 6, Propuestas metodológicas para la elaboración de
programas. Esta semana vamos a seguir donde nos quedamos. Alcanzamos a ver el tema
6.1 Carta descriptiva, y en esta ocasión nos toca ver el subtema 6.2 Carlos Zarzar, que nos
va a hablar de la propuesta de Carlos Zarzar Charur en el tema de habilidades para la
docencia, el cual nos explica los puntos más importantes para nosotros poder ejercernos
como docentes en cualquier ámbito y los pasos a seguir para esto.

Según Carlos Zarzar las habilidades para la docencia son:

 Primera habilidad. - definir los objetivos de aprendizaje

 Segunda habilidad. - diseñar el plan de trabajo de un curso y redactar el programa
 Tercera habilidad. - desarrollar el encuadre en las primeras sesiones
 Cuarta habilidad. - diseñar e instrumentar actividades de aprendizaje y de
evaluación de los aprendizajes
 Quinta habilidad. - Integrar y coordinar grupos de trabajo y grupos de aprendizaje

4.

Primera habilidad. - definir los objetivos de aprendizaje

Esta primera habilidad afirma que la planificación de un curso debe basarse en los
objetivos de aprendizaje. Los objetivos determinarán todos los aspectos del curso, como
su estructura, organización, actividades, evaluación, etc. La propuesta de Carlos Zarzar
sugiere que los objetivos de aprendizaje deben ser líneas generales que guíen el trabajo
del docente, y que la prioridad es responder a la pregunta "¿Qué quiero que aprendan mis
alumnos?"

Hay dos tipos de objetivos de aprendizaje que un profesor puede establecer en su

planificación didáctica: los objetivos informativos y los objetivos formativos.

Los objetivos de aprendizaje de tipo informativo.

Como su nombre indica, se enfocan en la información que los estudiantes deben recibir
durante el curso. Estos objetivos definen o describen el nivel o grado de comprensión que
los estudiantes deben lograr con respecto a la información.
Podemos hablar de tres niveles de objetivos informativos de aprendizaje: conocer,
comprender y manejar los contenidos. Estos tres niveles representan una progresión en la
apropiación de la información, comenzando con un conocimiento básico hasta llegar a un
manejo más avanzado de los contenidos.

Es importante destacar que los objetivos informativos son un componente fundamental

de la planificación de un curso. Al establecer objetivos informativos claros, se crea una
hoja de ruta para el aprendizaje de los estudiantes y se les proporciona una comprensión
más clara de lo que se espera de ellos.

(Leer diapositiva)

(Leer diapositiva)

(Leer diapositiva)

Para lograr que los alumnos alcancen este tercer nivel del aprendizaje informativo, la
técnica expositiva no tiene ninguna utilidad. Aquí es indispensable recurrir a actividades
que propicien la participación activa del alumno, tanto dentro del salón de clase como
fuera de él, a través de tareas.

En resumen, el primer tipo de objetivos, el cual se refiere a los aprendizajes de tipo

informativo, tiene tres niveles de profundidad:

• Conocer, saber que algo existe

• Comprender, entender a fondo, profundizar

• Manejar la información, aplicarla

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La escuela no solo tiene como objetivo proporcionar información, sino también y sobre
todo, formar a los estudiantes. Este enfoque se aplica en todos los niveles educativos,
pero de manera diferente en cada uno. En la educación básica (preescolar y primaria), los
estudiantes comienzan a formar su personalidad a través de su interacción con sus
maestros y compañeros, las normas de la escuela, los ritos y actividades.
En las instituciones de educación superior, la formación es la función principal y no solo la
información. Se cree que el hecho de estar informado también significa estar formado,
pero esto no es cierto. La formación abarca cuatro aspectos: formación intelectual,
formación humana, formación social y formación profesional específica.

A diferencia de los objetivos informativos, que se deben lograr en un semestre o año

escolar, los objetivos formativos requieren más tiempo para alcanzarse completamente.

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(Leer diapositivas y después lo que viene aquí)

Formación intelectual: Este aspecto se enfoca en el desarrollo del pensamiento crítico, la

resolución de problemas y la capacidad de aprendizaje a lo largo de toda la vida. Por
ejemplo, en una clase de matemáticas, se busca que el estudiante comprenda los
conceptos básicos y pueda aplicarlos a situaciones cotidianas, así como desarrollar
habilidades de resolución de problemas y pensamiento lógico.

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(Leer diapositivas y después lo que viene aquí)

Formación humana: Esta formación se refiere a la educación en valores, actitudes y la

formación integral de la persona. Por ejemplo, en una clase de ética, se busca que el
estudiante comprenda la importancia de la responsabilidad social, el respeto hacia los
demás, la tolerancia y la honestidad.

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(Leer diapositivas y después lo que viene aquí)

Formación social: Aquí se trata de desarrollar en el estudiante la conciencia social y su

papel como ciudadano. Por ejemplo, en una clase de ciencias sociales, se busca que el
estudiante comprenda la importancia de la democracia, la participación ciudadana y la
construcción de una sociedad justa e igualitaria.

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(Leer diapositivas y después lo que viene aquí)

Formación profesional: Este aspecto se enfoca en el desarrollo de habilidades y

conocimientos específicos para la futura actividad profesional del estudiante. Por ejemplo,
en una clase de ingeniería, se busca que el estudiante comprenda los conceptos básicos
de la ingeniería y desarrolle habilidades técnicas para poder aplicarlos en su futuro
trabajo.
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Segunda habilidad. Diseñar el plan de trabajo de un curso y redactar el programa.

(Leer diapositiva)

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Para diseñar el plan de trabajo de un curso y redactar el programa lo más adecuado, se

enlista la siguiente propuesta:

1. Es importante que el programa de estudios institucional proporcione suficiente

información sobre los contenidos básicos, objetivos generales y bibliografía básica
para guiar al profesor, pero también deje espacio para la creatividad y flexibilidad
en la enseñanza. Esto significa que los profesores deben tener la capacidad de
planificar su enseñanza y, si no lo están, deben recibir capacitación.
2. El mapa curricular de la carrera es una herramienta importante para que el
profesor entienda la ubicación teórica de la materia que va a enseñar y pueda
ayudar a los estudiantes a entender su relación con otras materias.
3. El perfil del egresado es una descripción de los objetivos de formación para los
estudiantes y es importante que los profesores estén conscientes de ello para
poder elaborar objetivos formativos adecuados.
4. La coherencia metodológica entre las materias es importante para una formación
sólida de los estudiantes. Por lo tanto, es importante que los profesores reciban
criterios metodológicos claros que deben seguirse en todas las materias del plan
de estudios.
5. Al final del curso, los profesores deben entregar una copia del programa de
estudios o plan de trabajo seguido durante el semestre o año escolar a la
coordinación. Esto permitirá una evaluación de los planes y programas de estudios
y también serán útiles como guías o ejemplos para otros profesores que impartan
la misma materia.

17.

El programa de estudios del profesor

Los principales aspectos que debe abarcar o incluir el plan de trabajo del profesor. Se
agrupan en dos subtemas: el primero incluye los aspectos generales del curso, mientras
que en el segundo se desarrolla la planeación didáctica de cada tema, unidad temática o
sesión de trabajo con el grupo.
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Aspectos generales del curso

El plan de trabajo del profesor es un documento que detalla los elementos necesarios
para la planificación y ejecución de una materia. La primera parte de este plan de trabajo
debe incluir los siguientes elementos:

1. Datos generales: se incluyen los detalles de la materia, como su nombre, tipo (teórico,
práctico, taller, laboratorio, seminario, etc.), número de créditos asignados, número
de horas de clase por semana, carrera y semestre en que se imparte.
2. Ubicación de la materia: se describen tanto la ubicación teórica de la materia en el
plan de estudios (materias anteriores, subsecuentes y paralelas), como la ubicación
práctica, incluyendo el tipo de alumnos, número de estos (si es un grupo pequeño o
grande), horario de impartición, salón y tipo de mobiliario, y los recursos físicos y
materiales necesarios para impartirla (equipo, instrumentos, herramientas de trabajo,
etc.).
3. Objetivos generales de aprendizaje: aquí se incluyen tanto los objetivos informativos
como los formativos explicados previamente.
4. Contenidos temáticos: se agrupan en tres o cuatro unidades temáticas, en lugar de ser
un simple listado continuo.
5. Metodología de trabajo: se describe la manera en que se trabajará a lo largo del
semestre o año escolar, incluyendo el tipo de participación que se requerirá de los
alumnos, la definición de sus responsabilidades, etc.
6. Criterios y mecanismos para la calificación, acreditación y evaluación: aquí se detallan
los mecanismos para la evaluación de los aprendizajes y la forma en que se calificará a
los alumnos.
7. Bibliografía: se incluyen tanto la bibliografía básica, que es obligatoria para todos los
alumnos, como la bibliografía complementaria o de apoyo.

En resumen, estos son los elementos esenciales que deben incluirse en la primera parte
del plan de trabajo del profesor para una materia.

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Planeación didáctica

Este proceso se conoce como el "desglose" de la unidad temática. El profesor debe pensar
en cómo utilizará cada sesión para lograr los objetivos de aprendizaje que ha establecido.
Es importante tener en cuenta la metodología que se ha definido en la primera parte del
plan de trabajo, y asegurarse de que esta se refleje en la planeación didáctica.
Una vez que el profesor tiene una distribución tentativa, debe detallar las actividades
específicas que realizará en cada sesión, incluyendo los materiales y recursos que utilizará.
Además, debe considerar cómo evaluará el aprendizaje de los alumnos y cómo integrará
esta evaluación en la planeación didáctica.

La planeación didáctica también incluye una revisión periódica y la retroalimentación.

Durante el curso, el profesor debe evaluar cómo están yendo las cosas y hacer ajustes si
es necesario. La retroalimentación de los alumnos es una herramienta valiosa para este
proceso, ya que les permite a los profesores saber qué está funcionando y qué no, y hacer
ajustes en consecuencia.

(Después de esto leer la diapositiva cada punto)

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El programa del alumno es un documento que tiene un papel fundamental en el proceso

de enseñanza-aprendizaje. Su elaboración es una tarea importante para el profesor, ya
que es la figura central del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El objetivo principal de este programa es asegurarse de que los alumnos tengan una
comprensión clara y general de la materia que se les enseñará a lo largo del curso.
Además, al presentar el programa a los alumnos en las primeras sesiones de clase, se
ayuda a disminuir su nivel de ansiedad o angustia, y a demostrarles que son importantes y
se les toma en cuenta como estudiantes.

El programa del alumno debe contener todos los elementos que el profesor ha elaborado
en su plan de trabajo personal, pero traducidos a un lenguaje accesible y comprensible
para los alumnos. Incluirá información sobre los objetivos, los temas a tratar, las
actividades, las evaluaciones y los criterios de calificación.

(Leer los puntos señalados en la diapositiva)

21

(Leer diapositiva)

22 - 26

(Leer diapositivas y explicar si se puede)

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La tarea del profesor se llevará a cabo a través del desarrollo de actividades de

aprendizaje y evaluación de ese aprendizaje. Estas actividades han sido diseñadas
previamente como parte de la planificación didáctica de las unidades temáticas.
Es importante destacar que los estilos o formas de enseñanza que el profesor adopte
tienen un impacto significativo en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Primero,
influyen en la profundidad con la que los estudiantes asimilan los contenidos, y en
segundo lugar, en el tipo de aprendizajes que adquieren.

El objetivo es que el profesor sea consciente de la relación estrecha entre su forma de

trabajar con los estudiantes y la formación que reciben. Además, debe ser capaz de
manejar y orientar esta realidad de manera efectiva, para lograr los objetivos formativos
previstos en su planificación didáctica.

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Diseño de actividades de aprendizaje

El diseño de actividades de aprendizaje es fundamental para el éxito de los estudiantes. La

técnica expositiva es efectiva para transmitir información nueva, pero ineficaz para lograr
otros niveles de objetivos de aprendizaje y objetivos formativos. Otras actividades, como
la lectura por cuenta propia con una síntesis escrita, la realización de trabajos en equipo,
la resolución de problemas y la realización de investigaciones, propician el desarrollo de
habilidades diversas, como la comprensión de textos, el trabajo en equipo, la aplicación de
teoría en la práctica y la investigación. Estas actividades también contribuyen a la
evaluación y la calificación de los estudiantes.

Además, cuando el profesor se esfuerza por integrar al grupo en su totalidad o por

integrar a los equipos de trabajo, promueve el desarrollo de valores como el espíritu de
colaboración y trabajo en equipo. Al realizar actividades que fomenten la integración, se
mejora la capacidad de los estudiantes para establecer objetivos comunes, para sentirse
realizados a través de los logros alcanzados juntos, y para negociar y armonizar diferentes
puntos de vista. De esta manera, se logra un ambiente de clase más colaborativo y
armonioso, en el que los estudiantes pueden desarrollar habilidades y valores valiosos
para su vida personal y profesional.

La acreditación

La acreditación hace referencia a criterios de tipo académico-administrativo, mediante los

cuales una institución educativa avala el título, diploma o constancia que se otorga a cada
alumno, así como el tipo y nivel de la formación que dicho documento representa.

A nivel institucional, los criterios de acreditación más comúnmente utilizados son de dos
tipos: cierto porcentaje de asistencia a clases y una calificación final mínima. De acuerdo
con el nivel de exigencia de cada institución, varían los números asignados.
La evaluación y la calificación

La evaluación implica una valoración, un juicio de valor; la calificación implica una

medición, una cuantificación. Mientras que la valoración se refiere a la calidad, la
medición se refiere a la cantidad. Para valorar algo se pueden y deben tomar en cuenta
aun los elementos de tipo subjetivo, mientras que la medición hace referencia únicamente
a elementos objetivos, susceptibles de ser observados y cuantificados.

Mecanismos, criterios y procedimientos para la calificación

La calificación es un aspecto fundamental en el aprendizaje y su correcta aplicación puede

tener un impacto significativo en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Dependiendo de
la calificación total en una sola actividad académica, como un examen final o la
presentación de un trabajo escrito, puede ser perjudicial por varias razones.

La primera es que muchas veces pueden intervenir factores ajenos al aprendizaje que
afecten la calificación alcanzada, como, por ejemplo, una enfermedad o una situación
familiar. La segunda razón es que, con un solo mecanismo de calificación, el profesor solo
puede medir un solo tipo de aprendizaje.

Por ello, es necesario utilizar una combinación de mecanismos y procedimientos para

calificar, lo que superará el estatus de subjetiva, azarosa y parcial que muchas veces tiene
la calificación. Un ejemplo de estos mecanismos es el examen final, que puede ser oral o
escrito, y también se pueden agregar exámenes parciales a lo largo del semestre o curso
escolar.

Además de los exámenes, otros mecanismos incluyen la presentación de una investigación

o ensayo al final del curso, reportes bibliográficos, ensayos breves, resolución de
problemas y cuestionarios, exposiciones en clase, reportes de prácticas y experimentos,
reportes de encuestas, entrevistas y trabajos de campo, y la participación activa en
sesiones de trabajo.

Importancia de la evaluación.

La evaluación es un aspecto crítico en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que tiene

dos objetivos fundamentales. El objetivo explícito es analizar cómo se han cumplido los
objetivos de aprendizaje, detectar posibles fallas y mejorar la metodología de trabajo. Por
otro lado, el objetivo implícito es fomentar la reflexión de los estudiantes sobre su propio
proceso de aprendizaje y aumentar su compromiso.

Para lograr estos objetivos, la evaluación debe ser participativa, completa y continua. La
evaluación participativa implica que los estudiantes tengan un papel activo en la
evaluación, trabajando con el profesor en el salón de clases. La evaluación completa
abarca todos los aspectos importantes del proceso de enseñanza-aprendizaje, tanto de
fondo como de forma. Por último, la evaluación continua se realiza a lo largo del semestre
o curso escolar, no solo al final del mismo.

Criterios, momentos y procedimientos para la evolución.

Las preguntas que deben ser consideradas como guía para realizar la evaluación. Estas
preguntas incluyen evaluar si se han cumplido los objetivos de aprendizaje, identificar las
causas de los resultados y sugerir medidas correctivas para mejorar la efectividad del
proceso de enseñanza-aprendizaje.

En cuanto a los momentos y procedimientos adecuados para realizar la evaluación, se

mencionan cuatro momentos clave. Primero, al término de cada unidad temática, se
pueden plantear en sesión plenaria las tres preguntas antes mencionadas. Segundo, en
cualquier momento en que el profesor detecte una situación que ponga en peligro el logro
de los objetivos de aprendizaje. Tercero, en la última sesión del curso, se puede pedir a los
alumnos que respondan las tres preguntas anteriormente mencionadas por escrito.
Finalmente, al término del curso, después de haber obtenido las calificaciones finales, el
profesor puede hacer una reflexión personal para rediseñar su curso para el siguiente
semestre.

Es importante tener en cuenta que la evaluación es un proceso continuo y esencial para el

mejoramiento continuo de la práctica docente. Para hacer un análisis completo, el
profesor puede contar con una amplia variedad de indicadores, incluyendo los resultados
obtenidos en los exámenes, las tareas y trabajos entregados por los alumnos, la
evaluación de la última sesión y su propia experiencia y sentimiento durante el curso
escolar.

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(Finalizar con la quinta habilidad solo explicar que ya la vimos)