Las Rocas

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LAS ROCAS.

En geología se denomina roca a cada uno de


los diversos materiales sólidos, formados por
cristales o granos de uno o más minerales,1. En
la Tierra la corteza está formada por rocas y las
partes equivalentes de otros cuerpos planetarios
similares. En un sentido más concreto, se llama
roca a cualquier material constituido como un
agregado natural de uno o más minerales o de
otros materiales, entendiendo por agregado, un
sólido cohesionado. El estudio de las rocas se denomina petrología.
A menudo se clasifican en cuatro grupos fundamentales: rocas ígneas, rocas
metamórficas, rocas sedimentarias y meteoritos.
Las rocas suelen ser materiales duros, pero también pueden ser blandas, como
ocurre en el caso de las rocas arcillosas o las arenas. Además, aunque las rocas
pueden parecer eternas desde una perspectiva humana, están expuestas a cambios
efectuados por una serie de procesos geológicos que funcionan sobre periodos muy
largos. El ciclo litológico describe una serie de procesos de este tipo, como se forman
los diferentes tipos de rocas y cómo se pasa de un tipo a otro. Las rocas ígneas se
forman cuando se enfría la magma a la corteza terrestre, o cuando la lava se enfría en
la superficie de la Tierra o el fondo del mar. Las rocas metamórficas se forman
cuando las rocas existentes se encuentran expuestas a una presión y temperatura tan
elevadas que se transforman, lo que se puede producir cuando colisionan las placas
tectónicas, por ejemplo. Las rocas sedimentarias se forman mediante la diagénesis o
litificación los sedimentos, que a su vez se forman mediante la meteorización, el
transporte y la deposición de rocas existentes. Finalmente, los meteoritos son rocas o
trozos de metal que caen a la Tierra desde el espacio.
Las rocas se forman mediante varios mecanismos (procesos petrogénicos), según un
ciclo cerrado, llamado ciclo litológico o ciclo de las rocas, en el cual pueden intervenir
incluso seres vivos.
Las rocas están constituidas, en general, por mezclas heterogéneas de diversos
materiales homogéneos y cristalinos, es decir, minerales. Las rocas poliminerálicas
están formadas por granos o cristales de varias especies mineralógicas y las rocas
monominerálicas están constituidas por granos o cristales de un solo mineral. Las
rocas suelen ser materiales duros, pero también pueden ser blandas, como ocurre en
el caso de las rocas arcillosas o las arenosas.
CLASIFICACION DE LAS ROCAS
Las rocas se pueden clasificar según sus propiedades, como la composición química,
la textura, la permeabilidad, entre otras. En cualquier caso, el criterio más usado es el
origen, es decir, el mecanismo de su formación. De acuerdo con este criterio se
clasifican en tres tipos de rocas: las ígneas, las metamórficas y las sedimentarias.

ROCAS ÍGNEAS:
 Rocas plutónicas:
 Ácidas
 Básicas
 Ultra-básicas
 Rocas volcánicas:
 Ácidas
 Básicas
ROCAS METAMÓRFICAS:
 Foliadas
 No foliadas
ROCAS SEDIMENTARIAS:
 Rocas dendríticas:
 Ruditas
 Arenitas
 Lutitas
 Rocas químicas:
 Rocas carbonatadas
 Rocas silíceas
 Rocas fosfatadas
 Rocas ferruginosas
Rocas evaporíticas
 Rocas orgánicas: Carbón Petróleo

ROCAS IGNEAS
Las rocas ígneas se forman cuando la roca fundida,
denominada magma, se enfría y solidifica. El magma es
roca fundida que se puede formar a varios niveles de
profundidad en el interior de la Tierra.

A medida que el magma se enfría, se van formando y


creciendo los cristales de varios tipos de minerales.
Cuando el magma permanece en el interior profundo de
la corteza terrestre, se enfría lentamente durante miles
de años.

La pérdida gradual de calor permite la formación de minerales relativamente grandes


antes que toda el magma se solidifique por completo.

Las rocas ígneas de grano grueso que se forman muy por debajo de la superficie se
denominan plutónicas. Los núcleos de muchas cadenas montañosas están formadas
por rocas de este tipo, y que muchas veces por procesos tectónicos son elevadas y
erosionadas, dejándolas expuestas en superficie.

A veces el magma se abre paso hacia la superficie, durante una erupción volcánica.


Dado que se enfría con rapidez a temperatura de superficie, la roca fundida se
solidifica rápidamente y no hay tiempo suficiente para la formación de grandes
cristales. 

Por tanto, se produce la formación de muchos cristales de pequeña dimensión. Este


tipo de rocas ígneas se le conoce como volcánicas, y suelen ser de grano fino.

Atendiendo a su grado de cristalización, se distinguen tres tipos de texturas:

1. Holocristalina: Es la textura que está constituida por pequeños


cristales.
2. Hipocristalina: Es la textura que presenta cristales dentro de una
matriz vítrea.
3. Vítrea: Es la textura que presenta una masa amorfa con aspecto de
vidrio.

ROCAS METAMORFICAS
Las rocas metamórficas se producen a partir
de rocas ígneas, sedimentarias o incluso de
otras rocas metamórficas. Así, cada roca
metamórfica proviene de una roca madre, es
decir, la roca a partir de la cual se ha
formado. 

Estas rocas son producto


del metamorfismo (cambio de forma) cuando
las rocas son sometidas a temperaturas y
presiones elevadas, que se dan mayormente
en la profundidad de la corteza terrestre y
el manto superior.

Los procesos que crean las rocas metamórficas progresan de una manera
incremental, desde cambios ligeros (metamorfismo de bajo grado) hasta cambios
sustanciales (metamorfismo de grado alto). 

En todos los procesos de metamorfismo, sea cual fuere el grado, la roca debe
permanecer siempre en estado sólido, ya que si se funde por completo, entramos en
el ámbito de actividad ígnea.

La mayor parte del metamorfismo sucede de acuerdo al tipo de ambiente: 

metamorfismo térmico o de contacto, metamorfismo hidrotermal y metamorfismo


regional en mayor medida. 

También existen otros tipos de metamorfismos menos comunes: metamorfismo de


enterramiento, metamorfismo de impacto y metamorfismo dinámico.

El grado de metamorfismo se refleja en la textura de la roca y la composición mineral.


En ciertos tipos de metamorfismo, los cristales de algunos minerales recristalizarán en
una orientación perpendicular a la dirección de la fuerza compresiva.

Esta alineación mineral resultante a menudo da a la roca una textura en láminas o en


bandas llamada foliación.
ROCAS SEDIMENTARIAS

Las rocas sedimentarias son aquellas que se forman


por la acumulación y litificación de partículas que se
han generado por procesos físicos, químicos y
biológicos que ocurren en la superficie de la Tierra y
que afectan a los distintos tipos de roca (rocas ígneas,
rocas metamórficas e inclusive a las mismas rocas
sedimentarias).

El agua, el viento o el hielo glacial suelen transportar


los productos de la meteorización a lugares de
sedimentación donde éstos forman capas
relativamente planas.

Normalmente los sedimentos se convierten en roca o se litifican por procesos


de compactación, cuando el peso de las capas suprayacentes comprimen los
sedimentos haciéndolos más densos y la cementación, que se produce conforme el
agua que contiene sustancias disueltas se filtra a través de los espacios
intergranulares del sedimento.

Con el tiempo, el material disuelto en agua precipita entre los granos y los cementa en
una masa sólida.

Las rocas sedimentarias se pueden subdividir en rocas detríticas y rocas químicas.


Las primeras son el resultado del transporte de partículas sólidas o detritos, las cuales
son clasificadas de acuerdo al tamaño de las partículas, siendo los ejemplos más
comunes la lutita (con un tamaño de partícula de 1/256 mm) y la arenisca (con un
tamaño de partícula entre 1/16 y 2 mm).

Las rocas sedimentarias químicas se forman cuando el material disuelto en el agua


precipita. A diferencia de las rocas sedimentarias detríticas, que se clasifican de
acuerdo al tamaño de las partículas, las rocas sedimentarias químicas se clasifican de
acuerdo a su composición mineral, siendo las de mayor abundancia las rocas de
origen bioquímico.

Los geólogos calculan que las rocas sedimentarias representan sólo el 5% en


volumen de los 16 Km externos de la Tierra, sin embargo la importancia es
significativamente mayor a lo que podría indicar este porcentaje.
Las rocas metamórficas muestran gran variedad de texturas, que varían según la
forma, el tamaño y la disposición de los cristales que las componen.

Sus texturas se clasifican en:

 Pizarrosa: Tiene foliación plana y cristales muy pequeños, no observables


a simple vista.
 Esquitosa: Su foliación es ondulada y sus cristales son observables a
simple vista.
 Gneísica: Presenta cristales muy grandes que forman bandas claras y
oscuras alternadas.
 Sin foliación: Sus cristales no son alargados o laminares, sino que se
distribuyen al azar en todas las direcciones.
EL CICLO LITOLOGICO.

El ciclo litológico o ciclo de las rocas es un concepto de geología que describe las


transiciones de material en el tiempo geológico que permiten que toda roca pueda
transformarse en uno de estos tres tipos: Rocas sedimentarias, Rocas metamórficas y
rocas ígneas.1 Las rocas pueden pasar por cualquiera de los tres estados cuando son
forzadas a romper el equilibrio.

Una roca ígnea como el basalto puede disgregarse y alterarse cuando se expone a


la atmósfera, o volver a fundirse al subducir por debajo de un continente. Debido a las
fuerzas generadoras del ciclo de las rocas, las placas tectónicas y el ciclo del agua,
las rocas no pueden mantenerse en equilibrio y son forzadas a cambiar ante los
nuevos ambientes. El ciclo de las rocas es un modelo que explica como los tres tipos
de rocas provienen de alguna otra, y como el proceso cambia un tipo a otra a lo largo
del tiempo. El tiempo para que una roca complete las fases es de millones de años, y
en la vida de la Tierra no todas las rocas pueden completarlo.
El concepto original del ciclo de las rocas es habitualmente atribuido al que se
considera «el padre de la geología», James Hutton (1726-1797). El ciclo de las rocas
fue una parte del uniformismo y su famosa cita: «no hay vestigio del principio, y no
hay una predicción de un fin», aplicado en particular al ciclo de las rocas y al ciclo
geológico. Este concepto de ciclo de las rocas se mantuvo vigente hasta la revolución
que supuso el descubrimiento de las placas tectónicas en la década de 1960. Con el
desarrollo y comprensión del motor de las placas tectónicas, el ciclo de las rocas
cambió hasta como lo conocemos hoy en día. El ciclo de Wilson desarrollado por J.
Tuzo Wilson durante la década de 1950, ayudó a entender el proceso de renovación
de material desde las zonas de subducción hasta los valles divergentes.

EL CICLO.
Transición a ígneas

Cuando las rocas son levantadas del interior de la Tierra hasta la superficie, éstas
suelen estar fundidas en magma. Si las condiciones para que el magma permanezca
líquido no perduran, el magma se enfriará y solidificará en una roca ígnea. Una roca
que se enfría en el interior de la Tierra se denomina intrusiva o plutónica y su
enfriamiento será muy lento, produciendo una estructura cristalina de granos gruesos.
Como resultado de la actividad volcánica el magma puede llegar a enfriarse en la
superficie de forma muy rápida, dando lugar a las rocas extrusivas o rocas volcánicas.
Estas rocas tienen unos granos muy finos y algunas veces se enfrían tan rápido que
no forman cristales visibles, como el caso de la obsidiana (vidrio) o
el basalto (microcristalino). Cualquiera de los tres tipos de roca tiene su origen en
magma fundido y enfriado.

Cambios post-volcánicos

Las masas de rocas de origen ígneo empiezan a cambiar tan pronto como empiezan
a enfriarse. Los gases que se encuentran mezclados en el magma empiezan a
disiparse lentamente y los flujos de lava pueden tardar muchos años en enfriarse.
Estos gases atacan los componentes de las rocas y depositan minerales en las
cavidades y fisuras. La zeolita es muy conocida por este origen. Incluso antes de los
procesos postvolcánicos hayan cesado la descomposición atmosférica y la
meteorología empieza a reaccionar con el mineral volcánico, especialmente aquellos
que no sean estables con nuestra atmósfera. La lluvia, el frío, el ácido carbónico, el
oxígeno y otros agentes operan continuamente sobre las rocas, arrastrando aquellos
minerales solubles en agua o produciendo nuevos productos (como por ejemplo
oxidando el hierro). En la clasificación de rocas estos cambios son considerados
generalmente no esenciales: las rocas son clasificadas y descritas como si estuvieran
frías, lo que es habitual en la naturaleza.

Cambios secundarios

El cambio epigenético (procesos secundarios) pueden ser tratados de diversas


maneras, cada una dependerá del grupo de rocas o de los minerales constituyente,
además usualmente hay más de un proceso involucrado en la alteración de la roca.
La solificación, que es reemplazar minerales por cristales o silicatos, es muy común
en materiales félsicos, como la riolita o la serpentinita. La kaolinización es la
descomposición del feldespato en rocas más comunes como el caolín (además de
cuarzo con arcillas). También el granito y la sienita sufren procesos similares. La
serpentinización es la alteración del olivino al grupo de la serpentina (con magnetita),
es típica de las peridotitas, pero ocurre sobre todo en rocas máficas. En la
uralitización secundaria la hornblenda remplaza la augita. La cloritización es la
alteración de la augita hasta el grupo de las cloritas y dioritas. La epidotización ocurre
también en rocas de este grupo y consiste en el desarrollo de epidotita desde biotita,
hornblenda, augita o plagioclasa de feldespato.

Transición a metamórfico

Este diamante es un mineral que proviene de un proceso ígneo y


metamórfico al formarse en condiciones de elevada presión y temperatura.

Si el granito es sometido a grandes presiones se convierte en la roca


de la imagen, gneis
Las rocas expuestas a altas temperaturas y presiones pueden cambiar física o
químicamente para formar rocas diferentes, llamadas metamórficas. Los
metamorfismos regionales se refieren a los efectos sobre grandes masas de rocas en
una región amplia, generalmente asociada con la formación de cordilleras en
procesos orogénicos. Estas rocas pueden exhibir laminación planar por la
deformación tectónica debida a altas presiones, llamada foliación, de la que pueden
superponerse varias fases diferentes según la evolución geológica del orógeno. Otro
tipo de metamorfismo está causado cuando un cuerpo de roca entra en contacto con
una intrusión ígnea que calienta la roca que lo rodea. Este metamorfismo de
contacto da como resultado una roca recristalizada por el calor extremo, o incluso con
minerales añadidos por los fluidos del magma que puede cambiar la química de la
roca, lo que se denomina metasomatismo.

Transición a sedimentaria

Las rocas expuestas a la atmósfera terrestre están sujetas a procesos erosivos y


meteorológicos. El agua, el viento, la nieve, la contaminación o la biología pueden
cambiar su química o su forma. La erosión y la meteorología rompen la roca original
en trozos más pequeños y lo acarrean hasta otros lugares, donde pueden ir
disolviéndolos poco a poco, disgregándolos. Este material disgregado puede volver a
asentarse en estratos y formar de nuevo una roca, es el caso de la arenisca que está
formada por granos de arena compactados. Hay veces que la fusión puede ser tan
fuerte que no parece claro que el material venga de un disgregado, son el caso
de lutitas. Otra fuente importante de rocas sedimentarias son los restos biológicos que
pueden formar rocas sedimentarias cementadas, como el travertino. Todas las rocas
calizas provienen de procesos de sedimentación, generalmente biológica y las cuevas
son lugares de nueva formación continua de rocas sedimentarias.

Fuerzas que mueven el ciclo de las rocas


Placas tectónicas
En 1967, J. Tuzo Wilson publicó un artículo en Nature describiendo el proceso cíclico
de apertura y cierre de las cuencas oceánicas, especialmente enfocado al área
del Océano Atlántico. Este concepto, como parte de la revolución de la tectónica de
placas, se llegó a denominar el Ciclo de Wilson. El ciclo de Wilson ha tenido unos
efectos profundos en la interpretación del ciclo de la rocas así como el papel que
juega la tectónica de placas en la generación y destrucción de material.

El papel del agua

La presencia de gran cantidad de agua en la Tierra es de gran importancia para el


ciclo de las rocas. Más allá de los procesos de transporte y meteorización, el agua es
capaz de disolver los ácidos del suelo para descomponer las rocas a través del agua
subterránea. Quizás sea mucho más importante este proceso que el desgaste
producido en las rocas marinas o los procesos de sedimentación. El agua es capaz de
arrastrar iones disueltos que rompen los enlaces que conforman los compuestos de la
rocas. El agua de escorrentía puede transportar estos materiales y depositarlos en
otros sitios o en determinadas cuencas, como en los fenómenos kársticos.

Otro papel del agua poco conocido es en los procesos metamórficos que ocurren en
las rocas volcánicas en el fondo del mar. Algunas veces se introducen flujos de agua
que se abren camino entre las fracturas de la roca. Este proceso se le
denomina serpentinización.

El agua y otros compuestos volátiles son fundamentales para la fusión de la corteza


oceánica existente en las zonas de subducción, uno de los puntos fundamentales del
ciclo. En estas zonas el agua en presencia del dióxido de carbono y calizas es una
importante fuente de componentes volátiles. Este proceso además involucra al ciclo
del carbono.
DIAGRAMA DEL CICLO DE LAS ROCAS.

Leyenda:
1 = magma;
2 = cristalización (enfriamiento de la roca);
3 = roca ígnea;
4 = erosión;
5 = sedimentación;
6 = sedimentos y rocas sedimentarias;
7 = tectónica y metamorfismo;
8 = roca metamórfica;
9 = fusión.

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