Maranatha - Cristo Viene

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Título del original inglés:

M A R A N A T H A — TH E LORD IS C O M IN G !

ES PROPIEDAD
Q U ED A H ECH O EL DEPOSITO
Q U E M ARCA LA LEY 11.723

Libro de edición argentina


Impreso en Argentina
Offset Argentina

Tirada de la presente edición:


35.000 e|emplares

ESTE LIBRO SE TERMINO DE IMPRIMIR EL 30 DE


JUNIO DE 1976, EN LOS TALLERES GRAFICOS DE LA
ASOCIACION CASA EDITORA SUDAMERICANA, 1602
FLORIDA, BUENOS AIRES, REP. ARGENTINA.

— aeee —

2
Compilación de los escritos
de Elena G. de White

ESTE LIBRO SE PUBLICA EN C O LA B O R A C IO N C O N EL DEPARTAMENTO DE


LOS M V, C O M O U N A C O N TR IB U C IO N AL PLAN DE I A D E V O C IO N M A TU TIN A .

Publicado por la
A S O C IA C IO N C A S A EDITORA SUDAMERICANA
Avda. San Martín 4555, 1602 Florida Buenos Aires,
República Argentina

PUBLICACIONES INTERAMERICANAS
Pacific Press Publishing Association, Mountain View, Ca.
EE. UU. de N. A. A
PROLOGO

"La doctrina del segundo advenimiento es verdaderamente


la nota tónica de las Sagradas Escrituras —declaró la autora de
los mensajes inspirados que hemos seleccionado para este ejem­
plar de Meditaciones Matinales—, .. En torno de su venida se
agrupan las glorias de ‘la restauración de todas las cosas, de que
habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde
tiempo antiguo’ (Hech. 3:21)*. Entonces será quebrantado el
poder del mal que tanto tiempo «duró; ‘los reinos del mundo’
vendrán a ser 'de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por
los siglos de los siglos’ (Apoc. 11: 1 5 )” (CS, 344, 346).
Los corazones de los miembros del pueblo de Dios, jóvenes
y ancianos, laten con el intenso anhelo de ver llegar el día de li­
beración cjue está tan cerca. En vista del rápido cumplimiento de
las profecías, que confirman su fe en la inminencia del regreso
del Señor, los fideicomisarios de las Publicaciones Elena G. de
White encargaron a los miembros de su personal que compilaran
una serie de meditaciones en torno del tema general de la esca-
tología, para subrayar así la doctrina de la venida de nuestro
Señor. La compilación no resultaría completa si no hubiera en
ella lecturas que trataran acerca de las señales que nos indican
la proximidad de la venida del Rey; de los acontecimientos que
se van a producir en torno de su segunda venida; o de su glo­
rioso reino de mil años; o asimismo si no hubiera comentarios
que incursionaran en las profecías que se van a cumplir al fin
de los mil años de silencio, durante los cuales Satanás estará en­
carcelado en esta tierra.
Las declaraciones claves con relación a un tema tan impor­
tante para la Iglesia Adventista, han aparecido impresas en los
libros de Elena G. de White y en sus artículos publicados en
nuestros periódicos, y ésa es la razón por la cual nos referimos
con tanta frecuencia a El Conflicto de los Siglos, El Deseado de
Todas las Gentes, Primeros Escritos, los Testimonios, Joyas de los
Testimonios, la Review and Herald y Signs of the Times. Enri­
quecen este volumen unas cuantas declaraciones que hemos en­
contrado en manuscritos inéditos.
En algunos casos hemos tenido que suprimir algunas líneas
para evitar repeticiones o para eliminar alguna declaración mar­
ginal, o incluso para que el material seleccionado pueda caber en
el espacio de una página. Estas eliminaciones de ningún modo han
distorsionado o alterado el significado del pasaje original.
4
Las referencias que orientan al lector con respecto a la fuen-
lr original de los párrafos seleccionados, aparecen en las últimas
páginas de este libro. También publicamos al final de esta obra
un índice de referencias bíblicas que consideramos va a ser de
mucho valor para nuestros lectores.
Nos parece oportuna la publicación de un libro devocional
como éste, el undécimo con citas de la Hna. Elena G. de White,
puesto que porie elTacento en las profecías ya cumplidas y en las
<me se están cumpliendo. El material que hemos seleccionado es
directo, franco e impresionante. Este mensaje debiera provocar
un verdadero despertar, al inducir a los lectores a prepararse y
a adquirir conciencia acerca del tema central que se aborda en
estas páginas, y que es tan caro para los corazones de todos nos­
otros. Dios quiera que el resultado final consista en que muchos
sean sellados en sus frentes con el sello del Dios vivo, de manera
(|iie estén en condiciones de pasar por el tiempo de angustia y
de salir en paz al encuentro del Rey venidero. ¡Maranatal

Los F id eic o m isa r io s de lo s E scrito s de


E l e n a G. de W h it e

10 de noviembre de 1975.

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El Rey ya Viene Sábado l 9 de enero
LA PRIMERA VENIDA D E JESUS
Poro cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su
Hijo, . . . para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin
de que recibiésemos la adopción de hijos. Gál. 4: 4, 5.
La venida del Salvador había sido predicha en el Edén. Cuan­
do Adán y Eva oyeron por primera vez la promesa, esperaban que
su cumpliese pronto. Dieron gozosamente la bienvenida a su pri­
mogénito, esperando que fuese el Libertador. Pero el cumplimien­
to de la promesa tardó. Los que la recibieron primero, murieron
sin verlo. Desde los días de Enoc, la promesa fue repetida por
medio de los patriarcas y los profetas, manteniendo viva la espe­
ranza de su aparición, y sin embargo no había venido. La profecía
de Daniel revelaba el tiempo de su advenimiento, pero no todos
interpretaban correctamente el mensaje. Transcurrió un siglo tras
otro, y las voces de los profetas cesaron. La mano del opresor pe­
saba sobre Israel, y muchos estaban listos para exclamar: “Se van
prolongando los días, y desaparecerá toda visión” (Eze. 1 2 :2 2 ).
Pero, como las estrellas en la vasta órbita de su derrotero se­
ñalado, los propósitos de Dios no conocen premura ni demora.
Por los símbolos de las densas tinieblas y el homo humeante, Dios
había anunciado a Abrahán la servidumbre de Israel en Egipto,
y había declarado que el tiempo de su estada allí abarcaría cua­
trocientos años. “Después de esto —dijo Dios— saldrán con gran
riqueza” (Gén. 15: 14). Y contra esta palabra se empeñó en vano
todo el poder del orgulloso imperio de los faraones. “En el mismo
día” señalado por la promesa divina, “todas las huestes de Jehová
salieron de la tierra de Egipto” (Exo. 1 2 :4 1 ). Así también fue
determinada en el concilio celestial la hora en que Cristo había
de venir; y cuando el gran reloj del tiempo marcó aquella hora,
Jesús nació en Belén.
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a
su Hijo”. La Providencia había dirigido los movimientos de las
naciones, así como el flujo y reflujo de impulsos e influencias de
origen humano, a tal punto que el mundo estaba maduro para la
llegada del Libertador. . .
Entonces vino Jesús a restaurar en el hombre la imagen de su
Hacedor. Nadie, excepto Cristo, puede amoldar de nuevo el ca­
rácter que ha sido arruinado por el pecado. El vino para expulsar |
a los demonios que habían dominado la voluntad. Vino para le-1
vantamos del polvo, para rehacer según el modelo divino el ca­
rácter que había sido mancillado, para hermosearlo con su propia
gloria.( 1)
7
El Rey ya Viene Domingo 2 de enero
LA LECCION DE BELEN
Así también Cristo fue ofrecido una sola ve* para llevar los pe­
cados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con
el pecado, para salvar a los que le esperan. Heb. 9: 28.
Cuando se produjo el primer advenimiento de Cristo, los sa­
cerdotes y los fariseos de la ciudad santa, a quienes fueran con­
fiados los oráculos de Dios, habrían podido discernir las señales
de los tiempos y proclamar la venida del Mesías prometido. La
profecía de Miqueas señalaba el lugar de su nacimiento. (Miq.
5: 2.) Daniel especificaba el tiempo de su advenimiento. (Dan.
9: 25.) Dios había encomendado estas profecías a los caudillos de
Israel; no tenían pues excusa por no saber que el Mesías estaba
a punto de llegar y por no habérselo dicho al pueblo. Su igno­
rancia era resultado de culpable descuido.. ; Todo eTpueblo de-|
bería haber estado velando y esperando para hallarse entre los
primeros en saludar al Redentor del mundo, En vez de todo esto,
vemos, én BeTen, a dos caminantes cansados que vienen de los
collados de Nazaret, y que recorren toda la longitud de la an­
gosta calle del pueblo hasta el extremo este de la ciudad, buscan­
do en vano lugar de descanso y abrigo para la noche. Ninguna
puerta se abre para recibirlos. En un miserable cobertizo para el
ganado, encuentran al fin un refugio, y allí fue donde nació el
Salvador del mundo...
No hay señales de que se espere a Cristo ni preparativos
para recibir al Príncipe de la vida. Asombrado, el mensajero
celestial está a punto de volverse al cielo con la vergonzosa no­
ticia, cuando descubre un grupo de pastores que están cuidando
sus rebaños durante la noche, y que al contemplar el cielo estre­
llado, meditan en la profecía de un Mesías que debe venir a
la tierra y anhelan el advenimiento del Redentor del mundo. Aquí
tenemos un grupo de seres humanos preparados para recibir el
mensaje celestial. Y de pronto aparece el ángel del Señor procla­
mando las buenas nuevas de gran gozo.. .
¡Oh! ¡Qué lección encierra esta maravillosa historia de Belén!
¡Qué reconvención para nuestra incredulidad, nuestro orgullo y
amor propio! ¡Cómo nos amonesta a que tengamos cuidado, no
sea que por nuestra criminal indiferencia, nosotros también de­
jemos de discernir las señales de los tiempos, y no conozcamos el
día de nuestra visitación! ( 2)

8
El Rey ya Viene Lunes 3 de enero
CUANDO JESUS NACIO
Cuando Jesús nació en Belén. . . vinieron del oriente a Jerusa-
lén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que
ha nacido? Mat. 2: 1, 2.
E l Rey de gloria descendió muchísimo para asumir la hu­
manidad; y los ángeles, que haEían sido testigos de su esplendor
en las cortes celestiales, cuando era adorado por todas las huestes
del cielo, se desilusionaron al descubrir que su divino Comandan­
te ocupaba ün puesto que implicaba tan profunda humillación.
Los judíos se habían separado tanto de Dios por causa de
sus malas obras, que los ángeles no les podían transmitir las nue­
vas del advenimiento del niño Redentor. Dios eligió a los sabios
de Oriente para que cumplieran su voluntad. . .
La aparición desusada de una estrella grande y brillante, que
nunca habían visto antes, y que aparecía como una señal en los
cielos, atrajo su atención. No tuvieron el privilegio de escuchar la
proclamación de los ángeles a los pastores. Pero el Espíritu de
Dios los impulsó a buscar al Visitante celestial que había venido
a este mundo caído. Los sabios enderezaron su rumbo en la di­
rección en que la estrella parecía conducirlos. Al acercarse a la
ciudad de Jerusalén, la estrella se envolvió en tinieblas, y no los
guió más. Llegaron a la conclusión de que los judíos no podían
ignorar el gran acontecimiento de la llegada del Mesías; de modo
que comenzaron a inquirir al respecto en las proximidades de
Jerusalén.
Los sabios se sorprendieron al verificar que no había un inte­
rés especial con respecto al tema de la venida del Mesías. . .
Cuando abandonaron Jerusalén, ya no abrigaban tanta confianza
y esperanza como cuando llegaron. Se maravillaban de que los
judíos no tuvieran interés ni manifestaran gozo frente a la pers­
pectiva del gran acontecimiento de la venida del Cristo.
Las iglesias de nuestro tiempo están buscando la grandeza
mundana y están tan poco dispuestas a ver la luz de las profecías
y a recibir la evidencia de su cumplimiento, que muestran que
Cristo muy pronto vendrá, como los judíos con respecto a su pri­
mer advenimiento. Esperaban el reino temporal y triunfante del
Mesías en Jerusalén. Los profesos cristianos de nuestra época es­
peran la prosperidad temporal de la iglesia, manifestada en la
conversión del mundo, y el gozo del milenio temporal.(3)

9
El Rey ya Viene Martes 4 de enero
LA ESPERANZA D E LA SEGUNDA VENIDA
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente ven­
go en breve. Amén; si, ven, Señor Jesús. Apoc. 22: 20.
La venida del Señor ha sido en todo tiempo la esperanza
de sus verdaderos discípulos. La promesa que hizo el Salvador al
despedirse en el Monte de las Olivas, de que volvería, iluminó
el porvenir de sus discípulos al llenar sus corazones de una ale­
gría y una esperanza que las penas no podían apagar ni las
pruebas disminuir. Entre los sufrimientos y las persecuciones, “la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”
era la “esperanza bienaventurada”. Cuando los cristianos de Tesa-
lónica, agobiados por el dolor, enterraban a sus amados que ha­
bían esperado vivir hasta ser testigos de la venida del Señor, Pa­
blo, su maestro, les recordaba la resurrección, que había de ve­
rificarse cuando viniese el Señor. Entonces los que hubiesen muer­
to en Cristo resucitarían, y juntamente con los vivos serían arre­
batados para recibir a Cristo en el aire. “Y así —dijo— estaremos
siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con
estas palabras” (IT e s . 4: 16-18). . .
Desde la cárcel, la hoguera y el patíbulo, donde los santos y
los mártires dieron testimonio de la verdad, llega hasta nosotros a
través de los siglos la expresión de su fe y esperanza. Estando
“seguros de la resurrección personal de Cristo, y, por consiguiente,
de la suya propia, a la venida de Aquel —como dice uno de estos
cristianos—, elfos despreciaban la muerte y la superaban” (D a­
niel T. Taylor, The Reign of Christ on Earth or the Voice of the
Church in all Ages, pág. 33). Estaban dispuestos a bajar a la
tumba, a fin de que pudiesen “resucitar libertados”. Esperaban
al “Señor que debía venir del cielo entre las nubes con la
gloria de su Padre”, “trayendo para los justos el reino eterno”.
Los valdenses acariciaban la misma fe. Wiclef aguardaba la apa­
rición del Redentor como la esperanza de la iglesia (Id., págs. 54,
129-134).
En la isla peñascosa de Patmos, el discípulo amado oyó la
promesa: “Ciertamente vengo en breve”. Y su anhelante respuesta
expresa la oración que la iglesia exhaló durante toda su peregri­
nación: ¡“Ven, Señor Jesús”! (Apoc. 2 2 :2 0 ) .( 4)

in
El Rey ya Viene
/ Miércoles 5 de enero
E L “LEITM O TIV ” D E LAS ESCRITURAS
Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se
levantará sobre el polvo. Jo b . 19:25.
Una de las verdades más solemnes y más gloriosas que
revela la Biblia, es la de la segunda venida de Cristo para com­
pletar la gran obra de la redención. Al pueblo peregrino de
Dios, que por tanto tiempo hubo de morar “en región y sombra
de muerte”, le es dada una valiosa esperanza inspiradora de
alegría en la promesa de la venida de Aquel que es “la re­
surrección y la vida” para hacer “volver al hogar a sus hijos
exiliados”. La doctrina del segundo advenimiento es verdadera­
mente la nota tónica de las Sagradas Escrituras. Desde el día
en que la primera pareja se alejara apesadumbrada del Edén,
los hijos de la fe han esperado la venida del Prometido que
había de aniquilar el poder destructor de Satanás y volverlos
a llevar al paraíso perdido. . . Enoc, que se contó entre la
séptima generación descendiente de los que moraran en el
Edén y que por tres siglos anduvo con Dios en la tierra, pudo
contemplar desde lejos la venida del Libertador. “He aquí que
viene el Señor, con las huestes innumerables de sus santos án­
geles, para ejecutar juicio sobre todos” (Jud. 14, 15, V M ). El
patriarca Job, en la lobreguez de su aflicción, exclamaba con
confianza inquebrantable: “Pues yo sé que mi Redentor vive,
y que en lo venidero ha de levantarse sobre la tierra. . . aun
desde mi carne he de ver a Dios; a quien yo tengo de ver por
mí mismo, y mis ojos le mirarán; y ya no como a un extraño”
(Job 19:25-27, V M ).(5)
Quiera el Dios de toda gracia iluminar de tal manera vues­
tro entendimiento que podáis discernir las cosas eternas, para
que por medio de la luz de la verdad vuestros propios errores,
que son numerosos, puedan verse tales como son, para que
podáis hacer los esfuerzos necesarios para abandonarlos, a fin
de que en lugar de este fruto malo y amargo, podáis producir
un fruto precioso para vida eterna.
Humillad delante de Dios vuestro corazón pobre, orgulloso
y lleno de justicia propia; humillaos muy profundamente a sus
pies, plenamente quebrantados en vuestra pecaminosidad. De­
dicaos a la obra de preparación. No descanséis hasta que podáis
decir: Mi Redentor vive, y puesto que él vive, yo también viviré.
Si perdéis el cielo, lo perdéis todo; si obtenéis el cielo, lo
obtenéis todo. Os ruego que no os equivoquéis en esto. Hay
intereses eternos en juego.(e)
11
El Rey ya Viene Jueves 6 de enero
LA F E D E LOS REFORMADORES
Y el Postre r enem igo que será destruido es la m uerte. 1 Cor. 15: 26.

Luter0 declaró: “Estoy verdaderamente convencido de que


el día de) juicio no tardará más de trescientos años. Dios no
quiere ni puede sufrir por más tiempo a este mundo malvado”.
"Se^ acerc^ e) gran clía. en que el reino de las abominaciones
sera derrocado”.
Este viejo mundo no está lejos de su fin”, decía Malanchton.
Calvino invita a los cristianos a “deséar sin vacilar y con ardor el
día de la venida de Cristo como el más propicio de todos los
acontecimientos”, y declara que “toda la familia de los fieles no
perderá de vista ese día”. “Debemos tener hambre de Cristo
—dice—> debemos buscarlo, contemplarlo hasta la aurora de aquel
gran día t;n que nuestro Señor manifestará la gloria de su reino
en su plenitud” (Daniel T. Taylor, The Reign of Christ on Earth
or the V oice o f the Church in áll Ages, págs. 158, 134).
¿No llevó acaso nuestro Señor Jesús nuestra carne al cielo?
—dice Knox> e] reformador escocés—, ¿y no ha de regresar
por ventura? Sabemos que volverá, y esto con prontitud”. Ridley
y Latimer^ que dieron su vida por la verdad, esperaban con fe
la venida del Señor. Ridley escribió: “El mundo llega sin duda
a su fin. Así lo creo y por eso lo digo. Clamemos del fondo
de nuestros corazones a nuestro Salvador, Cristo, con Juan el
siervo de t ) i 0s: Ven, Señor Jesús, ven” (Id., págs. 151, 145).
El Pensar en la venida del Señor —decía Baxter— es dulce
en extremo para mí y me llena de alegría”. “Es obra de fe y un
rasgo característico de sus santos desear con ansia su adveni­
miento y vivir con tan bendita esperanza”. “Si la muerte es el
último en6mig0 que ha de ser destruido en la resurrección, po­
demos representarnos con cuánto ardor los creyentes esperarán
y oraran p.or ia segunda venida de Cristo, cuando esta completa
y definitiva victoria sea alcanzada”. “Ese es el día que todos los
creyentes deberían desear con ansia por ser el día en que habrá
de quedar consumada toda la obía de su redención, cumplidos
todos los deseos y esfuerzos de sus almas”. “[Apresura, oh Se­
ñor, ese d ja bendito!” (Ricardo Baxter, Works, tomo 17, págs.
555, 500; 1 § 2, 183). *
Tal fu e ]a esperanza de la iglesia apostólica, de la “iglesia
del desierta” y c]e los reformadores.(7)

12
El Rey ya Viene Viernes 7 de enero
LA CLAVE D E LA HISTORIA
<»uarda, ¿qué de la noche? El guarda respondió: La mañana
viene, y después la noche; preguntad si queréis, preguntad;
volved, venid. Isa. 21: 11 úp, 12.
La comprensión de la esperanza en la segunda venida de
<Cristo es la clave que abre toda la historia futura, y explica to­
das las lecciones del porvenir.
Ahora debe oírse a lo largo de toda la línea la voz del centi­
nela: “La mañana viene, y después la noche”. La trompeta debe
producir una nota certera porque estamos en el gran día de la
preparación del Señor.
Las verdades de la profecía están unidas, y al estudiarlas,
Icirman un hermoso conjunto de verdades prácticas. Todos los
discursos que damos han de revelar claramente que estamos es­
perando, trabajando y orando por la venida del Hijo de Dios. Su
venida es nuestra esperanza. Esta esperanza ha de estar vinculada
eon todas nuestras palabras y obras, con todas nuestras asociacio­
nes y relaciones. . .
La segunda venida del Hijo del hombre ha de ser el tema
maravilloso que se mantenga ante la gente. He aquí un tema
que no debe descartarse de nuestros discursos. Las realidades
eternas deben mantenerse ante la mente, y las atracciones del
inundo aparecerán como son, completamente inútiles, como va­
nidades. ¿Qué hemos de hacer con las vanidades del mundo, sus
alabanzas, sus riquezas, sus honores, o sus placeres?
Somos peregrinos y extranjeros que esperamos la bienaventu­
rada esperanza, la manifestación gloriosa de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo, y oramos por ella. Si creemos esto y lo ma­
nifestamos en nuestra vida práctica, ¡qué acción vigorosa inspira­
rán esta fe y esta esperanza; qué ferviente amor mutuo; qué vida
cuidadosa y santa para la gloria de Dios; y en el respeto que
manifestemos por la remuneración, qué nítidas líneas de demar­
cación nos distinguirán con evidencia del mundo!
La verdad de que Cristo viene debe ser mantenida ante toda
mente. ( 8)

13
El Rey ya Viene Sábado 8 de enero
DESILUSIONES SEMEJANTES
He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis
oído de la paciencia de Jo b, y habéis visto el fin del Señor,
que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Sant. 5: 11.
A menudo la mente del pueblo —y hasta de los siervos de
Dios— es ofuscada por las opiniones humanas, las tradiciones y
las falsas enseñanzas de los hombres, de suerte que no alcanza
a comprender más que parcialmente las grandes cosas que Dios
reveló en su Palabra. Así les pasó a los discípulos de Cristo,
cuando el mismo Señor estaba con ellos en persona. Su espíritu
estaba dominado por la creencia popular de que el Mesías sería
un príncipe terrenal, que exaltaría a Israel a la altura de un
imperio universal, y no pudieron comprender el significado de
sus palabras cuando les anunció sus padecimientos y su muerte...
Desde su más tierna edad la esperanza de su corazón se ha­
bía cifrado en la gloña de un futuro imperio terrenal, y eso les
cegaba la inteligencia. . .
Lo que experimentaron los discípulos que predicaron el
"evangelio del reino” cuando vino Cristo por primera vez tuvo
su contraparte en lo que experimentaron los que proclamaron el
mensaje de su segundo advenimiento. . .
Como los primeros discípulos, Guillermo Miller y sus cola­
boradores no comprendieron ellos mismos enteramente el alcan­
ce del mensaje que proclamaban. Los errores que existían desde
hacía largo tiempo en la iglesia les impidieron interpretar correc­
tamente un punto importante de la profecía. Por eso, si bien
proclamaron el mensaje que Dios les había confiado para que
lo diesen al mundo, sufrieron un desengaño debido a un falso
concepto de su significado.
A estos creyentes les pasó lo que a los primeros discípulos:
Lo que en la hora de la prueba pareciera oscuro a su inteli­
gencia, les fue aclarado después. Cuando vieron el “fin que vino
del Señor”, supieron que a pesar de la prueba que resultó de suS
errores, los propósitos del amor divino para con ellos no habían
dejado de seguir cumpliéndose. Merced a tan bendita experien­
cia llegaron a saber que el “Señor es muy misericordioso y com­
pasivo”; que todos sus caminos “son misericordia y verdad, para
los que guardan sil pacto y sus testimonios”.( 9)

14
El Rey ya Viene Domingo 9 de enero
HOMBRES HUMILDES PROCLAMAN EL MENSAJE
Tenemos también la palabra profètica más segura, a la cual hacéis
bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar
oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga
en vuestros corazones. 2 te d . 1: 19.
Este mensaje [Apoc. 14: 6, 7 ] es declarado parte del “evan­
gelio eterno”. La predicación del Evangelio no ha sido encar­
gada a los ángeles, sino a los hombres. En la dirección de esta
obra se han empleado ángeles santos y ellos tienen a su cargo
los grandes movimientos para la salvación de los hombres; pero
la proclamación misma del Evangelio es llevada a cabo por
los siervos de Cristo en la tierra.
Hombres fieles, obedientes a los impulsos del Espíritu de
Dios y a las enseñanzas de su Palabra, iban a pregonar al mundo
esta amonestación. Eran los que habían estado atentos a la fir­
me. . . “palabra profètica”, la “antorcha que alumbra en lugar
oscuro hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga”
(2Ped. 1: 19). Habían estado buscando el conocimiento de Dios
más que todos los tesoros escondidos, estimándolo más que “la
ganancia de plata”, y “su rédito” más “que el oro puro” (Prov.
3: 14, V M ). Y el Señor les reveló los grandes asuntos del reino.
"El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará
conocer su alianza” (Sal. 25: 14).
Los que llegaron a comprender esta verdad y se dedicaron
a proclamarla no fueron los teólogos eruditos. Si éstos hubiesen
sido centinelas fieles y hubieran escudriñado las Santas Escrituras
con diligencia y oración, habrían sabido qué hora era de la no­
che; las profecías les habrían revelado los acontecimientos que
estaban por realizarse. Pero tal no fue su actitud, y fueron hom­
bres más humildes los que proclamaron el mensaje. Jesús había
dicho: “Andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sor­
prendan las tinieblas” (Juan 12: 35). Los que se apartan de la
luz que Dios les ha dado, o no la procuran cuando está a su
alcance, son dejados en las tinieblas. Pero el Salvador dice tam­
bién: “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que ten­
drá la luz de la vida” (Juan 8: 12). Cualquiera que con rectitud
de corazón trate de hacer la voluntad de Dios siguiendo atenta­
mente la luz que ya le ha sido dada, recibirá aún más luz; a esa
alma le será enviada alguna estrella de celestial resplandor para
guiarla a la plenitud de la verdad. ( 10)

15
E l Rey ya Viene Lunes 10 de enero
LA VERDAD TRIUNFARA
Y el án g e l.. . juró por el que vive por los si­
glos. . . que el tiempo no seria más. Apoc 10: 5, 6.
El mensaje de Apocalipsis 14 que proclama que la hora del
juicio ha llegado, es dado en el tiempo del fin; y al ángel de
Apocalipsis 10 se lo representa con un pie en el mar y el otro
sobre la tierra para demostrar que el mensaje se llevará a países
distantes; se cruzará el océano y las. islas del mar escucharán la
proclamación del último mensaje de amonestación. . .
“Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, le­
vantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de
los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra
y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en
él, que el tiempo no sería más” (Apoc. 1 0 :5 , 6 ). Éste mensaje
anuncia el fin de los períodos proféticos. E l chasco de los que
esperaban ver al Señor en 1844 fue muy amargo para los que
habían aguardado tan ardientemente su aparición. Dios permitió
que ocurriera este chasco, y que los corazones se manifestaran.
No ha habido ni una sola nube que ha caído sobre la igle­
sia para la cual Dios no haya hecho provisión; no se ha levantado
ni una sola fuerza opositora para contrarrestar la obra de Dios
que él no haya previsto. Todo ha ocurrido como lo predijo por
medio de sus profetas. No ha dejado a su iglesia en tinieblas y
olvidada, sino que ha mostrado mediante declaraciones proféticas
lo que ocurriría, y obrando por medio de su providencia en el
lugar designado de la historia del mundo, ha dado lugar a aque­
llo que el Espíritu Santo reveló a sus profetas para que lo pre­
dijeran. Todos sus propósitos se cumplirán y se afirmarán. Su
ley está unida con su trono, y los instrumentos satánicos combina­
dos con los instrumentos humanos no pueden destruirla. La ver­
dad es inspirada y está protegida por Dios; perdurará y tendrá
buen éxito, aunque algunas veces aparezca oscurecida. El Evan­
gelio de Cristo es la ley ejemplificada en el carácter. Los enga­
ños practicados contra ella, toda invención destinada a vindicar
la falsedad, y todo error forjado por los instrumentos satánicos,
llegarán a ser desbaratados para siempre, y el triunfo de la verdad
será como la apariencia del sol en el mediodía. El Sol de Justicia
brillará con poder sanador en sus rayos, y toda la tierra estará
llena de su gloria. ( 11)

16
El Rey ya Viene Martes 11 de enero
APRESUREMOS EL REGRESO D EL SEÑOR
Porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la
tierra en justicia y con prontitud. Rom. 9 :2 8 .
En la profecía referente a la destrucción de Jerusalén, Cristo
Í dijo: “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos
se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat.
24: 12-14). Esta profecía volverá a cumplirse. La abundante ini­
quidad de aquel día halla su contraparte en esta generación. Lo
mismo ocurre con la predicción referente a la predicación del
Evangelio. Antes de la caída de Jerusalén, Pablo, escribiendo bajo
la inspiración del Espíritu Santo, declaró que el Evangelio había
sido predicado a “toda criatura que está debajo del cielo” (Col. 1:
23 V.A.) Así también ahora, antes de la venida del Hijo del hom- j
bre, el Evangelio eterno ha de ser predicado “a toda nación, tribu, I
lengua y pueblo” (Apoc. 1 4 :6 , 14).
Dios “ha establecido un día en el cual juzgará al mundo”
(Hech. 17: 31). Cristo nos dice cuándo ha de iniciarse ese día.
No afirma que todo el mundo se convertirá, sino que “será pre­
dicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio
a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Mediante la procla­
mación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar
la venida de nuestro Señor. No sólo hemos de esperar la venida
del día de Dios, sino apresurarla. (2Ped. 3: 12.) Si la iglesia de
Cristo hubiese hecho su obra como el Señor le ordenaba, todo el
mundo habría sido ya amonestado, y el Señor Jesús habría venido
a nuestra tierra con poder y grande gloria. ( 12) .
La incredulidad, la mundanalidad, la falta de consagración y)
las contiendas entre el profeso pueblo de Dios nos han mantenidol
en este mundo de pecado y tristeza tantos años... J
r Tal vez tengamos que permanecer aquí en este mundo mu­
chos años más debido a la insubordinación, como les sucedió a
\los hijos de Israel; pero por amor de Cristo, su pueblo no debe
añadir pecado sobre pecado culpando a Dios de las consecuencias
de su propia conducta errónea.(13)

17

El Rey ya Viene Miércoles 12 de enero


LAS ULTIMAS AMONESTACIONES D EL TERCER ANGEL
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran
poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Apoc. 18:1.
El ángel que une su voz a la proclamación del tercer men­
saje, alumbrará toda la tierra con su gloria. Así se predice una
obra de extensión universal y de poder extraordinario. El movi­
miento adventista de 1840 a 1844 fue una manifestación gloriosa
del poder divino; el mensaje del primer ángel fue llevado a todas
las estaciones misioneras de la tierra, y en algunos países se dis­
tinguió por el mayor interés religioso que se haya visto en país
cualquiera desde el tiempo de la Reforma del siglo XVI; pero todo
esto será superado por el poderoso movimiento que ha de desa­
rrollarse bajo la proclamación de la última amonestación del ter­
cer ángel...
La gran obra de evangelización no terminará con menor ma­
nifestación del poder divino que la que señaló el principio de ella.
Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión de la llu­
via temprana, al principio del ministerio evangélico, deben volver­
se a cumplir en tiempo de la lluvia tardía, al fin de dicho mi­
nisterio. ..
Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplan­
decientes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en lu­
gar para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán
el mensaje por toda la tierra,- Se realizarán milagros, los enfermos
sanarán, y señales y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás
también efectuará sus falsos milagros, al punto de hacer caer fue­
go del cielo a la vista de los hombres. (Apoc. 13: 13.) Es así co­
mo los habitantes de la tierra tendrán que decidirse en pro o en
contra de la verdad.. .
Las publicaciones distribuidas por los misioneros han ejercido
su influencia; sin embargo, muchos cuyo espíritu fue impresionado
han sido impedidos de entender la verdad por completo o de
obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas
partes, la verdad aparecerá en toda su claridad, y los Sinceros hi­
jos de Dios romperán las ligaduras que los tenían sujetos. Los la­
zos de familia y las relaciones de la iglesia serán impotentes para
detenerlos. La verdad les será más preciosa que cualquier otra
cosa. A pesar de los poderes coligados contra la verdad, un sinnú­
mero de personas se alistará en las filas del Señor. ( 14)

18
El Rey ya Viene Jueves 13 de enero
REINARA PARA SIEM PRE
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el
cielo, que decian: Los reinos del mundo han venido a ser de
nuestro Señor, y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los
siglos. Apoc. 11: 15.
La venida de Cristo, que ha de inaugurar el reino de la
justicia, ha inspirado los más sublimes y conmovedores acentos
de los escritos sagrados. . . El salmista cantó el poder y la
majestad del Rey de Israel. . . “Alégrense los cielos, y gócese la
tierra. . . delante de Jehová; porque viene, sí, porque viene a
juzgar la tierra. ¡Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos
con su verdad!” (Sal. 96: 11-13, V M ). . . “Destruirá a la muer­
te para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de to­
dos los rostros, y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra;
porque Jehová lo ha dicho” (Isa. 25: 8). . .
Cuando el Señor estuvo a punto de separarse de sus dis­
cípulos, los consoló en su aflicción asegurándoles que volvería:
“No se turbe vuestro corazón. . . En la casa de mi Padre mu­
chas moradas hay. . . voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os
tomaré a mí mismo” (Juan 14: 1-3).
Los ángeles que estuvieron en el Monte de las Olivas des­
pués de la ascensión de Cristo, repitieron a los discípulos la
promesa de volver que él les hiciera: “Este mismo Jesús, que
na sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis
visto ir al cielo" (Hech. 1: 11). Y el apóstol Pablo, hablando por
inspiración, asegura: “El Señor mismo con voz de mando, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo”
(IT e s . 4: 16). El profeta de Patmos dice: “He aquí que viene
con las nubes, y todo ojo le verá” (Apoc. 1 :7 ).
En torno de su venida se agrupan las glorias de “la restau­
ración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus
santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hech. 3: 21).
Entonces será quebrantado el poder del mal que tanto tiempo
duró; “los reinos del mundo” vendrán “a ser de nuestro Señor y
de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apoc.
11: 1 5 ).( 15)

19
El Rey ya Viene Viernes 14 de enero
LA PROFECIA DE ELIAS
He aqui, yo os envío el profeta Elias, antes que venga el día de
Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres
hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no
sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Mal. 4: 5, 6.
Los que deben preparar el camino para la segunda venida
de Cristo están representados por el fiel Elias, así como Juan vino
en el espíritu de Elias a fin de preparar el camino para la pri­
mera venida de Cristo. ( 16)
La obra de Juan el Bautista, y la de aquellos que en los últi­
mos días saldrán con el espíritu y el poder de Elias para desper­
tar a la gente de su apatía, en muchos sentidos es la misma. Su
obra es la clase de obra que debe hacerse en este tiempo. Cristo
vendrá por segunda vez a juzgar al mundo con justicia. ( 17)
Juan se apartó de sus amigos y de los lujos <3e esta vida.
La sencillez de su vestimenta: Una túnica tejida con pelos de
camello, era una permanente reprensión a la extravagancia y
la ostentación de los sacerdotes judíos y del pueblo en general.
Su alimentación, totalmente vegetariana, compuesta por algarrobas
y miel silvestre, era una reprensión a la complacencia del ape­
tito y la gula que prevalecían por todas partes. . . Se debeví
agitar el gran tema de la reforma y despertar la conciencia pú-'
blica. Debe relacionarse con el mensaje la temperancia en todas
las cosas, para apartar al pueblo de Dios de su idolatría, su gula
y su extravagancia en el vestir y en otras cosas. * •>*
La abnegación, la humildad y la temperancia requeridas de
los justos, a quienes Dios conduce y bendice especialmente, deben
presentarse a la gente en contraste con la extravagancia y los
hábitos destructores de la salud de los que viven en esta época
degenerada. Dios ha mostrado que la reforma sanitaria está tan
íntimamente relacionada con el mensaje del tercer ángel como
la mano con el cuerpo. ( 18)
Tal como Juan el Bautista al preparar a la gente para la
primera venida de Cristo llamaba su atención a los Diez Man­
damientos, nosotros debemos dar este mensaje no con un sonido
incierto: “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su
juicio ha llegado” (Apoc. 14: 7 ). Con el fervor que caracteri­
zaban a Elias el profeta y a Juan el Bautista, debemos luchar
para preparar el camino de la segunda venida de Cristo. ( 19)

20
El Rey ya Viene Sábado 15 de enero
JESUS, E L CENTRO D E TODO
Yo soy la raíz y el linaje de David, la estre­
lla resplandeciente de la mañana. Apoc. 22: 16.
Los peligros de los últimos días están sobre nosotros, y en
nuestro trabajo hemos de amonestar a la gente acerca del peli­
gro en que está. No se dejen sin tratar las solemnes escenas que
la profecía ha revelado. Si nuestros hermanos estuvieran des­
piertos aunque fuera a mecffas, si se dieran cuenta de la cer-
cama de los sucesos descriptos en el Apocalipsis, se realizaría
una reforma en nuestras iglesias, y muchos más creerían el merr-
saje. No tenemos tiempo que perder. . . Presentad nuevos prin­
cipios, y acumulad la clara verdad. Ella será como espada de
doble filo. Pero no os manifestéis demasiado dispuestos a asumir
una actitud polémica. Hay ocasiones en que hemos de quedar
quietos para ver la salvación de Dios. Dejad que hablen Daniel
y el Apocalipsis, y digan cuál es la verdad. Pero sea cual fuere
el aspecto del tema que se presente, ensalzad a Jesús como el
centro de toda esperanza, “la raíz y el linaje de David, la estre­
lla resplandeciente de la mañana”.
\ No cavamos en forma suficientemente profunda para <-----
IdriñarTa verdád. A todo creyente en la vercííd presente se le
fequerirá en algún momento que dé razón de la esperanza que
hay en él. Los hijos de Dios han de ser llamados a la presen­
cia de reyes, príncipes, gobernantes y grandes hombres de la
tierra, y éstos deben saber que ellos conocen cuál es la verdad.
Deben ser hombres y mujeres convertidos. Dios puede enseñaros
en un momento, por su Espíritu Santo, más de lo que podríais
aprender de los grandes hombres de la tierra. El universo está
observando el conflicto que se desarrolla sobre la tierra. A un
costo infinito, Dios le ha proporcionado a todo hombre unajjpor-
tunidad para que conozca lo que ha de hacerlo sabio para la
Salvación. ¡Cuán ávidamente miran los ángeles para ver quié­
nes aprovecharán esta oportunidad I Cuando se presenta un m e í
■Sffje "a lóF hijos de Dios, éstos no' deben levantarse en oposición
a él; deben ir a la Biblia, comparándolo con la ley y el testimo­
nio, y si no soporta esta prueba, no es verdad. Dios quiere que
nuestras mentes se expandan. Desea colocar su gracia sobre nos­
otros. Podemos tener un banquete de cosas buenas todos los
días, pues Dios puede abrir todo el tesoro del cielo para nos­
otros^20)

21
El Rey ya Viene
J Domingo 16 de enero
E L CAMPO ES E L MUNDO
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizán­
dolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Mat. 28: 19.
Durante nuestra estada en California, en el año 1874, tuve
un impresionante sueño. . .
Soñé que varios hermanos de California estaban reunidos en
concilio, tratando de acordar el mejor plan de trabajo para la
próxima temporada. . . Entró en el consejo un joven a quien
frecuentemente había visto yo en sueños. Escuchó con profundo
interés cuanto se decía, y después declaró con deliberada con­
fianza y autoridad: "Las ciudades y aldeas forman parte de la
viña del Señor y deben oir los mensajes de amonestación. El
enemigo de la verdad está haciendo desesperados esfuerzos para
desviar a la gente de la verdad de Dios y conducirla a la false­
dad. . . Habéis de sembrar junto a todas las aguas.
"Podrá suceder que no veáis en seguida el resultado de

{ vuestra labor, pero esto no ha de desanimaros. Tomad a Cristo


por modelo. Tuvo muchos oyentes, pero pocos discípulos. . .”
El mensajero prosiguió diciendo: “Tenéis ideas demasiado
estrechas acerca de la obra necesaria en esta época. Forjáis pla­
nes de la obra de modo que podáis abarcarla; pero habéis de
ampliar vuestro criterio. No debéis poner vuestra luz debajo
de un almud ni debajo de la cama, sino en el candelero, para
que alumbre a todos los de la casa. Vuestra casa es el mundo. . .
“Muchos países esperan la luz progresiva que el Señor tiene
para ellos, y vuestra fe es mezquina y escasa. Es necesario que
ampliéis grandemente vuestro concepto de la obra. . . Seguid
adelante. Dios obrará poderosamente si procedéis con humildad
de ánimo ante él. No es fe el hablar de imposibilidades. Nada
es imposible con Dios. La luz de Dios ha de poner al mundo
a prueba. . .” •
E l tiempo es corto, y todos cuantos creen en este mensaje
deben sentir la solemne obligación de ser obreros desinteresados,
que ejerzan rectamente su influencia, y nunca se opongan de
palabra ni obra contra los que procuren el adelanto de los intere­
ses de la causa de Dios. . . La luz que Dios nos ha dado no
serviría de mucho a las gentes si no se la presentáramos de modo
que puedan verla. Os digo que debemos ampliar el campo de
nuestra visión. ( 21)

22
El Rey ya Viene Lunes 17 de enero
LOS JUICIOS D E DIOS SOBRE LA TIERRA
Desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación
de las cosas que sobrevendrán en la tierra. Luc. 21:26.
¡Oh, si el pueblo de Dios tuviera conciencia de la inminente
destrucción de miles de ciudades ahora casi entregadas a la
idolatría!
No hace mucho tiempo, una escena muy impresionante pasó
delante de mí. Vi un inmenso globo de fuego cayendo entre
algunas hermosas mansiones y causando su instantánea destruc­
ción. Escuché a alguien decir: “Nosotros sabíamos que los jui­
cios de Dios vendrían sobre la tierra, pero no sabíamos que ven- |
drían tan pronto”. Otros dijeron: “ ,1 Vosotros lo sabíais? Enton­
ces, ¿por qué no nos lo dijisteis? Nosotros no lo sabíamos”. . .
Pronto penosas aflicciones sobrevendrán entre las naciones:
Una angustia que no cesará hasta la venida de Jesús. Como nunca
antes necesitamos apresurarnos a servir juntos a Aquel que ha
preparado su trono en los cielos y cuyo reino gobierna sobre
todos. Dios no ha desamparado a su pueblo, y nuestra fuerza
depende de no separarnos de él.
Los juicios de Dios están en la tierra. Las guerras y los ru­
mores de guerras, la destrucción por fuego e inundación, dicen
claramente que el tiempo de angustia, el cual irá en aumento hasta
el fin, está cerca, a las puertas. No tenemos tiempo que perder.
El mundo está perturbado por el espíritu de la guerra. Las pro­
fecías del capítulo^ ' 1 1 m-
plimiento final.
E1 viernes pasac , __ ___ , , ___ _ ir­
me, se presentó delante de mí una escena muy impresionante.
Me parecía que me había despertado de dormir, pero no en
mi hogar. Por las ventanas yo podía observar una terrible con­
flagración. Grandes esferas de fuego se desplomaban sobre las
casas, y desde esas bolas de fuego, saetas ígneas volaban en
toda dirección. Era imposible dominar los incendios que se
iniciaban y muchos lugares estaban siendo destruidos. ( 22)
Las ciudades de las naciones serán tratadas con estrictez, y
sin embargo, no serán visitadas con la extrema indignación de
Dios, porque algunas almas renunciarán a lo engaños del ene­
migo, y se arrepentirán y convertirán, mientras que las masas
estarán atesorando ira para el día de ia ira.(23)

23
X
El Rey ya Viene Martes 18 de enero
UN CAMINO MEJOR Y MAS NOBLE
Lavaos y limpiaos; quitad la iniquitad de vuestras obras de
delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer
el bien. Isa. 1. 16, 17.
La ignorancia, el amor a los placeres y los hábitos pecami­
nosos, que corrompen el alma, el cuerpo y el espíritu, llenan el
mundo de lepra moral; un mortífero paludismo moral está des­
truyendo a millares y a decenas de millares. ( 24)
Muchos están sumidos en el pecado. Muchos están angustia­
dos. Están oprimidos por el sufrimiento, la necesidad, la incre­
dulidad y el desaliento. Se hallan afligidos por enfermedades de
toda clase, tanto del cuerpo como del alma. Anhelan hallar solaz
para sus penas, y Satanás los tienta a buscarlo en la concupiscen­
cia y los placeres que conducen a la ruina y a la muerte. Les
ofrece las manzanas de Sodoma, que se tornarán ceniza en sus
labios. ( 25) ' ~— "
Se me ha presentado un horrible cuadro de la condición del
mundo. La inmoralidad cunde por doquiera. La disolución es
el pecado característico de esta era. Nunca alzó el vicio su
deforme cabeza con tanta osadía como ahora. . . La iniquidad
prevaleciente no es del dominio exclusivo del incrédulo y el
burlador. Ojalá fuese tal el caso; pero no sucede así. Muchos
hombres y mujeres que profesan la religión de Cristo son cul­
pables. Aun los que profesan esperar su aparición no están
más preparados para ese suceso que Satanás mismo. No se están
limpiando de toda contaminación. Han servido durante tanto
tiempo a su concupiscencia, que sus pensamientos son, por na­
turaleza, impuros, y sus imaginaciones, corruptas. Es tan impo-'X
sible lograr que sus mentes se espacien en cosas puras y santas
como lo sería desviar el curso del Niágara y hacer que sus
aguas remontasen las cataratas. . . Cada cristiano tendrá que
aprender a refrenar sus pasiones y a guiarse por los buenos
principios. . .
Si la lascivia, la contaminación, el adulterio, los delitos y el
homicidio están a la orden del día entre los que no conocen la
verdad y se niegan a ser regidos por los principios de la Palabra
de Dios, ¡cuán importante resulta que les muestren un camino
mejor y más noble aquellos que profesan ser discípulos de Cristo
y estar estrechamente aliados con Dios y los ángeles! ¡Cuán
importante viene a ser que por su castidad y virtud se destaquen
en contraste con los que son dominados por brutales pasiones! ( 28)

24
El Rey ya Viene
\j
CUANDO SUENE EL FU E R TE CLAMOR
Miércoles 19 de enero

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del


sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salva­
ción que cuando creimos. Rom. 13: 11.
El fin se acerca; avanza sigilosa, insensible y silenciosamente,
como el ladrón en la noche. Concédanos el Señor la gracia de
no dormir por más tiempo, como otros lo hacen, sino que seamos
sobrios y velemos. La verdad está a punto de triunfar gloriosa­
mente y todos los que decidan ahora ser colaboradores con Dios
triunfarán con ella. El tiempo es corto; la noche se acerca cuando
nadie podrá trabajar.
Viene el tiempo cuando habrá tantas personas convertidas en
un día como las hubo en el día de Pentecostés, después que los
discípulos recibieron el Espíritu Santo.
Hay muchos que no han prestado atención a la invitación
del Evangelio; han sido probados, pero al parecer se les han
presentado obstáculos monumentales que han impedido su avan­
ce. Mediante la fe, la perseverancia y el valor, muchos supera­
rán esas dificultades y entrarán en la luz gloriosa.
Casi inconscientemente se han erigido barreras en el camino
estrecho y angosto; se han colocado piedras de tropiezo en el
sendero; pero todo eso será quitado. Las salvaguardias que los
falsos pastores han colocado alrededor de su grey llegarán a ser
como nada; miles entrarán en la luz y trabajarán para difundir
la luz. Las inteligencias celestiales se combinarán con los instru­
mentos humanos. Estimulada en esta forma, la iglesia se levan­
tará y brillará, y aplicará todas sus energías santificadas al con­
flicto; en esta forma se cumple el designio de Dios, y así es como
se recuperan las perlas perdidas. . .
Durante el fuerte clamor, la iglesia, ayudada por las disposi­
ciones providenciales de su exaltado Señor, difundirá el conoci­
miento de la salvación tan abundantemente que la luz será comu­
nicada a toda ciudad y pueblo. La tierra será llena del conoci­
miento de la salvación. Tan abundantemente habrá coronado de
éxito el Espíritu renovador de Dios a los agentes intensamente
activos, que la luz de la verdad presente brillará por todas
partes. ( 27)

25
y ^ -X

E l Rey ya Viene Jueves 20 de enero


LOS F IE L E S NO FALLARAN
Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan
los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Apoc. 14: 12.
Ahora necesitamos una sabiduría más que humana al leer
e investigar las Escrituras; y si acudimos a la Palabra de Dios
con humildad de corazón, él levantará un estandarte para prote­
gernos del medio ambiente licencioso. *"----- -
„ üs diticil mantener firmes hasta el fin los rudimentos de
nuestra confianza; y la dificultad aumenta cuando existen in­
fluencias ocultas que trabajan constantemente para introducir otro
'espíritu, un elemento contrarrestante, que obra en favor del
bando de Satanás. En ausencia de la persecución se han intro­
ducido en nuestras filas algunos que tienen una firmeza aparente
y cuyo cristianismo parece incuestionable, pero que se apartarían
de nosotros si surgiera la persecución. En la crisis, prestarán aten­
ción a razonamientos aparentemente plausibles que han influido
en sus mentes. Satanás ha preparado diversas trampas para
hacer frente a las distintas clases de mentes.' Cuando se invalide
laTey de Dios Tá iglesia ?é'rá ^fáñ3eín}?FpóF pruebas terribles, y
una proporción más elevada de la que ahora anticipamos, prestará
atención a espíritus seductores y a doctrinas de demonios. En
lugar de ser fortalecidos cuando son puestos en dificultades, mu­
chos demostrarán que no son sarmientos vivientes de la Vid
verdadera. . .
Pero cuando el mundo invalide la ley de Dios, ¿cuál será el
efecto sobre los que son genuinamente obedientes y rectos?
¿Serán arrastrados por la fuerte corriente del mal? Debido a que
tantos se alistan bajo el estandarte del príncipe de las tinieblas,
¿se desviará de su fidelidad el pueblo que guarda los manda­
mientos de Dios? ¡Nunca! Ninguno que permanezca en Cristo
fallará o caerá. Sus seguidores obedecerán a una autoridad más
elevada que la de cualquier potentado terrenal. Mientras el des­
precio que se coloca sobre los mandamientos de Dios induce a
muchos a suprimir la verdad y a mostrar menos reverencia por
ella, los que son fieles mantendrán en alto con todo fervor las
verdades distintivas. No se nos abandona a nuestra propia direc­
ción. . . Deberíamos consultar su Palabra con humildad de cora­
zón, deberíamos pedir consejos y someter nuestra voluntad a la
suya. No podemos hacer nada sin Dios. ( 28)

20
El Rey ya Viene Viernes 21 de enero
R EQ U IER E TRABAJO GANAR UNA SOLA ALMA
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de
ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la
que se perdió, hasta encontrarla? Luc. 15:4.
Debiéramos emplear nuestros recursos hasta lo sumo para la
conversión de un alma. Un alma ganada para Cristo reflejará en
su derredor la luz del cielo. . .
Si Cristo dejó las noventa y nueve para buscar y salvar a
la oveja perdida, ¿podremos quedar justificados haciendo me­
nos? ¿No es el dejar de trabajar como Cristo trabajó, el dejar
de sacrificarse como él se sacrificó, una traición hecha a íos
cometidos sagrados, un insulto a Dios?
Haced resonar la alarma por toda la longitud y la anchura
de la tierra. Decid a la gente que el día del Señor está cerca
y se apresura grandemente. No quede nadie sin amonestación.
Podríamos estar en lugar de las pobres almas que yerran. Podría­
mos haber sido colocados entre los bárbaros. De acuerdo con la
verdad que hemos recibido en mayor medida que los demás, somos
deudores para impartírsela.
No tenemos tiempo que perder. El fin está cerca. El viajar
de lugar en lugar para^iTunclir'la verdad quedará pronto rodeado
de peligros a diestra y siniestra. Se pondrá todo obstáculo en el
camino de los mensajeros del Señor, para que no puedan hacer
lo que les es posible hacer ahora. Debemos mirar bien de frente
nuestra obra y avanzar tan rápidamente como sea posible en una
guerra agresiva. Por la luz que Dios me ha dado, sé que las
potestades de las tinieblas están obrando con intensa energía des­
de abajo, y con paso furtivo Satanás está avanzando para sor­
prender a los que duermen ahora, como un lobo que se apo­
dera de su presa. Tenemos amonestaciones que podemos dar
ahora, una obra que podemos hacer ahora; pero pronto ello
será más difícil de lo que podemos imaginarnos. Dios nos ayude
a mantenernos donde brilla la luz, a obrar con nuestros ojos fijos
en Jesús nuestro Caudillo, y a avanzar paciente y perseverante-
mente hasta ganar la victoria. ( 29)
En nuestra vida terrenal, aunque restringida por el pecado,
el mayor gozo y la más elevada educación se encuentran en el
servicio. Y en el estado futuro, libre de las limitaciones de la
humanidad pecaminosa, hallaremos nuestro mayor gozo y nues­
tra más elevada educación en el servicio. (30)

27
/
E l Rey ya Viene Sábado 22 de enero
ESTUDIEM OS DANIEL Y EL APOCALIPSIS
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta
profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo
está cerca. Apoc. 1: 3.
Ha de proclamarse un mensaje que despierte a las iglesias.
Ha de hacerse todo esfuerzo para dar la luz, no sólo a nuestro
pueblo, sino al mundo. Se me ha instruido en el sentido de que
las profecías de Daniel y el Apocalipsis deben imprimirse en li­
bros pequeños, con las explicaciones necesarias, y deben enviarse
al mundo entero. Nuestros mismos hermanos necesitan que se les
presente la luz con más claridad. ( 31)
Los que comen la carne y beben la sangre del Hijo de Dios
sacarán de los libros de Daniel y el Apocalipsis la verdad ins­
pirada por el Espíritu Santo. Pondrán en marcha fuerzas qug,
no puedan ser reprimidas. Los labios de los niños se abrirán!
para proclamar los misterios que han estado ocultos. . .
Muchas de las profecías están por cumplirse en rápida suce­
sión. Todo elemento de poder está por ser puesto en acción.
La historia pasada se repetirá; viejos conflictos resurgirán a una
nueva vida, y el peligro asediará a los hijos de Dios por doquie­
ra. La violencia está tomando posesión de la familia humana.
Está saturando todas las cosas que hay sobre la tierra. . -.
Estudiad el Apocalipsis en relación con Daniel, porque la
historia se repetirá. . . Nosotros, con todas nuestras ventajas re­
ligiosas, debiéramos saber hoy mucho más de lo que sabemos.
Los ángeles anhelan contemplar la verdades que son reve­
ladas a aquellos que, con corazón contrito, investigan la Palabra
de Dios y oran para obtener mayores longitudes y anchuras y pro­
fundidades y alturas del conocimiento que sólo el Señor puede dar.
Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profe­
cías que se relacionan con los últimos días exigen especialmente
nuestro estudio. El último libro del Nuevo Testamento está lleno
de verdades que "ñécesiíamos entender. Satanás ha cegado las
mentes de muchos de manera que aceptan con gozo cualquier
excusa para no hacer del libro del Apocalipsis su tema de estudio.
Pero Cristo, por medio de su siervo Juan, ha declarado aquí
lo que será en los últimos días; y él dice: “Bienaventurado el
que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan
las cosas en ella escritas”. ( 32)

28
/
El Rey ya Viene Domingo 23 de enero
INTOLERANCIA Y PERSECUCION
SI a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán;
si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Ju an 15: 20.
En sus diversas formas, la persecución es el desarrollo de un
principio que ha de subsistir mientras Satanás exista y el cristia­
nismo conserve su poder vital. Un hombre no puede servir a
Dios _sin..despertar contra sí la oposición de los ejércitos de las
tinieblas. Lo asaltaran malos angeles alarmados al ver que su
influencia les arranca la presa. Hombres malvados, reconvenidos
por el ejemplo de los cristianos, se unirán con aquellos para pro­
curar separarlos de Dios por medio de tentaciones sutiles. Cuan­
do este plan fracasa, emplean la fuerza para violentar la concien­
cia.
Pero mientras Jesús siga intercediendo por el hombre en el
santuario celestial, los gobernantes y el pueblo seguirán sintiendo
la influencia refrenadora del Espíritu Santo, la cual seguirá
también dominando hasta cierto punto las leyes del país. Si no
fuera por estas leyes, el estado del mundo sería mucho peor de
lo que es. Mientras que muchos de nuestros legisladores son
agentes activos de Satanás, Dios tiene también los suyos entre
los caudillos de la nación. El enemigo impele a sus servidores
a que propongan medidas encaminadas a poner grandes obstácu­
los a la obra de Dios; pero los estadistas que temen a Dios están
bajo la influencia de santos ángeles para oponerse a tales pro­
yectos con argumentos irrefutables. Es así como unos cuantos
hombres contienen una poderosa corriente de mal. La oposición
de los enemigos de la verdad será coartada para que el mensaje
del tercer ángel pueda hacer su obra. Cuando la amonestación
final sea dada, cautivará la atención de aquellos caudillos por me­
dio de los cuales el Señor está obrando en la actualidad, y algu­
nos de ellos la aceptarán y estarán con el pueblo de Dios durante
el tiempo de angustia. . .
“Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová
vuestro Dios” (Joel 2 :2 3 ). “Y en los postreros días, dice Dios,
derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. . . Y todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo” (Hech. 2: 17, 2 1 ).(33)

S v .,,,'/ ; i-■■■'■<

dk. I? * JU H
29
E l Rey ya Viene Lunes 24 de enero
LA IGLESIA NO CAERA
Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella. Mat. 16: 18.
Los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús experimentarán la ira del dragón y sus huestes. Satanás
cuenta al mundo entre sus súbditos, y ha logrado el control de
las iglesias apóstatas; pero he aquí un grupito que resiste su
supremacía. Si pudiera eliminarlo de la tierra, su triunfo sería
completo. Así como influyó sobre las naciones paganas para
destruir a Israel, lo hará dentro de poco para estimular los po­
deres malignos de la tierra con el fin de destruir al pueblo de
D ios... Su única esperanza [de este pueblo] descansa en la mi­
sericordia de Dios; su única defensa será la oración.
Los incidentes angustiosos que experimentó el pueblo de
Dios en los días de Ester, no son monopolio de esa época. El
revelador, al extender su mirada a través de las edades hasta
el fin del tiempo, declaró: “Entonces el dragón ,se llenó de ira
contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la
descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios
y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apoc. 12: 17). Algunos de
los que viven actualmente sobre la tierra verán el cumplimiento
de estas palabras.
La ira de Satanás aumenta a medida que se acorta su tiem­
po, y su obra de engaño y destrucción alcanzará su culminación
en el tiempo de angustia. ( 34)
Satanás realizará sus milagros para engañar; tratará de que
su poder sea supremo. Parecerá que la iglesia está por caer, pero
no caerá. Permanecerá, mientras los pecadores en Sion sean za­
randeados, el tamo será separado del precioso trigo. Es una pesa­
dilla terrible, pero tiene que ocurrir. Sólo los que estén venciendo
por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio, se
encontrarán entre los leales y fieles, sin mancha de pecado, sin
engaño en sus labios. ( 35)
Dios declara que hasta las madrea pueden olvidarse de sus
hijos, pero “yo no me olvidaré de ti”. .. Dios piensa en sus hijos
con la más tierna solicitud y guarda un libro de memoria para
El Rey ya Viene
J Martes 25 de enero
E L FALSO REAVIVAMIENTO
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiem­
pos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, ava­
ros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres,
ingratos, im píos.. . que tendrán apariencia de piedad, pero nega­
rán la eficacia de ella; a éstos evita. 2 Tim. 3 :1 , 2, 5.
Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la

Í tierra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la pie­


dad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apos­
tólicos. El Espíritu y el poder de Dios serán derramados sobre
"*sus hijos. Entonces muchos ge separarán de esas iglesias en las
cuales el amor a este mundo ha suplantado al amor a Dios y a su
Palabra. Muchos, tanto ministros como laicos, aceptarán gustosa­
mente esas grandes verdades que Dios ha hecho proclamar en
este tiempo a fin de preparar a un pueblo para la segunda veni­
da del Señor. El enemigo de las almas desea impedir esta obra,
y antes que llegue el tiempo para que se produzca tal movi­
miento, tratará de evitarlo introduciendo una falsificación. Hará
aparecer como que la bendición especial de Dios es derramada
sobre las iglesias que pueda colocar bajo su poder seductor; allí
se manifestará lo que se considerará como un gran interés por lo
religioso. Multitudes se alegrarán de que Dios esté obrando mara-i
villosamente en su favor, cuando, en realidad, la obra provendrá!
de otro espíritu. Bajo un disfraz religioso, Satanás tratará de ex-jjl
tender su influencia sobre el mundo cristiano.
En muchos de los despertamientos religiosos que se han pro­
ducido durante el último medio siglo, se han dejado sentir, en
mayor o en menor grado, las mismas influencias que se ejercerán
en los movimientos venideros más extensos. Hay una agitación
emotiva, mezcla de lo verdadero con lo falso, muy apropiada para
extraviar a uno. No obstante, nadie necesita ser seducido. A la
luz de la Palabra de Dios no es difícil deterrfiinar la naturaleza
de estos movimientos. Dondequiera que los hombres descuiden
el testimonio de la Biblia y se alejen de las verdades claras que
sirven para probar el alma y que requieren abnegación y despren­
dimiento del mundo, podemos estar seguros de que Dios no dis­
pensa allí sus bendiciones. Y al aplicar la regla que Cristo mis­
mo dio: “Por sus frutos los conoceréis” (Mat. 7: 16), resulta
evidente que estos movimientos no son obra del Espíritu de
Dios. (■37)

31
/
El Rey ya Viene Miércoles 26 de enero
UNA DEMORA PRESUNTUOSA Y N EGLIGEN TE
He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y
guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.
Apoc. 16: 15.
El mal siervo dice en su corazón: “Mi señor se tarda en ve­
nir”. No dice que Cristo no vendrá. No se burla de la idea de su
segunda venida. Pero en su corazón y por sus acciones y palabras,
declara que la venida de su Señor tarda. Destierra del ánimo aje­
no la convicción de que el Señor va a venir prestamente. Su in­
fluencia induce a los hombre a una demora presuntuosa y negli­
gente. .. Se asocia con el mundo... Es una asimilación temible.
Juntamente con el mundo, queda entrampado.
“Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás
a qué hora vendré sobre ti” (Apoc. 3: 3 ). El advenimiento de
Cristo sorprenderá a los falsos maestros. Están diciendo: “Paz y
seguridad”. Como los sacerdotes y doctores antes de la caída
de Jerusalén, esperan que la iglesia disfrute de prosperidad te­
rrenal y gloria. Interpretan las señales de los tiempos como indi­
cios de esto. Pero, ¿qué dice la Palabra inspirada? “Vendrá sobre
ellos destrucción repentina” (IT e s . 5 :3 ) . El día de Dios ven­
drá como ladrón sobre todos los que moran en la faz de la tierra,
que hacen de este mundo su hogar...
El mundo, lleno de orgías, de placeres impíos, está dormido
en la seguridad carnal. Los hombres están postergando la venida
del Señor. Se burlan de las amonestaciones. Orgullosamente se
jactan diciendo: “Todas las cosas permanecen así como desde el
principio” (2Ped. 3 :4 ) . “Será el día de mañana como éste, o
mucho más excelente” (Isa. 56: 12). Nos hundiremos aun más en
el amor a los deleites. Pero Cristo dice: “He aquí, yo vengo como
ladrón” (Apoc. 16: 15). En el mismo tiempo en que el mundo
pregunta con desprecio: “¿Dónde está la promesa de su adveni­
miento?” (2Ped. 3 :4 ) se están cumpliendo las señales. Mientras
claman: “Paz y seguridad”, se acerca la destrucción repentina.
'Cuando el escarnecedor, el que rechaza la verdad, se ha vuelto
presuntuoso; cuando la rutina del trabajo en las diversas formas
»de ganar dinero se lleva a cabo sin consideración a los principios;
/cuando los estudiantes procuran ávidamente conocerlo todo menos
Ila. Biblia, Cristo Viene como ladrón. ( 38) " — ---------------------

32
El Rey ya Viene
7 Jueves 27 de enero
UN CIELO POR GANAR
Velad, pues, en todo tiempo orando. Luc. 21: 36.
La época en que vivimos es importante y solemne. E l Espíritu
de Dios se está retirando gradual pero ciertamente de la tierra...
El estado actual de las cosas muestra que tiempos de pertur­
bación están por caer sobre nosotros. Los diarios están llenos de
alusiones referentes a algún formidable conflicto que debe estallar
dentro de poco. Son siempre más frecuentes los audaces atenta­
dos contra la propiedad. Las huelgas se han vuelto asunto común.
Los robos y los homicidios se multiplican. Hombres dominados
por espíritus de demonios quitan la vida a hombres, mujeres y
niños. E l vicio seduce a los seres humanos y prevalece el mal en
todas sus formas. ( 38)
En el mundo todo es agitación. Las señales de los tiempos
son alarmantes. Los acontecimientos venideros proyectan ya sus
sombras delante de sí. E l Espíritu de Dios se está retirando de
la tierra, y una calamidad sigue a otra por tierra y mar. Hay
tempestades, terremotos, incendios, inundaciones, homicidios de
toda magnitud. ¿Quién puede leer lo futuro? ¿Dónde hay seguri­
dad? No hay seguridad en nada que sea humano o terrenal. Rá­
pidamente los hombres se están colocando bajo la bandera que
han escogido. . .
La crisis se está acercando gradual y furtivamente a nosotros.
El sol brilla en los cielos y recorre su órbita acostumbrada, y los
cielos continúan declarando la gloria de Dios. Los hombres siguen
comiendo y bebiendo, plantando y edificando, casándose y dán­
dose en casamiento. Los negociantes siguen comprando y ven­
diendo. Los hombres siguen luchando unos con otros, contendien­
do por el lugar más elevado. Los amadores de placeres siguen
atestando los teatros, los hipódromos, los garitos de juego. Pre­
valece la más intensa excitación, y sin embargo el tiempo de
gracia está llegando rápidamente a su fin, y cada caso está por
ser decidido para la eternidad. Satanás ve que su tiempo es
corto...
Solemnemente llegan hasta nosotros, a través de los siglos,
las palabras amonestadoras de nuestro Señor desde el Monte de
las Olivas: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros
corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afa­
nes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día”
(Luc. 21: 3 4 ).( 40)

2—MSV
1
El Rey ya Viene Viernes 28 de enero
SE BEN D ICE A LOS QUE VELAN
Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando
venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que
se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. Luc. 12: 37.
Dios advirtió siempre a los hombres los juicios que iban a
caer sobre ellos. Los que tuvieron fe en su mensaje para su tiem­
po y actuaron de acuerdo con ella, en obediencia a sus manda­
mientos, escaparon a los juicios que cayeron sobre los desobe­
dientes e incrédulos. A Noé fueron dirigidas estas palabras: “En­
tra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo de­
lante de mí”. Noé obedeció y se salvó. Este mensaje llegó a Lot:
“Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta
ciudad” (Gén. 7: 1; 19: 14). Lot se puso bajo la custodia de los
mensajeros celestiales y se salvó. Así también los discípulos de
Cristo fueron advertidos acerca de la destrucción de Jerusalén.
Los que se fijaron en la señal de la ruina inminente y huyeron
de la ciudad, escaparon de la destrucción. Así también ahora he­
mos sido advertidos acerca de la segunda venida de Cristo y de la
destrucción que ha de sobrecoger al mundo. Los que presten
atención a la advertencia se salvarán.
Por cuanto no sabemos la hora exacta de su venida, se nos
ordena que velemos. “Bienaventurados aquellos siervos, a los cua­
les su Señor cuando venga, halle velando”. Los que velan espe­
rando la venida de su Señor no aguardan en ociosa expectativa.
La espera de la venida de Cristo debe inducir a los hombres a
temer al Señor y sus juicios sobre los transgresores. Les ha de
hacer sentir cuán grande pecado es rechazar sus ofrecimientos de
misericordia. Los que aguardan al Señor purifican sus almas obe­
deciendo la verdad. Con la vigilancia combinan el trabajo fer­
viente. Por cuanto saben que el Señor está a las puertas, su celo
se vivifica para cooperar con los seres divinos y trabajar para
la salvación de las almas. Estos son los siervos fieles y prudentes
que dan a la familia del Señor “a tiem po... su ración” (Luc. 12:
42). Declaran la verdad que tiene aplicación especial a su tiem­
po. Como Enoc, Noé, Abrahán y Moisés declararon cada uno la
verdad para su tiempo, así también los siervos de Cristo dan
ahora la amonestación especial para su generación. ( 41)
El Rey ya Viene Sábado 29 de enero
D IFICU LTA D ES POR TODAS PARTES
Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis
por obra su ju icio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás
seréis guardados en el día del enojo de Jehová. Sof. 2 :3 .
¡Cuán terrible es estar junto al ataúd de quien ha rechazado
los llamamientos de la misericordia divina! ¡Cuán terrible es de­
cir: He aquí una vida perdida. Aquí está quien pudo haber alcan­
zado la más elevada norma y obtenido la vida inmortal, pero en­
tregó su vida a Satanás, llegó a enredarse en las vanas filosofías
de los hombres y fue juguete del maligno! La esperanza del
cristiano es como ancla para el alma, segura y persistente, y entra
hasta dentro del veló adonde a entrado por nosotros Cristo, el
precursor. Tendremos que hacer una obra individual en prepa­
ración para los grandes acontecimientos que nos esperan.
Los jóvenes deberían buscar más fervientemente a Dios. La
tempestad se avecina y debemos prepararnos para afrontar su
furia, mediante el arrepentimiento para con Dios y la fe en nues­
tro Señor Jesucristo. El Señor se levantará para sacudir terrible­
mente la tierra. Veremos desgracias por todas partes. Miles de
barcos serán arrojados a las profundidades del mar. Armadas en­
teras se hundirán, y las vidas humanas serán sacrificadas por mi­
llones. Estallarán incendios inesperadamente y no habrá esfuerzo
humano capaz de extinguirlos. Los palacios de la tierra serán
arrasados por la furia de las llamas. Serán cada vez más frecuen­
tes los desastres ferroviarios; en las grandes vías de tránsito habrá
confusión, choques y muerte sin la advertencia de un momento.
K1 fin está cerca, el tiempo de gracia termina. ¡Oh, busquemos a
Dios mientras puede ser hallado, llamémosle en tanto que está
cercano! El profeta dice: “Buscad a Jehová todos los humildes
de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia,
buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo
de Jehová”. ( 42)

35
V
El Rey ya Viene Domingo 30 de enero
SE IN TERCED E EN FAVOR DE LAS ALMAS
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo
en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será
hecho por mi Padre que está en los cielos. Mat. 18: 19.
Recuerdo cuando en Battle Creek había quienes se sentían
preocupados por los inconversos y por los que estaban en tinie­
blas y no veían luz; entonces se convocaban reuniones de oración
para que hicieran de la fortaleza de Dios su propia fortaleza.
En cada caso las inteligencias celestiales obraban en armonía con
estos esfuerzos, y las almas se salvaban^43)
Si hay muchos miembros en la iglesia, organícense en pe­
queños grupos para trabajar no sólo por los miembros de la
iglesia, sino en favor de los incrédulos. Si en algún lugar hay
solamente dos o tres que conocen la verdad, organícense en un
grupo de obreros. Mantengan íntegro su vínculo de unión, cerran­
do sus filas por el amor y la unidad, estimulándose unos a otros
para progresar y adquiriendo cada uno valor, fortaleza y ayuda
de los demás. Revelen la tolerancia y la paciencia que manifestó
Cristo y, evitando las palabras apresuradas, usen el talento del
habla para edificarse unos a otros en la santísima fe. Trabajen
con el mismo amor que Cristo en favor de los que no están en el
redil, olvidándose del yo en su esfuerzo por ayudar a otros. Mien­
tras trabajen y oren en el nombre de Cristo, aumentará su nú­
mero. ( 44)
Hay ciertas actividades misioneras que deben realizarse en el
campo local, y a menudo escuchamos esta queja: “Mientras haya
tanto pecado y tanta necesidad de trabajo en nuestro propio país,
¿por qué manifestar tanto celo por los países extranjeros?” Res­
pondo: Nuestro campo es el mundo... El Salvador ordenó a sus
discípulos que comenzaran la obra en Jerusalén, y que de allí pa­
saran a Judea y Samaria, y que se extendieran a los confines de
la tierra. Sólo un pequeño grupo de hermanos aceptó esta doctri­
na; pero los mensajeros llevaron el mensaje rápidamente de lugar
en lugar, trasladándose de país en país, para levantar el estan­
darte del Evangelio en todos los lugares de la tierra, cercanos
y distantes. Pero hubo una obra de preparación. La promesa del
Salvador fue la siguiente: “Recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos” (Hech.
1: 8 ) .( 46)

36
Kl Rey ya Viene Lunes 31 de enero
¿LLORAREMOS O NOS REGOCIJAREMOS?
Pasó la siega, terminó el verano, y nos­
otros no hemos sido salvos. Je r. 8: 20.
Ruego a los miembros de nuestras iglesias que no pasen por
alto las señales de los tiempos, que nos dicen tan claramente
que el fin está cerca. ¡Oh, cuántos que no se han preocupado
por la salvación de sus almas, lanzarán pronto este amargo la­
mento: "Pasó lo siega, terminó el verano, y nosotros no hemos
«ido salvos”!
¡Oh, si nos acordáramos de que estamos viviendo mientras el
juicio sigue su curso y nuestros casos están pendientes! Ahora es
tiempo de velar y orar, de dejar a un lado toda complacencia
propia, todo orgullo, todo egoísmo. Los preciosos momentos que
para algunos son peor que desperdiciados, debieran dedicarse
a la meditación y la oración. Muchos de los que profesan guar­
dar los mandamientos de Dios están siguiendo sus inclinaciones
«•n vez de su deber. Tal como son en la actualidad, son indignos
ile la vida eterna. A esos descuidados e indiferentes tengo que
decirles: Vuestros vanos pensamientos, vuestras palabras duras,
vuestros actos egoístas, están anotados en el libro del cielo. Los
Angeles que estuvieron presentes durante la idolátrica bacanal
de Belsasar, están a vuestro lado mientras deshonráis a vuestro
Hedentor. Se apartan entristecidos, apesadumbrados de que lo
crucifiquéis de nuevo de esa manera, y lo expongáis a la ver-
Kiienza pública. . .
En el día de su coronación Cristo no reconocerá como suyo
a nadie que tenga mancha o arruga, o cosa semejante. Pero a
sus fieles les proporcionará coronas de gloria inmortal. Los que
no quisieran que reinara sobre ellos se verán rodeados por el
ejército de los redimidos, cada uno de los cuales lleva esta insig­
nia: JEHOVA, JU STICIA NUESTRA. Verán esa frente, ceñida
una vez por una corona de espinas, coronada ahora por una
diadema de gloria.
En ese día los redimidos resplandecerán con la gloria del
Padre y el Hijo. Los ángeles del cielo, mientras tocan sus arpas
de oro, darán la bienvenida i' ” ’ trofeos de su victoria:
l.os que se habrán lavado emblanquecidos con
la sangre del Cordero. Resonará un himno de triunfo que llenará
Indo el cielo. Cristo ha vencido. Entrará en los atrios celestiales
acompañado por sus redimidos, testigos de que su misión de sufri­
miento y abnegación no ha sido en vano. ( 46)

37
J
¿Estamos Listos para su Venida? Martes l 9 de febrero
UN MOMENTO CULMINANTE
¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá
estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego
purificador, y como jabón de lavadores. Mal. 3: 2. (Véase Exo.
19: 16-22; 34: 28-35.)
A causa de su pecaminosidad, se le prohibió al pueblo de
Israel acercarse al monte cuando Dios estaba por descender so­
bre él para proclamar su ley, para evitar que fuese consumido
por la abrasadora gloria de su' presencia. Si tales manifesta­
ciones de su poder señalaron el sitio escogido para la procla­
mación de su ley, ¡cuán pavoroso no será su tribunal cuando
venga para aplicar el juicio de estos sagrados estatutos! ¿Cómo
soportarán su gloria en el gran día de la retribución final los
que pisotearon su, autoridad?. . .
Cuando se manifestó la presencia divina en el Sinaí, la
gloria del Señor era ante la vista de todo Israel como un fuego
devorador. Pero cuando venga Cristo en gloria con sus santos
ángeles, toda la tierra resplandecerá con el tremendo fulgor de
su presencia. . .
Nunca, desde que se creó al hombre, se había presenciado
semejante manifestación del poder divino como cuando se procla­
mó la ley desde el Sinaí. . . En medio de las más terríficas con­
vulsiones de la naturaleza, la voz de Dios se oyó como una trom­
peta desde la nube. El monte fue sacudido desde la base hasta
la cima, y las huestes de Israel, demudadas y temblorosas, cayeron
de hinojos.
Aquel, cuya voz hizo entonces temblar la tierra, ha declarado:
“Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también
el cielo” (Heb. 12: 26). . .
Cuando Moisés regresó de su encuentro con la divina presen­
cia en el monte, donde había recibido las tablas del testimonio,
el culpable Israel no pudo soportar la luz que glorificaba su sem­
blante. ¡Cuánto menos podrán los transgresores mirar al Hijo de
Dios cuando aparezca en la gloria de su Padre, rodeado de
todas las huestes celestiales, para ejecutar el juicio sobre los
transgresores de su ley y sobre los que rechazan su sacrificio
expiatorio!. . .
Pero en medio de la tempestad de los castigos divinos, los
hijos de Dios no tendrán ningún motivo para temer. “Jehová
será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de
Israel”^ 1)

38
7
¿Estamos Listos para su Venida? Miércoles 2 de febrero
UNA NORMA ELEVADA
Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os
he apartado de los pueblos para que seáis míos. Lev. 20:26.
Muchos ignoran lo que deben ser a fin de vivir a la vista del
Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya Sumo Sa­
cerdote en el santuario. Los que reciban el sello del Dios vivo
y sean protegidos en el tiempo de angustia deben reflejar plena­
mente la imagen de Jesús.
Vi que muchos descuidaban la preparación tan necesaria,
esperando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los
preparase para sostenerse en el día del Señor y vivir en su pre­
sencia. ¡Oh! ¡Y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angus­
tia! Habían descuidado la necesaria preparación, y por lo tanto
no podían recibir el refrigerio que todos deben tener para poder
vivir en la presencia de un Dios Santo. Quienes. . . no purifi­
quen sus almas mediante la obediencia a toda la verdad. . .
llegarán al tiempo de las plagas, y entonces echarán de ver que
les hubiera sido necesario ser tallados y escuadrados para la
edificación. Pero entonces no habrá ya tiempo para ello ni tam­
poco Mediador que abogue por ellos ante el Padre. Antes de ese
tiempo se habrá promulgado la solemne declaración que dice:
"El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea
inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía;
y el que es santo, santifíquese todavía” (Apoc. 22: 11). Vi que
nadie podía participar del “refrigerio” a menos que venciera to­
das las tentaciones y triunfara contra el orgullo, el egoísmo, el
amor al mundo y toda palabra y obra mala. Por lo tanto, debe­
mos nosotros acercarnos más y más al Señor y buscar anhelo­
samente la preparación necesaria que nos habilite para perma­
necer firmes en la batalla, el día del Señor. Recuerden todos
que Dios es santo y que únicamente seres santos podrán morar
alguna vez en su presencia.( 2)
Hemos de velar hoy para no ofender ni en palabras ni en
hechos. . . Debemos buscar a Dios hoy, y estar resueltos a no
|iermanecer satisfechos sin su presencia. Debemos velar, obrar
v orar como si éste fuese el último día que se nos concede. ¡Qué
intenso fervor habría entonces en nuestra vida! ¡Cuán estrecha­
mente seguiríamos a Jesús en todas nuestras palabras y accio­
nes! ( 8)

39
I "
¿Estamos Listos para su Venida? Jueves 3 de febrero
E L PESA LAS ACCIONES
El Dios de todo saber es Jehová, y a él
toca el pesar las acciones. 1 Sam. 2 :3 .
Vi a un ángel de pie con una balanza en la mano, que pesa­
ba los pensamientos y el interés del pueblo de Dios, especialmen­
te de los jóvenes. En un platillo estaban los pensamientos e
intereses que tendían hacia el cielo; en el otro se hallaban los pen­
samientos e intereses terrenales. En este platillo se arrojaba toda la
lectura de cuentos, los pensamientos dedicados a los vestidos, la
ostentación, la vanidad y el orgullo, etc. ¡Oh, cuán solemne mo­
mento! Los ángeles de Dios, de pie, pesan con balanza los pen­
samientos de los que profesan ser hijos de Dios, de aquellos que
aseveran haber muerto al mundo y estar vivos para Dios. El pla­
tillo Heno de los pensamientos terrenales, la vanidad y el orgullo,
bajaba rápidamente a pesar de que se sacaba pesa tras pesa de
la balanza. El que contenía los pensamientos e intereses referentes
al cielo, subía mientras que el otro bajaba. ¡Qué liviano era! Pue­
do relatar esto como lo vi, pero nunca podré producir la solemne
y vivida impresión que se grabó en mi mente, al ver al ángel
que tenía la balanza donde se pesaban los pensamientos e in­
tereses del pueblo de Dios. Dijo el ángel: “¿Pueden los tales
entrar en el cielo? No, no, nunca. Diles que la esperanza que
ahora poseen es vana, y que a menos que se arrepientan presta­
mente, y obtengan la salvación, perecerán”. . .
Vi que muchos se miden entre sí y comparan su vida con
la vida de otros. Esto no debe ser. Nadie sino Cristo nos es
dado como ejemplo. El es nuestro verdadero modelo, y cada
uno debe luchar para distinguirse por su imitación de él. . .
Vi que algunos apenas saben lo que es la abnegación o el
sacrificio, o lo que significa sufrir por causa de la verdad. Pero
nadie entrará en el cielo sin hacer un sacrificio. Debemos tener
espíritu de abnegación y sacrificio. Algunos no se han ofrecido
a sí mismos ni a sus propios cuerpos sobre el altar de Dios.
Conservan un genio impulsivo y arrebatado. Satisfacen sus ape­
titos y atienden sus propios intereses, sin tener en cuenta la cau­
sa de Dios. Los que están dispuestos a hacer cualquier sacrificio
para obtener la vida eterna, la tendrán, y vale la pena sufrir por
ella, crucificar el yo, y sacrificar todo ídolo.(4)

40
¿Estamos Listos para su Venida? Viernes 4 de febrero
¿SOPORTAREIS LA PRUEBA?
Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová
tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para
probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de
guardar o no sus mandamientos. Deut. 8: 2.
Dios probará a los suyos. . . Si el mensaje [la proclamación
hecha durante 1844] hubiese sido de corta duración, como muchos
de nosotros suponíamos, no habría habido tiempo para desarrollar
el carácter. Muchos actuaron por sentimientos, no por principios
y fe, y este mensaje solemne y temible los conmovió. Obró sobre
sus sentimientos y excitó sus temores, pero no realizó la obra que
Dios quería que realizase. . .
Dios conduce a su pueblo paso a paso. Coloca a sus segui­
dores en diferentes situaciones a fin de que se manifieste lo que
hay en el corazón. Algunos soportan ciertas pruebas, pero fra­
casan en otras. A medida que se avanza en este proceso, el
corazón es probado un poco más severamente. Si los que profesan
ser hijos de Dios, encuentran que su corazón se opone a esta obra
directa, deben convencerse de que tienen que hacer algo para
vencer. . . Algunos están dispuestos a aceptar un punto; pero
cuando Dios los prueba en otro, lo rehuyen y retroceden, porque
hiere directamente algún ídolo suyo. Así tienen oportunidad de
ver lo que hay en su corazón que los aísla de Jesús. Hay algo que
aprecian más que la verdad y su corazón no está preparado para
recibir a Jesús. Los individuos son probados durante cierto tiempo
|>ara ver si quieren sacrificar sus ídolos. . . Los que resisten en
cada punto, que soportan cada prueba y vencen, a cualquier
nrecio que sea, han escuchado el consejo del Testigo Fiel y reci­
birán la lluvia tardía, y estarán preparados para la traslación.(5)
Dios prueba a su pueblo en este mundo. Este es el lugar
en que debemos prepararnos para comparecer ante su presencia.
Aquí, en este mundo, en estos últimos días, la gente va a demos­
trar qué poder afecta su corazón y dirige sus acciones. Si es el
poder de la verdad divina, los conducirá a buenas obras. Elevará
ni que lo recibe, y lo hará de corazón noble y generoso, como su
divino Señor. . .
Jóvenes y ancianos, Dios os está probando. Estáis decidiendo
vuestro destino eterno.(8)

41
¿Estamos Listos para su Venida? Sábado 5 de febrero
UN GUIA IN FALIBLE
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente
oidores, engañándoos a vosotros mismos. Sant. 1:22.
Dios invita a aquellos que conocen su voluntad a ser hacedo­
res de su palabra. La debilidad, la tibieza y la indecisión pro­
vocan los asaltos de Satanás; y los que permiten el desarrollo de
estos defectos serán arrastrados, impotentes, por las violentas
olas de la tentación. De cada uno de los que profesan el nom­
bre de Cristo se requiere que crezca hasta la plena estatura de
Cristo, cabeza viviente del cristiano.
Todos necesitamos un guía a través de las muchas estreche­
ces de la vida, tanto como el marino necesita un piloto entre los
bajíos o las rocas del río. ¿Dónde puede encontrarse ese guía?
Os indicamos la Biblia, . . . Inspirada por Dios, escrita por
hombres santos, señala con gran claridad y precisión los deberes
tanto de los jóvenes como de los mayores. Eleva la mente, enter­
nece el corazón, e imparte alegría y santo gozo al espíritu. La
Biblia presenta una perfecta norma de carácter; es un guía in­
falible en todas las circunstancias, aun hasta el fin del viaje de
la vida. Tomadla por vuestra consejera, como la regla de vuestra
vida diaria. . .
En las Escrituras hay miles de gemas de la verdad que yacen
escondidas para el que busca en la superficie. La mina de la
verdad no se agota nunca. Cuanto más escudriñéis las Escrituras
con corazón humilde, tanto mayor será vuestro interés, y tanto
más os sentiréis con deseo de exclamar con Pablo: “|Oh pro­
fundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!
¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!”
(Rom. 11: 33).
Cada día debéis aprender algo nuevo de las Escrituras. Escu­
driñadlas como si buscarais tesoros ocultos, porque contienen las
palabras de vida eterna. Orad por sabiduría y entendimiento pa­
ra comprender estos escritos sagrados. Si lo hacéis, hallaréis nue­
vas glorias en la Palabra de Dios; sentiréis que habréis recibido
luz nueva y preciosa sobre asuntos relacionados con la verdad. . .
Ahora se os llama en alta voz a ser diligentes en el empleo
de todos los medios de la gracia, a fin de que seáis transformados
en carácter, y podáis crecer a la plena estatura de hombres y
mujeres en Cristo Jesús.(7)

42
¿Estamos listos para su Venida? Domingo 6 de febrero
LISTOS PARA RESPONDER
Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia
ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros. 1 Ped. 3: 15.
Se me ha mostrado que muchos de los que profesan conocer
la verdad presente no saben lo que creen. No comprenden las
evidencias de su fe. No tienen justo aprecio de la obra para el
tiempo actual. Cuando venga el tiempo de prueba, habrá hom­
bres que, si bien están predicando ahora a otros, al examinar
sus creencias hallarán que hay muchas cosas de las cuales no
pueden dar una razón satisfactoria. Hasta que no sean así pro­
bados, no conocerán su gran ignorancia. Y en la iglesia son mu­
chos los que se figuran comprender lo que creen, y no se percata­
rán de su propia debilidad mientras no se levante una contro­
versia. Cuando estén separados de los que sostienen la misma
fe, y estén obligados a destacarse solos para explicar su creencia,
se sorprenderán al ver cuán confusas son sus ideas de lo que ha­
bían aceptado como verdad. . .
Dios despertará a sus hijos; si otros medios fracasan, se le­
vantarán herejías entre ellos, que los zarandearán, separando el
tamo del trigo. El Señor invita a todos los que creen su Palabra
a que despierten. Ha llegado una luz preciosa, apropiada para
este tiempo. . . Los creyentes no han de confiar en suposiciones
c ideas mal definidas de lo que constituye la verdad. Su fe debe
estar firmemente basada en la Palabra de Dios, de manera que
cuando llegue el tiempo de prueba, y sean llevados ante concilios
nara responder por su fe, puedan dar razón de la esperanza que
liny en ellos, con mansedumbre y temor.(8)
Los siervos de Cristo no deben preparar un discurso especial
para presentarlo cuando sean llevados ante las autoridades por
causa de su fe. Su preparación ha de ser hecha día tras día,
atesorando en el corazón las preciosas verdades de la Palabra
de Dios, alimentándose de las enseñanzas de Cristo, y fortalecien­
do su fe por medio de la oración; entonces, cuando sean lleva­
dos ante los tribunales, el Espíritu Santo les hará recordar pre­
cisamente las verdades que alcanzarán los corazones de los que
vinieren para oír.(9)
x / 7
¿Estamos Listos para su Venida? Lunes 7 de febrero
EL FESTIN QUE SATISFACE
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ellos serán saciados. Mat. 5: 6.
Transpórtese repentinamente al cielo a esos hombres y mu­
jeres que están satisfechos con su condición de enanos e inválidos
en las cosas divinas, y hágaseles considerar por un instante el
alto y santo estado de perfección que reina siempre allí, donde
toda alma rebosa de amor, donde todo rostro resplandece de
gozo. . . ¿Podrían dichas personas, me pregunto, alternar con la
muchedumbre celestial, participar en sus cantos y soportar la
pura, excelsa y arrobadora gloria que emana de Dios y del Cor­
dero? ¡Oh no!. . .
Los que han educado su mente en el deleite de los ejercicios

Í espirituales, son los que pueden ser trasladados sin que los abru­
me la pureza y la gloria trascendental del cielo. Puedes tener un
vasto conocimiento de las artes, puedes estar familiarizado con
las ciencias, puedes sobresalir en música y caligrafía, pueden
agradar tus modales a los que te tratan, pero7~iqué tienen que
ver estas cosas con una preparación para el cielo? ¿Te preparan
para subsistir delante del tribunal de Dios?
No te engañes. Dios no puede ser burlado. Nada que no
(.sea la santidad te preparará para el cielo. Es la piedad sincera
y experimental lo único que puede darte un carácter puro y
elevado, y habilitarte para entrar en la presencia de Dips, quien
mora en luz inaccesible. Esta tierra es el único lugar donde de­
bemos adquirir el carácter celestial. ( 10)
Desear lo bueno y la verdadera santidad es correcto en
sí, pero si te detienes allí, de nada te servirá. Los buenos propó­
sitos son loables, pero no tendrán valqr a mellos' ¿jue se' lléven
resireltamen tg ^ cabo. Müchos~?e perderán áürÍQue esperaron y
deséaro5~ser"crfstianós, pero no hicieron esfuerzos fervientes; por
lo tanto, serán pesados en la balanza y hallados faltos. L a v o -)
_ luntad debe ejercerse en la debida dirección diciendo: Quiero
ser un cristiano consagrado. Quiero conocer líT longitud, la anchu­
ra, la altura y la profundidad del amor perfecto. Escucha las
palabras de Jesús: “Bienaventurados los que tienen hambre y
sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mat. 5 :6 ) . Cristo
ha hecho amplia provisión para satisfacer el alma que tiene ham­
bre y sed de justicia. ( 11) . * ,

44

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¿Estamos Listos para su Venida? Martes 8 de febrero
INDEPENDENCIA MORAL
Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor,
y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros
por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso. 2 Cor. 6 :1 7 , 18.
Muchos hay hoy día que tienen un velo sobre su rostro.
Este velo consiste en la simpatía con las costumbres y prácticas
del mundo, que les ocultan la gloria del Señor. Dios quiere que
mantengamos nuestros ojos fijos en él, para que perdamos de
vista las cosas de este mundo.
A medida que se va introduciendo la verdad en la vida
práctica, la norma ha de ser elevada de más en más para ponerse
a la altura de las demandas de la Biblia. Esto hará necesaria la
oposición a las modas, costumbres, prácticas y máximas del mun­
do. Las influencias mundanales, a semejanza de las olas del mar,
baten contra los seguidores de Cristo para arrancarlos de los ver­
daderos principios de su mansedumbre y de su gracia; pero debe­
mos permanecer en los principios tan firmes como una roca. El
hacerlo exigirá valor moral, y aquellos cuyas almas no estén ase­
guradas a la Roca eterna, serán arrastrados por la corriente mun­
dana. Podremos quedar firmes solamente si nuestra vida está
escondida con Cristo en Dios. La independencia moral está en
su sitio cuando se opone al mundo. Poniéndonos en completa
armonía con la voluntad de Dios, estaremos en situación venta­
josa y veremos la necesidad de una separación terminante de las
costumbres y prácticas del mundo.
No hemos de elevar nuestra norma tan sólo un poquito
sobre la norma del mundo, sino que hemos de hacer la diferen­
cia incontestablemente evidente...
No es cosa fácil obtener el inestimable tesoro de la vida
eterna. Nadie puede hacer esto e ir a la deriva con la corriente
del mundo. Ha de salir del mundo, separarse de él, y no tocar
lo inmundo. Nadie puede proceder como un mundano sin ser
arrastrado por la corriente del mundo. Nadie hará progreso al­
guno en sentido ascendente sin esfuerzo perseverante. El que
quiere vencer tiene que afirmarse en Cristo. No ha de mirar
atrás, sino mantener la vista siempre en alto, obteniendo una
gracia tras otra. La vigilancia individual es el precio de la
seguridad. ..
El fin de todas las cosas está cerca. Se necesitan ahora hom­
bres y mujeres armados y equipados para luchar en favor de
Dios. ( 12)
45
i
¿Estamos Listos para su Venida? Miércoles 9 de febrero
¿HAY IDOLOS AQUI?
Hijitos, guardaos de los ídolos. 1 Ju an 5: 21.
Cada verdadero hijo de Dios será aventado como trigo, y
en el proceso del aventamiento debe sacrificarse cada placer aca­
riciado que aparte la mente de Dios. Muchas familias tienen sus
estantes, anaqueles y mesas llenos de ornamentos y retratos...
De este modo los pensamientos que deberían dirigirse hacia Dios
y los intereses celestiales, son atraídos hacia cosas comunes. ¿No
es ésto una especie de idolatría? El dinero que se ha gastado
en esta forma, ¿no debería haberse empleado para bendecir a
la humanidad, para aliviar a los que sufren, para vestir a los
desnudos y alimentar a los hambrientos? ¿No debería haberse
puesto en la tesorería del Señor para promover su causa y edi­
ficar su reino en la tierra?
Este asunto reviste una gran importancia, y os es presentado
a fin de salvaros del pecado de la idolatría. Vuestras almas re­
cibirán bendiciones si obedecéis la Palabra pronunciada por el
Santo de Israel: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Exo.
20: 3). Muchas personas están creando para sí preocupaciones
y ansiedades innecesarias al dedicar tiempo y consideración a
los adornos superfluos que llenan sus casas. Se requiere el poder
de Uios~pafá apartarlas de su devocion, porque esto constituye
en todo sentido una idolatría.
Aquel que escudriña los corazones desea rescatar a su pue­
blo de toda clase de idolatría. Que la Plabra de Dios, el Libro
bendito de vida, ocupe las mesas que ahora están llenas de t
adornos inútiles. Gastad vuestro dinero en adquirir libros que
sirvan para esclarecer la mente en lo que atañe a la verdad
presente. . . Apoderaos de la Palabra de Dios como el tesoro de '
amor y sabiduría infinita; éste es el Libro guía que muestra el
camino hacia el cielo...
¡Cómo quisiera que investigaseis las Escrituras con una acti­
tud de oración en vuestros corazones, y con un espíritu de entre­
ga a Dios! ¡Ojalá escudriñaseis vuestros corazones como si con­
taseis con la ayuda de una vela encendida, para descubrir y
romper hasta los hilos más finos que os unen a los hábitos mun­
danales que apartan de Dios la mente! Rogad a Dios que os
muestre cada práctica que aleje de él vuestros pensamientos y
afectos. ( 13)

W 'x

46
7
¿Estamos Listos para su Venida? Jueves 10 de febrero
ESCUDRIÑA TU PROPIO CORAZON
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vos­
otros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo
está en vosotros, a menos que estéis reprobados? 2 Cor. 13:5.
Nada es más traicionero que la falacia del pecado. Es el dios
de este mundo que nos engaña, ciega y conduce a la destruc­
ción. Satanás no expone todas sus tentaciones a la vez. Las dis­
fraza con una máscara de b ien ... Las almas engañadas dan un
paso y se preparan para el siguiente... Oh, ¡cómo acecha Sa­
tanás para ver cuán fácilmente se toma su carnada, y para ver
a las almas andar precisamente en la senda que él ha prepa­
rado! .. .
Existe la necesidad de examinarse íntimamente y de pre­
guntarse a la luz de la Palabra de Dios: ¿Soy íntegro o corrupto
de corazón? ¿Estoy renovado en Cristo o soy todavía carnal de
corazón, cubierto sólo exteriormente con un vestido nuevo? Acer­
caos al tribunal de Dios y observad, como a la luz de Dios, si
hay algún pecado secreto, alguna iniquidad, algún ídolo que no
hayáis sacrificado. Orad, sí, orad como nunca antes para que
no seáis engañados por los ardides de Satanás; para que no os
entreguéis a un espíritu descuidado, indiferente, vano. ..
Uno de los pecados que constituyen una de las señales de
los últimos días es que los cristianos profesos son amadores de
los placeres más que de Dios. Tratad sinceramente con vues­
tras propias almas. Investigad cuidadosamente. Cuán pocos, des­
pués de un examen fiel, pueden levantar la vista al cielo y de­
cir: .. .“No soy un amador del placer más que de Dios”. Cuán
pocos pueden decir: “Estoy muerto para el mundo... Mi vida
está escondida con Cristo en Dios, y cuando Aquel que es mi
vida aparezca, yo también apareceré con él en gloria”.
¡El amor y la gracia de Dios! ¡Oh preciosa gracia más va­
liosa que el oro fino! Eleva y ennoblece el espíritu por encima
de todos los demás principios. Coloca el corazón y los afectos
en el cielo. Mientras los que nos rodean se ocupan en vanidades
mundanas, placeres y frivolidades, nuestra conversación está en
el cielo, de donde esperamos al Salvador; el alma se dirige a
Dios para obtener perdón y paz, justicia y verdadera santidad.
E l trato con Dios y la contemplación de las cosas de arriba trans­
forman el alma a la semejanza de Cristo. ( 14)

47
/
¿Estamos Listos para su Venida? Viernes 11 de febrero
PREGUNTAS ESCRUTADORAS
¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar
santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha eleva­
do su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. Sal. 24: 3, 4.
Un alma unida con Cristo... luchará contra toda transgre­
sión y toda insinuación del pecado. Llega a ser cada día más
semejante a una luz refulgente, llega a ser cada día más victo­
rioso. Va avanzando de fuerza en fuerza, no de debilidad en
debilidad.
Que nadie engañe a su propia alma en este asunto. Si alber­
gáis orgullo, estima propia, amor a la supremacía, vanagloria,
ambición impía, murmuración, descontento, amargura, maledicen­
cia, mentira, engaño, calumnia, Cristo no está morando en vues­
tro corazón. . . Debéis tener un carácter cristiano que prevalezca. . .
Debe haber completa conversión entre los que pretenden
conocer la verdad; de otra manera, caerán en el día de la prueba.
El pueblo de Dios debe alcanzar una norma elevada. Debe ser
nación santa, pueblo adquirido por Dios, linaje escogido, celoso
de buenas obras.
Cristo no murió por vosotros para que pudierais tener las
i pasiones, los gustos y los hábitos de los hombres del mundo...
• Nadie entra por los portales de gloria a menos que oriente
su corazón en esa dirección. Meditad entonces en estas pregun­
tas: ¿Ocupan las cosas terrenales vuestro primer interés? ¿Son
puros vuestros pensamientos? ¿Estáis respirando la atmósfera del
cielo? ¿Lleváis con vosotros las miasmas de la corrupción? . . .
¿Sois fervientes y consagrados? ¿Estáis sirviendo a Dios con pu­
reza y en la hermosura de la santidad? Preguntaos sinceramente:
¿Soy yo un hijo de Dios, o no lo soy? . . .
Necesitamos una reforma cabal en todas nuestras iglesias.
El poder convertidor de Dios debe entrar en la iglesia.. . No pos­
terguéis el día de la preparación. No dormitéis desapercibidos,
sin tener aceite en las vasijas con vuestras lámparas... No per­
mitáis que este asunto quede en peligrosa incertidumbre. Pre­
guntaos a vosotros mismos con fervor: ¿Estoy yo entre los sal­
vados, o entre los perdidos? ¿Estaré en pie o no estaré? Sólo
el limpio de manos y puro de corazón estará en pie en aquel
d ía.(15)

48
¿Estamos Listos para su Venida? Sábado 12 de febrero
¿TE ATREVERAS A SER D IFEREN TE?
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de
aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Ped. 2: 9.
La advertencia de que el Hijo del hombre pronto aparecerá
<•>1 las nubes del cielo, se ha convertido para muchos en un
relato familiar. Han abandonado su postura expectante y vigi­
lante. E l espíritu egoísta y mundano que se manifiesta en la vida,
revela los sentimientos del corazón: “Mi Señor se tarda en
venir”. . .
El mismo espíritu de egoísmo y conformidad con las costum­
bres del mundo que existía en los días de Noé, se manifiesta en
nuestros días. Muchos que profesan ser hijos de Dios se dedican
a los asuntos mundanos con un entusiasmo que niega su profe­
sión de fe. Estarán plantando y edificando, comprando y ven­
diendo, comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamien­
to, hasta el último momento de su tiempo de prueba. Esta es
la condición de muchísimos de nuestros hermanos. Debido a
que abunda la iniquidad, el amor de muchos se enfría.. .
Mi alma se apesadumbra cuando contemplo la tremenda
lalta de espiritualidad que se manifiesta entre nosotros. Las mo­
das y costumbres del mundo, el orgullo, el amor a los entreteni­
mientos, el amor a la ostentación, la extravagancia manifestada
i n la forma de vestir, en las casas, en las tierras adquiridas, to­
das estas cosas están drenando la tesorería del Señor, desviando
hacia la gratificación del yo los medios que deberían ser em­
pleados para enviar la luz de la verdad al mundo. Los propósi­
tos egoístas tienen prioridad. ..
Los hijos de la luz y del día no deben amontonar en torno
de ellos las sombras de la noche y las tinieblas que rodean a los
obradores de iniquidad. Por el contrario, deben permanecer fiel­
mente de pie en su puesto de deber, como portaluces, reuniendo
la luz de Dios para proyectarla hacia los que están en tinieblas,
i ’.l Señor requiere que su pueblo mantenga su integridad, sin
locar —es decir, sin imitar— las costumbres de los impíos.
Los cristianos deben ser en este mundo “nación santa, pueblo
adquirido”, para manifestar las alabanzas del que los llamó “de
las tinieblas a su luz admirable”. ( 18)

49
¿Estamos Listos para su Venida? Domingo 13 de febrero
DESARRAIGAD TODA SEMILLA DE DUDA
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la prom esa.. . Nosotros no somos de
los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para
preservación del alma. Heb. 10:35-39.
Vi que ya estamos en el tiempo del zarandeo. Satanás está
trabajando con todo su poder para arrebatar las almas de las
manos de Cristo e inducirlas a pisotear al Hijo de Dios. . .
Se está desarrollando el carácter. Los ángeles de Dios están
evaluando la dignidad moral. Dios está probando a su pueblo.
El ángel me transmitió estas palabras: “Mirad, hermanos, que no
haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada
día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros
se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos hechos par­
ticipantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin
nuestra confianza del principio” (Heb. 3: 12-14). A Dios le des­
agrada cuando algunos de los miembros de su pueblo, que han
conocido el poder de su gracia, comienzan a hablar de sus dudas,
y al hacerlo, se transforman en canales de Satanás, por medio
de los cuales él puede transmitir sus sugerencias a otras mentes.
Cuando se siembra una semilla de incredulidad y maldad, no se
arraiga rápidamente. Satanás la nutre a cada instante, hasta que
florece y se fortalece. La buena semilla necesita que se la ali­
mente, se la riegue y se la cuide con ternura; porque se arrojan
a su alrededor toda clase de influencias ponzoñosas con el pro­
pósito de impedirle crecer para causarle la muerte. Los esfuerzos
de Satanás son más poderosos que nunca, porque sabe que es
corto el tiempo de que, dispone para engañar...
Se me mostró la recompensa de los santos, la herencia inmor­
tal. Entonces se me mostró cuánto tuvo que soportar el pueblo de
Dios por causa de la verdad, y que de todos modos pueden con­
siderar bastante barato el cielo. Reconocieron que los sufrimientos
de este tiempo presente no son nada en comparación con la glo­
ria que ha de ser manifestada en ellos. El pueblo de Dios será
probado en estos últimos días. Pero pronto vendrá su última prue­
ba, y entonces recibirán el don de la vida eterna. ( 17)

50
¿Estamos Listos para su Venida? Lunes 14 de febrero
¿GIGANTES O ENANOS ESPIRITUALES?
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos
de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la
santidad en el temor de Dios. 2 Cor. 7 :1 .
El Señor reprende y corrige a los que profesan observar su
ley. Señala sus pecados y presenta su iniquidad, porque desea
separar de ellos todo pecado y perversidad, a fin de que per­
feccionen la santidad en su temor, y estén preparados para mo­
rir en el Señor, o ser trasladados al cielo. Dios los reprende y
corrige, a fin de que sean refinados, santificados, elevados, y fi­
nalmente exaltados a su propio trono.(18)
Dios no aceptará nada que no sea pureza y santidad; una
mancha, una arruga, un defecto de carácter, nos apartarán del
cielo para siempre, con todas sus glorias y sus tesoros. ( 19)
La mayoría de los que profesan ser cristianos no tienen idea
de la fuerza espiritual que podrían tener si fuesen tan ambi­
ciosos, celosos y perseverantes para alcanzar el conocimiento de
las cosas divinas como lo son para obtener las miserables y pe­
recederas cosas de esta vida. Las masas que profesan ser cristia­
nas se satisfacen con su condición de enanos espirituales. No
están dispuestas a buscar primeramente el reino de Dios y su
justicia; de ahí que la piedad sea para ellas un misterio oculto
c incomprensible. No conocen a Cristo por experiencia. ( 20)
Se ha hecho amplia provisión para todos los que sincera, fer­
viente y meditativamente se dedican a la tarea de perfeccionar
la santidad en el temor de Dios. Fuerza, gracia y gloria han sido
provistas por medio de Cristo, para que los ángeles ministradores
las lleven a los herederos de la salvación. Nadie es tan misera­
ble, corrompido y vil, que no pueda encontrar en Jesús, que mu­
rió por él, fortaleza, pureza y justicia, si quiere abandonar sus
pecados, dejar la senda de la iniquidad y volverse con plena
decisión del corazón al Dios viviente. Espera para quitarles sus
vestiduras, manchadas y contaminadas por el pecado, para reves­
tirlos de las blancas y resplandecientes túnicas de justicia; y
los intima a vivir, no a morir. En él pueden florecer. Sus ramas
no se secarán ni serán infructíferas. Si moran en él, podrán ex­
traer savia y nutrición de él, e imbuidos de su espíritu, caminar
como él anduvo, vencer como él venció, y ser exaltados a su
diestra.( 21)

51
¿Estamos Listos para su Venida? Martes 15 de febrero
¿SABIOS O INSENSATOS?
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes
que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco
de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Mat. 25: 1, 2.
No debemos descansar en la idea de que porque somos
miembros de la iglesia ya estamos salvos, mientras no damos evi­
dencias de que nos estamos conformando a la imagen de Cristo,
mientras nos aferramos de nuestros antiguos hábitos e introduci­
mos en nuestra trama las hebras de las ideas y las costumbres
del mundo. ..
Las diez vírgenes están en guardia en el atardecer de la
historia de la tierra. Todas pretenden ser cristianas. Todas han
sido llamadas, tienen un nombre, una lámpara, y pretenden ser­
vir a Dios. Aparentemente todas aguardan su aparición. Pero cin­
co son deficientes. Cinco, sorprendidas y angustiadas, se encon­
trarán fuera del lugar del banquete. . .
Somos representados ya sea por las vírgenes prudentes o por
las insensatas. Hay muchos que no permanecen a los pies de
Jesús para aprender de él. No conocen sus caminos; no están pre­
parados para su venida. La espera del Señor es fingida. No han
velado y orado con esa fe que obra por el amor y purifica el
alma. Han vivido una vida descuidada. Han escuchado la ver­
dad y han estado de acuerdo con ella, pero nunca la han incor­
porado a su vida práctica... El aceite de la gracia no. ha ali­
mentado sus lámparas, ni están preparadas para entrar en la
cena de bodas del Cordero. . .
No seáis como las vírgenes insensatas, que dan por sentado
que las promesas del Señor les pertenecen, mientras no siguen
las intimaciones de Cristo. Jesús nos enseña que la profesión
de fe no vale nada. "Si alguno quiere venir en pos de mí —dice
él—, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mat. 16: 24).
Cuando pasemos por la prueba refinadora de Dios, por su
proceso purificador; cuando el fuego del crisol consuma la esco­
ria y surja el oro fino de un carácter purificado, seguiremos di­
ciendo, con Pablo: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya
sea perfecto; sino que prosigo... Una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento
de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3: 12-14).(22)

52
¿Estamos Listos para su Venida? Miércoles 16 de febrero
AHORA, CASI AHORA MISMO
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en
que el Hijo del Hombre ha de venir. Mat. 25: 13.
La venida de Cristo se producirá, por así decirlo, a la me­
dianoche, cuando todos duermen. Será bueno que todos tengan
sus cuentas arregladas antes de la puesta del sol. Todas sus obras
deben ser rectas, todos sus tratos, justos, entre ellos y sus seme­
jantes. Toda deshonestidad, toda costumbre pecaminosa debe ser
puesta de lado. E l aceite de la gracia debe estar en las vasijas,
con nuestras lámparas... Triste ciertamente será la condición del
alma que haya tenido apariencia de piedad pero que haya nega­
do la eficacia de ella; que haya llamado a Cristo: “Señor, Señor”,
y que sin embargo no tenga ni su imagen ni su inscripción...
Dios en su gracia nos concede un día de prueba, un tiempo
de prueba. Nos extiende la invitación: “Buscad a Jehová mientras
puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Isa.
5 5 :6 ) ...
Hoy llama la voz de la misericordia, y Jesús atrae a los hom­
bres con las cuerdas de su amor; pero va a llegar el día cuando
Jesús se va a ataviar con ropajes de venganza... La maldad del
mundo crece cada día, y cuando llegue a ciertos límites, se
cerrarán los registros y se ajustarán las cuentas. No habrá más
sacrificio por el pecado. El Señor viene. Por mucho tiempo la
misericordia ha extendido una mano de amor, de paciencia y
tolerancia, hacia un mundo culpable. Se ha dado la invitación:
“Que se acojan a mi fortaleza” (Isa. 2 7 :5 , versión Straubinger).
Pero los hombres han actuado con temeridad frente a su mise­
ricordia y han rechazado su gracia.
¿Por qué ha demorado tanto el Señor su venida? Toda la
hueste del cielo espera que se cumpla la última obra en favor
de este mundo perdido, y no obstante la tarea sigue inconclusa.
Se debe a que los pocos que profesan tener el aceite de la gracia
en sus vasijas juntamente con sus lámparas, no se han convertido
en antorchas para arder y resplandecer en el mundo. Se debe a
que los misioneros son pocos...
“E l que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mat. 10: 22).
Verificad a ver si tenéis el aceite de la gracia en vuestros corazo­
nes. Su posesión establecerá una enorme diferencia con respecto
a vosotros en el juicio. ( 23)
/
¿Estamos Listos para su Venida? Jueves 17 de febrero
LA ULTIMA VIGILIA
Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa;
si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la
mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo.
Mar. 1 3 :3 5 , 36.
Se me mostró un grupo... Sus ojos estaban dirigidos hacia
el cielo, y las palabras de su Maestro estaban en sus labios: “Y
lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad” (Mar. 13: 3 7 ) ...
El Señor ha ordenado un receso antes de que amanezca plena­
mente. Pero no quiere que nadie dé lugar al cansancio, ni que
abandone su ferviente vigilancia, debido a que la mañana no
llega tan pronto como la esperaba...
Vi que es imposible que los afectos e intereses se entretejan
con los cuidados de esta vida, que las posesiones terrenales sigan
aumentando y que al mismo tiempo se pueda permanecer en
actitud de espera y vigilancia, como el Señor lo ha ordenado.
Dijo el ángel: “Sólo podrán lograr un mundo. Para conseguir el
tesoro celestial, deben sacrificar el terrenal. No pueden poseer
los dos mundos”. ..
Vi que pasaba una vigilia tras otra. ¿Debiera disminuir la
vigilancia por causa de eso? ¡Oh, no! Hay mayor necesidad de
una alerta incesante ahora, porque disponemos de menos tiempo
que cuando terminó la primera vigilia... Si velamos en forma
constante en ese entonces, cuánto más necesitamos duplicar la
vigilancia en esta segunda vela. La conclusión de ésta dará lugar
a la tercera, y no tenemos excusa para disminuir nuestra vigilan­
cia. La tercera vela implica una triple dedicación a la tarea. Si
nos impacientamos ahora, perderemos ■»todo el provecho de la
vigilancia ferviente y perseverante que hemos sostenido hasta
ahora...
Por medio de nuestra actitud vigilante, debemos demostrar
que somos verdaderamente extranjeros y peregrinos en la tierra.
"La diferencia que existe entre los que aman al mundo y los que
aman a Cristo es evidente e inconfundible. Mientras los munda­
nos se dedican con todo entusiasmo y ambición a obtener el
tesoro terrenal, los miembros del pueblo de Dios no se confor­
man al mundo, sino que manifiestan mediante su actitud fervo­
rosa, vigilante y expectante, que han sido transformados; que su
hogar no se encuentra en este mundo, sino que están buscando
-n a patria mejor, es a saber, la celestial. ( 24)

54
7
¿Estamos Listos para su Venida? Viernes 18 de febrero
LA UNICA CONDUCTA SEGURA
Velad y orad, para que no entréis en tentación. Mat. 26: 41.
¿Qué diré para despertar al pueblo remanente de Dios? . . .
Insto a todos los que profesan el nombre de Cristo a que se exa­
minen, y hagan una plena y cabal confesión de todos sus yerros,
para que vayan delante de ellos al juicio, y el ángel registrador
escriba el perdón frente a sus nombres.
Hermanos míos, si no aprovecháis estos preciosos momentos
de misericordia, quedaréis sin excusa. Si no hacéis un esfuerzo
especial para despertaros, si no manifestáis celo para arrepenti-
ros, estos momentos áureos pasarán pronto, y seréis pesados en
la balanza y hallados faltos. Entonces, vuestros gritos de agonía
no os servirán de nada.(25)
Al exhortarnos a vigilar y orar, Jesús nos señala la única con­
ducta segura. Necesitamos vigilar. Nuestros corazones son enga­
ñosos; estamos rodeados por las debilidades y fragilidades de la
humanidad, y el propósito de Satanás es destruirnos. Aunque nos­
otros bajemos la guardia, nuestro adversario jamás estará ocioso.
Puesto que estamos informados acerca de su incansable vigilancia,
no durmamos, como los demás, sino “velemos y seamos sobrios”.
Tenemos que enfrentar el espíritu y la influencia del mundo, pero
no debemos permitir que tome posesión de nuestra mente y nues­
tro corazorTt ) ' ~ — ~~----- "
■" Examinad escrupulosamente vuestro corazón a la luz de la
eternidad. No escondáis nada. Examinadlo, ¡oh, sí! examinadlo co­
mo si en ello os fuera la vida, y condenaos, dictad sentencia sobre
vosotros, y entonces, por fe, pedid que la sangre purificadora
de Cristo elimine toda mancha de vuestro carácter cristiano. No
os aduléis ni os excuséis. Tratad lealmente con vuestra propia al­
ma. Entonces, al veros pecadores, caed quebrantados a los pies
de la cruz. Jesús os recibirá, tan contaminados como estáis, y os
lavará con su sangre, y limpiará de vosotros toda contaminación,
y os hará idóneos para participar de la compañía de los ángeles
celestiales, en un cielo puro y armonioso. No hay contiendas ni
discordias allí. Todo es salud, felicidad y gozo. ( 27)
Este mundo es una escuela en la cual nos preparamos para
la escuela superior. Esta vida es una preparación para la vida ve­
nidera. Aquí hemos de preparamos para entrar en los atrios ce­
lestiales^28)

55
/
¿Estamos Listos para su Venida? Sábado 19 de febrero
LA F E QUE OBRA
El fin de todas las cosas se acerca; sed,
pues, sobrios, y velad en oración. 1 Ped. 4: 7
¿Creéis que el fin de todas las cosas está cerca, que están por
concluir rápidamente las escenas de la historia de la tierra? En
ese caso, manifestad vuestra fe mediante vuestras obras. Cada
hombre manifestará toda la fe que tiene. Algunos piensan que
tienen una buena medida de fe, cuando realmente, si la tienen,
está muerta, porque no recibe el apoyo de sus obras. “La fe, si
no tiene obras, es muerta en sí misma” (Sant. 2: 17). Pocos po­
seen esa fe genuina que obra por medio del amor y purifica el
alma. Pero todos los que sean considerados dignos de la vida
eterna, deben lograr una preparación moral para ella. “Amados,
ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que
hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel
que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como
él es puro” (lju a n 3 :2 , 3 ). Esta es la obra que tenéis por de­
lante. ..
Debéis experimentar una muerte al yo, y vivir para Dios. “Si,
pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” (Col. 3: 1). No
debemos consultar con el yo. El orgullo, el amor propio, el egoís­
mo, la avaricia, la codicia, el amor al mundo, el odio, la suspi­
cacia, los celos, las malas sospechas, todas esas cosas deben ser
subyugadas y sacrificadas para siempre. Cuando Cristo aparezca,
no lo hará para corregir esos males y darnos un carácter adecuado
para su venida. Esa preparación debe estar completa antes de que
venga. Las preguntas “¿Qué hemos de hacer para ser salvos? ¿Qué
conducta debemos seguir para que Dios nos apruebe?” debieran
ser objeto de meditación, estudio y profunda investigación.
f-*- Cuando nos sintamos tentados a murmurar, censurar y aban-
( donarnos a la desconformidad, causando daño a los que nos ro-
\ deán y dañando nuestra propia alma, [oh! surja de nuestra alma
/ esta profunda, sincera y anhelante pregunta: “¿Compareceré sin
\ mancha delante del trono de Dios?” Sólo los inmaculados estarán
I allí. Nadie será transportado al cielo mientras su corazón esté Ue-
I no de la basura de la tierra. Todo defecto del carácter moral debe
I ser remediado previamente, toda mancha eliminada por la sangre
\purificadora de Cristo. ( 29)

56
’ ■ y - *

¿Estamos Listos para su Venida? Domingo 20 de febrero


CUIDADO CON LOS INSTRUMENTOS D E SATANAS
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos
algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores
y a doctrinas de demonios. 1 Tim. 4: 1.
Después de 1844 tuvimos que hacer frente a toda especie de
fanatismos... Lo experimentado en lo pasado se repetirá. En lo
porvenir las supersticiones satánicas cobrarán formas nuevas. El
error será presentado de un modo agradable y halagüeño. Falsas
teorías, revestidas de luz, serán presentadas al pueblo de Dios.
Así procurará Satanás engañar a los mismos escogidos, si fuere
posible. Se ejercerán influencias extremadamente seductoras e hip­
notizarán las mentes.
Para cautivarlas, se introducirán todas las formas de corrup­
ción similares a las que existieran entre los antediluvianos. La exal­
tación de la naturaleza como Dios, la desenfrenada licencia de la
voluntad humana, los consejos de los impíos, son instrumentos de
Satanás para alcanzar ciertos fines. Se valdrá del poder de la
mente sobre la mente para ejecutar sus planes. Lo más triste de
todo es que, colocados bajo esa influencia engañosa, los hombres
tendrán una apariencia de piedad sin estar en verdadera comu­
nión con Dios. Como Adán y Eva, que comieron el fruto del ár­
bol del conocimiento del bien y del mal, muchos se alimentan
ahora de los frutos del error.
Los agentes satánicos revisten las falsas teorías de un vesti­
do atractivo, así como en el huerto de Edén Satanás ocultó su
identidad a nuestros primeros padres, hablándoles por intermedio
de la serpiente. Esos agentes introducen en la mente humana lo
que en realidad es un error mortal. La influencia hipnótica de i
Satanás se ejercerá sobre quienes se aparten de la Palabra de Dios
para aceptar fábulas agradables.
A aquellos que han tenido más luz es a quienes Satanás trata
con mayor empeño de seducir. Sabe que si puede engañarlos,
ellos, bajo su dirección, habrán de revestir al pecado de ropas de
justicia, y así extraviarán a muchos.
A todos digo: Estad apercibidos porque, semejante a un ángel
de luz, Satanás entra en cada reunión de obreros cristianos y en
cada iglesia, para atraer a los miembros a su lado. Se
me ha ordenado que transmita al pueblo de Dios la , amonesta­
ción: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado” (Gál. 6: 7 ) .( 30)

57
I

¿Estamos Listos para su Venida? Lunes 21 de febrero


TENTACIONES DISFRAZADAS
Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de
vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Hech. 20: 29.
Dios no ha pasado por alto a su pueblo ni ha elegido a un
hombre solitario aquí y otro allí como los únicos dignos de que
les sea confiada su verdad. No da a un hombre una nueva luz
contraria a la fe establecida del cuerpo. En todas las reformas
se han levantado hombres que aseveraban esto...
Uno acepta alguna idea nueva y original que no parece estar
en conflicto con la verdad. Se espacia en ella hasta que le pare­
ce que está revestida de belleza e importancia, porque Satanás
tiene poder para dar esa falsa apariencia. Al fin llega a ser el
tema que lo absorbe todo, el único gran punto alrededor del
cual gira todo, y la verdad queda desarraigada del corazón...
Os amonesto a que desconfiéis de estas cuestiones laterales,
que tienden a distraer la mente de la verdad. Nunca es el error
inofensivo ni santifica, sino que siempre es peligroso y produce
confusión y disensión. El enemigo ejerce gran poder sobre las
mentes que no están cabalmente fortalecidas por la oración y es­
tablecidas en la verdad bíblica.
Hay mil tentaciones disfrazadas y preparadas para aquellos
que tienen la luz de la verdad; y la única seguridad para cual­
quiera de nosotros consiste en no recibir ninguna nueva doctrina,
ninguna nueva interpretación de las Escrituras, sin someterla pri­
mero a hermanos de experiencia. Presentádsela con un espíritu hu­
milde y dispuesto a recibir enseñanza, con ferviente oración, y si
ellos no la aceptan, ateneos a su ju icio...
Satanás está trabajando constantemente; pero pocos tienen
idea alguna de su actividad y sutileza. E l pueblo de Dios debe
estar preparado para resistir al astuto enemigo. Esta resistencia es
lo que Satanás teme. E l conoce mejor que nosotros el límite de
su poder, y cuán fácilmente puede ser vencido si le resistimos y
le hacemos frente. Por la fuerza divina, el santo más débil puede
más que él y todos sus ángeles, y si se lo sometiese a prueba
podría demostrar su poder superior. Por eso los pasos de Satanás
son silenciosos, sus movimientos furtivos, y sus baterías enmas- •
caradas. E l no se atreve a mostrarse abiertamente, no sea que
despierte las energías dormidas del cristiano, y le impulse a ir a
Dios en oración. ( 31)

58
¿Estamos Listos para su Venida? Martes 22 de febrero
POR QUE SE DEMORA LA VENIDA D E JESUS
Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto. 1 Cor. 7:2 9 .
Los ángeles de Dios, en sus mensajes para los hombres, re­
presentan el tiempo como muy corto. Así me ha sido siempre pre­
sentado. Es cierto que el tiempo se ha extendido más de lo que
esperábamos en los primeros días de este mensaje. Nuestro Sal­
vador no apareció tan pronto como lo esperábamos. Pero, ¿ha
fallado la palabra del Señor? ¡Nunca! Debiera recordarse que las
promesas y amenazas de Dios son igualmente condicionales.
Dios ha confiado a su pueblo una obra que debe efectuarse
en la tierra. Había de ser dado el mensaje del tercer ángel, las
mentes de los creyentes habían de ser dirigidas al santuario ce­
lestial, donde Cristo ha entrado para hacer expiación por su pue­
blo. La reforma del día de reposo había de ser llevada adelante.
Debe ser reparada la brecha en la ley de Dios. El mensaje debe
ser proclamado con fuerte pregón para que todos los habitantes
de la tierra puedan recibir la amonestación. El pueblo de Dios
debe purificar su alma mediante la obediencia a la verdad y estar
preparado para encontrarse con él sin falta, en su venida.
Si después del gran chasco de 1844 los adventistas se hubiesen
mantenido firmes en su fe, y unidos en la providencia de Dios que
abría el camino, hubieran proseguido recibiendo el mensaje del
tercer ángel y proclamándolo al mundo con el poder del Espíritu
Santo... el Señor hubiera obrado poderosamente acompañando
sus esfuerzos, se habría completado la obra y Cristo habría venido
antes de esto para recibir a su pueblo y darle su recompensa.
Pero muchos de los creyentes adventistas claudicaron en su
fe en el período de duda e incertidumbre que siguió al chasco...
Así se estorbó la obra y el mundo fue dejado en tinieblas.
Durante cuarenta años, la incredulidad, la murmuración y la
rebelión impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de
Canaán. Los mismos pecados han demorado la entrada del mo­
derno Israel en la Canaán celestial. En ninguno de los dos casos
faltaron las promesas de Dios. La incredulidad, la mundanalidad,
la falta de consagración y las contiendas entre el profeso pueblo
de Dios nos han mantenido en este mundo de pecado y tristeza
tantos años. ( 32)

59
¿Estamos Listos para su Venida? Miércoles 23 de febrero
UNA META QUE ALCANZAR
¥ el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro
ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tes. 5 :2 3 .
Cuando Pablo escribió: “Y el mismo Dios de paz os santifi­
que por completo”, no exhortó a su hermanos a que trataran de
alcanzar una norma imposible de lograr; no oró para que pudie­
ran recibir bendiciones que Dios no estaba dispuesto a dar. Sabía
que todos los que estuvieran en condiciones de salir en paz al
encuentro de Jesús, deberían poseer un carácter puro y santo. ( 83)
Si los adventistas del séptimo día practicaran lo que profe­
san creer, si fueran sinceros en la aplicación de la reforma sani­
taria, ciertamente serían un espectáculo para el mundo, los ánge­
les y los hombres. Y manifestarían mucho mayor celo por los
que permanecen en la ignorancia de la verdad.
Debieran verse mayores reformas entre la gente que pretende
aguardar la próxima aparición de Cristo. La reforma sanitaria de­
biera hacer entre nuestros hermanos una obra que todavía no ha
hecho. Hay quienes debieran despertar al peligro que implica el
comer carne, que todavía están comiendo carne de animales,
poniendo de este modo en peligro su salud física, mental y espi­
ritual. Muchos que actualmente están convertidos a medias con
respecto al consumo de carne, se apartarán del pueblo de Dios,
para no andar más con é l.(34)
E l poder dominante del apetito será la ruina de miles que,
si hubieran vencido en este aspecto, habrían dispuesto de poder
moral para lograr la victoria sobre toda otra tentación de Satanás.
Pero los esclavos del apetito no lograrán perfeccionar el carácter
cristiano. La constante desobediencia dél hombre, por seis mil
años, ha dado como fruto la enfermedad, el dolor y la muerte. Y
a medida que nos acerquemos al fin del tiempo, las tentaciones
de Satanás para complacer el apetito serán más fuertes y difíciles
de vencer. ( 35)
Una y otra vez se me ha mostrado que Dios está tratando de
llevarnos de vuelta, paso a paso, hacia su plan original, es a saber,
que el hombre subsista dependiendo de los productos naturales
de la tierra. El consumo de carne será abandonado oportunamente
entre los que esperan la venida del Señor; la carne dejará de
formar parte de su régimen alimentario. ( 36)

60
>^y
¿Estamos Listos para su Venida? Jueves 24 de febrero
NO HAY TIEM PO PARA HACER LA OBRA D EL DIABLO
Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no de­
béis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando
y apresurándoos para la venida del día de D io s.. . ! 2 Ped. 3: 11, 12.
Es esencial que todos sepamos qué atmósfera envuelve nues­
tras almas, si estamos en sociedad con el enemigo de la justicia, y
hacemos inconscientemente su obra, o si estamos unidos en yugo
con Cristo para hacer la suya...
Satanás se complace en disponer de cualquiera y de todos pa­
ra que sean sus aliados en la obra de debilitar la confianza mutua
de los hermanos, y sembrar discordia entre los que profesan creer
la verdad. Satanás logra cumplir su propósitos con mucho éxito
por medio de profesos amigos de Cristo que no están avanzando
ni trabajando de acuerdo con las pautas del Señor...
Este es el día de la preparación del Señor. No tenemos tiem­
po para hablar en tono incrédulo o .. . para hacer la obra del
diablo. Todos debemos cuidarnos de no debilitar la fe de los de­
más mediante la siembra de semillas de envidia, celos y desunión;
porque Dios escucha estas palabras y juzga, no por las declara­
ciones positivas o negativas, sino por el fruto de la conducta de
cada cu al...
Hasta este momento se están reteniendo los cuatro vientos
hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Enton­
ces avanzarán los poderes de la tierra para librar la última gran
batalla. ¡Con cuánto cuidado debiéramos aprovechar el poco tiem­
po de prueba que nos queda! ¡Con cuánta sinceridad debiéramos
examinarnos a nosotros mismos! . . . Se necesita disciplina de es­
píritu y pureza de corazón y pensamiento. Son de más valor que
los brillantes talentos, el tacto o el conocimiento. Una mente co­
mún, educada para obedecer un “así dice Jehová”, está mejor
calificada para hacer la obra de Dios que las de aquellos que
tienen capacidad, pero no la emplean correctamente... Los hom­
bres se pueden enorgullecer de su conocimiento relativo a las
cosas mundanas; pero si no tienen un conocimiSnto del verda­
dero Dios, de Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida, son lamen­
tablemente ignorantes y su conocimiento perecerá con ellos. El
conocimiento secular implica poder; pero el conocimiento de la
Palabra, que tiene una influencia transformadora sobre la mente
humana, es imperecedero. Es conocimiento santificado. ( 37)

61
'
¿Estamos Listos para su Venida? Viernes 25 de febrero
LA ULTIMA CAMPAÑA D E SATANAS
Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el
anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por
esto conocemos que es el último tiempo. 1 Ju an 2: 18.
El enemigo se está preparando para su última campaña con­
tra la iglesia. Está de tal manera oculto de la vista que para
muchos es difícil creer que existe, y mucho menos pueden ser
convencidos de su asombrosa actividad y poder. . .
El hombre es cautivo de Satanás, y está naturalmente incli­
nado a seguir sus sugestiones y cumplir sus órdenes. No tiene
en sí mismo poder para oponer resistencia eficaz al mal. Uni­
camente en la medida en que Cristo more en él por la fe viva,
influyendo en sus deseos e impartiéndole fuerza de lo alto, puede
el hombre atreverse a arrostrar a un enemigo tan terrible. Todo
otro medio de defensa es completamente vano. Unicamente por
Cristo es limitado el poder de Satanás. Esta es una verdad por­
tentosa que todos debieran entender. Satanás está ocupado en
todo momento, yendo de aquí para allá en la tierra, buscando a
quien devorar. Pero la ferviente oración de fe frustrará sus es­
fuerzos más arduos. . .
Satanás espera envolver al pueblo remanente de Dios en la
ruina general que está por sobrevenir a la tierra. A medida que
la venida de Cristo se acerque, será más resuelto y decidido en
sus esfuerzos para vencerlo. Se levantarán hombres y- mujeres,
profesando tener alguna nueva luz o alguna nueva revelación que
tenderá a conmover la fe en los antiguos hitos. Sus doctrinas no
soportarán la prueba de la Palabra de Dios, pero habrá almas
que serán engañadas. Harán circular falsos informes, y algunos
serán prendidos en esta trampa. . ,( 38)
Ciertos hombres no tienen un carácter firme. Son como un
Vpuñado de masilla que se puede modelar de cualquier manera.
Debemos vencer esta debilidad, indecisión e ineficiencia. En el
carácter cristiano genuino encontramos una firmeza tal, que no
le permite ser modelado o subyugado por las circunstancias ad­
versas. Los hombres deben tener solidez moral, una integridad
que no se deje adular, ni sobornar ni asustar. ( 39)
VA’ V x t w W

f- V yv < *
/
/
,i listamos Listos para su Venida? Sábado 26 de febrero
EN LOS UMBRALES D EL MUNDO ETERNO
Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver m u erte.. . y antes que
fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
Heb. 11:5.
Estamos viviendo en una época perversa. . . Debido al au­
mento de la iniquidad, el amor de muchos se ha enfriado. Enoc
caminó trescientos años con Dios. Parecería que actualmente se
está empleando el hecho de que el tiempo es corto como motivo
para instar a la gente a practicar la justicia. ¿Será necesario que
se nos tengan que presentar los terrores del día de Dios para
Inducirnos a obrar correctamente? E l caso de Enoc está delante
de nosotros. Caminó por cientos de años con Dios. Vivió en
una época corrompida, cuando la contaminación moral abundaba
a su alrededor; no obstante, orientó su mente hacia la devoción,
rl amor y la pureza. Su conversación se refería a las cosas celes­
tiales. Educó su mente para que discurriera por esas vías, y
llevó el sello de lo divino. Su rostro resplandecía con la luz que
i mana del rostro de Jesús.
Enoc fue tentado como nosotros. Vivió en medio de una
«ociedad que no era más amiga de la justicia que la nuestra.
I .it atmósfera que respiraba estaba contaminada de pecado y co­
rrupción, como la nuestra; no obstante, vivió una vida santa. Los'
iiocados que prevalecían en la época en que vivió, no lo manci­
llaron. Del mismo modo nosotros podemos mantenernos puros
<■ incorruptos. Enoc representaba a los santos que han de vivir
en medio de los peligros y las corrupciones de los últimos días.
Fue trasladado al cielo gracias a su fiel obediencia a Dios. De
••su misma manera serán trasladados los fieles que estén vivos y
subsistan. ( 40)
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán
■i Dios”. (Mat. 5 :8 ) . Durante trescientos años Enoc procuró
pureza de corazón, para poder estar en armonía con el ciel
I Jurante trescientos años caminó con Dios. Día tras día anhela!
una unión más íntima; la comunión se hizo cada vez más^-eo-
Irucha, hasta que Dios se lo llevó consigo. Había permanecida en
luí umbrales del mundo eterno, con sólo un paso de separación
•til re él y la tierra de los bienaventurados; y entonces los-porta­
les se abrieron; su caminar con Dios, por tanto tiempo proseguido
i ii la tierra, continuó en el cielo, y así pasó por las puertas de
ln santa ciudad, el primero de los hombres que éntró allí. ( 41)
\
63
¿Estamos Listos para su Venida? V Domingo 27 de febrero
LA VISION SE CUMPLIRA CIERTAM ENTE
Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura
hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin
duda vendrá, no tardará. Hab. 2: 3.
La fe que fortaleció a Habacuc y a todos los santos
y justos de aquellos tiempos de prueba intensa, era la misma fe
que sostiene al pueblo de Dios hoy. En las horas más sombrías,
en las circuntancias más amedrentadoras, el creyente puede afir­
mar su alma en la fuente de toda luz y poder. Día tras día, por
la fe en Dios, puede renovar su esperanza y valor. , . Al servir
a Dios, no hay por qué experimentar abatimiento, vacilación o
temor. E l Señor hará más que cumplir las más altas expectativas
de aquellos que ponen su confianza en él. Les dará la sabiduría
que exigen sus variadas necesidades.
Acerca de la abundante provisión hecha para toda alma ten­
tada, el apóstol Pablo da un testimonio elocuente. Le fue ase­
gurado divinamente: “Bástate mi gracia; porque mi poder
se perfecciona en la debilidad”. Con gratitud y confianza, el
probado siervo de Dios contestó: “Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí
el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en
las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones,
en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”
(2 Cor. 12: 9, 10).
Debemos apreciar y cultivar la fe acerca de la cual testifica­
ron los profetas y los apóstoles, la fe que echa mano de las pro­
mesas efe Dios y aguarda la liberación que ha de venir en el
tiempo y de la manera que él señaló. La segura palabra profètica
tendrá su cumplimiento final en el glorioso advenimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo, como Rey de reyes y Señor
de señores. El tiempo de espera puede parecer largo; el alma
puede estar oprimida por circunstancias desalentadoras; pueden
caer al lado del camino muchos de aquellos en quienes se puso
confianza; pero con el profeta que procuró alentar a Judá en un
tiempo de apostasia sin parangón, declaremos con confianza:
“Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra”
(Hab. 2 :2 0 ). Recordemos siempre el mensaje animador: “Aun­
que la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia
el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda
vendrá. . . El justo por su fe vivirá” (vers. 3, 4 ) . ( 42)

64
¿Estamos Listos para su Venida? Lunes 28 de febrero
SEGURO REFUGIO
Parque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al mo­
rador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá
la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus
muertos. Isa. 26: 21.
Con rapidez y seguridad se está acumulando una culpabilidad
casi universal sobre los habitantes de las ciudades, por causa del
constante aumento de la resuelta impiedad. La corrupción que
prevalece supera la capacidad descriptiva de la pluma humana.
Cada día nos comunica nuevas revelaciones de las contiendas, los
cohechos y los fraudes; cada día nos trae aflictivas noticias de
violencias e iniquidades, de la indiferencia hacia el sufrimiento
humano, de una destrucción de vidas realmente brutal e in­
fernal. . .
Nuestro Dios es un Dios de misericordia. Trata a los trans-
gresores de su ley con longanimidad y tierna compasión. . . El
Señor soporta durante mucho tiempo a los hombres y las ciuda­
des, enviando misericordiosamente amonestaciones para salvarlos
de la ira divina; pero llegará el momento en que ya no se oirán
las súplicas en demanda de misericordia. . .
Las condiciones que prevalecen en la sociedad, y especial­
mente en las grandes ciudades de las naciones, proclaman con voz
de trueno que la hora del juicio de Dios ha llegado, y que se
acerca el fin de todas las cosas terrenales. Nos hallamos en el
mismo umbral de la crisis de los siglos. En rápida sucesión se se­
guirán unos a otros lo castigos de Dios: incendios e inundaciones,
terremotos, guerras y derramamiento de sangre. . .
Se está preparando la tempestad de la ira de Dios; y sólo
subsistirán los que respondan a las invitaciones de la misericor­
dia. . . y sean santificados por la obediencia a las leyes del Go­
bernante divino. Sólo los justos serán escondidos con Cristo en
Dios hasta que pase la desolación. Sea éste el lenguaje del alma:
“Otro asilo aquí no hay, indefenso acudo a ti;
Mi necesidad me trae, porque mi peligro vi.
Solamente en ti, Señor, hallo paz, consuelo y luz;
Vengo lleno de temor a los pies de mi Jesús.
“Cristo, encuentro en ti poder, y no necesito más;
Me levantas, al caer; débil, ánimo me das.
Al enfermo das salud, vista das al que no ve:
Con amor y gratitud tu bondad ensalzaré”. ( 43)

65
3— MSV
Preparados para el Cielo Martes 1° de marzo
ENFRENTAMOS UNA CRISIS
¡Ay del dia! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá
como destrucción por el Todopoderoso. Jo e l 1: 15.
Al unir un eslabón con otro en la cadena de los aconteci­
mientos, desde la eternidad pasada a la eternidad futura, las pro­
fecías que el gran YO SOY dio en su Palabra nos dicen dónde
estamos hoy en la procesión de los siglos y lo que puede espe­
rarse en el tiempo futuro. Todo lo que la profecía predijo como
habiendo de acontecer hasta el- momento actual, se lee cumplido
en las páginas de la historia, y podemos tener la seguridad de
que todo lo que falta por cumplir se realizará en su orden.
Hoy las señales de los tiempos declaran que estamos en el
umbral de acontecimientos grandes y solemnes. En nuestro mun­
do, todo está en agitación. Ante nuestros ojos se cumple la pro­
fecía por la cual el Salvador anunció los acontecimientos que ha­
bían de preceder su venida: ‘Y oiréis guerras, y rumores de
guerras. . . Se levantará nación contra nación, y reino contra
reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes luga­
res” (Mat. 24: 6, 7).
'■ Él momento actual es de interés abrumador para todos los

/) que viven. Los gobernantes v los estadistas, los hombres que


ocupan puéstosoe confianza y autoridad, los hombres y mujeres/
pensadores de todas las clases, tienen la atención fija en los^ acon-i
téciíméiitós qué se producen en derredor nuestro. Obsérvatela'
intensidad que se ápodera de todo elemento terrenal, y reconocen
que algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se
encuentra en vísperas de una crisis estupenda.
La Biblia, y tan sólo la Biblia, presenta una visión correcta
de estas cosas. En ella se revelan las glandes escenas finales de
la historia de nuestro mundo. . . cuya aproximación hace tem­
blar la tierra y desfallecer de temor los corazones de los hom­
bres. (*)
Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada
que está en la mano de Aquel que no comete error. Por su pro­
pia elección, cada uno decide su destino, y Dios lo rige todo
para cumplir sus propósitos.(2)
Los cristianos deben prepararse para lo que pronto ha de
estallar sobre el mundo como sorpresa abrumadora, y deben ha­
cerlo estudiando diligentemente la Palabra de Dios y esforzándose
por conformar su vida con sus preceptos.(3)

C t o - 1^7
J
Preparados para el Cielo Miércoles 2 de marzo
R EM ED IO PARA LA EN FERM EDAD D EL PECADO
Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la
planta del pie liasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida,
hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni
suavizadas con aceite. Isa. 1 :5 , 6.
Hay un remedio para el alma enferma de pecado. Ese re­
medio está en Jesús. ¡Precioso Salvadorl Su gracia basta para los
más débiles; y los más fuertes deben recibir también su gracia
o perecer.
Vi cómo se puede obtener esta gracia. Id a vuestra cámara,
y allí a soias, suplicad a Dios: “Crea en mí, oh Dios, un cora­
zón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Sal. 51: 10).
Tened fervor y sinceridad. . . Como Jacob, luchad en oración.
Agonizad. En el huerto Jesús sudó grandes gotas de sangre; pero
habéis ce hacer un esfuerzo. . .
No permita Dios que yo deje de amonestaros. Jóvenes ami­
gos, buscad al Señor de todo corazón. Acudid a él con celo, y
cuando sintáis sinceramente que sin la ayuda de Dios habríais de
pere:er, cuando le anheléis a él como el ciervo anhela las corrien­
tes Je agua, entonces el Señor os fortalecerá prestamente. Enton­
ces vuestra paz sobrepujará todo entendimiento. Si esperáis la
salvación, debéis orar. Tomad tiempo para ello. No os apre­
suréis ni seáis negligentes en vuestras oraciones. Rogad a Dios
que obre en vosotros una reforma cabal, para que los frutos de
su Espíritu moren en vosotros y permanezcáis como luminarias
efl el mundo. No seáis un estorbo ni una maldición. ¿Os dice
Satanás que no podéis disfrutar de la salvación, plena y gratuita­
mente? No le creáis. Vi que es privilegio de todo cristiano gozar
de las profundas emociones del Espíritu de Dios. Una paz dulce
y celestial invadirá la mente y os deleitaréis en meditar en Dios
en el cielo. Os regocijarán las gloriosas promesas de su Pa-
íaahra. . .
I Si los que profesan ser cristianos aman más a Jesús que al
imiido, se deleitarán al hablar de él como de su mejor amigo, en
quien concentran los más caros afectos. El acudió en su auxilio
cuahdo ellos se sintieron perdidos y a punto de perecer. Cuando
estaban cansados y agobiados por el pecado, se volvieron hacia
él. El quitó su carga de la culpabilidad del pecado. . . y desvió
toda; la corriente de sus afectos. Aborrecen ahora las cosas que
una vez amaron, y aman las cosas que aborrecían.(4)

67

1
Preparados para el Cielo Jueves 3 de marzo
VIDA NUEVA
De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de D io s.. . Os es necesario
nacer de nuevo. Ju an 3: 5, 7.
El que está tratando de alcanzar el cielo por sus propias
obras observando la ley, está intentando lo imposible. No nay
seguridad para el que tenga sólo una religión legal, sólo una
forma de la piedad. La vida del cristiano no es una .modificación
o mejora de la antigua, sino una transformación de la naturaleza^
Sé produce una muerte al yo y al pecado, y una vida enteramen- 4,
te nueva. (Este cambio puede ser efectuado únicamente por la jt
obra eficaz del Espíritu Santo. . .
Puede ser que una persona no pueda decir exactamente la
ocasión ni el lugar en que se convirtió, ni distinguir »odas las
circunstancias de su conversión; pero esto no significa que no
se haya convertido. Mediante un agente tan invisible como el
viento, Cristo obra constantemente en el corazón. Poco a poco,
tal vez inconscientemente para quien las recibe, se hacen inpre-
siones que tienden a atraer el alma a Cristo. . . Repentinanente,
al presentar el Espíritu un llamamiento más directo, el alna se
entrega gozosamente a Jesús. Muchos llaman a esto conversión
repentina; pero es el resultado de una larga intercesión del E p í-
ritu de Dios; es una obra paciente y larga.
Aunque el viento mismo es invisible, produce efectos qie
se ven y sienten. Así también la obra del Espíritu en el alna
se revelará en toda acción de quien haya sentido su poder sal­
vador. Cuando el Espíritu de Dios se posesiona del corazór,
transforma la vida. Los pensamientos pecaminosos son puestos
a un lado, las malas acciones son abandonadas; el amor, la hu­
mildad y la paz, reemplazan a la ira, la envidia y las contenciones.
La alegría reemplaza a la tristeza, y el rostro refleja la luz del
cielo. Nadie ve la mano que alza la carga, ni contempla la luz
que desciende de los atrios oelestiales. La bendición viene
cuando por la fe el alma se entrega a Dios. Entonces ese poder
que ningún ojo humano puede ver, crea un nuevo ser a la irrugen
de Dios.
Es imposible para las mentes finitas comprender la obra de
la redención. Su misterio supera al conocimiento humano; iin em­
bargo, el que pasa de muerte a vida comprende que es una rea­
lidad divina. ( 6) 1 v I
y
Preparados para el Cielo Viernes 4 de marzo
LO MAS IMPORTANTE DE LA VIDA
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas os serán añadidas. Mat. 6:33.
Este es el primer gran propósito: El reino de los cielos, la
justicia de Cristo. Todos los otros propósitos que debemos al­
canzar deben ocupar un lugar secundario.
Satanás presentará como difícil la senda de la santidad,
mientras los senderos del placer mundanal están tapizados de
flores. El tentador desplegará el mundo con sus placeres delante
de vosotros, con colores falsos y lisonjeros. La vanidad es uno
de los rasgos más fuertes de nuestra naturaleza depravada, y él
sabe que puede recurrir a ella con éxito. Os va a adular por
medio de sus instrumentos. Recibiréis alabanza que agradará
vuestra vanidad y fomentará vuestro orgullo y estima propia, para
que penséis que con semejantes ventajas y atractivos es real­
mente una gran lástima que salgáis del mundo y os separéis de
él para convertiros en cristianos. . . Pero considerad que los pla­
ceres de la tierra terminarán, y que también cosecharéis lo que
sembráis. ¿Son vuestros atractivos personales, vuestra habilidad
o vuestros talentos, demasiado valiosos para dedicarlos a Dios, el
Autor de vuestro ser, el que os cuida a cada momento? ¿Son
vuestras cualidades demasiado preciosas para consagrarlas al
Señor?
Los jóvenes insisten en que necesitan algo para avivar y di­
vertir la mente. Descubrí que hay placer en la actividad produc­
tiva, que hay satisfacción en una vida dedicada a la utilidad. Pero
hay quienes insisten todavía en que deben tener algo. . . hacia
lo cual pueda volverse la mente en busca de alivio y refrigerio,
en medio de los cuidados y la fatigosa labor. Lo que se necesita
precisamente es la esperanza cristiana. La religión demostrará
ul creyente que es consoladora, una guía segura hacia la Fuente
de la verdadera felicidad. Los jóvenes debieran estudiar la Palabra
de Dios y dedicarse a la meditación y la oración, y descubrirán
(|ue no pueden emplear de mejor manera sus momentos libres.
Jóvenes amigos, debéis dedicar tiempo a probaros a vosotros
mismos, a ver si permanecéis en el amor de Dios. Sed diligentes,
para aseguraros de vuestra vocación y elección.(6)
Ruscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Haced
de esto lo primero y lo último.(7)

69
Preparados para el Cielo Sábado 5 de marzo
LA PERLA INMACULADA
También el reino de los cielos es semejante a un mercader que
busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa,
fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. Mat. 13: 45, 46.
Cristo mismo es la perla de gran precio. . . La justicia de
Cristo, cual pura y blanca perla, no tiene defecto ni mancha.
Ninguna obra humana puede mejorar el grande y precioso don
de Dios. Es perfecto. En Cristo “están escondidos todos los te­
soros de la sabiduría y del conocimiento” (Col. 2: 3 ). E l “nos
ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y re­
dención” (IC o r. 1 :3 0 ). Todo lo que puede satisfacer las nece­
sidades y los anhelos del alma humana, para este mundo y para
el mundo venidero, se halla en Cristo. Nuestro Redentor es una
perla tan preciosa que en comparación con ella todas las demás
cosas pueden reputarse como pérdida. . .
En la parábola, la perla no es presentada como dádiva. El
tratante la compró a cambio de todo lo que tenía. Muchos objetan
el significado de esto, puesto que Cristo es presentado en las
Escrituras como un don. El es un don, pero únicamente para
aquellos que se entregan a él sin reservas, en alma, cuerpo y
espíritu. Hemos de entregarnos a Cristo para vivir una vida de
voluntaria obediencia a todos sus requerimientos. Todo lo que
somos, todos los talentos y facultades que poseemos son del Se­
ñor, para ser consagrados a su servicio. Cuando de esta, suerte
nos entregamos por completo a él, Cristo, con todos los tesoros
del cielo, se da a sí mismo a nosotros. Obtenemos la perla de
gran precio... En el mercado administrado por la misericordia
divina, la perla preciosa se representa vendiéndose sin dinero
y sin precio. En este mercado, todos pueden obtener las mercan­
cías del cielo. La tesorería que guarda las joyas de la verdad
está abierta para todos.. . La voz del Salvador nos invita con
amor fervoroso: “Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado
en fuego, para que seas rico” (Apoc. 3: 18). . .
El más pobre es tan capaz de comprar la salvación como el
más rico; porque no se puede conseguir por ninguna cantidad
de riqueza mundanal. La obtenemos por una obediencia volun­
taria, entregándonos a Cristo como su propia posesión com­
prada. . .
C No. podemos ganar la salvación, pero debemos buscarla con
! tanto interés y perseverancia como si abandonáramos todas Tas
I cosas del mundo por ella.(8)
Preparados para el Cielo Domingo 6 de marzo
CRISTO, E L UNICO SALVADOR
IC1 cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasla-
iludo al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por
su sangre, el perdón de pecados. Col. 1: 13, 14.
No importa quiénes seáis, o qué haya sido vuestra vida, sólo
nodéis ser salvos de acuerdo con el método señalado por Dios.
I)el)éis arrepentiros; debéis caer desvalidos sobre la Roca, Cristo
|esús. Debéis sentir necesidad de un médico y del único remedio
I>ura el pecado: La sangre de Cristo. Este remedio sólo se puede
obtener mediante arrepentimiento ante Dios y fe en nuestro
Señor Jesucristo. . . La sangre de Cristo sólo tendrá valor para
los que sientan necesidad de su poder purificador.
¡Qué amor supremo y qué condescendencia, que cuando
no merecíamos en absoluto la misericordia divina, Cristo estuvo
dispuesto a realizar nuestra redención! Pero nuestro gran Mé­
dico requiere de cada alma sumisión absoluta. Nunca debemos
extender una receta para nuestro propio mal. Cristo debe disponer
plenamente de la voluntad y de la acción. . .
Podemos vanagloriamos. . . de que nuestro carácter moral
lia sido correcto y que no necesitamos humillarnos delante de
Dios como los pecadores comunes, pero debemos estar contentos
«le poder entrar en la vida en la misma forma que el principal
ile los pecadores. Debemos renunciar a nuestra propia justicia y
n>nar que se nos impute la de Cristo. Debemos depender total­
mente de Jesús para recibir fortaleza. El yo debe morir. De- ,
hemos reconocer que todo lo que tenemos procede de las sobre­
abundantes riquezas de la gracia divina. El lenguaje de nuestros
eorazones debe ser: “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino
ii tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad”
(Sal. 115: 1).
El amor sigue a la fe genuina, y la obediencia al amor,
t odas las facultades y pasiones del hombre convertido quedan
bujo el dominio de Cristo. Su Espíritu es un poder renovador,
i|iie transforma de acuerdo con la imagen divina a todos los que
lo reciben. . .
“Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado”
( I Juan 3 :9 ) . Comprende que ha sido comprado por la sangre
de Cristo y que está comprometido por los votos más solemnes
a glorificar a Dios en su cuerpo y en su espíritu, que son del
Señor. El amor al pecado y al yo están subyugados en é l.(9)

71
Preparados para el Cielo Lunes 7 de marzo
GUSTAD VOSOTROS MISMOS
Gustad, y ved que es bueno Jehová; dicho­
so el hombre que confía en él. Sal. 34: 8.
¿Cómo podemos conocer por nosotros mismos la bondad y el
amor de Dios? El salmista no nos dice: “Oye y sabe, lee y sabe,
cree y sabe”, sino: “Gustad, y ved que es bueno Jehová”. En
lugar de apoyaros en palabras ajenas, gustad vosotros mismos.
La experiencia es el conocimiento que resulta de lo que uno
prueba. Lo que se necesita ahora es religión experimental. . .
Algunos —sí, muchos— tienen un conocimiento teórico de la ver­
dad religiosa, pero jamás han experimentado el po3er Renovador
de la gracia divina en sus corazones. Creen en la ira de Dios,
pero no hacen esfuerzos fervientes para huir de ella. Creen en el
cielo, pero no hacen ningún sacrificio para obtenerlo. . . Saben
cuál es el remedio del pecado, pero no lo usan. Saben lo que es
recto, pero no tienen inclinación por ello. Todo su conocimiento
no hará más que aumentar su condenación. Jamás han gustado
ni sabido por experiencia que Dios es bueno.
Llegar a ser discípulos de Cristo implica negar el yo y seguir
a Jesús, sin importamos si esto nos va a dar buena o mala repu­
tación. . . Toda complacencia acariciada, que estorbe nuestra vida
religiosa, debe ser eliminada. E l precio de la vida eterna es infi­
nito. ¿Haremos esfuerzos y sacrificios proporcionados al valor
del propósito que queremos alcanzar?
Toda relación que entablemos, por limitada que sea, ejerce
alguna influencia sobre nosotros. La amplitud de nuestro someti­
miento a esa influencia estará determinada por el grado de inti­
midad, la constancia de la relación y el temor y la veneración
que manifestemos hacia esa persona. De la misma manera, me­
diante el conocimiento y la relación con Cristo llegaremos a ser
semejantes a él, el Ejemplo intachable.
¡Cuán inexpresablemente preciosa es la comunión con Cristol
Tenemos el privilegio de gozar de esa comunión si la buscamos
y hacemos cualquier sacrificio para obtenerla. ( 10)
Así, pues, cada cual puede, mediante su propia experiencia,
atestiguar “que Dios es veraz” (Juan 3: 33). . . Podemos dar este
testimonio: “Necesitaba ayuda, y la encontré en Jesús. Suplió to­
das mis necesidades, satisfizo el hambre de mi alma. . . Creo en
Jesús porque para mí es un Salvador divino”. ( n ) A
u
Xvx
Preparados para el Cielo Martes 8 de marzo
CIUDADANOS D EL REINO
Asi que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciuda­
danos de los santos, y miembros de la familia de Dios. Efe. 2: 19.
Jesús dice: “He aquí yo vengo pronto” (Apoc. 22: 12). De­
bemos tener siempre presentes estas palabras, y obrar como quie­
nes creen de veras que la venida del Señor se acerca, y que somos
peregrinos y advenedizos en la tierra. ( 12)
Debemos aprovechar diligentemente todo medio de gracia
para que el amor de Dios abunde más y más en el alma, “para
que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles
para el día 'de Cristo, llenos de frutos de justicia” (Fil. 1: 10, 11).
Vuestra vida cristiana debe asumir formas vigorosas y robustas.
Podéis alcanzar la alta norma que se os presenta en las Escrituras,
y debéis hacerlo si queréis ser hijos de Dios. No podéis perma­
necer quietos; debéis avanzar o retroceder. . .
¿Queréis tener un crecimiento cristiano raquítico, o queréis
hacer sanos progresos en la vida divina? Donde hay salud es­
piritual hay crecimiento. El hijo de Dios crece hasta la plena
estatura de un hombre o una mujer en Cristo. No hay límite
para su mejoramiento. ( 13)
Algunas personas que deberían ser fuertes y estar bien ci­
mentadas en Cristo, son como bebés en lo que se refiere al enten­
dimiento y el conocimiento experimental de las obras del Espíritu
de Dios. Después de muchos años 'de experiencia, apenas lle­
gan a poseer las primeras nociones de ese gran sistema de fe y
doctrina que constituye la religión cristiana. No comprenden en
qué consiste la perfección del carácter que recibirá esta elogiosa
«probación: “Rien hecho”. . . ( u )
Tenemos que ganar grandes victorias, o perder el cielo. El ).
corazón carnal debe ser crucificado; porque tiende hacia la co-
rrupción moral, y el fin de ella es la muerte. . . Orad para que
las poderosas energías del Espíritu Santo, con todo su poder vivi­
ficador, recuperador y transformador, caigan como un choque
eléctrico sobre el alma paralizada, haciendo pulsar cada nervio
con nueva vida, restaurando todo el hombre, de su condición
muerta, terrenal y sensual a una sanidad espiritual. Así llegaréis
¡i ser participantes de la naturaleza"3ivmárr ~V en vuestras almas
se reflejaFálaim agen de Aquel por cuyas heridas somos sana-y
dos.(1B) -----------

73
Preparados para el Cielo Miércoles 9 de marzo
CONOZCAMOS MEJOR A DIOS
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado. Ju an 1 7 :3 .
Sólo si conocemos a Dios aquí podemos preparamos para
salir a su encuentro cuando venga. . . Pero muchos de los que
profesan creer en Cristo no conocen a Dios. Su religión es mera­
mente superficial. No aman a Dios; no estudian su carácter; por
lo tanto, no saben cómo confiar,- cómo mirar y vivir. No saben
lo que es el amor que confía, o lo que significa avanzar por fe.
No aprecian ni aprovechan las oportunidades de escuchar y recibir
los mensajes del amor de Dios. No pueden comprender que
tienen el deber de recibir, para poder enriquecer a los demás.
La sabiduría del mundo no logra conocer a Dios. Muchos
han hablado con elocuencia acerca de él, pero sus razonamientos
no acercan a los hombres a Dios, porque ellos mismos no tienen
una relación vital con él. Al pretender ser sabios, llegan a ser
insensatos. Su conocimiento de Dios es imperfecto. No concuer-
dan con é l.(16)
No podemos descubrir a Dios mediante la investigación.
Pero él se ha revelado en su Hijo, que es el resplandor de la glo­
ria del Padre y la expresa imagen de su persona. Si deseamos
un conocimiento de Dios, debemos ser como Cristo. . . El vivir
una vida pura por fe en Cristo como Salvador personal, llevará
al creyente a un concepto más claro y elevado de D ios.(17)
Cristo es una perfecta revelación de Dios. “A Dios nadie le
vio jamás —dice él—; el unigénito Hijo, que está en el seno del
Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1: 18). Sólo si conocemos
a Cristo podremos conocer a Dios. Y a medida que lo contem­
plemos, seremos transformados a su^ imagen, preparados para
salir a su encuentro cuando venga. . .
Ahora es el tiempo de preparación para la venida de nues­
tro Señor. La preparación para salir a su encuentro no se obtiene
en un momento. Como preparación para esa solemne escena
debe haber espera y vigilancia, combinadas con ferviente trabajo.
Así los hijos de Dios lo glorifican. En medio de las activas esce­
nas de la vida, se escucharán sus voces con palabras de ánimo,
esperanza y fe. Todo lo que tienen y son está consagrado al ser­
vicio del Maestro. Así se preparan para salir al encuentro de su
Señor. ( 18)

74
/
Preparados para e l Cielo Jueves 10 de marzo
LA MEDITACION MAS EXCELSA
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para
que seamos llamados hijos de Dios. 1 Ju an 3 :1 .
¡Qué amor, qué amor incomparable, que nosotros, pecado­
res y extranjeros, podamos ser llevados de nuevo a Dios y adop­
tados en su familial Podemos dirigirnos a él con el nombre cari­
ñoso de “Padre nuestro”. ..
Todo el amor paterno que se haya transmitido de generación
¡i generación por medio de los corazones humanos, todos los ma­
nantiales de ternura que se hayan abierto en las almas de los
hombres, son tan sólo como una gota del ilimitado océano, cuan­
do se comparan con el amor infinito e inagotable de Dios. La
lengua no lo puede expresar, la pluma no lo puede describir.
I’odéis meditar en él cada día de vuestra vida; podéis escudriñar
las Escrituras diligentemente a fin de comprenderlo; podéis de­
dicar toda facultad y capacidad que Dios os ha dado al esfuerzo
de comprender el amor y la compasión del Padre celestial; y aun
queda su carácter infinito. Podéis estudiar este amor durante si-
;los, sin comprender nunca plenamente la longitud y la anchura,

Í a profundidad y la altura del amor de Dios al dar a su Hijo


para que muriese por el mundo. La eternidad misma no lo re­
volará nunca plenamente.
Sin embargo, cuando estudiemos la Biblia y meditemos en
l¡i vida de Cristo y el plan de redención, estos grandes temas
s e revelarán más y más a nuestro entendimiento. ( 19)
Cristo vino para revelar a Dios al mundo como un Dios de
utnor, lleno de misericordia, ternura y compasión. ( 20)
I Sería bueno que dedicásemos una_hora de meditación cada
/día para repasar la vida de Cristo^desde él- pesebre hasta el
I <¡ulvario. Debemos considerarla punto por punto, y dejar que
lu imaginación capte vividamente cada escena, especialmente las
I inales de su vida terrenal. Al contemplar así sus enseñanzas y
sus sufrimientos, y el sacrificio infinito que hizo para la salvación
(!<■ la familia humana, podemos fortalecer nuestra fe, vivificar
nuestro amor, compenetrarnos más profundamente del espíritu
que sostuvo a nuestro Salvador.
Si queremos ser salvos al fin, debemos aprender todos, al
pin de la cruz, la lección de penitencia y fe. . . Todo lo noble y
tfrneroso que hay en el hombre responderá a la contemplación
di' Cristo en la cruz.( 21)

75
/
Preparados para el Cielo Viernes 11 de marzo
SE REQUIEREN VESTIDURAS BLANCAS
T entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre
que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste
aquí, sin estar vestido de boda? Mat. 22: 11, 12.
E l vestido de boda de la parábola representa el carácter
puro y sin mancha que poseerán los verdaderos seguidores de
Cristo. A la iglesia “se le ha concedido que se vista de lino fino,
limpio y resplandeciente”, “que no tuviese mancha ni arruga ni
cosa semejante”. E l lino fino, dice la Escritura, “es las acciones
justas de los santos” (Apoc. 1 9 :8 ; Efe. 5 :2 7 ). Es la justicia de
Cristo, su propio carácter sin mancha, que por la fe se imparte
a todos los que lo reciben como Salvador personal.
La ropa blanca de la inocencia era llevada por nuestros pri­
meros padres cuando fueron colocados por Dios en el santo
E d én ... Pero cuando entró el pecado, rompieron su relación con
Dios, y la luz que los había circuido se apartó...
El hombre no puede idear nada que pueda ocupar el lugar
de su perdido manto de inocencia... Unicamente el manto que
Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de aparecer ante
la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su
propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente. “Yo te
aconsejo —dice él— que de mí compres... vestiduras blancas para
vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez”
(Apoc. 3: 18).
Este manto, tejido en el telar del cielo, no tiene un solo hilo
de invención humana. Cristo, en su humanidad, desarrolló un
carácter perfecto, y ofrece impartirnos a nosotros este carácter.
‘Todas nuestras justicias [son] como trapos de inmundicia” (Isa.
64: 6 ). Todo cuanto podamos hacer por nosotros mismos está
manchado por el pecado. Pero el Hijo de Dios “apareció para
quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él” (1 Juan 3: 5 ) . . .
Por su perfecta obediencia ha hecho posible que cada ser hu­
mano obedezca los mandamientos de Dios. Cuando nos somete­
mos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se
fusiona con su voluntad, la mente llega a ser una con su mente,
los pensamientos se sujetan a él; vivimos su vida. Esto es lo que
significa estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuan­
do el Señor nos contempla, él ve no el vestido de hojas de higuera,
no la desnudez y deformidad del pecado, sino su propia ropa de
justicia. ( 22)

76
Preparados para el Cielo Sábado 12 de marzo
GOZO EN LA OBEDIENCIA f
He deseado tu salvación, oh Jehová, y
tu ley es mi delicia. Sal. 119: 174.
El verdadero cristiano jamás se queja de que el yugo de
Cristo le produce escozor en el cuello. Considera que servir
al Maestro constituye la más genuina libertad. L a ley de Dios
es su delicia. En lugar de procurar rebajar la norma de los man­
damientos divinos para acomodarla a sus propias deficiencias,
se esfuerza constantemente por elevar su nivel de perfección.
Esta debe ser nuestra experiencia si queremos estar prepara­
dos para el día de Dios. Ahora, mientras dura el tiempo de
prueba y aún se oye la voz de la misericordia, debemos abando­
nar nuestros pecados...
Dios ha hecho amplia provisión para que podamos estar en
pie, perfectos, mediante su gracia, para que nada nos falte mien­
tras esperamos la aparición de nuestro Señor. ¿Estáis listos? ¿Os
habéis puesto el vestido de boda? Ese vestido jamás cubrirá el
engaño, la impureza, la corrupción o la hipocresía. E l ojo de Dios
está sobre vosotros. Discierne los pensamientos y las intenciones
del corazón. Podemos esconder nuestros pecados de los ojos de
los hombres, pero no podemos ocultarle nada a nuestro Hacedor.
Ni siquiera a su propio Hijo libró Dios, sino que lo entregó
para que muriese por nuestras culpas y lo resucitó para nuestra
justificación. Por medio de Cristo podemos presentar nuestras pe­
ticiones ante el trono de la gracia. Por su intermedio podemos, a
pesar de nuestra indignidad, obtener todas las bendiciones espi­
rituales. ¿Iremos a él, para que tengamos vida? ( 23)
La voluntad de Dios se expresa en los preceptos de su sa­
grada ley, y los principios de esta ley son los principios del cielo.
Los ángeles que allí residen no alcanzan conocimiento más alto
que el saber la voluntad de Dios, y el hacer esa voluntad es el
servicio más alto en que puedan ocupar sus facultades.
En el cielo no se sirve con espíritu legalista. Cuando Satanás
se reveló contra la ley de Jehová, la noción de que había una ley
sorprendió a los ángeles casi como algo en que no habían soña­
do antes. En su ministerio, los ángeles no son como siervos, sino
como hijos. Hay perfecta unidad entre ellos y su Creador. La
obediencia no es trabajo penoso para ellos. El amor a Dios hace
de su servicio un gozo. ( 24)

77
Preparados para el Cielo Domingo 13 de marzo
MODELADOS EN E L TALLER D EL SEÑOR
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
cual está en vosotros, el cual tenéis de Bios, y que no sois vues­
tros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues,
a Dios en vuestro cuerpo. l/Cor. 6: 19, 20.
No nos pertenecemos. Hemos sido comprados a un precio
elevado, a saber, los sufrimientos y la muerte del Hijo de Dios.
Si pudiésemos comprender plenamente esto, sentiríamos que pesa
sobre nosotros la gran responsabilidad de mantenernos en la me­
jor condición de salud, a fin de prestar a Dios un servicio per­
fecto. ..
Creemos sin duda alguna que Cfisto va a venir pronto. Esto
no es una fábula para nosotros; es una realidad. No tenemos la
menor duda, ni la hemos tenido durante años, de que las doctri­
nas que sostenemos son la verdad presente, y que nos estamos
acercando al juicio. Nos estamos preparando para encontrar a
Aquel que aparecerá en las nubes de los cielos escoltado por
una hueste de santos ángeles, para dar a los fieles y justos el to-,
que final de la inmortalidad. Cuando él venga, no lo hará para
limpiarnos de nuestros pecados, quitarnos los defectos de carácter
o curarnos de las flaquezas de nuestro temperamento y disposi­
ción. Si es que se ha de realizar en nosotros esta obra, se hará
antes de aquel tiempo.
Cuando venga el Señor, los que son santos seguirán siendo
santos. Los que han conservado su cuerpo y espíritu en pureza,
santificación y honra, recibirán el toque final de la inmortalidad.
Pero los que son injustos, inmundos y no santificados, permane­
cerán así para siempre. No se hará en su favor ninguna obra que
elimine sus defectos y les dé un carácter santo. El Refinador no
se sentará entonces para proseguir su proceso de refinación y
quitar sus pecados y su corrupción. Todo esto debe hacerse en
las horas del tiempo de gracia. A hora debe realizarse esta obra
en nosotros.. .
Estamos ahora en el taller de Dios. Muchos de nosotros so­
mos piedras toscas de la cantera. Pero cuando echamos mano de
la verdad de Dios, su influencia nos afecta. Nos eleva, y elimina
de nosotros toda imperfección y pecado, cualquiera que sea su
naturaleza. Así quedamos preparados para ver al Rey en su her­
mosura y unirnos finalmente con los ángeles puros y santos, en
el reino de gloria. ( 25)

78
J
l’repara'dos para el Cielo Lunes 14 de marzo
LA SALUD FISICA Y E L PENSAMIENTO NOBLE
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os
uhstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.
1 Ped. 2: 11.
Muchos consideran que este versículo es sólo una amonesta­
ción contra la conducta licenciosa; pero tiene un sentido más
amplio. Prohíbe toda complacencia perjudicial del apetito o la
liasión. Todo apetito pervertido se transforma en una concupis­
cencia agresiva. Recibimos el apetito con un buen propósito, no
para que se convirtiera en ministro de muerte al pervertirse, y
degenerar de ese modo en “deseos carnales que batallan contra
<1 alma”. La amonestación de Pedro es una advertencia bien di­
recta y enérgica contra él empleo de estimulantes y narcóticos.
Estas complacencias se pueden clasificar muy bien entre las con­
cupiscencias que ejercen una influencia perniciosa sobre el ca­
rácter moral. ( 26)
Los que profesan piedad no consideren con indiferencia la
salud del cuerpo, ni se engañen con la idea de que la intempe­
rancia no es pecado y que no ha de afectar a su espiritualidad.
Existe una íntima relación entre la naturaleza física y la moral.
I ,a norma de la virtud se eleva o se degrada según sean los hábi­

I
tos físicos. El consumo excesivo de los mejores alimentos produ­
cirá morbosidad en los sentimientos morales. Y si los alimentos
no son de los más saludables, los efectos serán más .perjudicia­
les todavía. Todo hábito que no promueva el funcionamiento sa­
ludable del organismo humano, degrada las facultades más eleva­
das y nobles. Los hábitos equivocados referentes a la bebida y la
comida, inducen a error en el pensamiento y la acción. La com­
placencia del apetito fortalece las inclinaciones animales, dándo­
les la supremacía sobre las facultades mentales y espirituales. ( 27),
La fuerza de la tentación a complacer el apetito puede ser
comprendida sólo cuando se recuerda la inexpresable angustia
de nuestro Redentor durante su largo ayuno en él desierto. El
sabía que la complacencia del apetito pervertido amortecería tan­
to las percepciones del hombre, que éste no podría discernir las
cosas sagradas. Adán cayó por la satisfacción del apetito; Cristo
venció por la negación del apetito. Y nuestra única esperanza
de recuperar el Edén es por medio de un firme dominio
propio. ( 28)

79
Preparados para el Cielo Martes 15 de marzo
LA SIEM BRA Y LA COSECHA D E LA VIDA
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la
(e, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al
Señor. 2 Tim. 2: 22.
Un poco de tiempo dedicado a la siembra de malezas, que­
ridos jóvenes, producirá una cosecha que os amargará toda la
vida; una hora de atolondramiento, ceder una vez a la tentación,
pueden desviar toda la corriente. de la vida en dirección equi­
vocada. Sólo podéis tener una juventud; haced que sea útil. Una
vez que hayáis pasado por ese terreno, nunca más podréis re­
gresar para rectificar vuestros errores...
Satanás... se transforma en ángel de luz y se acerca a los
jóvenes con sus tentaciones engañosas y logra apartarlos, paso
a paso, de la senda del deber. Se lo presenta como acusador, en­
gañador, mentiroso, torturador y asesino... Satanás puede tenta-
ros; pero de vosotros depende si vais a ceder o no. Toda la hues-
te de Satanás carece de poder para obligar al tentado a desobe­
decer. No hay excusa para el pecado. ( 29)
La tentación no es pecado. Jesús era santo y puro; sin em­
bargo ■ fn s^ iM d o "eri'Todo- c5mo nosotros, pero con una fuerza
' y un poder que nunca el hombre tendrá que soportar. En su
resistencia triunfante, nos ha dejado un hermoso ejemplo, a fin
de que sigamos sus pisadas. Si tenemos confianza en nosotros
mismos y nos consideramos justos, se nos dejará caer bajo el po­
der de la tentación; pero si miramos a Jesús y confiamos en él,
invocaremos en nuestra ayuda un poder que ha vencido al ene­
migo en el campo de batalla, y con toda tentación nos dará una
vía de salida. Cuando Satanás viene como una inundación, debe­
mos arrostrar sus tentaciones con la espada del Espíritu, y Jesús
nos ayudará y levantará bandera contra él. El padre de la men­
tira tiembla cuando la verdad de Dios, con poder ardiente, le
es arrojada a la cara. ( 30)
Un mal rasgo de carácter, el albergar un deseo pecaminoso,
neutralizará con el tiempo todo el poder del Evangelio... Los
dolores del deber y los placeres del pecado son las cuerdas con
las cuales Satanás enlaza a los hombres en sus trampas. Los que
estén dispuestos a morir antes que cometer un acto malo, serán
los únicos a quienes se considerará fieles. ( 31)

--

XZo cU . M jé /\
.í ycct^Y
(J
Preparados para el Cielo Miércoles 16 de marzo
EL CARACTER QUE APRUEBA DIOS
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyen­
tes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1 Tim. 4: 12.
Jesús, la Majestad del cielo, dejó un ejemplo para la juven­
tud. Trabajaba en el taller de Nazaret para ganar su diario sus­
tento. Estaba sujeto a sus padres y no trataba de administrar su
propio tiempo o seguir su propia voluntad. Mediante una vida
de fácil complacencia, jamás logrará un joven alcanzar la verda­
dera excelencia como hombre o como cristiano. Dios no nos ha
prometido comodidad, honor o riquezas en su servicio; pero nos
afirma que serán nuestras todas las bendiciones que necesitemos,
"con persecuciones”, y en el mundo venidero “la vida eterna”.
Cristo no aceptará nada menos que la plena consagración a su
servicio...
Tenemos notables ilustraciones del poder sustentador de los
íirmes principios religiosos... La boca abierta de los leones en
el foso no pudo impedir que Daniel elevara sus plegarias coti­
dianas, ni pudo el horno de fuego inducir a Sadrac y sus compa­
ñeros a postrarse delante del ídolo que había levantado Nabu-
eodonosor. Los jóvenes de firmes principios esquivarán el placer,'
desafiarán el dolor, y hasta el foso de los leones y el horno de
luego, antes que ser infieles a Dios. Notad el carácter de José.
Su virtud fue probada intensamente, pero su triunfo fue completo.
Kn cada aspecto el noble joven soportó la prueba. El mismo ele­
vado principio, inquebrantable, se manifestó en cada prueba. El
Señor estaba con él y su palabra era ley. . .
Los que estudian la Riblia, piden consejo a Dios y reposan
en Cristo, serán capacitados para obrar con sabiduría en todo
momento y en toda circunstancia. Los buenos principios se ma­
nifestarán en la vida real. Si sólo recibís cordialmente la verdad
para este tiempo, de manera que se convierta en el fundamento
del carácter, producirá una firmeza de propósito que no podrán
desviar ni las atracciones del placer, ni las veleidades de la moda,
ni el desprecio de los amantes del mundo, ni los propios deseos,
del corazón que clama por la complacencia propia.{Primeramente
l:t conciencia debe ser TTúrnrnada, lavolu ntád d ebe ser puesta en
sujeción. El amor a la verdad y a la justicia debe reinar en el
nlma, y surgirá entonces un carácter que el cielo podrá apro­
b a r^ 32)

81
/
Preparados para el Cielo Jueves 17 de marzo
SUBAMOS LA ESCALERA D E PEDRO
Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, aña­
did a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimien­
to, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia,
piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
2 Ped. 1: 5-7.
Indicad a los jóvenes la escalera de ocho peldaños de Pedro
y no coloquéis sus pies en el peldaño más alto sino en el más
bajo, y con cálidos ruegos instadlos a trepar hasta la misma
cumbre.
Cristo... es la escalera. La base de ella está firmemente
asegurada en la tierra por su humanidad; el peldaño más alto
alcanza hasta el trono de Dios por su divinidad. La humanidad de
Cristo abraza a la humanidad caída en tanto que su divinidad se
ase al trono de Dios. Somos salvos cuando ascendemos peldaño
tras peldaño en la escalera, mirando a Cristo, ascendiendo paso
a paso hasta la altura de Cristo, de modo que él sea hecho
para nosotros sabiduría, y justicia, y santificación y redención.
Fe, virtud, ciencia, templanza, paciencia, bondad, amor fraternal
y caridad, son los peldaños de esta escalera. Todas estas gracias
deben manifestarse en el carácter cristiano; y “haciendo estas
cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada
amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor
y Salvador Jesucristo” ( 2 Ped. 1 :1 0 , 1 1 ).( 33)
No debéis pensar que podéis esperar hasta haber perfeccio­
nado una gracia antes de cultivar la siguiente. No; deben desa­
rrollarse juntas... Cada día que viváis podéis perfeccionar los
benditos atributos revelados plenamente en el carácter de Cristo;
cuando lo hagáis, traeréis luz, amor, paz y alegría a vuestros
hogares. ( 34)
No os sintáis abrumados por la gran cantidad de trabajo que
tenéis que hacer en el espacio de vuestra vida, pues no se re­
quiere de vosotros que Ió hagáis todo a Ta vez. Aplicad toda
facultad de vuestro ser a la tarea del día, aprovechad toda pre­
ciosa oportunidad, apreciad las ayudas que Dios os da y avan­
zad paso a paso por la escalera del progreso. Recordad que ha­
béis de vivir sólo un día a la vez, que Dios os ha dado un día,
y los registros celestiales mostrarán cómo habéis valorado sus
privilegios y oportunidades. ( 35)

1 / .■»— ■III u. Q 2 1

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9
Preparados para el Cielo Viernes 18 de marzo
E L ALIENTO D EL ALMA
Orad sin cesar. 1 Tes. 5: 17.
La oración es el aliento del alma, el canal de todas las ben­
diciones. Mientras... el alma arrepentida ofrece su oración, Dios
ve sus luchas, considera sus conflictos y toma nota de su since­
ridad. Aplica su dedo a su pulso, y anota cada latido. No hay
sentimiento que lo conmueva, ni emoción que lo agite, ni pesar
que lo ensombrezca, ni pecado que lo manche, ni pensamiento
o propósito que lo impulse, que Dios no conozca. Esa alma ha
sido adquirida a un precio infinito, y se la ama con una devoción
inalterable.
La oración al Gran Médico por la salud del alma trae la
bendición de Dios. La oración nos une los unos a los otros y a
Dios. La oración trae a Jesús a nuestro lado, y da nuevas fuerzas
y gracia fresca al alma vacilante y a punto de perecer...
Cristo, nuestro Salvador, fue tentado en todo tal como nos­
otros, pero fue sin pecado. Tomó la naturaleza humana, tomó la
forma del hombre, y sus necesidades fueron las necesidades del
hombre. Tenía necesidades corporales que satisfacer, y cansancio
tísico del cual aliviarse. Mediante la oración a su Padre fue for­
talecido para enfrentar el deber y la prueba. Cada día cumplía
sus deberes tratando de salvar almas. Su corazón estaba lleno
de tierna simpatía por los fatigados y cansados. Dedicó noches
enteras a orar en favor de los tentados... La oración precedía y
santificaba cada acto de su ministerio...
Las noches dedicadas a la oración que el Salvador empleó
rn la montaña o en el desierto, eran esenciales a fin de prepararlo
para las pruebas que tendría que enfrentar en los días sucesivos.
Sentía la necesidad de refrigerar y vigorizar el alma y el cuerpo,
para poder encarar las tentaciones de Satanás; y los que estén
tratando de vivir su vida sentirán la misma necesidad. . . Nos
dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
y tome su cruz, y sígame” (Mat. 1 6 :2 4 ). Sólo Cristo puede ca­
pacitarnos para responder cuando dice: “Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de cora­
zón” (Mat. 1 1 :2 9 ). Esto significa que cada día tenemos que
negar al yo. Cristo puede darnos la doble resolución, la voluntad
de sufrir y de librar las batallas del Señor con energía perse­
verante^36)

83
Preparados para el Cielo Sábado 19 de marzo
EL SECRETO D E L PROGRESO
Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante
de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Sal. 6 2 :8 .
Tenemos que dedicar mucho tiempo a la oración si quere­
mos hacer progresos en la vida divina. Cuando se proclamó por
primera vez el mensaje de la verdad, ¡cuánto orábamos! Cuán
a menudo se escuchaba la voz de intercesión en la habitación,
en el establo, en la quinta o en la huerta. Con frecuencia pasá­
bamos horas en ferviente oración, en grupos de dos o tres, recla­
mando la promesa; a menudo se escuchaba el llanto seguido
de la acción de gracias y del himno de alabanza. Ahora el día
de Dios está más cerca que cuando creimos, y debiéramos ser
más diligentes, más celosos y más fervientes que en esos prime­
ros días. Nuetros peligros son mayores ahora que en aquel en­
tonces^37)
Jesús recibió sabiduría y poder, durante su vida terrenal, en
las horas de oración solitaria. Sigan los jóvenes su ejemplo y
busquen a la hora del amanecer y del crepúscuTo“"un momento de
quietud" para tener comunión c o t í s u Padre celestial. Y durante el
día eleven su corazón a Dios. A cada paso dado en nuestro ca­
mino, nos dice: '“Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene
de tu mano derecha... No temas, yo te ayudo” (Isa. 4 1 :1 3 ).
Si nuestros hijos pudiesen aprender estas lecciones en el alba de
su vida, ¡qué frescura y poder, qué gozo y dulzura habría en su
existencia! ( 38)
Quebrántese vuestro corazón por el anhelo que tenga de Dios,
del Dios vivo. La vida de Cristo ha mostrado lo que la humani­
dad puede hacer participando de la naturaleza divina. Todo lo
que Cristo recibió de Dios, podemos recibirlo también nosotros.
Pedid, pues, y recibiréis. Con la fe perseverante de Jacob, con la
persistencia inflexible de Elias, pedid para vosotros todo lo que
Dios ha prometido.
Dominen vuestra mente las gloriosas concepciones de Dios.
Enlácese vuestra vida con la de Cristo mediante recónditos esla­
bones. Aquel que ordenó que la luz brillara en las tinieblas, de­
sea brillar en vuestro corazón, para daros la luz del conocimiento
de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. El Espíritu Santo
tomará las cosas de Dios y os las mostrará... Cristo os conducirá
al umbral del Infinito. ( 39)

84
Preparados para el Cielo Domingo 20 de marzo
F E INCONMOVIBLE
Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda es seme­
jante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada
de una parte a otra. Sant. 1 :6 .
La oración y la fe están íntimamente ligadas y necesitan ser
estudiadas juntas. En la oración de fe hay una ciencia divina:
es una ciencia que debe compren3eiT todo el que quiera tener
éxito en la obra de su vida. Cristo dice: “Por tanto, os digo que
todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os ven­
drá” (Mar. 11: 24). El explica claramente que nuestra petición
debe estar de acuerdo con la voluntad de Dios; debemos pedir
cosas que él haya prometido y todo lo que recibamos debe ser
usado para hacer su voluntad. Cuando se satisfacen las condi­
ciones, la promesa es inequívoca.
Podemos pedir perdón por el pecado, el don del Espíritu
Santo, un temperamento como el de Cristo, sabiduría y fuerza
para hacer su obra, cualquier don que él haya prometido; luego
tenemos que creer para recibir y dar gracias a Dios por lo que
hemos recibido.
No necesitamos buscar una evidencia exterior de la bendi­
ción. El don está en la promea y podemos emprender nuestro
trabajo seguros de que Dios es capaz de cumplir lo que ha pro­
metido y que el don, que ya poseemos, se hará efectivo cuando
más lo necesitemos.
Vivir así por la palabra de Dios significa entregarle toda la
vida. Se experimentará una sensación constante de Dios sobre el
corazón. La oración es una necesidad porque es la vida del al­
ma. La oración en familia, la oración en público, tienen su lugar,
pero es la comunión secreta con Dios la que sostiene la vida del
alm a...
Muchos, aun en sus momentos de devoción, no reciben la
bendición de la verdadera comunión con Dios. Están demasiado
apremiados. . . No tienen tiempo para permanecer con el divino
Maestro... Nuestra necesidad no consiste en detenernos un mo­
mento en su presencia, sino en tener relación personal con Cristo,
sentarnos en su compañía. ( 40)

y / &Uy \
Preparados para el Cielo Lunes 21 de marzo
PUREZA D E CORAZON Y VIDA
Bienaventurados los de limpio corazón,
porque ellos verán a Dios. Mat. 5 :8 .
En la ciudad de Dios no entrará nada que mancille. Todos
los que moren en ella habrán llegado aquí a ser puros de cora- /
zón. En el que vaya aprendiendo de Jesús se manifestará ere-
cíente repugnancia por los hábitos descuidados, el lenguajs.jmJ- ¡
Kar y los pensamientos impuros. Cuando Cristo viva en el cora­
zón, habrá limpieza y cultura en el pensamiento y en los mo- )
dales. '
Pero las palabras de Cristo. .. tienen un significado mucho
más profundo. No se refieren únicamente a los que son puros
según el concepto del mundo, es decir, están exentos de sensua­
lidad y concupiscencia, sino a los que son fieles en los pensa­
mientos y motivos del alma, libres del orgullo y del amor pro­
pio; humildes, generosos y como niños.
Solamente se puede apreciar aquello con que se tiene afi­
nidad. No podemos conocer a Dios a menos que aceptemos en
nuestra propia vida el principio del amor desinteresado...
Cuando Cristo venga en su gloria, los pecadores no podrán
mirarlo. La luz de su presencia, que es vida para quienes lo
aman, es muerte para los impíos.. . Cuando aparezca, rogarán
que se los esconda de la vista de Aquel que murió para redimirlos.
Sin embargo, para los corazones que han sido purificados por
el Espíritu Santo al morar éste en ellos, todo queda cambiado.
Ellos pueden conocer a Dios. Moisés estaba oculto en la hende­
dura de la roca cuando se le reveló la gloria del Señor; del mismo
modo, tan sólo cuando estamos escondidos en Cristo vemos el
amor de Dios. ..
Por la fe lo contemplamos aquí y ahora. En las experiencias
diarias percibimos su bondad y compasión al manifestarse su
providencia. Lo reconocemos en el carácter de su H ijo... Los de
puro corazón ven a Dios en un aspecto nuevo y atractivo, como
su Redentor; mientras disciernen la pureza y la hermosura de su
carácter, anhelan reflejar su imagen. Para ellos es un Padre que
anhela abrazar a un hijo arrepentido; y sus corazones rebosan
de alegría indecible y de gloria plena. ( 41)

86
Preparados para el Cielo Martes 22 de marzo
SE D EFIN E LA SANTIFICACION BIBLICA
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Juan 17: 17.
“Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también
ellos sean santificados en la verdad” (Juan 17: 19). “Habiendo
purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, median­
te el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a
otros entrañablemente, de corazón puro” (1 Ped. 1: 22). “Así que,
amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad
en el temor de Dios” ( 2 Cor. 7: 1 ) . . .
Tal es la santificación bíblica. No es simplemente ostentación
ii obra exterior. Es la santificación recibida por el conducto de
la verdad. Es la verdad recibida en el corazón, y puesta en prác­
tica en la vida. ( 42)
Los que son santificados por la verdad, son recomendacio­
nes vivientes de su poder, y representantes de su Señor resuci­
tado. La religión de Cristo refinará el gusto, santificará el juicio,
elevará, purificará y ennoblecerá el alma, capacitando cada vez
más al cristiano para la compañía de los ángeles celestiales. ( 43)
Un sentimiento agradable, de íntima satisfacción, no es evi­
dencia de santificación. ( 44)
No hay santificación bíblica para los que desechan una parte
de la verdad. La Palabra de Dios da bastante luz para que nadie
necesite errar...
Jesús considerado como hombre era perfecto, y sin embargo,
crecía en gracia. “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y
en gracia para con Dios y los hombres” (Luc. 2: 52). Aun el
cristiano más perfecto puede crecer continuamente en el conoci­
miento y en el amor de D ios...
La santificación no es obra de un momento, una hora o un
día. Es un crecimiento continuo en la gracia. No sabemos cuán
intenso será nuestro conflicto al día siguiente. Satanás vive, es
activo y cada día necesitamos clamar fervorosamente a Dios por
ayuda y fortaleza para resistirle. Mientras reine Satanás tendremos
que subyugar el yo, tendremos asedios que vencer, y no habrá
punto en que detenerse, donde podamos decir que hemos alcan­
zado la plena victoria. ( 45)

87
Preparados para el Cielo Miércoles 23 de marzo
EN GUARDIA FREN TE A LAS TRETAS D E SATANAS
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual
resistid firmes en la fe. 1 Ped. 5 :8 , 9.
/ Cada alma esté alerta. El adversario os sigue los pasos. Vi-
f gilad, observando diligentemente, no sea que una trampa maestra,
\ cuidadosamente oculta, os sorprenda desprevenidos. Presten aten­
ción los descuidados e indiferentes, no sea que el día de Dios los
sorprenda como ladrón en la noche. Muchos se apartarán de la
senda de la humildad y, despojándose del yugo de Cristo, avanza­
rán por senderos extraños. Enceguecidos y confundidos, dejarán
la senda estrecha que conduce a la ciudad de D ios... El que ven­
za, debe velar; porque, mediante los lazos del mundo, el error y
la superstición, Satanás trata de apartar a los seguidores de Cristo.
No basta que evitemos los peligros evidentes y las decisiones
peligrosas e inconsecuentes. Debemos mantenernos al lado de
\ Cristo, caminando en su sendero de abnegación y sacrificio. Es­
tam os en el país del enemigo. E l que fue arrojado del cielo ha
descendido con gran poder. Mediante todo artificio y estratagema
concebible, está tratando de cautivar almas. A menos que estemos
constantemente en guardia, seremos presa fácil para sus innume­
rables engaños. ( 46)
Todo está actualmente revestido de una solemnidad que cada
creyente en la verdad para este tiempo debiera percibir. Debie­
ran obrar teniendo en vista el día de Dios. Los juicios de Dios
ya están por caer sobre este mundo, y necesitamos prepararnos
para ese gran día.
Nuestro tiempo es precioso. Disponemos de pocos, muy pocos
días de prueba, en los cuales podemos prepararnos para la vida
futura e inmortal. No tenemos tiempo para dedicarlo a movimien-,
tos sin sentido. Debiéramos temer contentamos con sólo rozar]
la superficie de la Palabra de Dios. ( 47)
Si todo vuestro interés reside en la verdad y en la obra de
preparación que debe ser hecha en este tiempo, seréis santifica­
dos por medio de la verdad y recibiréis idoneidad para participar
de la inmortalidad... La obra cabal de preparación debe prose­
guir con todos los que profesan la verdad, hasta que estemos fren­
te al trono de Dios sin falta, ni mancha, ni arruga, ni cosa se-
Preparados para el Cielo Jueves 24 de marzo
A PRUEBA D E TENTACIONES
Presentaos vosotros mismos a D io s.. . y vuestros miembros a
Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se ense­
ñoreará de vosotros. Rom. 6: 13, 14.
No hay poder capaz de quebrantar el yugo del mal y liber­
tar de él los corazones de los hombres, sino el poder de Dios
en Jesucristo. Sólo mediante la sangre del Crucificado hay puri­
ficación del pecado. Sólo la gracia de Cristo puede habilitarnos
para resistir y dominar las inclinaciones de nuestra naturaleza
caída. ( 49)
El valor infinito del sacrificio requerido para nuestra reden­
ción, pone de manifiesto el hecho de que el pecado es un tre­
mendo mal. Debido al pecado, el organismo humano entero se
sale de quicio, la mente se pervierte y la imaginación se corrom­
pe. E l pecado ha degradado las facultades del alma. Las tenta­
ciones externas encuentran eco en el corazón, y los pies se
orientan imperceptiblemente hacia el mal.
Del mismo modo que el sacrificio realizado en nuestro favor
fue completo, nuestra restauración de la contaminación del peca­
do debe ser completa. La ley no excusará ningún acto impío; no
hay injusticia que escape a su condenación. La vida de-Cristo
fue un perfecto cumplimiento de cada precepto de la ley. El
dijo: “Yo he guardado los mandamientos de mi Padre” (Juan 15:
10). Su vida es nuestra norma de obediencia y servicio, ( 60)
Hoy Satanás presenta las mismas tentaciones que presentó a
Cristo, ofreciéndonos los reinos del mundo a cambio de nuestra
sumisión. Pero no tienen poder las tentaciones de Satanás sobre
aquel que contempla a Jesús como el Autor y Consumador de su
fe. No puede hacer pecar aj que acepte por fe las virtudes de
Aquel qué fuíTTéiñtaao "en todo séguñ nuestra semejanza, pero
sin pecado. ( 61)
La expulsión del pecado es obra del alma misma. Por cierto,
no tenemos poder para libramos a nosotros mismos del dominio
de Satanás; pero cuando deseamos ser libertados del pecado, y
en nuestra gran necesidad clamamos por un poder exterior y su­
perior a nosotros, las facultades del alma quedan dotadas de la
fuerza divina del Espíritu Santo y obedecen los dictados de la
voluntad, en cumplimiento de la voluntad de Dios. ( 52)
Preparados para el Cielo Viernes 25 de marzo
POR QUE SE PROLONGA E L TIEM PO D E PRUEBA
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo
que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
2 Ped. 3: 9.
Se me mostró el peligro que enfrentamos, como pueblo, de
asemejamos al mundo en lugar de adquirir la imagen de Cristo.
Estamos en los mismos umbrales del mundo eterno, pero es el
propósito del adversario de las almas inducimos a postergar, has­
ta un futuro remoto, el fin del tiempo.
Satanás asaltará de todas las maneras concebibles a los que
profesan ser el pueblo de Dios que guarda los mandamientos y
que espera la segunda aparición de nuestro Salvador en las nubes
del cielo con poder y grande gloria. Inducirá a tantos como pue­
da a postergar el día malo y asemejarse en espíritu al mundo,
al imitar sus costumbres. Me siento alarmada cuando veo que el
espíritu del mundo domina los corazones y mentes de muchos
cuya profesión de la verdad es descollante. Albergan egoísmo y
complacencia propia, pero no cultivan ni la verdadera piedad
ni la integridad acrisolada...
Al tomar en cuenta el poco tiempo de que disponemos, de­
biéramos, como pueblo, velar y orar, y no permitir en ningún
caso que se nos desvíe de la solemne tarea de preparamos para
el gran acontecimiento que está delante de nosotros. Debido a
que el tiempo aparentemente se dilata, muchos se vuelven des­
cuidados e indiferentes con respecto a sus palabras y actos. No
comprenden su peligro y no perciben ni entienden la misericor­
dia de Dios al prolongar su período de prueba, de manera de
puedan disponer de tiempo a fin de formar caracteres para la
vida futura e inmortal. Cada momento es de sumo valor. Se les
concede tiempo, no para que lo empleen con el fin de hacer pla­
nes para su propio placer y para convertirse en moradores de la
tierra, sino para que lo dediquen a la obra de vencer todo de­
fecto en sus propios caracteres y para ayudar a otros, por ejem­
plo y esfuerzo personal, a percibir la belleza de la santidad.
a Dios tiente un pueblo sobre la tierra que con fe y santa es­
peranza escudriña el rollo de la profecía que se está cumpliendo
rápidamente, y que trata de purificar su alma mediante la obe-
\ diencia a la verdad. ( 63)

90
/
Preparados para el Cielo Sábado 26 de marzo
SE VA A TRATAR SU CASO
Temed a Dios, y dadle gloria, porque la
hora de su juicio ha llegado. Apoc. 14: 7.
En 1844, nuestro gran Sumo Sacerdote entró en el lugar san­
tísimo del santuario celestial para comenzar la obra del juicio
investigador. ( 64)
A medida que los libros de memoria se van abriendo en el
juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan
ante Dios para ser examinadas por él. Empezando con los que
vivieron los primeros en la tierra, nuestro Abogado presenta los
casos de cada generación sucesiva, y termina con los vivos. Cada
nombre es mencionado, cada caso cuidadosamente investigado.
Habrá nombres que serán aceptados, y otros rechazados. En caso
de que alguien tenga en los libros de memoria pecados de los
que no se haya arrepentido y que no hayan sido perdonados, su
nombre será borrado del libro de la v id a ...
Estamos viviendo ahora en el gran día de la expiación. Cuan­
do en el servicio simbólico el sumo sacerdote hacía la propicia­
ción por Israel, todos debían afligir sus almas arrepintiéndose de
sus pecados y humillándose ante el Señor, si no querían verse
separados del pueblo. De la misma manera, todos los que desean
que sus nombres sean conservados en el libro de la vida, deben
ahora, en los pocos días que les quedan de este tiempo de gracia,
afligir sus almas ante Dios con verdadero arrepentimiento y do­
lor por sus pecados. Hay que escudriñar honda y sinceramente
el corazón... Empeñada lucha espera a todos aquellos que quie­
ran subyugar las malas inclinaciones que tratan de dominarlos.
La obra de preparación es obra individual. No somos salvados
en grupos. La pureza y Iadévoción de uno no suplirá la falta
de estas cualidades en otro... Cada cual tiene que ser probado
y encontrado sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante. ( 55)
A todos los que se hayan arrepentido verdaderamente de su
pecado, y que hayan aceptado con fe la sangre de Cristo como
su sacrificio expiatorio, se les ha inscripto el perdón frente a
sus nombres en los libros del cielo; como llegaron a ser partíci­
pes de la justicia de Cristo y su carácter está en armonía con la
ley de Dios, sus pecados serán borrados, y ellos mismos serán
juzgados dignos de la vida eterna. ( 56)

91
Preparados para el Cielo Domingo 27 de marzo
UNA NORMA EN LA QUE PODEIS CONFIAR
Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis es­
tar firmes contra las asechanzas del diablo. Efe. 6 :1 1 .
En ocasión de cada avivamiento de la obra de Dios, el prín­
cipe del mal actúa con mayor energía; en la actualidad está ha­
ciendo esfuerzos desesperados preparándose para la lucha final
contra Cristo y sus discípulos. El último gran engaño se desple­
gará pronto ante nosotros. E l Anticristo va a efectuar ante nues­
tra vista obras maravillosas. La falsificación se asemejará tanto
a la realidad, que será imposible distinguirla sin el auxilio de
las Santas Escrituras. Ellas son las que deben atestiguar en favor
o en contra de toda declaración, de todo milagro. . .
Sólo los que hayan fortalecido su espíritu con las verdades
de la Biblia podrán resistir en el último gran conflicto. Toda alma
ha de pasar por la prueba decisiva: ¿Obedeceré a Dios antes que
a los hombres? La hora crítica se acerca. ¿Hemos asentado
los pies en la roca de la inmutable Palabra de Dios? ¿Estamos
preparados para defender firmemente los mandamientos de Dios
y la fe de Jesús? . . .
E l primero y más alto deber de toda criatura racional es el
de escudriñar la verdad en las Sagradas Escrituras y luego andar
en la luz y exhortar a otros a que sigan su ejemplo. Día tras día
deberíamos estudiar diligentemente la Biblia, pesando cada pen­
samiento y comparando texto con texto. Con la ayuda de Dios
debemos formarnos nuestras propias opiniones ya que tenemos
que responder a Dios por nosotros mismos. . .
Jesús prometió a sus discípulos “el Consolador, es decir, el
Espíritu Santo, a quien —dijo— el Padre enviará en mi nombre”,
y agregó: “El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo
cuanto os he dicho” (Juan 14: 26, V M ). Pero primero es preciso
que las enseñanzas de Cristo hayan sido atesoradas en el entendi­
miento, si queremos que el Espíritu de Dios nos las recuerde en
el momento de peligro. . .
Cuando llegue el tiempo de la prueba, los que hayan seguido
la Palabra de Dios como regla de conducta, serán dados a cono­
cer. . . Que el espíritu de persecución se encienda, y entonces
los tibios e hipócritas vacilarán y abandonarán la fe; pero el ver­
dadero cristiano permanecerá firme como una roca, con más fe y
esperanza que en días de prosperidad. ( 5T)

92
Preparados para el Cielo Lunes 28 de marzo
LAS ESCRITURAS, NUESTRA SALVAGUARDIA
¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a
favor de los que serán herederos de la salvación? Heb. 1: 14.
Mientras el pueblo de Dios persevere en su fidelidad, mien­
tras se aferre mediante fe viviente a Jesús, estará bajo la protec­
ción de los ángeles celestiales, y no se le permitirá a Satanás que
aplique sus artes infernales sobre ellos para destruirlos. Pero los
que se separen de Cristo por medio del pecado, estarán en gran
peligro. . .
Satanás está más celosamente dedicado ahora a jugar el juego
de la vida por las almas, que en todo otro momento anterior; y a
menos que estemos constantemente en guardia, pondrá en nues­
tros corazones oiigullo, amor propio, amor al mundo y muchos
otros malos rasgos de carácter. Empleará también toda artimaña
posible para que vacile nuestra fe en Dios y en las verdades de
su Palabra. Si no tenemos una profunda experiencia en las
cosas de Dios, si no tenemos un cabal conocimiento de su Pala­
bra, seremos engañados para nuestra ruina por los errores y sofis­
mas del enemigo. Las falsas doctrinas minarán el fundamento
de muchos, porque no habrán aprendido a distinguir entre la ver­
dad y el error. Nuestra única salvaguardia contra los engaños
de Satanás consiste en estudiar diligentemente las Escrituras, y
comprender con inteligencia las razones de nuestra fe, cumplien­
do cabalmente cada deber conocido. La complacencia de un
solo pecado conocido nos debilitará y nos envolverá en tinieblas,
sometiéndonos a terribles tentaciones. . .
¿Ascienden nuestras súplicas a Dios mediante la fe viviente?
¿Estamos abriendo las puertas del corazón a Jesús, al mismo
tiempo que cerramos todas las entradas a Satanás? ¿Estamos obte­
niendo diariamente mayor luz y fortaleza, para que podamos
perseverar en la justicia de Cristo? ¿Estamos vaciando nuestro
corazón de todo egoísmo y purificándolo, como medida prepara­
toria para recibir la lluvia tardía del cielo?. . .
Debemos tratar de apartarnos del pecado, reposando en los
méritos de la sangre de Cristo; y entonces, en el día de la aflic­
ción, cuando el enemigo nos oprima, caminaremos entre los án­
geles. Serán como muro de fuego alrededor de nosotros; y un
(lía caminaremos con ellos en la ciudad de Dios. ( 58)

93
/
Preparados para el Cielo Martes 29 de marzo
GARANTIA DIVINA D E SEGURIDAD
Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los
injustos para ser castigados en el día del juicio. 2 Ped. 2 :9 .
En el tiempo de prueba que está delante de nosotros, la
garantía divina de seguridad será puesta sobre los que han guar­
dado la palabra de su paciencia. . . La columna de nube que
proclama ira y terror al transgresor de la ley de Dios, es luz y
misericordia y liberación para los que guardan sus mandamientos.
El brazo poderoso para herir al rebelde, será fuerte para librar
al fiel. Todos ellos serán reunidos...
¿Qué parte desempeñaréis vosotros en las escenas finales de
la historia de este mundo? ¿Estáis conscientes de estas solemnes
realidades? ¿Os dáis cuenta de la gran obra de preparación que
está en marcha tanto en el cielo como en la tierra?. . . Nadie
tenga nada que ver con el pecado, la fuente de todas las miserias
de este mundo. No permanezcáis más en medio del letargo y la
estúpida indiferencia. No depende el destino de vuestra alma
de la incertidumbre. Aseguráos de que estáis plenamente del
lado del Señor. Surja la pregunta de los corazones sinceros y los
labios temblorosos: “¿Quién podrá estar firme?” ¿Habéis estado
poniendo vosotros, en estas últimas horas preciosas de prueba,
los mejores materiales en el edificio de vuestro carácter? ¿Habéis
estado purificando de toda mancha vuestras almas? ¿Habéis
seguido la luz? ¿Corresponden vuestras obras a vuestra profesión
de fe?
¿Está obrando en vosotros la influencia suavizante y subyu­
gadora de la gracia de Dios?. . . ¿Estáis permitiendo que vuestra
luz resplandezca para iluminar a las naciones que perecen en sus
pecados? ¿Os dáis cuenta de que debéis asumir la defensa de los
mandamientos de Dios frente a los que los pisotean?
Es posible ser un creyente incompleto, formal, y por lo mis­
mo, ser hallado falto y perder la vida eterna. Es posible practicar
algunas de las enseñanzas bíblicas y ser considerados cristianos,
y no obstante perecer por falta de cualidades esenciales del ca­
rácter cristiano. . . Mientras dura la misericordia, mientras in­
tercede el Salvador, hagamos una obra cabal para la eternidad. ( 691
La gran crisis está justamente delante de nosotros. Enfrentar
sus pruebas y tentaciones, y cumplir sus deberes, requerirá per­
severancia. Pero podemos triunfar gloriosamente; ni una sola
alma que vele, ore y crea será entrampada por el enemigo. ( 60)

94
/

preparados para el Cielo Miércoles 30 de marzo


UNA EXPERIENCIA PROFUNDA Y V IV IEN TE
¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el
Señor, nos fue confirmada por los que oyeron. Heb. 2:3.
Vi que no debemos retrasar la venida del Señor. Dijo el
ángel: “Preparaos, preparaos, para lo que va a venir sobre la tie-
fra. Correspondan vuestras obras a vuestra fe”. Vi que el áni-
ino debe apoyarse en Dios, que debemos ejercer nuestra in­
fluencia en favor de Dios y su verdad. No podemos honrar al
¿íeñor mientras seamos negligentes e indiferentes. No podemos
glorificarle cuando estamos descorazonados. Debemos tener fer­
vor para asegurar nuestra propia salvación, y para salvar a otros.
Debemos conceder suma importancia a esto, y considerar secun­
dario todo lo demás.
Vi la belleza del cielo. Oí a los ángeles cantar sus himnos
arrobadores, tributando alabanza, honra y gloria a Jesús. Pude
entonces percibir vagamente el prodigioso amor del Hijo de Dios.
J21 abandonó toda la gloria, toda la honra que se le tributaba en
(‘1 cielo, y se interesó de tal manera en nuestra salvación que,
ijon paciencia y mansedumbre, soportó toda injuria y escarnio
,|ue los hombres quisieron imponerle. Fue herido, azotado y afli­
gido; se lo extendió sobre la cruz del Calvario, y sufrió la muerte
jiiás atroz para salvarnos de la muerte; para que pudiésemos
»er lavados en su sangre, y resucitar para vivir con él en las
Mansiones que está preparando, donde disfrutaremos la luz y
|a gloria del cielo, y oiremos cantar a los ángeles y cantaremos
ron ellos.
Vi que todo el cielo se interesaba en nuestra salvación; y
¿habremos de ser nosotros indiferentes? ¿Seremos negligentes co-
fno si fuese asunto de poca monta el que seamos salvos o perdidos?'
¿Despreciaremos el sacrificio que fue hecho por nosotros?. . .
Se nos ha dado un libro para que guíe nuestros pies a través de
los peligros de este oscuro mundo hasta el cielo. Sus páginas
¡ios dicen cómo podemos escapar de la ira de Dios, y también
nos hablan de los sufrimientos de Cristo por nosotros, y del gran
sacrificio que hizo para que pudiéramos ser salvos y disfrutar de
la presencia de Dios para siempre.
Una forma de piedad no salvará a nadie. Todos deben tener
una experiencia profunda y viva. Esto es lo único que los sal­
vará en el tiempo de angustia. ( 61)

• i* 95 ~ T Z ír / \ s f ■

eUJj
/
Preparados para el Cielo Jueves 31 de marzo
“¡PREPARAOS, PREPARAOS, PREPARAOS!”
Prepárate para venir al encuentra de tu Dios, oh Israel. Amós 4: 12.
Suponed que Cristo apareciera hoy en las nubes de los cielos,
¿quién. . . estaría listo para salir a su encuentro? Suponed que
fuéramos trasladados al reino de los ciel tales como somos, ¿es­
taríamos preparados para unirnos con los santos de Dios, para
vivir en armonía con la familia real, con los hijos del Rey celes­
tial? ¿Qué preparación habéis hecho para el juicio? ¿Habéis
hecho las paces con Dios? ¿Estáis colaborando con Dios? ¿Es­
táis tratando de ayudar a los que os rodean en vuestra casa, en
vuestro vecindario, a aquellos con quienes os relacionáis y que no
están guardando los mandamientos de Dios?. . . ¿Nos estamos
preparando para salir al encuentro del R ey ?...
Si fuera posible que se nos admitiera en el cielo tales como
somos, ¿cuántos de nosotros podríamos mirar a Dios? ¿Cuántos
de nosotros tenemos el vestido de boda? ¿Cuántos de nosotros
estamos sin mancha, ni arruga ni cosa semejante? ¿Cuántos de
nosotros somos dignos de recibir la corona de vida?. . . El puesto
no hace al hombre. Sólo serán dignos de recibir la corona de
vida, inmarcesible, aquellos en cuyo interior se haya formado
Cristo. ( 62)
Se me mostró al residuo en la tierra. El ángel les dijo:
“¿Queréis huir de las siete postreras plagas?. . . En tal caso,
debéis morir para poder vivir. ¡Preparaos, preparaos, preparaos!
Debéis realizar mayores preparativos que los que habéis realiza­
do. .. Sacrificadlo todo para Dios. Ponedlo todo sobre su altar:
el yo, vuestras propiedades, todo, como sacrificio vivo. El en­
trar en la gloria lo exigirá todo. ( 63)
Cristo viene con poder y grande gloria. Viene con su pro­
pia gloria y con la gloria del Padre. .. Mientras los impíos huyan
de su presencia, los seguidores de Cristo se regocijarán. . . Cristo
ha sido un compañero diario y un amigo familiar para sus fieles
seguidores. Estos han vivido en contacto íntimo, en constante
comunión con Dios. Sobre ellos ha nacido la gloria del Señor. . .
Ahora se regocijan en los rayos no empañados de la refulgencia
y gloria del Rey en su majestad. Están preparados para la co­
munión del cielo; pues tienen el cielo en sus corazones. ( 64)
Si sois correctos con Dios hoy día, estaréis preparados en caso
de que Cristo venga hoy. ( 65)

96
Anunciad su Venida Viernes 19 de abril
LA MAYOR OBRA D E L MUNDO
Id por todo el mando y predicad el
evangelio a toda criatura. Mar. 16: 15.
“Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda cria­
tura”, es la orden de Cristo. . . No quiere decir esto que todos
sean llamados a ser pastores o misioneros en el sentido común
de la palabra; pero todos pueden ser colaboradores con él para
dar las “buenas nuevas” a sus semejantes. Se da la orden a todos,
grandes o chicos, instruidos o ignorantes, viejos o jóvenes.(')
Sobre todo aquel que conoce la verdad para este tiempo
descansa la responsabilidad de darla a conocer a otros. Los sier­
vos de Cristo son en gran medida responsables del bienestar y la
salvación del mundo. Han de ser colaboradores de Dios en la
obra de ganar almas para Cristo.(2)
El tema que atrae el corazón del pecador es Cristo y Cristo
crucificado. Sobre la cruz del Calvario Jesús se revela al mundo
en un amor sin paralelo. Presentadlo a las multitudes hambrien­
tas, y la luz de su amor ganará a los hombres y los llevará de las
tinieblas a la luz, de la transgresión a la obediencia y la ver­
dadera santidad. La contemplación de Cristo en la cruz del Cal­
vario despierta la conciencia para que perciba el carácter odioso
del pecado como no puede hacerlo ninguna otra cosa.(3)
Suspendido de la cruz, Cristo era el Evangelio. . . “He aquí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1: 29).
¿No mantendrán nuestros miembros de iglesia sus ojos fijos en un
Salvador crucificado y resucitado, en quien se cifran sus esperan­
zas de vida eterna? Este es nuestro mensaje. . . para los impe­
nitentes, nuestra exhortación para los afligidos, la esperanza para
cada creyente. Si podemos despertar en la mente de los hom­
bres un interés que les haga fijar sus ojos en Cristo, podemos
hacernos a un lado y pedirles que continúen fijando sus ojos
en el Cordero de Dios. Aquel cuyos ojos estén fijos en Jesús, lo
abandonará todo. Morirá al egoísmo. Creerá en toda la Palabra
de Dios, que está tan gloriosa y maravillosamente exaltada en
Cristo. ( 4)
Es privilegio de todo cristiano no sólo esperar sino apresurar
la venida de nuestro Señor Jesucristo. Si todos los que profesan
su nombre llevasen frutos para su gloria, |cuán prestamente que­
daría sembrada en el mundo la semilla del Evangelio! La últi­
ma mies maduraría rápidamente, y Cristo vendría para recoger
el precioso grano.(5)

97
4—MSV
Anunciad su Venida Sábado 2 de abril
E L MENSAJE DE LA CRUZ
Lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, por quien e! mundo me es crucificado a mí, y yo al
mundo. Gál. 6: 14.
Dios me ha dado un mensaje para sus hijos. . . Habéis sido
comprados por precio, y todo lo que tenéis y lo que sois ha de
ser usado para la gloria de Dios y para el bien de vuestros seme­
jantes. Cristo murió en la cruz para salvar al mundo que perece
en el pecado. El pide vuestra cooperación en esta obra. Habéis
de ser su mano ayudadora. Con esfuerzo fervoroso e incansable
habéis de tratar de salvar a los perdidos.(6)
El poder transformador de la gracia de Cristo modela al que
se entrega al servicio de Dios. . . Ya no puede ser indiferente
hacia las almas que perecen a su alrededor. . . Comprende que
cada parte de su ser pertenece a Cristo, quien lo redimió de la
esclavitud del pecado; que cada momento de su futuro ha sido
comprado con la preciosa sangre del unigénito Hijo de D ios.(7)
¿Apreciáis tan profundamente el sacrificio hecho en el Calva­
rio que estáis dispuestos a subordinar todo otro interés a la obra
de salvar almas? El mismo intenso anhelo de salvar a los peca­
dores que señaló la vida del Salvador se nota en la de su ver­
dadero discípulo. El cristiano no desea vivir para sí. Se deleita
en consagrar al servicio del Maestro todo lo que posee y es. Le
impulsa el deseo inefable de ganar almas para Cristo.(8)
¿Cómo puedo glorificar mejor a Aquel a quien pertenezco
por creación y por redención? Esta es la pregunta que debemos
hacernos. Con ansiosa solicitud, aquel que está verdaderamente
convertido trata de rescatar a los que todavía están bajo el poder
de Satanás. . .
Nos queda ahora apenas poco tiempo en el cual preparar­
nos para la eternidad. . . La gente necesita la verdad, y hay
que comunicársela mediante esfuerzos fervorosos y fieles. Hay
que buscar a las almas, orar y trabajar por ellas. Deben hacérSe
fervorosos llamados, y ofrecerse fervientes oraciones. (8)
Sobre nosotros descansa la pesada responsabilidad de amo­
nestar al mundo de su inminente destrucción. . . Dios llama
a su iglesia para que se levante y se vista de poder. Deben ga­
narse coronas inmortales; el reino de los cielos debe ser conquis­
tado; el mundo que perece en la ignorancia ha de ser ilumi­
nado^10)

. ( a Q-»
" '“ P m L- v Y ’ *■ i

f ........ ,7
Anunciad su Venida Domingo 3 de abril
MOTIVADOS POR EL AMOR
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que
ama a Dios, ame también a su hermano. 1 Juan 4:21.
El amor es la base de la piedad. Cualquiera que sea la pro­
fesión que se haga, nadie tiene amor puro para con Dios a menos
que tenga amor abnegado para con su hermano. . . Cuando el
yo está sumergido en Cristo, el amor brota espontáneamente. La
plenitud del carácter cristiano se alcanza cuando el impulso a ayu­
dar y beneficiar a otros brota constantemente de adentro, cuando
la luz del cielo llena el corazón y se revela en el semblante. . .
Relacionados con Cristo, estamos relacionados con nuestros
semejantes por los áureos eslabones de la cadena del amor. En­
tonces la piedad y la compasión de Cristo se manifestarán en
nuestra vida. No esperaremos que se nos traigan los menesterosos
e infortunados. No necesitaremos que se nos suplique para
sentir las desgracias ajenas. Será para nosotros tan natural minis­
trar a los menesterosos y dolientes como lo fue para Cristo andar
haciendo bienes. . .
La gloria del cielo consiste en elevar a los caídos, consolar
a los angustiados. . . Dios no reconoce ninguna distinción
por causa de la nacionalidad, la raza o la casta. Es el Hacedor
de toda la humanidad. Todos los ‘hombres son una familia por
la creación, y todos son uno por la redención. Cristo vino para
demoler todo muro de separación, para abrir todo departamento
del templo, para que cada alma pudiese tener libre acceso a Dios.
Su amor es tan amplio, tan profundo, tan completo, que penetra
por doquiera. Libra de la influencia de Satanás a las pobres almas
que han sido seducidas por sus engaños. Las coloca al alcance
del trono de Dios, el trono circuido por el arco de la promesa. . .
Cristo está tratando de elevar a todos aquellos que quie­
ran ser elevados a un compañerismo consigo, para que podamos
ser uno con él, como él es uno con el Padre. Nos permite llegar
a relacionarnos con el sufrimiento y la calamidad a fin de sacar­
nos de nuestro egoísmo; trata de desarrollar en nosotros los atri­
butos de su carácter: la compasión, la ternura y el amor. . .
“Si guardares mi ordenanza —declara el Señor—, entre éstos
que aquí están te daré lugar” (Zac. 3: 7 ), aun entre los ángeles
que rodean su trono. Cooperando con los seres celestiales en su
obra en la tierra, nos estamos preparando para su compañía en
el cielo. ( 11)

99
Anunciad su Venida
y Lunes 4 de abril
E L TESTIMONIO EMPIEZA POR CASA
Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras
hijas como esquinas labradas como la de un palacio. Sal. 144: 12.
Nuestra obra por Cristo debe comenzar con la familia, en el
hogar. . . No hay campo misionero más importante que éste. ( 12)
Dichosos los padres cuya vida es un reflejo fiel de la vida
divina, de modo que las promesas y los mandamientos de Dios
! despierten en los hijos gratitud y. reverencia; dichosos los pa­
dres cuya ternura, justicia y longanimidad interpreten fielmente
¡ para el niño el amor, la justicia y la paciencia de Dios; dichosos
\ los padres que al enseñar a sus hijos a amarlos, a confiar en ellos
y a obedecerles, les enseñan a amar a su Padre celestial, a con­
fiar en él y a obedecerle. Los padres que hacen a sus hijos
semejante dádiva los enriquecen con un tesoro más precioso que
los tesoros de todas las edades, un tesoro tan duradero como la
eternidad. ( ls)
Dios quiere que todo niño de tierna edad sea su hijo, adop­
tado en su familia. Por muy jóvenes que sean, pueden ser miem­
bros de la familia de la fe, y tener una experiencia muy preciosa.
Pueden tener corazones tiernos y dispuestos a recibir impresiones
duraderas. Pueden sentir sus corazones atraídos en confianza y
amor hacia Jesús, y vivir para el Salvador. Cristo hará de ellos
pequeños misioneros. Toda la corriente de sus pensamientos pue­
de cambiarse, de manera que el pecado aparezca, no como cosa
que se pueda disfrutar, sino a la cual hay que rehuir y odiar. ( 14)
Por precepto y por ejemplo, los padres han de enseñar a sus
hijos a trabajar por los inconversos. Los niños deben ser educa­
dos de tal manera que simpaticen con los ancianos y afligidos
y traten de aliviar los sufrimientos de los pobres y angustiados. . .
Desde los primeros años debe inculcárseles la abnegación y el
sacrificio en favor del bienestar ajeno y del progreso de la causa
de Cristo, a fin de que sean colaboradores con Dios. . .
Dios quiere que las familias de la tierra sean un símbolo de
la familia celestial. Los hogares cristianos, establecidos y dirigi­
dos de acuerdo con el plan de Dios, se cuentan entre sus agentes
más eficaces para formar el carácter cristiano y para adelantar
su obra. ( 16)

100
V

Anunciad su Venida Martes 5 de abril


UN MUNDO NECESITADO
Esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplan­
dores, y andamos en oscuridad. Isa. 59: 9.
Muchos leen las Escrituras sin comprender su verdadero sen­
tido. En todo el mundo hay hombres y mujeres que miran fija­
mente al cielo. Oraciones, lágrimas e interrogaciones brotan
de las almas anhelosas de luz en súplica de gracia y de la recep­
ción del Espíritu Santo. Muchos están en el umbral del reino
esperando únicamente ser incorporados en é l.(16)
En todas partes hay corazones que claman por algo que no
poseen. Suspiran por una fuerza que les dé dominio sobre el
pecado, una fuerza que los libre de la esclavitud del mal, una
fuerza que les dé salud, vida y paz. Muchos que en otro tiempo
conocieron el poder de la Palabra de Dios, han vivido en luga­
res donde no se reconoce a Dios y ansian la presencia divina.
El mundo necesita hoy lo que necesitaba mil novecientos
años atrás, esto es, una revelación de Cristo. Se requiere una gran
obra de reforma y sólo mediante la gracia de Cristo podrá reali­
zarse esa obra de restauración física, mental y espiritual.
Sólo el método de'Cn^O 'SETá^ qiTé'dárá éxito para llegar
a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien
deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus ne­
cesidades y se ganaba su confianza. Entonces les- decía: “Se­
guidme”.
Es necesario acercarse a la gente por medio del esfuerzo
personal. . . Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfer­
mos, consolar a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes
y aconsejar a los inexpertos. Hemos de llorar con los que lloran
y regocijamos con los que se regocijan. Acompañada del poder
de persuasión, del poder de la oráción, del poder del amor de
Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa. ( 17)
Los seres celestiales aguardan para cooperar con los agentes
humanos, a fin de revelar al mundo lo que pueden llegar a ser los
humanos, y lo que, mediante la unión con lo divino, puede lle­
varse a cabo para la salvación de las almas que están a punto
de perecer. No tiene límite la utilidad de quien, poniendo el yo
a un lado, da lugar a la obra d ’ ” ' ° ‘ en su corazón
y lleva una vida dedicada por co

101
Anunciad su Venida Miércoles 6 de abril
ENSEÑANDO DE CASA EN CASA
Nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y ense­
ñaros, públicamente y por las casas. Hech. 20: 20.
Los miembros de nuestras iglesias deben hacer más trabajo
de casa en casa, dando estudios bíblicos y repartiendo impresos. ..
Al sembrar junto a todas las aguas, experimentaremos que "el
que siembra generosamente, generosamente también segará”
(2 Cor. 9 :6 ) .
El ejemplo de Cristo debe ser seguido por los que dicen ser
sus hijos. Socorred a los desvalidos; su agradecimiento derribará
las barreras y os permitirá alcanzar su corazón...
Las mujeres, tanto como los hombres, pueden sembrar la
verdad. . . Pueden realizar en las familias una obra que los hom­
bres no pueden hacer, una obra que penetra hasta la vida inte­
rior. Pueden acercarse a los corazones de personas a las cuales
los hombres no pueden alcanzar. Su cooperación es necesaria.
Las mujeres discretas y humildes pueden hacer una obra buena
al explicar la verdad en los hogares. Así explicada, la Palabra de
Dios obrará como una levadura, y familias enteras serán con­
vertidas. ..
En el círculo de la familia, en el hogar de vuestro vecino,
a la cabecera del enfermo, podéis con serenidad leer las Escri­
turas y decir una palabra en favor de Jesús y de la verdad. Así
será sembrada la preciosa semilla que. . . brotará y dará fruto.
Debe hacerse obra misionera en muchos lugares que apa­
rentemente prometen poco resultado. El espíritu misionero debe
posesionarse de nuestras almas e impulsarnos a alcanzar cierta
clase de personas en las que no habíamos pensado, y a trabajar
en lugares y con recursos que no hubiésemos imaginado siquiera.
E l Señor tiene su plan para esparcir la semilla del Evangelio.
Sembrando según su voluntad, multiplicaremos la semilla en tales
proporciones que su Palabra podrá alcanzar a millones de per­
sonas que aún no han oído la verdad. ( 19)
Miríadas y miríadas de ángeles están listos para colaborar
con los miembros de nuestras iglesias para comunicar la luz que
Dios impartió generosamente para preparar a un pueblo para la
venida de Jesús. ( 20)
Nuestras hermanas, las jóvenes, las de edad madura y las
ancianas, pueden desempeñar una parte en la terminación de la
obra para este tiempo; y al hacerlo, a medida que tienen opor­
tunidad, obtendrán una experiencia del valor más alto. Al olvi­
darse del yo crecerán en la gracia. ( 21)
102
Anunciad su Venida Jueves 7 de abril
TESTIMONIO D E CORAZON A CORAZON
Porque de tal manera amó Dios ai mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna. Ju an 3: 16.
¿Por qué todos los que dicen amar a Dios no tratan de
( iluminar a sus vecinos y conocidos para que no descuiden esta
gran salvación? Cristo se entregó a sí mismo para padecer una
muerte de vergüenza y angustia, poniendo así de manifiesto el
gran sufrimiento de su alma por la salvación de los que estaban
a punto de perecer. Cristo puede, desea y anhela salvar a todos
los que acuden a él. Hablad a las almas que están en peligro e
inducidlas a contemplar a Jesús en la cruz, mientras muere pa­
ra poder perdonar. Hablad al pecador con el corazón rebosante
del tierno y compasivo amor de Cristo. Haya profundo fervor,
pero que no se oiga una sola nota áspera o estridente de parte
del que está tratando de ganar al alma para que mire y viva.
Consagrad primero vuestra propia alma a Dios. Al contem­
plar a vuestro Intercesor en el cielo, permitid que se quebrante
vuestro corazón. Entonces, enternecidos y subyugados, podréis
dirigiros a los pecadores que se arrepienten como quienes han
experimentado el poder del amor redentor. Orad con esas almas,
llevándolas por fe al pie de la cruz; elevad sus mentes junto
con la vuestra, para que contemplen con el ojo de la fe lo que
vosotros miráis, es decir, a Jesús, el Portador del pecado. Apartad
sus miradas de su pobre yo pecaminoso para que miren al Sal­
vador, y la victoria estará ganada. Contemplarán entonces por
sí mismos al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Verán el Camino, la Verdad y la Vida. E l Sol de Justicia derra­
mará sus refulgentes rayos en su corazón. La fuerte corriente del
amor redentor inundará el alma resfca y sedienta, y el pecador
será salvo para Jesucristo.
Cristo crucificado: Hablad, orad, cantad acerca de él, y él
quebrantará y ganará corazones. Este es el poder y la sabiduría
ne Dios para conquistar almas para Cristo. Las frases hechas,
formales, la presentación de asuntos meramente argumentativos,
harán poco bien. Cuando el enternecedor amor de Dios se en­
cuentra en los corazones de los obreros, aquellos por quienes ellos
trabajan lo perciben. Las almas están sedientas del agua de la
vida. No seáis cisternas vacías. Si les reveláis el amor de Cristo,
podréis guiar a las almas habrientas y sedientas a Jesús, y él
les dará el pan de vida y el agua de salvación. ( 22)
Anunciad su Venida Viernes 8 de abril
¡TOCAD LA ALARMA!
Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiem ­
blen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de
Jehová, porque está cercano. Jo e l 2 :1 .
Ahora debemos concentrar nuestra atención en las cosas que
conciernen a nuestro bienestar eterno. No podemos dar a las
cosas celestiales el segundo lugar... Los juicios de Dios están en
la tierra. Dirigen una solemne amonestación diciendo: “También
vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a
la hora que no pensáis” (Mat. 2 4 :4 4 ).
Hay muchos, muchos en nuestras iglesias que saben poco del
verdadero significado de la verdad para este tiempo. Yo los ex­
horto a no descuidar el cumplimiento de las señales de los tiem­
pos, que dicen tan claramente que el fin está cerca. ¡Oh, cuán­
tos que no han procurado la salvación de su alma emitirán pron­
to esta amarga queja: “Pasó la .siega, terminó el verano, y mi
alma no está salvada”!
Estamos viviendo durante las escenas finales de la historia
de esta tierra. La profecía se cumple rápidamente. El tiempo
de prueba está pasando velozmente. No tenemos tiempo que per­
der, ni un solo momento. Nadie debe encontrarnos durmiendo
en nuestro puesto. Nadie debe decir en su corazón o por medio
de sus obras: “Mi Señor tarda en venir”. Resuene en fervientes
palabras de amonestación el mensaje del pronto retorno de Cristo.
Persuadamos a hombres y mujeres por doquier que se arrepientan
y huyan de la ira venidera. Instémoslos a prepararse inmediata­
mente. .. Salgan predicadores y miembros laicos a los campos
maduros. Hallarán su mies doquiera proclamen las olvidadas
verdades de la Biblia. Hallarán a los que han de aceptar la ver­
dad y han de dedicar sus vidas a ganar almas para Cristo.
El Señor viene pronto, y debemos estar preparados para sa­
lir a su encuentro en paz. Resolvamos hacer todo lo que podamos
para impartir luz a los que nos rodean. No debemos estar tristes,
sino gozosos, y debemos tener al Señor Jesús siempre delante
de nosotros... Debemos estar listos y esperar su venida. ¡Cuán
glorioso será verle y recibir la bienvenida como sus redimidos!
Hemos esperado mucho, pero nuestra fe no debe menguar. Si sólo
podemos ver al Rey en su hermosura, seremos benditos para siem­
pre. Siento que debo gritar: “¡Al hogar!” Se acerca el tiempo
cuando Cristo vendrá con poder y gran gloria para llevar a sus
redimidos a su eterno hogar. ( 23)

104
/
Anunciad su Venida Sábado 9 de abril
EL MENSAJE ESPECIAL D E DIOS PARA HOY
La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues,
las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
Rom. 13: 12.
En un tiempo como éste deberíamos tener un solo objetivo
en vista: Emplear todo medio que Dios ha provisto para sem­
brar la verdad en los corazones de los hombres... Es deber de
todo cristiano esforzarse al máximo para difundir el conocimiento
de la verdad. ( 24)
Dios ha esperado largo tiempo, y todavía está esperando,
que los seres que son suyos por creación y por redención escuchen
su voz y le obedezcan como hijos amantes y dóciles que desean
estar cerca de él y que la luz de su semblante los ilumine. Debe­
mos llevar al mundo el mensaje del tercer ángel, amonestando
a los hombres que no adoren a la bestia ni a su imagen, e invi­
tándolos a tomar ubicación entre los que “guardan los manda­
mientos de Dios y la fe de Jesús” (Apoc. 14: 12). Dios no nos
ha revelado cuándo terminará este mensaje o cuándo concluirá
el tiempo de gracia... Nuestro deber consiste en velar, trabajar
y esperar, y trabajar continuamente por las almas de los hombres
que están a punto de perecer...
Ahora mismo debemos velar, trabajar y esperar... El fin de
todas las cosas se acerca... El Espíritu del Señor está obrando
para tomar la verdad de la Palabra inspirada y grabarla en el
alma, de modo que los profesos seguidores de Cristo, tengan un
gozo santo y sagrado que puedan impartir a los demás. E l mo­
mento oportuno para realizar nuestra obra es ahora, ahora mismo,
entre tanto que el dír dura...
Se necesita un te "'monio más profundo, más decidido, más
convincente del poder de la verdad, manifestado en la piedad
práctica de los que profesan creerla...
Debemos tener la verdad implantada en el corazón, y debe­
mos enseñarla a los demás tal como es en Jesús. El mundo está
pasando por un período muy solemne, porque las almas están
decidiendo cuál será su destino eterno. Satanás y sus ángeles están
conspirando continuamente para invalidar la ley de Dios y escla­
vizar de esa manera las almas de los hombres mediante los afa­
nes del pecado. La oscuridad que cubre la tierra es cada vez
más densa, pero los que andan humildemente con Dios no tienen
nada que temer. ( 25)

105
Anunciad su Venida Domingo 10 de abril
UN TIEM PO D E DECISION
Escogeos hoy a quién sirváis. Jos. 24: 15.
Hoy el mundo está loco: Una demencia se ha apoderado de
hombres y mujeres, y los está precipitando hacia la ruina eterna.
Prevalece toda clase de complacencia, y los hombres se han in­
fatuado tanto con el vicio que no escuchan llamados ni amones­
taciones.
E l Señor dice a los habitantes de la tierra: “Escogeos hoy a
quién sirváis”. Todos están decidiendo ahora su destino eterno.
Los hombres necesitan que se les haga comprender la solemnidad
de la hora, la cercanía del día cuando terminará el tiempo de
prueba. Dios no le da a nadie el mensaje de que pasarán cinco,
diez o veinte años antes que termine la historia de esta tierra.
No quiere dar excusa a ningún ser viviente para demorar la
preparación para su advenimiento. No quiere que nadie diga,
como el siervo infiel: “Mi Señor tarda en venir”, pues esto con­
duce al temerario descuido de las oportunidades y los privilegios
que se nos dan a fin de que nos preparemos para ese gran día.
Todo aquel que pretende ser siervo de Dios, está llamado a
prestar servicio como si cada día fuera el últim o...
Hablad de la pronta aparición del Hijo del hombre en las
nubes del cielo con poder y gran gloria. No posterguéis aquel
d ía.. .
Esta es la gran preocupación que cada cual debe sentir.
¿Están perdonados mis pecados? ¿Ha quitado mi culpa Cristo, el
Portador del pecado? ¿Tengo yo un corazón limpio, purificado
por la justicia de Cristo? ¡Ay del alma que no esté buscando
refugio en Cristo! ¡Ay de los que de alguna manera apartan la
mente de la obra e inducen a alguna alma a ser menos vigilante
ahora.. .
La gran obra de la cual no debiéramos desviar nuestra men­
te consiste en averiguar cuál es nuestra situación personal frente
a Dios. ¿Están asentados nuestros pies sobre la Roca de los
siglos? ¿Nos estamos escondiendo en el único Refugio? La tor­
menta se avecina con furia implacable. ¿Estamos preparados pa­
ra hacerle frente? ¿Somos uno con Cristo así como él es uno con
el Padre? ¿Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo? . . .
El carácter de Cristo debe ser el nuestro. Debemos ser trans­
formados por la renovación de nuestro corazón. En esto consiste
nuestra única seguridad. Nada puede separar a un cristiano vi­
viente de Dios. ( 26)

106
Anunciad su Venida Lunes 11 de abril
VIVIR PARA SALVAR A OTROS
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Luc. 9: 23.
E l pecado más difundido que nos separa de Dios y provoca
tantos trastornos espirituales contagiosos, es el egoísmo. No se
puede volver al Señor excepto mediante la abnegación. Por nos­
otros mismos no podemos hacer nada; pero si Dios nos fortalece,
podemos vivir para hacer bien a otros, y de esta manera rehuir
el mal del egoísmo. No necesitamos ir a tierras paganas para
manifestar nuestros deseos de consagrarlo todo a Dios en una
vida útil y abnegada. Debemos hacer esto en el círculo del
hogar, en la iglesia, entre aquellos con quienes tratamos y con
aquellos con quienes hacemos negocios. En las mismas vocacio­
nes comunes de la vida es donde se ha de negar al yo y man­
tenerlo en sujeción.
Pablo podía decir: “Cada día muero” (1 Cor. 15: 31). Es esa
muerte diaria del yo en las pequeñas transacciones de la vida lo
que nos hace vencedores. Debemos olvidar el yo por el deseo de
hacer bien a otros. A muchos les falta decididamente amor por
los demás. En vez de cumplir fielmente su deber, procuran más
bien su propio placer.
Dios impone positivamente a todos los que le siguen el deber
de beneficiar a otros con su influencia y recursos, y de procurar
de él la sabiduría que los habilitará para hacer todo lo que esté
en su poder para elevar los pensamientos y los afectos de aquellos
sobre quienes pueden ejercer su influencia. Al obrar por los de­
más, se experimentará una dulce satisfacción, una paz íntima que
será suficiente recompensa. Cuando estén movidos por un eleva­
do y noble deseo de hacer bien a otros, hallarán verdadera feli­
cidad en el cumplimiento de los múltiples deberes de la vida. Esto
les proporcionará algo más que una recompensa terrenal; porque
todo cumplimiento fiel y abnegado del deber es notado por los
ángeles, y resplandece en el registro de la vida.
En el cielo nadie pensará en sí mismo, ni buscará su propio
placer; sino que todos, por amor puro y genuino, procurarán la
Felicidad de los seres celestiales que los rodeen. Si deseamos dis­
frutar de la sociedad celestial en la tierra renovada, debemos ser
gobernados aquí por los principios celestiales. ( 27)
La mayor obra que puede hacerse en nuestro mundo consis­
te en glorificar a Dios viviendo el carácter de Cristo. ( 28)

107
i
Anunciad su Venida Martes 12 de abril
LA SENDA D E LA VIDA
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y
espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los
que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Mat. 7: 13, 14.
Cristo nos invita a entrar en la senda angosta, donde cada
paso significa abnegación. Nos invita a estar de pie sobre la pla­
taforma de la verdad eterna y luchar tesoneramente por la fe
dada una vez a los santos...
Al acercarnos al tiempo cuando los principados, las potesta­
des y las huestes espirituales de maldad que se encuentran en
las regiones celestiales sean lanzados de lleno en su lucha con­
tra la verdad, cuando el poder engañoso de Satanás sea tan gran­
de que trate de seducir, si fuere posible, a los mismos elegidos,
nuestro entendimiento debe ser aguzado mediante la iluminación
divina a fin de que los artificios de Satanás no nos resulten desco­
nocidos. Todo el tesoro del cielo está a nuestra disposición para
que preparemos el camino del Señor. Al darnos la cooperación de
los santos ángeles, Dios ha hecho posible que nuestra obra sea un
éxito maravilloso y glorioso. Pero rara vez el éxito será el resulta­
do del esfuerzo esporádico. Se requiere la influencia conjunta de
todos los miembros de la iglesia.
L a iglesia necesita hoy hombres que, como Enoc, caminen
Í con Dios, y revelen a Cristo al mundo. Los miembros de iglesia
necesitan alcanzar una norma más elevada. Los mensajeros celes­
tiales están esperando para comunicarse con los que han anula­
do el yo, cuyas vidas son un cumplimiento de las palabras: “Ya
no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se en­
tregó a sí mismo por mí” (Gál. 2: 20). De tales hombres y mu­
jeres debe estar compuesta la iglesia antes que su luz pueda
alumbrar al mundo con rayos claros y nítidos. Nuestro concepto
del Sol de justicia está oscurecido por el egoísmo. Cristo es cru­
cificado de nuevo por mudhos que por su complacencia propia
permiten que Satanás los domine.. .
Es el propósito de Dios que todos sean probados para ver si
son leales o desleales a las leyes que gobiernan el reino de los
cielos. Hasta el fin Dios le permite a Satanás manifestarse como
mentiroso, acusador y homicida. De esa manera el triunfo final
de su pueblo llega a ser más señalado, más glorioso. ( 28)

108
Anunciad su Venida Miércoles 13 de abril
SOCIOS DE CRISTO
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi,
y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada
podéis hacer. Ju an 15: 5.
|E1 fin está cerca! Dios invita a la iglesia a poner en orden
las cosas que quedan. Colaboradores de Dios, estáis facultados
por el Señor para llevar a otros al reino. Habéis de ser los agen­
tes vivos de Dios, conductos de luz para el mundo, y en derre­
dor vuestro hay ángeles del cielo, enviados por Cristo para sos­
teneros y fortaleceros mientras trabajáis por la salvación de las
almas...
Destacaos como separados y distintos del mundo, como per­
sonas que están en el mundo, pero que no son de él, y reflejad
los brillantes rayos del Sol de justicia, siendo puros, santos y sin
contaminación, y haciendo brillar con fe la luz en todos los
caminos y vallados de la tierra.
Despiértense las iglesias antes que sea eternamente dema­
siado tarde. Asuma cada miembro su obra individual y vindique
el nombre del Señor, que lleva sobre sí. Que la fe sana y la fer­
viente piedad reemplacen la pereza y la incredulidad. Cuando la
fe eche mano de Cristo, la verdad deleitará el alma y los ser­
vicios religiosos no serán áridos ni carentes de interés... Diaria­
mente tendréis una rica experiencia mientras practiquéis el cris­
tianismo que profesáis. Se convertirán los pecadores...
|Ojalá que todos se despertaran y manifiestasen al mundo
que su fe es una fe viva, que aguarda al mundo una crisis vital
y que Jesús vendrá pronto! Dejemos ver a los hombres que cree­
mos estar en los límites del mundo eterno.
La edificación del reino de Dios queda rezagada o fomentada
de acuerdo con la infidelidad o la fidelidad de los agentes huma­
nos. La obra queda estorbada cuando los agentes humanos no
cooperan con los agentes divinos. Los hombres pueden orar:
"Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así tam­
bién en la tierra” (Mat. 6: 10); pero si en su vida no actúan de
acuerdo con su oración, sus peticiones serán infructuosas. Pero
aunque seamos débiles, sujetos a error y pecado, el Señor nos
ofrece asociamos con él. Nos invita a colocarnos bajo la instruc­
ción divina. Uniéndonos con Cristo, podemos realizar las obras
de Dios. “Separados de mí —dijo Cristo— nada podéis hacer”. ( 30)

Líw ^ w

109
Anunciad su Venida Jueves 14 de abril
REPRESENTANTES D EL SALVADOR
Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles;
para que en lo que murmuran de vosotros como de malhecho­
res, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, a] considerar
vuestras buenas obras. 1 Ped. 2: 12.
Dios espera de los que llevan el nombre de Cristo, que lo
representen. . .
Los seguidores de Cristo han de estar separados del mundo
en sus principios e intereses; pero no deben aislarse del mundo.
El Salvador trataba constantemente con los hombres, no para
alentarlos en cosa alguna que no estuviese de acuerdo con la
voluntad de Dios, sino para elevarlos y ennoblecerlos. “Me san­
tifico. . . —declaró— para que también ellos sean santificados”
(Juan 17: 19). Así también el cristiano ha de morar entre los}
hombres, a fin de que el sabor del amor divino pueda ser como
la sal para preservar el mundo de la corrupción. . .
Lo que mucho necesitamos es el poder de una vida más ele­
vada, más pura y más noble. El mundo está observando para ver
qué frutos llevan los que profesáíTsér cristianos. Tiene derecho
a esperar abnegación y sacrificio de los que creen en la verdad
avanzada. Está observando, listo para criticar aguda y severa-^
mente nuestras palabras y acciones. . . En la mente de todos)
aquellos con quienes debemos tratar, se están haciendo constan­
temente impresiones favorables o no de la religión de la Biblia.
Y Dios y los ángeles están observando. El desea que sus hijos
demuestren por su vida la ventaja que sobre la mundanalidad
tiene el cristianismo; que demuestren que están trabajando en un
plano elevado y santo. El anhela verlos manifestar que la verdad
recibida los ha hecho hijos del Rey celestial. Anhela hacerlos
conductos por los cuales pueda derramar su ilimitado amor y mi­
sericordia.
Cristo está aguardando con deseo anhelante la manifestación
de sí mismo en su iglesia. Cuando el carácter de Cristo se repro­
duzca perfectamente en su pueblo, entonces vendrá a buscar a
los suyos. Es privilegio de todo cristiano, no solamente esperar
la venida de nuestro Señor, sino también apresurarla. Si todos los
que profesan su nombre estuviesen llevando frutos para su gloria,
¡cuán prestamente se sembrarían en todo el mundo las semillas
del Evangelio! ¡Con cuánta presteza maduraría la última gran
mies, y vendría Cristo! ( 31)
« a X íx P *
tUU- ^V’S /
1/
Anunciad su Venida Viernes 15 de abril
UN CARACTER QUE EL MUNDO RECONOZCA
Para que seáis irreprensibles y sencillas, hijos de Dios sin man­
cha en medio de una generación maligna y perversa, en medio
de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. Fil. 2: 15.
Es el propósito de Dios manifestar por medio de su pueblo
los principios de su reino. A fin de que en su vida y su carácter
se revelen estos principios, desea separarlos de las costumbres, los
hábitos y las prácticas del mundo. . . Al contemplar la bondad,
la misericordia y el amor de Dios revelados en su iglesia, el
mundo ha de tener una representación de su carácter. Cuando
la ley de Dios quede así ejemplificada en la vida, el mundo mismo
reconocerá la superioridad de los que aman, temen y sirven a
Dios, con respecto a cualquier otro pueblo del mundo.
Los adventistas del séptimo día, por sobre todos los pueblos,
deben ser modelos de piedad, santos en su corazón y su conver-
sación. A ellos han sido confiadas las verdades más solemnes
que se hayan dado alguna vez a los mortales. Toda dotación de
gracia, poder y eficiencia ha sido provista liberalmente. Ellos
esperan el pronto regreso de Cristo en las nubes de los cielos.
El que den al mundo la impresión de que su fe no es una fuerza
dominante en sus vidas, deshonra grandemente al Señor.
Debido al creciente poder de las tentaciones de Satanás, los
tiempos en los cuales vivimos están llenos de peligros para los
hijos de Dios, y necesitamos aprender constantemente del gran
Maestro, a fin de que podamos dar todo paso con seguridad y
justicia. Nos esperan escenas maravillosas; y en este tiempo debe
manifestarse en la vida del profeso pueblo de Dios un testimonio
vivo, a fin de que el mundo pueda ver que en estos tiempos en
que el mal reina por todos lados, hay todavía un pueblo que
pone a un lado su voluntad y procura hacer la de Dios, un
pueblo en cuyo corazón y vida está* escrita la ley divina. . .
Sus pensamientos han de ser puros, sus palabras nobles y
elevadoras. La religión de Cristo se ha de entretejer con todo
lo que hagan y digan. Han de ser un pueblo santificado, purificado,
santo, que comunique la luz a todos aquellos con quienes lle­
guen a tratar. Es propósito de Dios, que ejemplificando la ver-
fiad en sus vidas, sean una alabanza en la tierra. La gracia de
Cristo basta para producjr esta ( 32)

'^(ÍSaílL
111
V
Anunciad su Venida Sábado 16 de abril
E L TESTIMONIO QUE E L MUNDO NECESITA
Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones,
conocidas y leídas por todos los hombres. 2 Cor. 3 :2 .
La transformación del carácter ha de atestiguar al mundo que
el amor de Cristo mora en nosotros. El Señor espera que su
pueblo demuestre que el poder redentor de la gracia puede obrar
en el carácter deficiente, y desarrollarlo simétricamente para
que lleve abundante fruto.------------------------------------------- -
Pero a fin de que cumplamos el propósito de Dios, debe
4 hacerse una obra preparatoria. E l Señor nos ordena que despoje-
( mqs nuestro corazón del egoísmo, que es la raíz del enajenamiento.
El anhela derramar sobre nosotros su Espíritu Santo en abundan­
te medida, y nos ordena que limpiemos el camino por el renun­
ciamiento. Cuando entreguemos el yo a Dios, nuestros ojos serán
abiertos para ver las piedras de tropiezo que nuestra falta de
cristianismo ha colocado en el camino ajeno. Dios nos ordena
que las eliminemos todas. Dice: “Confesaos vuestras ofensas
unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados” (Sant.
5: 16). Entonces podemos tener la seguridad que tuvo David,
cuando después de haber confesado su pecado oró: “Vuélveme
el gozo de tu salvación, y el espíritu i)oble me sustente. Enton­
ces enseñaré a los transgresores tus cañímás; y los pecadores se
convertirán a ti” (Sal. 51: 12, 13).
Cuando la gracia de Dios reine en el interior, el alma que­
dará rodeada de una atmósfera de fe y valor, y de un amor como
el de Cristo, una atmósfera que vigorizará la vida espiritual de ¿
todos los que la inhalen. . . Todo aquel que participe del amor
perdonador de Cristo, todo aquel que haya sido iluminado por el
Espíritu de Dios y convertido a la verdad, sentirá que, en virtud
de estas bendiciones preciosas, tiene una deuda para con toda
alma con la cual llegue a tratar. E l Señor utilizará a los que- son
de corazón humilde para alcanzar las almas que no pueden alcan-
zar los ministros ordenados. Serán inducidos a pronunciar^pala­
bras que revelarán la gracia salvadora de Cristo. ___
T al beneficiar a otros, serán beneficiados ellos mismos. Dios
nos da oportunidad de impartir gracia, a fin de que pueda él vol­
vernos a llenar con un aumento de su gracia. La esperanza y
la fe se fortalecerán a medida que el agente de Dios obre con
los talentos y facilidades con que Dios lo ha provisto. Obrará con
él un instrumento divino. ( 33)
Anunciad su Venida Domingo 17 de abril
CUANDO DIOS CUBRE LAS DEFICIENCIAS
Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos tam­
bién a que no recibáis en vano la gracia de Dios. 2 Cor. 6 :1 .
Debemos participar en la obra de Dios en todo el mundo;
doquiera haya almas que salvar, debemos prestar nuestra ayuda,
para que muchos hijos e hijas puedan ser traídos a Dios. El está
cerca y por esto debemos aprovechar al máximo toda habilidad
que se nos haya confiado y todo medio que ofrezca ayuda para
la obra. ( 34)
Cómo se sentirán los ángeles al ver que el fin se acerca
mientras muchos de aquellos a quienes se ha confiado el último
mensaje de misericordia se apiñan para asistir a reuniones en
beneficio de sus propias almas, y se sienten insatisfechos si no
hay tanta predicación, mientras se preocupan poco por la sal­
vación de los demás y están haciendo poco en este sentido tam­
bién. Todos los que están realmente unidos con Cristo por medio
de una fe viviente, serán participantes de la naturaleza divina.
Estarán constantemente recibiendo de él vida espiritual, y no
podrán permanecer silenciosos.
La vida siempre se manifiesta mediante la acción. Si el co-
razón está vivo, enviará sangre a todajr "las- partes del cuerpo.
Los que tengan el corazón lleno de vida espiritual no necesita­
rán que se los inste para que lo revelen. La vida divina surgirá
de ellos en ricos raudales de gracia. Al orar, al hablar y al tra­
bajar, glorifican a Dios. ( 35)
No es el más brillante ni el más talentoso aquel cuya obra
produce los resultados más grandes y más duraderos. ¿Quiénes
son los obreros más eficientes? Los que responden a la invitación:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón” (Mat. 11: 29).
Si los hombres a quienes Dios ha< confiado talentos intelectua­
les se niegan a usar esos dones para su gloria, después de probar­
los los dejará que sigan su camino y tomará hombres que no pa­
recen estar tan ricamente dotados, que no tienen tanta confianza
propia, y hará fuertes de los débiles porque confían en que Dios
hará lo que ellos no pueden hacer por sí mismos. Dios aceptará
el servicio prestado de todo corazón, y cubrirá las deficiencias. ( 38)
Los ángeles están atentos para oír qué clase de informe dáis
al mundo acerca de vuestro Señor. ( 37)

____
113

I
Anunciad su Venida Lunes 18 de abril
PREDICACION PODEROSA
En aquellos días vino Ju an el Bautista predicando en el desierto
de Judea, y diciendo: Arrepentios, porque el reino de los cielos
se ha acercado. Mat. 3: 1, 2.
Juan el Bautista durante su vida en el desierto aprendió de
Dios. Estudiaba las revelaciones de Dios en la naturaleza.
Bajo la dirección del Espíritu divino, estudiaba los rollos de
los profetas. De día y de noche estudiaba a Cristo; él era su
meditación; hasta que su mente, su corazón y su alma estaban
llenos de la gloriosa visión.
Contemplaba al Rey en su hermosura, y perdía de vista al
yo. Consideraba la majestad de la santidad, y reconocía su inca­
pacidad e indignidad. Debía anunciar el mensaje de Dios. Debía
permanecer de pie con el poder y la justicia de Dios. Estaba
listo para salir como mensajero del Cielo, impávido frente a los
hombres, porque había contemplado al Divino. Podía compare­
cer sin temor frente a los monarcas terrenales, porque se había
inclinado tembloroso ante el Rey de reyes.
Juan proclamó su mensaje sin recurrir a argumentos com­
plicados ni teorías alambicadas. Sorprendente y enérgica, pero
llena de esperanza, su voz se oyó en el desierto diciendo: “Arre­
pentios, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mat. 3: 2 ).
Conmovió a la gente con un poder nuevo y extraño. Toda la
nación fue sacudida. Multitudes acudían al desierto. . . Y todos,
aun los fariseos y los saduceos, los fríos e indiferentes burladores,
se retiraban con su burla acallada y el corazón herido por el
sentimiento de sus pecados. . .
En esta época, precisamente antes de la segunda venida de
Cristo en las nubes del cielo, debe hacerse una obra como la de
Juan. Dios llama a hombres para que preparen a un pueblo que
permanezca de pie en el gran día del Señor... Como pueblo
que cree en la pronta venida de Cristo, tenemos un mensaje
que dar: “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios" (Amos
4 :1 2 ). Nuestro mensaje debe ser tan directo como el de Juan.
Reprendió a reyes por su iniquidad. Aunque su vida corría pe­
ligro, no vaciló en declarar la palabra de Dios. Con la misma
fidelidad debemos hacer ahora nuestra obra.
A fin de dar un mensaje como el de Juan, debemos tener una
experiencia espiritual semejante a la suya. Debe hacerse en nos­
otros la misma obra. Debemos contemplar a Dios, y al contem­
plarlo, perder de vista al yo. (38)

114
Anunciad su Venida Martes 19 de abril
“HE AQUI E L CORDERO DE DIOS”
“He aquí el Cordero de Dios, que qui­
ta el pecado del mundo”. Ju an 1:29.
Juan tenía por naturaleza las faltas y debilidades comunes
a los seres humanos; pero el toque del amor divino lo había
transformado. Cuando, después del comienzo del ministerio de
Cristo, los discípulos de Juan fueron a él quejándose de que todos
estaban siguiendo al nuevo Maestro, Juan mostró cuán claramente
comprendía su relación con el Mesías y con cuánto gozo daba
la bienvenida a Aquel cuyo camino había preparado.
“No puede el hombre recibir nada —dijo—, si no le fuere dado
del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no
soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. . . Así pues,
este mi gozo está cumplido. Es necesario que él crezca, pero
que yo mengüe” (Juan 3: 27-30).
Al contemplar por fe al Redentor, Juan se había elevado a
la altura de la abnegación. No trataba de atraer a sí mismo a los
hombres, sino que trataba de elevar sus pensamientos cada vez
más alto, hasta que reposaran en el Cordero de Dios. E l había
sido sólo una voz, un clamor en el desierto. Ahora aceptaba con
gozo el silencio y la oscuridad, a fin de que los ojos de todos
pudieran volverse hacia la Luz de la vida.
Los que sean fieles a su vocación de mensajeros de Dios
no buscarán honra para sí mismos. El amor al yo será absorbido
por el amor a Cristo. Reconocerán que su obra consiste en pro­
clamar, como lo hizo Juan el flautista: “He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo”. Exaltarán a Jesús, y con
él la humanidad será exaltada.. .
E l alma del profeta, despojada del yo, se llenó de la luz
del Ser divino. . . Dio testimonio acerca de la gloria del Salvador.
En esta gloria de Cristo todos sus seguidores han de participar. . .
Podemos recibir la luz del cielo sólo en la medida en que estemos
dispuestos a despojarnos del yo. Podemos percibir el carácter de
Dios y aceptar a Cristo por fe sólo si estamos dispuestos a some­
ter todo pensamiento a la obediencia a Cristo. A todos los que
lo hacen, se les da el Espíritu Santo sin medida. En Cristo “ha­
bita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros
estáis completos en él” (Col. 2: 9, 1 0 ).( 39)

115
\
Anunciad su Venida Miércoles 20 de abril
E L LLAMADO D E DIOS A LA REFORMA
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elias, para ha­
cer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebel­
des a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo
bien dispuesto. Luc. 1: 17.
Juan el Bautista salió con el espíritu y el poder de Elias,
para preparar el camino del Señor, y para hacer volver el pue­
blo a la sabiduría de los justos. El fue un representante de los
que viven en estos últimos días, á quienes Dios ha confiado
verdades sagradas para presentar delante del pueblo con el
propósito de preparar el camino para la segunda aparición de
Cristo. ( 40)
Los que deben preparar el camino para la segunda venida
de Cristo están representados por el fiel Elias, así como Juan
vino en el espíritu de Elias a fin de preparar el camino para
su primera venida. El gran tema de la reforma debe ser puesto
sobre el tapete, y la mente del público debe ser sacudida. La
temperancia en todas las cosas debe estar relacionada con el
mensaje, para apartar al pueblo de Dios de su idolatría, su gloto­
nería y su extravagancia en el vestir y en otras cosas.
Debe presentarse a la gente la abnegación, la humildad y
la temperancia que se requiere de los justos, a quienes Dios guía
y bendice especialmente, en contraste con los hábitos extrava­
gantes y destructores de la salud1 de los que viven en esta época
degenerada. Dios ha mostrado que la reforma sanitaria está tan
íntimamente relacionada con el mensaje del tercer ángel como la
mano lo está con el cuerpo. No puede encontrarse en ninguna
otra cosa una causa tan grande de degeneración física y moral
como en el descuido de este importante asunto. Son culpables
ante Dios los que satisfacen sus apetitos y pasiones, y cierran
los ojos a la luz por temor de percibir complacencias pecami­
nosas que no están dispuestos a abandonar...
La Providencia ha estado dirigiendo al pueblo de Dios para
que se aparte de las costumbres extravagantes del mundo, de la
satisfacción de apetitos y pasiones, a fin de ocupar su lugar en
la plataforma de la abnegación y la temperancia en todas las
cosas. El pueblo que Dios guía debe ser peculiar. No debe ser
semejante al mundo. Pero si sigue la dirección de Dios, cumplirá
sus propósitos, y someterá su voluntad a la voluntad de Dios. Cris­
to morará en el corazón. El templo de Dios será santo. Vuestro
cuerpo, dice el apóstol, es templo del Espíritu Santo. ( 41)

116
y ^ '(/ oy* I [/■
Anunciad su Venida Jueves 21 de abril
PROMOVED LA VIDA SANA
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable
a Dios, que es vuestro culto racional. Rom. 12: 1.
Es imposible que un hombre presente su cuerpo como sa­
crificio vivo, santo y agradable a Dios, si continúa satisfaciendo
hábitos que lo están privando del vigor físico, mental y moral...
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio d é la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál
sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Rom.
1 2 :2 ) .( « )
Estamos en un mundo que se opone a la justicia o pureza
de carácter, y especialmente al crecimiento en la gracia. Doquiera
miremos, vemos contaminación, corrupción, deformidad y pecado.
¡Cómo contrasta todo esto con la obra que debe realizarse en nos­
otros precisamente antes de recibir el don de la inmortalidad!
Los escogidos de Dios deben erguirse inmaculados en medio
de las corrupciones que abundan a su alrededor en estos últimos
días. Sus cuerpos deben ser santificados, sus espíritus, puros. Si
esta obra ha de hacerse, debe ser emprendida ahora mismo, con
fervor e inteligencia. E l Espíritu de Dios debe tener perfecto
dominio, y ejercer su influencia sobre cada acto.
La reforma sanitaria es un rama de la gran obra que ha de
preparar a un pueblo para la venida del Señor. . . Los hombres
y las mujeres no pueden violar la ley natural para satisfacer ape­
tencias pervertidas y pasiones sensuales sin violar la ley de
Dios. Por lo tanto Dios ha permitido que la luz de la reforma
sanitaria resplandezca sobre nosotros para que podamos compren­
der que es pecado quebrantar las leyes que él ha incorporado en
nuestro propio ser. . .
Explicar la ley natural e instar a que se le obedezca es una
obra que acompaña al mensaje del tercer ángel. . . El propósito
de Dios consiste en que este tema sea puesto sobre el tapete y que
el público sea inducido a investigarlo, porque es imposible que
hombres y mujeres que están bajo el poder de hábitos pecami­
nosos que destruyen la salud y el vigor mental, aprecien la verdad
sagrada. ( 43)

117
Anunciad su Venida Viernes 22 de abril
LA VIRTUD DE LA ABNEGACION
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas
vive Cristo en m í; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la
fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por
mí. Gál. 2: 20.
Mediante la fe Pablo se apropió de la gracia de Cristo, y esta
gracia suplió las necesidades de su alma. Por la fe recibió el don
celestial, y lo impartió a las almas anhelosas de luz. Esta es la
experiencia que necesitamos. . . Orad por esta fe; luchad por
ella. Creed que Dios os la dará.
Hay una gran obra que hacer en nuestro mundo. No es una
quimera: Ante nosotros hay realidades vivientes. Por todas partes /
se ven las manifestaciones del poder de Satanás. Cooperemos con
ePque obra para restaurar y elevar, y no olvidemos que el que Y
¡j trabaja para Cristo debe obtener su fuerza de la Fuente de toda ^
fortaleza. . . Los cristianos necesitan pensamiento poderoso, fir- N
meza de voluntad y conocimiento que proviene del estudio de la r '
Palabra de Dios. No pueden darse el lujo de llenar la mente de
asuntos baladíes. . .
Aprended del que dijo: “Soy manso y humilde de corazón”
(Mat. 1 1 :2 9 ). Al aprender de él, hallaréis descanso. Día tras
día obtendréis experiencia en las cosas de Dios; día tras día com­
prenderéis la grandeza de su salvación y cuán gloriosa es la unión
con él. Constantemente aprenderéis mejor a vivir como Cristo,
y constantemente creceréis más a semejanza del Salvador.
Si estamos dispuestos a morir al yo y a ampliar nuestra idea
de lo que Cristo puede ser para nosotros y de lo que nosotros
podemos ser para él, si nos unimos mutuamente en los lazos del
compañerismo cristiano, Dios obrará con gran poder por medio
de nosotros. Entonces seremos santificados por la verdad. Sere­
mos realmente escogidos por Dios y estaremos dirigidos por su
Espíritu. Cada día de vida será precioso porque veremos en él
una oportunidad de usar los dones que se nos han concedido para
beneficio de los demás. ( 44)
Debemos olvidarnos de nosotros mismos en el amante servicio
Je n favor de los demás. . . Puede ser que no recordemos algunos
pactos de bondad que hayamos hecho; quizá se hayan borrado de
J nuestra memoria. Pero la eternidad revelará en todo su esplendor
/cada acto realizado por la salvación de las almas, cada palabra
\pronunciada para animar a los hijos de Dios. ( 45)

118
Anunciad su Venida Sábado 23 de abril
LA JUVENTUD, INSTRUMENTO DE DIOS
Bueno le es al hombre llevar el yu­
go desde su juventud. Lam. 3 :2 7 .
Dios llama a los jóvenes en el vigor y la fuerza de su ju­
ventud a compartir con él la abnegación, el sacrificio y el sufri­
miento. Si aceptan el llamado, los convertirá en instrumentos
suyos para salvar las almas por las cuales murió. Pero quiere
que consideren el costo y asuman su obra con pleno conoci­
miento de las condiciones bajo las cuales sirven a un Redentor
crucificado. . .
Nuestra primera obra debe consistir en poner nuestro corazón
en armonía con Dios, y entonces estaremos preparados para tra­
bajar por los demás. En lo pasado nuestros fieles obreros hacían
a menudo examen de conciencia. Se reunían para aconsejarse
mutuamente y para elevar humildes y fervientes plegarias en
procura de la dirección divina. . . La venida de Cristo está más
cerca ahora que cuando creimos. Cada día que pasa nos deja
uno menos para proclamar el mensaje de amonestación al mundo.
Ojalá hubiera hoy más ferviente intercesión delante de Dios, más
humildad, más pureza y más fe .(46)
Tenemos una grandiosa obra que hacer por el Maestro, la
de abrir la Palabra de Dios a los que están en las tinieblas del
error. Jóvenes amigos, obrad como si tuvierais un cometido sa­
grado. Debéis ser estudiosos de la Biblia, siempre listos para dar
a todo hombre que os lo demande razón de la esperanza que hay
en vosotros. Por medio de una verdadera dignidad cristiana dad
evidencia de que sabéis que tenéis una verdad que a la gente
le interesa escuchar. Si esta verdad está grabada en el alma, se
manifestará en el semblante y en el comportamiento, en un noble
y tranquilo dominio propio, y en una paz que sólo el cristiano
puede poseer. ( 47)
Aquellos que tienen humildad genuina y cuyas mentes se
han desarrollado por las verdades reveladas en el Evangelio, ejer­
cerán una influencia que podrá sentirse, producirán impresión en
las mentes y los corazones.(48)
No tengo ambición más alta que la de ver a nuestra juventud
imbuida del espíritu de la religión pura que la inducirá a tomar
la cruz y seguir al Señor. Salid, jóvenes discípulos de Cristo, re­
gidos por los principios, revestidos con los mantos de la pureza
y la justicia. Vuestro Salvador os guiará al lugar que mejor se
adapte a vuestros talentos y donde podáis ser más útiles. ( 49)

119
\Anunciad su Venida Domingo 24 de abril
UNA OBRA PARA TODAS LAS EDADES
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que
es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque
sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis
vencido al maligno. 1 Ju an 2: 14.
Hay muchas maneras en las cuales la juventud puede en­
contrar oportunidad para un esfuerzo ú til...
En esta obra final del Evangelio hay un vasto campo que
ha de ser ocupado; y, más que nunca antes, la obra consiste en
alistar ayudantes entre la gente común. Tanto los jóvenes como
los mayores serán llamados del campo, de la viña y del taller y
enviados por el Maestro para dar su mensaje. Muchos de éstos
pueden haber tenido muy poca oportunidad para educarse, pero
Cristo ve en ellos cualidades que los capacitarán para cumplir
su propósito. Si ellos ponen sus corazones en la obra y continúan
aprendiendo, él los preparará para trabajar por é l.(80)
Sean muchos o pocos vuestros talentos, recordad que lo que
tenéis es sólo un depósito que se os ha confiado. Dios os está
probando de esta manera y os da la oportunidad de demostrar
vuestra fidelidad... A él pertenecen las facultades de vuestro
cuerpo, vuestra mente y vuestra alma, y para él deben ser usa­
das. Vuestro tiempo, vuestra influencia, vuestra capacidad, vues­
tras habilidades: de todo deberéis dar cuenta a Aquel que lo
da todo. ( 61)
El joven que halla gozo y felicidad en leer la Palabra de
Dios y en la hora de la oración, es constantemente refrescado por
las corrientes de la Fuente de la vida. Alcanzará una altura de
excelencia, mora!L y una amplitud de pensamiento que otros no
pueden . La comunión cori 'DMs "estimula los buenos pen-
sarmentós",’Iás~aspiraciones nobles, la percepción clara de la ver­
dad, y los elevados propósitos de acción. Los que así ponen sus
almas en comunión con Dios son reconocidos por él como sus
hijos e hijas. Se elevan cada vez más, obteniendo visiones más
claras de Dios y de la eternidad, hasta que Dios hace de ellos
conductos de luz y de sabiduría para el mundo. ( 52)
Con semejante ejército de obreros, como el que nuestros jó­
venes, bien preparados, podría proveer, ¡cuán pronto se procla­
maría a todo el mundo el mensaje de un Salvador crucificado,
resucitado y próximo a venir! ¡Cuán pronto vendría el fin: El fin
del sufrimiento, del dolor y del pecado! ( 63)

120
/
Anunciad su Venida Lunes 25 de abril
¿POR QUE HAY TANTOS OCIOSOS?
Me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Sa­
marla, y hasta lo último de la tierra. Hech. 1 :8 .
En la comisión dada a los primeros discípulos, se hallan in­
cluidos los creyentes de todas las edades. Todo el que aceptó el
Evangelio, recibió una verdad sagrada para impartirla al mundo.
El pueblo fiel de Dios fue siempre constituido por misioneros
activos, que consagraban sus recursos al honor de su nombre y
usaban sabiamente sus talentos en su servicio.. .
Los miembros de la iglesia de Dios deben ser celosos de bue­
nas obras, renunciar a las ambiciones mundanales, y caminar en
los pasos de Aquel que anduvo haciendo bienes. Con corazones
llenos de simpatía y compasión, han de ministrar a los que ne­
cesitan ayuda, y comunicar a los pecadores el conocimiento del
amor del Salvador. Semejante trabajo requiere empeñoso esfuer­
zo, pero produce una rica recompensa. Los que se dedican a él
con sinceridad de propósito verán almas ganadas para el Salva­
dor. ..
“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga:
Ven” (Apoc. 22: 17). A toda la iglesia incumbe el deber de dar
esta invitación. Todo el que la ha oído ha de hacer repercutir
este mensaje por valles y montes: “Ven”. ..
Cientos, sí, miles que han oído el mensaje de salvación, están
todavía ociosos en la plaza, cuando podrían estar empleados en
algún ramo de servicio activo. A los tales Cristo les dice: “¿Por
qué estáis aquí todo el día desocupados?” y añade: “Id también
vosotros a la viña” (Mat. 2 0 :6 , 7 ). ¿Por qué muchos más no
responden al llamado? ¿Es porque se consideran excusados por el
hecho de no predicar desde el púlpito? Ojalá entiendan que hay
una obra que debe hacerse fuera del púlpito, por miles de con­
sagrados miembros laicos.
Largo tiempo ha esperado Dios que el espíritu de servicio
se posesione de la iglesia entera, de suerte que cada miembro
trabaje por él según su capacidad. Cuando los miembros de la
iglesia de Dios efectúen su labor señalada en los campos menes­
terosos de su país y del extranjero, en cumplimiento de la comi­
sión evangélica, pronto será amonestado el mundo entero, y el
Señor Jesús volverá a la tierra con poder y grande gloria. “Y será
predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para tes­
timonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat.
24: 1 4 ).( M)

121
Anunciad su Venida Martes 26 de abril
TODOS NUESTROS TESOROS PARA DIOS
De gracia recibisteis, dad de gracia. Mat. 10: 8.
Todo lo que los hombres reciben de la bondad de Dios, si­
gue perteneciendo a Dios. Todo lo que él nos ha otorgado... ha
sido colocado en nuestras manos para probarnos, para medir la
profundidad de nuestro amor hacia él y nuestro aprecio por sus
favores. Tanto los tesoros de las riquezas como los del intelecto,
han de ser puestos como ofrenda voluntaria a los pies de Jesús. ( 55)
Al dar a sus discípulos la orden de ir por “todo el mundo” y
predicar “el evangelio a toda criatura”, Cristo asignó a los hom­
bres una tarea: La de sembrar el conocimiento de su gracia. Pe­
ro mientras algunos salen al campo a predicar, otros le obedecen
sosteniendo su obra en la tierra por medio de sus ofrendas. ( 56)
No todos pueden hacer grandes ofrendas ni cumplir hechos
extraordinarios; pero cada cual puede practicar el renunciamiento
y manifestar el desinterés del Salvador. Los hay que pueden traer
dones abundantes al Señor; otros pueden dar sólo un pequeño
óbolo; pero el Señor acepta todo don hecho con sinceridad. ( 57)
Muchos se sorprenderán al ver cuánto podrían economizar
para la causa de Dios mediante actos de renunciamiento. Las su-
mitas ahorradas por actos de sacrificio contribuirán más para
edificar la causa de Dios que las donaciones cuantiosas que no
son el fruto de la abnegación. ( 58)
La generosidad es el espíritu del cielo. E l abnegado amor de
Cristo se reveló en la cruz. El dio todo lo que poseía y se dio a
sí mismo para que el hombre pudiese salvarse. La cruz de Cristo
es un llamamiento a la generosidad de todo discípulo del Salvador.
El principio que proclama es de dar, dar siempre.. . El principio
de la gente del mundo es: Ganar, ganar siempre...
La luz del Evangelio que irradia de la cruz de Cristo conde­
na el egoísmo y estimula la generosidad.. . Muchos de los hijos
de Dios están en peligro de dejarse prender en la trampa de la
mundanalidad y la avaricia. Deberían comprender que es la mi­
sericordia divina la que multiplica las solicitudes de recursos.. .
Hace así del hombre su intermediario para distribuir sus bendi­
ciones en la tierra. Dios ha establecido el sistema de la benefi­
cencia para que el hombre pueda llegar a ser semejante a su
Creador, de carácter generoso y desinteresado, y para que al fin
pueda participar con Cristo de una eterna y gloriosa recom­
pensa^ 69)

122
Anunciad su Venida Miércoles 27 de abril
UNA VIDA DOBLE
Nuestra comunión verdaderamente es con el
Padre, y con su Hijo Jesucristo. 1 Juan 1:3.
Nada es más necesario en nuestro trabajo que los resultados
prácticos de la comunión con Dios. Debemos mostrar con nues­
tra vida diaria que tenemos paz y descanso en el Salvador. Su paz
en el corazón se reflejará en el rostro. Dará a la voz un poder
persuasivo. La comunión con Dios ennoblecerá el carácter y la
vida. Los hombres verán que hemos estado con Jesús como lo
notaron en los primeros discípulos. Esto comunicará al obrero
un poder que ninguna otra cosa puede dar. No debe permitir que
cosa alguna lo prive de este poder.
Hemos de vivir una vida doble: Una vida de pensamiento y
de acción, de silenciosa oración y fervoroso trabajo. ( 60)
Todos los que están en la escuela de Dios necesitan de una
hora tranquila para la meditación, a solas consigo mismos, con
la naturaleza y con D ios... Cada uno de nosotros ha de oír la
voz de Dios hablar a su corazón. Cuando toda otra voz calla, y
tranquilos en su presencia esperamos, el silencio del alma hace
más perceptible la voz de Dios. E l nos dice: “Estad quietos, y
conoced que yo soy Dios” (Salmo 46: 10). Esta es la preparación
eficaz para toda labor para Dios. En medio de la presurosa mu­
chedumbre y de las intensas actividades de la vida, el que así se
refrigera se verá envuelto en un ambiente de luz y paz. - Recibirá
nuevo caudal de fuerza física y mental. Su vida exhalará fragancia
y dará prueba de un poder divino que alcanzará a los corazones
de los hombres. ( 61)
Muchos, aun en sus momentos de devoción, no reciben la
bendición de la verdadera comunión con Dios. Están demasiado
apremiados. Con pasos presurosos penetran en la amorosa pre­
sencia de Cristo y se detienen tal vez un momento dentro de
ese recinto sagrado, mas no esperan consejo. No tienen tiempo
para permanecer con el divino Maestro. Vuelven con sus preo­
cupaciones al trabajo.
Estos obreros jamás podrán lograr el mayor éxito hasta que
aprendan cuál es el secreto de la fuerza. Tienen que dedicar tiem­
po a pensar, orar, esperar que Dios renueve su poder físico, men­
tal y espiritual. Necesitan la influencia elevadora de su Espíritu.
Al recibirla, serán vivificados con nueva vida. El cuerpo gastado
y el cerebro cansado se refrescarán, y el corazón abrumado se ali­
viará^62)

123
Anunciad su Venida Jueves 28 de abril
CELO EQUIVOCADO
Porque yo les doy testimonio de que tienen celo
de Dios, pero no conforme a ciencia. Rom. 10: 2.
Hay un celo ruidoso, sin objeto ni propósito, que no obra de
acuerdo con el conocimiento, sino que actúa ciegamente y, co­
mo resultado, destruye. No es el celo cristiano, pues éste se rige
por principios y no es esporádico. Es ferviente, profundo y fuerte,
embarga toda el alma y pone en ejercicio la sensibilidad moral.
Para él, la salvación de las almas y los intereses del reino de
Dios son asuntos de la más alta importancia. ¿Qué objeto hay
que exija mayor fervor que la salvación de las almas y la gloria
de Dios? Hay en esto consideraciones que no se pueden pasar por
alto livianamente. Son de tanto peso como la eternidad. Los des­
tinos eternos están en juego. Hombres y mujeres se deciden para
bien o para mal. El celo cristiano no se agotará en palabrerías,
sino que será sensible y actuará con vigor y eficiencia. Sin em­
bargo, el celo cristiano inducirá a orar fervientemente y con hu­
mildad, y a la fidelidad en los deberes del hogar. En el círculo
del hogar se verá la amabilidad y el amor, la benevolencia y la
compasión, que son siempre frutos del celo cristiano...
[Oh, cuán pocos aprecian el valor de las almas! |Cuáe pocos
están dispuestos a sacrificarse para llevar almas al conocimiento
de Cristo! Se habla mucho, se profesa gran amor por las almas
que perecen, pero el hablar cuesta poco. Lo que se necesita es
ferviente celo cristiano, un celo que se manifieste en obras. Todos
deben trabajar ahora para sí mismos, y cuando tengan a Jesús
en su corazón, lo confesarán a otros. Más fácil es impedir que
las aguas del Niágara se despeñen por las cataratas, que impedir
a un alma poseedora de Cristo que lo confiese. ( 03)
La vida eterna debiera despertar el más profundo interés de
todo cristiano. |Ser colaborador de Cristo y de los ángeles celes­
tiales en el gran plan de salvación! ¿Qué obra puede compararse
con ésta? De toda alma salvada asciende a Dios una ofrenda de
gloria que se refleja sobre el salvado y sobre el que fue instru­
mento para su salvación. ( 64)
y

Anunciad su Venida Viernes 29 de abril


UN FUNDAMENTO FIRM E
Pero el fundamento de Dios está firme,, teniendo este sello: Co­
noce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo
aquel que invoca el nombre de Cristo. 2 Tim. 2: 19.
El Señor tendrá un pueblo tan leal como el acero y de fe tan
firme como el granito. Sus miembros han de ser sus testigos en el
mundo, instrumentos que han de realizar una obra especial y
gloriosa en el día de su preparación...
Los ministros que han predicado la verdad con todo celo y
fervor pueden apostatar y unirse a las filas de nuestros enemi­
gos; acaso ¿transforma esto la verdad de Dios en mentira? “Pero
—dice el apóstol— el fundamento de Dios está firme”. .. Pueden
cambiar la fe y los sentimientos de los hombres; pero nunca
la verdad de D ios...
Es tan cierto que tenemos la verdad como que Dios vive;
y Satanás, con todas sus artes y todo su poder infernal, no puede
cambiar la verdad de Dios en mentira. Aunque el gran adversa­
rio procure anular hasta lo sumo la Palabra de Dios, la verdad
fulgurará como una lámpara encendida.
E l Señor nos ha elegido, y nos ha hecho objetos de su mise­
ricordia maravillosa. ¿Nos dejaremos hechizar por las charlas de
los apóstatas? ¿Nos colocaremos de parte de Satanás y de su
hueste? ¿Nos uniremos con los transgresores de la ley de Dios?
Sea más bien nuestra oración: "Señor, pon enemistad entre mí
y la serpiente”. Si no estamos en enemistad con sus obras tene­
brosas, nos circundarán sus poderosos brazos, y su aguijón estará
listo para penetrar en cualquier momento hasta nuestro corazón.
Debemos tenerle por enemigo mortal. Debemos oponernos a él
en nombre de Cristo. Nuestra obra consiste en seguir adelante.
Debemos defender cada pulgada de terreno. Todos los que
llevan el nombre de Cristo revístanse de la armadura de jus­
ticia. ( 86)
Ha llegado el tiempo cuando debemos saber por nosotros
mismos por qué creemos lo que creemos. . . Debemos estar revesti­
dos de la justicia de Cristo si queremos permanecer firmes frente
a la iniquidad que prevalece. Debemos mostrar nuestra fe por
medio de nuestras obras. Pongamos un buen fundamento para el
porvenir, a fin de que podamos asirnos de la vida eterna. Debe­
mos trabajar, no con nuestra propia fuerza, sino con la fortaleza
de nuestro resucitado Salvador. ¿Qué estamos dispuestos a hacer
por Jesús?( 88)

125
/
Anunciad su Venida Sábado 30 de abril
EL C IELO NOS ESTA ESPERANDO
Como me envió el Padre, así también yo os envío. Juan 20: 21.
De los apóstoles está escrito: “Ellos, saliendo, predicaron en
todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con
las señales que la seguían” (Mar. 16: 20). Así como Cristo envió
a sus discípulos, envía hoy a los miembros de su iglesia. El mis­
mo poder que los apóstoles tuvieron es para ellos. Si desean hacer
de Dios su fuerza, él obrará con ellos, y no trabajarán en vano.
Comprendan que la obra en la cual están empeñados es una
sobre la cual el Señor ha puesto su sello. Dios dijo a Jeremías:
“No digas: Soy niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y
dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque
contigo estoy para librarte”. Luego el Señor extendió su mano y
tocó la boca de su siervo, diciendo: “He aquí he puesto mis pa­
labras en tu boca” (Jer. 1: 7-9). Y nos envía a seguir anunciando
las palabras que nos ha dado, sintiendo su toque santo sobre
nuestros labios.
Cristo dio a la iglesia un encargo sagrado. Cada miembro
debe ser ún medio por el cual Dios pueda comunicar al mundo
los tesoros de su gracia, las inescrutables riquezas de Cristo. No
hay nada que el Salvador desee tanto como la manifestación del
amor del Salvador por medio de los seres humanos. Todo el cielo
está esperando a los hombres y las mujeres por medio de los
cuales pueda Dios revelar el poder del cristianismo.
La iglesia es la agencia de Dios para la proclamación de la
verdad, facultada por él para hacer una obra especial; y si le es
leal y obediente a todos sus mandamientos, habitará en ella la
excelencia de la gracia divina. Si manifiesta verdadera fidelidad,
si honra al Señor Dios de Israel, no habrá poder capaz de resis­
tirle.
El celo por Dios y su causa indujo a los discípulos a ser
testigos del Evangelio con gran poder. ¿No debería semejante
celo encender en nuestros corazones la determinación de contar
la historia del amor redentor, del Cristo crucificado? Es el pri­
vilegio de cada cristiano, no sólo esperar, sino apresurar la ve­
nida del Salvador. ( 67)

126
X^UL Áj~ÍU> j? •w t r<

Señales de su Venida Domingo 1° de mayo


DIOS GUIARA A SU PUEBLO
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos,
no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni
la llama arderá en ti. Isa. 43: 2.
Dios tiene una iglesia en la tierra, que es su pueblo escogido,
que guarda sus mandamientos. El está conduciendo, no ramas
extraviadas, no uno aquí y otro allá, sino un pueblo. ( 1)
' No hay motivo para dudar, ni temer que la obra fracase.
Dios está al frente de ella y dirigirá todas las cosas. Si hay asun­
tos que necesitan enmienda en la dirección de la obra, Dios aten­
derá eso y corregirá los errores. Tengamos fe en que Dios con­
ducirá el noble barco que lleva su pueblo hasta el puerto de se­
guridad.
Mientras viajaba de Portland a Roston hace muchos años,
se levantó una tormenta y las inmensas olas nos azotaban sin
piedad. Los candelabros cayeron y los baúles rodaban de un lado
a otro como pelotas. Los pasajeros estaban atemorizados y mu­
chos gritaban temiendo perecer.
Después de un rato el piloto subió a bordo. Mientras toma­
ba el timón, el capitán se puso en pie junto a él y expresó su
lemor en cuanto al rumbo del barco. “¿Quiere tomar el timón?”
le preguntó el piloto. El capitán no estaba dispuesto a hacerlo
porque sabía que le faltaba experiencia. Luego algunos pasajeros
se pusieron nerviosos y expresaron su temor de que el piloto los
iba a estrellar contra las rocas. “¿Quieren tomar el timón?” les
preguntó el piloto. Pero ellos sabían que no podían hacerlo.
Cuando penséis que la obra está en peligro, rogad: “Señor,
loma el timón. Condúcenos a través de las perplejidades. Lléva­
nos a salvo hasta el puerto”. ¿No tenemos acaso razones para creer
que el Señor nos conducirá triunfalmente? . . .
Con vuestra mente finita no podéis entender todas las provi­
dencias de Dios. Permitid que él dirija su obra.(2)
—--------------------------------------

127
Señales de su Venida
J Lunes 2 de mayo
SATANAS REDOBLA SUS ESFUERZOS
El ángel de Jehová acampa alrededor de los
que le temen, y los defiende. Sal. 34: 7.
La gran controversia entre Cristo y Satanás, sostenida desde
hace cerca de seis mil años, está por terminar; y Satanás redobla
sus esfuerzos para hacer fracasar la obra de Cristo en beneficio
del hombre y para sujetar las almas en sus lazos. Su objeto con­
siste en tener sumido al pueblo en .las tinieblas y en la impeni­
tencia hasta que termine la obra mediadora del Salvador y no
haya más sacrificio por el pecado.
Cuando no se hace ningún esfuerzo especial para resistir a su
poder, cuando la indiferencia predomina en la iglesia y en el
mundo, Satanás está a su gusto, pues no corre peligro de perder
a los que tiene cauti\ J — a. Pero cuando la aten-
ción de los hombres eternas y las almas se
preguntan: “¿Qué debo yo hacer para ser salvo?” él está pronto
para oponer su poder al de Cristo y para contrarrestar la influen­
cia del Espíritu Santo...
E l poder y la malignidad de Satanás y de su hueste podrían
alarmamos con razón, si no fuera por el apoyo y la salvación
que podemos encontrar en el poder superior de nuestro Redentor.
Proveemos cuidadosamente nuestras casas con cerrojos y can­
dados para proteger nuestros bienes y nuestras vidas contra los
malvados; pero rara vez pensamos en los ángeles malos que tra­
tan continuamente de llegar hasta nosotros, y contra cuyos ata­
ques no contamos en nuestras propias fuerzas con ningún medio
eficaz de defensa. Si se les dejara, nos trastornarían la razón,
nos desquiciarían y torturarían el cuerpo, destruirían nuestras
propiedades y nuestras vidas. Sólo se deleitan en el mal y en la
destrucción. Terrible es la condición de los que resisten a las
exigencias de Dios y ceden a las tentaciones de Satanás, hasta
que Dios los abandona al poder de los espíritus malignos. Pero
los que siguen a Cristo están siempre seguros bajo su protec­
ción. Angeles de gran poder son enviados del cielo para ampa­
rarlos. El maligno no puede forzar la guardia con que Dios tiene
rodeado a su pueblo.(3)

128
Señales de su Venida Martes 3 de mayo
UNA LUCHA PORTENTOSA
Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Hech. 5: 29.
Una gran crisis aguarda al pueblo de Dios. Una crisis aguar­
da al mundo. La lucha más portentosa de todas las edades está
por producirse... Ha llegado a ser de interés e importancia na­
cional la cuestión de imponer la observancia del domingo. ( * )
Bien sabemos cuál será el resultado de este movimiento. ¿Esta­
mos listos para la crisis? ¿Hemos cumplido fielmente el deber que
Dios nos ha confiado, de advertir al pueblo acerca del peligro
que le espera? . . .
Son muchos los que nunca han comprendido las obligaciones
que impone el día de reposo bíblico ni el fundamento falso sobre
el cual descansa la institución del domingo. Cualquier movimiento
en favor de la legislación religiosa, es realmente una concesión
al papado, que durante tantos siglos ha guerreado constante­
mente contra la libertad de conciencia. La observancia del do­
mingo debe su existencia como supuesta institución cristiana al
“misterio de iniquidad”; y su imposición será un reconocimiento
virtual de los principios que constituyen la misma piedra angu­
lar del romanismo. Cuando nuestra nación abjure de tal manera
de los principios de su gobierno que promulgue una ley domi­
nical, en este acto el protestantismo dará la mano al papismo; y
con ello recobrará vida la tiranía que durante largo tiempo ha
estado aguardando ávidamente su oportunidad de resurgir en ac­
tivo despotismo...
Si por la legislación el papismo y sus principios vuelven a
tener poder, se volverán a encender los fuegos de la persecución
contra aquellos que no sacrifiquen su conciencia y la verdad en
deferencia a los errores populares. Este mal está a punto de pro­
ducirse.
Cuando Dios nos ha dado una luz que revela los peligros que
nos esperan, ¿cómo podemos ser inocentes a sus ojos si no hace­
mos todo esfuerzo posible para presentarla a la gente? ¿Podemos
permitir que arrostre sin advertencia esta tremenda crisis?. . .
Cuando las leyes de los gobernantes terrenales se opongan a
las leyes del Gobernante supremo del universo, entonces le serán
fieles los que son leales súbditos de Dios.(4)

( * ) E s ta exp resión y o tra s sim ila re s e n e s ta le c tu ra se r e fie r e n a los


E stados U nidos de N o rteam érica. E s te testim o n io fu e publicado e n 1902.

129
5—MSV
/
Señales de su Venida Miércoles 4 de mayo
TUERCEN LAS ESCRITURAS
Los indoctos e inconstantes tu ercen.. . la s .. . Es­
crituras, para su propia perdición. 2 Ped. 3 :1 6 .
La teoría según la cual nada importa lo que los hombres
creen, es uno de los engaños que más éxito da a Satanás. Bien
sabe él que la verdad recibida con amor santifica el alma del que
la recibe; de aquí que trate siempre de sustituirla con falsas teo­
rías, con fábulas y con otro evangelio...
Las interpretaciones vagas y fantásticas de las Santas Escri­
turas, así como las muchas teorías contradictorias respecto a la
fe religiosa, que se advierten en el mundo cristiano, son obra de
nuestro gran adversario, que trata así de confundir las mentes
de suerte que no puedan descubrir la verdad. Y la discordia y
la división que existen entre las iglesias de la cristiandad se de­
ben en gran parte a la costumbre tan general de torcer el sen­
tido de las Sagradas Escrituras con él fin de apoyar alguna doc­
trina favorita. En lugar de estudiar con esmero y con humildad
de corazón la Palabra de Dios con el objeto de llegar al cono­
cimiento de su voluntad, muchos procuran descubrir algo cu­
rioso y original.
Con el fin de sostener doctrinas erróneas o prácticas anti­
cristianas, hay quienes toman pasajes de la Sagrada Escritura ais­
lados del contexto, no citan tal vez más que la mitad de un ver­
sículo para probar su idea, y dejan la segunda mitad que quizá
hubiese probado todo lo contrario. Con la astucia de la serpiente
se encastillan tras declaraciones sin ilación, entretejidas de ma­
nera que favorezcan sus deseos carnales. Es así como gran nú­
mero de personas pervierten con propósito deliberado la Palabra
de Dios. Otros, dotados de viva imaginación, toman figuras y
símbolos de las Sagradas Escrituras y los interpretan según su
capricho, sin parar mientes en que la Escritura declara ser su
propio intérprete; y luego presentan sus extravagancias como
enseñanzas de la Biblia.
Siempre que uno se da al estudio de las Escrituras sin estar
animado de un espíritu de oración y humildad, susceptible de
recibir enseñanza, los pasajes más claros y sencillos, como los
más difíciles, serán desviados de su verdadero sentido. ..
La Palabra de Dios es clara para todos aquellos que la es­
tudian con espíritu de oración. Toda alma verdaderamente sin­
cera alcanzará la luz de la verdad.(5)

130
Señales de su Venida Jueves 5 de mayo
FALSAS TEORIAS ACERCA DE DIOS
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni
Ir dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos,
y su necio corazón fue entenebrecido. Rom. 1:21.
La teoría según la cual Dios es una esencia inmanente en
toda la naturaleza, es uno de los engaños más sutiles de Satanás.
No presenta a Dios tal cual es y deshonra su grandeza y ma­
jestad. Las teorías panteístas no son confirmadas por la Palabra
de Dios. La luz de la verdad enseña que esas teorías son agentes
destructores del alma. Las tinieblas son su elemento y la sensua­
lidad su esfera. Agradan al corazón natural y dan rienda suelta
a las inclinaciones. El resultado de aceptarlas es la separación
de D ios...
Si Dios es una esencia inherente a toda la naturaleza, debe,
pues, morar en todos los hombres, y para llegar a la santidad el
nombre necesita tan sólo desarrollar el poder que está en él.
Esas teorías desarrolladas hasta sus conclusiones lógicas su­
primen completamente el cristianismo. Eximen de la necesidad
de la redención, y hacen del hombre su propio salvador. Esas
teorías referentes a Dios quitan toda eficacia a su Palabra, y
los que las aceptan estarán expuestos al peligro de considerar
llnalmente toda la Biblia como un fábula. Pueden estimar que la
virtud es mejor que el vicio; pero habiendo privado a Dios de
su soberanía, ponen su confianza en la fuerza del hombre, la cual
sin Dios no tiene valor. La voluntad humana abandonada a sí
misma no tiene fuerza real para resistir al mal y vencerlo. Las
defensas del alma son derribadas. El hombre no tiene más barre-
rus contra el pecado. Una vez rechazadas las restricciones de la
Palabra y del Espíritu de Dios, no sabemos hasta qué profundidad
podemos caer.
Los que persistan en esas teorías espiritualistas, arruinarán
con seguridad su carrera cristiana. Se privarán de la comuniórj
con Dios y perderán la vida eterna. . .
Hay sólo un poder que puede sustraer los corazones de
los hombres al imperio del mal: El poder de Dios en Cristo Jesús.
Sólo por la sangre del Crucificado podemos purificarnos. Sólo su
gracia puede hacernos capaces de resistir las tendencias de una
naturaleza caída y subyugarlas. Y ese poder lo anulan las teorías
espiritualistas referentes a D ios.(6)
. i *
Señales de su Venida Viernes 6 de mayo
LOS PELIGROS D E LA FALSA CIENCIA
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las
profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la fal­
samente llamada ciencia. 1 Tim. 6: 20.
En Nueva Hampshire había quienes estaban empeñados ac­
tivamente en diseminar ideas falsas concernientes a Dios. Se me
dio luz según la cual esos hombres estaban anulando el efecto
de la verdad por medio de sus ideas, algunas de las cuales lle­
vaban al amor libre. Se me mostró que esos hombres estaban
seduciendcTa Tas almas al presentarles teorías especulativas con­
cernientes a D ios...
Entre otros conceptos, sostenían que los que una vez fueron
santificados ya no podían pecar, y presentaban eso como ali­
mento evangélico. Sus teorías falsas con su contenido y su in­
fluencia engañosos, estaban haciendo mucho daño tanto a ellos
mismos como a otros. Estaban logrando ejercer una influencia es­
piritualista sobre los que no podían discernir el mal en esas teorías
hermosamente estructuradas. Grandes males se han producido
ya. L a doctrina según la cual todos eran santos condujo a la
creencia de que los afectos de los sáñfifiCSSosTSinica implicaban
el peligro de descarriar a nadie. E l resultado de esta creencia
fue la puesta en práctica de los malos deseos de corazones que,
aunque supuestamente santificados, estaban muy lejos de la pu­
reza de pensamiento y acción.
Este es sólo uno de los casos en que se me pidió que re­
prochara a los que estaban presentando la doctrina de un dios
impersonal difundido a través de la naturaleza, y la doctrina
de la carne santificada. En el futuro la verdad será falsificada
por los preceptos de los hombres. Se presentarán teorías engaño­
sas como si fueran correctas. La falsa ciencia es uno de los ins­
trumentos que Satanás utilizó en los atrios celestiales, y actual­
mente sigue usándola. . .
Ruego a los que trabajan para Dios que no acepten lo falso
como genuino. Tenemos toda la Biblia llena de las verdades más
preciosas. No necesitamos suposiciones ni falso entusiasmo. En
el incensario de oro de la verdad, tal como aparece en las ense­
ñanzas de Cristo, tenemos lo que convencerá y convertirá a las
almas. Presentad con la sencillez de Cristo las verdades que él
vino a proclamar a este mundo, y el poder de vuestro mensaje
se hará sentir. No presentéis teorías ni hipótesis que no tienen
fundamento en la Biblia.(7)

132
J
Señales de su Venida Sábado 7 de mayo
UNA OBRA MAESTRA D E ENGAÑO
Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las
reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre,
para que cumplamos todas las palabras de esta ley. Deut. 29: 29.
Una de las seducciones magistrales de Satanás consiste en
mantener a los espíritus de los hombres investigando y haciendo
conjeturas sobre las cosas que Dios no ha dado a conocer y
que no quiere que entendamos. Así fue como Lucifer perdió
su puesto en el cielo. Se indispuso porque no le fueron revelados
todos los secretos de los designios de Dios, y no se fijó en lo que
le había sido revelado respecto a su propia obra y al elevado
puesto que le había sido asignado. Al provocar el mismo descon­
tento entre los ángeles que estaban bajo sus órdenes, causó la
caída de ellos. En nuestros días trata de llenar las mentes de
los hombres con el mismo espíritu y de inducirlos además a
despreciar los mandamientos directos de Dios. . .
Son muchos los que dan por hechos científicos lo que no
pasa de ser meras teorías y elucubraciones, y piensan que la Pa­
labra de Dios debe ser probada por las enseñanzas de “la falsa­
mente llamada ciencia” (IT im . 6 :2 0 ). E l Creador y sus obras
les resultan incomprensibles; y como no pueden explicarlos por las
leyes naturales, consideran la historia bíblica como si no mereciese
fe. Los que dudan de la verdad de las narraciones del Antiguo
Testamento y del Nuevo, dan a menudo un paso más y dudan de
la existencia de Dios y atribuyen poder infinito a la naturaleza. . .
Es así como muchos se alejan de la fe y son seducidos por
el diablo. . . La filosofía intentó sondear y explicar misterios que
no serán jamás^T^vela'dos eñlsTcúrso mfiHito'de las edades; Si los
hombres se limitaran a escudriñar y comprender tan sólo lo que
Dios les ha revelado respecto de sí mismo y de sus propósitos,
llegarían a tal concepto de la gloria, la majestad y el poder de
Jehová, que se darían cuenta de su propia pequeñez y se con­
tentarían con lo que fue revelado.(8)

133
i
V
Señales de su Venida Domingo 8 de mayo
LOS TIEM POS Y LAS SAZONES
Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las
sazones, que el Padre puso en su sola potestad. Hech. 1 :7 .
Los tiempos y las sazones son del dominio exclusivo de Dios.
¿Y por qué no nos ha dado Dios este conocimiento? Porque no
haríamos un uso correcto de él si nos lo diera. De este cono­
cimiento resultaría un estado de cosas tal entre nuestros hermanos
que retardaría grandemente la obra, de Dios de preparar un
pueblo que permanezca en pie en el gran día que ha de venir.. .
Jesús dijo a sus discípulos que velaran, pero no respecto a un
tiempo definido. Sus seguidores han de estar en la posición de
aquellos que escuchan las órdenes de su Capitán; han de vigilar,
esperar, orar y trabajar, mientras se acerca el tiempo para la ve­
nida del Señor; pero nadie podrá predecir justamente cuándo
vendrá ese tiempo; pues "del día y la hora nadie sabe” (Mat.
24: 36). No podéis decir que él vendrá de aquí a un año, o dos,
o cinco años, ni tampoco debéis postergar su venida declarando
que no ocurrirá antes de diez o de veinte años. . . No hemos
de saber el tiempo definido, ni del derramamiento del Espíritu
Santo ni de la venida de Cristo.(9)
Me fueron señalados algunos que están en gran error al creer
que tienen el deber de ir a la vieja Jerusalén, y piensan que tienen
una obra que hacer allí antes que venga el Señor.( * ) Una opi­
nión tal tiende a apartar la mente y el interés de la obra que
actualmente hace el Señor bajo el mensaje del tercer ángel; por­
que los que piensan que todavía tienen que ir a Jerusalén fijarán
sus pensamientos en esto, y privarán de sus recursos a la causa
de la verdad presente para transportarse a sí mimos y llevar a
otros allí. Vi que una misión tal no produciría ningún beneficio
real, que se necesitaría mucho tiempo para conseguir que unos
pocos judíos crean en el segundo advenimiento. . . También vi
que la vieja Jerusalén nunca será edificada; y que Satanás estaba
haciendo cuanto podía para extraviar en estas cosas a los hijos
del Señor ahora, en el tiempo de reunir a los escogidos, a fin
de. . . inducirlos a descuidar la preparación necesaria para el
día del Señor.(10)

( * ) T estim on io e sc rito a com ienzos de 1850, cuando lo s p artid arios de la


“ e r a p o r v e n ir” en señ ab an q u e la Je r u s a lé n te rre n a l s e ría ed ificad a com o c e n ­
t r o de te stim o n io cristian o en presu n to cum plim ien to de c ie rta s p ro fe c ía s del
A ntiguo T estam en to .

134
Señales de su Venida Lunes 9 de mayo
‘‘COMO FU E EN LOS DIAS D E NOE”
Como fue en los días de Noé, así también será
en los días del Hijo del Hombre. Luc. 17:26.
Se me mostró que existe un terrible estado de cosas en
nuestro mundo. El ángel de la misericordia está plegando sus
alas, listo para retirarse...
La ley de Dios es invalidada. Vemos y oímos acerca de con­
fusión y perplejidad, miseria y hambre, terremotos e inundacio­
nes; terribles ultrajes serán cometidos por los hombres; la pasión,
no la razón, es la que impera. La ira de Dios recae sobre los
habitantes del mundo, que están corrompiéndose rápidamente
como los habitantes de Sodoma y Gomorra. El fuego y la inun­
dación ya están destruyendo miles de vidas y la propiedad que
ha sido egoístamente acumulada oprimiendo a los pobres. El
Señor pronto abreviará su obra y pondrá fin al pecado. jO h,
ojalá impresionen profundamente las mentes de los profesos
hijos de Dios las escenas que me han sido presentadas de las
iniquidades cometidas en estos últimos días!
Como fue en los días de Noé, así será cuando el Hijo del
hombre se manifieste. El Señor está retirando sus restricciones
de la tierra, y pronto habrá muerte y destrucción, aumento de la
delincuencia, y crueles maldades cometidas contra los ricos que
se han elevado por encima de los pobres. Los que no tengan la
protección de Dios no hallarán seguridad en ningún lugar. Se
está adiestrando a seres humanos y se está empleando la inven­
tiva para poner en funcionamiento la más poderosa maquinaria
para herir y matar.
Hermanos y hermanas... os extiendo mi exhortación...
Las vidas de muchos son demasiado cómodas y regaladas. . .
se creen cristianos, pero no saben lo que significa la vida cris­
tiana práctica. ¿Qué significa ser cristiano? Significa ser seme­
jante a Cristo. . .
Cooperad con Dios obrando en armonía con él. Expulsad
del templo del alma todo lo que asuma la forma de un ídolo.
Ahora es el tiempo de Dios, y su tiempo es el vuestro. Pelead la
buena batalla de la fe, negándoos a pensar o a hablar en térmi­
nos de incredulidad. El mundo debe oír el último mensaje de
amonestación. ( 11)

135
Señales de su Venida Martes 10 de mayo
UN GRAN TERROR INMINENTE
Hemos llegado a ser espectáculo al mundo,
a los ángeles y a los hombres. 1 Cor. 4: 9.
E l mundo es un teatro: Los actores, sus habitantes, se prepa­
ran para desempeñar su parte en el último gran drama. En
cuanto a las grandes masas humanas, no hay unidad, excepto
cuando los hombres se confederan para realizar sus propósitos
egoístas. Dios está observando. Sus- propósitos con respecto a
sus súbditos rebeldes, serán cumplidos. El mundo no na sido
entregado en las manos de lo hombres, aun cuando Dios permite
que los elementos de la confusión y el desorden ejerzan dominio
temporariamente. Un poder de abajo está actuando para poner
en acción la grandes escenas finales del drama: La venida de
Satanás, como si fuera Cristo, y su actuación con todo engaño
de iniquidad en aquellos que se unen en sociedades secretas. Los
que se entregan a la pasión por confederarse están llevando a cabo
los planes del enemigo. La causa será seguida por el efecto. ( 12)
La transgresión casi ha llegado a su límite máximo. La con­
fusión llena el mundo, y pronto ha de venir sobre los seres huma­
nos un gran terror. El fin está muy cerca. Nosotros, que cono­
cemos la verdad, hemos de prepararnos para lo que pronto ha
de irrumpir sobre el mundo como una sorpresa agobiadora. ( 13)
¿Estamos dormidos como pueblo? ¡Oh, si los jóvenes de
ambos sexos de nuestras instituciones, que ahora no están listos
para la aparición del Señor, que están inhabilitados para ser
miembros de la familia del Señor, pudieran discernir las señales
de los tiempos, qué cambio se vería en ellos! E l Señor Jesús
está llamando a obreros abnegados que sigan sus pisadas, que
avancen y trabajen por él, para alzar la cruz y seguir por donde
él va.
Muchos se satisfacen rápidamente ofreciéndole al Señor in­
significantes actos de servicio. Su cristianismo es débil. Cristo se
entregó a sí mismo por los pecadores. ¡Qué ansiedad por la
salvación de las almas debiera llenarnos al ver a los seres hu­
manos que perecen en el pecado! Esas almas han sido compradas
por un precio infinito. La muerte del Hijo de Dios en la cruz del
Calvario es la medida de su valor. Día tras día están decidien­
do si tendrán vida eterna o muerte eterna. ( 14)

136
i1

Señales de su Venida Miércoles 11 de mayo


LA JUVENTUD Y LAS DROGAS
Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los
días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en
la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te
juzgará Dios. Ecl. 11:9.
Satanás fue el primer rebelde del universo, y desde su ex­
pulsión del cielo, siempre ha estado procurando que cada miembro
de la familia humana apostate de Dios, así como él lo hizo. Trazó
sus planes para arruinar al hombre, y mediante la indebida com­
placencia del apetito, lo indujo a transgredir los mandamientos
de Dios. Tentó a Adán y a Eva para que comieran del fruto
prohibido y así consiguió su caída y expulsión del Edén. Cuántos
dicen: “Si yo hubiera estado en el lugar de Adán, nunca habría
fallado en una prueba tan simple”. Pero tú, que te jactas así, tie­
nes una gran oportunidad de mostrar tu fortaleza de propósito,
tu fidelidad a los principios en la prueba. . . ¿No ve Dios pecado
en tu vida?. . .
Por doquiera Satanás procura atraer a los jóvenes al camino
de la perdición, y si puede colocar una vez los pies de ellos en
<■1 camino, los apresura en su curso descendente guiándolos de
un libertinaje a otro, hasta que sus víctimas pierden la sensibi­
lidad de la conciencia y no tienen más temor de Dios delante de
sus ojos. Cada vez tienen menos dominio propio. Se entregan
al vino y al alcohol, al tabaco y al opio, y van de un grado de
disipación a otro. Son esclavos del apetito. Aprenden a despreciar
consejos que una vez respetaron. Se revisten de fanfarronería y se
jactan de ser libres, cuando son esclavos de la corrupción. Por
libertad quieren decir que son esclavos del egoísmo, del apetito
depravado y del libertinaje. . .
Satanás está determinado a que los seres humanos sean sus
súbditos, pero Cristo ha pagado un precio infinito para que el
hombre pueda ser redimido del enemigo y para que la imagen
moral de Dios sea restaurada en la raza caída. . .
Mediante Cristo, los hombres caídos pueden hallar acceso al
Padre, pueden tener gracia que los capacite para ser vencedores
por los méritos de un Salvador crucificado y resucitado. ( 16)

137
Señales de su Venida
/ Jueves 12 de mayo
DEMOSTRACIONES D EL PODER PAGANO
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino
que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme
a sus propias concupiscencias. 2 Tim. 4: 3.
Rápidamente los hombres se están alistando bajo la bandera
que han escogido, esperando y observando impacientes los mo­
vimientos de sus dirigentes. Hay personas que están vigilando,
aguardando y trabajando para la aparición de nuestro Señor; mien­
tras que el otro bando sigue con rapidez la corriente bajo el
generalato del primer apóstata. Ellos buscan a un Dios en la hu­
manidad, y Satanás personifica a aquel a quien buscan. Multitu­
des serán tan engañadas por su rechazamiento de la verdad, que
aceptarán la falsificación. La humanidad es aclamada como
Dios. ( 16)
A medida que nos acerquemos al fin del tiempo, habrá una
demostración cada vez mayor de poder pagano; deidades paga­
nas manifestarán su notable poder, y se exhibirán a sí mismas
ante las ciudades del mundo; y esta situación ya ha comenzado
a cumplirse. Mediante una diversidad de imágenes el Señor Jesús
le presentó a Juan el carácter malvado y la influencia seductora
de los que se han destacado en su persecución del pueblo de Dios.
Todos necesitan sabiduría para investigar cuidadosamente el
misterio de iniquidad que figura en forma tan destacada en
las postrimerías de la historia de esta tierra. . . En el tiempo
mismo en que vivimos, el Señor ha llamado a su pueblo y le ha
dado un mensaje para presentar. Lo ha llamado a exponer la
maldad del hombre de pecado, que ha hecho de la ley del do­
mingo un poder distintivo, que ha pensado en cambiar los tiem­
pos y la ley, y ha oprimido al pueblo de Dios que se mantiene
fírme para honrarlo y guardar el único verdadero día de reposo,
el sábado de la creación. . .
Los peligros de los últimos días están sobre nosotros, y en
nuestra obra hemos de amonestar a la gente acerca del peligro
en que está. No se dejen sin tratar las solemnes escenas que
la profecía ha revelado. Si nuestros hermanos estuvieran despier­
tos aunque fuera a medias, si se dieran cuenta de la cercanía
de los sucesos descriptos en el Apocalipsis, se realizaría una
reforma en nuestras iglesias, y muchos más creerían el mensaje.
No tenemos tiempo que perder; Dios nos pide que velemos
por las almas. ( 17)

138
Señales de su Venida Viernes 13 de mayo
TUMULTOS EN LAS CIUDADES
Mas los malos hombres y los engañadores Irán de mal
en peor, engañando y siendo engañados. 2 Tim. 3: 13.
No era el propósito de Dios que sus hijos se apiñaran en
ciudades, para vivir amontonados desordenadamente en casas de
departamentos. En el principio puso a nuestros primeros padres
en un jardín en medio de los hermosos panoramas y suaves soni­
dos de la naturaleza, y desea que sus hijos se deiten hoy con esos
panoramas y sonidos. ( 18)
Me ha sido mostrado que las ciudades se llenarán de confu­
sión, violencia y crímenes; y que todas estas cosas aumentarán
hasta el fin de la historia del mundo. ( 19)
Es tiempo que nuestros hermanos lleven a sus familias le­
jos de las ciudades a localidades más retiradas, si no muchos
jóvenes, y también personas de más edad, serán entrampados y
llevados por el enemigo. ( 20)
¡Salid de las ciudades! ¡Salid de las ciudades! Este es el
mensaje que el Señor me ha estado dando. ( 21)
El ruido y el bullicio que las llenan, las condiciones que en
(■lias crean los sindicatos y las huelgas, impedirán nuestra obra.
Ciertos hombres tratan de lograr que los obreros de diferentes
oficios se agremien. Tal no es el plan de Dios, sino el de un
poder que de ningún modo debemos reconocer. La Palabra de
Dios se cumple: Los malos se están atando a sí mismos en mano­
jos, preparándose para ser quemados.
Debemos emplear ahora todas las capacidades que se nos han
confiado para dar al mundo el último mensaje de misericordia.
I'.n esta obra debemos conservar nuestra individualidad. No de­
bemos unirnos a sociedades secretas ni a sindicatos. Debemos
permanecer libres en Dios y mirar constantemente a Jesús. . .
Las impías ciudades de nuestro mundo serán destruidas. Me­
diante las catástrofes que ocasionan actualmente la ruina de
grandes edificios y de barrios enteros, Dios nos muestra lo que
acontecerá en toda la tierra. Nos ha dicho: “De la higuera
aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan
las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros,
cuando veáis todas estas cosas, conoced que [el Hijo del hombre]
está cerca, a las puertas” (Mat. 24: 32, 3 3 ) .( 22)

r w cv
Señales de su Venida Sábado 14 de mayo
E L PREJUICIO RACIAL VA EN AUMENTO
Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. Nosotros
sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a
los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.
1 Ju an 3 :1 3 , 14.
El que está íntimamente relacionado con Cristo está por en­
cima de los prejuicios raciales o sociales. Su fe se aferra de las
realidades eternas. El divino Autor de la verdad ha de ser exal­
tado. Nuestros corazones deben llenarse de la fe que obra por
el amor y purifica el alma. La obra del buen samaritano es el
ejemplo que debemos seguir. ( 23)
Será imposible solucionar todos los problemas relativos a la
discriminación racial en armonía con el mandato del Señor, hasta
que los que creen la verdad estén tan íntimamente unidos con
Cristo que sean uno con él. Los miembros de nuestras iglesias,
tanto blancos como de color, necesitan convertirse. Hay algunos
en ambos grupos que son irrazonbles, y cuando se pone sobre
el tapete la cuestión racial, manifiestan rasgos de carácter que
revelan falta de santificación y conversión. Surgen fácilmente
elementos pendencieros entre los que, por no haber aprendido
nunca a llevar el yugo de Cristo, son porfiados. En los tales el
yo pretende, con determinación no santificada, que se le dé la
supremacía. ( 24)
A medida que pasa el tiempo y aumenta el prejuicio racial,
será casi imposible en muchos lugares que los obreros blancos
trabajen por la gente de color. A veces los blancos que no sim­
patizan con nuestra obra se unirán con los de color para oponerse
a ella, pretextando que nuestra enseñanza constituye un esfuerzo
para irrumpir en las iglesias y causar problemas con respecto al
asunto del sábado. Predicadores blancos y de color harán falsas
declaraciones que despertarán en la mente de las personas tales
sentimientos de antagonismo, que estarán listos para destruir y
matar.
Los poderes del infierno están obrando con toda su astucia
para impedir la proclamación del último mensaje de misericor­
dia entre la gente de color. Satanás está trabajando para que
le resulte difícil al pastor y al maestro pasar por alto el prejuicio
que existe entre la gente blanca y la de color.
Sigamos una conducta sabia. No hagamos nada que suscite
innecesariamente la oposición, nada que estorbe la proclamación
del mensaje evangélico. ( 215)

140
/
Señales de su Venida Domingo 15 de mayo
EVITEM OS LAS PASIONES IMPURAS
Pero yo os digo que cualquiera que mira a una m ujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Mat. 5; 28.
Muchos jóvenes buscan ansiosamente libros. Leen todo lo
que pueden obtener. Los relatos de amor provocativos y las lá­
minas impuras tienen una influencia corruptora. Muchos leen
ávidamente novelas y, como resultado, se envilece su imagina­
ción. Con frecuencia circulan para la venta. . . fotografías de
mujeres desnudas. Estas fotografías repugnantes. . . se encuentran
en negocios de fotografías y penden de las paredes de los que
trabajan con grabados. . . La concupiscencia ae los ojos y las pa­
siones corruptas se despiertan por lo que se contempla y por
lo que se lee. El corazón se corrompe por la imaginación. La
mente se complace en contemplar escenas que despiertan las más
bajas y viles pasiones. Esas imágenes ruines, contempladas a
través de una imaginación pervertida, corrompen la moral y
preparan a los seres engañados e infatuados para que den rienda
suelta a las pasiones concupiscentes. Luego siguen los pecados
y crímenes que arrastran a los seres creados a la imagen de Dios
naciéndolos descender al nivel de las bestias. ( 26)
Evitad leer y ver cosas que sugieran pensamientos impuros.
Cultivad las facultades morales e intelectuales. No debilitéis
ni pervirtáis esas nobles facultades mediante la lectura excesiva
incluso de libros de relatos...
Es imposible que los jóvenes posean un sano tono mental y
principios religiosos correctos a menos que encuentren gozo en
investigar la Palabra de Dios. Este libro contiene las historias
más interesantes, señala el camino de la salvación por medio de
Cristo y conduce a una vida más elevada y mejor. Todos afir­
marían que es el libro más interesante que jamás hayan leído, si
su imaginación no se hubiera pervertido debido a las historias
excitantes, de ficción. Vosotros que estáis esperando que vuestro
Señor venga por segunda vez para transformar vuestros cuerpos
mortales y modelarlos a la semejanza de su gloriosísimo cuerpo,
debéis ascender a un nivel de acción más elevado. Debéis obrar
desde un punto de mira más alto del que ocupáis ahora, o no
os contaréis entre los que recibirán el toque final de la inmor­
talidad^27)

141
Señales de su Venida Lunes 16 de mayo
LOS QUE CLAMAN “|PAZ!”
Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será
el día de mañana como éste, o mucho más excelente. Isa. 56: 12.
El mal siervo dice en su corazón: “Mi señor tarda en venir”
(Mat. 2 4 :4 8 ). No dice que Cristo no vendrá. No se burla de
la idea de la segunda venida. Pero en su corazón y por sus accio­
nes y palabras, declara que la venida de su Señor tarda. Destie­
rra del ánimo ajeno la convicción dg que el Señor va a venir
prestamente. Su influencia induce a los hombres a una demora
presuntuosa y negligente. Los confirma en su mundanalidad y
estupor. Las pasiones terrenales y los pensamientos corruptos se
posesionan de su mente. El mal siervo come y bebe con los
borrachos, y se une con el mundo en la búsqueda de placeres.
Hiere a sus consiervos acusando y condenando a los que son
fieles a su Maestro...
El advenimiento de Cristo sorprenderá a los falsos maestros.
Están diciendo: “Paz y seguridad”. Como los sacerdotes y doc­
tores antes de la caída de Jerusalén, esperan que la iglesia dis­
frute de prosperidad terrenal y gloria. Interpretan las señales de
los tiempos como indicios de esto. Pero ¿qué dice la Palabra
inspirada? “Vendrá sobre ellos destrucción repentina” (IT e s .
5: 3 ). . .
Los hombres están postergando la venida del Señor. Se bur­
lan de las amonestaciones. Orgullosamente se jactan diciendo:
“Todas las cosas permanecen así como desde el principio” (2Ped.
3: 4 ). “Será el día de mañana como éste, o mucho más excelen­
te” (Isa. 56: 12). Nos hundiremos aun más en el amor a los de­
leites. Pero Cristo dice: “He aquí, yo vengo como ladrón” (Apoc.
16: 15). En el mismo tiempo en que el mundo pregunta con des­
precio: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento?” se están
cumpliendo las señales. (2Ped. 3 :4 .) Mientras claman: “Paz y
seguridad”, se acerca la destrucción repentina. (IT e s . 5 :3 .)
Cuando el escarnecedor, el que rechaza la verdad, se ha vuelto
presuntuoso; cuando la rutina del trabajo en las diversas formas
de ganar dinero s» lleva a cabo sin consideración a los principios;
cuando los estudiantes procuran ávidamente conocerlo todo menos
la Biblia, Cristo viene como ladrón. ( 28)

142
Señales de su Venida
/
Martes 17 de mayo
ESCENAS, SONIDOS Y CRIMENES
No pondré delante de mis ojos cosa injusta. Aborrezco la obra de
los que se desvían; ninguno de ellos se acercará a mí. Corazón
perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado. Sal. 1 0 1 :3 ,4 .
Vuestros hijos. . . han de hacer frente a tentaciones a cada
paso que den hacia adelante. Les resulta imposible evitar el trato
con malas compañías. . . Ven espectáculos, oyen sonidos y están
sujetos a influencias que tienden a desmoralizarlos y que, a me­
nos que estén cabalmente guardados, lograrán imperceptible pero
seguramente corromperles el corazón y deformar su carácter...
Algunos padres y madres son tan indiferentes y descuidados
que consideran como cosa sin importancia el que sus hijos asis­
tan a una escuela de la iglesia o a una escuela pública. Dicen:
“Estamos en el mundo, y no podemos salir de él”. Sin embargo,
padres, podemos salir bastante del mundo si queremos. Podemos
evitar que nuestros ojos vean muchos de los males que tan rápi­
damente se multiplican en estos postreros días, y que nuestros
oídos oigan tanto de lo impío y criminal que se propala. . .
Para la inteligencia activa de niños y jóvenes, las escenas des­
criptas en fantásticas revelaciones del porvenir son realidades. Al
predecirse revoluciones y describirse toda clase de procedimientos
encaminados a acabar con las vallas de la ley y del dominio de sí
mismo, muchos concluyen por adoptar el espíritu de estas repre­
sentaciones. Son inducidos a cometer crímenes aun peores, si ello
es posible, que los narrados tan vividamente por los escritores.
Con tales influencias la sociedad está en vías de desmoralizarse.
Las semillas de la licencia son sembradas a manos llenas. Nadie
debe sorprenderse de que de ello resulte tan abundante cosecha
de crímenes. . .
Decid con firmeza: “No quiero perder un tiempo precioso
leyendo lo que no me reportará ningún provecho y que sólo pue­
de impedirme ser útil a los demás. Quiero consagrar mi tiempo
y mis p ' ' ' üe servir a Dios. Quiero
apartar pecaminosas. Mis oídos
pertenecen al Señor, y no quiero escuchar los raciocinios sutiles
del enemigo. Mi voz no quedará, en ninguna manera, a la dis­
posición de una voluntad que no esté bajo la influencia del Espí­
ritu de Dios. Mi cuerpo es templo del Espíritu Santo y emplearé
todas las facultades de mi ser para perseguir un noble fin”.( 29)

143
y
Señales de su Venida Miércoles 18 de mayo
ESPIRITISM O Y REVOLUCION
Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón. Luc. 10:27.
¿Cuáles son las esperanzas que debe arrostrar la juventud al
salir al mundo para hacer frente a sus tentaciones a pecar: La
pasión por ganar dinero, divertirse y satisfacer los sentidos; el
afán por el lujo, la ostentación, la extravagancia, el exceso, el
fraude, el robo y finalmente la ruina? .
El espiritismo asegura que los hombres son semidioses no
caidos; que “cada mente se juzgará a sí misma”; que el “verda­
dero conocimiento coloca a los hombres por encima de toda ley”;
que “todos los pecados cometidos son inocentes”; porque “todo
lo que existe es correcto”, y que “Dios no condena”. Pretende
que están en el cielo, donde son exaltados, los seres humanos
más viles. Así declara a todos los hombres: “Nada importa lo que
hagáis; vivid como os plazca; el cielo es vuestro hogar”. Multi­
tudes llegan así a creer que el deseo constituye la ley suprema,
que la licencia es libertad y que el hombre es responsable sola­
mente ante sí mismo.
Si se proporciona semejante enseñanza al comienzo mismo
de la vida, cuando el impulso es fortísimo y urgentísima la nece­
sidad de dominio propio y pureza, ¿dónde quedan las salvaguar­
dias de la virtud?. . .
Al mismo tiempo la anarquía trata de hacer desaparecer toda
ley, no sólo divina sino humana. La centralización de la riqueza
y el poder, las vastas combinaciones hechas para el enriquecimien­
to de unos pocos a expensas de la mayoría; la unión de las clases
más pobres para organizar la defensa de sus intereses y derechos;
el espíritu de inquietud, desorden y derramamiento de sangre;
la propagación mundial de las mismas enseñanzas que produje­
ron la Revolución Francesa, tienden a envolver al mundo entero
en una lucha similar a la que convulsionó a Francia.
Estas son las influencias que tienen que afrontar los jóvenes
de hoy día. Para permanecer firmes en medio de tales trastornos
es necesario que echen ahora los cimientos del carácter.
En todas las generaciones y en todos los países, el verdadero
cimiento y el modelo para la edificación del carácter han sido
los mismos. La ley divina: “Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón. . . y. . . amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mat.
22: 37-39), el gran principio manifestado en el carácter y en la
vida de nuestro Salvador, es el único cimiento y la única guía
seguros. ( 30)
144
Señales de su Venida Jueves 19 de mayo
CUIDADO CON LAS NORMAS HUMANAS
Guardaos.. . de los malos o breros.. . Porque nosotros somos la
circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos
en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Fil. 3: 2, 3.
Hay quienes necesitan en su corazón el toque del Espíritu
divino. Cuando lo reciban, el mensaje para este tiempo llegará
a constituir su principal preocupación. No buscarán normas hu­
manas; cosas nuevas y extrañas. El sábado del cuarto manda­
miento es la prueba para este tiempo. . .
E l mandamiento de Dios, que ha sido casi universalmente
invalidado, es la verdad probatoria para este tiempo. . . Llegará
el tiempo cuando todos los que adoren a Dios se distinguirán por
esta señal. Serán reconocidos como siervos de Dios mediante esta
señal de lealtad al cielo. Pero todas las normas establecidas por
el hombre distraerán la mente de las grandes e importantes doc­
trinas que constituyen la verdad presente.
Es deseo y plan de Satanás introducir entre nosotros a per­
sonas capaces de ir a grandes extremos: Hombres de mente
estrecha, criticones e incisivos, y muy tenaces para sostener sus
propias ideas acerca de lo que significa la verdad. Serán muy
exigentes y tratarán de imponer deberes difíciles de cumplir, exa­
gerando muchos asuntos de menor importancia, mientras descui­
dan los aspectos más sustanciosos de la ley, es a saber, el juicio,
la misericordia y el amor de Dios. Debido a la obra realizada
por unas pocas personas de esa clase, todo el conjunto de obser­
vadores del sábado será considerado fanático. . .
Dios tiene una obra especial para los hombres de experiencia.
Deben proteger la causa de Dios. Deben cuidar que la obra de
Dios no sea confiada a personas que crean que es su privilegio
avanzar de acuerdo con su propio juicio independiente, para
predicar lo que les plazca, sin que nadie les imparta instrucciones
ni les diga qué trabajo hacer. Si permitimos que este espíritu
de suficiencia propia se imponga aunque sea una vez en nuestro
medio, no habrá coordinación, ni unidad de espíritu, ni seguridad
para la obra, y ésta no crecerá en forma saludable. . . Cristo
oró porque sus seguidores fueran uno, como él era uno con el
Padre. Los que desean que esta oración sea contestada, deben
tratar de ahogar la más leve tendencia a la división, y tratar de
mantener el espíritu de unidad y amor entre los hermanos. ( 31)

145
V
Señales de su Venida Viernes 20 de mayo
E L DIABLO TAMBIEN PU ED E CURAR
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 1 Pea. 5: 8.
Las falacias de Satanás se están multiplicando hoy en día, y
los que se desvían del sendero de la verdad perderán su esta­
bilidad. No teniendo nada en qué anclar, andarán a la deriva de
un engaño a otro, impulsados por los vientos de doctrinas extra­
ñas. Satanás ha descendido con gran poder. Muchos serán en­
gañados por sus milagros.
Se me ha indicado que diga que en el futuro será necesaria
una gran vigilancia. No debe existir la torpeza espiritual en el
pueblo de Dios. Los espíritus del mal procuran activamente con­
trolar las mentes humanas. Los hombres están siendo reunidos
en atados, listos para ser consumidos por los fuegos de los últimos
días. Aquellos que descartan a Cristo y su justicia, aceptarán los
engaños que están inundando al mundo. Los cristianos deben
ser sobrios y vigilantes, y resistir firmemente a su adversario el
diablo, quien anda como león rugiente en busca de alguien a
quien devorar. Habrá personas que, sometidas a la influencia de
los espíritus malignos, realizarán milagros. . .
No necesitamos ser engañados. Pronto ocurrirán escenas ma­
ravillosas con las cuales Satanás estará estrechamente relacionado.
La Palabra de Dios declara que Satanás obrará milagros. Hará
enfermar a la gente y después quitará repentinamente de ella su
poder satánico. Eso hará que se considere sanados a los enfer­
mos. Estas obras de curación aparente pondrán a prueba a los
adventistas. ( 32)
Si aquellos por medio de quienes se realizan curaciones están
dispuestos —en vista de estas manifestaciones— a excusar su des­
cuido de la ley de Dios, y prosiguen desobedeciendo, aunque ten­
gan poder en todo sentido, tal cosa no significa que posean el
gran poder de Dios. Por el contrario, es el poder obrador de mi­
lagros del gran engañador. Es un transgresor de la ley moral,
y utiliza toda artimaña posible para enceguecer a los hombres
en cuanto a su verdadero carácter. Se nos ha advertido que en
los últimos días obrará con señales y maravillas mentirosas. Y
continuará esas maravillas hasta que termine el tiempo de gracia,
a fin de poder señalarlas como evidencias de que es un ángel
de luz y no de las tinieblas. ( 33)

146
/
Señales de su Venida Sábado 21 de mayo
UN GRAN TERREM OTO
Miré cuando abrió el sexto sello, y he
aquí hubo un gran terremoto. Apoc. 6: 12.
No sólo predecían las profecías cómo ha de producirse la
venida de Cristo y el objeto de ella, sino también las señales que
iban a anunciar a los hombres cuándo se acercaría ese aconteci­
miento. .. E l revelador describe así la primera de las señales
que iban a preceder el segundo advenimiento: “Hubo un gran
terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se
volvió toda como sangre” (Apoc. 6: 12).
Estas señales se vieron antes de principios del siglo XIX.
En cumplimiento de esta profecía, en 1755 se sintió el más espan­
toso terremoto que se haya registrado. Aunque generalmente se
lo llama el terremoto de Lisboa, se extendió por la mayor parte
de Europa, Africa y América. Se sintió en Groenlandia, en las
Antillas, en la isla de Madeira, en Noruega, en Suecia, en Gran
Bretaña e Irlanda. Abarcó por lo menos diez millones de kilóme­
tros cuadrados. La conmoción fue casi tan violenta en Africa co­
mo en Europa. Gran parte de Argel fue destruida; y a corta dis­
tancia de Marruecos, un pueblo de ocho a diez mil habitantes des­
apareció en el abismo. Una ola formidable barrió las costas de
España y Africa, sumergiendo ciudades y causando inmensa
desolación.
Fue en España y Portugal donde la sacudida alcanzó su ma­
yor violencia. Se dice que en Cádiz, la oleada llegó a sesenta
pies dé altura [veinte m etros].. . Se calcula que noventa mil
personas perdieron la vida en aquel aciago día. ( 34)
¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones,
así como de la destrucción producida por incendios e inundacio­
nes, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente
estas calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorga­
nizadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera
del dominio humano; pero en todas ellas puede leerse el propó­
sito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de
los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un sentido
del peligro que corren. ( 35)

147
Señales de su Venida Domingo 22 de mayo
SEÑALES EN LOS CIELOS
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes
que venga el día grande y espantoso de Jehová. Jo e l 2: 31.
En su conversación con los discípulos en el Monte de los Oli­
vos, después de describir el largo período de prueba por el que
debía pasar la iglesia, es decir, los mil doscientos sesenta años de
la persecución papal, acerca de los cuales había prometido que la
tribulación sería acortada, el Salvador mencionó en las siguientes
palabras ciertos acontecimientos que debían preceder su venida
y fijó además el tiempo en que se realizaría el primero de éstos:
“En aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscu­
recerá, y la luna no dará su resplandor” (Mar. 13: 24). Los 1260
días, o años, terminaron en 1798. La persecución había concluido
casi por completo desde hacía casi un cuarto de siglo. Después
de esta persecución, según las palabras de Cristo, el sol debía os­
curecerse. Pues bien, el 19 de mayo de 1780 se cumplió esta
profecía.
“Unico o casi único en su especie, por lo misterioso del hasta
ahora inexplicado fenómeno que en él se verificó. . . fue el día
oscuro del 19 de mayo de 1780, inexplicable oscurecimiento de
todo el cielo visible y la atmósfera de Nueva Inglaterra”. . .
La profunda oscuridad del día fue seguida, una o dos horas
antes de la caída de la tarde, por un aclaramiento parcial del
cielo, pues apareció el sol, aunque oscurecido por una neblina
negra y densa. “Después de la puesta del sol, las nubes volvie­
ron a apiñarse y oscureció muy pronto”. “La oscuridad de la no­
che no fue menos extraordinaria y terrorífica que la del día, pues
no obstante ser casi tiempo de luna llena, ningún objeto se distin­
guía sin la ayuda de luz artificial. . . La descripción de este
acontecimiento que han hecho los historiadores no es más que
un eco de las palabras del Señor, expresadas por el profeta Joel,
dos mil quinientos años antes de su cumplimiento: “El sol se
convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el
día grande y espantoso de Jehová”.
Cristo había mandado a sus discípulos que se fijaran en las
señales de su advenimiento, y que se alegrasen cuando viesen
las pruebas de que se acercaba. ( 38)

^jb t i jLJprv
Señales de su Venida Lunes 23 de mayo
CAEN LAS ESTRELLAS D E L CIELO
Las estrellas caerán del cielo, y las potencias
de los cielos serán conmovidas. Mat. 24:29.
En 1833... apareció la última de las señales que habían si­
do anunciadas por el Salvador como precursoras de su segundo
advenimiento. Jesús había dicho: “Las estrellas caerán del cielo”.
Y Juan, al recibir la visión de las escenas que anunciarían el día
de Dios, declara en el Apocalipsis: “Las estrellas del cielo cayeron
sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sa­
cudida por un fuerte viento” (Apoc. 6: 13). Esta profecía se
cumplió de modo sorprendente y pasmoso con la gran lluvia me­
teòrica del 13 de noviembre de 1833. Fue éste el más dilatado
y admirable espectáculo de estrellas fugaces que se haya regis­
trado, pues “|sobre todos los Estados Unidos el firmamento entero
estuvo entonces, durante horas seguidas, en conmoción ígnea!
No ha ocurrido jamás en este país, desde el tiempo de los pri­
meros colonos, un fenómeno celestial que despertara tan grande
admiración entre unos, ni tanto terror ni alarma entre otros”. “Su
sublimidad y terrible belleza quedan aún grabadas en el recuerdo
de muchos. . . Jamás cayó lluvia más tupida que ésa en que
cayeron los meteoros hacia la tierra; al este, al oeste, al norte y al
sur era lo mismo. En una palabra, todo el cielo parecía en
conmoción. . . El espectáculo, tal como está descripto en el dia­
rio del profesor Silliman, fue visto por toda la América del Nor­
te. .. Desde las dos de la madrugada hasta la plena claridad
del d ía... todo el cielo estuvo constantemente surcado por una
lluvia incesante de cuerpos que brillaban de modo deslumbra­
dor”. . .
Así se realizó la última de las señales de su venida acerca de
las cuales Jesús había dicho a sus discípulos: “Cuando veáis to­
das estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas” (Mat. 24:
33). Después de estas señales, Juan vio que el gran acontecimien­
to que debía seguir consistía en que el cielo desaparecía como
un libro cuando es arrollado, mientras que la tierra era sacudida,
las montañas y las islas eran movidas de sus lugares y los impíos,
aterrorizados, trataban de esconderse de la presencia del Hijo del
hombre. ( 37)
Pero el día y la hora de su venida, Cristo no los ha revela­
do. . . El tiempo exacto de la segunda venida del Hijo del hom­
bre es un misterio de Dios. ( 38)

149
Señales de su Venida
I Martes 24 de mayo
E L IM PERIO OTOMANO EN LA PROFECIA
Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río
Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban pre­
parados para la hora, día, mes y año, a fin de m atar a la tercera
parte de los hombres. Apoc. 9: 14, 15.
Tiene significado para nosotros la historia de las naciones
que sucesivamente han ocupado el tiempo y lugar asignados y
han dado inconscientemente testimonio de la verdad cuyo sig­
nificado ignoraban. Dios ha asignado un lugar en su gran plan
a toda nación y a todo individuo de hoy día. Hoy, los hombres
y las naciones son medidos por el nivel que tiene en la mano
Aquel que no se equivoca. Todos deciden su destino por propia
elección, y Dios dirige todo para la ejecución de sus propósitos...
Todo lo que la profecía anunció que sucedería, hasta el pre­
sente, ha sido registrado en las páginas de la historia y podemos
estar seguros de que todo lo que vendrá aún se cumplirá en su
orden. ( 39)
•• En 1840 otro notable cumplimiento de la profecía despertó
I interés general. Dos años antes, Josías Litch, uno de los principa-
I les ministros que predicaban el segundo advenimiento, publicó
1 una explicación del capítulo noveno del Apocalipsis, que prede-
' cía la caída del Imperio Otomano. Según sus cálculos, esa poten­
cia sería derribada “en el año 1840 DC, durante el mes de agosto”;
y pocos días antes de su cumplimiento escribió: “Admitiendo que
v el primer período de 150 años se haya cumplido exactamente antes
\ de que Deacozes subiera al trono con permiso de los turcos, y
que los 391 años y quince días comenzaran al terminar el pri-
¡ mer período, terminarán el 11 de agosto de 1840, día en que pue­
de anticiparse que el poder otomano en Constantinopla será que­
brantado. Y esto es lo que creo que va a confirmarse”. . .
En la fecha misma que había sido especificada, Turquía
aceptó, por medio de sus embajadores, la protección de las poten­
cias aliadas de Europa, y se puso así bajo la tutela de las nacio­
nes cristianas. El acontecimiento cumplió exactamente la predic­
ción. . . Recibió un impulso maravilloso el movimiento adven-
\ tista. ( ‘*°)

150
/
Señales de su Venida Miércoles 25 de mayo
BAJA MORALIDAD
Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se
nombre entre vosotros, como conviene a santos. Efe. 5: 3.
Existe hoy una alarmante trivialidad en la conversación que
muestra un bajo estado de pensamientos y de moralidad. La
verdadera dignidad de carácter es muy rara. La verdadera
modestia y reserva se ven raramente. Hay unos pocos que son
puros y no están contaminados. . .
Los pensamientos contaminados albergados llegan a ser há­
bito y el alma queda desfigurada y contaminada. Una vez come­
tida una mala acción, queda una mancha que no la puede qui­
tar sino la sangre de Cristo; y si el hábito no es rechazado con
lirme determinación, el alma se corrompe y las corrientes que
fluyen de esta fuente corrompida contaminarán a otros.
Hay hombres y mujeres que invitan a la tentación; se ponen
en situaciones en las cuales serán tentados, donde no podrán evi­
tarlo al colocarse en compañías objetables. La mejor manera de
estar a salvo del pecado es actuar con la debida consideración
en todo tiempo y bajo todas las circunstancias; nunca actuar im­
pulsivamente. Actúa con el temor de Dios siempre delante de
ti y estarás seguro de actuar correctamente. . .
Los peligros morales a los cuales todos, viejos y jóvenes, es­
tán expuestos, aumentan cada día. El desorden moral, que nos­
otros llamamos depravación, halla amplio campo propicio, y se
ejerce una vil influencia sensual, diabólica, por hombres, mu­
jeres y jóvenes que dicen ser cristianos. . .
Los que han aprendido la verdad y no tienen obras corres­
pondientes a su profesión de fe, están sujetos a las tentaciones
de Satanás. Harán frente al peligro a cada paso que den. Son
puestos en contacto con el mal, ven escenas, oyen sonidos que des­
piertan sus pasiones incontroladas; están sujetos a influencias que
los llevan a elegir el mal antes que el bien, porque no son puros
de corazón.. .
Todos debemos aprender la lección de qué poder hay en un
buen carácter. No hay una preparación que necesitemos tanto
ahora, como la preparación de jóvenes y señoritas para que ten­
gan rectitud moral y para que limpien su alma. . . de cada man­
cha de contaminación moral.( 41)

151
Señales de su Venida Jueves 26 de mayo
E L FANATISMO Y EL DON D E LENGUAS
Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; pues
Dios no es Dios de confusión, sino de paz. 1 Cor. 14:32, 33.
Un espíritu de fanatismo ha regido cierta clase de observa­
dores del sábado [del este de los Estados Unidos]; han bebido
tan sólo pocos sorbos de la fuente de verdad, y no conocen el
espíritu del mensaje del tercer ángel. Nada puede hacerse para
esta clase hasta que corrija sus opiniones fanáticas. . .
Algunas de esas personas tienen manifestaciones de lo que
llaman dones, y dicen que el Señor las ha colocado en la iglesia.
Hablan en una jerigonza incomprensible que llaman lengua des­
conocida, y que lo es no sólo para el hombre, sino para el Señor
y todo el cielo. Estos dones son fabricados por hombres y mu­
jeres ayudados por el gran engañador. E l fanatismo, la falsa
agitación, el falso hablar en lenguas y los servicios ruidosos han
sido considerados dones que Dios ha colocado en la iglesia. Al­
gunos han sido engañados. El fruto de todo esto no ha sido bue­
no. “Por sus frutos los conoceréis” (Mat. 7: 16). . .
Son muchos los espíritus inquietos que no quieren someterse
a la disciplina, el sistema y el orden. Piensan que sus libertades
quedarían cercenadas si pusieran a un lado su propio juicio y se
sometiesen al de personas de experiencia. La obra de Dios no
progresará a menos que los hermanos decidan someterse al orden
y expulsar de las reuniones el espíritu temerario y desordenado
del fanatismo. Las impresiones y los sentimientos no son eviden­
cia segura de que una persona es conducida por el Señor. Sata­
nás creará sentimientos e impresiones, si no se sospecha de él.
Estas cosas no son una guía segura. Todos deben familiarizarse
cabalmente con las evidencias de nuestra fe, y el gran objeto de
su estudio debe ser cómo adornar la profesión de fe con frutos
dignos de la gloria de Dios. . . Debe refrenarse un espjxitu. .tri-
vial. temerario y broinista. No es evidencia de los efectos de la
gracia dé Dios sobre el corazón que las personas hablen y oren
con talento en la reunión, y luego, cuando han salido de ella, se
entreguen a una conversación v conducta grosera y descuidada. . .
---- La verdad dé"T5Tos no degradará nunca al que la reciba,- sino
que lo elevará, refinará su gusto, santificará su juicio y lo perfec­
cionará para que pueda estar en compañía de los ángeles puros
y santos en el reino de Dios. ( 42)

152
Señales de su Venida Viernes 27 de mayo
PROBAD TODAS LAS COSAS
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con ves­
tidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Mat. 7 :1 5 .
En la obra a la que mi esposo y yo fuimos llamados por dis­
posición de Dios, aun desde el mismo comienzo en 1843 y 1844,
el Señor. . . ha llevado a cabo sus planes mediante sus instru­
mentos vivientes. Las sendas falsas nos han sido señaladas con
tanta frecuencia, y los caminos verdaderos y seguros han sido
definidos tan claramente en todas las empresas relacionadas con
la obra que se nos ha confiado, que puedo decir con certeza que
no ignoro los artificios de Satanás, ni tampoco los caminos y las
obras de Dios.
Hemos tenido que imponer intenso ejercicio a las facultades
de la mente, y hemos debido confiar en la sabiduría procedente
de Dios en la dirección de nuestras investigaciones, cuando he­
mos tenido que repasar las diferentes teorías que se nos han
presentado, y hemos tenido que justipreciar sus méritos y sus de­
fectos a la luz brillante de la Palabra de Dios y de las cosas que
Dios me ha revelado por medio de su Palabra y de los testimo­
nios, para no ser engañados ni engañar a otros. . .
Muchos años de laboriosa experiencia en relación con la
obra de Dios me han familiarizado con toda clase de movimien­
tos espurios. Muchas veces el siguiente mensaje me ha enviado
a diferentes lugares: “Tengo una obra que tú debes hacer en
ese lugar; yo estaré contigo”. Cuando llegó el momento debido,
el Señor me dio un mensaje para quienes tenían sueños y visio­
nes falsos, y yo, mediante la fortaleza de Cristo, di mi testimonio
como el Señor me había indicado. . .
Durante los 45 años pasados, he tenido que hacer frente a
las pretensiones de quienes afirmaban haber recibido de parte
de Dios mensajes de reproche destinados a otros. Esta fase del
fanatismo religioso ha surgido una vez tras otra desde 1844. Sa­
tanás ha trabajado en muchas formas para afirmar el error Al­
gunas de las cosas anticipadas en esas visiones se cumplieron; pero
muchas otras —concernientes al tiempo de la venida de Cristo,
el fin del tiempo de gracia y los acontecimientos que debían
ocurrir— resultaron completamente falsas. ( 43)
“Mirad, pues, cómo oís” (Luc. 8: 18), es la amonestación de
Cristo. . . “Examinadlo todo” (IT e s . 5 :2 1 ). . . Este es el con­
sejo de Dios; ¿le prestaremos atención?(14)

153
Señales de su Venida Sábado 28 de mayo
¡FALSIFICACIONES I
¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme
a esto, es porque no les ha amanecido. Isa. 8: 20.
Al pueblo de Dios se le indica que busque en las Sagradas
Escrituras su salvaguardia contra las influencias de los falsos
maestros y el poder seductor de los espíritus tenebrosos. Satanás
emplea cuantos medios puede para impedir que los hombres co­
nozcan la Biblia, cuyo claro lenguaje revela sus engaños. En
ocasión de cada avivamiento de la obra de Dios, el príncipe del
mal actúa con mayor energía; en la actualidad está haciendo es­
fuerzos desesperados preparándose para la lucha final contra
Cristo y sus discípulos. E l último gran engaño se desplegará pron­
to ante nosotros. El Anticristo va a efectuar ante nuestra vista
obras maravillosas. La falsificación se asemejará tanto a la
realidad, que será imposible distinguirlas sin el auxilio de las San­
tas Escrituras. Ellas son las que deben atestiguar en favor o en
contra de toda declaración, de todo milagro. ( 46)
Quien haga de la operación de milagros la prueba de su fe,
encontrará que Satanás puede, mediante una variedad de enga­
ños, realizar maravillas que pasarán por milagros genuinos. . .
Satanás es un obrero astuto, e introducirá engaños sutiles a
fin de oscurecer y confundir la mente y desarraigar las doctrinas
de la salvación. Aquellos que no acepten la Palabra de Dios lite­
ralmente, caerán en esa trampa. ( 46)
Los malos ángeles nos siguen en todo momento. . . Ellos asu­
men nuevas posiciones y obran maravillas y milagros ante nues­
tros ojos. . .
Algunos estarán tentados a recibir estos prodigios como pro­
venientes de Dios. Habrá enfermos que sanarán delante de nos­
otros. Se realizarán milagros ante nuestra vista. ¿Estamos pre­
parados para la prueba que nos aguarda cuando se manifiesten
más plenamente los milagros mentirosos de Satanás? ¿No serán
entrampadas y apresadas muchas almas? Al apartarse ae los cla­
ros preceptos y mandamientos de Dios, y al prestar oído a las fá­
bulas, la mente de muchos se está preparando para aceptar estos
prodigios mentirosos. Todos debemos procurar armarnos ahora
para la contienda en la cual pronto deberemos empeñamos. La
fe en la Palabra de Dios, estudiada con oración y puesta en prác­
tica, será nuestro escudo contra el poder de Satanás y nos hará
vencedores por la sangre de Cristo.(47)

154
Señales de su Venida Domingo 29 de mayo
¡CUIDADO CON LOS QUE CAUSAN DIVISION!
Imposible es que no vengan tropiezos; mas
¡ay de aquel por quien vienen! Luc. 17: 1.
Dios está sacando a un pueblo y preparándolo para que se
destaque por su unidad, hable las mismas cosas y cumpla así
la oración de Cristo en favor de sus discípulos. . .
Continuamente surgen grupitos de personas que creen que
Dios está únicamente con los muy pocos y muy dispersos. La in­
fluencia de los tales tiende a derribar y dispersar lo que edifican
los siervos de Dios. . . Los que, de acuerdo con la Palabra de
Dios están haciendo todo esfuerzo para unirse, que están estable­
cidos en el mensaje del tercer ángel, son considerados sospecho­
sos, por la razón de que están extendiendo sus labores y ganando
almas para la verdad. Se los considera mundanos porque ejercen
influencia sobre el mundo...
Se levanta otro aseverando ser conducido por Dios, y pre­
senta la doctrina de que los impíos no resucitarán. . . Otro al­
berga opiniones erróneas acerca de la edad futura. . . Todos
quieren plena libertad religiosa y cada uno actúa independiente­
mente de los demás, y sin embargo aseveran que Dios obra
especialmente entre ellos... Esta gente no es cuerda; está arre­
batada por una falsa excitación, y sabemos que no tiene la ver- .
dad. . , (Ojalá que se reformen o renuncien al sábado! En tal f
I caso no estorbarían el camino de los incrédulos. . . ___|
Dios está airado con los que siguen una conducta que nos
hace odiar por el múñela Si a un creyehte se le odia por sus
Bueñas obras" y por seguir a Cristo, tendrá recompensa. Pero si
se le odia porque no se conduce en forma que inspire amor, o
por sus modales incultos, porque hace de la verdad un motivo de
disputa con sus vecinos y hace del sábado una molestia para ellos,
es una piedra de tropiezo para los pecadores, un oprobio para
la verdad sagrada, y a menos que se arrepienta, sería mejor que
se atase una piedra de molino al cuello y se arrojase al m ar.(48)

155
Señales de su Venida Lunes 30 de mayo
RESULTADO D E LAS FALSAS VISIONES
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el
fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. Mat. 7: 19, 20.
Varios que viven aun ( * ) son escépticos, no tienen fe en los
dones de la iglesia, ni fe en la verdad, ni ninguna religión. Se
me mostró que tal era el resultado seguro de las visiones espu­
rias. . .
Satanás está procurando... decididamente introducir lo es­
purio. .. para apartar de la verdad.
E l último engaño de Satanás consistirá en convertir el testi­
monio del Espíritu de Dios en algo ineficaz. “Sin profecía el pue­
blo se desenfrena” (Prov. 29: 18). Satanás trabajará ingeniosa­
mente, con métodos distintos e instrumentos diferentes, para des­
arraigar la confianza del pueblo remanente de Dios en el testi­
monio verdadero. Introducirá visiones engañosas para descarriar,
mezclará lo falso con lo verdadero, y con esto fastidiará de tal
modo a la gente que ésta tildará de fanático todo aquello que
tenga que ver con las visiones; pero las almas sinceras, al estable­
cer un contraste entre lo falso y lo verdadero, estarán capacitadas
para distinguir entre estos términos. . .
Constantemente surgirán situaciones que tenderán a provo­
car desunión y alejamiento de la verdad. Esta actitud de cues­
tionar, criticar, denunciar y juzgar a otros, no es una evidencia de
que la gracia de Cristo mora en el corazón. No produce unidad.
Tal obra ha sido llevada a cabo en el pasado por personas que
pretendían poseer una luz maravillosa, cuando en realidad estaban
profundamente hundidas en el pecado...
No hay nada más perjudicial para los intereses del alma, para
su pureza, para su verdadera y santa concepción de Dios y de las
cosas eternas y sagradas, que escuchar y exaltar constantemente
aquello que no es de Dios. Esto envenena el corazón y degrada
el entendimiento. La verdad pura puede seguirse hasta su Fuen­
te divina, al prestar atención a su influencia elevadora, refina­
dora y santificadora sobre el carácter del que la recibe. El Au­
tor de toda verdad oró a su Padre: “Mas no ruego solamente por
éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra
de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo
en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo
crea que tú me enviaste” (Juan 17: 20, 2 1 ).(49)

(•) Escrito en 1890.

156
/
Señales de su Venida Martes 31 de mayo
ALISTEMONOS
Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a
Dios, y vivirá vuestro corazón. Sal. 6 9 :3 2 . i
Tenéis el privilegio de estar gozosos en el Señor y de rego­
cijaros en el conocimiento de su gracia sustentadora. Que su amor
so posesione de la mente y el corazón. Cuidad de no fatigaros
en exceso, de no agobiaros por la inquietud, de no estar deprimi- j
dos. Dad un testimonio elevador. Apartad vuestros ojos de lo
que es oscuro y de lo que produce desánimo, y contemplad a !
Jesús, nuestro gran Dirigente, bajo cuya supervisión vigilante
la causa de la verdad presente, a la cual estamos dando nuestras '
vidas y todo lo que somos, está destinada a un triunfo glorioso. . .
Dejad que se vea que Jesús mora en el corazón, que sus­
tenta, fortalece y reconforta. Tenéis el privilegio de recibir cada
día una abundante medida de su Espíritu Santo, y de tener una
visión más amplia de la importancia y el alcance del mensaje
que estamos proclamando al mundo. E l Señor está dispuesto
a revelaros cosas maravillosas de su ley. Esperad delante de él
con humildad de corazón. Orad fervorosamente pidiendo una
comprensión de los tiempos en que vivimos, solicitando una con­
cepción más plena de sus propósitos y rogando por una mayor
eficacia en la tarea de salvar a las almas. . .
Este no es un tiempo para dedicarlo a las cosas frívolas o a
las satisfacciones egoístas. Si los tiempos en que vivimos no logran
impresionar de veras nuestras mentes, ¿qué otra cosa podría rea­
lizar un impacto en nosotros?. . .
Ahora se necesitan hombres de claro entendimiento. Dios
pide que los que están dispuestos a dejarse dirigir por el Espíritu
Santo señalen el camino hacia una obra de reforma cabal. . . Cada
alma debería encontrarse ahora en una posición donde manifieste
una consagración a Dios más profunda y verdadera que en los
años pasados. . .
He quedado profundamente impresionada por ciertas escenas
que contemplé durante la noche. Parecía efectuarse un gran
movimiento, una obra de reavivamiento, en muchos lugares. Nues­
tro pueblo se alistaba y respondía al llamamiento de Dios. . . ¿No
escucharemos su voz? ¿No aprestaremos nuestras lámparas y
obraremos como hombres que esperan la venida del Señor? El
tiempo en que vivimos exige que se haga brillar la luz y que se
pongan las manos a la obra. ( 50)

157
I

/
Acontecimientos Previos Miércoles 19 de junio
SUCESOS VENIDEROS CLARAMENTE REVELADOS
Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele
su secreto a sus siervos los profetas. Amos 3: 7.
Los acontecimientos relacionados con el fin del tiempo de
gracia y la preparación para el tiempo de angustia han sido
presentados con claridad. Pero hay miles de personas que com­
prenden estas importantes verdades de modo tan incompleto como
si nunca hubiesen sido reveladas. Satanás procura arrebatar toda
impresión, que podría llevar a los hombres por el cámulO de "ia
salvación, y el tiempo de angustia no los encontrará listos^1)
Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las pro­
fecías que se relacionan con los últimos días requieren en forma
especial nuestro estudio. El último libro del Nuevo Testamento
está lleno de verdades que necesitamos entender.(2)
Los solemnes mensajes que en el Apocalipsis se dieron en su
orden deben ocupar el primer lugar en el pensamiento de los
hijos de Dios. . .
Un tiempo precioso pasa rápidamente y hay peligro de que
muchos se dejen robar el tiempo que debieran dedicar a la pro­
clamación del mensaje que Dios envió a un mundo caído. Sata­
nás está satisfecho cuando nota cómo se dejan desviar las men­
tes que debieran estar ocupadas en el estudio que concierne a las
realidades eternas. . .
El testimonio de Cristo, que reviste el carácter más solemne,
debe ser dado al mundo. En todo el libro del Apocalipsis se
encuentran promesas preciosas y alentadoras, así como adverten­
cias del significado más solemne. ¿No querrán leer el testimonio
dado por Cristo a su discípulo Juan los que pretenden poseer un
conocimiento de la verdad? En él no hay suposiciones ni engaños
científicos. Contiene verdades que atañen a nuestro bienestar
presente y futuro. ¿Por qué mezclar la paja con el grano?(3)
Sólo los que hayan estudiado diligentemente las Escrituras
y hayan recibido el amor de la verdad en sus corazones, serán
protegidos de los poderosos engaños que cautivarán al mundo.
Merced al testimonio bíblico descubrirán al engañador bajo su
disfraz. El tiempo de prueba llegará para todos. Por medio de
la criba de la tentación se reconocerá a los verdaderos cristianos.
¿Se sienten los hijos de Dios actualmente bastante firmes en la
Palabra divina para no ceder al testimonio de sus sentidos? ¿Se
atendrán ellos en semejante crisis a la Biblia y a la Biblia sola?(4)

158
Acontecimientos Previos Jueves 2 de junio
PREPARACION PARA LO QUE NOS ESPERA
lluncad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusis-
Irln por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre;
•liilzás seréis guardados en el día del enojo de Jehová. Sof. 2: 3.
La transgresión casi ha llegado a su limite. La confusión
Urna el mundo y pronto ha de sobrecoger a los seres humanos un
Kiun terror. E l fin está muy cerca. El pueblo de Dios debiera
rutarse preparando para lo que ha de sobrevenir al mundo co­
mo una sorpresa abrumadora.(5)
El “tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente”
mí iniciará pronto; y para entonces necesitaremos tener una expe-
i inicia que hoy por noy no poseemos y que muchos no pueden
lograr debido a su indolencia. Suoede muchas veces que los pe­
ligros que se esperan no resultan tan grandes como uno se los
había imaginado; pero éste no es el caso respecto de la crisis
i|iu: nos espera. La imaginación más fecunda no alcanza a darse
cuenta de la magnitud de tan dolorosa prueba. En aquel üemjM/f
di' tribulación, cada alma deberá sostenerse por sí sola ante Dios'
"Si Noé, Daniel y Job estuvieren” en el país, “jvivo yo! dice"
|rliová el Señor, que ni a hijo ni a hija podrán ellos librar por
mi justicia; tan sólo a sus propias almas librarán” (Eze. 14: 20,
V M M *)
El último gran conflicto entre la verdad y el error no es más
( m ic la última batalla de la controversia que se viene desarrollando
desde hace tanto tiempo con respecto a la ley de Dios. En esta
batalla estamos entrando ahora; es la que se libra entre las leyes
di" los hombres y los preceptos de Jehová, entre la religión de la
lliblia y la religión de las fábulas y de la tradición.(7)
Deberíamos estudiar los grandes hitos que nos señalan los
tiempos en que vivimos. . . Deberíamos orar fervientemente para
•itar listos para las luchas del gran día que Dios está pre­
parando^8)
Los que se colocan bajo el control de Dios para ser guiados
v dirigidos por él, captarán la marcha firme de los sucesos que él
ordenó. Inspirados por el Espíritu de Aquel que dio su vida por
la vida del mundo, no continuarán inactivos en la impotencia, se­
ñalando lo que no pueden hacer. Colocándose la armadura del
cielo, avanzarán hacia la batalla deseosos de hacer cosas osadas en
lavor de Dios, sabiendo que la omnipotencia divina suplirá su
necesidad.(9)
y
Acontecimientos Previos Viernes 3 de junio
SATANAS Y E L CONFLICTO FINAL
Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo
quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán
entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
Dan. 7: 25.
Durante la dispensación cristiana, el gran enemigo de la fe­
licidad del hombre hizo al sábado del cuarto mandamiento objeto
de ataques especiales. Satanás dice: “Obraré en forma contra­
ria a los propósitos de Dios. Daré' a mis secuaces poder para
desechar el monumento de Dios, el séptimo día como día de re­
poso. Así demostraré al mundo que el día santificado y bendecido
por Dios fue cambiado. Ese día no vivirá en la mente del pue­
blo. Borraré su recuerdo. Pondré en su lugar un día que no lle­
va las credenciales de Dios, un día que no puede ser una señal
entre Dios y su pueblo. Induciré a los que acepten este día a
que lo revistan de la santidad que Dios dio al séptimo día.
“Mediante mi vicegerente, me exaltaré a mí mismo. E l pri­
mer día será ensalzado, y el mundo protestante recibirá este
falso día de reposo como verdadero. Mediante el abandono de la
observancia sabática que Dios instituyó, haré despreciar su ley.
Haré aplicar a mi día de reposo las palabras: ‘Señal entre mí y
vosotros por vuestras edades’.
“De esta manera el mundo llegará a ser mío. Seré gobernan­
te de la tierra, príncipe del mundo. Regiré de tal modo los ánimos
que estén bajo mi poder que el sábado de Dios será objeto espe­
cial de desprecio. ¿Una señal? Yo haré que la observancia del
séptimo día sea una señal de deslealtad hacia las autoridades de la
tierra. Las leyes humanas se volverán tan estrictas que los hom­
bres y las mujeres no se atreverán a observar el séptimo día como
día de reposo. Por temor a que les falten el alimento y el vestido,
se unirán al mundo en la transgresión de la ley de Dios. La tie­
rra quedará completamente bajo mi dominio”. ( 10)
El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues
) es el punto especialmente controvertida Ctrando"Ssta piedra de
A to q u e le ? seaaplicátfá" finalmente a~los hombres, entonces se
j trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y
/ los que no le sirven.(n )

160
Acontecimientos Previos Sábado 4 de junio
LA ESTRATEGIA D E L DIABLO
* Mr Juntará contigo el trono de iniquidades que hace agravio bajo
fiirnm ile ley? Se juntan contra la vida del justo, y condenan la
sangre inocente. Sal. 94: 20, 21.
A medida que el pueblo de Dios se acerca a los peligros de j
los últimos días, Satanás sostiene fervientes consultas con sus án- i
H e l e s en cuanto al plan de mayor éxito para derribar su fe.
Dice el gran engañador. . . “E l sábado es el gran tema que
Im de decidir el destino de las almas. Debemos exaltar el día de
descanso de nuestra creación. Hemos logrado que fuera aceptado
l inio por los mundanos como por los miembros de la iglesia;
.■liora la iglesia debe ser inducida a unirse con el mundo para
sostenerlo. Debemos trabajar por medio de señales y maravillas
nani cegar sus ojos a la verdad, e inducirlos a dejar a un lado
larazón y el temor de Dios y a seguir la costumbre y la tradición.
"Yo influiré sobre los ministros populares para hacer que la
a tención de sus oyentes se aparte de los mandamientos de Dios. . .
“Pero nuestra principal preocupación es silenciar a esta secta
ilo guardadores del sábado. Debemos excitar la indignación po­
pular contra ellos. Alistaremos grandes hombres, hombres mun-
illalmente sabios, de nuestro lado, e induciremos a los que están
ni autoridad a llevar adelante nuestros propósitos. Entonces el
descanso que yo he establecido será hecho obligatorio por leyes
muy severas e impositivas. Los que las desobedezcan serán apar-
lados de sus ciudades y aldeas, y se les hará sufrir hambre y pri­
vación. Una vez que tengamos el poder, mostraremos lo que
podemos hacer con aquellos que no desean apartarse de su lealtad
n Dios. . . Ahora que estamos poniendo a las iglesias protestantes
y al mundo en armonía con este brazo derecho de nuestra fuerza,
finalmente tendremos una ley para exterminar a todos los que no
se sometan a la autoridad. Cuando la muerte sea la pena por
la violación de nuestro día de reposo, entonces muchos que ahora
están alistados con los observadores de los mandamientos vendrán
a nuestro lado.
“Pero antes de proceder a estas medidas extremas, debemos. . .
entrampar a los que honran el verdadero sábado. Podemos sepa­
rar a muchos de Cristo por la mundanalidad, la concupiscencia y
el orgullo. Se pensarán seguros porque creen la verdad, pero la
complacencia del apetito o de las bajas pasiones, que confundirá
el juicio y destruirá el discernimiento, producirá su caída”. ( 12)

161
« —MSV
Acontecimientos Previos Domingo 5 de junio
SE ENTRONIZA LA IMAGEN D E LA BESTIA
¥ engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le
ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los mo­
radores de la tierra que le hagan imagen a la bestia. Apoc. 13: 14.
La imagen de la bestia seré formada antes que termine el
tiempo de gracia, porque constituirá la gran prueba para el pue­
blo de Dios, por medio de la cual se decidirá su destino eterno...
En Apocalipsis 13 se presenta con claridad este asunto: “Vi
otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes
a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda
la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace
que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia,
cuya herida mortal fue sanada”. Entonces se revela el poder mi­
lagroso: “Y engaña a los moradores de la tierra con las señales
que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandan­
do a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia
que tiene la herida de espada, y vivió. Y se le permitió infundir
aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e
hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos,
pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pu­
siese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que nin­
guno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca
o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (Apoc.
13: 11-17).
Esta es la prueba por la que deben pasar los hijos de Dios
antes de ser sellados. Todos los que demuestren su lealtad a
Dios mediante la observancia de su ley y negándose a aceptar
un falso día de reposo, se alistarán bajo la bandera del Señor
Dios Jehová y recibirán el sello del Dios viviente. Los que re­
nuncien a la verdad de origen celestial y acepten el descanso do­
minical, recibirán la marca de la bestia. ( 13)
Mientras se le mostraban a Juan las últimas grandes luchas
de la iglesia con las potencias terrenales, también se le permitió
contemplar la victoria final y la liberación de los fieles... Mi­
rando más allá del humo y el estruendo de la batalla, contempló
a una hueste sobre el monte de Sion con el Cordero, llevando,
en vez de la marca de la bestia, “el nombre... de su Padre es­
crito en la frente” (Apoc. 14: 1 ) .( 14)

162
Acontecimientos Previos Lunes 6 de junio
LA APOSTASIA PREPARA E L CAMINO
Nmlle os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que
Miitnn venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado,
el hijo de perdición. 2 Tes. 2: 3.
Cuando la iglesia primitiva se corrompió al apartarse de la
«cncillez del Evangelio y al aceptar costumbres y ritos paganos,
perdió el Espíritu y el poder de Dios; y para dominar las con­
ciencias buscó el apoyo del poder civil. El resultado fue el pa­
pado, es decir, una iglesia que dominaba el poder del estado
v so servía de él para promover sus propios fines y especialmente
puní extirpar la “herejía”. ..
Siempre que la iglesia alcanzó el poder civil, lo empleó para
fustigar a los que no admitían todas sus doctrinas. Las iglesias
protestantes que siguieron las huellas de Roma al aliarse con los
poderes mundanos, manifestaron el mismo deseo de restringir la
libertad de conciencia. Ejemplo de esto lo tenemos en la larga
persecución de los disidentes por la Iglesia de Inglaterra. Durante
loa siglos XVI y X V II miles de ministros no conformistas fueron
obligados a abandonar sus iglesias, y a muchos pastores y feli­
greses se les impusieron multas, encarcelamientos, torturas y el
martirio.
Fue la apostasía lo que indujo a la iglesia primitiva a buscar
ln ayuda del gobierno civil, y esto preparó el camino para el des­
arrollo del papado, simbolizado por la bestia. San Pablo lo predi­
jo al anunciar que vendría “la apostasía” y sería “revelado el hom­
bre de pecado” ( 2 Tes. 2: 3, V M ). De modo que la apostasía en
ln iglesia preparará el camino para la imagen de la bestia.( 15)
Satanás obrará con potencia y "con todo engaño de iniqui­
dad” (2T es. 2 :9 , 10). Su obra queda claramente revelada por
el aumento acelerado de las tinieblas, los múltiples errores, he-
iojias y engaños de estos postreros días. No sólo está Satanás
llevando cautivo al mundo, sino que sus seducciones están leu­
dando a las iglesias que profesan ser de nuestro Señor Jesucristo.
I i gran apostasía se desarrollará en tinieblas tan densas como
las de medianoche. Para el pueblo de Dios, será una noche de
prueba, de llanto y de persecución por causa de la verdad. Pero
de esa noche de tinieblas resplandecerá la luz de Dios. ( 16)
/
Acontecimientos Previos Martes 7 de junio
EL PAPEL D E L ESPIRITISM O
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si
son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el
mundo. 1 Ju an 4: 1.
Muchos hombres serán entrampados por la creencia de que
el espiritismo es tan sólo una impostura humana; pero cuando
sean puestos en presencia de manifestaciones cuyo carácter so­
brenatural no pueda negarse, serán seducidos y obligados a acep­
tarlas como revelación del poder divino. ( 17)
Conforme vayan siendo aceptadas las enseñanzas del espiri­
tismo en las iglesias, irán desapareciendo las vallas impuestas al
corazón carnal, y la religión se convertirá en un manto para cu­
brir las más bajas iniquidades. La creencia en las manifestaciones
espiritistas abre el campo a los espíritus seductores y a las doc­
trinas de demonios, y de este modo se dejarán sentir en las
iglesias las influencias de los ángeles malos. ( 18)
Los predicadores populares no pueden resistir con éxito al
espiritismo. No tienen nada con que proteger a sus rebaños de
su influencia nefasta. Gran parte de los tristes resultados del
espiritismo recaerá sobre los ministros de esta época, porque han
pisoteado la verdad, y preferido las fábulas. ( 10)
Satanás ha estado preparándose desde hace tiempo para su
último esfuerzo para engañar al mundo. E l cimiento de su obra
lo puso en la afirmación que hiciera a Eva en el Edén: “De
seguro que no moriréis”. “En el día que comiereis de él, vues­
tros ojos serán abiertos, y seréis como Dios, conocedores del bien
y del mal” (Gén. 3: 4, 5, V M ). Poco a poco Satanás ha preparado
el camino para su obra maestra de seducción: El desarrollo del
espiritismo. Hasta ahora no ha logrado realizar completamente
sus designios; pero lo conseguirá en el poco tiempo que nos
separa del fin. El profeta dice: “Y v i.. . tres espíritus inmundos,
como ranas... son espíritus de demonios, que obran prodigios;
los cuales salen a los reyes de todo el mundo habitado, a jun­
tarlos para la guerra del gran día del Dios Todopoderoso” (Apoc.
16: 13, 14, V M ). Todos menos los que estén protegidos por el
poder de Dios y la fe en su Palabra, se verán envueltos en ese
engaño. Los hombres se están dejando adormecer en una segu­
ridad fatal, y sólo despertarán cuandp la ira de Dios se derrame
sobre la tierra. ( 20)

164
A' mit< ( imicntos Previos Miércoles 8 de junio
LOS ESPIRITUS Y LA LEY DOMINICAL
V «r Ir permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para
iliir lu Imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
Apoc. 13: 15.
I I poder milagroso que se manifiesta en el espiritismo ejer-
•ii.i su influencia en perjuicio de los que prefieren obedecer a
D ios antes que a los hombres. Habrá comunicaciones de espíritus
<|tit< declararán que Dios los envió ¡para convencer de su error a
I'", i|ue rechazan el domingo y afirmarán que se debe obedecer
■i las leyes del país como a la ley de Dios. Lamentarán la gran
nulidad existente en el mundo y apoyarán el testimonio de los
ilstros de la religión en el sentido de que la degradación mo­
ni 1 se debe a la profanación del domingo. Grande será la indig­
nación despertada contra todos los que se niegen a aceptar sus
aseveraciones. ( 21)
Los que se oponen a las enseñanzas del espiritismo atacan
mi sólo a los hombres, sino también a Satanás y a sus ángeles,
lian emprendido la lucha contra principados, potestades y ma-
llejas espirituales en los aires. Satanás no cederá una pulgada
■le terreno mientras no sea rechazado por el poder de mensa­
jeros celestiales. El pueblo de Dios debe hacerle frente como lo
lil/.o nuestro Salvador, con las palabras: “Escrito está”. Satanás
puede hoy citar las Santas Escrituras como en tiempo de Cristo,
y volverá a pervertir las enseñanzas de ellas para sostener sus
engaños. Los que quieren permanecer firmes en estos tiempos de
peligro deben comprender por sí mismos el testimonio de las
Escrituras.
Muchos tendrán que vérselas con espíritus de demonios que
nersonificarán a parientes o amigos queridos y que proclamarán
las herejías más peligrosas. Estos espíritus apelarán a nuestros
más tiernos sentimientos de simpatía y harán milagros con el fin
de sostener sus asertos. Debemos estar listos para resistirles con
la verdad bíblica de que los muertos no saben nada y de que
los que aparecen como tales son espíritus de demonios. ( 22)
Agentes satánicos en forma humana participarán en este
último gran conflicto para oponerse a la edificación del reino de
Dios. Y ángeles celestiales con apariencia humana estarán en el
campo de acción. Los dos bandos opuestos seguirán existiendo
hasta el fin del último gran capítulo de la historia de este mun­
do^23)

165
Acontecimientos Previos Jueves 9 de junio
E L FALSO REAVIVAMIENTO
Entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará
con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su
venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con
gran poder y señales y prodigios mentirosos. 2 Tes. 2: 8, 9.
E l apóstol Pablo, en su segunda epístola a los tesalonicen-
ses, señala la obra especial de Satanás en el espiritismo como
cosa que había de suceder inmediatamente antes de la segunda
venida de Cristo. Hablando del segundo advenimiento de Cristo,
declara que habría antes “obra de Satanás, con gran poder y se­
ñales y prodigios mentirosos”. ( 24)
Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tie­
rra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la pie­
dad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos
apostólicos. El Espíritu y el poder de Dios serán derramados
sobre sus hijos. Entonces muchos se separarán de esas iglesias
en las cuales el amor de este mundo ha suplantado al amor de
Dios y de su Palabra. Muchos, tanto ministros como laicos, acep­
tarán gustosamente esas grandes verdades que Dios ha hecho
proclamar en este tiempo a fin de preparar un pueblo para la
segunda venida del Señor. El enemigo de las almas desea im­
pedir esta obra, y antes que llegue el tiempo para que se pro­
duzca tal movimiento, tratará de evitarlo introduciendo una fal­
sificación. Hará aparecer como que la bendición especial de Dios
es derramada sobre las iglesias que pueda colocar bajo su poder
«eductor; allí se manifestará lo que se considerará como un gran
interés por lo religioso. Multitudes se alegrarán de que Dios esté
obrando maravillosamente en su favor, cuando, en realidad, la
obra provendrá de otro espíritu. Bajo un disfraz religioso, Sata­
nás tratará de extender su influencia sobre el mundo cristiano. ( 25)
Hombres y mujeres jóvenes serán ensalzados, y se conside­
rarán a sí mismos admirablemente favorecidos y llamados a rea­
lizar algo grande. Habrá muchas conversiones de acuerdo con un
orden peculiar, pero no llevarán el sello divino. Habrá inmorali­
dad y extravagancia, y la fe de muchos naufragará. ( 28)

166
Ai iMiliclinicntos Previos Viernes 10 de junio
I I, SURGIMIENTO D E LA IMAGEN DE LA BESTIA
V < Irir» toda la autoridad de la primera bestia en presencia de
ii11ti, v lince que la tierra y los moradores de ella adoren a la
IMliiirru bestia, cuya herida mortal fue sanada. Apoc. 13:12.

1‘iiia que los Estados Unidos formen una imagen de la bes-i


Un, el poder religioso debe dominar de tal manera al gobierno
i ivil que la autoridad del estado sea empleada también por la'
i i . l i m i para cumplir sus fin es...

I i “imagen de la bestia” representa la forma de protestan-


I mino apóstata que se desarrollará cuando las iglesias protestantes
busquen la ayuda del poder civil para la imposición de sus
dogmas...
Cuando la observancia del domingo sea impuesta por la ley,
\ el inundo sea ilustrado respecto a la obligación del verdadero
■líii de descanso, entonces el que transgrediere el mandamiento
ile Dios para obedecer un precepto que no tiene mayor autori­
dad que la de Roma, honrará con ello al papado por encima de
Dios; rendirá homenaje a Roma y al poder que impone la ins-
lilución establecida por Roma; adorará la bestia y su imagen.
( Cuando los hombres rechacen entonces la institución que Dios
declaró ser el signo de su autoridad, y honren en su lugar lo
que Roma escogió como signo de su supremacía, aceptarán de
liecho el signo de la sumisión a Roma, “la marca de la bestia”.
V sólo cuando la cuestión haya sido expuesta así a las claras
unte los hombres, y ellos hayan sido llamados a escoger entre
los mandamientos de Dios y los mandamientos de los hombres,
será cuando los que perseveren en la transgresión recibirán “la
marca de la bestia”. ..
Al final de la lucha, toda la cristiandad quedará dividida en
dos grandes categorías: Los que guardan los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús, y los que adoran a la bestia y su imagen,
y reciben su marca. Si bien la iglesia y el estado se unirán
para obligar a “todos, pequeños y grandes, así ricos como pobres,
así libres como esclavos”, a que tengan “la marca de la bestia”
(Apoc. 13: 16, V M ), el pueblo de Dios no la tendrá. El profeta
de Patmos vio que “los que habían salido victoriosos de la prue­
ba de la bestia, y de su imagen, y del número de su nombre,
estaban sobre aquel mar de vidrio, teniendo arpas de Dios”, y
cantaban el cántico de Moisés y del Cordero (Apoc. 15: 2, 3,
V M ).(27)

167
/
Acontecimientos Previos Sábado 11 de junio
SE PROCLAMA E L SABADO MAS PLENAMENTE
Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evan­
gelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda
nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a
Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y
adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes
de las aguas. Apoc. 14: 6, 7.
Al empezar el tiempo de angustia fuimos henchidos del Es­
píritu Santo cuando salimos a proclamar más plenamente el sá­
bado. ..
El comienzo del “tiempo de angustia” mencionado entonces,
no se refiere al momento cuando comiencen a caer las plagas,
sino a un corto período que transcurre precisamente antes que
caigan, mientras Cristo está en el santuario. En ese tiempo, cuan­
do se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción
sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán manteni­
das en jaque para que no impidan la realización de la obra del
tercer ángel. En ese tiempo descenderá la “lluvia tardía” o refri­
gerio de la presencia del Señor, para dar poder a la voz fuerte
del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan sub­
sistir mientras sean derramadas las siete postreras plagas. ( 28)
El ángel de Apocalipsis 1 4 ... presenta un mensaje que debe
ser proclamado al mundo justamente antes que Cristo venga en
las nubes del cielo... Precisamente antes de ese tiempo, enton­
ces, la atención de la gente debe ser dirigida hacia la pisoteada
lev de Dios, que está contenida en el arca del pacto...
Se dan cuenta de que en lugar de guardar el séptimo día,
el que Dios santificó y ordenó que se guardara como día de
reposo, están guardando el primer día de la semana. Pero desean
sinceramente hacer la voluntad de Dios, y comienzan a investigar
la Escritura para encontrar la razón del cambio. Al no hallar
base bíblica para esa costumbre, surge la pregunta: ¿Aceptare­
mos una verdad que se ha vuelto impopular y obedeceremos
los mandamientos de Dios, o seguiremos con el mundo y obede­
ceremos los mandamientos de los hombres? Con las Biblias abier­
tas lloran y oran, y comparan un pasaje con otro hasta que,
convencidos de la verdad, asumen con plena conciencia su lugar
como guardadores de los mandamientos de Dios. ( 29)

168
Ai miiIcí Imientos Previos Domingo 12 de junio
E L MENSAJE D EL SEGUNDO ANGEL
<Min Angrl le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la
fliNn ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino
del furor de su fornicación. Apoc. 14: 8.
MI mensaje del segundo ángel de Apocalipsis 14 fue procla-
......lo por primera vez en el verano de 1844, y se aplicaba en-
im uís más particularmente a las iglesias de los Estados Unidos
ili' Norteamérica, donde la amonestación del juicio había sido
liin ih lé n más ampliamente proclamada y más generalmente re-
■lia zuda, y donde la decadencia de las iglesias había sido más
■i'i|>i(lu. Pero el mensaje del segundo ángel no alcanzó su cum­
plimiento total en 1844. Las iglesias decayeron entonces moral-
mente por haber rechazado la luz del mensaje del adveni­
miento; pero esta decadencia no fue completa. A medida que
continuaron rechazando las verdades especiales para nuestro
tiempo, fueron decayendo más y más. Sin embargo aún no se
puede decir: "¡Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad,
porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor
de su fornicación!” Aún no ha dado de beber a todas las na-
e Iones. ( 80)
Dios tiene aún un pueblo en Babilonia; y antes que los
Inicios del cielo la visiten, estos fieles deben ser llamados para
•(tic salgan de la ciudad y no tengan parte en sus pecados ni
en sus plagas.( 31)
Este es el mismo mensaje que dio el segundo ángel. Babilo­
nia ha caído “porque ha hecho beber a todas las naciones del
vino del furor de su fornicación”. ¿Qué es este vino? Sus falsas
doctrinas. Ha dado al mundo un falso día de reposo en lugar del
sábado del cuarto mandamiento, y ha repetido la mentira que
Satanás le dijo al principio a Eva en el Edén, es decir, la inmor­
talidad del alma. Muchos errores semejantes ha esparcido por
todas partes, “enseñando como doctrinas, mandamientos de hom­
bres’^ Mat. 1 5 : 9 ) . . .
En la última obra de amonestar al mundo, se formulan dos
llamados diferentes a las iglesias. E l mensaje del segundo ángel
es: “Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha
hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su forni­
cación”. Y en el fuerte clamor del mensaje del tercer ángel se
oye una voz del cielo que dice: “Salid de ella, pueblo mío, para
q'ie no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus
plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios
se ha acordado de sus maldades” (Apoc. 1 8 :4 , 5 ) . ( 32)
i
Acontecimientos Previos Lunes 13 de junio
¿SABADO O DOMINGO?
T el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora
a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su
mano, él también beberá del vino de la ira de Dios. Apoc. 14: 9, 10.
Hasta ahora se ha solido considerar a los predicadores de
las verdades del mensaje del tercer ángel como meros alarmistas.
Sus predicciones de que la intolerancia religiosa adquiriría do­
minio en los Estados Unidos de Norteamérica, de que la iglesia
y el estado se unirían en ese país pára perseguir a los observa­
dores de los mandamientos de Dios, han sido declaradas absur­
das y sin fundamento... Pero, a medida que se va agitando más
ampliamente la cuestión de la observancia obligatoria del do­
mingo. .. el tercer mensaje producirá un efecto que no habría
podido producir antes...
Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impeli­
dos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les
inspire. Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resul­
tados funestos y espantosos de la imposición de las observancias
de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del espiritismo,
los progresos secretos pero rápidos del poder papal, todo será
desenmascarado. Estas solemnes amonestaciones conmoverán al
pueblo... Cuando el pueblo acuda a sus antiguos conductores
espirituales a preguntarles con ansia: ¿Son estas cosas así? los
ministros aducirán fábulas, profetizarán cosas agradables para
calmar los temores y tranquilizar las conciencias despertadas.
Pero como muchas personas no se contentan con las meras ra­
zones de los hombres y exigen un positivo “Así dice Jehová”, los
ministros populares, como los fariseos de antaño, airándose al ver
que se pone en duda su autoridad, denunciarán el mensaje co­
mo si viniese de Satanás e incitarán a las multitudes dadas al
pecado a que injurien y persigan a los que lo proclaman.
Satanás se pondrá alerta al ver que la controversia se extien­
de a nuevos campos y que la atención del pueblo es dirigida a
la pisoteada ley de Dios. El poder que acompaña a la proclama­
ción del mensaje sólo desesperará a los que se le oponen. El cle­
ro hará esfuerzos casi sobrehumanos para sofocar la luz por te­
mor de que alumbre a sus rebaños. Por todos los medios a su
alcance los ministros tratarán de evitar toda discusión sobre esas
cuestiones vitales. La iglesia apelará al brazo poderoso de la au­
toridad civil y en esta obra los papistas y los protestantes irán
unidos. ( 33)

170
Acontecimientos Previos Martes 14 de junio
¿QUE SIGNIFICAN ESTOS TRES MENSAJES?
lie aquí, yo os envío el profeta Elias, antes que
venga el día de Jehová, grande y terrible. Mal. 4: 5.
Una gran obra de reforma debía realizarse para preparar a
mi pueblo que pudiese subsistir en el día de Dios. El Señor vio
•|iic muchos de los que profesaban pertenecer a su pueblo no
eilllleaban para la eternidad, y en su misericordia iba a enviar
111 i.i mnonestación para despertarlos de su estupor e inducirlos a
prepararse para la venida de su Señor.
lista amonestación nos es presentada en el capítulo catorce
.1.1 Apocalipsis. En él encontramos un triple mensaje proclamado
tun seres celestiales y seguido inmediatamente por la venida del
Hijo del hombre para segar “la mies de la tierra” (Apoc.
14: 15.(34)
Se representa a los ángeles como volando en medio del cielo,
proclamando al mundo un mensaje de amonestación, y estando
cu conexión directa con la gente que vive en los últimos días
de la historia de esta tierra. Nadie oye la voz de estos ángeles,
porque son un símbolo para representar al pueblo de Dios que
trabaja en armonía con el universo del cielo.(35)
Los mensajes de los tres ángeles se han de combinar para
dar al mundo su triple luz. En el Apocalipsis, Juan dice: “Vi a
otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue
alumbrada con su gloria” (Apoc. 18: 1). . . Esto representa la co­
municación del último y triple mensaje de amonestación al
mundo.(36)
El capítulo 18 del Apocalipsis indica el tiempo en que, por
liaber rechazado la triple amonestación de Apocalipsis 14: 6-12,
la iglesia alcanzará el estado predicho por el segundo ángel, y
el pueblo de Dios que se encontrare aún en Babilonia, será lla­
mado a separarse de la comunión de ésta. Este mensaje será el
último que se dé al mundo y cumplirá su obra. Cuando los que
"no creen a la verdad, sino que se complacen en la injusticia”
(2 Tes. 2: 12, V M ), sean dejados para sufrir tremendo desengaño
y para que crean a la mentira, entonces la luz de la verdad bri­
llará sobre todos aquellos cuyos corazones estén abiertos para
recibirla, y todos los hijos del Señor que quedaren en Babilonia,
oirán el llamamiento: “¡Salid de ella, pueblo mío!” (Apoc. 18:
4 ) - ( 37)

171
Acontecimientos Previos Miércoles 15 de junio
GUERRA EN LOS ULTIMOS DIAS
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de
nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines
de la tierra. Je r. 25:32.
Pronto surgirán graves dificultades entre las naciones; difi­
cultades que no cesarán hasta la venida de Jesús. Como nunca
antes necesitamos unirnos para servir al que ha preparado su
trono en los cielos y cuyo reino domina sobre todos. Dios no ha
desamparado a su pueblo, y nuestrá fortaleza depende de no
separarnos de él.
Los juicios de Dios están ya en la tierra. Las guerras y los
rumores de guerras, la destrucción causada por el fuego y la
inundación, dicen claramente que el tiempo de angustia, que
irá en aumento hasta fin, está muy cerca. No tenemos tiempo
qtrerperder. E l muá3o está sacudido por el espíritu de la guerra.
Las profecías del capítulo once de Daniel casi han alcanzado
ya su cumplimiento final. (8 8 >
Pronto la contienda entre las naciones se desatará con una
intensidad de la cual no tenemos idea ahora. Este momento es
de extraordinario interés para todos los que viven actualmente.
Los gobernantes y los estadistas, hombres que ocupan puestos
de confianza y autoridad, hombres y mujeres reflexivos de toda
clase, concentran su atención en los acontecimientos que ocurren
en torno de nosotros. Observan que las relaciones internacionales
son tensas e inestables.. . y presienten que algo grande y deci­
sivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en los um­
brales de una crisis portentosa.
Dios nos ha dado, por su gracia, un momento de respiro.
Todo medio que el Cielo nos ha confiado debe usarse ahora
para trabajar por los que perecen en su ignorancia. No debe
haber demora. La verdad debe ser proclamada en los lugares
oscuros de la tierra... Debe hacerse una gran obra, que ha sido
confiada a los que conocen la verdad para este tiempo. ( 39)
En las escenas finales de la historia de esta tierra, la guerra
prevalecerá. Habrá epidemias, mortandad y hambre. Las aguas
del abismo rebasarán sus límites. Incendios e inundaciones des­
truirán la propiedad y la vida. Debiéramos estar alistándonos
para las mansiones que Cristo ha ido a preparar para los que
lo aman. Allí descansaremos del conflicto de esta tierra. ( 40)
j j

172
J
Acontecimientos Previos Jueves 16 de junio
VIVIMOS YA EN TIEMPOS TORMENTOSOS
Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángu­
los de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para
que no soplase Tiento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni
sobre ningún árbol. Apoc. 7: 1.
Cuatro ángeles poderosos siguen reteniendo los cuatro vien­
tos de la tierra. Así se impide que se desate la terrible destruc­
ción en su plenitud. Los. . . vientos serán el levantamiento de
las naciones para librar una guerra mortal. Mientras tanto los
ángeles retienen los cuatro vientos, impidiendo que el tremendo
poder de Satanás se desate en todo su furor hasta que los siervos
de Dios sean sellados en la frente. ( 41)
Las señales de los tiempos dan evidencia de que los juicios
del cielo se estín derramando, que el día del Señor está cerca.
Los diarios están llenos de indicaciones de un intenso conflicto
que se ha de librar en el futuro. Los robos desembozados son
acontecimientos frecuentes. Las huelgas son comunes. Se co­
meten robos y crímenes por todos lados. Seres humanos domina­
dos por espíritus de demonios están quitando la vida de hombres,
mujeres y niños. Todas estas cosas testifican que la venida del
Señor está cerci.
E l subyugador Espíritu de Dios se está retirando ahora mismo
del mundo. Los huracanes, las tormentas, las tempestades y los
desastres producidos en mar y tierra se suceden unos a otros rá-
idamente. Lai señales que se acumulan a nuestro alrededor, que j

E ablan de la cfrcanía de la venida del Hijo de Dios, se atribuyen


a cualquier caisa menos a la verdadera. . .
Ya está sojre nosotros el tiempo cuando habrá en el mundo
tal pesar que no habrá bálsamo humano que lo pueda aliviar.
Aun antes que sobrevenga al mundo la última gran destrucción,
los lisonjeros nonumentos de la grandeza del hombre se desplo­
marán en el p)lvo. Los juicios retributivos de Dios caerán sobre
los que perseveraron en el pecado a pesar de estar frente a una
gran luz. . . Así como Sodoma pereció en las llamas de la ven­
ganza divina, se convertirán en ceniza esas orgullosas estructu­
ras. Vi barca que costaron inmensas sumas de dinero luchar
con el poderoso océano, tratando de contrarrestar las airadas olas.
Pero con todcs sus tesoros de oro y plata, y con todo su carga­
mento humanj, se hundieron en la tumba líquida. . . Pero en
medio del tunulto y la excitación, en medio de la confusión /
que impera jor doquier, hay una obra que cumplir para Dios 1
en el mundo. (42)

173
Acontecimientos Previos Viernes 17 de junio
SE CULPA A LOS HIJOS DE DIOS
¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha
descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco
tiempo. Apoc. 12: 12.
A medida que los hombres se apartan cada vez más de Dios,
se le permite a Satanás ejercer poder sobre los hijos de desobe­
diencia. Lanza destrucción entre los hombres. Hay calamidades
por tierra y mar. El fuego y la inundación destruyen la propiedad
y la vida. Satanás decide acusar de esto a los que se niegan a
inclinarse ante el ídolo que él ha erigido. Sus agentes señalan a J
los adventistas como la causa de las dificultades. “Esta genteí
desafía abiertamente la ley”, dicen. “Profanan el domingo. Si j
se los obligara a obedecer la ley dominical, cesarían estos terrt/
bles juicios”. ( 43)
Vendrán calamidades, calamidades sumamente pavorosas, de
lo más inesperadas; y estas destrucciones se sucederán unas a
otras. Si se prestara atención a las amonestaciones que Dios ha
dado, y si las iglesias se arrepintiesen y volviesen a ser fieles, en­
tonces otras ciudades serían perdonadas por un tiempo. Pero si
los hombres que han sido engañados continúan en el mismo ca­
mino en el cual han estado andando, sin prestar atención a la ley
de Dios y presentando falsedades ante el pueblo, Dios permite
que sufran calamidades, para que sus sentidos despierten. (44)
Los juicios serán proporcionales a la maldad de la gente y a
la luz de la verdad que han tenido. Si han tenido la luz, el cas­
tigo será de acuerdo con esa luz.(45)
Satanás interpreta a su manera los acontecimientos, y [los\
hombres influyentes] piensan, como él quiere, que las calamidades
que azotan la tierra son resultado de la profanación del domingoj
Creyendo aplacar la ira de Dios, esos hombres promulgan leyes
para obligar a la gente a guardar el domingo. Piensan que al
exaltar cada vez más ese falso día de reposo. . . están sirviendo
a J D k j s J L o s que honran a Dios al guardar el verdadero día de
f reposo son considerados desleales al Señor, cuando realmente son
\ los que así los consideran los desleales, porque están pisoteando
/ e l día de reposo instituido en el Edén. ( 46)

174
Ac ontecimientos Previos Sábado 18 de junio
LA SABIDURIA NECESARIA
llr uquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues,
prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Mat. 10: 16.
Cuando la manera de proceder de la gente no entra en
conflicto con la ley de Dios, podéis conformaros a ella. Si los
obreros dejan de hacerlo, no sólo estorbarán su propia obra, sino
que pondrán obstáculos en el sendero de aquellos por quienes
trabajan y les impedirán aceptar la verdad. El domingo es la
mejor oportunidad para los que tienen espíritu misionero de ce­
lebrar escuelas dominicales y presentarse a la gente en la forma
más sencilla posible, para hablarles del amor de Jesús por los
pecadores y enseñarles las Escrituras. . . ]
En la actualidad la observancia del domingo no es la prueba.j
Vendrá el tiempo cuando los hombres no sólo prohibirán trabajar
en domingo, sino que tratarán de obligar a trabajar en sábado!
y apoyar la observancia del domingo o perder su libertad y su !
vida. Pero ese tiempo todavía no ha llegado, pues la verdad debe'
ser presentada más plenamente a la gente como testimonio. . .
La luz que tengo es que los siervos de Dios debieran trabajar
quedamente, para predicar las grandes y preciosas verdades de
In Biblia: Cristo y Cristo crucificado, su amor e infinito sacrificio,
mostrando que Cristo murió porque la ley de Dios es inmutable,
invariable, eterna. . .
El sábado debe ser enseñado decididamente, pero tened cui­
dado cómo tratáis con el ídolo llamado domingo. Una palabra
es suficiente para los sabios. . .
Abstenerse de trabajar en domingo no equivale a recibir la
marca de la bestia, y donde esto promueva el interés de la obra,
debiera hacerse. No debiéramos ponernos en evidencia por traba­
jar en domingo. . .
í Cuando los que oigan, y vean la luz acerca del sábado, se
./decidan por la verdad para guardar el día santo de Dios, surgirán
'[ dificultades, porque se harán esfuerzos en contra de ellos para
Vobligar a hombres y mujeres a violar la ley de Dios. Entonces
Vdeben permanecer firmes para no violar esa ley, y si la oposición
y la persecución continúan decididamente, escuchen las palabras
de Cristo: “Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra”
(Mat. 1 0 :2 3 ) .( 47)

175
y
Acontecimientos Previos Domingo 19 de junio
OBRA MISIONERA EN DOMINGO
Que prediques la palabra; que Instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
2 Tim. 4: 2.
Desafiar las leyes dominicales no haría más que fortalecer
el espíritu perseguidor de los fanáticos que se esfuerzan por ha­
cerlas ejecutar. No les deis ocasión de llamaros violadores de las
leyes. Si no les dejáis otra tarea que la de refrenar a hombres
que no temen a Dios ni al hombre, dicha tarea no tardará en
perder su novedad para ellos, y verán que no les resulta lógico
ni conveniente ser estrictos en lo que concierne a la observancia
del domingo. Proseguid vuestro trabajo misionero, con la Biblia
en la mano, y el enemigo caerá en la cuenta de que derrotó su
propia causa. No se recibe la marca de la bestia por manifestar
prudencia al conservar la paz absteniéndose de un trabajo que
resulta ofensivo y consagrándose a una obra de las más impor­
tantes.
r- Consagrar el domingo al trabajo misionero es arrancar el lá-
\ tigo de las manos de los fanáticos arbitrarios, cuyo placer sería
í humillar a los adventistas del séptimo día. . .
EÍ~domingo puede dedicarse a diversas actividades que lo­
grarán mucho resultado para Dios. Pueden celebrarse reuniones
al aire libre y en las casas particulares. Puede trabajarse /le casa
en casa. Los que escriben pueden, en aquel día, redactar artículos
'para los periódicos. Cuando sea posible, se celebrarán reuniones
religiosas, y se las hará intensamente interesantes. Hablad con
fuerza y seguridad del amor del Salvador, y cantad verdaderos
himnos de despertamiento religioso. Hablad de la temperancia
y de la vida religiosa genuina. . . alcanzaréis a muchas almas. . .
/ La ley relativa a la observancia del primer día de la semana
\proviene de una cristiandad apóstata. El domingo es una bfi-
chura del papado, exaltada. . . por encima del santo día de re-
poicT de Jehová. En ningún caso deben rendirle homenaje los
hijos de Dios. Pero quiero que entiendan que no es hacer la
voluntad de Dios desafiar la oposición, cuando él desea que la
evitemos. ( 48)
En este tiempo debe manifestarse en la vida del profeso pue­
blo de Dios un testimonio vivo, a fin de que el mundo pueda ver
que en estos tiempos en que el mal reina por todos lados, hay to­
davía un pueblo que pone a un lado su voluntad y procura hacer
la de Dios, un pueblo en cuyo corazón y vida está escrita la ley
divina. ( 49)

176
/
Acontecimientos Previos Lunes 20 de junio
LA LEY INVALIDADA EN ESTADOS UNIDOS
Tiempo es de actuar, oh Jehová, por­
que han invalidado tu ley. Sal. 119: 126.
Vendrá el tiempo cuando la ley de Dios, en un sentido espe-
i luí, será invalidada en este país [los Estados Unidos]. Los
gobernantes de esta nación, mediante acuerdos legislativos,
nondrán en vigencia la ley dominical, y entonces los hijos de
iJIos estarán en gran peligro. Cuando esta nación, mediante
m i s asambleas legislativas, promulgue leyes que aherrojen las con-

■inicias de los hombres en lo que tiene que ver con sus privile­
gios religiosos, imponiendo la observancia del domingo y haciendo
uso de un poder opresor en contra de los que guarden el séptimo
•luí... la ley de Dios habrá sido invalidada en este país.(50)
Cuando la tierra que el Señor proveyó como asilo para sus
Iiljos a fin de que pudieran adorarlo de acuerdo con los dictados
■l<- su conciencia, la tierra sobre la cual durante largos años ha
estado extendido el escudo de la Omnipotencia, la tierra que
Dios ha favorecido haciéndola depositaría de la pura religión de
<Visto, cuando esa tierra, por medio de sus legisladores, abjure
i Ir los principios del protestantismo y ceda el paso a la apostasía
romana para que pisotee la ley de Dios, entonces se manifestará
lu obra final del hombre de pecado. Los protestantes volcarán
Inda su influencia y su poder del lado del papado; mediante un
decreto nacional que imponga el falso día de reposo, darán vida
v vigor a la corrompida fe de Roma, reviviendo su tiranía y opre­
sión de las conciencias. Entonces habrá llegado el momento de
i|iie Dios actúe poderosamente para vindicar su verdad.
Dice el profeta: “Vi a otro ángel descender del cielo con
gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con
voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia. . .
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para
que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus
plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se
lia acordado de sus maldades”. (Apoc. 18: 1, 2, 4, 5 ). ¿Cuándof-—
Ilegan sus pecados hasta el cielo? Cuando la ley de Dios sea
liualmente invalidada por medio de la legislación. Entonces Tá
i itsTiTdél pueblo de Dios le proporciona a éste la oportunidad
ilc mostrar quién es el gobernante del cielo y de la tierra. Mien-
Iras un poder satánico está conmoviendo los elementos desde
abajo,“ D ló í envía luz y poder a su "pueblo para~qüe=3 ” mensaje
de la verdad pueda ser proclamado a todo el mundo.(B1)

177
Acontecimientos Previos Martes 21 de junio
LA SEÑAL PARA SALIR D E LAS CIUDADES
Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desola­
dora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), enton­
ces los que estén en Judea, huyan a los montes. Mat. 24: 15, 16.
No está lejano el tiempo en que, como los primeros discípulos,
seremos obligados a buscar refugio en lugares desolados y solita­
rios. Así como el sitio de Jerusalén por los ejércitos romanos fue
la señal para que huyesen los cristianos de Judea, así la asunción
de poder por parte de esta nación [los Estados Unidos], con
el decreto que imponga el día de descanso papal, será para nos­
otros una amonestación. Entonces será tiempo de abandonar las
grandes ciudades, y prepararnos para abandonarlas menores
'ílT b u sca de~hogares retraídos en lugares apartados entre las mon­
tañas^62)
Durante años me ha sido dada luz especial acerca de nuestro
deber de no concentrar nuestra obra en las ciudades. El ruido
y el bullicio que las llenan, las condiciones que en ellas crean s
los sindicatos y las huelgas, impedirán nuestra obra.’ Ciertos ¡
hombres tratan dé lograr que los obreros de diferentes oficios se t

1
i
agremien. Tal no es el plan de Dios, sino el de una potencia que \
de ningún modo debemos reconocer. . . los malos se están atando \
a sí mismos en manojos, preparándose para ser quemados. ( 53)
Los gremios y las confederaciones del mundo son una trampa.
^

* Hermanos, no participéis en ellos, y manteneos lejos de ellos.


No tengáis nada que ver con ellos. A Causa de estos gremios y
confederaciones, muy pronto será muy difícil para nuestras insti­
tuciones llevar a cabo su obra en las ciudades. . . Educad a. . .
nuestros hermanos para que salgan de las ciudades y vayan al |
campo, donde pueden obtener porciones .pequeñas de tierra y '
construir un hogar para ellos y sus hijos. . .
Dentro de no mucho tiempo habrá tal contienda y confusión
en las ciudades, que los que deseen salir de ellas no podrán ha­
cerlo^54)
vi No debemos establecernos donde nos veamos obligados a en-
J trar en relaciones estrechas con los que no honran a Dios. . .
Pronto vendrá una crisis relacionada con la observancia del do­
mingo. . . Los partidarios del domingo se están haciendo fuertes
en sus falsas pretensiones, y esto significará opresión para los que
estén resueltos a guardar el día de reposo de Jehová. . . Debe­
mos tener cuidado de no ubicarnos donde sea difícil guardar el *
sábado para nosotros y nuestros hijos. ( 65)

d OP'j ^ cj - 1
/
Ai niit('cimientos Previos Miércoles 22 de junio
ALIMENTO Y TIERRAS EN LOS ULTIMOS DIAS
/\«l que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de ma­
lí» mi traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Mat. 6: 34.
Kl Señor me ha mostrado repetidas veces que sería contrario
i ln lliblia el hacer cualquier provisión para nuestras necesidades
temporales durante el tiempo de angustia. Vi que si los santos
Himiduran alimentos almacenados o en el campo en el tiempo
de ungustia, cuando hubiese en la tierra guerra, hambre y pesti­
lencia,' manos violentas se los arrebatarían y extraños segarían
mu campos. Será entonces tiempo en que habremos de confiar
pni completo en Dios, y él nos sostendrá. Vi que nuestro pan
v nuestras aguas nos estarán asegurados en aquel tiempo,__y no
•■nliiremos escasez ni hambre.I156)
El Señor me ha mostrado que algunos de sus hijos temerán
inundo vean subir el precio de los alimentos, y comprarán ali­
mentos y los guardarán para el tiempo de angustia. Entonces, al
«urgir la necesidad, los vi ir en procura de su alimento y contem­
plarlo: Había criado gusanos, estaba lleno de insectos, y no ser­
vía. ( 67)
I ». En el tiempo de angustia, de nada les valdrán a los santos las
I casas ni las tierras, porque entonces tendrán que huir delante de
turbas enfurecidas, y en aquel entonces no podrán deshacerse de
sus bienes para hacer progresar la causa de la verdad presente. . .
Vi que si algunos se aferraban a sus propiedades y no pre­
guntaban al Señor en qué consistía su deber, él no se lo hará
conocer y les permitirá conservar sus propiedades, pero en el
tiempo de angustia éstas se levantarán delante de ellos como
una montaña para aplastarlos, y ellos tratarán de deshacerse de
ellas, pero no podrán. . . Pero si ellos desean que se les enseñe,
ól les hará saber, en tiempo de necesidad, cuándo y cuánto deben
vender. ( 58)
En el último gran conflicto de la controversia con Satanás, los
que sean leales a Dios se verán privados de todo apoyo terre­
nal. Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las poten­
cias terrenales, se les prohibirá comprar o vender. Finalmente
será decretado que se les dé muerte. Pero al obediente se le hace
la promesa: “Habitará en las alturas: fortalezas de rocas serán
su lugar de acogimiento; se le dará su pan, y sus aguas serán
ciertas” (Isa. 33: 16). Los hijos de Dios vivirán por esta pro­
mesa^59)

179
/
Acontecimientos Previos Jueves 23 de junio
GREMIOS Y MONOPOLIOS
Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor.
Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra,
aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana
y la tardía. Sant. 5: 7.
f Los gremios serán uno de los instrumentos que traerán sobre
f esta tierra un tiempo de angustia como nunca ha habido desde
\ que el mundo fue creado.
La obra del pueblo de Dios consiste en prepararse para los
acontecimientos del futuro, los que pronto lo sobrecogerán con
fuerza abrumadora. En el mundo se formarán monopolios gigan­
tescos. Los hombres se asociarán en gremios que los encerrarán
en el redil del enemigo. Unos pocos hombres se unirán para apo­
derarse de todos los medios que puedan obtenerse en ciertos tipos
de negocios. Se formarán gremios de obreros y los que rehúsen
unirse a ellos serán hombres marcados. . .
Estos gremios constituyen una de las señales de los últimos
días. Los hombres están siendo unidos en atados listos para ser
quemados. Puede ser que sean miembros de la iglesia, pero mien­
tras pertenezcan a esas asociaciones, no pueden guardar los man­
damientos de Dios, porque el pertenecer a ellas implica despreciar
todo el Decálogo.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda
l| tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. . . y. . .
| a tu prójimo como a ti mismo” (Mar. 12: 30, 3 1 ) ... ¿Cómo pue­
den los hombres obedecer estas palabras, y formar combinaciones
que privan a las clases más pobres de las ventajas que les perte­
necen con justicia, y les impiden comprar o vender, a no ser bajo
ciertas condiciones?
Los que pretenden ser hijos de Dios en ningún caso deberían

) unirse a los gremios que ya están formados o que se van a for­


mar. E l Señor lo prohíbe. ¿No pueden ver los que estudian las
profecías lo que hay delante de nosotros? ( 60)
Pronto habrá que hacer frente a graves crisis, y queremos
estar escondidos en la hendidura de la roca para que podamos
ver a Jesús y ser vivificados por su Santo Espíritu. No tenemos
tiempo que perder, ni siquiera un instante. ( 61)

180
A..... Iccimientos Previos Viernes 24 de junio
PROHIBIDO COMPRAR O VENDER
V <|11«- ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la
murrii o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
Apoc. 13: 17.
Se acerca el tiempo en que no podremos vender a ningún
precio. Pronto se promulgará el decreto que prohibirá a los hom­
bres comprar o vender si no tienen la marca de la bestia. ( 62)
En el último gran conflicto de la controversia con Satanás,
los (|iie sean leales a Dios se verán privados de todo apoyo terre-
njI Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las poten-
i i i i s terrenales, se les prohibirá comprar o vender.(63)

Mientras profesen estar aliados con el Cielo y pretendan tener


carácter de cordero, los poderes religiosos mostrarán por sus
luchos que tienen corazón de dragón y que son inspirados y do­
minados por Satanás. Se acerca el tiempo cuando el pueblo de
Dios será perseguido porque santifica el séptimo día.(64)
Vendrá el tiempo cuando los guardadores de los manda­
mientos no podrán comprar ni vender. Apresuraos en desenterrar
vuestros talentos. Si Dios os ha confiado dinero, mostraos fieles
a vuestro cometido; desatad vuestro envoltorio y enviad vuestros
i atentos a los cambistas, para que cuando Cristo venga reciba lo
suyo con usura. En la última crisis, antes que esta obra termine,
miles de pesos serán alegremente puestos sobre el altar. Los hom­
bres y las mujeres considerarán que es un bendito privilegio parti­
cipar en la obra de preparar almas para que estén de pie en el
Kran día de Dios, y darán centenares con tanta facilidad como
ahora dan pesos. Si el amor de Cristo ardiera en los corazones
de los que pretenden ser sus hijos, veríamos hoy manifestarse el
mismo espíritu. Si comprendieran cuán cerca está el fin de toda
larea que se realiza por la salvación de las almas, sacrificarían sus
posesiones tan generosamente como lo hicieron los miembros de la
iglesia primitiva. Trabajarían por el progreso de la causa de Dios
con el mismo fervor con que los mundanos trabajan para adquirir
riquezas. Se ejercería tacto y habilidad, y se trabajaría con fer­
vor y abnegación para adquirir medios, no para acumularlos, sino
para depositarlos en la tesorería del Señor. ( 65)

181
Acontecimientos Previos Sábado 25 de junio
TRABAJAD LAS CIUDADES D ESD E AFUERA
Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Se­
ñor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré. 2 Cor. 6:17.
Como pueblo que guarda los mandamientos de Dios, debe­
mos salir de las ciudades. Tal como lo hizo Enoc, debemos tra­
bajar en las ciudades pero no vivir en ellas. ( 66)
En la medida de lo posible, nuestras instituciones debieran
estar ubicadas fuera de las ciudades. Debemos tener obreros para
estas instituciones, y si están ubicadas en la ciudad, eso significará
que las familias de nuestra gente deberán instalarse cerca de
ellas. . . E l Señor desea que su pueblo se traslade al campo, para
que puedan establecerse en la tierra, puedan cultivar sus propias
frutas y hortalizas, y donde sus hijos puedan ser criados en con­
tacto directo con las obras de Dios manifestadas por medio de
la naturaleza. Llevad a vuestras familias lejos de las ciudades;
ese es mi mensaje. ( 67)
La verdad debe ser dicha, ya sea que los hombres quieran
escucharla o pasarla por alto. Las ciudades están llenas de tenta­
ciones. Debiéramos planificar nuestra obra de tal manera que
mantengamos a nuestros jóvenes tan lejos como sea posible de
esta contaminación.
Las ciudades deben ser trabajadas desde puntos ubicados fue­
ra de ellas. Dijo el mensajero de Dios: “¿No hay que amonestar
las ciudades? Sí, pero no con el pueblo de Dios viviendo en ellas,
sino por medio de sus visitas, para advertir a sus habitantes de lo
que está por sobrevenir a la tierra”. ( 68)
Cuando la iniquidad abunda en una nación, siempre se ha
de escuchar una voz de amonestación e instrucción, tal como la
de Lot, que fue oída en Sodoma. Pero Lot podría haber evitado
muchos males a su familia, si no hubiera instalado su hogar en
esa ciudad malvada y corrompida. Todo lo que Lot y su familia
hicieron en Sodoma podría haber sido hecho aun cuando hubie­
ran vivido a cierta distancia de la ciudad. Enoc caminó con Dios,
y sin embargo no vivió en medio de una ciudad contaminada
con toda clase de violencia y maldad, como Lot en Sodoma. ( 89)
[Enoc] no instaló su morada entre los impíos. . . Se ubicó
con su familia donde la atmósfera fuera lo más pura posible. De
vez en cuando visitaba a los habitantes del mundo para darles el
mensaje que Dios le había dado. . . Después de proclamar su
mensaje, siempre llevaba consigo a su lugar de retiro a algunos
que habían aceptado la amonestación. ( 70)

182
Acontecimientos Previos Domingo 26 de junio
ALIVIO D EL SUFRIM IENTO FISICO
V yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acerca­
do. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad
fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. Mat. 10: 7, 8.
Tiempos peligrosos nos esperan. Todo el mundo será en­
vuelto en perplejidad y angustia; enfermedades de todas clases
su manifestarán en el seno de la familia humana, y la ignorancia
i|ue prevalece actualmente acerca de las leyes de la salud produ­
cirá gran sufrimiento y la pérdida de muchas vidas que podrían
haberse salvado. . .
A medida que la agresión religiosa destruya las libertades
de nuestra nación, los que abogan por la libertad de conciencia
quedarán en posición desfavorable. Por su propio bien, mientras
tienen oportunidad, debieran adquirir conocimientos con respecto
a las enfermedades, sus causas, su prevención y su curación. Y
los que lo hagan tendrán oportunidad de trabajar en todas partes.
Habrá pacientes en abundancia que necesitarán ayuda, no sólo
entre los de nuestra fe, sino más aún entre los que no conocen
la verdad. ( 71)
La obra médica hecha en relación con la predicación del
mensaje del tercer ángel, ha de producir resultados maravillosos.
Debe ser una obra santificadora y unificadora, en consonancia con
la obra que el gran Jefe de la iglesia encargó a sus primeros discí­
pulos.
Al reunir a esos discípulos, Cristo les dio su comisión: . . .
“Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acer­
cado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad
fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”. “He aquí,
yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes
como serpientes, y sencillos como palomas” (Mat. 10: 7, 8, 16).
Es bueno que leamos este capítulo a fin de que sus instruc­
ciones nos preparen para nuestras labores. Los primeros discípulos
estaban saliendo para cumplir el mandato de Cristo, de acuerdo
con su cometido. Su Espíritu les iba a preparar el camino. Debían
comprender que con semejante mensaje que dar y semejantes ben­
diciones que impartir, serían bienvenidos en los hogares de la
gente. ( 72)
Dios alcanza los corazones mediante el alivio del sufrimiento
físico. Se deja caer una semilla de verdad en la mente, que es
regada por Dios. Se necesitará tal vez mucha paciencia antes
que esta semilla dé señales de vida, pero finalmente brotará y
llevará fruto para vida eterna. ( 73)

183
Acontecimientos Previos Lunes 27 de junio
SE INVOCA LA LEY DOMINICAL
Y seréis aborrecidos de todas las gen­
tes por causa de mi nombre. Mat. 24: 9.
Al paso que el movimiento en favor de la imposición del do­
mingo se vuelva más audaz y decidido, la ley será invocada contra
los que observan los mandamientos. Se los amenazará con multas
y encarcelamientos; a algunos se les ofrecerán puestos de influen­
cia y otras ventajas para inducirlos a que renuncien a su fe. Pero
su respuesta será. . . “Pruébesenos nuestro error por la Palabra
de Dios”. Los que sean emplazados ante los tribunales defende­
rán enérgicamente la verdad, y algunos de los que los oigan serán
inducidos a guardar todos los mandamientos de Dios. Así la t
luz llegará ante millares de personas que de otro modo no sabrían J
nada de estas verdades.
A los que obedezcan con toda conciencia la Palabra de Dios,
J se les tratará como rebeldes. Cegados por Satanás, habrá padres
y madres que serán duros y severos con sus hijos creyentes; los
patrones o patronas oprimirán a los criados que observen los
mandamientos. Los lazos de! cariño se aflojarán; se desheredará
y se expulsará de la casa a los hijos. Se cumplirán a la letra las
palabras de San Pablo: “Todos los que quieren vivir piadosamente t
en Cristo Jesús padecerán persecución” (2T im . 3: 12). Cuando
los defensores de la verdad se nieguen a honrar el domingo, unos
serán echados en la cárcel, otros serán desterrados y otros aún tra­
tados como esclavos. . .
En aquel tiempo de persecución la fe de los siervos de Dios
será probada duramente. Proclamaron fielmente la amonestación
mirando tan sólo a Dios y a su Palabra. El Espíritu de Dios, que
obraba en sus corazones, les constriñó a hablar. . . Sin embargo,
cuando la tempestad de la oposición y del vituperio estalle sobre
ellos, algunos, consternados, estarán listos para exclamar: “Si
hubiésemos previsto las consecuencias de nuestras palabras, habría-
mo callado”. Estarán rodeados de dificultades. Satanás los asalta­
rá con terribles tentaciones. La obra que hayan emprendido pare­
cerá exceder en mucho a sus capacidades. Los amenazará la des­
trucción. El entusiasmo que los animara se desvanecerá; sin em­
bargo, no podrán retroceder. Y entonces, sintiendo su completa
incapacidad, se dirigirán al Todopoderoso en demanda de auxi­
lio^74)

184
/
Acontecimientos Previos Martes 28 de junio
EL PROTESTANTISMO SE UNE CON EL PAPADO
V los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han
rrdhido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes
lunlumente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y en­
trenarán su poder y su autoridad a la bestia. Apoc. 17: 12, 13.
A medida que nos acercamos a la crisis final, resulta de vital
importancia que la armonía y la unidad reinen entre las institu­
ciones del Señor. E l mundo no conoce más que tempestades,
Kiierras y discordias. Sin embargo, las gentes se unirán bajo una
misma dirección, la de la potencia papal, para oponerse a Dios
ni la persona de sus testigos.(75)
¿Qué entidad le entrega su reino a esta potencia? El pro­
testantismo, un poder que, mientras profesa tener el carácter
y el espíritu de un cordero y estar aliado con el cielo, habla
i on la voz de un dragón. Está movido por una fuerza que
procede de ab ajo...
“Estos tienen un mismo propósito”. Habrá un lazo universal
de unión, una gran armonía, una confederación de fuerzas de
Satanás. “Y entregarán su poder y su autoridad a la bestia”. Así
se manifiesta el mismo poder arbitrario y opresor contra la li­
bertad religiosa, la libertad de adorar a Dios según los dictados
de la conciencia, que manifestó el papado cuando en el pasado
persiguió a los que se negaban a conformarse con los ritos y
ceremonias religiosas del romanismo.
En la lucha que se librará en los últimos días estarán unidos
en oposición al pueblo de Dios todos los poderes corrompidos
c|ue se apartaron de la lealtad a la ley de Jehová. En esta lucha
el sábado del .cuarto mandamiento será el punto controvertido,
porquE"en el m'anllaifueñto del sábado el gran Legislador se
identifica como el Creador del cielo y de la tierra. ( 76)
Merced a los dos errores capitales, el de la inmortalidad
del alma y el de la santidad del domingo, Satanás prenderá a
los hombres en sus redes. Mientras aquél forma la base del espi­
ritismo, éste crea un lazo de simpatía con Roma. Los protestan­
tes de los Estados Unidos serán los primeros en tender las ma­
nos a través de un doble abismo al espiritismo y al poder ro­
mano; y bajo la influencia de esta triple alianza ese país mar­
chará en las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la
conciencia. ( 77)

185
/
Acontecimientos Previos Miércoles 29 de junio
DOS CLASES D E CRISTIANOS
Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida
mortal fue sanada; y se m aravilló toda la tierra en pos de la
bestia. Apoc. 13: 3.
En el homenaje al papado, Estados Unidos no estará solo.
La influencia de Roma en los países que una vez reconocieron
su dominio está lejos de estar destruida. ( 78)
En el último conflicto el sábado será el punto especialmente
controvertido en toda la cristiandad. Los gobernantes seculares
y dirigentes religiosos se unirán para imponer la observancia del
domingo, y al fracasar medidas más benignas, se promulgarán
leyes sumamente opresivas. Se insistirá en que no se debe tole­
rar a los pocos que se oponen a una institución de la iglesia
y a la ley del país... El romanismo en el Viejo Mundo y el
protestantismo apóstata en el Nuevo seguirán una conducta
similar hacia los que honran los preceptos divinos. ( 79)
El así llamado mundo cristiano será el teatro de acciones
grandes y decisivas. Hombres investidos de autoridad promulga­
rán leyes para dominar las conciencias, a ejemplo del papado.
Babilonia hará beber a todas las naciones del vino del furor de
su fornicación. Toda nación estará implicada. ( 80)
Al final de la lucha, toda la cristiandad quedará dividida
en dos grandes categorías: la de los que guardan los manda­
mientos de Dios y la fe de Jesús, y la de los que adoran a la
bestia y a su imagen, y reciben su marca. Si bien la iglesia y
el estado se unirán para obligar a “todos, pequeños y grandes,
así ricos como pobres, así libres como esclavos”, a que tengan
“la marca de la bestia” (Apoc. 13: 16, V M ), el pueblo de Dios
no la tendrá. El profeta de Patmos vio que “los que habían
salido victoriosos de la prueba de la bestiaj y de su imagen, y
del número^ de su nombre, estaban sobre-áquel mar de vidrio,
feniendo arpas cTe TSÍos”, y cantaban/el cántico de Moisés y del
Cordero (Apoc. 15 :2 , 3, V M ) i 81.l /

186
Ai mil «cimientos Previos Jueves 30 de junio
MUCHAS VOCES CONFUSAS
V oí ntra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para
i|iic no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus
plagas. Apoc. 18: 4.
En la última obra que se lleva a cabo para la amonestación
'li l mundo, se hacen dos llamados distintos a las iglesias. El
mensaje del segundo ángel es: “Ha caído, ha caído Babilonia,
lu nian ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del
vino del furor de su fornicación” (Apoc. 14: 8 ). Y en el fuerte
i lninor del mensaje del tercer ángel se oye una voz del cielo
•1 1 ii- dice: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partí-
•ipcs de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus
piteados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de
mis maldades” (Apoc. 1 8 :4 , 5 ) . ( 82)
Así como Dios invitó a los hijos de Israel a salir de Egipto, 1
pina que pudieran guardar el sábado, invita a su pueblo a I
millr de Babilonia para que no adore a la bestia ni a su imagen... i
Después que la verdad haya sido proclamada como testi­
monio a todas las naciones, comenzará a actuar todo medio con­
cebible de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas
voces que clamarán: "¡He aquí el Cristo! ¡Helo allí! [Esta es
lu verdad! Yo tengo el mensaje de Dios; él me ha enviado con
drun luz”. Entonces se removerán los hitos y se tratará de de-
i libar las columnas de nuestra fe. Se hará un esfuerzo más de­
cidido para exaltar el falso día de reposo y despreciar a Dios
mismo al reemplazar el día que él bendijo y santificó. Se pon­
drá en vigencia la observancia de este falso día de reposo me­
diante una ley opresiva... Pero mientras Satanás obre mediante
sus milagros mentirosos, se cumplirá el tiempo predicho en el
Apocalipsis, y el ángel poderoso que iluminará la tierra con su
Kloria proclamará la caída de Babilonia y llamará a su pueblo
a abandonarla. ( 83)
¿Cuándo llegarán hasta el cielo sus pecados? Cuando la ley
de Dios sea finalmente invalidada por medio de la legislación
humana. Entonces la crisis le proporcionará al pueblo de Dios
lu oportunidad de demostrar quién es el Gobernante del cielo
y de la tierra. Mientras un poder satánico esté conmoviendo los
elementos inferiores, Dios enviará luz y poder a su pueblo, para
que el mensaje de la verdad pueda ser proclamado a todo el
mundo.(84)

187
La Gran Tribulación Viernes l 9 de julio
LA TR IPLE UNION RELIGIOSA
Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de
la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ra ­
nas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a
los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la ba­
talla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. Apoc. 16: 13, 14.
Por el decreto que imponga la institución del papado en
violación de la ley de Dios, nuestra nación [los Estados Unidos
de América] se separará completamente de la justicia. Cuando
el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir
la mano del poder romano, cuando se incline por encima del
abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando, bajo la
influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo prin­
cipio de su constitución como gobierno protestante y republi­
cano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y
seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiem­
po en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin
está cerca. ( 1)
i Merced a los dos errores capitales, el de la inmortalidad del
Jalma y el de la santidad del domingo, Satanás prenderá a los
hombres en sus redes. Mientras aquél forma la base del espiri­
tismo, éste crea un lazo de simpatía con Roma. Los protestan­
tes de los Estados Unidos serán los primeros en tender las manos
a través de un doble abismo al espiritismo y al poder romano;
y bajo lá inflüeñcíá~"3e ésta triple alianza ese país márcHará en
las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la c onciencia. ( 2)
Los papistas, los protestantes y los mundanos aceptarán igual­
mente la forma de la piedad sin el poder de ella, y verán en esta
unión un gran movimiento para la conversión del mundo y el
comienzo del milenio tan largamente esperado.(3)
Cuando nuestra nación [los Estados Unidos] abjure de tal
manera los principios de su gobierno que promulgue una ley
dominical, en este acto el protestantismo dará la mano al papis­
mo; y con ello recobrará vida la tiranía que durante largo tiempo
ha estado aguardando ávidamente su oportunidad de resurgir en
activo despotismo.(4)

188
I ,u Gran Tribulación Sábado 2 de julio
SATANAS Y LA TR IPL E UNION
Y adoraron al dragón que había dado
autoridad a la bestia. Apoc. 13: 4.
“Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero
linblaba como dragón” (Apoc. 13: 11). Aunque profesan ser se­
guidores del Cordero de Dios, los hombres se llenan del espíritu
del dragón. Profesan ser mansos y humildes pero hablan y legis­
lan con el espíritu de Satanás, demostrando con sus actos que
son todo lo contrario de lo que afirman ser. Este poder seme­
jante a un cordero se une con el dragón para hacer guerra con-
irn los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testi­
monio de Jesucristo. Y Satanás j e une con los protestantes y los
papistas, obrando en armonía cóñ~éltes ^cOm S'príncipede este
muSctoTe imponiéndose a los hombres como si ellos fueran súb­
ditos de su reino y él estuviera facultado para manejarlos, go­
bernarlos y controlarlos a su antojo. Si los hombres se oponen a
pisotear los mandamientos de Dios, entonces se revela el espí­
ritu del dragón. Se los encarcela, se los lleva ante los tribunales y
se les imponen multas. “Hacía que a todos, pequeños y grandes,
ric5T~y—pótjres^Tiftf&r'y esclavos, se les pusiese una marca en
la mano derecha, o en la frente” (Vers. 16). “Y se le permitió
infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen
hablase e hiciese mata b a todo el que no_la adorase” (Vers. 15).
Así usurpa SatañaT las preríogátívas^de^ Jehová. E l hombre de
pecado se instala en el sitial de Dios, proclamándose Dios y
obrando por sobre Dios.
Existe un marcado contraste entre los que tienen el sello
de Dios y los que adoran a la bestia y a su imagen. Los fieles
siervos del Señor tendrán que soportar la más encarnizada per­
secución por parte de falsos maestros que no prestarán atención
a la Palabra de Dios y pondrán piedras de tropiezo en el camino
de los que deseen oírla. Pero el pueblo de Dios no debe temer.
Satanás^ n o jjo d rá trasponer su límite. El Señor será el amparo
Se"Tsu_pueblo. Considera el~ daño Trecho a sus siervos por causa
de la verdad, como inferido a él mismo. Cuando se haya toma­
do la última decisión, cuando todos se hayan puesto de parte de
Cristo y sus mandamientos o de parte del gran Apóstata, Dios se
levantará en su poder y los labios de quienes han blasfemado
contra él serán acallados para siempre. Todo poder opositor reci­
birá su castigo.(5)

189
/
La Gran Tribulación Domingo 3 de julio
LA CORRUPCION D E LA VERDAD
Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el
Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Mat. 24:23.
Antes que ocurran los acontecimientos finales de la obra de
la apostasía, habrá una gran confusión en lo que concierne a
la fe. No habrá conceptos claros y definidos con respecto al mis­
terio de la Divinidad. Una verdad tras otra se irá corrom­
piendo. ( 6)
Después que la verdad haya sido proclamada por testimonio
a todas las naciones, comenzará a actuar todo medio concebible
de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas voces
que clamarán: “¡He aquí el Cristol ¡Helo allí! ¡Esta es la ver­
dad! Yo tengo el mensaje de Dios; él me ha enviado con gran
luz”. Entonces se removerán los hitos y se tratará de derribar
las columnas de nuestra fe. Se hará un esfuerzo más decidido
para exaltar el falso día de reposo y despreciar a Dios mismo
al reemplazar el día que él bendijo y santificó. Se pondrá en vi­
gencia la observancia de este falso día de reposo mediante una
ley opresiva.(7)
En el futuro surgirán engaños de toda clase, y necesitare­
mos tierra firme para nuestros pies. Neoesitamos sólidas colum­
nas para el edificio. Ni un alfiler ha de quitarse de lo que el
Señor ha establecido. El enemigo introducirá falsas teorías, co­
mo la doctrina de que no existe santuario. Este es uno de los
puntos en que algunos se apartarán de la fe .(8)
Habrá sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una
parte de verdad, pero que alejarán de la fe original. El Señor
ha dado una regla para detectarlos: ‘‘¡A la ley y al testimonio!
Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. ( 9)
A medida que nos acerquemos al tiempo del fin, el error
estará tan mezclado con la verdad que sólo los que cuenten con
la dirección del Espíritu Santo podrán distinguir al uno de la
otra. Debemos hacer todo esfuerzo que sea necesario para man­
tenernos en el camino del Señor. En ningún caso debemos apar­
tarnos de su conducción para depositar nuestra confianza en el
hombre. Los ángeles del Señor tienen orden de vigilar estricta­
mente a los que confían en el Señor, y ellos han de ser nuestro
especial auxilio en todo tiempo de necesidad. Cada día debe­
mos ir al Señor en plena certidumbre de fe y acudir a él en
procura de sabiduría... Los que sean guiados por la Palabra de
Dios discernirán con seguridad entre el error y la verdad, entre
el pecado y la justicia. ( 10)
190
I .ii Gran Tribulación Lunes 4 de julio
LOS ESTADOS UNIDOS EN LA PROFECIA
VI ntru bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos seme­
jante« a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Apoc. 13: 11.
Una nación, y sólo una, responde a los datos y rasgos ca-
inclcrfsticos de esta profecía; no hay duda de que se trata aquí
de los Estados Unidos de Norteamérica^11)
Esta es una imagen sorprendente del surgimiento y el desa-
i mllo de nuestra nación. Y los cuernos semejantes a los de un
cordero —símbolo de inocencia y mansedumbre— representan con
Mi'lerto el carácter de nuestro gobierno, según está expresado
en sus dos principios fundamentales: el republicanismo y el pro-
leslantismo. ( 12)
El Señor ha favorecido a los Estados Unidos más que a cual­
quier otra nación... En ella proveyó refugio para su pueblo a
lln de que éste pudiera rendirle culto conforme a los dictados
tic su conciencia. En esa nación el cristianismo ha prosperado
conservando su pureza. En ella se ha enseñado sin restricciones
lu doctrina del don de la vida vivificada por el poder de un
único Mediador entre Dios y el hombre. Era propósito divino
que en esta nación siempre hubiera libertad para que las gen-
tcs pudieran adorarlo de acuerdo con los imperativos de su con­
ciencia. Era su intención que las instituciones civiles manifesta-
run en su expansión y desarrollo la libertad que otorgan los
atributos del Evangelio.
Pero el enemigo de toda justicia ha trazado sus proyectos
con respecto a los planes que Dios tiene para esta nación. Intro­
ducirá actividades que harán que los hombres se olviden de la
existencia de Dios. La mundanalidad y la avaricia, que es ido­
latría, prevalecerán debido a la obra del archiengañador, hasta
que la ley de Dios quede invalidada en todos sus aspectos. ( 13)
Me fue mostrado que Satanás se nos está adelantando. La
ley de Dios ha de ser invalidada por los instrumentos de Sata­
nás. En nuestro país, que se jacta de la libertad, se acabará la
libertad religiosa. ( 14)
Cuando nuestra nación, en sus asambleas legislativas, dicte
leyes destinadas a subyugar la conciencia de los hombres en lo
que toca a sus privilegios religiosos, poniendo en vigor la ob­
servancia del domingo y constituyéndose en un poder opresor
dirigido contra quienes observan el sábado como día de reposo,
la que en realidad quedará invalidada será la ley de Dios y a
la apostasía nacional seguirá la ruina nacional. ( 16)

191
1La Gran Tribulación Martes 5 de julio
PERSEGUIDOS POR CATOLICOS Y PROTESTANTES
Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas
el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Mat. 10: 22.
| No debemos pensar que no podremos soportar la persecu
fción. Tendremos que pasar por tiempos terribles. ( 19)
Las persecuciones que sufrieron los protestantes de parte del
romanismo, y por las cuales la religión de Jesucristo casi llegó a
ser aniquilada, serán sobrepasadas cuando se unan el protestan
tismo y el papado. ( 17)
El pueblo de Dios que guarda los mandamientos, en lo
sucesivo será puesto en la situación más angustiosa, pero todos
los que han andado en la luz y la han difundido comprenderán
que Dios interviene en su favor. Cuando todas las cosas parez­
can más apremiantes, el Señor revelará su poder a sus fieles.
Cuando la nación en favor de la cual Dios ha obrado de una
manera tan maravillosa y a la cual ha protegido con el escudo
de la Omnipotencia, abandone los principios protestantes y por
medio de su legislatura dé protección y apoyo al romanismo
para limitar la libertad religiosa, entonces Dios actuará con su
propio poder en favor de su pueblo fiel. Se ejercerá la tiranía
de Roma, pero Cristo será nuestro refugio. ( 18)
Cuando las iglesias principales de los Estados Unidos, unién­
dose en puntos comunes de doctrina, influyan sobre el estado
para que imponga los decretos y las instituciones de ellas, en­
tonces la América protestante habrá formado una imagen de la
jerarquía romana, y la inflicción de pena civiles contra los disi­
dentes será el resultado inevitable. ( 19)
Las Escrituras enseñan que el papado reconquistará su per­
dida supremacía, y que volverán a encenderse los fuegos de la
iersecución mediante las concesiones contemporizadoras del así

Í lamado mundo protestante. En este tiempo de peligro podremos


resistir únicamente en la medida en que tengamos la verdad
y el poder de D ios...
Las perspectivas de tener que enfrentar el peligro y las di­
ficultades personales, no necesitan desanimarnos, sino que debe­
rían avivar el vigor y las esperanzas del pueblo de Dios, porque
el tiempo de peligro constituye la oportunidad de Dios para
proporcionar una clara manifestación de su poder. (20)

192
i
I t Gran Tribulación Miércoles 6 de julio
PERSEGUIDOS POR CAUSA D E CRISTO
Todos los que quieren vivir piadosamente en
Cristo Jesús padecerán persecución. 2 T i m . 3 :1 2 .
Así como Cristo fue aborrecido sin motivo, así también lo
«irá su pueblo debido a su obediencia a los mandamientos de
I >¡os. Si Aquel que es puro, santo e inmaculado, Aquel q u e ...
hizo el bien y sólo el bien fue tratado como el criminal más ab-
yiicto y condenado a muerte, sus discípulos no pueden esperar
un trato diferente por irreprensible que sea su vida e impe­
cable su carácter.
Los estatutos humanos, las leyes elaboradas por los agentes
satánicos con el pretexto de fomentar el bien y restringir el
mal, serán exaltados, en tanto que se despreciará, y pisoteará
los sagrados mandamientos de Dios. Y todos los que por su
obediencia demuestren ser fieles a la ley de Jehová, deberán
estar preparados para afrontar arrestos y ser llevados ante asam­
bleas cuya norma no será precisamente la elevada y santa ley
de Dios. ( 21)
Quienes vivan en los días finales. . . sabrán lo que significa
ser perseguidos por causa de la verdad. En las cortes prevale­
cerá la injusticia. Los jueces rehusarán escuchar las razones es­
grimidas por los que sean fieles a los mandamientos de Dios,
mies sabrán que es imposible refutar los argumentos en favor
del cuarto mandamiento. Dirán entonces: “Nosotros tenemos una
ley, y según nuestra ley debe morir”. No darán importancia a
la ley de Dios. Considerarán como suprema ésa, a la que lla­
marán “nuestra ley”. Los que respeten esa ley humana serán
favorecidos. Pero quienes no se inclinen ante el ídolo constitui­
do por el falso día de reposo, no recibirán la menor muestra
de simpatía. ( 22)
En Verano no hay diferencia notable entre los árboles de
hojas perennes y los que las pierden; pero cuando vienen los
vientos d e . invierno los primeros permanecen verdes en tanto
que los otros pierden su forraje. Así puede también que no sea
(lado distinguir actualmente a los falsos creyentes de los verda­
deros cristianos, pero pronto llegará el tiempo en que la dife­
rencia saltará a la vista. Dejad que la oposición se levante, que
el fanatismo y la intolerancia vuelvan a empuñar el cetro, que
el espíritu de persecución se encienda, y entonces los tibios e
hipócritas vacilarán y abandonarán la fe; pero el verdadero
cristiano permanecerá firme como una roca, con más fe y espe­
ranza que en días de prosperidad. ( 23)
193
7— M S V
La Gran Tribulación Jueves 7 de julio
LOS PERSEGUIDORES MAS ENCARNIZADOS
Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a
otros, y unos a otros se aborrecerán. Mat. 24: 10.
Conforme vaya acercándose la tempestad, muchos que pro­
fesaron creer en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron
santificados por la obediencia a la verdad, abandonarán su fe
e irán a engrosar las filas de la oposición. Uniéndose con el mun­
do y participando de su espíritu, llegarán a ver las cosas casi
bajo el mismo aspecto; así que cuando llegue la hora de prueba
estarán preparados para situarse del lado más fácil y de ma­
yor popularidad. Hombres de talento y de elocuencia, que se
gozaron un día en la verdad, emplearán sus facultades para se­
ducir y descarriar almas. Se convertirán en los enemigos más en­
carnizados de sus hermanos de antaño. Cuando los observadores
del sábado sean llevados ante los tribunales para responder por
su fe, estos apóstatas serán los agentes más activos de Satanás
para calumniarlos, y acusarlos y para incitar a los magistrados
contra ellos por medio de falsos informes e insinuaciones. ( 24)
El tiempo de angustia que espera al pueblo de Dios reque­
rirá una fe inquebrantable. Sus hijos deberán dejar manifiesto
que él es el único objeto de su adoración, y que por ninguna
consideración, ni siquiera de la vida misma, pueden ser induci­
dos a hacer la menor concesión a un culto falso. ( 26)
En aquel tiempo el oro quedará separado de la escoria...
Más de una estrella que hemos admirado por su brillo se apa­
gará entonces en las tinieblas. Los que hayan asumido los atavíos
del santuario, pero no estén revestidos de la justicia de Cristo,

I
se verán en la vergüenza de su propia desnudez.

Entre los habitantes de la tierra hay, dispersos en todo país,


quienes no han doblado la rodilla ante Baal. Como las estrellas
del cielo, que sólo se ven de noche, estos fieles brillarán cuan­
do las tinieblas cubran la tierra y densa oscuridad los pueblos.
En la hora de la más profunda apostasía, cuando se esté realizan­
do el supremo esfuerzo de Satanás para que “todos... pequeños
y grandes, ricos y pobres, libres y siervos” (Apoc. 13: 16) reci­
ban, so pena de muerte, la señal de lealtad a un falso día de
reposo, estos fieles... resplandecerán “como luminares en el mun­
do” (Fil. 2: 15). Cuanto más oscura sea la noche, mayor será
el esplendor con que brillarán. ( 26)

194
I u (irán Tribulación Viernes 8 de julio
TRAICIONADOS POR FAM ILIARES Y AMIGOS
I,»» enemigos del hombre serán los de su casa. Mat. 10:36.
Cuando se invalide la ley de Dios y la iglesia sea zaran­
deada por las terribles pruebas que conmoverán a todos los ha­
bitantes de la tierra, una gran proporción de los que se consi-
di ui sinceros prestarán atención a espíritus seductores, se torna-
i iiii desleales y traicionarán cometidos sagrados. Llegarán a ser
inirstros más encarnizados perseguidores. “De vosotros mismos
ñu levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar
trus sí a los discípulos” (Hech. 20: 3 0 ) .( 27)
Los que apostaten en tiempo de prueba, presentarán falsos
testimonios contra sus hermanos y los traicionarán para obtener
mi propia seguridad. Denunciarán a sus hermanos indicando los
lugares donde se hayan ocultado, y guiando a los lobos hacia su
nutro. Cristo nos ha advertido de este hecho a fin de que no
nos sorprendan los métodos crueles e inhumanos que adoptarán
Iii miliares y amigos. ( 28)
Descubriremos que tendremos que desprendernos de todas
lus manos excepto de la de Jesucristo. Los amigos demostrarán
mi perfidia y nos traicionarán. Nuestros familiares, engañados por
el enemigo y convencidos de que están sirviendo a Dios, nos
liarán frente y pondrán su máximo empeño para ponemos en
situaciones difíciles con la esperanza de que reneguemos de
nuestra fe. Pero podremos poner confiadamente nuestra mano
i n la de Cristo en medio de las tinieblas y el peligro. ( 28)
Los seguidores de Cristo deben saber que han de tropezar
i on el desprecio. Serán vilipendiados. Sus palabras y su fe serán
tergiversadas. Es posible que la frialdad y el desdén sean más
difíciles de soportar que el martirio. .. Los padres se opondrán
severamente a los hijos que acepten la verdad impopular. Los
que sirvan escrupulosamente a Dios serán acusados de rebelión.
I.os bienes legados a hijos o familiares que crean en la verdad
presente serán entregados a otras manos. Los tutores privarán
a los huérfanos y a las viudas de sus legítimas asignaciones. Los
<iue se aparten del mal se constituirán en víctimas de la leyes
decretadas para dominar las conciencias. Los hombres se apo- j
derarán de bienes sobre los cuales no tienen derecho. En un fu- f
turo cercano se cumplirán las palabras del apóstol: “Todos los
que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán per­
secución”^ 30)

195
L a Gran Tribulación Sábado 9 de julio
AMENAZADOS DE M UERTE
Forque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y libera­
ción vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la
casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has
llegado al reino? Est. 4: 14.
Están por producirse en el mundo acontecimientos extraor­
dinarios. E l fin de todas las cosas está cerca. El tiempo de prue­
ba está a punto de sobrecoger al pueblo de Dios. Entonces se
promulgará el decreto que prohibirá comprar o vender a quienes
guarden el día del Señor, y los amenazará con castigos y aun
con la muerte en el caso de que no observen el primer día de
la semana como día de reposo. ( 31)
El decreto que ha de proclamarse contra el pueblo de Dios
será muy similar al que promulgó Asuero contra los judíos en
el tiempo de E ster... Satanás inspiró el plan, a fin de librar
la tierra de aquellos que preservaban el conocimiento del Dios
verdadero. Pero sus maquinaciones fueron desvirtuadas por un
poder contrario que reina entre los hijos de los hombres. . . El
mundo protestante de hoy ve en el pequeño grupo que guarda
el sábado un Mardoqueo a la puerta. Su carácter y su conducta,
que expresan reverencia por la ley de Dios, son una reprensión
constante para los que han desechado el temor de Jehová y están
pisoteando su sábado; de alguna manera hay que deshacerse
del molesto intruso.
La misma mente magistral que maquinó contra los fieles
en siglos pasados sigue procurando librar la tierra de aquellos
que temen a Dios y obedecen su ley. Satanás excitará indigna­
ción contra la humilde minoría que concienzudamente se niega
a aceptar las costumbres y tradiciones populares. Hombres do
posición y reputación se unirán con los inicuos y los viles para
maquinar contra el pueblo de D ios... No teniendo un “Así di­
cen las Escrituras”, para presentarlo contra los defensores del
sábado bíblico, recurrirán a leyes opresivas para suplir la falta.. .
Sobre este campo de batalla se produce la última gran batalla
del conflicto entre la verdad y el error. Y no se nos deja en duda
en cuanto al resultado. Ahora, como en los días de Mardoqueo,
el Señor vindicará su verdad y a su pueblo. ( 32)

196
/
I .n Gran Tribulación Domingo 10 de julio
MARTIRES EN LOS DIAS FINALES
Oh expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cual­
quiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Juan 16: 2.
Cada individuo en nuestro mundo deberá alistarse bajo una
ile dos banderas.(33)
Los dos ejércitos serán diferentes y estarán separados, y
(■■ni diferencia será tan marcada que muchos de los que se conven­
zan de la verdad se pondrán de parte del pueblo de Dios que
observa sus mandamientos. Cuando esté por producirse esta obra
grandiosa en la batalla, antes del último gran conflicto, muchos
serán encarcelados, muchos huirán de las ciudades y los pueblos
para salvar su vida, y muchos otros soportarán el martirio por
amor de Cristo al levantarse en defensa de la verdad.(34)
Por el decreto que imponga la institución del papado en vio­
lación a la ley de Dios, esta nación [los Estados Unidos] se
■-«•parará completamente de la justicia. . . Como el acerca­
miento de los ejércitos romanos fue para los discípulos una señal
<le la inminente destrucción de Jerusalén, esta apostasía podrá ser
para nosotros una señal de que se llegó al límite de la tolerancia
de Dios, de que esta nación colmó la medida de su iniquidad,
y de que el ángel de la misericordia está por emprender el vuelo
para nunca volver. Los hijos de Dios se verán entonces sumidos
en aquellas escenas de aflicción y angustia que los profetas des­
cribieron como el tiempo de angustia de Jacob. Ascienden al
cielo los clamores de los fieles y perseguidos. Y como la sangre
de Abel clamó desde el suelo, hay voces que claman a Dios desde
la tumba de los mártires, desde los sepulcros del mar, desde las
cuevas de las montañas, desde las bóvedas de los conventos:
“¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas
nuestra sangre de los que moran en la tierra?” (Ápoc. 6: 1 0 ).(36)
Cuando fue abierto el quinto sello Juan, el Revelador, vio
en visión debajo del altar al conjunto de los que habían sido
muertos por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de
Jesucristo. Después de esta visión siguieron las escenas descriptas
en el capítulo 18 de Apocalipsis, donde se llama a los fieles y los
sinceros para que salgan de Babilonia. ( 36)
Cristo restaurará la vida que ha sido quitada, pues él es el
Dador de la vida: E l embellecerá a los justos dándoles vida in­
mortal^37)

197
La Gran Tribulación Lunes 11 de julio
E L TIEM PO D EL ZARANDEO
Y por haberse multiplicado la maldad, el
amor de muchos se enfriará. Mat. 24: 12.
Tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado en la frente
(no se trata de un sello o marca visible, sino de una afirmación
intelectual y espiritual en la verdad, del cual será imposible des­
viarlos), tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado y prepa­
rado para el zarandeo, éste se producirá. En realidad, ya ha
comenzado. Los juicios de Dios se hallan ya sobre la tierra para
darnos advertencia a fin de que podamos saber lo que nos es­
pera^38)
Se están aproximando rápidamente los días en los cuales ha­
brá gran perplejidad y confusión. Satanás, vestido de ángel de
luz, engañará, si fuese posible, a los escogidos. Habrá entonces
muchos dioses y muchos señores. En ese tiempo soplará todo
viento de doctrina. ( 39)
Se procurará imponernos la observancia del falso día de
reposo. . . Los que hayan cedido paso a paso a las exigencias
mundanales y se hayan conformado a las costumbres del mundo,
cederán a las autoridades, antes que someterse al ridículo, los
insultos, las amenazas de encarcelamiento y la muerte. . . La
contienda será entre los mandamientos de Dios y los de los hom-
bres.(40)
Én ese tiempo, el oro será separado de la escoria en la igle­
sia. La verdadera piedad se distinguirá claramente de la aparien­
cia y del oropel. Más de una estrella que hemos admirado por
su brillo, se apagará entonces en las tinieblas. Como una nube,
el tamo será llevado por el viento, aun en lugares donde vemos
sólo eras de rico trigo. Todos los que llevan los ornamentos del
santuario, pero no están vestidos de la justicia de Cristo, aparece­
rán en la vergüenza de su desnudez. ( 41)
Sin embargo, hay hombres que recibirán la verdad y ocupa­
rán los sitios que dejen vacíos los que se consideren agraviados y
abandonen la verdad. . . Su lugar será ocupado por hombres
de verdaderos principios cristianos que llegarán a ser mayordo­
mos fieles y dignos de confianza que presentarán la Palabra de
Dios en su sencillez y en su marco verdadero. E l Señor obrará de
tal manera que los desconformes se separarán de los fieles. . .
r' ' cubrirán
I
I ti Gran Tribulación
1 1
Martes 12 de julio
UNA VISLUM BRE D EL ZARANDEO
Tnrque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que
ni aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel.
Eze. 38: 19.
Vi que algunos, con fe robusta y gritos acongojados, clama-
Iiiiii ante Dios. Estaban pálidos y sus rostros demostraban la
profunda ansiedad resultante de su lucha interna. Gruesas gotas
di- sudor bañaban su frente. . .
Los ángeles malos los rodeaban, oprimiéndolos con tinieblas
purn ocultarles la vista de Jesús y para que sus ojos se fijaran
i ii la oscuridad que los rodeaba, a fin de inducirlos a desconfiar
do Dios y murmurar contra él. Su única salvaguardia consistía
m mantener los ojos alzados al cielo, pues los ángeles de Dios
r,l.iban encargados del pueblo escogido y, mientras que la pon­
zoñosa atmósfera de los malos ángeles circundaba y oprimía a las
misiosas almas, los ángeles celestiales batían sin cesar las alas
pura disipar las densas tinieblas.
De cuando en cuando Jesús enviaba un rayo de luz a los que
angustiosamente oraban, para iluminar su rostro y alentar su co-
razón. Vi que algunos no participaban en esta obra de acongojada
demanda, sino que se mostraban indiferentes y negligentes. . .
Nada hicieron sus ángeles por quienes no procuraban ayudarse
ii sí mismos, y los perdí de vista.
Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había
visto, y se me mostró que lo motivaría el testimonio directo que
exige el consejo que el Testigo fiel dio a la iglesia de Laodicea. . .
Mi atención se fijó entonces en la hueste que antes había visto
v que estaban fuertemente sacudida. . . Doble número de ánge­
les custodios los rodeaban, y una armadura los cubría de pies a
cabeza. . . Oí que los revestidos de la armadura proclamaban
poderosamente la verdad, con fructuosos resultados. . . Pregunté
por la causa de tan profundo cambio y un ángel me respondió:
Es la lluvia tardía; el refrigerio de la presencia del Señor; el
potente pregón del tercer ángel”. ( 43)

199
La Gran Tribulación Miércoles 13 de julio
UNION Y SEPARACION BAJO EL FU E R TE CLAMOR
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de
Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aqui que tinieblas cubrirán
la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová,
y sobre ti será vista su gloria. Isa. 60; 1, 2.
A medida que nos apremien las pruebas, se efectuará en
nuestras filas una obra de separación y también de unión. Algu­
nos que en la actualidad están dispuestos a tomar armas de gue­
rra, en tiempos de verdadero peligro pondrán de manifiesto que
no han edificado sobre un fundamento sólido: Cederán a la ten­
tación. Los que han tenido gran luz y disfrutado de inestimables
privilegios pero no los han perfeccionado, se apartarán de nos­
otros justificándose con diversos pretextos. Al no haber recibido
el amor de la verdad, aceptarán los errores del enemigo. Prestarán
atención a espíritus seductores y doctrinas de demonios y se apar­
tarán de la fe. Pero, por otra parte, cuando la tempestad de la
persecución se desate realmente sobre nosotros, las verdaderas
ovejas escucharán la voz del verdadero Pastor. Se realizarán es­
fuerzos abnegados para salvar a los perdidos, y muchos de los
que se han extraviado del redil retomarán para seguir al gran
Pastor. El pueblo de Dios se unirá y presentará un frente com­
pacto al enemigo. En vista del peligro común cesará la lucha
por la supremacía. No habrá contiendas para determinar quién
es el más importante. Ninguno de los verdaderos creyentes dirá:
“Yo soy de Pablo, y yo de Apolos, y yo de Cefas”. El testimonio
de todos y de cada uno será: “Yo sigo a Cristo; me gozo en él
como en mi Salvador personal”. ( 44)
Cuando el mensaje del tercer ángel se transforme en el fuer­
te clamor, su proclamación será acompañada de gran poder y
gloria. E l rostro de los hijos de Dios resplandecerá con la luz del
cielo.( 45)
Muchos de los gobernantes son personas a quienes Satanás

( domina; pero.. . hasta entre ellos Dios tiene sus agentes... Unos
pocos de los agentes de Dios tendrán poder para contrarrestar
mucho mal. Así proseguirá la obra hasta que el tercer mensaje
haya terminado su misión. Durante el fuerte pregón del tercer
ángel, estos agentes tendrán oportunidad de recibir la verdad, y
algunos de ellos se convertirán v soportaran ron lps santos el
tiéTfipo de angustia. ( 4tl)
1.« (irán Tribulación Jueves 14 de julio
LA IGLESIA A PUNTO D E CAER
l*rrn Slon dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se
■ilviilurá la m ujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse
ili<l liljo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré
de ti. Isa. 49: 14, 15.
Satanás llevará a cabo sus milagros para engañar y estable-
■m i su poder por encima de todo lo demás. Puede parecer que
ln iglesia está por caer, pero no caerá. Ella permanece en pie,
ii iifiitras los pecadores que hay en Sion son tamizados, mientras
ln puja es separada del trigo precioso. Es una prueba terrible, y
iln embargo tiene que ocurrir. Nadie fuera de los que han es-
tuilo venciendo mediante la sangre del Cordero y de la Palabra
ilr su testimonio serán contados con los leales y los fieles, con
Ins que no tienen mancha ni arruga de pecado, con los que no
limen engaño en sus bocas. . . Los miembros del pueblo rema­
nente que purifican sus almas mediante la obediencia a la ver­
il.id, se fortalecen en el proceso probatorio y manifiestan la belle-
/.u de la santidad en medio de la apostasía circundante. ( 47)
Sé que el Señor ama a su iglesia, la cual no ha de ser desor­
ganizada ni dispersada en átomos independientes. No existe la
menor lógica en esto ni hay la más mínima evidencia de que
ocurrirá tal cosa. Quienes obedezcan este mensaje falso y pro­
curen influir en otros para que también lo acepten, serán engaña­
dos y preparados para recibir engaños mayores, y los frutos de
sus esfuerzos se reducirán a la nada.(48)
Me siento animada y gozosa al comprender que el Dios d e l
Israel todavía está guiando a su pueblo y que permanecerá a su l
lado incluso hasta el fin .(49)
Ahora no podemos alejamos del fundamento que Dios ha
colocado. No podemos entrar en ninguna nueva organización,
|x>rque esto significaría apostatar de la verdad.(50)
La iglesia, que está por entrar en su más severo conflicto, i
será el objeto más querido para Dios en la tierra. . . Satanás V
arrojará todo vituperio posible sobre los escogidos, a quienes
no puede engañar y alucinar con sus invenciones y falsedades satá­
nicas. Pero exaltado “por Príncipe y Salvador, para dar a Israel
arrepentimiento y perdón de pecados", Cristo, nuestro represen­
tante y nuestra cabeza, ¿cerrará su corazón, o retirará su mano,
o dejará de cumplir su promesa? No; nunca, nunca. ( 51)

201
i
La Gran Tribulación Viernes 15 de julio
LA PURIFICACION DE LA IGLESIA
Se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a Ion
( hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán
a Jehová ofrenda en justicia. Mal. 3 :3 .
Ha llegado el tiempo cuando el poder milagroso del archien-
gañador se revelará con mayor osadía. Sus errores ganarán tanto
en seducción alucinadora que confundirán, y si es posible, en­
gañarán aun a los escogidos. El príncipe de las tinieblas y sus
malos ángeles están obrando sobre la cristiandad e induciendo a
los que profesan el nombre de Cristo a colocarse bajo el estan-l
darte de las tinieblas para luchar contra los que guardan los man-I
damientos de Dios y tienen la fe de Jesús.
La iglesia apóstata sé*WTff!f fcbñ Tos poderes de la tierra y

( del infierno para colocar sobre la frente o la mano la marca de


la bestia e inducir a los hijos de Dios a adorar a la bestia y a
su imagen. Procurarán obligarlos a «anegar de_.su...fidelidad a la
lev de Dios y a rendir homenaje al papado. Entonces vendrán
tiempos cuando las almas de los hombreíPsérán probadas, pues
la confederación de la apostasía exigirá que los fieles súbditos de
Dios repudien la ley de Jehová y la verdad de su Palabra. Enton
ces el oro será separado de la escoria, y entonces se pondrá de
manifiesto quiénes son piadosos, leales y sinceros y quiénes son
desleales. . . ¡Qué cantidad de tamo será aventado entonces por
el bieldo de Dios! Donde ahora nuestros ojos sólo alcanzan a
ver fecundos trigales se verá la paja aventada por el bieldo de
Dios. Todo aquel cuya vida no esté centrada en Cristo no podrá
soportar la prueba de ese día. En tanto que los que están
vestidos con la justicia de Cristo permanecen fieles a la verdad
y al deber, los que han confiado en su propia justicia se alistarán
bajo el tétrico estandarte del príncipe de las tinieblas. Entonces
se hará notorio si se ha elegido a Cristo o a Belial Los que no
han confiado en sí mismos, los que nan estado en situaciones tan
particulares que no osaron arrostrar afrentas y vituperios, al fin
se pondrán abiertamente de parte de Cristo y de su ley. En cam 1
bio, muchos que en apariencia eran árboles florecientes, pero sin
fruto, se unirán a las multitudes para hacer el mal y recibirán
la señal de la apostasía en su frente o en su mano. ( 62)

202
w
I ii (iriin Tribulación Sábado 16 de julio
SATANAS SE HACE PASAR POR CRISTO - I
Mli mi que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi
......... diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca, tilas
no Vayáis en pos de ellos. Luc. 21: 8.
En esta época aparecerá el anticristo como si fuera el Cristo
verdadero, y entonces Ja ley de Dios será completamente invalida-
ilu cu las naciones de nuestro mundo. La rebelión contra la san-
i.i ley de Dios habrá llegado a su completa maduración. Pero el
verdadero director de toda esta rebelión es Satanás vestido como
un ángel de luz. Los hombres serán engañados y lo exaltarán al
hi^iir de Dios, y lo deificarán. Pero la Omnipotencia se inter­
pondrá contra las iglesias apóstatas que se unan para exaltar a
Satanás y se pronunciará la sentencia: “Por lo cual en un solo
illa vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada
ron luego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga” (Apoc.
I H : 8 ) . ( 63)
Satanás. . . disfrazado de ángel de luz, recorrerá la tierra
i nnio un taumaturgo. Con bello lenguaje presentará sentimientos
sublimes. Hablará palabras buenas y ejecutará buenas acciones.
Personificará a Cristo; pero en un punto habrá una diferencia no-
lublo. Satanás apartará a la gente de la ley de Dios. ( 54)
Declarará que el día de reposo fue cambiado del séptimo
al primer día de la semána; y como señor del domingo presentará
esc día de descanso espurio como prueba de lealtad a su per-
si ina. ( 65)
Es imposible dar una idea de lo que experimentará el pueblo
ile Dios que viva en la tierra cuando se combinen la manifestación
ile la gloria de Dios y la repetición de las persecuciones pasadas.
Andará en la luz que emana del trono de Dios. Por medio de
los ángeles, las comunicaciones entre el cielo y la tierra serán
mantenidas constantes. Por su parte Satanás, rodeado de sus
ángeles, y haciéndose pasar por Dios, hará toda clase de milagros
¡i fin de seducir, si posible fuese, aun a los escogidos. E l pueblo
de Dios no hallará seguridad en la realización de milagros, porque
Satanás los imitará. En esta dura prueba, el pueblo de Dios
hallará su fortaleza en la señal mencionada en Éxodo 31: 12-18.
Tendrá que afirmarse sobre la palabra viviente: “Escrito está”,
lis el único fundamento seguro. ( 56)
Q • Z I,*

203
La Gran Tribulación Domingo 17 de julio
SATANAS SE HACE PASAR POR CRISTO - I I
Y no es m aravilla, porque el mismo Satanás
se disfraza como ángel de luz. 2 Cor. 11:14.
Satanás está preparando sus engaños para que en su última
campaña contra el pueblo de Dios, éste no lo reconozca. “Y no
es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel
de luz”. . . Satanás hará uso de todo su poder para acosar, tentar
y descarriar al pueblo de Dios.
Quien se atrevió a hacer frente,' tentar y vituperar a nuestro
Señor, y tuvo poder para tomarlo en sus brazos y llevarlo a las
almenas del templo y a una montaña muy elevada, ejercerá su
poder hasta un grado sorprendente sobre la presente generación
que es muy inferior en sabiduría a su Señor, y que ignora casi
totalmente la sutileza y la fuerza de Satanás.
Afectará de un modo maravilloso los cuerpos de los que se
inclinan naturalmente a ejecutar sus mandatos. ( 67)
Vendrá haciéndose pasar por Jesucristo, obrando poderosos
milagros, y los hombres se prosternarán y lo adorarán como si
fuera el Salvador. Se nos ordenará rendir culto a ese ser a quien
el mundo glorificará como a Cristo. ¿Qué haremos? Debemos
decirles que Cristo nos ha puesto en guardia precisamente contra
semejante adversario, que es el peor enemigo del hombre aunque
afirme ser Dios, que cuando Cristo se manifieste lo hará con poder
y gran gloria, acompañado por cientos de millones y mülares de
millares de ángeles, y que cuando venga reconoceremos su voz.(58)
Se acerca el tiempo cuando Satanás obrará milagros ante vues­
tros ojos, afirmando que él es Cristo; y si vuestros pies no están
firmemente establecidos en la verdad de Dios, seréis desviados
de vuestro fundamento. ( 59)
Satanás está decidido a seguir la lucha hasta el fin. Se pre­
sentará como ángel de luz, asegurando ser Cristo y engañará al
mundo. Pero su triunfo será breve. Ninguna borrasca o tempes­
tad logrará conmover a quienes se han aferrado a los principios
de la verdad eterna. Podrán resistir en ese tiempo de apostasía
casi universal. ( 60)

204
I .il Gran Tribulación Lunes 18 de julio
MILAGROS SATANICOS - I
M r levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes
««hales y prodigios; de tal manera que engañarán, si fuere
posible, aun a los escogidos. Mat. 24: 24.
El enemigo se está preparando para engañar a todo el mun­
do mediante su poder obrador de milagros. Se presentará como
ángel de luz e intentará presentarse como Jesucristo.( 61)
Hasta donde alcance su poder, realizará verdaderos milagros.
Dice la Escritura: “Engaña a los moradores de la tierra por las
Múñales que le ha sido dado hacer” (Apoc. 13: 14); no simple­
mente por lo que pretende hacer. En este pasaje se presenta algo
más que imposturas. Pero hay un límite que Satanás no puede
superar; y entonces recurre al engaño y falsifica la obra que no
puede realizar en verdad. En los postreros días se presentará de
luí manera que hará creer a los hombres que es Cristo venido
por segunda vez al mundo. Se transformará en verdad en un ángel
de luz.(62)
Es inminente “la hora de la tentación que ha de venir en
lodo el mundo, para probar a los que moran en la tierra” (Apoc.
3: 10). Todos aquellos cuya fe no esté firmemente cimentada en la
l’alabra de Dios, serán engañados y vencidos. La operación de
Satanás es “con todo el artificio de la injusticia” a fin de alcanzar
dominio sobre los hijos de los hombres; y sus engaños seguirán
aumentando. Pero sólo puede lograr sus fines cuando los hombres
ceden voluntariamente a sus tentaciones. Los que busquen since­
ramente el conocimiento de la verdad, y se esfuercen en purificar
sus almas mediante la obediencia, haciendo así lo que pueden en
preparación para el conflicto, encontrarán seguro refugio en el
Dios de verdad. “Por cuanto has guardado la palabra de mi pa­
ciencia, yo también te guardaré” (Apoc. 3: 10), es la promesa
del Salvador. E l enviaría a todos los ángeles del cielo para pro­
teger a su pueblo antes que permitir que una sola alma que con­
fíe en él sea vencida por Satanás. ( 83)

205
La Gran Tribulación Martes 19 de julio
MILAGROS SATANICOS - I I
También hace grandes señales, de tal manera que aun hace des­
cender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.
Apoc. 13: 13.
A medida que el pueblo de Dios se acerca a los peligros de
los últimos días, Satanás sostiene ansiosas consultas con sus án­
geles en cuanto al plan de mayor éxito para derribar su fe. El
ve que las iglesias populares ya están dormidas, arrulladas por su
poder engañador. Mediante una sofistería agradable y milagros
engañosos puede continuar teniéndolas bajo su dominio. Por lo
tanto dirige a sus ángeles para que coloquen sus trampas especial­
mente destinadas a los que esperan la segunda venida de Cristo
y se esfuerzan por guardar todos los mandamientos de Dios. ( 64)
Se nos ha advertido que en los últimos días obrará con seña­
les y maravillas mentirosas. Y continuará esas maravillas hasta
que termine el tiempo de gracia, a fin de poder señalarlas como
evidencias de que es un ángel de luz y no de las tinieblas. ( 65)
Satanás vendrá para engañar, si fuera posible, aun a los
escogidos. Afirmará ser Cristo y vendrá haciéndose pasar por un
gran médico misionero. Hará descender fuego del cielo a la vista
de los hombres para probar que él es Dios. ( 66)
Las maravillas mentirosas del diablo son las que cautivarán
al mundo, porque hasta hará descender fuego del cielo ante la
vista de los hombres. Realizará milagros, y este maravilloso poder
obrador de milagros abarcará todo el mundo. ( 67)
Algunos estarán tentados a recibir estos prodigios como pro-
vénientes de Dios. Habrá enfermos que sanarán delante de nos­
otros. Se realizarán milagros ante nuestra vista. ¿Estamos prepa­
rados para la prueba que nos aguarda cuando se manifiesten más
plenamente los milagros mentirosos de Satanás? ¿No serán en­
trampadas y apresadas muchas almas? Al apartarse de los claros
preceptos y mandamientos de Dios, y al prestar oído a las fábu­
las, la mente de muchos se está preparando para aceptar estos
prodigios mentirosos. Todos debemos procurar armarnos ahora
para la contienda en la cual pronto deberemos empeñarnos. La
fe en la Palabra de Dios, estudiada con oración y puesta en prác­
tica, será nuestro escudo contra el poder de Satanás y nos hará
vencedores por la sangre de Cristo.(e8)

206
La Gran Tribulación Miércoles 20 de julio
LA HORA D E PRUEBA
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos
i ii tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
mimbre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nun-
<■« os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mat. 7 :2 2 , 23.
No necesitamos ser engañados. Pronto ocurrirán escenas ma-
lavillosas con las cuales Satanás estará estrechamente relacionado.
I .u Palabra de Dios declara que Satanás obrará milagros. Hará
informar a la gente y después quitará repentinamente de ella su
poder satánico. Eso hará que se considere sanados a los enfer­
mos. Estas obras de curación aparente pondrán a prueba a los
adventistas. Muchos que tienen gran luz dejarán de andar en la
luz, porque no han logrado ser uno con Cristo.(69)
Vi a nuestro pueblo en gran angustia, llorando, orando y
reclamando las fieles promesas de Dios, en tanto que los impíos
estaban alrededor de nosotros burlándose y amenazando con des­
truirnos. Ridiculizaban nuestra debilidad, se mofaban de nuestra
insignificancia numérica y nos vituperaban con palabras concebi­
das para ofender profundamente. Nos acusaban de haber adop­
tado una posición independiente de todo el resto del mundo.
Nos habían quitado nuestros recursos de modo tal que no podía­
mos comprar ni vender y señalaban nuestra abyecta pobreza y
nuestra agobiante situación. No lograban comprender cómo po­
díamos vivir apartados del mundo. Según ellos, dependíamos del
mundo y debíamos admitir sus costumbres, prácticas y leyes, o
salir de él. Si en verdad éramos el único pueblo del mundo
que gozaba del favor divino, las apariencias indicaban en for­
ma aterradora todo lo contrario. Los impíos aseguraban que tenían
la verdad, que entre ellos se efectuaban milagros, que los ángeles
del cielo les hablaban y andaban a su lado, que se manifestaban
entre ellos un gran poder, señales y prodigios, y que ése era el
milenio temporal que habían aguardado durante tanto tiempo. El
mundo entero se había convertido y aceptado la ley dominical, en
tanto que ese grupo pequeño y débil seguía desafiando las leyes
terrenales y las divinas, y afirmando ser el único poseedor de la
verdad. ( 70)
El pueblo de Dios no debe afirmar su seguridad en la realiza­
ción de milagros, porque Satanás falsificaría cualquier milagro
que se realizara. . . Deberá afirmarse en la Palabra viviente:
“Escrito está”. ( 71)

207
La Gran Tribulación Jueves 21 de julio
SEÑALES D E CARACTER SOBRENATURAL
Habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pes­
tilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. Luc. 21:11.
A medida que nos acerquemos al fin del tiempo, habrá una
demostración cada vez mayor de poder pagano; deidades paga­
nas manifestarán su notable poder, y se exhibirán a sí mismas
ante las ciudades del mundo; y esta situación ha comenzado a
cumplirse. ( 72)
La profecía del Salvador referente al juicio que iba a caer
sobre Jerusalén va a tener otro cumplimiento, y la terrible deso­
lación del primero no fue más que un pálido reflejo de lo qut
será el segundo. En lo que acaeció a la ciudad escogida pode­
mos ver anunciada la condenación de un mundo que rechazó la
misericordia de Dios y pisoteó su ley .(73)
Aparecieron muchas señales y maravillas como síntomas pre­
cursores del desastre y de la condenación. A la media noche una
luz extraña brillaba sobre el templo y el altar. En las nubes, a la
puesta del sol, se veían como carros y hombres de guerra que
se reunían para la batalla^74)
En la mañana del viernes pasado; justamente antes de des­
pertar, se me presentó una escena sumamente impresionante...
Tuve la sensación de que despertaba del sueño en un lugar
que no era mi casa. Desde las ventanas veía una terrible confla­
gración. Grandes bolas de fuego caían sobre las casas, y de ellas
salían dardos encendidos que volaban en todas direcciones. Era
imposible apagar los incendios que se producían, y muchos lu­
gares eran destruidos. El terror de la gente era indescriptible^75)
Pronto aparecerán en el cielo signos pavorosos de carácter
sobrenatural en prueba del poder milagroso de los demonios. Los
espíritus de los demonios irán en busca de los reyes de la tierra
y por todo el mundo para aprisionar a los hombres con engaños
e inducirlos a que se unan a Satanás en su última lucha contra el
gobierno de Dios. Mediante estos agentes, tanto los príncipes
como los súbditos serán engañados. Surgirán entes que se darán
por el mismo Cristo y reclamarán los títulos y el culto que per­
tenecen al Redentor del mundo. Harán curaciones milagrosas y
asegurarán haber recibido del cielo revelaciones contrarias al tes­
timonio de las Sagradas Escrituras. ( 76)

208
I,u (irán Tribulación Viernes 22 de julio
EL SELLO D E DIOS Y LA MARCA D E LA BESTIA
Ala el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. Isa. 8: 10.
Los justos vivos recibirán el sello de Dios antes de la ter­
minación del tiempo de gracia.(77)
La señal o sello de Dios se revela en la observancia del sép­
timo día, monumento recordativo de la creación por el Señor...
I.u marca de la bestia es lo opuesto a esto: La observancia del
primer día de la semana.(78)
La observancia del domingo no constituye aún la marca de
11 bestia y no lo será hasta tanto se promulgue el decreto que
induzca a los hombres a venerar ese día de reposo idolátrica.
I .legará el momento cuando ese día se transformará en una
prueba, pero esa época no ha llegado aún.(79)
Nadie hasta ahora ha recibido la marca de la bestia. El
tiempo de prueba no ha llegado aún. Hay cristianos verdaderos
en todas las iglesias, sin exceptuar la comunidad católica ro­
mana. Nadie será condenado hasta que haya tenido la luz y
haya comprendido la obligación de obedecer el cuarto manda­
miento. Pero cuando se promulgue el decreto que ponga en vi­
gor el falso día de reposo, y el fuerte clamor del tercer ángel
amoneste a los hombres contra la adoración de la bestia y su
imagen, se trazará claramente la línea que separa lo falso de lo
verdadero. Entonces, los que continúen en transgresión, recibi­
rán la marca de la bestia...
Si se os ha presentado la luz de la verdad que revela
el día de reposo señalado por el cuarto mandamiento, y que
muestra que en la Palabra de Dios no hay fundamento para la
observancia del domingo, y sin embargo seguís aterrándoos al
falso día de reposo, rehusando observar el sábado que Dios lla­
ma “mi día santo”, recibís la marca de la bestia. ¿Cuándo ocu­
rre esto? Cuando obedecéis el decreto que os ordena dejar de
trabajar el domingo para adorar a Dios, mientras sabéis que no
hay una sola palabra en la Biblia que muestre que el domingo
no sea un día de trabajo, común, entonces consentís en recibir
la marca de la bestia y rechazáis el sello de Dios. ( 80)
De aquí a poco todo hijo de Dios llevará su sello. ¡Oh, si
pudiéramos recibirlo en nuestra frente! ¿Quién puede soportar
la idea de ser pasado por alto por el ángel que sale para sellar
a los siervos de Dios en sus frentes? ( 81)

209
La Gran Tribulación Sábado 23 de julio
E L SELLAM IENTO Y LA LLUVIA TARDIA
Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Co­
noce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo
aquel que invoca el nombre de Cristo. 2 Tim. 2 :1 9 .
Antes que sea completamente terminada la obra y fina­
lice el sellamiento del pueblo de Dios, recibiremos el derrama­
miento del Espíritu de Dios. Angeles del cielo estarán en nues­
tro medio. ( 82)
Nuestro Padre celestial no exige de nuestras manos lo que
no podemos realizar. Desea que su pueblo trabaje fervientemen­
te para cumplir el propósito que le ha asignado. Han de orar
en busca de poder, esperar poder y recibir poder, a fin de que
puedan crecer hasta la plena estatura de hombres y mujeres
en Cristo Jesús.
No todos los miembros de la iglesia están cultivando la pie­
dad personal; por lo tanto, no comprenden su responsabilidad
personal. No comprenden que es su privilegio y su deber alcan­
zar la alta norma de la perfección cristiana... ¿Estamos espe­
rando la lluvia tardía, aguardando confiadamente un día mejor
en que la iglesia ha de ser dotada con poder de lo alto y habi­
litada así para la obra? La lluvia tardía nunca refrigerará y vi­
gorizará a los indolentes que no usen las facultades que Dios
les ha concedido.
Nos hallamos en gran necesidad de la atmósfera pura y vi­
vificadora que nutre y fortifica la vida espiritual. Necesitamos
un fervor cada vez mayor. E l solemne mensaje que se nos
ha entregado para darlo al mundo ha de ser proclamado con
mayor ardor, con una intensidad que conmoverá a los incrédulos,
induciéndolos a ver que el Altísimo está obrando con nosotros,
que él es la Fuente de nuestra eficiencia y fortaleza...
¿Estáis empleando todas vuestras facultades en un esfuerzo
por traer las ovejas perdidas al redil? Hay miles y miles sumi­
dos en la ignorancia que podrían ser advertidos. Orad como nun­
ca habéis orado antes por el poder de Cristo. Orad por la ins­
piración de su Espíritu, a fin de que podáis ser henchidos con
el deseo de salvar a los que perecen. ( 83)
Ascienda al cielo la oración: "Dios tenga misericordia de
nootros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre noso­
tros; para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las
naciones tu salvación” (Sal. 6 7 :1 , 2 ) . ( 84)

210
I R Gran Tribulación Domingo 24 de julio
EL REMANENTE Y E L SELLAMIENTO
v illjo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová
<|iir ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón
arrebatado del incendio? Zac. 3 :2 .
La visión de Zacarías con referencia a Josué y el Angel se
aplica con fuerza especial a la experiencia del pueblo de Dios
limante las escenas finales del gran día de expiación. La iglesia
remanente será puesta entonces en grave prueba y angustia...
Salunás considera a los habitantes del mundo súbditos suyos;
lia obtenido el dominio de muchos cristianos profesos; pero allí
rstá ese pequeño grupo que resiste su supremacía. Si pudiese
horrarlo de la tierra, su triunfo sería completo. Así como influyó
rn las naciones paganas para que destruyesen a Israel, pronto
Incitará a las potestades malignas de la tierra a destruir al pue­
blo de Dios. Se requerirá de los hombres que rindan obedien­
ci a a los edictos humanos en violación de la ley divina. Los que
•aian fieles a Dios y al deber serán amenazados, denunciados
y proscriptos, traicionados por ‘‘padres, y hermanos, y parientes,
y amigos”. Su única esperanza se cifrará en la misericordia de
Dios; su única defensa será la oración. Como Josué intercedía
delante del Angel, la iglesia remanente, con corazón quebrantado
y ardorosa fe, suplicará perdón y liberación por medio de Jesús,
su Abogado...
Satanás... declara que por sus pecados han perdido el de­
recho a la protección divina y reclama la facultad de destruirlos. . .
Sin embargo, aunque los seguidores de Cristo han pecado,
no se han entregado al dominio de los agentes satánicos. Se han
arrepentido de sus pecados, han buscado al Señor con humildad
y contrición, y el Abogado divino intercede en su favor...
Los hijos de Dios estarán suspirando y clamando por las
abominaciones cometidas en la tierra. Con lágrimas advertirán
a los impíos el peligro que corren al pisotear la ley divina, y
con tristeza indecible y penitencia se humillarán delante del Se­
ñor. Los impíos se burlarán de su pesar y ridiculizarán sus so­
lemnes súplicas; pero la angustia y la humillación de los hijos de
Dios dan evidencia inequívoca de que están recobrando la fuerza
y nobleza de carácter perdidas como consecuencia del pecado. ..
Mientras Satanás ha estado insistiendo en sus acusaciones los
ángeles santos, invisibles, han ido de un lado a otro poniendo
sobre los fieles el sello del Dios viviente. ( 85)

211
¥

La Gran Tribulación Lunes 25 de julio


TODAS LAS NACIONES SIGUEN A LOS ESTADOS UNIDOS
A i o ir .. . el son de todo instrumento de música, todos los pueblos,
naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que
el rey Nabucodonosor había levantado. Dan. 3: 7.
La historia volverá a repetirse. La religión falsa será exal­
tada. El primer día de la semana —día común de trabajo, sin
ningún atisbo de santidad— será exaltado como lo fue la ima­
gen en Babilonia. Se ordenará a todas las naciones, las lenguas
y los pueblos, la veneración de este falso día de reposo. Así se
propone Satanás quitar toda validez al día instituido por Dios y
dado al mundo como recordativo de la creación. El decreto
que impondrá la observancia de ese día será promulgado en todo
el mundo. ( 86)
Cuando los Estados Unidos, el país de la libertad religiosa,
se una con el papado para forzar la conciencia y obligar a los
hombres a honrar el falso día de reposo, los habitantes de todo
país del globo serán inducidos a seguir su ejemplo. ( 87)
Las demás naciones seguirán el ejemplo de los Estados Uni­
dos. Si bien éstos encabezarán el movimiento, la misma crisis so­
brevendrá a nuestro pueblo en todas partes del mundo. ( 88)
Las naciones serán conmovidas en toda su extensión. Se qui­
tará el apoyo a los que proclaman la única norma de justicia
de Dios y la única prueba segura del carácter. Y todos los que
no se sometan a los decretos de los concilios nacionales y obe­
dezcan las leyes nacionales que ordenan exaltar el día de reposo
instituido por el hombre de pecado, por encima del día santo
de Dios, sentirán, no solamente el poder opresivo del papado, si­
no también el del mundo protestante que es la imagen de la
bestia. ( 89)
E l tiempo de angustia que espera al pueblo de Dios reque­
rirá una fe inquebrantable. Sus hijos deberán dejar manifiesto
que él es el único objeto de su adoración, y que por ninguna
consideración, ni siquiera la vida misma, pueden ser inducidos
a hacer la menor concesión a un culto falso. Para el corazón leal,
los mandamientos de hombres pecaminosos y finitos son insigni­
ficantes frente a la Palabra del Dios eterno. Obedecerán a la ver­
dad aunque el resultado haya de ser encarcelamiento, destierro
o muerte. ( 90)

212
I .il Gran Tribulación Martes 26 de julio
E L COMIENZO D EL FIN
ICnlii dice el Señor Dios: Mirad que viene la desgracia, la desgra-
t l i final. El fin llega, llega el fin; se ha despertado contra ti,
helo aquí que viene. Eze. 7 :5 , 6, versión Ausejo.
Terrible será la crisis a que llegará el mundo. Unidos los
poderes de la tierra para hacer la guerra a los mandamientos de
I líos, decretarán que todos los hombres, “pequeños y grandes,
ricos y pobres, libres y siervos” (Apoc. 13: 16), se conformen
n l is costumbres de la iglesia y observen el falso día de reposo.
Todos los que se nieguen a someterse serán castigados por la
autoridad civil, y finalmente se decretará que son dignos de
muerte. Por otra parte, la ley de Dios que impone el día de re­
poso del Creador exige obediencia y amenaza con la ira de Dios
■i los que violen sus preceptos.
Dilucidado así el asunto, cualquiera que pisotee la ley de
Dios para obedecer una ordenanza humana, recibe la marca de
l.i bestia; acepta el signo de sumisión al poder al cual prefiere
obedecer en lugar de obeceder a D io s...
El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues
en el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de
toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se tra­
zará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los
que no le sirven. Mientras la observancia del falso día de reposo
(domingo), en obediencia a la ley del estado y en oposición al
cuarto mandamiento, sea una declaración de obediencia a un po­
der que está en oposición a Dios, la observancia del verdadero
día de reposo (sábado), en obediencia a la ley de Dios, será
señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras que una clase
de personas, al aceptar el signo de la sumisión a los poderes del
mundo, recibe la marca de la bestia, la otra, por haber escogido
el signo de obediencia a la autoridad divina, recibirá el sello de
Dios.
Hasta ahora se ha solido considerar a los predicadores de
las verdades del mensaje del tercer ángel como meros alarmis­
tas. .. Pero a medida que se va agitando más ampliamente la
cuestión de la observancia obligatoria del domingo, se ve acer­
carse la realización del acontecimiento hasta ahora tenido por
inverosímil, y el tercer mensaje producirá un efecto que no ha­
bría podido producir antes. ( 91)

213
La Gran Tribulación Miércoles 27 de julio
LA APOSTASIA SEGUIDA POR LA RUINA
La tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las
leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno.
Isa. 24: 5.
Los habitantes de los Estados Unidos han sido un pueblo
favorecido, pero el día en que restrinjan la libertad religiosa,
abjuren del protestantismo y apoyen al papado, habrán colmado
la medida de su iniquidad y en los libros del cielo se registrará
que han incurrido en “apostasía nacional”. El resultado de esta
apostasía será la ruina de la nación. ( 92)
Por el decreto que imponga la institución del papado en vio­
lación a la ley de Dios, esta nación se separará completamen­
te de la justicia. Cuando el protestantismo extienda la mano...
para asir la mano del poder romano, cuando se incline por en­
cima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando,
bajo la influencia de esta triple unión, ese país repudie todo
principio de su constitución como gobierno protestante y repu­
blicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y
seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiem­
po en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin
está cerca. ( 93)
E l espiritismo hace aparecer a Satanás como benefactor de
la raza humana, que sana las enfermedades del pueblo y profesa
presentar un sistema religioso nuevo y más elevado; pero al mis­
mo tiempo obra como destructor... Al par que se hace pasar
ante los hijos de los hombres como un gran médico que puede
curar todas sus enfermedades, Satanás producirá enfermedades
y desastres al punto que ciudades populosas serán reducidas
a ruinas y desolación... Y luego el gran engañador persuadirá a
los hombres de que son los que sirven a Dios los que causan
esos males. ( 94)
A medida que los hombres se apartan más y más de Dios,
se permite que Satanás ejerza su poder sobre los hijos de deso­
bediencia. El origina la destrucción entre los hombres. En tierra
y mar se producen calamidades. El incendio y la inundación des­
truyen vidas y bienes. Satanás decide culpar de todo esto a quie­
nes rehúsan prosternarse ante el ídolo erigido por él. Sus agen­
tes señalan a los adventistas como causantes del problema y di­
cen: “Esta gente está desafiando la ley. Están violando el do­
mingo. Estos terribles juicios cesarían si se los obligara a obede­
cer la ley que impone la observancia del domingo”. (°,5)
I ,a Gran Tribulación Jueves 28 de julio
E L MUNDO CONTRA E L PUEBLO D E DIOS
til dragón se llenó de ira contra la m ujer; y se fue a hacer guerra
contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
Apoc. 12: 17.
Se ha considerado a nuestro pueblo como demasiado insig­
nificante para merecer atención. Sin embargo, se producirá un
cambio. E l mundo cristiano está adoptando una conducta que
forzosamente hará que el pueblo que guarda los mandamientos
sea noticia. (96)
El mundo entero será incitado a la enemistad contra los
adventistas porque ellos no rendirán pleitesía al papado, honran­
do el domingo, la institución de este poder anticristiano. Es el
propósito de Satanás hacer que sean extirpados de la tierra, a
fin de que nadie pueda impugnar su supremacía en el mundo. ( 97)
Toda proposición relativa a la verdad presentada por nues­
tros hermanos tendrá que .soportar la crítica de los más grandes
intelectos; los más encumbrados de los grandes hombres del
mundo serán puestos en relación con la verdad, y por lo tanto
cada postulado nuestro debiera ser examinado y probado con
espíritu crítico por medio de las Ecrituras. Ahora parece que
nadie nos notara, pero eso no será siempre así. Están sucediendo
cosas que nos pondrán sobre el tapete, y si nuestras teorías
acerca de la verdad pueden ser desmenuzadas por los historia­
dores o los más grandes hombres del mundo, eso se hará. Cada
uno debe saber individualmente qué es la verdad y estar prepa­
rado para dar razón de la esperanza que tiene, con mansedumbre
y reverencia, no con orgullo, jactancia o suficiencia propia, sino
con el Espíritu de Cristo. Nos acercamos al tiempo cuando ten­
dremos que responder individualmente, solos, por nuestras
creencias. ( 98)
Seremos atacados en todo sentido, probados hasta lo sumo. No
deseamos sostener nuestra fe sólo porque nos fue legada por nues­
tros padres. Una fe tal no soportará la terrible prueba que nos
aguarda. Queremos saber por qué. .. nos hemos apartado del
mundo como un pueblo separado y peculiar... Las potestades
de las tinieblas desplegarán sus baterías contra nosotros, y todos
los indiferentes y descuidados, que han depositado sus afectos
en sus tesoros terrenales y no se han preocupado por compren­
der la relación de Dios con su pueblo, serán su fácil presa. Nin­
gún poder, fuera del conocimiento de la verdad tal como es en
Jesús, nos dará resolución y firmeza. Pero si lo poseemos, uno
podrá perseguir a mil, y dos pondrán en fuga a diez m il.(99)
215
L a Gran Tribulación Viernes 29 de julio
E L ANGEL D E APOCALIPSIS 18
Vi a otro ángel descender del cielo con gran podeT;
y la tierra fue alumbrada con su gloria. Apoc. 18: 1.
Pronto se cumplirán las profecías del capítulo decimoctavo
d el Apocalipsis. Durante la proclamación del mensaje del tercer
ángel “otro ángel” descenderá “del cielo con gran poder; y la
tierra” será “alumbrada con su gloria”. E l Espíritu del Señor
bendecirá tan abundantemente a los instrumentos humanos con­
sagrados, que hombres, mujeres y niños abrirán sus labios en
alabanza y acción de gracias, llenando la tierra con el conoci­
m iento de Dios y con su insuperable gloria como las aguas cu­
b ren el mar.
Los que hayan permanecido firmes en la fe desde el comien­
zo hasta el fin, seguirán siendo vigilantes durante el tiempo
e n que el mensaje del tercer ángel se proclame con gran po­
d er. Durante el fuerte clamor, ayudada por la intervención pro­
videncial de su exaltado Señor, la iglesia difundirá el conoci­
m iento de la salvación en una forma tan extensa que la luz será
transmitida a cada ciudad y pueblo. La tierra será inundada
co n el conocimiento de la salvación. El Espíritu de Dios, en su
acción renovadora, coronará con un éxito tan rotundo la intensa
actividad de sus agentes, que él resplandor de la luz de la ver­
dad presente será visto en todas partes. ( 100)
Habrá una serie de acontecimientos que tendrán por objeto
m ostrar que Dios domina la situación. La verdad será procla­
m ada en un lenguaje claro e inequívoco. A nosotros, como pue­
blo , nos incumbe preparar el camino del Señor bajo la dirección
d e su Espíritu Santo. El Evangelio debe ser dado en su pureza.
E l raudal de aguas vivas debe profundizar y ensanchar su curso.
E n todos los campos, cercanos y lejanos, habrá hombres que
serán llamados a dejar el arado y los negocios que ocupan de
costumbre el pensamiento, para prepararse junto a hombres de
experiencia. A medida que aprendan a trabajar con éxito, anun­
ciarán la verdad con poder. Merced a las maravillosas operacio­
nes de la Providencia divina, montañas de dificultades serán re­
movidas y arrojadas al mar. El mensaje, que tanto significa para
todos los habitantes de la tierra, será oído y comprendido. Los
hombres verán dónde está la verdad. La obra progresará más
y más hasta que la tierra entera sea amonestada; y entonces
vendrá el final. ( 101)

216
I .il Gran Tribulación Sábado 30 de julio
LA LLUVIA TEMPRANA Y LA TARDIA
Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová
vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo,
y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como
al principio. Jo e l 2; 23.
En las iglesias se producirá una manifestación maravillosa
del poder de Dios, pero no afectará a quienes no se hayan hu­
millado ante el Señor y le hayan abierto las puertas de su cora­
zón mediante la confesión y el arrepentimiento. En su ceguera,
los tales verán la manifestación del poder que alumbrará la tie­
rra con la gloria de Dios como algo peligroso, algo que susci-
lará sus temores y se obstinarán en hacerle frente. Se opondrán
a la obra del Señor puesto que él no actuará conforme a sus
expectativas e ideales. “¿Por qué no hemos de conocer el Espíritu
de Dios” dirán, “si hemos estado en la obra durante tantos
míos?” Porque no han respondido a las advertencias y a las sú­
plicas de los mensajes divinos, sino que han dicho persistente­
mente; “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa
tengo necesidad” (Apoc. 3: 17).
El talento o una experiencia prolongada no transformará a
los hombres en canales de luz a menos que se coloquen bajo
los brillantes rayos del Sol de Justicia y sean llamados, elegidos
y preparados mediante la gracia del Espíritu Santo. Cuando los
hombres que manejan cosas sagradas se humillen bajo la pode­
rosa mano de Dios, el Señor los ensalzará. Los transformará en
hombres de discernimiento, hombres ricos en la gracia de su Es­
píritu. Verán sus rasgos de carácter ásperos y egoístas, y su obs­
tinación, a la luz que emana de Aquel que es la luz del mundo.
“Vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no
te hubieres arrepentido” (Apoc. 2: 5 ). Encontrarás al Señor si
lo buscas con todo tu corazón. ( 102)
Sólo los que están viviendo a la altura de la luz que tienen,
recibirán mayor luz. A menos que estemos avanzando diaria­
mente en la práctica de las virtudes cristianas activas, no reco­
noceremos las manifestaciones del Espíritu Santo en la lluvia
tardía. Podrá estar derramándose en los corazones en torno de
nosotros, pero no la discerniremos ni la recibiremos. ( 103)

217
La Gran Tribulación Domingo 31 de julio
TIEM PO D E DESPERTAR
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del
sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación
que cuando creimos. La noche está avanzada, y se acerca el día.
Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las
armas de la luz. Rom. 13: 11, 12.
La gran controversia está llegando a su final. Cada informe
de calamidad que ocurre en el mar o en la tierra es un testi­
monio del hecho de que el fin de todas las cosas está por sobre­
venir. Las guerras y los rumores de guerras así lo declaran. El
Señor viene. Oímos los pasos de un Dios que se acerca.
No debería permitirse que este conocimiento de la cercanía
de la venida de Cristo pierda su fuerza, y que nos tornemos
descuidados y desatentos, y caigamos en el sueño: En una in­
sensibilidad e indiferencia a las realidades. En el sueño estamos
en un mundo irreal, y no somos sensibles a las cosas que ocu­
rren a nuestro alrededor...
Hay quienes tienen la deslumbradora luz de la verdad bri­
llando a su alrededor, y sin embargo permanecen insensibles a
ella. Están encantados por el enemigo, mantenidos bajo un he­
chizo por su poder fascinador. No se están preparando para ese
gran día que pronto ha de sobrevenir a nuestro mundo. Parecen
completamente insensibles a la verdad religiosa. ¿No hay algunos
jóvenes que estén despiertos? Los que ven que la noche se apro­
xima, y también la mañana, deberían trabajar con energía incan­
sable para despertar a sus amigos que duermen. ¿No pueden
experimentar su peligro, orar por ellos, y mostrarles por su pro­
pia fe y carácter que creen que Cristo vendrá pronto? El hecho
de que disminuye rápidamente el tiempo que media entre nos­
otros y la eternidad, debería impresionarnos profundamente.
Cada día que pasa es uno menos que nos queda para comple­
tar nuestra obra de perfeccionar é,l carácter...
Mientras muchos permanecen dormidos, y muchos desper­
dician las preciosas horas en descuidada indiferencia, podríamos
decir en el mismo borde del mundo eterno, los que creen deben
ser sobrios, deben despertar, deben ser fervientes y diligentes
y velar en oración...
Queridos jóvenes, ¿tenéis vuestras lámparas preparadas y
ardiendo? ( 104)

218
■ V
I ii Santificación y el Santuario Lunes 1? de agosto
AQUI Y AHORA
l'orque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salva­
ción te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí
ahora el día de salvación. 2 Cor. 6 :2 .
Creemos sin duda alguna que Cristo va a venir pronto. Esto
no es una fábula para nosotros; es una realidad. No tenemos la
menor duda, ni la hemos tenido durante años, de que las doctri­
nas que sostenemos son la verdad presente, y que nos estamos
acercando al juicio. Nos estamos preparando para encontrar a
Aquel que aparecerá en las nubes de los cielos escoltado por una
hueste de santos ángeles, para dar a los fieles y justos el toque
linal de la inmortalidad. Cuando él venga, no lo hará para lim­
piarnos de nuestros pecados, quitamos los defectos de carácter,
o curarnos de las flaquezas de nuestro temperamento y disposi­
ción. Si es que se ha de realizar en nosotros esta obra, se hará
antes de aquel tiempo.
Cuando venga el Señor, los que son santos seguirán siendo
santos. Los que han conservado su cuerpo y espíritu en pureza,
santificación y honra, recibirán el toque final de la inmortali­
dad. Pero los injustos, inmundos y no santificados permanecerán
así para siempre. No se hará en su favor ninguna obra que eli­
mine sus defectos y les dé un carácter santo. El Refinador no se
sentará entonces para proseguir su proceso de refinación y quitar
sus pecados y su corrupción. Todo esto debe hacerse en las horas
del tiempo de gracia. Ahora debe realizarse esta obra en nosotros.
Abrazamos la verdad de Dios con nuestras diferentes faculta­
des, y al colocarnos bajo la influencia de esta verdad, ella rea­
lizará en nosotros la obra que nos dará idoneidad moral para-
formar parte del reino de gloria y para departir con los ángeles
celestiales. Estamos ahora en el taller de Dios. Muchos de nos­
otros somos piedras toscas de la cantera. Pero cuando echamos
mano de la verdad de Dios, su influencia nos afecta. Nos eleva,
y elimina de nosotros toda imperfección y pecado, cualquiera
que sea su naturaleza. Así quédamos preparados para ver al Rey
en su hermosura y unirnos finalmente con los ángeles puros y
santos, en el reino de gloria. Aquí nuestro cuerpo y nuestro
espíritu han de quedar dispuestos para la inmortalidad^1)

219
La Santificación y el Santuario Martes 2 de agosto
LA ESENCIA D EL CARACTER MORAL
No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que
esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engran­
decidos entre vosotros, conforme a nuestra regla. 2 Cor. 10: 15.
Debéis manteneros alejados del terreno encantado de Satanás
y no permitir que vuestras mentes sean apartadas de la fidelidad
a Dios. Mediante Cristo podéis y debéis ser felices y adquirir
hábitos de dominio propio. Hasta vuestros pensamientos deben
ser sometidos a la voluntad de Dios y vuestros sentimientos al
dominio de la razón y la religión. No os fue dada la imagina­
ción para que se le permitiera correr tumultuosamente y salirse
con la suya, sin hacer ningún esfuerzo por refrenarla o discipli­
narla. Si los pensamientos son malos, los sentimientos serán ma­
los; y los pensamientos y sentimientos combinados forman el ca­
rácter m oral... Si cedéis a vuestras impresiones y permitís que
vuestros pensamientos vayan por un camino de suspicacia, duda
y descontento, os contaréis entre los más desgraciados de los
mortales. ( 2)
Estimada Hna. F., usted tiene una imaginación enfermiza
y deshonra a Dios permitiendo que sus sentimientos controlen
totalmente su razón y su juicio. Usted tiene una voluntad deci­
dida que induce a la mente a influir sobre el cuerpo desequili­
brando la circulación y produciendo congestión en ciertos órga­
nos. De ese modo usted está sacrificando su salud en aras de
sus sentimientos.
Está cometiendo un error que si no lo corrige terminará
por arruinar no sólo su felicidad. No sólo se está haciendo up
verdadero daño a sí misma, sino también a los miembros de su
fam ilia... Esta actitud no sería pecado si usted no tuviera do­
minio sobre sus sentimientos; pero ni aún en ese caso tendría
excusa para someterse al enemigo. Su voluntad necesita ser san­
tificada y subyugada en lugar de alzarse en contra de la volun­
tad de Dios.
El hombre se encuentra en un mundo de aflicción, cuidados
y confusión. Se halla aquí para ser examinado y probado así co­
mo lo fueron Adán y Eva a fin de poder desarrollar un carácter
noble y extraer armonía de la discordia y la confusión. Nos que­
dan por realizar muchas cosas esenciales... y nos queda mucho
por disfrutar. Mediante Cristo nos ponemos en conexión con Dios.
Su misericordia nos pone continuamente en deuda con él. Al
sentirnos indignos de sus favores, hemos de apreciar aun el más
ínfimo de ellos.(3)
I ii Santificación y el Santuario Miércoles 3 de agosto
EL CARACTER, CUALIDAD D E L ALMA
No se hará mención de coral ni de perlas; la sabi­
duría es m ejor que las piedras preciosas. Jo b 28: 18.
Un carácter formado a la semejanza divina es el único tesoro
que podemos llevar de este mundo al venidero. Los que en
Pste mundo andan de acuerdo con las instrucciones de Cristo,
llevarán consigo a las mansiones celestiales toda adquisición di­
vina. Y en el cielo mejoraremos continuamente...
La capacidad mental y el genio no son el carácter, porque
a menudo son posesión de quienes tienen justamente lo opuesto
a lo que es un buen carácter. La reputación no es el carácter.
El carácter íntegro es una cualidad del alma que se manifiesta
en la conducta.
Un buen carácter es un capital de más valor que el oro o la
plata. No lo afectan las crisis ni los fracasos, y en aquel día en
ciue serán barridas las posesiones terrenales, os producirá ricos
dividendos. La integridad, la firmeza y la perseverancia son cua­
lidades que todos deben procurar cultivar fervorosamente; por­
que invisten a su poseedor con un poder irresistible, un poder
que lo hará fuerte para hacer el bien, fuerte para resistir el
mal y para soportar la adversidad.
La fuerza de carácter consiste en dos cosas: la fuerza de
voluntad y el dominio propio. Muchos jóvenes consideran equivo­
cadamente la pasión fuerte y sin control como fuerza de carác­
ter; pero la verdad es que el que es dominado por sus pasiones
es un hombre débil. La verdadera grandeza y nobleza del hom­
bre se miden por su poder de subyugar sus sentimientos, y no
por el poder que tienen sus sentimientos de subyugarlo a él.
El hombre más fuerte es aquel que, aunque sensible al maltrato,
refrena sin embargo la pasión y perdona a sus enemigos.
Si se considerara tan importante que los jóvenes poseyeran uji
carácter hermoso y una disposición amistosa, como se estiina
importante que imiten las modas del mundo en el vestir y el
comportarse, veríamos a cientos, donde hoy vemos a uno, que
suben al escenario de la vida activa preparados para ejercer una
influencia ennoblecedora sobre la sociedad.(4)

221
La Santificación y el Santuario Jueves 4 de agosto
CRISTO, NUESTRO AUXILIADOR Y REDENTOR
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos
fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de
uno, muchos serán constituidos justos. Rom. 5: 19.
Adán y Eva fueron colocados en el Edén en circunstancias
extremadamente favorables.. . Estaban sin la condenación del
pecado. La luz de Dios y de los ángeles estaba con ellos y
los rodeaba. E l Autor de su existencia era su maestro. Pero caye­
ron bajo el poder y las tentaciones del artero enemigo. Durante
cuatro mil años Satanás estuvo obrando contra el gobierno de
Dios y obtuvo fortaleza y experiencia gracias a su constante acti­
vidad en este sentido. Los hombres caídos no tenían las ventajas
de Adán en el Edén. Habían estado separados de Dios durante
cuatro mil años. La sabiduría para comprender y el poder para
resistir las tentaciones de Satanás habían disminuido más y más,
al punto que éste parecía reinar triunfante sobre la tierra. El
apetito y la pasión, el amor del mundo y pecados temerarios eran
las grandes ramas del mal, de las cuales crecían toda suerte de
crímenes, violencias y corrupción. ( 5)
Puesto que el hombre caído no podía vencer a Satanás con
su fortaleza humana, vino Cristo de las reales cortes del cielo
para ayudarlo con su fortaleza humana y divina combinadas.
Cristo sabía que Adán en el Edén, con sus excelentes ventajas,
podía haber resistido la tentación de Satanás y podía haber ven­
cido. Sabía también que no era posible que el hombre, fuera del
Edén, separado de la luz y del amor de Dios, desde la caída, re­
sistiera con su propia fuerza las tentaciones de Satanás. A fin de
proporcionar esperanza al hombre y salvarlo de su completa ruina,
se humilló a sí mismo al tomar la naturaleza humana, para que,
con su poder divino combinado con el humano, pudiera alcanzar
al hombre donde éste está. Obtuvo para los caídos hijos e hijas
de Adán aquella fortaleza que es imposible que logren por sí
mismos, para que en el nombre de Cristo puedan vencer las
tentaciones de Satanás.(e)
Nuestra vida puede parecer enredada, pero al confiarnos a l...
Maestro, él desentrañará el modelo de vida y carácter que sea
para su propia gloria. Y ese carácter que expresa la gloria —o ca­
rácter— de Cristo, será recibido en el Paraíso de D ios.(7)
Todo el que cumpla por fe los mandamientos de Dios, alcan­
zará el estado de impecabilidad en que vivía Adán antes de la
caída.(8)

222

/ « i-
I mi Santificación y el Santuario Viernes 5 de agosto
ALCANCEMOS UN ELEVADO NIVEL ESPIRITUAL
Aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presen­
taros sin mancha delante de su gloria con gran alegría. Jud. 24.
Cristo fue obediente a todo requerimiento de la le y ... Por
mi perfecta obediencia ha hecho posible que cada ser humano
obedezca los mandamientos de Dios. Cuando nos sometemos a
(¡listo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se fusiona
con su voluntad, la mente llega a ser una con su mente, los
pensamientos se sujetan a él; vivimos su vida. Esto es lo que sig­
nifica estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuan­
do el Señor nos contempla, él ve no el vestido de hojas de hi­
guera, no la desnudez y la deformidad del pecado, sino su propio
manto de justicia, que es la perfecta obediencia a la ley de
Jchová.(°)
Mediante el plan de redención, Dios ha provisto medios
p ira vencer cada rasgo pecaminoso y resistir cada tentación, no
importa cuán poderosa sea.(10)
La tentación más poderosa no puede excusar el pecado. Por
intensa que sea la presión ejercida sobre el alma, la transgresión
i's un acto nuestro. Ni la tierra ni el infierno tienen poder para
obligar a nadie a pecar. Debe haber consentimiento de la volun­
tad, sometimiento del corazón, pues de otro modo la pasión no
puede vencer a la razón, ni la inquidad triunfar sobre la jus­
ticia^11)
Si permanecéis bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe
Kmanuel, haciendo fielmente su servicio, nunca tendréis que ce­
der a la tentación, pues estará a vuestro lado Aquel que es po­
deroso para guardaros sin caída. ( 12)
No tenemos motivo para conservar nuestras tendencias peca­
minosas. . . A medida que nos hagamos partícipes de la naturaleza
divina, se irán eliminando del carácter las tendencias al mal he­
reditarias y cultivadas, y nos iremos tranformando en un poder
viviente para el bien. Al aprender constantemente del Maestro di­
vino, al participar diariamente de su naturaleza, cooperamos con
I Mos en vencer las tentaciones de Satanás. Dios y el hombre obran
de común acuerdo a fin de que éste pueda ser uno con Cristo
así como Cristo es uno con Dios. Entonces nos sentaremos junta­
mente con Cristo en los lugares celestiales, y nuestra mente re­
posará en paz y seguridad en Jesús. ( 13)

223
J
La Santificación y el Santuario Sábado 6 de agosto
LA CIMA D E LA PERFECCIO N CRISTIANA
Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder
que actúa en nosotros. Efe. 3: 20.
Si hacéis de Dios vuestra fortaleza podréis alcanzar, aun ba­
jo las condiciones más desalentadoras, una altura y una amplitud
en la perfección cristiana que ahora os parecen imposibles de
lograr. Vuestros pensamientos pueden ennoblecerse; podéis te­
ner aspiraciones dignas, vislumbres claras de la verdad y propó­
sitos de acción que os eleven por sobre toda motivación sórdida.
Si deseáis alcanzar la perfección del carácter debéis poner
en juego el pensamiento y la acción. Mientras os halléis en con­
tacto con el mundo, debéis cuidaros de no buscar ansiosamente el
aplauso de los hombres ni de vivir conformándoos a su opinión.
Actuad prudentemente si queréis andar por camino seguro; cul­
tivad la gracia de la humanidad y apoyad vuestra alma desvali­
da en Cristo. Podéis ser hombres de Dios en todo sentido. En
inedio de la confusión y la tentación que representa el tumulto
mundano, podéis mantener con toda tranquilidad la independencia
de vuestra alma.
Si tenéis comunión diaria con Dios, aprenderéis a estimar
a los hombres en la medida en que él lo hace, y cumpliréis con
agrado el deber que tenéis de auxiliar a la humanidad sufriente.
No sois dueños de vosotros mismos. E l Señor tiene derechos sa­
grados sobre vuestros más grandes afectos y el servicio supremo
de vuestra vida. Tiene derecho de usaros para su honra y gloria
hasta el límite máximo de vuestra capacidad física y espiritual.
Sea cual fuere la cruz que os toque llevar... debéis aceptarla
sin una queja.
Muchos viven sin Dios y sin esperanza... Son pecaminosos,
corrompidos, degradados y se hallan cautivos de los engaños de
Satanás. Pero son precisamente aquellos a quienes Cristo vino a
redimir. Son el objeto de su más tierna compasión, simpatía e
incansable esfuerzo, pues se hallan al borde de la ruina. Sufren
por sus deseos insatisfechos, por sus pasiones desordenadas y por
los reproches de su conciencia; se sienten miserables en todo el
sentido de la palabra, pues están perdiendo su esperanza para
esta vida y no tienen ninguna perspectiva para la vida futura.
Tenéis un campo de labor importante. Debéis ser activos y
vigilantes y obedecer gozosa e incondicionalmente las demandas
del Maestro. ( 14)

224
La Santificación y el Santuario Domingo 7 de agosto
PERFECCION EN LA ESFERA HUMANA
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Pa­
dre que está en los cielos es perfecto. Mat. 5 :4 8 .
Nuestro Salvador comprende perfectamente la naturaleza hu­
mana y nos dice a cada uno: “Sed, pues, vosotros perfectos, co­
mo vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Así como
Dios es perfecto en su esfera, así debe serlo el hombre en la
suya. A quienes reciben a Cristo se dirigen estas palabras llenas
de esperanza: “A todos los que le recibieron, a los que creen en
su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Ellas
nos indican que no debemos conformarnos con nada que sea in­
ferior a un carácter sobresaliente y elevado, formado a la seme­
janza divina. Cuando se posee un carácter tal, la vida, la fe,
la pureza de la religión constituyen un ejemplo instructivo para
los demás. ( 16)
Pero se chasquearán los que esperan contemplar un cambio
mágico en su carácter sin que haya un esfuerzo decidido de su
parte para vencer el pecado. Mientras contemplemos a Jesús,
no tendremos razón para temer ni para dudar de que Cristo es
capaz de salvar hasta lo sumo a todos los que acuden a él. Pero
podemos temer constantemente para que nuestra vieja naturaleza
no gane otra vez la supremacía, no sea que el enemigo invente
alguna trampa por la cual seamos otra vez sus cautivos. Hemos
de ocupamos en nuestra salvación con temor y temblor, pues
Dios es el que obra en nosotros así el querer como el hacer
su buena voluntad. Con nuestras facultades limitadas hemos de
ser tan santos en nuestra esfera como Dios es santo en la suya.
Hasta donde alcance nuestra capacidad, hemos de manifestar la
verdad, el amor y la excelencia del carácter divino. Así como
la cera recibe la impresión del sello, así el alma ha de recibir
la impresión del Espíritu de Dios y ha de retener la imagen de
Cristo.
Hemos de crecer diariamente en belleza espiritual. Fracasa­
remos con frecuencia en nuestros esfuerzos de imitar el modelo
divino. Con frecuencia tendremos que prosternarnos para llorar
a los pies de Jesús, debido a nuestras faltas y errores, pero no
hemos de desanimarnos. Hemos de orar más fervientemente, creer
más plenamente y tratar otra vez, con mayor firmeza, de crecer
a la semejanza de nuestro Señor. Al desconfiar de nuestro propio
poder, confiaremos en el poder de nuestro Redentor y daremos
alabanza al Señor, quien es la salud de nuestro rostro y nues­
tro Dios. ( 16)
225
8—M SV
*JL s '
I a Santificación y el Santuario Lunes 8 de agosto
PROBIDAD EN LOS MOTIVOS Y LAS ACCIONES
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Efe. 4 :3 2 .
Siempre hay que fomentar los principios, la rectitud y la
honestidad. Esta última no permanecerá donde se dé albergue a
la conveniencia. Jamás podrá haber acuerdo entre ambas. Una
proviene de Dios, la otra, de Baal. El Maestro exige que sus
siervos sean probos en sus motivos y acciones. Se debe vencer
toda forma de codicia y avaricia. Los que elijan como compañía
a la honestidad, la incluirán en todos sus actos. Esta clase de
hombres no son del agrado de la mayoría, pero son preciosos
para Dios.
Satanás está trabajando para introducirse en todas partes.
Es su intención separar a quienes son verdaderos amigos. Hay
hombres que siempre están hablando, chismeando, dando falso
testimonio, sembrando semillas de discordia y originando con­
tiendas. El cielo considera a esta clase de personas como los
siervos más eficientes de Satanás. Pero el que resulta agraviado
se halla en una situación mucho menos peligrosa que cuando
se lo adula y ensalza por unas pocas labores que aparentemente
ha realizado con buen éxito. La alabanza de los supuestos ami-J
gos. es más peligrosa que su~ joíúp sn o ~ ------
Todo-Jiombre que se alaba a sí mismo empaña el brillo
de sus mejores esfuerzos_Un carácter verdaderamehte noble no
se rebaja hasta sentirse ofendido por las acusaciones de sus ene­
migos. Toda palabra pronunciada resulta inocua porque no hace
más que corroborar lo que no puede abatir. El Señor quiere
que su pueblo esté íntimamente unido a él, a su Dios de pa­
ciencia y amor. Todos deben manifestar en su vida el amor de
Cristo. Que nadie se atreva a menoscabar la reputación o laV
posición de otro porque esto es egotismo... Nunca habléis des­
deñosamente de nadie, porque puede ser valioso a la vista del
Señor, en tanto que los que se consideran importantes pueden
ser de escasa estima para Dios debido a la perversidad de su
corazón. Nuestra única seguridad consiste en que permanezcamos
ocultos al pie de la cruz, en que nos veamos insignificantes y con­
fiemos en Dios, pues sólo él tiene poder para hacernos grandes. ( 17)
■ 2^ c jb c jlr ^ ",

y(U^ 1 '• ' 226 ‘ o o^L


/
I ..t Santificación y el Santuario Martes 9 de agosto
PARA VENCER LOS MALOS HABITOS
Consérvate puro. 1 Tim. 5: 22.
Saber lo que constituye pureza de la mente, el alma y el
cuerpo, es parte importante de la educación. Cuando al carác-
Ici le falta pureza, cuando el pecado ha llegado a formar parte
de él, tiene un poder hechizador que se asemeja al vaso de licor
embriagante. El poder del dominio propio y la razón resulta
sol (repujado por actos que contaminan el ser entero; y si se con­
tinúa con estas costumbres pecaminosas, el cerebro se debilita
y enferma, y pierde su equilibrio. Los tales son una maldición
para sí mismos y para los que se relacionan con ellos de alguna
manera.
Los malos hábitos se adquieren más fácilmente que los bue­
nos, y son más difíciles de abandonar. La natural depravación del
corazón explica este hecho bien conocido; Requiere mucho me­
nos trabajo desmoralizar a la juventud, corromper sus ideas rela­
tivas al carácter moral y lo religioso, que injertar en su carác­
ter los hábitos duraderos, puros e incorruptos, de justicia y ver­
dad. La complacencia propia, el amor a los placeres, la enemis­
tad, el orgullo, la estima propia, la envidia, los celos, se desarro­
llarán espontáneamente, sin ejemplo ni enseñanza. En nuestra
actual situación de seres caídos, todo lo que tenemos que hacer
es abandonar la mente y el carácter a sus tendencias naturales.
En el mundo natural, si dejáis un campo abandonado, lo veréis 1
cubrirse de espinas y cardos; pero para que produzca preciosa |¡
semilla o hermosas flores, hay que poner cuidado y labor ince- I
santes.(18)
Os presento la necesidad de resistir constantemente al mal. (A
I odo el cielo está interesado en los hombres y las mujeres a quie­
nes Dios ha valorado hasta el punto de entregar a su Hijo amado
a la muerte para redimirlos. Ningún otro ser creado por Dios es
capaz de lograr tal grado de perfeccionamiento, de refinamiento,
de nobleza como el hombre. Pero cuando llega a quedar embo­
tado por sus pasiones envilecedoras, sumergido en el vicio, |qué
espécimen tiene que contemplar el Señor! El hombre no alcanza
a comprender lo que puede ser y lo que puede llegar a ser. Me­
diante la gracia de Cristo es capaz de efectuar un constante pro­
greso mental.119'I Resplandezca la luz de la verdad en la mente;
ael hombre y prodigúese el amor de Dios en su corazón, y podrá
ser un hombre poderoso, hijo de la tierra, pero heredero de la
inmortalidad. ( 20)

227
/
La Santificación y el Santuario Miércoles 10 de agosto
LA SANTIFICACION TOTAL D EL HOMBRE
Renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestios del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Efe. 4: 23, 24.
La verdad debe santificar íntegramente al hombre abarcando
su mente, sus pensamientos, su corazón, su fuerza. No debe mal­
gastar sus energías vitales en prácticas lascivas. Debe vencerlas,
pues de otro modo ellas lo vencerán;.. La malaria sensual obnu­
bila la mente. Los pensamientos necesitan purificación. [Qué al­
turas habrían podido alcanzar los hombres y las mujeres si hu­
bieran comprendido que el trato que se dispensa al cuerpo está
íntimamente relacionado con el vigor y la pureza de la mente
y el corazón!
El verdadero cristiano obtiene una experiencia que le reporta
santidad. No tiene mancha de pecado en su conciencia ni señal
de corrupción en su alma. Se incorpora a su vida la espiritualidad
de la ley de Dios con sus principios restrictivos. La luz de la
verdad ilumina su entendimiento. La lumbre del perfecto amor
hacia el Redentor disipa los miasmas interpuestos entre su alma
y Dios. La voluntad de Dios ha llegado a ser la suya: pura,
elevada, refinada y santificada. En su rostro se revela la luz
del cielo. Su cuerpo es templo apropiado del Espíritu Santo. La
santidad adorna su carácter. Dios puede tener comunión con él,
pues el alma y el cuerpo están en armonía con el Señor...
Dios quiere que comprendamos que él tiene derecho sobre
todo lo que poseemos: mente, alma, cuerpo y espíritu. Somos
suyos por creación y por redención. Como Creador, demanda de
nosotros un servicio sin reservas. Como Redentor, tiene sobre nos­
otros derecho afectivo y también legal a un amor sin paralelos.
Deberíamos comprender este derecho en todo momento de nues­
tra existencia.. . Nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestra vida le
pertenecen no sólo porque constituyen su generoso don, sino por­
que constantemente nos provee de sus beneficios y nos da forta­
leza para usar nuestras facultades... “A todos los que le reci­
bieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios”, dice el Señor (Juan 1: 1 2 ) ... Los que son
hijos de Dios representarán a Cristo en su carácter. Sus obras
tendrán la fragancia de la ternura, la compasión, el amor y la
pureza infinitos del Hijo de Dios. Y cuanto más sometamos al
Espíritu Santo la mente y el cuerpo, tanto mayor será la fragan­
cia de la ofrenda que le hagamos. ( 21)

228
v7

La Santificación y el Santuario Jueves 11 de agosto


EN ARMONIA CON SU LEY
Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y
la cumpliré de todo corazón. Sal. 119: 34.
En el nuevo nacimiento el corazón viene a quedar en armo­
nía con Dios, al estarlo con su ley. Cuando se ha efectuado este
gran cambio en el pecador, entonces ha pasado de muerte a
vida, del pecado a la santidad, de la transgresión y la rebelión
a la obediencia y a la lealtad... Falsas teorías sobre la santi­
ficación, debidas a que no se hizo caso de la ley divina, o se
la rechazó, desempeñan importante papel en los movimientos re­
ligiosos de nuestros días. Esas teorías son falsas en cuanto a la
doctrina y peligrosas en sus resultados prácticos, y el hecho de
que hallen tan general aceptación hace doblemente necesario que
todos tengan una clara comprensión de lo que las Sagradas Es­
crituras enseñan sobre este punto.
La doctrina de la santificación verdadera es bíblica. El após­
tol Pablo, en su carta a la iglesia de Tesalónica, declara: “Esta
es la voluntad de Dios, es a saber, vuestra santificación”. Y
ruega así: “El mismo Dios de paz os santifique del todo” (IT e s .
4: 3; 5 :2 3 , V M ). La Biblia enseña claramente lo que es la san­
tificación, y cómo se la puede alcanzar. E l Salvador oró por sus
discípulos: “Santifícalos con la verdad: tu Palabra es la verdad”
(Juan 17: 17, V M ). Y San Pablo enseña que los creyentes deben
ser santificados por el Espíritu Santo (Rom. 15: 16). ¿Cuál es la
obra del Espíritu Santo? Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando
viniere aquél, el Espíritu de verdad, él os guiará al conocimiento
de toda verdad” (Juan 16: 13, V M ). Y el salmista dice: “Tu ley
es la verdad”. Por la Palabra y el Espíritu de Dios quedan de
manifiesto ante los hombres los grandes principios de justicia
encerrados en la ley divina. Y ya que la ley de Dios es santa,
justa y buena, un trasunto de la perfección divina, resulta que
el carácter formado por la obediencia a esa ley será santo. Cristo
es ejemplo perfecto de semejante carácter... Los discípulos de
Cristo han de volverse semejantes a él, es decir, adquirir por la
gracia de Dios un carácter conforme a los principios de su santa
ley. Esto es lo que la Biblia llama santificación. Esta obra no
se puede realizar sino por la fe en Cristo, por el poder del Espí­
ritu de Dios que habite en el corazón. ( 22)

229
V

La Santificación y el Santuario Viernes 12 de agosto


SANTIFICACION ESPURIA
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el
tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda
su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha per­
feccionado; por esto sabemos que estamos en él. 1 Ju an 2 :4 , 5.
La santificación, tal cual la entiende ahora el mundo reli­
gioso en general, lleva en sí misma un germen de orgullo espiri­
tual y de menosprecio de la ley de Dios que nos la presenta como
del todo ajena a la religión de la Riblia. Sus defensores enseñan
que la santificación es una obra instantánea, por la cual, mediante
la fe solamente, alcanzan perfecta santidad. “Tan sólo creed —di­
cen— y la bendición es vuestra”. Según ellos, no se necesita ma­
yor esfuerzo de parte del que recibe la bendición. Al mismo
tiempo niegan la autoridad de la ley de Dios y afirman que están
dispensados de la obligación de guardar los mandamientos. Pero,
¿será acaso posible que los hombres sean santos y concuerden
con la voluntad y el modo de ser de Dios, sin ponerse en armonía
con los principios que expresan su naturaleza y voluntad?...
El deseo de llevar una religión fácil, que no exija luchas, ni
desprendimiento, ni ruptura con las locuras del mundo, ha hecho
popular la doctrina de la fe, y de la fe sola; pero, ¿qué dice la
Palabra de Dios? El apóstol Santiago dice: “Hermanos míos,
¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?
¿Podrá la fe salvarle?. . . ,jMas quieres saber, hombre vano, que
la fe sin obras es muerta?’ (Sant. 2 :1 4 , 20). . . El testimonio
de la Palabra de Dios se opone a esta doctrina seductora de la
fe sin obras. No es fe pretender el favor del Cielo sin cumplir
las condiciones necesarias para que la gracia sea concedida. Es
presunción, pues la fe verdadera se funda en las promesas y dis­
posiciones de las Sagradas Escrituras. Nadie se engañe a sí mis­
mo creyendo que puede volverse santo mientras viole premedita­
damente uno de los preceptos divinos. Un pecado cometido deli­
beradamente acalla la voz atestiguadora del Espíritu y separa al
alma de Dios. . . Aunque Juan habla mucho del amor en sus
epístolas, no vacila en poner de manifiesto el verdadero carácter
de esa clase de personas que pretenden ser santificadas y seguir
transgrediendo la ley de Dios. “El que dice: Yo le conozco, y
no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no
está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente
el amor de Dios se ha perfeccionado” (1 Juan 2 :4 , S ) ^ 23)

230
I ,a Santificación y el Santuario Sábado 13 de agosto
IMPRESIONES, SENTIMIENTOS Y DROGAS
De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto,
he aborrecido todo camino de mentira. Sal. 119: 104.
Son muchos los espíritus inquietos que no quieren someterse
a la disciplina, el sistema y el orden. Piensan que sus libertades
quedarían cercenadas si pusiesen a un lado su propio juicio y se
sometiesen al de personas de experiencia. La obra de Dios no
progresará a menos que los hermanos decidan someterse al orden
y expulsar de las reuniones el espíritu temerario y desordenado
del fanatismo. Las impresiones y los sentimientos no son evidencia
segura de que una persona es conducida por el Señor. Satanás
creará sentimientos e impresiones, si no se sospecha de él. Estas
cosas no son una guía segura. Todos deben familiarizarse cabal­
mente con las evidencias de nuestra fe, y el gran objeto de su
estudio debe ser cómo adornar la profesión de fe con frutos dignos
de la gloria de Dios. ( 24)
Durante algún tiempo (un paciente del sanatorio de Battle
Creek) supuso que tenía nueva luz. Estaba muy enfermo y pron­
to iba a morir. . . Presentó sus visiones a algunos que lo escu­
charon con avidez y lo consideraron inspirado. . . Muchos creyeron
que su razonamiento era perfecto y hablaron de las poderosas
exhortaciones pronunciadas por él en su cuarto de enfermo. Las
visiones más maravillosas habían pasado delante de sus ojos. Pe­
ro, ¿cuál había sido la fuente de su inspiración?: L a morfina que
se le había administrado para calmar sus dolores. ( 25)
Los venenos contenidos en muchos así llamados remedios
crean hábitos y apetitos que labran la ruina del alma y del cuer­
po. Muchos de los específicos populares, y aun algunas de las
drogas recetadas por los médicos, contribuyen a que se contraigan
los vicios del alcoholismo, del opio y de la morfina, que tanto
azotan a la sociedad. ( 26)
Si la bendición que aseguran haber recibido los que se dicen
santos, los lleva a confiar en una determinada emoción y a decla­
rar que no necesitan escudriñar las Escrituras para conocer la
voluntad revelada de Dios, esa supuesta bendición es una im­
postura, pues hace que sus poseedores den importancia a sus
emociones y fantasías no santificadas, y cierren sus oídos a la voz
de Dios manifestada en su Palabra. ( 27)

231
La Santificación y el Santuario Domingo 14 de agosto
TAMBORES, DANZAS Y ESTREPITO
Hágase todo decentemente y con orden. 1 Cor. 14: 40.
Esas mismas cosas que habéis explicado que ocurrían. . . el
Señor me ha mostrado que volverán a ocurrir justamente antes de
la terminación del tiempo de gracia. Se manifestará toda clase
de cosas extrañas. Habrá vocerío acompañado de tambores, mú­
sica y danza. El juicio de algunos. . . se confundirá de tal ma­
nera que no podrán confiar en él para tomar decisiones correctas.
Y a eso considerarán manifestación del Espíritu Santo.
E l Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante
ese ruido eníoquecedorT Éso es una invención de Satanás para
disimular sus ingeniosos métodos destinados a desvirtuar la pura,
sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para
este tiempo. . . E l ruido enloquecedor aturde los sentidos y des­
naturaliza lo que, si se condujera en la forma debida, constituiría,
una bendición. La influencia de los instrumentos satánicos se)
combina con el estrépito y el vocerío, semejante al de un carna- >
val, y a eso se lo denomina la obra del Espíritu Santo. . . )
Los que participan en el supuesto reavivamiento reciben impre­
siones que los desorientan. Son incapaces de decir qué creían an­
teriormente con respecto a los principios bíblicos. No debería
estimularse esta clase de culto. Esa misma influencia se mani­
festó después de cumplida la fecha de 1844. Se ofreció la misma
clase de espectáculo. Los hombres se excitaron y se sintieron im­
pulsados por un poder que se creía era el de Dios. ( 28)
Hombres y mujeres supuestamente guiados por el Espíritu
Santo celebraban reuniones en estado de desnudez. Hablaban
acerca de la carne santificada. Decían que estaban fuera del
alcance del poder de la tentación, y cantaban, gritaban y hacían
toda clase de manifestaciones ruidosas. . . Satanás le estaba
dando forma a la obra, y el resultado era la sensualidad. La causa
de Dios fue deshonrada. La verdad, la sagrada verdad fue arro­
jada en tierra por agentes humanos. . . Di mi testimonio, decla­
rando que esos movimientos fanáticos, ese ruido, ese bullicio,
eran inspirados por el espíritu de Satanás, quien estaba haciendo
milagros para engañar, si era posible, aun a los escogidos. Debe­
mos ser vigilantes, mantener una relación íntima con Cristo, para»
no ser engañados por los artificios de Satanás. El Señor desea j
\f'qué en su cultoliaya orden y disciplina, no agitación y confu-
| sión.(29) l
J
I .a Santificación y el Santuario Lunes 15 de agosto
NINGUN MOTIVO PARA JACTARSE
Millonees dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hom­
bre Inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene
labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los
ejércitos. Isa. 6: 5.
Los que experimenten la santificación de que habla la Biblia,
manifestarán un espíritu de humildad. Como Moisés, contempla-
ion la terrible majestad de la santidad y se dan cuenta de su
propia indignidad en contraste con la pureza y la alta perfec­
ción del Dios infinito.
El profeta Daniel fue ejemplo de verdadera santificación.
Llenó su larga vida del noble servicio que rindió a su Maestro.
Era un hombre “muy amado” (Dan. 10: 11) en el cielo. Sin
embargo, en lugar de prevalerse de su pureza y santidad, este
profeta tan honrado de Dios se identificó con los mayores peca­
dores de Israel cuando intercedió cerca de Dios en favor de su
pueblo: “¡No derramamos nuestros ruegos ante tu rostro a causa
de nuestras justicias, sino a causa de tus grandes compasiones!”
"Hemos pecado, hemos obrado impíamente” (Dan. 9: 18, 15). . .
Cuando Job oyó la voz del Señor de entre el torbellino, ex-
clamó: “Me aborrezco, y me arrepiento en el polvo y la ceniza”

I (Job 42: 6 ). Cuando Isaías contempló la gloria del Señor, y oyó


a los querubines que clamaban: “¡Santo, santo, santo es Jehová
de los ejércitos!” dijo abrumado: “¡Ay de mí, pues soy perdido!”)!^
(Isa. 6: 3, 5, V M ). Después de haber sido arrebatado hasta el'
lercer cielo y haber oído cosas que no le es dado al hombre ex­
presar, Pablo habló de sí mismo como del “más pequeño de todos
los santos” (2 Cor. 12:2-4; Efe. 3 :8 ) . Y el amado Juan, el que
había descansado en el pecho de Jesús y contemplado su gloria,
fue el que cayó como muerto a los pies del ángel. (Apoc. 1: 17.)
No puede haber glorificación de sí mismo, ni arrogantes pre-
/ tensiones de estar libres de pecado por parte de los que andan//
\ a la sombra de la cruz del Calvario. Harta cuenta se dan de que/'
\ fueron sus pecados los que causaron la agonía del Hijo de Dios
y destrozaron su corazón; y este pensamiento les inspira profunda
) humildad. Los que viven más cerca de Jesús son también los que
| mejor ven la fragilidad y culpabilidad de la humanidad, y su
[ sola esperanza se cifra en los méritos de un Salvador crucificado
l y resucitado. (30)

233
J
La Santificación y el Santuario Martes 16 de agosto
LA SALVACION: UNA EXPERIEN CIA DIARIA
Asi qne, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 1 Cor. 10: 12.
La caída de Pedro no fue instantánea, sino gradual. La con­
fianza propia lo indujo a creer que estaba salvado, y dio paso
tras paso en el camino descendente hasta que pudo negar a su
Maestro. Nunca podemos con seguridad poner la confianza en el
yo, ni tampoco, estando, como nos hallamos, fuera del cielo, he­
mos de sentir que nos encontramos seguros contra la tentación.
Nunca debe enseñarse a los que aceptan al Salvador, aunque sean
sinceros en su conversión, a decir o sentir que están salvados.
Eso es engañoso. Debe enseñarse a todos a acariciar la esperanza
y la fe; pero aun cuando nos entregamos a Cristo y sabemos que
él nos acepta, no estamos fuera del alcance de la tentación. . .
Sólo el que soporte la prueba, “recibirá la corona de vida” (Sant.
1: 12). . . Los que aceptan a Cristo y dicen en su primera fe:
“Soy salvo” están en peligro de confiar en sí mismos. . . Se nosl
amonesta: “E l que piensa estar firme, mire no caiga” ( I C o r i
10: 12). Nuestra única seguridad está en desconfiar constante-i
mente de nosotros mismos y confiar en Cristo. ( 81)
Hay muchos que profesan seguir a Cristo, pero que nunca
llegan a ser cristianos maduros. Admiten que el hombre está caí­
do, que sus facultades están debilitadas, que es incapaz de haza­
ñas morales, pero añaden que Cristo ha llevado todas las cargas,
todos los sufrimientos, toda la abnegación, y que están dispuestos
a dejar que él lo lleve todo. Dicen que no hay nada que puedan
hacer sino creer; pero dijo Cristo: “Si alguno quiere venir en pos
de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mat. 16:
24). . .
Nunca debemos descansar satisfechos de nuestra condición y
cesar de progresar diciendo: “Estoy salvado”. Cuando se fomenta
esta idea, cesan de existir los motivos para velar, para orar, para
realizar fervientes esfuerzos a fin de avanzar hacia logros más
elevados. Ninguna lengua santificada pronunciará esas palabras
hasta que venga Cristo y entremos por las puertas de la ciudad
de Dios. Entonces, con plena razón, podremos dar gloria a Dios
y al Cordero por la liberación eterna. . . No puede jactarse de
la victoria el que se reviste de la armadura, pues tiene todavía
que pelear la batalla y ganar la victoria. El que soporte hasta el
fin es el que será salvo.(32)

234
J
La Santificación y el Santuario Miércoles 17 de agosto
EL SIGNIFICADO DE LA CONVERSION
I)e modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las co­
sas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Cor. 5: 17.
La vieja naturaleza, nacida de sangre y de voluntad de carne,
no puede heredar el reino de Dios. Es necesario abandonar las
sendas antiguas, las tendencias hereditarias, los viejos hábitos, pues
la gracia no se hereda. E l nuevo nacimiento consiste en tener nue­
vos motivos, gustos y tendencias. Los que han nacido a una
vida nueva mediante el Espíritu Santo, son partícipes de la na­
turaleza divina y en todos sus hábitos y procedimientos dan testi­
monio de su relación con Cristo. Cuando los que se dicen cris­
tianos conservan todos los defectos naturales de su carácter y dis­
posición, ¿en qué se diferencia su situación de la de los munda­
nos? Los tales no aprecian la verdad como un elemento santifi­
cados refinador. No han nacido de nuevo. . .
La verdadera conversión transforma las tendencias al mal
hereditarias y cultivadas. La religión de Dios es un paño com­
pacto integrado por innumerables fibras entretejidas con tacto
y habilidad. Unicamente la sabiduría que proviene de Dios pue­
de hacer perfecto ese tejido. Hay muchas clases de telas que al
comienzo parecen finas, pero finalmente no pueden soportar la
prueba. Se destiñen. Sus colores no son firmes. Se decoloran ba­
jo el sol veraniego y se malogran. No pueden soportar el maltrato.
Lo mismo sucede con la religión de muchos. Cuando la trama
y la urdimbre del carácter no soportan el embate de la prueba,
significa que el material que lo compone es inservible. Los esfuer­
zos hechos para remendar la tela vieja con un trozo nuevo no
mejoran la situación, pues el material viejo y endeble se despren­
de arrancado por el nuevo. Los remiendos no sirven. Lo único
que se puede hacer es desechar la prenda vieja y conseguir una
totalmente nueva.
E l plan de Cristo es el único que ofrece seguridad. El Se­
ñor declara: “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas” (Apoc.
2 1 :5 ). “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es” (2 Cor.
5: 17). Una religión de remiendos no tiene el menor valor para
Dios. El Señor demanda la entrega total del corazón. ( 33)
Pero Jesús dio su vida en sacrificio por nosotros, ¿y no le
rendiremos nuestros mejores afectos, nuestras más santas aspira­
ciones, nuestro servicio más pleno? ( 34)

235
/
La Santificación y el Santuario Jueves 18 de agosto
A QUIENES SE CONCEDE LA SANTIFICACION
Acuérdate del día de reposo para santificarlo. . . El séptimo día
es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna.
Exo. 20: 8, 10.
Dios ha declarado en su Palabra que el séptimo día es una
señal entre su Persona y su pueblo escogido: Una señal de la leal­
tad de ese pueblo. . . El sábado es el día que Dios ha elegido.
El Señor no ha dejado este asunto en manos de sacerdotes o diri­
gentes para que ellos lo modifiquen. Es demasiado importante
para ser sometido al arbitrio humano. Dios vio que los hombres
estudiarían sus propias conveniencias y elegirían el día que mejor
se ajustara a sus inclinaciones, un día que no contara en absoluto
con el apoyo de la autoridad divina; y el Señor ha manifestado
claramente que el séptimo día es su día de reposo.
Cada habitante de este mundo está sujeto a las leyes del go­
bierno de Dios. El Señor ha puesto el sábado en el centro del
Decálogo y ha hecho de él la norma de la obediencia. Por su
intermedio podemos aprender acerca del poder divino según está
manifestado en sus obras y en su Palabra. . . Los hombres no
pueden oponerse más categóricamente contra la obra y la ley
de Dios que cuando apoyan un día que no tiene evidencia de
santidad y cuando profesan rendirle culto a Dios en ese día. Los
que han adulterado la ley sustituyendo el santo sábado del Señor
por un falso día de reposo, e imponen por la fuerza su observan­
cia, se exaltan por encima de Dios y honran lo espurio poniéndolo
sobre lo verdadero.
Los cristianos profesos que menosprecian el santo día de re­
poso de Dios y aceptan en cambio uno falso, hacen alarde de
santidad. Pero el Señor declara que la santificación proveniente
de él se concede sólo a los que lo honran obedeciendo sus man­
damientos. La santidad que aseveran poseer quienes permanecen
en la transgresión es una santidad espuria. De esta manera el
mundo religioso es engañado por el enemigo de Dios y del hom­
bre. . .
Los hombres han buscado muchas mentiras. Han tomado
un día común, al cual Dios no ha santificado, y lo han investido
de características sagradas. Lo han proclamado como día santo,
pero este hecho no le confiere la menor señal de santidad. Des­
honran a Dios aceptando instituciones humanas y presentando al
mundo como día de reposo cristiano un día cuya observancia no
está avalada por la autoridad de un “Así dice Jehová’. (36)

236
/
La Santificación y el Santuario Viernes 19 de agosto
TOCAD ALARMA
Reconócelo en todos tus caminos, y
él enderezará tus veredas. Prov. 3:6.
Deberíamos reconocer a Dios en todos nuestros caminos, y
él dirigirá nuestra senda. Deberíamos consultar su Palabra con
humildad de corazón, pedir consejos y someter nuestra voluntad
a la suya. No podemos hacer nada sin Dios.
Existe la razón más elevada para que apreciemos y defenda­
mos el verdadero día de reposo, porque es la señal que distingue
del mundo al pueblo de Dios. El mandamiento que el mundo
invalida es el que, por esa misma razón, el pueblo de Dios de­
berá honrar en gran manera. Se llama a los fieles Calebs en un
momento cuando los incrédulos desprecian la Palabra de Dios.
Entonces han de permanecer firmes en el puesto del deber sin
ostentación y sin vacilar a causa de los vituperios. Los espías in­
crédulos estaban listos para dar muerte a Caleb. Este vio las pie­
dras en las manos de los que habían dado un informe falso, pero
no se atemorizó; tenía un mensaje y lo iba a dar. Los que hoy
son fieles a Dios manifestarán ese mismo espíritu.
El salmista dice: “Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque
han invalidado tu ley. Por eso he amado tus mandamientos más
que el oro, y más que oro muy puro” (Sal. 119: 126, 127). Cuan­
do los hombres se acercan bien a Jesús, cuando Cristo mora en
sus corazones mediante la fe, entonces su amor a los mandamien­
tos de Dios se fortalece en proporción al desprecio que el mun­
do acumula sobre sus santos preceptos. Ahora debe ser presen­
tado el verdadero día de reposo ante la gente mediante la pluma
y la voz. Cuando el cuarto mandamiento y los que lo observan
son ignorados y despreciados, los fieles piensan que no es el mo­
mento de ocultar su fe sino de exaltar la ley de Jehová desple­
gando el estandarte en el que están inscriptos el mensaje del ter­
cer ángel, los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. i
Los que poseen la verdad como ha sido revelada por Jesús!
no deben aprobar ni aun con su silencio la obra del ministericl
de iniquidad. Jamás dejen de dar la nota de alarma. . . Ncl
hay que ocultar la verdad, no hay que negarla ni disfrazarla!
sino que hay que presentarla plenamente y proclamarla coni
osadía. ( 36) * r n / (
-j/tQ tZ -A jy w ¿frUZ-

237^vX&/ ^

CAj^x
La Santificación y el Santuario Sábado 20 de agosto
LA MARCA PURA D E LA VERDAD
Y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio
de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que
gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se
hacen en medio de ella. Eze. 9: 4.
Nótese esto con cuidado: Los que reciban la marca pura de
la verdad desarrollada en ellos por el poder del Espíritu Santo
y representada por el sello del hombre vestido de lino, son los que
“gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se
hacen” en la iglesia. ( 37)
Los que no sienten pesar por su propia decadencia espiritual
ni lloran por los 'pecados ajenos, quedarán sin el sello de
Dios. . . No todos los que profesan observar el sábado serán se­
llados. Aun entre los que enseñan la verdad a otros hay muchos
que no recibirán el sello de Dios en sus frentes. Tuvieron la luz
de la verdad, conocieron la voluntad de su Maestro, comprendie­
ron todo punto de nuestra fe, pero no hicieron las obras corres­
pondientes. Los que conocieron tan bien la profecía y los tesoros
de la sabiduría divina, debieran haber actuado de acuerdo con
su fe. . .
Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras
nuestros caracteres tengan una mancha. Nos toca a nosotros
remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del
alma de toda contaminación. Entonces la lluvia tardía caerá sobre
nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos en el
día de Pentecostés. . .
Los que se unen con el mundo reciben su molde y se prepa­
ran para la marca de la bestia. Los que desconfían de sí mismos,
se humillan delante de Dios y purifican sus almas obedeciendo
a la verdad, son los que reciben el molde celestial y se preparan
para tener el sello de Dios en sus frentes. Cuando se promulgue
el decreto y se estampe el sello, su carácter permanecerá puro
y sin mancha para la eternidad.
Ahora es el momento de prepararse. El sello de Dios no
será puesto nunca en la frente de un hombre o una mujer que
sean impuros. Nunca será puesto sobre la frente de seres huma­
nos ambiciosos y amadores del mundo. Nunca será puesto sobre
la frente de hombres y mujeres de corazón falso o engañoso. To­
dos los que reciban el sello deberán estar sin mancha delante
de Dios y ser candidatos para el cielo. ( 38)

238
I.a Santificación y el Santuario Domingo 21 de agosto
¿QUIENES RECIBEN E L SELLO?
En sus bocas no fue hallada mentira, pues son
sin mancha delante del trono de Dios. Apoc. 14:5.
El sello del Dios vivo será puesto únicamente sobre los que
tienen en su carácter la semejanza de Cristo. Así como la cera
recibe la impresión del sello, así también el alma debe recibir
la impronta del Espíritu de Dios y conservar la imagen de Cristo.
Muchos no recibirán el sello de Dios porque no guardan sus man­
damientos, es decir, no producen frutos de justicia.
La gran masa de cristianos profesos sufrirá una amarga des­
ilusión en el día del Señor. No tienen en sus frentes el sello del
Dios vivo. Por ser tibios e indiferentes deshonran a Dios mucho
más que el incrédulo declarado. Se mueven a tientas, en tinieblas,
cuando podrían andar a la claridad meridiana de la Palabra,
guiados por Aquel que jamás se equivoca.
Aquellos a quienes el Cordero conducirá hacia fuentes de
agua viva, y de cuyos ojos enjugará toda lágrima, son los que
ahora están recibiendo el conocimiento y la sabiduría revelados en
la Biblia, la Palabra de Dios. . .
No hemos de imitar a ningún ser humano. No existe ningún
hombre suficientemente sabio que pueda servirnos de ejemplo.
Debemos contemplar al Hombre Cristo Jesús, en quien habita
plenamente la perfección de la justicia y la santidad. E l es el
Autor y el Consumador de nuestra fe. El es el Hombre modelo.
Su experiencia es la medida de la experiencia que nosotros debe­
mos obtener. Su carácter es nuestro modelo. Por lo tanto, apar­
temos nuestra mente de las perplejidades y las dificultades de esta
vida, y fijémosla en él, para que mediante la contemplación poda­
mos ser transformados a su semejanza. Podemos contemplar a
Cristo con un fin elevado. Podemos volvernos a él con seguridad
pues es omnisapiente. A medida que lo contemplemos y pense­
mos en él, se formará en nosotros él, la esperanza de gloria.
Esforcémonos con todo el poder que Dios nos ha dado para
hallarnos entre los ciento cuarenta y cuatro mil. Unicamente los
que reciban el sello del Dios vivo obtendrán el salvoconducto
para entrar por las puertas de la Santa Ciudad. ( 39)

239
1

La Santificación y el Santuario Lunes 22 de agosto


E L TIEM PO D EL SELLAMIENTO ESTA POR PASAR
Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto
que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.
Ju an 9: 4.
El tiempo del sellamiento es muy corto y pronto terminará.
Ahora, mientras los cuatro ángeles están reteniendo los cuatro
vientos, es el momento en que debemos asegurar nuestra vocación
y elección. . .
Se me señaló la época en que terminaría el mensaje del tercer
ángel. El poder de Dios había asistido a sus hijos, quienes des­
pués de cumplir su obra estaban preparados para sobrellevar la
hora de prueba que les aguardaba. Habían recibido la lluvia tar­
día o refrigerio de la presencia del Señor y se había reavivado el
viviente testimonio. Por todas partes había cundido la postrera
gran amonestación, agitando y enfureciendo a los moradores de
la tierra que no habían querido recibir el mensaje.
Vi ángeles que iban y venían de uno a otro lado del cielo.
Un ángel con tintero de escribano en la cintura regresó de la
tierra y comunicó a Jesús que había cumplido su encargo, que­
dando sellados y numerados los santos. Vi entonces que Jesús,
quien había estado oficiando ante el arca de los diez manda­
mientos, dejó caer el incensario, y alzando las manos exclamó en
alta voz; “Consumado es”. . .
Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, espe­
rando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los
preparasen para sostenerse en el día del Señor y vivir en su
presencia. ¡Oh! ¡y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de an­
gustia!. . . [Cuando Jesús salga del santuario] los santos y justos
seguirán siendo santos y justos, porque todos sus pecados habrán
quedado borrados, y ellos recibirán el sello del Dios vivo; pero
quienes sean injustos e impuros, seguirán siendo también injustos
e impuros, porque ya no habrá en el santuario sacerdote que ofrez­
ca ante el trono del Padre las oraciones, los sacrificios y las con­
fesiones de ellos. Por lo tanto, lo que deba hacerse para salvar
almas de la inminente tormenta de ira, ha de ser hecho antes
de que Jesús salga del lugar santísimo del santuario celestial. ( 40)

240
I .a Santificación y el Santuario Martes 23 de agosto
LOS ANGELES VEN LA SEÑAL D E DIOS
VI también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía
i l »ello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles,
ii quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y
iiI mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los
.■rholes, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos
de nuestro Dios. Apoc. 7: 2, 3.
Todo en el mundo está alterado. Las naciones se han airado
y se realizan grandes preparativos para la guerra. Una nación
conspira contra otra y un reino contra otro. El gran día de Dios
se apresura rápidamente. Pero aunque las naciones alistan sus
fuerzas para la guerra y el derramamiento de sangre, todavía está
en vigencia la orden dada a los ángeles de que retengan los cua­
tros vientos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus
frentes.(41)
Los cuatro vientos siguen retenidos hasta que los siervos de
Dios sean sellados en sus frentes. Entonces los poderes de la
tierra reunirán sus fuerzas para la gran batalla final. ¡Con cuán­
to cuidado deberíamos aprovechar, entonces, el corto período que
resta de nuestra peregrinación! ( 42)
Mentes que se han entregado a pensamientos desordenados
deben cambiar. . . Los pensamientos deben concentrarse en Dios.
Ahora es tiempo de realizar un ferviente esfuerzo para vencer las
tendencias naturales del corazón carnal. ( 43)
Precisamente antes de entrar en [el tiempo de angustia], to­
dos recibimos el sello del Dios vivo. Entonces vi que los cuatro
ángeles dejaban de retener los cuatro vientos. Y vi hambre, pesti­
lencia y espada; una nación se levantaba contra otra y el mundo
se hallaba en confusión. . .
¿Cuál es el sello del Dios vivo que se pone en la frente de
sus hijos? Es una marca que pueden ver los ángeles y no los
ojos humanos, puesto que el ángel destructor debe percibir esa
señal de redención. La mente inteligente ha visto la señal de la
cruz del Calvario sobre los hijos e hijas que ha adoptado el
Señor. El pecado de la transgresión de la ley de Dios es borrado.
Están ataviados con el vestido de bodas y son obedientes y fie­
les a todos los mandamientos de Dios. ( 44)
Nos hallamos en el tiempo del zarandeo, cuando todo lo que
pueda ser sacudido lo será. Él Señor no excusará a los que cono­
cen la verdad si no obedecen sus mandamientos en palabra y
obra. ( 45)

241
La Santificación y el Santuario Miércoles 24 de agosto
LA SEÑAL QUE DISTINGUE AL PUEBLO DE DIOS
Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal
entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los
santifico. Eze. 20: 12.
Así como el sábado fue la señal que distinguía a Israel cuando
salió de Egipto para entrar en la Canaán terrenal, así también
es la señal que ahora distingue al pueblo de Dios cuando sale
del mundo para entrar en el reposo celestial.
La observancia del sábado es el medio dispuesto por Dios
para preservar el conocimiento de sí mismo y para establecer
una distinción entre sus súbditos fieles y los transgresores de su
ley. ( 46)
El sábado. . . pertenece a Cristo. . . Y como lo hizo todo,
creó también el sábado. Por él fue apartado como un monumento
recordativo de la obra de la creación. Nos presenta a Cristo como
Santificador tanto como Creador. Declara que el que creó todas
las cosas en el cielo y en la tierra, y mediante quien todas las
cosas existen, es cabeza de la iglesia, y que por su poder somos
reconciliados con Dios. Porque, hablando de Israel, dijo: "Díles
también mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ellos, para
que supiesen que yo soy Jehová que los santifico”, es decir, que
los hace santos. Entonces el sábado es una señal del poder de
Cristo para santificarnos. Es dado a todos aquellos a quienes
Cristo hace santos. Como señal de su poder santificador, el sábado
es dado a todos los que por medio de Cristo llegan a formar parte
del Israel de D ios.. . A todos los que reciban el sábado como
señal del poder creador y redentor de Cristo, les resultará una
delicia. .. El sábado les indica las obras de la creación como
evidencia de su gran poder redentor. Al par que recuerda la
perdida paz del Edén, habla de la paz restaurada por el Salvador.
Y todo lo que encierra la naturaleza, repite su invitación: ‘‘Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré
descansar”. ( 47)
El sábado es el broche áureo que une a Dios con su pue­
blo^ 48)

242
La Santificación y el Santuario Jueves 25 de agosto
IMPORTANCIA Y GLORIA D EL SABADO
Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer
la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha
hablado. Isa. 58: 14.
E l sábado pasamos un día magnífico, glorioso. . . que hizo
que nos regocijáramos y glorificáramos a Dios por su extraordi­
naria bondad hacia nosotros. . . Fui arrebatada en visión. . .
Vi que percibíamos y comprendíamos escasamente la im­
portancia del sábado. . . Vi que no sabíamos qué significaba su­
bir sobre las alturas de la tierra y ser alimentados con la here­
dad de Jacob. Pero cuando desciendan de la presencia del Señor
la refrescante lluvia tardía y la gloria de su poder, sí sabremos
qué significa comer de la heredad de Jacob y estar sobre las altu­
ras de la tierra. Entonces apreciaremos mejor la importancia y
la gloria que tiene el sábado. Pero no lo veremos en toda su glo­
ria hasta que se establezca el pacto de paz con nosotros al lla­
mado de la voz de Dios, hasta que las puertas de perlas de la
Nueva Jerusalén se abran de par en par y giren sobre sus res­
plandecientes goznes, y se perciba la bella y jubilosa voz del
amante Jesús —más dulce que toda música que jamás haya lle­
gado a oídos humanos— invitándonos a entrar. [V i] que teníamos
absoluto derecho de entrar en la ciudad porque habíamos guar­
dado los mandamientos de Dios, y el cielo, el hermoso cielo es
nuestro hogar. ( 49)
Vi en ellas [en las tablas] los diez mandamientos escritos por
el dedo de Dios. En una tabla había cuatro, y en la otra seis.
Los cuatro de la primera brillaban más que los otros seis. Pero el
cuarto, el mandamiento del sábado, brillaba más que todos, por­
que el sábado fue puesto aparte para que se lo guardase en honor
del santo nombre de Dios. El santo sábado resplandecía, rodeado
de un nimbo de gloria. Vi que el mandamiento del sábado no
estaba clavado en la cruz, pues de haberlo estado, también lo
hubieran estado los otros nueve, y tendríamos libertad para vio­
larlos todos, así como el cuarto. . . Vi que el santo sábado es, y
será, el muro separador entre el verdadero Israel de Dios y los
incrédulos, así como la institución más adecuada para unir los
corazones de los queridos y esperanzados santos de Dios. ( 50)

243
La Santificación y el Santuario Viernes 26 de agosto
E L SABADO ES LA SEÑAL DE DIOS
Santiticad mis días de reposo [sábados], y sean por señal entre
mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios.
Eze. 20: 20.
Los israelitas colocaron sobre sus puertas una señal de san­
gre para indicar que eran propiedad de Dios. Así también los hijos
de Dios de este tiempo deben llevar la señal que Dios ha es­
pecificado. ( 61)
Se pondrán en armonía con la santa ley de Dios. Sobre cada
justo del pueblo de Dios se coloca una marca tan ciertamente co­
mo en tiempos pasados se puso una señal sobre las puertas de
los hogares hebreos para preservar al pueblo de la ruina general.
Dios declara: “Les di también mis sábados, que fuesen por señal
entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los
santifico”. ( 52)
Cada alma que hay en este mundo es propiedad del Señor
por creación y por redención. Cada alma, en forma individual,
está en conflicto por su vida. ¿Le ha entregado a Dios lo que
le pertenece? ¿Le ha sometido todo lo que es suyo, considerándolo
como su posesión adquirida? Todos los que estiman al Señor
como su porción en esta vida, permanecerán bajo su dominio
y recibirán la señal, la marca de Dios, que los distingue como
su posesión especial. La justicia de Cristo los precederá y la gloria
del Señor será su retaguardia. El Señor protege a cada ser hu­
mano que lleva su señal. ( 53)
“Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los
hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días
de reposo [sábados]; porque es señal entre mí y vosotros por vues­
tras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os san­
tifico. . . Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de
reposo [sábado] consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en
el día de reposo [sábado], ciertamente morirá. Guardarán, pues,
el día de reposo [sábado] los hijos de Israel, celebrándolo por
sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre
mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos
y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó” (Exo. 31: 12, 13,
15-17).
Esta actitud de aceptación y de reconocimiento de Dios por
parte del ser humano es de un valor altísimo para él. Todos los
que aman y sirven al Señor son muy valiosos a sus ojos. El
desea que permanezcan en el sitio donde sean dignos representan­
tes de la verdad tal como es en Jesús. ( 54)
244
La Santificación y el Santuario Sábado 27 de agosto
ESTUDIEM OS EL TEMA D EL SANTUARIO
Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y maña­
nas; luego el santuario será purificado. Dan. 8: 14.
Debemos ser fervientes estudiosos de la profecía; no debié­
ramos descansar hasta entender plenamente el tema del santuario,
que aparece en las visiones de Daniel y de Juan. Este asunto
esparce mucha luz sobre nuestro punto de vista actual y nuestra
obra, y nos da una prueba irrefutable de que Dios nos ha dirigido
en nuestra experiencia pasada. Explica nuestra desilusión de 1844,
pues nos muestra que el santuario que debía ser purificado no
era la tierra, como habíamos supuesto, sino que Cristo entró en­
tonces en el lugar santísimo del santuario celestial, y allí está rea­
lizando la obra final de su misión sacerdotal, en cumplimiento de
las palabras que el ángel dirigió al profeta Daniel. ( 56)
Se había comprobado que los 2.300 días principiaron cuando
entró en vigor el decreto de Artajerjes ordenando la restauración y
edificación de Jerusalén, en el otoño del año 457 AC. Tomando
esto como punto de partida, había perfecta armonía en la aplica­
ción de todos los acontecimientos predichos en la explicación de
ese período hallada en Daniel 9: 25-27. . . Las setenta semanas,
o 490 años, les correspondían especialmente a los judíos. Al fin
del período, la nación selló su rechazamiento de Cristo con la
persecución de sus discípulos, y los apóstoles se volvieron hacia
los gentiles en el año 34 de nuestra era. Habiendo terminado
entonces los 490 primeros años de los 2.300, quedaban aún 1.810
años. Contando desde el año 34, 1.810 años llegan a 1844. “En­
tonces —había dicho el ángel— será purificado el santuario”. ( 66)
Nuestra fe con referencia a los mensajes del primero, el se­
gundo y el tercer ángeles, era correcta. Los grandes hitos por los
cuales hemos pasado son inamovibles. Aunque las huestes del
infierno intenten sacarlos de sus fundamentos, y se entusiasmen
con la idea de que han tenido éxito, no alcanzarán su objetivo.
Estas columnas de la verdad permanecen tan firmes como las co­
linas eternas, inamovibles a pesar de todos los esfuerzos de los
hombres combinados con los de Satanás y sus huestes. Podemos
aprender mucho, y debemos estar constantemente escudriñando
las Escrituras para ver si estas cosas son así.(67)

245
/
La Santificación y el Santuario Domingo 28 de agosto
LA PURIFICACION D EL SANTUARIO
Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes
del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el
Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Dan. 7: 13.
Después de su ascensión, nuestro Salvador empezó a actuar
como nuestro Sumo Sacerdote. Pablo dice: “No entró Cristo en
un lugar santo hecho de mano, que es una mera representación
del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora de­
lante de Dios por nosotros” (Heb. 9; 24, V M ). . .
Este ministerio siguió efectuándose durante dieciocho siglos
en el primer departamento del santuario. La sangre de Cristo,
ofrecida en beneficio de los creyentes arrepentidos, les aseguraba
perdón y aceptación cerca del Padre, no obstante lo cual sus pe­
cados permanecían inscriptos en los libros de registro. Como en
el servicio típico había una obra de expiación al fin del año, así
también, antes de que la obra de Cristo para la redención de los
hombres se complete, queda por hacer una obra de expiación para
quitar el pecado del santuario. Este es el servicio que empezó
cuando terminaron los 2.300 días. Entonces. . . nuestro Sumo Sa­
cerdote entró en el lugar santísimo, para cumplir la última parte
de su solemne obra: la purificación del santuario. ( 58)
La venida de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote al lugar
santísimo para la purificación del santuario, de la que se habla en
Daniel 8: 14; la venida del Hijo del hombre al lugar donde está
el Anciano de días, tal como está presentada en Daniel 7: 13; y
la venida del Señor a su templo, predicha por Malaquías, son
descripciones del mismo acontecimiento representado también
por la venida del Esposo a las bodas, descripta por Cristo en la
parábola de las diez vírgenes, según Mateo 25. ( 60)
La purificación del santuario implica. . . una obra de investi­
gación: Una obra de juicio. Esta obra debe realizarse antes de
que venga Cristo para redimir a su pueblo, pues cuando venga,
su galardón estará con él, para que pueda otorgar la recompensa
a cada uno según haya sido su obra. ( 60)
En el día final del ajuste de cuentas, la posición, el rango
o la riqueza no alterarán ni en el espesor de un cabello el caso
de nadie. El Dios que todo lo ve juzgará a los hombres por lo
que éstos son en pureza, nobleza y amor a Cristo. ( 61)

246
La Santificación y el Santuario Lunes 29 de agosto
INSTRUCCION PROVENIENTE D EL SANTUARIO
Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de
fe, purificados los corazones de mala conciencia. Heb. 10:22.
“Y he aquí en las nubes del cielo como un hijo de hombre que
venía, y llegó hasta el Anciano de grande edad, e hiciéronle lle­
gar delante de él” (Dan. 7: 1 3 ).. . La venida de Cristo descripta
aquí no es su segunda venida a la tierra. E l viene hacia el Anciano
de días en el cielo para recibir el dominio y la gloria y un reino,
que le será dado a la conclusión de su obra de mediador. Es esta
venida, y no su segundo advenimiento a la tierra, la que la profe­
cía predijo que había de realizarse al fin de los 2.300 días en
1844. Acompañado por ángeles celestiales nuestro gran Sumo
Sacerdote entra en el lugar santísimo, y allí, en la presencia de
Dios, da principio a los últimos actos de su ministerio en bene­
ficio del hombre, a saber, cumplir la obra del juicio y hacer ex­
piación por todos los que resulten tener derecho a ella. ( 62)
Ojalá que el Señor nos permita ver la necesidad de beber de
la fuente viva del agua de vida. Su corriente pura nos renovará
y sanará y vivificará todo lo que se halle relacionado con nos­
otros. ¡Oh, si los corazones tan sólo se sometieran a él! Si se tu­
viera en vista únicamente la gloria de Dios, ¡con qué abundancia
se derramaría sobre el alma la luz celestial! Aquel que ha hablado
como ningún hombre lo ha hecho jamás, fue un Educador en este
mundo. Después de su resurrección fue Maestro de los desani­
mados y solitarios discípulos que viajaban a Emaús y de los que
se reunieron en el aposento alto. Les reveló lo que las Escrituras
decían respecto a su Persona e hizo que sus corazones se ligaran
a una esperanza y un gozo, santos, nuevos y sagrados.
Desde el lugar santísimo prosigue la gran obra de instruc­
ción. . . Cristo oficia en el santuario. Nosotros no lo seguimos
hasta el interior del santuario tal como deberíamos hacerlo. Cristo
y los ángeles obran en el corazón de los hijos de los hombres.
La iglesia del cielo unida con la iglesia de la tierra está peleando
la buena batalla de la fe en este mundo. Debe producirse una
purificación del alma aquí en la tierra, en armonía con la puri­
ficación efectuada por Cristo en el santuario celestial. ( 63)
El pueblo de Dios debe tener ahora sus ojos fijos en el san­
tuario celestial, donde... nuestro gran Sumo Sacerdote... está
intercediendo por su pueblo. ( 64)

247
La Santificación y el Santuario Martes 30 de agosto
E L JUICIO D E LOS VIVOS
Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré sobre ti. Apoc. 3 :3 .
En el tiempo señalado para el juicio —al fin de los 2.300 días,
en 1844— empezó la obra de investigación y el acto de borrar
los pecados. Todos los que hayan profesado el nombre de Cristo
deben pasar por ese riguroso examen. Tanto los vivos como los
muertos deben ser juzgados “de acuerdo con las cosas escritas en
los libros, según sus obras”.
E l juez dijo: “Todos serán justificados por su fe y juzgados
por sus obras”.
Los pecados que no hayan inspirado arrepentimiento y que
no hayan sido abandonados, no serán perdonados ni borrados de
los libros de memoria, sino que permanecerán como testimonio
contra el pecador en el día de Dios. ( 65)
Empeñada lucha espera a todos los que quieran subyugar
las malas inclinaciones que tratan de dominarlos. La obra de pre­
paración es obra individual. No somos salvados en grupos. La
pureza y la devoción de uno no suplirá la falta de estas cualidades
en otro. Si bien todas las naciones deben pasar en juicio ante Dios,
sin embargo él examinará el caso de cada individuo de un modo
tan rígido y minucioso como si no hubiese otro ser en la tierra. Ca­
da cual tiene que ser probado y encontrado sin mancha, ni arru­
ga, ni cosa semejante.
El juicio se lleva ahora adelante en el santuario celestial.
Esta obra se viene realizando desde hace muchos años. Pronto
—nadie sabe cuándo— les tocará ser juzgados a los vivos. En la
augusta presencia de Dios nuestras vidas deben ser pasadas en
revista. En éste más que en cualquier otro tiempo conviene que
toda alma preste atención a la amonestación del Señor: “Velad
y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo”. “Y si no vela­
res, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a
ti” (Mar. 13: 33; Apoc. 3: 3 ) .( 66)

248
La Santificación y el Santuario Miércoles 31 de agosto
E L JU ICIO INVESTIGADOR
Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos
vengan a juicio, mas a otros se les descubren después. 1 Tim. 5: 24.
La obra del juicio investigador y el acto de borrar los peca­
dos deben realizarse antes del segundo advenimiento del Señor.
En vista de que los muertos han de ser juzgados según las cosas
escritas en los libros, es imposible que los pecados de los hom­
bres sean borrados antes del fin del juicio en que sus vidas han
de ser examinadas. . . Cuando el juicio investigador haya con­
cluido, Cristo vendrá con su recompensa para dar a cada cual
según sus obras.
En el servicio ritual típico el sumo sacerdote, hecha la propi­
ciación por Israel, salía y bendecía a la congregación. Así tam­
bién Cristo, una vez terminada su obra de mediador, aparecerá
“sin pecado. . . para la salvación” (Heb. 9: 28, V M ), para bende­
cir con el don de la vida eterna a su pueblo que le espera. Así
como, al quitar los pecados del santuario, el sacerdote los confe­
saba sobre la cabeza del macho cabrío emisario, así también Cris­
to colocará todos estos pecados sobre Satanás, autor e instigador
del pecado. El macho cabrío emisario, que cargaba con los peca­
dos de Israel, era enviado “a tierra inhabitada” (Lev. 16: 2 2 ); así
también Satanás, cargado con la responsabilidad de todos los pe­
cados que ha hecho cometer al pueblo de Dios, será confinado
durante mil años en la tierra entonces desolada y sin habitantes,
y sufrirá finalmente la plena sanción del pecado en el fuego que
destruirá a todos los impíos. ( 67)
Unos pocos, poquísimos, del inmenso número que puebla
la tierra, serán salvos para vida eterna, en tanto que las multitudes
que no han perfeccionado sus almas en la obediencia de la ver­
dad, serán destinadas a la muerte segunda. ( 68)
Mientras se prosigue el juicio investigador en el cielo, mientras
los pecados de los creyentes arrepentidos son quitados del santua­
rio, debe llevarse a cabo una obra especial de purificación, de
liberación del pecado, entre el pueblo de Dios en la tierra. ( 69)

249
El Fin del Tiempo de Prueba Jueves l 9 de septiembre
ANTE JUZGADOS Y CONCILIOS
Hablaré de tus testimonios delante de los
reyes, y no me avergonzaré. Sal. 119:46.
En la gran obra final, nos encontraremos con perplejidades
que no sabremos cómo afrontar, pero no olvidemos que los tres
grandes poderes del cielo están actuando, que una mano diVKÍa
maneja el timón y que Dios obrará para que se realicen sus pro­
pósitos. ( 1)
Llegará el tiempo cuando seremos llevados ante concilios y
multitudes por causa de su nombre, y cada uno tendrá que dar
razón de su fe .(2)
Toda proposición relativa a la verdad presentada por nuestros
hermanos tendrá que soportar la crítica de los más grandes inte­
lectos; los más encumbrados de los grandes hombres del mundo
serán puestos en relación con la verdad, y por lo tanto cada pos­
tulado nuestro debiera ser examinado y probado con espíritu
crítico por medio de las Escrituras. Ahora parece que nadie nos
notara, pero eso no siempre será así. Están sucediendo cosas que
nos pondrán sobre el tapete, y si nuestras teorías acerca de la
verdad pueden ser desmenuzadas por los historiadores o los más
grandes hombres del mundo, eso se hará. ( 3)
E l Señor Jesús dará a sus discípulos un lenguaje y una sa­
biduría que sus adversarios no podrán contradecir ni resistir. Los
que no puedan rebatir con razonamientos los engaños satánicos,
presentarán un testimonio afirmativo que confundirá a hombres
supuestamente eruditos. De labios de los Indoctos brotarán pa­
labras con tal poder de convicción y sabiduría que se producirán
conversiones a la verdad. Miles se convertirán por causa de su
testimonio.
¿Por qué los hombres sin letras pueden tener ese poder que
no tienen los sabios? E l iletrado, por fe en Cristo, ha entrado en
la atmósfera de la verdad pura y limpia, en tanto que el sabio
se ha apartado de ella. El hombre humilde es testigo de Cristo.
No puede apelar ni a la historia ni a la así llamada alta ciencia,
pero se aferra de las poderosas evidencias de la Palabra de Dios.
La verdad que expresa bajo la inspiración del Espíritu es tan
pura y notable, y lleva consigo un poder tan incontrovertible, qu«
su testimonio no podrá ser contradicho.(4)

250
El Fin del Tiempo de Prueba Viernes 2 de septiembre
ANTE LOS GRANDES HOMBRES D E LA TIERRA
Y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa
de mi, para testimonio a ellos y a los gentiles. Mat. 10:18.
No está lejos el tiempo cuando se llevará al pueblo de Dios
a dar su testimonio ante los gobernadores del mundo. No hay
uno en veinte que comprenda con cuánta rapidez nos acercamos
a la gran crisis de nuestra historia. . . No hay tiempo para la
vanidad, para la frivolidad, para ocupar la mente en cosas sin
importancia. . .
Los reyes, los gobernadores y los grandes hombres oirán de
vosotros a través de los informes de aquellos que estén enemis­
tados con vosotros, y vuestra fe y carácter serán desfigurados de­
lante de ellos. Pero los que sean acusados falsamente tendrán la
oportunidad de comparecer delante de sus acusadores para res­
ponder por sí mismos. Tendrán el privilegio de llevar la luz delan­
te de los que son llamados grandes de la tierra, y si habéis estu­
diado la Biblia, y si estáis listos para dar respuesta a cada perso­
na que pregunte acercá de la esperanza que hay en vosotros, con
humildad y temor, vuestros enemigos no serán capaces de contra­
decir vuestra sabiduría.
Ahora tenéis la oportunidad de alcanzar el mayor poder in­
telectual a través del estudio de la Palabra de Dios. Pero si sois
indolentes, y dejáis de cavar profundamente en las minas de la
verdad, no estaréis preparados para la crisis que pronto os sobre­
vendrá. ¡Ojalá que comprendierais que cada momento es de orol
Si vivís de cada palabra que procede de la boca de Dios, no se­
réis encontrados desprevenidos.(5)
No sabéis adonde seréis llamados a dar vuestro testimonio en
favor de la verdad. Muchos deberán comparecer ante asam­
bleas legislativas; algunos tendrán que presentarse ante reyes y
ante los sabios de la tierra, para dar razón de su fe. Los que
sólo tienen un conocimiento superficial de la verdad no estarán
capacitados para exponer claramente las Escrituras, y dar razones
definidas respecto de su fe. Se confundirán y -no serán obreros
que no tienen de qué avergonzarse. Nadie se imagine que no
necesita estudiar porque no debe predicar en el pulpito. No
sabéis lo que Dios puede requerir de vosotros.(0)

251
1

El Fin del Tiempo de Prueba Sábado 3 de septiembre


PREPARATE PARA ENCONTRARTE CON TU DIOS
Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he
de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh
Israel. Amós 4: 12.
Muchos ignoran lo que deben ser a fin de vivir a la vista
del Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya sumo
sacerdote en el santuario. Los que reciban el sello del Dios vivo
y sean protegidos en el tiempo de angustia deben reflejar plena­
mente la imagen de Jesús. ( 7)
Sus vestiduras deberán estar sin mácula; sus caracteres, purifi­
cados de todo pecado por la sangre de la aspersión. Por la gracia
de Dios y sus propios y diligentes esfuerzos deberán ser vencedo­
res en la lucha contra el mal. Mientras se prosigue el juicio in­
vestigador en el cielo, mientras que los pecados de los creyentes
arrepentidos son quitados del santuario, debe llevarse a cabo
una obra especial de purificación, de liberación del pecado, entre
el pueblo de Dios en la tierra.(8)
Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, espe­
rando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los pre­
parasen para sostenerse en el día del Señor y vivir en su presen­
cia. ¡Oh! ¡Y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angustia!
Habían descuidado la preparación necesaria, y por lo tanto no
podían recibir el refrigerio indispensable para sobrevivir a la vista
de un Dios santo.
Quienes se nieguen a ser tallados por los profetas y a purifi­
car sus almas obedeciendo a toda la verdad, quienes presuman
estar en condición mucho mejor de lo que están en realidad, lle­
garán al tiempo en que caigan las plagas y verán que les hubiera
sido necesario que los tallasen y encuadrasen para la edifica­
ción. . .
Vi que nadie podrá participar del “refrigerio” a menos que
haya vencido todas las tentaciones y triunfado del orgullo, el
egoísmo, el amor al mundo y toda palabra y obra malas. Por lo
tanto, debemos acercarnos más y más al Señor y buscar anhelosa­
mente la preparación necesaria que nos habilite para permanecer
firmes en la batalla, en el día del Señor. Recuerden todos que
Dios es santo y que únicamente seres santos podrán morar alguna
jvez en su presencia.(9)

252
Kl Fin del Tiempo de Prueba Domingo 4 de septiembre
PROMESA DE AYUDA DIVINA
Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué
hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de í
hablar. Mat. 10: 19.
Los siervos de Cristo no deben preparar un dicurso especial
para presentarlo cuando sean llevados ante las autoridades por
causa de su fe. Su preparación ha de ser hecha día tras día, ate­
sorando en el corazón las preciosas verdades de la Palabra de
Dios, alimentándose de las enseñanzas de Cristo, y fortaleciendo
su fe por medio de la oración; entonces, cuando sean llevados
ante los tribunales, el Espíritu Santo les hará recordar precisa­
mente las verdades que alcanzarán los corazones de los que vi­
nieren para oír. Dios les traerá repentinamente a la memoria el
conocimiento que obtuvieron por medio de un diligente escudri­
ñamiento de las Escrituras, precisamente cuando lo necesiten. ( 10)
Ahora debéis prepararos para el tiempo de prueba. Ahora
debéis saber si vuestros pies están afirmados en la Roca eterna.
Debéis tener una experiencia individual, y no depender de otros
para vuestra luz. Cuando se os lleve a la prueba, ¿cómo sabréis
que no estaréis solos, sin un amigo terrenal a vuestro lado? ¿Se­
réis entonces capaces de comprender que Cristo es vuestro apoyo?
¿Seréis capaces de recordar la promesa: “He aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”? Habrá seres
invisibles a vuestro alrededor dedicados a lograr vuestra destruc­
ción. Satanás y sus agentes procurarán de cualquier manera hace­
ros vacilar de vuetra firmeza en Dios y su verdad. Pero si tenéis
vuestros ojos limpios para percibir su gloria, no necesitáis preocu­
paros acerca de cómo testificaréis por su verdad.(u )
Jóvenes y señoritas, ¿estáis creciendo hasta la plena estatura
de hombres y mujeres en Cristo, para que cuando venga la crisis
no podáis ser separados de la Fuente de vuestra fortaleza? Si
queremos premanecer firmes durante el tiempo de prueba, ahora,
en tiempos de paz, debemos obtener una experiencia viva en las
cosas de Dios. Ahora debemos aprender a comprender cuál es
la profunda obra del Espíritu de Dios. En todas las cosas Cristo
debe ser nuestro todo, el Alfa y la Omega, el primero y el últi­
mo, el principio y el fin. ( 12)

253
/
El Fin del Tiempo de Prueba Lunes 5 de septiembre
¡SE ACERCA OTRO PENTECOSTES!
Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y
haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición
serán. Eze. 34: 26.
Bajo la figura de la lluvia temprana y tardía que cae en los
países orientales al tiempo de la siembra y la cosecha, los profetas
hebreos predijeron el derramamiento de la gracia espiritual en
una medida extraordinaria sobre la iglesia de Dios. El derrama­
miento del Espíritu en los días de los apóstoles fue el comienzo
de la lluvia temprana, y gloriosos fueron los resultados. . . Pero
cerca del fin de la siega de la tierra, se promete una concesión
especial de gracia espiritual, para preparar a la iglesia para la
venida del Hijo del hombre. Este derramamiento del Espíritu
se compara con la caída de la lluvia tardía. ( 13)
La gran obra de evangelización no terminará con menor ma­
nifestación del poder divino que la que señaló el principio de
ella. Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión
de la lluvia temprana, al principio del ministerio evangélico, de­
ben volverse a cumplir en ocasión de la lluvia tardía, al fin de
dicho ministerio. . .
Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplan­
decientes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en
lugar para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predi­
carán el mensaje por toda la tierra. Se realizarán milagros, los
enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes.
Satanás también efectuará sus falsos milagros, al punto de hacer
caer fuego del cielo a la vista de los hombres. (Apoc. 13: 13.)
Es así como los habitantes de la tierra tendrán que decidirse en
pro o en contra de la verdad.
El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos
como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espí­
ritu de Dios. Los argumentos ya fueron presentados. Sembrada
está la semilla, y brotará y dará frutos. . . Pero entonces los rayos
de luz penetrarán por todas partes, la verdad aparecerá en toda
su claridad, y los sinceros hijos de Dios romperán las ligaduras
que los tenían sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de
la iglesia serán impotentes para detenerlos. La verdad les será
más preciosa que cualquier otra cosa. ( 14)

254
7
Kl Fin del Tiempo de Prueba
LA BATALLA D EL ARMAGEDON
Martes 6 de septiembre

Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque


él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él
son llamados y elegidos y fieles. Apoc. 17:14.
Necesitamos estudiar el derramamiento de la séptima copa.
Los poderes del mal no abandonarán el conflicto sin lucha. Pero
lu Providencia tiene una parte que realizar en la batalla del
Armagedón. Cuando la tierra sea iluminada con la gloria del án­
gel de Apocalipsis 18, los elementos religiosos, buenos y malos, des­
pertarán de su somnolencia y los ejércitos del Dios viviente toma­
rán el campo. ( 16)
Cuatro ángeles poderosos retienen los poderes de esta tierra
en tanto que los siervos de Dios son sellados en sus frentes. Las
naciones del mundo están ansiosas de entrar en conflicto; pero
están siendo refrenadas por los ángeles. Cuando se quite este
poder restrictivo, vendrán tiempos de dificultad y angustia. Se
inventarán mortíferos instrumentos de guerra. Barcos, con su
carga viviente, serán sepultados en las grandes profundidades. To­
dos los que no tengan el espíritu de verdad se unirán bajo la
dirección de las agencias satánicas. Pero serán retenidas bajo
control hasta el momento cuando se produzca la gran batalla del
Armagedón. ( 16)
Toda forma de mal asumirá súbitamente una intensa activi­
dad. Los malos ángeles unen sus fuerzas con los hombres malos,
y como han estado en conflicto constante y han adquirido expe­
riencia en relación con las mejores maneras de engañar y batallar,
y se han ido fortaleciendo por siglos, no cederán en el gran en­
cuentro final sin una lucha desesperada. Cada cual deberá estar
de uno o de otro lado de la contienda. La batalla del Armagedón
se librará, y aquel día no debe encontrar a ninguno de nosotros
durmiendo. Debemos estar bien despiertos, teniendo, como las
vírgenes prudentes, aceite en nuestras vasijas junto con nuestras
lámparas. . .
Debe reposar sobre nosotros el poder del Espíritu Santo, y
el Capitán de las huestes del Señor estará a la cabeza de los
ángeles del cielo para dirigir la batalla. Solemnes eventos están
a punto de ocurrir ante nosotros. Las trompetas suenan una tras
la otra, se derrama una copa tras otra sobre los habitantes de la
tierra.( 17)

255
El Fin del Tiempo de Prueba Miércoles 7 de septiembre
LOS ACONTECIMIENTOS FUTUROS EN SU ORDEN
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para
que aquel día os sorprenda como ladrón. 1 Tes. 5: 4.
Vi que Jesús no dejaría el lugar santísimo antes que estu­
viesen decididos todos los casos, ya para salvación, ya para des­
trucción, y que la ira de Dios no podía manifestarse mientras
Jesús no hubiese concluido su obra en el lugar santísimo y de­
jado sus vestiduras sacerdotales, para revestirse de ropaje de
venganza. Entonces Jesús saldrá de entre el Padre y los hombres,
y Dios ya no callará, sino que derramará su ira sobre los que
rechazaron su verdad. Vi que la cólera de las naciones, la ira de
Dios y el tiempo de juzgar a los muertos, eran cosas separadas y
distintas, que se seguían una a otra. También vi que Miguel no
se había levantado aún, y que el tiempo de angustia, cual no lo
hubo nunca, no había comenzado todavía. Las naciones se están
airando ahora, pero cuando nuestro Sumo Sacerdote termine su
obra en el santuario, se levantará, se pondrá las vestiduras de ven­
ganza, y entonces se derramarán las siete postreras plagas.
Vi que los cuatro ángeles iban a retener los vientos mientras
no estuviese hecha la obra de Jesús en el santuario, y que enton­
ces caerían las siete postreras plagas. Estas enfurecieron a los
malvados contra los justos, pues los primeros pensaron que ha­
bíamos atraído los juicios de Dios sobre ellos, y que si podían
raernos de la tierra, las plagas se detendrían. Se promulgó un
decreto para matar a los santos, lo cual Ins hizo clamar día y noche
por su libramiento. Este fue el tiempo de angustia de Jacob. En­
tonces todos los santos clamaron en angustia de ánimo y fueron
libertados por la voz de D ios.(18)
Antes de la crucifixión, ei Salvador había predicho a sus dis­
cípulos que iba a ser muerto y que resucitaría del sepulcro. . .
Pero los discípulos esperaban la liberación política del yugo ro­
mano y no podían tolerar la idea de que Aquel en quien todas
sus esperanzas estaban concentradas, fuese a sufrir una muerte
ignominiosa. . . Así también las profecías nos anuncian el porve­
nir con la misma claridad con que Cristo predijo su propia muerte
a sus discípulos. Los acontecimientos relacionados con el fin del
tiempo de gracia y la preparación para el tiempo de angustia han
sido presentados con claridad. ( 18)

256
/
El Fin del Tiempo de Prueba Jueves 8 de septiembre
BREV E TIEM PO D E PAZ
Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos
destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y
no escaparán. 1 Tes. 5: 3.
Cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá
aflicción sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán
mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la
obra del tercer ángel. En ese tiempo descenderá la “lluvia tardía”,
o refrigerio de la presencia del Señor, para dar poder a la voz
fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan
subsistir durante el plazo cuando las siete plagas postreras serán
derramadas. ( 20)
Se me mostraron los habitantes de la tierra sumidos en la
mayor confusión. Guerra, derramamiento de sangre, privación, ne­
cesidad, hambre y pestilencia abundaban en la tierra. A medida
que estas cosas rodeaban a los hijos de Dios, éstos comenzaron a
unirse y a eliminar sus pequeñas dificultades. Ya no actuaban do­
minados por un sentido de su dignidad personal, sino que una
profunda humildad tomó el lugar de ésta. El sufrimiento, la
perplejidad y la escasez hicieron que la razón retomara su trono,
y que el hombre apasionado e irrazonable se volviese cuerdo y
actuase con discreción y sabiduría.
Se me llamó entonces la atención a otra escena. Parecía haber
un corto tiempo de paz. Una vez más los habitantes de la tierra
fueron presentados delante de mí; y de nuevo todas las cosas se
hallaban en la mayor confusión. La lucha, la guerra, el derrama­
miento de sangre, con hambre y pestilencia, rugían por doquier.
Otras naciones se hallaban empeñadas en esta guerra y confusión.
La guerra causaba hambre. La necesidad y el derramamiento de
sangre producían pestilencia. Y entonces los corazones de los
hombres desfallecían “por el temor y la expectación de las cosas
que sobrevendrán en la tierra” (Luc. 2 1 :2 6 ) .( 21)
Los ángeles están reteniendo hoy los vientos de lucha, hasta
que el mundo sea amonestado acerca de su inminente destrucción;
pero se está preparando una tormenta, que.se ha de desencadenar
sobre la tierra, y cuando Dios ordene a sus ángeles que suelten
los vientos, habrá tal escena de contienda que ninguna pluma la
puede describir. (22)

257
9—MSV
(
E l Fin del Tiempo de Prueba Viernes 9 de septiembre
E L CLAMOR POR PAZ Y SEGURIDAD
Y curan la herida de mi pueblo con livian­
dad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. Je r. 6: 14.
Los católicos, los protestantes y los mundanos. . . verán en. . .
[la triple} unión un gran movimiento para la conversión del mun­
do y el comienzo del milenio tan largamente esperado. ( 23)
“E l dia del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el
cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ar­
diendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están
serán quemadas” (2Ped. 3 :1 0 ). Cuando los razonamientos de
la filosofía hayan desterrado el temor a los juicios de Dios; cuan­
do los maestros de la religión nos hablen de largos siglos de paz
y prosperidad, y el mundo se dedique por completo a sus nego­
cios y placeres, a plantar y edificar, a fiestas y diversiones, y
desechando las amonestaciones de Dios, se burle de sus mensa­
jeros, “entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente. . .
y no escaparán” (IT e s . 5: 3 ) .( 2i)
Como los habitantes del valle de Sidim, la gente sueña ahora
con prosperidad y paz. “Escapa por tu vida”, es la advertencia
de los ángeles de Dios; pero se oyen otras voces que dicen: “No
os inquietéis, no hay nada que temer”. La multitud vocea: “Paz
y seguridad”, mientras el cielo declara que una rápida destruc­
ción está por caer sobre el transgresor. En la noche anterior a
su destrucción, las ciudades de la llanura se entregaron desen­
frenadamente a los placeres, y se burlaron de los temores y adver­
tencias del mensajero de Dios; pero aquellos burladores perecieron
en las llamas; en aquella misma noche la puerta de la gracia fue
cerrada para siempre para los impíos y descuidados habitantes
de Sodoma.
Dios no será siempre objeto de burla; no se jugará mucho
tiempo con él. “He aquí el día de Jehová viene, crudo, y de sa­
ña y ardor de ira, para tornár la tierra en soledad, y raer de
ella sus pecadores” (Isa. 1 3 :9 ). La inmensa mayoría del mundo
desechará la misericordia de Dios, y será sumida en pronta e
irremisible ruina.
Pero el que presta oídos a la advertencia y “habita al abrigo
del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente”. “Escudo
y es su verdad” (Sal. 91: 1, 4 ) . ( 25)

258
/
El Fin del Tiempo de Prueba Sábado 10 de septiembre
LA TERMINACION D E LA OBRA
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Mat. 24: 14.
El solemne y sagrado mensaje de amonestación debe procla­
marse en los campos más difíciles y en las ciudades más peca­
minosas, en todo lugar donde no haya brillado todavía la luz del
gran triple mensaje. Cada cual ha de oír la última invitación a la
cena de bodas del Cordero. De pueblo a pueblo, de ciudad a
ciudad, de país a país, debe irse proclamando el mensaje de la
verdad presente, no con ostentación externa, sino en el poder del
Espíritu. ( 26)
El mensaje del poder renovador de la gracia de Dios será
proclamado a todo país y clima, hasta que la verdad circunde el
mundo. Entre los que sean sellados habrá quienes vendrán de
toda nación, tribu, lengua y pueblo. De todo país se reunirán
hombres y mujeres que estarán delante del trono de Dios y del
Cordero exclamando: “La salvación pertenece a nuestro Dios que
está sentado en el trono, y al Cordero” (Apoc. 7: 1 0 ).(27)
Todo el mundo debe ser iluminado con la gloria de la verdad
de Dios. La luz debe brillar en todos los países y para todas
las gentes. Y el brillo de la luz debe proceder de los que la han
aceptado. La estrella de la mañana se ha levantado delante de
nosotros, y debemos hacer brillar su luz en los senderos de los que
viven en tinieblas.
Estamos a un paso de una crisis. Mediante el poder del Es­
píritu Santo, debemos proclamar ahora las grandes verdades
para estos últimos días. No pasará mucho tiempo hasta que
cada uno haya oído la amonestación y hecho su decisión. Enton­
ces vendrá el fin.(2S)
La verdad contenida en los mensajes del primero, segundo y
tercer ángeles, debe ir a toda nación, tribu, lengua y pueblo; de­
be iluminar las tinieblas de todo continente, y extenderse
hasta las islas de la mar. No debe dejarse dilatar esta obra de gran
importancia.
Nuestro santo y seña debe ser: ¡Adelante, siempre adelantel
Los ángeles de Dios irán delante de nosotros para prepararnos
el camino. No podemos dejar de preocuparnos por las regiones
lejanas. ( 29)

259
/
E l Fin del Tiempo de Prueba Domingo 11 de septiembre
DIOS IN TERVIEN E EN FAVOR D E SU PUEBLO
Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti;
y Jehová el Señor, el Señor desde su santo templo, sea testigo
contra vosotros. Porque he aquí, Jehová sale de su lugar, y des­
cenderá y hollará las alturas de la tierra. Miq. 1: 2, 3.
Es en la crisis cuando se revela el carácter. . . La gran prue­
ba final viene a la terminación del tiempo de gracia, cuando será
demasiado tarde para que la necesidad del alma sea suplida. ( 30)
Dios lleva cuenta con las naciones. A través de cada siglo
de la historia de este mundo los malhechores han estado atesoran­
do ira para el día de la ira; y cuando llegue el tiempo en que
la iniquidad haya rebasado los límites de la misericordia de Dios,
Su paciencia habrá terminado. Cuando las cifras acumuladas en
los libros de registro del cielo señalen la suma total de la transgre­
sión, vendrá la ira sin mezcla de misericordia; entonces se verá
lo tremendo que será el haber agotado la paciencia divina. Esta
crisis se producirá cuando las naciones se unan para abolir la ley
de Dios.
Vendrán días cuando los justos serán movidos a sentir celo
por Dios a causa de la abundante iniquidad. Nada sino el poder
divino puede enfrentar la arrogancia de Satanás unido con malos
hombres; pero en la hora de mayor peligro para la iglesia el re­
manente fiel ofrecerá las más fervientes oraciones en su favor, y
Dios oirá y responderá en el momento mismo cuando la culpabi­
lidad de los transgresores haya llegado al máximo. Entonces “hará
justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche” y no “se
tardará en responderles” (Luc. 18: 7 ) .( 31)
La sustitución de lo verdadero por lo falso es el último acto
del drama. Cuando esta sustitución se torne universal, Dios
se revelará a sí mismo. Cuando las leyes de los hombres sean
exaltadas por encima de las leyes de Dios, cuando los poderes
de esta tierra procuren forzar a los hombres a guardar el primer
día de la semana, sabed que ha llegado el tiempo cuando Dios
actuará. Se levantará en su majestad y sacudirá terriblemente
la tierra. Saldrá de su lugar para castigar a los habitantes de la
tierra por su iniquidad. La tierra descubrirá sus sangres y no
cubrirá más a sus muertos. ( 32)

260
/
El Fin del Tiempo de Prueba Lunes 12 de septiembre
SE TERMINA LA GRACIA
El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo,
sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia
todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. Apoc. 22: 11.
Cuando el juicio investigador haya acabado su obra, el des­
tino de todo ser humano habrá sido decidido para vida o para
muerte. El tiempo de gracia termina un poco antes de la apa­
rición del Señor en las nubes de los cielos. ( 33)
Los burladores llamaban la atención a las cosas de la natu­
raleza —a la sucesión invariable de las estaciones, al cielo azul
que nunca había derramado lluvia, a los verdes campos refres­
cados por el suave rocío de la noche—, y exclamaban: “j No habla
acaso en parábolas?” Con desprecio declaraban que el predica­
dor de la justicia era fanático rematado; y siguieron corriendo
tras los placeres y andando en sus malos caminos con más em­
peño que nunca antes. Pero su incredulidad no impidió la reali­
zación del acontecimiento predicho. Dios soportó mucho tiempo
su maldad, dándoles amplia oportunidad para arrepentirse, pero
a su debido tiempo sus juicios cayeron sobre los que habían re­
chazado su misericordia.
Cristo declara que habrá una incredulidad análoga respecto
a su segunda venida. Así como en tiempo de Noé los hombres “no
entendieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos; así”,
según las palabras de nuestro Salvador, “será la venida del Hijo
del Hombre” (Mat. 24:39, V M ). Cuando los que profesan ser
el pueblo de Dios se unan con el mundo, viviendo como él vive
y compartiendo sus placeres prohibidos; cuando las campanas re­
piquen a bodas, y todos cuenten en perspectiva con muchos años
de prosperidad mundana, entonces, tan repentinamente como
el relámpago cruza el cielo, se desvanecerán sus visiones brillantes
y sus falaces esperanzas. ( 34)
Los acontecimientos relacionados con el fin del tiempo de
gracia y la preparación para el tiempo de angustia han sido
presentados con claridad. Pero hay miles de personas que com­
prenden estas importantes verdades de modo tan incompleto como
si nunca hubiesen sido reveladas. Satanás procura arrebatar toda
impresión que podría llevar a los hombres por el camino de la
salvación. ( 35)

261
y
El Fin del Tiempo de Prueba Martes 13 de septiembre
E L TIEM PO D E GRACIA TERMINARA SIN ADVERTENCIA
Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad,
hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfecta­
mente que el día del Señor vendrá asi como ladrón en la
noche. 1 Tes. 5: 1, 2.
Los justos y los pecadores estarán viviendo aún sobre la
tierra en su estado mortal: los hombres estarán plantando y edifi­
cando, comiendo y bebiendo, inconscientes de que arriba, en el
santuario celestial, habrá sido pronunciada la decisión final e
irrevocable. Antes del diluvio, después que Noé entró en el arca,
Dios lo guardó allí, y dejó a los impíos afuera; pero la gente, igno­
rando que su condena estaba determinada, prosiguió por siete
días más en su descuido, en su vida amante de placeres, y se
mofaron de las advertencias del juicio inminente. “Así” dice el
Salvador, “será la venida del Hijo del Hombre”. La hora decisiva
que fijará el destino de cada hombre, el retiro final de la mise­
ricordia ofrecida a los culpables, vendrá silenciosa, inadvertida­
mente, como ladrón en la noche. ( 36)
Los hombres se están dejando adormecer en una seguridad
fatal y sólo despertarán cuando la ira de Dios se derrame sobre
la tierra. ( 37)
Cuando al fin del tiempo, el Señor se encamine hacia la
tierra para ejecutar su juicio, las temidas plagas comenzarán a
caer. Entonces, los que menospreciaron la Palabra de Dios, los
que la estimaron livianamente, errarán de mar a mar, de norte
a sur, irán de aquí para allá buscando la Palabra del Señor y
no la hallarán. . . Los ministros de Dios habrán realizado su
última obra, ofrecido sus últimas oraciones, derramado su últi­
ma amarga lágrima en favor de una iglesia rebelde y un pueblo
impío. ( 3S)
La vista de Jesús, al mirar a través de las edades, se fijó
en nuestro tiempo cuando dijo: “¡Si también tú conocieses, a lo
menos en este tu día, lo que es para tu pazl” Este es aún tu día,
oh iglesia de Dios, a quien él ha hecho la depositaría de su ley.
Este día de oportunidad y gracia está llegando a su fin. E l sol
se está ocultando rápidamente. ¿Podría ocurrir que se esté ocul­
tando y tú no conozcas “lo que es para tu paz”? ¿Habrá de pro­
nunciarse la irrevocable sentencia, “mas ahora está encubierto
de tus ojos”? (Luc. 1 9 :4 2 ) .( 39)

262
/
l'.l Fin del Tiempo de Prueba Miércoles 14 de septiembre
TIEMPO DE ANGUSTIA CUAL NUNCA FU E
Kn aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está
ile parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual
nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel
tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos
en el libro. Dan. 12: 1.
Cuando termine el mensaje del tercer ángel la misericordia
divina no intercederá más por los habitantes culpables de la
I ierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido
la “lluvia tardía”, el “refrigerio de la presencia del Señor”, y
estará preparado para la hora de prueba que le espera. Los án­
geles se apuran, van y vienen de acá para allá en el cielo. Un
ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está ter­
minada; el mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos los
que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido “el
sello del Dios vivo”. Entonces Jesús dejará de interceder en el
santuario celestial. Levantará sus manos y con gran voz dirá:
“Hecho es”. . .
Cuando él abandone el santuario, las tinieblas envolverán
a los habitantes de la tierra. Durante ese tiempo terrible, los
justos deben vivir sin intercesor, a la vista del santo Dios. Nada
refrena ya a los malos y Satanás domina por completo a los im­
penitentes empedernidos. La paciencia de Dios ha concluido.
El mundo ha rechazado su misericordia, despreciado su amor y
pisoteado su ley. Los impíos han dejado concluir su tiempo de
gracia; el Espíritu de Dios, al que se opusieron obstinadamente,
acabó por apartarse de ellos. Desamparados ya de la gracia
divina, están a merced de Satanás, el cual sumirá entonces a los
habitantes de la tierra en una gran tribulación final. Cuando
los ángeles de Dios dejen ya de contener los vientos violentos
de las pasiones humanas, todos los elementos de contienda se
desencadenarán. El mundo entero será envuelto en una ruina.
más espantosa que la que cayó antiguamente sobre Jerusalén.(40) *
Unicamente los que tengan manos limpias y corazones puros
subsistirán en aquel tiempo de prueba. . . Ahora, mientras los
cuatro ángeles están reteniendo los cuatro vientos, es el momento
en que debemos asegurar nuestra vocación y elección. (41)

263
E l Fin del Tiempo de Prueba Jueves 15 de septiembre
SE SUELTAN LOS CUATRO VIENTOS
No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que
hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Apoc. 7: 3.
Hay ángeles que rodean el mundo, rechazando las preten­
siones de supremacía que presenta Satanás, por causa de la
vasta multitud de sus aaherentes. No oímos las voces, no vemos
con nuestra vista natural la labor de estos ángeles, pero sus
manos están unidas alrededor del mundo, y con atenta vigilancia
mantienen a raya a las huestes de Satanás, hasta que se com­
plete el sellamiento del pueblo de Dios. ( 42)
Juan ve los elementos de la naturaleza: terremotos, tempes­
tades y lucha política, representados como siendo retenidos por
cuatro ángeles. Estos vientos están bajo control hasta que Dios
ordena soltarlos. Ahí está la seguridad de la iglesia de Dios.
Los ángeles de Dios son los que retienen los vientos de la
tierra, para que no soplen sobre la tierra, ni sobre el mar, ni
sobre ningún árbol, hasta que los siervos de Dios sean sellados
en sus frentes. ( 43)
El momento actual es de interés abrumador para todos los
que viven. Los gobernantes y estadistas, los hombres que ocupan
puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres pen­
sadores de todas las clases, tienen la atención fija en los aconte­
cimientos que se producen en derredor de nosotros. Observan
las relaciones tirantes e inestables que existen entre las naciones.
Observan las presiones que se ejercen sobre todo elemento terre­
nal, y reconocen que algo grande y decisivo está por acontecer,
que el mundo se encuentra en vísperas de una crisis estu­
penda^44)
Los ángeles están hoy reteniendo los vientos de contienda,
hasta que el mundo sea advertido acerca de su inminente des­
trucción; pero se está preparando una tormenta, que se va a de­
sencadenar sobre la tierra, y cuando Dios ordene a sus ángeles
que suelten los vientos, habrá una escena tal de lucha que nin­
guna pluma la puede describir.. , ( 45)
El Señor nos ha concedido misericordiosamente un momento
de tregua. Toda facultad que nos ha sido concedida por el cielo
ha de ser empleada en hacer la obra que el Señor nos asignó
en favor de los que perecen en la ignorancia. El mensaje de
amonestación debe resonar en todas partes del mundo.. . hay
una gran obra que hacer, y esta tarea ha sido encomendada
a los que conocen la verdad para este tiempo.(46)
264
/
El Fin del Tiempo de Prueba Viernes 16 de septiembre
COMIENZAN A CAER LAS S IE T E ULTIMAS PLAGAS
Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles:
Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de
Dios. Apoc. 16: 1.
Cuando Cristo deje de interceder en el santuario, se derra­
mará sin mezcla la ira de Dios de la que son amenazados los que
adoran a la bestia y a su imagen y reciben su marca. (Apoc.
1 4 :9 , 10.) Las plagas que cayeron sobre Egipto cuando Dios
estaba por libertar a Israel fueron de índole análoga a los jui­
cios más terribles y extensos que caerán sobre el mundo inme­
diatamente antes de la liberación final del pueblo de Dios. En
el Apocalipsis se lee lo siguiente con referencia a esas mismas
plagas tan temibles: “Vino una plaga mala y dañosa sobre los
hombres que tenían la señal de la bestia, y sobre los que adora­
ban su imagen”. El mar “se convirtió en sangre como de un
muerto; y toda alma viviente fue muerta en el mar”. También
“los ríos, y ... las fuentes de las aguas,. . . se convirtieron en
sangre”. Por terribles que sean estos castigos, la justicia de Dios
está plenamente vindicada. El ángel de Dios declara: “Justo eres
tú, oh Señor,.. . porque has juzgado estas cosas: porque ellos
derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú
les has dado a beber sangre; pues lo merecen” (Apoc. 1 6 :2 -6 ).
Al condenar a muerte al pueblo de Dios, los que lo hicieron son
tan culpables de su sangre como si la hubiesen derramado con
sus propias manos...
En la plaga que sigue, se le da poder al sol para “quemar
a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el
grande calor” (Apoc. 16: 8, 9 ).

Í
Estas plagas no serán universales, pues de lo contrario los
habitantes de la tierra serían enteramente destruidos. Sin embar­
go, serán los azotes más terribles que hayan sufrido jamás los
hombres. Todos los juicios que cayeron sobre los hombres antes
del fin del tiempo de gracia fueron mitigados con misericordia.
La sangre propiciatoria de Cristo impidió que el pecador recibie­
se el pleno castigo de su culpa; pero en el juicio final la ira
de Dios se derramará sin mezcla de misericordia. ( 47)
Los dardos de la ira de Dios pronto han de caer, y cuando
él comience a castigar a los transgresores, no habrá ningún pe­
ríodo de respiro hasta el fin .(48)

265
E l Fin del Tiempo de Prueba Sábado 17 de septiembre
LA PROMULGACION D EL D ECRETO D E MUERTE
Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para
que la imagen hablase e hiciese m atar a todo el que no la
adorase. Apoc. 13:15.
Cuando Jesús salga del lugar santísimo, su Espíritu refre-
nador se retirará de los gobernantes y del pueblo. Estos queda­
rán bajo el dominio de los ángeles malos. Entonces, por consejo
y dirección de Satanás, se harán leyes tales que, a menos que
el tiempo sea muy corto, no se salvará ninguna carne. (49)
Vi que los cuatro ángeles iban a retener los vientos mien­
tras no estuviese hecha la obra de Jesús en el santuario, y que
entonces caerían las siete postreras plagas. Estas enfurecerían a
los malvados contra los justos, pues los primeros pensarían que
habríamos atraído los juicios de Dios sobre ellos, y que si pu­
dieran raernos de la tierra las plagas se detendrían. Se promul­
gará un decreto para matar a los santos, lo cual los hará clamar
día y noche por su libramiento. Ese será el tiempo de angustia
de Jacob. ( 50)
Vi después que los hombres importantes de la tierra consul­
taban entre sí, Satanás y sus ángeles estaban atareados en tomo de
ellos. Vi un edicto del que se repartieron ejemplares por distintas
partes de la tierra, el cual ordenaba que si dentro de determinado
plazo no renunciaban los santos a su fe peculiar y prescindían
del sábado para observar el primer día de la semana, quedaría
la gente en libertad para matarlos. ( 51)
Por más que un decreto general haya fijado el tiempo en
que los observadores de los mandamientos puedan ser muertos,
sus enemigos, en algunos casos, se anticiparán al decreto y
tratarán de quitarles la vida antes del tiempo fijado. Pero nadie
puede atravesar el cordón de los poderosos guardianes colocados
en tomo de cada fiel. Algunos son atacados al huir de las
ciudades y villas. Pero las espadas levantadas contra ellos se
quiebran y caen como si fueran de paja. Otros son defendidos
por ángeles en forma de guerreros... Con ternura y simpatía, los
ángeles han presenciado la angustia de ellos y han escuchado sus
oraciones. Aguardan la orden de su jefe para arrancarlos del
peligro. Pero tienen que esperar un poco más. El pueblo de Dios
tiene que beber la copa y ser bautizado con el bautismo. ( 52)

266
El fin del Tiempo de Prueba Domingo 18 de septiembre
SEÑALADOS PARA LA MUERTE
Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provin­
cias del rey, con la orden de destruir, m atar y exterm inar a todos
los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo
día. Est. 3: 13.
El decreto que se promulgará finalmente contra el pueblo
remanente de Dios será muy semejante al que promulgó Asuero
contra los judíos. ( 53)
Cuando los que honran la ley de Dios hayan sido privados
de la protección de las leyes humanas, empezará en varios paí­
ses un movimiento simultáneo para destruirlos. Conforme vaya
acercándose el tiempo señalado en el decreto, el pueblo conspi­
rará para extirpar la secta aborrecida. Se convendrá en dar una
noche el golpe decisivo, que reducirá completamente al silencio
la voz disidente y reprensora. ( 54)
Se proclamará el decreto obligándolos a dejar a un lado el
sábado del cuarto mandamiento, y honrar el primer día, o perder
la vida. Pero ellos no cederán, ni pisotearán el sábado del Señor
para honrar una institución del papado. Los rodearán las huestes
de Satanás y los hombres perversos, para alegrarse de su suerte,
porque no parecerá haber para ellos medio de escapar. ( 65)
Cuando llegue ese tiempo de angustia, cada caso se habrá
decidido, y ya no habrá tiempo de gracia ni misericordia para
el impenitente. El sello del Dios vivo estará sobre su pueblo.
Ese pequeño remanente, incapaz de defenderse en el mortífero
conflicto con las potestades de la tierra mandadas por la hueste
del dragón, hace de Dios su defensa. Ha sido promulgado por la
más alta autoridad terrestre el decreto de que adoren a la bestia
y reciban su ¡marca bajo pena de persecución y muerte. ( 56)
Vi que los santos sufrían gran angustia mental. Parecían
rodeados por los malvados moradores de la tierra. Todas las apa­
riencias estaban en su contra, y
que Dios los hubiese abandonado
manos de los malos...
Los malvados, saboreando de antemano su triunfo, exclama­
ban: “¿Por qué no os libra vuestro Dios de nuestras manos? ¿Por
qué no os escapáis por los aires para salvar la vida?” Pero los
santos no los escuchaban. ( 57)

267
El Fin del Tiempo de Prueba Lunes 19 de septiembre
PROTEGIDOS POR LOS ANGELES
Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puer­
tas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa
la indignación. Isa. 26: 20.
En el día de la dura prueba [Cristo] dirá: “Anda, pueblo
mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete
un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación”.
¿Cuáles son las cámaras en las cuales habrán de esconderse?
Son la protección de Cristo y sus ángeles. El pueblo de Dios
no estará en ese tiempo en un solo lugar. Formará grupos esparci­
dos por toda la tierra. ( 58)
Vi a los santos abandonar las ciudades y los pueblos, y
juntarse en grupos para vivir en los lugares más apartados. Los
ángeles les proveían comida y agua, mientras que los impíos su­
frían hambre y sed. ( 68)
Durante la noche pasó ante mí una escena sumamente impre­
sionante. Parecía haber gran confusión y lucha de ejércitos. Un
mensajero del Señor se paró ante mí y dijo: “Llama a tu fami­
lia. Yo os conduciré; seguidme”. Me llevó por un oscuro pasaje
a través de un bosque; luego por un desfiladero de las montañas,
y dijo: “Aquí estarás segura”. Había otros que habían sido lle­
vados a aquel retiro. El mensajero celestial dijo: "El tiempo de
prueba vendrá como ladrón en la noche, como el Señor anunció
que vendría”. ( 60)
En el período final de la historia de esta tierra, el Señor
obrará poderosamente en favor de los que se mantengan firme­
mente por lo recto. . . En medio del tiempo de angustia cual
nunca hubo desde que fue nación, sus escogidos permanecerán
inconmovibles. Satanás, con toda la hueste del mal, no puede
destruir al más débil de los santos de Dios. Los protegerán ánge­
les excelsos en fortaleza, y Jehová se revelará en su favor como
“Dios de dioses”, que puede salvar hasta lo sumo a los que po­
nen su confianza en é l.(61)
En el tiempo de angustia que vendrá inmediatamente an­
tes de la venida de Cristo, los justos serán resguardados por el
ministerio de los santos ángeles; pero no habrá seguridad para el
transgresor de la ley de Dios. Los ángeles no podrán entonces
proteger a los que estén menospreciando uno de los preceptos
divinos. ( 62)

268
El Fin del Tiempo de Prueba Martes 20 de septiembre
LOS IMPIOS DURANTE LAS PLAGAS
He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré
hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de
oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde
el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová,
y no la hallarán. Amós 8: 11, 12.
En el tiempo cuando los juicios de Dios estén cayendo sin
misericordia, ¡oh, cuán envidiable resultará para los pecadores la
posición de los que habitan “al abrigo del Altísimo”, el pabellón
en el cual el Señor esconde a todo el que lo ama y obedece sus
mandamientos! ( 63)
Y al callar la dulce voz de la misericordia, el miedo y el
horror invadieron a los malvados. Con terrible claridad oyeron
estas palabras: “¡Demasiado tarde! ¡Demasiado tarde!”( 64)
Cristo padeció [en la cruz] mucho de lo que los pecadores
padecerán cuando se derramen sobre ellos las copas de la ira
de Dios. Una negra desesperación, a manera de paño mortuorio,
rodeará sus almas culpables, y entonces comprenderán la peca-
minosidad del pecado en toda su amplitud. ( 65)
Quienes habían menospreciado la Palabra de Dios corrían
azorados de un lado a otro, errantes de mar a mar y de norte
a oriente en busca de la Palabra del Señor. Dijo el ángel: “No
la hallarán. Hay hambre en la tierra; no hambre de pan ni sed
de agua, sino de oír las palabras del Señor. ¡Qué no darían por
oír una palabra de aprobación de parte de Dios!”. . .
Muchos de los impíos se enfurecieron grandemente al sufrir
los efectos de las plagas. Ofrecían un espectáculo de terrible ago­
nía. Los padres recriminaban amargamente a sus hijos y los hijos
a sus padres, los hermanos a sus hermanas y las hermanas a sus
hermanos. . . La gente se volvía contra sus ministros con acerbo
odio y los reconvenían diciendo: “Vosotros no nos advertisteis.
Nos dijisteis que el mundo entero se iba a convertir, y clamasteis
'¡Paz, paz!’ para disipar nuestros temores. Nada nos enseñasteis
acerca de esta hora, y a los que nos precavían contra ella los til­
dabais de fanáticos y malvados que querían nuestra ruina”. Pero
vi que los ministros no se libraron de la ira de Dios. Sus sufri­
mientos eran diez veces mayores que los de sus feligreses. ( 66)

269
E l Fin del Tiempo de Prueba Miércoles 21 de septiembre
E L TIEM PO D E ANGUSTIA D E JACOB
¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante
a él; tiempo de angustia para Jacob ; pero de ella será librado.
Je r. 30: 7.
Vi que los cuatro ángeles iban a retener los vientos mientras
no estuviese hecha la obra de Jesús en el santuario, y que entonces
caerían las siete postreras plagas. Estas enfurecieron a los mal­
vados contra los justos, pues los primeros pensaron que habíamos
atraído los juicios de Dios sobre ellos, y que si podían raemos de
la tierra las plagas se detendrían. Se promulgó un decreto para
matar a los santos, lo cual los hizo clamar día y noche por su li­
bramiento. Este fue el tiempo de la angustia de Jacob. ( 67)
Así como Satanás influyó en Esaú para que marchase contra
Jacob, así también instigará a los malos para que destruyan al
pueblo de Dios en el tiempo de angustia. Como acusó a Jacob,
acusará también al pueblo de Dios. Cuenta a las multitudes del
inundo entre sus súbditos, pero el pequeño grupo constituido por
los que guardan los mandamientos de Dios resiste a su preten­
sión a la supremacía. Si pudiese hacerlos desaparecer de la tie­
rra, su triunfo sería completo. Ve que los ángeles protegen a los
que guardan los mandamientos e infiere que sus pecados les han
sido perdonados; pero no sabe que la suerte de cada uno de
ellos ha sido resuelta en el santuario celestial. Tiene conoci­
miento exacto de los pecados que les ha hecho cometer y los
presenta ante Dios con la mayor exageración y asegurando que
esa gente es tan merecedora como él mismo de ser excluida del
favor de Dios. Declara que en justicia el Señor no puede perdonar
los pecados de ellos y destruir al mismo tiempo a él y a sus án­
geles. Los reclama como presa suya y pide que le sean entrega­
dos para destruirlos.
Mientras Satanás acusa al pueblo de Dios haciendo hincapié
en sus pecados, el Señor le permite probarlos hasta el extremo. . .
Reconocen plenamente su debilidad e indignidad. Satanás trata
de aterrorizarlos con la idea de que su caso es desesperado, de
que las manchas de su impureza no serán lavadas jamás. Espera
así aniquilar su fe, hacerles ceder a sus tentaciones y alejarlos
de Dios. ( 68)

270
El Fin del Tiempo de Prueba Jueves 22 de septiembre
POR QUE HABRA TIEMPO DE ANGUSTIA
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones. Sal. 46: 1.
Aun cuando los hijos de Dios se ven rodeados de enemigos
que tratan de destruirlos, la angustia que sufren no procede del
temor de ser perseguidos a causa de la verdad; lo que temen
es no haberse arrepentido de cada pecado y que debido a alguna
falta por ellos cometida no puedan ver realizada en ellos la pro­
mesa del Salvador: “Yo también te guardaré de la hora de prueba
que ha de venir sobre todo el mundo” (Apoc. 3 :1 0 , V M ). Si
pudiesen tener la seguridad del perdón, no retrocederían ante las
torturas ni la muerte; pero si fuesen reconocidos indignos de
perdón y hubiesen de perder la vida a causa de sus propios defec­
tos de carácter, entonces el santo nombre de Dios sería vituperado.
Por todos lados oyen hablar de conspiraciones y traiciones y
observan la actitud amenazante de la rebelión. Eso hace nacer
en ellos un deseo intensísimo de ver acabarse la apostasía y de
que la maldad de los impíos llegue a su fin. Pero mientras piden
a Dios que detenga el progreso de la rebelión, se reprochan a
sí mismos con gran sentimiento el no tener mayor poder para
resistir y contrarrestar la potente invasión del mal. Les parece
que si hubiesen dedicado siempre toda su habilidad al servicio de
Cristo, avanzando de virtud en virtud, las fuerzas de Satanás no
tendrían tanto poder sobre ellos.
Afligen sus almas ante Dios, recordándole cada uno de sus
actos de arrepentimiento de sus numerosos pecados y la promesa
del Salvador: “¿Forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo
paz, sí haga paz conmigo” (Isa. 2 7 :5 ) . Su fe no decae si sus
oraciones no reciben inmediata contestación. Aunque sufren la
ansiedad, el terror y la angustia más desesperantes, no dejan de
orar. Echan mano del poder de Dios como Jacob se aferró al
ángel; y de sus almas se exhala el grito: “No te soltaré hasta que
me hayas bendecido”. ( 69)
E l tiempo de angustia es el crisol que revelará los caracteres
semejantes al de Cristo. Tiene como propósito inducir al pueblo
de Dios a renunciar a Satanás y sus tentaciones. ( 70)

271
El Fin del Tiempo de Prueba Viernes 23 de septiembre
LOS OJOS D E DIOS VIGILAN A SU PUEBLO
¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él
día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto
les hará justicia. Luc. 18: 7, 8.
En el tiempo de angustia, si el pueblo de Dios conservase
pecados aún inconfesps cuando lo atormenten el temor y la angus­
tia, sería aniquilado; la desesperación acabaría con su fe y no po­
dría tener confianza para rogar a Dios que lo librase. Pero por
muy profundo que sea el sentimiento que tiene de su indignidad,
no tiene culpas escondidas que revelar. Sus pecados han sido exa­
minados y borrados en el juicio; y no puede recordarlos. . .
Los cristianos profesos que lleguen sin preparación al último
y terrible conflicto, confesarán sus pecados con palabras de an­
gustia consumidora, mientras los impíos se reirán de esa angustia.. .
La historia de Jacob nos da además la seguridad de que Dios
no rechazará a los que han sido engañados, tentados y arras­
trados al pecado, pero que hayan vuelto a él con verdadero arre­
pentimiento. Mientras Satanás trata de acabar con esta clase de
personas, Dios enviará sus ángeles para consolarlas y protegerlas
en el tiempo de peligro. Los asaltos de Satanás son feroces y
resueltos, sus engaños, terribles, pero él ojo de Dios descansa so­
bre su pueblo y su oído escucha su súplica. Su aflicción es grande,
las llamas del horno parecen estar a punto de consumirlos; pero
el Refinador los sacará como oro purificado por el fuego. El amor
de Dios para con sus hijos durante el período de su prueba más
dura es tan grande y tan tierno como en los días de su mayor
prosperidad; pero necesitan pasar por el homo de fuego; debe
consumirse su mundanalidad, para que la imagen de Cristo se
refleje perfectamente.
Los tiempos de apuro y angustia que nos esperan requieren
una fe capaz de soportar el cansancio, la demora y el hambre, una
fe que no desmaye a pesar de las pruebas más duras. El tiempo
de gracia les es concedido a todos a fin de que se preparen para
aquel momento. . . Todos los que se aferren a las promesas de
Dios como lo hizo él, y que sean tan sinceros como él lo fue,
tendrán tan buen éxito como él. . . ( 71)

272
El Fin del Tiempo de Prueba Sábado 24 de septiembre
TIEM PO D E ANGUSTIA CUAL NUNCA FU E
Aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido des­
de el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo,
ni la habrá. Mar. 13:19.
El tiempo de angustia cual nunca fue está próximo a caer
sobre nosotros; y necesitaremos una experiencia que ahora no
tenemos, y que muchos no se preocupan por obtener. A menudo
ocurre que la angustia es mayor en la imaginación que en la
realidad; pero no será así en la crisis que tenemos por delante.
La descripción más vivida no logra dar idea de la magnitud de
la prueba. Y ahora, mientras el precioso Salvador está haciendo
una obra de expiación por nosotros, debemos procurar ser perfec­
tos en Cristo. La providencia de Dios es la escuela en la que
debemos aprender acerca de la mansedumbre y el amor de
Jesús. Continuamente el Señor pone ante nosotros, no los cami­
nos plácidos y fáciles que habríamos elegido, sino el verdadero
propósito de la vida. Nadie puede descuidar o diferir esta obra
sin poner su alma en el más terrible peligro.
El apóstol Juan oyó en visión una potente voz en el cielo
que exclamaba: “|Ay de los moradores de la tierra y del mar!
Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo
que tiene poco tiempo” (Apoc. 1 2 :1 2 ). Temibles son las es­
cenas invocadas por esta exclamación de la voz celestial. La
ira de Satanás aumenta a medida que su tiempo se acorta, y su
obra de engaño y destrucción alcanza su culminación durante el
tiempo de angustia. La longanimidad de Dios ha terminado. El
mundo ha rechazado su misericordia, ha despreciado su amor y
ha pisoteado su ley. Los pecadores han rebasado el límite del
tiempo de gracia que les fue concedido, y el Señor les retira su
protección, y los deja a meroed del líder que han elegido. Sata­
nás ejercerá su poder sobre todos los que se hayan entregado a
su dominio, y sumergirá a los habitantes de la tierra en una gran
angustia final. Cuando los ángeles de Dios dejen de retener los
fieros vientos de las pasiones humanas, se desatarán todos los ele­
mentos de contienda. El" mundo entero se verá envuelto en una
ruina más terrible que la que cayó antiguamente sobre Jeru-
salén. ( 72)
[Pero] Satanás, con toda la hueste del mal, no puede destruir
al más débil de los santos de Dios. ( 73)

273
El Fin del Tiempo de Prueba Domingo 25 de septiembre
E L ACTO SUPREMO D E ENGAÑO
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo tam ­
bién te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre
el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
Apoc. 3: 10.
Al acercarse la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo,
agentes satánicos se mueven desde abajo. Satanás no solamente
aparecerá como ser humano, sino que asumirá la forma de Jesu­
cristo; y el mundo que ha rechazado la verdad, lo recibirá como
Señor de señores y Rey de reyes. ( 74)
La ira de Satanás crece a medida que se va acercando el fin,
y su obra de engaño y destrucción culminará durante el tiempo
de angustia.
El acto capital que coronará el gran drama del engaño será
que el mismo Satanás se dará por el Cristo. Hace mucho que la
iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consu­
mación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará
que Cristo ha venido. En varias partes de la tierra, Satanás se
manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo des­
lumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San
Juan en el Apocalipsis. (Apoc. 1: 13-15.) La gloria que lo ro­
dee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El
grito de triunfo repercutirá por los aires: “|Cristo ha venido!
¡Cristo ha venido!” El pueblo se postrará en adoración ante él,
mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos
como Cristo bendecía a sus discípulos cuando estaba en la tierra.
Su voz es suave y acompasada, aunque llena de melodía. En
tono amable y compasivo enuncia algunas de las verdades celes­
tiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador; cura las do­
lencias del pueblo, y luego, en su fementido carácter de Cristo, ase­
gura haber mudado el día de reposo del sábado al domingo y
manda a todos que santifiquen el día bendecido por él. Declara
que aquellos que persisten en santificar el séptimo día blasfeman
su nombre porque se niegan a oir a sus ángeles, que les fueron
enviados con la luz de la verdad. Es el engaño más poderoso y re­
sulta casi irresistible. Como los samaritanos fueron engañados
por Simón el Mago, así también las multitudes, desde los más pe­
queños hasta los mayores, creen en ese sortilegio y dicen: “Este
es el poder de Dios llamado grande”. ( 75)

274
El Fin del Tiempo de Prueba Lunes 26 de septiembre
NO HABRA MAS MARTIRES
Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en
la angustia; lo libraré y le glorificaré. Sal. 9 1 :1 5 .
El pueblo de Dios no quedará libre de padecimientos; pero
aunque perseguido y acongojado y aunque sufra privaciones y
falta de alimento, no será abandonado para perecer. . .
Sin embargo, por lo que ven los hombres, parecería que los
hijos de Dios tuviesen que sellar pronto su destino con su san­
gre, como lo hicieron los mártires que los precedieron. Ellos mis­
mos empiezan a temer que el Señor los deje perecer en las ma­
nos homicidas de sus enemigos. Es un tiempo de terrible agonía.
De día y de noche claman a Dios para que los libre. . .
El ojo de Dios, al mirar a través de las edades, se fijó en la
crisis a la cual tendrá que hacer frente su pueblo, cuando los po­
deres de la tierra se unan contra él. Como los desterrados cau­
tivos, temerán morir de hambre o por la violencia. Pero el Dios
santo que dividió las aguas del Mar Rojo delante de los israe­
litas, manifestará su gran poder libertándolos de su cautiverio.
"Ellos me serán un tesoro especial, dice Jehová de los ejércitos,
en aquel día que yo preparo; y me compadeceré de ellos, como
un hombre se compadece de su mismo hijo que le sirve” (Mal.
3: 17, V M ). Si la sangre de los fieles siervos de Cristo fuese en­
tonces derramada, no sería ya, como la sangre de los mártires,
semilla destinada a dar una cosecha para Dios. Su fidelidad no
sería ya un testimonio para convencer a otros de la verdad, pues
los corazones endurecidos han rechazado los llamamientos de la
misericordia hasta que éstos ya no se dejan oír. Si los justos ca­
yesen entonces presa de sus enemigos, sería un triunfo para el
príncipe de las tinieblas. El salmista dice: “Me esconderá en su
pabellón en el día de calamidad; me encubrirá en lo recóndito
de su Tabernáculo” (Sal. 2 7 :5 , V M ). Cristo ha dicho: “|Ven,
pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tus puertas sobre ti;
escóndete por un corto momento, hasta que pase la indignación!
Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar a los
habitantes de la tierra por su iniquidad” (Isa. 26:20, 21, V M ).
Gloriosa será la liberación de los que lo hayan esperado paciente­
mente y cuyos nombres están escritos en el libro de la vida. ( 79)

275
E l Fin del Tiempo de Prueba Martes 27 de septiembre
LA LIBERACION D EL PUEBLO D E DIOS
Así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del va­
liente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo
defenderé, y yo salvaré a tus hijos. Isa. 49: 25.
Cuando los que honran la ley de Dios hayan sido privados
de la protección de las leyes humanas, empezará en varios países
un movimiento simultáneo para destruirlos. Conforme vaya acer­
cándose el tiempo señalado en el decreto, el pueblo conspirará
para extirpar la secta aborrecida. Se convendrá en dar una no­
che el golpe decisivo, que reducirá completamente al silencio la
voz disidente y reprensora.
E l pueblo de Dios —algunos en las celdas de las cárceles,
otros escondidos en ignorados escondrijos de bosques y monta­
ñas— invocan aún la protección divina, mientras que por todas
partes grupos de hombres armados, instigados por legiones de
ángeles malos, se disponen a emprender la obra de muerte. En­
tonces, en la hora de supremo apuro, el Dios de Israel interven­
drá pstra librar a sus escogidos. . .
Multitudes de hombres perversos, profiriendo gritos de triun­
fo, burlas e imprecaciones, están a punto de arrojarse sobre su
presa, cuando de pronto densas tinieblas, más sombrías que la
oscuridad de la noche, caen sobre la tierra. Luego un arco iris,
que refleja la gloria del trono de Dios, se extiende de un lado a
otro del cielo, y parece envolver a todos los grupos en oración.
Las multitudes encolerizadas se sienten contenidas en el acto. Sus
gritos de burla expiran en sus labios. Olvidan el objeto de su
ira sanguinaria. Con terribles presentimientos contemplan el sím­
bolo de la alianza divina, y ansian ser amparadas de su deslum­
bradora claridad.
Los hijos de Dios oyen una voz clara y melodiosa que dice:
“Enderezaos” y, al levantar la vista al cielo, contemplan el arco
de la promesa. Las nubes negras y amenazadoras que cubrían
el firmamento, se han desvanecido, y como Esteban, clavan las
mirada en el cielo, y ven la gloria de Dios y al Hijo del hombre
sentado en su trono. ( 77)
Mientras todo el mundo esté sumido en tinieblas, habrá luz
en toda morada de los santos. Percibirán la primera vislumbre
de su segunda aparición. ( 78)

276
El Fin del Tiempo de Prueba Miércoles 28 de septiembre
LIBRADOS A MEDIANOCHE
En un momento morirán, y a medianoche se alborotarán los
pueblos, y pasarán, y sin mano será quitado el poderoso. Jo b 34: 20.
[Dios] siempre eligió para manifestar su poder los momentos
de extrema necesidad, cuando no parecían tener posibilidad de
verse librados de la acción de Satanás. ( 79)
Es a medianoche cuando Dios manifiesta su poder para li­
brar a su pueblo. Sale el sol en todo su esplendor. Sucédense
señales y prodigios con rapidez. Los malos miran la escena con
terror y asombro, mientras los justos contemplan con gozo las
señales de su liberación. La naturaleza entera parece trastornada.
Los ríos dejan de correr. Nubes negras y pesadas se levantan y
chocan unas con otras. En medio de los cielos conmovidos hay
un claro de gloria indescriptible, de donde baja la voz de Dios
semejante al ruido de muchas aguas, diciendo: “Hecho es”
(Apoc. 1: 17). ( 80)
Las potestades del cielo se conmoverán a la voz de Dios.
Entonces el sol, la luna y las estrellas se desquiciarán de su lugar.
No se aniquilarán, sino que se conmoverán a la voz de Dios.
Sobrevinieron sombrías y densas nubes que se entrechocaban f;
unas con otras. La atmósfera se dividió y se arrolló atrás, y |
entonces pudimos ver en Orión un espacio abierto de donde salió j
la voz de Dios. ( 81)
Después de oír la voz de Dios, la gente se halla en una
desesperación y angustia tal, cual nunca hubo desde que existe
nación, y entonces el pueblo de Dios sufrirá aflicción también.
Las nubes del cielo se entrechocarán y habrá tinieblas. Entonces
se oye aquella voz del cielo y las nubes comienzan a enrollarse
como un pergamino, y aparece la señal clara y brillante del Hijo
del hombre. Los hijos de Dios saben lo que significa esa nube. ( 82)

f Los 144.000 triunfaron. Sus rostros fueron iluminados por


la gloria de Dios. ( 83)
Cuando la voz de Dios ponga fin al cautiverio de su pueblo í
será terrible el despertar para los que lo hayan perdido todol
en la gran lucha de la vida. ( 84)
E l día de la ira para los enemigos de Dios es el día de ia
liberación final para su iglesia. ( 85) '

277
E l Fin del Tiempo de Prueba Jueves 29 de septiembre
DIOS TRASTORNA LA NATURALEZA
El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran
voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces
hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra,
un terremoto tan grande, cual no lo hubo jam ás desde que los
hombres han estado sobre la tierra. Apoc. 16: 17, 18.
Necesitamos estudiar el derramamiento de la séptima plaga.
Las potencias del mal no abandonarán el conflicto sin lucha. ( 86)
En medio de los cielos conmovidos hay un claro de gloria
indescriptible, de donde baja la voz de Dios semejante al ruido
de muchas aguas, diciendo: “Hecho es” (Apoc. 16: 17).
Esa misma voz sacude los cielos y la tierra. Síguese un
gran terremoto, “cual no fue jamás desde que los hombres han
estado sobre la tierra” (vers. 18). El firmamento parece abrirse
y cerrarse. La gloria del trono de Dios parece cruzar la atmós­
fera. Los montes son movidos como una caña al soplo del viento,
y las rocas quebrantadas se esparcen por todos lados. Se oye un
estruendo como de cercana tempestad. E l mar es azotado con
furor. Se oye el silbido del huracán, como voz de demonios en
misión de destrucción. Toda la tierra se alborota e hincha como
las olas del mar. Su superficie se raja. Sus mismos fundamentos
parecen ceder. Se hunden cordilleras. Desaparecen islas habita­
das. Los puertos marítimos que se volvieron como Sodoma por
su corrupción, son tragados por las enfurecidas olas. “La grande
Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz
del vino del furor de su ira” (vers. 19). Pedrisco grande, cada
piedra, “como del peso de un talento” (vers. 2 1 ), hace su obra
de destrucción. Las más soberbias ciudades de la tierra son arra­
sadas. Los palacios suntuosos en que los magnates han malgas­
tado sus riquezas en provecho de su gloria personal, caen en
ruinas ante su vista. Los muros de las cárceles se parten de arri­
ba abajo, y son libertados los hijos de Dios que habían sido
apresados por su fe .(87)

278
El Fin del Tiempo de Prueba Viernes 30 de septiembre
LA RESURRECCION ESPECIAL
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán
despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y
contusión perpetua. Dan. 12: 2.
Dios escogió la medianoche para libertar a su pueblo. Mien­
tras los malvados se burlaban en derredor de ellos, apareció de
pronto el sol con toda su refulgencia y la luna se paró.. . Apa­
recieron densas y tenebrosas nubes que se entrechocaban unas
con otras. Pero había un claro de persistente esplendor de donde
salía la voz de Dios como el sonido de muchas aguas estreme­
ciendo los cielos y la tierra. Sobrevino un tremendo terremoto.
Abriéronse los sepulcros y los que habían muerto teniendo fe
en el mensaje del tercer ángel y guardando el sábado se levan­
taron, glorificados, de sus polvorientos lechos, para escuchar el
pacto de paz que Dios iba a hacer con quienes habían observado
su Iey.(88)
Los que duermen en Jesús serán llamados de la casa de su
prisión... a una gloriosa inmortalidad... [E l Señor} ha resuci­
tado, queridos amigos, y en vuestro desaliento podéis saber q u e ...
Jesús está a vuestro lado para daros paz.
Yo sé de lo que estoy hablando. He pasado por momentos
en que pensé que las olas cubrirían mi cabeza; en ese tiempo
sentí que mi Salvador era precioso para mí. Cuando mi hijo
mayor me fue arrebatado sentí que mi pena era muy grande,
pero Jesús vino a mi lado y sentí su paz en mi alma. La copa
de consolación tocó mis labios.
Y luego aquel que había estado a mi lado durante 36 años
. . . fue arrebatado. Habíamos trabajado juntos hombro a nombro
en el ministerio, pero hubimos de entrelazar las manos del gue­
rrero y ponerlo a descansar en la tumba silenciosa. Otra vez mi
pena pareció muy grande, pero después de todo llegó la copa
de la consolación. Jesús es precioso para mí. Caminó a mi lado...
y caminará a vuestro lado. Nuestros amados son muy preciosos
para nosotros cuando descienden a la tumba. Puede ser nuestro
padre o nuestra madre el que depositamos allí; cuando salgan de
la tumba sus arrugas habrán desaparecido, pero sus facciones per­
manecerán, y los reconoceremos...
Debemos estar preparados para encontrarnos con esos queri­
dos amigos cuando emerjan en la mañana de la resurrección. ( 89)

279
Sucesos Finales Sábado l 9 de octubre
LA RESURRECCION ESPECIAL D E LOS IMPIOS
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que
le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación
por él. Sí, amén. Apoc. 1: 7.
"Los que le traspasaron”, los que se mofaron y se rieron de
la agonía de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad
y de su pueblo, son resucitados para mirarle en su gloria y
para ver el honor con que serán recompensados los fieles y
Vobedientes. (*)
Caifás, alzando la diestra hacia el cielo, se dirigió a Jesús
con un juramento solemne: “Te conjuro por el Dios viviente, que
nos digas si tú eres el Cristo, Hijo de Dios”. ..
Todos los oídos estaban atentos, y todos los ojos se fijaban
e n ... [Jesús] mientras contestaba: “Tú lo has dicho”. Una luz
celestial parecía iluminar su semblante pálido mientras añadía:
“Y aun os digo, que desde ahora habéis de ver al Hijo del hom­
bre sentado a la diestra de la potencia de Dios, y que viene en
las nubes del cielo”.
Por un momento la divinidad de Cristo fulguró a través de
su aspecto humano. El sumo sacerdote vaciló bajo la mirada
penetrante del Salvador. . . Por un momento se sintió como
delante del Juez eterno, cuyo ojo, que lo ve todo, estaba leyendo
su alma y sacando a luz misterios que él suponía ocultos con
los muertos.
La escena se desvaneció de la visión del sacerdote... Ras­
gando su m anto... pidió q u e ... se condenase al preso por blas­
femia. “¿Qué más necesidad! tenemos de testigos? —dijo—. He
aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. ¿Qué os parece?”
(Mat. 26:65, 66). Y todos le condenaron.(2)
Así hicieron su decisión los dirigentes judíos. Su decisión
fue registrada en el libro que Juan vio en la mano de Aquel que
se sienta en el trono, el libro que ningún hombre podía abrir.
Con todo su carácter vindicativo aparecerá esta decisión delante
de ellos el día en que este libro sea abierto por el León de la
tribu de Judá.(3)
Cuando Cristo venga por segunda v ez... lo verán como Rey
celestial... entonces los sacerdotes y gobernantes recordarán cla­
ramente la escena en la sala del juicio. Cada circunstancia apa­
recerá delante de ellos como escrita en letras de fuego.(4)

280
r

Sucesos Finales Domingo 2 de octubre


LOS ELEM ENTOS ARDIENDO SERAN DESHECHOS
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual
los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo
serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas. 2 Ped. 3: 10.
En el día del Señor, precisamente antes de la venida de
Cristo, Dios enviará relámpagos a la tierra en su ira, los cuales
se unirán con el fuego de la tierra. Las montañas arderán como
un horno, y derramarán terribles arroyos de lava, destruyendo
huertas y campos, aldeas y ciudades; y al derramar minerales
fundidos, rocas y lodo ardiente en los ríos, éstos hervirán como
una olla, despedirán pesadas rocas y esparcirán sus fragmentos
sobre el campo con indescriptible violencia. Ríos enteros se seca­
rán. La tierra se convulsionará y habrá espantosas erupciones y
terremotos por todas partes. Dios enviará sus plagas sobre los im­
píos habitantes de la tierra, hasta que sean destruidos y elimi­
nados de ella.(6)
La tierra tambaleará como un ebrio, y será removida como
una choza. Los elementos arderán y los cielos se enrollarán co­
mo un libro.(0)
La corteza terrestre se agrietará por causa de la erupción
de los elementos encerrados en las entrañas de la tierra. Dichos
elementos, una vez sueltos, arrasarán los tesoros de los que por
años habrían estado acumulando riquezas, a fin de asegurarse
grandes posesiones, a costa del salario de hambre de sus em­
pleados^7)
La gran conflagración general está justamente delante de
nosotros, cuando todo el fruto de esta malograda labor de la
vida será barrido de la noche a la mañana.(8)
Habrá gran destrucción de vidas humanas. Pero como en
los días del gran diluvio Noé fue preservado en el arca que Dios
había preparado para él, también en esos días de destrucción y
calamidad Dios será el refugio de los creyentes. Declara el
Señor mediante el salmista; “Porque has puesto a Jehová, que
es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá
mal, ni plaga tocará tu morada” (Sal. 91: 9, 10). “Porque él me
esconderá en su tabernáculo en el día del mal” (Sal. 2 7 : 5 ) . . .
¿No haremos entonces del Señor nuestra seguridad y nuestra de­
fensa? (•)

281
/
Sucesos Finales Lunes 3 de octubre
UNA ILUSTRACION GRAFICA D E LA SEPTIMA PLAGA
¿Has visto los tesoros del granizo, que tengo reserva­
dos para el tiempo de angustia? Jo b 3 8 :2 2 , 23.
Byron Belden, Sarah Belden y la Hna. May Lacey me
acompañaron a la reunión que tuvimos en Prospect [sur de Aus­
tralia]. .. Cuando salimos de la casa [donde se había celebrado
la reunión] notamos que se acercaba la tormenta... y echamos
a correr con nuestros caballos tan rápidamente como podíamos.
Cuando estábamos por llegar a casa, la tempestad se desató con
toda su furia. Comenzó a caer granizo de gran tamaño... El
granizo espantó a la yegua porque la golpeaba con fuerza terrible.
’ '.cércate a la
;n saber que
seguida. v„
Yo

i . .. E l viento
soplaba con tal fuerza que nos arrancó los sombreros de la ca­
beza y se llevó los almohadones del coche. Los pesados cojines
del carruaje, los paraguas, y las espesas mantas de viaje cayeron
al suelo y volaban en todas las direcciones...
|Qué escena! La Hna. Belden, May Lacey y yo llegamos a
casa sin sombrero... Byron estaba con la pobre potranca aterro­
rizada. .. Sólo pudimos elevar nuestro corazón a Dios en procura
de ayuda...
Este es el incidente más tremendo que he tenido alguna vez
en un carruaje en medio de la tormenta... Pensé en el día cuan­
do los juicios de Dios caigan sobre el mundo; cuando la negrura
y horribles tinieblas envuelvan los cielos como un saco de cilicio...
Mi imaginación preveía lo que será ese momento cuando la po­
derosa voz del Señor ordene a sus ángeles: “Id y derramad sobre
la tierra las siete copas de la ira de Dios” (Apoc. 16: 1 ) .. .
El Señor saldrá para castigar a los habitantes de la tierra
por su iniquidad, y la tierra descubrirá sus sangres y no ocul­
tará más a sus muertos...
Cuando las plagas de Dios caigan sobre la tierra, caerá gra­
nizo sobre los impíos del peso de un talento.. , ( 10)

282
Sucesos Finales
/ Martes 4 de octubre
LA TIERRA HUYE D E SU HACEDOR
Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su
lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día
del ardor de su ira. Y como gacela perseguida, y como oveja sin
pastor, cada cual mirará hacia su pueblo, v cada uno huirá a su
tierra. Isa. 13: 13, 14.
Densas nubes cubren aún el firmamento; sin embargo el sol
se abre paso de vez en cuando, como si fuera el ojo vengador
de Jehová. Fieros relámpagos rasgan el cielo con fragor, envol­
viendo a la tierra en claridad de llamaradas. Por encima del ruido
aterrador de los truenos, se oyen voces misteriosas y terribles
que anuncian la condenación de los impíos. No todos entienden
las palabras pronunciadas; pero los falsos maestros las compren­
den perfectamente. Los que poco antes eran tan temerarios, jac­
tanciosos y provocativos, y que tanto se regocijaban al ensañar­
se con el pueblo de Dios observador de sus mandamientos, se
sienten presa de consternación y tiemblan de terror. Sus llantos
dominan el ruido de los elementos. Los demonios confiesan la
divinidad de Cristo y tiemblan ante su poder, mientras que los
hombres claman por misericordia...
Por un desgarrón de las nubes una estrella arroja rayos de
luz cuyo brillo queda cuadruplicado por el contraste con la obs­
curidad. Significa esperanza y júbilo para los fieles, pero seve­
ridad para los transgresores de la ley de Dios. Los que todo lo
sacrificaron por Cristo están entonces seguros, como escondidos
en los pliegues del pabellón de Dios. Fueron probados, y ante
el mundo y los despreciadores de la verdad demostraron su fide­
lidad a Aquel que murió por ellos. Un cambio maravilloso se
ha realizado en aquellos que conservaron su integridad ante la
misma muerte. Han sido librados como por ensalmo de la som­
bría y terrible tiranía de los hombres vueltos demonios. Sus sem­
blantes, poco antes tan pálidos, tan llenos de ansiedad y tan ma­
cilentos, brillan ahora de admiración, fe y amor. Sus voces se ele­
van en canto triunfal: “Dios es nuestro refugio y fortaleza; so­
corro muy bien experimentado en las angustias. Por lo tanto no
temeremos aunque la tierra sea conmovida, y aunque las mon­
tañas se trasladen al centro de los mares; aunque bramen y se
turben sus aguas, aunque tiemblen las montañas a causa de su
bravura” (Sal. 46:1-3, V M ).(U)

283
Sucesos Finales Miércoles 5 de octubre
LA LEY DE DIOS APARECE EN LOS CIELOS
Y los cielos declararán su justicia,
porque Dios es el juez. Sal. 50: 6.
Las nubes se retiran, y el cielo estrellado brilla con esplen­
dor indescriptible en contraste con el firmamento negro y severo
en ambos lados. La magnificencia de la ciudad celestial rebosa
por las puertas entreabiertas.. , ( 12)
En el templo se verá el arca del testimonio, en la cual están
colocadas las dos tablas de piedra, sobre las que está escrita
la ley de Dios. Esas tablas de piedra serán sacadas del lugar
donde estaban ocultas, y sobre ellas se verán los Diez Mandamien­
tos escritos por el dedo de Dios. Esas tablas de piedra que ahora
Teposan en el arca del pacto, serán un testimonio convincente
en favor de la verdad y de la vigencia de los requerimientos
de la ley de D ios...
Mentes y corazones sacrilegos pensaron que eran lo suficien­
temente poderosos como para cambiar los tiempos y leyes de
Jehová; pero a salvo en los archivos del cielo, en el arca de
Dios, están los mandamientos originales, escritos sobre dos ta­
blas de piedra. Ningún potentado de la tierra tiene la facultad
de sacar esas tablas de su sagrado escondite, ubicado bajo el
propiciatorio. ( 13)
Aparece en el cielo una mano que sostiene dos tablas de pie­
dra puestas una sobre otra. E l profeta dice: “Denunciarán los
cielos su justicia; porque Dios es el juez” (Sal. 50: 6 ). Esta ley
santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue procla­
mada desde el Sinaí como guía de la vida, se revela ahora a los
hombres como norma del juicio. La mano abre las tablas en las
cuales se ven los preceptos del Decálogo inscriptos como con le­
tras de fuego. Las palabras son tan distintas que todos pueden
leerlas. La memoria se despierta, las tinieblas de la superstición
y de la herejía desaparecen de todos los espíritus, y las diez pa­
labras de Dios, breves, inteligibles y llenas de autoridad, se pre­
sentan a la vista de todos los habitantes de la tierra.
Es imposible describir el horror y la desesperación de aque­
llos que pisotearon los santos preceptos de D ios...
Los enemigos de la ley de Dios. . . reconocen demasiado tar­
de que el día de reposo del cuarto mandamiento es el sello del
Dios vivo. ( 14)

? 284
CLuv \/
Sucesos Finaleá Jueves 6 de octubre
SE ANUNCIA EL DIA Y LA HORA
Pero el día y la hora nadie sabe, ni aun los ánge­
les de los cielos, sino sólo mi Padre. Mat. 2 4 :3 6 .
Desde el cielo se oye la voz de Dios que proclama el día y
la hora de la venida de Jesús, y promulga a su pueblo el pacto
eterno. Sus palabras resuenan por la tierra como el estruendo
de poderosos truenos. ( 15)
Pronunciaba una frase y se detenía mientras las palabras de
la frase retumbaban por toda la tierra. E l Israel de Dios per­
manecía con la mirada fija en lo alto, escuchando las palabras
según iban saliendo de labios de Jehová y resonaban por toda
la tierra con el estruendo de retumbantes truenos. Era un espec­
táculo pavorosamente solemne. Al final de cada frase los santos
exclamaban: “¡Gloria! ¡Aleluya!”( 10)
Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la
voz; pero los malvados se figuraron que era el fragor de los
truenos y el terremoto. ( 17)
E l Israel de Dios escucha con los ojos elevados al cielo. Sus
semblantes se iluminan con la gloria divina y brillan cual brillara
el rostro de Moisés cuando bajó del Sinaí. Los malos no los pue­
den mirar. Y cuando la bendición es pronunciada sobre los que
honraron a Dios santificando su sábado, se oye un inmenso grito
de victoria. ( 18)
Entonces comenzó el jubileo, durante el cual la tierra de­
bía descansar. ( 19)
[A los santos] los iluminaba una luz refulgente. ¡Cuán her­
mosos parecían entonces! Se había desvanecido toda huella de
inquietud y fatiga, y cada rostro rebosaba salud y belleza. Sus
enemigos, los paganos que los rodeaban, cayeron como muertos,
porque no les era posible resistir la luz que iluminaba a los
santos redimidos. Esta luz y gloria permanecieron sobre ellos has­
ta que se vio a Jesús en las nubes del cielo. ( 20)
Y vi una nube resplandeciente que llegaba hasta donde esta­
ba Jesús. Entonces Jesús... se ubicó en la nube que lo llevó ha­
cia el este, desde donde apareció primeramente a los santos que
estaban sobre la tierra: La pequeña nube negra que era la señal
del Hijo del hombre. Mientras la nube pasaba del lugar santísi­
mo hacia el este, lo que requirió cierto número de días, la sina­
goga de Satanás adoró a los pies de los santos. (21)

285
Sucesos Finales Viernes 7 de octubre
DESTELLO S D E UN DORADO AMANECER
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta
el occidente, asi será también la venida del Hijo del Hombre.
Mat. 24: 27.
Mientras todo el mundo esté sumido en tinieblas, habrá luz
en toda morada de los santos. Percibirán la primera vislumbre
de su segunda aparición. ( 22)
Pronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un ta­
maño como la mitad de la palma de la mano. Es la nube que
envuelve al Salvador y que a la distancia parece rodeada de obs­
curidad. El pueblo de Dios sabe que es la señal del Hijo del
hombre. En silencio solemne la contemplan mientras va acercán­
dose a la tierra, volviéndose más luminosa y más gloriosa hasta
convertirse en una gran nube blanca, cuya base es como fuego
consumidor, y sobre ella el arco iris del pacto. Jesús marcha al
frente como un gran conquistador. Ya no es “varón de dolores”,
que haya de beber el amargo cáliz de la ignominia y de la mal­
dición; victorioso en el cielo y en la tierra, viene a juzgar a vivos
y muertos. “Fiel y veraz”, “en justicia juzga y hace guerra”.
“Y los ejércitos que están en el cielo le seguían” (Apoc. 19: 11, 14,
V M ). Con cantos celestiales los santos ángeles, en inmensa e in­
numerable muchedumbre, le acompañan en el descenso. E l fir­
mamento parece lleno de formas radiantes, —“millones de millo­
nes, y millares de millares”. Ninguna pluma humana puede des­
cribir la escena ni mente mortal alguna es capaz de concebir su
esplendor. “Su gloria cubre los cielos, y la tierra se llena de su
alabanza. También su resplandor es como fuego” (Hab. 3 :3 , 4,
V M ). A medida que va acercándose la nube viviente, todos los
ojos ven al Príncipe de la vida. Ninguna corona de espinas hie­
re ya sus sagradas sienes, ceñidas ahora por gloriosa diadema.
Su rostro brilla más que la luz deslumbradora del sol de medio­
día. “Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:
Rey de reyes y Señor de señores” (Apoc. 19: 1 6 ).(23)
Con las cabezas levantadas, con los brillantes rayos del Sol
de Justicia refulgiendo sobre ellos, regocijándose porque su re­
dención está cerca, [los santos vivos] salen en busca del Esposo,
diciendo: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y
nos salvará” (Isa. 25: 9 ) . ( 24)

286
y íu .t^ -- r~yv^oc*-c> ^ 4 ^ c^ritn ,-l_^¿-i-* &^, ac~ ¿W tí& ^ 'w a ^
' tJ^ V -¿ W a ., ____
Sucesos Finales ¿¡-¿^¿^^ rwt^cv/^ Sábado 8 de octubre
LA SEGUNDA VENIDA D E CRISTO
Vendrá nuestra Dios, y no callará; fuego consumirá delante de
él, y tempestad poderosa le rodeará. Convocará a los cielos
de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Sal. 50: 3.
Pronto se volvieron nuestros ojos hacia el oriente, donde
había aparecido una nubecilla negra del tamaño de la ¡mitad de
la mano de un hombre, que era, según todos comprendían, la
señal del Hijo del hombre. En solemne silencio contemplábamos
cómo iba acercándose la nubecilla, volviéndose cada vez más
esplendorosa, hasta que se convirtió en una gran nube blanca
cuya parte inferior parecía fuego. Sobre la nube lucía el'arco
iris y en torno de ella aleteaban diez mil ángeles cantando un
hermosísimo himno. En la nube estaba sentado el Hijo del hom­
b re^ 25)
Al vislumbrarse a la distancia, parecía muy pequeña. El án­
gel dijo que era la señal del Hijo del hombre. Cuando se acercó
a la tierra, pudimos contemplar la excelsa gloria y la majestad
de Jesús al avanzar como vencedor.(26)
Sus cabellos, blancos y rizados, le caían sobre los hombros;
y llevaba muchas coronas en la cabeza. Sus pies parecían de
fuego; en la mano derecha tenía una hoz aguda y en la izquier­
da llevaba una trompeta de plata. Sus- ojos 'eran como llama de
fuego, y escudriñaban de par en par a sus hijos. Palidecieron
entonces todos los semblantes y se tornaron negros los de aque­
llos a quienes Dios había rechazado. Todos nosotros exclamamos:
“¿Quién podrá permanecer? ¿Está mi vestidura sin manchas?”
Después cesaron de cantar los ángeles, y por un rato quedó to­
do en pavoroso silencio cuando Jesús dijo: “Quienes tengan las
manos limpias y puro el corazón podrán subsistir. Bástaos mi
gracia”. Al escuchar estas palabras, se iluminaron nuestros rostros
y el gozo llenó todos los corazones. Los ángeles pulsaron una
nota más alta y volvieron a cantar, mientras la nube se acercaba
a la tierra.( 27)
La tierra temblaba delante de él; los cielos se apartaron co­
mo arrollado pergamino, y las montañas e islas se movieron
de su lugar. “Y los reyes de la tierra, y fos grandes, los ricos,
los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escon­
dieron en las cuevas y entre las peñas de los montes” (Apoc.
6: 15.(28)

287
Sucesos Finales Domingo 9 de octubre
I.AS CAVERNAS D E LA TIERRA
Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas
de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el res­
plandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la
tierra. Isa. 2: 19.
Los que estaban ocultos habían sido esparcidos por causa de
la enemistad de los hombres hacia la ley de Jehová. Habían si­
do oprimidos por todos los poderes del mundo. Habían sido
esparcidos en las cavernas de la tierra como resultado de la vio­
lencia de sus adversarios, por cuanto habían sido leales y obe­
dientes a las leyes de Jehová. Pero llegará la liberación para el
pueblo de Dios. E l Señor se mostrará a sus enemigos como un
Dios que retribuye justamente... De las cavernas de la tierra,
que han sido el escondite secreto del pueblo de Dios, serán lla­
mados para ser sus testigos fieles y verdaderos.
Las personas que han hecho alarde de su rebelión, cumpli­
rán lo que se nos presenta en Apocalipsis 6: 15-17. En esas mis­
mas cavernas encontrarán las declaraciones exactas acerca de la
verdad, en cartas y publicaciones, que testifican contra ellos.
Los pastores que condujeron sus ovejas por senderos falsos oirán
las acusaciones que se les harán entonces: “Fuisteis vosotros los
que considerasteis livianamente la verdad. Fuisteis vosotros los
que nos dijisteis que la ley de Dios había sido abrogada, que
era un yugo de servidumbre. Fuisteis vosotros los que procla­
masteis falsas doctrinas cuando estábamos convencidos de que
los adventistas tenían la verdad. La sangre de nuestras almas
está sobre vuestras vestiduras sacerdotales... ¿Qué haremos los
que escuchamos
»» vuestra torcida interpretación de las Escritu-

Cuando Cristo venga a vengarse de los que educaron y pre­


pararon a la gente para transgredir el sábado de Dios, derribar
su monumento, y hollar con sus pies el alimento de su prado, las
lamentaciones serán en vano. Los que confiaron en los falsos pas­
tores tenían la Palabra de Dios para indagar por sí mismos, y
descubrirán que Dios juzgará a todo hombre que haya tenido la
verdad y se haya apartado de la luz porque exigía abnegación
e implicaba llevar una cruz. Las rocas y las montañas no pue­
den ocultarlos de la indignación del que se sienta en el trono
ni de la ira del Cordero. ( 29)

288
Sucesos Finales Lunes 10 de octubre
CRISTO EN SU SEGUNDA VENIDA
Esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará
el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al
cuerpo de la gloria suya, por el poder por el cual puede también
sujetar a sí mismo todas las cosas. Fil. 3: 20, 21.
Cristo había ascendido al cielo en forma humana. Los discí­
pulos habían contemplado la nube que le recibió. El mismo Jesús
que había andado, hablado y orado con ellos; que había que­
brado el pan con ellos; que había estado con ellos en sus barcos
sobre el lago, y que en ese mismo día había subido con ellos
hasta la cumbre del monte de los Olivos, el mismo Jesús había
ido a participar del trono de su Padre. Y los ángeles les habían
asegurado que este mismo Jesús a quien habían visto subir al
cielo, vendría otra vez como había ascendido. ( 30)
La gloria de la humanidad de Cristo no se dejó ver cuando
estuvo en la tierra... La misma humanidad aparece ahora mien­
tras desciende del cielo revestido de gloria, triunfante, sublime. ( 31)
Cristo vendrá en su propia gloria, en la gloria del Padre,
y en la gloria de los santos ángeles. Millones de millones y milla­
res de millares de ángeles... lo escoltarán en su camino. En lugar
de la corona de espinas, él llevará una corona de gloria: una
corona dentro de una corona. En lugar de ese antiguo manto
de púrpura, estará vestido con un ropaje del blanco más puro,
tanto que “ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blan­
cos” (Mar. 9 :3 ) . Y en su vestido y en su muslo habrá escrito
un nombre: “Rey de reyes y Señor de señores” (Apoc. 19: 1 6 ).( 32)
Todo el cielo se vaciará de ángeles, mientras los santos lo
estén esperando, mirando hacia el cielo, como lo hicieron los
galileos cuando ascendió desde el monte de los Olivos. Entonces
únicamente los que sean santos, los que hayan seguido plenamente
al manso Dechado, se sentirán arrobados de gozo y exclamarán
al contemplarle: “He aquí, éste es nuestro Dios; le hemos es­
perado, y nos salvará”. Y serán transformados “en un momen­
to, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta”, aquella
trompeta que despierta a los santos que duermen, y los invita
a salir de sus camas de polvo, revestidos de gloriosa inmortalidad,
y clamando: “¡Victorial ¡Victoria sobre la muerte y el se­
pulcro!”^ 3)

289
10— M S V
Sucesos Finales Martes 11 de octubre
E L JU IC IO Y LA SEGUNDA VENIDA
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará
a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino.
2 Tim. 4: 1.
Cristo desea que todos comprendan los eventos relacionados
con su segunda aparición. Las escenas del juicio se desarrollarán
en la presencia de todos los mundos; puesto que en dicho juicio
será vindicado el gobierno de Dios, y su ley será presentada
como “santa, justa y buena”. Se decidirá entonces todo caso, y a
todos se les aplicará su sentencia. E l pecado no parecerá atrac­
tivo entonces, sino que se verá en toda su deforme magnitud.
Todos verán qué tipo de relación mantienen con Dios y con sus
semejantes. ( 34)
No hay lenguaje humano que pueda describir las escenas de
la segunda venida del Hijo del hombre en las nubes de los cielos.
Vendrá con su propia gloria, con la gloria de su Padre y la de
los santos ángeles. Vendrá revestido del ropaje de luz que ha
llevado desde los días de la eternidad. Los ángeles lo acompaña­
rán. Miles de millones lo escoltarán por el camino. Se oirá el so­
nido de la trompeta que llama a los muertos dormidos de sus
sepulcros. La voz de Cristo penetrará la tumba y entrará en los
oídos de los muertos “y todos los que están en los sepulcros...
saldrán” (Juan 5: 28, 29).
“Y serán reunidas delante de él todas las naciones” (Mat.
25: 32). E l mismo que murió por los hombres los juzgará en el
día final, porque el Padre “todo el juicio dio al H ijo... y tam­
bién le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del
Hombre” (Juan 5: 22, 27). Qué día será ese cuando los que
rechazaron a Cristo vean a Aquel a quien traspasaron sus pe­
cados^35)
En ocasión de su segunda venida, la convicción se apoderará
de todo corazón. Los que se apartaron de él para inclinarse hacia
las cosas triviales de esta tierra, en procura de intereses egoístas
y honor mundano, reconocerán su error en el día de su segunda
venida. Estos son los mencionados por el Revelador como “todos
los linajes de la tierra”, “harán lamentación por él” (Apoc. 1: 7 ) . . .
Estas palabras se aplican no solamente a los hombres que lo tras­
pasaron cuando pendía de la cruz del Calvario, sino a todos los
que hoy lo están traspasando con su lenguaje pecaminoso y su
mal proceder. ( 36)

290
Sucesos Finales Miércoles 12 de octubre
LOS QUE LO TRASPASARON
Veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder
de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Mar. 14: 62.
Cuando [los dirigentes judíos] contemplan su gloria, acude
a sus mentes el recuerdo del Hijo del hombre revestido del ro­
paje de la humanidad. Recuerdan cómo lo trataron, cómo lo
rechazaron y se apresuraron a ponerse del lado del gran após­
tata. Las escenas de la vida de Cristo aparecen ante ellos con
toda claridad. Todo lo que hizo, todo lo que dijo, la humillación
a la que descendió a fin de salvarlos de la corrupción del pe­
cado, se levanta ante ellos para condenarlos.
Lo ven acercándose a Jerusalén para llorar con lágrimas de
agonía sobre la impenitente ciudad que no quiso recibir su men­
saje. Su voz, que se oyó cuando invitaba y rogaba, con tonos de
tierna solicitud, parece llegar de nuevo a sus oídos. Surgen ante
ellos las escenas del Getsemaní, y oyen la maravillosa oración
de Tesús: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa”
(Mat. 2 6 :3 9 ).
Oyen otra vez la voz de Pilato, que dice: “Yo no hallo en
él ningún delito” (Juan 1 8 :3 8 ). Ven la escena vergonzosa en
el recinto del juicio, cuando Barrabás estuvo de píe junto a Cristo
y ellos tuvieron el privilegio de escoger al que no tenía
culpa. Oyen otra vez las palabras de Pilato: “¿A quién queréis
que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?” (Mat.
27: 17). Oyen la respuesta: “¡Fuera con éste, y suéltanos a Ba­
rrabás!” (Luc. 23: 18). A la pregunta de Pilato: “¿Qué, pues,
haré de Jesús?” viene la respuesta: “¡Sea crucificado!” ' (Mat.
27: 22).
Ven nuevamente a su Sacrificio cargando el oprobio de la
cruz. Oyen las voces triunfantes y sarcásticas que exclaman: “Si
eres Hijo de Dios, desciende de la cruz”, "a otros salvó, a sí mis­
mo no se puede salvar” (Mat. 27: 40, 42).
No lo ven ahora en el huerto de Getsemaní, ni en el recinto
del juicio, ni en la cruz del Calvario. Han pasado las señales de
su humillación y contemplan el rostro de Dios —ese rostro que
ellos escupieron—, el rostro que los sacerdotes y gobernantes
hirieron con las palmas de sus manos. Ahora les es revelada la
verdad en todo su vigor.(3T)
Sucesos Finales Jueves 13 de octubre
LOS IMPIOS SE DAN M UERTE UNOS A OTROS
En todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová
el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano.
Eze. 38: 21.
Los impíos están llenos de pesar, no por su indiferencia pe­
caminosa para con Dios y sus semejantes, sino porque Dios ha
vencido. Lamentan el resultado obtenido; pero no se arrepienten
de su maldad. Si pudiesen hacerlo,- no dejarían de probar cual­
quier medio para vencer. . .
Los ministros y el pueblo ven que no sostuvieron la debida
relación con Dios. Ven que se rebelaron contra el Autor de toda
ley justa y recta. E l rechazamiento de los preceptos divinos dio
origen a miles de fuentes de mal, discordia, odio e iniquidad, has­
ta que la tierra se convirtió en un vasto campo de luchas, en un
abismo de corrupción. Tal es el cuadro que se presenta ahora
ante la vista de los qué rechazaron la verdad y prefirieron el error.
Ningún lenguaje puede expresar la vehemencia con que los des-
obédientes y desleales desean lo que perdieron para siempre: La
Vida eterna. Los hombres a quienes el mundo idolatró por sus
talentos y elocuencia, ven ahora las cosas en su luz verdadera. Se
dan cuenta de lo que perdieron por la transgresión, y caen a los
pies de aquellos a quienes despreciaron y ridiculizaron a causa de
su fidelidad, y confiesan que Dios los amaba.
Los hombres ven que fueron engañados. Se acusan unos a
otros de haberse arrastrado mutuamente a la destrucción; pero
todos concuerdan en abrumar a los ministros con la más acerba
condenación. Los pastores infieles profetizaron cosas lisonjeras; in­
dujeron a sus oyentes a menospreciar la ley de Dios y a perseguir
a los que querían santificarla. Ahora, en su desesperación, es­
tos maestros confiesan ante el mundo su obra de engaño. Las mul­
titudes se llenan de furor. “¡Estamos perdidos! —exclaman— y
vosotros sois la causa de nuestra perdición". Y se vuelven contra
los falsos pastores. Precisamente aquellos que más los admiraban
en otros tiempos pronunciarán contra ellos las más terribles maldi­
ciones. Las manos mismas que los coronaron con laureles se le­
vantarán para aniquilarlos. Las espadas que debían servir para
destruir al pueblo de Dios se emplean ahora para matar a sus
enemigos. ( 38)
Sucesos Finales Viernes 14 de octubre
LA IRA D EL CORDERO
Los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los
poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas
y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las
peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que
está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero. Apoc. 6: 15, 16.
Cesan las burlas. Callan los labios mentirosos. E l choque
de armas y el tumulto de la batalla, “con revolcamiento de vesti­
dura en sangre” (Isa. 9: 5 ), han concluido. Sólo se oyen ahora
voces de oración, llanto y lamentación. De las bocas que se mo­
faban poco antes, estalla el grito: “E l gran día de su ira es ve­
nido; ¿y quién podrá estar firme?” Los impíos piden ser sepultados
bajo las rocas de las montañas, antes que ver la cara de Aquel
a quien han despreciado y rechazado.
Conocen esa voz que penetra hasta el oído de los muertos.
[Cuántas veces sus tiernas y quejumbrosas modulaciones no los
han llamado al arrepentimiento! ¡Cuántas veces no ha sido oída
en las conmovedoras exhortaciones de un amigo, de un hermano,
de un Redentor! Para los que rechazaron su gracia, ninguna otra
podría estar tan llena de condenación ni tan cargada de acusacio­
nes, como esta voz que tan a menudo exhortó con estas palabras:
“Volveos, volveos de vuestros caminos malos, pues ¿por qué mori­
réis?” (Eze. 33: 11, V M ). ¡Oh, si sólo fuera para ellos la voz
de un extraño! Jesús dice: “Por cuanto llamé, y no quisisteis;
extendí mi mano, y no hubo quien escuchase; antes desechasteis
todo consejo mío, y mi reprensión no quisisteis” (Prov. l : 24, 25).
Esa voz despierta recuerdos que ellos quisieran borrar, de avisos
despreciados, invitaciones rechazadas, privilegios desdeñados.
En la vida de todos los que rechazan la verdad, hay momentos
en que la conciencia se despierta, en que la memoria evoca el re­
cuerdo aterrador de una vida de hipocresía, y el alma se siente
atormentada de vanos pesares. Mas, ¿qué es eso comparado con
el remordimiento que se experimentará aquel día “cuando viniere
como huracán vuestro espanto, y vuestra calamidad como torbelli­
no”? ( Prov. 1: 27, V M ). Los que habrían querido matar a Cristo
y a su pueblo fiel son ahora testigos de la gloria que descansa
sobre ellos. ( 39)

293
1
Sucesos Finales Sábado 15 de octubre
DIOS IN TERVIEN E EN E L ARMAGEDON
Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jehová tiene
juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará
los impíos a la espada, dice Jehová. Je r. 25: 31.
El gran conflicto siguió su curso durante seis mil años; el
Hijo de Dios y sus mensajeros celestiales lucharon contra el po­
der del maligno, para iluminar y salvar a los hijos de los hom­
bres. Ahora todos han tomado su resolución; los impíos se han
unido enteramente a Satanás en su guerra contra Dios. Ha llega­
do el momento en que Dios ha de vindicar la autoridad de su ley
pisoteada. Ahora el conflicto no se desarrolla tan sólo contra
Satanás, sino también contra los hombres. “Jehová tiene juicio con
las naciones”; “entregará los impíos a la espada”.
La marca de la redención ha sido puesta sobre los “que gi­
men y se angustian a causa de todas las abominaciones que se
hacen”. Ahora sale el ángel de la muerte representado en la vi­
sión de Ezequiel por los hombres armados con instrumentos de
destrucción, y a quienes se les manda: “¡Al anciano, al joven, y a
la doncella, y a los niños, y a las mujeres, matadlos, hasta exter­
minarlos! Mas no lleguéis a ninguno en quien esté la marca; ¡y
comenzad desde mi santuario!” Dice el profeta: “Comenzaron pues
por los ancianos que estaban delante de la Casa” (Eze. 9: 1-6 VM ).
La obra de destrucción empieza entre los que profesaron ser guar­
dianes espirituales del pueblo. Los falsos centinelas caen pri­
mero. De nadie se tendrá piedad y ninguno escapará. Hom­
bres, mujeres, doncellas y niños perecerán juntos.
“Jehová sale de su lugar para castigar a los habitantes de la
tierra por su iniquidad; la tierra también descubrirá sus homicidios,
y no encubrirá más a sus muertos” (Isa. 26: 21, V M ). . . En la
loca lucha de sus propias desenfrenadas pasiones y debido al te­
rrible derramamiento de la ira de Dios sin mezcla de piedad, caen
los impíos habitantes de la tierra: sacerdotes, gobernantes y el
pueblo en general, ricos y pobres, grandes y pequeños. “Y los
muertos por Jehová en aquel día estarán tendidos de cabo a cabo
de la tierra; no serán llorados, ni recogidos, ni enterrados” (Jer.
25: 33, V M ).(40)

294
Sucesos Finales Domingo 16 de octubre
COMO SERA LA BATALLA FINAL
Abrió Jehová su tesoro, y sacó los
instrumentos de su furor. Je r. 5 0 :2 5 .
Por su propia voluntad, Dios convoca a las fuerzas de la na­
turaleza y les ordena que exterminen el poderío de sus enemigos;
“el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad
que ejecuta su palabra” (Sal. 148: 8 ). Cuando los paganos amo-
rreos se empecinaron en su oposición a los propósitos de él, Dios
intervino y lanzó “del cielo grandes piedras” sobre los enemigos de
Israel. Se nos dice que durante las escenas finales de la historia
de este mundo, habrá una batalla más grande aún, cuando abrirá
“Jehová su tesoro” y sacará “los instrumentos de su furor”. Pre­
gunta: “¿Has tú entrado en los tesoros de la nieve, o has visto
los tesoros del granizo, lo cual tengo yo reservado para el tiempo
de angustia, para el día de la guerra y de la batalla?” (Job
38: 22, 23). — -- --------— „ ............ — - ,
E l revelador describe la destrucción que se producirá cuando
salga “una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo:
Hecho es”. Dice él: “Y cayó del cielo sobre los hombres un gran­
de granizo como del peso de un talento” (Apoc. 16: 17, 2 1 ).(41)
En las escenas finales de la historia de esta tierra, la guerra
hará estragos. ( 42)
Los poderes del mal no se rendirán en el conflicto sin una
lucha. Pero la Providencia tiene una parte que desempeñar en
la batalla del Armagedón. ( 43 ~)
El Capitán de las huestes del Señor estará a la cabeza de
los ángeles del cielo para dirigir la batalla. ( 44)
Aquel sobre cuyas vestiduras está escrito el nombre Rey de
reyes y Señor de señores, dirige los ejércitos del cielo que cabal­
gan sobre blancos caballos, vestidos de lino fino, blanco y lim­
pio^45)
Cuando vuelva de nuevo a la tierra, sacudirá “no solamente
la tierra, mas aún el cielo” (Heb. 1 2 :2 6 ). “Temblará la tierra
vacilando como un borracho, y será removida como una choza”.
“Plegarse han los cielos como un libro”; “los elementos arfljf p ^
serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están serán
quemadas”. “Mas Jehová será la esperanza de su pueblo, y la
fortaleza de los hijos de Israel” (Isa. 24: 20; 34: 4; 2Ped. 3: 10;
Joel 3: 1 6 ).( 48)

295
Sucesos Finales Lunes 17 de octubre
ESTAD PREPARADOS
También vosotros estad preparados; porque el Hijo del
Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Mat. 24: 44.
Suponed que Cristo apareciera hoy en las nubes del cielo,
¿quién. . . estaría listo para encontrarse con él? Suponed que
fuéramos trasladados al reino de los cielos así como estamos. ¿Nos
hallaríamos preparados para unirnos con los santos de Dios, y vivir
en armonía con la familia real, los hijos del Rey celestial? ¿Qué
preparación habéis hecho para el juicio? ¿Estáis en paz con
Dios?. . . ¿Estáis procurando ayudar a los que os rodean, los que
están en vuestro hogar, en vuestro vecindario, a aquellos con
quienes os relacionáis y que no guardan los mandamientos de
Dios?. . . Recordad que la profesión carece de valor sin una prác­
tica que se entreteja con la vida diaria. Dios sabe si en verdad
estamos observando su ley. Conoce lo que hacemos, pensamos
y decimos. ¿Nos estamos preparando para encontrarnos con el
Rey? Cuando venga en las nubes del cielo con poder y grande
gloria, ¿podréis decir: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos
esperado, y nos salvará”? (Isa. 25: 9.) A los que puedan decir
esto Cristo les dirá: “Venid más alto. En esta tierra me habéis
amado. Estuvisteis dispuestos a hacer mi voluntad. Podéis entrar
ahora en la Santa Ciudad y recibir la corona de la vida eterna”.
Si fuera posible que se nos admitiera en el cielo como esta­
mos, ¿cuántos de nosotros podríamos mirar a Dios? ¿Cuántos
de nosotros tenemos el vestido de bodas? ¿Cuántos de nosotros es­
tamos sin mancha ni arruga o alguna cosa semejante? ¿Cuántos
de nosotros somos dignos de recibir la corona de la vida?. . .
Este es el tiempo de que disponemos para lavar y planchar:
El tiempo cuando hemos de lavar nuestros vestidos en la sangre
del Cordero... ¿No permitiremos que el pecado se aleje de nos­
otros?. . .
Os ruego, hermanos y hermanas, que trabajéis con fervor para
aseguraros la corona de la vida eterna. La recompensa será dig­
na del conflicto, digna del esfuerzo. . . En la carrera que es­
tamos corriendo, cada uno puede recibir la recompensa ofrecida:
La corona de la vida eterna. Yo anhelo esa corona; quiero decir
que deseo lograrla con la ayuda de Dios. Quiero significar que me
aferraré a la verdad, hasta que pueda ver al Rey en su hermo­
sura^47)

296
Secesos Finales Martes 18 de octubre
LA RESURRECCION GENERAL DE LOS JUSTOS
¡Despertad y cantad, moradores del polvo! Porque tu rocío es
cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. Isa. 26: 19.
El Rey de reyes desciende en la nube, envuelto en llamas de
fuego. E l cielo se recoge como un libro que se enrolla, la tierra
tiembla ante su presencia, y todo monte y toda isla se mueven de
sus lugares. . .
Entre las oscilaciones de la tierra, las llamaradas de los re­
lámpagos y el fragor de los truenos, el Hijo de Dios llama a la
vida a los santos dormidos. Dirige una mirada a las tumbas de
los justos, y levantando luego las manos al cielo, exclama: “¡Des­
pertaos, despertaos, despertaos, los que dormís en el polvo y le­
vantaos!” Por toda la superficie de la tierra, los muertos oirán
esa voz; y los que la oigan, vivirán. Y toda la tierra repercutirá
bajo las pisadas de la multitud extraordinaria de todas las nacio­
nes, tribus, lenguas y pueblos. De la prisión de la muerte sale
revestida de gloria inmortal gritando: ‘¿Dónde está, oh muerte,
tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” (IC o r. 15: 55.) Y
los justos vivos unen sus voces a las de los santos resucitados en
prolongada y alegre aclamación de victoria.
Todos salen de sus tumbas de igual estatura que cuando
fueron depositados en ellas. . . Pero todos se levantan con la
lozanía y el vigor de la eterna juventud. . . La forma mortal
y corruptiblér desprovista de gracia, manchada en otro , tiempo
por el pecado, se vuelve perfecta, hermosa e inmortal. Todas las
imperfecciones y deformidades quedan en la tumba. . .
Los justos vivos son mudados “en un momento, en un abrir
de ojo” (vers. 52). A la voz de Dios fueron glorificados; ahora
son hechos inmortales, y juntamente con los santos resucitados son
arrebatados para recibir a Cristo, su Señor, en los aires. Los ánge­
les “juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un ex-
\tremo del cielo hasta el otro” (Mat. 24: 3 1 ).( 48)
Cuando los niñitos salen dotados de inmortalidad de sus le­
chos de polvo, inmediatamente vuelan hacia los brazos de sus
madres. ( 40)
Amigos, a quienes la muerte tenía separados desde largo tiem­
po, se reúnen para no separarse más, y con cantos de alegría
suben juntos a la ciudad de Dios. ( 50)

297
Sucesos Finales Miércoles 19 de octubre
LA VICTORIA D E LOS SANTOS QUE DUERMEN
No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos
los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron
lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron
lo malo, a resurrección de condenación. Ju a n 5: 28, 29.
En la primera resurrección el Dador de la vida llamará a su
posesión adquirida, y hasta esa hora de triunfo, cuando resuene la
trompeta final y marche ese vasto ejército hacia la victoria eterna,
todo santo que duerme estará en un lugar seguro, y será guardado
como joya preciosa, a quien Dios conoce por su nombre. Gra­
cias al poder del Salvador que moraba en ellos mientras vivían,
y debido a que fueron participantes de la naturaleza divina, se­
rán levantados de entre los muertos. ( 51)
“Vendrá hora” dijo Cristo, “cuando todos los que están en
los sepulcros oirán su voz; y. . . saldrán” (Juan 5: 28, 29). Esa voz
resonará en todas las moradas de los muertos; y cada santo que
duerme en Jesús despertará y dejará su prisión. Entonces el ca­
rácter virtuoso que hemos recibido por medio de la justicia de
Cristo, nos vinculará con la verdadera grandeza, del más alto
nivel. ( 52)
Gloriosa será la victoria de los santos que duermen [en el
Señor] en la mañana de la resurrección. . . E l Dador de la vida
coronará de inmortalidad a todos los que se levanten del sepul­
cro^53)
Allí está la hueste resucitada. Su último pensamiento se re­
fería a la muerte y sus angustias. Sus ideas postreras tenían que
ver con el féretro y la tumba. Pero ahora exclaman: “¿Dónde
está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”
(1 Cor. 15: 55). . . Allí están en pie; y reciben el toque final de
la inmortalidad cuando salen para encontrarse con el Señor en el
aire. . . Hay dos filas de ángeles, una a cada lado;. . . entonces
la hueste angélica da la nota de victoria y las dos filas de ángeles
inician el himno, y la hueste de los redimidos se les une como
si ya lo hubieran entonado sobre la tierra; y en realidad, lo han
hecho. ¡Oh, qué música! No hay una sola nota discordante. Toda
voz proclama: “E l Cordero que fue inmolado es digno”. El, por
su parte, contempla el resultado de la angustia de su alma y se
siente saciado. ( 54)

298
Sucesos Finales Jueves 20 de octubre
M ISTERIOS DE LA RESURRECCION
Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo;
y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a
Dio£; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro,
aunque mi corazón desfallece dentro de mí. Jo b 19: 25-27.
Nuestra identidad personal es preservada en la resurrección,
si bien no saldrán de la tumba las mismas partículas de materia.
La obra asombrosa de Dios es misterio para el hombre. El es­
píritu, el carácter del hombre, retorna a Dios donde se lo preser­
va. En la resurrección cada hombre tendrá su propio carácter. A
su debido tiempo Dios llamará a los muertos, dándoles otra vez
el aliento de vida, y ordenará a los huesos secos que vivan. Sur­
girá la misma forma, pero libre de enfermedad y todo defecto.
Volverá a vivir llevando sus mismos rasgos individuales, de tal
manera que los amigos se reconocerán. No hay ley de Dios en
la naturaleza que indique que el Señor va a volver a reunir las
mismas partículas de materia que compusieron el cuerpo antes de
la muerte. Dios dará a los justos muertos un cuerpo conforme a
su beneplácito.
Pablo ilustra este hecho con la semilla sembrada en el campo.
La semilla plantada muere, pero allí surge una nueva semilla. La
sustancia natural del grano que muere nunca más vuelve a surgir
como antes, pero Dios le da el cuerpo que él quiere. El cuerpo
humano se compondrá entonces del material más escogido, por
cuanto es una nueva creación, un nuevo nacimiento. Se siembra
un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. ( 55)
[E l creyente] puede morir, como Cristo murió, pero la vida
del Salvador está en él. Su vida está escondida con Cristo en
Dios. “Yo he venido para que tengan vida” dijo Jesús, “y para
que la tengan en abundancia” (Juan 10: 10). El desarrolla el
gran proceso mediante el cual los creyentes son hechos uno
con él en la vida presente, para que sean uno con él a través
de la eternidad. ..
En el día final los resucitará como partes de sí mismo. . .
Cristo llegó a ser uno con nosotros a fin de que nosotros llegue­
mos a ser uno con él en divinidad. ( 56)

299
/

Sucesos Finales
V Viernes 21 de octubre
LA VIDA ETERNA COMIENZA AHORA
Este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida
eterna; y esta vida está en su Hijo. 1 Ju an 5 :1 1 .
La resurrección de Jesús fue una muestra de la resurrección
final de todos los que duermen en él. ( 6T)
[Los cristianos] pueden morir; pero la vida de Cristo está
en ellos, y en la resurrección de los justos serán levantados en no­
vedad de vida. ( 58)
“En él [Cristo] estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres” (Juan 1 :4 ) . No es la vida física la que se menciona
aquí, sino la inmortalidad, la vida que es propiedad exclusiva de
Dios. E l Verbo, que era con Dios, y que era Dios, tenía esa vida.
La vida física es algo que cada individuo recibe. No es eterna o
inmortal; porque Dios, el Dador de la vida, la toma nuevamente.
El hombre no tiene control sobre su vida. Pero la vida de Cristo
no provenía de otro ser. Nadie le puede quitar esa vida. “De mí
mismo la pongo” dijo. En él estaba la vida original, propia, no
derivada de otra. Esta vida no es inherente al hombre. Puede
poseerla sólo mediante Cristo. ( 59)
Mientras llevaba la naturaleza humana, [Cristo] dependía del
Omnipotente para su vida. En su humanidad, se aferraba de la
divinidad de Dios; y cada miembro de la familia humana tiene
el privilegio de hacer lo mismo. . . Si nos arrepentimos de nuestras
transgresiones, y recibimos a Cristo como el Dador de la vida. . .
llegamos a ser uno con él, y nuestra voluntad es puesta en armonía
con la voluntad divina. Llegamos a ser participantes de la vida
de Cristo, que es eterna. Obtenemos la inmortalidad de Dios al
recibir la vida de Cristo, por cuanto en Cristo mora la plenitud
de la divinidad corporalmente. Esta vida implica la unión mística
y la cooperación de lo divino con lo humano. ( 60)
Cristo se hizo carne con nosotros, a fin de que pudiésemos
ser espíritu con él. En virtud de esta unión hemos de salir de la
tumba, no simplemente como manifestación del poder de Cristo,
sino porque, por la fe, su vida ha llegado a ser nuestra. Los
que ven a Cristo en su verdadero carácter, y lo reciben en el
corazón, tienen vida eterna. Por el Espíritu es como Cristo mo­
ra en nosotros; y el Espíritu de Dios, recibido en el corazón por la
fe, es el principio de la vida eterna. ( 61)

300
Sucesos Finales Sábado 22 de octubre
NOS RECONOCEREMOS UNOS A OTROS
Entonces conoceré como fui conocido. 1 Cor. 13: 12.
Conoceremos a nuestros amigos como los discípulos conocie­
ron a Jesús. Pueden haber estado deformados, enfermos o desfi­
gurados en esta vida mortal, y levantarse con perfecta salud y si­
metría; sin embargo, en el cuerpo glorificado su identidad será
perfectamente conservada. Entonces conoceremos así como so­
mos conocidos. En la luz radiante que resplandecerá del rostro
de Jesús, reconoceremos los rasgos de aquellos a quienes ama-
mos. ( B2)
Los redimidos se encontrarán y reconocerán a las personas por
ellos conducidos al Salvador. ¡Qué bienaventurada plática sos­
tendrán con esos seres! “Yo era pecador —dirá uno—; sin Dios y
sin esperanza en el mundo; tú te acercaste a mí y me diste a co­
nocer el precioso Salvador como mi única esperanza”. . . Otros
dirán: “Yo era un pagano que vivía en un país pagano también.
Y tú dejaste a tus amigos y tu cómodo hogar para ir a enseñarme
cómo descubrir a Jesús y creer en él como el único Dios verda­
dero. Yo derribé todos mis ídolos y adoré a Dios, y ahora lo
veo cara a cara. Estoy salvado para siempre, y podré contemplar
eternamente al que amo”. . .
Algunos expresarán su gratitud hacia los que alimentaron a
los hambrientos y cubrieron al desnudo. “Cuando la desespera­
ción cegó mi alma con incredulidad, el Señor te envió a mí
—dirán—, para que hablaras palabras de esperanza y consuelo.
Me trajiste alimento para suplir mis necesidades físicas, y me
abriste la Palabra de Dios, haciéndome comprender mis necesida­
des espirituales. Me trataste como a un hermano. Simpatizaste
conmigo en mis pesares y restauraste mi alma magullada y herida,
para que pudiera asirme de la mano de Cristo que hacia mí
se extendía para salvarme. En medio de mi ignorancia me ense­
ñaste pacientemente que tenía un Padre celestial que velaba por
mí. Me leiste las preciosas promesas de la Palabra de Dios. Me
inspiraste confianza en el hecho de que Cristo me salvaría. Mi
corazón se suavizó y ablandó hasta quebrantarse, al contemplar
el sacrificio que Jesús había hecho por mí. . . Y aquí me tienes,
salvado eternamente para vivir siempre en su presencia y alabar
al que entregó su vida por mí”.
¡Qué regocijo sentirán esos redimidos al encontrarse y saludar
a los que se preocuparon por su salvación!... ¡Cuánto gozo y sa­
tisfacción sentirán palpitar en su corazón! ( 83)

301
Sucesos Finales Domingo 23 de octubre
LA ESPERANZA BIENAVENTURADA
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Tito 2: 13.
Jesús dijo que iría a preparar mansiones para nosotros, y
que podríamos también estar donde él estuviere. Habitaremos
siempre con él y gozaremos de la luz de su precioso semblante.
Mi corazón salta de gozo ante tan alentadora perspectiva. Esta­
mos casi en el hogar. ¡Cielo, dulce cielol Es nuestro eterno ho­
gar. Cada instante me regocijo de que Jesús viva, y porque él
vive, nosotros también viviremos. Dice mi alma: Alaba al Señor.
En Jesús hay plenitud, hay provisión para cada uno, para todos,
¿por qué habríamos de morir por falta de pan?. . .
Tengo hambre y sed de salvación, de una completa armonía
con la voluntad de Dios. Tenemos una buena esperanza por
medio de Jesús. Es segura y firme y entra hasta dentro del velo.
Nos da consuelo en la aflicción y gozo en medio de la angustia;
dispersa la lobreguez que nos rodea y nos permite contemplar
a través de todo esto la inmortalidad y la vida eterna. . . Las
riquezas terrenales ya no nos atraen, porque tenemos esta esperan­
za que se eleva por encima de los tesoros de esta tierra y se
aferra de la herencia inmortal, los tesoros que son durables, inco­
rruptibles, incontaminados e inmarcesibles. . .
Nuestros cuerpos mortales pueden morir y ser depositados
en la tumba. No obstante, la bendita esperanza vive hasta la resu­
rrección, cuando la voz de Jesús llame a los que duermen en el
polvo. Gozaremos entonces la plenitud de la bendita y gloriosa
esperanza. Sabemos en quién hemos creído. No hemos corrido
ni trabajado en vano. Una rica y gloriosa recompensa nos espera;
es el premio por el cual corremos, y si perseveramos con valor,
ciertamente lo obtendremos. . .
Hay salvación para nosotros, ¿por qué nos quedamos alejados
de la fuente? ¿Por qué no vamos y bebemos para que nuestras
almas puedan refrescarse, vigorizarse y florecer para Dios? ¿Por
qué nos aferramos tanto a la tierra? Hay para nosotros algo mejor
que lo terrenal para pensar y hablar. Podemos encontrarnos en
un estado de ánimo celestial. ¡Oh, espaciémonos en el carácter
amoroso e inmaculado de Jesús, y mediante la contemplación
llegaremos a transformarnos a su imagen! Tengamos buen ánimo.
Tengamos fe en Dios. ( 84)

302
Sucesos Finales Lunes 24 de octubre
LA TRASLACION D E LOS JUSTOS
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel,
y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los
que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos
en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor. 1 Tes. 4: 16, 17.
Pronto apareció la gran nube blanca. Parecióme mucho más
hermosa que antes. En ella iba sentado el Hijo del hombre. Al
principio no distinguimos a Jesús en la nube; pero al acercarse
más a la tierra, pudimos contemplar su bellísima figura. . . La
voz del Hijo de Dios despertó a los santos dormidos y los levantó
revestidos de gloriosa inmortalidad. Los santos vivientes fueron
transformados en un instante y arrebatados con aquéllos en el
carro de nubes. Este resplandecía en extremo mientras rodaba
hacia las alturas. E l carro tenía alas a uno y otro lado, y debajo,
ruedas. Cuando el carro ascendía, las ruedas exclamaban; “¡San-
to!” y las alas, al batir, gritaban: "|Santo!” y la comitiva de
santos ángeles que rodeaba la nube exclamaba: “¡Santo, santo,
santo, Señor Dios Todopoderoso!” Y los santos en la nube can­
taban: “|Gloria! ¡Aleluya!”. . . ( 66)
Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos
ascendiendo al mar de vidrio, donde Jesús sacó coronas y nos las
ciñó con su propia mano. Nos dio también arpas de oro y palmas
de victoria. En el mar de vidrio, los 144.000 formaban un cua­
dro perfecto. Algunas coronas eran muy brillantes y estaban cua­
jadas de estrellas, mientras que otras tenían muy pocas;, y sin
embargo, todos estaban perfectamente satisfechos con su corona.
Iban vestidos con un resplandeciente manto blanco desde los
hombros hasta los pies. Había ángeles en todo nuestro derredor
mientras íbamos por el mar de vidrio hacia la puerta de la ciu­
dad. Jesús levantó su brazo potente y glorioso y, posándolo en la
perlina puerta, la hizo girar sobre sus relucientes goznes y nos
dijo: “En mi sangre lavasteis vuestras ropas y estuvisteis firmes
en mi verdad. Entrad”. Todos entramos, con el sentimiento de
que teníamos perfecto derecho a estar en la ciudad^66)
Una voz más armoniosa que música alguna que hayan es­
cuchado los oídos mortales, se oirá decir: “Venid, benditos de
mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo”. ( 67)

303
Sucesos Finales Martes 25 de octubre
LA TIERRA DESPOBLADA
Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los
cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí
que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y
no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.
Je r. 4: 23-25.
A la venida de Cristo los impíos serán borrados de la super­
ficie de la tierra, consumidos por el espíritu de su boca y des­
truidos por el resplandor de su gloria. Cristo lleva a su pueblo
a la ciudad de Dios, y la tierra queda privada de sus habitantes.
“He aquí que Jehová vacía la tierra, y la dejará desierta, y cual
vaso, la volverá boca abajo, y dispersará sus habitantes”. “La
tierra será enteramente vaciada y completamente saqueada; por­
que Jehová ha hablado esta palabra”. “Porque traspasaron la ley,
cambiaron el estatuto, y quebrantaron el pacto eterno. Por tanto
la maldición ha devorado la tierra, y los que habitan en ella son
culpables; por tanto son abrasados los habitantes de la tierra”
(Isa. 24: 1, 3, 5, 6, V M ).
Toda la tierra tiene el aspecto desolado de un desierto. Las
ruinas de las ciudades y aldeas destruidas por el terremoto, los
árboles desarraigados, las ásperas rocas arrojadas por el mar o
arrancadas de la misma tierra, están esparcidas por la superficie
de ésta, al paso que grandes cavernas señalan el sitio donde las
montañas fueron arrancadas desde sus cimientos.
Ahora se realiza el acontecimiento predicho por el último
solemne servicio del día de la expiación. Una vez terminado el
servicio que se cumplía en el lugar santísimo, y cuando los pe­
cados de Israel habían sido quitados del santuario por virtud
de la sangre del sacrificio por el pecado, entonces el macho
cabrío emisario era ofrecido vivo ante el Señor; y en presencia
de la congregación el sumo sacerdote confesaba sobre él “todas
las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus transgresiones,
a causa de todos sus pecados, cargándolos así sobre la cabeza
del macho cabrío” (Lev. 16: 21, V M ). Asimismo, cuando el ser­
vicio de propiciación haya terminado en el santuario celestial, en­
tonces, en presencia de Dios y de los santos ángeles y de la hueste
de los redimidos, los pecados del pueblo de Dios serán puestos
sobre Satanás; se lo declarará culpable de todo el mal que les ha
hecho cometer. ( 68)

304
Sucesos Finales Miércoles 26 de octubre
SATANAS ES ATADO
Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo,
y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente
antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años.
Apoc. 20: 1, 2.
El autor del Apocalipsis predice el destierro de Satanás y
el estado caótico y de desolación a que será reducida la tierra;
y declara que este estado de cosas subsistirá por mil años. Des­
pués de descritas las escenas de la segunda venida del Señor y
la destrucción de los impíos, la profecía prosigue: “Y vi a un
ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una
gran cadena en su mano. Y prendió al dragón, la serpiente anti­
gua, que es diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó
al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no
engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil
años; y después de esto debe ser desatado por un poco de
tiempo” (Apoc. 20: 1-3).
Según se desprende de otros pasajes bíblicos, es de toda evi­
dencia que la expresión “abismo” se refiere a la tierra en estado
de confusión y tinieblas. Respecto a la condición de la tierra
“en el principio”, la narración bíblica dice que “estaba desordena­
da y vacía; y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo” (Gén.
1 :2 ) . Las profecías enseñan que será reducida, en parte por lo
menos, a ese estado. Contemplando a través de los siglos el gran
día de Dios, el profeta Jeremías dice: “Miro hacia la tierra, y he
aquí que está desolada y vacía; también hacia los cielos miro, mas
no hay luz en ellos. Miro las montañas, y he aquí que están tem­
blando, y todas las colinas se conmueven. Miro, y he aquí qué no
parece hombre alguno, y todas las aves del cielo se han fugado.
Miro, y he aquí el campo fructífero convertido en un desierto,
y todas las ciudades derribadas” (Jer. 4: 23-26, VM).
Aquí es donde, con sus malos ángeles, Satanás hará su mo­
rada durante mil años. Limitado a la tierra, no podrá ir a otros
mundos para tentar e incomodar a los que nunca cayeron. En
este sentido es cómo está atado: No queda nadie en quien pueda
ejercer su poder. Le es del todo imposible seguir en la obra
de engaño y ruina que por tantos siglos fue su único deleite. ( 69)

305
Sucesos Finales Jueves 27 de octubre
LAS FAMILIAS SE REUNIRAN
Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágri­
mas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová,
y volverán de la tierra del enemigo. Esperanza hay también
para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia
tierra. Je r. 31: 16, 17.
Cristo va a venir en las nubes y con grande gloria. Le acom­
pañará una multitud de ángeles resplandecientes. Vendrá para
resucitar a los muertos y para transformar a los santos vivos de
gloria en gloria. Vendrá para honrar a los que le amaron y guar­
daron sus mandamientos, y para llevarlos consigo. No los ha
olvidado ni tampoco ha olvidado su promesa. Volverán a unirse
los eslabones de la familia. ( 70)
El día de Dios revelará cuánto debe el mundo a las madres
piadosas. . .
Cuando el juez se siente, y se abran los libros; cuando el
gran Juez pronuncie el “bien, buen siervo y fiel”, y la corona
de gloria inmortal se coloque sobre la cabeza del vencedor, mu­
chos levantarán sus coronas a la vista de todo el universo y se las
colocarán a sus madres diciendo: “Ella hizo de mí lo que soy
por la gracia de Dios. Su instrucción, sus oraciones, fueron
bendecidas para mi salvación eterna”. ( 71)
Con indecible gozo, los padres contemplan la corona, la
vestimenta, el arpa, dados^ a susJhijos. Los días de temor y es­
peranza han pasado. L a semilla sembrada con lágrimas y oracio­
nes puede haber parecido que se esparcía en vano, pero su cose­
cha se levanta con gozo al final. Sus hijos habrán sido redimi­
dos^ 72)
¡Oh maravillosa redención, tan descrita y tan esperada, con­
templada con anticipación febril, pero jamás enteramente com­
prendida! ( 73)
Cristo ha sido un compañero diario y un amigo familiar para
sus fieles seguidores. Estos han vivido en contacto íntimo, en
constante comunión con Dios. Sobre ellos ha nacido la gloria
del Señor. En ellos se ha reflejado la luz del conocimiento de
la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Ahora se regocijan en
los rayos no empañados por la refulgencia y la gloria del Rey en
su majestad. Están preparados para la comunión del cielo; pues
tienen el cielo en sus corazones. ( 74)

306
n/
Sucesos Finales Viernes 28 de octubre
CORONAS PREPARADAS PARA LOS FIE L E S
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guar­
dado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de ju sti­
cia, la cual me dará el Señor, Juez justo, en aquel día; y no
sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
2 Tim. 4: 7, 8.
Cuando el Señor recoja sus joyas, los veraces, santos y hon­
rados serán mirados con placer. Los ángeles se ocupan en con­
feccionar coronas para los tales, y sobre esas coronas adornadas
de estrellas, se reflejará con esplendor la luz que irradia del tro­
no de Dios. ( 75)
Hablad de las cosas celestiales. Hablad de Jesús, de su pie­
dad y su gloria y de su amor imperecedero por vosotros, y per­
mitid1 que de vuestro corazón mane amor y gratitud hacia él,
que murió para salvaros. ¡Oh, estad listos para encontrar a vues­
tro Señor en paz! Los que estén preparados recibirán pronto
una corona inmarcesible de vida, y morarán eternamente en el
reino de Dios, con Cristo, con los ángeles, y con los que han sido
redimidos por la preciosa sangre de Cristo. ( 76)
Se coloca. . . una corona de gloria sobre los que esperan,
aman y anhelan la aparición del Salvador. Los que esperan son
los que serán coronados de gloria, honor e inmortalidad. No
necesitáis hablar. . . de los honores del mundo, o de las alabanzas
de los que el mundo considera grandes. Todo ello es vanidad. Si
el dedo de Dios simplemente los tocara, pronto volverían al
polvo nuevamente. Anhelo el honor permanente, inmortal, que
nunca perecerá; una corona mucho más rica que cualquiera de
las que jamás hayan ornado las sienes de un monarca. ( 77)
En aquel día los redimidos resplandecerán con la gloria del
Padre y la de su Hijo. Los ángeles del cielo, mientras pulsan
sus arpas de oro, darán la bienvenida al Rey y a los que cons­
tituyen los trofeos de su victoria, los que han sido lavados y em­
blanquecidos con la sangre del Cordero. Brotará un himno de
triunfo que llenará todo el cielo. Cristo ha vencido. Entra en los
atrios celestiales acompañado por sus redimidos, que constituyen
el testimonio de que su misión de sufrimiento y abnegación no
ha sido en vano. ( 78)

307
Sucesos Finales Sábado 29 de octubre
UNA CORONA PARA CADA HIJO D E DIOS
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando
haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios
ha prometido a los que le aman. Sant. X: 12.
Vi un gran número de ángeles que traían de la ciudad glorio­
sas coronas: Una corona para cada santo, con su nombre escrito.
A medida que Jesús requería las coronas, los ángeles se las pre­
sentaban, y con su propia mano derecha el amante Jesús colo­
caba las coronas sobre las cabezas de sus santos. De la misma
manera los ángeles trajeron las arpas, y Jesús las presentó tam­
bién a los santos. Los ángeles que dirigían dieron el tono pri­
meramente, y luego toda voz se elevó en alabanza agradecida y
feliz, y toda mano se deslizó diestramente sobre las cuerdas
de las arpas, arrancando melodiosa música en ricos y perfectos
acentos. . .
En la ciudad había todo lo que podía alegrar los ojos. Por
todas partes vieron abundante gloria. Entonces Jesús miró hacia
sus santos redimidos; sus rostros estaban radiantes de gloria; y
a medida que fijaba en ellos sus ojos amorosos, dijo, con voz ex­
quisita y musical: “Veo el trabajo de mi alma y estoy satisfecho.
Esta abundante gloria es vuestra, para que la gocéis eternamente.
Vuestras tristezas han terminado. Ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor”. . .
Vi entonces a Jesús conduciendo a su pueblo hacia el árbol
de la vida. . . En el árbol de la vida había hermosos frutos, de
los cuales los santos podían participar libremente. En la ciu­
dad había un trono muy glorioso, del cual procedía un río puro
de agua de la vida, transparente como cristal. A cada lado de
ese río estaba el árbol de la vida, y sobre las orillas del río había
otros árboles hermosos, cargados de frutos. . .
El lenguaje humano es completamente inadecuado para inten­
tar una descripción del cielo. Cuando la escena se presenta ante
mí, quedo pasmada de asombro. Arrebatada por ese supremo
esplendor y esa excelente gloria, dejo la pluma y exclamo: “¡Oh,
qué amor! ¡Qué maravilloso amor!” El lenguaje más exaltado no
puede describir la gloria del cielo, ni las incomparables profundi­
dades del amor de un Salvador. ( 79)

308
I /
Sucesos Finales Domingo 30 de octubre
NUESTRA REDENCION S E ACERCA
Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vues­
tra cabeza, porque vuestra redención está cerca. Luc. 21:28.
La venida de Cristo está más cerca que cuando por primera
vez creimos. Se acerca el fin de la gran controversia. Los juicios
de Dios están en la tierra. Hablan en solemne amonestación di­
ciendo: “También vosotros estad apercibidos; porque el Hijo
del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mat. 24: 44). . .
Estamos viviendo en medio de las escenas finales de la histo­
ria de esta tierra. Las profecías se están cumpliendo rápidamente.
Están transcurriendo velozmente las horas del tiempo de gracia.
No tenemos tiempo que perder, ni un momento. No seamos ha­
llados durmiendo en la guardia. Nadie diga en su corazón o
por sus obras: “Mi Señor se tarda en venir”. Resuene el men­
saje del pronto regreso de Cristo en fervientes palabras de ad­
vertencia. Persuadamos a hombres y mujeres por doquiera a
arrepentirse y huir de la ira venidera. . .
El Señor va a venir pronto, y debemos estar preparados para
recibirlo en paz. Resolvamos hacer todo lo que está en nuestro
poder para impartir luz a los que nos rodean. No debemos estar
tristes, sino alegres, y recordar siempre al Señor Jesús. El va a
venir pronto, y debemos estar listos a aguardar su aparición.
¡Oh, cuán glorioso será verle y recibir la bienvenida como sus
redimidos! Largo tiempo hemos aguardado; pero nuestra espe­
ranza no debe debilitarse. Si tan sólo podemos ver al rey en su
hermosura, seremos bienaventurados para siempre. Me siento in­
ducida a clamar con gran voz: “¡Vamos rumbo a la patria!” Nos
estamos acercando al tiempo en que Cristo vendrá con poder y
grande gloria a llevar a sus redimidos a su hogar eterno. . . ( 80)
Por largo tiempo hemos aguardado el retorno de nuestro
Salvador. Sin embargo, su promesa es segura. Pronto estaremos
en nuestro hogar prometido. Allí Jesús nos conducirá junto a la
corriente viva que fluye del trono de Dios, y nos explicará
las oscuras providencias por las cuales nos condujo en esta tierra
a fin de perfeccionar nuestros caracteres. Allí contemplaremos,
con clara visión, las hermosuras del Edén restaurado. Arrojando a
los pies de nuestro Redentor las coronas que él habrá puesto
sobre nuestras cabezas, y pulsando nuestras arpas de oro, fllena-
remos todo el cielo con alabanzas a Squel^que se- sienta^en el
trono. ( 81)

309
Sucesos Finales Lunes 31 de octubre
SU GALARDON ESTA CON EL
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para
recompensar a cada uno según sea su obra. Apoc. 22: 12.
Nuestra tarea aquí está por terminar, y cada cual recibirá su
recompensa de acuerdo con su propia labor. Se me mostró la
recompensa de los santos, la herencia inmortal, y vi que los que
habían padecido más por causa de la verdad no estimarían que
habían pasado por tiempos difíciles, sino que considerarían que
el cielo les había resultado fácil de alcanzar. ( 82)
Cada día lleva su propia carga de deberes no cumplidos, de
descuido, de egoísmo, de engaño, de fraude, de astucia. [Cuántas
malas obras acumuladas para el juicio final! Cuando Cristo ven­
ga, “su recompensa” estará "con él, y delante de él su obra” para
dar a cada hombre según sus obras ¡Qué revelación será aquélla!
¡Qué confusión de rostro para algunos cuando los hechos de su
vida sean revelados en las páginas de la historia! ( 83)
Todo acto bueno o malo, y su influencia_sobre los demás, no
¡pasa inadvertido para el que escudrina los corazones7~a” quien
se revela todo secreto. Y la recompensa estará de acuerdo con
los motivos que promovieron la acción. ( 84)
La venida de Cristo se acerca apresuradamente. El tiempo
que nos queda para trabajar es corto, y hay hombres y mujeres
que perecen. . . Es necesario que la potencia convertidora de
Dios tome posesión de nosotros, para que podamos comprender
las necesidades de un mundo que perece. El mensaje que estoy
encargada de anunciaros es éste: Preparaos, preparaos para el
encuentro con el Señor. Aderezad vuestras lámparas y que la luz
de la verdad brille en las encrucijadas y los vallados. Hay un
mundo entero que espera le sea anunciada la proximidad del fin
de todas las cosas.
Procui^BlSS. una nueva conversión. Necesitamos de la pre-
senciS. del Santo Espíritu de Dios para enternecer nuestros cora­
zones y evitar un espíritu duro en nuestro trabajo. Ruego
a Dios que su Santo Espíritu tome plena posesión de nuestros
corazones. Procedamos como hijos de Dios, que buscan su con­
sejo y están listos para seguir sus planes dondequiera que les
sean presentados. Dios será glorificado por un pueblo tal y
los testigos de nuestro celo dirán: Amén, amén.( 85)

/
310
/
Durante el Milenio Martes l 9 de noviembre
LA CAUTIVIDAD D E SATANAS Y SUS ANGELES
Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abando­
naron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en pri­
siones eternas, para el juicio del gran día. Jud. 6.
La tierra. . . se asemejaba a un desolado desierto. Las ciu­
dades y las aldeas, sacudidas por el terremoto, yacían en ruinas.
Las montañas, descuajadas de sus asientos, habían dejado grandes
cavernas. Sobre toda la superficie de la tierra estaban esparcidos
los desmochados peñascos que había lanzado el mar o se habían
desprendido de la misma tierra. Corpulentos árboles desarraiga­
dos estaban tendidos por el suelo. La desolada tierra iba a ser
la habitación de Satanás y sus malignos ángeles durante mil años.
Allí quedaría Satanás recluido, vagabundo y errante por toda
la tierra para ver las consecuencias de su rebelión contra la ley
de Dios. Durante mil años iba a poder gozar del fruto de la
maldición que había causado. Recluido en la tierra, no tendría
ocasión de ir a otros planetas para tentar y molestar a quienes
no han caído. Durante todo ese tiempo Satanás sufrirá muchísi­
mo. Sus características malignas han estado en constante ejercicio
desde su caída; pero se verá entonces privado de su poder y
obligado a reflexionar con terror y temblor en lo que le reserva
el porvenir cuando haya de penar por todo el mal que hizo y
ser castigado por todos los pecados que hizo cometer.
Oí, de parte de los ángeles y de los santos redimidos, ex­
clamaciones de triunfo que resonaban como diez mil instrumentos
músicos, porque ya no se verían ellos molestados ni tentados por
Satanás, y porque los habitantes de otros mundos quedaban libres
de él y de sus tentaciones^1)
Para el pueblo de Dios, el cautiverio en que se verá Satanás
será motivo de contento y alegría. E l profeta dice: “Y en el
día que Jehová te dé reposo de tu trabajo y de tu temor, y de
la dura servidumbre en que te hicieron servir, pronunciarás este
proverbio contra el rey de Babilonia [que aquí representa a Sa­
tanás], y dirás: ¡Cómo paró el opresor. . . ! Quebrantó Jehová
el báculo de los impíos, el cetro de los señores; el que hería a los
pueblos con furor, con llaga permanente, el que se enseñoreaba
de las naciones con ira, y las perseguía con crueldad” (Isa. 14:
3-6, V M ).(2)

311
Durante el Milenio
1 Miércoles 2 de noviembre
CONOCEREMOS A NUESTROS ANGELES GUARDIANES
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que
te guarden en todos tus caminos. Sal. 91: 11.
Sólo cuando se vean a la luz de la eternidad las providencias
de Dios, comprenderemos lo que debemos al cuidado y la in­
tercesión de jos ángeles. Los seres celestiales "han teñido una
parte~acfíva en los asuntos de los hombres. Han aparecido con
ropas brillantes como relámpago; se han presentado como hom­
bres, bajo la apariencia de viajeros. Han aceptado la hospitalidad
ofrecida por hogares terrenales; han íchlínJ^corrKr^^ via­
jeros- extraviados. HárT frustrado el propósito del ladrón y des­
viado el golpe del destructor.
Aunque los gobernantes de este mundo lo ignoren, a menu­
do los ángeles han hablado en sus concilios. Los han contem­
plado los ojos humanos. Los oídos humanos han escuchado sus
pedidos. En tribunales y cortes de justicia, los mensajeros celes­
tiales han defendido la causa de los perseguidos y oprimidos.
Han desbaratado propósitos y detenido males que hubieran cau­
sado oprobio y sufrimiento a los hijos de Dios. Todo esto se
revelará a los alumnos de la escuela celestial.
Todo redimido comprenderá la obra de los ángeles en su
propia vida. ¡Qué sensación le producirá conversar con el ángel
que fue su guardián desde el primer momento; que vigiló sus
pasos y cubrió su cabeza en el día de peligro; que estuvo con
él en el valle de la sombra de muerte, que señaló su lugar de
descanso, que fue el primero en saludarlo en la mañana de la
resurrección y conocer por medio de él la historia de la inter­
posición divina en la vida individual, de la cooperación celes­
tial en todo trabajo en favor de la humanidad! (3)
Teniendo la Palabra de Dios en la mano, todo ser humano,
cualquiera sea su suerte en la vida, puede gozar del compañe­
rismo que escoja. Por medio de sus páginas puede tener comu­
nión con lo mejor y más noble de la especie humana, y escu­
char la voz del Eterno que habla con los hombres. Al estudiar
y meditar en los temas que los ángeles “anhelan mirar” (IP ed .
1: 12), puede gozar de su compañía.(4)

312
Durante el Milenio Jueves 3 de noviembre
BIENVENIDOS A LA CIUDAD D E DIOS
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel,
sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mat. 25: 23.
Con amor inexpresable, Jesús admite a sus fieles “en el gozo
de su Señor”. El Salvador se regocija al ver en el reino de gloria
las almas que fueron salvadas por su agonía y humillación. Y
los redimidos participarán de este gozo, al contemplar entre los
bienvenidos a aquellos a quienes ganaron para Cristo por sus
oraciones, sus trabajos y sacrificios de amor. Al reunirse en tor­
no del gran trono blanco, indecible alegría llenará sus corazones
cuando noten a aquellos a quienes han conquistado para Cristo,
y vean que uno ganó a otros, y éstos a otros más, para ser todos
llevados al puerto de descanso donde depositarán sus coronas a
los pies de Jesús y lo alabarán durante los siglos sin fin de la
eternidad.
Cuando se da la bienvenida a los redimidos en la ciudad
de Dios, un grito triunfante de admiración llena los aires. Los
dos Adanes están a punto de encontrarse. E l Hijo de Dios está
en pie con los brazos extendidos para recibir al padre de nues­
tra raza; al ser que él creó, que pecó contra su Hacedor, y por
cuyo pecado el Salvador lleva las señales de la crucifixión. Al
distinguir Adán las cruentas señales de los clavos, no se echa
en los brazos de su Señor, sino que se prosterna humildemente
a sus pies, exclamando: “¡Digno, digno es el Cordero que fue
inmolado!” E l Salvador lo levanta con ternura, y lo invita a con­
templar nuevamente la morada edénica de la cual ha estado
desterrado por tanto tiempo.
Después de su expulsión del Edén, la vida de Adán en la
tierra estuvo llena de pesar. Cada hoja marchita, cada víctima
ofrecida en sacrificio, cada ajamiento en el hermoso aspecto de
la naturaleza, cada mancha en la pureza del hombre, le volvían
a recordar su pecado. ..
Con paciencia y humildad soportó, por cerca de mil ...añas,
el castigo de su transgresión. Se arrepintió sinceramente 13e su
pecado y confió en los méritos del Salvador prometido, y murió
con la esperanza de la resurrección. El Hijo de Dios reparó
la culpa y caída del hombre, y ahora, merced a la obra de pro­
piciación, Adán es restablecido a su primitiva soberanía.(5)

313
/
Durante el Milenio Viernes 4 de noviembre
GOZO IN EFABLE
Je s ú s .. . por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menos­
preciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Heb. 12:2.
‘‘Estas cosas os he hablado —dijo Cristo—, para que mi gozo
esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15: 11).
Cristo tenía siempre presente el resultado de su misión. Su
vida terrenal, recargada de penas y sacrificios, era alegrada por
el pensamiento de que su trabajo no sería inútil. Dando su vida
por la vida de los hombres, iba a restaurar en la humanidad la
imagen de Dios. Iba a levantamos del polvo, a reformar nuestro
carácter conforme al suyo, y embellecerlo con su gloria.
Cristo vio “del trabajo de su alma” y fue “saciado”. Vis­
lumbró lo dilatado de la eternidad, y vio de antemano la felici­
dad de aquellos que por medio de su humillación recibirían
perdón y vida eterna. Fue herido por sus transgresiones y que­
brantado por sus iniquidades. El castigo que les daría paz fue
sobre él, y por sus heridas fueron sanados. El oyó el júbilo de
los rescatados, que entonaban el canto de Moisés y del Cordero.
Aunque había de recibir primero el bautismo de sangre, aunque
los pecados del mundo iban a pesar sobre su alma inocente y
la sombra de indecible dolor se cernía sobre él, por el gozo
que le fue propuesto, escogió sufrir la cruz y menospreció la
vergüenza. ( 6)
Transportado de dicha, [Adán] contempla los árboles que
fueron una vez su delicia —los mismos árboles cuyos frutos reco­
giera en los días de su dicha e inocencia. Ve las vides que sus
manos cultivaron, las mismas flores que se gozaba en cuidar
en otros tiempos. Su espíritu abarca toda la escena; comprende
que en verdad éste es el Edén restaurado y que es mucho más
hermoso ahora que cuando él fue expulsado. ( ’ )
Al fin “verán su rostro; y su nombre estará en sus frentes”
(Apoc. 22: 4 ). ¿Qué es la felicidad del cielo si no es ver a Dios?
¿Qué mayor gozo puede obtener el pecador salvado por la gra­
cia de Cristo que el de mirar el rostro de Dios y conocerle
como Padre?(s)

314
Durante el Milenio Sábado 5 de noviembre
LA GRATITUD D E LOS REDIM IDOS
El Rey, Ies dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a
uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Mat. 25: 40.
Toda acción que hagamos para favorecer al pueblo de Dios
) será considerada como hecha a é l.(9)
Los redimidos se encontrarán y reconocerán a las personas
por ellos conducidas al Salvador. |Qué bienaventurada plática
sostendrán con esos seres I “Yo era un pecador —dirá uno—, sin
Dios y sin esperanza en el mundo; tú te acercaste a mí y me
diste a conocer el precioso Salvador como mi única esperanza”. ..
Otros dirán: ‘Y o era un pagano que vivía en un país pagano
también. Y tú dejaste tus amigos y tu cómodo hogar para ir a
enseñarme cómo descubrir a Jesús y creer en él como el único
Dios verdadero. Yo derribé todos mis ídolos y adoré a Dios, y
ahora lo veo cara a cara. Estoy salvado para siempre, y podré
contemplar eternamente al que amo”. ..
Algunos expresarán su gratitud hacia los que alimentaron a
los hambrientos y cubrieron al desnudo. “Cuando la desespera­
ción cegó mi alma con incredulidad, el Señor te envió a mí
—dirán—, para que hablaras palabras de consuelo. Me trajiste
alimento para suplir mis necesidades físicas, y me abriste la
Palabra de Dios, haciéndome comprender mis necesidades espi­
rituales. Me trataste como a un hermano. Simpatizaste conmigo
en mis pesares y restauraste mi alma magullada y herida, para
que pudiera asirme de la mano de Cristo que hacia mí se ex­
tendía para salvarme. En medio de mi ignorancia me enseñaste
pacientemente que tenía un Padre celestial que velaba por mí.
Me leiste las preciosas promesas de la Palabra de Dios. Me ins­
piraste confianza en el hecho de que Cristo me salvaría. Mi
corazón se suavizó y ablandó hasta quebrantarse, al contemplar
el sacrificio que Jesús había hecho por m í... Y aquí me tienes,
salvado eternamente para vivir siempre en su presencia y alabar
al que entregó su vida por mí”.
]Qué regocijo sentirán esos redimidos al encontrarse y salu­
dar a los que se preocuparon por su salvación! Y los que vivie­
ron no para complacer sus deseos, sino para beneficiar a los in­
fortunados que gozaban de tan pocas bendiciones. ¡Cuánto gozo
y satisfacción sentirán palpitar en su corazón!(,0)

315
/
Durante el Milenio Domingo 6 de noviembre
¡CUAN POCO NOS CUESTA E L CIELO!
Verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será
en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma,
y quedará satisfecho. Isa. 53: 10, 11.
E l amor de Dios es inconmensurable e incomparable. Es in­
finito. . . Cuando contemplamos la dignidad y la gloria de Cristo,
vemos cuán grande es ese amor que motivó el sacrificio hecho
en la cruz del Calvario para la redención del mundo perdido...
|E1 misterio de la piedad: Dios manifestado en la carne!
Este misterio se ahonda a medida que procuramos comprenderlo.
Es incomprensible, y sin embargo los seres humanos permiten
que cosas mundanas interfieran con las débiles vislumbres que
los mortales pueden tener de Jesús y de su amor incomparable...
¿Cómo podemos sentir entusiasmo por las cosas terrenas comu­
nes, y no quedar conmovidos por el cuadro de la cruz del Cal­
vario, el amor que se manifestó en la muerte del amado Hijo
de Dios, para que las almas que perecen no sigan aherrojadas
por el pecado, la maldición de la ley?
Toda esta humillación y angustia las soportó para atraer
a los errabundos, culpables y desagradecidos de vuelta a la casa
del Padre. |E1 hogar de los salvados! ¡No podemos perderlo!
Si me salvo en el reino de Dios, discerniré constantemente nue­
vas profundidades en el plan de salvación. Todos los santos
redimidos verán y apreciarán como nunca antes el amor del
Padre y del Hijo, y las lenguas inmortales entonarán cantos de
alabanza. E l nos ama, y dio su vida por nosotros. Cantaremos
a las riquezas del amor redentor con nuestros cuerpos glorifi­
cados, con nuestras facultades acrecentadas, con nuestros corazo­
nes puros y con nuestros labios incontaminados. En el cielo no
habrá dolientes; no habrá escépticos que convencer de la reali­
dad de las cosas eternas; no habrá prejuicios para desarraigar,
sino que todo estará sometido a ese amor que sobrepuja todo
entendimiento. Hay un reposo para el pueblo de Dios, gracias
al Señor, donde Jesús conducirá a los redimidos a los verdes pra­
dos, junto a las aguas vivas que alegran la ciudad de Dios. ( 11)
Entonces será respondida la oración de Jesús a su Padre:
“Aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también
ellos estén conmigo” (Juan 17: 2 4 ) .( 12)

316
Durante el Milenio Lunes 7 de noviembre
[POR FIN EN CASA!
Bien, buen siervo y f ie l.. . entra en el gozo de tu señor. Mat. 25: 21.
Cuando vuestros sentidos se deleiten en la amena belleza
de la tierra, pensad en el mundo venidero que nunca conocerá
mancha de pecado ni de muerte; donde la faz de la naturaleza
no llevará sombra de maldición. Represéntese vuestra imagina­
ción la morada de los justos; y recordad que será más gloriosa
que cuanto pueda figurarse la más brillante imaginación. En los
variados dones de Dios en la naturaleza no vemos sino el re­
flejo más pálido de su gloria. Está escrito: “Cosas que ojo no
vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las
que Dios ha preparado para los que le aman” (IC o r. 2: 9 ) . ( 13)
Luego las puertas del cielo se abrirán para recibir a los hijos
de Dios, y de los labios del Rey de gloria resonará en sus oídos,
como la más rica música, la bendición: “¡Venid, benditos de mi
Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fun­
dación del mundo!” (Mat. 25: 34). Entonces los redimidos serán
recibidos con gozo en el lugar que Jesús les está preparando. ( 14)
Después vi que Jesús conducía a los redimidos a la puerta
de la ciudad; y al llegar a ella la hizo girar sobre sus relucientes
goznes y mandó que entraran todas las gentes que hubiesen
guardado la verdad. Dentro de la ciudad había todo lo que pu­
diese agradar a la vista. Por doquiera los redimidos contempla­
ban abundante gloria. Jesús miró entonces a sus redimidos san­
tos, cuyo semblante irradiaba gloria, y fijando en ellos sus ojos
bondadosos les dijo con voz rica y musical: “Contemplo, el tra­
bajo de mi alma, y estoy satisfecho. Vuestra es esta excelsa
gloria para que la disfrutéis eternamente. Terminaron vuestros
pesares. No habrá más muerte, ni llanto, ni pesar, ni dolor”.
Las palabras son demasiado pobres para intentar una des­
cripción del cielo. Siempre que se vuelve a presentar ante mi
vista, el espectáculo me anonada de admiración. Arrobada por
el insuperable esplendor y la excelsa gloria, dejo caer la pluma
exclamando: “¡Oh! ¡qué amor, qué maravilloso amor!” El len­
guaje más exaltado no bastaría para describir la gloria del cielo
ni las incomparables profundidades del amor del Salvador. ( 15)
Durante el Milenio Martes 8 de noviembre
EN EL CIELO NOS AGUARDAN SORPRESAS
Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo
que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
IS a m . 16:7.
A menudo consideramos sin esperanza a los mismos a quie­
nes Cristo está atrayendo a s í.. . En el cielo habrá muchos de
quienes sus prójimos suponían que nunca estarían allí. ( 16)
Entre los redimidos habrá algunos que se aferraron a Cristo
en los últimos momentos de su vida, y en el cielo se impartirá
instrucción a los que murieron sin tener un conocimiento pleno
del plan de salvación. ( I7)
Durante su agonía sobre la cruz, llegó a Jesús un rayo de
consuelo... En Jesús, magullado, escarnecido y colgado de la
cruz, vio al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
La esperanza se mezcló con la angustia en su voz, mientras
que su alma desamparada se aferraba de un Salvador moribundo.
"Señor, acuérdate de mí —exclamó—, cuando vinieres en tu reino”
(Luc. 23: 42, V M ). Prestamente llegó la respuesta:. . . De cierto
te digo hoy: estarás conmigo en el Paraíso.( 18)
Esa fe puede estar representada por los labradores que fue­
ron a trabajar a la hora undécima, y que recibieron igual paga
que los que habían trabajado durante muchas horas. E l ladrón
pidió con fe, en actitud penitente, con contrición. Pidió con fer­
vor, como si comprendiera plenamente que Jesús podía salvarlo
si quería. ( 19)
" Aquellos a quienes Cristo elogia en el juicio, pueden haber
sabido poca teología, pero albergan sus principios... Entre los
paganos hay quienes adoran a Dios ignorantemente, quienes no
han recibido jamás la luz por un instrumento humano, y sin em­
bargo no perecerán. Aunque ignorantes de la ley escrita de Dios,
oyeron su voz hablarles en la naturaleza e hicieron las cosas
que la ley requería. Sus obras son evidencia de que el Espíritu
de Dios tocó su corazón, y son reconocidos como hijos de Dios.
¡Cuánto se sorprenderán y alegrarán los humildes de entre
las naciones y entre los paganos, al oír de los labios del Salvador:
“En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más peque­
ños, a mí lo hicisteis”! (Mat. 25: 45) ¡Cuán alegre se sentirá el
corazón del Amor Infinito cuando sus seguidores lo miren con
sorpresa y gozo al oír sus palabras de aprobación! ( 20) , J .j ,

r f
Durante el Milenio
y Miércoles 9 de noviembre
RESPUESTAS SATISFACTORIAS
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos
más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que
vuestros pensamientos. Isa. 55: 9.
Nuestros planes no son siempre los de D ios... En su amante
cuidado e interés por nosotros, muchas veces Aquel que nos
comprende mejor de lo que nos comprendemos a nosotros mis­
mos, se niega a permitirnos que procuremos con egoísmo la
satisfacción de nuestra ambición... Muchas veces nuestros pla­
nes fracasan para que los de Dios respecto a nosotros tengan
éxito... En la vida futura se aclararán los misterios que aquí nos
han preocupado y chasqueado. Veremos que las oraciones que
nos parecían desatendidas y las esperanzas defraudadas figuraron
entre nuestras mayores bendiciones. ( 21)
No hemos avanzado lo suficiente en nuestras conquistas espi­
rituales como para comprender los misterios de Dios. Pero cuan­
do formemos parte de la familia del Señor, nos serán aclarados...
Muchos de los asuntos acerca de los cuales ahora Dios guar­
da silencio... nos serán revelados entonces. Los procedimientos
de la Providencia serán aclarados; los misterios de la gracia otor­
gada mediante Cristo serán manifestados. Lo que ahora la mente
no puede captar, lo que resulta difícil de entender, será explicado.
Veremos orden en lo que nos parecía inexplicable; sabiduría en
todo cuanto nos fue negado; bondad y misericordia e n . todo lo
que se nos dio. La verdad será revelada a la mente, libre de os­
curidad, de un solo trazo, y su brillo será permanente. El cora­
zón cantará de gozo. Los conflictos habrán terminado para siem­
pre, y se habrán solucionado todas las dificultades. ( 22)
Todo lo que nos dejó perplejos en las providencias de Dios
quedará aclarado en el mundo venidero. Las cosas difíciles de
entender hallarán entonces su explicación. Los misterios de la
gracia nos serán revelados. Donde nuestras mentes finitas discer­
nían solamente confusión y promesas quebrantadas, veremos la
más perfecta y hermosa armonía. Sabremos que el amor infinito
ordenó los incidentes que nos parecieron más penosos. A medi­
da que comprendamos el tierno cuidado de Aquel que hace que
todas las cosas obren conjuntamente para nuestro bien, nos re­
gocijaremos con gozo inefable y rebosante de gloria. (23)

319
Durante el Milenio Jueves 10 de noviembre
PONED VUESTRA MIRA EN LAS COSAS D E ARRIBA
Poned la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra. Col. 3 :2 .
Cuando el pueblo de Dios aparte sus ojos de las cosas de
este mundo y los ponga en el cielo y en las cosas celestiales,
será un pueblo peculiar, porque verá la misericordia, la bondad
y la compasión que Dios ha manifestado por los hijos de los
hombres. Su amor le exigirá una respuesta y su vida eviden­
ciará a quienes lo rodean que el Espíritu de Dios lo domina,
que está poniendo sus afectos en las cosas de arriba y no en
las de la tierra.
Al pensar en el cielo, podemos llevar nuestra imaginación
hasta el límite más amplio e idear los más elevados pensamientos
de que seamos capaces, y nuestra mente se fatigará en el esfuer­
zo por comprender la anchura, la profundidad y la altura del
asunto. Es imposible que nuestras mentes abarquen los grandes
temas de la eternidad. Es imposible que nos esforcemos por com­
prender esas cosas sin que esto afecte todo nuestro carácter para
el bien y recibamos una influencia elevadora en nuestra mente.
Al pensar en que Cristo vino a nuestro mundo para morir por el
hombre caído, comprendemos algo del precio que se pagó por
nuestra redención, y que no existe verdadera bondad o grandeza
sin Dios.
Sólo por medio de la luz que irradia la cruz del Calvario
sabemos a qué profundidad de pecado y degradación cayó la
raza humana debido a la transgresión. Sólo por la longitud de
la cadena que desciende del cielo para levantarnos, podemos
conocer las profundidades en las que estuvimos sumidos. Y sólo
teniendo presentes las realidades invisibles podemos comprender
algo del maravilloso tema de la redención.
Estamos casi en el hogar; pronto oiremos la voz del Salva­
dor, más hermosa que cualquier música, diciendo: “Tu lucha
ha terminado. Entra en el gozo de tu Señor”. Bendita, bendita
bendición; deseo escucharla de sus labios inmortales. ( 24) Deseo
alabarlo; deseo honrar al que está sentado en el trono. Deseo
que mi voz suene y resuene en las cortes del cielo. ¿Estaréis
vosotros allá? .. . Que Dios nos ayude.. . y que podamos gustar
de las alegrías del mundo venidero. ( 25)

320
Durante el Milenio Viernes 11 de noviembre
LA RECOMPENSA D E LOS REDIM IDOS
Si permaneciere la o b ra .. . recibirá recompensa. 1 Cor. 3: 14.
Gloriosa será la recompensa concedida cuando los fieles obre­
ros se reúnan en derredor del trono de Dios y del Cordero. Cuan­
do, en su estado mortal, Juan contempló la gloria de Dios, cayó
como muerto; no pudo soportar la visión. Pero cuando los hijos de
Dios hayan recibido la inmortalidad, lo verán “como él es” (1 Juan
3 :2 ) . Estarán delante del trono, aceptos en el Amado. Todos
sus pecados habrán sido borrados, todas sus transgresiones ex­
piadas. Entonces podrán mirar sin velo la gloria del trono de
Dios. Habrán participado con Cristo en sus sufrimientos, habrán
trabajado con él en el plan de la salvación, y participarán con él
del gozo de ver almas salvadas en el reino de Dios, para alabar
allí a Dios durante toda la eternidad.. .
En aquel día los redimidos resplandecerán en la gloria del
Padre y del Hijo. Tocando sus arpas-de oro, los ángeles darán
la bienvenida al Rey y a los trofeos de su victoria: . . . Se eleva­
rá un canto de triunfo que llenará todo el cielo. Cristo habrá
vencido. Entrará en los atrios celestiales acompañado por sus
redimidos, testimonios de que su misión de sufrimiento y sacri­
ficio no fue en vano...
Hay mansiones para los peregrinos de la tierra. Hay vesti­
duras, coronas de gloria y palmas de victoria para los justos.
Todo lo que nos dejó perplejos en las providencias de Dios,
quedará aclarado en el mundo venidero. Las cosas difíciles. de
entender hallarán entonces su explicación. Los misterios de la
gracia nos serán revelados. Donde nuestras mentes finitas dis­
cernían solamente confusión y promesas quebrantadas, veremos
la más perfecta y hermosa armonía. Sabremos que el amor infi­
nito ordenó los incidentes que nos parecieron más penosos. A
medida que comprendamos el tierno cuidado de Aquel que hace
que todas las cosas obren conjuntamente para nuestro bien, nos
regocijaremos con gozo inefable y rebosante de gloria...
Os ruego que os preparéis para la venida de Cristo en las
nubes de los cielos... Preparaos para el juicio, para que cuando
Cristo venga para ser admirado por todos los que creen, podáis
estar entre aquellos que le recibirán en paz. ( 29)
Durante el Milenio
7
Sábado 12 de noviembre
LO QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de
hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
1 Cor. 2: 9.
I,os que verdaderamente aman a Dios, desearán mejorar los
talentos recibidos a fin de que puedan ser una bendición para
otros. Y pronto las puertas del cielo se abrirán para admitirlos,
y los labios del Rey de gloria pronunciarán la bendición que
será para sus oídos como la más hermosa música: “Venid, ben­
ditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros
desde la fundación del mundo” (Mat. 25: 34). Así se les dará la
bienvenida a los redimidos a las mansiones que Jesús les está
preparando. Allí sus compañeros no serán los viles de la tierra,
sino los que por la ayuda divina han formado caracteres per­
fectos. Toda tendencia pecaminosa, toda imperfección ha sido
eliminada por la sangre de Cristo; y se les imparte la excelen­
cia y brillantez de su gloria, que excede por lejos al fulgor del
sol en su esplendor meridiano. Y la belleza moral, la perfección
de su carácter [de Cristo], resplandece a través de ellos, con una
excelencia que sobrepasa ese esplendor exterior. Están sin culpa
ante el gran trono blanco, compartiendo la dignidad y los privi­
legios de los ángeles. ( 27)
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en cora­
zón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le
aman”. Teniendo en vista esta gloriosa herencia, “¿qué recompen­
sa dará el hombre por su alma?” (Mát. 1 6 :2 6 ). Quizás sea po­
bre; pero posee una riqueza y dignidad que el mundo jámas
podrá otorgar. ( 2S)
Morar para siempre en este hogar de los bienaventurados; lle­
var en el alma, el cuerpo y el espíritu, no los obscuros estigmas del
pecado y la maldición, sino la perfecta semejanza de nuestro Crea­
dor, y a través de los siglos sin fin progresar en sabiduría, conoci­
miento y santidad, explorando siempre nuevos campos del pensa­
miento, hallando siempre nuevos prodigios y nuevas glorias, cre­
ciendo siempre en capacidad de conocer, disfrutar y amar, sabien­
do que quedan todavía delante de nosotros gozo, amor y sabi­
duría infinitos, tal es el fin hacia el cual dirige la esperanza el
cristiano, el fin para el cual nos prepara la educación cristiana. ( 29)

322
Durante el Milenio Domingo 13 de noviembre
E L FRUTO D EL ARBOL D E LA VIDA
En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río,
estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada
mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las
naciones. Apoc. 22: 2.
El fruto del árbol de la vida que estaba en el jardín del Edén
tenía virtudes sobrenaturales. Comer de él significaba vivir para
siempre. Era el antídoto contra la muerte. Sus hojas servían para
mantener la vida y la inmortalidad. . . Después de la entrada
del pecado, el Labrador celestial lo trasladó al Paraíso que está
en el cielo.( 30)
Los santos redimidos, que han amado a Dios y guardado
sus mandamientos aquí, entrarán por las puertas de la ciudad, y
tendrán derecho al árbol de la vida. Comerán de él con toda
libertad tal como lo hicieron nuestros primeros padres antes de
su caída. Las hojas de ese árbol inmortal y de amplia copa,
serán para la sanidad de las naciones. Habrán desaparecido to­
dos sus infortunios. Jamás volverán a sentir los efectos de la
enfermedad, la tristeza y la muerte, porque las hojas del árbol
de la vida los habrán sanado. Jesús verá el fruto del trabajo de
su alma y se sentirá satisfecho, cuando los redimidos, que fueron
objeto de angustias, fatigas y aflicciones, que gimieron bajo el
peso de las calamidades, se reúnan en torno del árbol de la vida
para comer de su fruto inmortal, del que nuestros primeros padres
perdieron todo derecho por haber quebrantado los mandamientos
de Dios. Allí jamás habrá peligro de volver a perder el derecho
al árbol de la vida, porque el que condujo a la tentación y al
pecado a nuestros primeros padres será destruido en ocasión
de la muerte segunda. ( 31)
La condición para'- comer del árbol de la vida era obedecer
todos los mandamientos. Adán cayó por desobedecer. . . La
obediencia mediante Cristo Jesús confiere al hombre perfección
de carácter y derecho al árbol de la vida. En el testimonio de
Jesús a Juan están plenamente establecidas las condiciones para
participar otra vez de ese fruto: “Bienaventurados los que guar­
dan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de
la vida, y que entren por las puertas en la ciudad” (Apoc. 22:
14, Versión Valera antigua).(32)
Durante el Milenio Lunes 14 de noviembre
E L TRONO CIRCUNDADO POR UN ARCO IRIS
He aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno
sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a
piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un
arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Apoc. 4 :2 , 3.
Tal como el arco iris se forma en las nubes por la unión
de los rayos del sol y las gotas de lluvia, el arco iris que rodea
el trono representa el poder combinado de la misericordia y la
justicia. No sólo hay que afirmar la justicia, porque eclipsaría la
gloria del arco iris de la promesa que está sobre el trono; los hom­
bres sólo verían la condenación de la ley. Si no hubiera justicia
ni sanción, el gobierno de Dios carecería de estabilidad. La unión
de la justicia y la misericordia perfecciona la salvación. . .
La misericordia nos invita a entrar en la ciudad de Dios a
través de sus puertas, y la justicia se complace en otorgar a toda
alma obediente los privilegios plenos que le corresponden como
miembro de la familia real e hijo del Rey del cielo. Si tuviéramos
defectos de carácter, no podríamos franquear las puertas que
la misericordia ha abierto para los obedientes; porque la justicia
está en pie junto a la entrada y requiere santidad de todos los que
quieran ver a Dios.
Si la justicia hubiera desaparecido y fuese posible que la
misericordia divina abriese sus puertas a toda la humanidad sin
tomar en cuenta su carácter, habría en el cielo una situación de
desafecto y rebelión peor que la que se produjo cuando Satanás
fue expulsado. Se romperían la paz, la felicidad y la armonía
del cielo. El traslado de la tierra al cielo no cambiará el carácter
de los hombres. La felicidad de los redimidos en el cielo será el
resultado del carácter semejante al de Cristo que hayan formado
en esta vida. Los santos del cielo habrán comenzado por ser
santos en la tierra. . .
El arco iris sobre el trono es el testimonio eterno de que
“de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo uni­
génito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna” (Juan 3: 16). . . Dios nunca abandonará a
su pueblo en su lucha contra el pecado. Jesús sea nuestro
tema. ( 33)

324
Durante el Milenio Martes 15 de noviembre
VEREMOS AL REY
Tus ojos verán al Rey en su hermosura; ve­
rán la tierra que está lejos. Isa. 33: 17.
Si deseamos ver al Rey en su hermosura, debemos compor­
tarnos dignamente aquí. Debemos superar nuestra puerilidad.
Cuando seamos provocados, guardemos silencio. Hay ocasiones
eiT'que el silencio es elocuencia. Hemos de revelar la pacien­
cia, la Sondad y la tolerancia que nos harán dignos de ser llama­
dos hijos e hijas de Dios. Hemos de confiar y creer en él, y apo­
yarnos en él. Hemos de seguir las pisadas de Cristo. “Si alguno
quiere venir en .pos de mí” dice, “niéguese a sí mismo, tome su
cruz cada día, y sígame” (Luc. 9 :2 3 ). . i. Tal vez sea una
cruz pesada guardar silencio cuando debéis hacerlo. Puede ser
una disciplina dolorosa; pero permitidme aseguraros que el silen­
cio hace más para vencer el mal que una tormenta de palabras
airadas.
En este mundo hemos de aprender lo que debemos ser a fin
de tener un lugar en las cortes celestiales. Hemos de aprender
lecciones que Cristo desea enseñarnos, a fin de que estemos
preparados para ser llevados a la escuela superior en las cortes
celestiales, donde el Salvador nos conducirá junto al río de la vida,
explicándonos muchas cosas que aquí no podemos compren­
der. . . Allí veremos la gloria de Dios como nunca la vimos aquí.
Ahora sólo tenemos una vislumbre de esa gloria, porque no per­
severamos en conocer al Señor. ( 34)
Todo principio correcto, toda verdad aprendida en una escue­
la terrenal, nos hará progresar en esa proporción en la escuela
celestial. Como Cristo anduvo y conversó con sus discípulos du­
rante su ministerio en esta tierra, así nos enseñará en la escuela
celestial, guiándonos por las márgenes del río de aguas vivas y
revelándonos verdades que en esta vida permanecerán ocultas
como misterios debido a las limitaciones de la mente humana,
tan perjudicada por el pecado. En la escuela celestial tendremos
oportunidad de alcanzar, paso a paso, las mayores alturas del
saber. . . Allí veremos al Rey en su hermosura, y contemplare­
mos sus encantos sin par.(35)
Largo tiempo hemos aguardado; pero nuestra esperanza no
debe debilitarse. Si tan sólo podemos ver al Rey en su hermosura,
seremos bienaventurados para siempre. ( 36)

325
Durante el Milenio Miércoles 16 de noviembre
LOS CIENTO CUARENTA Y CUATRO MIL
Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre e! monte
de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nom­
bre de él y el de su Padre escrito en la frente. Apoc. 14: 1.
Delante del trono, sobre el mar de cristal —ese mar de vi­
drio que parece mezclado ccn fuego por lo mucho que resplan­
dece con la gloria de Dios—, hállase reunido el grupo de los
que salieron victoriosos de “la bestia y su imagen, y su
marca, y el número de su nombre”. Con el Cordero en el
Monte de Sion, “teniendo las arpas de Dios”, están en pie los cien­
to cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los hom­
bres; se oye una voz, como el estruendo de muchas aguas y como
el estruendo de un gran trueno, “una voz. . . como de arpistas
que tocaban sus arpas”. Cantan “un cántico nuevo” delante del
trono, un cántico que nadie podía aprender sino aquellos ciento
cuarenta y cuatro mil. Es el cántico de Moisés y del Cordero, un
cántico de liberación.
Ninguno sino los ciento cuarenta y cuatro mil pueden apren­
der aquel cántico, pues es el cántico de su experiencia —una expe­
riencia que ningún otro grupo ha conocido jamás. “Estos son
los que siguen al Cordero por dondequiera que va”. Habiendo
sido trasladados de la tierra, de entre los vivos, son contados por
“primicias para Dios y para el Cordero” (Apoc. 15: 2, 3; 14: 1-5).
“Estos son los que han salido de la gran tribulación”; han pasa­
do por el tiempo de angustia cual nunca ha sido desde que ha
habido nación; han sentido la angustia del tiempo de la aflic­
ción de Jacob; han estado sin intercesor durante el derramamiento
final de los juicios de Dios. Pero han sido librados, pues “han
lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cor­
dero”. “En sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin má­
cula” delante de Dios. “Por esto están delante del trono de Dios,
y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre
el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos” (Apoc. 7: 14, 15).
Han visto la tierra asolada con hambre y pestilencia^ el sol
que tenía el poder de quemar a los hombres con íu intenso calor,
y ellos mismos han soportado padecimientos, hambre y sed. Pero
“no tendrán hambre, ni sed, y el sol no caerá "‘más" sobre ellos, ni
calor alguno” (Apoc. 7: 14-16).(37)
Durante el Milenio Jueves 17 de noviembre
LA GRAN MULTITUD D E LOS REDIM IDOS
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie
podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas,
que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, ves­
tidos de ropas blancas, y con palmas en las manos. Apoc. 7: 9.
Todas las clases, todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas
estarán ante el trono de Dios y del Cordero con sus vestidos inma­
culados y sus coronas adornadas con piedras preciosas. Dijo el
ángel: "Estos son los que han venido de grande tribulación, y
han lavado sus ropas y las han emblanquecido, mientras los ama­
dores de placeres más que de Dios, los sensuales y desobedientes,
han perdido ambos mundos. No tienen las cosas de esta vida
ni la vida inmortal”.
Aquella multitud triunfante con cantos de victoria, coronas
y arpas, ha pasado por el horno de fuego de la aflicción terrena
cuando estaba caldeado y ardía intensamente. Vienen de la mi­
seria, el hambre y la tortura, de la abnegación profunda y los
amargos desengaños. Miradlos ahora como vencedores, no ya
pobres, ni apenados, ni afligidos y odiados de todos por causa
de Cristo. Contemplad sus atavíos celestiales, blancos y resplande­
cientes, más preciosos que cualquier vestido real. Mirad por fe
sus coronas adornadas con piedras preciosas; nunca una diadema
semejante engalanó la frente de ningún monarca terreno.
Escuchad sus voces cuando cantan resonantes hosanas mien­
tras agitan las palmas de la victoria. Una música hermosa’ llena
el cielo cuando sus voces entonan estas palabras: “Digno, digno
es el Cordero que fue inmolado y resucitó para siempre. Salva­
ción a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero”.
Y la hueste angélica, ángeles y arcángeles, querubines cubridores
y gloriosos serafines, repiten el estribillo de aquel canto gozoso
y triunfal diciendo: “Amén. La bendición y la gloria y la sabidu­
ría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean
a nuestro Dios por los siglos de los siglos” (Apoc. 7: 1 2 ).(38)
¡Oh!, en ese día quedará a la vista que los justos fueron
sabios, en tanto que los pecadores fueron necios. . . Su paga
será humillación y desprecio eternos. Los que hayan sido colabo­
radores de Cristo estarán entonces junto al trono de Dios, reves­
tidos de pureza y del manto de la justicia eterna. ( 39)

327
/
Durante el Milenio Viernes 18 de noviembre
LA RECOMPENSA D EL GANADOR DE ALMAS
Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento;
y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a
perpetua eternidad. Dan. 12:3.
Cuando pienso en esas palabras de Daniel, me sorprendo a
mí misma despierta en la noche y repitiéndolas una y otra vez.
.. .Mirad el sol y las estrellas puestos en orden en los cielos,
y conocidos por sus nombres. El Señor dice: Los que enseñan
la justicia a la multitud brillarán como las estrellas a perpetua
eternidad. ( 40)
A fin de determinar cuán importantes son los intereses que
entraña la conversión del alma del error a la verdad, debemos
apreciar el valor de la inmortalidad; debemos comprender cuán
terribles son los dolores de la segunda muerte; debemos apreciar
el honor y la gloria que aguardan a los redimidos, y entender lo
que es vivir en la presencia de Aquel que murió para poder
elevar y ennoblecer a los hombres, y dar al vencedor una dia­
dema real.
Las mentes finitas no pueden estimar plenamente el valor

( de un alma. ¡Con cuánta gratitud recordarán los rescatados y


glorificados a aquellos que hayan sido instrumentos de su salva­
ción! Nadie lamentará entonces sus esfuerzos abnegados y labo­
res perseverantes, su paciencia, longanimidad y fervientes anhelos
por las almas que podrían ihaberse perdido si hubiera descuidado
su deber o se hubiese cansado de hacer el bien.
Entonces los que sean dignos de ir vestidos de blanco se ha­
llarán reunidos en el redil del gran Pastor. Desde su trono, el
Cordero saludará al obrero fiel y al alma salvada por su labor,
y los conducirá al árbol de la vida y a la fuente de aguas vivas.
¡Con qué gozo contemplará el siervo de Cristo esos redimidos,
que podrán compartir la gloria de su Redentor! ¡Cuánto más
precioso será el cielo para los que hayan sido fieles en la obra
de salvar almas! ( 41)

328
Durante el Milenio Sábado 19 de noviembre
PENSAD EN LAS COSAS D EL CIELO
Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lava­
do sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
Apoc. 7: 14.
Mientras estaba en visión, Juan vio un grupo de personas
vestidas con ropas blancas. . . Estaban en el templo de Dios. Allí
llegarán todos los que recurran a los méritos de Cristo y laven
sus ropas en su sangre. Se ha hecho provisión para que podamos
sentarnos con Cristo en su trono, pero la condición es que este­
mos en armonía con la ley de Dios. . .
No podemos permitirnos perder el cielo. Debemos conver­
sar acerca de las cosas celestiales. Allí no habrá muerte ni do­
lor. ¿Por qué somos tan remisos para hablar de esas cosas?
¿Por qué nos referimos siempre a las cosas terrenales?. . . Pronto
vendrá Cristo a reunir a los que estén preparados para llevarlos
a ese glorioso lugar. “Así también Cristo fue ofrecido una sola
vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda
vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”
(Heb. 9 :2 8 ).
¿Nos agrada pensar en ese acontecimiento o preferimos ig­
norarlo?. . . Cuanto más hablemos de Jesús, tanto más reflejare­
mos su divina imagen. Mediante la contemplación somos trans­
formados^42). Necesitamos que Cristo forme parte de nuestra
experiencia religiosa. Cuando os reunís, sea Cristo y su salvación
el motivo de vuestra conversación. . . Mientras más hablemos de
Jesús, más de sus incomparables encantos lograremos contem­
plar^43)
Los que no hallan placer en pensar y hablar de Dios en
esta vida, no gozarán de la vida venidera, donde Dios estará
siempre presente, habitando con su pueblo. Pero los que se de­
leitan en pensar en Dios, estarán en su elemento respirando la
atmósfera del cielo. ( 44) Los que en esta tierra amen los pensa­
mientos relacionados con el cielo, se sentirán felices con las com­
pañías y los placeres santos. . . “Y no habrá más maldición; y
el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le
servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes”
(Apoc. 22: 3, 4 ) .( 45)

329
Durante el Milenio Domingo 20 de noviembre
LAS GLORIAS D E L MUNDO CELESTIAL
Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios
fuera de ti, que hiciese por el que en él espera. Isa. 64: 4 .
Muchos han ansiado penetrar en las glorias del mundo del
futuro y que los secretos de los misterios eternos les sean revela­
dos; pero han insistido en vano. Lo revelado es para nosotros y
para nuestros hijos. . . E l gran Revelador ha manifestado ante
nuestras inteligencias muchas cosas que son esenciales a fin de
que podamos comprender los atractivos celestiales y estimar la
recompensa. . .
Las revelaciones de jesús respecto de las cosas celestiales
son de tal carácter que sólo la mente espiritual las puede apre­
ciar. L a imaginación puede recurrir a sus más poderosas facul­
tades a fin de imaginar las glorias del cielo, pero “cosas que ojo
no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son
las que Dios ha preparado para los que le aman” (IC o r. 2 :9 ) .
Las inteligencias celestiales nos rodean. . . Los ángeles de luz
crean una atmósfera celestial alrededor del alma, elevándonos
hacia lo invisible y lo eterno. No podemos contemplar sus formas
con nuestra vista natural; sólo mediante la visión espiritual po­
demos discernir las cosas celestiales. Nuestras facultades huma­
nas serían aniquiladas por la gloria indescriptible de los ángeles
de luz. Sólo eí oído espiritual puede percibir la armonía de las
voces celestiales. No es el plan de Dios que se despierten las
emociones mediante descripciones ampulosas. . . Con suficiente
claridad se ha presentado a sí mismo, el camino, la verdad y la
vida, como el único medio por el cual se puede obtener la salva­
ción. En verdad no se exige nada más que eso.(46)
F,1 podríá conducir al alma humana hasta los umbrales del cie­
lo y mostrarle, a través de la puerta abierta, la gloria que surge
del interior del santuario celestial, y que resplandece a través
de sus portales; pero debemos contemplarla por fe, no mediante
nuestra vista natural. El no olvida que somos sus agentes humanos,
que debemos hacer la obra de Dios en un mundo totalmente mar­
chito y malogrado por la maldición. En este mundo envuelto en
la mortaja de la lobreguez moral, donde tinieblas cubren la tie­
rra y oscuridad las naciones, debemos andar en la luz del cielo. ( 47)

330
Durante el Milenio
J Lunes 21 de noviembre
CONTEMPLAD LAS COSAS ETERNAS
No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se
ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no
se ven son eternas. 2 Cor. 4: 18.
Si la iglesia estuviese dispuesta a vestirse con la justicia de
Cristo, apartándose de toda obediencia al mundo, se presentaría
ante ella el amanecer de un brillante y glorioso día. La promesa
que Dios le hizo permanecerá firme para siempre. . . La verdad,
pasando por alto a los que la desprecian y rechazan, triunfará.
Aunque a veces ha parecido sufrir retrasos, su progreso nunca ha
sido detenido. . . Dotado de energía divina, [el mensaje] podrá
abrirse camino a través de las barreras más fuertes, y triunfar
sobre todo obstáculo.
¿Qué sostuvo al Hijo de Dios en su vida de pruebas y sacri­
ficios? Vio los resultados del trabajo de su alma y fue saciado.
Mirando hacia la eternidad, contempló la felicidad de los
que por su humillación obtuvieron el perdón y la vida eterna.
Su oído captó la aclamación de los redimidos. Oyó a los rescata­
dos cantar el himno de Moisés y del Cordero.
Podemos tener una visión del futuro, de la bienaventuranza
en el cielo. En la Biblia se revelan visiones de la gloria futura,
escenas bosquejadas por la mano de Dios, las cuales son muy es­
timadas por su iglesia. Por la fe podemos estar en el umbral de
la ciudad eterna, y oír la bondadosa bienvenida dada a los que
en esta vida cooperaron con Cristo, considerándose honrados al
sufrir por su causa. Cuando se expresen las palabras: “Venid,
benditos de mi Padre”, pondrán sus coronas a los pies del Reden­
tor, exclamando: “E l Cordero que fue inmolado es digno de to­
mar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la
gloria y la alabanza. . . Al que está sentado en el trono y al Cor­
dero, sea la alabanza, la honra, la gloria, y el poder, por los siglos
de los siglos” (Mat. 25 :3 4 ; Apoc. 5 :1 2 , 13).
Allí los redimidos darán la bienvenida a los que los condu­
jeron al Salvador, y todos se unirán para alabar al que murió
para que los seres humanos pudiesen tener la vida que se mide
con la de Dios. El conflicto terminó. . . Himnos de victoria lle­
nan todo el cielo al elevar los redimidos el gozoso cántico: Digno,
digno es el Cordero que fue muerto, y que vive nuevamente co­
mo vencedor. ( 18)

331
Durante el Milenio Martes 22 de noviembre
BIENAVENTURADOS LOS QUE LAVAN SUS VESTIDURAS
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al
árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
Apoc. 22: 14.
¿Esperamos llegar al cielo al fin y unirnos al coro celestial?
Como descendimos a la tumba así saldremos, en cuanto concierne
al carácter. . . Ahora es el momento de lavar y planchar. . .
Juan vio el trono de Dios rodeado por un grupo, y preguntó:
“¿Quiénes son éstos?” La respuesta fue: “Son los que. . . han
lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cor­
dero” (Apoc. 7: 14). Cristo los lleva a las fuentes de aguas vivas
y allí está el árbol de la vida y el precioso Salvador. Se nos
presenta aquí una vida que se mide con la vida de Dios. Allí no
hay dolor, pena, enfermedad o muerte. Todo es paz, armonía
y amor. . .
Ahora es el momento de recibir gracia, fortaleza y poder
para combinarlos con nuestros esfuerzos humanos a fin de que
podamos formar caracteres para la vida eterna. Cuando hagamos
esto, descubriremos que los ángeles de Dios nos servirán, y sere­
mos herederos de Dios y coherederos de Cristo. Y cuando sue­
ne la última trompeta, y los muertos sean llamados de su prisión
y transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, se
colocarán las coronas de gloria inmortal sobre la cabeza de los
merecedores. Las puertas perlinas se abrirán para dejar entrar
a las naciones que han guardado la verdad. El conflicto habrá
terminado.
“Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado
para vosotros desde la fundación del mundo” (Mat. 25: 34). ¿De­
seamos esta bendición? Yo sí, y creo que vosotros también. Dios
os ayude para librar las batallas de esta vida, ganar diariamente
la victoria y al fin estar entre los que arrojarán sus coronas a los
pies de Jesús, pulsarán las arpas de oro y llenarán el cielo con
la música más dulce. ( 49) Deseo que améis a mi Jesús. . . No
rechacéis a mi Salvador porque él pagó un preció" infinito por
vosotros. Veo en Jesús encantos incomparables, y deseo que
vosotros también los veáis. ( 60)
V & 'Y !**-'

332
/
Durante el Milenio Miércoles 23 de noviembre
E L JUICIO DURANTE EL MILENIO
¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?
¿Cuánto más las cosas de la vida? 1 Cor. 6 : 3.
Durante los mil años que transcurrirán entre la primera re­
surrección y la segunda, se verificará el juicio de los impíos. El
apóstol señala este juicio como un acontecimiento que sigue al
segundo advenimiento. “No juzguéis nada antes de tiempo, hasta
que venga el Señor; el cual sacará a luz las obras encubiertas de
las tinieblas, y pondrá de manifiesto los propósitos de los corazo­
nes”. (1 Cor. 4: 5, V M ). Daniel declara que cuando vino el An­
ciano de días, “se dio el juicio a los santos del Altísimo” (Dan.
7 :2 2 ). En ese entonces reinarán los justos como reyes y sacer­
dotes de Dios. San Juan dice en el Apocalipsis: “Vi trones, y
se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar”.
"Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”
(Apoc. 20: 4, 6 ). Entonces será cuando, como está predicho por
San Pablo “los santos han de juzgar al mundo” ( I Cor. 6: 2 ). Jun­
to con Cristo juzgan a los impíos, comparando sus actos con el
libro de la ley, la Biblia, y fallando cada caso en conformidad con
los actos que cometieron por medio de su cuerpo. Entonces lo que
los malos tienen que sufrir es medido según sus obras, y queda
anotado frente a sus nombres en el libro de la muerte.
También Satanás y los ángeles malos son juzgados por Cristo
y su pueblo. San Pablo dice: “¿No sabéis que hemos de juzgar
a los ángeles?” (Vers. 3 ) . »Y San Judas declara que “a los ángeles
que no guardaron su original estado, sino que dejaron su propia
habitación, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas,
hasta el juicio del gran día” (Jud. 6, VM ).
Al fin de los mil años vendrá la segunda resurrección. En­
tonces los impíos serán resucitados, y comparecerán ante Dios
para la ejecución del juicio “decretado”. Así el escritor del Apo­
calipsis, después de haber descripto la resurrección de los justos,
dice: “Los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cum­
plieron mil años” (Apoc. 20: 5 ). E Isaías declara con respecto a
los impíos: “Serán juntados como se juntan los presos en el ca­
labozo, y estarán encerrados en la cárcel; y después d e muchos
dias serán sacados a suplicio” (Isa. 24: 22, V M ).(B1)

333
/
Durante el Milenio Jueves 24 de noviembre
CRISTO REGRESA NUEVAMENTE A LA TIERRA
También profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí,
vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer
juicio contra todos. Judas 14, 15.
Al fin de los mil años, Cristo regresa otra vez a la tierra. Lo
acompaña la hueste de los redimidos, y lo sigue una comitiva de
ángeles. Al descender en majestad aterradora, manda a los muer­
tos impíos que resuciten para recibir su condenación. Se le­
vanta ese gran ejército, innumerable como la arena del mar. ¡Qué
contraste entre ellos y los que resucitaron en la primera resurrec­
ción! Los justos estaban revestidos de juventud y belleza inmor­
tales. Los impíos llevan las huellas de la enfermedad y de la
muerte.
Todas las* miradas de esa inmensa multitud se vuelven para
contemplar la gloria del Hijo de Dios. A su voz las huestes de
los impíos exclaman: “¡Bendito el que viene en el nombre del
Señor!” No es amor a Jesús lo que les inspira esta exclamación,
sino que el poder de la verdad arranca esas palabras de sus labios.
Los impíos salen de sus tumbas tales como a ellas bajaron, con la
misma enemistad hacia Cristo y el mismo espíritu de rebelión. No
disponen de un nuevo tiempo de gracia para remediar los defectos
de su vida pasada, pues de nada les serviría. Toda una vida de
pecado no ablandó sus corazones. De serles concedido un se­
gundo tiempo de gracia, lo emplearían como el primero, eludien­
do las exigencias de Dios e incitándose a la rebelión contra él.
Cristo baja sobre el monte de los Olivos, de donde ascendió
después de su resurrección, y donde los ángeles repitieron la pro­
mesa de su regreso. E l profeta dice: “Vendrá Jehová mi Dios,
y con él todos los santas”. “Y se afirmarán sus pies en aquel día
sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al
oriente: y el monte de los Olivos se partirá por en medio. . . ha­
ciendo un valle muy grande”. “Y Jehová será rey sobre toda la
tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre” (Zac.
14: 5, 4, 9 ). La Nueva Jerusalén, que desciende del cielo en
su deslumbrante esplendor, se asienta en el lugar purificado y
preparado para recibirla, y Cristo, su pueblo y los ángeles, entran
en la santa ciudad. ( 52)

334
Durante el Milenio Viernes 25 de noviembre
SATANAS QUEDA L IB R E
Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,
y saldrá para engañar a ¡as naciones que están en los cuatro
ángulos de la tierra. Apoc. 20: 7, 8 .
Al fin de los mil años vendrá la segunda resurrección. En­
tonces los impíos serán resucitados, y comparecerán ante Dios
para la ejecución del juicio “decretado”. Así el escritor del Apo­
calipsis, después de haber descripto la resurrección de ios justos,
dice: “Los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cum­
plieron mil años” (Apoc. 20: 5 ). E Isaías declara, con respecto
a los impíos: “Serán juntados como se juntan los presos en el
calabozo, y estarán encerrados en la cárcel; y después d e muchos
días serán sacados al suplicio” (Isa. 24: 22, V M ).
Entonces Satanás se prepara para la última tremenda lucha
por la supremacía. Mientras estaba despojado de su poder e im­
posibilitado para hacer su obra de engaño, el príncipe del mal
se sentía abatido y desgraciado; pero cuando resucitan los im­
píos y ve las grandes multitudes que tiene a su lado, sus espe­
ranzas reviven y resuelve no rendirse en el gran conflicto. Alis­
tará bajo su bandera a todos los ejércitos de los perdidos y por
medio de ellos tratará de ejecutar sus planes. Los impíos son sus
cautivos. Al rechazar a Cristo aceptaron la autoridad del jefe
de los rebeldes. Están listos para aceptar sus sugestiones y eje­
cutar sus órdenes. No obstante, fiel a su antigua astucia, no se
da por Satanás.PreterRlelíér eTIpfmcipe que tiene derecho a
posesión de la tierra y cuya herencia le ha sido arrebatada in­
justamente. Se presenta ante sus súbditos engañados como, reden­
tor, asegurándoles que su Poder los ha sacado de s^s tumbas,
y que está a punto de Iibráífes de la más cruel tiraníáTlu no
estar presente Cristo, Satanás obra milagros para sostener sus
pretensiones. Fortalece a los débiles y a todos infunde su propio
espíritu y energía. Propone dirigirlos contra el campamento de
los santos y tomar posesión de la ciudad de Dios. En un arre­
bato belicoso señala los innumerables millones que han sido
resucitados de entre los muertos, y declara que como jefe de
ellos es muy capaz de destruir la ciudad y recuperar su trono
y su reino.(5S)

3 cd
335
Durante el Milenio Sábado 26 de noviembre
SE DISPONEN A ATACAR LA NUEVA JERUSALEN
Satan ás.. . saldrá a engañar a las naciones.. . a
fin de reunir [las] para la batalla. Apoc. 20: 7, 8.
Entre aquella inmensa muchedumbre se cuentan numerosos
representantes de la raza longeva que existía antes del diluvio;
hombres de estatura elevada y de capacidad intelectual gigantes­
ca, que habiendo fcedido al dominio de los ángeles caídos, con­
sagraron toda su habilidad y todos sus conocimientos a la exal­
tación de sí mismos; hombres cuyas obras artísticas maravillosas
hicieron que el mundo idolatrase su genio, pero cuya crueldad
y malos ardides mancillaron la tierra y borraron la imagen de
Dios, de suerte que el Creador los hubo de raer de la superfi­
cie de la tierra. Allí hay reyes y generales que conquistaron
naciones, hombres valientes que nunca perdieron una batalla,
guerreros soberbios y ambiciosos cuya venida hacía temblar rei­
nos. .. Al salir de la tumba, reasumen el curso de sus pensa­
mientos en el punto mismo en que lo dejaran. Se levantan ani­
mados por el mismo deseo de conquista que los dominaba cuan­
do cayeron.
Satanás consulta con sus ángeles, y luego con esos reyes,
conquistadores y hombres poderosos. Consideran la fuerza y el
número de los suyos, y declaran que el ejército que está dentro
de la ciudad es pequeño, comparado con el de ellos, y que se
los puede vencer. Preparan sus planes para apoderarse de las
riquezas y la gloria de la Nueva Jerusalén. . . Hábiles artífices
fabrican armas de guerra. Renombrados caudillos organizan en
compañías y divisiones las muchedumbres de guerreros.
Al fin se da la orden de marcha, y las huestes innumerables
se ponen en movimiento; un ejército cual no fue jamás reunido
por conquistadores terrenales ni podría ser igualado por las fuer­
zas combinadas de todas las edades desde que empezaron las
guerras en la tierra. Satanás, el más poderoso guerrero, marcha
al frente, y sus ángeles unen sus fuerzas para esta batalla final.
Hay reyes y guerreros en su comitiva, y las multitudes siguen en
grandes compañías, cada cual bajo su correspondiente jefe. Con
precisión militar las columnas cerradas avanzan sobre la superfi­
cie desgarrada y escabrosa de la tierra hacia la ciudad de Dios.
Por orden de Jesús, se cierran las puertas de la nueva Jerusalén,
y los ejércitos de Satanás circundan la ciudad y se preparan pa­
ra el asalto. (**) ............. . •>

336
Durante el Milenio Domingo 27 de noviembre
EL JUICIO FINAL
Vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante D io s;. . . y
fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas
en los libros, según sus obras. Apoc. 20: 12.
Entonces Cristo reaparece a la vista de sus enemigos. Muy
por encima de la ciudad, sobre un fundamento de oro bruñido,
hay un trono alto y encumbrado. ‘ Eñ~eTT:íóño está sentado ét
Hijo de Dios, y en torno suyo están los súbditos de su reino.
Ningún lenguaje, ninguna pluma pueden expresar ni describir
el poder y la majestad de Cristo. La gloria del Padre eterno en­
vuelve a su Hijo. El esplendor de su presencia llena la ciudad
de Dios, rebosando más allá de las puertas e inundando toda la
tierra con su brillo.
Inmediatos al trono se encuentran los que fueron alguna
vez celosos en la causa de Satanás, pero que, cual tizones arran­
cados del fuego, siguieron luego a su Salvador con profunda e
intensa devoción. Vienen después los que perfeccionaron su ca­
rácter cristiano en medio de la mentira y de la incredulidad, los
que honraron la ley de Dios cuando el mundo cristiano la de­
claró abolida, y los millones de todas las edades que fueron mar­
tirizados por su fe. Y más allá está la “grande muchedumbre,
que nadie puede contar, de entre todas las naciones, y las tribus,
y los pueblos, y las lenguas... de pie ante el trono y •delante
del Cordero, revestidos de ropas blancas, y teniendo palmas en
sus manos” (Apoc. 7: 9, V M )...
Los redimidos entonan un canto de alabanza que se extiende
y repercute por las bóvedas del cielo: “¡Atribúyase la salvación
a nuestro Dios, que está sentado sobre el trono, y al Cordero!”
(Vers. 10). Angeles y serafines unen sus voces en adoración...
En presencia de los habitantes de la tierra y del cielo reu­
nidos, se efectúa la coronación final del Hijo de Dios. Y entonces
revestido de suprema majestad y poder, el Rey de reyes falla el
juicio de aquellos que se rebelaron contra su gobierno, y ejecuta
sentencia contra los que transgredieron su ley y oprimieron a su
pueblo. . .
Apenas se abren los registros, y la mirada de Jesús se dirige
hacia los impíos, éstos reconocen todos los pecados que come­
tieron. ( 55) ñ

337
Durante el Milenio Lunes 28 de noviembre
TODA OBRA SERA TRAIDA A JU ICIO
Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda
cosa encubierta, sea buena o sea mala. Ecl. 12:14.
En el caso de cada individuo hay un proceso en marcha
mucho más maravilloso que aquel por el cual el artista transfiere
los rasgos de una persona a la placa bruñida. ( * ) E l arte del fotó­
grafo consiste meramente en obtener fotografías de algo que es
perecedero; pero en el registro de la vida, el carácter se graba
con exactitud, y si ese registro es oscuro, jamás podrá ser borrado,
excepto por la sangre del sacrificio expiatorio. ( 56)
Los ángeles de Dios están ocupados en obtener un dague­
rrotipo del carácter con la misma fidelidad con que el artista
reproduce las facciones del rostro humano; |y seremos juzgados
por lo que revele ese daguerrotipo! ( 57)
Cuando se inicie el juicio y los libros se abran, habrá mu­
chas revelaciones asombrosas. Los hombres no aparecerán enton­
ces como se exponen ante los ojos humanos y los juicios falibles.
Los pecados secretos quedarán a la vista de todos. Se revelarán
motivos e intenciones que se ocultaron en la cámara secreta del
corazón. ( 58)
Todo aparecerá como un retrato de tamaño natural. ( 68)
En esa hora solemne y tremenda la infidelidad del esposo
quedará expuesta ante la esposa, y la deslealtad de la esposa
ante el esposo. Por primera vez los padres sabrán cuál fue el
carácter verdadero de sus hijos, y los hijos verán los errores
y desaciertos de sus padres. El que robó a su vecino recurriendo
a falsedades, no escapará con sus ganancias mal habidas. Dios
lleva en sus libros un registro exacto de todo acto injusto y de
cada negocio deshonesto. ( 60)
La memoria será fiel y vivida cuando condene al culpable
que en ese día haya sido hallado falto. La mente recordará todos
los pensamientos y acciones del pasado; la vida entera pasará
en revista como las escenas de un panorama. ( 61)

(•) L a H na. W h ite se e stá re firie n d o a un proced im ien to denom inado


d a g u erro tip ia, p recu rso r de la actu a l fo to g ra fía .—Nota de la Redacción.

338
Durante el Milenio Martes 29 de noviembre
CRISTO ES E L JUEZ
El Padre a nadie juzga, sino que to­
do el juicio dio al Hijo. Ju an 5: 22.
Al impartir sus enseñanzas, Cristo procuró impresionar a
los hombres con la certeza y el carácter público del juicio veni­
dero. No es el juicio de unos pocos individuos o aun de una
nación, sino del conjunto total de inteligencias humanas, de se­
res responsables. Se llevará a cabo en presencia de los otros
mundos, para que el amor, la integridad y el servicio del hombre
a Dios puedan ser honrados supremamente. Allí no faltarán ni
la gloria ni el honor.. . La ley de Dios será revelada en su ma­
jestad; y los que hayan asumido una actitud de desafiante rebe­
lión contra sus santos preceptos, comprenderán que la ley que
desecharon, menospreciaron y hollaron bajo sus pies, es la norma
de Dios para evaluar el carácter...
Por este mundo minúsculo el universo manifiesta su mayor
interés, porque Jesús pagó un precio infinito por las almas de
sus habitantes... Dios encomendó todo el juicio al Hijo porque
sin duda él es Dios manifestado en carne.
Dios decidió que el Príncipe de los sufrientes entre los hu­
manos fuera el Juez de todo el mundo. E l que vino desde las
cortes celestiales a salvar al hombre de la muerte eterna;. . . el
que se sometió a comparecer ante un tribunal terrenal y sufrió
la ignominiosa muerte de cruz, sólo él ha de pronunciar la sen­
tencia que determine la recompensa o el castigo. E l que se so­
metió aquí al sufrimiento y la humillación de la cruz, tendrá
en el consejo de Dios la más amplia compensación, y ascenderá
al trono reconocido por todo el universo celestial como Rey de
los santos. El emprendió la obra de la salvación y demostró
ante los mundos no caídos y la familia celestial que era capaz
de terminar la obra que comenzó...
En ese día de castigo y recompensa definitivos, tanto los
santos como los pecadores reconocerán en el que fue crucificado
al Juez de todos los vivientes... Se nos concede un tiempo de
prueba; se nos dan oportunidades y privilegios a fin de que
afirmemos nuestra vocación y elección. ¡Cuánto deberíamos va­
lorar este tiempo precioso y aprovechar cada talento que Dios
nos ha dado para ser fieles administradores de nosotros mismos!
Solemne será el día de la decisión final. ( 62)

339
f
Durante el Milenio Miércoles 30 de noviembre
PREMIOS Y CASTIGOS
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi
Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fun­
dación del mundo. Mat. 25: 34.
El Salvador nos presenta la escena del juicio final cuando
se da la recompensa a los que están a su mano derecha, y se
pronuncia sentencia de condenación sobre los que están a su
mano izquierda. Se presenta a los justos preguntando qué hicie­
ron para que se los recompense con tanta prodigalidad. Tuvie­
ron en sus corazones la presencia de Cristo, fueron imbuidos de
su Espíritu y sin esfuerzo consciente de su parte, sirvieron a
Cristo en la persona de sus santos y por lo tanto lograron cier­
tamente la recompensa. Pero no tuvieron en cuenta el premio
que iban a recibir, y la expectativa de él no formó parte del
motivo que los impulsó a actuar en su servicio. Lo que reali­
zaron fue hecho por amor a Cristo y al prójimo, y Jesús se
identifica con la humanidad que sufre, y considera como hechos
a él mismo todos los actos de simpatía, compasión y amor que
se hayan realizado en favor de los hombres.
En un sentido secundario todos debemos tener en cuenta la
recompensa. Pero al mismo tiempo que apreciamos la bendición
prometida, debemos confiar plenamente en Jesucristo, creer que
él obrará con justicia y que nos recompensará de acuerdo con
nuestras acciones. La dádiva de Dios es vida eterna, pero Jesús
no desea que estemos tan ansiosos con respecto a nuestra re­
compensa como al hecho de que hagamos su voluntad porque
es correcto hacerlo, al margen de toda ganancia. . .
Los que van a recibir la mayor recompensa serán los que
incorporaron a su actividad y celo la cortesía, y la tierna com­
pasión por el pobre, el huérfano, el oprimido y el afligido...
Hay entre nosotros quienes tienen un espíritu manso y hu­
milde —el espíritu de Cristo—, que realizan muchas acciones pe­
queñas con el objeto de ayudar a los que están a su alrededor
y que no piensan en ello. Se sorprenderán en el día final al
descubrir que Cristo tuvo en cuenta la palabra bondadosa que
dirigieron al desalentado, y los pequeños donativos que dieron
para ayudar al pobre, y que implicaron abnegación para ellos.
El Señor toma en cuenta el espíritu que impulsa un acto y re­
compensa consecuentemente; y la pureza, la humildad y el es­
píritu de amor como el de un niño influyen para que la ofrenda
sea preciosa a su vista. ( 63)

340
El Juicio Final y la Tierra Nueva Jueves l 9 de diciembre
VISION PANORAMICA D E LOS SUFRIM IENTOS D E CRISTO
Es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal
de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho
mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. 2 Cor. 5: 10.
Por encima del trono se destaca la cruz; y como en vista
panorámica aparecen las escenas de la tentación, la caída de
Adán y las fases sucesivas del gran plan de redención. E l humil­
de nacimiento del Salvador; su juventud pasada en la sencillez
y en la obediencia; su bautismo en el Jordán; el ayuno y la
tentación en el desierto; su ministerio público, que reveló a los
hombres las bendiciones más preciosas del cielo; los días reple­
tos de obras de amor y misericordia, y las noches pasadas en
oración y vigilia en la soledad de los montes; las conspiraciones
de la envidia, del odio y de la malicia con que se recompensa­
ron sus beneficios; la terrible y misteriosa agonía en Getsemaní,
bajo el peso anonadador de los pecados de todo el mundo; la trai­
ción que lo entregó en manos de la turba asesina; los terribles
acontecimientos de esa noche de horror: el preso resignado y
olvidado de sus discípulos más amados, arrastrado brutalmente
por las calles de Jerusalén; el Hijo de Dios presentado con visos
de triunfo ante Anás, obligado a comparecer en el palacio del
sumo sacerdote, en el pretorio de Pilato, ante el cobarde y cruel
Herodes; ridiculizado, insultado, atormentado y condenado a
muerte. Todo eso está representado a lo vivo.
Lue¿0, ante las” multitudes reproducen las es­
cenas finales: el paciente Varón de dolores recorriendo el sendero
del Calvario; el Príncipe del cielo colgado de la cruz; los sacerdo­
tes altaneros y el populacho escarnecedor ridiculizando la agonía
de la muerte; la oscuridad sobrenatural; el temblor de la tierra,
las rocas destrozadas y los sepulcros abiertos que señalaron el
momento en que expiró el Redentor del mundo.
La escena terrible se presenta con toda exactitud. Satanás,
sus ángeles y sus súbditos no pueden apartar los ojos del cuadro
que representa su propia obra. Cada actor recuerda el papel que
desempeñó... Todos contemplan la enormidad de su culpa. En
vano procuran esconderse ante la divina majestad de su presen­
cia que sobrepuja el resplandor del sol, mientras que los redimi­
dos echan sus coronas a los pies del Salvador, exclamando: "[El
murió por míl’^ 1)

341
El Juicio Final y la Tierra Nueva Viernes 2 de diciembre
PERSONAJES HISTORICOS PRESEN TES EN E L JUICIO
Por mi mismo hice ju ram en to.. . que a mi se dobla­
rá toda rodilla, y ju rará toda lengua. Isa. 45:23.
Entre la multitud de los rescatados están los apóstoles de
Cristo: el heroico Pablo, el ardiente Pedro, el amado y amoroso
Juan y sus hermanos de corazón leal, y con ellos la inmensa
hueste de los mártires; mientras que fuera de los muros, con todo
lo que es vil y abominable, se encuentran aquellos que los per­
siguieron, encarcelaron y mataron. Allí está Nerón, monstruo de
crueldad y de vicios, y puede ver la alegría y el triunfo de
aquellos a quienes torturó, y cuya dolorosa angustia le propor­
cionara deleite satánico. Su madre está allí para ser testigo de
los resultados de su propia obra; para ver cómo los malos rasgos
de carácter transmitidos a su hijo y las pasiones fomentadas y
desarrolladas por la influencia y el ejemplo de ella, produjeron
crímenes que horrorizaron al mundo.(2)
Allí [está] el soberbio y ambicioso Napoleón cuya presencia
[hizo] temblar reinos.(3)
Allí hay sacerdotes y prelados católicos, que dijeron ser los
embajadores de Cristo y que no obstante emplearon instrumentos
de suplicio, calabozos y hogueras para dominar las conciencias
de su pueblo. Allí están los orgullosos pontífices que se ensalza­
ron por encima de Dios y quepretendíercn alterar la ley del
Altísimo; Aquellos así llamados padres de la iglesia tienen que
rendir a Dios una cuenta de la que bien quisieran librarse. De­
masiado tarde ven que el Omnisciente es celoso de su ley y
que no tendrá por inocente al culpable de violarla. Comprenden
entonces que Cristo identifica sus intereses con los de su pueblo
perseguido, y sienten la fuerza de sus propias palabras: “En cuan­
to lo hicisteis a uno de los más pequeños de estos mis hermanos,
a mí lo hicisteis” (Mat. 25: 40, VM ).
Todos los impíos del mundo están de pie ante el tribunal
de Dios, acusados de alta traición contra el gobierno del cielo.
No hay quien sostenga ni defienda la causa de ellos; no tienen
disculpa; y se pronuncia contra ellos la sentencia de la muerte
eterna. ( 4)

342
y
El Juicio Final y la Tierra Nueva Sábado 3 de diciembre
LOS IMPIOS RECONOCEN LA JUSTICIA D E DIOS
Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque
escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios. Rom. 14:10, 11.
Como fuera de sí, los impíos han contemplado la corona­
ción del Hijo de Dios. Ven en las manos de él las tablas de la
ley divina, los estatutos que ellos despreciaron y transgredieron.
Son testigos de la explosión de admiración, arrobamiento y ado­
ración de los redimidos; y ... todos exclaman a una voz: “[Gran­
des y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios Todopoderoso;
justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de los siglos!” (Apoc.
15: 3, V M ). Y cayendo prosternados, adoran al Príncipe de la vida.
Satanás parece paralizado al contemplar la gloria y la ma­
jestad de Cristo. El que en otro tiempo fiie uno de los querubi­
nes cubridores, recuerda de dónde cayó. El que fue serafín res­
plandeciente, “hijo de la aurora”, jcuán cambiado se ve, y cuán
degradado! Está excluido para siempre del consejo en que antes
se lo honraba. Ve ahora a otro que, junto al Padre, vela su
gloria. Ha visto la corona colocada sobre la cabeza de Cristo
por un ángel de elevada estatura y majestuoso continente, y sabe
que la posición exaltada que ocupa este ángel habría podido
ser la suya.
Recuerda la mansión de su inocencia y pureza.. . Al consi­
derar Satanás su reino y los frutos de sus esfuerzos, sólo ve
fracaso y ruina... Pero llegó el momento en que la rebelión debe
ser sofocada finalmente y puestos en evidencia la historia y el
carácter de Satanás. El arohiengañador ha sido desenmascarado
por completo en su último gran esfuerzo para destronar a Cristo,
destruir a su pueblo y apoderarse de la ciudad de Dios. Los que
se han unido a él se dan cuenta del fracaso total de su causa...
Ahora se vuelve objeto de execración universal.
Satanás ve que su rebelión voluntaria lo incapacitó para el
cielo. Ejerció su poder guerreando contra Dios; la pureza, la paz
y la armonía del cielo serían para él suprema tortura. Sus acusa­
ciones contra la misericordia y la justicia de Dios están ya aca­
lladas. Los vituperios que procuró lanzar contra Jehová recaen
enteramente sobre él. Y ahora Satanás se inclina y reconoce la
justicia de su sentencia.(6)

343
El Juicio Final y la Tierra Nueva Domingo 4 de diciembre
S E REIVINDICA E L CARACTER DE DIOS
Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso;
justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. Apoc. 15: 3.
Toda cuestión de verdad y error en la controversia que tan­
to ha durado, ha quedado aclarada. Los resultados de la rebe­
lión y el apartamiento de los estatutos divinos han sido puestos
a la vista de todos los seres inteligentes creados por Dios. La
obra del gobierno de Satanás en contraste con el de Dios ha sido
presentado a todo el universo. Satanás ha sido condenado por sus
propias obras. La sabiduría de Dios, su justicia y su bondad que­
dan por completo reivindicadas. Queda también comprobado que
todos sus actos en el gran conflicto fueron ejecutados de acuerdo
con el bien eterno de su pueblo y el bien de todos los mundos
que creó ... En vista de todos los hechos del gran conflicto, todo
el universo, tanto los justos como los rebeldes, declaran al uní­
sono: “[Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos!”
E l universo entero contempló el gran sacrificio hecho por el
Padre y el Hijo en beneficio del hombre. Ha llegado la hora en
que Cristo ocupa el puesto a que tiene derecho, y es exaltado
sobre los principados y potestades, y sobre todo nombre que se
nombra. A fin de alcanzar el gozo que le fuera propuesto —el
de llevar a muchos hijos a la gloria— sufrió la cruz y menospreció
la vergüenza. Y por inconcebiblemente grandes que fuesen el do­
lor y el oprobio, mayores aún son la dicha y la gloria. Echa una
mirada hacia los redimidos, transformados a su propia imagen,
cuyos corazones llevan el sello perfecto de lo divino y cuyos
rostros reflejan la semejanza de su Rey. Contempla en ellos el re­
sultado de las angustias de su alma, y está satisfecho. Luego, con
voz que llega hasta las multitudes reunidas de los justos y de los
impíos, exclama: “¡Contemplad el rescate de mi sangre! Por és­
tos sufrí, por éstos morí, para que pudiesen permanecer en mi
presencia a través de las edades eternas”. Y de entre los reves­
tidos con túnicas blancas en torno del trono, asciende el canto
de alabanza: “Digno es el Cordero que ha sido inmolado, de re­
cibir el poder, y la riqueza, y la sabiduría, y la fortaleza, y la
honra, y la gloria, y la bendición!” (Apoc. 5: 12, V M )(6)

344
El Juicio Final y la Tierra Nueva Lunes 5 de diciembre
LA DESTRUCCION D E L PECADO Y LOS PECADORES
He aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los sober­
bios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que
vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les
dejará ni raíz, ni rama. Mal. 4: 1.
A pesar de que Satanás se ha visto obligado a reconocer la
justicia de Dios, y a inclinarse ante la supremacía de Cristo,
su carácter sigue siendo el mismo. E l espíritu de rebelión, cual
poderoso torrente, vuelve a estallar. Lleno de frenesí, determi­
na no cejar en el gran conflicto. Ha llegado la hora de intentar
un último y desesperado esfuerzo contra el Rey del cielo. Se
lanza en medio de sus súbditos, y trata de inspirarlos con su
propio furor y de moverlos a dar inmediata batalla. Pero entre
todos los innumerables millones a quienes indujo engañosamente
a la rebelión, no hay ahora ninguno que reconozca su supre­
macía. Su poder ha concluido. Los impíos están llenos del mis­
mo odio contra Dios que el que inspira a Satanás; pero ven que
su caso es desesperado, que no pueden prevalecer contra Jehová.
Se enardecen contra Satanás y contra los que fueron sus agentes
para engañar, y con furia demoníaca se vuelven contra ellos.
Dice el Señor: "Por cuanto has puesto tu corazón como co­
razón de Dios, por tanto, he aquí que voy a traer contra ti ex­
traños, los terribles de las naciones; y ellos desenvainarán sus
espadas contra tu hermosa sabiduría, y profanarán tu esplendor.
Al hoyo te harán descender”. “Te destruyo, |oh querubín que
cubres con tus alas! y te echo de en medio de las piedras de
fuego... Te echo a tierra; te pongo delante de reyes para que
te miren... T e torno en ceniza sobre la tierra, ante los ojos de
todos los que te ven... Serás ruinas, y no existirás más para
siempre” (Eze. 28: 6-8; 16-19, V M ). . .
Dios hace descender fuego del cielo. La tierra se quebranta.
Salen a relucir las armas escondidas en sus profundidades. Lla­
mas devoradoras se escapan por todas partes de grietas amena­
zantes. Hasta las rocas están ardiendo. Ha llegado el día que
arderá como horno. Los elementos se disuelven con calor abra­
sador, la tierra también y las obras que hay en ella están abra­
sadas^7)

345
El Juicio Final y la Tierra Nueva Martes 6 de diciembre
E L UNICO RECUERDO D E L PECADO
Ciertamente el justo será recompensado en la tierra;
¡Cuánto más el impío y el pecador! Prov. 11:31.
Los impíos reciben su recompensa en la tierra. (Prov. 11:
31.) “Serán estopa; aquel día que vendrá ios abrasará, ha dicho
Jehová de los ejércitos” (Mal. 4: 1). Algunos son destruidos como
en un momento, mientras otros sufren muchos días. Todos son
castigados “conforme a sus hechos”. Habiendo sido cargados so­
bre Satanás los pecados de los justos, tiene éste que sufrir no
sólo por su propia rebelión, sino también por todos los pecados
que hizo cometer al pueblo de Dios. Su castigo debe ser mu­
cho mayor que el de aquellos a quienes engañó. Después de ha­
ber perecido todos los que cayeron por sus seducciones, el diablo
tiene que seguir viviendo y sufriendo. En las llamas purificadoras
quedan por fin destruidos los impíos, raíz y rama: Satanás la
raíz, sus secuaces las ramas.(8)
Satanás y todos los que se han unido con él en la rebelión
serán cortados... Entonces “no existirá el malo: observarás su
lugar, y no estará allí”; “serán como si no hubieran sido” (Sal.
37: 10; Abd. 1 6 ).(9)
La justicia de Dios ha sido satisfecha y los santos y toda la
hueste angélica dicen en alta voz: Amén.
Mientras el fuego de la venganza de Dios envuelve la tierra,
los justos moran seguros en la santa ciudad. La segunda muerte
no tiene poder sobre los que han participado de la primera re­
surrección. (Apoc. 20: 6.) En tanto que para los impíos Dios es
fuego consumidor, para su pueblo es un sol y un escudo. (Sal.
84: 11.) ( 10)
El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desa­
parece todo rastro de la maldición. Ningún infierno que arda
eternamente recordará a los redimidos las terribles consecuencias
del pecado.
Sólo queda un recuerdo: Nuestro Redentor llevará siempre
las señales de su crucifixión... Todo lo que se había perdido
por el pecado, ha sido restaurado... El propósito primitivo que
Dios tenía al crear la tierra se cumple al convertirse ésta en la
morada eterna de los redimidos. “Los justos heredarán la tierra,
y vivirán para siempre sobre ella” (Sal. 3 7 :2 9 ) .( 11)

346
/
El Juicio Final y la Tierra Nueva Miércoles 7 de diciembre
PERTENECEM OS A LA FAMILIA REAL
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado
lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
1 Ju a n 3: 2.
¿Puede alguna institución terrenal conferir un honor igual
al de ser hijos de Dios, vástagos del Rey celestial, miembros de
la familia real?. . . Los nobles de la tierra son sólo hombres;
mueren y vuelven al polvo y no hay satisfacción perdurable en
su alabanza y honor. Pero el honor que proviene de Dios es
duradero. Ser herederos de Dios y coherederos con Cristo sig­
nifica tener derecho a incalculables riquezas, a tesoros de tal
valor que el compararlos con el oro, la plata, las gemas y las
piedras preciosas de la tierra, éstas se hunden en su insignifican­
cia^ 12)
Tener comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo sig­
nifica ser ennoblecidos, elevados y participar de goces indescrip­
tibles y llenos de gloria. El alimento, la ropa, la posición social
y la riqueza pueden tener su importancia; pero estar relacionado
con Dios y participar de su naturaleza divina es de inestimable
valor. Nuestras vidas deben estar escondidas con Cristo en Dios;
y aun cuando “aún no se ha manifestado lo que hemos de ser”,
“cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le .vere­
mos tal como él es”. La regia dignidad' del carácter cristiano bri­
llará como el sol, y los destellos de luz que provienen del rostro
de Cristo se reflejarán sobre los que se hayan purificado así co­
mo él es puro. El privilegio de ser hijos de Dios se obtiene a bajo
precio, aun cuando implique el sacrificio de todo lo que posee­
mos, incluso la vida misma. ( 13)
Cuando, en su estado mortal, Juan contempló la gloria de
Dios, cayó como muerto; no pudo soportar la visión. Pero cuan­
do los hijos de Dios hayan recibido la inmortalidad, lo verán
“como él es”. Estarán delante del trono, aceptos en el Amado.
Todos sus pecados habrán sido borrados, todas sus transgresio­
nes expiadas. Entonces podrán mirar sin velo la gloria del trono
de Dios Habrán participado con Cristo en sus sufrimientos, ha­
brán trabajado con él en el plan de la salvación, y participarán
con él del gozo de ver las almas salvadas en el reino de Dios,
para alabar allí a Dios durante toda la eternidad. ( 14)

347
E l Juicio Final y la Tierra Nueva Jueves 8 de diciembre
OCUPACION SATISFACTORIA
Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Juan 5: 17.
El cielo es un lugar de actividad provechosa. Sin embargo,
para el cansado y sobrecargado, para los que han peleado la
buena batalla de la fe, será un descanso glorioso, pues será suyo
el vigor juvenil de la inmortalidad, y no tendrán que luchar más
contra el pecado y Satanás. Para los obreros enérgicos sería te­
dioso un estado de eterna indolencia. No sería cielo para ellos. ( 16)
A los moradores del Edén se les encomendó el cuidado del
huerto, para que lo labraran y lo guardasen. Su ocupación no
era cansadora, sino agradable y vigorizadora. Dios dio el trabajo
como una bendición con que el hombre ocupara su mente, forta­
leciera su cuerpo y desarrollara sus facultades. . .
Están en gran error los que consideran el trabajo como una
maldición, si bien éste lleva aparejados dolor y fatiga. A me­
nudo los ricos miran con desdén a las clases trabajadoras; pero
esto está enteramente en desacuerdo con los designios de Dios
al crear al hombre. ¿Qué son las riquezas del más opulento en
comparación con la herencia dada al señorial Adán? Sin em­
bargo, éste no había de estar ocioso. Nuestro Creador, que sa­
be lo que constituye la felicidad del hombre, señaló a Adán su
trabajo. El verdadero regocijo de la vida lo encuentran sólo los
hombres y mujeres que trabajan. ( 16)
En el cielo se trabaja constantemente. No hay holgazanes
allá. “Mi Padre hasta ahora trabaja” dijo Cristo, “y yo trabajo”.
No podemos imaginar que nuestra parte consistirá en estar ocio­
sos y descansar en un estado de bienaventurada inactividad
cuando llegue el triunfo final y tengamos las mansiones que nos
han sido preparadas. ( 17)
Dios quiere que todos trabajen. La atareada bestia de carga
responde mejor a los propósitos de su creación que el hombre
indolente. Dios trabaja constantemente. Los ángeles trabajan;
son ministros de Dios para los hijos de los hombres. Los que
esperan un cielo de inactividad quedarán ohasqueados; porque en
la economía del cielo no hay lugar para la satisfacción de la
indolencia. Pero se promete descanso a los cansados y cargados.
El siervo fiel es el que recibirá la bienvenida al pasar de sus la­
bores al gozo de su Señor. ( 18)

348
El Juicio Final y la Tierra Nueva Viernes 9 de diciembre
CIELO S NUEVOS Y TIERRA NUEVA
Nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos
y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 2 Ped. 3: 13.
Los pies de los malvados nunca profanarán la tierra reno­
vada. Del cielo descenderá fuego de Dios para devorarlos y que­
marlos: raíz y rama. Satanás es la raíz y sus hijos las ramas. ( ,9)
El mismo fuego proveniente de Dios que consumió a los
impíos purificó toda la tierra. Las desgarradas montañas se derri­
tieron con el ardiente calor; también la atmósfera y todo el ras­
trojo fueron consumidos. Entonces nuestra heredad apareció de­
lante de nosotros, gloriosa y bella, y heredamos toda la tierra
renovada. ( 20)
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo
y la primera tierra han pasado” (Apoc. 21: 1, V M ). E l fuego
que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo
rastro de maldición. Ningún infierno que arda eternamente re­
cordará a los redimidos las terribles consecuencias del pecado. ( 21)
El mar separa a los amigos; establece una barrera entre nos­
otros y aquellos a quienes amamos. El vasto e insondable océano
rompe nuestros vínculos. En la tierra nueva ya no habrá mar,
ni habrá allí “galeras con remos”. En lo pasado, muchos que
amaban y servían a Dios fueron encadenados a los asientos de
las galeras y obligados a cumplir la voluntad de hombres crueles
y de corazón duro. El Señor ha contemplado sus sufrimientos con
simpatía y compasión. Gracias a Dios, en la tierra nueva no 'habrá
corrientes impetuosas, ni océanos invasores, ni olas inquietas y
bulliciosas. ( 22)
Todo lo hermoso de nuestra patria terrenal ha de recordamos
el río de cristal y los campos verdes, los árboles ondeantes y las
fuentes de aguas vivas, la ciudad resplandeciente y los cantores"
vestidos de blanco de nuestra patria celestial, el mundo de una
belleza que ninguna lengua humana puede describir. “Cosas que
ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre,
son las que Dios ha preparado para los que le aman”. ( 23)

349
/
I

El Juicio Final y la Tierra Nueva Sábado 10 de diciembre


¡NUNCA MAS HABRA MUERTE!
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá
muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las pri­
meras cosas pasaron. Apoc. 21: 4.
Cuando entremos en el reino de Dios para pasar allí la eter­
nidad, las pruebas, las dificultades y las perplejidades que tuvi­
mos, se hundirán en la insignificancia^24)
En el hogar de los redimidos no habrá lágrimas, ni cortejos
fúnebres, ni indicios de luto. “No dirá el morador: Estoy enfer­
mo: al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad”
(Isa. 33: 24). Nos invadirá una grandiosa ola de felicidad que
irá ahondándose a medida que transcurra la eternidad. . . Pene­
tre nuestra fe a través de toda nube de tinieblas, y contemplemos
a Aquel que murió por los pecados del mundo. Abrió las puertas
del paraíso para todos los que le reciban y crean en él. Les da
la potestad de llegar a ser hijos e hijas de Dios. Permitamos que
las aflicciones que tanto nos apenan y agravian sean lecciones
instructivas, que nos enseñen a avanzar hacia la meta del pre­
mio de nuestra alta vocación en Cristo. Sintámonos alentados
por el pensamiento de que el Señor vendrá pronto. Alegre nues­
tro corazón esta esperanza. . .
Vamos hacia la patria. El que nos amó al punto de morir por
nosotros, nos ha edificado una ciudad. La Nueva Jerusalén es
nuestro lugar de descanso. No habrá tristeza en la ciudad de
Dios. Nunca más se oirá el llanto ni la endecha de las esperanzas
destrozadas y de los afectos tronchados. Pronto las vestiduras de
pesar se trocarán por el manto de bodas. Pronto presenciaremos
la coronación de nuestro Rey. Aquellos cuya vida quedó escon­
dida con Cristo, aquellos que en esta tierra pelearon la buena ba­
talla de la fe, resplandecerán con la gloria del Redentor en el
reino de Dios.
No transcurrirá mucho tiempo antes que veamos a Aquel en
quien ciframos nuestras esperanzas de vida eterna. Y en su pre­
sencia todas las pruebas y los sufrimientos de esta vida serán como
nada. . . Alzad los ojos, sí, alzad los ojos y permitid que vuestra
fe aumente de continuo. Dejad que esta fe os guíe a lo largo
de la senda estrecha que, pasando por las puertas de la ciudad
de Dios, nos lleva al gran más allá, al amplio e ilimitado futuro
de gloria destinado a los redimidos. ( 26)

350
líl Juicio Final y la Tierra Nueva Domingo 11 de diciembre
LA HERENCIA D E LOS SALVADOS
Mi pueblo habitará en morada de paz, en habitacio­
nes seguras, y en recreos de reposo. Isa. 32: 18.
En la Biblia se llama a la herencia de los bienaventurados
una patria. (Heb. 11: 14-10.) Allí conduce el divino Pastor a su
rebaño a los manantiales de aguas vivas. E l árbol de la vida
da su fruto cada mes, y las hojas del árbol son para el servicio
de las naciones. Allí hay corrientes que manan eternamente, cla­
ras como el cristal, al lado de las cuales se mecen árboles que
echan su sombra sobre los senderos preparados para los redi­
midos del Señor. Allí las vastas llanuras alternan con bellísimas
colinas y las montañas de Dios elevan sus majestuosas cumbres.
En aquellas pacíficas llanuras, al borde de aquellas corrientes
vivas, el pueblo de Dios que por tanto tiempo anduvo peregrino
y errante, encontrará un hogar. . .
Allí se ‘‘alegrarán el desierto y el sequedal, y el yermo se
regocijará y florecerá como la rosa”. “En vez del espino subirá
el abeto, y en lugar de la zarza subirá el arrayán”. “Habitará el
lobo con el cordero, y el leopardo sesteará junto con el cabri­
to; . . . y un niñito los conducirá”. “No dañarán, ni destruirán
en todo mi santo monte”, dice el Señor. (Isa. 35: 1; 55: 13; 11:
6, 9, VM.) ( 26)
Allí el hombre recobrará su perdida dignidad real, y los
seres inferiores reconocerán su supremacía; los fieros se tornarán
mansos, y los tímidos, confiados. (S1)
El dolor no puede existir en el ambiente del cielo. Allí no
habrá más lágrimas, ni cortejos fúnebres, ni manifestaciones de
duelo. “Y la muerte no será más; ni habrá más gemido, ni cla­
mor, ni dolor; porque las cosas de antes han pasado ya”. “No
dirá más el habitante: Estoy enfermo; al pueblo que mora en
ella le habrá sido perdonada su iniquidad” (Apoc. 21: 4; Isa.
33: 24, V M ).(28)
Allí se vivirá la vida edénica, la vida en el jardín y el campo.
“Edificarán casas, y morarán en ellas; .plantarán viñas y comerán
el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni planta­
rán para que otro coma; porque según los días de los árboles
serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra
de sus manos” (Isa. 65: 21, 2 2 ).( 20)

351
El Juicio Final y la Tierra Nueva Miércoles 14 de diciembre
LA NUEVA JERUSALEN: NUESTRO HOGAR
Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que
yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría,
y a su pueblo gozo. Isa. 65: 18.
Allá está la Nueva Jerusalén, la metrópoli de la nueva tie­
rra glorificada, “corona de hermosura en la mano de Jehová, y
una diadema real en la mano de nuestro Dios” (Isa. 62: 3, VM).
“Su luz era semejante a una piedra preciosísima, como piedra
de jaspe, transparente como cristal” (Apoc. 21: 11, V M ). “Las
naciones andarán a la luz de ella: y los reyes de la tierra traen
a ella su gloria” (vers. 24). El Señor dijo: “Me regocijaré en Je ­
rusalén, y gozaréme en mi pueblo” (Isa. 65: 1 9 ) ...
En la ciudad de Dios “no habrá ya más noche”. Nadie ne­
cesitará ni deseará descanso. No habrá quien se canse haciendo
la voluntad de Dios ni ofreciendo alabanzas a su nombre. Sen­
tiremos siempre la frescura de la mañana, que nunca se agos­
tará. “No necesitan luz de lámpara, ni luz de sol; porque el Señor
Dios los alumbrará” (Apoc. 22: 5, VM ). E l pueblo de Dios tiene
el privilegio de tener comunión directa con el Padre y el Hijo.
“Ahora vemos oscuramente, como por medio de un espejo” (1 Cor.
13: 12, V M ). Vemos la imagen de Dios reflejada como en un
espejo en las obras de la naturaleza y en su modo de obrar
para con los hombres; pero entonces lo veremos cara a cara
sin velo que nos lo oculte. Estaremos en su presencia y contem­
plaremos la gloria de su rostro. ( 37)
Allí conoceremos como somos conocidos. Allí hallarán apli­
cación más dulce y verdadera el amor y las simpatías que Dios
ha implantado en el alma. La comunión pura con seres celestia­
les, la armoniosa vida social con los ángeles bienaventurados y
los fieles de todas las épocas, el sagrado compañerismo que une
“toda la familia en los cielos, y en la tierra” (Efe. 3: 15, VM),
todas estas cosas se cuentan entre las experiencias del más
allá.( 38)

354
V

El Juicio Final y la Tierra Nueva Jueves 15 de diciembre


LA HERENCIA INMORTAL
Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para par­
ticipar de la herencia de los santos en luz. Col. 1: 12.
El rescate ha sido pagado. Todos pueden acercarse a Dios
y obtener la eternidad mediante una vida de obediencia. Cuán
triste es, entonces, que el hombre se aparte de la herencia in­
mortal y viva para satisfacer el orgullo, el egoísmo y el afán de
ostentación, y ... pierda la bendición que podría recibir en esta
vicia y en la venidera. [Los hombres] podrían entrar en los
palacios celestiales y alternar con libertad y en igualdad de
condiciones con Cristo, los ángeles Celestiales y los príncipes de
Dios. Y aun así, por increíble que parezca, rechazan los atrac­
tivos celestiales.
El Creador de todos los mundos se propone amar a los que
creen que su Hijo unigénito es su Salvador personal así como
ama a su Hijo. Aun aquí y ahora nos concede en grado máxi­
mo su gracia y su favor. Ha dado a los hombres el don de la
Luz y la Majestad del cielo, y con él les ha concedido todos los
tesoros celestiales. Por mucho que sea lo que nos ha prometido
para la vida venidera, también en esta vida nos concede mag­
níficos dones, y como objetos de su gracia, permitirá que goce­
mos de todo lo que ennoblezca, expanda y eleve nuestros carac­
teres. Es su propósito prepararnos para las cortes celestiales.
Pero Satanás está contendiendo por las almas de los hom­
bres. .. No quiere que tengan una vislumbre del futuro honor y
de las glorias eternas preparadas para los que serán habitantes
del cielo, ni que prueben la experiencia que les daría un anti­
cipo de la felicidad del cielo.. .
Los que aceptan a Cristo como su Salvador personal tienen
la promesa de la vida presente y también de la venidera... El
más humilde discípulo de Cristo puede llegar a ser un habi­
tante del cielo, heredero de Dios, de una herencia incorruptible j
que jamás se marchitará. |Oh, que cada cual se decida a aceptar
el don celestial, para que llegue a ser heredero de Dios, de esa
herencia cuyo título está fuera del alcance de todo destructor, y
que es un mundo sin finí ¡Oh, no elijáis el mundo; elegid la he­
rencia mejor! Apresuraos y esforzaos para alcanzar la meta que
es el premio de vuestra elevada vocación en Cristo Jesús. ( 39)

355
El Juicio Final y la Tierra Nueva Viernes 16 de diciembre
LA IGLESIA TRIUNFANTE
Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y los que
habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su
marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio,
con las arpas de Dios. Apoc. 15: 2.
La iglesia es ahora militante. Actualmente arrostramos un
mundo en tinieblas, casi enteramente entregado a la idolatría.
Pero se acerca el día cuando habrá terminado la batalla y la vic­
toria habrá sido ganada. La voluntad de Dios ha de cumplirse
en la tierra como en el cielo. Las naciones de los salvados no
conocerán otra ley que la del cielo. Todos constituirán una fami­
lia dichosa, unida, vestida con las prendas de alabanza y de
acción de gracias, con el manto de la justicia de Cristo. Toda
la naturaleza, en su incomparable belleza, ofrecerá a Dios tri­
buto de alabanza y adoración. El mundo quedará bañado en
la luz celestial. La luz de la luna será como la del sol, y la luz
del sol siete veces más intensa que ahora. Los años transcurri­
rán alegremente. Y sobre todo las estrellas de la mañana can­
tarán juntas, y los hijos de Dios clamarán de gozo, mientras
que Dios y Cristo declararán a una voz que “ya no habrá más
pecado, ya no habrá más muerte”. ..
Deteneos en el umbral de la eternidad y oíd la misericor­
diosa bienvenida dada a los que en esta vida cooperaron con
Cristo y consideraron como un privilegio y un honor sufrir por
su causa. Con los ángeles, echan sus coronas a los pies del Re­
dentor, exclamando: “El Cordero que fue inmolado es digno de
tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra,
la gloria y la alabanza... Al que está sentado en el trono, y al
Cordero sea la alabanza, la honra, la gloria, y el poder, por los
siglos de los siglos” (Apoc. 5: 12, 13).
Allí los redimidos saludan a quienes los encaminaron hacia
el Salvador. Se unen en alabanzas a Aquel que murió para que
los humanos gozaran una vida tan duradera como la de Dios.
Acabó el conflicto. Concluyeron las tribulaciones y las luchas;
los cantos de victoria llenan el cielo, al rodear los rescatados el
trono de Dios. Todos entonan el alegre coro: “Digno, digno es
el Cordero que fue inmolado”, y que nos rescató para Dios. ( 40)

356
El Juicio Final y la Tierra Nueva Sábado 17 de diciembre
INESPERADA RECOMPENSA
El bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor. Efe. 6 : 8.
En esta vida el trabajo que hacemos por Dios parece a me­
nudo casi infructuoso. Nuestros esfuerzos para hacer bien pue­
den ser fervientes y perseverantes, sin que podamos ver sus re­
sultados. E l esfuerzo puede parecemos perdido. Pero el Salvador
nos asegura que nuestra obra queda anotada en el cielo, y que
la recompensa no puede faltar. ( 41)
La viuda pobre que echó las dos blancas en la caja del Se­
ñor, poco sabía lo que estaba haciendo. Su ejemplo de abnega­
ción ha influido y ha vuelto a influir sobre millares de corazo­
nes en todos los países y en todas las épocas. Esa ofrenda ha
traído a la tesorería de Dios dones de parte de los encumbrados
y los humildes, de los ricos y los pobres. Ha ayudado a sostener
misiones, a fundar hospitales, a alimentar a los hambrientos, a
vestir a los desnudos, a sanar a los enfermos, a predicar el
Evangelio a los pobres. Multitudes han sido bendecidas por el
acto de abnegación de esa mujer. (42) Y en el día de Dios se
le permitirá ver el resultado de todas estas influencias. Lo mismo
ocurrirá con el precioso don de María al Salvador. ¡Cuántos se
han sentido inspirados a rendir un servicio de amor por el re­
cuerdo de aquel vaso de alabastro roto! ¡Y cuánto se gozará ella
cuando contemple todo esto! ( 43)
“De cierto os digo —declaró Cristo—, que dondequiera que
se predique este evangelio, en todo el mundo, también se conta­
rá lo que ésta ha hecho, para memoria de ella”. Mirando en lo
futuro, el Salvador habló con certeza concerniente a su Evange­
lio. Iba a predicarse en todo el mundo. Y hasta donde el Evan­
gelio se extendiese, el don de María exhalaría su fragancia y los
corazones serían bendecidos por su acción espontánea. Se levan­
tarían y caerían reinos; los nombres de los monarcas y conquis­
tadores serían olvidados; pero la acción de esta mujer sería in­
mortalizada en las páginas de la historia sagrada. Hasta que el
tiempo no fuera más, aquel vaso de alabastro contaría la histo­
ria del abundante amor de Dios para con la especie caída. ( 44)

357
El Juicio Final y la Tierra Nueva Domingo 18 de diciembre
ACTIVIDADES EN LA TIERRA NUEVA
Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán
del fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plan­
tarán para que otro coma; porque según los días de los árboles
serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra
de sus manos. Isa. 65: 21, 22.
No podemos suponer que, cuando llegue el triunfo final y
tengamos las mansiones que nos han sido preparadas, nuestra
parte será permanecer ociosos y descansar en un estado de bien­
aventurada inactividad. (45)
En la tierra renovada, los redimidos participarán de las ocu­
paciones y los placeres que daban felicidad a Adán y Eva en
el principio. Se vivirá la existencia del Edén, en huertos y cam­
pos. “Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y co­
merán del fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni
plantarán para que otro coma; porque según los días de los ár­
boles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la
obra de sus manos”. (46)
Allí vi bellísimas casas que parecían de plata, sostenidas por
cuatro columnas engastadas de preciosas perlas muy admirables a
la vista. Estaban destinadas a ser residencias de los santos. En
cada una había un anaquel de oro. Vi a muchos santos que en­
traban en las casas y, quitándose las resplandecientes coronas,
las colocaban sobre el anaquel. Después salían al campo contiguo
a las casas para hacer algo con la tierra, aunque no en modo
alguno para cultivarla como hacemos ahora. Una gloriosa
luz circundaba sus cabezas, y estaban continuamente alabando a
Dios. (47)
Toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada.
La adquisición de conocimientos no cansará la inteligencia ni
agotará las energías. Las mayores empresas podrán llevarse a ca­
bo, satisfacerse las aspiraciones más sublimes, realizarse las más
encumbradas ambiciones; y sin embargo, surgirán nuevas alturas
que superar, nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades que
comprender, nuevos objetos que agucen las facultades del espí­
ritu, del alma y del cuerpo. ( 48)
E l Juicio Final y la Tierra Nueva Lunes 19 de diciembre
MUSICA INCOMPARABLE
Los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría;
y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría,
y huirán la tristeza y el gemido. Isa. 35: 10.
Habrá allí música y canto tales como, salvo en las visiones
de Dios, ningún mortal ha oído ni concebido ninguna mente.
“Y cantores y tañedores en ella”, “alzarán su voz, cantarán
gozosos por la grandeza de Jehová”. “Ciertamente consolará
Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su pa­
raíso en desierto, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará
en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto” (Isa. 51:
3 ) .( « )
Se me mostró el orden, el perfecto orden del cielo, y me
sentí extasiada cuando escuché allá esa música perfecta. Después
de salir de la visión, el canto de aquí me parecía áspero y discor­
dante. He visto grupos dte ángeles, que formaban un rectángulo,
cada uno de los cuales tenía un arpa de oro. En el extremo del
arpa había un instrumento para afinarla o cambiar los tonos.
Sus dedos no tañían las cuerdas con descuido, sino que tocaban
diferentes cuerdas para producir distintos sonidos. Hay un ángel
que siempre dirige, que toca primero el arpa y da la nota, y luego
todos se unen en la rica y perfecta música del cielo. No sle la
puede describir. Es una melodía divina, celestial; en tanto que
de todos los rostros resplandece la imagen de Jesús, que brilla con
gloria indescriptible^ 50)
¡Qué himno será aquel que se entonará cuando se reúnan
los redimidos del Señor!. . . Todo el cítelo se llenará de música
exquisita y de cantos de alabanza al Cordero. ¡Salvados, salvados
para siempre en el reino de gloria! Tener una vida que se equi­
para con la vida de Dios; tal es la recompensa. ( 51)
Las palabras son demasiado pobres para intentar una des­
cripción del cielo. Siempre que se vuelven a presentar ante mi
vista, el espectáculo me anonada de admiración. Arrobada por
el insuperable esplendor y la excelsa gloria, dejo caer la pluma
exclamando: “¡Oh! ¡qué amor, qué maravilloso amor!” El len­
guaje más exaltado no bastaría para describir la gloria del cielo
ni las incomparables profundidades del amor del Salvador. ( 62)

359
El Juicio Final y la Tierra Nueva Martes 20 de diciembre
E L MAYOR HONOR D E NUESTRO SALVADOR
T le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él res­
ponderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. Zac. 13:6.
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer
cielo y la primera tierra han pasado” (Apoc. 21: 1, V M ). E l fuego
que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo
rastro de maldición. . .
Sólo queda un recuerdo: Nuestro Redentor llevará siem­
pre las señales de su crucifixión. En su cabeza herida, en su cos­
tado, en sus manos y en sus pies se ven las únicas huellas de la
obra cruel efectuada por el "pecado. . . En sus manos y su cos­
tado heridos, de donde manó la corriente purpurina que reconci­
lió al hombre con Dios, allí está la gloria del Salvador, “allí mis­
mo está el escondedero de su poder”. “Poderoso para salvar” por
el sacrificio de la redención, fue por consiguiente fuerte para
ejecutar la justicia para con aquellos que despreciaron la miseri­
cordia de Dios. Y las marcas de su humillación son su mayor
honor; a través de las edades eternas, las llagas del Calvario
proclamarán su alabanza y declararán su poder. ( 63)
La cruz de Cristo será la ciencia y el canto de los redimidos
durante toda la eternidad. En el Cristo glorificado contemplarán
al Cristo crucificado. Nunca olvidarán que Aquel cuyo poder
creó los mundos innumerables y los sostiene a través de la in­
mensidad del espacio, el Amado de Dios, la Majestad del cielo,
Aquel a quien los querubines y los serafines resplandecientes se
deleitan en adorar, se humilló para levantar al hombre caído;
que llevó la culpa y el oprobio del pecado, y sintió el oculta-
miento del rostro de su Padre, hasta que la maldición de un
mundo perdido quebrantó su corazón y le arrancó la vida en la
cruz del Calvario. El hecho de que el Hacedor de todos los mun­
dos, el Arbitro de todos los destinos, dejase su gloria y se humilla­
se por amor al hombre, despertará eternamente la admiración y
la adoración del universo. Cuando las naciones de los salvos mi­
ren a su Redentor y vean la gloria eterna del Padre brillar en
su rostro; cuando contemplen su trono, que es desde la eternidad
hasta la eternidad, y sepan que su reino no tendrá fin, entonces
prorrumpirán en un cántico de júbilo: “¡Digno, digno es el Cor­
dero que fue inmolado, y nos ha redimido para Dios con su pro­
pia preciosísima sangre!” ( 64)

360
El Juicio Final y la Tierra Nueva Miércoles 21 de diciembre
LA ESCUELA D EL MAS ALLA
He aquí el tabernáculo de Dios con los hom­
bres, y él morará con ellos. Apoc. 2 1 :3 .
Entre la escuela establecida al principio en el Edén y la es­
cuela futura, se extiende todo el período de la historia de este
mundo, historia de la transgresión y del sufrimiento humano, del
sacrificio divino, y de la victoria sobre la muerte y el pecado. En
la escuela de la vida futura no se hallarán todas las condiciones
de la primera escuela del Edén. Ningún árbol del conocimiento
del bien y del mal ofrecerá oportunidad a la tentación.
No hay allí tentador ni posibilidad de injusticia. Todos los
caracteres han resistido la prueba del mal, y han dejado de ser
susceptibles a su poder. . . Restaurado a la presencia de Dios, el
hombre volverá a ser enseñado por él, como en el principio. ( 65)
La educación empezada aquí no se completará en esta vida,
sino que ha de continuar por toda la eternidad, progresando siem­
pre, nunca completa. ( 66)
Todo principio correcto, toda verdad aprendida en una es­
cuela terrenal, nos hará progresar en esa proporción en la escuela
celestial. Como Cristo anduvo y conversó con sus discípulos du­
rante su ministerio en esta tierra, así nos enseñará en la escuela
celestial, guiándonos por las márgenes del río de aguas vivas
y revelándonos verdades que en esta vida permanecerán ocultas
como misterios debido a las limitaciones de la mente humana, tan
perjudicada por el pecado.(6T)
Será manifestada la historia del comienzo del pecado; de
la fatal mentira y su perversa obra; de la verdad que, sin desviarse
de lo recto, ha hecho frente al error y lo ha vencido. Será desco­
rrido el velo que se interpone entre el mundo visible y el invisi­
ble y se revelarán cosas maravillosas. ( 58)
Toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada.
La adquisición de conocimientos no cansará la inteligencia ni
agotará las energías. Las mayores empresas podrán llevarse a
cabo, satisfacerse las aspiraciones más sublimes, realizarse las más
encumbradas ambiciones; y sin embargo surgirán nuevas alturas
que superar, nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades
que comprender, nuevos objetos que agucen las facultades del
espíritu, del alma y del cuerpo. ( 50)

361
/
El Juicio Final y la Tierra Nueva Jueves 22 de diciembre
CRISTO SERA NUESTRO MAESTRO
Mi pueblo sabrá mi nom bre.. . en aquel día; porque yo
mismo que hablo, he aquí estaré presente. Isa. 52: 6.
Restaurado a la presencia de Dios, el hombre volverá a ser
enseñado por él, como en el principio. ( 60)
No tenemos la menor idea de lo que se abrirá entonces de­
lante de nosotros. Con Cristo andaremos al lado de las aguas
vivas. Nos revelará lo que él es para nosotros, y lo que somos
para él. Conoceremos entonces la verdad que no podemos cono­
cer ahora, por causa de nuestras limitaciones. ( 61)
En el mundo venidero Cristo guiará a los redimidos junto al
río de la vida y les enseñará maravillosas lecciones relativas a la
verdad. Desenvolverá ante ellos los misterios de la naturaleza.
Entonces los redimidos comprenderán que hay una mano supe­
rior que mantiene los mundos en su puesto. Advertirán la habili­
dad desplegada por el gran Artista al vestir de color las flores del
campo, y comprenderán los propósitos del Padre misericordioso,
que dispensa todo rayo de luz; entonces, juntamente con los san­
tos ángeles, los redimidos elevarán himnos de gratitud y alaban­
za en reconocimiento del supremo amor de Dios por un mundo
ingrato. ( 62)
Se ofrecerá al estudiante una historia de alcance infinito y
de riqueza inefable. . . la historia del comienzo del pecado; de
la fatal mentira y su perversa obra; de la verdad, que sin des­
viarse de lo recto, ha hecho frente al error y lo ha vencido. Se­
rá descorrido el velo que se interpone entre el mundo visible y
el invisible y se revelarán cosas maravillosas. ( 63)
Entraremos con inefable deleite en el gozo y en la sabiduría
de los seres no caídos. Compartiremos los tesoros ganados durante
siglos y siglos pasados en la contemplación de la obra de Dios.
Y los años de la eternidad, a medida que transcurran, seguirán
ofreciendo revelaciones más gloriosas. “Infinitamente más de
todo cuanto podemos pedir, ni aún pensar”, será para siempre
la forma en que recibiremos los dones de Dios. ( 64)
En este mundo debemos adquirir una educación que nos
capacite para vivir con Dios por la eternidad. La educación que
iniciaremos aquí se perfeccionará en el cielo. No haremos más
que entrar en un curso superior. ( 65)

362
El Juicio Final y la Tierra Nueva Viernes 23 de diciembre
NUESTRO ESTUDIO EN LOS SIGLOS FUTUROS
Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su
gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Efe. 2: 7.
La ciencia de la redención es la más grande de todas las
ciencias; es la que estudian los ángeles y todos los seres de los
mundos no caídos; es la ciencia que interesa al Señor y Salvador,
y penetra en los propósitos madurados en la mente Infinita, man­
tenidos en silencio durante siglos eternos; es la ciencia que estu­
diarán los redimidos en el curso de la eternidad. Este es el estu­
dio más elevado a que puede dedicarse un ser humano. Como
ningún otro, avivará la mente y elevará el alma. . .
Los ángeles desean escudriñar el tema de la redención; que
será la ciencia y el canto de los redimidos a través de los siglos
sin fin de la eternidad. ¿No valdrá la pena que pensemos en
él y lo estudiemos en esta vida?. . .
El estudio de la encarnación de Cristo, su sacrificio expiato­
rio y su obra mediadora, ocuparán la mente del alumno diligente
mientras dure el tiempo; y al pensar en el cielo y los siglos in­
numerables, exclamará: “Grande es el misterio de la piedad”.
En la eternidad aprenderemos lo que habría abierto nuestro
entendimiento si hubiéramos recibido la luz que estaba a nues­
tro alcance en esta vida. Los temas de la redención henchirán
el corazón y la mente y la lengua de los redimidos por todos
los siglos eternos. Entenderán las verdades que Cristo deseaba
explicar a sus discípulos, pero que éstos no podían captar por
falta de fe. Se nos presentarán nuevos aspectos de la perfección
y la gloria de Cristo por toda la eternidad. Y en el curso de la
vida perdurable el fiel Amo sacará cosas nuevas y viejas de entre
sus tesoros. ( 66)
Si nos fuera posible alcanzar aquí un conocimiento pleno
de Dios y su verdad, no habría para nosotros nuevos descubri­
mientos con respecto a ella, ni mayores conocimientos, ni
un desarrollo más amplio. . . Gracias a Dios, no es así. Puesto j
que Dios es infinito, y en él se encuentran todos los tesoros de |
la sabiduría, podremos continuar investigando durante toda la /
eternidad, aprendiendo siempre, sin agotar jamás las riquezas de í
su sabiduría, su bondad o su poder. ( 67)

363
/
El Juicio Final y la Tierra Nueva Sábado 24 de diciembre
TEMAS INAGOTABLES
Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros,
inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,
escudriñando que persona y qué tiempo indicaba el espíritu de
Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los
sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.
IP e d . 1 :1 0 . 11.
En esta vida apenas podemos empezar a comprender el tema
maravilloso de la redención. Con nuestra inteligencia limitada
podemos considerar con todo fervor la ignominia y la gloria, la
vida y la muerte, la justicia y la misericordia que se tocan en
la cruz; pero ni con el mayor esfuerzo de nuestras facultades
mentales llegamos a comprender todo su significado. La lar­
gura y anchura, la profundidad y altura del amor redentor se
comprenden tan sólo confusamente. El plan de redención no se
entenderá por completo ni siquiera cuando los rescatados vean
como serán vistos ellos mismos y conozcan como serán cono­
cidos; pero a través de las edades sin fin, nuevas verdades se
desplegarán continuamente ante la mente admirada y deleitada.
Aunque las aflicciones, las penas y las tentaciones terrenales ha­
yan concluido, y aunque la causa de ellas haya sido suprimida, el
pueblo de Dios tendrá siempre un conocimiento claro e inteli­
gente de lo que costó su salvación. . .
E l misterio de la cruz explica todos los demás misterios. A
la luz que irradia del Calvario, los atributos de Dios, que nos
llenaban de temor respetuoso, nos resultan hermosos y atractivos.
Se ve que la misericordia, la compasión y el amor paterna! se
unen a la santidad, la justicia y el poder. Al mismo tiempo que
contemplamos la majestad de su trono, tan grande y elevado,
vemos su carácter en sus manifestaciones misericordiosas y com­
prendemos, como nunca antes, el significado de este conmovedor
vocativo: “Padre nuestro”.
Se echará de ver que Aquel cuya sabiduría es infinita no
hubiera podido idear otro plan para salvarnos que el del sacrifi­
cio de su Hijo. La compensación de este sacrificio es la dicha
de poblar la tierra con seres rescatados, santos, felices e inmorta­
les. El resultado de la lucha del Salvador contra las potestades
de las tinieblas es la dicha de los redimidos, la cual contribuirá
a la gloria de Dios por toda la eternidad. ( 68)

364
El Juicio Final y la Tierra Nueva Domingo 25 de diciembre
NUESTRO TEMA D E ESTUDIO
¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas
con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios. Sal. 104: 24.
En este mundo sólo podemos comenzar a conocer las obras
y los caminos de Dios; este estudio continuará a través de la eter­
nidad. E l ha provisto para el hombre temas de reflexión que
pondrán en actividad toda facultad de la mente. Podemos perci­
bir el carácter de nuestro Creador arriba en los cielos y abajo en
la tierra, lo que llena nuestro corazón de gratitud. Cada nervio
y cada sensación responderán a las manifestaciones del amor de
Dios revelado en sus obras maravillosas. ( 69)
¡Qué campo se abrirá allí a nuestro estudio cuando se qui­
te el velo que oscurece nuestra vista y nuestros ojos contemplen
ese mundo de belleza del cual ahora tenemos vislumbres por
medio del microscopio; cuando contemplemos las glorias de los
cielos estudiados ahora por medio del telescopio; cuando, bo­
rrada la mancha del pecado, toda la tierra aparezca en "la her­
mosura de Jehová nuestro Dios”! Allí el estudiante de la ciencia
podrá leer los informes de la creación, sin hallar señales de la
ley del mal. Escuchará la música de las voces de la naturaleza
y no descubrirá ninguna nota de llanto ni voz de dolor. En
todas las cosas creadas descubrirá una escritura, en el vasto
universo contemplará “el nombre de Dios escrito en grandes ca­
racteres” y ni en la tierra, ni en el mar, ni en el cielo, que­
dará señal del m al.(70)
La multitud de los redimidos incursionará de mundo en
mundo, y empleará gran parte de su tiempo en la investigación
de los misterios de la redención. Y durante toda la eternidad,
este tema se~~estará~ abriendo continuamente ante sus mentes.
Los privilegios de los que venzan mediante la sangre del Cor­
dero y la palabra de su testimonio escapan a nuestra compren­
sión^71)
Todos los tesoros del universo serán abiertos al estudio de
los hijos de Dios. Entraremos con inefable deleite en el gozo y
en la sabiduría de los seres no caídos. Compartiremos los tesoros
ganados durante siglos y siglos pasados en la contemplación de la
obra de Dios. ( 72)

365
E l Juicio Final y la Tierra Nueva Lunes 26 de diciembre
INFINIDAD D E MUNDOS POR VISITAR
Yo, mis manos, extendieron los cielos,
y a todo su ejército mandé. Isa. 45: 12.
Parece que muchos tienen la idea de que esté mundo y las
mansiones celestiales constituyen todo el universo de Dios. No es
a s í.(73)
Dios tiene infinidad de mundos que obedecen su ley. Esos
mundos son gobernados teniendo en cuenta la gloria del Crea­
dor. Cuando los habitantes de esos mundos consideran el elevado
precio que se pagó para salvar al liombre, se llenan de asom-
bro. ( 74) ----------- ‘ --------
El Señor me mostró en visión otros mundos. Me fueron da­
das alas y un ángel me acompañó desde la ciudad a un lugar
brillante y glorioso. La hierba era de un verde vivo y las aves
gorjeaban un dulce canto. Los moradores de aquel lugar eran
de todas estaturas; eran nobles, majestuosos y hermosos. . .
Pregunté a uno de ellos por qué eran mucho más bellos que
los habitantes de la tierra, y me respondió: “Hemos vivido en
estricta obediencia a los mandamientos de Dios, y no incurrimos
en desobediencia como los habitantes de la tierra”. Después
vi dos árboles, uno de los cuales se parecía muoho al árbol de
la vida de la ciudad. E l fruto de ambos era hermoso, pero no
debían comer de uno de ellos. Hubieran podido comer de los
dos, pero les estaba vedado comer de uno. Entonces el ángel
que me acompañaba me dijo: “Nadie ha probado aquí la fruta
del árbol prohibido, y si de ella comieran, caerían”.
Después me transportaron a un mundo que tenía siete lunas;
donde vi al anciano Enoc, que había sido trasladado. . . Le pre­
gunté si aquel era el lugar adonde lo habían transportado desde
la tierra. El me respondió: “No es éste. Mi morada es la ciu­
dad, y he venido a visitar este sitio”. Andaba por allí como si
estuviese en su casa.
Supliqué a mi ángel acompañante que me dejara permanecer
allí. No podía sufrir el pensamiento de volver a este tenebroso
mundo. El ángel me dijo entonces: “Debes volver, y si eres fiel,
tendrás, con los 144.000, el privilegio de visitar todos los mundos,
y ver la obra de las manos de Dios”. ( 75)

366

E l Juicio Final y la Tierra Nueva Martes 27 de diciembre
ESPECULACIONES CON RESPECTO A LA TIERRA NUEVA
Cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en
casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos.
Mar. 12:25.
Hay quienes hoy día expresan su creencia de que habrá
casamientos y nacimientos en la tierra nueva, pero los que creen
en las Escrituras no pueden aceptar tales doctrinas. La doctrina
de que nacerán niños en la tierra nueva no es una parte de la
“palabra profética más segura” (2Ped. 1: 19). Las palabras de
Cristo son demasiado claras para ser mal entendidas. Debieran
resolver para siempre la cuestión de los casamientos y nacimien­
tos en la tierra nueva. Ni los que serán levantados de los muer­
tos ni los que serán trasladados sin ver la muerte se casarán o
serán dados en casamiento. Serán como los ángeles de Dios,
miembros de la familia real.
j Quiero decir a los que sostienen puntos de vista contradicto-
írios a la declaración de Cristo: En tales asuntos, el silencio es
[elocuencia. Es presunción ocuparse de suposiciones y teorías
acerca de asuntos que Dios no nos ha hecho conocer en su Pala­
bra. No necesitamos entrar en especulaciones acerca de nuestro
futuro estado. . .
“Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo” (2Tim . 4 :2 ) . No pongáis en el fundamento madera,
heno y hojarasca: Vuestras propias conjeturas y especulaciones
que no pueden beneficiar a nadie.
Cristo no retuvo ninguna verdad esencial para nuestra salva­
ción. Las cosas reveladas son para nosotros y para nuestros hi­
jos, pero no debemos permitir que nuestra imaginación invente
doctrinas acerca de cosas que no son reveladas. (™)
Se me presentó el hecho de que muchos están siendo seduci­
dos por fábulas espirituales. . . A todos los que están dando
rienda suelta a esas fantasías profanas quiero decirles: Detene­
os; por el amor de Cristo, deteneos allí mismo donde estáis. Os
encontráis en terreno prohibido. ( 77)
El Señor ha provisto todo para nuestra felicidad en la vida
futura, pero no ha hecho revelaciones acerca de esos planes y
no hemos de conjeturar en cuanto a ellos. Tampoco hemos de
medir las condiciones de la vida futura por las condiciones de
esta vida. ( 78)

367
E l Juicio Final y la Tierra Nueva Miércoles 28 de diciembre
E L REINO D E AMOR D E CRISTO
Ei reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de
todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo.
Dan. 7: 27.
El gobierno del reino de Cristo no se asemeja a ningún go­
bierno terreno. Es un reflejo de los caracteres de quienes com­
ponen el reino. . . En su corte preside el amor santo, y sus car­
gos y funciones están adornados por el ejercicio de la caridad.
Pide a sus siervos que incorporen compasión y benevolencia, sus
propios atributos, en todas sus tareas. . .
Sólo el poder de Cristo puede obrar la transformación en el
corazón y la mente a fin de que todos los que quieran puedan
participar con él de la nueva vida en el reino de Dios. . . A
fin de servirle rectamente, debemos nacer del Espíritu divino.
Esto purificará el corazón y renovará la mente y nos dará una
nueva capacidad para conocer y amar a Dios. Nos dará obedien­
cia voluntaria a todos sus requerimientos. Esa es la verdadera
adoración.
“Tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que
no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna
de sus cuerdas será rota. Porque ciertamente allí será Jehová
para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos. . .
Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador,
Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará. . . No dirá el mora­
dor: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdo­
nada la iniquidad” (Isa. 33: 20-24).
“Os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que
yo he creado” asegura el Señor; “porque he aquí que yo traigo
a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jeru­
salén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella
voz de lloro, ni voz de clamor. . . Edificarán casas, y morarán
en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edifi­
carán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma;
porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo,
y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. . . No afli­
girán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová” (Isa.
6 5 :1 8 -2 5 ).( 78)

368
i
El Juicio Final y la Tierra Nueva Jueves 29 de diciembre
E L SABADO EN E L MAS ALLA
Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago
permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vues­
tra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de día
de reposo en día de reposo [sábado], vendrán todos a adorar
delante de mí, dijo Jehová. Isa. 66: 22, 23.
Al principio, el Padre y el Hijo habían descansado el sábado
después de su obra de creación. Cuando “fueron acabados los
cielos y la tierra, y todo su ornamento” (Gén. 2: 1), el Creador
y todos los seres celestiales se regocijaron en la contemplación
de la gloriosa escena. “Las estrellas todas del alba alababan, y
se regocijaban todos los hijos de Dios” (Job 3 8 : 7 ) . . . Cuando
se produzca “la restauración de todas las cosas, de la cual habló
Dios por boca de sus santos profetas, que ha habido desde la
antigüedad”, el sábado de la creación, el día en que Cristo des­
cansó en la tumba de José, será todavía un día de reposo y re­
gocijo. E l cielo y la tierra se unirán en alabanza mientras que
“de día de reposo en día de reposo [sábado]”, las naciones de
los salvos adorarán con gozo a Dios y al Cordero. ( 80)
Las naciones de los salvos no conocerán otra ley que la del
cielo. Todos constituirán una familia feliz y unida, ataviada con
las vestiduras de alabanza y agradecimiento. Al presenciar la
escena, las estrellas de la mañana cantarán juntas, y los hijos de
Dios clamarán de gozo. . .
“Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo
[sábado], vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová”.
“Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente
la verá”. “Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delan­
te de todas las naciones”. “En aquel día Jehová de los ejércitos
será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente
de su pueblo” (Isa. 66: 23; 40: 5; 61: 11; 28: 5 ) .( 81)
Mientras duren los cielos y la tierra, el sábado continuará
siendo una señal del poder del Creador. Cuando el Edén vuelva
a florecer en la tierra, el santo día de reposo de Dios será hon­
rado por todos los que moren debajo del sol. “De día de reposo
en día de reposo [sábado]”, los habitantes de la tierra renovada
y glorificada, subirán “a adorar delante de mí, dijo Jehová” ( 82) j

369
El Juicio Final y la Tierra Nueva Viernes 30 de diciembre
SEGURIDAD ETERNA
Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día
Jehová será uno, y uno su nombre. Zac. 14: 9.
El gran plan de la redención dará por resultado el completo
restablecimiento del favor de Dios para el mundo. Será restau­
rado todo lo que se perdió a causa del pecado. No sólo el hom­
bre, sino también la tierra será redimida, para que sea la mo­
rada eterna de los obedientes. Durante seis mil años, Satanás
luchó por mantener la posesión de la tierra. Pero se cumplirá el
propósito original de Dios al crearla. “Tomarán el reino los san­
tos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente
y para siempre” (Dan. 7 :1 8 ).
“Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea ala­
bado el nombre de Jehová” (Sal. 113: 3 ) . . . Los sagrados estatu­
tos que Satanás ha odiado y ha tratado de destruir, serán hon­
rados en todo el universo inmaculado. ( 83)
Por medio de la obra redentora de Cristo, el gobierno de
Dios queda justificado. E l Omnipotente es dado a conocer como
el Dios de amor. Las acusaciones de Satanás quedan refutadas
y su carácter desenmascarado. La rebelión no podrá nunca vol­
verse a levantar. El pecado no podrá nunca volver a entrar en
el universo. A través de las edades eternas, todos estarán segu­
ros contra la apostasía. Por el sacrificio abnegado del amor, los
habitantes de la tierra y del cielo quedarán ligados a su Creador
con vínculos de unión indisoluble...
Donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia de Dios.
La tierra misma, el campo que Satanás reclama como suyo, ha
de quedar no sólo redimida, sino exaltada. Nuestro pequeño
mundo, que es bajo la maldición del pecado la única mancha
oscura de su gloriosa creación, será honrado por encima de todos
los demás mundos en el universo de Dios. Aquí, donde el Hijo
de Dios habitó en forma humana; donde el Rey de gloria vivió,
sufrió y murió; aquí, cuando renueve todas las cosas, estará el
tabernáculo de Dios con los hombres, “morará con ellos; y ellos
serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios”
(Apoc. 21: 3 ). Y a través de las edades sin fin, mientras los redi­
midos anden en la luz del Señor, lo alabarán por su Don inefa­
ble: Emmanuel: “Dios con nosotros". ( 84)

370
E l Juicio Final y la'Tierra Nueva Sábado 31 de diciembre
LO QUE RESERVA LA ETERNIDAD A LOS REDIM IDOS
Lo saciaré de larga vida, y le mos­
traré mi salvación. Sal. 91: 16.
Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los
redimidos de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se
lanzan en incansable vuelo hacia los lejanos mundos;'“mundos
a los cuales el espectáculo de las miserias humanas causaba es­
tremecimientos de dolor, y que entonaban cantos de alegría al
tener noticia de un alma redimida. Con indescriptible dicha los
hijos de la tierra participan del gozo y la sabiduría de los seres
que no cayeron. Comparten los tesoros de conocimientos e inte­
ligencia adquiridos durante siglos y siglos en la contemplación
de las obras de Dios. Con visión clara consideran la magnificen­
cia de la creación: soles y estrellas y sistemas planetarios que
en el orden asignado circuyen el trono de la Divinidad. El nom­
bre del Creador se encuentra escrito en todas las cosas, desde
las más pequeñas hasta las más grandes, y todas ostentan la ri­
queza de su poder.
Y a medida que los años de la eternidad transcurran, traerán
consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de
Dios y de Cristo... Así como el conocimiento es progresivo, así
también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto
más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su
carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza de la reden­
ción y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás, los
corazones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre
ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y
miríadas de miríadas y millares de millares\de voces se unirán pa­
ra engrosar el potente coro de alabanza.
“Y a toda cosa creada que está en el cielo, y sobre la tie­
rra, y debajo de la tierra, y sobre el mar, y a todas las cosas
que hay en ellos, las oí decir: ¡Rendición, y honra y gloria y
dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por
los siglos de los siglos!” (Apoc. 5: 13, V M ).
El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni
pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación
de armonía y gozo late en toda la creación. De Aquel que todo
lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión
del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta
el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas,
declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios
es amor. ( 85)
371
CLAVE DE ABREVIATURAS

BC S ev e n th -d a y A d v en tist LC E n L u g a r e s C e le s tia
B ib l e C o m m e n ta r y le s
(tomos 1 al 7) LR T o t h e L itt le R e m
CC E l C a m in o a C risto nant S c a t t e r e d
CH C o u n sels o n H ea lth A bro ad
CL C o u n try L iv in g LS L ife S k etch es
CM C o n s e j o s p a r a los M M an u scrito
M a estro s MB E l M in isterio d e la
CMC C o n s e jo s s o b r e M ayor- B on dad
d o m ía C ristia n a MC E l M in isterio d e C u ra­
CN C o n d u c c ió n d e l N iño c ió n
COES C o n s e jo s s o b r e la O bra MJ M en sa jes p a r a lo s J ó ­
d e la E s c u e la S a b á ­ v en es
t ic a MM M ed ica l M in istry
es E l C o n flic to d e lo s S i­ MMa M e d ita cio n e s M atin ales
g lo s MS M en sa jes S e le c to s (to­
CT C h ristia n T e m p e r a n c e mos 1 y 2 )
a n d B ib l e H y g ien e NEV N u es tr a E le v a d a V o c a ­
DMJ E l D iscu rso M aestro ció n
d e J e s u c r is t o OE O b re ro s E v a n g élic o s
DTG E l D esead o d e T odas PE P r im e r o s E sc rito s
la s G e n te s PP P a tr ia r c a s y P r o fe ta s
EC L a E d u c a c ió n C ristia ­ PR P r o fe t a s y R e y e s
na PVGM P a la b r a s d e V id a d e l
Ed L a E d u c a c ió n G ran M aestro
EE E l E v a n g elism o RA C o n s e jo s s o b r e e l R é ­
FC A F in d e C o n o c e r le g im e n A lim en tic io
FCV L a F e p o r la Cual RB R ev iv a l a n d B e y o n d
V ivo RH R e v iew a n d H era ld
PE SC S e r v ic io C ristian o
F u n d a m e n t a l s of
C h ristia n E d u c a tio n
SG S p iritu a l G ifts
SP S p irit o f P r o p h e c y
FL íB T h e F a it h I L iv e by
SR T h e S to ry o f R e d e m p
GCB G en eral C o n f e r e n c e tiOTL
B u lle tin ST S ign s o f t h e T im e s
HA E l H o g a r A d v en tista SW T h e S o u th e r n W a tc h ­
HAp L o s H e c h o s d e los man
A p ó s to le s T T e s tim o n ie s f o r t h e
HP In H e a v e n ly P la c es C h u r ch (tomos 1 al 9)
HS H isto r ic a l S k e t c h e s Te L a T e m p e r a n c ia
JT J o y a s d e lo s T e s t im o ­ TM T e s tim o n io s p a r a los
n io s (tomos 1 , 2 M in istros
y 3) TS T es tim o n io s S e l e c t o s
KH That I May Know (tomos 1 al 4)
Him YI Y o u th ’s In s tru c to r

372
INDICE DE REFERENCIAS

ENERO

( 1) DTG, 23, 24, 28. (16) T3, 62. (32) TM, 116, 117.
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(3) RH, 24-12-1872. (18) T3, 62. (34) FLB, 289.
(4) CS, 347, 348. (19) BC4, 1184. (35) Carta 55, 1886.
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(8) EE, 163, 164. (23) EE, 25.
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(13) EE, 505. (29) JT2, 375, 376. (44) JT3, 84, 85.
(14) CS, 669, 670. (30) Ed., 298. (45) Carta 42a, 1893.
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FEBRERO
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(4) JTÌ, 25-27. (19) 12, 453. (33) CT, 54.
(5) JT1, 65, 66. (20) JT1, 242. (34) CH, 575.
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(7) JT2, 96-100.
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(15) TM, 441-443. (29) Tl, 704,
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MARZO
(1) PR, 393, 394. (9) T5, 218-220. (17) FC, 11.
(2) PR, 393. (10) T5, 221-223. (18) RH, 3-2-1903.
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(7) FE, 484. (15) JT2, 100. (23) T5, 220, 221.
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373
(25) JT1, 180, 181. (39) PVGM, 115. (53) T4, 306, 307.
(26) CT, 54. (40) Ed., 251-254. (54) MSI, 145.
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(30) JT2, 135, 136. (44) T8, 235.
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(37) T5, 161, 162, (51) MSI, 262. (64) PVGM, 346, £347.
(38) Ed., 252, 253. (52) DTG, 431, 432. (65) LC, 229.

ABRIL
(1 ) Ed., 257. (24) FE, 201. (46) T5, 87, 88.
(2) RH, 10-3-1904. (25) RH, 9-10-1894. (47) T5, 401.
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(5) JT3, 212, 213. (28) T6, 439. (50) MB, 113, 114.
(6) SC, 138. (29) RH, 4-12-1900. (51) Yl, 3-3-1908.
(7) T7, 9, 10. (30) JT3, 69-71. (52) MJ, 429.
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(9) T7, 11, 12. (32) CM, 305, 306. (54) HAp., 90, 91.
( 10) T7, 16. (33) JT2, 382, 383. (55) JT2, '333.
(H) PVGM, 316-321. (34) T6, 440. (56) JT3, 403.
( 12 ) JT3, 62. (35) T6, 443. (57) TS5, 169.
(13) MC, 291. (36) T6, 443, 444. (58) JT3, 358.
(14) CM, 161. (37) CC, 121. (59) JT3, 402, 403.
(15) JT3, 62, 63. (38) T8, 331-333. (60) MC, 409, 410.
(16) HAp., 89.
(39) TB, 333, 334. (61) MC, 37.
(17) MC, 102.
(40) RA, 83. (62) Ed., 254.
(18) MC, 116.
JT3, 346-348. (41) T3, 62, 63. (63) JT1, 234.
(19)
(20) JT3, 347. (42) CH, 23. (64) T2, 232.
(21 ) EE, 342. (43) CH, 20-22. (65) JTÏ, 590, 591.
(22 ) T6, 66, 67. (44) RH, 30-5-1907. (66) T4, 596, 597.
(23) RH, 14-7-1903. (45) LC, 232. (67) HAp., 479, 480.

MAYO
(1) JT2, 362. (8) CS, 576, 577. (15) Te., 242, 243.
(2) RH, 20-9-1892. (9) EE, 164, 165. (16) TM, 364, 365.
(3) CS, 572, 571. ( 10) PE, 75, 76. (17) TM, 117, 118.
(4) JT2, 318-320. ( 11 ) T8, 49-53. (18) T7, 87.
(5) CS, 574-576. ( 12 ) SC, 64. (19) JT3, 115.
(6) JT3, 269, 270. (13) SC, 65, 66. (20) T8, 101.
(7) EE, 435, 436 (14) T8, 28, 29. (21 ) LS, 409.

374
(22 ) JT3, 115, (32) MS2, 61. (42) JT1, 161-164.
(23) T9, 209. (33) MS2, 58. (43) MS2, 85, 86.
(24) Carta 105, 1904. (34) CS, 349-351. (44) MS2, 90.
(25) T9, 207, 208. (35) PR, 207. (45) CS, 651.
(26) CN, 411, 412. (36) CS, 351-354.
(46) MS2, 60.
(27) T2, 410, 411. (37) CS, 380-382.
(47) JT1, 101.
(28) DTG, 589, 590. (38) DTG, 586,
(29) HA, 369-372. (39) Ed., 174, (48) JT1, 166-170.
(30) Ed., 223, 224. (40) CS, 382, 383. (49) MS2, 88-90.
(31) EE, 159, 158, (41) LC, 199, 198. (50) MS2, 461-465.

JUNIO
( 1) CS, 652. (29) ST, 5-5-1887. (57) Boletín, 31-1-1849.
(2) PVGM, 102. (30) CS, 440. (58) PE, 56, 57.
(3) JT3, 279, (31) CS, 662. (59) DTG, 97.
(4) CS, 683. (32) BC7, 985. (60) MS2, 162-164.
(5) CN, 525. (33) CS, 663-665. (61) Carta 89, 1899.
(6) CS, 680. (34) CS, 357. (62) JT2, 44.
(7) CS, 639, (35) LS, 429. (63) DTG, 97.
(8) NEV, 342. (36) BC7, 985. (64) JT3, 393.
(9) SC, 98. (37) CS, 441, (65) HS, 292.
( 10) PR, 136, 137. (38) MB, 141. (66) EE, 61.
(1 1 ) CS, 663. (39) RH, 17-11-1910. (67) CL, 29, 30.
( 12 ) TM, 472, 473. (40) RH, 19-10-1897. (68) E£ 61.
(13) Carta G-l 1, 1890. (41) AAMa., 317, (69) EE, 61, 62.
(14) JT2, 351. (42) ST, 9-10-1901. (70) BC1, 1087, 1088.
(IS) CS, 496, 497. (43) RH, 16-7-1901. (71) CH, 504, 505.
(16) PR, 529. (44) EE, 24. (72) CH, 540, 541.
(17) CS, 609. (45) M 173, 1902. (73) MM, 246-
(18) CS, 661, 662. (46) M 85, 1899. (74) CS, 665-667.
(19) JT1, 120. (47) RH, 6-4-1911. (75) JT3, 171.
(20) CS, 618. (48) JT3, 395-397. (76) BC7, 983.
(2 1 ) CS, 648. (49) CM, 305, 306. (77) CS, 645.
(22 ) CS, 616. (50) RH, 18-12-1888. (78) ST, 15-2-1910.
(23) RH, 5-8-1909. (51) ST, 12-6-1893. (79) SP4, 444, 445.
(24) PP, 741. (52) JT2, 165,, 166. (80) M 24, 1891.
(25) CS, 517. (53) JT3, 115. (81) CS, 503.
(26) MS2, 67. (54) MS2, 162. (82) RH, 6-12-1892.
(27) CS, 496-503. (55) CL, 20. (83) RH, 13-12-1892.
(28) PE, 33, 85, 86. (56) PE, 56. (84) ST, 12-6-1893.

JULIO
( 1 ) JT2, 151. (7) BC7, 985. (13) M 17, 1906.
(2) CS, 645. (8) EE, 167. (14) EE, 175.
(3) CS, 646. (9) MS2, 112. (15) BC7, 977.
(4) JT2, 318, 319. ( 10) BC7, 907. (16) RH, 29-4-1890.
(5) Carta P-28, 1900. ( 11 ) CS, 493.. (17) M 30, 1889.
(6) ST, 28-5-1894. ( 12 ) SP4, 277. (18) TM, 207.

375
(19) CS, 498. (48) MS2 , 78. (77) MSI , 75.
(20) MS2, 421, 422, 425. (49) GCB, 27-5-1913. (78) JT3, 232.
(2 1 ) BC7, 977. (50) M52, 449. (79) BC7, 977.
(22) ST, 26-5-1898. (51) TM, ,2 0 . (80) EE, 174, 175,
(23) CS, 660. (52) RH, 8-11-1892. (81) RH, 29-5-1889.
(24) CS, 666. (53) TM, 62. (82) MSI , 131.
(25) PR, 376. (54) EC, 241. (83) LC, 340.
(26) PR, 140, 141. (55) M 153, 1902. (84) RH, 17-5-1906.
(27) BC6, 1065. (56) JT3, 284, 285. (85) PR, 431-434.
(28) RH, 20-12-1898. (57) MJ, 49, 50. (86) BC7, 976.
(29) M 21, 1889. (58) BC6 , 1105, 1106. (87) JT2, 373.
(30) Carta H-30a, 1892. (59) BC7, 911, (88) JT3, 46.
(31) RH, 19-11-1908. (60) BC6, 1106. (89) MS2, 436.
(32) JT2(, 149, 150. (61) MS2,r 110 . (90) PR, 376.
(33) LC, 50. (62) JT1, 123, 124. (91) CS, 662-664.
(34) M <!j, 1889. (63) CS, .616, 617. (92) RH, 2-5-1893.
(35) JT2, 151. (64) TM, 472. (93) JT2, 151.
(36) BC7', 968. (65) MS2,, 58. (94) CS, 646, 647.
(37) RH, 7-12-1897. (66) MM, 87, 88. (95) RH, 16-7-1901.
(38) BC4, 1161. (67) MS2,, 59.
(96) T5, 546.
(39) T5, 80. (68) JT1, 10 1 ,
(97) TM, 37.
(40) PR, 140. (69) MS2 . 61.
(98) EE, 55.
(41) SC, 63. (70) Carta B-6, 1884.
(42) M 97, 1898. (99) RH, 29-4-1884.
(71) MS2,, 63.
(43) PE, 269-271. (72) TM, 117. ( 100) RH, 13-10-1904.
(44) T6, 400, 401. (73) CS, -40. ( 101 ) JT3, 332.
(45) 17, 17. (74) CS, :32, 33. ( 102) RH, 7-11-1898.
(46) JT1,, 75. (75) EE, 25, 26. (103) TM, 507.
(47) MS2, 436, 437. (76) CS, 681, 682. (104) NEV, 348.

ACOSTO
—>

Carta 26d, 1887.


00

00

( 1) (19) (37) JT1, 336.


(2) MJ, 90. (20) LC, 197.\ (38) JT2, 65, 68-71.
(3) T5, 310, 3 1 1.| (21 ) BC7, 909. (39) BC7, 970.,
(4) CN, 147, 148. (22 ) CS, 521-523. (40) P^, 58, 279, 71, 48.
(5) MSI, 328, 329. (23) CS, 525, 526. (41) MSI, 259, 260.
(6) MSI, 327. (24) JT1, 162. (42) BC7, 968.
(7) DTG, 298, 299. (25) RB, 54. (43) T8, 315.
(8) ST, 21-7-1902. (26) MC, 88. (44) BC7, 968.
(9) PVGM, 253, 254. (27) RB, 55. (45) FLB, 336.
( 10) MSI, 94. (28) MS2, 41, 42. (46) T8, 198<
( 11 ) ST, 15-4-1913. (29) RB, 52. (47) DTG, 255, 256.
( 12 ) M 8, 1899. (30) CS, 524, 525. (48) MMa, 296.
(13) BC7, 943. (31) PVGM, 119, 120. (49) Carta 33, 1851.
(14) T4, 567, 568. (32) AAS1, 368, 369. (50) PE, 32, 33.
(15) MM, 112, 113. (33) BC, 6, 1101. (51) BC7, 968.
(16) MSI, 394, 395. (34) LC, 352. (52) BC7, 969.
(17) T4, 607, 608. (35) ST, 31-3-1898. (53) BjC7, 968.
(18) LC, 197« (36) MS2, 423, 424. (54) BC7, 969.

376
(55) EE, 166. (60) CS, 474. (65) CS, 540.
(56) CS, 462. (61) CMC, 168. (66) CS, 544, 545.
(57) EE, 166. (62) CS, 533, 534. (67) CS, 539, 540.
(58) CS, 473, 474. (63) Carta 37, 1887. (68) T2, 401.
(59) CS, 479. (64) EE, 166. (69) CS, 478.

SEPTIEMBRE
( 1) M 118, 1902. (31) T5, 524. (61) PR, 376.
(2 ) RH, 18-12-1888. (32) RH, 23-4-1901. (62) PR, 261.
(3) EE, 55. (33) RH, 9-11-1905. (63) AA 151, 1901.
(4) M ,53, 1905. (34) CS, 386, 387. (64) PE, 281.
(5) RH, 26-4-1892. (35) CS, 652. (65) ST, 15-2-1883.
(6) FE, 217. (36) RH, 9-11-1905. (66) PE, 281, 282.
(7) PE, 71. (37) CS, 618. (67) PE, 36, 37.
(8) CS, 478. (38) M 1, 1857. (68) CS, 676, 677.
(9) PE, 70, 71. (39) Carta 58, 1887. (69) CS, 677.
( 10) COES, 44. (40) CS, 671, 672. (70) RH, 12-8-1884.
( 11 ) RH, 26-4-1892. (41) PE, 57, ,58. (71) CS, 678, 679.
( 12 ) RH, 3-5-1892. (42) Carta 79, 1900. (72) SP, 440, 441.
(13) HAp., 45. (43) TM, 444. (73) PR, 376.
(14) CS, 66?, 670. (44) PR, 394. (74) RH, 14-4-1896.
(15) BC7, 983. (45) EE, 510. (75) CS, 681, 682.
(16) BC7, 967. (46) RH, 23-11-1905. (76) CS, 687, 688, 692.
(17) BC7, 982. (47) CS, 685-687. (77) CS, 693, 694.
08) PE, .36, 37. (48) TM, 182. (78) PR, 531.
(19) CS, 652. (49) JT1, 75. (79) JT2, 321.
(20) PE, 85, 66. (50) PE, 36, 37. (80) CS, 694.
(21 ) TI, 268. (51) PE, 282. /O1\ A1
rDP
t, 41.
(22 ) EE, 510. (52) CS, 689.
(82) AA 1, 1860.
(23) CS, 646. (53) PR, 444.
(24) PP, 94. (54) (83) PE, 37.
CS, 693.
(25) PP, 163, 164. (55) JT1, 132. (84) CS, 711.
(26) OE, 27. (56) JT2, 67. (85) PR, 537.
(27) CM, 518. (57) PE, 283. (86) BC7, 983.
(28) T6, 24. (58) HS, 158. (87) CS, 694, 695.
(29) OE, 485, 486. (59) PE, 282. (88) PE, 285.
(30) PVGM, 339. (60) M 153, 1905. (89) AA 80, 1886.

OCTUBRE
( 1) CS, 695. ( 10) M 59, 1895. (19) PE, 34.
(2) DTG, 653-655. (1 1 ) CS, 695-697. (20) PE, 272, 273.
(3) PVGM, 236. ( 12 ) CS, 697. (21 ) LR, 6-4-1846.
(4) ST, 17-1-1900. (13) BC7, 972. (22 ) PR, 531.
(5) SG3, 82, 83. (14) CS, 697, 698. (23) CS, 698, 699.
(6) BC5, 1100. (15) CS, 698. (24) RH, 13-11-1913.
(7) M 24, 1891. (16) PE, 285. (25) PE, 15.
(8) T4, 49. 07) PE, 15. (26) PE, 286.
(9) Carta 258, 1907. (18) CS, 698. (27) PE, 15, 16.

377
(28) PE, 286. (43) CS, 699, 702, 703. (67) CMC, 365.
(29) Carta 86, 1900. (49) M 2, 260. (68) CS, 715, 716.
(30) DTG, 771. (50) CS, 703. (69) CS, 716, 717.
(31) Carta 90, 1898. (511 Carta 65a, 1894. (70) DTG, 586.
(32) RH, 13-11-1913. (52) RH, 20-9-1898. (71) ST, 11-10-1910.
(33) PE, 109, 110. (53) Yl, 11-8-1898. (72) ST, 1-7-1886.
(34) RH, 20-9-1898. (54) M 18, 1894. (73) CS, 703.
(35) RH, 5-9-1899. (55) BC6, 1093. (74) PVGM, 347.
(36) . ST, 28-1-1903. (56) RH, 18-6-1901. (75) JT2, 24.
(37) RH, 5-9-1899. (57) ST, 26-9-1878. (76) Yl, 12-1852.
(38) CS, 712-714.
(58) RH, 1-10-1901. (77) RH, 17-8-1869.
(39) CS, 700-702.
(59) ST, 8-4-1897. (78) RH, 24-11-1904.
(40) CS, 714, 715.
(41) PP, 544. (60) ST, 17-6-1897. (79) SR, 413, 414.
(42) RH, 19-10-1897. (61) DTG, 352. (80) JT3, 256, 257.
(43) BC7, 983. (62) DTG, 744. (81) T8, 254.
(44) BC7, 982. (63) RH, 5-1-1905. (82) TI, 381,
(45) BC7, 983. (64) Carta 9, 1856., (83) T2, 160.
(46) DfG, 726. (65) PE, 35., (84) T2, 520.
(47) GCB, 6-4-1903. (66) PE, 16, 17. (85) JT3, 339-342.

NOVIEMBRE
(1) PE, 289, 290. (22) BC6, 1091. (43) HP, 370.
(2) CS, 718. (23) JT3, 433. (44) L,C, 372.
(3) Ed., 294, 295. (24) LC, 370. (45) HP, 370
(4) Ed., 123. (25) M 8, 1888. (46) LC, 368.
(5) CS, 705, 706. (26) JT3, 432, 433. (47) HP, 366.
(6) MC, 403, 404. (27) LC, 369. (48) HAp. 480, 481.
(7) CS, 706. (28) SW, 31-3-1908. (49) LC, 371.
(8) JT3, 266. (29) CM, 45. (50) HP, 369.,
(9) RH, 20-9-1898. (30) T8, 288., (51) CS, 718, 719.
(10) MMa, 364. (31) Yl, 10-1852. (52) CS, 720, 721.
(11) FC, 373. (32) BCl, 1086. (53) CS, 719, 721.
(12) .Carta 27, 1890. (33) RH, 13-12-1892. (54) CS, 721, 722.
(13) CC, 85, 86. (34) LC, 367. (55) CS, 723, 724.
(14) CC, 127, 128. (35) CM, 161. (56) RH, 4-11-1884.
(15) PE, >288, 289. (36) JT3, 257. (57) RH, 2-2-1886.
(16) PVGM, 50. (37) CS, 706, 707. (58) RH, 1-1-1884.
(17) BC5, 1125. (38) LC, 373. (59) RH, 13-1-1891.
(18) DTG, 697, 698. (39) HP, 371. (60) RH, 27-3-1888.
(19) BC5, 1125. (40) LC, 366. (61) RH, 4-11-1884.
(20) DTG, 593. (41) JT2, 264. (62) RH, 22-11-1898.
(21) MC, 375, 376. (42) LC, 372. (63) RH, 3-7-1894.

DICIEMBRE
(1) CS, 724, 725. (4) CS, 726. (7) CS, 730, 731.
(2) CS, 725, 726. (5) CS, 727, 728. (8) CS, 731.
(3) PE, 293. (6) CS, 728, 729. (9) DTG, 712.

378
( 10 ) SR, 429. (36) SR, 430, 431. (61) CM, 125.
( 11 ) CS, 732, 733. (37) CS, 734, 735. (62) MMa, 373.
( 12 ) RH, 10-6-1884. (38) Ed., 296. (63) Ed., 293, 294.
(13) T4, 357. (39) FE, 234, 235. (64) Ed., 296, 297.
(14) JT3, 432. (40) MC, 404, 405. (65) MMa, 372.
(IS) CN, 322. (41) OE, 529. (66) MMa, 371.
(16) PP, 31, 32. (42) SC, 213. (67) ST, 25-4-1906.
(17) RH, 17-5-1898. (43) T6, 310. (68) CS, 709, 710.
(18) CM, 214. (44) DTG, 515. (69) T4, 381.
(19) PE, 51, 52. (45) RH, 17-5-1898. (70) Ed., 293.
(20) PE, 54. (46) PR, 540. (71) BC7, 990.
(21 ) CS, 732. (47) PE, 18. (72) Ed., 296, 297.
(22 ) BC7, 988. (48) CS, 736. (73 BC7, 990.
(23) HA, 493, 494. (49) Ed., 296. (74) RH, 25-9-1900.
(24) GCB, 6-4-1903. (50) TI, 146. (75) PE, 40, 41.
(25) JT3, 433, 434. (51) BC7, 982. (76) MSI, 203, 204.
(26) CS, 733, 734. (52) PE, 289. (77) MM, 101.
(27) Ed., 293.
(53) CS, 732. (78) MSI, 204.
(28) CS, 734.
(54) CS, 709, 710. (79) LC, 374.
(29) Ed., 293.
(30) PP, 46, 47. (55) Ed., 291, 292. (80) DTG, 714.
(31) CS, 706, 703. (56) MC, 371. (81) PR, 541.
(32) ST, 8-4-1889. (57) CM, 161. (82) DTG, 250.
(33) Yl, 13-10-1 852. (58) Ed., 294. (83) PP, 355.
(34) MMa, 180. (59) CS, 736. (84) DTG, 18.
(35) CC, 86. (60) Ed., 292. (85) CS, 736, 737.

379
INDICE DE REFERENCIAS BIBLICAS
Textos Pág. Textos Pág.

EXODO 6 2 : 8 . ...................................... 84
2 0 :8 , 10 ............................ 236 6 9 :3 2 ...................................... 157
91 : 11 ...................................... 312
LEVITICO 91 : 15 ...................................... 275
2 0 :2 6 ...................................... 39 91 : 16 ...................................... 371
9 4 :2 0 , 21 ............................ 161
DEUTERONOMIO 1 0 1 :3 , 4 .............................. 143
1 0 4 :2 4 ................................... 365
8 : 2 ........................................... 41
1 1 9 :3 4 ................................... 229
2 9 :2 9 ...................................... 133
1 1 9 :4 6 ................................... 250
JOSUE 119: 104 ................................. 231
24 : 15 ...................................... 106 119: 126 ................................. 177
119: 174 ................................. 77
1 SAMUEL 144: 12 ................................... 100
2 : 3 ........................................... 40
PROVERBIOS
1 6 :7 ........................................ 318
3 : 6 ........................................... 237
ESTER 1 1 :3 1 ..................................... 346
3: 13 ........................................ 267
ECLESIASTES
4 : 14 ........................................ 196
1 1 :9 ........................................ 137
JO B 12: 14 ..................................... 338
1 9 :2 5 ...................................... 11
1 9 :2 5 -2 7 .............................. 299 ISAIAS
28: 18 ..................................... 221 1 :5 , 6 ................................... 67
3 4 :2 0 ..................................... 277 1: 16, 17 .............................. 24
3 8 :2 2 , 23 ............................ 282 2: 19 ........................................ 288
6 : 5 ........................................... 233
SALMOS 8 : 16 ........................................ 209
16: 11 ..................................... 353 8 : 2 0 ........................................ 154
2 4 : 3 , 4 ................................. 48 13: 13, 14 ............................ 283
3 4 : 7 ........................................ 128 21: 11, úp, 1 2 .................... 13
3 4 : 8 ........................................ 72 2 4 : 5 ........................................ 214
46 : 1 ........................................ 271 26: 19 . ................................... 297
5 0 :3 ..................................... 287 2 6 :2 0 ...................................... 268
5 0 : 6 ........................................ 284 26: 21 ...................................... 65

380
Textos Pág. Textos Pág.

3 2 :1 8 ..................................... 351 3 8 : 19 ................................... 199


33 : 17 ...................................... 325 3 8 :2 1 ..................................... 292
3 5 : 10 ...................................... 359
4 3 : 2 ........................................ 127 DANIEL
45 : 12 ...................................... 366 3 :7 ........................................ 212
4 5 :2 3 ..................................... 342 7: 13 ........................................ 246
49 : 14, 15 ............................ 201 7 :2 5 ........................................ 160
4 9 :2 5 ...................................... 276 7 :2 7 ........................................ 368
5 2 : 6 ........................................ 362 8 : 14 ........................................ 245
53 : 10, 11 ............................ 316 12 : 1 ........................................ 263
5 5 : 9 ........................................ 319 1 2 : 2 ........................................ 279
56 : 12 ..................................... 142 1 2 :3 ........................................ 328
5 8 : 14 ..................................... 243
JOEL
5 9 : 9 ........................................ 101
60: 1 , 2 ................................... 200 1 :1 5 ..................................... 66
6 4 : 4 ........................................ 330 2 : 1 ........................................... 104
6 5 : 18 ..................................... 354 2 :2 3 ........................................ 217
6 5 :2 1 , 22 ............................ 358 2 :3 1 ........................................ 148
66 : 22, 23 ............................ 369
AMOS
JEREMIAS 3 :7 ........................................ 158
4: 12 ........................... 96, 252
4 :2 3 -2 5 ................................. 304
8 : 1 1 , 12 .............................. 269
6 : 14 ........................................ 258
8 : 2 0 ........................................ 37 MIQUEAS
2 5 :3 1 ...................................... 294
1 :2 , 3 ................................... 260
2 5 :3 2 ..................................... 172
3 0 : 7 ........................................ 270 HABACUC
3 1 :1 6 , 17 ............................ 306 2 :3 .......................................... 64
50: 25 ................................... 295
SOFONIAS
LAMENTACIONES
2 :3 ................................. 35 , 159
3 : 2 7 ........................................ 119
ZACARIAS
EZEQUIEL 3: 2 .......................................... 211
7 : 5 , 6 ................................... 213 1 3 :6 ........................................ 360
9 : 4 ........................................... 238 1 4 :9 ........................................ 370
20 : 12 ................................... 242
20: 2 0 ................................... 244 MALAQUIAS
34: 26 ................................... 254 3: 2 .......................................... 38

381
Textos Pág. Textos Pág.

3 : 3 .......................................... 202 2 4 :4 4 ................................... 296


4: 1 ........................................... 345 2 5 :1 , 2 ................................... 52
4 :5 ........................................ 171 25: 13 ................................... 53
4 : 5 , 6 ................................... 20 2 5 :2 1 ..................................... 317
2 5 :2 3 ...................................... 313
MATEO
25: 34 .............................. .. 340
2: 1, 2 ................................... 9 2 5 :4 0 ..................................... 315
3: 1, 2 ................................... 114 2 6 :4 1 ...................................... 55
5: 6 ........................................... 44 2 8 :1 9 ................................... 22
5 : 8 ........................................... 86
5 : 2 8 ........................................ 141 MARCOS
5 :4 8 ........................................ 225 1 2 :2 5 ................................... 367
6 : 33 ............... .................... 69 1 3 :1 9 ................................... 273
6 :3 4 ........................................ 179 1 3 :3 5 , 3 6 ............................ 54
7: 13, 14 .............................. 108 1 4 :6 2 ................................... 291
7: 15 ...................................... 153 1 6 :1 5 ................................... 97
7: 19, 20 .............................. 156
7: 22, 23 .............................. 207 LUCAS
1 0 :7 , 8 ................................. 183 1: 17 ........................................ 116
10 :8 ........................................ 122 9 :2 3 ........................................ 107
1 0 :1 6 ................................... 175 1 0 :2 7 ...................................... 144
10: 18 ...................................... 251 1 2 :3 7 ..................................... 34
10: 19 ................................... 253 1 5 :4 ...................................... 27
1 0 :2 2 ..................................... 192 1 7 :1 ........................................ 155
1 0 :3 6 ...................................... 195 17: 26 ..................................... 135
1 3 :4 5 , 4 6 ........................... 70 1 8 :7 , 8 ................................. 272
16: 18 ..................................... 30 2 1 :8 ..................................... 203
1 8 :1 9 ................................... 36 2 1 : 11 ...................................... 208
22: 11, 12 ........................... 76 2 1 :2 6 ................................... 23
2 4 :9 ..................................... 184 2 1 :2 8 ..................................... 309
24: 10 ................................... 194 2 1 :3 6 ..................................... 33
24: 12 ................................... 198
JUAN
24: 14 ................................... 259
24: 15, 16 ............................ 178 1 :2 9 ........................................ 115
2 4 :2 3 ................................... 190 3 : 5 , 7 ................................... 68
2 4 :2 4 ................................... 205 3: 16 ........................................ 103
24: 27 ................................... 286 5: 1 7 .............................. .......... 348
24: 29 ..................................... 149 5 : 2 2 ........................................ 339
24: 36 ................................... 285 5: 28, 29 .............................. 298

382
Textos pág. Textos Pág.
9 : 4 .......................................... 240 2 CORINTIOS
1 5 :5 ..................................... 109
3 : 2 .......................................... 112
1 5 :2 0 ................................... 29
4: 18 ..................................... 331
16: 2 ........................................ 197
5: 10 ........................................ 341
1 7 :3 ........................................ 74
5: 17 ..................................... 235
1 7 :1 7 ................................... 87
6 : 1 .......................................... 113
2 0 :2 1 ..................................... 126
6 :2 ........................................ 219
HECHOS 6 : 17 ........................................ 182
1=7 .......................................... 134
6 : 17, 18 .............................. 45
1 :8 .......................................... 12 1 7: 1 ........................................ 51
10: 15 ................................... 220
5 : 2 9 ........................................ 129
2 0 :2 0 ................................... 102 1 1 :1 4 ................................... 204
2 0 : 2 9 ..................................... 58 1 3 :5 ........................................ 47

GALATAS
ROMANOS
1=21 ..................................... 131 2 :2 0 ........................................ 118
5 : 19 ........................................ 222 4 : 4 , 5 ................................... 7
6 : 13, 14 .............................. 89
6 : 14 ................................... .. 98
9 : 2 8 ........................................ ,7
EFESIOS
1 0 :2 ...................................... 124
1 2 :1 ........................................ 117 2: 7 ........................................ 363
2 : 1 9 I ..................................... 73
I 3 ' 11 ..................................... 25
13: 11, 12 ............................ 218 3 :2 0 ...................................... 224
1 3 :1 2 ................................... ,0 5 4: 23, 24 .............................. 228
14: 10 , 11 ............................ 343 4 : 3 2 ........................................ 226
5 :3 ........................................ 151
1 CORINTIOS 6 :8 .......................................... 357
2: 9 ........................................... 322 6 : 11 ........................................ 92
3 : 14 ..................................... 321
4 =9 ........................................ 136 FILIPENSES
6-'3 ............... .......................... 333 2 :1 5 ........................................ U 1
6 : 19, 20 .............................. 78 3 : 2 , 3 ................................... 145
7 : 2 9 ........................................ 59 3 : 20, 21 .............................. 289
10 : 12 ................................... 234
1 3 :1 2 ..................................... 301 COLOSENSES
1 4 :3 2 , 33 ............................ 152 1 :1 2 ..................................... 355
1 4 :4 0 ..................................... 232 1: 13, 14 .............................. 71'
1 5 :2 6 ................................... 12 3: 2 .......................................... 320

383
Textos Pág. Textos Pág.

1 TESALONICENSES 1 1 :5 ........................................ 63
4 :1 6 , 17 .............................. 303 1 2 :2 ........................................ 314
5: 1, 2 ................................... 262
SANTIAGO
5; 3 ........................................ 257
5 : 4 ........................................... 256 1 :6 ........................................ 85
5 : 17 ...................................... 83 1: 12 ........................................ 308
5 : 2 3 ........................................ 60 .1 :2 2 ...................................... 42
5 : 7 .......................................... 180
2 TESALONICENSES 5 :1 1 ..................................... 14
2 : 3 ........................................... 163
1 PEDRO
2 : 8 , 9 ................................... 166
1: 10, 11 .............................. 364
1 TIMOTEO 2 : 9 ........................................... 49
4 :1 ................................... 57 2: 11 ........................................ 79
4 :1 2 ..................................... 81 2 : 1 2 ........................................ 110
5 : 2 2 ........................................ 227 3: 1 5 ........................................ 43
5 : 2 4 ........................................ 249 4 : 7 ........................................... 56
6 : 2 0 ........................................ 132 5 : 8 ........................................... 146
5 : 8 , 9 ................................... 88
2 TIMOTEO
2 :1 9 ............................ 125, 210 2 PEDRO
2 :2 2 ........................................ 80 1 :5 -7 ...................................... 82
3 : 1, 2, 5 ............................ 31 1 :1 9 ........................................ 15
3 :1 2 ...................................... 193 2 :9 ........................................ 94
3: 1 3 ........................................ 139 3 : 9 ........................................... 90
4: 1 ........................................... 290 3: 10 ...................................... 281
4: 2 ........................................... 176 3: 11, 12 .............................. 61
4 :3 ........................................ 138 3: 13 ........................................ 349
4 : 7 , 8 ................................... 307 3 :1 6 ..................................... 130

TITO 1 JUAN
2 : 1 3 ........................................ 302 1 : 3 ........................................... 123
2 : 4 , 5 ................................... 230
HEBREOS 2: 14 ........................................ 120
1 :1 4 ...................................... 93 2 : 18 ........................................ 62
2 : 3 ........................................... 95 3: 1 .......................................... 75
9 : 2 8 ........................................ 8 3: 2 .................... ............ 347
10: 22 ...................................... 247 3: 13, 14 .............................. 140
1 0 :3 5 -3 9 .............................. 50 4: 1 ..................................... 164

384
Textos Pág. Textos Pag.

4 :2 1 ..................................... 99 1 3 :1 3 ................................... 206


5 :1 1 ..................................... 300 1 3 :1 4 ................................... 162
5 :2 1 ..................................... 46 1 3 :1 5 ....................... 165, 266

! - 7 ...................... 181
14: 1 ..................................... 326
6 ............................................. 311 1 4 :6 , 7 ................................. 168
14, 15 ................................... 334 1 4 :7 ..................................... 91
Î4 .......................................... 223 14 :8 ..................................... 169
1 4 :9 , 10 .............................. 170
APOCALIPSIS 14: 12 ................................... 26
14: 15 ................................... 239
1 :3 ......................................... 28
1 5 :2 ..................................... 356
1 :7 ........................................ 280
1 5 :3 ..................................... 344
2 :7 ........................................ 352
16: 1 ..................................... 265
3 :3 ........................................ 248
16: 13, 14 ........................... 188
3 :1 0 ..................................... 274
1 6 :1 5 ................................... 32
4 : 2 , 3 ................................... 324
16: 17, 18 ........................... 278
6 : 12 ........................................ 147
17: 12, 13 ........................... 185
6: 15, 16 .............................. 293
17: 14 ................................... 255
7: 1 ........................................ 173
18: 1 ........................... 18, 216
7 : 2 , 3 ................................... 241
1 8 :4 ..................................... 187
7 : 3 ........................................... 264
20 : 1 , 2 ................................ 305
7=9 ................................... 327
7: 14 ..................................... 329 20: 7, 8 .................... 335, 336
9: 14, 15 .............................. 150 20: 12 ..................................... 337
1 0 :5 , 6 .............................. 16 2 1 :3 ....................................... 361
1 1 :1 5 .................................! 19 2 1 :4 ....................................... 350
1 2 :1 2 ................................... 174 2 2 :2 ....................................... 323
1 2 :1 7 ................................... 215 2 2 :1 1 ..................................... 261
1 3 :3 ..................................... 186 2 2 :1 2 ..................................... 310
1 3 :4 ..................................... 189 2 2 :1 4 ..................................... 332
1 3 :1 1 ................................... 191 2 2 :1 6 ..................................... 21
1 3 :1 2 ................................... 167 2 2 :2 0 ..................................... 10

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