Radiación Solar - Wikipedia, La Enciclopedia Libre

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Radiación solar

conjunto de radiaciones
electromagnéticas emitidas por el Sol

Este artículo o sección tiene referencias, pero necesita más para complementar su verificabilidad.

La radiación solar es el conjunto de


radiaciones electromagnéticas emitidas
por el Sol. El Sol es una estrella cuya
superficie se encuentra a una temperatura
media de 5778 K (5505 °C) y en cuyo
interior tienen lugar una serie de
reacciones de fusión nuclear que
producen una pérdida de masa que se
transforma en energía. Esta energía
liberada del Sol se transmite al exterior
mediante la radiación solar. La superficie
del Sol se comporta prácticamente como
un cuerpo negro, el cual emite energía
siguiendo la ley de Planck a la temperatura
ya citada. La radiación solar se distribuye
desde el infrarrojo hasta el ultravioleta. No
toda la radiación alcanza la superficie de
la Tierra, porque las ondas ultravioletas
más cortas son absorbidas por los gases
de la atmósfera. La magnitud que mide la
radiación solar que llega a la Tierra es la
irradiancia, que mide la potencia que por
unidad de superficie alcanza a la Tierra. Su
unidad es el W/m².

Espectro de la irradiancia solar en la parte superior de la atmósfera


El efecto escudo de la atmósfera terrestre sobre la radiación solar. La imagen superior es la irradiación solar media anual
(o insolación) en la parte superior de la atmósfera terrestre (Top Of Atmosphere-TOA); la imagen inferior muestra la
insolación anual que llega a la superficie de la Tierra después de atravesar la atmósfera. Debe tenerse en cuenta que las
dos imágenes utilizan la misma escala de color.

Distribución espectral de la
radiación solar
La aplicación de la Ley de Planck al Sol
con una temperatura superficial de unos
6000 K nos lleva a que el 99 % de la
radiación emitida está entre las longitudes
de onda 0,15  (micrómetros) y 4  .
El Sol emite en un intervalo espectral de
150 nm hasta 4  . La luz visible se
extiende desde 380 nm a 830 nm.

La atmósfera de la Tierra constituye un


importante filtro que hace inobservable
radiaciones de longitud de onda inferiores
a las 0,29  por la fuerte absorción del
ozono y el oxígeno. Eso nos libra de la
ultravioleta más peligrosa para la salud. La
atmósfera es opaca a toda radiación
infrarroja de longitud de onda superior a
24  . Eso no afecta a la radiación solar
pero sí a la energía emitida por la Tierra
que llega hasta las 40  y que es
absorbida. Este efecto se conoce como
efecto invernadero.

El máximo (Ley de Wien) ocurre a 0,475 


. Considerando la ley de Wien, ello
corresponde a una temperatura de:

Pero la emisión solar difiere de la de un


cuerpo negro, sobre todo en el ultravioleta.
En el infrarrojo se corresponde mejor con
la temperatura de un cuerpo negro de
5779 K, y en el visible con 6090 K. Ello nos
habla de que la radiación solar no se
produce en las mismas capas y estamos
observando la temperatura de cada una de
ellas donde se produce la energía.

Efectos de la radiación solar


sobre los gases atmosféricos
La atmósfera es diatérmana, es decir, que
no es calentada directamente por la
radiación solar, sino de manera indirecta a
través de la reflexión de dicha radiación en
el suelo y en la superficie de mares y
océanos.

Los fotones según su energía o longitud


de onda son capaces de:
Fotoionizar la capa externa de
electrones de un átomo (requiere
una longitud de onda de 0,1  ).
Excitar electrones de un átomo a
una capa superior (requiere
longitudes de onda de entre 0,1 
y 1  ).
Disociar una molécula (requiere
longitudes de onda de entre 0,1 
y 1  ).
Hacer vibrar una molécula (requiere
longitudes de onda de entre 1  y
50  ).
Hacer rotar una molécula (requiere
longitudes de onda mayores que
50  ).
La energía solar tiene longitudes de onda
de entre 0,15  y 4  , por lo que
puede ionizar un átomo, excitar electrones,
disociar una molécula o hacerla vibrar.

La energía térmica de la Tierra (radiación


infrarroja) 3  a 80  , por lo que solo
puede hacer vibrar o rotar moléculas, es
decir, calentar la atmósfera.

La energía solar como motor


de la atmósfera
La energía recibida del sol, después de
atravesar la atmósfera de la Tierra casi sin
calentarla por el efecto de la diatermancia
de la atmósfera, es reflejada por la
superficie terrestre y calienta el aire de la
capa inferior de la atmósfera perdiendo
esa capacidad de calentamiento con
rapidez con la altura, lo cual se debe a que
la irradiación del calor (rayos infrarrojos) a
partir de la superficie terrestre hacia arriba
tiene un alcance relativamente limitado,
por la mayor longitud de onda, provocando
alteraciones en la densidad de los gases y,
por consiguiente, desequilibrios que
causan la circulación atmosférica. Esta
energía produce la temperatura en la
superficie terrestre, y el efecto de la
atmósfera es mitigar la diferencia de
temperaturas entre el día y la noche y
entre las distintas zonas geoastronómicas
de nuestro planeta.

Casi la totalidad de la energía utilizada por


los seres vivos procede del Sol. Las
plantas la absorben directamente y
realizan la fotosíntesis, los herbívoros
absorben indirectamente una pequeña
cantidad de esta energía comiendo las
plantas, y los carnívoros absorben
indirectamente una cantidad más pequeña
comiendo a otros animales.

Así pues, la mayoría de las fuentes de


energía usadas por el hombre derivan
indirectamente del Sol. Los combustibles
fósiles preservan energía solar capturada
hace millones de años mediante la
fotosíntesis. La energía hidroeléctrica usa
la energía potencial del agua que, a través
del ciclo hidrológico, pasa por los tres
estados físicos de la materia (evaporación
del agua oceánica, condensación,
precipitación y escurrimiento o
escorrentía), con lo que se puede
aprovechar dicha fuente de energía
mediante represas y saltos de agua. La
energía eólica es otra forma de
aprovechamiento de la radiación solar, ya
que ésta, al calentar con diferente
intensidad distintas zonas de la superficie
terrestre, da origen a los vientos, que
pueden ser utilizados para generar
electricidad, mover embarcaciones,
bombear las aguas subterráneas y otros
muchos usos.

Efectos sobre la salud

Espectro de la radiación solar por encima de la atmósfera y a nivel del mar.

La exposición exagerada a la radiación


solar puede ser perjudicial para la salud.
Esto está agravado por el aumento de la
expectativa de vida humana, que está
llevando a toda la población mundial a
permanecer más tiempo expuesto a las
radiaciones solares, lo que aumenta el
riesgo de desarrollar cáncer de piel.

La radiación ultravioleta es emitida por el


Sol en longitudes de onda que van
aproximadamente desde los 150 nm
(1500 Å), hasta los 400 nm (4000 Å), en
las formas UV-A, UV-B y UV-C, pero a
causa de la absorción por parte de la
atmósfera terrestre, el 99 % de los rayos
ultravioletas que llegan a la superficie de
la Tierra son del tipo UV-A. Ello nos libra de
la radiación ultravioleta más peligrosa
para la salud. La atmósfera ejerce una
fuerte absorción que impide que la
atraviese toda radiación con longitud de
onda inferior a 290 nm (2900 Å). La
radiación UV-C no llega a la tierra porque
es absorbida por el oxígeno y el ozono de
la atmósfera, por lo tanto no produce
daño. La radiación UV-B es parcialmente
absorbida por el ozono y llega a la
superficie de la tierra, produciendo daño
en la piel. Ello se ve agravado por el
agujero de ozono que se produce en los
polos del planeta.

Dirección de incidencia
Mapa de la radiación solar horizontal en el planeta. El lugar que más recibe es el desierto de Atacama en Chile, superando
los siete kWh/m².[1] ​

Mapa de la radiación solar normal en el planeta.

El estudio de la dirección con la cual


incide la irradiación solar sobre los
cuerpos situados en la superficie terrestre
es de especial importancia cuando se
desea conocer su comportamiento al ser
reflejada. La dirección en que el rayo salga
reflejado dependerá de la incidente.

Con tal fin se establece un modelo que


distingue entre dos componentes de la
irradiación incidente sobre un punto: la
irradiación solar directa y la irradiación
solar difusa.

Irradiación solar directa. es aquella que


llega al cuerpo desde la dirección del
Sol.
Irradiación solar difusa. es aquella cuya
dirección ha sido modificada por
diversas circunstancias (densidad
atmosférica, partículas u objetos con
los que choca, reemisiones de cuerpos,
etc.). Por sus características, esta luz se
considera venida de todas direcciones.
En un día nublado, por ejemplo, solo
tenemos radiación difusa.

La suma de ambas es la irradiación total (o


global) incidente. La superficie del planeta
está expuesta a la radiación proveniente
del Sol. La tasa de irradiación depende en
cada instante del ángulo que forman la
normal a la superficie en el punto
considerado y la dirección de incidencia
de los rayos solares. Por supuesto, dada la
lejanía del Sol respecto de nuestro planeta
podemos suponer, con muy buena
aproximación, que los rayos del Sol
inciden esencialmente paralelos sobre el
planeta. No obstante, en cada punto del
mismo, localmente considerado, la
inclinación de la superficie respecto a
dichos rayos depende de la latitud y de la
hora del día para una cierta localización en
longitud. Dicha inclinación puede definirse
a través del ángulo que forman el vector
normal a la superficie en dicho punto y el
vector paralelo a la dirección de incidencia
de la radiación solar.

Debemos evitar la exposición prolongada


al sol, puesto que esta representa una
agresión contra la piel que puede producir
el envejecimiento de la misma, la
aparición de manchas o arrugas y es la
responsable de la aparición de
melanomas o cánceres de piel. Una
exposición moderada al sol,
especialmente los primeros días una
protección del sol con la ropa adecuada, o
el uso de cremas solares son la mejor
prevención contra quemaduras producidas
por el sol.

Radioondas Solares
En 1942 los radares captaron las primeras
radioondas de origen solar; En la
actualidad, las radioondas solares son
estudiadas con radiotelescopios para
longitudes de onda que van desde varios
milímetros hasta una veintena de metros.
Las radioondas más cortas son emitidas
principalmente por la parte principalmente
por la parte más cortas son emitidas
principalmente por la parte más baja de la
cromosfera y las más largas por la corona.
Durante el periodo de calma del Sol
(coincidente con el mínimo de manchas),
la fuerza de las radioemisiones
corresponden a la que se puede esperar
de un cuerpo a la temperatura dé la
cromosfera y de la corona solares. Pero,
cuando el sol esta en actividad y las
manchas y las protuberancias son
numerosas, aumentan también las
radioemisiones y se notan bruscos
aumentos de intensidad (radio
tempestades) que se superponen a las
radioondas ordinarias. Cuando en el Sol se
observan erupciones importantes, se
registran explosiones y rumores
particularmente intensos y de pocos
minutos de duración. En tales casos se
cree que con las erupciones son
expulsadas enormes oleadas de protones
y otras partículas a velocidades de varios
miles de kilómetros por segundos que
alcanzan la Tierra un día después y
producen las tempestades magnéticas.
Radiación solar en el planeta
Tierra
La mayor parte de la energía que llega a
nuestro planeta procede del Sol. El Sol
emite energía en forma de radiación
electromagnética. Estas radiaciones se
distinguen por sus diferentes longitudes
de onda. Algunas, como las ondas de
radio, llegan a tener longitudes de onda de
kilómetros, mientras que las más
energéticas, como los rayos X o las
radiaciones gamma, tienen longitudes de
onda de milésimas de nanómetro.
La radiación en el Sol es de
63 450 720 W/m². La energía que llega al
exterior de la atmósfera terrestre sobre
una superficie perpendicular a los rayos
solares lo hace en una cantidad fija,
llamada constante solar (1353 W/m²
según la NASA) variable durante el año un
± 3 % a causa de la elipticidad de la órbita
terrestre.[2] ​Esta energía es una mezcla de
radiaciones de longitudes de onda entre
200 nm y 4000 nm, que se distingue entre
radiación ultravioleta, luz visible y
radiación infrarroja.

Radiación ultravioleta
Es la radiación que tiene menor longitud
de onda (360 nm), la cual lleva mucha
energía e interfiere con los enlaces
moleculares. Especialmente las de menos
de 300 nm, que pueden alterar las
moléculas de ADN, muy importantes para
la vida. Estas ondas son absorbidas por la
parte alta de la atmósfera, especialmente
por la capa de ozono.

Es importante protegerse de este tipo de


radiación, ya que por su acción sobre el
ADN está asociada con el cáncer de piel.
Solo las nubes tipo cúmulos de gran
desarrollo vertical atenúan estas
radiaciones prácticamente a cero. El resto
de las formaciones, tales como cirrus,
estratos y cúmulos de poco desarrollo
vertical, no las atenúan, por lo que es
importante la protección aún en días
nublados. Es importante tener especial
cuidado cuando se desarrollan nubes
cúmulos, ya que éstas pueden llegar a
actuar como espejos y difusores e
incrementar las intensidades de los rayos
ultravioleta y, por consiguiente, el riesgo
solar. Algunas nubes tenues pueden tener
el efecto de lupa.

Radiación infrarroja
La radiación infrarroja de más de 760 nm
es la que corresponde a longitudes de
onda más largas, y lleva poca energía
asociada. Su efecto aumenta la agitación
de las moléculas, provocando el aumento
de la temperatura. El CO2, el vapor de agua
y las pequeñas gotas de agua que forman
las nubes absorben con mucha intensidad
las radiaciones infrarrojas.

La atmósfera se desempeña como un


filtro, ya que mediante sus diferentes
capas distribuye la energía solar para que
a la superficie terrestre solo llegue una
pequeña parte de esa energía. La parte
externa de la atmósfera absorbe parte de
las radiaciones, reflejando el resto
directamente al espacio exterior, mientras
que otras pasarán a la Tierra y luego serán
irradiadas. Esto produce el denominado
balance térmico, cuyo resultado es el ciclo
del equilibrio radiante.

Según el tipo de radiación se conoce que


de los 324 W/m² que llegan a la Tierra, en
la parte alta de la atmósfera (1400 W/m²
es la constante solar); 236 W/m² son
reemitidos al espacio en forma de
radiación infrarroja, 86 W/m² son
reflejados por las nubes y 2 W/m² son
reflejados por el suelo en forma de
radiaciones de onda corta. Pero el reenvío
de energía no se hace directamente, sino
que parte de la energía reemitida es
absorbida por la atmósfera originándose
el efecto invernadero.

Comportamiento de la
atmósfera y el suelo frente a
la radiación
La atmósfera terrestre está compuesta
por numerosas partículas de materia,
presenta unos 10 000 km de altura y se
divide en diferentes capas concéntricas:

Troposfera
Es la zona inferior de la atmósfera que se
extiende desde el nivel del mar hasta unos
16 km. Es una capa muy densa, en ella se
encuentra más del 75 % del aire de la
atmósfera, además contiene mucho vapor
de agua condensado en forma de nubes, y
gran cantidad de polvo. A ella llegan la luz
visible y los rayos UV que logran atravesar
el resto de las capas de la atmósfera. Es la
primera capa que queda en contacto con
la corteza terrestre.

Estratosfera

Tiene un espesor aproximado de 60 km y


se encuentra por encima de la troposfera.
Es una capa tenue donde los vapores de
agua y polvo disminuyen bastante con
relación a los encontrados en la
troposfera. En esta zona es abundante la
concentración de anhídrido carbónico
(CO2) que tiene la propiedad de evitar el
paso de las irradiaciones a la Tierra. Hacia
el medio de la estratosfera se encuentra
una capa de unos 15 km de espesor con
abundante ozono, que algunos autores
denominan ozonosfera, es la capa que
absorbe casi toda la radiación ultravioleta
proveniente del Sol. El ozono, O3, absorbe
con gran eficacia las radiaciones
comprendidas entre 200 y 330 nm, por lo
que la radiación ultravioleta de menos de
300 nm que llega a la superficie de la
Tierra es insignificante.

Mesosfera

Presenta alrededor de unos 20 km de


espesor. Sus capas superiores presentan
abundantes concentraciones de sodio. La
temperatura en esta capa se encuentra
entre -70 y 90 °C. En ella se encuentra la
capa D, que tiene la propiedad de reflejar
las ondas largas de radio durante el día y
desaparece durante la noche. Esta es la
causa por la cual las ondas medias son
interrumpidas durante el día y puedan
reanudarse una vez que se pone el Sol. Al
desaparecer la capa D, permite seguir el
paso de las otras ondas hacia las capas
superiores.

Ionosfera

Es una zona parcialmente ionizada de


radiaciones solares, de gran conductividad
eléctrica. En esta capa se reflejan hacia la
tierra las ondas de radio, por lo que es de
gran utilidad en las telecomunicaciones.

Tipo de energía absorbida

Energía absorbida por la atmósfera


En unas condiciones óptimas con un día
perfectamente claro y con los rayos del
Sol cayendo casi perpendiculares, las tres
cuartas partes de la energía que llega del
exterior alcanza la superficie. Casi toda la
radiación ultravioleta y gran parte de la
infrarroja son absorbidas por la atmósfera.
La energía que llega al nivel del mar suele
ser radiación infrarroja un 49 %, luz visible
un 42 % y radiación ultravioleta un 9 %. En
un día nublado se absorbe un porcentaje
mucho más alto de energía,
especialmente en la zona del infrarrojo.

Energía absorbida por la vegetación


La vegetación absorbe en todo el
espectro, pero especialmente en la zona
del visible, aprovechando parte de esa
energía para la fotosíntesis.

Balance total de energía y efecto


invernadero

La temperatura media en la Tierra se


mantiene prácticamente constante en
unos 15 °C, pero la que se calcula que
tendría, si no existiera la atmósfera, sería
de unos -18 °C. Esta diferencia de 33 °C
tan beneficiosa para la vida en el planeta
se debe al efecto invernadero. El motivo
por el que la temperatura se mantiene
constante es porque la Tierra devuelve al
espacio la misma cantidad de energía que
recibe. Si la energía devuelta fuera algo
menor que la recibida se iría calentando
paulatinamente y si devolviera más se iría
enfriando.

Por tanto la explicación del efecto


invernadero no está en que parte de la
energía recibida por la Tierra se quede
definitivamente en el planeta. La
explicación está en que se retrasa su
devolución porque, aunque la cantidad de
energía retornada es igual a la recibida, el
tipo de energía que se retorna es distinto.
Mientras que la energía recibida es una
mezcla de radiación ultravioleta, visible e
infrarroja, la energía que devuelve la Tierra
es fundamentalmente infrarroja y algo de
visible.

Las radiaciones que llegan del Sol vienen


de un cuerpo que está a 6000 °C, pero las
radiaciones que la superficie devuelve
tienen la composición de longitudes de
onda correspondientes a un cuerpo negro
que esté a 15 °C. Por este motivo las
radiaciones reflejadas tienen longitudes de
onda de menor frecuencia que las
recibidas. Están en la zona del infrarrojo y
casi todas son absorbidas por el CO2, el
vapor de agua, el metano y otros gases,
por lo que se forma el efecto invernadero.
Así se retrasa la salida de la energía desde
la Tierra al espacio y se origina el llamado
efecto invernadero que mantiene la
temperatura media en unos 15 °C y no en
los -18 °C que tendría si no existiera la
atmósfera.

Aumento de la temperatura global

Durante el siglo XX se ha constatado un


aumento de la temperatura global y se
estima que continúe así en los próximos
decenios, esto preocupa al mundo
científico y genera inquietudes en los más
diversos ámbitos, ya que el calentamiento
influye sobre el clima y por ende sobre la
producción de alimentos, la salubridad
mundial y en la economía en general. Pero
no solo la temperatura ha aumentado,
también han aumentado en la atmósfera
el CO2 en un 25 %; el CH4 un 100 %; el N2O
un 10 %. Más recientemente han
aparecido los gases
clorofluorocarbonados o CFC, freón 11 y
12 principalmente.

La causa del aumento de estos gases en


la atmósfera es claramente consecuencia
de la actividad humana: calefacción,
industria, agricultura y transporte. Causa y
a la vez efecto del aumento de la
población desde la década de los años
1920. La acumulación de estos gases
contribuye a aumentar el calentamiento.

Energía interna de la Tierra

La temperatura va aumentando con el


aumento de la profundidad en el interior
de la Tierra —también la presión aumenta
con la profundidad hasta alcanzar valores
enormes— y llega a ser de alrededor de
5000 °C en el núcleo interno. La fuente de
energía que mantiene estas temperaturas
es, principalmente, la descomposición
radiactiva de elementos químicos del
manto. Esta energía interna es
responsable de las corrientes de
convección que mueven las placas
litosféricas, por lo que tiene importantes
repercusiones en muchos procesos
superficiales: volcanes, terremotos,
movimiento de los continentes y
formación de montañas, entre otros.

Radiación cósmica
A la parte alta de la atmósfera llega una
radiación de longitudes de onda muy
cortas que proceden de diferentes puntos
del Universo. La llamada radiación
cósmica primaria está formada por
electrones de alta energía. Cuando incide
sobre las moléculas que se encuentran en
la alta atmósfera se convierte en radiación
secundaria que son rayos ultravioleta. Las
moléculas de oxígeno (O2) absorben las
radiaciones primaria y secundaria de
menos de 200 nm convirtiéndose en
ozono (O3). A su vez el ozono absorbe las
radiaciones de hasta 300 nm y, de esta
manera, gracias al oxígeno y al ozono, la
Tierra se encuentra protegida contra las
radiaciones cósmicas más peligrosas.

Las sustancias radiactivas


La llamada radiactividad está formada por
un conjunto de radiaciones de onda muy
corta y, por tanto, de mucha energía y gran
capacidad de penetración. Su origen
puede ser natural, pero las mediciones
indican que han aumentado en los últimos
años por algunas actividades humanas,
sobre todo por las explosiones nucleares.
Estas radiaciones, bien usadas, son muy
útiles en medicina, la industria e
investigación científica. Tienen muchas
aplicaciones y se usan para curar
cánceres hasta para revisar soldaduras o
esterilizar alimentos. Sin embargo, la
contaminación con sustancias radiactivas
es especialmente peligrosa, porque
cantidades minúsculas pueden emitir
radiaciones mortales o muy dañinas.
Aplicaciones de la energía
solar
Entre las múltiples aplicaciones de la
energía solar se encuentran su
aprovechamiento como luz directa, como
fuente de calor o de energía y en la
generación de electricidad principalmente,
a continuación se amplia cada uno de
estos usos:

Directa

Una de las aplicaciones de la energía solar


es directamente como luz solar, por
ejemplo, para la iluminación. Otra
aplicación directa, muy común, es el
secado de ropa y algunos productos en
procesos de producción con tecnología
simple.

Bombas de calor

Las bombas de calor bombean la energía


del aire calentado por el sol y la transfieren
para cubrir diferentes usos. Calefacción,
A.C.S, etc.[3] ​

Térmica

La energía solar puede utilizarse para el


calentamiento de algún sistema que
posteriormente permitirá la climatización
de viviendas, calefacción, refrigeración,
secado, entre otros, son aplicaciones
térmicas. Actualmente existen diversas
Centrales Solares Térmicas generando
energía en el mundo, cuya base de
funcionamiento es el uso indirecto de la
energía solar. Ver central térmica solar.

Fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica es una


fuente de energía que produce electricidad
de origen renovable, obtenida
directamente a partir de la radiación solar
mediante un dispositivo semiconductor
denominado célula fotovoltaica, o bien
mediante una deposición de metales
sobre un sustrato denominada célula solar
de película fina.

Este tipo de energía se usa principalmente


para producir electricidad a gran escala a
través de redes de distribución, aunque
también permite alimentar innumerables
aplicaciones y aparatos autónomos, así
como abastecer refugios de montaña o
viviendas aisladas de la red eléctrica.
Debido a la creciente demanda de
energías renovables, la fabricación de
células solares e instalaciones
fotovoltaicas ha avanzado
considerablemente en los últimos años.
Comenzaron a producirse en masa a partir
del año 2000, cuando
medioambientalistas alemanes y la
organización Eurosolar obtuvo
financiación para la creación de diez
millones de tejados solares.

La electricidad que se obtiene de esta


manera puede usarse de forma directa
(por ejemplo para sacar agua de un pozo o
para regar, mediante un motor eléctrico), o
bien ser almacenada en acumuladores
para usarse en las horas nocturnas.
Incluso es posible inyectar la electricidad
sobrante a la red general, obteniendo un
importante beneficio. Las células solares
están hechas con obleas (láminas) finas
de silicio, arseniuro de galio u otro.

Hornos solares

Los hornos solares son una de las muchas


aplicaciones importantes de los
concentradores de alta temperatura. El
mayor está situado en Odeillo, en la parte
francesa de los Pirineos, tiene 9600
reflectores con una superficie total de
unos 1900 m² para producir temperaturas
de hasta 4000 °C. Estos hornos son
ideales para investigaciones, por ejemplo,
en la investigación de materiales, que
requieren temperaturas altas en entornos
libres de contaminantes.

Enfriamiento solar

Se puede producir frío con el uso de


energía solar como fuente de calor en un
ciclo de enfriamiento por absorción. Uno
de los componentes de los sistemas
estándar de enfriamiento por absorción,
llamado generador, necesita una fuente de
calor. En general, se requieren
temperaturas superiores a 150 °C para que
los dispositivos de absorción trabajen con
eficacia, los colectores de concentración
son más apropiados que los de placa
plana.

Notas y referencias
1. Acevedo, Ricardo (29 de septiembre
de 2012). «Chile posee la mayor
radiación solar del planeta» (https://w
eb.archive.org/web/20131128080230/
http://diario.latercera.com/2012/09/2
9/01/contenido/tendencias/26-11932
8-9-chile-posee-la-mayor-radiacion-sol
ar-del-planeta.shtml) (SHTML). La
Tercera. Consultado el 28 de
noviembre de 2013.
2. Méndez Muñiz, Javier María; Cuervo
García, Rafael; Bureau Veritas
Formación (2010). «1». Energía Solar
Térmica. Fundación Confemetal. p. 37.
ISBN 978-84-92735-46-4.
3. Greenpeace (14.01.18). «Individual
action: what you can do about climate
change» (http://www.greenpeace.org/i
nternational/en/campaigns/climate-ch
ange/Solutions/What-you-can-do/) .
http://www.greenpeace.org/internatio
nal/en/ (en inglés). Consultado el
14.01.18.

Enlaces externos
https://web.archive.org/web/200711102
04422/http://www.prodiversitas.bioetica
.org/des44.htm
Radiación solar en Ciudad de México (ht
tps://web.archive.org/web/2009082005
5816/http://www.sma.df.gob.mx/simat
2/index.php?opcion=33)

Véase también
Sol
Energía solar
Energía solar espacial
Luz solar
Atmósfera
Viento solar
Intensidad de radiación solar ultravioleta

Datos: Q17996169

Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Radiación_solar&oldid=148843803»

Esta página se editó por última vez el 25 ene 2023


a las 18:32. •
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