Ciencia
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EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
INTRODUCCIÓN
Este capítulo tiene como objetivo resaltar la importancia del conocimiento científico y
la investigación. Para ello es necesario definir lo qué es ciencia, teoría, investigación
y método, conceptos que en muchas ocasiones se confunden o manejan
equívocamente como sinónimos. Es indispensable comprender la relación existente
entre la teoría, la ciencia, el método y la investigación en el desarrollo de la ciencia y
de ésta en la medicina. La ciencia no tuvo su origen en una sola época, ni en el seno
de un solo pueblo o bajo alguna forma de gobierno o de religión. Tampoco se
escribió en una sola lengua ni por obra de una sola raza. La ciencia y el
conocimiento nacen de la intensa necesidad del ser humano desde su origen para
explicar su propia naturaleza y el mundo que lo rodea. Sólo con el tiempo ha podido
separarse de los conceptos mágico-religiosos a través del desarrollo de un método
definido y propio. Aunque la dualidad mágico-científica sigue existiendo en el
pensamiento popular, la introducción del razonamiento por los griegos marcó el
origen de la ciencia moderna, que actualmente es un conjunto extraordinariamente
subdividido de ramas científicas diversas. Cada una de ellas representa un sistema
de conocimientos en desarrollo cuya veracidad se comprueba -y demuestra a través
de la práctica.
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El conocimiento puede ser de diferentes clases: cotidiano, pre científico y científico, empírico y
teórico.
El conocimiento científico y el empírico difieren de varias maneras y las desigualdades giran
en torno al control y sistematización de su obtención. El primero utiliza esquemas
conceptuales y de estructuras teóricas, verifica su coherencia externa y somete a prueba
empírica algunos de sus aspectos teóricos o hipótesis.
Los conocimientos cotidianos o empíricos se limitan a la constancia de los hechos y a su
descripción. Los conocimientos científicos presuponen no sólo la constancia de los hechos, sin
su explicación e interpretación dentro del conjunto del sistema general de conceptos de
determinada ciencia.
El conocimiento ordinario generalmente es vago e inexacto, la ciencia convierte en preciso lo
que el sentido común conoce de manera nebulosa; la ciencia es más que sentido común
organizado, la ciencia procura la precisión; nunca está libre por completo de vaguedad, pero
siempre intenta mejorar la exactitud, no está libre de error, pero posee técnicas para
identificarlo y sacar provecho de él.
El conocimiento científico descarta conocimientos o hechos, produce nuevos y los explica. Es
decir no se limita a los hechos observados; sino que se analiza la realidad con el fin de ir más
allá, rechazando algunos hechos, selecciona los que se consideran relevantes, los contrasta y
en la medida de las posibilidades los reproduce. Los científicos no aceptan nuevos hechos a
menos que puedan validar su autenticidad mostrando que son compatibles con lo que se sabe
en el momento. Los científicos no consideran de valor solo su propia experiencia, se apoyan
en la experiencia colectiva y en la teoría. Esta experiencia no solo describe la realidad, sino la
racionaliza por medio de hipótesis y sistemas de hipótesis, que dan lugar a teorías.
El conocimiento para ser científico debe aprobar el examen de la experiencia. Con la finalidad
de explicar un fenómeno, hace conjeturas o suposiciones fundadas en el saber adquirido.
Estas pueden ser todo lo audaces o complejas posibles pero en todos los casos deben ser
puestas a prueba. La forma de hacerlo es por medio de la observación y experimentación.
La experimentación es más contundente que la observación, porque modifica eventos, en
lugar de limitarse a registrar variaciones. Sin embargo, no siempre es factible experimentar en
medicina. Cuando se investiga con seres humanos, existen algunas consideraciones éticas
que no lo permiten; en estos casos las observaciones bien realizadas permiten la verificación.
Así como en los estudios en poblaciones, en las ciencias sociales se deben utilizar otros
medios para la verificación.
El pensamiento científico lleva implícito una forma sistematizada para obtener los
conocimientos. A este camino a se le ha denominado método, que al interactuar con la teoría y
la técnica dan como resultado la metodología de la investigación.
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Las hipótesis pueden surgir de las teorías o de otras hipótesis, así como de la observación de
hechos y fenómenos concretos, así como de algunas investigaciones empíricas realizadas
sobre el objeto que se quiere conocer.
El planteamiento de las hipótesis debe ser clara y precisa y describir las variables que se
desean relacionar, las unidades en las que se pretende medir y el tipo de relación que
anticipadamente se establece establecerá.
EL MÉTODO CIENTÍFICO
Para establecer leyes y teorías en la ciencia se deben cumplir varias etapas: La primera
consiste en observar los hechos significativos, la segunda es establecer hipótesis que den
explicación a estos hechos y la tercera es inferir de estas hipótesis las consecuencias que
puedan ser corroboradas o puestas a prueba a través de la experimentación y observación. Al
verificar las hipótesis, se acepta provisionalmente su contenido, aunque éste puede
evolucionar como resultado de un nuevo conocimiento.
En el proceso de construcción del modelo teórico se formulan las relaciones entre los hechos o
fenómenos, o las características de los aspectos a estudiar (variables). Esas relaciones o
hipótesis pueden ser centrales y complementarias. Por último se elabora el esquema de esas
relaciones. Las fases de esta etapa son:
Analizando cada una de las etapas del método científico, podemos decir que la observación es
la percepción a través de los sentidos de un hecho o un fenómeno que ocurre a nuestro
alrededor. La formulación de hipótesis depende de los juicios del observador, desde el punto
de vista del método; lo más importante es su validez, en el sentido de que su esquema puede
dar explicación del hecho que se pretende comprobar.
Para la corroboración de las hipótesis debe hacerse un análisis lógico de ellas, y en su caso
ser corroboradas empíricamente a través del análisis probabilístico de datos obtenidos para
confirmar las observaciones.
Referencias:
Ander Egg, A. (1986). Introducción a las técnicas de investigación social. Buenos Aires:
Humanitas.
Bunge, M. (1985). La ciencia, su método y filosofía. Buenos Aires: Siglo XX.
Canales, F. (1994). Metodología de la Investigación. México: Limusa.